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Cuaderno de desarrollo humano:
Convivir es mejor: estudiantes hablan sobre el barrio, la casa y el cole
Derechos de propiedad intelectual © 2011
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - Costa Rica (PNUD-Costa Rica)
Está autorizada la reproducción total o parcial de esta publicación con propósitos educativos y sin fines de
lucro, sin ningún permiso especial del titular de los derechos, con la condición de que se indique su fuente.
PNUD-Costa Rica agradecerá que se le remita un ejemplar de cualquier texto basado en la presente publicación.
Las designaciones empleadas y las presentaciones no denotan en modo alguno
la opinión del PNUD-Costa Rica, o de las organizaciones contribuyentes con respecto
a la situación jurídica de un país, territorio, ciudad o área, o de sus autoridades,
o con respecto a la delimitación de sus fronteras o límites.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Costa Rica
Informe Nacional de Desarrollo Humano / Red Nacional de Desarrollo Humano
Dirección: Oficentro La Virgen 2, de la Embajada Americana 300 m.
sur y 200 m. sureste, Pavas, San José, Costa Rica.
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303.441
P96457c
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
Cuaderno de desarrollo humano. Convivir es mejor:
Estudiantes hablan sobre el barrio, la casa y el cole / PNUD. –
1 ed. – San José, C.R. : Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), 2011.
94 p. ; 22 X 28 cm.
ISBN: 978-9968-794-57-2
1.
Desarrollo Humano. 2. Jóvenes. I. Título.
La portada y contraportada de esta publicación corresponden a una ilustración tomada de una parte del
mural del parque central de Zarcero, elaborado durante el 2010 y el 2011 por los y las integrantes del
Comité de la Persona Joven de esta comunidad, con el apoyo de Amalia González y Loida Pretiz, en el
marco de las acciones de la Red Nacional de Desarrollo Humano del PNUD.
Portada: Diseño de César Acuña
Producción editorial y diagramación: Roberto Burgos S. - San José, Costa Rica
Impreso en Editorama - San José, Costa Rica
2
Informe Nacional de Desarrollo Humano / Red Nacional de Desarrollo Humano
Comité Directivo
Luiza Carvalho
Representante Residente del PNUD
Equipo técnico
Lara Blanco Rothe
Coordinadora de Desarollo Humano
Representante Residente Auxiliar del PNUD
Johnny Madrigal Pana
Estadístico Consultor
Gabriela Mata Marín
Economista
Gerald Mora Muñoz
Estadístico
Alonso Villalobos Jimenéz
Investigador
Colaboradores
Dyaláh Calderón
Viceministra Académica
Ministerio de Educación
Rigoberto Astorga
Coordinador de Programas UNICEF
Gabriela Valverde
Directora
Promoción y Protección de los Derechos
Ministerio de Educación
Iván Rodriguez
Unidad de Programas UNICEF
Gonzalo Elizondo Breddy
Asesor en Derechos Humanos
Redacción del informe
Johnny Madrigal Pana
Rodrigo Soto
Revisión filológica y estilo
3
4
ÍNDICE
PRESENTACIÓN - PNUD/UNICEF ................................................................................................. 7
PRESENTACIÓN - Ministerio de Educación Pública ...................................................................... 9
I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................................... 11
II. DESARROLLO HUMANO Y CONVIVENCIA EN ESTUDIANTES DE SECUNDARIA ..............13
La población estudiantil de secundaria ...........................................................................13
El sistema educativo y la convivencia .............................................................................15
III. METODOLOGIA PARA INVESTIGAR LA CONVIVENCIA ...................................................... 18
Objetivo y generalidades ................................................................................................ 18
Delimitación de la población estudiantil ........................................................................ 18
El cuestionario sobre la calidad de la convivencia ......................................................... 20
La muestra de estudiantes y recolección de la información ............................................ 22
Las sesiones grupales ...................................................................................................... 24
IV. CARACTERÍSTICAS GENERALES ............................................................................................ 25
Características socio-demográficas ................................................................................. 25
Autovaloración del desempeño y de posibilidades de deserción ................................... 27
Aspiraciones estudiantiles ............................................................................................... 29
V. INTERACCIONES SOCIALES DE LA POBLACIÓN ESTUDIANTIL ........................................... 32
Satisfacción con las relaciones ........................................................................................32
Espacios de encuentro .....................................................................................................34
Las relaciones sociales a través de las TIC ...................................................................... 35
VI. SOCIABILIDAD....................................................................................................................... 38
Confianza interpersonal ..................................................................................................38
Civilidad ..........................................................................................................................40
Disposición al diálogo ....................................................................................................41
Conflictividad interpersonal ............................................................................................ 43
Conflictividad en los hogares .......................................................................................... 48
VII. DIVERSIDAD .........................................................................................................................51
Actitudes hacia la igualdad de derechos en hombres y mujeres .....................................51
Actitudes hacia los derechos de afro-costarricenses e indígenas .................................... 53
Los límites a la diversidad ................................................................................................ 54
Víctimas de discriminación ............................................................................................. 55
5
VIII. INSTITUCIONALIDAD ......................................................................................................... 57
Preferencia por el sistema político .................................................................................. 57
Expectativas estudiantiles sobre el futuro del país ........................................................... 59
Interés por la participación en decisiones políticas ......................................................... 60
Participación estudiantil en diversas actividades ............................................................62
Obligaciones y cercanía con el colegio ..........................................................................62
IX. AFILIACIÓN ............................................................................................................................67
Sentido de pertenencia ....................................................................................................67
Sentido de protección .....................................................................................................69
X. ENTORNOS SEGUROS ............................................................................................................71
La seguridad estudiantil ...................................................................................................71
Drogas y armas en los colegios .......................................................................................74
XI. CONCLUSIONES .................................................................................................................... 79
ANEXO 1: CUESTIONARIO ......................................................................................................... 84
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................................................................96
6
PRESENTACIÓN - PNUD / UNICEF
De acuerdo con el enfoque de desarrollo humano, cada persona, sin distinción alguna, tiene un potencial cuyo despliegue depende del desarrollo de capacidades en las que pueda apoyarse para concebir y concretar un proyecto de
vida. Estas capacidades no pueden reducirse a una lista cerrada de habilidades o
destrezas, sino que son contextuales y dependen de las características de las personas y de sus entornos.
Una buena convivencia es fundamental para el desarrollo humano por su
impacto sobre las posibilidades de las personas de adquirir y hacer uso de sus
capacidades, y es también valiosa y deseable en sí misma.
En su sentido más amplio, la convivencia se refiere a las relaciones que sostienen las personas entre sí, ya sea en su trato directo o mediante instancias más
complejas, como las instituciones. De allí que el análisis de la convivencia llame
a incluir las interacciones entre las personas y los arreglos sociales escogidos para
regular la vida en común, es decir, los sentimientos, actitudes y comportamientos
que las personas y grupos de una sociedad desarrollan entre sí y con las instituciones, y la capacidad de éstas para regular la vida en común.
Sostener relaciones satisfactorias con otras personas, sentirnos aceptados por
los demás, participar y decidir junto con otros asuntos de interés común, forjar
arreglos sociales solidarios, contar con apoyo cuando lo necesitamos, son cuestiones que las personas tendemos a valorar. Pero además de su valor intrínseco,
constituyen mecanismos para la creación y distribución de oportunidades, así
como para la reducción de los obstáculos que puedan existir para su aprovechamiento.
Este estudio forma parte de una serie publicaciones realizadas en el marco de
la investigación para el próximo Informe Nacional de Desarrollo Humano (INDH)
sobre el tema de Convivencia y Desarrollo Humano en Costa Rica. Analiza la
convivencia de estudiantes de secundaria con sus compañeros y compañeras de
colegio, sus profesores, sus familiares y amistades y otras personas con quienes se
relacionan, desde la perspectiva del desarrollo humano.
La población colegial se encuentra en una etapa en la que empieza a visualizar
sus proyectos de vida – los cuales pueden sin duda variar a lo largo del camino –
y adquiere capacidades importantes para poder desarrollarlos. Los logros que
puedan alcanzar los y las estudiantes de secundaria a lo largo de su vida dependen de muchos factores, incluyendo las habilidades que desarrollen en esta etapa
y el apoyo que encuentren en sus comunidades, hogares y colegios.
Las múltiples oportunidades que la educación secundaria ofrece a la juventud, benefician no solo a los y las jóvenes en sus proyectos de vida, sino también
al país. El paso por el sistema educativo tiene un impacto en cada joven que
participa en él, pero también en el ámbito colectivo o social, pues los hábitos de
convivencia que ahí se desarrollen y fomenten, ejercerán su papel en la construcción de la Costa Rica que deseamos.
7
Conscientes de ello, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en
alianza con el Ministerio de Educación Pública de Costa Rica (MEP), trabajaron de manera conjunta en la realización de la Encuesta de Convivencia en
Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08). Esta encuesta fue dirigida a estudiantes de secundaria con el objetivo de conocer cómo se desarrolla la convivencia de la población estudiantil en los colegios del país, así como con sus
familias y comunidades.
Es importante señalar que, cuando se realizó este estudio, PNUD y UNICEF
adelantaban junto con el MEP esfuerzos para implementar el proyecto «Ética,
estética y ciudadanía», entre cuyos objetivos se cuenta mejorar la convivencia en los centros educativos. A partir del año 2008 se inicia el programa
conjunto «Construcción de la Paz: redes para la convivencia, comunidades
sin miedo», apoyado por el Gobierno de España a través de su fondo para el
logro de los Objetivos de Desarrollo del Mileno (MDGs Fund, por sus siglas
en inglés) y desarrollado por agencias del Sistema de las Naciones Unidas
(PNUD, UNICEF, UNESCO, UN-Habitat) y el Gobierno de Costa Rica. Este
proyecto, tal como su nombre lo indica, tiene entre sus objetivos mejorar la
convivencia y reducir la inseguridad. En este marco, los centros educativos se
convierten en un espacio fundamental para dirigir esfuerzos hacia la prevención de la violencia y el fortalecimiento de prácticas positivas.
Este documento nos invita a reflexionar sobre la calidad de la convivencia que tiene lugar en los centros educativos y entre los y las estudiantes y sus
familias y comunidades. Constituye una fuente de información que puede ser
utilizada para apoyar y diseñar iniciativas, programas y acciones que busquen mejorar la convivencia.
Es nuestra aspiración que este estudio sea de la mayor utilidad para estudiantes, autoridades educativas, cuerpo docente y público en general, con el
objetivo de fomentar dinámicas de convivencia positivas dentro y fuera de las
aulas.
Seija Toro
Representante
Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia
8
Luiza Carvalho
Representante Residente
Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo
PRESENTACIÓN - Ministerio de Educación Pública
La convicción entre las autoridades educativas del país de que la convivencia es un elemento fundamental para el desarrollo integral de las personas es un
asunto de larga data. Sin embargo, es en la última década en donde se explicita
con mayor claridad y como propósito final de la educación, mejorar la convivencia en los centros educativos.
La necesidad de establecer acciones dirigidas particularmente a fortalecer y
fomentar las buenas relaciones entre las distintas personas que interactúan en
los centros educativos se hizo evidente tras un incremento de situaciones problemáticas especialmente en colegios, en los últimos años. Así, en el 2006 se
inició una reforma educativa denominada Educación en Ética, Estética y Ciudadanía, cuya finalidad última es mejorar la convivencia en la educación secundaria. Con esta iniciativa, mediante la revisión de la pertinencia –para el
estudiantado- de contenidos y la transformación de las metodologías de enseñanza para propiciar una mayor interacción entre el estudiantado y los profesores –convertidos en facilitadores del proceso de enseñanza y aprendizaje- se
iniciaron las acciones concretas con ese fin.
Además, se replantearon o se impulsaron nuevas actividades extra curriculares
para fomentar mayor participación estudiantil en acciones artísticas, deportivas
o políticas de los centros educativos para estimular el arraigo y la identificación
del estudiantado con sus colegios.
Posteriormente, en el 2008 se estableció como uno de los pilares fundamentales de la política educativa en Costa Rica, la noción de Centro Educativo de
Calidad como eje de la educación, según la cual, la convivencia constituye un
elemento central para la construcción del centro educativo de calidad y por
ende la definición de acciones concretas dirigidas a su fortalecimiento se constituye en una tarea permanente del sistema educativo.
Entendemos por convivencia el proceso social mediante el cual nos relacionamos con otros y a través del cual se forja la identidad, la independencia y la
libertad de cada persona. Este proceso comprende cada uno de los actos de las
vidas de las personas, es de todos los días e implica que solo en relación con los
demás es que tienen sentido los actos y pensamientos de las personas. Son elementos centrales para que este proceso sea positivo reconocer y disfrutar las
diferencias entre las distintas personas, con respeto y afecto, desarrollar la solidaridad, el diálogo, la participación y la inclusión de cada una de las personas.
Por eso, la información que nos suministra el estudio que aquí se presenta
nos apoya en esa dirección. Sus hallazgos nos indican una gran oportunidad
para realizar acciones para el fortalecimiento y promoción de la convivencia.
Por un lado, nos confirman que entre las aspiraciones de nuestras y nuestros
estudiantes están incluidos los principios básicos para lograr una mejor convivencia: el respeto, la solidaridad y la inclusión tanto en lo social como en lo
político están en la base de éstas. Por otro, refleja una gran mayoría que no solo
aspira sino que actúa en concordancia con las mejores prácticas de convivencia: utilizan el diálogo para dirimir sus diferendos, reconocen el derecho de los
9
que son distintos, participan en distintas actividades sociales dentro del colegio. Es decir, nuestro estudiantado tiene el interés y la disposición necesarios
para relacionarse mejor con los demás y esto nos da un terreno fértil para nuestro accionar.
Pero los resultados de este estudio también nos señalan los aspectos en los
que debemos estar alerta y por tanto, aquellos en los cuales debemos ser más
cuidadosos a la hora de diseñar estrategias y programas para mejorar la convivencia en los centros educativos. Tres de ellos son de particular importancia:
existe entre nuestros adolescentes un nivel importante de desconfianza hacia
los demás, incluso hacia sus pares; hay debilidades en cuanto a la aceptación
de algunos de los derechos de las personas de otras nacionalidades o de otras
orientaciones sexuales; los o las docentes no son vistos como personas cercanas al estudiantado, el que reclama que no lo escuchan y no lo toman en
cuenta en las decisiones.
Una de las principales prioridades para el Ministerio de Educación en los
próximos años es lograr un salto cualitativo en la convivencia en los centros
educativos. No cabe duda de que este estudio será uno de los insumos más
importantes para el diseño de nuevas estrategias o programas con ese fin.
Dyaláh Calderón
Viceministra Académica
Ministerio de Educación Pública
10
I. INTRODUCCIÓN
Este documento forma parte de una serie de
publicaciones realizadas en el marco de la investigación para el Informe Nacional de Desarrollo
Humano «Convivencia y Desarrollo Humano»
que se entregará próximamente a la sociedad costarricense. La serie incluye el informe, un Atlas
de desarrollo humano y este documento que resume los resultados de la Encuesta de Convivencia en Colegios, aplicada en el proceso de
investigación. El estudio de convivencia en colegios fue conducido por el equipo coordinador
del informe, pero contó, adicionalmente con el
apoyo de un equipo del Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Ministerio
de Educación Pública (MEP).
Una de las principales razones para realizar este estudio radica en que la población colegial -cuya edad oscila entre los 13 y 17 años1empieza a tomar decisiones propias y a
visualizar sus proyectos de vida. Dicho proyecto estará determinado, en buena medida, por
el conocimiento y las habilidades que adquieran en esta etapa de sus vidas. El pasaje de los y
las jóvenes por los centros educativos no solo
los dota con capacidades y destrezas para desarrollar, sus planes de vida, sino que dichos
proyectos serán concretados provechosamente
en tanto se adquieran hábitos de convivencia
que les permitan llevar una vida plena.
Si bien los centros educativos constituyen
espacios donde la juventud puede fortalecer o
desarrollar valores, actitudes, habilidades y conductas para incentivar normas de convivencia
provechosas, esta responsabilidad no recae únicamente en el sistema de educación formal, sino
también en las familias de los y las estudiantes.
La familia es el centro de socialización primario; durante la niñez se inicia ahí el aprendizaje
y la interiorización de normas, valores y formas
de percibir la realidad que luego dotan a los y
las jóvenes de los conocimientos y habilidades
para establecer sus relaciones. Sin embargo, los
centros educativos constituyen espacios donde
la juventud emplea las estrategias aprendidas y
desarrolla otras nuevas, pues es ahí donde invierten gran parte de su tiempo. En los colegios,
las interacciones entre estudiantes y con sus profesores son intensas y cotidianas; la confianza,
la civilidad, el diálogo, el respeto a las normas y
muchas otras conductas centrales para la convivencia se desarrollan en el ámbito educativo.
1- La mayoría de los y las estudiantes ingresan a la educación secundaria con 12-13 años y la completan con 17-18 años. Sin
embargo, hay un número significativo que permanece en el sistema, por diferentes razones, con edades superiores al cosiderado
para su nivel.
11
Las múltiples oportunidades que la educación secundaria ofrece a la juventud benefician
no solo a los y las jóvenes en sus proyectos de
vida, sino también al país. En las aulas están
ahora las mujeres y los hombres que perfilarán
la Costa Rica del mañana: líderes, comerciantes, profesionales que fomentarán nuevos valores, innovadores de la tecnología y protagonistas
de la base del bienestar material, social y cultural del país. En esta juventud se encuentran también los padres y las madres de las próximas
generaciones, quienes perpetuarán prácticas de
convivencia que, tienen potencial de favorecer
el crecimiento y la satisfacción personal, además de fortalecer el tejido social que hace posible el desarrollo humano.
En suma, el paso por el sistema educativo
tiene impacto en cada joven que participa de
él, pero también en el ámbito colectivo o social, pues los hábitos de convivencia que ahí se
desarrollan y fomentan ejercen ya su papel en
la construcción de la Costa Rica del mañana.
En las páginas siguientes se revelan los principales resultados obtenidos de la Encuesta de
Convivencia en Colegios de Secundaria 2008
(ENCOL-08). Esta iniciativa permitió brindar a
las autoridades educativas y educadores, padres
y madres, así como a la juventud estudiantil y
al país en general, un panorama sobre la forma
como convive esta parte de la sociedad costarricense. Desde la perspectiva del desarrollo
humano, la pregunta básica que se buscó responder fue: ¿Cómo transcurre la convivencia de
la población estudiantil en los colegios del país,
así como sus familias y comunidades?
Particularmente importante resulta interpretar los resultados de la encuesta desde la óptica
del proyecto «Ética, Estética y Ciudadanía» que
impulsa actualmente el MEP con el apoyo del
PNUD, UNICEF y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO), pues como se verá enseguida, los resultados pueden concebirse como una
línea de base para monitorear y evaluar en el
futuro los resultados del proyecto en mención.
En el presente informe optamos por ofrecer
resultados generales y descriptivos, comparando entre estudiantes de sétimo y undécimo año.
No obstante, cuando se consideró conveniente, se rescató información por sexo, nacionali-
12
dad o valoración del estudiante sobre la situación económica de la familia. Estos resultados
fueron complementados, en algunas temáticas
particulares, con información cualitativa obtenida de una serie de grupos focales realizados
para profundizar sobre el tema de la convivencia entre colegiales. Debe tenerse presente que,
durante el año 2008, también se realizó la Encuesta Nacional de Convivencia (ENCON-08)
como parte del Informe Nacional de Desarrollo
Humano «Convivencia y Desarrollo Humano»
(INDH), la que investigó sobre el mismo tema
en una muestra representativa de personas adultas entre 18 y 69 años a nivel nacional. Algunos
temas indagados en ambas encuestas se comparan en el documento. En estos casos se hace
referencia a la ENCON-08 o a la «encuesta en
la población adulta», cuyos resultados estarán
descritos con amplio detalle en el INDH que
será publicado este año. Adicionalmente, cuando fue posible, los resultados fueron complementados con otras fuentes de información
provenientes de diversas instituciones. El documento utiliza el mismo marco conceptual preparado para el INDH.
La información está ordenada en 11 secciones, incluyendo la presente. En la segunda se
aborda, desde la óptica del desarrollo humano,
el concepto de convivencia, tomando en consideración que la encuesta fue desarrollada entre
estudiantes de colegio. También se proporciona
una síntesis del tratamiento que se le brinda a la
convivencia en el sistema educativo costarricense. En la tercera sección se realiza un resumen
de la metodología utilizada en la ENCOL-08 y
en los grupos focales. Aquí se explica con algún
detalle el procedimiento utilizado para medir la
convivencia en la población estudiantil. Posteriormente, en la cuarta, se presentan las características principales del cuerpo estudiantil. De la
quinta a la novena sección se muestran los resultados ordenados de acuerdo con la forma en
que se entiende la convivencia en el INDH (iniciando con las interacciones sociales y continuando con la sociabilidad, la diversidad, la
institucionalidad y la afiliación, respectivamente). La décima sección está dedicada a la seguridad del entorno en el que se desenvuelven los y
las estudiantes, como un factor que condiciona
e impacta a la vez las formas de convivencia
que se practican dentro de los colegios. Una última sección presenta las principales conclusiones obtenidas del estudio.
II. DESARROLLO HUMANO Y CONVIVENCIA
EN LOS COLEGIOS
Esta sección ofrece una breve explicación
sobre los conceptos de desarrollo humano, convivencia, la relación que existe entre ambos2 y
el abordaje del tema de la convivencia en la
educación secundaria en el país.
La población estudiantil de
secundaria
Se dice que el desarrollo humano tiene
como propósito fundamental la expansión de
las libertades de las personas. ¿Pero qué significa esa afirmación? Con ella se alude al hecho
de que, ampliándose las libertades de las personas, se incrementan las posibilidades que éstas tienen de emprender o concretar acciones o
proyectos que consideren valiosos para su existencia. El centro de atención del desarrollo humano son las personas, y su objetivo es ampliar,
en igualdad de condiciones (con independencia del género, la raza, el credo, la nacionalidad o la identidad, entre otras características),
las posibilidades que tienen ellas de concretar
acciones que beneficien sus vidas.
El desarrollo humano sostiene que a las personas deben brindárseles posibilidades de crear,
aprovechar o disfrutar las capacidades que les
permitan alcanzar sus metas. En la literatura se
mencionan básicamente tres capacidades que
son consideradas fundamentales, aunque en realidad no son todas las que podrían tomarse en
cuenta. Una es la de disfrutar de una vida larga,
saludable y creativa; es decir, la capacidad de
gozar de buena salud. Otra es la de adquirir conocimientos individual y socialmente valiosos,
lo que puede verse como el equivalente a la
educación. Asimismo está la capacidad de obtener y hacer uso de bienes y servicios para disfrutar de un nivel de vida digno, esto es, la
capacidad de producir niveles materiales adecuados, lo que generalmente es equivalente a
ingresos suficientes para alcanzar nuestros fines.
Existen al menos tres aspectos adicionales
que sobre este tema es necesario mencionar.
2- Esto se hace siguiendo el marco de referencia que proporciona el INDH; dicho documento ofrece una explicación más
detallada de ambos conceptos.
13
Se asume que la
convivencia potencia
o inhibe las capacidades de las personas, de tal forma que
si la calidad de la
convivencia es
buena, tendrá un
impacto favorable en
el fortalecimiento de
las capacidades que
promueven el
desarrollo humano, y
si, por el contrario, la
convivencia se
desarrolla bajo un
marco de relaciones
perjudiciales, su
impacto será
negativo sobre
dichas capacidades.
Uno es que el desarrollo humano no solo aboga porque las personas dispongan de las capacidades antes mencionadas, sino también porque
de éstas emerjan las oportunidades reales para
alcanzar sus metas. En otras palabras, se supone
que las personas aprovecharán las capacidades,
como la educación, la salud y los ingresos, y de
ellas surgirán las oportunidades para que las
personas concreten lo que consideran valioso
para su bienestar y el de los demás.
Un segundo aspecto, relacionado con el anterior, es que el desarrollo humano promueve
también la remoción de obstáculos que impiden a las personas expandir sus libertades. Dichos obstáculos son con frecuencia producto
de la discriminación, la exclusión, o el rechazo
de las personas debido a diferencias de género,
nacionalidad, etnia, credo o preferencias sexuales, y dan origen a las desigualdades que socavan las posibilidades de acceder en igualdad
de condiciones a los beneficios que pueden
mejorar sus vidas.
El tercer aspecto a comentar se refiere al
papel que juega la convivencia dentro del enfoque de la presente investigación. Se asume
que la convivencia potencia o inhibe las capacidades de las personas, de tal forma que si la
calidad de la convivencia es buena, tendrá un
impacto favorable en el fortalecimiento de las
capacidades que promueven el desarrollo humano, y si, por el contrario, la convivencia se
desarrolla bajo un marco de relaciones perjudiciales, su impacto será negativo sobre dichas
capacidades. De esta forma, tal y como se afirma en el INDH, una buena calidad de la convivencia es inherente al desarrollo humano, pues
este no puede darse a margen de una convivencia sana o positiva.
Aunque la literatura sobre el desarrollo humano es muy amplia, la síntesis anterior ofrece
la línea de pensamiento general que acompañó
la realización del presente estudio. Básicamente, la investigación sobre la convivencia en los
centros de educación secundaria toca el cora-
zón de una de las capacidades que promueve
el desarrollo humano: la educación. A esta se
la concibe como uno de los medios más valiosos para la juventud.
Protagonistas de nuestro estudio son pues la
población estudiantil de secundaria y todo el
personal que se ocupa de ella, así como los centros educativos y el sistema de educación pública costarricense. El elemento fundamental a
investigar es la calidad de la convivencia que
practica esta población, la que para efectos del
presente informe se entenderá como: «las dinámicas sociales que la juventud colegial establece dentro de un marco en el que prevalecen la
confianza, la cordialidad y la cooperación, disfrutando de sus derechos y oportunidades en
igualdad de condiciones, y sintiéndose parte de
su entorno». De esta forma, se asume que formas de convivencia más positivas en el estudiantado potencian las posibilidades de alcanzar los
propósitos que orientan el desarrollo humano.
No se nos escapa el hecho de que no toda
la juventud está inmersa en la educación secundaria. Información proporcionada por el
MEP revela que de los 422.493 hombres y mujeres jóvenes con edades para asistir a la secundaria (entre 13 y 17 años) durante el año 2008,
se matricularon 300.472 estudiantes, considerando los colegios públicos, privados y subvencionados, lo que representa una tasa neta de
escolaridad del 71,1%3 (Cuadro 1). En otras
palabras, del total de jóvenes que deberían estar matriculados en los colegios en el 2008, cerca del 29% no lo estaba. Más aún: mientras que
el primer nivel de secundaria (sétimo año) cubrió al 80,5% de la juventud que debió estar
matriculada, el último (undécimo año) captó tan
solo al 34,4%. Esto significa que casi el 20% de
la juventud que debió asistir a sétimo año no lo
hizo, y que la cifra aumenta a 66% cuando se
considera el undécimo año. Este número de
estudiantes de secundaria fuera del sistema educativo se nutre de la deserción, que para el 2008
alcanzó una magnitud de 12,1%, siendo de
20,3% en sétimo año y de 4,4% en undécimo4.
3 - Esta estimación se obtiene se obtiene dividiendo la matrícula en un grupo de edad dado (edad oficial que corresponde
a ese grupo) para un nivel educativo determinado y la población que corresponde a ese mismo grupo de edad. Ministerio
de Educación Pública. Dirección de Planificación Institucional. Departamento de Análisis Estadístico. Boletín 08-0-09.
Pgs. 4 y 5.
4 - Cifras suministradas por el Departamento de Estadística del Ministerio de Educación.
14
Cuadro 1
Tasa Neta de Escolaridad en III Ciclo y Educación Diversificada por año cursado
Dependencia: Pública, Privada y Subvencionada. Año 2009
Matrícula1
Población2
Tasa Neta
Total
300.472
422.493
71,1
Sétimo año
Octavo año
Noveno año
Décimo año
Undécimo año
66.877
48.807
39.459
38.709
29.395
83.117
84.160
84.505
85.144
85.567
80,5
58,0
46,7
45,5
34,4
Año cursado
1 - Para 7° se considera solamente la matrícula de 12 y 13 años, en 8° de 13 y 14 años, en 9° de 14 y 15 años, en 10° de 15
y 16 años y en 11° de 16 y 17 años.
2 - Para 7°° se considera la población de 13 años, en 8° de 14 años, en 9° de 15 años, en 10° de 16 años y en 11° de 17 años.
Fuentes: Departamento de Análisis Estadístico, Ministerio de Educación Pública.
Centro Centroamericano de Población, Estimaciones Agosto, 2008.
Estos datos sobre la inclusión de la juventud en la educación secundaria revelan que no
toda esta población puede aprovechar las oportunidades educativas ofrecidas por el país y llama a reflexionar sobre el destino de estos miles
de jóvenes, hombres y mujeres, que, de manera voluntaria o no, consciente o inconsciente,
pierden la oportunidad de incrementar sus capacidades a través de este medio.
Incluida o no dentro del sistema educativo,
la juventud tendrá siempre un papel trascendental para el futuro del país. Desde el punto de
vista personal, tendrán mayores posibilidades
de concretar proyectos de vida deseados quienes participen del proceso educativo, lo que a
su vez repercute, desde muy tempranas edades,
sobre el incremento de las desigualdades.
El Equipo Coordinador del INDH es consciente de que la inclusión de estudiantes de secundaria en la investigación no representa
fielmente a toda la juventud nacional. Aún así,
por ahora, la atención se centra en ellos.
El sistema educativo y la
convivencia
El sistema educativo costarricense está llamado a promover una convivencia de calidad
entre la población estudiantil que constituye su
razón de ser y objeto de atención. Una muestra
de la filosofía que rige el tema de la convivencia en la educación costarricense, se desprende del Consejo Superior de Educación, que en
el año 1994 aprobó la Política Educativa Hacia
el Siglo XXI, entre cuyas consideraciones encontramos la siguiente:
«La Política Educativa, amparada al Marco
Jurídico vigente, propicia la búsqueda y concreción de un costarricense del siglo XXI
que, consciente de las implicaciones éticas
del desarrollo, sea PERSONA con rica vida
espiritual, digna, libre y justa; CIUDADANO formado para el ejercicio participativo
de la democracia, con identidad nacional,
integrado al mundo, capaz de discernir y
competir, auto-realizado y capaz de buscar
su felicidad; PRODUCTOR para sí mismo
y para el país desde el punto de vista de su
condición de trabajador, lo que comporta
el incremento de sus habilidades, el aprendizaje de destrezas y la búsqueda del conocimiento; SOLIDARIO por experimentar
como propias las necesidades de los demás
y, en consecuencia, con aptitud para buscar formas de cooperación y concertación
entre sectores, velar por la calidad de vida
de todos los ciudadanos y de las futuras generaciones, a partir de un desarrollo sustentable, ecológico y socialmente y CAPAZ DE
15
COMUNICARSE CON EL MUNDO DE
MANERA INTELIGENTE de tal manera
que, a partir de la valoración de lo que lo
identifica como costarricense, tome las decisiones que lo relacionen con otras culturas desde un punto de vista de pensador
independiente, flexible y crítico, teniendo
por guía los derechos y los deberes humanos.» (Consejo Superior de Educación,
1994).
La formación como persona justa,
participativa, con identidad nacional, integrada al mundo, solidaria, cooperadora,
comunicadora, capaz de relacionarse con otras
culturas y consciente de los derechos y deberes
humanos, entre otros aspectos, denota la formación de un estilo de convivencia que potencia personas sociables, respetuosas de la
diversidad y la institucionalidad, así como integradas a la sociedad de la que forman parte.
A ello debe agregarse el enfoque concreto
que utiliza el MEP para tratar el tema de la
convivencia entre sus estudiantes. Sobre esto
debe mencionarse que en los colegios del país
existen normas de convivencia aplicables al
comportamiento diario de las personas que participan en el sistema educativo: estudiantes, docentes, administrativos, directores, orientadores,
etc. Generalmente, estas normas toman la forma
de reglamentos, en los que se estipulan los
deberes y derechos de quienes participan, para
regular aspectos académicos y conductuales,
entre otros. Sin pretender realizar un análisis de
dichos instrumentos de regulación, resulta
evidente que su contenido guarda relación
directa con la convivencia que desarrolla el
estudiantado dentro y fuera de los colegios. No
obstante, para el sistema educativo costarricense
el tema de la convivencia trasciende los reglamentos y se incorpora como un fin del proceso
educativo al que está sujeta la población
estudiantil.
