CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS 1 Museo Nacional de Ciencias Naturales CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones 2 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones INFORME Y DICTAMEN AMBIENTAL SOBRE EL ÁREA HOMOGÉNEA NORTE DE TORRELODONES El presente informe ha sido dirigido por Dr. Mario García Paris del Departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), y en él han participado también los siguientes miembros el mismo departamento: Dr. Miguel A. Alonso Zarazaga Dr. Ignacio De la Riva De la Viña Dra. Annie Machordom Barbé Dr. Jorge J. Miguel Lobo Dr. José Luis Nieves Aldrey Dr. José Luis Velasco Díaz con la colaboración de Dr. Pablo Vargas Gómez, del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC) y Dr. Jaime Roset Álvarez, de Terranatur.es Fotografias de Johan Berghs, Mª Jesús Celaya, Manuel Gómez y Jaime Roset. 3 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales INTRODUCCIÓN l término municipal de Torrelodones se encuentra situado al noroeste de la Comunidad de Madrid y al sureste de la sierra de Hoyo de Manzanares. El río Guadarrama constituye el límite oeste y suroeste y el arroyo Carboneros demarca parte del límite norte. Posee un relieve relativamente suave, con altitudes medias entre 800 y 900 m. A pesar de la alta tasa de asentamientos humanos, conserva todavía valiosas zonas verdes, que constituyen un patrimonio ambiental de gran valor, añadido a su ubicación entre los espacios protegidos del Monte del Pardo y de los Parques Regionales de la Cuenca Alta del Manzanares y del Río Guadarrama. E Uno de los espacios verdes más singulares y de mayor valor dentro del área urbana es la zona conocida como Área Homogénea Norte (en adelante AHN), situada en el entorno de Los Peñascales, al sur del municipio. Abarca una superficie cercana a las 130 Has y su altitud media se sitúa en torno a los 800 m (altitud máxima de 869 m, próxima a la carretera de Torrelodones a El Pardo, y mínima de 734 m, cerca del embalse de Los Peñascales en su vértice este). El área se encuadra en la cuenca del río Manzanares, tributario a su vez del Tajo. La zona se encuentra drenada por varios arroyos tributarios del Arroyo de La Trofa, que desemboca en el río Manzanares, aguas abajo del embalse de El Pardo, ya en el término municipal de Madrid. El área se subdivide a su vez en dos zonas por la Avenida de los Peñascales. La parte norte del ámbito comprende 41,6 Has, se extiende desde la carretera de El Pardo hasta dicha Avenida y se conoce con el nombre de Prado de las Minas. La zona sur del ámbito comprende 86,5 Has, queda delimitada entre el campo de fútbol, el cementerio, la Avenida de los Peñascales y la autovía N-VI y sus parajes se conocen como Prado de la Solana, las Caballerizas y el Enebral. Monte amenazado de Torrelodones (AHN). Puede observarse que se trata de la continuidad natural del Monte de El Pardo. CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones El conjunto del ámbito se encuentra comprendido entre las cota altimétrica máxima de 869 m, en la zona colindante con la carretera de Torrelodones a El Pardo, y la cota mínima de 734 m que coincide con en el vértice sureste del mismo, vía de comunicación con la zona verde que da acceso al embalse de Los Peñascales. En la parte norte del ámbito la topografía se mueve entre las cotas 835-868 m, en tanto que en la parte sur las cotas altimétricas quedan comprendidas entre 734 y 835 m. Por tanto, el área sur presenta mayores desniveles en comparación con la parte norte. 6 Imponente ejemplar de alcornoque (Quercus suber). CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones FIGURAS DE PROTECCIÓN El AHN goza de las siguientes figuras de protección de nivel internacional, autonómico y municipal: - A nivel municipal: El AHN está clasificado de como Suelo No Urbanizable Protegido / zona P (Resolución del 29 de mayo de 2003 por la que se produce la aprobación definitiva de las Normas Subsidiarias de Torrelodones sobre el AHN). - A nivel autonómico: Los terrenos del AHN pertenecen al Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. - A nivel europeo: El AHN se encuentra situada dentro del LIC Cuenca del río Manzanares (Lugar de Interés Comunitario ES31100004 de la Red Natura 2000, Directiva 92/43/CEE relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres, conocida como Directiva Habitats). La lista de LICs correspondientes a la región mediterránea fue definitivamente aprobada por Decisión de la CEE el 19 de julio de 2006 (de conformidad con el artículo 4, apartado 2, párrafo tercero de la Directiva mencionada). - A nivel de la UNESCO: Asimismo, el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, en el que se encuadra el AHN, está declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. 7 Encinar adehesado, jara pringosa y pastizal mediterráneo en primavera. Orquídea silvestre (Orchis mascula) CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones OBJETIVOS El presente informe persigue como objetivo hacer una valoración y dictamen de tipo global del valor ambiental de la zona de estudio (AHN). A su vez, se incluye un análisis crítico de la propuesta de revisión y adaptación de las NNSS municipales en dicha zona y en especial del estudio de incidencia ambiental que acompaña tal propuesta. Dada la especialización del equipo que ha elaborado el presente informe en los temas relacionados con la biodiversidad y la conservación, no se entra a valorar otros aspectos, como pudieran ser los de planificación territorial o infraestructuras, así como los de tipo legal, que deben ser abordados por los correspondientes profesionales en estos campos. De igual modo, aunque son evidentes los enormes valores estéticos y sociales, la pérdida de estos elementos de primer orden no será tampoco evaluada aquí. Por tanto, este informe tiene como único objetivo evaluar el valor ambiental de la zona objeto del trabajo y de los efectos que pudieran derivarse sobre el mismo por la actuación planteada por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Torrelodones. GEOMORFOLOGÍA, GEOLOGÍA Y CLIMA El AHN se encuentra justo a la margen derecha de la N-VI a la altura de lo que se denomina la Cuesta de Torrelodones, que da paso de la unidad geomorfológica denominada Alta Campiña al paisaje granítico propio de la Sierra de Guadarrama, por lo que el relieve aquí comienza a hacerse más acusado y el terreno en cuestión es topográficamente bastante sinuoso. Desde un punto de vista geológico, la mencionada cuesta de Torrelodones se corresponde con lo que se denomina rampa arcósica de la Sierra de Guadarama. En ella se superponen los efectos de las orogenias Hercínica y Alpina. La primera, más antigua, se manifiesta en los fenómenos ígneos que dieron lugar a la formación de los granitos y da lugar a la fractura del basamento en bloques. La segunda es la responsable del levantamiento del Sistema Central durante el Neógeno (Terciario superior). Destaca la presencia de la conocida falla de Torrelodones, que es la que da lugar a la ya mencionada cuesta del mismo nombre y que constituye el límite sur geológico del Sistema Central. Desde el punto de vista litológico los materiales fundamentales son los graníticos paleozoicos que constituyen la mayor parte de la Sierra del Guadarrama y en menor medida depósitos de Era Terciaria que rellenan la 8 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones cuenca sedimentaria del Tajo, también llamada cuenca de Madrid. Sobre estos materiales se desarrollan formaciones superficiales de carácter aluvial, coluvial y eluvial. Los grupos litológicos diferenciados son los siguientes: - Granitos: Constituyen el sustrato básico de la zona de estudio. Pertenecen a la categoría litológica de adamelitas y granitos biolíticos de grano medio a grueso. Presentan un grado variable de alteración, dando lugar muchas veces a suelos arenosos de alteración, de tipo eluvial, también conocidos como “jabres”, que pueden aparecer atravesados por filones de cuarzo. Bloques y cantos de granitos y gneises: Rodean el conjunto granítico en el borde de cuenca de Madrid y van cambiando progresivamente a la unidad anterior. - Aluviales y coluviales: Son formaciones superficiales con transporte y depósito que presentan escaso desarrollo en la zona. Únicamente aparecen algunos aluviales estrechos en el fondo de vaguada y coluviones de escaso espesor en zonas de ladera, ambos de naturaleza arenosa con cantos. - Eluviales: Estos materiales son abundantes en las zonas de sustrato granítico. Se trata de suelos de alteración in situ del granito infrayaciente. - Rellenos artificiales: existen antiguos rellenos artificiales y echadizos en el margen de la autovía procedentes de las obras derivadas del trazado de la actual vía de servicio y de las sucesivas obras de ampliación. En cuanto a la geomorfología, la zona de estudio está constituida por superficies tipo piedemonte (del tipo rampa), desarrolladas en las inmediaciones de la Sierra de Guadarrama por erosión directa sobre los afloramientos graníticos. Sobre esta rampa tiene lugar un modelado fluvial, dando lugar a la formación de vertientes suaves, ocasionalmente cubiertas por coluviones. En lo que se refiere a la hidrología, la zona se encuentra en la divisoria de aguas entre las cuencas del Guadarrama y Manzanares, vertiendo a esta última y con una pendiente constante que se corresponde con la cuesta de Torrelodones. Existen en la zona pequeños arroyos de carácter temporal. El Arroyo de la Mina, que entra en la zona desde la urbanización de las Rozuelas y atraviesa la parte norte del ámbito, yendo a desembocar a al mismo lago de los Peñascales. El principal arroyo de la zona sur es el de La Solana, que se forma en las inmediaciones del cementerio y discurre hasta el extremo de la zona. En su recorrido recibe la escorrentía del Arroyo del Pretil y del Vialejo y continúa hasta desembocar en el Arroyo de la Trofa, tributario del Manzanares en el Monte de El Pardo. 