Corte Suprema, 28/08/2006, 1122-2004 José Alfredo Pérez Sánchez; con María de Los Angeles Lecaros; Tipo: Recurso de Casación en el FondoResultado: Anula de Oficio Descriptor Liquidación de sociedad conyugal. Nulidad de todo lo obrado de oficio. Competencia de juez árbitro. Sociedad conyugal. Objeción de inventario. Doctrina Antes de proceder a la partición, se decidirán por la justicia ordinaria las controversias sobre derechos en la comunidad partible, esto es todo lo que derive en el aumento o disminución de los bienes comunes o de uno de los comuneros de manera exclusiva o excluyente de los demás, norma de carácter absoluto. Así, toda alegación que tienda a asignar bienes de manera exclusiva y excluyente a uno de los comuneros, por cualquier causa, debe ser resuelto por los tribunales ordinarios, no se limita al hecho que se alegue dominio, sino cualquier derecho, el que puede estar derivado de un hecho atribuido a uno de los cónyuges que constituye un ilícito civil, en que la ley establece de un modo explícito la sanción y el monto de la indemnización a favor del ofendido al expresar que el cónyuge que dolosamente ocultó o distrajo cosas de la sociedad, perderá su porción en la misma cosa y deberá restituirla doblada. De esta forma si se controvierte la propiedad de la cosa supuestamente ocultada o distraída, corresponde que la justicia ordinaria la determine, lo mismo que, no obstante ser pacífico dicho aspecto, se llegue a disminuir los derechos de uno de los cónyuges, tanto por perder su porción en la cosa, como por el hecho que debe retribuirla doblada, todo lo que se realizará, en el común de los casos de manera imaginaria. Legislación aplicada en el fallo : Código Civil art 1330; Código Civil art 1331; Código Civil art 1723; Código Civil art 1768; Ministros: Fernando Castro Alamos; Hernán Alvarez García; Jorge Rodríguez Ariztía; Margarita Herreros Martínez; Sergio Muñoz Gajardo Texto completo de la Sentencia Santiago, veintiocho de agosto de dos mil seis. Vistos y teniendo en consideración: PRIMERO: Que, el matrimonio formado por don José Alfredo Pérez Sánchez y doña María de Los Angeles Lecaros, por escritura pública de 29 de enero de 1999, y conforme a lo dispuesto en el artículo 1723 del Código Civil, sustituyeron el régimen matrimonial de sociedad conyugal, existente hasta esa fecha, por el de separación total de bienes. Acordaron en dicho instrumento terminar y disolver la sociedad conyugal, y proceder de inmediato a la liquidación y partición de los bienes que la conformaban. Designaron a don Manuel Jiménez Bulnes como juez partidor para liquidar y partir los bienes comunes; SEGUNDO: Que, con fecha 24 de marzo de 1999 se constituyó el compromiso, realizándose el primer comparendo el día 20 de abril del mismo año, otorgándosele al árbitro la calidad de árbitro de derecho; 1 TERCERO: Que el árbitro designado dispuso que don José Pérez Sánchez, en su calidad de administrador de la sociedad conyugal, acompañara un inventario de bienes, el que fue objetado por la parte de la Sra. Lecaros, sosteniendo que su cónyuge dolosamente ocultó o distrajo bienes en los términos dispuestos por el artículo 1768 del Código Civil, y específicamente en que omitió colacionar dentro de los bienes, dineros y otros títulos de crédito existentes tanto en Chile como en el extranjero. Al respecto el señor Pérez Sánchez expuso que el inventario presentado correspondía a los bienes existentes al momento de la liquidación de la sociedad conyugal, y que no procede estudiar la imposición de la sanción requerida, pues se refieren a un periodo en que administraba, como jefe, la sociedad conyugal; CUARTO: Que el tribunal arbitral dispuso recibir a prueba la incidencia planteada, y luego de rendirse la que consta en autos, la resolvió, acogiendo la objeción del inventario formulada por la Sra. Lecaros, y declaró que don José Alfredo Pérez Sánchez ha distraído y ocultado dolosamente, bienes por el monto de US$ 88.324 dólares de los Estados Unidos de América y la cantidad de $26.332.712. Dispuso, además, que el señor Pérez Sánchez deberá restituir a su cónyuge las cantidades ocultadas y distraídas, en la forma a que se refiere el artículo 1768 del Código Civil, esto es, dobladas; QUINTO: Que las reglas de competencia absoluta determinan que clase, jerarquía o categoría de tribunales es la que debe intervenir en el conocimiento del asunto. Los