Calle de Pitágoras 923, Col. Narvarte Pte. Delegación Benito Juárez C.P. 03100, México, D.F. Tels. 55 23 41 71 • 55 43 72 55 56 87 19 59 • Fax: 55 36 18 04 Internet: www.cnep.org.mx DIRECTORIO CNEP CONSEJO DIRECTIVO Presidente Dr. José Manuel Velasco Arzac Vicepresidente Lic. Giampiero Aquila Coltro Tesorero Lic. Arturo Martínez Navarro Secretaria Lic. Lucía Candia Salazar CONSEJEROS Región I. Noroeste Región II. Norte Región III. Centro Norte Lic. Severo Samaniego Gámez Región IV. Noreste Lic. Jesús Miguel Rodríguez Ábrego Región V. Bajío Lic. Guillermo Necoechea Agüeros Región VI. Occidente Mtro. Gerardo Terrones Chávez Región VII. Suroeste Lic. José Luis Ochoa Hernández Región VIII. Centro Lic. Julián Espejel Rentería Región IX. Distrito Federal Ing. Rubén Rodríguez Castrejón Región X. Centro Oriente Lic. Javier Adolfo Osorio Vigil Región XI. Oriente Lic. Víctor Manuel Valle Tena Región XII. Itsmo Lic. Martín Eloy Jiménez López Región XIII. Chiapas Lic. Arnulfo Quintanar Monroy Región XIV. Península Lic. Ma. Margarita Martínez Romero REVISTA CNEP Editora Mtra. Gabriela Schlemmer Rojas Colaboración de: Lic. José Ángel Vidal Mena Psic. Samantha Barocio Rocha Lic. Eduardo Ayala Uribe Asistente Paula Aldana Vite Diseño LDG Elima Montero Amores emdiseniadores@yahoo.com.mx Fotos Jaime Ciprés Instituto La Salle de Chihuahua 2 3 4 14 18 20 EDITORIAL EN EL FRENTE • Segunda reunión sobre referentes para la mejora educativa: Estándares de desempeño curriculares, maestros y escuelas. ARTÍCULO DE FONDO • La responsabilidad de la formación académica • “Nuestros hijos, los ciudadanos del futuro: Cómo enseñar a su hijo(a) a ser un adulto responsable”. LOS ESPECIALISTAS OPINAN • La educación ciudadana y la escuela: una visión cultural humanista. VOCES • Formación Ciudadana. EDUCATIPS • ¿Cómo formar un ciudadano? Fe de erratas: Por causas fuera de nuestro control estas cartas fueron publicadas con un error. COMITÉ EDITORIAL Dr. Manuel Velasco Arzac Lic. Giampiero Aquila Coltro Patricia Hernández Caballero 3A Colegio Labastida. FEP Nuevo León Nancy Gabriela Trejo Valenzuela 5A Colegio Ethel Sutton Plantel 2. FEP Noreste - Tamaulipas E D I TO R I A L A medida que los hombres han madurado se han congregado para vivir juntos, primero en los pueblos pequeños, luego en las ciudades que, por definición, estarían habitadas por seres más humanos, expertos en civismo, esto es, en “el arte de ser ciudadanos”, plena realización de su dimensión social. Sólo las personas educadas pueden ser ciudadanos; uno de los propósitos de la educación es, por ello, formar personas tales que, al integrarse a la sociedad, lleguen a ser ciudadanos. Muchos educadores notables aspiran a formar “ciudadanos del cielo y de la tierra”. Aunque otros nos previenen: no se trata sólo de formar ciudadanos. Hoy, sin embargo, la convivencia en las ciudades, dista de ser un modelo de civismo. Pareciera cierto que “la civilización no suprime la barbarie, la perfecciona” (Valtour). ¿Qué te dicen a ti, como educador, la migración, el desempleo, el hambre, el deterioro del medio ambiente, la injusticia, el narcotráfico, las adicciones, la discriminación, la basura, la pobreza, la violencia? ¿Qué les dicen estas mismas realidades a tus alumnos? *** • El hombre se “personaliza” por las relaciones que establece con “los demás”: me reconozco “yo” cuando frente a mí acepto al “otro yo” como “tú”. Descubre de este modo su “vocación social”. En nuestro mundo de hoy las relaciones del hombre con sus semejantes se multiplican sin cesar, sin que se promueva siempre, sin embargo, una proporcional madurez de la persona, y unas relaciones verdaderamente personales. • Ciertamente tenemos hoy una percepción más viva de la dignidad humana de la que nace el deseo de instaurar un orden jurídico que proteja mejor los derechos de la persona, condición indispensable para que los ciudadanos, individualmente o como asociación, puedan participar activamente en la vida y en la gestión de los asuntos públicos. Esa misma dignidad nos exige el respeto a cada persona, a pesar de sus diferencias, la búsqueda del bien de todos, promover la justicia social, a partir de la igualdad esencial de todos los hombres. • El respeto a la conciencia nos urge hoy tambiéns a que cada uno cumpla más fielmente con su deber, tanto respecto a su propia persona como respecto a los varios grupos de los que es miembro; por tanto, hay que procurar con todo empeño una más amplia cultura espiritual. La educación de los jóvenes, sea cual fuere su origen social, debe ser orientada de modo que se formen hombres y mujeres, que no sólo sean personas cultas, sino de gran corazón, como reclama nuestro tiempo. • Igualmente importante es el sentido de responsabilidad: cada uno debe ser consciente de su propia dignidad y estar dispuesto a responder a su vocación empleándose en servicio de Dios y de los hombres. La libertad humana se debilita cuando el hombre cae en la extrema pobreza, del mismo modo que se envilece cuando, dejándose llevar por una vida excesivamente cómoda, se encierra en una especie de dorado aislamiento. Por el contrario, se robustece cuando el hombre acepta las insoslayables necesidades de la vida social, se hace cargo de las exigencias de la asociación humana y se recompromete al servicio de la comunidad. • Un atento examen de las relaciones educativas de nuestras instituciones nos debe llevar a establecer, mejorar e innovar las diversas formas de participación de los alumnos, los padres de familia, los maestros y los directivos, para que nuestros egresados logren impactar la sociedad mexicana con nuevos valores e ideales. • Las acciones y tareas educativas personalizadoras deben contribuir a establecer relaciones significativas entre los alumnos, que vayan desde el trabajo hasta el recreo, desde la cooperación hasta el servicio, desde la ayuda personal hasta la colaboración en la tarea científica, desde exponer el propio punto de vista hasta examinar la realidad con diversos enfoques, del trabajo individual al del equipo interdisciplinario. De ello se deriva la valoración adecuada, ética, de toda la actividad humana: arte, ciencia, filosofía, técnica, economía, política, como ordenada al bien del hombre, de todo el hombre, de todos los hombres. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 n un esfuerzo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Empresarios por la Educación Básica (ExEB), el Centro de Estudios Educativos (CEE), el SIEME y Heurística Educativa (HE); se ha conformado un primer documento que consolida algunos indicadores básicos para la evaluación de la educación básica en México. El documento, producto de un trabajo de investigación a nivel nacional, integra algunos estándares para encauzar la educación básica hacia una mejor calidad. El Dr. Luis Morfin López, del CEE, encabezó una reunión de trabajo para la Discusión General del documento y aseguró que una de las principales soluciones es “Hacer responsable de su escuela a cada ciudadano”. El modelo elaborado para el desarrollo de las escuelas públicas se sostiene en tres pilares: la labor de Docentes, Directivos y Padres de Familia como responsables de la labor educativa, la Autogestión Escolar, y el Currículum. Los participantes en las mesas de discusión expresaron sus comentarios acerca de las tres áreas de trabajo. • En cuanto a los centros educativos: - Las escuelas deben ser centros de integración social y vincularse con su comunidad, convirtiéndolas en lugares de intercambio, de generación de cultura y proyectos de la comunidad: como ferias, eventos artísticos, convivencia, etc. - Sin perder su carácter social, las escuelas pueden adoptar algunos elementos exitosos de la experiencia empresarial: como la existencia de un consejo de administración y participación social, en donde los miembros de la comunidad trabajen por, para y con sus propios centros educativos. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 EN EL FRENTE E - Los casos de éxito de escuelas en el Programa de Escuelas de Calidad tienen como denominadores comunes dos factores principales: el interés del director por guiar el proyecto y llevarlo a buen cauce, así como el trabajo participativo de los padres de familia. Es necesario que ambos protagonistas unan sus esfuerzos. • En el rubro de docentes: - La evaluación docente es clave para elevar la calidad de la educación, pues “si queremos que el niño obtenga conocimientos a nivel de excelencia, debe tener un maestro con conocimientos de excelencia”, por lo que se las bases del documento presentado en este rubro surgen de un acercamiento con el SNTE muy estrecho. Hace años que Gandhi definió a la educación como “El poder obtener lo mejor del otro”… Es necesario apoyar a los maestros para que mejoren sus propias competencias docentes y se capaciten en la comprensión de los problemas que surgen en su entorno, en lograr una atención diferencial hacia sus alumnos, en ser flexibles y eficientes… • En materia de estándares curriculares: Sabemos que se trabaja bajo una perspectiva constructivista y orientada hacia las competencias, es necesario flexibilizarlo y favorecer el diálogo académico, hacer hincapié en el aprendizaje más que en otras cuestiones. El curriculum debe centrarse, en opinión de los participantes, en la formación para ser persona, ser digno, ser participativo, ser responsable, creativo y crítico. La reunión de trabajo fue una de las maneras en las que la sociedad está haciendo su parte y establece acuerdos para validar y legitimar los estándares de calidad que se buscan en nuestro sistema educativo. ARTÍC U LO D E F O N D O Por: Lic. José Ángel Vidal Mena anvidalm@yahoo.com A “No puedes escapar a la responsabilidad de mañana evitándola hoy” Abraham Lincoln tan sólo un par de semanas de recibida la invitación para mi participación en esta edición referente a la formación de ciudadanos responsables, escuché en entrevista radiofónica a un legislador por