9 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones El macroclima general de la zona presenta características típicas de un clima mediterráneo continental, influenciado por la cercanía de las zonas montanas de la Sierra del Guadarrama y por una cierta mediterraneidad, que se produce como consecuencia de su situación altitudinal y latitudinal. Bioclimáticamente son destacables las notorias oscilaciones térmicas anuales y diarias, las bajas precipitaciones medias anuales, las suaves temperaturas medias y el periodo relativamente largo de heladas nocturnas. Existen dos máximos pluviométricos que tienen lugar durante el otoño-invierno y la primavera, siendo algo más cuantiosas las precipitaciones otoño-invernales (noviembre-enero). Entre los meses de julio y agosto se produce el periodo seco. La precipitación media anual suele estar comprendida entre 500 y 750 mm. A pesar que la temperatura media anual ronda los 13ºC, ésta suele variar desde los –5ºC, en los meses más fríos, hasta los 33ºC, durante las máximas estivales. El periodo de heladas nocturnas puede abarcar desde finales del mes de noviembre hasta finales de marzo, siendo lo normal que existan entre 40 y 90 días con temperaturas que bajan por debajo de 0ºC. A partir de estos datos climáticos, se puede señalar que la zona de estudio se encuentra situada en una zona de transición entre los pisos bioclimáticos Mesomediterráneo y Supramediterráneo, siendo dominante el Supramediterráneo Inferior de ombroclima subhúmedo. El régimen de temperaturas de la zona permite encuadrar los inviernos del territorio en el tipo Fresco (entre –1º y 2ºC). Zona sur del monte de Torrelodones. En primer plano retamar y zarzal. Área colindante con la autovía A6. 10 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones DESCRIPCIÓN DE LA VEGETACIÓN Desde el punto de vista botánico, la Comunidad de Madrid se encuentra ubicada dentro de lo que se denomina región mediterránea, la cual se divide en dos provincias corológicas, la Castellano-Maestrazgo-Manchega y la CarpetanoIbérico-Leonesa. Torrelodones se encuadra dentro de la segunda y, a su vez, en el sector Guadarrámico (que engloba las sierras de Guadarrama, Somosierra y Ayllón, con sus respectivos piedemontes) y subsector Guadarramense (que corresponde al comienzo de los sustratos duros de la sierra, en contraposición al subsector Matritense, caracterizado por sustratos arenosos procedentes de la destrucción erosiva del granito). En Torrelodones, en general, y en el AHN en particular, pueden distinguirse dos tipos de bosque que caracterizan buena parte del paisaje de la Comunidad Autónoma de Madrid y que responden a distintos requerimientos hídricos. Se trata del encinar, que ocupa la mayor parte de la superficie, y la fresneda, asociada a los pequeños cauces de agua. No obstante, es preciso aclarar que si bien el bosque constituye el tipo de vegetación potencial en condiciones ambientales óptimas, se trata, como todos los ecosistemas naturales, de una entidad dinámica sometida a variaciones en el tiempo. Los factores ambientales (climáticos y geológicos), históricos y geográficos modulan el paisaje vegetal y, a todo ello, se une en la época actual la presión humana como principal agente de alteración. Como consecuencia de esta última, la vegetación natural o potencial queda relegada a una serie de zonas más o menos reducidas y más o menos dispersas. Estas zonas son las que mantienen el denominado bosque mediterráneo, que en la actualidad posiblemente presente un aspecto distinto al de su potencial natural, pero en el que es posible todavía observar todo un mosaico de comunidades vegetales, muchas de ellas en diverso estado de regeneración. En zonas aledañas a la zona de estudio, la vegetación ha sido sustituida en muchas áreas por comunidades ajenas a la potencialidad del territorio y en otras ha sufrido un proceso de fraccionamiento progresivo, hasta llegar a desaparecer totalmente. En la estructura y funcionalidad de la vegetación potencial de la región mediterránea (con clima de tipo templado y seco) predominan las “comunidades siempreverdes”, caracterizadas por la dominancia de especies arbóreas y arbustivas de hoja esclerófila y persistente (encinas, 11 Flor de la jara pringosa (Cistus ladanifer subsp. ladanifer) CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones alcornoques y coníferas), adaptadas a un clima donde el calor y la sequía estival marcan una serie de adaptaciones eco-fisiológicas (tipos funcionales). Como consecuencia de todo lo anterior podemos concluir que, en función de los diferentes factores climáticos y edafológicos, se reconocen un conjunto de comunidades vegetales que representan el óptimo estable en un medio ecológicamente no alterado y que constituyen la vegetación potencial o clímax (encinar, pinar, alcornocal, etc). Cada clímax tiene asociada una serie de comunidades específicas que representan las diferentes etapas del fenómeno denominado sucesión vegetal (retamar, jaral, romeral, pastizal, etc.) que aparecen por sucesión natural, pero más bien hoy día por los distintos factores derivados de la presión humana. De esta forma se define como serie de vegetación al conjunto de comunidades vegetales que comprende desde la vegetación potencial hasta las distintas etapas de sustitución. El proceso de la sucesión vegetal es reversible y puede evolucionar hacia la degradación o hacia la regeneración. La vegetación actual de la Comunidad de Madrid, lejos de ser un sistema inalterado y con la vegetación potencial perfectamente conservada, aparece como un mosaico de comunidades formado por fragmentos de vegetación potencial, de sus etapas de sustitución (formaciones arbustivas, matorrales, pastizales), de formaciones puntuales ligadas a factores locales no macroclimáticos y de grandes extensiones humanizadas, mayoritariamente agrícolas y urbanas. Enebro de la Miera (Juniperus oxycedrus subsp. oxycedrus). Floración primaveral. El AHN alberga una excelente representación de un ecosistema maduro de encinar carpetano (asociación vegetal Junipero oxycedri-Quercetum rotundifoliaea), con más de 20.000 ejemplares reproductores de encina (Quercus ilex subsp. ballota), más de 3.000 ejemplares de enebro de la miera (Juniperus oxycedrus subsp. oxycedrus) y un elenco muy completo de especies acompañantes. Un buen número de ejemplares de las dos especies arbóreas mencionadas superan los 100 años de antigüedad. Dentro de este encinar se aprecian también zonas que corresponden con distintas etapas de sucesión. Se trata de la serie Madreselva mediterránea. (Lonicera implexa) vegetal conocida técnicamente con la denominación de Serie mesosupramediterránea guadarrámico-ibérica silicícola de la encina. En la zona de estudio la serie se corresponde con los encinares silicícolas del piso supramediterráneo inferior con ombroclima subhúmedo (como se indicó al hablar de la climatología). Dicha serie está representada en la zona por las siguientes formaciones vegetales: 1) encinares7 carpetanos (vegetación potencial), 2) retamares, 3) jarales 12 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones pringosos con romero y 4) comunidades ruderales y pastizales anuales. Además, en las zonas sometidas a una mayor humedad, como los bordes de los arroyos y las vaguadas de encharcamiento, aparece otro tipo de vegetación que se corresponde con la denominada serie riparia meso-supramediterránea con fresnos (Fraxinus angustifolia) y sauces (Salíx spp.), zarzales, endrinales, rosaledas y juncales. A continuación se describen cada una de las formaciones vegetales mencionadas para la zona: • Encinar carpetano. Encinar carpetano con