Roj: SAP SA 122/2014 Id Cendoj: 37274370012014100122 Órgano: Audiencia Provincial Sede: Salamanca Sección: 1 Nº de Recurso: 69/2014 Nº de Resolución: 65/2014 Procedimiento: CIVIL Ponente: ILDEFONSO GARCIA DEL POZO Tipo de Resolución: Sentencia AUD.PROVINCIAL SECCION N. 1 SALAMANCA SENTENCIA: 00065/2014 S E N T E N C I A NUMERO 65/14 En la Ciudad de Salamanca a dieciocho de marzo de dos mil catorce. La Audiencia Provincial de Salamanca, constituida por el Ilmo. Sr. Magistrado D. ILDEFONSO GARCIA DEL POZO, ha visto en grado de apelación el JUICIO VERBAL Nº 228/13 del Juzgado de Primera Instancia nº 2 de Béjar, Rollo de Sala nº 69/14; han sido partes en este recurso: como demandante-apelado Dª Tatiana representada por el Procurador Mª Teresa Asensio Martín y bajo la dirección del Letrado Don Francisco Cañadas de Celis y como demandado-apelante D. Jesús Luis representada por el Procurador Dña. Mª Luisa Lamela Rodríguez y bajo la dirección del Letrado D. Carlos Méndez Santos; habiendo versado sobre reclamación de cantidad . ANTECEDENTES DE HECHO 1º.- El día 13 de diciembre de dos mil trece por el Ilmo. Sr. Magistrado-Juez del Juzgado de Primera Instancia nº 2 de Béjar se dictó sentencia en los autos de referencia que contiene el siguiente: "FALLO: Que estimando la demanda interpuesta por Tatiana , asistida por el letrado D. Francisco Cañadas de Celis y representada por la Procuradora Dña Mª Teresa Asensio martín frente a Jesús Luis , asistido por la letrada Dña Deyanira Salazar Jiménez, en sustitución del letrado D. Carlos Méndez Santos y representado por la Procuradora Dña Soledad Muñoz Luengo, DEBO CONDENAR Y CONDENO a Jesús Luis a abonar a Tatiana la cantidad de 4.587,82 Euros, más los intereses legales generales conforme al artículo 576 de la LEC , así como al pago de las costas procesales." 2º.- Contra referida sentencia se interpuso en tiempo y forma recurso de apelación por la representación jurídica de la parte demandada, quien después de hacer las alegaciones que estimó oportunas en defensa de sus pretensiones terminó suplicando que se dicte sentencia por la que estimando el recurso de apelación formulado en representación de D. Jesús Luis , revoque la sentencia apelada en cuanto a los pronunciamientos expresamente impugnados, dictando sentencia absolutoria para mi mandante, con expresa condena en costas a la parte actora-apelada. Dado traslado de dicho escrito a la representación jurídica de la parte contraria por la misma se presentó escrito en tiempo y forma oponiéndose al recurso de apelación formulado para terminar suplicando que se inadmita a trámite el recurso, por no haber consignado el recurrente el montante de la condena de la sentencia de primera instancia o subsidiariamente se desestime el recurso y confirme íntegramente la sentencia recurrida por se justa y ajustada a derecho, acogiendo plenamente las pretensiones deducidas por esta parte en la primera instancia, con imposición de costas a la contraparte. 3º.- Recibidos los autos en esta Audiencia se formó el oportuno Rollo, turnándose el recurso de apelación y señalándose para el fallo el día once de marzo de dos mil catorce . 4º.- Observadas las formalidades legales. 1 FUNDAMENTOS DE DERECHO.Primero.- Por el demandado Don Jesús Luis se recurre en apelación la sentencia dictada por el Juzgado de 1ª Instancia número 2 de Béjar con fecha 13 de diciembre de 2.013 , la cual, estimando la demanda promovida contra el mismo por la demandante Doña Tatiana , le condenó a pagar a ésta la cantidad de 4.587,82 euros, reclamada en tal demanda como indemnización de los daños personales y materiales sufridos como consecuencia de accidente ocurrido el día 7 de mayo de 2.012 al colisionar el vehículo que conducía matrícula .... HHS con un caballo considerado propiedad del referido demandado, con los intereses legales correspondientes y con imposición al mismo de las costas. Y se interesa en esta alzada por el referido demandado, con fundamento en las alegaciones realizadas por su defensa en el escrito de interposición de tal recurso de apelación, la revocación de la mencionada sentencia y que se dicte otra desestimando en su integridad las pretensiones de la demanda con imposición de las costas a la demandante, a cuya pretensión se ha opuesto ésta, por la que además se alega la indebida admisión del recurso de apelación interpuesto por el demandado por no haber cumplido el requisito establecido en el artículo 449. 