Apreciación de Seguridad Nacional, Indicadores de Secuestro, Terrorismo, Extorsión y Evolución del Orden Público Contexto e Impacto en los Diálogos de Paz entre el Gobierno y las FARC. Situación Secuestro Extorsivo en Colombia, Enero – Abril 30 /2015 Situación Secuestro Extorsivo en Colombia, Enero – Abril 30 /2015 De acuerdo con las cifras oficiales suministradas por el Ministerio de la Defensa Nacional, los casos de secuestro extorsivo han totalizado 68 casos en el periodo comprendido entre el 01 de Enero y el 30 de Abril, una disminución del -42% con respecto al mismo periodo del año inmediatamente anterior, cuando se registraron 110 casos. El pasado mes de enero fue el que más casos de secuestro registró durante el periodo analizado, cuando se registraron 23 casos, mientras que el mes de abril fue el que tuvo menos casos con solo 7, en las cifras consolidadas por el Observatorio del Delito y Centro de Criminalística de la Policía Nacional. El caso de mayor resonancia social, fue el plagio de la niña Daniela Mora, hija del Director Nacional de la Unidad Nacional de Desplazados, UND, Diego Mora, la cual había desaparecido desde el pasado jueves a las 5:00 p.m en la vía El Zulia – Cornejo en Norte de Santander. Pese a este feliz final, la situación del secuestro en Colombia las cifras siguen siendo altas. De acuerdo con el Ministerio de la Defensa Nacional, se atribuyen la mayoría de los casos a la delincuencia común, seguido de las FARC, el ELN, y las bandas criminales como autores de los secuestros, siendo el principal móvil los fines económicos. Arauca, Antioquia, Meta y Valle del Cauca, son los departamentos que concentran la mayoría de los casos. Interpretación Secuestro Extorsivo en Colombia, Enero – Abril 30 /2015 Dentro de las modalidades más recurrentes y en alza en el año 2015 se encuentra el secuestro express, especialmente de Grupos Delincuenciales los cuales actúan en la frontera con Venezuela. A raíz del secuestro de la niña Daniela Mora, instituciones defensoras de derechos humanos en Norte de Santander revelaron la difícil situación que atraviesa esa capital y su área metropolitana en materia de ese delito. Al contrario de la declaración del alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez, quien señala que desde hace 14 meses en ese municipio no se registraban casos de secuestro, Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, afirmó que en esa región del país, en límites con Venezuela, esa práctica delictiva es un común denominador, tras denunciar la existencia en la zona de frontera de un grupo delincuencial compuesto por exguerrilleros y exparamilitares, dedicado al secuestro extorsivo y a las extorsiones de alto costo a empresarios y comerciantes de la región. Añadió que también se conoce sobre la práctica del secuestro ‘exprés’, por el que las familias han pagado altas sumas de dinero para lograr la rápida libertad de sus parientes, casos que no son puestos en conocimiento de las respectivas autoridades. Según este investigador durante el año 2014 y 2015, algunos casos de secuestro y extorsión de alto costo han sido perpetrados por este grupo. Así mismo, desde hace varios meses los transportadores en la zona de frontera denunciaron ser víctimas de ese tipo secuestro. La forma como opera esa modalidad consiste en que los delincuentes llaman a pedir servicios, especialmente en el área rural, y cuando el transportador llega lo secuestran, luego llaman a los jefes y les piden dinero para liberarlos. Situación Extorsión en Colombia, Enero – Abril 30/ 2015 Situación Extorsión en Colombia, Enero – Abril 30/ 2015 Entre enero y abril de 2015, se han registrado en En el 83 % de los casos fueron de autoría de la Colombia, se han registrado en Colombia, 1.430 casos de extorsión, contra 1.825 contabilizados en igual periodo del año 2014, para una reducción de 22 %. Los meses de enero y febrero, han sido los de los casos más altos con 501 y 474, respectivamente, mientras en el pasado mes de abril este número totalizó los 126 casos. Este delito viene registrando alzas importantes en cifras desde el año 2011, en especial los años 203 y 2014, cuando se