Firma Electrónica y Comercio Electrónico. Pruebas de Última Generación Del Pino Ibáñez, Ángel José ajdelpino@in-diem.com IN DIEM Abogados Resumen.- El derecho no es ajeno al intercambio de datos electrónicos, especialmente cuando ello afecta al tráfico jurídico y mercantil, que se encuentra en un auge imparable. En tal sentido, jurídicamente, existen soluciones tecnológicas y jurídicas posibles, consagradas legalmente por la U.E. y todos los países que la integran. Este documento se introduce en las Firmas Electrónicas desde la perspectiva de la legalidad vigente que las Administraciones Europeas tratan de impulsar. Más información.- IN DIEM Abogados desarrolla servicios de asistencia y defensa legal relacionados con últimas tecnologías, firmas electrónicas y operaciones comerciales y contractuales tecnológicas. Para mayor información, puede consultar en nuestra web: www.indiem.com. Indice.- I.- Los documentos; II.- La firma; III.- El comercio y comunicación electrónica; IV.- La comunicación segura; V.- La firma electrónica; VI.- La firma electrónica avanzada o digital; VII.- Autoridades certificadoras y certificados; VIII.- Normativa Procesal: Art. 299.2 LEC; IX.Efectos jurídicos de la firma electrónicas y conclusiones I.INTRODUCCIÓN Los documentos tienen un alcance social ilimitado; como refiere PALADELLA SALORD, no es una exageración decir que cualquier persona tiene, ha tenido, necesita o ha necesitado un documento alguna vez en su vida. Los documentos –hoy todavía asemejados a papeles- tienen una importancia extraordinaria ya que están en la base de cualquier actividad, cualquier tipo, y sobran los ejemplos. Resplandece como investigadores, médicos, economistas, administrativos,... y cualquier otra Página 1 de 10 profesión que se nos ocurra de cualquier lugar del planeta trabajan de forma muy parecida. Por ello, y aun cuando las legislaciones tratan esta materia aportando soluciones diversas, el mundo entero funciona en gran medida con documentos y sistemas de autenticación y registro similares (exigiéndose a los ciudadanos –casi de forma abusiva- certificaciones, autorizaciones, compulsas, diligenciados, visados,... e incripciones censales o registrales, de carácter tributario, laboral, familiar, patrimonial, etc...). El documento (lat. documentum), desde la aproximación que ofrece el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, puede definirse como diploma, carta, relación u otro escrito que ilustra acerca de un hecho, principalmente de los históricos; o escrito en el que constan datos fidedignos o susceptibles de ser empleados como tales para probar algo. Como puede apreciarse, el documento parece haberse concebido como algo físico y aprehensible en forma directa; y ello, habida consideración de los términos que se utilizan en su identificación (“escrito”, “carta”, “diploma”...), lo cual tiene un origen histórico lógico. II.LA FIRMA La firma ha sido –hasta ahora- entendida como un signo distintivo personal, formado por el nombre y/o apellido, que una persona escribe de su propia mano en un documento, que permite informar acerca de la identidad del autor, para darle autenticidad o para expresar que aprueba su contenido. De la anterior definición se desprende que la firma tiene las siguientes funciones características: 1.IDENTIFICATIVA: Sirve para identificar quien es el autor del documento. 2.- DECLARATIVA: Significa la asunción del contenido del documento por el autor de la firma. Sobre todo cuando se trata de la conclusión de un contrato, la firma es el signo principal que representa la voluntad de obligarse. 3.- PROBATORIA: Permite identificar si el autor de la firma es efectivamente aquél que ha sido identificado como tal en el acto de la propia firma La firma, desde la perspectiva jurídica, acredita la autoría del documento suscrito y representa la formalización del consentimiento y la aceptación de lo expuesto, siendo origen de derechos y obligaciones (siempre y cuando no sea falsificada o se haya obtenido con engaño, coacción o cualquier otro ilícito proceder). En este sentido, y respecto a la fuerza obligacional de la firma, nuestra doctrina jurisprudencial ha puesto de manifiesto que: “Cuando una obligación o contrato aparece suscrito en el lugar adecuado por la persona a quien afecta el cumplimiento, hay que admitir como presunción iuris tantum, que la firma estampada es una demostración de la conformidad de quien la puso con su contenido.” (STS 2/6/1980). Por ello, si acreditada o reconocida una firma en documento privado no se demuestra la disconformidad del firmante con su contenido, ha de tenerse por válido