2.− Porque en tu Hijo Jesús nos haces hijos tuyos y hermanos entre nosotros. R. momento, y acudimos a ti con las palabras del Señor Jesús: Padre nuestro… 3.− Porque nos llamas a vivir en la Iglesia como una comunidad orante, que te escucha y que confía en ti. R. Sugerencias de Cantos M. Padre, en ti podemos confiar en cada Aleluya por esa gente/ El alfarero/ Mirarte solo a ti, Señor/ Como una tarde tranquila. Crecer misericordiosos como el Padre Año XLI, Nº 2.171 Mensaje para el Jubileo de la Misericordia de los jóvenes Vuestra edad es una etapa de cambios increíbles, en la que todo parece posible e imposible al mismo tiempo. Les reitero con insistencia: Permanezcan estables en el camino de la fe con una firme esperanza en el Señor. Aquí está el secreto de nuestro camino. Él nos da el valor para caminar contra corriente. Lo están oyendo, jóvenes: caminar contra corriente. Esto hace bien al corazón, pero hay que ser valientes para ir contra corriente y él nos da esta fuerza... Con él podemos hacer cosas grandes y sentiremos el gozo de ser sus discípulos, sus testigos. Apuesten por los grandes ideales, por las cosas grandes. Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Hemos de ir siempre más allá, hacia las cosas grandes. Jóvenes, pongan en juego su vida por grandes ideales. Papa Francisco Dios Nos Habla Cada Día Lu 25: 2Cor 4, 7-15; Sal 125, 1-6; Mt 20, 20-28. SANTIAGO, ap. (F) Ma 26: Jer 14, 17-22; Sal 78, 8-9. 11. 13; Mt 13, 36-43. O bien (LS): Ecli 44, 1. 9-15; Sal 131, 11. 13-14. 17-18; Mt 13, 16-17. Santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María (MO) Mi 27: Jer 15, 10. 16-21; Sal 58, 2-4. 10-11. 17-18; Mt 13, 44-46. (Sta. Natalia/ S. Aurelio) Ju 28: Jer 18, 1-6; Sal 145, 1-6; Mt 13, 47-53. (S. Celso) Vi 29: Jer 26, 1-9; Sal 68, 5. 8-10. 14; Jn 11, 19-27 (o bien: Lc 10, 38-42). Santa Marta (MO) Sá 30: Jer 26, 11-15. 24; Sal 68, 15-16. 30-31. 33-34; Mt 14, 1-12. San Pedro Crisólogo, o. y d. (ML) Do 31: 18º durante el año Ecl 1, 2; 2, 21-23; Sal 89, 3-6. 12-14. 17; Col 3, 1-5. 9-11; Lc 12, 13-21. Paulinas en el mundo: Somos mujeres consagradas en el mundo, sin ser del mundo, para anunciar a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida. INSTITUTO PAULINO DE VIDA SECULAR CONSAGRADA “VIRGEN DE LA ANUNCIACIÓN” https://www.facebook.com/ groups/1374567902864985 Patricia Saez, Cel: 982877511 patriciasaezconce@hotmail.com “El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias. Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos. Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp. Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626, Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: suscripciones@sanpablochile.cl - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.cl Impresor: B & B impresores. Tel.- 227578500 - Los Lingues 750, Quilicura. EL DOMINGO JULIO - AGOSTO 2016 00200716 17º durante el año EL PADRE NUESTRO de la MISERICORDIA El Dios con quien hablamos ¿Quién no se ha encomendado a Dios en algún momento de su vida? Casi todas las personas recurren o han recurrido a Dios, en diversos momentos y circunstancias, buscando ayuda, iluminación o consuelo: en alguna situación de aflicción o peligro, ante el sufrimiento personal o de algún ser querido, ante una decisión importante en la vida, ante una tarea nueva a emprender, etcétera. Cuando acudimos a Dios se pone de manifiesto la imagen que tenemos de él en nuestra mente y en nuestro corazón. A veces, esas imágenes tienen poco o nada que ver con el Dios que nos a dado a conocer el Señor Jesús. Por ejemplo, hay quienes se relacionan con Dios como si él fuera un “salvavidas” al que se acude en los momentos de dificultad y de peligro, pero en el resto de la vida el “salvavidas” es inútil y se olvidan de él. Ese no es el Dios de los cristianos. Otras personas se relacionan con Dios como si él estuviese a su servicio y listo para satisfacer sus deseos y caprichos (como el genio del cuento de Aladino), y si sus deseos no se cumplen, ese “dios” no sirve. Ese no es el Dios de los cristianos. Otras personas se relacionan con Dios como si él fuese un “super policía” siempre listo a castigarnos por nuestros errores o debilidades. De alguien así hay que arrancar o buscar como estar a la buena con él. Ese tampoco es el Dios de los cristianos. 