Lorenzo Gómez T. Psiquiatria.com. 2013; 17:12. http://hdl.handle.net/10401/6178 Artículo original Conducta delictiva en drogodependencias Lorenzo Gómez, T.1*, Blanco Sio, S.2, Lorenzo Gómez, V.3 Resumen Este estudio es una contribución a mejorar la comprensión de la relación entre el trauma familiar y la conducta delictiva con el fenómeno de la drogodependencia, entendiendo que las dificultades sociales persistentes inciden en la adaptación competente (antecedentes penales, psicopatológicos y/o adictivos). La muestra quedo formada por 222 pacientes que han estado a seguimiento en los últimos 3 anos en la Unidad de Drogodependencias de O Porrino, con una media de edad de 40 anos y teniendo alrededor de un 55 % una actividad delictiva. Los resultados indican que el ámbito familiar de socialización es importante para la adaptación competente del individuo al medio, aunque no lo es todo, y es preciso considerar otras instancias para comprender el círculo recurrente entre la delincuencia y la drogodependencia. Palabras claves: Drogodependencia, familia, delincuencia. Abstract This study is a contribution to a better understanding of the relationship between trauma and delinquent behavior familiar with the phenomenon of addiction, understanding that persistent social difficulties affecting the competent adaptation (criminal history, psychopathological and / or addictive). The sample consisted of 222 patients who have been followed up in the last 3 years in the Addictions Unit O Porrino, with a mean age of 40 years and having about 55% criminal activity. The results indicate that the family socialization is important for the adaptation of the individual responsible to the environment, but not everything, and we must consider other instances to understand the recurring cycle between crime and drug dependence. Keywords: Drug Dependency, Family, Delinquency. Recibido: 22/10/2012 – Aceptado: 03/01/2013 – Publicado: 21/03/2013 * Correspondencia: tesi_lg@hotmail.com 1,2y3 Complejo Hospitalario Universitário de Vigo (CHUVI) Psiquiatria.com – ISSN: 1137-3148 © 2013 Lorenzo Gómez T, Blanco Sio S.Lorenzo Gómez V. Lorenzo Gómez T. Psiquiatria.com. 2013; 17:12 - http://hdl.handle.net/10401/6178 Introducción La literatura refiere innumerables estudios sobre la relación que mantienen las variables drogodependencia y delincuencia. Unos apoyan la hipótesis de que la drogodependencia causa delincuencia1-4; otros, por el contrario, afirman que es la delincuencia la causa de la drogodependencia5-11, y, finalmente, existen estudios donde se afirma que la relación esta mediada por otras variables12-15. Otros autores señalan que los aspectos esenciales que se deben conocer en la relación drogas y delincuencia son dos. Por una parte, las características de la sustancia tóxica consumida, como son el tipo de sustancia, la dosis, la vía de administración, etc.; y por otra parte al sujeto que consume y delinque, su personalidad, su nivel socioeconómico, etc.1. Sin lugar a dudas en relación a las características de la sustancia tóxica consumida hay que destacar el efecto farmacológico que posea dicha sustancia, en referencia al efecto directo biológico que ocasiona sobre la estructura del sistema nervioso y que causa una disfunción a nivel cognitivo, esto hace que el consumidor pueda malinterpretar intenciones de los que le rodean y llegar a comportarse de un modo violento y/o desadaptado8. En cuanto al consumidor de sustancias psicoactivas que además delinque habrá que considerar distintos aspectos, no debiéndose olvidar que la conducta criminal está muy frecuentemente asociada con la estructura de la personalidad del sujeto, independientemente de que exista o no algún trastorno mental o dependencia a sustancias psicoactivas 6. Aunque hay evidencias de que el consumo de sustancias psicoactivas es un mejor predictor hacia la violencia que la propia psicopatología; aunque evidentemente si al consumo de drogas/alcohol se añade algún tipo de psicopatología el riesgo de violencia se incrementa, en especial con los trastornos de la personalidad, por ello, la interacción alcohol, drogas y psicopatología se da con alta frecuencia