TOPICS SCHADENSPIEGEL La revista para gestores de daños Número 2/2013 Bajo agua Un año después de la tormenta Sandy se ha podido reparar la mayor parte de los daños. Pero la costa Este de los EE.UU. debe prepararse ante futuros eventos naturales. PÁGINA 6 Peligros de la naturaleza Cómo los extremos meteorológicos afectan a la infraestructura Bellas artes Las galerías de arte de Nueva York bajo agua Navegación espacial La caída de un cohete más cara de todos los tiempos editorial Estimados lectores: Justo hace un año que la supertormenta Sandy azotó la costa Este de los EE.UU. Como cada huracán, Sandy también dejó tras de sí una huella muy particular. En la memoria quedan especialmente los enormes destrozos en las zonas costeras de Nueva Jersey, pero también la espectacular inundación de amplias partes del centro de Nueva York. Quien haya estado una vez en la orilla del Battery Park y haya dirigido su mirada a la estatua de la libertad, sabe que este punto apenas está por encima del nivel del mar. El centro de Manhattan es como una canoa plana situada entre el Hudson y el East River. Las enormes obras del One World Trade Center se anegaron como si de una bañera se tratase, poco tiempo después de concluir la compleja infraestructura subterránea. Los daños producidos en el área de bellas artes se conocen menos. A pesar de las alertas tempranas, numerosas galerías se anegaron provocando considerables daños a muchas obras de arte en los sótanos y plantas bajas. Tal y como suele ocurrir después de tales casos, se alzan las voces exigiendo una mejor prevención y construcciones a prueba de tormentas. Los expertos se ponen rápidamente de acuerdo en todo lo que se debe mejorar. Pero, a medida que se va distanciando el siniestro en el tiempo, estos planteamientos suelen caer en el olvido. En esta edición del „Schadenspiegel“ nos ocupamos principalmente de las particularidades de esta supertormenta, desde el punto de vista de los daños y de la relevancia para el Seguro. Les deseo una interesante lectura. Nicholas Roenneberg Responsable de Claims Management & Consulting de Munich Re NOT IF, BUT HOW Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 1 Sandy – un año después La tormenta Sandy ha puesto de manifiesto cuán vulnerable es el área metropolitana de Nueva York en el caso de graves catástrofes naturales. Hasta la fecha sólo se han puesto en práctica algunos planes para la mejora de la infraestructura – por ejemplo para proteger las redes de tráfico, como el túnel Carey (fotografía), contra las avenidas. Con el programa PlaNYC, cuya dotación ha sido incrementada a 20.000 millones de dólares, se podrán reducir, pero no evitar, los futuros daños. 2 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 6 Contenido El agua potable ganada del mar es un bien demandado a nivel mundial. Pero cuando las tuberías no están bien ancladas amenazan elevados daños. 34 Sandy – un año después ¿Cuán vulnerable es Nueva York? 6 Las consecuencias de Sandy ya están eliminadas. Ahora la ciudad se prepara para futuros eventos naturales. ¿Inundación o tormenta? En el caso de Sandy, las retenciones propias anuladas les saldrán caras a los aseguradores. 10 Lo que los aseguradores pueden aprender de Sandy 14 Recomendaciones para los aseguradores en la gestión de demandas colectivas después de catástrofes naturales Sandy fue una señal de alarma Así sufre la obsoleta infraestructura de los EE.UU. por las extremas condiciones meteorológicas. Galerías de arte bajo agua Sandy sensibiliza al seguro de arte ante los peligros de la naturaleza. 20 Obligaciones en el seguro de arte Consecuencias jurídicas para los galeristas después de Sandy 28 DAñOS Las inundaciones en Alberta La catástrofe natural en Canadá –un ejemplo actual para la aplicación de las cláusulas ACC 24 31 La caída del Intelsat 27 está considerada como el siniestro más caro de la historia del seguro de la navegación espacial. Los satélites de estas dimensiones cuestan, en caso de siniestro, casi la mitad de todas las primas del mercado mundial de un año. 40 Entrevista A menudo se prefiere un arreglo a una larga incertidumbre32 Por qué las empresas estadounidenses demandadas ­suelen preferir un acuerdo amistoso a una sentencia. Daños Rotura de la tubería de aspiración en una ­ desalinizadora34 Una instalación defectuosa de las tuberías puede acarrear reparaciones costosas y elevados daños de PB. Navegación espacial Costoso lanzamiento fallido en el Pacífico El control defectuoso ocasiona la caída de un cohete más cara de todos los tiempos. Daños Inundaciones en la construcción Una gestión de siniestros rápida y efectiva ahorra dinero. 40 45 Editorial1 Noticias de la empresa 4 Columna48 Pie de imprenta Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 3 NOTICIAS GESTIÓN DE SINIESTROS I GESTIÓN DE SINIESTROS II GESTIÓN DE SINIESTROS III Fenómenos meteorológicos extremos en Asia oriental Gestión de siniestros después de catástrofes naturales NATHAN Risk Suite con opciones adicionales En ninguna otra parte del mundo cambian con tanta rapidez los riesgos meteorológicos como en Asia oriental. En nuestra nueva publicación “Severe weather in Eastern Asia” enfocamos los peligros meteorólogicos de esa región desde la perspectiva del reasegurador. La acumulación de grandes catástrofes naturales que recientemente se ha observado en diferentes partes del mundo pone de manifiesto la importancia clave de la industria aseguradora para que las sociedades puedan afrontar y recuperarse de los siniestros de gran envergadura. Además de señalar los conceptos básicos y principios físicos característicos de los fenómenos naturales peligrosos y explicar cómo ocurren y repercuten, también analizamos sus aspectos en relación con los siniestros. En esta publicación también describimos y corroboramos, con ayuda de resultados estadísticos, los factores que hacen cambiar los riesgos como, por ejemplo, la variabilidad del clima o el cambio climático. Por otro lado, el lector podrá encontrar en “Severe weather in Eastern Asia” una serie de consejos útiles sobre cómo reducir los riesgos y prepararse de la mejor forma para hacer frente a los acontecimientos extremos. De los resultados y conocimientos expuestos se derivan las correspondientes conclusiones para los mercados de seguros en Asia oriental. Nuestra nueva publicación “Gestión de siniestros después de catástrofes naturales” tiene por objetivo analizar los grandes desastres naturales del pasado reciente y derivar conclusiones que sirvan a los aseguradores para mejorar aún más sus medidas de prevención y la gestión de siniestros. Asimismo se estudian el huracán Katrina, los terremotos de Tohoku, Christchurch y Chile, las inundaciones en Tailandia, así como los temporales en EE.UU. y la supertormenta Sandy. La publicación subraya la importancia de un plan de emergencia profesionalmente concebido y facilita una guía práctica para que las empresas puedan desarrollar y perfeccionar sus propios planes de actuación. Ahora, el sistema NATHAN Risk Suite, que ya ha dado prueba de su eficacia, ofrece aún más funciones. Las herramientas adicionales sirven para hacer más transparentes los riesgos de los peligros naturales y analizar de forma más exacta las carteras. Asimismo ofrece una función adicional con la que se pueden incluir en el análisis datos individualmente determinables (p.ej. sumas aseguradas, pagos de siniestros, etc.) y utilizarlos para la evaluación de una cartera. >> Para más información, contacte a su gestor de clientes o consulte: connect.munichre.com >> Para más información, contacte a su gestor de clientes o consulte: connect.munichre.com Ahora se pueden asignar espacialmente los valores asegurados a zonas específicas de peligros naturales y zonas CRESTA. El Informe sobre la Evaluación de la Cartera de Riesgos –que se genera de forma automática– facilita estadísticas sobre datos relativos a la cuantía de los daños o las sumas aseguradas. Una visualización exacta de los riesgos según sea la situación geográfica redondea el cuadro. >> Para más información, consulte: www.munichre.com/nathan Noticias breves Nuestra filial en Pekín celebra este año su décimo aniversario. Con la apertura de esta filial, Munich Re fue la primera compañía de reaseguros internacional a la que se concedió la licencia para operar en reaseguros múltiples en todo el país. Actualmente operamos en China en todos los ramos que conforman el negocio de reaseguro. Munich Re ha designado a Bernhard Kaufmann (44) para que asuma el cargo de group chief risk officer a partir del 1 de enero de 2014. Su antecesor en este cargo, Joachim Oechslin, se incorporará a la Junta Directiva de Credit Suisse Group. 4 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 Ya está disponible el nuevo programa de seminarios para clientes “Knowledge in dialogue 2014”. El año que viene ofreceremos de nuevo a nuestros clientes internacionales un amplio espectro de seminarios y talleres de trabajo. En nuestra oferta de actividades no solamente se incluyen todos los ramos de seguro esenciales sino también temas específicos como los seguros financieros y la gestión de riesgos empresariales. Para más detalles, le rogamos contacte a su gestor de clientes. NOTICIAS connect.munichre cumple 10 años ¿Está “conectado“ ? El portal de clientes exclusivo de Munich Re Con connect, Munich Re pone a disposición de sus clientes una plataforma en línea que cumple todos los requisitos de seguridad y sirve para acceder a conocimientos específicos, intercambiar datos y gestionar documentos. Una encuesta entre los usuarios reveló: casi el 90 por ciento de los clientes indicaron estar satisfechos o muy satisfechos con la plataforma. connect.munichre está al servicio de nuestros clientes y socios las 24 horas del día para acceder a conocimientos específicos o novedades del mundo de seguros. Constituye una plataforma en línea que se adapta a las necesidades concretas de los clientes y permite entablar contacto con los especialistas internos de Munich Re y así beneficiarse de su larga experiencia profesional. Gracias a las más modernas tecnologías, el portal ofrece un entorno virtual –accesible solamente a través de un sistema seguro de contraseñas– que garantiza un intercambio de informaciones a niveles incluso de alta confidencialidad en las áreas de desarrollo de productos, suscripción, gestión de riesgos y tramitación de siniestros. En la página principal se obtienen las noticias más recientes y, con unos pocos clics, el sistema conduce al usuario a todos los amplios contenidos informativos del portal. Las soluciones adecuadas para su negocio Más de 7.000 usuarios de las salas de proyectos virtuales se benefician del intercambio de datos electrónicos y la administración de documentos en tiempo real – la transmisión de informaciones es a menudo más segura y rápida que en la correspondencia electrónica y el trabajo es más fácil de organizar. Una selección de herramientas especiales en línea contribuye a simplificar los procesos de suscripción, por ejemplo, ayudando a los clientes a identificar y evaluar los riesgos. Gracias a las últimas noticias provenientes del mundo de seguros y a la fácil descarga en ­formato de PDF de las publicaciones muy solicitadas (como, p.ej., Topics Magazine y Topics Schadenspiegel) los usuarios siempre están al corriente de las tendencias actuales en el mercado de seguros global. En el “learning centre” encontrará múltiples seminarios y talleres que Munich Re ofrece a nivel mundial y que le ayudarán a refrescar sus conocimientos técnicos, así como soluciones del aprendizaje electrónico y webinarios rápidos y efectivos. En 2013, con miles de usarios regulares y un número creciente de personas interesadas, connect.munichre es líder en el mercado. Casi el 60 por ciento de los usuarios lleva trabajando ya más de dos años con connect.munichre. En 2010, el número de sesiones realizadas por los usarios en el sistema connect.munichre superó la marca de un millón. Hoy en día las sesiones ascienden a unos 1,6 millones – y casi tres cuartas partes de los clientes de Munich Re tienen acceso a los servicios en línea. >> Para más información, contacte a su gestor de clientes o consulte: connect.munichre.com Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 5 Sandy ¿Cuán vulnerable es Nueva York? A pesar de la exactitud de los pronósticos y las medidas adoptadas durante los días previos, Sandy causó enormes daños en las regiones costeras del noreste de los EE.UU. Si bien en este caso, el f­ actor determinante fue la concatenación de factores individuales poco probables, desde hace mucho tiempo es sabido que el área de Nueva York es sensible a la aparición de tormentas extremas. Lo que Sandy también puso en evidencia: las medidas de protección planificadas hasta ahora son insuficientes. Peter Miesen En el momento en que Sandy irrumpió en la zona noreste de los EE.UU. el 29 de octubre de 2012, había dejado de ser declarada tormenta tropical para pasar a ser post-tropical. Esto no significa necesariamente una menor intensidad (como en este caso) aún cuando a menudo se interprete así. Solamente quiere decir que se ha producido la transición completa desde un sistema de tormenta tropical a otro extratropical, con todas sus características. Por regla general, las tormentas se extienden en el transcurso de la así denominada “transición extratropical” y que a veces se prolonga durante días. En este caso, Sandy tampoco fue una excepción y en la actualidad está considerado como el sistema tormentoso más grande del Atlántico. La extensión del área de viento con fuerza de tormenta tropical (es decir, 64 km/h como mínimo de media del viento durante 1 minuto) alcanzó un máximo de 1.500 kilómetros. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 7 sandy Fig. 1: Zonas de evacuación después de Sandy en la ciudad de Nueva York Zona A: Evacuación forzosa por orden del alcalde Bloomberg Zona B: Peligro de inundación en caso de huracanes con una categoría superior a 2 Zona C: Peligro de inundación en caso de huracanes con categorías 3–4 directamente al sur de NYC Centros de evacuación Fuente: State of New Jersey, NHD Plus, NPS, Esri, DeLorme, NAVTEQ, USGS, USDA, EPA, IPC, TomTom, NGA 8 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 No solo la enorme extensión del área de vientos fue decisiva para la evolución del siniestro sino también la trayectoria que siguió Sandy. Esto se debió a que el recorrido estaba bloqueado por un sistema de altas presiones sobre el Atlántico y a que, al mismo tiempo, las bajas presiones sobre el continente americano causaron una fuerza ascensional que desplazó la tormenta hacia el oeste en contra de lo habitual, causando un impacto prácticamente perpendicular en la línea de la costa. Por si esto fuera poco, en muchas zonas (entre ellas la punta sur de Manhattan y la costa atlántica de Nueva Jersey), la máxima intensidad de la marea huracanada coincidió con la marea alta viva de la luna llena. En condiciones normales, ésta es ya la causa para uno de los niveles máximos del agua al mes. Como consecuencia de estos factores se produjeron mareas huracanadas a lo largo de toda la costa desde Nueva Jersey hasta el Cabo Cod, registrándose en algunas estaciones de medida del nivel del mar, como The Battery en la punta sur de Manhattan, valores récord nunca vistos desde el inicio de las medidas en el año 1880. La extensión del campo de viento causó daños hasta en Canadá. Sandy A pesar de la exactitud de los pronósticos y las medidas adoptadas durante los días previos, los efectos de Sandy fueron devastadores. En conjunto, solo en los EE.UU. perdieron la vida 127 personas. Más de 650.000 edificios y 330.000 vehículos resultaron dañados o destruidos. El total de los daños asegurados (incluido el National Flood Insurance Program) ascendió a casi 30.000 millones de dólares; los daños económicos a nivel nacional superarán este valor en más del doble. En 17 estados federales se produjeron cortes del suministro eléctrico, resultando afectadas aprox. 