Título: Alcance y sentido de la articulación interdisciplinar en el ámbito universitario. Nombre y apellido: Emiliano Nahuel Otero Título a obtener: Profesor Universitario para Educación Secundaria y Superior en Derecho Facultad de Desarrollo e Investigación Educativos Fecha: 15 de septiembre de 2012 la ÍNDICE • Introducción Pag. 1 1) Disciplinariedad, Interdisciplinariedad, Multidisciplinariedad y Transdisciplinariedad. 2) El trabajo interdisciplinario. Pag. 10 Pag. 14 3) Antecedentes de articulación en la práctica universitaria. Pag. 15 4) Diseño de investigación Pag. 18 5) Análisis de datos. Pag. 19 6) Conclusiones Pag. 23 7) Bibliografía – Citada Pag. 25 – Consultada Pag. 26 8) Anexo Pag. 29 Resumen. El propósito inicial que impulsó este trabajo tiene su razón de ser en la experiencia personal de quienes atraviesan una determinada carrera de grado y, en mayor o en menor medida, pierden el hilo conductor y conector entre las distintas disciplinas que componen su campo de estudio. Primeramente se citan distintos conceptos y concepciones sobre la interdisciplinariedad, la articulación interdisciplinar y el trabajo interdisciplinario para lograr un claro marco de referencia lo suficientemente amplio para un entendimiento más acabado. La interdisciplinariedad habla de saberes y técnicas integrados en sistemas que necesariamente deben coordinarse, de tal modo que permitan formar en el estudiante un sistema generalizado de conocimiento: tiene por objeto de estudio al educador y al educando en comunión como equipos de trabajo. En el desarrollo del texto se analizan estudios anteriores que tuvieron como eje central la articulación interdisciplinar tanto entre materias de una misma carrera como entre carreras diferentes pero que comparten un mismo objeto de estudio. Se analiza la experiencia de una universidad privada argentina en el marco de la articulación interdisciplinar y la formación de grupos interdisciplinares de estudio. Se concluirá que a pesar de las declaraciones de buena voluntad que puedan existir en los planes de estudio o en las currículos, la articulación interdiciplinaria sólo puede prosperar con un verdadero plan de acción que involucre, además del interés de las autoridades educativas, recursos humanos y económicos que permitan la investigación y el trabajo coordinado y en equipo entre los diferentes actores sociales que este proceso demanda. Palabras claves. Integración curricular, interdisciplinariedad, multidisciplinariedad, pluridisciplinar. transdisciplinariedad, Introducción. El objetivo del presente trabajo es analizar el alcance de la articulación interdisciplinaria, y reflexionar sobre cuáles son los caminos que resultan convenientes recorrer a fin de implementar la interdisciplinariedad en la forma más óptima. Se verá la implicancia que produce en el marco educativo en general, y en el espacio universitario en particular, lo concerniente al régimen multidimensional pedagógico. Se ha señalado que La relación interdisciplinar o intermaterias es aquella que establece la formación de los sistemas de conocimientos, hábitos y habilidades, que sirven de base a todas las cualidades esenciales significativas, en otras palabras: estos conocimientos, hábitos y habilidades de las distintas materias, están integrados en sistemas que necesariamente deben coordinarse, de tal modo, que permitan formar en el estudiante un sistema generalizado de conocimiento integrado en su concepción del mundo (Colectivo de autores del MINED y del ICCP, 1984. p.241). Acuña (2009) sostiene que Integración curricular interdisciplinaria es un proceso pedagógico a través del cual se intenta dinamizar acciones encaminadas a la articulación de proyectos, que posibiliten el planteamiento y resolución de problemáticas curriculares desde una perspectiva dialógica, comprensiva y colaborativa (p. 62). En el glosario de términos de la Educación avanzada, la interdisciplinariedad se define como: "la confirmación de un objeto teórico entre dos o más ciencias previas, que llevan a una nueva disciplina particular o cuando se logra la aplicación, a un mismo objeto práctico de elementos teóricos de diferentes asignaturas” (Añorga, 1994. p. 21). Por su parte, Fiallo, especialista cubano que ha trabajado en esta línea de investigación unida a un grupo de diferentes áreas del conocimiento, plantea que Las relaciones interdisciplinarias son una vía efectiva que contribuye al logro de la relación mutua del sistema de conceptos, leyes, teorías que abordan en la escuela. Además, permiten garantizar un sistema general de conocimientos y habilidades, tanto de carácter intelectual como práctico, así como un sistema de valores, convicciones y las relaciones hacia el mundo real y objetivo que le corresponde vivir y en la última instancia, como aspecto esencial, desarrollar en los estudiantes una formación laboral que le permita prepararse plenamente para la vida. 1 (Fiallo, 1982. p. 8). En el anterior planteamiento se puede inferir que para el autor las relaciones interdisciplinarias son vías que contribuyen a la formación de conceptos comunes entre las asignaturas, lo que en la posición que se defiende en este trabajo es considerado como un aspecto esencial de las relaciones interdisciplinarias. Sin igualar las categorías materia, asignatura y disciplina que en concepciones didácticas tienen significaciones diferentes. La materia está asociada al contenido y la asignatura a una división convencional y didáctica de una parte del saber humano. Manuel Valdés Rodríguez apuntó que "debéis buscar con habilidad aquello conocimientos que pueden servir de paso para otras, a modo de grandes pilares sobre los que descansa la armazón del edificio” (Valdés, 1950). La vertiente teórica considera la relación interdisciplinaria como un principio didáctico independiente de carácter interdisciplinario y de difícil aplicación no sólo por su complejidad desde el punto de vista teórico, sino también por la necesaria coordinación de esfuerzos entre los docentes de diferentes asignaturas, de forma tal que se garantice la debida sistematización e integración de los conocimientos y habilidades (Fernández de Alaiza, 1998). En palabras de Bianchetti (s.f. p. 2): “Es un problema de nuestro tiempo el resolver las dificultades de la hiperespecialización, tras de lo cual hemos dejado de percibir lo transversal, lo multidisciplinario, lo global, el vivir en la incertidumbre”. Como educador (o futuro educador) no se puede apartar el pensar del más óptimo uso de la pedagogía y de las herramientas pedagógicas, puesto que estudia los principios, normas, medios, métodos, técnicas, formas, procedimientos, población y medio ambiente que se encuentran involucrados en el proceso de enseñanza y aprendizaje, así como tampoco se puede dejar de buscar los mejores recursos didácticos que facilitan la enseñanza de ésta disciplina a través de sus estrategias y sus técnicas. El académico español Peñuelas (2009) realizó una serie de propuestas que pretendieron implementar una docencia integral, interdisciplinar y significativa de conocimientos, formativa en relación con capacidades intelectuales y crítica respecto a los valores y actitudes de los estudiantes frente al derecho. Su 2 objeto de análisis fue la enseñanza del Derecho en España, en la cual observó que no se aportaba a los alumnos una visión completa del sistema jurídico que incluya el conjunto de su estructura, cultura y valores, que no se reconocía suficientemente la