disparó esta práctica delictiva hasta los 4.888 casos. Comerciantes, profesionales, personas jurídicas, empleados, agricultores, tecnólogos y transportadores son las principales víctimas de este delito. El modus operandi son generalmente llamadas a celulares o fijos (50 %), cobro directo (24 %), mixto las dos anteriores (19%), mensajes de texto y correo electrónico (3,4 %), y cartas 3%. delincuencia común, el 9 % a las FARC, el 6 % a las bandas criminales, el 2 % al ELN. Los comerciantes son el blanco más predilecto de estos grupos delincuenciales, no obstante, los empleados son el segundo grupo más afectado por esta modalidad delictiva. Según los datos oficiales del Gaula de la Policía Nacional, mientras se recibían 307 denuncias por parte de comerciantes en el primer trimestre del año, 193 empleados en general de diferentes empresas también señalaron estar siendo extorsionados. Dentro del tercer grupo de los sectores más afectados se encuentran los profesionales. En ésta categorización, se tiene en cuenta la vocación económica de cada región: gran cantidad de docentes son víctimas de extorsión en Córdoba, en Arauca, el objetivo de los delincuentes son los ingenieros y en Antioquia, los profesionales de la salud. Situación Extorsión en Colombia, Enero – Abril 30/ 2015 En el ponderado se ubican en el cuarto lugar las personas jurídicas, aquellas que son gerentes de empresas y son contactados para ser amenazados, se han registrado hasta el momento 82 casos seguido de los agricultores con 61, amas de casa con 55, actividades varias 26, conductores 25, pensionados 23 y los estudiantes con 16 casos. Según el estudio de Seguridad y Democracia, siete de cada 10 extorsiones ocurren en 57 municipios y ciudades del país. “La ‘cifra negra’ de este delito, es decir, los casos ocurridos pero no denunciados, es de las más altas del espectro criminal, y se estima cercana al 80 por ciento”, agrega el documento. En promedio el año pasado se denunciaron 13 casos diarios de extorsión, según un informe de la Universidad Sergio Arboleda, en el cual se alertaba el crecimiento de este delito, siendo 57 municipios los más afectados. En tres de cada cuatro casos denunciados (74 por ciento), las víctimas señalaron a la delincuencia común como responsable de la extorsión. Desde el 2003, se atribuyen a pequeños grupos delincuenciales 18.827 casos, muchos de los cuales podrían, sin embargo, obedecer a acciones coordinadas o permitidas por las organizaciones imperantes en la zona, como bandas o guerrillas. El año pasado es el que registra las estadísticas más preocupantes. En promedio, cada día del 2014 se denunciaron 13 extorsiones. El aumento en el número de denuncias, la intensificación de esa práctica por cuenta de la caída de otras fuentes ilegales de financiación, como el secuestro, y la falta de eficacia de las políticas oficiales frente a ese crimen están entre las explicaciones del boom de la extorsión. En la disparada del número de casos denunciados es la delincuencia común el factor determinante. Así, señala el documento, ese indicador pasó de 666 casos en el 2008 a 4.164 el año pasado. Situación Extorsión en Colombia, Enero – Abril 30/ 2015 El ‘perfil’ de esas extorsiones: nueve de cada diez son urbanas, siendo Antioquia el departamento más afectado (16,6 por ciento); seguido por Bogotá (9,9 por ciento de los casos) y Valle (9,5 por ciento), entre otros. Seguridad y Democracia, ahora dirigida por el exsenador y exministro Juan Lozano, encontró que desde el 2003 las Farc fueron señaladas como responsables de 2.455 casos de extorsión, casi uno de cada diez. Mientras que en el 2003 fueron 122 casos, se pasó a 453 en 2014. Este es el único año que mostró reducción con respecto al anterior (7 por ciento menos) en todo el lustro, pero en general el periodo 2010-2014 muestra un aumento en las denuncias que llega al 264 por ciento. A su vez, el informe dice que 8 de cada diez víctimas de las FARC se encontraban en las ciudades. Igualmente, revela que aunque la guerrilla extorsionó en 30 departamentos del país, concentrando sus actividades principalmente en Meta, Bogota, Huila, Tolima, Casanare y