cierto y auténtico. Al respecto, ad exemplum, cabe citar también la siguiente sentencia: Página 2 de 10 “El reconocimiento de firma lo es de un hecho pretérito y acredita no sólo la intervención y admisión de lo que el documento refiere, sino también es la prueba endógena de lo que contiene, porque al integrarse en el documento lo autentifica, en cuanto lo finaliza, cierra y ratifica en lo que expresa.” (STS 17/02/1992). III.EL COMERCIO Y COMUNICACIÓN ELECTRÓNICA Ha de ser advertido que el término “comercio electrónico”, definido en sentido lato, es utilizado para abarcar cualquier intercambio de datos por medios electrónicos, independientemente de que se desarrolle en el sector público o privado. En sentido estricto, el comercio electrónico, según la definición que proporciona la Comisión Europea [COM (97) 15, de fecha 16 de abril de 1997], consistiría en realizar electrónicamente transacciones comerciales; esto es, cualquier actividad en la que empresas y consumidores interaccionan y hacen negocios entre sí o con las administraciones por medios electrónicos. En cualquiera de los casos, los problemas planteados por toda comunicación electrónica de datos, sean o no de naturaleza comercial la relación subyacente, son básicamente los mismos y, por tanto, también sustancialmente las soluciones técnicas y jurídicas aplicables. Para aproximarnos al desarrollo e implantación del comercio electrónico en España, se puede acudir a los datos facilitados por el Ministerio de Industrial (2011); en concreto, y en cuanto respecta a los principales datos sobre Comercio Electrónico a Consumidores (B2C), caben destacar los siguientes datos: instrumentos de desarrollo del comercio electrónico, también tiene como consecuencias directas: o Un comercio sin necesidad de acuerdos bilaterales previamente negociados; y entre partes que no necesariamente mantienen relaciones estables; o Nuevas oportunidades de negocio; o Una mayor competitividad; o Reducción de costes; Entre las ventajas del Comercio Electrónico especialmente puede mencionarse: o Mayor celeridad en el desarrollo de las relaciones comerciales; 1º.- ASINCRONÍA: Prima la asincronía, es decir, no es necesaria la coincidencia espacial y temporal para llegar a acuerdos y compromisos de todo tipo. o Mayor capacidad de elección para los consumidores, al poder comparar instantáneamente entre una amplia variedad de ofertas, y tener al alcance productos más especializados; o Reducción de precios al descender los costes generales; La progresión geométrica de la cifra de negocio se debe, básicamente, a que el Comercio Electrónico ofrece ventajas altamente competitivas, reduciendo costes, facilitando comodidad al cliente,... aun cuando no pueden ser preteridos los obstáculos que aun resulta necesario superar. Desde este punto de vista, el comercio electrónico se revela particularmente atractivo, al multiplicar las posibilidades de actuación y superar los obstáculos físicos tradicionales. 2º.- LIBRE EMPRESA: La red ha supuesto una verdadera transformación en el comercio, dándole un auténtico sentido a la libre empresa y a la iniciativa personal, haciendo que, gracias a un espíritu emprendedor de las personas, éstas pueden ofrecer sus mercancías y productos al mundo entero sin límites geográficos, ni cronológicos, ni de ningún otro tipo. La utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación y, en especial, de INTERNET como Página 3 de 10 No obstante, coexisten barreras para el completo desarrollo del comercio electrónico en nuestro país; entre ellas, la desconfianza, es decir, la sensación de falta de seguridad que tenemos los usuarios y consumidores. IV.LA COMUNICACIÓN SEGURA La transmisión de información digitalizada por canales de uso compartido supone la posibilidad de interceptar masivamente la información que circula por ellos y de procesarla automáticamente con unos costes muy bajos. Se convierte, pues, en el primer objetivo garantizar la privacidad de la información que viaja a través de la red. En efecto, no puede preterirse que la falta de seguridad posee, como es natural, un efecto disuasorio de los posibles usuarios y clientes en cuanto a la utilización del nuevo canal. Ante esta situación, y a los efectos de superar la situación de falta de garantía de las vías telemáticas abiertas, como internet, los técnicos han planteado dos objetivos: en primer lugar, hay que delimitar el concepto de seguridad; en segundo término, conseguir hacer de la seguridad una realidad, a base de invertir en tecnología y hacer públicos los sistemas de protección de la información. Para establecer que nos hallamos ante una comunicación realmente segura tienen que converger los siguientes requisitos: 1.