24 de julio de 2016 Estas y muchas otras imágenes de Dios son distorsiones que impiden una relación en la fe con el Dios manifestado en el Señor Jesús, porque están fundadas en el miedo o buscan usar a Dios y manipularlo a través de la oración. El Padre nuestro Cuando los discípulos dicen al Señor Jesús “enséñanos a orar”, le están pidiendo que les señale el camino para vivir una relación con Dios y, por lo tanto, le piden que les muestre a ese Dios con quien relacionarse. El Señor Jesús les enseña, con su actitud y sus palabras, a orar a un Dios que es Padre; más aún, la palabra que Jesús utiliza para referirse a Dios es “Abbá”, que quiere decir “papá”. Así, la única actitud posible ante el Dios de Jesucristo, es la que nace del sentirse “hijo”: el miedo y la manipulación son superados en el clima del amor y confianza que caracteriza las relaciones del padre amoroso con el hijo confiado. El “Padre nuestro” es el modelo de oración de los hijos que esperan todo del Padre para la realización de su Reino y para cuanto afecta sus vidas. Los hijos son los que colaboran con el Padre; por eso, nada de lo que pedimos en la oración nos dispensa de actuar, al contrario, lo que pedimos en la oración nos compromete a actuar como colaboradores de lo que pedimos. Pedir y ser escuchado En el “Padre nuestro”, el Señor Jesús nos muestra que nuestros deseos y anhelos tienen que ir siendo los del Padre, para poder decir de verdad “hágase tu voluntad”. Entonces, la oración del hijo siempre es escuchada, porque el Padre no es sordo a la llamada del hijo confiado, y así el Padre Dios siempre nos sorprenderá en el tiempo y el modo en que amorosamente escucha a sus hijos. Comisión naCional de liturgia Ciclo C - Color Verde 1. Ambientación Nos reunimos como comunidad de discípulos en torno a la Mesa del Señor Jesús, que ha preparado lo mejor para nosotros: su Palabra y su propia Vida entregada y resucitada. En cada Eucaristía el Señor Jesús nos muestra el verdadero rostro de Dios, el rostro del Padre misericordioso que ama entrañablemente a todos sus hijos. Dispongámonos para vivir con gratitud este encuentro con el amor de Padre manifestado en el Señor Jesús. 2. Primera Lectura Gn 18, 20-21. 23–32 En la primera lectura escucharemos un hermoso diálogo de Abrahám con Dios, el cual es un modelo de oración de quien confía en Dios. Lectura del libro del Génesis. El Señor dijo: “El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave, que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré”. Entonces Abraham se le acercó y le dijo: “¿Así que vas a exterminar al justo junto con el culpable? Tal vez haya en la ciudad cincuenta justos. ¿Y tú vas a arrasar ese lugar, en vez de perdonarlo por amor a los cincuenta justos que hay en él? ¡Lejos de ti hacer semejante cosa! ¡Matar al justo juntamente con el culpable, haciendo que los dos corran la misma suerte! ¡Lejos de ti! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no va a hacer justicia?”. El Señor respondió: “Si encuentro cincuenta justos en la ciudad de Sodoma, perdonaré a todo ese lugar en atención a ellos”. Entonces Abraham dijo: “Yo, que no soy más que polvo y ceniza, tengo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. Quizá falten cinco para que los justos lleguen a cincuenta. Por esos cinco ¿vas a destruir toda la ciudad?”. “No la destruiré si encuentro allí cuarenta y cinco”, respondió el Señor. Pero Abraham volvió a insistir: “Quizá no sean más de cuarenta”. Y el Señor respondió: “No lo haré por amor a esos cuarenta”. “Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no lo tome a mal si continúo insistiendo. Quizá sean solamente treinta”. Y el Señor respon- dió: “No lo haré si encuentro allí a esos treinta”. Abraham insistió: “Una vez más, me tomo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. Tal vez no sean más que veinte”. “No la destruiré en atención a esos veinte”, declaró el Señor. “Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no se enoje si hablo por última vez. Quizá sean solamente diez”. “En atención a esos diez, respondió, no la destruiré”. