Conclusiones del III Encuentro

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III ENCUENTRO CIUDADANO INTERNACIONAL
Por una nueva ciudadanía: alternativas al discurso único
Pánel 1. Globalización y participación
Moderador: Salvador Martí
Zygmunt Bauman
Sociólogo de las universidades de Varsovia y Leeds
Los daños colaterales de la globalización
· Desde el inicio, la modernidad produjo y siguió produciendo grandes volúmenes
de residuos humanos. La producción de residuos humanos fue especialmente importante
en dos ramas de la industria moderna, que siguen operativas y a pleno rendimiento.
La función manifiesta de la primera de las dos ramas era la producción y
reproducción del orden social. Cualquier modelo de orden es selectivo y requiere cortar,
recortar, segregar, separar o escindir esas partes de la materia prima humana que ya no
encajan en el nuevo orden, no pueden o no se les permite ocupar ningún nicho. La
función de algunas otras partes no es tan directa como requiere la transparencia del orden
diseñado; tienen afinidad con más de un nicho y se extienden por fronteras que, para que
haya orden, tienen que ser claras e inexpugnables. Al otro extremo del proceso de
construcción de este orden, partes de ambas categorías emergen como ‘residuos’, a
diferencia de los productos ‘útiles’, buscados. Es necesario eliminarlas.
La segunda rama de la industria moderna que produce grandes volúmenes de
residuos humanos ha sido el desarrollo económico, que necesita la incapacitación,
desmantelación y finalmente la aniquilación de varias formas y medios de ganarse la
vida; estos medios de vida no pueden alcanzar ni alcanzarán los exigentes estándares de
productividad y rentabilidad. Los practicantes de estas formas devaluadas de vida no
pueden ,como norma, integrarse en masa en las nuevas disposiciones, más finas y
elegantes, para la actividad económica. Se les niega el acceso a estos medios de vida, ya
que las nuevas disposiciones se han convertido en legítimas/obligatorias, y los medios
ortodoxos, ahora devaluados, ya no permiten la supervivencia. Todos, o algunos, pasan a
ser redundantes. Por eso, se convierten en el residuo del progreso económico.
La producción de residuos humanos fue un proceso continuo y, en principio,
acumulativo. Las consecuencias potencialmente desastrosas de la acumulación de
residuos humanos fueron, sin embargo, durante una gran parte de la historia moderna,
calmadas, neutralizadas o al menos mitigadas gracias a otra innovación moderna: la
industria de la eliminación de residuos. Esa industria prosperó convirtiendo grandes
partes del globo en vertederos a los que los ‘excedentes’ de la humanidad, los residuos
humanos producidos en los sectores de modernización del planeta, se podían transportar,
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mantener a una distancia segura, reciclar y descontaminar, evitando así los peligros de la
autocombustión y la explosión.
Actualmente, el planeta se está quedando sin estos vertederos. Esa escasez se debe
en gran medida al gran éxito, la propagación mundial, de la forma de vida moderna
(desde al menos Rosa Luxemburg, se sospechaba que la modernidad era a largo plazo
una tendencia suicida, ‘una serpiente que se come la cola’, que destrozaba las formas de
vida de la que dependía su supervivencia). Mientras la producción de residuos humanos
sigue intacta (si acaso, con un mayor volumen bajo el impacto de los procesos de
globalización), la industria de la eliminación de residuos se ha encontrado en una
situación desesperada. Estas formas de gestionar los residuos humanos de la tradición
moderna ya no son factibles, y no se han inventado nuevas formas, ni mucho menos se
han puesto en práctica. En los fallos del desorden mundial, aparecen montones de
residuos humanos, y se multiplican los primeros signos de la tendencia autodestructiva y
los síntomas de explosión inminente.
· La soberanía, como dijo Carl Schmitt de forma cínica y memorable, reside en el
derecho de eximir. Es ese derecho el que proporciona sustancia y autorización a la norma.
Podemos decir que a lo largo de la era moderna los poderes soberanos ejercieron ese
derecho trazando líneas que nos separan a ‘nosotros’ de ‘ellos’, la presencia legítima de
la ilegítima, el derecho de residencia al estado de ‘sin estado’ o el grupo de los sin
papeles, los completamente y verdaderamente humanos de los no completamente
humanos, la vida digna de la vida indigna, los productos útiles del esfuerzo de ordenación
de los residuos, lo económicamente viable de lo económicamente redundante.
De la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, uno de los
documentos fundadores de la sociedad moderna, Giorgio Agamben observó, con la
ventaja de dos siglos de perspectiva, que no estaba claro si ‘los dos términos [hombre y
ciudadano] se referían a dos realidades diferentes’ o si, al contrario, el primer término 'ya
estaba incluido en el segundo’i, es decir, el poseedor de los derechos era el hombre que
también era (o siempre que fuera) un ciudadano.
Esta poca claridad, con todas sus truculentas consecuencias, ya fue mencionada
antes por Hannah Arendt, en un mundo que se llenaba de ‘personas desplazadas’. Arendt
recordó la vieja y profética premonición de Edmund Burkeii conforme la abstracta
desnudez de ‘ser solamente humano’ era el mayor peligro de la humanidad. Como
observó Burke, los 'derechos humanos', eran una abstracción, y los humanos podían
esperar muy poca protección de los 'derechos humanos', a menos que la abstracción se
llenara con la realidad de los derechos de los ingleses o franceses. ‘El mundo no
encontraba nada sagrado en la desnudez abstracta de ser humano’, resumió Arendt a
partir de la experiencia de los años posteriores a las observaciones de Burke. ‘Se
demostró que los derechos del hombre, supuestamente inalienables, no se podían poner
en práctica… cuando había personas que ya no eran ciudadanos de ningún estado
soberano’.iii
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De hecho, los seres humanos dotados de los ‘derechos humanos’, pero con nada
más que eso (despojados de otros derechos arraigados institucionalmente necesarios para
la seguridad y defensa de los 'humanos'), no se podían encontrar en ninguna parte y eran
del todo inimaginables. Se necesitaba claramente un poder muy social (puissance,
potenza, Macht)iv para refrendar la humanidad de los humanos. Y a lo largo de la era
moderna, este poder consistía en la fuerza para trazar una frontera entre lo humano y lo
inhumano, en los tiempos modernos disfrazada como la frontera entre los ciudadanos y
los extranjeros. En un mundo dividido entre propiedades de terrenos de los estados
soberanos, los que no tienen hogar no tienen derechos. No sufren porque no sean iguales
ante la ley, sino porque no hay ninguna ley que se les pueda aplicar y a la que podrían
referirse en sus reclamaciones sobre el trato desigual que se les ha otorgado o la
protección de la cual podría reclamar.
En su ensayo sobre Karl Jaspersv, escrito unos pocos años después de Los
orígenes del totalitarismo, Hannah Arendt indicó que, aunque para todas las generaciones
anteriores la ‘humanidad’ sólo era un concepto o un ideal (podemos añadir: un postulado
filosófico, el sueño de los humanistas, a veces un grito de guerra, pero casi nunca el
principio organizativo de la acción política), ‘ha pasado formar parte de una realidad
inminente’. Era un tema de extrema urgencia por el impacto occidental que ha saturado el
resto del mundo con productos de su desarrollo tecnológico, pero que también ha
exportado al resto del mundo ‘su proceso de desintegración’: la crisis de las creencias
metafísicas y religiosas, el estado de revolución permanente provocado y propulsado por
los importantes avances de la ciencias naturales, y la supremacía del estado nación como
prácticamente la única forma de gobierno figuran entre los más importantes. Las fuerzas
que tardaron muchos siglos en ‘debilitar los antiguas creencias y formas de vida política’
en occidente, ‘sólo tardaron un par de décadas en destruir…creencias y formas de vida en
todas las otras partes del mundo’.
Arendt sugiere que este tipo de unificación sólo podía producir una especie de
‘solidaridad de la humanidad’ que fuera ‘completamente negativa’. Cada parte de la
población de la tierra es vulnerable a todas las otras partes y a cada una de ellas. Podemos
decir que esto es la ‘solidaridad’ de los peligros, riesgos y miedos. Durante la mayor
parte del tiempo y en la mayoría de los pensamientos, la ‘unidad del planeta’ se reduce al
horror de la amenazas que se gestan o incuban en partes distantes del mundo, el mundo
‘que tiende la mano, pero que permanece fuera de alcance’.
· Nuestro planeta está lleno.
Debo aclarar que esto no es una afirmación sobre geografía física ni humana. En
términos de espacio y de la propagación de la cohabitación humana, el planeta no está ni
mucho menos lleno. Por el contrario, el tamaño total de las zonas escasamente pobladas o
despobladas parece que está aumentando más que disminuyendo. A medida que el
progreso tecnológico ofrece la posibilidad de sobrevivir o incluso tener una existencia
confortable en hábitats que anteriormente no se consideraban adecuados para vivir en
ellos, también se debilita la capacidad de muchos otros habitantes de mantener las
poblaciones que anteriormente solían albergar y alimentar; y el progreso económico hace
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que las formas efectivas de ‘ganarse la vida’ de antaño sean inviables o impracticables,
sumándose así a las tierras yermas en barbecho o abandonadas.
‘El planeta está lleno’ es una afirmación en ciencias políticas y sociología. Señala
la desaparición de ‘tierras de nadie’: de territorios definidos (o adecuados para ser
definidos) y tratados (o que se pueden tratar) como ‘inhabitados’ y ‘vacíos’ (es decir, sin
‘propietario soberano’ que se tenga que tener en cuenta), y por tanto abiertos a
colonización y asentamiento. Durante una gran parte de la historia moderna, estos
territorios, hoy en gran parte desaparecidos, jugaban el papel crucial de vertederos de los
residuos humanos (le gaspillage, les déchets humains) que cada vez se producían en
mayor volumen en otras partes del planeta, las que estaban en permanente
‘modernización’.
La producción de ‘residuos humanos’, o de forma más correcta de humanos de
residuo (la población ‘excesiva’, ‘redundante’ que ya no puede tener cabida en esta
diferente forma de vida) no es ninguna novedad. Era un efecto suplementario constante
de la modernidad, aunque se escondía y silenciaba, de la condición social marcada por
una modernización perpetua, compulsiva, obsesiva y adictiva. Es un efecto inevitable de
la construcción de un orden, ya que cada orden elimina algunas partes de la población
existente porque están ‘fuera de lugar’, ‘no encajan’ o son ‘indeseables’; y del progreso
económico, que no puede avanzar sin la devaluación de los modos efectivos anteriores de
‘ganarse la vida’, privando así a sus partidarios de sus medios de vida.
Sin embargo, durante una gran parte de la historia moderna, muchas partes del
planeta no se vieron afectadas, totalmente o parcialmente, por las presiones de la
modernización, y escaparon así del efecto de ‘sobrepoblación’. Enfrentadas a los sectores
modernizados del planeta, se tendía a considerar estas zonas (‘premodernas’,
‘subdesarrolladas’, ‘atrasadas’) como destinos naturales para la exportación de los
humanos ‘redundantes’ de las zonas más desarrolladas del planeta, como vertederos
obvios para los residuos humanos de la modernización. La eliminación de los residuos
humanos producidos en las zonas ‘modernizadas’ del planeta fue la verdadera razón que
hizo posible, y de hecho inevitable, las conquistas imperialistas y la colonización,
confinando la modalidad moderna de vida a una parte del planeta. La restricción
territorial de los procesos de modernización permitía a la zona moderna del planeta
buscar y encontrar soluciones globales a problemas de ‘superpoblación’ producidos
localmente.
Evidentemente, los territorios invadidos durante la expansión imperialista nunca
eran territorios vacíos y vírgenes que esperaban su cultivo. Pero se podían vaciar
fácilmente, o se podía hacer que ‘volvieran a ser vírgenes’… Nunca se sabrá el número
exacto de nativos que se eliminaron para añadir credibilidad a las declaraciones de
virginidad o desolación, pero de acuerdo con estimaciones fidedignas, entre 30 y 50
millones (es decir, hasta el 80 por ciento de la población) murieron entre los primeros
contactos con los conquistadores y el momento de máxima colonización al que se llegó a
finales del siglo XIX y principios del XX.vi Algunos de ellos fueron víctimas de masacres
y de una exterminación gradual pero sistemática, pero quizá muchos más fueron víctimas
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de la pérdida de terrenos y de la destrucción de las formas de vida tradicionales, y la
disolución de las redes de protección comunitarias y de parentesco. Simplemente no
pudieron sobrevivir al proceso de civilización (como, por ejemplo, los tasmanios, la
aniquilación de los cuales se llevó a cabo con el objetivo declarado de ‘civilizarlos’). Se
recuerda que Theodore Roosevelt explicó a los americanos, principalmente los ‘residuos
humanos’ de origen europeo, que se expandieran hacia el oeste, de forma que la fértil y
rica tierra no siguiera siendo un ‘coto de caza para salvajes miserables’; y el General
Roca, que inspiró y llevó a cabo la ‘conquista del desierto’, explicó a otro contingente de
marginados europeos, que desembarcaron en Argentina, que por ‘su dignidad como
personas viriles’ tenían que ‘acabar lo antes posible’ con ‘el puñado de salvajes’ ‘y
permitir que ocupemos de forma definitiva, en nombre de la ley, el progreso y nuestra
propia seguridad, las tierras más fértiles y ricas de la República’.vii
Esta situación podría durar mientras la forma de ser moderna siguiera siendo un
privilegio de unos pocos países. Sin embargo, hoy el proceso ha completado el círculo: se
están pagando las consecuencias de la estrategia de conquistar vertederos globales para
residuos humanos producidos localmente, ya que finalmente la modernidad se ha
convertido (como se pretendía, se esperaba y se prometía) en una condición universal o
casi universal de la humanidad, y la producción de residuos humanos se da en casi todos
los rincones del planeta. Las salidas globales a los problemas locales ya no están
disponibles, y todas las localidades (cabe destacar que también las más modernizadas)
tienen que asumir las consecuencias del triunfo global de la modernidad al mismo tiempo
que se las despoja de una parte creciente de los recursos que antes controlaban y reunían
para que sus reacciones fueran eficientes y efectivas. Todas las localidades se ven
enfrentadas ahora al imperativo (y deberíamos añadir, ¿la tarea imposible?) de buscar
soluciones locales a los problemas producidos globalmente. Los países que hace menos
de cien años tenían pocas dificultades en deshacerse de su población ‘sobrante’,
‘redundante’ y devaluada se han convertido ahora en objetivos de invasión de los
excedentes de otros pueblos, transformados en ‘residuos humanos’ por el triunfo final de
la ‘misión civilizadora’ que hace unos pocos cientos de años partió de sus costas para
conquistar el planeta.
Este cambio repentino en la configuración mundial cogió a los estados nación, los
únicos sujetos viables de acción política inventados y puestos en práctica a lo largo de la
historia moderna, desprevenidos. La territorialidad fijada y la soberanía limitada de los
estados nación excluye toda gestión efectiva de los procesos globales (y esto en el sentido
político establecido de extraterritorial) responsables de los problemas de ‘eliminación de
residuos’ que han crecido hasta convertirse en un problema sin precedentes, planetario y
que ya no se puede gestionar. Además, esta soberanía (territorial) ha sido erosionada y
empobrecida por las mismas fuerzas planetarias que crean los residuos que se supone que
tienen que reciclar o eliminar las naciones estado. La búsqueda de soluciones locales a
los problemas producidos globalmente sólo puede tener como resultado paliativos
reducidos/deficientes o soluciones efímeras, más útiles para desviar la atención, que en
última instancia son un fracaso, mientras que no hay agencias capaces de encontrar
soluciones a los problemas, buscar soluciones globales adecuadas a los problemas
globales, y que sean capaces de ponerlas en práctica.
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· El resultado más llamativo de esta búsqueda equivocada o poco efectiva es la
tendencia actual de reducir de forma drástica el derecho de asilo político, acompañado de
la negativa rotunda a que entren ‘inmigrantes económicos’ (excepto cuando los negocios
amenazan con ir a donde está la mano de obra, a menos que se lleve la mano de obra
hacia donde quieren los negocios). Esta tendencia no marca la concepción o empleo de
una nueva estrategia hacia el fenómeno de los refugiados, sino la ausencia de estrategia,
y el deseo de evitar una situación en la que esa ausencia pueda provocar un bochorno
político.
En estas circunstancias, el ataque terrorista del 11 de setiembre ayudó mucho a los
políticos. Además de las acusaciones rutinarias de agenciarse el bienestar nacional y
robar los puestos de trabajoviii, ahora se puede acusar a los refugiados de jugar un papel
de ‘quinta columna’ en nombre de la red terrorista global. Finalmente, hay una razón
‘racional’ y moralmente inexpugnable para reunir, encarcelar y deportar a las personas
que ya no se sabe cómo tratar y no se quiere perder el tiempo descubriéndolo. En
EE.UU., y poco después en Gran Bretaña, bajo la bandera de la ‘campaña antiterrorista’,
se ha privado rápidamente a lo extranjeros de los derechos humanos esenciales que hasta
ahora han soportado todas las vicisitudes de la historia desde los tiempos de la Carta
Magna y el Habeas Corpus. Ahora se puede detener a los extranjeros con cargos de los
que no se pueden defender, ya que nadie les dice cuáles son. Como indica de forma ácida
Martin Thomasix, a partir de ahora, en una inversión radical del principio básico de ley
civilizada, la ‘prueba de la acusación criminal es una complicación superflua’, al menos
en lo que se refiere a los refugiados extranjeros.
Se pueden cerrar las puertas, pero el problema no desaparecerá, por muy
herméticas que sean las cerraduras. Estas cerraduras no amedrentan o debilitan las
fuerzas que provocan el desplazamiento y que convierten a los humanos en refugiados.
Las cerraduras pueden mantener el problema alejado, pero no podrán eliminarlo.
· Como víctimas de la ausencia de respuesta global a los problemas de
eliminación de residuos y producción de residuos globales, los residuos humanos
actuales, llamados ‘problema de los refugiados’ se encuentra en un fuego cruzado; más
exactamente, en un dilema.
Se expulsa a la fuerza a los refugiados o se les asusta para que abandonen sus
países nativos, pero no se les permite entrar en otro país. No cambian de lugar; pierden su
lugar en el mundo, se les catapulta a la nada, al ‘non-lieux’ de Augé o a las
‘nowherevilles’ de Garreau, al ‘Narrenschiffen’ de Michel Foucault, ‘a un lugar sin lugar,
a la deriva, que existe por sí mismo, que está encerrado en sí mismo y al mismo tiempo
entregado a la infinidad del mar’ (x), o a un desierto, por definición un lugar inhabitado,
la tierra resentida con los humanos y que estos rara vez visitan.
Los refugiados se han convertido en un alter ego caricaturizado de la nueva elite
de poder del mundo globalizado: otra personificación de la extraterritorialidad en la que
se hunden las raíces de la precariedad actual de la condición humana, el primero de los
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miedos y ansiedades humanos actuales. Esos miedos y ansiedades casi universales, que
no tienen válvulas de escape adecuadas y se quedan en casa porque no tienen vehículos
adecuados, se han contagiado del resentimiento y miedo popular a los refugiados que
desembarcaban, o amenazaban con desembarcar, cuando sus detractores están obligados
a quedarse. Estos miedos y ansiedades no se pueden calmar ni perseguir en una
confrontación directa con la otra personificación de la extraterritorialidad, la elite global
que permanece tercamente fuera de alcance, moviéndose con rapidez y de forma esquiva,
demasiado poderosa para enfrentarse a ella. Los refugiados, sin embargo, son una presa
fácil para descargar el exceso de angustia…xi
· Vayan donde vayan, nadie quiere a los refugiados y eso se les deja bien claro.
Los ‘inmigrantes económicos’ admitidos (que es gente que sigue los preceptos de la
elección racional y tratan de ganarse la vida donde pueden más que ganársela donde no es
posible) son condenados abiertamente por los mismos gobiernos que intentan por todos
los medios que la ‘flexibilidad laboral’ sea la principal virtud de sus propios sujetos y
exhortan a los parados nativos que se ‘pongan manos a la obra’ y vayan a donde hay
trabajo.
El estigma de los motivos económicos se contagia también a los recién llegados
que hasta hace poco se consideraba que ejercían sus derechos humanos: buscar refugio a
la discriminación y persecución. Gracias a la asociación repetida, el término ‘solicitante
de asilo’ ha adquirido un matiz despectivo. Los hombres de estado de la ‘Unión Europea’
usan la mayor parte de su tiempo e ingenio en diseñar formas cada vez más sofisticadas
de reforzar y fortificar las fronteras, y en buscar los procedimientos más expeditivos para
deshacerse de los buscadores de refugio y pan que consiguen aún cruzar las fronteras.
David Blunkett, ministro del Interior británico, para no ser menos, propuso hacer
chantaje a los países de origen de los refugiados para que se quedaran a los ‘solicitantes
de asilo descalificados’ y recortar la ayuda financiera a los países que no lo hicieran.xii No
fue ésta su única nueva idea; Blunkett quiere ‘forzar el camino del cambio’, y se queja de
que, debido a la falta de entusiasmo entre los lideres europeos, el ‘progreso ha sido
demasiado lento’. Quiere crear una ‘fuerza conjunta de actuación rápida’ en toda Europa
y un ‘equipo operativo de expertos nacionales’ para que ‘confeccionen evaluaciones de
los riesgos comunes que identifiquen los puntos débiles de la UE…las fronteras
exteriores, tratando el tema de la migración ilegal transportada por mar y abordando el
tráfico humano [el nuevo término diseñado para sustituir el concepto, una vez noble, de
‘pasaje’ – Z.B.]’
Con la cooperación activa de los gobiernos y otras figuras públicas que
encuentran en el fomento e instigación de los prejuicios populares el único sucedáneo
disponible de la confrontación abierta con las fuentes originales que persiguen su
circunscripción, los 'solicitantes de asilo' (como los que aparentemente reúnen fuerzas en
Sangattes de Europa preparándose para la invasión de las islas británicas, o los que están
a punto de establecerse, a menos que se les detenga, en campos a medida a unas cuantas
millas de las casas de los electores) sustituyen a las brujas de mirada diabólica, los
horrores indeterminados provenientes de las calles miserables y los distritos peligrosos, y
otros fantasmas y duendes malignos de las leyendas urbanas. El nuevo folclore urbano
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ávidamente aceptado por la gente que vive en las ciudades presenta a las víctimas de la
marginación social como los principales villanos de su propio sufrimiento. Recoge y
recicla las tradiciones recibidas de las espeluznantes historias de terror que las
inseguridades de la vida en la ciudad han generado en el pasado, y que actualmente, se
piden de forma ávida y constante.
Los ministros británicos, junto con otros gobiernos europeos, proponen que, estos
inmigrantes, que a pesar de las estratagemas más ingeniosas no se pueden deportar de
forma rápida, sean confinados en campos posiblemente construidos en partes remotas y
aisladas del país (una medida que transforma la creencia de que los inmigrantes no
quieren o no pueden ser asimilados por la vida económica del país en un profecía que
acarrea su propio cumplimiento); y así, como observa Gary Youngexiii, ‘se erigen de
forma efectiva Bantustans en la campiña británica, acorralando a los refugiados de forma
que queden aislados y vulnerables’ (los solicitantes de asilo, como señala Younge, ‘tienen
más posibilidades de ser víctimas de crímenes que perpetradores’).
· Un espectro se cierne sobre el planeta: el espectro de la xenofobia. Los recelos y
animadversiones tribales antiguos y modernos, nunca extinguidos o recién descongelados
y reavivados, se han mezclado y combinado con el nuevo miedo por la seguridad extraído
de las nuevas y viejas incertidumbres e inseguridades de la existencia moderna líquida.
La gente, cansada de las pruebas inconclusas de adecuación y terriblemente
atemorizada por la precariedad inexplicable y misteriosa de sus fortunas, y por la niebla
global que no les deja ver sus perspectivas de futuro, busca desesperadamente a los
culpables de su sufrimiento y tribulaciones. Los encuentran, sorprendentemente, bajo la
farola más cercana, en el único lugar amablemente iluminado por las fuerzas de la ley y
el orden: ‘Los criminales son los que nos hacen inseguros, y los extranjeros son los que
provocan los delitos’; y por tanto ‘la captura, encarcelación y deportación de los
extranjeros nos devolverá nuestra seguridad robada o perdida’.
Donald G. McNeil Jr. tituló su resumen de los cambios más recientes en el
espectro político europeo ‘Los políticos consienten el miedo a los delitos’xiv. De hecho,
en el mundo dirigido por los gobiernos elegidos democráticamente, la promesa de ser
‘intransigentes con los delitos’ se convierte en el mejor triunfo, que puede ganar a todos
los otros. La mano ganadora es casi de forma invariable una combinación de ‘más
prisiones, más policía, sentencias más largas’ junto con la promesa de ‘sin inmigración,
sin derecho de asilo, sin nacionalización’. Como dijo McNeil, ‘los políticos en toda
Europa usan el estereotipo de que los “extranjeros provocan los delitos” para vincular el
odio étnico, que no está de moda, con el miedo más aceptable de la propia seguridad’.
El duelo presidencial entre Chirac y Jospin en 2002 degeneró ya en sus primeras
fases en una subasta pública en la que los dos competidores rivalizaban por obtener el
apoyo electoral ofreciendo medidas cada vez más duras contra los delincuentes e
inmigrantes, pero sobre todo contra los inmigrantes que generaban delitos y la
delincuencia generada por inmigrantesxv. Sin embargo, primero hicieron todo lo posible
por centrar la ansiedad de los electores derivada del sentido ambiental de precariedad (la
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inseguridad exasperante de la posición social entrelazada con la acuciante incertidumbre
sobre el futuro de los medios de vida) en el miedo de la seguridad personal (integridad
física, pertenencias personales, hogar, vecindario). El 14 de julio de 2001 Chirac puso la
máquina infernal en movimiento, anunciando la necesidad de luchar contra ‘las crecientes
amenazas contra la seguridad, esa inundación creciente’ a la vista del aumento (también
anunciado en esa ocasión) de casi el 10 por ciento de la delincuencia en la primera mitad
del año, y declaró que la política de ‘tolerancia cero’ se convertiría en ley cuando fuera
reelegido. Se estableció el tono de la campaña presidencial, y Jospin no tardó en unirse,
elaborando sus propias variaciones sobre el tema compartido (aunque inesperadamente
para los solistas principales, aunque ciertamente no para los observadores conocedores de
sociología, fue la voz de Le Pen la que sobresalió como la más pura y por tanto la más
audible). El 28 de agosto, Jospin declaró la ‘guerra contra la inseguridad’, jurando que
no habría ‘flexibilidad’, mientras que el 6 de setiembre, Daniel Vaillant y Marylise
Lebranchu, sus ministros de Asuntos interiores y Justicia, respectivamente, juraron que
no mostrarían ninguna tolerancia con la delincuencia de cualquier tipo. La reacción
inmediata de Vaillant al 11 de setiembre fue aumentar las competencias de la policía,
especialmente contra los menores de los banlieues de ‘extranjeros étnicos’, donde de
acuerdo con la versión oficial (adecuada para los funcionarios) se preparó el brebaje
diabólico de la incertidumbre y la inseguridad que envenenaba la vida de los franceses. El
propio Jospin siguió injuriando y criticando, en términos aún más virulentos, a la ‘escuela
angelical’ de planteamiento blando, a la que juró nunca pertenecer en el pasado ni unirse
en el futuro. La subasta prosiguió, y las ofertas llegaron muy arriba. Chirac prometió
crear un ministerio de seguridad interior, a lo que Jospin respondió con el compromiso
del ministerio ‘encargado de la seguridad pública’ y ‘la coordinación de las operaciones
policiales’. Cuando Chirac blandió la idea de centros cerrados para confinar a los
delincuentes juveniles, Jospin repitió la promesa con la visión de ‘estructuras cerradas’
para los delincuentes juveniles, pujando más que su oponente con la perspectiva de
‘sentencias en el acto’.
Tan sólo hace tres décadas, Portugal era (junto con Turquía) el principal
proveedor de los Gastarbeiter temidos por los Bürger alemanes que saqueaban el
acogedor paisaje urbano y minaban la unión social, los cimientos de su seguridad y
confort. Hoy, gracias a su muy mejorada fortuna, Portugal ha pasado de ser un país
exportador de trabajadores a ser un país importador de trabajadores. Las penurias y
humillaciones sufridas cuando se ganaban el sustento en países extranjeros se han
olvidado rápidamente, y el 27 por ciento de los portugueses declaró que su principal
preocupación era que el vecindario estaba infestado de delincuencia y extranjeros. Y el
político Paulo Portas, apostando solo ferozmente contra la inmigración, ayudó a que la
nueva coalición de derechas consiguiera el poder (del mismo modo que el Partido
Popular danés de Pia Kiersgaard lo hizo en Dinamarca, la Liga Norte de Umberto Bossi
en Italia, el Partido Progresista radicalmente en contra de los inmigrantes en Noruega;
todo esto en países que hasta hace no mucho enviaban a sus hijos a tierras lejanas para
que se buscaran el sustento que sus países de origen no les podían ofrecer).
Todas estas noticias aplanan el camino para los titulares de primera página (como
‘Plan del Reino Unido para la ofensiva de asilo’ en The Guardian el 13 de junio de 2002;
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sin mencionar los titulares de primera página de los diarios sensacionalistas…). Sin
embargo, el grueso principal de la fobia a los inmigrantes permanece oculto a la atención
(de hecho, al conocimiento) de la Europa occidental y nunca sale a la luz. ‘Culpar a los
inmigrantes’, extranjeros, recién llegados y especialmente a los recién llegados
extranjeros, de todos los aspectos del malestar social (y ante todo por el sentimiento
nauseabundo y desacreditador de Unsicherheit, incertezza, precarité, inseguridad) se está
convirtiendo rápidamente en un hábito global. Como dice Heather Grabbe, director de
investigación del Centro para la reforma europea, ‘los alemanes culpan a los polacos, los
polacos culpan a los ucranianos, los ucranianos culpan a los kirguís y a los uzbekos’xvi,
mientras que los países demasiado pobres para atraer a vecinos desesperados que buscan
ganarse la vida, como Rumania, Bulgaria, Hungría o Eslovaquia, dirigen su ira a los
sospechosos habituales y a los culpables de reserva: los locales pero nómadas, que
rechazan las direcciones fijas, y por tanto ‘recién llegados’ y extranjeros siempre y en
todas partes, los gitanos.
· En su investigación del misterio del poder humano, terrenal, Mikhail Bakhtin
empezó con la descripción del ‘miedo cósmico’, la emoción humana derivada de la
magnificencia inhumana del universo; miedo que según Bakhtin fomenta ’la creación, el
prototipo y la inspiración de los poderes humanosxvii. El miedo cósmico es, en palabras de
Bakhtin, el temor que se siente frente a los enormemente grandes o enormemente
poderosos: frente al cielo estrellado, la masa de las montañas, el mar, y el miedo a los
trastornos cósmicos y desastres naturales…El miedo cósmico no es fundamentalmente
algo místico en sentido estricto (es un miedo frente a la grandeza material y los poderes
materialmente indefinibles)…
En el centro del ‘miedo cósmico’ encontramos la persona insignificante del ser
mortal y débil enfrentado con la enormidad y eternidad del universo; la vulnerabilidad
del frágil cuerpo humano que revela la visión del ‘cielo estrellado’ o ‘la masa material de
las montañas’, pero también la comprensión de que no está bajo el poder humano
comprender el imponente poder que se manifiesta en la grandiosidad eterna del universo;
que se desconocen las intenciones del universo, que son impredecibles sus próximos
pasos, aunque sus acciones en el pasado siguieron un curso que desafió la previsión y
precauciones humanas. Si hay un plan preconcebido o una lógica en sus acciones,
evidentemente escapan a la comprensión humana. Así, el ‘miedo cósmico’ es también el
miedo a lo desconocido: el terror a la incertidumbre. Todas las religiones reclamaban la
autoridad y solicitaban confianza y devoción prometiendo el desagravio de esa
vulnerabilidad e incertidumbre.
La vulnerabilidad y la incertidumbre son también dos cualidades de la condición
humana a partir de las cuales se moldea, como sugiere Bakhtin, el ‘miedo oficial’, el
miedo de poder ostentado por los hombres y creado por los hombres. Si sobre esto reside
el poder humano, la producción del miedo oficial es la clave para la efectividad del
poder. El miedo cósmico no necesita mediadores humanos, pero el miedo oficial no
puede funcionar sin ellos. El miedo oficial sólo puede ser artificioso. Los poderes
terrenales, de forma parecida a las mercancías ofrecidas por los mercados de consumo,
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deben crear su propia demanda. Para que se mantenga su dominio, los objetos humanos
deben ser, y mantenerse, vulnerables e inseguros.
En una sociedad moderna media, esta vulnerabilidad e inseguridad de la
existencia se produce de forma masiva gracias a que los objetivos de la vida están
expuestos a las fuerzas de mercado, notoriamente erráticas y escandalosas; excepto para
crear y proteger las condiciones legales de las libertades del mercado, el poder político no
tiene necesidad de interferir. Cuando pide a sus ciudadanos disciplina y el cumplimiento
de la ley, puede basar la legitimidad de estas exigencias en la promesa de reducir la
incertidumbre y la vulnerabilidad que la libertad de las fuerzas de mercado generarán.
Esta legitimación encuentra su expresión final en la autodefinición de la forma moderna
de gobierno como ‘estado del bienestar’.
Sin embargo, esta fórmula de poder político resulta cada vez menos convincente
en nuestros tiempos, en los que las provisiones de bienestar se desmontan y retiran
paulatinamente mientras las restricciones impuestas en la actuación libre de los intereses
de mercado se eliminan una a una. Las obligaciones protectoras del estado se reducen
actualmente a una pequeña minoría de los desempleados, aunque ni esa minoría puede ya
sentirse ‘segura en manos del gobierno’ ya que la poca utilidad de los pobres como
consumidores y su capacidad de participar en el juego de mercado tiende a estar cada vez
más criminalizada. En general, el estado se lava las manos de la vulnerabilidad e
incertidumbre que surge del mercado. Estos tormentos se redefinen ahora como asuntos
privados, temas que hay que tratar de forma individual con recursos de propiedad
privada. Como dice Ulrich Beck, “se espera ahora que los individuos busquen soluciones
biográficas a contradicciones sistémicas”xviii.
Estas nuevas tendencias minan los cimientos sobre los que descansaban los
poderes del estado moderno, que reclamaban un papel crucial en la lucha contra la
vulnerabilidad e incertidumbre que amenazaba a sus súbditos. El amplio crecimiento de
la apatía política, la pérdida de intereses y compromisos políticos, y la retirada masiva de
la población de la participación en la política institucional son evidencias de la confianza
cada vez menor en la capacidad del estado de apaciguar el miedo.
Por tanto, el estado contemporáneo debe buscar, y lo hace, otro tipo de ‘miedo
oficial’, una variación no económica de la vulnerabilidad e incertidumbre que reivindique
para mitigar y curar. Esa alternativa parece que hoy está situada (de forma más obstinada
y espectacular en la administración de EE.UU., aunque también cada vez más en los
gobiernos europeos) en el tema de la seguridad personal: en las amenazas y miedos a los
cuerpos humanos, posesiones humanas y hábitats humanos que pueden derivarse de las
actividades delictivas o conductas antisociales de la ‘clase marginada’, a la cual se han
unido recientemente los terroristas globales. A diferencia de la inseguridad demasiado
visible y obvia derivada del mercado, esta inseguridad alternativa, que se espera que
restaure el monopolio de salvación y redención que ha perdido el estado, ha de ser
infundida de forma artificial por el poder establecido o al menos muy dramatizada para
inspirar la cantidad suficiente de ‘miedo oficial’, suficiente para eclipsar y ensombrecer
11
la inseguridad económica sobre la que la administración del estado ni puede ni quiere
hacer nada.
Se crea una demanda popular de poder del estado en su versión emancipada, que
se espera que sustituya las previsiones debilitadas de la protección social, sobre los
cimientos de la vulnerabilidad personal y la seguridad personal, en vez de la precariedad
social y la protección social. A diferencia de las amenazas generadas por el mercado, que
resultan demasiado reales para los medios de vida y la posición social, hay que reforzar
fuertemente el miedo a la seguridad personal y presentar las amenazas como
omnipresentes si no se ven, de forma que se pueda aplaudir la no materialización de las
amenazas como un acontecimiento extraordinario, un resultado de las capacidades
excepcionales, vigilancia, cuidado y buena voluntad de los órganos del estado. Ésta es la
tarea principal que tienen la CIA y el FBI en los últimos meses: advertir a los americanos
de los inminentes atentados contra su seguridad, poniéndolos en un estado de alerta
constante y creando tensión.
Lejos de ser una salida imprevisible, indeseable y resentida de desarrollos
incontrolados e irregulares, la ‘vulnerabilidad mutuamente asegurada’ se puede convertir
en una nueva fórmula de dominación: una política de los poderes globales buscada de
forma sistemática en un mundo evidentemente pobre en visiones de realidades
alternativas y mejores, y especialmente de políticas que puedan ayudar a materializar
estas visiones.
· Los poderes que dan forma a las condiciones bajo las cuales actuamos todos
estos días fluyen en el espacio global, mientras que nuestras instituciones de acción
política permanecen, por lo general, ligadas al suelo; son, como antes, locales. Dado que
su autoridad y sus poderes ejecutivos están limitados localmente, las agencias políticas
existentes tienden a adolecer gravemente de una potencia de actuación insuficiente para
actuar de forma efectiva y soberana en un ámbito mundial, donde se concibe y pone en
práctica el juego del poder. Los juegos políticos convencionales tienen solamente un
alcance local, mientras que el ciberespacio extraterritorial, el terreno de juego de los
poderes, es una zona ‘sin política’.
En nuestro mundo globalizado, la política (y los políticos, salvo por algunos casos
de ambiciones o desilusiones excesivos) tiende a ser cada vez más, de forma vehemente y
consciente, local; y a medida que la escala de poderes locales se sigue expandiendo, la
noción de ‘localidad’ sigue el principio de moda de la ‘subsidiaridad’ y se mueve en la
dirección opuesta. Con acceso prohibido o desalojados del ciberespacio, y cayéndonos (o
caídos) de las debilitadas manos del estado, la política recurre a los asuntos ‘alcanzables’,
sobre temas locales, las relaciones entre vecinos, y los recupera. Para la mayoría de
nosotros, y durante la mayor parte del tiempo, estos parecen ser los únicos temas sobre
los que ‘podemos hacer algo’, influir, que podemos solucionar, mejorar, corregir. Sólo en
los temas locales nuestra acción o no acción puede ‘marcar la diferencia’, mientras que
para los otros temas claramente ‘supralocales’ no hay ‘alternativa’ (o eso es lo que nos
dicen repetidamente nuestros líderes políticos y toda la gente ‘con conocimientos’).
Llegamos a sospechar que, dados los medios y recursos lamentablemente inadecuados
12
que tenemos a nuestra disposición, los acontecimientos tomarán su curso hagamos lo que
hagamos, o sea lo que sea que preveamos hacer.
Incluso los temas con raíces y causas indudablemente globales, lejanas y
recónditas se abren paso hacia el reino de las preocupaciones políticas solamente por
medio de sus consecuencias y repercusiones locales. La polución reconocidamente global
del aire o del agua se convierte en un tema político cuando un vertedero de residuos
tóxico o los barracones para los solicitantes de asilo se ubican cerca de nosotros, en
‘nuestro patio trasero’, en una proximidad temible, pero al mismo tiempo ‘alcanzable’ de
un modo alentador. La comercialización progresiva de las preocupaciones sanitarias,
evidentemente un efecto de la competencia terrible entre los gigantes farmacéuticos
supranacionales, pasa al ámbito político cuando se viene abajo el hospital del vecindario
o se retiran las residencias geriátricas e instituciones mentales locales. Fueron los
residentes de una cuidad, Nueva York, los que tuvieron que enfrentarse a la confusión
provocada por el terrorismo gestado globalmente. De inmediato los han seguido
ayuntamientos y alcaldes de otras ciudades que tienen ahora que asumir la
responsabilidad de la protección de la seguridad individual, amenazada por fuerzas
consolidadas más allá del límite de alcance de su municipalidad o de cualquier otra. La
devastación global de los medios de vida y el desarraigo de poblaciones afianzadas entra
en el horizonte de la acción política por el abigarrado conjunto de ‘inmigrantes
económicos’ que llenan las calles que una vez fueron uniformes…
Para resumir la historia: las localidades se han convertido en vertederos para
problemas engendrados globalmente. Sus residentes y sus representantes electos tienden
a enfrentarse a retos y tareas que de ninguna manera pueden afrontar: encontrar
soluciones locales a las contradicciones globales.
De ahí la paradoja indicada por Castellsxix de una ‘política local cada vez mayor
en un mundo estructurado por procesos cada vez más globales’. ‘Había una producción
de significado e identidad: mi vecindario, mi comunidad, mi ciudad, mi escuela, mi árbol,
mi río, mi playa, mi iglesia, mi paz, mi entorno’. ‘Indefensos frente al torbellino global,
la gente se aferraba a ella misma’. Hay que remarcar que cuanto más ‘aferrados a sí
mismos’ estén, más ‘indefensos ante el torbellino global’ (pero también más indefensos a
la hora de decidir los significados e identidades locales, y en apariencia suyos) tienden a
estar, para alegría de los operadores globales, que no tienen por qué temer la indefensión.
Como da a entender Castellsxx, la creación del ‘espacio de los flujos’ establece
una nueva jerarquía (global) de dominación por medio de la amenaza de la segregación.
El ‘espacio de los flujos’ puede ‘escapar al control de cualquier escenario’ mientras (y
porque) ‘el espacio de los lugares esté fragmentado, localizado y, por tanto, cada vez con
menos poder frente a la versatilidad del espacio de los flujos, y la única posibilidad de
resistencia de las localidades es negar los derechos territoriales a los flujos incontenibles,
sólo para ver como desembarcan en un escenario cercano, induciendo así la
circunvalación y marginación de las comunidades rebeldes’.
13
La política local, independientemente de lo reducida o amplia que sea la
definición de la idea de ‘local’, está completamente sobrecargada, muy por encima de su
capacidad de carga/rendimiento. Se espera ahora mitigar las consecuencias de la
globalización fuera de control con medios y recursos que la misma globalización
consideró lamentablemente inadecuados.
· Hasta ahora, la previsión de que la política llegue al nivel donde se llevan a cabo
las tareas políticas cruciales, que están en barbecho esperando atención, es funesta. La
tendencia que prevalece parece apuntar en otra dirección. El que puede, intenta eliminar
(individualmente o en grupo) los problemas sociales más delicados producidos por las
presiones globales incontroladas transformando el sector del planeta cercano en una
fortaleza de privilegios mientras deja al resto del planeta en la misma situación de coto de
caza en la que se permite la caza sin permiso.
Como ha observado recientemente Naomi Klein: Un continente fortaleza es un
bloque de naciones que unen sus fuerzas para obtener condiciones comerciales favorables
de otros países, mientras patrullan sus fronteras externas comunes para mantener a la
gente alejada de esos países. Pero si un continente se plantea seriamente ser una fortaleza,
también tiene que invitar a uno o dos países pobres dentro de sus muros, ya que alguien
tiene que hacer el trabajo sucio pesado.xxi
Esto es lo que ha hecho recientemente la Unión Europea, invitando a diversos
países pobres de Europa oriental mientras niega la entrada ‘de países más pobres, como
Irak y Nigeria’. De forma parecida, habiendo incluido a México en la ‘fortaleza Nafta’,
EE.UU. consiguió asegurar un flujo de entrada constante de mano de obra barata al
mismo tiempo que ‘sellaba todo el continente, desde Guatemala al círculo polar ártico’.
En su reciente sobria evaluación de la situación actual,xxii David Held encuentra
que la visión de ‘el estado moral irreducible de cada persona’ y el rechazo de ‘la visión
de los particularistas morales de que pertenecer a una determinada comunidad limita y
determina el peso moral de los individuos y la naturaleza de su libertas’ siguen siendo
excepcionales y mayoritariamente se ven como tareas ‘incómodas’. Held apunta algunos
desarrollos que infunden esperanza (especialmente la declaración de los derechos
humanos de Naciones Unidas de 1948 y el Estatuto del Tribunal Penal Internacional de
1998, aunque algunos de los actores globales siguen saboteando éste último de forma
activa), pero observa al mismo tiempo la ‘gran tentación de bajar las cortinas y sólo
defender la posición de algunos países y naciones’.
Las previsiones posteriores al 11 de setiembre tampoco son muy alentadoras.
Contienen una oportunidad para ‘reforzar nuestras instituciones multilaterales y acuerdos
legales internacionales’, pero también existe la posibilidad que haya respuestas que ‘nos
podrían alejar de estos frágiles triunfos hacia un mundo de mayores antagonismo y
divisiones, una sociedad particularmente incivil’. El resumen global de Held no es nada
optimista: ‘En este momento los indicios no son buenos’.
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Evidentemente, los indicios no inspiran confianza en el próximo allgemeine
Vereinigung in der Menschengattung que, como sugirió Emmanuel Kant hace más de dos
siglos, es el destino final que la naturaleza diseñó para los humanos colocándolos en la
superficie de un planeta esférico.
· Sólo el tipo de comunidad que ocupa la mayor parte del discurso político actual,
pero que no se puede encontrar en ninguna otra parte (ciertamente no en las realidades
políticas actuales), la comunidad global, una comunidad inclusiva y no exclusiva que
coincida con la visión de Kant del allgemeine Vereinigung in der Menschengattung,
pueda sacar a los marginados actuales de la marginación del vacío sociopolítico en que
están sumidos.
Todas las comunidades son imaginarias. La ‘comunidad global’ no es una
excepción a esta regla. Pero la imaginación tiende a convertirse en una fuerza de
integración tangible, potente y efectiva cuando está ayudada por instituciones de
autoidentificación y autogobierno producidas socialmente y apoyadas políticamente; esto
ha ocurrido en el pasado, como en el caso de las naciones modernas, unidas en lo bueno y
en lo malo hasta que la muerte las separe a los estados soberanos modernos.
En cuanto a la comunidad global imaginada, falta la presencia de una red
institucional parecida (que esta vez sólo pueda estar formada por agencias globales de
control democrático, sistemas legales globalmente vinculantes y principios éticos
globalmente mantenidos). Creo que ésta es una de las causas principales, quizás la más
importante, de la producción masiva de inhumanidad que se ha llamado, de forma
eufemística, el ‘problema de los refugiados’. También es el principal obstáculo para la
resolución de este problema.
La resistencia a la globalización será probablemente tan efectiva como
manifestarse contra un eclipse solar… La globalización, como una interdependencia
mundial y la ‘vulnerabilidad mutuamente asegurada’ de todos los residentes del planeta,
sin importar lo lejos que estén los unos de los otros, es un hecho. Ya hemos llegado al
punto de no retorno. Rememorar los buenos tiempos de la ‘preglobalizacion’ puede tocar
la fibra sensible, pero al final sólo desviará nuestra atención y nuestras energías de lo que
debemos hacer para reconquistar el territorio extraterritorial conquistado por las fuerzas
globales y someterlo al control político, y a través de la política también al control de la
ética.
