CONSULTORIO DE PREVENCIÓN Marco promocional para la seguridad y salud en el trabajo FELIPE MANZANO SANZ, experto en Prevención de Riesgos Laborales 1. En el Boletín Oficial del Estado nº 187, de 4 de agosto de 2009, se publicó el Instrumento de Ratificación del Convenio nº 187 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el marco promocional para la seguridad y salud en el trabajo, hecho en Ginebra el 31 de mayo de 2006. Como es sabido, España es uno de los Estados miembros pertenecientes a dicha Organización que más Convenios y Recomendaciones de la misma ha ratificado y, en general, ha aplicado o incorporado a su legislación interna. A este respecto conviene mencionar que el apartado 1 del artículo de la Constitución española establece que “Los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno. Sus disposiciones solo podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales del Derecho Internacional”. Como dicho Convenio, necesita de un número de ratificaciones para su entrada en vigor, y esto ya se ha producido, pues lo han hecho así once Estados parte, incluido España, entrará en vigor en nuestro país el 5 de mayo de 2010, es decir, a los doce meses de la fecha de registro de su ratificación (según establece el apartado 3 del artículo 8 del mismo), ya que tal registro de ratificación se produjo el 5 de mayo de 2009. 2. El Convenio 187 supone, en realidad, un corolario del Convenio nº 155, que es de 1981, sobre seguridad y salud de los trabajadores; Convenio que, Capital Humano 110 110_s_Consultorio PRL_238.indd 110 España ha ratificado el Convenio 187 de la OIT, corolario formal e instrumental de la Prevención de Riesgos Laborales como es conocido, supone una de las bases, junto con la Directiva 89/391/ CEE, en las que se sustenta la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Si bien, este nuevo Convenio no constituye una revisión de ninguno de los convenios o recomendaciones internacionales del trabajo ya existentes. En efecto, este nuevo Convenio, fundamentado en que la protección de los trabajadores contra las enfermedades, sean o no profesionales, y contra los accidentes del trabajo es uno de los objetivos fundamentales de la OIT establecidos en su Constitución, viene a consolidar la necesaria sistematización y conjunción, en cada uno de los ámbitos competenciales respectivos pero, especialmente, en el estatal, de los conceptos que encierran las expresiones “política nacional”, “sistema nacional de seguridad y salud en el trabajo” o “sistema nacional”, “programa nacional de seguridad y salud en el trabajo” o “programa nacional” y “cultura nacional de prevención en materia de seguridad y salud” en la materia. 3. Y así, “política nacional”, aunque parezca redundante, se refiere a la política nacional sobre seguridad y salud en el trabajo y el medio ambiente de trabajo, elaborada de conformidad con los principios enunciados en el artículo 4 del Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores (el ya mencionado nº 155); “sistema nacional de seguridad y salud en el trabajo” o “sistema nacional” se refiere a la infraestructura que conforma el mar- co principal para la aplicación de la política y los programas nacionales de seguridad y salud en el trabajo; “programa nacional de seguridad y salud en el trabajo” o “programa nacional” se refiere a cualquier programa nacional que incluya objetivos que deban alcanzarse en un plazo determinado, así como las prioridades y medios de acción destinados a mejorar la seguridad y salud en el trabajo, y los medios para evaluar los progresos realizados; y “cultura nacional de prevención en materia de seguridad y salud” se refiere a una cultura en la que el derecho a un medio ambiente de trabajo seguro y saludable se respeta en todos los niveles, en la que el gobierno, los empleadores y los trabajadores participan activamente en iniciativas destinadas a asegurar un medio ambiente de trabajo seguro y saludable mediante un sistema de derechos, responsabilidades y deberes bien definidos, y en la que se concede la máxima prioridad al principio de prevención. 4. Las obligaciones principales que supone la ratificación de este Convenio son, por un lado, la de promover la mejora continua de la seguridad y salud en el trabajo con el fin de prevenir las lesiones, enfermedades y muertes ocasionadas por el trabajo mediante el desarrollo de una política, un sistema y un programa nacionales, en consulta con las organizaciones más representativas de empleadores y de trabajadores; y, por otro lado, la de adoptar medidas activas con miras a conseguir de forma progresiva un Nº 238 • Diciembre • 2009 26/11/2009 17:28:37 medio ambiente de trabajo seguro y saludable mediante un sistema nacional y programas nacionales de seguridad y salud en el trabajo, teniendo en cuenta los principios recogidos en los instrumentos de la OIT. No obstante lo anterior, merece la pena recordar la exposición de motivos de nuestra Ley de PRL, la mención expresa a la política en la materia, con la siguiente y encomiable dicción “en cuanto conjunto de actuaciones de los poderes públicos dirigidas a la promoción de la mejora de las condiciones de trabajo para elevar el nivel de protección de la salud y la seguridad de los trabajadores, se articula en la ley en base a los principios de eficacia, coordinación y participación, ordenando tanto la actuación de las diversas Administraciones públicas con competencias