importancia de la creación y la aplicación del Derecho por parte de los prácticos del Derecho, que no se potenciaba el desarrollo de las capacidades y habilidades intelectuales necesarias para realizar dichas actividades, que no se fomentaba en los estudiantes la facultad de aprender Derecho por sí mismos, que no se privilegiaba un aprendizaje significativo, y que no se inculcaba a los alumnos una gran confianza en sus conocimientos y en sus capacidades intelectuales. Los nuevos profesionales, y en el caso particular los abogados, deben tener una visión interdisciplinaria que les permita llevar a cabo una análisis integral de los problemas que les incumben, deben contener además un conjunto de conocimientos y destrezas propios de un profesional dedicado a construir soluciones a partir de problemas complejos. La integración curricular hace referencia a la forma en que se organizan los contenidos temáticos del currículo en actividades que favorecen la globalización de los saberes. Se pretende superar la separación por asignaturas de las áreas del conocimiento, la fragmentación de los aprendizajes, de manera que el aprendizaje sea funcional. Es decir, que el alumno lo vea funcionando en una situación o problema real y construya las estrategias que le permitan establecer nuevas relaciones significativas entre contenidos diversos siendo capaz de realizar aprendizajes significativos por sí mismo, en una amplia gama de situaciones y circunstancias. La integración no es simplemente poner juntos contenidos de varias materias. En esta situación es el profesor quien va diciendo qué conexiones se hacen entre los temas y cuál es su sentido. De alguna manera, las relaciones entre los conocimientos pasan a ser un tema más que presenta el profesor y que el alumno debe "aprender". Si en esta situación el profesor deja de mostrar esas relaciones, el alumno dejará de integrar conocimientos. La integración no se basa en la estructura misma de las disciplinas, ni tiene en cuenta los procesos de aprendizaje que utiliza el alumno (Quintana, H. 1998). Aquí se pone mayor énfasis en las relaciones entre áreas, con el intento de poner en común la visión de diferentes disciplinas en torno a un tema. No 3 obstante, sigue siendo una integración externa al alumno. Según las bases teóricas el aprendizaje significativo (propuesto por la teoría de la asimilación de David Ausubel), esta propuesta exige que la integración parta de los conocimientos previos del alumno, tenga sus experiencias personales, el tipo de razonamiento y de estrategias espontáneas que utiliza, sus actitudes y hábitos. Y por parte el profesor, quien plantea la organización lógica de los temas y la organización pedagógica, es decir la secuenciación y nivel de tratamiento adecuado a las necesidades e intereses del alumno. En la International Journal of Good Conscience de marzo de 1994 se dijo que el estudiante debe tener una visión interdisciplinaria en el entendido de que no se le puede presentar una visión aislada del sistema jurídico, toda vez que el campo normativo se ha ampliado a nuevas materias, por lo cual el discente requiere ese contacto con otras disciplinas, que le ayuden a enfrentar con mayores herramientas la problemática que se presenta. Cada día más dificulta el desafío de la complejidad y ya no brindan respuestas satisfactorias la división, o la excesiva parcelación de conocimientos. Hay un desafío de la enseñanza que se traduce en los efectos nocivos derivados de la compartimentación de los saberes y la incapacidad de articularlos para la vida. La comunidad docente argentina no ha logrado arribar a una solución unánime sobre el alcance que se le da, en el campo educativo, al enseñar a través de un lente amplio y abarcativo, toda vez que en el caso particular y diario de la enseñanza áulica se presenta un elemento que involucra a más de un aspecto de una determinada rama o carrera. Con la conclusión del trabajó se sostendrán los beneficios que aporta la cosmovisión amplia que otorga pensar determinada carrera como verdadera unidad y síntesis de un saber y no como el cúmulo de materias separadas y sin relación entre si. Para este trabajo se analiza la facultad de Derecho y Ciencias Políticas de una universidad privada argentina, la cual lleva adelante desde hace dos años un trabajo de articulación interdisciplinar denominado “Semana de Integración Curricular” para la carrera de Abogacía. En ella, alumnos de la carrera de abogacía presentan los trabajos realizados en el cuatrimestre a través de una jornada especial que busca exponer los aprendizajes alcanzados a través del protagonismo de los diversos grupos. El plan de estudios de la carrera de 4 abogacía de la referida universidad prioriza la integración curricular como respuesta a la problemática compleja de las conductas reguladas por las normas jurídicas. Esta estrategia pedagógica, que tiene al estudiante como protagonista del proceso de aprendizaje, busca crear las condiciones para que sean ellos quienes autogestionen el desarrollo de las competencias que requiere un abogado formado al máximo de sus potencialidades. Se estudiará la experiencia vivida por varias universidades a través del análisis documental que ha raíz de la interdisciplinariedad ellas hayan producido así como un total de cuatro entrevistas, las que tendrán como objeto de estudio las vivencias de profesores y alumnos de la universidad en el desarrollo de integración interdisciplinar y las percepciones que ellos se formaron sobre esta metodología de trabajo. El movimiento pedagógico en favor de la globalización y de la interdisciplinariedad nace de la mano de reivindicaciones progresistas de grupos ideológicos y políticos que luchaban por mayores cotas de democratización de la sociedad. La taylorización (Torres Santomé, J. 1994, p. 279) en el ámbito educativo contribuye a que ni el profesorado ni el alumnado puedan participar en los procesos de reflexión crítica sobre la realidad. La educación institucionalizada parece quedar reducida exclusivamente a tareas de custodia de las generaciones más jóvenes, poniendo de relieve que lo que realmente se aprende en las aulas son destrezas relacionadas con la obediencia y la sumisión a la autoridad. John Dewey, uno de los fundadores de la Escuela Activa, se manifiesta contra la enseñanza a partir de la cual se obliga a trabajar al alumnado con una excesiva compartimentación de la cultura en asignaturas, temas, lecciones y con una gran abundancia de simples y anecdóticos detalles. El resultado de un panorama similar es que alumnos recurren como estrategia para sobrevivir en las aulas a acumular en sus mentes una sobrecarga de fragmentos inconexos, sólo aceptados basándose en la repetición o la autoridad (Dewey, J. 1989, p. 159). Los contenidos culturales que conforman el curriculum venían apareciendo descontextualizados, alejados del mundo experencial de los alumnos. Las asignaturas se trabajaban aisladas unas de otras y, por consiguiente, no se facilitaba la construcción y la comprensión de nexos que 5 permitiesen su vertebración, ni entre éstas y la realidad. Los profesores y profesoras se preocupaban más de hacerse obedecer, de seguir un determinado ritmo en las tareas a realizar, en favorecer un memorismo de datos casi nunca bien comprendidos; mientras que el alumno generaba estrategias para recordar datos y conceptos a los que no lograba encontrar significatividad; por lo tanto, éste se preocupaba más de mantener las formas. Lo