enebros, olivillos y majuelos. La vegetación potencial de la zona, constituida por el encinar carpetano, presenta por lo general un buen estado de conservación en amplias zonas dentro del ámbito de estudio. Existen zonas del máximo interés con una gran densidad de masa arbórea adulta bien conformada. Las zonas de máxima densidad e interés cubren aproximadamente el 60% de la parte norte del AHN y en torno al 40% en la sur. Destaca sobre todo, por su densidad, la mancha de encinas situada entre el arroyo de La Mina y la avenida de los Peñascales. Cuando el encinar está bien constituido se compone de varios estratos; el superior formado por las copas de las encinas y enebros viejos, que se ponen en contacto unas con otras. En el interior del bosque, y sobre todo en los claros o en los bordes, se desarrolla un segundo estrato más bajo formado por encinas y enebros jóvenes y por otros arbustos, como la cornicabra (Pistacia terebinthus), el trovisco (Daphne gnidium), el majuelo (Crataegus monogina), las madreselvas (Lonicera periclymenum, Lonicera etrusca y L. xylosteum), los espárragos trigueros (Asparagus acutifolius), el rusco (Ruscus aculeatus), la carrasquilla (Rubia peregrina), la lentisquilla (Phyllarea angustifolia), el aladierno (Rhamnus alaternus), etc. El interior del bosque queda umbrío y son pocas las hierbas que viven en el estrato inferior, sin que lleguen a ser abundantes pueden observarse dorónicos (Doronicum plantagineum), peonías (Paeonia broteroi) y otras plantas de poca envergadura, como Cardamine hirsuta, Geum sylvaticum, Brachypodium sylvaticum, 13 Presencia de grandes encinas y quejigos. CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones etc. Es de destacar la presencia en algunas zonas umbrías de varios madroños (Arbutus unedo) de pequeño y mediano porte. • Retamares. Retama de bolas en flor. (Retama sphaerocarpa) En diversas zonas se observan distintas etapas de sustitución del encinar. Una de las más características en el retamar, que se pueden observar bien cuando desaparecen los árboles, pero el suelo aún mantiene su carácter forestal; bien lugares de suelos profundos donde existieron cultivos en tiempos pasados. La especie dominante en la zona de estudio es la retama de bolas (Retama sphaerocarpa), acompañada de la escoba negra (Cytisus scoparium). El nombre científico de esta formación vegetal es Cytiso scoparii-Retametum sphaerocarpae. Este retamar se desarrolla sobre todo en la zona sur del ámbito, al pie del cementerio y en la ladera de la vía de servicio de la N-VI. También existe un retamar en la zona norte, que ocupa un área colindante a la urbanización de El Peñalar, por encima del arroyo de La Mina. En esta última zona destaca la presencia de Genista hirsuta, especie que encuentra en la zona el límite continental de distribución. Retamar en primer término, encinar carpetano denso al fondo. 14 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones • Jarales de jara pringosa con romero. En zonas de suelo más pobre y con cierto grado de erosión se desarrolla un matorral de jara pringosa (Cistus ladanifer), en el que destacan como principales especies acompañantes el romero (Rosmarinus officinalis), la aulaga (Genista hirsuta) y el cantueso (Lavandula stoechas). Se trata de la asociación vegetal conocida como Rosmarino-Cistetum ladaniferi. A veces esta formación vegetal se enriquece con otras especies, como el torvisco (Daphne gnidium), tomillos (Thymus mastichina y T. zygis, entre otros), escobones (Cytisus scoparius), manzanilla amarga o abrótano hembra (Santolina rosmarinifolia) o la jarilla Halimium umbellatum. Estos jarales se desarrollan en la zona sur del ámbito, en los lugares donde el suelo aparece más erosionado. Se encuentran mezclados con encinar achaparrado o coscojar y se intercalan también en zonas donde son frecuentes los enebros. En alguna zona, como en el vértice suroriental de la zona de estudio, colindante con Las Matas, aparece también, junto a la jara, la aulaga peluda o hiniesta (Genista hirsuta), dando lugar a la asociación vegetal Genisto hirsutiCistetum ladaniferi o jaral pringoso con aulaga. • Bolinares. En algunas zonas próximas a la vía de servicio de la N-VI y en las proximidades del cementerio aparecen comunidades vivaces, pioneras, subnitrófilas propias de desmontes y terraplenes, dominadas por un bolinar de Santolina rosmarinifolia y Artemisa campestris (abrótano macho), acompañadas de otras especies nitrófilas, como Marrubium vulgare (menta de burro), Chondrilla juncea, Scolymus hispanicus, Lactuca seriola, Cychorium intybus (achicoria), Centaurea ornata y otras. Los bolinares surgen cuando se nitrifica el jaral y el nombre científico de esta asociación es Artemisio-Santolinetum rosmarinifoliae. 15 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones • Comunidades ruderales y pastizales anuales. La última etapa de la sucesión está constituida por pastizales ruderales propios de senderos, taludes y desmontes. Son formaciones vegetales graminoides caracterizadas por el dominio de la cebadilla loca (Hordeum murinum), y otras gramíneas anuales, como Bromus hordeaceus, B. rubens, B. sterilis, diversos jaramagos, Diplotaxis virgata, Sisymbrium irio, Hirschfeldia incana, etc. El nombre científico que recibe esta asociación vegetal es Hordeetum murini y aparece muy diseminada en diversos calveros del ámbito de estudio y en las zonas más próximas a las urbanizaciones y al cementerio. También existen pastizales anuales en claros del encinar, constituidos por plantas anuales de desarrollo primaveral. Se encuentran de forma fragmentada formando manchas con la presencia de diversos tréboles (Trifolium angustifolium, T. arvense, T. campestre), Tuberaria guttata y otras pequeñas plantas, como Herniaria cinerea o Rumex bucephalophorus. En algunas zonas dispersas, se ha determinado la presencia de al menos dos especies de orquídeas autóctonas, la orquídea silvestre (Orchis mascula), y la serapia (Serapias lingua), ambas especies de interés botánico y no muy frecuentes en la zona. • Saucedas de meseta. A lo largo de los pequeños arroyos de carácter estacional se desarrolla un cordón de vegetación de sotos y riberas. Entre éstos destaca el Arroyo de la Mina, que entra en la zona desde la urbanización de las Rozuelas y atraviesa la parte norte del ámbito. Dicho arroyo separa una zona de pastizal adehesado de otra con un encinar muy denso y en excelente estado de conservación. Por otro lado, el Arroyo del Vialejo se forma en las inmediaciones del cementerio y discurre por la parte sur del ámbito de, oeste a este, hasta el extremo de la zona. Allí recibe la escorrentía del Arroyo del Pretil y continúa hasta desembocar en el Arroyo de la Trofa. La vegetación a lo largo de estos pequeños cauces pueden observarse algunos ejemplos de saucedas, formaciones arborescentes de hoja caduca. Están constituidas por diversas especies de sauces, sobre todo Salix salviifolia, S. purpurea y S. triandra. Junto a los sauces pueden encontrarse algunos chopos (Populus nigra) y algún fresno (Fraxinus angustifolia). El nombre latino de estas formaciones es Salicetum salvifolio-purpureae. Cabe destacar la presencia de un 16 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones gran ejemplar de arce de Montpellier (Acer monspessulanum) acompañado de otros pies más pequeños, en el seno de una sauceda del arroyo del Vialejo. Por lo demás, estos cauces están ribeteados por sotos de orlas espinosas (zarzales), formadas por rosas (Rosa corymbifera, R. canina, R. micrantha), zarzamoras (Rubus ulmifolius), majuelos (Crataegus monogyna), madreselvas (Lonicera etrusca), endrinos (Prunus spinosa), etc. Cabe señalar también la presencia de algunos piruétanos o perales silvestres (Pyrus bourgaena), especie protegida por la Comunidad de Madrid y clasificada como sensible a la alteración de su hábitat, así como un buen número de saúcos (Sambucus nigra), también especie protegida con la categoría de interés especial. Estas formaciones vegetales se denominan con el nombre latino de Rubo ulmifolii-Rosetum corymbiferae. Este zarzal de rosas y zarzamoras, que es una etapa preforestal y acompañante de zonas limítrofes del bosque donde llega la luz con mayor facilidad, posee un alto valor estabilizador y regenerador de la vegetación y su presencia es indicio del advenimiento del bosque. Además, son importantes para el conjunto del ecosistema, pues en su intrincada maraña encuentran cobijo micromamíferos y reptiles, sus frutos proporcionan alimento a numerosos pájaros y son un hábitat adecuado donde nidifican diversas aves insectívoras. • Alcornoque (Quercus suber) Juncales. En las proximidades de esta vegetación de ribera, en en zonas donde se acumula bastante humedad (rezumaderos, pequeñas vaguadas y veneros) existen juncales de Scirpus holoschoenus, pastizales vivaces de Agrostis castellana y majadales de Poa bulbosa. Otras plantas frecuentes en estos juncales son la grama (Cynodon dactylon), la menta (Mentha suaveolens), algunos tréboles (Trifolium fragiferum, T. resupinatum), o el llantén mayor (Plantago major). El nombre de esta asociación es Trifolio resupinatum-Holoschoenetum. Cuando la humedad aumenta, como en alguna zona de borde de los arroyos (sobre todo en el de La Mina), esots juncales son sustituidos por otros en los que la planta dominante es Juncus inflexus, y la menta se hace más abundante. 