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor. 3. Salmo Sal 137, 1-3. 6-7. 7-8 R. ¡Me escuchaste, Señor, cuando te invoqué! Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque has oído las palabras de mi boca, te cantaré en presencia de los ángeles. Me postraré ante tu santo Templo. R. Daré gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad, porque tu promesa ha superado tu renombre. Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma. R. El Señor está en las alturas, pero se fija en el humilde y reconoce al orgulloso desde lejos. Si camino entre peligros, me conservas la vida. R. Tu derecha me salva. El Señor lo hará todo por mí. Tu amor es eterno, Señor, ¡no abandones la obra de tus manos! R. 4. Segunda Lectura Col 3, 12-14 El Apóstol Pablo proclama la misericordia de Dios que perdona todos los pecados: nada queda fuera de la misericordia de Dios manifestada en la cruz de Jesucristo. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas. Hermanos: En el bautismo, ustedes fueron sepultados con Cristo, y con él resucitaron, por la fe en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos. Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y de la incircuncisión de su carne, pero Cristo los hizo revivir con él, perdonando todas nuestras faltas. Él canceló el acta de condenación que nos era contraria, con todas sus cláusulas, y la hizo desaparecer clavándola en la cruz. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor. Aclamación al Evangelio Reflexión Aleluia. Han recibido el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios “¡Abbá!”, es decir, Padre. Aleluia. ¿Me dejo enseñar por el Señor Jesús acerca de cómo dialogar con el Padre? ¿Qué significa en mi vida decirle al Padre “hágase tu voluntad”? ¿Cómo puedo ir creciendo en una relación confiada de hijo ante el Padre? 5. Evangelio Lc 11, 1–13 Dispongámonos a escuchar en el Evangelio de Lucas la enseñanza del Señor Jesús sobre la oración, la cual nos introduce en el diálogo confiado de los hijos con el Padre Dios. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas. Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos”. Él les dijo entonces: “Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación”. Jesús agregó: “Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: “Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle”, y desde adentro él le responde: “No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos”. Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquéllos que se lo pidan!”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús. 6. Oración Universal M. Acudamos confiadamente al Padre de la misericordia que Jesús nos ha dado a conocer y nos ha hecho hijos del Padre y hermanos entre nosotros. Digamos juntos: R. Padre, hágase Tu voluntad. 1.− Por la Iglesia en el mundo entero, para que sea un signo transparente del amor misericordioso del Padre. Roguemos al Señor. R. 2.− Por las familias, para que en ellas podamos ir viviendo como hijos y hermanos. Pidamos especialmente por las familias que están desunidas y donde falta el amor de un padre. Roguemos al Señor. R. 3.− Por los que no conocen al Señor Jesús y su Evangelio, para que el testimonio de nuestra vida los atraiga y nuestras palabras los conduzcan a conocer el amor del Padre Dios. Roguemos al Señor. R. 4.− Por nuestra comunidad de N., para que vayamos creciendo en nuestra fraternidad y en nuestra vida de oración. Roguemos al Señor. R. (Se pueden agregar otras peticiones de la comunidad) M. Señor Dios, refugio y fortaleza nuestra, escucha las oraciones de tu Iglesia y concédenos, por tu bondad, lo que pedimos con fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. Alabanza y Preparación a la Comunión Para las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la comunión a los enfermos. M. Padre, damos gracias porque tú te acercas a nosotros, nos buscas y quieres dialogar con nosotros, como un Padre con sus hijos. Te alabamos diciendo: R. ¡Bendito seas, Padre que nos amas! 1.− Porque en tu bondad nos das siempre lo que más nos conviene para vivir como hijos tuyos. R.