El Realismo. Realismo es la denominación de un estilo o movimiento pictórico que se dio en Francia a mediados del siglo XIX, cuyo principal representante es Gustave Courbet. El propio pintor fue quien acuñó el término al dar nombre al pabellón que hizo construir para una provocativa exposición de 1855, alternativa al Salón de París, bajo el título "Realismo". Allí expuso su obra “El taller del pintor”, considerada el manifiesto del estilo, que provocó un sonoro escándalo en los medios artísticos por su anti-academicismo y su crudeza, que se calificaba de obscenidad. Posteriormente se identificó con el movimiento especialmente a Honoré Daumier, Jean-François Millet y Jules Breton. El impresionismo El Impresionismo es un movimiento pictórico francés, que surge a finales del siglo XIX. Apareció como reacción contra el arte académico y es considerado el punto de partida del arte contemporáneo. El impresionismo en la pintura partió del desacuerdo de algunos artistas con los temas clásicos y con las fórmulas artísticas impuestas por la Academia Francesa de Bellas Artes. Esta fijaba los modelos a seguir y patrocinaba las exposiciones oficiales del Salón parisino. Los impresionistas, en cambio, eligieron la pintura al aire libre y los temas de la vida cotidiana. Uno de sus primeros objetivos fue captar una representación del mundo espontánea y directa, y para ello se centraron en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos. La luz tiende a difuminar los contornos y refleja los colores de los objetos circundantes en las zonas de penumbra. Eliminaron los detalles minuciosos y tan sólo sugirieron las formas, utilizando para ello los colores primarios como el cyan, el magenta y amarillo. Además aplicaron los colores complementarios como el naranja, el verde y el violeta. Con esa técnica lograron dar una ilusión de realidad, aplicando directamente sobre el lienzo pinceladas de color cortas y logrando gran brillo en sus pinturas. Édouard Manet, considerado el primer Impresionista, aseguraba que utilizando colores fuertes y contrastados, se podían obtener sutiles representaciones de luz por la yuxtaposición de colores. Los representantes principales del movimiento fueron: Edgar Degas, Claude Monet, Berthe Morisot, Camille Pisarro, Auguste Renoir y Alfred Sisley. El impresionismo ejerció una fuerte influencia durante décadas. Artistas que partieron del impresionismo idearon otras técnicas e iniciaron nuevos movimientos artísticos. Los pintores franceses Georges Seurat y Paul Signac ejecutaron lienzos a base de pequeños puntos de color, aplicando una derivación científica de la teoría impresionista conocida como puntillismo o divisionismo. Los postimpresionistas Paul Cézanne, Henri de Toulouse-Lautrec, Paul Gauguin y Vincent van Gogh estuvieron muy influidos por la vivacidad del colorido impresionista. La obra de Cézanne anticipó el cubismo, mientras que la de Gauguin y Van Gogh representaron el comienzo del expresionismo.