El Porvenir de la teoría de las representaciones sociales Michel_Louis Rouquette, Université París V La teoría de las representaciones sociales tiene ahora cincuenta años (1961). Se ha extendido, principalmente en Europa y América Latina. Utiliza métodos muy variados, más o menos demostrativos y más o menos rigurosos. También se aplica a todas las clases de objetos, algunos de importancia social, otros de interés muy relativo. Es por ello que no resulta inútil volver de nuevo sobre algunos puntos fundamentales, que pueden servir para guiar la investigación y las tentativas de aplicación. Intentaré a continuación hacer algunos señalamientos sobre el futuro de esta teoría. 1. ¿Qué es una representación? Es a Durkheim, lo sabemos bien, a quién debemos el concepto de representación colectiva, esta noción designa aquéllas concepciones instituidas que son comunes a todos los miembros de una sociedad: por ejemplo nuestra manera de representarnos el tiempo, la familia, la justicia, etc. Estos conjuntos de conocimientos y de creencias, que nosotros parecen a la vez " naturales" y necesarios, evidentes e irrefutables, persisten sobre el tiempo de larga duración. Por supuesto ellas terminan por transformarse, pero muy lentamente. Su función es doble: de un lado permite el control sobre la experiencia práctica del mundo (definiendo lo normal y lo anormal, lo previsible, lo posible, lo realizable, etc); por otra parte garantiza la cohesión social es proporcionando a todos los ciudadanos los mismos repertorios en la elaboración de los juicios y las mismas guías de acción. El concepto representación social fue introducido por Moscovici en 1961. Él trata de conectar específicamente la concepción de un objeto particular (" concepción" tómese aquí en el sentido de " formación de un concepto") a una posición social particular en el seno de una sociedad. Esta posición es 1 característica de una “ población" en el sentido sociológico o, si se prefiere, de un " grupo”, en el sentido más amplio del término. A partir de aquí, la diferenciación entre representaciones colectivas y representaciones sociales es bastante fácil de establecer: más uno identifica un fuerte nivel de consenso intergrupal a propósito de un objeto o de un tema dado, más cerca estamos de una representación colectiva; en sentido inverso, la existencia de una polémica entre grupos con respecto a propósito de este objeto o este tema manifiesta la indudable existencia de representaciones sociales diferenciadas. A estas dimensiones de Objeto y de Población, se hace necesario agregar una más: la de Contexto. En efecto, una representación social se define siempre por la conjunción de un Objeto y de un Grupo al interior de una situación histórica particular. Este vínculo es igualmente indisociable, como ocurre en cuando nos referimos a la figura y el fondo de la percepción. Tenemos así una fórmula general de tres componentes (Objeto, Población, Contexto). Si uno de esos componentes cambia, la representación cambia o al menos puede cambiar (claro la posibilidad de constatar el cambio depende también de los instrumentos de medida que se utiliza en un estudio dado) Una lista de ejemplos, y procedimiento que provienen de investigaciones originales, nos permitirá familiarizarnos con esta triple determinación. Comencemos por examinar algunos casos, sobre temas muy variados, en los cuales hay un cambio de población. 2 Objeto Población Contexto El psicoanálisis Comunistas vs Católicos El viaje turístico Grandes viajeros vs pequeños Salas viajeros (según numero Francia en los años 1950 de embarque de de aeropuertos internacionales viajes de larga distancia) La empresa Estudiantes de psicología vs Países industrializados estudiantes de administración El enfermo Enfermeras debutantes vs Hospitales públicos, hospitalizado enfermeras experimentadas especialidad medica El delincuente Policías vs educadores En un país dado igual en un momento dado El agua Campesinos vs Citadinos vs Una región de México en la Indígenas actualidad Ahora presentamos algunos casos en los cuales hay un cambio de contexto físico (cambio que tiene necesariamente también un valor social): 3 Objeto La inundación Población Muestra de residentes Contexto Región frecuentemente inundada vs Región que nunca se ha inundado El temblor de tierra Estudiantes (por ejemplo) Antes vs después de un seísmo (Rumania, 2003) La contaminación Habitantes cercanos de una Barrio muy contaminado atmosférica gran avenida vs barrio poco contaminado Finalmente tres casos en los cuales ha habido un cambio del Objeto, (la base del cambio es aquí una relación de oposición): Objeto Salud / Enfermedad Trabajo / Desempleo Seguridad / Inseguridad Por supuesto, un cambio de Objeto puede combinarse con un cambio de Población y/o de Contexto, multiplicando así las posibilidades de