Mayo 2006 (v3) 5/2/07 13:48 Página 9 1 9 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO Manuel Delgado Fernández Belén Feriche Fernández-Castanys Miguel Martín Matillas Ignacio Chirosa Ríos RESUMEN: El desarrollo del deporte como fenómeno social, como espectáculo o, simplemente, como consecuencia de la competición ha impuesto unos niveles de eficacia en la metodología del entrenamiento que para ser alcanzados exigen una rigurosa actualización de su fundamentación biológica mediante la incorporación o revisión de sus principios y procedimientos a la luz de las nuevas aportaciones que proporciona la investigación científica. En este trabajo, para justificar el rigor y eficacia del procedimiento de entrenamiento se sugiere una más rigurosa fundamentación fisiológica y el empleo de las posibilidades de control y evaluación de resultados que proporciona la tecnología actual. PALABRAS CLAVE: Entrenamiento deportivo. Evaluación. Fisiología. BIOLOGICAL PERSPECTIVE OF SPORT TRAINING ABSTRACT: Development of sport as a social phenomenon, show or, simply, as a consequence of competition has risen the demand of efficacy of sport training and, consequently, the need of revision of principles and procedures derived from new research outcomes. In this work a more accurate physiological basis, the use of control procedures and technological assessment are suggested in order to justify accuracy and efficacy of training procedures. KEY WORDS:. Sport training. Assessment. Physiology INTRODUCCIÓN Nadie duda hoy en día del nivel de complejidad tan elevado que ha alcanzado el fenómeno deportivo. En la actualidad, el deporte está presente tanto en el “deporte espectáculo” que pueden estar viendo simultáneamente cientos de millones de per- Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 10 5/2/07 13:48 Página 10 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA 2 sonas de los cinco continentes, como en el paseo matutino que realizan muchas personas mayores en su “ruta del colesterol” para mantener a este último a raya y adherirse a un hábito saludable que le permita vivir con mayor calidad de vida. En cualquier caso y en ambos extremos de este continuo, se producen una serie de procesos biológicos que explican las respuestas inmediatas y las adaptaciones morfológicas y funcionales con que responde el organismo humano cuando es sometido a esfuerzo físico. Por supuesto que dichos fenómenos necesitan de mayor conocimiento en el caso del deportista profesional que en el anciano que pasea, dado que en el primero el número de factores que condicionan su objetivo final es mayor que en el segundo. La búsqueda del más alto rendimiento deportivo, finalidad de cualquier deportista, requiere de un conocimiento científico cada vez más complejo e integrado, que hace décadas no era ni imaginable. En este sentido, siguiendo a Verjoshanski1, caracterizamos el deporte profesional de la siguiente forma2: — Sucesivo aumento del nivel de resultados deportivos, de por sí ya elevado, que hace requerir un mayor perfeccionamiento del sistema de preparación del deportista, así como de la planificación a largo plazo. — Mayor igualdad en las competiciones deportivas entre un gran número de atletas, lo que ocasiona una búsqueda de mayor calidad en las diferentes facetas del entrenamiento, tales como las preparaciones física, técnica, táctica, psicológica y biológica. — Imposibilidad de seguir incrementando la alta especificidad del entrenamiento moderno, lo que está condicionando formas nuevas de estructurar la organización del mismo para seguir explotando las reservas de la capacidad de rendimiento del ser humano. — Imposibilidad de seguir aumentando los ya elevadísimos volúmenes de entrenamiento (por ejemplo, 12.000 km en remo, 40.000 km en ciclismo, 4.000 km en natación y 8.500 km en carrera de fondo al año, con la consiguiente búsqueda de la calidad del entrenamiento en orientaciones especiales de índole fisiológica, que indiquen cuál ha de ser la forma de llevar a cabo el mismo, para seguir produciendo las adaptaciones orgánicas pertinentes, que posibiliten el incremento de la capacidad de rendimiento. Ello está ocasionando la aparición de nuevos medios de entrenamiento, con materiales y equipos impensables hasta hace muy poco tiempo. Por otra parte, obliga a la individualización del proceso de entrenamiento. 1 2 Verjoshanski, I.V.: Entrenamiento deportivo. Planificación y programación, Barcelona, Ed. Martínez Roca, 1990. Delgado, M. y Feriche, B.: Conceptualización: el entrenamiento deportivo en el ámbito del fenómeno deportivo. En B. Feriche y M. Delgado (Ed): La preparación biológica del deportista en la formación integral del deportista, Barcelona, Paidotribo, 2003, pp. 13-14. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 3 5/2/07 13:48 Página 11 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO 11 — Solución de diferentes problemas metodológicos del entrenamiento. Hasta no hace mucho la actuación intuitiva y de buen sentido del entrenador tradicional, eran elementos suficientes para la creación de métodos de entrenamiento adecuados. Actualmente los niveles de entrenamiento tan elevados han originado que los planteamientos metodológicos tengan que ser resueltos mediante un trabajo interdisciplinar y científico del entrenador con otros expertos de las ciencias de la actividad física y el deporte, y de otras ciencias afines. Así, en el estado de conocimiento actual, parece lícito establecer que la forma metodológica más adecuada para permitir seguir incrementado los niveles de rendimiento deportivo, se encuentra en utilizar el modelo de la actividad física de competición en las condiciones de entrenamiento, lo cual convierte a la misma en el centro de interés de la teoría del entrenamiento3. La preparación del deportista es, por tanto, un proceso multifacético que utiliza racionalmente los factores externos que influyen sobre el logro deportivo, para modificar los factores internos que condicionan el mismo. Se entiende por factores internos las posibilidades o potencialidades del individuo, es decir, su talento natural, y por factores externos, el proceso de entrenamiento y condiciones socio-económicas que influyen de manera directa en el desarrollo de las capacidades del individuo. Por dichas razones, la preparación del deportista no sólo incluye el entrenamiento deportivo, sino también la competición (entendida como medio de preparación) y aquellos otros factores que complementan el entrenamiento y la competición y que intensifican su efecto o aceleran los procesos de recuperación tras el esfuerzo. De forma generalizada se acepta en la actualidad que la preparación del deportista o el sistema de entrenamiento deportivo se compone de un conjunto de seis tipos de preparaciones (ver tabla 1). La perspectiva biológica del entrenamiento deportivo se ha centrado principalmente en las preparaciones física y biológica, pero no se debe obviar, como se ha comentado antes, el carácter integral que tiene el proceso de entrenamiento. En este sentido, por ejemplo, aunque se podría entender la necesidad de la valoración funcional del deportista para garantizar la calidad de la preparación física, ésta no tiene sentido si no está integrada con las habilidades técnicas y los comportamientos tácticos que se tienen que generar en situación de competición. Igualmente la utilización de medidas biológicas de recuperación para acelerar la eliminación de la fatiga acumulada en un microciclo de trabajo, no tendrá sentido ninguno si no se valora paralelamente el estado anímico del deportista o equipo o cómo ha ido evolucionando el nivel de forma deportiva a lo largo de la temporada. Pero dado el objetivo del presente artículo y la extensión que supondría considerar todas estas interacciones, nos centraremos en la preparación biológica, considerando que la misma tiene en cuenta el estudio de los procesos de fatiga-recuperación del esfuerzo en la práctica físicodeportiva. 