ám ¥ígeámúqmMúí - Hemeroteca Digital

Anuncio
Martes B tlé enero Aé l^éd.
..
-"Mil
III I I -
^^^T^^^^fft^^T^ifJK11
['m
I
• I
'f"
'"*"
ám ¥ígeámúqmMúí
.,-.-:*f;^^^^^¡»'SUM'^
PUNTOS DK SÜSCKICION;
PBECIOS I)£ BÜSCBIClIOir:
^ JH.Aj»cTo on mes- ' . « < > /
*Sn BwiTrKneUa, poi Id
. - , iA l al «stnojara po» WmaatM
IED mtnma» .^ . - .*n,é,*»..
Srta poiódloo M pnUlM to4w IM
>MeoptO UM dOBlilICQI,
t f «a.
ir
70
to
tariN
En MADKII». en 'as < Jota»» ^« •«*• pwrló^leo, calle de Morione», antes del POÍ, n.* 9,
Rin la» proviBcws en toe punto« que B<
•nv&clan losúWíDo? dUs de cada mes.
En SAÍutuao DK CUBA, D . Juan Per*
Dnbrull, calle de las Enramadas.
MABrtLA, D. Francisco de Marcald».
VALPARAÍSO, D . Nicaslo Ezquerra.
LA
F A J U S , Agencia/raneo-española
PERIÓDICO MOMUQÜIGO.
d« doá
C. A. Saavedra, 66, rae Tallbout y en la
íürería £spaiíola, casa de Ma4* C D«m«
lato, ras FavMt Búat. S.
i
i, dia de la festividad de los
Santos Reyes, con arreglo á lo mandado últimamente por Su Santidad,
no se publicará LA. ESPERANZA.
ESPOSICION
del Sr. Obispo de Salamanca y CiudadRodrigo al seik>r. ministro de Gracia y
Jastida.
Excmo. Sr.: Con profundo sentimiento he leído
el decreto de V. E., su fecha 6 del corriente, sobre
la unidad de fueros. Después de reconocerse en el
mismo que «k Iglesia tiene una jurisdicción propia, esencial, concedida por Jesucristo á los Apóstoles y á los Obispos sus sucesores, que la ejercen,
no solo sobre los eclesiásticos, sino que también
sobre todos los fieles para poder llenar la misión
que su divino Matestro les confirió en la tierra,» se
estiende el desafuero á las personas eclesiásticas,
por razón de los negocios comunes, civiles y criminales.
Cuando así se seculariza á la Iglesia, deja ella de
ser una potencia libre que, derivada de Dios, se
Coloca' al lado de los poderes de la tierra para apoyarles y auxiliarles en todo aquello que no se opone á la divina voluntad, y les atrae y asegura la
obediencia de sus fieles subditos. «Peligrosas son
semejantes reformas, dice el docto Zacaría, ya que
por este camino se llega á convertir á la Iglesia, de
su condición de sociedad perfecta que es, en la de
colegio.»
Todos los pueblos, todas las religiones, por falsas y materiales que fuesen, siempre han mirado
con respeto á sus sacerdotes, considerándolos como
seres sagrados que estaban fuera de la acción de
las potestades profanas. El mismo Domiciano no
se creyó facultado para condenar á la vestal Cornelia, sino en su calidad de Pontífice máximo.
La inmunidad eclesiástica no es un privilegio
concedido á las personas consagradas al culto de
Dios por los Emperadores ó Reyes; es un derecho
incontestable que tiene la Iglesia de procurar la
• 'salvación de las alftias por medio de instrumentos
«scogidos y proporcionados á sufin.Estos instrumentos son los sugetos que Dios llama con vocación especial al servicio de sus altares. Ellos no
pueden ser distraídos ni separados de las altas funciones de su santo ministerio por otra autoridad
que no sea la de la misma Iglesia. De lo contrario,
pronto perderían su prestigio y su ascendiente en
el pueblo que están llamados á regir y gobernar en
orden á la vida eterna.
