la esperada obra que transformará a ñuble

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Agua y Riego
Embalse Punilla:
LA ESPERADA OBRA QUE TRANSFORMARÁ A ÑUBLE
El Embalse Punilla aseguraría el riego de 60.000 hectáreas y sumaría otras 10.000 nuevas. Con ello, podría aportar
decisivamente a reconvertir la agricultura de la zona del río Ñuble, detener la migración hacia las ciudades y detener el
avance de las plantaciones forestales.
E
Por Jorge Velasco Cruz
l Embalse Punilla, la obra de riego más grande que se construiría en los últimos 40 años, se encuentra en la recta final. Desarrollado
a través de la Ley de Concesiones, el
Ministerio de Obras Públicas, a través
de la Coordinación de Concesiones,
debiese realizar el llamado a licitación
durante el primer trimestre de este
año.
El embalse se construirá 30 kilómetros
aguas arriba de San Fabián de Alico y
a 3 kilómetros de la confluencia de los
ríos Ñuble y Los Sauces, en la Región
del Biobío. Beneficiará a 5.000 agricultores y 60.000 hectáreas de las comunas de San Carlos, Chillán, Ñiquén, San
Nicolás, Coihueco y San Fabián de Alico, y a otras 10.000 hectáreas adicionales de predios que hoy no cuentan
con derechos de agua.
El embalse tiene un carácter multipropósito -riego y generación de energía-,
y será el segundo más grande del país,
con un volumen útil de 600 millones de
metros cúbicos. Su central hidroeléctrica tendrá una potencia máxima de 94
megawatts y generará 470 Gwh (gigawatts hora) al año. En total, el proyecto requerirá de una inversión de
US$ 397 millones; el plazo de la concesión será de 40 años.
El objetivo principal del Embalse Punilla
será el de entregar seguridad de riego
para el desarrollo de la agricultura, especialmente en la temporada de septiembre a marzo, pero además controlará las crecidas del río. Esto favorecerá
la programación de cultivos y ayudará
a contrarrestar los efectos del cambio
climático global y de las sequías prolongadas que están afectando al país.
Por ello, establecen en la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, será obligación de
la Sociedad Concesionaria de la obra
prestar como servicio básico la entrega de agua regulada a los usuarios que
hayan adquirido Derechos de Aprovechamiento de Aguas de la DOH.
Para la realización del proyecto es necesario expropiar 1.821 hectáreas distribuidas en un total de 28 lotes. El área
de inundación será de 1.700 hectáreas,
mientras que otras 150 se destinarán a
caminos, 250 a yacimientos y 25 hectáreas a botaderos. Las expropiaciones
Febrero 2015
comenzaron en 2013 y en la actualidad
se están tasando un conjunto de lotes.
Las obras podrían comenzar en 2015 y
se extenderían por un periodo de cuatro años. Tras su conclusión, habrá dos
meses para llenar el embalse.
LA PRECIPITACIONES BAJAN EN 5 MM AL
AÑO DE 1950
Entre 1950 y 2000, las precipitaciones a nivel nacional disminuyeron en
un promedio de 5 milímetros al año y,
junto con ello, se estima que sólo se
aprovechan 18 millones de m3 anuales
de los 113 millones disponibles en las
zonas consideradas de riego. Como
resultado, el 84% del agua disponible
en estas regiones no se aprovecha y
desemboca finalmente en el mar, demostrando que el problema, más que
la escasez del recurso hídrico, está en
la incapacidad para regularlo.
A ello se suma un alza en las temperaturas, lo que repercute en el descenso del agua de lluvia acumulada como
nieve. En consecuencia, según publicaciones del departamento de Economía
Agraria de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se estima que ante el
cambio climático y sin almacenamiento del agua, los ingresos netos de la ac-
tividad agrícola disminuirían en un 14%
al año 2100, principalmente por efecto
del déficit hídrico.
bía sembrado tanto. Si no tienes agua,
hay que sembrar trigo o avena”, comenta Margarita Letelier.
En la cuenca del río Ñuble la situación no escapa a esta realidad. “Desgraciadamente, nuestra cordillera es
muy baja. Entonces, con el problema
de que la isoterma ha subido, no tenemos nieve guardada como antes. Caían
1.300 milímetros al año como promedio. Pero comenzaron a disminuir la
pluviometría y las horas frío. Los primeros signos fueron las grandes avenidas
del río Ñuble. En 2006 hubo inundaciones”, recuerda Margarita Letelier, quien
preside la Junta de Vigilancia del Río
Ñuble.