Hace casi dos siglos, en medio de la primera gran secesión de las operaciones
empresariales capitalistas del control político (ejercidas en aquel momento casi de forma
exclusiva por instituciones dirigidas por comunidades locales), Karl Marx culpó del error
de 'utopismo' a los defensores de una sociedad más justa y equitativa, ya que pretendían
conseguir sus objetivos deteniendo el avance del capitalismo y volviendo al punto de
partida, el mundo premoderno de amplias familias y talleres familiares, parroquias y
gremios de artesanos. Marx insistía en que no había vuelta atrás; y en este punto al menos
la historia demostró que tenía razón. Sea cual sea el tipo de justicia y equidad que ofrezca
la posibilidad de arraigar en las realidades sociales, debe empezar a partir de donde las
15
transformaciones irreversibles hayan llevado a la condición humana. Se debe recordar
esto cuando se tienen en cuenta las opciones endémicas para esta segunda secesión, esta
vez global.
Muy probablemente ya no existe un refugio para la globalización de la
dependencia humana, para el alcance global de la tecnología humana y las actividades
económicas. La cuestión no es cómo retroceder en la historia, sino cómo luchar contra el
sufrimiento humano y cómo canalizar su flujo hacia una distribución más equitativa de
los beneficios que comporta.
Y debemos recordar otro punto. Sea cual sea la forma que tome el control global
postulado sobre las fuerzas globales, no puede ser una reproducción magnificada de las
instituciones democráticas desarrolladas en los primeros dos siglos de la historia
moderna. Estas instituciones democráticas se han reducido a la medida de los estados
nación, la ‘realidad social’ englobadora y más amplia, y están especialmente poco
preparadas para que se incrementen al volumen global. El estado nación tampoco era una
extensión de los mecanismo comunitarios. Al contrario, era el producto final de modos
radicalmente nuevos de uniones humanas y nuevas formas de solidaridad social. Ni
tampoco era el resultado de una negociación y un consenso conseguido por medio de
duras negociaciones entre las comunidades locales. El estado nación que al final
proporcionó la respuesta buscada a los retos de la 'primera separación' se implementó a
pesar de los defensores acérrimos de las tradiciones comunitarias y con una mayor
erosión de las soberanías locales ya emancipadas y en retroceso. Creo que es
indispensable delimitar claramente nuestras prioridades. Mientras los pasos políticos
permanezcan determinados, u obligados y condenados, por la previsión de los beneficios
o pérdidas empresariales, no podremos hacer nada sobre ninguna de nuestras
preocupaciones. No tenemos en cuenta los medios efectivos de acción capaces de igualar
y superar el poder de las fuerzas globales que se encuentra detrás de estas preocupaciones
y que son responsables de ellas.
Esto no es realismo, sino realismo duro, si es que esto ha existido alguna vez…
Nuestra interdependencia ya es nuestra condición compartida, escogida o no: nuestro
destino conjunto. Lo que queda por hacer y se debe hacer es extraer conclusiones
prácticas de esa condición. O compartimos la responsabilidad de corregir los daños e
indignidades cuando se produzcan, donde se produzcan y a quien se produzcan, o
morimos todos juntos. Como dijo Bill Clinton hace poco (lástima que lo hiciera cuando
dejó de ostentar el poder que podrían hacer que sus palabras se desarrollaran), tenemos
que comprender ‘cuáles son nuestras obligaciones’. También advirtió: ‘No podremos
conseguirlo si la mayor parte de los pobres del mundo están liderados por gente como
Osama Bin Laden, que creen que pueden encontrar su redención en nuestra destrucción.
Y no podremos conseguirlo si la mayor parte de la gente rica del mundo está dirigida por
personas que satisfacen su egoísmo corto de miras y continúan perpetuando la ilusión de
que podemos pedir para nosotros lo que negamos a otros’.
· Durante siglos, los filósofos más inteligentes se devanaban los sesos en vano
intentando reconciliar las exigencias éticas universales con los intereses de supervivencia
16
individuales y de grupo. Los compromisos y sacrificios requeridos por las
responsabilidades morales parecía que estuvieran irremediablemente enfrentados con el
interés humano: ¿qué hacía él o ella para justificar la renuncia a mi (nuestro) confort? ¿Y
qué obtengo (obtenemos) a cambio, si lo hago (hacemos)? Quizá, por primera vez en la
historia las preocupaciones éticas y el interés en la supervivencia apuntan exactamente en
la misma dirección y exigen exactamente las mismas acciones. Puede resultar idealista,
pero también es eminentemente una cuestión terrenal de la vida y la muerte.
Wilhelm Guschlbauer de Francia, en su respuesta a la carta abierta del Primer
Ministro belga sobre la globalización, pidió a los políticos que comprendieran que
‘nuestro estilo de vida derrochador en general… ha suscitado el antagonismo de más
gente en el planeta que el pasado colonial’. Cuando la mitad de la población mundial se
va a dormir hambrienta, nosotros gastamos miles de millones de libras en almacenar los
excedentes de reses, trigo y mantequilla. En nuestra parte ‘desarrollada’ del mundo, la
eliminación de residuos ha pasado a ser (junto con los servicios de seguridad y prisiones,
la industria de eliminación de los ‘residuos humanos’) el sector económico con un
desarrollo más rápido. Así es como funciona una economía centrada en la satisfacción de
los accionistas (más que interesados), y difícilmente puede funcionar de otra manera
mientras continúe en su forma actual. Y se invierten grandes cantidades de dinero en
occidente en la modificación genética rentable de los alimentos que occidente, con sus
despensas rebosantes, no necesita, pero que aumentarán los beneficios de los accionistas
y multiplicarán los residuos en el proceso; pero usar la tecnología genética para sintetizar
nutrientes esenciales que el resto del mundo pobre necesita no suscita ningún interés en
Monsanto, Bayer, Unilever y otros gigantes parecidos ‘en la primera línea del desarrollo
científico’, ya que eso no implica ningún beneficio adicional. En su propia lógica, los
avances científicos y tecnológicos van dirigidos a aquellos que los pueden pagar y los
provocan los que quieren que se les pague. Los pobres de las zonas deprimidas de
Chicago, Washington, Nápoles o Palermo pueden esperar muy poco de ellos (excepto por
la mayor humillación e indignidad de poner el límite del deseo a un nivel aún superior y
menos inaccesible), a menos que intervengan la voluntad y las acciones políticas
democráticas.
He intentado captar estos desarrollos en el libro LA GLOBALIZACIÓN:
CONSECUENCIAS HUMANAS y, desde que lo escribí, los procesos han pasado a ser
aún más profundos y notables. El mundo está todavía más polarizado. Por un lado,
tenemos a la nueva elite extraterritorial que usa a voluntad las lejanas pasturas sin prestar
atención a los puestos y guardias fronterizos. Para una gran parte del resto, las vallas se
repiten e incluso son mayores y más infranqueables, las visibles alrededor de los campos
de refugiados y solicitantes de asilo, y las invisibles alrededor de los ghettos urbanos y las
zonas deprimidas como Alexandria en Washington, las favelas de Rio de Janeiro (tan
sólo a medio kilómetro de Copacabaňa), el sur de Italia, grandes zonas del continente
africano, y las viejas y las nuevas prisiones en todas partes donde se encierra y mantiene
alejada a la población expulsada. Nuestras vidas oscilan entre estos dos extremos.
Creo que esta gran división eclipsa de largo todas las otras oposiciones. Los
humanos están divididos entre los que buscan y encuentran soluciones biográficas a
17
problemas compartidos, y los que no tienen, o a los que se les niegan, los recursos que les
permitan encontrar esas soluciones y configurar así sus biografías con problemas
comunes. La nueva estratificación es cada vez más opresiva por el desmantelamiento y
retirada de las defensas políticas y autodefensa de los pobres construidas laboriosamente
contra las insoportables desigualdades durante la historia moderna.
En resumen: una respuesta efectiva a la globalización sólo puede ser global. Y el
destino de esta respuesta global depende de la aparición y afianzamiento de un escenario
político global (a diferencia del 'internacional', o más correctamente interestatal). Este
escenario es el que falta de forma más notoria. Los actores globales existentes se niegan
rotundamente a construirlo. Sus adversarios ostensibles, formados en el antiguo y cada
vez más poco efectivo arte de la diplomacia interestatal, parece que no tienen la
capacidad necesaria y los recursos indispensables. Se necesitan nuevas fuerzas para
restablecer y revigorizar un forum verdaderamente global adecuado para la era de la
globalización, que sólo podrán reafirmarse si pasan por encima de los dos tipos de
actores.
Parece que ésta es la única certeza, y el resto sólo corresponde a nuestra inventiva
compartida y a la práctica política de ir tanteando. Después de todo, muy pocos
pensadores, si es que hay alguno, podían prever en la niebla de la primera secesión la
forma final que tomaría la operación de reparación de daños. De lo que sí estaban seguros
era de que algún tipo de operación parecida era un imperativo primordial de su tiempo.
Todos estamos en deuda con ellos por esa perspicacia.
18
Anotaciones:
i
Giorgio Agamben, Mezzi senza fine (1996); citado aquí a partir de la traducción de
Vinzenzo Binetti y Cesare Casarino, Means without End (Medios sin finalidad); Notes on
Politics, University of Minnesota Press 2000, pág. 20.
ii Edmund Burke, Reflections on the Revolution in France (Reflexiones sobre la revolución
en Francia) (1790), citado por Arendt en la versión de Everyman’s Library editada por E.
J. Payne.
Hannah Arendt, The Origins of Totalitarianism (Los orígenes del totalitarismo) Andre
iii
Deutsch 1986, págs. 300, 293.
Consulte la nota del traductor en Means without End (Medios sin finalidad), pág.143.
iv
v
‘Karl Jaspers: Citizen of the World?' (Karl Jaspers: ¿ciudadano del mundo?), en Hannah
Arendt, Men in Dark Times (Los hombres en los tiempos oscuros). Harcourt Brace 1993,
págs. 81-94.
Consulte David Maybury-Lewis, Indigenous People, Ethnic Groups and the State
vi
(Pueblos indígenas, grupos étnicos y el estado), Boston, Allyn & Bacon 1997. John
H.Bodley, Victims of Progress (Víctimas del progreso), Menlo Park, Benjamin Cummings
1982.
David Maybury-Lewis, ‘Genocide against Indigenous People’ (El genocidio contra los
vii
pueblos indígenas), en: Annihilating Difference: The Anthropology of Genocide
(Aniquilando la diferencia: La antropología del genocidio) University of California Press
2000, págs. 43-53.
viii
Una acusación a la que recurren con entusiasmo, y con grandes beneficios, una gama
cada vez amplia de políticos de todo el espectro político, desde Le Pen, Pia Kjersgaard o
Vlaam Bloc, de la extrema derecha, hasta un creciente número de los que se definen a sí
mismos como de ‘centro-izquierda’.
ix
x
The Guardian del 26 de noviembre de 2001.
Consulte Michel Foucault, ‘Of Other Spaces’ (Sobre otros espacios), en Diacritics, I.
1986, pág. 26.
xi
Según el Alto Comisariado de Naciones Unidas para los refugiados (UNHCR) hay entre
13 y 18 millones de ‘víctimas del desplazamiento forzoso’ que luchan por la
supervivencia fuera de las fronteras de sus países de origen (sin contar los millones de
refugiados ‘internos’ en Burundi y Sri Lanka, Colombia y Angola, Sudán y Afganistán,
condenados a vagar por guerras tribales inacabables). De esos, más de seis millones
están en Asia, de siete a ocho en África; hay tres millones de refugiados palestinos en
Oriente Medio. Ésta es una estimación conservadora. No todos los refugiados han sido
reconocidos (o se ha reclamado su reconocimiento) como tales; sólo una parte de las
personas desplazadas tuvieron la suficiente suerte para encontrase en el registro
UNHCR y bajo su cuidado.
xii
Consulte, Alan Travis, ‘UK plan for asylum crackdown’ (Plan del Reino Unido para la
ofensiva de asilo), The Guardian 13 de junio de 2002.
19
Gary Younge, ‘Villagers and the damned’ (Los vecinos y los condenados), The
xiii
Guardian 24 de junio de 2002.
En New York Times del 5-6 de mayo de 2002.
xiv
xv
Comp. Nathaniel Herzberg y Cécile Prieur, ‘Lionel Jospin et le “piège” sécuritaire’, en
Le Monde 5-6 de mayo de 2002.
xvi
Citado por Donald G. McNeil Jr., op.cit.
Mikhail Bakhtin, Rabelais and His World (Rabelais y su mundo), MIT Press 1968
xvii
(traducción de la publicación rusa de 1965). Consulte también el acertado resumen de
Ken Hirschkop en ‘Fear and Democracy: an essay on Bakhtin’s theory of carnival’ (Miedo
y democracia: un ensayo sobre la teoría del carnaval de Bakhtin), en Associations, vol.1
(1997), págs. 209-34.
xviii
Ulrich Beck, Risikogesellschaft: Auf dem Weg in eine andere Moderne, Suhrkamp
1986; citado a partir de la traducción de Mark Ritter, Sage 1992, pág.137.
xix
Manuel Castells, The Power of Identity (El poder de la identidad), Blackwell 1997, pág.
61.25
xx
Manuel Castells, ‘Grassrooting the Space of Flows’ (Bases del espacio de los flujos), en
Cities in the Telecommunication Age: The Fracturing of Geographies (Las ciudades de la
era de las telecomunicaciones: la fractura de las geografías) , págs. 20-1.
xxi
Naomi Klein, ‘Fortress Continents’ (Continentes fortalezas), en The Guardian, 16 de
enero de 2003, pág. 23.
xxii
David Held, ‘Violence, Law and Justice in a Global Age’ (Ley y justicia en la era
global), en Constellations, marzo de 2002, págs.74-88.
20
Roberto Savio
Secretario general de la Society for International Development
La brecha entre las institucones políticas y la sociedad civil
Estamos presenciando una explosión de la sociedad civil, que en pocos años se
ha transformado de una desarticulada galaxia de Organizaciones No Gubernamentales,
en una red global: este gran actor dinámico y a veces exclusivo sobre la gobernabilidad
de la globalización, y de otras agendas globales. El sistema político ha reaccionado a
este crecimiento cuestionando su legitimidad y su poder de representación,
catalogándolo como un fenómeno radical y no constructivo, y liquidándolo como “no
global”, o sea antihistórico y romántico.
Las manifestaciones callejeras que se enfrentan en las reuniones del G7, a las del
FMI y el Banco Mundial, o a las de la Organización Mundial del Comercio, siempre
más destinadas a reunirse en lugares periféricos, se han convertido en el símbolo de esta
relación. Pero esto es sólo la parte visible de un fenómeno mucho más profundo y
trascendente: una brecha fuerte y creciente entre instituciones políticas y sociedad civil,
que se realiza a niveles diferentes en todos los países. Este tema, sobre el cuál no ha
habido iniciativas significativas, se está convirtiendo en uno de los temas fundamentales
a cerca del déficit democrático del cuál tanto se habla.
Es importante recordar que esta situación ha sido algo lenta en gestarse. Hay que
tener en cuenta que ha habido dos generaciones de la Sociedad Civil. La primera, que
nace en los años 70, se había desarrollado en el paradigma del Desarrollo. Este era el
punto de consenso y de compromiso de la Comunidad Internacional: que había que
trabajar conjuntamente, entre Norte y Sur, para cambiar el destino de gran parte de la
humanidad, dándole los instrumentos económicos, sociales y culturales para que se
creara un mundo más justo y viable, con el progreso de todos los ciudadanos.
En este paradigma nacen las Organizaciones No Gubernamentales, que actúan
para el respeto de los Derechos Humanos, del Medio ambiente, de la plena participación
de la Mujer, de la Educación y la Salud, y de los otros temas en los cuales Naciones
Unidas encuentra su nueva razón de ser. Las grandes Conferencias de Naciones Unidas
de los años 90, desde la de Medio Ambiente en Río, a la de Población en el Cairo, a la
de Derechos Humanos en Viena, para terminar en 1995 con el Summit Social de
Copenhague y la Mujer en Beijing, en realidad legitimaron a la primera generación de la
sociedad civil que miró a Naciones Unidas como referencia y defensa.
Para un gobierno autoritario las ONG de derechos humanos eran organizaciones
ilegítimas; pero ahora eran parte de una agenda internacional acordada por los países. Y
gracias a Internet, las ONGs se organizan en redes, cuya función es no sólo intercambio
de experiencias sino muchas veces de ayuda y defensa recíproca, con el apoyo de la
comunidad internacional.
De manera obviamente muy diferente, según el cuadro político las relaciones se
habían establecido también a nivel nacional. Las ONGs se transforman en grupos de
presión en los parlamentos de los países receptores, los gobiernos asisten impotentes a
la siempre creciente importancia de las ONGs en la implementación de programas y
proyectos, ya que los países de la OCDE pasan a destinar del 5% de sus presupuestos
de ayuda al desarrollo a las ONGs, en 1985, al 25% en 1995. El mismo camino lo
toman las Agencias y Programas de Naciones Unidas, en las cuales las ONGs
internacionales son a veces interlocutores más consistentes que los mismos Estados.
Esta Primera Generación de la Sociedad Civil, la del Paradigma del Desarrollo,
se encuentra superada por fuerza y participación por la Segunda Generación, que nace
bajo el Paradigma de la Globalización, al final de los años 90. Es una generación que
considera que la marcha de la Globalización Neoliberal es tan fuerte y arrasadora, que
no hay otra acción más importante que denunciarla y buscar detenerla. Se puede colocar
la gran movilización de Seattle como el acto público de nacimiento; y es importante
recalcar que esta Segunda Generación trae su legitimidad del rechazo de las
instituciones internacionales como parte del proceso de globalización, y del mismo
apoyo, a diferencia de la primera generación. Es una generación que también rechaza
con más fuerza y convicción los partidos políticos y las otras instituciones políticas,
porque los consideran parte del problema, y no aliados en la solución.
Las relaciones entre las dos generaciones han tardado cierto tiempo en gestarse
de manera positiva. Al comienzo las ONGs eran consideradas burocráticas o superadas
por la realidad de los nuevos grupos, que eran considerados demasiado radicales por los
primeros. El Foro Social Mundial de Porto Alegre, con su primera reunión de enero de
2001, ha permitido que ambas generaciones se encontraran, y se entendieran. El primer
Foro era para denunciar la globalización neoliberal, y había nacido como alternativo a
Davos.
Sin embargo, el declive del paradigma del Desarrollo en las agendas nacionales
y en su financiación; el fracaso de un esfuerzo sin precedentes para la solución de la
deuda del Tercer Mundo en una campaña apoyada por el Papa; la marginación evidente
de Naciones Unidas, privada de los dos instrumentos fundamentales de la globalización,
el sector de las finanzas y el sector del comercio, esto había creado una fuerte
indignación en las ONGs del Desarrollo, que entendían que la Globalización era la
fuerza subyacente a este proceso; y a la vez se hizo evidente que el conocimiento
científico y técnico de éstas era importante para el proceso de denuncia de todos.
Este proceso de integración se ha hecho más fuerte y manifiesto con el pasar de
los Foros Mundiales, dedicados siempre más a fases prepositivas. Ha sido una
experiencia muy enriquecedora ver como el debate y el diálogo, fuerzas de gran
importancia histórica, como el movimiento indigenista y el feminista, que habían tenido
una trayectoria propia, pasan a ser uno de los motores del Foro Social Mundial, y de las
articulaciones nacionales y regionales, en una articulación sin precedentes.
Es así que se puede hablar ahora de Sociedad Civil Global, en la cual cada
componente, grande o pequeño tiene su actividad y acción, pero donde a pesar de las
diferencias la voluntad de compartir y actuar conjuntamente es el elemento
determinante. Este proceso va a seguir muy probablemente fortaleciéndose, también por
el uso de las nuevas tecnologías de comunicación, que han ampliado los intercambios y
el conocimiento común. El Foro Social Mundial, sin Internet, no hubiera sido posible.
Los organizadores esperaban unas 5000 personas en 2001. Llegaron más de 30000. En
el 2003 se llega a los cien mil. El sitio web abierto por IPS y LMD ha llegado a las
20000 páginas leídas diariamente, o sea varios millones de participantes en el mundo.
Se trata de algo imposible hasta hace algunos años, y que va a crecer con el crecimiento
de la red.
Cabe destacar que Porto Alegre es una manifestación basada en el voluntariado
y en la participación, al punto tal que para el FSM 2003 se llegó a decidir que no se
pague costo y estadía a nadie. El resultado es que los expositores de los 1710 paneles y
talleres, de 143 países, viajaron enteramente por cuenta propia, cuando el trend de todas
las conferencias es pagar por lo menos los costos de los exponentes, para asegurar que
hay cierto nivel. Obviamente, puede observar que también Davos los miles de dirigentes
que se reúnen cada año, no sólo pagan sus costos, sino también una fuerte tasa de
inscripción, superior a los 50 dólares del FSM. Pero esto significa dar a los de Porto
Alegre el mismo nivel de fuerza de los de Davos...
Sobre el FSM son posibles muchas líneas de análisis, y estamos todavía al
comienzo de su proceso. Pero hay unanimidad en que lo que ha llevado a la unidad y el
consenso de los tan heterogéneos participantes, ha sido encontrar valores comunes: el
valor de la solidaridad, de la justicia social, de la equidad, de la participación. Estos
valores, estaban en la base de la acción de todos. Y la diferencia con Davos era también
esencialmente una cuestión de valores, mas allá de toda discusión política. El paradigma
de la globalización neoliberal conlleva un sistema de valores que se está imponiendo.
El valor del libre mercado, como regulador supremo de la economía y de la
sociedad, el valor de la ganancia como elemento determinante y único en la vida
económica y social; la teorización de la Nueva Economía, en la cual las especulaciones
son más atractivas que la vieja economía productiva, así que ahora por cada dólar en
circulación de producción hay 20 dólares de especulación de bolsas y cambios; la
eliminación del hombre como centro del mercado y la sociedad.
Todo esto acompañado por una poderosa estructuración a nivel mundial, por el
llamado consenso de Washington, de gran impacto en la vida de cada ciudadano, ya que
la reducción del papel del estado (enemigo principal del libre mercado), de las barreras
aduaneras, la privatización de todas las empresas, han llevado a impactos sociales,
desde Tanzania a Argentina, que están a la vista. Y la sociedad civil se ha convertido en
el único portavoz de la vivencia de los ciudadanos sobre los aspectos negativos de la
globalización neoliberal. Es por esto, que lo que se reclamó es la recuperación de los
valores del paradigma del Desarrollo: no es casual que el lema de Porto Alegre sea:
“Otro mundo es posible”, y lo que se reclame es una globalización solidaria.
Por esto, la etiqueta “no global” no representa para nada la marcha del
movimiento de Porto Alegre. Es sobre el tema de los valores que también está el nudo
fundamental de la brecha con las instituciones políticas, ya que la Globalización ha
reducido el espacio de los partidos de manera dramática. Los partidos tenían alguna
estrategia internacional, a través de internacionales, como la Internacional Socialista:
pero básicamente esperan ocupar el gobierno nacional para llevar adelante su política
exterior. La globalización, por su fuerza, amplitud y arrastre, los dejó sin capacidad de
proveer respuestas globales, en un progresivo proceso de atomización. Ya nadie habla
de la Internacional Socialista. Además, la izquierda es la principal víctima de la
Globalización, aunque esto no se pueda decir. La caída del “Imperio del mal”, del
llamado bloque socialista, no fue el resultado de una acción de las socialdemocracias,
sino de los líderes de derecha como Ronald Reagan, Thatcher, Strauss: y con ellos
empezó un sutil proceso de deslice ideológico que fue primero hablar del fin del
comunismo; después del fin de las ideologías y de la historia; finalmente de llevar a la
obsolescencia el uso de los términos de solidaridad, justicia social, y otros términos
políticos que ya no eran de izquierda o de derecha, sino de un estado moderno.
El resultado ha sido un aumento de las fuerzas xenófobas y conservadoras, que
han cabalgado sin problemas los nuevos valores de la globalización. La izquierda,
preocupada de separarse de la caída del “socialismo real” (término desconocido para el
hombre de la calle), y subrayar su parte “democrática”, se han dividido en “viudas”, que
añoran el esposo desaparecido, o sea la existencia de un vasto movimiento capaz de
enfrentar al capitalismo; y las “vírgenes” que quieren demostrar que nunca tuvieron que
ver con el desaparecido, y que por lo tanto son tan respetables cuanto los que lo
detestaban.
La consecuencia ha sido una competición en el terreno administrativo y estatal,
en el marco de una aceptación de la secuela del proceso de globalización, hasta las
guerras que se van sucediendo, desde Yugoslavia a Irak y ahora, a una Guerra Infinita.
A lo sumo, se han elaborado teorías mecánicas de respuesta, más que de elaboración,
como la llamada Tercera Vía de Tony Blair, que busca unir los elementos del
progresismo social democrático con las leyes del mercado de la nueva Economía. Hay
que reconocer que, por otro lado, no se trata de un problema sencillo. No es casual que
el único País del mundo que puede ignorar el poder económico y militar de Estados
Unidos, la China, ha desarrollado algo muy paralelo a la Tercera Vía de Blair, para su
camino en la integración mundial.
Obviamente, estas observaciones quieren reflejar los sentimientos de la Sociedad
Civil, más que ser una reflexión de cierto nivel. Lo que es cierto es que las fuerzas
políticas no han producido un serio análisis sobre el impacto de la Globalización en los
partidos. Habría que plantearse una serie de temas muy complejos. ¿El fin de un mundo
multipolar y la llegada del Imperio han sido una causa determinante? ¿La incapacidad
de Europa de tener una real acción política a nivel internacional, es una causa o un
efecto? ¿La crisis del multilateralismo, acentuada por la administración Bush después
del 11 de Septiembre, es una crisis debida al poder del Imperio, o es también fruto de un
diseño institucional superado?
No hay que olvidarse que al fin de la Primera Guerra Mundial, la comunidad
internacional de este tiempo inventó a la Sociedad de Naciones. Al fin de la Segunda
Guerra Mundial, se crearon las Naciones Unidas. Al final de la Guerra Fría, no se ha
dado vida a nada nuevo, fuera de la Organización Mundial del Comercio, como
regulador de la nueva situación. Y las Naciones Unidas son cada día menos referencia
para la gobernabilidad de la globalización. Esta tiene dos motores: la financiera, que
nunca estuvo en Naciones Unidas, y el comercio, que le ha sido ahora quitado. Le queda
el tema del Desarrollo, de los derechos humanos, del medio ambiente, etc, en continuo
declive como prioridad y medios de acción; y la Paz, que escapa siempre más a su
competencia, como ya fue para la guerra en Yugoslavia, y como de alguna manera es el
caso de Irak. Se le ha escapado a muchos que Richard Perle, Presidente del Consejo de
Seguridad de Estados Unidos, en la última conferencia de la Comisión Trilateral en
Praga, aun no hablando en nombre de Estados Unidos ya que no era una conferencia
oficial, ha denunciado la falta de legitimidad de Naciones Unidas, por estar compuesta
por muchos países corruptos, ineficientes o autoritarios. ¿Porqué hay que recurrir a la
ONU para legitimar la guerra en Irak? Esto sólo lo puede hacer un conjunto de países
democráticos y eficientes. Este conjunto existe, y se llama la NATO. Naciones Unidas
ya no tiene valor real...
No son el tipo de discursos más adecuados para abrir puentes con la Sociedad
Civil: y el señor Perle lo sabe. Lo que pasa es que el equipo actual de la administración
americana, considera que la sociedad civil es un fenómeno marginal, que se puede
controlar con la fuerza. En Estados Unidos, la sociedad civil ha entrado en un proceso
de crisis en los años 70, para ir prácticamente desapareciendo en la última década.
El muy brillante analista político Robert Putnam, de la Universidad de Harvard,
acaba de publicar un libro de gran espesor e impacto “Bowling alone”, sobre el colapso
de la Comunidad Americana. Interesante, entre las varias decenas de reseñas, la de la
Harvard Business Review, que dice: “Si este libro cayera en las manos equivocadas...
como las de los manifestantes con el pelo teñido en morado de Seattle, podría ser usado
para hacer discursos incendiarios”. Su estudio, completo de una enorme serie de datos y
tablas, demuestra que todas las instituciones americanas, desde los clubes de póquer a
los sindicatos, desde los centros culturales a los partidos políticos, han entrado en una
crisis demoledora.
Particularmente impresionante es el caso de la participación en las elecciones,
que han visto desde el 1920, fecha en la cual se amplió el sufragio a la mujer, un
aumento en cada elección presidencial del 1,4%, con una proyección para el fin de siglo
de un 70% de votantes, al actual 35% de las últimas elecciones. Es más, en ellas, solo
un joven de cada siete ha participado, y el 89% de los votantes eran blancos y de clase
media.
Putnam hace un estudio tan detallado, que al final de su libro intenta cualificar
las causas del declive de la comunidad americana: Él considera que la presión del
tiempo y del dinero, en el cambio de la nueva sociedad, es responsable en un 10%. El
cambio de residencias, por la movilidad hacia las ciudades y de las ciudades (fenómeno
muy americano), otro 10%. Más importante es el impacto del entretenimiento
electrónico, como la televisión, que juega por lo menos en un 25%. Y más importante
que todo, el cambio generacional, que Putnam considera ser responsable del 50% del
retiro de las instituciones (con una inter-relación entre el entretenimiento electrónico y
el generacional). Él deja un 5% de margen de error, ya que estamos en “aguas sin
mapas”.
Obviamente este estudio se refiere a Estados Unidos, y no puede ser considerado
automáticamente aplicable en todos los otros países. Pero, en sus análisis, Putnam
considera que un factor muy importante, que engloba varios de estos trenes, es el
proceso de integración y globalización de las estructuras económicas. Las cadenas de
supermercado han eliminado millares de pequeños comerciantes, que se sentían parte de
la comunidad. La “dislocación corporativa”, ha eliminado en Atlanta la leadership
cívica de la ciudad. En la orquesta sinfónica de Boston, estaban de patronos todos los
empresarios importantes locales. En el 2001, los directivos estaban basados no en
Boston, sino en las corporaciones americanas, y los funcionarios locales están
frecuentemente de paso, y no son parte de la comunidad local.
El estudio de Putnam abre un interesante espacio de análisis, entre el declive
cívico americano, y la incapacidad de Washington en entender el fenómeno, en aquellos
años. Reagan sigue hablando de la red de organizaciones cívicas, como alternativa al
estado. Y los que le suceden insisten en el concepto de la sociedad civil como paralela
al sector privado, para crear una dinámica económica nueva.
Es en los 80 que la Sociedad Civil se establece como actor internacional, y en
los 90 que pasa a ser parte decisiva de las conferencias internacionales de Naciones
Unidas. En todas, la posición americana fue de apoyar a la Sociedad Civil como
elemento de democracia y de participación, en contra del poder del estado.
Inmediatamente después de la disolución de la Unión Soviética, el Departamento de
Estado teorizaba que la transición al capitalismo se tenía que hacer potenciando la
Sociedad Civil de los ex-países socialistas: clara reflexión ideología, que nada tenía que
ver con la realidad, ya que no había ninguna sociedad civil, y tampoco ningún sector
privado.
Los desastres de esta política de transición, donde se quiso crear de la nada un
sector privado y una sociedad civil para reducir al estado, están en la base de las
oligarquías, de las mafias, del deterioro social y sanitario, que hace que hoy los rusos
tienen diez años menos de expectativa de vida.
Durante los años 90, que es el momento del declive de participación electoral
más marcado de la historia americana, Hillary Clinton visita los proyectos de la
Grameen Bank en Bangla Desh, se lanza la idea que los micro-créditos sean la solución
del subdesarrollo: y Clinton lanza la tesis que al abrirse miles de puestos de Internet en
todos los pueblos africanos, es automático el florecimiento de la modernidad y de la
participación. Fue el mismo Bill Gates a declarar que sin educación e infraestructuras, la
llegada de los PC no tenía un valor real.
Es durante la administración del primer Bush, que Maurice Strong, durante la
conferencia del Medio Ambiente de Río de Janeiro en el 1992, abre la conferencia a
todas las ONGs que quieran participar (llegaron más de 20000). Y cuando Juan
Somavia, actual Director General de la OIT, impulsa el Summit Social de Jefes de
Estado de Copenaghen, en el 1995, hace de la Sociedad Civil un interlocutor
fundamental de los jefes de estado. Antes sólo las ONGs que estaban admitidas por
Naciones Unidas al Consejo Económico y Social tenían el derecho de participar en las
Naciones Unidas. Esta categoría todavía existe, pero ha perdido mucho de su razón de
ser.
Con la administración Bush este canto a la participación y a la comunicación, al
florecimiento de la sociedad civil, se ha terminado. Bush se apoya exclusivamente en
las iglesias, para su acción cívica. Y unos de sus primeros actos ha sido eliminar la tasa
de sucesión, en su continuo esfuerzo en apoyar el sector corporativo y financiero. Ésto,
a pesar de que los 100 hombres más ricos de Estados Unidos, en una campaña pública
dirigida por el padre de Bill Gates, se dirigieran al presidente americano indicando que
esta medida significaba una drástica reducción en la creación de fundaciones, que era
donde iba a parar el dinero de las grandes familias, en lugar de pagar impuestos.
Desde entonces, la posición americana en las conferencias internacionales ha
sido de bloquear lo más posible la participación de la Sociedad Civil, y las relaciones de
Washington con lo que queda del sistema cívico americano son en la práctica mínimas.
La gran alianza estratégica es con el sector corporativo, especialmente energético, y con
la derecha religiosa americana, que de hecho ha tomado el control del Partido
Republicano.
Podemos por lo tanto concluir que la brecha se formaliza en la segunda mitad de
los años 90, por un lado con el declive de la Ayuda al Desarrollo que afecta la primera
generación de la sociedad civil, y la creación de nuevas instituciones antiglobalización
neoliberal, como por ejemplo Attac. Es también el momento en que los jóvenes dejan de
participar en la vida de los partidos políticos. En cierta manera, el fracaso de la campaña
para la eliminación de la Deuda del Tercer Mundo, realizada por la más grande
coalición posible de personalidades (empezando por el Papa), puede indicarse como el
momento formal de la gran ruptura entre sociedad civil e instituciones políticas. La
reunión del Grupo de los 8 en Génova, con su sangrienta represión que golpea a los
pacíficos y deja libre a los violentos, es el símbolo del desencuentro final.
También en el mismo período se consuma la ruptura entre la Sociedad Civil y el
diálogo con Washington, que se había abierto con la llegada de James D. Wolfensohn a
presidente del Banco Mundial. En la Conferencia de Ginebra en el 2000, de evaluación
del Summit de Copenaghen cinco años después, la ONG americana que había abierto el
diálogo en nombre de muchos con el Banco, declara que esto no ha llevado a nada, y
que hay que retomar la lucha en contra de las instituciones de Bretón Wood. Y el
fracaso de las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el hambre en Roma, sobre el
apartheid en Johannesburg, y sobre la financiación de la ayuda al desarrollo de
Monterrey, sólo ha creado más frustraciones y rabias.
No hablemos de la de Kyoto para el control climático, que ha sido el primer acto
de un retiro sistemático de la administración Bush de todo acuerdo internacional, hasta
al control de las torturas, la interdicción de los niños en los ejércitos, para no hablar de
tratados más importantes como el de los controles biológicos, o el hostigamiento activo
en contra de la creación de la Corte Internacional de Justicia. No es difícil entender que
la aquiescencia de muchos países a este abandono de los acuerdos internacionales para
tomar un camino unilateral basado en la fuerza económica y militar, legitimado por la
función de comandante en jefe de la guerra infinita, en nombre de todos, en contra del
terrorismo, no crea ciertamente las condiciones para un diálogo con los que creen en un
mundo basado en el consenso y en el interés común.
Sin embargo, ya en la Conferencia de Barcelona, de abril de 2002 (o sea después
de un escaso año de vida), el Comité Internacional del Foro Social Mundial adopta una
estrategia que es la de fortalecer a Naciones Unidas y otras instituciones multilaterales.
Se trata de un paso de no menor importancia, ya que a la vez lo que existe aparece a
todos claramente insuficiente, y paralizado por la fuerza americana. Es así que en la
reunión de Florencia del Comité Internacional, de mayo del 2002, se decide no invitar a
Kofi Annan, por no haber actuado con más fuerza sobre el caso de Palestina; no haber
opuesto resistencia a la fuerza americana, como su predecesor Boutros Boutros Ghali
BBG (que sin embargo, había perdido su puesto de Secretario General justo por no
haber acatado las disposiciones americanas con suficiente entusiasmo. BBG dirá
después, que el problema es que a los americanos no hay que decir “yes”: hay que decir
“yes, sir…”) Y tercera razón, el programa de coparticipación del sector privado a
Naciones Unidas lanzado por Kofi Annan, llamado Global Compact, se está saldando
en el uso del sello de Naciones Unidas para las corporaciones invitadas, sin que hayan
hecho progresos medibles en la actuación de las corporaciones.
Pero en el FSM del 2003 figuran prominentes personalidades de Naciones
Unidas, como el mismo Juan Somavia, y uno de los paneles más atendidos fue sobre
reforma de las instituciones internacionales organizado por Ubuntu, red de redes
dirigida por el ex Director General de la UNESCO, Federico Mayor.
La brecha, por lo tanto, es el resultado de la incapacidad de los partidos políticos
a entender la necesidad de abrir un debate para una actualización de la agenda política
frente a los desafíos de la globalización neoliberal, por considerarlos complejos y
conflictivos. Pero la responsabilidad de la brecha no puede ser sólo considerada de los
partidos políticos.
La Sociedad Civil Global se encuentra frente a un callejón sin salida. Le guste o
no, sólo llegando a operar dentro de las instituciones es posible dar un cambio de fondo
a la agenda política y a la marcha de la sociedad. Sin llegar a una gestión del estado, los
cambios no pueden ser de fondo. Es sólo el parlamento, en su capacidad legislativa, y
en su relación con el ejecutivo, que puede cambiar la agenda nacional y las relaciones
internacionales. Es más, al retirarse de la política institucional, la Sociedad Civil se está
haciendo responsable, en buena medida, de ayudar a la profesionalización de los
partidos en máquinas de poder, autoalimentados, en una democracia restringida a los
que están en el sistema.
Se puede decir que el camino actual es de dudosa capacidad práctica. Si uno
mirara lo que está haciendo, con los ojos cínicos de un exponente del sistema, podría
decir que la Sociedad Civil es un gran apoyo para la globalización neoliberal. De hecho
los miles y miles de voluntarios que trabajan en los hospitales, en la educación, en los
miles de proyectos de base, reducen el impacto negativo de la globalización, y la crisis
abierta por la reducción del estado. No es casual que el senador Jessie Helms hablaba
del “aceite que elimina muchos rumores, de una máquina que funcionaría de todas
maneras, pero así está mejor”.
Y a la vez, todas las energías de los que quieren una sociedad mejor, no entran
en el sistema y se enfrentan con los cuadros actuales: se quedan afuera, están todos muy
ocupados, y el sistema se mantiene sin choques. Para el sistema, la Sociedad Civil se
convierte cuando mucho en un problema de Orden Público: pero basta hacer la
Conferencia Mundial del Comercio en Doha, o el G8 en un bosque perdido de Canadá,
que los problemas de orden público son fácilmente controlables.
El que se vaya hacia un déficit democrático tan evidente, por otro lado, es una
preocupación creciente en la Sociedad Civil, ya que los peligros son cercanos y ya
visibles. Hay una deceleración de la economía global en marcha desde hace dos
décadas, que se acompaña por crisis cada vez más agudas, en el sistema financiero y
económico internacional. Los conflictos sociales van agudizándose hasta en los países
industrializados, y se van presentando siempre más tendencias xenófobas y autoritarias.
Es un mito que las crisis económicas ayudan al campo progresista. Y la técnica de
entregar subsidios, en lugar de trabajo, ya en uso en varios países, desde Argentina a
Perú, no ayuda en nada el desarrollo de la participación ciudadana.
A la vez, en el terreno que la Sociedad Civil se ha reservado, se están haciendo
progresos importantes en la identificación de problemas y soluciones. Para dar un solo
ejemplo, el tema del agua, que va a ser una de los elementos más importante en pocos
años en las relaciones internacionales (una tercera parte de la humanidad quedará sin
suficiente acceso), ha encontrado en la Sociedad Civil mucho más estudios y progreso
de lo que haya hecho el sistema intergubernamental.
¿Pero cuál es el destino de este esfuerzo, si las instituciones no lo recogen, y lo
transforman en leyes y tratados? Y no hay instituciones globales, para gobernar la
globalización. Naciones Unidas no es global, es sólo intergubernamental, y con graves
problemas de diseño. No es sólo que los cinco miembros permanentes del Consejo de
Seguridad, encargado de proteger y asegurar la paz, sean responsables del 80% del
tráfico mundial de armas. Hay problemas de diseño, que paralizan la institución. No es
sólo suficiente, por ejemplo, que se decida que se pueden hacer tratados aun si todos no
están de acuerdo.
Es así que se ha creado la Corte Internacional de Justicia, el tratado en contra del
uso de las Minas antihombre, y en alguna medida el acuerdo de Kyoto sobre el Medio
Ambiente. En estos casos Estados Unidos se ha opuesto, y a veces ha hecho una acción
contraria de gran fuerza. Pero el mundo ha resuelto ir delante de toda manera. Sin
embargo, esto no siempre puede funcionar, ya que los mecanismos establecidos muchas
veces paralizan una marcha no compartida por los grandes. No me refiero sólo al
derecho de veto de los Cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Me refiero a que, por ejemplo, el hecho de que las votaciones tengan que hacerse
por consenso en la Organización Mundial de Salud hizo que, sobre la posibilidad de dar
excepciones en las patentes de medicinales en contra del SIDA, Estados Unidos votando
solo en contra de 143 países, bloqueara una solución en la cual el mundo estaba de
acuerdo. Pero, las Naciones Unidas siguen siendo el punto de mayor contacto con la
Sociedad Civil, y es una relación que de manera muy dialéctica va a estrecharse todavía
más. A no ser que la guerra en Irak se desarrolle en condiciones de subyugación tales,
que la ONU sea vista como un instrumento ya inoperante en la realidad.
Si las relaciones a nivel internacional son dialécticas, pero existentes, es a nivel
nacional que la brecha es más seria. Los partidos políticos han básicamente resuelto
ignorar a la sociedad civil, y tener relaciones sólo cuando no abran conflictos, y puedan
ser conducidas en términos satisfactorios. Y la sociedad civil considera a los partidos
políticos parte del problema, y no de la solución; la corrupción, la falta de legitimidad,
la obsecuencia al poder foráneo, la incapacidad de crear políticas dirigidas a las
necesidades de los ciudadanos y sobre todo asegurar su continuación en el poder, sin
control ciudadano. Sin embargo, es a este nivel que la brecha tiene que ser por lo menos
enfrentada, abriendo algún diálogo, del cual surjan ideas y aberturas.
Más promisorio es el espacio local. Hay más ósmosis y diálogo. En Porto
Alegre, el foro de las Autoridades Locales, a diferencia del Parlamentario, ha sido base
de un diálogo importante, y hay muchas iniciativas en común. Esto probablemente
porque la relación entre espacio y ciudadano aumenta una visión clara de la
globalización, y de las iniciativas a tomar para la defensa de la comunidad y el
desarrollo. En varios temas, desde el Medio Ambiente a la lucha en contra de la
pobreza, hay caminos en común.
No es casual que el Foro Social Mundial se haya organizado por invitación de
una administración local, la de Porto Alegre, que estaba muy comprometida en el tema
de la participación ciudadana, al punto de llegar a delegar en la ciudadanía un largo
espacio en las decisiones presupuestarias. Difícilmente un estado nacional hubiera
hecho tal invitación, a no ser caracterizado por una política muy independiente y
abiertamente contraria a la globalización neoliberal, y su sistema internacional. ¿Hoy
quien considera prudente pelearse con el Imperio, el FMI, el Banco Mundial, la
Organización Mundial del Comercio y Davos?
Por lo tanto, el problema estratégico para la Sociedad Civil es estudiar nuevas
alianzas, con todas las fuerzas que compartan la misma visión de la sociedad. Un
ejemplo obvio es el de los sindicatos: sin embargo los pasos en esta materia son
mínimos, también porque los sindicatos temen ser desplazados por la Sociedad Civil, y
algunos sectores de la Sociedad Civil consideran los sindicatos como instituciones que
se han burocratizado, y a veces se han aliado con los estados a cambio de beneficios. Y
el tema de las nuevas alianzas está todavía ausente del debate interno.
Existe la posibilidad de hacer alianzas con partidos que se identifiquen con la
carta de principios del movimiento, como algunos llaman el Foro Social Mundial. En el
caso italiano, esto ha creado más problemas que soluciones. El líder de Rifondazione
Comunista, Fausto Bertinotti, se ha declarado no sólo identificado con el FSM, sino su
expresión en la política italiana (con cierta razón). Pero ha alejado los demás partidos,
con el resultado que en el Foro Social Europeo de Florencia del 2002, en cuya marcha
en contra de la guerra participaron un millón de personas en una ciudad de 300000
habitantes, se dio el caso clamoroso de que Piero Fassino, líder del Partido de Izquierda
Democrática, estuviese en una reunión a 30 kilómetros, sin participar en la marcha. Si la
Sociedad Civil entra en el juego de poder de las políticas nacionales, aun sin quererlo,
no irá ciertamente muy lejos.
Para resumir, no hay iniciativas, análisis y estrategias, sobre la brecha. Pero es
un debate que la Sociedad Civil tiene que empezar urgentemente, si no quiere ser
cómplice involuntario de una situación internacional e interna que le va a ser más
adversa, y hacer más vanos sus esfuerzos y alejar sus ideales. La Sociedad Civil está
viviendo un momento que es ciertamente político, ya que su acción ciertamente es parte
de la política en el sentido completo de la palabra. Pero, si nos referimos a la política
institucional, está todavía en un momento pre-político, ya que no ha resuelto qué hacer
con los partidos, los parlamentos y los gobiernos.
Se necesita abrir un debate y buscar perspectivas. Esto habría que hacerse en una
región lo más homogénea e integrada posible, para que haya una masa crítica
importante de datos. Lo ideal sería hacerlo en Europa. Pero allá el tema de la
globalización neoliberal se complica por los elementos de participación al sistema
imperial, y porque los espacios positivos de la globalización tienen gran visibilidad,
gracias al poder del sistema informativo.
Lo mejor, por lo tanto, sería partir de América Latina, que es una región
homogénea ciertamente excluida de la gestión del poder imperial, y donde el debate de
los valores de la globalización neoliberal y de la necesidad de desarrollo nacional y
democracia están muy claros, especialmente después de las crisis de los últimos años.
También hay una sociedad civil siempre más comunicada, y en continua expansión: en
Brasil, por ejemplo, hay 60000 ONGs… Este diálogo también podría apoyarse en
instituciones académicas de alto nivel, y tener una participación muy activa de las
administraciones locales, muy abiertas a este tema. Son condiciones que no existen ni
en África ni en Asia, donde este diálogo sería más difícil y complejo.
No es función de este papel proponer los contenidos del diálogo. En gran
medida, tienen que nacer del encuentro entre las partes. Para evitar caer en
contraposiciones poco productivas, representa que, de legitimidad y de poder, habría
que partir del concepto de “bienes públicos”, desarrollado por el PNUD, en el cual la
democracia es, por ejemplo, uno de ellos.
Otro elemento de debate puede ser el tema de la seguridad, que tiene importantes
referencias internacionales. Es necesario volver a discutir la seguridad no sólo desde el
punto de vista del estado, sino también desde el ángulo humano: lo que la Sociedad
Internacional para el Desarrollo lanzó en los años 80, con conferencias de
Parlamentarios y líderes de la Sociedad Civil, y que tuvieron gran impacto en su
momento.