8,5 millones de personas. Los daños en infraestructuras tales como las vías del ferrocarril, carreteras y túneles totalizaron varios miles de millones de dólares y causaron parcialmente el colapso del transporte. Los más afectados fueron los estados de Nueva York y Nueva Jersey que, conforme a las cifras de Property Claims Service (PCS), concentraron el 85% de los daños globales. El negocio del seguro de transportes destaca especialmente entre el resto de los ramos de seguro afectados. En este caso, las compensaciones de daños alcanzaron aproximadamente 3.000 millones de dólares, un valor récord nunca antes visto para un evento siniestral. En el caso de Sandy, fue la concatenación de factores individuales poco probables la que provocó que una tormenta con velocidades de viento moderadas causara una marea huracanada tan fuerte en una zona extensa. No obstante, desde hace tiempo ya se sabía que el área de Nueva York es especialmente sensible a la aparición de fuertes tormentas con efectos similares. Con el cambio climático, la probabilidad para ello irá aumentando cada vez más. Para las zonas costeras del estado de Nueva Jersey no existe ningún plan detallado similar. Hasta el momento, estos esfuerzos se limitan al refuerzo de la costa con la ayuda de dunas de arena y la construcción de los edificios en emplazamientos más elevados dentro de las zonas destruidas por Sandy para que cumplan las nuevas regulaciones de la agencia de protección civil Federal Emergency Management Agency (FEMA). Lo que falta es una planificación a un nivel superior que tenga en cuenta la evolución futura del clima y sus consecuencias. Se transfirió mucha responsabilidad a cada uno de los municipios, cuyo foco principal se centra actualmente, por supuesto, en la pronta reconstrucción. Con el fin de minimizar la exposición a siniestros derivada de eventos de gran extensión, tales como tormentas y mareas huracanadas, es también necesaria una estrategia regional que tenga en cuenta las particularidades locales y los conocimientos in situ. En este sentido, el camino seguido por Nueva York da esperanzas de haber aprendido algo a partir de la experiencia Sandy. No obstante, esto no significa que puedan evitarse por completo los daños. Más bien se trata de hacer frente a peligros cada vez mayores con las correspondientes estrategias. Mediante la aplicación consecuente de los principios descritos, Nueva York podría alcanzar el objetivo de minimizar los posibles daños, al menos a medio plazo. >> P ara más informaciones sobre PlaNYC consulte: http://www.nyc.gov/html/sirr/html/ report/report.shtml Debido a estas y otras causas, en el año 2007 se creó en Nueva York el denominado PlaNYC. Sin embargo, una gran parte de las medidas planificadas para la mejora de la infraestructura no se pusieron en práctica antes de Sandy. Pero, en aquellos casos en los que ya se habían llevado a cabo las medidas, se demostró que los biotopos costeros renaturalizados o las nuevas directivas de construcción de edificios en emplazamientos más elevados habían sido medidas altamente eficaces. No obstante, el huracán dejó patente que aún son necesarios esfuerzos mayores que los planificados hasta el momento. Consecuentemente, poco después de Sandy se amplió el catálogo de medidas a un programa con un volumen de 20.000 millones de dólares. El informe “A stronger, more resilient New York” describe a lo largo de más de 400 páginas, entre otras, la forma de mejorar la protección de costas y las directivas de construcción. Además contiene propuestas para los sectores del seguro, infraestructuras, incluido el suministro de energía y telecomunicaciones, para los servicios sanitarios y de transporte. Este informe hizo además evidente que, en vista del cambio climático y el resultante aumento del nivel del mar, todas estas medidas pueden, en el mejor de los casos, disminuir los daños a medio y largo plazo, no así evitarlos. Nuestro experto: Peter Miesen es especialista en la creación y validación de modelos de peligros naturales, así como en la valoración de riesgos relacionados con los ­peligros meteorológicos. pmiesen@munichre.com Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 9 Sandy ¿Inundación o tormenta? Los seguros combinados de edificios en los EE.UU. suelen excluir daños por “inundación” pero no los daños ocasionados por “tormenta”. Pero en el caso de Sandy, tanto las inundaciones como la tormenta causaron graves daños. Entonces, ¿pueden acogerse los aseguradores a la exclusión? Leon Taylor y Aidan M. McCormack Sandy asoló hace más de un año la costa atlántica central de los EE.UU. y causó destrozos en numerosos estados federados, entre ellos también Nueva York, donde Manhattan se vio afectada por graves inundaciones que provocaron cientos de miles de avisos de siniestro en edificios e industrias, afectando a los más diversos ramos del seguro. Solamente en el estado federado de Nueva York se ­destruyeron aproximadamente 350.000 viviendas. Además se registraron unos 250.000 siniestros del seguro de Automóviles. Y también se totalizó una cifra similar de empresas afectadas. La anegación del metro de Nueva York y del terreno del World Trade Center provocaron avisos de siniestro por varios miles de millones de dólares estadounidenses. El siniestro global que se le adjudica a Sandy se cifra, entretanto, en unos 70.000 millones de dólares estadounidenses. Con ello Sandy es, después del huracán Katrina, la segunda tormenta más cara de la historia de los EE.UU. Sandy es uno de los eventos más importantes de los últimos años que se debe a las condiciones meteorológicas. Pero también se distingue por la rápida liquidación de unos 500.000 daños a edificios de viviendas, impulsada, a su vez, por la actitud firme y decisiva de numerosos organismos y políticos. Retenciones propias y sublímites La mayoría de los seguros estadounidenses combinados de edificios prevén elevadas retenciones propias para los siniestros por huracanes que suelen ascender del dos al cinco por ciento del valor asegurado. Cada estado federado tiene sus propias disposiciones relativas a la aplicabilidad de retenciones propias en caso De complejo convectivo de mesoescala a supertormenta 22.10.2012 500 km al sur de Kingston, Jamaica Se forma el complejo ­convectivo 25.10.2012 Santiago de Cuba, Bahamas Toca tierra con la categoría 3 en el este de Cuba con rumbo hacia las Bahamas 24.10.2012 Jamaica Toca tierra al este de Kingston como categoría 1 10 26.10.2012 El centro está lejos de la costa de Florida El campo eólico aumenta de forma dramática a medida que desciende la velocidad de viento Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 27.10.2012 El centro está lejos de la costa de Carolina del Sur y Carolina del Norte y se ­desplaza hacia el noreste Convección más intensa próxima al centro 29.10.2012 17:00 hora local Costa atlántica central y costa del noreste Sandy choca contra masas de aire frío y gana fuerza con ello; el National Hurricane Center declara a Sandy tormenta extratropical Sandy de huracanes. De esta forma, por ejemplo en Nueva York se pueden aplicar retenciones propias en caso de huracanes cuando el National Weather Service clasifica una tormenta dentro de la categoría 1 o superior y toca la costa en el Estado de Nueva York. En Nueva Jersey, el National Weather Service debe clasificar a la tormenta como huracán y registrar en un lugar cualquiera dentro del estado velocidades de viento constantes de 74 millas por hora (aprox. 120 km/h). Para los daños provocados por determinados eventos, como una tormenta con nombre o inundación podrían regir también sublímites específicos. Justo después de Sandy, algunos gobernadores y organismos de supervisión de seguros exigieron públicamente a los entes aseguradores que prescindieran de la aplicación de las retenciones propias en caso de huracanes porque la tormenta no cumplía los criterios para retenciones propias que existían en algunos estados federados. Éste fue el primer indicio de una actitud especialmente fuerte y proactiva por parte de los organismos de supervisión frente a los aseguradores y su liquidación de los daños originados por Sandy a edificios de viviendas. Las retenciones propias y los sublímites pueden ­causar dificultades a la hora de calcular la suma indemnizatoria, cuando, por ejemplo, están afectadas varias ubicaciones del mismo tomador del seguro o una tormenta toca tierra en una zona geográfica de mayores dimensiones y por un largo periodo de tiempo. El huracán Katrina se consideró como un solo evento por lo que a los planteamientos de la posibilidad de agregación respecta. Sandy arroja otros problemas, sobre todo de cara a las tormentas de nieve y 29.10.2012 Tarde (hora local) Manhattan, punta sur La marea huracanada en Battery Park y en East River inunda túneles y ferrocarriles suburbanos lluvia secundarias (así denominadas Nor’easters) que le prosiguieron: ¿Se trata de uno o de dos eventos? La repuesta depende en gran medida de lo redactado en la cláusula de agregación en el contrato de seguro y de las circunstancias exactas para las cuales rige la cláusula. Viento o avenida en el caso de mareas huracanadas Uno de los problemas más destacados que surgió después de Katrina y que podría presentarse en el marco de disputas relacionadas con el seguro sobre Sandy, atañe a la cuestión de si se pueden excluir los daños de inundación producidos por la marea huracanada. Conforme a la definición del National Hurricane Center de los EE.UU., una marea huracanada se origina por el agua que “es empujada hacia la costa por los vientos ciclonales que giran en torno a la tormenta”. La mayoría de los seguros combinados de edificios en los EE.UU. excluye los daños por “inundación” y en los seguros de comercio e industria se suelen estipular sublímites. Pero las “tormentas” suelen ser generalmente un peligro asegurado. Por ello, los tomadores de seguro suelen argumentar que la causa en sí de un siniestro por marea huracanada no es la “inundación” sino la “tormenta”. 29.10.2012 Zona alrededor de Brigantine, Nueva Jersey Sandy toca tierra en los EE.UU.; fuerzas máximas de viento en la parte oeste del ciclón; máximos niveles del agua en la costa noreste al norte del centro de rotación 29.10.2012 Tarde (hora local) Costa atlántica de Nueva Jersey a Long Island y parte sur de Rhode Island Sandy ocasiona daños por inundación de extrema gravedad en las regiones costeras 31.10.2012 Este de Canadá Después de debilitarse sobre tierra firme, los restos de Sandy se funden con una zona de bajas presiones sobre el este de Canadá 30.10.2012 Apalaches Condiciones de ventisca en amplias zonas del sistema montañoso Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 11 Sandy ¿Causa concurrente o directa? ¿Qué ocurre cuando más de una causa –una asegurada y una excluida– han contribuido al siniestro o cuando, por ejemplo en el caso de una marea huracanada, un tribunal determina que las causas han sido tanto la inundación como la tormenta? En este caso, ¿pueden acogerse los aseguradores a la exclusión? Cuando un siniestro se puede repartir entre ambas causas, es decir, un daño por inundación en el sótano de una casa y un daño por tormenta en el tejado, entonces el ajuste de siniestros no suele presentar dificultad alguna, porque los daños individuales se pueden adjudicar exactamente a ambas causas. Pero, cuando ambas causas han actuado al mismo tiempo o cada una de las causas por separado podría haber originado el daño total, entonces –si no se ha estipulado una exclusión de co-causalidad– la ­respuesta se orienta conforme a la correspondiente prueba de causalidad que se deba aplicar. En cada estado federado estadounidense rigen en este sentido criterios diferentes. Pero en la mayoría de los Estados, entre ellos también Nueva Jersey, se debe decidir, por ejemplo, cuál de las causas es la “causa eficiente o directa” (“efficient or proximate cause”), es decir, aquella que haya iniciado el proceso de ­causalidad. Cuando se excluye la causa “eficiente o directa”, entonces el asegurador puede rechazar la indemnización en su totalidad. Algunos tribunales, también en Nueva York, persiguen un enfoque parecido verificando si existe una co-causalidad (“concurrent cause”). Sandy causó más de 650.000 daños a edificios de viviendas, como aquí en Long Island, NY, EE.UU. Exclusiones de co-causalidad y cláusulas de daños consecuenciales Este tipo de cuestiones de causalidad pueden sensibilizar a que se apliquen en el contrato de seguro exclusiones de co-causalidad (así denominadas cláusulas ACC) y cláusulas de daños consecuenciales. Las cláusulas de daños consecuenciales traen consigo excepciones de exclusiones cuando, como consecuencia de un riesgo excluido, se realiza un riesgo concreto, delimitado y asegurado. Así ocurre cuando, por ejemplo, la inundación de un edificio origina un incendio. Por su parte, las cláusulas ACC permiten al asegurador que alegue él mismo exclusiones cuando existe una causa concurrente asegurada. Una cláusula ACC típica podría redactarse así: “La cobertura de seguro, sin considerar las causas ­concurrentes, no se extiende a daños directos o indirectos por … Este tipo de daños estarán excluidos incluso cuando otras causas o eventos concurrentes hayan contribuido al mismo tiempo o en cualquier orden ­cronológico al siniestro.” En algunos estados federados de los EE.UU. (como Washington y Virginia Occidental) este tipo de cláusulas no se pueden hacer valer jurídicamente. Pero la mayoría de los tribunales las han reconocido después de Katrina siempre que los aseguradores se remitieran a ellas. 12 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 sandy Después de Sandy, las cláusulas ACC han suscitado una fuerte crítica, al menos respecto a los propietarios de casas y viviendas. En el estado de Nueva York, el legislador está estudiando actualmente, dentro del marco de una serie de proyectos de ley para la protección de los tomadores de seguros combinados de casas y viviendas, una ley según la cual se puede prohibir la aplicación de las cláusulas ACC. Planteamientos actuariales del reaseguro Las cuestiones relativas al reaseguro que han surgido a raíz de Sandy se van cristalizando poco a poco. No obstante pueden surgir problemas relativos a la doctrina de la obligación del reasegurador de seguir a la cedente y la comunidad de suerte, así como respecto a la cuestión de la posibilidad de agregación de daños. Sin duda, la introducción de nuevas disposiciones ha presionado a las cedentes a que regulen con rapidez los daños ocasionados por Sandy. Junto a su expreso rechazo de las retenciones propias por huracán, algunos organismos del seguro han introducido nuevas disposiciones para la liquidación de siniestros de Sandy con el propósito de acelerar y simplificar los procedimientos para los propietarios de casas y viviendas. Así, en el estado de Nueva York, el Departamento de Servicios Financieros (DFS por sus siglas en inglés) ha dispuesto que los aseguradores deben inspeccionar los daños en un plazo de 15 días posteriores al aviso de siniestro y deben tomar una decisión sobre el ajuste de siniestros en un plazo de otros 15 días laborables (en algunos condados incluso de seis días laborables) una vez concluida su inspección. El DFS exige además que los aseguradores deben aceptar documentaciones fotográficas o de vídeo de los siniestros. Estas medidas han contribuido con certeza a la presta liquidación de muchos daños causados por Sandy. En este sentido, podría surgir la duda de si una liquidación de siniestros semejante corresponde con los principios empresariales y con los requisitos de diligencia y buena fe, es decir, si los reaseguradores están ligados a este tipo de arreglos. Adicionalmente, a nivel de reaseguro podrían plantearse cuestiones relativas a la posibilidad de agregación de los daños. Muchos contratos de reaseguro recogen cláusulas horarias, según las cuales se pueden agrupar los daños que se producen dentro de un periodo determinado de tiempo (por regla general 72 horas) en un sólo evento siniestral. Pero como los daños causados por Sandy se produjeron en un periodo de tiempo más extenso, puede ser que, conforme a estas cláusulas, ya no se puedan agregar. Por ejemplo, transcurrieron más de 72 horas entre los daños producidos en el Caribe y los del noreste de los EE.UU., particularmente si se tiene en cuenta la tormenta secundaria “Nor’easter”. En el caso de que una cedente asegure empresas en ambos lugares podría tratarse de más de un evento, conforme al contrato de reaseguro. >> http://www.dlapiper.com/Leon-Taylor/ http://www.dlapiper.com/aidan_mccormack/ nUESTROS ExpertOs: Leon Taylor es socio en el equipo Insurance & Reinsurance de DLA Piper en Londres y Nueva York. Aidan M. McCormack es socio en el equipo Insurance & Reinsurance de DLA Piper en Londres y Nueva York. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 13 Sandy Lo que los aseguradores pueden aprender de Sandy Los litigios por daños materiales basados en acciones colectivas son un fenómeno común en EE.UU. que se da después de catástrofes naturales. En muchas ocasiones, son apoyados por bufetes de abogados de gran solidez financiera. Quienes estén familiarizados con sus métodos pueden tomar las correspondientes medidas para defenderse de reclamaciones injustificadas. Roger D. Higgins y J. Richard Harmon Independientemente de si se trata de Katrina, Rita, Ike o Dolly, el modo de actuar es siempre el mismo cuando una tormenta tropical golpea la costa del golfo estadounidense: nada más desaparecer el huracán hicieron acto de presencia constructores, techadores y peritos oficiales para hacer negocios con las personas dañadas. También los bufetes de abogados intentaron sacar partida de la situación, lanzando campañas publicitarias y seminarios gratuitos sobre los derechos de los asegurados para así captar como mandantes el máximo número posible de damnificados. Independientemente de los hechos jurídicos en sí, su objetivo fue incrementar el precio y alcance de los daños con ayuda de sus propios peritos. Intentaban, dentro de lo posible, evitar litigios sobre los siniestros realmente asegurados de sus clientes. En cambio, lo que hacían era buscar puntos débiles en la liquidación de siniestros y en las condiciones del seguro a fin de convertirlos en un enfoque de litigio. La tormenta Sandy ha mostrado, una vez más, que el peligro es totalmente real. Tras haber visto casos similares después de los huracanes que azotaron Luisinana, Mississipí y Texas, los aseguradores ya se imaginaban lo que les esperaba. Muchas veces la atención se centraba en las disputas sobre las cláusulas de exclusiones en caso de cocausalidad (anti-concurrent causation clauses o cláusulas ACC). En estas cláusulas quedan excluidos los daños ocasionados simultáneamente por un peligro asegurado (p.ej. tormenta) y un peligro no asegurado (p.ej. inundación), independientemente del acontecimiento que haya causado directa o principalmente el siniestro. Según argumentan los abogados, o bien los aseguradores no aplican debidamente las cláusulas ACC, o bien no son correctos los procedimientos en el ajuste del siniestro con respecto a la cocausalidad. Los fuertes vientos y la marea huracanada destrozaron los embarcaderos y arrancaron los barcos de su anclaje, lanzándolos a un asentamiento turístico cercano al puerto de Great Kills en la costa oriental de Staten Island, Nueva York, EE.UU. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 15 Sandy Por otro lado también se realizan esfuerzos para que los procesos judiciales se lleven a cabo en tribunales que son favorables a los demandantes. Los abogados esperan que las sentencias pronunciadas por estos tribunales se utilicen como precedentes vinculantes de impacto bastante mayor en los procedimientos probatorios. En vista de ello, algunos aseguradores solicitaron que a todos los casos se les dispense un tratamiento conjunto dentro del marco del “litigio de múltiples distritos” (multidistrict litigation – MDL; compárese, 28 U.S.C. § 1407 Transferencia de asuntos jurídicos de carácter global a un tribunal determinado). Gracias al MDL (litigio de múltiples distritos) se puede homogeneizar el procedimiento probatorio y, por lo tanto, evitar duplicidades en los testimonios escritos de los testigos y aumentar la predicibilidad de las resoluciones tomadas en el procedimiento previo. Evitar demandantes mediante un ajuste de ­siniestros efectivo Así de devastadas quedaron las casas en primera fila de la playa Rockaway Beach (Long Island, Nueva York, EE.UU.) en el Atlántico. Si bien cada daño material constituye un caso particular, muchas veces los abogados de los asegurados engloban los diferentes casos en acciones colectivas para que aumente el alcance de la respectiva sentencia tribunal. Los aseguradores no siempre lograron impedir la admisión de acciones colectivas. En efecto, varios tribunales admitieron a trámite tales acciones o aceptaron arreglos colectivos. Por otro lado existe también una estrategia que se denomina “blast filings” y que consiste en presentar simultáneamente varias demandas contra uno o varios aseguradores con la intención de “desgastar” los recursos de los demandados y así crear la posibilidad de llegar a un arreglo a favor de los asegurados. 16 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 Una de las lecciones aprendidas de los huracanes en la costa del Golfo es la importancia de un ajuste de siniestros efectivo. En cientos de procesos judiciales, los abogados de los demandantes presentaron pruebas de que en el ajuste de siniestros hubo actuaciones u omisiones de los aseguradores que se debieron a una causa a nivel de la compañía o “institucional”. Sin embargo, su objetivo verdadero fue destapar los puntos débiles en las condiciones del seguro y en el tratamiento de los derechos de los asegurados para así ocultar que los asegurados tenían problemas a la hora de presentar pruebas del siniestro asegurado. La mejor forma de combatir este enfoque universalista es un ajuste de siniestros proactivo y rápido. Para los aseguradores es esencial que los ajustes y los expedientes de los siniestros cumplan con rigurosidad los debidos criterios, pues solo así estarán en condiciones de demostrar que cada siniestro es ­distinto, tanto en lo que se refiere a la cobertura como a la suma indemnizatoria. Las siguientes sugerencias se basan en las lecciones aprendidas de las catástrofes naturales y sirven para mejorar el ajuste de siniestros. Estas sugerencias no son exhaustivas pero sí útiles. Documentar la correspondencia con el asegurado Tras los huracanes en la costa del Golfo, muchos de los asegurados alegaron ante los tribunales que nadie les había dicho que guardaran las facturas de las reparaciones o que tomaran fotos de los daños. Con esta excusa intentaban quitarse de encima la carga de demostrar que habían sufrido un daño asegurado. Puede que un jurado llegue a tener comprensión por la situación de un asegurado, siempre y cuando el asegurador no presente hechos que prueben lo contrario. Sandy Material fotográfico del daño Más de un año después del ajuste de siniestro orginario, los tomadores de seguro hicieron valer en Texas reclamaciones ante los aseguradores –muchas veces en forma de una carta de reclamación o una demanda–, alegando que los daños habían alcanzado sumas bastante más elevadas de lo que orginariamente se había calculado para el ajuste de siniestros. Tales afirmaciones se pueden refutar fácilmente con ayuda de fotografías. Al material fotográfico de los daños se le atribuye la misma importancia que a las fotos tomadas de la propiedad no dañada (enseres domésticos, paredes, techos, etc.). De esta manera también se puede rebatir el argumento de que los peritos no hubieran inspeccionado determinadas partes de un edificio. Vivimos en la era de la fotografía digital y, por ello, prácticamente es imperdonable que un siniestro no se encuentre documentado en toda su extensión. Expediente del siniestro actualizado y detallado Dado que en el procedimiento probatorio puede que el asegurador tenga que presentar el expediente de un siniestro o un registro de fechas y citas, es ­conveniente llevar una documentación detallada y actualizada para el expediente que contenga la comunicación íntegra con el asegurado, los peritos y las demás personas que participan en el ajuste del siniestro. Al igual que el huracán Katrina, tras la devastación provocada por Sandy no se sabía si el causante de un daño determinado había sido la tormenta o la inundación. ¿Cómo se aplica la cobertura si el causante de un daño son dos peligros a la vez, es decir, uno asegurado y el otro no cubierto? Es bastante probable que la interpretación que, en este caso, el tribunal dé a la aplicación de la cláusula ACC tenga consecuencias transcendentales para los aseguradores, pues solamente el 4% de los propietarios de viviendas en Nueva York tiene contratado un seguro contra inundación. También los daños por las retenciones en el alcantarillado podrían dar lugar a la aplicación de la cláusula ACC. La mayoría de las pólizas incluyen exclusiones similares a las de la cobertura ACC para daños causados por agua, que más o menos reza de la siguiente forma: “El asegurador se responsabilizará de pérdidas o daños que fueron causados directa o indirectamente [por acontecimentos que figuran mencionados en la exclusión de daños por agua]. Esta exclusión rige, independientemente de las causas o acontecimentos que hayan contribuido simultáneamente o en cualquier secuencia al siniestro.” Después que la marea huracanada cesara, la arena salina y los automóviles dañados dificultaron enormemente los trabajos de rescate y desescombro en Nueva Jersey. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 17 Sandy Este texto no contempla la aplicación de la “efficient proximate cause rule”, según la cual la cobertura se rige por la proporcionalidad de los peligros asegurados y no amparados en el daño material. El tribunal de apelación del quinto distrito judicial ha confirmado en varias ocasiones la aplicación de las cláusulas ACC dentro del contexto interpretativo de las disposiciones legales de Luisiana, Mississipí y Texas. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Mississipí impuso limitaciones importantes a la intrepretación del tribunal de apelación correspondiente al quinto distrito judicial. En el caso de Corban contra United States Automobile Insurance, el tribunal dictaminó lo siguiente: “Solamente si en una situación determinada concurren hechos que constituyen una verdadera causa “conjunta” –es decir, tormenta e indundación como únicos fenómenos simultáneos que causan el daño material–, podemos hablar de un siniestro indivisible, según las leyes del distrito de Mississipí, al que serían aplicables las cláusulas ACC.” A raíz de esta interpretación, el tribunal decidió que todos los “daños materiales directos” causados por la tormenta están asegurados, mientras que quedan excluidos todos aquellos “daños materiales directos” que hayan sido provocados por la inundación o por la inundación “en concurrencia” con la tormenta. Hasta la fecha, relativamente pocos tribunales han aplicado las disposiciones de las cláusulas ACC según la legislación vigente de Nueva York, Nueva Jersey y Pennsylvania. Un tribunal de apelación de Nueva York confirmó la aplicabilidad de una cláusula ACC. Se trataba de un caso jurídico en el que se quería excluir la presión ejercida por las aguas fréaticas sobre una piscina, a pesar de que el agua previamente evacuada de la piscina y el agua pluvial habían contribuido al siniestro. También en Nueva Jersey, se confirmó la aplicación de una cláusula ACC en un peritaje no publicado, ordenado por el tribunal de apelación. Sin embargo, en el año 2009, un tribunal de apelación en Pennsylvania concluyó que la cláusula era equívoca y debería interpretarse a favor del asegurado y no a favor del asegurador. NUESTROS EXPERTOS: Como abogado, Roger D. Higgins representa y presta asesoramiento a las aseguradoras en el bufete de abogados Thompson, Coe, Cousins & Irons, LLP. Asimismo ha ejercido de abogado principal en numerosos procesos, arbitrajes y acciones colectivas. >> El Artículo se basa en una contribución de la revista “Declarations”, International Association of Claim Professionals, edición de invierno 2013. 18 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 J. Richard Harmon, Thompson ha representado –como abogado del bufete Coe, Cousins & Irons, LLP– a un gran número de aseguradores en importantes procesos de daños comerciales tras los huracanes Rita, Katrina, Dolly e Ike. ¿Qué ofrece su gestión de siniestros? El cambio producido en los riesgos meteorológicos tiene considerables ­repercusiones sobre el Seguro. Éste debe encontrar respuestas para poder afrontar los siniestros de gran envergadura y recuperarse de ellos con rapidez. Las dos nuevas publicaciones de nuestra serie “Knowledge Series” les ayudarán en este sentido. En “Claims management following natural catastrophes” analizamos las grandes catástrofes del pasado reciente condicionadas por el clima y derivamos conocimientos que apoyan a los aseguradores en sus medidas de previsión y su gestión de siniestros. “Severe weather in Eastern Asia” se ocupa especialmente de la nueva situación de peligro en el este de Asia. Pueden obtener ambas publicaciones en inglés en nuestro Portal de Clientes connect.munichre.com o de su Gestor de Clientes. Para más detalles, les rogamos contacten a su Gestor de Clientes. not if, but how Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 19 Entrevista Sandy fue una señal de alarma La tormenta Sandy causó grandes daños en las infraestructuras de los EE.UU., y la amenaza de tormentas a la que se ve sometida la costa este aumenta día a día. Tony Kuczinski reflexiona sobre las posibilidades de reforzar la región frente a ­inclemencias climatológicas. Tony Kuczinski es Presidente y Chief Executive Officer de Munich Re America. Schadenspiegel: Señor Kuczinski, ¿cuál fue su experiencia personal con el huracán Sandy? Tony Kuczinski: Cuando Sandy llegó a la costa este de los EE.UU., me encontraba junto con algunos de mis colegas fuera de los EE.UU., concretamente en Múnich. Debido a ello, nuestro regreso a los Estados Unidos se tuvo que retrasar algo. Inmediatamente después del huracán, me fue difícil ponerme en contacto con nuestra oficina en Princeton y con mi familia en Pennsylvania debido a que los cables de energía eléctrica y teléfono habían sufrido daños. ¿Cuál fue su primera estimación cuando tuvo noticia del huracán? Me reuní en Múnich con varios colegas y nuestra primera estimación fue que los daños debidos al huracán debían ser comparables a los del huracán Irene. No obstante, en el momento en que recibimos más imágenes en Alemania, se hizo más claro el alcance de los daños. Nos dimos cuenta de que los daños asegurados, debidos a este evento, iban a ser muy difíciles de estimar debido a los daños parciales causados por las inundaciones y las mareas vivas. 20 ¿A cuánto ascendieron finalmente los daños causados por Sandy? Sandy costó a Munich Re en torno a 800 millones de euros, antes de impuestos. Los daños totales cubiertos por los seguros ascendieron a aprox. 30.000 millones de dólares y los daños económicos ascendieron a aprox. 