- El emisor y el receptor de la misma deben poder confiar en que la otra parte es efectivamente quien dice ser (autenticación); 2.- Debe garantizarse que el mensaje emitido es igual al mensaje recibido y no ha sido alterado en ninguna de sus partes (integridad) 3.- El intercambio no debe ser observado por terceros ajenos (confidencialidad). 4.- Si fuera necesario aportar en un proceso la prueba de la transmisión llevada a cabo, debería ser igualmente posible disponer de un soporte indeleble de la misma que en cualquier momento acreditara la realidad de la comunicación llevada a cabo (perdurabilidad). 4.- El emisor del mensaje, ni el receptor, puedan negar haberlo transmitido o recibido, respectivamente. En síntesis, los elementos que delimitan la seguridad, en un sentido amplio, en las transacciones electrónicas, son las siguientes: Página 4 de 10 AUTENTICACIÓN INTEGRIDAD CONFIDENCIALIDAD PERDURABILIDAD NO RECHAZO O NO REPUDIO La autenticación de los comunicantes o identificación trata de verificar que cada uno de los participantes en la transacción es quien dice ser. El emisor del documento es el autor del mismo y el receptor de la oferta, una vez aceptada, no puede rechazarla. La integridad garantiza que el mensaje no ha sido modificado por el camino, de modo que el emitido coincide exactamente con el recibido. La confidencialidad consigue la privacidad en el intercambio de datos, impidiendo que terceros no llamados puedan acceder al documento y, caso de acceder, no puedan descifrarlo. La perdurabilidad la proporciona la constante disponibilidad de la prueba de la transacción realizada, de modo que en cualquier momento sea posible acreditar su existencia. El no rechazo o no repudio garantiza que una parte interviniente en una transacción no pueda negar su actuación. V.LA FIRMA ELECTRÓNICA La firma electrónica es simplemente cualquier método o símbolo basado en medios electrónicos utilizado o adoptado por una parte con la intención actual de vincularse o autenticar un documento, cumpliendo todas o algunas de las funciones características de una firma manuscrita. En este concepto tendría cabida soluciones tan simples como la inclusión de un nombre o un elemento significativo (por ejemplo: una contraseña o una firma manual digitalizada) que, efectivamente, pudieran desempeñar la función de firma. En este sentido tan amplio y tecnológicamente indefinido, la Ley 59/2003, de 19 de diciemre, de Firma Electrónica, define: FIRMA ELECTRÓNICA: Es el conjunto de datos, en forma electrónica, consignados junto a otros o asociados con ellos, que pueden ser utilizados como medio de identificación del firmante. La cuestión que plantea esta definición tan anchurosa es que tendrían cabida técnicas tan simples, de tan escasa seguridad, y de tan nula aportación respecto de la integridad del mensaje, que proporcionarían escasa seguridad a efectos de garantizar el valor probatorio a efectos de su autenticación, así como la nula o escasa utilidad. VI.LA FIRMA ELECTRÓNICA AVANZADA O FIRMA DIGITAL Nuestra normativa, además de contemplar una definición de firma electrónica indeterminada tecnológicamente, prevé la “firma digital” o “firma electrónica avanzada” que se configura como tecnológicamente específica. La Ley 59/2003, de 19 de diciembre, de Firma Electrónica, define: FIRMA ELECTRÓNICA AVANZADA: Es la firma electrónica que permite identificar al firmante, que está vinculada a éste de manera única y a los datos a que se refiere y que ha sido creada por medios que el firmante puede mantener bajo su exclusivo control. La Ley asimismo habla de FIRMA ELECTRÓNICA RECONOCIDA que, en realidad, no es más que una firma avanzada, ya que técnicamente se crea de la misma forma; no obstante, el legislador española reconoce con plenos efectos jurídicos, es decir, totalmente equiparable a la firma manuscrita, la firma electrónica reconocida, definiéndola en el art. 3.3 como la firma electrónica avanzada, basada en un certificado reconocido y Página 5 de 10 generada en un dispositivo seguro de creación de firma. En efecto, como refiere la ley, “firma digital” o “firma electrónica avanzada” es aquella que se crea usando un sistema de criptografía asimétrica o de clave pública, basados en un par de claves asociadas: CLAVE PÚBLICA (libremente accesible por cualquier persona) y CLAVE PRIVADA (que se mantiene en secreto). La criptografía, generalmente, utiliza un algoritmo matemático para cifrar datos y hacerlos ininteligibles para cualquier persona que no posea la información secreta (clave