La historia no nos dice cuándo, ni cómo, ni por
quién fue humanamente concedido á la Iglesia semejante derecho. El Apóstol San Pablo, al instruir á su discípulo San Timoteo sobre el modo de
gobernar la Iglesia, daba ya.por supuesta la inmu, nidad de sus ministros y el derecho de procesarlos
que tiene el Obispo. Reconoció también la inmunidad el Emperador Constantino,'y sucesivamente
la han ido esplicando y sancionando los sagrados
cánones, como dice el Santo Concilio de Trento
en la sesión 25 De Reform., cap. xx.
La institución de los tribunales eclesiásticos,
cuyo origen se remonta á los tiempos apostólicos,
ha constantemente formadp parte de nuestra legislación, y está garantida por el último Concordato.
En una nación católica, en la cual las dos potestades, civil y eclesiástica, tienen el derecho de
dirigir á la sociedad á su fin respectivo, y el deber
de juzgar en orden al propio y peculiar de cada
una, es inevitable la variedad de los tribunales,
hasta que ambos poderes no se pongan de acuer^do en la elección de un mismo juez delegado.
Puede V. E. estar persuadido de que nada deseo tanto para nuestra amada patria como que
reme siempre una buena inteligencia y concordia
entre la Iglesia y el Estado. Convencido de que
las potestades que rigen y gobiernan la humana
sociedad derivan de una misma fuente, que es
Dios, y de que ellas son llamadas á sostenerse recíprocamente, promoviendo en santa paz y armonía la dicha espiritual y temporal de sus subditos,
trataré siempre de evitar todo conflicto que pued¡
contrariar un bien tan apetecible y necesario,
dando á Dios lo que es de Dios y al César lo que
cs.del César, concillando los deberes de Obispo
, calcico con los de subdito del Estado, ya que del
cumplimiento de unos y de otros en el tribunal de
Dios tendré que dar estrecha cuenta. Estos son
precisamente los motivos que me obligan á dirigirn>e á V. E., suplicándole tenga á bien suspender la ejecución del, mencionado decreto, hasta
que el gobi«-no español.se ponga de acuerdo con
la Santa Sede sobre este gravísimo asunto.
DK,S guarde a V. E . muchos años. Salamanca 24
de diciembre delasa.-FK. JoAc^urw , Obispo de
Salamanca r administrador apostólico de CiudadRodrigo.-H. S. B.-Excmo. señor ministro de
Oracia y Justicia,
A medida que va pasando el tiempo y que ra
calmándose la sorpresa que en muchos y el entusiasmo que en algunos produjo el levantamiento
que ha derribado del Trooo español i la augusU
hija del Rey D. Fernando VII; á medida que
•mpieaan á tocarse las taiiueras cimsecaeacias de
•quaUos socesos; á medida que sobrevienen awm*««mi«ítioe tan tristes como los del último levantusmito í^ubaoMW ea Cádis, r^wtidos
bierno son : sencükx en ¡a forma pdlitica, libertarecientemente en Málaga, va también presentan* ya por el respeto que siempre, y mas en la des- I Ees dingida« contra la demagogia revolucionaria, des amplias, ecmwmia severa.
se.condenaii
aquellos
sucesos,
valiéndose
del
viejo
dose con mas claridad al ánimo de todos los gracia, nos ha merecido la ilustre señora á quien
iiSimplifícacion ; descentralización ; separación
hombres desapasionados el verdader* cuadro de hoy escarnecen aquellos mismrá qué la hablan estoibiilo de atribuirlos á los manejos de la reac- de la política y de la administración ; ratincioa
de la burocracia; grandes, profundas, radicales
la aflictiva y difícil situación en que hoy se halla proclamado, ya porque no se necesita mucha r e - ción.