3 Cfr., Bompa, T.O.: Theory and methodology of training. The key to athletic performance. Ed. Kendall/Hunt Publishing Company. Iowa. 1990; Verjoshanski, I.V.: Entrenamiento deportivo. Planificación y programación, Barcelona , Ed. Martínez Roca, 1990. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 12 5/2/07 13:48 Página 12 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA 4 Preparación física Conjunto de medios y actividades, que aplicadas racionalmente, permiten el desarrollo de las capacidades orgánicas y, por tanto, de las cualidades físicas al nivel deseado de rendimiento Preparación técnica Conjunto de medios y actividades, que aplicadas racionalmente, permiten el aprendizaje, perfeccionamiento y dominio del compendio de gestos óptimos que configuran una especialidad deportiva Preparación táctica Conjunto de disposiciones teórico-prácticas que permiten el aprendizaje de la adecuada aplicación de la técnica en situaciones de juego, con el fin de obtener el resultado deportivo programado Preparación psicológica Conjunto de actividades que permiten el desarrollo de los factores psicológicos necesarios para el entrenamiento y la competición Preparación biológica Conjunto de medios y procedimientos que permiten al organismo conservar y/o recuperar su estado de homeostasis funcional, permitiendo, en definitiva, aumentar las prestaciones del deportista tanto en entrenamiento como durante la competición Preparación teórica Conjunto de conocimientos básicos que debe adquirir el deportista para discernir los elementos que influyen en el rendimiento deportivo y la forma de mejorarlos Tabla 1. Preparaciones del entrenamiento deportivo LA PREPARACIÓN BIOLÓGICA EN EL PROCESO DE ENTRENAMIENTO DEPORTIVO. Es imposible entender las aportaciones al entrenamiento deportivo desde la perspectiva biológica de la ciencia sin considerar el inseparable binomio fatiga-recuperación. Pero aunque se ha publicado mucho sobre medios, métodos y procedimientos que utiliza la preparación biológica de forma aislada, no existe suficiente documentación de cómo integrar la misma en el proceso general de entrenamiento deportivo. En este sentido comentamos4 que una adecuada preparación biológica debe contribuir a incrementar la capacidad del organismo para soportar las cargas de entrenamiento y, por tanto, de incrementar la prestación del atleta durante la competición. Por tanto, ésta debe ser contemplada dentro del sistema de entrenamiento deportivo y mostrar evidentes relaciones con la preparación física. Por ello no debemos menospreciar las interacciones que muestra con los demás tipos de preparación: técnica (la fatiga afecta a la calidad de ejecución técnica), psicológica (está definido y demostrado el efecto de la fatiga psicológica sobre el rendimiento, la preparación para competir y la recuperación), teórica (contribuye a la selección de los procedimientos y medios a emplear) y táctica (una buena táctica permite rentabilidad en la acción deportiva). 4 Delgado, M., Feriche, B.: Conceptualización: el entrenamiento deportivo en el ámbito del fenómeno deportivo. En B.Feriche y M.Delgado (Ed): La preparación biológica del deportista en la formación integral del deportista. Barcelona, Paidotribo, 2003, pp. 28-29. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 5/2/07 5 13:48 Página 13 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO 13 Considerando la interacción entre preparación biológica y las leyes del entrenamiento deportivo, se debe considerar el estudio de tres elementos que permiten mejorar dicho proceso y, por tanto, el rendimiento. Estos son: carga de entrenamiento, recuperación de dicha carga y una serie de factores externos que puedan afectar tanto a la carga como a su recuperación (principalmente estilo de vida y condiciones ambientales. En el resto del artículo se analizan los mismos. ANÁLISIS DE LA CARGA DE ENTRENAMIENTO DESDE UN PUNTO DE VISTA BIOLÓGICO. La determinación del factor prioritario limitante del esfuerzo y, por tanto, de la fatiga, puede ser obtenida a partir de la cuantificación de la carga realizada en tres elementos: Tipo de carga Causas de fatiga Carga dinámica de baja intensidad y larga duración (< umbral aeróbico) No bien delimitadas (sensaciones de malestar y dolor). Estados de deshidratación, pérdida de K+ intracelular, aumento de temperatura y cambios metabólicos (hipoglucemia, ...), hiperamonemia y alteración en la captación de aminoácidos de cadena ramificada Carga dinámica de intensidad moderada (zona transición aeróbica-anaeróbica) Principalmente depleción glucógeno. Posibilidades de descenso de pH. Estado del sistema tampón Carga dinámica de alta intensidad (> umbral anaeróbico) Depleción de los fosfágenos y acumulación de metabolitos (lactato, fósforo inorgánico, ADP, IMP, amoniaco, etc) Carga estática o isométrica Hipoxia. Acúmulo de metabolitos similares a los de carga dinámica de alta intensidad. Fatiga central neuronal ante cargas máximas mantenidas Ejercicios de coordinación Fundamentalmente factores nerviosos (reclutamiento y/o sincronización de unidades motrices, coordinación agonista-antagonista, nivel de concentración, etc.) Tabla 2. Causas de fatiga según tipo de carga de entrenamiento intensidad, volumen y velocidad de ejecución de la carga. Las múltiples formas de combinarse dichos elementos condicionarán diferentes tipos de fatiga. El modelo ideal de Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 14 5/2/07 13:48 Página 14 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA 6 análisis para determinarla es el estudio de la ergogénesis en competición de cada deporte (aunque a veces también se hace necesario el análisis en entrenamiento). Pero a nivel general se podría establecer los siguientes modelos de carga-fatiga (tabla 2). Para controlar adecuadamente el nivel de fatiga condicionado por la carga de entrenamiento se dispone de un amplio abanico de indicadores biológicos, siendo el fundamental la reducción del rendimiento o de la capacidad para generar fuerza. Siguiendo el análisis que ya hicimos en Feriche5, dado que el tipo de actividad que realiza el deportista es de carácter voluntario, la fatiga podría iniciarse en cualquiera de los pasos intermedios desde la génesis de la orden de movimiento hasta su ejecución por los grupos musculares responsables. Existen diferentes procedimientos para diferenciarlas. Desde una perspectiva biológica, niveles elevados de amonio, o el