3, de la Ley de Enjuiciamiento Civil , al no haber procedido a la consignación de la cantidad e intereses a cuyo pago ha sido condenado. Segundo.- En relación con la causa de inadmisibilidad alegada por la representación procesal de la demandante, es cierto que en el artículo 449. 3, de la Ley de Enjuiciamiento Civil se dispone que "en los procesos en que se pretenda la condena a indemnizar los daños y perjuicios derivados de la circulación de vehículos de motor no se admitirán al condenado a pagar la indemnización los recursos de apelación..., si, al interponerlos, no acredita haber constituido depósito del importe de la condena más los intereses y recargos exigibles en el establecimiento destinado al efecto..." . Pero, conforme resulta del propio texto legal sin necesidad de particulares interpretaciones, el cumplimiento de este requisito sólo es exigible respecto del condenado a pagar la indemnización, cuya responsabilidad derive precisamente de la circulación de vehículos de motor; supuesto que no concurre en el presente caso, pues, aun cuando la demandante sufriera las lesiones y daños que reclama con ocasión de conducir un vehículo de motor, la responsabilidad del demandado deriva de su condición de propietario o poseedor del caballo que irrumpió en la carretera y con el que colisionó aquel vehículo, y que tiene por ello su fundamento en lo específicamente establecido en el artículo 1.905 del Código Civil . Por consiguiente, no venía obligado a cumplir el requisito establecido en el artículo 449. 3, de la Ley de Enjuiciamiento Civil , y por ello el recurso de apelación fue correctamente admitido, debiendo, pues, rechazarse la causa de inadmisibilidad alegada por la demandante. Tercero.- Conforme resulta del contenido del escrito de interposición del recurso de apelación, se alega como primer motivo de impugnación el error en la valoración de las pruebas documental, de interrogatorio de parte y testifical practicadas en el procedimiento, así como la vulneración por ello del artículo 217. 2 y 3, de la Ley de Enjuiciamiento Civil , en que considera que ha incurrido la sentencia de instancia al concluir que en base a tales pruebas había quedado acreditado que el caballo que intervino en el accidente era propiedad del demandado. Por tanto, en orden a la resolución de este motivo de impugnación se ha de señalar: 1º.-) Como señala la SAP. de Alicante de 8 de noviembre de 2.002 , de conformidad con reiterada doctrina jurisprudencial (entre otras muchas, STS. de 23 de septiembre de 1.996 ), la valoración probatoria es facultad de los Tribunales, sustraída a los litigantes, que sí pueden aportar las pruebas que la normativa legal autoriza (principios dispositivo y de rogación), pero en forma alguna tratar de imponerla a los Juzgadores; y cabe añadir que el Juzgador que recibe la prueba puede valorarla de forma libre, aunque no arbitraria, transfiriendo la apelación al Tribunal de la segunda instancia el conocimiento pleno de la cuestión, pero quedando reducida la alzada a verificar la legalidad en la producción de las pruebas, la observancia de los principios rectores de su carga y si en la valoración conjunta del material probatorio se ha comportado el Juez "a quo" de forma arbitraria o si, por el contrario, la apreciación conjunta del mismo es la procedente por su adecuación a los resultados obtenidos en el proceso. Y en la sentencia de la misma Audiencia de 8 de octubre de 1.998 se dice que la valoración de la prueba que efectúa el Juzgador de instancia debe prevalecer sobre la que pretende la parte, ya que el alcance del control jurisdiccional que supone la segunda instancia, en cuanto a la legalidad de la producción de las pruebas, la observancia de los principios rectores de la carga de la misma y la racionalidad de los razonamientos, no puede extenderse al mayor o menor grado de credibilidad de los testigos, partes o cualquier otro elemento probatorio, porque ello es una cuestión directamente relacionada con la inmediación del juzgador sentenciador en la primera instancia. 