. El futuro del transporte público de viajeros por carretera Ana Díaz del Consuelo Lda. Ciencias Empresariales. TOOL ULEE. Profesora asociada. Universidad Pontificia de Comillas Oscar Martínez Álvaro Dr. Ing. de Caminos y MBA. TOOL ULEE Pedro Barea López Ing. de Caminos. TOOL ULEE RESUMEN Tradicionalmente el transporte de viajeros por carretera ha sido un sector cerrado en el que apenas se producían cambios. Sin embargo, los recientes movimientos empresariales que se han producido han demostrado el interés que tiene para empresas ajenas al mismo. Los estudios realizados hasta la fecha no han sido capaces más que de ofrecer explicaciones parciales de esta situación, lo cual da lugar a un cierto grado de incertidumbre sobre cual puede ser la evolución futura de un sector clave para la economía de cualquier país. A lo largo de la presente ponencia, se realiza un primer ejercicio de aproximación a la aplicación al sector del transporte de viajeros por carretera del llamado “Modelo de las cinco fuerzas” de Michael Porter (1980), modelo que desde hace tiempo se emplea con éxito en otros sectores de actividad. Ello ha puesto de manifiesto la posibilidad de obtener unos resultados mucho más rigurosos y completos que los obtenidos hasta la fecha por los modelos más tradicionales. 1. EL MODELO DE LAS CINCO FUERZAS 1.1 Introducción La estructura sectorial es un factor determinante del comportamiento competitivo, el nivel de rentabilidad y las estrategias empresariales. Conocerla resulta crucial de cara a identificar los factores clave de éxito, que son aquellos sobre los que se apoya la empresa para crear ventaja competitiva y elaborar su estrategia. En principio, las empresas deberían ocuparse de la exploración continua y sistemática de todas las influencias externas que afecten a su comportamiento y decisiones estratégicas. En la práctica, el grado de exhaustividad debe quedar limitado por el coste y el volumen de la información obtenida. Este análisis debe realizarse de un modo sistemático y que permita profundizar en aquellos aspectos que más influyen sobre la rentabilidad de la empresa, lo cual exige identificar previamente dichos factores, que pueden estar referidos tanto a aspectos . próximos al sector (proveedores, clientes y competidores) como a cuestiones de carácter macroeconómico (la evolución general de la economía, la evolución de precios, etc.). El llamado modelo de “Las cinco fuerzas” es una de las herramientas más potentes para analizar la rentabilidad y posibilidades de desarrollo de un sector a partir del conocimiento de su estructura. Según esta teoría, un sector queda definido por cinco fuentes de competencia. Competidores potenciales (amenaza de nuevos ingresos) Proveedores (poder de negociación) Competidores en el sector industrial (rivalidad entre los competidores existentes) Clientes (poder de negociación) Sustitutos (amenaza de productos o servicios sustitutivos) 1.2 Competidores potenciales Si en un sector el rendimiento del capital invertido es mayor que su coste, el sector actuará como un imán para las empresas que están fuera del mismo. A menos que existan obstáculos para la entrada de nuevas empresas, los precios tenderán a caer hasta alcanzar un punto en el que la entrada en el sector no sea atractiva, por haberse reducido su diferencial de rentabilidad. Entre los obstáculos que pueden limitar el atractivo de un sector están: • La existencia de “sunk costs”, o la necesidad de invertir en activos cuyo valor no se puede recuperar si se sale del sector. • La inversión necesaria para entrar en un sector. • La existencia de economías de escala, que aparecen sobre todo en sectores intensivos en capital o investigación, en los que para ser eficiente se necesita producir mucho. • Ventajas asociadas a la condición de primer entrante. Al haber ingresado antes en un sector, las empresas ya establecidas se benefician de economías de aprendizaje, o pueden disponer de materias primas a bajo coste u otras ventajas frente a proveedores o clientes. . • Diferenciación de productos, que ofrece a las empresas existentes las ventajas derivadas del reconocimiento de la marca y la fidelidad de los consumidores y del conocimiento por parte de clientes y ofertantes de las necesidades recíprocas. 1.3 Rivalidad interna Las empresas que componen un determinado sector pueden estar compitiendo en precios, calidad del servicio, etc. El grado de agresividad con que se desarrolle dicha competencia depende de una serie de factores, tales como el grado de concentración/atomización empresarial, el exceso de capacidad, etc. Está demostrado que la concentración, en términos de número de competidores y tamaño relativo, reduce la competencia interna. Un sector dominado por un número reducido de empresas, presenta una clara tendencia a la “cartelización” y una escasa competencia en precios, centrándose la rivalidad en políticas de publicidad, promoción y desarrollo de productos. Cuando el número de empresas oferentes en el mercado aumenta, la coordinación de precios se hace más difícil y la probabilidad de que una empresa inicie una agresiva competencia en precios aumenta. 