Antioquia. ¿Qué factores juegan en el aumento de las extorsiones? El comportamiento de la seguridad es asimétrico. Hay unas estrategias del Gobierno y de las autoridades del sector que han funcionado y otras que no. Hay reducciones innegables en los homicidios, en el secuestro, en la piratería terrestre. Pero frente a la extorsión hay un fracaso. El aumento en las denuncias explica marginalmente las cifras, pero es innegable que hay un aumento en los casos, atribuible a la acción de grupos al margen de la ley como las guerrillas y las bandas, pero que crece en un entorno en el que la delincuencia común aprovecha la percepción de inseguridad y extorsiona usando el nombre de los grandes grupos ilegales. Y la gente les cree. Situación de Terrorismo en Colombia, Enero – Abril 30/ 2015 Situación de Terrorismo en Colombia, Interpretación Actual del Orden Público Un total de siete ataques terroristas contra infraestructura del país, contabilizó el Ministerio de Defensa Nacional, durante los primeros cuatro meses del año, cuatro de ellos contra oleoductos, dos contra torres de energía y uno restante dirigido contra la infraestructura eléctrica, una cifra inferior a los 56 registrados durante el año anterior, para una reducción porcentual del 88 %. Durante el año 2014, 40 de 141 atentados correspondieron solamente a ataques contra la infraestructura eléctrica. En tanto, los ataques a carreteras y vías alcanzaron los 23 casos, mientras 4 correspondieron a la voladura de puentes. Otras fuentes contabilizaron solamente 140 ataques el año pasado contra la infraestructura petrolera, que según la Presidencia de Ecopetrol se han invertido más de 60.000 millones de pesos en reparaciones. La ola de ataques a los oleoductos fueron arreciadas en las últimas semanas por distintos frentes de las FARC tras el levantamiento del cese al fuego por parte del Ejército Nacional por orden presidencial tras el asesinato de un grupo de soldados en Buenos Aires, norte del Cauca. Con esta ofensiva y sabotaje a la infraestructura, las FARC quieren darle la vuelta a la tuerca, tratando de demostrar que siguen vigentes en la guerra y que son capaces de devolver al país a sus peores año, claramente ese escenario no existe. Los atentados terroristas de las últimas semanas y días no reflejan poderío militar sino quizás todo lo contrario. Dinamitar torres eléctricas o derramar petróleo de carro tanques u oleoductos en los ríos de Nariño o Putumayo , además de violar el derecho internacional humanitario, es un reflejo de debilidad, aunque tiene mucho impacto en la opinión pública nacional. Situación de Terrorismo en Colombia, Interpretación Actual del Orden Público Un segundo objetivo de los atentados es presionar al gobierno para que se decrete un cese bilateral del fuego. Por eso atacan donde más le duele al gobierno: la economía. No hay que olvidar que la producción petrolera va en caída y estos atentados generan la confianza de los empresarios que estaban satisfechos luego de varios meses en los que hubo cero atentados contra la infraestructura. Los ataques recientes también obedecen para que sus propias Tropas que necesitan algo de acción puedan por medio de dicha campaña devolverles mando y control a sus frentes, tras dos años largos de conversaciones, muchos de los guerrilleros se cuestionan viendo a sus jefes de civil y cómodos en Cuba, mientras ellos soportan el asedio del Ejército, incluso durante el cese. Están bajo el riesgo constante de los bombardeos, lo que afecta la moral de unos combatientes que ya se sienten en los últimos días de la guerra. Pero ninguno de estos cálculos le está saliendo bien A las FARC. Primero porque nadie ha visto los sabotajes como una prueba de fuerza pues poner un taco de dinamita en una torre eléctrica o un oleoducto enclavados en una selva remota, aunque hace un daño inconmensurable, no requiere de mucha capacidad militar. En cuanto al cese bilateral, cada atentado le quita margen de maniobra al presidente para avanzar hacia él. Porque si bien Cuba y Noruega, los países garantes del proceso, y muchos sectores de opinión, han pedido que se acelere un acuerdo en Situación de Terrorismo