menos importante eran los procesos de construcción cultural que debían tener lugar en las aulas. Al final, lo que de verdad importaban eran exclusivamente las notas obtenidas. El producto y el proceso de trabajo no merecían la pena, sólo era importante el resultado extrínseco, el salario o las calificaciones. El curriculum puede organizarse no sólo centrado en asignaturas, como es costumbre, sino que puede planificarse alrededor de núcleos superadores de los límites de las disciplinas, centrados en temas, problemas, tópicos, instituciones, períodos históricos, espacios geográficos, etc. Se trataría de cursos en los que el alumnado se vería obligado a manejar marcos teóricos, conceptos, procedimientos, destrezas de diferentes disciplinas para comprender o solucionar las cuestiones y problemas planteados. La defensa de un curriculum globalizado e interdisciplinar se convierte en una de las señas de identidad más idiosincrásicas de una especie de ideología que sirve para definir los límites de una corriente pedagógica que, aun con divergencias más o menos importantes entre si, exhiben dicha defensa como una señal de identidad suficiente para distinguirse del otro gran grupo como es el de los partidarios de las disciplinas. No obstante también se puede constatar la existencia de una línea de centro en la que se alientan los que coinciden con uno u otro grupo, según el nivel educativo al que se destine la propuesta curricular y/o las características de los contenidos culturales que se trabajen. El mundo de hoy es ya un mundo global en el que todo está relacionado, tanto nacional como internacionalmente, un mundo donde las dimensiones son interdependientes y donde ninguno aspecto puede ser adecuadamente comprendido al margen de su entorno. A lo largo de la historia las razones empleadas para legitimar formas de desarrollo curricular interdisciplinar fueron justificadas mediante argumentos a veces exclusivamente psicológicos, en ocasiones epistemológicos, otras 6 sociológicos, o en conjunción varias de ellos. En un primer momento histórico los argumentos obtenidos a partir de las conclusiones a las que llegaban las distintas psicologías del aprendizaje se convirtieron en los más decisivos. Luego, la urgencia enquistamiento e de una incapacidad interdisciplinariedad de las disciplinas como por solución al comprender el conocimiento de las parcelas de la realidad objeto de su estudio llevó a la elaboración de discursos sobre la necesidad de una investigación y educación más interdisciplinares, arribando finalmente a una concepción pragmática como eje argumental prioritario a la hora de justificar la conveniencia de curricula más globalizados e interdisciplinares. Una de las notas distintivas del siglo pasado es la frecuente reorganización del conocimiento. Tendencias hacia mayores cotas de especialización y propensiones para una mayor unificación del saber, son los polos entre los que busca la construcción y difusión del conocimiento. Como fruto de ello, al menos se pueden constatar tres tipos de dinámicas: 1- Una es la consecuencia lógica del trabajo científico e investigador que llevan a cabo las personas en el marco de una especialidad concreta, cayendo incluso en una superespecialización, a base de dividir y subdividir alguna de las áreas tradicionales de conocimiento. De este modo, cobran autonomía o independencia parcelas o temáticas muy específicas de alguno de los campos de investigación dominantes en un momento histórico determinado. 2- Otra dinámica tiene como motor aquellas disciplinas que comparten objetos de estudio, parcelas de un mismo tema o metodologías de investigación, llegando a comunicarse y coordinarse de tal manera que pueden alcanzar la conformación de nuevos e interdisciplinares ámbitos de conocimiento. 3- Una última dinámica es el resultado de la aparición de equipos de investigación claramente interdisciplinares. Actualmente tienen una importancia superlativa los institutos, centros y fundaciones de estudio e investigación interdisciplinares que tienen como fin tratar de comprender y solucionar problemas de candente actualidad, asuntos que para poder ser afrontados requieren del concurso de varios campos de conocimiento e investigación. 7 La pugna entre la disciplinariedad y la interdisciplinariedad tienen partidarios acérrimos de una y otra postura. No obstante, es preciso reconocer que la defensa de la interdisciplinariedad está cobrando un inusitado vigor en los últimos tiempos. La ruptura de fronteras entre las disciplinas (colorario de la multiplicidad de áreas científicas y de uno modelos de sociedad cada vez más abiertos, de la desaparición de barreras en la comunicación y de una mundialización de la información) vienen obligando a la toma en consideración de modelos de análisis mucho más potentes que los que eran típicos de una única especialización disciplinaria. La complejidad del mundo y de la cultura actual obliga a desentrañar los problemas con múltiples lentes, tantas como áreas de conocimiento existen de lo contrario, es fácil que los resultados se vean afectados por las deformaciones que impone la selectividad de las perspectivas de análisis a las que se recurre. Son diversas las razones que confluyen para un nuevo impulso a los discursos acerca de la interdisciplinariedad. Para unas personas (Torres Santomé, J. op.cit., p. 11), la línea argumentativa con mayor poder de convencimiento se establece sobre la base de discursos en torno a la complejidad de los problemas que se plantean en la sociedad actual, la necesidad de tomar consideración cuantos más puntos de vista mejor. Para otras (Peñuelas, L. op.cit., pp. 21 y 22), plantear la problemática de la interdisciplinariedad es consecuencia de interrogantes sobre los límites entre las distintas disciplinas y organizaciones del conocimiento, de la posibilidad de lograr mayores cotas en la unificación del saber. Para la interdisciplinariedad tuvieron un relevante papel concepciones teóricas como el marxismo, el estructuralismo, la teoría general de sistemas y el desconstruccionismo. El marxismo fue uno de los modelos teóricos que más ayudó a promover la interdisciplinariedad. Una buena prueba de ello está en el impacto que esta teoría tuvo en prácticamente todas las disciplinas y campos de conocimiento. Bien se observa en los escritos de José Martí (González Sierra, D.J., 2000, p. 177), base fundamental sobre la que se sientan los cimientos de la educación cubana, donde se resaltan los valores relacionados a la diversidad como 8 concepto opuesto a la uniformidad y al individualismo. El estructuralismo es otra de las concepciones teóricas decisivas en la consolidación del movimiento interdisciplinar. Así ya Jean Piaget en 1970 explica como, en la insistencia en la búsqueda de las estructuras comunes a todas las disciplinas, en el sentido de principios de explicación o sistemas subyacentes de transformación y de autorregulación es donde se encuentran uno de los impulsos decisivos a la filosofía de la interdisciplinariedad. De esta manera, ya no se tenía que dividir la realidad en compartimientos impermeables o plataformas superpuestas correspondientes a las fronteras aparentes de las disciplinas científicas, sino que se compelía a buscar interacciones y mecanismos comunes. (Piaget, J. 1970, p. 155-156). Aunque será desde la teoría general de sistemas donde se gestarán los mayores apoyos. Los estudios sistemáticos son estudios globales o totales, tratan de ver cómo