el Distrito Federal anunciando una nueva iniciativa para, supuestamente, disminuir el número de accidentes automovilísticos; la solución: reducir el horario de venta de bebidas alcohólicas y una prohibición para los “vallet parking” a entregar el vehículo si el conductor está etílicamente indispuesto al volante… Y si a esto le sumamos: la prohibición al consumo de cigarro, la proliferación de “stands alcoholimetreros”, por mencionar algunas estrategias, llegará el momento en que habrá más personas dedicadas a cuidar a las personas que deambulan por las calles de la ciudad. Sí, generándose así un círculo vicioso. Ante una situación como la que ejemplifico con anterioridad, me pregunto: ¿cuál será una verdadera solución?, ¿por qué tratar a los asuntos que aquejan la convivencia social desde un aspecto estrictamente legal?, ¿las prohibiciones generan mejores comportamientos sociales?... Las respuestas obviamente no las tengo en este momento, pero todo ello me hace reflexionar desde mi humilde trinchera: la docencia y ahora comparto mis ideas con usted, amigo lector. Primeramente considero necesario que usted y yo mantengamos una directriz por la cual abordar esta disyuntiva y, poniendo toda mi concentración en el principal tema de la edición, hablaré de la RESPONSABILIDAD, ese valor por el que cada uno de nosotros podemos ofrecer actitudes adecuadas a las tareas correspondientes de nuestra labor social, laboral, familiar y, para no olvidarlo, legal; todo ello con una perspectiva didáctica. Hoy en día diversos centros escolares, realizan su promoción desde una perspectiva axiológica. Muchas escuelas ofertan una “educación en valores“ como si los valores fueran una especie de promesa publicitaria. Sin embargo, ante un cúmulo de necesidades reales se requiere de una formación potencial en procesos afectivos ligados a los cognitivos; se necesitan futuras generaciones que más que memorizar datos y cifras, puedan aplicar asertivamente sus habilidades y destrezas en un marco de virtudes o comportamientos éticos, y además es imperativo que los esfuerzos de cada persona se enmarquen en actitudes tendientes a la armonía y la cooperación social. Proyectos para abordar esta temática hay diversidad, la propia Secretaría de Educación Pública mantiene uno en la actualidad, se le conoce como educación por competencias1, proyecto que, puede perder su razón de ser al confrontarse con mecanismos de evaluación como la prueba de Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE), que responde a un tradicionalismo educativo: se enseñan contenidos y se observa, mide y cuantifica; “etiquetas sociales”, en palabras de Díaz Barriga, Ángel. La responsabilidad y la didáctica, convivencia en el aula Según la Real Academia de la Lengua Española, es responsable quien responde por sus propios actos, reconoce y acepta las consecuencias, sean cuales resulten; ante esta directriz, la didáctica muestra su conformidad con acciones como las que se muestran en el esquema 1. El valor o virtud al centro, necesariamente tendrá que descomponerse en una serie de actitudes, las determinantes de los comportamientos esperados. Ahora bien, podemos partir de que la aplicación metodológica de un componente afectivo, requiere de un comportamiento adecuado para el desarrollo cognitivo; de tal forma que la 1. Término que para el presente texto será entendido como “habilidades expresadas como aptitudes para afrontar y resolver diversos retos”. Ver Villalobos Pérez-Cortés, Elvia Marveya. “Estrategias didácticas para una conducta ética”. 2004. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 docencia se encuentra precisamente en el cambio de época, pasando de la educación de discentes a la formación de ciudadanos responsables. La relación parecería confusa, utópica e imposible para “bajar al terreno de la práctica”.2 ¿Cómo combinar la ética con la didáctica?, ¿qué tipo de estrategias se requieren para modificar el carácter axiológico de los educandos y, a la par, establecer nexos cognitivos asertivos? Para aproximarme a la respuesta de estas interrogantes y seguramente dejar en el tintero algunos retos para la docencia actual, señalaré algunos aspectos del conocido Modelo T del Dr. Martiniano Román Pérez, una reseña bibliográfica de Elvia Marveya Villalobos Pérez-Cortés y, por supuesto mi experiencia personal; a saber: “La ética busca la moralidad de los actos humanos. La didáctica señala el camino, el modo de transitarlo y concreta los procedimientos” Villalobos Pérez-Cortés, Elvia Ante la idea de que la ética no se enseña, sino se aprende, el eje didáctico tendrá que determinar acciones concretas para lograr un desarrollo humano por encima de los contenidos curriculares que, en ocasiones, tan sólo dejan en el alumno una memorización ininterrumpida. Para lograr esto se requiere de una docencia que desarrolle aptitudes de aprendizaje y se olvide de la generación de actitudes de enseñanza. Como se muestra en el siguiente esquema donde se divide a la responsabilidad en la triada que probablemente se acerca más a la formación que a la educación. (Ver esquema 2) Como puede verse, un valor ofrece la posibilidad de trabajar en tres aspectos que conviven estrechamente en la formación, implementarlo desde una perspectiva del ARTÍC U LO D E F O N D O Esquema 1 Esquema 2 Modelo T nos remite a la estructura de los objetivos, mismos que en su estructura determinan con precisión las acciones a seguir. capacidad + contenido + método + valor destreza + contenido + método + actitud + tiempo De tal forma se potencia una inteligencia escolar afectiva, esto es: en el aula se viven actitudes y se desarrollan comportamientos adecuados según el valor que se trabaje; en cuanto al aspecto cognitivo, se potencian actividades o pasos mentales que conllevan al alumno a aprehender conceptos, relacionarlos con su bagaje cultural y, finalmente llegar a una comprensión. “En la relación ética-didáctica, la segunda asume el fin de la primera y, así, los contenidos de la didáctica tienen como faro el bien hacer para mostrar el bien ser de la persona”,3 (sic) la postura de Villalobos ante el planteamiento didáctico empata de manera perfecta con la experiencia personal respecto al establecimiento de estrategias para motivar las actitudes, comportamientos o valores que conllevan a una formación humanística, sea de honestidad, solidaridad y, para el caso de RESPONSABILIDAD. (Ver cuadro 1). ACTITUDES Ser consciente Juicioso Diligente Tranquilo Reflexivo Confiable Puntual Autoestima Respeto Participación VALOR RESPONSABILIDAD CONTENIDOS Aplicación de la luz directa/indirecta. Elementos de la composición en una imagen. Elaboración de un borrador. Empleo de lectura analítica. Cuadro 1 2. Las comillas son mías. 3. Villalobos Pérez-Cortés, Elvia Marveya. op.cit. p. 29 REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 Como se ve, el mismo valor puede desarrollarse en diversas actitudes y, por supuesto no importa en qué asignatura, en qué unidad, el tipo de programa e incluso, el nivel académico al que estemos inscritos; lo importante será que de esas actitudes se desprendan microactitudes (comportamientos) cuya labor será su potenciación al tiempo de revisar X contenido curricular, lo cual nos propicia la oportunidad de llevar una evaluación cualitativa de nuestros estudiantes mediante la aplicación de una rúbrica, lista de cotejo, observación directa o coevaluación. Aproximación teórica como resultado de la formación responsable ARTÍC U LO D E F O N D O Debemos considerar la posibilidad que otorga el ejercicio formativo frente al educativo; el primero entendido como el que propicia un desarrollo de aptitudes para potenciar habilidades físicas, mentales o morales, mientras que el segundo podría quedar reducido a una simple instrucción por medio de la acción docente. Si revisamos con detenimiento el efecto de una formación podremos llegar hasta el desarrollo y ejercicio del funcionamiento pleno,4 que sin duda será resultado de aplicar permanentemente la congruencia. En el siguiente modelo se ejemplifican los alcances de una formación académica tomando en cuenta los tres valores que establecen la misión de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México, a saber: RESPONSABILIDAD, honestidad y congruencia. (Ver esquema 3) Así, ejemplificando teóricamente la formación axiológica con una misión institucional real, puede vislumbrarse una posibilidad práctica para alcanzar una formación RESPONSABLE, honesta, solidaria, tolerante. Cualquier arista axiológica podría potenciarse ante gestiones académicas como la ejemplificada, siempre y cuando vayan más allá del discurso, incluso mucho más allá de las presentaciones, planeaciones, publicaciones y explicaciones. Necesariamente se requieren poner en práctica. Ahora bien, si esto se practicara día con día, ¿serían necesarias restricciones legales o iniciativas como que se comentan al principio del texto?, ¿no sería más fácil apostarle a una formación axiológica para formar generaciones responsables, personalidades que no necesiten cuidados exhaustivos, sino que actúan según su formación? Así pues, cuando se busca concretar la formación por encima de la educación, como docentes tenemos el reto de ubicarnos fuera del paradigma tradicional en el que se aplican tan solo las influencias intencionales obedientes a la instrucción del docente hacia el discente para arribar a lograr en él la adquisición de hábitos, destrezas y ciertas técnicas que en conjunto, conducen a una educación intelectual, es decir, como opción adentrarse al paradigma ambientalista o intervencionista y buscar estrategias didácticas que potencien capacidades, habilidades, destrezas, valores, actitudes y microactitudes; parece el reto educativo de hoy. “Ser hombre significa ser responsable. Implica sentirnos avergonzados al ver la pena que alguien no se merece. Implica sentirnos orgullosos por el triunfo de nuestros compañeros. Es, en cierta forma, saber que al colocar nuestra propia piedra, estamos contribuyendo a la construcción del mundo” Antoine de Saint Exupéry RESPONSABILIDAD (Poner cuidado y atención en lo que se hace reconociendo y aceptando las consecuencias de lo realizado) APRENDIZAJE CONGRUENCIA (Establecimiento de acuerdos entre dos o más conceptos mediante la postura propia) Misión HONESTIDAD (Comportamiento transparente con los demás, no se oculta nada y no se apropia de lo ajeno) FUNCIONAMIENTO PLENO Modo de vivir de la persona que actualiza constantemente sus potencialidades (…) poniendo de manifiesto la perfecta y estable congruencia de su personalidad. Esquema3 4. Ver Polaino-Lorente, Aquilino. et. al. “Fundamentos de psicología de la personalidad” Rialp ediciones, Madrid. 