Y cuando los acontecimientos se ven tan claros; economías: esto es lo que desean los pueblos; esto
nuestra querida patria. A escepcion de aquellos flexión para conocer cuáles serian los resultados
lo que reclama el pais; esta la verdadera volunpocos que, por efecto de una incurable miopía de una restauración que la gran mayoría del pais ouatido su verdadera causa está en la conciencia tad nacional.
política, ó por haber mejorado con los recientes jiizí^a imposible en ese sentido. La historia de lo de todos, i«s posible que la progresista imaginaIIDiré dos palabras sobre la estindon de la butrastornos su posición personal, se ensayan aun pasado es indicio seguro de lo porvenir, y una ción del Sr; Sagasta no haya desechado aun tan rocrada. 'E<* indispensable, es urgente el contluir
en cantar, ya sin auditorio, los loores de la glo- situación semejante no vendría á ser mas que la rancias prépcupaciones, y haya sido víctima toda- con la burocracia; con la burocracia, que es, como
si dijéramos, la esoesiva influencia , el escesivo
riosa revolución, y dudan todavía de si el mundo segunda edición, no corregida, pero sí empeorada, vía de una tan infeliz alucinación?
Si otro dia tenemos oportunidad para ello, de- número de los empleados; que es cabalmente un»
entero estará admirándoles, y de si podrá íntM- del último reinado. Los mismos hombres que
de las llagáf*qne mas aflijaren á nuestra patria. Sí:
pretarse solo como equívoco aplauso las claras guiaron, mal aconsejaron y precipitaron del solio dicaremos acaso algunas palabras mas al examen esa influencia y esa sempiterna creación de ofiopcensuras de la prensa europea; á escepcion, deci- á doña Isabel, volverían á hacer del pais campo de la circnlar en cuestión. Por hoy nos basta ha- •as y de eoqpleados... eso es lo que mas desacremos, de estos, nadie habrá que deje de compren- de lucha para el iniioble pugilato de sus mezqui- ber hecho notar la posición en que se coloca el dita al gobierno, lo qne mas agrava nuestro malestar, In que mas ulcera los-ánimos, lo qne mas
der cuan peligrosas son para fkpaña las actuales nas ambiciones, trayendo, ya la violencia con gobierno al echar mano de tan gastado recurso.
fomentK'la discordia, adbara nuestra situación y
el
nombre
de
orden,
ya
la
licencia
con
el.
nombre
circunstancias.
acrecienta nuestros temores. Eá el dia se pueda
Á impulsos de la h(»tda conmoción política de lihertád. Es decir, no todos esos l^ombres; porM Imparcld de eMA maflma pu^ficá na «rtíeti- afirmu: todo español, ÚOOU^M mn puedo ¡mSpr»que ha sufrido la sociedad, el cieno, que se ocul- que los que tomaron parte en el último levantalo demasiado grave para que dejemos de ocupar- supuesto, i desea ocuparlo; en el dia, todo español, ó
es funcionario público, ó desea serlo.
taba en su fondo, ha subido de pronto á la super- miento ya seria mas difícil que ocupasen puesto
nos de lo que dice, de lo que supone y de lo que
II Es, Dues, necesario de toda necesidad acabar
ñcie: á cada paso se reciben noticias de tumultos, en la situación. Estos, por el contrarío, procuran
deja por decir. Intitúlase el artículo El pacto de con ese dnseo; sustituirlo con otro deseo enterade tropelías, de escándalos; hoy la de un delito traernos á la de una monarquía liberalesca bajo
famüia, de cuyo pacto, á decir verdad, no t e - mente contrario: con el de proporcionarse los mecontra la propiedad, mañana la de un crimen el cetro de un monarca que reciba de ellos su dinemos conocimiento alguno, por cuyo motivo dios de subsistencia con solos los esfuerzos indicontra las personas , al otro dia tal vez la de un ploma meramente honorífico de Bey.