están relacionados funcionalmente el conjunto de elementos que componen un sistema. Cada elemento del sistema interacciona de diferentes maneras con cada uno de los demás elementos. Así, entre los conceptos clave de esta teoría se observan términos como feedback, homeostasia, entropía, simetría, isomorfismo, etc., que vienen a subrayar esta preocupación por los niveles y formas de interacción multivariables. La teoría general de sistemas es una ciencia de la integridad. La interdisciplinariedad es consiguientemente obligatoria. La desconstrucción implica conocer cómo se construyó un determinado conocimiento, o sea, reconstruirlo de nuevo pero desde una posición de distancia. El impulso dado a la interdisciplinariedad desde posiciones estructuralistas y desde la teoría general de sistemas tiene una serie de hitos importantes, entre los que cabe reseñar el Seminario Internacional que sobre la Pluridisciplinariedad y la Interdisciplinariedad en las Universidades organizó el Centro para la Investigación e Innovación de la Enseñanza de Francia en 1970. Su objetivo fue dilucidar sobre qué es la interdisciplinariedad y la medida en que ésta se trabaja en las universidades, analizar si se favorece realmente una enseñanza y una investigación adaptadas a la evolución del conocimiento y de la sociedad. La complejidad de las sociedades actuales, la interconexión entre las distintas 9 naciones, gobiernos, políticas y estructuras económicas y sociales obligan a análisis también más integrados, en los que se tomen en consideración todas las dimensiones de manera interrelacionada, integrada. También es necesario señalar que apostar por la interdisciplinariedad significa defender un nuevo tipo de persona, más abierta, flexible, solidaria, democrática y crítica. El mundo actual necesita personas con una formación cada vez más polivalente para hacer frente a una sociedad donde la palabra “cambio” es uno de los vocablos más frecuentes y donde el futuro tiene un grado de imprevisibilidad como nuca en otra época de la historia de la humanidad. Disciplinariedad, Interdisciplinariedad, Multidisciplinariedad y Transdisciplinariedad. La propia subdivisión de los tradicionales campos de conocimiento en especialidades independientes permitió un incremento cuantitativo importante en los niveles de productividad científica. En los últimos tiempos fácilmente podemos constatar la aparición de nuevas subespecialidades. Una de las razones de esta política de fragmentación disciplinar es el resultado de la tendencia de las personas dedicadas a la investigación de perfilar los problemas que van a investigar, de una manera muy precisa, para solventarlos también con mayor rapidez. El fuerte peso de la cultura del positivismo favoreció el ir caminando en direcciones disciplinares más reduccionistas, lo que generó que se perdieran las cuestiones relativas a su relevancia. El término interdisciplinariedad surge conexionado con la finalidad de corregir los posibles errores y la esterilidad que acarrea una ciencia excesivamente compartimentada y sin comunicación interdisciplinar. En este sentido, la crítica a la compartimentación de las materias correrá pareja con la que se dirige al trabajo fragmentado en los sistemas de producción de la sociedad capitalista, a la separación entre trabajo intelectual y manual, entre la teoría y la práctica, a la jerarquización y ausencia de comunicación democrática entre los diversos puestos de trabajo en una estructura de producción capitalista, entre humanismo y técnica. Las transformaciones en las disciplinas ocurren como resultado de dos tipos de situaciones: una mayor delimitación y concreción dentro de los contenidos tradicionales de un campo disciplinar ya establecido, o también como fruto de 10 una integración o fusión entre parcelas de disciplinas diferentes pero que comparten un mismo objeto de estudio. Esta segunda forma conlleva la toma de contacto o al menos una mínima interacción entre disciplinas diferentes. La disciplina es una categoría organizacional en el seno del conocimiento científico; ella instituye allí la división y la especialización del trabajo y ella responde a la diversidad de los dominios que recubren las ciencias. Morin (2010) sostiene que si bien está englobada a través de un conjunto científico más vasto, una disciplina tiende naturalmente a la autonomía, por la delimitación de sus fronteras, la lengua que ella se constituye, las técnicas que ella está conducida a elaborar o a utilizar, y eventualmente por las teorías que le son propias. La organización disciplinaria fue instituida en el siglo XIX, particularmente con la formación de las universidades modernas, luego se desarrolló en el siglo XX con el impulso de la investigación científica; esto quiere decir que las disciplinas tienen una historia; esta historia se inscribe en la de la universidad que a su vez está inscripta en la historia de la sociedad; de tal modo que las disciplinas surgen de la sociología de las ciencias y de la sociología del conocimiento y de una reflexión interna sobre ella misma, pero también de un conocimiento externo. No es suficiente pues encontrarse en el interior de una disciplina para conocer todos los problemas referentes a ella misma. Por una parte la disciplinariedad opera la circunscripción de un dominio de competencia sin la cual el conocimiento se fluidificaría y devendría en vago. Por otra parte, ella devela, extrae o construye un objeto no trivial para el estudio científico. La institución disciplinaria entraña a la vez un riesgo de hiperespecialización del investigador y un riesgo de cosificación del objeto de estudio donde se corre el riesgo de olvidar que este es extraído o construido. El espíritu hiperdisciplinario deviene en un espíritu de propietario que prohíbe toda incursión extranjera en su parcela del saber. Se sabe que en el origen la palabra disciplina designaba un pequeño fuste que servía para autoflagelarse, permitiendo por lo tanto la autocrítica; en su sentido degradado la disciplina deviene en un medio de flagelación a los que se aventuran en el dominio de las ideas que el especialista considera como de su propiedad. Es común observar una conceptualización ambigua entre las nociones de multidisciplina e interdisciplina. 11 El enfoque multidisciplinario es aquel caracterizado por una simple yuxtaposición de áreas del conocimiento, en el cual cada disciplina se dedica a su especialidad sin que haya una relación ni se evidencien modificaciones o transformaciones en las disciplinas involucradas. La característica de esta perspectiva es su visión atomística de la realidad y un total aislamiento respecto de toda demanda social. Estas prácticas multidisciplinarias derivan de la formación educativa en todos los niveles de la enseñanza es básicamente disciplinaria. En el nivel universitario esta orientación se condensa aún más, ya que la enseñanza se mantiene apegada a la tradicional concepción positivista de áreas del conocimiento basada en divisiones supuestamente pedagógicas. Los diseños curriculares y los planes de estudio muestran un parcelamiento del saber en disciplinas aisladas como comportamientos estancos. Esta concepción disciplinaria de la educación universitaria lleva a una excesiva especialización que fragmenta el conocimiento en áreas y obstaculiza la comprensión de la pluralidad y complejidad de las dimensiones de la realidad. La enseñanza no prepara para el trabajo, ni orienta sus lineamientos curriculares