Movimientos Migratorios Desde y Hacia La República Dominicana TOMO I Movimientos Migratorios Desde y Hacia La República Dominicana TOMO I Isis Duarte Milka Cuello Felipe Santos Bridget Wooding Alicia Sangro Jaime Aristy Escuder Ramonina Brea Joel Arboleda TOMO II Raymundo González Josefina Zaiter Mónica González Liliam N. García Márquez Victor Ml. Brens Paulino Frank D´Oleo Ramírez Francisco I. Cáceres Ureña Francisco B. Báez Evertz César A. Caamaño Díaz Alejandro Martínez Alicia Sangro MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA TOMO I ISBN: 978-9945-8696-5-1 Editor: Roberto E. Liz Co-editores: Lucas Vicens Natacha Féliz Franco Diseño y Arte Final: Katherine Cocco Portada: Stefannie Cedano Impresión: Editora Alfa y Omega Impreso en República Dominicana Printed in the Dominican Republic Santo Domingo, República Dominicana Marzo, 2011 TOMO I Contenido general TOMO I PRESENTACIÓN. Roberto E. Liz PRÓLOGO. Juan Temístocles Montás INTRODUCCIÓN. Wilfredo Lozano LA MANO DE OBRA HAITIANA EN LA CONSTRUCCIÓN: CARACTERÍSTICAS, VALORACIONES Y PRÁCTICAS. Isis Duarte COSTOS Y BENEFICIOS DE LA MANO DE OBRA HAITIANA. SJRM-CENTRO BONÓ. Milka Cuello y Felipe Santos LA PRESENCIA DE LAS MUJERES MIGRANTES HAITIANAS EN EL SERVICIO DOMÉSTICO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA. FLACSO: Bridget Wooding y Alicia Sangro. IMPACTO DE LA MIGRACIÓN HAITIANA SOBRE EL MERCADO LABORAL Y LAS FINANZAS PÚBLICAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA. Jaime Aristy Escuder. REMESAS, POBREZA Y DESIGUALDAD: UNA PERSPECTIVA DESDE LOS HOGARES Y LAS REGIONES DE LA REPÚBLICA DOMINICANA. PUCMM/PARETO: Ramonina Brea y Joel Arboleda. 5 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO TOMO II PRESENTACIÓN. Roberto E. Liz PRÓLOGO. Juan Temístocles Montás INTRODUCCIÓN. Wilfredo Lozano LA MIGRACIÓN Y SUS REPERCUSIONES EN LA ESCUELA: ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN Y DE LAS PERCEPCIONES DE CAMBIO SOCIAL. POVEDA: Raymundo González, Josefina Zaiter y Mónica González. INCLUSIÓN DE NIÑOS INMIGRANTES HAITIANOS EN EL SISTEMA ESCOLAR DOMINICANO: ESCUELAS PÚBLICAS Y PRIVADAS DE ZONAS URBANAS DE SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, PUERTO PLATA Y DAJABÓN. PUCMM- Recinto Santiago de los Caballeros: Lilian N. García Márquez y Víctor Ml. Brens Paulino. LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS HAITIANOS EN LA REPÚBLICA DOMINICANA. Frank D´Oleo Ramírez LA OTRA MIGRACIÓN: ESTUDIO SOBRE LAS CORRIENTES DE INMIGRACIÓN DE PROCEDENCIA EXTRA-INSULAR Y LA INTEGRACIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA DE LOS INMIGRANTES DE LAS PRINCIPALES COMUNIDADES ETNO-NACIONALES. PRO-FAMILIA: Francisco I. Cáceres Ureña, Francisco B. Báez Evertz y César A. Caamaño Díaz. MIGRACIÓN A ESPAÑA Y REMESAS. JRM-CENTRO BONÓ: Alejandro Martínez y Alicia Sangro. 6 Indice Indice general...................................................................................... i Presentación de los editores, Roberto E. Liz, Director Ejecutivo del FIES .......................... ix Prólogo de Ing. Juan Temístocles Montás, Presidente del FIES ................................................................... xv Introducción: Las rutas de inmigración Wilfredo Lozano, Miembro del Consejo Directivo del FIES ......................... xxvii MERCADO LABORAL Y MANO DE OBRA HAITIANA La mano de obra haitiana en la construcción: características, valoraciones y prácticas .................................. 41 Isis Duarte Costos y beneficios de la mano de obra haitiana en el sector construcción ........................................................ 107 Milka Cuello, Felipe Santos SJRM - Centro Bonó La presencia de las mujeres migrantes haitianas en el servicio doméstico en la República Dominicana ............ 159 Bridget Wooding, Alicia Sangro FLACSO 7 Impacto de la migración haitiana sobre el mercado laboral y las finanzas públicas de la República Dominicana........... 223 Jaime Aristy Escuder Remesas, pobreza y desigualdad: una perspectiva desde los hogares y las regiones de la República Dominicana................................................... 325 Ramonina Brea, Joel Arboleda PUCMM-Sto.Dgo / Grupo de Consultoría Pareto Nota biográfica de los autores .................................................... 385 8 Presentación de los Editores En nombre de los editores de este libro me place hacer la presentación formal del mismo, destacando lo que ha sido su proceso de concepción, elaboración y conclusión de este volumen, el cual es el primero de una serie de publicaciones que se realizarán como resultado de las investigaciones auspiciadas por el Fondo para el Fomento de la Investigación Económica y Social (FIES). El FIES fue creado por el antiguo Secretariado Técnico de la Presidencia dentro del Programa de Reforma y Modernización del Poder Ejecutivo (PRO-REFORMA) que con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo –BID- fue ejecutado en los últimos años. El FIES está dirigido por un Consejo Directivo que preside el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, e integrado por otros seis (6) representantes del sector público y cuatro (4) del sector privado y un Secretario que es el Director Ejecutivo del Fondo, tal y como se establece en el artículo 10 de la ley 496-06 que crea el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. El FIES, además de contar con un Director Ejecutivo, está asistido por la Unidad Técnica de Apoyo (UTA), responsable de la gerencia y monitoreo de sus actividades. El propósito del Fondo es promover la investigación en temas relacionados con la política económica y social en la República Dominicana, a través del desarrollo y financiamiento de acciones que estimulen investigaciones relevantes para respaldar los procesos de toma de decisiones de políticas públicas. IX MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Al mismo tiempo, los estudios sobre aspectos económicos y sociales pretenden responder a objetivos del desarrollo nacional y contribuir directa o indirectamente a la estabilidad macroeconómica, crecimiento económico sostenible, equidad distributiva, bienestar y cohesión económica, social y territorial. Igualmente, se procura elevar el capital humano y social en un marco de equidad, integralidad y sostenibilidad. En cada convocatoria, los temas de estudio son priorizados por el Consejo Directivo (CD). La intención del Fondo es también fortalecer los procesos de toma de decisiones en materia de políticas públicas e impulsar el desarrollo de una cultura de investigación que contribuya, a través del análisis, generación de propuestas y promoción del debate, a un mejor diseño e implementación de políticas que eleven la efectividad de la gestión pública. La presente obra, que por su extensión se decidió publicar en dos tomos, ha implicado un complejo proceso que nos ha llevado hasta este resultado final. Para fines de ilustración, pasaremos a enumerar las diferentes etapas por las que hemos atravesado hasta llegar a la presente publicación que a su vez son explicativas del proceso operativo del FIES: La primera fase se refiere a todas las gestiones que preceden a la elaboración de las investigaciones en cuestión. Se trata de la etapa de contratación de la investigación misma. Para ello se parte de i) la definición y aprobación de temáticas de la convocatoria que es el resultado de uno o varios debates al interior del Consejo Directivo del FIES, en donde en base a criterios de pertinencia y relevancia, son seleccionados los temas de la convocatoria, tratando siempre de que exista, al menos, un tema económico y otro social; ii) se procede así al Lanzamiento Público de la Convocatoria de Investigación mediante la publicación de los Términos de Referencia de la misma; iii) una vez cumplido el plazo, se reciben todas las propuestas; iv) Se constituyen paneles de evaluación integrados por cinco (5) especialistas de cada tema, regularmente expertos de la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social (UAAES) del Ministerio. Cuando se hace necesario se generan contrataciones Ad-Hoc de especialistas para integrar o completar la integración X TOMO I de los paneles de evaluación; v) Al final del proceso estrictamente riguroso de evaluación se procede a la selección de las propuestas que superaron el umbral del mínimo de la puntuación requerida; vi) La Dirección Ejecutiva y la unidad de Apoyo Técnico del FIES, someten finalmente el resultado de estas evaluaciones a la consideración del Consejo Directivo que aprueba, enmienda o rechaza las recomendaciones de los paneles de evaluación. Cumplida esa primera fase que termina con la contratación de las investigaciones, la cual implica la firma de un contrato formal que establece los compromisos y responsabilidades de cada una de las partes durante el proceso, se pasa a la segunda fase de elaboración de las investigaciones, en la cual se desarrolla i:) un proceso de seguimiento y desembolsos de las investigaciones y entregas parciales de resultados el cual dependiendo de si se trata de una investigación de gabinete o de campo puede durar entre cuatro (4) meses a un año y tener varios desembolsos de acuerdo a la dinámica misma de la investigación. Esto culmina con ii) la recepción de los informes finales, pasando luego a la dinámica de la aprobación de los informes finales de investigación. Esta nueva fase de aprobación implica una serie de procesos como son : i) La realización de un taller de discusión sobre los resultados de los informes finales de las investigaciones en donde un grupo de expertos (pares) de cada tema se les encomienda hacer una evaluación crítica del trabajo presentado y luego los mismos son sometidos a un proceso de discusión entre todos los participantes, estas sugerencias y observaciones sirven de base a los autores para introducir las enmiendas, aclaraciones o ampliaciones que se consideren necesarias; ii) Una vez se cumple este proceso la versión final de los informes de investigación recibe la aprobación final, lo que implica a su vez la autorización para el otorgamiento del último desembolso y la decisión de si dicho trabajo termina ahí o entra en la fase de publicación. Como se puede observar, hemos agotado una serie de etapas hasta culminar con la publicación de este libro, las cuales han significado el tiempo y recursos de un conjunto de personas muy valiosas y dedicadas a las que les XI MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO debemos una mención, siendo la primera al Presidente del Consejo de Directores del FIES, el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Ingeniero Juan Temístocles Montás, un enamorado de la investigación y principal ideólogo y promotor del FIES, dedicándole su limitado tiempo y mucho esfuerzo. A los integrantes del Consejo Directivo del FIES: el Dr. Rafael Alburquerque en su condición de Vicepresidente de la República y jefe del Gabinete Social y a la Lic. Susana Gámez, Coordinadora Técnica de dicho gabinete y quien ejerce la labor de suplente del Señor Vicepresidente; asimismo, al Lic. Enrique Ogando, suplente. A la Lic. Ligia Amada Melo Vda. Cardona, Ministra de Educación Superior Ciencia y Tecnología; al Dr. Marcos Villamán Director Ejecutivo de PRO-REFORMA y CONARE y suplente del Presidente; a la Dra. Magdalena Lizardo, Coordinadora de la UAAES; Al Dr. Max Puig, Ministro de Trabajo y su suplente, el economista Lic. Manuel Robles; al Dr. Francisco Cueto, Presidente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO); al Dr. Wilfredo Lozano López, Director Ejecutivo del Centro de Investigación Económica y Social (CIES); y al Dr. Rafael Emilio Yunén, Director General del Centro Cultural Eduado León Jimenes (Centro León). Una mención especial a nuestro Director Fundador, el Padre José Luis Alemán, quien se alejó físicamente, pero permanece entre nosotros a través de su valioso legado intelectual, científico, cultural y, sobre todo moral. Por igual, también nuestro reconocimiento al relevo de Alemán, Ingeniero Ramón Flores. La dedicación y esfuerzo intelectual del equipo de investigadores y especialistas de la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social (UAAES), responsables de la delicada y ardua tarea de evaluación de las própuestas de investigación debe ser reconocida en las personas de Rodrigo Jáquez, Juan Monegro, Leopoldo Artiles, Antonio Morillo; Maritza García; María Altagracia Mendoza; Ilsa Nina; Alexis Cruz; Luz Patria Bonilla, Manuel XII TOMO I Mejía; Ángeles Calzada; Martín Francos; Yudy Estrella y Dagmar Romero. No podemos dejar de mencionar al equipo de PRO-REFORMA, responsable del surgimiento y desarrollo inicial del FIES, en el que intervinieron actores como la Dra. Yocasta Guzmán; Dr. Julio Sánchez Maríñez; Dr. Ayacx Mercedes; Lic. Rossana Hernando y todo el equipo de apoyo. Mención especial merecen los ejecutivos del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, especialmente el Lic. Aníbal Taveras, Viceministro, y los Licenciados Raysa Facundo y Manolo Caba de las áreas administrativa y financiera, respectivamente; Hepzy Zorrilla y a todo al personal de Ministerio. Debemos también dejar aquí expresada nuestra gratitud a todo el equipo de la Editora Alfa y Omega quienes asumieron como suyo este proyecto, en particular a su Directora General Minerva de Cocco y a la Coordinadora Katherine Cocco a quien le toco la ardua tarea de bregar con diez autores y un equipo de editores. Felicitamos a la artista Stefannie Cedano por el diseño de la hermosa portada y valoramos la excelente labor de revisión y corrección de Luis Beiro. Estamos en deuda con este grupo de profesionales. Finalmente, debemos destacar la participación del economista Lucas Vicens y la periodista Natacha Féliz Franco, como co-editores. A esta última le correspondió, además, prestar una estrecha colaboración en la coordinación con el equipo de la UTA- FIES, Cristóbal Jáquez; José Casado; Rocío Montás y Yiselis Portes. A todos, el reconocimiento por su apoyo. Roberto E. Liz Director Ejecutivo del FIES y Responsable de la Edición XIII XIV Prólogo Nos complace presentar la primera de una serie de obras que recogen un conjunto de investigaciones financiadas por el Fondo para el Fomento de la Investigación Económica y Social (FIES), con un triple propósito; primero, conocer con mayor profundidad nuestra realidad como sociedad; segundo, contribuir a la formulación y puesta en marcha de un conjunto de políticas públicas orientadas a mejorar nuestro quehacer como nación y, tercero, apoyar el gran esfuerzo nacional en que estamos involucrados en darnos una Estrategia Nacional de Desarrollo que, como Plan de Nación, contribuya a trazar esa carta de ruta por la que debemos guiarnos con visión de futuro. El tema que nos ocupa: “Los movimientos migratorios desde y hacia la República Dominicana” fue concebido de manera amplia, buscando estudiar las características de dichos movimientos, tanto en la inmigración como en la emigración, tratando de escudriñar en las complejidades y características de estos desplazamientos y asentamientos humanos. Este libro se encontraba en la imprenta cuando nos sorprende el terrible terremoto en el hermano vecino país de Haití, razón por la cual se interrumpe su publicación. Ante el impacto de la catástrofe, los esfuerzos de todos los dominicanos, gobernantes y gobernados, se orientaron a aportar cada cual su cuota de contribución para ayudar a mitigar el efecto que, sobre la población haitiana, ha significado esta grave situación. En la presente edición se incorporán diez trabajos de investigación escogidos como los de mayor aporte y contribución al tratamiento de la temática. Todos ellos constituyen textos originales con fuentes inéditas de información, los cuales XV MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO o han desarrollado una fuente primaria mediante el levantamiento de encuestas, sondeos, entrevistas de profundidad y grupos focales, o han sido capaces de enriquecer algunas encuestas y cuantificaciones previas con nuevas informaciones complementarias que aportaron novedosos datos para enriquecer el análisis. Sin embargo, lo más relevante aquí es destacar que, las diez investigaciones constituyen un nuevo enfoque en el tratamiento de un viejo problema y con un nivel de profundidad, análisis y riqueza de información que, sin duda, harán una contribución al debate que, sobre las migraciones, debe mantenerse en la agenda de discusión de la sociedad dominicana. Debemos señalar el esfuerzo de los autores en resumir sus investigaciones en un tercio de su extensión para cumplir con las normas de la publicación. Dada la amplitud del material y la extensión de los trabajos de investigación, los editores, con el propósito de facilitar la lectura y el manejo de los mismos, decidieron publicarlos en dos tomos. En el tomo I se incorporan cinco (5), cuatro (4) de ellos relativos a la mano de obra haitiana en la construcción y en el mercado laboral, y las mujeres en los quehaceres domésticos, así como un último (1) trabajo sobre pobreza y desigualdad. En el tomo II se incorporan las otras cinco (5) investigaciones; dos (2) referidas a la participación de inmigrantes haitianos en la educación básica, una (1) sobre los haitianos en la educación superior, y las otras dos (2) referidas, una (1) a la emigración de dominicanos a España, y la otra (1) a la inmigración de múltiples nacionalidades extranjeras no insulares al país. Siete de estos trabajos constituyen el resultado de estudios avalados por universidades y reconocidos centros de investigación, dirigidos por profesionales de larga tradición. Los restantes, corresponden a participantes individuales, ampliamente reconocidos como estudiosos de las ciencias sociales en el país. El discurrir de la historia de los pueblos del mundo está ligado a los movimientos de grandes contingentes humanos que han ido poblando y repoblando territorios, movidos por diferentes causas y razones, ya sean estas políticas, XVI TOMO I económicas, geográficas o a consecuencia de grandes crisis o catástrofes naturales o creadas por el hombre. La República Dominicana, aún siendo una nación insular, ha recibido corrientes de inmigrantes de diferentes naciones, aunque la de mayor cuantía proviene de la vecina República de Haití, la cual ha aumentado de forma sustancial en las últimas décadas. Este incremento se ha debido a condiciones propias de la inestabilidad política, económica y social que ha experimentado dicho país, unido a determinadas circunstancias del mercado de trabajo dominicano, principalmente en algunas áreas de baja productividad, como el azúcar, las construcciones y ciertas labores agrícolas. Sin embargo, en los últimos años, esa población inmigrante se ha ido expandiendo por casi todas las demás actividades del quehacer económico-social de la nación. Algunas coyunturas históricas han sido causantes de generar movimientos de emigración (inmigración desde y hacia la República Dominicana). Entre estas coyunturas que ejemplifican el resultado de ciertas políticas migratorias en el pasado, podemos citar el albergue ofrecido por el Dictador a determinados grupos poblacionales afectados por acontecimientos históricos y políticos, como lo fueron la acogida de españoles cuando la guerra civil republicana; la de judíos-alemanes en ocasión de la persecución nazi, y la de japoneses para impulsar asentamientos agropecuarios. De igual modo, el desarrollo del turismo en la República Dominicana durante las últimas décadas ha traído consigo un número importante de inmigrantes de múltiples nacionalidades, principalmente europeos, los cuales se han establecido en el país, muchos de ellos bajo un estatus de ilegalidad. Cuatro trabajos se enfocan en el estudio de la incidencia de la mano de obra haitiana en el mercado laboral dominicano: el de la profesora Isis Duarte y el del Centro Bonó, a cargo de Milka Cuello y Felipe Santos, sobre la mano de obra haitiana en el sector construcción; el trabajo de la FaXVII MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO cultad Latinoamericana de Ciencias Sociales –FLACSO-, realizado por Bridget Wooding y Alicia Sangro, que estudia la participación de la mujer haitiana en el servicio doméstico, y el de Jaime Aristy Escuder más referido al mercado laboral en su conjunto. La construcción se ha consagrado como polo de atracción de la nueva inmigración haitiana, ya que hasta hace algo más de una década, la mayoría de la fuerza laboral en este sector era dominicana (77%) y provenía de corrientes migratorias internas originadas en las zonas rurales del suroeste y norte del país, mientras solo un 23% era de nacionalidad haitiana.1 No obstante, a partir de los fuertes movimientos migratorios de la mano de obra dominicana para Puerto Rico, Nueva York y otros destinos, en el sector construcción: “…se ha venido verificando una escasez de esta mano de obra nativa que se acentúa a partir de la década de los 90, ya que, a partir de las condiciones laborales imperantes en el sector y bajo el efecto de la migración dominicana hacia el exterior, la mano de obra nativa desarrolla nuevas estrategias laborales y de reproducción”.2 El obrero haitiano que en la actualidad labora en la construcción no forma parte de un flujo migratorio circular de tipo estacional que en tiempo muerto se desplaza a esta actividad, para luego retornar al sector azucarero; por el contrario, ingresa a la sociedad receptora para buscar trabajo en las principales ciudades dominicanas, básicamente en el sector construcción y disfruta...“de mayor movilidad laboral y territorial, incluyendo el retorno esporádico a su país de origen”. 3 En relación a la inmigración haitiana, el trabajo del Centro Bono4 pone de relieve la existencia de una clara segmentación en el uso de la mano de 1. “La mano de obra haitiana en la construcción: características, valoraciones y prácticas”, Duarte, Isis. 2. Ibídem. 3. Ibídem. 4. Costos y beneficios de la mano de obra haitiana, SJRM-Centro Bonó: Cuello, Milka; Santos, Felipe. XVIII TOMO I obra en la construcción, de tal manera que la mano de obra local se utiliza en los trabajos de mayor nivel de calificación y, por tanto, de mejores salarios; mientras que la mano de obra haitiana es utilizada en los trabajos más fuertes y peores pagados, demostrándose que no existe efecto desplazamiento alguno. Por igual, a la mano de obra haitiana no se le otorgan los beneficios de la seguridad social, la legislación de accidentes de trabajo ni otras compensaciones consignadas en las leyes laborales del país. La migración femenina ha aumentado de manera significativa a nivel mundial en las últimas décadas, a tal punto que, según el estudio realizado por las investigadoras5, constituye aproximadamente la mitad de la población de 190 millones de migrantes globales. Fuentes consultadas revelan que en todas partes del mundo la mujer migrante ha experimentado varias formas de discriminación y exclusión. ¿Cómo se caracterizan y cuál es la situación de las mujeres migrantes haitianas que se desempeñan en el servicio doméstico en las ciudades de Santo Domingo, Santiago de los Caballeros y Dajabón? El 16.1% de las mujeres migrantes trabajadoras haitianas estaban ocupadas en el servicio doméstico, y de estas, un 22% se encuentran en Santo Domingo y Santiago. El estudio pone de manifiesto el proceso de feminización de la migración haitiana, las diferencias en términos de derechos laborales adquiridos, en el caso dominicano en relación al haitiano, así como la naturaleza y características de esta migración en términos socieconómicos y culturales. Las investigadoras han presentado un estudio que se destaca no solo por la rigurosidad analítica y empírica, sino por la profundidad del carácter cualitativo y el formato de presentación de los resultados en una matriz original en la que incluyen las conclusiones, recomendaciones y actores responsables para la puesta en ejecución de nueve componentes que estiman esenciales. A la vez, cabe resaltar el hecho de que el estudio establece con claridad el rol de los 5. La presencia de las mujeres migrantes haitianas en el servicio doméstico en la República Dominicana, FLACSO: Wooding, Bridget; Sangro, Alicia. XIX MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO diferentes protagonistas de la sociedad haitiana en la búsqueda de soluciones a la problemática planteada. ¿Cuál es el impacto de la inmigración haitiana sobre el mercado laboral y las finanzas públicas en la República Dominicana?6 Según el resultado de las investigaciones y cuantificaciones realizadas por el autor, se evidencia que los empleadores contratan mano de obra haitiana porque eleva la rentabilidad de sus operaciones de construcción o comerciales. En sentido general, se puso de manifiesto que el beneficio de los negocios se incrementa al usar la oferta laboral inmigrante. Resulta novedosa la utilización de ejercicios de estimación econométrica para establecer algunas relaciones causales de vital interés para el estudio del mercado laboral, a saber: la reacción del retorno de capital invertido como una función de la inmigración haitiana y la relación de sustituibilidad entre mano de obra dominicana y haitiana y su impacto en las remuneraciones e ingresos. Los resultados arrojados por la investigación determinaron que un incremento de un 10% en la inmigración, provocaría que el salario promedio de los trabajadores dominicanos se reduzca en un 3.7%. Esto significa que la inmigración haitiana eleva el grado de desigualdad del ingreso en el país; es decir, aumenta la remuneración del capital y de la mano de obra calificada y reduce los ingresos laborales de los trabajadores menos calificados. Tres de estos trabajos se refieren a la inmigración y la educación en sus diferentes manifestaciones, desde el que trata sobre los estudiantes haitianos en la educación superior presentado por el profesor Frank D´Oleo; hasta los interesantes análisis sobre la inmigración haitiana y la educación básica, como son los presentados por Lilian N. García Márquez y Víctor Ml. Brens Paulino de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra 6. Impacto de la migración haitiana sobre el mercado laboral y las finanzas públicas de la República Dominicana, Aristy, Escuder, Jaime. XX TOMO I — PUCMM— a través del CEUR,7 y el de Raymundo González, Josefina Zaiter y Mónica González del Centro Cultural Poveda. En relación a la presencia de niños haitianos en la escuela básica, ambos trabajos se fundamentan en algunos estudios, a través de herramientas cualitativas y cuantitativas; a partir de las cuales se plantean un conjunto de hallazgos e interrogantes que arrojan resultados de interés para la problemática, y sugieren retos para nuevos aportes de mayor profundidad, entre los que destacan la importancia numérica, la erogación presupuestaria del Estado, la documentación requerida para fines de inscripción, y el rendimiento escolar, entre otros.8 En los resultados de estos estudios se advierte además una convivencia escolar positiva entre alumnos haitianos y dominicanos. No hay indicios de discriminación en cuanto el alumno percibe la actitud del maestro, y no hay evidencia de rechazo a los niños haitianos por razones de exclusión. Asimismo, existe una gran deserción escolar que se manifiesta principalmente después de dos o tres meses de iniciadas las clases en agosto y luego de las vacaciones de Navidad. El alumno haitiano deja de asistir a clases con mayor frecuencia que el dominicano. Contrario a los estudios sobre educación básica, el de educación superior9 refleja algunos hallazgos contradictorios. Por un lado, se evidencian patrones de integración y comunicación entre estudiantes de ambas nacionalidades y por otro lado, se puso de manifiesto la percepción de algunos grupos de estudiantes haitianos sobre ciertos tratos discriminatorios de parte de sus compañeros. 7. Centro de Estudios Urbanos y Regionales. 8. Inclusión de niños inmigrantes haitianos en el sistema escolar dominicano: escuelas públicas y privadas de zonas urbanas de Santiago de los Caballeros, Puerto Plata y Dajabón, PUCMMCEUR: García Márquez, Lilian N., Brens Paulino, Víctor Ml.; La migración y sus repercusiones en la escuela: análisis de la situación y de las percepciones de cambio social, Centro Cultural Poveda: González, Raymundo; Zaiter, Josefina; González, Mónica. 9. Los estudiantes universitarios haitianos en la República Dominicana, D´Oleo, Frank. XXI MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO La realidad es que tanto la universidad pública como las privadas están recibiendo en sus aulas un número cada vez más creciente de estudiantes haitianos, con una participación heterogénea en cuanto a las ramas profesionales, y un desempeño académico que no refleja diferencias con respecto al estudiante de origen dominicano. Los otros tres trabajos se refieren a temas novedosos y especializados tal como el de Francisco I. Cáceres Ureña, Francisco B. Báez Evertz y César A. Caamaño Díaz presentado por Pro-Familia sobre los movimientos migratorios de procedencia extrainsular; el que se refiere a la migración a España a cargo de Alejandro Martínez y Alicia Sangro, del Centro Bonó, y el de Ramonina Brea y Joel Arboleda presentado por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra –PUCMM–, recinto Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo, a través del CUEPS,10 y el Grupo de Consultoría Pareto, sobre remezas, pobreza y desigualdad. La Otra Migración,11 es un estudio sobre la corriente de inmigración de procedencia extra-insular que analiza, con datos de carácter cuantitativos y cualitativos, los niveles de inmigración procedentes de naciones europeas, latinoamericanas, árabes y asiáticas; en la que destacan los perfiles socioeconómicos y culturales, los patrones socio-históricos, los niveles de inserción social y económica, y el rol integrador que han venido desempeñando en las diferentes comunidades etno-nacionales donde se han concentrado. Con excepción de la haitiana, la población inmigrante no insular en la República Dominicana es bastante reducida, no excediendo el cinco (5) por ciento de la población total del país, siendo los grupos más representativos los venezolanos (21%), norteamericanos (13%), puertorriqueños (12%), españoles (10%), e italianos (10%), quedando los demás inmigrantes por 10. Centro Universitario de Estudios Políticos y Sociales. 11. La otra migración: estudio sobre las corrientes de inmigración de procedencia extra-insular y la integración social y económica de los inmigrantes de las principales comunidades etno-nacionales, PROFAMILIA: Cáceres Ureña, Francisco I; Báez Evertz, Francisco B.; Caamaño Díaz, César A. XXII TOMO I orden de importancia en los nacionales provenientes de Cuba, Alemania, Colombia, China, y Francia. Todos los grupos de inmigrantes se han integrado a la sociedad dominicana y desarrollan actividades económicas, sociales y culturales sin ningún tipo de limitaciones; por el contrario, se reporta que un alto porcentaje de ellos reciben de las diversas fuentes institucionales más apoyo y facilidades que sus homólogos dominicanos. El trabajo del Centro Bonó12 estudia los movimientos migratorios de dominicanos a España y analiza las características de nuestra diáspora en esa nación europea, la cual resulta de gran interés por la creciente importancia que ha venido cobrando esta emigración. República Dominicana se caracteriza por ser un país tanto receptor como emisor de migrantes. El Informe Nacional de Desarrollo Humano (2005) para República Dominicana estimó que en el año 2000, la emigración dominicana alcanzó casi el millón de personas, estimación que para algunos resulta moderada. De esta cantidad, un 5% reside en España, país que ocupa el tercer lugar entre los receptores de emigrantes dominicanos luego de Estados Unidos (73%) y Puerto Rico (8%). Al igual que otras naciones de Europa, esta población presenta un alto índice de feminidad. España comenzó a ser un importante destino de migración de dominicanos luego de que Venezuela dejó de ser opción por la crisis económica presentada en la década de los años 80 y porque Estados Unidos fue aumentando los requisitos de documentación para entrar a su territorio. A mediados de la referida década, España experimenta una situación de bonanza económica, factor que se fortalece con la incorporación de este país receptor a la Comunidad Europea. 12. Migración a España y Remesas, SJRM-Centro Bonó: Martínez, Alejandro; Sangro, Alicia. XXIII MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO En el caso de la emigración a España, las provincias de Barahona y Bahoruco se caracterizan por el flujo de mujeres migrantes hacia ese país. Ambas provincias están ubicadas en la región más empobrecida de nuestro territorio, en la frontera con el vecino Haití. Las remesas enviadas por la diáspora tienen un impacto de primera importancia en la economía de República Dominicana.13Al momento del estudio el 10.2% de los hogares eran receptores de remesas, las cuales se destinaban a alimentación (75%), salud (4%), educación (5%), vivienda (7%) y a otras necesidades (8%). Como parte de los resultados de este estudio, se indica que tanto el nivel de legalidad como el educativo es mayor que en otras migraciones. En efecto, en la última década, la población dominicana en España se ha multiplicado por cinco, de la cual el 69% poseía tarjeta de residencia. En la actualidad, un tercio del total de residentes está nacionalizado español; el 10 % de los trabajadores tiene estudios superiores, mientras aproximadamente el 45 % tiene estudios medios, técnicos o mayores al nivel básico. Finalmente, incorporamos un trabajo de investigación14 que si bien no pertenece directamente a esta materia, sino a la relacionada con la apertura comercial, ha sido incluida por su vinculación con la temática del libro. Se trata del resultado de un esfuerzo conjunto entre el Grupo de Consultoría Pareto y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, a través del CUEPS. En ese trabajo se hace una muy interesante relación entre el comportamiento de los grupos sociales de emigrantes y cómo los mismos se diferencian, dependiendo de las características propias de las regiones de donde proceden y de la condición socioeconómica de dichos migrantes. 13. Para el año 2003, al país ingresaron por remesas familiares US $2,060.5 millones, lo cual representó 10% del PIB, mientras para el año 2009 ingresaron por este concepto US $3,041.5 millones, lo que significó un 6.5% del PIB. 14. Remesas, pobreza y desigualdad: una perspectiva desde los hogares y las regiones de la República Dominicana, PUCMM –CUEPS/ Grupo de Consultoría Pareto: Brea, Ramonina; Arboleda, Joel. XXIV TOMO I En arreglo a consideraciones y patrones de similitud en los comportamientos, características socioeconómicas y culturales, el indicado trabajo hace una clasificación de los grupos de emigrantes dominicanos, según la incidencia de categorías tales como, la pobreza de ingresos, grado de urbanización, concentración urbana y el peso de la mujer en la migración. Para tales fines, se destacan los efectos en al menos cuatro de las dimensiones estudiadas: las condiciones de la vivienda, la estructura familiar, la ocupación de los miembros y la condición de pobreza de ingresos en el hogar. Tal y como indica el referido estudio, es evidente que el impacto de la migración en general, y de las remesas en particular, tiene un sabor agridulce en las comunidades de origen. Se evidencia que las remesas parecen actuar como un fondo salarial compensatorio para los hogares que ven mejorar su situación, sobre todo aquellos de regiones menos favorecidas económicamente. Si bien es cierto que los hogares receptores de remesas destinan una porción mayor de sus ingresos a la salud y la educación, su impacto no puede considerarse significativo ni en términos de salud preventiva e incorporación a una mayor protección social (seguros médicos), si no más bien a ofrecer una respuesta puntual y coyuntural. Asimismo, tampoco se traduce en cambios cualitativos en materia educativa. Por otro lado, es importante considerar que el perfil de las comunidades ha cambiado interna y externamente en los últimos veinte años. Es muy notorio el desarrollo inmobiliario, la aparición de negocios relacionados con la migración, como ferreterías, dealers de carros y motocicletas, centros de diversión, comercios de alimentación, entre otros. La presente publicación “Los movimientos migratorios desde y hacia la República Dominicana” constituye un primer esfuerzo del FIES en materia de migración que, además de abrir las puertas al debate y la discusión amplia, franca y plural, evoca la antesala de una serie de estudios, análisis y ponderaciones sobre la problemática económica y social del país. Esperamos que tanto las discusiones y debates que generarán estas investigaciones, como las próximas por venir, permitan que los dominicanos XXV MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO profundicemos el estudio de nuestras realidades económicas y sociales y podamos ofrecer una mejor respuesta como nación. Ing. Juan Temístocles Montás Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo y Presidente del Consejo Directivo del FIES XXVI Introducción: Las Rutas de la Inmigración La presente publicación reúne, en dos tomos, los principales resultados de las investigaciones realizadas en torno a la inmigración en República Dominicana, presentados en el marco de la primera convocatoria del FIES, en su programa de estímulo a la investigación socioeconómica en torno a la agenda de desarrollo dominicano. Dichos estudios resumen los principales hallazgos y presentan un perfil bastante completo de cada una de las investigaciones realizadas en la primera convocatoria. Los resultados de las investigaciones son más que halagadores. De hecho, bien miradas las cosas, constituyen un hito en la escasa tradición de investigación empírica en ciencias sociales en el país y, a su vez, la estimulan. Establecen un hito puesto que, por primera vez, se ha emprendido un programa tan vasto de estudios de un tema harto delicado como el de la inmigración, sobre todo de trabajadores haitianos. Estimulan, porque sus hallazgos y reflexiones no solo aclaran y responden interrogantes, sino porque nos retan con nuevas inquietudes que de seguro moverán a nuevas investigaciones, siendo esta una de las principales virtudes de toda buena investigación: interrogarnos y dudar. No es que hasta este momento no existiera en el país un acopio de estudios empíricos de calidad. Todo lo contrario, esos esfuerzos existen, han dado frutos importantes y, de hecho, han definido el marco orientador de los esfuerzos de investigación de los que aquí se reúnen sus principales resultados. Esta tradición de investigación previa se hace evidente en el caso de la inmigración haitiana, la cual a lo largo de más de cincuenta años se ha estudiado desde ópticas diversas. XXVII MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Con el fin de ubicar al lector en el contexto que orienta los resultados de las investigaciones reunidas en ambos textos, presentaremos un breve resumen del tratamiento que históricamente ha tenido el tema inmigratorio en el país desde los años sesenta de la pasada centuria a nuestros días. A seguidas, reflexionaremos acerca del alcance y valor de los hallazgos alcanzados en los estudios que se comentan, para concluir con un par de notas acerca de los retos futuros que estos estudios nos plantean. La evolución del debate migratorio nacional Tras la destrujillización del país en los años sesenta, y durante toda la década de los setenta, la llamada “cuestión haitiana” fue abordada por la moderna y emergente historiografía nacional, con contribuciones decisivas al estudio de las relaciones inter/estatales domínico-haitianas, por historiadores como Hugo Tolentino Dipp, Franklyn Franco, Emilio Cordero Michel y Frank Moya Pons, entre otros. Esos estudios concentraron sus esfuerzos en torno a la cuestión nacional. En los setenta, los esfuerzos de investigación fueron más de alcance antropológico y sociológico, distinguiéndose las contribuciones pioneras de Andrés Corten, Isis Duarte, Magda Acosta y Frank Marino Hernández. Ya en los ochenta, y sobre todo en los noventa, la investigación empírica se profundizó con modernas técnicas de encuestas y procedimientos cuantitativos de medición. Es esencial destacar aquí que estos estudios concentraron su “mirada” en torno a la realidad del batey, la economía y el sistema de plantación azucareros, puntos de articulación del sistema de inmigración de jornaleros haitianos desde principios del siglo XX. En torno a la cuestión de la inmigración se produjeron en esos años estudios fundamentales, hoy referencias clásicas, como los libros de Báez Evertsz1, de Martin Murphy2 y de Moya Pons3. A partir de esa tradición, se fue 1. Báez Evertsz, Franc (1986): El Bracero Haitiano en la República Dominicana. Editora Taller, Santo Domingo. 2. Murphy, Martin (1986): Dominican Sugar Plantation: Production and foreign Labour Integration. Praeger Publishers, N.Y. 3. Moya Pons, Frank, et al. (1986): El Batey. Estudio socioeconómico de los bateyes del Consejo Estatal del Azúcar. Fondo para el Avance de las Ciencias Sociales. Impresión Amigo del Hogar, Santo Domingo. XXVIII TOMO I articulando en los años noventa una nueva agenda, cuyo punto de inflexión lo marcó la reflexión del seminario de 1991 organizado por la FLACSO4. En ese encuentro se pasó balance a la cuestión inmigratoria, apreciándose que los déficits de investigación iban más allá del tema de la cuantificación de inmigrantes; se adentraban en la cuestión del sistema inmigratorio; exigían la profundización de su antropología; reconocían el déficit en la incorporación de la cuestión de género, y plantearon la problemática de las políticas de inmigración, cuyos ejes centrales se concentran en la acción estatal. Ahora bien, la dinámica misma de la inmigración estaba cambiando, y este nuevo proceso se inició con la orientación de los flujos que, en los años noventa, serían claramente visualizados. En este sentido, ya a mediados de los ochenta, Báez y Lozano5 analizaron la presencia de la inmigración haitiana en la cosecha cafetalera y en 1998 Lozano6 analizaría la inmigración en la cosecha arrocera. Con el declive de la industria azucarera la dinámica de la inmigración no solo redefinió sus flujos hacia otros cultivos agropecuarios como el arroz y el café, sino que se reorientó hacia la economía urbana. Con ambos cambios, la inmigración pasó a conectarse a la dinámica y racionalidad económica de los mercados de trabajo de base, impactando la economía informal urbana y recomponiendo la oferta de trabajo rural, resolviendo de hecho los problemas de escasez estacional de trabajadores rurales provocados, entre otros factores, por la crisis del minifundismo precarista de base campesina. 4. Lozano, Wilfredo (editor) (1992): La cuestión haitiana en Santo Domingo. Migración internacional, desarrollo y relaciones inter-estatales entre Haití y la República Dominicana. Programa FLACSO-República Dominicana-Centro Norte-Sur Universidad de Miami. Santo Domingo. 5. Lozano, Wilfredo (1990): Lozano, Wilfredo y Franc Báez Evertsz: Migración internacional y economía cafetalera. Estudio sobre la migración estacional de trabajadores haitianos a la cosecha cafetalera en la República Dominicana. CEPAE, impreso por Editora Taína. Santo Domingo, 1985. 6. Lozano, Wilfredo (1998): Jornaleros e inmigrantes. Instituto Tecnológico de Santo Domingo. XXIX MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO A estos cambios en la base económica y laboral se asociaban cambios de carácter sociopolítico que redibujaron la coyuntura migratoria de los noventas hasta nuestros días. Por lo pronto, la visibilidad del fenómeno migratorio lo colocó como objeto de atención de la opinión pública. En una tradición política autoritaria y tradicionalista como la dominicana, el debate político pronto asumió la visibilidad de la cuestión migratoria. Sin embargo, con esa asunción emergían a su vez fenómenos poco debatidos a nivel nacional y que se mantenían como coto privilegiado de la reflexión académica. De esta manera, la generalización del fenómeno inmigratorio haitiano pronto visibilizó la condición de exclusión social y de violaciones de derechos humanos en que reiteradamente se encontraban envueltos dichos inmigrantes, sobre todo los indocumentados o irregulares, así como hizo visible la problemática de la adscripción nacional de sus descendientes. En esta nueva situación hizo bandera en sectores políticos y, en general, produjo debates acalorados que si bien tuvieron la virtud de plantear la cuestión inmigratoria en su dimensión política, subjetivizó en muchas ocasiones los términos mismos de la discusión, oscureciéndola en ocasiones, partidarizando en otras las dimensiones del debate y, en general, provocando una reacción defensiva de las élites ante las críticas internacionales que se abrían paso. De todos modos, ya desde el seminario CIES/FLACSO del 20087, se vio claro que otros asuntos eran, si no iguales en importancia, al menos merecían tanta atención como la inmigración en lo relativo al tema de las relaciones con Haití. De esta forma, esfuerzos inter-estatales como el de la Comisión Mixta Bilateral se visibilizaron como mediación necesaria para el acercamiento de los dos estados en la discusión de su compleja agenda; la frontera se hizo un fenómeno visible en su importancia política y económica, a partir de la coyuntura de los noventa; el desarrollo sostenible y el desarrollo local se asumieron como objetivos necesarios para el desarrollo fronterizo, y, en general, el tema inmigratorio quedó envuelto en una agenda más amplia, 7. Lozano, Wilfredo y Wooding (2008): Los retos del desarrollo insular. Desarrollo sostenible, migraciones y derechos humanos en las relaciones domínico-haitianas en el siglo XXI. Santo Domingo: FLACSO-CIES. XXX TOMO I relativa a las relaciones entre ambos estados, las conexiones entre las dos economías y las articulaciones societales entre los dos pueblos. El inicio del siglo XXI replanteó el tema inmigratorio. Esta vez, atrapado en la compleja agenda que la globalización como fenómeno planetario imponía al país. Por lo pronto, ya desde los años ochenta y, sobre todo en los noventa, se asumía que la República Dominicana era una nación migratoria por doble partida, pues no solo la inmigración se había generalizado en sus impactos económicos debido al ingreso periódico de miles de trabajadores haitianos, sino que otras nacionalidades estaban incidiendo en esta dinámica, como eran los casos de la inmigración china, cubana, colombiana y europea, entre otras. A esto se añadía el ingreso anual de miles de turistas, en torno a una economía turística que se había constituido en el eje central de nuestras exportaciones de servicios como economía abierta. La otra dimensión del fenómeno migratorio era la emigración de dominicanos. Los Estados Unidos fueron el centro de esa emigración, pero en los noventa, Europa, Puerto Rico y Venezuela concentraron también importantes núcleos de dominicanos emigrantes. Con la emigración se abrió una nueva carpeta de impactos en la economía y la sociedad: de un lado, se apreció la creciente importancia de las remesas como fuente de divisas, mientras, por otro lado, se había creado un verdadero sistema de relaciones transnacionales entre la comunidad dominicana en el exterior (la diáspora) y el país, constituyendo así verdaderas comunidades transnacionales, como temprano advirtiera Portes en un libro pionero8. De alguna forma, la transnacionalización del país ha obligado a reconocer, con nuevos lentes, el fenómeno inmigratorio que nos ocupa, apreciando que el mismo no es patrimonio exclusivo de la nación, sino que forma parte de los cambios en el orden global, donde las migraciones internacionales ocupan un lugar destacado. Por otro lado, la globalización demostró que la inmigración no solo producía impactos económicos sino que su gobernabilidad estaba condicionada por un sistema de compromisos del Estado con instituciones del sistema internacional, que ponía en la agenda el tema de los derechos huma8. Portes, Alejandro y Guarnizo, Luis (1991): Capitalistas del Trópico. Santo Domingo: FLACSO XXXI MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO nos de los migrantes como requisito del funcionamiento mismo de los sistemas migratorios. Esto, unido a los impactos de la emigración ya destacados, ha tenido consecuencias en la agenda política, en parte debido a la creciente participación de la diáspora dominicana en los debates nacionales y su poder de apoyo y financiación al sistema de partidos dominicanos, en parte por la importancia adquirida por el tema de los derechos humanos en la globalización que incide directamente en el manejo de las políticas migratorias del estado. Por ambos caminos, aunque en vertientes distintas, el contexto de la globalización en que se mueve la República Dominicana, como economía abierta y sociedad transnacionalizada, ha introducido en la agenda política el tema migratorio, sobre todo en su dimensión inmigratoria. De esta forma, el tema de las políticas migratorias se ha ido abriendo paso y como consecuencia de ello, en gran medida, unido a la creciente importancia del comercio haitiano como segundo destino de nuestras exportaciones, y las crisis políticas recurrentes del vecino país, la cuestión de la inmigración ha venido incidiendo en el debate político en torno a las relaciones con Haití, planteando a su vez la discusión acerca de sus impactos y consecuencias para el desarrollo. Es de esta manera cómo una nueva carpeta de interrogantes en torno a la inmigración se ha abierto paso: los costos de la inmigración y sus impactos en materia de desarrollo económico y social. En la actual coyuntura, y sobre todo tras la tragedia del terremoto en Haití en enero del pasado 2010, la cuestión migratoria se recontextualiza en el país. Por lo pronto, ha replanteado las relaciones entre el Estado y el sistema de organizaciones de la sociedad civil que trabajan la cuestión de los derechos de las minorías inmigrantes, los derechos humanos y, en general, la cuestión migratoria. Ha abierto espacios de diálogo y compromisos entre estos actores con el Estado y sus relaciones con el estado haitiano, fortaleciéndose lazos de cooperación y entendimiento recíprocos. El Estado dominicano XXXII TOMO I se ha visto, a su vez, obligado a introducir en su agenda la cuestión de las políticas migratorias en un marco de derechos humanos como requisito sine quanon de su eficacia en materia de políticas; aunque dicho sistema permanece disperso en su gestión, y su andamiaje legal entraña un incierto porvenir, como es el caso de la ley de migración 285-04. La prensa y los medios de comunicación han ido también apreciando un cambio en el tratamiento del tema: de reacciones xenófobas unas veces, tradicionalistas otras, y temerosas la mayoría de ocasiones, ha venido comprendiendo el fenómeno migratorio en su dimensión global y en su naturaleza ligada al desarrollo. Queda mucho por recorrer en esta materia, pero del rechazo puro y simple de la realidad de la migración como fenómeno ligado al desarrollo y a la argumentación del tema ideológico de las invasiones silenciosas, el país ha venido reconociendo la importancia de estudiar objetivamente sus impactos; analizar los problemas que genera, y crear las condiciones institucionales adecuadas para su manejo. El camino ha estado poblado de escollos, pero visto de esta manera, hoy estamos situados en una perspectiva más cercana a un mejor trato de los inmigrantes y sus descendientes; hoy estamos en mayor capacidad de reconocimiento de que nuestros emigrados merecen mejor trato en sus destinos y que en ambos casos, el país requiere coherencia de las políticas de Estado para gobernar con eficacia un fenómeno a todas luces complejo, pero que llegó para quedarse como un capítulo importante de la agenda global del desarrollo. Comentando los hallazgos Es este el contexto en que deben ubicarse los dos volúmenes que publica el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. Si lo apreciamos no solo considerando la calidad de los hallazgos que podemos reconocer desde la perspectiva académica, sino también entendiendo su significado desde el punto de vista del compromiso estatal con las buenas políticas públicas. XXXIII MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO No nos proponemos resumir el contenido de los diversos trabajos reunidos; de alguna manera el interesante prólogo del ministro Temístocles Montás me ha ahorrado esa tarea. Nos concentraremos solo en algunos aspectos de tipo analítico. Por lo pronto, ambos libros revelan cómo el tema de la migración como fenómeno social es complejo y diverso. Esto se aprecia en la diversidad temática que abordan los autores, y sus estrategias metodológicas. En primer lugar, se aprecia que el fenómeno inmigratorio, principalmente, no se reduce a la inmigración haitiana, puesto que, como demuestra el estudio de Cáceres y Báez Evertsz, otras inmigraciones tienen un impacto significativo en la economía y en la sociedad. El otro asunto es el tema de la exclusión social de los migrantes y sus descendientes. La condición de exclusión de los migrantes es abordado desde diversas perspectivas y enfoques: desde la propiamente socioeconómica en los ámbitos laborales, como revelan los estudios de Duarte, de Cuello y Santos y de Aristy Escuder, hasta los niveles vinculados a la educación y los procesos de inclusión social en la escuela, como los estudios de González, Zaiter y González. Un aspecto novedoso del presente libro es el reconocimiento de la dimensión de género del fenómeno migratorio, no sólo en el sentido de reconocer la creciente importancia de la mujer migrante en la dinámica de los flujos, sino en apreciar que la mujer ha sido el gran invisible en el estudio de tales procesos, ya que la misma desempeña un rol central en la articulación de los circuitos y dinámicas de la inmigración. Este es un asunto sobre el que debe insistirse. El estudio de Wooding y Sangro coloca bien el acento al visibilizar el problema del enfoque de género, bajo la discusión de la feminización de la migración, aunque vale la pena comentar que la feminización que las autoras descubren no es la demográfica, ya que la inmigración haitiana al país sigue siendo un modelo clásico de ingreso periódico de mano de obra masculina, joven y soltera. La feminización de la que hablan las autoras es más compleja e interesante: se trata de la dimensión social del fenómeno en el que la mujer desempeña un rol de primer orden en la articulación de los sistemas migratorios. A su vez, ciertamente, las autoras descubren la creciente imporXXXIV TOMO I tancia de la mujer, ahora como sujeto económico, en circuitos específicos como el pequeño comercio y la economía informal. Un aspecto relevante de los estudios, sobre todo en los trabajos de Duarte y Aristy Escuder, es la preocupación por el análisis del impacto demográfico de la inmigración; los resultados no son concluyentes, como reconoce claramente el segundo, pero todos los autores parecen estar de acuerdo en un punto: la inmigración haitiana, al generalizarse a todo el contexto nacional e impactar áreas del mercado laboral con demanda masiva de mano de obra como las construcciones y la agropecuaria, no solo se ha hecho visible a las élites y medios de opinión, sino que, muy posiblemente, su peso demográfico es hoy creciente. En el análisis de los flujos, Duarte reconoce que los mismos se orientan hoy hacia otros circuitos productivos y laborales, como las construcciones y la agropecuaria de exportación. Aprecia que esto rompe la dinámica de movimiento circular que fue propia del circuito productivo que ligaba la producción azucarera dominicana a la mano de obra campesina haitiana. Su apreciación es en general correcta, y otros estudios que la han precedido ya lo han apuntado, como es el Báez y Lozano del 2008, pero debe hacerse la salvedad de que el abandono de la circularidad migratoria a que la autora alude no implica que por ello el carácter circular del sistema de inmigración se haya roto o desaparecido. De hecho, los datos que la misma Duarte maneja indican que el grueso de los inmigrantes laborales haitianos mantienen lazos periódicos con sus comunidades de origen y que esa conexión mantiene un lazo circular en su dinámica, combinando ahora no a las azucareras dominicana y campesina haitiana, sino a economías urbanas y regionales de Haití con circuitos laborales dominicanos en las ciudades como Santo Domingo y Santiago y en ámbitos regionales específicos como la Línea Noroeste. De esta forma la circularidad lo que ha hecho es cambiar su orientación, dimensión e impactos, integrando espacios urbanos y regionales a nivel binacional, en dinámicas periódicas de movilidad del trabajo a escala insular. De todos modos, su trabajo aprecia, con brillantez, las complejidades del mundo del trabajo en el sector construcción y precisa con meticulosidad su dinámica. XXXV MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Aristy Escuder completa el análisis que proporciona Duarte, aportando un estudio de índole económica acerca de los impactos de la integración del trabajo inmigrante en los mercados laborales urbanos, específicamente en las construcciones. Sus tesis no son concluyentes aunque sí sugerentes, indicando que dicha integración rinde muchos beneficios a los empresarios del sector, tiende a generar efectos negativos del trabajo de base al mercado laboral en el sector construcción y frena el cambio tecnológico. Sus tesis deben llamar la atención a los planificadores de nuestra economía, ya que establecen recomendaciones pertinentes para frenar las tendencias negativas de los impactos migratorios, sobre todo en materia de políticas sociales y sugieren estrategias para el mejor aprovechamiento de sus impactos positivos. En este último sentido, los resúmenes reunidos en estos dos tomos se esfuerzan por presentar no solo conclusiones de tipo general, sino que derivan de las mismas útiles recomendaciones de política migratoria, de gestión laboral y modernización del sistema educativo, de inclusión social, así como el adecuado manejo de una política migratoria respetuosa de los derechos humanos. Hay dos aspectos relevantes que, finalmente, es necesario destacar. El primero es relativo a la diversidad de estrategias metodológicas manejadas por los autores y las autoras. Se distinguen así, metodologías cuantitativas apoyadas en encuestas por muestreo, como se detallan en los trabajos de Duarte, Brea, Arboleda y Aristy Escuder. Metodologías cualitativas en base a entrevistas dirigidas y estrategias de observación de tipo etnográficas, como los trabajos de Wooding y Sangro de González y Sangro. Estudios documentales como los de D’Oleo y García y Brens. Análisis econométricos (Aristy Escuder) y socio demográficos. En casi todos los trabajos se combinan también las técnicas y análisis cuantitativos con estrategias cualitativas. En fin, se trata de una rica gama de maneras de abordaje que enriquecen mucho el ejercicio comparativo y el perfil general que se deriva de estos trabajos. El último aspecto a destacar tiene que ver con el señalamiento de algunos autores, sobre todo de Aristy Escuder, cuando plantean que en el campo de estudio migratorio hay muchas lagunas informativas, datos poco sistematizados y series cuantitativas poco o nada sistemáticas, relativas a cuestiones XXXVI TOMO I centrales como la movilidad estacional de ingreso de trabajadores, series salariales, información sobre acuerdos laborales, etc. Es importante que en estas líneas no solo se estimulen nuevos estudios que continúen enriqueciendo el acervo de conocimientos, sino que se tomen medidas institucionales que permitan al Estado producir información estadística periódica en materia migratoria. En la ley 285-04 se prevé la creación de un Instituto Nacional de Migración que podría pasar a ser un espacio idóneo para generar este tipo de información estadística. Los retos de la investigación futura El único estudio presentado en este libro que aborda el tema de la emigración dominicana es un interesante trabajo sobre la emigración a España, el cual nos brinda un panorama esclarecedor de ese proceso. Destaca en este análisis los impactos de la emigración en materia de remesas y en las lógicas de inclusión a la sociedad española del migrante dominicano. A esto debe añadirse el estudio de Brea y Arboleda sobre el impacto de las remesas recibidas en los hogares de las familias de los emigrantes. En esta convocatoria primaron los trabajos sobre la inmigración. Queda pendiente un análisis sistemático como el que en este libro se presenta en materia inmigratoria, relativo a la emigración. En esta tarea debería estimularse experiencias de cooperación con universidades norteamericanas y españolas que se encuentran analizando la inmigración dominicana en dichos países, y esto podría constituirse en un objetivo del Fondo FIES. Asimismo, se deberían estimular estudios acerca de los impactos de la emigración dominicana en nuestra sociedad y en la economía en ámbitos como las remesas, el capital cultural, el transnacionalismo económico y, naturalmente, los impactos sociales negativos. Un campo particularmente interesante es el estudio comparativo de los costos y beneficios en materia inmigratoria y emigratoria en lo que tiene que ver con el desarrollo humano y el crecimiento económico. De la lectura de los trabajos reunidos se desprenden muchas interrogantes e inquietudes que, como las que acabo de enunciar respecto a la necesidad de XXXVII MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO mayores estudios sobre la emigración, permitan precisar ámbitos específicos de las dinámicas migratorias como el relativo a sus impactos regionales, la estacionalidad de la demanda, las políticas de control de ingreso de trabajadores, las articulaciones de redes y los procesos de articulación de los flujos en cadenas de movilidad espacial y en términos de grupos primarios (familias, amigos, organizaciones de la sociedad civil y religiosas) e intermediarios, entre otros. Asimismo, los hallazgos de este libro deberían estimular nuevos estudios sobre el papel de la mujer en las experiencias migratorias contemporáneas, el cual es cada vez más importante en mercados laborales flexibles y economías altamente informales. También deberían analizarse en estudios comparativos a nivel regional la articulación entre el pequeño comercio, las lógicas de reproducción familiar y el género de los y las inmigrantes. Particular interés debería tener la región fronteriza en sus conexiones con otras regiones como el Cibao Central, el Sur y provincias como Barahona y Pedernales. La experiencia de investigación cuyos hallazgos principales se presentan en este libro constituyen un verdadero estímulo a la reflexión. Brinda esperanzas de que es posible en nuestro país producir políticas más racionales en esta materia, que ayuden a un mejor manejo de las migraciones y a dignificar a los migrantes, desde el punto de vista de los derechos que les asisten, sean haitianos en Santo Domingo o dominicanos en New York. Estudios de esta naturaleza son la base para la construcción de buenas políticas institucionales y de buenas decisiones que hagan gobernable el fenómeno migratorio. Debemos felicitar la iniciativa del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo por la creación del FIES, por su apoyo a estos estudios y –nos consta- por la completa libertad que en tan delicado asunto se aseguró de brindar a los investigadores, respetando su independencia de criterio, metodologías y enfoques. Experiencias como esta deberían estimular en nuestro sistema universitario el apoyo a programas de investigación e invito a las autoridades del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo para que, conjuntamente con el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología y las universidades dominicanas, aúnen esfuerzos de cooperación en pos del fortalecimiento de un sistema de investigación científico y tecnológico XXXVIII TOMO I a nivel nacional que multiplique aportes similares para enfrentar los retos a los que se enfrenta el país en materia de desarrollo. Wilfredo Lozano Miembro del Consejo Directivo del FIES. XXXIX XL MERCADO LABORAL Y MANO DE OBRA HAITIANA MANO DE OBRA HAITIANA EN LA CONSTRUCCIÓN: CARACTERÍSTICAS, VALORACIONES Y PRÁCTICAS Investigadora principal: ISIS DUARTE TAVÁREZ Con la colaboración de Julia Hasbún Santo Domingo, D.N. Noviembre, 2009. 1. La Problemática Objeto de Estudio y su Metodología a) Antecedentes Tras un prolongado y valioso esfuerzo de investigación, la República Dominicana cuenta con una significativa literatura sobre la utilización de mano de obra haitiana en diversos sectores económicos.1 Centradas inicialmente en el estudio de los braceros azucareros, las investigaciones realizadas sobre las características de esta fuerza laboral han diversificado el ámbito de interés, abarcando otros sectores agrícolas (café, arroz y tabaco, principalmente), 1. Un amplio acerbo de conocimientos se ha producido sobre la inmigración haitiana en sectores agrícolas tradicionales, principalmente en el azucarero. Entre los principales estudios se destacan: Báez Evertsz, Franc: Braceros Haitianos en la República Dominicana, IDIS, Santo Domingo, Taller, 1986. Corten, Acosta y Duarte: “Relaciones de producción en la Economía azucarera dominicana”. En: Azúcar y Política en la RD, Santo Domingo: Taller, 1976. Lozano, W., La dominación imperialista en la RD, Editora. de la UASD, Santo Domingo, Impresión Taller, 1976. Lozano, W. y F. Báez E., Migración internacional y economía cafetalera, Santo Domingo: CEPAE, 1992. Lozano, W. “Agricultura e inmigración: la mano de obra haitiana en el mercado de trabajo rural dominicano, en La Cuestión Haitiana en Santo Domingo, SD: FLACSO y North & South Center, University of Miami, 1992. A. Corten e I. Duarte, “Quinientos mil haitianos en República Dominicana, En: Estudios Sociales, Un asunto dominicano llamado Haití, Año XXVII, No. 98, Octubre-Diciembre, 1994. IOM-OIM, Propositions pour une politique de gestion de la migration de main-d oeuvre en Haïti, Groupe interministeriel et intersectoriel pour le renforcement des capacites de gestion de la migration de main-d œuvre, Port-auPrince, Haïti, septembre 2006. 45 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO hasta incluir el análisis de la nueva inmigración haitiana hacia los centros y actividades urbanas del país.2 Para los fines de esta investigación, de corte sectorial y monográfico, auspiciada por el Fondo para el Fomento de la Investigación Económica y Social (FIES), nos limitaremos a reseñar los antecedentes asociados al objeto de conocimiento, vale decir, los estudios relativos a la incorporación de inmigrantes haitianos en el sector construcción, con el propósito de plantear el estado de la cuestión y sustentar la relevancia del objeto de conocimiento. Entre las principales informaciones y hallazgos que consideramos oportuno citar se destacan los siguientes: Aunque el sector construcción ha perdido el dinamismo que experimentó en la década del noventa del pasado siglo3, todavía constituye uno de los principales medios de generación de empleo con que cuenta la economía dominicana, tanto en el ámbito público como privado. Tiene, además, la virtud de lograr un mayor impacto a corto plazo y un radio de acción más amplio en términos geográficos, principalmente en lo que atañe a las obras públicas. En los últimos diez años, los datos de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT), levantada por el Banco Central, indican que la construcción se ha mantenido en un quinto lugar como rama de actividad generadora de empleo en el país, posición que solo es superada, en orden de importancia, por el comercio, la manufactura, la agropecuaria y el transporte.4 Merece ser destaca2. R. Silié, C. Segura y C. Dore, La nueva inmigración haitiana, Santo Domingo. FLACSO, 2002. 3. Según las cifras del Banco Central de la República, el aporte del sector del Sector Construcción al PIB, en términos absolutos y a precios de 1970, aumentó de RD$323.6 millones en 1990 a RD$872.8 en el 2000 y descendió a RD$ 775.4 en el 2004. 4. Véase: Secretariado Técnico de la Presidencia, Programa de Apoyo a la Reforma y Modernización del Poder Ejecutivo: Perspectiva Social Dominicana, Boletín mensual de la Unidad de Información Social (UIS), Dic. 2006. Año 1 No. 9. 