2 Y por ello, concluye la doctrina jurisprudencial que el denunciado error en la apreciación de las pruebas tan solo puede ser acogido cuando las deducciones o inferencias obtenidas por el juzgador de instancia resultan ilógicas e inverosímiles de acuerdo con la resultancia probatoria o contrarias a las máximas de la experiencia o a las reglas de la sana crítica ( SAP. de LLeida de 15 de marzo de 1.999 ). En definitiva, pues, cuando se trata de valoraciones probatorias la revisión de la sentencia deberá centrarse en comprobar que aquélla aparece suficientemente expresada en la resolución recurrida y que las conclusiones fácticas a las que así llegue no dejen de manifiesto un error evidente o resulten incompletas, incongruentes o contradictorias, sin que por lo demás resulte lícito sustituir el criterio del Juez "a quo" por el personal e interesado de la parte recurrente ( SAP. de Guipúzcoa de 29 de julio de 1.999 ), de manera que, si las conclusiones probatorias se manifiestan razonables, deben ser mantenidas ( SAP. de Tarragona de 31 de mayo de 1.999 ). 2º.-) La sentencia de instancia fundamenta su conclusión de considerar acreditado que era propiedad del demandado Don Jesús Luis el caballo que irrumpió en la carretera y con el que colisionó el vehículo que conducía la demandante en las consideraciones siguientes: a) que en el atestado instruido por la Guardia Civil se identifica como propietario del referido animalanimal precisamente al demandado, con indicación de sus datos personales, domicilio, teléfono, etc.; b) que ello fue corroborado por la declaración prestada en el acto de la vista por el agente de la Guardia Civil que compareció como testigo, quien manifestó que, una vez informado por un vecino de zona sobre el posible propietario del caballo, se puso en contacto telefónico con el demandado, quien no le negó que fuera el propietario del caballo causante del accidente; c) que el certificado veterinario aportado por el demandado para sustentar su afirmación de no ser propietario de tal caballo carecía de la eficacia probatoria pretendida, ya que lo único que podía acreditar era que los dos caballos que a requerimiento del mismo examinó el veterinario se encontraban en buen estado, pero del contenido de la indicada certificación no podía deducirse que fueran esos dos los únicos caballos que poseía; y d) que asimismo carecía de eficacia probatoria a la indicada finalidad de acreditar que el demandado no era propietario del caballo causante del accidente el certificado expedido por el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería en el que se consigna que el demandado no figura como titular de ningún caballo en la provincia de Salamanca, cuando el mismo reconocía que en la fecha del accidente era propietario cuando menos de dos caballos. 3º.-) Se alega por la defensa del demandado en el escrito de interposición del recurso de apelación en apoyo del denunciado error en la valoración de las pruebas que de las practicadas en el procedimiento no podía concluirse como debidamente acreditada su propiedad del caballo causante del accidente, ya que: a) era errónea la afirmación de la sentencia impugnada referida a que este caballo había resultado muerto y que por ello no había podido ser visto por el veterinario que examinó y comprobó que se encontraban en perfectas condiciones los dos caballos propiedad del demandado el día 8 de mayo de 2.012, siguiente al que se produjo la colisión; b) no podía imputársele responsabilidad al demandado por no haber acreditado que no era propietario de más caballos, cuando, además de ser una prueba diabólica, es a la demandante a la que correspondía acreditar que el caballo causante del accidente era propiedad del demandado o que éste se servía del mismo; y c) no era cierto que hubiera reconocido a la Guardia Civil que era el propietario del referido caballo, ya que lo único que afirmó cuando el agente de la Guardia Civil se puso en contacto telefónico con él fue que, si el caballo era suyo, carecía de seguro. 4º.