Se trata de actualizar el concepto de la seguridad humana global, que no sufre
tanto de ataques militares, sino de las amenazas al medio ambiente, a los derechos
humanos, a las migraciones de la miseria, a una sociedad que no coloque el hombre en
su centro. También otro punto de encuentro puede ser el tema del Trabajo Digno,
lanzado por la OIT, que vuelve a colocar el tema del trabajo como parte de la
gobernabilidad de la globalización, en contraposición al mercado como elemento único.
El tener no sólo un trabajo, sino un trabajo que dé dignidad, identidad y
participación, es discutir un modelo social de gran fuerza. Y finalmente, el debate puede
ser directamente sobre los valores en parte de fuerza: solidaridad, equidad, justicia
social y ver en qué medida existe la capacidad política de darle nueva actualidad. ¿Son
las constituciones nacionales, basadas en estos principios, todavía válidas?
Se busca, en otras palabras, de ver si existe todavía la capacidad de pensar en la
gran política, la de las ideas, y salir del debate de la gestión del poder y de lo
administrativo. ¿Es inexorable hoy, que sólo la realpolitik sea considerada política
moderna? La Sociedad Civil aportará una contribución de ideales y de compromisos.
Ella no puede sustituir a los partidos políticos. Es sobre la eliminación o la reducción de
esta brecha, que en buena medida se juega el futuro de la democracia y de la justicia en
América Latina. Y los resultados de éste diálogo pueden dar una contribución
importante en otras regiones del mundo.
Álvaro J. Portillo
Profesor titular de la Universidad de la República de Montevideo, Uruguay
Nuevas formas de participación en los nuevos escenarios políticos y
culturales de América Latina
(resumen)
En América Latina se han producido impresionantes cambios en las últimas
décadas. Desde el fin de la Guerra Fría y de la doctrina de seguridad nacional, en
América Latina se ha producido un consenso entorno a la democracia y a los Derechos
Humanos del que han participado incluso los sectores más conservadores y EEUU.
El proceso de urbanización ha continuado de manera muy dinámica; la ancestral
desigualdad en la distribución de la riqueza a tendido a aumentar;
las formas
productivas con motivo de la globalización han recibido fuertes impactos que
ocasionaron importantes transformaciones, y en el ámbito sociocultural, todo ello se ha
reflejado en nuevos comportamientos y nuevos emergentes en el imaginario colectivo
que redefinen la subjetividad social.
Por una lógica propia, pero también precipitado por los cambios anteriormente
mencionados, el sistema político de la mayoría de las sociedades latinoamericanas
también se ha transformado por caminos muy diferentes pero con algunos
denominadores comunes: el fortalecimiento de las instituciones democráticas y de los
derechos humanos, una vez más, pero en muchas ocasiones en un escenario político
enturbiado por la corrupción y con actores políticos incapaces de propiciar ninguna
forma de desarrollo, y con el consiguiente alejamiento de vastos sectores sociales de las
preocupaciones políticas generales.
La aplicación de políticas neoliberales ha producido así, la erosión de la participación y
la pérdida de legitimidad de las instituciones que han implementado dichas políticas.
Este cuadro de situación es el que permite comprender la aparición de nuevos
actores sociales y políticos, algunos no tan nuevos pero en proceso de readecuación. Un
repaso sistemático de estas nuevas emergencias puede resultar ilustrativo para
comprender la nueva fase histórica del desarrollo social, político y cultural en América
Latina.
La hegemonía de la cultura massmediática, hecha sobre todo desde EEUU, y el
aumento de la alfabetización en los últimos 20 años han provocado una redefinición
cultural acompañada de un resurgimiento de las identidades culturales.
Finalmente, aquí pretendo abordar un esfuerzo de prefiguración en cuanto a qué
puede preverse en un futuro inmediato a partir de las premisas constatadas. Hacer una
prefiguración de estas características ineludiblemente lleva a considerar las fortalezas y
debilidades de los procesos de cambio, y el sentido de éstos en caso de consolidarse.
Por un lado, el nuevo indigenismo tiene que ver con la defensa de las identidades
y con reivindicaciones históricas. Ya no sólo tiene presencia en el ámbito rural, sino que
se expresa con fuerza en las ciudades.
A la vez, frente al debilitamiento de algunos movimientos tradicionales, como
los sindicatos, aparecen nuevos movimientos sociales vinculados a la creciente
exclusión social. Los ‘sin-techo’ o trabajo, el movimiento de los sin tierra.
Algunas excepciones a la crisis de la izquierda latinoamericana son Brasil,
Uruguay, El Salvador. Esto parece demostrar que han adoptado un nuevo programa
político y que pretenden profundizar en la democracia.
Por el contrario y como ya se mencionó, las fuerzas conservadoras que
gobiernan desde hace 20 años han sufrido un enorme desprestigio por los resultados de
las políticas neoliberales practicadas.
Pánel 2. Los movimientos sociales y el diálogo entre culturas
Moderadora: Núria Vives
Rigoberto Quemé Chay
Alcalde de Quetzaltenango, Guatemala
La participación indigenista
(resumen)
En Guatemala hemos entendido desde 1970 o 72 a acá, que el movimiento
indígena emergente no está enclaustrado en una posición bipolar de ideologías. No es
de derecha, no es de izquierda. Nosotros creemos que el movimiento indígena tiene que
ser también reinterpretado a la luz de la teoría política, para ver dónde está, pues: si
encaja este sistema occidental de derecha e izquierda dentro de la práctica, dentro del
pensamiento de los movimientos indígenas; o si es al contrario, que los movimientos
indígenas puedan nutrir esa diferenciación, esa dicotomía ideológica que existe a escala
mundial.
Creo que en Guatemala hay un elemento bastante fuerte desde el punto de vista
conceptual, teórico, metodológico y práctico que podría aportar muchos elementos para
los movimientos sociales de América Latina.
Nosotros entendemos que los movimientos sociales, aunque no tengan la
formalidad reconocida por parte del estado para actuar políticamente, porque el estado
sólo reconoce a los partidos políticos, son capaces de hacer a partir de lo social
propuestas políticas. Y que para bien de los partidos políticos éstos deberían entender
las propuestas de los grupos sociales, asumirlas como propias y lanzarlas desde el
formalismo político a la contienda electoral.
Por lo menos es lo que estamos intentando desde hace varios años, aglutinar a
muchos grupos sociales que no tienen formalidad política, que no tienen la estructura
jurídica para participar; pero como grupo de presión, como grupo visible, como grupo
que aporta elementos para construir el estado, como movimientos que aportan prácticas
también, reales y efectivas, puedan integrarse en Guatemala en lo que será la primera
participación indígena a escala presidencial.
A partir de esta realidad, los políticos han de enfrentar el reto de asumir la
pluralidad. Y a la vez, enfrentar el reto de asumir una mayor democratización. Que
enfrenten el reto de ser verdaderos interlocutores de la sociedad.
Es decir, que con todo estamos poniendo en un verdadero aprieto a los partidos
políticos que se han limitado a lo que planteamos en un principio: un espacio muy
limitado, muy reducido de intereses clasistas y corporativistas. No queremos suplantar
el sistema de los partidos políticos, aunque definitivamente tal vez habría que ver si los
partidos políticos todavía llenan las expectativas del sistema democrático.
Nosotros lo hemos entendido de la siguiente manera: los partidos políticos en el
sistema occidental son una suma de individuos, pero no de colectividades. Y en el
pensamiento de los pueblos indígenas de América, lo colectivo juega un papel tan
importante como lo individual.
De repente, este sería un elemento que analizar para el desarrollo político de
América Latina. Los partidos políticos no deberían ser sólo la suma de individuos; no
el individualismo per se, sino que también habría que retomar que hay colectividades
que pueden jugar un papel importante como actores políticos y sociales.
Esto último es lo que intentamos ahora en Guatemala: que los grupos sociales,
los grupos mayas, presenten alternativas de construcción del estado, de propuestas de
desarrollo social, económico y cultural a los partidos políticos; y que éstos se enfrenten
al reto de que es eso lo que van a hacer para retroalimentarse, para poder ser viables
nuevamente, dado el descrédito en que han caído.
La partida de la población es bastante fuerte: no creen en los partidos, no creen
en la democracia, no creen en los líderes, no creen en las propuestas. El populismo está
muy presente; no hay una pertinencia ideológica; sí que hay un montón de ausencias y
carencias en el sistema político. Y eso no permite que las sociedades nuestras enfrenten
problemas y procesos como la globalización, como la integración regional, como la
diversidad cultural.
Así que el reto para nosotros, creo yo, ha sido bastante sólido y fuerte: vamos
planteando cosas muy, muy significativas, muy definidas, y estamos poniendo en reto
ese sistema político que hemos heredado de Occidente.
Con esto quisiera terminar, y me quisiera hacer eco de lo que se ha dicho el día
de hoy: que en Guatemala otro sistema político es posible. Muchas gracias.
Nouzha Skalli
Diputada del Partido del Progreso y el Socialismo, Marruecos
Los derechos de las mujeres en la lucha por los Derechos Humanos: el
caso de Marruecos
Muchas gracias señores y señoras, buenas tardes. He intentado preparar
diapositivas traducidas al español. Si hay faltas, les pido disculpas.
Antes que nada permítanme dar las gracias a la Cátedra UNESCO de la
Universitat Autònoma de Barcelona y también al Ayuntamiento de Barcelona por haber
organizado este tercer encuentro internacional sobre la ciudadanía. Su preciosa ciudad
de Barcelona y el señor Joan Clos, su alcalde, nos han dado la bienvenida, como lo hizo
también el gobierno local, la ciudadanía y la ciudad de Barcelona, capital de la
ciudadanía como la ha calificado esta mañana el señor Fisas.
Pues, la señora moderadora ya me ha presentado y no necesito insistir más; sólo
quería decir que soy militante de los derechos de las mujeres y desde bastante tiempo
también soy diputada.
Nuestra reunión se centra en el mundo, un mundo que está en un estado
lamentable. Es un mundo unipolar, dirigido por los Estados Unidos de América que han
desencadenado una guerra ilegal contra el pueblo de Irak.
Una guerra que ha violado derechos, como ya ha dejado patente Núria Vives,
bajo el pretexto de que Irak tenía armas de destrucción masiva o el pretexto de llevar la
libertad al pueblo de Irak. Y esta guerra es llevada por una asociación política y militar
bajo la dirección de Estados Unidos y Gran Bretaña. Pienso que es el momento de decir
no a la política de la ley del embudo y también de parar la impunidad de Israel; se ha de
respetar la relación de las Naciones Unidas en cuanto a todas las normas que se están
aplicando; eso vale también para todos los bombardeos masivos en Irak.
Entre todos tenemos que decir ¡basta ya! Nosotros apreciamos vuestra
solidaridad con Irak y Palestina, donde centenares de millares de personas han visto
destruidos sus barrios, sus casas; donde han visto heridos, han visto muertos. Pienso
que ha llegado el momento y la ocasión de proclamar que la vida de un iraquí vale lo
mismo que la vida de un israelí o de un americano. La vida de un palestino vale lo
mismo que la de un israelí, aunque a veces los responsables de estos países muestren
una cierta tendencia a olvidarse de ello.
Saludamos igualmente el movimiento pacifista de España. Por su historia,
sabemos que el pueblo español sufrió la guerra en su propia carne con centenares de
millares de víctimas inocentes de la guerra, como lo testifica el cuadro Guernica, la obra
inmortal de Pablo Picasso contra la guerra que todos conocemos.
Podría deciros que al otro lado del Mediterráneo, en todos los pueblos de
Marruecos ha habido manifestaciones para apoyar al pueblo iraquí y para denunciar la
guerra contra Irak. Esta es la foto de una manifestación que se hizo el domingo pasado
en la capital Rabat con más de un millón de participantes y donde tuve el honor y el
gusto de participar. En esta manifestación todos hemos coreado lo mismo que ustedes:
No a la guerra.
Mucho me ha emocionado ver aquí en Barcelona todos los balcones, todos estos
carteles pidiendo el cese de la lucha en Irak en medio de la lucha contra el terrorismo; a
la vez que garantizar la seguridad mundial se entiende justamente como el respeto a los
principios del derecho internacional, de la democracia y de la justicia.
El tema que pensaba tratar hoy son los derechos humanos de las mujeres y la
ciudadanía en Marruecos.
Las mujeres de Marruecos tienen unos problemas muy claros, seguramente
específicos de las mujeres de aquel país, pero también con unos puntos comunes con las
mujeres de muchos otros países del mundo, y por ciertos aspectos creo que también con
España. Hay ciertos aspectos compartidos por vuestras y nuestras mujeres.
Otro comentario sobre Marruecos: es un país árabe musulmán, y como tal
pensaréis que el Magreb pertenece a Oriente. Pero Magreb significa el extremo de
occidente; Marruecos es un país árabe musulmán situado en el extremo occidental del
mundo árabe musulmán. Durante la última década el país ha conocido una serie de
reformas constitucionales, a la vez que ha experimentado un importante avance en el
ámbito de los derechos humanos, expresión que me gusta emplear, y también
profundizando en la democracia. Efectivamente, la constitución del 92 – por vez
primera – ha expresado la participación de Marruecos en el respeto a los derechos del
hombre según se aceptan y reconocen universalmente. Y ello ha sido una parte
importantísima del desarrollo de la democracia de Marruecos.
Actualmente tenemos factores de cambio importantes. Últimamente ha llegado
el rey joven, sensible a los derechos humanos y también a los de las mujeres. Al mismo
tiempo tenemos unos factores de cambio que son el desarrollo de la sociedad civil y
también de la sociedad democrática, que es una cosa verdaderamente importante en
Marruecos. De hecho, por vez primera, en septiembre del 2002 hemos tenido elecciones
transparentes y libres. Esto forma parte del proceso democrático iniciado a fines de los
años 70: antes habíamos vivido otras elecciones con muchos problemas de fraude
electoral, y ésta es la primera vez que hemos tenido unas elecciones incontestadas por
parte de la asamblea de los países.
En cuanto al estatuto de la mujer o las mujeres, éste es un punto que supone uno
de los mayores elementos del cambio.
Intentaré primeramente explicar como reacciona la sociedad marroquí, para dar
una idea global sobre esta situación. De hecho, la situación de las mujeres en
Marruecos se puede comparar al vaso medio vacío unas veces, y medio lleno otras. Hay
un claro déficit en la situación de las mujeres respecto a derecho a la educación,
derechos socioeconómicos, estatutos jurídicos y protección contra la violencia, y
derechos políticos. No obstante, existe un plan de ejercicio de la plena ciudadanía para
las mujeres.
En Marruecos la tasa de analfabetismo es alta, mucho, sobre todo entre las
mujeres, pero al mismo tiempo éstas acuden masivamente a la enseñanza. Y quiero
atestiguar que el 60 % de las mujeres de Marruecos son analfabetas, pero también que
el 30 o el 40 % de las profesiones de médico, abogado, juez o farmacéutico están
ejercidas por mujeres. He aquí un ejemplo: 3.000 mujeres son profesoras en la
universidad. Y también es mucho más alta la tasa de mujeres que enseñan a los niños en
las escuelas.
La feminización de la pobreza es otro hecho que todo el mundo conoce: también
en Marruecos, la pobreza y el paro son importantes entre las mujeres. Sin embargo,
debo decir que las mujeres participan cada vez más en las actividades económicas, y
representan un 30 % de la mano de obra activa del país. Y también como ejemplo, para
abreviar, diré que en Marruecos 5.000 mujeres están al frente de empresas.
Como decía, tenemos el espacio jurídico: la cuestión de la mudhahuana, que es
el código de estatuto personal, el código de la familia o de derecho familiar, y el
derecho de los estatutos personales.
La mudhahuana es un código por desgracia tremendamente discriminatorio para
las mujeres. El código de estatuto personal está recopilado en un libro muy antiguo,
pero la mudhahuana es de 1957 y por ende está desfasada y es muy discriminatoria a
todos los niveles.
Por ejemplo, la edad mínima para el matrimonio es de 15 años para las mujeres
y de 18 para los hombres. Lo mismo ocurre en cuanto a la tutela: las mujeres no pueden
casarse libremente, precisan el permiso de los padres, del padre sobre todo; una vez se
ha llegado al acuerdo, es el padre quien suele llevarla al matrimonio.
Esto último puede ocasionar problemas: en las ciudades muchas veces no se
hace, pero en el campo hay matrimonios a una edad muy precoz, matrimonios muy
jóvenes. Y no hay divorcio libre. El padre de la familia es el tutor y la hija o la mujer, en
caso de separación, tiene que ir en busca del padre para que la vuelva a casar.
La cuestión del divorcio y el tema de la custodia de los hijos o de la distribución
de los bienes adquiridos después del matrimonio, también son problemáticas. En cuanto
al divorcio se dan dos posibilidades: si quien lo desea es el marido, el divorcio se decide
inmediatamente. Es, por tanto, un acto ejecutivo inmediato.
En cambio, si son las mujeres las que piden el divorcio, y aunque a veces esta
situación resulta muy particular de cada familia y de cada persona e incluso hay excesos
de violencia, debe seguirse un proceso judicial largo y complejo, e incierto. Puede durar
dos, tres, cuatro años, según el tribunal. Por tanto, requiere un juicio largo y aburrido.
También tenemos el hol, nombre sin traducción ni al francés ni al catalán. Hol
significa que cuando la mujer desea el divorcio puede quedarse con la cantidad del dote
que le dieron. Es decir, es un hecho previsto en la jurisprudencia musulmana que la
mujer puede exigir al marido que le devuelva el dote. A veces los hombres exigen
sumas importantes por parte de la mujer para acordar este divorcio. Y por desgracia, en
la mayoría de divorcios en Marruecos es la mujer quien lo pide y olvida recurrir al hol,
con lo que acaban pagando para obtener su libertad.
El matrimonio se funda así en una falsa ecuación: la sumisión como
compensación del alimento. Los maridos pagan todos los gastos del hogar, de la familia
– cuidan de la mujer y los hijos -, y a cambio obligan a la mujer a obedecerle.
Pero la realidad es otra: las mujeres trabajan, participan en los ingresos del
hogar y a cambio, no tienen igualdad ante los hombres de su familia. Tal situación es
injusta, atenta contra los derechos de la mujer y las expone a la violencia. Pueden
imaginar ustedes una mujer que participa en un proceso de divorcio con su marido y ha
de convivir durante dos, tres años, el tiempo que dure este proceso judicial, y en este
periodo haya violencia en el hogar de esta mujer.
Tal violencia conyugal existe en todas las sociedades, no es específica de
Marruecos, bien lo sabemos; pero al mismo tiempo, y también en Marruecos, debo
decir que la protección jurídica de las mujeres es débil, y hay también una serie de
hechos problemáticos que impiden la mejora de esta situación. Existe igualmente la
concienciación respecto de esta violencia en los hogares; vemos que hay asociaciones
que se ocupan de la violencia en los hogares y centros donde se escucha a las mujeres y
se intenta ayudar a quienes sufren la violencia doméstica. Y desde hace unos años hay
una gran campaña nacional de lucha y sensibilización contra la violencia en los hogares,
y, además, una estrategia en preparación.
Gracias al gobierno de alternancia, un gobierno de coalición nacional que agrupa
a partidos de izquierda con partidos del centro y es una novedad iniciada el 98 con
mujeres que estuvieron al poder; y aquí se ha creado un plan de acción para la
integración de las mujeres en el desarrollo, con un doble mérito: haber permitido la
perspectiva global y tratar el tema del género de las mujeres bajo una perspectiva
jurídica, no ya sólo en el marco de la cuestión social o la pobreza. También se puede ver
en un conjunto de áreas socioculturales, económicas, políticas y jurídicas. Y también
debo decir que se ha intentado desarrollar una serie de acciones por parte de los
ministerios destinadas a favorecer la adopción de medidas en casos de situaciones
problemáticas con las mujeres. Por desgracia, este plan de acción ha provocado una
reacción casi violenta de las fuerzas obscurantistas. Porque respecto a los motivos
religiosos este plan de integración de las mujeres al desarrollo recibe el soporte de
muchas asociaciones y de la sociedad civil, así como de partidos políticos. En los
sindicatos hubo el 12 de marzo del 2000 una gran marcha a Rabat que agrupó a decenas
de millares de personas. Lamentablemente, esta gran marcha de Rabat fue
contrarrestada por otra que daba apoyo a las fuerzas reaccionarias y conservadoras. Un
gobierno apoyado por la radio y televisión organizó una marcha contra los derechos de
las mujeres, y que movilizaba a muchísimas mujeres para defender no los derechos de la
mujer sino el tema de la religión. Hay corrientes de cambio que desean cambiar, pues, la
actitud religiosa. Todo este contingente de personas se ha movilizado. Por desgracia, en
tales circunstancias el gobierno de alternancia se hizo atrás y el plan de acción no tuvo
éxito. Pero consideremos si este plan de acción progresa o no: ello puede ser debido al
poco acceso de las mujeres a los diferentes niveles del poder político. De hecho, al nivel
político vemos que el 0´50 % de las mujeres está en el parlamento hasta el año 2000,
hasta septiembre del 2002. Sólo tenemos el 0,50 %. En las asambleas locales y
municipales tenemos el 0,34 % de mujeres. Al gobierno hay sólo tres mujeres entre 39
ministros, y cero primeras ministras. Ninguna mujer es gobernadora o alcaid, alcalde.
Tampoco las hay en las presidencias de asociaciones de peso. Las consecuencias son
realmente deplorables para los derechos de las mujeres y también para el desarrollo
sostenible del país. Se busca una condición de desarrollo democrático y hay que
responder, de hecho, a las necesidades de todas las categorías de la población. Y las
mujeres no son únicamente la mitad de ella, sino se debe considerar que las mujeres se
encargan de los problemas de los niños ... y las mujeres y los niños son la base del país,
y si se excluye a las mujeres de la toma de decisiones no hacemos sino eliminar la voz
de dos tercios de la población que son mujeres y niños. Así, pues, se requiere una larga
sensibilización dando apoyo a los derechos de las mujeres, y con ello quiero decir
asociaciones femeninas y sectores femeninos y partidos femeninos y las asociaciones
por los derechos humanos en general.
Como objetivo de esta lucha hemos de intentar sensibilizar y denunciar, pensar y
analizar, a la vez que explicar y proponer, también evidenciar, argumentar, convencer,
negociar, dar soporte a la gobernación y comunicar. Y también se debe comunicar cómo
hay que luchar para lograr romper esta conspiración de silencio en torno a las
reivindicaciones de las mujeres, puesto que genera muchas acciones a largo plazo para
lograr hacerlo comprender.
Igualmente hemos de apoyarnos en las experiencias de otros países del mundo y
guiarnos también por las recomendaciones y los planes de acción de Beijing, de la
conferencia mundial para la integración de las mujeres en el desarrollo. Con estas
acciones. Este plan de acción ha convencido de la idea de las cuotas como medida de
acción positiva para poner fin a la exclusión de las mujeres. También hay una serie de
elecciones de estrategias a aplicar que puede ser uno de los medios para romper este
círculo vicioso de la exclusión de las mujeres y darles sus derechos como corresponde a
la ciudadanía. Y efectivamente, nosotros hemos constatado que la participación de los
candidatos en las elecciones – elecciones municipales, en este caso - , hemos
constatado, en estos casos, que falta a veces información a los candidatos. Desde el año
1992 al 97, 1550 candidatos y también gente escogida, pero los resultados son
limitados, lo sabemos. También la misma curva para las elecciones legislativas; la
cantidad de gente escogida es muy baja. El 84, cero; el 89 dos mujeres han sido
escogidas, y el 97, otra vez, sólo dos mujeres han sido escogidas.
Nosotros hemos podido obtener una cuota para las mujeres, una forma de
escrutinio mezclado donde se da el consenso sobre las candidaturas femeninas, treinta
mujeres en este caso, una lista de candidatas al plan nacional. El partido ha de tener una
serie de escaños para la candidatura femenina, y ello significa una cantidad de votos y
esto genera un consenso para presentar a estas mujeres en estas elecciones. Y estoy
segura de que se obtendrá por vez primera un resultado. Un resultado, en este caso, que
son treinta mujeres escogidas a través de las listas nacionales, a través de cinco mujeres
escogidas localmente.
Yo trabajo mucho con la gente joven, y para interesar a los jóvenes es
importante poder como sea utilizar medios que hagan la política más grata y más
atractiva para esta gente joven. Para estos jóvenes futuros políticos. El parlamento, pues,
ha cambiado de aspecto. Y ello, sabemos, contribuirá al acercamiento de la política a la
vida ciudadana, cotidiana de los ciudadanos. Algo que situará a nuestro país en la
modernidad.
El antiguo parlamento de Marruecos tenía 325 hombres y sólo dos mujeres: tal
era la imagen del parlamento marroquí. La nueva imagen del parlamento marroquí el
año 2002 son 35 mujeres sobre 325; las mujeres, pues, representan el 10,8 % de los
representantes de la cámara y ello significa la posición 72 entre los parlamentos del
mundo. A título de comparación: España ocupa la posición 15, con un 28,3 % de
mujeres. Felicidades, pues, por una democracia tan aplicable a hombres y mujeres en
España. Es una buena calificación a nivel mundial, pero también debe decirse que la
media mundial en materia de representación de la mujer en los parlamentos es del 14,5
%, según datos del marzo de 2003, y hemos de decir que la situación de las mujeres en
la adopción de decisiones va subiendo un poco más todos los días. También hay que ver
otros elementos importantes de progreso; sobre todo a nivel simbólico, como el de una
mujer consejera de estado de su Majestad el Rey, las 20 mujeres actualmente miembros
de las oficinas políticas de los partidos políticos, sobre todo de los partidos políticos
democráticos, cierto número de mujeres nombradas para la dirección de grandes
empresas públicas, y el número creciente de mujeres que piden ocupar puestos de
responsabilidad. Lamentablemente, no hay ninguna mujer en las instancias rectoras del
parlamento, ni tampoco medida alguna que permita cambiar la débil representación de
las mujeres en las elecciones municipales del próximo mes de junio – ya he dicho que
las mujeres representan el 0,34 % del conjunto de los cargos municipales escogidos. O
sea, 424 mujeres entre todo el enorme contingente de 1500 municipios. Y 424 mujeres
tocan a una escogida por cada 15 municipios. Por otra parte, hay tergiversaciones en
cuanto a la forma de la mudhahuana. Como he dicho antes, la mudhahuana es algo que
se introdujo el año 1957 por vez primera, y con una tímida reforma del 93 que no ha
cambiado excesivamente, pues, la discriminación. En la actualidad existe una reforma
en curso a través de una comisión consultiva real para la reforma de la mudhahuana.
Hay factores que nos pueden permitir ser optimistas, porque el rey ha dado
instrucciones a esta comisión consultiva para que realice una reforma a favor de los
derechos de las mujeres. Pero hay factores que hacen que la composición de esta
comisión – son quince personas y sólo tres mujeres – no parece la más idónea. Y, claro,
quince miembros, y nueve de ellos hombres de ciencia religiosos y no muy conocidos
por expresar un espíritu democrático sino más bien por ser bastante conservadores.
Nosotros, pues, esperamos los resultados de este trabajo, de esta comisión, y
hemos visto que habrá cambios al frente de esta comisión también. Hay de hecho un
nuevo presidente de la comisión nombrado recientemente, y a la vez el movimiento
feminista se está moviendo mucho, porque sabe que existe la fuerza de resistencia al
cambio en cuanto sobre todo a la mudhahuana. Y cabría decir que el movimiento
feminista se moviliza mediante una estructura llamada “la primavera de la igualdad”,
que reivindica la igualdad en todo el estado respecto del matrimonio, antes del
matrimonio, durante el matrimonio y después de la disolución del vínculo matrimonial.
Acapara cada vez más la cuestión femenina, la cosa de las mujeres, y es también un
juego, como opción, de la sociedad. Respecto a los derechos humanos y la igualdad
entre los sexos, es un hecho indispensable para poder generar un proyecto de sociedad
moderna, democrática y progresista. Algo proclamado por la mayoría de nuestro país Y
sobre todo por el rey, Su Majestad Mohamed VI. Pero sabemos también que esto es
algo que puede quedar cada vez más amenazado por la sombra del integrismo en
Marruecos. Sé que hay un proceso contra músicos de quienes se ha dicho que eran
adeptos de Satán, porque eran músicos modernos. Se les decía que pertenecían a una
secta satánica, y son gente que sólo tocaban hard rock, rock duro. No tiene nada que ver
con hechos diabólicos. Lamentablemente, sólo hay señales inquietantes por lo que
respecta a la libertad de expresión y la libertad artística. Ha habido una gran
movilización de la sociedad civil que hará retroceder a este movimiento conservador.
Y termino. Con más de dos minutos. Bien, pues, quería también decir que
tenemos necesidad de ver la participación de los hombres y, sobre todo, de las mujeres
para crear una ciudadanía alternativa: el discurso único e inequívoco, título de la
conferencia. Pero no olvidemos que en Marruecos el progreso no se alcanzará sin un
partenariado entre hombres y mujeres al servicio de la democracia, de la paz y del
desarrollo.
Bien, pues, muchas gracias por vuestra atención
Aplausos
François Houtart
Director del Centre Tricontinental de Lovaina, Bélgica
Los movimientos sociales y las redes transnacionales
Mil gracias por esta invitación, y en particular en los momentos, los días que
vivimos ahora de protesta contra la guerra, porque Barcelona aparece como uno de los
lugares, sino: el lugar principal de esta oposición.
Aplausos
Que vive en toda España de manera muy impresionante; estuve enseñando en la
Universidad de Sevilla hace dos semanas y participé yo mismo en la manifestación
contra la base americana de Morón .He vivido muy de cerca lo que significa esta
participación del pueblo, de los pueblos, de España en esta coyuntura. El título de esta
tarde es precisamente “el movimiento social y las convergencias internacionales y entre
varios tipos de movimientos”. La primera pregunta es saber, porqué tenemos en los
últimos tres, cuarto años esta gran convergencia de movimientos y de organizaciones
progresistas en el mundo actual. Y por eso debemos tratar de reflexionar.
Evidentemente, no es un hecho que llega del cielo. Responde a una realidad social,
máxima internacional. Y a corto plazo podemos ver que eso ha nacido después de diez
años de neoliberalismos sin fronteras. Después de la caída de la Unión Soviética, del
muro de Berlín, del socialismo como contrapeso al poder económico y político
neoliberal hemos visto que durante diez años hubo casi un mesianismo de mercado, del
neoliberalismo que se desarrolló en todo el mundo, con todas las grandes instituciones
internacionales apoyando a esta orientación. Y después de diez años, en el año 99
precisamente, hubo realmente una primera expresión un poco universal del hecho de
que no se puede continuar así.
Pero debemos reflexionar un poco a más largo plazo. ¿Porqué hubo esta ola
neoliberal en el mundo que provocó precisamente en todas parte, en el norte como en el
sur, esta reacción? Y por eso debemos recordarnos de la posguerra de la segunda guerra
mundial. Donde, como lo explica Semiramin en unos documentos, hubo tres pilares de
la economía mundial: el pilar occidental que era keynesiano, del nombre del economista
inglés Keynes, que fue uno de los grandes pensadores durante el período entre las dos
guerras mundiales y después de la segunda guerra mundial, de una nueva forma de
organizar el capitalismo en diferentes países. Con un cierto pacto social entre el capital,
el trabajo y el estado. Y eso fue, evidentemente, después de la segunda guerra mundial
el resultado del peso que la clase obrera había tenido en la producción en función de la
guerra. Y también del temor del comunismo. Y así, después de la segundas guerra
mundial, hubo el modelo occidental, el modelo keynesiano, apoyado por un crecimiento
enorme de la productividad que permitió dividir el producto social entre tres partes: el
capital, el trabajo, el estado.
El segundo polo, el segundo modelo, fue el modelo socialista que quería ser una
alternativa al capitalismo, pero que muy rápidamente entró en la misma lógica
productivista lo que fue en gran parte el origen de su caída.
Finalmente hubo también lo que Samir Amin llama – Samir Amin es un economista
egipcio – que llama el modelo de Bandung. Que es el modelo del tercer mundo, si
queremos, el modelo de desarrollo nacional o, lo que se llamó en América Latina, el
desarrollismo. Es decir, un modelo de desarrollo basado en un cambio de la producción
nacional, tratando de sustituir las importaciones por una producción propia. Y de hecho,
después de 25, 30 años, estos tres modelos entran en crisis. El modelo occidental
especialmente porque el grado de aumento de la productividad bajó – por muchas
razones que no voy a explicar ahora, lo que significó que el capital estaba en una
posición pensando que no tenía bastante acumulación para los desafíos del período
siguiente, que eran las nuevas tecnologías de la informática, de las comunicaciones y
también el costo del inicio de las grandes concentraciones del capital.
El modelo socialista entró en crisis por razones internas – burocratización de la
productividad, el acento sobre las fuerzas productivas, olvidando .....
Fin de la cara A
... también entró en crisis; tal vez más rápidamente que los dos otros por el costo de la
importación de las tecnologías y de lo que se llama el know-how, es decir los
conocimientos que se tenían que exportar del mundo desarrollado y que finalmente fue
uno de los orígenes de la deuda del tercer mundo. Y eso provocó un cambio en la
economía mundial que se llama ... que el origen se llama el consenso de Washington.
No es una reunión particular; pero en la mitad de los años setenta, bajo la presión del
gran capital, hubo un acuerdo –poco a poco – entre los grandes poderes económicos.
Grandes transnacionales, especialmente norteamericanas, el Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional y la Reserva Federal Americana, es decir el Banco Central
Norteamericano. Este acuerdo, ese consenso de Washington, fue realmente de decir que
era necesario reorientar toda la economía mundial al fin de poder poner el capital en la
mejor posición de acumulación. Es decir, de reorientar la posición del capital en la
acumulación que se estimaba necesitaba un grado de acumulación mucho más fuerte. Y
eso fue la orientación llamada neoliberal de la economía mundial. Con todas las
consecuencias. La transformación de las funciones del Banco Mundial y del Fondo
Monetario Internacional, la decisión del presidente Nixon de hacer flotar el dólar, etc.
Y, finalmente, para decir las cosa en dos palabras, como la productividad no
tenía el mismo ritmo que antes, precisamente por el pasaje de una economía industrial a
una economía de servicios, la única manera de realizar más acumulación de capital era
disminuir la parte de los dos otros elementos en la construcción del producto social, es
decir, el trabajo y el estado. Y desde este momento hemos asistido en todo el mundo –
tanto en el norte como el sur – a una doble ofensiva: una ofensiva contra el trabajo y una
ofensiva contra el estado. Ofensiva contra el trabajo con una nueva definición del
trabajo, con una destrucción del trabajo como cultura, con una deslocalización del
trabajo, con una desregulación del trabajo, con una ofensiva a veces política y represiva
contra las organizaciones sindicales; y de tal manera que hemos realmente conocido –
tanto en el norte como en el sur – este tipo de ofensiva que hemos conocido en todas
partes. Que se manifestó también por una disminución muy real se la parte del ingreso
del trabajo, de la parte de la participación del trabajo en el ingreso nacional de cada país
y, a veces, una disminución dramática del poder de compra del trabajo. Como p. ej. en
Méjico casi el cien por cien menos que antes o en Indonesia.
Al mismo tiempo una ofensiva contra el estado, porque se tenía que disminuir el
peso del estado por varias razones: primero disminuir la intervención del estado en la
economía y después, disminuir los gastos del estado para precisamente poder aumentar
la acumulación capitalista. Hemos conocido en todas partes las grandes olas de
privatización que en muchas partes eran una verdadera piratería contra bienes comunes
acumulado por los pueblos. Y, por otra parte, los programas de ajuste estructural que en
los países – particularmente del sur – han tenido resultados catastróficos desde un punto
de vista social, como aún un personaje del sistema mismo, Joseph Stieglitz lo explica en
su famoso libro. El fue vicedirector del Banco Mundial, premio Nóbel de economía y
que explica justamente el fracaso de estas políticas.
Frente a eso asistimos a este nuevo fenómeno: después de 25, 30 años; y
particularmente los diez últimos años de total libertad de las políticas neoliberales
empezamos a asistir a una resistencia. Una resistencia que explota en un año bien
determinado: en el 99. Y que explota en dos grandes ... en varias direcciones, como voy
a explicarlo. Encontramos primero los movimientos que a veces se han llamado los
viejos movimientos sociales. Es decir, los movimientos sociales directamente ligados a
la contradicción capital – trabajo. En otras palabras, los movimientos sindicales y
movimientos similares a los movimientos sindicalistas. Esos movimientos empezaron a
perder fuerza, especialmente en el norte, pero con la deslocalización del trabajo – el
fenómeno de la maquila, p. ej., en la América Central o en Méjico – han encontrado
también una cierta extensión de la contradicción directa trabajo – capital – trabajo. Y se
han expresado también en movimientos de reacción.
Pero por otra parte hubo también una importancia más y más grande de dos
nuevos movimientos, no tan nuevos, a veces. Eran los movimientos no ligados tan
directamente con la contradicción capital – trabajo sino ligados con los efectos
generales de la lógica capitalista que se extiende en todo el mundo y en todos los
sectores de la vida. Podríamos decir, aludiendo a algunos conceptos marxistas, que la
primera contradicción es la contradicción de la sumisión directa del trabajo al capital. Es
decir, la sumisión real. Los otros que son, p. ej., los pequeños campesinos, la gran parte
de la población activa del mundo que no está asalariada; pequeños campesinos, gente de
los sectores informales, gente de los barrios pobres de las grandes ciudades, una gran
parte de los pueblos indígenas, una gran parte de las mujeres; no están directamente en
una relación capital – trabajo, pero más y más están sufriendo las consecuencias de la
lógica del capitalismo que se extiende, que está buscando siempre nuevas fronteras para
construir su posibilidad de acumulación. Si tomo sólo un ejemplo concreto, las
relaciones norte – sur; vemos que el grado de explotación del sur por el capital del norte
nunca ha sido tan grande; es más grande ahora que durante el tiempo de la colonización.
Pero no es transformando toda la mano de obra en una mano de obra asalariada,
es por otros mecanismos. Que son mecanismos jurídicos, mecanismos financieros: lo
que podemos llamar una sumisión formal. Una sumisión formal al capital. Y las
relaciones norte – sur son por los mecanismos de los precios de las materias primas, de
los productos agrícolas; es el mecanismo de la deuda externa que significa una
extracción de más de 200 billones de dólares cada año del sur hacia el norte, cuando
toda la ayuda exterior del mundo “desarrollado” es de 50 billones de dólares. Solamente
sobre este puesto hay 150 billones de dólares de saldo. Y otros mecanismos: los
intereses de los capitales a corto plazo, los paraísos fiscales, donde una gran parte de la
fortuna del sur está llegando al norte. El “brain-drain”, es decir la absorción de los
cerebros: el año pasado, Alemania pensaba importar 70.000 informáticos, especialistas
informáticos desde la India; y ahora hay más médicos argentinos en Estados Unidos que
en Argentina. Pero la sociedad de base, de origen, esta sociedad que financia todo el
costo de formación de esta gente que vienen después a ejercer su capacidad profesional
en el norte. Así, por un montón de mecanismos de este tipo hay una extracción de la
riqueza, de los recursos del sur hacia el norte – no, evidentemente, hacia todo el norte –
sino hacia el capital del norte.
Y eso ha significado que hubo estos dos tipos de movimientos que hemos visto
desarrollarse en los últimos tiempos. En particular, una radicalización, p. ej., de los
movimientos feministas. Una nueva conciencia de los movimientos indígenas; es muy
significante, que los zapatistas hicieron su movimiento de rebelión el primero de enero
de 94. El mismo día en que empezó a entrar en vigor el acuerdo de libre comercio entre
Estados Unidos, Canadá y Méjico, indicando una conciencia muy desarrollada de los
efectos de este acuerdo. Como decía un amigo mío, sociólogo, de Nicaragua entre el
tiburón y la sardina. Así, vemos entre los campesinos sin tierras – piensa en el MST del
Brasil – vemos montar estos movimientos.
Y, finalmente, hay un movimiento, que es muy nuevo, contra la guerra. Lo
vemos en todas partes del mundo. Yo estuve el weekend pasado en Malasia; había en
las calles de Kuala Lumpur dos grandes manifestaciones contra la guerra; y eso es así en
todo el mundo asiático, en particular en el mundo musulmán. Pero en la semana
precedente yo estaba en Luxemburgo y el día que estaba allá, hubo de manera muy
espontánea 10.000 jóvenes de las escuelas secundarias en las calles de la pequeña
ciudad de Luxemburgo, y marchaban contra la embajada norteamericana. Así, es un
movimiento en que vemos a todo el mundo. Y no es para nada; es en Porto Alegre
donde se propuso a principios del año en Brasil la fecha del 15 de febrero como día de
manifestación contra la guerra en el mundo entero. Eso es un hecho nuevo también.
Así, lo que estamos viendo es poco a poco una convergencia de todos estos
movimientos. Vemos dos grandes convergencias con tal vez los mismos actores en gran
parte: la primera es una protesta. Movimientos que dicen: no. Eso empezó en Seattle,
donde había sindicatos norteamericanos, movimientos indígenas de Méjico,
movimientos de mujeres, campesinos del MST, etc.. Y se encontraron juntos para decir:
no ¿a qué? A la OMC, a la Organización Mundial del Comercio. Y para justamente
oponerse a las decisiones de continuar y de aumentar el aspecto neoliberal de la
economía mundial, es decir el afán de acumulación del Capital para dominar realmente
más y más con instrumentos legales, internacionales, un derecho internacional que se
construye en función del derecho de los negocios contra el derecho de los pueblos. Y
eso fue seguido por muchas otras manifestaciones, otras protestas contra el G 8 contra la
cumbre europea. Y lo hemos visto en el mundo entero: en Europa, en América, en Asia
también. Una primera corriente de protesta para deslegitimar el sistema y las decisiones.
La segunda corriente fue una corriente diferente. Una corriente sí, de deslegitimación.
Pero también de búsqueda de alternativas. Y no con la agenda de los demás contra los
cuales protestamos, sino la construcción de una agenda propia. Y la primera reunión, me
acuerdo, fue organizada en enero de 99, antes de Seattle que fue en diciembre. Y fue
una reunión en Suiza que Samiramin y yo, dentro del marco del Foro Mundial de
Alternativas habíamos tratado de organizar en Suiza, al mismo tiempo que Davos. Y
que habíamos llamado “Un otro Davos”. Y donde habíamos reunido cinco movimientos
sociales un poco emblemáticos de los cinco continentes. El MST del Brasil, los
sindicatos obreros de Corea del Sur, las cooperativas agrícolas de Burkina Faso, el
movimiento de mujeres del Québec, el movimiento de desempleados de Francia. Con
algunos pensadores, economistas, como Samiramin o Ricardo Pedrell o Susanne
George, etc.. Y, finalmente, hemos hecho una conferencia de prensa en Davos. Fue una
cosa extremamente difícil, casi una novela policíaca, para poder entrar en Davos en el
momento de la cumbre de los más ricos del mundo. Y hemos hecho una conferencia de
prensa a 300 m del lugar donde se reunían estos grandes señores, para decir: no, no
podemos continuar de esta manera.
Y eso se continuó. Y evidentemente la más importante iniciativa fue dos años después
el Foro Social Mundial de Porto Alegre.
Así, esos dos corrientes continúan, siguen. Vamos a tener grandes
manifestaciones en Evian, muy pronto, contra el G 8. Vamos a tenerlo también en
Calcún, en Méjico, contra la Organización Mundial del Comercio. Y eso, esperamos, va
a continuar. Pero al mismo tiempo hemos visto que Porto Alegre, el Foro Social
Mundial, pensábamos al principio tener 4.000 – 4.500 personas de todo el mundo, y el
primer año hubo 20.000. Y el segundo año, 60.000. Y el tercer año, 100.000. Con 1.700
talleres, grupos de trabajo, conferencias, etc., tratando justamente no sólo de protestar,
sino de reflexionar, sino de buscar alternativas, sino también de crear una conciencia
común, una conciencia común que todos estamos afrontando el mismo adversario.
No que perdimos. Que cada movimiento pierda su especificidad. Los movimientos de
mujeres seguirán siendo movimientos de mujeres y no es el capitalismo que inventó las
relaciones negativas, el machismo, entre hombres y mujeres. Pero sí el capitalismo está
aumentando este tipo de relación, utilizando este tipo de relación para su propia
acumulación. Pagando a las mujeres menos que a los hombres por el mismo trabajo, o
echando fuera a las mujeres antes que los hombres en desempleo, etc. Así, ha nacido
una conciencia que todos tenemos el mismo enemigo. Que debemos encontrarnos para
luchar contra el mismo enemigo. Y nace, y empieza de conectar esa conciencia
colectiva; esa conciencia colectiva, guardando cada uno su especificidad de pueblo
indígena, de mujer, de campesino, etc.. Pero con la conciencia que es necesario de estar
juntos.
Y así hubo una expansión geográfica: los forum continentales, los forum
nacionales, los forum temáticos – el Panamazónico en Belem o el Agua en Florencia,
etc. – y en todo el mundo hemos visto nacer esta conciencia lo que es, evidentemente,
muy importante.
Evidentemente, y voy a terminar con eso, tenemos frente a este movimiento
general muchos desafíos. Como intelectuales, como gente que trata de tener una cierta
distancia crítica –no crítica en el sentido negativo sino reflectiva – debemos
evidentemente nosotros también tratar de hacer nuestro papel. Y ver cuáles son los
desafíos. Eso también podría terminar como un, digamos, Woodstock social. Y eso sería
muy grave. ¿Cómo afrontar los desafíos del futuro? Los desafíos, p. ej., de hacer la
vinculación entre lo que es el Foro Social Mundial o los otros foros: un espacio de
encuentro que fomenta una conciencia colectiva, que de hecho ya es en sí mismo un
hecho político. Que no es un organismo de acción; y, justamente, para poder conservar
este aspecto de encuentro, donde cada uno se encuentra en su casa - a condición,
evidentemente, de respetar la carta fundacional que dice que nos encontramos todos
aquellos que queremos luchar contra el neoliberalismo, contra la hegemonía mundial del
Capital y en búsqueda de alternativas. Sobre esta base todo el mundo está bien venido.
Y por eso no se quiere construir ni una organización burocrática ni una nueva pirámide
de autoridad; no es la quinta internacional, no es el partido de vanguardia que tiene toda
la verdad: no. Es un lugar de encuentro. Y de conciencia. Pero también hay el problema
de ...bueno, después de eso, ¿qué hacemos? Y ¿quién va a hacerlo? Es un desafío. Y
debemos decir que todavía no hemos encontrado realmente la solución. Sí, hay dentro
de los foros la reunión de los movimientos sociales: obreros, campesinos, ATTAC, etc.
que hacen una declaración, pero los foros, no. El foro nunca va a hacer una declaración.
Porque hacer una declaración significa que se debe discutir un texto, que hay una
minoría, mayoría, etc. y es pierde el espíritu del encuentro.
Pero es un desafío. Otro desafío es la relación con lo político. Se ha dicho la
importancia de lo político, pero se ha dicho también que lo político, los partidos
políticos están en crisis en el mundo entero. Debemos reencontrar una nueva manera de
hacer política. Pero no son los movimientos sociales y las organizaciones progresistas
los que puedan ejercer el poder político. Son instituciones específicas. ¿Cómo establecer
una vinculación entre los dos? ¿Cómo evitar que los partidos políticos instrumentalicen
los movimientos sociales y las convergencias hoy? Y ¿cómo evitar que los movimientos
sociales o las ONG despoliticen la gente por su propia acción? Es un desafío. También
el desafío entre lo local y lo mundial. Porto Alegre es magnífico, pero Porto Alegre es,
en su gran mayoría, una iniciativa latinoamericana y europea. Y ¿dónde están los
africanos y los asiáticos y los árabes? No solamente un problema de principios, sino
práctico, de costo de viaje, de .... Es por eso que el próximo Foro va a realizarse en
Bombay, es decir, en la India. Es por eso que se descentraliza también por continentes,
por países, por ciudades.
