índice

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ÍNDICE
PRESENTACIÓN ................................................................................
9
INTRODUCCIÓN ...............................................................................
11
Lógica y Filosofía de la Lógica ...................................................
Más allá de este libro ..................................................................
11
16
I. VERDAD Y PORTADORES DE VERDAD .................................
19
1. ¿De qué tipo de entidades predicamos la verdad? ...............
1.1. Afirmación, oración, enunciado y proposición ............
1.2. Oraciones-tipo y oraciones-caso ....................................
1.3. Afirmaciones ...................................................................
1.4. Proposiciones .................................................................
2. Teorías de la verdad ...............................................................
2.1. Verdad y validez .............................................................
2.2. Teoría de la redundancia ...............................................
2.3. Teorías pragmáticas .......................................................
2.4. Teoría de la adecuación o de la correspondencia .........
2.5. Teoría semántica de Tarski ............................................
21
21
24
29
29
36
36
37
39
43
46
II. LENGUAJE, SINTAXIS Y SEMÁNTICA ...................................
55
1.
2.
3.
4.
Forma lógica y forma gramatical ..........................................
Sujeto y predicado, funciones y argumentos .......................
Análisis del significado ..........................................................
Significado de los operadores lógicos proposicionales .......
57
58
66
71
8
INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE LA LÓGICA
5. Relación entre los operadores lógicos y los lingüísticos ......
5.1. Negación .........................................................................
5.2. Conjunción .....................................................................
5.3. Disyunción ......................................................................
5.4. Condicional .....................................................................
78
78
79
79
80
III. SEMÁNTICA Y ONTOLOGÍA ....................................................
85
1. Cuantificadores ......................................................................
87
1.1.
Sintaxis y semántica clásicas para la cuantificación ...
87
1.2.
Interpretación sustitucional e interpretación objetual
de las variables individuales ..........................................
93
2. Nombres propios y descripciones .........................................
99
2.1.
Teoría descriptiva de la referencia ................................ 101
2.2.
Teoría causal de la referencia ........................................ 106
3. Identidad ................................................................................ 111
IV. OTRAS LÓGICAS .......................................................................
1.
2.
3.
4.
5.
121
Condicional e implicación .....................................................
Lógica modal clásica ..............................................................
Lógicas trivalentes .................................................................
Lógica intuicionista ...............................................................
Lógica de la vaguedad ............................................................
125
127
132
135
140
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................
149
SÍMBOLOS Y ABREVIATURAS UTILIZADAS ................................
151
1. ¿DE QUÉ TIPO DE ENTIDADES PREDICAMOS
LA VERDAD?
En los textos de lógica podemos encontrar una variedad de denominaciones de las fórmulas atómicas “p”, “q”, etc.; a la hora de definir el
alfabeto de un lenguaje formal no hay un acuerdo general sobre cómo
denominar esos primitivos lingüísticos, se habla de “letras enunciativas”, de “variables enunciativas”, de “constantes enunciativas”, de “variables proposicionales” o de “constantes proposicionales”. Al sistema lógico
definido nos referimos indistintamente con las expresiones “lógica de
enunciados” y “lógica proposicional”. ¿Cuáles son las contrapartidas en
los lenguajes naturales de las “p”, “q”, etc. del lenguaje formal? Queremos
saber cuáles son los portadores de verdad (semántica) y de qué tipo son
esas entidades (ontología).
1.1. Afirmación, oración, enunciado y proposición
Una vez que aceptamos generalmente que la verdad es algún tipo de
predicado, tenemos que aclarar de qué predicamos la verdad. Hay una
variedad de teorías acerca de cuáles son los portadores de verdad:
Davidson ha defendido que son las oraciones-caso, según Strawson sólo
de algunas afirmaciones predicamos la verdad, según Barwise y Perry
hemos de hablar de situaciones y, en fin, la propuesta clásica de Frege es
que son las proposiciones las que pueden ser verdaderas o falsas, entendidas como el contenido que puede ser expresado en una oración declarativa que no contiene predicados vagos ni términos sin denotación ni
deícticos. Quine niega la existencia de proposiciones y de toda entidad
intensional. Ramsey se libra del problema declarando que la verdad no
es un predicado genuino, recoge la idea de que la verdad en posición predicativa es redundante y concluye de esto que podemos prescindir de
ella.
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INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE LA LÓGICA
La primera dificultad que encontramos para comprender las diferentes propuestas que se han presentado es la falta de acuerdo en cuanto al
significado con el que se usan las expresiones “oración”, “enunciado”,
“proposición” y “afirmación”.