factores que la determinan en general son: cuantía, materia y fuero; Factores que, en particular y en materia arbitral se refieren a materia, personas y tiempo. A su vez, la materia está constituida, precisamente, por la naturaleza y extensión del asunto sometido al conocimiento del Tribunal. En efecto, se ha distinguido por los legisladores las materias comprendidas en la competencia del juez árbitro, expresando en los artículos 1330 y 1331 del Código Civil los principios que orientan la determinación pertinente en este sentido. Es así que la primera de estas normas indica que antes de proceder a la partición, se decidirán por la justicia ordinaria las controversias sobre derechos en la comunidad partible, esto es todo lo que derive en el aumento o disminución de los bienes comunes o de uno de los comuneros de manera exclusiva o excluyente de los demás, norma de carácter absoluto, en que se entrega a la justicia ordinaria cualquier controversia que incida en que uno de los comuneros tenga mayores o menores derechos en la masa partible, esto es, en todo cuanto afecte la cantidad final que le será asignada, dado que al partidor le corresponde decidir los bienes que conforme a los derechos de las partes deba asignarse a cada uno, pero, en ningún caso precisar o decidir en relación a la extensión de sus derechos. La segunda de las normas en referencia al expresar que las cuestiones sobre la propiedad de objetos en que alguien alegue un derecho exclusivo y que en consecuencia no deben entrar en la masa partible, serán decididas por la justicia ordinaria e , ha querido significar, en concordancia con la disposición anterior, que toda alegación que tienda a asignar bienes de manera exclusiva y excluyente a uno de los comuneros, por cualquier causa, debe ser resuelto por los tribunales ordinarios, no se limita al hecho que se alegue dominio, sino cualquier derecho, el que puede estar derivado de un hecho atribuido a uno de los cónyuges, 2 como es la situación regulada por el artículo 1768 del Código Civil, que constituye un ilícito civil, en que la ley establece de un modo explícito la sanción y el monto de la indemnización a favor del ofendido al expresar que el cónyuge que dolosamente ocultó o distrajo cosas de la sociedad, perderá su porción en la misma cosa y deberá restituirla doblada. De esta forma si se controvierte la propiedad de la cosa supuestamente ocultada o distraída, corresponde que la justicia ordinaria la determine, lo mismo que, no obstante ser pacífico dicho aspecto, se llegue a disminuir los derechos de uno de los cónyuges, tanto por perder su porción en la cosa, como por el hecho que debe retribuirla doblada, todo lo que se realizará, en el común de los casos de manera imaginaria. Tal razonamiento guarda concordancia con el hecho que el artículo 1330 del Código citado haga referencia precisamente al conjunto de situaciones similares a la en estudio; SEXTO: Que, esta Corte ha resuelto que es de competencia de la justicia ordinaria y no del árbitro que conoce de la liquidación de la sociedad conyugal y partición de los bienes quedados al fallecimiento de la mujer, el conocimiento de la acción deducida por el marido(cónyuge sobreviviente) en contra de su hijo como heredero de su mujer, en la cual solicita se le aplique la sanción prevista en el artículo 1768 del Código Civil, respecto de un bien raíz cuya posesión inscrita le reconoce y que el demandado se ha negado a restituirlo no obstante que lo adquirió para él en virtud de un mandato que para ese efecto le otorgó. ( C. Suprema, 14 de abril de 1958, R., t.55, sec.1°, p.52). SEPTIMO: Que al resolver el juez partidor de la manera que lo hizo, resulta que se excedió en sus atribuciones y competencia, por cuanto la objeción formulada en relación con el inventario de la liquidación y partición de los bienes de la sociedad conyugal fundada en la ocultación y distracción dolosa de las sumas que el árbitro dio por establecido, importa el ejercicio de la acción contemplada en el artículo 1768 del Código Civil, la cual por su naturaleza corresponde al conocimiento de la justicia ordinaria. Específicamente en el caso de autos el marido desconoció la distracción y ocultación, toda vez que en síntesis expuso que el período en el que se le atribuyen tales acciones no queda comprendido en aquel que debe ser objeto de la liquidación y partición de la sociedad conyugal; por