-) Examinado el acervo probatorio aportado al procedimiento en manera alguna puede estimarse, a pesar de las alegaciones realizadas al respecto por la defensa del demandado, que la sentencia impugnada haya incurrido en manifiesto error al concluir como debidamente acreditada la propiedad del demandado con relación al caballo causante del accidente. Y así, aun cuando en efecto tal circunstancia es ahora negada con insistencia por el referido demandado, - y prescindiendo del error en que ciertamente incurre la sentencia impugnada al afirmar que el veterinario no pudo examinar el caballo implicado en el accidente, al haber resultado muerto, cuando tal circunstancia no está acreditada, ni puede deducirse de los datos consignados (parece que solo tenía una pequeña herida) -, es lo cierto que por el agente de la Guardia Civil que compareció como testigo en el juicio se afirmó que, cuando tras ser informado por una tercera persona que el caballo implicado en el accidente podía ser propiedad del demandado se puso en contacto telefónico con él al día siguiente, éste efectivamente reconoció que era suyo y le manifestó que no tenía seguro. Además, con independencia de otras circunstancias a que se refiere la sentencia impugnada, el propio comportamiento posterior del mismo demandado avala la afirmación de que era precisamente de su propiedad el caballo causante del accidente, ya que, si seguidamente, según afirma, fue a la finca y comprobó que los caballos estaban bien, y si al día siguiente se ratificó ello por el veterinario que expidió el certificado aportado al procedimiento, no se comprende, por ser contrario a la lógica más elemental, que no comunicara ello a la 3 Guardia Civil, requiriendo de inmediato al veterinario que el expidiera el correspondiente certificado, y ello no sólo en descargo de su propia responsabilidad, sino también a fin de que por la Guardia Civil pudieran continuarse las pertinentes averiguaciones para determinar el propietario del animalanimal. En consecuencia, ha de ser rechazado este primer motivo de impugnación, ya que, si no ha existido error en la valoración de las pruebas, tampoco se ha incurrido por parte de la sentencia de instancia en infracción del artículo 217, apartados 2 y 3, de la Ley de Enjuiciamiento Civil . Cuarto.- Respecto a si procede considerar a efectos indemnizatorios como impeditivos cinco de los sesenta días que la demandante tardó en curar de las lesiones sufridas en el accidente, es cierto que con carácter general, y según señala la sentencia impugnada, la baja laboral no necesariamente tiene que coincidir con la baja forense y que en el presente caso en el informe emitido por el Dr. Remigio se fijan tales cinco días como impeditivos. Ahora bien, si se tiene en cuenta que, según afirmó el referido perito en el juicio, consideró tal periodo impeditivo por ser el habitual en este tipo de lesiones y el hecho objetivo de que la demandante, no obstante las lesiones sufridas, no estuvo de baja laboral durante el periodo de curación, sino que continuó desarrollando su actividad profesional, no podrá ser considerado como impeditivo el referido periodo de cinco días, pues en la Tabla V se establece expresamente que "se entiende por día de baja impeditivo aquél en que la víctima está incapacitada para desarrollar su ocupación o actividad habitual" . En consecuencia, la indemnización correspondiente a la incapacidad temporal ha de fijarse en la cantidad de 1.827,60 euros, la indemnización total por daños personales en la cantidad de 3.740,53 euros, y la indemnización total por lesiones y daños materiales en 4.444,05 euros, procediendo en este concreto particular modificar la sentencia de instancia. Quinto.- En cuanto al pago de las costas correspondientes a la primera instancia solicita el demandado en su recurso la revocación del correspondiente pronunciamiento de la sentencia de instancia y que no le sean impuestas tales costas por la concurrencia de serias dudas de hecho tanto por las incompletas diligencias de averiguación practicadas por la Guardia Civil en orden a determinar la propiedad del caballo causante del accidente así como por la incorrecta calificación como días impeditivos de algunos de los que la demandante tardó en curar de las lesiones sufridas. Y en relación con tal pretensión se ha de señalar: 1º.-) Dispone el artículo 394. 