y supone una predisposición hacia los delitos violentos. Así, la patología psiquiátrica es 5 veces más frecuente en establecimientos penitenciarios que en la sociedad, se calcula que un 15% de la población general sufre a lo largo de su vida una enfermedad mental, cifras que ascienden al 85% en el ámbito penitenciario. Además hay que señalar la existencia de numerosos factores relacionados con el sujeto que consume, como son los factores sociológicos, sociofamiliares, ideológicos, etc., siendo de especial importancia el papel que juegan las relaciones sociales. De todos modos hay que destacar pese a la importancia de las variables señaladas que tanto el consumo de alcohol como el de otras sustancias psicoactivas puede influir de un modo muy diverso y variado en la conducta del consumidor 1-9. En general la consideración más habitual al respecto de esta temática es considerar que el comportamiento violento está determinado por una relación compleja de numerosos factores, destacando los estados emocionales y los efectos farmacológicos de la sustancia consumida. Aunque autores como Parkes y Auerhahn , tras revisar literatura científica sobre los efectos de diversas sustancias psicoactivas (cocaína, anfetaminas, heroína…) y su relación con actos violentos observan que los resultados logrados hasta el momento no son del todo concluyentes, pareciendo más significativas en su opinión las bases sociales que las farmacológicas a la hora de esclarecer esta compleja relación drogas-violencia. Según Friedman (1998) las sustancias psicoactivas mayormente relacionadas con la delincuencia en EE. UU. Son en primer lugar el alcohol, en segundo lugar la cocaína, el crack y las anfetaminas, y en un tercer lugar se encuentran sustancias como el PCP, los alucinógenos y los inhalantes. El uso de sustancias está principalmente relacionado con delitos como el robo o el vandalismo más que con la agresión, siendo mayoritariamente la motivación del agresor el 2 Lorenzo Gómez T. Psiquiatria.com. 2013; 17:12 - http://hdl.handle.net/10401/6178 mantenimiento de su hábito de consumo adquirido, lo que se relaciona con delitos de tipo funcionales. Se considera que el comportamiento criminal es incrementado fundamentalmente por el uso de alcohol y por el uso de cocaína, implicando este dato el gran impacto de ambas sustancias en relación a las conductas delictivas; siendo los efectos farmacológicos de ambas sustancias de gran importancia en relación a delitos violentos, siendo por tanto, el alcohol y la cocaína dos de las sustancias más altamente relacionadas con la criminalidad 11-15. No obstante, la evidencia empírica apoya una relación entre la conducta delictiva y el consumo de drogas, independientemente del tipo de conducta delictiva, del tipo de droga consumida y del tipo de población objeto de estudio13-19. En la literatura hay una primera hipótesis que postula, que la droga causa la delincuencia; en consecuencia se asume que la conducta delictiva es posterior a la conducta ‘abusiva’. A esta hipótesis se la conoce con el nombre de necesidad económica. Los apoyos empíricos a esta hipótesis son, entre otros, los siguientes: Ball, Rosen, Flueck, y Nurco (1981) DeFleur, Ball y Snarr (1969); McGlothlin, Anglin y Wilson (1978). Desde la segunda hipótesis explicativa se postula que la conexión entre drogadicción y delincuencia tiene mayor complejidad, ya que muchos individuos consumidores ya habían manifestado comportamientos delictivos con anterioridad a su drogadicción; y, además, los delitos cometidos no eran derivados o a consecuencia de la necesidad económica para adquirir la droga. Desde este posicionamiento sería posible concluir, pues, que ‘la drogadicción es causa de mayor delincuencia’. Esta hipótesis - que cuenta con un mayor apoyo- asumiría que la delincuencia causa consumo. La tercera hipótesis explicativa de la relación Delincuencia-Drogodependencia afirma que no existe una relación causal entre ambos comportamientos, de manera que cualquier relación a establecer es simplemente aleatoria, espúrea. De esta forma, ambas conductas forman parte de un mismo proceso, van a intervenir otros factores extrínsecos (culturales, motivacionales, familiares, grupales, sociales, etc.) que parecen dar cuenta de cada uno de los comportamientos analizados. Los objetivos planteados en este artículo son comprobar la relación existente entre la conducta delictiva y la drogodependencia en una muestra de pacientes a seguimiento en una Unidad de Drogodependencias y analizar en qué medida otras variables analizadas inciden en el tipo de conducta delictiva manifestada, esto nos ha llevado a plantear las siguientes hipótesis: 1) ¿Los antecedentes de adicción del padre influyen significativamente en la conducta delictiva manifestada? 