70.000 millones de dólares. Por lo general, la infraestructura de los EE.UU. es considerada débil y, en muchos casos, obsoleta. No obstante, ¿le ha asombrado la magnitud de los daños en la infraestructura? Si bien Sandy fue un caso único, Munich Re previó un escenario similar en un artículo sobre Irene incluido en una publicación lanzada poco antes con el nombre “Severe Weather in North America”: “Un huracán de mayor intensidad que el acaecido en Nueva Inglaterra en 1938 podría causar en toda la región mayores daños debidos a las tormentas y una marea muy alta que asolaría los municipios costeros y el centro económico de los EE.UU., causando con ello graves daños. Dichos daños podrían superar con mucho los causados por Irene.” Esta publicación incluye un mapa que muestra las zonas de Nueva York amenazadas por las inundaciones en caso de huracán. Las zonas de Nueva Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 York que quedaron realmente inundadas coinciden con gran exactitud con esta previsión. Entonces, ¿por qué no se mejora la prevención? Cada cuatro años, la American Society of Civil Engineers publica una evaluación de la infraestructura del país. En 2013 nuestra infraestructura recibió la calificación D+ 1 (deficiente). Cuatro años antes, recibió la nota D. En vista del estado de nuestra infraestructura y de la vulnerabilidad de la costa este a los huracanes del Atlántico, podrían haberse previsto las consecuencias. Por desgracia, a menudo es necesario que ocurra un episodio devastador antes de que las autoridades reaccionen. Era de sobra conocido que en Nueva Orleans el sistema de diques, los muros de contención de las inundaciones y las bombas requerían una renovación técnica. Es comprensible y humano postergar las cosas hasta que se vuelven críticas, especialmente cuando los medios son limitados. No obstante, me ­pregunto cuánto dinero podría 1 éase „American Society of Civil Engiv neers Infrastructure Report Card http:// www.asce.org/ entrevista haberse ahorrado a lo largo de los años y cuántas vidas hubiera sido posible salvar si no se hubieran ­retardado tales medidas. En el futuro, ¿qué medidas podrían reducir el potencial de daños debidos a eventos similares en la región? En el caso de las inversiones en la infraestructura y otras medidas tenemos que tener en cuenta el cambio de las condiciones del tiempo y el cambio climático. Tomemos como ejemplo Nueva Jersey, donde se encuentra la sede de Munich Re America: este estado federal ha sufrido enormes daños debidos a las inundaciones y mareas vivas causadas por Sandy. Conforme a los modelos climatológicos actuales, puede esperarse que, en el futuro, Nueva Jersey se verá sometida a un mayor riesgo de lluvias intensas, huracanes, inundaciones y mareas vivas. dan regularmente. Además, las construcciones deben satisfacer normas más exigentes. Por lo tanto, para Nueva Jersey, los daños relacionados con el agua constituyen el mayor peligro futuro, teniendo en cuenta que un mapa del American Geosciences Institute muestra que entre el 10 y el 20% de la extensión del estado se encuentra en zonas inundables. Por tanto, si uno se pregunta en qué mejoras de la infraestructura deberían invertirse los medios económicos limitados, la respuesta debería enfocarse en la protección contra las inundaciones. La planificación de espacios urbanizables y unas directivas de construcción eficaces pueden aportar mucho para evitar daños en el futuro. También debemos tener en cuenta los emplazamientos de las nuevas construcciones, no debemos seguir construyendo en áreas que se inun- Asimismo, las mejoras en los sistemas de suministro de agua y alcantarillado, así como en las redes de energía eléctrica y de otros tipos limitarían los efectos de tales acontecimientos a un mínimo y reforzarían nuestro país frente a las inclemencias climatológicas. ¿Qué significa Sandy para el sector de los seguros en los EE.UU.? Para la opinión pública, Sandy significó lo mismo que el huracán Andrew en 1992 supuso para el sector asegurador: una señal de alarma. Tras retirarse la inundación, se hizo visible la extensión de los siniestros en las calles de Nueva Jersey. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 21 entrevista Una de las muchas casas destruidas en Long Island, NY, EE.UU. Andrew colocó bajo el foco de la atención algunas discusiones sobre las consecuencias de las tormentas para una infraestructura deficiente. A partir de este huracán, las personas fueron conscientes de lo que está incluido en sus seguros de edificios y viviendas y lo que no y de qué daños cubren los correspondientes seguros contra inundaciones y cuáles no. Ahora estudian los contratos de seguros con más atención y reconocen la importancia de un seguro adecuado y de las medidas para limitar los ­riesgos. Se ha iniciado un debate sobre quién debería hacerse cargo de los costes de los riesgos y si la protección del seguro para los habitantes de las zonas costeras debería estar subvencionada por otras personas que viven en regiones con un menor nivel de riesgo. En el sector de los seguros se discute desde hace años sobre estos temas, si bien, tras Sandy, también el público se ha hecho consciente de este tema. Una vez se tiene conciencia de que existen los problemas, es más probable que la industria, la opinión pública y los políticos trabajen conjuntamente en la búsqueda de soluciones. 22 Tras el huracán es siempre antes del huracán. ¿Qué conclusión extrae Ud. de Sandy para Munich Re ­respecto a eventos similares? Debemos analizar y cuantificar los cambios. Si como consecuencia de ello resultasen modificaciones en los riesgos o puntos débiles, debemos incluir dichos cambios en nuestros modelos de riesgos. Actuamos de esta forma con todos los riesgos de cambio. Además, como líderes del mercado en el sector de los seguros y los reaseguros, debemos mantener nuestra función de pioneros a la hora de preparar a nuestros representantes electos e informar al público sobre posibles temporales futuros. También debemos involucrarnos en las soluciones que nos harán más resistentes en el futuro, colaborando en la modernización de las infraestructuras envejecidas e insuficientes, mejorando el aprovechamiento de las superficies urbanizables y fomentando la construcción de edificios estables. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 ¿Cómo ha respaldado Munich Re America a sus clientes tras esta catástrofe? Nuestro objetivo era ayudar a nuestros clientes lo mejor posible para que ellos, a su vez, pudieran ayudar a sus clientes. Esto incluía una liquidación de los siniestros lo más rápida posible. En el caso de nuestros pequeños clientes regionales, cada vez que tuvimos constancia de que íbamos a pagar de todas maneras los daños, agilizamos los pagos para paliar los problemas de liquidez. Deseábamos que el dinero fluyera donde más se necesitaba. Las compañías pertenecientes a Munich Re, la American Modern Insurance y Hartford Steam Boiler (HSB), también han suscrito negocios en las zonas afectadas. Ambas compañías enviaron tramitadores de siniestros tan pronto como dejó de existir peligro y HSB creó incluso un equipo CAT propio encargado exclusivamente de los perjudicados por Sandy. Nuestro primer objetivo era tranquilizar a nuestros clientes y transmitirles nuestra disposición a buscar soluciones de forma conjunta. entrevista ¿Cómo pueden contribuir las investigaciones del Insurance Institute for Business & Home Safety (IBHS), respaldado por Munich Re, a minimizar los daños en el futuro? El IBHS es un organismo de investigación y comunicación independiente y sin fines de lucro, respaldado por el sector de los seguros de Daños. Su misión es, mediante investigación objetiva, identificar y fomentar medidas eficaces para la protección de edificios, empresas y municipios frente a catástrofes naturales y otras fuentes de daños. Para este fin, IBHS investiga y defiende mejores métodos de planificación, ejecución y aseguramiento de obras de construcción, así como mejores prácticas de mantenimiento, reparación y prevención. Varios estados federales han incluido algunas de las normas de construcción de IBHS en su legislación o norma- tiva sobre la resiliencia de ­edificios, sobre todo en las regiones costeras. Nunca antes había sido tan evidente la necesidad de una investigación sólida enfocada en la construcción para lograr que los edificios, empresas y municipios sean más robustos y seguros. En ninguna otra parte del mundo es tan obvio el aumento de catástrofes naturales como en Norteamérica, donde, en las últimas tres décadas, casi se ha multiplicado por cinco el número de siniestros causados por condiciones climatológicas adversas. ¿Cómo se benefician de ello nuestros clientes? en que las medidas de limitación del riesgo contribuyen a minimizarla, así como qué características de reducción de riesgos es necesario tener en cuenta al inspeccionar edificios de viviendas o industriales. Esto refuerza la suscripción y una política de precios basadas en el riesgo, tal y como viene siendo práctica común en algunas compañías aseguradoras. Munich Re y otras empresas asociadas están seguras de que estos esfuerzos reducirán los siniestros causados por condiciones climatológicas adversas, garantizando de esta forma un mercado de seguros de Daños fuerte y estable. La investigación de IBHS ayuda además a las empresas asociadas a comprender mejor qué significa la predisposición estructural y la forma Al destruirse el puente Mantoloking en Nueva Jersey, EE.UU., quedó interrumpido el nexo de unión con una de las islas ­situadas frente a la costa. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 23 Sandy Galerías de arte bajo agua Inundaciones, cortes de corriente, objetos de arte destruidos: en ­octubre de 2012, Sandy dejó tras de sí graves daños en las galerías de Nueva York. Para los aseguradores, el elevado riesgo de cúmulo resultó ser muy costoso. Muchas galerías de arte en Chelsea, Nueva York, necesitaron una extensa ­restauración tras la marea huracanada. 24 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 Sandy Charlotte Buchmeier Nueva York es uno de los principales enclaves culturales del mundo. Sobre todo en el distrito de Chelsea, situado a orillas del río Hudson en el oeste de Manhattan, se han establecido a lo largo de los años infinidad de galerías. A excepción de los grandes museos de la ciudad, en ningún otro sitio puede encontrarse tal concentración de obras de arte como en los cientos de grandes y pequeñas salas de exposición entre las calles 14 y 26 oeste. Cuando, el 29 de octubre de 2012, el huracán Sandy azotó Nueva York, el río Hudson se desbordó de su caudal. Las inundaciones se extendieron también a zonas de Chelsea, causando graves daños en las galerías. Las trombas de agua destruyeron o causaron graves daños a miles de obras de arte. Las galerías situadas a nivel de suelo, anteriores a la 10ª y 11ª avenidas, se vieron especialmente afectadas ya que el agua alcanzó una altura de hasta seis metros. Los almacenes y galerías que se encontraban por debajo del nivel de la calle se inundaron casi sin excepción. Las aseguradoras especializadas en obras de arte deberán desembolsar una cifra aproximada de 400 a 500 millones de dólares por los daños en Nueva York, casi tanto como sus ingresos en primas durante un año. Tan sólo Peter Max, artista de Pop-Art, realizó una reclamación inicial de 300 millones de dólares por los daños en las obras que se encontraban en un almacén inundado en Nueva Jersey. Entretanto se ha podido reducir en gran medida la reclamación por daños. No obstante, aún se sigue hablando de este caso como el siniestro individual mayor de la historia del seguro de obras de arte. Efectividad parcial de la alerta temprana Tras hacerse evidente que el huracán Sandy llegaría a tierra firme en la región de Nueva York, los aseguradores directos trataron de ponerse en contacto con sus tomadores de seguro con el fin de acordar a priori las medidas de prevención de daños adecuadas. Amplias zonas del barrio del arte en Chelsea se encontraban dentro de la zona de evacuación, por lo que las medidas adoptadas a tiempo ayudaron a evitar daños. Si bien no fue posible entrar en contacto con todos los clientes, las alertas tempranas fueron un éxito: muchos galeristas pudieron trasladar sus existencias a almacenes de arte situados fuera de Manhattan antes de que los puentes y túneles quedaran cerrados. Sin embargo, no fue posible trasladar todas y cada una de las obras de arte debido a lo apremiante de la situación. Las grandes dimensiones y la fragilidad de algunas obras hubieran hecho necesarios grandes preparativos para su transporte. Por desgracia, más tarde se hizo patente que algunos almacenes considerados como seguros y situados fuera de Manhattan, por ejemplo en Nueva Jersey, también se habían inundado. A esto se añadió otro problema: tras sus experiencias en huracanes previos, de los que salieron bien parados, muchos de los galeristas subestimaron el posible alcance de la inundación. Al final, las inundaciones resultaron mucho peores de lo esperado, de forma que muchas de las medidas de protección resultaron ineficaces. Ajuste de siniestros complejo Tras obtener el permiso de acceso a las zonas evacuadas, los aseguradores iniciaron de inmediato la evaluación de los daños. Una célula de crisis formada por liquidadores de siniestros, peritos y restauradores se hizo cargo de la primera evaluación de la situación. Se constató que los daños se habían producido casi exclusivamente en obras de arte moderno contemporáneo y fotografías. La gestión de siniestros tuvo lugar según un proceso de selección, tal y como viene siendo habitual en grandes intervenciones en casos de catástrofes. Se realizó una primera clasificación de los daños en “siniestros totales”, cuyo rescate es inútil o no rentable, y en “siniestros parciales”, cuyo rescate o restauración se presentan como posibles y razonables desde el punto de vista económico. Si bien este proceso requiere mucho tiempo, los primeros pagos de siniestros ya se pudieron efectuar una semana después del evento. En los casos en los que la decisión fue a favor de la restauración de la obra de arte, se tuvieron que adoptar in situ medidas inmediatas para evitar daños ­consecuenciales. Siempre que fue posible, se transportaron las obras de arte a almacenes secos para evitar la formación de moho. En un ambiente húmedo, el moho puede formarse incluso en objetos que no han entrado en contacto con el agua. La sal del agua de mar y el frío (la energía eléctrica y la calefacción permanecieron fuera de servicio durante días) aumentaron también el peligro de más daños consecuenciales y dificultaron las medidas de rescate. El objetivo del transporte a un lugar seguro era también evitar los saqueos, como fuera el caso de muchas obras de arte tras el huracán Katrina en Nueva Orleáns. Los galeristas y restauradores recibieron la ayuda de numerosas instituciones como el American Institute for Conservation – Collections Emergency Response Team (AIC-CERT) y el Museum of Modern Art (MoMA). Asesoraron a los afectados sobre las medidas de emergencia a adoptar y la mejor forma de evitar daños tardíos. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 25 Sandy Ningún caso aislado: cuadros en la galería inundada Klemens Gasser & Tanja Grunert en Chelsea, Nueva York. La falta de inventarios constituyó un problema En general, los galeristas contratan coberturas de todo riesgo (all risk covers) que cubren también los daños derivados de riesgos naturales. Dependiendo del tipo de riesgo, la inclusión de estos riesgos viene unida al pago de una prima de recargo o incluso puede ser rechazada. Debido a que el gobierno municipal de Nueva York alertó casi cuatro días antes de la inundación sobre la posible llegada a tierra firme del huracán Sandy en la región, los aseguradores se vieron en la necesidad de aclarar si los galeristas reaccionaron de forma adecuada y a tiempo. La pérdida o destrucción de las listas del inventario que los galeristas deben llevar constituyó un problema. Dichas listas reflejan qué obras de arte se encontraban a la venta y, por tanto, estaban cubiertas por el seguro y qué precio se asignó a la obra de arte. Si faltan dichas listas, la liquidación de siniestros se convierte en una tarea ardua. Agreed Value como límite superior En el área angloamericana es habitual contratar pólizas para obras de arte basadas en tasas fijas (Agreed Value). En este caso, la empresa aseguradora y el tomador del seguro acuerdan individualmente un determinado valor para cada obra de arte. En el caso de las galerías, existen cláusulas de valoración especiales en las pólizas que regulan el cálculo del Agreed Value por cuadro. Dichas cláusulas pueden variar mucho entre sí. Como estándar, se recomienda regu- 26 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 lar el cálculo del valor sobre la base del precio de compra o venta con un suplemento o un descuento porcentual en cada caso. Además de la pérdida y los desperfectos, las pólizas suelen cubrir los gastos de determinación del siniestro, restauración, así como una posible pérdida de valor. En caso de siniestro total, el Agreed Value representa el límite superior vinculante para la indemnización. Esto mismo es aplicable cuando los gastos de restauración y la pérdida de valor estimada sobrepasan la tasa acordada. Si en el momento en que ocurre el siniestro, el valor real del objeto de arte supera el Agreed Value, se aplica la regla de infraseguro. Para hacer frente a este riesgo, es necesario comprobar regularmente los valores en las listas de inventario de los galeristas y adaptarlos a las evoluciones actuales. A menudo se establece una excepción de la regla