1, de la Ley de Enjuiciamiento Civil que "en los juicios declarativos, las costas de la primera instancia se impondrán a la parte que haya visto rechazadas todas sus pretensiones, salvo que el tribunal aprecie, y así lo razone, que el caso presentaba serias dudas de hecho o de derecho. Para apreciar, a efectos de condena en costas, que el caso era jurídicamente dudoso se tendrá en cuenta la jurisprudencia recaída en casos similares" . Pues bien, conforme a reiterada doctrina jurisprudencial, los requisitos exigidos por el precepto en lo atinente a las "serias dudas de hecho" son los siguientes: 1º) la existencia de "dudas" en los hechos que justifiquen la pretensión o, en su caso, la resistencia u oposición a la misma, y que no puedan despejarse a través de una conducta diligente, de modo que la averiguación exija el proceso judicial; 2º) que, por consiguiente, tales dudas sean fundadas, razonables, basadas en una gran dificultad para determinar, precisar o conocer fuera del proceso judicial la realidad de los hechos fundamento de la pretensión, o, aun no habiendo dudas sobre los hechos, los efectos jurídicos de los mismos se presenten como dudosos por ser la normativa aplicable susceptible de diversas interpretaciones; y 3º) ha de concurrir la "seriedad" de la duda, esto es, la importancia de los hechos sobre los que recae la incertidumbre en orden a determinar la razonabilidad de la pretensión, de manera que no todas las pretensiones razonablemente fundadas impedirán la condena en costas en caso de desestimación, porque la regla del vencimiento objetivo no es sólo una sanción a la conducta arbitraria o caprichosa del que pretende y es vencido, sino también una regla de protección del sujeto contra el que se dirige la pretensión a no padecer perjuicio económico (así SSAP. de Valencia (Sección 8) de 27 de marzo de 2.007 y de León (Sección 1) de 5 de junio de 2.009 , entre otras). Y en el presente supuesto ninguna duda de hecho se manifiesta por el juzgador de instancia, ni la misma puede siquiera traslucirse de los razonamientos jurídicos de la sentencia impugnada, acerca de que el caballo causante del accidente fuera propiedad del demandado, lo que tampoco resulta de manera evidente de las alegaciones realizadas por su defensa en el escrito de interposición del recurso de apelación, conforme se ha razonado con anterioridad al examinar el correspondiente motivo de impugnación. Y 2º.-) Es cierto que en el apartado 2 del referido artículo 394 de la Ley de Enjuiciamiento Civil se establece que "en los procesos declarativos, las costas de la primera instancia se impondrán a la parte que haya visto rechazadas todas sus pretensiones, salvo que el tribunal aprecie, y así lo razone, que el caso presentaba serias dudas de hecho o de derecho" , y añade en su párrafo 2 que "si fuere parcial la estimación o desestimación 4 de las pretensiones, cada parte abonará las causadas a su instancia y las comunes por mitad, a no ser que hubiere méritos para imponerlas a una de ellas por haber litigado con temeridad" . Pero, no obstante ello, una reiterada doctrina jurisprudencial tanto del Tribunal Supremo como de las Audiencias Provinciales ha señalado que también procede imponer a la parte demandada las costas causadas en la primera instancia en los supuestos de estimación "sustancial" de las pretensiones de la demanda, bien por acogimiento de la mayoría de los pedimentos de la misma, bien por estimación de la pretensión principal, aunque fueran rechazadas algunas de las pretensiones accesorias, o bien por existencia de una mínima diferencia entre lo pedido en la demanda y lo concedido en la sentencia. Así señaló la STS. de 7 de noviembre de 2.005 (RJ 2005\7719) que la doctrina de esta Sala, recogida, entre otras, en las SSTS. de 12 de julio de 1.999 (RJ 1999\4773 ), 17 de julio de 2.003 (RJ 2003\4784 ) y 26 de abril de 2.005 (RJ 2005\4788), se muestra favorable a la aplicación del criterio del vencimiento objetivo en materia de costas a los supuestos en que se opera una estimación sustancial de la demanda, como ocurre en los casos en que se acoge la pretensión principal de la misma, si bien se rechaza el pago de los intereses como pretensión accesoria y dependiente de aquélla, singularmente al deber tenerse en cuenta que la razón de la condena en costas radica en el daño