Otro aspecto también: el carácter masivo, que es la fuerza frente a Davos,
elitista. El carácter masivo, pero, al mismo tiempo: ¿qué podemos hacer si mañana
estamos 200.000 o 300.000?... ¡Es imposible! Así, otro desafío: guardar el carácter
masivo, p. ej., lo que se decidió prácticamente, un día de manifestación general en todo
el mundo, cada año, en el momento de la reunión de Davos. Pero de toda manera, es un
desafío. Otro desafío: el peso relativo de los movimientos sociales y las organizaciones
no gubernamentales que a veces tienen más medios, más acceso a medios, etc.. Todo
eso son grandes desafíos.
Finalmente, un gran desafío es la resistencia del sistema. Todo lo que el sistema
está haciendo para recuperar los movimientos. Para invitarlos a un “diálogo”, pero el
diálogo entre el tiburón y la sardina. El desarrollo de la represión, de todas las leyes de
represión. El desarrollo de la militarización del neoliberalismo, a lo que estamos
asistiendo hoy, y no sólo en el Irak. Lo que hoy es el Irak puede ser dentro de cinco
años la Amazonia para el control de la biodiversidad, el agua, los recursos naturales.
Hay hoy 22 bases norteamericanas en América Latina. Hay una militarización, no sólo
del control de los recursos, sino también de la lucha contra los movimientos sociales.
Así son todos los desafíos: difíciles, pero no imposibles. Y por eso es tan necesario
continuar esos tipos de grandes convergencias, pero también de reflexión sobre eso.
Hay, finalmente, el diálogo entre religiones. Me habían pedido hablar sobre este
tema pero he visto que en el programa había otro título y he elegido finalmente guardar
este título del programa; pero el diálogo entre religiones es también importante. Puede
ser una parte de este conjunto para justamente re-encantar el mundo que el sistema
capitalista ha totalmente reducido a la sola racionalidad instrumental, a la
competitividad, al valor único de lo que produce un valor añadido. Re-encantar el
mundo; también encontrar una ética social que corresponda a la necesidad crítica del
sistema global actual
Y, finalmente, hay la búsqueda de alternativas. No voy a entrar en ese tema en
particular; hemos publicado en la revista “Alternativa” un número especial sobre las
alternativas. Y vemos las alternativas en tres niveles: el nivel de las utopías. Utopías no
en el sentido de lo que no es posible, no. El nivel de las utopías en el sentido de lo que
queremos hacer, lo que no existe todavía pero que queremos construir un tipo de
sociedad que queremos. Qué tipo de educación, qué tipo de agricultura, qué tipo de
comunicación, qué tipo de empresa. Esa es la utopía. Y debemos luchar para las utopías.
Finalmente, a medio plazo, qué podemos hacer a medio plazo porque es complejo y
porque el sistema va a defenderse. Y, finalmente, qué podemos hacer a corto plazo. Y
cuando se discute, cuando se ve como en Porto Alegre, se ve que las alternativas
existen; no es como la señora Thatcher decía que no hay alternativas: las alternativas
existen. Lo que falta es la voluntad política y la presión social para realizarlas.
Evidentemente, nos encontramos entre grandes corrientes que podríamos llamar
la corriente reformadora, neokeynesiana o la corriente pos-capitalista. Pero por el
momento lo importante es luchar juntos, porque a corto plazo sólo se puede regular el
sistema. Pero debemos buscar mucho más allá porque a mi parecer lo que debemos
buscar es la transformación radical del sistema. Es la lógica del sistema capitalista que
es el problema que debemos abordar. Que es, evidentemente, una meta a muy largo
plazo.
Y concluyo diciendo que cuando tratamos de reflexionar sobre lo que está
pasando, creo que vivimos un momento extremamente importante de la historia, un
momento también extremamente interesante, un momento donde de nuevo jóvenes
están participando. Pero es muy importante ser analítico, reflexionar bien sobre todo lo
que está pasando para evitar justamente que este movimiento no podría tener futuro. Es
muy importante continuar, continuar en todas partes, en el mundo entero. Todos
creyendo, justamente, como se dice en Porto Alegre que OTRO MUNDO ES
POSIBLE.
Gracias.
Aplausos.
Pánel 2. Los movimientos sociales y el diálogo entre culturas
Coloquio
Moderadora:
Gracias (sigue el aplauso) Gracias. Vamos a ver; para aprovechar el tiempo que
nos queda para el debate e intentar acabar puntualmente a las seis, propongo hacer una
rueda de preguntas. Haremos todas las preguntas, todas. Después tendrán los ponentes
la oportunidad de contestarlas y si quedase más tiempo, haríamos una segunda rueda.
Así, quien quiera hacer algún comentario... también convendría decir si la pregunta se
dirige a un ponente en particular o si es para los tres. Hacerlo constar, para que se tenga
presente en las respuestas. El que quiera tomar la palabra que levante la mano e iremos
pasando el micro.
¿Alguien más? Esperaba que ... Sí.
¿Hago la pregunta?
Quería hacer una pregunta al señor Rigoberto Quemé sobre el plan Pueblo Panamá. El
plan Pueblo Panamá parece es un proyecto extraordinariamente fuerte y que a mi modo
de ver representa una amenaza muy fuerte al desarrollo equilibrado y sostenible y
particular de cada uno de los países por los que va a atravesar. Entonces quería saber
cuál es la opinión del señor Rigoberto Quemé, y al mismo tiempo si cree que puede
haber una contestación suficientemente fuerte para o impedir o inflexionar los criterios
económicos en que se basa.
Yo quería hacer una pregunta a los ponentes sobre una cuestión que me parece
polémica especialmente cuando se trata de cuestiones contra la discriminación, como es
el caso indígena o la cuestión del género. Es la discriminación positiva y de las cuotas.
Yo quería preguntar su opinión sobre si es un herramienta de lucha para equilibrar; si es
así, ¿cuánto tiempo debe durar? Porque en días pasados, en esta semana, aparecía en el
diario español El País una cuestión sobre Bush en contra de la discriminación positiva
ahora en Estados Unidos, cuando su asesora de seguridad nacional llegó por
discriminación positiva donde está. Y me parece que es una cuestión polémica en la que
podrían tener algo que decir.
A mi me gustaría preguntarle al señor alcalde guatemalteco sobre si nos podría
hablar un poco sobre la ... si tiene alguna proyección política de las comunidades de
poblaciones en resistencia en Guatemala. Si existe algo de eso y si políticamente está
jugando un papel en el país.
Hi ha alguna altra pregunta?
Para el alcalde de Guatemala, pero también puede ser abierta a la mesa.
Primero felicitarle y animarle para que se presente como ciudadano del mundo y como
personaje especial, además indígena, ¿no?, a la campaña en Guatemala. Ojalá que el 90
% de Guatemala haga lo mismo, todos sus compañeros. Y la pregunta es: desde la
cosmovisión maya si nos podría explicar un poco usted ¿cómo ve la paz? La paz es tan
general, es un poco la paz o el esfuerzo que es está haciendo en todo el mundo, ¿no?
¿Cómo lo vería usted, qué estrategia aplicaría aquí y ahora, en un momento en que es
tan importante su pueblecito pequeño, como Barcelona o como cualquier ciudad del
mundo o como los demás compañeros que han dicho en Malasia o en Marruecos
cualquier cosas. Maltiosh, tantiosh, pantiosh, shukran, mercí beaucoup.
Bueno, yo también voy a acaparrar para el alcalde, para el señor Quemé. Un
poco hablaba de buscar el consenso y de intentar la participación política huyendo de la
confrontación del sistema que hasta ahora se le ha negado. Un poquito de como se
está... como se pretende articular esa voluntad de participación política en un sistema
que normalmente no lo permite jurídica-, política-, legalmente. Y además, también,
mecanismos de articulación entre los diferentes pueblos indígenas que pueda haber,
porque tampoco es que le movimiento indígena sea un todo homogéneo; y mecanismos
de articulación con sectores no indígenas que puedan tener algunos intereses comunes
para construir, pues, esa otra forma de hacer política diferente en Guatemala.
Si, yo voy a intentar dar poco trabajo a la mesa. Básicamente felicitar a los tres
ponentes por su exposición y quizás una pregunta a Nouza Skalli: ¿cómo se vive desde
el punto de vista de la mujer ser mujer y trabajar a favor de la mujer en un país como
Marruecos? Y a François Houtard quisiera también darle las gracias por el mensaje y la
esperanza positiva que nos ha dado. Me ha gustado mucho una frase que ha utilizado y
que decía: a ver, si se puede re-encantar al mundo. Y agradecerle, porque a mí,
personalmente, me ha re-encantado el planteamiento que ha hecho.
Més preguntes? No. Doncs, si us sembla fem el mateix ordre d’intervencions.
Rigoberto.
Muchas gracias por las preguntas. Son varias.
El plan Pueblo Panamá, en mi criterio no se puede impedir. Porque de alguna
manera satisface necesidades materiales de los pueblos indígenas del área
mesoamericana. O sea, el sur de Méjico y la parte de Centroamérica que ocupó el
antiguo imperio maya. El plan Pueblo Panamá tiene dos aspectos fundamentales: uno es
la infraestructura y el otro el desarrollo humano. Y únicamente así está concebido. Es el
amarre de dos visiones: una del plan de Fox que ve el sudeste mejicano como una
alternativa para desarrollar, y otro, un proyecto del desarrollo centroamericano. Se han
tratado de amarrar los dos proyectos para hacer el plan Pueblo Panamá.
Lamentablemente, sólo se le ha dado énfasis al desarrollo de infraestructura. A las
concesiones, a la inversión extranjera, a la inversión privada. Y el desarrollo humano no
se ha tocado para nada. Es decir, se ha hecho omisión de algo que podía estar en el plan
Pueblo Panamá. Y el otro elemento que creemos que debe introducirse, porque como no
se puede impedir, hablar de inflexión. Yo entendí ese punto como de variar de rumbo.
Creo que el plan Pueblo Panamá debe estar sujeto o debe estar condicionado a lo que
tanto Méjico y casi Centroamérica ha amarrado como un convenio internacional, lo que
es el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. En el cual se refiere a
los derechos que tienen los pueblos indígenas de definir su concepto de desarrollo. Y lo
otro, de ser consultados en todas las acciones que el estado haga para que lo beneficie o
perjudique; pero la consulta es un elemento sustancial del convenio 169. En el plan
Pueblo Panamá, en este momento, no se está usando el desarrollo humano, no se está
enfatizando en eso; no se está consultando a los pueblos indígenas. Por lo tanto creo que
es un elemento valioso que se podría agregar – claro, desde el punto de vista político. Y
eso debería ser una parte fundamental de un proyecto político que se presente a la
nación. La consulta, la mediación y la atención a las culturas de los pueblos indígenas.
Y el otro, la discriminación positiva: en el caso de Guatemala la discriminación
positiva se ha confundido con el paternalismo. Con el regalo, con la dádiva, con la
limosna. Nosotros creemos que tanto la discriminación positiva como las cuotas en
algunos contextos no funcionan. Creemos que debe ser de más calidad la participación
de los indígenas, de las mujeres, de los jóvenes. No tanto en porcentajes, sino en calidad
y en nivel de toma de decisiones. En Quetzaltenango la participación de las mujeres ha
sido bastante fuerte a nivel de decisiones. No hemos tomado cuotas, no hemos hecho
porcentajes, sino que en los niveles más importantes de decisión hemos logrado abrir y
consolidar ese espacio de participación de las mujeres. La municipalidad de
Quetzaltenango es un ejemplo claro de que las áreas más significativas de trabajo de la
municipalidad están dirigidas por mujeres. Pero no se ha tomado la cuota, no se ha
hecho esa discriminación positiva, sino se ha tratado de obligar a la mejor calificación y
la mejor participación de los grupos sociales que han estado postergados en la toma de
decisiones. Con que hay que hacer un compromiso, no es paternalismo, no es limosna lo
que se debe hacer.
La CPR. CPR no tiene ninguna incidencia política en Guatemala. Ha sido
ocupado por la izquierda guatemalteca en la URNG; ha sido tomada más como una
clase social que como un grupo cultural. No se han armonizado esas dos dimensiones de
la vida social. La cuestión económica y la cuestión cultural, nosotros planteamos que se
debe complementar. No debemos ser fundamentalistas y ver la clase social como la
única, sino también hay que ver la cuestión cultural y tratar de amarrar esas dos
realidades sociales en la construcción de un modelo de desarrollo más justo y más
equitativo. Por lo tanto, la CPR en este momento no tiene ninguna visibilidad política si
no es a través dela URNG que a su vez tiene una débil participación política en
Guatemala.
La cosmovisión maya: la paz. En la cosmovisión maya, la paz es un elemento
sustancial a la vida cotidiana. La paz se ejerce en todos los días y en todas las secciones
– sociales, trabajo, religión - ...
Final de la cinta 1
Sigue la respuesta de Rigoberto Quemé
...existe toda una generalidad, no siempre en todos los lugares, pero dentro la población
maya los índices de violencia, de delincuencia en el contexto nacional son sumamente
bajos, porque existen esas prácticas en muchos sectores todavía de ver la paz como algo
cotidiano, como algo parte de la vida e incluso en la religión. En la religión el concepto
de nahual, que es el símbolo del calendario de la vida de los mayas se ven los dos
aspectos. Son veinte símbolos, y en los veinte símbolos son veinte nahuales; se ven las
dos dimensiones. Lo negativo y lo positivo. Lo oscuro y lo claro. Lo cálido y lo frío. Lo
bueno y lo malo. Entonces, en la cosmovisión maya nos enseñan que todo hombre tiene
esos dos elementos en su vida, en su pensamiento, en su conciencia, en su acción. Y que
es el equilibrio y la aceptación de las dos polaridades lo que hace fructífera la vida del
ser humano. No se desecha lo malo, no se desecha la enfermedad, no se desecha el
infortunio, ni la muerte tampoco. Sino se toma como parte de la vida, y que el hombre,
en esta vida terrenal tiene que equilibrar esto. Para tener una vida más tranquila, más
pacífica. Por lo tanto, así es como se concibe la paz. No la paz después de la guerra, no
la paz después de la agresión, no la paz después de haber herido al hermano. Eso es un
poco la visión de la paz en el mundo maya y que está muy plasmado en el derecho
consuetudinario que no recoge el estado en la formulación del sistema jurídico del
mismo.
La articulación entre pueblos indígenas: a nivel político es muy difícil. Porque si
algo ha sido débil, el talón de Aquiles de los pueblos indígenas, ha sido su participación
política. El colonialismo ha desmovilizado políticamente a través de la educación, la
religión, la práctica social cotidiana la participación de los pueblos indígenas a nivel
político. Por lo tanto, nuestra participación en este momento es contra corriente, es
cuesta arriba. No tenemos un partido político, tenemos que buscar un vehículo político
formal para participar. No tenemos el dinero que se acostumbra y que hoy se planteaba
en la mañana: la garantía electoral está en función de la cantidad de dinero que se posea.
Nosotros estamos al contrario. No tenemos un centavo, no tenemos dinero para
participar y contra ese sistema es... en el cual vamos a enfrentarnos.
Hay una opinión dividida, fundamentalmente por el racismo. Toda la acción
política del pueblo maya se ve como negativa, dados los prejuicios raciales que existen.
No se ve nada bueno en esa participación. El hecho de que un indígena participe, se
dice, es porque queremos dividir a la sociedad. Porque la queremos balcanizar. Porque
queremos un enfrentamiento violento. Que son cosas del pasado; que la homogeneidad
política y ciudadana es lo que debería prevalecer en nuestro país. Todos estos elementos
están en contra de nuestra participación con especificidad. Y, también, la población
maya ha sido captada muchas veces políticamente por los partidos políticos
tradicionales. Nosotros vemos que los actuales sistemas autoritarios que prevalecen en
Guatemala, y que han prevalecido, tienen un apoyo muy fuerte en la población indígena
por tres acciones bien, bien definidas: uno, por omisión. Porque el maya muchas veces
piensa que lo político no es competencia del pueblo; que es un elemento que no se debe
practicar, porque es negativo, es malo y no es conveniente. Y nos han enseñado que lo
político no se debe abordar que eso está para otro sector social. Entonces, por omisión
muchas veces los sistemas autoritarios prevalecen. Pero también por acción. Muchos
indígenas se pliegan a los intereses y apoyan a los partidos políticos conservadores,
autoritarios y militaristas. Y el otro es la manipulación que va en función del nivel
educativo y el nivel de cultura política. Como no tenemos la cultura de participación
cualificada y bastante practicada indudablemente, la población está sujeta a la
manipulación, al populismo y también a la coacción. Entonces, esos elementos son algo
que está en contra de lo que nosotros pretendemos. Sabemos perfectamente el entorno
en el cual estamos trabajando, pero también sabemos que una participación política
indígena en Guatemala tiene un primer elemento positivo, que es lo emblemático, lo
simbólico que puede ser la apertura de nuevos espacios para lograr una mayor
democratización.
Respuesta Nouzha Skalli
Gracias. Quisiera contestar a les tres preguntas. La primera tiene que ver con las cuotas
y la discriminación positiva. No es un principio por el cual nos regimos. El principio es
la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y eso es algo en lo que creemos
sinceramente. Creo que la cuota puede ser una herramienta para generar esta igualdad
entre hombres y mujeres. Para citar otros ejemplos, aparte de lo que es la
responsabilidad de ilustrar el uso de estas cuotas, la discriminación positiva. En
Marruecos, el analfabetismo está sobre todo..., incide más en el campo, donde son
pobres, etcétera, y, por lo tanto, se utiliza la discriminación positiva para poder
favorecer el acceso a las escuelas. Ayudamos a los padres, les daremos también una
subvención, beneficios, mejoramos las condiciones pera facilitarlo todo. Y, por lo tanto,
podemos decir que debemos ser exactamente iguales para todos. Es importante poder
restablecer la igualdad mediante la discriminación positiva. La piedra de la injusticia a
veces lo que hace es saber quienes son los grupos que en principio son desiguales. Y, en
cuanto a la cuestión de la democracia de carácter general, hablábamos de la democracia
que no tiene en absoluto en cuenta cuáles son los géneros o el sexo, el principio que se
acaba de introducir y que podemos decir que lo que se adopta con más fuerza es el
principio de la democracia paritaria. Cuenta con la necesidad de representar de manera
paritaria, tanto a hombres como a mujeres. Y creo que la cuota es un medio transitorio,
quizás, hasta que nosotros lleguemos a la auténtica igualdad. Tenemos una especie de
círculo vicioso de la exclusión de las mujeres de los puestos de responsabilidad, y lo
que necesitamos son cuotas para restablecer la igualdad, para poder construir esta
democracia paritaria con igualdad de oportunidades tanto para los hombres como para
las mujeres.
Hablemos de la paz, ahora. Esta mañana, el alcalde de Barcelona nos ha hablado
de que no se trata tan solo de coger o de tener paz, de luchar contra la discriminación o
la injusticia, sino que se trata de tener una paz conjunta que respete al otro, y, a la vez
pasar del diálogo a la negociación, excluyendo la violencia. Y cuando hablamos de paz
no es única y exclusivamente cuestión de decir no a la guerra, sino que hemos de tener
una estrategia de paz para el futuro de la humanidad. Es decir, antes se hablaba
muchísimo de la paz y del desarme o de la guerra fría. Ahora, hablamos cada vez menos
de los problemas del desarme del planea. Intentamos construir un futuro y ponernos al
servicio de los humanos. Y uno de los ponentes de esta mañana nos ha indicado cuál era
el presupuesto de la guerra que se utiliza actualmente y que se podría utilizar también
para resolver los problemas de la pobreza en el mundo. Así, pues, debemos crear una
estrategia de paz y ver cómo podemos construir esta estrategia de paz.
La tercera pregunta: trabajar como mujer en Marruecos. Así pues ¿qué se siente?
Gracias por esta pregunta, porque me da la posibilidad de precisar unas cosas que
siempre hago cuando hablo de la condición femenina en Marruecos. No se trata
únicamente de pensar en estereotipos y creer que los hombres marroquíes sean peores
que los hombres de otros lugares. Los hombres de Marruecos son, muchos de ellos,
humanos y respetuosos hacia sus mujeres. Y en muchos casos es así. Diríamos casi en la
mayoría de los casos son respetuosos. El conflicto de violencia en el seno de la familia
es, precisamente, donde la ley es particularmente discriminatoria y eso conduce a ese
tipo de pasiones negativas. No hablamos de odios, porque sino podríamos hablar de
pasiones negativas, lo que ocurre es que el hogar es así. Y en este momento la ley ayuda
a la inclusión de estos sentimientos negativos. Para vivir en Marruecos, como mujer…,
cuando nos encontramos con una mujer, donde eso no ocurre, donde no hay conflictos
concretos ni luchas, es como vivir en Francia, en España o en cualquier otro lugar. O
sea, evidentemente problemas de desarrollo, pobreza, problemas diarios sí que los hay,
pero no tenemos esas diferencias tan notorias o específicas por el hecho de ser mujer en
Marruecos. Ésta no es la gran dificultad, en general. Y quisiera decir, además, que en el
futuro la construcción de un mundo mejor…, pienso que estamos intentando definir un
valor nuevo. Al mismo tiempo que se reinventa la democracia, reinventar la
participación en lugar de despotricar contra la sociedad, esto sí que es importantísimo.
Es importantísimo tener esta idea de que el mundo está compuesto de mujeres y
hombres. Y debemos recordar que este es uno de los principios de la paridad. Un
principio que ha de permitir construir un mundo más justo, un mundo más equilibrado y
más igualitario. Gracias.
Respuesta de François Houtard
Como estamos al final del día quiero retomar un aspecto que el alcalde nos había
comentado. Es el Plan Pueblo Panamá, porque me parece que es un ejemplo muy claro
de lo que significa la globalización del capital. El Plan Pueblo Panamá primeramente se
puede comprender si no se conoce el Plan Colombia y el proyecto de la ALCA, o sea, el
establecimiento de la zona de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá, y los demás
países latinoamericanos que significa una integración de las economías débiles a las
economías fuertes. Pero el Plan Pueblo Panamá, tal como lo ha explicado el ponente,
tiene estos dos aspectos, pero tiene un fin: está totalmente vinculado a este plan de
dominación mundial; porque la función fundamental del Plan Pueblo Panamá es
....(interrupción).... económica entre los Estados Unidos y el ....(interrupción)...La
mayoría de las actividades industriales de los Estados Unidos se hallan en el este o en el
centro. Las comunicaciones con el Pacífico son extremadamente costosas por las
montañas y el canal de Panamá no es suficiente. El Plan Pueblo Panamá prevé 4
canales: dos con agua y dos secos a través de Panamá y también de Nicaragua; y
también, eventualmente –no está en el Plan Pueblo Panamá, pero entra en la misma
lógica–, en Colombia, como decíamos, con el fin de facilitar el intercambio económico
entre el este de los Estados Unidos que tiene gran parte del aparato productivo y
también la economía del futuro como es el Pacífico Este es el objetivo básico, entra
dentro de una perspectiva geopolítica global y, por ello, se deben construir estos
canales. Al mismo tiempo debe construirse una red de comunicaciones norte-sur,
aeropuertos, puertos que, evidentemente, han de ser privatizados.
Y aquí también tenemos otra perspectiva que es el control de la biodiversidad.
Esta región –la Amazonia y una parte de la Patagonia en el hemisferio americano– es
una de las regiones de más alta biodiversidad. Y, finalmente, y es el aspecto más
«humano» también tenemos todo un sistema de maquilles alrededor de los canales que
absorberán una mano de obra barata, pero también descentralizará el aparato
productivo. Es un plan maquiavélico que sólo tiene en cuenta las poblaciones en
función de cómo puede contribuir todo ello al capital. Y eso se inscribe dentro de la
lógica de la ALCA, se inscribe dentro de la lógica futura del control de la región de la
Amazonia y de la Patagonia. Todo eso ya está en marcha, pero al mismo tiempo que
tenemos el Plan Pueblo Panamá, también tenemos un plan que está en vías de desarrollo
con diferentes opciones y direcciones que va dirigido a Colombia y Argentina, por vía
fluvial y también intentando crear conexiones entre los diferentes ríos desde la
Amazonia hasta Argentina. Por lo tanto, debemos ser muy conscientes que todo eso está
bien pensado. No estoy a favor de la explicación del mundo por complots, diría que es
mucho más complejo que una o dos personas que con un ordenador reorganizan el
mundo, no, no es eso. Pero hay una lógica, la lógica del capital y del capitalismo, y esta
lógica está en marcha en este tipo de planes. Así, pues, en este sentido, el aspecto
humano o el aspecto del desarrollo humano no tienen ningún sentido en este tipo de
planes. La única preocupación es que no haya revueltas sociales y es por eso que todo
eso va acompañado del establecimiento de bases militares, porque el Plan Colombia no
es únicamente Colombia, es Ecuador, es Amazonia, es Perú. Tenemos toda una lógica y
hemos de ser muy conscientes que esta lógica no es puramente política, no es una lógica
en el sentido político, es más bien una lógica que corresponde a un control económico
de los recursos del planeta. Lo mismo podemos decir a propósito de Irak, Asia central y
el Sudeste asiático y otras partes del mundo. Y del centro de Africa también, donde
existen reservas de biorriqueza y de petróleo.
Aplausos.
Bien; me siento incapaz de hacer una síntesis de las muchísimas cosas que he oído esta
tarde. Además, pienso que no hace falta, cada uno hará su propia síntesis. Únicamente
fijarse en una frase que se ha dicho desde la Mesa, que se comentaba que vivimos un
momento especialmente importante e interesante de la historia. Personalmente, y
hablando también con mucha gente, me parece que estos días es una cosa que estamos
comentando cuando oímos las cazuelas, cuando vamos a las manifestaciones por la
calle, pues, sólo recordar la responsabilidad que tenemos colectivamente y cada uno en
un momento como este es un privilegio y un lujo poder contar con unos elementos de
análisis y poderlo reflexionar juntos.
Por hoy lo dejamos aquí, y volveremos a reunirnos mañana a las diez de la mañana.
Gracias.
Pánel 3. Los discursos de la paz y de la guerra
Moderador: Jordi Armadans
Buenos días a todos y a todas.
Aunque probablemente falte todavía mucha gente, iremos empezando la sesión
de esta mañana. Gracias por vuestra asistencia. Gracias a Vicenç Fisas y la Cátedra por
la invitación que me han hecho y poder estar aquí con todos vosotros.
Como sabéis, la sesión de esta mañana se centra..., se titula “los discursos de la
paz y los discursos de la guerra”. Obviamente, podemos decir que esta sesión es muy
oportuna por la situación que estamos viviendo, porque, como todos sabemos,
desgraciadamente nos encontramos en una situación de guerra. Una guerra realmente
importante; una situación de guerra que está encendiendo cada vez más un discurso
belicista que, por lo tanto, de alguna manera, hoy en día , desgraciadamente, se ve muy
reforzado y muy consolidado por estos grandes poderes políticos que están detrás de la
guerra. Y también por eso, como todos sabemos, desde la ciudadanía a escala mundial,
pero también a nivel de Barcelona y de Cataluña especialmente, hay una respuesta
ciudadana muy fuerte, una respuesta que está cuestionando profundamente esta actitud
bélica hoy en día. Y esto es un signo de esperanza realmente importante aunque sea
mínimo, un signo de esperanza que es posible y necesario construir un discurso
alternativo de paz frente a la guerra dominante.
A pesar de todo, evidentemente, obviamente, no basta con una oposición firme a
la guerra, no basta con una movilización contra la guerra, también es necesario, para ir
construyendo la paz, construir, pensar, encontrar, diseñar, practicar, implementar formas
alternativas de resolución de conflictos, formas alternativas que nos permitan hacer
frente a los problemas que tenemos, los conflictos que tenemos, sin violencia, sin
exclusión, sin intolerancia y sin admitir la injusticia. Por todo ello, la mesa redonda que
la organización ha preparado hoy es muy oportuna, en la medida en que los ponentes
que nos hablarán tienen una importante experiencia tanto teórica, como intelectual y
práctica de lo que sería encontrar los paradigmas de seguridad que no pasen por el
militarismo y ensayar, implementar fórmulas de prevención, de solución, de
transformación de conflictos. Así pues, en este sentido, me parece que las
intervenciones de los ponentes de hoy nos pueden acercar mucho, precisamente, a este
escenario de cómo construimos, de cómo edificamos, de cómo damos contenido a este
discurso de paz.
Como sabéis, ya se dijo y, en todo caso, lo repetimos, Mohamed Sajnun no
puede estar entre nosotros, porque está asistiendo a una reunión especial del Consejo de
las Naciones Unidas y, por lo tanto, la mesa redonda queda reducida a dos personas que
os paso a presentar a continuación.
Por un lado, tenemos a Randall Caroline Forsberg, que se halla a mi derecha y
que, por cierto, hará su intervención de pie, porque tiene un pequeño problema en la
pierna y le es más sencillo expresarse de pie que no sentada; en este sentido, pues, hará
su intervención así. Randall Forsberg es una persona que lleva muchos años implicada
en temas de desarme, en temas de seguridad. Es fundadora y directora del Instituto de
Estudios sobre Defensa, Seguridad y Desarme. Fomenta la investigación mediante
1
publicaciones en revistas que muchos de vosotros conoceréis sobre la producción y el
comercio de armas, sobre la transparencia y el control del comercio de armas, etcétera.
Colaboró en su tiempo también en tareas de investigación sobre armamentismo en el
SIPI y también tuvo una etapa importante de activista fundando el movimiento
antinuclear norteamericano y también participando en muchísimas actividades en este
sentido. Asesora también a varios gobiernos en temas de seguridad y armamentismo, y
ha publicado varios libros y artículos de investigación.
Después nos hablará Andy Carl, que es presidente y cofundador de Conciliation
Resources, una organización que ayuda, asiste y facilita tareas de intervención a grupos
locales implicados en procesos de construcción de la paz. Grupos que intentan encontrar
vías de solución pacífica a conflictos con los que se encuentran y que, por lo tanto,
como institución tiene una experiencia importante en el campo de intentar encontrar
vías en estas situaciones. La organización que preside Andy Carl ha estado, por
ejemplo, presente directa e indirectamente en conflictos de Uganda, los Balcanes o el
Cáucaso. Andy Carl también fue coordinador de programas de International Alert, una
institución que probablemente todos conoceréis, con varias iniciativas en Sudáfrica,
Colombia, Sri Lanka y Filipinas.
Personalmente tengo mucho interés en escucharlos, porque me parece que las
dos intervenciones pueden ser muy interesantes e insisto que nos pueden permitir
encontrar la estructura de este discurso que tanto necesitamos.
Por lo tanto, sin más preámbulos doy la palabra a Randall Caroline.
Randall Caroline Forsberg
Directora del Institute for Defense & Disarmament Studies, Estados Unidos
Los nuevos retos para la seguridad en el siglo XXI. ¿Podemos eliminar la
guerra?
Gracias. Es un gran placer hallarme aquí con todos ustedes y es un privilegio
para mí estar en Barcelona y ver qué aspecto tiene la ciudad de la paz. Es muy difícil
hablar de la abolición de la guerra y particularmente difícil ser ciudadana
norteamericana en una reunió internacional y hablar de la abolición de la guerra,
mientras Estados Unidos está atacando un pequeño país del tercer mundo con el
objetivo de derrocar a su gobierno. Me siento tremendamente triste con lo que está
ocurriendo en Irak, viendo las ciudades bombardeadas y escuchar la gran cantidad de
soldados iraquíes y también civiles y también soldados norteamericanos muertos y
heridos. Soldados de muchos otros lugares, también. Creo que esta guerra viola la Carta
de las Naciones Unidas, es injusta e innecesaria. Muchos americanos también piensan lo
mismo y yo, junto con otros muchos, he trabajado duramente durante estos últimos seis
meses intentando parar esa guerra. Incluso, antes de que los Estados Unidos atacasen
Irak, muchos aspectos de la política norteamericana en temas de guerra y de paz y
gobernabilidad democrática han dado marcha atrás de forma creciente desde el final de
la guerra fría.
Así, pues, a medida que vayamos considerando la posibilidad clara de abolir la
guerra, debemos decir que no queremos ver las tendencias recientes que se han vivido
en los Estados Unidos. Pero sí que hay avances prometedores a escala global. Si damos
2
un paso atrás y una ojeada a todo lo que ocurre creo que nos ayudará a ver la imagen
más global cuando intentamos pensar cómo acabar con la guerra del Irak y cómo
prevenir otra guerra como esta.
En esta charla empezaré hablando de los avances históricos a largo plazo que
indican que la abolición de la guerra dentro de este siglo puede ser posible. Y ahora
también identificaré unas medidas que se podrían alcanzar por parte de los gobiernos
para fomentar un progreso más rápido y efectivo hacia la abolición de la guerra. Estos
son cambios políticos a los cuales, según mi opinión, podríamos aportar todos nuestra
ayuda. Después volveré sobre las tendencias negativas en los Estados Unidos y también
en otros países. Y, finalmente, intentaré dar una valoración integrada en cuanto a les
tendencias positivas y tendencias negativas.
Empecemos con los temas positivos. Durante los últimos siglos, y paralelamente
al levantamiento y la difusión global de los valores igualitarios, democráticos y sus
instituciones, ha habido una tolerancia decreciente a todas las formas de violencia
aceptada socialmente y ampliamente practicada. Poco a poco, formas previamente
legales y aceptadas de violencia han sido extraídas y la gente se ha dado cuenta que eran
socialmente inaceptables. Esto, pues, tiene que ver con la tortura, con la esclavitud, la
violencia contra los niños, las mujeres, los estudiantes, muchas formas de castigo
corporal, incluyendo la fuerza y, más recientemente, también algunas formas de pena de
muerte. Como parte de este fenómeno más importante, ha habido un conjunto reducido
de razones aceptadas por lo que se refiere a la guerra. Y, por otra parte, creencias
morales en cuanto al concepto de guerra justa.
El cambio más importante, en lo que se refiere a la guerra, tuvo lugar
aproximadamente entre los años 1850 y 1950, cuando empezaron a desaparecer las
monarquías tradicionales y empezaron a establecerse los gobiernos representativos.
Durante este siglo, que fue marcado por la conferencia de La Haya, el 1899, con la
abolición de las guerras, las guerras de los imperios y de colonización poco a poco
fueron deslegitimizadas. El final de las guerras de los imperios culminó con la derrota
de Japón y de Alemania en la segunda guerra mundial, el establecimiento de las
Naciones Unidas en el año 1945, y el final de todos los gobiernos coloniales
aproximadamente entre 1950 y 1975. El año 1945 marcó el inicio de un nuevo período
en la historia mundial en donde el único tipo de guerra bien aceptada como guerra justa
era la guerra de defensa contra agresiones ilegítimas, injustas, interfronterizas.
También es cierto que el poder de intervención militar en países más pequeños y
más débiles continuó después de 1945. Tenemos por ejemplo: Vietnam, Panamá,
Afganistán, Hungría, Checoslovaquia y ahora Irak. Son ejemplos notables, todos ellos.
Pero en ninguno de los casos –excepto la situación ambigua de China y Tibet– hubo un
intento de incorporar el pequeño país dentro de la soberanía política del país mayor,
como había ocurrido previamente durante miles y miles de años.
La misma palabra “intervención” indica el cambio en la naturaleza del uso de la
fuerza. Desde 1945 los grandes poderes militares se han visto limitados a una forma de
control militar de entrada y salida rápida, de cambio de gobierno o de detener un cambio
de gobierno y luego, salir. Además, antes de la guerra “preventiva” americana dentro de
Irak, el previo uso de las fuerzas armadas a gran escala se justifica teóricamente a través
3
de la figura moral y legal, solicitado, en todo caso, por los pequeños países bajo un
acuerdo de defensa mutua.
Esta tendencia, a largo plazo, nos conduce hacia un futuro mejor, con menos y
menos guerras, teóricamente a medida que el papel legítimo de las fuerzas armadas se
ve limitado a una defensa en contra de su uso de aquellos que no han aceptado este
estándar ni la consecución de los objetivos políticos u económicos. Obviamente, en
teoría, si el uso de las fuerzas armadas se limitara a la estricta defensa rigurosamente
definida, un país nunca atacaría al otro, y ningún levantamiento dentro de un país podría
empezar, por lo tanto no habría nunca ninguna guerra. Con el final de la guerra fría, no
obstante, hemos visto el levantamiento y la aparición de nuevas formas de guerra que no
involucran una agresión interfronteriza de un país contra otro. Más bien estamos
hablando de violencia subnacional y transnacional, como, por ejemplo, conflictos
étnicos, guerras por los recursos, violencia de los señores de la guerra en estados
inseguros, y también el terrorismo internacional. Estas nuevas formas de guerra han
planteado nuevas preguntas en cuanto si puede haber unos usos humanitarios justos de
la fuerza por parte de la comunidad internacional con la idea de prevenir y acabar las
nuevas formas de violencia organizada, y si está preparada para que estos usos de las
fuerzas armadas puedan ayudar a mover el mundo más allá, hacia el camino de la
abolición de la guerra o, pueden conducir hacia la dirección opuesta. Con el fin de dar
respuesta a estas preguntas, es útil contrastar las creencias morales y las instituciones
públicas para prevenir aquellas antiguas guerras fronterizas con las creencias y
instituciones que participan para prevenir las guerras.
Por lo tanto, me permitirán que hable ahora de la prevención de las antiguas
guerras, de la agresión internacional. Después de los cincuenta años transcurridos desde
el final de la Segunda Guerra Mundial y la guerra fría, la gente que se preocupa de la
guerra fría y su prevención –académicos, políticos, diplomáticos, periodistas y
activistas– se centra principalmente en el ámbito de las principales guerras regionales,
globales, potenciales o reales. Incluso debemos decir que aunque la Segunda Guerra
Mundial marcó el final de la violencia de las guerras de los imperios, el tipo de guerras
que se luchaban y también la guerra fría, todavía eran guerras convencionales a gran
escala con las fuerzas tradicionales de tierra, mar y aire, grandes guerras mundiales por
el poder de uno y del otro, guerras regionales y también de otra índole, especialmente
con la participación de grandes potencias que escalarían hasta llegar a una guerra
nuclear.
Durante la guerra fría, los esfuerzos de prevención de la guerra por parte de los
gobiernos se centraron casi en la prevención de este tipo de guerras convencionales y
posiblemente nucleares. Estos esfuerzos llevaron a la fundación de Naciones Unidas y
también a las actividades del Consejo de Seguridad, que también participaban en las
negociaciones para el control de les armas convencionales, nucleares y desarme, y
también medidas de creación de confianza; el proceso de Helsinki llevó a la creación de
la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa.
Todas estas herramientas de prevención de guerra se basan en el antiguo
concepto de la seguridad colectiva, que es la primera vez que se propone como un
medio de prevención de guerra; por lo tanto, hay otras reglas culturales distintas a las
del siglo XIV y XV. Esta es la idea, que los países más pequeños y más débiles se vean
protegidos de las agresiones militares potenciales y de su absorción por parte de los
4
países más fuertes. Sí, hay un compromiso por parte de todos los demás países para
hacer llegar la ayuda a cualquier país que se vea atacado. Un compromiso compartido
respecto a la seguridad colectiva implica un suplemento de las medidas de defensa
nacional para detener con éxito la agresión internacional, dejando bien claro que
cualquier agresión armada fracasará.
Ahora bien, cuando llegamos a las nuevas guerras, al concepto de las nuevas
guerras, diré que hasta llegar a la guerra de Irak, durante los últimos diez años, las
guerras que ocurrieron hasta el año 90. nuestra atención ha sido apartado de las
principales guerras y nos ha llevado a ninguna parte. Yo misma, y otros ya hemos
hablado de las nuevas guerras: guerras civiles, levantamientos étnicos, conflictos
armados étnicos internacionales, guerras fronterizas y batallas sanguinarias por el
control interno de las tierras, recursos y poder político. Obviamente estos hechos no son
formas de guerras nuevas; lo que sí que es nuevo es la reducción de la preocupación en
cuanto a los riesgos de guerra entre las grandes potencias y la falta de nuevas
confrontaciones entre poderes políticos que han permitido –por primera vez– que todo
el mundo preste atención a los conflictos armados dirigidos por grupos casi civiles y
grupos subnacionales y transnacionales.
Este nuevo punto de atención ha cogido al mundo casi sin preparación, con dos
formas diferentes; formas, no obstante, relacionadas entre si. Moralmente, no hay
consenso sobre cuáles de las nuevas guerras son justas, y si el uso de fuerzas armadas
avalado por la comunidad internacional para detener estas guerras o defender uno u otro
lado es justo. Y, en la práctica, tenemos pocos medios a disposición de la comunidad
internacional para prevenir la creación de estos conflictos o acabarlos rápidamente con
pocas pérdidas de vida humanas. Me permitirán que comente, sucesivamente, cada uno
de estos dos aspectos de las nuevas guerras.
Consideremos la visión moral de lo que se llama las nuevas guerras de la última
década: Bosnia, Kosovo, Ruanda, Chechenia, Kashmir, conflicto todavía en desarrollo,
las intifadas palestinas y Timor Oriental - Occidental, perdón, Oriental. En todos estos
casos hemos visto una simpatía hacia los habitantes de lo que se podría llamar territorio
ocupado. A pesar de esta simpatía en casi todos los casos, las visiones morales en
cuanto a la intervención de las fuerzas armadas por parte de la comunidad internacional
es una cosa que se ha mezclado. De hecho, ha habido una tremenda confusión,
incertidumbre y ambivalencia, en cuanto a qué debería hacerse por parte de la
comunidad internacional, si es que debe hacerse algo para prevenir o acabar con el baño
de sangre.
Durante la guerra fría, incluso en casos de genocidio, donde los principales
analistas, los gobiernos hubieran podido considerar, en general, una intervención
extranjera, pues no, no ponían este tema sobre la mesa, debido a que todas las guerras
internas se consideraban como un hecho que estaba firmemente vinculado a las
jurisdicciones de los gobiernos predominantes. Por lo tanto, en los primeros casos de
genocidio en Uganda y en Camboya hubo pocas peticiones de una intervención
internacional para acabar con este baño de sangre.
No obstante, desde el final de la guerra fría ha habido una creciente presión para
ver qué tipo de intervención internacional se podía ejercer en los conflictos internos;
como resultado de esta visión que la seguridad de los seres humanos individuales, la
5
seguridad humana en este caso, es tan inviolable como puede serlo...(ininteligible) ... y
también puede tener un precedente…, puede ponerse por delante de la soberanía estatal.
En segundo lugar, la visión de que la comunidad internacional tiene obligación
de ayudar en los esfuerzos de los derechos humanos y libertades civiles y en la
autodeterminación entre las minorías oprimidas. Ahora bien, la idea de ayudar a la
seguridad humana, a los derechos humanos y también a la autodeterminación es un
rasgo predominante, pero también hay una especie de rechazo cuando hay que participar
con las fuerzas armadas per dar su apoyo a estos objetivos, por muchas razones y
buenas razones que citaré: primero, enviar tropas extranjeras a una guerra civil existente
con la idea de acabarla, generalmente significa favorecer una parte en contra de la otra,
con lo cual podría generarse un conflicto ampliamente ambiguo; en segundo lugar, la
intervención extranjera militar invita y arriesga, crea el riesgo de una ocupación
permanente. Y me permitirán decir que cuando los Estados Unidos y el Reino Unido
dicen que se ha de participar en la guerra de Irak tan pronto como sea posible, si
miramos lugares donde ha habido intervenciones de este tipo –Alemania, Japón, Corea
y Afganistán– veremos que todavía están allí. No se han movido.
La intervención militar extranjera genera también un gran riesgo y es el de
aumentar en lugar de reducir el baño de sangre, incluyendo muertes y daños a civiles
inocentes en los dos bandos. También puede ser que genere muertos y daños entre lo
que nosotros llamamos fuerzas de intervención inocentes. Y, finalmente, también
veremos que la intervención extranjera demanda o bien una supervisión internacional
compartida, que es compleja y difícil de alcanzar y mantener, o también ver un líder de
una nación predominante que puede ser sospechoso en cuanto a sus motivos y sus
posteriores decisiones. Estos inconvenientes de la intervención militar extranjera en los
asuntos internos de les naciones no son cosas nuevas, todos se han vivido desde hace
tiempo y tienen que ver con el conservadurismo de la Carta de les Naciones Unidas en
cuanto a la intrusión y a los asuntos internos. La diferencia ahora mismo es que el
programa de la comunidad internacional por lo que se refiere a la protección de los
derechos humanos y a la promoción de las libertades civiles es mucho más ambicioso
del que había durante la guerra fría. Y esto ha creado nuevas presiones respecto a la
intervención militar humanitaria.
Entre los siete ejemplos de nuevas guerras que he citado, sólo dos –Kosovo y
Timor Oriental– realmente generaron una respuesta internacional armada. Y de estos
dos, únicamente la intervención multilateral rápida militar en el Timor Oriental... y por
parte de Australia fue considerada suficiente, como éxito, para establecer un buen
precedente para posibles futuras acciones, en contraste con el bombardeo de Belgrado y
Serbia, como medio para forzar a Milosevic a detener el terror general sobre los
albaneses de Kosovo, era considerado un medio excesivamente destructivo para
alcanzar un objetivo político válido. Por comparación, las intervenciones militares
extranjeras sobre un territorio podrían haber causado menos muertos entre civiles
serbios inocentes, pero posiblemente hubiera causado más muertes, bajas, entre las
fuerzas de intervención. De cualquier forma, ésta es una mala situación en una guerra
como herramienta de intervención.
En el caso de Timor Oriental podemos ver que hay un deseo de utilizar las
fuerzas armadas para ayudar y proteger a los gobiernos legítimos –frente a la violencia
armada de la intervención de las fuerzas militares de alcanzar este objetivo–, una
6
intervención a pequeña escala y breve que pueda generar pocas pérdidas de vidas
inocentes por parte de las fuerzas de intervención o de los que no combaten en el
territorio afectado. Una de les principales razones –porque hay tantas dudas y
ambivalencias en cuanto a la intervención en les nuevas guerras– es, como ya he
enfatizado antes, los medios prácticos, los precedentes, las formas y condiciones
aceptadas para una intervención tal que no se han desarrollado en les Naciones Unidas.
El tipo de instituciones internacionales que se necesita para prevenir nuevas
guerras únicamente empieza a desarrollarse ahora a través de la prueba y error de
Naciones Unidas y de una forma más inmediata y más exitosa en el trabajo de la
Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa. Estas herramientas hacen
intervenir, en primer lugar, medidas de prevención, es decir, medidas para prevenir los
conflictos internos y evitar que vayan escalando hasta llegar a conflictos armados. Eso
incluye medidas especiales, intervenciones diplomáticas para proteger los derechos de
las minorías, para reforzar instituciones democráticas y para acabar con el crimen
organizado y la corrupción gubernamental.