“Todos los años bajan los caudales. Antes sobraba agua. Hemos ido tecnificando, pero aún así falta. Por otro lado,
hay una zona de secano, pero que está
en un lugar de riego. El embalse vendrá
a suplir ese déficit. Hoy día no alcanza
para regar la zona de riego por lo que
la gente tiene que hacer empastada
o trigo, que requieren menos agua.
Si hubiera más agua, los agricultores
podrían hacer cultivos de mayor rentabilidad”, agrega Martín Arrau, director
de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble.
Arrau administra diversos campos, en
los cuales produce 15 hectáreas de cerezo, más varias otras de trigo, maíz,
semilla de soya, remolacha, semilla de
girasol y kiwi. En sus terrenos se aprecia cómo se aprovecha hasta el último
centímetro, incluso junto al lecho del
río, para producir.
El déficit de agua para riego en la zona
se calcula en un 60% en la época estival,
pues en el verano, especialmente en febrero y marzo, sólo se riegan 20.000 de
las 60.000 hectáreas disponibles. Entre
ellas se consideran superficies de trigo
y praderas, cultivos que precisan de pocos recursos hídricos. “El trigo es como
el tampón, el que viene a estabilizar. Si
hay poca agua, siembro más trigo, porque se riega hasta diciembre. Entonces,
el trigo es el estabilizador. Este año llegué a tener 200 hectáreas y nunca ha-
Como sucede en buena parte del país,
lo que ocurre en Ñuble no es que no
haya agua, sino que simplemente se
vierte en el mar. “En la temporada anterior pasaron por el río 2.500 millones
de metros cúbicos, y de eso sólo utili-
Agua y Riego
“Si hay poco agua, siembro más trigo,
porque se riega hasta diciembre. Entonces, el trigo es el estabilizador. Este año
llegué a tener 200 hectáreas y nunca
había sembrado tanto”, comenta Margarita Letelier.
zamos 500 millones, el 20%. El 80%
del agua se fue al mar, porque los otros
2.000 millones de metros cúbicos estaban disponibles en una oportunidad
en que la agricultura no los necesitaba.
Con una obra de acumulación, los hubiésemos embalsado”, explica Salvador
Salgado, ingeniero repartidor de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble. En términos prácticos, el nuevo Embalse Punilla podría llenarse 2,5 veces con el agua
que corre por el río en un año normal.
“Hoy día, si gano un dinero en el campo
y me pregunto dónde lo invierto, lo hago
en riego. Se paga más y es más importante que comprar un equipo agrícola”,
dice Fernando Jeldres.
LOS AGRICULTORES INVIERTEN EN RIEGO
La crisis hídrica de fines de los noventa
fue la que prendió las alarmas. Fernando Jeldres Cid es nacido y criado en San
Carlos, Ñuble. Lleva 25 años trabajando
la tierra en la zona. Es propietario de
unas 60 hectáreas y arrienda otras 500,
en las cuales siembra maíz para grano,
remolacha y trigo. Riega con agua de
los canales Greene y Maira, San Agustín
Changaral – Caro y Saldaña y del canal
municipal. “Con la sequía el 98 supe lo
41
El agricultor Pablo Lorca Leroy antes
tenía 600, pero la falta de recursos
hídricos lo obligó a vender terreno para
plantar bosques. Hoy cultiva 150 hectáreas de maíz y alfalfa, además de tener
una lechería.
que era la falta de agua. Siguieron pasando los años y el 2001 me di cuenta
que si no tecnificaba una parte del campo familiar, el agua iba a faltar. Nosotros
pagamos contribuciones por un campo
de riego, lo que significa regar desde el
1 de octubre hasta el 30 de marzo. Pero
si yo quisiera regar en verano todo el
campo, no puedo. Tengo agua sólo para
la mitad. En uno de los campos que
arriendo, al 30 de marzo podría regar
unas 8 hectáreas de 70”, dice.
Con el tiempo instaló un pivote, carretes, tuberías y revistió los canales.
Pero eso parece no ser suficiente en
la actualidad. A pesar de la tecnificación, Fernando debe –por lo general- irse “mitad y mitad” entre maíz y
trigo para utilizar menos agua, ya que
éste termina de regarse en diciembre.
