SECOENClfi Secuencia (1992), 24, septiembre-diciembre, 227-229 ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464 DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i24.403 Revistadehistorjaycienciassociales Gabriel Aguilar, El fusil y el ottvo. la cuestion miiitar en Centroamerica, DEI, San Jose, 1989 (Coleccion Anali­ sis). El fusil y el olivo reline seis tra­ bajos elaborados para diversos fa­ ros de analisis sabre la situacion de la region centroamericana durante la decada de los ochenta. Su presen­ taci6n coma unidad se hace posible debido a que entre ellos hay un eje comun. la trilogia fuerzas armadas­ guerra­democracia, en cada uno de las apartados, estos elementos son tra­ tados desde diferentes angulos, com­ plementandose uno a otro. El primer capitulo analiza compa­ rativamente el desarrollo hist6rico de las fuerzas armadas y/o de seguridad estatales de cuatro paises centroame­ ricanos: Guatemala, El Salvador, Hon­ duras y Costa Rica; examina las vfncu­ los econornicos, sociales, politicos y militares de dichos aparatos con sus respectivas sociedades, asi coma su influencia en las relaciones interna­ cionales. El caso de Nicaragua queda fuera de este apartado ­advierte el autor­ por sus caracterfsticas particu­ lares que obligan a un estudio por se­ parado. Adara tambien que los casos incluidos se refieren a las fuerzas ofi­ ciales y no a las insurgentes, a pesar de que por lo menos en los dos pri­ meros pafses tienen gran significaci6n. Destaca, entre otras cosas, c6mo en el interior de estos ejercitos, desde su formaci6n hasta la actualidad, se re­ producen las contradicciones de la so­ ciedad. En cuanto a la decada de los ochenta de este siglo, resalta lo relacio­ nado con el grado de auronornia que RESEfilAS los aparatos militares tienen en media del conflicto en que se desenvuelve la regi6n durante tal periodo. Explicando brevemente lo que a juicio del autor son los dos mode­ los politicos ­esto es, el de la de­ mocracia liberal y el de la dernocra­ cia economico­social­, en debate en la region durante el decenio de los ochenta, el segundo apartado exa­ mina la situaci6n interna de cada una de las cinco republtcas centroameri­ canas y su relaci6n con tales paradig­ mas. En el marco del modelo libe­ ral ubica las regimenes politicos de Honduras y Costa Rica, ambos con­ siderados democraticos en terminos generates, pero con algunas diferen­ cias en lo particular. Respecto a Gua­ temala y El Salvador, pese a cier­ tos esfuerzos realizados ­entre 1980 y 1985­ para acercarse a la demo­ cracia liberal, la transici6n ha estado limitada, principalmente por la conti­ nuaci6n de la guerra civil, la persis­ tente viola.ci6n de los derechos hu­ manos, las acciones de las fuerzas ar­ madas y de seguridad fuera de todo control y la agudizaci6n de la po­ breza. En otro lado, encaminandose a la democracia econ6mico­social, se encuentra el regimen sandinista que busca realizar simultaneamente la transformacion econornico­social, el establecimiento del orden dernocra­ tico en un ambiente de pluralismo politico y de participaci6n de base y la recuperacion de la soberania popular; desde la perspectiva del autor, este in­ tento, si bien obtiene logros evidentes (alfabetizacion, reforma agraria, cierta aperrura social y politica), se enfrenta a una gran limitante: la guerra interna 227 SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales originada y seguida por elementos ex­ ternos. Debido a que, desde el punto de vista de Aguilera, los conflictos arma­ das internos, intra y extrarregionales, asi coma la injerencia de las potencias mundiales, obstaculizan el desarrollo de cualquier modelo politico, en este m ismo apartado presenta una lista de las confrontaciones existcntcs y ex­ plica las principales divergencias entre los actores en pugna. Finalmente, con­ siderando tanto los conflictos internos como los externos, plantea la imposi­ bilidad de soluci6n armada y la proba­ bilidad de arreglo politico