Poder Judicial de la Nación Neuquén, 27 de noviembre de 2009. Y VISTOS: Para dictar sentencia en los presentes autos caratulados: “BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA C/ VEGA, SANTOS Y OTROS S/ ORDINARIO”, Expte. Nº 93, Folio 283, Año 2000, de los que RESULTA: 1) Que a fs. 24/27 comparece el Banco de la Nación Argentina, por medio de su apoderada, a iniciar demanda ordinaria contra los Sres. Santos Vega, Dora Alicia Sepúlveda y Ariel Santos Vega, todos con domicilio en la ciudad de Cutral Có, persiguiendo el cobro de la suma de U$S 15.480. Relata a tales fines que los nombrados son titulares de la caja de ahorro nº 226510075/4 abierta en la Sucursal Cutral Có del Banco actor, en la que el 11 de enero de 1999 se produjo la acreditación de U$S 7.752, correspondiente a USO OFICIAL un préstamo personal acordado por la entidad bancaria a los titulares de la cuenta. Expresa que ese mismo día el Sr. Ariel Santos Vega extrajo de la caja de ahorro la suma de U$S 7.740, exponiendo que esta operación fue tomada como crédito en lugar de como débito, motivo por el cual, al cierre de las operaciones del mes, se originó un saldo erróneo de U$S 15.493 -cuando el correcto era de U$S 13- que fue retirado íntegramente por el demandado en cuatro extracciones de U$S 1.000 (25/2/99), U$S 1.400 (4/3/99), U$S 7.150 (9/4/99) y U$S 6.020 (28/4/99). Manifiestas que una vez advertida la situación por los funcionarios de la entidad bancaria, se realizaron una serie de diligencias extrajudiciales tendientes a lograr la restitución de los fondos, gestiones que arrojaron resultado negativo. Sostiene que los accionados se han enriquecido sin causa en detrimento de la entidad bancaria, pues se produjo un desplazamiento patrimonial sin causa jurídica que lo justifique. Ofrece prueba y solicita que oportunamente se haga lugar a la demanda, con costas. 2) Corrido traslado de la acción, a fs. 36/40 comparecen todos los demandados a contestarlo, por medio de apoderado. Reconocieron ser titulares de la caja de ahorro nº 226510075/4 abierta en el Banco de la Nación Argentina, Sucursal Cutral Có, así como el intercambio epistolar denunciado en el escrito inicial. Negaron en cambio que se hubiese acreditado erróneamente importe alguno en dicha cuenta, así como haber percibido o extraído indebidamente de la caja de ahorro dinero que no les pertenecía. Afirmaron que siendo clientes desde hace años de la institución de crédito actora, el Sr. Santos Vega obtuvo de ella un préstamo personal por la suma de $ 8.000, cuyo importe fue acreditado en la caja de ahorro nº 226510449/5, el que debía ser consecutivas. Sin restituido embargo, en 24 añaden, cuotas su mensuales parte lo y canceló íntegramente en forma anticipada en el mes de abril de 1999. Explica que las cajas de ahorro de las que son titulares en la entidad bancaria actora siempre tuvieron movimientos bancarios variados -de depósitos y extraccioneshasta noviembre de 1999, época en la cual el gerente de la entidad les formula irregularidad un advertida reclamo en la verbal cuenta de referido caja a de una ahorro, alegando un error en la acreditación de un importe. Afirma que no le consta a su parte que se haya efectuado una incorrecta acreditación de dinero en su caja de ahorro, toda vez que nunca tuvo acceso a los resúmenes de cuenta que el Banco está obligado a entregarle. Destaca además que la denuncia se formula casi diez meses después de sucedido el supuesto error. Asegura que frente a la intimación recibida, su parte solicitó al Banco que llevara a cabo una pericia contable para determinar la veracidad y exactitud de los hechos alegados, a lo que la actora nunca accedió. Señala que el número de caja de ahorro a la cual el dinero proveniente del préstamo sería destinado enmendado en el comprobante obrante a fs. 13 ha sido (“adulterado”, según