17 Quejigo (Quercus faginea) CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones • Grupo de alcornoques y quejigos. Cabe destacar que en una pequeña vaguada situada inmediatamente al sur de la urbanización Bella Vista y orientada al oeste, se encuentran unos núcleos de arbolado muy interesantes, compuestos por olmos (Ulmus minor), quejigos (Quercus faginea) y algunos alcornoques (Quercus suber) relictos, debido al microclima más húmedo del enclave. Es curioso señalar que, a pesar el gran porte de estos árboles centenarios, no se ha encontrado mención a ellos en informes anteriores sobre la vegetación de Torrelodones, ni en el estudio de incidencia ambiental presentado por el Ayto. El alcornoque figura también en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, con la categoría de interés especial, y es una rareza en la Región, pues encuentra aquí su límite nororiental de distribución. Orquídeas (Orchis mascula y Serapias lingua) 18 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones Mapa esquemático de la vegetación del monte de Torrelodones amenazado (AHN). Encinar carpetano denso Encinar adehesado o arbolado disperso. Vegetación arbustiva y ruderal (cantuesares, retamares, bolinares, etc) praderas anuales. Vegetación de ribera, bosque de galería, orla espinosa. Encinar - enebral Alcornoques, quejigos, encinas, enebros Endrinal Praderas húmedas, Juncales. 19 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones Conclusiones sobre la vegetación La heterogeneidad de la vegetación de la zona, constituida esencialmente por encinar carpetano con enebros, con toda su serie de vegetación, así como la vegetación riparia y juncales, determina que la zona presente una enorme diversidad florística. Hasta el momento se han herborizado más de 300 especies de plantas vasculares de la zona. Los bosques del AHN presentan una gran riqueza y biodiversidad Destaca el amplio porcentaje de cobertura de encinar en buen estado de conservación (más del 50% del ámbito), con más de 20.000 encinas y más de 3.000 enebros, así como el conjunto de alcornoques y quejigos presentes en una pequeña vaguada de la zona sur. Dentro de la zona de estudio están presentes los siguientes hábitats incluidos por la Directiva 92/43/CEE dentro del anexo de los Hábitats Naturales de Interés Comunitario: • Bosques esclerófilos de Quercus ilex (32.11). • Zonas subestépicas de gramíneas y anuales (Thero-Brachypodietea) (34.5). • Prados ibéricos silíceos de Festuca indigesta (36.36). Área de gran densidad arbórea en la zona norte del AHN. Endrinales en primer plano (Prunus spinosa) 20 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones Por otro lado, las siguientes especies están recogidas en el Catálogo regional de Especies Amenazadas de la Comunidad de Madrid: - Piruétano, Pyrus bourgeana (sensible a la alteración de su hábitat). - Alcornoque, Quercus suber (de interés especial). - Saúco, Sambucus nigra (de interés especial). - Madroño, Arbutus unedo (de interés especial). Estepa blanca (Cistus albidus). 21 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones DESCRIPCIÓN DE LA FAUNA La heterogeneidad de la vegetación, que como se ha descrito comprende desde amplias zonas con encinar-enebral denso hasta sus distintas etapas de sustitución, así como ribetes de vegetación de sotos y riberas, proporciona a la zona una gran diversidad de hábitats y microhábitas. Ello posibilita la existencia de un buen número de aves, sobre todo paseriformes de pequeño y mediano tamaño, y la existencia en el lugar de diversas especies de mamíferos, reptiles y anfibios. El estudio de los invertebrados queda fuera de las posibilidades de este informe preliminar y sólo se mencionan algunos de los más conspicuos, como son los lepidópteros (mariposas) recogidos en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. Aves. Garza real (Ardea cinerea) Según los datos proporcionados por la Sociedad Española de Ornitología (facilitados por el Dr. Luis M. Carrascal), pueden encontrarse comúnmente en la zona, de forma permanente o estacional, más de medio centenar de especies de aves, muchas de ellas incluidas tanto en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, como en el Nacional. Por mencionar a algunas de ellas, citaremos al picogordo (Coccothraustes coccothraustes), la curruca mosquitera (Sylvia borin), la curruca zarcera (Sylvia communis), la curruca mirlona (Sylvia hortensis), el papamoscas gris (Muscicapa striata), la oropéndola (Oriolus oriolus), la collalba rubia (Oenanthe hispanica), el chochín (Troglodytes troglodytes), el pito real (Picus viridis), el mochuelo (Athene noctua), o el autillo (Otus scops), entre otras. Son también muchas las pequeñas aves que se alimentan y buscan refugio en los zarzales y vegetación de ribera que bordea los arroyos, como petirrojos (Erithacus rubecula), ruiseñores (Luscinia megarhynchos), mirlos (Turdus merula), verdecillos (Serinus serinus), verderones (Carduelis chloris), pardillos (Carduelis cannabina) o zorzales (Turdus spp.). Entre otras aves de interés que pueden verse en la zona destacan la perdiz (Alectoris rufa), la codorniz (Coturnix coturnix), la tórtola (Streptopelia turtur), la 22 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones abubilla (Upupa epops), el carbonero común (Parus major), el alcaudón real (Lanius meridionalis), el alcaudón común (Lanius senator), el abejaruco (Merops apiaster), o el estornino (Sturnus unicolor). Son especialmente abundantes en la zona el rabilargo (Cyanopica cyana) y la paloma torcaz (Columba palumbus). Entre las aves rapaces diurnas, se ha observado el aguilucho ratonero (Buteo buteo) y el elanio azul (Elanus caeruleus). Además, las águilas imperiales (Aquila adalberi) que anidan en el Monte de El Pardo o en el valle del Guadarrama incluyen el AHN en su área de campeo y no es raro verlas sobrevolar la zona. Abejaruco (Merops apiaster) Mamíferos. Los micromamíferos encuentran también en este enclave una serie de hábitats idóneos. Entre los observados en la zona pueden mencionarse el ratón de campo (Apodemus sylvaticus), el ratón casero (Mus domesticus), el lirón careto (Eliomys quercinus), la musaraña gris (Crocidura russula), o el topo ibérico (Talpa occidentalis). Pero entre todos ellos destaca el topillo de Cabrera (Microtus cabrerae), especie incluida en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Se trata de una especie endémica del centro peninsular cuya distribución actual se haya fragmentada en varios núcleos. Precisa de una cobertura herbácea que se mantenga verde todo el año, por lo que se establece en zonas con nivel freático elevado. En el AHN se han detectado dos colonias, una en la parte norte del ámbito, en el prado de La Mina (en la zona de juncales y herbáceas que circundan el arroyo), y otra en la zona sur, en una pequeña vaguada cercana al arroyo del Vialejo, donde existen carrizales y juncales. Otros mamíferos de mayor tamaño presentes en la zona son la ardilla roja (Sciurus vulgaris), el erizo europeo (Erinaceus europaeus), el conejo (Oryctolagus cuniculus), la liebre ibérica (Lepus granatensis), la comadreja (Mustela nivalis), la Jabalíes rallones (Sus scrofa) 23 Conejo de monte (Oryctolagus cuniculus) CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones gineta (Genetta genetta), el zorro (Vulpes vulpes) y el jabalí (Sus scrofa). Los quirópteros (murciélagos) no han sido estudiados, pero existen al menos tres especies en la zona. Anfibios y reptiles La herpetofauna, por otro lado, presenta una excelente representación de especies en la zona, muchas de las cuales aparecen en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (se indican con un asterisco en la enumeración que sigue). Los reptiles cuya presencia se ha constatado son la lagartija colirroja* (Psammodromus algirus), lagartija cenicienta* (Psammodromus hispanicus), lagartija ibérica* (Lacerta hispanica), lagartija colilarga (Acanthodactylus erytrurus), lagarto ocelado* (Lacerta lepida), salamanquesa común* (Tarentola mauritanica), culebrilla ciega* (Blanus cinereus), culebra de collar* (Natrix natrix), culebra viperina* (Natrix maura), culebra bastarda (Malpodon monspesulanus), culebra de escalera* (Elaphe scalaris) y la vívora hocicuda (Vipera latastei). Los