criptográfica) necesaria para el descifrado de esos datos. Tradicionalmente, la clave secreta era una clave compartida por el emisor y receptor (CRIPTOGRAFÍA SIMÉTRICA) que era utilizada tanto para cifrar como descifrar un mensaje y que había sido acordada de forma previa. Esta clave ha ser secreta para evitar el acceso no autorizado a datos confidenciales. Por ello, la seguridad de este tipo de criptografía reside en la protección de la clave. No obstante, esta criptografía simétrica tiene un grave problema, ya que al circular por redes abiertas la distribución de las claves, podría verse comprometida. Actualmente se encuentra desarrollada una CRIPTOGRAFÍA ASIMÉTRICA que permite intercambiar datos cifrados sin que sea necesario el intercambio de una clave compartida. En efecto, en los años setenta se produce un gran avance al ser diseñado un sistema alternativo, CRIPTOSISTEMAS ASIMÉTRICOS O DE CLAVE PÚBLICA. Los criptosistemas asimétricos o de clave pública se basan en un par de claves asociadas CLAVE PRIVADA: Conocida sólo por su titular, que debe mantenerla en secreto. Incluso podría ocurrir que ni siquiera el titular conozca la clave, ya que se mantuviera en una tarjeta inteligente o bien, se derive de un dispositivo de identificación biométrica (ad exemplum: por reconocimiento de huella digital, voz, pupila,...) CLAVE PÚBLICA: Relacionada matemáticamente con ella y que pueda ser accesible para cualquiera a través de registros. Ambas claves se encuentran relacionadas matemáticamente (aun cuando resulta computacionalmente imposible deducir la clave privada -y secreta- partiendo de la clave pública accesible para cualquier usuario en internet-). Tal es la confidencialidad criptográfica que puede proporcionar que ha planteado problemas de seguridad pública, de seguridad de Estado. En efecto, ya que la utilización de tales sistemas de criptografía pueden impedir la investigación o intervención de comunicaciones en casos de terrorismo, contrabando, etc... De ahí que han existido restricciones comerciales a la venta y exportación de productos criptográficos. En tal sentido, la tecnología criptográfica está limitada en su exportación, así, ejemplificativamente, en la Unión Europea se dispone de la Regulación del Consejo nº 3381/1994, o en Estados Unidos de la Arms Control Export Act 1976. El esquema básico de funcionamiento es el que sigue: 1.- Elaboración del mensaje y cifrado: Una vez elaborado o redactado el mensaje de datos, el remitente utiliza la clave pública del destinatario para cifrar el mensaje. Ahora bien, sólo el destinatario puede descifrar el mensaje de datos utilizando su clave privada, consiguiéndose una confidencialidad virtualmente absoluta. Página 6 de 10 2.- La firma digital: Para la incorporación de la firma digital, el procedimiento básico es el que sigue: A.- Sobre el mensaje se aplica una función de hash, y se obtiene un resumen del mismo, denominado compendio del mensaje o huella digital. La recomendación UIT-T.X.810, define el hash como: La característica de un ítem de datos, por ejemplo un valor de comprobación criptográfico o el resultado de la ejecución de una función de cálculo unidireccional sobre los datos, que es suficientemente peculiar del ítem de datos y que no es factible, mediante cálculo, hallar otro ítem de datos que posea las mismas características; asimismo, define la función unidireccional como aquella función matemática cuyo cálculo es fácil, pero que, cuando se conoce un resultado no es factible, mediante cálculo, hallar cualquiera de los valores que pueden haber sido suministrados para obtenerlo. Esta huella digital se caracteriza por: Su irrevocabilidad (esto es, a partir del resumen no puede obtenerse el mensaje completo inicial). Ser único en el mensaje (es computacionalmente imposible obtener un segundo mensaje que produzca el mismo resumen o hash; de modo que un cambio en el mensaje produciría un resumen o hash diferente). B.- Seguidamente, el resumen o hash, de menor extensión, es cifrado con la clave privada de criptografía asimétrica del firmante y emisor del mensaje. EL MENSAJE INICIAL Y LA FIRMA DIGITAL (EL HASH O RESUMEN) SON REMITIDOS CONJUNTAMENTE AL DESTINATARIO. Este sistema proporciona confidencialidad, integridad y no rechazo o no repudio de origen. 3.- La verificación: La verificación de la firma digital es el proceso de comprobación de esa firma por referencia al mensaje original y a la clave pública; a tales efectos, será necesario efectuar las siguientes operaciones: 1.