creemos que El Impardal, al escribir su artículo, viduales, con completa indopendencia del g o bierno. La tendencia, la corriente qne ahora sa
atentado contra las costumbres, que avergonzaÍY es posible que esto se imagine con formali- ha partido de un supuesto falso. Por consiguiendirige hacia las posiciones oficiales, es indispenrla aun á los mismos pueblos paganos. Y sin em- dad? (Creéis que así se puede hacer un Bey del
te, son vanas é inútiles las declamaciones á que sable volverla hacia la agricultura, la industria,
bargo , debe confesarse que en punto á delitos primer advenedizo, ya porque uno sea infante y
se entrega para hacer participar á sus lectores el comercio; hacia el ejercicio de las profesiones
comunes el desorden no ha ido tan allá como pu se proclame liberal y librecultúta, ya porque otro,
del terror que ha sabido despertar en el ánimo liberales ; hacia el estudio de las ciencias y de las
diera temerse, y que en medio de este cataclis- general afortunado, se haya mostrado siempre tan
del periódico liberal el solo anuncio de un pacto artes. Es preciso intentar con ánimo {perseverante esta saludable trasformacion; y si así se
mo se ha dejado ver la proverbial honradez de valeroso soldado como pésimo gobernante, ya,
de familia. Dejando para el dia próximo el ocu- realiza, habremos concluido, no hay que dudarlo,
nuestro pueblo. De donde se puede inferir la finalmente, porque otro venga de una familia e s parnos con la ostensión que se merece de las im- con una de las causas mas poderosas de nuesteoa
poca atención que merecen las declamaciones de tranjera á favorecernos, siendo Rey honorario de
premeditadas frases con que El Impardal califica continuos pronunciamientos.
los que le motejan suponiéndole envilecido ¿ i g - vuestros ínclitos ministeríosIlAh! poned un freiiAbordaré, electores, la trascendental cuestioa
á D, Carlos de Borbon, no podemos menos de
norante bajo el antiguo régimen. Porque ¡cuan no á vuestra ambición, ó desechad las preocupade
la forma política,
protestar hoy del modo mas formal y solemne
iiLas Cirtas constit\;cionaIes, que se ensalzaron
robusta, cuan fuerte, cuan vigorosa no ha debido ciones que os impelen á querer realizar esas in
contra todo lo que tiene de agresivo, calumnioso
no há mucho como el mas admirable esfuerzo del
ser la constitución moral de la antigua sociedad fundadas quimeras. Nada se COTiseguiria con ellas
y falso contra nuestro partido, contra D. Carlos de espíritu moderno hacía la conciliación de los prinespañola para que el pueblo haya podido conser- sino agravar los inmiuentes males de la patria, si
Borbon, legitimo representante, según ya nos con cipios del orden y de la libertad , están visiblevar aun muchas virtudes al cabo de tantos añes se la somete á recorrer ese fatal círculo en que se
fiesa El Impardal, de los derechos al Trono de Es- mente en baja. En las monarquías constituciona'le una revolución corruptora!
colocan los gobiernos liberalescos: licencia y laxi- paña, y contra las instituciones que son la base y les, lo mismo que en el absolutismo de uno solo,
el Estado, se decía, no deja de ser todopoderoso:
Pero los funestos efectos de esta se hacen siem- tud en un principio, arbitraríc|dad y castigos lue- esencia de nuestro dogma político-religioso.
pero no es ya un hombre, es la nación emancipada,
pre sentir, y no porque nuestra sociedad haya go , debilidad, pandillaje y fi^orítismo siempre.
gobernándose á sí misma de concierto con su jefe, el
podido resistirlos mejor que otras, han dejado de
Bey. Y los que asi hablaron tuvieron la habilidad
_L
causar en ella bastantes estragos.
Uno de los principios que mucho antes de la de confiscar el Kstado, y de escluir del gobierno al
En un artículo que, bajo el epígrafe de Dos última revolución se han proclamado, y que du- Rey y la nación. La monarquía constitucional no
y por otra parte, no seria del todo imposible
banderas,
publica hoy El Estandarte, hallamos las rante esta se volvieron á repetir con énfasis, fue es siquiera una forma de gobierno ; es meramente
que aquí, antes de resolverae la cuestión política,
el acto de alquilar un hombre para vestirle de Bey,
se presentase tremenda y amenazadora la cues- siguientes líneas:
el de la inamovilidad judicial. El quo quiera un ponerle en el Trono y prohibirle gobernar.
tión social.
