Escuela de Padres Colegio Vizcaya A educar también se aprende A

Escuela de Padres Colegio Vizcaya
Todo lo que debes saber sobre la Selectividad
Mitos y verdades sobre la Selectividad.
Selectividad.
Aprobar la selectividad es sencillo:
sencillo Sí, las estadísticas así lo
demuestran. De cada diez estudiantes que se presentan, casi
9 la aprueban. Los números juegan a tu favor.
Además de la selectividad hay otras vías para
para entrar en la
universidad:
universidad Efectivamente superar la Selectividad después de
tus estudios de Bachillerato es la vía por la que acceden la
mayoría de los estudiantes a la Universidad, pero también se
puede acceder
- Con el Título de Técnico Superior de un Ciclo Formativo
de Grado Superior que de acceso a determinadas
carreras de su rama.
- Superando la prueba de acceso para mayores de 25
años.
Para estudiar en una Universidad privada no hace falta
Selectividad:
Selectividad Falso. Haber superado la Selectividad es
necesario si deseas estudiar una titulación homologada, es
decir, con reconocimiento por parte del Ministerio de
Educación y Ciencia, en cualquier universidad pública o
privada. Para lo que no hace falta Selectividad es para estudiar
una titulación no homologada en una universidad privada. Las
universidades y sus centros adscritos son las únicas
instituciones que pueden impartir titulaciones homologadas.
Muchas veces estas universidades o centros privados ofrecen
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una selección de titulaciones que no encajan en el mapa
oficial de titulaciones del gobierno. Si eliges una titulación no
homologada, fíjate bien en la reputación de la universidad o
centro que la ofrece, porque es la única garantía de calidad
que tienes.
¿Cómo prepararte?
Llevando bien 2º de bachillerato y utilizando las técnicas de
estudio adecuadas, no tiene que resultar una experiencia
estresante. Aquí tienes una serie de consejos para sacar los
mejores resultados en Selectividad.
Técnicas para utilizar ya
Antes de empezar a estudiar, piensa cuáles son las metas
concretas que deseas lograr.
lograr Escríbelas en un folio y cuélgalo
frente a tu mesa de trabajo para animarte. Por ejemplo, si
tienes claro que quieres estudiar Medicina, escríbelo en
grande y pon qué nota tienes que conseguir para alcanzar tus
objetivos. Te ayudará a no perder de vista la meta.
Cuando tengas claro para qué quieres estudiar, haz una
planificación escrita.
escrita Anota como te vas a organizar para
lograr las metas propuestas. Ten en cuenta cuánto tiempo
real tienes. Décide cuánto tiempo de cada día vas a dedicar a
estudiar. Puedes hacer un horario en el que anotes las
asignaturas y el tiempo que vas a dedicar en cada sesión de
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estudio, dejando huecos para relajarte y despejar la mente. Te
conviene:
- Tener a mano las fuentes de información como apuntes
de clase o libros de texto y extraer lo más importante
(mediante resúmenes, esquemas, mapas conceptuales).
- Hacer descansos de diez minutos cada hora y media,
para aumentar el rendimiento en cada sesión de estudio.
- Procurar ser equilibrado en el tiempo que dedicas a
estudiar y a actividades de ocio. Es decir, no es
recomendable ni dejar pasar los días sin estudiar, ni
dedicar todo el tiempo disponible únicamente a preparar
Selectividad. ¡Estudia el tiempo necesario pero no te
olvides de dejar todos los días un rato para descansar!
Lo ideal es que dejes el ocio para después de estudiar.
Así, además de servirte como recompensa por el
esfuerzo realizado, podrás relajarte haciendo algo que te
desconecte del estudio.
- Anotar qué días vas a realizar repasos de lo que ya has
estudiado para evitar que se te olvide. Expertos en
técnicas de estudio recomiendan hacer al menos 5
repasos.