contraste. En el nivel operacional, la manera más simple (y sin duda técnicamente más eficaz) de definir una representación social es considerar que ella esta compuesta de elementos que se encuentran articulados por relaciones. Elementos y relaciones son dos "categorías" metodológicas que nos permiten estudiar las propiedades estructurales de las representaciones sociales: éstas se encuentran más o menos 4 organizadas, poseen o no un núcleo central, muestran o no la intervención de mecanismos de transformación, razonamiento, etc., estos ellas organizan algunos canevas de progresos, que han contribuido a precisar algunos aspectos de la teoría fueron realizados durante los años 80 y 90 del siglo pasado. Una gran cantidad de tesis de doctorado han sido realizadas dentro de esta perspectiva y un gran número de artículos han sido publicados. 2. Algunas líneas sobre el porvenir de las representaciones sociales Retomemos nuestro análisis en términos de Objetos, de Poblaciones y Contextos. Seamos claros: la lista de los Objetos estudiados puede ampliarse indefinidamente (al menos hasta que no dispongamos de una teoría general de los objetos, lo cual esta muy lejos de ser el caso). Lo mismo ocurre en el caso, en la lista de las Poblaciones. Podemos incluso imaginar una técnica simple para encontrar nuevos temas de tesis o de memorias: poner en un bolso números que corresponden a una lista de objetos. Por ejemplo 12 podría corresponder a la violencia conyugal, 27 a los automóviles de carrera, 31 a la marihuana y así sucesivamente. Colocamos dentro de otro bolso números correspondientes a poblaciones tan evidentes o tan improbables que como ustedes quieran: 3 para los seminaristas, 9 para los guardias de la prisión, 24 para las menores de edad embarazadas, etc., es suficiente para efectuar una doble tirada, uno en cada bolso, para fabricar un tema de investigación. Por ejemplo, 12 y 9: (Representación de violencia conyugal en los guardias de prisiones”. O también 31 y 24, (Representación de la utilización de la marihuana en las menores embarazadas”, etc. Se puede enriquecer aún más el juego haciendo dos tiradas en el bolso de poblaciones. Por ejemplo 24 y 3 Representación de las menores embarazadas en los seminaristas”. Ustedes dirán que es una sin - razón. En efecto, eso es exactamente lo que quiero mostrar a ustedes. No basta tener un objeto y una población para definir uno tema de investigación válido. Es necesario que existan ciertas condiciones. 5 Esta es la llave del futuro. Si la mayor parte de las investigaciones no se preocupan por observar estás condiciones, el riesgo es ver a la teoría disolverse poco a poco en la banalidad o en la trivialidad: acabaremos entonces, estudiando la representación de no importa qué, en no importa qué grupo. ¿Cuáles son pues, esas condiciones necesarias? Se pueden enumerar tres: 1. Es necesario considerar que sea importante para las personas consideradas (en otros términos, es necesario que la relación entre Objeto y Población sea pertinente, y subjetivamente reconocida como tal). 2. Es necesario que se hable frecuentemente de ese objeto, que este presente en las conversaciones y en los medios de comunicación. Las representaciones en efecto se forman, se difunden y se transforman en las interacciones comunicativas. 3. Es necesario que existan prácticas en la población en relación con dicho objeto. Si no hay prácticas, no hay representaciones en la población: o bien no habrá nada, es decir ninguna formación cognitiva en el pensamiento social, no hay estereotipos. En resumen: es necesario que las personas con formación intelectual determinada consideren importante un Objeto que se comuniquen y actúen en función del mismo. Debemos preguntarnos si estas tres condiciones se cumplen o están satisfechas antes de comenzar un estudio de representación. Si no es el caso, ese necesario cambiar la Población o cambiar de Objeto. Atención, esas condiciones son necesarias, sin embargo, pueden resultar no suficientes. Pese a ello, nos proporcionan orientaciones importantes para la aplicación de la teoría de los Representaciones Sociales a nuevos objetos. Otra clave para el porvenir, es la puesta en relación de la teoría de las Representaciones Sociales con otras teorías de la psicología social. Por ejemplo, para no citar más que los casos evidentes, la teoría de las minorías activas, pero también el estudio de las relaciones intergrupos, así como, el conjunto de las teorías que analizan las comunicaciones de masas. Por supuesto, esta 6 enumeración no es exhaustiva. Tales relaciones no serán fecundas, si no es sugiriendo nuevas hipótesis o poniendo en evidencia procesos que han sido descuidados. La semana de psicología social puede dar precisamente la ocasión de hacer estas aproximaciones. Ciudad de México a 17 de febrero del 2010. 7