EL DÍA, domingo, 17 de enero de 2016 p1 LASREVELACIONES de un exagente de la CIA dan pie al experto J. Gregorio González para repasar el interés de los nazis por Canarias. 6/7 del domingo revista semanal de EL DÍA Aproximación a la vida cotidiana de Realejo Alto hacia 1890 Texto: Jerónimo David Álvarez García L a España de la Restauración es sinónimo de caciquismo, ese régimen político extralegal, definido por el control personal ejercido sobre los órganos de gobierno y administrativos de un reducido grupo. Disponía de los votos de su clientela y actuaba con personalidades influyentes. La práctica avanzaba desde los municipios a la capital del reino. En la realidad política, el país dejaría de responder a su constitución parlamentaria. Todo ello venía de la mano de una sociedad española no evolucionada civilmente, ni dotada de verdaderos partidos, situación que la clase dirigente no trató de superar. Este entramado político, social y económico proporciona un marco para Canarias, y particularmente Realejo Alto, donde las características señaladas se desarrollan en menor rango. El año que hoy se analiza presenta para Canarias un buen balance: la apertura de los hoteles Santa Catalina y Taoro, la inauguración del tranvía y el Gran Teatro (rebautizado como Pérez Galdós) en Las Palmas y la aparición de Diario de Avisos en Santa Cruz de La Palma, (actual decano de la prensa) configuran un entramado de industrias con calado en la sociedad canaria[1]. Como en ocasiones anteriores[2], la visión de los viajeros decimonónicos ilustrará al lector: “Charles F. Barker, miembro de la Sociedad Bíblica Británica llegó al archipiélago en 1885. Al desembarcar en Santa Cruz pudo apreciar el desdén que sentían los británicos hacia la población campesina de la isla, a la que veían como compendio de ignorancia y brutalidad. El cónsul le había desaconsejado que contactase con ella. Pero él opinaba de forma bien diferente tras sus largas caminatas por los campos grancanarios”. El clero canario “como contrapunto al liberalismo, se había vuelto conservador y ultramontano y había vuelto al redil del más rancio escolasticismo, fundamentaba su concepto de la religión en máximas que unas décadas antes hubieran considerado supersticiosas”[3]. Cuenta, a su paso por Realejo Alto, exactamente en el pago del Toscal: “Me invitaron a entrar en una casa; sus habitantes tenían dudas sobre comprarlos, [los Evangelios Anglicanos] pues decían que el Beneficiado[4] ya había condenado unos libros (…). Al final, en esta casa vendí un Testamento y un libro de Salmos. En Realejo Bajo vendí el último evangelio que llevaba conmigo, diciendo un hombre después de leer un poco: son preciosos”[5]. La vida cotidiana de Realejo Alto[6] prosigue bajo la alcaldía de Isidro Oramas y Chaves[7], pero esta aparente normalidad cesa por la citación ante el juez municipal de los nuevos concejales, a saber: Eliseo González Espínola (alcalde), Narciso Rodríguez García (primer teniente), Francisco Yanes Pérez (segundo teniente), Pedro Rodríguez de la Sierra[8], Nicolás Siverio Chaves, Felipe González Casanova, José González González, Prudencio García González (síndico personero), Ramón García Rivero y José Estévez Estévez. El motivo: el Juzgado de Instrucción de La Orotava había dictado auto de procesamiento contra los concejales del consistorio. En consecuencia, el gobernador suspende los cargos y nombra un gobierno presidido por Eliseo González Espínola[9]. La prensa insular confirma cómo el referido juzgado no solo declara procesados a los concejales, sino que dicta contra ellos auto de prisión[10]. Enero de 1890 comienza, pues, con la “presidencia del Señor alcalde don Eliseo González Espínola, y asistidos de mí el infraescrito secretario accidental don Salvador González Albelo, (…) se dió cuenta de que el secretario don Domingo Suárez Albelo no se ha encontrado en esta localidad para que venga a desempeñar los oficios de su cargo, sin que él ni su familia hayan manifestado razón alguna que disculpe su conducta: Probando con ella la repulsión que el Señor Suárez tiene a la nueva Corporación, y dando lugar a que este I. Cuerpo pierda la confianza indispensable que debe existir entre toda corporación y su secretario. En vista de lo cual por unanimidad acuerdan separarle de tal destino de tal Secretario, anunciándose la vacante en el Boletín Oficial de la Provincia.” Domingo Espinosa de los Monteros[11] es nombrado interinamente para este cargo y se crean las comisiones permanentes y demás cargos no comprendidos en el anterior gobierno. Por último se nombra al regidor interventor y se ordena rectificar el padrón de vecinos de 1889[12]. Las autoridades provinciales confirman la cantidad adeudada por el Ayuntamiento en los ejercicios 1877 a 1887[13]. Esto no es obstáculo para que la alcaldía proteste ante el ministro de Hacienda por el cupo de consumo adjudicado al pueblo. El concejal Ramón García Rivero recibe cuatro meses de licencia por motivos de salud y edad. La Comisión Provincial[14] declara nula la elección de concejales de 1 de diciembre, y el gobernador civil convoca nuevas elecciones para el 2 de febrero[15]. El pleno municipal da lectura al Boletín Oficial, que convoca estas nuevas elecciones municipales, la ley obliga su publici- Antigua vista de Realejo Alto. (Archivo Juan García Dumas) dad y exposición de listas, siendo la relación de colegios: 1. Casco del pueblo (escuela de niños del ayuntamiento), 2. San Agustín (La Carrera frente a la ermita) y 3. La Cruz Santa (local escuela). José Rodríguez Moure[16] cita, llama y emplaza a todas las personas con derecho a verificar la conmutación de la Capellanía fundada en la parroquia de Realejo Alto por Ventura Ana de Mesa y Hoyo, a petición de Fernando del Hoyo y Nieves, vecino de La Orotava; con esto se deducirá su derecho ante la Diócesis[17]. El alcalde de La Orotava remite oficio a su homónimo realejero, para sufragar los gastos de los “presos pobres” y reparar el local del jurado. El primer edil, Eliseo González, reclama a los herederos del depositario municipal, Tomás Grijalba y Brito[18], la cantidad de 761 pesetas que obra en su poder. El gobierno de la provincia procede al inventario de los bienes y rentas del municipio, mientras la prensa local duda de las acusaciones vertidas contra el ex-alcalde Isidro Oramas y Chaves[19]. La lista de electores queda conformada por los representantes económicos más Juan Yanes González (portero del ayuntamiento), Ángel Fernando Barreda (párroco), Gregorio González Bencomo (sacerdote)[20], Temístocles Díaz Fernández (maestro de primera enseñanza), Basílides del Sacramento[21] (agente ejecutivo) y Gaspar Arocha Casanueva[22] (maestro de primera enseñanza de La p2 domingo, 17 de enero de 2016, EL DÍA EN PORTADA Cruz Santa). Los rotativos insulares informan cómo “antenoche, en la carretera de esta Capital a la Orotava, en punto próximo al pueblo de Tacoronte, se espantó la bestia de un carro que venía del Realejo, dando en tierra con su conductor llamado Antonio el Cano, que montado en la parte delantera del vehículo se hallaba descuidado