Lo anterior se corrobora en uno de los esfuerzos más recientes liderados por el MEP para
mejorar la calidad del sistema educativo costarricense, a través del denominado «Proyecto de
Ética, Estética y Ciudadanía». Dicho proyecto
contempló la elaboración de nuevos programas
de estudio para las asignaturas de Educación
16
Cívica, Artes Plásticas, Educación Musical, Educación Física, Artes Industriales y Educación para
el Hogar. Se dice que este esfuerzo guarda una
relación directa con la convivencia, pues implicó la modificación de los programas de estudio
para que las materias permitieran canalizar esfuerzos hacia una convivencia de mayor calidad,
mediante el aprendizaje de reglas, el respeto, el
estímulo a la excelencia, la comprensión de las
diversas capacidades y gustos y, en especial, el
disfrute del compañerismo. Esta iniciativa, que
es apoyada por el PNUD, UNICEF y UNESCO,
inició en el año 2006 y dio sus primeros frutos
en el 2009, con la publicación de los primeros
tres programas de estudio.
Tal y como lo afirma el Ministro Leonardo
Garnier en la presentación de estos documentos, la convivencia es el fin último de esta nueva iniciativa: «No podemos educar ni en los
valores inmutables de los conservadores ni en
la cómoda ambigüedad de los relativistas, sino
en la búsqueda de qué es lo que nos permite
vivir juntos, con respeto, con simpatía, con solidaridad, con afecto; reconociéndonos y aceptándonos en nuestra diversidad y entendiendo
nuestra responsabilidad para la preservación de
éste, nuestro único entorno natural, al que estamos indisolublemente ligados» (MEP, 2009).
Más concretamente, luego indica sobre el proyecto: «La propuesta educativa que aquí se expone parte de un referente filosófico sobre el
fin último de la educación: la educación es para
la vida y la convivencia» (MEP, 2009).
La pregunta que surge es ¿qué tienen que
ver la ética, la estética y la ciudadanía con la
convivencia? La respuesta se desprende de los
mismos programas de estudio elaborados para
tal fin. Por una parte, la ética implica comprender por qué en determinado contexto se consideran correctas o aceptables ciertas conductas
o normas en nuestra relación con otras personas. Por esta razón, la ética es fundamental para
contribuir con la convivencia social y política.
Entre los principios éticos que funcionan como
criterios orientadores de la acción están los principios de igualdad, de justicia, de solidaridad,
de reciprocidad, de responsabilidad, de cuidado, de respeto y de cooperación (MEP, 2009).
Por otra parte, a diferencia de la ética, la
estética no se concibe de manera normativa,
pues lo bello es definido por quien lo aprecia o
crea, en un contexto determinado. Un elemento central de este enfoque es la aplicación del
arte como herramienta de extensión social. Se
asume que el arte tiene un impacto en las relaciones sociales, pues durante su enseñanza crea
un enlace entre estudiantes y docentes, quienes comparten en un aula abierta y creativa, en
la que se estimulan nuevas vías de acercamiento a la realidad de las comunidades y se estimula su sensibilidad para crear ambientes de
tolerancia y de solidaridad, en un contexto estéticamente concebido (MEP, 2009).
Sobre la relación entre ciudadanía y convivencia, se parte del concepto de ciudadanía en
democracia, es decir, de una ciudadanía que
reconoce, fundamentalmente, la igualdad de los
derechos y deberes de todos y todas, el respeto
mutuo y el respeto a las reglas legítimamente
establecidas. Quien ejerce la ciudadanía se concibe, idealmente, como una persona comprometida con la democracia. Este compromiso
implica considerarla como el mejor sistema para
gobernar y dirimir diferencias o conflictos, a tra-
vés del engranaje legal e institucional que consolida y permite el funcionamiento de la sociedad en su conjunto. También significa considerar que en la democracia el gobierno es de las
mayorías, pero hay respeto formal y real de estas hacia las minorías y viceversa (MEP, 2009).
Se deduce de lo anterior que tanto la ética,
como la estética y la ciudadanía, establecen
normas que rigen la conducta humana y contribuyen a alimentar positivamente el amplio espectro que conforma la convivencia. Existen
otras iniciativas que resaltan la importancia de
la convivencia en el sistema educativo costarricense, como la coordinada con la Fundación
Omar Dengo (FOD) mediante el «Proyecto
Constructores de Democracia», de la que surgieron los manuales de Educación para la Ciudadanía Activa (FOD, 2009), que también contó
con el apoyo del PNUD a través del Fondo Fiduciario para la Democracia (UNDEF). Seguidamente se presentan los principales aspectos
metodológicos utilizados para esta investigación.
17
III. METODOLOGÍA PARA INVESTIGAR
LA CONVIVENCIA
A continuación se ofrece una descripción
de la metodología utilizada para realizar la
ENCOL-08. Se enuncia el objetivo general que
guió la investigación, se describe la población
de estudiantes tomada en cuenta para la encuesta, el proceso de construcción del cuestionario,
la selección de la muestra de estudiantes y, finalmente, las sesiones grupales realizadas.
Objetivo y generalidades
La investigación tuvo como objetivo general conocer sobre la calidad de la convivencia
que desarrolla la población estudiantil de secundaria en los centros educativos, con sus familias y en sus comunidades, para determinar
hasta qué punto esta inhibe o fortalece las condiciones que promueven el desarrollo humano.
Se considera que dicha información es básica
para trazar iniciativas que tiendan a crear, modificar o fortalecer procesos que beneficien a la
población estudiantil.
Para realizar el estudio se desarrolló una
encuesta por muestreo probabilístico en colegios, con cobertura nacional y aplicando un
cuestionario auto-administrado a grupos de estudiantes, bajo supervisión de personal calificado. También se realizaron sesiones grupales
para profundizar en algunos aspectos relacionados con la convivencia. En la Tabla 1 se presenta una síntesis de la metodología aplicada
18
para realizar la encuesta; los detalles se describen seguidamente.
Delimitación de la población
estudiantil
La población de interés incluyó a estudiantes de colegios diurnos (públicos, privados y
subvencionados), hombres y mujeres, nacionales y extranjeros, matriculados únicamente en
sétimo y undécimo año. Esta forma de definir
la población de interés tuvo ventajas en lo que
respecta a simplificar la organización del trabajo de campo y su duración, y también redujo
los costos del estudio. Además, debe destacarse que al considerar únicamente estudiantes de
primer y último nivel, la estrategia está centrada en analizar si los aspectos relacionados con
la convivencia varían con la edad.
Si bien es cierto que la estrategia escogida
ofrece ventajas, también deben señalarse al
menos tres precauciones importantes. En primer
lugar, desde el punto de vista del análisis, debe
mencionarse que al seleccionar únicamente
estudiantes de sétimo y undécimo año, se está
dando prioridad a la comparación entre niveles. En otras palabras, el interés está centrado
en tabular información para comparar entre sétimos y undécimos. Pese a ello, y aunque no
fue lo que se buscó con la encuesta, el interés
podría estar dirigido a juntar ambos niveles para
Tabla 1
Detalles metodológicos de la Encuesta de Convivencia
en Colegios de Secundaria 2008, ENCOL-08
Entidades
patrocinadoras:
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Ministerio de Educación
Pública (MEP)
Entidad de apoyo:
Unidad de Servicios Estadísticos (USES), Escuela de Estadística, Universidad
de Costa Rica (trabajo de campo y archivo de datos final).
Objetivo general:
Conocer sobre la calidad de la convivencia que está desarrollando la
población estudiantil de secundaria en los centros educativos para determinar
hasta qué punto están inhibiendo o fortaleciendo las aspiraciones que
promueve el desarrollo humano en el país.
Población de interés:
Estudiantes matriculados en sétimo y undécimo año en colegios diurnos
(públicos, privados y subvencionados).
Prueba piloto:
Prueba de cuestionario haciendo 25 entrevistas a un grupo de estudiantes
de sétimo año.
Tamaño y cobertura:
1.907 entrevistas a estudiantes de secundaria en todo el territorio nacional:
comprende 1.022 estudiantes de sétimo y 885 de undécimo.
Margen de error:
5 puntos porcentuales para las principales variables de la encuesta.
Tipo de muestreo:
Muestreo estratificado (colegios públicos y privados) y bietápico. En la primera
etapa fueron seleccionados colegios con probabilidad proporcional al tamaño
(matrícula inicial) usando selección sistemática. En la segunda etapa fue
seleccionado un grupo de sétimo y otro de undécimo en cada colegio
seleccionado.
Trabajo de campo:
Del 29 de setiembre al 10 de octubre del 2008.
Recolección de
la información:
Visitas a los dos grupos seleccionados en cada colegio de la muestra y
aplicación de un cuestionario auto-administrado a todos los y las estudiantes
presentes. La duración media del llenado del cuestionario varió entre 30 y
40 minutos por grupo.
Procesamiento:
Los cuestionarios fueron sometidos a un proceso de crítica y codificación, y
posteriormente fueron digitados. Esta tarea estuvo a cargo de la USES-Escuela
de Estadística.
obtener estimaciones totales. Si este fuera el caso
la muestra debe ponderarse adecuadamente,
aspecto que será abordado más adelante5.
Una segunda precaución surge de los problemas de interpretación que pueden resultar
de asumir el efecto edad o el efecto cohorte.
Habida cuenta del atractivo de comparar los
resultados de sétimos con undécimos, y si se
quiere, estos a su vez con los de la población
adulta (ENCON-08), es preciso entender que,
desde un punto de vista práctico, el hacer dichas comparaciones es como poseer una única
encuesta de corte transversal que incluyera una
muestra de sétimos, una de undécimos y otra
de personas adultas. Esto es importante porque
durante la interpretación de los resultados los
efectos cohorte y edad podrían confundir6. Para
ilustrar esto puede tomarse como ejemplo hipotético la satisfacción que experimenta el estudiantado con sus compañeros y compañeras.
Podría suponerse, solamente con fines
ilustrativos, que al realizar la encuesta, el 80%
de los entrevistados en sétimo respondió que
sentían mucha satisfacción en sus relaciones,
que en undécimos el porcentaje fue de 60% y
5- El archivo de datos contiene una ponderación que proporciona a todos los estudiantes en la muestra iguales probabilidades
de haber sido seleccionados, lo que significa que pueden obtenerse estimaciones combinadas para ambos niveles de estudio.
6 - Sobre las dificultades para discriminar entre esos dos efectos, véase el artículo de Hellevik, Ottar (2002) en la bibliografía.
19
que en la población adulta esa magnitud alcanzó 40%. En este caso hipotético, el efecto edad
indicaría que, por diferentes motivos, quienes
cursan sétimo año sienten más satisfacción con
los amigos y amigas, pero que con el transcurrir
de los años terminarán sintiendo lo mismo que
las personas adultas. Se considera, entonces, que
tal comportamiento es parte del ciclo de vida
de la persona y que el resultado cambiará con
el tiempo. No obstante, el efecto cohorte estaría indicando que, con el paso de los años, la
satisfacción con los amigos y amigas aumentará de tal manera que cuando los más jóvenes
lleguen a la vida adulta, su satisfacción con
amigos y amigas será mayor a la que manifestaron las personas adultas en ese momento.
Asumir un efecto edad o de cohorte con una
sola encuesta de corte transversal sería un error
de interpretación. En el mejor de los casos, para
hacerlo, debe poseerse una colección de encuestas y tabular la variable de interés por edad7. Por
ejemplo, una encuesta que se realizara cada cinco años podría tabularse por grupos
quinquenales de edad para observar la evolución de las variables de interés y, así, tratar de
detectar cuál es el efecto más importante8.
La tercera precaución a tomar en cuenta está
relacionada con las comparaciones entre sétimos y undécimos, pues necesariamente va a ser
afectada por la deserción. Esto es importante,
pues las respuestas de quienes tienen más edad
provienen de un grupo de estudiantes que avanzó cinco años de estudio, se mantuvo en el proceso educativo y, por ello, constituye un grupo
más selecto y homogéneo. Lo justo sería, entonces, comparar las respuestas de los y las estudiantes de undécimo con las que brindan en
sétimo año, pero incluyendo entre estos últimos
únicamente a quienes terminarán la secundaria, aspecto que es imposible de garantizar debido a la deserción. Por esta razón, las
comparaciones deben realizarse con los debidos cuidados, tomando en cuenta estas cuestiones que podrían afectarlas.
El cuestionario sobre la
calidad de la convivencia
La siguiente pregunta que surge es: ¿cómo
medir la calidad de la convivencia entre estudiantes de secundaria? Para hacerlo se siguió el
enfoque conceptual adoptado en el INDH «Convivencia y Desarrollo Humano»9, adaptándolo
a la población estudiantil de interés.
Para indagar sobre el tema, se estableció
que la convivencia hace referencia a las dinámicas sociales que sostiene la población estudiantil y que regulan su vida en sociedad. Estas
relaciones incluyen las interacciones individuales o de tú a tú (es decir, las que tienen lugar
«viviendo con» o «estando al lado de»), pero
también contemplan otras más complejas como
las que establecen con su entorno. El reconocimiento de las interacciones sociales es importante pues remite a compartir con otras personas
o a vivir experiencias de manera conjunta, en
espacios y momentos determinados.
Lo que interesó para el estudio fue la calidad de esas interacciones, por lo que fueron
establecidas cuatro grandes áreas de interés.
Una fue la sociabilidad, es decir, las formas
como se relacionan los estudiantes. Otra fue la
diversidad, es decir, la aceptación o rechazo de
las diferencias identitarias entre los estudiantes.
También se incluyó la institucionalidad o su adhesión o afinidad hacia las formas de organizar
la vida en una sociedad democrática. Por último, fue tomada en cuenta la afiliación, es decir, los vínculos que establecen los y las
estudiantes con el entorno en el que se desarrollan.
Esta fue la base para diseñar el cuestionario, que incluyó, para cada una de las cuatro
áreas antedichas, una indagación sobre diferentes temas relacionados, como se describe a continuación:
7 - Para consultar sobre este tópico puede leerse el libro de Inglehart citado en la bibliografía.
8 - En este caso aparece otro efecto no menos importante: el efecto tiempo. Este efecto es el resultado de fenómenos sociales,
económicos, políticos o de cualquier otra índole que tengan un impacto importante en el fenómeno de estudio.
9 - En el INDH se proporciona una explicación amplia de la revisión literaria que se realizó en temas como anomia, exclusión
social, capital social, cohesión social, civilidad y coexistencia, entre otros, para llegar a establecer estas dimensiones.
20
O
Sociabilidad
P Confianza generalizada e interpersonal
P Actitudes hacia la civilidad
P Percepción de actitudes hacia la disposición al diálogo
P Conflictividad entre pares, con personal
administrativo y en el hogar
O
Diversidad
P Actitudes hacia la igualdad de derechos
de hombres y mujeres
P Actitudes hacia los derechos de personas afrocostarricenses e indígenas
P Actitudes hacia los derechos de personas extranjeras, gays y lesbianas
P Sentimientos de discriminación
O
Institucionalidad
P Preferencia por el sistema político
P Opiniones sobre la democracia
P Expectativas estudiantiles hacia el futuro
del país
P Participación estudiantil
P Percepciones sobre el cumplimiento de
normas y obligaciones en los centros educativos
P Calificación a aspectos relacionados con
los centros educativos
O
Afiliación
P Sentimientos de pertenencia a grupos y
ámbitos mayores
P Sentimientos de protección por parte de
personas, grupos y ámbitos mayores
El cuestionario incluyó, además, otros temas, como el de las interacciones sociales, donde no solo se incluyen las relaciones que
establecen directamente, sino también las que
desarrollan a través de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). El instrumento
también contempló un módulo pequeño que
exploró la magnitud en que se presentan situaciones que afectan la seguridad dentro de los
colegios, en aspectos como las percepciones de
inseguridad, la victimización y la presencia de
drogas lícitas e ilícitas, así como de armas de
fuego. Las características demográficas y sociales, así como algunas autovalora-ciones sobre
el desempeño académico y las posibilidades de
deserción también formaron parte del instrumento confeccionado.
No está de más mencionar que muchas preguntas fueron redactadas indagando sobre las
actitudes del estudiantado hacia los diversos atributos que describen la calidad de la convivencia. Se menciona esto porque, si bien es cierto
lo que interesa son los comportamientos o prácticas que desarrolla el estudiantado, se sabe que
las actitudes son elementos valiosos para la predicción de las conductas. Más concretamente,
aunque las actitudes no siempre determinan una
conducta específica, ayudan a comprender y
anticipar comportamientos asociados con la convivencia. Así por ejemplo, es de esperar que estudiantes con actitudes negativas hacia ciertas
opciones o razgos identitarios eviten relacionarse con las personas que las ejercen o poseen y,
por el contrario, quienes carezcan de prejuicios
no tendrán inconveniente en relacionarse con
las demás personas. De igual manera, es de esperar que un estudiante que considere como ineficaces los esfuerzos de su colegio para mejorar
los servicios que brinda, posea una motivación
menor para participar en ciertos eventos que
quienes los conciban más favorablemente. En
otras palabras, las actitudes afectan la disposición de las personas para encarar situaciones
reales, es decir, que influyen en el comportamiento. No obstante lo anterior, otros temas fueron indagados mediante preguntas que describen
hechos, como la participación estudiantil, la resolución de conflictos y la discriminación, entre
otros.
El cuestionario así construido fue desarrollado inicialmente por el Equipo Coordinador del
INDH del PNUD y por el personal de enlace de
UNICEF, y fue discutido con las y los funcionarios que destacó el MEP para este fin. De este
proceso se obtuvo un primer borrador del instrumento, que fue sometido a prueba con 25 estudiantes de sétimo año durante la primera semana
de setiembre del 2008. De ahí surgieron diversas sugerencias que fueron tomadas en cuenta.
Posteriormente fue consensuado un cuestionario final de nueve páginas de extensión,
incluyendo una de instrucciones. Este cuestionario fue diseñado para que la muestra de estudiantes seleccionada lo completara por su
propia cuenta (auto-administrado) en un tiempo de entre 30 y 40 minutos por grupo (ver
Anexo).
21
La muestra de estudiantes y
recolección de la información
Para seleccionar la muestra de estudiantes
el Departamento de Estadística del MEP proporcionó un listado de los colegios de secundaria
en formato Excel, con la información pertinente
para definir el diseño muestral. La información
de dicho listado mostró un total de 125.050 estudiantes (90.790 de sétimo y 34.260 de undécimo), después de excluir los colegios nocturnos
y aquellos con una matrícula inferior a 20 estudiantes en ambos niveles de estudio10. Es importante anotar que las exclusiones realizadas no
tuvieron impacto importante en la encuesta debido a que representan apenas el 1,6% del total
de estudiantes en secundaria (Cuadro 2).
La ENCOL-08 tuvo cobertura nacional, es
decir, incluyó estudiantes de secundaria de todo
el país. Para ello se confeccionaron dos estratos estadísticos, uno de colegios públicos y otro
de colegios privados, y en cada uno de ellos se
seleccionó una muestra bietápica. En la primera etapa de selección se escogieron 27 colegios
públicos y 16 privados (un total de 43 colegios
en todo el país)11, utilizando PPT (probabilidades proporcionales al tamaño, usando como
tamaño la matrícula inicial) y selección sistemática. Posteriormente, en una segunda etapa,
para cada colegio en la muestra se escogió al
azar un grupo de sétimo y otro de undécimo, lo
que produjo una muestra final de 1.022 estudiantes iniciando la secundaria y 885 terminándola (1.907 estudiantes en total) (Cuadro 3).
El procedimiento utilizado para seleccionar
la muestra de estudiantes implica dos particularidades. La primera es que al seleccionar un
grupo de sétimo y otro de undécimo para cada
colegio, se está seleccionando un número mayor de estudiantes de undécimo del que debería estar en la muestra. La segunda es que para
garantizar una mejor representatividad de estudiantes de la educación privada, se incrementó
su número en la muestra. Debido a estas dos
particularidades, la muestra final hubo de
ponderarse, motivo por el cual el análisis de los
datos se realiza con 1.384 estudiantes de sétimo y 522 de undécimo, lo que garantiza una
representatividad acorde con la proporcionada
por el Departamento de Estadística del MEP
(Cuadro 3). Dicho proceso de ponderación es
Cuadro 2
Estadísticas para colegios y estudiantes excluidos e incluidos en el marco muestral
Número
de colegios
Promedio de
estudiantes
por colegio
Suma de
estudiantes
Porcentajes
Total
Sétimos
Undécimos
Total
740
740
—
124,5
47,2
—
92.108
34.954
127.062
100
100
100
Total de excluidos
Sétimos
Undécimos
Total
128
128
—
10,3
5,4
—
1.318
694
2.012
1,4
2,0
1,6
Total de incluidos
Sétimos
Undécimos
Total
612
612
—
148,3
56
—
90.790
34.260
125.050
98,6
98,0
98,4
Descripción
Fuente: Datos generados a partir del marco muestral suministrado por el Departamento de Estadística del Ministerio de
Educación Pública.
10- Los colegios que tienen una matrícula menor 20 estudiantes generalmente se encuentran alejados del centro del país y se
corría el riesgo de obtener un número pequeño de entrevistas al visitarlos.
11 - Dos colegios privados se negaron a dar permiso para recolectar la información, por lo que la no respuesta fue de cuatro
grupos (dos de sétimo y dos de undécimo).
22
indispensable para disminuir la importancia relativa de los colegios privados y poder realizar
las comparaciones por niveles de estudio. También, si se desea, pueden juntarse ambos niveles de estudio para obtener estimaciones de
totales. Debe mencionarse que el presente informe excluye tabulaciones entre colegios públicos y privados, pues así fue convenido con
el MEP, para evitar estigmatizar actitudes o conductas por tipo de colegio.
La recolección de la información fue realizada entre el 29 de setiembre y el 10 de octubre del 2008 por la Unidad de Servicios
Estadísticos (USES) de la Escuela de Estadística
de la Universidad de Costa Rica. Para ello, un
grupo de siete estudiantes universitarios fue debidamente capacitado y visitó los 45 colegios
de la muestra en todo el país.
Para realizar las entrevistas se contó con el
permiso del MEP. Dicho ministerio también facilitó el acceso a los establecimientos de enseñanza mediante una carta de apoyo a la encuesta
dirigida a la dirección de cada centro educati-
vo. Dada la fecha en que se realizó la encuesta,
surgieron algunos problemas para recolectar la
información, pues particularmente quienes cursaban undécimo año estaban en proceso de realizar los exámenes de admisión a las
universidades públicas. Sin embargo, la información fue finalmente recolectada y solamente dos
colegios de la muestra se rehusaron a brindar el
permiso para realizar las entrevistas.
Para garantizar la calidad de la información
durante la recolección de la información en los
colegios, se hizo énfasis en que los y las estudiantes no debían anotar su nombre en el cuestionario, que la información era confidencial y
que el llenado de los cuestionarios se hacía en
forma individual y en silencio. Además, se instruyó al grupo de entrevistadores acerca de
cómo proceder si se presentaban dudas o situaciones que alteraran la calidad de la información, como bromas entre estudiantes, responder
preguntas en voz alta o falta de concentración.
Sobre estos últimos aspectos no se reportaron
casos que atentaran contra la calidad de la información recabada.
Cuadro 3
Detalles básicos de la muestra ponderada y sin ponderar según tipo de colegio y sexo
Tipo de colegio/sexo
Muestra ponderada por
nivel de estudios y
tipo de colegio
Muestra sin ponderar
Sétimos Undécimos
Total
Sétimos
Undécimos
Total
1.022
885 1.907
1.384
523
1.907
Tipo de colegio
Público
Privado
658
364
563 1.221
322
686
1.256
128
429
94
1.685
222
Sexo
Hombre
Mujer
NR
467
545
10
412
879
463 1.008
10
20
636
735
13
243
273
7
879
1.008
20
Distribución porcentual
100
100
100
100
100
100
Tipo de colegio
Público
Privado
64,4
35,6
63,6
36,4
64,0
36,0
90,8
9,2
82,2
17,8
88,4
11,6
Sexo
Hombre
Mujer
NR
45,7
53,3
1,0
46,6
52,3
1,1
46,1
52,9
1,0
46,0
53,1
0,9
46,6
52,3
1,3
46,1
52,9
1,0
Número de estudiantes
Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08)
23
Mientras la información era recolectada en
los colegios, la USES de la Escuela de Estadística destacó personal para revisar los cuestionarios llenados, se confeccionó un manual para
cerrar las preguntas abiertas y se procedió a establecer el programa de entrada de datos para
la digitación. Un 20% de los cuestionarios fue
digitado nuevamente para controlar la calidad
de la digitación.
nes o vacíos que solamente pueden complementarse con información cualitativa para aclarar
relaciones o proporcionar explicaciones más
amplias de los hechos investigados.
Los temas a profundizar durante los talleres
cualitativos fueron los siguientes:
O
Mecanismos existentes en los colegios para
resolver conflictos con sus pares, docentes y
otros. ¿Cuenta el colegio con mecanismos establecidos para estos casos? ¿Son conocidos
estos mecanismos? ¿Los usan? ¿Por qué? ¿De
qué forma prefieren resolver sus conflictos y
por qué?
O
Participación dentro del colegio. ¿Cómo se
toman las decisiones en el colegio? ¿Qué
mecanismos de participación ofrece la institución al cuerpo estudiantil? Aquí fue importante hacer énfasis en el cuerpo docente, pues
la relación con ellos fue un poco ambivalente
(los valoran muy positivamente en algunos
casos y muy negativamente en otros).
O
Visualización y valoración de la institución
familiar. ¿Cuál es su opinión sobre el estado
actual de la familia? ¿A qué proyecto de familia aspiran en el futuro? Estos temas se plantean porque, como se verá, la familia es el
principal pilar de apoyo e identidad del estudiantado (principalmente la madre), pero es
también un espacio que genera conflictos y,
dentro de ella, la figura del padre, por ejemplo, no es valorada tanto como la de la madre.
Las sesiones grupales12
Las sesiones grupales fueron realizadas durante el año 2009, una vez conocidos los resultados preliminares de la ENCOL-08. Dichas
sesiones fueron desarrolladas en marzo, es decir, al inicio del ciclo lectivo de ese año.
Tomando en cuenta que durante el 2008
participaron en la encuesta estudiantes de sétimo año, los talleres fueron desarrollados con
estudiantes de octavo, con el objetivo de brindarle seguimiento a esta población. Para undécimo año se dio la dificultad de que ya la
mayoría no estaría en el colegio por haber obtenido el bachillerato y, por este motivo, se decidió incluir, de todas maneras, a quienes
estaban cursando el undécimo año.
Por otra parte, también se tuvo el cuidado
de incluir únicamente colegios que participaron en la encuesta. Con el afán de limitar el
tiempo de trabajo se incluyeron tres: uno público rural, otro público urbano y, adicionalmente,
uno privado urbano. En cada uno de ellos se
formaron dos grupos, uno con estudiantes de
octavo y otro con estudiantes de undécimo, escogiéndose al azar 16 estudiantes en cada nivel (8 hombres y 8 mujeres) en todas las
secciones de octavo y de undécimo existentes
en cada colegio (96 estudiantes).
Para decidir sobre las temáticas a incluir en
estas sesiones, se tomaron en consideración los
resultados preliminares de la encuesta. Dicha
información permitió acercarse a algunas conclusiones importantes, aunque se sabe que el
carácter cuantitativo conlleva algunas limitacio-
Para introducir los temas, en cada sesión se
conversó sobre lo que se entiende por desarrollo humano, convivencia y otros tópicos relacionados. Los talleres fueron desarrollados con
una metodología participativa, estableciendo un
espacio de confianza y de expresión para quienes participaron. La duración de cada sesión
fue de aproximadamente 120 minutos.
Los resultados de todo el esfuerzo metodológico realizado (encuesta y sesiones grupales)
se muestran a continuación.
12 - El material fue obtenido del Informe de Consultoría presentado por el Lic. Juan Carlos Zamora, citado en la bibliografía.
24
IV. CARACTERÍSTICAS GENERALES
Para iniciar, es oportuno dar a conocer algunas características generales de los y las estudiantes. Entre ellas se contemplan las
tradicionales socio-demográficas, así como también algunas otras relacionadas con la
autovaloración que hacen de su desempeño
académico, de las posibilidades de deserción y
de sus expectativas y aspiraciones de cara al
futuro.
persisten en los centros educativos, en los hogares y en la sociedad, actitudes y comportamientos que colocan a las últimas en situación
de desventaja con respecto a los varones. Aunque predominan las desigualdades de género
en muchos campos de la vida nacional, al menos ambos sexos participan en magnitudes similares en el sistema de educación formal, lo
que muestra mayor compromiso con los derechos a la educación de las mujeres.
Características sociodemográficas
Otro tema relevante para la convivencia es
la nacionalidad del conglomerado estudiantil.
Estimaciones derivadas de la Encuesta Nacional de Identidades y Convivencia 2007 (ENIC07) y de la ENCON-08 indican que
aproximadamente el 7% de la población adulta del país está compuesta por personas extranjeras. Dicha situación se refleja en la población
estudiantil, donde magnitudes cercanas al 4%
mencionaron una nacionalidad diferente a la
costarricense. Se sabe también que entre la población más joven (sétimo año) el 11,1% tiene
una madre extranjera y el 12,4% un padre con
esa característica. A edades más avanzadas estas magnitudes son menores, (8,7% y 7,1%, respectivamente). Las encuestas anteriormente
mencionadas también estimaron que la afluencia de extranjeros es principalmente de nicara-
Un primer aspecto a considerar es la composición por sexo de la población estudiantil
(Cuadro 4). Aunque la diferencia es pequeña,
debe destacarse una proporción mayor de mujeres en ambos niveles educativos (53% y 47%
en promedio, para mujeres y hombres, respectivamente).
Este resultado constituye una evidencia de
la importancia que se otorga en el país a la
educación de las mujeres. Sería equivocado, sin
embargo, extraer de ello alguna conclusión acerca de la existencia de una igualdad real entre
ambos sexos, pues como se verá más adelante,
25
Cuadro 4
Características generales de estudiantes de colegio según nivel de educación
Características
Sétimos
Undécimos
Diferencia
Total
100
100
—
Sexo
Hombre
Mujer
46,4
53,6
47,1
52,9
0,7
-0,7
Nacionalidad
Costarricense
Extranjeros
94,9
5,1
96,9
3,1
2,0
-2,0
Nacionalidad de la madre
Costarricense
Extranjeros
88,9
11,1
92,9
7,1
4,0
-4,0
Nacionalidad del padre
Costarricense
Extranjeros
87,6
12,4
91,3
8,7
3,7
-3,7
Convivencia en el hogar con
…mama y papá
…mamá y sin papá
…otros arreglos
69,6
24,7
5,7
67,6
25,3
7,1
-2,0
0,6
1,4
68,1
8,8
14,6
5,6
2,9
67,9
7,3
13,6
3,6
7,5
-0,2
-1,5
-1,0
-2,0
4,6
Realiza algún trabajo pagado o sin que le paguen
Sí
No
10,2
89,8
18,5
81,5
8,3
-8,3
El ingreso familiar…
Tienen grandes dificultades
Tienen dificultades
Sin grandes dificultades
Pueden ahorrar
5,6
12,1
41,4
40,9
5,7
22,3
42,3
29,6
0,1
10,2
0,9
-11,3
Persona que asiste a reuniones del colegio
Su mama
Su papa
Ambos
Otro miembro del hogar
Nadie
1
1- Para el cálculo no son tomados en cuenta quienes no tienen mamá o papá.
Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08)
güenses, quienes constituyen tres cuartas partes de la población inmigrante en el país. Como
se verá más adelante, los estereotipos que circulan sobre esta y otras poblaciones extranjeras, también tienen efectos sobre las dinámicas
entre la población colegial.
La presencia o ausencia en el hogar del
padre y de la madre fue otro aspecto indagado.