Existen también medios específicos para crear puentes e instituciones
multiétnicas donde los conflictos étnicos coinciden con los límites territoriales
nacionales. Existe una variedad de medidas de creación de confianza en el ámbito
militar que ayudan a reducir los temores a un ataque armado y aumenta la confianza a
nivel militar en cuanto al compromiso frente a la paz de ambos lados. Pero lo que falta
en el conjunto de medidas de construcción, en desarrollo, son acuerdos, incluso un
diálogo sistemático sobre las condiciones bajo las cuales la comunidad internacional
tendría que estar preparada para cuando tenga que utilizar la fuerza armada como último
recurso para prevenir o acabar con las nuevas guerras o –como en el caso de Irak– para
reforzar la ley internacional o hacerla aplicar si fuera necesario.
Cada caso de conflictos armados inminentes o reales o de violación de la ley que
llame la atención de la comunidad internacional debe tocarse con una base adaptada;
cada caso en una base ad hoc, con argumentos en pro y en contra de la participación
militar internacional. Debe cubrirse todo el abanico de temas para conocer cuál es el
peligro de baño de sangre o el baño de sangre en si. ¿Por qué lucha la gente? ¿Qué
gente o países se ven afectados fuera del área directa? ¿Tiene más razón una parte o la
otra? ¿Qué forma podría tener una intervención militar? ¿Cuánto costaría desde el punto
de vista financiero y en vidas humanas? ¿Quién terminaría pagando todo eso? ¿Quién
intervendría realmente? ¿Cuánto tiempo duraría esta intervención? ¿Cuál sería el
resultado? ¿Es arriesgado? ¿Vale la pena? ¿Existen alternativas viables? Este tipo de
discusión no es nada malo, pero mantener una discusión en el último minuto en una
base ad hoc, sobre una base adaptada en cada caso es una mala cosa, porque de aquí
pueden salir algunos argumentos más partidistas, más partidistas en acciones que son
pocas y llegan tarde, y, todavía más importante: el desarrollo inadecuado de medios no
militares para prevenir y acabar las guerras.
Los conflictos armados organizados, los abusos de los derechos humanos y las
violaciones del derecho internacional que han tenido lugar desde el año 90, y que
todavía algunos están desarrollándose actualmente, como la terrible violencia que se
vive en Colombia son una base de discusión más amplia y también más abstracta en
cuanto a las condiciones bajo las cuales la comunidad internacional debería considerar
la intervención militar humanitaria o la intervención para reforzar y aplicar la ley.
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¿Cuándo debería realizarse? ¿Quién debería hacerlo y quien lo pagaría? ¿Qué objetivos
y resultados esperados? ¿Con qué posiciones negativas y de retirada? No obstante, no
tendríamos que esperar un debate público amplio, ni tampoco intergubernamental por
parte de las comunidades internacionales, entre naciones individuales que resulte en un
ente elaborado y vinculado del derecho internacional. Una razón por la cual esto es así,
es que los objetivos y expectativas de la comunidad internacional pueden seguir
evolucionando a lo largo del próximo siglo. A medida que más y más países vayan
estableciendo instituciones democráticas y reconozcan o intenten garantizar todo el
abanico de derechos humanos; las instituciones, cuanto más democráticas sean y cuanto
más se ocupen de los derechos humanos, más alto tendrán el listón en cuanto a las
violaciones de los derechos humanos. Y la garantía de les formas de acción
internacional, razón por la cual esperamos demasiado, a partir de les discusiones de les
condiciones de las intervenciones militares, siempre existe el riesgo de aumentar, que no
de reducir, el daño a individuos en cualquier situación. Y siempre habrá opciones no
militares que necesiten ser aprobadas y agotadas en primer lugar. Por lo tanto, los
gobernantes no querrán vincularse demasiado a un conjunto de guías que puedan
demandar o requerir una ación militar, ni tampoco pretender o poder predecir las
consecuencias de este tipo de acciones. La comunidad internacional debería poder
reconocer de forma más amplia y plena y formal casos de genocidio real, es decir, un
sacrificio amplio, continuado y sistemático de civiles no armados donde hay una
obligación moral y legal por parte de las Naciones Unidas o un grupo universal, una
organización regional de seguridad como la OSCE para intervenir militarmente después
de otros medios para prevenir o acabar con este sacrificio y que no hayan tenido éxito
previamente. Los fracasos de las Naciones Unidas y de la OSCE incluso para intentar
intervenir y detener el genocidio en casos como Rwanda y Bosnia nos indican que la
retórica de las intervenciones humanitarias han superado la realidad.
Supuestamente, las intervenciones humanitarias o de aplicación de la ley se
consiguen cuando los intereses nacionales y de los que intervienen están en peligro, y
no de otra manera. En casos como el de la antigua Yugoslavia y también de Irak, el
once de septiembre, cuando estamos hablando de casos de limpieza étnica, genocidio y
otras violaciones de los derechos humanos, cuando vemos que esto está dirigido por un
conjunto de líderes en los que no está involucrada la población en general, la forma de
intervención en estos casos, idealmente, tendría que ser utilizar un medio armado para
capturar estos líderes y llevarlos ante los tribunales internacionales. Actualmente, no
existen ni planes, ni fuerzas, ni formación de acciones legales de este tipo. Esto
significaría que no haría falta una gran guerra, una guerra que significa la pérdida de
muchas vidas inocentes.
Los acontecimientos de los últimos años muestran que hay posibilidades de
llevar ante de la justicia los líderes que han violado los derechos y esto debería ser una
prioridad fundamental de la comunidad internacional. Debería emprenderse una serie de
medidas legales, informar a la población local; eso debería ser seguido por una fuerza
de policía internacional, equipada para hacer intervenciones armadas breves y muy
rápidas para capturar individuos específicos y nada más.
Desarrollando y dando una respuesta coherente y legalmente vinculante ante un
genocidio, las violaciones de los derechos y otras actuaciones en contra del derecho
internacional, la comunidad internacional intentaría disuadir estas acciones, estaría en
situación de dirigir las Naciones Unidas y las organizaciones regionales de seguridad
para intervenir rápidamente una vez se hubiera tomado la decisión. Además, realizando
8
estos pasos, la comunidad internacional impediría a los países que tienen importantes
fuerzas armadas –como son los Estados Unidos–, les privaría de esta capacidad política
y moral de acción defensiva con la cual intenta racionalizar y legitimar sus
intervenciones partidarias y unilaterales, como está ocurriendo con la coalición
angloamericana en Irak.
Ya sé que muchos de ustedes van siguiendo el texto. Saltaré la próxima sección,
porque veo que va pasando el tiempo; por lo tanto, pasaremos directamente a la sección
tres que son…, estamos hablando de la página 20. Página número 20.
Acontecimientos regresivos en los Estados Unidos. En muchos países, muchas
partes del programa que he propuesto, serían bien recibidas. Ahora bien, no son bien
recibidas en los Estados Unidos. En este país, el presidente Bush ha destruido
prácticamente todos estos acuerdos sobre el control de armamento y desarme que
costaron tantos esfuerzos de alcanzar durante los últimos 35 años. Voy a ser muy
específica: durante estos últimos pocos años, Estados Unidos, de manera unilateral, ha
bloqueado la entrada en vigor de la prohibición completa de las pruebas nucleares; ha
bloqueado la adopción de un protocolo para verificar la prohibición de armas
biológicas; ha hecho que se sacara de la legalidad el tratado BM; y ha iniciado el
desdoblamiento de un sistema de defensa de misiles; se ha negado a debatir sobre la
prohibición de armas en el espacio; tiene 10.000 cabezales nucleares, rechazando la
oferta rusa de disminuir el arsenal nuclear hasta 1.000; ha iniciado programas nuevos
para producir armas nucleares; ha violado el Tratado de no proliferación y otros
compromisos internacionales, amenazando con el uso de armas nucleares contra países
no nuclearizados; ha violado la Carta de Naciones Unidas, utilizando fuerzas armadas
fuera de sus fronteras sin la sanción expresa del Consejo de Seguridad o demandando
defensa o ayuda a un país aliado. Y ha rechazado otros acuerdos importantes
internacionales como serian el Tratado de Kyoto sobre el calentamiento global, la
Convención de Ottawa para evitar las minas antipersona o la creación de un tribunal
internacional, el establecimiento de un registro internacional de transferencias ilegales
de pequeñas armas que intenten reducir la carnicería que se produce en los conflictos
armados en el mundo.
Me salto algunos párrafos más…, estamos hablando de la página 22.
Probablemente podríamos avanzar mucho, o algunos pasos a escala
internacional para prevenir las guerras si dispusiéramos de un liderazgo adecuado por
parte de los Estados Unidos conjuntamente con Europa, Canadá y también un número
reducido de otros países como Rusia, China, Corea del Sur, Japón, Méjico, India, Brasil
o Africa del Sur. Ahora bien, esta coalición sería imposible si los Estados Unidos
continuaran teniendo este liderazgo regresivo en el ámbito político que tiene
actualmente. Por lo tanto, vuelvo a la pregunta: ¿Qué les ha ocurrido a los Estados
Unidos? ¿Qué le ha pasado a aquel país? ¿Por qué Estados Unidos ha tenido esta
política regresiva en sus políticas públicas y su moralidad, mientras que otros miembros
de la OECD han ido avanzando, como Europa, Japón o el Canadá?
Creo que las razones están en cuatro encrucijadas clave en este transcurso, en
este camino de los últimos cinco años. Primero, el 1980. Se eligió al presidente Reagan,
basado en una campaña bien financiada, de mala información, ignorancia y
patrioterismo, apelando al patriotismo americano contra los soviéticos. En segundo
9
lugar, la invasión de Kuwait por parte de Irak en el año 90, cuando acababa la guerra
fría tuvo un impacto muy malo en los Estados Unidos. Este acto clarísimo de agresión
internacional que también amenazaba el acceso occidental al petróleo a precios
aceptables hizo que la cooperación entorno a la ley y el control de armas parecieran
menos relevantes para la seguridad en el mundo de la posguerra fría que el
mantenimiento de importantes fuerzas armadas, bien preparadas con la capacidad de
intervención militar unilateral en cualquier lugar del mundo.
El tercer paso hacia la derecha se dio en las elecciones de 1994 que dieron el
control del Congreso a los republicanos y al Contrato América como explicó el señor
Newt Engritch . El centro de gravedad de Washington, de los medios nacionales
gravitaron hacia la derecha y, por lo tanto, la visión que tiene la nación del mundo es
mucho mas de derechas que antes, cuando era demócrata. Finalmente, después de que el
hijo de Bush ganase las elecciones en unas apretadas elecciones, el control del Senado –
estaba en manos de los demócratas– empezaron a abogar por una política extranjera y
militar; pero, entonces, se encontraron con el once de septiembre. Esta catástrofe
todavía forzó más al país hacia la derecha, tal como se reflejó cuando el año 2002 con
las elecciones en la Cámara y en el Senado cuando ganaron los republicanos.
Evidentemente, estos acontecimientos críticos, aunque quizás no podían explicar
completamente esta postura imperial regresiva de los Estados Unidos, explicarían
quizás el porqué del otro factor que es este conservadurismo mesiánico excepcional de
Bush Jr. Y no solamente él, porque, a parte de Collin Powell, todos sus consejeros lo
comparten: Gene, Rumsfield, Wolfowitz y Rice, además del funcionario de control de
armas, Walton, y el embajador americano ante las Naciones Unidas, Negraponte.
A corto plazo todos esperamos desesperadamente que los Estados Unidos tengan
un nuevo gobierno en el 2004, un gobierno que adopte políticas diferentes, radicalmente
diferentes. Si se produjera, como reacción contra la guerra del Irak, una reacción a estas
políticas militarizadas y antilibertades civiles adoptadas después del once de setiembre y
de los programas del gobierno que limiten los impuestos y aumenten el gasto
gubernamental así como la política antimedio ambiente, antisindicatos y antiminorías de
la Administració Bush, entonces, si eso ocurriera, podríamos ver unos Estados Unidos
que vuelven a un buen control de armas, unos Estados Unidos que vuelven a las
Naciones Unidas, al derecho internacional y todo esto, encontraría una respuesta muy
positiva por parte de Europa, Rusia, China y otro países. Desgraciadamente, el
demócrata que más probabilidades tiene a ser candidato a la presidencia, John Kerry, de
Massachusetts, aun siendo un señor liberal y a favor del control de armas y de la
limitación de los gastos militares votó a favor de la resolución delante del Senado en
octubre para darle al señor Bush poderes para lanzar la guerra al Irak. Parece que no lo
hizo para ganarse, digamos, el favor de la mayoría de los americanos. En el momento en
que Kerry expresó... bueno, por cierto, en Massachusetts, los votantes mandaron emails, en fin, fueron 500:1 en contra de la resolución. De manera que para responder a
este estado liberal, Kerry dijo que su voto quería reforzar la llamada de los Estados
Unidos para apoyar la Resolución 1441. Pero como la guerra empezó sin el apoyo de las
Naciones Unidas, el señor Kerry continua, pues, con dos pies… con un pié a cada lado.
Si Kerry gana es posible que apoye una política americana diferente, pero igual que
Clinton perpetuará elementos significativos de militarismo, unilateralismo e
imperialismo.
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Tal como lo veo, la esperanza principal para un cambio en los Estados Unidos a
largo plazo es, de hecho, la educación por parte de los lideres políticos y de Europa. Los
periodistas, los intelectuales, los activistas, de hecho toda la gente. Este proceso de que
Europa educa a los Estados Unidos ya está empezando. El pueblo de Estados Unidos no
puede soportar más el impacto de una opinión global que le dice que ellos juegan el
papel de potencia imperial. Eso no sigue los valores y los ideales de una nación que
quiere ser democrática. El público, el pueblo americano no puede resistir esta presión
durante toda la vida. De hecho, la dureza global de las protestas contra la guerra de Irak,
incluyendo las publicaciones, las manifestaciones, en fin, todo lo que hemos visto esos
días será seguramente decisivo para este movimiento global para abolir la guerra a
escala mundial.
Los activistas ven sus acciones dirigidas directamente a influenciar las políticas
a corto plazo. Últimamente, el objetivo fundamental de los activistas ha sido intentar
que finalizara la guerra de Irak lo más pronto posible, pero hay toda una larga historia
de esfuerzos pacifistas que han tenido un gran impacto después que finalizaran las
protestas visibles. Por ejemplo, lo podemos ver en la propia creación de la Liga de las
Naciones, una década después de que se intentara acabar o prevenir la Primera Guerra
Mundial. También lo vemos con la larga historia de negociaciones sobre reducción de
armas nucleares entre América y los soviéticos que empezaron en el año 70, después de
las grandes manifestaciones antinucleares de los años cincuenta y sesenta. También lo
vemos en el llamado síndrome de Vietnam; esta negativa de intervenir militarmente
después de estas grandes protestas, y, más recientemente, en las drásticas reducciones
de las armas nucleares de corto alcance, a principios de los años noventa,
separadamente, por parte de Rusia y Estados Unidos, después del programa de
congelación nuclear y de los movimientos europeos para acabar con estas armas, en los
años ochenta. Todos estos precedentes sugieren que las protestas de base y todos estos
que están en contra de estos esfuerzos bélicos en Irak tendrán un impacto los próximos
años y décadas; la consecuencia será que los políticos de los Estados Unidos o de otros
países busquen alternativas a la guerra y exploren opciones que quizás no se hubieran
planteado antes.
Para resumir, entre 1945 y 2001 la guerra fría y otros acontecimientos, es decir,
la invasión de Kuwait por parte de Irak, los pequeños pecados de Clinton hizo que se
debilitara su gobierno y el once de septiembre…, todo ello condujo a la corrupción de
los Estados Unidos transformando un protagonista constructivo, en el mundo
internacional, en un poder imperial que va a por todas y que está preparando
abiertamente utilizar las fuerzas armadas a favor de sus propios intereses. Estos aspectos
tan tristes pueden retrasar la evolución de la guerra, pero es improbable que la impidan.
Los problemas económicos, los cambios climáticos, la falta de agua y el fin del
acceso barato al petróleo pueden retrasar también la llegada de un mundo sin guerras.
Pero pensamos que a mitad de este siglo la población mundial dejará de crecer,
empezará a declinar con un pico más tardío del que se esperaba. A la larga, los cambios
demográficos, económicos y tecnológicos nos dan razón para esperar, confiar, que las
tendencias que ahora predominan en Europa, América Latina y Asia Oriental hagan que
la sociedad civil crezca, que crezca la integración internacional, la tolerancia, el
compromiso con la no-violencia, que todo eso se vaya diseminando de forma lenta pero
segura y que eso llegue a los Estados Unidos y al resto del mundo. Si todo eso ocurre
podríamos ver el fin de la guerra a finales del siglo XXI.
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Gracias.
Moderador
Y ahora pasaremos la palabra a Andy Carl que nos hablará de los procesos de
diálogo y negociación en los conflictos armados.
Andy Carl
Director de Conciliation Resources, Reino Unido
El diálogo y la negociación en los conflictos armados
Gracias. Quisiera agradecer a los organizadores de esta conferencia la invitación
para participar, en un momento tan importante, y reflexionar sobre estos temas:
También a los estudiantes que nos han ofrecido una camaradería tan bonita y también a
los traductores por los servicios que nos están proporcionando para entendernos todos
como mejor podamos.
Recuerdos de Londres, de una ONG que colabora con la gente local que trabaja
por la paz y también por la justicia en sus comunidades en situaciones de guerra y de
conflicto. Somos, nos llamamos CR, Recursos de Conciliación, y yo soy el director de
esta ONG. Me llamo Andy Carl.
Os leeré brevemente una carta que he recibido de un colega que vive uno de los
conflictos más olvidados del mundo; una persona que vive en Uganda. Es un sacerdote,
un misionero español, pero que es un miembro muy activo de un grupo interreligioso
que trabaja para promover el diálogo entre el gobierno de Uganda y un grupo armado
que es el Ejercito de Resistencia del Señor. El padre Carlos dice en su carta:
“He visitado el distrito de Paler esta mañana. No había nadie en la carretera,
Tampoco había vehículos. A las seis y media de la tarde oímos muchos disparos cerca y
nos tuvimos que proteger. Quince minutos más tarde, los rebeldes empezaron a romper
puertas de la Misión, gritando como si estuvieran locos, amenazando que si no abríamos
la puerta utilizarían una bomba. Yo estaba paralizado de terror. El Padre Pol gritó:
vengo a abrir la puerta. Lo hizo, e inmediatamente los rebeldes le pidieron la radio, los
placas solares, etcétera. Yo me quedé dentro escondido debajo de la cama con dos
chicos más; cuatro rebeldes entraron y nos dijeron de salir de debajo de la cama. Cuatro;
eran muy jóvenes, quien sabe, 12, 13 años sólo tenían. Y dijeron a uno de los chicos que
había que se apuntara con ellos. Y este chico, que estaba conmigo, me dijo: no te
preocupes, déjame ir con ellos, Dios me ayudará; padre, cuida de mi hermano. Me
quedé con el otro niño, que eran hermanos, y que sólo tenía 5 o 6 años. Había disparos
por todas partes con explosiones muy cerca. Me pasé toda la noche bajo la cama. Con
este otro niño dormimos como pudimos. Después vinieron otros que utilizaron la cama
y nos despertaron. Pero había explosiones de todo tipo. Yo quería salir pero tenía
miedo. Tenía miedo, porque los rebeldes podían estar cerca de la casa e incluso dentro
donde estábamos. No pude dormir prácticamente nada.”
Os quería leer este fragmento que nos recuerda lugares donde hay muchos
conflictos. Y deciros también que al día siguiente, el Padre Carlos fue a enterrar a los
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muertos que había habido en este pequeño pueblo, e intentó hablar con los rebeldes, que
empezaran a establecer un diálogo con el gobierno de Uganda, que dejaran de matar. Su
grupo se llamaba “Iniciativa por la Paz”. Han sido personas muy influyentes para
establecer el alto el fuego entre los rebeldes y el gobierno de Uganda. Y ahora están
trabajando para que las dos partes implicadas establezcan una paz sostenible.
Cuando pienso en esta impotencia que sentimos cuando vemos que hay esta
potencia enorme, Estados Unidos, con la ayuda de los ingleses contra el pueblo de Irak
pienso en el padre Carlos y otros líderes religiosos; pienso en otras zonas del mundo
donde hay guerras, donde no hay ningún periodista; del coraje que tienen esta pobre
gente, los retos con los que se enfrenta todos los días en estos lugares para encontrar
formas para que estas comunidades sean menos vulnerables a la violencia.
No quiero dejar de lado, que hay una guerra dirigida por los Estados Unidos,
pero debemos recordar todos que la mayor parte de los conflictos que actualmente hay
en el mundo son guerras civiles. Por lo menos hay 35, de estos conflictos. No hay
ningún periodista, y la mayor parte de las víctimas son siempre civiles.
Naturalmente, las armas de destrucción masiva reales son el hambre y la
enfermedad. Y los gobiernos de Liberia hasta el Nepal están fracasando, no están
realizando el trabajo de proteger a sus civiles, a sus ciudadanos. Y desde Colombia
hasta Burundi hay muchos grupos armados que están victimizando y no liberando a sus
compatriotas, y los más vulnerables y los que no son capaces de huir de los conflictos
son los que sufren y mueren.
Dicho esto, en todo el mundo y bajo el liderazgo y la visión de unas cuantas
comunidades bien organizadas se quiere no ser víctimas. Se quieren buscar alternativas,
acabar con la violencia e intentar resolver los conflictos con un futuro más justo.
Algunas de estas personas son grupos de ciudadanos, ONG o líderes tradicionales,
líderes religiosos que intentan ir más allá de sus fronteras para buscar ayuda, y nosotros
hemos podido trabajar con estos abogados de la paz en muchos lugares del mundo. Ha
sido para nosotros un honor, un privilegio.
También a escala internacional se producen cambios. Quizás exista una crisis en
el mismo corazón de las Naciones Unidas, pero las sociedades civiles hallan maneras
innovadoras de trabajar en el mundo, más allá de las fronteras nacionales. Quizás hemos
fracasado, no hemos impedido esta guerra en el Irak, pero nuestra influencia colectiva
tiene sus efectos. Y aunque algunas guerras tengan lugar en capitales un poco alejadas,
hay otras muchas más cerca de nosotros. Hay muchas formas de asegurar la paz. Y
muchos de nosotros, como tenemos esta capacidad y la estamos desarrollando cada vez
más, estamos respondiendo a estas llamadas de solidaridad. Solidaridad con aquellos
que se dedican a la lucha, tanto local como global, para tener un orden internacional
más pacífico, más justo. Es lo que se llama pueblo a pueblo; hacer la paz pueblo a
pueblo, persona a persona.
Yo reflejo las opiniones de una ONG, de una ONG internacional; empleamos
nuestras fuerzas en lo que denominamos transformación de conflictos; y utilizamos el
término “transformación” y no “resolución de conflictos”. ¿Por qué? Porque los
esfuerzos que realizamos son promover el cambio, los derechos, la justicia, y no tanto
para acabar con los conflictos per se. Pienso que la tarea de comprometernos con
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agendas tan complicadas es una tarea importantísima, durísima, pero creo que tenemos
un vocabulario bastante coherente, tenemos unas ideas bastante claras basadas en
nuestra propia experiencia internacional.
Lo que define nuestro trabajo, nuestra tarea como ONG –y estoy seguro que para
muchos de vosotros también– lo que hacemos es comprender mejor y percibir la
complejidad de los conflictos, y estamos motivamos por el hecho que hay intolerancia,
injusticia, tenemos el imperativo moral de ayudar a los demás y efectuar, conseguir un
cambio. Pero nunca lo sabemos todo suficientemente, es decir, tenemos una cierta
ignorancia, tenemos una cierta incertidumbre que empezamos a trabajar; por lo tanto
quisiera presentarles un poco lo que nosotros hacemos, para que ustedes entiendan un
poco el contexto en donde nos movemos, y que entiendan también las dudas que
tenemos.
También quisiera hablarles de los retos de la promoción de la participación
pública en el establecimiento de la paz. Una de las dimensiones de esta complejidad es
la necesidad de pensar más allá de nuestros marcos institucionales. Los que trabajáis
para influenciar a los gobiernos creo que es necesario que penséis más allá del análisis a
nivel gubernamental, porque si nosotros, que trabajamos dentro de un contexto más
vago, mas amplio, las sociedades y las organizaciones civiles heterogéneas tienen una
necesidad de ser más pragmáticas. Debemos reconocer las lagunas dentro de nuestras
aspiraciones y las realidades; nuestras capacidades y nuestras aspiraciones,
especialmente cuando hablamos de los límites de nuestra influencia estratégica.
En el centro de esta presentación quisiera pedir qué podría significar colocar a la
gente y sus comodidades, los derechos y la justicia de forma clara en el centro del
concepto de las políticas de paz y libertad y ausencia de conflictos basándome en mis
experiencias en este campo, especialmente trabajando en Africa y Asia y en el sur del
Pacífico mi organización pediría hacer una serie de consideraciones.
Somos una pequeña organización y describimos nuestros principales objetivos:
cómo ayudar en las actividades de aquellos que trabajan en el ámbito comunitario o
nacional para prevenir o transformar los conflictos armados y dar oportunidades al
desarrollo social y económico. Nuestras capacidades nucleares, como grupo de gente
con talento, se fundamentan en la larga experiencia en este trabajo; de lo que se trata es
hacer propuestas; también tenemos relaciones y una cierta reputación, así que cada uno
de nosotros ayuda, y nos ayudamos mutuamente. Todo eso nos ha ayudado, de alguna
manera, a conseguir que gobiernos, empresas y fundaciones nos financian.
Trabajamos aportando ayuda y en colaboración con iniciativas de paz en
Angola, en el Cáucaso, en Georgia, en Uganda del Norte, en Africa Occidental, Sierra
Leone, Liberia y Guinea; también hemos trabajado en los Balcanes, Somalia, Sri Lanka
y Nepal. También realizamos trabajos con los periodistas, informándolos sobre la
situación de conflictos y hemos publicado una serie que se llama “Accord”. El propósito
de este programa “Accord” es dar oportunidades para generar un aprendizaje
comparativo a partir de una base de paz. Esta serie documenta la historia de los procesos
de paz escritos por la gente que participa en ellos y está disponible en inglés en la
página …(web?)… gratuitamente. Está dentro de este contexto del programa “Accord”
que recientemente nos hemos concentrado en el tema de promover la participación
pública y la creación de la paz.
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Lo que distingue nuestro trabajo, nuestras tarea –no creo que seamos los únicos
en nuestro trabajo– no es tanto lo que hacemos, sino cómo lo hacemos. A pesar de
trabajar más allá de las limitaciones fronterizas buscamos respeto al concepto de
soberanía local y la propiedad local en lo que atañe a los conflictos y la creación de la
paz. Cada día nos enfrentamos al reto de intentar realizar un papel correcto, sabiendo
donde vamos y de donde venimos; ayudando y también desplazando y suplantando las
capacidades locales y las iniciativas locales.
En un nivel inferior y ayudando a nuestros socios, también participamos con
nuestros propios gobiernos y comunidades buscando su intervención en los conflictos.
Pero CR es parte de un fenómeno más amplio de desarrollo dentro de lo que seria el
sector no gubernamental. Muy especialmente, en la última década, hemos visto la
proliferación y profesionalización de organizaciones de ámbito local, nacional e
internacional, buscando respuestas a los conflictos. Y eso va desde posturas civiles
contra la violencia hasta llegar a comunicaciones que generan comunicados con
multimillonarios, como Common Ground en Estados Unidos o International Crisis
Group en Bruselas. Recibimos organizaciones que se especializan en la mediación como
la Comunidad de San Egidio en Roma o el Centro de Diálogo Comunitario en Ginebra
que recientemente consiguió para unos actos violentos en Indonesia y ahora está
participando en otras acciones.
Es difícil dar un esbozo que cubra la diversidad de todo lo que realizamos y
tocamos, es tan diferente como parecido a la vez, con lo que son o hacen otros grupos.
Vemos la miseria de los demás, tenemos a Jesse Garang, de los SPL, que hablaba de las
organizaciones de paz que participaban en el Sudan del Sur como los buitres de la paz.
Y pienso que era un poco cínico, pero sí, reconozco todo nuestro trabajo, teniendo en
cuenta que se hace en nombre de la paz, pues no es buen trabajo únicamente. Sé que hay
cosas que deben ser mejoradas. Y uno de los retos que tenemos es intentar ser más
ecuánimes en este campo de la resolución de conflictos no gubernamentales.
Sabemos que no hay fronteras; hay una gran cantidad de cambios en la
configuración de las acciones de desarrollo. En las agencias de desarrollo y
humanitarias tienen unos programas muy apretados; y las organizaciones de derechos
humanos adoptan nuevas tácticas de participación; las entidades comerciales y
corporativas se adaptan a los papeles de la gestión de conflictos de una forma
cambiante.
Si bien la multiplicidad de actores e intervenciones no alcanza la paz colectiva,
sí que creo que estamos redefiniendo los términos de participación en la intervención de
los conflictos. Hay una serie de organismos que buscan redefinir los métodos de
diplomacia internacional, políticas externas internacionales y creo que los gobiernos
suizo, sueco y noruego tienen un pensamiento muy avanzado que llegaría incluso a
decir que el sector gubernamental de alguna manera está avanzando. A veces, se realiza
un trabajo que la gente local genera, buscando justicia y paz en sus comunidades.
¿Pero cómo se supone que podemos sacarle un sentido a estas políticas
gubernamentales en el contexto del segundo año de guerra contra el terrorismo? ¿Dónde
está la coherencia entre la prevención de conflictos de los cuales tanto se ha hablado
últimamente y las guerras preventivas contra Irak, por ejemplo. ¿Cuál es la coherencia
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de las políticas locales que victimizan y estigmatizan a los que buscan la paz en silencio,
mientras otros hacen campaña militar para la liberación de otro?
El rosario de conflictos es un hecho exportable solamente…, dentro de lo que
pasaría en el marco europeo las políticas del ocio y los debates posteriores tienen una
coherencia (¿???) para los conflictos locales y en particular aquí, quizás. En cualquier
caso, creo que la misma naturaleza de nuestro trabajo genera unas contradicciones
aparentes en las políticas externas que afectan y inhiben e incluso quizás socavan
nuestro trabajo. Pienso que estos retos son evidentes, pero tan evidentes como puede ser
la retórica de la prevención de conflictos.
Cuando el primer ministro británico Tony Blair dijo que ésta era una guerra
humanitaria y cuando las fuerzas de seguridad realizan un trabajo y el trabajo ya haya
finalizado, el gobierno, pues, ofrecerá su experiencia para crear un nuevo estado
democrático. Algunos de nosotros no nos sentimos demasiado cómodos con el lugar que
nos asignan en esta coherencia política del nuevo orden. Pero más que ofrecer una
respuesta a estos dilemas, a mí me gustaría generar unos nuevos retos y esbozar unas
nuevas ideas, porque, a veces, pienso que hemos de empezar de una forma sencilla
nuestro trabajo.
La primera pregunta que me gustaría plantear, es cómo se acaban las guerras.
Algunos nos podrían preguntar si los conflictos realmente terminan nunca. Ustedes
verán que las heridas de una guerra civil tardan generaciones en cerrarse. La victoria y
la derrota decisiva lo podemos ver a menudo en las películas de Hollywood, pero no en
otro lugar del mundo. La mayoría de los conflictos actuales son guerras civiles o
conflictos internos que nunca son tan sencillos como un conflicto civil. Mientras que la
guerra y el militarismo es una cosa muy efectiva, la mayoría de las guerras no acaban
con victorias militares, sino con un proceso de paz y un acuerdo. Finalmente, la gente
pasa a la política y a las negociaciones para crear la paz y acabar las guerras. Por lo
tanto, al final nos queda el proceso de paz.
Los procesos de paz se pueden describir ampliamente como elementos que
tienen tres fases muy amplias y el camino para llegar hasta el final es bastante recto.
Describiría, en primer lugar, el período para crear las condiciones, condiciones para el
diálogo. En segundo lugar, sería participar en los diálogos políticos. Y, en tercer lugar,
debemos crear una serie de acuerdos. Un período en el cual muchos creadores de paz
dicen que el trabajo empieza a realizarse, el trabajo duro, el trabajo difícil; tal como
decía mi colega Edgar muy a menudo: es una maratón y no un sprint y requiere una
mentalidad y un compromiso de maratoniano.
Otra cuestión básica es ver quién crea la paz. Creo que la imagen que se asocia
con los diplomáticos que se dan la mano o la ceremonia de la firma de los acuerdos –
quizás la mayoría de acuerdos que llegan a este punto han tenido lugar detrás de puertas
cerradas en capitales extranjeras– pues, estos momentos representan la punta del
iceberg, la punta del esfuerzo y participación de mucha gente y de gobiernos que han
jugado diferentes papeles durante un largo período de tiempo.
La dinámica de los procesos de paz se sostiene y recibe la influencia de muchas
manos diversas. Así, pues, la declaración de paz no es solamente responsabilidad de los
16
estados; también existe la participación de la gente bajo distintas formas durante las
diferentes fases del proceso.
En Uganda del Norte y en Colombia, actualmente, las organizaciones de la gente
demandan el fin de las largas guerras, a menudos bajo riesgos importantes. La sociedad
civil ha valorado esta situación a través de grupos de valoración en procesos como los
de Guatemala donde tenemos la Asamblea Civil Nacional con mucho casos –como
pudimos escuchar ayer– , cuyos resultados no son demasiado buenos. La participación
social es indirecta, pero no es menos importante en un proceso de paz como en Irlanda
del Norte. Mecanismos de participación directa también se han visto en lugares como
Malí y la República Democrática del Congo, donde se logró un acuerdo hace unos días
en Sudáfrica a través de un diálogo intercongolés con una gran cantidad de grupos
civiles, políticos y facciones representados en el proceso facilitado por el gobierno
sudafricano; quizás se halle un punto de incisión en una de las guerras más complejas de
todo el continente africano.
Por lo tanto, la otra pregunta básica es ver ¿por qué promover la participación de
los ciudadanos en los procesos de paz? Bien, creo que existe una buena cantidad de
razones para ello. En primer lugar, porque está en el interés de todos en hacerlo; porque
la participación pública en distintos aspectos busca una paz más sostenible y mejor. Las
negociaciones para acabar las guerras en períodos de creación de cambios, de
generación de nuevas políticas, mediante acuerdos de paz van más allá del fin de las
hostilidades, para tocar estructuras estatales, instituciones políticas, asignación de
recursos. Y estos procesos y estos acuerdos muchas veces son puntos de incisión para la
historia de un país.
La guerra a menudo nos conduce a una crisis de legitimidad, se rompe el
contrato social entre el gobierno y los gobernados, entre los poderosos y los que no
tienen el poder. Con estas cosas tan importantes en juego y que determinan el futuro de
las naciones, la participación de los que están más allá de los grupos combativos dan a
cualquier proceso y a su resultado final más legitimidad.
Si miramos las distintas experiencias donde los miembros del público han tenido
la posibilidad o la oportunidad de participar en los procesos de forma directa o indirecta
–Sudáfrica, Somalia, Filipinas para mencionar sólo algunos de los procesos, vemos que
se amplía el espectro de estos temas ya negociados, ofreciendo más amplias
oportunidades de tocar agravios substanciales a la vez que se exploran más amplias
posibilidades de solución.
También algunos acuerdos son notoriamente vulnerables; a veces los propios
líderes cambian en el proceso de negociación y no arrastran la popularidad con estas
decisiones. Obviamente, es el derecho de los ciudadanos participar en la gobernabilidad
de la nación tal como lo establece la ley internacional, por lo tanto, los derechos
humanos deben ser aceptados y normalmente queda por ver si ello es posible. Esta
publicación habla de la integridad de la mediación, de un proceso mediado por las
Naciones Unidas y cuestiona así la apertura implícita a la participación pública, de
hecho, es compatible con lo que se podría llamar procesos confidenciales, a veces, yo
creo que puede ser un reto. Otro reto podría ser cómo los mecanismos de los procesos
pueden adaptarse a la naturaleza homogénea de la sociedad civil que tiene visiones y
aspiraciones que pueden ser diversas y a veces contradictorias.
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Otro reto para democratizar los procesos de paz es ver cómo diseñar procesos
que permitan una participación significativa de los grupos sociales tradicionalmente
marginados y no solamente una participación simbólica de la sociedad civil y de su
elite, sobre todo como las ONG nacionales. Creo que estos retos son reales, pero pueden
alcanzarse utilizando distintas estrategias, diferentes fases o niveles del proceso de paz.
Bien, pasando a la conclusión, quisiera ofrecer una serie de conclusiones de tipo
general de los conflictos que se generan en el ámbito muy local. Cuando los conflictos
violentos estallan lo hacen en áreas muy locales, a menudo más allá del ámbito de las
autoridades locales o un país –a excepción de esta guerra de Irak–, ciertamente más allá
de la visión de los medios internacionales de comunicación. Los sectores no estatales
tienen una mayor agilidad, incluso una presencia preexistente en estas regiones y
también tienen la visión, el valor, aunque les falte la capacidad de actuación. Los
conflictos locales se desarrollan hasta llegar a niveles regionales o nacionales gracias a
la agilidad de los sectores no estatales, con la presencia mantenida; en este sentido los
creadores de políticas podrían aprender mucho. Y creo que los descriptores de este
campo han dicho que el fracaso en esta área no ha podido ayudar a mantener la sociedad
civil cohesionada como practicantes de esta política. En general, la reducción de los
conflictos es difícil, un trabajo duro que genera cansan… como acabamos de explicar, y
el ejemplo del Padre Carlos habla por sí solo... y eso se ajusta a la política de un paso
hacia delante y dos hacia atrás.
La prevención de los conflictos crea riesgos para todos aquellos que intervienen
en ello, lo sabemos. Las recompensas no pueden cuantificarse, las intervenciones a
menudo desafían los modelos utilizados para medir el éxito y el impacto, pero también
es el trabajo realizado por persones capacitadas en los distintos ámbitos que promueven
la cultura de la paz. Todo ello requiere trabajar en muchos ámbitos: la gente joven debe
actuar, pero también otros grupos implicados, así como la sociedad en general. Incluso
las organizaciones tradicionales y una sociedad cohesionada debe promover la paz,
generando algo que pueda ayudar a resolver los conflictos. No es algo que deba dejarse
en manos de los gobiernos. De hecho, ésta tendría que ser la última cosa que hagan los
gobiernos, pero para los actores no estatales este trabajo –como ya se ha dicho antes–
comporta sus riesgos. ¿Qué podemos hacer para que sean menos vulnerables? Este es un
gran reto que tenemos ante nosotros.
Y, finalmente, me gustaría recordar que debemos buscar la sabiduría en las
fuentes menos habituales, y quisiera acabar con una reflexión sobre la paz por parte de
un presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy que dijo en el año 63: ¿Qué tipo
de paz es la que deseo, qué tipo de paz buscamos todos nosotros? No una pax
americana, generada con la máquina americana de la guerra, ni la paz de la seguridad de
los esclavos, sino hablo de una paz genuina, el tipo de paz que hace que la vida en la
tierra valga la pena ser vivida. ¿Cómo será la paz que permita a los seres humanos y a
las naciones crecer en la esperanza de un mejor futuro para sus hijos? No solamente una
paz para los americanos, sino paz para todos los hombres y de todas las mujeres del
mundo; no solamente una paz para nuestra época, sino una paz para todas las épocas.
Para los análisis finales los vínculos más básicos…pues se ha de hacer para
todos los que vivimos en este pequeño planeta.
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Y aquí acabo diciéndoles: Gracias.
Moderador
Gracias, Andy, por tu intervención. Ahora haremos un descanso de 25 minutos
a las 12 y 5 volveremos para celebrar el coloquio con los ponentes. Gracias.
Pánel 3. Los discursos de la paz y de la guerra
Coloquio
Los discursos de la paz y los discursos de la guerra. Las personas que queráis
hacer preguntas, levantad la mano y desde aquí, pues, os iremos dando la palabra.
Tenemos una primera pregunta que nos ha llegado a la mesa, escrita; por lo tanto,
empezamos ya con esta primera pregunta y las personas que lo deseéis, podéis ir
levantando la mano.
La pregunta que la hacemos extensiva a los dos ponentes de la Mesa dice: Se ha
hablado de conflictos armados de carácter interno y debemos preguntarnos ¿qué actores
producen las armas que se utilizan en estos conflictos? Por lo tanto, en este sentido,
¿qué relación existiría entre una cosa y otra?
Podríamos empezar, quizás, contestando esta primera pregunta, y mientras las
personas que queráis podéis ir levantando la mano.
Andy Carl
Desgraciadamente muchos países producen armas, rifles. Sólo unos cuantos
países producen aviones supersónicos y misiles avanzados. Los países que producen
pequeñas armas y que se utilizan ampliamente en conflictos internos son los Estados
Unidos, Rusia, China, Europa Oriental e incluso otros países europeos, y América
Latina. Como pueden ver, está muy diseminada, esta industria. Existe un comercio muy
importante, hay muchísimas armas que van circulando de manera ilegal entre los grupos
armados en conflicto.
Antes os comentaba que existe un tratado, que Estados Unidos ha bloqueado, y
es un tratado internacional que es, en el fondo, un registro, una lista del comercio ilegal
de armas, y los Estados Unidos han bloqueado este registro, esta lista, porque dicen que
quizás algún día habrá una prohibición global contra las armes que puedan producirse
domésticamente. Es decir, ni tan solo quiere darse el primer paso. No quieren prohibir
las armas dentro del país, en los Estados Unidos, en el futuro. Pienso que esto es
importantísimo para la comunidad internacional, porque al igual que ocurre con las
minas antipersona o el Tribunal Penal Internacional, hacer cosas sin los Estados Unidos,
bien, pues se podría hacer, se podría hacer esta lista de armas o de comercio ilegal de
armes pequeñas. Y también habría una lista de comercio legal de armas pequeñas, una
lista que debería publicarse y que cada vez debería ser más limitada para que no hubiera
tantas, de estas armas.
Pienso que Randy tiene…, es la que tiene más información sobre este tema. Yo
sólo les diré que la manera de cómo circulan estas armas es un tema muy complejo en
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los distintos conflictos que existen en el mundo. Por ejemplo, en nuestra publicación, en
esta serie que se llama “Accord”, una de las áreas que nos interesaba más era el proceso
de Malí donde, para hacer un desarme y una conciliación el gobierno creo la llama de la
paz. Aquí tenemos una fotografía que son muchas armas que se entregaron para crear
esta llama de la paz. Cuando se hizo eso, las armas no las tenían, de manera que
tuvieron que comprarlas para poderlas quemar al cabo de pocos minutos. En fin, yo
conozco a la persona que compra estas armas para este acto puramente simbólico.
Por ejemplo, en Uganda del Norte, el LRA ha sido equipado por el gobierno del
Sudan, pero también puede comprar las armas directamente al propio ejercito de
Uganda –¿Os dais cuenta? ¡Que contrasentido! Pero, en fin, es un tema importante que
se debería resolver intentando controlar el comercio, seria un concepto de prevención
fundamental, sin duda alguna. También se están haciendo esfuerzos para crear un
sistema para marcar las pequeñas armas, de tal forma que al menos podamos detectar un
poco las rutas del comercio ilegal de armas. Sí, se está intentando, es decir, que cada
arma tendría un número de identidad, de manera que se podría hacer un poco el
recorrido, la trayectoria de la misma.
El gobierno suizo tiene una página web en Ginebra, donde tiene información, hace un
informe anual sobre este comercio de armas y también habla de los conflictos internos
donde se utilizan estar armas más pequeñas, aparte del debate que existe en las
Naciones Unidas, naturalmente.
Tenemos dos o tres palabras seguidas, la primera será Cristian, luego allá, allá i allá.
Christian
Una pregunta para Andy. Hablábamos de hacer la paz persona a persona o pueblo a
pueblo. Quisiera preguntar: debido a esta protesta masiva contra la guerra, como ja
sabes, creo que es un gran potencial, ¿no? En estos procesos de paz pueblo a pueblo,
¿cómo puede lograrse? Estas personas que están en las manifestaciones, ¿cómo pueden
comprometerse con otros pueblos que también quieren la paz? ¿Cómo se podría
instrumentar todo eso?
Respuesta
Pienso que existen muchas oportunidades diferentes para hacerlo, para comprometerse.
Antes, me preocupaba un poco cuando se hacía resolución de conflictos y
preguntábamos a la gente que quería involucrase: “¿Qué hacías antes de dedicarte a la
resolución de conflictos?”, “Pues antes era camarero.” ¡Hombre! ¡Cuidado!, no se puede
hacer todo a la vez. Pienso que la experiencia es importante en este campo, no puede
empezarse desde la nada, pero, por otro lado, hay tantísimas ONG que nos dan
oportunidades para implicarnos, y es eficaz, eso.
La mía, por ejemplo, es muy pequeña, me gustaría mucho ver ONG como la mía, como
la nuestra, miles de ONG para establecer estas conexiones que son tan importantes.
Evidentemente, esto significa crear una cierta capacitación, encontrar financiación, pero
hay muchos programas que están vivos, por voluntarios; por ejemplo, en Inglaterra, en
Suecia, en Suiza, se habla mucho de la monitorización de la paz por parte de los civiles.
Y eso se podría ampliar muchísimo.
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No lo sé, no tengo una respuesta sencilla, pienso que la gente tenemos este compromiso.
No estoy hablando de la conexión entre movilizaciones masivas como las que hemos
visto en las manifestaciones que ha habido y las intervenciones y las asociaciones que
puedan establecerse. No sé cómo pueden hacerse las conexiones, pero pienso que las
oportunidades existen. Y si no existen en el ámbito local, pienso que se deben construir
desde la nada. Pienso que es importante hacerlo.
Quisiera también que se hablara del tema de la competencia, ser competentes. A eso me
refiero, ¿no? Por ejemplo, en estos foros hace falta gente que haga las reflexiones
académicas, pero que también se concentren en los temas prácticos. Nosotros
intentamos hablar del que…, del reflexivo que practica o del práctico que reflexiona, no
pueden separarse ambas cosas. Teoría y práctica deben ir de la mano porque si no, todo
se queda muy falto de…, muy corto. Hay muchas personas con las cuales se puede
trabajar. Ya sé que no he contestado de una manera directa, pero lo he hecho lo mejor
que he podido.
Yo tengo otra sugerencia. Recientemente, me he planteado este tema y no tengo ideas
muy claras, pero referente al imperialismo americano puede ser útil utilizar el enfoque
de ciudad, es decir, las ciudades europeas pueden identificar una ciudad americana
donde se puede establecer turismo, intercambios, pero también establecer un diálogo, un
diálogo a dos bandas del Atlántico, es decir, ir allí, invitar gente aquí. Eso podría salir
bastante económico, además de montar y tendría muchos beneficios para ambos lados.
Uno de los problemas que tenemos en Estados Unidos es que el país está tan aislado que
hace que seamos todos muy provincianos. No somos un país cosmopolita aunque lo
parezcamos. Lo que ocurre es que a escala internacional no nos movemos mucho,
aunque lo parezca, no nos movemos, somos muy provincianos, estamos muy cerrados
dentro de nosotros mismos. Y este podría ser un camino, pensar que toda la gente de
Europa podría intercambiar experiencias con América. Podríais hacer mucho trabajo en
Estados Unidos, podríais enseñarnos muchas cosas a los americanos haciendo este
programa de intercambio con ciudades. Sería una posibilidad que os ofrezco ahora.