1.4 Productos sustitutivos En el caso de que existan productos sustitutivos, el precio que el cliente está dispuesto a pagar será menor que el que pagaría si éstos no existieran, lo cual tiene como resultado una menor rentabilidad en el sector. En concreto, el grado en que la existencia de productos sustitutivos afecta al precio de un producto, depende de la disposición del cliente a sustituir el producto y de la relación precio-prestaciones de los productos sustitutivos. 1.5 Clientes / proveedores El grado en que la rentabilidad de una empresa se vea afectado por las actuaciones de sus clientes o proveedores es el resultado de cual sea la capacidad de éstos para modificar su precio de compra o venta. La preocupación de los consumidores por conseguir rebajas en los precios serán mayores en aquellos casos en los que sea sensible al mismo, lo cual ocurre cuando el coste del producto resulta relativamente importante en relación al coste total, el producto está poco diferenciado del resto, existe una intensa competencia en el sector de los compradores, o las características concretas y de calidad del producto no son relevantes para el cliente. Además, es preciso que el consumidor tenga un efectivo poder de negociación, lo cual a su vez depende de: • el número de compradores, o lo que es lo mismo, de la importancia relativa de cada cliente en la facturación de la empresa, • el grado de información que tengan los compradores acerca de los productos, precios y costes de los suministradores, . • • el coste de sustitución del producto para el comprador, la posibilidad de integración vertical. El análisis de los determinantes del poder relativo entre las empresas de un sector y sus suministradores es análogo al análisis de las relaciones entre esas empresas y sus compradores, al ser los mismos los factores que determinan la sensibilidad de los compradores al precio y el poder de negociación. La diferencia está en la posición que ocupa la empresa, que es la contraria. 2. UNA APROXIMACIÓN A LA APLICACIÓN DEL MODELO AL TRANSPORTE DE VIAJEROS POR CARRETERA 2.1 Rivalidad entre los competidores establecidos El sector español de transporte por carretera se caracteriza por estar compuesto por unas pocas grandes empresas y por un importante número de empresas de reducido tamaño, lo que da lugar a una gran diversidad de competidores, en términos de estructuras organizativas, niveles de coste, objetivos y estrategias. En los últimos años esta situación se está viendo modificada por un proceso de concentración y crecimiento desarrollado por las empresas y potenciado desde la Administración, lo que queda corroborado por la reciente fusión UTINSA-SALCAI o por la compra por parte de Autocares Juliá de La Andorrana Transportes Nadal, entre otras operaciones. Esta amplia diversidad de empresas va a acentuar la competencia por captar un mayor volumen de tráficos. Si bien las expectativas de evolución de la demanda son bastante favorables, parece dudoso que los incrementos de tráfico se repartan de un modo homogéneo entre todos los subsectores. En concreto, dentro del transporte discrecional, el exceso de capacidad es o puede ser un problema real, siendo previsible para los próximos años un retroceso en la demanda de este tipo de servicios en el ámbito laboral (motivado por la creciente motorización), y en el de los soldados de reemplazo (con la próxima eliminación del Servicio Militar Obligatorio). Por el contrario, en el ámbito del turismo, las perspectivas son mucho más favorables. Según la OMT, España ocupó durante 1999 la segunda posición en el ranking de países en cuanto a recepción de turistas, siendo previsible que esta situación se repita en los próximos años, dadas la actuales preferencias de los consumidores. Esta presión al alza de la demanda puede dar lugar a modificaciones en las condiciones de oferta de los productos que integran los paquetes turísticos. De hecho, ya está comenzando a tener efectos sobre los precios de las plazas de alojamiento. En cuanto al transporte regular, si bien las expectativas de crecimiento de tráfico son muy favorables, no puede obviarse el incremento en el nivel de competencia que está teniendo . lugar en la lucha por la obtención de concesiones, lo cual a su vez está permitiendo a la Administración exigir mejoras en la prestación del servicio. 