Desde la perspectiva que aquí interesa, dicha
26
presencia asegura más apoyo al proceso educativo de los y las jóvenes, particularmente
cuando no recae solamente en uno de ellos. Sin
embargo, se sabe que uno de los roles sociales
que generalmente ejercen exclusivamente las
mujeres, es el cuido y la educación de sus hijos
e hijas. Los resultados sobre esta temática muestran que prácticamente el 70% de quienes cursan sétimo y undécimo conviven en el hogar
con sus progenitores y que aproximadamente
en una cuarta parte de los hogares el padre está
ausente. Otros arreglos familiares, donde no está
la madre pero sí el padre o donde los jóvenes
conviven con otros familiares, es de aproximadamente el 6%.
Un síntoma del papel desigual que desarrollan padres y madres en el proceso educativo de
sus hijos e hijas se obtiene al preguntar por la
persona que asiste regularmente a las reuniones
del colegio. Sobre esto, aproximadamente el
68% en ambos niveles respondió que era su
mamá, y solamente el 8% dijo que era el padre.
Además, el 14% respondió que lo hacen ambos. Es claro que la asistencia a las reuniones no
es evidencia suficiente para afirmar que las madres participan más en la educación de sus hijos, no obstante constituye un indicador de peso.
Otro aspecto fundamental en la juventud
que cursa la secundaria es su dedicación exclusiva al estudio, aunque ello no elimina la
posibilidad de realizar otras actividades que
contribuyan al desarrollo de sus capacidades.
Se considera que esta etapa educativa es una
preparación para proseguir estudios universitarios o insertarse en el mercado laboral. Concretamente, la asistencia a los centros educativos
de secundaria no es compatible con la actividad laboral, pues se supone que el tiempo invertido en estas actividades, lucrativas o no, resta
posibilidades de éxito en la educación formal.
Es de esperar además que, tratándose de personas jóvenes y sin capacitación suficiente, se
verán expuestos a condiciones laborales poco
propicias para su bienestar. Al preguntar si, además de estudiar realizan algún tipo de trabajo
pagado o no, el 10% en sétimo y el 18,5% en
undécimo respondió afirmativamente.
Tabulaciones obtenidas del Instituto Nacional
de Estadística y Censos (INEC), a partir de la
Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples
(EHPM), muestran que 1,9% de los estudiantes
que asisten al colegio con edades entre 13 y 14
años, trabaja, en tanto la cifra es de 4,6% entre
los 15 y 17 años. Es probable que la mayor
magnitud reportada por la ENCOL-08 se explique porque, como pudo corroborarse, algunos
estudiantes incluyeron como trabajo las labores del hogar o el cuido de hermanos o hermanas menores, aspectos que lamentablemente
aún no son considerados como trabajo dentro
de la definición formal aplicada por el INEC.
Independientemente de cuál estimación es la
válida, debe tomarse en cuenta que en el país
el Código de la Niñez y la Adolescencia prohíbe
el trabajo antes de los 15 años (Código de la
Niñez y la Adolescencia); después de esa edad
es permitido siempre y cuando se cuente con
un permiso laboral y no haya riesgo para la salud física, mental y emocional de los y las jóvenes, ni perjudique su asistencia regular al centro
educativo (Código de la Niñez y la Adolescencia).
Resulta evidente que, a pesar de las diferencias encontradas entre la ENCOL-08 y la
EHPM, la situación económica de los hogares
obliga a una pequeña parte de la población estudiantil a recurrir al trabajo para contribuir con
el sustento del hogar. Por esta razón no es de
extrañar que casi el 6% de la población estudiantil admita que su familia tiene grandes dificultades con el ingreso familiar mensual que
reciben.
Autovaloración del desempeño
y de posibilidades de deserción
Otro aspecto de interés es la autovaloración
que los y las jóvenes hacen de su desempeño
académico y, también, de las posibilidades de
deserción que consideran enfrentar. Para abordar el primer tema se preguntó: «¿Cómo se
autocalificaría Usted mismo(a) en sus estudios?».
Las respuestas son positivas, pues la mayoría
(67,7% en sétimos y 73,5% en undécimos) consideró como bueno, muy bueno o excelente su
desempeño. Por el contrario, menos del 6% respondió negativamente sobre lo mismo (Cuadro
5). Este resultado es importante, pues es de esperar que la autoimagen positiva sobre el propio desempeño académico sea un estímulo para
prosperar en el proceso educativo.
Es útil contrastar estos datos con los
disponibles sobre la deserción. Sobre las
posibilidades de abandonar los estudios,
aproximadamente el 63% en ambos niveles
afirmó que no lo hará. No obstante, existe un
grupo de muy alto riesgo, pues 6,4% en sétimo
y 1,8% en undécimo respondió que las
posibilidades son altas o muy altas. Si se suman
quienes dijeron tener posibilidades regulares,
altas y muy altas, las cifras de riesgo alcanzan
16,9% en sétimos y 7,5% en undécimo, es decir,
27
porcentajes más cercanos a lo ocurrido con la
deserción colegial en el 2008, cuando fue de
20,3% en sétimos y de 4,4% en undécimos. Un
tema que llama la atención es que aún cursando
el último año de estudios, el 7,5% perciba
posibilidades importantes de abandonar los
estudios.
go de abandonar sus estudios, en tanto la cifra
es tres veces mayor entre quienes tienen grandes dificultades económicas (51,0%). Para undécimo estas magnitudes son de 3,7% entre
quienes tienen una situación económica favorable y de 21,9% para quienes tienen una desfavorable (seis veces mayor).
Como es de suponer, la situación económica que reportan los y las estudiantes en sus hogares constituye un factor influyente en la
percepción sobre las posibilidades de deserción
de los estudios. Tabulaciones adicionales mostraron que el 17,3% de quienes en sétimo año
tienen una condición económica favorable en
sus hogares también expresaron tener alto ries-
Información que ofreceremos más adelante revela que otro motivo para abandonar el
colegio es la violencia13. Los resultados de este
estudio muestran que el 17% de quienes cursan sétimo año respondieron que tienen posibilidades altas o muy altas de abandonar los
estudios por la violencia en su colegio, cifra que
resultó de 6,3% en undécimos.
Cuadro 5
Autocalificación académica y posibilidades de abandonar los estudios según nivel
(distribuciones porcentuales)
Variables
Sétimos
Undécimos
Diferencia
Total
100
100
—
Autocalificación en los estudios
Pésimo
Muy malo
Malo
Regular
Bueno
Muy bueno
Excelente
1,6
1,3
3,0
26,4
35,7
18,3
13,8
0,6
0,8
1,5
23,6
41,8
24,8
7,0
-1,0
-0,5
-1,4
-2,8
6,1
6,5
-6,8
Resumen
Pésimo+malo+muy malo
Regular
Bueno+muy bueno+excelente
5,9
26,4
67,7
2,9
23,6
73,5
-3,0
-2,8
5,8
Posibilidades de abandonar el estudio
No va a salir
Muy bajas
Bajas
Regulares
Altas
Muy altas
61,2
12,7
9,1
10,5
3,6
2,8
65,8
16,4
10,2
5,8
0,8
1,0
4,6
3,7
1,1
-4,7
-2,9
-1,8
Resumen
No va a salir
Bajas+muy bajas
Regulares
Altas+muy altas
61,2
21,9
10,5
6,4
65,8
26,6
5,8
1,7
4,6
4,8
-4,7
-4,7
Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08)
13- Esta información se desprende de la sección relacionada con el entorno colegial, cuando se preguntó sobre las percepciones
de inseguridad y las posibilidades de abandonar los estudios por ese motivo. La información se encuentra en el Gráfico 22.
28
De lo anterior es claro que ya a estas edades
cierta parte de la juventud colegial experimenta
la desigualdad de oportunidades que le depara
la situación económica que vive su familia y la
violencia que experimentan en sus colegios. En
lo que se refiere a la situación económica esta
situación es reconocida en las sesiones grupales
pues coincidieron en que el principal factor que
limita el desarrollo humano es la desigualdad de
oportunidades, que ligaron principalmente con
la insuficiencia de recursos económicos para acceder a la educación, la vivienda, la salud y la
alimentación. Con frecuencia se escuchó lo que
una estudiante expresó en los siguientes términos: El desarrollo humano no se da por la falta
de oportunidades para llegar a ser alguien; hay
gente que tiene menos oportunidades. O como
lo argumentaron otros: Hay gente que económicamente no está bien y quiere estudiar, pero no
pueden. Se escuchó a menudo la idea que transmitió uno de los participantes: No es el hecho
de eliminar la clase baja o la clase alta, sino de
dar igualdad de oportunidades. Aún más
específicamente, otra persona se refirió al asunto de la siguiente manera: Puede haber muchos
chicos que quieren estudiar, pero no tienen cómo
comprar los zapatos, los bolsos o cosas así.
la situación económica ni el ámbito geográfico
de los participantes. Habida cuenta de ellos, era
de esperar que la educación, como una capacidad que genera oportunidades en el presente y
el futuro, resultara altamente valorada. Así lo
confirman los siguientes resultados.
Estos argumentos sobre la desigualdad de
oportunidades y el acceso a la educación fueron generales, sin importar el nivel educativo,
Es importante destacar que aproximadamente tres cuartas partes de la población estudiantil posee una visión del éxito en la vida
Aspiraciones estudiantiles
Entre las características contempladas, se
consideró de importancia examinar la noción
de «éxito» que poseen los y las estudiantes de
secundaria. Si bien el término es aplicable a lo
largo de la vida y no es utilizado exclusivamente para la juventud, también lo es que, por su
naturaleza, ejerce mayor influencia sobre las
personas que están formándose para el desempeño de las actividades laborales. Se justifica,
por tanto, que la juventud se manifieste altamente interesada en el éxito (Campos, 2005).
Para abarcar esta temática se preguntó: ¿qué es
lo más importante para tener éxito en la vida?
Las respuestas muestran que las dos menciones
más valoradas son la educación (54,7% en sétimos y 47,4% en undécimos), y ser trabajador
(22,4% y 22,9%, respectivamente) (Gráfico 1).
...ya a estas edades
cierta parte de la
juventud colegial
experimenta la
desigualdad de
oportunidades que le
depara la situación
económica que vive
su familia y la
violencia que
experimentan en sus
colegios.
Para abarcar esta
temática se preguntó:
¿qué es lo más
importante para tener
éxito en la vida? Las
respuestas muestran
que las dos menciones más valoradas
son la educación
(54,7% en sétimos y
47,4% en undécimos), y ser trabajador
(22,4% y 22,9%,
respectivamente)
29
acorde con lo que en la práctica están realizando: el estudio y el esfuerzo (ser trabajador). Es
positivo que en su opinión no sean otros factores los que lo determinen, tales como pertenecer a una buena clase social y las conexiones o
la suerte. De una u otra forma, esta juventud ha
interiorizado que está aprendiendo el camino
para alcanzar el éxito en la vida y, desde ya, lo
ha emprendido.
Lo anterior explica por qué graduarse del
colegio y de la universidad son las aspiraciones a las que se asigna más importancia (magnitudes superiores a 93% en ambos niveles)
(Gráfico 2). Estas pretensiones académicas se
ven fortalecidas al asignarle mucha importancia al aprendizaje de otros idiomas (86,7% y
80,7% en sétimos y undécimos, respectivamente). Entre las respuestas obtenidas también resultó importante el anhelo por tener una familia
estable (89,5% y 83,8% en sétimos y undécimos, respectivamente). En resumen, las aspiraciones más importantes para los jóvenes de
colegio son el fortalecimiento académico y
constituir una familia estable.
30
Ganar mucho dinero es una aspiración importante para aproximadamente el 60% de los
y las jóvenes entrevistados, lo que resulta de
interés pues de alguna manera revela un distanciamiento para un porcentaje importante de
la ecuación ideológica «éxito=dinero», recogiendo la idea de que el dinero es un medio y
no un fin (Campos, 2005).
Otras aspiraciones tienen menor
protagonismo. Ser empresario o empresaria, así
como tener hijos o hijas, son calificadas como
muy importantes en magnitudes que rondan
entre el 40 y 50%. El resto de las opciones presenta porcentajes más bajos. Entre ellas cabe
observar que solamente el 18% le asigna mucha importancia a trabajar en el sector público
costarricense, mientras que la participación en
la política solo constituye una aspiración para
el 7% del estudiantado.
Aunque este último tema no fue abordado
directamente en las sesiones grupales, resulta
de interés mencionar que cuando se conversó
sobre el desarrollo humano, los participantes
concordaron, con bastante inconformidad, en
que los políticos constituyen una clase que promueve las desigualdades. Por ejemplo, una estudiante de undécimo expresó: No es lo mismo
que llegue un presidente al hospital o que llegue cualquiera. Incluso, tal vez sin reflexionar
sobre las consecuencias de su supuesta acción,
un estudiante afirmó: Si [se hace] un hueco en
la calle frente a la Casa Presidencial, lo arreglarían inmediatamente. Además, compartieron la
siguiente idea: No van a poner a alguien de un
colegio como el de XXX a ser diputado por su
educación o como habla, siempre van a existir
clases sociales. Estos argumentos muestran que,
más que falta de interés por la política, entre los
estudiantes prevalece el malestar por sentir que
se les niega la posibilidad de disfrutar en igualdad de condiciones de los beneficios a los que
otras personas acceden por su rango.
En síntesis
La revisión de las características de la población estudiantil revela que un porcentaje ligeramente mayor de mujeres participa de la
educación secundaria (57 y 43% en promedio,
para mujeres y hombres, respectivamente) y que
son, principalmente, costarricenses (96% en
promedio). Además, aunque la mayoría de estudiantes vive con sus padres, cerca de una cuarta parte no cuentan con la presencia del padre,
lo que recarga los esfuerzos del cuido y educación de sus hijos en las madres. También se encontró que el 6% afirma tener grandes
dificultades en el hogar con el ingreso mensual
que recibe su familia, por lo que es de esperar
que una magnitud de estudiantes alterne sus
estudios con el trabajo, principalmente en undécimos años.
Por otra parte, el estudiantado valora favorablemente su desempeño académico, pues
magnitudes superiores al 65% en ambos niveles así lo indicaron. No obstante, también se
detecta un grupo que percibe posibilidades regulares, altas o muy altas, de abandonar los estudios, incluso entre quienes ya están
finalizando su educación secundaria (4,5% en
undécimo año). Esta problemática de acceso a
los estudios es ampliamente reconocida por el
estudiantado y tanto la situación económica de
las familias como el temor que experimentan
por la violencia en los colegios, contribuyen a
ello.
Una de las metas más anheladas por los y
las estudiantes es graduarse del colegio y de una
universidad; sin embargo, también es un anhelo importante tener una familia estable. Esto es
consecuente con la visión de éxito que manifestaron, pues al respecto la educación y ser trabajador fueron los elementos más mencionados
para alcanzarlo. Bajo este panorama general es
que se desarrolla la convivencia entre estudiantes de colegio. Ahora es necesario considerar
algunos aspectos de las interacciones sociales
en la juventud colegial. Esto permitirá conocer
el tipo de relaciones más frecuentes y el papel
que en ellas tienen diferentes actores.
31
V. INTERACCIONES SOCIALES DE LA
POBLACIÓN ESTUDIANTIL
En la vida cotidiana, tanto en el hogar y el
colegio como en los espacios públicos, el estudiantado interactúa constantemente con diferentes personas. Además, actualmente también
establece relaciones mediante las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC),
entre otros medios, por la Internet y los teléfonos celulares. En esta sección se consideran las
relaciones que mantienen los y las estudiantes
con las personas que los rodean, los lugares
públicos que visitan y el uso de las TIC como
mecanismo para establecer y mantener relaciones sociales.
Satisfacción con las relaciones
Para abordar la satisfacción en las relaciones sociales se preguntó a los y las estudiantes
con quiénes tienen buenas o muy buenas relaciones en su diario vivir. Los resultados muestran que la persona con quienes las y los
encuestados mantienen mejores relaciones es
con la mamá, principalmente entre quienes cursan el sétimo año (92,1% en sétimos y 85,8%
en undécimos) (Gráfico 3). En cambio, con el
papá tienen relaciones menos satisfactorias,
32
particularmente quienes cursan undécimo año
(81,9% en sétimos y 66,4% en undécimos). Entre las posibles explicaciones para una diferencia de esta magnitud se puede considerar el
hecho de que son, generalmente, las madres
quienes habitan con sus hijos, pues como ya se
mencionó, cerca de una cuarta parte de los y
las jóvenes no viven con sus padres.
Por otro lado, llama la atención que la relación con la madre, pero particularmente con el
padre, sea mejor calificada por quienes tienen
menos edad, tanto así que la diferencia de puntos porcentuales entre sétimos y undécimos es
la más alta entre todas las personas consideradas (-15,5). La encuesta no ofrece una explicación para esto, pero puede mencionarse el
hecho de que quienes tienen menos edad están
apenas iniciando su juventud, mientras que
quienes cursan undécimo están plenamente
inmersos en ella. Esto tiene diferentes
implicaciones en la relación con el padre, pues
es de esperar que, especialmente, quienes tienen más edad, hombres o mujeres, también
deseen más libertades para llevar sus relaciones sociales, generándose mayores tensiones
con el padre.
Durante las sesiones grupales se hizo evidente que la población estudiantil experimenta
en sus hogares falta de apoyo y de espacios de
formación sana, particularmente cuando se trata de educación sexual. Aunque sobre esto se
volverá cuando se aborde el tema de la
conflictividad, es importante mencionar aquí
que, generalmente, cuando surgieron quejas
fueron contra el padre, como lo ilustran varios
estudiantes: A veces a algunos papás no les importa lo que uno haga, a veces los papás dan
mal ejemplo. Sin embargo, acerca de la relación con el padre no solo expresaron quejas sino
también el deseo y la necesidad de establecer
relaciones más cercanas: Yo digo que el padre
tiene que tener comunicación con sus hijos, ya
que si no lo hace los perjudicados son los hijos.
Contra las madres no se produjeron estos reclamos, pues ellas son visualizadas principalmente como personas de confianza, si bien algunas
estudiantes anotaron que a las madres no les
gusta abordar temas de sexualidad.
cente existen buenas relaciones (casi 80%) y con
compañeros del colegio. Sobre esto último, en
undécimo año manifiestan mejores relaciones
con sus pares (84,4%) que en sétimo (74,9%),
lo que probablemente se explique porque quienes tienen mayor edad también tienen más años
de compartir en el colegio. Con las personas
adultas del vecindario las relaciones son aceptables, pero es con este grupo con quienes los y
las estudiantes expresaron tener las relaciones
menos satisfactorias. Esto puede explicarse por
la limitada comunicación con estas personas, o
bien a la censura y estigmatización de las conductas juveniles por parte de las personas adultas.
Por otra parte, las relaciones con hermanos
y hermanas son aceptables (aproximadamente
82% dice que son buenas o muy buenas), así
como con las personas de su misma edad fuera
del colegio (82%). Incluso, con el cuerpo do-
Espacios de encuentro
La temática de las relaciones será retomada
más adelante, circunscribiéndonos aquí a la alta
interacción de la población estudiantil, dentro
y fuera de los colegios, tomando en cuenta algunos atributos que serán considerados a continuación.
Una perspectiva interesante sobre las
interacciones sociales de los y las estudiantes
la proporciona la concurrencia a diversos espa-
33
34
cios de encuentro (Gráfico 4). De las actividades indagadas, la más frecuentemente mencionada es la participación en actividades con
familiares, con magnitudes del 90% que reportan lo hacen regular u ocasionalmente. Las visitas a piscinas, plazas y zonas de deporte también
son frecuentes (84% o más), así como a playas,
montañas o ríos (aproximadamente 87%) y la
participación en desfiles o actividades patrias,
propias de la edad colegial (cerca del 85% asiste). Los centros comerciales se perfilan como
un espacio de encuentro concurrido (aproximadamente 87%), de modo que puede afirmarse
que la cantidad de espacios a los que acuden
en secundaria es grande y variada. Entre las actividades indagadas, la visita a teatros o a museos es la menos frecuente (46,3% en sétimo
año y 53,8% en undécimo).
nidades de esparcimiento y de contacto con
otras personas.
Las cifras anteriores dan pie a un par de
comentarios. El primero es que al comparar estos resultados con los obtenidos entre la población adulta, corroboramos su similitud. Como
consecuencia, y a esto se refiere el segundo comentario, ello demuestra que la demanda por
espacios de encuentro es importante. Además,
tanto jóvenes como personas adultas confirman
la necesidad de espacios que ofrezcan oportu-
El panorama cambia cuando se hace referencia a las actividades con miembros del hogar. Aunque conversar, compartir, salir y jugar
son las actividades más mencionadas, lo hacen
en magnitudes menores (aproximadamente 68%
en ambos niveles). Ver televisión o películas se
convierte en una actividad importante, pues es
practicada por el 40,4% en sétimo año y el
48,9% en undécimo.
Como complemento a la información sobre interacciones se preguntó por las actividades de entretenimiento o pasatiempo que
realizan en diferentes ámbitos (Cuadro 6). La
pregunta fue abierta y se permitían dos respuestas. Los resultados muestran que las actividades
más practicadas con compañeros y compañeras de colegio son conversar, compartir, salir,
hacer fiestas y jugar. Esto lo hace la totalidad de
estudiantes de undécimo y la mayoría de sétimo. El resultado es previsible y confirma una
vez más la alta interacción que practica la juventud colegial. Otra de las actividades frecuentes es la práctica de deportes (41,7% en sétimos
y 31,9% en undécimos).
Cuadro 6
Actividades de entretenimiento o pasatiempo que realiza
en diferentes ámbitos según nivel de estudios
(porcentajes de respuesta múltiple sobre dos menciones)
Actividades
Con compañeros(as)
de colegio
Séti- Undé- Difemos cimos rencia
Conversar, compartir, salir, jugar
95,0
Deportes varios
41,7
Estudiar, leer, tareas, trabajos
15,4
Escuchar música, ir a conciertos, bailar
8,8
Labores del hogar
4,3
Computadora, internet, chats, blogs, foros 6,0
Jugar video juegos
4,1
Ver TV, películas
1,5
Practicar música, arte, canto
1,5
Descansar, estar en familia
0,5
100,0
31,9
9,3
13,5
8,7
2,1
4,8
5,3
0,9
0,4
5,0
-9,8
-6,1
4,7
4,4
-3,9
0,8
3,7
-0,7
-0,1
Con miembros
del hogar
Cuando está solo
en su tiempo libre
Séti- Undé- Difemos cimos rencia
Séti- Undé- Difemos cimos rencia
69,3
29,4
3,1
12,6
6,1
3,2
11,0
40,4
2,1
5,6
—
41,1
15,6
31,3
2,6
14,4
18,5
39,0
5,5
4,1
66,8
23,4
1,6
16,3
11,5
2,4
9,8
48,9
1,8
5,7
-2,5
-6,0
-1,5
3,7
5,4
-0,9
-1,2
8,5
-0,2
0,2
—
34,4
13,5
45,4
2,5
14,0
12,1
36,4
9,2
5,3
—
-6,7
-2,1
14,1
-0,1
-0,4
-6,4
-2,5
3,7
1,2
Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08)
En cuanto al empleo del tiempo libre, la
indagación revela que las actividades son diversas. Una importante en sétimo año, es practicar deportes (41,1%); para undécimos,
escuchar música (45,4%). En ambas existe una
alta posibilidad de compartir con otros jóvenes
de sus edades. Otras actividades mencionadas
fueron jugar video juegos (18,5% en sétimos y
21,1% undécimos) o estar con la computadora,
usar la Internet, participar en chats, blogs o foros (14%).
Información tabulada adicionalmente
muestra que existen diferencias importantes en
las actividades que practican si se toma en cuenta el sexo. Al calcular los promedios de sétimo
y de undécimo para hombres y mujeres por separado, se encontró -para mencionar tan solo
las diferencias más significativas- que actividades como conversar, compartir, salir a fiestas y
jugar, son prácticas que realizan todas las mujeres y tres cuartas partes de los varones. Por el
contrario, practicar deportes es una actividad
más mencionada por los varones (cerca del
63%) que por las mujeres (17%). Si se trata de
las actividades realizadas con otros miembros
del núcleo familiar, las mujeres mencionan conversar, compartir, salir o jugar (77% en promedio), un porcentaje más alto que el de los
varones (58,5%). Los deportes, nuevamente, son
más mencionados por los hombres (42%) que
por las mujeres (15,2%). Durante el tiempo li-
bre, cuando están solos, ver televisión o películas es preferido por ellas (48,6%) más que por
ellos (26,9%), en tanto los video juegos son más
frecuentados por los hombres (32,5%) que por
las mujeres (3,1%).
Como se observa, estos resultados evidencian diferencias de género relevantes. Es necesario mencionar que algunas de estas diferencias
acaso puedan explicarse por las dificultades de
las mujeres para acceder a espacios deportivos
o la discriminación que ellas pueden experimentar cuando hacen deporte y a la existencia de
menores estímulos para que ellas los practiquen.
Las relaciones sociales a través
de las TIC
Una nueva modalidad de interacción social se desarrolla por medio de las TIC, particularmente por la Internet y los teléfonos celulares.
Por esta razón, la encuesta incluyó algunas preguntas básicas sobre el uso de estos medios.
Los resultados revelan que un contingente
importante de estudiantes posee al menos una
computadora en su casa (55,0% en sétimos y
68,1% en undécimos), y que magnitudes similares usan la Internet (51,0 y 67,2%, respectivamente) (Gráfico 5). Esto no significa que todas
35
las viviendas de la población estudiantil que
poseen computadora también tengan conexión
a Internet, pues solamente el 27,2% posee esta
facilidad en su casa. De esto se deduce que un
número importante de estudiantes recurre a espacios como los «café internet» y al mismo colegio, entre otros, para conectarse a la Red. En
cuanto a los teléfonos celulares, el 34,4% de
quienes tienen menor edad lo poseen, incrementándose la cifra a 55,7% entre quienes tienen más edad.
Con respecto al uso de la Internet y del teléfono celular, existen algunas diferencias de
género que conviene examinar. Mientras el uso
de la Internet es casi igual entre hombres y
mujeres (57,2 y 54,4%, respectivamente), el del
celular es mayor entre mujeres que entre hombres (42,6 y 37,4%, respectivamente). Además,
su uso entre los estudiantes costarricenses es
mayor que entre los extranjeros para ambos
medios de comunicación (para Internet las magnitudes son de 56,1% en costarricenses y 48,6%
en extranjeros, y para celular son 40,4% y
34,6%, respectivamente). No obstante, la característica que produce mayores diferencias,
como es de esperar, es la situación económica
familiar que reportan en sus hogares. Mientras
el uso de la Internet alcanza el 26,8% de quienes manifiestan tener grandes problemas eco-
36
nómicos, la cifra se eleva a 67,7% entre quienes tienen una situación económica favorable.
Algo similar ocurre con la posesión de teléfono
celular (24,9% y 51,6%, respectivamente).
Tales diferencias revelan que existe una
brecha digital importante entre estudiantes de
secundaria, particularmente por razones socioeconómicas. Tomando en cuenta esta brecha,
una tabulación adicional, de carácter general,
corrobora las posibilidades de establecer relaciones sociales por dichos medios, al estimarse
que, en promedio para ambos niveles de
estudio, el 67,2% de los y las estudiantes utiliza
la Internet, el celular o ambos medios para
comunicarse, y que el restante (32,8%) no lo
hace.
Sería conveniente conocer en qué magnitud son utilizadas las TIC para establecer relaciones sociales. Aunque la encuesta no indagó
sobre esta temática, existe un estudio ejecutado
en el año 2007 por el Programa Sociedad de la
Información y el Conocimiento (PROSIC), de la
Universidad de Costa Rica, que proporciona un
panorama sumamente amplio sobre esta y otras
temáticas entre estudiantes de secundaria.
Del estudio en mención se obtiene que el
uso del «chat», entendido como la existencia de
salas virtuales de conversación, es uno de los
mecanismos más empleados para relacionarse
virtualmente, ya que el 50,8% lo utiliza muy frecuentemente. Tal y como se establece en el estudio «El uso del chat representa una manera de
enviar y recibir mensajes que hace de la práctica de escribir y leer un proceso simultáneo de
charla virtual e interactiva con otros usuarios,
razón por la cual constituye una de las revoluciones más importantes de los medios de comunicación tecnológicos» (Cuevas y Alvarez, 2009;
p. 139). El «Messenger», que es un complemento de los «chat», también es de uso frecuente
entre estudiantes, pues el 52,0% lo utilizan. Las
llamadas por la Internet (12,4%), los foros de
discusión (5,9%) y los «blogs» o sitios Web que
recopilan textos (8,2%), son medios virtuales utilizados con menor frecuencia.
Sobre los teléfonos celulares, el estudio de
PROSIC muestra que su uso está principalmente destinado a realizar y recibir llamadas de familiares y de amigos o amigas, así como para
utilizar la mensajería instantánea (SMS), es decir, para enviar y recibir mensajes de texto. Estos usos los realiza aproximadamente el 83%
del estudiantado (Cuevas y Alvarez, 2009, p.
142-143).
De los resultados anteriores se desprende
que la Internet y los celulares, pese a su desarrollo relativamente reciente, son tecnologías
ampliamente utilizadas por la juventud colegial.
Cuando acceden a ellas, las utilizan intensivamente y amplían así el horizonte de sus relaciones sociales a los espacios virtuales. Esto
supone una serie de beneficios para la pobla-
ción estudiantil, que adaptándose a las nuevas
tecnologías adquiere también nuevas habilidades de comunicación. En el mejor de los casos
dichas interacciones, como cualesquiera otras,
deben ser supervisadas por sus padres y madres.
En síntesis
Los resultados obtenidos muestran altos niveles de interacción de la población colegial
con diferentes personas y en diferentes espacios.
Predominan, por una parte, las buenas relaciones con la mayoría de personas que los rodean,
particularmente con la madre y menos intensamente con el padre. En general, también mantienen buenas relaciones con compañeros,
compañeras y cuerpo docente. Por otra parte,
manifiestan una alta disposición a establecer
relaciones en diferentes ámbitos, principalmente
con la familia, así como también en múltiples
espacios de encuentro público. Además, desarrollan intensas interacciones en los centros
educativos. Aunque hombres y mujeres realicen actividades diferentes, los colegios son un
espacio de convivencia de incuestionable importancia. Por otro lado, el empleo de las TIC
abre puertas para que las interacciones se intensifiquen por medio de la Internet y de la telefonía celular. La pregunta que surge es ¿bajo
qué parámetros de calidad se desarrolla esta
convivencia? Específicamente, y para seguir con
algo más concreto ¿cuán sociables son los y las
estudiantes de colegio? Ello nos lleva a indagar
sobre diferentes aspectos relacionados con la
sociabilidad.
37
VI. SOCIABILIDAD
La sociabilidad es entendida aquí como una
característica o atributo que denota el acercamiento entre estudiantes con sus pares y con
otras personas, examinando características
como la confianza, la civilidad, la solidaridad,
la disposición al diálogo y la conflictividad.
¿Cómo se manifiestan estas características en las
relaciones que sostiene la población colegial?
En resumen, en esta sección examinamos la
medida en que los y las estudiantes gustan del
trato y las relaciones con los demás.
38
Confianza interpersonal
Para abordar el tema de la confianza se preguntó: «¿Cree que la mayoría de la gente se
aprovecharía de Usted si se le presenta la oportunidad o tratarían de ser justos con Usted?».
Las respuestas indican que la expectativa por
relaciones de confianza es pobre, pues en promedio, en ambos niveles de estudio, solamente
el 27% consideró que la gente trataría de ser
justa (Gráfico 6). La desconfianza que revelan
las respuestas «se aprovecharían si pudieran»
es mayor en undécimo (31,6% en sétimos y
43,5% en undécimos). Incluso podría
interpretarse que la población colegial tiene dudas profundas sobre la confianza, ya que más
del 30% así lo sugiere con la respuesta «no sabe
o no responde». En la encuesta a personas adultas, una cuarta parte manifestó que esperaría un
trato justo y cerca del 64% respondió que las
personas se aprovecharían.