de infraseguro por la correspondiente renuncia pagando una prima de recargo (Waiver of Average Clause). Si por tanto, el valor del objeto de arte asegurado se encontrase muy por encima de la suma asegurada acordada, en la estimación del siniestro se prescindirá de aplicar el descuento correspondiente. Sandy Complicado cálculo de valor Para el cálculo de las indemnizaciones en el sector del arte no existe ningún modelo predefinido. Cada caso es tan individual como la propia obra de arte. Así, todos los implicados (galerista, asegurador, perito, restaurador, artista) tienen diferentes puntos de vista y, por tanto, llegan a distintas conclusiones en lo ­relativo al valor. Mientras que el galerista evalúa un siniestro total según pueda aún vender la obra, el artista determina el valor de sus cuadros de forma emocional y subjetiva. Para él, cualquier pequeña modificación ya puede suponer un siniestro total. A su vez, para el restaurador se trata en primer lugar de aclarar si es posible regresar al estado original con los medios técnicos y un volumen de trabajo aceptable. Por parte del perito, la falta de directivas y normas según las cuales debería determinarse la pérdida de valor llevan a menudo a una evaluación puramente subjetiva. En el caso de obras contemporáneas cuyo autor aún vive, deben tenerse en cuenta los derechos de autor existentes. En la jurisprudencia alemana pueden ­consultarse a este respecto numerosos precedentes legales. Una restauración sin el acuerdo del autor aún vivo sería fatal y traería consigo consecuencias considerables para la valoración posterior por parte de un experto en arte. Para alcanzar una solución de común acuerdo bajo estas condiciones, todos los involucrados deben ­comprender el punto de vista de las otras partes y ­tratar este asunto con el necesario sentido de la proporción. Sólo si todas las partes se ven involucradas a tiempo en las cuestiones pendientes relativas a la liquidación del siniestro y si llegan a un acuerdo sobre el procedimiento posterior, se podrán evitar largos ­litigios ante los juzgados. Rara vez se dispone de un protocolo de estado antes de la aceptación del riesgo. Las bases de datos como Artprice, Artnet o Artfacts representan una ayuda importante para registrar no sólo los resultados en las subastas sino también las características propias de las obras de arte. Seguro para obras de arte tras Sandy En la actualidad, los aseguradores están mucho más sensibilizados respecto a los riesgos de peligros naturales para el sector del arte. En el futuro, deben observar de forma más minuciosa dichas situaciones de exposición y adaptar su política de suscripción a la experiencia siniestral más reciente. La tarea pendiente es determinar otros escenarios de inundaciones debidas a huracanes e incluirlos en el cálculo como posibles exposiciones a daños. El emplazamiento individual de cada galería y espacio artístico (sótano, planta baja, primer piso) tendrá asimismo un mayor peso en la evaluación. Esto puede tener como consecuencia que en el futuro se acuerde un mayor número de exclusiones en los contratos. Un evento como Sandy concienciará también a los galeristas y coleccionistas sobre la importancia de un seguro adecuado. El aumento de la demanda debería detener la tendencia regresiva de los precios de las pólizas. Debido a que determinados aseguradores de obras de arte reducirán sus capacidades en vista de la mayor concienciación sobre los riesgos, no debe excluirse un encarecimiento de las primas. La pérdida de valor es a menudo un tema conflictivo En el caso de siniestros parciales, la discusión acerca de la magnitud de la pérdida de valor suele ser cuestión de disputas. El éxito de la intervención de conservación, en función de las posibilidades técnicas y la pericia de los restauradores, determina si se produce una pérdida de valor o no. En cualquier caso, la evaluación de esta cuestión debe encargarse a un perito. Desde el punto de vista del perito, la restauración de una obra de arte es más problemática cuanto mayor sea la intervención sobre la substancia original de la misma. Por regla general se aplica que sólo es posible determinar una pérdida de valor tras finalizar la restauración. A menudo, el experto también debe decidir si un daño pudo haberse producido en una fecha anterior, previa al inicio de la cobertura del seguro. Nuestra experta: Charlotte Buchmeier es Claims Manager en el sector de Marine Claims y está especializada en daños de Especies, Fine Art y Jewellers’ Block. cbuchmeier@munichre.com Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 27 Sandy Obligaciones en el seguro de arte Eva-Maria Goergen En relación a la tormenta Sandy, ya se sabía con mucho tiempo de antelación que Nueva York y, por lo tanto, también el barrio de arte de Chelsea se encontraban una zona de peligro. Así, surge la pregunta: ¿Qué se les hubiera podido exigir a los galeristas para que protegiesen el riesgo asegurado? ¿Cómo se sanciona el fallo en la cobertura? En las pólizas confeccionadas de conformidad con las leyes estadounidenses se formulan algunas obligaciones para el caso de siniestros. Sobre todo es importante prestar especial atención a la redacción de las pólizas debido, por un lado, a que el sector de seguros de EE.UU. sigue estando fuertemente influenciado por las diferencias en los estados federales y, por otro, a que la importancia de la jurisprudencia es, en todo caso, sólo ligeramente inferior a la ley codificada. En los contratos del seguro de Daños se suelen encontrar formulaciones que, en los acuerdos centrales, ­contienen la cláusula “Duties in The Event of Loss Or Damage” para la aminoración de los siniestros: “You must see that the following are done in the Event of Loss or Damage to Covered Property: a take all ­reasonable steps to protect the Covered Property from further damage and keep record of Your expenses necessary to protect the Covered Property for con­ sider­ation in the settlement of the claim. This will not in­crease the Limit of Insurance. However, we will not pay for any subsequent Loss or Damage resulting from a cause of loss that is not a Covered Cause of loss. Also, if feasible, set the Damaged Property aside and in the best possible ordered for examination.” Cuestión de proporcionalidad y soportabilidad Conforme al texto estricto de la cláusula (“in the event of loss” y “protect ... from further damage”) se le exige al tomador del seguro una acción en cuanto se haya producido el siniestro. Pero, a menudo, la contingencia asegurada definida en las pólizas no se produce con tanta antelación como para que las advertencias de un huracán desencadenen un evento asegurado. Generalmente, ello exige un cambio perjudicial de la sustancia material. Por lo tanto, es difícil exigir por vía legal que se retiren los objetos asegurados de una posible zona de peligro antes de que el huracán recale en tierra. Una vez que el huracán alcanza el lugar ­asegurado entra en vigor el acuerdo contractual. Sin embargo, se debe comprobar cuidadosamente si 28 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 hubiera sido razonable tomar medidas de prevención y mitigación de daños y exigírselas al tomador del seguro mientras estaba azotando la tormenta. En el caso de Sandy, hubo un grave peligro para la vida y la integridad física en las zonas de evacuación. Además, hubo órdenes de evacuación oficiales. Después de que el huracán hubo llegado a Manhattan, fue casi imposible tomar medidas de rescate eficientes para los objetos de arte. Considerando las ventajas, los costos y los riesgos, a lo sumo se hubieran tomado medidas dentro de un edificio seguro, es decir, se hubieran desplazado los objetos de arte a los pisos superiores. Pero eso hubiera exigido como condición previa que el asegurado hubiera ignorado la orden de evacuación previamente dada. Las medidas de protección después del siniestro Después de que el huracán se alejara de Manhattan se consideró de máxima prioridad que no se produjeran daños indirectos. Al igual que en otras muchas zonas devastadas, después de una catástrofe surge el peligro de saqueos. Una vez fue posible volver a entrar en las zonas de evacuación, se pudo exigir del tomador del seguro que adoptase medidas de precaución oportunas. En el marco de la aminoración de daños se le exigió que retirara con la debida diligencia las obras de arte ubicadas en la zona de peligro y que estaban expuestas a humedad, fuego o humo, como consecuencia de la interrupción o los daños producidos en el s ­ uministro eléctrico o de gas. Cuando se plantea la cuestión si restaurar o no una obra de arte se han de ponderar también los derechos post-venta del artista (quien puede ser, a la vez, el tomador del seguro). Una decisión sin justificación objetiva puede tener repercusiones respecto al importe de la indemnización. Sandy Exclusiones de riesgo adicionales Además, en los contratos de EE.UU. es usual determinar las obligaciones en caso de un evento siniestral a través de una exclusión de riesgos para motivar al tomador del seguro a que actúe. A menudo se utiliza la siguiente exclusión: “We will not pay for Loss or Damage caused directly or indirectly by any of the following: Such Loss or Damage is excluded regardless of any other cause or event that contributes concurrently or in any sequence to the Loss. Neglect of an insured to use all reasonable means to save and preserve property from further damage at and after the time of loss.” El tomador del seguro no debe actuar de forma despreocupada sólo por el hecho de disponer de una ­protección de seguro. Si un tomador de seguro no ha reaccionado ante las alertas de tormenta, hay que preguntar qué medidas se le hubieran podido exigir para evitar el siniestro. Sin embargo, es relativamente difícil delinear el área exacta de la responsabilidad cuando se trata de fuerzas de la naturaleza. Siempre puede darse el caso de que un huracán cambie el rumbo pronosticado a corto plazo. Pero en el caso de Sandy se puede decir que las previsiones y las órdenes oficiales sensibilizaron suficientemente a la población de que se estaba acercando una catástrofe. Si el tomador del seguro no adopta ninguna medida para proteger los bienes asegurados, existe, al menos, un punto de partida para iniciar conversaciones de cara a un acuerdo sobre una reducción de los pagos indemnizatorios. Asunción de los costes y ampliación del riesgo Las medidas para evitar y/o mitigar daños pueden causar costes que, en los contratos angloamericanos, generalmente se suelen cubrir a través de las cláuslas para la reducción de gastos (mitigation expense clauses). Esto significa, a su vez, que una medida de reducción de gastos ex ante justificada, pero sin éxito en el resultado, puede provocar costes reembolsables en el marco de la suma asegurada. Esto se aplica aún más si el asegurador no solamente informa sobre alertas meteorológicas, sino incluso da la orden de retirar un objeto específico de la zona de peligro. Desafortunadamente, Sandy ha demostrado que, a pesar de los buenos pronósticos, las fuerzas de la naturaleza siguen siendo impredecibles. En este caso se vieron afectadas también zonas que se consideraban seguras lo que, a su vez, originó daños naturales e indirectos en los objetos de arte allí desplazados. El riesgo de que se produzca un siniestro en un lugar distinto al sitio asegurado original, no se puede cargar solamente al tomador del seguro. Incluso sin seguro externo explícito debería considerarse, en tal caso, si existe cobertura para un daño material –como se produjo, por ejemplo, en Nueva Jersey– , aunque en el contrato se acordara como lugar asegurado exclusivamente una galería en Chelsea. Prueba de la cuantía del siniestro Una de las obligaciones del tomador del seguro es permitir que se evalúen los daños. A menudo se afirma que durante el siniestro se han perdido los documentos necesarios para la verificación de los daños materiales sin intervención ni culpa del tomador del seguro. En un primer paso se deben cuestionar críticamente estas declaraciones del tomador del seguro. Normalmente, las listas de inventario y los informes sobre el valor de los bienes no se elaboran sólo para el seguro. Estos documentos también son necesarios para establecer un balance, gestionar compraventas y, no por último, para demostrar posiciones fiscales. En la era de la correspondencia electrónica, las copias de estas pruebas se suelen guardar en un servidor externo o, por lo menos, se archivan en las oficinas de un auditor o asesor fiscal. Si dichos documentos han quedado destruidos y no había ninguna obligación en el contrato de seguro de almacenarlos de forma separada, entonces se trata más bien de un problema de prueba que de cobertura de seguro. La carga de la prueba relativa al valor del objeto asegurado –si no se ha determinado un “valor acordado”– generalmente corresponde al tomador del seguro. Las dudas sobre el importe del siniestro van a su cargo. Sin embargo, en este caso los gastos para el asegurador que debe examinar la reclamación son mucho más elevados. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 29 Sandy Consecuencias jurídicas En la legislación estadounidense, las consecuencias jurídicas de una omisión de la acción contractualmente acordada deben considerarse de forma diferenciada. Es importante, en primer lugar, lo que se acordó en el contrato de seguro. Si faltasen unos acuerdos al respecto, los tribunales que abordan estas cuestiones clasificarán primero esta obligación según su tipo mediante una interpretación del contrato. Se pueden distinguir tres categorías principales: las exclusiones, las condiciones que deben cumplirse antes de que se produzca el derecho a cobertura (conditions precedent to recovery) y las obligaciones relacionadas con el pago del seguro (duties bearing on the amount of recovery). Las exclusiones y condiciones que deben cumplirse antes de materializarse un derecho a cobertura son las que, en primer lugar, hacen que las prestaciones se reduzcan a cero. Aunque podría surgir un derecho a cobertura en el caso de que no se cumpla una condición pero, por lo general, la no ocurrencia de la condición elimina por completo la cobertura de seguro. Conclusión En los seguros de arte, ya una pequeña deducción porcentual de la suma asegurada puede alcanzar una cantidad significativa. Por lo tanto, vale la pena considerar siempre si el tomador del seguro habría podido influir en la ocurrencia y la cuantía del siniestro avisado por él y si ha cumplido suficientemente con sus obligaciones contractuales. En un primer paso se trata de filtrar aquellos siniestros cuyo alcance el tomador del seguro hubiera podido evitar. A continuación, se debe verificar si se ha preocupado lo suficiente por la protección contra daños indirectos. Tampoco se debe olvidar que los costes necesarios para ello pueden recaer bajo la cobertura del seguro. Aunque, por lo general, reducen los costes del siniestro, pueden dar lugar a reclamaciones, incluso cuando no se produce ningún daño material. Hay que diferenciar de ello las consecuencias jurídicas en caso de incumplimiento en el tercer grupo –las obligaciones relacionadas con las prestaciones del seguro. Aunque el tomador del seguro no cumpla con sus obligaciones, se mantendrá su derecho a cobertura. Sin embargo, se reducirán las prestaciones del asegurador. Precisamente en un sistema jurídico que permite la figura de los jurados, esta reducción representa un riesgo significativo para el tomador del seguro. Nuestra experta: Eva-Maria Goergen es abogada especializada en derecho del seguro y socia en Bach Langheid Dallmayr Rechtsanwälte ­Partnerschaftsgesellschaft. goergen@bld.de 30 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 DAÑOS Las inundaciones en Alberta Las inundaciones de Calgary y de las regiones circundantes en el verano de 2013 han sido, probablemente, la catástrofe natural más cara en la historia de Canadá. Además, son un ejemplo reciente para la aplicación de las cláusulas ACC. Jordan Solway Normalmente, el sur de Alberta no es una de las regiones en Canadá donde se registran grandes precipitaciones. Pero en los días anteriores al 19 de junio de 2013, una zona de bajas presiones en el norte de Alberta había provocado fuertes lluvias –en algunos casos de más de 200 mm en 36 horas–, principalmente al oeste y suroeste de la ciudad de Calgary. Las intensas precipitaciones hicieron que el suelo ya ­saturado por el derretimiento tardío de la nieve se volviera aún más húmedo. Debido a la orografía abrupta de la cuenca hidrográfica y a las grandes cargas de nieve en las sierras que anteceden a las Montañas Rocosas, los ríos se convirtieron en torrentes. Se estima que los daños totales ascendieron a más de seis mil millones de dólares canadienses y las pérdidas aseguradas a unos 1.700 millones de dólares canadienses. Según la Oficina de Seguros de Canadá, la inundación de Calgary de 2013 será recordada como la catástrofe natural más cara en la historia de Canadá. Cuestión de asegurabilidad Las consecuencias a largo plazo de este desastre plantean una serie de preguntas. Tiene que aclararse, por ejemplo, si los propietarios de viviendas en las zonas expuestas en el sur de Alberta podrán asegurarse en el futuro contra inundaciones. En Canadá, no hay seguro de inundación para viviendas, sin embargo para inmuebles comerciales sí que existe, aunque por lo general con sublímites o –según el riesgo– con una retención propia más elevada. Dado que, hasta la fecha, los propietarios de viviendas no están asegurados, el gobierno de Alberta anima a la gente a que se mude a otros lugares. Generalmente, los aseguradores de edificios residenciales en Canadá ofrecen protección contra los daños causados por una retención en el alcantarillado. Cobran un recargo sobre la prima y, a veces, incluso fijan un sublímite. Aquí, los aseguradores directos se enfrentaron al problema de cómo diseñar los contratos de seguro en vista de las diversas causas de los siniestros. Pues, a menudo una retención en el alcantarillado fue la causa real de que los sótanos se hubiesen inundado, pero la causa inmediata o con eficacia jurídica fueron las inundaciones en la superficie. Por ejemplo, –en caso de un alto nivel de aguas freáticas– porque el agua fluyó de las carreteras inundadas a los sistemas de alcantarillado o porque los sistemas de agua pluvial estaban sobrecargados. Sentencia de principio respecto a una co-causalidad Si el siniestro se produce por la interacción de varias causas posibles y de las cuales algunas no están ­aseguradas, surge la cuestión de la co-causalidad. A raíz de una decisión de principio de la Corte Suprema de Canadá en el año 2001 sobre el caso Derksen vs 539938 Ontario Ltd. (2001 SCC 72), el asegurador debe regular el daño que no se pueda ­atribuir a la causa excluida, a no ser que el contrato de seguro establezca expresamente lo contrario. El caso de Derksen supuso un giro fundamental en la jurisprudencia. Hasta ese momento rigió lo siguiente: si el peligro excluido es de importancia esencial para la cadena causal que conduce al siniestro, entonces el siniestro no está asegurado. En otras palabras: sin inundación en la superficie no hubiera habido una retención en el alcantarrillado. Después del caso Derksen, ahora es una cuestión de interpretación si una exclusión desplaza la cobertura de seguro. Esto plantea el problema de cómo se mide la indemnización de forma justa y comprensible. Esto es especialmente válido cuando se requiere un elevado despliegue de trabajo para determinar qué parte de los daños es atribuible a una causa específica. Dado que, en relación con las inundaciones en Alberta, se seguirán liquidando y presentando reclamaciones a los reaseguradores para su revisión, esta cuestión estará en el foco de las deliberaciones entre las cedentes y sus reaseguradores. Jordan S. Solway LL.B, J.D., Munich Reinsurance Company of Canada General Counsel & Senior Vice President, Claims jsolway@mroc.com Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 31 entrevista A menudo se prefiere un arreglo a una larga ­incertidumbre El catedrático jurista John Goldberg explica por qué las empresas estadounidenses a menudo ­prefieren un arreglo con sus demandantes a un fallo judicial y cómo ha cambiado con los años el derecho sobre responsabilidad civil. Schadenspiegel: Prof. Goldberg, en EE. UU. la tasa de arreglos es extremadamente alta en procedimientos por responsabilidad. ¿Por qué es así? Prof. John Goldberg: La gran mayoría de las demandas de indemnización no se resuelven en los tribunales, sino que se dirimen mediante un arreglo. En el caso de procedimientos en los que la demanda de indemnización no es demasiado alta, los motivos son evidentes. Pasar por el procedimiento hasta la vista de la causa cuesta tiempo y dinero. Dado que la mayoría de las vistas tienen lugar ante un tribunal de jurados, su desenlace es además muy difícil de prever. En el caso de demandas masivas que implican un gran número de daños personales y elevadas sumas de indemnización, los costes y el tiempo también pueden ser relevantes, por ejemplo, cuando el demandado se ve sujeto a un proceso de años o incluso décadas de duración, como en el caso de Exxon en conexión con la catástrofe petrolera del Exxon-Valdez en el estrecho del Príncipe Guillermo en Alaska. ¿Qué otros factores, además de los costes y el tiempo, son relevantes? En algunos casos llamados “bet the company” (procedimientos que hacen peligrar la existencia misma de la sociedad) los demandados no 32 se quieren arriesgar a una vista judicial. En otros casos, las partes no tienen certeza sobre cuál es la situación jurídica en su caso. Por ejemplo, puede no estar claro qué derecho es el aplicable. Pero aunque ese punto esté claro, las partes pueden temer que los tribunales hagan uso de su potestad conforme a la common law de aplicar el derecho modificado, ya que se trata de un caso especial en el que hay mucho en juego. ¿Tiene influencia la opinión pública sobre la disposición para llegar a un arreglo? En caso de demandas masivas, pueden entrar en juego otro tipo de consideraciones. Como es lógico, deben considerarse los riesgos para la reputación. Así, los procedimientos que implican un gran número de daños personales graves atraen a los medios de comunicación, y los demandados quieren evitar a toda costa recriminaciones por haber actuado de forma irresponsable o no preocuparse por el bien común o de sus clientes. Al mismo tiempo, los grandes incidentes pueden ocupar con rapidez la atención de las autoridades y, además de la responsabilidad delictual, también pueden conllevar medidas de procesamiento penal y otras sanciones. En consecuencia, los demandados pueden estar interesados en regular las reclamaciones de responsabilidad civil por la vía de la conci- Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 John Goldberg es catedrático de derecho sobre responsabilidad civil en la Harvard Law School. En 2010 elaboró el dictamen para la compensación de daños patrimoniales tras la explosión en la plataforma “Deepwater Horizon”. liación, dentro de una estrategia global para evitar medidas no deseadas de las autoridades. En última instancia, un punto final inmediato y completo tiene valor en sí mismo, ya que los afectados y los mercados parecen preferir la certeza de un arreglo, aunque se trate de un arreglo caro, a la incertidumbre. ¿Podría dar algún ejemplo? El grupo farmacéutico Merck fue demandado por miles de consumidores por infartos de miocardio y ataques de apoplejía en conexión con el medicamento Vioxx. Los demandantes tenían pruebas de que Merck conocía el riesgo y de que lo minimizó frente a las autoridades reguladoras y la opinión pública. Pero para muchos de los demandantes resultó extremadamente difícil probar que sus daños eran atribuibles realmente a Vioxx y no a otros factores como la edad, el hábito de fumar o el sobrepeso. Hay que notar que en el sistema estadounidense esta pregunta de la causalidad concreta debe ser respondida por los jurados. Los abogados de los demandantes y de Merck se pusieron de acuerdo en una serie de casos modelo (los así llamados bellwether trials) para averiguar si los miembros del jurado eran de la opinión de que los infartos de miocardio y los ataques de apoplejía de los demandantes fueron causados por el Vioxx. Merck ganó claramente entrevista la mayoría de estos procedimientos de prueba. Sin embargo, pese a ello y pese a que, en el procedimiento de apelación, se anularon prácticamente todas las sentencias de los jurados que fueron favorables a los demandantes, Merck cerró un acuerdo que costó al grupo casi cinco mil millones de dólares. Probablemente lo hizo así por algunos de los motivos anteriormente señalados. Con ello se evitaron sobre todo procesos de años o décadas de duración y se pudo poner punto final al asunto en cuestión. Cabe señalar, que el valor de las acciones de Merck subió el día en que se anunció el arreglo. Otro caso todavía no concluido es el relativo a la responsabilidad de BP en la catástrofe petrolera de la plataforma “Deepwater Horizon”. BP ya ha pagado a empresas de la región del Golfo varios millones de dólares como indemnización por lucro cesante. Los pagos se realizaron a través de la Gulf Coast Claims Facility (GCCF), constituida por BP para regular las reclamaciones, y en base a un arreglo alcanzado recientemente para dirimir miles de demandas pendientes ante un tribunal federal de Luisiana. A su vez, no está claro que BP esté obligada según el derecho consuetudinario o como consecuencia de la ley de contaminación por petróleo a pagar todas esas indemnizaciones. Esto se refiere especialmente a los daños atribuibles a la recesión económica general causada porque ya no llegan tantos turistas a la costa del Golfo y no a la destrucción de propiedad. En este sentido existe una extremada incertidumbre jurídica, dado que la “oil pollution act” es una ley federal relativamente nueva y hasta ahora ningún tribunal ha establecido de forma vinculante el alcance preciso de la responsabilidad que de dicha ley se deriva. Además, a BP le preocupa sin lugar a dudas su reputación. Aunque lo que más pesa es que a BP le amenazan sanciones penales y que el grupo debe contar con que el Ministerio del Interior de los EE. UU. rechace la concesión de permisos de perforación en alta mar. Una actuación relativamente generosa respecto a la indemnización de las víctimas mejora la posición de BP en sus negociaciones con el gobierno de EE. UU. ¿Detecta nuevas tendencias en este ámbito en EE. UU.? Más o menos desde los años 80, la mayor parte de la opinión pública y de los tribunales estadounidenses son cada vez más escépticas respecto al derecho sobre responsabilidad civil. En el marco de la “reforma del derecho sobre responsabilidad civil”, el legislador y los tribunales se esfuerzan por acabar con reconocidos abusos. Estas tendencias reducirán ­probablemente la presión a la que normalmente están sujetos los demandados por llegar a un arreglo. negligencia hubiese favorecido los ataques, tampoco podría habérseles hecho responsables. Sin embargo, el tribunal federal competente parece haber tenido reparos a la hora de aplicar ese principio. Probablemente el tribunal consideraba que las compañías aéreas eran, en cierto modo, co-responsables por los daños y que, por tanto, debían asumir como mínimo una parte de sus costes. No obstante, también se observan algunas tendencias contrarias, si bien su definición es más difusa y compleja. Entretanto, en todo el país, muchos jueces siguen un “enfoque de gestión” para las demandas masivas. Consideran que es su tarea incluir en el procedimiento a todas las víctimas que pueden demostrar de forma creíble su perjuicio, así como a todas las personas cuyos actos pueden guardar relación con esos perjuicios. El objetivo es lograr judicialmente una distribución justa de los costes entre todas las partes implicadas. Hay algunos argumentos a favor de este “enfoque de reparto de costes”. No obstante, este enfoque se desvía de los principios tradicionales del derecho sobre responsabilidad civil, en el sentido de que solo responde quien ha causado un daño a las víctimas debido al incumplimiento de una obligación existente contraída con ellas. ¿Cómo es en la práctica este enfoque de reparto de costes? Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, por ejemplo, propietarios y arrendatarios de inmuebles dañados o destruidos demandaron, entre otras, a las compañías aéreas American Airlines y United Airlines. El argumento fue que, con mejores medidas de seguridad en sus aviones contra el riesgo de secuestro, se hubiera podido evitar los daños. Si se toma como base el derecho de Nueva York, hay muchos argumentos a favor de que las compañías aéreas no estaban obligadas a tomar medidas de protección a favor de estos propietarios de inmuebles. En consecuencia, aun cuando su Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 33 Daños Rotura de la tubería de aspiración en una desalinizadora Es cada vez más frecuente la obtención de agua potable a partir de aguas marinas. Sin embargo, si las tuberías de aspiración no están bien ancladas al fondo del mar, pueden producirse graves daños que implican realizar complejas reparaciones y provocan importantes siniestros por pérdida de beneficios. Las plantas desalinizadoras de agua marina requieren mucho mantenimiento y, con frecuencia, su reparación es un proceso complejo: en la imagen se observa el recambio de una sección defectuosa de tubería en las costas de Algeria. 34 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 Daños Alfons Maier La desalinizadora en cuestión, ubicada en la costa argelina, captaba agua marina a través de una tubería de aspiración tendida en el mar y la conducía a una estación de bombeo y al sistema de tratamiento de agua. El 10 de febrero de 2010 descendió súbitamente la presión en esta tubería. Ese día, la altura media del oleaje registrada en la planta era de tres a cinco metros, y las alturas máximas de las olas alcanzaban los siete a nueve metros. La inspección subacuática de la tubería, realizada seis días más tarde, dio como resultado que estaba quebrada. En las fotografías subacuáticas se vio que se habían hundido en el fondo marino ambos extremos de rotura con un tramo de 30 metros de tubería. Por aspiración, había penetrado arena del fondo marino en la tubería de aspiración y había formado un cráter de unos 60 metros de ancho en el punto de rotura. En realidad, solo una parte de la tubería está tendida bajo el fondo del mar. Esta tubería se compone de semitubos de seis metros dispuestos en tres secciones diferentes (la sección T0 tiene 140 metros, la sección T1, 460 metros y la sección T2, 571 metros de longitud). El siniestro se produjo en la sección T2, a unos 350 metros de la toma de aspiración y a 821 metros de la orilla. Originalmente, las secciones T0 y T1 se tendieron enterradas en el lecho marino, mientras que la sección T2 se apoyó sobre el fondo marino, anclada con elementos de contrapeso anulares (véase la fig. 1). Después del siniestro, el rendimiento de la desalinizadora se redujo a un 40 por ciento, aproximadamente. No obstante, poco tiempo después se logró elevar paso a paso el rendimiento al 80 por ciento, instalando una tubería de aspiración de emergencia, de carácter provisorio y en paralelo a la tubería dañada. Una vez concluidos los trabajos de reparación, se restableció el servicio normal en diciembre del mismo año. La causa del siniestro fue un error de diseño Tal como ya se ha descrito, esta parte de la tubería estaba apoyada sobre el fondo del mar. En esta región, caracterizada por sus suelos arenosos muy dinámicos, con una distribución granulométrica media, la tubería se sujetó con contrapesos anulares y en forma de U. Las secciones de tubos de las tuberías de aspiración se unen térmicamente en tierra, antes de que la estructura completa se transporte por mar al sitio de emplazamiento. Tanto el tomador del seguro como el asegurador y el principal reasegurador renunciaron a recuperar la sección de tubería dañada. Así fue posible ahorrar costes, pero esta decisión no permitió determinar ­unívocamente la causa del siniestro. No se pudieron excluir como posibles causas, por ejemplo, la ejecución defectuosa (por ejemplo, errores de fabricación en tierra o fallos al realizar los trabajos de soldadura, al introducir las tuberías en el mar o al apoyarlas sobre el fondo marino) ni defectos en el material. Cabe suponer que la causa del siniestro fue la falta de anclaje suficiente en la sección T2 de la tubería de aspiración en este dinámico fondo marino. Hubiera sido recomendable cubrir por completo con material la tubería de aspiración en el lecho marino o bien fijarla con microestacas. Debido a que más postergaciones hubieran provocado mayores costes por pérdida de beneficios, se priorizó reparar la instalación lo más raudamente posible. En el momento del siniestro, el oleaje provocado por la tempestad registraba valores claramente inferiores a los previstos durante el dimensionamiento de la tubería (oleaje medio de 6,2 metros y altura máxima de las olas de 11,2 metros). Por esta razón, en lo que se refiere a las condiciones de dimensionamiento, la tempestad no había sido clasificada como evento extraordinario. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 35 Daños Fig. 1: El punto de rotura de la tubería de aspiración Metros 20 15 Obra de entrada de bombas Punto de rotura 10 Torre de aspiración 5 0 –5 –10 –15 –20 T0 = 140 m T1 = 460 m La tubería de aspiración de agua marina, de polietileno de gran densidad (HDPE = HighDensityPolyEthylen) y con un diámetro de 1,80 metros, tiene una longitud aproximada de 1,2 km y se tendió a una profundidad de T2 = 571 m agua máxima de 18 metros, en el fondo marino. Las secciones T0 y T1 se enterraron en el lecho marino. La sección T2 se tendió apoyada sobre el fondo del mar, con contrapesos anulares. Fuente: Munich Re Obtención de agua potable a partir de agua marina La explosión demográfica, un estándar de vida cada vez más alto a escala mundial y la sobreexplotación de reservas acuíferas naturales son las razones fundamentales por las que se deben construir cada vez más plantas desalinizadoras. En estas plantas, lo habitual es aprovechar el principio de destilación al vacío. El proceso consiste en calentar el agua hasta el punto de ebullición en condiciones de presión muy bajas. En estas condiciones, el punto de ebullición es menor al habitual, pues todo líquido alcanza normalmente su punto de ebullición cuando la presión del vapor es igual a la presión atmosférica; cabe mencionar que la presión de vapor aumenta en función de la 36 temperatura. Debido a que la temperatura de servicio requerida es baja, se puede aprovechar el “calor residual” proveniente de la generación de energía eléctrica o de procesos industriales. Otro método de desalinización existente se basa en el principio de ósmosis inversa. En este proceso, se separa la sal del agua aplicando presión mediante una membrana semipermeable. Las plantas que trabajan según este principio consumen, por lo general, menos energía que las plantas basadas en la destilación térmica. Como consecuencia, en los últimos años se ha registrado un descenso global de los costes de la desalinización. A Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 pesar de ello, este proceso continúa demandando mucha energía y sigue resultando caro. La calidad del agua tratada y el rendimiento de la planta pueden verse afectados cuando hay partículas de suciedad en el agua marina, si se registra una gran proporción de sedimentos en el agua tras una tempestad o por la penetración de algas o hierbas marinas. Las plantas de desalinización de agua marina requieren un suministro eléctrico fiable y mucho mantenimiento. En ciertos países caracterizados por la escasez de agua, estas infraestructuras son de importancia crucial pero que, por cuestiones políticas, pueden ser blanco de destrucción deliberada. Daños Por motivos económicos y prácticos, durante las reparaciones se retiraron unos 100 metros de la tubería de aspiración del entorno de la rotura. Los fragmentos permanecieron en el lecho marino. Finalmente, se rellenó el cráter que se había formado en torno al punto de rotura y se cerró el trozo faltante, de unos 100 metros de tubería, con tres piezas. Los extremos rotos de la tubería se dejaron en el lecho marino. Daños materiales, daños por pérdida de beneficios y aspectos de regulación Justo después de la pérdida de presión en la sala de bombeo, la desalinizadora quedó fuera de servicio durante una semana en febrero de 2010 debido a la rotura de la tubería de aspiración. Como medida para reducir los daños, en este período se tendió una tubería de aspiración de emergencia, de carácter provisional y en paralelo a la tubería de aspiración averiada. Paso a paso, se logró elevar el rendimiento al 80 por ciento. En la planta de tratamiento, el agua marina se somete a presión por filtros de cartucho y luego se conduce a los módulos de ósmosis inversa. Después se le añaden sales y se realiza una cloración. Cada una de las cinco unidades de ósmosis inversa disponibles produce el 20 por ciento del rendimiento total de la planta. La segunda medida que se tomó para reducir los daños fue destinar más personal para depurar la planta completa. Dado que la tubería de aspiración de emergencia provisoria se encontraba más cerca de la costa, en aguas menos profundas, se aspiraron grandes cantidades de arena y partículas sólidas (algas, etc.) y éstas, a su vez, debieron extraerse luego de las bombas de aspiración, filtros previos y etapas de filtrado, con el trabajo de más personal, a fin de evitar un desgaste excesivo. Se recambiaron las piezas desgastadas y los filtros. En el diseño de la planta ya se había previsto una bomba de aspiración de emergencia, por lo que se pudieron realizar los trabajos de reparación y limpieza de forma alternada en las bombas, sin afectar al servicio. Sin embargo, la arena que se había acumulado por la rotura en el sistema de tuberías de aspiración redujo el rendimiento de la planta y elevó el desgaste. Gracias a complicados procesos de “purgado” de larga duración se logró superar la reducción del rendimiento después de un cierto tiempo. Una vez realizada la reparación, en diciembre de 2010, la reducción de rendimiento debida a la arena que había penetrado en la planta se mantuvo hasta julio de 2011, es decir, cinco meses más que el período de responsabilidad. La falta de datos sobre el clima puede influir negativamente en el diseño y también, en caso de siniestro, en la regulación. Las tempestades, la dinámica del fondo marino así como las corrientes y los golpes con anclas de buques pueden provocar daños en la tubería de aspiración. Desalinizadora en Barcelona, España, que funciona según el principio de ósmosis inversa. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 37 Daños Las restricciones de rendimiento no asignables al siniestro, como el mantenimiento regular o los fallos en transformadores, no se consideraron al calcular los daños por pérdida de beneficios. Al determinar la pérdida de beneficios bruta, se tuvieron en cuenta los costes variables reducidos después del siniestro, como el consumo eléctrico y la aplicación de productos químicos. También se consideraron en el importe siniestral los costes adicionales (ICoW) para mantener la producción, como la instalación de una tubería de aspiración de emergencia de carácter provisional, la limpieza más intensiva de partes de la planta (como bombas y filtros, por la considerable penetración de arena) y el recambio de piezas de desgaste, como ­juntas de bombas y filtros finos (considerando la vida útil). Los daños materiales se cifraron en unos 1.300 millones de €. No obstante, los daños por pérdidas de beneficios, cifrados en 4.800 millones de €, resultaron mucho mayores que los daños materiales. Se disponía de cobertura por una póliza todo riesgo (Property All Risk, inclusive rotura de máquinas y pérdida de beneficios), en la cual no se habían excluido el diseño defectuoso, el material defectuoso ni la acción normal del mar (“normal action of the sea”), por lo que se contaba con cobertura. En este siniestro, se prescindió de recuperar la sección de tubería dañada por cuestiones económicas y consideraciones de tiempo. Las reparaciones de daños pueden resultar muy complicadas cuando se dispone de un plazo de tiempo muy limitado debido a las condiciones meteorológicas y de las corrientes, como en este caso, donde solo se podían aprovechar de dos a dos meses y medio al año. Si no se lograra realizar las reparaciones en el marco de ese plazo de tiempo, los daños por pérdida de beneficios continuarían, lo cual incrementaría considerablemente el importe siniestral. Nuestro experto: Alfons Maier es gestor de siniestros Senior en el área de Daños Alemania, Asia-Pacífico y África en Múnich y experto en la gestión de siniestros después de catástrofes naturales. amaier@munichre.com 38 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 ¿Es su negocio lo suficientemente geointeligente? Quien desee gestionar hoy en día los riesgos a nivel global debe conocer ­perfectamente el entorno geográfico. NATHAN Risk Suite permite la estimación de los riesgos naturales geocodificados por direcciones y de carteras de riesgos completas – y todo ello a nivel mundial. 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La óptima posición de lanzamiento en el ecuador, cerca del estado insular de Kiribati, permite aprovechar la máxima velocidad de la rotación terrestre y, además, ofrece la ventaja de realizar lanzamientos sin inclinación, en vía directa hacia el plano orbital geosíncrono. De esta manera, se pueden transportar dos toneladas más de carga útil hacia la órbita geoestacionaria que con un cohete prácticamente idéntico lanzado desde el Cosmódromo ruso-kazajo de Baikonur. Las etapas del cohete para el lanzamiento del 31 de enero de 2013 habían sido fabricadas en Ucrania y Rusia pocos meses antes, sin que sucediera nada ­llamativo en este proceso, y transportadas por vía marítima a Long Beach, California, para su montaje final. Allí se incorporó el satélite Intelsat 27 al extremo superior del cohete y todo el ensamblaje de la nave espacial se cargó en el puerto sobre una plataforma de lanzamiento móvil. Esta plataforma y un barco nodriza, que también sirve de centro de control durante el lanzamiento, iniciaron luego un periplo marítimo de varias semanas hacia la región del ­Pacífico Central. El ordenador de a bordo asume el proceso de ­lanzamiento Una vez alcanzado el lugar del lanzamiento, se cargó combustible en el cohete y el satélite; al concluir los últimos preparativos manuales, se inició la evacuación de la plataforma. En esta fase aún es posible interrumpir el proceso de lanzamiento en todo momento desde el barco nodriza. No obstante, en cuanto el ordenador de a bordo asume el control total del proceso –en el caso del cohete Zenit, son unos pocos segundos antes del encendido de la primera etapa–, sólo se puede interrumpir el proceso de lanzamiento en determinadas situaciones previamente programadas. El encendido del motor de un cohete es siempre un momento especialmente crítico. Ya en el año 2007 se había producido en esta fase un lanzamiento fallido del Zenit-3SL: el cohete explotó en la plataforma debido a un cuerpo extraño metálico en la bomba de oxígeno líquido. Pocos instantes antes del encendido del motor se debe verificar la dirección de empuje del grupo propulsor y calibrar la tobera. En los grupos propulsores pequeños para cohetes, la tobera se gira mediante actuadores eléctricos. En los grupos propulsores grandes, como el RD-171M del cohete Zenit, se Lanzamiento de un cohete Zenit-3SL en el Pacífico. Debido a las vibraciones caen esquirlas de hielo y trozos de aislante térmico del frío depósito de oxígeno líquido. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 41 Navegación espacial Montaje horizontal del satélite Intelsat 27 en la etapa superior del cohete. ­ tilizan potentes cilindros hidráulicos con esta finaliu dad. Antes del encendido del motor, la presión de aceite necesaria para mover la tobera proviene de una bomba hidráulica con una turbina de gas frío acoplada. Sin embargo, la reserva de gas está dimensionada solo para unos pocos segundos de servicio, hasta que se pueda aprovechar el ciclo de combustible del motor para accionar una turbina hidráulica potente. Falla el control de empuje vectorial Al principio, los observadores ubicados en el barco nodriza y quienes seguían el lanzamiento en directo por Internet no percibieron nada anormal en el proceso de encendido. No obstante, a los pocos segundos, se pudo observar que el chorro de empuje se desviaba de la dirección de vuelo vertical y que el cohete iba tomando una inclinación cada vez más divergente. La evaluación posterior de los datos de vuelo dio como resultado que la turbina hidráulica del control de empuje vectorial ya había fallado al elevarse el cohete de la plataforma, es decir: desde el inicio resultó imposible realizar un control normal y fue inevitable que el cohete se desestabilizara a los pocos segundos. El ordenador de a bordo detectó el fallo, pero no se pudo interrumpir el lanzamiento en ese momento crítico. Tal y como se tiene previsto en estas situaciones de emergencia, el ordenador inició una maniobra controlada. Primero, permitió que el motor continuara funcionando durante algunos segundos más y, cuando ya la distancia hasta la plataforma era suficiente, lo apagó, causando así la caída del cohete. Al impactar en la superficie del mar, se partió y se hundió en el océano con su carga útil. Gracias a que el barco nodriza guardaba una distancia de seguridad de varios kilómetros de la plataforma, no se produjeron daños personales. 42 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 En el transcurso de la investigación del accidente, se detectó que la turbina hidráulica había alcanzado brevemente el número de revoluciones necesario, pero que se había detenido casi de inmediato debido a la fricción extrema entre un componente fijo de la turbina y otro giratorio. Esto sucedió a pesar de que cada componente en cuestión se mantuvo dentro de los valores de tolerancia admisibles. Sin embargo, al estar montados formando un sistema, la tolerancia de ajuste entre ambos componentes alcanzó un valor límite, pero este error no se pudo medir directamente. Solo un ensayo funcional en condiciones de vuelo realistas habría puesto de manifiesto este problema a tiempo. Ya se conocían los problemas de calidad Desde 1999, el Zenit-3SL ha sido lanzado al espacio 35 veces. El primer lanzamiento fallido se produjo ya en el año 2000, cuando debió interrumpirse el vuelo antes de tiempo en la segunda etapa por un fallo en el grupo propulsor. Además, se conocen problemas de calidad similares en el cohete ruso Protón: últimamente ha experimentado un lanzamiento fallido casi todos los años. Dado que los lanzamientos fallidos de cohetes de probada valía no suelen deberse a problemas de construcción sino a deficiencias de calidad, se establecieron controles adicionales durante los procesos de fabricación que permitían adoptar las correspondientes medidas de actuación. No obstante, en los últimos años, estas medidas revelaron ser insuficientes. Para lograr cambios fundamentales, como el cumplimiento riguroso de procesos cualificados, sería indispensable implantar modificaciones profundas. Además de los problemas técnicos, después del lanzamiento fallido de 2007 se detectó también que la estructura empresarial de Sea Launch, originalmente de tipo internacional, era insostenible. En el año 2009, la empresa se declaró insolvente y sólo pudo sanearse con aportes del grupo aeroespacial ruso Energia. Es muy probable que el nuevo lanzamiento fallido ocurrido a finales de enero de 2013 lleve nuevamente a la empresa a una situación difícil. NavEgaCióN EsPaCial La posición de lanzamiento en el ecuador Baikonur 5.100 km Cabo Cañaveral 3.150 km Kourou, Guayana Francesa 580 km Ecuador Fuente: Munich Re Gracias a la óptima posición de lanzamiento en el ecuador, el Zenit-3SL puede transportar sus cargas útiles en vía directa hacia el plano orbital geosíncrono. De esta manera, se pueden elevar a la órbita geoestacionaria satélites mucho más grandes que desde el Cosmódromo de Baikonur. La plataforma de lanzamiento “odyssey” y el barco nodriza “Commander” en el puerto de Long Beach, California. Al comienzo del proyecto de Sea Launch se había planificado trasladar por alta mar un máximo de tres cohetes del barco nodriza a la plataforma. Pero, como hubo problemas técnicos, este plan nunca se llevó a la práctica y el Zenit-3SL tuvo que transferirse a la plataforma en el puerto. Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 43 Navegación espacial El seguro es esencial para los operadores Las pólizas de navegación espacial cubren clásicamente, durante el lanzamiento, el valor material del cohete y del satélite. La cobertura comienza, según el sistema de lanzamiento, en el instante en que se inicia el encendido o despega el cohete, y expira automáticamente un año más tarde. En la mayoría de las pólizas, el operador del satélite es también el tomador del seguro, pues asume el riesgo económico de un lanzamiento fallido. Dado que ningún operador de cohetes puede dar una garantía de éxito, es importantísimo transferir el riesgo de pérdida al mercado del seguro. Por ello, casi todos los operadores comerciales de satélites aseguran el lanzamiento de sus satélites y renuevan la cobertura anualmente, hasta el final de la vida útil, que puede ser de hasta 15 años. El Intelsat 27 a bordo del cohete malogrado pertenecía al mayor operador comercial de satélites del mundo Intelsat. El objetivo del satélite era ampliar la oferta de aplicaciones de voz y banda ancha en América, las regiones atlánticas y en Europa. El Intelsat, fabricado por Boeing Satellite Systems, iba equipado con 20 transpondedores de banda C, 20 de banda Ku y 20 de banda UHF y, con su peso de 6,2 toneladas, era uno de los satélites comerciales de mayores dimensiones existentes. La elevada suma asegurada de 406 millones de US$ estaba acorde con estas dimensiones y, de este modo, el Intelsat 27 se convirtió en el siniestro más caro de la historia del seguro espacial. Los aseguradores liquidaron el siniestro en cuestión de pocas semanas, dado que la pérdida del satélite y la suma del siniestro eran indiscutibles. En caso de siniestro, los satélites de estas dimensiones le cuestan al asegurador de riesgos espaciales casi la mitad de todas las primas recaudadas en el mercado mundial en un año. La mayor parte de esta suma sólo proviene de un número limitado de riesgos (25 y 30 lanzamientos asegurados al año), por lo que un siniestro adicional tiene un impacto sustancial en el resultado anual. >> Para más información sobre el seguro espacial de Munich Re, consulte: https:// www.munichre.com/touch/space/de/ homepage/default.aspx >>Vídeo del lanzamiento del Intelsat 27: http://www.sea-launch.com/ missions-q11132-Launch_Video.aspx Nuestro experto: Achim Enzian es suscriptor senior y experto en riesgos espaciales de Munich Re. aenzian@munichre.com 44 Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 Daños Inundaciones en la construcción Un fuerte temporal con lluvias torrenciales asoló en mayo de 2009 las obras de construcción de un gran centro comercial en Rumanía. Los daños afectaron especialmente a las salas de instalaciones eléctricas que acababan de ser acondicionadas para el nuevo centro comercial. Una eficaz gestión del siniestro permitió reducir de forma considerable el daño esperado de varias decenas de millones de euros. Alfons Maier Un temporal levantó varias construcciones provisionales del tejado y elementos de cristal, haciendo que las masas de agua anegaran la obra. La lluvia entró al edificio también por las rampas del aparcamiento, muros exteriores abiertos o ventanas que aún no habían sido montadas. El agua se precipitó por las escaleras, se filtró al aparcamiento subterráneo a través del techo e inundó las nuevas instalaciones de distribución eléctrica del sótano. Los deterioros afectaron igualmente a las paredes y los techos recién pintados del centro comercial, que cuenta con una superficie bruta de 80.000 metros cuadrados. Las paredes y los techos, así como los revestimientos de yeso de las vigas y pilares se empa- paron de agua y se arquearon hasta desplomarse o ­enmohecieron. El siniestro se clasificó en una primera valoración como “daños en edificios” (principalmente con daños en planchas de yeso y trabajos de pintura), así como “daños a instalaciones eléctricas” (entrada de agua en salas de sistemas eléctricos), por lo que se cuantificó en una suma relativamente baja de algunos cientos de miles de euros. Sin embargo, lo más preocupante eran los daños que el agua de la lluvia y la que había quedado acumulada en la superficie ocasionaron en las tres grandes salas de equipamiento eléctrico del piso subterráneo. Los La lluvia penetró por el tejado del centro comercial e inundó la obra. Munich Re Schadenspiegel 2/2013 45 DAÑOS El agua se filtró a través de perforaciones del techo y aberturas provisionales hasta el piso subterráneo, donde causó daños considerables. Los transformadores y sistemas de distribución instalados en el piso subterráneo tuvieron que ser sometidos a un tratamiento especial de secado después del bombeo del agua sucia. transformadores, los distribuidores eléctricos y los suelos elevados bajo los que se tendía el cableado de alta y baja tensión, no tardaron en mostrar los primeros signos de corrosión debido a la elevada humedad del aire. funcionamiento de las instalaciones eléctricas. ­Gracias a la rehabilitación rápida y profesional de las instalaciones pudo conservarse incluso la garantía del fabricante original. Las empresas contratistas de la obra tenían previsto volver a poner en funcionamiento lo antes posible los sistemas eléctricos una vez que se hubiese bombeado el agua sucia, pero los liquidadores de siniestros y aseguradores recomendaron realizar un saneamiento profesional después de la reparación, puesto que no se descartaba todavía la posibilidad de un siniestro en las instalaciones eléctricas que podría elevarse hasta 20 millones de euros. Actuación rápida y profesional para aminorar los daños Puesto que la suma asegurada de las instalaciones eléctricas ascendía ya a varias decenas de millones, no cabía arriesgar un siniestro total como consecuencia de un saneamiento deficiente, ni tampoco aceptar un retraso de la puesta en servicio debido a trabajos de reparación o a largos plazos de entrega de las instalaciones eléctricas. El liquidador de siniestros contratado por el asegurador directo encargó a una empresa de saneamiento un tratamiento especializado para secar, eliminar la humedad y aplicar medidas anticorrosión después de bombear el agua sucia. Dado que hasta las estructuras de cemento del edificio habían absorbido la humedad, fue necesario secarlas para garantizar el correcto 46 Munich Re Schadenspiegel 2/2013 Ventajas de una visita conjunta del asegurador directo y el reasegurador al lugar del siniestro En vista de la magnitud previsible del siniestro, el ­asegurador directo y el reasegurador visitaron conjuntamente la obra y acordaron otras medidas inmediatas, como la limpieza de numerosos sumideros y conductos obstruidos por el lodo seco en el piso subterráneo. Puesto que todavía no se habían cerrado todas las aberturas de los techos en las salas eléctricas, los aseguradores recomendaron en el marco de la inspección del siniestro que se preparasen cubiertas para proteger de la lluvia los transformadores y sistemas de conmutación como medida preventiva. También se constataron defectos en los sistemas de protección contra incendios y de eliminación de residuos, los cuales se subsanaron rápidamente. La prevención de siniestros anticipada fue decisiva Como es habitual en los proyectos de construcción complejos y de larga duración, éste también fue sometido antes ponerse en marcha a un análisis de posibles siniestros y de sus consecuencias, así como a una verificación del estricto cumplimiento de las medidas adoptadas a tal efecto. DAÑOS Durante toda la fase de construcción del centro comercial se produjeron varias inundaciones y algunos años antes también se habían producido inundaciones en las cercanías que alcanzaron hasta un metro de altura. En los meses de invierno, debido al rápido aumento del nivel de las aguas subterráneas, amenazaba el peligro de inundaciones en la fosa de la obra durante los trabajos de excavación. Medidas de prevención de siniestros adoptadas antes de comenzar la obra y durante la fase de ­construcción: −−Durante la fase de construcción deben estar disponibles suficientes bombas de extracción de lodo provistas del suministro eléctrico de emergencia necesario. −−Los dispositivos de desagüe, tales como sumideros y conductos, deben estar en perfecto estado de funcionamiento durante toda la fase de construcción. −−Las construcciones abiertas en el edificio, pozos para cables, etc. deben estar protegidos. −−El material de obra deberá almacenarse alejado de acuíferos (peligro de inundación), los materiales sensibles a la humedad, p.ej. de yeso, deberán conservarse en lugares secos. Conclusión Cuanto antes se apliquen las medidas para reducir los daños después de un siniestro por inundaciones, más efectivas serán. Requisito para ello es, en todo caso, que el tomador del seguro identifique y lleve a cabo dichas medidas con la necesaria rapidez. La intervención de empresas especializadas en saneamiento contribuye a menudo de forma significativa a la reducción del daño. En el caso descrito, el secado y saneamiento profesional de las instalaciones eléctricas permitió reducir el siniestro potencial por inundación de varias decenas de millones a menos de diez millones de euros. En proyectos de grandes dimensiones, el control riguroso del riesgo por parte del asegurador durante la fase de construcción ha demostrado tener excelentes resultados. El asegurador (junto con el liquidador de siniestros contratado) y el tomador del seguro deberían colaborar estrechamente a la hora de concertar la actuación conjunta con vistas a una reducción de daños efectiva y para cotejar las diferentes opciones de reparación. Con el fin de evitar de antemano posibles daños por inundaciones es ineludible la estricta aplicación de las recomendaciones para la prevención de daños. Los expertos en siniestros y prevención de daños de Munich Re están a su disposición para asesorarle. NUESTRO EXPERTO: Alfons Maier es gestor de siniestros senior del Área de Daños para Alemania, Asia-Pacífico y África, en Múnich, así como experto en gestión de siniestros después de catástrofes naturales. amaier@munichre.com Munich Re Schadenspiegel 2/2013 47 Columna Daños a la reputación y compensación excesiva ¿Presión creciente para la compensación más allá de la responsabilidad civil y la cobertura? Nicholas Roenneberg, Responsable de Claims Management & Consulting de Munich Re nroenneberg@munichre.com La cuantía de una indemnización no siempre se rige exclusivamente por lo estipulado en el derecho regulador de la responsabilidad civil. Determinados factores pueden ejercer una presión tan intensa sobre ­ el responsable y su asegurador que el damnificado reciba pagos superiores a lo que parecería razonable atendiendo en exclusiva a la situación jurídica. Bien conocido es el deseo de evitar riesgos procesales y de lograr claridad con prontitud mediante un arreglo respecto a la cuantía de la indemnización debida. Este empeño se observa especialmente en aquellos mercados en los que el resultado del proceso parece muy incierto debido a la participación de jurados en el procedimiento o como consecuencia de la amenaza de imposición de daños punitivos. A ello hay que añadir que la cotización bursátil de una empresa, en la mayoría de los casos, suele reaccionar de forma más positiva ante obligaciones elevadas de indemnización que ante la incertidumbre jurídica previamente existente. Por tanto, la “paz global” creada mediante un arreglo global parece a menudo preferible, aun cuando el precio para lograrla sea elevado (véase la entrevista con John Goldberg en la página 32). Un factor que guarda una estrecha relación con ello es el intento de evitar un traslado de las demandas a ordenamientos jurídicos especialmente favorables para el demandante (forum shopping) (más información al respecto en la Columna en “Topics Schadenspiegel” 1/2013). 48 Además del deseo de eludir riesgos procesales, otros ­factores han inclinado recientemente aún más la balanza hacia una compensación excesiva. Por un lado, está la presión de la opinión pública y de los grupos de interés creada por los medios, la cual, gracias a Internet, se puede ejercer de forma más rápida y sostenida de lo que se podía hacer hace pocos años. Esto queda patente, sobre todo, en el caso de grandes siniestros con repercusión en los medios y con grandes implicaciones políticas. Algunos ejemplos son el Victims Compensation Fund tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, la catástrofe petrolera tras el accidente en la plataforma de perforación “Deepwater Horizon” o la explosión de bombas de la Guerra Mundial en grandes ciudades alemanas en los últimos años (en relación con esto último, véase el artículo de Leonhard Rolwes en “Topics Schadenspiegel” 1/2013). Pero también en el ámbito de la responsabilidad de productos parece ser necesaria una ­compensación excesiva para evitar daños a la reputación. Esto es especialmente válido si los damnificados (potenciales) son particularmente dignos de protección, por ejemplo, en caso de alimentos para bebés o juguetes para niños defectuosos. Otro motivo para una compensación excesiva es el empeño de evitar una regulación más estricta y, con ello, una responsabilidad más amplia en caso de daños futuros similares. El objetivo de evitar o mitigar sanciones público-jurídicas (multas, retirada de permisos) o incluso sanciones penales también puede hacer que una compensación excesiva sea aconsejable en determinados escenarios de responsabilidad civil. Un Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013 ejemplo para ello sería cuando el litigio por responsabilidad civil puede provocar una aclaración no deseada de la gravedad de la culpa. La presión para llegar a arreglos de elevada cuantía se puede intensificar aún más si no se quiere que datos corporativos o informaciones de productos confidenciales sean objeto de un amplio registro de pruebas. No obstante, hay que considerar que la claridad respecto a la responsabilidad, comprada mediante una compensación excesiva, lleva a menudo a una incertidumbre en relación con la cobertura. Esto es válido para la cobertura de pagos extraobligatorios, pero también en relación con los límites de la obligación del reasegurador de compartir la misma suerte que el asegurador directo. Aquí vuelve a quedar patente la importancia de una redacción clara del condicionado, basado en una valoración global del riesgo asegurado y no en aspectos legales relativos a la responsabilidad civil. © 2013 Münchener Rückversicherungs-Gesellschaft Königinstrasse 107 80802 München Alemania Teléfono: +49 89 38 91-0 Telefax: +49 89 39 90 56 www.munichre.com Responsable del contenido Claims Management & Consulting: Nicholas Roenneberg, Prof. Dr. Ina Ebert Peligros naturales: Prof. Dr. Peter Höppe Transporte: Olaf Köberl Navegación espacial: Dr. Achim Enzian Siniestros: Dr. Paolo Bussolera, Dr. Stefan Klein, Arno Studener, Dr. Eberhard Witthoff Redacción Corinna Moormann, Group Communications (dirección como arriba) Teléfono: +49 89 38 91-47 29 Telefax: +49 89 38 91-7 47 29 schadenspiegel@munichre.com ISSN 0941-6595 Ilustraciones Portada: LUCAS JACKSON/Reuters/Corbis Pág. 1: Gerhard Blank Pág. 2: Getty Images/Andrew Burton/ Págs. 3 dcha., 40, 42, 43 abajo: Sea Launch AG Págs. 3 izda., 34, 35: RTS Tasadores de Seguros Págs. 4 izda., centro, 9, 19, 27, 38, 44: Munich Re Pág. 4 dcha.: NASA Pág. 5: Shutterstock Págs. 6, 7: EDUARDO MUNOZ/Reuters/Corbis Págs. 12, 16, 22: Munich Re, Thomas Verduzco-Weisel Pág. 13 arriba: Leon Taylor Pág. 13 abajo: Aidan M. McCormack Pág. 14: Munich Re, Klaus Wenselowsky Pág. 17: GIL COHEN MAGEN/Reuters/Corbis Pág. 18 arriba: Roger D. Higgins Pág. 18 abajo: J. Richard Harmon Pág. 20: Am Re Pág. 21: Munich Re, Peter Miesen Pág. 23: POOL/Reuters/Corbis Pág. 24: AFP PHOTO/Stan HONDA Pág. 26: Art in America/Brian Boucher Pág. 30: Eva-Maria Goergen Pág. 32: John Goldberg Pág. 37: http://www.crowley.com, James Grellier Pág. 39: NASA Págs. 45, 46, 47: Munich Re, Alfons Maier Pág. 48: Kevin Sprouls Imprenta Mediahaus Biering GmbH Grafischer Betrieb Freisinger Landstrasse 21 80939 München Alemania Si lo desea, podrá obtener más ejemplares por un importe de 8 €. 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