incremento del ratio triptófano libre/ aminoácidos de cadena ramificada, son parámetros frecuentemente relacionados con la fatiga de origen central6. Desde la perspectiva física, puede emplearse el registro electromiográfico: la reducción conjunta del potencial de acción y de la fuerza indicaría fatiga central mientras que el mantenimiento del potencial de acción con reducción de la fuerza mostraría fatiga muscular. Además, existen otros indicadores físicos y biológicos de la fatiga muscular local: a) Indicadores físicos de la fatiga muscular local: — Reducción de la fuerza contráctil (fuerza alcanzable y amplitud de la contracción). — Aumento del tiempo de relajación. — Manifestaciones electromiográficas (aumentos de voltaje a una determinada intensidad de trabajo y/o alteraciones en el electromiograma integrado en base a la relación entre voltaje del EMG integrado y duración del ejercicio, reducción de la frecuencia promedio de estimulación, relación entre altas y bajas frecuencias, disminución de la velocidad de conducción del estímulo y aumento del tiempo de respuesta ante un estímulo externo). — Alteración de la calidad de ejecución técnica con el consiguiente riesgo de lesión. Dolores musculares, contracturas y molestias post-esfuerzo también son síntomas de fatiga. b) Indicadores biológicos de la fatiga muscular local: — A nivel muscular: agotamiento de reservas energéticas (fundamentalmente PC y glucógeno); acumulo excesivo de lactato y otros metabolitos; alteraciones en la permeabilidad de la fibra. 5 6 Feriche, B.; Delgado, M. y Chirosa, I.: La preparación biológica en la dinámica del entrenamiento deportivo. En B.Feriche y M.Delgado (Ed): La preparación biológica del deportista en la formación integral del deportista, Barcelona, Paidotribo, 2003, pp. 65-68. Viru, A., y Viru M.: Análisis y control del rendimiento deportivo, Barcelona, Paidotribo, 2003. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 7 5/2/07 13:48 Página 15 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO 15 — A nivel sanguíneo: alteración de la glucemia, aumento de la concentración de lactato en sangre; hemoconcentración; aumento de K+; aumento de la urea y del amonio. Detección en sangre de enzimas y proteínas intramusculares indicando la existencia de daño muscular (CPK, LDH, mioglobina, alfa-actina, etc.) — A nivel cardiovascular: Modificaciones tensionales; alteraciones del ritmo cardíaco (extrasístoles); modificaciones del ECG (onda T y segmento ST). — A nivel pulmonar: sensación de falta de aire (disnea); jadeo y modificación del patrón normal ventilatorio (disminución del volumen de reserva). — A nivel metabólico: desplazamiento del umbral anaeróbico; disminución de la eficiencia energética; aumento de la deuda de oxígeno. — A nivel renal: proteinuria y hematuria de esfuerzo; incremento de la excreción de 17-hidroxicorticoide, aumento de la creatinuria, enzimas (CPK), mioglobina y de la 3-metilhistidina — A nivel neurológico: disminución del tiempo de reacción; modificaciones del reflexograma; reacciones sensoriales diversas (acúfenos, tinnitus,...). — A nivel termorregulador: hipertermia; aumento del riesgo de golpe de calor. Para poder analizar el impacto que las cargas de entrenamiento producen en el organismo, la aparición (o no) de la fatiga, su recuperación y adaptación al estimulo de entrenamiento, considerando algunos modelos teóricos propuestos7, se pueden utilizar diferentes parámetros, que serán diferentes según el deporte. A grosso modo, podríamos hablar de parámetros ergonómicos o parámetros biológicos aunque siendo más meticulosos en la clasificación, y basándonos en la establecida por Rodríguez y Aragonés8, podríamos establecer las siguientes categorías9: — Parámetros electrocardiográficos. ECG y FC son los más relevantes. Aparatos de electrocardiografía y pulsómetros permiten tomar estas medidas por telemetría, grabarlas y analizarlas gráficamente. — Parámetros ergoespirométricos: Procedentes de la ventilación pulmonar y del intercambio de gases durante el esfuerzo. Las técnicas usadas son variadas (neumotacógrafo, turbina, gasómetro,...). Su registro es más costoso y prác- 7 8 9 Cfr., Morton, R.H.; Fitz-Clarke, J.R. y Banister, E.W.: “Modeling human performance in running”, J.Appl.Physio, nº 69, (1990), pp. 1171-1177; Fitz-Clarke, J.R.; R.H.Morton y Banister, E.W.: “Optimizing athletic performance by influence curves”, J.Appl.Physiol., nº 71, (1991), pp. 11511158. Rodríguez, F.A. y Aragonés, M.T.: Valoración funcional de la capacidad de rendimiento físico. En J. González (ed): Fisiología de la actividad física y el deporte, Interamericana. McGraw-hill, Madrid, 1992, pp. 237-278. Feriche, B.; Delgado, M. y Chirosa, I.: La preparación biológica en la dinámica del entrenamiento deportivo. En B. Feriche y M. Delgado (Ed): La preparación biológica del deportista en la formación integral del deportista. Barcelona, Paidotribo. 2003, pp. 85-86. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 5/2/07 16 13:48 Página 16 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA 8 ticamente limitado al laboratorio. Sin embargo con los avances de la tecnología y la aparición de los analizadores de gases portátiles permiten que cada vez sea más frecuente su uso sobre el terreno. — Parámetros ergométricos: velocidad, vatios, potencia, fuerzas aplicadas,... — Parámetros bioquímicos y hematológicos: ácido láctico, glucosa, enzimas, ácidos grasos, hormonas (testosterona, cortisol,...), serie blanca, serie roja... — Parámetros dinamométricos; permiten la valoración de la fuerza en diferentes grupos musculares y de sus distintos componentes. — Parámetros cineantropométricos: pueden elaborar modelos de referencia sobre la composición corporal, somatotipo, proporcionalidad,... — Parámetros psico-somáticos: como la percepción subjetiva de esfuerzo (RPE), cada vez más empleada por su buena vinculación con la carga de trabajo. — Otros parámetros: biopsias musculares, espectroscopias por resonancia magnética nuclear, electromiografia, ... La literatura está repleta de estudios en los que se analiza el impacto biológico de una carga de esfuerzo sobre deportistas de diferentes niveles. Sin embargo, las conclusiones recogidas de los mismos, aunque pueden orientar al entrenador, son obtenidas de diferentes poblaciones y bajo condiciones especiales y, por tanto, deben de interpretarse con cautela. Por dicha razón el entrenador debe conocer la relación estímulo-respuesta de cada atleta. Esta relación ha de establecerse en el laboratorio y/o sobre el terreno junto a la monitorización que una tercera persona, un observador o el entrenador realice de los entrenamientos. El conocimiento del impacto de las cargas es lo que conforma la base de estructuración lógica del entrenamiento. Veamos en el siguiente apartado como realizar dicho análisis, base del control y monitorización tanto del deportista como del propio proceso de entrenamiento. MONITORIZACIÓN Y CONTROL DEL DEPORTISTA Y DE SU ENTRENAMIENTO. Cuando se realiza una evaluación del deportista se debería tener en cuenta dos consideraciones10: — que los datos obtenidos deben ser remitidos al entrenador en el menor tiempo posible con una información meticulosa pero comprensiva en el área del especialista que redacta el informe. — que los datos obtenidos constituyen para el entrenador un punto de partida o de retroalimentación y corrección continua de la planificación. 