2003, 584 PP. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 Psic. Samantha Barocio Rocha T “El padre que no enseña a su hijo sus deberes, es igualmente culpable que el hijo que no se ocupa de ellos” Confucio odo padre/madre de familia, tiene la responsabilidad y el deseo de asegurar el bienestar físico, intelectual y emocional de sus hijos(as). Asegurarse que coman bien, tomen agua, duerman suficientes horas, hagan su tarea, crucen la calle con cuidado, hagan ejercicio, etc., son actividades que los padres y madres de familia hacen diariamente, casi de manera automática. Y es a través de estas actividades que los hijos(as) van aprendiendo cosas como: cómo cuidar su cuerpo, su persona y cómo vivir sanamente. Pero ¿qué hay del aprendizaje cívico? ¿De qué manera enseña usted a sus hijos(as) a ser un buen ciudadano, un ciudadano responsable? En mi experiencia, los padres de familia tienden a dejar esta enseñanza en manos de la escuela, esperando que las “lecciones” aprendidas en el salón de clase se transfieran automáticamente a la vida diaria de sus hijos. Pero todos los que abogamos por el aprendizaje activo sabemos que cuando aprendemos algo de manera teórica, sin tener oportunidad de practicarlo, experimentarlo, vivirlo, termina quedando en el olvido. La escuela puede ofrecer una excelente educación cívica, contar con los mejores maestros, las mejores técnicas de enseñanza, pero si los estudiantes llegan a casa para encontrarse con prácticas que contradicen dicha enseñanza, las probabilidades de que ellos hagan lo aprendido en la escuela vs. lo aprendido en casa a través del ejemplo, se acercan a cero. En mi práctica privada con adolescentes, frecuentemente recibo la queja de los papás diciendo que cuando buscan darles un consejo o enseñarles algo que consideran importante, ellos no escuchan y lo que yo siempre les digo es, “los hijos probablemente no escuchan, pero ¡qué tal ven!” Si usted quiere que niños y jóvenes aprendan a hacer lo correcto, no se preocupe tanto por decirles qué es lo correcto… mejor hágalo y permítales que aprendan de su ejemplo. Recuerde, los actos hablan más fuerte que las palabras. ARTÍC U LO D E F O N D O “Si quieres que tus hijos mantengan los pies en la tierra, pon un poco de responsabilidad sobre sus hombros” Abigail Van Buren “Enseñar con el ejemplo no es otra forma de enseñar, es la única.” Albert Einstein Es decir, ¿Qué aprenden sus hijos(as) cuando usted no respeta las reglas de tránsito, no paga sus impuestos, no vota, no se mantiene informado sobre temas actuales, no recicla, desperdicia agua, no ayuda a su comunidad, etc.? Y sobre todo, con este ejemplo, ¿Qué clase de ciudadano será ese chico o chica cuando crezca? ”No somos sólo responsables de lo que hacemos, sino también de lo que no hacemos.” Jean Baptiste Moliére Todo sería más simple si el hecho de no ser un buen ciudadano fuera únicamente cuestión de ser o no mejor individuo, pero en la época en que estamos viviendo, no 1. Samantha Barocio Rocha estudió la Licenciatura en Psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México, en el programa de Alta Exigencia Académica. Desde hace cuatro años, estudia el modelo MythoSelf® con su creador, el Dr. Joseph Riggio, el Dr. David McDermott, Master Trainer de MythoSelf®, quién además es su tutor y el Mtro. Jeffrey Leiken, también Master Trainer de MythoSelf® y Especialista en Adolescentes. Actualmente, Samantha Barocio tiene una práctica privada como Facilitador Certificado de MythoSelf®, trabajando de manera individual con adolescentes de entre 14 y 19 años de edad para apoyarlos en la búsqueda de su identidad, en el fortalecimiento de su auto-estima, así como en el desarrollo de sus habilidades de comunicación con quienes les rodean. Además, imparte de manera continua, a través de Barocio Asesores, la División de Educación Continua de la UNAM, Grupo Psicoterapéutico Integral y otras Instituciones, talleres para adolescentes, así como conferencias y pláticas para los padres/madres de adolescentes y los profesionales que trabajan con ellos (maestros, psicólogos, pedagogos, etc.). REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 ARTÍC U LO D E F O N D O ser un ciudadano responsable tiene repercusiones importantísimas no sólo sobre cómo vivimos cada día, sino sobre qué planeta dejaremos a nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Todos tenemos ya una vasta experiencia en las consecuencias que tiene no respetar las reglas de tránsito o la falta de conciencia social por ejemplo, ¿Cuántas veces le ha pasado que alguien se pasa la preventiva, sabiendo que no va a lograr cruzar y termina atravesado a media calle, bloqueando el paso a los coches que vienen en otra dirección? Y ¿Qué tal la contaminación, la corrupción, el exceso de basura, el graffiti en las paredes, el incumplimiento de las promesas políticas y nada más y nada menos que las consecuencias del calentamiento global? Todas estas son consecuencias de no haber tomado una responsabilidad civil a tiempo. En esta época, no podemos darnos el lujo de no ser ciudadanos responsables y sobre todo, de no enseñar a los menores a ser ciudadanos responsables para que respetan las leyes, cuiden su medio ambiente, apoyen a su comunidad, se mantengan informados y se involucren activamente para lograr que se produzcan los cambios necesarios en la comunidad. “No gastes tu valioso tiempo preguntándote: ¿Por qué el mundo no es un mejor lugar? Solo será tiempo perdido. La pregunta que debes hacer es: ¿Cómo puedo hacer del mundo un mejor lugar? Para eso, siempre hay una respuesta.” Leo F. Buscaglia “Si quieres saber tu pasado, mira tus condiciones presentes. Si quieres saber tu futuro, mira tus acciones presentes.” Proverbio Chino dose como voluntarios para diversas actividades sociales, reciclando, etc. Un buen ciudadano, un ciudadano responsable: • Es un buen vecino y se preocupa por los demás. • Respeta a los demás y sus puntos de vista, aunque difieran de los suyos. • Comparte su tiempo y habilidades con la comunidad para mejorarla, hacerla más limpia y más segura. • Conserva los recursos practicando las 3 R’s: Reducir, Re-usar y Reciclar. • Se mantiene informado en una diversidad de asuntos y hace saber su opinión votando. Un mal ciudadano: • Sólo se preocupa y ve por sí mismo. • No respeta a los demás y discrimina a quienes son diferentes a él. • Tira basura y desperdicia los recursos. • Deja los asuntos de política a los llamados “expertos”. Todos tenemos la capacidad de ser ciudadanos responsables y de generar e inspirar cambios positivos a través de nuestras actitudes y acciones. ¿Es usted un buen ciudadano? (Aplíquese esta auto-evaluación y descúbralo) VERDADERO FALSO Yo tomo responsabilidad por lo que sucede en mi comunidad. Hago mi parte por el bienestar común. Participo en servicios a la comunidad. Ayudo a cuidar el medio ambiente. Obedezco la ley. ¿Qué significa ser un buen ciudadano, un ciudadano responsable? He aprendido esto a través de la filosofía: yo hago sin que me manden lo que otros solo hacen por miedo a la ley.” Aristóteles Los buenos ciudadanos entienden que tienen una responsabilidad con la comunidad, el medio ambiente y la ley. Los adultos demuestran ser un buen ciudadano de diversas formas: obedeciendo las leyes de tránsito, pagando sus impuestos, ayudando a los vecinos, ofrecién- Ayudo al trabajo de nuestra democracia, expresando mis opiniones, votando y participando en el proceso de toma de decisiones. Lo más valioso que usted puede dejar a sus hijos son sus enseñanzas positivas a través del ejemplo. Propóngase ser en todo momento, un modelo positivo para ellos. La vida nos da oportunidades todos los días para serlo: • Muestre preocupación por el éxito y seguridad de otros. • Utilice lenguaje sin juicios, lenguaje que no ofenda o menosprecie a otros. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 • Siempre haga lo correcto, especialmente cuando sea difícil. • Siempre haga lo correcto, aún cuando nadie está mirando. • Tome responsabilidad por sus acciones. • Reflexione sobre sus acciones y cómo afectan el bienestar de otros. Actúe siendo consciente de esto. ¿Si usted fuera un modelo positivo todos los días, qué clase de adultos cree que sus hijos(as) serán cuando crezcan? ¿Por qué deberíamos enseñar a nuestros hijos/alumnos a ser ciudadanos responsables? Nuestra Constitución nos otorga un gran número de derechos y libertades (por ejemplo, la libertad de expresión, el derecho a la educación, etc.) y de la misma manera, nos otorga responsabilidades como ciudadanos. Y estas responsabilidades nos obligan a contribuir al bien común, desempeñando deberes que beneficien a la comunidad (por ejemplo, la responsabilidad individual de estar informado acerca de políticas públicas, de votar en las elecciones, o de servir como funcionario de casilla). Preservar nuestros derechos y libertades está ligado al desempeño de responsabilidades. Por ejemplo, el derecho a participar políticamente significa poco cuando la mayoría de los ciudadanos no ejercen dicho derecho y de la misma manera, el derecho a la libre expresión de ideas políticas se ve disminuido cuando las personas que expresan estas ideas no están informadas acerca del gobierno. Las responsabilidades de un ciudadano –tal como el servicio voluntario a la comunidad, la participación en el sistema político, la adquisición de conocimiento acerca de la vida cívica, y el compromiso público a los valores de la democracia constitucional (libertad, justicia, etc.) son esenciales para la salud de nuestra sociedad actual y futura. Enseñando a los Niños a Ser un Buen Ciudadano Enseñar a los niños pequeños a ser un buen ciudadano, puede ser tan simple como enseñarles a: • Cooperar • Obedecer las reglas REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 ARTÍC U LO D E F O N D O ”La mayor recompensa para el arduo trabajo no es lo que la persona obtiene, sino la persona en la que se convierte por ello.” John Ruskin • Respetar a las personas que están a cargo • No tirar basura • Ahorrar agua Así, los pequeños desarrollarán hábitos de buena ciudadanía imitando las prácticas de sus papás y adultos significativos, ellos son los primeros y más influyentes maestros de los valores y actitudes cívicas. Las lecciones aprendidas en casa acerca de la participación política o servicio a la comunidad, por ejemplo, podrían ser las que determinen los términos y el tono para el futuro aprendizaje de las responsabilidades como ciudadano. De esta manera, hay ciertas cosas que usted puede fomentar en los niños, desde muy pequeños para ayudarles a desarrollar una conciencia social y crecer para ser ciudadanos responsables: Infantes Usted puede comenzar por educar a un niño para ser un ciudadano, haciéndolo un miembro de su comunidad. Llevar a su bebé a la tienda, al parque o a la casa de sus vecinos introduce a su hijo a un mundo más grande que su propia casa. Estas experiencias iniciales en la comunidad serán importantes en la vida posterior. Un niño que se siente conectado con el mundo exterior, querrá ser un miembro activo del mismo. Maternales Enseñe la conexión entre los miembros de su comunidad y los aspectos de la vida diaria. Usted puede hacerlo al explicar a los niños las cosas que se pueden ver en la calle de su comunidad. Por ejemplo, si ven una patrulla pasar, explíquele cómo los oficiales de policía nos ayudan a estar a salvo. Cuando se detenga en la luz roja, explíquele que usted se detiene para permitir que los otros coches pasen. ARTÍC U LO D E F O N D O Podría también decirle que está siguiendo las reglas de tránsito. Su niño en esta edad podría no entender todo lo que usted le explique, pero mientras más se le hable acerca de su comunidad, más irá entendiendo y más querrá formar parte de la misma. Preescolares Antes de que un niño pueda ser un ciudadano de la comunidad, debe ser un ciudadano en casa. Los niños que aprenden a relacionarse con sus familias, para después relacionarse en sus comunidades. Una manera de ayudar a su preescolar a convertirse en un ciudadano responsable es enseñándole a no tirar basura. Podría también enseñarles a mantener la ciudad limpia uniéndose a brigadas voluntarias de limpieza. Brinde a los pequeños oportunidades de ser un miembro activo en el aula, en la escuela o en su casa. Anímelo(a) a desempeñar actividades simples que le permitan sentirse útil y darse cuenta que está haciendo una diferencia. Actividades tan sencillas como poner la basura en su lugar, recoger sus cosas, arreglar el salón, ordenar los estantes de libros, ayudar a separar la basura, permitirán que haga hoy una diferencia en su comunidad. “No estamos aquí para ganarnos la vida. Estamos aquí para enriquecer al mundo.” Woodrow Wilson ¿Qué más puede hacerse en casa? Los padres de familia y adultos significativos pueden fortalecer el aprendizaje de los niños acerca de las responsabilidades de un ciudadano, haciendo las siguientes cosas en casa: • Estableciendo un buen ejemplo al participar en el sistema político y ofreciéndose como voluntarios en proyectos de servicios a la comunidad. • Mostrando interés por los asuntos cívicos y gubernamentales, iniciando conversaciones al respecto durante la comida o en respuesta a los programas de televisión referentes a asuntos actuales. • Pidiendo que los niños lleven a cabo regularmente labores en la casa como lecciones sobre el valor de contribuir al bien común de su unidad familiar. • Animarlos a que formen parte de proyectos de servicio comunitario, tal como limpieza del vecindario o actividades para mejorar el aspecto del vecindario, reciclando materiales para conservar los recursos naturales, fungiendo como tutores de niños más pequeños con problemas de aprendizaje, etc. 10 • Proporcionando recursos de aprendizaje en el hogar – libros, revistas, periódicos – y utilizarlos con los niños. • Transmitiendo y reforzando los valores cívicos a través de discusiones, comportamiento ejemplar, y el uso de reglas justas para el orden de la vida familiar. • Monitoreando y reforzando en la escuela, las lecciones del hogar sobre las responsabilidades ciudadanas. 15 COSAS QUE USTED PUEDE HACER Y ENSEÑAR A SUS HIJOS A HACER POR EL MEDIO AMBIENTE 1.Cierre la llave del agua cuando se lava los dientes. 2.Báñese lo más rápido posible. Si puede, reduzca el tiempo a la mitad. 3.Báñese con agua tibia en vez de caliente. 4.Cierre la regadera mientras se rasura. 5.Agradezca todos los días el agua que llega a su hogar. 6.Respete la naturaleza. 7.Separe su basura en orgánica e inorgánica. 8.Lleve a reciclar por ejemplo, los envases diversos, en algunos supermercados hay un contenedor especial para colocarlos. 9.Cambie sus focos por focos ahorradores de energía. Ayudará al medio ambiente y a su bolsillo. 10. Apague los aparatos y las luces que no está utilizando, incluyendo su computadora (no la deje hibernando o suspendida, mejor apáguela). 11. Recicle. 12. Si va a recorrer una distancia corta, camine o vaya en bicicleta. 13. Use su coche lo menos posible y organícese con otras personas para compartirlo para ir al trabajo o recoger a los niños de la escuela. 14. Si tiene planeado comprar coche nuevo, procure que sea un coche híbrido. 15. Plante un árbol. ¿Qué puede hacerse en la escuela? Después de la familia, la escuela tiene el mayor efecto en las actitudes cívicas de los niños. Es la agencia primaria de enseñanza del conocimiento acerca de la política y el gobierno. Abajo se mencionan algunas cosas que podrían fortalecer la educación de las responsabilidades cívicas en la escuela: • Incrementar la cantidad de tiempo que todos los estudiantes invierten en educación cívica en todos los niveles escolares. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 ARTÍC U LO D E F O N D O • Integrar lecciones acerca de la responsabilidad en todas las materias, en todos los niveles escolares, con énfasis especial en los cursos de civismo y literatura. • Solicitar que los estudiantes lean, analicen y discutan casos e historias acerca de personas involucradas en la vida cívica de sus comunidades en el pasado y el presente. • Establecer experiencias de aprendizaje cooperativas en donde un grupo de estudiantes se responsabilice por su propio logro de los objetivos educativos. • Involucrar a los estudiantes en simulacros y juegos de roles con respecto a diversos aspectos relacionados con las responsabilidades cívicas. • Establecer programas para desempeñar servicio comunitario como parte de la materia de civismo. • Llevar a cabo de manera regular, discusiones abiertas con respecto a temas públicos y eventos actuales. • Pida como trabajo escolar, que los estudiantes escriban cartas a funcionarios de gobierno o periódicos para expresar sus opiniones acerca de temas públicos y políticos ó abogar por ciertas causas. • Pida como actividad escolar, que los estudiantes participen en actividades políticas fuera del salón de clases. “No trates de convertirte en un hombre de éxito, sino en un hombre de valor.” Albert Einstein “Cuando todo se acabe, no te preguntarán quién fuiste, sino si hiciste una diferencia.” Bob Dole Datos de contacto: Psic. Samantha Barocio Rocha - Certified and Licensed MythoSelf® Facilitator Tels ofna. 5595 9865, 5339 5025. Email: sbarocio@gmail.com Pág. web: www.educacionydesarrollo.org/ewb.php REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 11 Recordemos que también es nuestra obligación educar en la prevención. que todos estemos preparados para salir adelante antes, durante y después de un fenómeno natural. Plan Familiar. Es muy importante que este plan se difunda en todas las comunidades. Cada escuela debe revisarlo, copiarlo y difundirlo de tal manera empresarios de la zona, etc.) para enfrentar adecuadamente cualquier contingencia climatológica, o sísmica u otros fenómenos naturales a través del personal docente, administrativo y de apoyo) así como a todos aquellos que forman parte de su entorno cercano, (vecinos, locatarios, Invitamos a directivos y docentes, nuevamente, a preparar a cada uno de los integrantes de su comunidad educativa, (alumnos, padres de familia, Una de las características del ser ciudadano es su capacidad de responsabilizarse de sí y de los demás según sus habilidades, actitudes y preparación. L O S E S P E C I A L I S TA S O P I N A N Por Francisco Alonso Chica Cañas2 “La educación ciudadana es el reto del hombre del siglo XXI, reto que exite una nutrición en valores para evitar que el hombre caiga por un despeñadero del cual nunca tendrá posibilidad de levantarse”. L a educación ciudadana requiere ser tratada con un enfoque humanista que establecerá los valores para que el hombre piense en términos de humanidad y de piedad hacia el prójimo, colocando la moral como piedra angular; quienes la desechen estarán destinados al fracaso, debido a que perdieron la esencia de las virtudes de la vida misma. La escuela que opte por una educación ciudadana de la alteridad es una escuela que valora el rostro del otro, acogiendo en su casa al extraño como un familiar más que necesita afecto, cariño y reconocimiento de los que forman parte del núcleo familiar. Desde un primer momento, los habitantes de la casa saben que tienen en sus manos la responsabilidad del otro, pues la existencia del otro lo reta a desconocerlo a brindarle hospitalidad para que crezca como una persona justa, equitativa, igualitaria y solidaria. La educación ciudadana necesita de la acción comunicativa para dialogar y exponer las razones sobre el objetivo en discusión, es decir, cómo convencer a los participantes para practicar las habilidades morales en beneficio del bien común. Esta es una tarea que se puede catalogar como utópica, pero sucede que la guerra, la violencia y la muerte no son una utopía; son una realidad que incide en la educación ciudadana, por eso requiere del concurso de la escuela para hacer de la teoría moral, la esencia de la vida, con el fin de luchar contra un mundo plagado de dioses mercenarios que se olvidan de la humanidad del ser humano. 