en función de las necesidades del país. Se tiende a la súper-especialización, y dentro de cada disciplina se forman áreas más especializadas aún, que constituyen escuelas. La formación de escuelas conlleva al aislamiento y al dogmatismo. A los congresos, jornadas y eventos científicos sólo acceden los convencidos de ciertos postulados o los dueños de determinados paradigmas. Esta carencia de comunicación entre los miembros de la comunidad académica obstaculiza las relaciones entre las disciplinas, y esto suele ser agudizado por la propia estructura institucional. Se evidencia una desarticulación entre la teoría y la práctica. En la mayoría de las carreras, los contenidos teóricos se organizan al comienzo de la formación, dejando las prácticas para el final. Por otra parte, los contenidos teóricos básicos se dictan dentro del aula universitaria, alejados del ámbito en el cual se generan los problemas. Los mismos contenidos deben ser vistos dos veces, primero como conceptualización teórica y luego como concatenación práctica, como si fueran teoría y práctica aspectos complementarios de un mismo proceso de aprendizaje. Estos aspectos de la educación disciplinaria de excesiva especialización, de 12 división entre formación profesional y laboral y de desarticulación teoríapráctica, tienden a aislar el desarrollo del conocimiento del contexto históricosocial generando verdaderas islas académicas sumamente eruditas, pero descontextuadas de los problemas que nuestra realidad plantea. La aproximación interdisciplinaria surge ante la demanda social, ante las situaciones de problemas cada vez más complejos y por la evolución interna de las ciencias. Esta orientación interdisciplinaria puede favorecer la integración y producción de conocimientos, en donde se debe partir de los problemas, no de las disciplinas dadas. Desde esta perspectiva, la colaboración interdisciplinaria es básica a través de la convergencia del problema. El tema borde entre dos disciplinas no constituye interdisciplinariedad. Es característico de los modelos positivistas el plantear la demarcación disciplinaria como rígida y física. Pero los problemas no tienen fronteras disciplinarias y los límites de cada disciplina no están fijos y determinados para siempre. En términos de Jean Piaget (1970), “nada nos compele a dividir lo real en compartimentos estancos, o en pisos simplemente superpuestos que corresponden a las fronteras aparentes de nuestras disciplinas científicas, y por el contrario, todo nos obliga a comprometernos en la búsqueda de instancias y mecanismos comunes. La interdisciplinariedad deja de ser un producto de lujo o un producto ocasional para convertirse en la condición misma del progreso” (p. 19). La orientación interdisciplinaria surge de una concepción constructivista de la realidad, siendo ésta considerada como una totalidad estructurada pero a la vez estructurante. Desde esta visión, la interdisciplina reconoce que la realidad no es algo obvio, unívoco y simple que se puede comprender fácilmente, sino que es contradictoria. En este sentido la interdisciplina se basa en la complejidad y unidad de la realidad, por un lado, y en la división del trabajo científico necesario para la evolución de la ciencia, por otro. La interdisciplina incluye cambios disciplinarios que producen enriquecimiento mutuo y transformación. Al anteponer el término inter al vocablo disciplina se ubica como un nexo del cual se espera una cierta totalidad. El principio de la articulación disciplinaria se basa en las correspondencias estructurales, en las intersecciones y en los vínculos interdisciplinarios. Esto es importante porque la integración no se realiza exclusivamente a nivel de las 13 disciplinas, sino a través de los miembros del equipo de trabajo que aportan prácticas convergentes. Esta integración sistemática lleva a la orientación transdisciplinaria. La transdisciplinariedad es una aproximación metodológica que compatibiliza la unidad y diversidad de la ciencia. La transdisciplinariedad supone un sistema total que integra las distintas disciplinas a través de un marco conceptual común. El trabajo Interdisciplinario. Con el propósito de romper abordajes fragmentados, que resultan parciales e incompletos, se intenta el estudio interdisciplinario, en el cual cada disciplina aporta una parte de la solución para lograr un entendimiento integral de la problemática tratada. Para entender que es interdisciplina vale empezar por su negativa, es decir, que no es la suma de varias disciplinas. Por tanto, no debe ser entendida como aquel método en el que cada participante selecciona la información que le brinda su disciplina y la resignifica desde su perspectiva individual, sino como la interacción entre dos o más disciplinas o ciencias. Trabajar de este modo requiere aperturas conceptuales y perceptuales relacionadas con vínculos y emociones además de voluntades. En relación al aprendizaje de las asignaturas universitarias, los obstáculos surgen porque, en general, cada una de ellas se considera como un aspecto trascendente de la formación del futuro profesional pero aislada del resto, por cuanto la visión de la realidad se reduce o fragmenta. Las dificultades en relación a los profesores pueden ser causadas por disputas a partir de la definición de los problemas que realiza cada docente, cuando cada profesor piensa y cree que el cuerpo de conocimientos de su propia materia es el que más eficazmente explica el problema, esto se agrava cuando se trata de integrar disciplinas diferentes. Un equipo interdisciplinario es un grupo: debe ser pensado con alguna lógica que contemple lo subjetivo y lo intersubjetivo. Un saber disciplinario es una forma de poder y, por ende, las cuestiones de poder aparecerán necesariamente. En lo individual, la participación en un equipo de esta índole implica numerosas renuncias, la primera es la renuncia a considerar que el 14 saber de la propia disciplina es suficiente para dar cuenta del problema, reconocer lo incompleto de cada una. Por ello la coordinación de un equipo interdisciplinario es una función decisiva ya que pueden originarse situaciones de conflicto: rivalidades, competencias y alianzas entre sus integrantes, que es necesario impedir. Debe existir algún tipo de liderazgo, que definirá cómo organizar el tiempo, cómo instrumentar el trabajo previo, proyectar la tarea, realizar acuerdos. Hay que evitar desaprovechar el tiempo y los recursos, de allí la necesidad de capacitación para esta tarea, pluripersonal y a veces multidisciplinar, que permite vivenciar las dificultades, obstáculos y ventajas del trabajo en equipo enfatizándose su importancia no sólo para el logro en las intervenciones áulicas sino también por considerar el plus que aporta para el ejercicio de la democracia. Por este mismo motivo, es éste un aprendizaje de cómo ser ciudadano, y resulta importante que sea trasmitido a los alumnos; con aportes de todos los integrantes se aprende a articular los diferentes lenguajes disciplinares, consensuar, disentir, y al mismo tiempo, predispone a entender la problemática del otro y verse a sí mismo a partir de la mirada del otro al someter la problemática a reflexión. Las prácticas multidisciplinarias e interdisciplinarias, por su modo de funcionamiento, tratan de romper el estudio a modo de compartimientos estancos, las islas académicas, la desarticulación entre teoría y práctica, a través del intercambio de instrumentos, métodos y técnicas, e