46 TOMO I do que, mientras la población ocupada en agricultura-ganadería e industrias manufactureras permanece constante, en los últimos 15 años, los trabajadores ocupados en el sector construcción experimentan un notable incremento en términos de valores absolutos, pasando de 93,155 en 1991, a 113,850 en 1995, 190,921 en 2000, hasta alcanzar la cifra de 213,378 en 2005. Cuando se analiza la composición según sexo de esta rama de actividad se revela otra característica del empleo en la construcción: el alto predominio de mano de obra masculina ya que de las 123,128 personas que, según los datos del Censo del 2002, estaban ocupadas en esta rama de actividad, 118,143 eran hombres y solo 4,985 mujeres, es decir, una participación femenina de solo un 4%. Ofrecer estimaciones y explicaciones sobre las condiciones laborales de los trabajadores haitianos en el sector construcción constituye uno de los aspectos que serán despejados en este estudio; sin embargo, interesa mencionar, como antecedente, que ya otras investigaciones han destacado la importancia de la construcción como polo de atracción de la nueva inmigración haitiana, a partir de los años ochenta, como reseñaremos a continuación. Al inicio de los ochenta, datos aportados por la investigación Trabajadores Urbanos, recopilados a través de una encuesta aplicada a obreros de empresas constructoras, revelan que la mayoría de esta fuerza laboral era dominicana (77%) y provenía de corrientes migratorias internas originadas en las zonas rurales del suroeste y norte del país; mientras solo un 23% era de nacionalidad haitiana.5 5. Véase: Isis Duarte, “Proletarios y Marginales: Migración y Fuerza Laboral Urbana en RD”. En: Trabajadores Urbanos, Santo Domingo, Editora Universitaria, 1986. El levantamiento de los datos de la Encuesta a Obreros Constructores se realizó en 1981. 47 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO En contraste con el segmento de nacionalidad haitiana, los datos de la investigación citada también revelan que los obreros dominicanos de la construcción tenían más tiempo trabajando en ese sector (dos terceras partes llevaba cuatro años y más laborando frente a solo un 34% de los haitianos). Con respecto al origen de la mano de obra haitiana que laboraba en el sector construcción, los datos sugieren que la incorporación se inicia antes de los 80 y es resultado del desplazamiento de fuerza laboral que logra escapar de las condiciones de vida en los bateyes: el 66% de los haitianos entrevistados indicó que laboraba en la actividad azucarera antes de llegar a la capital, el 78% declaró la construcción como su primer trabajo en esta ciudad y un 67% considera peores las condiciones de trabajo en el corte de la caña. La información aportada por esta encuesta aplicada al inicio de los 80, sugirió una primera hipótesis: de modo diferente a la incorporación de mano de obra haitiana a la recolección del café o al cultivo del arroz y a otras actividades agrícolas, el obrero haitiano que en la actualidad está incorporado a la construcción no forma parte de un flujo migratorio circular de tipo estacional que en tiempo muerto se desplaza a otras actividades para luego retornar al sector azucarero.6 El estudio Trabajadores Urbanos aporta una perspectiva comparativa acerca de las condiciones laborales de los obreros industriales y de la construcción, poniendo en evidencia las precarias condiciones en que laboran estos últimos y definiendo un perfil propio del sector. Entre las principales diferencias reportadas en el estudio se destacan las siguientes: 30% de los obreros de la construcción recibía un ingreso por debajo del salario mínimo mensual frente a solo un 7% entre los obreros industriales, el 50% de los obreros de 6. Sobre esta modalidad de desplazamiento de mano de obra entre dos cultivos, véase: Lozano, W. y F. Báez E., Ob. Cit. Lozano, W. 1992, Ob. Cit. También hallazgos destacados por otros estudiosos han reseñado el uso de mano de obra haitiana por conuqueros. Véase Silié, Segura y Dore, Ob. Cit. p.146, nota 12. 48 TOMO I la construcción tenía acceso al seguro social sin diferencias según nacionalidad, en contraste con un 81% en los obreros industriales, el 40% de los obreros de la construcción no disfrutaba del beneficio del seguro de accidente laboral, que de acuerdo con la legislación es obligatorio para este tipo de actividad. Solo el 10% de los obreros de la construcción estaba afiliado a un sindicato en comparación con el 91% de los obreros industriales. Por último, los datos de esta encuesta evidencian que los obreros de la construcción también estaban excluidos de otras prestaciones sociales como son el doble sueldo, seguro médico privado, bonificaciones y pactos colectivos. Es decir, en el contexto sociolaboral de los años 80, esta encuesta documenta las precarias condiciones de trabajo de los obreros de la construcción en contraposición con las conquistas laborales que habían logrado importantes segmentos de la clase obrera dominicana, en un período en que los trabajadores tenían mayor capacidad de negociación.7 Hay que agregar, para concluir con los hallazgos de este estudio, que si bien esta encuesta revela diferencias al interior de los obreros de la construcción según su nacionalidad, en perjuicio de la mano de obra haitiana, estas diferencias son consecuencia de una segmentación relacionada con el nivel de calificación y el tipo de actividad que realizan dentro del sector. En tal sentido el 73% de los haitianos había sido reclutado para laborar como peones (zanjeros), mientras la mayoría de los dominicanos realizaban labores más calificadas (ayudantes, albañiles y maestros). Los hallazgos del estudio citado muestran que las condiciones laborales que predominan en la rama de la actividad evaluada afectan por igual a sus trabajadores al margen de la nacionalidad y nivel de calificación, que es la segunda hipótesis que se pone a prueba a través de esta nueva propuesta de investigación. Es decir, no sería la incorporación de inmigrantes haitianos, en sustitución 7. I. Duarte, 1986, Ob. Cit. P. 169. 49 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO de la mano de obra dominicana lo que reduce los niveles salariales y deprime las condiciones laborales del sector, sino más bien una estrategia empresarial dirigida a incorporar una mano de obra específica que puede reproducirse en condiciones más adversas. También en este estudio se explorará la hipótesis que conecta el mayor uso de mano de obra haitiana en la construcción con el incremento de la migración internacional de dominicanos y dominicanas y su impacto en el incremento de las remesas.8 Es posible argumentar que en el sector construcción se produce una escasez de esta mano de obra nativa en la década de los 90, como resultado del incremento de la migración dominicana hacia el exterior. Los estudios realizados bajo el auspicio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), sede República Dominicana, 20 años después de la encuesta previamente reseñada, han permitido documentar las transformaciones que experimentó la inmigración haitiana durante el período transcurrido y aportaron una base empírica de amplia cobertura y mayor representatividad estadística. El conjunto de estudios auspiciados por FLACSO permiten identificar un perfil de la nueva inmigración haitiana en el país: 9 8. Es relevante destacar que los flujos migratorios hacia España se incrementan en esta década y que la construcción representa el principal sector ocupacional de los hombres dominicanos que trabajan en ese país. Véase, entre otros estudios: Pedro Álvarez, Carlos J. Báez E. y Esteban Navarro Coord., La inmigración Dominicana en el tercer milenio, Ed. Betania, Santo Domingo, 2000. 9. Véanse Silié, Segura y Dore, Ob. Cit. Esta publicación contiene los resultados de varios estudios sobre inmigrantes haitianos y población dominico-haitiana, sustentados en una encuesta con muestra no aleatoria y el uso de técnicas cualitativas. Véase también la investigación más reciente de este centro: FLACSOOIM, Encuesta sobre Inmigrantes Haitianos en República Dominicana, Santo Domingo, 2004. 50 TOMO I Los nuevos flujos migratorios proceden de centros urbanos de Haití “donde escasean los empleos y se ha producido una saturación de las actividades del sector informal”.10 El principal destino laboral en República Dominicana es el sector construcción, utilizado tanto en obras públicas como en el sector privado, donde “los principales contratistas afirman que sin estos inmigrantes no podrían realizar adecuadamente sus obras”. 11 Los nuevos inmigrantes no disfrutan de contratos escritos de trabajo, aunque una significativa proporción dispone de diferentes documentos de identidad y son mantenidos en condiciones de ilegalidad. Tampoco disfrutan de las prestaciones laborales y otras conquistas sociales garantizadas por la legislación laboral dominicana. La ausencia de normas reguladoras de esta mano de obra ha sido considerada como “uno de los principales mecanismos para asegurar los bajos salarios y la sobreexplotación de estos trabajadores”.12 De modo diferente a la situación que predominaba entre los braceros azucareros, que estaban confinados al batey, los nuevos inmigrantes haitianos disfrutan de mayor movilidad laboral y territorial, incluyendo el retorno esporádico a su país de origen, principalmente para ayudar o mantener los contactos con la familia que permanece en Haití. La investigación Mano de Obra Haitiana en la Construcción, Características, Valoraciones y Prácticas, cuyos principales resultados presentamos en este documento, utilizó la base de datos de la Encuesta OIM-FLACSO-2002 como principal fuente de infor10. Silié, Segura y Dore, Ob. Cit., p.171. 11. Ibid. 12. Ibid., p. 172. 51 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO mación cuantitativa, lo que permitió identificar y profundizar en el análisis de las peculiaridades de los trabajadores haitianos de la construcción, y, además, aportar una perspectiva comparativa con respecto a otras ocupaciones desempeñadas por los inmigrantes haitianos en la República Dominicana, identificando las principales semejanzas y diferencias. Este nuevo esfuerzo de indagación también utiliza fuentes cualitativas y documentales, recursos metodológicos que permitieron actualizar la información aportada por la encuesta citada y enriquecer y ampliar el análisis incluyendo la visión de informantes clave involucrados en la problemática bajo estudio. b) Hipótesis de trabajo Luego de identificar la problemática objeto de estudio, las hipótesis constituyen herramientas fundamentales del proceso de investigación, ya que orientan la indagación que se lleva a cabo, aclaran acerca de cuáles son las dimensiones y variables que han de analizarse y las relaciones que pueden establecerse entre ellas. Igualmente, las hipótesis pautan el proceso de recopilación y análisis de la información y permiten arribar a conclusiones que podrían coincidir con los postulados iniciales o abrir nuevas pistas de investigación. Las hipótesis iniciales formuladas en este estudio fueron las siguientes: Primera hipótesis: de modo diferente a la incorporación de mano de obra haitiana en otros sectores de la economía, el obrero haitiano que en la actualidad labora en la construcción no forma parte de un flujo migratorio circular de tipo estacional que en tiempo muerto se desplaza a esta actividad para luego retornar al sector azucarero; por el contrario, este inmigrante ingresa a la sociedad receptora para buscar trabajo en las principales ciudades dominicanas, principalmente en el sector construcción y disfrutan de mayor movilidad laboral y territorial, incluyendo el retorno esporádico a su país de origen. 52 TOMO I Segunda hipótesis. En el sector construcción se produce una tendencia a la sustitución de mano de obra nativa por haitiana, desplazamiento que se produce fundamentalmente en puestos de trabajo de baja calificación, como parte de una estrategia empresarial dirigida a reclutar una fuerza de trabajo no calificada más disponible y que responde mejor a características específicas del sector: trabajo ocasional, inmigrante ilegal, contratación no regulada, baja remuneración y ausencia de prestaciones sociales. Tercera hipótesis. La sustitución de mano de obra nativa por haitiana está vinculada al incremento de la migración internacional de dominicanos y dominicanas y su impacto a través del envío de remesas. Nuestra argumentación sostiene que en el sector construcción se produce una escasez de esta mano de obra nativa que se acentúa a partir de la década de los 90 ya que, a partir de las condiciones laborales imperantes en el sector y bajo el efecto de la migración dominicana hacia el exterior, la mano de obra nativa desarrolla nuevas estrategias laborales y de reproducción. Cuarta hipótesis. La inserción de la mano de obra haitiana en el sector construcción se produce en condiciones laborales mucho más precarias que las predominantes en el sector industrial y en otras actividades del sector formal, situación que está asociada a características peculiares de esa rama de actividad, que afectan de modo semejante a dominicanos y haitianos que realizan las mismas labores. Quinta hipótesis. La estrategia empresarial de sustitución de la mano de obra local por el inmigrante haitiano, por lo general privado de documentación y sin capacidad de negociar condiciones laborales, se ha facilitado por la escasa intervención del Estado a través de iniciativas tendentes a regular este tipo de contratación. 53 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO c) Estrategia Metodológica de la Investigación Para el análisis de la dimensión cuantitativa de los trabajadores haitianos en la construcción se utilizó la base de datos FLACSOOIM, que proviene de una muestra estratificada de conglomerados compactos (completos). La muestra es aleatoria y permitió considerar elementos no contemplados en la cartografía (ONE), tales como edificaciones o áreas en construcción, áreas de cosecha y población en viviendas improvisadas o población flotante sin domicilio fijo (en las calles). El universo del estudio abarca el territorio de la República Dominicana y fue aplicada a población haitiana de ambos sexos, residente (y presente), de 18 años y más. Abarca a inmigrantes haitianos en condiciones legales como ilegales.13 El trabajo de campo fue realizado en diciembre del 2002. La base de datos FLACSO-OIM, no expandida, en su versión original, contiene un total de 2527 personas (76% hombres y el 24% mujeres) de las cuales 1756 estaban ocupadas al momento de la encuesta (70%). Tomando en consideración la problemática considerada en este estudio, centrado en el análisis de los trabajadores de la construcción, se elaboró una nueva versión de la base de datos excluyendo la población femenina y los hombres que no trabajaban al momento de la encuesta. De este modo, la base de datos utilizada en esta investigación quedó conformada por un total de 1,567 hombres ocupados de los cuales, aproximadamente, una tercera parte labora en el sector construcción (537), cifra que permite un análisis desagregado de sus peculiaridades y también una perspectiva comparativa con respecto a los inmigrantes haitianos que están incorporados a otros sectores de la economía dominicana. 13. Para mayor información sobre el diseño metodológico de la muestra, véase: FLACSO-OIM, Encuesta sobre Inmigrantes Haitianos en República Dominicana, Santo Domingo, 2004. p. 143 y ss. 54 TOMO I Del total laborando en construcción, 229 (43%) estaban ocupados en el sector formal de la economía y 308 (57%) en el informal.14 Con el propósito de profundizar en el conocimiento de percepciones, valores y prácticas relativas al uso de la mano de obra haitiana en la construcción, se realizó un estudio cualitativo mediante el empleo de entrevistas en profundidad e individuales, estudios de casos y sesiones focales grupales. La dimensión cualitativa aportó información no recopilada a través de las otras fuentes de datos y permitió profundizar en el conocimiento de los principales aspectos que se incluyeron en la Encuesta FLACSO-OIM. Tabla Resumen de Técnicas Cualitativas según Tipo de Informante Sesión focal Entrevistas Entrevistas Estudio grupal estructuradas en Profundidad de casos Población entrevistada Funcionarios y empleados Sector Público Firmas constructoras Trabajadores de la construcción Hait. Trabajadores de la construcción Dom. Dirigentes laborales Total de técnicas cualitativas 12 1 5 2 6 3 4 2 3 12 17 3 14. En esta investigación no se modificó el criterio utilizado en la Encuesta FLACSO-OIM para definir el sector formal, que abarca a los trabajadores y empleados asalariados de los siguientes sectores: industria azucarera, sector agrícola azucarero y no azucarero, industria de la construcción, turismo, zona franca, comercio, otras empresas privadas y empleados del sector público. A su vez, el sector informal está compuesto principalmente por trabajadores independientes: pequeños productores y artesanos, oficios y labores vinculadas a la construcción, ventas ambulatorias, comercio en pequeña escala y otros servicios y actividades que se ejercen por cuenta propia. También se incluye en este sector el trabajo doméstico remunerado y el trabajo agrícola que se realiza en conucos o para pequeños propietarios agrícolas. 55 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Esta síntesis persigue tres propósitos fundamentales: i) pasar balance a los principales hallazgos de la investigación enfatizando los aspectos más singulares de la población objeto de estudio; ii) revisar las hipótesis formuladas en la investigación con el objeto de mostrar en qué medida los resultados obtenidos avalan sus postulados; y iii) ofrecer un conjunto de recomendaciones o medidas para enfrentar los problemas de la mano de obra haitiana en el sector de la construcción, aportadas por los informantes clave que fueron entrevistados en la fase cualitativa. I1. Aspectos Sociodemográficos y Migratorios: La Singularidad de los Trabajadores de la Construcción a) Características sociodemográficas y familiares Los resultados del análisis bivariado indican que, con relación a sus compatriotas que laboran en otros sectores de la económica dominicana, los trabajadores haitianos de la construcción son más jóvenes, tienen mayor nivel de escolaridad (incluyendo conocimientos de español), al momento de la encuesta habían procreado menos hijos y una proporción mayor de la descendencia nació y vive en Haití. Con respecto a la edad, el 72% de la mano de obra haitiana ocupada en la construcción era menor de 30 años, cifra que se reduce a 52% entre los que realizaban otras actividades laborales. Estos datos de la encuesta coinciden con las opiniones externadas por los informantes clave del enfoque cualitativo. Un ingeniero entrevistado explicaba: “son muchachones que están dispuestos a 56 TOMO I trabajar transportando bloques. Para estas labores tú no puedes contratar a una persona de edad, porque ya no lo aguanta”. Mientras un obrero haitiano relató: “Yo llegué de 16 años a RD, y me puse a trabajar inmediatamente en la construcción. Pasé mucho trabajos y calamidades. Lluvia, sol ardiente, levantando carretillas. En algunos momentos la carretilla caía al suelo por un lado y yo por el otro”. Notables diferencias en el ámbito educativo entre estos inmigrantes se ponen en evidencia al examinar la proporción que asistió a la escuela: 70% en los trabajadores de la construcción frente a solo un 50% de los otros sectores. Los inmigrantes haitianos del sector construcción exhiben también una mayor formación educativa: la escolaridad promedio es de 8.4 años en la construcción, 7.4 entre quienes laboran en otros sectores y de un 6.5 años en los ocupados en el sector azucarero. Todas las firmas constructoras entrevistadas relataron algún caso de nacionales haitianos con alta escolaridad y, a veces, universitarios que llegaban a la obra a buscar trabajo. Las firmas reportaron que empleaban a estos nacionales haitianos y los ponían en labores con mayor responsabilidad y mayor salario diario, previo entrenamiento. La condición de soltería no es exclusiva del sector. La mayoría de los trabajadores de la construcción comparte con sus nacionales que forman parte del estudio la condición de soltería (aproximadamente el 47%). Al ser entrevistados en las sesiones focales y entrevistas individuales reportaron que, en la decisión de migrar a RD, el hecho de ser soltero constituía una ventaja. “No tenemos esa carga que tienen otros de mandar dinero para sostener a la mujer y a los hijos. Nosotros mandamos dinero a nuestra familia, padres y hermanos, pero no con esa obligación de tener que pagar la escuela o los útiles escolares de los niños. Se hace más fácil. 57 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Podemos malpasar y trabajar más tranquilamente sin la presión de que el niño no va a poder ir a la escuela”. La descendencia y el lugar en que habitan. Los datos de la encuesta relativos a la descendencia de los trabajadores haitianos inmigrantes indican que una alta proporción declaró no tener hijos (41%), y el promedio de hijos es de 2.4 en la construcción y 3.3 en otros sectores ocupaciones. Ambos aspectos resultan singulares respecto a los patrones predominantes en la RD. Tabla 1. Número y país en que nacieron y viven los hijos de los inmigrantes según sector económico. Encuesta Inmigración Haitiana en República Dominicana. FLACSO-OIM. Dic. 2002. No tiene hijos vivos Número promedio de hijos País donde nacieron los hijos: Todos los hijos nacieron en Haití Todos los hijos nacieron en R. D. Una parte en Haití y otra en RD Total (n) País donde viven los hijos: Todos en Haití Todos en RD Parte en Haití y parte en RD Total (n) Construcción 43.8% 2.44 Otros 40.0% 3.30 Total 41.3% 3.03 66.1% 55.8% 59.2% 24.5% 32.0% 29.6% 9.4% 100.0% (298) 12.2% 100.0% (615) 11.2% 100.0% (913) 66.0% 24.2% 55.3% 32.7% 58.8% 29.9% 9.8% 100.0% (297) 12.0% 100.0% (615) 11.3% 100.0% (912) 58 TOMO I La mayoría de los hijos de los inmigrantes haitianos que tenían descendencia nacieron y viven en Haití (60%), situación que resulta más acentuada entre los trabajadores de la construcción (véase tabla 1). La proporción de nacidos en Haití es mayor, abarcando un 70.1% del total, si se agrega al computo los casos de entrevistados que indicaron tener descendencia nacida en ambos países. Por último, la asociación entre las variables lugar de nacimiento y de residencia de los hijos revela un hallazgo significativo, los hijos de los de estos inmigrantes tienden a vivir en el país donde nacieron (sea RD o Haití). b) Historia y características del proceso migratorio Los flujos migratorios se originan en las zonas urbanas. Los datos acerca de la zona de procedencia del primer flujo migratorio que realizaron los inmigrantes haitianos indican que la mayoría proviene de zonas urbanas ya que 34% habitaba en una ciudad haitiana grande, 26% de una localidad pequeña, mientras el 40% residía en zona rural o campo. Este hallazgo confirma los resultados de estudios recientes realizados por Silié, Segura y Dore (2002), evidenciando así un tipo de corriente migratoria diferente a la que acaecía hasta finales del siglo pasado y que, de acuerdo con la documentación aportada por Andre Corten (1976) y Franc Báez (1986), tenía su origen en zonas rurales y estaba conformada por integrantes de la economía campesina haitiana que se desplazaban para laborar como braceros haitianos o realizar otras faenas agrícolas en la RD. La antigüedad de la migración. En lo que atañe a este aspecto, se destacan diferencias significativas según el sector económico, revelando que la mayoría de los trabajadores de la construcción forman parte de desplazamientos más recientes, como se destaca con nitidez al comparar la temporalidad promedio del primer desplazamiento entre Haití y RD: 5.6 años en los trabajadores 59 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO de la construcción y 10.9 años en los inmigrantes haitianos que laboran en otras ramas de la economía. Tabla 2. Tiempo de ingreso por primera vez a la RD según estrato ocupacional. Encuesta Inmigración Haitiana en la República Dominicana. FLACSO-OIM. Dic. 2002 Tiempo hace que vino por primera vez a la RD: Menos de 6 meses De 6 meses a 1 año De 1 año y 1 día a 5 años De 5 años y un día en adelante Total (n) Temporalidad promedio (años) P<0.001 Construcción Otros Total 10.7% 17.7% 36.3% 35.4% 100.0% (537) 5.6 11.3% 9.3% 26.5% 52.8% 100.0% (1030) 10.9 11.1% 12.2% 29.9% 46.8% 100.0% (1567) 9.1 Al examinar las razones para emigrar, medida a través de la pregunta “¿Cuál fue el motivo principal de su primer viaje a la República Dominicana?”, se pone de manifiesto el carácter eminentemente laboral de la emigración haitiana: el 86% afirmó haber llegado al país para trabajar, hallazgo que no presenta diferencia según el sector económico. Los resultados de la indagación cualitativa confirman este propósito que es, al mismo tiempo, un factor de expulsión del lugar de origen y de atracción hacia el país de destino por las posibilidades que ofrece. Como destacó uno de los informantes al argumentar por qué tomó la decisión de venir a República Dominicana, “es la misma situación que me ha obligado a lanzarme fuera. Es la búsqueda de una vida mejor”. Otro obrero añadía: “En RD podía encontrar mejores trabajos y con mejores salarios que los que yo encontraba en mi país”. 60 TOMO I Gráfico 1. Motivo principal del primer viaje a RD. FLACSO-OIM Dic. 2002 2% 3% 7% Paseo Avivir a la RD A trabajar Otros 87% Cómo llegó a la República Dominicana. Con el propósito de indagar la presencia de redes de apoyo o la incidencia de mecanismos de reclutamiento laboral, a todos los inmigrantes haitianos entrevistados se les preguntó cómo llegó a la RD. La mayoría de las respuestas se concentran en tres modalidades: hizo el viaje con familiares o amigos (47%), viajó por su cuenta (39%), y llegó bajo algún mecanismo de contratación o reclutamiento para trabajar (14%). La diferencia significativa, según el sector económico, se ubica en este último aspecto: una proporción menor de trabajadores de la construcción llegó al país gracias a mecanismos de reclutamiento mediante un buscón o de contratación laboral: en total un 8% y 17%, respectivamente. Estos datos resultan consistentes con la presencia más acentuada y de vieja data de estos mecanismos de reclutamiento laboral en el segmento de trabajadores haitianos que laboran en el sector agrícola azucarero. El retorno periódico al país de origen. Varias preguntas se hicieron para evaluar la migración de retorno y la frecuencia con que se lleva a cabo el desplazamiento entre los dos países. Uno de los hallazgos más significativos sobre este aspecto aportó información que permite avalar una de las hipótesis de trabajo de esta investigación 61 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO que postula una mayor movilidad geográfica de los inmigrantes haitianos que laboran en la construcción, a saber: “De modo diferente a la situación que predominaba entre los braceros azucareros, que estaban confinados al batey, los nuevos inmigrantes haitianos disfrutan de mayor movilidad laboral y territorial, incluyendo el retorno esporádico a su país de origen, principalmente para ayudar o mantener los contactos con la familia que permanece en Haití”. En efecto, la retabulación de la encuesta FLACSO-OIM pone en evidencia que, como se postula en la Primera Hipótesis, hay diferencias estadísticamente significativas entre los dos agrupamientos ocupacionales construidos para el análisis de los datos de esta investigación y que indican una menor permanencia en RD y una mayor frecuencia en los desplazamientos entre aquellos inmigrantes que laboran en la construcción y que, como ya se indicó, forman parte de un flujo migratorio más reciente: • 66% de los trabajadores de la construcción “viajan de vez en cuando a Haití” porcentaje que desciende a 55% en el otro estrato laboral: una diferencia muy significativa de 11 puntos porcentuales. • 41% de los que laboran fuera de la construcción no ha vuelto a Haití luego de salir para trabajar en la RD, mientras en el caso de la mano de obra haitiana en la construcción, esta proporción es sólo 28%. Si solo se incluyen en el análisis los que han retornado, también se destaca un flujo migratorio más frecuente entre los trabajadores de la construcción: el 65% dijo haber viajado a Haití en los últimos 6 meses, en contraste con el 57% del otro estrato laboral 62 TOMO I Los motivos para retornar periódicamente a Haití. La respuesta a la indagación sobre “el motivo principal de retorno a Haití en más de una ocasión, luego de estar en RD”, pone en evidencia la importancia de los vínculos familiares como motivación principal de la migración de retorno: el 85% viaja periódicamente porque su familia permanece en Haití y tiene la necesidad de atender los compromisos afectivos o económicos que mantienen en el país de origen. Esta movilidad de los trabajadores haitianos del sector de la construcción no se les escapa a sus empleadores. Un ingeniero entrevistado en el estudio cualitativo compartía: “Ellos viajan a Haití con frecuencia. No me pregunten cómo cruzan la frontera sin visa, pero la cruzan. Cada tres o seis meses, los nacionales haitianos viajan a Haití a ver a sus familiares, ya sean padres o esposas e hijos. Cuando se acerca la Navidad, por ejemplo, nosotros tenemos que planificar las cosas para no quedarnos sin mano de obra no calificada, porque se van masivamente a pasarlas con los suyos. Hay algunos que se quedan, pero si no se van para Navidad se van para el día de la Altagracia o Semana Santa”. Esos viajes a Haití son muy frecuentes”. Tiempo de permanencia en el país de destino y reunificación familiar. El análisis de los datos cuantitativos relativos a los trabajadores del sector construcción revela que la probabilidad que posee un inmigrante haitiano de tener hijos nacidos en RD aumenta con la antigüedad de la migración: mientras aquellos que vinieron por primera vez a la RD hace más de 5 años registra un 42% de hijos nacidos en el país de destino, esa proporción es de 12% entre los que tienen de uno a 5 años, y de menos de 5% entre los que llegaron hace menos de un año. Igualmente, la probabilidad de que un inmigrante haitiano que labora en la RD tenga hijos residiendo en este país aumenta con la antigüedad de la migración. 63 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Gráfico 2. País nacieron hijos de trabajadores construcción por tiempo viviendo en RD. FLACSO-OIM. Dic. 2002 100% 90% 91% 88% 91% 80% 80% 70% Todos en Haití Todos en RD En ambos países 60% 50% 45% 42% 40% 30% 20% 13% 10% 12% 12% 8% 4% 0% 0% 6% 4% 3% Tiempo viviendo en RD Hasta 30 dias 1 a 6 meses 6 meses a 1 año 1 a 5 años Más de 5 años Gráfico 3. País residen hijos de trabajadores construcción por tiempo viviendo en RD. FLACSO-OIM. Dic.2002. 100% 91% 90% 82% 80% 77% 75% 70% 60% Todos en Haití En ambos países Todos en RD 50% 50% 39% 40% 30% 20% 10% 13% 13% 9% 4% 0% Hasta 30 dias 14% 9% 10% 12% 4% 1 a 6 meses 6 meses a 1 año 1 a 5 años Más de 5 años Tiempo viviendo en RD Por último, el tiempo que tiene la mano de obra haitiana residiendo en RD aumenta la probabilidad de que la cónyuge viva también en este país. En síntesis, el tiempo de permanencia del inmigrante haitiano en la RD está asociado significativamente a la probabilidad de reunificar la familiar en el país de destino y de procrear hijos nacidos en territorio dominicano. c) Posesión de documentos El tema de la falta de documentación y la condición de trabajador no registrado o ilegal de la mano de obra haitiana inmigrante 64 TOMO I en el país ha sido uno de los temas más polémicos y sensibles tanto en el ámbito nacional como en las intervenciones de las organizaciones internacionales de defensoría de los derechos de los inmigrantes haitianos. La ausencia de contratación formal y de normas reguladoras de esta mano de obra ha sido considerada por diferentes analistas como uno de los principales mecanismos para asegurar los bajos salarios y la sobreexplotación de estos trabajadores. También la Segunda Hipótesis de trabajo de esta investigación centrada en los trabajadores de la construcción plantea que la falta de documentación constituye una de las características de esta mano de obra que la hace más susceptible de aceptar las condiciones peculiares de trabajo en el sector: “En el sector construcción se produce una tendencia a la sustitución de mano de obra nativa por haitiana en puestos de trabajo fundamentalmente de baja calificación como parte de una estrategia empresarial dirigida a reclutar una fuerza de trabajo que se incorpora en condiciones más adversas y responde mejor a características específicas del sector: trabajo ocasional, inmigrante ilegal, contratación no regulada, baja remuneración y ausencia de prestaciones sociales”. Gráfico 4. Documentación haitiana que declaró poseer por sector económico. FLACSO-OIM. Dic. 2002. 19% Pasaporte 57% 57% Acta de bautismo 72% Otros 52% Construcción Cédula haitiana 74% 89% Acta de nacimiento 91% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 65 60% 70% 80% 90% 100% MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO A partir de los hallazgos de la encuesta FLACSO-OIM, la idea a sostener es que la documentación no es un obstáculo para regularizar la contratación de la nueva migración haitiana, lo que es particularmente válido en el caso de los obreros que laboran en empresas constructoras. En efecto, los resultados de esta encuesta arrojan nuevas pistas para el examen de la documentación que poseen y su posible incidencia en las condiciones laborales de los inmigrantes haitianos en el país. El hallazgo más relevante ha sido poner en evidencia que la mayoría cuenta con algún tipo de documento de identidad: el 90% de estos trabajadores inmigrantes dijo poseer acta de nacimiento haitiana, el 60% cédula haitiana y una tercera parte (32%) manifestó estar dotado de pasaporte de su país. Historia de Vida 1. Caso de inmigrante haitiano que reside en un batey de la zona este del país y tiene 27 años en la República Dominicana. “Vine joven a RD, con 20 años. Vine a mejorar mi vida porque vivía de modo muy miserable en mi país. Llegué por la frontera sin pasaporte y sin nada. Me la jugué. Tenía dinero para poder pagar mis primeros días en el país. Tenía varios amigos que me ayudaron al principio. Intenté trabajar en un ingenio y allí estuve por un tiempo. Pero uno se descalabra en ese trabajo y pronto comprendí que allí no había futuro. En el mismo ingenio donde estaba fui buscando a alguien que me conectara para trabajar en la construcción”. “Finalmente, me marché del ingenio y comencé cargando materiales en obras de la capital. Estaba soltero y no tenía hijos. Sólo tenía a mi mamá en Haití. Dormía en donde podía. Haciendo eso pude mandar algo de dinero a mi mamá”. “Cuando empecé a trabajar, muchas palabras las entendía porque se parecían al francés, solo que se pronunciaban diferente. Al principio yo hablaba en monosílabos. Sí, no, agua, comida. 66 TOMO I Más tarde fui haciendo oraciones con las palabras que ya conocía. A los dos años ya yo hablaba español. Pero al principio fue duro, porque yo no entendía lo que me decían y a veces tenía que adivinar lo que quería el maestro. Yo no hablaba mucho en las obras, ni con mis compatriotas. Trataba de entender lo que tenía que hacer y no meterme en conversaciones en ninguno de los dos idiomas”. “Me busqué una mujer, que es haitiana como yo y tuvimos cuatro hijas. Ellas nacieron aquí. Con esta familia tenía que buscar en donde vivir y que no fuera caro. Por eso he tenido que vivir en este batey”. “Aquí en el batey no hay trabajo. Esa escuela la construyeron y yo trabajé pegando bloques unos 10 días porque había que darle chance a los demás para que trabajaran. Yo para tener trabajo me tengo que mover, porque los trabajos no esperan por uno. Uno tiene que caerles atrás. Uno se mueve mucho a donde hay posibilidades de trabajar”. “Yo me iba a trabajar en Bávaro. Me pagaban 400 pesos por poner bloques. Es un buen salario diario, pero yo tenía que gastar 200 pesos en la comida, 40 pesos por un refresco y cuando venía a ver, los cuatrocientos pesos se habían vuelto nada. No podía ahorrar para sostener a mi familia. Además, en Bávaro hay muchos delincuentes que esperan a que los obreros cobren para atracarlos y hasta matarlos”. “Gana más el que más sabe, eso no importa si es dominicano o haitiano. Si tú sabes poner bien los bloques, te van a ofrecer más que a uno que es un novato”. “Después de 27 años en el país, puedo hablar muy bien el español y entender qué es lo más difícil. Yo les hablo en español a mis hijas. Ellas casi no hablan creóle. Son dominicanas”. En segundo lugar, la encuesta pone también en evidencia que, en comparación con sus compatriotas que laboran en otros sectores 67 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO de la economía dominicana, los trabajadores de la construcción haitianos están mejor documentados: el 74% dijo poseer cédula de identidad y un 57% pasaporte, mientras que en el otro estrato ocupacional, estos porcentajes descienden a 52% y 19%, respectivamente. Por último, el reprocesamiento de la información sobre la documentación que poseen revela que solo un segmento muy pequeño de estos inmigrantes está desposeído de documentos de identidad, es decir, no tiene acta de nacimiento, cédula, o pasaporte: 6% en la construcción y 11% en otros sectores. La posesión de documentos de identidad resulta de suma relevancia para los inmigrantes haitianos de la construcción ya que constituye, en muchos casos, un requisito para poder obtener trabajo y para evitar mayores dificultades con las autoridades al transitar. Como se ha puesto en evidencia en este estudio, el 62% de estos trabajadores afirmó que “alguna vez le han exigido documentos de identidad para darle trabajo” y un 47% señaló que “le han pedido los documentos en la calle”. III. Trayectoria Laboral de los Inmigrantes a) Ocupación antes de emigrar y movilidad sectorial Aunque en sentido estricto, el desempleo no fue medido en la encuesta, los datos obtenidos permiten afirmar que la mayoría de los inmigrantes haitianos estaban ocupados antes de venir a la República Dominicana, sin diferencias significativas, según su estrato laboral: aproximadamente dos terceras partes declaró estar ocupado (69.0%) y sólo una tercera parte no trabajaba (31%). 68 TOMO I Cuando se examina el tipo de ocupación que desempeñaban antes de emigrar, se concluye que los trabajadores de la construcción aprendieron estas faenas en la República Dominicana, ya que la mayoría laboraba en agricultura o como jornalero (56%) y solo una cuarta parte de los ocupados (24.5%) se desempeñaba en oficios relacionados con la construcción. Estos hallazgos coinciden con las informaciones aportadas por el estudio cualitativo. En efecto, según las percepciones de los informantes clave dominicanos del sector de la construcción, los nacionales haitianos ingresan al país sin tener mucho conocimiento acerca del trabajo en la construcción. “Pero como son contratados para un trabajo no calificado, realmente no lo necesitan, tú no necesitas haber acarreado arena para hacerlo. Ellos aprenden aquí, con los otros que les enseñan. Sus mismos compañeros haitianos o los maestros dominicanos”. Al llegar a la República Dominicana, la mano de obra haitiana bajo estudiado demoró, en promedio, aproximadamente un mes para conseguir trabajo, y, al momento de ser encuestada, una alta proporción, dos de cada tres, aún permanecía en el primer trabajo que realizó a su llegada al país (véase tabla 3). En el caso de los trabajadores haitianos de la construcción, la tasa real de movilidad sectorial es de un 20%, es decir, solo una quinta parte de quienes laboraban en la construcción al momento de la encuesta se había desplazado de otro sector laboral, principalmente del azucarero, mientras el 80% realiza esta labor desde que llegó al país. En síntesis, los datos obtenidos permiten concluir que la construcción constituye la principal puerta de entrada de la inmigración haitiana al mercado laboral dominicano. La temática de la construcción como vía de acceso al mercado laboral dominicano, también fue analizada por las personas entrevistadas en el estudio cualitativo. Un informante narra: 69 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO “La mayoría de los nacionales haitianos que vienen a buscar trabajo en este sector, ya saben a qué y a dónde vienen. Ellos vienen con sus cédulas haitianas preparadas porque saben que se las van a pedir para darles trabajo. El sector de la construcción es atractivo para ellos porque se paga bien, pueden ganar su dinero.” Otra persona comentó: “Con los salarios irrisorios de los trabajadores del CEA, ¿quién quiere trabajar allí? Vienen directos a trabajar en la construcción. Es más productivo para ellos”. Historia de Vida 2. Caso de inmigrante haitiano que llegó a RD hace dos semanas y que reside temporalmente en un batey “Llegué hace dos semanas a RD. Tengo unos familiares que viven en este batey y que me iban a recibir. Yo convencí a mi familia de que debía irme de Haití porque allá yo no estaba haciendo nada. No estaba trabajando porque los trabajos son escasos y muy malos. Así que cogí para acá”. “Los conocidos que trabajan en RD ya me habían contado cómo es la cosa para trabajar aquí. Así que saqué mi pasaporte y una visa de tres meses en Haití, y vine. Yo aún no he comenzado a trabajar. Estoy tratando de aprender el español y algunos vecinos me enseñan cosas de la construcción. En eso es que quiero trabajar. Yo soy bachiller, pero voy a trabajar de peón. A mi no me importa, siempre y cuando pueda ganar dinero”. “Yo no tengo que mantener a mis padres. Pero tampoco puedo ser una carga para ellos, porque el dinero que ganan apenas les da para vivir y mantener a mis hermanos más pequeños. Por eso estoy dispuesto a concentrarme en trabajar. Yo quiero aprender a leer los planos, porque así aprendes más rápido y subes de nivel. Comenzaré por abajo, pero mi meta es llegar más arriba, con un buen salario diario”. 70 TOMO I “Un amigo ya me habló de una obra en que él va a trabajar que comienza en cinco días. Yo voy a ir con él para que me contraten. No sé hacer muchas cosas pero yo aprendo rápido y tengo estudios. Ya me han dicho que al principio no es fácil, pero yo estoy bien dispuesto. Y yo tengo muchas aspiraciones. Yo quiero ir a la universidad cuando pueda. Quiero estudiar computadoras. Y después, buscarme un trabajo en esa área. Pero primero tengo que trabajar mucho para poderme mantener y ahorrar suficiente. Yo escucho a todos los compatriotas y trato de aprender con sus experiencias”. “Yo tengo la esperanza de que en cinco días estaré trabajando. Y si paso trabajos me aguanto, pero quiero tener esta experiencia y poder cumplir mis sueños”. b) Características del trabajo actual Los resultados de la Encuesta FLACSO-OIM muestran que la construcción constituye la fuente principal de ocupación de la nueva inmigración haitiana en RD, tanto en lo que atañe al primer empleo como al actual, desplazando de esta posición al sector cañero que en el pasado constituía el polo principal de atracción de las corrientes migratorias desde el vecino país. En lo que atañe al empleo al momento de la encuesta, el 27% de la mano de obra haitiana inmigrante laboraba en la industria azucarera, un 18% en faenas agrícolas fuera del sector azucarero, y un 35% estaba ocupado en la construcción (véase tabla 3). La encuesta también pone de relieve la condición esencialmente proletaria de la mano de obra haitiana inmigrante (52%), situación que contrasta con la forma de inserción laboral que predomina en el ámbito nacional: el cuentapropismo. El porcentaje de proletarios, es decir, obreros que venden su fuerza laboral a cambio de una retribución con independencia de la modalidad 71 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO de contratación (tiempo completo, ajuste, nominal, etc.) puede ser más elevado, abarcando un 68% del total, si se incluye en esta categoría a la mano de obra haitiana que se desempeña en trabajo en pequeños conucos con pequeños propietarios agrícolas (sector que representa 16% del total). Tabla 3. Sector en que laboraba al momento de la encuesta según siga o no en el primer trabajo que realizó al llegar a RD. Encuesta Inmigración Haitiana en República Dominicana. FLACSO-OIM. Dic. 2002 Sector en que laboraba al momento encuesta Industria azucarera privada y estatal Sector Construcción: Industria de la construcción Otros trabajadores de la construcción Trabajo en pequeños conucos con pequeños propietarios agrícolas Sector agrícola no cañero Empleado de la otras empresas privadas u otro en sector formal (*) Vendedores, artesanos, y otros trabajadores por cuenta propia e informales Otros no especificados Totales: (n) Movilidad laboral con respecto al primer trabajo realizado al llegar a RD Sigue en el Ha cambiado Total mismo trabajo de trabajo 31.6.% 30.2% 13.8% 15.8% 44.5% 17.1% 26.6% 34.7% 14.8% 16.4% 27.4% 19.9% 17.1% 1.2% 13.8% 3.0% 16.1% 1.8% 9.5% 8.4% 9.0% 3.8% 6.5% 100.0% (68.2%) (993) 7.6% 6.9% 100.0% (31.8%) (463) 5.0% 6.7% 100.0% (100.0%) (1456) (*) Abarca Área del turismo, Zona Franca y comercio, entre otros. El sector azucarero estatal sólo representa el 2.1% del total. 72 TOMO I Si bien el sector construcción sirve como la puerta de entrada al mercado laboral de la RD y constituye la fuente principal de ocupación de estos inmigrantes, todavía para el 2002, la industria azucarera tenía la primacía en la creación de ocupación para el segmento proletarizado de la inmigración haitiana, incorporando un 26% frente a sólo un 15% de las empresas constructoras (véase tabla 3). c) Emigración de obreros dominicanos La emigración de obreros dominicanos calificados hacia otros países, un aspecto no considerado en la encuesta FLACSO-OIM, fue abordado utilizando fuentes secundarias y cualitativas, que aportaron evidencias a favor de la Tercera Hipótesis de este estudio que vincula la sustitución de mano de obra nativa por haitiana con el incremento de la migración internacional de dominicanos y dominicanas y su impacto a través del envío de remesas. Todas las firmas constructoras entrevistadas ofrecieron testimonios de la emigración de obreros dominicanos calificados, principalmente hacia España, pero también hacia Canadá. Un ingeniero describe el proceso de reemplazo de la manera siguiente: “Unos se van al exterior a trabajar, que desgraciadamente son los más preparados y otros vienen del exterior, que si bien tienen muchas ganas de trabajar, no son los más preparados. Pero estos haitianos van entrenándose y subiendo peldaños. Llegará el día en que la mano de obra calificada sea la haitiana”. El estudio realizado por VOMADE15 muestra que la cantidad de hombres dominicanos contratados legalmente para laborar en España ha sido cada año mayor, disminuyendo así la feminización 15. VOMADE/CODESPA. Análisis de la migración en España y República Dominicana. Una oportunidad para el codesarrollo. 2008. 73 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO de la emigración laboral hacia este país. De acuerdo a esta fuente, el 45% de los hombres dominicanos emigrantes consiguieron su primer trabajo en España en el sector de la construcción. d) Condiciones laborales de los haitianos asalariados del sector formal. Inseguridad e inestabilidad laboral. Aunque más acentuada en el caso de la industria de la construcción, la inseguridad e inestabilidad laboral afectan a la mano de obra haitiana inmigrante vinculada al sector formal de la economía dominicana, peculiaridad medida en esta encuesta a través de diversos indicadores: • El trabajo en la construcción es ocasional: solo el 16% declaró que su primer trabajo en RD fue “a tiempo completo” mientras la mayoría dijo que era a tiempo parcial o por ajuste, condiciones laborales que no se han modificado de modo relevante con el transcurso del tiempo. • La mayoría no disponía de un trabajo fijo al momento de la encuesta, ya que el 60% es ocasional o trabajador contratado para labores específicas. Esta situación es mucho más crítica entre los obreros de la construcción. • En tercer lugar la inseguridad laboral se pone de manifiesto a través de la modalidad de contratación con un alto predominio del contrato por ajuste o nominal: 81% en obreros construcción y 74% en el otro estrato ocupacional. • Los datos respecto al tiempo que tenía la mano de obra haitiana “laborando para esa compañía o en el trabajo actual” reportan un tiempo de permanencia muy bajo y una gran rotación respecto al lugar de trabajo o a la ocupación realizada: aproximadamente, el 60% del total solo tenía un mes y otro 10% entre uno y seis meses. 74 TOMO I La permanencia en un mismo lugar de trabajo o empresa es mucho menor entre los trabajadores de la construcción: el 85% afirmó que tenía menos de seis meses laborando en esa obra (gráfico 5). Gráfico 5. Tiempo laborando en ese trabajo o compaña por sector económico. FLACSO-OIM. Dic. 2002. 80% 70% 70% 60% 53% 50% Construcción Otros 40% 30% 18% 20% 14% 15% 0% 10% 10% 8% 5% 1% 0% Hasta 30 dias 1 a 6 meses 6 meses a 1 año 1 a 5 años Más de 5 años En las técnicas cualitativas se exploraron diferentes aspectos acerca de los tipos de contratación. De acuerdo con estos hallazgos, predominan dos tipos de contratación: por ajuste o producto, o por día. Los dos tipos de contratos se dan frecuentemente. Mientras un ingeniero de una firma constructora privada prefería pagar por día a los obreros no calificados, un contratista del Estado lo hacía por ajuste. Usualmente, las firmas constructoras privadas contratan la mano de obra haitiana directamente, sin ningún intermediario. En el caso de los contratistas del Estado, estos contratan por escrito a maestros constructores, que son los que se encargan de conseguir a sus obreros, por lo que la mano de obra haitiana es reclutada a través del maestro constructor y no directamente por la empresa contratista. “Nosotros sub-contratamos a los maestros y ellos son los responsables de sus obreros”. Un maestro entrevistado subcontratado en una obra del Estado explicó: “Yo me ocupo de buscar a los obreros no calificados y los apalabro. El ingeniero me paga a mí y yo le pago a todos mis obreros”. 75 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO La duración de la jornada de trabajo es un indicador de primer orden al evaluar las condiciones laborales de un grupo ocupacional. Según reporta la encuesta, la mano de obra haitiana inmigrante trabaja 9 horas diarias en promedio, una hora por encima de lo establecido en el Código de Trabajo de la RD. Si bien los promedios de horas laboradas no guardan diferencias significativas según estrato ocupacional, los trabajadores de la construcción registran mejores condiciones laborales en este aspecto ya que una proporción menor (42%) excede las 8 horas laboradas al día respecto al 49% que exhibe el otro estrato. Tamaño y composición étnica de la empresa donde laboran los inmigrantes haitianos. Los datos de la encuesta FLACSO-OIM indican que una mayor proporción de los obreros de la construcción labora en empresas pequeñas y medianas, con menor concentración de haitianos, supervisados por dominicanos y personal técnico (maestro de obra). Mientras que, por el contrario, el otro estrato ocupacional está incorporado a empresas de mayor tamaño y con alta concentración de nacionales haitianos, bajo la vigilancia de capataces de los que, uno de cada tres, también es de nacionalidad haitiana. ¿Existen o no diferencias salariales entre dominicanos y haitianos? El resultado de la medición divide a la población objeto de estudio en dos grupos claramente identificados: quienes consideran que, con respecto a los trabajadores dominicanos, los haitianos reciben igual retribución por igual trabajo (47%) y los que no están de acuerdo, es decir, quienes afirman que hay diferencias en el pago según el grupo étnico al que se pertenezca (53%), discriminación que opera en contra de la mano de obra haitiana. Resulta llamativo que una menor proporción de obreros haitianos de empresas constructoras considera que hay discriminación salarial, 44% y 58% respectivamente. 76 TOMO I Si bien más de la mitad de los inmigrantes haitianos encuestados percibe que es víctima de una discriminación salarial, cuando se les preguntó acerca del monto específico de los salarios devengados por dominicanos y haitianos que realizan la misma labor, las diferencias disminuyen, principalmente en el tramo más bajo de ingreso. Cuando se revisan los promedios según modalidad de pago se destacan diferencias cuando el pago no es por día y que tienden a incrementarse cuando la frecuencia del pago es mensual. Es decir, hay percepción de discriminación que no puede ser claramente avalada por los datos suministrados en la encuesta. Tampoco se llegó a resultados concluyentes mediante el enfoque cualitativo, aunque la mayoría de los informantes considera que a los obreros no calificados, sean haitianos o dominicanos, se les pagaba lo mismo; y todos los obreros dominicanos entrevistados afirmaron que ganan igual que un obrero haitiano. Según nuestro parecer, los promedios salariales construidos en la encuesta no permiten llegar a conclusiones en esta materia ya que se requiere conocer el predominio o no de la mano de obra haitiana, según calificación ocupacional. El planteamiento que sustentamos sobre este aspecto sostiene que mientras mayor es la dependencia de la mano de obra haitiana en un estrato ocupacional, mayor es la probabilidad de sus empleadores de abaratar los salarios y de homogenizar la tarifa. Y viceversa. En este escenario los dominicanos que entran a realizar las mismas labores en empresas o sectores con predominio de mano de obra haitiana se ven compelidos a trabajar en condiciones salariales igualmente deprimidas. El resultado final es la separación o salida de la mano de obra nativa del sector. Este planteamiento remite al aspecto central de nuestra Cuarta hipótesis. La inserción de la mano de obra haitiana en el sector construcción se produce en condiciones laborales mucho más precarias que las predominantes en el sector industrial y en otras 77 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO actividades del sector formal, situación asociada a características de esa rama de actividad, que afectan de modo semejante a dominicanos y haitianos que realizan las mismas labores. Es decir, esta hipótesis obliga a una reflexión acerca de la segmentación de los mercados laborales: la reducción de los niveles salariales en los sectores de la economía que utilizan mano de obra haitiana se produce por el empleo mayoritario de esta masa inmigrante en determinadas labores y no tanto por el predominio de escalas salariales diferentes, según etnias. En otras palabras, de modo semejante a lo que acontece en el sector azucarero, las empresas constructoras dominicanas logran reducir el costo de los salarios cambiando la composición étnica y no tanto estableciendo remuneraciones diferentes para dominicanos y haitianos en la misma labor. Gráfico 6. Percepción diferencias en condiciones laborales por sector económico. FLACSO-OIM. Dic. 2002 38% Igual que dominicanos 50% 50% Peor que dominicanos 38% 12% Mejor que dominicanos 12% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% Otros Construcción Los resultados obtenidos al evaluar la percepción que tiene la mano de obra haitiana de su situación laboral en una perspectiva comparativa, aportan elementos a favor de esta hipótesis. A los entrevistados de la encuesta que laboraban se les preguntó: “¿Si compara su situación de trabajo con la de los dominicanos que realizan la misma actividad, usted diría que es mejor, peor o igual?” Los resultados obtenidos indican que el 54% afirmó que era igual o mejor que la de los dominicanos, cifra que es más elevada en el caso de los trabajadores de la construcción (62%). 78 TOMO I e) Acerca de los ingresos por sectores económicos La encuesta FLACSO-OIM midió el ingreso mensual devengado por concepto de trabajo y otras fuentes, tomando como referencia el mes de noviembre del 2002. Los datos indican que, por lo menos, el 43% de los trabajadores haitianos de la construcción y el 72% de los ocupados en otros sectores percibieron ingresos por debajo del salario promedio, que para esa fecha era de aproximadamente RD$2,000.00. En segundo lugar, los datos de la encuesta revelan que el ingreso que perciben los haitianos en la construcción es mayor en comparación con el de sus compatriotas en otras ramas de actividad económica, lo que se pone de manifiesto al calcular los ingresos promedios que oscilan entre RD$3,050.80 y RD$1,821.94. También la mejor situación económica de los obreros de la construcción se destaca al comparar el segmento que percibe ingresos por encima de RD$2,000 que alcanza un 57% en los trabajadores de la construcción y solo un 28% en el otro estrato ocupacional. f) Envío de remesas y canales utilizados De acuerdo con los resultados de la encuesta FLACSO-OIM, un poco más de la mitad (53%) de la mano de obra haitiana inmigrante informó que envía dinero a cónyuges, hijos, familiares o amigos en Haití; porcentaje que es mucho más elevado entre los trabajadores de la construcción, 70% en contraposición con un 44% que registra el otro grupo ocupacional: una diferencia muy significativa de 26 puntos porcentuales. También se observan diferencias en el envío de remesas según el lugar donde viven los hijos: 60% cuando todos viven en Haití, 44% cuando una parte está en RD y otra permanece en Haití, y 36% si todos los hijos residen en la RD. 79 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Los medios utilizados para enviar las remesas son muy variados y muestran el uso de vínculos y redes informales que, al parecer, son merecedoras de mayor confianza o más baratos. Si bien los entrevistados reportaron utilizar más de un medio, la gran mayoría, aproximadamente 86 de cada 100, envía el dinero utilizando amigos que viajan a Haití. Otra vía es llevar el dinero personalmente, lo que se facilita por la proximidad geográfica de los dos países, vía utilizada con mayor frecuencia por los obreros que no laboran en la construcción (43%). Por último, solo una minoría (8%) declaró haber utilizado remesadoras, siendo esta práctica más elevada entre los vinculados a la construcción (12%). La proporción de ingresos que la mano de obra haitiana ha enviado a Haití en los últimos tres meses da cuenta de la importancia de las remesas como estrategia de subsistencia familiar dentro del proyecto migratorio de estos trabajadores: el 71% indicó que había enviado a familiares y relacionados en Haití entre el 25 al 89% de los haberes percibidos en la RD. Historia de Vida 3. Caso de inmigrante haitiano que reside en el Distrito Nacional y se hospeda en una obra en construcción “Vine pagando a militares haitianos y dominicanos. Mi papá me ayudó a sacar mis papeles y me dio algo de dinero para el viaje. Yo estoy casado y tengo dos hijos pequeños. Ellos viven en Haití. “Yo conseguí trabajo muy pronto en la construcción. Un amigo me llevo a la obra y me contrataron. Me pagan 300 pesos diarios. Yo vine a trabajar para poder mantener a mi familia. Estoy ilegal pero yo no hago nada malo, ni perjudico a nadie”. 80 TOMO I “Para ahorrar yo hago de todo. Yo duermo en las obras y así no pago alquiler de casa. Duermo en cartones en el piso. Yo no compro muebles. El agua que bebo es de la llave. Yo no compro agua.Y no pago transporte diario durmiendo en la obra. Con la comida, yo le pago a la cocinera de la obra que el plato cuesta 70 pesos. Pero los días en que quiero mandarles más dinero a mi familia por alguna razón (un hijo enfermo o cualquier otra situación), yo no como de la cocinera de la obra, sino que me compro panes y salami en el colmado y me como eso. La cena y el desayuno mío, normalmente lo compro también en el colmado (pan y queso). Trato de no gastar más de 110 pesos al día, para poder ahorrar más de la mitad de mi salario diario” (su salario diario era de 300 pesos). “Yo les envío dinero a mis padres y a mis hermanos. Yo les envío dinero a mi esposa y a mis hijos. Cuando tú vienes a ver son muchos a los que les mandas dinero. Pero lo tienes que hacer. Yo no hubiera salido de mi país si la situación no fuera tan mala. Y lo peor es que la situación no parece poderse arreglar. Todos los políticos tienen a Haití hundido en la miseria.” “Hasta ahora no he tenido problemas en la RD. No me han detenido ni deportado. Trato de salir lo menos posible para que no me paren. Me dedico a mi trabajo y eso le gusta al ingeniero para el que trabajo. Él me trata bien y relaja mucho conmigo preguntándome en qué más voy a ahorrar. Él sabe que yo duermo en la obra”. “Yo no planeo quedarme en RD. Yo quiero regresar a mi país. Pero tengo que hacer dinero para poder hacerlo. Cuando regrese quiero poder tener un negocio que me permita vivir bien, sin pasar tantas penalidades”. “Mis planes son aprender lo más que pueda para que después me contraten como terminador. Porque pagan más y el trabajo es más suave. Cuando llegue a terminador, podré ahorrar más para el sostén de mi familia y para mi futuro negocio”. 81 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO “Extraño a mi familia. No he podido irlos a visitar. Pero cuando pueda lo haré. Mientras tanto, no paro de trabajar. Antes de que se acabe una obra ya tengo otra buscada. Me muevo mucho buscando trabajo. No me siento a esperar a que vengan”. IV. Entre la Segregación y la Integración Sociocultural En esta investigación se examinaron dos tipos de factores que están incidiendo en las condiciones de vida de los inmigrantes haitianos y en particular en la población objeto de estudio. Por un lado, los factores que propician una mayor movilidad e integración sociocultural de estos inmigrantes, más allá del ámbito ocupacional. Y, por otra parte, el marco normativo y las prácticas coercitivas implementadas por las autoridades para restringir esas tendencias. A modo de síntesis, presentamos los principales hallazgos utilizando los datos de los tres índices construidos: de Integración sociocultural de los inmigrantes, de Incidencia del uso de prácticas represivas como mecanismo de control y el Índice de percepción de discriminación por ser haitianos. a) El índice de integración sociocultural de los inmigrantes Siete indicadores fueron utilizados para crear un índice que permitiera identificar en qué medida los trabajadores haitianos inmigrantes están asumiendo valores, comportamientos y prácticas socioculturales que contribuyen al logro de una mayor integración al país de destino de este flujo migratorio, es decir, a la sociedad dominicana. Estos indicadores, y el porcentaje de casos que abarca cada uno, se subdividen en dos categorías y son los siguientes: 82 TOMO I Indicadores que miden comportamientos y prácticas: • Mostró dominio del español durante la realización de la entrevista (48%). • Comparte con sus compañeros dominicanos fuera del trabajo (60%). • Fuera del trabajo se relaciona más con dominicanos o con domínico-haitianos (29%). • Sus mejores amigos son dominicanos, domínico-haitianos o de ambas nacionalidades (43%). • Vive en un sector donde la mayoría de sus vecinos no son haitianos (46%). Indicadores que miden actitudes y valoraciones: • Si se fuera a mudar, le gustaría que sus vecinos fueran dominicanos o de ambas nacionalidades (37%). • Si se casara ahora, le gustaría que su cónyuge fuera dominicana o domínico-haitiana (22%). Tres de los indicadores, que remiten a comportamientos y prácticas, exhiben cifras cercanas al 50%: dominio del español, compartir con compañeros dominicanos fuera del trabajo, y asentamiento en vecindarios no segregados. Mientras que, por otro lado, los dos indicadores que registran porcentajes más bajos son aquellos que miden relaciones de carácter más espontáneo e íntimo, vale decir, la amistad y el matrimonio: la mayoría (78%) prefiere casarse con una mujer haitiana y escoger a sus mejores amigos dentro de su mismo grupo étnico (71%), vale decir, estos datos sugieren una mayor valoración de la endogamia cultural en las relaciones primarias. Cuando se examinan los resultados del índice, es decir, el producto de la combinación del conjunto de indicadores utilizados para medir la integración sociocultural, se puede concluir afirmando que la mayoría de los inmigrantes haitianos que laboran en la República Dominicana y que fueron entrevistados en esta 83 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO encuesta ha recorrido un importante camino hacia la integración sociocultural, tendencia que se presenta de manera más acentuada entre los trabajadores de la construcción: el 51% del colectivo haitiano registró mediana o alta integración, proporción que se eleva a 61% en los trabajadores de la construcción y desciende a 45% en el otro estrato ocupacional (gráfico 7). Gráfico 7. Índice de Integración sociocultural de los inmigrantes según sector económico. LACSO-OIM 2002 70% 61% 60% 55% 55% 50% 40% 51% 55% 45% 39% 30% 20% 10% 0% Baja Mediana o alta Integracion socio cultural Contrucción Otros sectores Total Esta integración se lleva a cabo a pesar de la pervivencia de actitudes y comportamientos propios de la cultura original de estos inmigrantes, por ejemplo, el uso del creóle en la comunicación cotidiana entre pares y la valoración de la endogamia en los vínculos primarios, ya citada. Finalmente, esta tendencia a la integración de la mano de obra haitiana inmigrante se desarrolla de modo accidentado ya que encuentra un poderoso valladar en el sistema normativo y las prácticas coercitivas institucionalizadas por el Estado dominicano, como veremos a continuación. b) El índice de incidencia del uso de prácticas represivas como mecanismo de control A partir de la información disponible en la Encuesta FLACSOOIM, se construyó un índice que mide el alcance de la utilización de prácticas regresivas como mecanismo de control de la mano de obra haitiana inmigrante, por autoridades del país de acogida. Las prácticas seleccionadas para construir el índice, y la proporción de 84 TOMO I inmigrantes que fueron afectados por su implementación, son las siguientes: uso de redadas (20%), detenciones o apresamientos (25%), sobornos para otorgar libertad (22%) y repatriaciones (18%). Los datos muestran que, aproximadamente, una quinta parte de la mano de obra haitiana inmigrante afirmó haber sido víctima de estas prácticas represivas y trato indebido. También resulta notorio que las prácticas más recurrentes sean el apresamiento (25%) y el soborno (22%). El análisis bivariado sugiere que ambas acciones están conectadas: el 60.5% de los inmigrantes haitianos que fueron detenidos o apresados declararon haber tenido que pagar dinero para su libertad o para que los traten bien, frente a sólo un 9% de incidencia de corrupción entre los que no fueron apresados. Tabla 4. Incidencia del uso de prácticas represivas como mecanismo de control de la fuerza laboral haitiana según sector económico. Encuesta Inmigración Haitiana en República Dominicana. FLACSO-OIM. Dic. 2002 Incidencia del uso de prácticas represivas como mecanismo de control Indicadores: Lo han atrapado en alguna redada Le han detenido o metido preso Ha tenido que dar dinero para que lo dejen libre o lo traten bien Lo han devuelto a Haití Índice: ** No utilización Uso de prácticas represivas (por lo menos una) Total (n) ** P<0.001 Sector económico Total Construcción Otros 21.3% 27.4% 19.7% 23.5% 20.3% 24.8% 23.6% 15.9% 21.1% 19.7% 22.0% 18.4% 58.4% 68.4% 65.0% 41.6% 100.0% (531) 31.6% 100.0% (1023) 35.0% 100.0% (1554) 85 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO El índice elaborado mediante reconteo de los cuatro indicadores muestra con mayor precisión la incidencia de este fenómeno (véase tabla 4). Por un lado, se evidencia que 35 de cada 100 trabajadores haitianos han sido víctimas de, por lo menos, una de estas prácticas represivas. En segundo lugar, el uso de estas prácticas (entre las cuales, por lo menos una (la redada) esta prohibida por el nuevo Código Procesal Penal, vigente en la República Dominicana a partir del 2004), afecta de modo desigual a los dos grupos ocupacionales delimitados en la investigación: 42% entre los trabajadores de la construcción en contraposición con un 32% de incidencia entre quienes laboran en otros sectores de la economía dominicana. En este sentido, la incidencia de esta modalidad de coerción es mayor entre los trabajadores de la construcción, hallazgo que podría estar relacionado con un mayor riesgo o vulnerabilidad de estos trabajadores por su asentamiento en las grandes ciudades y otras localidades urbanas, y en razón del carácter itinerante de su ocupación. c) El índice de percepción de discriminación por ser haitiano El índice construido para medir la percepción de discriminación por ser haitiano que tiene el propio inmigrante abarca tres indicadores cuyos resultados son, en orden de menor a mayor frecuencia: 1) afirma que en algún momento los dominicanos del barrio o del trabajo lo han ofendido por ser de origen haitiano (29%), 2) considera peor su situación de trabajo con respecto a la de los dominicanos que realizan la misma actividad (46%), y 3) considera que no le pagan igual que a los dominicanos que hacen el mismo trabajo (53%). Sobresale, en primer lugar, que según el sentir de los entrevistados, hay mayor discriminación en el ámbito de las relaciones contractuales de trabajo, es decir, de parte de los empleadores o 86 TOMO I personas a las cuales ofrecen sus servicios, ya que perciben un tratamiento desigual con respecto a los dominicanos que realizan la misma actividad. Mientras que es menor la percepción de discriminación cuando se mide a través del trato recibido por los vecinos y los compañeros de trabajo, es decir, las personas con las cuales mantiene vínculos informales o relaciones horizontales. Gráfico 8. Índice de Percepción de discriminación por ser haitiano según sectores. FLACSO-OIM. 2002. 