Yo, más que una pregunta, me gustaría hacer una reflexión que quisiera compartir con
todos vosotros. Y, un poco, era entorno a una pregunta que ha salido a la mesa sobre
quién crea la paz. Yo, en relación con esta pregunta de sobre quién crea la paz, quisiera
decir que tengo una filosofía de que en lo pequeño está lo grande, en lo grande está lo
pequeño, es decir, en lo individual está lo social y en lo social está lo individual. Por lo
tanto, un poco mi reflexión es que quién crea la paz. Un mundo en paz, desde mi punto
de vista, sólo lo podemos construir el conjunto de ciudadanos que sabemos resolver
nuestros conflictos de una forma positiva, constructiva y transformadora. Es la única
forma que podemos construir el mundo en paz. Porque, para mí, aparte de las guerras
tan evidentes como las que tenemos ahora –la guerra de Irak es una guerra muy
evidente– hay múltiples tipos de guerras. Por ejemplo, podemos tener una actitud de
guerra con nuestro vecino, con nuestra vecina, con nuestro amigo, con nuestra amiga, y
para mí es una actitud de guerra igual que la tiene Bush, igual que la tiene Blair, igual
que la tiene Saddam, igual que la tiene Aznar, es la misma actitud de guerra. La única
diferencia es que su forma no positiva de resolver los conflictos afecta a muchísimas
personas, pero esta actitud de guerra también la podemos tener cada uno de nosotros. Y
es una guerra, otra forma de guerra.
Existe violencia estructural: la precariedad laboral, el patriarcado, la exclusión social,
las diferencias entre Norte y Sur. Para mí son guerras, lo que pasa es que son guerras
más invisibles, pero son guerras, pero no son tan evidentes como la guerra de Irak. Pero
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son guerras, otra forma de guerra, pero para mí es una forma de guerra más que
evidente. No tenemos una relación pacífica con la naturaleza, y eso es una guerra mucho
más grave, porque la naturaleza es la base de la vida, y es una actitud de guerra, esta
actitud que tenemos con la naturaleza. Además, no es una guerra que haga la gente que
está en el poder, como Bush, como Aznar, es una guerra que hacemos todos nosotros,
porque todos consumimos un mogollón y todos mantenemos esta relación no pacífica
con la naturaleza. Y ésta era mi reflexión que quería compartir con todos vosotros.
Allí detrás, me parece que había una persona…
Buenos días Me place mucho tener la oportunidad de estar en este lugar y realizar la
siguiente pregunta. Yo soy colombiana y todo este tipo de reflexiones son muy
enriquecedoras y pedagógicas para mí. Contribuir con la reflexión sobre la construcción
de la paz entre los pueblos nos compromete con la responsabilidad de diseñar
estrategias participativas a nivel ciudadano. Ustedes, como ciudadanos del mundo,
¿cómo se imaginan después de la fractura ocasionada por el 11 de septiembre y la
guerra preventiva a Irak la participación ciudadana para que gobiernos como el de Bush
no se vuelvan a repetir y se logre realmente el equilibrio político mediante la
cooperación de gobiernos locales, nacionales e internacionales en países del tercer
mundo, ricos en historia, capital humano, recursos naturales, ambientales y culturales,
entre otros?
...recogemos las hechas.
Si es posible saber si el ciudadano común y corriente de Estados Unidos es consciente
plenamente de que tiene al mayor asesino del mundo como su presidente y que un
elemento muy importante de la política exterior, no del actual gobierno, sino hace más
de 50 años ha sido el empleo del terrorismo, del terrorismo en su más pura expresión.
...hagamos un nuevo turno de preguntas
Respecto a la primera intervención, esta reflexión que ha hecho la señorita, muy bien
articulada, la ha presentado muy bien, muy fuerte, muy potente. Tiene toda la razón: a
menudo cuando se nos pide que ayudemos a otros países que están en plena guerra civil,
son conflictos entre personas, y, en realidad, son conflictos muy locales, son conflictos
que son disputas con el vecino, por ejemplo, la propiedad de una tierra o la propiedad de
un rifle o de una arma, evidentemente, esta filosofía que usted propone es una filosofía
de vida, ¿no?
Respecto a la pregunta de la persona de Colombia, pienso que se puede trabajar en
contra de la política americana o a favor de una política alternativa. Existen muchos
papeles diferentes y todos tiene su valor. Yo, el trabajo que he estado haciendo, desde el
punto de vista del trabajo por la paz de pueblo a pueblo y de persona a persona, todo el
trabajo que se ha hecho con los derechos humanos, se puede hacer de muy diversas
maneras ocupando distintos papeles. Evidentemente, todo esto no llevará a que el
partido republicano americano pierda el poder, pero sí que se puede hacer algo y criticar
lo que se está haciendo. Los esfuerzos nunca son pequeños, yo pienso que hay una
división de responsabilidades. No todos podemos trabajar en el ámbito global; hay gente
que puede hacerlo y debe hacerlo, pero habrá mucha más gente que trabajará haciendo
cosas en contra de la política americana más allá de sus propias fronteras.
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Ya sé que no estoy respondiendo ni a esta pregunta ni tampoco a la pregunta que me ha
hecho Christian antes. Creo que una reflexión que valdría la pena que hiciéramos es
reconocer nosotros mismos que cuando trabajamos fuera de nuestras fronteras lo
hacemos con comunidades de exiliados, como punto de entrada puedes trabajar con
estas personas por lo tanto con su realidad, como exiliados. Y, sí, lo hemos hecho con
nuestros programas: hemos trabajado con gente de Sierra Leone que ha sido desplazada
al Reino Unido, es decir, hemos intentado establecer relaciones con otros nativos de
Sierra Leone que también se hallan desplazados. Y hemos conocido la realidad. Randall
comentaba que América es un país muy provinciano y, efectivamente, así es.
Evidentemente, el americano medio conoce a su presidente, pero no conoce mucho más
aparte del señor Bush y sus políticas, no conoce el mundo.
Recuerdo que estuve en América por Navidad, de vacaciones y estaba en Idaho, que es
una frontera un poco rural, y me di cuenta que el periódico local era más progresista
respecto a la guerra que no los periódicos ingleses más tradicionalistas. Pensé: “¡Mira!”.
Incluso cuando se hicieron las manifestaciones el 15 de febrero, mi hermana me llamó
diciendo que habían hecho una manifestación en Idaho, en una comunidad diminuta.
Quiere decir que, aunque exista provincialismo en América, también hay personas que
saben cosas y que hacen cosas.
Respecto a la prevención de la repetición del señor Bush, del presidente Bush, usted es
de Colombia –como ha dicho–, y yo diría que en Estados Unidos ha habido protestas
contra la ayuda militar americana que se ha utilizado en Colombia para destruir cultivos
y formar tropas en lugar de utilizar un esfuerzo no militar para reconstruir la economía
sin cocaína, sin drogas. Existen muchos grupos de derechos civiles en Colombia que
podrían ayudar a reconstruir la democracia y oponerse a esta guerra civil que se está
produciendo allí, aparte del narcotráfico, que es tan grave.
Existe una situación análoga en Corea del Sur, porque resulta que Estados Unidos ha
bloqueado las negociaciones con Corea del Norte, es decir, las negociaciones entre
Estados Unidos y Corea del Norte y Corea del Sur. Estados Unidos como tienen una
serie de bases en Corea del Sur está obstruyendo este desarrollo tan positivo en Corea
del Sur. Como consecuencia de esta obstrucción, hay unas protestas enormes en Corea
del Sur en contra de las bases norteamericanas y en contra de las políticas
norteamericanas, protestas que llevan años, protestas que van en aumento. Y, ahora, se
ha llegado a tal punto que el Secretario de Defensa americano dice: “Bien, quizás
deberíamos volver las tropas a América, como mínimo quitarlas de la línea del frente.”
Y cuando hizo estas declaraciones, el presidente de Corea del Sur dijo: “No, no muevan
las tropas de la línea del frente, porque entonces podrían sentirse libres para bombardear
Coreo del Norte. Nosotros queremos que ustedes estén con nuestras tropas para que
ustedes entiendan lo peligroso que seria este enfoque militarizado frente a Corea del
Norte por ambos lados.”
De manera que, a ese respecto, mi comentario es que si hay protestas públicas en contra
de Estados Unidos y estas protestas continúan y están bien concentradas, esto puede
tener un impacto sobre la política de Estados Unidos, incluso sobre la política de la
Administración Bush. Aparte de esto, hubiera sido más fácil para Estados Unidos atacar
Irak si el gobierno español no hubiera apoyado su política y si los gobiernos de Italia,
Dinamarca y Europa Oriental no lo hubieran apoyado. Evidentemente, estos países
querían conservar la OTAN, en fin, las buenas relaciones transatlánticas, esto lo
entiendo. Pero realmente, han hecho mucho para facilitar la guerra, porque si sólo
hubieran sido Estados Unidos y el Reino Unido los implicados, hubiera sido mucho más
complicado razonar esta guerra delante del pueblo americano y hubiera sido más difícil
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hablar de una coalición porque serían sólo dos países, aunque sólo hay dos fuerzas
físicamente implicadas.
De manera que lo que ocurre fuera de Estados Unidos también es muy importante
dentro de Estados Unidos. Y respecto a la opinión pública norteamericana sobre la
guerra y sobre el presidente Bush, todos sabréis, sin duda que una vez empezada la
guerra el 25 o el 30% de la población está en contra de la guerra. No obstante, de lo que
no se da cuenta la gente es que antes de que empezara la guerra, más del 50% de los
norteamericanos estaban en contra de la guerra, a menos que hubiera un mandato de
Naciones Unidas. Incluso los americanos, después de más de diez años de hablar mal de
Naciones Unidas, incluso en eso, los americanos pensamos que no debería haber habido
una intervención unilateral y que deberíamos disponer de la legitimidad que nos da
Naciones Unidas, al igual que ocurrió con la primera guerra del Irak, y ésta es una de las
razones por las cuales he dicho que lo que ocurra fuera de América es muy importante
para dentro de América.
En las últimas dos semanas antes del comienzo de la guerra, el presidente Bush y Dick
Cheney y otros funcionarios monopolizaron los noticiarios, los informativos, y lo que
hicieron fue repetir estos mensajes una y otra vez: Irak tiene armas de destrucción
masiva, tiene vínculos con el terrorismo, si no atacamos ahora, ellos nos atacarán más
tarde. Por desgracia, esta repetición del mensaje sin oposición clara, más la capacidad
que tiene Bush para decir que existe una coalición internacional del mal y que la única
razón por la cual los franceses están en contra y los rusos también es porque tienen
contratos de petróleo y que están socavando nuestra fuerza y que son ellos los que están
en contra de Naciones Unidas, en fin, todo este argumento que fue utilizado para hacer
cambiar la opinión del 25% de la población americana, que antes era del 50% y que
pasó a ser el 25%, pero este 25% que queda, son personas que están un poco…, son
gente poco informada, tienen ideas poco claras sobre lo que está pasando, esto los que
están a favor de la guerra evidentemente y, por eso, están apoyando a Bush porque no
piensan que sea un asesino, piensan que está siguiendo las resoluciones de Naciones
Unidas, que está protegiendo al pueblo americano después del ataque del 11 de
septiembre.
Yo llego a otra conclusión, que durante seis meses, desde octubre hasta que empezó esta
guerra, yo me estaba planteando todo esto y decía, pensaba: Aunque haya habido
muchas protestas contra la guerra, ha habido poco debate sobre las posibles alternativas,
las alternativas a largo plazo, es decir, cómo resolvemos el problema de las armas de
destrucción masiva, qué hacer con las violaciones de los derechos humanos, qué
opciones nos quedan entre hacer la guerra o no hacer nada, de manera que las protestas
del movimiento pacifista tienden a ser un poco simplistas.
Decir: ¡No a la guerra! Bueno, sí, pero no hablamos lo suficiente, no debatimos
bastante, no discutimos suficientemente las posibles alternativas que pueden existir en
el ámbito local e internacional para fortalecer los derechos humanos y eliminar las
armas de destrucción masiva y evitar el terrorismo; en otras palabras, alternativas más
constructivas y un poco más complejas que no el simple ¡No a la guerra!
En Estados Unidos ha habido muy pocas voces que se hayan pronunciado en el sentido
de que existe quizás algo más entre la guerra tal como se ha hecho o dejar que las
inspecciones sigan por tiempo indefinido, aunque hubiera violaciones de los derechos
humanos y armas de destrucción masiva. Pienso que tener alternativas concretas es una
parte importante de todo este problema y quisiera mencionar que la parte de mi charla
que no he comentado es un programa que se llama Acción Global contra la Guerra. Lo
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podéis bajar de Internet, la referencia está en la ponencia. Es un programa que implica
un conjunto de medidas muy bien trabajadas para reforzar los derechos humanos, para
fortalecer la credibilidad de Naciones Unidas, y que contiene una reducción sistemática
y global de armas de destrucción masiva, pero incluidas también las rusas, las
americanas, las chinas y las francesas, así como de otros países que poseen también
armas químicas y biológicas.
Tener también este tipo de alternativa concreta es una cosa que todos hemos de ir
trabajando de manera más sistemática si queremos que estas políticas mejoren. Piensen
que Estados Unidos, desde que fue elegido Reagan, han dicho que los políticos no
dirigen sino que siguen. Por lo tanto, si queremos tener buenas ideas de lo que es
posible y de lo que es deseable, debemos trabajar desde la sociedad civil, no podemos
esperar que alguien que sólo busca ser elegido nos dé la idea maravillosa, sino que
hemos de ser nosotros, la sociedad civil.
Ignasi
Buenos días. El acto en si, pensaba ayer, que es bastante importante, porque en si
mismo es muy importante lo que se está haciendo, pero además tiene lugar dentro de
esta semana o mes tan intenso para todos, o sea que es como una metáfora dentro de una
metáfora. Pensaba, que cuando Andy hablaba del padre Carlos, father Carlos,... por
ejemplo como Médicos sin Fronteras nosotros tenemos en Chechenia un coordinador
general desde hace seis meses y que no sabemos nada y que queremos hacer presión,
pero la guerra de Irak es tan fuerte que nadie nos escucha. O pensaba en todos los niños
en Irak o en cualquier guerra, en las “forgotten” guerras, las guerras olvidadas, que igual
podríamos hacer algo.
Pensaba, Jordi, que quizás al finalizar podríamos hacer quince segundos o un minuto de
silencio, no por la guerra de Irak, sino por todas las guerras, a lo mejor es un acto más
dentro de tantos otros que hay. Tú mismo. En cuanto a involucrar otra organización, yo
soy médico y me pregunto: ¿Por qué si ya hablamos sobre Naciones Unidas y hablamos
de cómo podemos participar en los temas de la salud y la guerra? Pero sabemos que no
escuchamos a la OMS u otras organizaciones. Ciertamente, a partir de la sanidad o la
educación u otras áreas sabemos que podríamos tener más poder y que podríamos
colaborar con otras organizaciones.
Y, en cuanto a todo eso, me preguntaba si Randall podría decirnos cómo funciona todo
eso en Cambridge, sobre todo cuando hablamos de los americanos, porque tenemos la
escuela Kenny, tenemos Harvard, tenemos MIT, Boston, tenemos un conjunto de
lugares internacionales donde la gente trabaja. ¿Cómo se hace todo eso? ¿Cómo
funciona la ciudad? En Barcelona, todas las ciudades participan en una universidad y
hablábamos sobre qué podríamos hacer para que participaran, para que las ciudades se
involucraran. Pero también seria interesante involucrar universidades como el señor
Fisas y la Universidad Autónoma de Barcelona. Se han hecho muchas cosas. ¿Qué
hacéis vosotros? ¿Sólo jugáis en positivo o en negativo o cómo lo hacéis? No recibimos
mucha información por parte vuestra, de Estados Unidos, de cómo desarrolláis vuestro
trabajo.
...sobre la falta de alternativas a la hora de construir la paz. Afirmé ya que somos muy
buenos diciendo no a la guerra pero que somos muy malos presentando alternativas. Yo
creo que más que malos presentando alternativas somos malos comunicándolas porque
antes del no a la OMC en Seattle, no a la Unión Europea en Göteborg o del no a la G8
en Génova, se hizo un sí a la construcción de la paz en La Haya; 10.000 personas se
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juntaron para crear una agenda que se articuló en 50 puntos, con propuestas concretas,
propositivas y muy viables para construir la paz. Fue un proceso muy interesante.
Quizás ha habido después un problema de falta de comunicarlo y de falta de difundirlo.
Vuestra campaña de “Global action to prevent war” se presentó allí, con otras ocho
campañas diferentes. Entonces, también me gustaría proponer a Jordi y como director
de Fundació per la Pau que fue, junto a Escola Cultura de Pau, uno de los grupos que
movilizó en Cataluña mucha gente para ir a La Haya, que se intente hacer una
publicación con fotocopias de la agenda y se utilice en los diferentes actos que se estan
articulando ahora en Barcelona, en Cataluña y en el resto del Estado en contra de la
guerra. Porque más allá del no a la guerra, podemos presentar 50 puntos que nos ayuden
a construir un sí a la paz. ¿Vale? Puntos viables, factibles y muy razonados.
Y después, una pregunta sobre todo a Andy, también a Randall, si quiere, puede
comentar algo, es sobre otro tema. La reflexión sobre la participación de terceros
actores en conflictos para facilitar y para buscar formas de construir la paz, de construir
puentes de diálogo etc. etc. procede, no digo que proceda exclusivamente de los países
anglosajones como Estados Unidos e Inglaterra, pero sí que son los que mejor saben
articularla, mejor saben venderla, mejor saben presentarla. ¿Vale? Mi cuestión es cómo
os sentís, sobre todo tu, Andy, a la hora de intervenir en conflictos donde, si hacemos un
análisis un poco estricto y un poco riguroso, se pueden encontrar causas provocadas por
vuestros propios gobiernos, por el interés de vuestros propios gobiernos en acceder a
una serie de recursos o en acceder a una posición estratégica superior a otros estados.
Gracias.
Me parece que allí hay una…
Hola. Mirando de cara al futuro y pensando en los niños que luego serán mayores, ¿por
qué no pensamos, en general, en instaurar una asignatura obligatoria en todas las
escuelas del mundo que sea la paz? Enseñar a los niños, cuando aún son niños, qué es la
paz y que hay que trabajar por ella. Me gustaría saber qué opinan de esto. Gracias.
A pesar de que esta pregunta que voy a hacer podría dar para un curso de horas, meses y
puede que años y todo, me gustaría que nos dieras, Andy, algunas de tus propuestas de
medidas de construcción de confianza más novedosas o que has utilizado que hayas
encontrado frutos positivos en alguno de los conflictos donde habéis estado trabajando.
Hola. Quisiera saber qué lecturas hacen del resurgir del movimiento ciudadano, este
amplio abanico que hay ahora en contra de la invasión del pueblo iraquí y qué pautas se
pueden seguir para que este movimiento no sea monopolizado partidísticamente y que
siga siendo así, que es lo maravilloso, de la gente de la calle, del vecino, del conductor,
de los colegios. Gracias.
Y después, recogiendo la propuesta de Ignasi, haremos un minuto de silencio y,
finalmente, Fermí Vallbé nos deleitará con la lectura de un articulo que ha pensado.
... un buen conjunto de preguntas. Había una pregunta que me pedía qué pienso yo. Yo
soy ciudadano americano que trabajo en el Reino Unido, que no es una combinación
fácil para realizar este trabajo, y ya hablaba antes de los retos, de encontrar formas para
ver cuáles son los límites de intervención y qué quiere decir tener una intervención
adecuada. ¿Cómo podemos definir nuestra propia legitimidad? ¿Cómo podemos definir
delante de quién somos responsables? Estas ONG, ¿delante de quién son responsables?
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Pregunta difícil. Preguntas difíciles. Bien, aceptemos algunas de estas preguntas como
una organización que ayuda a otras organizaciones. A través estas relaciones de
confianza, vemos que es su opción de hacer lo que hacen. Yo soy el único ciudadano
americano en esta organización británica. Pero nuestra seguridad se ve garantizada por
la gente con la cual trabajamos en estas situaciones, pero jugamos un papel muy…, muy
lejano, quizás.
Estamos decididos a garantizar que hacemos el trabajo bien hecho, pero con una visión
distanciada. Y eso se da con facilidad. Por ejemplo, cuando tuvo lugar el ataque del 11
de septiembre, yo quería ir a mi casa y estar con mis hijos, no porque tuviera miedo de
lo que pudiera hacer Bin Laden, sino porque tenía miedo de lo que podría hacer el
gobierno americano. Y gran parte de las organizaciones que participaron en este
conflicto se reunieron y bien, había una sensación, un sentimiento de indefensión, de
frustración, preguntándonos si hacíamos o no lo correcto; si deberíamos pararnos, si
deberíamos seguir trabajando, dando nuestro apoyo a esta gente con la cual deberíamos
empezar a trabajar con un programa diferente, informando a nuestros gobiernos qué se
debía hacer.
Pienso que es fácil, a veces, hablar demasiado. Nos podemos dormir con el sentimiento
de victoria, por lo tanto, claro, ver lo que hace la gente, la gente a que nosotros
ayudamos, a veces es difícil no hablar demasiado. Cuando pasamos de la violencia a la
política o intentamos evitar ir de la política hasta la violencia, la gente que participa son
los más difíciles, los más beligerantes, trabajamos, pues, con ¡hijos de puta!, con
auténticos hijos de puta y no hacemos suficiente trabajo y es trabajar con estos hijos de
puta. Y, a veces, este pulso es tenso y difícil.
Yo no sé qué hacéis vosotros en el ámbito individual o a nivel colectivo, ¿trabajáis con
políticos en el servicio exterior? ¿Podéis realmente afectar o generar un cambio?
Nosotros hemos decidido que necesitamos un espacio para poder realizar ambas cosas,
que es trabajar con este tipo de discusiones políticas y también influenciar políticas, o
también, –como ya he dicho antes–, que haya una división de responsabilidades;
sabemos que hay gente que tiene el acceso suficiente pero no van con nuestro programa
o no escuchan el programa que nosotros seguimos. Claro, ¿cómo crear mecanismos para
que se unan los dos mundos? Es difícil, como ya he dicho, pero pienso a veces sobre las
alternativas a la guerra y me ha gustado mucho lo que has dicho, no me olvido de lo que
se ha hecho hasta ahora, pero dame 15.000 millones de dólares y un poco de control y
veremos si puedo evitar la siguiente guerra en Corea del Norte; creo que sí, que se
podría hacer. No es ningún misterio de cómo hacerlo. Casi diría que es un argumento
falso, aunque estoy de acuerdo con lo que has dicho. El fracaso de comunicar existe…
Hay una cuestión en cuanto a la idea de… si es obligatorio o no… la idea de enseñar la
paz, bien, hacerlo como parte de un programa de estudios, es una buena idea, ésta. Pero
¿qué significa esto? En inglés, el idioma nos decepciona, porque, por ejemplo, la
palabra paz, la palabra paz que es tan difícil de… enseñar, George Bush tiene un
programa para enseñar la paz, para él es una cosa obvia, ja veis qué programa tiene.
Claro, por otro lado, tocar los temas relacionados en cómo la gente ha creado la paz y
qué habilidades de vida tiene la gente cuando debe gestionar el conflicto, es un tema
difícil y variado. Todos experimentamos de forma constante con referencias al respecto.
También quisiera decir, aunque no es una respuesta a las preguntas en un orden lineal,
que tengo mis propios conceptos sobre la idea de la evolución del conflicto de la guerra.
Yo no soy un periodista, mi organización tiene gente que está comprometida con la noviolencia, otra que no lo está.
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El problema que nosotros hemos tenido en alguno de estos debates, podría ser que todo
podría estar bien si viviéramos en un mundo perfecto, si Naciones Unidas funcionasen y
Estados Unidos no tuvieran armes de destrucción masiva, ¡eh!, claro, cuando
viviéramos en este mundo ideal habríamos abolido la guerra, pero mientras no vivamos
en un mundo perfecto, pienso que habrá gente que… que sabe que la violencia funciona.
Hay gente que piensa que no tiene otra alternativa y el reto es dar alternativas a la gente.
Pero me causa tristeza la noción de pensar en una creación o, mejor dicho, pienso que es
difícil abolir la guerra, crear una ilegalidad; es un sueño maravilloso que me gustaría
aceptar. La cuestión de propuestas para crear confianza, construir confianza, ¿qué
podemos hacer en cuanto a actos o gestos de conciliación? ¿Es correcto? ¿Podrías
aclarar este tema?
... “conciliation resources” que hayan sido exitosas en diversos conflictos, como por
ejemplo, comentabas el de Uganda, el RA, o en otros lugares donde habéis actuado.
“Confidence building measures”: algunas que hayan tenido éxito.
Entiendo mucho mejor lo que me estás diciendo. Es difícil hablar de éxitos y quién lo
tiene, el éxito, también es difícil decirlo. Creo que hay oportunidades y objetivos, hay
experiencias positivas, pero me veo obligado a señalar que los gobiernos en los que
hemos intervenido, ha habido tal resultado o tal otro y es difícil, esto es un juego de
mesa con diferentes participantes que todos pueden tener un golpe de suerte. Si alguien
os dice: “Nosotros lo hicimos bien, fuimos la fuerza que condujo a la paz”. Este no os lo
creáis, no os fiéis. Pero hay muchos ejemplos de trabajo dinámico, que se ha realizado,
que ha sido eficaz, y que ha conducido a que las comunidades fueran más eficaces. Eso
ha tenido lugar en el transcurso de un tiempo tan largo que, a veces, la gente no se ha
dado cuenta.
Este alto el fuego que se declaró en Uganda fue resultados de años y años de intentar
formar vínculos creando confianza con estos grupos rebeldes, con este grupo rebelde en
particular, a la vez que se intentaba ir en contra de los agentes internacionales que le
apoyaban, que le ofrecían ayuda financiera y política para su causa. Esto lo hizo mucha
gente a lo largo del tiempo, como ja he dicho. Después, hubo gente que estaba abierta a
la idea de ver cómo terminamos toda esta situación, pedimos consejo. Se dieron unas
situaciones que, como creo, condujeron a la construcción de la paz. En España, en
español tenéis una expresión muy buena: construcción de la paz.
El trabajo que hicimos en el Cáucaso, por ejemplo. Se tuvo que crear una estructura
vertical trabajando en comunidades muy pequeñas, en proyectos activos, dividiendo
estas comunidades en grupos y basándonos en esta confianza intentamos generar un
proceso de diálogo entre actores no oficiales a escala estatal del Estado de Georgia, a
nivel caucásico. Pero nos costaba mucho, nos costó mucho tener credibilidad y nos
hacía falta integridad por parte de la comunidad y lo conseguimos. Por lo tanto, ésta
podría ser una buena forma, no muy específica, quizás.
La pregunta tenía que ver con que los movimientos ciudadanos no se monopolicen por
los partidos políticos. Y creo que una cosa en la cual se inspira mucho este movimiento
es que es un movimiento dirigido por líderes. Y si no lo es, no podría tener demasiadas
ideas en cuanto a cómo se debe mantener. Creo que la gente tiene sus propias ideas de
cómo mantener su trabajo en sus propios círculos… Creo que necesitamos encontrar…,
como ya he dicho antes, tenemos este reto de hablar con los hijos de puta que
comentaba antes. Debemos encontrar formas para establecer un diálogo entre nuestro
entorno, dentro de nuestro entorno social. Creo que es importante crear nuestras propias
capacidades y fuerzas como grupos de sociedad civil, pero no tendríamos que olvidar el
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trabajo de hablar con los partidos políticos y establecer buenas relaciones con ellos. No
tendríamos que olvidar el trabajo de hablar con lo gobiernos, no tengo una…, no tengo
palabras de sabiduría al respecto, quizás ahora Randall podría hablar de ello.
Intentaré hablar de algunos de los otros temas, empezando por lo qué pasa en
Cambridge, qué pueden hacer nuestras ciudades y universidades de América, igual que
en otras partes del mundo.
Todas estas organizaciones han alcanzado unas posiciones muy fuertes en contra de la
guerra de Irak, y hablando del impacto terrible de la guerra sobre la población o las
poblaciones civiles y, obviamente, a menudo esto tiene un efecto sobre las mujeres en
los países en vías de desarrollo. Creo que los médicos… y otros profesionales, podrían
hacer mucho más de lo que están haciendo hasta ahora en todo el mundo para reforzar el
apoyo para la creación de la paz y las instituciones de la paz. Creo que uno de los
buenos vehículos para educar a la gente y hacer que la gente participe es trabajar a
través de asociaciones profesionales y no únicamente haciendo manifestaciones en la
calle.
En Cambridge existe una comisión. Cambridge es una de las pocas ciudades, quizás la
única ciudad de los Estados Unidos que tiene una persona trabajando a tiempo completo
para la Comisión de la Paz. Esta persona trabaja principalmente con colegiales y, a
veces, también va con ellos a actos públicos y enseña tolerancia por lo que sería la
diversidad cultural, los derechos humanos y la participación en asuntos cívicos. Se
intenta crear una fundación entre los jóvenes para promover políticas públicas
constructivas. Cambridge ha aprobado una resolución en contra de la guerra en el
Ayuntamiento con otra serie de ciudades. Pienso que la primera, Gariatric de Nueva
York, donde hay la Universidad Kernel, … les universidades de Cambridge, sobre todo
la MIT y Harvard han creado programes públicos en contra de la guerra, pero no han
dirigido las organizaciones.
Una de las razones por las cuales esto ha sido así, la principal, quizás, seria que la gente
que enseña política pública en estas universidades son gente que ha salido del gobierno
y entra de nuevo después al gobierno; la gente de Harvard está más conectada con los
departamentos estatales y la gente de MIT está más conectada con el Departamento de
Defensa. Así pues, se trata de gente no muy apta para trabajar con los ciudadanos
activistas, y cuando deben tener una perspectiva de las políticas sociales, suelen ser
demasiado elitistas, por decirlo de alguna manera. Lo mismo ocurre en Toughs, y quizás
menos en otras universidades como por ejemplo en Boston College, que es una
universidad católica, puesto que ellos están muy en contra de la guerra y trabajan
públicamente en grandes manifestaciones. Varía, varía, creo que las universidades, las
dos en Cambridge y estas pocas en Washington –Stanford University es una de ellas–
son las que trabajan con el gobierno y son menos antipopulistas, ésta es la palabra que
me faltaba.
Pero si vamos a otras partes del país, más hacia el interior, donde no tenemos este tipo
de puerta giratoria con el gobierno, o sea las universidades, vemos que sí han alcanzado
una serie de posiciones muy fuertes cuando han tenido que promover acciones para la
paz. Es una visión diferenciada: Cambridge y Massachusetts suelen ser estados liberales
y antiguerra, en pro del control de las armas y también en pro de la cooperación
internacional, y en Estados Unidos los comentaristas políticos han empezado a hablar de
estados azules y estados rojos. Azules son los que son democráticos y quieren la paz;
los rojos son aquellos que votan republicano y desean la guerra. Y eso, bien, no es
bueno, porque los rojos ahora mismo superan a los azules y también es triste porque la
29
opinión está dividida de esta misma manera. Las opiniones liberales se concentran en
ciertas áreas y las opiniones conservadoras en otras, siendo más difícil desarrollar un
nuevo consenso político.
No obstante, creo sinceramente, y sobre todo cuando hablaba de esta idea de la ciudad,
hablaba de la ciudad liberal, pero de hecho, lo que decía era una agrupación de
ciudades, ciudades más conservadoras dentro de Estados Unidos. La mayoría de la
gente en muchas ciudades nunca ha estado en otro país, conocen poco a la gente de
otros lugares. Debido a la creciente población de hispanohablantes de Centroamérica y
Méjico, la gente que habla el español tiene la oportunidad de comunicarse con este
tercio sur de los Estados Unidos, Florida, California, donde hay muchas áreas
conservadoras, que aunque la gente de Centroamérica y de Méjico tiene la tendencia a
ser más liberal que no la población en general, obviamente los inmigrantes de Florida,
de Cuba suelen ser mucho más conservadores.
En cuanto a esta idea de tener algún programa constructivo por la paz que Andy ha
comentado y algunas preguntas y comentarios están allí, yo también quiero hacer
algunos comentarios. En primer lugar, cuando se ha dicho que no nos estructuramos
demasiado en cuanto a la construcción de alternativas, inmediatamente recordaba una
cosa que desde mi propio objetivo, a principios de 1800, finales de 1700, vimos un
crecimiento. A finales de los setenta y principio de los ochenta vimos un movimiento
creciente de protección del medio natural. Este fue un movimiento ciudadano; no había
políticas gubernamentales para proteger el entorno antes del movimiento ciudadano. El
movimiento ciudadano empezó a crecer y se convirtió en un movimiento muy fuerte. Y,
a partir de ahí empezó a traducirse dentro de políticas gubernamentales. Actualmente,
tenemos una situación en la cual no es negativo… políticamente negativo estar a favor
del medio ambiente. Esto se puede enseñar a las escuelas, todos piensan que es una
buena idea, excepto para Bush y unas cuantas empresas suyas. Este es un modelo para
nosotros, en mi opinión… en el movimiento para la paz, sobretodo, debería ser un
modelo.
Y pensad por unos instantes en las diferencias existentes entre el movimiento
medioambiental y el movimiento por la paz. Creo que hay dos diferencias importantes,
una de ellas es que el movimiento por la paz viene y se va, dependiendo de cuando
tenemos una crisis. Si hay una crisis, tenemos un movimiento de paz; si no hay crisis,
no hay movimiento por la paz. La segunda cuestión es que la comunidad
medioambiental, “ciudades por el entorno” tiene un programa de cosas que quieren que
se realicen: limpiar el aire, limpiar el agua, nada de minería, energías renovables.
El movimiento por la paz, en este sentido, diría que es demasiado negativo en muchos
aspectos: ninguna guerra. ¿Pero dónde está el programa positivo que queremos tener?
Así, pues, realmente no estoy de acuerdo con Andy: no creo que sea obvio, lo que se
necesita hacer para la paz no es tan obvio. Pero sí que estoy de acuerdo con él, en el
sentido de que yo tampoco soy pacifista al cien por cien. Creo que la gente necesita
poder defenderse, creo que es una función fundamental de la sociedad y creo que
necesitamos esperar que haya gente, que haya líderes que sean los chulos de la película
y que puedan llegar a dominar a la demás gente.
Por lo tanto, pues, creo que el programa del movimiento por la paz, el programa
positivo es ver cuáles son las medidas que se pueden llevar a cabo por parte de los
gobiernos actuales y también por parte de la comunidad internacional. Actualmente, que
prevengan y que podamos ver… un control de estos chulos de la película –como decía–
para evitar dominaciones, para evitar que ciertas actitudes prevalgan. Hay acciones que
podemos aceptar para parar cualquier iniciativa negativa. En este sentido, creo que la
agenda de La Haya por la paz fue tan útil como podía serlo, porque para ir hacia
30
delante, teniendo una gran lista de cosas por hacer, teniendo una lista de cosas que
incluye el desarme global o reducción del 5% del gasto militar cada año, pues bien,
estos son objetivos deseables, aunque no son prácticos para tirar adelante basándose en
el ente internacional o en el corpus internacional del derecho internacional, y eso
necesita una reflexión con profundidad.
Específicamente, el reto que intentaba crear hoy era pensar en voz alta con todos
ustedes en cuáles eran los mecanismos que la comunidad internacional debería utilizar
para dar su apoyo a los derechos humanos y al fortalecimiento internacional de las
leyes. Los únicos mecanismos que tenemos son no violentos o tenemos algunas
circunstancias en las cuales tendría que haber un cierto uso de las fuerzas armadas para
acabar con el genocidio, para proteger los derechos humanos o para aplicar la ley. Como
ejemplo de eso, yo diría que en mi opinión, deberíamos –yo lo he dicho antes, pero
quisiera ser muy específica– disponer de un mecanismo donde la comunidad
internacional pudiera mandar una fuerza policial armada para arrestar a personas como
Milosevic o como Saddam Hussein cuando estaba cometiendo genocidio contra los
kurdos a finales de los ochenta, o cuando cometió una agresión contra Irán, antes…, del
inicio de los ochenta.
Estos líderes deberían ser arrestados por la comunidad internacional y juzgados, y ello
requiere el uso de las fuerzas armadas, pero de forma discreta y de una manera muy
centrada, diría que eso seria una extensión de nuestra comprensión de la aplicación de la
ley en el ámbito local, pero aplicado sobre todo al entorno internacional.
Por lo tanto, diría, ya para acabar, que necesitamos tener más ideas y debates en cuanto
a la educación, la comprensión, no únicamente para procesos de resolución de conflictos
del Tercer Mundo, donde hay conflictos sangrantes y emergentes, sino también, creo
que debería existir una superestructura de… derecho internacional, de acciones
cooperativas internacionales que pudieran reforzar la ayuda a los derechos humanos y a
las instituciones democráticas y a la aplicación del derecho internacional por parte de la
comunidad internacional como parte del proceso… proceso de prevención de guerra, y
creo que esto significa que si debemos hacer cursos sobre la paz, pues, deberemos
disponer de componentes en cada una de estas áreas. Y doy mi apoyo a la idea de que
debe existir la educación por la paz en las escuelas.
No sé si aquí eso existe o no –quizás no se necesite tanto como en Estados Unidos– una
cosa que se llama…, por lo menos en Estados Unidos existe una tendencia creciente
dentro de lo que podría ser la creación en las escuelas e institutos –y ésta es la respuesta
a todos los estados de Estados Unidos– de una cosa que se llama mediación de los
compañeros. Cuando hay un estudiante o un conflicto entre estudiantes, ya sea violento
o no, en lugar de que sea el director de la escuela que decida el castigo o una expulsión,
etcétera, son los propios estudiantes, frente a frente con otro grupo de estudiantes que
tendrán una sesión con ellos y discutirán qué es lo que ha ocurrido, quién es el
responsable de qué, por qué, etcétera, y entonces intentan buscar algún tipo de
resolución o reparación. Ésta sería la práctica por la paz en las escuelas que se lleva a
cabo actualmente en Estados Unidos.
Por eso pienso que en las universidades y en los institutos universitarios no deberíamos
tener la posibilidad de graduarnos sin antes haber hecho un curso de guerra y paz.. En
otras palabras: ¿Cómo podemos tener un mundo en paz si este es un tema que se deja en
manos de los amateurs y que nadie estudia? Normalmente, en Estados Unidos, donde,
diría yo, la mayoría de la gente va a la universidad y se licencia en letras, este debería
ser un curso necesario que incluyera estos componentes: resolución de conflictos y
relación con los derechos humanos y libertades civiles frente a la prevención de la
guerra, la prevención de conflictos armados y también un conjunto de leyes
31
internacionales en cuanto a la guerra y a la capacidad de controlar de armas y llegar a
acuerdos de desarme, fuerzas de mantenimiento de la paz y otras medidas para reforzar
la ley internacional para ayuda a la paz y a la falta de estos elementos para obstruir la
paz. Por lo tanto, pues, creo que este sería un programa más ambicioso.
Y este sería el pensamiento, la idea que os dejaría, que podría ser parecido al del
movimiento medioambiental. No se trata solamente de una cuestión de decir: no violéis
al medio ambiente; sino que se debe tener un programa serio, bien desarrollado, bien
pensado, que ese halle siempre presente, no solamente en los momentos de crisis. Creo
que necesitamos el mismo para realmente progresar en la abolición de la guerra, que,
después de todo, es una institución bárbara y horrorosa que se ha desarrollado desde
hace cientos de años hasta nuestros días. Deberíamos tener el mismo sentimiento que se
ha tenido respecto del sacrificio humano o la esclavitud. ¿Cómo puede una sociedad
hacer esto a otra sociedad? ¿Cómo pueden los seres humanos coger las armas y
dispararse unos a otros? Es una cosa impensable. Este es el mundo que deberíamos
buscar, ya que es un mundo que podemos alcanzar aunque tardemos todavía mucho
tiempo en lograrlo. Gracias.
Gracias por las intervenciones que habéis hecho en esta parte del debate. Creo que ha
sido muy interesante. Yo propondría –nos quedan tres cositas pequeñas por hacer– que
hiciéramos un minuto de silencio por todas las víctimas de la guerra del Irak, por todas
las víctimas de los veinte y pico conflictos bélicos que todavía hoy existen en el mundo y
por todas las víctimas de cualquier abuso y violación de los derechos humanos que
podemos tener en la actualidad. Por lo tanto, nos levantamos.
Fermí Vallbé nos quería leer un artículo de Juan José Millás, del escritor que ayer
publicó una columna en su estilo medio irónico, medio mordaz, en El País. ¿Le podéis
pasar un micrófono a Fermí Vallbé? Allí, allí al lado.
Como decía Jordi, es un artículo que publicó Juan Jopsé Millás en El País de ayer y me
parece absolutamente adecuado con el tema de la mesa de hoy que, además, me parece
interesante incorporarlo en todo lo que sería el acto, el funcionamiento del III Encuentro
Ciudadano Internacional. Dice así:
“B-52. Una mariposa macho tiene menos envergadura que un B-52 pero es capaz de
recorrer decenas de kilómetros desafiando toda clase de obstáculos para copular con una
mariposa hembra. El B-52, por su parte, recorre miles de kilómetros sin otro objeto que
el de amputar los brazos de un crío de 11 años. La mariposa macho perece de amor tras
la cópula, mientras que el B-52 regresa sin un rasguño al punto de partida, donde da un
trago y vuelve a la carga. No sabemos cuántas mariposas rebientan cuando
bombardeamos un mercado árabe, pero uno de los últimos proyectiles arrancó de cuajo
las alas del pequeño Alí Esmain, cuyos muñones deberían exhibir desde mañana mismo
junto a esa imagen en la que los 183 diputados del PP se aplaudían a sí mismos con una
excitación sexual incomprensible después de haber votado en bloque un sí a la guerra.
Al poco del apareamiento, el abdomen de la mariposa hembra se abre y riega el campo
de huevos fecundados. Al poco del arrebato venéreo de los populares, los abdómenes de
los B-52 se abrieron y comenzaron a descargar sobre las casas de adobe una lluvia de
fuego. La mariposa es el sueño de la oruga como el B-52 es el sueño de Aznar. Cada
gusano sueña según sus complejos y la realidad es el resultado de estos sueños. Por
cierto, que una cosa envidiable de la mariposa es que puede volar durante la cópula,
multiplicando así el placer de todos sus sentidos. Si a usted y a mí, pobres mortales
32
ápteros, nos parece que flotamos en el aire al follar, imagínese lo que sería salir por la
ventana durante el acoplamiento y tener un orgasmo en la vertical de Bagdad o de
Manhattan. También los B-52 se aparean en pleno vuelo. Quizá lo haya visto usted en la
tele y tal vez se le hayan puesto los pelos de punta como a mí, por la precisión con que
la verga de uno de los dos pájaros metálicos penetra en la abertura húmeda del otro.
Sólo que en lugar de descargar sobre él unos gramos de dulce semen, lo llena de gasóleo
hasta las cejas para prolongar su vuelo criminal. En este caso, se trata de un
acoplamiento incestuoso, contra natura. De hecho, se lo hacen con la nave nodriza, o
sea, con la que les amamanta, que es como si se lo hicieran con su puta madre. Juan
José Millás.”
Ahora sí, haremos la clausura del acto de la sesión de esta mañana. En nombre de la
organización, y en nombre personal también, quiero agradecer muy especialmente las
intervenciones de Randall y de Andy, porque me parece que han sido muy interesantes,
y en la segunda parte del debate, me parece que se han apuntado muchos elementos
que nos pueden ayudar a reflexionar, mejor que no se cierren ahora, sino que deben
continuar en ebullición. Agradecer vuestra presencia, vuestra participación también en
el debate, que ha permitido enriquecer las orientaciones.
Y, finalmente, dos notas de la organización, que me han pasado para todos los
asistentes y a quien pueda interesar: en la planta baja tenéis a vuestra disposición las
ponencias de las sesiones de ayer, por lo tanto las podéis pasar a recoger.
Y para los ponente y sus acompañantes que estéis en la sala, acordaros que dentro de
siete minutos en el hall de la entrada podéis ir al restaurante para almorzar y comer un
poco. En todo caso, doy las gracias, una vez más, a los ponentes y gracias también a
vosotros.
Pánel 4. Las Naciones Unidas, entre los Derechos Humanos y el
unilateralismo
Moderadora: Marina Bru
Este sol tan magnífico, que estáis aquí reunidos, que estamos aquí reunidos, es
realmente de agradecer. Os lo agradezco a todos, pero muy especialmente a la gente
joven, a la gente joven que ha dado todo un ejemplo desde hace semanas, desde hace
meses, y también ahora un ejemplo de civismo, de trabajo cívico, de trabajo de paz, de
trabajo de solidaridad. Yo creo que todos los que pertenecemos a una generación un
poco anterior, debemos agradecérselo porque es como volver nosotros también a la
juventud en la cual habíamos luchado y es como volver otra vez a tener esta ilusión, esta
forma de trabajar, esta forma de luchar contra la injusticia y contra unos hechos
realmente bochornosos
Yo soy presidenta de la Asociación de Naciones Unidas y, por lo tanto, agradezco a la
organización y a todos aquellos que me hayan invitado a participar en algo que por mi
edad está bien, que es ser moderadora. Por lo tanto, os lo agradezco mucho, porque creo
que, en este momento, Naciones Unidas y las asociaciones que trabajamos por su éxito
estamos pasando momentos difíciles. Pero yo diría que la trayectoria de esta asociación,
que lleva ya cuarenta años –casi prácticamente desde el año 64– y que ha dado siempre
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un ejemplo de lucha por la democracia, de ayuda e incluso de paraguas en luchas que
eran difíciles para la gente que quería trabajar, que quería luchar, tuviéramos un poco de
tranquilidad de no ir rápidamente a la cárcel, al menos íbamos poco a poco, y entonces
es importante el trabajo que debemos hacer ahora, porque la situación de Naciones
Unidas, como todos sabéis es difícil –yo no diría mala– simplemente difícil.
De todas maneras, este alboroto que ha habido tan terrible de la guerra del Irak, la
absoluta obviación –no sé si ésta es la palabra correcta–, obviar las resoluciones de
Naciones Unidas, el permiso de Naciones Unidas, que es el único marco que tenemos
de resolución de conflictos y de armonización de los países para estar en paz, ha sido
totalmente dejada de lado.
Comentaba con mis compañeros de mesa, que realmente, Naciones Unidas han salido
con dignidad, porque ha habido un momento peligroso en que se podía sentir
involucrada si protegía este tremendo ataque a la paz y a la justicia que se ha hecho por
parte de la guerra declarada y ejecutada por el trío Bush, Blair y Aznar, y ha salido
suficientemente con dignidad porque no lo han consentido, y, al mismo tiempo,
tampoco ha sido necesario ejercer algo que nosotros, las asociaciones que queremos que
Naciones Unidas sean realmente un marco democrático, hubiese tenido que aplicar
Francia, que hubiera tenido que ejecutar el veto contra este tema. No ha sido necesario,
y, en ese sentido, ha servido para que Naciones Unidas salga con una cierta dignidad,
aunque sí, verdaderamente, en una situación de debilidad. Creemos que de esta
debilidad es cuanto se tiene que volver a recorrer con más fuerza el camino para
conseguir aquellas Naciones Unidas que hace cincuenta años soñamos después de
terribles guerras.
Y, sin más preámbulos, empecemos esta última jornada, la más difícil, porque a las
cuatro de la tarde de un sábado es difícil, pero, de todas maneras, los ponentes son de tal
interés y el asunto tan oportuno que seguro será de provecho para todos.