intentando incorporar la cooperación entre los integrantes de cada grupo de estudio como metodología permanente de trabajo. Antecedentes de articulación en la práctica universitaria. Sobre la articulación interdisciplinar y su aplicación en las universidades o escuelas no existe codificación, enciclopedia, manual ni compendio o recopilación, aunque si es cierto que se han publicado gran número de artículos sobre el tema, tenido su inicio en el primer cuarto del siglo XX como respuesta tanto a los modelos económicos como a los educativos. María Cristina Plovanich (s.f.) sostiene que a l disciplina delimita el objeto de estudio, y por eso en la tarea que supone el diseño del programa es esencial que los contenidos de la enseñanza sean seleccionados con criterios de significación sicológica y social, pero que además tengan en cuenta las 15 demandas sociales hacia el sistema de formación profesional. Esto supone un desafío ya que el desarrollo científico trae aparejada una creciente especialización y abstracción sobre la realidad, se producen nuevos conocimientos, aparecen nuevas disciplinas, que es necesario integrar para resolver los problemas. Esta realidad exige preparar al alumno para un aprendizaje continuo basado fundamentalmente en la búsqueda autónoma de información, que además deberá ser capaz de procesar, jerarquizar, interpretar y utilizar para saber-hacer. Con el propósito de romper abordajes fragmentados, que resultan parciales e incompletos, se intenta el estudio interdisciplinario, en el cual cada disciplina aporta una parte de la solución para lograr un entendimiento integral de la problemática tratada. No debe ser entendida como aquel método en el que cada participante selecciona la información que le brinda su disciplina y la resignifica desde su perspectiva individual, sino como la interacción entre dos o más disciplinas y/ o entre dos o más ciencias. Trabajar de este modo requiere aperturas conceptuales y perceptuales relacionadas con vínculos y emociones además de voluntades; donde se juegan no sólo identidades profesionales sino también personales. En Estados Unidos se han iniciado programas de educación en tecnología con currículos innovadores, y estructurados alrededor de la tecnología como el concepto medular de dichos programas, con enfoques interdisciplinarios. En esos currículos se observa un énfasis marcado hacia las ciencias, las matemáticas y la ingeniería (Dodd, 2000). Alexander, Allen, Nelson y Sisk (1998) afirman que el currículo de educación en tecnología, en las universidades de Estados Unidos, posee un enfoque interdisciplinario tanto en los contenidos como en las aplicaciones, donde los maestros del área colaboraran con los maestros de ciencia y matemática para fortalecer la exposición de los estudiantes a la tecnología. Dodd (2000) afirma que en la medida en que la sociedad aumente la dependencia de la tecnología, más se deberá trabajar con enfoques interdisciplinarios. Gran aporte al campo multidisciplinar, como ya se dijo, parte de la dialéctica marxista cubana, teniendo como máximo exponente a José Martí, y es por ello que Cuba ostenta un grado abismal en avance sobre esta temática. Para la Universidad de Granma, en la carrera de Ingeniería en Mecanización Agropecuaria, Estrada Cingualbres, R.J., Reyes Rondón, I. y Pantoja Millán, F. 16 (s.f.) notaron que a través de la interdisciplinariedad se debían evidenciar los nexos entre las materias del programa, lo que reflejaría una acertada concepción científica del mundo, lo cual demostraría que los fenómenos sociales no existen por separado, y que al interrelacionarlos por medio del contenido, necesariamente se diseñaría un cuadro de interpelación, interacción y dependencia del desarrollo social, lo que terminaría influyendo en el consecuente incremento de la efectividad de la enseñanza tanto en términos cuantitativos como cualitativos. Por otro lado, desde la Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Salvador Allende” de La Habana (2001), se realizó una investigación pedagógica para la Licenciatura en Enfermería, donde se analizó la vinculación de los contenidos, habilidades y términos comunes relativos al cuerpo humano en todas las materias del plan de estudios, con el objeto de reducir los contenidos obsoletos y lograr un profesional hábil, capaz de enfrentar en forma competente y humana los problemas de la salud, resultando indispensable establecer un trabajo coordinado entre las diferentes disciplinas de la carrera. Desde la experiencia nacional (Rossello, L. y Candás, S., s.f.), la Universidad Nacional de San Luis, teniendo en cuenta los cambios sociales, educativos y culturales generó un nuevo espacio de análisis en relación a los docentes y alumnos, con el fin de enriquecer la práctica estudiantil para la Licenciatura en Fonoaudiología teniendo como ejes la Fonoaudiología y la Psicología, ya que al contactar ambas disciplinas se construyó una nueva forma de pensar y actuar sobre el ser humano tanto desde la enseñanza como desde el aprendizaje, llevando a la praxis en Fonoaudiología las teorías del aprendizaje brindadas desde la Psicología. Desde la Universidad de Buenos Aires (Alvarez, M. s.f.), para la enseñanza de la Historia Económica y Social General, en la carrera de Ciencias Económicas, los docentes desarrollaron e implementaron un programa que propiciaba el aprendizaje. El mismo se basó en modificar la enseñanza a través de un plan de trabajo que implicó un abordaje interdisciplinario de los contenidos, por medio de situaciones problemáticas implementando juegos de roles, y con apoyo de equipos docentes (quienes debían pensar los contenidos en forma integrada, salvando los “espacios cerrados”). Este proyecto se sostuvo en tres pilares: 17 1) La integración interdisciplinaria de los contenidos de las asignaturas, no con la intención de modificar en bagaje teórico de las materias sino facilitarles a los alumnos la teoría articuladamente para que pudieran construir herramientas metodológicas para su mejor desempeño académico y así potenciar su futuro accionar profesional. 2) Presentación a los alumnos de situaciones problemáticas, ya que el “juego de rol” como estrategia didáctica aporta la posibilidad de aplicar los conocimientos en una situación práctica y multicontextual. Y en Historia Económica y Social General otorga a la historia el rol de relato vertebrador con las demás materias del programa. 