1. Un Enfoque Humanista de la Educación Ciudadana La educación ciudadana tiene sentido cuando piensa en educar al otro en términos de humanidad, es decir, que el acto humanitario se caracteriza por penetrar en la casa de la otra persona para educarlo y sensibilizarlo hacia sí mismo: la premisa de “Conócete a ti mismo”, conlleva a que la persona descubra cómo piensa acerca de su persona, cómo actúa, cómo se comporta, cómo ama, cómo valora su obrar, identificando cuál es su grado de humanidad. Entonces, conocerse a sí mismo es el primer síntoma de educación ciudadana, en cuanto la persona es capaz de reflexionar y de comprenderse así mismo, develando poco a poco una cartografía como ser humano. El hecho de quedar frente a la desnudez de sus propios valores o antivalores, es una señal de cuán cerca o lejos está de asumir un compromiso ciudadano. En la medida en que un sujeto dimensione a nivel personal la trascendencia de una educación ciudadana, en esa misma medida será capaz de volcarse hacia el otro. Debemos entender que la norma de vida es significativa en cuanto la persona considera que sus actos afectan a los demás. La significación tiene sentido para irrumpir en un nivel de bienestar material y espiritual, percibiendo que la educación ciudadana rescata al otro de la presión, de la miseria, de la deshonestidad, del desempleo, de la violencia, de la criminalidad de la pobreza, de todo aquello que degrada la humanidad de una persona. Sin embargo, también debemos tener en cuenta que es difícil aplicar una norma o cambiar un mal hábito cuando la persona tiene que luchar por sobrevivir, pues la vida se antepone a cualquier norma, por lo que en ocasiones se deja a un lado la responsabilidad ciudadana. Casos como la venta ambulante puede ser un ejemplo de cómo la gente rompe la norma social si de por medio le va la manutención de la familia. 1. Condensado de Educación Hoy, Revista de la CIEC, año 23, no. 153. 2. Docente de la Universidad de Santo Tomás, Bogotá, Colombia. 14 REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 la norma en norma de vida; además, es importante que el estado determine un derrotero en inversión social para minimizar el impacto de las acciones que fustigan los valores de la democracia, mientras que el ciudadano tiene que dar testimonio de ser una persona íntegra, dispuesta a escuchar, dialogar, tolerar, respetar, pero sobre todo, a colocarse en las condiciones del otro para aprender a convivir y ser un buen ciudadano. 2. La Educación Ciudadana en la Escuela desde una Perspectiva Humanista L O S E S P E C I A L I S TA S O P I N A N Se piensa que cumpliendo con la norma se logra avanzar en la educación ciudadana, pero no siempre es así, la norma puede quedar en entredicho ante una aguda crisis social o económica, por lo que se puede inferir que la educación ciudadana se encuentra condicionada por la presencia de un factor económico, que considere como ganancia invertir en lo social para cambiar las actitudes negativas que contrarrestan todo proyecto educativo. Es cierto que la ausencia de inversión social estatal o privada no justifica la carencia de educación ciudadana, ya que la educación en valores es un imperativo categórico donde el pensar y el actual deben ser congruentes respecto a los compromisos de hacer del bien un proyecto de vida que enaltece al otro. Esto implica que el ciudadano sea capaz de transformar el conocimiento moral en ‘realidad’, al elegir las respuestas sobre su actuar benéfico y ponerlas en marcha.3 En otras palabras el actuar debe ser congruente con el pensamiento y la realidad misma. Así, la educación ciudadana posibilita una mejor comprensión de la actividad humana pues facilita asumir cualquier proyecto político, económico, social y cultural con una connotación moral, en cuyo primer plano aparece el hacer bien al otro. Las demás acciones que se desprendan tendrán como fundamento lidiar con problemas de la vida real, pero sustentados en un conocimiento moral de la realidad. De ahí que, para actuar responsablemente se deben responder según las directrices morales. Se sabe que los “problemas éticos son causados o exacerbados por personas que se niegan a hacer el bien; la mayoría de los temas relacionados con la ética de nuestra época involucran problemas reales para el conocimiento de la moral”. Entonces, la cartografía de la educación ciudadana implica la apropiación de la ética y la moral, constituyendo El proyecto de educación ciudadana en la escuela debe tener como núcleo problematizador una antropología de la alteridad, en el sentido de que la existencia del otro es un problema para mí, de ahí la necesidad de ser hospitalario, acogiéndolo mediante un diálogo de valoración y respeto hacia la dignidad de la persona humana. La escuela debe educar en la lectura del rostro del otro, en el sentido de que el niño descubra la biografía y lo valioso que es el otro para que trascienda su yo. Esto significa que la educación ciudadana se inicia cuando comprendo la angustia, la tristeza, la felicidad, el amor, la ausencia de afectividad, las emociones, los sentimientos que experimenta el otro ser humano. Es encontrarse cara a cara y mirar a los ojos al otro para darse cuenta de que su existencia interpela la existencia del propio yo. Entonces, el otro nos reta para generar acciones de compromiso y moralidad, lo que genera solidaridad ciudadana, interés por ser educado, tener y brindar oportunidades para servir a la sociedad y mejorarla… Esto implica trascendencia humana. Por consiguiente, la educación ciudadana en la escuela debe propiciar espacios pedagógicos para que los estudiantes tengan la oportunidad de mirarse y reconocerse como sujetos que participan del mismo proyecto de vida, colaborándose en medio de las diferencias sociales, culturales, políticas y económicas del país. La educación ciudadana en la escuela debe sensibilizar a los estudiantes con el fin de tener la oportunidad de rozar la piel del rostro del yo con la piel del rostro del otro, llevar a los alumnos a conocer el mudo intersubjetivo del otro, descubriendo la agonía y la grandeza, buscando alternativas para materializar el conocimiento en hechos que dejen huella de amor al prójimo, de otra manera, el individuo se pierde en el utilitarismo, el positivismo y el pragmatismo que caracteriza a la sociedad pos moderna. Conocer e involucrarse con el otro, en cambio, conlleva una responsabilidad compartida. La educación ciudadana en la escuela tiene fundamento al asumir su alter ego con todas sus manifesta- 3. Melchin, Kenneth, Aprender a Convivir, Introducción a la ética cristiana de Bernard Lonergan, Ed. Trillas, 2000. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 15 L O S E S P E C I A L I S TA S O P I N A N ciones para que el yo se apropie de manera responsable del otro y no a través de actos violentos. Como se sabe: “tradicionalmente la violencia viene de la alteridad: lo otro me violenta, estoy en un mondo que no he creado yo y cuya violencia no he instaurado. Para Lévinas, las cosas son diferentes: el sujeto es responsable de la violencia es acusado por la debilidad del rostro de ser el violento por empeñarse en seguir la lógica del ser y preferirla a la posibilidad de otra lógica…”4 El rostro del otro se dimensiona desde la ética, o sea que, el otro vale por su bondad, esto quiere decir que la educación ciudadana prima la razón de alteridad, en donde la intersujetividad se mueve entre la dialéctica del bien y del mal. Pero buscando siempre que la palabra bien prevalezca y tenga sentido no en la lógica del verdugo, sino en la lógica del conocimiento moral del otro. Como ingrediente de la educación ciudadana debe estar la hospitalidad, es decir, la acogida del otro. El alumno debe saber que al otro habrá de tratarlo bien, que con el otro habrá de mantener una buena relación y debe tratarlo con justicia, para ello, cada sujeto deberá ser tratado así. Hablar de hospitalidad es hablar de abrir la puerta, es permitir que el otro se exprese libremente, exponiendo las argumentaciones de su experiencia vital del mundo y de la vida, de manera que la educación ética en la escuela debe partir de razonamientos correctos, justos para ser comprendida e interiorizada por el estudiante en un ambiente de cordialidad y hospitalidad. La educación ciudadana partiendo de la escuela debe tener conciencia de que el estudiante puede solicitar una explicación, una justificación, confirmar o negar algo, por lo que educar conlleva comprender la dialéctica de las razones de los habitantes del aula, buscando siempre en la conversación la comprensión recta del pensar y del actuar. El cierre de puertas implica perder una oportunidad de sano entendimiento y convivencia pacífica. Así que la hospitalidad está en contra de la xenofobia, el vandalismo, el acoso y la guerra como tal… En consecuencia, cualquier acto de represión, cualquier asomo de racismo o de discriminación, el egoísmo, la falta de capacidad de trabajo en equipo, la envidia o el materialismo habrá de ser decididamente combatido por el docente