10 Ibid.: pp. 86-88 Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 9 5/2/07 13:48 Página 17 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO 17 Por su parte, la monitorización del entrenamiento tiene por objetivo cuantificar el impacto de las cargas de trabajo de cara a poder ajustar los sucesivos estímulos y asegurar (o no) la recuperación. Esto no significa que deban de cuantificarse todos los entrenamientos. La monitorización debe de ser un proceso moldeable y preferentemente orientado a cuantificar aquellos entrenamientos previsiblemente exigentes de manera que no se tecnifique excesivamente el proceso. Esto no exime que pueda ser el propio atleta el que transmita sus propias sensaciones al entrenador o las refleje en un diario. El principal problema que aparece en el momento de monitorizar una sesión del entrenamiento es el propio carácter del deporte y de la dinámica de preparación de los deportistas. Así, en deportes colectivos es difícil que se corresponda lo que el entrenador planifica con lo que el atleta realiza. Hay diferentes formas de controlar o monitorizar el entrenamiento deportivo11: — a) diarios de entrenamiento — b) cuestionarios de entrenamiento — c) monitorización fisiológica del entrenamiento — d) observación. Como combinación de las herramientas anteriores, una de las principales herramientas que venimos empleando en el control del entrenamiento deportivo es la denominada percepción subjetiva del esfuerzo (RPE). Descrita por Borg en los años 60, ha venido mostrando una vinculación con la carga de trabajo más estrecha que la de los demás marcadores fisiológicos (como el lactato, la FC o VO2) en condiciones diversas como la altura12 o la ingestión de alcalinizantes13. También lo hemos empleado con éxito en el control de la intensidad de las sesiones de entrenamiento en discapacitados14. Por ejemplo, durante un protocolo en rampa destinado a la determinación de los umbrales ventilatorios en ciclistas profesionales15, los sujetos eran preguntados por su RPE 10 sg cada 2 min o 50 watt. Posteriormente ejecutaron un test de estado estable de 10 min a la carga vinculada a su primer (VT1) y segundo umbral ventilatorio (VT2), al final de las cuales fueron igualmente preguntados sobre su RPE. Observamos una reproducibilidad absoluta de la RPE en el VT2. Para 11 12 13 14 Hopkins, W.G.: “Quantification of training in competitive sports. Methods and applications”, Sports Med, nº 12, (1991), pp. 161-183. Feriche, B.; Delgado, M. y Álvarez, J.: “Efecto del ascenso súbito a una altitud moderada sobre la percepción subjetiva de esfuerzo a diferentes intensidades de ejercicio”, Motricidad, nº 4, (1998), pp. 59-74. Feriche, B.; Delgado, M.; Álvarez, J.: “Efecto de la ingestión de un alcalinizante sobre la percepción subjetiva de esfuerzo durante un test incremental”, Arch Med Dep, nº 16, (1998), pp. 335-342. López, G; Baena, P.A; Lozano, M y Zabala, M.: Application of a protocol for exercise intensity perception in subjects with multiple sclerosis exercising in the water. Biomechanics and Medicine in Swimming X. J.P. Vilas-Boas, F. Alves, A. Marques (eds.), Portuguese Journal of Sport Sciences, (2006), Suppl 2. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 18 5/2/07 13:48 Página 18 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA 10 cargas livianas, la RPE no se mostró como un buen marcador de intensidad de esfuerzo, por lo que desaconsejamos su uso, al menos en poblaciones de deportistas. Hemos podido corroborar este aspecto en circunstancias variadas como en el caso de judokas16 o de jugadores de balonmano17. En el primero de los casos, 8 judokas de nivel internacional fueron monitorizados durante un combate en términos de FC y preguntados sobre su RPE al final de los mismos. Para determinar la intensidad del combate elaboramos el índice de fatiga relacionando el tiempo de combate con la FC (figura 1). Elaboramos dos índices procedentes de la relación FC con tiempo total del combate (IpW) y/o la relación FC con el tiempo de lucha (IpT), excluyendo aquellos períodos en los que el yudoca no está combatiendo. Figura.1. Representación esquemática de las magnitudes involucradas en la elaboración del índice de esfuerzo (). La línea horizontal muestra el tiempo total del combate. La línea vertical muestra la FC. La línea base es representada con el valor de referencia y el periodo de esfuerzo una vez los periodos en los que no hay combate han sido eliminados. El ( ) se define como la diferencia entre ambas áreas coloreadas18. Ambos índices mostraron buena correlación entre ellos y con un valor de RPE integrado registrado al final del combate (tabla 3). Los resultados de este estudio indican que la RPE es un marcador de esfuerzo válido en competición. Este tipo de marcador es interesante en esta disciplina donde el uso de pulsómetros no está 15 16 17 18 Feriche, B; Vaquero, A.F.; Ruiz, M.P.; Lucía, A. y Chicharro, J.L.: “Use of a fixed value of RPE during a ramp protocol: comparison with the ventilatory threshold”, J. Sports Med., nº 38, (1998), pp. 35-38. Bonitch, J.; Ramirez, J., Femia, P; Feriche, y Padial, P.: “Validity of the relation between heart rate and rating of perceived exertion in a judo competition” nº 58, (2005), pp. 23-28. Feriche, B.; Chirosa, L.J.; Chirosa, I.: “Validez del uso de la RPE en el control de la intensidad de entrenamiento en balonmano”, Arh.Med.Dep, nº 19, (2002), pp. 377-383. Bonitch, J.; Ramirez, J.; Femia, P; Feriche, B. y Padial, P.: “Validity of the relation between heart rate and rating of perceived exertion in a judo competition, nº 58, (2005), pp. 23-28. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 11 5/2/07 13:48 Página 19 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO 19 permitido y la determinación de lactatos es molesta para los practicantes, pudiendo afectar a su rendimiento19. Tabla 3. Coeficiente de correlación de Spearman (r) entre la percepcción subjetiva de esfuerzo y los índices de esfuerzo. En el segundo de los casos, hemos trasladado el empleo de la RPE al campo del entrenamiento en deportes colectivos. En esta disciplina, el uso de marcadores habituales como la FC es complicada (modulaciones de intensidad) y la del lactato poco representativa, dada la combinación de intensidades en la misma sesión. Para ello, realizamos un análisis comparativo entre las FC y las RPE registradas en laboratorio y las obtenidas a lo largo de 4 sesiones consecutivas de un microciclo de choque (4 sesiones de entrenamiento + competición), en un equipo de Balonmano de división de honor de la Universidad de Granada. Las FC de las sesiones fueron registradas mediante el uso de Figura 2. Ejemplo de determinación de la frecuencia cardíaca representativa21. 19 20 21 Ibid. Ibid. Feriche, B.; Chirosa, L.J.; Chirosa, I.: “Validez del uso de la RPE en el control de la intensidad de entrenamiento en balonmano”, Arh.Med.Dep., nº 19, (2002), pp. 377-383; Feriche y Delgado: La preparación biológica en la formación integral del deportista, Ed. Paidotribo, Barcelona, 2003. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 5/2/07 20 13:48 Página 20 12 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA pulsómetros. Las FC representativas de las sesiones se determinaron mediante el cálculo de la inversa de la altura de la curva de los inversos FC vs tiempo (figura 2). Para este propósito es necesario eliminar de las curvas los “out-liners” y los tiempos de pausa prolongada que afecten a la FC. Al finalizar los entrenamientos los jugadores fueron preguntados por un valor integrado de RPE. Los resultados se muestran en las tablas 4-7. En todos los casos, obtuvimos una magnifica correlación entre la FC de la sesión y la RPE en el terreno sin que se diferenciaran de la relación RPE-FC establecida previamente en el laboratorio. La única excepción se obtuvo en la única sesión ejecutada a una FC inferior a la vinculada al VT1. Por esta razón pudimos concluir que la RPE es un procedimiento válido en la monitorización de la carga de ejercicio en deportes colectivos como el balonmano. Para esfuerzos situados en o por debajo del umbral aeróbico, la FC constituirá un mejor indicador que la RPE de la intensidad de esfuerzo22. VT1 VT2 70,05 ± 5,88 84,15 ± 5,77 FC (lpm) 162 ± 9 177 ± 8 RPE 10 ± 2 14 ± 1 %VO2max Tabla 4. Porcentaje del consumo máximo de oxígeno (%VO2max), frecuencia cardíaca (FC) y percepción subjetiva de esfuerzo (RPE) obtenida en los umbrales ventilatorios (VT1 y VT2)23. RPE R P RPE FC (lpm) 0.954 0.000 %VO2max 0.984 0.000 %VO2max FC (lpm) R P R P 0.954 0.000 0.984 0.000 0.989 0.000 0.989 0.000 R = resultado de la correlación. P= significación de la correlación. Feriche y cols, Arch Med Dep, 19:377-383, 2002 Tabla 5. Resultado del análisis de correlación de Pearson entre la percepción subjetiva de esfuerzo (RPE), frecuencia cardíaca (FC) y porcentaje del consumo máximo de oxígeno (%VO2max) durante los test de laboratorio. 22 23 Cfr., Gómez, L.; Vallejo, L.; Chirosa, I.; Feriche, B.: Monitorización del entrenamiento como medio de prevención de la fatiga crónica en el jugador de balonmano, en J.L.Chirosa, J.Viciana (Ed): El entrenamiento integrado en deportes de equipo, Reprografía Digital, 2001, pp. 175-190; Feriche, B.; Chirosa, L.J. y Chirosa, I.: “Validez del uso de la RPE en el control de la intensidad de entrenamiento en balonmano”, Arh.Med.Dep., nº 19, (2002), pp. 377-383. Feriche, B.; Chirosa, L.J. y Chirosa, I.: “Validez del uso de la RPE en el control de la intensidad de entrenamiento en balonmano”, Arh.Med.Dep., nº 19, (2002), pp. 377-383 Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 5/2/07 13 13:48 Página 21 21 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO RPE entrenamiento RPE estimada Sesión 1 2 3 4 1 2 3 4 Media 13 14 14 12 11 11 12 9* DE 1 1 0 1 3 3 3 2 * diferencia con la RPE de entrenamiento p<0.0524. Tabla 6. Resultado del análisis comparativo entre la percepción subjetiva de esfuerzo (RPE) obtenida en cada una de las sesiones de entrenamiento y la estimada en el laboratorio. Entrenamiento Laboratorio Sesión 1 2 3 4 VT1 %VO2max 73,42±11,57 70,55±8,54 81,03±5,13 64,53±5,21 70,05 ± 5,88 FC (lpm) 159 ± 16 158 ±11 166 ± 6 148 ±13 162 ± 9 RPE 13 ± 1 * 14 ± 1 * 14 ± 0 ** 12 ± 1 10 ± 2 * diferencia con VT1 p<0.05; ** p<0.0125. Tabla 7. Análisis comparativo entre los valores del porcentaje del consumo máximo de oxígeno (%VO2max), frecuencia cardíaca (FC) y percepción subjetiva de esfuerzo (RPE) obtenidos durante las sesiones de entrenamiento y los correspondientes al primer umbral ventilatorio (VT1). En los últimos años hemos dedicado una importante parte de tiempo a la monitorización del entrenamiento de fuerza, tanto en su componente mecánico (potencia y velocidad de desplazamiento de la barra) como en su componente metabólico (intercambio gaseoso), tomando como referencia un método clásico de hipertrofia como es el 10x10. El ejercicio seleccionado fue sentadilla a 90º ejecutadas a máxima velocidad, con la carga vinculada a la potencia máxima del ejercicio y 3 min de recuperación entre series26. El componente metabólico lo analizamos por el método clásico a partir del análisis del intercambio gaseoso (CPX de Medical Graphics) durante el ejercicio y su comparación con los umbrales aeróbico y anaeróbico previamente determinados en laboratorio. El componente mecánico se realizó comparando la velocidad de desplazamiento de la barra y la potencia desarrollada (Isocontrol 3.6) a lo largo de las repe- 24 Ibid. Ibid. 26 Chirosa, I.; Feriche, B.; Martínez, M; Calderón, C.M; Braga, R. y Padial,P.: “El ascenso a una altura moderada mejora la capacidad de producción de fuerza”, Arch Med Dep, (2006), (en prensa). 25 Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 22 5/2/07 13:48 Página 22 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA 14 ticiones y series del método con la obtenida en la potencia máxima durante una curva fuerza-velocidad previa27. No observamos un efecto de la fatiga sobre las velocidades y potencias desarrolladas a lo largo de las 10 series, indicando que los 3 min de recuperación permitieron una recuperación adecuada de la capacidad de trabajo mecánico del músculo (figuras 3 y 4) Figura 3. Potencia desarrollada en método 10x10 con 3 min de recuperación28. Figura 4. Velocidad desarrollada en método 10x10 con 3 min de recuperación29. Sin embargo, durante la ejecución del 10x10 pudimos observar un desfase significativo entre el VO2 y la FC alcanzadas al final de cada serie y el pico, registrado este último entre 14 y 18 sg después. Ambos parámetros incrementaron una vez fina27 28 29 Ibid. Ibid. Ibid. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 15 5/2/07 13:48 Página 23 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO 23 lizadas las correspondientes series entre un 10 y un 25 % aproximadamente para la FC y el VO2 respectivamente, desfase que se mantuvo estable a lo largo de las 10 series (figuras 5 y 6). En todos los casos el VO2 registrado se mantuvo por debajo o en el umbral aeróbico, mientras que la RPE registrada al final de cada serie mostró un incremento progresivo desde la primera a la última (figura 7). Figura 5. Dinámica del consumo de oxígeno desarrollada en método 10x10 con 3 min de recuperación 30. Figura 6. Dinámica de la frecuencia cardíaca desarrollada en método 10x10 con 3 min de recuperación31. Por tanto, si bien no hay saturación de la ruta aeróbica durante el ejercicio, la sobrecarga moderada parece generar una restricción del flujo al músculo que afecta a la recuperación inmediata. La estabilidad observada en los parámetros metabólicos como ocurrió con lo mecánicos, indica que 3 min permiten una recuperación funcio30 31 Ibid. Ibid. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 24 5/2/07 13:48 Página 24 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA 16 Figura 7. Dinámica de la RPE desarrollada en método 10x10 con 3 min de recuperación32. (RPEL, RPE local; RPEC, RPE central; RPET, RPE total). nal completa entre series. Sin embargo, el comportamiento de la RPE registrado en este caso, parece no reflejar el metabolismo implicado durante el ejercicio de musculación. Su comportamiento a lo largo de las series podría ser indicador de la fatiga neuronal acumulada. ANÁLISIS DE LOS PROCESOS Y MEDIOS DE RECUPERACIÓN DENTRO DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO En el binomio fatiga-recuperación condicionado por la carga de trabajo, eje del análisis de los proceso biológicos que afectan al entrenamiento deportivo, la recuperación no debe ser entendida tan solo en el sentido de descanso. Es otra variable que manipulada adecuadamente condiciona la mejora de las propias cargas y los ciclos de entrenamiento, originando, como se exponía previamente, una mejor y más rápida supercompensación de los procesos de adaptación funcional. En este sentido, basándonos en Gutiérrez y Castillo, se puede hablar de33: — Recuperación o restitución sincrónica a los medios que se aplican dentro de la sesión de entrenamiento, destinados a reponer las pérdidas hídricas y de glucógeno que se producen durante el ejercicio (ej., hidratación entre ejercicios dentro de una sesión de fuerza). — Recuperación o restitución primaria a los medios que se aplican entre sesiones de entrenamiento, incluso dentro de un mismo día, con la finalidad de rehidratar, recuperar los niveles de glucógeno muscular y eliminar los productos de 32 33 Ibid. Gutiérrez, A.; Castillo, M.J.: Factores fisiológicos de integración en el proceso del entrenamiento deportivo. En L.Chirosa; J.Viciana (ed): El entrenamiento integrado en deportes de equipo, Reprografía digital Granada, Granada, (2001), pp. 83-99. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 17 5/2/07 13:48 Página 25 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO 25 desecho de la actividad metabólica previa a la siguiente sesión (ej., administrar una bebida glucosada y con proteínas en las horas posteriores al esfuerzo). — Recuperación o restitución secundaria a los medios que se aplican en una sesión como medida complementaria a la restitución sincrónica y primaria. Su objetivo será normalizar las funciones vegetativas, el funcionamiento del SNC, los procesos bioeléctricos y la restitución de la capacidad de acumulación de energía (ej., la ejecución de una sesión de estiramientos y de ejercicios de propiocepción tras otra de trabajo anaeróbico intenso). — Recuperación o restitución del sobreentrenamiento, en la que la preparación biológica actúa como una medida terapéutica. El conocimiento de la dinámica de la recuperación en los diferentes sistemas orgánicos implicados en la práctica físico-deportiva, ayuda de forma clara en la planificación de estos tipos de recuperación y, por ende, en la programación global del entrenamiento, tanto en lo referido a los ejercicios aislados, a las sesiones y a los ciclos de entrenamiento, principalmente los microciclos. Teniendo en cuenta algunos trabajos propios, se puede observar la recuperación de diferentes parámetros fisiológicos tras un test incremental máximo (figura 8). Figura 8. Curvas de recuperación de VO2máx, Ve, FC y concentración de lactato sanguíneo tras la ejecución de un test incremental máximo en sujetos moderadamente entrenados34. Por su parte, Barbany35, determina los siguientes tiempos de recuperación para diferentes tipos de sesiones de orientación preferente (tabla 8): 34 35 Feriche, B.; Delgado, M.;Rodríguez, M. y Álvarez, J.: “Análisis de la exposición a la altura y de la ingestión de citrato sódico sobre la recuperación posterior a un esfuerzo máximo”, Arch Med Dep, nº 85, (2001), p. 400. Barbany, J.R.: Entrenamiento, fatiga física, ayudas ergogénicas y dopaje. En Fundamentos de Fisiología del ejercicio y del entrenamiento, Barcanova, Barcelona. 1990. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 5/2/07 26 13:48 Página 26 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA TENDENCIA HORAS DE RECUPERACIÓN Anaeróbico Aláctico < 24 Anaeróbico Glucolítico 48 a 72 Anaeróbico-Aeróbico 24 a 48 Aeróbico (VO2 Max) 48 a 100 Fuerza Explosiva 24 a 48 Fuerza Máxima 48 a 72 Resistencia De Fuerza 48 a 72 Velocidad De Desplazamiento 24 a 48 Tiempo De Reacción 24 a 72 18 Rapidez De Ejecución Amplitud De Movimientos 6 a 12 Habilidades Coordinativas 6 a 24 Tabla 8. Tiempos de recuperación en base a la orientación preferente de la carga en la sesión La información disponible sobre los medios para conseguir que la recuperación sea adecuada sigue incrementándose notablemente, aunque habitualmente los estudios llevados a cabo lo hacen con el análisis de medidas concretas. De forma sintética y buscando el carácter integrador de los mismos, exponemos a continuación diferentes figuras que resumen los diferentes tipos de medios de recuperación a utilizar, tal y como ya hicimos en Feriche y Delgado36. En la figura 9 se muestra un esquema global de todos ellos. Atendiendo al objetivo del presente artículo, los medios médicos-biológicos pueden ser divididos a su vez en los siguientes: alimentación, medidas farmacológicas y medidas físicas. Sobre alimentación del deportista la información disponible es muy amplia, inabarcable en este texto, salvo las consideraciones más importantes que se recogen posteriormente a modo de directrices generales, por lo que remitimos al lector a otros textos especializados en la misma37. Pero a modo de ejemplo, ser presenta a continuación un modelo para hacer un seguimiento de la alimentación de deportistas de élite. Considerando la íntima relación entre la nutrición y la composición corporal, se pueden realizar intervenciones en hábitos alimentarios, como la realizada en jugadoras de superliga femenina española de voleibol38. Estudiamos la evolución del peso corporal a lo largo de la temporada, en función de la variación de la masa 36 37 38 Feriche, B.; Delgado, M.; Álvarez, J.: “AOD comparison of different high-intensity intermittent exercises at moderate altitude: descriptive study”, Med Sport, nº 56, (2003), pp. 85-93. Vid.., Delgado, M., Gutiérrez, A. y Castillo, M.J.: Entrenamiento físico-deportivo y alimentación. De la infancia a la edad adulta, (3ª edición), Paidotribo. Barcelona. 2004. Frideres, JE.; Martín-Matillas, M. y Palao, JM.: “Supervision program of weight, somatotype and nutrition in volleyball”, Coaching Volleyball, (Jul/Aug, 2005), pp. 14-17. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 19 5/2/07 13:48 Página 27 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO 27 Figura 9. Clasificación de los medios de recuperación magra y de la masa grasa, así como la relación existente con las cargas de entrenamiento y con dichos hábitos alimentarios, pero implicando a las jugadoras en el proceso y haciéndolas partícipes de la importancia para su salud y para la mejora del rendimiento. El objetivo final era desarrollar la autonomía de la jugadora, de forma que poseyera la información, los conocimientos y los medios para mantener unos hábitos adecuados y adaptados a sus necesidades, intentando eliminar el sistema tradicional sancionador que tan solo considera el control de peso total para evitar desequilibrios en la conducta alimentaria y a nivel psicológico, tal y como se aprecia en la tabla 9. MÉTODO TRADICIONAL MÉTODO PROPUESTO - Peso corporal total - Una sola medida como referencia - Baja implicación de las jugadoras en el proceso (objetivos impuestos) - Aplicación de sanciones cuando los objetivos no son cumplidos - Control dietético insuficiente o inadecuado - Riesgo de alteraciones en la conducta alimentaria por la ansiedad y el estrés provocado con el control de peso - Composición corporal (método antropométrico) - Evolución de varias medidas para establecer la “línea” individual de referencia - Las jugadoras y el cuerpo técnico establecen los objetivos de forma conjunta (objetivos propuestos) - Información y diálogo (aportación de medios para la consecución de objetivos) - Asesoramiento y registros dietéticos. Balance energético (ingesta – gasto) - Adaptación de los patrones alimentarios a las necesidades de las jugadoras Tabla 9. Diferencias entre los métodos tradicionales y el método propuesto Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 28 5/2/07 13:48 Página 28 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA 20 Se sustituyó el simple control de peso por el método antropométrico que ofrece mayor información y más aproximada a la realidad. Es posible que un incremento de peso se considere inadecuado cuando en realidad puede ocurrir que se deba a un aumento de masa magra, es decir, un aumento de masa muscular, que podría ser uno de los objetivos de la preparación física. Este control antropométrico se realizó como se expone en la tabla 10. Recomendaciones. — Si la evolución de las jugadoras es adecuada, bastaría con 3 o 4 mediciones de la composición corporal coincidiendo con momentos clave dentro de la planificación general. Y 2 registros dietéticos (al inicio y al final de temporada). Variables estudiadas en el programa. • Peso, talla, edad y sexo • Pliegues cutáneos: tríceps, subescapular, suprailíaco, abdominal, muslo y gemelo • Diámetros óseos: muñeca, codo y rodilla • Perímetros: biceps contraido, cintura, cadera y gemelo • Ingesta de energía: registro de 3 días (uno de ellos de fin de semana). Las jugadoras anotan las comidas, bebidas y suplementos que toman, indicando las cantidades, características y forma de preparación • Gasto energético. Evaluado mediante hoja de registro de clasificación del número de horas de actividad física en función de la intensidad Índices de referencia más comunes. • IMC (Índice de Masa Corporal) Kg/m2 • RAC (Ratio Abdomen - Cadera) • Sumatorio de pliegues (tres o seis pliegues) • Porcentajes de masa magra y masa grasa. • Componentes del somatotipo: endo-, meso- y ectomorfia • Energía y nutrientes obtenidos de la dieta (proporciones de hidratos de carbono, grasas y proteínas) • Gasto energético (registro del Metabolismo Basal y de la Actividad realizada) • Balance energético (relación ingesta - gasto). Tabla 10. Propuesta de medidas, índices de referencia y recomendaciones. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 21 5/2/07 13:48 Página 29 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO 29 — Las medidas antropométricas se deben realizar antes de entrenar y siempre bajo las mismas condiciones para obtener resultados comparables (lugar, hora del día, temperatura, etc.) En las entrevistas del equipo técnico con las jugadoras, se verificó una mejora del conocimiento en alimentación y nutrición, acompañado de una mayor autonomía en sus hábitos, a la vez de una reducción del estrés o ansiedad provocada por el método tradicional de control de peso. Respecto a las medidas farmacológicas (figura 10) más investigadas se hayan la utilización de dosis elevadas de vitaminas y minerales (muy en consonancia con algunos principios de la nutrición del deportista en fase de entrenamiento-competición) y el uso de ayudas ergogénicas. A este respecto, hemos trabajado fundamentalmente en el uso de alcalinizantes. En la revisión bibliográfica realizada por Requena y cols (2005) sobre el efecto del bicarbonato y del citrato sódico, se concluye que las dosis que han mostrado mejores resultados son del 0.3 y 0.5 g·Kg-1 de masa corporal de bicarbonato o citrato sódico respectivamente, administradas 90 o 120 min previamente a la ejecución de actividades de ela- Figura 10. Clasificación de las medidas de recuperación médico-biológicos de recuperación de tipo farmacológico. (HMB, beta hidroximetil-betabutirato) vada intensidad y mantenidas el tiempo suficiente como para generar diferencias de gradiente de concentración en la carga de H+. Sin embargo, la variabilidad de los resultados obtenidos y los efecto adversos asociados a estas elevadas dosis prácticamente exigen una familiarización previa. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 30 5/2/07 13:48 Página 30 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA 22 Otro de los ámbitos en los que hemos analizado el efecto de la ingestión de alcaninizantes ha sido la altura. presentado algunos trabajos de investigación con el uso de citrato sódico para mejorar el mejorar el rendimiento en altitud. En estos trabajos, partimos de la hipótesis de que una alcalosis metabólica, adicional a la generada por la hipoxia, podría favorecer la capacidad tampón del músculo y de la sangre retrasando el descenso del pH, el inicio de la acumulación de lactato, y por ende, el rendimiento en el umbral de lactato y en el ejercicio de tipo anaeróbico. Para comprobar la hipótesis los sujetos ejecutaron dos test de esfuerzo en normoxia (N) e hipoxia (H). Inicialmente un test máximo incremental y posteriormente un test de estado estable hasta el agotamiento a carga final alcanzada durante el incremental previo. El registro de un aplanamiento en la curva del VO2 durante el protocolo incremental en todos lo sujetos examinados (en un promedio de 25 vatios antes del final del ejercicio), no sólo constituye un criterio de maximalidad, sino que debido a la pérdida de la relación lineal entre la carga y el VO2, sobrevaloramos la intensidad de la misma asociada al VO2max en un valor medio de 12 vatios. En todos los casos incluidos en el análisis estadístico, la fatiga apareció entre los minutos 2 y 4. Otros estudios, observan como el tiempo de mantenimiento del ejercicio a la intensidad correspondiente al VO2max está comprendido entre los 3 y los 6 minutos, con una oscilación del 25%39. Durante nuestro estudio, la aparición de la fatiga se generó entre los minutos 3 y 4 lo que ratifica la condición de carácter supramáximo del test de carga estable de elevada intensidad. En los resultados obtenidos, pudimos comprobar que H parece no ser el único factor limitante en el rendimiento de tipo anaeróbico, y que el mecanismo encargado de la salida de los protones desde el músculo hacia el torrente sanguíneo parece estar limitado o saturado por un exceso del tampón extracelular40. Esta saturabilidad de la producción anaeróbica de energía en altitud súbita han sido posteriormente ratificados por otras estudios realizados por nuestro equipo en esfuerzos intermitentes de elevada intensidad41. Por su parte, entre las medidas físicas (figura 11) destacan principalmente la utilización de procedimientos fisioterapéuticos como el masaje, la termoterapia y la electroterapia. 