“Hoy día, si gano un dinero en el campo y me pregunto dónde lo invierto,
lo hago en riego. Se paga más y es
más importante que comprar un equi-
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Agua y Riego
El déficit de agua para riego
en la cuenca del río Ñuble
se calcula en un 60% en
la época estival, pues en
el verano, especialmente
en febrero y marzo, sólo se
riegan 20.000 de las 60.000
hectáreas disponibles.
Entre ellas se consideran
superficies de trigo y
praderas, que precisan de
pocos recursos hídricos.
po agrícola: un tractor, una rastra, un
arado, lo que tú quieras. De hecho,
este año pienso colocar otro pivote”,
especifica.
Margarita Letelier también invirtió en
un pivote. Lo hizo en el 2000, pero en
diciembre lo tuvo que dejar parado, sin
regar. “No sacamos nada con tener
grandes inversiones en riego, si el recurso no estaba”, dice. Fue ahí cuando
decidió involucrarse más con el trabajo
de la Junta de Vigilancia. “¿Dónde está
el agua? En el río. ¿Dónde hay que
trabajar? En la Junta para ser más eficiente y que no nos falte nunca más el
recurso. Y la forma de hacerlo era construir un embalse”, apunta.
Otro agricultor, Pablo Lorca Le Roy, tiene un predio al final de la red de canales
del Río Ñuble. Cultiva la tierra hace 20
años; su padre lo hizo en la zona desde 1945. Hoy tiene una lechería y 300
hectáreas de terreno con maíz y alfalfa.
El agua sólo le alcanza para regar 150
hectáreas. Antes tenía 600, pero la falta
de recursos hídricos lo obligó a vender
para plantar bosques, lo que conlleva
una baja en la mano de obra y el despoblamiento del campo. “Todo mi sector,
si tuviera agua sería un vergel. Hay casas y escuelas abandonadas porque no
hay agua. Es un sector bastante deshabitado y muy poco productivo”, señala.
LO QUE PROVOCARÁ EL EMBALSE
El Embalse Punilla generará energía hidroeléctrica y su lago servirá como un
sitio turístico. Pero su máximo beneficio
estará en el riego, en la consecuente
reconversión agrícola de la zona y en la
generación de mano de obra. “El agua
daría una tranquilidad tremenda. Me
aseguraría los litros por segundo que
tienen mis acciones”, dice Fernando Jeldres. Por otra parte, agrega el agricultor,
“miraría el negocio con otros ojos. Cambiaría la estrategia de rotación, mejorando estructura y textura de suelo”.
“Tener el embalse significará poder
invertir en cultivos más rentables”, comenta Margarita Letelier, que cultiva
A diferencia de otros sectores en los cuales se han llevado a cabo iniciativas similares,
en esta zona existe una red de canales que está consolidada y con regantes preparados.
Son 53 canales que recorren 1.500 kilómetros para regar 60 mil hectáreas.
hortalizas, maíz dulce, porotos verdes,
arvejas, maíz para ensilaje y achicoria.
Hace cuatro años que no siembra remolacha, porque la debiera regar hasta
abril y no le alcanza el agua. Tener agua
segura bajaría la incertidumbre. “Los
agricultores nos proyectamos hacia el
verano para no tener pérdidas. Tratamos de tener los informes de nieve,
que siempre llegan tarde, en agosto
o septiembre. Pero tampoco esto es
muy decidor. Mi primera proyección de
temporada de siembra la hago en marzo y en septiembre ya tengo mi temporada jugada”, agrega.
En este contexto, para la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, uno de los be-
neficios de la construcción el embalse
será la de detener la migración del pequeño agricultor a las ciudades, al generar 10 mil nuevos puestos de trabajo
y fomentar un nuevo uso agrícola de la
tierra. En la zona de secano bajo cota
de canal (es decir, que disponen de canales pero que están sin agua la mayor
parte del verano), que tiene un clima
con pocas heladas, podrían producirse
viñas, manzanos, cerezos, arándanos o
bien cultivos tradicionales.
El documento de trabajo “Beneficio
Estatal en Grandes Obras de Riego”,
editado en 2011 por el Ministerio de
Agricultura, analiza el impacto de construir infraestructura en el mundo agrí-
En algunos sectores bajos de la cuenca, el agua no llega y se están destinando los terrenos a la plantación de árboles.