en Colombia, Interpretación Actual del Orden Público Ese sentido, los atentados también enardecen a un sector del país, como el Centro Democrático, liderado por el senador y expresidente Álvaro Uribe, que exige que el gobierno se levante de la mesa de diálogos en La Habana o ponga otras condiciones para seguir adelante. Esta racha de sabotajes son entonces un tiro en un pie. Le hacen daño al Presidente Juan Manuel Santos, pero sobre todo al proceso de paz y a las propias FARC. Porque si en algo han fracasado estos dos años sus comandantes es en lograr la confianza de la opinión pública. Los pequeños gestos de buena voluntad que han hecho, como el desminado, quedan opacados con ofensivas como las de los últimos días. Tampoco parece muy pedagógico para sus Tropas hacer una campaña donde el blanco es la infraestructura del país, que al fin y al cabo son bienes colectivos. Si van a dejar las armas, deberían pensarlo de manera más política y menos guerreristas. ¿Bajo fuego otra vez? Los bombardeos del mes pasado debieron significar una gran humillación militar para las FARC. Sin embargo, sus jefes manejaron la situación con cabeza fría, asumiendo que esas eran las reglas del juego pactadas. Se mantuvieron en las Mesa de Conversaciones e incluso llegaron a un acuerdo con el gobierno en materia de verdad. Los entendidos Los expertos en temas de paz y conflicto esperaban, como es lógico, una contraofensiva de Situación de Terrorismo en Colombia, Interpretación Actual del Orden Público De la guerrilla, que es exactamente lo que el país ha vivido en los últimos días, especialmente durante la semana anterior. En términos estrictos se volvió a la premisa de que se conversa en medio de la guerra, y que nada de lo que ocurra en el campo de batalla debe afectar a la Mesa de La Habana. Sin embargo, esa regla que fue crucial para mantener el diálogo durante los meses iniciales, parece estar siendo superada por los acontecimientos. Negociar bajo fuego fue una decisión que puede ser criticada pero que es inevitable, porque el cese se hubiera convertido en el tema principal de La Mesa y no en la agenda sustancial. Sin embargo, fue una apuesta riesgosa, dado que es difícil darle credibilidad a un proceso cuando las dos partes hablan y actúan de manera contraria a lo que transmiten frente a las cámaras, siendo este doble mensaje la fuente principal de confusión a la opinión y ha dejado una sensación de ambigüedad y falta de coherencia de ambos. Situación de Terrorismo en Colombia, Interpretación Actual del Orden Público Situación Actual del ELN en Colombia, entre la resistencia y la búsqueda de espacios de diálogo El Gobierno y el ELN iniciaron en enero del año pasado un diálogo “exploratorio” para abrir un proceso de paz como el que se lleva a cabo con la guerrilla de las FARC, pero no han logrado concretar una agenda que permita una negociación. Los golpes de las Fuerzas Militares contra el segundo grupo guerrillero del país, siguen rindiendo frutos, durante el fin de semana anterior, fue dado de baja por las Tropas del Ejército, José Amín Hernández, jefe del frente de guerra Darío Hernández del Ejército de Liberación Nacional – ELN- conocido con el alias de ‘ Marquito´ quien lideraba las extorsiones en el sur del departamento de Bolívar, y hacía parte de la dirección nacional de esa guerrilla, durante operación militar en el Departamento de Antioquia, informaron fuentes oficiales. Al igual que las FARC, el ELN, aunque en menor escala ha continuado con la realización de atentados contra bienes civiles e infraestructura, siendo el más reciente el realizado el domingo anterior con explosivos contra un establecimiento comercial del Barrio El Obrero de dicha ciudad, según los reportes oficiales. Dicha agrupación ha continuado con ataques contra puestos de Policía como el ocurrido contra el municipio de Hacarí, departamento de Norte de Santander, en el que ante la rápida respuesta de las autoridades los subversivos huyeron del lugar. Por su parte, las Tropas del Ejército, continúan su ofensiva contra este grupo guerrillero en departamentos como Arauca, cinco guerrilleros murieron y tres más fueron