otro lado que tal como lo han reconocido las partes existen dineros que fueron gastados en la mantención de la familia común; y atendida la naturaleza de la sociedad conyugal, el marido no está obligado a guardar comprobantes de los gastos que hace. Luego señaló que el árbitro ha confundido absolutamente cual es su misión, que es la de partir los bienes que existan y que él no es juez ante quien el marido deba rendir una fundada cuenta de lo que hizo con los dineros. Además las partes han litigado sobre la procedencia misma de la aplicación de la norma del artículo 1768 del Código Civil, al expresar que la disposición que se le atribuye al marido se había realizado durante la vigencia de la sociedad conyugal y no una vez que se le puso término a la misma, época, esta última, a la cual dicha parte estima alude la norma, esto es que la ocultación de bienes sea de aquellos que debieron formar parte de la comunidad, pero no que fueran usados durante la vigencia de la sociedad conyugal, caso en el cual podría iniciarse el juicio respectivo para dilucidar el tema, el cual no obsta a la partición, conforme lo 3 expresa el artículo 1349 del Código Civil, pero indudablemente no podrá abarcar estos hechos; OCTAVO: Que las reglas de competencia absoluta son de orden público e irrenunciables, por lo que la respectiva incompetencia, puede y debe ser declarada de oficio por el tribunal, por constituir uno de los presupuestos básicos en que descansa el pronunciamiento de la sentencia; NOVENO: Que, el inciso final del artículo 84 del Código de Procedimiento Civil faculta al juez para corregir de oficio los errores que observe en la tramitación del proceso y tomar las medidas que tiendan a evitar la nulidad y corregir en los que se haya incurrido por actos del procedimiento, de modo que en el presente caso procede ejercer dicha facultad al existir un vicio de aquellos que afectan la validez del proceso, por tratarse de una circunstancia esencial para la ritualidad o marcha del juicio, como lo es la competencia absoluta del Tribunal. Por estas consideraciones y citas legales, procediendo de oficio esta Corte se deja sin efecto todo lo actuado en estos autos, desde fojas 113 en adelante, esto es desde la dictación del fallo de once de agosto de dos mil, debiendo ocurrir las partes, en forma previa a la decisión, ante el tribunal ordinario que corresponda con el objeto que resuelva lo pertinente en relación a los derechos y cargas con que concurren a la partición. Atendido lo resuelto, no se emite pronunciamiento respecto del recurso de casación en el fondo deducido en lo principal de fojas 200. Acordado con el voto en contra de los Ministros Sr. Rodríguez Ariztía y Sra. Herreros, quienes estuvieron por entrar a conocer el recurso de casación en el fondo de que se trata deducido por la parte de don José Pérez Sánchez, en mérito de las siguientes consideraciones: 1° Que el artículo 1768 del Código Civil, existente dentro del párrafo que trata de la disolución de la sociedad conyugal y partición de gananciales, dispone lo siguiente: Aquel de los cónyuges o sus herederos que dolosamente hubiere ocultado o distraído alguna cosa de la sociedad, perderá su porción en la misma cosa y se verá obligado a restituirla doblada.; 2°. Que el artículo 651 del Código de Procedimiento Civil, en su inciso primero, establece: Entenderá el partidor en todas las cuestiones relativas a la formación e impugnación de inventarios y tasaciones, a las cuentas de los albaceas, comuneros y administradores de los bienes comunes, y en todas las demás que la ley especialmente le encomiende, o que, debiendo servir de base para la repartición, no someta la ley de un modo expreso al conocimiento de la justicia ordinaria.; 3°3°. Que la acción emanada del artículo 1768 del Código Civil puede deducirse ante la justicia ordinaria o ante el partidor; pero si estuviere constituido el juicio particional conocerá de ella el partidor, pues se trata de una cuestión que debe servir de base para la repartición y 4 que la ley no somete expresamente al conocimiento de la justicia ordinaria. No cabe invocar al respecto el artículo 1331 del Código Civil, que se refiere al caso en que se alegue que un bien no es partible por no pertenecer ni en todo ni en parte a la sociedad conyugal, lo que en el caso del artículo 1768 no sucede, porque el bien es social, forma parte del haber partible, y