y cuyas ruedas le pasaron por encima del cuerpo dejándolo tan malparado que a estas horas habrá dejado de existir. El herido fue trasportado a una casa próxima al sitio del suceso, donde se le prodigaron los auxilios más apremiantes”[23]. El enésimo despacho sobre el pleito insular advierte de cómo persiste. El Liberal de Las Palmas, bogando su remo: «Algunos periódicos de Santa Cruz dicen que circula el rumor de haber ordenado por telégrafo, el Ministro de la Gobernación al Gobernador de la provincia que entable al Juzgado de la Orotava la oportuna competencia, para que se abstenga de conocer en la causa instruida contra los concejales del Realejo Alto. Olvidan aquellos periódicos que, según se ha resuelto repetidamente, no proceden competencias como la de que sé trata, y por tanto el Ministro no ha podido ordenar tal cosa». Si proceden o no proceden competencias como la de que se trata, es asunto en que no podemos llegar a un acuerdo con El Liberal. Del cambio no nos cabe la más ligera duda, en que los canarios deben hacer la causa de los acanariados mientras puedan utilizar sus servicios. Cuando pase algún tiempo, ya será otra cosa; que él traidor no es menester, siendo la traición pasada”. Las opiniones vertidas en la prensa tinerfeña critican la falta de transparencia en las nuevas elecciones[24]. La vida política se reanuda con la aprobación de las listas electorales. La Contaduría recibe orden de expedir a la alcaldía de Realejo Alto la certificación de lo adeudado por esa corporación al contingente provincial. La Comisión Provincial impone a los alcaldes de Realejo Alto, El Sauzal y El Rosario multa de 100 pesetas a cada uno por falta en el servicio de apremios[25]. Por último, el alcalde da cuenta del pago a empleados municipales y maestro. La Comisión Provincial, presidida por el Sr. Pineda y asistido de los vocales Poggio, Casanueva, Domínguez, La Rosa y Velázquez, acuerda pasar a informe de la Contaduría un oficio de la Alcaldía de Realejo Alto, reclamando la deuda contraída por la Diputación con el pósito municipal[26]. Los nuevos concejales, Juan Yanes García, Miguel Molina Reyes[27], Prudencio García González, José González González, Benito Díaz Yanes y Eloy Borges Fregel[28], así como el primer teniente de alcalde, Narciso García Rodríguez, y su sustituto, Francisco Yanes Pérez, toman posesión. Las sesiones ordinarias se fijan los domingos después de la “misa conventual”. En esta reunión también serán nombrados alcaldes pedáneos Gabriel de León González (Cruz Santa), Celestino Chaves Luis (Rosas), Domingo Hernández Febles (San Agustín-Carrera) y Felipe González Casanova (Horno-Toscas); quedan constituidas las nuevas comisiones y se confirma al médico municipal, Manuel Pestano. La deuda pendiente a los presos pobres es atribuida a Isidro Oramas y sus concejales, declarándolos deudores. La Comisión Provincial descarta la pretensión de la Alcaldía de anular la multa impuesta por falta en el servicio de apremios[29]. El alcalde accidental, Narciso García Rodríguez, por incompatibilidad del propietario, gestiona las exenciones de los mozos del reemplazo; el hijo del regidor, a la sazón Eliseo González Zárate[30], administrador de una “Colonia Agrícola”[31] es destinado a los Cuerpos de Depósitos. En esta sesión también se aborda la “revisión y censura” de cuentas rendidas por el recaudador Salvador González Albelo[32] y diversos temas económicos e impositivos. El maestro recibe sus retribuciones por nómina y material del primer trimestre de 188990[33]. No habiendo tenido efecto el anuncio de “pública subasta de los derechos de matadero,” se autoriza al alcalde a formalizar contrato con persona adecuada para el abasto de carne fresca al municipio (la circunstancia es aprovechada para reformar ese local)[34]. La plaza de secretario municipal sigue vacante. La Comisión Provincial expide apremio contra las rentas de los consistorios de La Rambla, ambos Realejos y La Matanza, por débitos al contingente provincial[35]. La temática económica monopoliza los plenos de abril. A ello se une la solicitud de Realejo Alto Plaza de Viera y Clavijo. Archivo Juan García Dumas para gravar ciertos artículos[36]. Basílides del Sacramento es designado agente ejecutivo para todas las contribuciones de consumo y municipales. Salvador González Díaz es nombrado “escribiente temporero” de la secretaria local y el profesor Temístocles Díaz recibe las cantidades estipuladas para el alquiler de la casa escuela y se abona los atrasos a mozos del reemplazo, a excepción de los prófugos, cuyos expedientes se tramitan. La corporación tiene informe de la irregularidad y proceso, que aún existe entre el secretario Espinosa de los Monteros y el exalcalde Oramas, por antiguas facturas. Se notifica los gastos ocasionados por el amojonamiento y deslinde del municipio[37]. La prensa tinerfeña deja constancia de la efemérides de la Conquista en 1496: ”Levanta D. Alonso Fernández de Lugo su campamento de Santa Cruz e internándose en la isla sin oposición llega al Valle de Orotava donde se habían retirado los guanches. Establece su cuartel general en las faldas de Tigaiga, mientras que los guanches formaban el suyo a dos tiros de ballesta, tomando respectivamente los nombres de Realejo Alto y Realejo Bajo, que conservan hoy día los pueblos fundados en aquellos sitios”[38]. La inspección pertinente prepara la visita que supervisará la contabilidad del municipio; el alcalde reconoce la inexistencia de intervención en la Secretaría del periodo 18701886. En esta tesitura será el maestro Temístocles Díaz quien elabore la contabilidad a presentar a la autoridad superior. Será gratificado. Las fuentes de estos nuevos volúmenes beberán de las cuentas rendidas por el depositario Tomas Grijalba[39]. La crítica situación de la política municipal desemboca en la dimisión del Ayuntamiento de Realejo Alto presidido por Eliseo González Espínola[40] mientras prosigue la inspección por el Gobierno Civil, que aprobará su contabilidad. Estanislao Fragoso García[41], Antonio Díaz Rodríguez, Gonzalo Fernández González, Agustín González Chaves, Agustín Molina, Domingo Abreu Rodríguez, Pedro Pérez González y Agustín Díaz Yanes entregan sus credenciales como concejales nombrados por el Gobierno Civil. Sustituyen a los que regentaban esa corporación, “los cuales hicieron en masa, renuncia de sus cargos”. Estanislao Fragoso[42] es elegido alcalde por mayoría, Vicente González Hernández es nombrado primer teniente, Francisco López Yanes, segundo teniente, Pedro Pérez González, regidor interventor, y secretario interino Domingo Suárez Albelo por renuncia de Domingo Espinosa de los Monteros. Nombradas las comisiones permanentes y confirmados los alcaldes pedáneos y demás cargos municipales que han ejercido hasta el momento, finaliza la sesión. El Gobierno Civil exige la confección del censo electoral con arreglo a la Ley de 26 de junio de 1890.