100% 90% 16% 11% 13% 60% 54% 80% Alta discriminación 70% 60% 44% 50% 40% Mediana discriminación Discriminacion baja 30% 20% 40% 33% 29% 10% 0% Construcción Otros sectores Total La combinación de los tres indicadores que forman el índice revela, en primer lugar, que los entrevistados perciben discriminación en algún grado. En segundo lugar, se destaca que más de la mitad de los inmigrantes que forman parte de la muestra se ubica en la categoría intermedia de discriminación (55%). Y, en tercer lugar, la percepción de discriminación por ser haitiano es menor entre los trabajadores de la construcción: 60% se ubica en mediana o alta discriminación frente a un 71% en este grado entre los haitianos que laboran en otros sectores de la economía dominicana (gráfico 8). d) La percepción de discriminación según informantes clave. En este tema, los diferentes informantes que contribuyeron en la realización del estudio cualitativo ofrecieron diversas opiniones. Las personas dominicanas entrevistadas que laboran en el sector de la construcción como obreros, maestros, ingenieros y 87 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO arquitectos percibían que, en general, se exageraba con el tema de la discriminación hacia los nacionales haitianos. Un ingeniero constructor explicaba: “Si aquí hubiera discriminación, no habría empleos para los haitianos. Cuando usted odia a una persona no le da empleos. Y si está ilegal hace lo posible para que lo deporten. Oiga, si el dominicano quisiera hacerle daño al haitiano, solo lo tendría que delatar para deportación y eso no lo hace”. Otro contratista entendía que había una historia negativa entre ambos países y que, entre países vecinos: “Siempre hay una rencilla por territorios, o por alguna razón. Mire, lo que me da más coraje es ver cómo las agencias internacionales arman escándalos y desacreditan al país diciendo que somos esclavistas y que les violamos los derechos. Pero esos no hablan de que entre la frontera de México y Estados Unidos, ha pasado de todo, y violan mujeres mexicanas los mismos oficiales gringos de migración o de la zona fronteriza. Cuando sucede eso en Estados Unidos y hacen deportaciones, los gringos están cumpliendo la ley. Si ocurre en la RD los dominicanos están haciendo atropellos. Y los haitianos se hacen las víctimas para ganar simpatías. Yo no digo que no se trate mejor a los haitianos. Yo soy partidario de eso. Pero ya basta de desacreditarnos. Usted ve los documentales extranjeros acerca del trato de los dominicanos con los haitianos y usted no se lo puede creer de lo sensacionalista que son. Si aquí tratáramos tan mal a los haitianos, ¿por qué siguen viniendo? Usted no se va a ningún país para que lo maltraten, para que lo maten de hambre, para que lo maten y lo golpeen. Eso no es verdad. Ese es un cuento chino, pero sabroso para otros países que no saben qué hacer con Haití y nos lo largan a nosotros”. Los obreros dominicanos entrevistados, por su parte, expresaron que trabajan en un ambiente de camaradería con los obreros 88 TOMO I haitianos. La proximidad en el trabajo con los obreros del país vecino parece haber facilitado que los obreros dominicanos expresen actitudes favorables de aceptación hacia los haitianos: “Nosotros comemos juntos. Cuando algún obrero haitiano está en cuenca (no tiene dinero) o quiere ahorrar y no come bien, uno comparte la comida con esa persona. El haitiano es trabajador y si se fija, ellos no vienen con malas intenciones al país. Usted no ve haitianos vendiendo drogas en las esquinas. Lo que venden es frutas. En las obras hacen sus trabajos con muy buena disposición y no están buscando problemas. Yo sé que hay un sentimiento anti-haitiano en el país. Pero yo no lo comparto. Yo he trabajado con ellos. Son buenas personas y muy trabajadores”. Para los nacionales haitianos entrevistados sí hay discriminación hacia ellos en la RD: Uno de ellos afirmó: “Desde una revisión histórica en la RD se ha formado la idea que Haití la había ocupado. Yo creo que esto no debió ser colocado en la cabeza de los dominicanos de esta forma”. Otro completa y dijo: “Hubo problemas en el pasado, hace muchísimos años y todavía esos problemas siguen presentes en los dominicanos. El 27 de febrero, los dominicanos celebran la independencia de Haití. Esto influye mucho en un país. Los haitianos que estamos aquí necesitamos ayuda, pero no estamos pidiendo, estamos trabajando en la construcción. No robamos ni atracamos”. Otro obrero de nacionalidad haitiana reflexionaba que el dominicano que se queda en la RD no logra comprender y sensibilizarse con los motivos de las migraciones haitianas, mientras que sí podían comprender la emigración de los dominicanos hacia otros países extranjeros: “Aquí los dominicanos se van en yola para Puerto Rico y allá trabajan y pasan muchas experiencias como nosotros 89 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO aquí. Y cuando el dominicano se entera de lo que pasan sus compatriotas les da coraje con los puertorriqueños. Pero no se dan cuenta de que eso mismo nosotros lo pasamos aquí. No ven la paja en su ojo, sino en el ajeno”. Al preguntar si existía discriminación hacia los haitianos a las personas entrevistadas del área sindical, la respuesta fue contundente: sí hay discriminación hacia los nacionales haitianos en el país. Un dirigente sindical dominicano analiza la problemática con amplitud: “Claro que hay discriminación hacia los haitianos en la RD. Pero la discriminación no está en que le digan haitianos porque, en definitiva, son haitianos. No está en que los deporten, porque al fin y al cabo, todos los países tienen el derecho de ejercer sus leyes. Yo le voy a decir dónde está la discriminación. Está en las firmas constructoras que contratan a los haitianos no porque los quieran ayudar, sino porque ganan más con ellos. Porque abaratan los costos de salarios con los haitianos. Es una discriminación laboral en prejuicio de los haitianos y también de los dominicanos, porque con esas medidas, las firmas constructoras alejan a los obreros dominicanos. La estrategia es decirles a los dominicanos, si tú no quieres trabajar por esta tarifa, no trabajes. Tenemos a los haitianos, Cuando las firmas constructoras unifiquen los salarios de los obreros no calificados, y les paguen un salario digno, entonces podremos saber si es que el dominicano no quiere trabajar o es que las constructoras los rechazan con su oferta de salarios miserables. Hay discriminación en el Gobierno, cuando se cruza de brazos ante la situación. ¿Por qué no dialogan con las firmas constructoras y les preguntan sobre su necesidad de la mano de obra haitiana? Si en verdad la necesitan, pues que se haga como en otros países, que se calcula cuál es la necesidad y se contratan a trabajadores con empleos temporales que en ningún momento lesionan 90 TOMO I sus derechos. Hay discriminación cuando las autoridades no son capaces de detener los vejámenes a que son sometidos los haitianos. Esa continua extorsión que da vergüenza. Los tratan mal y encima les exigen dinero. Esa práctica es malvada, asquerosa. Los acosan porque son ilegales. Si son autoridades, lo que deberían hacer es cumplir la Ley. Hay discriminación cuando los políticos despiertan sentimientos anti-haitianos en la población, provocando violencia en la población contra ellos. Cuando lo que deberían hacer es pedir que se respeten las leyes y buscar soluciones que no lesionen a los pueblos”. e) Incidencia del sistema normativo en las condiciones laborales de los inmigrantes El análisis de los mecanismos coercitivos de control de la mano de obra haitiana inmigrante realizado en este estudio se apoyó en una revisión de la legislación en materia de derechos laborales y migratorios, principalmente las disposiciones contenidas en el Código de Trabajo y la Ley General de Migración, instrumentos que, desde la primera mitad del Siglo XX, han sustentado sus disposiciones en la necesidad que tiene el Estado Dominicano de proteger el trabajo de los nacionales en condiciones de un alto nivel de desempleo. La primera conclusión que se deriva de la revisión de la normativa en esta materia es que la utilización masiva de trabajadores haitianos por parte de las empresas constructoras constituye una acción que en general se realiza al margen de las disposiciones contenidas en el Código de Trabajo, práctica que afecta a los inmigrantes que laboran en este sector. Las disposiciones relativas a la denominada nacionalización del trabajo han resultado inoperantes. En la práctica, las empresas 91 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO agrícolas violan el Art. 135 al contratar una proporción mayor de un 20% de trabajadores extranjeros como braceros, sin obtener autorización del Poder Ejecutivo, como establece la normativa. En el caso de las empresas constructoras se registra una doble violación a las disposiciones del Código de Trabajo ya que, además de utilizar una proporción mayor de mano de obra haitiana con respecto a la dominicana, el sector construcción no puede ampararse en el Art. 145 y solicitar, de modo excepcional, autorización al Poder Ejecutivo para exceder la proporción que la legislación establece, ya que esta disposición sólo aplica a las empresas que utilizan braceros agrícolas. La inoperancia de la legislación laboral en esta materia es de vieja data y, a fin de cuentas, ha tenido y tiene consecuencia para la fuerza de trabajo haitiana inmigrante que es utilizada al margen de estas disposiciones por los grupos empresariales dominicanos. En este sentido, el Código de Trabajo ha tenido el efecto imprevisto de fomentar el empleo de mano de obra indocumentada. Como destacó Perdomo Cordero, de una posición en principio razonable -la protección de la mano de obra nacional- se llega a una situación de hecho, donde sólo un grupo determinado de extranjeros se ve afectado por la medida. En efecto, el examen del contenido y la aplicación de la Ley de Migración vigente en el país pone en evidencia que se trata de un caso de discriminación indirecta, ya que afecta, fundamentalmente, a un grupo humano específico que, en razón de su estatus migratorio ilegal, tiene poca o ninguna capacidad de reclamar los derechos y beneficios que la legislación laboral del país podría otorgarle.16 16. Véase: Nassef Perdomo, La discriminación racial en el ordenamiento jurídico dominicano, Santo Domingo, SJRM, 2006, p. 54. La idea de discriminación indirecta fue desarrollada por Perdomo Cordero luego de un examen de lo establecido en la Constitución y los tratados internacionales de derechos humanos -y de manera específica la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial- N. Perdomo concluye señalando que “la discriminación racial no puede tener presencia en el ordenamiento jurídico dominicano. La posición de superioridad que tienen la Constitución y los tratados limita y define el marco de cosas que las leyes pueden regular y cómo pueden hacerlo”. Agrega, sin embargo, que esta observación “no excluye la existencia en el país de normas cuyas consecuencias en los hechos fomentan la desprotección de grupos sociales 92 TOMO I La revisión de la normativa vigente, así como los testimonios ofrecidos por informantes clave entrevistados en el estudio cualitativo, aportan abundantes evidencias para esclarecer y confirmar la QUINTA HIPÓTESIS de este estudio: “La estrategia empresarial de sustitución de la mano de obra local por el inmigrante haitiano, por lo general privado de documentación y sin capacidad de negociar condiciones laborales, se ha facilitado por la escasa intervención del Estado a través de iniciativas tendentes a regular este tipo de contratación”. Las iniciativas reportadas por la Secretaría de Trabajo para controlar la contratación de mano de obra haitiana en el sector construcción, son pocas y muy limitadas. Limitadas porque en muchos casos escapan de sus manos y porque, en otros, no hay una implementación eficazmente dirigida a buscar soluciones que abarquen a todas las partes en conflicto. determinados. Esta discriminación no siempre afecta a las personas en razón de su pertenencia a los grupos étnicos. Lo que sucede en muchos casos es que las normas que producen desigualdades reales afectan desproporcionalmente a un determinado grupo étnico o racial”. Ob. Cit. p. 51. 93 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Historia de Vida 4. Caso de inmigrante haitiano que se siente discriminado por los dominicanos. “Yo llegué a la RD hace tres años. Vine con otros amigos que también necesitaban a trabajar para mantener a su familia. Cuando yo le dije a mi mamá que venía a RD ella no estuvo conforme. Me dijo que me iban a tratar mal aquí, pero yo estaba desesperado por trabajar con mejor salario. Así que decidí venir con un grupo de amigos. Conseguimos trabajo en la construcción cargando materiales. Poco a poco hemos aprendido el español y ya lo podemos hablar sin muchos problemas”. “Nosotros tenemos rentada una habitación entre tres. La habitación no es gran cosa, pero por lo menos no dormimos a la intemperie. Cada cual se resuelve su comida y se lava su ropa”. “Hemos tenido suerte ya que hemos conseguido trabajo en las obras de construcción. A veces hay períodos en que no encontramos nada, pero la mayoría de las veces, si nos movemos mucho, encontramos trabajo como peones. Yo no había trabajado antes en esto. Yo era agricultor, pero cuando llegué al país yo no quería trabajar en un cañaveral o en alguna cosecha porque se paga muy poco. En la construcción se gana más, aunque no sea fijo y siempre te sientes inseguro de si vas a conseguir trabajo”. “Yo he podido ayudar a mi familia en estos tres años. La casita en que vivíamos en Haití se estaba cayendo. Pero ya yo mandé dinero para arreglarla. La última vez que fui a Haití, la casa estaba en mejores condiciones. También el sustento de mi mamá está mejor asegurado. Mis hermanos también la ayudan, pero ella cuenta conmigo para poderse mantener. Yo nunca conocí a mi papá. Simplemente la abandonó y nunca fue responsable con nosotros”. “Yo no estoy a gusto aquí. El dominicano piensa que el haitiano es lo peor del mundo. Que nos comemos a los perros y 94 TOMO I a los gatos. Que somos brujos y malignos. Hay mucho odio en la RD hacia Haití. Ahora se agrava porque la comunidad internacional presiona a RD para que dé mejor trato a los nacionales haitianos. Esto los pone más rabiosos, pero el caso es que nos necesitan. ¿Quién recogería cosechas o trabajaría en la construcción? Somos nosotros lo que lo hacemos por poco dinero. Los dominicanos no tienen derecho a quejarse, ya que ellos mismos son los que nos los ofrecen para sacar beneficios de nosotros. El salario de los haitianos es mucho menor que el de los dominicanos aunque no los reconozcan. Nos tienen sin seguro de salud o de accidentes. Si te pasa algo en la obra esa es tu responsabilidad. Cuando un haitiano muere nadie se entera”. “Andar en la calle sin permiso de trabajo te expone constantemente a que la policía te moleste para sacarte dinero. Los haitianos somos una fuente de ingreso para los policías. Uno se faja a trabajar para que venga uno de estos a quitarte tu dinero. Eso es lo peor de todo. Este país está muy desarrollado pero también hay mucha corrupción y abusos”. “Tú vas por la calle y si se dan cuenta de que eres haitiano la gente te mira mal, como con asco. Hay algunos dominicanos que no hacen eso, pero la mayoría lo hace. En la obra, los compañeros dominicanos no son tan malos con uno. Hay algunos que trabajan sin problemas con nosotros. Pero hay otros que te acusan de que tú les robas algo. Y sólo lo hacen para molestarte porque tú no le has robado nada a nadie”. V. Recomendaciones por los Informantes Clave A todos los informantes clave del estudio cualitativo, que fue realizado para completar y ampliar los resultados de la encuesta de FLACSO/OIM analizada en este reporte, se les solicitó aportar sugerencias de posibles soluciones o medidas para enfrentar los 95 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO problemas de la mano de obra haitiana en el sector de la construcción. Como se presenta más adelante, la mayoría de las ideas ofrecidas por estos informantes concuerdan en señalar que el Gobierno Dominicano debería regularizar la situación migratoria y laboral de los inmigrantes haitianos en la RD, de forma que beneficie a todos los sectores involucrados. A continuación se exponen las voces de los diferentes sectores, tales como fueron externadas. Entrevistados en las firmas constructoras 1. “El Gobierno dominicano debe hacerse cargo de que es la mano de obra haitiana lo que sostiene el sector de la construcción. No debe seguir ignorando esta situación. Debe hacer algo para regularizar esto. Quien se beneficia es el país”. 2. “¿Qué le cuesta al Gobierno darles carnés a los obreros haitianos como lo hacen en el sector agrícola? La carnetización se hizo para incentivar este sector. ¿Por qué no hacen lo mismo con el sector de la construcción? Hay falta de voluntad para regularizar e incentivar las construcciones”. 3. “Las multas estipuladas en la Ley de Migración no son la solución. Tienen que darse cuenta de que necesitamos los obreros haitianos”. 4. “Se deben dar los pasos necesarios para permitir que los inmigrantes haitianos puedan trabajar en nuestro sector. En otros países esto se hace. Y se hace de manera legal. De esta forma se evitarían esas demandas absurdas de que somos objeto, en donde por definición de las leyes dominicanas los patrones ya las pierden de antemano por contratar mano de obra indocumentada”. 5. “Se debe modificar la Ley de Migración en cuanto a incluir 96 TOMO I permisos de trabajo temporales que sean más fáciles de obtener. Migración no hace nada. Tiene leyes pero ni las cumple por irreales, ni las modifica”. Obreros haitianos 6. “Si el sector de la construcción necesita la mano de obra se debe incentivar a la que está disponible. Nos deben dar visados de trabajo, de forma que podamos trabajar sin perder nuestros derechos”. 7. “Los visados dominicanos deben ser más baratos, son muy caros. Queremos entrar legalmente a la RD pero los visados nos cuestan mucho”. 8. “Los visados que da la Embajada Dominicana en Haití son muchos. Ellos saben que venimos a trabajar. Entonces, ¿para qué nos los dan? Hay visados por tres meses, por seis meses, por un año. Si tú pagas, te lo dan”. 9. “Nos deben dar papeles que nos permitan trabajar en lo que estamos haciendo. Las leyes dominicanas deben reconocer que la mano de obra haitiana aporta al desarrollo del país”. 10. “La situación se debe legalizar. De esta forma, los salarios se unificarían y nadie podría ofrecernos ingresos abusivos que los compatriotas aceptan por la necesidad. La necesidad de una persona no debe ser motivo para robarle su dignidad”. Obreros dominicanos 11. “A nosotros no creo que nos perjudique el control de la mano de obra haitiana. Si la acepta el Gobierno, esto significa que las tarifas podrían ser más decentes para los obreros no calificados. Y esto beneficia a todos”. 97 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO 12. “Los maestros de la construcción deben respetar más los salarios de los obreros haitianos. Los ingenieros se lavan las manos, aunque saben que los maestros les están pagando menos a los haitianos”. 13. “Se debe subir las tarifas para que más dominicanos se animen a trabajar en la construcción, como están ahora no son atractivas”. Sector sindical 14. “Debe haber una revisión gubernamental de las tarifas del trabajo calificado y no calificado más adaptada al costo de la vida. Esto hará que los trabajadores se sientan protegidos y no tengan que aceptar todas esas situaciones abusivas que se dan en ese sector”. 15. “Se debe aplicar la Ley de Migración. ¿Para qué se modificó recientemente? El sector de la construcción se burla de esta Ley todos los días. ¿Y qué hace el Gobierno? Nada. Cierra los ojos como si la situación no existiera. Yo creo que una buena parte de lo que pasa con la inmigración haitiana es culpa de las autoridades de Migración que no controlan nada. Y este descontrol lo único que trae es corrupción en todos los sentidos”. Sector Gubernamental 16. “Regularizarle a esos trabajadores su estado migratorio, porque si no se hace eso, el problema va a seguir. Además no habrá control, no podrás conocer la cantidad de mano de obra extranjera que hay en el sector. ¿Cómo computarizar a los ilegales?” 17. “Ya se están tomando medidas. A quienes hay que regularizar son a las constructoras del país. Al aumentar las multas, deberán 98 TOMO I pensarlo dos veces antes de contratar obreros indocumentados. A estos empresarios hay que trabajarles su punto débil que es el dinero”. 18. “Se debe estudiar si existe o no una verdadera necesidad de mano de obra haitiana o es tan solo una estrategia de los constructores para abaratar sus gastos y aumentar sus ganancias. Se sabe que muchos obreros dominicanos están emigrando a otros países. Pero si las condiciones cambiaran, estos obreros no tendrían que emigrar. Y aunque hay obreros que emigran, aún queda en el país la mayoría de obreros dominicanos que no quieren trabajar por los bajos salarios. No es que no haya mano de obra no calificada dominicana, es que les pagan mal”. 99 Anexos Calificaciones que debe llenar un extranjero para poder obtener residencia en territorio dominicano según la Ley de Migración (No. 258-04). DE LOS RESIDENTES PERMANENTES: Art. 33: Son admitidos como Residentes Permanentes los extranjeros que califiquen como: 1. Inmigrantes. Se entiende por tales los extranjeros que poseen calificación profesional, de oficio u ocupación que requiere el desarrollo del país o que se ajuste a requerimientos de personal no satisfechos nacionalmente. 2. Inversionistas. Se considera inversionista aquellos extranjeros que aportan sus propios bienes para realizar actividades de interés para el país, cuyo monto mínimo será fijado por vía reglamentaria. Jubilados, pensionados o rentistas, considerándose como tales los extranjeros que comprueben percibir un ingreso regular y permanente de fuentes externas, que le permitan vivir en el país y cuyos montos mínimos serán fijados por la vía reglamentaria. 3. Parientes extranjeros de nacionalidad dominicana o de extranjeros residentes permanentes en el país, entendiéndose como parientes al conyugue y a los hijos (as) menores de edad y/o solteros (as). 101 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO DE LOS RESIDENTES TEMPORALES Art. 35: Son admitidos como Residentes Temporales los extranjeros que califiquen dentro de las siguientes subcategorías: 1. Científicos, profesionales, periodistas, personal especializado, deportista y artistas, contratados por instituciones públicas o privadas que desarrollen actividades en el país. 2. Empresarios, inversionistas, comerciantes, industriales y personal gerencial de empresas nacionales o extranjeras establecidas en el país, para atender sus negocios inversiones. 3. Técnicos, artesanos y trabajadores de alta calificación en su oficio. 4. Religiosos pertenecientes a iglesias, órdenes o congregaciones reconocidas en el país, que vengan a desarrollar actividades propias de su culto, docentes o asistenciales. 5. Asilados Políticos conforme la legislación vigente. 6. Refugiados conforme la legislación vigente. 7. Conyugue e hijos de las personas mencionadas en los apartados anteriores de este artículo. 8. Aquellos extranjeros que, sin estar comprendidos en los apartados anteriores, fueren excepcionalmente autorizados por el director General de Migración, valorando para ello la actividad a desarrollar y el provecho que pueda generar esta para el país. 9. Extranjeros que ingresen al territorio nacional dotados de una visa de Residencia con la obligación de completar dentro del país los procedimientos correspondientes de formalización de la residencia dominicana. 102 Bibliografía AMNISTÍA INTERNACIONAL, REPÚBLICA DOMINICANA. Vidas en tránsito: la difícil situación de la población migrante haitiana y de la población dominicana de ascendencia haitiana. Encontrado en: http://web. amnesty.org/library/Index/ESLAMR270012007. ÁLVAREZ, BÁEZ E. Y NAVARRO Coordinadores. La inmigración Dominicana en el tercer milenio, Ed. Betania, Santo Domingo, 2000. BÁEZ EVERTSZ, FRANC. Braceros Haitianos en la República Dominicana, IDIS, Santo Domingo, Ed. Taller, 1986. BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA DOMINICANA. Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo. (ENFT), 2004. BREA, DUARTE Y SELIGSON. La democracia vulnerable: insatisfacción y desconfianza, 1994-2004, PUCMM, Santo Domingo, 2005. 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Una oportunidad para el Codesarrollo. 2008. 105 SJRM-CENTRO BONÓ COSTOS Y BENEFICIOS DE LA MANO DE OBRA HAITIANA EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN INVESTIGADORES: MILKA CUELLO FELIPE SANTOS 107 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO 108 Introducción Todo estudio sobre las corrientes migratorias pasa necesariamente por el análisis de la población más representativa en el país de destino. En este sentido, se revela la migración de nacionales haitianos/as como la más representativa de esta corriente en República Dominicana. Los debates relacionados con esta población migrante inserta en los sectores productivos gira en torno a: • La mano de obra haitiana en el sector construcción desplaza o no a la dominicana. • Es o no una carga económica la mano de obra haitiana, sea para la sociedad dominicana o para el Estado dominicano. Tradicionalmente, la inmigración de nacionales haitianos ha estado muy vinculada al proceso productivo nacional. En las primeras tres décadas del siglo pasado, la industria azucarera demandó una cantidad importante de mano de obra que se suplía de un tipo de inmigración temporal, de carácter estacional, basada en el reclutamiento de trabajadores haitianos por acuerdo entre los gobiernos de Haití y República Dominicana (OIM-FLACSO; 2004, 121). Esto, por señalar una dimensión de la economía en que los nacionales haitianos han jugado un papel importante2. 1. Organización Internacional para las Migraciones, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (2004). Encuesta Inmigrantes Haitianos en República Dominicana. 2. Un examen más detallado de esa situación los podríamos encontrar en el libro de José Israel Cuello “Contratación de la mano de obra haitiana destinada a la industria azucarera dominicana. 1952-1986”. 109 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Los datos obtenidos en la encuesta sobre inmigrantes haitianos en República Dominicana realizada por OIM-FLACSO en 2004, muestra que la mano de obra de origen haitiano se concentró en dos nichos laborales, tales como el de la construcción (38,9%) y el agrícola (34,3%). A manera ilustrativa, para señalar solo una referencia concreta, un periodista del Listín Diario3 señalaba que: “ninguna actividad agropecuaria podría ser desarrollada en República Dominicana sin la participación de los nacionales haitianos. La dependencia está tan acentuada que líderes del sector agropecuario aseguran que gran parte del crecimiento que ha experimentado el país en materia de cultivo e incremento en la exportación de importantes rubros no fuera posible sin la mano de obra de los inmigrantes que llegan desde Haití [...] Estimaciones conservadoras de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) y del productor arrocero, Victorio Valerio, indican que en el arroz, la ponderación de la mano de obra haitiana es más significativa que la dominicana, alcanzando el ciento por ciento en ciertos casos. Las estimaciones en el ámbito nacional indican que de cada 10 trabajadores [sic], nueve son haitianos.” Es posible poseer informaciones parciales sobre determinados aspectos de las múltiples relaciones que se establecen entre los trabajadores inmigrantes de origen haitiano y su impacto en la economía nacional, considerados los aspectos de la parte de inversión social de la cual ellos se beneficiarían y de los aportes que con la venta de su fuerza de trabajo realizan al producto interno bruto nacional. Una de las grandes limitaciones que tenemos para dar cuenta de la realidad de los aportes de la mano de obra de origen haitiano es la escasa información confiable existente en el país. Ello constituye un fuerte impedimento para la elaboración de políticas 3. Jairon Severino <http://listin.com.do/app/article.aspx?id=3076> Fecha de consulta: 16.02.07 110 TOMO I públicas que permitan atender de manera adecuada los derechos de estas personas. Al respecto, el “Informe Sobre la Pobreza en la República Dominicana: Logrando un Crecimiento Económico que Beneficie a los Pobres” del 31 de agosto de 2006, realizado por el Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, señalaba lo siguiente: “El estudio de los trabajadores migrantes haitianos está severamente limitado por la falta de disponibilidad de información sistemática confiable acerca de esta población. A la fecha, ningún censo o encuesta nacional ha registrado adecuadamente la población haitiana que vive en el país, y aparte del conocimiento anecdótico y algunos trabajos realizados por ONGs y estudios puntuales, es poco lo que se conoce con certeza acerca de estos trabajadores migrantes.” Partiendo de esta realidad, se consideró necesaria la realización de este estudio a fin de dar cuenta de la situación de la mano de obra de origen haitiano insertada en el sector de la construcción. La información recolectada de fuentes de información primarias —trabajadores de la construcción—, nos ha permitido dar respuestas a las siguientes interrogantes: ¿Los inmigrantes haitianos desplazan mano de obra dominicana?, ¿Cuál es el valor que le asigna el trabajador dominicano a los diversos puestos de trabajo en el sector construcción?, ¿Cuál es el costo económico al estado dominicano de la mano de obra haitiana?, ¿Cuáles son los aportes económicos de la mano de obra haitiana en el sector construcción? A partir de las preguntas anteriores, se espera buscar explicaciones sobre las múltiples relaciones entre los trabajadores inmigrantes de origen haitiano y su impacto en la economía nacional, considerados los aspectos de la parte de inversión social y los aportes que, con la venta de su fuerza de trabajo, realizan al producto interno bruto nacional. 111 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO C ONCEPTOS C LAVE : Mano de obra haitiana, desplazamiento vertical, atractivo laboral, aporte de la mano de obra, capital, plusvalía y costo de la mano de obra. A SPECTOS M ETODOLÓGICOS A raíz de las preguntas planteadas en el punto anterior, fueron establecidas las siguientes hipótesis: • La mano de obra haitiana en el sector construcción no desplaza a la dominicana, puesto que estos realizan labores que no generan un atractivo laboral para los otros. • El aporte de la mano de obra haitiana a la economía nacional es mayor en relación al costo que representa para el Estado dominicano. UNIDAD DE ANÁLISIS Se definió como población objeto de estudio a todos los trabajadores haitianos y dominicanos identificados en proyectos de construcción en el Distrito Nacional entre el octubre del 2007 y abril del 2008. OBJETIVOS • General Determinar el costo-beneficio de la mano de obra haitiana no calificada en la rama de la construcción en la zona urbana de Santo Domingo. • Específico i. Identificar los niveles de inversión realizados por el Estado para con la mano de obra haitiana del sector construcción en las zonas del estudio. ii. Establecer el diferencial entre los costos y beneficios 112 TOMO I entre los trabajadores haitianos y dominicanos ubicados en la misma escala laboral. iii. Identificar los niveles de desplazamiento de la mano de obra dominicana en el sector construcción por parte de la mano de obra haitiana. BASES METODOLÓGICAS Para la obtención de insumos o evidencias que contribuyan a una mayor aproximación de la hipótesis de trabajo, se determinaron dos fuentes importantes: La fuente primaria, se obtuvo a partir de las siguientes herramientas: a. Los Estados Financieros y de Resultados de 105 Empresas del Sector Construcción. b. Estudio de Campo Para el levantamiento de datos procedentes del terreno, se aplicó: b.i. La encuesta estructurada. Se diseñaron tres instrumentos para el levantamiento de información destinados a los trabajadores (tanto haitianos como dominicanos), el empleador y el maestro de construcción. b.ii. Línea Base. Las limitaciones existentes en el acceso a registros y listados oficiales de obras o proyectos de construcción, obligó a los/as investigadores a la realización de una línea base para el diseño muestral. Fruto de esta recolección, se reconocieron unos 23 proyectos en el Distrito Nacional, específicamente de las circunscripciones no. 2 y 3, a partir de los cuales fueron seleccionados 4 proyectos, tomando en cuenta el tipo de obra y el tamaño de la obra o proyección de la construcción en función de montos. b.iii. Entrevistas a profundidad semi-estructuradas. Fueron aplicadas seis entrevistas a profundidad, con actores pertenecientes a los distintos escalafones de la estructura del trabajo de la construcción en las obras seleccionadas. Los 113 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO actores entrevistados se identificaron teniendo en cuenta el proceso de construcción, desde la contratación de la mano de obra (administración y dueños de empresas), el rol, la función o el desempeño en el terreno laboral (gerentes o jefes de departamentos y supervisores), hasta el análisis de las condiciones laborales semejantes (trabajadores dominicanos y haitianos). Fuentes Secundarias: basadas en informaciones bibliográficas de las principales investigaciones e informes sobre la migración laboral y el sector de la construcción. ALGUNAS PRECISIONES TEÓRICAS Breve Explicación Teórica sobre el Fenómeno de la Migración Laboral. Hay dos procesos sobre las migraciones laborales que se deben explicitar. El primero busca averiguar por qué se produce la migración, es decir, por qué grandes contingentes de fuerza laboral emigran a otros países. La segunda, cómo beneficia o no esta migración el proceso de acumulación de capital, no solo en la generación de una tasa de ganancia mínima sino también en el aporte de soluciones ante las dificultades que se le presentan a ciertos sectores en el proceso de acumulación para contratar fuerza de trabajo. Tanto la migración del capital como la migración laboral presentan los mismos factores determinantes, es decir, que atraen la mano de obra y el capital a determinada rama, sectores o actividades. Karl Marx, analizando las razones desde las consecuencias de disparidades de cuotas de ganancia entre ramas productivas, expone: 114 TOMO I “¿Cuál sería la consecuencia de esta diversidad en cuanto a las cuotas de ganancia de los capitales colocados en las diferentes ramas de la industria? La misma consecuencia que se produce siempre que, por la razón que sea, se dan diferencias en las cuotas medias de ganancia de las diversas ramas de producción. El capital y el trabajo se desplazarían de las ramas menos rentables a las más rentables; y este proceso de desplazamiento duraría hasta que la oferta de rama industrial aumentase proporcionalmente a la mayor demanda y en las demás ramas industriales disminuyese conforme a la menor demanda4”. La razón por la cual un determinado capital emigra de una actividad, rama o sector, en busca de mejores condiciones para generar beneficios, así mismo lo hace la fuerza de trabajo. Dentro del marco de ciertos límites, ese capital humano emigra a ramas, actividades, sectores, puestos laborales o países, en busca de condiciones de empleo que permitan mejor vida o la producción y reproducción de la unidad familiar. Cuando el espacio social-económico no es propicio para tal acción, se generan las migraciones laborales. Ahora bien, este proceso que desencadena la migración tiene otros factores que estimulan el fenómeno en espiral. La migración laboral intramar o intrapuestos de trabajo crea, necesariamente, escasez relativa que pone un límite al proceso de acumulación de capital. Todos los países son o pueden ser focos de origen y destino (reales o potenciales), de los movimientos de personas simultáneamente, de contextos y condiciones socio-económicas y culturales, así como niveles de inclusión y equidad diferentes5. Estos 4. Marx, Karl, Salario, Precio y Ganancia, Ediciones en Lenguas Extranjeras Pekin, 1976. Primera edición 1976, pag.8-9 5. OIM-OIM, Proposition Pour Une Politique de Gestion de la Migration de la Maind’œuvre En Haití: Rapport: Prepare par le Groupe interministeriel et intersectorial pour le renforcement des capacites de gestion de la migration de main-d’Ouvre, Pag. 13-15. 115 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO desplazamientos humanos están fuertemente asociados a: 1) una situación real y desproporcional de acceso a las posibilidades y oportunidades (personales, institucionales, nacionales) de desarrollo socio-económico, desde una perspectiva integral e inclusiva; 2) un contexto mundial con grandes distancias en cuanto a la distribución de los recursos y la riqueza, lo cual conduce agudizar sus niveles de desigualdad y pobreza. 1. Referencia Conceptual-teórica adoptada y especificidad de los procesos y subprocesos de la producción a partir del Sector de la Construcción. Para fines del presente estudio, se adopta como sector construcción todas las actividades, desde el levantamiento, ampliación, reparación y remodelación de edificios o estructuras tales como viviendas, comercios, edificios industriales, oficinas, carreteras, puentes, muelles, vías férreas, obras de riego e hidráulicas y otras clases de construcción realizada por empresas con dichos fines. Es importante recordar que la actual investigación se centra en la sub-rama de construcción de obras de vivienda o residenciales6. El IDEC expone, en su documento7, que los productos de la construcción son el resultado de un largo período de trabajo continuo, cuyas múltiples jornadas culminan con la consecución de un producto parcial en elaboración progresiva, que solo al final de los procesos y subprocesos se tiene un producto listo para su 6. La investigación y el desarrollo del concepto de “construcción” como unidad de producción independiente de la empresa constructora que la lleva a cabo, se nutren de aspectos claves de interés del documento: “Producción y Comercialización de tecnología. Experiencias del Instituto Experimental de la construcción (IDEC) de la Universidad Central de Venezuela. 7. “Producción y Comercialización de tecnología. Experiencias del Instituto Experimental de la construcción (IDEC) de la Universidad Central de Venezuela. 116 TOMO I consumo: ejemplo, la casa, el local comercial, la autopista, la presa o hidroeléctrica, el muelle o puerto. Los distintos procesos y subprocesos en que se torna la división social del trabajo de la construcción se articulan entre sí y en su conjunto de una manera dominantemente heterogénea en materia de demandas de un horario fijo (IDEC). Desde este aporte, se deriva que cada proceso y subproceso tiene un tiempo de trabajo socialmente determinado que juntos conforman el tiempo total. El proceso de producción del sector construcción opera como ensamblaje de procesos independientes unos de otros, pero reunidos en una secuencia específica para dar lugar al productor final. Ya Karl Marx había expresado esta pecularidad de la división social del trabajo cuando expone: Las diversas operaciones que el productor de una mercancía ejecuta alternativamente, y que se entrelazan en la totalidad de su proceso de trabajo, le plantean exigencias diferentes. En una de aquellas debe emplear más fuerza, en la otra más destreza, en la tercera más atención intelectual, etc. y el mismo individuo no posee estas cualidades en grados iguales. Tras la separación, autonomización y aislamiento de las diversas operaciones, se distribuye, clasifica y agrupa a los trabajadores según sus cualidades predominantes. Y si bien sus peculiaridades naturales constituyen la base en la que se inserta la división del trabajo, la manufactura, una vez implantada, desarrolla fuerzas de trabajo que por naturaleza solo sirven para desempeñar una función especial y unilateral. El obrero colectivo posee ahora, en un grado igualmente elevado de virtuosismo, todas las cualidades productivas y las ejercita a la vez y de la manera más económica, puesto que emplea todos sus órganos individualizados en obreros o grupos de obreros parti117 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO culares, exclusivamente para su función específica. La unilateralidad, e incluso la imperfección del obrero parcial, se convierten en su perfección en cuanto miembro del obrero colectivo. El hábito de desempeñar una función unilateral lo transforma en órgano actuante naturalmente seguro de la misma, mientras que la interconexión del mecanismo total lo obliga a funcionar con la regularidad inherente a la pieza de una máquina.8 Hay un elemento de la exposición de Karl Marx en el mismo texto precedente, muy importante para la presente investigación, que conduce a abrir un camino explicativo de la migración en el sector construcción, y es cuando expresa que: La manufactura, pues, desarrolla una jerarquía de las fuerzas de trabajo, a la que corresponde una escala de salarios. Si, de una parte, el obrero individual es asignado y anexado vitaliciamente a una función unilateral, las diversas operaciones laborales se adaptan, asimismo, a esa jerarquía de capacidades naturales y adquiridas9’’. ¿Qué pasa con la oferta de fuerza de trabajo cuando ese salario está por debajo del costo de producción y reproducción de la fuerza de trabajo y su unidad familiar, o por debajo del estilo de vida imperante en una sociedad? Rowwthorn, analizando el valor de la fuerza de trabajo y la subsistencia en el capital y salario, precio y ganancia de Karl Marx, expresa que algo sucederá con la oferta de fuerza de trabajo, y más cuando esta tiene alternativa de emplearse en diversas actividades productivas. Su conclusión es la siguiente: “si los salarios descienden por debajo del nivel requerido, habrá un descenso de la cantidad o la calidad de la fuerza de trabajo disponible, aunque los salarios se mantengan por encima del mínimo puramente biológico o fisiológico10”. 8. Karl Marx, División del Trabajo y Manufactura, Capítulo XII, El Capital Tomo I, pag. 425, http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/12.htm 9. Karl Marx, División del Trabajo y Manufactura, Capítulo XII, El Capital Tomo I, pag. 425, http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/12.htm 10. Bob, Rowwthorn, Capitalismo, Inflación y conflicto, pag. 187, primer párrafo, y pag.188 118 TOMO I Este planteamiento teórico expresa que en los oficios o puestos de trabajo cuyos salarios están por debajo del salario de subsistencia o del salario que cubra el estilo de vida imperante, al capital se le presentará una escasez o dificultad para contratar fuerza de trabajo, pero al final, el capital encontrará soluciones ya sean propias o con el apoyo del Estado. En este sentido, plantea que el proceso de acumulación nulifica el mundo de la economía y a través del comercio y la migración trae trabajadores de países diferentes (Rowwthorn, pag.165); los/as trabajadores/as inmigrantes que vienen de países más pobres aceptarían dichos puestos de trabajo porque, con relación a su realidad, representan una mejoría, aunque la fuerza de trabajo nativa difícilmente se las arreglaría para sobrevivir en dichas condiciones. Mediante este mecanismo, el capital resuelve la estampida de mano de obra nativa en empresas que imponen esas condiciones. Pero el capital encontrará soluciones antes las dificultades que presenta el proceso de acumulación mediante nuevos métodos, formas de organización y tecnologías. Teóricamente, se espera que en el sector construcción, la mano de obra nativa se concentre en los oficios o puestos de trabajo cuyos salarios o ingresos están más cercanos al costo de la canasta de bienes y servicios. En la medida en que las condiciones salariales que impone el modelo de regulación del capital de construcción no puedan contribuir a la reproducción del ciclo vital de la fuerza de trabajo y su unidad familiar; es decir, si el costo socialmente necesario de producción y reproducción de la fuerza de trabajo y su unidad familiar o del nivel de estilo de vida imperante no pueden constituirse a partir de los ingresos laborales en la construcción, se genera un proceso de redistribución laboral ascendente en los procesos y subprocesos del sistema de producción. Esto provoca que el capital se encuentre con obstáculos para articular respuestas, desde lo laboral, a la conformación de su ganancia adecuada al 119 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO proceso de reproducción del mismo y a contrarrestar los factores que tienden a disminuirla (alta depreciación de maquinarias y equipos, costos financieros, capital inmovilizado, economía de escala, endeudamiento a corto plazo con restricción de liquidez a corto plazo e incentivos tributarios). El capital, al articular acciones de contra-tendencia de su márgenes de beneficios, crea un régimen de regulación laboral que tiende a estructurar un régimen salarial desconectado del costo socialmente necesario para reproducir al trabajador y su unidad familiar, desencadenando una movilidad vertical laboral hacia empleos cuyos ingresos sean más favorables a las estrategias de enfrentamiento del costo de vida. Esto crea déficit de mano de obra nativa en la escala de ingresos de base, y la política laboral y migratoria puede ser uno de los tantos mecanismos que faciliten el flujo de mano de obra extranjera hacia esos puestos. Cuando los trabajadores de la construcción confrontan las condiciones salariales que impone el modelo de regulación del capital con alternativas de generación de ingresos (remesas, motoconcho11, pequeño colmado, venta de bienes y servicios, etc.), se desarrolla capacidad de elección entre los diversos empleos demandados por cada proceso y subproceso, y la selección de aquellos con remuneración, acorde con el costo social necesario, según sus competencias. El impacto de esta situación se refleja en los obstáculos que enfrenta el capital para explotar la fuerza de trabajo nativa a la tasa de ganancia mínima general impuesta por la competencia entre los capitales del sector bajo las particularidades expuestas con anterioridad. Al capital le queda como solución la contratación de mano de obra cuyo costo socialmente necesario de producción y reproducción de su ciclo vital sea menor a la mano de obra dominicana, aunque a largo plazo, esta mano de obra tiende a moverse 11. Medio de transporte público, que utiliza un vehículo de motor de dos ruedas. 120 TOMO I bajo la misma lógica ascendente en materia de puestos de trabajo a medida que vaya ganando competencias laborales y alternativas de ingresos independientes al de la construcción. En un mercado de trabajo abierto (trabajador nativo y trabajador extranjero) se presentan flujos y reflujos para resolver los problemas con que se topa el proceso de acumulación de capital: se importa mano de obra que escasea o presenta estampida de fuerza de trabajo nativa desde los puestos de trabajo con remuneración baja respecto al costo social necesario, hacia puestos de ingresos acorde a este costo o reproducción de la fuerza de trabajo o su nivel de estilo de vida. La metodología de trabajo adoptada compara, para corroborar este planteamiento, los ingresos y los costos de vida de los trabajadores dominicanos y trabajadores inmigrantes haitianos. Como quedan interrelacionadas las hipótesis al cuerpo teórico adoptado; es decir, ¿cuáles variables darán explicación a la hipótesis de trabajo derivadas del cuerpo teórico? Si la mano de obra inmigrante contribuye con la mano de obra nativa a generar la plusvalía al capital, entonces, se cumple la definición de que la mano de obra, a diferencia de los demás elementos constitutivos del capital, es el único costo que genera un valor superior al mismo. Pero si la misma está desprovista de seguridad social y otros gastos sociales, su contribución a la ganancia o plusvalía es mucho mayor que la mano de obra que goza de estos derechos sociales. HALLAZGOS: 1. MANO DE OBRA HAITIANA Y SECTORES PRODUCTIVOS DOMINICANOS 1.1 Salarios, Precios y Ganancias en el Sector Construcción. Durante el período 2004-2005 el sector construcción fue visto a través del comportamiento económico de 105 empresas repre121 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO sentativas de las sub-ramas: Construcción de Edificios, Partes y Obras Civiles; Alquiler de Equipos de Construcción, Demolición Dotados de Operarios, Terminación de Edificios, Acabados para Construcción y Reparación de Terrenos12. Ese sector registró un aumento de la capacidad instalada tanto de las ventas, como de la plusvalía producida por los trabajadores formales e informales durante 2004-2005 y una baja en 2006 (Tabla No. 1). TABLA NO. 1. INDICADORES ECONÓMICOS, FINANCIEROS Y TÉCNICOS DEL SECTOR (EN MILLONES DE RD$) Conceptos 2004 2005 2006 Capacidad instalada: Maquinaria, Equipo y Mobiliarios 2,612.93 2,894.95 2,231.6 Ventas y Prestación de Servicios 9,460.54 9,777.49 9,043.1 Plusvalía Producida por los Trabajadores Formales e Informales 1,252.37 1,589.14 1,433.70 Cuota de Plusvalía (en base 927.13% 1,192.33% 1,272.14% trabajador asalariado) Ganancias Retenidas por el Sector 586.58 565.38 439.0 Fuente: Construcción propia en Base a Informaciones del Estudio Sectorial para la Banca, Banco Central de República Dominicana y Superintendencia de Bancos, 2007 y las Encuestas de Fuerza de Trabajo de 2004, 2005 y 2006 del Banco Central13. 12. Datos e Informaciones Tomados del Estudio Sectorial para la Banca, Banco Central de la República Dominicana y Superintendencia de Bancos, 2007. 13. (1) Los gastos de personal asalariado y trabajador por cuenta propia se estimaron mediante el siguiente procedimiento: los gastos en trabajador por cuenta propia se dividieron entre los gastos en trabajador asalariado sueldos y salarios, y se multiplicó por la relación Nº de trabajador por cuenta propia entre Nº de trabajador asalariado. Esto se multiplicó por el valor de los gastos en sueldos y salarios para cada año que consta en los Estados de Resultados de las 105 empresas. 122 TOMO I Un hecho importante es que el aumento de la plusvalía se produce simultáneamente con una caída leve de las ganancias y los sueldos y salarios del sector. En tal sentido, se puede considerar que la caída de la ganancia con aumento de la plusvalía lo determina o explica el alto nivel de composición orgánica de capital con que operan el núcleo de empresas del sector (por el aumento de la depreciación y amortización). El sistema de regulación empresarial de la fuerza de trabajo bajo la modalidad de subcontratación contribuye a imprimirle a los costos de construcción la flexibilidad general necesaria para enfrentar la inflexibilidad de ciertas variables y costos como son la depreciación por la alta composición orgánica del mismo, el lento proceso de realización de la plusvalía (el problema de las ventas de los productos) y la alta participación del capital financiero en la apropiación de la plusvalía del sector. Esta situación a nivel macro debe reflejarse, de igual modo, a nivel micro (planteada en la encuesta a los trabajadores por cuenta propia) en una participación precaria de los trabajadores dominicanos y haitianos entrevistados sobre la distribución del ingreso o valor agregado. Adicional a esta realidad, el sector presenta otras características (visto a través de 105 empresas representativas) estructurales, a saber: a. Unos activos fijos con participación significativa dentro de los activos totales: 28.5% en el 2004 y 31.4% en el 2005, lo cual significa una composición orgánica de capital alta: 52.47:1 y 56.56:1 para los años 2004 y 2005, respectivamente. b. Unos ciclos operativos relativamente largos, con obligaciones económicas y financieras de corto plazo: 64% de los pasivos son de corto plazo, compuesto por crédito de suplidores, primero y, segundo, por endeudamiento financiero. c. Una importancia significativa de los activos de corto plazo, los cuales representan 61.4% de los activos totales y, a su vez, los inventarios representan 60% de los mismos. 123 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO d. Los principales suplidores de los materiales básicos (cementos, varillas, arenas y otros), tienen una posición dominante en sus mercados, por lo cual, las empresas de construcción cuentan con baja capacidad para hacer bajar los precios de los materiales a niveles razonables a las condiciones que determinan la capacidad de pago de los demandantes de sus productos. e. El trabajo asalariado e informal se revela como la variable más flexible con que cuentan las empresas para adecuarse al cambio de condiciones de los mercados, tanto de suplidores como de demandantes de sus bienes. Esto puede visualizarse en el comportamiento alcista de la cuota de plusvalía (plusvalía/sueldos y salarios): 9.27%, 11.92% y 12.76%, para los años 2004, 2005, 2006, respectivamente, y la caída de la participación de los sueldos y salarios en el valor agregado: 9.74% en 2004, 7.74% en 2005 y 7.27% en 2006. Al tomar el valor de las ventas por empresa como indicador para caracterizar su estructura empresarial, la preponderancia de la pequeña y mediana empresa como agentes económico es evidente, pero no como el mayor generador de plusvalía. La sub-rama de construcción de edificaciones y obras civiles tiene registrada 784 empresas en la “Dirección General de Impuestos Internos”, de las cuales 93.9% son pequeñas, es decir, con ventas menores a RD$50 millones que generaron 24.8% de los ingresos operacionales netos de la sub-rama. Las grandes empresas, por el contrario, solo equivalen al 0.6% de las 784 empresas que generaron 47.2% de los ingresos operacionales netos de la sub-rama. Esto significa que las grandes empresas marcan el ritmo de crecimiento del sector y las pequeñas y medianas, el ritmo del empleo, es decir, la magnitud del valor agregado es generado por las grandes empresas. Las informaciones precedentes permiten visualizar la existencia de una especialización en materia del negocio, donde las grandes 124 TOMO I empresas, además de generar la mayor parte del ingreso operacional neto, fungen como contratistas, asumiendo responsabilidades para los grandes contratos en su rol general como constructores y de procesos de mayor complejidad, por lo que suelen concentrarse en actividades de obra civil y grandes edificaciones y subcontratan o tercerean las actividades que, a igual capacidad productiva, implican menor costo de mano de obra. Esta transacción se opera porque la empresa o persona subcontratada va a producir un servicio con igual nivel de productividad pero rindiéndole al contratante una mayor tasa de ganancia; de lo contrario, la operación no se realiza. Aún pagando a la PYMES subcontratada, Seguridad Social, prestaciones laborales y otras cargas sociales al trabajador, la diferenciación salarial que impone la Ley Laboral le da ganancia de causas al contratante, ya que los salarios mínimos se establecen por el tamaño del capital de la empresa y, en este terreno, la PYMES implica ahorro salarial para todo el sector y no para esta misma. Por lo que por cada peso14 gastado en la subcontratación de mano de obra, sin distinción de nacionalidad, por parte de la empresa de construcción, la mano de obra rindió un beneficio de RD$2.31 en 2004, RD$2.10 en 2005 y RD$2.84 en 2006, para un rendimiento promedio de RD$2.48. Siendo la mano de obra haitiana subcontratada y regulada por las mismas prácticas empresariales que la dominicana; esta rinde en promedio RD$2.48, por cada peso invertido por la empresa. De la plusvalía producida por los trabajadores formales y subcontratados (nacionales o extranjeros) de 105 empresas que reportaron ganancias, el Gobierno Central percibió RD$122.73 millones en 2004, RD$152.2 millones en 2005 y RD$87.5 millones en 2006 por concepto de impuesto sobre la renta empresarial, 14. Datos extraídos de los Estados financieros y de resultados, Estudios Sectoriales para la Banca, Superintendencia de Bancos de la República Dominicana. 125 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO para un total de RD$362.43 millones. Los impuestos sobre la renta empresarial son una fracción de la plusvalía generada por los trabajadores y, por tanto, los mismos son generados en parte por la mano de obra haitiana. Esto significa que el Estado percibió 0.11 centavos por cada mano de obra haitiana que contribuyó a la producción de la plusvalía. 1.1 COSTO DE CONSTRUCCIÓN, PARTICIPACIÓN DE LA MANO DE OBRA E INGRESOS PERCIBIDOS El reflejo macro del sector se corrobora con la micro-realidad y esto se verifica a través de las informaciones cedidas por una importante empresa de construcción sobre la estructura de costos de un proyecto de 6 edificios15. En este proyecto, el costo de la mano de obra representa 4.87% y si se agrega la Seguridad Social que establece el Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores de la Construcción, sube a 5.81% del costo total de la obra. Este costo corresponde a la mano de obra que el contratista detalló en el cuadro de análisis, ya que existen otros costos de mano de obra que no fueron detallados. Los renglones materiales y los serviciosuministros representan 93.93% del costo general de la obra. TABLA 2: COSTOS DE PRODUCCIÓN Y PARTICIPACIÓN EN EL COSTO DE LA MANO DE OBRA Partidas Costos (en RD$) Participación % Impermeabilizante 159,545.57 0.18% Equipos 905,091.60 1.04% Mano de obra 4,225,882.43 4.87% Materiales 31,479,408.72 36.26% Servicio-suministro 50,042,718.68 57.64% Total 86,812,647.00 100.0% Fuente: Construcción propia a partir informaciones de costos de un Proyecto Habitacional cedido por una empresa de construcción para este estudio. 15. Informaciones ofrecidas por una empresa de construcción que colaboró con la investigación. 126 TOMO I La Secretaría de Estado de Trabajo (SET), en su estudio sobre los salarios en la economía dominicana, estimó la participación de los salarios en el Producto Bruto Interno en 34% y, en el caso del sector construcción, en 22% del valor bruto de la producción, según los datos de cuentas nacionales del año 1994. Dado que la fuerza de trabajo bajo análisis pertenece a proyectos de apartamentos (vivienda multifamiliar) con altos niveles de mecanización de los procesos y que son para familias de altos ingresos, y tomando en cuenta el estudio sobre salarios de la SET, se infiere que el costo de la mano de obra directa tendría una participación de 28% dentro de los costos totales (materiales - mano de obra - equipos y maquinarias). Sobre los costos de la mano de obra, tanto haitiana como dominicana, partiremos del levantamiento realizado para fines de esta investigación, haciendo énfasis en los costos que representan en salario, seguros de salud y servicios públicos. Como se muestra en la Tabla 3, el 86% del total de trabajadores que respondieron esta pregunta, ganan como máximo RD$600 diarios. El tope más alto registrado como pago diario fue de RD$1,200. TABLA 3: SALARIO DEVENGADO POR LA MANO DE OBRA Escala salarial Total Dominicanos Haitianos Porcentajes trabajadores totales (en RD$) Menos de 300 21 10% 90% 100% 301 a 400 33 27% 73% 100% 401 a 500 12 33% 67% 100% 5001 a 600 8 25% 75% 100% 601 a 700 6 33% 67% 100% 7001 a 800 2 50% 50% 100% Más de 800 4 50% 50% 100% No registrados 20 Total general 106 Fuente. Construcción propia a partir del levantamiento realizado para este estudio. 127 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Del total de trabajadores de ambas nacionalidades que declararon el monto que ganaban cada semana, el 24% corresponde a ayudantes, seguidos por el 19% que representa a albañiles. Recibir un pago entre RD$301 a RD$400 pesos a la semana es lo más frecuente entre los trabajadores consultados. Los trabajadores que dijeron recibir estos montos se encuentran en un escalafón laboral bajo, como es el caso de los ayudantes. Los trabajadores que dijeron ganar más de RD$600, realizan trabajos de mayor nivel de especialización o semi-calificados, como es el caso de los colocadores de cerámica, plomería y albañilería. Es importante destacar que los trabajadores ayudantes, que representan 34% del total de los consultados (tanto ayudantes por la empresa como ayudantes por la casa o dueño de la construcción) ganan, en su mayoría, menos de RD$400. Este dato es de suma importancia ya que, según la resolución No. 3/2007 de la Secretaría de Estado de Trabajo sobre el salario mínimo de carácter nacional, los ayudantes de este sector y sectores afines deben ganar RD$414 diarios. Esta violación a las leyes laborales, tiene un impacto positivo en las empresas de la construcción, ya que contribuye a que las mismas tengan una mejor participación en la repartición de la plusvalía producida por los trabajadores entre todos los capitales que participan en la generación del producto final y el Gobierno Central (percibe parte de la plusvalía mediante el impuesto a la ganancia y las sanciones a las violaciones). Esta violación tiende a compensar la alta apropiación que hace el capital financiero de la plusvalía producida por los obreros de la construcción. 128 TOMO I TABLA 4: AHORRO SALARIAL POR EL INCUMPLIMIENTO DE LA TARIFA DE SALARIOS Puesto de Ayudante Pagos recibido Ingresos (general y por la casa) por día (en RD$) estimados (22 días laborales y en RD$) 1 240 5,280.00 1 250 5,500.00 0 280 6,160.00 14 300 6,600.00 2 325 7,150.00 11 350 7,700.00 Ingresos en base a la tarifa legal de RD$414 9,108.00 9,108.00 9,108.00 9,108.00 9,108.00 9,108.00 Ahorro salarial 3,828.00 3,608.00 2,948.00 2,508.00 1,958.00 1,408.00 Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento realizado para este estudio. Es pertinente resaltar que, del total de trabajadores que desempeñan la función de ayudantes, el 90% corresponde a mano de obra haitiana, por lo que estos trabajadores son piezas clave, como los demás trabajadores nacionales, en la generación de un margen de ganancia que sea compatible con sus expectativas. Sobre la seguridad social, el 34% de los trabajadores haitianos y el 32% de los dominicanos dijo tener Seguro de Salud (ver Ilustración 1). ILUSTRACIÓN 1. TENENCIA SEGURO DE SALUD Dominicana 32% 34% Haitiana 32% 32% 26% 5% 8% 3% Seguro de Salud Seguro contra Accidente de trabajo Ninguno 6% 1% Algunas de las anteriores 129 NR/NS Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento realizado para este estudio. MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO En lo que respecta a seguros contra accidentes, el 26% de los dominicanos y el 15% de los haitianos dijo tener seguro de este tipo. Tres de los supervisores y/o dueños de obras comentaron que las empresas destinaban de 1% del valor de la obra al pago de seguro contra accidentes, sin embargo, este es el que menos dicen tener los obreros consultados de ambas nacionalidades. Si se profundiza el análisis en materia de utilización de estos servicios, se tiene que el 52% del total de trabajadores es llevado a un hospital público en caso de tener un accidente. De estos, 65% son haitianos y 31% dominicanos; el 4% restante no contestó esta pregunta. De los trabajadores que dijeron ser llevados a una clínica privada, 55% es haitiano y 45% restante dominicano. Mientras que de los trabajadores que por un accidente son enviados a su casa, el 93% corresponde a obreros del vecino país. Es importante resaltar que al 25% del total de los trabajadores se les descuentan los días que no pueden ir a prestar servicios por haber tenido un accidente en el trabajo que realiza dentro de la obra. De estos, el 65% son obreros haitianos. Si un inmigrante asiste a un centro de salud estatal, ya este ha contribuido a financiar los gastos del mismo vía su papel en la generación de la plusvalía de la cual el gobierno toma una parte en forma de impuesto sobre la renta. Si la empresa paga el seguro de riesgo laboral y este no llega al prestador del servicio de salud no es responsabilidad del trabajador porque ya hizo su aporte, sino de la situación de inoperancia del sistema para recaudar, fiscalizar y controlar el proceso. Los datos preliminares, sujeto a una mayor profundización, indican que el aporte de la mano de obra al Gobierno Central es mayor que la pudiese haber recibido, ya que: a) Esta mano de obra genera 0.11 centavos por concepto de impuesto a la renta empresarial que el gobierno toma de la 130 TOMO I plusvalía como referencias para el cálculo el 2.48% promedio de rendimiento, como se muestra más arriba. b) Al Estado recibir el pago del riesgo laboral, como ha expresado la empresa de construcción, calculado en base a 1% del valor de la obra para cubrir a todos los trabajadores, tanto haitianos como dominicanos, siendo parte de este aporte, al no recibir los servicios, su aporte es mayor. En parte, esto explica la acumulación de recursos de las aseguradoras de riesgo laboral. Al trabajador haitiano no estar registrado y carecer de documentos de identidad, el gasto que realizan algunas empresas por ese concepto no tiene contraprestación y, por tanto, se acumula. 2. BENEFICIOS DE LA MANO DE OBRA EN EL SECTOR CONSTRUCCIÓN Para profundizar en el análisis en relación al aporte real de la mano de obra haitiana en el sector construcción, es necesario ver no solo el peso económico de la misma, sino también el aporte que genera al proyecto y a la economía en un sentido más amplio. Para este análisis, es necesario conocer los montos que esta mano de obra gasta en pago de servicios y alimentación en el país. TABLA 5: GASTOS MENSUALES EN PAGOS DE SERVICIOS Monto Suministro de Recogida de Pago de agua gastados energía mensual basura mensual mensual Dominicana Haitiana Dominicana Haitiana Dominicana Haitiana (RD$) 100 o menos 0% 14% 0% 0% 10% 10% 101 a 300 21% 21% 33% 0% 50% 10% 301 a 600 7% 14% 33% 33% 10% 10% 601 a 900 4% 7% 0% 0% 0% 0% Más de 9001 4% 7% 0% 0% 0% 0% Sub-total 36% 64% 67% 33% 70% 30% Total 28 3 10 Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento realizado para fines de este estudio. 131 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Del total de trabajadores consultados, el 26% paga energía eléctrica, mientras que el 9% paga la recogida de basura y el agua potable y el 3% la recogida de basura. Los montos más frecuentes por el pago de los servicios descritos oscilan entre los RD$100 y RD$300. ILUSTRACIÓN 2. MONTOS POR PAGOS DE SERVICIO Dominicana Haitiana 62% 41% 30% 22% 11% 12% Menos de 20 21 a 40 41 a 60 11% 5% 61 a 80 7% Más de 80 Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento realizado para fines de este estudio. Del total de trabajadores consultados, el 56% declaró que la energía la paga el dueño de la casa, el 43% no la paga el dueño y el 1% restante no respondió a la pregunta. El 44% de los trabajadores no paga este servicio. Los gastos de transporte y alimentación, son los que han declarado ser más recurrentes entre los entrevistados. El 86% de la mano de obra declaró tener gastos de transporte. De estos, el 70% son haitianos y el 30% restante dominicano. Estos costos, como se muestra en la Ilustración 2, van desde los RD$20 hasta los RD$80 diarios. El 62% de los haitianos y el 41% de los dominicanos declararon gastar entre RD$21 y RD$40. En este sentido, y siguiendo el supuesto de que trabajan 22 días laborales y que el gasto promedio es de RD$30, el gasto de transporte estimado es de RD$660 mensuales. 