»En España no pnedo haber otra forma de go- ejemplo mas de cómo cumple la revolución desde
"Hay diferencias esenciales entre el sisteme
£1 socialismo reparte libremente sus incendia- bierno que la monarquía, con sus atributos esen- el poder sus anteriores promesas, no tiene mas representativo, que yo deseo, y el sistema parlarias proclamas; predica sin obstáculo sus doctñ- ciales. Esto se han visto forzados á confesar los que pasar la vista por la colección de Gacetas, y mentario. Indicaré algunas. Los gobiernos parlamismos desventurados hombres que, llenos de
naa, y otro tanto se permite al protestantismo, impremeditación y soberbia, no tuvieron reparo ver la perpetua contradanza de magistrados y mentarios son gobiernos de partido, de bandería,
que ya que no haga buenos luteranos, podrá per- en dejar que se cayese el Trono secular en nues- jueces que arma el Sr, Romero Ortiz, aquel mis- de una clase, de una fracción; y así se dice: g o bierno moderado, unionista, etc.; los Congresos
vertir nudos católicos; y quitando asi á muchos el tro hidalgo Biielo. Tarde ó temprano, antes de lo mo ministro que disolvió las asociaciones religioparlamentarios son la representación de un gosaludable freno de la Keligion, proporcionar nue- que algunos creen, se restablecerá la institución sas y arroja á las monjas de sus conventos, D l - bierno. Los gobiernos representativos son la esvos prosélitos á las codiciosas &langes socialistas, de la monarquía; y es necesario que el monarca, ríase que S, E. ha querido mostrarse verdade- presion de toda la sociedad, la espresion de todas
cualquiera que sea el que tenga la honra de verse
i Ah! y el gobierno, en vez de contener esa funesta encargado por la Providencia de labrar la ventu- ro progresista, y por eso, despreciando el antiguo las fuerzas vivas, de todos los intereses, de todas
las clases de la nación; las Cortes representativas
propaganda, añade á ella el ejemplo de sus me- ra de este desdichado pais, pueda contar desde el
sÍ6tem& áe irMmovilidad judicial, ha inventado y son la representación del reino. Los moderaos
didas respecto á las propiedades é instituciones primer dia con elementos y fuerzas morales s u puesto en práctica el movimiento eontinm de la Parlamentos no hacen mas qne aprobar los
eclesiásticas. Espanta el pensar lo que sucedería ficientes para establecer un orden social y polítipresupuestos que les presenta el gobierno. Las
judicatura.
el dia en que todos esos materiales acumulados co con garantías de larga y próspera duración, en
antiguas Cortes españolas no siempre accedían á
vez de la descomposición, en vez del caos, en vez
lo que el Rey les proponía; resistían varonilllegasen á hacer esplosion bajo este gobierno tan de la anarquía que actualmente reinan en nuesEl director de El Pensamiento Español ha teni- mente la imposición de nuevos tributos, y negaprovisional como improvisado. Falto de la fuerza tra sociedad, llenando de aflit^cion el pecho de los
do la desgracia de perder á su primo hermano el ban á veces, como sucedió en Toledo en 1538, las
moral que hallan siempre los poderes públicos en que todavía no han perdido la esperanza.
contribuciones injustas.
su carácter de permanencia y legitimidad geneiiPara que el futuro monarca no sea un Rey de bizarro capitán del batallón cazadores de M a 11 Electores : si votáis por la monarquía t e m drid
D,
Rogelio
Sopranis
y
Navarro
Villoslada,
ralmente reconocidas, tendría que apelar única- partido, es necesario que los partidos monárquiplada , encargad á vuestros diputados que dejen
mente á la suerte de las armas; y ya vencido, ya cos desaparezcan, fundiéndose en uno solo, tran- á consecuencia de las heridas recibidas atacando, bastante poder en el monarca para que no sea un
sigiendo sus dif«rencias en puntos secundaritís de
vencedor, triste siempre se presentarla el porve- doctrina, y emulando en desinterés, abnegación y á las órdenes del señor marques de Novaliches, fantasma también, y que deshiléis lo demás qua
en el puente de Alcolea, el 28 de setiembre pró- llegue un hilo á cada ciudadano sin distinción da
nir, porque las ideas no se dominan á cañonazos, verdadero amor á la patria."
clase, no sea qne no hicierais otra cosa que sustiximo
pasado.