39 40 41 Cfr., Billat, L.V.; Koralsztein, P.: “Significance of the velocity at VO2max and time to exhaustion at this velocity”, Sport Med, nº 22, (1996), pp. 90-108; Hill, D.W.; Williams, C.S. y Burt, S.E.: “Resposes to exercise at 92% and 100% of the velocity associated with VO2 max”, Int J. Appl Physiol, nº 18, (1997), pp. 325-329. Feriche, B.; Delgado, M.; Álvarez, J.: “Efecto del ascenso súbito a una altitud moderada sobre la percepción subjetiva de esfuerzo a diferentes intensidades de ejercicio”, Motricidad, nº 4, (1998), pp. 59-74; Feriche, B; Delgado, M.; Álvarez, J.: “Effect of sodium citrate on exhaustion time during high intensity exercise under acute moderate hypoxia”, Med Sport, nº 53, (2000), pp. 179-184; Feriche, B.; Delgado, M.; Rodríguez, M.; Álvarez, J.: “Análisis de la exposición a la altura y de la ingestión de citrato sódico sobre la recuperación posterior a un esfuerzo máximo”, Arch Med Dep, nº 85, (2001), p. 400; Feriche, B.; Delgado, M.; Álvarez, J.: “The effect of sodium citrate intake on anaerobic performance in normoxia and after the sudden ascent to a moderate altitude”, J. Sports Med. Phys. Fitness, nº 42, (2002), pp. 179-185. Feriche, B.; Delgado, M.; Calderón, C. MD, Lisbona, O.; Chirosa, I.J.; Miranda, MT.; Fernández, JM. MD. y Álvarez, J. MD: “The effect od acute moderate hypoxia on accumulated oxygen deficit during intermittent exercise in non-acclimatized males”, J. Strength and Cond Res, (2006, en prensa). Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 23 5/2/07 13:48 Página 31 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO 31 Figura 11. Clasificación de las medidas de recuperación médico-biológicos de recuperación de tipo físico. Con el fin de entender la integración de estas medidas en el proceso global de entrenamiento deportivo, hemos propuesto a modo de ejemplo las siguientes directrices42, tomando como referente propuestas aplicadas al baloncesto43. — Antes del entrenamiento o competición se recomienda: • Haber dormido al menos 10 horas. • Descanso activo ( sobretodo antes de la competición). • Dieta alcalina y rica en hidratos de carbono. El contenido de esta dieta puede variarse en función de los objetivos del entrenamiento. Por ejemplo, si el entrenamiento es de fuerza y buscamos incremento en la masa muscular la dieta deberá de ser rica en proteínas e hidratos de carbono para facilitar la adaptación muscular al entrenamiento44. • Relajación muscular y mental (no en todos los casos). • Hidroterapia (normalmente ducha, aunque en casos de ansiedad puede recomendarse el baño caliente el día anterior). — Durante el entrenamiento o competición. 42 43 44 Cfr., Feriche, B.; Delgado, M.: Los medios de recuperación. En B. Feriche y M. Delgado (Ed): La preparación biológica del deportista en la formación integral del deportista, Barcelona, Paidotribo, 2003, pp. 171-173. Cfr., Delgado, M., Gil, F.J.: “Preparación biológica en baloncesto (1ª parte)”, Revista de entrenamiento deportivo. XI, nº 2, (1997), pp. 12-15; Delgado, M. y Gil, F.J.: “Preparación biológica en baloncesto (2ª parte)”, Revista de entrenamiento deportivo. XI, nº 3, (1997), pp. 36-41. Delgado, M.: Nutrición y ayudas ergogénicas para optimizar el acondicionamiento muscular. En: P.L. Rodríguez (coord.): Acondicionamiento muscular en salas de musculación. Bases científicomédicas para un ejercicio físico saludable, Madrid, Panamericana científico-médica, 2006, (en prensa). Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 32 5/2/07 13:48 Página 32 M. DELGADO, F. FERNÁNDEZ, M. MATILLAS E I. CHIROSA 24 • Realizar siempre un buen calentamiento, que puede precederse de un masaje de pre-competición; • Hidratación adecuada aún cuando no se tenga sed (energética en actividades de larga duración y alcalina si existe acidosis). El contenido de la bebida puede estar condicionado por el objetivo de la sesión. Por ejemplo, si es tolerancia a la acidosis nos interesa que se acidifique y que la salida del lactato no se vea facilitada para exponer a los músculos a un pH bajo. • Masaje de competición; • Ducha fría. Durante competiciones prolongadas. El agua debe de estar entre unos 18-20ºC y aplicarse durante 1-2 min. Puede combinarse con el masaje; • Oxigenoterapia. — Inmediatamente después (hasta 2 h) de finalizar el entrenamiento o competición. • Realizar un enfriamiento o vuelta a la calma acorde con el contenido de la sesión. • Hidratación con bebida regenerativa y/o desintoxicante (con alcalinizante para eliminar ácido láctico; con arginina o taurina para eliminar ácido úrico y urea; con arginina y aminoácidos como el malato de citrulina para eliminar el ión amonio, con vitaminas C, E, con taurina, cisteina o coenzima Q10 como antioxidantes y con aminoácidos de cadena ramificada y L-carnitina para la recuperación del metabolismo lipídico). • Hidroterapia: baño frío o ducha fría seguida de un buen frotado. • Masaje post-competición o de recuperación primaria (en las dos horas siguientes). • Aeroionoterapia. • Relajación psicológica. — Después del entrenamiento o competición. • Hidroterapia: hidromasaje, baño caliente con esencias (mejorana, valeriana, pinocha, romero,...) o sauna. • Masaje de descarga, entrenamiento o de recuperación secundaria. • Dieta adecuada (evitar diuréticos como el alcohol y el café). • Recuperación psicológica. • Sueño regenerador. Revista Española de Educación Física y Deporte - N.º 4 enero-junio, 2006 Mayo 2006 (v3) 25 5/2/07 13:48 Página 33 PERSPECTIVA BIOLÓGICA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO • 33 Tras la competición o sesión de alta intensidad los contenidos del entrenamiento deben ser de carácter regenerador: estiramientos, ejercicios de propiocepción, etc. REFLEXIONES FINALES El estudio de la relación que se produce entre la carga de entrenamiento y la recuperación de la misma ha orientado y sigue orientando actualmente la mayor parte de la producción científica sobre aspectos biológicos que afectan al rendimiento deportivo y, por extensión, al proceso de entrenamiento deportivo. El estudio de la carga a su vez muestra interconexiones evidentes con el análisis de los factores limitantes del esfuerzo físico y la etiología de la fatiga. El avance tecnológico de las últimas décadas ha permitido mejorar la investigación sobre los mismos, haciendo posible mejorar marcas que se pensaban inmejorables. Dichos conocimientos han permitido a su vez saber más sobre cómo mejorar la recuperación del deportista, aunque la investigación a este respecto se encuentra menos avanzada. Una mejor recuperación condiciona ajustes y adaptaciones orgánicas a más corto plazo y de mejor calidad, lo que permite poder entrenar más y/o mejor. Y tanto del análisis de la carga de entrenamiento como de los procesos y las medidas de recuperación, se han obtenido indicadores y parámetros cada vez más válidos y fiables de valoración y monitorización que están garantizando desarrollar un entrenamiento deportivo con mayor rigor científico. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFCAS BARBANY,J.R.: Entrenamiento, fatiga física, ayudas ergogénicas y dopaje, en Fundamentos de Fisiología del ejercicio y del entrenamiento, Barcelona, Barcanova, 1990. BILLAT,L.V.; KORALSZTEIN,P.: “Significance of the velocity at VO2max and time to exhaustion at this velocity”, Sport Med, nº 22, (1996), pp. 90-108. 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