Así pues, a la luz de esta pregunta parece
claro que las relaciones sociales desarrolladas
tanto por personas jóvenes como por las adultas tienen un componente de desconfianza.
Cabe señalar también que este rasgo resulta más
claro y definido entre los adultos que entre los
jóvenes. No obstante, la interpretación de estas respuestas debe hacerse bajo la perspectiva
de la pregunta realizada, toda vez que preguntar por «la mayoría de la gente», lleva a pensar
en diversas posibilidades, protagonistas y causas, que podrían explicar las respuestas (la inseguridad ciudadana, las personas desconocidas,
etc.). Por esta razón se impone ser cautos en
cuanto a que las respuestas revelan una desconfianza generalizada. Para esclarecer el punto
se realizó una pregunta adicional sobre la confianza que sienten los y las estudiantes frente a
diversas personas.
Esta indagación muestra que la población
colegial siente mucha confianza en la familia
(supera niveles de 70%), siendo en sétimos mayor que en undécimos (Gráfico 7). No obstante,
esta cae abruptamente cuando se menciona a
cualquier otra persona; por ejemplo, tan solo una
cuarta parte respondió que siente mucha confianza hacia los amigos y amigas fuera del colegio, y la confianza disminuye aún más hacia los
compañeros y compañeras (17% en promedio).
Hacia sus profesores, a pesar haber declarado
tener buenas relaciones con ellos y ellas, también es baja, pues solamente el 21,9% de quienes están en sétimo y el 11,3% en undécimo dijo
tenerles mucha confianza (diferencia de -10,6
puntos). Hacia los vecinos, extranjeros y personas desconocidas, es sumamente baja.
...parece claro que
las relaciones
sociales desarrolladas tanto por
personas jóvenes
como por las adultas
tienen un componente de desconfianza.
Así pues, la familia resulta ser el foco fuerte
de la confianza, y la misma se hace más difusa
conforme se abarcan otros círculos más alejados de la vida cotidiana de los y las estudiantes.
Esto último con la salvaguardia de que los y las
entrevistados manifestaron tener grupos con
quienes comparten en el día a día, pero miran
con recelo al resto de sus pares. En las sesiones
grupales fue común escuchar... Yo ando con mis
amigas y hay personas que se sienten superiores a nosotras y nos hacen sentir mal. Por ello
mismo se comparte ampliamente la idea de que:
39
la convivencia en el cole se da nada más entre
los que se conocen. Incluso hubo quien los segregó en diferentes grupos sociales: ...También
se dan los grupos sociales: los que tienen plata,
los que parecen tica linda, están los que hacen
«despelote», los «nerdos» y los rechazados. La
desconfianza se manifiesta de diversas maneras: Siempre al principio se van a dar roces,
porque no nos conocemos y uno primero
«enjacha», o bien: Hay roces dentro del cole,
porque mucha gente se lleva ley o envidia. La
desconfianza es tal que una estudiante de undécimo afirmó: Muchas veces uno se siente mal
y llega gente a preguntarle si se siente bien, hay
veces que es con buena intención, otras veces
es por ir con el chisme.
Este resultado sobre la desconfianza es revelador aunque no inesperado. La desconfianza hacia quienes nos rodean se constituye en
una estrategia para protegerse. Tabulaciones obtenidas de la ENIC-07 permiten estimar que casi
el 70% de padres y madres piden frecuentemente a sus hijos o hijas menores de 18 años no
conversar con personas desconocidas. Entre
quienes tienen hijos o hijas menores de 10 años
solamente el 27,0% permite que sus niñas o
niños jueguen frecuentemente en la casa de algún vecino y 30,1% acepta que otros y otras
lleguen con igual frecuencia a jugar a la casa.
Si fuera posible comparar estos resultados con
los que se habrían obtenido de una encuesta
40
realizada, digamos, 40 años atrás, es fácil imaginar que las respuestas serían muy diferentes,
aunque por otro lado haya indicios de que la
población del país siempre ha experimentado
un fuerte sentimiento de desconfianza. Con lo
dicho aquí no queremos sugerir que las estrategias de prevención que practican padres y madres sean erradas o que deberían eliminarse,
sino que las causas sociales que han dado origen a esas estrategias tienden a obstaculizar una
convivencia más sana.
Civilidad
La encuesta también indagó si las relaciones sociales de la población estudiantil se
enmarcan en un ambiente de civilidad, es decir, en un conjunto de buenas prácticas, expresadas con respeto y cortesía hacia las demás
personas. El tema se abordó con cuatro preguntas que proponen, de alguna forma, situaciones
particulares que se presentan a los y las estudiantes en su diario vivir y reflejan diversas actitudes hacia las buenas costumbres.
Los resultados, como se verá, son variados.
Se indagó sobre la posibilidad de colarse en una
fila para conocer las actitudes hacia el respeto
y la cortesía. Aquí se revela que en undécimo
año estarían más dispuestos que en sétimo a
hacerlo (51,5% y 39,6%, respectivamente) (Gráfico 8). Aunque existe una diferencia entre ambos niveles (11,9 puntos de diferencia), las
magnitudes reflejan actitudes poco deseables
hacia la civilidad, particularmente entre quienes tienen mayor edad. Entre las personas adultas solamente el 24,1% se manifestó de acuerdo
con tal acción, por lo que también hay que tomar en cuenta que, probablemente, las respuestas de los colegiales reflejen un comportamiento
transitorio. Sin embargo, tampoco puede descartarse la posibilidad de que estas prácticas
perduren en el tiempo.
La segunda pregunta fue «¿Ser servicial con
todos los compañeros y compañeras es un riesgo
porque se aprovechan?». Aunque la redacción
de la pregunta invita a concebir de diferentes
maneras lo que significa «se aprovechan», se
incluyó porque describe relaciones que se
desarrollan dentro de un marco de cortesía y
amabilidad hacia los pares. Los resultados
muestran que el 40,1% de quienes están en
sétimo año y el 34,2% en undécimo estuvieron
de acuerdo con la aseveración. Esto significa
que más de un tercio del estudiantado en
secundaria anticipa de sus compañeros o
compañeras el abuso o el engaño cuando se es
servicial. Aunque la magnitud no es muy alta,
la actitud de desconfianza que se desprende de
ella es evidente. En las personas adultas la cifra
es aún mayor, pues el 62,2% respondió estar de
acuerdo con la misma afirmación. Si bien las
preguntas no son exactamente comparables
(pues en la población colegial se tomó en cuenta
a «compañeros y compañeras» mientras que en
las personas adultas se consideró a «todas las
personas»), cabe la posibilidad de que esta
actitud se deteriore conforme se amplía el rango
de personas considerado.
Por otra parte, la situación que describe la
disposición a copiar en un examen para sacar
buena nota ilustra el respeto a las reglas y las
normas que se aspira en los colegios. Esta acción es más apoyada entre estudiantes de undécimo (37,6%) que de sétimo (20,7%), y las
magnitudes reflejan una baja, aunque no insignificante, disposición a hacerlo. Esto podría explicarse porque existe un compromiso real con
el estudio o porque los y las estudiantes son
conscientes de las consecuencias que traería tal
acción en caso de ser sorprendidos por un miembro del cuerpo docente.
La última situación, «quedarse callado si le
cobran menos en una soda», permite analizar
actitudes hacia la honestidad. A diferencia de
las otras respuestas, dicha disposición no es ampliamente apoyada y solamente una cuarta parte se manifestó de acuerdo. Este resultado refleja,
además, una situación particular de solidaridad
hacia las personas que realizan su trabajo diario en este tipo de establecimientos. Entre las
personas adultas la magnitud fue todavía menor (16,4%). Pese a la diferencia, es importante
observar que existe una baja disposición hacia
este tipo de acciones entre colegiales y también
entre personas adultas. Debe considerarse que
este tipo de preguntas invita a responder bajo
los términos de la deseabilidad social, por lo
que las magnitudes podrían estar subestimadas.
Sin embargo, esta posibilidad fue menor entre
estudiantes, pues el ejercicio de completar el
cuestionario se llevó a cabo de manera individual. En las personas adultas, con un cuestionario cara a cara, las preguntas fueron realizadas
cuando ya se había establecido un ambiente de
mayor confianza, por lo que de haberse presentado es de esperar que no fuera tan alto.
Disposición al diálogo
La entrevista exploró la disposición al diálogo que establece una actitud positiva para
intercambiar ideas bajo un esquema de respeto
mutuo entre estudiantes. Esto exige conocer,
entre otros aspectos, las prácticas de la comunicación efectiva.
Para indagar al respecto se exploraron las
opiniones sobre las situaciones que perciben u
observan los y las estudiantes en su colegio. Por
ello, una idea inicial se obtuvo de la calificación del trato que observan entre estudiantes y
profesores. Sobre el particular se encontró una
opinión aceptable del trato que brindan el profesorado a sus estudiantes (68% así lo manifestó) (Gráfico 9). No obstante, la camaradería entre
estudiantes es menor, particularmente entre
quienes cursan sétimo año, ya que el trato con
sus pares fue calificado como bueno y muy bueno por el 49,0%. Contrario a ello, en undécimo
califican mejor sus relaciones (57,6% dijo bueno y muy bueno). Como se verá posteriormente, esto ayuda a explicar por qué en sétimo año
se presenta un nivel de conflictividad mayor que
41
... según el estudiantado, generalmente
reciben un buen trato
del cuerpo docente,
admiten que el
ofrecido por ellos y
ellas a sus profesores
no es igualmente
correspondido, y que
existen síntomas de
relaciones conflictivas, principalmente
entre quienes cursan
sétimo año.
en undécimo. También se tomó en cuenta el
trato que brindan quienes estudian a sus profesores, obteniéndose que aproximadamente la
mitad lo califica positivamente.
Estos resultados brindan un panorama sobre cómo se perciben en los colegios del país,
donde, según el estudiantado, el 50% recibe un
buen trato del cuerpo docente, admiten que el
ofrecido por ellos y ellas a sus profesores no es
igualmente correspondido, y que existen síntomas de relaciones conflictivas, principalmente
entre quienes cursan sétimo año.
Es importante señalar que si bien el trato de
docentes hacia estudiantes es percibido de manera más positiva que negativa por el estudiantado, este ve en aquellos una figura que en
ocasiones abusa de su poder. Durante las sesiones grupales los estudiantes fueron claros en que
existen docentes que los respetan y escuchan,
así como otros que no lo hacen y toman decisiones arbitrarias, amparados en su autoridad.
El tema será abordado posteriormente, con los
resultados sobre la conflictividad interpersonal
y el papel que juega el cuerpo docente como
mediador en la resolución de esos conflictos.
Por otra parte, se abordó el tema de la disposición a comunicarse en caso de conflicto con
los pares. Como en el tema anterior, se preguntó
42
por lo que observan en sus colegios de la siguiente manera: «Cuando sus compañeros o compañeras tienen algún conflicto o problema, por lo
general ¿conversan y tratan de entenderse?, ¿expresan sus sentimientos mientras conversan?» y
otras preguntas relacionadas con el tema.
Los resultados evidencian un ambiente
medianamente aceptable de disposición a dialogar, pues las respuestas que muestran una
comunicación efectiva entre compañeros y
compañeras oscilan entre 50% y 70% (Gráfico
10). Una de las situaciones más positivamente
percibidas, es que en caso de conflicto los compañeros y compañeras conversan y tratan de
entenderse (promedio de 70% dice estar de
acuerdo o muy de acuerdo). Igualmente, un
porcentaje importante está de acuerdo con que
se expresan los sentimientos mientras conversan (promedio de 63% en ambos niveles). No
obstante, pareciera que el talón de Aquiles de
la comunicación radica en que, en caso de conflicto, hay dificultad para ponerse en la posición de la otra persona (promedio de 50%).
Contrario a este resultado obtenido entre
estudiantes, en la población adulta del país estas percepciones no están tan difundidas, pues
en respuesta a las mismas preguntas las magnitudes oscilaron entre el 40% y el 50%, aproximadamente.
Esta situación es bien conocida por los y
las estudiantes, quienes en los grupos focales
expresaron que: la solución es hablar con esa
persona para saber los problemas, o como manifestaron en relación con un problema particular: Yo digo que el problema no fueron las
muchachas, el problema fueron los hombres que
les metieron chisme, entonces lo que yo digo
es que las cosas se resuelven hablando.
Conflictividad interpersonal
Es de interés conocer el grado en que se
presenta la conflictividad interpersonal, pero
aún más interesa saber cómo se resuelven los
conflictos. Por esta razón, y para abordar el
tema, se formuló una pregunta abierta para que
los entrevistados mencionaran qué les disgusta
que les digan o les hagan sus compañeros y
compañeras.
Los resultados muestran que el irrespeto es
lo que más les disgusta (51,6% entre quienes
cursan sétimo año y 39,1% en undécimos). Esto
significa que el estudiantado rechaza situaciones de abuso de confianza, burlas, críticas, ofensas, bromas o comentarios ofensivos, así como
los tratos discriminatorios (Gráfico 11). Como
puede observarse, esto es especialmente claro
en edades menores.
Otros hechos que causan disgusto son las
acciones deshonestas (10,3% en sétimos y
19,2% en undécimos). Estas acciones incluyen
las mentiras, la hipocresía, hablar mal a espaldas de la otra persona y los chismes. El resto de
menciones presentó magnitudes menores.
Relacionado con esto, es necesario mencionar que al iniciar las sesiones grupales se
definieron las reglas de conducta que debían
prevalecer. Dichas reglas pueden ser visualizadas como lo que gusta y disgusta al estudiantado del trato que reciben, tanto por parte de
sus compañeros y compañeras, como de amigos y amigas en general, de sus docentes y de
otras personas.
Del trato que les gusta recibir mencionaron
generalmente, y de primero, el respeto: las menciones de: con respeto, y otras como... sin hipocresía, sin juzgar y con amor, que no nos estén
mintiendo y que no se burlen de mis opiniones,
ilustran esta situación. No obstante, también
evocaron otras relacionadas con la solidaridad,
como: que sean solidarios, amigables, con amor,
con confianza, con comprensión, con compañerismo, sentirse aceptados y «tuanis». Otras
opciones de buen trato que les gusta recibir están centradas en la igualdad de derechos: con
igualdad de derechos, que me traten igual que
los demás, que me hagan parte del grupo. Y otra
tomada en cuenta fue la no discriminación: sin
43
discriminación, que me acepten como soy, sin
burlarnos de los demás, con tolerancia, sin humillación, que me traten bien por la forma de
ser mía, que tengan una mente abierta, que tomen en cuenta nuestras opiniones, gustos, etc.
Entre las formas de trato que no les gusta
recibir mencionaron aspectos relacionados con
el irrespeto: con ofensas, insultos, gritos, malas
intenciones, hipocresía y arrogancia. También
rechazan el trato violento: la agresión, que me
peguen, las patadas y los golpes. Otra conducta rechazada es el trato discriminatorio: que me
hagan sentir menos que las demás personas, que
no me tomen en cuenta, que se burlen de mi
estatura y de mi apariencia y que me vean con
desprecio.
Al establecer las reglas de conducta en el
taller, fue evidente también que los chismes,
entendidos como los comentarios que tienden
a indisponer a unas personas con otras, son la
mayor causa de disgusto entre el estudiantado.
Esta situación la describe una de las estudiantes
al decir: No se dan tiempo de conocer a las personas, simplemente hablan por lo que escucharon de otra persona, luego prosigue... si se hace
la loca y deja que pase el chisme, la gente dice:
ah, tiene razón». Su conclusión es... aquí se
expande el chisme en cuestión de treinta segundos.
Para complementar este punto, se preguntó
sobre la forma en que reaccionan cuando algún
44
compañero o compañera dice o hace algo que
los disgusta. Los resultados indican que tornarse
violento es una de las reacciones más esperadas
(35% aproximadamente en sétimos y undécimos)
(Gráfico 12). Se entiende en este contexto que
una reacción violenta es gritar, vengarse, mostrar agresión e incluso golpear a la otra persona.
No obstante, una magnitud similar indica que
trata de conversar sobre el problema.
Otra estrategia utilizada para enfrentar situaciones de este tipo es evitar a la otra persona
(promedio de 16% en ambos niveles); es decir,
admiten que puede enojarse pero evitan compartir y hablar con las personas que causan
molestias. En resumen, cerca de una tercera
parte admite tener reacciones violentas para
enfrentar los desacuerdos, pero son más quienes adoptan otras estrategias.
Análisis adicionales mostraron que estas
reacciones esperadas guardan relación con la
situación económica en sus hogares. Principalmente entre quienes tienen más edad y provienen de hogares con grandes dificultades
económicas, es mayor el porcentaje que admite reaccionar con violencia ante las molestias
de sus compañeros y compañeras (48,1%), frente al 33,1% quienes manifiestan una situación
económica favorable. Por el contrario, tratar de
conversar es una práctica más común entre quienes provienen de familias con una situación
económica familiar favorable (40,3%) que desfavorable (29,6%). Ambas relaciones también
se cumplen entre estudiantes de sétimo, aunque las diferencias son menores. Puede que
estas reacciones sean producto de una percepción de discriminación por parte de peronas de
niveles socioeconómicos menores.
Como se observa, hasta aquí hemos examinado aspectos relativos a la conflictividad en
los colegios: el trato que experimentan en la
institución, las percepciones sobre la disposición al diálogo entre estudiantes, las reacciones esperadas ante situaciones de disgusto que
ocasionan sus pares y las acciones que producen más disgusto. Ahora es preciso indagar más
sobre los conflictos y, especialmente, sobre las
formas en que los abordan y solucionan.
Como en cualquier ámbito en el que se
practiquen las relaciones sociales, los conflictos interpersonales están presentes en los colegios. Para ahondar sobre el punto, se preguntó
durante la entrevista si alguna vez, durante el
presente año, había tenido problemas con algún compañero o compañera. Las respuestas
muestran que en sétimo año experimentaron
más conflictos con sus compañeros y compañeras (52% promedio de hombres y mujeres)
que en undécimo (42% promedio de hombres
y mujeres) (Cuadro 7).
Un aspecto que caracteriza a quienes han
vivido algún conflicto es que, por lo general,
los hombres los tienen con hombres y las mujeres con mujeres. Esto se cumple, en promedio,
para el 66% de los varones y el 61% de las
mujeres. Esta característica se observa con mayor frecuencia en los hombres y las mujeres de
sétimo año (71,9% en hombres y 78,2% en
mujeres). Una explicación a esta diferencia podría ser que en esa edad las interacciones se
desarrollan más con personas del mismo sexo,
por lo que los conflictos también se presentan
con mayor intensidad de esta manera. En undécimo año las relaciones entre hombres y mujeres se incrementan, por lo que también es de
esperar que los conflictos se presenten en mayor proporción con personas del sexo opuesto.
Tal y como ya fue comentado, muchos conflictos se originan en la falta de respeto y solidaridad con otras personas. La falta de respeto
la ilustra una estudiante de undécimo, quien en
una de las sesiones grupales manifestó: A mí
me decían [nombre] y todavía me siguen diciendo, y a mí no me gusta. O bien en este otro
comentario: Aquí vino una nueva y la empezaron a molestar, le dicen «güeisa», pero ella cae
demasiado bien. La falta de solidaridad y respeto se refleja en una situación que motivó a la
reflexión de un grupo de undécimo, donde uno
de los jóvenes presentes recordó que a una de
las estudiantes.... no la pueden ver unas
chamacas de quinto (undécimo) porque le llevan hambre, ella trabaja para ganarse las cosas,
pero la tratan [mal]; le dicen «Costrosa» porque
se ensucia trabajando, recogiendo latas con el
abuelo, pero se gana las cosas con el sudor de
la frente.
45
Cuadro 7
Conflictos interpersonales en el ámbito colegial según nivel
educativo controlando por sexo de los y las estudiantes
(distribuciones porcentuales)
Descripción
Total
Hombres
UndéSétimos
cimos
100
100
Diferencia
—
100
Mujeres
Undécimos
100
Diferencia
—
Sétimos
Ha tenido problemas con algún compañero(a) durante el presente año
No ha tenido problemas
Sí ha tenido problemas
NR
49,3
49,8
0,9
57,8
41,4
0,8
8,5
-8,4
-0,1
45,4
54,0
0,5
55,8
43,4
0,7
10,4
-10,6
0,2
¿Con quién? 1
Con un compañero
Con compañera
Con campañero y compañera
71,9
7,9
20,2
47,5
21,8
30,7
-24,4
13,9
10,5
20,5
78,2
26,5
19,8
68,3
29,7
-0,7
-9,9
3,2
El problema fue una discusión o una pelea 1
Discusión
Pelea
Ambos
52,5
25,5
22,0
74,5
9,8
15,7
22,0
-15,7
-6,4
77,8
7,0
15,3
89,8
4,2
5,9
12,1
-2,8
-9,3
¿Cómo lo resolvió? 1
Conversando
No hizo nada, se resolvió solo
No está resuelto
Mediante profesor u otra persona
Peleando o con gritos
Otras respuestas
NS/NR
43,2
8,4
5,0
9,6
15,8
6,2
11,8
53,5
18,8
5,9
1,0
5,0
4,0
11,9
10,3
10,4
1,0
-8,6
-10,9
-2,3
0,1
45,5
12,4
9,7
16,9
2,2
3,2
10,0
50,4
16,0
12,6
3,4
0,0
3,4
14,3
4,9
3,5
2,9
-13,6
-2,2
0,1
4,3
Ha tenido problemas con algún profesor o
con personal administrativo durante el
presente año
No, con ninguno de ellos
Sí, con un profesor
Sí, con personal administrativo
Sí, con ambos
NS/NR
78,0
15,7
2,0
2,7
1,6
70,0
18,1
4,9
5,3
1,6
-8,0
2,4
2,9
2,7
0,1
78,8
16,9
0,7
2,0
1,6
78,3
15,4
1,5
3,7
1,1
-0,5
-1,4
0,8
1,6
-0,5
1- Incluye únicamente a estudiantes que tuvieron algún problema.
Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08)
Un detalle de interés sobre los conflictos
entre estudiantes es conocer si estos derivaron
en una discusión, en una pelea o en ambos.
Sobre este particular es claro que para las mujeres los problemas toman más la forma de una
discusión (promedio de 80%), principalmente
entre las de mayor edad (89,8% en undécimo y
77,8% en las de sétimo). Las peleas se presentan en magnitudes modestas (7,0% en las de
sétimo y 4,2% en las de undécimo). Sin embar-
46
go, al tomar en cuenta a quienes discutieron y
pelearon durante el conflicto, las cifras anteriores llegan a 22,3% en las de sétimo y a 10,1%
en las de undécimo.
Para los varones, aunque predomina también la discusión como la forma como se desencadenan los conflictos, aparecen con mayor
intensidad las peleas. Esto es especialmente
importante entre quienes tienen menos edad,
pues una cuarta parte admite que peleó, mientras en undécimo esta práctica es menor (9,8%).
Cuando se toma en cuenta a quienes discutieron y pelearon a la vez, el panorama empeora,
pues lo hace el 47,5% de los varones de sétimo
y el 25,5% de los de undécimo. Si no entienden con palabras, entienden por los golpes,
expresó un joven estudiante al referirse a la solución de los conflictos y, además, agregó... Yo
prefiero agarrarme que quedar [mal]. En este
sentido, es claro que la solución violenta está
presente: En realidad no hablan, solo hay golpes, u otro que manifestó que: Arman pandillas
para arreglar el problema. Sin embargo, aunque entre las mujeres la violencia es menor, también existe, pues incluso hubo quienes
afirmaron: Se arman los (golpes) más entre las
mujeres. El temor a ser agredido es evidente
cuando un estudiante comenta... Hay que tenerles respeto porque son los que saben volar
(golpes); si usted les dice algo lo agarran en
medio del colegio y no les importa si los agarra
el director o la orientadora.
Un aspecto de interés en el ámbito de los
conflictos, como se comentó anteriormente, es
la forma en que éstos son resueltos. Una revisión general muestra que los problemas se resuelven, principalmente, conversando, pues
aproximadamente la mitad de las mujeres y un
poco menos de los hombres así lo informó. Otra
forma de hacerlo es dejando que se resuelven
solos, sin hacer nada al respecto (cerca del 10%
en sétimos y 17% en undécimos). La intervención de un docente u otra persona también es
una estrategia utilizada, principalmente por las
personas más jóvenes (14% en sétimos y 1,5%
en undécimos), aunque en magnitudes sensiblemente menores.
Sobre esto último debe comentarse que, en
las sesiones grupales, fue frecuente escuchar que
los y las estudiantes están enterados y conocen
el derecho a denunciar los conflictos ante sus
profesores y directores del colegio. No obstante, son pocos quienes recurren a ello, pues manifiestan que no son escuchados y que prefieren
resolverlos por su propia cuenta. Por esta razón, en caso de conflicto la mayoría de las veces la solución queda en sus manos, como lo
comentó un estudiante de undécimo año: a veces uno habla con los directores y profesores y
nada... entonces hay que hacerlo por nuestros
propios medios.
Durante las sesiones grupales, los participantes comentaron, además, que los mecanismos de resolución de conflictos utilizados en
sus colegios se basan principalmente en sanciones emitidas al estudiante infractor, mediante una boleta que afecta su nota. El estudiantado
manifiesta no ser escuchado ni tomado en cuenta para buscar soluciones a los conflictos, constituyendo las boletas el único instrumento
existente. Además, las boletas se visualizan, en
ocasiones, como amenaza, represión o abuso
de poder por parte del personal docente. Una
estudiante lo comenta de esta manera: Estaban
jugando naipes, yo estaba a la par y me hicieron la boleta a mí... Otro afirmó: Hay un profesor que disfruta haciendo boletas. Aún más,
mencionan que se maneja un doble discurso
entre su actuar y la relación con los y las estudiantes, lo que justifican diciendo... Yo no entiendo, pues si usted está diciendo vulgaridades
va la boleta, pero ellos en la Sala de Profesores
solo vulgaridades dicen... O, en la misma línea,
este otro comentario: El profesor de religión, el
año pasado, veía que era tarde y decía ¡ay [...]
es tarde!
De los resultados se desprende que aproximadamente la mitad de los y las estudiantes resuelve sus problemas con sus compañeros y
compañeras mediante el diálogo. La
intermediación de profesores u otras personas
del colegio también es una alternativa, aunque
menos empleada, pues generalmente se traduce en sanciones. La solución de los problemas
utilizando como medio las peleas o con gritos
es practicada por una minoría (8,2% en sétimos
y 2,2% en undécimos), aunque destacan los
varones de sétimo, quienes más lo hacen para
solucionar sus diferencias (15,8%).
Asimismo, conviene destacar que, en promedio, el 8% de los y las estudiantes no resuelve sus problemas. Aunque sería deseable una
cifra más baja, parece una meta difícil de alcanzar, por lo que el resultado puede considerarse aceptable. Aquí cabe resaltar que las
mujeres, tanto de sétimo como de undécimo,
presentan más problemas sin resolver (promedio de 11%) que los hombres (cerca del 5%).
En la población adulta, la intensidad de los
conflictos es menor que en la juventud colegial. La comparación es algo injusta puesto que
para los primeros la conflictividad fue medida
47
...si bien es importante la magnitud de los
problemas, también
lo es la forma en que
los solucionan
...de las sesiones
grupales fue fácil
constatar que esta
juventud desea ser
escuchada, tomada
en cuenta y tratada
con respeto.
en diversos ámbitos (hogar, calle, trabajo o lugar de estudio y comunidad) y para la población
colegial nada más se tomó en cuenta a los compañeros y las compañeras del colegio. Pese a
ello, la comparación se realiza para ilustrar un
hecho de interés, a saber, la magnitud de los
conflictos y su resolución. Específicamente, en
la población adulta se encontró que cerca del
18% tuvo algún conflicto durante los últimos 12
meses. Aparte de eso se sabe que el promedio
de problemas no resueltos fue, aproximadamente, del 40% y solamente el 35% recurrió al diálogo para solucionar sus diferencias. Por su lado,
en la población estudiantil la situación es muy
diferente, pues cerca de la mitad tuvo problemas durante el curso lectivo, es decir, un porcentaje bastante más alto, pero con la diferencia
de que la juventud presenta una cifra baja de
problemas no resueltos, aproximadamente del
8%. Además, recurrieron más al diálogo para
resolver sus conflictos (cerca de la mitad). Con
esto desea enfatizarse que, si bien es importante la magnitud de los problemas, también lo es
la forma en que los solucionan.
Debe de tomarse en cuenta que tanto entre
la población adulta como en la colegial, los
conflictos sin resolver generan tensión entre las
partes. Al permanecer latente el conflicto, su
intensidad puede incrementarse hasta convertirse en uno más grave, dando pie a soluciones
más drásticas o violentas. Entre colegiales, las
situaciones no resueltas son menores, aunque
los problemas se presentan más frecuentemente que en la población adulta. Esto permite
visualizar un estilo de convivencia donde los y
las estudiantes desarrollan mecanismos propios
para la resolución de sus conflictos.
También fue abordado el tema de la
conflictividad entre estudiantes y profesores. Este
tipo de problema puede tornarse más complejo
por mediar una relación de poder. Sobre esta
temática, la mayoría reportó no haber tenido
problemas con los profesores o con el personal
administrativo de los colegios durante el año
de la encuesta, pues así lo indicaron magnitudes superiores al 70% de estudiantes. Las diferencias por sexo revelan que los varones de
undécimo son quienes más reportan estos conflictos (28,3%). Sobre el particular, no se profundizó en la naturaleza o las causas del
problema, así como tampoco si el mismo fue
resuelto. Lo importante es destacar que en los
48
centros educativos se viven conflictos entre estudiantes, pero también con el personal administrativo y, especialmente, con los profesores.
La magnitud de conflictos, cercana al 20% (promedio de ambos niveles), no es desdeñable aunque tampoco alarmantemente alta. Lo deseable
sería que el grado de resolución de conflictos
fuese alto para que estudiantes y profesores puedan continuar con el proceso educativo y se
mantenga un ambiente de convivencia positivo dentro de los colegios.
Con base en las sesiones grupales puede
decirse que, en general, los y las estudiantes
visualizan las relaciones con sus docentes atravesadas por el temor y el abuso de autoridad, lo
que genera desconfianza ante posibles injusticias, particularmente por el envío de las boletas. Sin embargo, también es justo decir que se
reconoce la existencia de profesores que respetan y escuchan a sus estudiantes. Así por ejemplo fue común escuchar: Aquí hay profesores
que quieren hacer las cosas bien y no los dejan,
o bien: A mí me parece excelente la labor que
está haciendo el Director actual y no me parece justo que se retroceda el avance del colegio.
Otra muestra de esta postura es: el Director se
está preocupando por techar un espacio para
quienes juegan ping pong o también: Antes los
servicios olían a marihuana, pero ahora no. En
general, de las sesiones grupales fue fácil constatar que esta juventud desea ser escuchada,
tomada en cuenta y tratada con respeto.
Conflictividad en los hogares
Otro ámbito en el que se desarrollan conflictos son los hogares. Tal y como se hizo respecto del cuerpo docente, únicamente se indagó
la frecuencia de los conflictos en ese ámbito y
con quién los tuvieron los y las estudiantes. Un
primer resultado es que quienes cursan undécimo, de ambos sexos, manifestaron haber tenido más conflictos en sus hogares (51,0%
hombres y 61,6% mujeres) que quienes cursan
sétimo (36,8% hombres y 44,9% mujeres) (Cuadro 8). Además, tanto en sétimo como en undécimo las mujeres manifestaron tener más
problemas en sus hogares, algo particularmente importante entre las de undécimo, pues el
61,6% así lo reportó.
Cuadro 8
Conflictos interpersonales en el ámbito familiar según nivel de estudios
(en porcentajes)
Problema
Hombre
Sétimos
Mujer Diferencia
Hombre
Undécimos
Mujer Diferencia
Algún problema
36,8
44,9
8,1
51,0
61,6
10,6
Con papá
Con mamá
Con hermano(a)
Con otro familiar
Con otro que no es familiar
9,0
9,1
18,1
6,9
10,3
12,5
13,6
20,6
9,3
12,2
3,5
4,5
2,5
2,4
1,9
19,1
19,7
23,2
9,6
12,8
26,3
31,4
30,1
8,3
9,9
7,2
11,7
6,9
-1,3
-2,9
Se presentan situaciones de
agresión o violencia con
alguna frecuencia 1
26,7
23,8
-2,9
30,9
29,1
-1,8
1- En sétimos, para ambos sexos, 14,3% dijo rara vez, 7,2% dijo algunas veces, 1,7% con cierta frecuencia y 1,7%
continuamente. En undécimos, para ambos sexos, las cifras fueron de 19,7%, 7,4% 1,7% y 1,4%, respectivamente.
Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08).
En ambos niveles y para los dos sexos, los
problemas se dan principalmente con los hermanos y hermanas (cerca del 20% en sétimos y
27% en undécimos). No obstante, también son
importantes los problemas con el padre y la
madre, especialmente en undécimos y, en mayor grado, entre las mujeres. Las mujeres de
undécimo reportaron más problemas con el
papá (26,3%) y, especialmente con la mamá
(31,4%), mientras que el resto los presenta en
magnitudes menores (de 20% o menos). Otros
protagonistas de problemas en los hogares son
menos frecuentes.
Los resultados anteriores suscitan al menos
dos comentarios. El que hombres y mujeres de
undécimo año reporten mayores magnitudes de
problemas en los hogares hace pensar que esta
situación es producto de la edad, pues entonces tanto hombres como mujeres viven nuevas
experiencias y relaciones con sus pares y demandan mayor flexibilidad, libertades y oportunidades de sus padres. Fiestas, bailes,
reuniones, paseos, cine, festivales o simplemente ir a la casa de un amigo o amiga, constituyen
nuevas experiencias que la juventud desea aprovechar. Sin embargo, en los hogares suele existir preocupación por las tareas, la hora de
llegada, el dinero que deben invertir y los diversos riesgos a los que se exponen hijos e hijas
por causa, entre otras, de la inseguridad ciudadana, las drogas y el incipiente ejercicio de la
sexualidad.
El segundo comentario nos lleva a conjeturar por qué las mujeres, en ambos niveles de
estudio, reportaron más conflictos en el hogar
que los varones, particularmente entre las de
undécimo y, especialmente, con la madre. En
esta explicación las diferencias de género cobran sentido. Por una parte, ante la mayor frecuencia de conflictos reportados por las mujeres
podría esperarse que, en los hogares, las libertades y oportunidades que padres y madres otorgan difieran dependiendo del sexo de sus hijos
e hijas. Como se sabe, tradicionalmente a las
mujeres se les han adjudicado más responsabilidades hogareñas. Además, la aprehensión de
padres y madres por la sexualidad de sus hijas
suele ser mayor, por razones culturales que se
conocen bien. Ello no significa que padres y madres no se preocupen por la sexualidad de sus
hijos varones, ni que el ejercicio de la sexualidad no pueda también tener consecuencias
negativas para ellos. Por otra parte, el que sea
la madre la principal protagonista de los problemas en el hogar con sus hijos e hijas, confirma que, efectivamente, las madres tienen mayor
responsabilidad que los padres en la crianza y
educación.
49
«¿Con qué frecuencia
se presentan en su
casa situaciones de
agresión o de
violencia?». Las
magnitudes no son
despreciables y
aproximadamente el
30% en undécimo
afirmó que esta
situación se presenta
en sus hogares, ya sea
rara vez (19,7%),
algunas veces (7,4%),
con cierta frecuencia
(1,7%) o continuamente (1,4%).
Un ámbito de especial importancia de los
conflictos en los hogares surge cuando se presentan situaciones de agresión o de violencia.
Si bien este tema es de difícil abordaje en un
cuestionario auto-administrado como este, las
cifras recabadas ofrecen ideas al respecto. La
pregunta realizada fue: «¿Con qué frecuencia
se presentan en su casa situaciones de agresión
o de violencia?». Las magnitudes no son despreciables y aproximadamente el 30% en undécimo afirmó que esta situación se presenta
en sus hogares, ya sea rara vez (19,7%), algunas veces (7,4%), con cierta frecuencia (1,7%)
o continuamente (1,4%). No está de más insistir en que la violencia en los hogares constituye
una circunstancia que afecta profundamente la
convivencia en todos los ámbitos en los que los
y las jóvenes se desenvuelven, particularmente
en sus colegios. En las sesiones grupales, durante las representaciones de conflictos con la
familia, se visualizó la violencia como un eje
fundamental, en algunos casos haciendo énfasis en la agresión psicológica y en otros en la
física.
En síntesis
Un balance del atributo de la sociabilidad
muestra que el acercamiento entre estudiantes,
y entre estos y las demás personas, está marcado por una escasa confianza interpersonal, que
se irradia hacia todos quienes los rodean, ex-
50
ceptuando la familia. La civilidad, en cambio,
presenta actitudes variadas, en donde algunas
favorecen una convivencia más positiva y otras
la afectan negativamente.
Otra área de la sociabilidad, que facilita la
comunicación entre las personas, muestra percepciones medianamente aceptables sobre la
disposición al diálogo entre estudiantes, lo que
constituye un buen principio para establecer
acuerdos. Ello no obsta para que los conflictos
estén presentes, pues cerca de la mitad reportó
haber tenido problemas durante el presente curso lectivo. No obstante, la magnitud de problemas no resueltos es baja, aproximadamente el
8%, y cerca de la mitad recurre al diálogo como
mecanismo de resolución de las diferencias.
Entre los diversos resultados llamativos destaca el que las mujeres, en ambos niveles de estudio, reportasen más conflictos en el hogar que
los varones, particularmente las de undécimo y,
especialmente, con la madre. Es probable que
la explicación a este hecho esté relacionada con
los roles que asumen madres y padres en los
hogares, e invita a pensar hasta qué punto los y
las estudiantes están interiorizando los patrones
que imponen las diferencias de género. Aún más,
invita a meditar, de manera más general, hasta
qué punto están asimilando discursos que hacen depender las dinámicas de las relaciones y
las características particulares de sus semejantes. Esto constituye un tema de trascendencia particular para la convivencia y, por ello, será
abordado seguidamente.
VII. DIVERSIDAD
La diversidad alude a la existencia de múltiples identidades o rasgos propios que caracterizan a los y las estudiantes. Género, edad, clase
social, etnia, lugar de origen y preferencias
sexuales, son ejemplos de estos rasgos
identitarios, entre otros muchos. El panorama
que ofrece el estudio de la diversidad de identidades en Costa Rica es una realidad amplia y
compleja, por lo que la investigación incluyó
una de las múltiples facetas que pueden desarrollarse en torno al tema: el reconocimiento de
la diversidad por el estudiantado. Este se
entiendió como la capacidad para entender las
identidades como características de una realidad que debe ser respetada, protegida y aprovechada, y no como causa de discriminación.
El cuestionario fue delimitado exclusivamente
a los temas de género, afro-costarricenses, indígenas, extranjeros, gays y lesbianas, y fueron
indagadas las actitudes hacia estas identidades
para determinar hasta qué punto el estudiantado favorece la igualdad de derechos.
Actitudes hacia la igualdad de
derechos en hombres y
mujeres
Sobre el tema del género fueron elaboradas preguntas relacionadas con el derecho al
trabajo, la educación y la sexualidad de hombres y mujeres. Considerando los porcentajes
que respondieron «de acuerdo» y «muy de
acuerdo», los resultados indican que existen más
actitudes favorables que desfavorables hacia la
igualdad de derechos de hombres y mujeres en
secundaria, pues no más de una cuarta parte
favoreció las desigualdades entre ambos sexos
(Gráfico 13). Este resultado puede tenerse como
positivo, si se considera que la magnitud que
no apoya la igualdad de derechos es relativamente baja. Sin embargo, también puede verse
como negativo, si se considera que la igualdad
de derechos en hombres y mujeres debe tener
un apoyo total, por lo que el rechazo de una
51
cuarta parte revela que todavía falta un camino
importante por recorrer.
Sobresale que en undécimo año manifestaron actitudes más igualitarias que en sétimo. Por
ejemplo, a la afirmación «si el desempleo es
alto se le debe dar prioridad para trabajar a los
hombres» el 26,6% de quienes cursan sétimo
año se manifestó de acuerdo o muy de acuerdo, mientras que solamente el 2,9% de undécimo se manifestó a favor (-23,6 puntos de
diferencia). Algo similar ocurrió con la igualdad ante la educación universitaria para hombres y mujeres (-15 puntos de diferencia).
Otro aspecto importante a tomar en cuenta,
son las diferentes actitudes que manifestaron
hombres y mujeres. Información tabulada adicionalmente muestra que, en ambos niveles de estudio, los varones se otorgan más derechos que
las mujeres en todas las preguntas consideradas.
Las diferencias entre hombres y mujeres se encuentran entre 8 y 16 puntos porcentuales, por
lo que no son despreciables. Para citar un ejemplo, mientras en undécimo año el 26,4% de los
varones está de acuerdo o muy de acuerdo con
darle prioridad en el trabajo a los hombres si el
desempleo es alto, solamente el 14,0% de las
mujeres respondió de igual manera. Pese a ello,
en las sesiones grupales se encontró que las estudiantes son conscientes de su papel dentro del
proceso educativo en el que participan, particularmente las de undécimo año, pues como lo
afirmó una: diay, porque nos estamos preparan-
52
do para algo mejor, o como otra contundentemente afirmó: De hecho, las mujeres ya
pueden ser presidentes.
Adicionalmente, en las sesiones grupales se
encontró evidencia de diferentes discursos que
favorecen más los derechos sexuales de los hombres que de las mujeres, particularmente entre
los varones más jóvenes. Así, se escucharon frases como: Yo digo que el hombres es hombre;
el hombre llega, come (tiene relaciones sexuales) y jala (se va). En su lenguaje también revelan otros discursos sexistas, como quien opinó:
hay hombres que llegan y le dicen a las mujeres ¡te quiero!, y ellas ya se van en todas, lo que
ilustra conciencia sobre las manipulaciones usadas por los hombres frente a las mujeres, y la
vulnerebilidad de estas. Pese a ello, debe mencionarse que también hubo expresiones de
igualdad y solidaridad, como la de un estudiante
que, a propósito de la vestimenta de las mujeres, afirmó: Está en uno si piensa en sexo, que
la mujer se ponga lo que quiera, hay que respetarla.
Estos resultados muestran, en forma conjunta, que en la población estudiantil, una mayoría apoya la igualdad de derechos para hombres
y mujeres. A pesar de ello, todavía existe una
cuarta parte de estudiantes que no lo hace, y
los varones se siguen adjudicando privilegios
sobre las mujeres en lo que atañe al trabajo, el
estudio y la sexualidad. Este último detalle no
debe pasar inadvertido, aunque tampoco
invalida las actitudes positivas encontradas,
particularmente en los undécimos años. Esto se
corrobora al compararse los resultados obtenidos con los de las personas adultas en las dos
preguntas que es posible hacerlo (el trabajo y el
estudio), pues sus respuestas son más parecidas
a las que proporcionaron en sétimo año, que
favorecen menos la igualdad de derechos.
Actitudes hacia los derechos
de afro-costarricenses e
indígenas
En el estudio de las actitudes hacia las personas afro-costarricenses e indígenas se indagó
por el apoyo del estudiantado al respeto de los
derechos de estas poblaciones. Sobre este tema
se encontró que, para ambos casos, tanto en
sétimo año como en undécimo, se favorece medianamente que el sistema educativo contribuya a que mantengan su cultura (magnitudes entre
45% y 55% en ambos niveles de estudio) (Gráfico 14). Además, el derecho a mantener la cultura propia es más apoyado en undécimo año,
pues refiriéndose a las personas afro-costarricenses, solo un bajo porcentaje considera que de-
ben adaptarse más a las tradiciones y costumbres de la mayoría de costarricenses, y una magnitud similar afirmó que deberían tratar de hablar
más español y menos su idioma para adaptarse
mejor (9,4%). Entre estudiantes de sétimo año
estas cifras alcanzan 40,2% y 30,9%, respectivamente, por lo que es evidente que, a menor
edad, menor apoyo concita el derecho a mantener la cultura propia. Para el caso de las personas indígenas la situación es similar.
Algo parecido sucede cuando se aborda el
derecho a residir en cualquier parte del territorio nacional, pues refiriéndose tanto a personas
afro-costarricenses como indígenas, solo un 4%
de quienes está cursando undécimo año apoyan que vivan aparte para respetar las diferencias con el resto de la población. Entre
estudiantes de sétimo esta opción es apoyada
por una quinta parte.
Aunque la temática de las personas indígenas no fue abordada en las sesiones grupales, la
identificación con esta población fue explícita
cuando se conversó sobre las oportunidades que
tienen las diferentes personas para alcanzar
mayores niveles de bienestar. El ejemplo que
proporcionó una estudiante de undécimo año
53
fue apoyado por el grupo, cuando mencionó: y
también como los indígenas, que viven en la
montaña y mueren porque tienen que caminar
mucho para llegar a un hospital.
El apoyo a los derechos de las personas afrocostarricenses e indígenas es pues importante
entre estudiantes de undécimo, y disminuye
entre quienes tienen menor edad. Queda pendiente saber si con el paso de los años los más
jóvenes adoptarán actitudes más favorables hacia esta temática o si mantendrán las actuales.
Por esta razón, lo más conveniente sería continuar fortaleciendo los esfuerzos realizados para
obtener resultados en este sentido.
Por otra parte, las opiniones de las personas adultas son más parecidas a las obtenidas
entre quienes cursan sétimo año. La interpretación positiva de este resultado hace pensar que
el paso por el sistema educativo favorece el respeto a las diferencias, y que los programas dedicados a cumplir este propósito han tenido un
impacto favorable. Tabulaciones adicionales
mostraron algunas diferencias entre las actitudes de hombres y mujeres hacia las personas
afro-costarricenses e indígenas, pero no tan sistemáticas y marcadas como para obtener conclusiones generales.
54
Los límites a la diversidad
Las actitudes hacia los derechos de personas en virtud de su nacionalidad o su orientación sexual cambian el panorama que venía
mostrándose sobre el reconocimiento de la diversidad. En el caso de las personas extranjeras, tanto estudiantes de sétimo como de
undécimo apoyan mayoritariamente darle preferencia a los costarricenses en el trabajo cuando el desempleo es alto (70% aproximadamente)
(Gráfico 15). Además, el aporte que realiza la
población extranjera a la sociedad, con nuevas
ideas y culturas, es algo que se valora medianamente entre estudiantes de sétimo (48,8%), más
no así en undécimos (29,9%).
Lo mismo sucede con la igualdad de derechos entre costarricenses y extranjeros, ya que
mientras el 44,8% de quienes están en sétimo
año está de acuerdo con tener los mismos derechos, solamente el 35,5% en undécimo apoya
esta afirmación.
Entre las personas adultas, la única pregunta que indagó este asunto reveló que el 41,6%
está de acuerdo con brindarles los mismos derechos a las personas extranjeras en el país. Es
decir, a este respecto el estudiantado y las personas adultas piensan de manera similar.
Si el apoyo a los derechos de las personas
extranjeras da pie a un llamado de alerta, más
lo hace el contundente rechazo que manifestaron hacia la igualdad de derechos de personas
homosexuales y lesbianas. La única situación
con la que está de acuerdo la mitad de la población estudiantil es cuando se indaga sobre
la posibilidad de que gays y lesbianas puedan
dar clases en escuelas y colegios. Para el resto
de las situaciones incluidas en el cuestionario
la aprobación de la igualdad algunos derechos
es negativa. Por ejemplo, adoptar o criar niños
es algo con lo que está de acuerdo el 29,4% en
undécimo año y el 19,8% en sétimo. La unión
legal de gays y lesbianas es apoyada aproximadamente por una cuarta parte en ambos niveles
de estudio. Manifestar públicamente expresiones de cariño es algo con lo que está de acuerdo aproximadamente el 20%.
En este ambiente mayoritariamente
homofóbico existen también quienes apoyan los
derechos de esta población. El tema fue abordado en las sesiones grupales cuando algunos
estudiantes expresaron: No tienen que juzgarme por mis gustos, todo ser humano sigue siendo una persona, vamos a tener siempre el
corazón igual, ...Las diferencias no van a cambiar lo que son por dentro o... no vamos a perder un amigo o un hermano por sus preferencias
sexuales.
Sobre este tema de derechos de gays y
lesbianas debe decirse que aunque se observan
algunas diferencias entre personas adultas y estudiantes de colegio, prevalece la tendencia del
rechazo, de lo que se concluye que las actitudes de rechazo hacia los derechos de estas identidades sexuales están bastante extendidas en
la sociedad costarricense.
Tanto los resultados obtenidos para las
personas extranjeras como los descritos para
gays y lesbianas muestran debilidades hacia el
reconocimiento de la diversidad. Desafortunadamente, estas actitudes son el ingrediente
que desencadena prácticas discriminatorias
hacia identidades que, como cualquier otra,
también están presentes en las aulas de los
colegios donde diariamente comparten los y las
estudiantes.
Víctimas de discriminación
El tema de la discriminación es complejo,
pues existen múltiples formas de discriminación
que, en ocasiones, ni siquiera son percibidas
como tales por quienes las sufren. Pese a ello, y
con el afán de conocer algunos aspectos relacionados con el disfrute de los derechos, se abordó el tema de la discriminación, para lo que se
preguntó: «Y hablando de lo que sucede en el
colegio ¿siente que otros(as) estudiantes lo(a)
hacen sentirse inferior o lo(a) tratan de manera
injusta por…», y se indagaron diferentes alternativas.
El primer resultado que llama la atención
es la alta magnitud de estudiantes que se sienten discriminados en los colegios del país, pues
el 62,9% en sétimo y el 41,5% en undécimo
admite que por algún motivo sus pares lo hacen sentir inferior o lo tratan de manera injusta
(Gráfico 16). En la encuesta dirigida a personas
adultas esta magnitud apenas alcanzó el 26,8%.
El sentimiento de discriminación es diferencial entre sétimos y undécimos (diferencia de
-21,4 puntos porcentuales). Específicamente, en
sétimo año se sienten discriminados, principalmente, por el año que cursan (38,3%), su físico
(30,0%), su manera de ser (24,5%) y su edad
(19,1%). En undécimo año resultaron más importantes, pero en menor magnitud, el sentimiento de discriminación por la forma de ser
(22,0%) y el físico (15,6%). Aunque la encuesta
no indagó las causas del por qué en sétimo año
la población estudiantil se siente más discriminada que en undécimo, es probable que, siendo más jóvenes, sientan menos fortaleza para
enfrentar el trato que reciben en el colegio por
parte de estudiantes de mayor edad.
En los talleres realizados fue común escuchar que muchas veces se discrimina de diferentes maneras y se agrede a otras personas, y
se creó un espacio de reflexión sobre el tema:.
Por más que sea gorda o flaca no hay que discriminar, ....Uno tiene que ver el lado de adentro de cada persona.
Otras situaciones también son vividas como
discriminatorias pero se presentan en magnitudes menores. Llama la atención que tener una
discapacidad sea motivo de discriminación para
el 11,7% de quienes cursan sétimo año; tam-
55
bién llama la atención que ser costarricense o
extranjero sea el motivo de discriminación más
bajo encontrado, lo que se explica porque la
mayoría de estudiantes son costarricenses
(aproximadamente 96%) y no extranjeros (cerca del 4%). Sin embargo, cuando se analiza esta
información tomando en cuenta únicamente a
los y las estudiantes del extranjero, el asunto
cambia, pues el 41,5% en sétimo año y el 10,0%
en undécimo admiten sentirse discriminados por
su nacionalidad. Desafortunadamente, esta población, particularmente en sétimo año, también se siente discriminada por otros motivos,
entre los que destacan su color de piel o por su
raza (30,0%), el lugar donde vive (33,3%) y su
forma de ser (40,8%).
En síntesis
El balance de resultados sobre el reconocimiento de la diversidad ofrece aspectos
positivos y negativos para la convivencia. En
56
general, lo positivo está en la afirmación de
derechos que otorga la población estudiantil a
la educación y el trabajo de hombres y mujeres
por igual, aunque todavía una cuarta parte no
favorece esta igualdad y persisten las diferencias
por sexo. El apoyo a los derechos de las personas
afro-costarricenses e indígenas podría
considerarse como mediana-mente positivo
entre estudiantes de undécimo año y negativo
entre sétimos. La faceta más negativa del
reconocimiento de la diversidad radica en el
apoyo a los derechos de las personas extranjeras
y, principalmente, de gays y lesbianas. En
general, el apoyo a los derechos de las diversas
identidades abordadas en la encuesta podría
estar deteriorando las relaciones entre el
estudiantado, toda vez que los y las estudiantes
se sienten discriminados en sus colegios, por
diferentes motivos, por parte de compañeros y
compañeras. Atención especial merecen
quienes provienen del extranjero e inician la
secundaria, pues son quienes se sienten más
discriminados.
VIII. INSTITUCIONALIDAD
Bajo el tema de la institucionalidad se recogen los atributos de la convivencia relacionados con las instituciones creadas para
sustentar la convivencia en democracia. El interés por incluir esta área como parte del estudio fue analizar las relaciones sociales bajo la
perspectiva de los procesos que generan las instituciones. Por este motivo, interesó indagar la
opinión del estudiantado en aspectos como la
preferencia por la democracia, expectativas
hacia el futuro del país, interés por participar
en decisiones políticas y en asociaciones civiles, y lo que perciben del respeto hacia las normas y obligaciones, entre otros.
Preferencia por el sistema
político
Costa Rica constituye la democracia más
antigua de Latinoamérica y, por ello, resulta de
interés brindar, en primera instancia, una idea
del sentimiento de orgullo por vivir bajo el sistema político del país. Este orgullo constituye
un indicador del apoyo a la comunidad política, en el sentido tradicional de identidad nacional, pues expresa un apego o adhesión a la
nación, más allá de las instituciones de gobierno, y se supone que va de la mano con la disposición para la cooperación política conjunta
(Rodríguez y otros, 2003). Los resultados muestran, sumando las respuestas de quienes se sienten «orgullosos» y «muy orgullosos», que
predomina un sentimiento positivo hacia el sistema político costarricense, aunque éste es mayor entre estudiantes de sétimo (71,9%) que en
undécimo (65,1%) (Cuadro 9).
Ante esta diferencia, cabe preguntarse si este
sentimiento de adhesión al sistema político se
deteriora conforme avanza la edad o si es un
nuevo elemento que se está fortaleciendo en
quienes tienen menos edad. Si bien la encuesta
no proporciona la respuesta, en la población
adulta del país existe suficiente evidencia del
desgaste que en poco más de 10 años ha sufrido este sentimiento de orgullo, pues al comparar los resultados de una encuesta nacional
(Rodríguez y otros, 1998) con la ENCON-08, el
sentirse «muy orgulloso» pasó de 48,4% en
1997 a 21,4% en el 2008, es decir, una disminución de casi 27 puntos. Para la población
estudiantil no se dispone de información comparable para determinar la evolución de este
sentimiento, aunque es de esperar que esta información sirva de base para establecer iniciativas que tiendan a fortalecerlo.
Una alternativa más específica para conocer las actitudes hacia el sistema político en la
57
Cuadro 9
Actitudes hacia aspectos relacionados con la democracia
(distribuciones porcentuales)
Respuestas
Sétimos
Undécimos
Diferencia
Total
100
100
—
Sentimiento al vivir bajo el sistema
político de Costa Rica
Muy orgulloso
Orgulloso
Poco orgulloso
Nada orgulloso
NS/NR
22,2
49,7
17,5
4,8
5,8
12,8
52,3
22,6
3,8
8,4
-9,4
2,6
5,1
-1,0
2,6
56,5
71,9
15,4
15,5
8,8
-6,7
12,0
16,0
7,5
11,9
-4,5
-4,1
Preferencia por el sistema
La democracia es preferible a cualquier forma
de gobierno
A veces un gobierno autoritario puede ser
preferible a uno democrático
A la gente como yo le da lo mismo un gobierno
democrático que uno no democrático
NS/NR
Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08)
secundaria se obtiene cuando se indaga, concretamente, la preferencia por la democracia en
relación con otras formas de organización política. Este tema muestra que la democracia es
preferible a cualquier forma de gobierno para
el 56,5% de quienes están en sétimo año y para
el 71,9% en undécimo, lo que revela un apoyo
importante, principalmente entre quienes cursan undécimo año.
Sobre el particular cabe realizar al menos
tres comentarios. El primero es que, aunque el
sentimiento de adhesión al sistema político (el
orgullo) decrece de sétimos a undécimos, el de
preferencia por la democracia muestra una tendencia inversa. Una posible explicación para
esto es que, quizás, quienes tienen más edad
comprenden mejor los problemas por los que
atraviesa el país en muchos campos (desigualdad, crimen, pobreza, droga, etc.), lo que los
hace sentir menos orgullosos de nuestro sistema político. No obstante, también es de esperar que al tener más edad comprendan mejor
los beneficios que trae la democracia como forma de organización política. Por el contrario,
es probable que en sétimo año expresen una
posición más benevolente e idealista sobre el
sistema político costarricense y, simultáneamente, posean menos información sobre la dinámica de la democracia como forma de gobierno.
58
El segundo aspecto a comentar es que la
pregunta indaga por la preferencia de la democracia como forma de gobierno, por lo que es
válido preguntarse qué entiende por democracia la población estudiantil. Aunque la encuesta
no ahondó al respecto, un estudio previo realizado en los colegios del país proporciona información valiosa. Al preguntarse «¿Para Usted qué
es democracia?» (Gómez y Madrigal, 2003), los
resultados obtenidos muestran que en los colegios se visualizan tres componentes esenciales:
la libertad (el más mencionado), las elecciones
libres y la protección de los derechos. Estos tres
elementos acaparan la mayoría de las respuestas en sétimos (46%) y, principalmente, en undécimos (79%). Otro elemento a mencionar es
que un grupo importante de estudiantes tomó
en cuenta, dentro del concepto, vivir en paz, en
armonía, sin guerras y sin armas, y una proporción similar simplemente identifica la democracia con nuestra forma de vida y el amor a la
patria, respuesta que en esa encuesta dieron el
21% de los estudiantes de sétimo y el 15% de
undécimo. En ese mismo estudio el porcentaje
de quienes no respondieron o brindaron respuestas más ambiguas o emocionales fue mayor entre los estudiantes de sétimo año.
Un tercer comentario refiere al hecho de que
la preferencia por la democracia en la pobla-
ción adulta alcanzó el 76,3%, por lo que esta
magnitud es más cercana a la que brindaron en
undécimo año (71,9%). Vale mencionar que en
la población adulta esta preferencia se ha
erosionado con los años. Así se concluye de la
comparación de las encuestas mencionadas previamente, según las cuales dicha preferencia
disminuyó de 89,5% en 1997 a 76,3% en el 2008
(aproximadamente 13 puntos). Aunque este resultado no tiene, necesariamente, implicaciones
entre los colegiales, queda la interrogante de si
en sétimo año dicha preferencia se incrementará
tanto en el futuro como para alcanzar la magnitud que se presenta en undécimo, o si, efectivamente, asistimos a un desgaste de esta adhesión
abstracta a la democracia.
En resumen, el grado en que los y las estudiantes comparten la adhesión al sistema político y la preferencia por la democracia indica que
los ideales nacionales se mantienen en niveles
favorables, aunque las opiniones de la población adulta invitan a considerar si efectivamente esta situación se mantendrá en el futuro.
Expectativas estudiantiles
sobre el futuro del país
Ligado al tema de la preferencia por el sistema político está el de las expectativas de los y
las estudiantes sobre el futuro del país. A propósito del tema se plantearon tres preguntas
sobre el futuro de la democracia, el desarrollo
del país y la existencia del ejército.
La población estudiantil considera que Costa Rica puede dejar de ser un país democrático,
pues así lo considera casi la mitad en undécimo año y un poco menos en sétimo (43,8%)
(Cuadro 10). Las expectativas por continuar siendo un país democrático en el futuro son compartidas por alrededor del 40% en ambos niveles
de estudio.
El resultado anterior es diametralmente
opuesto del que arroja la población adulta del
país, que visualiza una Costa Rica democrática
en el futuro (66,9%) y el porcentaje que opina
Cuadro 10
Expectativas de colegiales sobre el futuro del país según nivel de estudios
(en porcentajes)
Expectativas
Sétimos
Undécimos
Diferencia1
¿En su opinión Costa Rica será siempre un
país con un sistema de gobierno democrático
o puede dejar de serlo en algún momento?
Siempre será democrático
Puede dejar de serlo
No es democrático
NS/NR
40,1
43,8
2,2
13,8
37,4
49,0
2,5
11,1
-2,8
5,2
0,3
-2,7
¿Y piensa que Costa Rica llegará a ser un
país desarrollado o que siempre seguirá
siendo subdesarrollado?
Será desarrollado
Seguirá subdesarrollado
Ya es desarrollado
NS/NR
55,5
27,9
6,4
10,2
33,0
54,0
1,3
11,7
-22,6
26,1
-5,0
1,5
¿Y piensa que Costa Rica seguirá sin tener
ejército o podría volver a tenerlo?
Seguirá sin ejército
Podría volver a tenerlo
Ya tiene ejército
NS/NR
52,6
38,3
1,6
7,6
65,4
26,8
1,3
6,5
12,8
-11,5
-0,3
-1,1
1 - Diferencia de undécimos menos sétimos
Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08)
59
que puede dejar de serlo es menor (28,9%). El
pesimismo sobre el futuro, más extendido entre
la población estudiantil que entre los adultos,
lleva a pensar en varias posibilidades. Una es
que para la población colegial no pasan
inadvertidos los múltiples problemas que sufre
el país actualmente. La desigualdad, la inseguridad, las drogas, la corrupción y muchos otros
problemas sociales, quizás funcionan como una
barrera emocional que les impide visualizar una
democracia estable y consolidada en el futuro.
Aunque desde luego estos problemas también
son evidentes para la población adulta, la juventud apenas empieza a experimentarlos. Además, cabe pensar que la población adulta está
en mejor posición para valorar los beneficios
que supone vivir en democracia.
Por otra parte, las expectativas sobre el desarrollo ofrecen diferencias marcadas entre sétimos y undécimos. Mientras el 55,5% de
quienes cursan sétimo año espera que el país
sea desarrollado, solo el 33,0% de quienes lo
hacen en undécimo opina igual; inversamente,
en undécimo son más quienes piensan que el
país seguirá subdesarrollado (54,0% y 27,9%
en sétimos). En resumen, quienes tienen más
edad son más pesimistas sobre el desarrollo futuro del país. A este respecto, quienes cursan
sétimo año opinaron de forma más parecida a
la población adulta.
El otro aspecto indagado es el ejército. La
abolición del ejército en Costa Rica en 1948 se
ha perfilado con los años como una característica que enorgullece a la población costarricense, y se considera que una eventual presencia
futura de esa institución sería un retroceso para
la convivencia democrática del país. Así lo
visualiza el 52,6% en sétimo año y el 65,4% en
undécimo, quienes opinan que en el futuro el
país seguirá sin ejército. Un aspecto de interés
sobre este resultado es que en la población adulta esta postura es aún mayor (78,4% consideró
que el país seguirá sin ejército).
Estos resultados muestran una juventud colegial con cuestionamientos importantes sobre
la sostenibilidad de la democracia en el país,
opiniones divididas sobre el grado de desarrollo que tendrá Costa Rica en el futuro y la esperanza siempre viva de que el país continuará
sin ejército. Una visión positiva sobre estos re-
60
sultados llevaría a pensar que conforme los y
las estudiantes crezcan aumentará su conciencia de las bondades de la democracia, el desarrollo y la ausencia del militarismo. No obstante,
los resultados podrían tornarse negativos si la
incertidumbre que embarga al estudiantado no
es adecuadamente canalizada en el futuro por
las instituciones del sistema político.
Interés por la participación en
decisiones políticas
La institucionalidad democrática se fortalece con la participación ciudadana. Para analizar este aspecto, la participación fue entendida
de dos formas: la electoral, que constituye un
ejercicio de los derechos políticos, y la incidente, que nace del activismo que busca hacer valer los intereses ante el Estado. Esta última
categoría incluye el ejercicio de mecanismos
legalmente establecidos como el referéndum,
aunque también toma en cuenta los informales, como la movilización a favor de diferentes
causas.