y cuando se deja que abiertamente se perviertan,
tuir al despotismo hereditario; despotismo mas
Mas adelante copia el mismo periódico el arSentimos en el alma el profundo dolor que con inhumano, mas devorador; el que pasa de mafia
vano es querer contenerlas luego con una valla
tículo publicado ayer por El PeTisamiento Español,
este motivo ha esperimentado nuestro querido en mano, en el círculo de una clase.
de bayonetas.
que termina con estas frases:
amigo el Sr. Navarro Villoslada, y lamentamos
iilQuereis saber, electores, lo que es el régimeu
Así, pues, urge el resolver aquí cuanto.antes
"Este hombre, fuerte con la unión de todos los
que estas desgracias las ocasionen hermanos con- constitucional con sus monopolios y su confiscaelementos
monárquicos;
fuerte
con
la
fuerza
que
la cuestión política, para tener un gobierno que,
ción de todas las libertades y de todos los deretra hermanos en intestinas luchas.
fuerte con la conciencia ¿e su estabilidad, y aca- le dé la estineion de la cuestión dinástica, y haschos en beneficio del Estado? Os lo diré,
ta con el apoyo que los revolucionarios mismos
tado por la legitimidad de sus títulos, pueda, COTÍ de buena fe le presten en cambio de las garantías
IIEs el negocio de unos pocos,que dicen: "Nosurna conducta justa y á la par enérgica, conjurar que les ofrece la idea de justicia que ha de preLa Iberia publica un artículo remitido por don Motros no podemos esplotar el pais, al descubierlos peligros que se presentan para lo futuro, y evi- dominar en su gobierno; este hombre, nuevo José Güell y Renté, en que se combate terrible- iito. sin sublevarlo contra nosotros. Necesitamos,
«pues, un jefe cuyo nomhre sea popular, pero un jefe
tar las causas que amenazan hacerlos cada vez porque no abriga odios en su corazón, y antiguo mente la candidatura de Montpensier, terminan- iisin poder real, un Bey que reiru y nos deje gomayores. Pero es el caso que también para la orí- porque representa las ideas eternas de todo buen do con el siguiente párrafo:
iibernar."
gobierno; este hombre, que por sus abuelos es el
sis política se ve difícil la solución, y también hombre de lo pasado, y por sn conciliación con
M¡Afuera el doctrinarismo, los términos me"Y si por aberración de los hombres llegara á
aquí asaltan el ánimo dolorosos recelos; no tanto la familia hasta poco tiempo há reinante será el sentarse en el Trono de España, le sucedería muy dios, las dudas, los distingos I Han Uegado ya los
por las dificultades que la cuestión entrañe en sí hombre que enlace los siglos anteriores con el pronto é irremediablemente lo que á Maximilia- tiempos de IHS grandes afirmaciones ó negaciones.
Se ha dicho recientemente que se trataba de consmisma, cuanto por las que habrán de suscitar presente siglo, este hombre no puede s«f otro no, el Archiduque de Austria, sin tanta dignidad,
tituir un crepúsculo entre Jesús y Belial. Yo no
y de un modo mas rápido y desastroso."
que
D.
Carlos
de
Borbon."
la desatentada ambición de unos y las ciegas
soy partidario de ese sistema de balancín: á mi
preocupaciones de otros.
me gusta la luz del sol, y no concibo siquiera
cómo se aspira á crepúsculos. O con Jesús, ó coa
Nuestro
amigo
el
Sr,
D,
José
María
de
Soto
Ya varias veces hemos hecho ver que hay una
Increíble parece que después de lo que el pais
Belial,
ha
dirigido
á
los
electores
de
Teruel
la
siguiente
solución natural, completa, y tal vez indeclinable, todo ha sabido sobre el verdadero carácter de
iiElectores cristianos: el mundo no ha visto toen un término mas ó menos lejano. Si solo nos los últimos sucesos de Andalucía; después de lo circular:
davía mas que nn genio verdaderamente constimoviera á desearla nuestra adhesión á un augus que los mismos periódicos repubUcanos han con"La revolución consumada es un prodigio, un tuyente. Ese genio es Aquel cuyo nombre lleváis
to y virtuoso príncipe, piidióramos esperar sa- fesado y sostenido abiertamente sobre esos acon- verdadero prodigio; pero será la peor si no da su vosotros; Aquel cuya palabra, sobreviviendo á
tisfechos á ese tiempo en que la fuerza misma de tecimientos, cuando aun sus partidarios se halla- fruto, atendida la eterna divisa de todo lo que toda palabra, es la única que puede abrir vuestros
nos viene de lo alto. ¡Vida al que usa bien! entendimientos á las luces de la verdad, y hacer
las cosas hará imposible la mas leve duda sobre ban con las armas en la mano, el gobierno apele
palpitar vuestros corazones con el divino sopla
¡Muerte al que abusa!