y por la filosofía educativa en general, sin por eso, convertirnos en perseguidores, sino en guías, en ejemplo de acogida, en abrazo que no olvide que quien agrede siempre ha sido agredido… Habremos de recordar que en nosotros, como docentes o administrativos de una escuela, debe detenerse la cadena de injusticia. La acción comunicativa es el puente ideal para trabajar la educación ciudadana en la escuela. Se educa mediante los actos de habla para cambiar la realidad cotidiana sobre todo, aprender a escuchar, para que los más jóvenes aprendan a escuchar al débil, al anónimo, al que no tiene voz dentro del sistema sociopolítico. La educación ciudadana parte de la desigualdad sociocultural e intenta recuperar a través de los actos de comunicación, un espacio pedagógico para entender las posiciones de los violentos, para posteriormente entablar un diálogo de las bondades y tener un conocimiento de la moral en el sentido del bien común, para trasformar conductas que desconocen lo valioso de la persona humana, con el fin de hacer del acto comunicativo un espacio para aprender y desaprender en torno a lo que es ser ciudadano. El diálogo puede ser tenso y conflictivo, en donde las razones no convencen a ninguno de los participantes, pero poco a poco, se indaga sobre las aptitudes para construir una teoría moral de convivencia ciudadana. Debemos recordar que “cuando no nos podemos poner de acuerdo, debemos buscar a otro para que nos ayude a entendernos, y si entonces tampoco nos ponemos de acuerdo, será necesario que otro más nos ayude a entendernos, y si en una tercera y cuarta ocasión, con más personas tratando de lograr un entendimiento, un acuerdo; no llegamos a nada… tendremos que aceptar que pensamos diferente y que necesitamos una alternativa nueva para colaborar.”5 Entonces, la acción comunicativa permite a la educación ciudadana pensar nuevas teorías morales que superen los cuellos de botella en que se encuentra enfrascada gran parte de la sociedad, adaptando nuevas habilidades, si se puede decir así, para aplicarlas en el ámbito moral. 4. MÉNDEZ Sans, José Antonio. Emmanuel Lévinas : « Un compromiso con la otredad. Pensamiento ético de la intersubjetividad” en Revista Anthropos, No. 176, Barcelona, 1998. 5. Citado por el Dr. Morfin, del Centro de Investigación Educativa, durante la presentación de Indicadores para la Evaluación de la Educación Básica, abril 2008. 16 REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 - Ningún participante se debe excluir. - Todos los participantes pueden expresar libremente sus puntos de vista, no importa que las razones expuestas no coincidan con la tematización del bien. - Los participantes deber ser honestos consigo mismos y los demás: hablar siempre con la verdad para llegar a compromisos serios. - El diálogo se caracterizará por el respeto a la justicia, a la equidad y a la igualdad entre los participantes. Así pues, es necesario que la escuela formule un proyecto de educación ciudadana que atraviese todo el currículo y los planes de estudio de los cursos escolares, teniendo como referentes: el proyecto educativo institucional, la problemática moral del contexto, la realidad sociopolítica del contexto, las habilidades morales que pretenden trabajarse en la escuela desde una concepción humanista y la puesta en marcha del andamiaje teórico – moral pregonado por la escuela. Por otra parte, la escuela debe tener definida la educación ciudadana según los siguientes pilares humanistas: - Un enfoque antropológico fundamentado en la alteridad y la acción comunicativa. - Establecer tópicos morales problematizadores de acuerdo con el contexto educativo - Formular un proyecto de educación ciudadana que implique una mirada curricular integradora de los diferentes núcleos de los saberes presentes en los contenidos o planes - Desarrollar actividades académicas que hagan factible la aplicación de las habilidades morales - Involucrar a toda la comunidad en el proyecto de educación ciudadana - Evaluar periódicamente las acciones de la educación ciudadana para fijar nuevos derroteros - Formar al futuro ciudadano en los valores de la democracia y la ética civil. L O S E S P E C I A L I S TA S O P I N A N Dicho de otro modo: la acción comunicativa crea escenarios para debatir y dialogar en torno a cuestiones morales, produciendo nuevas estrategias que ayudan a superar impases que se consideraban insalvables, todo gracias a la comprensión cognitiva y moral de las proposiciones enunciadas en los actos del habla. Los actos del habla en la educación ciudadana facilitan exponer nuevas idealizaciones para ir más allá de las coyunturas y desacuerdos presentados en la realidad sociopolítica, económica y cultural del colectivo, lo que implica plantear suposiciones morales anticipantes que posibiliten a los participantes llegar a la comprensión de un problema. Hay que aclarar que en esta negociación del conocimiento moral, los valores se mantienen tal como son desde la ética, lo único que cambia es la estrategia y la operación de la realidad. La escuela que desarrolle una educación ciudadana fundamentada en la acción comunicativa es una escuela que potencia la compresión y la decisión moral de un modo reflexivo y analítico. El objetivo de entendimiento en la educación ciudadana es la búsqueda de una moral honesta, sincera, inteligible y comprensible para todos, en donde el argumento que prevalece es el que convence a los demás porque tematiza el bien y elude el mal, en donde los participantes desean convencerse recíprocamente: “En la medida que prosiga su acción comunicativa ciudadana en el nivel reflexivo de pretensiones de validez tematizadas, los participantes se orientan siempre por el objetivo del entendimiento, ya que un proponente sólo puede ganar el juego si convence a su oponente de la legitimidad de la pretensión de su valiedez”.6 El colectivo acepta la racionalidad de los enunciados porque todos los participantes comparten las razones del acuerdo fundamental alrededor del objetivo tematizado, en este caso. Practicar la moral de la teoría moral acogida, tanto por el proponente como por el oponente. Por otra parte, de la acción comunicativa surgen algunas presuposiciones que deben contemplarse en la aplicación de la educación ciudadana, tales como: La educación ciudadana es uno de los temas más frágiles en la escuela y la sociedad, lo cual obedece a la fragilidad moral del hombre contemporáneo, quien desea desconocer la moral, anteponiendo intereses mercantilistas, capitalistas, afán de poder político, deseo inmenso de dominar la sociedad del conocimiento. La educación ciudadana es un imperativo categórico de la formación integral del ser humano, entendido como esa nueva persona que opta por el prójimo que es su hermano, ganando una vida de tranquilidad que se finca en el bien común. 3. Melchin, Kenneth, Aprender a Convivir, Introducción a la ética cristiana de Bernard Lonergan, Ed. Trillas, 2000. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 17 VOCES E. Yolanda Nieto Croda* S i hiciéramos una retrospección en el tiempo y lográramos rescatar lo mejor que ha dado México al desarrollo de la humanidad, podríamos reflexionar y recuperar la grandeza de nuestros antepasados y la fuerza de nuestra gente; ya que nuestra historia no inicia con el desarrollo industrial ni con la trasnacionalización. Profundizar en el conocimiento de quién es un mexicano, producto de la mezcla de razas y costumbres, de religiones y valores, nos llevaría a encontrarnos comunes denominadores que seguro nos acercarían a darle un verdadero sentido a lo que hacemos, para qué lo hacemos y a dónde el futuro apunta, con el fin de satisfacer, lo que México necesita y seguir existiendo en este mundo globalizado que los tiempos nos han planteado. ¿Cómo poder hablar de educación y cultura si no hemos definido la identidad del mexicano ni la de México? Hacer una reflexión en este sentido, invitaría a decir que estamos en contra de algunas cosas que hemos hecho, sin embargo, también implicaría que reconocemos que el esfuerzo multidisciplinario, que ha fraguado generación tras generación, el país que hoy tenemos, también ha dado frutos indiscutibles. Reorientar, rediseñar será una labor eterna si no estamos de acuerdo a dónde vamos y si dejamos esta labor sólo en manos de unas cuantas autoridades, conseguiremos una reforma para todos hecha por unos cuantos, que llega a muy pocos. Es imponderable e impostergable, que la sociedad civil entre al campo de la definición de cómo han de ser las personas que en el futuro se integren a ella, pues de lo contrario, como ha venido sucediendo de una u otra manera, esta misma sociedad se convierte en expulsora de sus propios integrantes, dejando a un lado a los pobres, 18 a los incultos, a los discapacitados o a aquellos que no se ajustan a lo que ella requiere. Esta expulsión o rechazo es injusta pues una sociedad incluyente debería saber como hacer de cada uno de sus integrantes, un miembro activo, capaz de ofrecer algo y digno de recibir. Por ello, parecería atractivo –como está de moda- crear otra institución autónoma que cuidara de México y de su futuro a pesar de todo, una institución responsable, de largo plazo, que no dependiera de las situaciones coyunturales, ni de los cambios políticos y sociales que pudieran suceder, sino ejerciera el poder de lo trascendental. Una institución que viviera, día a día actualizándose acorde al desarrollo y a las exigencias de un México cambiante, que deseara aprovechar sus áreas de oportunidad en el mundo y que quisiera corregir sus carencias para ser, en lo integral, altamente competitiva, tanto en lo económico como en lo social; y que a través del tiempo rindiera cuentas exactas de su actuar a las generaciones venideras. Una institución que administrara –a través de la educación- el tesoro más grande que México tiene: sus seres humanos y que entendiera que trabajar por ellos, para ellos y para nuestra Patria, sería su principal objetivo. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 ¿Es una utopía pensar en una institución como la que hemos descrito? VOCES Hace tiempo que se pensó en ella, y se instituyó la Secretaría de Educación Pública, sin embargo, el tiempo nos demostró que estábamos equivocados si queríamos que desde el poder público y político se definiera el futuro de la sociedad en general. Nuestro país requiere de una identidad con madurez, producto de un proceso educativo, donde la persona tome conciencia de que es parte de México y por lo tanto, adquiera sentido de pertenencia, cuidando y respetando el lugar que le permite desarrollar lo que es, al mismo tiempo que genere sentido de responsabilidad consigo misma, con los demás y con su entorno. No podemos permanecer ciegos o miopes ante la situación de nuestro país, sino que debemos iniciar un compromiso con el futuro, pues sólo tendremos sociedades justas, honestas, tendientes al desarrollo en la medida en que haya familias, escuelas y otras instituciones sociales interesadas en el bien común y por ende, haya personas formando personas con valores y sentido de calidad. Esto se traduce en el enriquecimiento de un currículo con un enfoque activo de la educación, donde los estu- diantes aprenden a ser responsables en un ambiente de libertad y donde adquiere importancia la atención al desarrollo de los comportamientos éticos, es decir, la orientación del comportamiento humano con la formación de actitudes, valores y normas. Desde aquí, la formación ciudadana se entiende como la adquisición de conocimientos, desarrollo de habilidades y la incorporación de valores que permitan al estudiante participar, incidir y mejorar la vida de su grupo, su comunidad, su país y su mundo, dado que en la actualidad los mexicanos debemos estar concientes de este doble sentido de pertenencia: nacional y planetario. La formación del mexicano es el principal reto que tiene México, una formación que lo fortalezca para enfrentarse a la vida en un mundo cambiante y demandante de satisfactores, que le permita desempeñar su papel con calidad en el mundo actual, que lo lleve a formar instituciones que pugnen y trabajen por la persona y que lo impulse a defender a su Patria, porque ella le permite desarrollarse íntegramente. Formemos para que México sea el orgullo de los mexicanos * Yolanda Nieto es Licenciada en Pedagogía por la Normal Superior Juana de Asbaje y Maestra en Tecnología Educativa por el Instituto Latinoamericano de Tecnología Educativa. Cuenta con Diplomados en: Innovaciones Educativas por la Universidad La Salle, y en Manejo de Grupos de Corte Afectivo por Crianza con Cariño por el Family Development Resources Inc., así como entrenamiento en Contranálisis por la Organización Mundial para la Paz Interior.Ha sido docente y directora de plantel en diversos niveles educativos, conductora del programa de TV “El Mañana es Hoy”. Canal Potencial Humano 2002-2003 y coordinadora del Depto. de Pedagogía y Pastoral en Escuelas Particulares 20032005.Fue presidenta de la Federación de Escuelas Particulares de Apatzingan, entre 1997 y 2001. Actualmente es Presidente de Fundación Innovar para Transformar en donde imparte Conferencias y Talleres interactivos en instituciones empresas y organizaciones. fit_ac@hotmail.com REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 19 E D U C AT I P S Por: Gabriela Schlemmer E Concepto de ciudadanía l diccionario nos dice que un ciudadano es aquel individuo que está en posesión de los derechos que le permiten tomar parte en el gobierno de un país. Un ciudadano es un miembro de una comunidad política. La condición de miembro de dicha comunidad se conoce como ciudadanía, y lleva una serie de deberes y derechos, de los cuales los más importantes son los derechos de participación política, el principal de ellos el derecho al voto, que es la seña de identidad de las modernas democracias representativas predominantes en el mundo. En la democracia representativa el pueblo delega la soberanía en autoridades elegidas de forma periódica mediante elecciones libres. Estas autoridades en teoría deben actuar en representación de los intereses de la ciudadanía que los elige para representarlos. Otros importantes derechos son los que se refieren a los beneficios de la vida en común: la salud, la educación, y el acceso al bienestar en general. Entre los deberes, destacan la obligación de respetar los derechos de los demás, de contribuir al bien común asumiendo los costos de tal condición comunitaria (pagando los impuestos, por ejemplo), respetar los valores predominantes - que incluyen el sentido de justicia y de igualdad -, y otros que contribuyen a afirmar la tesitura social y la paz. En tal sentido, tanto más democrática es una sociedad cuanto más incluyente, es decir, cuanto más ciudadanos plenos la conforman. El concepto de ciudadanía ha cambiado a lo largo de la historia occidental, haciéndose cada vez menos excluyente. En las democracias más antiguas, incluida la famosa democracia ateniense, sólo eran considerados ciudadanos Eduquemos a los niños para la participación política libre y crítica. los varones, las mujeres tenían privado todo tipo de participación en la vida política. En algunos estados antiguos era también necesario disponer de un determinado nivel de renta económica para ser considerado ciudadano, tener cierto origen o parentesco, dedicarse a ciertas labores u oficios, pertenecer o no a determinada raza, entre otras características que se han impuesto como requisito de ciudadanía. Fue en Roma, en donde el título de ciudadano se extendió a todos los miembros del imperio, excluyendo los esclavos. En la actualidad, la ciudadanía la disfruta cualquier persona vinculada a un estado. En las democracias actuales, tal como se conciben, normalmente tienen la condición de ciudadanos todos los hombres y mujeres mayores de edad (siendo la mayoría de edad fijada generalmente en los 18 años), nacidos en el territorio del Estado o descendientes de nativos; y en algunos lugares, por razones excepcionales (como es el caso de quienes han sido condenados por la justicia, se pierde dicha condición como sucede en algunos lugares de Estados Unidos). 1. Diccionario Océano. 20 REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 Miembro de un Estado En cuanto a su etimología, el término tiene su origen en la palabra ciudad, ya que originalmente esta era la unidad política más importante. Con el tiempo la unidad política pasó a ser el Estado, y hoy en día al referirnos a ciudadanos suele ser respecto de un determinado país (por ejemplo, ciudadanos españoles, o ciudadanos belgas o ciudadanos brasileños). Así pues, en México, la ciudadanía se adquiere cuando mexicano cumple 18 años y tiene un modo honesto de vida, por lo tanto, para ser ciudadano, primero habrás de cumplir con una condición previa: ser mexicano… Se es mexicano por dos vías: a)Por nacimiento: en territorio mexicano o al ser hijo de padres mexicanos b)Por naturalización Este proceso de formación es una labor de Estado pues será el Estado en pleno, quien se defina cómo han de ser esos ‘ciudadanos’, y esto, de manera estricta, es una situación insoslayable, pues la convivencia, la metacomunicación y la interacción cotidiana de unos con otros hará inevitable, - como diría el teórico de la comunicación Paul Watslawick -, que las personas comunes, con quienes un niño o niña conviven diariamente como son sus padres, hermanos, vecinos, servidores públicos, maestros, comerciantes, etc. participen en la manera en que aprenderá a ser ciudadano. Esas personas son la parte viva de cualquier Estado, más allá de autoridad pública alguna, más allá de cualquier política o legislación, estas personas y sus condiciones de vida harán que cualquier pequeño se forme como ciudadano, porque la ciudadanía se ejerce “Aprendiendo a ser”. E D U C AT I P S Podemos entender que a diferencia de otras cualidades de la persona, la ciudadanía se adquiere por relación, es decir, es producto de una socialización determinada, a la cual, el sujeto se ve sometido o se adhiere por voluntad, en el transcurso de la vida. Para ser ciudadano, se requiere un proceso de socialización, es decir, mientras que la nacionalidad se define como el atributo que permite reconocer a una persona como parte de una población, la ciudadanía es la característica que permite a una persona participar en las tareas políticas de su país. tario y, por lo tanto, representar de manera equivocada la heterogeneidad de intereses que convergen en los ministerios de educación de los Estados que están involucrados en una educación para una ciudadanía democrática (DCE, por sus siglas en inglés). Así pues, la educación ciudadana es un asunto de Estado, y por lo tanto, es un trabajo de cada miembro del Estado el formar a sus habitantes para que colaboren con el bien común, para que puedan incidir en su logro y su realización, y así, tener el derecho a gozar de los beneficios que de esto se generen. El hecho de ser mexicano inmediatamente conlleva derechos y obligaciones establecidas en a Constitución Federal, mismos que se incrementan al adquirir la ciudadanía. Como vemos, ser ciudadano no es una condición innata, se logra mediante un proceso de socialización, mediante el cual, la persona adquiere valores culturales, cívicos y sociales compartidos, se une a los otros por la convivencia, por la relación y así también, adquiere conocimientos y alimenta sentimientos hacia lo que considerará ‘suyo’, y que se espera, reproducirá en lo futuro en donde esté. Se espera así más que un simple reconocimiento de origen, la formación de una identidad. Formar ciudadanos: un asunto de Estado Decir que el Estado forma ciudadanos a través de la escuela es otorgar ya al Estado la calidad de organismo uni- Los niños deben aprender a resolver conflictos de forma no violenta. 