- Anota las fechas de Selectividad para dejarte unos días
libres.
libres Así dispondrás de ese tiempo de sobra en caso de
que surjan imprevistos.
imprevistos Si cumples con la planificación
dedica esos días a hacer más repasos.
- Modifica la planificación cuantas veces necesites
dependiendo de cómo vayas avanzando.
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- Una vez que tengas tu plan de trabajo, podrás empezar
a estudiar.
estudiar Para que lo hagas de forma más activa y
aumentes tus capacidades de concentración y
rendimiento, lo más eficaz es que realices los siguientes
pasos; prelectura, lectura, subrayado, esquemas,
resúmenes y repasos.
- Muy recomendable para aumentar tu seguridad y evitar
la ansiedad ante el examen de Selectividad, puedes
entrenar para los exámenes.
exámenes Ponte modelos de prueba
de otros años y simula que estás haciendo Selectividad
(cuanto más realista sea la simulación, mejor). Déjate el
mismo tiempo que la prueba, no consultes los apuntes y
utiliza el mismo material (calculadora, regla…) que
puedas llevar. Así podrás conocer de forma objetiva
hasta qué punto controlas ya la información.
- También es importante aprovechar los cursillos de
preparación que ofrece cada colegio.
colegio Ten en cuenta todo
lo que te sugieren tus profesores en estos días previos,
porque seguro sacarán toda su batería de trucos,
intuiciones y técnicas para ayudarte a pasar con éxito
este examen.
- Recordar que a lo largo de todo este tiempo debes
cuidar tu alimentación y la calidad del sueño para
mejorar tu rendimiento intelectual.
intelectual Hay que estudiar
preferentemente durante el día. Lo de estudiar de día se
justifica porque la luz solar suprime la producción de
melatonina, una hormona que produce sopor. En época
de exámenes, es preferible dedicar la noche a dormir
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bien, por que el “sueño recarga las pilas del sistema
neurológico, que es el que permite el pensamiento”. En
cuanto a la buena alimentación, hay que cuidar
especialmente el desayuno, porque se ha comprobado
que está asociado a un mejor rendimiento en los
exámenes. El almuerzo debe ser nutritivo pero ligero,
sobre todo si hay exámenes por la tarde. Una comida
abundante embota el cerebro.
Técnicas a utilizar los días antes
Cuando se aproxima la fecha de Selectividad, lo ideal es que
duermas bien, comas lo necesario y realices actividades que
te permitan desconectar. Si sientes que el estrés se apodera
de ti, practica ejercicios de relajación.
En cuanto al tiempo dedicado al estudio, conviene que hagas
repasos generales y te entrenes para los exámenes. No es el
momento de adquirir nuevos conocimientos. Mejor afianzar lo
que ya sabes. También es el momento de comprobar los
datos relativos al día del examen como lugar de realización y
horarios.
Inmediatamente antes de comenzar
comenzar la Selectividad
Evita consumir café u otro tipo de estimulantes. Lejos de
ayudarte, pueden hacer que tu capacidad de rendimiento
disminuya.
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Antes de salir de casa, comprueba que llevas todo lo
necesario para realizar los ejercicios. Por supuesto, no olvides
el DNI.
Sal de casa con tiempo para no entrar nervioso al examen por
llegar apurado.
Justo antes de entrar al examen, conviene que evites los
comentarios de última hora. Lo que no sabes ya, no lo vas a
aprender en el último momento y te pondrás nervioso. Puedes
llevarte música para relajarte y alejarte de los comentarios
estresantes de los compañeros antes de comenzar.
El momento del examen
Una vez que te hayan dado las instrucciones para hacer el
examen, comenzará a contar la hora y media que tienes
disponible para realizarlo. Como mínimo, tendrás que
permanecer en el aula hasta media hora después de que
comience el examen. No podrás llevar ningún tipo de material
al examen a excepción de los diccionarios de Latín y Griego,
calculadora científica no programable y material de Dibujo.
Lógicamente no se permite tener encendido el móvil.