[43] Un expediente instruye la desaparición de los documentos extraviados por el anterior secretario. Los “efectos forestales” de varios concejales son subastados, embargados y vendidos sus frutos. Las juntas municipales (territorial, industrial y de no contribuyentes) se constituyen. Las autoridades de Instrucción Pública de Canarias ven improcedente acceder a la rebaja en el material de escuelas solicitado por el consistorio realejero[44]. La citada instrucción del expediente de los frutos desaparecidos se comunica al Gobierno Civil y es aceptada la renuncia del recaudador de impuestos municipales Salvador González Albelo. El Boletín Oficial anuncia la vacante de secretario municipal[45]. Los municipios canarios adeudan cantidades diversas a los docentes. Según el vigente sistema de pagos se referirá aquí a La Laguna y Realejo Alto, con dos trimestres y otros dos de material, cada uno[46]. Queda constituida la Junta Municipal del Censo Electoral, que estudiará las futuras reclamaciones y será integrada por los exalcaldes Espínola y Oramas, todos sus concejales y la corporación actual. La Comisión Provincial ordena a la presidencia requerir a los concejales salientes 1.880,37 pesetas que “indebidamente distrajeron”, como abono parcial de la cantidad de 2.062,40 pesetas que tiene en descubierto dicho consistorio (ante su negativa se les citaría ante los tribunales por delito de malversación de caudal público). Son elegidos el jurado y suplentes del partido de La Orotava: Antonio González Fernández será vocal por Realejo Alto[47]; Domingo Suárez es nombrado secretario municipal en propiedad, a falta de postulantes y “viendo p3 EL DÍA, domingo, 17 de enero de 2016 EN PORTADA su buena aptitud”. El exalcalde Eliseo González Espínola es declarado responsable de las irregularidades de la “Junta Pericial para la Contribución de inmuebles, cultivo y ganadería”. La corporación rechaza su responsabilidad en los “errores” cometidos en la tributación y contabilidad de anteriores etapas, remitiendo a sus respectivos ediles. Los libros contables de los años 1876 a 1880 (bajo la alcaldía de Isidro Oramas y la depositaría de Tomas Grijalba) no presentan irregularidades[48]. Las autoridades insulares decretan el apremio contra la mitad de bienes y rentas de varios ayuntamientos de Tenerife, entre ellos ambos Realejos[49]. En el empeño de su defensa, el exalcalde Isidro Oramas Chaves publica en La Opinión de Santa Cruz de Tenerife[50] una carta aclaratoria y adjunta los balances pertinentes. Es aprobada la contabilidad de los años 18801883, correspondientes a la Alcaldía de Isidro Oramas. Estanislao Fragoso notifica las irregularidades económicas de su predecesor en el cargo, mientras el Gobierno Civil interviene los fondos municipales hasta aclarar la situación de las cantidades descubiertas. Agustín Rodríguez Yumar es nombrado recaudador. La prensa da cumplida cuenta de la solicitud formulada a la Junta Administrativa de los establecimientos benéficos de la capital, para que instruya los oportunos expedientes, en vista de cinco instancias presentadas por vecinos de La Orotava, Realejo Alto e Icod, (solicitan el prohijamiento de los expósitos expresados). Se apremia el cobro de la tasa pertinente (90 pesetas) a los dueños de ganado caprino que pastan en montes municipales, impagadas desde Firma y rúbrica de los alcaldes Isidro Oramas Chaves y Eliseo González Espínola. NOTAS [1] Si el lector deseara profundizar en esta época, véase: Carr, Raymnod, España 1808-2008, AA.VV, Cronología de Canarias, Millares Cantero y otros, Historia Contemporánea de Canarias, Albelo G., Adolfo, La Burguesía Agraria del Valle de La Orotava. AA.VV, Los Realejos, una síntesis histórica y León Castillo, Fernando, Mis tiempos I y II. [2] Álvarez García, Jerónimo David,“Aproximación a la vida cotidiana de Realejo Alto hacia 1889”, La Prensa-EL DÍA, 18.01.2015. [3] Barker, Charles F., Dos años en las Islas Canarias, pp. 13 y 15. Estudio crítico de Manuel Hernández González. [4] Probablemente se refiere a Ángel F. Barreda Hernández (1850-1918), párroco de Santiago del Realejo y vecino de la plaza. En nuestro interés por la divulgación de las biografías de los religiosos del pueblo, se citará el pleito acaecido en la Parroquia de los Remedios de La Laguna con motivo de las exequias de Fernando VI, cuando los clérigos de ambos Realejos, Icod y La Orotava, protagonizaron una disputa por los asientos que les correspondían. Más célebre aun sería la rivalidad entre los dos beneficiados de Realejo Alto, Marcelo y Juan Mateo en la década de 1730, que el mismo obispo de Canaria intentó mitigar. Cfr. Diario, Anchieta y Alarcón, José de, versión de Daniel García Pulido. [5] Barker, Charles F, op. cit. p. 91. Este religioso anglicano arribó a Las Palmas en 1885, durante dos años ejerció su apostolado y documentó la vida canaria. [6] Los acuerdos municipales han sido extraídos de, Actas de Sesiones del Ayuntamiento de Realejo Alto. (07.07.1889-29.06.1890) Sign. 13/38 COD. A. 1.1.3. Archivo Histórico Municipal de Los Realejos, en adelante A.H.M.R. Las biografías se han recabado en los volúmenes pertinentes, del Juzgado Municipal de Los Realejos. [7] Hijo de Pedro y Antonia, vecino de la calle del Medio. Falleció en su domicilio el 05.05.1916 a los 85 años, fueron sus hermanos Vicente y Juan Oramas Chaves. Existe una amplia casuística de las multas impuestas por este regidor: al pasto de ganado y limpieza de ropa y enseres en el agua de abasto, tapiar las zanjas provinciales, juegos prohibidos de baraja en casas particulares, poner en remojo abril anterior. Dos oficios da la Capitanía General del Distrito proceden a instruir los expedientes de prófugo a mozos de la isla del reemplazo de 1888, entre ellos Cipriano González Yanes, de Realejo Alto[51]. El director general de Agricultura, Industria y Comercio solicita a la municipalidad financiación para la ampliación del “Jardín de La Orotava”; se colabora con 200 pesetas. La Junta Municipal aprueba, al no existir reclamaciones, el reparto extraordinario para cubrir el déficit del presupuesto ordinario. Las autoridades electorales confirman los distritos electorales, divididos en dos secciones. Primera Sección: Casco, San Agustín y los barrios bre, que declara válidas –pues habían sido declaradas nulas por la Comisión Provincial– las elecciones municipales verificadas en el pueblo el 1 de diciembre de 1889[53]. Tras la declaración de validez por el Gobierno Civil, el ayuntamiento instruye expediente para depurar si el concejal Isidro Oramas y Chaves se halla en capacidad para ejercer ese cargo. El 28 de noviembre se constituye la nueva corporación, por renovación parcial de las elecciones de diciembre pasado. Es elegido alcalde Estanislao Fragoso, primer teniente Vicente González Hernández, segundo teniente Francisco López Yanes, regidor –“que deba sostener en defensa de los intereses del En los “sitios de costumbre”, se publicita el edicto advirtiendo a los vecinos que deseen denunciar los motivos por los que el exalcalde Isidro Oramas y Chaves podría ser incapacitado. Resuelto su expediente legal, se declara al expedientado con capacidad para el cargo de concejal, elegido en diciembre de 1889. La renovación de la Junta Pericial de la Contribución Territorial