RECAUDACIÓN Hipoteca solidaria La Ley Hipotecaria prohíbe las denominadas hipotecas solidarias, aquellas por las que cada una de las fincas responde en su integridad de la totalidad de la deuda garantizada. Resolución de la Dirección General de Registros y del Notariado de 16 de mayo de 2012 (BOE 14 de junio de 2012). Antecedente normativo Cita: -Ley Hipotecaria, Texto Refundido según Decreto de 8 de febrero de 1946. -Real Decreto 520/2005, de 13 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento general de desarrollo de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria, en materia de revisión en vía administrativa. 1. Planteamiento La Dirección General de los Registros y del Notariado resuelve en esta Resolución un recurso en el que se plantea la posibilidad de constituir una hipoteca solidaria en garantía de una deuda tributaria. La cuestión surge ante la necesidad de constituir una garantía del cumplimiento de una liquidación tributaria contra la que se interpone la correspondiente reclamación económica administrativa. El hecho es el siguiente: la Agencia Estatal de Administración Tributaria adopta un acuerdo de liquidación tributaria que asciende a unos quince millones de euros; contra este acuerdo se plantea una reclamación económica administrativa y, al tiempo, se solicita la suspensión de la deuda con garantía hipotecaria inmobiliaria. Para ello, y en garantía del cumplimiento de este acuerdo, el representante de la empresa deudora constituyó una hipoteca unilateral y voluntaria sobre diversas fincas registrales, y distribuyó el total de la responsabilidad entre las fincas, de acuerdo con un cuadro de distribución que en este acto entregó al notario y que se incorporó a la escritura. Tras practicar la inscripción, la misma empresa, presenta nueva escritura de subsanación por exigencias de la Agencia Estatal de Administración tributaria; esta escritura subsana la anterior en el sentido de determinar que la totalidad de las fincas descritas respondían, cada una de ellas, del total de la deuda principal más el interés de demora que originara la suspensión. Estas exigencias de la Agencia se fundamentaban en lo establecido en el artículo 41.1 del Real Decreto 520/2005, de 13 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento general de desarrollo de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria, en materia de revisión en vía administrativa, que regula las garantías de la suspensión de la ejecución de las liquidaciones administrativas recurridas en vía económico-administrativa. El Registrador extendió una comunicación en la que se advierte de la 1 imposibilidad de inscribir esta escritura de subsanación, dado que la Ley Hipotecaria prohíbe las hipotecas solidarias. En concreto, añade, el artículo 119 de la Ley Hipotecaria exige que “Cuando se hipotequen varias fincas a la vez por un solo crédito, se determinará la cantidad o parte de gravamen de que cada una deba responder”. En el recurso que interpone el representante de la empresa deudora ante la Dirección General se afirma que, al margen de que esta práctica se ha admitido en otros Registros, se trata de cumplir una resolución administrativa y como consecuencia del principio de libertad de pactos; esta diferencia de criterios, añade, impide en la práctica que la empresa pueda aportar a la Hacienda pública “el conjunto de fincas debidamente inscritas a fin de que por ésta se proceda a la aceptación de la hipoteca constituida sobre las mismas”, cubre el importe del principal y los intereses de demora que pueda generar la deuda más un 25 por ciento de la suma de ambas partidas para costas y gastos y, finalmente, cumple con las indicaciones de la Administración actuante. 2. Consideraciones de la Dirección General La Dirección General recuerda en esta Resolución que la Ley Hipotecaria, “con el objeto de no aminorar el crédito territorial, tiene prohibidas las denominadas hipotecas solidarias, es decir, las hipotecas por las que cada una de las fincas responde en su integridad de la totalidad de la deuda garantizada.” En efecto, añade la Dirección General “esta prohibición se consagra expresa y terminantemente en el artículo 119 de la Ley Hipotecaria, y se corrobora en otros como el artículo 124 o el 126 del mismo texto legal, o el 216 del Reglamento Hipotecario y, si bien es cierto que la prohibición como tal admite excepciones, como la del artículo 123 de la Ley Hipotecaria, no lo es menos que éstas deberán ser expresas, sin que pueda asumirse su presunción.” Al respecto señala que las disposiciones fiscales, la Ley General Tributaria, el Reglamento General de Recaudación o el Reglamento General de desarrollo de la Ley General Tributaria en materia de revisión en vía administrativa, no recogen precepto alguno que permita considerar que todas las fincas que se ofrezcan en garantía de una única deuda responda íntegramente, cada una de ellas, del total de la deuda garantizada. La Dirección General, continua y afirma que no cabe fundamentar esta pretensión en una resolución administrativa, que debería ampararse en un precepto que excepcionara la regla general como establece el artículo 119 de la Ley Hipotecaria; ni en el principio de autonomía de la voluntad que tiene como límite, precisamente, lo establecido en la ley, como dispone el artículo 1255 del Código civil; ni en el artículo 153 bis de la Ley Hipotecaria puesto que no ampara una eventual responsabilidad solidaria de las fincas dadas en garantía. Además, sigue la Dirección General ya centrada su tesis en el caso planteado, “el presente expediente no refiere a una eventual multiplicidad de obligaciones garantizadas a favor de la Administración, sino a una única deuda ya estimada respecto de la que se pretende suspender su ejecutividad por causa de interposición de recurso económico-administrativo, razón por la que se ofrecen en garantía de ulterior pago distintas fincas registrales en la cuantía total al efecto estipulada, debiéndose en 2 consecuencia distribuir la responsabilidad hipotecaria.” 3. Conclusiones de la Dirección General En consecuencia, la Dirección General desestima el recurso interpuesto por la mercantil contra la calificación negativa del Registrador y la confirma salvo en los aspectos formales que, como indica en la resolución no resultan de aplicación. Recuerda en este punto que el procedimiento registral tiene una naturaleza especial y, por ello, en la calificación registral, resulta de aplicación la legislación hipotecaria. No resultan de aplicación, con carácter general y de forma abstracta, las normas de procedimiento administrativo contenidas en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen jurídico y del procedimiento administrativo común, siquiera con carácter supletorio. 3