Febrero 2015
Agua y Riego
cola. Un aumento porcentual de un
punto en el PIB Agrícola –señala el estudio- genera al menos 19 veces más
puestos de trabajo de aquellos que
generaría este mismo aumento en un
punto porcentual en el PIB del sector
Minero.
“Una de las conclusiones que se pueden obtener del planteamiento anterior, es que si se decidiera fomentar
la agricultura, se estaría fomentando
al mismo tiempo la generación de empleos de baja calidad. Sin embargo, es
una realidad que un gran porcentaje
OBRAS DEL EMBALSE
La cortina de la presa
La empresa o consorcio concesionario que se adjudique el proyecto, deberá
construir, mantener y realizar la explotación de la obra. El embalse Punilla
tendrá una altura de muro de 136,5 metros y un volumen de almacenamiento
total de 625 millones de m3 (de los cuales, 600 millones de m3 serán útiles). La presa será de diseño tipo CFRD (Concrete Face Rockfill Dam), que
se define como un muro de enrocados y/o gravas permeables, compactado
con una pantalla de hormigón de entre 0,3 y 0,66 metros de espesor, ubicada
en el paramento de aguas arriba. La pantalla descansará en su parte inferior
sobre una losa de hormigón armado que se apoya sobre la roca.
El diseño considera la construcción de un parapeto de hormigón de 4 metros, que recorre todo el coronamiento y sobresale 1,2 metros por sobre
el nivel de coronamiento de la presa, que a su vez será de un ancho de 8
metros. La presa tendrá un talud de inclinación de 1,5:1,0 (H:V) aguas arriba
y 1,6:1,0 (H.V) aguas abajo.
El coronamiento de la presa quedará habilitado para el tránsito de vehículos,
con el fin de que se pueda acceder al vertedero ubicado en el extremo sur,
desde un camino que va por la ribera norte del embalse. La conexión con
esta ruta se ha diseñado de manera que no haya mayor diferencia de cota
con la presa y se permita una conexión sin problemas. Para que la habilitación del coronamiento sea adecuada, se colocará una carpeta de 20 centímetros de espesor, estableciendo una calzada de 6 metros de ancho, con
aceras de losetas prefabricadas a ambos costados.
Mientras el agua se apoyará sobre los materiales aluviales y coluviales del
río, la pantalla de hormigón se fundará directamente sobre la roca que subyace a los depósitos del río, dado que se considera de buena calidad. Para ello
se deberán retirar todos los suelos finos que cubren la roca y se colocarán
rellenos. Se contempla, además, una inyección de consolidación y una de
impermeabilización.
Obras Complementarias
Además, según lo establecido por el Estudio de Impacto Ambiental (EIA)
del proyecto, el embalse contempla obras de desvío, evacuación, entrega
a riego y de desagüe del fondo. Entre las obras de desvío, destacan una
ataguía aguas arriba de la construcción de la presa y dos túneles excavados
en la ribera izquierda del río, de sección del tipo herradura normal con fondo
plano, por donde pasarán las aguas cuando se desvíen con el fin de construir
la presa en seco. Uno de ellos se utilizará posteriormente como toma.
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de nuestra población es considerada
como mano de obra no calificada, ya
sea por fallas en el sistema de educación u otras circunstancias particulares
de cada individuo, circunstancias por
las que obviamente no se puede culpar al sector agrícola, sino que -todo lo
contrario- es justamente este sector
una herramienta para que este porcentaje de la población pueda surgir
y transformarse en profesionales o
El Embalse Punilla generará
energía hidroeléctrica y su
lago servirá como un sitio
turístico. Pero su máximo
beneficio estará en el
riego, en la consecuente
reconversión agrícola de la
zona y en la generación de
mano de obra.
en mano de obra calificada con mayor
eficiencia y mayores remuneraciones”,
describe. El agro es el sector de la economía que emplea un mayor número
de jefes de hogar en estado de pobreza, empleando el año 2009 a nivel nacional el 17,7%.
En el caso de los regantes vinculados a
la Junta de Vigilancia, el 66% tiene menos de 12 hectáreas y con seguridad
Martín Arrau, director de la Junta de
Vigilancia del Río Ñuble.
de riego podrían tener mejores perspectivas. “Es gente que no ha tenido la
posibilidad de desarrollar tecnología de
riego porque tampoco tiene la seguridad hídrica. Por ejemplo, el retroceso
que ha habido en esta cuenca en cuanto al cultivo del arroz es impresionante.