Ambas formas de participación son importantes para la convivencia, pues mediante las
instituciones respectivas el poder popular emite decisiones determinantes para la vida en sociedad y reduce las posibles arbitrariedades en
el ejercicio de la autoridad pública, aportando
soluciones que protegen los valores de equidad
y justicia.
Desde la perspectiva de la convivencia, el
ejercicio del voto es uno de los derechos políticos que en el futuro utilizarán quienes cursan
la secundaria. Por esta razón, se preguntó a los
y las colegiales cuánta importancia tendrá en el
futuro votar en las elecciones nacionales y en
las de alcaldes y alcaldesas. Los resultados que
engloban las respuestas «importante» y «sumamente importante» revelan que el 47,2% y el
57,3% en sétimo año y en undécimo, respectivamente, valoran positivamente la participación
electoral cuando se refiere a las elecciones nacionales (Gráfico 17). En menor magnitud lo
hacen cuando se refiere a la elección de alcaldes y alcaldesas (33,4% y 36,8% en sétimos y
undécimos, respectivamente).
Este primer resultado puede considerarse
más bajo a lo esperado, pues la tradición electoral que históricamente ha caracterizado al país
destaca y respeta la elección popular de los dirigentes nacionales. Es necesario mencionar que
en undécimo año le otorgan más importancia
al ejercicio del voto, principalmente cuando se
refiere a las elecciones nacionales. Esto lleva a
pensar que, probablemente, conforme los y las
jóvenes crezcan comprenderán la importancia
de ejercer los derechos políticos y prestarán
mayor interés a este tipo de participación. No
obstante, es claro que la importancia expresada por los y las estudiantes también constituye
un reflejo del incremento del abstencionismo
que durante los últimos años ha registrado el
país en las elecciones nacionales, que para el
año 2006 alcanzó una cifra récord de 35%.
También resulta oportuno preguntarnos por
las razones de la juventud colegial al responder
si el voto es importante o no lo es. Aunque la
encuesta no recogió información sobre esta temática, se sabe que quienes le asignan poca o
ninguna importancia al voto, aducen básicamente dos motivos (Gómez y Madrigal, 2003).
El primero es que manifiestan una visión negativa de la eficacia del voto, expresada en la opinión de que votar no cambia nada (32,4% y
30,4%, en sétimo y undécimo año, respectivamente) y un desinterés por la política (13,8% y
23,4%, respectivamente). Ambas respuestas representan el 46% en sétimo año y 54% en un-
décimo. El segundo motivo es la desconfianza
hacia los políticos, críticas a su forma de manejar el gobierno y a su falta de honestidad, respuestas que representan el 53% en sétimo año
y 45% en undécimo. Por el contrario, quienes
conceden mucha importancia al voto lo justifican con dos razones. La primera es su condición de derecho básico, de deber cívico, la
responsabilidad de hacer uso de él y el hecho
de que al votar ejercen el derecho a elegir (66%
en sétimo y 42% en undécimo). La segunda razón es la oportunidad que brinda a la ciudadanía de participar en la democracia y de mejorar
el país (39% en sétimo y 42% en undécimo).
La única pregunta relacionada con la participación para la incidencia en las decisiones
del Estado fue la importancia otorgada a votar
en un referéndum como el realizado el 7 de
octubre del 2008, sobre el Tratado de Libre
Comercio con los Estados Unidos. Sobre esta
forma de participación, el 47,1% en sétimo año
y el 67,6% en undécimo lo visualizaron como
importante. El hecho de que la importancia otorgada en undécimo sea mayor (20 puntos más
que en sétimo), invita nuevamente a pensar que,
en el mejor de los casos, el interés puede crecer
con la edad. Además, debe tomarse en cuenta
que dicho referéndum se realizó durante el trabajo de campo de la encuesta a colegiales, por
lo que pudo haber acaparado su atención, principalmente entre quienes tienen más edad. Este
referéndum no solo fue el primero que se reali-
61
zó en el país, sino que ocupó la atención nacional por las muchas polémicas que desató
entre la población.
vidades también frecuentes son bailes (18%),
actividades musicales (14%) y grupos juveniles
(13%).
Un balance general de estas tres formas de
participación indica un modesto interés de la
población estudiantil por participar en las decisiones políticas del país. El efecto que tendrán
estas actitudes para la convivencia es relevante, pues de estarse erosionando el deseo de participar, esto podría traducirse en la formación
de personas más individualistas, en las que la
importancia de la colectividad empieza a perder sentido.
Como era de esperar, la participación del
estudiantado en grupos o actividades, dentro o
fuera de los establecimientos educativos, es amplia. Esto se considera positivo, pues este tipo
de participación en deportes, música, cultura y
religión, supone interacciones sociales que enriquecen la vida física, social, intelectual y emocional del estudiantado.
Participación estudiantil en
diversas actividades
En la encuesta también se consideró relevante analizar las formas de asociación que favorecen la convivencia. La participación en
grupos y actividades muestra que aproximadamente tres cuartas partes de la población estudiantil asiste a algún grupo o efectúa alguna
actividad dentro o fuera de su colegio (Cuadro
11 en la página siguiente).
Al hacer referencia a la participación en
grupos organizados dentro del colegio, los colegiales de sétimo año se perfilan como más
activos que los de undécimo (42,3 y 25,6%,
respectivamente). Tomando solamente en cuenta a quienes participan en grupos organizados
dentro de los colegios, lo hacen principalmente en los deportivos (59,2% en sétimos y 64,4%
en undécimos) y, en segundo lugar, en la banda
del centro educativo o bien tocando algún instrumento (38,5% en sétimos y 22,4% en undécimos). Los grupos artísticos y de baile también
son actividades mencionadas en magnitudes
que rondan el 10% de los y las estudiantes.
Aproximadamente la mitad de la población
en ambos niveles acostumbra participar en
actividades diversas dentro del colegio. Bailes,
festivales y ferias científicas son las actividades
que más comparten, en magnitudes superiores
al 30%. Fuera del colegio, las actividades son
diversas. Destacan nuevamente las de carácter
deportivo (promedio de 44%), pero también
existe una asistencia importante a iglesias,
grupos religiosos o pastorales (42%). Otras acti-
62
No obstante lo anterior, debe señalarse la
falta de participación en actividades que declaró
una cuarta parte de la población estudiantil.
Aunque muchas conjeturas pueden plantearse
al respecto, lo importante es que este grupo no
está respondiendo a las propuestas institucionales de participación, por lo que su interacción
queda limitada a las aulas, donde necesariamente tienen que permanecer con sus compañeros y compañeras durante las lecciones.
Obligaciones y cercanía con
el colegio
Un último atributo tomado en consideración dentro del ámbito de la institucionalidad
tiene que ver con el mismo colegio en el que
los y las estudiantes reciben lecciones. Por ello
se consideró necesario incluir las percepciones
respecto de las obligaciones dentro de los colegios. Se optó por indagar las percepciones del
cumplimiento de las normas por parte de sus
compañeros y compañeras. Analizando la magnitud de estudiantes que respondió «se cumplen
mucho», se obtienen varios resultados de interés (Gráfico 18). En primer lugar, es claro que
las percepciones hacia el tema del cumplimiento
son modestas. De sumarse las respuestas «mucho» y «algo», las magnitudes serían mayores.
No obstante, se supone que el cumplimiento
de las normas debe darse en magnitudes importantes para favorecer la convivencia dentro de
los colegios, por lo que se prefirió dejar las respuestas que revelan mucho respeto.
En segundo lugar, resulta claro que esta percepción de respeto es mayor entre estudiantes
de sétimo que de undécimo. En sétimo año,
específicamente, la percepción del respeto ha-
Cuadro 11
Participación de los y las estudiantes en diferentes ámbitos y actividades en las que
participa según nivel de estudios 1
Ambito de participación y actividades en las que participa
Sétimos Undécimos Diferencias
Participación en grupos organizados dentro del colegio
Deportivos (Football, Taekwondo, etc)
Banda (tocar instrumento)
Grupos artísticos / Drama / Actuación
Bailes (típicos, danza, coreografía)
Escolta / abanderados
Grupos musicales
Tribunal electoral / Asamblea de Representantes
Grupos de limpieza
Grupos de studio
Grupos de fiesta
42,3
59,2
38,5
12,1
9,1
8,3
3,9
2,1
1,2
0,7
0,7
25,6
64,4
22,4
14,4
12,0
6,6
7,4
1,8
0,6
2,4
0,2
-16,7
5,2
-16,1
2,3
2,9
-1,7
3,5
-0,3
-0,6
1,7
-0,5
Participación en actividades diversas dentro del colegio
Bailes / Bailes típicos
Festivales
Ferias científicas
Actividades deportivas
Actos cívicos
Banda / Escolta / Desfiles
Teatros / Mimos / Obras
Talent shows
Días familiars
Bingos / Recaudación de fondos
48,7
47,3
39,0
34,6
7,1
3,9
3,2
1,7
1,8
0,8
1,1
52,9
48,3
48,2
33,8
5,7
3,5
1,0
2,1
1,5
1,9
0,6
4,2
1,0
9,2
-0,8
-1,4
-0,4
-2,2
0,4
-0,3
1,1
-0,5
Participación en actividades fuera del colegio
Deportivos (ajedrez, tennis, football, etc)
Iglesia / Grupos religiosos / Pastorales
Baile / danza / coreografías / ballet
Música / banda / grupos musicales
Grupos juveniles / Sociedad de jóvenes
Teatro / Mimos
Grupos de juego (juegos de video)
Grupo de canto
Organización política
47,6
45,9
39,0
18,8
14,3
13,6
1,6
0,9
0,6
0,3
46,6
41,7
45,0
16,7
14,9
13,1
1,2
0,4
0,2
-1,0
-4,2
6,0
-2,1
0,6
-0,5
-0,4
-0,9
-0,2
-0,1
100
25,4
29,9
25,5
19,2
100
28,3
33,1
23,9
14,7
—
2,9
3,2
-1,6
-4,5
Número de ámbitos en los que participan
Total
0
1
2
3
1- Las actividades en las que participan no suman el 100% porque podían proporcionar hasta dos respuestas (respuesta
múltiple)
Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08)
63
cia los profesores como una obligación que se
cumple alcanza el 42,3% de los y las entrevistados. Según la percepción del estudiantado de
este nivel, el cumplimiento de las obligaciones
académicas, como estudiar para los exámenes
(31,8% respondió que se cumple mucho) y hacer las tareas (26,6%), se cumple en magnitudes
menores. Además, existe la percepción de que
algunos problemas dentro de los colegios son
poco denunciados, puesto que alrededor de un
tercio respondió que se cumple la denuncia sobre la tenencia de armas, la venta y el consumo
de drogas.
Aspectos relacionados con la conducta son
los que se perciben como menos respetados por
los y las estudiantes de sétimo. Entre estos se
incluyen mantener una buena conducta
(28,2%), denunciar daños contra el colegio
(26,1%), respetar a los compañeros y compañeras (23,0%), y contribuir a mantener limpio
el colegio (21,3%). En undécimo año, las respuestas sobre estos mismos temas varían entre
8 y 22%, por lo que evidentemente las percepciones sobre el cumplimiento de normas y obligaciones son bastante menores.
Sobre este asunto del respeto a las normas
y obligaciones, particularmente cuando se trata
del respeto hacia el cuerpo docente, el estudiantado percibe contradicciones importantes entre
64
las reglas y las prácticas. De una u otra manera,
lo que están diciendo es que quienes educan
proporcionan ejemplos contradictorios con algunas reglas impuestas: que ni pelo largo, ni
aretes, ni traer uñas pintadas, ni piercing. Pero
por otra parte mencionan: Aquí hay profesores
con el pelo largo. La directora puede ser muy
directora, pero anda toda pintada. Hay profesores que ponen apodos. Vea al Ministro, tiene
el pelo largo.
Otro aspecto relacionado con el respeto a
los profesores surge cuando en los grupos focales
se mencionó que hay docentes con marcadas
preferencias por los y las de undécimo: Si son
de cuarto o quinto los dejan venir en jeans y no
les hacen boletas. Yo tengo un amigo que anda
con «dreds» y no le dicen nada, pues está en
quinto. No obstante, también se dice que quienes cursan undécimo en ocasiones intimidan o
ignoran a algunos docentes: Los quintos no se
dejan de los profesores, entonces se meten con
nosotros. O los mismos estudiantes de undécimo cuando dicen: «Los profesores se cansan de
decirle a uno, pero no les hacemos caso».
El tema del respeto al cuerpo docente y el
cumplimiento de las normas también se pone
de manifiesto en las injusticias que describen a
su alrededor. Esto se presenta particularmente
en undécimo año, en expresiones como: Hay
profesores muy ratas, porque hay gente que no
se esfuerza por pasar y siempre pasan. ...Yo tengo una compañera que se lleva de lo más bien
con el profe y siempre pasa, le pasa diciendo
que vaya a la soda y le traiga cosas, al viejo
verde ese. ...Si Usted tiene un profesor que le
cae bien tiene todas las de ganar y si lo tiene
entre ojos tiene todas las de perder. La vez pasada dieron puntos a los que compraron entradas para el baile.
Estos resultados indican que el estudiantado percibe dentro de los colegios un ambiente
en el que las obligaciones académicas,
conductuales y de denuncia contra armas y drogas son poco valoradas. Aunque no debe dejarse de lado que la juventud colegial atraviesa
una etapa de su vida en la que la experimentación y la actividad que desarrollan están llenas
de energía, en donde la búsqueda es importante, los resultados constituyen una llamada de
atención sobre el entorno en el que tienen lugar las relaciones sociales dentro de los colegios.
Debido a lo anterior, también se consideró
importante investigar sobre la satisfacción que
sienten con su colegio. Se pretendía determinar
si los y las estudiantes experimentan satisfac-
ción y cercanía con su centro educativo. Desde
el punto de vista de la convivencia esto es deseable, porque el colegio se convierte así en un
espacio apreciado, valorado y respetado por
quienes asisten a él.
Para indagar sobre este tema se pidió a los
y las estudiantes que calificaran diferentes aspectos relacionados con profesores, programas
y actividades, e infraestructura de los colegios.
De los resultados obtenidos se observa, en primer lugar, que las magnitudes que califican
como bueno y muy bueno los diferentes factores considerados son relativamente altas, al
menos mayores a la percepción que expresaron sobre el ambiente de respeto a las normas y
obligaciones (Gráfico 19). En segundo lugar,
nuevamente, en sétimo año se califican más favorablemente los diversos aspectos relacionados con la institución.
En ambos niveles de estudio la calificación
que brindaron los estudiantes al interés que despiertan sus profesores es la más alta obtenida
entre todos los elementos considerados (67,8%
en sétimos y 54,3% en undécimos). Este resultado es relevante, pues los y las estudiantes expresan aquí un grado de satisfacción importante
con la instrucción que imparte el cuerpo do-
65
cente. El factor que recibió las calificaciones más
bajas fue el estado de las sillas y pupitres, es
decir, del mobiliario utilizado (aproximadamente 27% en ambos niveles).
Entre los dos extremos anteriores existen
opiniones diversas. Para quienes cursan sétimo
año, las magnitudes que califican favorablemente la limpieza del colegio, los programas culturales, los lugares y actividades para recreación,
la tecnología con que cuenta el colegio y el estado de la infraestructura, rondan entre 45 y
57%, por lo que puede considerarse que los
califican medianamente bien. Estos mismos factores son calificados de manera menos positiva
por quienes cursan undécimo año (las magnitudes rondan entre 24 y 41%).
El que se valore relativamente bien el interés que despierta el cuerpo docente constituye
un factor del proceso de aprendizaje importante para cultivar y desarrollar las capacidades de
los y las estudiantes en un ambiente de satisfacción. Es claro que sobre este tema, y casi todos
los demás, quienes están en undécimo año son
más críticos, particularmente cuando se hace
referencia a los programas culturales, lugares y
actividades de recreación. Probablemente, ello
se debe a que los colegios ya no brindan en sus
espacios la satisfacción que experimentan quienes tienen menos edad y sean otros lugares fuera de los colegios los más atractivos.
En síntesis
Una visión general de esta parte permite
afirmar que la adhesión al sistema político y la
preferencia por la democracia ofrecen resulta-
66
dos positivos. No obstante, a pesar de mantenerse vivas las expectativas por continuar siendo un país sin ejército, se cuestiona el futuro de
la democracia y existen opiniones divididas sobre el grado de desarrollo que tendrá el país en
el futuro. Se percibe, en este sentido, un grado
de incertidumbre importante. Sumado a ello, el
interés por participar en las decisiones políticas
del país es modesto, lo que anticipa un escenario de ciudadanos medianamente comprometidos con la participación en los procesos de
decisión. En cuanto a la participación en grupos y actividades, dentro o fuera de los colegios, una magnitud importante de estudiantes
las realiza (tres cuartas partes). En este sentido,
los colegios están canalizando adecuadamente
la participación estudiantil. Pese a este alto nivel de participación en actividades diversas, se
percibe dentro de sus colegios un ambiente en
el que las obligaciones académicas,
conductuales y de denuncia contra armas y drogas son poco valoradas y, a pesar de calificar
de diferentes maneras los servicios e infraestructura de los colegios, el elemento mejor valorado fue el interés que despiertan las y los
docentes, lo que constituye un factor positivo
para que el proceso de aprendizaje sea satisfactorio.
El elevado nivel de participación del estudiantado en diferentes grupos o actividades, así
como las diferentes calificaciones que brindaron a los servicios e infraestructura con que
cuenta el colegio, invitan a pensar hasta qué
punto se sienten parte de su colegio. Es claro
que dicha pregunta puede trascender los colegios y conduce a preguntarnos por aquellas instancias e instituciones de las que el estudiantado
se siente partícipe. Este tema se aborda en la
siguiente sección.
IX. AFILIACIÓN
El término «afiliación» remite a los vínculos que se desarrollan entre personas y colectividades. Dos características importantes de
conocer desde esta perspectiva son el sentido
de pertenencia y el sentido de protección. Examinemos el primero.
Sentido de pertenencia
El sentido de pertenencia refiere al grado
de adhesión que experimenta el estudiantado
entre sí, a otro u otros grupos o una colectividad. Para indagar sobre el tema, en el cuestionario se preguntó: «A veces las personas se
sienten parte de algo o no se sienten parte de
algo. Por ejemplo, una persona puede sentirse
parte de un grupo de amigos(as) o puede no
sentirse parte de ese grupo. De esto tratan las
siguientes preguntas. Hasta qué punto Usted se
siente parte de…» y se mencionaron diversos
grupos o colectividades, desde algunos muy
concretos y específicos, como el hogar, hasta
otros más difusos, como la sociedad costarricense.
Los resultados obtenidos son diversos. Tanto en sétimos como en undécimos, el sentido de
pertenencia más fuerte lo manifestaron hacia el
hogar (magnitudes superiores a 80%) y hacia la
familia en general (77,0% y 64,4%, respectivamente) (Gráfico 20). Este resultado es similar al
obtenido entre la población adulta. En el extremo opuesto se encuentran las comunidades
virtuales como «Hi5», «Myspace» y «Facebook»,
entre otras, de las que el 29,1% en sétimo año y
el 18,0% en undécimo manifestaron sentirse parte. Obsérvese que, nuevamente, con algunas
excepciones, quienes cursan sétimo año manifiestan mayor sentido de pertenencia.
Los resultados incluyen varios aspectos que
resulta oportuno comentar. Uno es el sentimiento de pertenencia a la sociedad costarricense:
el 46,8% en sétimo año y el 55,1% en undécimo se sienten parte de ella. Que cerca de la
mitad de los y las estudiantes no se identifique
plenamente con la sociedad costarricense significa que visua-lizan o sienten fracturas en su
relación con la sociedad, lo que puede
traducirse en una menor disposición a colaborar por el bien común. En la población adulta
esta magnitud fue del 62,3%, lo cual podría reflejar que dicho sentimiento se incrementa con
la edad.
Por otro lado, llama la atención también el
sentido de pertenencia a grupos de amigos y
67
amigas, dentro y fuera del colegio, pues -en promedio- poco menos de la mitad declaró sentirse
parte de estos grupos, cifra menor a la obtenida
entre la población adulta (64,4%). Esto significa
que aproximadamente la mitad no se identifica
plenamente con sus grupos de amigos y amigas.
Algo similar ocurre con el colegio, pues menos
de la mitad manifestó un alto sentido de pertenencia hacia su centro educativo.
Sobre la falta de sentido de pertenencia
hacia el colegio, de las sesiones grupales se desprende que existen quienes no se sienten tomados en cuenta: En el cole nos ignoran, hay que
traer a Repretel para que nos hagan caso. Otros
son más claros cuando afirman: En este colegio
se puede hablar todo lo que quiera, pero uno
no tiene elección, es demasiado injusto, o cuando relatan que: El problema de voz y voto no es
tanto de los compañeros, sino de la institución,
pues hay demasiadas cosas que no me parecen
y siempre dicen ¡no, así son las reglas! Una estudiante comentó: Si Usted tiene un problema
lo sacan a hablar y a quejarse, pero no cambia
nada, se pierde el tiempo porque no cambia
nada. Si van a abrirse espacios para eso que
sean bien utilizados.
68
Un aspecto que probablemente influye en
la baja identificación con los colegios es la escasa participación que dicen tener los y las estudiantes en la toma de decisiones. Una estudiante
comentó: Yo hice una carta contra la fiebre
porcina, el Guía me ayudó, pero el Director nunca puso toallas ni jabón en los baños. Otro estudiante mencionó: Yo he querido hacer campañas
de reciclaje, ya hay apoyo de la Kimberly Clark,
pero el cole dice que es muy difícil y que no hay
plata, siempre dice sí un día y al otro nada.
Un comentario adicional merece el resultado sobre las comunidades virtuales, pues estas
son las instancias que menos sentido de adhesión despiertan, lo que se explica, al menos en
parte, porque la estimación incluye a estudiantes que usan y no usan internet. Una tabulación
adicional que considera únicamente a estudiantes que usan la Internet indica que el 36,4% en
sétimo año y el 22,9% en undécimo experimentan un fuerte sentido de pertenencia a alguna
comunidad virtual. Dado que el estudio de
PROSIC señala que solamente la mitad de estudiantes utilizan los «chat» (Cuevas y Alvarez,
2009; p. 139), el resultado de identificación cae
dentro de los límites esperados.
Sentido de protección
El sentido de protección revela el apoyo que
siente el estudiantado de los grupos o colectividades con los que se relaciona. Concretamente,
el sentido de protección se refiere a la seguridad
que tienen los y las estudiantes de que contarán
con apoyo si se encuentran en una situación de
amenaza. Ante tales circunstancias, es importante que confíen en las redes de apoyo y en los
mecanismos institucionales de protección, se
debe tener en cuenta que se trata de una valoración subjetiva de lo que puede suceder.
Para indagar sobre el tema se preguntó: «Suponiendo que Usted tuviera algún problema
¿cuánto apoyo piensa que podría recibir de...?».
Los resultados muestran relación con el sentido
de pertenencia, pues perciben apoyo cuando
se trata del entorno familiar. No obstante, dentro del entorno familiar, el apoyo lo perciben,
principalmente, de la madre (85% y más dicen
que tendría mucho apoyo) (Gráfico 21).
Por parte del padre declaran que recibirían
apoyo en menor grado que la mamá, aunque
fue mayor en sétimos que en undécimos (73,6
y 59,9%, respectivamente). Igual sucede con los
hermanos o hermanas (69,7% y 62,3%, respectivamente) y, en menor cuantía, con otros familiares (58,4% y 40,1%).
El que la persona de la que más apoyo esperan sea la madre, particularmente cuando se
compara con el papá, es una consecuencia de
muchas y complejas situaciones que experimentan los y las jóvenes estudiantes. Las madres son
quienes en general, más se ocupan de la crianza y educación de los hijos e hijas y también es
con ellas con quienes más interactúan, lo cual
puede atribuir a desarrollar más el sentimiento
de apoyo. Además, recuérdese que una cuarta
parte de los y las jóvenes entrevistados no conviven con sus padres, lo que refuerza la figura
de la madre como principal fuente del apoyo
que pueden esperar los y las estudiantes en caso
de problemas.
Con respecto a los amigos y amigas dentro
y fuera del colegio, 40% en promedio espera
mucho apoyo de ellos en caso de tener problemas.
Con sus docentes, el sentido de protección
es menor, principalmente en undécimo año
69
(20,3%). Llama la atención que el interés que
despierta el profesorado durante las lecciones
no se traduzca en un sentimiento de confianza,
en el sentido de que puedan esperar protección
cuando la necesiten. Esto muestra que el interés que despiertan sus profesores es más académico que vivencial. Algunas frases expresadas
en las sesiones grupales lo confirman: A veces
salen ciertos profesores que se toman las cosas
muy personales, de que digamos a un profesor
le cae mal un alumno y le baja puntos, o sea
¡cero que ver!, o esta otra: Lo que pasa es que
aquí los profesores se juntan en puñitos y si uno
tiene problemas con uno, ya tiene problemas
con los otros. ...Yo digo que el profesor tiene
que trabajar a favor del alumno, pero muchas
veces se da que si le cayó mal desde el principio entonces se encarga de dejarlo y por más
inteligente que sea le baja puntos ¡porque es un
vago!
Si del profesorado no se espera apoyo, aún
menos de los vecinos y vecinas de las comunidades (22,9% y 9,7% en sétimo y undécimo,
respectivamente). Es decir, la juventud colegial
no visualiza en su vecindad redes de apoyo importantes en caso de problemas.
Las dos figuras de las que menos apoyo se
espera en caso de problemas son la sociedad
(17,1% y 5,0% en sétimos y undécimos, respectivamente) y el gobierno (11,2% y 1,8% en
sétimos y undécimos respectivamente). Esta
70
situación llama poderosamente la atención y revela que la imagen de la sociedad y del gobierno generan un sentimiento de confianza y
protección entre el estudiantado.
Es justo mencionar que las preguntas sobre
el sentido de protección no toman en cuenta el
problema o los problemas concretos en que los
y las estudiantes pensaban cuando se formularon
las preguntas. Pese a ello, la lejanía que sienten
con ambos es clara.
En síntesis
Los resultados sobre la afiliación muestran
un panorama en donde el sentido de pertenencia y de protección se deposita en la familia,
más en la madre que en el padre. Aunque los y
las estudiantes reconocen hacia sus círculos de
amigos y amigas un modesto sentimiento de
afiliación, no lo experimentan en la magnitud
que se esperaría. Llama la atención que, aunque se identifican medianamente con la sociedad costarricense como grupo de pertenencia,
no esperarán mucho de ella en caso de problemas y, menos aún, del gobierno. El impacto de
estos resultados para la convivencia no es menor, pues lo deseable es que el estudiantado, y
la población en general, se sienta partícipe de
la sociedad, sin menoscabo de su adhesión a
grupos más específicos.
X. ENTORNOS SEGUROS
Esta última sección aborda el tema de la
seguridad en el entorno colegial, es decir, el
ambiente estudiantil: lo que rodea a los y las
estudiantes y las circunstancias en las cuales
establecen sus relaciones sociales. En este caso,
la indagación se enfocó en la seguridad que
experimenta el estudiantado dentro del colegio,
así como en la presencia de armas y de drogas
lícitas e ilícitas.
nos lleva a concebir el entorno como causa y
efecto de la calidad de la convivencia, pues proporciona elementos que retroalimentan y transforman la convivencia de acuerdo con las
particularidades que se presentan.
Dichos fenómenos no pueden pasar desapercibido en un estudio sobre la convivencia
entre colegiales, pues su presencia tiene efectos
importantes en la educación, en la salud y, en
general, en la calidad de vida de los y las
estudiantes.
El Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005: Venciendo el temor. (In)seguridad ciudadana y desarrollo humano en Costa Rica
(INDH-2005) adoptó una definición sobre la
seguridad ciudadana. Ahora, tratándose de estudiantes de colegio, se adopta la misma definición ubicándola en el entorno colegial. Así
pues, se concibe la seguridad estudiantil como
la condición personal, subjetiva y objetiva, de
encontrarse libre de violencia, amenaza de violencia o despojo intencional por parte de otros
en los centros educativos. Aquí la violencia
denota el uso o amenaza de uso de la fuerza
física o psicológica por parte de quienes los rodean en los colegios con el fin de causar daño
o doblegar la voluntad, y el despojo remite al
acto de privar ilegítimamente de sus pertenencias a los y las estudiantes.
Conceptualmente hablando, el entorno no
constituye un atributo más de la convivencia,
más bien puede considerarse un factor asociado a ella, pues puede modificar la sociabilidad,
el reconocimiento de la diversidad, la institucionalidad y la afiliación. Sin embargo, hay que
tomar en cuenta que también podría tratarse
como parte del impacto que produce la convivencia, pues es claro que las formas como se
desarrollan las dinámicas sociales tienen un
impacto sobre el entorno en que ocurren. Esto
La seguridad estudiantil
71
Aunque se sabe que
las percepciones de
inseguridad pueden
tener múltiples
consecuencias, se
preguntó directamente por las posibilidades de abandonar los
estudios por motivo
de la violencia. Sobre
este tema, el 17,3%
en sétimo año y el
6,3% en undécimo
respondieron que esa
posibilidad es alta o
muy alta.
Desde esta perspectiva pueden investigarse
dos vertientes de la seguridad estudiantil. Una
es la percepción, o el componente subjetivo de
la seguridad, y la otra es la victimización, es
decir, el componente objetivo. Para el componente subjetivo se decidió medir y analizar la
percepción de inseguridad, interpretada como
el riesgo atribuido a la ocurrencia de hechos
violentos y de despojo. Para la dimensión objetiva se midió la victimización, entendida como
el acontecimiento real de esos hechos dentro
de los colegios. Se considera que medir la percepción es tan importante como los hechos reales, dado que la amenaza percibida, aún sin un
fundamento objetivo, puede generar alteraciones visibles, frecuentemente negativas, en el
comportamiento individual y social de quienes
estudian en los colegios.
La percepción de inseguridad que registra
el estudiantado dentro de los colegios fue indagada mediante varias preguntas. Para ello, la
introducción planteada fue la siguiente: «Ahora quisiera conocer sobre la seguridad que siente
en su colegio. Dentro del colegio ¿cuál es la
posibilidad de...» y se preguntaron cuatro aspectos básicos sobre el despojo de pertenencias, ataques físicos, agresión emocional y
sexual. Una última pregunta, consecuencia de
las anteriores, indagó por las posibilidades de
abandonar el colegio por motivos de violencia.
72
Los resultados muestran que sufrir daños,
robos o vandalismo contra los objetos o pertenencias es lo que más se teme dentro del colegio
(Gráfico 22). Aproximadamente el 36% en ambos niveles de estudio manifestó que esa posibilidad es alta o muy alta. Las posibilidades de sufrir
una agresión emocional también fueron consideradas de esta forma por poco más de una cuarta
parte en ambos niveles de estudio (27%). El temor de sufrir agresiones físicas, siendo golpeado
o atacado violentamente, se presenta con una
intensidad menor y crece entre estudiantes de
sétimo, pues mientras el 23,8% de quienes tienen menos edad dice que esa posibilidad es alta
o muy alta, el 16,3% con más edad lo considera
así. Las posibilidades de sufrir una agresión sexual
son el menor de los temores y se presentan en el
10,8% de quienes cursan sétimo y el 6,1% de
quienes lo hacen en undécimo, magnitudes que
sin embargo no son despreciables.
Aunque se sabe que las percepciones de
inseguridad pueden tener múltiples consecuencias, se preguntó directamente por las posibilidades de abandonar los estudios por motivo de
la violencia. Sobre este tema, el 17,3% en sétimo año y el 6,3% en undécimo respondieron
que esa posibilidad es alta o muy alta.
Tabulaciones adicionales mostraron que esta
apreciación es igualmente válida para hombres
y mujeres en ambos niveles.