132 TOMO I Al seguir adentrándonos en los gastos en servicios de los trabajadores de la construcción, nos encontramos con lo gastado por estos en salud. Al preguntársele sobre quién asumió los costos de los últimos problemas de salud que este o algún familiar hayan tenido, del total que respondió a la pregunta (84), el 87% contestó que él los había asumido y solo el 6% respondió que los mismos fueron cubiertos por su Seguro de Salud. Lo anterior llama profundamente la atención; el 34% de los trabajadores haitianos y el 32% de los dominicanos dijeron contar con este servicio. Esta información nos lleva a pensar que la tenencia de seguros de salud no es tal. Cabe resaltar que, al momento de hacer la encuesta, se les preguntó a algunos trabajadores si tenían el carné y si nos lo podían enseñar y la respuesta fue negativa. En lo que respecta a los gastos en alimentación, el 72% de los trabajadores que respondieron a esta cuestión (102), dijeron gastar entre RD$100 y RD$300 pesos diarios, seguido por el 22% que dijo gastar más de RD$300 y menos de RD$600. Es decir, que el monto promedio por alimentación es de 200 pesos diarios, incluyendo desayuno, comida y cena, partiendo del grupo que dijo gastar entre RD$100 y RD$300. En este sentido, teniendo RD$200 como gasto promedio para la mayoría de los trabajadores y siguiendo el supuesto de 22 días trabajados, se estima que, mensualmente, el trabajador gasta en alimentación RD$4,400. Los gastos familiares también son significativos para las personas que trabajan en el sector; estos los analizaremos por los gastos en alquiler de vivienda y pago de colegio de los hijos/as. En este sentido, tenemos que el 76% de los trabajadores entrevistados viven en casas alquiladas, de los cuales el 79% son haitianos y el resto dominicanos. El monto más frecuente de pago para ambas nacionales es de RD$1,500 pesos mensuales para el pago de su vivienda, ya que el 26% de los trabajadores haitianos y el 19% de los 133 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO dominicanos así lo declararon. A este monto le siguen los trabajadores que dicen pagar entre RD$2,001 y RD$2,500 con un 15% del total de la población encuestada de ambas nacionalidades. Otro de los gastos que los trabajadores realizan en sus familias es el pago de la educación a sus hijos/as. En este sentido, solo el 17% (18 casos de ambas nacionalidades) del total de la población respondió que paga este servicio. De este total, el 72% corresponde a migrantes haitianos y el resto a dominicanos. Los montos de pagos por este servicio, según lo declarado por los trabajadores, van de RD$50 a RD$6,000 pesos mensuales. Del total de ambas nacionalidades, el 66% paga menos de 1000 pesos mensuales. Solo un nacional haitiano reportó gastar RD$6,000 pesos. En el caso de muchos obreros eventuales, los gastos familiares trascienden nuestra frontera territorial. Es decir, los trabajadores migrantes, en su mayoría, tienen que enviar remesas a sus parientes en Haití. En tanto que los dominicanos tienen que enviar dinero al interior del país. En este sentido, de la población total consultada, el 61%, declaró enviar remesas algún familiar. De estos, el 88% son trabajadores haitianos y el 22% restante dominicanos. ILUSTRACIÓN 3. PERSONAS A QUIEN ENVÍA REMESAS EN HAITÍ 23% 21% 19% 16% 11% 134 N R /N S re ad M re ad -P 1% M ad re -H ijo s/ as M ad re -N ov O ia tro s fa m ilia re Es s po sa -N ov ia re ad M 3% H ijo s/ as 5% Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento realizado para este estudio. TOMO I Del total de trabajadores haitianos que respondieron esta pregunta, el 78% dijo que las remesas son enviadas a sus familiares. Como se muestra en la Ilustración 3, el 23% envía remesas a su madre, seguido por el 21% que lo hace a otros familiares. Como se muestra, el envío de remesas está mayormente concentrado en miembros de su familia de origen. 3. CARACTERÍSTICAS DE LA MANO DE OBRA EN EL SECTOR CONSTRUCCIÓN 3.1 EDAD La población encuestada se concentra fundamentalmente entre 21-30 años, representando 58% de la fuerza laboral ocupada. Al desagregar estos valores, según la nacionalidad, el 59% de los trabajadores dominicanos se concentra entre edades de 21 y 30 años, mientras que el 83% de origen haitiano, tiene menos de 30 años de edad. Esto indica que el sector cuenta con una mano de obra haitiana joven en mayor proporción que la dominicana, y esto es lógico, ya que los jóvenes realizan labores de mayor exigencia física y riesgos, como son levantar varillas, cementos, cargar block, entre otras, que constituyen los escalafones por lo que, en general, se inserta esta población. Los datos levantados coinciden con las informaciones de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo del 2007, del Banco Central, que indica que la fuerza laboral del sector construcción se concentra en el tramo de edad de 20 a 39 años (ver Tabla 6). 135 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO TABLA 6: FUERZA DE TRABAJO OCUPADA EN EL SECTOR CONSTRUCCIÓN SEGÚN TRAMOS DE EDAD, ABRIL 2007 Tramos de edad Total Representación % 10-19 14,349 5.82 20-39 128,823 52.3 40-59 88,909 36.09 60 y Más 14,255 5.79 Total 246,336 100 Fuente: Encuesta de Fuerza de Trabajo de 2007. BC. Construcción Propia. La baja proporción de fuerza de trabajo comprendida entre 60 años y más de edad responde a la naturaleza física de la actividad de construcción, ya que se requiere gran esfuerzo físico y se desarrollan en un ambiente hostil y precario. 3.2 NIVEL EDUCATIVO16 Del total de entrevistas realizadas (106), el 81% tanto de los dominicanos como de los haitianos, afirmó haber asistido a la escuela. En término absoluto, esto significa: a) De 32 dominicanos, 29 asistieron; y, b) De 72, haitianos, 55 asistieron. Este resultado no es extrapolable a toda la realidad, sino que ofrece una orientación sobre la trayectoria de la misma; además de que refleja un incipiente cambio en la tendencia, a nivel educativo, que veían teniendo los trabajadores de ambas nacionalidades. 16. Al considerar que con la asistencia a la escuela se produce un cambio en los niveles de analfabetismo para ambas poblaciones, se procedió a cruzar estos dos indicadores, tomando como base los datos descritos en el presente estudio y la media nacional de analfabetismo para ambos países, lo cual llegó a revelar una reducción significativa del mismo de: a) De 11% (media nacional de analfabetismo, 2007) se reduce a 3%(3/30: proporción de trabajadores que no fue a la escuela según el presente estudio) para la parte dominicana. De 45% (media nacional, el 2006) desciende a 25% (18/73) proporción de trabajadores que no fue a la escuela según el presente estudio) para la parte haitiana. 136 TOMO I Si se analiza la situación de acuerdo al nivel alcanzado, de este conjunto, el 17% señaló estar cursando entre 1ero-4to, en tanto que de 5to-8vo, el 32.1%; es decir, la mayoría de la fuerza laboral de la construcción se encuentra en el nivel primario. Mientras que 31% indicó estar en la educación secundaria, al momento de realizarse la encuesta. Comparando los datos anteriores con los que el Banco Central, según la Encuesta de Fuerza de Trabajo, abril de 2007, podemos decir que la mano de obra dominicana ocupada en el sector construcción sigue las misma tendencias, ya que el 60.44% de la fuerza de trabajo tiene educación primaria (incompleta o completa) y 24.32% de la fuerza de trabajo tiene educación secundaria. Al comparar los niveles de instrucción con la edad de la población estudiada, llama la atención que el tramo de edad comprendido entre 20 y 30 años se caracteriza por tener la frecuencia más alta de respuestas con respecto al resto de los rangos de edad descritos en la Ilustración 4; no obstante, el nivel primario (5to-8vo) y secundario, fueron los más reiterativos, llegando a concentrar el 37.73% de las mismas. ILUSTRACIÓN 4. NIVEL EDUCATIVO SEGÚN EDAD RESPECTO AL TOTAL DE ENTREVISTADOS Primario (1ero.-4to.) Primario (5to.-8to.) Secundario Superior 1,89 1,89 1,89 0,94 No Responde 19,81 17,92 9,43 11,32 7,55 3,77 4,72 2,83 5,66 2,83 Menos de 20 años 1,89 20 y 30 años 1,89 31 y 40 años 41 y 50 años 1,89 0,94 0,00 Más de 51 años Construcción propia a partir del levantamiento realizado para fines de este estudio. 137 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO 3.3 DOCUMENTO DE IDENTIDAD El estatus legal de las personas migrantes es un aspecto clave para el acceso a las oportunidades, servicios (educación, salud, etc.) y garantías sociales. De igual modo, es un mecanismo de regulación de la condición jurídica en todos los órdenes de la vida de un país y de sus miembros. A nivel laboral, el hecho de poseer o no un documento de identidad, reduce o potencia los niveles de privación y vulnerabilidad en el cumplimiento de sus derechos laborales. En tal sentido, el manejo del fenómeno migratorio en la República Dominicana ha tenido una trayectoria histórica, en la cual, incide el carácter irregular y disperso tanto en los procesos de diseño como de implementación del marco legal y sus mecanismos regulatorios. Situación que afecta, de forma negativa, el estatus legal, en las posibilidades de movilidad y participación de la población, especialmente haitiana. Esto se convierte en un aspecto de vital importancia en todos los ámbitos, pero de particular interés en el presente estudio en materia laboral, en lo que respecta a la rama de la construcción, por la forma en que se han venido estableciendo y las prácticas informales e irregulares de contratación de mano de obra indocumentada que caracteriza al sector. A partir de lo anterior y relacionando el tipo de documento que se posee y el tiempo de residencia, de 80 trabajadores que respondieron a esas cuestionantes, tenemos que el 89% que indicaron poseer un documento de identidad, afirmaron ser de nacionalidad haitiana. Del 11% restante, correspondiente a trabajadores dominicanos, la mayoría dijo poseer algún documento de identidad. (Cédula (3) o pasaporte haitiano (2) y cédula dominicana (3). Es probable que dentro de este reducido subconjunto se encuentren nacionalizados haitianos o dominicanos de ascendencia haitiana17 17. Este elemento habría que someterlo a verificación en futuros estudios de esta índole, ya que no se contempla estos aspectos dentro de su alcance. 138 TOMO I y se le considere extranjero; aspecto que viola los marcos legales nacionales, convenios y acuerdos a nivel internacional. Del total de personas que dijeron tener algún documento, resaltan, entre los más frecuentes, cédula haitiana (23.58%) y pasaporte haitiano (33.96%). Ninguno manifestó tener acta de nacimiento dominicana. Al asociar la variable documento de identidad con tiempo de residencia, tenemos que el 41% de los trabajadores indicó tener 12 meses o menos viviendo en el país, y en segundo lugar, el 28% entre 1 y 3 años. Al tomar en cuenta la tenencia de documento, se evidencia que los trabajadores que notificaron tener cédula haitiana afirmaron vivir en el país entre 7 y 12 meses y 1 y 3 años. Las personas que indicaron poseer pasaporte haitiano dijeron residir en el país entre 1-3 y 4-7 años. Las personas que dijeron tener cédula dominicana superaban los 8 años de residencia en el país. El comportamiento de estos datos puede arrojar la posibilidad de que, entre los dos primeros grupos, se encuentren los nacionales haitianos recién llegados al país, ya que es donde se concentra el mayor número de respuestas; y los trabajadores haitianos que tienen de 8 años en adelante. El comportamiento de los datos relacionados con la documentación, varía significativamente; sin embargo, no se traduce en pasos de avances para el mejoramiento de las condiciones de vida, tanto de los trabajadores inmigrantes como de los dominicanos y sus familias. Lo cual, implica un aspecto pendiente de ser insertado en las legislaciones y trabajado en las instancias nacionales. En sociedades donde los marcos legales son conducentes a favorecer o legalizar la situación de las personas que viven en ella, particularmente, el estatus de los migrantes, ha de servir de 139 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO referente para el establecimiento de mayores niveles de inclusión y equidad socio laboral. 3.4 ESTADO CIVIL, CONVIVENCIA Y RELACIÓN DE PARENTESCO SEGÚN NACIONALIDAD Las relaciones de Estado Civil, Parentesco y Nacionalidad están vinculadas al asentamiento y al fortalecimiento de las redes sociales o de apoyo. En sentido general, el 49% de los trabajadores entrevistados indicó estar “Soltero”, seguido del 45% “Casado o Unión Libre”. Ambos grupos son los que obtienen el mayor número de respuestas en toda la muestra. Al realizar el mismo ejercicio según la nacionalidad, en la mención de solteros y casados o uniones libres es notable la existencia de valores porcentuales superiores en los entrevistados de origen haitiano con respecto a los dominicanos (solteros 11% y casados/ unión libre 17%). Al contrastar este resultado con el arrojado por el estudio sobre “La Nueva Inmigración Haitiana” (47.3%, solteros y 34.9%, casados); y FLACSO/OIM, 2002 (38.8%, solteros y 59.1%, casados)18, se puede observar: • Un incremento en la proporción de solteros en el presente estudio. • Un descenso con respecto al resultado de FLACSO/ OIM, 2002 y un aumento en relación al dato identificado en la “Nueva Inmigración Haitiana” correspondiente a los trabajadores inmigrantes haitianos “Casados”. 18. Silié, Rubén; Segura, Carlos; Dore Cabral, Carlos: La Nueva Inmigración Haitiana, Pág. 93; FLACSO/OIM, 2002, Pág. 34 140 TOMO I 3.1 RELACIÓN DE CONVIVENCIA SEGÚN NACIONALIDAD Para ambos grupos, la relación de “Convivencia entre Amigos” es la más común (42%) y, en segundo lugar,“Con otros familiares” (nacionales haitianos) y “Con las esposas e hijos/as” (tanto nativos como trabajadores inmigrantes haitianos). TABLA 7: RELACIONES DE CONVIVENCIA SEGÚN NACIONALIDAD NacioSolo Con su Con sus Con su Otros Con NR Total nalidad esposa hijos/as esposa/o familiares amigos/as hijos/as o parientes Dominicana 5,7% 3,8% 2,8% 5,7% 2,8% 7,5% 1,9% 30,2% Haitiana 5,7% 7,5% 2,8% 3,8% 13,2% 34,0% ,9% 67,9% NR ,9% ,0% ,0% ,0% ,0% ,9% ,0% 1,9% Total 12,3% 11,3% 5,7% 9,4% 16,0% 42,5% 2,8% 100,0% Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento. En ambos grupos, de manera particular en los trabajadores haitianos, las redes primarias son fundamentales para la obtención de un empleo en el sector de la construcción. Las mismas funcionan como canales de conocimiento del comportamiento, identificación y difusión de la demanda del mercado laboral, pero a su vez, de gestión para la población con necesidad de obtención de un empleo. 4. ASPECTOS OCUPACIONALES: Escalafones Laborales, Tipos de Oficios o Puestos de Trabajos Preponderantes Como se ha citado anteriormente, el grueso de los trabajadores inmigrantes haitianos y la generalidad de los dominicanos que incursionan en el sector de la construcción, realizan oficios y tareas sujetas a menores exigencias educativas y técnicas, lo cual 141 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO revela que existe un alto nivel de mecanización que debe reflejarse en los altos gastos de depreciación en estados financieros de las empresas de construcción. Es posible que una o varias tareas se correspondan con un determinado tipo de oficio o perfil de trabajador, para guardar mayor fidelidad a los datos ofrecidos por los entrevistados. Esto se describe tal y como fue expresado por este sector en los párrafos subsecuentes: Del total de la muestra, el 98% (104 de 106) de los trabajadores tanto dominicanos como haitianos informaron que de 23 tipologías de oficios o tareas, la fuerza laboral nativa participa en 12 de estas, pero con mejor remuneración y condiciones de trabajo relativa a la expectativa del estilo de vida imperante en la sociedad dominicana. Según las opiniones de los trabajadores entrevistados, se presenta la distribución de los oficios desarrollados tanto por dominicanos y haitianos en función del total de la muestra para los dos grupos por separados. En ese orden: 1. Los oficios comúnmente realizados por la generalidad de la fuerza laboral haitiana, en orden de jerarquía, son: (i) Ayudante”, 22% que sumado a otras tareas propias del mismo (levantar materiales, limpieza, etc.) mencionadas por los entrevistados asciende a 30%, (ii)“Albañil, 17%; y (iii) “Ayudante por la Casa” (empleado directamente contratado por la empresa constructora), 11%. Dado que el puesto de ayudante y ayudante por la casa es el mismo, el porcentaje real es 28%. 2. Dentro de los oficios que indicaron realizar los trabajadores dominicanos, se encuentran principalmente: (i) Pisero: 22%, (ii) Electricista: 16% y (iii) Ayudante (de oficios especializados): 13%. Al estar la mano de obra dominicana ubicada en los puestos de mejores remuneración por su especialidad, es lógico que perciban la mayor parte de los ingresos respecto al trabajador haitiano. Esto 142 TOMO I es importante porque uno de los argumentos que se escriben en los medios de comunicación es que la mano de obra haitiana quita empleo, ignorando que la mano de obra haitiana podrá tener una mayor participación en los empleos no calificados y semi-calificado. Si se compara la relación de la distribución de los trabajadores según tipo de oficio, se muestran contrastes importantes entre haitianos y dominicanos: a. Por cada 3 trabajadores dominicanos que realizan los oficios de “Ayudante” y “Albañil”; existen 17 y 11 haitianos, respectivamente. b. Por cada trabajador dominicano existen 8 y 7 en los puestos de “Ayudante por la Casa” y “Terminador”. c. Por cada trabajador haitiano, se identificaron 6 dominicanos que desarrollaban las tareas de “Pisero”. Esta situación aclara que ambos grupos se exponen a tareas u oficios precarios, pero en función del número de personas que participan de los mismos, los trabajadores haitianos se exponen en mayor magnitud que los dominicanos, ello sin abordar el tema de su estatus legal, que es otro punto en desmedro de los mismos. En estos momentos, solo se plantea un nivel descriptivo de esta realidad. Finalmente, mientras que el grupo de dominicanos se distribuye en la mitad de los oficios (siendo estos de mayor especialización); la parte haitiana incursiona en 24 de un total de 30 oficios o tareas enlistadas. La continuación abajo exhibida ayuda a visualizar de manera rápida los datos globales. 143 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO OFICIOS Y TAREAS QUE LOS TRABAJADORES DE LA COSTRUCCION ENTREVISTADOS AFIRMAN REALIZAR ILUSTRACIÓN 5. OFICIO DE LOS TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCIÓN Terminador de Techo Carpintero Cuidador o Vigilante Albañil Cerámica Flotador Terminador Cargar cemento Electricista En la Polea Eléctrica Varillero Zanjero Pisero Limpieza Instalador de Piso Pegar Pared Encargado de Almacen Empañete NR Plomero Pegar Block Ayudante Picador Picar Piso Ayudante de Albañil Ayudante de Carpintero Ayudante de Piso Ayudante de Electricidad Ayudante de El Varillero Ayudante por la casa 0,00 Dominicana 5,00 10,00 15,00 Nacionalidad Haitiana 20,00 NR Fuente: Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento. Es importante resaltar que la mayoría de las obras visitadas se encontraban en su fase media. En tal sentido, la distribución según escalafón laboral presentada en la Ilustración 5, debe tomar en cuenta el número de trabajadores existentes en la obra en función del momento de desarrollo de la misma, ya que la variación de la proporción de trabajadores está sujeta a esta condicionante. Pero, también, al tamaño y monto de inversión en el proyecto de construcción. No obstante, son proyectos con dos (2) años de duración para su terminación. Usualmente, en la etapa inicial de desarrollo del proyecto de construcción, las proporciones de trabajadores manuales son mayores. Estos trabajadores al entrar en la categoría de semi-calificado o no calificado, son ubicados en la base de la estructura laboral del sector construcción, para la realización de los oficios o tareas que requieran menor calificación. 144 TOMO I Ahora bien, si se realiza el análisis de estos oficios o tareas según la nacionalidad, se manifiestan pronunciadas diferencias, tales como: • Para el caso dominicano: una mayor distribución y diversificación de los oficios semi-calificados en el sector de la construcción, predominando de modo particular: Piso, electricidad, varilla, plomería, entre otros. • De todas las informaciones ofrecidas por la fuerza de trabajo haitiana entrevistada, se destaca una mayor concentración en los oficios de Ayudante, albañil, ayudante por la casa y terminador. Según lo expuesto anteriormente, los trabajadores dominicanos realizan los oficios de mayor especialización, es decir, ocupan puestos de trabajo cuyos ingresos laborales contribuyen mejor a la realización del nivel de estilo de vida o la producción y reproducción de la fuerza de trabajo y su unidad familiar; en tanto que los trabajadores haitianos ejecutan aquellos oficios de mayor esfuerzo físico y menor calificación. A pesar de que ambos grupos se encuentren ubicados en la base de la estructura laboral de esta rama de la economía dominicana, se puede concluir que se mantienen diferencias y características básicas, para el caso haitiano: a. Las remuneraciones percibidas contribuyen muy precariamente a la producción y reproducción de la fuerza de trabajo y su unidad familiar, es decir, al costo socialmente necesario del ciclo vital en el contexto actual. b. Mayor esfuerzo físico, riesgos ante la humedad, polvo, inclemencia del clima y menores exigencias técnicas y mayor vulnerabilidad. Los datos expuestos señalan que se han producido cambios a nivel educativo y en el desarrollo de nuevas habilidades ocupacionales, ejemplo de ello, aunque en reducidos casos, la fuerza laboral haitiana ha comenzado a incursionar en determinados oficios no 145 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO habituales, pero ambos grupos de trabajadores (dominicanos y haitianos) están sometidos por igual, a condiciones precarias en el espacio laboral (sanitarias, inseguridad, riesgos, etc.), como indica la historia internacional sobre trabajadores inmigrantes, estos registran mayores niveles de vulnerabilidad. Esta vulnerabilidad se debe principalmente a las condiciones de instrumentalización y explotación de esta mano de obra inmigrante, a su estatus legal, en lo referido a la no documentación en que el Estado dominicano, por omisión o acción, la mantiene, como mecanismos de lucro a costa de la misma por parte de quienes le contratan. El análisis de la fuente secundaria permite deducir que el impacto de esta situación en la ganancia empresarial vía la diferenciación salarial entre trabajador formal e informal no es desdeñable. Aunque el Banco Central no expresa la proporción de fuerza de trabajo según nacionalidad, sin embargo, las informaciones dejan implícito el reconocimiento del peso específico de la mano de obra haitiana en la construcción. 4.1 MÉTODOS DE SELECCIÓN Y CONTRATACIÓN: Ahora bien, los procesos de contratación de personal para el desarrollo de un proyecto u obra de construcción responden a un mercado y a sus demandas, los cuales a su vez, están bajo la influencia de una economía global que trasciende en el ámbito de lo local, que procura la maximización de los costes de producción. Lo que es evidente, en la constitución del patrón de preferencias y la asignación de la mano de obra inmigrante en las bases del escalafón laboral. Para conocer las preferencias laborales, en el presente estudio, se procedió a realizar una consulta a responsables finales de 4 proyectos de construcción (ingenieros, supervisores, maestros, etc.) tomado como muestra de dos sectores del Distrito Nacional. 146 TOMO I Dentro de las opiniones consideradas por los mismos, se pudo determinar: a. La nacionalidad es un aspecto determinante al momento de contratar mano de obra no calificada: 46.2% se inclinó por la contratación de trabajadores inmigrantes haitianos. Algunos expresaron las siguientes razones, a saber: a) Los patronos buscan obtener mayores beneficios; b) Los trabajadores haitianos vienen a realizar cualquier tipo de trabajo, denominado frecuentemente: de “Mucha fuerza, Bruto, pesado, etc.”. b. El 84.6% informó que estos trabajadores, por lo general, realizan labores de: Ayudante, Albañil y Ayudante por la Casa. Las mismas coinciden con las opiniones ofrecidas por los trabajadores (dominicanos y haitianos) del sector y que fueron resaltados anteriormente. Igual porcentaje declaró no estar en disposición de realizar las tareas desempeñadas por los trabajadores haitianos “Porque son oficios o trabajos donde menos se paga; y por la dureza de los mismos”. c. A pesar de que en las preferencias se inclinaban en primer orden por los dominicanos y en algunos casos, por trabajadores de cualquier nacionalidad; al conocer las concentraciones según tipo de oficio, fue evidente el predominio de: (i) Los dominicanos se encuentren dentro del grupo de “Trabajador Calificado”,92.3%; operarios de 1era. Categoría, 76.9% y maestros y (ii) Los haitianos en el conjunto de “Trabajador No-calificado” 92.3%, operarios (2da. y 3era. Categoría), 53.8% y 76.9%, respectivamente. d. Estos datos comparten la idea relacionada con la teoría neocolonialista, expuesta en la investigación de “La Nueva Inmigración Haitiana”, en donde cita: “Los migrantes están en la base de la estructura laboral, porque hay necesidad de una mano de obra especial obligada a realizar las tareas que la nativa se resiste hacer” El desplazamiento que se ha producido de los trabajadores haitianos hacia otros oficios no ha sido significativo; 147 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO la experiencia y el tiempo en el sector son dos aspectos que pudieran contribuir al mismo. 5. IMAGEN DESVALORIZADA DE LOS PUESTOS DE TRABAJO EN LA ESCALA DE INGRESOS BAJOS EN EL SECTOR CONSTRUCCIÓN En párrafos precedentes se presentaron las características de la ocupación de los nacionales haitianos, demostrándose como características tipológicas: baja remuneración, altos riesgos laborales, alta intensidad de esfuerzos y cargas, humedad, calor, polvo, inclemencia del tiempo e imagen desvalorizada. Estas características, como es lógico, pasan al patrón creencias de que los trabajadores con puestos de trabajos desvalorizados sólo pueden ser realizados por personas, por lo general, pobres o extranjeros pobres, o trabajadores en estado de indefensión ante el mercado. La predisposición a estos puestos de trabajo permite evaluar si existe una sustitución de trabajo dominicano por trabajo haitiano, y se indagó esto a través de dos preguntas claves: a. Sobre los puestos, oficios o tareas donde el trabajador haitiano tiene mayor experiencia y/o capacidad. b. Sobre los puestos de trabajo, oficio o tareas peores pagados. En este sentido, el estudio de campo estableció que 44.3% de los trabajadores encuestados expresaron que donde más dispuestos están a trabajar, y donde más experiencias y/o capacidad tienen los inmigrantes son en: (i) Poner block (14 entrevistas): 13.2%, (ii) Empañete (13 entrevistas): 12.3%, (iii) Ayudante (12 entrevistas): 11.3% y (iv) Piso (14 entrevistas): 7.5%. Los acápites precedentes han demostrado que, precisamente, 148 TOMO I son estos puestos de trabajo donde se experimentan las peores condiciones y esto coincide con la baja presencia de la mano de obra dominicana y con alta presencia de la mano de haitiana. TABLA 8: TAREAS U OFICIOS DONDE EL TRABAJADOR HAITIANO ESTÁ PREDISPUESTO A TRABAJAR Y DONDE TIENE MAYOR EXPERIENCIA Y/O CAPACIDADES Oficios Identificados Poner block Empañete Ayudante Piso Otros (NR/NS) Total Número de Trabajadores que Respondieron 14 13 12 8 59 106 Porcentaje 13,20 12,30 11,30 7,50 55,66 100,0 Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento. Respecto al abordaje de la pregunta sobre los puestos de trabajo, oficio o tareas peores pagadas, los entrevistados señalaron albañil y su ayudante, terminador. El albañil al que se hace referencia es el albañil de la última categoría dentro de los albañiles. TABLA 9: PUESTOS DE TRABAJOS PEORES CALIFICADOS POR LOS TRABAJADORES ENTREVISTADOS Trabajos u oficios Número de Respuestas Porcentaje de Respuestas (%) Ayudante, albañil y trabajador por la casa 35 33,02 Ayudante, plomero, albañil 2 1,89 Carpintero, albañil y varillero 1 0,94 Ayudante, trabajador por la casa y terminador /empañete, otros 29 27,36 Ayudante, terminador y albañil 8 7,55 149 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Ayudante, sereno y trabajador por la casa otros No responde Total 3 6 15 106 2,83 5,66 14,15 100 Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento. En ambas respuestas, existe una similitud, que permite concluir que no existe sustitución de trabajadores haitianos por trabajadores dominicanos en la construcción, sino desplazamiento vertical. 5.1 INGRESOS PERCIBIDOS POR EL TRABAJADOR NO-PROFESIONAL POR CUENTA PROPIA La situación de los/as trabajadores/as, según la Encuesta de Fuerza de Trabajo del Banco Central señala que el 80% de la población ocupada devenga ingresos por debajo del promedio general, con la gravedad de que existe una brecha significativa entre los ingresos que recibe la población formal en detrimento de la informal y que esta diferencia arroja un ahorro considerable que va a engrosar la cuenta de ganancias de la empresa como expresan sus estados financieros. Esta diferencia significa un ahorro de 6 mil millones al año, cifra no desdeñable para cualquier sector empresarial. Este es el impacto de mantener una considerable fuerza de trabajo haitiana sin regularizar su estatus y, por otro lado, una fuerza laboral dominicana que no percibe, al igual que la haitiana, parte de su plusvalía en forma de salud, pensión, protección contra desempleo y prestaciones laborales. Los oficios o tareas antes descritos procedentes del estudio de campo, entran en la categoría de trabajadores por cuenta propia, los cuales son los peores pagados y sujetos a condiciones adversas. Tomando como referencia el comportamiento económico de 105 empresas representativas de las principales sub-ramas de la 150 TOMO I construcción19, su fuerza de trabajo ocupada fue capaz de producir una masa considerable de ganancia empresarial ascendente a RD$1,252.37 millones en el 2004, RD$1,589 millones en el 2005 y RD$1,433 millones en el 2006. El estudio de campo arrojó una realidad similar, expresada en la encuesta del Banco Central respecto a los ingresos devengados por los trabajadores informales. En este tenor, tomando en cuenta los ingresos declarados por los trabajadores,20 se tiene: • RD$ 350 pesos, es el valor que más se repite dentro del conjunto de respuestas ofrecidas. • RD$418, es el ingreso promedio por día. Comparando este ingreso promedio por día con los ingresos declarados, se ha constatado que 62.5% de los trabajadores perciben ingresos por debajo de este promedio. A nivel de otras investigaciones como la “Encuesta de Fuerza de Trabajo del Banco Central”, 70% de la población asalariada y por cuenta propia perceptora de ingresos, recibe ingresos por debajo del ingreso general promedio. Si se agrupan las informaciones contenidas en la Tabla 10 en tres rangos de respuestas y se realiza una evaluación del comportamiento del salario en función de los mismos y la nacionalidad se tiene que: - En el primer rango se presenta una mayor proporción del grupo de trabajadores haitianos que obtienen una paga igual o menor a RD$360; esta proporción es menor para los trabajadores dominicanos. - En el segundo rango (RD$700 - RD$950), se establece una relación inversa del pago a favor del grupo de dominica19. Datos e Informaciones Tomados del Estudio Sectorial para la Banca, Banco Central de la República Dominicana y Superintendencia de Bancos, 2007. 20. Las encuestas válidas son 88 de 106, debido a que tienen informaciones completas para hacer el análisis. 151 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO nos (43%) con respecto al haitiano (35%), situación que se mantiene en el tercer y cuarto rango. TABLA 10: TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCIÓN SEGÚN Rangos 1 2 3 4 Salario o Paga Menos de 360 Entre 400 y 650 Entre 700 y 950 Más de 1000 Total NACIONALIDAD Y SALARIOS DEVENGADOS Dominicanos 9 10 3 1 23 % 39% 43% 13% 4% 100% Haitianos % 36 57% 22 35% 3 5% 2 3% 63 100% Total 46 33 6 3 88 % 52% 38% 7% 3% 100% Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento. La elevada concentración de la fuerza de trabajo haitiana en determinadas escalas de ingresos se relaciona directamente con los niveles de ocupación de la misma en oficios o tareas menos remuneradas y riesgosas. No obstante a esta diferenciación, la ocupación total en el sector (tanto nativa como migrante) tienen como características comunes la obtención ingresos bajos, pues, casi la totalidad se concentra en el intervalo de RD $200 a RD $500 pesos al día; es decir, por debajo del ingreso de pobreza. Esto advierte que el sector empresarial pone en ejecución un mismo régimen de explotación de la fuerza de trabajo, que a la vez, ha sido aceptado por las instituciones laborales reguladoras del mercado del Estado, es decir, responsable de la reglamentación de las condiciones de trabajo, salarios, Seguridad Social, de salud ocupacional, entre otras. Este régimen de explotación se caracteriza porque integra prácticas de violación de las normas laborales como es el caso de violación a la resolución de tarifas de salarios por día. Esto nos indica que los trabajadores haitianos se concentran en los niveles de salarios más alejados del costo de la canasta básica de bienes y servicios, según las informaciones facilitadas en las entrevistas por los mismos. 152 TOMO I CONCLUSIONES PRINCIPALES La evidencias empíricas relevan que la mano de obra haitiana no sustituye a la mano de obra dominicana, ya que se concentran en los puestos de trabajo para los cuales el capital tiene problemas de contratación por la baja remuneración respecto al costo de vida, las condiciones de trabajo, mayor esfuerzo físico, efectos negativos de los materiales de construcción en la piel, sometimiento a la inclemencia del tiempo y mayores riesgos. Estos planteamientos son reforzados en el proceso de contratación ejecutados por las compañías constructoras, donde los entrevistaron afirmaron preferir para labores no calificadas la mano de obra haitiana y para labores que exijan mayores niveles de capacitación la dominicana, a sabiendas que en la mano de obra haitiana existe otro componente buscado por los capitalistas, el cual es una mayor apropiación de su plusvalía. En materia de ingresos por día, la ocupación por parte de dominicanos tiende a insertarse en los escalafones laborales mayores remunerados, a diferencia de la mano de obra haitiana, la cual recibe salarios por debajo de los costos de reproducción de la unidad familiar. De los trabajadores haitianos que declararon sus ingresos, el 53% percibió un ingreso diario menor a RD$360, concentrándose la mano de obra dominicana en un tramo de ingresos superior (entre RD$400 –RD$650 diarios). La segunda hipótesis expresa que la inserción de la mano de obra haitiana en el mercado laboral hace un aporte a la economía nacional mayor que su costo y del que aporta el Estado dominicano. Los datos muestran que por cada peso gastado en la subcontratación de mano de obra, sin distinción de nacionalidad, por parte de la empresa de construcción, la mano de obra haitiana rindió un 153 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO beneficio promedio de RD$2.48 entre los años 2004-2006. Siendo la mano de obra haitiana subcontrata y regulada por las mismas prácticas empresariales que la dominicana. De la plusvalía producida por los trabajadores formales y subcontratados (nacionales o extranjeros) de 105 empresas que reportaron ganancias, el Gobierno Central percibió un promedio de RD$121.4 millones por concepto de impuesto sobre la renta para el período 2004-2006, registrándose un total de RD$362.43 millones. Los impuestos sobre la renta empresarial representan una fracción de la plusvalía generada por los trabajadores y, por tanto, los mismos son generado en parte por la mano de obra haitiana, demostrando que la misma aporta a la economía nacional. En conclusión, los datos preliminares, sujetos a una mayor profundización, indican que el aporte de la mano de obra al Gobierno Central es mayor que la pudiese haber recibido, ya que: a) Esta mano de obra genera 0.11 centavos por concepto de impuesto a la renta empresarial que el gobierno toma de la plusvalía producida por esta. Esto, tomando como referencias para el cálculo el 2.48% promedio de rendimiento, como se muestra más arriba. b) Al Estado recibir el pago del riesgo laboral, como han expresado la empresa de construcción, y el trabajador haitiano no recibir los servicios, su aporte es mayor. En parte esto explica, la acumulación de recursos que tiene las aseguradoras de Riesgo laboral. Al no estar registrado el trabajador haitiano y carecer de documentos de identidad, el gasto que realizan algunas empresas por concepto de riesgos laborales no tiene contraprestación y, por tanto, se acumulan. 154 TOMO I RECOMENDACIONES Desde el Estado Dominicano, ha de realizarse un estudiodiagnóstico sobre la presencia de la mano de obra haitiana en los diferentes sectores de la economía nacional, en el cual se permita establecer y proyectar la cantidad de mano de obra necesaria en los diferentes sectores de la economía nacional. Urge el diseño e implementación de un proceso de regularización de la mano de obra haitiana, respetando cabalmente tanto los Derechos Humanos de estos trabajadores, como la Convención del 90 sobre los trabajadores migrantes y sus familiares. Este proceso de regularización ha de estar integrado por las diferentes instancias gubernamentales vinculadas al tema y encabezada por la Secretaría de Estado de Trabajo y la Dirección General de Migración. Es esencial el diálogo entre estas dos instancias. En este mismo orden, es necesario que este proceso, desde sus inicios, involucre empresarios de la construcción (propietarios y subcontratistas), sindicatos de trabajadores y organizaciones de la sociedad civil vinculadas con personas migrantes, a fin de que estén representados todos los sectores. En este mismo orden, consideramos el diálogo y establecimiento de acciones recurrentes con las autoridades haitianas en el país, durante el proceso de regularización, a fin de que las mismas puedan expedir documentos necesarios a la población de su país, para regular su situación migratoria en República Dominicana. El Código de Trabajo está violentado en el sector construcción. El pago realizado por las empresas constructoras a los trabajadores que desempeñan cargos de ayudantes, es inferior a los RD$414.00 establecido por la resolución no. 3 del 2007 de la Secretaría de Estado de Trabajo. Esta forma de pago es una violación explícita 155 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO a los derechos de los trabajadores, tanto migrantes como dominicanos, por lo que urge una acción de supervisión y sanción a las empresas que incumplen, por parte de la Secretaría de Trabajo. 156 Bibliografía AGRARIO, C. D. (4 de marzo de 2007). Seminario Política Neoliberal, en el nuevo escenario Político y Económico de AL. América Latina. CATAIFE, D. (1985). La Fase Actual del Capitalismo. México: Nuestros Tiempos. CEPAL. (2006). Panorama Social de América Latina , 7, 55. COREMBERG, A. A. (2000). La Reconversión productiva en el sector construcicón en la Argentina durante la década de los 90. Reunión Anual de la AAEP, (pág. 21). Córdoba. CUELLO, JOSÉ ISRAEL. Contratación de la Mano de Obra Haitiana destinada a la Industria Azucarera 1952-1986. Santo Domingo. Desarrollo, C. d. (2008). Medidas para poner en práctica las recomendaciones de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo. Seguimiento de la población Mundial con especial referencia a la distribución de la población, la urbanización, la migración interna . GÉRARD, B. D. (1968). Propuestas Metodologías para un análisis de la primera fase del trabajo de crisis en la crisis de la regularización. México: Nuestro Tiempo. 157 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO INSTITUTO INDUSTRIAL, T. y. Informe Final Sectorial: Construcción parte 1. Santo Domingo. LOZANO, W. (2008). Hacia una nación compartida. Distrito Nacional: FLACSO. MIGRACIONES, O. I. (2005). Informe sobre las Migraciones en el Mundo (resumen). MIGRACIONES, O. I. (s.f.). Proposition Pour Une Politique de Gestion de la Migration de la Main-d´ceuvre En Haití. 13-15. OROZCO, F. (2002). Migración Internacional en América Latina. IMILA- Boletín Demográfico no. 65 , 99. PEREGRINO, A. (2003). 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LA PRESENCIA DE LAS MUJERES MIGRANTES HAITIANAS EN EL SERVICIO DOMÉSTICO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA INVESTIGADORES: BRIDGET WOODING ALICIA SANGRO 159 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO 160 Una trabajadora doméstica dominicana viviendo y trabajando en Barcelona, oriunda de una comunidad rural cerca de Neiba en el Sur de la República Dominicana, narró la experiencia siguiente: “Cuando llegué por primera vez a Europa para trabajar lloré. Lloraba porque fue por primera vez que se me ha dado mi propio cuarto. Mi propio cuarto de baño, mi propio pequeño televisor. La primera vez que no temía que el padre de mis niños llegara a la casa con un jumo para abusar de mí. Más tarde lloré porque llegué a ver los problemas en mi comunidad natal. Me di cuenta de cómo tratamos tan mal a los trabajadores haitianos que vienen como inmigrantes a República Dominicana. Las dominicanas no damos a ellos su propia habitación. Y lloré porque constaté que había criado mis niños como mi madre me había criado, sin mucho cariño. En Barcelona, al comienzo, seguí haciendo los oficios de la casa como había hecho en mi propia casa. Pero la señora dijo, ‘Milagros, deja de limpiar todo el tiempo. Quiero que estés con los niños, que juegues con ellos, para estimularles.’ De alguna manera se podría decir que tuve que ir a Europa para aprender sobre el cuidado maternal y el cariño. Ahora he traído a mis propios hijos a España, y les trato de manera diferente. He dicho a mi mamá también de darle a la trabajadora haitiana que he empleado para cuidarla, su propio cuarto.” (Sorensen 2005) A modo de introducción, notamos que las investigaciones recientes han mostrado que (1) las mujeres constituyen aproximadamente la mitad de la población de 190 millones de migrantes globales; (2) la migración femenina ha aumentado de manera significativa en las últimas décadas; y (3) en todas partes del mundo la mujer migrante ha experimentado varias formas de abuso en la fuerza 161 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO laboral tal como hostigamiento sexual, racismo, violación de contratos, sub-pago y la violación de las provisiones de legislación laboral a nivel nacional/provincial (UNFPA 2006). Mientras que más estudiosos están investigando sobre la migración femenina, estas investigaciones acusan varias limitaciones. Empíricamente, la mayor parte de la investigación, incluso cuando se trata sobre la mujer migrante, enfoca la migración hacía el Norte. La investigación en relación a migración intraregional, sobre todo en América Latina, se ha desarrollado mucho menos. A nivel conceptual son pocas las investigaciones sobre el conocimiento de los mismos migrantes sobre sus derechos o de las acciones de los que acompañan o de parte de los migrantes (mujeres), posibilitando la articulación de sus demandas sociales frente a los garantes de sus derechos. Hay aún menos investigación desde una perspectiva de género. Los cambios en los mercados laborales en el marco de la globalización han aumentado tanto las oportunidades como las presiones para la migración femenina. El proceso de migración y el empleo en un país en que no son nacionales pueden incrementar las oportunidades de tener más ingresos, autonomía y empoderamiento, de manera que cambian los roles de género y responsabilidades y contribuyen a más igualdad. Pero pueden también exponer a las mujeres a dificultades en el pleno goce de sus derechos. Puede ser que en la etapa de reclutamiento, en el viaje o viviendo y trabajando en otro país, mujeres migrantes trabajadoras, sobre todo en situación irregular, sean vulnerables a hostigamiento, intimidación o amenazas a ellas mismas o a sus familias, explotación y abuso, discriminación racial, condiciones de trabajo inadecuadas, más riesgos en cuanto a su salud, y a otras formas de abuso incluyendo trata y tráfico ilícito de personas. Las mujeres migrantes, independientemente de tener documentos o no, pueden ser más vulnerables a discriminación, explotación y abusos, comparadas no solo con migrantes mas162 TOMO I culinos sino también con mujeres nativas del país (Programa de Promoción de Género OIT 2000). Muchas décadas de migración no regulada de haitianos/as que han llegado para vivir y trabajar en el país vecino han resultado en una población significativa en la República Dominicana cuyo estatus es incierto, vulnerable a la discriminación y al irrespeto a veces del disfrute de sus derechos humanos. Los gobiernos de turno de los tres partidos políticos principales han realizado esfuerzos importantes, aunque insuficientes, en el empeño de introducir un marco legal para migración compatible con normas internacionales. Han respondido de manera incipiente a la necesidad de implementar una visión más holística, con los cambios correspondientes en los oficiales de migración, las fuerzas de seguridad, la Junta Central, y los servicios de educación y salud. Después del declive de la industria azucarera en los años 80, otras industrias y servicios se han aprovechado de la mano de obra haitiana barata y no regulada. La encuesta OIM/FLACSO (2004) sobre inmigrantes haitianos, efectuada a solicitud de la cancillería dominicana, identificó que el 16.1% de las mujeres migrantes trabajadoras haitianas de su muestra estaba ocupado en el servicio doméstico. Dicha encuesta estimó, según su desglose por sexo, en un 22.4% las mujeres migrantes haitianas en el país y que el grueso de esta inmigración femenina se encuentra en las regiones siguientes: Distrito Nacional/Santo Domingo, Santiago y Norte. Hay apenas tres estudios significativos que enfocan la mujer migrante haitiana desde una perspectiva de género (Jansen y Millán 1992; GARR-MUDHA, 2005; ONE RESPE 2007), mayormente dando prioridad a la mujer bateyana. Los breves comentarios en estas investigaciones sobre la mujer migrante haitiana en el servicio doméstico revelan que las mujeres y/o niñas en este oficio son particularmente vulnerables a discriminación y abusos. 163 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO A fines de 2005, INSTRAW organizó en Santo Domingo un encuentro sobre “Género, migración y desarrollo: Mujeres migrantes desde y hacia República Dominicana” con la sociedad civil dominicana, organizaciones internacionales e instituciones gubernamentales con el objetivo de propiciar y facilitar un espacio para el debate sobre cuestiones relacionadas a la feminización cada vez mayor de los procesos migratorios y la necesidad de visibilizar a las mujeres y tener en cuenta sus realidades, necesidades e intereses en el marco de los mismos (Revista INSTRAW, febrero de 2006).1 La Guía de recursos que se levantó en esta Revista destaca nueva vez la carencia de investigaciones sobre la mujer migrante haitiana en República Dominicana desde una perspectiva de género y para fines de la incidencia política. Por otra parte, investigaciones recientes sobre la mujer migrante dominicana indican que, en algunos casos, mujeres migrantes haitianas están tomando el relevo en cuanto a tareas domésticas en hogares y comunidades donde hay un alto porcentaje de migración femenina hacia países del Norte, como puede ser la emigración femenina desde Vicente Noble hacia España (García y Paiewonsky INSTRAW 2006). Otro eslabón en las llamadas cadenas migratorias femeninas puede ser el de las mujeres migrantes haitianas que conciben a la República Dominicana como un país de tránsito en camino a su destino final en el norte a través de Puerto Rico.2 Nuestra investigación primaria pretende ayudar a llenar algunos de estos vacíos al hacer una primera caracterización de la 1. Según una nota de concepto reciente de INSTRAW (agosto de 2008): “La feminización de la migración no se refiere al aumento en la proporción de migrantes mujeres (aunque eso también ocurre) sino al aumento de mujeres que migran independientemente en búsqueda de trabajo y no como dependientes” (nuestra traducción del inglés). 2. Hemos recibido el testimonio de una empleadora dominicana en este sentido que mantuvo el contacto con su extrabajadora doméstica haitiana cuando llegó a Puerto Rico (comunicación personal con la investigadora principal, febrero de 2007). 164 TOMO I mujer migrante haitiana en el servicio doméstico en la República Dominicana, explorando: (1) el conocimiento de sus derechos civiles, económicos y sociales de parte de estas mujeres migrantes, expresado a través de sus demandas sociales; (2) el rol de las organizaciones sindicales, de mujeres y de migrantes a nivel nacional y transnacional en visibilizar la situación de estas mujeres migrantes; (3) algunas implicaciones para las políticas públicas relevantes tanto en el país receptor como el país expulsor. Esta investigación propone caracterizar la naturaleza de la trans-nacionalización del servicio doméstico en Santo Domingo y Santiago de los Caballeros y comparar esta realidad con la de las trabajadoras domésticas transfronterizas en la cuidad de Dajabón en la frontera domínico-haitiana del Norte del país. El problema a que se dirige la investigación es el siguiente: ¿Cómo se caracterizan y cuál es la situación de las mujeres migrantes haitianas que se desempeñan en el servicio doméstico en las ciudades de Santo Domingo, Santiago de los Caballeros, y Dajabón? Los objetivos son: • Caracterizar a las mujeres migrantes haitianas que se encuentran en el servicio doméstico en República Dominicana • Describir y analizar el conocimiento y demandas de sus derechos laborales, civiles económicos y sociales por las mujeres migrantes • Identificar y describir el rol de las organizaciones sindicales, de mujeres y de migrantes a nivel nacional y transnacional en relación a la situación de estas mujeres migrantes • Realizar recomendaciones de políticas públicas para dar respuesta a las demandas de esta población tanto en el país expulsor como emisor. En el marco conceptual se hace una conceptualización de los tipos de migraciones y sus causas que son relevantes para el estudio. En este sentido, se hace la distinción entre la migración forzada, 165 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO dirigida, y espontánea, observando que en el caso que nos compete se trata mayormente de una migración espontánea. Se destaca la necesidad de definir lo que se comprende por feminización de las migraciones, afirmando que es el hecho de que las mujeres migran cada vez más de manera autónoma como proveedoras económicas. Si bien se entiende la reunificación familiar como una razón común y corriente por la migración, se nota que muchas mujeres en esta categoría migran motu proprio, es decir no con una pareja sino con otro familiar. Se discute lo que se entiende por “servicio doméstico” en la República Dominicana dentro de los debates regionales en torno al tema desde hace más de dos décadas, y las posibles limitaciones de algunos de los marcos internacionales, por ejemplo la definición de la OIT en la materia o el alcance de la Convención de la ONU de 1990 sobre los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familiares. Se introducen los conceptos de capital social, cohesión social y la inmigración desde una perspectiva de género. En esta relación, se distingue entre redes densas y redes suaves en que pueden estar incluidas o no las mujeres migrantes. Se enfatiza la diferencia entre capital social que refuerza la membresía y las limitaciones tanto como un concepto como una práctica para apalancar recursos materiales, a la luz del hecho de que no es forzosamente una base satisfactoria para conciliar las contradicciones entre la cohesión social y la diferenciación social reflejada en el colectivo haitiano de inmigrantes en el país. Asimismo, se matizan los diferentes modelos de integración, diferenciando entre asimilación y pluralismo y una gama de esquemas que refleja estas nociones diversas. 166 TOMO I Además, se nota la importancia de las identidades múltiples en un mundo globalizado y se comenta el auge del transnacionalismo desde abajo, incluyendo la práctica de la maternidad transnacionalizada y las llamadas cadenas femeninas de cuidado (global care chains). Finalmente, se ubica la investigación dentro del campo de estudios que abarca la justicia de género, la ciudadanía, y el desarrollo humano. En el lenguaje político moderno, la justicia de género implica derechos ciudadanos plenos para las mujeres y esto es lo que generalmente se entiende por el término, en el contexto de América Latina y el Caribe. En lo que se refiere a la metodología, se realizó el proyecto de investigación en dos etapas: primero, un diagnóstico de la situación de la mujer migrante haitiana en el servicio doméstico en la República Dominicana a través de un análisis documental (que ayudó, inter alia, a afinar el marco conceptual). En esta etapa, el equipo realizó entrevistas estructuradas con dieciséis (16) expertos y actores pertinentes, sobre la base de una guía elaborada para obtener las percepciones y las valoraciones de expertos/as dominicanos/as (y dos haitianas) sobre la temática de la investigación. Además, se llevó a cabo un taller de reforzamiento en técnicas para la investigación cualitativa con miras a acoplar mejor el equipo de investigación, reclutado por la investigadora principal para hacer esta investigación. De manera que la segunda parte de la investigación consistió en el trabajo de campo en los tres lugares identificados para estos fines, el procesamiento de los datos, y el análisis del conjunto de informaciones. Se ha elaborado una guía (en español y en Creole) para entrevistas con veintisiete (27) mujeres escogidas de manera aleatoria, con la técnica de bola de nieve, en el Distrito Nacional/ Santo Domingo (15), Santiago de los Caballeros (5), y Dajabón (7). 167 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Antes de aplicar la guía y recoger los datos de las mujeres seleccionadas, se ha agotado una etapa preliminar de contacto en que se ha ganado la confianza de estas mujeres a través de reuniones y/o de talleres. El equipo de investigación obtuvo el consentimiento de las trabajadoras escogidas para ser entrevistadas, según una serie de criterios establecidos. Se efectuaron los contactos con las mujeres entrevistadas a través de organizaciones sociales (Dajabón, Santiago y parcialmente en Santo Domingo). En la capital los contactos fueron mayormente a través de tres líderes carismáticos en tres barrios diferentes (dos líderes masculinos y una mujer líder emergente). El equipo de investigación agotó varias sesiones de observación en los barrios de residencia de las mujeres entrevistadas y sostuvimos conversaciones importantes con otras migrantes haitianas que trabajan en el servicio doméstico, sin aplicar nuestra guía ni grabar el diálogo. Para mantener el ambiente de confidencialidad a lo largo del proceso, el equipo de investigación no entrevistó a las mujeres en las casas de familia donde estaban trabajando sino más bien en la misma casa de la entrevistada; en una iglesia; en la casa/patio de una vecina; o en la oficina/patio de una organización social. No se ha entrevistado a los/as empleadores/as por no dañar el clima de confianza necesario para que las mujeres trabajadoras entrevistadas se hayan abierto en las conversaciones. Aunque teóricamente hubiera sido posible entrevistar a los/as patrones/as de mujeres haitianas en el servicio doméstico que no estuvimos entrevistando, tuvimos también limitaciones de tiempo. De hecho, hemos recogido algunas informaciones relevantes a través de los informantes claves y en conversaciones informales con otras personas quienes han empleado a trabajadoras domésticas haitianas. En esta última parte de la investigación se celebró un taller de 168 TOMO I devolución con los hallazgos principales (antes de elaborar el informe final) con miras a validar el informe y recoger sugerencias para potenciar el seguimiento a la investigación. Sintetizamos los resultados del estudio mediante los siguientes hallazgos. CARACTERIZACIÓN DE LAS MUJERES MIGRANTES QUE SE ENCUENTRAN EN EL SERVICIO DOMÉSTICO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA En la República Dominicana, según el anuario estadístico de la CEPAL 2006 (ver tabla), el porcentaje de Población ocupada urbana ubicada en el Servicio Doméstico ha pasado del 8,7% en 1992 al 11,4% en el 2005, subiendo un 2,7% en este período a contrario de la tendencia regional. En la actualidad, no es posible cuantificar las mujeres migrantes haitianas en República dominicana y tampoco afirmar la magnitud de las que trabajan en el servicio doméstico, tomando en cuenta, según las afirmaciones de la ONE al respecto, que existe un notorio sub-registro en los censos del país3. 3. Señalamiento de dos representantes de ONE que participaron en el taller de validación del 7 de agosto de 2008. 169 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Tabla 1 Comparativo 1990 – 2005[*]: Porcentaje de Población Ocupada Urbana ubicada en el Servicio Doméstico Población Ocupada País 1990 2005 Variación M H M H M H Costa Rica 12.0 0.2 12.0 0.4 0.0 0.2 El Salvador 13.1 0.4 7.7 0.5 - 5.4 0.1 Guatemala 18.1 0.2 9.2 0.2 - 8.9 0.0 Honduras 16.0 0.4 8.7 0.5 - 7.3 0.1 Nicaragua 14.1 0.3 10.3 0.1 - 3.8 - 0.2 Panamá 17.8 0.6 14.9 1.2 - 2.9 0.6 Rep.Dominicana 8.7 0.2 11.4 0.9 2.7 0.7 [*]Costa Rica: 1990-2005; El Salvador: 1995-2004; Guatemala: 1989-2002; Honduras: 1990-2003; Nicaragua: 1993-2001; Panamá: 1991-2005; Rep. Dominicana: 1992-2005 Fuente: CEPAL, Anexo Estadístico del Panorama Social 2006 El objetivo de esta investigación cualitativa no es llenar este vacío sino más bien caracterizar mujeres migrantes haitianas que se desempeñan en el servicio doméstico en el país a través de las entrevistas realizadas. De esta manera, esperamos poder aportar a la construcción de tipologías de mujeres junto con otras investigaciones existentes y futuras que aborden la migración femenina hacia República Dominicana así como el trabajo doméstico remunerado4. 4. En el momento de redactar, están en curso una investigación sobre el Servicio Doméstico Remunerado auspiciada por AECID y SICA, y otra sobre migración Sur/ Sur de mujeres en América Latina auspiciada por la Universidad de Windsor en Canadá. En ambas, la República Dominicana fue escogida como estudio de caso. 170 TOMO I Encontramos mujeres migrantes haitianas en el servicio doméstico de todas las edades. Llama la atención la presencia de jóvenes y solteras con proyecto migratorio personal e independiente, ejemplificando la feminización de la inmigración haitiana en la República Dominicana. Es destacable el elevado nivel de estudios y expectativas de superarse académicamente de algunas de las mujeres entrevistadas, confirmando el fenómeno de “descalificación” que es un rasgo común del trabajo doméstico hecho por mujeres migrantes a través del mundo. Vemos que las motivaciones para migrar no solo son la búsqueda de trabajo o el envío de remesas para sostener la familia, sino también pueden incluir un proyecto personal autónomo que incluye el interés por la superación académica. La educación es vista como un progreso social y económico por las entrevistadas de la misma manera que estudios en el medio rural en República Dominicana. “Bon, m rive nan sètifika men sètifika m rive a se Bondye ki fè m rive ladan l pase pat gen posiblite pou m ka rive ladan l, pase m gen frè m ki anvi, bon, ou wè tankou m gen on tifrè m se sèl li menm ki plis renmen lekòl. Bon, nou menm ki pi gran nou pa ka ede l, manman m pa ka ede l, ou wè, e li li renmen lekòl e lidi li pap kite lekòl pou anyen. Ou wè tifrè m sa li panko konn isi a (…).” Claire Heureuse. Dajabón. Bueno, yo tengo un certificado de primaria. Este certificado fue Dios quien me lo dio porque yo no tenía posibilidades de obtenerlo, porque tengo hermanos que también lo quieren, bueno, tengo un hermano menor por ejemplo, es el a quien más le gusta la escuela. Bueno, nosotros los mayores no podemos ayudarlo, mi mamá no puede ayudarlo, ¿ves? Y le gusta la escuela y dice que no abandonará la escuela por nada. ¿Ves? Mi hermanito este no conoce aquí todavía. 171 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO En el caso de Dajabón, podemos destacar el nivel educativo más bajo de las mujeres entrevistadas. Dos factores pueden ser determinantes, la edad más avanzada y la falta de oportunidades para las mujeres de acceder a la educación en el medio rural como señala una de las entrevistadas: “Este certificado fue Dios quien me lo dio porque yo no tenía posibilidades de obtenerlo, porque tengo hermanos que también lo quieren”. A esto se le añade la falta de esperanza en que la educación es un medio para salir de la pobreza. Como afirmó Claire Heureuse: “¿Por qué pá Haití, que tú va a hacer? cuando tú acaba de estudiar, ¿qué tú va hacer? Mirar el cielo y la tierra, pidiéndole a Dios me da la comida.”5 En relación con su estado civil, la mayor parte de las mujeres con pareja están en unión libre o plaçage, tal como es la realidad vivida en Haití (45% de los más de 15 años están en pareja, de estos 53.6% en plaçage o unión libre ECVH). Las relaciones sentimentales se establecen, en general, dentro de la misma comunidad haitiana. Sin embargo, una de las entrevistadas declaró que su novio era dominicano. El promedio de hijos/as por mujer es 2.7, con una baja en Santo Domingo por el sesgo de jóvenes en la capital. Mayormente los/ as hijos/as se encuentran con su madre pero en varios casos hay mujeres que tienen hijos/as en Haití y, en el caso de una mujer en Santo Domingo con seis hijos, ella informa que hay dos en San Pedro de Macorís y los otros están en la capital. Claro está que, en el caso de todas las mujeres transfronterizas, sus hijos/as se encuentran en Haití. La narrativa (codificada) de la madre ausente y sus consecuencias en el imaginario, con correspondientes sentimientos de culpabilidad de parte de la madre, no parece pesar tanto en las historias de las personas entrevistadas, según lo que nos han narrado las mujeres. Vemos un porcentaje relativamente alto de mujeres solteras (o por su juventud o por ser mayor de edad). En el caso de las más jóvenes esto refuerza la idea de la tendencia hacia proyectos 5. Entrevistada con estudios de primaria sobre su deseo de seguir estudiando. En español en la entrevista. 172 TOMO I migratorios independientes de mujeres jóvenes de medio urbano (feminización de la migración) que cruzan la frontera sin el ánimo de juntarse con su familia o pareja. Es de notar que los estudios sobre la mujer dominicana en el servicio doméstico han mostrado desde hace cierto tiempo que las mujeres que trabajan en el servicio doméstico pasan aún menos tiempo con sus hijos/as que las mujeres trabajando en zonas francas (Corten y Duarte, 1983). Los patrones de migración interna en Haití encontrados en el trabajo de campo se corresponden, en gran medida, con las tendencias observadas tanto en el Estudio Nacional de Hogares efectuado en Haití (2001) como la encuesta OIM/FLACSO llevada a cabo en 2002. El protagonismo de las mujeres en la migración interna en Haití es bien conocido (13.4%), superando la tasa de la migración interna de los hombres (10.7%).6 La migración interna hacia un núcleo urbano precediendo la migración internacional parece constituirse en un patrón en el caso de las migraciones al interior de la Hispaniola. La violencia socio-política como factor de expulsión tiene picos coyunturales en Haití conduciendo a una migración forzada tanto dentro como fuera de su territorio, aunque la emigración de haitianos/as a República Dominicana ha sido mayormente espontánea durante las últimas dos décadas. Es de subrayar que tres casos de migración fueron precipitados por violencia socio-política, o sea una migración forzada. El auge de los secuestros luego de la salida del ex Presidente Jean Bertrand Aristide en 2004, fue señalado como un motivo para migrar por una entrevistada en Villa Carmen. 6. IHSI/Enquête sur les conditions de vie en Haïti (ECVH: 2003). 173 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO “Non, m pa vini pou on kenn espwa, paske te g`on afè kidnaping an Ayiti. se pou tèt sa. Manman m pat vle pou yo kidnape m, m te konn al, m te konn al lekòl e pou tèt zòn lekòl la te danje.” “No, yo no vine con ninguna esperanza. Vine porque había este problema de secuestro en Haití. Es por eso. Mi madre no quería que me secuestren. Yo iba al colegio pero la zona donde iba era peligrosa.” Mimi. Santo Domingo. 21 años. Llegó en 2004. El primer cruce de frontera o primera entrada fue mayormente de manera irregular o amba fil (en el caso de las mujeres entrevistadas). Este cruce irregular es sentido como “normal” tanto por las mujeres que migran como de parte de los varios actores con quienes se interactúan en el camino hacia su destino final por el lado dominicano. Varias de las mujeres entrevistadas piensan que es “normal” entrar al país de esta manera si no tienen pasaporte y/o visa.7. Al ser preguntadas cómo llegaron a República Dominicana, contestan que vinieron “normal”, “alezman”, “kom sa”, todos términos que tienden a naturalizar la entrada sin los documentos pertinentes. Esta apreciación coincide con las declaraciones recientes del entonces Jefe de CESFRONT en la prensa (Hoy 3 de agosto de 2008) cuando comentó que la percepción de los/as dominicanos/as es que es “normal” que los/as haitianos/as cruzan la frontera de manera irregular. 7. Utilizamos el término neutro de “Amba fil” (de manera irregular) por la imposibilidad de distinguir con nitidez, a través de las informaciones obtenidas de las mujeres, entre una entrada irregular o situaciones de tráfico y trata. De hecho, ninguna situación narrada se aproximó a la trata y solamente una mujer habló de “un buscón”. Ver también en esta relación el último informe del Relator de la ONU sobre los derechos de los migrantes que discuten las dificultades reales en cuanto a distinciones absolutas entre estas naciones (Bustamente, febrero de 2008). 174 TOMO I “Es necesario educar a nuestro pueblo que piensa que traficar haitianos es una situación normal, sin darse cuenta del daño que le causan al país”. CESFRONT Hoy, 3 de agosto 2008. Esta naturalización invisibiliza los riesgos de la migración irregular, señalando debilidades institucionales que pueden derivar en vulneración de derechos, abusos sobre las migrantes. La otra cara de la moneda es el fomento del clientelismo y el incentivo de redes de tráfico ilícito de personas. En este sentido, podemos distinguir cuatro situaciones de cruce de frontera amba fil que ilustraremos con el testimonio de las migrantes: 1. El buscón Okey, e a(esitasyon),see papa pitit mwen an kite vin isit la anvan, apre saa lite voye chachem, lel te voye chachem nan ite, ite voye chache ak yon boukonm, kounye a boukonm an peye pasaj pou vin avem. Es el padre de mis hijos que llegó antes. Me mandó a buscar con un buscón que me pagó el pasaje para venir conmigo. Rosanna. Santo Domingo. 2. El día de mercado M pa rantre ak paspo nik rantre epi jou mache, m nik antree m monte machinn mal nan palad la m monte machinn m vini Yo no entré con pasaporte, tan solo vine un día de mercado y me subí en una guagua. Fui a la parada y me subí en la guagua. Yo pat poze w kessyon sou wout la ¿No te hacen preguntas en el trayecto? Non anpil moun belade vinn isit san papye (…) Yo monte machinn dominiken No, mucha gente de Belladère viene aquí sin papeles. (…) Tú te montas pap poze yo kessyon. en una guagua, los dominicanos no te hacen preguntas. Aimée. Santo Domingo. 175 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO 3. En una guagua M te, m te peye caribenn tour pou m te Bueno, yo pagué una caribetoul (guagua) para entrar, sin pasaporte. antre, san paspò.. Mwen te antre nòmal, nan caribenn Yo entré normal, en una caribetoul, en tour, nan epòk m te rete on kote ki te esa época yo me quedaba en un sitio que se llama San José de las Matas. rele San Jose de las mata.. Marysé y Ernestine. Santiago 4. Crucé caminando Non, premye fwa lè m t`ap vini on sèl fwa m pase nan bwa, sèl premye fwa lè m te vini an apre sa, lè m vini m fè paspò (…)Lò 60 dola (ayisyen) m te peye. (…) On moun lakay menm ki te vin ansanm avè m, men nou te mach`anpil. Apre sa l te riv`on kote l t`al pan machin epi nou tou rive santiag. Men konnya... Nou te soti vandredi nou te rive nan samdi. Yo te riv`on kote nou won kay nou te, nou te dòmi, yo te fè manje ban nou, yo te koupe bannann, y`achte ban nou te fè manje, wi. (…) Moun ki pase nan bwa se, se men ou men lanmò w kounya, kounya rout la di. Evelyne. Santiago No, cuando vine la primera vez, una sola vez crucé por el bosque. Solamente la primera vez que vine, después de eso cuando regresé hice mi pasaporte (…) En este tiempo pague 60 dólares (haitianos). Una persona de mi barrio vino conmigo. Hemos caminado mucho. Después de eso llegamos a un lugar y cogimos una guagua, después llegamos a Santiago. Pero ahora… Salimos el viernes llegamos el Sábado. Llegaron en un lugar vimos una casa y dormimos, hicieron comida para nosotros, cortaron plátano, compraron para nosotros, hicimos comida también. (…) La gente que cruzó en el bosque es una muerte segura, ahora el camino está duro. Estos episodios muestran, tanto la complicidad como la negligencia que apuntan al tráfico de migrantes. Estamos ante una privatización de la migración, fenómeno natural, ante las trabas burocráticas a la migración regular del que muchos sectores se benefician. 