anfibios, grupo que en su conjunto tiende a la extinción en la época actual, cuenta en la zona al menos con las siguientes especies: sapo común (Bufo bufo), sapo corredor* (Bufo calamita), sapo de espuelas* (Pelobates cultipes), sapo partero ibérico* (Alytes cisternasii), sapillo pintojo ibérico* (Discoglossus galganoi), rana común (Rana perezi) y gallipato* (Pleurodeles walti). Los anfibios permanecen por lo general enterrados o refugiados debajo de piedras, o migran hacia lugares más húmedos en épocas de sequía. Durante la primavera se producen concentraciones de muchos individuos de distintas especies en las charcas y arroyos que se forman con las lluvias de temporada. Sapo común (Bufo bufo) Invertebrados Por último, como se ha dicho, los invertebrados no han sido estudiados, por la complejidad que ello entraña y que requiere del concurso de numerosos especialistas. No obstante, se ha constatado la presencia en la zona de al menos dos lepidópteros recogidos en el Catálogo 24 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones Regional de Especies Amenazadas. Se trata del arlequín (Zeryntia rumina), especie catalogada de “interés especial”, y la doncella de ondas (Euphydrias aurinia), catalogada como “vulnerable”. Las orugas de la primera de estas mariposas se alimentan de Aristolochia pistolochia, invernan como crisálida y sus mariposas vuelan de marzo a junio, época donde es frecuente observarla en el AHN. Las orugas de Euphydrias aurinia se alimentan de madreselvas, son gregarias y anidan en un nido sedoso. Tiene dos generaciones que vuelan en mayo-junio y en agosto. 25 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones Conclusiones sobre la fauna En el AHN existe una variada fauna, sobre todo de micromamíferos, de aves paseriformes y de anfibios y reptiles. Entre las especies que viven en la zona se encuentran al menos 27 especies incluidas o bien en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora o en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Son las siguientes: Picogordo (Coccothraustes coccothraustes) Lagartija colilarga (Acanthodactylus erytrurus) Curruca mosquitera (Sylvia borin) Lagarto ocelado (Lacerta lepida) Curruca zarcera (Sylvia communis) Salamanquesa común (Tarentola mauritanica), Curruca mirlona (Sylvia hortensis) Culebrilla ciega (Blanus cinereus) Papamoscas gris (Muscicapa striata) Culebra de collar (Natrix natrix) Oropéndola (Oriolus oriolus) Culebra viperina (Natrix maura) Collalba rubia (Oenanthe hispanica) Culebra de escalera (Elaphe scalaris) Chochín (Troglodytes troglodytes) Sapo corredor (Bufo calamita) Pito real (Picus viridis) Sapo de espuelas (Pelobates cultripes) Mochuelo (Athene noctua) Autillo (Otus scops) Águila imperial (Aquila adalberli) Topillo de Cabrera (Microtus cabrerae) Sapo partero ibérico (Alytes cisternasii) Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi) Gallipato (Pleurodeles walti) Lagartija colirroja (Psammodromus algirus) Arlequín (Zeryntia rumina) Lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus) Doncella de ondas (Euphydrias aurinia), Lagartija ibérica (Lacerta hispanica) 26 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones DICTAMEN AMBIENTAL SOBRE EL AHN 1. Valor patrimonial y biológico El área que nos ocupa constituye una magnífica representación del bosque mediterráneo propio de esta región, en el que se integra toda la serie de vegetación correspondiente al encinar carpetano con enebros, desde la vegetación potencial óptima, con zonas de una densidad arbórea alta, hasta las distintas etapas de sucesión (retamar, jaral, bolinar y pastizales). En dicho ecosistema se intercala vegetación de soto o de ribera a lo largo de los arroyos de carácter temporal. Cabe señalar que en el capítulo 3 del plan Rector de Uso y Gestión del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares (epígrafe 3.1.2.1.), al que pertenece el AHN, se consideran los encinares como una formación vegetal-cultural de especial importancia. La mayor superficie del AHN (más del 50%) corresponde a la vegetación potencial (encinar-enebral) en buen estado de conservación, a la que las otras etapas de la serie vegetal de este ecosistema añaden heterogeneidad biológica y paisajística, lo que redunda en una mayor biodiversidad, al posibilitar la presencia de una notable diversidad de hábitats. Todo ello confiere un gran valor patrimonial y biológico a la zona, que debiera ser conservada en su estado actual, sin perjuicio de que la zona tenga la capacidad para el desarrollo de diversos usos sostenibles de carácter social y educativo. Por ello, las correspondientes autoridades responsables deberían tomar las medidas necesarias para evitar su degradación y los posibles riesgos de incendio. Obviamente, en ningún caso estas medidas pueden ser la de sustituir este ecosistema natural por otro artificial, como proyecta la actual propuesta del Ayuntamiento. Si a los regidores de Torrelodones les preocupa “la degradación, el abandono y el riesgo de incendios”, que según dicen sufre la zona, existen sistemas más eficaces y baratos para impedir dichas amenazas, que no suponen ningún impacto y que garantizarían la conservación de la zona. 27 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones Por último, cabe señalar que la Comunidad de Madrid, como el resto del territorio español y otras muchas zonas del mundo, está sumida en la denominada “Crisis de la Biodiversidad”. Uno de los resultados más tangibles de esta crisis es la pérdida rápida de organismos (tanto a nivel de especies como de poblaciones), de hábitats y de ecosistemas naturales. Pero este problema general, es particularmente notorio y serio en la Comunidad de Madrid, pues es la Comunidad Autónoma española que con diferencia cuenta con un mayor porcentaje de superficie urbanizada, a lo que se une su importante desarrollo industrial. Por ello, los montes con vegetación autóctona en buen estado de conservación de nuestra Comunidad adquieren un valor añadido, máxime si se encuentran cerca de la ciudad de Madrid, zona de mayor concentración urbana de toda España. 2. Valor como unidad funcional Como consecuencia de lo comentado en el punto anterior, el ecosistema de encinar que constituye el AHN, con toda su serie de vegetación sucesional asociada, debe considerarse como una unidad funcional en equilibrio dinámico (véase Luceño y Vargas, 1991, “Guía botánica del Sistema Central Español”, editorial Pirámide). Su principal valor reside, por tanto, en el conjunto y no es admisible su fragmentación para proteger sólo determinados elementos o parcelas. Los planes de conservación debieran estar orientados hacia unidades ambientales completas y no sólo a elementos determinados o fragmentos de las mismas. 28 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones 3. Importancia de lo que es normal En consonancia también con lo anterior, las estrategias de conservación centradas en especies o elementos concretos conducen a paradojas que desvían la atención a problemas poco relevantes para la conservación de la biodiversidad, entendida ésta como la diversidad biológica de todos los organismos y procesos ecológicos y biogeográficos implicados. En la memoria presentada por el Ayuntamiento se menosprecia también el valor de la flora y de la fauna del lugar, señalando que “la fauna es de tipo generalista”, “la vegetación es la típica del piedemonte madrileño con una baja singularidad” o que “no existen especies amenazadas”. Sin ser esto último cierto, cabe decir que el hecho de que una zona no presente especies amenazadas no significa que no deba ser objeto de protección. Los hábitats normales de una zona (es decir los que le corresponden por sus características geográficas, edafológicas y climáticas) bien conservados y que alberguen una buena representación de su fauna y flora, aunque sean especies también normales, merecen conservación. De lo contrario, lo normal se irá convirtiendo progresivamente en raro. Asimismo, la presencia de lo normal posibilita, además, la existencia de lo excepcional o raro. Las especies amenazadas, que sin duda merecen una atención especial, no pueden existir sin el cortejo de toda otra serie de especies que forman su hábitat y con las que interacciona. Una gestión del medio ambiente centrada sólo en identificar especies amenazadas puede conducir a estrategias de conservación de espacios en función de la existencia prioritaria de dichas especies. Se da entonces la paradoja de que las áreas que no tienen la “desgracia” de acoger especies amenazadas no son susceptibles de ser primadas en su conservación, a pesar de que presenten otros valores, como ser hábitats muy bien conservados y biodiversos, por posibilitar importantes procesos ecológicos, por su complementariedad, valor paisajístico, etc. Ello conduciría a una naturaleza formada por