Martha G. Garate Muñoz No. 175007131620 4 de Noviembre del 2009 TAREA 01 TEMA: HISTORIA DEL ESPACIO PÚBLICO EN MI CIUDAD. La ciudad de Cancún, con casi 40 años de existencia, fue concebida a finales de los años 60 del siglo pasado por el Gobierno Federal como una ciudad turística integralmente planeada; las obras de infraestructura inician a principios de los ’70 y para 1974 se concluye el primer hotel (Playa Blanca) y las primeras viviendas de los trabajadores. En 1960, en Cancún solo existían selva, lagunas, la zona ejidal de Isla Mujeres y aproximadamente 100 habitantes en 40 viviendas en la población de Puerto Juárez. En octubre de 1974, cuando el gobierno del Lic. Luis Echeverría promulga a Quintana Roo como Estado Libre y Soberano, la división territorial sufre modificación creándose el municipio de Benito Juárez; subdividido en tres delegaciones que son: Puerto Morelos, Leona Vicario y Alfredo Bonfil. Los trabajos de Planeación estuvieron a cargo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) y la ciudad fue planeada para albergar a 202 mil habitantes para el año 2000. Cancún se desarrolla sobre una superficie de 16,700 hectáreas las que están divididas, en términos generales, en dos sectores: la zona turística construida a lo largo de la Isla Cancún limitada por los canales Nizuc y Cancún y la zona urbana, que se ubica totalmente en el área continental. La zona turística se desarrolla a lo largo del Boulevard Kukulcán y está estructurada a partir de cuatro centros primarios de animación y servicios: Puerto Cancún, Punta Cancún, El Rey y Punta Nizuc, apoyados por cinco secundarios entre los que se encuentra Malecón Cancún. La zona urbana de la ciudad se planteó a partir del establecimiento de un núcleo central de servicios y la distribución periférica de comercios de primera necesidad, la zona habitacional se organizó por supermanzanas, en cuyos centros se ubica el equipamiento básico y se enlazan por medio de circuitos viales. Originalmente la mancha urbana presentaba una forma triangular derivada de la forma del polígono de expropiación y formando límites con las carreteras a Mérida y la de Tulum, que siguen una dirección de noreste a suroeste y de norte a sur respectivamente; además del libramiento que las une en dirección este-oeste ubicado al sur del aeropuerto. Como se mencionó anteriormente, la estructura urbana de Cancún se encuentra diferenciada en dos zonas: la turística que se desarrolla de una forma lineal, homogénea y con una infraestructura y superestructura de buena calidad; y la urbana ubicada en la parte continental sin frente al mar, que ha sufrido un proceso de urbanización heterogéneo con infraestructura deficiente y que además ha rebasado los límites de la planeación original así como la capacidad económica del municipio para atender los requerimientos de toda la población. Evidentemente existe un desarrollo desigual entre las dos zonas por lo que se presenta un fuerte desequilibrio urbano entre ellas. La zona turística se extiende en dirección norte-sur a lo largo de cerca de 20 km limitada en su parte norte por Punta Cancún y punta Nizuc en la parte sur. El desarrollo obtenido en la zona turística permite prever una disminución en el ritmo de crecimiento en función de la evolución del mercado turístico; mientras que la zona urbana presenta una dinámica diferente: el proceso de expansión de la mancha urbana se dará en un periodo de tiempo más largo, la ciudad seguirá evolucionando debido al propio crecimiento demográfico, a la función que tiene por ser el principal centro urbano de la Región y al efecto multiplicador de inversiones en el sector turístico tanto como en otros sectores de la economía local. En 1978 la mancha urbana abarcaba una superficie aproximada de 277 has y se extendía hacia el suroeste. En los años ochenta, se extendió hacia el sur, suroeste y noroeste. En 1987 la Federación invierte recursos a través del banco Banobras y se genera la unidad habitacional denominada “Morelos” en las supermanzanas 58 y 59 ubicadas al norte del centro de la ciudad. Para 1993 la mancha urbana ocupaba una superficie aproximada de 2,420 has. y para ese mismo año ya se contaba con las zonas de reserva ubicadas al noreste de la zona centro. También se detectaron varios asentamientos irregulares en la zona norte y suroeste de la mancha urbana. Con el fin de planear un crecimiento más controlado de la ciudad, en 1994, se expropiaron 2,325 has al norte de la ciudad y 707 has de la Reserva sur. En 1999 se detectaron algunos asentamientos irregulares hacia el suroeste de la ciudad y un crecimiento desordenado en la parte conurbana del Ejido A. Bonfil (al sur de Cancún). La mancha urbana para entonces abarcaba 3,412 has aproximadamente. Se contaba además con 1,197 has de la reserva norte, 300 has de Puerto Cancún y una zona destinada a equipamiento recreativo, de educación y deporte denominada Sascaberas que abarca una superficie de 783 has. Actualmente, la mancha urbana abarca una superficie de 7,600 hectáreas con programas de ordenamiento territorial y en la que se distinguen tres zonas: el área urbana diseñada por FONATUR ubicada en el centro-este, que funciona a partir de supermanzanas y un sistema vial formado por circuitos; la segunda se desarrolla del noreste hacia el suroeste, con una estructura lineal y reticular; la tercera se ubica al sur del polígono original y también presenta una estructura lineal y reticular. Además de 721 hectáreas sin ordenamiento urbano en la zona no regularizada del ejido Bonfil que comprende las colonias residenciales de Álamos, Doctores, Residencial Campestre y el poblado