176 TOMO I Sin embargo, actualmente, la mayoría tiene documentación que incluye pasaporte o pieza de identidad haitiana; y, en el caso de las mujeres haitianas transfronterizas, un carné. Hay poca evidencia del uso de redes de tráfico ilícito de migrantes y tratantes. Algunos informes recientes en la prensa en 2008 subrayan que las mujeres son más vulnerables a presiones por parte de traficantes y tratantes, incluyendo cuando comienzan su ruta migratoria en Haití. LAS CONDICIONES LABORALES EN QUE SE DESEMPEÑAN EN LA REPÚBLICA DOMINICANA La estigmatización del trabajo doméstico en Haití y en la República Dominicana refuerza el bajo estatus que se concede a la mujer laborando en este oficio. Hay un lugar común que persiste globalmente, insinuando que el trabajo doméstico no es un verdadero trabajo, “es un trabajo de mujeres”, ejemplificado por el hecho de que, todavía en muchos contextos, ni figura con el mismo rango de derechos que otros/as trabajadores/as (Chaney y García Castro 1991: 3). Tal es el caso tanto en la República Dominicana como en Haití. República Dominicana introdujo en su legislación algunos avances parciales respecto a los derechos laborales de las trabajadoras del hogar sin equipararlas a la generalidad de los trabajadores, en 1999. Haití está avanzando en enderezar esta realidad laboral discriminatoria con la introducción de un anteproyecto de ley ante el parlamento en Puerto Príncipe, desde comienzos de 2008, para garantizar iguales derechos para personas laborando en el servicio doméstico con todos/as los/as otros/as trabajadores/as. 8 8 Ver menu législative: http://mcfdf.org/plan-mcfdf.pdf 177 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Además, como puede ser común en otros contextos binacionales, hay aún más estigma en relación al servicio doméstico en Haití, en el imaginario de estas mujeres migrantes, que hacer el mismo oficio en otro país, en este caso en la República Dominicana como país de destino. No obstante, hay un tropismo (que abunda en la literatura novelesca por ambos lados de la isla) de que el servicio doméstico es un oficio en que las mujeres y/o niñas que fungen como “sirvientas” están explotadas laboralmente y pueden ser víctimas de trata.9 Solamente tres mujeres relatan que han trabajado como empleada doméstica antes en Haití. Varias mujeres (de la frontera, desde Santiago, y en Santo Domingo) comentan el desprecio con que se valora este oficio en Haití resaltando las relaciones desiguales de poder que se establecen en su país de origen respecto a este tipo de oficio. Esta valoración negativa se extiende hacia la República Dominicana en la medida en que algunas mujeres tienen vergüenza de admitir en qué trabajan. Esto se evidencia en las primeras reuniones de contacto del equipo de investigación con las mujeres migrantes en Santo Domingo que negaron trabajar en casas de familia para posteriormente confiarse, sin que las vecinas supieran que, efectivamente, acababan de salir de una dura experiencia como empleada doméstica. En las historias narradas en Santiago por un grupo que no aceptó ser entrevistado, se confió que enviaban informaciones erróneas a sus parientes en Haití sobre lo que están haciendo en el país para soslayar el hecho de que estaban trabajando en el servicio doméstico. 9. Un ejemplo más reciente de este estereotipo se encuentra en el libro The Short Wondrous Life of Oscar Wao del domínico-americano Junot Díaz (2007) en que se comenta lo siguiente de una mujer protagonista dominicana de Baní “That’s right. She was sold. Became a criada, a restavek” (sic). 178 TOMO I Del total, solo 3 mujeres dijeron haber trabajado como empleadas domésticas en Haití. A continuación, algunos testimonios recogidos: “Bon, s`ak fè rezon an, rezon an m pa fèy Ayiti, s`ak fè rezon. Ayiti, ayisyen g`on lè w`al travay lakay li Ayiti, l`ap pr`al regade w, l`ap pr`al meprize w se pou rezon sa poutèt rezon sa, s`ak fè m pa travay Ayiti, m pap fè travay sa yo Ayiti. M pito m fè komès mwen Ayiti, m chita m fè komès mwen, poum gen kòb nan komès mwen Ayiti, men travay kay, kay madanm Ayiti non.” Bueno, la razón por la que no lo hago en Haití, es por que allá, los haitianos tienen una manía que cuando trabajas para ellos te miran de lado. Te desprecian por esa razón. No, no trabajé en Haití. No haría este trabajo en Haití. Mejor yo hago mi negocio, planifico mi negocio, para tener dinero en mi negocio en Haití. Pero trabajar en casa de familia en Haití ¡no!. Marysé, Santiago. “Non ay non m pat gen posibilite a, gen de fwa ou santi w preske wont.” No, ¡ay! No, no tenía esta posibilidad. A veces sientes casi como vergüenza. Delira, Santo Domingo. “M te travay lakay madanm Ayiti. men Ayiti ou vin, ou vin yo te bagay yo pa, yo pa viv ak moun byen ou konprann yo, isit yo gen plis sajès ansanm avè nou ou konprann sa vle di, m te travay yon de mwa konsa kay madanm Ayiti, antou ka bagay la te, te tèlman balat”. Trabajé en casa de familia en Haití. Pero allá no conviven bien con la gente (cuando hace ese tipo de trabajo), ¿entiendes? Aquí tienen más respeto (sabiduría) con nosotros, ¿entiendes? Trabajé como 2 meses así en casa de familia en Haití. De todos modos fue tan barato. Thérèse. Dajabón. 179 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO En lo que se refiere a los métodos de búsqueda de trabajo, los métodos citados con más frecuencia fueron: • A través de una amiga o amigo que trabaja con un familiar de su futura empleadora; • Para relevar en el trabajo a una amiga; • Por un familiar (primo/a, cuñada, tía, hermana); • Un vecino; • Un guachimán haitiano; • Ofreciendo sus servicios en la calle; • En la guagua en la que vino de Haití; • Una agencia; • Con una carta de recomendación; • Llegó con una familia dominicana; • De boca a oreja por su buen trabajo como planchadora. Se pueden distinguir tres modalidades fundamentales en el tipo de trabajo doméstico, hecho por las mujeres: por jornada; con dormida; o por tarea (Cassá 2000). En la gama de mujeres que hemos entrevistado, predomina el trabajo por jornada, aunque algunas de estas mujeres habían hecho, anteriormente, el trabajo con dormida. Parece que hay una secuencia en que las mujeres que llegan se integran con más facilidad con este último tipo de trabajo, por un lado y, por otro, puede ser el nicho más difícil de llenar desde la perspectiva de los/as potenciales empleadores/as. No obstante, las exigencias y/o inconvenientes del trabajo con dormida (mayor vulnerabilidad) impulsan a las haitianas a salir de este tipo de trabajo y a buscar como preferencia el trabajo por jornada. Algunas mujeres (sobre todo las más jóvenes), tienden a mucha rotación en el trabajo doméstico al comienzo de su estadía en la República Dominicana que, en parte, puede ser por dificultades en el manejo del idioma y, por ende, en la comunicación con su empleador/a. Otro problema que nos han comentado algunas mujeres (más allá de las entrevistadas grabadas y en un ambiente de confianza total) 180 TOMO I que puede explicar cierta rotación en el trabajo, es la amenaza del hostigamiento/abuso sexual en el contexto laboral de parte de los varones de la casa. EL EJERCICIO DE SUS DERECHOS LABORALES La trabajadora doméstica migrante haitiana es prácticamente invisible dado el nicho de trabajo. Esto se repite en las relaciones sociales. Esta invisibilidad, su estatus migratorio e idiomático, y el prejuicio la hacen vulnerable en el espacio laboral, donde su empleador/a puede restringir o limitar su espacio transnacional porque el Estado tiene un control débil sobre las condiciones en la esfera privada de la casa familiar. La informalidad del espacio y las relaciones pseudo-afectivas, sobre todo con la patrona en la casa de familia, pueden obstaculizar la reivindicación de derechos laborales y derechos conexos por parte de las trabajadoras domésticas migrantes. Desde 1999, también la trabajadora doméstica tiene el derecho a tiempo para visitar el médico y/o ir a la escuela según el caso. El hecho de que no hay una regulación clara en términos del horario (legalmente se estipula un período de descanso de 36 horas a la semana y 9 horas de descanso todos los días) se presta al abuso en que algunas trabajadoras terminan cumpliendo horarios exagerados, según lo que nos narran, y, en la práctica, sus posibilidades para seguir estudiando pueden ser limitadas, así como la atención debida a su salud y la de su familia. Una mujer en Santiago fue despedida por motivos de salud y otra mujer en Santo Domingo fracasó en el intento de buscar remedios donde la SET por un alegato de vulneración de su derecho al reposo por motivos de salud. 181 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Lo interesante de la narración de esta última mujer (citamos textualmente parte de la entrevista abajo) es que tiene conocimiento de su derecho a la salud, y la posibilidad de reivindicar este derecho ante la Secretaría de Estado de Trabajo (SET) aunque opina que en este caso no puede hacerlo porque no había pedido un permiso de su empleadora para ir al médico, aunque posteriormente había entregado debidamente el certificado médico a su empleadora. El hecho de que esta mujer entrevistada está haciendo este trabajo doméstico para pagar sus estudios universitarios que está cursando actualmente (y tiene su documentación en regla) explica probablemente su nivel de conocimiento y la confianza para poder contemplar la reivindicación de su derecho a la salud en el contexto laboral, aunque no logra concretizar esta demanda en este caso. Además, ella cuenta con una red social importante a su alrededor. Entrevistadora: ¿Y cuando tú sales, te pagan cómo, te pagan tus prestaciones, te liquidan, te dan tu liquidación? Amabelle: No en casa de familia no da liquidación (ruido)... Entrevistadora: Nada más. Amabelle: Aún que si tú te cobras, tú quieres tu dinero si tú no quiere regresar, regresa porque no hay liquidación ni na (nada), no te dan nada y no tiene nada. Ahora sí, el último de trabajo sí, yo me enferme, tuve interna no podría ir a trabaja(r) pusieran otra gente ya no me dicen no me dieron nada, eso fue en diciembre. Entrevistadora: Pero, pusieron otra persona, y no te dieron nada, ni pediste nada. Amabelle: Yo sé que en casa familia encargada. Ahora yo no tenía 3 meses tampoco, tenía 2 meses en enero. Entrevistadora: ¿Y no te pagaron el mes o lo día de tu obra de trabajo? Amabelle: Lo día de trabajo nada más, porque van a pagar quincenal me pagarán lo día que yo trabajé nada más. Entrevistadora: ¿Mandaste un papel del médico allá? Amabelle: Sí, yo mismo se lo lleve. Entrevistadora: ¿Un certificado médico? Amabelle: Un certificado médico, donde me dieron papel donde tenía que durar 15 días de reposo (murmurar) aún así. 182 TOMO I Entrevistadora: ¿Y tú qué pensaste, tú cómo viste esta reacción? (Pausa) ¿Tú lo viste bien? Amabelle: No. No (sonrió). Eso no está bien, pero así que lo vemos, no podemos hacer nada, lo único que nos queda es aceptar. Entrevistadora: Tú crees que verdaderamente no pode… no podríamos hacer nada, nada. Amabelle: No porque, lo que la Secretaría pide para que uno declara tiene que tener permiso, no tenía permiso. Amabelle, Santo Domingo (entrevista en español). Las entrevistas nos han permitido palpar las relaciones de las mujeres con su empleador/a (casi exclusivamente “patronas” dominicanas en nuestro estudio) y entender que, en muchos casos, las relaciones pueden servir para desalentar el ejercicio de sus derechos laborales de parte de las mujeres trabajadoras. Se ha podido constatar la vulneración al derecho a la dignidad, tipificada por una gama de prácticas que incluyen las siguientes: • Cambio de nombre o uso de “morena/ molena” para dirigirse a la trabajadora. • Vejaciones, humillación, insultos, malos tratos en el trabajo. • Violencia física en el contexto laboral. • Hostigamiento sexual de parte de los varones de la casa. • Prejuicio • Sobrecarga de trabajo • Trato maternalista de parte de la patrona. La obtención de trabajo, la rotación en el trabajo y la inserción en el contexto dominicano se hace a través de redes primarias o redes densas. Esto revela un alto grado de capital social por parte de estas mujeres migrantes. Las Iglesias (protestantes) constituyen también redes densas de referencia, socialización y protección social. Prácticamente, son el único espacio asociativo 183 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO fuera de la familia y amistades para estas mujeres. Los lazos con Haití (afiliaciones múltiples) se traducen en frecuentes viajes de visita a familiares. Según las posibilidades (en aumento), la comunicación vía celular es una manera de mantener vivos los vínculos. La mayor parte de las mujeres mostró un amplio desconocimiento del derecho a tener derechos, confundiendo estos con sus deberes. El bagaje de conocimiento de sus derechos en el contexto laboral es pobre, con solamente 6 mujeres de 27 edificadas en este sentido. Las demás confunden derechos con deberes. En respuesta a una pregunta específica sobre la Seguridad Social, solo una trabajadora reconoció tener derecho a la seguridad social y entendía el concepto.10 Estos hallazgos coinciden con la situación que se encuentra en otros contextos de la región. Muchas mujeres migrantes desconocen sus derechos por una falta de educación y/o información. Como extrañas en el país anfitrión, las mujeres migrantes pueden experimentar problemas idiomáticos y una falta de familiaridad con las leyes y prácticas, de manera que pueden tener menos capacidad que otras personas en relación con conocer y ejercer sus derechos. La falta de un conocimiento de derechos se vincula a veces con una actitud de que la explotación es “un trato normal” porque el trato en el país de origen puede ser lo mismo o peor. Un estudio de migrantes mujeres desde Bolivia hacia Argentina mostró, por ejemplo, que la ausencia de un conocimiento sobre derechos no es lo mismo entre mujeres migrantes de un mismo país de origen: las mujeres de origen rural no reconocen el patrón 10. Un recorte de prensa del Hoy del 5 de mayo de 2008 cita al entonces Vicepresidente de la República, doctor Rafael Alburquerque, confirmando que las trabajadoras domésticas, los motoconchistas, los chiriperos y los choferes tendrán su SFS en 2009. Queda como una interrogante la posible integración, con su SFS, de las mujeres migrantes haitianas en el servicio doméstico, sobre todo en una situación laboral no del todo definida de las trabajadoras transfronterizas. 184 TOMO I de discriminación en el Estado anfitrión porque es parecido a lo que han dejado atrás; son las mujeres de origen urbano, con un grado más elevado de educación y conocimiento de sus derechos, que tienden a reconocer la naturaleza discriminatoria del trato que reciben.11 Las barreras para realizar sus derechos en la República Dominicana son múltiples, incluyendo dificultades para tener acceso equitativo a la justicia, a los servicios de salud o a la educación. No se considera forzosamente al Estado (dominicano o haitiano) como garante de sus derechos. La legislación laboral y migratoria en la República Dominicana no está en consonancia con las mejores prácticas en la materia a nivel internacional. En cuanto a la ley de Seguridad Social, su reciente puesta en marcha en el país no permite hacer una valoración al respecto, aunque hay un desconocimiento casi total de parte de las mujeres sobre lo que es y cómo debe de funcionar. El Comité interinstitucional para la Protección de la Mujer Migrante tan solo incluye en su mandato a la dominicana, dejando fuera a otros colectivos de mujeres migrantes y, por ende, a la mujer migrante haitiana en la República Dominicana. La Ley 137/03 de 2003 sobre Trata y Tráfico Ilícito de Migrantes, que se está implementando tímidamente, estará posiblemente sujeta a modificación en un futuro no muy lejano. Haití no cuenta con una legislación sobre Trata y Tráfico Ilícito de Migrantes, 11. I.H. Farah y C.G. Sánchez, Bolivia: An Assessment of the International Labour Migration Situation – The Case of Female Labour Migrants, Gender Promotion Programme (GENPROM) Working Paper No. 1 (Geneva, ILO 2002) p. 26: http:/www.ilo.org/public/English/employment/gems/download/swmbol. pdf. 185 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO pero algunos grupos están trabajando para llenar este vacío a corto plazo. La adquisición de la documentación tanto de las mujeres migrantes como de sus descendientes sigue siendo problemático. Sin embargo, se notan pasos de avance (con algunos tropiezos) en ambos lados de la isla, debido, en parte, a la incidencia política de las organizaciones sociales/iglesias por los dos lados de la frontera. SU CONOCIMIENTO Y EL EJERCICIO DE SUS DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CIVILES. Las entrevistas revelan que las mujeres han podido ejercer su derecho a la salud parcialmente en el país, según sus apreciaciones, por ejemplo, en relación a la salud reproductiva. El nivel de indocumentación de la población migrante haitiana (aún más acentuada para la mujer migrante) dificulta el diseño de políticas públicas en la República Dominicana y refuerza los lugares comunes sobre el uso excesivo de los servicios en el país de estos mismos migrantes. Hay una ambigüedad sobre el nivel de derechos que pueden tener estas personas, aunque la jurisprudencia a nivel regional en la materia (asentada por el sistema interamericano de derechos humanos) dicta que deben de tener exactamente los mismos derechos que las personas con un estatus migratorio positivo. Como se sabe de otros contextos, a los migrantes les interesa sobremanera adquirir la documentación con miras a cotizar, como sea necesario, para poder tener un acceso claro y en pie de igualdad a los servicios públicos. A pesar de las limitaciones de tiempo, otra traba para seguir estudiando puede ser la falta de documentación de parte de las mujeres trabajadoras. Hay a veces cierta arbitrariedad con que se 186 TOMO I requiere o no la documentación para estos fines, según lo narrado de parte de las mujeres, de manera que algunas de ellas llegan a pensar que es un favor si logran seguir sus estudios y no conciben que el acceso a la educación sea un derecho. Los vicios en el sistema del registro civil en Haití tampoco ayudan y muchas veces, según lo que nos han narrado, los viajes a Haití se dan por la necesidad de rectificar la documentación. Claro está que estas dificultades pueden estar magnificadas en el caso de sus hijos/as nacidos en la República Dominicana, sobre todo con la incertidumbre prevaleciente en cuanto a los documentos que deben de poder recibir en el hospital en el momento de dar a luz en el país. Nos han señalado esta dificultad real, sobre todo para las mujeres haitianas que dan a luz en Santiago. El derecho a un nombre y una nacionalidad condicionará la posibilidad de estos/as hijos/as poder acceder a la educación en el país y/o hasta qué nivel, entre otros derechos restringidos a tener una personalidad jurídica. Las trabas para poder conseguir la nacionalidad haitiana para los hijos/as de padres haitianos residiendo fuera de Haití han sido documentadas.12 Según cifras oficiales, ofrecidas durante el presente siglo, se han estado deportando de modo regular entre 10,000 y 15,000 nacionales haitianos por año. Hasta hace poco las mujeres migrantes no fueron tan implicadas13 pero, en 2008, sobre todo en Santiago, las cifras oficiales desglosadas por sexo (reportadas en la prensa) revelan que hay cifras significativas de mujeres y menores 12. Ver por ejemplo Lozano y Wooding (Eds) (2008) Los Retos al Desarrollo Insular. Desarrollo sostenible, migraciones y derechos humanos en las relaciones domínico-haitianas en el siglo XXI, Páginas 283-284. 13. Ver, en este sentido, el informe anual de GARR de 2007 (que estima un 7% de mujeres haitianas en las deportaciones de 2007). 187 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO involucrados en las redadas y deportaciones.14 Estos informes aluden, en su mayoría, a “niños, mujeres y adolescentes limosneros” y a “mujeres que ejercen la prostitución”. Algunos informes sugieren que el aumento en la deportación de mujeres se debe al incremento de tráfico de niños y mujeres al país; y que llegan, a veces, a manos de tratantes.15 Se vulnera el derecho al libre tránsito al ser sometidas a redadas y deportaciones arbitrarias, sin el debido proceso y sin tomar en cuenta las necesidades específicas de las mujeres, según los testimonios que hemos recibido. A pesar de que en la muestra hubo una relativamente baja incidencia de deportaciones, los informes de prensa apuntan hacia un aumento de deportaciones de mujeres y menores de edad en 2008, notablemente desde Santiago. Entre otras cosas, y según los tres ejemplos recogidos en nuestro estudio, la práctica en la República Dominicana puede vulnerar el goce del derecho al libre tránsito. Llama la atención, en estas narrativas, la ausencia del debido proceso, la búsqueda de personas desde su propia casa, el trato indiferente a mujeres embarazadas y la violencia generalizada que puede acompañar el proceso, según los testimonios que escuchamos. Las mujeres entrevistadas tienden a tratar de invisibilizarse (por ejemplo, un cambio de pelo para ponerlo más liso o circunscribir sus movimientos) para evitar ser deportadas, con la ventaja de que su trabajo, por lo menos, está “puertas adentro”. 14. Ver: http://www.7dias.com.do/app/article.aspx?id=30518 por ejemplo, un informe en este sentido retransmitido por la agencia de noticias EFE. 15. En esta óptica hay denuncias recientes del RFJS en agosto de 2008 en un artículo titulado “Buscones haitianos engañan mujeres haitianas” http://new.elmasacre.com/?m=noticias&s=regionales&articulo=269 188 TOMO I Sa m te panse apre sa m te di m patap tounen nan tè panyol kounya, le yo te pranm nan kounya la m te gen yon grip, mwè yo pran yon Ayisyen mwè yap maltrete ayisyen an, gen yon Ayisyen ki kouri, ki vole yon bare l, li sot anlè tonba tè genyon bwa k chire l nan do, tout do l blese kounye a menm, te gon ti dam ki ansent, yo annik ouvri pot kay li, yo pran l nan zón, nan zón kounya la lè yo rive nan nan yon lye, kounya la sa te vin pase lè chèf la te wè map touse nan machin nan, lè m gade m wè chèf la devana n desann li me te m atè, li ap pale avèm nan machin nan li di m konsa bon se travay nou nap fè, se pa dakó no uta dakó se pa yok tavle men lè no unan tè a se pou nou toujou gen papye, paspó, amigrasyon, se pou ou cheche yon dominiken pou pran pou Dominiken an ka bó w papye dominken nan peyi isit, kounya m te di m pap tounen isit ankó, men paske mari m nan se isit li ye , se nan konstriksyon lap travay, li wè ki pa rete pou kó l kounya lal chèche m men m te di m pa tap tounen isit ankó. Irena. Santo Domingo. Yo me dije que no iba a regresar a la “tierra de los españoles”. Cuando me agarraron, yo tenía gripe. Yo vi que cogieron a un haitiano y ellos lo maltrataron. Un haitiano que corrió, que voló por encima de un portón, se cayó al suelo y se hirió en la espalda con un trozo de madera. Tenía toda la espalda herida. También había una señora embarazada, ellos hacen que abra la puerta de su casa y la agarraron en esta zona. Cuando llegamos a un lugar. En el camino, yo estaba tosiendo. El jefe me vio tosiendo en la guagua. Cuando yo miro, el jefe que estaba delante se baja y me hace bajar también. Me dice que él está haciendo su trabajo, no estamos de acuerdo, no queremos hacerlo, pero cuando ustedes están aquí tienen que tener papeles, pasaporte, migración (permiso residencia). Tienes que buscar un dominicano para darte un papel dominicano en este país. Así, yo me dije que nunca voy a regresar a este país, pero como mi marido está aquí, trabaja en la construcción, él no quería quedarse solo por eso me fue a buscar. Pero yo le dije que yo no iba regresar otra vez. En lo que se refiere a sus derechos económicos, la pobreza y el derecho a la protección social, las entrevistas dejan entrever que estas mujeres y sus familias están completamente fuera del radar de las redes de protección social o ayuda asistencial a nivel oficial. Estas 189 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO últimas no se extienden a los migrantes (por su indocumentación o invisibilidad), en el caso de las entrevistadas que viven por este lado de la frontera. Como se sabe, el département del nordeste en Haití (donde residen las mujeres transfronterizas en Ouanaminthe) es el área geográfica más pobre del país más desigual en América Latina y el Caribe, y la región más desigual del mundo.16 Además, estas mujeres en la frontera se quejan de la desprotección cotidiana, contando las peripecias por cualquier incidente que puede resultar en un cierre ex abrupto de la frontera: sea la crisis de los pollos (2008)17 o sea el protagonismo de los ex militares haitianos que afloran de vez en cuando en el Norte de Haití (2004; 2008). El derecho al acceso a la justicia es difícil de ejercer para las mujeres entrevistadas. Dos informantes claves (una abogada trabajando con una organización social y un juez de la corte laboral en Santo Domingo) reconocen que teóricamente las personas indocumentadas pueden tener acceso a la justicia en el país pero que en la práctica es un proceso engorroso. En el caso de ser documentadas, la informalidad de la situación laboral muchas veces y el contrato especial para los/as trabajadores/as domésticos/as en el país son factores disuasivas. Desde hace varios años existe en el país un Comité Interinstitucional para la Protección de la Mujer Migrante (CIPROM/SEM) pero su mandato es casi dirigido a la defensa de la mujer migrante dominicana (potencial, varada o retornada), con independencia de que hay migrantes (hombres y mujeres) en situaciones de extrema vulnerabilidad y de varias nacionalidades residiendo o en tránsito en el país.18 16. Ver, por ejemplo, FAFO (paper 2004: 231) Poverty in Haiti by Sletten, Pal and Egset, Willy. 17. Las autoridades haitianas decidieron suspender, en enero de 2008, la importación de pollos y huevos desde la República Dominicana, debido a la detección en este territorio de algunas aves con influenza aviar, ocasionando el cierre temporal de la frontera que sigue cerrada hasta la fecha para este comercio, dando paso a ventas mediante un contrabando contundente. 18. Entrevista con la Coordinadora de CIPROM/SEM, octubre de 2007. 190 TOMO I En resumidas cuentas, los argumentos de que migrantes no tienen derechos, o que el marco de derechos humanos vigente es inadecuado, no resisten un análisis e insistencia en garantizar y monitorear las normas internacionales en lo que se refiere a migrantes mujeres. Sin embargo, hay que dirigirse a los vacíos.19 Las mujeres migrantes están ubicadas en una encrucijada entre tres tipos de normas: los estándares de derechos humanos relacionadas con mujeres (mayormente estándares protectores y fuertes); los derechos humanos de trabajadores/as (bien articulados y robustos); y derechos humanos en cuanto a migrantes (unas pautas que están en plena evolución y que actualmente ofrecen menos protección que las directrices, protegiendo a las mujeres y a las trabajadoras). El reto es potenciar la intersección eficaz entre estos tres tipos de derechos. Lo que queda es un problema serio, reflejado en los hallazgos de este acápite de la investigación –y lo que es una dificultad común a los derechos humanos en general– es cómo garantizar la implementación debida de parte de los estados, comenzando con la necesidad de asegurar que las mujeres migrantes están edificadas sobre sus derechos y luego en una posición para ejercer estos derechos. En el contexto de la frontera, observamos una falta de claridad en la documentación de las trabajadoras transfronterizas. Se da una confusión en los roles de las instancias oficiales que regulan las cuestiones laborales y las autoridades migratorias. En el último año, la llegada del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFRONT) se ha hecho notar, aunque los resultados 19. Estos vacíos incluyen, por ejemplo, la necesidad de desmantelar el régimen especial para los trabajadores/as domésticos/as (que existe todavía en algunos países como la República Dominicana) donde no se refleja la justicia de género, reconociendo que esta acción ha de beneficiar tanto a mujeres migrantes como a mujeres nativas. 191 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO y el impacto de su presencia son mixtos. Por el otro lado, en este mismo período, se ha acordado un nuevo rol más protagónico para MINUSTAH (Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití) en la franja fronteriza. EL ACOMPAÑAMIENTO QUE RECIBEN Y SUS ASPIRACIONES DE CARA AL FUTURO Los proyectos migratorios pueden traducirse en hogares transnacionales, con parte de los hijos e hijas en cada lado de la frontera, que es una realidad vivida sin mayor sentido de culpabilidad de parte de las “madres ausentes”. Aunque no fuera el objeto de esta investigación, es importante destacar la persistencia del fenómeno de “cadenas globales femeninas de cuidado”, en que las mujeres haitianas trabajan cuidando los hijos y familiares de mujeres dominicanas que trabajan en el servicio doméstico en España, sobre todo en el Sur de la República Dominicana. Pocas organizaciones sociales acompañan a mujeres migrantes haitianas en su calidad de trabajadoras en el contexto urbano. Una organización social acompaña al segmento específico de trabajadoras en Dajabón con un enfoque novedoso que incluye mujeres dominicanas y haitianas en el servicio doméstico. Otras organizaciones sociales han dado prioridad a cuestiones como la violencia intrafamiliar, el acceso a la salud, asistencia social, documentación de migrantes y sus descendientes en el marco de su trabajo social con las migrantes. En general, las mujeres entrevistadas (en Santiago y Santo Domingo) mantienen relaciones con Haití a través de visitas por razones familiares como enfermedades o matrimonios, de búsqueda de documentos, en relación con el pequeño comercio aunque hay una 192 TOMO I pequeña minoría de personas entrevistadas que no han vuelto a su país y/o que alegan que no han regresado porque no hay seguridad. A grandes rasgos, las prácticas descritas por las mujeres son transnacionales, según la definición de Portes20, y conforman con lo que se conoce como transnacionalismo desde abajo. Las redes familiares son comunes a todas las mujeres entrevistadas y representan redes densas. Claro está que las mujeres transfronterizas haitianas se mueven con fluidez entre este lado de la frontera y el otro en la frontera del norte. Las redes densas también se refieren a que todas las mujeres sin excepción reportan vínculos con las iglesias, más o menos fuertes y mayormente con las iglesias protestantes. Solo una mujer entrevistada dijo que su religión es la católica. Entre otras cosas, las iglesias sirven una función importante de intercambio de informaciones, apoyo para la documentación, ayuda con la integración y auspicio de actividades culturales o deportivas. En esta última óptica, es de destacar, que los hombres son privilegiados con algunas actividades, posiblemente porque tienen más tiempo libre, tal como los jóvenes que organizan equipos de fútbol. Esto ha sido un rasgo en algunas de las comunidades de donde vienen las mujeres bajo estudio en Santo Domingo y en Santiago. Aunque parece un ejemplo trivial, el hecho es que esta actividad puede facilitar a los jóvenes un espacio en la esfera pública (en la medida en que tienen que negociar el permiso para canchas o estadios entre otras cosas) y la posibilidad de viajar y ampliar sus horizontes al participar en intercambios intracomunitarios a través de ligas regionales. Es decir, que estos hombres jóvenes están involucrados en bridging (al decir de Putnam), creando algunos vínculos intracomunitarios. 20. Portes (1999) define transnacionalismo así: “oficios y actividades que requieren contactos regulares y sostenidos en el tiempo a través de fronteras para su implementación”. 193 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Nuestro análisis sugiere que las mujeres muestran un alto nivel de capital social –los procesos a través de los cuales los individuos y grupos invierten en relaciones sociales y comparten recursos entre ellos–. Se evidencia este hecho por su facilidad en encontrar trabajo, rotar entre trabajos, y lograr su inserción en los barrios a través del apoyo de las iglesias y/o líderes carismáticos. En el estudio, nos encontramos en tres barrios diferentes con tres líderes, dos hombres y una mujer líder emergente. Un aspecto llamativo de nuestras entrevistas es el impulso que dan estas mujeres para generar y acumular capital social. Cabe destacar una serie de objetivos relacionados con la provisión de servicios de salud y de educación. Hace falta liderazgo y organización para poder negociar estas necesidades. La relativa invisibilidad de las mujeres migrantes quiere decir que a veces son los hombres que dan el liderazgo visible y la “presencia” para representar las necesidades de las mujeres y niños/as. Lo que es relevante también son las diferencias entre los mundos internos y externos a través de los cuales las comunidades definen y presentan su capital social. –puede ser que el mundo interno de las mujeres y los/as niños/as sea representado a nivel externo por los hombres–. Palpamos esta realidad a través de las personas de contacto que nos ayudaron a tener el acceso a las mujeres entrevistadas: en dos casos fueron hombres y en el tercer caso fue una líder mujer emergente. En lo que se refiere al colectivo de haitianos/as en el país, los gobiernos de turno han dado prioridad a una política de facto de cohesión social (el desarrollo de una sociedad estable e integral) para contrarrestar los retos percibidos a la identidad dominicana por la llamada “nueva inmigración haitiana”. Como corolario, ha tenido el efecto de que los/as haitianos/as sobredimensionan su capital social que refuerza la membresía pero el hecho de carecer de un estatus positivo migratorio revela las limitaciones tanto como un concepto como una práctica para apalancar recursos 194 TOMO I materiales. Esto así porque no es forzosamente una base satisfactoria para conciliar las contradicciones entre la cohesión social y la diferenciación reflejada en el colectivo haitiano de inmigrantes en el país. En la ausencia de una interlocución estatal para su red migratoria y la posibilidad consecuente de apalancar recursos materiales, hay un peligro de que las redes densas puedan ser cooptadas por redes de malhechores. Tal fue el caso, a mediados del 2007, cuando un grupo de 8 (ocho) mujeres haitianas jóvenes en el servicio doméstico (para ayudar a pagar sus estudios) fue desviado por una red de pornografía en Santo Domingo. Felizmente, en virtud de la intervención oportuna de la OIM entre otros actores, la red de pornografía pudo ser desmantelada en septiembre del 2007 y las mujeres fueron reintegradas en la sociedad insular.21 Según nuestro análisis, la voz de los mismos migrantes ha sido el gran ausente en muchos de los debates, tomando en cuenta que las necesidades estratégicas de los domínico-haitianos no son forzosamente las mismas que los/as migrantes haitianos/as. La asimilación suave de estos últimos choca con su nivel de vulnerabilidad y produce una asimilación dura por la falta de protección que acusan en el país: por su indocumentación o por la falta de respeto a la diferencia, como política de facto en lo que se refiere a la integración de esta inmigración en el país. Podría ser saludable favorecer un debate sobre cómo avanzar más allá de este aparente empate, sobre todo para mitigar posibles fuentes de conflicto en el futuro. Por otra parte, con otros colectivos de migrantes, por ejemplo los españoles, los árabes o los llamados cocolos, hay una política de facto de multiculturalismo en que se da con más frecuencia una valoración de sus aportes a la cultura 21. Entrevista con un oficial de la OIM, octubre de 2007. Este acontecimiento fue ampliamente reportado en la prensa: http://www.clavedigital.com/Portada/ Articulo.asp?Id_Articulo=11031. 195 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO dominicana. No es así para el colectivo de migrantes haitianos aunque es el colectivo más numeroso en el país.22 Otro señalamiento es que, si bien, hay un marco robusto a nivel internacional para la protección de las trabajadoras migrantes en el servicio doméstico, las organizaciones sociales, gremiales, y de derechos humanos en el país no se han aprovechado al máximo de este marco favorable para ayudar la protección de los derechos de estas personas. Hay experiencias en otros países de la región que podrían servir para el aprendizaje mutuo e intercambios. En este sentido, la Asociación de Trabajadoras Domésticas (ASTRADOMES) en Costa Rica, que aglutina tanto a las trabajadoras migrantes nicaragüenses como a las mujeres nativas en el trabajo doméstico, representa un modelo interesante a estudiar por su capacidad de unir esfuerzos y ser escuchadas de parte de los tomadores de decisión en materia migratoria entre otras políticas públicas. Aunque se puede discutir algunas limitaciones de la definición de la OIT23 en cuanto a trabajo doméstico o señalar algunos posibles puntos perfectibles en la Convención de 199024 de la ONU sobre los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familiares, en general hay un marco legal sólido a nivel internacional para ayudar a asegurar la protección de los/as trabajadores/as migrantes 22. Los cocolos (inmigrantes de larga data desde las islas menores de las Antillas angloparlantes), por ejemplo, llegaron originalmente al país para cortar caña pero hoy en día tienen renombre por sus reconocidos aportes culturales a nivel nacional, ejemplificado por un premio reciente de UNESCO en el rubro de patrimonio intangible de la humanidad. 23. Ver Anderson, B. (2000). Doing the dirty work? The global politics of domestic labour. London: Zed books. 24. Ver Piper y Satterthwaite en Cholewinski, R; Perruchoud, R. and MacDonald Euan Ed. 2007. International migration law: developing paradigms and key challenges. TMC Asser Press. The Hague. The Netherlands. 196 TOMO I en el servicio doméstico. Además, el trabajo binacional de los estudiosos y de la sociedad civil en otros contextos de América Latina y el Caribe ha podido avanzar bastante en cuanto a estudios pertinentes y la implementación de recomendaciones que se derivan de los análisis. Este nivel de avance en la región puede potenciar el aprendizaje horizontal sobre la temática que nos ocupa. Con todo, hay que elogiar a las cuatro organizaciones sociales con que hemos podido colaborar a lo largo de este estudio.25 Son entre las pocas organizaciones que acompañan a migrantes haitianos/as en el país que han dado el giro de incluir a la mujer migrante en espacios urbanos. Es particularmente importante aplaudir el trabajo pionero de Centro Puente, Dajabón, en su programa binacional innovador de apoyo, tanto a las trabajadoras domésticas haitianas como dominicanas (2007/2008). Entre los elementos a destacar del trabajo de Centro Puente son los siguientes. En primer lugar, esta organización social ha podido efectuar visitas domiciliares (en las casas de familia), para conocer más de cerca la realidad de la mujer transfronteriza haitiana en este oficio, orientando a las patronas y a las trabajadoras a la vez sobre el proceso de carnetización. A raíz de este trabajo, se ha visto la necesidad de armar un debate sobre el tipo de documentación que más conviene para estas trabajadoras, tomando en cuenta, por ejemplo, las ventajas y desventajas de las mujeres de estar vinculadas directamente a una patrona (según los carnés).26 En segundo lugar, el Centro Puente está reasentando una oficina en Ouanaminthe, para poder fortalecer su trabajo desde una pers25. El Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes, Santo Domingo; El Centro de Formación Social y Agraria (CEFASA), Santiago, ONE RESPE, Santiago, y Centro Puente, Dajabón. 26. En otros contextos, se ha criticado este tipo de vinculación para trabajadoras domésticas por ser parecido a “bonded labour” (ver, por ejemplo, el informe: Bonded Labour: the impact of proposed changes to the UK immigration system on migrant domestic workers, Kalayaan, London, 2008). 197 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO pectiva binacional. En tercer lugar, ha comenzado con una serie de talleres, enfocando los derechos específicos de las trabajadoras domésticas y, a sugerencia de nuestro equipo de investigación, está activamente buscando explorar experiencias de capacitación en este tenor en otros contextos, incluyendo la celebración del día anual a nivel internacional del trabajador/a doméstico/a. En el trabajo de las organizaciones sociales dedicadas a proveer programas de educación y salud beneficiando a las mujeres migrantes, puede haber una tensión entre aliviar las necesidades sentidas de la población que se está acompañando y la incidencia política para asegurar que el estado asuma sus responsabilidades en cuanto al acceso y la calidad de servicios básicos sin discriminar por razones raciales, de género, o estatus migratorio. A pesar de la incidencia en el pasado de una Asociación de Trabajadoras del Hogar (ATH) en RD, actualmente el nivel asociativo de las mujeres en el trabajo doméstico en el país parece ser bajo. Después de terminar el estudio, supimos del trabajo de la ONG Centro Solidaridad que ha comenzado a ayudar la organización tanto de mujeres nativas como migrantes en el servicio doméstico remunerado en la República Dominicana y fomentar los lazos como mujeres trabajadoras en el servicio doméstico en Haití. En general, ya sea por su invisibilidad o falta de documentación, las mujeres migrantes en el servicio doméstico están fuera de las redes oficiales de asistencia social. Son suceptibles de caer en manos de redes de malhechores que se aprovechen de su vulnerabilidad y falta de protección social. Como es normal por las relaciones de género en el Caribe, las mujeres entrevistadas se preocupan mucho por su entorno familiar, reconociendo la importancia de la educación para sus hijos/as. 198 TOMO I Sin embargo, no faltan los deseos de superación personal a nivel educativo para ellas mismas, ni el sueño de montar sus pequeños negocios. Además, las visiones de futuro pueden implicar un sesgo transnacional. En esta óptica, es interesante notar que en el caso de parejas, por ejemplo, una unidad familiar puede comprar terreno y comenzar la construcción de una casa por los dos lados de la isla de manera simultánea. Las mujeres estarían dispuestas a seguir viajando para poder mejorar su situación. Llama mucho la atención la casi nula atención prestada a la esfera política en relación con las expectativas para el porvenir. Aunque no hicimos una pregunta específica sobre las esperanzas a nivel político, brillaron por su ausencia las reflexiones al respecto de parte de las mujeres. Apenas una mujer de nuestra muestra (entrevistada en Santiago) declaró su posible interés en volver a Haití por un cambio político en su país nativo, en el caso remoto de que regrese (el ex Presidente) Aristide a Puerto Príncipe. Únicamente una de las mujeres de nuestra muestra, al tener carta electoral, estaba habilitada para votar en Haití en las últimas elecciones presidenciales (2005) y no ejerció el sufragio. Nos parece que hay un aprendizaje importante para las organizaciones que están acompañando a las personas migrantes (y sobre todo las mujeres migrantes) en lo que se refiere a la educación cívica. Si se pretende inculcar una nueva cultura de justicia de género en que las mujeres pueden ejercer plenamente sus derechos como ciudadanas, es indispensable animar un interés en los procesos políticos, tanto a nivel local como a nivel nacional, para fortalecer un estado de derecho, propiciar una democracia de mayor calidad, y favorecer un desarrollo humano más incluyente. Como se sabe, una gran conquista para los emigrantes dominicanos/as, a través del último cambio constitucional, ha sido la de poder contar con la doble nacionalidad y ejercer el voto desde el exterior en varios países. Esta facilidad se extenderá a Haití para 199 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO los 20,000 dominicanos/as viviendo en el país vecino para el próximo proceso electoral, según las últimas declaraciones de la Junta Central Electoral (JCE) al respecto, en agosto de 2008. A modo de conclusión, se observa que una gran parte de las organizaciones sociales en la República Dominicana sigue acompañando a la población migrante haitiana en el contexto de los bateyes aunque, desde hace más de una década, la mayor parte de la nueva inmigración haitiana ya no vive ni trabaja en los bateyes (NCHR: 1996; Badillo1998). Pocas organizaciones sociales están trabajando en los espacios urbanos, priorizando a la población de mujeres migrantes como un segmento de estas personas con necesidades específicas. Hay una sola organización social en la frontera del Norte que ha identificado a las mujeres migrantes transfronterizas que se desempeñan en el servicio doméstico, como un grupo que requiere de una atención especial junto con sus homólogas, las mujeres dominicanas en el trabajo doméstico en Dajabón. A pesar de un marco normativo robusto a nivel regional e internacional para la protección de las mujeres migrantes, las organizaciones sociales no han podido abogar con éxito para una homologación de la legislación nacional que refleje de manera más holística las normas internacionales pertinentes. Aunque el trabajo asistencial de parte de las organizaciones sociales y las iglesias con los grupos más necesitados entre las personas migrantes es muy valioso, puede opacar las reivindicaciones de los mismos grupos organizados de las personas migrantes de cara a los supuestos garantes de sus derechos a través de la isla. Sin embargo, hay experiencias prometedoras de programas que incluyen una capacitación en los derechos, de las mujeres, los/as migrantes y los/as trabajadoras tanto para instruir a las organizaciones que están acompañando a las personas migrantes como 200 TOMO I a los mismos migrantes.27 Otro aspecto a tomar en cuenta es un equilibrio de género en los cursos de capacitación para garantizar más participación de las mujeres migrantes, respetando los horarios apretados de grupos específicos como las mujeres que trabajan en el servicio doméstico. Finalmente, un aspecto clave es el de potenciar el liderazgo femenino, y trabajar para dar suficiente espacio y una voz a las mujeres migrantes haitianas (de cara a sus homólogos masculinos, por un lado, y, por otro, de cara a la población domínico-haitiana) en los debates relevantes y en las plataformas representativas. La voz de los migrantes ha sido subordinada a favor de las necesidades estratégicas de los/as dominicanos/as de ascendencia haitiana. Sin embargo, hay líderes (mujeres y hombres) de los/as migrantes que representan un potencial organizativo. Por ambos lados de la isla, la justicia de género, el desarrollo más incluyente, y la democracia de más calidad son temas sobre el tapete. En Haití, hay cierto interés de algunas instancias oficiales, notablemente el Ministerio del Estatus de la Mujer y de los derechos de la mujer (MCFDF), en profundizar sobre la temática de la mujer migrante con el objetivo de tomar en consideración este segmento de la población en las políticas públicas relevantes. En el contexto de la isla, como en muchos contextos parecidos en el mundo, el reto principal es cómo propiciar el respeto a la dignidad de la mujer migrante trabajadora en este oficio tradicionalmente devaluado. Como opina Annaïsse, trabajadora doméstica haitiana en Santo Domingo: 27. A título de ejemplo, se puede mencionar un curso sobre migración y derechos humanos auspiciado por la OIM/FLACSO que se está dando en el último trimestre de 2008 para promotores/as comunitarios/as, incluyendo un acápite importante sobre los lineamientos regionales de buenas prácticas para los momentos en que las personas migrantes se encuentran más vulnerables. 201 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Daprè mwen menm m panse ke, ke lavi a s`on on kesyon nenpòt sa w fè, s`on kesyon ee konpreansyon. lè fini vini eee, gen de bon kote w tonbe gen de fwa tou ou tonbe mal. Si vrèman, gen travay, travay kay madanm gen w`ap rankontre difikilte. gen de moun ki pa konprann moun. gen moun ki, ki kòm si k`ap panse ou pi ba pase l le fè t ke w`ap travay ansanm avè l. Paske gen kote mwen menm m travay pa gen moun ki konn vrèman ki moun mwen ye. sèlman m vin travay. Lè fini menm si yo poze kesyon mwen menm m m, m pa reponn. Se pa sak konte, ou pa konprann? (…) En mi opinión, la vida es cuestión de cualquier cosa que tú hagas, una cuestión de entendimiento. Unas veces caes en el buen lugar y otras en el malo. Si verdaderamente hay trabajo, trabajo de casa de familia, encontrarás algunas dificultades. Hay gente que no entiende a las personas. Gente que piensa que eres menos que ellos cuando tú trabajas junto con ellos. En algunos lugares en los que he trabajado no saben quién soy en realidad. Solamente voy a trabajar. Y, aunque me pregunten yo no contesto. No es eso lo importante, ¿entiendes? (…) 202 TOMO I A continuación se esbozan posibles pistas de recomendaciones de cara a las conclusiones del estudio, mencionando a potenciales actores que podrían estar implicados. Conclusión Recomendación Actores 1. Presencia de proyectos migratorios femeninos, jóvenes y educados. - Fortalecer la oferta de educación superior y profesional en Haití tomando en cuenta el acceso para las mujeres. - Crear oportunidades de empleo para mujeres jóvenes. - Sensibilización sobre la realidad de la “aventura” migratoria, desde una perspectiva de género. - Ministerio de la Juventud de Haití. - Ministerio de Educación de Haití. - Ministerio de Trabajo de Haití. - Ministerio del Estatus de la Mujer y los Derechos de la Mujer, Haití. 2. Percepción de “normalidad” de ambos lados de la frontera del cruce irregular de la frontera. - Sensibilización de las ventajas del viaje en condiciones de legalidad: - Información y acompañamiento antes y durante el viaje. - Evaluar la experiencia de CESFRONT con miras a seguir profundizando en las mejores soluciones para el control fronterizo. - Reforzar la presencia y función regulatoria en la frontera de las autoridades haitianas. - Equilibrar los roles de las autoridades fronterizas haitianas y MINUSTAH con el objetivo de transferir las competencias necesarias a las autoridades locales en un lapso razonable. - OIM - MINUSTAH - Gobierno de República Dominicana (GoD) 3. Vulnerabilidad a la trata y tráfico ilícito de mujeres migrantes. - Adecuar y reforzar la legislación existente en RD y su implementación. - Gobierno de Haití - Organizaciones sociales (ej. GARR, SJRM, Red 203 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO - Adoptar e implementar una legislación en materia de Trata y Tráfico en Haití. - Ampliación del mandato de CIPROM para abarcar la realidad de otras migraciones hacia RD. - Considerar la posibilidad de establecer una línea de teléfono de ayuda (helpline). Fronteriza Janó Siksé, (organizaciones de base). 4. Acceso a un status positivo migratorio engorroso, sobre todo para las mujeres migrantes. - Revisión del plan de documentación de las trabajadoras trans-fronterizas. - Promulgación del Reglamento de la Ley 285 de Migración e implantación del Plan de Regularización de Migrantes, como disposición transitoria ante la implementación de dicha ley. - Facilitar el acceso a una documentación que abra las puertas al disfrute pleno de los derechos civiles, económicos y sociales de las mujeres migrantes haitianas. - Informar y acompañar en los procesos de regularización migratoria. - OIM - SEM/CIPROM - Ministerio del Estatus de la Mujer y los Derechos de la Mujer, Haití. - Organizaciones sociales (ej. Mesa Nacional para las Migraciones, COIN, SJRM). 5. Vulneración del derecho al libre tránsito, sin respetar las especificidades de la mujer migrante TD - Sensibilización con los actores implicados sobre las normas (binacionales e internacionales) para llevar a cabo las deportaciones - Socialización de los lineamientos de buenas prácticas para los momentos de mayor vulnerabilidad en el ciclo migratorio (RROCM: 2005) con las organizaciones sociales/iglesias que - OIM - Gobierno de Haití. - Secretaría de Interior y Policía/ DG de Migración. - Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores. - Organizaciones sociales (ej. Mesa Nacional para las migraciones, GARR, SJRM). 204 TOMO I acompañan a las personas migrantes. - Secretaría de Interior y Policía/ DG de Migración. - Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores - Procuraduría General de la República - CESFRONT - Servicios consulares de Haití en RD - Organizaciones sociales/ Iglesias. 6. Regulación deficiente en materia laboral del servicio doméstico - Actualizar la legislación laboral del servicio doméstico para equipararlo en derechos de los demás trabajadores. - Promover la visibilización del trabajo doméstico (incluyendo la participación de mujeres migrantes) remunerado en las estadísticas nacionales de RD. - Promocionar la posibilidad de mayor regulación a través de la figura de los inspectores de trabajo. - Secretaría de Trabajo de RD. - Secretaría de la Mujer de RD. - Poder legislativo de RD. - Oficina Nacional de Estadística de RD. 7. Incipiente trabajo de organizaciones sociales con mujeres migrantes haitianas trabajadoras en contextos urbanos. - Dar seguimiento al trabajo pionero del Centro Puente en Dajabón. - Promover proyectos de acompañamiento a las necesidades específicas de las mujeres migrantes haitianas en su rol de trabajadoras, incluyendo la sensibilización sobre sus derechos humanos y el ejercicio de estos - Potenciar el surgimiento de liderazgo en el propio seno de la comunidad de mujeres migrantes en general y en el TD, en específico. - Organizaciones sociales. - Redes y/o plataformas de organizaciones sociales. - OIM - Cooperación internacional. - Sindicatos - Estudiosos/as y activistas sociales en Centroamérica y en el Cono Sur. - GARR 205 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO - Compartir buenas prácticas a través de la isla de programas innovadores en el combate de violencia intrafamiliar - Intercambio de experiencias y buenas prácticas de lucha por los derechos de las trabajadoras domésticas migrantes en Centro América y el Cono Sur - Distinguir entre las necesidades estratégicas de los dominicano/as de ascendencia haitiana y los/as migrantes haitianos/as en RD. 8. Escasez de estudios académicos sobre la migración femenina hacia RD, y sobre el trabajo doméstico. - Propulsar nuevos estudios cualitativos y cuantitativos desde diferentes perspectivas y temáticas del fenómeno migratorio femenino hacia RD desde Haití (por ejemplo, cadenas globales femeninas de cuidado, remesas, mujeres en el pequeño comercio). - Propulsar nuevos estudios cualitativos y cuantitativos desde diferentes perspectivas sobre el trabajo doméstico remunerado en República Dominicana (por ejemplo, sobre la perspectiva de los/as empleadores/as). - Universidades RD, Haití. - Centros de Investigación, Think Tanks, Investigadores/as independientes. - OIM - UNFPA - UNIFEM - INSTRAW - OIT 9. Falta de claridad sobre las políticas de integración de cara al colectivo de inmigrantes haitianos, en particular las mujeres. - Tomar en cuenta a las personas migrantes en todas las políticas públicas pertinentes, por ejemplo en la implementación del Sistema de Seguridad Social. - Revisión de criterios de focalización y su aplicación - SET - SEM - SEE - SESPAS - El Instituto Nacional de Migración y el Consejo Nacional de Migración (ver ley 285-04). 206 TOMO I en programas oficiales de protección social. - Considerar la posibilidad de establecer un Comité Interinstitucional para potenciar la integración de migrantes en el país, con perspectiva de género. 207 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO 208 Glosario AECID: La cooperación internacional al desarrollo de España. AMBA FIL: De manera irregular (literalmente, por debajo del alambre). ASTRADOMES: Asociación de Trabajadoras Domésticas, Costa Rica. ATH: Asociación de Trabajadoras del Hogar, RD. CEDAW: Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination against Women. CEFASA: Centro de Formación Social y Agria, Santiago Centro Puente: ONG, Dajabón. CEPAL: Comisión Económica para América Latina (Naciones Unidas). CESFRONT: Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre. CIES/UNIBE: Centro de Investigación y Estudios Sociales/ Universidad Iberoamericana. CIPROM: Comité Interinstitucional de Protección a la Mujer Migrante. COCOLOS: Inmigrantes a la RD, desde las Antillas Menores DÉPARTEMENT: División política y administrativa de Haití (hay 10 en Haití). DGM: Dirección General de Migración. 209 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO DSNCRP: Plan Estratégico para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza, Haití. ECOSOC: Consejo Económico y Social (Naciones Unidas). FAFO: Institute for Applied International Studies, Norway. FIES: Fondo para el Fomento de la Investigación Económica y Social, RD. FLACSO: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. GARR: Group de Apoyo a los Refugiados y a los Repatriados, Haití. GoD: Gobierno de la República Dominicana. GoH: Gobierno de Haití. IDRC: International Development Research Centre (Canada). IHSI: Instituto Nacional de Estadísticas de Haití. INSTRAW: United Nations International Research and Training Institute for the Advancement of Women. INTEC: Instituto Tecnológico de Santo Domingo. MCFDF: Ministerio del Estatus de la Mujer y los Derechos de la Mujer, Haití. MINUSTAH: Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití. MNM-RD: Mesa Nacional para las Migraciones, RD. MUDHA: Movimiento de las Mujeres Dominico-Haitianas, República Dominicana. NCHR: National Coalition for Haitian Rights, Haití. OEA: Organización de los Estados Americanos. OIM: Organización Internacional para las Migraciones. OIT: Organización Internacional de Trabajo. ONE RESPE: Centro de Reflexión, Encuentro y Solidaridad, Santiago. ONE: Oficina Nacional de Estadísticas, RD. PEPE: Ropa en venta, de parte de las mujeres trabajando en el pequeño comercio. PIB: Producto Interno Bruto. PLAÇAGE: Unión libre, Haiti. 210 TOMO I PMD: País Menos Desarrollado. PNUD: Programa de Desarrollo (Naciones Unidas). RESTAVEK: Niño/a en el servicio doméstico (mayormente niñas). RFJS: Red Fronteriza Jano Sikse. RROCM: Red Regional de Organizaciones Civiles para las Migraciones. SDSS: Sistema Dominicano de Seguridad Social. SEE: Secretaría de Estado de Educación, RD. SEM: Secretaría de Estado de la Mujer, RD. SESPAS: Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social, RD. SET: Secretaría de Estado del Trabajo. SFS: Seguro Familiar de Salud. SICA: Sistema de Integración para Centroamérica. SJRM: Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes. UASD: Universidad Nacional Autónoma, RD. UNESCO: United Nations Educational, Scientific, and Cultural Organisation. UNFPA: United Nations Population Fund. UNIFEM: United Nations Development Fund for Women. 211 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO 212 Bibliografía ______ 1996. C-177 Convenio sobre el trabajo a domicilio. OIT Organización Internacional del Trabajo. Ginebra, Suiza. ______ 1996. R-184 Recomendación sobre el trabajo a domicilio. OIT - Organización Internacional del Trabajo. Ginebra, Suiza. ______ 1997. Ley 24-97 de Violencia contra la mujer e intrafamiliar. SECRETARÍA DE ESTADO DE LA MUJER. Santo Domingo, República Dominicana. _______ “Haití : La ratification de deux conventions au profit des enfants, saluée par les Nations Unies”. Alterpresse. Port au Prince, Haití. _______ 1999. C-182 Convenio sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación. OIT - Organización Internacional del Trabajo. Ginebra, Suiza. _______ 1999. Ley No. 103-99 sobre los Trabajadores (as) Domésticos (as). Santo Domingo, República Dominicana. ________ 2001. 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La pobreza del pueblo haitiano influye de forma determinante sobre los flujos migratorios hacia la República Dominicana. No cabe duda de que, mientras el mercado laboral nacional le brinde un mayor retorno a la mano de obra haitiana inmigrante, continuará la entrada de haitianos. El impacto de la inmigración haitiana sobre el mercado laboral dominicano no se ha evaluado rigurosamente. Es preciso determinar si esa mano de obra sustituye al trabajador dominicano menos calificado, pero constituye al mismo tiempo un elemento indispensable para que el trabajador calificado dominicano pueda suplir bienes y servicios a precios competitivos y, en consecuencia, mantenerse empleado. También es preciso evaluar si la existencia 1. La presente investigación fue financiada por el Fondo para el Fomento de la Investigación Económica y Social (FIES) de la República Dominicana. Agradezco la cooperación de un extraordinario equipo de expertos investigadores. Juan A. Pimentel, aportó su amplia experiencia en el análisis de encuestas y colaboró en toda la extensión de la investigación. Marina Ortiz realizó la encuesta que se utiliza como fuente primaria fundamental del estudio. Mónika Infante aportó el análisis legal de la presencia haitiana en el mercado laboral dominicano y su relación con las finanzas públicas. Juan Miguel Pérez realizó una revisión de la bibliografía existente sobre la presencia haitiana en la República Dominicana con relación al mercado laboral. Todos los errores permanecen bajo mi responsabilidad. Los comentarios pueden ser enviados a jaimearisty@codetel.net.do 225 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO de esa mano de obra haitiana eleva o no la rentabilidad del capital invertido y estimula el crecimiento de las actividades productivas de la nación. El impacto de la inmigración haitiana sobre el grado de desigualdad de los ingresos en la República Dominicana es una incógnita. La respuesta se sabrá cuando se analice el efecto de la entrada de trabajadores haitianos en el mercado laboral dominicano y en el diferencial de la remuneración de los trabajadores según el tipo de trabajo que realizan y su nivel de calificación. Si la inmigración haitiana reduce el ingreso de los trabajadores dominicanos no calificados con relación al de los trabajadores calificados habrá un aumento de la desigualdad de ingresos laborales. Tampoco se tiene una medida adecuada del efecto de la inmigración haitiana sobre las finanzas públicas. No se conoce cuál es la suma de impuestos que pagan los inmigrantes haitianos al fisco dominicano. Tampoco se sabe cuál es el monto que absorben de los recursos públicos a través de la demanda de servicios sociales del Estado Dominicano. En consecuencia, no se ha determinado si los haitianos son contribuyentes o receptores netos de recursos gubernamentales. I. MIGRACIÓN: DEFINICIÓN Y DETERMINANTES La migración internacional se define como el movimiento de una persona o familia de una nación a otra. La teoría que explica las decisiones de migración incluye factores económicos, sociodemográficos, geográficos e institucionales. Diversos autores2 han identificado como los principales determinantes de la mi2. Véanse los trabajos de Borjas (1987), Borjas (1994), Borjas (1995) Borjas (1999), Hatton y Williamson (2003), Clark et al. (2002), Mayda (2005a), Mayda y Krishna (2004) y Aristy-Escuder (2007), entre otros. 226 TOMO I gración los siguientes: diferencial de los ingresos entre los países; diferencial de niveles educativos; edad promedio de la población emigrante; la política migratoria establecida por los países receptores; y la distancia entre los países. También se ha identificado la existencia de costos de emigrar vinculados a aspectos psicológicos, económicos e incluso de seguridad personal. Desde el punto de vista económico el emigrante tiene que abandonar su fuente de ingresos en el país de origen por un ingreso incierto en el país receptor. A esto se añade el costo financiero del proceso de migración vinculado a la distancia entre el punto de origen y el destino y a la preparación de papeles –incluyendo los honorarios de abogados– que le permitan entrar legalmente al territorio receptor. Por último, existe el costo de perder la vida durante el proceso de emigración, principalmente si se llega ilegalmente cruzando el mar mediante el uso de frágiles embarcaciones, o cruzando zonas desérticas. El diferencial de salarios entre países se encuentra entre los principales determinantes de los flujos migratorios.3 La decisión de emigrar de un trabajador –dejando de lado las razones políticas o familiares– se explica económicamente como el resultado de un proceso de maximización del valor presente del flujo de ingresos laborales que obtendrá a lo largo de su vida, tomando en consideración el costo de abandonar el lugar de nacimiento. A mayor diferencial de salarios y a menor costo de migración, mayor será el flujo migratorio de un país de bajo salario al de mayor remuneración laboral. 3. Borjas, G. (2000) señala que el Premio Nobel de Economía Sir John Hicks afirmó en 1932 que “las diferencias en las ventajas económicas netas, principalmente las diferencias en salarios, son las principales causas de la migración.” Para una demostración empírica para el caso dominicano véase Aristy-Escuder (2007). 227 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO A menor edad promedio de los trabajadores emigrantes potenciales, mayor cantidad de personas tenderá a abandonar el país de origen. Mientras más joven sea una persona, mayor será el valor presente de su flujo esperado de ingresos, en consecuencia, mayor será el valor presente diferencial entre las remuneraciones que obtendría entre el país receptor y el de origen, estimulado la emigración. Por ese motivo, se observa que la migración es un fenómeno preponderantemente de jóvenes. A mayor nivel educativo de la persona residente en el país de origen, relativo al nivel que prevalece en el país receptor, menor será el costo de la emigración, en particular cuando existe una política de migración sesgada hacia los trabajadores calificados. En ese caso el patrón de la emigración se moverá hacia las personas con mayor nivel educativo. A mayor cuota de visas establecidas por el país receptor, mayor flujo de emigrantes se registrará.4 La hipótesis de la persistencia establece que un elevado stock de miembros del país de origen viviendo en el exterior crea redes de amigos y vecinos que facilitan e incrementan los flujos migratorios.5 A mayor facilidad de traslado, mayores flujos migratorios se producirán. Un ejemplo. La existencia de una amplia frontera 4. La cantidad de visas otorgadas por el país receptor puede entenderse como el resultado de un juego entre los grupos de intereses, donde se toman en consideración las actitudes con relación a los inmigrantes. Véase Mayda (2005b) para un análisis sobre las actitudes de los habitantes del país receptor hacia la inmigración. Ella demuestra que las personas con alto nivel de calificación son más propensas a aceptar la inmigración en países con ingresos per cápita elevados, mientras que en los países con bajos niveles de ingreso per cápita son menos propensos a aceptar la inmigración. 5. En Mayda (2005a) se utiliza como proxy de los efectos de redes, la tasa de emigración retrasada o el tamaño del stock de inmigrantes. 228 TOMO I –escasamente custodiada- facilita el flujo de personas de Haití hacia la República Dominicana. II. ACERCAMIENTO AL PROCESO DE INMIGRACIÓN HAITIANA La migración haitiana hacia la República Dominicana tiene sus orígenes en los primeros años de la década de 1910. Para esa fecha se contrataban braceros para la realización del corte de caña en los ingenios azucareros. A principios del siglo XX, se estima que la cantidad de braceros haitianos contratados por año llegaba a cifras de alrededor de 5,000 personas, registrándose en el censo de 1920 un total de 28,258 haitianos6 y en el censo de 1935 se contó un total de 52,657 personas.7 En 1937, el Presidente de la República Dominicana, General Rafael Trujillo Molina, tomó la decisión de “dominicanizar” la frontera con Haití de la forma más brutal posible: a través de una matanza de haitianos.8 Algunos autores señalan que alrededor de 15,000 civiles haitianos perecieron a manos del ejército de la República Dominicana.9 Simultáneamente, el Gobierno de Trujillo aprobó en 1937 una ley que restringía a un 30% la cantidad de mano de 6. En el Primer Censo Nacional celebrado en el 1920, se determinó que la población total de la República Dominicana era de 894,665 habitantes. Los haitianos representaban la población inmigrante principal y los puertorriqueños la segunda con 6,069 personas. Los inmigrantes de las Antillas Inglesas (5,763), Antillas Holandesas (1,449), Antillas Francesas (1,093) y Antillas Danesas (885) representan otros grupos que llegaban al país a trabajar en los campos de caña de azúcar. El número de españoles ascendía a esa fecha a 1,444 personas. 7. Es interesante anotar que entre 1913 y 1931 llegaron a la provincia de Oriente de Cuba entre 30,000 y 40,000 braceros haitianos. Véase Wooding y MoseleyWilliams (2004), p. 26. 