2) ¿Los antecedentes de adicción de la madre influyen significativamente en la conducta delictiva manifestada? 3) ¿Los antecedentes psicopatológicos del padre influyen significativamente en el tipo de conducta delictiva manifestada? 4) ¿Los antecedentes psicopatológicos de madre influyen significativamente en el tipo de conducta delictiva manifestada? 3 Lorenzo Gómez T. Psiquiatria.com. 2013; 17:12 - http://hdl.handle.net/10401/6178 Material y métodos Se trata de un estudio descriptivo de los diagnósticos de trastornos mentales y adictivos a partir de datos de la historia clínica de 222 pacientes a seguimiento en la UAD de O Porrino en los últimos 3 años (desde junio del año 2008 a junio del año 2012). Estudio de la muestra La extracción de datos se realizó mediante revisión de las historias clínicas del archivo de la Unidad de Drogodependencias de O Porriño, donde se recogieron las siguientes variables: sociodemográficas (edad y sexo), diagnóstico psiquiátrico, historia de consumo de tóxicos, antecedentes de historia de traumas (malostratos, violaciones…), estado civil, nivel de estudios, antecedentes de conductas delictivas y antecedentes de trastornos psiquiátricos en los padres. Para la variable diagnostico psiquiátrico, dado que en muchas historias no se recogió diagnostico según criterios de la CIE 10 o del DSM IV, consideramos según la sintomatología descrita en las historias clínicas tres grupos del Eje I: Trastornos Afectivos, Trastornos Psicóticos, Trastornos de Ansiedad. Para la variable consumo de tóxicos se consideró: alcohol, cocaína, heroína y cannabis. Para la variable estado civil se considero: soltero, casado, separado, divorciado y viudo. Para la variable nivel de estudios se consideraron los siguientes grupos: graduado/certificado escolar, grado medio, ninguno, diplomado/técnico y licenciado. Se consideró que había un diagnóstico de patología dual cuando en la historia clínica estaba recogido un diagnóstico de trastorno mental y de trastorno por uso de sustancias. Para la variable acontecimientos traumáticos se consideró malos tratos tanto en la infancia, abusos sexuales… Criterio de inclusión: todos los pacientes que han estado a tratamiento en la Unidad durante el periodo de tiempo de junio del 2009 a junio del 2012. Los pacientes con más de un ingreso en la Unidad se consideró solo el primer ingreso. Análisis estadístico Se hizo un análisis estadístico descriptivo de todas las variables, analizando medias, desviación estándar (DE), mínimo y máximo para las variables cuantitativas y frecuencia y porcentajes para las variables cualitativas. Se utilizó para comparar las medias de una variable cuantitativa en los grupos de una variable cualitativa dicotómica la prueba de la t de Student y para comparar entre sí variables categóricas, la prueba de la χ2, y para comparar las medias de una variable cuantitativa en los grupos de una variable cualitativa de más de dos categorías se aplicó la prueba de ANOVA. Para la variable cuantitativa, aplicamos la prueba de Kolmogorov-Smirnov para una muestra para comprobar si era normal, al no serlo, pero como el tamaño de la muestra es mayor de 30, se asume que la distribución se asimila a una normal, y se aplica la t de Student. 