Bonfil. Respecto al crecimiento poblacional, el Plan Maestro realizado por FONATUR contemplaba para el año 2000 una población de 201,875 habitantes; sus proyecciones fallaron en función del éxito que representó Cancún como destino turístico y en los últimos años la Riviera Maya, donde se han tenido fuertes incrementos poblacionales en busca de mayor nivel de vida y mejores oportunidades de trabajo. Para efectos de la planeación urbana desde el inicio del desarrollo turístico de esta región del país se han manejado distintos índices de habitantes por cuarto de hotel construido. Durante los primeros años de operación de Cancún el Fondo Nacional de Fomento al Turismo manejó la cifra de 10 habitantes por cuarto de hotel en operación. No obstante, esta cifra fue rebasada rápidamente por la realidad. De acuerdo a los índices reales manejados actualmente por FONATUR cada cuarto de hotel genera alrededor de 20 habitantes. Esto puede comprobarse al revisar los datos actuales de Cancún; cuya población fue de 572,973 habitantes en el año 2005 y 28,861 cuartos de hotel. Este índice tan alto que se tiene en Cancún se debe en gran medida a que la población de apoyo que se generó después del rápido crecimiento de cuartos en el corredor Cancún – Tulum (120 kilómetros) no se asentó en los sitios cercanos a esa zona de desarrollo. Es decir, una parte importante de la población de apoyo que labora en la operación de este cúmulo de habitaciones no vive en las zonas cercanas a estos hoteles, sino en Cancún. Durante muchos años se pensó que una vez que se habilitaran otros espacios urbanos más cercanos a los sitios de trabajo (como la propia Playa del Carmen) la población de Cancún incluso disminuiría, puesto que esa población flotante que vivía en Cancún, pero trabajaba en el corredor, se asentaría en esos nuevos espacios urbanos. No obstante, la población de Cancún nunca disminuyó e incluso su crecimiento se ha mantenido muy por encima de los índices de crecimiento nacional. Este fenómeno de explosión demográfica se explica en gran medida por las condiciones económicas por la que ha pasado el país en la última década: exiguos crecimientos económicos, falta de oportunidades de trabajo y un entorno social lleno de complicaciones; bajo este escenario una de las únicas ramas de la economía que ha tenido una evolución constante es el turismo, y en especial el turismo en esta zona. Todo este fenómeno en su conjunto es lo que ha provocado que desde diversas zonas de la geografía de nuestro territorio diariamente se desplacen muchos compatriotas para afincarse en estas latitudes. Nuevos habitantes que una vez instalados seguramente no volverán a sus lugares de origen. En lo referente a los espacios públicos considerados en la planificación original de la ciudad y en los programas de ordenamiento territorial realizados, estos cumplen con la normatividad vigente en cuanto a sus destinos de uso asignados; sin embargo se observan dos tendencias: La primera de ellas está representada por las áreas urbanas que fueron desarrolladas por FONATUR y la iniciativa privada, que cuentan con espacios públicos totalmente equipados, donde la ley marca que se debe donar el 15% del área vendible al Estado para equipamiento y de éstas asignar 9 m2 de áreas verdes por habitante. En términos generales esta condición se cumple y son estos espacios los que otorgan un beneficio dentro de la ciudad. La segunda, son las áreas desarrollados por el Estado o por los ejidos, donde el área para espacios públicos fue asignada pero no construida; actualmente son terrenos baldíos o terrenos en estado natural que sirven de basureros y son propicios a invasiones. Sin embargo algunas de estas áreas destinadas al equipamiento educativo y de salud, principalmente en las colonias populares, sí se construyeron, aunque sus áreas verdes y de esparcimiento no están concluidas .Del área total del suelo ocupado, estos representan aproximadamente el 50%. En las colonias o zonas residenciales y medias, son los mismos habitantes los que mantienen y vigilan sus espacios de esparcimiento, inclusive en algunos casos los construyen o equipan, no así en las zonas populares. Podemos concluir que como resultado de esta falta de espacios públicos y áreas verdes, la ciudad ha presentado un alto índice de delincuencia, aunado al hacinamiento de las viviendas construidas con programas sociales, donde el terreno asignado a estas es tan pequeño, que no dejan suficientes espacios libres dentro de sus terrenos. ¿Qué es lo que ha estado haciendo el gobierno para tratar de subsanar esta problemática?, una de las acciones ha sido obligar a los desarrolladores de vivienda de interés social a construir el equipamiento y las áreas de esparcimiento totales de sus fraccionamientos, aparte del 15% de la donación obligatoria. En las zonas que ya están urbanizadas y habitadas, existen programas desarrollados por el gobierno federal en coordinación con asociaciones civiles que apoyan a la comunidad para regenerar y equipar estos espacios Cabe mencionar que en la mayoría de los casos, el 15 % asignado como áreas de donación, es cubierto por las necesidades del sistema educativo y de salud, dejando un porcentaje pequeño e insuficiente para desarrollar áreas públicas, zonas verdes, áreas deportivas y de esparcimiento. Es por ello importante hacer una reflexión con las autoridades para asignar porcentajes específicos en cada subsistema e inclusive incrementar este 15% de donación, así como asegurar que esas áreas sean respetadas para tal destino en los programas vigentes. Plan Maestro realizado por Fonatur 1975 Plano parcial de la ciudad de Cancún actual