8. En la República Dominicana existe una actitud desfavorable frente a los haitianos que aparenta tener su origen en los 22 años de ocupación haitiana (18221844) del territorio dominicano. Cabe recordar que la primera independencia nacional (1844) se obtiene luchando contra los ejércitos de Haití, hasta 1856. El sentimiento anti-haitiano fue estimulado durante el Gobierno del General Rafael Trujillo Molina (1930-1961). 9. “Vega (1995) afirma que el número de muertos fue de 6,000 haitianos. Los trabajadores haitianos localizados en los ingenios azucareros no fueron afectados por la masacre.” 229 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO obra extranjera que podía ser contratada y en 1939 aprobó una ley que prohibía la entrada a menos que dicha inmigración fuera para trabajar en el corte de caña. El censo de 1950 registró una reducción del número de haitianos en el territorio dominicano, situándose la cifra en 29,500 personas. Muerto el General Trujillo en 1961, estos movimientos migratorios quedaron regulados por las necesidades de braceros para el corte de la caña. La población haitiana en la República Dominicana es preponderantemente masculina y joven. El 76% de los haitianos residentes en el territorio nacional son hombres, siendo el 64% menor a 30 años de edad. El trabajo previo de la mayoría de los inmigrantes haitianos se sitúa en el sector agrícola. Más de la mitad de los inmigrantes haitianos no sabe leer ni escribir; sin embargo, muchos de esos inmigrantes tienen el interés de que sus hijos mejoren su nivel de instrucción. En la actualidad, se observa a niños y jóvenes haitianos formándose en las escuelas públicas y –en menor medida– en universidades dominicanas. Se debe resaltar que los nuevos inmigrantes tienen un nivel de instrucción superior al de los inmigrantes más antiguos. BáezEvertsz y Lozano (2008) señalan que alrededor de un 25% de los migrantes más recientes posee un nivel de educación secundaria o superior, contrastando favorablemente con la educación de los inmigrantes más antiguos. Aun cuando inicialmente muchos laboraban en los campos de caña, en la actualidad los trabajadores haitianos se insertan en las actividades de construcción, turismo, servicios y comercio. Parte de esa inserción en nuevas actividades productivas es fruto del cambio de modelo económico experimentado por la República Dominicana, al pasar de una economía agroexportadora a una de servicios abierta hacia el exterior.10 Debido a que muchos de los nuevos inmigrantes son jóvenes con mayor nivel de 10. Véase Silié (2003). 230 TOMO I escolaridad que los campesinos que eran contratados por los ingenios en años anteriores, los inmigrantes haitianos tienen mayor movilidad laboral por lo cual ya no se concentran, como sucedía en el pasado, en los bateyes localizados en los campos de caña. La población haitiana en la República Dominicana ha incrementado su presencia en los centros urbanos, sobre todo en la ciudad de Santo Domingo, donde se encuentra localizada la zona denominada “Pequeño Haití.” Se estima que a mediados de los años noventa vivían en la República Dominicana más de 500 mil haitianos.11 La OIM (2006) sugiere que la cantidad de haitianos que vive actualmente en la República Dominicana ronda en alrededor de 800 mil. No obstante, las cifras en torno a la cantidad de haitianos en el territorio nacional es un tema de discusión por su deficiencia.12 Haití es el país más pobre del Hemisferio Occidental. La perspectiva de mejorar sus condiciones de vida constituye el principal factor explicativo de la migración hacia el territorio dominicano. Según los datos del Informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas 2005, el PIB PPP para el 2003 de la 11. Esa estimación fue realizada en 1994 por Corten y Duarte (1994). La cifra incluye a los nacidos en Haití y todos los descendientes haitianos desde la década de 1920. Realizan un estimado de 245,000 nacionales haitianos (a partir del censo de inmigrantes haitianos de 1991 realizado por la Oficina Nacional de Estadística de la República Dominicana) y a este le suman la cifra de 260,000 domínicohaitianos, proyectada a partir del número de hijos y nietos de los haitianos registrados en los censos de 1930, 1950 y 1970. Esa población representa alrededor del 6% de la población dominicana. Sin embargo, Wooding y MoseleyWilliams (2004) realizan un recuento de haitianos tomando en consideración las deportaciones de los años noventa y concluyen que la cifra debe ser 380 mil. 12. En Murphy (1991), p. 76, se plantea que: “el gobierno dominicano no parece dar a conocer, o ni siquiera saber, la cifra real de haitianos indocumentados que vive en República Dominicana.” Cabe señalar que la Constitución Dominicana otorga la nacionalidad a todo aquel nacido en el territorio nacional de padres extranjeros –jus soli. No obstante, la realidad es que a los hijos de haitianos se les niega en numerosas ocasiones ese derecho. 231 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO República Dominicana fue cuatro veces superior al de Haití. En términos de PIB per cápita en dólares PPP, la República Dominicana registró en ese año la cifra de 6,823 dólares, mientras que Haití registró 1,742 dólares. Asimismo, el índice de pobreza humana para el 2005 fue de un 11.8% para la República Dominicana y de un 38% para Haití. La República Dominicana ocupa la posición 25 de 103 países en vías de desarrollo clasificados en el ranking del índice de pobreza, mientras que Haití ocupa la posición 70. La distribución de los ingresos en Haití es terrible. El 56% de la población vive con ingresos por debajo de un dólar por día, mientras que la pobreza extrema en la República Dominicana es de un 15.9%.13 En cuanto a la medida de desigualdad, el coeficiente Gini para la República de Haití alcanza la cifra más alta de la región, con un valor de 65.0, mientras que para la República Dominicana es de 49.7. Como resultado, la República Dominicana representa un atractivo de desarrollo para la población haitiana, sobre todo un destino cercano para la búsqueda de un mayor bienestar.14 III. IMPACTO SOBRE EL MERCADO LABORAL a. Aspectos teóricos El impacto económico de la migración es un tema ampliamente analizado en los países desarrollados. Existe una abundante bibliografía donde se abordan -analítica y cuantitativamentelos efectos de la migración sobre el mercado laboral de los países receptores, que casi siempre son países desarrollados. Sin embargo, hasta nuestro conocimiento del tema, no se han elaborado estudios de ese tipo para evaluar el impacto de la migración haitiana hacia la República Dominicana, por lo cual 13. Banco Mundial (2006), p.11. 14. También se registra una fuerte migración haitiana hacia los Estados Unidos, concentrándose en las ciudades de Nueva York y Miami. 232 TOMO I la presente investigación brindará un aporte significativo a la literatura internacional y local sobre los efectos de la migración. El mercado laboral de una economía receptora de inmigrantes se perturba debido al incremento de la oferta de mano de obra. El impacto dependerá de la similitud de la distribución del grado de calificación de los inmigrantes con la de la población receptora.15 En caso de que la mano de obra nacional y la inmigrante tengan características similares –principalmente en términos de calificación- se registrará un proceso de sustitución de mano de obra que reducirá el salario promedio de la economía nacional y elevará el retorno del capital invertido. Se ha demostrado empíricamente que los flujos migratorios elevan la oferta laboral en los países receptores de la inmigración y, en consecuencia, modifican los valores de equilibrio de salario y de empleo. La existencia de dos naciones con diferentes niveles salariales es un atractivo para que los trabajadores del país con menor nivel de salario se trasladen a la nación con mayor salario. En un mercado competitivo el salario se iguala a la productividad marginal de la mano de obra. Los trabajadores con igual nivel de calificación –y de acceso a capital- tienen el mismo nivel de productividad y salario. El aumento de la oferta de mano de obra tenderá a disminuir el salario en el país con mayor nivel de ingresos laborales debido a la disminución de la productividad marginal de la mano de obra, pero al mismo tiempo elevará el nivel de producción nacional y el retorno del capital invertido. Asumiendo la ausencia de costos de transacción, el proceso migratorio continuará mientras el salario del país receptor sea mayor que el existente en el país de emigrantes. No obstante, por lo general esos flujos migratorios se detienen debido a la disminución del salario promedio del empleado nacional y al aumento de la desigualdad en la distribución de los ingresos, lo 15. Borjas (2000), p.12 233 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO cual presiona a los políticos, quienes toman la decisión de detener o disminuir la inmigración. El efecto sobre el salario de los trabajadores nativos depende también del grado de movilidad sectorial. A mayor capacidad de los trabajadores nacionales de trasladarse de un sector que reciba mano de obra inmigrante hacia otro, menor será el impacto de la inmigración sobre el salario promedio del trabajador nacional. Algunos autores afirman que en economías abiertas, el impacto sobre los salarios internos del aumento de la oferta laboral puede ser amortiguado por los cambios en la especialización industrial, por los avances tecnológicos y por el traslado sectorial de la mano de obra y el capital.16 Incluso, llegan a señalar que el reducido impacto de la inmigración sobre el salario nacional –que registra la evidencia empírica en los Estados Unidos y Europa– se debe, principalmente, a la compensación producida por los cambios tecnológicos y al cambio de producción. Cabe resaltar que el tipo de mano de obra que emigrará depende de la distribución de los salarios y de la productividad laboral de cada uno de los países. Borjas (2000) establece la existencia de dos tipos de flujos migratorios. La selección positiva se registra cuando los inmigrantes más calificados son atraídos hacia el país receptor debido a que en este se remunera mejor a la mano de obra calificada. La selección negativa ocurre cuando los inmigrantes tienen un bajo nivel de calificación y el país de origen remunera relativamente bien a la mano de obra más calificada, por lo cual los trabajadores más calificados permanecen en el país de origen y solo emigran los menos calificados. La inmigración afectará la distribución de los salarios por tipo de trabajador. En el modelo de proporciones se establece que un aumento de la mano de obra no calificada reducirá la cantidad relativa 16. Véase Hanson et al. (2001), p.12. En ese estudio los autores abordan tres tipos de enfoques teóricos: el modelo de áreas; el modelo de proporciones; y el modelo Heckscher-Ohlin. 234 TOMO I de mano de obra especializada (i.e., la cantidad de trabajadores calificados como proporción de los no calificados), por lo cual, se incrementará el salario de los trabajadores calificados con relación a los no calificados. Esto producirá un empeoramiento de la desigualdad de la distribución de los salarios de los trabajadores nacionales. La siguiente figura muestra el impacto del aumento de la cantidad de mano de obra no calificada con relación a la calificada –producto de la inmigración– sobre el salario relativo de ambos tipos de trabajadores nacionales. A mayor cantidad de trabajadores no calificados –con relación a los calificados– mayor salario relativo a favor de los calificados. FIGURA 1 IMPACTO DE LA INMIGRACIÓN SOBRE LOS SALARIOS RELATIVOS (MODELO DE ÁREAS Y DE PROPORCIÓN) La mano de obra calificada lleva por subíndice “s” y la no calificada “u”. Qs es la cantidad de mano de obra calificada y Qu la no calificada. Ws y Wu representan los salarios de calificados y no calificados, respectivamente. La llegada de inmigrantes no calificados desplaza hacia la izquierda la cantidad relativa de mano de obra calificada (RS) y eleva su salario relativo. Tomado de Hanson et al. (2001), p. 128. 235 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO MODELOS ANALÍTICOS17 Borjas (1999) establece que los trabajadores y propietarios del capital del país receptor se benefician de la inmigración en la medida en que los inmigrantes y los trabajadores nacionales tengan diferentes niveles de calificación. Asimismo, señala que los beneficios son mayores a mayor diferencia en la calificación de los inmigrantes y nacionales. Además afirma que los beneficios de la inmigración no se distribuyen equitativamente, pues llegan más a los trabajadores nacionales y a propietarios del capital cuya actividad se complementa con la mano de obra inmigrante. Los trabajadores nacionales no calificados –si ese es el tipo de mano de obra que llega al país desde el extranjerosufrirían una disminución de su participación en el total de valor agregado nacional. a. Modelo con mano de obra homogénea Borjas (1995) elabora un modelo simple, asumiendo mano de obra homogénea y capital fijo, que permite determinar el excedente de la inmigración. En la siguiente figura se presenta la situación del mercado laboral antes y después de que se registren flujos migratorios. Asumiendo que existe una función de producción con insumos capital y mano de obra (tanto nacional, N, como extranjera, M), donde el capital es fijo en el corto plazo y existen rendimientos constantes a escala, el nivel de renta nacional –antes de la entrada de inmigrantes– es igual al área comprendida por ABN0. Con la entrada de trabajadores inmigrantes (M) la oferta de mano de obra se desplaza hacia la derecha hasta L (=N+M), el resultado es la reducción del salario de equilibrio de w0 a w1 . El nivel de renta nacional con 17. Esta sección se basa en Borjas (1999) y Borjas (1995) 236 TOMO I la entrada de los inmigrantes es ACL0. ¿Cómo se distribuye ese ingreso (o valor agregado) nacional? Los inmigrantes reciben w1M y el resto lo reciben los propietarios del capital y los trabajadores nacionales. Nótese que la nueva área asignada a los factores de producción nacionales supera a la original (ABN0) en el triángulo BCD, el cual representa el excedente de la inmigración. Esto se explica “porque el salario de mercado iguala a la productividad del último de los inmigrantes contratados, los inmigrantes incrementan la renta nacional en más de lo que cuesta emplearlos.”18 Cabe resaltar que al descomponer la distribución de ingresos de los factores nacionales después de la inmigración se observa que el ingreso de los trabajadores nacionales se reduce a w1 N, lo cual revela que el aumento de la renta nacional se lo llevan los propietarios del capital debido a la mayor remuneración del capital (i.e., precio del capital invertido). Esto significa que la inmigración produce una modificación en la distribución de los ingresos entre los factores de producción nacionales, aumentando la desigualdad. El profesor Borjas explica que en el caso de que la curva de demanda laboral fuera perfectamente elástica –que implica la no reducción en el salario promedio de la economía– todo el incremento del ingreso nacional sería propiedad de los inmigrantes. Por eso concluye señalando que: “un excedente de la inmigración se origina solamente cuando el salario nacional se reduce como resultado de la inmigración.”19 18. Borjas (1995), p. 6. 19. Borjas (1995), p. 6. 237 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO FIGURA 2 EXCEDENTE DE LA INMIGRACIÓN El excedente de la inmigración se define como el cual se puede presentar como un porcentaje de la renta nacional de la siguiente manera: Los estudios econométricos revelan que la elasticidad de los salarios frente a los movimientos de la cantidad de mano de obra 238 TOMO I (elasticity of factor price for labor) (i.e., cómo cambia el salario cuando la cantidad de mano de obra disponible se incrementa en un 1%) es de alrededor de -0.3% en los Estados Unidos. Borjas para el caso estadounidense señala que la renta del trabajo representa un 70%, que la elasticidad del salario es de -0.3% y que los inmigrantes representan un 10% de la fuerza laboral, obteniendo un excedente de la inmigración equivalente a un 0.1% del PIB. Para el caso de España, Dolado (2002) usó una elasticidad de -1%, una participación salarial en el PIB de 60% y una participación de los inmigrantes en la oferta laboral de 3.5% y obtuvo un excedente de la inmigración equivalente a un 0.04% del PIB. Borjas (1995) demuestra que el excedente de la inmigración se origina porque existe complementariedad entre los inmigrantes y los propietarios del capital. Queda claro que a mayor elasticidad de sustitución entre capital y mano de obra menor serán las ganancias de la inmigración para los propietarios nacionales del capital.20 Borjas también señala que aun cuando el excedente de la inmigración es pequeño, su impacto económico es grande. Específicamente, sostiene que la inmigración causa una importante distribución del factor trabajo hacia el capital. El cambio en el ingreso de los trabajadores del país de origen es y y el cambio en el ingreso de los propietarios del capital es . Para el caso de los Estados Unidos, con una elasticidad de -0.3, los ingresos de los trabajadores nacionales sufren una reducción equivalente a un 1.9% del PIB, mientras que los propietarios del capital obtienen una ganancia neta equivalente a un 2% del PIB. Si se asume que la oferta de capital es perfectamente elástica, el impacto de la inmigración es diferente. Borjas (1999) demuestra 20. Véase Borjas (1995), nota al pie no. 5, p. 8. 239 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO que el excedente de la inmigración es cero, dado que el flujo de capital que promueve la inmigración restablece en el país receptor el nivel de la relación capital/mano de obra existente antes de la inmigración. De ahí que se concluya que la inmigración no modifica el precio de la mano de obra ni el retorno del capital, por lo cual los trabajadores nacionales ni ganan ni pierden con la inmigración.2 b. Modelo con mano de obra heterogénea Borjas (1999) asume la existencia de dos tipos de trabajadores en el país receptor: mano de obra calificada (Ls) y no calificada (Lu). Al igual que en el caso anterior el impacto de la inmigración depende de lo que sucede con el acervo de capital cuando los inmigrantes entran al país. En el caso de que la oferta de capital sea inelástica (i.e., fija), la inmigración incrementa la rentabilidad del capital y reduce el ingreso total de los trabajadores nacionales. El excedente de la inmigración es: Borjas demuestra que, en este caso, el excedente de la 21. Véase Borjas (1999), p. 5. 240 TOMO I inmigración se maximiza cuando se promueve la entrada de inmigrantes calificados, debido a la existencia de una elevada complementariedad entre el capital y la mano de obra calificada. Por eso se recomienda la entrada de inmigrantes calificados. También se demuestra que esa conclusión se modifica cuando la mano de obra nacional es predominantemente calificada. En ese caso el excedente de la inmigración es mayor con la inmigración de mano de obra no calificada, la cual es complementaria a la mano de obra calificada nacional. También se demuestra que la inmigración reduce los ingresos totales de los trabajadores nacionales (como porcentaje de la renta nacional), lo cual sugiere que el deterioro del ingreso de los trabajadores menos calificados supera el posible incremento de la remuneración de los trabajadores nacionales más calificados: Si se asume la existencia de una oferta de capital elástica, lo cual significa que la tasa de retorno se mantiene constante dr = 0, el impacto de la inmigración sobre los salarios de los trabajadores calificados y no calificados depende de cómo se asemeja la distribución de la calificación entre los inmigrantes; es decir, depende de la calificación relativa de los inmigrantes con relación a los nacionales. Si la distribución de la calificación entre los trabajadores nacionales e inmigrantes es la misma (i.e., el porcentaje de trabajadores nacionales calificados (b ) y el porcentaje de trabajadores inmigrantes calificados (β ) son iguales), la inmigración no ejerce ninguna influencia en la estructura salarial del país receptor. Si los inmigrantes son relativamente menos calificados, la inmigración produce una reducción del salario de los trabajadores menos educados y aumenta el salario 241 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO de los calificados. Si los inmigrantes son relativamente más calificados, el salario de los educados nacionales se reduce y aumenta el salario de los no calificados.22 De acuerdo al profesor Borjas, el excedente de la inmigración –como porcentaje del ingreso nacional– es igual a: Usando esta ecuación se concluye que si la población nacional es relativamente poco calificada y se promueve la entrada de inmigrantes calificados –que complementa la mano de obra nacional– se maximiza el excedente de la inmigración. En caso de que la inmigración sea de mano de obra no calificada el excedente se hace cero si la mano de obra nacional también es poco calificada, pues existe un proceso de sustitución de la mano de obra. Al comparar el excedente de la inmigración en los dos casos de capital, fijo y flexible, se observa que el excedente es mayor en el caso de que el acervo de capital sea fijo (i.e., oferta inelástica). El valor es calculado por Borjas de la siguiente manera: EVIDENCIA EMPÍRICA La evidencia empírica sobre el impacto de la inmigración sobre los salarios no es totalmente concluyente. De hecho, existen algunos estudios que demuestran que el efecto del aumento de la 22. Borjas (1999), p. 6. 242 TOMO I oferta laboral, provocado por la inmigración, sobre los salarios de los trabajadores del país receptor es pequeño, pero existen otros que sugieren la existencia de un mayor (y negativo) impacto sobre los salarios, en particular de los trabajadores menos calificados. La diferencia de los resultados depende fundamentalmente del grado de sustitución entre los trabajadores inmigrantes y los nacionales. A mayor grado de sustitución laboral, más acentuado será el impacto negativo sobre los salarios de los trabajadores del país receptor. En esta sección se realiza una breve descripción de los resultados obtenidos en los principales estudios econométricos. La mayoría de los estudios empíricos revela que la inmigración tiene un impacto reducido sobre el nivel salarial, regional o nacional.23 Para el caso de los Estados Unidos, numerosos autores han señalado que un aumento del porcentaje de inmigrantes sobre la población activa de un 10% disminuye los salarios en menos de un 1%. Los estudios que se enfocan en las zonas geográficas con mayor concentración de inmigrantes se concluye señalando que el impacto sobre los salarios es relativamente reducido. Ese tipo de estudios se fundamenta en el análisis de las diferencias laborales entre ciudades con altas y bajas concentraciones de inmigrantes para determinar el impacto de la llegada de esa nueva fuerza laboral.24 El otro tipo de estudios, que analiza el efecto de la inmigración 23. Véanse Friedberg y Hunt (1995) y Borjas (1999). 24. Véase Grossman, J. (1982). Cabe destacar que Borjas, Freeman y Katz (1992 y 1996) han realizado críticas al enfoque de evaluación del impacto de la inmigración basado en los mercados cruzados (cross-market approach). En primer lugar, se señala que un incremento de la cantidad de inmigrantes en una ciudad no necesariamente eleva la oferta de mano de obra no capacitada, pues los trabajadores nacionales pudieran emigrar como respuesta a la llegada de los inmigrantes. En segundo lugar, la correlación de corte transversal entre la llegada de inmigrantes y los salarios de los trabajadores nacionales puede estar sesgada hacia arriba por los choques de demanda que elevan el salario local y atraen a los inmigrantes. En tercer lugar, en el largo plazo, un aumento de la oferta laboral inducido por la llegada de inmigrantes a una determinada ciudad puede ser difundida a través de toda la economía por el comercio que se registra entre ciudades. Card (2001), p. 23, afirma que a partir de esa crítica del profesor Borjas se iniciaron estudios basados en modelos teóricos, tal como se presenta en Borjas (1994) y Borjas et al. (1992 y 1996), que evalúan el impacto de la inmigración a nivel nacional como Borjas (2003). 243 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO sobre la estructura de salarios a nivel de toda la nación receptora, revela la existencia de un impacto más acentuado.25 El estudio de Grossman (1982) es considerado como uno de los análisis empíricos precursores del efecto de la inmigración sobre el mercado laboral. En su estudio aborda el tema mediante el uso de datos de corte transversal del censo de los Estados Unidos de 1970 y estima una función agregada de producción, que le permite determinar el grado de sustitución entre la mano de obra local e inmigrante, usando la teoría de la demanda de mano de obra con múltiples insumos de producción de Hamermesh (1993). Las elasticidades de complementariedad de los insumos (o factores de producción) arrojan que la mano de obra inmigrante sustituye a los trabajadores nacionales. Incluso demuestra que la mano de obra de segunda generación –la nacida de padres y madres inmigrantes– tiene un mayor grado de sustitución con la mano de obra nacional que lo arrojado por la mano de obra inmigrante. Con relación al factor trabajo se demuestra que el capital es complementario con todos los tipos de mano de obra –local e inmigrante–, siendo el grado de complementariedad mayor para el caso de los trabajadores inmigrantes. Altonji y Card (1989) estiman el impacto de la inmigración sobre el mercado laboral mediante la correlación entre la fracción de inmigrantes en una ciudad y los resultados sobre el empleo y salario de los trabajadores nacionales que viven en esa ciudad. Sus conclusiones, basadas en los censos de los Estados Unidos de 1970 y 1980, revelan la existencia de un grado modesto de competencia entre los inmigrantes y los trabajadores menos calificados.26 Card (1990) revela que el impacto de la llegada 25. Borjas (2003). 26. Altonji y Card (1989), pp. 35-36. 244 TOMO I de los cubanos que salieron del puerto del Mariel, a pesar del fuerte aumento de la oferta de mano de obra no calificada, no provocó una variación significativa en el salario real o desempleo en Miami. Bauer (1997) aplica el modelo de Grossman (1982) a la economía alemana. Su análisis diferencia entre los trabajadores nacionales y los inmigrantes según su estatus ocupacional y estima una función de producción translogarítmica. Los resultados revelan que el impacto de la inmigración sobre el salario de los trabajadores nacionales es relativamente bajo. Card (2001), partiendo de un modelo que asume la existencia de tecnología con elasticidad de sustitución constante (CES) y usando información del censo de 1990 de los Estados Unidos, demostró que los flujos de inmigración redujeron el salario por ocupación de los trabajadores nacionales menos calificados. El marco teórico usado le permite señalar que los flujos de inmigrantes afectan la estructura de los salarios mediante el aumento o la disminución de la participación de los diferentes tipos de mano de obra. Una entrada de inmigrantes que eleve la fracción de población en un determinado grupo laboral se espera que produzca una presión hacia la baja de los salarios y empleo para ese tipo de trabajador. Por otra parte, una entrada de inmigrantes balanceada –es decir, que replique la distribución laboral existente antes de la inmigración- dejaría sin cambios la participación de cada tipo de trabajador y, en consecuencia, no afectará la estructura de salario relativo.27 La investigación concluye que las ciudades que recibieron una mayor cantidad de inmigrantes experimentaron un aumento de la cantidad relativa de su población menos calificada y que la llegada de inmigrantes 27. Véase Card (2001), p. 24. 245 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO en el período 1985-90 redujo la tasa ocupacional de los nacionales en 3 puntos porcentuales en las ciudades de alta inmigración como Los Angeles y Miami.28 Además afirma que la inmigración redujo los salarios relativos de los trabajadores menos calificados en las ciudades receptoras de mayor inmigración, señalando que la elasticidad de sustitución entre diferentes categorías de calificación laboral es elevada. Borjas (2003) introduce un método diferente al espacial –por ciudades o regiones– para estimar el impacto de la inmigración sobre el mercado laboral. Su análisis parte del supuesto de que trabajadores con el mismo nivel de educación pero con diferentes niveles de experiencia no son perfectamente sustitutos. El autor concluye señalando que a diferencia de otros estudios, la evidencia que se obtiene le permite señalar que la inmigración reduce el salario y la oferta laboral de la mano de obra local que compite con ella.29 En esa investigación, el profesor Borjas obtiene estimados de la elasticidad precio del factor que se mueven en el rango de –0.3 y -0.4, lo cual junto al aumento de la oferta laboral de hombres de un 11% provocado por la inmigración registrada entre 1980 y 2000, reduce el salario promedio del trabajador nacional en un 3.2%. Cabe resaltar que el impacto sobre la distribución salarial por tipo de trabajador es significativo. El salario promedio de los trabajadores menos calificados (i.e., los que abandonaron la escuela) cayó un 8.9%; el de los graduados universitarios cayó un 4.9%; y el salario de los graduados de bachiller descendió un 2.6%. Jaeger (2007) encontró que, a pesar de que llegaron a los Estados Unidos en los años ochenta 7.3 millones de inmigrantes, los cambios en los salarios relativos de los trabajadores nacionales e inmigrantes fueron pequeños. Basándose en una 28. Card (2001), pp. 56-58. 29. Borjas (2003), pp. 1369-1370. 246 TOMO I función de producción agregada en la cual se usaron 8 grupos de trabajadores clasificados por sexo y nivel de calificación, encontró perfecta sustitución entre los trabajadores de igual nivel de calificación. Los resultados revelan que la inmigración explica aproximadamente entre un 15% y un 25% del aumento de la brecha entre las remuneraciones de los trabajadores altamente calificados y las de los empleados no calificados durante los años ochenta. 30 Además se demostró que la inmigración explicaba una tercera parte del descenso de los salarios de los trabajadores que habían abandonado la escuela. Sin embargo, el efecto sobre los trabajadores calificados fue relativamente pequeño. Borjas (2007) analiza, usando los datos censales de Puerto Rico y los Estados Unidos para el período 1970-2000, el impacto de la emigración y de la inmigración en Puerto Rico. La existencia de movimientos simultáneos de entrada y salida de personas de territorio puertorriqueño constituye, en palabras del autor, un entorno inimitable para observar cómo los flujos laborales afectan las condiciones laborales.31 El profesor Borjas señala que debido al hecho de que la estructura salarial de Puerto Rico remunera relativamente bien la educación, la isla atrae mano de obra calificada y exporta a trabajadores con baja calificación. De ahí que la inmigración reduzca los salarios de los trabajadores nacionales sujetos a una mayor competencia y eleve los salarios del tipo de trabajadores que emigra. Se estima que un 10% de incremento en la oferta laboral producto de la inmigración se traduce en una disminución de un 2% a un 4% en los salarios de los trabajadores nacionales que compiten con los inmigrantes. 30. Jaeger (2007), pp.21-22. 31. El caso de la República Dominicana es muy similar al de Puerto Rico. Los haitianos emigran hacia el territorio dominicano y los trabajadores nacionales emigran hacia los Estados Unidos o Puerto Rico. 247 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Aydemir y Borjas (2007) también encuentran una elevada elasticidad de sustitución entre la mano de obra inmigrante y la nacional. Para los casos de Estados Unidos, Canadá y México demuestran que existe un impacto inverso entre el aumento de la oferta laboral inducida por la inmigración y los salarios. Específicamente, su estudio revela que por cada 10% de incremento en la oferta laboral los salarios se reducen entre un 3 y un 4%.32 Sin embargo, la reacción de la estructura salarial a la inmigración es diferente en cada uno de los países en función del grado de calificación de la inmigración. En Canadá, que llega una inmigración relativamente calificada, los flujos migratorios reducen la desigualdad de los salarios. En los Estados Unidos, con una inmigración con baja calificación, la llegada de nuevos trabajadores eleva la desigualdad salarial. Dado que en México la emigración es mayor en la parte central de la distribución de calificación y menor en las colas, la migración incrementa los salarios relativos en el medio de la calificación y reduce el salario relativo en los extremos de la distribución de calificación laboral. Ottaviano y Peri (2007a) revelan la existencia de complementariedad (i.e., hay sustitución imperfecta), por lo cual concluyen que la inmigración llegada a los Estados Unidos entre 1990 y 2004 incrementó el salario promedio de los trabajadores nacionales en un 1.8% en el largo plazo. En su estudio, los autores también señalan que si la elasticidad de sustitución fuese infinita y la oferta de capital se ajustase a los movimientos migratorios, el salario de los trabajadores nacionales menos calificados solo se reduciría en un 4%, pero el salario promedio de los nacionales quedaría relativamente constante. Borjas, Crogger y Hanson (2008) revisan el ejercicio empírico realizado por Ottaviano y Peri (2007a) y demuestran que sus 32. Aydemir y Borjas (2007), p.701. 248 TOMO I conclusiones con relación a la complementariedad entre los trabajadores nacionales y los inmigrantes son frágiles, pues dependen de cómo se construya la muestra. Como ejemplo demuestran que la complementariedad se desvanece tan pronto se separa a los estudiantes actualmente en secundaria de los que abandonaron la escuela. SIMULACIÓN ESTOCÁSTICA En esta sección se presentan los resultados de la simulación del impacto de la inmigración sobre los salarios, la remuneración del capital y el PIB, usando los modelos presentados en la sección teórica. Se asume que la mano de obra es homogénea y que el capital es fijo. Se realizó un ejercicio de Monte Carlo que simuló 5,000 escenarios para los parámetros que explican la variación de las tres variables endógenas que se evalúan. Los valores mínimo, esperado y máximo de cada uno de los parámetros son: En este ejercicio de simulación, el impacto de la inmigración sobre el salario promedio de los trabajadores nacionales como porcentaje del valor agregado es negativo. En promedio, la cantidad de inmigrantes (entre un 6% y un 13% de la población) reduce en un 6.3% el salario de los trabajadores nacionales como porcentaje del valor agregado. Es obvio que los trabajadores menos calificados –que tienen una elevada elasticidad de sustitución con los inmigrantes– han sido más afectados que 249 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO los trabajadores más calificados. El deterioro máximo del salario promedio de los trabajadores nacionales (como porcentaje del valor agregado) se sitúa en un 9.9% y el mínimo es un 3.2%. En este modelo, la inmigración eleva el retorno del capital, lo cual significa que los propietarios del capital se benefician de la entrada de inmigrantes al mercado laboral nacional. Se estima que en promedio la inmigración eleva el retorno del capital (como porcentaje del valor agregado) en un 6.7%. El aporte mínimo se sitúa en un 3.4% y el máximo en un 10.6%. La inmigración produce un excedente que equivale, en promedio, a un 0.35% del PIB. El modelo arroja como resultado la existencia de un excedente mínimo de un 0.12% y un máximo de un 0.68%. Asumiendo un PIB nominal de 1.5 trillones de pesos (i.e., millones de millones) el aporte de la inmigración en términos de creación de un excedente se estima en 5,250 millones de pesos. b. El caso dominicano En esta sección se presenta un análisis de la literatura sobre la presencia de nacionales haitianos en territorio dominicano. Siguiendo los puntos de atención de la presente investigación, se relatan cuáles han sido los principales hallazgos en materia de la influencia que ha tenido y sigue teniendo la inmigración haitiana sobre el mercado laboral dominicano. En un informe presentado por la Secretaría de Estado de Trabajo (SET) de la República Dominicana sobre el mercado del trabajo en el país se expresa: “Es bien reconocido el gran impacto que tiene la migración haitiana en el mercado de trabajo dominicano.”33 Y no es para menos, pues se estima que actualmente “entre medio 33. Reyes (2003), p.43. 250 TOMO I millón y un millón de haitianos y sus descendientes están radicados en el país.”34 Con relación a la fuerza de trabajo nacional empleada, BáezEvertsz y Lozano (2008) sostienen que la mano de obra haitiana ocupada representa un 6% de la mano de obra nacional. El 79.6% de los inmigrantes ocupados trabaja en actividades agrícolas y de construcción. Al descomponer por género se obtiene que el 86% de los hombres haitianos labora en la agricultura y la construcción, mientras que el 74% de la mujer haitiana trabaja en las actividades de comercio y servicios.35 Los autores revelan la importancia de la mano de obra en esas dos actividades. En su texto sostienen que de cada 10 trabajadores empleados en la construcción, 6 son haitianos y en las actividades agrícolas 3 de cada 10 trabajadores son haitianos. Con relación al sector de la construcción el peso de la mano de obra haitiana cobra una mayor importancia cuando se descompone por tipo de actividad, pues en ese sector los inmigrantes del vecino país llegan a representar el 78% de las actividades no calificadas. 36 Esa realidad es recogida en un informe de la SETse establece que en el sector de la construcción “los haitianos se concentran en las ocupaciones menos calificadas.”37 La gran mayoría de estos (un 92% según la SET)38 no posee documentos de permanencia legal en el país. Más de la mitad no han comenzado ni siquiera las gestiones para la legalización de su estadía en la República Dominicana, provocando un estado de extrema vulnerabilidad que acentúa y profundiza las posibilidades de explotación económica y de degradación social de dicha 34. Dilla (2004), p. 29. 35. Báez-Evertsz y Lozano (2008), pp. 198-199. 36. Báez-Evertsz y Lozano (2008), pp. 202-205. 37. Reyes (2003), p.12. 38. Ibid. p. 45. 251 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO población. La ilegalidad, más factores políticos e históricos, se ha traducido tradicionalmente en un proceso de segmentación del mercado de trabajo, diferenciando entre dominicanos y haitianos.39 Desde el punto de vista empresarial, el empleo de la mano de obra haitiana se justifica mediante el argumento que toma como referencia las condiciones económicas. En ese orden, “las inversiones de capital se realizan considerando el empleo de mano de obra barata que repercute en una disminución de los costos y una maximización de los beneficios,”40 explicando el proceso migratorio como una consecuencia de la demanda de mano de obra por parte del capital dominicano. Otro de los principales factores que incide con mayor fuerza en la segmentación del mercado laboral nacional, es el aspecto básico de la educación, que se encuentra estrechamente vinculado con el nivel de capacitación de la persona. En efecto, según los datos estadísticos establecidos por el Censo del 2002 y IOMFLACSO41 la tasa de analfabetismo haitiana es mucho mayor que la tasa promedio nacional. Ese grado de desigualdad en el nivel educativo, determina la cuestión de la movilidad social y del empleo en el mercado laboral de la República Dominicana, viéndose por ende muy afectado el trabajador haitiano quien no puede competir con el trabajador dominicano más calificado en igualdad de condiciones ni oportunidades. Sin embargo, el haitiano menos calificado, al recibir un menor salario debido a su condición de ilegalidad y discriminación, sustituye la mano de obra dominicana con menor nivel educativo. 39. Silié et al. (2002). 40. Santana et al. (2004), p. 139. 41. Mercedes (2004), p. 30. 252 TOMO I TABLA 1 PERFIL EDUCACIONAL DE DIFERENTES GRUPOS SOCIO-ÉTNICOS42 Indicadores Educación Tasa de Analfabetismo adulto Educación Primaria Educación Secundaria Universitaria o Superior Nunca asistió a la escuela Haitianos 73% 43% 44% 13% 43% Domínicohaitianos 27% 76% 13% 2% 29% Total población 16% 6% 25% 12% 3% Fuente: Estimaciones de Mercedes (2004) La situación educativa de los inmigrantes haitianos que viven en los bateyes es dramática. Se estima que más de un 22 % de las personas cursan del 1ro al 5to grado de primaria, cerca de un 10 % llega a cursar de 5-8vo grado, y sólo un 1% logra alcanzar algún nivel de secundaria. El resto de la población no llega a cursar ningún nivel educativo. De allí que se puedan encontrar bateyes en el país, en donde más del 60 % de la población nunca ha tomado ni siquiera un solo curso en la escuela.43 El mercado laboral nacional asigna a los haitianos los trabajos de menor calificación y mayor esfuerzo físico. Para ilustrar esta situación, cabe resaltar que “de los trabajadores haitianos utilizados por el sector construcción, la mayoría son trabajadores no calificados, o sea peones y ayudantes. Concretamente, el 50% de los trabajadores empleados como peones son haitianos y en el caso de ayudantes, un 47%”.44 A partir de esos datos estadísticos, 42. Idem. 43. Martínez (2006), p. 55. 44. Reyes (2003), p. 44, usando evidencia del año 2002; sin embargo, en BáezEvertsz y Lozano (2008), p. 205, se sugiere que esos datos ya han sido superados y afirman que “resulta casi seguro que los inmigrantes haitianos serían ya una firme mayoría entre las ocupaciones no calificadas de la construcción.” Esto se confirma en el presente estudio. 253 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO se podría afirmar que los empleadores prefieren contratar a un haitiano que a un dominicano cuando tienen la necesidad de emplear a un trabajador de baja calificación. En ese orden, “a los trabajadores haitianos se les paga menos que a los dominicanos pero eso se debe en parte al factor de segmentación, pues los haitianos son los trabajadores no calificados y los dominicanos los más calificados.”45 La mayoría de los inmigrantes son contratados de forma informal, entiéndase sin el aval de contratos escritos que permitan perseguir a sus empleadores en la justicia o ante el tribunal de trabajo si estos se enfrascan en una batalla judicial por los obtención de los beneficios que les otorgan las leyes laborales, dando esto luz verde a los empleadores para esquivar determinadas obligaciones y contribuciones como las correspondientes a la seguridad social, entre otras. En dichas circunstancias, es mucho más difícil para el trabajador haitiano exigir sus prestaciones laborales cuando se le despide que para los trabajadores dominicanos. Por otro lado, esa misma situación no permite al trabajador haitiano contribuir de la misma manera a la seguridad social como lo hacen los dominicanos. No obstante, Wilfredo Lozano afirma que no hay nada más falso que la imagen de un jornalero haitiano asustado y desconocedor de las complejidades del mercado de trabajo rural dominicano.46 En ese contexto, Lozano señala que contrario a la visión “ingenua” y paternalista que le atribuyen algunos sectores políticos, “los jornaleros tienen un excelente conocimiento de los requerimientos de fuerza de trabajo por parte de los productores; saben con mucha precisión en cuáles parajes y 45. Wooding y Mosseley-Williams. (2004), p. 61. 46. Citado en Wooding y Mosseley-Williams (2004), p. 59. 254 TOMO I fincas se pagan mejores salarios y negocian con inteligencia sus relaciones laborales con los productores.”47 Este conocimiento es imprescindible para los inmigrantes haitianos pues “de ello depende su vida, aun cuando lo afirmado no quiere sostener que tal conocimiento les asegure mejores salarios y estabilice sus empleos.”48 La discriminación en contra de los haitianos provoca que la migración haitiana disminuya el valor de los salarios de la agricultura o la construcción, en donde se “crea una competencia injusta para los dominicanos pobres”49 al tiempo que se mantienen “bajos los salarios de los trabajadores no calificados.”50 En efecto, uno de los impactos causados por la migración haitiana ha sido una sensible reducción en el nivel de vida de los trabajadores dominicanos, pues estos últimos sufren de la competencia de una mano de obra que reduce los costos laborales unitarios. Algunos autores afirman que existen grandes diferencias entre los salarios que perciben los obreros dominicanos y los que consignan los trabajadores haitianos en el sector de la construcción, importando muy poco si ambos desempeñan la misma labor. Por ejemplo, según el informe de la SET: “un trabajador dominicano empleado como peón recibe al mes un salario promedio de RD$ 6,178, mientras que un trabajador haitiano de la misma ocupación sólo recibe RD$ 3,257 es decir poco más de la mitad.”51 Si se parte del principio de la racionalidad económica que deben aplicar los empleadores de haitianos, se podría afirmar 47. Ídem. 48. Ídem. 49. Reyes (2003), p.43. 50. Ídem. 51. Ídem. 255 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO que estos contratan en los niveles de baja calificación mano de obra dominicana solo cuando ya se ha agotado la disponibilidad de la haitiana. A pesar de esta realidad: “no existe tal claridad de la extensión del fenómeno social de sustitución de mano de obra dominicana por haitiana en la construcción,”52 que es uno de los sectores de la economía del país, en los que se escenifica con mayor incidencia la presencia de los inmigrantes haitianos. Este tipo de interrogantes se reflejan también en la opinión de Sánchez-Fung (2000), para quien: “sería interesante saber si la mano de obra haitiana es desplazadora de la dominicana, o es muestra del libre juego de la oferta y la demanda de trabajo.”53 Sin adentrarse mucho en el tema, Sánchez-Fung afirma que “la última opción parece razonable si se toma en cuenta que los dominicanos históricamente han repudiado el tipo de trabajo que ejecutan los haitianos, por ejemplo, el corte de la caña.”54 Esta posición, es compartida por Silié (2003) quien observa que las labores en las que se emplean los inmigrantes haitianos son “las menos aceptadas por los dominicanos, por ser pesadas, mal remuneradas y de gran inestabilidad, con ausencia de seguridad social.”55 No obstante, “el problema es complejo”56 como señala Sánchez-Fung, pues todavía persisten muchas dificultades para poder determinar a ciencia cierta la extensión del fenómeno de sustitución de la mano de obra dominicana por parte de la haitiana en el mercado laboral dominicano. En el presente estudio se dará respuesta a esa interrogante. 52. Sánchez-Fung (2000), p. 171. 53. Ídem. 54. Ídem. 55. Silié (2003), p.11. 56. Sánchez-Fung (2000), p. 171. 256 TOMO I i. Entorno legal del acceso de los inmigrantes haitianos al mercado laboral dominicano La Constitución de la República Dominicana, en el Artículo 11, consagra la Libertad de Trabajo. En particular, dicho Artículo establece que la ley podrá establecer la participación de los nacionales en todo trabajo. El Código de Trabajo de la República Dominicana57 establece que el 80% de los trabajadores de una empresa debe estar integrado por dominicanos58 y enuncia en el Principio IV que: “las leyes concernientes al trabajo son de carácter territorial” y que “rigen sin distinción a dominicanos y extranjeros.” En ese sentido, el régimen laboral dominicano no distingue entre nacionales y extranjeros. Igualmente, el Principio VII del Código de Trabajo prohíbe cualquier discriminación, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, ascendencia nacional u origen social, entre otros. Por su parte, la Ley General de Migración No. 285-04 del 27 de agosto de 2004 (la “Ley de Migración”), establece en el Artículo 98 que: “los extranjeros admitidos como Residentes pueden realizar toda clase de trabajo o actividad remunerada” y en el Artículo 101 se establece que: “los extranjeros que permanezcan ilegalmente en el territorio nacional, no podrán, bajo ninguna circunstancia, trabajar o realizar tareas remuneradas o lucrativas”. La Ley sobre Migración también estipula en el Artículo 102 que los empleadores que proporcionen trabajo o contraten algún extranjero, deben constatar su permanencia legal en el país 57. Ley No. 16-92 del 17 de junio de 1992. 58. Hay algunas excepciones como es el caso de los extranjeros casados con personas dominicanas, que tengan en el país más de tres años de residencia ininterrumpida y más de dos años de casado. Así como los extranjeros que hayan procreado hijos dominicanos y tengan en el país más de cinco años de residencia ininterrumpida. 257 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO y que se encuentre habilitado para trabajar, solicitándole la presentación de los documentos migratorios de lugar, a saber: Carné de Residente Permanente o de Residencia Temporal, Cédula de Identificación Personal para Extranjeros y Carné de Trabajo para Trabajadores Temporeros No Residentes. ii. Principales hipótesis Hipótesis 1: La mano de obra haitiana –formal e informal– es un eslabón competitivo de la cadena productiva de algunas actividades económicas nacionales, por lo cual en esos casos la mano de obra haitiana es complementaria al capital y a la mano de obra calificada de la República Dominicana. Hipótesis 2: La mano de obra haitiana –formal e informal– es sustituta de la mano de obra dominicana de menor nivel de calificación. Hipótesis 3: El mercado laboral dominicano tiende a discriminar en contra del trabajador haitiano, de manera que el ingreso de dos personas de igual nivel de educación será diferente en función de que si son dominicanas o haitianas. Hipótesis 4: La inmigración haitiana eleva el grado de desigualdad de ingresos en la República Dominicana; es decir, aumenta la remuneración del capital y de la mano de obra calificada y reduce los ingresos laborales de los trabajadores menos calificados. iii. Metodología de evaluación de hipótesis 1. Encuesta En la República Dominicana hay escasez de datos estadísticos relacionados con el tema de los inmigrantes haitianos en sentido general. En ese contexto, se diseñó e implementó una encuesta formal, utilizando técnicas de muestreo, con el objetivo de determinar el impacto que tiene la inmigración haitiana sobre el mer258 TOMO I cado laboral y las finanzas públicas de la República Dominicana. De manera más específica, esa encuesta permitirá evaluar las hipótesis de trabajo y contestar las preguntas formuladas en torno a la condición relativa de la mano de obra inmigrante haitiana con relación a la dominicana y si el inmigrante es o no demandante neto de recursos del Estado dominicano. Para tales fines, la encuesta se estructuró bajo dos ópticas distintas pero a la vez complementarias: la primera de ellas la conforman los empleadores de mano de obra haitiana (por el lado de la demanda) y la segunda abarca a los trabajadores haitianos (por el lado de la oferta), donde se incluyen también a los dominicanos para fines de comparación. Se diseñaron tres instrumentos para la captación de información, cada uno dirigido hacia los empleadores, trabajadores dominicanos y trabajadores haitianos, respectivamente. Para estos dos últimos se incluyeron, además de preguntas generales aplicables a ambas partes, preguntas específicas dirigidas a cada grupo poblacional. Los empleadores entrevistados en su mayoría (96% de los casos) fueron aquellos que, por su posición, tienen la capacidad para poder contestar las preguntas formuladas, como lo son dueños de la empresa, encargados y supervisores de obra y jefes de hogar. TABLA 2 DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DEL LEVANTAMIENTO DE LA INFORMACIÓN Región Distribución Nacional Sto. Dgo. Este Sto. Dgo. Norte Sto. Dgo. Oeste Total Empleador Trabajador Trabajador Dominicano Haitiano Total 37 82 201 320 6 2 3 48 20 12 12 126 82 13 39 335 108 27 54 509 259 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO El levantamiento de la información se realizó tanto en el Distrito Nacional como en la Provincia Santo Domingo, siendo el primero el que acapara la mayor proporción de la muestra. En ese sentido, se entrevistaron 48 empleadores, 126 trabajadores dominicanos y 335 trabajadores haitianos, para un total de 509 entrevistas. Las actividades económicas aquí abarcadas fueron construcción, comercio y servicio doméstico, siendo el sector construcción donde se aplicó la mayor cantidad de encuestas por la elevada presencia de mano de obra haitiana. 2. MODELOS ECONOMÉTRICOS Se elaboraron modelos econométricos para cuantificar la relación existente entre las principales variables que interrelacionan la inmigración haitiana con el mercado laboral. La demanda laboral haitiana se estimó en base a las respuestas de los empleadores con relación a la de la participación de la mano de obra en la nómina total de las empresas. El impacto del nivel educativo y de la discriminación sobre el nivel de ingreso se abordó mediante la estimación de ecuaciones de Mincer. También se aplicó la metodología de Grossman (1982) para estimar una función de producción translogarítmica59 y determinar la relación entre los trabajadores dominicanos y los haitianos. iv. Resultados 1. DESCRIPCIÓN DE LA MANO DE OBRA HAITIANA a. Aspectos socioeconómicos La mayoría de los trabajadores haitianos encuestados nació en Haití. El 95.8% de esos trabajadores reportó haber nacido en Haití, 59. Véanse los aportes de Christensen, Jorgenson y Lau (1971 y 1973) en la estimación de ese tipo de funciones de producción. 260 TOMO I el 2.7% señaló haber nacido en la República Dominicana pero de padres haitianos y el resto declaró ser hijos de padres mixtos. La evidencia revela que los trabajadores haitianos tienen poco tiempo viviendo en el país. Específicamente, el 53% de los trabajadores haitianos tiene seis años o menos viviendo en territorio dominicano. Solo el 8% tiene más de quince años residiendo en la República Dominicana. Esto es consistente con los resultados obtenidos en otras encuestas. El trabajador haitiano es más joven que su contraparte dominicano. La encuesta muestra que la edad promedio del dominicano es de casi 35 años, mientras que la del trabajador haitiano es de 28 años. También se observa que ambos tienen una edad mínima de trabajo similar (alrededor de los 15 años), pero el dominicano se mantiene trabajando a mayor edad. Dado que el inmigrante se mueve de su país con el objetivo de maximizar el valor presente de su flujo de ingresos esperado, es lógico que el trabajador inmigrante sea más joven en promedio que el nacional, pues de esa manera podrá obtener un mayor nivel de ingresos a lo largo de su ciclo vital. El trabajador haitiano tiene una mayor propensión a estar soltero que el dominicano. El 38% de los haitianos encuestados declaró ser soltero, mientras que solo lo hizo el 23% de los trabajadores dominicanos. Ambos tipos de trabajadores prefieren la unión libre a casarse, pero los haitianos la prefieren más, pues de aquellos que declararon estar casados o unidos, el 82.7% de los encuestados haitianos declaró estar “unido(a)” mientras que así declaró el 76.7% de los dominicanos. La mayoría de los haitianos se mantiene en el país sin obtener documentación oficial dominicana. El 91.9% de los trabajadores haitianos entrevistado declaró no poseer cédula de identificación para extranjeros. No obstante, 87.2% de los trabajadores haitianos afirma que posee algún documento haitiano, en particular, su pasaporte. 261 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO El ingreso promedio del trabajador haitiano es inferior al de su par dominicano. El ingreso mensual de los trabajadores haitianos es de 8,506 pesos, mientras que los dominicanos reciben un ingreso mensual de 15,732 pesos. Además, se observa que el salario mínimo de los haitianos (1,500 pesos al mes) es la mitad que el percibido por los dominicanos (3,000 pesos al mes). La siguiente gráfica muestra un histograma con la distribución de salarios tanto para el trabajador dominicano como el haitiano. Se observa claramente que aunque la mayoría de los trabajadores –para ambas nacionalidades– se encuentra en los niveles inferiores, hay un sesgo mucho más pronunciado para el caso de los haitianos.60 FIGURA 3 DISTRIBUCIÓN SALARIAL TRABAJADORES DOMINICANOS Y HAITIANOS CUÁNTO GANA EN UN MES POR SU TRABAJO AQUÍ CUÁNTO GANA EN UN MES POR SU TRABAJO AQUÍ ¿Qué sucede con los niveles de ingreso en función al tiempo trabajando? Al cruzar las variables ingreso medio del trabajador haitiano con el tiempo que tiene desempeñando la actividad económica actual, se observa una clara tendencia hacia el alza en 60. Se realizó una prueba de medias y se determinó que la diferencia entre los ingresos es estadísticamente significativa. 262 TOMO I el ingreso promedio en la medida en que el mismo va adquiriendo mayor experiencia en el trabajo realizado. De lo anterior se puede inferir que a mayor tiempo residiendo en República Dominicana, mayor es el salario promedio del inmigrante haitiano. FIGURA 4 Aunque el nivel de ingreso aumenta, el trabajador haitiano en todo momento se mantiene con un nivel salarial promedio inferior relativo al trabajador dominicano. Esa brecha se acentúa en sentido general a través del tiempo, al observar el porcentaje que representa el nivel de ingreso promedio del trabajador haitiano relativo al promedio general por tiempo de labor, lo que a su vez significa que los trabajadores dominicanos experimentan mejoras salariales superiores a los del inmigrante haitiano. 263 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO TABLA 3 INGRESO MEDIO SEGÚN TIEMPO TRABAJADO Y NACIONALIDAD b. Calificación Tiempo Laborando Menos de 6 meses De 6 a 12 meses De 1 a 2 años De 2 a 3 años Más de 3 años Total Dominicano Haitiano 10,918 13,071 13,850 9,216 17,433 15,732 7,973 7,894 8,551 8,290 8,905 8,506 Total 8,422 8,847 9,666 8,453 11,981 10,489 Dif % del Prom Haitiano (Hait.) -5.3% 94.7% -10.8% 89.2% -11.5% 88.5% -1.9% 98.1% -25.7% 74.3% -18.9% 81.1% El trabajador dominicano tiene un mayor grado de calificación que su contraparte haitiana. El 79.2% de los empleadores dominicanos está de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación de que el trabajador dominicano está más calificado que el haitiano. Ese mayor nivel de calificación en el trabajo no necesariamente significa que los trabajadores dominicanos tienen un mayor grado de escolaridad que los haitianos. TABLA 4 PARA UN MISMO TIPO DE OCUPACIÓN, EL TRABAJADOR DOMINICANO EN PROMEDIO TIENE UN MAYOR GRADO DE CALIFICACIÓN QUE EL TRABAJADOR HAITIANO Comercio Construcción Servicio doméstico Total Muy de acuerdo 20.0% 53.3% 25.0% 41.7% De acuerdo 50.0% 33.3% 37.5% 37.5% En desacuerdo 20.0% 6.7% 37.5% 14.6% Muy en desacuerdo 10.0% 6.7% 0.0% 6.3% Total 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% Respuesta 264 TOMO I Los empleadores perciben que el trabajador dominicano se especializa más rápido que el trabajador haitiano. Sólo el 24% de los encuestados afirma estar de acuerdo con la afirmación de que los haitianos se especializan más rápido que los dominicanos. El trabajador dominicano tiene más capacidad para manejar equipos. El 67% de los empleadores encuestados afirma estar muy de acuerdo y de acuerdo con la afirmación de que los empleados dominicanos son más capaces de manejar equipos que sus contrapartes haitianos. Los empleadores prefieren a los trabajadores dominicanos cuando es necesario un trabajo de mayor calidad. El 87.2% de los empleadores señalan que es mejor emplear mano de obra nacional cuando es necesario una tarea con mayor especialización. El trabajador haitiano recién llegado tiene que aprender mucho. El 94% de los empleadores afirma estar muy de acuerdo o de acuerdo con la afirmación que establece que los trabajadores haitianos que recién llegan al país deben aprender mucho para poder ofrecer un servicio de calidad. El trabajador haitiano que ha llegado a la República Dominicana en los últimos dos años tiene un mayor nivel de calificación que el trabajador haitiano que llegó con anterioridad. El 81.4% de los empleadores dominicanos piensa que los nuevos emigrantes haitianos poseen un mayor nivel de escolaridad y experiencia profesional que los trabajadores haitianos que llegaban en el pasado. 265 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO c. Remesas y situación económica del inmigrante Los haitianos mantienen vínculos estrechos con sus familiares que residen en Haití. Casi 8 de cada 10 haitianos envía remesas a sus familiares. Los trabajadores haitianos envían una suma promedio de 2,600 pesos mensuales, con un nivel mínimo de 75 pesos y un máximo de 12,000 pesos al mes. Orozco (2006) señala que las remesas son enviadas, principalmente, a través de canales informales vía empresarios que operan en la frontera. Estos, a su vez, prestan dinero al inmigrante haitiano y proveen otros servicios de naturaleza financiera. Orozco cuantifica que la cantidad de dinero enviado hacia Haití en promedio es de 96 dólares (3,168 pesos), con una mediana de 67 dólares (2,211 pesos), montos que son consistentes con los resultados de la encuesta aplicada. En un estudio realizado por FLACSO y OIM en el 2004, se presenta que más del 90% de los encuestados afirmaba que las mejores condiciones económicas prevalecientes en la República Dominicana constituyen la razón principal para emigrar a nuestro territorio. En la encuesta aplicada en este estudio se obtuvo que la mayoría de los haitianos percibe que su situación económica actual es mejor que la que tenía cuando residía en Haití. Casi 9 de cada 10 trabajadores haitianos responde que sus condiciones de vida han mejorado desde que se encuentran laborando en la República Dominicana. d. Capacidad de insertarse en el mercado laboral Los haitianos se integran rápidamente en el mercado de trabajo nacional. El 72% de los encuestados respondió que consiguieron trabajo en menos de un mes de estar residiendo en la República Dominicana. Esto significa que el inmigrante pasa a formar parte del proceso productivo y a crear valor agregado en un plazo muy 266 TOMO I breve. Al descomponer por tipo de actividad se observa que los trabajadores haitianos consiguen trabajo más rápido en el sector construcción que en otras actividades productivas. En el sector construcción el 74% de los inmigrantes afirma que consiguió trabajo en menos de un mes; mientras que el 69% de los que laboran en otros sectores, consiguió trabajo en un plazo similar. e. Tipo de trabajo La encuesta se concentró en los sectores de construcción, comercio y servicios domésticos, por lo cual el 57.1% de los encuestados haitianos trabaja en el sector de la construcción; el 27.6% son vendedores (ambulantes y fijos), el 6.3% son trabajadores domésticos, y el resto tienen otras actividades (e.g., chiripero, vigilante). Con relación a los trabajadores dominicanos encuestados, el 77.8% se concentra en la construcción; el 4.8% es trabajador doméstico; el 3.2% es vigilante; y el resto realiza otras actividades. Es interesante ver la movilidad laboral entre las actividades productivas. Los haitianos que están trabajando en el sector de la construcción provienen del mismo sector construcción (54.7%) y de la agricultura (18.9%), preponderantemente. Los vendedores ambulantes actuales provienen de la misma actividad (32.4%), de la construcción (27.9%) y de la agricultura (11.8%). El trabajador doméstico proviene de la misma actividad (33.3%) y de la venta ambulante (23.8%). El vigilante antes trabajaba en la construcción (50%) y en la misma actividad de vigilancia (25%). El vendedor fijo antes era un vendedor ambulante (33.3%). 267 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Trabajo Realizado Anteriormente TABLA 5 ACTIVIDAD ECONÓMICA ACTUAL Dominicano Obrero Vigilante Construcción Chiripero Vendedor Trabajador Vendedor ambulante doméstico fijo Otro Total Ninguno 4.2% 0.0% 0.0% 4.4% 9.5% 0.0% 14.3% 4.5% Obrero de la agricultura 18.9% 8.3% 0.0% 11.8% 0.0% 12.5% 14.3% 15.0% Obrero construcción 54.7% 50.0% 25.0% 27.9% 9.5% 12.5% 0.0% 40.5% Vigilante 3.7% 25.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 3.0% Chiripero 2.1% 0.0% 50.0% 4.4% 9.5% 8.3% 0.0% 3.9% Vendedor ambulante 4.7% 16.7% 25.0% 32.4% 23.8% 33.3% 14.3% 14.7% Trabajador doméstico 0.0% 0.0% 0.0% 7.4% 33.3% 8.3% 0.0% 4.2% Mendigo 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% Otros 11.6% 0.0% 0.0% 11.8% 14.3% 25.0% 57.1% 14.1% Total 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% Trabajo Realizado Anteriormente TABLA 6 ACTIVIDAD ECONÓMICA ACTUAL Dominicano Obrero Vigilante Construcción Chiripero Vendedor Trabajador Vendedor ambulante doméstico fijo Otro Total Obrero de la agricultura 11.2% 25.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 9.5% Obrero construcción 32.7% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 16.7% 27.0% Vigilante 2.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 1.6% Chiripero 2.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 1.6% Vendedor ambulante 2.0% 0.0% 0.0% 50.0% 16.7% 0.0% 0.0% 3.2% Trabajador doméstico 0.0% 25.0% 0.0% 0.0% 16.7% 33.3% 0.0% 2.4% Mendigo 1.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.8% Otros 49.6% 50.0% 100.0% 50.0% 66.7% 66.7% 83.3% 54.0% Total 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% Los trabajadores dominicanos exhiben una mayor movilidad entre actividades. Los que actualmente están en la construcción provienen de otras actividades (49.0%) y de la misma actividad (32.7%). Los vigilantes antes eran trabajadores domésticos (25%) y laboraban en la agricultura (25%). Los trabajadores domésticos 268 TOMO I realizaban otra actividad (66.7%). Igualmente sucede con el resto de las ocupaciones actuales. F. GRADO DE INFORMALIDAD LABORAL Los empleadores dominicanos afirman que a los trabajadores haitianos hay que pagarle sus prestaciones laborales cuando se les despide. El 93.8% de los empleadores encuestados afirmó estar de acuerdo o muy de acuerdo con el hecho de que a los trabajadores haitianos hay que darle sus prestaciones laborales. La mayoría de los empleadores afirma que pagan impuestos por los trabajadores haitianos. El 73% de los empleadores afirma que paga por todos (69%) o por algunos trabajadores haitianos (4%). El resto señala que no paga impuestos por esos trabajadores. Los empleadores también responden que cumplen con sus obligaciones con el seguro familiar de salud. El 68% de los empleadores afirma que paga seguro familiar de salud por todos (55%) o por algunos trabajadores haitianos (13%). El cumplimiento de las obligaciones laborales se reduce en el caso de las pensiones. Solo el 44% de los empleadores afirma que paga pensiones por todos (37%) o por algunos trabajadores haitianos (7%). No existe diferencia significativa entre los trabajadores dominicanos y haitianos con relación al cumplimiento de las obligaciones tributarias. El 50.4% de los trabajadores dominicanos afirma que le descuentan impuestos. El 48.9% de los trabajadores haitianos contesta que le descuentan impuestos. La diferencia no es estadísticamente significativa. g. Estabilidad laboral Los empleadores consideran que el trabajador haitiano exhibe mayor estabilidad laboral que los dominicanos. El 68.8% de los empleadores está en desacuerdo con la afirmación que establece 269 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO que el trabajador haitiano deja el empleo más fácil que el empleado dominicano. De hecho, el 64.6% de los empleadores afirma estar de acuerdo (33.3%) y muy de acuerdo (31.3%) con la expresión de que el trabajador haitiano cumple mejor con su horario de trabajo que el trabajador dominicano. 2. IMPACTO SOBRE EL PRECIO DE LOS FACTORES PRODUCTIVOS POR SECTOR SELECCIONADO a. Capital La existencia de un efecto positivo de la mano de obra haitiana sobre el capital invertido implica la existencia de complementariedad entre esos dos insumos de producción. De acuerdo a los resultados de la encuesta, el 33% de los empleadores afirma que el empleo de la mano de obra haitiana se traduce en un mayor nivel de beneficios para la empresa. El trabajador haitiano no es tan productivo que pudiera sustituir una máquina. El 72% de los empleadores afirma estar en desacuerdo o muy en desacuerdo con la afirmación que sostiene que el haitiano es tan productivo que puede sustituir alguna máquina. Esto sugiere que el uso de la mano de obra haitiana incrementa el retorno del capital, pero no lo sustituye, dándole más peso a la hipótesis de complementariedad entre la mano de obra haitiana y el capital. Con relación a la mano de obra nacional, una parte importante de los empleadores tiene la percepción de que el trabajador haitiano rinde más que el dominicano. Alrededor del 40% de los empleadores piensa que los haitianos rinden más que los dominicanos. Esa percepción puede estar reflejando la existencia de sustitución entre los nacionales y los haitianos. 