3) Formación de equipos docentes, el cual acentúa la importancia del trabajo en grupos, lo que implica la capacidad de aceptar otros puntos de vista, reconocer los aportes del otro y las propias limitaciones, propiciando la apertura del pensamiento, el consenso de propósitos, la comunicación de ideas y conocimientos, y la coordinación de tiempos y espacios de trabajo. Diseño de investigación. Objetivo general: Establecer que se entiende por articulación interdisciplinar y determinar cual es su alcance y sentido. Objetivos específicos: Señalar cuales son los requisitos necesarios para lograr una verdadera integración curricular. Tipo de investigación: Descriptiva Unidad de análisis: Carrera de Abogacía de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de una universidad privada argentina. Población y tipo de muestra: 18 Alumnos y profesores. Descripción de las técnicas e instrumentos de recopilación de datos: Entrevistas semiestructuradas con fin cualitativo. Análisis de datos. La carrera de Abogacía de una universidad privada argentina que se toma como caso de estudio, cuenta con un total de 50 materias desde el inicio de la cursada hasta la obtención del título de grado. Luego de hacer un recorrido sistemático por todos los programas de las materias que ofrece la carrera, se observa sólo referencias a la articulación interdisciplinar en 9 materias de un total de 50, “razón que hace pensar o repensar cual es el papel verdadero que le da la universidad a la enseñanza multieje”. Sin embargo la universidad tiene entendido que generar ambientes abiertos hace que las relaciones entre estudiantes, maestros y problemáticas promuevan el gusto y entusiasmo por las actividades que se realizan en ella. Plantea que al ser constructores de su tiempo dejan de esperar fatalistamente lo que les va a pasar en el aula y más bien modelan, planean y construyen su vida y su realidad desde las exigencias de anticipación que plantean los proyectos de integración. Sostiene que la posibilidad de crecer en colectivos de pares articulados por metas compartidas y elaboradas por los estudiantes (los proyectos, las intenciones, los plantes), lleva a buscar la autoorganización y autorregulación y a valorar otras dimensiones de convivencia como la responsabilidad frente a la obediencia o el protagonismo ante la pasividad. En su visión crítica de la educación, “los maestros y los estudiantes no tienen ni la necesidad ni el espacio para crear, ni para pensar o producir sus propias ideas, pues en la universidad ya todo está definido, basta con ser obedientes y tener buena memoria para llevar a término los estudios”. Entiende que en todo trabajo por proyectos (como la semana de la integración) la participación es una de sus principales características, y ésta requiere de unas formas organizativas que no están definidas en los libros, lo cual conduce a que los actores (docentes, autoridades y alumnos) se pongan de acuerdo sobre la manera de lograr los fines propuestos. 19 Sabe que llegar a acuerdos requiere de un ejercicio colectivo de argumentación y debate, genera compromiso colectivo, donde los estudiantes se sienten protagonistas y al mismo tiempo asumen sus compromisos en los trabajos que deben realizar. En esta dinámica de trabajo interdisciplinario “los estudiantes aprenden que el conocimiento no es algo acabado y pueden aprender paralelamente con sus maestros”. En este tipo de propuesta de trabajo impulsada para la carrera de A bogacía por la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de esa universidad el protagonismo en el aula no es exclusivo de quienes imparten la enseñanza; los estudiantes intervienen en los temas, proponen y controvierten; es un ejercicio que permite a cada uno reconocerse y, por supuesto, reconocer a los demás como sujetos con experiencia y conocimiento valiosos. En esta interacción se reconoce que el maestro no es el único que lleva el conocimiento al aula. Ni el currículo, ni una temática determinada orientan los proyectos; en algunos casos el maestro es quien busca la manera de ajustar los currículos a éstos. Dicha situación “genera angustia en los docentes, frente a la usual certidumbre de enseñar lo que está determinado”. Desde esta perspectiva los alumnos se sienten reconocidos cuando sus intereses son tenidos en cuenta, al verse reconocidos y protagonistas sienten el compromiso de trabajar en los proyectos y el ánimo de proyectarse como estudiantes e individuos con ideas propias. En esta dinámica, ni los maestros ni los estudiantes se encuentran maniatados a seguir los mandatos de los contenidos, sólo requieren elaborar su obra colectiva, planear y diseñar las actividades en forma coherente con el proyecto. Cree la universidad que de no llevarse a cabo proyectos de este tipo el aprendizaje resulta monótono y descontextualizado. Lo hecho a partir de estos proyectos es un aprendizaje para la vida, pues permite que “los estudiantes, de manera autónoma, proyecten sus obras en su quehacer cotidiano”. En el trabajo por proyectos disciplinarios e interdisciplinarios se parte de la posibilidad de ser protagonista en la planificación conjunta de tareas, reconociendo la capacidad de construir mediante el deseo y la voluntad, así esas tareas adquieren más sentido cognitivo y mayor alcance convivencial. Incluso la institución educativa comienza a relativizarse para los estudiantes y para los maestros, pues las unidades temáticas se reacomodan y hasta 20 desaparecen, dado el compromiso no sólo por los temas sino por las búsquedas individuales y colectivas conscientes, logrando que existan otros tipos de organización en donde dialoguen estructuras curriculares diferentes y los proyectos adquieran dinámicas propias. Los docentes de esta casa de altos estudios, en su permanente búsqueda por dar significado y sentido a la estructura curricular por dimensiones, estándares y lineamientos, organizan proyectos interdisciplinarios como manifestación de su temporalidad como sujetos. Este tipo de actividades les exige una continua reflexión que aprovechan al máximo porque han venido observando que en los espacios de carácter informal donde se conversa sobre el quehacer de la vida universitaria, también se aprende y se forman como maestros. El saber del docente es temporal, evolutivo y dinámico, se construye y se transforma a través de la vida profesional; es un saber social construido también por diversas fuentes sociales: familia, escuela, organizaciones pedagógicas, cultura, universidades. En este sentido, el trabajo universitario en torno a los proyectos interdisciplinarios resultan ser una contribución importante para lograr transformaciones culturales; una perspectiva de formación de la autonomía, el protagonismo, la seguridad en si mismo que otorga la posibilidad de inventar, apuntando a una ciudadanía consciente de cambio y creación no solo en la ciencia y la tecnología sino en cualquier dimensión humana. Siguiendo ese razonamiento, la universidad se adscribe a la iniciativa de generar cambios y transformaciones de impacto que evidencien el reto de reivindicar otro tipo de educación. Desde esta perspectiva de trabajo, se centra la atención indagativa/transformativa en los procesos curriculares con el propósito de fortalecer, de un lado, profesionales reflexivos y, de otro, como consecuencia de lo anterior, una institución educativa que responda a los intereses, necesidades y conocimientos de su comunidad educativa, al tiempo que a un movimiento entre los tejidos socioculturales que evidencie la práctica pedagógica como práctica ético-política, de carácter transformador en dirección al fortalecimiento de la dignidad humana. El inconformismo con unas prácticas pedagógicas cimentadas en lo meramente técnico-instrumental “comprometió tanto a los docentes de la universidad como a sus autoridades a encontrar rutas epistémicas potenciadoras de la práctica 21 pedagógica como práctica discursiva-investigativa posibilitadora, en primera instancia, del reconocimiento de la propia historia didáctica y pedagógica”. La finalidad que persigue potencia la interdisciplinariedad e integración curricular a partir de las propuestas que se nutren mutuamente desde los factores influyentes del mundo socio-profesional. Por un lado este proyecto asumió el desafío del currículo interdisciplinario como la urgente necesidad de potenciación del sujeto docente desde el autorreconocimiento de su existencia, de las múltiples dimensiones que la construyen y de su compromiso ético-político, con su cualificación y