2.2 La competencia de los productos sustitutivos En el ámbito del transporte de viajeros, los productos sustitutivos con los que tiene que competir el autobús son el vehículo privado, el avión y el ferrocarril. La forma en que se desarrolla la competencia entre ellos está fuertemente condicionada por dos aspectos: • La poca disposición del cliente a sustituir el producto. Las características intrínsecas del vehículo privado hacen que exista una escasa disposición por parte de sus usuarios a utilizar el transporte público, aunque en muchos casos su coste sea significativamente menor. • Las características de la relación precio-prestaciones de los productos sustitutivos. En el caso de los nuevos servicios AVE, que ofrecen al viajero la posibilidad de realizar el trayecto en un tiempo significativamente inferior a cambio de pagar un mayor precio, se ha observado un considerable aumento de la demanda, en parte atraída de la carretera. El reparto modal de la demanda de transporte depende de aspectos tales como los tiempos de recorrido relativos, la evolución de las tarifas unitarias, las políticas medioambientales adoptadas por la Administración, las características específicas de los viajeros, etc. Parece claro que el impulso que desde la Administración se le está dando al desarrollo de la “alta velocidad” (250-300 km/h) y la “velocidad alta” (200-225 km/h), va a empeorar la posición competitiva del autobús en términos de duración de trayectos, lo cual puede desviar tráficos de la carretera al ferrocarril. El caso de la alta velocidad Madrid-Sevilla, cuya demanda procedía en un 3% del autobús, no resulta representativo, ya que este relativamente bajo porcentaje de redistribución modal se debió al paralelo establecimiento de un servicio de transporte regular directo y a la terminación de la autovía en el mismo año. Además de la velocidad, otros elementos considerados por el usuario a la hora de elegir uno u otro modo son la calidad del servicio, la situación e intermodalidad de las estaciones, o la política tarifaria. Algunas de las ventajas competitivas del autobús sobre otros modos son: • Flexibilidad, en el sentido en que permite la adecuación de la oferta a las variaciones puntuales de la demanda, ya sea con vehículos propios, o acudiendo a la subcontratación de otros operadores. • Adaptabilidad de recorridos, mediante el establecimiento de nuevas paradas o el acceso a nuevas zonas, sin perder de vista que la instalación de paradas de un modo indiscriminado puede dar lugar a importantes aumentos en el tiempo de recorrido, lo cual repercute negativamente en la posición competitiva del autobús. • Tarifas normalmente inferiores a las del ferrocarril, e inferiores al coste que supone la . utilización del vehículo privado y el avión, a pesar de que el transporte aéreo es el modo en el que más predominan las tarifas promocionales y los descuentos. No obstante, existe la opinión generalizada de que las tarifas de algunas líneas se mantienen en niveles artificialmente elevados, que no se corresponden con la estructura de costes de las empresas. De ahí que, como consecuencia de los procesos de renovación de concesiones de los próximos años, se prevea una reducción de las mismas. En el lado opuesto, existen una serie de aspectos que inciden negativamente en la posición del autobús frente a otros medios. Entre ellos cabe destacar su imagen de alta siniestralidad, su impacto ambiental, la intención de interiorizar los costes medioambietales, el elevado grado de saturación de vías, y la preferencia estructural del mercado por el vehículo privado. 2.3 Entrada de nuevos competidores. Lo que en algunos sectores únicamente supone la amenaza de entrada de nuevos competidores, en el ámbito del transporte por carretera se ha materializado en una entrada efectiva. Así, en el ámbito del transporte público de viajeros por carretera, se han producido dos hechos que demuestran la capacidad de atracción del sector: • La entrada en el sector de empresas ajenas al mismo, en especial de los sectores de construcción y finanzas. Sirva como ejemplo la participación en Alianza Bus (adjudicataria de la recientemente privatizada ENATCAR) de Urbaser y Argentaria, la reciente compra de Continental Auto por parte de ACS, o la participación de Ferrovial en la empresa Autobuses Urbanos del Sur (responsable del transporte urbano en Cáceres). • La entrada en el mercado español de sociedades extranjeras. Tal es el caso de la compra en 1999 de IASA y Transportes Finisterre por parte del grupo británico Arriva. La fácil entrada de estos nuevos operadores puede explicarse por: • La inexistencia de “sunk costs”, siendo fácil la liquidación de la mayor parte de los activos. • La relativamente reducida dimensión de las compañías operantes que da lugar a que no sea necesario un elevado volumen de inversión para entrar en el mismo, a pesar de la espiral alcista de precios consecuencia de las recientes operaciones de compra-venta. Como medidas defensa con las que se podría tratar de limitar la entrada de nuevos operadores, el transporte público de viajeros por carretera cuenta con: • Ventajas asociadas a la condición de primer entrante, derivadas de la propia estructura concesional, la cual constituye un ejemplo paradigmático de barrera por posicionamiento pionero. • Un mayor reconocimiento de marca y una mayor fidelidad de los consumidores, mediante una diferenciación basada en servicios de alta calidad o servicios VIP de producto. . 