pequeños santuarios y áreas dedicadas a la recuperación de especies. Se plantea aquí la pregunta de si es más idóneo centrar las políticas de conservación en las especies amenazadas o, por el contrario, dirigirlas a evitar que las que no lo están lleguen a estarlo. Como casi siempre, la respuesta más correcta posiblemente se encuentre en el equilibrio entre ambos extremos. En cualquier caso, es preciso conservar los ecosistemas 29 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones para no alterar el equilibro y la interacción natural, en particular aquellos bien consolidados y cuyo establecimiento ha costado cientos de años. 4. Importancia de los elementos singulares No obstante lo anterior, hay que señalar que, aparte del valor patrimonial de la zona en su conjunto, existen en la misma diversos elementos singulares que merecen atención y que están recogidos en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora y en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. En la memoria de la incidencia ambiental presentada por el Ayuntamiento sólo se menciona que no existen ejemplares recogidos en el Catálogo de Árboles Singulares, pero no se da importancia a la existencia de especies catalogadas en las listas antes mencionadas. Un caso llamativo es el de un grupo de grandes alcornoques presentes en la zona, que no hemos visto mencionados en ningún informe previo, a pesar de ser muy conspicuos. Ciertamente, este grupo de alcornoques parece que quedarían dentro de una de las manchas de arbolado que pretenden mantenerse, pero de esta forma quedarían fuera de su contexto natural, pasando a ser un mero elemento decorativo o testimonial en medio de un campo de golf. Por otro lado, dentro de la avifauna y herpetofauna (anfibios y reptiles) existe un notable elenco de especies recogidas en los catálogos antes mencionados, que realzan la importancia biológica del lugar y obligan a prestar una atención especial hacia ellas y a establecer las correspondientes medidas de protección. Mención especial merece el topillo de Cabrera, especie endémica del centro peninsular, y el águila imperial, catalogada como en peligro de extinción. Todo ello se obvia totalmente en la memoria de la incidencia ambiental presentada por el Ayuntamiento. 30 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones 5. Importancia como corredor biológico Los corredores biológicos evitan la fragmentación de las poblaciones silvestres y facilitan el intercambio genético entre ellas (véase la Estrategia Española para la Conservación y el Uso Sostenible de la Diversidad Biológica, página 96). Este aspecto consideramos que es uno de los que confieren mayor valor a este entorno, pues es el único que permite la conectividad biológica entre los tres espacios naturales protegidos entre los que se haya enclavado (Monte del Pardo, Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y Parque Regional del Río Guadarrama). La conectividad con este último espacio se consigue por un paso subterráneo a través de la nacional VI (actual A6), al sur del entorno. La existencia en la zona de vías pecuarias podría potenciar todavía más este valor a través de una gestión adecuada. Por el contrario, la actuación prevista por la corporación actual anula totalmente esta función, al sustituir este corredor natural por un medio artificial fuertemente antropizado. 6. Importancia como zona de amortiguación La proliferación de viviendas e infraestructuras variadas en torno a los espacios naturales protegidos (que paradójicamente son utilizados como reclamos para la inversión) tiene sobre éstos un impacto muy negativo. Las alteraciones de hábitats y ecosistemas alrededor de los mismos son especialmente graves, ya que se elimina de esta manera el necesario efecto de amortiguación de impactos que deben ejercer las zonas periféricas de estos espacios para garantizar su supervivencia (véase la Estrategia Española para la Conservación y el Uso Sostenible de la Diversidad Biológica, página 123). La zona que nos ocupa presenta un enorme valor en este sentido como zona de amortiguamiento o tampón frente a los tres espacios protegidos entre los cuales se encuadra. 31 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones VALORACIÓN DEL IMPACTO AMBIENTAL DE LA ACTUACIÓN QUE PROPONE EL AYUNTAMIENTO SOBRE EL AHN Tal y como se reconoce en el punto 7.1.1.1. del estudio de incidencia ambiental presentado por el Ayuntamiento (página 155), el plan propuesto supondría “movimientos de tierras necesarios para la ejecución de los proyectos de urbanización y de los diferentes equipamientos previstos”. Los volúmenes de dichos movimientos no se definen en la memoria, “al no encontrarse definidas las rasantes de la urbanización”, según se reconoce en este mismo punto. Asimismo, se señala que “este movimiento de tierras supone un riesgo de erosión potencial en las áreas removidas que quedarán desprovistas de vegetación”. Indudablemente, estos movimientos de tierra y desmontes serán muy importantes y supondrán un enorme impacto, que se traduciría en la desaparición del ecosistema existente. Aunque pretenden conservarse algunas porciones del mismo, estas pequeñas parcelas resultantes sin duda sufrirían una degradación, con motivo de las obras, primero, y, posteriormente, por el efecto de borde que ejercerían las urbanizaciones y equipamientos previstos. En la parte norte del AHN (que abarca unas 42 Has) se pretende concentrar el área residencial, con unas 1.500 viviendas. Justo es en esta zona donde se ubican las mayores densidades de encinar en muy buen estado de conservación, que cubre en torno al 60% del ámbito. Este elevado número de viviendas con sus infraestructuras anejas, que se unen a las ya existentes en las proximidades (por ejemplo, la urbanización Las Rozuelas) supondría la práctica desaparición del encinar allí presente. Las parcelas que pretenden conservarse en su estado actual quedarían inmersas dentro de las zonas residenciales a nivel testimonial y sufrirían un fuerte impacto, tanto en la fase de obras, como en la posterior. El efecto de degradación que se produce en las zonas de borde de una masa boscosa se multiplica al fraccionarse ésta y con la disminución del tamaño de los fragmentos. Por otro lado, la parte sur del ámbito (que comprende unas 88 Has) proyecta dedicarse a lo que en la memoria del Ayuntamiento se denomina “instalación municipal de carácter público para la práctica del deporte al aire libre”, “equipamiento público para su uso deportivo extensivo al aire libre” o términos similares, pero que en la propaganda institucional equivale a un campo de golf. Quizás ello se omite en la memoria por señalarse en el informe de incidencia 32 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones ambiental la necesidad de limitar en la medida de lo posible el uso de césped, lo cual es totalmente contradictorio con un campo de golf. Un campo de golf de entre 45 y 80 hectáreas requeriría un consumo de agua de entre 360.000 y 500.000 metros cúbicos por año. Cuando el campo de golf se asocia a una zona residencial, el consumo de agua para piscinas, riego de jardines y otros usos se dispara. Este volumen de agua, aunque fuera reciclada (futurible incierto), se detraería de otros usos que debieran ser prioritarios, como limpieza de calles y riego de zonas verdes ya existentes. En el momento que se crea una nueva demanda, se incrementa la presión sobre este recurso. A ello hay que añadir el aumento del consumo de agua procedente de la red para las nuevas viviendas e instalaciones complementarias. Este problema es especialmente grave en la Comunidad de Madrid, donde la falta de agua, lejos de ser un problema coyuntural, debido a las sequías, en breve será un problema estructural. El agua que se recoge sigue siendo la misma (con tendencia a disminuir si se acentúa el cambio climático), mientras que su demanda crece de forma exponencial. El consumo de agua en la Comunidad ha crecido un 20% en la última década, por encima del crecimiento de la población (un 12% en el mismo periodo de tiempo). El riego de los más de 30 campos de golf que existen en la región consume cada día tanta agua como una ciudad de 100.000 habitantes, con su industria y sus zonas verdes incluidas. Además, el desarrollo urbanístico ha disparado el número de viviendas unifamiliares, con sus respectivos jardines y piscinas, que se ha triplicado en los últimos 15 años. Existen en la actualidad cerca de 375.000 viviendas de este tipo en toda la Comunidad. Cabe señalar que, de momento, sólo se reutiliza el 0,5% de agua que se depura. Además, desde el punto de vista ambiental, aparte del elevadísimo consumo de agua, es importante señalar que un campo de golf requiere el empleo intensivo de fertilizantes químicos y herbicidas y plaguicidas tóxicos. Los “greens” son monocultivos homogéneos cuyo mantenimiento requiere de herbicidas e insecticidas, los cuales ocasionarían una importante contaminación, la cual se exportaría hacia el Monte del Pardo a través del Arroyo de la Trofa. Aparte de todo lo anterior, para instalar un campo de golf hay que talar los árboles y matorrales, lo que conlleva una pérdida muy importante de la diversidad biológica. Además, el suelo original debe sustituirse por una capa de grava destinada a favorecer el drenaje, lo que incrementa las escorrentías y reduce la capacidad de retención del subsuelo. Por otro lado, será preciso hacer desmontes para atenuar algunas de las pendientes pronunciadas existentes en la zona. Es precisamente la zona prevista para campo de golf la que presenta mayores desniveles (en algunas zonas con pendientes de entre el 20% y el 30% y, puntualmente, en pequeñas áreas donde superan el 30%). 