Senado de la Nación Secretaría Parlamentaria Dirección General de Publicaciones. (S-3137/10) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,... ARTÍCULO 1.- Modifíquese el artículo 3708 del Código Civil, el que quedará redactado de la siguiente manera: “Artículo 3708. Los ciegos que no puedan valerse por si mismos y los sordos mudos que no saben darse a entender por escrito no pueden ser testigos en los testamentos.” ARTÍCULO 2.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Liliana T. Negre de Alonso. – FUNDAMENTOS Señor Presidente: El presente proyecto de ley busca atomizar, en parte el complejo sistema de las incapacidades del Código Civil. Siendo la regla en la Argentina la capacidad, las incapacidades de derecho son la excepción y como toda excepción deben interpretarse restrictivamente. Estando en juego uno de los atributos de las personas, no podemos hacer caso omiso ante un dispositivo del derecho de la sucesiones testamentarias, como el artículo 3708 que inhabilita para ser testigo de un testamento a los ciegos, mudos y sordos. En la nota a dicho artículo se dice: “…En cuanto al mudo, DEMOLOMBE, núm. 194. TROPLONG, "Testament", núm. 1679. MARCADE, sobre el art. 980, sostienen que no hay inconveniente alguno, pues él puede explicar su pensamiento por signos… GRENIER, t. 2, núm. 254, y otros, los admiten cuando sepan escribir…”. Igual reflexión hago sobre los sordos. La ceguera, impide leer, pero ello no significa que impida firmar. Salvo los casos en que la ley expresamente ha consagrado la incapacidad del ciego (caso de los arts. 398, inc. 2° y 495, Cód. Civil que privan al ciego de capacidad para ser tutor o curador, o del art. 3708 que le impide ser testigo testamentario), la capacidad de obrar no sufre mengua en lo formal (CNCiv., Sala A, 1986/04/17, La Ley, 1985-C, 510). El concepto de discapacidad se encuentra en plena evolución y fue receptado en los Tratados Internacionales de Protección de los Derechos Humanos e incorporado por la Constitución Nacional en su reforma de 1994. En especial la Convención Internacional de Derechos de las Personas con discapacidad, propiciando su integración a la sociedad. La Republica Argentina mediante la ley 26.378 ratifico la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad y su protocolo facultativo. Este instrumento Internacional que forma parte de nuestro derecho interno, ha venido a revolucionar el instituto de la incapacidad. Mediante el presente Convenio Internacional los Estados Partes se comprometen a: “…Artículo 4 Obligaciones Generales … a) Adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean pertinente para hacer efectivos los derechos reconocidos en la presente Convención; b) Tomar todas las medidas pertinentes, incluidas medidas legislativas, para modificar o derogar leyes, reglamentos, costumbres, y practicas existentes que constituyan discriminación contra las personas con discapacidad…” No vemos Inconveniente que un sordo, mudo, sordomudo que saben darse a entender por escrito de manera inequívoca puedan atestiguar que lo escrito se corresponde exactamente con los deseos del testador. Al igual que un ciego que pueda valerse por si mismo. El artículo 3617 del Código Civil reza: “No pueden testar los sordomudos que no sepan leer ni escribir”. Es decir que si un sordomudo sabe darse a entender por escrito (sabe leer y escribir), al igual que el sordo, y el mudo, puede válidamente a contario sensu testar, pero desde la óptica del artículo 3708 en estudio, no puede ser testigo. Ello implica un contrasentido. Aún se agrava la situación si traemos a colación una disposición más cual es el artículo 3697 “Un testigo incapaz debe ser considerado como capaz, si según la opinión común, fuere tenido como tal”. De tal manera nuestro sistema que pretende ser lógico y riguroso peca por el defecto de omisión. El ciego que puede valerse de si mismo es una categoría genuina acorde a los nuevos parámetros que fija la normativa internacional ut supra referenciada que ve en la incapacidad un cambio radical de paradigma. Ello es conforme con el preámbulo de la Convención sobre los Derechos de las personas con Discapacidad en su punto e) “Reconociendo que la discapacidad es un concepto que evoluciona y que resulta de la interpretación entre las personas con deficiencias y las barreras debidas de actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones que los demás.”. Es decir las personas con discapacidad han pasado de ser “un objeto de protección” cuya voluntad debe ser completamente reemplazada, a ser “un sujeto pleno de derecho” que debe ejercerse capacidad natural siendo apoyado y asistido para aquellos actos para los que no tiene “capacidad suficiente”. Desde una perspectiva filosófica, este cambio en el tratamiento y la consideración de la discapacidad, ha sido parte de la evolución, desde lo que se conoce como “modelo médico” de la discapacidad, hacia un “modelo social”, o de barreras sociales, cuyas ideas centrales tienen fuertes conexiones con los valores que sustentan a los derechos humanos. Por los motivos expuestos solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente proyecto de ley. Liliana T. Negre de Alonso. -