la accionada), destacando que es falso que los fondos hayan sido habiéndolo acreditados sido en en cambio, la caja observa, de ahorro nº en la 2-10449/5, nº 10075, también de su titularidad. Advierte además que en el resumen de movimientos de la caja de ahorro 226510075/4 adjuntado se registran extracciones efectuadas mediante la utilización de tarjetas, la que su parte jamás recibió del Banco. Poder Judicial de la Nación Funda su derecho, ofrece prueba y piden que oportunamente se rechace la acción, con costas. Acompañaron prueba documental de la cual no adjuntaron copia para traslado, lo que originó que a fs. 59 se ordenase su desglose y devolución. 3) Celebrada la audiencia prevista por el art. 360 del CPCyC en ausencia de la demandada (fs. 62) se decretó allí mismo la apertura del período probatorio, produciéndose las siguientes medidas: confesional de los demandados (fs. 97/99), pericial contable (fs. 160/168) y caligráfica (fs. 191/204), clausurándose el período respectivo a fs. 223, ocasión en la cual se pusieron los autos en Secretaría para alegar, sin que ninguna de las partes ejerciera su facultad de hacerlo. A fs. 66 el apoderado de los demandados denuncia el USO OFICIAL fallecimiento del Sr. Santos Vega, adjuntando copia certificada de su partida de defunción, haciéndose parte a fs. 243 y Sepúlveda, 266/267 Ariel sus Santos herederos Vega y declarados Cristian Dora Gabriel Alicia Vega, a quienes a fs. 268 se les da la debida participación. Finalmente, a fs. 272 se llamó AUTOS para dictar sentencia; y CONSIDERANDO: I. Que la actora pretende que los demandados le restituyan la suma de U$S 15.480 que percibió indebidamente como consecuencia del error en que la entidad de crédito incurriera al considerar como crédito un débito (extracción de fondos) efectuado en la caja de ahorro nº 226510075/4, permitiendo de tal modo que el saldo de la misma registrase a fin de mes, en lugar de U$S 13 -que era la suma que realmente se encontraba depositada- la de U$S 15.493, que fueron retirados en su totalidad -e incluso en exceso- por los accionados en cuatro extracciones de U$S 1.000 (25/2/99), U$S 1.400 (4/3/99), U$S 7.150 (9/4/99) y U$S 6.020 (28/4/99). La demandada no ha negado el retiro de los fondos, habiendo el Sr. Ariel Santos Vega reconocido la autenticidad de las boletas de extracción que se le exhibieran a fs. 99, que además fue confirmada por el perito calígrafo. En su defensa, ha en cambio argüido que los fondos depositados eran propios, sin aclarar su origen. En suma, ha negado que haya existido un inadecuado procesamiento de la extracción de fondos efectuada el 11/1/99, afirmando que todos los fondos que se encuentran depositados en su caja de ahorro le pertenecen -pese a sostener luego que no le es posible dilucidar si ello es así, por carecer de los resúmenes de cuenta correspondientes, motivo por el cual, asevera, propició la realización de una pericia contable en forma extrajudicial para tener certeza sobre la exactitud de la denuncia que la entidad bancaria efectuaba-. De la copia del resumen de la caja de ahorro nº 226510075/4 de su titularidad –que obra agregado a fs. 164surge que efectivamente el 11 de enero de 1999 se acreditó en ella la suma de U$S 7.752 por “Acreditación prest.”, y en la misma fecha, se asentó una extracción de U$S 7.740, pese a lo cual, al momento de calcular el saldo, en lugar de restar la suma percibida 7.753), la por sumó, el cliente arrojando del saldo existente un saldo de ello U$S (U$S 15.493. Informó además el perito contador a fs. 162 cuáles fueron las extracciones realizadas de esta última caja de ahorro con posterioridad a esa fecha, verificándose una de “$” 1.000, otra de “$” 1.400, una de “$” 7.150 y una última de “$” 6.020, tal y como lo denunciara la actora en el escrito inicial. Por lo demás, en la caja de