270 TOMO I b. Mano de obra i. Demanda relativa de la mano de obra Los empleadores dominicanos elevan la demanda de mano de obra haitiana –con relación a la dominicana– en función de su percepción con relación a su aporte al nivel de beneficios, nivel de productividad y nivel de calificación. La encuesta revela que de cada 100 trabajadores, se emplea una media de 50 trabajadores haitianos. En el sector construcción el porcentaje de mano de obra haitiana empleada es de un 49.5%. Se estimó un modelo econométrico para cuantificar la cantidad de trabajadores haitianos como porcentaje del total de empleados en función de las opiniones de los empleadores con relación a los trabajadores haitianos. El modelo sugiere que los empleadores que piensan que los haitianos elevan el nivel de beneficios de las empresas tienden a contratar una mayor cantidad de haitianos. Específicamente se estima que ese tipo de empleadores utiliza una cantidad de empleados haitianos cuya participación en el total de empleados supera en 18 puntos porcentuales a lo que se registra en las empresas de otros empleadores. Los empleadores que opinan que el trabajador haitiano es tan productivo que puede llegar a sustituir alguna maquinaria o equipo, tienden a contratar una mayor cantidad de mano de obra haitiana. El modelo revela que los empleadores que tienen esa opinión declaran poseer un porcentaje de empleados haitianos como total por encima de los 17 puntos porcentuales a los empleadores que tienen una opinión diferente. El modelo revela que aquellos empleadores que piensan que los haitianos llegados en los dos últimos años tienen un mayor nivel educativo que los que emigraron con anterioridad, utilizan una mayor cantidad de mano de obra en sus unidades productivas. Se 271 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO estima que la participación de trabajadores haitianos en el total de empleados se eleva en 25 puntos porcentuales. ii. Remuneración de la mano de obra El ingreso del trabajador está vinculado con el nivel educativo. En la siguiente tabla se observa que el ingreso promedio de los trabajadores dominicanos calificados (i.e., con nivel de educación superior a octavo de básica) es un 11.6% mayor al de sus pares no calificados. TABLA 7 Inferior a 8vo de Básica (Dominicano) Variable Obs Media Desv. Est. Ingreso Mensual 78 15,069 9,371 Min 3,000 Max 42,200 Superior 8vo de Básica (Dominicano) Variable Obs Media Ingreso Mensual 48 16,810 Min 4,500 Max 50,000 Desv. Est. 11,084 El ingreso de los trabajadores haitianos más educados es más elevado al de los menos educados, superando el ingreso del trabajador haitiano calificado en un 15.6% al ingreso de su par no calificado. No obstante, el ingreso promedio del haitiano educado es menor que el que recibe el dominicano no calificado. El ingreso del trabajador haitiano no solo es menor que el del dominicano, sino que muestra una mayor dispersión según el grado de calificación. 272 TOMO I TABLA 8 Inferior a 8vo de Básica (Haitiano) Variable Obs Media Ingreso Mensual 221 8,080 Desv. Est. 3,653 Min 1,500 Max 30,000 Superior 8vo de Básica (Haitiano) Variable Obs Media Ingreso Mensual 112 9,344 Desv. Est. 3,812 Min 2,000 Max 20,000 ECUACIONES DE MINCER Para determinar el retorno de la educación se estimaron ecuaciones de Mincer, cuyo fundamento teórico y metodología empírica fueron desarrollados por Becker (1962) y Mincer (1974). En esos trabajos se demuestra que el nivel de ingreso laboral está positivamente vinculado a la educación y la experiencia. Específicamente, se establece que d o n d e β es la tasa de retorno de la educación. Para analizar la posibilidad de que el mercado laboral discrimine en contra de los haitianos, se incluirá en la ecuación de ingreso la nacionalidad del trabajador, de manera que el signo del coeficiente que acompañe a la variable dicotómica que identifica la nacionalidad determine el impacto de la misma sobre el ingreso laboral. De ahí que el modelo a estimar será: 1 En la tabla 9 se presentan los resultados de cuatro modelos que incluyen como variables explicativas la educación (educ), 273 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO la experiencia (exper) y el cuadrado de la experiencia (exper2), la nacionalidad del trabajador (d_nacional) y el género (sexo). El primer modelo incluye todas las actividades productivas (construcción, comercio y servicios); el segundo modelo se aplica únicamente al sector construcción; el tercer modelo se aplica al resto de las actividades productivas; y el cuarto modelo incluye una variable dicotómica (d_acti) que toma valor de 0 si se trata del sector construcción y de 1 si es otra actividad productiva. Todos los coeficientes son estadísticamente significativos –en los modelos 1 y 4- y el signo es igual al esperado por la teoría económica. Los resultados revelan que para todas las actividades productivas se observa que existe una relación positiva del grado de educación y el nivel de ingreso. Además, se obtuvo como resultado que, para un mismo nivel de educación, el haitiano recibe un menor nivel de ingreso que su contraparte dominicano. En adición, se observa que a mayor experiencia el nivel de ingreso sube, pero a una tasa de crecimiento cada vez menor, verificándose la hipótesis del ciclo de vida. Con relación al género del trabajador, se obtiene como resultado que la mujer tiene un ingreso menor que el del hombre. TABLA 9 ECUACIONES DE MINCER CON EXPERIENCIA (COEFICIENTES ORIGINALES) Variable educ exper exper2 d_nacional sexo d_acti _cons r2 rmse n Modelo1 0.04111416*** 0.04466853*** -0.00070074*** -0.38766026*** -0.4983145*** Modelo2 0.03912584*** 0.05293166*** -0.05293166*** -0039517145*** -0.24578564*** Modelo3 0.05219832*** 0.02185172 -0.00028723 -0.04543671 -0.28488607*** 8.6751609*** 8.65453*** 8.3311869*** Modelo4 0.04397678*** 0.04306719*** -0.00066257*** -0.32965374*** -0.34288201*** -0.23002687*** 8.6818393*** 0.35907892 0.43885513 458 0.3691458 0.40385508 305 0.19224003 0.46325121 153 0.38664617 0.4297891 458 leyenda:*p < 0.05; ** p < 0.01; *** p < 0.001 274 TOMO I En la siguiente figura se presentan los resultados de simular la evolución del ingreso (en logaritmos) en función de la experiencia en el sector de la construcción. Obsérvese que durante toda la trayectoria el ingreso del trabajador dominicano es superior al del haitiano. Esto sugiere que dos personas con el mismo nivel de educación, experiencia y género trabajando en el sector de la construcción tendrán una remuneración diferente dependiendo de si es dominicano o haitiano. El inmigrante recibirá un menor nivel de salario y, en consecuencia, aportará más a la remuneración del capital. Esto trae como consecuencia un aumento de la desigualdad de ingresos en la República Dominicana, pues los propietarios del capital aumentarán su participación relativa en el valor agregado nacional después de la entrada de los inmigrantes haitianos, quienes tenderán a deprimir el salario promedio del trabajador dominicano de menor educación y experiencia. FIGURA 5 INGRESO EN FUNCIÓN DE LA EXPERIENCIA En la tabla 10 se presentan los coeficientes beta61 para cada uno de los modelos estimados, con el objetivo de identificar cuáles son las variables que mayor influencia tienen sobre el ingreso de los trabajadores. La magnitud de los coeficientes revela que 61. Los coeficientes beta miden en cuántas unidades de desviación estándar cambiaría la variable dependiente (el logaritmo del nivel de ingresos) cuando la variable explicativa cambia en una desviación estándar. 275 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO la experiencia es el principal determinante de los ingresos de los trabajadores encuestados. La educación, que también ejerce una influencia positiva sobre el nivel de ingresos, tiene una influencia que oscila alrededor de la mitad y una tercera parte de la influencia de la experiencia. Esto es consistente con el hecho de que los trabajadores dominicanos y haitianos, con igual nivel de educación, tienen niveles de ocupación diferentes y, en consecuencia, ingresos distintos. Los resultados muestran también que ser haitiano reduce la remuneración en una magnitud similar al aporte que realiza el nivel educativo a los ingresos. Esto significa que un trabajador haitiano que tenga el mismo nivel educativo que el dominicano tiende a obtener un menor nivel de salario. Algo similar aparece en el caso de la mujer, pues el simple hecho de ser mujer reduce el aporte positivo que tiene la educación a su remuneración. TABLA 10 ECUACIONES DE MINCER CON EXPERIENCIA (COEFICIENTES BETA) Variable educ exper exper2 d_nacional sexo d_acti r2 rmse n Modelo1 0.286199*** 0.791041*** -0.59758*** -0.3179*** -0.31092*** Modelo2 0.298619*** 1.032869*** -0.7891333*** -0.3753911*** -0.0555422 Modelo3 0.3802154*** 0.399823 -0.2489657 -0.0289774 -0.2726242*** Modelo4 0.3061259*** 0.7626827*** -0.5650283*** -0.2703283*** -0.2139361*** -0.1992294*** 0.352 4.3886 458 0.3691 0.40386 305 0.1922 0.46325 153 0.3866 0.42979 458 leyenda: * p < 0.05; ** p < 0.01; *** p < 0.001 También se estimaron las ecuaciones de Mincer utilizando la edad como variable explicativa. Los resultados revelan que para 276 TOMO I todas las actividades productivas existe una relación positiva entra la edad y el ingreso. A mayor edad, el nivel de ingreso sube, pero luego comienza a decrecer, verificándose la hipótesis del ciclo de vida. El resto de las variables tiene la misma interpretación que las del modelo presentado con la experiencia como variable explicativa. iii. Relación con la mano de obra dominicana: ¿Sustituta o complementaria? El hecho de que utilizar mano de obra haitiana eleva la rentabilidad de las empresas puede hacer que los empleadores dominicanos prefieran contratar haitianos. Los empleadores afirman que la mano de obra haitiana eleva la productividad del trabajo dominicano. El 65% de los entrevistados afirma que emplear a los haitianos le permite incrementar la eficiencia del trabajador dominicano, sugiriendo la existencia de complementariedad en el trabajo de sus contrapartes nacionales. Sin embargo, la mayoría de los empleadores nacionales (66.7% de los encuestados) piensa que el trabajo haitiano tiende a sustituir al dominicano. Esta sustitución se lleva a cabo principalmente en las actividades que exigen menor calificación, como sería las que realizan los ayudantes en el sector de construcción. La única manera de determinar si la mano de obra nacional y la del inmigrante haitiano son complementarias o sustitutas es mediante la estimación de un modelo econométrico. La mayoría de los empleadores dominicanos prefiere emplear a un trabajador nacional para realizar trabajos especializados. La mano de obra haitiana, en el sector construcción, tiende a ocupar los trabajos de menor nivel de calificación. En la siguiente tabla se muestra que el 49.5% de los trabajadores dominicanos que trabajan en la construcción son especializados, mientras que sólo el 8.8% de los haitianos se califica de esa manera. De forma complementaria, el 58.3% de los haitianos son ayudantes, 277 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO mientras que solo el 14% de los dominicanos tienen ese grado laboral en la construcción. TABLA 11 Respuesta Frec. Porcentaje Acum. Ayudante 15 14.02 14.02 Trabajador 33 30.84 44.86 De Apoyo Trabajador 53 46.53 94.39 Maestro 6 5.61 100.00 Constructor Total 107 100.00 Respuesta Frec. Porcentaje Acum. Ayudante 113 58.25 58.25 Trabajador 63 32.47 90.72 De Apoyo Trabajador 17 8.76 99.48 Maestro 1 0.52 100.00 Constructor Total 194 100.00 El trabajador dominicano no se emplea en las actividades de menor nivel de remuneración. A pesar de que tiene un nivel educativo similar al haitiano, se emplea en actividades que exigen un mayor nivel de experiencia (e.g., trabajo especializado). En la siguiente tabla se observa que el 88.3% de los ayudantes en el sector de la construcción son haitianos, mientras que el 75.7% de los trabajadores especializados son dominicanos. TABLA 12 TRABAJA COMO UN AYUDANTE O ES UN TRABAJADOR ESPECIALIZADO Nacionalidad Ayudante Dominicano Haitiano Total 11.72 88.28 100.00 Trabajador De Apoyo 34.38 65.63 100.00 Trabajador Especializado 75.71 24.29 100.00 Maestro Total Constructor 85.71 35.55 14.29 64.45 100.00 100.00 El salario relativo de los haitianos y los dominicanos se reduce con la presencia de haitianos. El salario de los haitianos que trabaja como ayudante en el sector de la construcción representa el 83.5% de sus pares dominicanos. Sin embargo, el salario que reciben los haitianos que realizan trabajos especializados en 278 TOMO I la construcción equivale a un 54% del salario que reciben los dominicanos. Esta evidencia sugiere que la llegada de mano de obra al sector de la construcción deprime el salario de los dominicanos en las actividades donde hay mayor abundancia de mano de obra haitiana. Esto permite concluir que la mano de obra haitiana es sustituta de la mano de obra dominicana. CUANTIFICACIÓN ECONOMÉTRICA DEL GRADO DE SUSTITUCIÓN En esta sección se presenta una aproximación cuantitativa de la elasticidad de sustitución entre la mano de obra dominicana y la haitiana en el sector de la construcción. Asimismo, se determina la reacción de los salarios nacionales a la entrada de los inmigrantes haitianos. La metodología sigue el trabajo de Grossman (1982) el cual estima los parámetros de una función de producción translogarítmica, lo cual permite calcular las elasticidades de sustitución de los insumos de producción que intervienen en el proceso de creación de valor agregado. La función de producción translogarítmica está definida por la siguiente ecuación, donde, Q es el valor agregado; X i es la cantidad del insumo de producción i ; y los parámetros γ i y γ ij representan los coeficientes a ser estimados. Grossman (1982) y Bauer (1997), basándose en Hamermesh (1993), justifican el uso de una función de producción –en vez de una función de costo– debido al supuesto de que no hay movilidad de los factores de producción y, en consecuencia, las cantidades de esos insumos se mantienen fijas. Otro supuesto que se utiliza es la existencia de mercados de factores competitivos, lo cual permite obtener la participación de cada factor en el valor 279 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO agregado ∂ ln Q ∂ ln X i = si = Pi X i Q , donde si es la participación y Pi es el precio del factor i. Siguiendo a Bauer (1997) se tiene que mediante la diferenciación logarítmica parcial de la función de producción y el uso de la ecuación de si , se obtiene el siguiente sistema de ecuaciones de las participaciones de los insumos: En este sistema de ecuaciones se requiere cumplir con la siguiente condición de simetría: γ ij = γ ji . También se asume la homogeneidad lineal y ∑αi = 1 que ∑ si = 1. Las elasticidades de complementariedad Hicksianas miden el efecto sobre el precio relativo del factor i de un cambio en la cantidad relativa del factor j, manteniendo constantes los costos marginales y las cantidades de los otros factores de producción. Siguiendo a Bauer (1997), quien a su vez se basa en Hamermesh (1993), se tiene que para el caso de la función de producción translogarítmica las elasticidades de complementariedad Hicksianas son: ⎧ γ ij + si s j , para i ≠ j , ⎪ ss ⎪ i j cij = ⎨ 2 ⎪ γ ii + si − si , para i = j ⎪ si2 ⎩ Donde se establece que dos factores de producción son complementarios cij > 0 si y son sustitutos si cij < 0. La elasticidad precio del factor –definida como el cambio porcentual del precio del factor i cuando la oferta del factor j se incrementa en un 1%– está dada por: δ ln Pi δ ln x j 280 = ε ij = s j cij TOMO I De manera que se tiene como fórmulas explícitas de las elasticidades de los factores de producción las siguientes expresiones: ⎧ γ ij + si s j , para i ≠ j , ⎪ si ⎪ ε ij = ⎨ 2 ⎪ γ ii + si − si , para i = j ⎪⎩ si Para calcular las elasticidades de complementariedad Hicksianas y las elasticidades precio de los factores se usarán los datos obtenidos de la encuesta a 30 empleadores del sector de la construcción. En esas unidades productivas se emplea a un total de 1,667 trabajadores, de los cuales, 842 son dominicanos y 825 son haitianos. La participación de cada factor en el valor agregado se calculó sumando los ingresos laborales mensuales de los trabajadores de cada empresa y se dividió entre la suma de la totalidad de la remuneración mensual de los factores mano de obra –dominicana y haitiana– y capital de cada empresa. En la siguiente tabla se muestra que la participación promedio de la mano de obra dominicana en el valor agregado del sector de la construcción es de un 26.2% y la de la mano de obra haitiana es de un 20.4%. La remuneración del capital representa un 53.3% del valor agregado total. Para la estimación se utilizó la metodología de las Ecuaciones Aparentemente No relacionadas del profesor Arnold Zellner de la Universidad de Chicago.62 Los coeficientes estimados del 62. Ese método se aplica a ecuaciones cuyo lado derecho contiene variables estrictamente exógenas, pero los residuos se encuentran correlacionados. El estimador desarrollado por el profesor Zellner es un método de Mínimos Cuadrados Generalizados que permite obtener coeficientes que son eficientes y consistentes, a diferencia de los estimadores Mínimos Cuadrados Ordinarios que dejan de ser MELI. El estimador de Zellner se denomina Seemingly Unrelated Regression Estimator (SURE). Esta metodología es muy usada para estimar los coeficientes de las funciones de producción translogarítmicas. 281 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO modelo de la participación de la remuneración factorial en el valor agregado total se presenta en la siguiente tabla.63 Los resultados revelan que existe una relación significativa entre los trabajadores dominicanos, haitianos y el capital, pues todos los coeficientes son estadísticamente significativos. TABLA 13 FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN TRANSLOG Coeficientes ad ah ak ydd ydh ydk yhd yhh yhk ykd ykh ykk Valor 1.3057 1.0089 -1.3147 0.1562 -0.0815 -0.0739 -0.0815 0.1400 -0.0588 -0.0739 -0.0588 0.1326 t 8.01 7.70 -8.22 6.83 -4.41 -6.42 -4.41 7.61 -6.34 -6.42 -6.34 11.68 A partir de los estimados de los parámetros de la función de producción logarítmica se obtuvieron las elasticidades Hicksianas de complementariedad y las elasticidades precio de los factores de producción Las elasticidades Hicksianas de complementariedad revelan que, en el sector de la construcción, el trabajador haitiano es sustituto del trabajador dominicano (i.e., la elasticidad es negativa). Además se observa que ambos tipos de trabajadores son complementarios del capital (i.e., la elasticidad es positiva). 63. Los coeficientes fueron estimados usando la restricción de homegeneidad lineal ∑ αi = 1, simetría γ ij = γ ji y, en consecuencia, ∑ γ ij =0. i 282 TOMO I TABLA 14 ELASTICIDADES HICKSIANAS DE COMPLEMENTARIEDAD Dominicano Haitiano Capital Dominicano -0.5427 -0.5236 0.4719 Haitiano -0.5236 -0.5371 0.4602 Capital 0.4719 0.4602 -0.4081 La elasticidad precio del factor permite señalar que, en el sector de la construcción, cuando se incrementa la cantidad de trabajadores haitianos se reduce la remuneración de los trabajadores dominicanos. Los resultados de las elasticidades cruzadas sugieren que un incremento de un 10% en la oferta de mano de obra haitiana reduce la remuneración del trabajador dominicano en un 1.1%. La evidencia también demuestra que la entrada de haitianos en el mercado laboral de la construcción incrementa la remuneración del factor capital, pero el aumento de la mano de obra dominicana tiene un impacto también positivo y más grande. Se debe resaltar que un aumento del capital invertido (e.g., 10%) eleva simultáneamente la remuneración de los trabajadores dominicanos (2.5%) y haitianos (2.4%). Además, las elasticidades propias ponen de manifiesto que un aumento de un 10% en la oferta de la mano de obra dominicana reduce la remuneración de los trabajadores dominicanos en un 1.4%, mientras que el impacto de un incremento de un 10% de la mano de obra haitiana reduce la remuneración de su grupo en un 1.1%. TABLA 15 Cambio en la remuneración del: Dominicano Haitiano Capital Elasticidad Precio de los Factores Con relación a la cantidad de: Dominicano Haitiano Capital -0.1423 -0.1373 0.1238 -0.1068 -0.1096 0.0939 283 0.2519 0.2456 -0.2178 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Dado que la participación de las remuneración de los factores suman la unidad, solo n-1 de las ecuaciones de participación son linealmente independientes. Por ese motivo, se procedió a eliminar la ecuación de capital, usándose nuevamente la técnica SURE de Zellner. Los resultados revelan que los coeficientes son estadísticamente diferentes de cero, por lo cual se confirma la existencia de una relación significativa –de sustitución– entre la mano de obra dominicana y la haitiana. TABLA 16 FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN TRANSLOG Coeficientes ad ah ydd ydh yhd yhh Valor 0.5740 0.4260 0.0591 -0.1609 -0.1609 0.0796 t 13.10 9.72 2.10 -8.48 -8.48 3.77 A continuación, se presentan los coeficientes estimados al eliminar la remuneración del capital, tanto para las elasticidades Hicksianas de complementariedad como para las elasticidades del precio de los factores de producción. Obsérvese que en este caso, la elasticidad de complementariedad refleja un mayor grado de sustitución entre la mano de obra dominicana y la haitiana. A su vez, esto se traduce en una mayor elasticidad de precio de los factores de producción. Específicamente, cuando aumenta en un 10% la mano de obra haitiana se reduce la remuneración de la mano de obra dominicana en un 3.7%.64 Además, se observa que 64. La elasticidad precio del factor para el caso de la inmigración haitiana obtenido (-0.37) cae en el rango estimado para otros países. En particular Borjas (2003) se obtienen elasticidades con valores comprendidos entre -0.3 y -0.4. 284 TOMO I ese aumento de la mano de obra haitiana repercute negativamente sobre la remuneración de los haitianos, al reducirla también en un 3.7%. Un incremento de la oferta de mano de obra dominicana de un 10% reduce el salario promedio de los dominicanos en un 5%, lo cual sugiere que la mano de obra haitiana es sustituta de la dominicana, pero no es exactamente igual a la mano de obra nacional. TABLA 17 ELASTICIDADES HICKSIANAS DE COMPLEMENTARIEDAD Dominicano Haitiano Dominicano -1.7039 -2.1236 Haitiano -2.1236 -2.1185 TABLA 18 Elasticidades del Precio de los Factores Con relación a la cantidad de: Cambio en la remuneración del: Dominicano Haitiano Dominicano -0.5044 -0.3695 Haitiano -0.6286 -0.3686 iv. Impacto sobre el salario real Los empleadores afirman en general que los trabajadores haitianos reciben un salario similar al de los dominicanos para el mismo trabajo. El 73% de los empleadores está en desacuerdo o muy en desacuerdo con la afirmación que establece que a los trabajadores haitianos se les paga un salario menor que el que se les paga a los dominicanos por un empleo similar. Pero cabe resaltar que los empleados haitianos reciben un menor nivel de ingresos que sus contrapartes dominicanos que tienen el mismo nivel de preparación académica. Esto sugiere que se contrata al haitiano con igual preparación para realizar trabajo que exigen menor 285 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO preparación académica y, en consecuencia, se le paga un menor ingreso. Esto apoya la hipótesis que establece que el inmigrante haitiano deprime el salario de su contraparte nacional. En la siguiente tabla se demuestra que el trabajador haitiano recibe un sueldo inferior al dominicano para el mismo tipo de trabajo. Se observa una mayor dispersión salarial a mayor nivel de calificación laboral. Los ayudantes haitianos reciben un 17% menos de salario que sus pares dominicanos; los trabadores de apoyo perciben un ingreso 18% menor; y los trabajadores especializados haitianos reciben un pago un 46% menor. Esto revela que al haitiano más calificado se le tiende a pagar menos de lo que se merece, según su experiencia laboral y su grado académico. TABLA 19 DOMINICANO Ayudante o Trabajador Especializado Ayudante Trabajador de Apoyo Trabajador Especializado Maestro Constructor Total HAITIANO Ayudante o Trabajador Especializado Ayudante Trabajador de Apoyo Trabajador Especializado Maestro Constructor Total Ingreso Mensual Media Desv. Est. Frec. 9,106.67 13,770.30 3,794.82 6,548.46 15 33 20,711.32 10,435.22 53 23,666.67 17,109.53 16,741.17 10,146.03 6 107 Ingreso Mensual Media Desv. Est. Frec. 7,599 11,321 1,807 3,699 113 63 11,189 5,403 17 30,000 9,360 0 4,115 1 194 286 TOMO I A los empleadores nacionales se les preguntó si el trabajador haitiano recién llegado acepta salarios menores que los trabajadores haitianos que tienen un mayor tiempo residiendo en el país. El 58% de los empleadores está de acuerdo con esa afirmación. Además se observa que el trabajador haitiano trata de mantener su puesto de trabajo. El 68% de los empleadores afirma estar en desacuerdo o muy en desacuerdo con la afirmación que sugiere que el trabajador haitiano deja el empleo más fácilmente que el dominicano. En ese contexto, el trabajador haitiano es más cumplidor que el dominicano en materia de horario (el 65% de los empleadores lo afirma). SIMULACIÓN ESTOCÁSTICA DEL IMPACTO SOBRE LA REMUNERACIÓN DE LOS FACTORES En esta sección se presentan los resultados de la simulación del impacto de la inmigración sobre los salarios, la remuneración del capital y el PIB en el sector construcción de la República Dominicana, usando el modelo de Borjas (1994). Se asume que la mano de obra es homogénea y que el capital es fijo. Se realizó un ejercicio de Monte Carlo que simuló 5,000 escenarios para los parámetros que explican la variación de las tres variables endógenas que se evalúan. Los valores de los parámetros utilizados son los obtenidos de la estimación econométrica de la función translogarítmica y las elasticidades precio de los factores. Los valores mínimo, esperado y máximo de cada uno de los parámetros son: α L = wL Q = (0.42, 0.46, 0.52 ) ⎛ Δw L ⎞ . ⎟ = (−0.32, − 0.37, − 0.42 ) ε LL = ⎜ ⎝ ΔL w ⎠ M = (0.445, 0.495, 0.545 ) m= L 287 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO En este ejercicio de simulación el impacto de la inmigración sobre el salario promedio de los trabajadores dominicanos del sector de construcción es negativo. La cantidad de inmigrantes que trabaja en el sector construcción –según la encuesta realizada– equivale a un 49.5% del total de la mano de obra (se utiliza un rango entre un 44.5% y un 54.5%) y su llegada ha significado una reducción de un 4.3% en el salario promedio de los trabajadores dominicanos como porcentaje del valor agregado sectorial. Cabe resaltar que los trabajadores menos calificados –que tienen una elevada elasticidad de sustitución con los inmigrantes haitianos– han experimentado una mayor pérdida de ingresos que los trabajadores más calificados. El deterioro máximo del salario promedio de los nacionales se sitúa en un 5.0% y el mínimo se sitúa en el entorno de un 3.7%. De forma contrastante, la inmigración incrementa la remuneración del factor capital, esto significa que los propietarios del capital se benefician de la entrada de inmigrantes al mercado laboral nacional. Se estima que en promedio la inmigración eleva el retorno sobre el capital como porcentaje del valor agregado sectorial en un 6.4%. La variación mínima del retorno del capital invertido en el sector construcción es de un 5.5% y la máxima es de un 7.7%. La inmigración produce un excedente que equivale, en promedio, a un 2.1% del PIB del sector construcción. El modelo arroja como resultado la existencia de un excedente de la inmigración mínimo de un 1.7% y un máximo de un 2.7%. Dado un PIB nominal del sector construcción de 88,559 millones de pesos, se puede estimar que el excedente de la inmigración generado en el sector de la construcción asciende a 1,860 millones de pesos. La existencia de una abundante mano de obra haitiana no calificada incrementa la desigualdad de ingresos en el país, pues 288 TOMO I reduce el salario del trabajador dominicano no calificado y tiende a elevar el retorno del capital y del ingreso de la mano de obra más calificada. Los resultados presentados en esta sección revelan que en el sector construcción deteriora el salario promedio de la mano de obra dominicana y se incrementa el retorno del capital invertido. Si se toma en consideración que la caída del salario promedio se debe preponderantemente al descenso del salario de los trabajadores dominicanos menos calificados, se puede concluir que la inmigración haitiana produce un aumento de la desigualdad en la República Dominicana. IV. IMPACTO SOBRE LAS FINANZAS PÚBLICAS a. Aspectos teóricos La inmigración afecta las finanzas públicas y por ese motivo los flujos migratorios originan mucha polémica en los países receptores de esa población. El efecto neto de la inmigración sobre el balance fiscal depende de las características de los inmigrantes y de la estructura de los programas de asistencia social que posea la nación receptora. Si los inmigrantes son trabajadores poco calificados, con bajos niveles de ingresos y con muchos hijos, tenderán a absorber en términos relativos –a menos que haya impedimentos legales– una mayor cantidad de recursos provistos en forma de servicios sociales por la nación receptora. En contraste, si los trabajadores inmigrantes son calificados y logran insertarse en el mercado laboral formal generando altos ingresos y tienen pocos hijos es muy probable que aporten al Estado a través del sistema impositivo una cantidad de recursos superior a la que absorben en forma de servicios públicos. El efecto neto sobre las finanzas públicas dependerá de cuál de los dos tipos de inmigrantes es dominante. Los estudios que abordan el impacto de la inmigración sobre las finanzas públicas en los países desarrollados analizan el aporte 289 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO de los nuevos trabajadores al sistema de seguridad social. En esos países, existe un problema de envejecimiento que provoca un deterioro de los ingresos que recibe el sistema de seguridad social, lo cual disminuye la viabilidad financiera del modelo de pensiones de reparto.65 La llegada de trabajadores jóvenes y su entrada al mercado laboral formal permiten incrementar los aportes que se realizan al sistema de pensiones y que sirven para pagar las pensiones de los trabajadores nacionales ya retirados. Ese aumento de la viabilidad financiera del sistema de pensiones reduce el monto de transferencias que debe (o deberá) realizar el gobierno al sistema para mantenerlo operando adecuadamente. Asimismo, los inmigrantes incrementan el valor agregado, la masa salarial y el consumo, elevando la base imponible del impuesto sobre la renta y de los impuestos indirectos. De ahí que algunos estudios lleguen a la conclusión de que los inmigrantes tienen un aporte positivo sobre las finanzas públicas, cuya magnitud aumentará en función del grado de educación o calificación de los inmigrantes. Existen dos enfoques para determinar el impacto de la inmigración sobre las finanzas públicas.66 El estático – también denominado de corte transversal o de flujo de efectivo– aborda el tema mediante la selección de un grupo de inmigrantes y el cálculo del monto de impuestos que aporta al fisco y su comparación con la cantidad de recursos que absorbe al demandar servicios públicos y recibir transferencias sociales en un período determinado. Algunos de los autores que han realizado estimaciones basadas en el enfoque estático son: Borjas (1994), Fix y Passel (1994), Passel (1994) y Boeri et al. (2002).67 Ese último 65. Véase Van Ewijk et al. (2000) para un análisis del efecto sobre las finanzas públicas envejecimiento de la población en Holanda. 66. Véase Coleman et al. (2004), p. 600. 67. Este último también aborda el impacto de la inmigración sobre las finanzas públicas usando el enfoque dinámico o de valor presente de flujos de ingresos y egresos. 290 TOMO I grupo de autores señala que los inmigrantes que llegan a los Estados Unidos son más propensos que los nacionales a utilizar los programas de asistencia pública. Específicamente, señalan que el 19.7% de los inmigrantes recibe ayuda pública mientras que solo el 13.3% de los nativos la recibe. Además, indican que esos inmigrantes tienen más hijos y son más pobres, por lo cual pagan menos impuestos y, en consecuencia, son receptores netos de los recursos públicos norteamericanos. Hanson y Williamson (2005) comentan los resultados de un estudio comisionado por el Congreso de los Estados Unidos donde se concluye que en 1996 la carga fiscal neta de los inmigrantes oscilaba entre 1,613 dólares y 2,206 dólares, “representando un costo fiscal entre 166 dólares y 226 dólares por familia no inmigrante.”68 Esos resultados han provocado que en algunos Estados se aprueben leyes –posteriormente derogadas por decisiones judiciales– que le impiden el acceso a los programas sociales a los inmigrantes ilegales. El enfoque dinámico toma en consideración el flujo de pagos futuros de impuestos y de gastos que absorben los inmigrantes durante su ciclo de vida, lleva a valor presente esos flujos y los compara para determinar si son contribuyentes o receptores netos de recursos públicos. Este enfoque es el utilizado en los estudios más rigurosos para determinar el impacto fiscal de la inmigración. Se basa en la elaboración de un modelo de contabilidad generacional que permite el cálculo de la contribución neta a las finanzas públicas durante el ciclo vital de cada inmigrante.69 La contribución neta se define como el valor presente de los pagos de impuestos que hará durante el resto de su vida –en el país receptor– menos el valor presente de los beneficios que absorbe el inmigrante del sector público (e.g., demanda de servicios de 68. Véase Hatton y Williamson (2005), p. 308. 69. Véase la metodología de contabilidad pública generacional en Auerbach y Kotlikoff (1987). 291 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO educación y salud). Si la diferencia es positiva se concluye que el inmigrante está realizando una contribución positiva a las finanzas públicas. Si la diferencia es negativa se dice que el inmigrante es un receptor neto de los recursos públicos nacionales. Para realizar ese cálculo se necesita el perfil de aporte de impuestos y de uso de servicios públicos a lo largo del ciclo vital de los inmigrantes. Ese perfil estará en función del tipo de inmigrantes: mientras más joven y más educado sea mayor ingreso tendrá durante el resto de su vida y, por lo tanto, mayores impuestos pagará durante su estadía en el país receptor. Con relación al uso de los servicios públicos: mientras más joven es el inmigrante menor cantidad de hijos tiene y más saludable es, por lo cual en ese momento de su ciclo vital menor demanda tendrá de servicios de salud y de educación; sin embargo, en la medida en que aumenta su edad el inmigrante comienza a tener hijos y a demandar una mayor cantidad de servicios de educación y salud. La evaluación del impacto de la inmigración sobre las finanzas públicas mediante la cuantificación de los efectos agregados sobre el balance fiscal es otra metodología usada. El efecto se determina mediante la simulación de un aumento de la población provocada por la inmigración y la estimación de la variación de los ingresos y de los egresos públicos y, en consecuencia, sobre el saldo de las finanzas públicas. El escenario de la población con la llegada de inmigrantes se compara con el escenario base de población sin inmigrantes para determinar el impacto marginal de la inmigración. Cabe resaltar que los resultados empíricos dependerán del tamaño del sector público, del nivel de la presión tributaria, de la tasa de desempleo y de la cobertura del sistema de seguridad social o estado de bienestar. Además, el aporte de los inmigrantes 292 TOMO I a las finanzas públicas dependerá de su desempeño en el mercado laboral del país receptor, el cual está estrechamente vinculado con su nivel de calificación en comparación con el resto de los trabajadores nacionales. Storesletten (2000) calibra un modelo de equilibrio general de generaciones sobrelapadas para determinar el impacto de la inmigración sobre las finanzas públicas de los Estados Unidos; país que se caracteriza por un sector público relativamente pequeño, una baja presión tributaria –comparada como la de Europa–, un baja tasa de desempleo y un sistema de seguridad social menos generoso que el de otros países europeos. Su análisis le permite concluir que la inmigración puede mejorar las finanzas públicas estadounidenses, siempre que se logre atraer trabajadores jóvenes y con un elevado nivel de calificación. Una conclusión similar es hallada por Bonin et al. (2000) para el caso de Alemania, pues el desempeño de los inmigrantes es muy parecido al de los trabajadores alemanes, lo cual se traduce en la mejora del balance de las finanzas públicas. Rele (2003) llega a conclusiones distintas en Holanda debido a que los inmigrantes tienen un desempeño menor que los trabajadores nacionales. En esa investigación el autor cuantifica para el caso de Holanda que una familia compuesta de un esposo y su esposa de 25 años, con características diferentes a las holandesas, que tengan dos hijos menores a los 5 años producen una contribución neta negativa a las finanzas públicas por un monto de 230 mil euros. Además, cuantifica que para lograr una contribución neta igual a cero –que no sea un costo para la sociedad– esa pareja de inmigrantes debería tener características parecidas al promedio de los holandeses. En ese estudio, los que aportan más a las finanzas públicas son los considerados como las personas de alta productividad e ingreso. 293 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Storesletten (2003) estima el impacto de la inmigración sobre las finanzas públicas de Suecia y llega a conclusiones distintas a las de su estudio para el caso estadounidense. En su análisis se calcula las ganancias públicas netas de un inmigrante nuevo como el valor descontado de los pagos de impuestos futuros menos las transferencias y gasto público marginal, incluyendo el costo y contribuciones de los hijos futuros. El modelo que elabora el autor es de generaciones sobrelapadas –pero no de equilibrio general computable– que permite un análisis dinámico de la política fiscal, incluyendo las erogaciones del sistema de pensiones, las transferencias públicas y las recaudaciones de impuestos. Los resultados sugieren que el impacto de la inmigración dependerá de la edad y del desempeño en el mercado laboral. En el caso de los inmigrantes con edades comprendidas entre 20 y 30 años la contribución neta es positiva en un monto equivalente a los 23,500 dólares por inmigrante; mientras que en el caso de los inmigrantes con edades superiores a los 50 años la contribución neta es negativa en un monto superior a los 176,250 dólares. El autor estima que el inmigrante promedio le cuesta al gobierno la suma de 20,500 dólares y señala que ese costo podría reducirse en función del desempeño de los inmigrantes en el mercado laboral. A mayor educación y participación laboral, mayor aporte le hará a las finanzas públicas. Leibfritz et al. (2003) presenta un resumen de los estudios empíricos de los efectos fiscales de la inmigración aplicados a los siguientes países: Australia, Alemania, Italia, Suecia, Estados Unidos y Canadá. Se concluye que el impacto sobre el balance de las finanzas gubernamentales se explica principalmente por las características de los inmigrantes, el tipo de mercado laboral, la estructura impositiva y el modelo de estado de bienestar que impere en la nación receptora. Recientemente, Alan Greenspan –el pasado presidente de la 294 TOMO I Reserva Federal de los Estados Unidos– afirmó que un aumento de la cantidad de inmigrantes –de altos ingresos– pudiera ayudar a resolver la crisis inmobiliaria, pues elevaría la demanda de residencias, espacios de oficina y comerciales, reduciendo el exceso de oferta que existe actualmente en el mercado de bienes raíces de norteamérica. Este es un ejemplo de cómo la inmigración puede ayudar a resolver problemas en los países receptores de esa población. b. El caso dominicano Los estudios realizados en la República Dominicana sobre la inmigración haitiana, por lo general, no analizan el impacto de esos flujos migratorios sobre las finanzas públicas. La mayoría de los estudios describe el perfil sociodemográfico de los inmigrantes haitianos; describe los determinantes de la inmigración; analiza la discriminación existente en el mercado laboral en contra de los haitianos; evalúa las relaciones históricas y actuales dominicohaitianas; aborda los aspectos de violación de los derechos humanos dentro la política migratoria; analiza la potencialidad de un acuerdo de libre comercio; pero no se estudia –hasta donde llega nuestro conocimiento de la literatura– detalladamente el aporte de los inmigrantes a las recaudaciones gubernamentales y no cuantifica cuántos recursos públicos absorben. En el caso de la República Dominicana no se puede estimar el impacto de la inmigración sobre las finanzas públicas mediante el cálculo del valor presente de la diferencia entre el pago de impuestos y la demanda de servicios públicos por la ausencia de información adecuada. Específicamente, se necesitaría información detallada sobre los ingresos de los inmigrantes haitianos y su demanda de servicios público a lo largo de su ciclo vital. Tampoco existe información precisa que permita aplicar el enfoque estático, pues el aporte anual de los inmigrantes haitianos al fisco y la demanda de servicios sociales es desconocido. 295 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO En el presente estudio se tratará de salvar la ausencia de ese tipo de información mediante la realización de una encuesta que permita un acercamiento a definir cuál es el impacto de la inmigración haitiana sobre las finanzas del gobierno dominicano. i. Principales hipótesis Hipótesis 1: Los haitianos tienen un ingreso menor al de los trabajadores dominicanos durante el ciclo de vida. Esto significa que los haitianos aportarán menos impuestos que los dominicanos durante su vida productiva. Hipótesis 2: El trabajador haitiano demanda menos servicios públicos que su contraparte dominicano. Hipótesis 3: Los inmigrantes haitianos son demandantes netos de los recursos del Estado Dominicano. La contribución al total de ingresos tributarios es inferior a la absorción de recursos que realizan a través de la demanda de servicios públicos. ii. Entorno legal del acceso de los inmigrantes haitianos a los servicios públicos y sus obligaciones tributarias El Código Tributario de la República Dominicana, Ley No. 11-92 del 16 de mayo de 1992 (el “Código Tributario”) reconoce en el Artículo 10 como “obligados del cumplimiento de la obligación tributaria” a todos los contribuyentes respecto de los cuales se verifique el hecho generador (de la obligación), sin hacer distinción de origen o ascendencia. La Ley No. 136-03, que crea el Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes (el “Código del Menor”), al consagrar sus Principios Generales, dispone en el Principio I que el objeto del Código es “garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en el territorio nacional el ejercicio y disfrute pleno y 296 TOMO I efectivo de sus derechos fundamentales”. El Principio IV, a su vez, establece que las disposiciones del Código “se aplican por igual a todos los niños, niñas y adolescentes, sin discriminación alguna (…)”. La Ley No.87-01 del 9 de mayo de 2001, que crea el Sistema de Seguridad Social (la “Ley de Seguridad Social”) , dispone en el Artículo 3 que el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) se regirá por, entre otros, los principios de “Universalidad: El SDSS deberá proteger a todos los dominicanos y a los residentes en el país, sin discriminación por razón de salud, sexo, condición social, política o económica” e “Integralidad: Todas las personas, sin distinción, tendrán derecho a una protección suficiente que les garantice el disfrute de la vida y el ejercicio adecuado de sus facultades y de su capacidad productiva”. En el Artículo 5 de la Ley de Seguridad Social limita como Beneficiarios del sistema a “todos los ciudadanos dominicanos y los residentes legales en el territorio nacional”. EL Artículo 1 de la Ley No. 66-97 General de Educación del 4 de febrero del 1997 (la “Ley General de Educación”), garantiza el derecho de todos los habitantes del país a la educación. El Artículo 4 de la Ley General de Educación establece que la educación dominicana se fundamenta, entre otros, en el principio de no discriminación: “La educación es un derecho permanente e irrenunciable del ser humano. Para hacer efectivo su cumplimiento, cada persona tiene derecho a una educación integral que le permita el desarrollo de su propia individualidad y la realización de una actividad socialmente útil, adecuada a su vocación y dentro de las exigencias del interés nacional o local, sin ningún tipo de discriminación por razón de raza, de sexo, de credo, de posición económica y social o de cualquier otra naturaleza”. 297 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO La referida Ley General de Educación establece en el Artículo 7 que: “compete al Estado ofrecer educación gratuita en los niveles inicial, básico y medio a todos los habitantes del país”. Asimismo en el Artículo 9 atribuye como obligación del Estado garantizar una educación gratuita que permita que toda la población tenga igual posibilidad de acceso a todos los niveles y modalidades de la educación pública. El Artículo 1 de la Ley de Inmigración No. 95 del 14 de abril de 1939, dispone que: “El territorio de la República está abierto a la entrada de extranjeros de buena conducta y de buena salud, bajo las condiciones y restricciones impuestas por las leyes”. Por su parte, la Ley General de Salud No. 42-01 del 8 de marzo de 2001 (la “Ley General de Salud”), cita en su Artículo 3 que: “Todos los dominicanos y dominicanas y las y los ciudadanos extranjeros que tengan establecida su residencia en el territorio nacional, son titulares del derecho a la promoción de la salud, prevención de las enfermedades y a la protección, recuperación y rehabilitación de su salud, sin discriminación alguna. Los extranjeros no residentes en la República Dominicana tendrán garantizado el derecho en la forma que las leyes, los convenios internacionales, acuerdos bilaterales y otras disposiciones legales lo establezcan.” Además, el Artículo 11 de la referida Ley General de Salud, que enuncia los principios y objetivos por los que se regirá el Sistema Nacional de Salud, consagra la Universalidad de la norma, en tanto que: “El Estado reconoce a los residentes en el territorio nacional el derecho de que todas las personas dispongan de servicios de salud, a la promoción de la salud, prevención de la enfermedad y a la protección, recuperación y rehabilitación de su salud”. Asimismo, el Artículo 28 establece que: “Todas las personas tienen los siguientes derechos en relación a la salud: 298 TOMO I a) Al respeto a su personalidad, dignidad humana e intimidad, y a no ser discriminada por razones de etnia, edad, religión, condición social, política, sexo, estado legal, situación económica, limitaciones físicas, intelectuales, sensoriales o cualquier otra (…)”. La Convención Americana Sobre Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos, establece en el Artículo 1 la Obligación de los Estados de Respetar los Derechos: “Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”. También conocida como Pacto de San José, la Convención consagra un aproximado de dos docenas de categorías amplias de derechos civiles y políticos, considerados esenciales. Entre ellos, los derechos a la vida, a la integridad personal, al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la libertad personal, a indemnización, a la nacionalidad, a la propiedad privada. También consagra los principios de legalidad y retroactividad, así como las libertades de asociación, de pensamiento y expresión, de conciencia y religión. La República Dominicana firmó este instrumento el 9 de julio de 1977, entrando el mismo en vigencia el 18 de julio de 1978. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos adoptado en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, establece en su Artículo 2 que: “Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opi299 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO nión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”. Este tratado protege, entre otros, los derechos a la vida, a la libertad y la seguridad, los derechos del niño a una protección específica, al nombre y a la nacionalidad, establece garantías en la expulsión de extranjeros, proclama la igualdad ante la ley y la prohibición de la discriminación. La República Dominicana firmó este tratado el 4 de enero de 1978. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ONU) contempla en el Articulo 2.2, lo siguiente: “Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el ejercicio de los derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”. Este acuerdo salvaguarda prerrogativas colectivas, tales como los derechos a trabajar y la libre elección de empleo, a condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias, derecho a la seguridad social, a la salud y a la educación. La República Dominicana firmó este tratado el 4 de enero de 1978. iii. Metodología de evaluación de hipótesis 1. Encuesta Se aplicó una encuesta a los trabajadores dominicanos y haitianos para determinar el uso de los servicios sociales y su aporte a las finanzas públicas mediante el pago de impuestos. En total se encuestaron 126 trabajadores dominicanos y 335 trabajadores haitianos, quienes respondieron sobre el uso de los servicios de salud, educación, así como las boticas populares y los comedores económicos. También se abordó el tema de su cumplimiento del pago de impuestos directos. 300 TOMO I Adicionalmente, se llevó a cabo un levantamiento de información a modo informal en los comedores económicos, las boticas populares, los colegios y hospitales públicos para evaluar el uso de esto recursos por parte del inmigrante haitiano. Los levantamientos fueron realizados en el Distrito Nacional y la Provincia de Santo Domingo. Se entrevistaron 10 boticas, 15 comedores económicos, 29 escuelas públicas y 16 hospitales públicos. 2. Modelos econométricos Se elaboraron modelos probit de determinación de la probabilidad de usar algunos de los servicios públicos. Específicamente se cuantificó la probabilidad de usar los servicios que brindan las boticas populares o farmacias del pueblo. Ese modelo permitió cuantificar la probabilidad de adquirir medicamentos en esos establecimientos en función de los ingresos de los trabajadores y del género. iv. Resultados 1. Uso de servicios y programas públicos a. Educación Los haitianos tienden a usar el sistema educativo público. El 67% de los hijos de los trabajadores haitianos asiste a escuelas públicas. De las 29 escuelas públicas entrevistadas, el 73.3% de estas confirma la presencia de estudiantes haitianos dentro de su cuerpo estudiantil. La cantidad promedio de estudiantes haitianos como proporción de la cantidad total de estudiantes matriculados es relativamente baja, con un mínimo de 1 de 832 y un máximo de 10 de un total de 300. De cada 100 estudiantes haitianos que intentan ingresar a la escuela, en promedio solo 4 son admitidos. La principal razón de esta baja proporción es la no posesión de acta de nacimiento. El 86.4% de las escuelas 301 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO declara estar de acuerdo (40.9%) y muy de acuerdo (45.5%) con la afirmación de que la matriculación de estudiantes haitianos ha crecido a través del tiempo. Los inmigrantes haitianos demandan servicios de educación primaria para sus hijos, pero su participación en educación universitaria es relativamente baja. Según la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología en el año 2005 había 1,915 estudiantes haitianos en las universidades del país, representando un 0.6% de la matrícula total de dominicanos. Cabe resaltar que esa participación es considerablemente menor que el 6% estimado que representa la población haitiana que reside en la República Dominicana. Esto revela que los haitianos están subrepresentados en las universidades dominicanas. En D’Oleo(2008) se afirma que hacia mediados del año 2008, el número de haitianos estudiando en las universidades dominicanas había ascendido a 3,786 personas. b. Salud Cuando se comparan con los haitianos, los trabajadores dominicanos tienden a ir en una mayor proporción al médico. El 38.9% de los dominicanos entrevistados afirmó haber ido al médico el mes pasado, mientras que sólo el 29.3% de los haitianos señaló que lo había hecho. Los dominicanos utilizan más los hospitales públicos que los haitianos. El 60.8% de los dominicanos afirma que cuando se enferma recibe atención médica en los hospitales públicos, mientras que solo el 52.9% de los haitianos acude a esos centros. La diferencia se explica por el hecho de que los trabajadores haitianos y sus familiares asisten menos a los centros de atención cuando se enferman. De hecho, casi 3 de cada 10 trabajadores haitianos 302 TOMO I declaran que no reciben atención médica cuando ellos o algún familiar se enferma. Esto contrasta considerablemente con el caso de los trabajadores dominicanos, pues solo el 2.4% afirma que no va al médico cuando ellos o algún familiar se enferman. Cabe resaltar que más del 80% de los hospitales públicos visitados confirma haber atendido pacientes haitianos. La proporción de pacientes haitianos (en este caso haitianas) atendidos es más acentuada en el área de maternidad, donde de cada 100 pacientes 24 son haitianas. Para las áreas de pediatría y emergencia, aunque la proporción es menor, sigue siendo significativa, pues en ambas áreas se atienden 21 haitianos en promedio por cada 100 pacientes recibidos en total. El porcentaje de trabajadores dominicanos que posee seguro familiar de salud es superior al de los trabajadores haitianos. El 36.5% de los trabajadores dominicanos posee seguro familiar, mientras que sólo el 13.1% de los trabajadores haitianos declara que lo tiene. Ese resultado contrasta con las afirmaciones del 55.3% de los empleadores quienes señalan que pagan por todos sus empleados haitianos el seguro familiar de salud y del 12.8% que afirma que paga seguro familiar de salud por algunos de sus empleados. Ese resultado es consistente con las afirmaciones obtenidas de los entrevistados en los hospitales públicos, quienes declaran que más del 80% de los pacientes haitianos recibidos y atendidos en sus establecimientos no posee seguro de ningún tipo. Esto sugiere un sesgo de parte de los empleadores con el objetivo de hacer creer que les facilitan un seguro de salud a sus trabajadores haitianos, a pesar de que declaran que la mayoría de los trabajadores haitianos asisten a los hospitales públicos cuando se accidentan. 303 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO c. Comedores económicos El porcentaje de trabajadores que visita los comedores económicos es relativamente bajo. A pesar de que el porcentaje de haitianos (8.4%) que asiste a los comedores económicos es ligeramente superior al de sus pares dominicanos (7.9%), la diferencia no es estadísticamente significativa. Esa baja presencia puede deberse al hecho de que los trabajadores comen en sus centros de trabajo (e.g., en la obra de construcción). Todos los comedores económicos visitados declaran que inmigrantes haitianos consumen de la alimentación servida. En promedio, de cada 100 consumidores del establecimiento, 22 son haitianos, con un mínimo de 10 y un máximo de 35. La presencia de niños haitianos en los comedores económicos también es notable. El 33.5% de los encargados de los comedores afirma que se observa la presencia de una cantidad importante de niños haitianos, mientras que el 40% dice que son pocos los que se observan y el restante 26.7% dice que ninguno. Esto pone en evidencia el uso de recursos del Estado Dominicano de las generaciones completas de haitianos dentro del territorio nacional. d. Farmacias del pueblo El trabajador haitiano tiene una menor propensión que los dominicanos a comprar medicamentos en las boticas populares o farmacias del pueblo. Mientras el 70.6% de los trabajadores dominicanos declaró que compra medicamentos en las farmacias de Promese, solo lo hace el 41.2% de los trabajadores haitianos. Se estimó un modelo probit para determinar la probabilidad de que un trabajador compre en una botica popular en función de su nacionalidad y nivel de ingresos. La variable ingreso se utilizó en forma logarítmica y la nacionalidad es una variable dicotómica 304 TOMO I que toma valor de 0 para los dominicanos y de 1 para los haitianos. A pesar de que la bondad de ajuste revela que existen otros determinantes que explican la variable dependiente, lo interesante es notar que tanto la nacionalidad como el nivel de ingresos influyen significativamente sobre la probabilidad de adquirir medicamentos en las boticas populares. El resultado confirma que, dado el nivel de ingresos, el trabajador haitiano tiene una probabilidad menor que la de los dominicanos de adquirir medicamentos en ese tipo de establecimiento. Además, se verifica que las personas de menores ingresos son las que tienen una mayor probabilidad de adquirir sus medicamentos en las farmacias del pueblo. En la figura 6 se muestra cómo evoluciona la probabilidad de adquirir medicamentos en las boticas populares o farmacias del pueblo en función del nivel de ingresos tanto para los trabajadores dominicanos como para los haitianos. Un trabajador dominicano con un nivel de ingresos mensuales de 3,106 pesos tiene una probabilidad de un 82% de comprar en una botica popular, mientras que el empleado haitiano con ese mismo nivel de salario tiene una probabilidad de un 48.1% de usar esos servicios. FIGURA 6 305 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO La encuesta revela que de los trabajadores que compran en las boticas populares, los dominicanos compran de forma más periódica. El 31.5% de los trabajadores dominicanos afirma que compra semanal, quincenal o mensual. De forma comparable solo el 21.7% de los trabajadores haitianos afirma que adquiere medicamentos en las boticas populares con esa periodicidad. Las entrevistas a los encargados de boticas populares revelaron que el 80% afirma que inmigrantes haitianos visitan el establecimiento para la compra de medicamentos. De cada 100 personas que visitan, en promedio 23 son de nacionalidad haitiana, con un mínimo de 5 y un máximo de 40. e. Tarjeta de solidaridad Los trabajadores dominicanos tienen una mayor representación en la distribución de la tarjeta de solidaridad. De cada 100 trabajadores dominicanos encuestados alrededor de 19 poseen la tarjeta de solidaridad, mientras que solo 2 de cada 100 trabajadores haitianos la tienen. Lo extraño es que el 87.5% de los haitianos que la posee no tiene cédula de identificación de extranjeros. Esto sugiere que existe algún mecanismo mediante el cual se puede obtener la tarjeta de solidaridad sin que sea necesario tener ese tipo de documento oficial. 2. Aportes a los ingresos tributarios y a la seguridad social El Estado recauda el 79% de sus ingresos totales a través del cobro de impuestos. Las principales figuras tributaria son Itbis (54.3%), Impuesto sobre la Renta (23.4%) e Impuestos sobre el Comercio Exterior (9.9%). a. Impuesto sobre la renta Alrededor de la mitad de los trabajadores, tanto haitianos como dominicanos, afirma que del salario que le pagan le descuentan impuestos. En ese contexto, el 59.6% de los dominicanos señala 306 TOMO I que de su salario le descuentan impuestos y el 48.9% de la haitianos también afirma algo similar. Esto es sorprendente debido a que el nivel de ingreso exento del pago del Impuesto sobre la Renta es de 26,334.75 pesos, el cual es superior al promedio del ingreso mensual del trabajador dominicano (15,732 pesos) y al del trabajador haitiano (8,506 pesos). De esto se desprende que ese descuento no es por concepto de impuesto sobre la renta. Por otra parte, es preciso señalar que los dominicanos obtienen un mayor nivel de ingreso durante su ciclo vital, por lo cual es de esperar que también paguen una mayor cantidad de impuestos durante ese ciclo. Los inmigrantes haitianos ejercen una influencia indirecta sobre el impuesto sobre la renta. El aumento de la rentabilidad del capital provocado por la inmigración haitiana incrementa las recaudaciones por concepto de impuesto sobre la renta de las empresas. El efecto real dependerá de la capacidad de las autoridades de incluir ese aumento del valor agregado en la base imponible del impuesto sobre la renta y gravarla con la tasa de un 25%. Esto significa que los inmigrantes haitianos reducen el salario de los trabajadores dominicanos que no pagan impuesto sobre la renta –porque está por debajo del mínimo exento– y eleva la remuneración del capital que sí paga impuestos, por lo que el impacto sobre el impuesto sobre la renta del uso de la mano de obra haitiana es positivo. b. ITBIS El Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios deja exento a la mayoría de los artículos de primera necesidad. Dado el nivel de ingresos promedio de los trabajadores entrevistados, se puede afirmar que estos pertenecen al 30% más pobre de la población, por lo cual su estructura de consumo está sesgada hacia bienes básicos que no están gravados por el ITBIS. Esto significa que los trabajadores haitianos –que en promedio 307 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO tienen un ingreso que representa un 54% del ingreso de su contraparte dominicana– pagan un monto muy bajo de ITBIS. Al igual que sucede con el impuesto sobre la renta, la inmigración tendrá un impacto indirecto sobre las recaudaciones de ITBIS. En la primera parte de este estudio se demuestra que la inmigración haitiana crea un excedente que implica un aumento del valor agregado nacional o PIB. Ese aumento general del valor agregado eleva el ingreso disponible de la población y, en consecuencia, se traduce en un aumento del consumo de bienes y servicios, tanto de los que están gravados por el ITBIS como de los no gravados. Esto significa que los flujos migratorios al elevar el PIB también incrementan las recaudaciones de ese impuesto. c. Selectivos al consumo Los trabajadores haitianos pagan el impuesto selectivo al consumo de bebidas alcohólicas y tabaco. La participación de ese tipo de productos en el consumo es relativamente baja, pues la mayor parte del gasto se concentra en alimentos. En adición, los trabajadores haitianos pagan impuestos selectivos cuando utilizan los servicios de telecomunicaciones al realizar llamadas de larga distancia a sus familias en Haití. d. Tesorería de la seguridad social La mayoría de los empleadores afirma que pagan por todos o algunos de sus empleados haitianos un seguro de salud. Dado que el 48.9% de los trabajadores haitianos encuestados afirma que le descuentan impuestos de su ingreso es muy probable que ese descuento corresponda al aporte que debe realizar el empleado a la seguridad social. Los empleados tienen la obligación de pagar por concepto de pensiones el 2.7% de su salario y un 3% por concepto de seguro de salud. 308 TOMO I 3. Balance neto De acuerdo a los resultados observados por el lado del uso de los recursos públicos, cabe resaltar algunos aspectos: primero, los inmigrantes haitianos son demandantes netos de recursos del Estado Dominicano, ya que pagan muy pocos impuestos y son demandantes de algunos servicios públicos (preponderantemente de salud); segundo, este aspecto aparenta ser más significativo dentro del sector salud; tercero, en términos relativos el trabajador dominicano –de ingresos similares al haitiano– es un demandante neto mayor que el haitiano porque el pago de impuestos es muy bajo, pero demanda más bienes y servicios públicos que los haitianos. El inmigrante haitiano se encuentra entre los trabajadores con niveles salariales inferiores relativo a los promedios existentes, lo que significa que, aquellos haitianos que sí contribuyen a través de las retenciones no constituyen un monto importante de la totalidad de las recaudaciones. V. POLÍTICAS PÚBLICAS PARA MEJORAR EL APORTE DE LA INMIGRACIÓN HAITIANA AL DESARROLLO NACIONAL La presión en contra de la inmigración será mayor en la medida en que aumenten los programas de transferencias sociales. La clase alta y media, que pagan la mayor parte de los impuestos utilizados para financiar los programas sociales, comenzarán a sentir que los impuestos que pagan no deben beneficiar a los inmigrantes haitianos que no aportan al sistema tributario. Ante esa situación los miembros de la clase alta y media se opondrán a cualquier incremento adicional de impuestos y exigirán una reforma tributaria que reduzca las tasas impositivas que le afectan. El efecto negativo sobre los pobres dominicanos será negativo, pues no sólo se perjudicarán por la reducción de los salarios promedios que provoca la inmigración haitiana, sino que además se 309 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO perjudicarán por la disminución –o estancamiento– de los programas sociales. ¿Cuál tipo de inmigrante haitiano le conviene al país? Conviene promover la entrada de inmigrantes haitianos con edades comprendidas entre 20 y 30 años y con un elevado nivel de calificación. La restricción es que la mayor parte de la población haitiana, en particular la dispuesta a emigrar hacia territorio dominicano, posee un bajo nivel de calificación. Esto significa que la mayor cantidad de inmigrantes que llegará en los próximos años será conformada por el haitiano con escaso nivel de instrucción, lo cual seguirá deprimiendo el salario de los dominicanos con baja calificación y elevando el retorno del capital. A la República Dominicana le convendría que se mejore el nivel de inversión en educación pública en la República de Haití, pues de esa manera se lograría que los flujos migratorios que lleguen al país sean capaces de obtener mayores ingresos y elevar su aporte a las finanzas públicas. Por ese motivo es indispensable proponer a nivel internacional medidas que faciliten recursos hacia Haití que sean usados adecuadamente para mejorar –al igual que debe hacerse en la nación dominicana– el nivel de educación. Con relación a los inmigrantes menos educados sería conveniente dirigirlos hacia las actividades productivas nacionales que registren una escasez relativa de oferta laboral. ¿Cómo debe modificarse el sistema tributario? La existencia de un sistema tributario con elevadas tasas marginales desincentiva la entrada de inmigrantes de alta calificación. El Código Tributario establece una tasa de impuesto sobre la renta de un 25%, la cual es en términos efectivos –al tomar en consideración el aporte que le realiza el Estado a la clase media y alta– mucho más elevada que la existente en otros países con 310 TOMO I programas sociales que llegan a las personas de mayores ingresos. En la República Dominicana la calidad de los servicios de educación y salud son tan deficientes que los miembros de medianos y altos ingresos tienen que adquirir esos servicios en el sector privado. Esto significa que el sistema tributario incentiva la entrada de inmigrantes de baja calificación, quienes obtendrán bajos ingresos y pagarán pocos impuestos. Mientras que son esos inmigrantes quienes –aun cuando sea en menor proporción que los nacionales– demandarán los deficientes servicios públicos, convirtiéndose en una carga para las finanzas gubernamentales. Por ese motivo es indispensable modificar el sistema tributario con el objetivo de establecer tasas más bajas, en particular la tasa del impuesto sobre la renta. Esto estimularía la entrada de inmigrantes con mayor nivel de educación y capacidad de generación de ingresos, quienes se convertirán en contribuyentes netos a favor del Estado Dominicano. ¿Cómo se puede elevar el desempeño de los haitianos en el mercado laboral? Los inmigrantes haitianos se insertan relativamente rápido en el mercado laboral, pero lo hacen en condiciones que muchas veces no está en consonancia con las leyes del país. Esa ilegalidad es un elemento que influye negativamente sobre el nivel de los ingresos que podrían obtener los inmigrantes dado su nivel de calificación y experiencia laboral. La discriminación laboral es una muestra de las distorsiones que existen en el mercado laboral dominicano y que perjudican a los inmigrantes haitianos, quienes obtienen una remuneración considerablemente inferior a la de sus contrapartes dominicanos. La eliminación de esas distorsiones permitiría a los haitianos obtener salarios más altos y, en consecuencia, podrían aportar más –eventualmente– a las finanzas públicas y al valor agregado nacional. 