Obsérvese que los temores experimentados
por la población estudiantil de los colegios no
alcanzan niveles que puedan considerarse alarmantes, aunque este debería ser un espacio donde las personas se sientan enteramente libres de
temor. En la Encuesta de Seguridad Ciudadana
realizada por el PNUD en 2006 (ENSCR-06, Madrigal, 2007) entre personas de 18 a 69 años, el
39,7% consideró «altas» las posibilidades de que
se produzcan robos en su casa, pero al tomar en
cuenta otras situaciones como el robo de vehículo o ser asaltado en la calle, las magnitudes
fueron mayores (47,6 y 60,0%, respectivamente). Es decir, aunque el temor de sufrir daños,
robos o vandalismo está presente en los colegios del país, no es tan alto como el temor que
experimenta la población adulta. Algo similar
ocurre cuando se considera la integridad física,
pues en la ENSCR-06 el temor a ser golpeado
violentamente fuera de la casa fue una posibilidad considerada alta o muy alta por el 46,1%
de los adultos, en tanto en estudiantes de sétimo
año alcanzó como máximo 23,8%. El temor a la
agresión emocional y sexual presenta magnitudes similares en ambas encuestas.
En resumen, el estudiantado experimenta
cierto grado de temor en los colegios, principalmente por el robo de sus pertenencias, aunque la sensación es mayor en personas adultas.
El resultado alarmante es que 17,3% de los y
las estudiantes de sétimo y el 6,3% de aquellos
de undécimo, digan estar considerando abandonar el colegio por motivos de violencia.
Para indagar sobre la victimización, se tomaron en cuenta los mismos elementos considerados en la percepción, y se preguntó por lo
sucedido dentro del colegio durante el presente año. Los resultados muestran que el 38,7%
en sétimo año y el 26,5% en undécimo fue
victimizado de alguna manera (Gráfico 23).
El tipo de victimización que más padecen
quienes estudian es el robo o daño de sus cosas
personales, pues así le sucedió al 28,2% en sétimo año y al 14,7% en undécimo. En segundo
lugar está la agresión emocional, la cual fue
padecida, aproximadamente, por el 16% en
ambos niveles de estudio. Las agresiones físicas
como ser golpeado o atacado violentamente,
se presentaron en magnitudes menores (6,6% y
2,3%, en sétimo y undécimos, respectivamente), y las agresiones sexuales o intentos de este
tipo de agresión no son comunes, aunque existen, pues así lo manifestó el 3,2% en sétimo año
y el 1,9% en undécimo. Información adicional
mostró que entre estudiantes de sétimo año el
robo o daño de las pertenencias personales, así
como las agresiones físicas, son más comunes
en hombres que en mujeres, por diferencias
cercanas a cinco puntos.
73
A diferencia de la población adulta del país,
entre quienes las percepciones de inseguridad
son mayores a los índices de victimización, en
el estudiantado de los colegios ambos aspectos
tienden a acercarse. Además, debe mencionarse que la victimización experimentada en los
colegios no es despreciable y que, en promedio, es bastante similar a la obtenida en la población nacional. En 2008 el INEC con el apoyo
del PNUD analizó en la Encuesta de Hogares
de Propósitos Múltiples un módulo sobre victimización. Aunque la información no es estrictamente comparable, pues el módulo del INEC
contempló más situaciones de victimización relacionadas con el patrimonio, el resultado general indica que durante los doce últimos meses
el 28% de los hogares del país había sido
victimizado. Esto revela que los problemas de
inseguridad que viven las personas adultas en
su diario vivir también son padecidos por los y
las estudiantes en sus colegios. Los resultados
de la próxima sección contribuyen a confirmar
la anterior aseveración.
74
Drogas y armas en los colegios
Un componente que complementa la información sobre la seguridad estudiantil es la presencia de drogas y armas en los colegios. El
consumo o venta de drogas lícitas -como el tabaco y el licor- o ilícitas -como la marihuana y
la cocaína, entre otras-, fomenta la creación de
ambientes menos seguros en los colegios. Tomando como base las respuestas de quienes cursan undécimo año, se encontró que en el
transcurso del año el 67,6% había visto estudiantes fumando dentro del colegio o en sus alrededores, el 66,3% los había visto ingiriendo
licor y el 35,9% consumiendo algún tipo de
droga (Gráfico 24). También, el 26,0% vio alguna persona que, sin ser estudiante, vendía
drogas dentro del colegio o en sus alrededores.
Además, el 14,6% declaró haber visto estudiantes haciendo lo mismo. Por otra parte, en los
colegios las armas no son extrañas, pues así lo
afirmó el 16,2%.
Estas magnitudes son menores en estudiantes de sétimo año, particularmente las primeras
cuatro situaciones descritas. Además, información adicional señala que estos comportamientos son más visualizados por los varones de
undécimo que por las mujeres del mismo nivel.
Las sesiones grupales confirman todo lo arriba dicho. En ellas, un estudiante mencionó que:
en los baños del colegio hay personas fumando
marihuana y ahí están mis primos. Otra estudiante afirmó: a veces las personas se prostituyen y los profesores no se dan cuenta. Otros
cuentan sus propias aventuras cuando narran
que: A veces, en vacaciones, decimos que vamos para el cole y en realidad nos vamos para
un puesto (puesto significa recolecta de dinero
para comprar licor y drogas). Algunos estudiantes lo justifican de la siguiente manera: A veces,
a algunos papás no les importa lo que uno haga.
...A veces los papás dan mal ejemplo. ...A veces
uno actúa de esa manera porque en la casa le
enseñan eso. Sin embargo, también manifestaron: Yo digo que el padre tiene que tener comunicación con sus hijos, ya que si no pone
comunicación los perjudicados son los hijos.
Estos resultados ponen en evidencia una
realidad sobre la seguridad del entorno en el
que se desarrolla la convivencia dentro de los
colegios. Sin embargo, es justo mencionar que
este informe no es el único en la materia. El
mismo MEP, a través del estudio de Casos de
Violencia en los Centros Educativos 2008 (MEP,
2008) indica, por ejemplo, que en el 2008 se
encontraron 65 estudiantes con armas de fuego
y 980 estudiantes con arma blanca.
Con respecto al consumo de drogas, lícitas
o ilícitas, el Instituto de Farmacodependencia
(IAFA) es pionero en el tema. Sirviéndose de
diversas encuestas dirigidas a estudiantes de
colegio, ofrece un panorama más completo sobre el particular. Cuando se observan los resultados de la última encuesta realizada en el 2009
(Cuadro 12), se entiende por qué una magnitud
importante ha visto estudiantes fumando, tomando y, en menor escala, consumiendo drogas.
De acuerdo con la encuesta del IAFA en
undécimo año el 80% de hombres y mujeres
ha consumido bebidas alcohólicas alguna vez,
el 45,5% de los hombres y el 39,3% de las
Cuadro 12
Prevalencia del consumo de drogas lícitas e ilícitas en Costa Rica, 2009
(datos en porcentajes)
Prevalencia
Fumado
Bebidas
Consumo de
Consumo
tabaco
alcohólicas
marihuana
de cocaína
Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Ha consumido alguna vez
Sétimo
Undécimo
21,7
45,5
15,5
39,3
34,8
80,5
32,2
79,3
6,2
18,5
3,7
10,6
2,4
3,2
1,3
1,3
Consumo durante los
últimos 12 meses
Sétimo
Undécimo
8,4
25,6
6,8
17,9
16,2
66,6
17,9
62,5
3,9
12,8
3,3
6,1
0,9
1,8
0,6
0,8
Consumo durante los
últimos 30 días
Sétimo
Undécimo
6,0
14,5
5,3
11,6
7,2
46,2
11,1
38,9
3,1
5,3
2,5
3,2
0,7
0,5
0,6
Fuente: Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia. Encuesta sobre Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria.
Segunda Encuesta Nacional. Costa Rica, 2009. Datos preliminares.
75
mujeres han fumado y el 18,5% de los varones
y el 10,6% de las mujeres han consumido marihuana. El consumo de cocaína (alguna vez) es
de 3,23% y 1,33%, para hombres y mujeres,
respectivamente.
Los datos de consumo durante los últimos
doce meses evidencian que la ingesta de bebidas alcohólicas es importante (64% en promedio de hombres y mujeres), le sigue el fumado
(22% en promedio de hombres y mujeres), el
consumo de marihuana (aproximadamente 9%
en hombres y mujeres) y el de cocaína (alrededor del 1%). El consumo durante los últimos 30
días, o lo que se conoce como consumo activo,
también arroja cifras importantes. Como puede
observarse, con excepción de las bebidas alcohólicas, los varones generalmente superan a las
mujeres en el consumo. Cabe mencionar que
los datos proporcionados por el IAFA no se refieren al consumo de estas sustancias dentro de
los colegios. Sin embargo, tal y como fue de-
76
mostrado anteriormente, el consumo se da tanto fuera como dentro de la institución.
En síntesis
En resumen, los resultados de la encuesta
revelan que algunos estudiantes han experimentado problemas en los colegios relacionados a
la violencia y la inseguridad. Se percibe además la presencia de armas, de drogas y el consumo de sustancias lícitas e ilícitas, que pueden
ser perjudiciales para el desarrollo integral de
las personas. Desde la perspectiva de la convivencia y del desarrollo humano, se debe fortalecer las redes de apoyo y proveer un entorno
seguro para que los y las estudiantes puedan
desarrollar sus capacidades sin la presencia de
obstáculos e inseguridades. Claro está que dicha meta trasciende a los colegios y es extensiva a cualquier ámbito.
XI. CONCLUSIONES
Para introducir las conclusiones sobre la
calidad de la convivencia en los colegios del
país, debe de tomarse en cuenta que el presente estudio se centró en las dinámicas sociales
que se desarrollan ahí, así como entre estudiantes y sus familias y comunidades, en un marco
en el que idealmente los y las estudiantes deberían realizarlas con confianza, cordialidad y cooperación, disfrutando de sus derechos y
oportunidades en igualdad de condiciones y sintiéndose parte de grupos y colectividades. La
premisa básica fue que las relaciones fructíferas potencian las capacidades y las oportunidades para alcanzar los propósitos fundamentales
que orientan el desarrollo humano. Esto significa, en otras palabras, que una convivencia positiva es necesaria para que los y las estudiantes
fortalezcan capacidades y destrezas para desarrollar y alcanzar sus proyectos de vida. Además, se consideró también que una sana
convivencia es indispensable para formarse
como personas, con hábitos que les permitan
llevar una vida plena consigo mismos y con los
demás.
Para diagnosticar la calidad de la convivencia entre colegiales fueron abordados cuatro
grandes temas o área de estudio: la sociabilidad (la forma en que se relacionan entre sí los y
las estudiantes), la diversidad (aceptación por
el estudiantado de la diversidad humana en algunas de sus expresiones), la institucionalidad
(afinidad hacia la organización y disposición a
participar en la vida democrática) y la afiliación
(vínculos que establecen con grupos y colectividades). De cada una de estas áreas de estudio
se consideraron diversos temas que proporcionaron el material básico para confeccionar un
cuestionario. Este instrumento fue aplicado a
una muestra aleatoria nacional de 1.022 estudiantes de sétimo y 885 de undécimo (1.907 en
total) a finales del 2008.
El balance de la situación que se describirá
seguidamente revela resultados mixtos. Se considera que, para que la convivencia favorezca
el desarrollo humano, deben cumplirse ciertos
requisitos en cada una de las áreas de estudio.
Bajo esta línea de pensamiento se ofrece un
77
balance de lo que se espera de la convivencia y
de los resultados encontrados.
Desde la perspectiva de la sociabilidad, se
espera que los y las estudiantes:
O
O
O
O
sientan confianza hacia quienes los rodean y
sientan la seguridad de que no les harán daño.
practiquen la civilidad con todas las personas, con quienes comparten en espacios públicos o tienen encuentros esporádicos.
expresen sus opiniones y escuchen a los demás, abriendo las puertas a una comunicación efectiva, que propicie la celebración de
acuerdos.
resuelvan disputas sin recurrir a la violencia
y empleando medios pacíficos.
Los resultados obtenidos muestran, en promedio, para ambos niveles de estudio solamente
el 27% considera que si la gente tuviera la oportunidad, trataría de ser justa con él o con ella.
Este sentimiento se extiende a todas las personas del entorno, exceptuando a la propia familia. Evidentemente el resultado muestra por la
incertidumbre y recelo de lo que puede esperarse de la personas, lesionan la capacidad de
establecer relaciones más cordiales y fructíferas para la convivencia. Por otro lado, la juventud colegial admite que en su mayoría recibe
del cuerpo docente un buen trato (casi 70% respondió así), pero afirma que el ofrecido por los
y las estudiantes al cuerpo docente no es igualmente correspondido (aproximadamente 50%),
y que existen síntomas de relaciones conflictivas entre ellos, principalmente en sétimo año
(57,6% respondió así en este nivel).
Sobre el tema de la civilidad se encontraron resultados variados, que dependieron de las
situaciones a las que se hizo referencia. Por
ejemplo, cuando se indagó sobre la posibilidad
de colarse en una fila, para conocer actitudes
hacia el respeto y la cortesía, se encontró que
en undécimo año están más dispuestos a hacerlo que en sétimo (51,5% y 39,6%, respectivamente), lo que refleja actitudes poco deseables
hacia la civilidad, particularmente entre quienes tienen más edad. No obstante, al indagar
actitudes hacia la honestidad, mediante la acción de permanecer en silencio si le cobran de
menos en una soda, tan solo una cuarta parte
se manifestó de acuerdo, resultado que refleja,
78
además, una situación particular de solidaridad
hacia las personas que realizan su trabajo diario en este tipo de establecimientos.
La comunicación y celebración de acuerdos entre estudiantes revela que la disposición
al diálogo entre pares es medianamente aceptable. Esto se afirma porque al preguntarse sobre las prácticas que observan entre sus
compañeros y compañeras en caso de conflicto, las respuestas que reflejan una comunicación efectiva oscilan entre 50 y 70%. Es
probable que estas magnitudes contribuyan a
explicar por qué aproximadamente la mitad reportó haber tenido al menos un problema durante el curso lectivo. Esta cifra es alta, pero
también debe tomarse en cuenta que cerca de
la mitad de quienes tuvieron conflictos recurrieron al diálogo como mecanismo de resolución
de las diferencias, y que la cifra de problemas
no resueltos es baja, aproximadamente del 8%.
De los diversos resultados obtenidos sobre el
tema de la conflictividad, sobresale lo que sucede en los hogares, donde las mujeres, en
ambos niveles de estudio, reportaron tener más
conflictos que los varones, especialmente las de
undécimo y, especialmente, con la madre. Es
probable que la explicación a este hecho esté
inmersa en los roles que desarrollan madres y
padres cuando tratan de regular el comportamiento que se espera de un hijo o de una hija.
Sin embargo, es importante reconocer que si hay
mayor conflictividad con las madres es también
porque con ellas es con quienes más interactúan
los y las jóvenes estudiantes. Además, pudo
constatarse que una cuarta parte de los hogares
tiene un padre ausente, lo que recarga las responsabilidades de cuido y estudio en las madres, y que son ellas las personas de quienes
más apoyo esperan en caso de problemas.
La segunda área de estudio abordada fue la
diversidad, cuyo término alude a la existencia
de la variedad, lo diferente o lo heterogéneo.
Desde la perspectiva de la investigación, el término adquiere una connotación especial, pues
trae a colación que las interacciones sociales
entre estudiantes se dan entre personas distintas, quienes representan múltiples identidades
o rasgos propios que los caracterizan frente a
los demás. Para el estudio de la diversidad se
tomó en cuenta un elemento básico desde la
perspectiva de una convivencia positiva en la
secundaria: el reconocimiento de la diversidad.
Este se concibe como la capacidad de los y las
estudiantes de reconocer que todas las personas deben tener los mismos derechos, y así promover una convivencia acorde con el desarrollo
humano. Por ello, en relación con el reconocimiento de la diversidad, de los y las estudiantes
se esperaba que:
O
O
reconocieran los derechos de todas las personas, independientemente de su identidad,
para que puedan obtener, en igualdad de condiciones, las capacidades y oportunidades de
concretar sus proyectos de vida.
practicaran el trato igualitario hacia todas las
personas, garantizando un disfrute de derechos elementales iguales y eliminando toda
manifestación de discriminación hacia cualquier persona.
Los resultados obtenidos en este apartado
revelan que todavía existe un cuarto de la población estudiantil que no está de acuerdo con
esta posición, y que más hombres que mujeres,
en ambos niveles de estudio, favorecen las desigualdades (las diferencias rondan entre 8 y 16
puntos porcentuales favoreciendo a los varones).
Es decir, si bien es cierto que las actitudes en
general son positivas hacia la igualdad de derechos de hombres y mujeres, también lo es que
algunos hombres se adjudican mayores derechos que las mujeres. Además, las actitudes
hacia la igualdad de derechos de las personas
afro-costarricenses e indígenas no son óptimas,
particularmente en lo relativo al derecho a mantener las propias costumbres y a residir donde
quieran. Además, se favorece medianamente
que el sistema educativo contribuya a que mantengan su cultura (magnitudes entre 45% y 55%
en ambos niveles de estudio) quienes cursan sétimo año quienes menos apoyan la igualdad de
derechos hacia ambos grupos culturales. La
parte más negativa del reconocimiento de la diversidad está en las actitudes hacia los derechos
de las personas extranjeras y, principalmente,
hacia homosexuales y lesbianas. En el caso de
las personas extranjeras, el resultado que ilustra mejor la situación es la actitud hacia la igualdad de derechos entre costarricenses y
extranjeros, ya que mientras el 44,8% de quienes cursan sétimo año está de acuerdo, solamente el 35,5% lo está en undécimo. En el caso
de las actitudes hacia homosexuales y lesbianas,
no más del 30% en ambos niveles de estudio
apoya su derecho a adoptar o criar niños o niñas, la unión legal de gays y lesbianas, y el derecho a manifestar públicamente expresiones de
cariño.
Una visión de conjunto de estos resultados
permite establecer que las actitudes hacia la
igualdad de derechos son ambivalentes de cara
a una sana convivencia, pues existe la posibilidad de que se generen conductas intolerantes,
irrespetuosas y discriminatorias de la diversidad,
erosionándose la convivencia sana y democrática a la que aspira el desarrollo humano. Probablemente esto contribuya a explicar por qué
el 62,9% en sétimo año y el 41,5% en undécimo admitieron que sus compañeros o compañeras los hacen sentir inferiores o los tratan de
manera injusta. En este contexto, la población
extranjera de estudiantes de sétimo año merece
especial atención, pues son quienes más se sienten discriminados por su nacionalidad (41,5%).
La tercera área de estudio fue la institucionalidad, es decir, el conjunto de atributos que
caracteriza a las relaciones con las instituciones creadas para sustentar la convivencia democrática. De las instituciones interesan los
procesos que de ellas se derivan, como las leyes, la participación en las decisiones políticas,
la rendición de cuentas, las oportunidades que
brindan (en empleo, salud y educación, por
ejemplo) y muchos otros aspectos relativos a su
funcionamiento. El tema se consideró de interés para la convivencia porque permite analizar las relaciones sociales bajo la perspectiva
de los procesos institucionales establecidos para
que las personas desplieguen, en un ambiente
de igualdad de oportunidades, sus capacidades.
Sin embargo, debe de tomarse en cuenta que
analizar el impacto de todos los procesos que
se derivan de la existencia de las instituciones
se convertiría en trabajo que supera los alcances del presente esfuerzo. Por esta razón, y tomando en consideración que el tema fue
analizado con la población colegial, interesó
contemplar algunos elementos que proporcionaran una idea del grado en que los y las estudiantes comparten los procesos que tienen su
origen en la institucionalidad. Específicamente,
de la institucionalidad se esperaba que los y las
estudiantes:
79
O
O
O
O
compartieran la visión del sistema político
democrático.
participaran activamente en la vida estudiantil y social, y se interesasen e involucrasen en
asuntos que les incumben o atañen, para que
deliberen sobre normas y políticas que les producen beneficios.
compartan las obligaciones que organizan la
vida colegial.
experimentasen cercanía a sus centros educativos al encontrar en estos respuestas satisfactorias a sus demandas y solicitudes.
Los resultados referentes a la visión del sistema político y sus aspiraciones indican que la
adhesión al sistema, medida por el orgullo que
sienten de vivir bajo el sistema político costarricense, es positiva, aunque mayor entre estudiantes de sétimo (71,9% se siente orgulloso o muy
orgulloso) que de undécimo (65,1%). Algo similar ocurre con la preferencia por la democracia, aunque en esta ocasión la relación por nivel
educativo es inversa, pues el 56,5% en sétimo
año y el 71,9% en undécimo revelan un apoyo
importante.
Un tema con resultados menos positivos es
las expectativas sobre el futuro del país. A pesar
de mantenerse viva la esperanza de continuar
viviendo en un país sin ejército, pues así lo
visualiza la mayoría (52,6% en sétimo y 65,4%
en undécimo), se cuestiona el futuro de la democracia del país (casi 50% en undécimo y el
43,8% en sétimo), y existen opiniones divididas sobre el grado de desarrollo que tendrá el
país en el futuro (54% en undécimo año y 27,9%
en sétimo piensa que el país seguirá subdesarrollado). Obsérvese que las posiciones más
pesimistas las expresan quienes cursan undécimo año, por lo que se detecta en este grupo un
grado de incertidumbre importante sobre el futuro del país.
En el tema de la participación estudiantil se
encontró, por una parte, que el interés es modesto cuando se refiere a involucrarse en los procesos nacionales de decisión. Esto se afirma
porque las respuestas (importante y muy importante) revelan que el 47,2% y el 57,3% en sétimo y en undécimo, respectivamente, valoran
positivamente la participación en las elecciones
nacionales, y en menor magnitud lo hacen cuando se refiere a la elección de alcaldes y alcaldesas (33,4% y 36,8% en sétimos y undécimos,
80
respectivamente). Votar en un referéndum fue la
actividad a la que asignaron mayor importancia, pues así lo manifestó el 47,1% en sétimo
año y el 67,6% en undécimo. En cuanto a la
participación en grupos y actividades, dentro o
fuera de los colegios, una magnitud importante
de estudiantes las realiza (tres cuartas partes).
Otro aspecto contemplado en el apartado
de la institucionalidad fueron las obligaciones
que organizan la vida colegial. Al respecto se
encontró que se respira en el ambiente estudiantil una baja valoración del cumplimiento de normas y obligaciones. Básicamente, los estudiantes
perciben en sus colegios un ambiente en el que
las obligaciones académicas, conductuales y de
denuncia contra armas y drogas son poco practicadas, particularmente en undécimo año, pues
no más del 20% respondió que se respetan
mucho las diferentes alternativas mencionadas.
Además, hay un evidente reclamo por la falta
de participación en la toma de decisiones.
La población colegial siente cercanía hacia
la institución por el interés que despiertan sus
profesores por las materias de estudio. Este fue
el elemento mejor valorado, entre una serie de
aspectos relacionados con infraestructura, limpieza, tecnología y programas colegiales, y fue
calificado como bueno o muy bueno por el 68%
en sétimo año y el 54% en undécimo. Es probable que parte de la escasa cercanía que experimenta el cuerpo estudiantil con sus colegios se
explique porque manifiestan que sus demandas
no son bien atendidas y que, en ocasiones, los
educadores no dan el ejemplo, aunque reconocen también que hay profesores que los escuchan y tratan de entenderlos.
La cuarta área de interés para la convivencia fue la afiliación. El término refiere a los vínculos que se desarrollan socialmente con
personas y colectividades. En cuanto a la afiliación se esperaba que los y las estudiantes:
O
O
experimentaran un sentido de pertenencia hacia la sociedad y hacia otros grupos como su
colegio, que les permitiera concebirse integrados al entorno social en el que se desarrollan.
experimentaran un sentido de protección, al
considerar que ante una situación de amenaza dispondrían de apoyo para contender contra la adversidad.
Es de interés recordar que el sentido de pertenencia está centrado en la familia (magnitudes superiores a 80%), y medianamente hacia
la sociedad, el colegio y los amigos y amigas.
Llama la atención lo referente a los círculos de
amigos y amigas, dentro y fuera del colegio,
pues el sentido de pertenencia a algún grupo
de estos fue apenas de la mitad de los y las estudiantes. Además, la identificación con la sociedad costarricense es mediana (50% en promedio
se siente parte) y, aunque era de esperar un grado de identificación mayor hacia el colegio,
solamente el 44% dijo sentirse parte de él.
Por otra parte, el sentido de protección lo
depositan principalmente de la familia, más por
parte de la mamá que del padre. De amigos y
amigas, así como de sus profesores, lo esperan
medianamente. De la sociedad y del gobierno
tienen bajas expectativas de apoyo, pues
solamente el 10% esperaría de la primera mucho
apoyo en caso de problemas y el 6% del
segundo.
Estos resultados llaman a la reflexión, pues
sería deseable que el estudiantado se sintiera
parte de la sociedad en la que conviven y confiara en recibir apoyo de ella en caso de problemas, sin dejar de valorar la importancia de
sentirse igual ante grupos más específicos como
los que representan su colegio o grupos de amigos y amigas.
Una síntesis de estos resultados se presenta
en el cuadro de la siguiente página.
Aunque los cuatro temas de estudio guiaron la realización de la investigación, no pueden dejar de mencionarse los resultados
obtenidos sobre la seguridad del entorno colegial. Se asume que los colegios del país deberían ser espacios libres de temor y de violencia
para que el ambiente favorezca la convivencia
pacífica y democrática del estudiantado.
Por una parte, en el diario vivir de los y las
estudiantes, está presente el temor a padecer
robos, agresiones físicas, emocionales o sexuales, en diferentes magnitudes. La posibilidad
de sufrir daños, robo o vandalismo dentro del
colegio, es la más mencionada (36% en ambos
niveles de estudio respondió que esa posibilidad es alta o muy alta). La agresión emocional
es calificada de igual manera por poco más de
una cuarta parte en ambos niveles de estudio.
El temor de sufrir agresiones físicas es una posibilidad considerada alta o muy alta por el 23,8%
en sétimo año y el 16,3% en undécimo. Y el
temor por la agresión sexual es menor, aunque
no despreciable (10,8% en sétimo y el 6,1% en
undécimo).
Al temor debe sumársele que la victimización, o el acontecimiento real de hechos violentos, está presente en los colegios. Una
medición general de la victimización indica que
el 38,7% en sétimo año y el 26,5% en undécimo fuero victimizados de alguna manera durante el año en que se realizó el estudio.
Específicamente, el robo o daño de objetos personales es el mayor problema que enfrentaron
(28,2% en sétimo año y 14,7% en undécimo).
En segundo lugar está la agresión emocional
(16% en promedio para ambos niveles). Las
agresiones físicas se presentaron en magnitudes
menores (6,6% y 2,3%, en sétimo y undécimos,
respectivamente) y las agresiones sexuales o
intentos de este tipo no fueron comunes, aunque sí se dieron (3,2% en estudiantes de sétimo
y 1,9% en undécimo).
Para profundizar un poco más en la seguridad del entorno se indagó sobre la presencia de
drogas (lícitas o ilícitas) y de armas en los colegios. Tomando como base los resultados que proporcionaron quienes cursan undécimo año, se
encontró que durante el curso lectivo el 67,6%
había visto estudiantes fumando dentro del colegio o en sus alrededores, el 66,3% los había
visto ingiriendo licor y el 35,9% consumiendo
algún tipo de droga. También se obtuvo que el
26,0% vio alguna persona que, sin ser estudiante, estaba vendiendo droga dentro del colegio o
en sus alrededores, pero también el 14,6% manifestó haber visto estudiantes haciendo lo mismo. Adicionalmente, se encontró que el 16,2%
había visto a otros estudiantes con armas.
Estos resultados invitan a reflexionar sobre
la forma en que se está desarrollando la convivencia de la juventud colegial del país. Pero
quizá lo más importante ahora es que las personas interesadas encuentren en este material una
fuente de información que apoye iniciativas, programas y acciones que tiendan a mejorar la convivencia en la secundaria, tal y como ya se hace
en el marco del «Proyecto de Ética, Estética y
Ciudadanía» que desarrolla actualmente el MEP.
81
De los y las estudiantes se espera que....
De la investigación se obtiene que....
Sociabilidad
·
La confianza hacia la familia es más fuerte y
disminuye hacia otras personas.
Posean confianza en quienes les rodean y sientan la
seguridad de que no sufrirán daño.
Practiquen la civilidad, incluso con quienes comparten en espacios públicos o tienen relaciones esporádicas.
Expresen sus opiniones y escuchen las de los demás,
posibilitando una comunicación efectiva, que propicie la celebración de acuerdos.
Las actitudes hacia la civilidad revelan resultados variados, unos más positivos que otros.
Las percepciones hacia la disposición al diálogo entre compañeros y compañeras cuando hay conflictos
son medianamente aceptables.
Cerca de la mitad ha tenido problemas durante el curso
lectivo y, de ellos, la mitad los resuelve por medios
Resuelvan disputas sin recurrir a la violencia y empacíficos. Cerca del 8% de los y las estudiantes depleando más bien medios pacíficos.
clara tener conflictos sin resolver con sus pares. En
caso de conflicto, el cuerpo docente no es concebido
como mediador por la mayoría.
Diversidad
Reconozcan los derechos de todas las personas, inSon más extendidas las actitudes hacia la igualdad de
dependientemente de su identidad, para que puedan
derechos de hombres y mujeres, y menos hacia persoobtener, en igualdad de condiciones, las capacidanas afro-costarricenses e indígenas. Las actitudes hacia
des y oportunidades de concretar sus proyectos de
la igualdad de derechos de personas según su naciovida.
nalidad u orientación sexual son menos positivas.
Practiquen el trato igualitario hacia todas las personas, garantizando un disfrute de derechos elementales iguales y eliminando toda manifestación de discriminación hacia cualquier persona.
Una magnitud importante de estudiantes se siente discriminada, más en sétimos años que en undécimos.
Generalmente se discrimina por el físico o por la forma de ser. Especial atención requieren los y las estudiantes extranjeros de sétimo año, quienes son más
discriminados.
Institucionalidad
Se comparte la visión del sistema político, pero tieCompartan la visión del sistema político democrátinen dudas sobre el futuro del país, tanto en lo que
co.
respecta al grado de desarrollo que podría alcanzarse
como a la sostenibilidad de la democracia.
Participen activamente en la vida estudiantil y social,
y se interesen e involucren en asuntos que les incumben o atañen, para que deliberen sobre normas y políticas que les produzca beneficios.
Existe una importante participación en actividades sociales, dentro y fuera del colegio. No obstante, el interés que despierta la participación en la toma de decisiones políticas es apenas modesto.
Compartan las obligaciones que organizan la vida
colegial.
Las percepciones indican una baja valoración del cumplimiento de normas y obligaciones que organizan la
vida colegial. Además, hay reclamos por falta de participación en la toma de decisiones.
Experimentan cercanía por el interés que despiertan
los y las profesores por las materias de estudio. No
obstante, consideran que sus demandas no son bien
atendidas y que, en ocasiones, los profesores no dan
el ejemplo. Reconocen, también, que algunos profesores escuchan y tratan de entenderlos.
Afiliación
Experimenten un sentido de pertenencia hacia la soLa afiliación está centrada en la familia y medianaciedad y hacia otros grupos que le permitan concemente en la sociedad, el colegio y los amigos.
birse integrados al entorno social en el que se desarrollan.
Experimenten cercanía a sus centros educativos al
encontrar en estos respuestas satisfactorias a sus demandas y solicitudes.
Experimenten un sentido de protección al considerar
que, ante una situación de amenaza, dispondrán de
apoyo para contender con la adversidad.
82
El sentido de protección lo depositan fundamentalmente en la familia, más de la madre que en el padre.
De amigos, amigas y profesores lo esperan medianamente. De la sociedad y del gobierno guardan muy
bajas expectativas de recibir apoyo.
La conexión entre esta investigación y la propuesta pedagógica incluida en los programas de
estudio es amplia y permite establecer una línea
de base para monitorear el avance de las iniciativas y evaluar sus efectos para fortalecer la confianza, la civilidad, la participación, la práctica
de la democracia, el diálogo, la resolución de
conflictos, la cercanía con el entorno y muchos
otros elementos clave para alcanzar la aspiración de mejorar la calidad de la convivencia en
el país en general y en las instituciones de enseñanza secundaria en particular.