si debe adjudicarse íntegramente a uno de los cónyuges es a título de pena y no porque tenga su dominio exclusivo. Así lo reconocen distinguidos tratadistas del derecho civil chileno (Manuel Somarriva Undurraga, Indivisión y Partición, Editorial Jurídica de Chile, 1956, tomo I, N° 235, página 302, y Arturo Alessandri Rodríguez, Tratado práctico de las capitulaciones matrimoniales, de la sociedad conyugal y de los bienes reservados de la mujer casada, Imprenta Universitaria, 1935, N°852, página 524); 4°. Que la jurisprudencia de esta Corte Suprema también confirma lo expresado en el motivo precedente. En efecto, en la sentencia de 14 de abril de 1958, que aparece publicada en la página 52, de la Segunda Parte, Sección Primera, del tomo 55 de la Revista de Derecho y Jurisprudencia, dictada en un litigio particional sobre liquidación de sociedad conyugal donde se había promovido la acción del artículo 1768 del Código Civil, dice, en su considerando 5°,que para que esa acción sea procedente se requiere la concurrencia de dos elementos que deben servirle de base: a) la existencia de un hecho de ocultamiento o distracción dolosa de un bien; y b) que este bien sea de propiedad de la sociedad conyugal. De lo cual se deduce que la acción debe recaer en bienes de dominio no discutido de la sociedad y que, lo que da origen a su nacimiento es solamente el hecho de la ocultación o distracción dolosa de esos bienes. De aquí que ella no pueda ser calificada de una acción 4°. Que la jurisprudencia de esta Corte Suprema también confirma lo expresado en el motivo precedente. En efecto, en la sentencia de 14 de abril de 1958, que aparece publicada en la página 52, de la Segunda Parte, Sección Primera, del tomo 55 de la Revista de Derecho y Jurisprudencia, dictada en un litigio particional sobre liquidación de sociedad conyugal donde se había promovido la acción del artículo 1768 del Código Civil, dice, en su considerando 5°, que para que esa acción sea procedente se requiere la concurrencia de dos elementos que deben servirle de base: a) la existencia de un hecho de ocultamiento o distracción dolosa de un bien; y b) que este bien sea de propiedad de la sociedad conyugal. De lo cual se deduce que la acción debe recaer en bienes de dominio no discutido de la sociedad y que, lo que da origen a su nacimiento es solamente el hecho de la ocultación o distracción dolosa de esos bienes. De aquí que ella no pueda ser calificada de una acción de dominio de aquellas que según el artículo 1331 del Código Civil deben ser decididas por la justicia ordinaria.. O sea, si bien la acción del artículo 1768 del Código Civil puede ser conocida y fallada por el juez partidor, cuando se promueve una cuestión formal de dominio respecto a que los bienes materia de la ocultación pertenezcan a la sociedad conyugal, como en el caso en que recayó aquel fallo, se involucra una materia inherente al artículo 1331, lo que hace que de ello deba conocer la justicia ordinaria; 5°. Que en el juicio particional en el cual incide el recurso de casación en el fondo interpuesto, no existe discusión entre las partes acerca de que los bienes objeto de la acción del artículo 1768 del Código Civil ejercida por la cónyuge, no pertenezcan a la sociedad 5 conyugal; 6°. Que, en consecuencia, el juez partidor de autos no excedió sus atribuciones ni competencia, reconocidas por el artículo 651 del Código de Procedimiento Civil; 7°. Que, por lo demás, ninguna de las partes de esta causa ha planteado en autos la incompetencia de los tribunales que se han pronunciado en primera y en segunda instancia; 8°. Que, por las razones expuestas, los disidentes no encuentran razón jurídica alguna que impida que esta Corte Suprema entre a conocer el recurso de casación en el fondo interpuesto en lo principal de fojas 200. Regístrese y devuélvase con sus agregados. Redacción a cargo del Abogado Integrante Sr. Castro y del voto en contra, del Ministro Sr. Rodríguez Ariztía. N° 1122 04. Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, Integrada por los Ministros Sres. Jorge Rodríguez A., Sergio Muñoz G. y Sra. Margarita Herreros M. y Abogados Integrantes Sres. Fernando Castro A. y Hernán Álvarez G. No firma el Ministro Sr. Rodríguez A. no obstante haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por estar con permiso. Autorizado por la Secretaria Subrogante Sra. Carola A. Herrera Brummer. 6