producido a la parte contraria al obligarle a seguir un proceso, con los gastos que ello comporta, sin razón jurídica para oponerse a lo pretendido. Y en la STS. de 23 de marzo de 2.006 (RJ 2006\1826) se afirmó que el modificar en una pequeña parte la cantidad que se declaró obligado a pagar al demandado no supone estimación de la oposición; puede haber una diferencia de contenido, pero no de sentido respecto de los pedimentos del actor, por lo que hay que estimar que ésta, la demanda, ha sido estimada, para, fundada en el criterio del vencimiento, llegar a la conclusión de que esa modificación en la cantidad pedida no supone la estimación parcial de la demanda o rechazo en parte de la misma, pues continuó estimándose la acción de reclamación de cantidad ejercitada, aunque fuera modificada en su contenido y por consiguiente con obligación del demandado de estar obligado a pagar las costas de primera instancia. Doctrina ésta que es reiterada en numerosas resoluciones posteriores, tales como las SSTS. de 6 de junio de 2.006 (RJ 2006 \8177 ), 9 de julio de 2.007 (RJ 2007\4960 ), 5 de marzo y 18 de junio de 2.008 (RJ 2008\4037 y 4254), en las que se concluye, con cita de las SSTS. de 14 de marzo de 2.003 (RJ 2003\2746 ), 17 de julio de 2.003 (RJ 2003\4784 ), 24 de enero de 2.005 (RJ 2005\520 ), 26 de abril de 2.005 (RJ 2005\3768 ), y 21 de diciembre de 2.006 (RJ 2007\396), que procede también la imposición de las costas en casos de estimación sustancial de la demanda, pues, como afirmó la STS. de 8 de marzo de 2.007 (RJ 2007 \1525), esta especie de "cuasi vencimiento", que resulta de la estimación sustancial de la demanda, opera cuando una leve diferencia entre los pedido y lo obtenido. Por lo que, si en el presente supuesto en la demanda promovida por la demandante Doña Tatiana se suplicó que se condenara al demandado Don Jesús Luis a pagarle la cantidad de 5.487,82 euros, y si finalmente, acogiendo la acción de reclamación ejercitada en la misma, se condenó al referido demandado a pagar a la demandante la cantidad de 4.444,05 euros, es incuestionable que se ha producido una estimación sustancial, en cuanto prácticamente idéntica, de las pretensiones de la demanda. Y por ello, en aplicación de la referida doctrina jurisprudencial, ha de ser mantenido el pronunciamiento de la sentencia impugnada que condena al demandado al pago de las costas correspondientes a la primera instancia. Sexto.- Sin embargo, al ser estimado cuando menos en parte el recurso de apelación interpuesto por el demandado Don Jesús Luis , no procede hacer especial pronunciamiento respecto de las costas ocasionadas en esta alzada, de conformidad con lo establecido en el artículo 398. 2, de la Ley de Enjuiciamiento Civil , y con devolución al mismo del depósito constituido para recurrir, en aplicación de lo prevenido en la Disposición Adicional Decimoquinta, apartado 8, de la Ley Orgánica del Poder Judicial . En consideración a lo expuesto, en nombre del Rey y en virtud de la potestad jurisdiccional conferida por la Constitución, FALLO Estimando en parte el recurso de apelación interpuesto por el demandado DON Jesús Luis , representado por la Procuradora María Luisa Lamela Rodríguez, debo confirmar y confirmo la sentencia dictada por la Sra. Juez del Juzgado de 1ª Instancia número 2 de Béjar con fecha 13 de diciembre de 2.013 en el Juicio Verbal del que dimana el presente rollo, si bien fijando en la cantidad de CUATRO MIL CUATRICIENTOS CUARENTA Y CUATRO EUROS CON CINCO CÉNTIMOS (4.444,05 euros) la indemnización que el referido demandado ha de pagar a la demandante Doña Tatiana , y manteniéndose los restantes pronunciamientos de la indicada sentencia, sin hacer especial imposición a ninguna de las partes 5 de las costas causadas en esta segunda instancia y con devolución al expresado recurrente del depósito constituido. Notifíquese la presente a las partes en legal forma y remítase testimonio de la misma, junto con los autos de su razón al Juzgado de procedencia para su cumplimiento. Así por esta mi sentencia, definitivamente juzgando lo pronuncio, mando y firmo. PUBLICACION Leída y publicada fue la anterior sentencia por el Ilmo. Sr. Magistrado, celebrando audiencia pública en el día de su fecha. Doy fe.- 6