Joanna Weschler
Representante de Human Rights Watch ante Naciones Unidas
Los mecanismos de defensa de los Derechos Humanos en el sistema de
Naciones Unidas después del 11 de septiembre
Una tarde tan bonita para hablar y escuchar cosas que no son nada bonitas y que
son bastante tristes y preocupantes. Así que vuestra presencia aquí es el signo de un
compromiso muy importante y una causa para un optimismo. Yo voy a hablar de los
derechos humanos, los peligros a los derechos humanos que supone la lucha contra el
terrorista, es decir, cómo está el sistema de derechos humanos frente a este peligro, el
sistema de la ONU, y qué sucedió desde el día 11 de septiembre dentro del ámbito de la
ONU. Porque una de las preocupaciones más graves de los que trabajamos en el campo
de derechos humanos, estuvimos prácticamente minutos después de los ataques
terroristas en Estados Unidos, y seguramente, el día siguiente fue ... una de las
preocupaciones más graves que nosotros, trabajadores de derechos humanos, tuvimos
momentos después de estos ataques del 11 de septiembre del año 2001 en Estados
Unidos, fue el peligro que la respuesta al terrorismo podría suponer para las libertades y
para los derechos humanos. Lo que nos preocupaba fue que se utilizara la lucha contra
el terrorismo para justificar medidas represivas en contra de la oposición, por ejemplo,
en contra de los grupos más vulnerables, en contra de cualquier persona o entidad que
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puede resultar incómoda a un gobierno. Hoy, más de un año después, sabemos de sobra
que eso no fue una preocupación teórica, que ya abundan ejemplos de la utilización de
la lucha antiterrorista como una herramienta de la represión.
Human Rights Watch, la organización con que trabajo, acaba de sacar un
documento que tiene varios ejemplos en varios países del mundo. Yo tengo unas copias
solamente en inglés; si a alguien le interesa, les voy a dar las copias. Los países en que
documentamos ejemplos son China, Egipto, Georgia, India, Indonesia, Rusia, España,
Reino Unido, Estados Unidos y Uzbekistán, pero esto es solamente una muestra, no es
una lista exhaustiva. También sabemos que la lucha contra el terrorista puede servir para
justificar muchas cosas, incluso una guerra. Muy poco tiempo después de los ataques, el
día 28 de septiembre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pasó la
resolución 1373, que obligó a todos los Estados miembros de la ONU imponer medidas
muy duras para combatir el terrorismo, y lo que es interesante de esta resolución desde
el punto de vista legal es que por el hecho de que el Consejo de Seguridad actuara en
virtud del capítulo 7 de la Carta de las Naciones Unidas –es el capítulo que permite
todas las medidas coercitivas, incluyendo el uso de la fuerza, diferentes medidas legales
que se encuentran en varios tratados y convenciones– una constelación de ellas de un
día a otro se hicieron obligatorias en países que nunca ratificaron estas convenciones.
Hay 13 convenciones que tocan el tema del terrorismo de varios ángulos; hay
muy pocos países que las ratificaron todas, pero esta resolución hace que son
obligatorias, que los elementos de estas convenciones son obligatorios en todos los
países miembros de la ONU. Y estas medidas incluyen, por ejemplo, la obligación de
prevenir y reprimir la financiación del terrorismo a través del congelamiento de los
fondos de personas o entidades que cometan o intenten cometer actos de terrorismo o
partipen en ellos o faciliten su comisión. La obligación de tipificar actos de terrorismo
como delitos graves en las leyes y otros instrumentos legislativos internos, con el
castigo correspondiente a la gravedad, la obligación de adoptar medidas adecuadas antes
de conceder el estatuto de refugiado para asegurarse que el solicitante de asilo no haya
planificado o facilitado actos de terrorismo ni participado en su comisión, y la
obligación de tomar medidas necesarias para la prevención de la comisión de actos
terroristas. Hay una sola mención en todo este documento de la resolución 1373 de la
obligación de conformidad con el derecho internacional, y la leo: “inclusive las normas
internacionales en materia de derechos humanos.” Esto se hace en el párrafo 3f en el
contexto de la concesión del asilo. Esto no tiene ninguna mención. Y como la
resolución está hablando de unas medidas muy duras, tipo criminal, administrativo y
financiero, en contra de las personas y entidades consideradas involucradas o
simpatizantes del terrorismo, pero no hay ninguna definición firme ni del tipo de
actividades ni de cómo es terrorismo, por ejemplo, y eso no es una broma, existen más
de 100 definiciones legales del terrorismo, así que es muy fácil imaginar cómo unos
gobiernos pueden aplicar esta obligación por parte del Consejo de Seguridad, impuesta
por el Consejo de Seguridad, muy elásticamente, interpretar muy elásticamente qué es el
terrorismo, qué es la acción en favor del terrorismo y utilizar estas medidas en nombre
de luchar contra el terrorismo para luchar contra la oposición, por ejemplo, hacer cosas
que con el terrorismo no tienen nada que ver y, encima de esto, tener una plena
bendición por parte de la comunidad internacional.
Y, por ejemplo, ya lo hemos observado por lo menos en dos países porque, por
ejemplo, que están utilizando esta nueva situación, esta simpatía a medidas que se
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denominan antiterroristas por las cosas que estaban haciendo desde hace mucho tiempo
pero que eran muy criticadas por la comunidad internacional. Por ejemplo, China lleva
varios años teniendo una campaña entre ... en contra de los separatistas, los
independentistas uigur, en Sinkiang, en la provincia de Sinkiang, en China. Ahora
China llegó a llamar esta campaña no campaña antiseparatista sino antiterrorista, y
consiguió, por ejemplo, que el Consejo de Seguridad añadiese a una lista de entidades
simpatizantes con Al-Qaeda algunos grupos de uigures.
Eso sí que ayuda al país a hacer cosas en casa, domésticamente, con un apoyo, o
por lo menos, cosas que parecen que están legitimizadas por la comunidad
internacional. Lo mismo con Rusia. Rusia siempre llamaba la última guerra en
Chechenia que empezó en el año 99 una campaña antiterrorista. Sin embargo, la
comunidad internacional, por lo menos unas partes de ella, estaba muy crítica del
comportamiento de Rusia, de los abusos absolutamente horribles que ocurren allí, y
durante varios años hubo una crítica del comportamiento, de estas prácticas en la
Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Hubo tres resoluciones bastante críticas,
era la primera vez que se criticó a un país miembro permanente del Consejo de
Seguridad a través de la comisión; ha sido una cosa bastante importante.
El año pasado ya no hubo resolución sobre Chechenia, y eso, en mi opinión,
tiene una conexión directa al terrorismo, porque el año pasado no hubo cambios en
cuanto a la situación en Rusia; todo tuvo que ver con que ya no hubo simpatía para algo
que se denominaba lucha contra el terrorista. Dentro del sistema de la ONU, muy poco
tiempo después de la proclamación de la resolución 1373, hubo varias voces expresando
la preocupación en cuanto a la posible utilización de la lucha contra el terrorista para
suprimir los derechos humanos. La voz más fuerte ha sido la del secretario general, Kofi
Annan, quien en numerosas ocasiones subrayó que no se puede luchar contra el
terrorismo suprimiendo los derechos humanos y si los derechos humanos se hicieron
otra vez más víctima del terrorismo, eso supondría concederles a los terroristas una
victoria más allá de sus sueños.
En uno de los debates en el Consejo de Seguridad, Kofi Annan dijo, por
ejemplo, que luchar contra el terrorismo a través de la supresión de los derechos
humanos sería autrodestructor. Los relatores especiales de la Comisión de los Derechos
Humanos, una de ellas sentada aquí, con la ocasión del Día de Derechos Humanos, que
se celebra el 10 de diciembre, el primer Día de los Derechos Humanos después de estos
ataques, ellos proclamaron, los relatores, temáticos, me parece que fueron 16 o 17
personas, proclamaron un pronunciamiento en que deploraban las medidas aplicadas en
contra de los grupos como los defensores de los derechos humanos, los imigrantes, los
refugiados, las minorías étnicas y religiosas en varios rincones del mundo, porque esto
ya estaba pasando a los pocos meses de los ataques, y llamaban a los gobiernos que
observaran sus obligaciones bajo la ley internacional.
El Consejo de Seguridad, cuando pasó la resolución 1373, creó una entidad
llamada Comité contra el Terrorismo, llamado en breve el CTC por las siglas inglesas
de su nombre, que vigila la implementación de la resolución. Y todos los embajadores
de miembros del Consejo, los 15, son miembros del CTC; el presidente fue nombrado el
embajador del Reino Unido, Sir Jeremy Greenstock, y lo que hace este comité, el
comité interpreta ... cómo implementan los gobiernos la resolución 1373, y los
gobiernos están obligados a presentar informes periódicos, cada tres meses, me parece.
Y el CTC, por revisar esta implementación periódicamente, el CTC, además de ser un
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cuerpo de 15 embajadores, tiene un cuerpo de expertos, tiene unos 11 expertos y además
un personal administrativo, es un cuerpo bastante grande e importante dentro de la
ONU, podría pagar un papel muy importante asegurando que no se violen los derechos
humanos mientras se lucha contra el terrorismo. Sin embargo, el CTC, a través de su
presidente, repetidas veces se negó a desempeñar este papel y, por ejemplo, se negó a
incluir preguntas relativas a los derechos humanos en un cuestionario que distribuyó a
los gobiernos para ayudarles a presentar los informes, se negó a comparar entre sus
documentos oficiales a una nota preparada por la entonces Alta Comisionada por los
Derechos Humanos, Mary Robinson, en que se explicaba qué derechos son no
derogables, que no se pueden suspender a pesar de una emergencia u otra situación
excepcional. Se negó también a que uno de sus expertos fuese un experto en derechos
humanos; esta cosa ha sido pedida muchísimas veces por muchísimas personas, por las
ONGs como la mía, por Amnistía, ni hablar.
El embajador Greenstock siempre insistió que otras partes del sistema, de la
ONU, deberían preocuparse de los derechos humanos en la lucha contra el terrorista y
desempeñar el papel de vigilancia. Pues muy bien, ¿qué pasó en otras partes de la
ONU? Durante la sesión de la Comisión de Derechos Humanos, y la Comisión de
Derechos Humanos es el órgano más importante del mundo, el órgano político que se
dedica solamente a los derechos humanos, consta de 53 países elegidos por tres años y
se reúne una vez al año en Ginebra. Ahora mismo estamos justo en la mitad de una
sesión; nos quedan tres semanas, pasaron ya tres.
Y el año pasado, exactamente hace un año, la Alta Comisionada, presentando su
informe a la Comisión, habló de las amenazas de las que hablé yo hace un momento y
sugirió a la Comisión que nombrara a un relator especial o un experto independiente
para el monitoreo de estos problemas y varias ONGs se unieron a esta petición y, al fin
y al cabo, Méjico presentó un proyecto de resolución sobre los derechos humanos y la
lucha contra el terrorista. La versión final de aquella resolución no pedía un mandato
separado, sin embargo daba a la Alta Comisionada varios poderes que básicamente
cubrían el territorio.
La Unión Europea apoyó el proyecto y lo copatrocinó. Estados Unidos, sin
embargo, estaban muy en contra e hizo muchísimas presiones en varios grupos
regionales en varias direcciones; para daros el ejemplo de cómo estaban, una
diplomática, una representante de Estados Unidos entró una reunión privada del grupo
occidental, que es la Unión Europea, Australia y algunos países más y la denominó este
proyecto, esta resolución “un cordero relleno de explosivos”, que me parece una
metáfora bastante ilustrativa de su modo de pensar. Al final, la Unión Europea,
probablemente, las presiones de las Naciones Unidas y de otros hizo a México retirar
su proyecto. Porque no querían arriesgar la derrota; preferían buscar un momento más
adecuado para volver con el tema.
Y, efectivamente, lo hicieron. La delegación de Méjico propuso una resolución
en la Asamblea General – la resolución se titulaba: Protección de los derechos humanos
y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo – y aquella resolución, lo
que hace es reafirmar la necesidad de proteger a los derechos humanos durante la lucha
contra el terrorismo. Y la antigua Alto Comisionado, porque ahora ya tenemos el Alto
Comisionado que se llama Sergio Viera de Melo, es un brasileño, el Alto Comisionado
que examina la cuestión de la protección de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en la lucha contra el terrorismo; que formule recomendaciones generales
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relativas a la obligación de los estados de promover y proteger a los derechos humanos;
a adoptar medidas para combatir el terrorismo; que proporciona ayuda y asesoramiento
a los estados que lo soliciten y a los órganos pertinentes de la ONU.
Lo importante de esta resolución es que– y pasó por consenso, además, en
diciembre – es que es la primera expresión formal por parte de la comunidad
internacional entera de que es necesario de proteger a los derechos humanos, luchando
contra el terrorismo. Y que ciertos derechos no se pueden suspender. Sin embargo, el
mandato otorgado al Alto Comisionado es muy limitado, sin la posibilidad del
monitoreo ni de la iniciativa, porque contiene la frase “si lo soliciten”. Así que el Alto
Comisionado no puede ir a un gobierno y decirle: “ustedes están haciendo una
barbaridad”. Hay que esperar que el gobierno lo pida al Alto Comisionado que de su
opinión.
Varios de los órganos de vigilancia de los tratados, órganos convencionales,
sobre todo el Comité de Derechos Humanos que vigila el pacto internacional de
derechos civiles y políticos y el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial
han notado con preocupación problemas relacionados con los abusos de las medidas
contra terroristas en distintos países del mundo. Sin embargo, estos órganos sólo pueden
enfocarse en el comportamiento de los estados específicos cuando a estos estados les
toca presentar un informe, lo que ocurre solamente cada cuatro, cinco años . Y, además,
la vigilancia concierne sólo a aquellos países que habían ratificado la convención. Así,
que es muy limitado.
También existe la posibilidad de la inclusión de estos temas en la consideración
de los casos individuales bajo distintas convenciones, pero otra vez, el enfoque es muy
estrecho, muy limitado y, además, sólo concierne a los ciudadanos de estados que han
ratificado el instrumento para casos individuales, lo que normalmente es una ratificación
adicional que le corresponde a una convención. Varios relatores especiales también han
incluido en sus informes que están presentando a la comisión y también a la Asamblea
General comentarios sobre los problemas relacionados con los abusos de medidas
contra terroristas. Pero aquí también hay una limitación. Porque cada mandatario puede
enfocarse solamente en los aspectos que le corresponden a su mandato.
Por esta razón parece claro que es necesario crear un mecanismo dedicado que
tendría la posibilidad de iniciativa en cuanto dónde, cómo o cuándo investigar un
problema. Y podría investigarlo de una manera muy completa y profunda. Y así
regresamos a la idea del año pasado, la idea que ha mencionado primero Mary
Robinson, de crear un mandato de la Comisión para investigar el impacto de las
medidas contra terroristas y los derechos humanos en el mundo entero.
La Comisión, en este momento, es el único actor importante en la escena de la
ONU que ha estado totalmente muda sobre el tema. No hubo ninguna pronunciación por
parte de la Comisión. En la sesión en que estamos ahora, México presentará una
resolución, un proyecto de resolución, sobre este tema. Pero el texto actual es bastante
similar al de la Asamblea General, es decir, no tiene el mandato. Sin embargo, varias
organizaciones internacionales de derechos humanos están demandando que esta
resolución pida a que el Secretario General nombrara un experto para monitorear el
impacto de las medidas antiterroristas en el mundo entero.
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En este momento es difícil porque estamos justo en la mitad de la Comisión, es
difícil pronosticar si esta iniciativa tendrá éxito o no. Pero independientemente de cómo
salga el asunto, de que si tenemos éxito o no en crear este mecanismo merece la pena,
en mi opinión, y sobre todo merece la pena mencionarlo aquí, prestar atención al CTC,
al Comité Contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad.
Este Comité es una entidad bastante poco usual en cuanto a las entidades del
Consejo de Seguridad, porque una parte bastante significativo de su trabajo es accesible
al público. Este Comité tiene una página de internet – que si quieren les puede dar
después la dirección exacta – se puede encontrar, yendo a la página UN.org que es la
página de bienvenida de la ONU y simplemente en esta página hay un botón: lucha
contra el terrorista y así se puede encontrar este rincón. Es un poco difícil navegarlo,
pero se puede. Allí se encuentran todos los informes que presentan los gobiernos. Se
encuentra la correspondencia, se encuentran varios documentos tipo Consejo. Algunos
son oficiales, unos no lo son; hay un montón de documentos. Pero sobre todo hay estos
informes gubernamentales. Es una cosa... es un récord dentro de la ONU el nivel de
cooperación. Normalmente, los gobiernos siempre tardan con los informes que han de
presentar, varios gobiernos no los presentan nunca. Aquí, y eso anunciaron ayer en una
reunión pública del Consejo de Seguridad, hay solamente tres que no presentaron
ningún informe. Son Santo Tomé y Príncipe, Swasiland y Vanuato. Todos los demás
presentaron informes. Estos informes difieren mucho entre sí; algunos tienen sólo unas
páginas, otros son muy detallados, pero me parece que todos son una mina de
información.
Sobre todo personas con conocimientos de la realidad del país pueden sacar
muchísima información de ellos y pueden seguir esta información. Y pueden seguirla
también frente al gobierno o denunciar internacionalmente. Y eso es una cosa que las
ONGs deben adoptar y trabajar con esto. Si el CTC no quiere hacerlo, pues se puede
utilizar la información y seguirla y denunciar si se ven violaciones de derechos humanos
bajo la capa de medidas antiterroristas. Hay una razón adicional porqué eso es tan
importante en España: a partir de ayer, el Reino Unido ya no es presidente del CTC; lo
es España. El embajador de España ante las Naciones Unidas, Inocencio Arias, asumió
la presidencia ayer. Hubo un debate del Consejo de Seguridad, un debate público en que
hablaban todos los miembros. Es un poco preocupante que el embajador Arias ha sido
uno de los embajadores que no mencionaron a los derechos humanos. Varios sí los
mencionaron, incluso Seria (¿??) los mencionó, según un colega mío que asistió al
debate. Varios embajadores hablaban de los peligros para los derechos humanos. El
embajador Arias no lo mencionó, pero creo que con ayuda de nuestros colegas
españoles al mejor podríamos conseguir algo y presionar más y con más éxito para que
el Comité del Consejo de Seguridad incluya a los derechos humanos en su trabajo.
Muchas gracias.
Aplausos
Muchas gracias, Joanna. Esta representación de la presidencia de España por
Inocencio Arias nos tranquiliza mucho. (Risas).
Tan sólo quisiera añadir a su presentación, que antes no lo he dicho, que es – y se nota
en la manera de cómo ha ejecutado y cómo ha programado su informe, es periodista,
de lo cual me congratulo mucho, polaca – y además es organizadora de la reunión del
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Consejo de Seguridad dedicada a operaciones de mantenimiento de paz y de derechos
humanos. Y, como ella misma ha dicho, directora del Comité Internacional de ONG
sobre Derechos Humanos con estatuto consultivo del Consejo.
Antes de pasar a presentar a Gabriela, una nota de la organización. Dice que para
todos los asistentes ya están disponibles en la planta baja los diplomas de asistencia. Y,
asimismo, al final de este coloquio habrá un pequeño aperitivo que también es muy
gratificante.
Y paso a presentar de nuevo a Gabriela Rodríguez que es la relatora especial sobre
derechos humanos de emigrantes de la Oficina del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos en Ginebra. Es natural de Costa Rica, a pues, mala información, es
de doble nacionalidad, ..eso está bien, eso es... Su trabajo profesional ha estado
centrado en el campo de los servicios sico-sociales de la gente refugiada e inmigrante.
Es ex presidenta de ARMIF, la asociación regional sobre inmigraciones forzadas a
Centro América y México y directora de Productor, una agencia de desarrollo de Costa
Rica. Y durante muchos años ha trabajado en la agencia francesa FIMADE, de
atención a la población refugiada chilena. Y sin más, y antes de pasar a tu ponencia,
sólo quería decir, señora, cómo es de necesario ... las Naciones Unidas también siguen
siendo necesario porque es el único marco en que los derechos humanos al menos se
pueden reclamar y se pueden defender. Gabriela, cuando quieras... Estamos ya un
poquito justos de tiempo, pero bueno; creo que tenemos 20, 25 minutos antes de
empezar el coloquio.
Gabriela Rodríguez
Relatora Especial sobre los derechos humanos de los migrantes en la
Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos
Los derechos de los inmigrantes en un mundo globalizado
Bueno, estoy contenta que estemos tres mujeres en la mesa. Soy chilena, fui
refugiada chilena en Francia, también tengo la nacionalidad costarricense. Soy sicóloga
y el mandato que me han dado los estados miembros de la Comisión de los Derechos
Humanos de las Naciones Unidas; y la Oficina del Alto Comisionado nos presta el
servicio técnico. En esta oportunidad, pues, quiero, por supuesto, agradecer la invitación
a la que fue objeto; particularmente es la segunda vez que estoy aquí de visita en
Barcelona. Considero que es bastante importante para el mandato que tengo a mi cargo
que es un mandato a nivel mundial sobre los derechos humanos de los migrantes.
Quisiera también, a propósito d lo que decía la compañera, decirles que hay diferentes
mecanismos de las Naciones Unidas.
Hemos estado últimamente trabajando en el tema también de antiterrorismo.
Después del 11 de septiembre sacamos una declaración; yo, particularmente, saqué una
declaración sobre la confusión que hay sobre terrorismo y inmigración. Yo creo que a
medida que vaya hablando sobre el tema que me ocupa en esta oportunidad podemos
después contestar preguntas sobre este vínculo que hacen conjuntamente algunas
autoridades. No se olviden que migración es mi tema y derechos humanos está dentro,
mejor dicho, de los Ministerios de Interior y de Justicia que en los Ministerios de
Relaciones Exteriores. Entonces es un tema nuevo en Naciones Unidas pero también es
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un tema que toca a la seguridad: la seguridad de fronteras, la seguridad del estado. Y me
parece que es un gran desafío que tengo como mujer y como latino-americana.
La migración es un fenómeno inherente a la globalización Hoy en día hay un
número más grande que nunca de gente que vive fuera de su país desde el nacimiento.
Según estadísticas recientes del año 2000, hay 175 a 180 millones de personas que
viven fuera de su lugar de nacimiento. De estos, cerca de 158 millones son migrantes.
Aproximadamente 16 millones son refugiados con estatus y 900.000 demandantes de
asilo. Eso es importante aunque lo manejemos a nivel de conceptualización, porque hay
una tendencia a decir siempre refugiados a los desplazados o migrantes. Yo creo que es
mejor que por lo menos en cierto nivel de actualidad tengamos claridad de qué estamos
hablando.
La normalización está afectando el carácter y el impacto de la migración. Los
hechos y las imágenes viajan muy rápidamente y también proporcionan información, no
siempre exacta, sobre la oportunidad económica en otras partes del mundo. Los costos
reducidos de los viajes, la existencia de tecnología de información y comunicación que
permiten mantener el contacto con la familia y la cultura del país de origen han hecho la
migración transnacional mucho más viable.
Como consecuencia de la integración y liberalización financiera el envío de
remesas al extranjero es más fácil y más barato, en principio. La tendencia a
implementar una política de inmigración restrictiva al acceso del inmigrante, a los
servicios sociales es innegable. Sin embargo, la emigración, incluyendo la inmigración
irregular o indocumentada o los sin papeles, como dicen aquí continúa creciendo en
todo el mundo.
Los grandes flujos migratorios han estado acompañados en los países de destino
por prejuicios y a veces violencia contra los y las inmigrantes. Hay muchos ciudadanos
que ven en los inmigrantes amenazas o competencias en el mercado del trabajo,
poseedores y transportadores de culturas ajenas y en general como extranjeros que
deben ser controlados. No se olviden que para los refugiados hay una convención que
los protege, pero para los migrantes hay un control. En este mundo globalizado la
información se difunde, como decía, de manera casi inmediata. Sin duda, esto tiene
ventajas en las nuevas tecnologías, pero las nuevas tecnologías también pueden ser
utilizadas para proteger los derechos de los inmigrantes, pero también,
lamentablemente, para estigmatizarlos y generar, digamos, tecnología de comunicación
racista o xenófoba. También los medios de comunicación han ofrecido en ocasiones
distorsionados los efectos de la migración. En algunas ocasiones se responsabiliza los
migrantes de los colapsos en los sistemas sanitarios, de educación y de seguridad social
en los países receptores cuando se sabe que muchas veces esos colapsos se derivan del
enchicamiento del estado. Estas y otras visiones han llevado a que en muchas regiones
se han producido reacciones violentas contra los migrantes. El envejecimiento de la
población del mundo industrializado puede llevar a un aumento sustancial de la
demanda de trabajo en estos países. Al mismo tiempo, en los países de origen de la
migración dependen de las remesas como nunca antes en la historia para sostener
necesidades básicas, para fomentar directa o indirectamente la inversión al desarrollo.
La migración es así una cuestión clave para los países de origen y destino.
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Esta situación debe favorecer la cooperación internacional en este campo; y la
protección de los derechos humanos de los migrantes debe ser parte integral del diálogo
binacional, internacional y regional. La honorabilidad es una de las principales
características que describe la situación. Debido a las circunstancias especiales que se
dan en la migración actual los migrantes están expuestos a la trata o al tráfico. Voy a
referirme a la trata; ¿cómo se dice en español trata y tráfico? Bien saben que en inglés a
la trata se dice trafficking y al tráfico o paso ilícito de fronteras se dice smugglers.
Entonces vamos a hablar de trata y tráfico, pero creo que nos entendemos. Y pueden
caer en manos de grupos criminales y redes de tráfico de personas que obligan a los
inmigrantes a hacer trabajos sexuales denigrantes o trabajos domésticos esclavizantes,
entre otros. Es importante señalar que en el caso de trabajos sexuales forzados se
involucra cada vez más a menores; niños y niñas o jóvenes no acompañados.
En el caso de la migración irregular, la trata y el tráfico hay muchísimos
migrantes que perdieron la vida, tratando de cruzar fronteras de forma irregular. En
algunos casos existe un excesivo uso de fuerza por parte de los funcionarios y la policía
de inmigración. Ha habido muerte por ahogamiento o hundimiento de los barcos o
pateras, como dicen aquí, donde viajan migrantes en manos de agentes del crimen
internacional organizado; y también han ocurrido muertes de inmigrantes en zonas
desérticas y heladas a causa de hipotermia o deshidratación. Han llegado hasta mi
conocimiento casos de fallecimientos de migrantes por asfixia al ser portados por vía
terrestre en containers. También he recibido noticias de casos de migrantes que mueren
a consecuencias de torturas aplicadas en interrogatorios en los cuales se les vincula
continuamente con el terrorismo. Así como la corrupción de funcionarios que los
amenazan o chantajean a través de cobros indebidos a los servicios de inmigración.
La trata de emigrantes con toda la violación de los derechos humanos que
implica, ha sido una de mis preocupaciones fundamentales, desde que empecé el trabajo
como relator especial. Desde la perspectiva de los derechos humanos hay que señalar la
importancia de abordar dos conceptos en el contexto del fenómeno migratorio
internacional. La trata de personas y el tráfico ilícito de emigrantes o cruce clandestino
de fronteras. Me parece que es importante tener esta conceptualización clara en
términos de lo que ocurre para el trabajo de advocacy, de lobbying, digamos, en
derechos humanos.
Como se define el artículo tres del protocolo para prevenir sanciones y reprimir
la trata de personas, especialmente mujeres y niños, de la convención de Naciones
Unidas contra el crimen internacional organizado se entiende por trata la captación, el
transporte y traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza y
al uso de la fuerza u otra forma de coacción. El rapto, el fraude, el engaño, el abuso de
poder o de una situación de vulnerabilidad o la concepción o recepción de pagos en
beneficio para obtener consentimiento de una persona en este sentido. Por otro lado, el
artículo tres del protocolo habla del tráfico ilícito de emigrantes por tierra, mar y aire y
que complementa la misma convención y define el tráfico ilícito como el paso ilícito de
fronteras donde las personas pagan o entregan sus documentos para ser trasportadas y
muchas veces abandonadas en la trayectoria; pero han pagado, digamos,
voluntariamente. Habría que ver si tan voluntariamente fue, o cuales fueros las
condiciones en su país de origen, pero digamos así definido en la ley, en el derecho
internacional.
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Deseo hacer énfasis en que desgraciadamente en muchos casos ambos conceptos
se interrelacionan. Esto lo digo porque, p. ej., los Estados Unidos de Norteamérica en la
lucha antiterrorista, p. ej., en la persecución a las personas que han sido... que han
pasado ilícitamente las fronteras... ustedes ya los conocen aquí también. Pero el tema,
digamos, donde se vincula muchas veces a las personas que son víctimas y se les trata
como delincuentes. Entonces en ese sentido me parece que las violaciones de los
derechos humanos de las poblaciones migrantes en este momento, para mí son
contemporánea forma de violación de los derechos humanos. Contemporánea forma en
el marco de este proceso migratorio.
Según los datos de la OIM, aproximadamente 4 millones de personas son
víctimas de la trata en le mundo. También he observado con inquietud el uso de los
canales de la inmigración irregular por muchos menores, niños y niñas y jóvenes
adolescentes no acompañados. Las mujeres y los jóvenes, así como los niños en países
con poco nivel de desarrollo son particularmente susceptibles a esas redes de la trata.
En mi visita reciente, no tan reciente, a México, frontera Guatemala, frontera
con Estados Unidos observé la gran tragedia que significa para muchas personas
latinoamericanas, pero también personas asiáticas y africanas y del mundo árabe
tratando de pasar hacia los Estados Unidos. Entonces, lo que está ocurriendo en esos
lugares, incluso la militarización de la frontera, los centros a cargo del ejército, p. ej .,
mexicano, el acuerdo binacional y justamente en el marco de la seguridad nacional y la
seguridad regional es bien interesante que lo manejemos, digamos, como información
cuando estamos tratando todos estos temas, y no asociamos el tema como si se tratara
del emigrante económico.
Esto, en la jornada de ayer, se os habló del neoliberalismo y la situación. Yo
creo que es exactamente una consecuencia a nivel de derechos humanos de lo que se
está viviendo políticamente en este momento. Lo mismo en el caso de los refugiados. Si
ustedes se dan cuenta, cada vez más tenemos menos refugiados. Cada vez más, los
estados dan menos estatus de refugiado a los solicitantes de refugio. Cada vez más, son
tratados como migrantes irregulares. Por lo tanto, potenciales terroristas. Por eso es
importante que tengamos, manejemos esa conceptualización y ese marco contextual
para analizar nuestra situación más allá de la teoría.
Por ejemplo, en Ecuador recibí información sobre la supuesta existencia de una
red de trata de menores ecuatoriana, en particular indígenas, para el industria del sexo
en el Japón vía los transatlánticos, los viajes crucero. Entonces los japoneses se acercan
a las costas ecuatorianas y ofrecen .... tratan de buscar niñas menores o adolescentes
para llevárselas al Japón. He recibido también información sobre la existencia de redes
de trata de mujeres aquí en Europa; desde Europa del este hacia los países de occidente.
De mujeres filipinas hacia el Japón y Malasia e igualmente hacia Europa y Estados
Unidos de América donde se produce el gran consumo de este tipo de barbarie.
Los familiares de los emigrantes me han enseñado la desaparición, me han
informado de la desaparición de sus familiares en países de tránsito. Éste también es un
país de tránsito, ¿no? El tema es que muchos de ellos están sin papeles. Y el tema es
cómo se reclama sobre un pariente, si no saben con qué identidad está viajando.
Entonces hay una serie de situaciones que van mucho más allá de lo que nosotros
mismos pensamos cuando colaboramos con un prisionero en una prisión. Muchas veces,
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en la intimidad conversando conmigo en una visita me dicen: no soy ecuatoriano; no
soy colombiana; de verdad que soy colombiana pero estoy aquí como fuera
guatemalteca porque quiero que sólo me exporten hacia Guatemala. Entonces una serie
de situaciones de no identidad, digamos, bien delicado y sumamente vulnerable el tema
actual.
Lo mismo pasa con los cadáveres. Muchos cadáveres de personas que han
muerto en la trayectoria no pueden ser reconocidos, o si no también me ha tocado y está
en el mandato y en la resolución que corresponde a mi mandato, existe mucho tráfico de
órgano. Entonces muchos cadáveres de inmigrantes indocumentados, jóvenes que están
llegando sin órganos a sus países de origen. Me refiero particularmente a casos en que
he recibido denuncia directa en Sri Lanka.
También quisiera enfatizar las condiciones de familias de inmigrantes que
utilizan las vías clandestinas en los países de origen. He observado numerosos casos de
familiares, mujeres y niños, que son altamente abusados en sus comunidades de origen
por los usureros. Amenazados de quitarles los pocos bienes que poseen y haciéndoles
firmar actas en blanco, para que cuando la persona llega, si logra llegar a Europa, está
con una deuda tan alta que los de aquí pueden ser obligados a lo que sea; lo importante
es que vayan pagando la deuda en su país de origen. Hay muchos niños menores que
quedan a cargo de sus familiares; muchos de ellos son abusados, incluso a nivel de
tratamiento incestuoso por parte de algunos parientes, y abusados económicamente
porque las remesas no son necesariamente en beneficio de esa familia. La falta de
desarrollo a nivel local, la exclusión social y que incluye la falta de medios formales
para la obtención de créditos en muchos países origen de emigración favorecen el
desarrollo de redes informales de prestamistas que prestan en estas condiciones.
Quisiera detenerme un instante e invitar a la reflexión del tema de la
globalización: desgraciadamente, el crimen internacional organizado funciona con gran
movilidad a nivel internacional y se está transformando en una de las apuestas
facilitadoras de las contemporáneas formas de violación de los derechos humanos. Las
legislaciones nacionales e internacionales deben tener en cuenta los niveles de
impunidad de que se están beneficiando estas redes. En el caso específico de la trata es
muy difícil, como relator especial de los derechos humanos de los inmigrantes,
encontrarme frente a víctimas y que se les está tratando como criminales. Sea en las
prisiones o en los lugares donde yo visito, donde me toca hacer visitas oficiales me
encuentro muchas veces con mujeres víctimas y finalmente se les está tratando como
criminales en ese país y son deportadas a su país también como criminales.
En el marco de la emigración laboral, me parece que es también otro tema aquí
en Barcelona, en España en general. La explotación por parte de los empresarios,
patronos y contratistas que pagan salarios inferiores y que tienen jornadas esclavizantes.
Creo que los trabajos esclavizantes es una realidad; existe también en el marco de la
emigración, de la emigración laboral y particularmente también en España.
Entonces, digamos que ahí estoy dejando algunas de las inquietudes que nos toca
ver. A muchos de estos trabajadores clandestinos muchas veces el patrón les retiene ... o
a las nanas, a las empleadas domésticas o a las cuidadoras de los niños, a las servidoras
de hogar les retienen sus papeles migratorios como para manejarlas con mayor poder.
En el caso de las mujeres emigrantes, la violencia que hay contra las mujeres es muy
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fuerte. Lo que ocurre en el ámbito de las empleadas domésticas – y es un tema de que
casi nadie habla, no es un tema muy atractivo – resulta que ocurre todo en el ámbito
privado. Una mujer aislada, digamos, en el ámbito privado, siendo abusada, muchas
veces violada o golpeada, esa persona no tiene a quién hablarle, porque la única persona
... o sea ella está dentro de un marco totalmente reservado. De ahí que es tan importante
que existan organizaciones de apoyo al inmigrante, las ecuatorianas, las colombianas,
las personas de Europa del este, donde se puedan expresar y decir lo que está
ocurriendo.
En el caso de las mujeres que emigran voluntariamente es cierto también que
muchas veces se les cambian los términos del contrato. Me preocupa mucho las visas
que existen sobre “entertainers” en los países de Asia; que realmente la mayoría de las
mujeres formaliza ese contrato en su país de origen. Pero cuando llegan al país del
destino, ese contrato que es legal es para la prostitución forzada. O sea no son personas
que saliendo con el interés de prostituirse sino les obligan a prostituirse.
Durante los 4 años de ejercicio de mi mandato he prestado especial atención a
las mujeres empleadas domésticas y a las mujeres con estas visas de “entertainers” que
son miles de mujeres que salen en estas condiciones. Y también a la estigmatización que
están sufriendo las mujeres, particularmente algunas latinoamericanas, las dominicanas,
las colombianas, aquí en España y también en Centroamérica, como personas que son
solamente trabajadoras del sexo. Entonces se siente como una amenaza hacia el país de
acogida. Las vincula casi siempre con prostitución. Y me parece de ese tipo de
discriminación y xenofobia tenemos que tener mucho cuidado por lo que está
sucediendo.
Por ejemplo me preocupa Colombia. Colombia tiene más de dos millones de
personas fuera. Y siempre hablamos de desplazados internos de Colombia; okay, hay
que hablar de eso, del gran riesgo que corre la gente dentro de Colombia. Pero yo estoy
observando muchos colombianos en todo el mundo, en cualquier condición y bastante
estigmatizados y sufriendo discriminación también.
En el caso de los menores no acompañados me preocupa enormemente las
deportaciones y expulsiones que se hacen de niños a media noche, que se hacen de
menores que no se sabe la nacionalidad que tienen y supuestamente son del país vecino.
Ustedes saben que hay emigraciones que se devuelve la persona, y eso no es una
deportación, es una expulsión, y se hacen expulsiones en frontera. Usted viene para acá,
pues yo le devuelvo para allá. Entonces hay una gran cantidad de colchones que quedan
de personas con ninguna protección a nivel de frontera. Tenemos el tema de los
derechos del niño, y observo como países firmantes de la convención no lo están
respetando. Hay muchos países donde nacen niños, hijos de emigrantes indocumentados
o hijos de emigrantes documentados, como Canadá, p. ej., que no reconocen la
nacionalidad de papá o mamá. Entonces exportan a la mamá y pueden dejar el niño en
Canadá. Todo este tema de reagrupación familiar en ese tema de emigrantes no existe.
En el caso de la detención administrativa, y con eso quiero terminar, a pesar de
que está muy grato mi compartir con ustedes, el que está ocurriendo también aquí:
¿porqué los centros de detención administrativa para emigrantes – digo así, porque no
son necesariamente las prisiones -, o sea a la larga he visto más justicia con la gente que
ha delinquido y que si tiene una detención judicial..- lo que está ocurriendo con las
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detenciones administrativas de los emigrantes ... y los tienen en verdaderas cárceles, los
cuales son objeto de cualquier cantidad de violaciones de sus derechos y también de
malos tratos, tanto psicológico como físico.
Este año, yo presento la próxima semana a la Comisión de Derechos Humanos
todo el tema de la detención administrativa y lo que significa. Es un poco como lo que
ocurre con la ley antiterrorista; en este campo donde los derechos humanos
aparentemente no tienen nada que ver, pues es eso lo que hemos logrado: que hagan
exactamente lo que quieran con un tipo de persona que realmente no salen para
delinquir sino fundamentalmente para encontrar una vida más digna para sus hijos.
Quisiera agradecerles, decirles que fue una invitación oficial del gobierno central
de España y que en el mes de junio estaré aquí en el país, recorriéndolo, por los centros,
por los cárceles, la frontera – serán tres semanas – y me parece que en esa oportunidad
quiero cerrar, felicitándolos por ese tipo de reunión que hemos tenido y de diálogo; me
parece que realmente ha sido cooperar. Mencionarlo como una buena práctica que
realmente tanto la gente en la universidad como el gobierno de la municipalidad y
también de la universidad y las ONG puedan discutir abiertamente temas que son tan
importantes, y que además con el impacto que tenemos en este momento, con lo que
está ocurriendo con la guerra. No nos olvidemos que la mayoría de la gente que puede
hacer que los medios de comunicación les van a llamar refugiados, los van a tratar como
inmigrantes ilegales. Muchas gracias.
Aplausos
Muchísimas gracias, Gabriela por este esfuerzo de concreción y de extractar un trabajo
tan interesante e importante como el que llevas y que está reflejado; y que yo
aconsejaría su difusión – tienes las copias – y que, realmente, es interesantísimo.
Bueno, una vez más los términos se cambian. Inmigración, delincuencia, terrorismo. Yo
creo que nos tenemos que remontar a nuestra Carta de Fundación de las Naciones
Unidas que dice: nosotros, los pueblos del mundo, somos todos en un sitio y otro.
Pánel 4. Las Naciones Unidas, entre los Derechos Humanos y el
uniteralismo
Coloquio
Quedan algunos, muy pocos minutos, quedan unos 20 minutos; que podemos hacer un
coloquio. 20 minutos. Estupendo. Media hora, tenemos media hora que espero podamos
aprovechar. Si me lo hubieran dicho antes no te hubiera cortado. (Risas). Entonces
abrimos una tanda de preguntas. Creo quizás sería interesante que digan la persona a
que quieren dirigirse, y como tenemos más tiempo de lo que yo pensaba... por si acaso
hacemos una tanda de dos preguntas y así se contestan, y luego hacemos otro turno.
Vicenç Fisas:
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Sí, Gabriela, como coorganizador, Gabriela, lo que te faltaba que lo expliques con
tranquilidad en unos minutos más, si quieres.
Y un ruego: esta mañana y ayer hemos estado presumiendo que Barcelona tiene el
récord mundial de movilización por la paz, y estamos muy satisfechos de ello. Pero
tenemos otro récord mundial que es el trato denigrante que la Delegación de Gobierno
concede a los inmigrantes cuando tienen que hacer colas de horas y a veces días ante sus
puertas para tramitar los papeles. Así como la Oficina de Internamiento de la ciudad de
Barcelona. Creo que en el próximo viaje que tienes que hacer en España no se te debe
olvidar una visita a Barcelona para denunciar este aspecto que no tiene nada que ver con
la paz y sí con la vulneración de los derechos humanos.
Aplausos
Me parece, Gabriela, que puedes contestar porque realmente hay un poquito más de
espacio de tiempo, entonces, creo, puedes contestar una pregunta y respuesta.
Pues, este mecanismo de Naciones Unidas funciona así: es importante para nosotros
recibir denuncias. Yo, de España tengo muchísimas denuncias. El gobierno central me
ha contestado las denuncias que yo he tramitado, digamos que tramita mi oficina, y el
apoyo que me ha dado el Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Cuando yo me
acerqué a decir que iba a Barcelona en visita oficial, porque es así, - España tiene
abierta una invitación, pero no que me hayan invitado, sino yo tuve que decir a través de
mi oficina que estoy interesada. Entonces me dijeron porqué me interesaba tanto, si yo
había venido tantas veces. Y yo dijo, pues justamente.. Y también hay una cierta
precaución, por supuesto, por el hecho de que vengo ahora en junio. Mi visita a México
y Estados Unidos fue bastante dura; el informe México creo que ha sido un gran
esfuerzo que hemos hecho; es un informe que las ONG también quedaron muy
contentas; que no fue fácil, o sea... Me imagino que aquí voy a ver cosas similares,
aunque, por supuesto, nada es igual.
En Filipinas tampoco nunca me imaginé con lo que me iba a encontrar; donde había
guerrilla musulmana cerca de Malasia y en situaciones increíbles, donde está todo
mezclado con la emigración.
En el caso de Barcelona, pues voy a venir a Barcelona. La fórmula es que yo visito el
gobierno, y la Oficina en Ginebra hace la agenda, pero me la presentan a ver, si el
relator considera que está bien o si yo quiero ver algunas otras cosas particulares. En la
vista voy a visitar lo que el gobierno me pida que visite y lo que yo digo que quiero
visitar. Las cárceles o los centros de detención – no sé cómo se llaman aquí -. Tengo
derecho a estar sola dentro con los inmigrantes; o sea no hay nadie que me tiene que
acompañar, por mucho que insistan. Pero puede ser que me acompañen hasta la entrada.
No reviso solamente – por supuesto que es importante que si comen bien – a mí lo que
me interesa también es qué calidad de vida están teniendo, de qué se les acusa y también
dialogar profundamente con las autoridades migratorias en el sentido de qué significa la
violación administrativa de una ley. Porque la persona que está sin papeles no es un
criminal. Ha violado la ley de inmigración, pero no es una persona que ha delinquido.
En ese sentido parece que va ser la visita a España muy importante. Y particularmente
en Barcelona tengo una agenda muy larga. Creo que van a ser en casi tres semanas en
todo el país, no aquí. Pero sí, he tenido más o menos presiones para la agenda. Y
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también voy a visitar Marruecos. O sea me interesa visitar Marruecos como puerta de
entrada hacia acá; el tema del canal y pues aquí también la entrada hacia Europa.
Bueno, yo quería preguntar porque se ha hecho un diagnóstico que refleja la situación
del inmigrante en los países del centro ...en los países del primer mundo, pero además
del diagnóstico, cuáles son las políticas que realmente existen para entrar a proteger a
los inmigrantes en el primer mundo. Porque los inmigrantes llegan – llegamos – a estos
países por las razones, ya sean económicas, políticas, y buscando dónde vivir de una
manera más amable. Y con lo que nos encontramos son una sociedad antipática, una
sociedad que no se convoca como se convoca alrededor de un tema como la paz, sino
los inmigrantes son todo lo contrario. Son un riesgo, o lo ven como eso, ya sea a nivel
laboral o a nivel de seguridad, porque se asocia con estas cosas: con restar posibilidades
o con generar violencia. Y encontramos una normativa que cada vez es más restrictiva
con el inmigrante que cada vez lo margina mucho más. Son políticas a nivel de Europa.
Porque la política es a nivel de Europa. Aquí, en España, cada vez más la legislación es
mucho más restrictiva, resta posibilidades, y solamente se ve al inmigrante como un
elemento instrumentalizado para ponerlo a trabajar en aquellas labores que los
españoles no quieren o la posibilidad de poder rentabilizar mejor a nivel de la empresa o
a nivel del campo un producto.
Bueno, mira. Yo creo que en el tema de inmigración en las Naciones Unidas...mi
historia ... yo no soy funcionaria de la burocracia de las Naciones Unidas. Respeto
mucho la organización, pero mi historia es otra. Fui nombrada por los estados; no es lo
mismo tener un mandato que ser del “staff”. Yo creo que las políticas las hacemos
nosotros. Nosotros somos parte del estado. La sociedad civil, las universidades, los
empleados, los trabajadores somos parte de un estado. Entonces, yo considero que este
tema - porque soy chilena, estuve refugiada en Francia durante muchos años, ahora vivo
en Centroamérica, por eso tengo dos nacionalidades – nosotros nos hemos dedicado
mucho en cierta parte del mundo a tener mucha simpatía y acogida con los refugiados
políticos. Te lo digo con conocimiento de causa. Pero cuando se dice ahora colombiano
o ecuatoriano hay una ley antiterrorista que es colombo-ecuatoriana, que se llama
Ludeco o una cosa así. Que está funcionando, ya que los grupos alzados en armas en
Colombia han sido asignados de terroristas, por lo tanto los ecuatorianos se supone que
también.
Entonces, yo pienso que ..... yo te lo digo con experiencia, yo he observado como un
adormecimiento de la solidaridad; sí, la idea de la paz, por supuesto, esto sí nos hace
reaccionar vivamente. Pero en este tema que es un tema tan dramático, como yo he
tratado de decírselo más o menos en rápido, las violaciones de los derechos humanos
que yo estoy observando, la exclusión social de la gente, la marginación, la
estigmatización, la utilización de las personas es una cosa increíble. Que no ha habido
una solidaridad, digamos, adecuada frente a este tema. Incluso algunas ONG
internacionales no simpatizaron mucho con el tema de la migración. Fundamentalmente
más, digamos, porque se conocía más, el tema de refugio, de los desplazados, pero los
emigrantes, como diciendo: son emigrantes económicos. Cuando sabemos que mucha
de la gente que aparece como emigrante económico – voy a ponerte un ejemplo: la
gente de Birmania, digamos, que está en Tailandia, los que están como refugiados son
poquísimos, la mayoría está como inmigrante indocumentado. O aquí mismo: mucha
gente colombiana está como inmigrante regular, estudiante o lo que sea y sabemos que
son personas que fueron amenazadas o abusadas.