designa como peritos vecinos a Domingo González Rodríguez y Domingo Castro Padilla, perito forastero a Manuel González Corvo y como suplente a Pedro Rodríguez González. El cierre del ejercicio político constata que el apéndice formado por la Junta Pericial ha estado de las zonas de costa y medianías. Segunda Sección: La Cruz Santa, El Mocán, La Zamora y barrios de las zonas altas. Se abona un estipendio a Domingo Suárez Arocha por su colaboración en la confección del censo electoral. La Junta de Instrucción Pública de Canarias, en sesión de 22 de octubre, concede quince días de licencia al maestro del pago de La Cruz Santa[52]. La revisión de las cuentas de caudales y ordenación de los fondos municipales de los años 1883-1886, siendo depositario Tomás Grijalba Brito y alcalde Isidro Oramas, son correctas. La vida política realejera se sobresalta ante la R. O. de 30 de Octu- municipio”– Gonzalo Fernández González y regidor interventor, Vidal Torres Acosta. La relación de los restantes concejales es la que sigue: Juan González Estévez, Antonio Díaz Rodríguez, Juan Fernández González, Domingo Pérez González, Felipe Hernández González e Hilario Ávila; la Secretaría Municipal recae en Domingo Suárez. La Comisión Provincial, en sesión de 19 de noviembre, acuerda expedir certificación en que conste por qué los fondos del Ayuntamiento de Realejo Alto no han sido embargados por ese ente durante el primer semestre[54]. Finalmente se designan las comisiones permanentes municipales[55]. expuesto al publico; en vista de la falta de reclamaciones se remite a la administración provincial de rentas. Esta somera exposición de la vida cotidiana de Realejo Alto obliga a una conclusión: la llegada del alcalde Estanislao Fragoso abre un nuevo periodo para la clase política del municipio. Las alcaldías habían estado restringidas a pocas figuras, representativas de la burguesía agraria realejera e independientes de la absentista aristocracia. Desde ahora, los nuevos mandatarios, procedentes del mismo ámbito social, se diversifican, aumentando el número de protagonistas que regirán la política, la economía y la vida social del pueblo. varas de castaño en abrevaderos públicos o por la “riña” de vecinos a la salida del templo a las nueve de la noche, con escándalo y falta a la moral pública. Sección Aguas, A.H.M.R. [8] Véase, Luque H., Antonio, Perfiles humanos de los primeros asentamientos realejeros tras La Conquista, pp. 81-94, donde se nos introduce en la genealogía de los Rodríguez de la Sierra. [9] Gran propietario de la burguesía agraria realejera, vecino de La Alhóndiga. Hijo de Pedro González Regalado y Rosa Espínola, casó en segundas nupcias con Mª Candelaria de Zárate y Morales, con quien procreó a Tomás, Eliseo, Rosa, Eladia, Magdalena y Candelaria. Otorgó testamento ológrafo en 14.10.1889 y falleció el 18.12.1895 a los 60 años, por complicaciones de “diabetes sacarina”. [10] Diario de Tenerife, 03.01.1890. Biblioteca de la Universidad de La Laguna. BULL [11] Falleció en Realejo Alto el 03.04.1896 a los 61 años. [12] Arrojó la cantidad de 3.651 personas. [13] Diario de Tenerife, 10.01.1890. BULL [14] Constituía un cuerpo permanente con facultad decisiva y/o consultiva, sustituto a la Diputación en caso de urgencia. Martínez Alcubilla, M, Diccionario de la Administración .Gobierno y Administración de las provincias, p. 102 [15] Diario de Tenerife, 18.01.1890. BULL [16] Presbítero y destacado historiador, argumentó la antigüedad parroquial de Ntra. Sra. de la Concepción de La Laguna en contra de Santiago del Realejo. [17] Boletín Oficial del Obispado, 22.01.1890. BULL [18] Hijo de Miguel y Tomasa, vecino de San Agustín, propietario agrario, falleció soltero el 11.08.1888 a los 75 años. [19] La Opinión, 30.01.1890. BULL [20] Este sacerdote adscrito a la parroquia, consta como vecino hasta el Padrón de Vecinos de 1915, a él se añade Manuel Hernández Reyes, coadjutor de la parroquia entre febrero y julio del año en estudio. Para ampliar su biografía véase, Rodríguez Delgado, Octavio en “El sacerdote don Manuel Hernández Reyes, párroco en varios pueblos del Sur y propietario del Realejo Bajo”. El Día, La Prensa, 24.09.1989. Su expediente se cataloga en 1.3.Clérigos 138, Doc. 6. Archivo Histórico Diocesano de Tenerife. Agradecemos a Gaspar Carballo la referencia a este personaje. [21] Consta en la documentación como amanuense y vecino de la calle del Medio, falleció el 11.05.1911a los 68 años. [22] Vecino de La Cruz Santa, murió de “asfixia por obstáculo en la circulación de la sangre”el 02.06.1896 a los 38 años [23] Diario de Tenerife, 06.02.1890. BULL [24] La Opinión, pp. 1 y 2, 10.02.1890. BULL [25] Diario de Tenerife, 25.02.1890 y 26.02.1890. BULL [26] Diario de Tenerife, 01.03.1890. BULL [27] Propietario y vecino de la calle El Sol, casó con Agustina Fumero, falleció el 17.06.1910 a los 64 años. Su sobrino Francisco Morales Molina fue el último alcalde republicano de Realejo Alto. Sus familiares María Morales González que casó con el ferretero Ernesto Villar Llanos, Concepción, Irene y Miguel Molina que regentaran el Bar Central y Miguel Barroso Molina (el sacristán) comerciante, fueron dignos representantes del tejido comercial del pueblo. Además, sus hijos Manuel y Cipriana Molina Fumero vivieron en la calle La Alhóndiga nº 17, junto a su sobrina Nieves, hermana de Jesús Hernández Molina (Jesús el taxista), que casaría con Martina Febles Torres. Agradecemos este último dato a Álvaro Hernández Díaz. [28] Nació en 1843, vecino de la calle del Medio, casó con Benigna Pérez Yanes. Su hija Benigna casaría con Domingo Cedrés González con quien procreó a Miguel Cedrés Borges, alcalde que fue de Realejo Alto. [29] Diario de Tenerife, 13.03.1890. BULL. [30] Los supuestos contemplados abarcan enfermedad y manutención de padres pobres entre otros. Como se señaló más arriba, Eliseo González Zárate fue hijo del alcalde Eliseo González y la aristócrata Mª Candelaria de Zárate, falleció en 23.09.1911. Su hermano Tomás, Bachiller y propietario, fue juez municipal (31.12.1896-28.07.1897), soltero, falleció de fiebres tifoideas el 02.01.1899 a los 30 años. [31] Remitimos a Oyón Bañales, José Luis, Colonias Agrícolas y poblados de colonización. Arquitectura y vivienda rural en España (1850-1965). Tesis Doctoral, 1985. Univ. Pol. de Barcelona. [32] Propietario y vecino de la plaza, fue sochantre parroquial. [33] El Auxiliar, 31.03.1890. BULL [34] Ubicado en la calle Godínez. [35] Diario de Tenerife, 22.04.1890. BULL [36] Diario de Tenerife, 16.05.1890. BULL [37] Los pleitos judiciales con la vecina Villa de La Orotava por este motivo, se prolongaron hasta la década de 1990. [38] Diario de Tenerife, 01.07.1890. BULL [39] Libro de Actas del Ayuntamiento de Realejo Alto. 1890-1891. (06.07.1890-28.06.1891) 13/39. A.1.1.3 A.H.M.R [40] Diario de Tenerife, 15.07.1890. BULL [41] Accede a la alcaldía el 19.07.1890. Vecino de La Cruz Santa y propietario, viudo de Candelaria Armas; falleció el 21.03.1901a los 70 años. [42] En anteriores publicaciones hemos postulado la irrelevante presencia de la nobleza canaria