Taller de Refuerzo lectura crítica y comprensión de

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Taller de Refuerzo lectura crítica y comprensión de lectura
San Juan de Ávila
Prueba 2
Objetivo de la sesión
Contribuir al alto desarrollo de competencias lectoras a nivel literal e inferencia en diferentes manifestaciones escritas.
Competencias a evaluar



Lectura global
Reconocimiento del funcionamiento del texto
Participación
Tiempo estimado
30 a 45 minutos
Producto esperado
Enviar formato diligenciado por correo electrónico a Ronal Molina ronalmolinah@gmail.com
Lea en profundidad el texto 1 y realice los siguientes ejercicios.
1.
Identifique los saberes nuevos adquiridos con la lectura y los conocimientos previos que sirvieron de puente para llegar a
ellos. Igualmente evidencie los supuestos de los cuales se parte.
2.
Elabore un esquema de funcionamiento del texto en el que relacione las ideas principales y la forma como el autor ha decidido
relacionarlas y jerarquizarlas.
3.
Explique qué función cumplen las palabras subrayadas en el siguiente párrafo:
De la misma manera, los elementos pesados son esenciales para la vida: pensemos tan sólo en el oxígeno que respiramos, el calcio
de nuestros huesos y el hierro presente en nuestra sangre. Cuando una estrella explota en una galaxia menor, toda esta materia prima
para la vida sale disparada al espacio y se pierde. Pero en la Vía Láctea, estos elementos se topan con el polvo y el gas interestelares
y los refrena el inmenso campo gravitacional de la galaxia. Estos obstáculos disminuyen su velocidad de forma que pueden enriquecer
las nubes de gas formadoras de estrellas con los ingredientes para nuevas generaciones de estas y de planetas. Así sucedió hace 4 600
millones de años, cuando el Sol y la Tierra surgieron de una nebulosa interestelar hoy desaparecida.
4.
Reemplace las palabras subrayadas por otras que cumplan la misma función.
5.
¿Qué recursos del lenguaje reconoce de acuerdo con el propósito que usted identificó en el texto?
Fuente
Texto 1
Croswell, Ken. (2011). Deslumbrados. National Geografic en español,
http://www.ngenespanol.com/278161/
DESLUMBRADOS
Los astrónomos apuntan sus telescopios a la belleza sin límites de la Vía Láctea.
1.
Nuestra galaxia es mucho más grande, brillante y masiva que la mayoría de las otras galaxias. El disco de estrellas de
la Vía Láctea, que puede observarse a simple vista, abarca 120 000 años luz. A este disco lo rodea otro, compuesto
mayormente por hidrógeno gaseoso. Y más allá, envolviendo todo lo que nuestros telescopios logran captar, hay un
halo gigantesco de materia oscura que no se puede ver. Aunque no emita luz, esta supera por mucho los cientos de
miles de millones de estrellas de la Vía Láctea, dándole a la galaxia una masa total de entre una y dos billones de veces
la del Sol.
2. La Vía Láctea puede darse el lujo de presumir que
posee al menos un planeta con vida inteligente. Las
galaxias gigantes, como la Vía Láctea, tienen el poder
de crear y mantener un rico suministro de hierro,
oxígeno, silicio, magnesio y otros elementos más
pesados que el helio. Estos elementos pesados,
forjados por las abundantes estrellas de la Vía Láctea,
son los bloques de construcción con los que se
formaron los planetas terrestres.
3. De la misma manera, los elementos pesados son
esenciales para la vida: pensemos tan sólo en el
oxígeno que respiramos, el calcio de nuestros huesos y
el hierro presente en nuestra sangre. Cuando una
estrella explota en una galaxia menor, toda esta
Cuando vives en la Vía Láctea es difícil ser modesto.
materia prima para la vida sale disparada al espacio y
se pierde. Pero en la Vía Láctea, estos elementos se
topan con el polvo y el gas interestelares y los refrena el inmenso campo gravitacional de la galaxia. Estos obstáculos
disminuyen su velocidad de forma que pueden enriquecer las nubes de gas formadoras de estrellas con los
ingredientes para nuevas generaciones de estas y de planetas. Así sucedió hace 4 600 millones de años, cuando el Sol
y la Tierra surgieron de una nebulosa interestelar hoy desaparecida.
4.
En la última década los astrónomos han hecho numerosos descubrimientos sobre nuestra galaxia, empezando por las
revelaciones con respecto al gigantesco hoyo negro que está en su centro.
5.
Toda estrella de la Vía Láctea gira alrededor de este hoyo negro, llamado Sagitario A* (se abrevia "Sgr A*" y se
pronuncia "estrella Sagitario A"). El Sol, que está a 27 000 años luz de distancia, completa una órbita alrededor del
hoyo negro cada 230 millones de años. A sólo un año luz de distancia del mismo revolotean más de 100 000 estrellas
que este ha atrapado con mucha mayor firmeza. Algunas tardan sólo unos pocos años en darle la vuelta. Estas
trayectorias revelan que Sgr A* tiene cuatro millones de veces la masa del Sol, que es más de lo que se pensaba hace
una década.
6.