- El hash cifrado recibido lo descifrará con la clave pública del emisor; Por tanto, los certificados son registros electrónicos que atestiguan que una clave pública pertenece a un determinado individuo o entidad. Permiten verificar que una clave pública pertenece a una determinada persona. 2.- El receptor recibirá el mensaje de datos y lo descifrará con su clave privada; Los certificados intentan evitar que alguien utilice una clave falsa haciéndose pasar por otro; el contenido de los certificados es el que sigue: 3.- Cuando el mensaje de datos lo haya descifrado, a continuación le aplicará el algoritmo hash o de resumen; CLAVE PÚBLICA NOMBRE FECHA DE VENCIMIENTO DE LA CLAVE NÚMERO DE SERIE DEL CERTIFICADO NOMBRE DE LA AUTORIDAD CERTIFICANTE FIRMA DIGITAL DE LA AUTORIDAD CERTIFICANTE Ambos mensajes han de ser idénticos, si no hubiera coincidencia de ambos resúmenes el receptor no podrá considerar que el mensaje ha sido firmado por el emisor. VII.AUTORIDADES CERTIFICADORAS Y CERTIFICADOS La criptografía resuelve en gran medida las cuestiones planteadas sobre seguridad, ahora bien, no resuelve la necesidad de autenticación (que cada uno de los participantes en la comunicación sean quien dicen ser) y del no rechazo en destino (que el receptor niegue haber recibido el mensaje). Pues bien, las Autoridades de Certificación son precisamente una tercera parte fiable que acredita la ligazón entre una determinada clave y su propietario real. Página 7 de 10 Actuaría como una especie de notario electrónico en el que, en primer lugar, garantizaría mediante una constancia directa (normalmente mediante la constatación e identificación en las propias oficinas y por el personal de la Autoridad que una persona es la titular de la clave pública y, por ende, se deriva de la clave privada unida a la misma); y en segundo lugar extiende un certificado de claves, a disposición de cualquier usuario, el cual está firmado con su clave para garantizar la autenticidad de dicha información. Las clases de certificados que pueden ser emitidos son diversos, aun cuando pueden reseñarse los siguientes: 1.CERTIFICADOS DE IDENTIFICACIÓN: Identifican y conectan un nombre a una clave pública 2.CERTIFICADOS DE AUTORIZACIÓN: Ofrecen otro tipo de información correspondiente al usuario. 3.- CERTIFICADO DIGITAL TIMESTAMP CERTIFICATES:Permiten determinar que el documento fue digitalmente firmado en un día y hora determinado. en primer término, a los medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen; y, 4.- OTROS CERTIFICADOS: La autoridad certificante asumen un rol de notario, pudiendo ser utilizado para dar fe de la validez de un determinado hecho. en segundo lugar, a los instrumentos que permiten archivar y conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase. VII.NORMATIVA PROCESAL: Art. 299.2 LEC El apartado 2 del artículo 299 LEC se configura como el cauce previsto por el legislador para que las nuevas Tecnologías de la Información tengan reconocidas expresamente su conducción al proceso. En efecto, el citado precepto previene literalmente: “2.-También se admitirán, conforme a lo dispuesto en esta Ley, los medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen, así como los instrumentos que permiten archivar y conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase, relevantes para el proceso.” Con esta específica finalidad se articula la norma, enfocando la idoneidad de los sistemas para soportar y dar a conocer información. Para ello se opta, de un lado, por nominar y distinguir el contenido informativo -palabras, sonidos, imágenes, datos, cifras u operaciones matemáticas para fines contables o de otra clase- y, por otro lado, desdibujar cualquier contorno tecnológico para dar cabida a la innovación. De esta forma, el artículo 299.2 LEC reconoce naturaleza de aptitud probatoria: Página 8 de 10 Como puede advertirse, la LEC al aceptar dentro del acervo probatorio los medios e instrumentos de última generación ha optado por acogerse al principio de neutralidad tecnológica. La norma procesal, por consciente omisión, se declara independiente e inespecífica tecnológicamente. En efecto, no exige soporte, formato, sistemas de decodificación, procesamiento o tratamiento de la información; lo que evidencia una apertura legal a cualquier sistema de reproducción y archivo de palabras, sonido, imágenes, números, operaciones matemáticas y datos, tanto a las existentes en la actualidad como las que en un futuro puedan ser empleadas. El ordenamiento jurídico español y también supraestatal ha venido adoptando este principio de neutralidad tecnológica; ad exemplum, se puede citar: Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo Común (artículo 45); Ley Modelo de la UNCITRAL