en materia preventiva, como la necesaria participación en dicha actuación de empresarios y trabajadores” concretada en el artículo 5 de la misma Ley: “La política en materia de prevención tendrá por objeto la promoción de la mejora de las condiciones de trabajo dirigida a elevar el nivel de protección de la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo. Dicha política se llevará a cabo por medio de las normas reglamentarias y de las actuaciones administrativas que correspondan y, en particular, las que se regulan en este capítulo, que se orientarán a la coordinación de las distintas Administraciones públicas competentes en materia preventiva y a que se armonicen con ellas las actuaciones que conforme a esta ley correspondan a sujetos públicos y privados, a cuyo fin, la Administración general del Estado, las Administraciones de las Comunidades autónomas y las entidades que integran la Administración local se prestarán cooperación y asistencia para el eficaz ejercicio de sus respectivas competencias”. 5. En la pormenorización de tales obligaciones, el convenio 187 de la OIT: a en lo que hace a al sistema nacional de seguridad y salud en el trabajo, concreta que debe incluir, por un lado y, Nº 238 • Diciembre • 2009 110_s_Consultorio PRL_238.indd 111 fundamentalmente, la legislación y los convenios colectivos, en su caso; autoridades u organismos responsables de la seguridad y salud en el trabajo; mecanismos para garantizar la observancia de la legislación nacional, incluidos los sistemas de inspección; disposiciones para promover en el ámbito de la empresa la cooperación entre la dirección, los trabajadores y sus representantes, como elemento esencial de las medidas de prevención relacionadas con el lugar de trabajo. Y, por otro lado, un órgano u órganos consultivos tripartitos de ámbito nacional para tratar las cuestiones relativas a la seguridad y salud en el trabajo (en nuestro caso, la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo y los órganos tripartitos de igual naturaleza en las Comunidades Autónomas); servicios de información, asesoramiento e investigación en materia de seguridad y salud en el trabajo (en nuestro caso el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo y equivalentes autonómicos); la formación en materia de seguridad y salud en el trabajo (en España, hoy, la reglada desde el ámbito educativo, a través del Real Decreto 1161/2001, de 26 de octubre, y del Real Decreto 277/2003, de 7 de marzo, por el que se establecen, respectivamente, el título de Técnico Superior en Prevención de Riesgos Profesionales y las correspondientes enseñanzas mínimas y su currículo); y, finalmente, los servicios de salud en el trabajo, de conformidad con la legislación y la práctica nacionales (es decir, en el ámbito español, los servicios de prevención, en su configuración conceptual más amplia posible). 6. A mi juicio, de entre el resto de las obligaciones antes referidas, evidentemente ya incorporadas desde hace muchos años a la legislación española, la legislación, las autoridades, la inspección, la información, formación y consulta, etc., conviene llamar la atención en las disposiciones para promover la cooperación entre trabajadores y empresarios, muy tenuemente definidas en nuestra Ley principal en la materia. Así es, podría aprovecharse la ocasión para desarrollar el apartado 2. 6º) del artículo 29 de la Ley de PRL que expresa entre las obligaciones de los trabajadores la de la cooperación con el empresario para que para que éste pueda garantizar unas condiciones de trabajo que sean seguras; y que solamente en algunos desarrollos complementarios de dicha Ley, como por ejemplo en el caso del RD 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y de salud para la utilización por los trabajadores en el trabajo de equipos de protección individual, tienen una mayor concreción. En el mismo tenor, la cooperación y colaboración que los Delegados de Prevención tienen entre sus competencias, proclamadas en el artículo 36 de la Ley de PRL, sino para un desarrollo normativo, el Convenio 187 de la OIT debería hacer reflexionar para incorporar cauces de cooperación y de colaboración en los convenios colectivos, entre los Delegados de Prevención con el empresario y con los propios trabajadores en la mejora de la acción preventiva. 7. En lo que se refiere al programa nacional, el Convenio obliga a todo Miembro que lo ha ratificado a promover el desarrollo de una cultura nacional de prevención en materia de seguridad y salud; a contribuir a la protección de los trabajadores mediante la eliminación de los peligros y riesgos del trabajo o su reducción al mínimo, en la medida en que sea razonable y factible, de conformidad con la legislación y la práctica nacionales, con miras a prevenir las lesiones, enfermedades y muertes ocasionadas por el trabajo y a promover la seguridad y salud en el lugar de trabajo; a elaborarse y reexaminarse, dicho programa, sobre la base de un análisis de la situación nacional en materia de seguridad y salud en el trabajo, que incluya un análisis del sistema nacional de seguridad y salud en el trabajo; a incluir objetivos, metas e indicadores de progreso; y a ser apoyado, cuando sea posible, por otros programas y planes nacionales de carácter complementario que ayuden a alcanzar progresivamente el objetivo de un medio ambiente de trabajo seguro y saludable. 111 Capital Humano 26/11/2009 17:28:37