Una oración es una entidad lingüística. Hay oraciones interrogativas, desiderativas, afirmativas, negativas, etc. El diccionario de la Real
Academia Española dice: “palabra o conjunto de palabras con que se
expresa un sentido gramatical completo”. “¿Has apagado el horno?”,
“¡Cierra la puerta!”, “No sé si Juan se ha ido al cine” son ejemplos de oraciones. “No sé ven”, “Increíble si has”, “Entonces es llueve”, no lo son. Al
emitir una oración se realiza un acto de habla, se hace una jugada en el
juego del lenguaje.
Si seleccionamos, en el conjunto de las oraciones, el subconjunto de
las oraciones declarativas como aquellas que pueden emitirse con pretensión de verdad, independientemente de que su forma gramatical sea
afirmativa o negativa, podemos convenir en llamar “enunciado” a cada
elemento de ese subconjunto. Disponemos de muchos enunciados para
expresar un mismo significado.
Ahora podemos seleccionar un subconjunto dentro del conjunto de
enunciados: el subconjunto de los enunciados que no contienen términos
no referenciales. Llamamos “proposición” al pensamiento expresado por
cada uno de estos enunciados, es decir, ampliamos la noción fregeana
para poder hablar también de pensamientos completos afirmados
mediante oraciones que contienen predicados vagos, por ejemplo:
“Algunos hombres son calvos”.
Las relaciones entre afirmación, oración, enunciado y proposición
son bastante claras: un enunciado es un tipo de oración (noción lingüística), que expresa significados afirmables (noción psicológica) algunos de
los cuales son proposiciones (noción ontológica).
La oración es la unidad lingüística mínima de significado, mediante la
cual podemos transmitir un significado con fuerza interrogativa, o con
fuerza desiderativa, etc., o, lo que a nosotros nos interesa, con fuerza
asertiva. El significado de las palabras es derivado, no podemos entender
ningún significado de ninguna palabra de la que no conozcamos alguno
de sus posibles usos en alguna oración.
El enunciado se define a veces como el significado de las oraciones
declarativas, pero esto da lugar a confusiones, pues los enunciados son
entidades lingüísticas. Si acaso podremos hablar de lo enunciado en la
oración. La cuestión es que hemos de distinguir la entidad lingüística
utilizada para decir algo, de lo expresado mediante dicha entidad.
VERDAD Y PORTADORES DE VERDAD
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Una proposición podemos afirmarla como verdadera, pero también
podemos preguntar por su valor de verdad, tomarla como objeto de creencia o considerarla como hipótesis de trabajo para una investigación o
un cálculo.
Ejemplos de oraciones que no llegan a expresar un pensamiento completo:
(1) “Este libro tiene menos de 300 páginas”
El pensamiento expresado mediante esta oración es incompleto porque su sujeto queda determinado sólo gracias al contexto en el que es usada la expresión “este libro”. Dicho de otro modo, el pensamiento expresado mediante el uso de esa oración en este contexto es uno completo,
pero si encontramos la oración escrita, por ejemplo, en una pizarra, ya no
sabemos qué significa. Podemos completar el pensamiento reconstruyendo la oración: “El libro Introducción a la filosofía de la lógica, editado
por la UNED en 2005, tiene menos de 300 páginas”.
(2) “Esta oración es falsa”
La oración (2) no sólo expresa un pensamiento incompleto, sino que
además parece ser que expresa un pensamiento incompletable. Es uno de
los ejemplos de la familia de las paradojas semánticas. Examinaremos una
de sus versiones cuando hayamos visto la definición semántica de verdad.
(3) “El mayor de los números naturales es un número par”
En este caso nos encontramos con una oración que recibe dos distintas interpretaciones: la de Frege y la de Russell. Según Frege, el pensamiento expresado es incompleto porque se hace una predicación sobre
nada (no existe un número natural que sea mayor que cualquier número
natural), es una oración que no tiene ningún valor de verdad. Según
Russell, ese enunciado dice que hay un único número natural mayor
que cualquier otro número natural y es un número par, lo cual es un pensamiento completo que es falso. La cuestión discutible es la de si las
descripciones definidas afirman la existencia de su referencia (Russell) o
sólo la presuponen (Frege); ¿todos los usos posibles de “existe un único
número natural mayor que cualquier otro número natural y es un número par” coinciden con los usos posibles de “el mayor de los números
naturales es un número par”?
Strawson3 distingue entre oración, uso y emisión: dos personas hacen
dos emisiones de una oración con igual o distinto uso. Uno de los usos
posibles es la afirmación, al afirmar una oración estamos usando la ora3
Cfr. STRAWSON: “Sobre el referir”, en Valdés (ed.) (1999): 57-82.
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INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE LA LÓGICA
ción para decir algo. Son algunas afirmaciones las que son verdaderas o
falsas, y si una afirmación es verdadera, no puede dejar de serlo. Pero una
afirmación sobre un objeto inexistente no es ni verdadera ni falsa.