en el Realejo de Arriba, desde tiempo atrás, pues la burguesía coparía el ámbito administrativo en contraposición a municipios como La Laguna, La Orotava, Puerto de la Cruz o Garachico. Millares Cantero y otros, op. cit. pp.121-125. [43] En esa relación, a la cual se daría pública exposición, debían constar todos los vecinos varones mayores de 25 años. Esta importante ley electoral implantó nuevamente, con ciertas limitaciones, el sufragio universal en España. [44] El Auxiliar, 11.08.1890. BULL [45] Diario de Tenerife, 18.08.1890. BULL [46] El Auxiliar, 20.08.1890. BULL [47] Diario de Tenerife, 25.08.1890 y 29.08.1890. BULL [48] Las acusaciones mutuas, aun sin fundamento jurídico, fueron habituales como estrategia para debilitar al rival. [49] Diario de Tenerife, 09.09.1890. BULL [50] La Opinión, 10.09.1890, pp. 1 y 2. BULL. [51] Diario de Tenerife, 19.09.1890 y 20.09.1890. BULL [52] El Auxiliar, p. 8, 30.10.1890. BULL [53] Diario de Tenerife, 05.11.1890. B.U.L.L. [54] Diario de Tenerife, 28.11.1890. BULL [55] Divididas en: Presupuesto y Contabilidad, Instrucción Pública, Sanidad, Policía, Amillaramiento, Contribuciones, Impuestos, Propios y Arbitrios, Caminos vecinales, Montes, Aguas y Policía de Abastos. También se confirmaron los alcaldes pedáneos, el depositario municipal, el médico titular y demás empleos públicos. p4 domingo, 17 de enero de 2016, EL DÍA INVESTIGACIÓN EN PORTADA TURISMO Andoni Luis Aduriz (Óleo sobre lienzo de 100 cmx100 cm) Nació en 1971 en San Sebastián, en cuya escuela de hostelería se formó, y donde trabajó, entre otros, con Juan Mari Arzak y Pedro Subijana. Durante los años 1993 y 1994 se incorporó al equipo de El Bulli, bajo la dirección de Ferran Adrià. Poco después, en 1996, pasó a ser jefe de cocina con Martín Berasategui en su restaurante. A los dos años, empezó su andadura en solitario con el Mugaritz, donde se expresa una cocina de texturas y emociones que dos años después de su apertura le valió la primara estrella Michelin. En 2002, Aduriz recibió el Premio Nacio- nal de Gastronomía, y en 2005 la segunda estrella Michelin. Un año después, el chef recibe el Premio Cándido a la innovación gastronómica y en 2007 el Mugaritz entra en el séptimo puesto de la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo de la revista ‘Restaurant’. Andoni Luis Aduriz forma parte del Patronato de la Fundación Basque Culinary Center, del Instituto Ibermática de la Innovación (dentro del ámbito de la creatividad en la restauración) y de la Junta Directiva de Innobasque. A su vez, con perfil no sólo de gran chef, sino también de formador y di- vulgador, Aduriz imparte cursos en la Universidad del País Vasco (desde 2005), en el centro de Formación Alain Ducasse (Francia) y en la escuela The Culinary Institute of América (EEUU), entre otros. Además, es autor o coautor de más de una veintena de libros de cocina y gastronomía. Además del Mugaritz, desde el 2012, Andoni Luis Aduriz asesora el restaurante Abadía Retuerta Le Domaine, en Valladolid, y a partir de abril 2014 también contribuye en la creación de las cartas de cada estación del HealthHouse Las Dunas, de Estepona (Málaga). EL DÍA, domingo, 17 de enero de 2016 p5 p6 domingo, 17 de enero de 2016, EL DÍA CLAVES DEL CAMINO HITLER Y NAZIS EN CANARIAS Hitler pudo haber vivido en Canarias tras la Segunda Guerra Mundial. Tan sorprendente hipótesis saltaba la semana pasada a los titulares de la prensa internacional, situando a nuestras islas, una vez más, en un papel inesperado y protagonista en uno de los periodos más importante del siglo XX. Como era de esperar, no han tardado en llegar las críticas, que, ante la falta de pruebas documentales, parecen más que razonables. Solo el tiempo dará o quitará la razón a quienes ahora defienden esta vuelta de tuerca a la historia oficial. Texto: José Gregorio González L os libros de historia son contundentes con respecto al final de Adolf Hitler, al que sitúan muerto en su bunker de Berlín. Tras darse él mismo un tiro el 30 de abril de 1945, su cuerpo y el de su compañera, Eva Braun, fueron quemados por los soldados que le acompañaron hasta el último momento, evitando así ser capturado vivo y, en segundo término, que su cadáver fuera vilipendiado y exhibido como un trofeo. Fin de la historia. La oficial, claro. La hipótesis de que realmente no murió y que su lugar lo ocupó un doble arranca casi desde ese mismo instante y ha sido considerada muy en serio por agencias de inteligencia de diferentes gobiernos. Hay dudas razonables y un puñado de evidencias circunstanciales que apoyan tal posibilidad. Ahora bien, en ese escenario de supervivencia y fuga del líder nazi sigue siendo una gran incógnita, y el germen de las especulaciones más variopintas, su destino final, es decir, el lugar en el que pudo encontrar refugio y aquellos que pudieron servirle de escondites provisionales. Y es precisamente en este ámbito donde Canarias pudo jugar cierto protagonismo, si hacemos caso a lo propuesto por el exagente de la CIA Bob Baer, quien asegura haber accedido con su equipo a unas 700 páginas de información del FBI recién desclasificadas. Hasta el momento, esto es todo lo que ha trascendido: la afirmación de que en la ruta de escape de Hitler hacia Argentina Canarias tuvo su protagonismo, concretamente Tenerife, isla a la que habría llegado en barco y en la que habría estado refugiado por un tiempo en un lugar que no se ha concretado por ahora. Y, sinceramente, dudamos que se haga, ya que, como mucho, suponemos que habrá algún documento sin demasiados detalles en los que el FBI reseñó sospechas, hipótesis, pero poco más. Una propuesta similar ha venido siendo defendida, también sin pruebas concluyentes, por otros investigadores. Es el caso del argentino Abel Basti, quien también fija el destino del líder nazi en Argentina con una efímera escala técnica en Canarias de la flota de submarinos que lo trasladaba a la Patagonia. Sin embargo, el runrún de la presencia tanto de Hitler como de otros nazis en Canarias en general, y en Tenerife en particular, no es ni mucho menos nuevo, siendo bastante factible que tras la guerra un pu- ñado de ellos encontrarse en las Islas una oportunidad para reinventarse e iniciar una nueva vida. ¿Hitler también..?Bastante improbable, pero quién sabe. Por Güímar, por ejemplo, esa posibilidad fue muy comentada hace casi tres décadas, e incluso se hablaba de una suerte de expedición nazi al mítico Barranco de Badajoz, asunto sobre el cual el lector interesado podrá encontrar amplia información en el interesante libro de Juanca Romero Barranco de Badajoz, entre leyendas y misterios, recientemente reeditado en una versión ampliada. Tras la raza aria “guanche” En todo caso, y al margen de documentados y evidentes intereses estratégicos, así como de los planes que no llegaron a cuajar, de ocupar Canarias en la Operación Félix, o bien quedarse al menos con una de las Islas Canarias para convertirla en base naval de la Armada Alemana que facilitara la expansión nazi por África, los nacionalsocialistas sintieron una esotérica y mística fascinación por nuestras