Es un 50% menos en unos diez años.
En San Carlos y en Ñiquén, la producción de arroz era muy fuerte, pero ha
disminuido por la falta de agua”, señala
Margarita Letelier.
GEOMEMBRANAS Y
SISTEMAS DE RIEGO
Geomembrana Embalses y Canales
Para la evacuación, en tanto, se dispondrá de un vertedero con una estructura de tres compuertas con una longitud total del tramo de 33 metros, y de
un canal de aproximación para encausar el agua hacia este circuito. Habrá
también un rápido de descarga, con un caudal de diseño de 5.400 m3/s, que
permitirá evacuar las aguas desde las compuertas hasta la estructura final
que las deja en el lecho del río, la cual forma un cuenco con un ángulo de
salida de 20º.
Las obras de entrega a riego, a su vez, estarán compuestas por un sistema
de conducción, control y entrega que permitirán captar las aguas desde el
embalse y entregarlas al río a través de un caudal de diseño de 104 m3/s.
Finalmente, el desagüe de fondo es una obra que ayudarán a vaciar el embalse en caso de emergencia. Son dos vanos de 1,2 metros de ancho por 1,8
metros de altura, con una capacidad de 165 m3/s. En conjunto con el caudal
evacuado por las válvulas (110 m3/s), permitiría bajar el nivel del embalse a un
ritmo de 30 metros por mes si el río trae 160 m3/s y a 20 metros mensuales,
si el afluente lleva 190 m3/s.
Entre las obras complementarias, están el mejoramiento del trazado existente de la Ruta N-31, el acceso a la presa y los caminos perimetrales al
embalse, que se dividen en cuatro sectores.
La central hidroeléctrica se construirá en forma paralela al embalse. Tendrá
un caudal de diseño de 104 m3/s y se ubicará en la ribera izquierda al pie
de la presa. Se calcula que el número óptimo que debiera tener es de dos
turbinas, con una potencia nominal de 46.700 kW y un caudal de diseño de
52 m3/s cada una.
CINTAS Y LINEAS DE RIEGO POR GOTEO
SilverDrip
GoldenDrip
GoldenSpray
GoldenLayflat
GoldenTree
Cintas de riego
6 mil - 8 mil
Líneas de pared
delgada 8 mil
(con emisor)
Manguera
de riego por
aspersión
Manguera
Layflat (2”/3”)
Filtros de anillos
(2”/3”)
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Agua y Riego
JUNTA DE VIGILANCIA DEL RÍO ÑUBLE
Su origen se remonta a 1925, cuando se realizó un comparendo en el Segundo Juzgado de Letras de Chillán, para determinar el ordenamiento de la
situación en la que se encontraba la distribución de las aguas del Río Ñuble.
A partir de este evento se formó un directorio provisional y se determinó un
primer repartidor, Alfredo Ebensperguer, quién llevó a cabo su función hasta
1952.
La primera reunión del directorio se realizó en enero de 1926. Finalmente,
después de muchos trámites, el 21 de junio de 1956 se reconoció en el
Diario Oficial a la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, constituida hoy por 43 canales (de los 53 originales, de los cuales algunos se unificaron) divididos en
21.149 acciones. Esto corresponde a 5.000 agricultores dueños de predios
regados por el río Ñuble y 25.000 personas beneficiadas.
Actualmente, el Directorio está compuesto por Margarita Letelier Cortés
(presidenta), Hugo Gebrié Asfura (vicepresidente), Carlos Martín Arrau García Huidobro (director secretario), Jaime Rueda Blásquez (director tesorero)
y Fernando Rueda Muñoz (director).
REGANTES Y CANALES PREPARADOS
PARA EL EMBALSE
Según catastros de la CNR, durante las
décadas de 1950 a 1970 la capacidad
de regulación aumentó considerablemente desde 500 a 3.500 millones de
m3, para sólo crecer en otros 1.800 millones de metros cúbicos desde 1970
a la fecha.
