1 INAUGURACIÓN MUESTRA FOTOGRAFICA LUNES 11 DE MAYO DE 2015 Señor Embajador de Israel en Chile, don Rafael Eldad; Señor Rector Subrogante de la PUCV, don Arturo Chicano; Señor Presidente Cultural de la Comunidad Israelita de Viña del Mar, Dr. Simón Sacks; Señor Rabino, Don Alejandro Mylinski; Señores y Señoras: En mi condición de VGC de la PUCV debo expresarles nuestra gran alegría por poder recibirlos en nuestra Casa de Estudios. En primer lugar debo comunicarles que nuestro Obispo y Gran Canciller se encuentra ausente de este acto, debido a una fuerte gripe y por prescripción médica. Anoche, cuando él regresaba de sus labores pastorales, me ha solicitado que les exprese sus saludos afectuosos y su pena por no poder presidir este acto, en el cual se abre esta exposición fotográfica del viaje del Santo Padre a Israel, que la Embajada de ese país ha querido compartir con nosotros. Por todo lo anterior, es motivo de gran alegría para mí, en este momento, acogerlos con el mismo cariño y con el mismo afecto sincero, con el cual la comunidad judía de Viña del Mar nos acoge en su Sinagoga. Con su misma hospitalidad yo lavo sus pies, unjo su cabeza con perfume y les doy el beso de la paz. Queridos amigos, El Concilio Vaticano II nos enseñó que la Iglesia está íntimamente unida a los “hijos de Abraham según la fe”, pues reconoce que los comienzos de su fe y de su elección se encuentran ya en los Patriarcas, en Moisés y los Profetas, y reconoce que todos los cristianos, estamos incluidos en la vocación del mismo Patriarca Abraham. Creemos, pues, que Cristo, nuestra paz, reconcilió por la cruz a judíos y gentiles y que de ambos hizo una sola cosa en sí mismo. Animados por esta fe, medio siglo después de la primera visita de un papa a Tierra Santa, el Papa Francisco estuvo en Israel, entre el sábado 24 de mayo y 2 el lunes 26 del 2014, motivado por el mismo espíritu de “diálogo interreligioso”. Hoy, a cincuenta años de la declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II, y en vísperas del primer aniversario de la visita del Papa, conjuntamente con la Embajada de Israel en Chile, y con la Comunidad Israelita de nuestra región, tenemos el agrado, de presentarles algunos testimonios gráficos de esa visita. ¡Ha transcurrido ya un año! Por eso es bueno recordar que entre los principales gestos del papa Francisco, en aquella región, destacaron: la prédica por la paz en medio del conflicto en Siria: “Es necesaria una solución pacífica para Siria”, “la paz no se compra ni se vende” (24 de mayo); el reconocimiento de dos estados en conflicto, el de Israel (“sea universalmente reconocido que el Estado de Israel tiene derecho a existir y a gozar de paz y seguridad dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas”) y el de Palestina (“Que se reconozca igualmente que el pueblo palestino tiene derecho a una patria soberana, a vivir con dignidad y a desplazarse libremente”). El papa invitó a rezar juntos en el Vaticano al presidente de Israel, Simon Peres y al líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás (25 de mayo). Significativo fue el encuentro con el patriarca de Constantinopla, con la firma de una declaración conjunta, los gestos compartidos y la celebración ecuménica en el Santo Sepulcro (25 de mayo); Tuvo un mensaje al islam desde la Explanada de las Mezquitas en el que exhortó a aprender a comprender el dolor del otro y a no instrumentalizar el nombre de Dios para la violencia (26 de mayo). Compartió un abrazo fraterno con el rabino Abraham Skorka y el musulmán Omar Abboud ante el Muro de los Lamentos, en lo que se denominó el “abrazo de las tres religiones” (26 de mayo). Importante fue la ofrenda de flores en la tumba de Theodor Herzl, fundador del movimiento sionista, ubicada en el cementerio nacional de Israel (26 de mayo). Marcó un hito de importancia histórica, no 3 solamente en las relaciones entre Israel y la Santa Sede, sino también entre la Iglesia católica y el pueblo judío. Por lo que se refiere al diálogo interreligioso, este viaje fue un mensaje de pragmatismo para los musulmanes, cristianos y judíos, de que es posible cooperar como amigos. Las fotografías que les presentamos en esta ocasión testimonian, en imágenes elocuentes, aquello que hemos mencionado. Para finalizar, deseo agradecer nuevamente al Señor Embajador de Israel su visita y su deseo de compartir con nosotros esta valiosa muestra. Agradezco particularmente al Doctor Simón Sacks, y al Rabino, don Alejandro Mlynski, quienes hicieron los contactos necesarios para traer esta muestra a nuestra Universidad, y con quienes me une el mismo espíritu de cooperación, muchos proyectos comunes, y, sobretodo, una muy grande amistad. ¡Muchas gracias!