2.4 Poder de negociación de los compradores La amplia variedad que existe en el perfil del demandante de servicios de transporte en cada uno de los segmentos de actividad, da lugar a muy diversas situaciones en lo que a poder de negociación se refiere. En el segmento del transporte discrecional, la empresa de transporte tiene como principales clientes a las agencias de viajes o tour-operadores, de modo que una parte muy importante de su facturación depende de las decisiones de pocos agentes. En el extremo opuesto, las empresas de transporte regular tienen como clientes a un amplio número de usuarios con escasa o nula vinculación entre ellos, lo que hace que ejerzan muy poca presión frente a la empresa. La aparición de nuevos canales de distribución (muy potenciadas por Internet) va a favorecer, sin embargo, una concentración de las demandas. Además, la necesidad de someter a la revisión de la Administración las variaciones en las tarifas que cobran a sus clientes, limita enormemente su capacidad de actuación. 2.5 Poder de negociación de los proveedores En términos generales, puede decirse que la capacidad de este tipo de empresas para influir en los mecanismos de fijación de precios de sus proveedores resulta muy limitada. Ello no se debe a que su rentabilidad no pueda verse seriamente afectada por estos costes, sino por el escaso poder de negociación que tienen frente sus principales proveedores, lo cual resulta especialmente patente en el caso de combustibles, vehículos y neumáticos. En este sentido, cabe destacar el elevado grado de dependencia que presentan estas empresas de los mecanismos de fijación de los precios de los combustibles y sobre los que no tienen ninguna capacidad de influencia. Si a ello se le añade su elevado grado de volatilidad, resulta evidente el peligro de que se produzcan importantes variaciones de rentabilidad. De hecho, el importante aumento en el precio del gasoil registrado en 1999, ha hecho disminuir de manera alarmante los márgenes de las empresas de transporte, máxime en la medida en que éstas no han logrado repercutir este incremento de costes a sus clientes. En cuanto al resto de los factores de coste, destacan por su importancia los vehículos y neumáticos. En estos casos, como en el de combustible, el número de proveedores es muy reducido y su dimensión normalmente enorme, lo cual reduce radicalmente la capacidad negociadora de las empresas de autobuses. En consecuencia, exceptuando a los carroceros (aunque también están creciendo en dimensión), se puede decir que la práctica totalidad de los proveedores del sector son multinacionales frente a las que el poder de negociación de los transportistas es insignificante. . 3. CONCLUSIONES Queda pues demostrada la potencia del modelo como herramienta de análisis y la validez de su aplicación al transporte de viajeros por carretera. Pero para que se obtengan los resultados pretendidos, es preciso que el modelo se aplique de un modo riguroso y por profesionales que conjuguen dos ámbitos de conocimiento: el de la herramienta y el del sector. Es esta conjunción lo que hace posible concluir que existe una tendencia a la concentración empresarial como evolución inevitable hacia el control de los parámetros que influyen en la rentabilidad. Esto exige, por un lado, conseguir un mayor poder de negociación frente a clientes y proveedores y, por otro, obstaculizar la entrada de nuevos competidores. Las clásicas explicaciones basadas en economías de escala o condicionantes administrativos resultan insuficientes para justificar la entrada en el sector de grandes empresas. La aplicación completa y profunda del modelo de las cinco fuerzas al transporte de viajeros por carretera podría representar un gran avance en el conocimiento del sector y la comprensión de su evolución. REFERENCIAS BADEN, Ch. (1990). Strategic Management of Excess Capacity, Basil Blackwell, Oxford. CASCALES, F. (1999). La modernización del sector. Autobuses y Autocares 107, pp. 19-22. GRANT, R. M. (1996). Dirección estratégica. CIVITAS, Madrid. OLIVEIRA, J. 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