ahorro 10449/5, según detalle brindado por el perito a fs. 161, ningún préstamo se acreditó -contrariamente a lo sostenido en el responde-. En definitiva, la prueba pericial contable aportada, que no ha sido impugnada por la demandada, permite concluir que los hechos constitutivos de la pretensión se ajustan a lo sucedido en la realidad, por lo que se tendrá por cierto que el Banco realizó una operación aritmética inadecuada al consolidar el saldo de la caja de ahorro nº 226510075/4 de titularidad de los tres demandados, y en lugar de deducir de su saldo la extracción de U$S 7.740 realizada el 11/1/99, la adicionó, arribando a un saldo ficticio que fue retirado en su totalidad por los accionados. II. Con tal marco fáctico será menester examinar el encuadre legal que corresponde asignarles. Y así tenemos que la actora ha sugerido la figura del enriquecimiento sin causa, causa fuente de obligaciones que no está regulada metódicamente en el Código Civil y se configura cuando una persona sin título que lo autorice Poder Judicial de la Nación obtiene beneficios susceptibles de apreciación pecuniaria a expensas de otro por invadir su esfera jurídica de interés (Cfr. “El regulación enriquecimiento sin causa en de Código el Proyecto [Su incorporación Civil]”, y Barilari, Alejandro - Sánchez Torres, Julio C. • Doctrina • LA LEY 1989-A, 859). Se alude con ello a una atribución patrimonial que no tiene un motivo, una razón o una fuente que le sirva de apoyo o antecedente legal, contractual o fáctico, que la justifique para quien la recibe. Señalan los autores citados que aún cuando como se apuntara, no exista en el Código Civil un texto en especial que regule la figura y la consecuente obligación que nace de ella, numerosos preceptos -tales como los arts. 728, 784, 907, 1165, 1898, 2194, 2301, 2302, 2306, 2310, 2591, 2594, y las notas a los arts. 43, 499, 784, 2589 del C.C.-, permiten USO OFICIAL inferir por vía de la analogía, autorizada por el art. 16 del mismo cuerpo legal, que no ha sido extraño a nuestro derecho civil positivo. autores, la A ello se debe sumar, agregan aquellos que en el derecho comercial vigente se ha previsto acción de enriquecimiento sin causa para particulares supuestos, referidos a la letra de cambio o pagaré (art. 62, decreto-ley 5965/63-) y cheque (art. 55, decreto-ley para tener 4776/63). En cuanto a los requisitos por configurado el enriquecimiento sin causa, la doctrina enumera los siguientes: 1) enriquecimiento del demandado; 2) empobrecimiento del actor; 3) relación de causalidad entre ambos; 4) ausencia de justa causa; y 5) carencia de toda otra acción (subsidiariedad de la acción de in rem verso). En nuestro caso, es evidente que la accionada se ha enriquecido, pues ha incorporado en su patrimonio la suma de U$S 15.480 en exceso del saldo que registraba en realidad su caja de ahorro. En cuanto al empobrecimiento correlativo del actor, también es ostensible que el Banco de la Nación Argentina se ha empobrecido ficticio el en una saldo que suma equivalente, permitió que se pues resultando concretasen las extracciones, el dinero percibido ha salido de su patrimonio, sin que haya mediado un animus donandi por parte de éste. Hay entonces relación causal entre aquél enriquecimiento y el detrimento patrimonial sufrido por la institución de crédito. También fuente para entiendo tal presente desplazamiento la ausencia patrimonial, de esto causa es, de "título justificativo" de aquél enriquecimiento. Ningún acto ni hecho jurídico legitima la permanencia del valor ajeno en el patrimonio de los Sres. Santos Vega, Sepúlveda y Ariel Santos Vega -o de los sucesores del primero-. Finalmente, se observa que la actora carece de toda otra acción emergente de las fuentes tradicionales de las obligaciones norma de para ventilar subsidiariedad su cuya reclamo, cumpliendo