4 Lorenzo Gómez T. Psiquiatria.com. 2013; 17:12 - http://hdl.handle.net/10401/6178 Los valores de p correspondían a la significación estadística de pruebas bilaterales. Se consideraron estadísticamente significativos los resultados con un valor de p < 0,05. Se utilizó el programa informático de estadística SPSS versión 15.00. Resultados La prevalencia de conducta delictiva en nuestro estudio es de un 55 %. Características sociodemográficas El 73 % de los pacientes eran hombres y el 23,7% mujeres. La media de edad fue de 40 años. Se obtuvo una mayor prevalencia de conductas delictivas entre los hombres (41%) que entre las mujeres (14%). Respecto al estado civil, el 64% eran solteros, el 20,5% estaban casados, el 8,7% separados, el 5,6% divorciados y el 1,2% eran viudos. El grado académico máximo obtenido por el 65% de la muestra era graduado/certificado escolar, el 20,3% grado medio, el 13,1% no había obtenido ninguno, el 0,7% diplomado/técnico y el 0,9% licenciado. Antecedentes familiares y dinámica familiar Cabe destacar que un 37,8% refiere haber sido víctima de malos tratos físicos en la niñez, incluido malos tratos psicológicos, como haber sufrido abusos sexuales. A lo largo de la vida, el 72,5% manifiestan que han sufrido una situación traumática en la vida en la que había temido por su vida (accidente, incendio, tiroteos…). No se ha obtenido una relación estadísticamente significativa entre los antecedentes de patología mental en los progenitores y la conducta delictiva. Consumo de tóxicos La sustancia que se mas se relaciona con la conducta delictiva es la heroína, seguida de la cocaína, si bien solo se obtiene una relación significativa con la primera. Diagnósticos Psiquiátricos No se ha obtenido una relación estadísticamente significativa entre ninguno de los trastornos mentales y la conducta delictiva. 5 Lorenzo Gómez T. Psiquiatria.com. 2013; 17:12 - http://hdl.handle.net/10401/6178 La patología mental mas prevalente en nuestra muestra entre los pacientes con conducta delictiva fue Trastorno de ansiedad, seguido de Trastorno psicótico y Trastorno afectivo. Discusión La prevalencia de conducta delictiva en nuestro estudio es alta (55%), coincidiendo con los hallazgos obtenidos en la literatura. La relación entre el mundo de las drogodependencias y el mundo de la delincuencia resulta especialmente compleja, ya que configuran un binomio de difícil separación, existiendo diversas teorías que tratan de explicar la relación empírica drogas-delito. La relación entre el consumo de distintos tipos de sustancias psicoactivas y los delitos que cometen estos consumidores es complicada, pero resulta evidente que existe un creciente interés por conocer esta relación, para así lograr una mejor comprensión de la situación y procurar prevenir en la medida de lo posible el comportamiento delictivo de estos sujetos consumidores. Nuestro estudio coincide con las afirmaciones de algunos autores que señalan que el consumo de heroína empuja a la delincuencia para obtener dinero para adquirir la droga. Los hombres aparecen involucrados en mayor medida que las mujeres en conductas violentas y además hay que destacar que el abuso y dependencia de sustancias psicoactivas es más frecuente en varones, siendo esta diferencia aún más marcada en los referido a "drogas ilegales".Esto hace que la información acerca de mujeres que consumen sustancias psicoactivas y que cometen delitos es realmente escasa. Los resultados obtenidos para comprobar qué tipo de relación se da entre ambas conductas apoyan las conclusiones generales encontradas por otros autores 3-9. En este sentido, se pudo evidenciar una relación positiva entre la conducta delictiva y la conducta de consumo de drogas. Además es necesario tener en cuenta, a la hora de realizar estudios de estas características, otras variables que pueden incidir en dicha relación. 6 Lorenzo Gómez T. Psiquiatria.com. 2013; 17:12 - http://hdl.handle.net/10401/6178 Referencias 1.Ball, J.C., Rosen, L., Flueck, J.A. y Nurco, D.N. (1981). The criminality of heroin addicts: when addicted and when off opiates. En J.A. Inciardi (Ed.), The drugs-crime connection.(39- 65). Beverly Hills: Sage Publications. 2.Bean, P. (1971). Social aspects of drug abuse: a study of London drug offenders. Journal of Criminal Law, Criminology and Police Science, 62, 80-86. 3.Chambers, C.D. (1974). Narcotic addiction and crime: an empirical review. 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