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Entonces, en ese cambio de la situación real de los derechos humanos en el mundo, y no
solamente en cierta región del mundo, tenemos que tener también un despertar a nivel
de las universidades, a nivel de las asociaciones civiles. Bueno, aquí en Barcelona ya
saben porque tienen el problema, ¿te fijas?, pero si no lo hubieran tenido, al mejor
estuviéramos analizando situaciones de perspectivas, que saben un poquito a antes de la
caída del muro en Berlín. Yo, eso he observado y desgraciadamente lo he palpado en
muchos países. O sea, yo siento que los migrantes en detención o en expulsión, yo he
visto como los tratan y se mueren antes de ser deportados, porque los han tenido
amarrados de tal manera ....Gente de Argentina, gente de diferentes países que salen de
tal manera amarrados que han llegado a asfixiarse. Para deportarlos, mejor dicho para
expulsarlos. Porque la deportación es un proceso jurídico, es un proceso legal, digamos.
Pero en general, no hay una sensibilidad alrededor de esto. No hay la suficiente
sensibilidad.
Yo espero, y sí creo, porque si en España hay el Human Right Watch, Amnistía
Internacional, digamos, que han hecho varios documentos, los han hecho llegar también
a la Oficina del Alto Comisionado, y de hecho, la sociedad española está en esto. Pero
creo que es importante que así como estamos contra la guerra y como han tratado a la
gente, e insisto: en Irán, p. ej., de los dos millones que hay, son como 100.000 que
consideran son refugiados del Afganistán. Los demás les dicen los mismos iraníes, las
autoridades iraníes, me dicen a mí que son emigrantes económicos. ¿Cómo van a tratar
ahora a los refugiados del Irak? Creo que nosotros también tenemos que ser ágiles para
hacer una lectura de que lo que está sucediendo con estos horrores, y dónde debemos
poner el dedo en la llaga.
Estabas tu.
La pregunta no es sencilla. En un mundo donde cada vez son más los conflictos internos
respecto a los internacionales, conflictos armados y donde se ha desarrollado toda una
infraestructura jurídica para atender conflictos internacionales y no tanto internos, p. ej.,
el caso de los refugiados respecto a los desplazados internos. La pregunta es si estamos
trabajando desde las Naciones Unidas, desde las ONGs de derechos humanos a nivel
internacional para desarrollar herramientas efectivas de protección de los derechos
humanos de las víctimas de estos conflictos internos y para respaldar el derecho que
colectivos de estos países en conflicto tienen a ejercer la resistencia a la guerra, a
mantenerse al margen del conflicto o por lo menos a ser respetado por los bandos
enfrentados. Y hasta qué punto desde el nivel internacional, y después del once de
septiembre donde es mucho más difícil convocar la solidaridad de los estados para con
procesos locales de resistencia civil al interior de diferentes países; hasta qué punto se
están trabajando para desarrollar este tipo de herramientas que puedan de alguna manera
garantizar que la población civil en contexto de conflicto armado pueda mantenerse un
poquito al margen del conflicto.
Joanna Weschler
El diagnóstico que acabas de hacer es muy acertado, porque, efectivamente, tenemos
una situación ahora en que la mayoría de los conflictos son conflictos internos y la
infraestructura internacional, p. ej. El Consejo de Seguridad propio ha sido creado en el
momento en que los conflictos eran internacionales. Ahora, salvo la situación muy
49
actual, los hay muy pocos. Es un poco curioso, p. el., en cuanto a los derechos humanos
y los conflictos: es un concepto relativamente nuevo, el trabajo de derechos humanos
dentro de unos conflictos. Ha sido Human Rights Watch, me parece que era una de las
primeras organizaciones internacionales grandes de derechos humanos que adoptó
desde el principio de nuestro mandato las situaciones de conflicto, tanto internacionales
como sobre todo internos. Y luego otras organizaciones también seguían adoptando sus
mandatos para ocuparse de estos temas.
Una de las cosas que nosotros llevamos años haciendo es hacer al Consejo de Seguridad
aceptar que tiene algo que ver con los derechos humanos. Que los derechos humanos
están íntimamente relacionados con los cuestiones de seguridad. Y hubo algún cambio.
Hasta hace cinco, seis años ni se podía hablar en el Consejo de Seguridad en sus
resoluciones de los derechos humanos. Los diplomáticos con quienes yo he hablado me
decían que cuando pronunciaban esas dos palabras algunos de los embajadores
despertaron. Se veía las luces rojas por todos los sitios.
Después, poco a poco empezaron a entrar los temas de derechos humanos alrededor de
la situación de Timor Oriental. Era la primera vez que la Alta Comisionada finalmente
pudo hablar en el Consejo de Seguridad. Hubo las primeras resoluciones del Consejo de
Seguridad que tenían un enfoque puramente de derechos humanos. Por ejemplo la
resolución del pasado septiembre del 99 sobre la protección de los civiles en el conflicto
armado. Luego siguieron varias resoluciones sobre los niños en el conflicto armado y
sobre las mujeres, como grupos particularmente vulnerables. Y luego vino el once de
septiembre que de alguna manera frenó este proceso. No lo frenó del todo porque se
sigue discutiendo el tema. Ya no es como un tabú para los políticos, por lo menos,
considerar a los derechos humanos una parte del panorama y un factor muy importante
en, p. ej., acabar los conflictos. Porque es una cosa que sólo recientemente se ha
aceptado, que si tu tienes unas negociaciones de paz y dejas los derechos humanos a la
responsabilidad ... los abusos más graves sin tocar, tu paz no va a durar. La gente firma
los tratados porque les conviene y, p. ej., se consigue rearmar y el conflicto empieza de
otra manera. Angola fue el ejemplo probablemente más doloroso de esta guerra que
tenía varios “tratados”·y luego empezaba de nuevo.
En cuanto a la participación de la sociedad civil de los países en conflicto: eso es un
tema muy complicado porque en algunos conflictos la sociedad civil está tan herida que
le resulta muy difícil organizarse. Pero según nuestra experiencia, la experiencia de mis
colegas que trabajan recogiendo información, haciendo investigaciones en varias
situaciones de posconflicto, lo de tratar a los derechos humanos, lo de hablar de los
abusos que hubo, lo de tratar a los peores abusores de una manera adecuada, es decir a
través del sistema de justicia, es una cosa importantísima y tiene también un aspecto
terapéutico y ayuda a la gente a regresar a la normalidad. Si no se hace esto, a veces la
normalidad nunca llega.
Gabriela Rodríguez:
Yo entiendo también tu inquietud. O sea, me parece que el tema de los derechos
humanos en la actualidad, y por eso la importancia de este coloquio, o sea, en ese
momento en el caso de emigración, terrorismo, derechos humanos a mí,
particularmente, me toca dialogar con las autoridades de seguridad, de inteligencia, de
policía, del ejército. ¿Me entiendes? O sea, eso es nuevo en Naciones Unidas.
50
También tenemos la posibilidad de presentar a ... hay una fórmula que se llama ... que
presentamos los relatores al Consejo de Seguridad cuando nos lo solicitan. Esta
auditoría se presenta, p. ej., también a la Asamblea General. El tema de los derechos
humanos ya no se obvia. Pero yo siento a veces una pugna entre las cancillerías de
relaciones exteriores y ministerio del interior. En el caso de la emigración te van a
hablar siempre de la soberanía del estado para controlar su frontera.
Pero a mí me parece que es muy interesante que nosotros vayamos desarrollando
también en una cultura de diálogo con ese tipo de autoridades, porque lo hemos dejado
durante años. Que ese tipo de autoridades se ocupe solamente de la represión y que la
política exterior sea esa política más light, qué se yo, de derechos humanos. Sí, me
parece se ha empezado a logrado discutir cosas más profundas ahora a nivel de un país
en conflicto y lo que son la participación de la sociedad civil, tu sabes que los países en
conflicto, la participación de la sociedad civil – y particularmente en Colombia – es
muy importante donde hay instancia.
Se logra negociar, y se logra ser participativa también, con todo lo que significa los
actores de la violencia. Y con todo lo que significa los grupos alzados en armas y los
paramilitares particularmente. Pero sí se logra que hay gente que esté trabajando en
procesos hacia la paz. Yo te pongo un ejemplo: programas para salvar vidas de personas
amenazadas en Colombia, del cual yo participé en uno, donde estaban las ONGs, estaba
el ejército, la policía y los sindicatos. Entonces hay que sacar gente rápidamente del
país, se saca. Pero si tenemos que tener una capacidad en este momento actual yo siento
como para poder tener, no digo negociar, pero que lleguemos a hablar para salvar vidas.
De eso se trata, porque sino, si llegamos a esa confrontación de los polos extremos, los
buenos y los malos y así podemos seguir. Yo creo que tenemos que desarrollar una
capacidad de diálogo, a la así llamada resolución – no era resolución pacífica de
conflictos, de otra manera lo llamaron la mañana de gente que concerta ciertas
situaciones en un diálogo -. Y tenemos que aprender , pienso yo, a dialogar cada vez
más.
Para mí es duro a veces trabajar con el departamento de justicia y decirles: y usted no se
siente mal, siendo los torturadores, ustedes. Porque los migrantes, quiero terminar de
decirles, están solos. No hay ONGs que los vayan a ver, por lo menos en las cárceles.
Ojalá cuando visite España me cuentan que sí hay gente aquí que los va a visitar. En la
mayoría de los países que he visitado nadie los va a ver. Entonces tienes la autoridad
represiva y el migrante. Y después las leyes exteriores que te dicen otras cosas, pero que
no se cumplen.
Antes de continuar tengo dos preguntas, tres. Quisiera saber si hay alguna más para si
...tres preguntas más para poder distribuir el tiempo.
Gracias, me han gustado muchísimo estas ponencias. Joanna, me ha interesado mucho
el hecho de que después de cien definiciones, finalmente se pueda decir qué es el
terrorismo. Quizás la dificultad básica esté en el hecho de que no haya reglas fijas o
reglas universales para definir el terrorismo. Por otro lado, el eje terrorista de referencia
es precisamente el once de septiembre, y también se podría calificar esta guerra actual
de Irak como acto terrorista. Se podría decir así, porque a fin de cuentas, eso es lo que
está pasando, ¿no? Es un terrorismo. Y, además, si hubiese una agresión contra Estados
51
Unidos para castigarlos por este acto de terrorismo que Estados Unidos han hecho
contra Irak, no se podrían calificar estos actos de terrorismo, ¿o no? O sea que las
dificultades de definir el terrorismo vienen del hecho que tienen una dimensión política
y no tienen un contenido universal que sea válido para todo el mundo.
Por ejemplo, si se produjese un acuerdo entre países ricos y países en vías de desarrollo,
¿cómo se podría hacer para evitar que estos países ricos tengan tanto poder sobre los
pobres? Para evitar, lógicamente, el tema del terrorismo.
Y a Gabriela querría comentarle el tema del principio de libertad de circulación. ¿Se
puede pensar, se puede considerar que uno de los derechos del hombre es la libertad de
circulación? ¿No piensa usted que la instauración de los visados, en realidad está
bloqueando los flujos de población que siempre han existido en todas las épocas? Ha
habido flujos por todo el mundo, de la población; y el hecho de que se haga esta barrera
artificial que es un visado, en el fondo crea una nueva forma de crimen, una infracción
que antes no existía y que impide a la gente desplazarse. Tanto por la inmigración como
por el terrorismo, ¿no cree usted que toda esta problemática son cosas que están pasadas
a un orden mundial absolutamente anticuado y que, además, crea ciudadanos de primera
categoría y ciudadanos de segunda categoría? ¿Usted no lo ve así?
Joanna Weschler:
Muchas gracias por sus comentarios. Sí, yo estoy muy de acuerdo con lo que ha dicho,
que el terrorismo una de las razones porqué es tan difícil ponerse de acuerdo en la
definición del terrorismo es que tiene un valor político, tiene un contenido político muy
fuerte el terrorismo. En cuanto a las cien o más de cien, porque la relatora de la
Subcomisión de Derechos Humanos me parece que ya ha llegado a 130 y pico de
definiciones me parece que un factor común de esas definiciones es que tienen todas un
elemento de actuación no estatal. Así que las agresiones entre los estados
probablemente no cabrían en esta definición.
Sin embargo, se puede también notar que el once de septiembre ha sido un momento
importantísimo y aquel momento en adelante lo determina todo en cuanto al tratamiento
internacional del tema del terrorismo. Por ejemplo, justo después del once de
septiembre reanudó de una manera muy enérgica el trabajo de un comité ad hoc de la
ONU para elaborar una convención sobre el terrorismo. Pasaron muchísimas horas de
discusiones, lo que frenó el proceso porque no hay acuerdo, porque precisamente varios
países lo ven políticamente de una manera muy distinta y no hay manera de consenso.
Hubo otro período de sesiones en enero del año pasado y llegó a cero; y ahora, me
parece desde lunes, empezó otra sesión y veremos si llegan a cualquier acuerdo.
Yo diría que lo de la guerra en Irak tiene que ver con la lucha contra el terrorista porque
hemos oído hablar que la guerra forma parte de la guerra contra el terrorismo, y de
momento no hay ninguna prueba de que eso tuviera algo que ver con la guerra contra el
terrorismo; que no se han mostrado pruebas fidedignas, prácticamente casi ningunas que
el gobierno de Saddam Hussein tenía algo que ver con Al Qaeda. Se le puede acusar de
un montón de cosas; p. ej. Human Rights Watch lleva más de diez años documentando
los abusos absolutamente horrorosos de Saddam. Pero muchos de ellos los hizo quizás
no el apoyo, pero con pleno conocimiento de varios países occidentales sin que esos
países dijeran una palabra cuando mataba a los kurdos, cuando torturaba a los presos,
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cuando ejecutaba a los opositores, cuando desaparecían los miembros de inteligencia
iraquí; es decir que hay un montón de cosas malas en Irak pero no se ... lo del terrorismo
simplemente no parece funcionar, no cuaja.
Una pregunta para ti
Gabriela Rodríguez:
Voy a tratar de responder bien rapidito. En principio, la libertad de circulación yo creo
que la Unión Europea, en general para el 2005, ya tiene diseñado desde hace por lo
menos unas semanas un política única de frontera. Esa es una realidad. Esos son los
acuerdos y ante estos acuerdos me parece que es importante reaccionar en forma
inteligente. ¿Qué es lo que pasa con las visas? Es cierto, no sólo lo podemos decir un
poco de forma poética o sea que son cierres reales; de hecho, Estados Unidos proponen
muros altísimos, pero es parte del desierto que no hay muros, entonces la gente pasa por
allí. Pero el tema es que sí, o sea está el tema de la seguridad del estado, y la soberanía
de los estados; para ciertas cosas los estados tienen soberanía y para otras, no. Dentro de
ese marco, la imposición de una visa – lo mismo de una visa para los argentinos ahora
que antes no lo necesitaban – es, digamos, una posibilidad que ellos tienen. Entonces la
manejan así. Pero ¿cómo reacciona la sociedad frente a este tipo de imposiciones que
van cortando la libertad de circulación, porque yo te pongo un ejemplo: en México, en
México, en retenes, así le llaman allá cuando la policía para la gente, para los propios
mexicanos. Entonces ya estamos en un estado donde, definitivamente, te hacen parar, te
piden los papeles y no hay hierba ni nada por el estilo. Entonces más aún si son
emigrantes. Entonces, la imposición de visas tiene que ver también con que la
circulación está empezando a ser restringida incluso para los propios nacionales, y más
aún cuando son pobres.
Me parece que quedaba una pregunta allí. Si.
Bueno, eh, Gabriela, yo pienso que cuando vengas a España te vas a encontrar con
muchas cosas. No te sorprenda que la política de inmigración que maneja el gobierno
español sea muy parecida a la que utilizó en la guerra del Irak. El hacer ... apoyar el
bombardeo y después dar ayuda humanitaria, hace lo mismo. Tenemos una ley de
extranjería completamente coercitiva y da cantidad de ayuda para los inmigrantes. A
niveles institucionales es lo mismo. Te golpeo y te ayudó, ¿no? Y yo pienso que...
entiendo que el mandato que tu tienes es, por de pronto, para trabajar casos muy
puntuales.
Lo que tu has hablado.. enumerado la trata de blancas, de tráfico, todo ese tipo de cosas
que son más fáciles de detectar. Fáciles, y difíciles dentro de lo complicado que puede
ser. Me preocupa ese tipo de problemas que son invisibles de pronto, que son
inaprensibles de pronto, porque son el caso de una persona específica y no es de todo un
colectivo. Es la cantidad de irregulares que estamos aquí; bueno, yo no estoy irregular,
pero me solidarizo porque lo he estado, y nos encontramos de pronto en situaciones
donde eres invisible, porque la ley de extranjería ni siquiera te reconoce como una
persona que está aquí. Entonces pierdes completamente todos los derechos que puedes
llegar a tener.
Me preocupa el caso de los niños, específicamente, que, p. ej., la prensa recoge. La
natalidad en España ha subido, a menos en Cataluña, ha subido un tanto por ciento y los
53
inmigrantes han aportado un tanto por ciento. Vaya, pues muy bien, pero son niños que
nacen con la condición de ilegales. Y son ilegales dentro del mismo estado. No tienen la
posibilidad de volver a sus países, porque si vuelven a sus países pierden la posibilidad
de retorno. No tienen la posibilidad de reagrupación familiar de ver a sus padres... el
padre ha quedado en otro sitio. Pues me preocupa el tema de los niños.
Y un poco ya para cerrar, pienso que el tema de la inmigración también tenemos que
pensarlo no sólo dentro de los problemas que vemos ahora, sino tratando de proyectar
hacia dónde puede llevarnos toda esa política que específicamente en España se está
dando. Porque, p. ej., yo veo las normas que ponen para los contingentes para traer
personas, digamos, de Colombia, para trabajar en el campo, que es una forma que están
tratando de normalizar el proceso de inmigración, pero es lo más parecido que yo he
visto a la esclavitud.
Yo soy historiadora, y cuando estudié historia veía las leyes sobre esclavitudes: están
escogiendo jóvenes entre tal y tal edad, ojalá mujeres en edad de reproducción. El
mismo Aznar el año pasado dijo que no quería que este país se llenara de ancianos.
¿Qué quiere decir con eso? No a la reagrupación familiar; es importante, entonces, que
se destruyan las familias. Lo veo hacia el futuro y digo: esto va para peor. Y es una
violencia completamente estructural que toca empezar a cogerla y analizarla y también
denunciarla. Entiendo que los casos específicos son importantes, pero también es
importante tratar de ver lo que no es visible.
Aplausos
Gabriela Rodríguez
Si, parto de la base que tu supones. Yo solamente describo casos. Siempre tenemos el
tiempo limitado; te recomiendo que leas los informes. Efectivamente, los informes... el
primer informe se encuadró dentro del marco general de la invisibilidad y subregistro de
los indocumentados. Me parece que es un primer derecho, que se viola un derecho
fundamental, eso de no ser. Es el ejemplo que yo les he dado un poco trágico de los
cadáveres, pero son miles de cadáveres de lo que estoy hablando; y más aún, cuando no
lo pueden reconocer, incluso está afectando psicológicamente a algún personal en los
consulados de algunos países fronterizos, porque los toca mucho ver cadáveres.
Estamos hablando de los niños, estamos hablando de la vida, la esperanza,
efectivamente, cuando no tenemos papeles no somos. Y además estamos en manos.. y
allí, te digo, veo el vínculo con la trata, porque los europeos, la Unión Europea tiene
pánico con la trata. Pero no se dan cuenta que ellos, o casos particulares, pero que son
miles,.. . el tema es que cuando las personas están indocumentados, están tratadas así
como tu acabas de decir, son invisibilizados totalmente, ¿te fijas?. Por lo tanto se hace
cualquier cosa, o sea los trabajos, digamos, de corte esclavizante, o sea ahora te eligen,
ojalá, de Europa del Este, que seas técnico en no se qué, si son asiáticas, que sean
filipinas. Hay una serie de cosas que uno no es tonto, que se da cuenta perfectamente,
para qué quieren cierta clase de gente. Creo que eso sí tenemos que hacer visible cada
vez más. Sí, les recomiendo, porque en esta tarde no lo podemos verlo todo, porque el
tema es muy amplio, que se lean los informes. El primero, el segundo informe hablan
bastante de esto. Más bien yo, te fijas, trato de casos particulares, pero mi mandato es
temático, o sea, es muy amplio y abarca derechos civiles y políticos y también los
54
económicos, sociales y culturales. Entonces, sí es importante ir de lo general a lo
particular y viceversa; me parece muy importante también lo que tu me dices, porque
creo que hay que rescatarlo en el informe. Hay que decir, a parte de los casos de
denuncia que tengo, que me llegan – e igual se los tengo que pasar al gobierno – y en
general, lo que pasa con la población sin papeles y con esos niños que nacen en la
clandestinidad , y muchas veces se sienten hasta avergonzados de su origen.
Bien, parece que ya no hay ninguna otra pregunta; antes de acabar esa sesión y de
proceder por parte del Regidor de Participación Ciudadana a la clausura de estas
jornadas quería dar las gracias ....perdona, perdona, perdona. Había una, perdona. Ah
sí, es verdad, perdona. Oye. Me he quitado las gafas no te he visto. Perdona.
Hola, es una pregunta para Joanna Weschler, y es sobre el conocimiento, sobre el
conocimiento y la postura de vuestra organización respecto a la situación de los
derechos humanos en Euskadi, en el País Vasco, en concreto si puedes comentar sobre
la ley antiterrorista y las denuncias de tortura; creo que Amnistía Internacional ha
denunciado algún caso, la ley de partidos y la ilegalización de Batasuna, la libertad de
expresión y el cierre del último diario que era íntegramente en euskera.
Joanna Weschler
Sí. En cuanto a estos acontecimientos más recientes, no hemos hecho aún un
pronunciamiento. Estamos recogiendo algunos datos. Nosotros normalmente nos
pronunciamos sobre las cosas que investigamos nosotros. Es una regla que tiene Human
Rights Watch. Todo lo que decimos está basado en investigación propia, no noticia.
Esta investigación no la hemos hecho aún, y en España hemos investigado sólo algunos
de los temas. Hay muchos problemas de derechos humanos en el mundo entero que no
los investigamos, porque no tenemos capacidad. Hemos investigado la situación
carcelaria, hemos investigado la situación de los inmigrantes, hemos investigado la
situación de los niños inmigrantes que es muy grave, y también hemos hecho algunos
estudios de las leyes que aún no han salido públicamente, pero, p. ej., en este
documento que mencioné al principio tenemos un capitulito, porque es un documento
bastante breve, así que no son capítulos, sino unas secciones, donde expresamos
preocupación por el rigor que parece creció bastante después del once de septiembre,
cómo el gobierno utiliza las leyes antiterroristas y cómo las aplica. Y hay algunas
menciones de este problema. Si lees el inglés, te doy la copia.
Bien, ahora me parece que sí, que se acaba. ... Todavía!... bien, perfecto, perfecto, está
siendo un coloquio de lo más jugoso.
De todas maneras, antes de empezar, quisiera saber si va a haber una pregunta más,
para tenerla en cuenta. Aquí,... una, dos... dos preguntas. Con eso ya damos por
terminado la sesión.
Hola, buenas tardes. Mi pregunta es para la señora Weschler también. Usted comentaba
antes que han recibido varias denuncias contra España. Me gustaría saber si en
particular han recibido alguna sobre la nueva ley de extranjería que, como sabrá,
vulnera algunos derechos fundamentales, y si es así, ¿cree que sería viable algún tipo de
presión desde las organizaciones internacionales?
Gracias.
Joanna Weschler:
55
Bueno, eso lo de recibir denuncias lo ha dicho Gabriela. Nosotros no trabajamos en
casos individuales. Sin embargo, hemos hecho baste sobre la ley de extranjería, y si vas
a nuestra página web puedes buscar bajo los informes sobre España. Hemos hecho
mucha presión, mucho lobbying con el gobierno, sobre todo durante el tiempo cuando
España tenía la presidencia en la Unión Europea, porque esto le daba muchísima
visibilidad y también causaba bastante incomodidad y vergüenza al gobierno. Siempre
es un momento bueno para presionar cuando el gobierno quiere que se le vea de una
manera muy positiva. No sé, si Gabriela quiere añadir algo.
Gabriela Rodríguez
Si hay denuncia contra la ley de extranjería. Sí, las hay. Ahora, es que no me queda
mucho tiempo. Tendría que explicar cómo funciona el mecanismo: hay denuncias no
sólo individuales. Hay denuncias de grupo y hay alegaciones. Las alegaciones son, p.
ej., también contra la ley de extranjería. Y todo lo tiene que contestar el gobierno.
Definitivamente,... ¡todavía! ... vale, ¡es estupendo!
Bueno, yo también para Gabriela. Cuando se habla de los derechos de los inmigrantes
siempre hay que relacionar con el tema de ciudadanía, sobre todo porque ... ¿ahora? ...
porque la ciudadanía sigue vinculada a la nacionalidad, en todos los estados. Entonces
hay bastantes debates sobre la posibilidad de que más adelante se pueda ..(ininteligible)
.. y por lo tanto la definición de derechos y deberes de cualquier individuo en su
comunidad política a la nacionalidad. Pero mi pregunta es si hay debate a ese nivel en
Naciones Unidas, son los entornos... bueno, la Unión Europea también que con la
posibilidad de definir la ciudadanía europea se volvió a definir en función de la
nacionalidad de los estados miembro. Entonces, no se avanzó por ahí tampoco. No sé, si
hay debate.
Gabriela Rodríguez
¿Si hay debate? El tema es un poco lo que decía la compañera de Marruecos, o sea, hay
claramente ciudadanos de primera y ahora vemos ciudadanos de segunda. Hay también
una relatoría especial en la subcomisión de derechos humanos sobre los derechos de los
no-ciudadanos. Pero en relación a la ciudadanía, es claro que los países... el bloque del
los Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea tienen... ,digamos, han cerrado filas e ir
estrechando las posibilidades, salvo de hacer ciudadano la gente que realmente
necesitan. España lo ha dicho, nos lo ha dicho, yo no sé en que momento fue que lo dijo
que preferirían naturalizaciones de latinoamericanos que de africanos. Es cierto;
entonces, o sea, sí, digamos, hay que desarrollar mucho más el debate en relación a lo
que es la ciudadanía y que es lo que se está portando y no se está portando. Pero sí hay
un debate, no muy desarrollado, pero creo en ese espacio corresponde desarrollar
aportando más a ese debate. Bueno, gracias.
Yo contaría hasta tres antes de decir que acabamos (risas).Me parece que esta vez sí.
Antes de que suban el Regidor de Participación Ciudadana y el director de la Cátedra
UNESCO quería agradecer yo, personalmente, a Gabriela y a Joanna así como a los
intérpretes, porque ahora no han tenido tanto trabajo, pero sí lo han tenido a lo largo
de todas estas jornadas y dar las gracias, por supuesto, a la Regidoría y a la Cátedra
UNESCO. Y bien, hacer votos porque en el próximo, tercer encuentro, cuarto
56
encuentro, entonces, en vez de este dominio que tenemos de las mujeres, que nos hemos
pasado de cuota totalmente, vaticino que la próxima será más. Muchas gracias.
Aplausos.
Clausura oficial de sesiones
Vicenç Fisas
Director de la Cátedra UNESCO sobre Paz y Derechos Humanos, UAB
Gracias. Unas cuantas observaciones. Primero, sobre las cuotas. Porque ayer, cuando
comenzamos, con justicia, unas personas, la Nouzha Skalli, por ejemplo, ostras, aquí,
los que entran son dos hombres y después empezarán tres hombres y le puse una nota:
no te inquietes, porque esto siempre lo hemos tenido muy presente, pero lo que pasa es
que a veces da la coincidencia que a la gente que está en la mesa redonda, igual somos
todos hombres o mujeres. Siempre, en el Encuentro Ciudadano, hemos buscado el 50%
y si tenemos que hacer alguna corrección, excepto este año, pero por motivos ajenos a
nosotros, siempre hemos procurado que haya más mujeres que hombres. Y no de una
forma gratuita, sino porque, como he dicho en otras ocasiones, en presentar este acto, el
discurso de la paz es un discurso que está mucho más elaborado desde las mujeres. Y
tantas veces lo explicamos en la universidad, la teoría de la paz no deja de ser una
mezcla de muchos elementos; algunos provienen de la ecología, otros de la filosofía
discursiva, pero un eje muy grande proviene del discurso feminista. Entonces, cuando
hablamos de la empatía, del cuidado y estas cosas, como elementos centrales del trabajo
por la paz, la transformación social y política, es herencia que hemos recogido del
movimiento feminista. Lo que pasa es que a veces, tú puedes empezar a buscar 10
mujeres y 5 hombres, pero otra cosa es después la disponibilidad que tiene la gente para
poder venir o no los días que los invitas, pero bueno, el resultado es ... finalmente es una
verdad.
Otra cosa: recordar que abajo tenéis los diplomas; cada año pasa que la gente lo quiere
tener y se le olvida recogerlo. Abajo, pues, los tendréis.
Otra cosa: Gabriela ahora decía que no tenía tiempo de explicarlo, pero como que viene
al mejor aquí alguna vez, si entráis en la página web del Alto Comisionado de Derechos
Humanos y hacéis clic en relatores especiales, allá encontraréis una explicación de
cómo se pueden hacer las denuncias, por lo tanto mandarlas a Gabriela.
Quisiera hacer una breve y muy sencilla síntesis. Una de las ideas clave que han salido
estos días, y querría también hacerlo aprovechando una pregunta que muchas personas
me han hecho estos días, o que incluso la han preguntado – olvidé ayer decirlo – que las
personas jóvenes que habéis visto abajo, aquí con los micros, allá atrás haciendo
(ininteligible), son los estudiantes de la Escuela de Cultura de la Paz. Que están
haciendo la diplomatura de la paz. Cada año lo hacemos así; preferimos no solo no tener
azafatas formales de empresas, sino ser nosotros mismos los que asumimos no solo la
logística, sino aplicando lo que decía antes, el cuidado y la atención y la empatía y el
cuidado directo de cada una de las personas que vamos a buscar en el aeropuerto, las
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llevamos a pasear, las devolvemos y las mimamos. Forma parte un poco de la
coherencia, de las cosas que decimos y tenemos que practicarlo.
Pues muchos de vosotros habéis preguntado: esto de la escuela de la cultura de la paz,
este logo que tenemos, allí arriba, hay signos ortográficos y algo extraños. Hay una
pequeña historia que os explico en un minuto. Hace poco tuvimos que cambiar nuestro
logo y me parece que ahora me apetece decir por qué. Para mi es Pere. Durante muchos
años hemos funcionado como Cátedra UNESCO sobre paz y derechos humanos, pero,
paulatinamente, lo estamos dejando de hacer y ya no nos identificamos.
Cuando hacemos este informe tan fantástico, lo recomiendo, que está allí fuera de
“Alerta”; es una radiografía del mundo, país por país, con 37 indicadores; luego llaman
los embajadores protestando, porque tienen demasiadas bolitas, en derechos humanos o
lo que sea. Ahora voy a hacer una broma, pero me la ahorro; os la imagináis ¿no? Habrá
más bolitas. Bien. Total, que al pensar cambiar de logo fuimos a los diseñadores, y nos
presentaron esta propuesta que nos ha encantado. Y los diseñadores, antes de hacernos
la propuesta estuvieron leyendo todas nuestras publicaciones, viendo nuestras
actividades, nuestro currículum, con las asignaturas y la diplomatura, etc.; o sea, que
entendían perfectamente qué hacíamos y para qué lo hacíamos. Y es muy interesante,
porque estos signos ortográficos es exactamente lo que estábamos hablando ayer y hoy.
¿No?
En la E de escuela tenemos un techo, hasta cierto punto. La idea del techo quiere decir
que sobre todo en los momentos difíciles necesitamos cobijo y es lo que decía ayer,
creemos infraestructura. Hablar de la paz, construir la paz no podemos hacer sólo
parece que esta mañana necesitamos construir infraestructuras, tener un soporte ¿no? Y
ello nos lleva a un tema que yo creo que todo el mundo de un modo u otro ha hablado
con cierta intensidad: ¿cómo es que en el mundo concedamos tanta prioridad a las cosas
no tan sólo superfluas sino también a las cosas destructivas? ¿No? Y me parece que esta
mañana alguien ha puesto ejemplos cuando comparábamos los 400.000 millones de
dólares de presupuesto militar de los Estados Unidos, superior a todos los presuuestos
de todas las universidades públicas del mundo. Esto no parece muy normal. O
destinamos 879.000 millones de dólares al año, entre todos los países, de gasto militar y
en cambio no tenemos estos 3.000 millones de dólares, o sea una cosa totalmente
ridícula, que las Naciones Unidas calculan que se precisa para garantizar la educación
primaria obligatoria universal para todo el mundo. No encontramos este dinero, ni
encontramos los 9.000 millones que nos harían falta para el saneamiento del agua, que
en el mundo todos tuvieran agua potable, etc.
O sea, este desbarajuste en el orden de asignación de recursos es lo que hace que
dispongamos de todos los recursos necesarios para preparar y hacer las guerras, para
contaminar el planeta, etc., y no tengamos nada en absoluto para esa infraestructura que
necesitamos de paz, para trabajar los derechos humanos, para trabajar el desarrollo, para
trabajar la prevención de conflictos, el desarme, etc. Creo que era el último año, aquí
mismo, que dije: acabamos de hacer una encuesta en los países de la Unión Europea,
hemos preguntado a todos los gobiernos cuántos funcionarios tienen en estos temas,
prevención de conflictos y desarme. Pues en toda Europa había 150. Y, en cambio,
podemos pagar a 6 millones de soldados. Claro, mientras ello esté como está, no vamos
a arreglar el mundo, no.
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Por tanto, hemos de ver cómo buscamos estas alianzas para cambiar, pero sobre todo
para tener la opinión pública por la prioridad que damos a las cosas. En España, por
ejemplo, lo digo para los invitados que quizá no lo sepan y lo coordina en cierto modo
Jordi Armadans que hemos tenido esta mañana, España es un país medio que gasta cada
año 250.000 millones de pesetas en investigaciones en armas. Es 1.400 millones de
dólares o euros ¿no? Y en cambio, esta cifra es superior al importe de todas las becas
que el estado puede dar a los estudiantes. Y eso no es normal. O no nos habría de
parecer normal. Y podría poner muchos ejemplos y sin tener que ir Estados Unidos,
sino mirando para casa ¿no? Por tanto, tratemos de cambiar los recursos destinados a
promover la paz, y la paz vendrá. Si no, es imposible.
Otra idea clave que ha salido en el tema del techo es que cada vez tenemos más claro lo
que significa el trabajo comunitario. Y hemos hablado también de muchas maneras. La
idea de trabajar en redes, no. Y, por tanto, esta pregunta que se ha planteado hoy aquí de
cómo nos organizamos para trabajar por la paz, con qué soportes, es una pregunta que
debemos responder. Porque la estamos planteando cada año, y creo, además, que vamos
avanzando, porque cada vez más hay más práctica de trabajar de este modo, pero que
acabar de articular-lo. Y tenemos que aprovechar, y para ello hacemos, os habéis fijado,
fuera de una excepción, en este encuentro ciudadano, en éste y en los otros, siempre los
invitados son extranjeros ¿no? ¿Por qué? Porque la gente un poco de aquí, de Cataluña,
ya tenemos otros foros y posibilidades de encontrarnos y de hablar entre nosotros. Y de
este modo vamos llevando a cantidad de gente que representa a organizaciones
internacionales muy significativas, y es una oportunidad, porque toda la ciudadanía de
Cataluña y de Barcelona se pueda ir vinculando a estas y estas organizaciones. Ojalá,
pues, que lo aprovechéis. Nosotros ya lo intentamos, pero vosotros, también. O sea,
vamos creando esta red.
En la C de cultura hay un acento. Todo ello son ideas de los diseñadores, fantástico, lo
que demuestra aquello que decíamos siempre: que la importancia de la creatividad en el
área de la cultura de la paz es verdad. Y el diseñador dice: el acento lo colocamos en la
cultura. ¿No? ¿Por qué? Pues porque es con la cultura, con la educación, con incentivar
o educar determinados valores como construimos la paz. Y seguro, hoy ayer hemos
hablado mucho como crear una ciudadanía consciente, una sociedad civil global, etc.
Todo ello, fijaos que estamos hablando de trabajo a largo plazo, porque los valores no
se cambian de una semana a otra. Implica este acento, igualmente, con la construcción
de alternativas viables. Y hoy ha salido un tema muy interesante, y ese tema no
debemos dejar aparcado, y es el de la Agenda. Cuando alguien ha dicho. Quizá que
hiciésemos algo semejante a la ruta que se hizo con el movimiento ecológico que ha
habido una evolución; pero fijaos que ha tenido una capacidad de organizarse, de
permear toda la actividad política, y aunque no haya – por lo menos aquí – partidos
verdes al gobierno, en cambio la idea medioambiental cuesta mucho ir en contra. Otra
cosa es que no vayan al ritmo deseado.
Por tanto, cómo traducimos al campo de la política los temas de la Agenda es qe una de
las cosas que hemos de hacer a partir de ahora. Aquí, en los encuentros de ciudadanos
internacionales, aparecen ideas. Pero luego, en el día a día, desde nuestro trabajo
cotidiano en nuestras organizaciones, etc., hemos de ver com lo hacemos realidad.
Quizá sí deberíamos hacer un debate, yo propongo que aquello que se ha comentado
que hay 50 puntos en la Agenda de La Haya, que desde aquí se ha contestado que quizá
no era lo más viable, bueno, discutámoslo un día. Cuál es la agenda que podríamos
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configurar e, incluso, cuál es la agenda que hace Barcelona. Cuál es la propuesta de
Barcelona al mundo en temas de paz. Una agenda creíble que nosotros podemos
impulsar. En cierto modo los temas de esta tarde son muy representativos, porque, claro,
la idea de paz como sólo ausencia de guerra; ya está bien, es un primer paso, pero no es
esto. Estamos hablando de las otras guerras; aquí está el póster de Goethe (¿????)que
deberíamos reciclar ahora.
No a las otras guerras. Y, por tanto, la guerra del hambre, alguien lo ha dicho, y es muy
justo, hay otras armas de destrucción masiva. El ejemplo que damos en las clases es:
dibujo en la pizarra 3 centímetros, son 3.000 muertos, las Torres Gemelas, es hachís. La
media de muertos anuales en los conflictos armados es de 40.000, 40 centímetros.
Estamos hablando de hachís. Pero ¿sabéis hasta dónde llegan los 9 millones de muertos
por hambre? Muchos metros. Y si hablamos de cosas estructurales – como se
mencionaba la violencia estructural - , gente que no tiene agua potable, estamos
hablando de mil millones de personas, estamos hablando de kilómetros, de la
universidad hasta Sant Cugat, etc.
O sea, esas otras guerras que existen, más estructurales, combatir eso, es la paz. Instruir
la paz. No sólo ciertos conflictos armados. La pregunta es: ¿tendremos la capacidad de
entender todos los retos que tenemos? ¿Somos capaces de ver como ponemos en marcha
mecanismos para introducir cambios de profundidad en la forma de tratar a los
inmigrantes? ¿En la forma de entenderlos? ¿Deshacernos de esos temores que hay, etc.,
no?¿Qué debemos hacer con los organismos internacionales? Las Naciones Unidas ¿no?
¿La reformamos? ¿La abandonamos? ¿Apoyaremos a Joanna, a la labor que hace?
¿Establecemos alianzas con sus organizaciones, etc., no? Y, por tanto, aquí tenemos un
campo impresionante de trabajo. Y se nos han dado ideas muy concretas, p. ej., esta
misma tarde: presionar al representante de España en el Consejo de Seguridad, el
embajador Arias, para que cuando se reúna el comité contra el terrorismo se hable de los
derechos humanos. Y además que se cumpla, es una exigencia, que se cumpla una
resolución firmada en el Consejo de Seguridad el mes de enero o febrero, que especifica
que los detenidos de terrorismo no pueden ser tratados al margen del sistema normativo
que existe, de garantías de derechos humanos. Hagámoslo cumplir esto. Aquí hay
campos muy concretos de actividad.
Otra cosa se ha propuesto: ahora vienen elecciones, municipales, generales, etc., y si
todos los partidos menos uno están de acuerdo con muchas de las ideas que estamos
haciendo circular y que la ciudadanía aclama, pues que lo pongan en los programas
electorales. Empecemos a crear ... como se hizo hace diez años con el tema del medio
ambiente. Que salga ya un compromiso, que ello será poco a poco, de casi todos los
partidos políticos de hacer una agenda de carácter internacional con esta mirada de
humanidad hacia el conjunto del universo con los temas éstos que hemos identificado.
Y, finalmente, en la paz, fijaos, hay un signo muy bonito, es ondulado. Y ello quiere
decir muchas cosas. Quiere decir que la idea de la paz no es lineal, no hay un único
concepto de paz, sino cosmovisiones. Y por ello Rigoberto Quemé ayer nos explicaba
que dentro del mundo maya se entiende de una manera, pero en Oriente de otra.
Entonces, la paz como polifonía es interesante de ver de esta manera, porque nos
ayudará a ser un poquito más tolerantes sobre la manera que los demás lo entienden.
Esta ondulación puede que nos indique también la idea de movimiento ¿no? Y el
movimiento, esta pendulación, es el que quizá se puede traducir a través de las
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campañas. Campañas que las ONGs y los movimientos sociales están impulsando cada
vez con mayor éxito. Supone matizar, no polarizar blanco o negro, sino matizar el tema
de la sutilidad, de cómo adaptarnos a las nuevas situaciones. Quizá quiere decir
también, lo ha dicho de modo absolutamente duro Andy Carl, que hemos de interlocutar
con todo el mundo. Hasta con los capullos. Y especialmente con los capullos, no. Esto
es la traducción que deriva del castellano; no sé como lo habrán traducido en catalán.
Pero significa lo mismo. Y, para terminar, esta ondulación significa algo que yo creo
que nos hemos de meter mucho en la cabeza. Trabajar por la paz es una labor de mucha
persistencia, de medio-largo plazo. Es la idea maratoniana que nos explicaban algunas
personas, no.
Por tanto incluso aquellos que ya estamos un poco cascados hemos de convertirnos en
corredores y corredoras de fondo de este trabajo por la paz que no sólo es el más bonito
del mundo sino también el más necesario. Pienso en Barcelona estamos ahora en un
buen momento en que esta energía está saliendo; la hemos de vehicular, tenemos que
persistir y continuar siendo una referencia, no sólo para gritar sino para pensar, para
analizar, para proponer y para hacer. Muchas gracias.
Aplausos
Pere Alcober i Solanas
Regidor de Participación Ciudadana y Solidaridad, Ayuntamiento de
Barcelona
Bien, siguiendo el hilo de Vicenç, como si no hubiéramos parado, toca ahora una parte
que, no por protocolaria, me parece que acapara nuestro sentimiento.
Organizar un acto de esta índole requiere muchos esfuerzos. Y aquí hay gente, como
decía Vicenç, que no ha invertido únicamente las horas, los días, ayer y hoy, que hemos
estado aquí, sino que lleva muchos días trabajando para ello y que, pienso yo, se
merecen el reconocimiento de todos nosotros. La gente de la Escuela, la gente también
que ha colaborado con nosotros desde Participación Ciudadana del Ayuntamiento de
Barcelona, pero lo digo fundamentalmente por la gente que ha moderado las mesas. Lo
han hecho muy bien y me parece que han mostrado un nivel. Lo digo por todos aquellos
dispuestos a participar como ponentes. Ya lo ha dicho Vicenç, no han estado aquí todos
los que hubieran querido participar, que por las circunstancias actuales tenían otras
prioridades que desgraciadamente les han privado de estar aquí.
Me remonto un poco al primer encuentro ciudadano que hicimos – como nombre
también es bonito, dejen que lo diga: encuentro ciudadano. Es sencillo y me parece que
es de mucho peso, de un gran mensaje. Cuando hace más de tres años empezamos a
hablar de ir adelante con eso, era todo un reto. Un reto elegido por nosotros, un trabajo
hecho con mucha seriedad y que necesitaba un punto de reflexión de un nivel muy alto.
Sin buscar un gran aparato publicitario, porque aunque quisieras, no sales en los diarios.
Las cosas que hemos hecho estos días... lo decíamos antes durante el almuerzo. Creo
que de un gran calado, y también una gran apuesta de ser propositivos. Pero
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desgraciadamente eso tampoco es una noticia que interese a la prensa. Otro tema, pues,
que algún día deberíamos repasar.
Pero cuando esta cuestión la planteó la gente de Vicenç, en el Ayuntamiento
comprendimos que era un marco importante, un reto para todos. Un reto para ellos, pero
también un reto para la ciudad, el Ayuntamiento y su equipo de gobierno. A partir de
aquí empezamos a trabajar y hoy, después del tercer encuentro y evidentemente con el
compromiso de hacer el cuarto me parece poder decir que hemos consolidado un
espacio. Un espacio de calidad, un espacio de libertad, porque nadie se siente en
absoluto condicionado por decir nada de lo que piensa, ni de hablar de los temas que no
considera conveniente tratar. Y para nosotros – y ahora hablo por el gobierno de la
ciudad – es una satisfacción, una gran satisfacción, un gran compromiso, un gran reto.
Porque con las dificultades que comporta y que no escapan a nadie, no participas – no
coparticipas – en un acto así si detrás de eso no hay la voluntad de seguir avanzando en
esta línea. Sería del género idiota hacerlo, y no es eso lo que pretendemos. Otra cosa es
que nunca avanzamos lo suficiente y nunca avanzamos tan rápido como decíamos. Pero
con toda seguridad es una forma de entender que entre la Escola de la Cultura de la Pau
y el Ayuntamiento de Barcelona nos lo hemos trabajado no sólo con comodidad sino
con compromiso.
Decir, pues, sólo estas palabras con el compromiso de que sean capaces... no que nos
veamos dentro de un año, con algunos sí nos veremos más, porque eso de las redes que
como decía también trabajamos, y los mismos que nos vemos aquí seguramente nos
veremos fuera de aquí, hablando de los mismos temas o de otros profundizando en esta
línea. Es seguro, sin embargo, que nos hemos impuesto deberes. Con todo lo que hemos
estado hablando, ayer y hoy, nos hemos impuesto deberes. Esperemos, pues, que al
hacer el cuarto encuentro dentro de un año –y también habrán pasado muchas cosas –
seamos capaces de decir: hemos mejorado algo, hemos avanzado aquí y en todo caso no
hemos perdido el tiempo sino todo lo contrario.
Este forum no quiere perder el tiempo, quiere reflexionar, quiere ser propositivo, quiere
comprometerse y me parece que lo hemos conseguido. Gracias a todos vosotros que
habéis participado, sois muchos. Es importante porque hoy en día eso no es corriente.
Que un sábado por la tarde haya presente tanta gente como aquí y ahora significa que es
un compromiso muy serio de personas capaces de dar una respuesta desde el punto de
vista de cada uno y partiendo de sus obligaciones. Muchas gracias, buenas tardes y
como quiera que es necesario seguir hablando me parece que aquí fuera – o aquí abajo,
me dicen que es abajo – podemos tomarnos una copa. Brindemos en todo caso para que
seamos capaces de seguir hacia delante, porque tal como está la situación en el mundo
pocos motivos tenemos, me parece, de celebrar. Gracias.
Aplausos
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