islas. A ello dedicamos un amplio capítulo en nuestro libro Canarias, territorio del misterio, a cuya lectura remitimos al lector interesado en ampliar datos Adolf Hitler. Libros escritos en Canarias que abordan la relación del nazismo con las Islas. más allá de éstas líneas. La esencia de ese interés radicaba en la búsqueda que los nazis desplegaron, tanto científica como ocultista, de los orígenes de la raza aria, convencidos tanto de su ancestral existencia y superioridad, como de su supervivencia en ciertos lugares hasta épocas relativamente recientes. Tales ideas se canalizarían a través de la Ahnenerbe, el departamento Herencia Ancestral de las SS, administración con decenas de ramas operativas que comenzaría a financiar o gestionar la obtención de fondos con los que hacer posible estudios y expediciones diversas, siendo principalmente la raciología y la arqueología las que posarían sus miradas en las Islas Canarias. El destacado interés que los nazis mostraron hacia los antiguos pobladores de Canarias, los guanches, queda patente entre otras cosas en las decenas de obras, si no centenares, que por entonces ya existían en alemán sobre el archipiélago. Los nazis fijaron su atención con verdadera obstinación en los aborígenes canarios cuando se enfrascaron en esa búsqueda racial. A ello contribuyó que los antiguos canarios fuesen descritos en las primeras noticias históricas, como las aportadas por Giovanni Boccaccio gracias a las informaciones del navegante genovés Niccoloso da Recco, que recaló en las Islas en 1341, de manera un tanto romántica, realzando sus virtudes y poniendo de manifiesto el desconcertante grado de refinamiento y desarrollo social y religioso que presentaban. Bocaccio los describió como de gran estatura, rubios y de ojos azules, estableciendo a partir de ese momento unos rasgos que serían corroborados por otros cronistas en los años y siglos posteriores y que, como es fácil adivinar, se adaptaban como un guante al prototipo ario que tanto codició el gran hombre del nazismo Heinrich Himmler, padre de las SS. Se trataba a todas luces, para los historiadores nazis, de una raza y civilización desarrollada a la que el medio natural había paralizado y hecho retroceder. Para cuando la arqueología y la bioantropología pusieron las cosas en su sitio, contextualizando adecuadamente estos rasgos predominantes dentro de otros muchos “más comunes”, la figura del buen salvaje ya había cautivado a los estudiosos germanos, que no tuvieron reparo en adjudicarles un origen centroeuropeo contemplándonos como descendientes de los pueblos que inspiraron la heroicidad de los mitos teutónicos. Un papel destacado en esta vinculación de los guanches con los germanos la estableció Franz von Löcher, escritor, periodista y viajero alemán, que por encargo del rey de Baviera Luis II viajó a Canarias en el año 1873. Al más puro estilo de los acérrimos nacionalistas alemanes que apenas dos décadas más tarde daría forma al movimiento ariosofista del que se nutriría el ocultismo nazi, Löcher formuló en su libro Los germanos en las Islas Canarias, publicado en Munich en 1886, la teoría de que los aborígenes isleños eran de origen germano, y que, de hecho, “guanches” –o “guarache”, como los cita– era una deformación del término “wandches”, que significa vándalos. Según su tesis, en el año 492 de nuestra era el pueblo de los vándalos, de origen germano, ocupó el Norte de África conquistando Cartago y doblegando a los romanos, que a través de su general Belisario se tomaron la revancha hacia el 533, escapando de las represalias del Imperio un nutrido grupo de vándalos con los restos de su importante flota; una parte se establecería en el sur de Marruecos, como bereberes, y la otra proseguiría su éxodo hasta alcanzar las Islas Canarias tras divisar el pico Teide. Ignoramos si su obra, al igual que las de Hans Meyer y Felix von Luschan, partidario también del vínculo ario y guanche, fue conocida directamente por Hitler o algunos de los hombres poderosos del nazismo, pero su difusión en un momento en el que el pangermanismo nacionalista y la ariosofía cobraban fuerza no debe ser despreciada y desde luego constituye un ejemplo significativo del interés de los científicos alemanes de la etapa prenazi por la población prehispánica de Canarias. Un interés que también se dejaría notar ya en plena gestación del nazismo en la obra del prehistoriador Gustav Kossina, quien apuntó la existencia de una gran oleada de pueblos indio-arios que a partir del tercer milenio antes de Cristo habían dado origen a las grandes culturas védica, zoroastrista, megalítica, griega y romana, ocupando el África bereber y alcanzando, como es lógico, Canarias. Aunque su propuesta fue duramente criticada, se creó alrededor de su figura un notable grupo de seguidores en el que destacaba de forma especial el idéologo nazi Alfred Rosemberg, por lo que no es descabellado pensar que para entonces Canarias empezara a ser un p7 EL DÍA, domingo, 17 de enero de 2016 CLAVES DEL CAMINO objetivo de interés en la búsqueda de los orígenes de la raza aria. Raciólogos y atlantólogos en Canarias Simultáneamente, los raciólogos alemanes fijaron su atención en los guanches a través de personajes como el antropólogo físico Eugen Fischer, quien en los años veinte se interesa vivamente por los aborígenes canarios realizando estudios antropológicos sobre sus vestigios y rastreando la supervivencia de los rasgos físicos en la población de la época, lo que le llevó a estudiar a soldados isleños. El estaba convencido de la pervivencia de la raza europea Cromagnon, que no dudaba en conectar con la aria, en la Canarias de su tiempo. Su trabajo iluminaría y le abriría el camino al etnólogo y berberólogo austriaco Josef Dominik Wölfel, con quien establecería una notable colaboración hasta el punto de orientar inicialmente sus trabajos y recomendar su financiación. Wölfel llegó a Canarias en 1932, realizando una intensa actividad investigadora y docente, siendo autor del célebre e incunable Monumenta Linguae Canariae, una obra en la que tiende puentes filológicos aún vigentes entre los guanches y las culturas nórdicas. Y aunque incómodo, no es en absoluto descabellado afirmar que de alguna manera su trabajo sería continuado por la antropóloga física Ilse Schwidetzky, quien a partir de los años cincuenta estudió los restos óseos conservados en los museos insulares y muestras de la población viva de las Islas, corroborando la pervivencia racial de los guanches entre el campesinado canario. Estas conclusiones, a conciencia o no, coinciden con los planteamientos de los grupos volkisch alemanes, que veían en el campesinado alemán a los auténticos guardianes de la pureza aria, y por ende, al germen del retorno a la grandeza germana. En cualquier caso, resulta sugerente que de manera coincidente en el tiempo los antropólogos alemanes fijaran su atención en la tipología racial de los guanches, desde antaño descritos con los rasgos más característicos del ideal de hombre ario, y simultáneamente los grupos ocultistas ariosóficos de los que surge una