sobre Comercio Electrónico50 de las Naciones Unidas de 1996 (artículo 7); Real Decreto-Ley 14/1999, de 17 de Septiembre, sobre Firma Electrónica (artículo 3); o Directiva 1999/93/CE, de 13 de diciembre de 1999, del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre Firma Electrónica (artículo 5); Este principio, como indica ILLESCAS ORTIZ, pretende que la regulación legal abarque no sólo las tecnologías a la fecha en que se aprueba, sino también aquellas otras futuras, sin impeler que la norma tenga que ser modificada. Este concepto de neutralidad tecnológica que informa la regulación sobre comunicación, firma y comercio electrónico ha impregnado todo el ordenamiento jurídico, consagrándose en la normativa procesal civil mediante la LEC. La adopción de tal principio informador tiene claramente una doble vocación: En primer lugar, pretende otorgar permanencia y estabilidad a la norma procesal; objetivo plenamente coherente, de un lado, con los términos en nuestro ordenamiento jurídico del derecho a la prueba, más allá de los soportes o sistemas en que la información de trascendencia para el proceso pudiera presentarse, y, de otro, con el principio general de libertad de forma que contempla nuestro derecho contractual. Además, y en segundo orden, también supone implantar un marco regulador favorable para generar confianza en la actividad negocial y mercantil mediante estos tipos de instrumentos -lo que afecta tanto a las empresas como a los consumidores-, fomentar la actividad Página 9 de 10 comercial electrónica y el desarrollo de nuevas tecnologías. En cualquier caso, ha de ser advertido cómo la inespecifidad y amplitud tecnológica procesal (para abarcar cualquier medio de conocer y acceder a información) incluye la referenciada firma electrónica avanzada, la cual dispondrá –cuando así acompañe al medio de prueba- de la presunción de veracidad y autenticidad que la ley le otorga. IX.EFECTOS JURÍDICOS DE LAS FIRMAS ELECTRÓNICAS Y CONCLUSIONES Nuestro ordenamiento jurídico con base en la criptografía asimétrica ha validado un sistema de intercambio de datos por medios electrónicos en una red abierta como Internet. Teniendo en consideración un juicioso principio de neutralidad tecnológica se ha previsto legalmente una Firma Electrónica, caracterizado por carecer de especificaciones tecnológicas, así como una Firma Electrónica Avanzada o Digital, cuya naturaleza es la predeterminación tecnológica. Según ya prevenía el Real Decreto-Ley 14/1999 y actualmente la vigente Ley 59/2003, ambas firmas electrónicas pueden tener efectos jurídicos; ahora bien, la Firma Electrónica Avanzada Reconocida o Digital, por ser precisa tecnológicamente, ha sido reportada con el mismo valor jurídico que la firma manuscrita en relación con los datos consignados en papel. Para ello, además de haberse creado mediante criptografía asimétrica, que confiere integridad, confidencialidad y no rechazo de origen, se requiere legalmente la intervención de las Autoridades Certificadoras, que aportan mediante su actividad y la emisión de Certificados, la necesaria autenticidad a la comunicación respecto de los usuarios comunicantes. Aun cuando la cuestión del rechazo o repudio en destino no está totalmente resuelto en comunidades amplias, en las que se podrá pender de acuse de recibo por el destinatario, nuestro Ordenamiento Jurídico, de forma casi simultánea a la regulación europea, a través de la Directiva 1999/93/CE, de 13 de diciembre, sí ha sido capaz de otorgar validez jurídica a las emisiones de voluntad realizadas con los medios anteriormente referidos. En cualquier caso, como refiere MARTÍNEZ NADAL, se pone de manifiesto el papel emergente e importante de las Autoridades de Certificación, y los Certificados, en el intercambio de datos electrónicos y especialmente en las transacciones económicas, ya que es el pilar sobre el que se asienta los sistemas tecnológicos para la seguridad en las comunicaciones. En todo caso, para ultimar, no cabe olvidar las FIRMAS ELECTRÓNICAS y los sistemas de seguridad criptográficos tienen una virtud: dan vida propia y autónoma a los documentos digitales; que pasan de ser meros archivos con un contenido previo y preparatorio al definitivo o un mero documento de consulta para tener efectos jurídicos, convertirse en sí mismos documentos eficaces per se, que pueden seguir circulando documentalmente mediante un sistema de gestión adecuado, sin que tenga que depender de otro soporte físico. Autor: Del Pino Ibáñez, Ángel José Abogado IN DIEM Abogados Para más información contactar: Tlf: +34 954 270 522 fcabrera@in-diem.com Página 10 de 10