vigencia admite la con la doctrina mayoritariamente (confrontar artículo y autores citados). Ahora bien: la acción de in rem verso tiene por objeto el reestablecimiento del equilibrio patrimonial entre actor y demandado, a través de la restitución o el reembolso. Pero en cualquier caso, explican los autores acción está sujeta a un doble límite: citados, la respecto del enriquecido hasta el límite de su enriquecimiento; respecto del actor, no más allá del detrimento patrimonial sufrido. Ello es así, porque transgredir cualquiera de estos límites configuraría un nuevo enriquecimiento sin causa, por el cual quedaría obligado quien fuera accionante. De manera que la restitución sólo procederá hasta el límite del enriquecimiento o del detrimento, de los dos, el menor. En el caso que nos ocupa, el empobrecimiento sufrido por el Banco consiste en la indisponibilidad suma de U$S extracción 15.480 de accionados, tal de desde que importe donde de surge autorizó la que caja el de la indebidamente de Banco ahorro no sólo de se la los ha perjudicado por el egreso del capital, sino también por los intereses dejados de percibir por no haber puesto a circular esa suma de dinero. El enriquecimiento que benefició a los demandados, en cambio, se ha limitado a disponer de la suma adicional de U$S 15.480, sin que haya sido dilucidado si el dinero retirado de la caja de ahorro fue efectivamente erogado por los nombrados, si les ha producido réditos, o si fue mantenido sin uso ni consumo alguno -aún cuando la mención que se formula en el responde a la cancelación anticipada del préstamo personal tomado en el Banco Nación Argentina, producida en abril de 1999, permitiría sospechar que ese fue el destino dado a parte del dinero irregularmente obtenido, Poder Judicial de la Nación el extremo no fue objeto de adecuada comprobación, máxime frente a la decisión adoptada a fs. 59-. Lo expuesto es relevante a los fine de dilucidar si los intereses son adeudados o no a la actora. Para decidir el punto será menester acudir a las reglas de los arts. 786 y 788 del Código Civil. Según la primera disposición legal, si el que recibió el pago lo hizo de buena fe –en el caso, si los demandados retiraron los fondos sin percatarse de que no eran propios-, está obligado a restituir igual cantidad que la recibida, sin los intereses devengados. Si en cambio, actuó de mala fe, por el art. 788 debe restituir además los intereses desde el día del pago (en nuestro caso, de la extracción de los fondos). En USO OFICIAL Civil sentido establece civiles, deudor que pertenecen que coincidente, el “Los percibidos, al hubiese frutos deudor, poseído art. poseedor de mala 590 de fe, del Código naturales buena está fe. o El obligado a restituir la cosa con los frutos percibidos y pendientes, sin tener derecho a indemnización alguna”. A su turno, el art. 2433 del Código Civil establece que “El poseedor de buena fe que ha sido condenado por sentencia a restituir la cosa, es responsable de los frutos percibidos desde el día en demanda...pero no de los que que se le hizo saber la el demandante hubiera podido percibir”. En otros términos: si los accionados hubiesen actuado de mala fe, el Banco tendría derecho a percibir los intereses devengados por la suma de dinero incorrectamente percibida por aquélla desde el día de las extracciones. Del mismo modo, si aún obrando de buena fe, aquélla hubiese utilidad realizado al operaciones dinero de financieras manera que o dado produjere alguna frutos (intereses), debería restituir los percibidos desde el día en que se le exigió la devolución de la suma de dinero. Pero si no se presenta ninguno de los dos supuestos anteriores, su obligación se limitará a la restitución del capital. Analizando las constancias del expediente, tenemos que la caja de ahorro nº 10075/2 en la que se acreditó