parte del nazismo comenzaran a reescribir la historia germana idealizando a sus antepasados y arengando a sus dirigentes a rastrear los vestigios allí donde fuera necesario. Un dato más se viene a sumar a esta conjetura: la histórica vinculación, al menos desde la antigüedad clásica, de Canarias con la mítica Atlántida. Si los ocultistas nazis y líderes como Rudolf Hess, Himmler o Rosenberg estaban convencidos del origen atlante de los arios y no descartaban la posibilidad de su supervivencia en lugares aislados o mundos subterráneos, ¿no implicaba esto un motivo más para buscar en Canarias? Una expedición frustrada Tal y como revela la escritora británica Heather Pringle en El Plan Maestro, entre las expediciones raciales planificadas por la Ahnenerbe a finales de los años 30 se encontraba una a Canarias. Antes del estallido de la con- tienda, expediciones de la SS viajaron a Suecia, Finlandia, Croacia, Irak, Francia, Grecia, Tibet y Libia, planeándose otras a Islandia, Irán, los Andes y Canarias. No en vano uno de los cofundadores de la Ahnenerbe, Herman Wirth, estaba convencido de que Canarias formaba parte del límite meriodional de la Atlántida, cuyo centro, relacionado con la mítica Thule, situó al sudoeste de Islandia. El perfil de ese pasado incluía el megalitismo y la adoración a una gran diosa madre, aspectos acerca de los cuales se encontraban sugerentes ecos en las Islas. El director de la Ahnenerbe, Wolfram Sievers, buscó con ahínco financiación para que el doctor Otto Huth, José García Barreto “el Curita”, Lorencito Bruno, José Antonio de la Torre Granados o mi “mano llena de rosquetes) HUMOR ANTICRISIS Juan Oliva-Tristán Fernández* E n la tertulia mañanera a la que asisto los martes y jueves (pues los lunes, miércoles y viernes subo en tranvía a mi ciudad de La Laguna que me viera nacer un primero de diciembre de 1943 en la clínica de don Juan Trujillo, de la calle Herradores) tengo como amigo tertuliano, entre otros, a Manolo Bello Alonso, que fuera excelente cantante de ópera y zarzuela y que en la actualidad prepara a futuros cantantes, como Chicho Molina, Pepe Checa Fariña, Salvador Gómez Iglesias, Paco Malo y el amigo Pipo, dando cuenta de la actualidad social y política. Fue el amigo Manolo Bello el que me contó la graciosa anécdota que sin más les narro a continuación y que tiene como protagonista a José García Barreto, popularmente conocido por “el Curita”, también lo apellidaban “Currito el de Las Caletillas”, o sea, que por nombre, apellidos, motes o apodos que no quede. El “Curita” era a modo de moderna tienda, hoy tan al uso, de “Cash Converter’s”, pues lo compraba y vendía absolutamente todo, y un día le había hecho un par de chapuzas a un coche que había comprado de tercera o cuarta mano y se lo vendió a una cándida víctima, y para probar su potencia se suben ambos en el “fotingo” y hacen el trayecto Santa Cruz a La Laguna por la carretera general, pues por aquél entonces no se había hecho la autopista, llegando hasta la plaza del Cristo, entran a hacerle una visita y de nuevo suben al automóvil y parten hacia Santa Cruz; aparcan y se bajan, dándose la mano que señalaba el cierre de la compra. Pasan un par de semanas y el nuevo dueño va a ver al “Curita” y le dice: “Coño, usted me ha engañado, pues resulta que al subir a La Laguna el jodido coche siempre se para en el Barrio de Gracia y no quiere seguir hasta La Laguna”, contestándole el ruinito del “Curita”: “Eso tiene solución. Váyase a vivir a Gracia”. Hay una frase –para mí antológica– de mi querido amigo Lorencito Bruno (paz descanse) que siempre cuando te veía y a modo de saludo te gritaba: “¡¡Viva España!!, y uno de sus famosos dichos, frases o sentencias era: “Mira, Juan, dinero lo puede tener cualquier hediondo, pero ser persona hay que mamarlo”. Tenía razón el jodido. Mi amigo ya fallecido José Antonio de la Torre, abogado y exalcalde de La Laguna, contrajo en su día nupcias con la encantadora dama lagunera Rosa Zamorano, hija del coronel José Zamorano Lomelino, que era buen amigo de Francisco, al punto de que a un perro que tenía en sus fincas de Tegueste y Bajamar le había puesto de nombre “Franco”. Cuando ocurrió lo que les voy a relatar, Franco era capitán general de Canarias y del África Occidental, “aconteciendo que un buen día invita el coronel Zamorano a su superior, el general Franco, y a su esposa, Carmen Polo, también llamada “La Collares”, a un almuerzo en su casa, sita dentro de la finca de Bajamar y, estando el perro haciendo de las suyas, hecho que fue perfectamente visto por el coronel, este le grita al can: ¡“Franco”!, y el general, creyendo que se dirigía a él, le dice: “Dime, coronel”, Bob Baer, exagente de la CIA. experto en ciencia religiosa y empleado del cuartel general de la organización nazi en Dahlem, viajase al archipiélago. Huth era, además de un antisemita declarado que definía como “una terrible tragedia” la Conquista de Canarias por los cristianos españoles, un protegido de Wirth, por lo que contaba con el apoyo necesario para hacer oír su voz, estando absolutamente convencido de que “los primitivos canarios eran de hecho miembros de una estirpe pura y no contaminada de la raza nórdica, que había preservado las antiguas prácticas religiosas arias hasta bien entrado el siglo XV”. Ambos investigadores habían leído todo lo que había sido escrito sobre los guanches hasta la fecha –y de hecho quisieron requisar el material obtenido por Dominik Wölfel–, por lo que no albergaban dudas acerca del potencial que atesoraba dicha expedición. Huth esperaba poder viajar en otoño de 1939 y estudiar las prácticas religiosas, los cráneos de vivos y muertos y el material lítico y cerámico existente en los museos, convencido de que las conexiones con los pueblos nórdicos serían irrefutables: “Aislada de los trastornos de la historia europea, la antigua civilización nórdica floreció sin obstáculo alguno en las islas afortunadas hasta que fue destruida”. El comienzo de la guerra hizo posponer el proyecto, que terminaría por ceder su prioridad con el paso del tiempo a otros asuntos que debían ser atendidos con mayor diligencia por la administración nazi. interviniendo este para aclarar la tensa y delicada situación afirmando: “Debo pedirle mil excusas, mi general, pero cuando nació lo encontré tan listo que me permití ponerle de nombre “Franco”, igual que el apellido de su Excelencia”, riéndose este con firme decisión, y como de todo hay en la viña del Señor este incidente, cuentan las malas lenguas, le costó el generalato al coronel Zamorano. Un buen día, y siendo alcalde de La Laguna el amigo de la Torre, recibe la telefonista del Ayuntamiento una llamada del Gobierno Civil, pidiendo al alcalde que rápidamente bajara a Santa Cruz pues el Gobernador Civil, que era el doctor Pablos Abril, quería hablar con el regidor municipal de un tema de suma importancia. Se lo comunican a este, quien ordena que el chófer del coche oficial lo recoja en la puerta del Consistorio. Se sube al coche un auténtico flan, nervioso y descompuesto, y entra en el despacho del “poncio”, que al