su transformación tanto individual como colectiva en el sentido de la dignificación humana. La integración curricular, entendida de esta forma, exige la incorporación, por parte del maestro, de formas de reflexión y construcción de conocimiento, que permitan, de un lado, la observación, categorización y conceptuali zación de las experiencias compartidas con sus estudiantes y, simultáneamente, la contemplación, comprensión y explicación de los fenómenos emergentes del mundo de la vida, que tiene lugar en los contextos del aula. Así, se busca tomar distancia de las posiciones cimentadas en supuestos y prejuicios, y de los enfoques meramente instrumentales del currículo y el aprendizaje, en los que el producto se halla asociado a la aplicación paramental de formulismos didácticos que desconocen la reflexividad, la construcción colaborativa y el pensamiento crítico. El impacto en las prácticas de los docentes participantes en el proyecto, al pasar de una práctica convencional, aislada, centrada en los contenidos, a una práctica innovadora, centrada en los estudiantes, e integrada con diversos saberes y problemáticas asumidas desde un contexto de trabajo colaborativo. En las entrevistas realizadas a alumnos y graduados de la carrera de Abogacía de la universidad, se dividen quienes coinciden en que nunca vivenciaron, al menos de forma consciente, procesos interdisciplinarios y quienes, a través de la propuesta universitaria, sienten que lograron adquirir una concepción del Derecho ampliamente superadora e integral, avanzando del rincón estanco que cada materia se atribuye para si y viendo como al concluir sus estudios de grado pueden interpretar al Derecho como una unidad, a la vez que se presentan socialmente como profesionales capaces de ver en forma correcta 22 cada problema y demostrar la adquisición de herramientas que les facilitan su concepción del mundo jurídico. Conclusiones. La interdisciplinariedad ya no es un producto de lujo o un elemento ocasional, es una condición necesaria y fundamental para el progreso. Ante todo se debe resaltar la diferencia existente entre los fenómenos de multidisciplinariedad, transdisciplinariedad e interdisciplinariedad. El primero de ellos fue caracterizado como aquel que simplemente yuxtapone saberes o áreas de conocimiento: cada disciplina se ocupa de su especialidad sin que haya relación, transformación o modificación de las disciplinas involucradas. El segundo supone un sistema total que integra las distintas disciplinas a través de un marco conceptual común, es decir que confluyen los saberes de distintas disciplinas pero no existen equipos de trabajo (personas que a través de sus esquemas de conocimiento diversos aportan a la superación teórico-práctica). En cambio, la interdisciplinariedad trata de saberes y técnicas integrados en sistemas que necesariamente deben coordinarse, de tal modo que permitan formar en el estudiante un sistema generalizado de conocimiento. Claramente se observa que mientras los dos primeros referencian al conocimiento o ciencia en si misma integrada o no pero siempre desde su perspectiva teórica, la articulación interdisciplinar tiene por objeto al educador y al educando. La fragmentación experimentada por las disciplinas científicas, que facilitó ampliamente el avance de los saberes, arribó a un punto de no retorno respecto de la rama del saber que le dio origen. Esta separación no sólo atacó al ámbito científico-doctrinario, sino que sembró su semilla en los claustros universitarios, en la mayoría de los profesores, quienes continúan enseñando sólo a través de la visión que le da su asignatura. Y aunque parezca trágica la expresión, los únicos perjudicados siguen siendo los alumnos, destinados a repetir esa concepción miope sobre su carrera de grado. Elaborar una propuesta interdisciplinaria no sólo importa dejar de creer (o decir) que tal o cual materia es la más importante o trascendente de una carrera universitaria. Sino más bien tomar consciencia de que el docente, y la universidad como institución, preparan futuros profesionales quienes deben 23 estar capacitados para dar cuenta del amplio espectro que requiere llamarse a sí mismos profesionales. Esto no se logra con declaraciones de buena voluntad, con enunciados rimbombantes o con discursos progresistas. Hace falta que, al pensar como se articulará una carrera, desde su plan de estudio y en todos los aspectos que requiera estructura y organización, se lo haga a través de equipos de trabajo interdisciplinares, tanto desde el foco estrictamente científico-educativo (Lic. en Ciencias de la Educación, Psicopedagogos, etc.) como desde las distintas ramas que componen una carrera, es decir, todos aquellos profesores que dicten clases y sus ayudantes, auxiliares o colaboradores. Donde cada profesor sea necesario compañero de su colega. Donde no haya decisiones aisladas y unilaterales, donde no prime el ego, porque en definitiva en las universidades se forman profesionales y personas. Estos equipos de trabajo, deben ser permanentes para vencer los “espacios cerrados” en que han devenido las asignaturas, ya que acentúan la importancia del trabajo en grupos, lo que implica la capacidad de aceptar otros puntos de vista, reconocer los aportes del otro y las propias limitaciones, propician la apertura del pensamiento, el consenso de propósitos, la comunicación de ideas y conocimientos, y la coordinación de tiempos y espacios de trabajo. Pero no se puede obviar que este proceso de integración curricular no sucederá en forma espontanea ni mágica, ni por la simple imposición de entes o autoridades educativas. El proceso sólo funcionará en forma real si quienes intervienen en él cuentan con las herramientas didácticas, los recursos económicos (incluido el pago de las horas de investigación, reuniones de claustro, coordinación de los equipos de trabajo, etc.) y la motivación, entendimiento y convencimiento por parte de alumnos, profesores y autoridades de que la interdisciplinariedad formará no sólo profesionales más aptos, sino además personas más íntegras y capaces. 24 Bibliografía citada: Acuña, L. (2009). Universidad-escuela y producción de conocimiento pedagógico. Bogotá, Colombia: Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico. Colectivo de autores del MINED y del ICCP (1984), La Habana: Cuba. Editorial Pueblo y Educación. Añorga, J. (1994). Glosario de términos de la Educación Avanzada. La Habana: Cuba. Fiallo, J. (1982) Los métodos fundamentales en la enseñanza de la Física. Revista Educación. Cuba. No. 12. Abril-Junio. Valdés, M. 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Entrevista semiestructurada a alumnos y ex alumnos de la carrera de abogacía de una universidad privada argentina. • Si entienden a que referencia la articulación interdisciplinar (en los casos negativos se brindó una breve explicación de lo que implica). • Si durante el desarrollo de sus carreras de grado pudieron vivenciar procesos interdisciplinarios. • Si es afirmativa la pregunta anterior cómo los influyo y que conclusiones pueden aportar (tanto las acepciones negativas como las positivas). • Si no fue afirmativa la respuesta a la pregunta Nº 2, si creen que su concepción del Derecho en general y su rendimiento como alumnos en particular hubiese variado al vivenciar prácticas interdisciplinares. • Si pueden decir que comentarios le merece la interdisciplinariedad más allá de su experiencia. • Si desean hacer algún otro comentario. 29