capturados. Situación Actual del ELN en Colombia, entre la resistencia y la búsqueda de espacios de diálogo Actualmente, el ELN como ha sido históricamente sigue haciendo presencia en los departamentos de Arauca y Norte de Santander. Los líderes del ELN han dicho que tienen listo un “Plan B” para el caso de que la solución política no prospere. No obstante esos avances, el camino de las negociaciones formales con el ELN seguirá siendo difícil. En diciembre de 2014, esta guerrilla afirmó que las conversaciones exploratorias solo habían mostrado “profundas diferencias” entre las partes sobre del sentido y los objetivos de un eventual acuerdo de paz. Dado su escepticismo acerca de las medidas unilaterales, es probable que el ELN no acepte la invitación de Santos para sumarse al cese al fuego de las FARC. Pero las discusiones en La Habana sobre el “desescalamiento” del conflicto podrían ser una ruta alternativa. Además, las guerrillas siguen teniendo serias dudas sobre la voluntad del gobierno para hacer lo que realmente exige poner fin al conflicto. En particular, la persistente negativa del Presidente Santos a discutir la reforma militar sigue siendo una fuente de mucha desconfianza. Al ELN se le seguirán exigiendo gestos concretos de buena voluntad que indiquen claramente su decisión de poner fin a las acciones armadas. En contrapartida, serán necesarias medidas adicionales para crear confianza por parte del gobierno. Sumar el ELN a esta conversación probablemente proporcionaría un estímulo para que esta guerrilla de pasos que hace mucho tiempo viene postergando, como sería poner fin al secuestro. Al mismo tiempo, medidas estatales, como mejorar las condiciones de los guerrilleros encarcelados, podrían aumentar la confianza del ELN en el compromiso del gobierno con la paz. Abrir negociaciones con el ELN es esencial para que Colombia aproveche esta oportunidad sin precedentes de poner fin al conflicto. Situación de Terrorismo en Colombia, Interpretación Actual del Orden Público También ha quedado claro que aunque el proceso de paz como este las dos partes tienen cierta simetría, para el país las FARC no son equiparables al gobierno. Si las FARC emboscan una patrulla del Ejército, como ocurrió el pasado mes de abril en el Cauca, o asesinan a un oficial de la Policía como ocurrió la semana anterior en Nariño, el país se indigna masivamente. No pasa lo mismo cuando son los guerrilleros quienes mueren bajo las bombas de la Fuerza Aérea. Y con ello conlleva a una realidad política: la guerrilla no se ha podido ganar en estos dos años la legitimidad política necesaria para la paz. Como si fuera ello poco, el Presidente Santos está en un momento neurálgico, y debe parte de su falta de popularidad al agotamiento del proceso de paz. Sectores influyentes como los empresarios y los militares tienen algunas dudas sobre el desenlace de las conversaciones; y todos los sabotajes terroristas lo ponen a la defensiva. Los esfuerzos de desescalar el conflicto, como el desminado, aunque loables, tienen todavía poco impacto. Solo una distensión de la guerra generaría una sensación de confianza en la opinión que le devolvería legitimidad al proceso. Y hay muchas maneras de hacerlo. En otros conflictos, aún sin pactar una tregua formalmente, las partes simplemente no hicieron acciones ofensivas por voluntad propia para ir aclimatando la paz. En Colombia, sin embargo, políticamente para el gobierno es casi imposible, al menos en la actual coyuntura, disminuir y suspender las acciones ofensivas contra las FARC. Hace tan solo unos meses con la suspensión de los bombardeos se armó un gran debate nacional que golpeó al gobierno en un ala y se llegó a hablar de desmoralización de las tropas. Si las FARC y el gobierno no son capaces de ponerse de acuerdo para bajarle la intensidad al conflicto como gesto político y simbólico de una real paz, va a ser muy difícil que la opinión pública respalde el proceso. Si el pueblo pierde la confianza y la fe en las negociaciones la tan anhelada paz se podrá desvanecer en las manos. Elaboración Informe: Adolfo José Castro E. Analista de Comunicaciones Seguridad Atlas Ltda.