el préstamo recibido de la entidad bancaria el 11/1/99, no registró ningún ingreso de fondos con posterioridad a la acreditación los de generados por el contrato de mutuo aludido (11/1/99), más allá de los insignificantes intereses devengados. No entiendo verosímil que los accionados ignorasen esta situación. Es que las sumas retiradas a partir del 25/2/99 son de suficiente envergadura como para suponer que quien dispone de ellas, conoce a la perfección el origen de los fondos y el concepto del cual provienen. No es usual que alguien cuente con U$S 15.480 en su caja de ahorro sin conocer con exactitud la causa que los generó. Máxime cuando el nivel del giro bancario de los demandados era discreto (el importe más importante acreditado entre 1998 y 1999 fue justamente de U$S 15.000), por lo que resulta poco creíble que de buena fe, hubiesen creído que los U$S 15.480 de los que dispusieron eran de su propiedad. Por lo demás, ninguna explicación brindaron en el responde sobre el origen que para ellos imaginaron, ni excusa alguna que permita confiar en la buena fe de su accionar. Más aún: frente a la intimación extrajudicial cursada, se mantuvieron en una cerrada actitud de rechazar el reclamo, sin interesarse por encontrar una solución al problema ni investigar la certeza de la versión bancaria. De modo que la demanda prosperará no solamente por la suma del capital reclamado (U$S 15.480), sino además también, por los intereses moratorios devengados desde que cada importe fue extraído -U$S 1.000 (25/2/99), U$S 1.400 (4/3/99), U$S 7.150 (9/4/99) y U$S 6.020 (28/4/99), suma ésta última de la que sólo se considerará U$S 5.930, pues en lo demás se excede el total reclamado (U$S 15.570 - U$S 15.480 = U$S 90 // U$S 6.020 - U$S 90 = U$S 5.930- y hasta el efectivo pago, a la tasa activa que utiliza el Banco de la Nación Argentina en sus operaciones habituales de descuento. Para finalizar, sólo cabe señalar que al momento de practicar su liquidación, la actora deberá pesificar su crédito en el marco del Decreto 214/02 y de la ley 25.561, por tratarse de normativa de orden público de fecha posterior a la de la causa fuente de la obligación reclamada, aplicando los intereses moratorios señalados sobre los importes calculados en la moneda nacional. Las costas serán soportadas solidariamente por los demandados perdidosos. Poder Judicial de la Nación Por todo lo expuesto, RESUELVO: 1) HACER LUGAR a la demanda interpuesta por el BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA contra los Sres. SANTOS VEGA -hoy, contra sus herederos declarados ARIEL SANTOS VEGA, CRISTIAN GABRIEL VEGA y DORA ALICIA SEPÚLVEDA-, ARIEL SANTOS VEGA y DORA ALICIA SEPÚLVEDA, condenándolos solidariamente a a restituir a la actora la suma de dólares estadounidenses QUINCE MIL CUATROCIENTOS OCHENTA (U$S 15.480) dentro de los diez días de quedar firme la liquidación que a los fines de pesificar el crédito en el marco de los Decretos 214/02 y ley 25.561 deberá practicar la actora, en concepto de restitución de las sumas indebidamente acreditadas en su caja de ahorro nº 226510075/4 entidad bancaria abierta en la accionante, Sucursal suma que Cutral una vez Có de la pesificada devengará un interés a la tasa activa que utiliza el Banco de USO OFICIAL la Nación Argentina en sus operaciones habituales de descuento desde la mora -acaecida desde que cada importe fue extraído (U$S 1.000 el 25/2/99, U$S 1.400 7.150 el 4/3/99, U$S el 9/4/99 y U$S 5.930 el 28/4/99) y hasta el efectivo pago. 2) Con costas a los demandados las soportarán perdidosos, quienes solidariamente (arts. 68 y 75 del CPCyC). Diferir la regulación de los honorarios de los profesionales intervinientes hasta contar con base cierta para hacerlo. 3) Agréguese a continuación la documentación original reservada en Caja de Seguridad. Regístrese y notifíquese.