83
ANEXO 1: CUESTIONARIO
USO DE OFICINA
PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO (PNUD)
FONDO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA INFANCIA (UNICEF)
MINISTERIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA - COSTA RICA (MEP)
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO
Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08)
CODIGO DE
COLEGIO:
TIPO:
1 2
3
SECCIÓN:____
NIVEL: 7
11
Estimado(a) estudiante:
Este cuestionario está siendo llenado por cientos de estudiantes en todo el país para conocer sobre la forma en que conviven. Los resultados que se obtendrán serán útiles para promover el mejoramiento de la convivencia en los colegios y fuera
de ellos. Queremos aclararle que esto no se trata de un examen, por lo que no hay respuestas correctas ni incorrectas. La
idea es responder individualmente las preguntas de acuerdo con lo que Usted piensa o cree. Toda la información que nos
brinde será confidencial y no tiene que anotar su nombre en ninguna parte de este cuestionario, por lo que nadie podrá
enterarse de las respuestas que nos proporcione. Muchas gracias por su colaboración.
INSTRUCCIONES:
O
O
O
O
O
O
Las preguntas deben responderse sin comentarlas con sus compañeros o compañeras.
Para todas las preguntas debe responder marcando una única opción, a menos que se indique lo contrario.
Si tiene alguna duda levante la mano para que la persona encargada se la resuelva.
Utilice lapicero para llenar el cuestionario.
Cuando termine de completar el cuestionario levante la mano para que la persona encargada lo recoja.
Además, para responder al cuestionario, por favor tome en cuenta que hay tres tipos de respuestas:
Encierre el código de la respuesta que Usted escoge con un círculo. Por ejemplo, a la pregunta...
1. Encierre el código de la respuesta que Usted escoge con un círculo. Por ejemplo, a la pregunta...
Actualmente forma parte de algún grupo deportivo?
1. SI
2. NO
Si la respuesta es afirmativa, entonces encierre con un círculo el código 1, de la siguiente manera:
Actualmente forma parte de algún grupo deportivo?
1. SI
2. NO
2. Escriba la respuesta, anotando un número. Por ejemplo, la pregunta:
¿Cuál es su edad actual?
ANOTE EDAD:_________
Si la respuesta es 16 años, entonces debe anotarlo de la siguiente manera:
¿Cuál es su edad actual?
ANOTE EDAD:
16
.
3. Escriba la respuesta con una oración. Por ejemplo, la pregunta:
¿Por qué piensa así?
RESPUESTA:________________________________________________________________________________________
Escriba lo que piensa sobre el tema que se le está preguntando de la manera más clara posible.
Finalmente, si por error marca el código de una respuesta o escribe algo que no quería, puede tachar con una equis grande
«X» y proceda a responder nuevamente. Si no sabe cómo contestar una pregunta por favor marque la opción NS/NR que
significa NO SABE/NO RESPONDE.
Recuerde que si tiene alguna duda puede consultarle a la persona encargada antes de responder
GRACIAS....
84
A1
Para empezar, marque el código correspondiente a su sexo.
1. HOMBRE
A2
2. MUJER
¿Cuál es su edad?
ANOTE SU EDAD:___________
A3
¿Cuál es su nacionalidad?
1. COSTARRICENSE 2. NICARAGÜENSE 3. COLOMBIANO(A) 4. CUBANO(A) 8. OTRA NACIONALIDAD
A4
En términos generales ¿cómo se siente con su vida?
5. MUY SATISFECHO(A)
4. SATISFECHO(A)
3. INDECISO(A)
Ahora unas preguntas generales. ¿Cómo calificaría...
2. INSATISFECHO(A) 1. MUY INSATISFECHO(A)
MUY
BUENO(A)
BUENO(A)
REGU
MALO(A)
-LAR
MUY
9.NS/NR
NO TIENE
NS/NR
MALO(A)
B1
...las relaciones con sus compañeros y compañeras de colegio?
5
4
3
2
1
B2
...las relaciones con personas de su misma edad fuera del colegio? 5
4
3
2
1
B3
...el ingreso que recibe su familia?
5
4
3
2
1
B4
...la relación con su mamá?
5
4
3
2
1
B5
...el estado de la vivienda donde vive?
5
4
3
2
1
B6
...la relación con su papá?
5
4
3
2
1
B7
...su estado de salud?
5
4
3
2
1
9
B8
...las relaciones con personas adultas de su vecindario?
5
4
3
2
1
9
B9
...las relaciones con sus hermanos(as)?
5
4
3
2
1
B10 ...las relaciones con sus profesores(as)?
5
4
3
2
1
MUY
ALGO
Y pensando en su futuro ¿cuánta importancia tendrá para Usted...
IMPORTANTE IMPORTANTE
9
7
9
9
7
9
9
7
7
9
9
9
POCO
NADA
IMPORTANTE
IMPORTANTE
NS/NR
C1
...tener una familia estable?
4
3
2
1
9
C2
...ser empresario(a)?
4
3
2
1
9
C3
...tener hijos(as)?
4
3
2
1
9
C4
...graduarse del colegio?
4
3
2
1
9
C5
...participar en política?
4
3
2
1
9
C6
...ser deportista profesional?
4
3
2
1
9
C7
...trabajar en el sector público costarricenses?
4
3
2
1
9
C8
...ser artista o modelo profesional?
4
3
2
1
9
C9
...graduarse en una universidad?
4
3
2
1
9
C10 …ganar mucho dinero?
4
3
2
1
9
C11 ...aprender otro(s) idioma(s)?
4
3
2
1
9
85
D1
¿Y en su opinión qué es lo más importante para tener éxito en la vida?
1. HABER NACIDO EN UNA BUENA CLASE SOCIAL
5. LA EDUCACIÓN
2. SER TRABAJADOR
6. SER «VIVO»/ LISTO /AVISPADO
3. LAS CONEXIONES
8. OTRO, ANÓTELO_________________
4. LA SUERTE
9. NO SABE
D2
Ahora nos referiremos al país. ¿En su opinión Costa Rica será siempre un país con un sistema de gobierno democrático
o puede dejar de serlo en algún momento?
1. SIEMPRE SERÁ DEMOCRÁTICO
D3
2. SEGUIRÁ SUBDESARROLLADO
3. YA ES DESARROLLADO
9.NS/NR
2. PODRÍA VOLVER A TENERLO
3. YA TIENE EJÉRCITO
9. NS/NR
¿Y cómo se siente viviendo bajo el sistema político de Costa Rica?
1. MUY ORGULLOSO(A)
D6
9.NS/NR
¿Y piensa que Costa Rica seguirá sin tener ejército o podría volver a tenerlo?
1. SEGUIRÁ SIN EJÉRCITO
D5
3. NO ES DEMOCRÁTICO
¿Y piensa que Costa Rica llegará a ser un país desarrollado o que siempre seguirá siendo subdesarrollado?
1. SERÁ DESARROLLADO
D4
2. PUEDE DEJAR DE SERLO
2. ORGULLOSO(A)
3. POCO ORGULLOSO(A)
4. NADA ORGULLOSO(A)
9. NS/NR
¿Con cuál de las siguientes frases está más de acuerdo?
1. LA DEMOCRACIA ES PREFERIBLE A CUALQUIER FORMA DE GOBIERNO
9. NS/NR
2. A VECES UN GOBIERNO AUTORITARIO PUEDE SER PREFERIBLE A UNO DEMOCRÁTICO
3. A LA GENTE COMO YO LE DA LO MISMO UN GOBIERNO DEMOCRÁTICO QUE UNO NO DEMOCRÁTICO
Cambiemos a otro tema. A veces las personas se sienten parte de algo o no se sienten parte de algo. Por ejemplo, una persona puede sentirse
parte de un grupo de amigos(as) o puede no sentirse parte de ese grupo. De esto tratan las siguientes preguntas.
¿Hasta qué punto Usted se siente parte de...
MUCHO
ALGO
POCO
NADA
NS/NR
E1
...la sociedad costarricense?
4
3
2
1
9
E2
...de su hogar?
4
3
2
1
9
E3
...de su familia en general?
4
3
2
1
9
E4
...de un grupo de amigos(as) dentro del colegio?
4
3
2
1
9
E5
...de un grupo de amigos(as) fuera del colegio?
4
3
2
1
9
E6
...de la comunidad o barrio donde vive?
4
3
2
1
9
E7
...de su colegio?
4
3
2
1
9
E8
...de alguna comunidad virtual(hi5,myspace,facebook,etc.)?
4
3
2
1
9
86
Suponiendo que Usted tuviera algún problema
¿cuánto apoyo piensa que podría recibir de...
MUCHA
ALGUNA
POCA
NINGUNA NO TIENE
NS/NR
F1
...de sus compañeros(as) del colegio?
4
3
2
1
9
F2
...de sus vecinos(as)?
4
3
2
1
9
F3
...del gobierno?
4
3
2
1
9
F4
...de su papá?
4
3
2
1
F5
...de la sociedad?
4
3
2
1
F6
...de su mamá?
4
3
2
1
F7
...de personas que no conoce?
4
3
2
1
F8
...de sus amigos(as) fuera del colegio?
4
3
2
1
7
9
F9
...de sus hermanos o hermanas?
4
3
2
1
7
9
F10
...de algún profesor o profesora del colegio?
4
3
2
1
9
F11
...de algún otro familiar?
4
3
2
1
9
A continuación se presentan algunas frases para que responda si está de
acuerdo o en desacuerdo con cada una de ellas.
G1
MUY
DE ACUERDO
DE ACUERDO
Obtener una educación universitaria es más importante
para un hombre que para una mujer.
5
4
7
9
7
2
9
9
NI DE
EN
MUY EN
ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
NI EN
DESACUERDO
3
9
1
NS/NR
9
G2
Cuando el desempleo es alto se le debe dar prioridad para trabajar
a los hombres.
5
4
3
2
1
9
G3
Las personas jóvenes deben tener derecho a las relaciones sexuales
5
4
3
2
1
9
G4
Los hombres jóvenes deben tener más derecho a las relaciones
sexuales que las mujeres jóvenes.
5
4
3
2
1
9
G5
La vida familiar se dificulta cuando la mujer trabaja.
5
4
3
2
1
9
G6
La sociedad costarricense permite que todas las personas tengan
iguales oportunidades para salir de la pobreza.
5
4
3
2
1
9
G7
Los pobres son pobres porque desaprovechan las oportunidades.
5
4
3
2
1
9
G8
Los pobres son pobres porque la sociedad los trata injustamente.
5
4
3
2
1
9
G9
En Costa Rica una persona pobre que trabaja duro puede llegar a ser rica.
5
4
3
2
1
9
H1
Hablando de actividades de entretenimiento ¿cuáles son las dos actividades de entretenimiento o pasatiempos que
más realiza Usted solo(a) en su tiempo libre?
1.______________________________________________ 2.______________________________________________
H2
¿Y cuáles son las dos actividades de entretenimiento o pasatiempos que más realiza con las personas que viven con Usted?
1.______________________________________________ 2.______________________________________________
H3
¿Y cuáles son las dos actividades de entretenimiento o pasatiempos que más realiza con sus compañeros o compañeras de colegio?
1.______________________________________________ 2.______________________________________________
87
Y hablando de los lugares que visita. ¿Acostumbra a ir con alguna frecuencia a..
SI
SI, EN
NO
OCASIONES
H10 ...parques?
1
2
3
H11 ...piscinas, plazas o zonas de juego para deportes?
1
2
3
H12 ...playas, montañas o ríos?
1
2
3
H13 ...centros comerciales?
1
2
3
H14 ...eventos culturales (teatros, museos, etc)
1
2
3
H15 Por lo general ¿Usted asiste a ...desfiles o actividades en los días patrios?
1
2
3
H16 ...a fiestas patronales o de fin de año?
1
2
3
H17 ...a actividades religiosas?
1
2
3
H18 ...a actividades con familiares?
1
2
3
H19 Usted conversa con personas desconocidas mientras hace fila, va en autobús o está en algún
sitio público como parques o calles?
1
2
3
H20 ¿Acostumbra a jugar o compartir con amigos(as) en la calle de su barrio o comunidad?
1
2
3
A continuación se presentan otras frases para que responda si está de
acuerdo o en desacuerdo con cada una de ellas.
MUY
DE ACUERDO
DE ACUERDO
NI DE
EN
MUY EN
ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
NI EN
DESACUERDO
NS/NR
J1
Cuando el desempleo es alto se le debe dar prioridad para
trabajar a los costarricenses.
5
4
3
2
1
9
J2
Los extranjeros mejoran la sociedad costarricense trayendo
nuevas ideas y culturas.
5
4
3
2
1
9
J3
Los extranjeros elevan la criminalidad en el país.
5
4
3
2
1
9
J4
Los extranjeros deben tener los mismos derechos que los costarricenses.
5
4
3
2
1
9
Cambiando de tema y hablando de las personas de raza negra
o afrocostarricenses. ¿Cuán de acuerdo o en desacuerdo está con
las siguientes afirmaciones.
J20 La única manera de respetar las diferencias entre los afrocostarricenses
y el resto de costarricenses es que cada grupo viva aparte.
MUY
DE ACUERDO
DE ACUERDO
NI DE
EN
MUY EN
ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
NI EN
DESACUERDO
NS/NR
5
4
3
2
1
9
J21
Si los afrocostarricenses quieren ser aceptados entonces deben adaptarse
más a las tradiciones y costumbres de la mayoría de los costarricenses.
5
4
3
2
1
9
J22
Nuestro sistema educativo debería promover que los afrocostarricenses
mantengan su propia cultura.
5
4
3
2
1
9
Para que puedan adaptarse mejor, los afrocostarricenses deberían tratar
de hablar más español y menos su idioma.
5
4
3
2
1
9
J23
Con respecto a las personas que se sienten atraídas por personas del mismo
sexo (gays o lesbianas). ¿Usted está de acuerdo o en desacuerdo con que…
MUY
DE ACUERDO
DE ACUERDO
NI DE
EN
MUY EN
ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
NI EN
DESACUERDO
NS/NR
J10
... puedan manifestar expresiones de cariño como besos
o abrazos en público?
5
4
3
2
1
9
J11
...puedan dar clases en las escuelas y colegios?
5
4
3
2
1
9
J12
...puedan unirse legalmente?
5
4
3
2
1
9
J13
...puedan adoptar o criar niños o niñas?
5
4
3
2
1
9
88
Y hablando sobre los indígenas costarricenses. ¿Cuán de acuerdo o en
desacuerdo está con las siguientes afirmaciones?
J30
J31
J32
J33
K1
MUY
DE ACUERDO
DE ACUERDO
NI DE
EN
MUY EN
ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
NI EN
DESACUERDO
NS/NR
La única manera de respetar las diferencias entre los indígenas
costarricenses y el resto de la población es que cada grupo viva aparte.
5
4
3
2
1
9
Si las personas indígenas quieren ser aceptados entonces deben adaptarse
más a las tradiciones y costumbres de la mayoría de los costarricenses.
5
4
3
2
1
9
Nuestro sistema educativo debería promover que las personas indígenas
mantengan su propia cultura.
5
4
3
2
1
9
Para que puedan adaptarse mejor, los personas indígenas deberían tratar
de hablar más español y menos su idioma.
5
4
3
2
1
9
Abarcando otro tema. ¿Cree que la mayoría de la gente se aprovecharía de Usted si se les presenta la
oportunidad o tratarían de ser justos con Usted?
1. SE APROVECHARÍAN SI PUDIERAN
2. TRATARÍAN DE SER JUSTOS
¿Y cuánto cree que puede confiarse en…
9. NS/NR
MUCHO
ALGO
POCO
NADA
NS/NR
K2
…los vecinos de su casa?
4
3
2
1
9
K3
…los compañeros(as) del colegio?
4
3
2
1
9
K4
…los amigos(as) fuera del colegio?
4
3
2
1
9
K5
…en la familia?
4
3
2
1
9
K6
…en los extranjeros?
4
3
2
1
9
K7
…en las personas que no conoce?
4
3
2
1
9
K8
…en los profesores(as)?
4
3
2
1
9
¿Y Usted qué piensa de las siguientes afirmaciones?
L1
MUY
DE ACUERDO
DE ACUERDO
NI DE
EN
MUY EN
ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
NI EN
DESACUERDO
NS/NR
Delatar a un compañero(a) porque hizo algo indebido es un
riesgo porque puede vengarse
5
4
3
2
1
9
Si existe la oportunidad de colarse en una fila es mejor hacerlo
para ahorrar tiempo
5
4
3
2
1
9
Si existe la oportunidad de copiar en un examen es mejor
hacerlo para sacar buena nota
5
4
3
2
1
9
L4
Si por error cobran menos en una soda es mejor quedarse callado
5
4
3
2
1
9
L5
Si una persona desconocida tiene problemas en la calle
es mejor ayudarla
5
4
3
2
1
9
Si se desea apoyar a los compañeros(as) hay que hacer
un esfuerzo grande
5
4
3
2
1
9
Ser servicial con todos los compañeros(as) es un riesgo
porque se aprovechan
5
4
3
2
1
9
L2
L3
L6
L7
89
Y hablando de lo que le sucede en su colegio. ¿Siente que otros estudiantes lo(a)
hacen sentirse inferior o lo(a) tratan de manera injusta por...
SI
NO
NS/NR
P1
...su edad?
1
2
9
P2
...por su físico?
1
2
9
P3
...por su forma de ser?
1
2
9
P4
...por su color de piel o por su raza?
1
2
9
P5
...por sus notas?
1
2
9
P6
...por tener alguna discapacidad?
1
2
9
P7
...por el lugar donde vive?
1
2
9
P8
...por su forma de vestir?
1
2
9
P9
PARA MUJERES: ...por ser mujer?
1
2
9
1
2
9
PARA ESTUDIANTES DE UNDÉCIMO: ...por ser de undécimo?
1
2
9
P12 ...por algún otro motivo? SI LA RESPUESTA ES AFIRMATIVA ANOTE:
1
2
9
PARA HOMBRES: ...por ser hombre?
P10 PARA COSTARRICENSES: ...por ser costarricense?
P11
PARA EXTRANJEROS: ...por ser extranjero?
PARA ESTUDIANTES DE SÉTIMO: ...por ser de sétimo?
¿Cuál?__________________________________________________________________________________________________________
Q1
Ahora se le presentan diferentes grupos de personas. De esa lista ¿con cuál o cuáles personas evitaría relacionarse?
PUEDE MARCAR VARIAS RESPUESTAS
1. PERSONAS QUE NO CREEN EN DIOS
2. PERSONAS DE OTRAS RELIGIONES ¿Cuál?____________________________________
3. PERSONAS CON ORIENTACIÓN SEXUAL DIFERENTE A LA MIA ¿Cuál?____________________________________
4. PERSONAS DE OTRA NACIONALIDAD ¿Cuál?____________________________________
5. PERSONAS DE OTRA RAZA ¿Cuál?____________________________________
6. PERSONAS DE OTRA CLASE SOCIAL ¿Cuál?____________________________________
8. ME DISGUSTA OTRO GRUPO ¿Cuál?____________________________________
0. ESTOY DISPUESTO A RELACIONARME CON CUALQUIER PERSONA
Ahora quisiera que me diga hasta qué punto se encuentra de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones sobre sus
compañeros y compañeras del colegio.
Cuando sus compañeros o compañeras tienen algún conflicto o problema,
MUY
NI DE
EN
MUY EN
DE ACUERDO
DE ACUERDO
ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
por lo general…
NI EN
NS/NR
DESACUERDO
Q2
...conversan y tratan de entenderse.
5
4
3
2
1
9
Q3
…tratan de ponerse en la posición de la otra persona.
5
4
3
2
1
9
Q4
...no hablan con franqueza.
5
4
3
2
1
9
Q5
...expresan sus desacuerdos con respeto.
5
4
3
2
1
9
Q6
...expresan sus sentimientos mientras conversan.
5
4
3
2
1
9
Q7
...no reconocen sus errores.
5
4
3
2
1
9
Q8
...asumen la responsabilidad por sus acciones.
5
4
3
2
1
9
90
Q22 Ahora supongamos que otro compañero(a) le dice o le hace algo que a Usted le disgusta ¿cuál es generalmente su reacción?
RESPUESTA:_____________________________________________________________________________
Q21 ¿Y qué es lo que más le molesta de las cosas que le hacen o le dicen sus compañeros o compañeras a Usted?
RESPUESTA:_____________________________________________________________________________
Q23 ¿Alguna vez, durante el presente año ha tenido problemas con algún compañero o compañera?
1. TUVO PROBLEMA CON UN COMPAÑERO(OS)
2. TUVO PROBLEMA CON COMPAÑERA(AS)
3. TUVO PROBLEMA CON COMPAÑERO(OS) Y COMPAÑERAS(AS)
0. NO HA TENIDO PROBLEMAS
Q24 ¿El problema fue de una discusión, fue una pelea o ambas cosas?
1. DISCUSIÓN
2. PELEA
3. AMBOS
0. NO HA TENIDO PROBLEMA
Q25 ¿Cómo resolvió el problema?
EXPLIQUE:_____________________________________________________________________________
Q26 ¿Alguna vez durante el presente año ha tenido problemas con algún profesor(a) o con personal administrativo del colegio?
1. SÍ, CON PERSONAL ADMINISTRATIVO
2. SI, CON UN PROFESOR(A)
3. SI, CON AMBOS
4. NO, CON NINGUNO DE ELLOS
Q27 ¿Alguna vez, durante el presente año, ha tenido problemas con alguna persona que vive con Usted?
PUEDE MARCAR VARIOS
1. SÍ, CON PAPÁ
2. SI CON MAMÁ
3. SI, CON HERMANO(A)
5. CON OTRO QUE NO ES FAMILIAR
4. SI, CON OTRO FAMILIAR
0. NO HE TENIDO PROBLEMAS
Q28 Y hablando de su hogar. ¿Con qué frecuencia se presentan en su casa situaciones de agresión o de violencia?
5. CONTINUAMENTE
4. CON CIERTA FRECUENCIA
3. ALGUNAS VECES
2. RARA VEZ
1. NUNCA
Q29 Y volviendo al colegio ¿alguna vez ha planteado alguna denuncia, un reclamo o una queja ante algún profesor,
un orientador o la dirección del colegio?
1. SI
2. NO
Q30 ¿Cuántas veces lo ha hecho?
NÚMERO DE VECES:_______
0. NUNCA LO HA HECHO
91
R1
¿A cuáles grupos organizados asiste dentro del colegio como grupos deportivos, grupos artísticos, banda u otros similares?
PUEDE MENCIONAR HASTA DOS GRUPOS
1. _________________________________________________ 2._________________________________________________
0. NO ASISTE A NINGÚN GRUPO ORGANIZADO DENTRO DEL COLEGIO
R2
De las actividades que se realizan dentro del colegio como festivales, bailes, ferias científicas y otras similares ¿en cuáles participa?
PUEDE MENCIONAR HASTA DOS ACTIVIDADES
1. _________________________________________________ 2._________________________________________________
0. NO PARTICIPA EN NINGUNA ACTIVIDAD DENTRO DEL COLEGIO
R3
Ahora hablando de las actividades que realiza fuera del colegio. ¿Usted participa en algún grupo juvenil, deportivo, religioso,
musical, de baile u otros similares? PUEDE MENCIONAR HASTA DOS GRUPOS
1. _________________________________________________ 2._________________________________________________
0. NO PARTICIPA EN NINGÚN GRUPO FUERA DEL COLEGIO
R4
¿Cuánta importancia cree que va a tener para Usted votar en las elecciones nacionales?
5. SUMAMENTE IMPORTANTE
R5
2. POCO IMPORTANTE 1. NADA IMPORTANTE
9. NS/NR
¿Cuánta importancia cree que va a tener para Usted votar en las elecciones de alcaldes y alcaldesas?
5. SUMAMENTE IMPORTANTE
R6
4. MUY IMPORTANTE 3. IMPORTANTE
4. MUY IMPORTANTE 3. IMPORTANTE
2. POCO IMPORTANTE 1. NADA IMPORTANTE
9. NS/NR
¿Cuánta importancia cree que va a tener para Usted votar en los referéndum como el que se hizo para el TLC?
5. SUMAMENTE IMPORTANTE
4. MUY IMPORTANTE 3. IMPORTANTE
Ahora quisiera conocer sobre la seguridad que siente en su colegio.
2. POCO IMPORTANTE 1. NADA IMPORTANTE
9. NS/NR
MUY ALTAS
ALTAS
MEDIA
BAJAS
MUY BAJAS
NS/NR
Dentro del colegio ¿cuál es la posibilidad...
U1
...de sufrir daños, robos o vandalismo contra sus cosas?
5
4
3
2
1
9
U2
...de ser golpeado(a) o atacado violentamente?
5
4
3
2
1
9
U3
...de ser agredido(a) emocionalmente?
5
4
3
2
1
9
U4
...de ser agredido(a) sexualmente por alguna persona?
5
4
3
2
1
9
U5
...de abandonar el colegio por motivos de violencia?
5
4
3
2
1
9
REGULAR
MALO
3
2
Ahora hablando del colegio. ¿Cómo calificaría...
T1
...la limpieza en su colegio?
MUYBUENO BUENO
5
4
MUY MALO NO TIENE
1
NS/NR
9
T2
...el estado de la infraestructura del colegio?
5
4
3
2
1
9
T3
...el estado de sillas y pupitres?
5
4
3
2
1
9
T4
...el trato de los profesores hacia los estudiantes?
5
4
3
2
1
9
T5
...el trato de los estudiantes hacia los profesores?
5
4
3
2
1
9
T6
...el trato entre los estudiantes?
5
4
3
2
1
9
T7
...la tecnología con que cuenta el colegio ?
(Internet, computadoras)
5
4
3
2
1
T8
...el interés que despiertan los profesores por
las materias que imparten?
5
4
3
2
1
T9
...los programas culturales en el colegio?
5
4
3
2
1
7
9
5
4
3
2
1
7
9
T10 ...los lugares y actividades para recreación?
92
7
9
9
¿Y cuánto cree Usted que sus compañeros y compañeras de colegio cumplen
las siguientes normas u obligaciones?
MUCHO
ALGO
POCO
NADA
NS/NR
S1
Respetar a los compañeros(as)
4
3
2
1
9
S2
Hacer las tareas
4
3
2
1
9
S3
Estudiar para los exámenes
4
3
2
1
9
S4
Contribuir a mantener limpio el colegio
4
3
2
1
9
S5
Mantener buena conducta
4
3
2
1
9
S6
Denunciar el consumo de drogas dentro del colegio
4
3
2
1
9
S7
Denunciar daños o vandalismo contra el colegio
4
3
2
1
9
S8
Denunciar la venta de drogas dentro del colegio
4
3
2
1
9
S9
Respetar a los profesores(as)
4
3
2
1
9
S10
Denunciar la tenencia de armas dentro del colegio
4
3
2
1
9
Hablando de las cosas que le han sucedido dentro del colegio durante el presente año.
SI
NO
NS/NR
U6
¿Ha sido víctima de robos o daños a sus cosas personales?
1
2
9
U7
¿Ha sido golpeado(a) o atacado(a) violentamente?
1
2
9
U8
¿Ha sido agredido(a) emocionalmente?
1
2
9
U9
¿Ha sido agredido(a) o han intentado agredirlo(a) sexualmente?
1
2
9
Durante el presente año ha visto algún estudiante....
SI
NO
NS/NR
U20 ...fumando?
1
2
9
U21 ...tomando licor o borrachos?
1
2
9
U22 ...con armas?
1
2
9
U23 ...consumiendo algún tipo de droga o drogados?
1
2
9
U24 ...vendiendo drogas?
1
2
9
U25 ¿Ha visto a alguna persona que no sea del colegio vendiendo drogas dentro o en los alrededores?
1
2
9
Y considerando lo que sucede dentro del colegio y sus alrededores.
X1
Para ir terminando ¿cuál es o era la nacionalidad de su papá?
1. COSTARRICENSE
X2
2. NICARAGÜENSE
3. COLOMBIANO
4. CUBANO
8. OTRA
¿Cuál es o era la nacionalidad de su mamá?
1. COSTARRICENSE
2. NICARAGÜENSE
3. COLOMBIANA
4. CUBANA
8. OTRA
93
¿Quiénes viven con Usted en su casa?
SI
NO
X10 ¿Mamá?
1
2
X11 ¿Papá?
1
2
X12 ¿Hermanos(as)?
1
2
X13 ¿Otros familiares?
1
2
X14 ¿Otros que no son familiares?
1
2
X20 ¿Por lo general, quién es la persona de su hogar que va a las reuniones del colegio?
1. SU MAMÁ
2. SU PAPÁ
3. AMBOS
4. OTRO MIEMBRO DEL HOGAR
5. NADIE
X21 ¿Quién es la persona que aporta más dinero a su casa?
1. PAPÁ
2. MAMÁ
3. HERMANO(A)
4. ABUELO(A)
5. OTRO FAMILIAR
6. OTRA PERSONA
X23 ¿Cuál es el nivel educativo de esa persona?
0. PRIMARIA INCOMPLETA O MENOS
2. SECUNDARIA INCOMPLETA
4. UNIVERSITARIA INCOMPLETA
1. PRIMARIA COMPLETA
3. SECUNDARIA COMPLETA
5. UNIVERSITARIA COMPLETA
9. NO SABE
X24 ¿Con qué frecuencia los menores de edad de su casa se quedan solos sin la compañía de una persona adulta?
4. FRECUENTE
3. ALGO FRECUENTE
2. POCO FRECUENTE
1. SIEMPRE ESTÁN ACOMPAÑADOS
X25 Además de estudiar, ¿realiza Usted algún tipo de trabajo pagado o sin que le paguen?
1. SI DESCRIBA EL TRABAJO QUE HACE____________________________________________________________
2. NO
X26 Además del español ¿cuál otro idioma domina?
0. SOLO ESPAÑOL
1. INGLÉS
2. FRANCÉS
8. OTRO
X27 ¿Cómo se considera a sí mismo(a)?
1.BLANCO(A)
2.AFRODESCENDIENTE
3.NEGRO(A)
4.MESTIZO(A)
¿Actualmente tienen en su casa....
SI
NO
X30 ...vehículo propio para uso personal?
1
2
X31 ...teléfono residencial o celular?
1
2
X32 ...televisión por cable o satelital?
1
2
X33 ...computadora?
1
2
X34 ¿Usted usa Internet?
1
2
X35 ¿En su casa hay Internet?
1
2
X36 ¿Usted tiene celular?
1
2
94
5.INDÍGENA
6.CHINO(A)
8.OTRO
X40 ¿Usted diría que el salario o ingreso total que su familia recibe mensualmente les alcanza o no les alcanza para vivir?
1. NO LES ALCANZA, TIENEN GRANDES DIFICULTADES 3. LES ALCANZA JUSTO, SIN GRANDES DIFICULTADES 9. NO SABE
2. NO LES ALCANZA, TIENEN DIFICULTADES
4. LES ALCANZA BIEN, PUEDEN AHORRAR
X41 ¿Tiene una beca o recibe alguna ayuda económica?
1. SI
2. NO
X42 ¿Cuáles son las posibilidades de que Usted abandone sus estudios durante el presente año?
5. MUY ALTAS
4. ALTAS
3. REGULARES
2. BAJAS
1. MUY BAJAS
0. NO VA A SALIR
X43 ¿Cómo se autocalificaría Usted mismo(a) en sus estudios?
7. EXCELENTE
6. MUY BUENO(A)
5. BUENO(A)
4. REGULAR
3. MALO(A)
2. MUY MALO(A) 1. PÉSIMO(A)
X38 ¿En su opinión a quiénes deberían darse clases de religión?
1. A TODOS LOS ESTUDIANTES
2. SOLO A LOS ESTUDIANTES QUE QUIERAN
3. A NINGÚN ESTUDIANTE
X39 ¿En su opinión a quiénes deberían darse clases de educación sexual?
1. A TODOS LOS ESTUDIANTES
2. SOLO A LOS ESTUDIANTES QUE QUIERAN
3. A NINGÚN ESTUDIANTE
X40 Si tuviera que calificar las relaciones que Usted mantiene con sus compañeros y compañeras ¿qué nota se pondría Usted mismo?
De 0=pésimas a 10=excelentes
NOTA:________
MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN...
95
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