Las oraciones enunciativas que contienen deícticos también son usadas para decir algo, para hacer aserciones, pero en estos casos la dependencia del contexto de emisión es clara. ¿Hemos de concluir que esas
oraciones son enunciados que expresan pensamientos distintos en emisiones diferentes? En un sentido sí y en otro sentido no. Son oraciones que
pueden expresar pensamientos diferentes en emisiones diferentes, pero no
expresan ningún pensamiento completo por sí mismas, sino que es el
conocimiento compartido por los presentes en la emisión lo que permite
completar el pensamiento parcial expresado en la oración. Podemos transformar la oración utilizada en una equivalente cuyo significado no dependa del contexto de emisión, una vez determinada la referencia del deíctico
en ese uso particular. Con esto conseguimos un enunciado útil para expresar un mismo pensamiento con independencia del contexto de su emisión.
Pero las críticas de Quine a la idea de sinonimia y su rechazo de los
significados como entidades, dado que no tienen criterios claros de identidad, refuerzan la tesis de que no necesitamos entidades intensionales
para explicar nuestros usos de la expresión “es verdadero que” y propician
posiciones lingüísticas extremas.
1.2. Oraciones-tipo y oraciones-caso
Un modo de evitar la postulación de entidades intensionales es afirmar que los portadores de verdad son ciertas entidades lingüísticas: las
oraciones-caso. Las únicas entidades que existen son las oraciones-caso,
entidades concretas espacio-temporales: las emisiones orales o escritas de
oraciones. Oración-tipo, enunciado, afirmación y proposición son nociones abstractas. Pero esta propuesta tropieza desde el principio con importantes dificultades. Consideremos las siguientes oraciones:
(1) Llueve
(2) Llueve
(3) Es regnet
(4) Llueve
(5) El actual rey de Francia es calvo
(1) y (2) son distintas entidades físicas con la misma forma gráfica,
son dos oraciones-caso de la misma oración-tipo, pero con (3) tenemos un
VERDAD Y PORTADORES DE VERDAD
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problema: parece que no puede pertenecer al mismo tipo que (1) y (2). En
cuanto a (4) ¿es del mismo tipo que (1)? ¿Cuáles son los criterios de
identidad de una oración-tipo?, ¿cuáles son los criterios de identidad de
una oración-caso?, ¿cuánto dura una oración-caso?, ¿cuánto y cómo
puede variar el contexto sin vernos obligados a decir que ya no estamos
en el mismo caso?, ¿puede un portador de verdad mudar de valor o carecer de él? Y si fueran las oraciones-tipo las que pueden ser verdaderas o
falsas y tomáramos (5) como caso de una oración-tipo, tendríamos que
decir que la oración-tipo es verdadera en un tiempo (en unos casos), falsa en otro y carece de valor en otro tiempo, lo cual la invalida como
portador de verdad.
La semántica de situaciones parte de la idea de que efectivamente predicamos la verdad de las oraciones, pero las oraciones no son los portadores de verdad de un modo absoluto, sino relativamente a un contexto.
La verdad se aplica a un par ordenado <p, C> donde “p” es una oración y
“C” un contexto. Si p es verdadera en C, no puede dejar de serlo.
Pero, podemos objetar, hablamos también de oraciones que tienen significados vagos o distintos significados en distintas situaciones.
Relativizar cada oración p a las circunstancias que la hacen verdadera no
nos libra de las nociones intensionales. Las soluciones que se proponen
para solventar esta dificultad es modificar los componentes del portador
de verdad, no se trataría de un par, sino de una tupla de cuatro elementos:
<p, C, L, s>, donde “L” es un lenguaje y “s” un significado. Pero ahora
tenemos un portador de verdad bastante complejo y no menos abstracto
que la noción de proposición. Para este viaje no necesitábamos tantas
alforjas. Hemos rechazado la proposición por ser una entidad abstracta y
ahora tenemos un portador bastante complejo que, además, incluye entidades del tipo que queríamos evitar, como la de significado.
Asumiendo una cierta tolerancia ontológica, Orayen trata de justificar
la idea de que los portadores de verdad son las oraciones-caso. Para ello
necesita asegurarse de que existen los significados (sean lo que sean) y
convenir que está fijada la referencia de todas las partes de la oración.
“Quizás existan proposiciones y afirmaciones, pero estamos muchísimo
más seguros de la existencia de los enunciados”4. En principio considera
que las proposiciones son buenos candidatos para ser los portadores de
verdad, pero es menos comprometido asignar la verdad a las oracionescaso. Puede ser que esta asignación sea derivada de la proposición que
expresan, pero las nociones de significado y proposición son demasiado
abstractas para poder identificarlas.
4
ORAYEN, R. (1989): 55.
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