la conveniencia de que D. Carlos venga á sentar para reprenderlos y para condenar aquellos levanII Este fruto es la sincera y espontánea confe- de las virtudes, Al Hijo de I?ios es á quien toca
se en el Trono de sus mayores. Mas como para tamientos al gastado recurso de suponer que son sión de todos los españoles de que los partidos diotar la ley de todos y de cada, uno, porque t o no nos han dado hasta el dia mas que pérfidas, dos, individuos y pueblos, todos somos su obra.
nosotros es antes que todo el interés de la patria, obra de los íeaccionarios.
violentas, infames esplotaoiones. Tan económicos A El, á El solo se debe la confianza, la sumisión,
no puede menos de afligirnos hondamente la conPudiera esto pasar en un gacetillero que, hael amor, porque, muerto ura vez por la salvación
sideración de los males que hasta tanto sufriría biéndose mostrado ayer liberalísimo, no se atre- como liberales, han resuelto admirablemente el de todos, reina sobre la humanidad, y porque sa
problema: encontrar d medio de obligar al pueblo
nuestro desventurado pais si la ambición ó la viese hoy á reprender directamente á sus amigos á pagar lo mas caro posible la pérdida de todas sas trono debe subsistir después de todos los tronos.
obstinada ceguedad de unos pocos lograsen hacer de antes, por miedo de que estos le apellidasen libertades. Esto fruto es la verdadera libertad, que ha
iiEleetores: como en las Constituyentes se han
posible, siquiera fuese por breve tiempo, alguna retrógrado. Pero que eche mano de ese vulgar y permanecido «epultada en el fondo de la bóveda de de disentir los mas pavorosos problemas, las cnesde las inverosímiles soludones que pasan por la no muy nuevo sistema el gobierno supremo de donde salen todos nuestros males; á saber: las li- t^onea mas vitales que pueden afectar á la nación
española, es necesario que obliguéis, á los que
mente de los ya mal unidos triunfadores de s e - una nación tan digna como la española, es lo que bertades injustas, turbulentas, perseguidoras, prgtendan la alta honra de representaros, á dar
porque no son para todos, y porque les falta el
tiembre.
difícilmente se creería. Y sin embargo, eso es lo aire y el espacio. Admiremos aquí una hermosa UD Eianifiesto, en el que se comprometan pública
No hablaremos do la repúbUoa, que todos, e s - que sucede en la circular del Sr, Sagasta, publi- ley de la Providencia. Dios ha querido que la l i - y solenmcmente
iiA respetar...
.
'
c o t o sus acalorados prosélitos, roooaocea seria cada hoy en la Gaceta con motivo de los tristísi- bertad fuese como el aire, que se gozase en c o mún. El que quiere privar de ella á los otros,
iiLa
unidad
católica,
prí^era
ley
fundamental
1» »«arquía ó la dictadura. No hablarwnos tam- mos y sangrientos sucesos que han tenido lugar
queda asfiriíwio. No olvidéis, electores, esta sala- de la nación española. »La propiedad, toda clase
poco de una resUuracion , bajo cualquier forma, recientemente en Cádiz y Málaga.
dable máxima.
depcopied«d.
del órdMi de cosas derribado ^^ 1» jerolacion,
En dic)io docamonto, i vuelta de algtinas f ( 4 wliu coB^hioDos «sQoctfJes do todo ^ ^ $<»-
Descargar