negociado sustentado en las siguientes princi­ pios: respeto a la soberania nacional, pluralismo politico en la region, con­ scnso nacional y tolerancia de Estados Unidos a dicho pluralismo. Despues de exponer sucintamente las principales causas de la crisis de los ochenta, que desembocaron en los enfrentarnientos armadas internos e intrarregionales, el autor retoma ­en el capitulo rn "La crisis sin fin"­el tema de las posibles soluciones, e insiste en que la mas viable, a pesar de diversos obsraculos, es la negociaci6n polf tica, en la que distingue, por lo menos, tres nivcles: el interestatal multilateral, el interestatal bilateral y el interno. El siguiente apartado profundiza acerca de los problemas teoricos que emanan del arreglo negociado a con­ flictos internos, del que no quedan ex­ cluidos los actores externos. Sohre esa base, reflexiona en torno a la posibl­ lidad de soluci6n y a las caracteristi­ cas de esta en la region, abierta par cl Acuerdo de Esquipulas, estuclia lo que denomina consideraciones sustantivas 228 del documento (legitimidad de los go­ biernos, tratamiento de los movimien­ tos rebeldes y negociaci6n politica), asf como las adjetivas (amnistfa, con­ certaci6n del cese al fuego, di3.logo y desarme de fuerzas irregulares). Final­ mente, a traves de una serie de cua­ dros, examina lo relative a la ejecuci6n de lo acordado respecto de la guerra interna en Guatemala, El Salvadory Ni­ caragua. La discusi6n sobre "El equilibria de seguridad en Centro America", sur­ gida a partir de la iniciativa del grupo Contadora y que continua presente en los diversos intentos de negociaci6n colectiva para un arreglo politico en la region, es el tema del capitulo v. Acerca del particular advierte que los criterios de seguridad, definidos ­oomo hacen en general todos los Estados­ de manera unilateral por los centroamericanos, adoptan un sen­ tido tradicional, es decir parten del su­ puesto de que existen cuestionarnien­ tos armadas al poder estatal ya la inte­ gridad y soberanias nacionales, sobre esa base identifican tanto a sus ene­ migos, como el caracter e indole de la amenaza. Tales cri terios son presen­ tados sinteticamente en el cuadro 1 de esta secci6n. Al mismo tiempo exa­ mina c6mo, con relaci6n al caracter de la amenaza, los Estados del Istmo pro­ curan allegarse recurses de seguridad, tanto humanos como materiales y asis­ tencia del exterior. Sin perder la perspectiva regional ­corno ha sido la t6nica seguida en los diversos apartados­, el ultimo centra su atericion en la politica exterior que el gobierno guatemalteco ha puesto en practica a partir de 1985 respecto RESENAS SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales del conflicto regional, bajo el epf grafe de "Neutralidad activa". Politica que ­segun explica Aguilera­ obedece mas a la combinaci6n de intereses de di­ versos actores internos y se aleja de los papeles deseados por la adrninis­ tracion norteamericana. Adernas de los datos estadisticos que apoyan buena parte del amilisis a lo largo del texto ­siendo esto, cabe sefialarlo, uno de sus meritos­, al final incluye una serie de anexos sobre or­ ganizaci6n, armamentismo y recursos financieros de las fuerzas armadas y de seguridad centroamericanas, asi como referentes a los gastos militares y a la asistencia militar extrarregional. Resta subrayar que, sin dejar com­ RESENAS pletamente de lado el rescate hist6rico, los trabajos reunidos en El fusil y el oliuo fueron escritos en y para una co­ yuntura espedfica que ha sufrido gran­ des cambios ­como la derrota electo­ ral del sandinismo y la soluci6n nego­ ciada del conflicro salvadorefio, entre otros­, no obstante lo anterior, el texto representa una aportacion valiosa de­ bido a que muchos de los elementos expuestos en torno a actores tan sigru­ ficativos como son las fuerzas armadas y de seguridad de la regi6n continuan vigentes y permiten comprender me­ jor la realidad actual. Maria Guadalupe Rodriguez de lta INSTITUTO MORA 229