33 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones Por último, el conjunto de la actuación propuesta, que supondría la fragmentación, en su máxima expresión, del encinar presente en la zona y la modificación y destrucción de hábitats, ocasionará, asimismo, la pérdida de efectivos poblacionales de muchas especies, fragmentación de sus poblaciones y desaparición de otras tantas especies a escala local. En definitiva, la actuación propuesta supondría una pérdida muy notable de la biodiversidad de la zona. 34 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones DEFICIENCIAS DEL INFORME AMBIENTAL CONTENIDO EN LA MEMORIA DESCRIPTIVA Y JUSTIFICATIVA DEL AYUNTAMIENTO El informe ambiental contenido en la memoria descriptiva y justificativa presentada por el Ayuntamiento contiene importantes deficiencias (algunas ya comentadas en apartados anteriores), contradicciones y afirmaciones erróneas, todo ello tendente a justificar las actuaciones propuestas. En este sentido, resulta notoria la escasa valoración patrimonial que se da a la zona en dicho informe ambiental. Se habla en la misma de “la baja o nula rentabilidad del aprovechamiento”, “importante estado de abandono”, “riesgo de incendio elevado”, “fauna de índole generalista a causa del alto nivel de fragmentación y antropización del sector”. Se reconoce, por otro lado, que existen zonas de alta densidad de arbolado, indicando que “se trata en definitiva de áreas con masas arbóreas a proteger que por su posición específica en relación con las áreas residenciales se considera presentan más un carácter local que general”. Así, como resultado de lo especificado en el punto 4.5. (Descripción de la ordenación de la propuesta) de la memoria, subapartado 4.5.1. (Estructura general: redes públicas) en el punto referido a la red de zonas verdes y espacios libres, se indica “la especial necesidad de proteger la naturaleza en su estado actual”. Para ello proponen como medida de protección marcar sobre el mapa las manchas de mayor densidad de arbolado y preservar sólo éstas en su estado actual. Todo ello indica un claro menosprecio al valor real de la zona. Las medidas de protección propuestas son minimalistas (en el sentido de que sólo parecen perseguir el cumplimiento de unos mínimos) y dan la sensación, más bien, de pretender reducir en la medida de lo posible las compensaciones a las que se verían obligados por las leyes del arbolado de la Comunidad de Madrid. No es admisible contemplar la naturaleza como pequeños pedacitos o elementos aislados, pues todos los componentes singulares y procesos interaccionan entre sí y de esta forma cumplen con su papel ecológico en el medio. Los elementos aislados, por sí solos, pierden su funcionalidad y únicamente tendrán un carácter testimonial y ornamental. Un ejemplo escolar de lo anterior lo constituye cualquier organismo vivo. Sus distintas células, tejidos y órganos cumplen cada uno su función, de tal forma que la interacción de todos ellos posibilita la vida, pero por separado no son capaces de ello. Sorprende, en definitiva, que tras haberse señalado en la memoria “el alto nivel de fragmentación y antropización del sector” se proponga como única medida 35 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones de protección del encinar de la zona la fragmentación del mismo llevada a su máximo extremo: unas manchas del arbolado autóctono insertas en mitad de un campo de golf. Esto es inadmisible desde el punto de vista de la protección de la naturaleza. Cabe recordar que en el capítulo 3 del Plan Rector de Uso y gestión del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares (epígrafe 3.1.2.1.) se consideran los encinares como una ”formación vegetal-cultural de especial importancia”. Al referirse a la vegetación de la zona se dice también en la memoria que: “… A lo anterior se une su exclusión de cualquier figura que implique protección legal de la cubierta vegetal, no pertenece a la categoría de Monte Preservado ni está incluido en el Cátalogo de Hábitats Prioritarios del Anexo I de la Directiva 92/43/CEE”. Lo anterior es falso, pues no es una cuestión opinable. En el AHN están presentes los Hábitats Prioritarios de la Directiva 92/43/CEE “Bosques esclerófitos de Quercus ilex (32.11)” y “Zonas subestépicas de gramíneas y anuales (TheroBrachypodietea)” (34.5). Asimismo, está representado también en la zona el hábitat de interés comunitario “Prados ibéricos silíceos de Festuca indigesta” (36.36). Asimismo, en el apartado 3.1.10. referido a las zonas verdes y espacios libres se dice que: “En el ámbito del AHN no aparecen ejemplares recogidos en el Decreto 18/1992, de 26 de marzo, por el que se aprueba el Catálogo Regional de Fauna y Flora Silvestre y se crea la categoría de Árboles Singulares”. Esto nuevamente es falso. Efectivamente no existen árboles en la categoría de Singulares, pero sí figuran cuatro especies de la zona en dicho catálogo: el alcornoque (Quercus suber), el saúco (Sambucus nigra), el madroño (Arbutus unedo) y el piruétano (Pyrus bourgeana), las tres primeras con la categoría de Interés Especial y la última en la categoría de Sensible a la Alteración de su Hábitat. Por otro lado, se comenta en la memoria de incidencia ambiental que “la morfología actual de los encinares-enebrales de la zona corresponde a un carrascal ahuecado con un denso estrato arbustivo de jara pringosa”. Pues bien, esta etapa de sustitución del encinar (carrascal con un denso estrato arbustivo de jara pringosa) se concentra en el cuadrante suroccidental del ámbito, en las proximidades de la N-VI, no suponiendo en su conjunto más del 20% de la superficie del AHN. Por el contrario, los encinares en buen estado de conservación (Hábitat de Interés Prioritario de la Directiva Hábitat) se extienden por una superficie que supera el 50% de la zona. 36 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones Por lo demás, la descripción de la vegetación contenida en el informe ambiental es muy deficiente y pobre. Se refiere sólo a algunas de las formaciones vegetales y omite mención alguna a los elementos arbóreos más conspicuos y de porte monumental del área objeto de estudio, como son el notorio grupo de alcornoques y quejigos. Eso sí, en la memoria se señala que: “No obstante, debe destacarse la presencia de áreas en las que las formaciones arbóreas presentan un alto interés … El interés de estas áreas establece la necesidad de su preservación en el estado actual … Del mismo modo, en el AHN existen áreas, que, sin llegar a estar constituidas por formaciones arbóreas del alto interés, constituyen masas que exigen la adopción de medidas, y en cualquier caso la adopción de usos no agresivos con el medio, y que requerirá de la adopción de medidas que persigan compatibilizar los usos propuestos con la vegetación existente” Obviamente, la instalación del monocultivo herbáceo, que supone el campo de golf, con algunas masas arbóreas intercaladas, no es la forma más adecuada de “compatibilizar los usos propuestos con la vegetación existente”. Además, entre las medidas propuestas a considerar en el diseño del equipamiento público para uso deportivo extensivo al aire libre, se señala la siguiente: “No se introducirán especies exóticas ajenas a la serie de vegetación existente en el AHN”. Esto es muy llamativo y contradictorio con la propuesta de un campo de golf, que supone la introducción de un monocultivo de una especie herbácea ajena a la serie de vegetación de la zona. En lo que se refiere a las conclusiones sobre el estudio sobre la fauna se dice que: “La fauna catalogada, con especial atención a la avifauna, es de índole generalista, a causa del alto nivel de fragmentación y antropización del sector. Estos factores impiden el trasiego de grandes rapaces o carroñeras que tienen, en la zona A1 del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares (básicamente en la sierra de Hoyo de Manzanares) colindante con el extremo septentrional