En este contexto, al Embalse Punilla es
un ejemplo de cómo este volumen ha
tenido un lento aumento. Según cuenta Raúl Romero, presidente de la Asociación de Agricultores de San Carlos,
ya en la década del treinta el párroco de
San Carlos, Estanislao Godoy, en sus
frecuentes visitas veraniegas al sector
de La Punilla se dio cuenta de que este
lugar podría albergar un embalse. A fines de la década del 50, una empresa británica realizó estudios acerca de
una eventual obra, pero una falla en el
terreno para sostener el muro la hizo
inviable en aquel momento. Posteriormente, en los años sesenta, un grupo
1
de agricultores empezó a impulsar el
Embalse San Fabián, que se ubicaría
a pocos kilómetros de esta localidad y
que almacenaría unos 100 millones de
metros cúbicos. “Como era una idea
de privados, el Ministerio de Obras Públicas no lo tomó en cuenta”, rememora Raúl Romero, que estuvo involucrado en la iniciativa.
Después, fueron otras obras las que
atrajeron la atención de las autoridades
(Laja Diguillín) y el tema se postergó
hasta la presentación del Estudio de
Impacto Ambiental en 2004. Fue por
esos años que la actual directiva de la
Junta de Vigilancia del Río Ñuble, comenzó a tomar una participación más
activa en el proyecto. “Llevamos nueve
años en esto. Empezamos con ir a hablar a Santiago, al MOP, con los diputados y senadores de la zona. Las cosas
se logran persiguiendo a la gente. Nos
demoramos seis años en sacar el estudio”, relata Margarita Letelier.
A diferencia de otros sectores en los
cuales se han llevado a cabo iniciativas
similares, en esta zona existe una red
de canales que está consolidada y con
regantes preparados. Son 53 canales
(algunos de los cuales se han unificado) que recorren 1.500 kilómetros para
regar –en teoría- 60 mil hectáreas de
las 110 mil que tiene la cuenca del río
Ñuble. “Tenemos una cultura de riego
bastante grande. Se ha regado toda
la vida con mucho empeño y cuidado.
Cuando tengamos el agua suficiente,
vamos a tener la posibilidad de usarla
muy bien”, comenta Raúl Romero.
Para este proyecto, los agricultores han
asegurado sus derechos de riego. “El
modelo para hacer este embalse es
mixto, en el cual figuran el Estado, los
regantes y el concesionario. El concesionario debe invertir en todo lo que no
pueda subsidiar el Estado y tiene un
aprovechamiento hidroeléctrico. Los
regantes invierten de acuerdo a sus acciones. Entonces, el financiamiento del
embalse consta de tres partes. Lo que
a nosotros nos va a costar son UF 53
por acción, multiplicado por 21.221 acciones. Ése es el aporte de los regantes. Cada uno lo hace en proporción”,
explica Salvador Salgado. Además, los
Raúl Romero, presidente de la Asociación
de Agricultores de San Carlos.
nuevos derechos de aprovechamiento
de agua generados por el embalse, serán entregados de acuerdo a la cantidad de terreno que tengan quienes los
soliciten para así evitar la especulación.
Con fecha 3 de diciembre de 2014, la
Junta de Vigilancia firmó dos convenios
con el MOP. Suscribió con la Dirección
de General Obras Públicas un texto
que modificaba el documento “Labores de Mantención, Conservación,
Mejoramiento, Distribución de Caudales, Gestiones de Cobro por Servicios
y Otros del Embalse Punilla”, establecido en marzo de 2014; precisaba las
obligaciones de la junta establecidas
anteriormente. El otro –“Operación
Embalse Punilla”, firmado con la DOHestablecía la regla de operaciones del
embalse y la prioridad del Servicio de
Entrega Regulada de Agua (embalsamiento) en el Contrato de Concesión y
otros aspectos operacionales.
De esta manera, a los regantes de la
cuenca del Río Ñuble sólo les queda
esperar. En 2015, el anhelo de que el
Embalse Punilla se transforme en una
realidad dará un paso más. Para la
próxima década tendrán la seguridad
de riego tan largamente esperada.
2
1. El riego con pivotes ayuda a optimizar el uso de agua. Sin embargo, en ocasiones el uso de tecnología no es suficiente ante la falta de agua en El Ñuble.
2. La seguridad de riego ayudaría a cambiar los sistemas de rotación de cultivos y mejoraría las perspectivas agrícolas de la zona. En la imagen, campo de Martín Arrau.
Febrero 2015
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