Una vez dentro del aula, guarda silencio.
silencio El Tribunal
examinador explicará las reglas y tiene autoridad para
expulsarte si las incumples, con lo que perderías una
convocatoria. Si tienes alguna pregunta no dudes en dirigirte
a ellos, pues están ahí para atenderte. Es mejor olvidarse de
copiar. No merece la pena arriesgarse teniendo tanto que
perder.
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Haz una lectura general de todas las preguntas.
preguntas Lo bueno de
la Selectividad es que te da la opción de elegir entre dos
modelos de exámenes. Dedica unos minutos a pensar en qué
opción puedes obtener los mejores resultados. Mejor elegir
una opción donde controlas todo, aunque no sea a la
perfección, que otra opción donde hay una pregunta que
bordarías, pero también una de la que no tienes ni idea.
Apunta en un esquema los conceptos que vayas a exponer.
exponer El
enunciado de una pregunta puede facilitarnos muchas pistas
sobre lo que se nos pide. Después, apuntaremos en una hoja
aparte todos aquellos conceptos, ideas o términos que la
pregunta nos sugiere. Por último, hay que ordenarlos y
relacionarlos en la respuesta definitiva.
Empieza con las respuestas seguras.
seguras De esta manera,
aseguras parte del examen para poder dedicar más tiempo a
aquellas preguntas que necesitan más esfuerzo y
concentración. También es importante controlar los requisitos
que el examen exige a nivel general para la contestación de
cada una de las preguntas. Saberlo de antemano te ayudará a
ganar tiempo el día del examen.
Argumenta las respuestas.
respuestas La argumentación es una gran
aliada para defender los conocimientos aprendidos. Poner
ejemplos ayuda a justificar las respuestas sin necesidad de
repetir literalmente lo que dicen los libros. Explicando y
reflexionando cada pregunta, demuestras que no sólo tienes
memoria, sino también capacidad de interrelacionar. En
definitiva que entiendes lo que lees.
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Si te bloqueas en alguna pregunta,
pregunta pasa a la siguiente. Sin
darte cuenta, tu cerebro buscará la información y podrás
recordar lo que se te había olvidado.
Cuida la presentación.
presentación Hay que respetar los márgenes, los
espacios y vigilar la caligrafía. Ayuda a visualizar el contenido
de tu examen y predispone positivamente al corrector que te
toque. De poco te servirá saber la materia al dedillo, si el
examinador tiene que descifrar tu examen con ayuda de lupa
o expertos en jeroglíficos.
Cuida el vocabulario y la ortografía . Un examen sin faltas con
un vocabulario correcto es una oportunidad única para
demostrar tus habilidades con la lengua escrita. Por muy
aprendido que esté el temario, si no eres capaz de expresarte
con claridad y correctamente, las respuestas deslucirán y
desfavorecerá la percepción que el corrector tenga del
conjunto de tu examen.
Evita estar pendiente de los
los compañeros.
compañeros No es conveniente
hablar del examen antes de empezar ya que esto contribuye a
ponerse más nervioso. En ocasiones, ver a un compañero
ansioso puede provocar la misma reacción. Una vez
empezado el examen, no hay que fijarse ni estar pendiente de
lo que hacen los compañeros: cada uno debe seguir su propio
ritmo.
Distribuye el tiempo de manera organizada.
organizada Además del
tiempo de comprensión de las preguntas y de la realización
en sí de las respuestas, es importante reservar algunos
minutos para repasar el contenido, vigilar las faltas de
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ortografía o hacer alguna anotación final que hayamos pasado
por alto.
Si aún así te falta tiempo, intenta anotar el esquema de la
pregunta.
pregunta La persona que lo corrija verá que sabías la
respuesta.
No te olvides de revisar
revisar tus ejercicios antes de entregar el
examen.
examen Muchos de los errores se producen por despiste y
podrían evitarse con una sencilla lectura a modo de repaso al
final.
Ya verás como siguiendo estos sencillos consejos, superarás
la Selectividad con éxito. ¡Buena Suerte!
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