255595. . Tribunales Colegiados de Circuito. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 64, Sexta Parte, Pág. 48. IMPORTACION Y EXPORTACION. INFRACCIONES ADMINISTRATIVAS Y PROCESOS JUDICIALES. Conforme al artículo 554 del Código Aduanero, es de la competencia exclusiva de las autoridades del ramo de aduanas declarar que se ha cometido una infracción a la leyes del orden fiscal, imponer las multas y determinar el destino que deba darse a las mercancías, y los Jueces que conozcan de procesos por infracciones a dicho código respetarán escrupulosamente las declaraciones administrativas, que no podrán ser modificadas o revocadas en la sentencia judicial. Y conforme al artículo 14 constitucional, de jerarquía superior al Código Aduanero, nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales. Ahora bien, para conciliar ambos textos legales, de acuerdo con su jerarquía, se tiene que concluir, necesariamente, que los Jueces penales no pueden hacer, en los casos de que se trate, es modificar o revocar resoluciones fiscales, anulando las que en ese ámbito dicten las autoridades, ya que tales resoluciones deberán ser combatidas, en todo caso, por otros medios legales. Pero de ninguna manera podría aceptarse que en lo que respecta a la determinación de la responsabilidad penal o de la comprobación del cuerpo del delito, los Jueces Penales estén obligados a estimar escrupulosamente ciertas las determinación de conductas positivas o negativas que pudieran traer aparejada una responsabilidad penal, pues ello equivaldría a que tales Jueces abdicaran de su facultad constitucional para dejarla en manos de la autoridad fiscal. En consecuencia, para determinar si ciertos hechos o si cierta conducta está probada o no, los Jueces Penales tienen plena facultad constitucional para juzgar libremente, sin tenerse que sujetar en forma alguna a los hechos y conductas apreciados por la autoridad fiscal (salvo lo relativo a condiciones de procedibilidad). Por otra parte, la conducta positiva u omisa que tipifica un delito puede tener características en partes iguales y en partes diferentes a la conducta que sólo tipifica una infracción administrativa. Y en este aspecto, el Juez Penal tiene plena libertad de jurisdicción para apreciar si están probados o no, los actos u omisiones que puedan tipificar el delito. Y la cosa juzgada que sobre tales actos establezca, no puede ser desconocida en forma alguna por la autoridad fiscal, ya que el Juez tiene facultad constitucional directa para juzgar sobre las circunstancias que pueden motivar la privación de libertad, propiedades y posesiones de un ciudadano. De manera que si el Juez Penal encuentra que cierta conducta no está probada, o que cierta conducta sí lo está, en relación con la sentencia penal, la autoridad fiscal, en cuanto a esa conducta sea coincidente para la determinación de la infracción administrativa, no puede desconocer la cosa juzgada judicial, para privar al ciudadano afectado de sus propiedades o posesiones burlando lo establecido por los tribunales constitucionales competentes, pues ello vendría a burlar la garantía constitucional, permitiendo que un ciudadano fuese privado de sus propiedades o posesiones, no sólo sin juicio ante los tribunales, sino en contra de lo establecido por ellos. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 644/73. Guillermo Gorozpe Hernández. 22 de abril de 1974. Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Guzmán Orozco. -1-