De vez en cuando el hoyo negro se traga un poco de gas, un planeta perdido o hasta una estrella entera. La fricción y
la gravedad calientan a la víctima a temperaturas tan altas que esta suelta un alarido de rayos X, los cuales iluminan
las nubes de gas cercanas y así se preserva un registro de los festines del hoyo negro. Por ejemplo, en 2004 científicos
reportaron un eco de rayos X en una nube de gas a 350 años luz del hoyo negro. Como los rayos X viajan a la velocidad
de la luz, el eco muestra que un objeto cayó dentro del hoyo negro hace 350 años.
7.
Es sorprendente que el hoyo negro también catapulte las estrellas lejos de él. En 2005, los astrónomos reportaron una
estrella que se movía a una velocidad extraordinaria y se hallaba a 200 000 años luz del centro de la galaxia. "Fue un
hallazgo fortuito", comenta Warren Brown, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian. Encontró una estrella en la
constelación de la Hidra que se alejaba del centro galáctico a 709 kilómetros por segundo, o casi 2.6 millones de
kilómetros por hora. A esa velocidad, la estrella escapará del alcance de la Vía Láctea y saldrá al espacio intergaláctico.
Para 2010, Brown y otros astrónomos ya habían descubierto otras 15 de estas estrellas hiperveloces.
8.
En un increíble acto de anticipación, Jack Hills pronosticó justamente ese fenómeno cuando estaba en el Laboratorio
Nacional de los Álamos en Nuevo México. “En realidad me sorprendió mucho que el descubrimiento tardara tanto –
dice Hills – pero por supuesto que me encantó.” En un artículo de 1988, Hills escribió que si una estrella binaria –dos
estrellas orbitando entre sí – m se aventurara demasiado cerca de Sgr A*, una de las dos estrellas podría caer en una
órbita más cercana al hoyo negro, perdiendo por lo tanto una enorme cantidad de energía. Como las leyes de la física
dictan que la energía debe conservarse, la otra estrella ganaría esa misma cantidad de energía y saldría volando a una
velocidad tremenda. En el transcurso de la Via Lactea, el hoyo negro puede haber lanzado de esta manera un millón
de estrellas fuera de la galaxia.
9.
Pese a la violencia que hay en torno al hoyo negro, el centro galáctico es un lugar fértil. La densidad de estrellas es
mayor en el centro de la galaxia, así que los elementos pesados que estas producen y se relacionan con la vida abundan
más ahí. Incluso cerca de nuestro Sol –una estrella brillante amarilla que está a la mitad del camino entre el hoyo negro
y el borde de la galaxia- muchas estrellas recién formadas poseen discos de gas y polvo que sobreviven millones de
años, lo suficiente como para que nazcan nuevos planetas.
10. En cambio, las posibilidades de que haya planetas en el borde de la galaxia son escasas. Chikako Yasui –que ahora
trabaja en el Observatorio Astronómico Nacional de Japón- reportó el año pasado 111 estrellas nuevas en las afueras
de la galaxia, a más del doble de distancia del centro de esta que el Sol. Las jóvenes estrellas tenían cantidades bajas
de elementos pesados; por ejemplo, su contenido de oxigeno era sólo 20% del que hay en el Sol. Y aunque las estrellas
sólo tenían medio millón de años –es decir, estaban en su infancia-, la mayoría ya había perdido sus discos de gas y
polvo, que son los que forman planetas. Sin discos no hay planetas; y sin planetas no hay vida.
11. Las estrellas que tienen aún menos oxígeno y hierro ofrecen información sobre el nacimiento de la galaxia misma.
Estas estrellas, que viven en el halo estelar que se extiende por arriba y por debajo del halo galáctico, son tan viejas
que se formaron antes de que las primeras generaciones de estrellas tuvieran siquiera la oportunidad de producir
elementos pesados. Así, una estrella típica del halo tiene sólo 3% del contenido de hierro del Sol.
12. Los astrónomos suelen fechar el halo estelar, y por lo tanto la edad de toda la galaxia, estudiando cúmulos globulares:
conglomerados brillantes y muy densos de estrellas tan viejas que aquellas que, por sus características, viven poco ya
murieron. Pero las estimaciones de sus edades dependen de las teorías sobre cómo las estrellas viven y mueren.
13. Por fortuna hay otra forma de calcular la edad de la galaxia. Cuando Anna Frebel todavía era estudiante de posgrado
empezó a buscar estrellas individuales en el halo. “Me interesan esas estrellas porque quiero ver hacia el pasado”, dice
Frebel, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian. En 2005 descubrió una estrella del halo en la constelación de
Libra que tenía sólo una milésima del contenido de hierro del Sol; una cantidad baja incluso para los estándares del
halo, lo cual indica que es tan prístina que probablemente surgió del gas enriquecido por una sola supernova. A
diferencia de la mayoría de las supernovas, esta arrojó varios elementos mucho más pesados que el hierro, como torio
y uranio radiactivos.
14. Como esos elementos radiactivos decaen a una tasa constante, al medir su abundancia actual en la estrella logró
estimar su edad: alrededor de 13 200 millones de años. Esta cifra concuerda con las edades derivadas de los estudios
de los cúmulos globulares, y sugiere que la Vía Láctea es sólo un poco más joven que el universo mismo, que tiene 13
700 millones de años. La imponente galaxia cuyas incontables estrellas harían después posible la vida en la Tierra no
perdió tiempo en nacer.
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