verlo le dice: “¿Qué tal, alcalde?”, y José Antonio, pensando lo peor, se dirige a su superior y hasta a modo de súplica le dice: “Gobernador, que yo no he hecho nada, se lo juro”, a lo que responde Abril: “Pues precisamente por eso, por no hacer nada es por lo que te he hecho venir”, a lo que de la Torre contesta: “Le prometo que a partir de ahora intentaré ser más activo y haré varias y grandes cosas”, remachando el gobernador: “Coño, alcalde, que no te enteras. Todo esto es un montaje y una broma, admito que pesada. ¿No sabes que hoy es 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes”? OLIVARADAS. “Doctor ¿cómo está mi suegra?”, contestándole al galeno: “Vaya pensando en lo peor”, añadiendo el hijo político: “¿Se muere?”, rematando el médico: “No, quiere ir a vivir con ustedes”. * Pensionista de larga duración * Risoterapeuta p8 domingo, 17 de enero de 2016, EL DÍA www.eldia.es/laprensa Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.015 BALCÓN DE VENEZUELA “Una adecuada planificación de su desarrollo turístico es la base del futuro de todos los países del mundo, donde sus características especiales –geográficas, históricas, culturales y humanas– les pueden generar una riqueza muy superior a muchas minas de diamantes, oro o de plata” (Frantisek Prikril. UIOOT. Torino. Italia. 1971). VENEZUELA, UNA ESTRATÉGICA VISIÓN DE SU DESARROLLO Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes (del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. UNTWO.) L os datos que aporta constantemente el Consejo Mundial del Turismo rubrican de forma clara y precisa las referencias con las que ha trabajado desde hace mucho tiempo la Organización Mundial del Turismo, OMT: el turismo es riqueza para la persona, para la familia, para la comunidad, para el mundo entero. Son profundos los cambios que se están operando en las tendencias del turismo mundial. Son muchos los nuevos destinos que están entrando en el mercado, y muchas las nuevas modalidades de captarlo y de atenderlo debidamente. Ahí, en ese escenario, comienzan a identificarse los buenos y los malos. Los que han trabajado solamente por defender su peculio personal y los que han antepuesto la importancia socioeconómica del movimiento turístico como un fin social de excepcional importancia para el desarrollo de la población mundial: la creación de la paz, la erradicación de la pobreza, el fomento de la cultura y la identidad de los pueblos, y la consecución de una calidad de vida que se corresponda con el esfuerzo de todos y cada uno, de los habitantes del mundo. La presencia de la OMT en estos postulados ha sido una constante desde su nacimiento y aún antes en su antecesora la UIOOT. La lucha por consolidar los destinos, por hacerlos permanentes y por mejorar sus condiciones como oferta actualizada es uno de los principales trabajos de los más serios estadistas, empre-sarios, profesionales y administradores públicos, los cuales se valen de los más profundos estudios sobre las tendencias de la humanidad para adecuar sus territorios. Otros, pendientes solo del valor económico de la cosa, abandonan los destinos “exprimidos” después de acumular grandes ganancias a través de los años, algunos de ellos hasta cargados de medallas y prebendas que algunos babiecas con ‘mentalidad doméstica’ les han otorgado, muchas de las veces hasta en nombre de poblacio- El teleférico más alto del mundo está situado en los Andes venezolanos, Estado Mérida, a 4.765 metros de altitud y 12,5 kilómetros de recorrido. nes y lugares a los que han pisoteado de mala manera, destruyendo sus paisajes y acabando con el encanto bucólico que ahora y siempre han añorado los turistas. Es muy fácil encontrar ahora muchos lugares en el mundo donde se construyen emporios para el turismo pensando solo en las suculentas ganancias que se pueden obtener, máxime si esto lleva adjunto la no inversión en la capacitación de la población indígena, la escasa incidencia de su aportación a la seguridad social de la masa trabajadora y las prebendas que algunos gobiernos conceden a la inversión extranjera. Este es el panorama donde los más avispados seudoempresarios del mundo se están moviendo. Venezuela, una esperanza Planteada así la cuestión, es ilusionante ver que existen países que están orientando su desarrollo basándose en sus condiciones turísticas, pero anteponiendo su componente social a cualquier otra alternativa. Ahí es donde hay que hilar fino. Venezuela, con unas condiciones de puerta de entrada al continente suramericano, por sus grandes atractivos históricos y naturales en su extenso y variado territorio, está llamada a ser una de las principales naciones que puede aprovechar el “nuevo turismo” que está naciendo. Para conseguirlo El impresionante Salto Ángel, en el Parque Nacional de la Gran Sabana, la caída de agua mas grande del mundo, es un atractivo turístico de gran belleza. creemos que se está aún a tiempo. Los pasos necesarios para ello no se están dando. Esperemos que pronto se comience, pues las expectativas son muchas y la competencia es dura. Una profunda capacitación a todos los niveles sobre la importancia del desarrollo turístico para el desarrollo de la sociedad, su consolidación cultural, y su mejora en la calidad de vida, deberá comenzarse ya si se quiere llegar a tiempo. Es algo que dijimos ya en el año 1969 en Maturín, en una larga conferencia donde glosamos todo lo bueno que el país conserva, y aportamos algunas ideas para impulsar su desarrollo. Más tarde, en el año 2004, insistimos en el tema en unas memorables jornadas en San Cristóbal, en su Vitrina Turística, haciendo un exhaustivo recorrido por todos los estados de la nación, con unos planteamientos todos perfectamente válidos hoy, pese a estar ya en el año 2016. La Cartilla Turística, que los mexicanos tienen ‘inventada’ en la hermosa ciudad de Puebla de los Ángeles, debe ser copiada, implantada y difundida hasta en los más lejanos lugares del país. Las Campañas Turísticas del Soldado –de grato recuerdo para nosotros–, en España puede ser otro referente para lograr esa concienciación necesaria en la población para llegar a ser un destino turístico caracterizado por su excelencia. Planes de estudios, universitarios y profesionales deben cumplir las exigencias de propiciar unos serios valores humanos que se coloquen por encima de muchos de los disparates que se siguen cometiendo en el mundo, y que publicitan sus programas solamente pensando en el negocio, y no como el fin social que está obligado a cumplir, cualquiera cosa que sea, que se llame enseñanza. Unidos, y con una visión real del tema, el turismo tiene que ser en Venezuela –como en todo el mundo– el motor que lleve a sus campos, pueblos y ciudades la realidad de una vida mejor, una distribución justa de la riqueza y una referencia capaz de conseguir que nos sintamos todos orgullosos de nuestras señas de identidad, como una oferta singular lanzada al mundo para captar esas grandes masas de viajeros que buscan los mas diversos atractivos, hoy basados en las distintas culturas de los pueblos en sus mas amplias acciones.