2. JIMENEZ Cabrera, Ma. Teresa en: http://www.cem.itesm.mx/verba-iuris/articulos/130104.htm , mayo 2008. 3. Bradley Lewinson y Juan G. Berumen, en REICE, 2007. Vol 5, No. 4 http://www.rinace.net/arts/vol5num4/art1.pdf, abril 2008. http://www.educacionciudadania.mec.es/pdf/Recomendaciones.pdf REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 21 E D U C AT I P S Sin embargo, cabe aclarar que la ciudadanía no es cuestión de personalidad, de gustos o modas, no se trata de ¿cómo quieres tú ser ciudadano?, sino de cómo formar a los ciudadanos, qué camino seguir para dar lugar a personas responsables para con su Estado, con su territorio, con sus conciudadanos, con su participación política y pública, así como con el cuidado y desarrollo de su cultura y de los valores esenciales. Las cosas que debe saber y la forma en que debe actuar el ciudadano mexicano está descrita en nuestra Constitución, como ha afirmado el Dr. Luis Benavides, sin embargo, el trabajo formativo es arduo, tanto, que ha sido, en muchas ocasiones, más fácil de soslayar que de llevar a cabo, y que esta irresponsabilidad mostrada por autoridades públicas y privadas, esta falta de compromiso de la que incluso han sido cómplices las familias y las escuelas, los docentes, los servidores públicos y cada uno de nosotros, hoy trae como consecuencia la violencia, criminalidad, inseguridad y desintegración del tejido social que se vive en el país. El problema de México hoy radica en que hemos dejado de formar ciudadanos, y sin ciudadanos no hay una idea de participación, no hay democracia participativa, no hay dirección ni rumbo. Entonces nadie se preocupa por nuestro país, por que nadie es un ciudadano, nadie se hace responsable y por lo tanto, nadie se preocupa por su escuela, su empresa o su calle… Aunque la responsabilidad de limpiar, vigilar, corregir, educar, ofrecer oportunidades, alimentar, guiar, respetar, incluir, y amar es de todos los que formamos parte del Estado Mexicano. ¿Competencias ciudadanas? La educación para la ciudadanía democrática se considera un factor para la cohesión social, el mutuo entendimiento, el diálogo intercultural e interreligioso y la solidaridad, contribuye a fomentar el principio de igualdad entre hombres y mujeres, favorece las relaciones armónicas y pacíficas entre los pueblos, así como la defensa y desarrollo de la democracia la cultura, por lo que deberá tener carácter prioritario para cualquier país. Este tipo de formación podría incluir una educación cívica, política o enfocada a los derechos humanos, todo lo cual contribuiría a la educación para la ciudadanía democrática sin abarcarla por completo. Para ofrecer esta educación será necesario favorecer enfoques multidisciplinarios y acciones que combinen la educación cívica y política con la enseñanza de la historia, la filosofía, la religión, las lenguas, las ciencias sociales y todas aquellas disciplinas relacionadas con aspectos éticos, políticos, sociales, culturales o filosóficos, bien sea en términos de su auténtico contenido o de sus opciones o consecuencias en una sociedad democrática. Igualmente debe ser importante desarrollar las capacidades y actitudes que adecuadas para la vida en las sociedades multiculturales, respetando las diferencias e interesándose por el entorno, lo que significa llevar a cabo cambios rápidos y a menudo impredecibles. Algunas regiones del mundo, como la Unión Europea, han avanzado en materia de educación para la ciudadanía democrática puntualizando que ésta: “debe abarcar cualquier actividad educativa formal, no formal o informal, incluida la de la familia, permitiendo que el individuo actúe durante toda su vida como un ciudadano activo y responsable, respetuoso con los derechos de los demás.” En México, las autoridades educativas han decidido reincorporar el estudio del civismo a la currícula básica, aunque hemos olvidado que las personas pueden o no comprender un concepto, pueden o no aprenderlo, pero sólo viviendo y participando activamente podrán llegar a ser ciudadanos. Todos somos responsables de limpiar, vigilar, respetar... La educación ciudadana, debe vivenciarse, como si habláramos de un laboratorio de ciencias, debe experimentarse, pues así los más jóvenes habrán de sentir el compromiso con el otro, la entrega, el servicio a nuestra tierra y a nuestra gente. 4. Ministerio de Educación y Ciencia de España, 2005 http://www.educacionciudadania.mec.es/pdf/Recomendaciones.pdf mayo 2008 22 REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 Así por ejemplo, los países miembros de la Unión Europea, implementaron el 2005 como el año de la educación ciudadana y se diseñaron algunas recomendaciones para que los ministerios de educación de los países miembros pudieran implementar un plan: El conocimiento, las actitudes, los valores y las competencias clave referidas anteriormente requiere de métodos y enfoques educativos diversificados, como: - La participación activa de alumnos, estudiantes, profesionales de la educación y padres en la gestión democrática del lugar donde se lleve a cabo el aprendizaje, particularmente la institución educativa. - La promoción del sistema de valores democráticos en los métodos educativos. - El uso de métodos que se centren en los alumnos, tanto si tales proyectos son definidos por un grupo, un colegio, la comunidad local, regional, nacional, o internacional, como por las diversas organizaciones de la E D U C AT I P S “Convendría llevar a cabo enfoques educativos y métodos de enseñanza orientados al aprendizaje de la convivencia en una sociedad democrática, que combatan el nacionalismo violento, el racismo y la intolerancia, y que rechacen la violencia y el pensamiento extremista. La adquisición de las siguientes competencias clave contribuirían al logro de tales objetivos, a saber, la capacidad para: - Resolver conflictos de forma no violenta. - Argumentar en defensa de los puntos de vista propios. - Escuchar, comprender e interpretar los argumentos de otras personas. - Reconocer y aceptar las diferencias. - Elegir, considerar alternativas y someterlas a un análisis ético. - Asumir responsabilidades compartidas. - Establecer relaciones constructivas, no agresivas, con los demás. - Realizar un enfoque crítico de la información, los modelos de pensamiento y los conceptos filosóficos, religiosos, sociales, políticos y culturales…” La educación ciudadana deberá incluir el uso del tiempo libre de manera creativa. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008 23 E D U C AT I P S sociedad civil involucradas en la educación para la ciudadanía democrática (organizaciones no gubernamentales, empresas, organizaciones profesionales). - La investigación, el estudio personal y la iniciativa. - El acercamiento entre la educación formal a la no formal y a la informal, estableciendo relaciones cívicas entre el colegio y la familia, la comunidad, el lugar de trabajo y los medios de comunicación. En México, los consejos ciudadanos con los que algunas escuelas ya cuentan deberían ser el centro de esta formación. Nuestras escuelas particulares deberían promover esta formación desde grupos externos vinculados con la institución, en los que participan padres, empresarios, trabajadores y autoridades de la comunidad a la que pertenece la escuela. Juntos, estos actores han de esforzarse por establecer el tipo de ciudadanos que requiere su localidad, siguiendo algunos aspectos básicos que orientan en la formación de nuestros pequeños en el área de competencias ciudadanas, como son: su bienestar físico y mental, así como el respeto a su integridad. - Participación social y política de manera libre y crítica, mediante actividades y prácticas con diversos grupos de su comunidad, en donde los niños puedan aportar sus ideas, su tiempo y sus habilidades en el mejoramiento de la calidad de vida de su entorno social, físico y económico incluso. - Uso del tiempo libre de manera creativa y creadora, permitiendo que niños y niñas sean capaces de expresar sus ideas y sentimientos de manera productiva, armónica y al mismo tiempo puedan despertar su propio potencial artístico o deportivo. - Fomento y respeto a los valores comunes que han quedado ya determinados por nuestra Constitución Federal y que la escuela y la familia deberán ampliar y puntualizar de acuerdo entonces con proyectos particulares, relativos a las relaciones personales. Formación para educadores Cumplir los objetivos específicos de la educación para la ciudadanía democrática presupone una participación muy activa de los agentes educadores en una variedad de papeles y funciones necesariamente amplia, dependiendo de si las actividades tienen lugar dentro de los sistemas formales o no formales, o en un marco informal, aunque queda claro que han de contar con una sólida comprensión de las dimensiones políticas, legales, sociales y culturales de la ciudadanía. Fomentemos los valores comunes. - Mantenimiento de la tradición y la identidad cultural, es decir, promover en los niños la capacidad de aprender, comprender, disfrutar y transmitir las tradiciones y la identidad cultural propia de su comunidad, su región y su país. - Logro y conservación de la salud, que implicaría hacer a cada niño y niña capaz de cuidarse a sí mismo, 24 Ellos habrán de tener la capacidad de establecer las relaciones necesarias con el entorno social de la institución educativa; impulsar el desarrollo de recursos educativos y metodológicos, y de centros de orientación abiertos a todos los agentes involucrados en la educación para la ciudadanía democrática; así como de reconocer el papel y la situación legal de los agentes que trabajan en contextos no formales e informales. También habrán de apelar a la colaboración de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la información, pues su potencial en lo que respecta a educación para la ciudadanía democrática permitiría promover experiencias, innovaciones y perspectivas a grandes grupos de influencia. REVISTA CNEP MAYO - JUNIO 2008