del ámbito, sus áreas de campeo e inclusive nidificación”. Nuevamente esta valoración es notoriamente peyorativa y sesgada, pues hace más hincapié en las ausencias que en las presencias. No se destaca, sin embargo, la existencia de numerosas especies (al menos 27) recogidas en los Catálogos Regional o Nacional de Especies Amenazadas, a pesar de que muchas de ellas se mencionan en la lista faunística que incluye la memoria ambiental. Por otro lado, sorprende que en la introducción al estudio de la Fauna que se incluye en la memoria de la incidencia ambiental presentada por el Ayuntamiento, se mencione entre los objetivos que se persiguen en el mismo 37 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones (página 109): “Estudiar la posible existencia de corredores biológicos que contacten diferentes zonas tanto dentro del término como fuera de él”. A pesar de la importancia de este aspecto, no se vuelve a mencionar ni en los resultados del informe, ni en las conclusiones ni en lo relativo a las medidas a tomar. Sencillamente, no se ha contemplado en el estudio, a pesar de figurar entre los objetivos. De lo anterior se concluye que el valor intrínseco de este espacio no se tiene en cuenta en la actuación que se propone, la cual se apoya exclusivamente en criterios cuantificables expresados en términos de rentabilidad económica y se menosprecian los valores ambientales. Por el contrario, dentro del valor de uso de la diversidad biológica debieran considerarse los valores patrimoniales, de uso directo (valores paisajísticos, de esparcimiento, culturales) o indirecto (funciones ecológicas y bio-geoquímicas) garantes del mantenimiento de los ciclos de la naturaleza y de sus elementos básicos. En definitiva, la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales, responsabilidad de todos, pero cuyo mayor peso recae en los gestores, debe contemplar el valor que tienen para la sociedad los bienes sin mercado. Una excesiva glorificación de los mecanismos de mercado en el tema que nos ocupa (valoración de los recursos naturales) no es científicamente sostenible ni políticamente aconsejable. Entre los objetivos que se enumeran para la nueva ordenación que se propone para el AHN se señala como primero el siguiente: “Garantizar la protección y conservación de las áreas de máxima calidad ambiental existentes en el ámbito, en especial las masas arbóreas, de acuerdo con el contenido y conclusiones del Estudio de Incidencia Ambiental”. Asimismo, otro de los objetivos señalados consiste en: “Minimizar el impacto de las nuevas vías de comunicación en relación con la topografía y áreas de máxima calidad ambiental”. Por otro lado, a la hora de justificar la “Posibilidad de clasificar en la Revisión Parcial del Planeamiento General de Torrelodones el AHN como suelo urbanizable” se indican las siguientes razones: “En orden a la protección efectiva conviene poner de relieve que en nuestro marco legislativo no existe mayor garantía de protección que la calificación de zona verde de uso público. Como se verá más adelante esta es la calificación que, junto con la de equipamiento público para uso deportivo extensivo al aire libre, se asigna a todas las áreas que por sus valores intrínsecos corresponde proteger de acuerdo con el Estudio de Incidencia Ambiental que se compaña y que alcanzan a más del 75% del ámbito” … “Por otra parte debe señalarse que el objetivo de la protección de un suelo se garantiza mucho más si este es de propiedad pública que si es de propiedad privada. En el ámbito del AHN todo es suelo privado y adelantando lo que se 38 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones especificará más adelante, más del 83% de aquel pasaría a ser suelo público, en el que naturalmente quedaría incluido el 75% a proteger que acaba de señalarse” … “Así pues, a juicio del Ayuntamiento de Torrelodones queda suficientemente justificada la presente propuesta de clasificación como suelo urbanizable sectorizado del Área Homogénea Norte de su término municipal en éste Avance de Revisión Parcial y Adaptación de sus vigentes Normas Subsidiarias de Planeamiento, ya que en la misma se garantiza dicha protección efectiva”. En definitiva, parece concluirse que para garantizar la protección de una zona de alto valor ecológico se propone sustituirla por un campo de golf (denominado en el informe equipamiento público para uso deportivo extensivo al aire libre) y por las urbanizaciones y equipamientos anejos. De esta forma se evitaría también el riesgo de incendios y la degradación, que son los dos principales argumentos esgrimidos para llevar a cabo la actuación. Todo ello parece responder a la filosofía de aquel famoso mandatario que proponía talar los bosques para evitar los incendios, lo cual, obviamente, es un auténtico dislate. En lo que se refiere al Estudio Hidrológico, se señala que “No se proyectan captaciones de aguas públicas ni tampoco se prevé la reutilización de aguas depuradas” (p. 54 de la memoria descriptiva), mientras que en otro lugar (punto 6 del análisis ambiental y de sostenibilidad) se dice que: “Se recogerá la conveniencia del riego de parques y jardines mediante aguas recicladas y la obligatoriedad de su uso en el caso de instalaciones recreativas o deportivas con altos requerimientos hídricos”. Por tanto, la memoria contiene en este punto otra notoria contradicción. Si no se prevé la reutilización de aguas depuradas, ¿cómo se regará con aguas recicladas el campo de golf? 39 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones CONCLUSIONES No se aprecian cambios sustanciales en la zona desde que en 2003 el Ayuntamiento aprobó las Normas Subsidiarias de Torrelodones sobre el AHN (Resolución del 29 de mayo de 2003), con la clasificación de la misma como Suelo No Urbanizable Protegido / zona P (dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares), en base a su alto valor ambiental. Por lo tanto, la reclasificación que ahora se propone, no se justifica por razones medioambientales, sino por otras, que no se analizan aquí. Entre los valores destacables del área de estudio caben señalarse los siguientes: • Se trata de un encinar-enebral, con todas sus etapas de vegetación asociadas, en buen estado de conservación y con un elevado valor patrimonial y biológico, tanto en su conjunto, como por algunos de los elementos singulares que contiene. • Desempeña un papel fundamental como único corredor biológico entre los espacios protegidos entre los que está enclavado. • Tiene una gran importancia como zona de amortiguamiento del impacto humano para los espacios protegidos entre los cuales se encuentra. Por el contrario, el proyecto que se presenta resultaría altamente impactante y agresivo con el medio. Entre los impactos negativos para la conservación de los recursos naturales que se derivan de la actuación prevista por el ayuntamiento destacamos los siguientes: • Transformación de los usos del suelo. • Transformación de la cubierta vegetal. • Sobreexplotación de recursos (en este caso: agua) • Implantación, en buena parte de la zona, de una especie de gramínea ajena a ese medio y con unos requerimientos hídricos y edáficos diferentes a los naturales del lugar. • El mantenimiento de dicha especie como dominante en un lugar que no le corresponde requiere de la alteración del suelo y del uso de pesticidas y plaguicidas, productos que acaban incorporándose a los ciclos del agua y del suelo. 40 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones • Desaparición de especies a escala local, pérdida de efectivos poblacionales de muchas de ellas, fragmentación de las poblaciones y, en definitiva, pérdida de biodiversidad. • Fragmentación, en su máxima expresión, del ecosistema de encinar presente en la zona y modificación y destrucción de hábitats. Como conclusión final, puede afirmarse que el actual proyecto de reclasificación del AHN se encuadra dentro del modelo de desarrollo basado exclusivamente en criterios productivistas, con falta de previsión, deficiente conocimiento ambiental y una valoración inadecuada de los efectos sobre el medio ambiente y la diversidad biológica. De dicho modelo emanan los crecientes efectos negativos sobre la conservación de la naturaleza y del medio en el cual vive el hombre. 41 CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Museo Nacional de Ciencias Naturales Informe ambiental sobre el Área Homogénea Norte de Torrelodones BIBLIOGRAFÍA Blanco, J.C. 1998. Mamíferos de España. Ed. Planeta. Barcelona. Blanco, J.C. y González, J.L. 1992. 1998. Libro Rojo de los Vertebrados de España. ICONA. Madrid. B.O.C.A.M. 1992. Decreto 18/1992, de 26 de marzo, por el que se aprueba el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna y Flora Silvestres. B.O.C.A.M. nº 85. B.O.E. 1990. 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