311 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO ¿Cuáles medidas se deben adoptar para la legalización de la presencia haitiana con el objetivo de elevar su contribución a las finanzas públicas? Si el nivel de ingresos de los trabajadores ilegales fuera relativamente alto se podría aplicar una política de legalización masiva, pues elevaría el pago de impuestos. Pero dado que el nivel promedio de los ingresos de los inmigrantes haitianos es considerablemente inferior al nivel de ingreso exento por el impuesto sobre la renta es poco probable que la legalización de los haitianos eleven las recaudaciones gubernamentales. Además, cabe resaltar que la política de la legalización de los haitianos elevará considerablemente la demanda de servicios de educación pública –los servicios de servicios de salud se brindan aun cando sean ilegales–, ya que en la actualidad muchos niños y niñas descendientes de inmigrantes ilegales no pueden asistir a la escuela por falta de documentos. No obstante, cabe resaltar que si esa población de inmigrantes no recibe ningún tipo de instrucción se estaría limitando su potencial de obtener ingresos y pagar impuestos en el futuro, además de que se estaría acentuando el problema de la mendicidad de los inmigrantes haitianos que se observa en las calles de los principales centros urbanos de la República Dominicana. ¿Cómo reaccionará la inmigración haitiana al nuevo sistema de pensiones basado en la capitalización individual? El sistema de seguridad social en la República Dominicana tiene un sistema de pensiones de capitalización individual que otorga pensiones al trabajador en función del aporte que ha realizado a su cuenta de ahorro personal. Ese modelo es totalmente diferente al sistema de reparto en el cual las pensiones del anciano actual se financian con los recursos que aportan los trabajadores activos. La legalización de la mano de obra haitiana elevaría los aportes al sistema de pensiones, pero esos recursos no se usarían para pagar los salarios a los pensionados, sino que 312 TOMO I irían a las cuentas individuales. Dado que los haitianos que salen del país –antes de jubilarse– no se pueden llevar esos ahorros, el sistema de pensiones de capitalización individual les incentivará a quedarse en la República Dominicana si legalizan su estadía. Esto modificará el comportamiento actual de los haitianos quienes trabajan temporalmente en el país y luego regresan a Haití y posteriormente regresan al mercado laboral dominicano. La aprobación de una modificación de la ley de seguridad social que permita que los haitianos puedan sacar su dinero de la cuenta de capitalización individual antes de la fecha de retiro podría ser la solución para que regresen a su país sin perder sus ahorros, pero se crearía un problema cuando esos haitianos –ya con edad madura– deseen regresar al territorio dominicano sin dinero y sin capacidad de trabajar y comiencen a ser únicamente receptores de servicios sociales. El efecto inmediato sería un deterioro de las finanzas públicas. CONCLUSIONES La presente investigación representa un acercamiento de cuál es el impacto de la inmigración haitiana sobre el mercado laboral y las finanzas públicas en la República Dominicana. Se ha demostrado que la mano de obra haitiana es un eslabón competitivo de la cadena productiva de algunas actividades económicas nacionales, por lo cual en esos casos la mano de obra haitiana es complementaria al capital y a la mano de obra calificada de la República Dominicana. Los empleadores contratan mano de obra haitiana porque eleva la rentabilidad de sus operaciones de construcción o comerciales. Se cuantificó econométricamente la reacción del retorno del capital invertido como una función de la inmigración, demostrándose que el beneficio de los negocios se incrementa al usar la oferta laboral inmigrante. 313 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO La mano de obra haitiana –formal e informal– es sustituta de la mano de obra dominicana de menor nivel de calificación. Se cuantificó la elasticidad de complementariedad y se determinó que la mano de obra inmigrante desplaza a la mano de obra nacional. Se estimó que la elasticidad precio de la mano de obra es igual a -0.37, lo cual cae dentro de los estándares internacionales. Esto significa que dado un incremento de un 10% en la población –producto de la inmigración– el salario promedio de los trabajadores dominicanos se reducirá en un 3.7%. Esto significa que la inmigración haitiana eleva el grado de desigualdad de ingresos en la República Dominicana; es decir, aumenta la remuneración del capital y de la mano de obra calificada y reduce los ingresos laborales de los trabajadores menos calificados. El mercado laboral dominicano tiende a discriminar en contra del trabajador haitiano, de manera que el ingreso de dos personas de igual nivel de educación será diferente en función de si es dominicana o haitiana. Las ecuaciones de Mincer estimadas econométricamente demostraron que en la República Dominicana existe discriminación laboral en contra de los haitianos. Una persona con el mismo nivel de educación y experiencia recibe un menor pago si es haitiano. Por el lado del impacto sobre las finanzas públicas, se concluye que los haitianos tienen un ingreso menor al de los trabajadores dominicanos durante el ciclo de vida. Esto significa que los haitianos aportarán menos impuestos que los dominicanos durante su vida productiva. Asimismo, se observa que el trabajador haitiano demanda menos servicios públicos que su contraparte dominicano. Los inmigrantes haitianos son demandantes netos de los recursos del Estado Dominicano, especialmente en el área de salud. La contribución al total de ingresos tributarios es inferior a la absorción de recursos que realizan a través de la demanda de servicios públicos. 314 TOMO I La principal limitación del presente estudio es la falta de datos que permitan la aplicación de modelos más detallados para demostrar, con mayor exactitud, el efecto de la inmigración haitiana sobre la economía dominicana. Ese problema se resolvería si las autoridades decidieran aplicar periódicamente encuestas que permitan obtener información detallada del comportamiento económico y social de los inmigrantes haitianos. Con esa información se podría cuantificar el impacto preciso de la inmigración sobre las finanzas públicas. Asimismo, permitiría cuantificar en todos los sectores productivos y todo el país la elasticidad de sustitución de la mano de obra haitiana y la dominicana, así como el impacto de la inmigración sobre el nivel de ingreso promedio sectorial de los dominicanos. 315 316 Bibliografía ALTONJI, J., CARD, D. (1989) “The Effects of Immigration on the Labor Outcomes of Less-Skilled Natives.” National Bureau of Economic Research. Working Paper No. 3123. ARISTY ESCUDER, J. (2007) “Flujos migratorios desde y hacia la República Dominicana.” A ser publicado en A. 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Cooperación Internacional para el Desarrollo y el Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes. República Dominicana. 324 PUCMM / PARETO LAS REMESAS Y POBREZA DESDE UNA PERSPECTIVA DE LAS REGIONES Y LOS HOGARES Investigadores: JOEL ARBOLEDA RAMONINA BREA 325 326 Introducción Una consideración del presente trabajo es que la migración y la posterior inserción laboral no se producen por azar, sino que se relacionan de manera estrecha con diversas características socioculturales y económicas del entorno del que parte el migrante, así como aspectos familiares y personales. El mercado de destino se encuentra estrechamente relacionado con las redes sociales del migrante y su familia, así como con otros aspectos relativos a las comunidades. Esto último es puesto de relieve por Barrón (2006) al estudiar las variaciones en los patrones de envío de remesas en función de su inserción en los mercados del Canadá, Murcia y Baja California. En el mismo sentido, al discutir sobre los planteamientos neoclásicos, Urciaga (2006) indica que la migración es un proceso selectivo en el que las características individuales del migrante serán determinantes de su inserción en el mercado laboral que lo recibe. En un tenor similar, en primer lugar, el presente estudio argumenta que, dado que las regiones poseen características socioeconómicas distintas, se esperaría que sus migrantes también posean probabilidades diferentes de incorporarse a los mercados de otros países, al aportar determinadas cantidades de remesas cuyos posibles impactos serán condicionados por las mismas 327 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO características socioeconómicas que contribuyeron a la producción de un tipo de migrante y no de otro. Estas características o condiciones regionales podrían contribuir a variaciones importantes en los impactos de las remesas recibidas por los hogares. En especial, el estudio se pregunta sobre la manera en que los impactos de las remesas varían ante condiciones socioeconómicas distintas a lo interno del país considerado en sus grandes divisiones administrativas. No todas las características socioeconómicas de los hogares se relacionan necesariamente con las condiciones regionales y, sobre todo en situaciones de elevada desigualdad social, es importante prestar atención tanto a aspectos nacionales como a los de otra índole. Por lo cual, consideramos de lugar el análisis de las relaciones entre los tipos de hogar o arreglos residenciales receptores y los impactos de las remesas en los mismos. Fundamentalmente, se pretende mostrar que en el país las remesas se encuentran vinculadas a arreglos residenciales y familiares y, además se desarrolla la interrogante de si las remesas conducen a estrategias de participación económica para la mejoría de las condiciones de vida o, por el contrario, solamente impactan en los aspectos dinerarios. 328 Metodología El diseño metodológico consistió en un análisis inicial de las características comunes de las regiones administrativas1 del país, para agruparlas según patrones comunes. Esto conllevó la formación de cuatro grupos regionales que fueron posteriormente analizados por medio de fuentes estadísticas disponibles. El análisis de las fuentes consistió principalmente en el procesamiento de encuestas y censos, entre los que se citan el Censo de Población y Vivienda 2002, las Encuestas de Fuerza de Trabajo del Banco Central (2004 y 2007), las Encuestas Demográficas y de Salud (2002 y 2008), la Encuesta de Condiciones de Vida de 2004 y la Encuesta de Opinión Pública Latinoamericana de 2006. Debido a la ausencia de fuentes particulares sobre migración o remesas, la utilización de fuentes que no han sido estrictamente diseñadas para el estudio de las remesas es recurrente en la literatura, por lo cual existen diversos ejemplos (Kaztman, 1999; Sassin y McKenzie, 2007; Canales, 2006) a seguir en el tratamiento de problemas metodológicos específicos. 1. La referencia a regiones administrativas es relevante en el caso dominicano, puesto que existen diversas regionalizaciones según se trate de la gestión del gobierno central, de la salud, la agricultura u otras áreas. 329 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO También se empleó la técnica de entrevista cualitativa para complementar algunas de las falencias encontradas en las fuentes estadísticas y profundizar en aspectos que surgieron a raíz del análisis de las fuentes secundarias. Se realizaron treinta y cuatro entrevistas en profundidad, las cuales fueron distribuidas entre los diversos grupos regionales citados más arriba y diferentes arreglos residenciales, de manera que fuera posible analizarlas de manera comparativa, con la finalidad de verificar diferencias o similitudes entre los distintos grupos regionales. La selección de los hogares a entrevistar se realizó principalmente en función del género del jefe de hogar y pertenencia a la zona de interés. El informante fue siempre el jefe o jefa del hogar receptor y se definió la jefatura a partir del criterio de jure. La entrevista se desarrolló en base a una guía de entrevista acorde a los objetivos de la investigación y las características de la población objeto de estudio. Es importante destacar que aunque las entrevistas en profundidad permiten esclarecer diversos aspectos no contemplados en las fuentes cuantitativas, las mismas, por su naturaleza cualitativa, no son generalizables a toda la población. Patrones de homogeneidad entre las regiones dominicanas: una reagrupación de las regiones administrativas Un asunto fundamental para nuestro estudio consiste en la agrupación de zonas bajo la asunción de la existencia de correlaciones espaciales que determinan otras características comunes. Se espera que esto genere zonas con condiciones socioeconómicas similares. Más allá de estas características particulares de ciertas zonas frente a otras, se plantea una realidad nacional, una historia común que engloba a todo el país, lo que hace pensar en la posible 330 TOMO I existencia de patrones comunes más allá de la sola correlación espacial, es decir, es plausible que regiones aparentemente inconexas, posean características comunes no observables de manera aislada. En el sentido anterior, el estudio se refiere a patrones de homogeneidad entre las regiones del país, con lo cual referimos el comportamiento seguido en conjuntos de características socioeconómicas relevantes para el fenómeno estudiado. Con esta finalidad aplicamos un análisis de homogeneidad con diversas variables consideradas de importancia en función de los planteamientos o resultados de la teoría o estudios anteriores. Una vez analizadas las diversas variables se determinó el siguiente conjunto como las de mayor peso: 1) Porcentaje de hogares pobres (se definió pobreza en función del método de línea de pobreza), 2) Porcentaje de la población en el municipio cabecera; 3) Porcentaje de la población en zonas urbanas, y 4) Índice de feminidad de migrantes. Las regiones administrativas dominicanas son diez, y a partir de este análisis fue posible crear cuatro grupos de regiones, lo que equivale a decir cuatro patrones distintos. Estos grupos regionales no necesariamente están formados por regiones colindantes. La conformación de los mismos se muestra en el cuadro 1. Veamos algunas de las características que definen cada patrón de homogeneidad. El grupo 1 posee elevados niveles de población urbana, con una concentración importante en los municipios cabeceras de las regiones que forman el grupo. En cambio, su índice de feminidad de la migración es reducido. Para el grupo 2 la pobreza es la más elevada (57%) y su índice de feminidad es también el más elevado (1.53), su población urbana es mayor a las regiones 3 y 4, pero su población en municipio cabecera es la más baja, la polaridad con el grupo 1 proviene principalmente de las diferencias en 331 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO CUADRO 1. COMPOSICIÓN DE LOS GRUPOS REGIONALES Grupo de regiones 1 Grupo de regiones Provincia Distrito Nacional Metropolitana Santo Domingo El Seibo La Altagracia Yuma La Romana Elías Piña El Valle San Juan 2 Enriquillo Grupo de regiones Bahoruco Barahona Independencia Pedernales 3 4 Región Provincia San Pedro de Macorís Higuamo Monte Plata Hato Mayor La Vega Cibao Sur Sánchez Ramírez Monseñor Nouel Cibao Espaillat Norte Puerto Plata Santiago Azua Peravia Valdesia San Cristóbal San José de Ocoa los niveles de pobreza, feminidad de las migraciones y dispersión / concentración de la población urbana. El grupo 3, presenta los menores niveles de pobreza, esto lo hace más “próximo” al grupo 1 que al 2. En este mismo sentido, su índice de feminidad es cercano al grupo 1, y su población en municipio cabecera es el segundo más elevado. La diferencia con el grupo 1 radica en su bajo porcentaje de población urbana, el menor de todos. En comparación con el grupo 4, el grupo 3 presenta niveles de pobreza menor, pero su índice de feminidad es ligeramente mayor. El grupo 4 posee una considerable similitud en términos de su población urbana y residente en el municipio cabecera con el grupo 2, pero se diferencia de éste en que su índice de feminidad es el menor de todos. Los grupos 1 y 2 pueden considerarse polares, mientras el 3 y 4 son intermedios y difieren en menor medida uno del otro. 332 TOMO I Los patrones anteriores, se muestran en el siguiente cuadro: CUADRO 2. CARACTERIZACIÓN DE GRUPOS REGIONALES EN FUNCIÓN DE VARIABLES DE CLASIFICACIÓN Grupos de regiones Hogares pobres Índice de feminidad migración Porcentaje urbana Porcentaje población en municipio cabec 1 29.22 1.09 75.01 72.67 2 57.36 1.53 56.13 44.08 3 37.55 1.07 53.57 60.27 4 45.18 1.03 55.48 45.91 Total 42.90 1.15 59.14 53.77 Coef. de Variabilidad 24.4 18.8 19.4 25.8 Fuente: Elaboración propia a partir de EFT 2004 Estos grupos de regiones constituyen en lo adelante el centro de la primera parte de nuestro análisis, por lo que en la primera parte se hace continua referencia a los mismos. 3. Migración dominicana: destinos, regiones y características de los migrantes Hemos sostenido que estudios como el de Barrón (2006) muestran que los mercados de destino de los migrantes varían en función de características sociales, familiares y personales. No obstante, el estudio citado analiza el caso mexicano, el cual presenta importantes diferencias con el dominicano. En primer lugar, en el caso mexicano la migración es principalmente rural, mientras en el dominicano existe un mayor componente urbano. Además, este último no revela las importantes diferencias raciales existentes en México. Como veremos más adelante, los efectos 333 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO de las remesas sobre la pobreza monetaria posee comportamientos muy diferentes en ambos países. En este marco es preciso preguntarse, si las consideraciones de autores como Barrón pueden ser extendidas al caso dominicano. A partir de los resultados de nuestro estudio consideramos que la respuesta es afirmativa, lo que implica una generalización del planteamiento sobre las relaciones entre mercado de destino, inserción laboral y condiciones de partida. Esto se pone de manifiesto al analizar la población dominicana en diversos países, la cual presenta diferencias importantes en materia de procedencia, educación y sectores de inserción laboral, pero en general la población migrante se encuentra en edad laboral y, por lo general, entre los 25 y los 40 años de edad. CUADRO 3. CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN DOMINICANA EN PAÍSES ESCOGIDOS Variables Estados Unidos Puerto Rico Edad (media años) 29 años 28 años Rango de edad predominante 25-40 años 27-40 años Argentina España 24 años 36.9 años 21-30 años 29 a 40 años Educación 10.9% educ. superior. 10 años 38% no ha terminado promedio de educación 3% la escuela educación superior 8.6% educ. superior. 44.4% básicos o sin estudios Sector de ocupación 30% servicios 25.7% manufactura 10% construcción Prostitución y servicios domésticos 76.5% Servicios 56% servicios domésticos 7.4% Construcción Procedencia predominante Santo Domingo Norte Santo Domingo Sánchez Ramírez San Juan de la Maguana Sur del país (Barahona, Neyba, Vicente Noble y Tamayo) Santo Domingo Envío de remesas 71% 34% comercio 31% servicios 11% manufact. 11% construcción Santo Domingo Norte Este 80% -- 334 98% TOMO I Con respecto a su nivel educativo, las colonias dominicanas en Estados Unidos registran mayor proporción de profesionales que en el resto de las zonas estudiadas, siendo la que ha migrado hacia Argentina la de menor grado educativo. En todos los casos, se observan elevados porcentajes de migrantes dominicanos que no han concluido la escuela o sin educación alguna. En términos generales, los migrantes dominicanos se insertan en el mercado como trabajadores no cualificados. En los Estados Unidos esta situación se registra en menor proporción, aunque de todos modos es elevada. El sector de los servicios es predominante, aunque varía de forma considerable, debido a que en España alcanza los tres cuartos, mientras en Puerto Rico y Estados Unidos solo un tercio se dedica a este sector (véase cuadro 3). Es importante destacar que, en términos de procedencia, Santo Domingo aparece como “lugar de procedencia” de la mayoría de los migrantes dominicanos, excepto para el caso de España, donde predominan personas de la región Enriquillo. Así pues, es posible afirmar la existencia de destinos migratorios regionalmente diferenciados. Esto es fundamental de cara a los supuestos de la investigación resumida en el presente artículo. 4. Impactos regionales de las remesas Los resultados del estudio revelan un doble efecto de las remesas con relación a las regiones. Mientras, en ciertas características las remesas presentan un efecto diferenciado entre las regiones, en otras características su impacto se produce a nivel nacional. Esto es de gran importancia, puesto que supone que el enfoque macro de las remesas no puede ser anulado del todo, pero que es necesario su complementariedad con aspectos microsociales como el abordado en nuestro estudio. Lo propio es extendible en sentido contrario, desde lo micro hacia lo macro, nuestros resultados ponen de manifiesto que no podemos prescindir de ambas visiones. 335 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO En términos generales, los efectos de las remesas se observan sobre la estructura del hogar, condiciones de vida, acceso al mercado laboral, a servicios de educación y salud. En un nivel nacional, la presencia de hogares biparentales entre los receptores de remesas es reducida, lo cual es razonable en virtud de que se espera que la migración predominante sea de uno de los miembros jefes. No obstante, las fuentes secundarias muestran que un porcentaje importante (47%) de los hogares receptores dicen no poseer miembros en el exterior, situación constatada por las entrevistas cualitativas. Entre estos hogares, que no poseen miembros residentes fuera del país, predominan los nucleares biparentales, mientras en el grupo restante se observa una fuerte presencia de monoparentales, por tanto, ambas situaciones no son excluyentes. Asimismo, las características de los jefes de hogar muestran patrones diferenciados en ambos grupos de hogares, en general los jefes de hogar receptores tienden a acceder menos al mercado laboral y poseen menos presencia de cónyuges, lo cual apunta hacia la migración de uno de los padres o jefe de hogar. Según el cuadro 5 que aparece en la página posterior, muestra el comportamiento de los impactos de las remesas en las variables seleccionadas. El análisis revela que aunque estas diferencias más locales se producen en dimensiones similares a las nacionales, las mismas se refieren a variables distintas, así aunque se observan variaciones en la estructura del hogar, en este caso las mismas implican mayor presencia de hogares extendidos y complejos, lo mismo que en materia educativa y de salud se refieren a la disponibilidad de servicios privados. Estas diferencias requieren ser profundizadas, esto lo haremos en la siguiente sección. Vivienda: predio de siembra de las remesas La vivienda es un componente de primera importancia en los hogares, la misma se encuentra ligada tanto a problemas de condiciones de vida como de status social de los miembros y, además, 336 TOMO I CUADRO 5. ÁREAS DE IMPACTO DE LAS REMESAS EN REPÚBLICA DOMINICANA Remesas impactan en función de condiciones sociales de las regiones Estructura del hogar (Abuelas con nietos y hogares extendidos) Remesas impactan de forma independiente a condiciones regionales Remesas no surten efecto alguno + Hogares biparentales - Asistencia escuela privada Acceso a servicios + Equipamiento del hogar No asiste por trabajo Estructura de las viviendas + Salario mínimo jefes Jefes envejecientes - Acceso calles asfaltadas Pisos de cerámicas + + Analfabetismo jefes + - Miembros que trabajan Miembros entre 15 y 64 años que trabajan Asistencia a centros de salud + privados Afiliación a seguros médicos + Años de educación en la familia Pobreza de los hogares Estructrura del gasto + - Jefatura femenina Jefes casados o unidos Jefes ocupados Intensidad laboral Inactividad de miembros Jefes inactivos Miembros en edad escolar matriculados Ingreso medio por hora de los que trabajan + + - Empleados formales Empleados en microempresas Personas que enfermaron Asistencia al médico de quienes enfermaron Dependencia Miembros en edad de trabajar + + + + + + Indica que los hogares que reciben remesas poseen mayores porcentajes en esta variable. - Indica menor porcentaje de los hogares con remesas en estas variables. es un reflejo importante de la mejoría de vida de los migrantes, es decir, de su triunfo en el extranjero. Las entrevistas cualitativas realizadas permiten visualizar la importancia otorgada en todos los hogares a la vivienda, de hecho 337 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO esta es de las primeras inversiones que se realizan. En este sentido, Lidia, una informante del grupo regional 4, indica al respecto: “Yo sembré todo aquí, lo que él me envió, todo está en bloque, varilla y cemento, no tengo dinero de él, todo fue a la casa, para la construcción de su casa, ahí está clavado”. En las expresiones de esta informante se pone de manifiesto que la vivienda actual como “prueba” de que el dinero enviado ha sido correctamente invertido, pero más allá para el migrante esta importancia puede tener un doble significado. Por una parte, garantiza la inversión de su trabajo, mientras por otra puede constituir una demostración social de la reciprocidad con su familia. En el caso dominicano esta reciprocidad posee gran importancia. En los casos en que no ha sido posible una mejoría de la vivienda que se posee ni la compra de otra, la adquisición se mantiene como una aspiración, así Pedro, quien reside en el grupo regional 1, dice: “yo no la ataco mucho para que envíe dinero, prefiero que ahorre para ver si compramos nuestro apartamento”. Los impactos regionales de las remesas en la vivienda, se manifiestan, principalmente, en el acceso a servicios y las condiciones de los mismos. En este sentido, las diferencias entre hogares receptores y no receptores en materia de uso de gas propano, acceso a agua de la red pública y a inodoro como servicio sanitario, evidencia una mayor calidad de las viviendas de los receptores de remesas. Aunque en todos los grupos regionales observados, las diferencias favorecen a los hogares que reciben remesas, la magnitud de estas diferencias varía considerablemente entre tales grupos. Esto nos lleva a preguntarnos qué características de los grupos regionales pueden explicar estas diferencias. Para responder esta pregunta, iniciamos por determinar la relación entre la situación 338 TOMO I general de cada región (representada por el total) y las diferencias entre hogares receptores y no receptores2. El resultado cuantitativo muestra que, en todos los casos, existe una asociación inversamente proporcional, puesto que los coeficientes son negativos, lo cual implica que, para el caso, las diferencias se producen en sentido inverso al total. Es decir, en los grupos de regiones con mejores condiciones de las viviendas, las diferencias entre hogares receptores y no receptores es menor que en aquellas áreas con peor situación. El valor de los coeficientes expresa que la asociación es bastante elevada. Esto se relaciona estrechamente con una mayor capacidad de acceder a viviendas en los mercados formales. Lo que se evidencia en una incidencia más elevada de hogares en viviendas compradas frente a construidas por el mismo dueño entre los hogares receptores. Además, los hogares receptores acceden a viviendas de mayor precio y los montos invertidos en reparaciones son mayores. Las entrevistas cualitativas revelan que la condición inicial del hogar, así como la cantidad de remitentes y el tiempo transcurrido desde la primera migración, son factores determinantes de las diferencias regionales en materia de condiciones de la vivienda y acceso a servicios. En general, los hogares con mejores condiciones iniciales, mayor cantidad de remitentes y tiempo de migración superior a siete años se encuentran en mejor situación. En referencia al mayor número de remitentes, Yocasta, informante del grupo regional 3, ante de la pregunta de cómo se siente cuando el dinero no le llega, nos dijo “No, yo sé que va a llegar, cuando no es de uno es de otro”. 2. El grado de asociación se midió mediante el coeficiente de correlación de Pearson, el cual varía entre -1 y +1, indicando una relación inversa en el primer caso, y directamente proporcional en el segundo. Valores cercanos a 0 indican la ausencia de asociación entre las variables estudiadas. 339 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO CUADRO 6. ACCESO A SERVICIOS ESCOGIDOS SEGÚN RECEPCIÓN DE REMESAS, GRADO DE ASOCIACIÓN DE LAS DIFERENCIAS Y EL TOTAL (EN PORCENTAJES) Regiones Cocina dentro de la casa Usa gas propano para cocinar Agua de red pública Inodoro 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 Recibe No recibe Total 91.7 73.0 83.9 79.3 98.8 81.9 95.7 89.4 87.5 53.6 85.7 74.0 91.9 66.2 76.5 57.8 81.1 49.3 70.1 66.0 92.9 57.2 80.2 77.5 74.7 38.0 72.0 58.9 77.3 29.6 53.7 35.6 83.0 50.9 72.6 68.2 93.9 58.9 83.0 79.5 76.9 39.1 74.5 61.4 79.8 32.1 57.8 39.3 Servicios Correlación Cocina -0.963 Gas propano -0.956 Agua red -0.907 Inodoro -0.848 Diferencia a-b 10.6 23.7 13.8 13.3 5.9 24.7 15.5 11.9 12.8 15.6 13.7 15.1 14.6 36.6 22.8 22.2 Fuente: Elaboración propia a partir de EFT 2004. En resumen, puede indicarse que en materia de vivienda las regiones se organizan desde mejores condiciones en el grupo 1, seguido por los grupos 3 y 4, y por último el grupo 2, el de mayor pobreza. En este sentido, las diferencias entre hogares receptores y no receptores, que consideramos como impacto de las remesas, son mayores en los grupos regionales de peor situación, esto implica que en materia de vivienda, las remesas aumentan la desigualdad en las zonas más pobres. 340 TOMO I Las remesas y su papel en el acceso a la salud y la educación En materia de educación y salud, el estudio presenta resultados que a primera vista resultan un tanto contradictorios. En general, aunque la evidencia no necesariamente corrobora la creencia de que los servicios privados son mejores que los públicos, en la República Dominicana tienden a considerarse como una realidad; por tanto, es esperable que quienes poseen un mayor ingreso, como el caso de los hogares que reciben remesas, tiendan a adquirir estos servicios en el sector privado. El patrón sugerido se comprueba en materia educativa; de manera sistemática los hogares receptores de remesas tienden a enviar sus miembros en edad escolar a centros privados con mayor frecuencia que los hogares no receptores. Aunque esto se mantiene en las diversas regiones, se registran importantes variaciones en su intensidad. El fuerte nexo entre educación y remesas se pone de manifiesto en casos como el de Fiordaliza, una informante del grupo 3, para quien el principal motivo por el que recibe remesas es la educación de su nieta (sobrina de la remitente). Las hijas de Fiordaliza, tanto la madre de la nieta, como la remitente, estudian o estudiaron en instituciones privadas relativamente costosas. Esta es una familia de nivel medio. En situaciones de mayor pobreza que la de Fiordaliza, como la de Águeda, quien vive en el mismo grupo regional, las remesas también constituyen una fuente esencial del financiamiento de la educación. En este sentido, las tres hijas de Águeda asisten a universidades privadas, de costo medio bajo, para lo cual deben trasladarse, cada día, a Moca. El padre, quien envía las remesas, decidió que sus hijas fueran a una universidad privada. Al ser cuestionada sobre en qué renglones gasta más ahora que recibe 341 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO remesas, Águeda señala, en primer lugar y sin dudarlo, en la educación, porque “hay que pagar dos universidades, tú sabes cómo es esto, y cuando exigen un trabajo, que exigen un libro, que exigen tanta cosa, se gasta mucho dinero….”. En salud, a primera vista, los resultados no son tan claros, pues mientras los hogares receptores visitan, más que el resto, centros de salud privados, su grado de adquisición de seguros privados es más reducido. A nuestro juicio, esto puede relacionarse con una función garantista de las remesas, según la cual los montos de las mismas se ajustan en función de necesidades puntuales como la salud. Esto implicaría la inexistencia de una visión preventiva del cuidado sanitario. El caso de Carlota, una informante del grupo regional 4, permite evidenciar nuestro criterio acerca de la adecuación de los montos de las remesas. El padre y la hermana de Carlota residen fuera del país; hace algún tiempo le han descubierto un tumor cerebral y señala: “…yo tuve un accidente, luego me hicieron una tomografía y me salió aquel tumor en la cabeza, entonces de ahí en adelante, tú sabes que esas cosas son muy costosas, mi padre y mi hermano me han cubierto los gastos”. De vuelta al tema de la educación, se observa una asociación positiva entre la situación de cada grupo regional y las diferencias entre hogares receptores y no receptores. Sin embargo, el valor de esta asociación es reducido (0.242). Esto se debe fundamentalmente a que la relación no sigue un comportamiento lineal, sino que existe una tendencia cuadrática o en forma de U. El significado de esta relación es que, en aquellos grupos regionales que poseen mejor o peor situación, las diferencias entre hogares receptores y no receptores son elevadas, mientras en los grupos con situaciones medias las diferencias se reducen. En consonancia con lo anterior, en el grupo regional 1, donde la cobertura privada es muy elevada con relación al resto, las dife342 TOMO I rencias entre hogares receptores y no receptores es alta. En cambio, en el grupo 2, con la menor cobertura de servicio privado, la diferencia también es alta. Lo que a nuestro entender puede explicarse tanto en términos de cobertura como de ingresos. CUADRO 7. ACCESO A SERVICIOS SELECCIONADOS DE EDUCACIÓN Y SALUD SEGÚN RECEPCIÓN DE REMESAS Y GRADO DE ASOCIACIÓN ENTRE DIFERENCIAS Y TOTALES (EN PORCENTAJES) Regiones 1 2 3 4 1 Asiste a centro 2 médico privado 3 4 1 Afiliación seguro 2 médico 3 4 Asiste a escuela privada Recibe No recibe 35.71 2.21 18.74 14.85 42.84 22.95 33.89 32.59 29.33 14.07 19.14 15.87 45.46 11.14 24.52 19.02 51.42 40.05 49.84 48.40 20.50 15.17 13.54 11.15 Total 37.55 2.85 19.82 15.61 43.60 24.57 35.92 34.85 28.43 14.18 18.44 15.29 Diferencia a-b 9.75 8.93 5.78 4.17 8.58 17.10 15.95 15.81 -8.83 1.11 -5.60 -4.72 Correlación Asistencia escuela privada 0.252 Asistencia a centro médico privado 0.899 Afiliación seguro 0.900 Fuente: Educación: EFT 2004. Fuente Salud: Endesa 2002. En el caso del grupo 1, los hogares que reciben remesas se benefician de la mayor disponibilidad en el mercado privado de servicios de educación, los cuales se encuentran considerable343 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO mente diversificados; esto es potenciado por un ingreso superior al de los hogares no receptores. En términos generales los hogares con miembros que asisten a colegios privados poseen ingresos superiores a los que no poseen esta condición, esto es más acentuado en el grupo de regiones 1, el de mayor cobertura privada, y menos en el grupo 2, el de más baja cobertura privada, lo cual es indicativo de que la falta de cobertura en este último grupo es suplida gracias a mayores ingresos de los hogares que acceden a estos servicios. En resumen, en materia educativa aquellos grupos de regiones donde la cobertura privada es mayor, los hogares receptores se diferencian menos de los demás. Este es el caso del grupo 1. Mientras en los grupos regionales de menor cobertura privada, la diferenciación es mayor. Este acceso más elevado a la educación privada, parece ser sostenido a través de mayores montos de recepción de remesas. Como hemos indicado, si bien la educación privada no necesariamente es de mayor calidad, la percepción generalizada va en este sentido. Asimismo es importante indicar que, en materia de salud, los hogares receptores tendrán más acceso a servicios privados allí donde el mismo es más generalizado, es decir, en el grupo regional 1, intermedio en los grupos 3 y 4, y, por el contrario, un bajo acceso en el grupo 2. No obstante, la previsión mediante el seguro de salud es menor en los hogares receptores en todas los grupos regionales, excepto en el 2. Es preciso recordar que en este grupo, se inició la seguridad social, por lo cual es posible que se esté reflejando esta situación. Además, los hogares receptores pueden utilizar envíos adicionales como fuente de cobertura ante contingencias de salud. 344 TOMO I Ocupación y remesas La movilización de los recursos de un hogar no se produce en el vacío, sino que se relacionan de manera estrecha con las condiciones del mercado laboral. En este sentido, como señala Filgueira (1999), los indicadores del mercado laboral priorizan la movilización del activo trabajo frente a la potencialidad del mismo en los hogares. Sin embargo, entender esta potencialidad es importante porque los hogares toman decisiones basados tanto en las situaciones actuales como en las que esperan en el futuro. En este sentido, Filgueira propone prestar mayor atención a la composición de los hogares en materia de la cantidad de miembros y estructura de edad. Si se consideran el tamaño de los hogares y su población en edad de trabajar como indicadores de esta potencialidad, se observará que, en términos de tamaño, los hogares que reciben remesas (3.9 miembros por hogar) y los que no lo hacen (3.8 m/hogar) no difieren significativamente. Asimismo, la disponibilidad de miembros entre 15 y 64 tampoco difiere de manera significativa. En este escenario los hogares que reciben remesas y los que no lo hacen, parecen no diferir en términos de mano de obra potencialmente movilizable. No obstante, si se tiene en cuenta que la mitad de los hogares receptores poseen por lo menos un miembro que reside en el exterior, y que, como hemos mostrado más arriba, los migrantes dominicanos se concentran en las edades de trabajar, debería suponerse que estos hogares en realidad poseían mayores tamaños y que su disponibilidad de miembros que potencialmente pueden integrarse al trabajo era mayor, por tanto la decisión de la migración estaría basada en esta mayor potencialidad que les permite movilizar este activo hacia otro mercado laboral. Las entrevistas cualitativas muestran que gran parte de los migrantes son miembros en edad de trabajar, primero jefes o jefas y segundo hijos 345 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO e hijas, esto aunque existe una importante migración de otros familiares que no pertenecen al arreglo domiciliario, pero sí a la familia. Al estimar la población receptora, tomando en cuenta este elemento, su media de miembros en edad de trabajar se eleva a 3.6 miembros por hogar, cifra superior en al menos 1 miembro al promedio de 2.5 registrado por los demás hogares. La mayor disponibilidad de miembros es un activo, pero su movilización será lo que la traduzca en productiva para el hogar. En este sentido, si bien los hogares que reciben remesas poseen, como hemos planteado, mayor potencialidad, su grado de movilización de este activo es menor a la de los hogares que no reciben remesas. Esto se refleja en menores tasas de participación con mayor inactividad y desocupación. Puede entonces plantearse, que las remesas permiten al hogar mantener una cantidad mayor de miembros en otras actividades que económicamente no son consideradas productivas pero de un importante valor para el núcleo familiar (labores reproductivas del hogar), o para su futuro, como estudiar. De esta manera, los hogares receptores requerirían menos la adquisición de servicios domésticos en el mercado o de parte del Estado. Estos hogares también pueden garantizar una mejor preparación de su mano de obra, pero en ellos se estaría produciendo una elevada dependencia de la remesas entre algunos de sus miembros. Si se tiene en cuenta que las remesas actúan más como un fondo salarial y que el hogar lo que hace es deslocalizar la producción de uno de sus miembros, es entonces razonable pensar que en muchos casos la situación de dependencia femenina se mantiene igual, es decir, el hombre sigue siendo proveedor aun en la distancia. Las entrevistas en profundidad muestran que ante la migración del jefe masculino, es más probable que la mujer permanezca en situación de inactividad en el hogar, más aún en situaciones de mayor pobreza. En estos casos, las remesas constituyen el 346 TOMO I único ingreso del hogar. En los casos de migración de la mujer con permanencia del hombre en el hogar, se observa que este permanece activo laboralmente, sin embargo, también existe un mayor grado de acomodamiento a la recepción de remesas, que determina un menor esfuerzo laboral. En efecto, el análisis de los datos disponibles muestra que el aumento de la importancia de las remesas en el hogar tiende a elevar la presencia de miembros que se dedican únicamente a estudiar, pero por otra parte revela que la proporción de miembros en edad de trabajar que no trabajan ni estudian también se eleva. Remesas y patrones de gasto Existen algunas diferencias relevantes en los patrones de gasto de hogares receptores y no receptores. En los hogares receptores de remesas el porcentaje del gasto correspondiente a alimentación es menor, indicando una mejor situación socioeconómica de estos hogares. En cambio, otros gastos como salud, educación y ropas, son un poco más acentuados entre los hogares receptores de remesas. Aunque los patrones de gasto varían porcentualmente entre hogares receptores y no receptores, los resultados de las entrevistas cualitativas muestran que el dinero de las remesas se incorpora al fondo común de reproducción del hogar, por lo cual se utiliza en la reproducción del hogar, sin una diferenciación del resto del dinero. Esta es una situación recurrente en todos los grupos de regiones. Los datos presentados permiten afirmar la existencia de diferencias de hogares receptores y no receptores de remesas entre los diversos grupos regionales en lo referente a patrones de gasto. En especial, se observa que en el grupo 2 el gasto en ropas es relativa347 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO CUADRO 8. DIFERENCIAS ENTRE HOGARES RECEPTORES Y NO RECEPTORES DE REMESAS EN RENGLONES ESCOGIDOS DE GASTO SEGÚN GRUPOS REGIONALES Regiones 1 2 3 4 Alimento Salud Educación Ropa Hogar -5.08 -8.85 -7.16 -6.74 3.14 1.88 2.59 1.78 0.44 0.00 1.02 0.30 1.76 3.57 2.63 2.80 0.59 1.30 1.12 1.48 Fuente: Elaboración propia a partir de ENCOVI 2004. mente elevado con relación al resto, mientras en el grupo 4 se incrementa el gasto en el hogar. Estos dos grupos regionales muestran también los porcentajes más bajos de gasto en educación. Es importante destacar que es precisamente en las regiones de mayor pobreza donde el gasto en necesidades no fundamentales es mayor, esto implica que una parte de las remesas se pueden estar destinando a gasto superfluo en estos grupos regionales, en mayor medida que en las de mejor situación socioeconómica. Pobreza de ingresos y remesas Las remesas poseen un efecto reductor de la pobreza de ingresos, lo cual no sorprende pues la mayor parte de las mismas son recibidas en forma monetaria, por tanto si se considera la pobreza únicamente como un problema de ingresos, es evidente que el aumento de éstos implicará la reducción de aquella. En este marco es preciso preguntarse sobre el efecto de las remesas en otros indicadores de pobreza diferentes a la tasa de pobreza. Nuestros resultados a nivel descriptivo indican una menor reducción de la profundidad y brecha de pobreza que de la tasa, pero siguiendo a Sasin y McKenzie (2007) hemos considerado el ajuste de un modelo de regresión que permita controlar diversos 348 TOMO I aspectos de manera simultánea. Para ello hemos utilizado el modelo de crecimiento – pobreza propuesto por Ravallion y Chen (citado por Adams, 2003, p. 16) y aplicado por Adams a los casos de Guatemala y Ghana. La ecuación modificada para nuestros fines es la siguiente: LogPi = α 1 + β1 log μ i + β 2 log g i + β 3 log xi + β 2 G + ε i Donde P es el nivel de pobreza medido por línea de pobreza en el grupo de regiones i, μ es el ingreso per cápita medio, y x es el porcentaje del ingreso representado por las remesas. G es un conjunto de tres variables ficticias que permiten controlar por el grupo regional. La ecuación permite estimar la elasticidad de la pobreza en relación con las variables predictoras. CUADRO 9. MODELO EXPLICATIVO DE INDICADORES SELECCIONADOS DE POBREZA DE INGRESOS Variables independientes Variable dependiente Pobreza 11.238 Ingreso per cápita -0.698 Índice Gini -0.195 Constante Brecha Severidad 4.605 -0.058 -0.022 4.394 -0.074 -0.004 Remesas como porcentaje ingresos Grupo 2 0.268 0.134 0.197 0.268 0.134 0.197 Grupo 3 0.189 0.065 0.109 Grupo 4 0.291 0.114 0.162 R2 = 0.4 F=909379.3 Fuente: Elaboración propia a partir de EFT 2004 Tras analizar unos 74 países, Adams concluye que el efecto de las remesas sobre la pobreza es mayor en términos de su profundidad y su gravedad que de su incidencia. Sin embargo, nuestro 349 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO análisis, tanto de manera nacional como regionalmente del caso dominicano, muestra poco impacto de los ingresos por remesas sobre la profundidad y la gravedad de la pobreza en el país, lo cual se corresponde también con el análisis descriptivo que hemos desarrollado. Los resultados de la ecuación revelan que un aumento de 10% en el peso de las remesas en los ingresos, generaría apenas una reducción de casi 2% en la pobreza, pero solo de 0.2% en la brecha y de apenas 0.04% en la severidad. Para el caso de Guatemala, Adams (2004) señala que el mayor impacto de las remesas en los indicadores que otorgan mayor ponderación a los más pobres se debe a que una gran parte de los ingresos de estos hogares proviene de remesas (50% a 60%), aunque en nuestro caso esta situación se reproduce, el porcentaje de hogares indigentes que recibe remesas es sumamente bajo. En términos regionales, ser del grupo 2 implica un incremento de los niveles de pobreza con relación al 1. Este incremento es menor en el grupo 4, y aún menor en el grupo 3. 5. Las remesas, los arreglos residenciales y familiares y el régimen de bienestar La reflexión teórica sobre las migraciones y las remesas nos condujo a abordar el fenómeno de las remesas y sus efectos desde la perspectiva del grupo familiar y del hogar. En muchos de los estudios sobre remesas en las distintas partes del globo esta perspectiva está ausente a pesar del entrelazamiento conceptual y analítico de las remesas (se trata justamente de remesas familiares) con las familias y las unidades domésticas que les dan razón de ser. Más allá de las expectativas frente a los altos montos que ingresan al país por concepto de las remesas familiares, lo cierto es que al diseminarse a una sexta parte de los hogares domini350 TOMO I canos, su función y usos se esclarecen, a contrapelo de aquellos enfoques que las visualizan como fuentes de desarrollo o como fórmula segura para vencer la pobreza. Tal como las remesas se utilizan en los hogares dominicanos, y como bien ha señalado Canales (2005), constituyen un fondo salarial en tanto se destinan a satisfacer las necesidades familiares de alimentación, vestimenta, vivienda, salud, educación y demás bienes de consumo, servicios personales y sociales de los familiares y miembros de los hogares. Las remesas, como flujo dinerario y de bienes simbólicos y no simbólicos, pretenden contribuir a la satisfacción de los imperativos de la reproducción social cotidiana de los parientes o allegados a los que se dirigen. Entendemos por reproducción social cotidiana el conjunto de hábitos, la serie de rutinas, de actividades económicas y no económicas que se realizan con el propósito de reproducir, generacional y biológicamente, a un grupo social. Y lo que es significativo para nuestro planteamiento, dicha reproducción se realiza en el hogar, cuya estructura y dinámica pretende responder a esas necesidades. Es conocida la productividad analítica de las denominadas estrategias de reproducción social, es decir, las iniciativas -individuales o del grupo doméstico- para encarar el medio circundante, los constreñimientos y estructuras sociales, así como las oportunidades en busca de su reproducción social. Estas iniciativas no son semejantes, contrario al planteamiento de la Nueva Economía de la Migración Laboral (NEML), a la probable racionalidad del investigador, sino que se orientan por el habitus -Bourdieu (1997)-, es decir que responden a la activación de recursos o capital de los miembros del hogar según normativas, al sistema adquirido de preferencias, a interiorizados esquemas de percepción y de actuación, a la posición de los agentes en la estructura social, a su historia y experiencia, patrones culturales y sentido práctico. Para propiciar la reproducción, protección y bienestar de sus miembros, las unidades domésticas se organizan, mediante arreglos residenciales, activación de recursos y un sinnúmero de estrategias. 351 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Entre las estrategias se encuentran la incorporación a la actividad económica, la migración de sus miembros más educados o aptos al trabajo, la reducción del consumo, la multiplicación de miembros del hogar dedicados a la actividad económica, la intensificación del trabajo doméstico para generar bienes o servicios que se adquieren por una relación dineraria, hasta abarcar ámbitos más restrictivos como las decisiones o patrones nupciales. El proceso migratorio laboral incluye desde el viaje, la acogida, la instalación e incluye el retorno y la circularidad migratoria hasta la remisión de dinero, bienes de consumo, elementos culturales y simbólicos. Lo cual se realiza, como es conocido, en función de redes de apoyo e intercambio. Dos planteamientos guiarán la indagación. El primero consiste en que, en tanto fondo salarial destinado a solventar la reproducción cotidiana de familiares, las remesas se vinculan a las formas de organización y estructuración que adoptan los hogares y familias a las que se dirigen, así como a necesidades propias del ciclo de vida de los mismos y de sus integrantes. A partir de registros censales, encuestas de hogar y entrevistas se indagará el posible impacto y relaciones de las remesas con las unidades domésticas, en tanto estas últimas actúan en la reproducción, protección y bienestar de sus miembros, mediante sus tipos de organización, arreglos residenciales, la activación de recursos y demás estrategias que despliegan. La unidad de estudio que se empleará es el hogar formado por personas emparentadas o no, que conviven de forma habitual en una vivienda, tienen un presupuesto común, y que, además, es el espacio en que generalmente se verifica la reproducción cotidiana de sus miembros. En segundo lugar, las vinculaciones y efectos de las remesas en los hogares a los que se dirigen permitirán dar cuenta de su incidencia en el manejo colectivo de los riesgos, necesidades y bienestar de los miembros de los hogares desde una perspectiva social más abarcadora como es la de los regímenes de bienestar. 352 TOMO I Esta perspectiva, desarrollada por Esping-Andersen, radica en la caracterización de diferentes regímenes de bienestar en las combinatorias, dinámicas y predominio del mercado, Estado o familia para la asignación, acceso y disposición de recursos, bienes y servicios destinados al manejo de la incertidumbre y los riesgos de los individuos en la sociedad moderna. A saber, la asignación de recursos mediante las relaciones mercantiles, la redistribución colectiva realizada por el Estado o el apoyo de la familia, fundamentalmente del trabajo doméstico no remunerado (Esping-Andersen, 2000). Para hacer manejable la visión teórica del sociólogo danés, Martínez Franzoni reconstruye para América Latina los indicadores de esos tres regímenes de bienestar e introduce variantes en el tercer indicador: tres principales regímenes “según los grados de mercantilización de la fuerza de trabajo, nacional o transnacional; de desmercantilización, es decir, de autonomía entre los ingresos y el bienestar de las personas; y de desfamiliarización, referente en que el bienestar deja de estar sujeto a la disponibilidad de trabajo femenino no remunerado” (Martínez Franzoni, y Voorend, 2008:2). Tras la ponderación de un conjunto de indicadores, el régimen de bienestar de la República Dominicana ha sido catalogado por ese estudio de familiarista. De este modo, la indagación de la vinculación de las remesas a arreglos residenciales será tomada como base para la exploración sobre el papel de las remesas con respecto al régimen de bienestar. Siendo las remesas el producto de relaciones en el mercado laboral transnacional, ¿provocan ellas un impulso hacia la desfamiliarización de las tareas de procura de bienestar y de enfrentamiento de riesgos e incertidumbres? Esta línea de indagación permitirá explorar la idea de si los flujos de dinero de las remesas, obtenidas a través de la mercantilización transnacional de la fuerza de trabajo, provocan un amplio proceso de desfamiliarización. 353 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Para contribuir a despejar la anterior interrogante, a lo largo de la mayoría de las páginas que restan, se manejarán tres líneas de aproximación. La primera consiste en si las remesas se dirigen a la familia a cargo de manera directa, vista como los miembros del hogar de donde proviene el migrante, ya que el salario, producto de la relación mercantil, está calculado para esos fines. Lo contrario sería que las remesas, a través de una asignación de recursos orientada de manera más amplia por las relaciones de parentesco, excedan a los miembros del hogar o los familiares directos a cargo. La otra línea de aproximación será si las remesas, con flujo de dinero, contribuyen a mercantilizar de manera importante las atenciones colectivas de reproducción cotidiana y de manejo colectivo de las incertidumbres y contingencias de la vida de los miembros del hogar. La tercera, más acotada, se referirá a si las remesas promueven una liberación de la mano de obra femenina, situada en los confines de lo doméstico, hacia una considerable integración económica. 6. La vinculación de las remesas con arreglos residenciales y familiares Para aproximarnos a nuestro primer planteamiento esbozado anteriormente, expondremos una breve mirada a los rasgos más apreciables de la estructura de los hogares en el país. Ya en el 2005, el proceso de nuclearización marca su predominio con cerca de la mitad de los hogares. Sin embargo, la constitución del hogar nuclear no se acompaña necesariamente de su aislamiento de la estructura social, sobre todo en los sectores populares. Contrario a la conceptualización parsoniana del hogar nuclear, este proceso no excluye: a) la formación de redes de apoyo en base a vínculos de parentesco, afinidad, vecindad o lugar de nacimiento, como tampoco excluye, b) la vitalidad de la familia extensa no residencial y, c) una variada actividad económica de la mujer para complementar o sustituir los ingresos aportados por el hombre proveedor. 354 TOMO I Los hogares extensos, conjuntamente con los complejos –tal como ocurre en la región latinoamericana– tienen un peso importante ya que constituyen prácticamente un tercio de los hogares dominicanos. Bajo un mismo techo reúnen a miembros con diferentes grados de parentesco, -intergeneracionales o de una misma generación-, y su existencia se enraíza en vínculos sólidos de parentesco o de redes sociales, así como de relaciones de solidaridad. También despunta una diversificación de tipos de hogar con el nuclear monoparental y el unipersonal, cada uno asciende a las vecindades de una décima del total de los hogares dominicanos. Otro elemento significativo de la diversificación es la importancia creciente de los hogares a cargo de mujeres, los cuales ascienden a un tercio de la totalidad. Vistos estos rasgos, nos preguntamos si la emigración laboral y las consecuentes remesas familiares ¿han promovido algún tipo de estructura familiar? Y lo que nos interesa directamente, ¿las remesas están vinculadas a arreglos residenciales y arreglos familiares? Igualmente se indagará si necesidades o determinadas características de los hogares contribuyen a que estos se conviertan en receptores o en receptores de montos mayores. En resumen, se pretende mostrar que las remesas se encuentran vinculadas a determinados arreglos residenciales y familiares y, además, a ciertas necesidades. Factores todos que promoverían diferencias en las magnitudes e importancia de las remesas en los presupuestos domésticos. En relación a la primera interrogante, el análisis de los datos permite concluir el proceso migratorio ha promovido la diversificación de la estructura de hogar en relación al modelo predominante nuclear consignado anteriormente. Sobre todo, el reagrupamiento de parientes y allegados en familias extensas y compuestas, la fragmentación espacial de la familia o la reducción del tamaño de la misma con el viaje hacia el exterior de uno de sus miembros y la acentuación de la jefatura femenina. 355 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Pero en realidad nos vamos a centrar en la segunda interrogante. Si bien las remesas están ligadas a los patrones migratorios, establecemos aquí que ellas están vinculadas a diversos factores de la dinámica del hogar, entre otros, a momentos del ciclo de vida familiar, a la historia migratoria, como también a los arreglos residenciales y familiares y a necesidades familiares. Todos estos factores inciden en los momentos y magnitudes en que, preferentemente determinados hogares de migrantes o arreglos familiares se conviertan en receptores de remesas. Y esta última cuestión es la que vamos a desarrollar en lo que sigue. Aunque existe una vinculación de las remesas con los arreglos familiares y residenciales que se despliegan, no todos los hogares y familias con migrantes activos reciben remesas, lo cual no es exclusivo del caso dominicano ya que una investigación relativa al caso mexicano también llega a resultados semejantes (Canales, 2005). Por nuestra parte, debemos de resaltar un rasgo poco perceptible como el de la circularidad de los efectos producidos por la migración en la estructura de hogar, los cuales inciden, a su vez, en elementos claves del proceso migratorio como es el patrón de envío de remesas. Las remesas no tocan a las puertas de todos los tipos de hogar en la misma proporción, magnitud y efectos. Existen hogares que reciben remesas pero que no tienen migrantes activos. Solamente la mitad de los hogares receptores de remesas reciben remesas de un miembro que proviene del hogar receptor (Censo de Población y Vivienda, 2002). Dicho de otra manera, la mitad de los hogares receptores reciben transferencias de dinero por parte de personas que no pertenecen o pertenecían a esos hogares antes de emigrar. Al manejar un dato de semejante magnitud que aparentemente parecía escapar a la explicación de la perspectiva elegida –vinculación de las remesas con tipos de hogar y arreglos familiares– nos apresuramos a verificar la confiabilidad del mismo, así como su persistencia en el tiempo, a la vez que se ponderaron varias conjeturas. 356 TOMO I El material cualitativo permitió avalar una de las conjeturas. Ese gran caudal de remesas que, del total de hogares receptores, se dirigen al cincuenta por ciento de hogares sin migrantes activos o migrantes recientes puso de manifiesto la estrecha vinculación de las remesas con la familia extensa no residencial como objeto de ayuda monetaria desde el exterior. La familia extensa no residencial constituye el elemento articulador de los intercambios recíprocos de bienes y servicios basados en el parentesco, del cual forman parte las remesas, sin importar que los receptores estén deslocalizados en diferentes hogares y hasta en naciones distantes. Una investigación conducida por Canales en México llega a conclusiones semejantes: “Por medio de las remesas se reproducen relaciones de reciprocidad, responsabilidad y solidaridad que resultan fundamentales en la conformación de todo sistema familiar extenso” (Canales, 2005: 170). Se trata de personas que envían dinero a sus hermanas casadas, nietas a abuelas, mujer a su antiguo cónyuge que es el padre de sus hijos, madre a hijos con prole que ya han formado otro hogar y, así un número interminable de casos. Esta mitad de los casos de remesas familiares que se dirigen a la familia extensa no residencial, refiere a los vigorosos vínculos afectivos y a la activación que las remesas hacen de ellos. La proporción en que empíricamente se verifica la orientación de las remesas hacia la familia extensa no residencial permite desentrañar su significado en relación al régimen de bienestar familiarista existente en el país. La realidad de que un caudal tan importante de las remesas sea asignado en función de los vínculos familiares extensos, constituye un elemento de reforzamiento del familiarismo en convergencia, sin embargo, con mayores recursos dinerarios de las remesas que se orientan a las relaciones mercantiles de bienes y servicios para la reproducción cotidiana. Las remesas no pueden ser comprendidas a cabalidad si se enfocan solamente como un flujo dinerario (explicación neoclásica) o como producto de un acuerdo racional al interior de la familia para cubrir los riesgos o expectativas de los miembros del 357 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO hogar (explicación de la NEML). Al mismo tiempo que la activan, las remesas forman parte de una red de intercambio basado en las relaciones de parentesco que conjuga la reciprocidad, responsabilidad, deberes y roles sexuales diferenciados. Dichos valores y patrones culturales, lejos de ser inmutables, a efecto del mismo proceso migratorio de intercambio, deben aprehenderse en movimiento y cambio. Además del caudal de remesas vinculado a la familia extensa no residencial, la otra mitad de los envíos de remesas permite trazar el rastro de su vinculación preferencial con determinados arreglos residenciales: los hogares con jefatura femenina, los hogares extenso-complejos, nuclear uniparental y, en menor medida, al unipersonal. Efectivamente, por encima de la media nacional, las remesas se dirigen a un cuarto de los hogares complejos y extensos, a un cuarto de los encabezados por mujeres, a más de un quinto de los hogares uniparentales. De esos hogares y vínculos nos referiremos, en lo que sigue, a las estructuras de hogar extensas y complejas, las cuales se conforman a raíz de iniciativas y estrategias de reacomodamiento de miembros de las familias para encarar situaciones de carencia, crisis económicas, hasta situaciones de migración. Al reagrupar o acomodarse bajo un mismo techo con gastos fijos -propios a una sola vivienda-, se pueden reducir los costos de mantenimiento por persona y aunar mayores recursos humanos en la reproducción cotidiana. Entre los elementos que impulsan la constitución de los hogares extensos se encuentran “la migración (…), la escasez de viviendas y recursos entre los sectores más pobres, la solidaridad infra e intrageneracional cuando algunos parientes se separan o enviudan, así como la necesidad de apoyo doméstico que tienen las mujeres (…) cuando se incorporan al mercado laboral” (García y Rojas, 2002: 268). Las modalidades y posibilidades del hogar extenso y complejo para enfrentar la privación, abre todavía muchas interrogantes, no obstante se ha caracterizado a estos arreglos re358 TOMO I sidenciales como aquellos, que por la cohabitación y proximidad cotidiana habilitan la posibilidad de apoyos primarios e intercambios recíprocos inter e intrageneracional hacia niños de ambos sexos, personas ancianas y discapacitadas. También las remesas se conectan de preferencia a los tipos de hogar monoparentales, los cuales, por sus características estructurales, han sido catalogados como susceptibles de experimentar una vulnerabilidad social. En el extremo de mayor vulnerabilidad, se encontrarían los hogares a cargo de mujeres, la uniparentalidad –mayoritariamente de jefatura femenina– y, los que contienen un abanico de mayores posibilidades para los intercambios recíprocos, como son los hogares extensos-complejos, de fuertes vínculos familiares y que suelen recomponerse o desagregarse, según las situaciones para aprovechar o atenuar las condiciones adversas. Otro rasgo de amplias implicaciones es la mayor condición femenina de la jefatura de los hogares extenso– complejo que reciben remesas, al igual que en los unipersonales. Para completar aspectos sobre el patrón de envío de remesas, comentamos que las remesas no solamente tocan a la puerta de una mayor proporción de hogares extensos-complejos, monoparentales y a los encabezados por mujeres, sino que estos últimos son también los hogares que reciben los mayores montos (véase el cuadro 10). CUADRO 10. CANTIDAD DE DINERO RECIBIDO AL AÑO POR CONCEPTO DE REMESAS SEGÚN LOS TIPOS DE HOGAR POR SEXO DE JEFATURA (EN RD$ Y EXPRESADO EN MEDIANA) Sexo de la jefatura Masculino Femenino Unipersonal 21,480.00 36,000.00 Nuclear biparental 16,847.06 24,000.00 Nuclear monoparental 42,960.00 42,960.00 Extendido 30,000.00 42,960.00 Complejo 21,480.00 66,000.00 Total 21,480.00 42,960.00 Fuente: Treinta y cuatro entrevistas realizadas del 10 de diciembre de 2008 al 2 de febrero de 2009. 359 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Los movimientos de las remesas permiten considerar que las estrategias familiares de emigración laboral y de envío de remesas estarían vinculadas de preferencia a arreglos residenciales de reagrupamiento familiar (como los complejos y extensos) y de fragmentación (como los monoparentales), nuevos o existentes. Aparte de vincularse a la familia extensa no residencial, se vinculan a dos extremos: las remesas favorecen arreglos residenciales con vulnerabilidades como los de estructura uniparental y, por otra parte, promueven tipos de hogar que, frente a la adversidad, podrían potenciar recursos, tales como los compuestos y extensos. 7. El apoyo intergeneracional y las remesas Las investigaciones acuerdan que la emigración numerosa provoca en lo inmediato una disminución de la mano de obra hábil del país emisor. Al interior de los hogares, podría provocar una intensificación y multiplicación del trabajo doméstico y de las responsabilidades cotidianas del manejo de la unidad doméstica. Son varias la respuestas a esos retos que confronta el hogar de una persona migrante. Además de la intensificación de las responsabilidades dentro del hogar tampoco se puede descartar que frente a esos imperativos de intensificación, la respuesta sea un desistimiento de asumir las responsabilidades o de experimentar dificultades para ello. La razón de esto es que quedan atrás los ancianos, enfermos y niños a los que, por supuesto, hay que atender y proporcionar cuidados. Como es sabido, al acoger en una unidad doméstica a una persona envejeciente se produce la modalidad familiar de protección frente a los acontecimientos propios del ciclo vital como la viudez, indefensión por enfermedad o ancianidad o el término de la vida laboral del envejeciente. Además de los cuidados, a la persona de mayor edad en la unidad doméstica le suelen ser brindados seguridad, compañía, afectos y un ambiente más favorable. La condición de dependencia que introducen tales miembros enve360 TOMO I jecientes en las unidades domésticas, reclama evidentemente el cuidado y atención aportados por el trabajo doméstico no remunerado y, además, implica la necesidad de ingresos para solventar la situación generada. Pero también, la presencia de las personas envejecientes en los hogares es susceptible de visualizarse desde la doble perspectiva de solidaridad intergeneracional. La otra perspectiva, de vía inversa de ese tipo de solidaridad, consiste en que los abuelos, sobre todo las abuelas, una vez emigrado el padre o la madre u otro familiar, contribuyen con las tareas de cuidado y atención de sus nietos y nietas, y asumen parte de las responsabilidades cotidianas. En otros casos, de hogares con emigrante, al ocuparse los abuelos o abuelas del cuidado de los hijos y del hogar dirigido por jefas de familia, permite a las mismas y a otros miembros femeninos de la unidad doméstica dedicarse más a otras labores, sean actividades económicas o estudios. En ambos casos, el dinero despachado por el trabajador desde el extranjero a los hogares con personas mayores surte de ayuda para enfrentar los gastos en que incurre el hogar con un miembro envejeciente en el primer caso, y en el segundo contribuye a los gastos propios del hogar, con el envejeciente incluido. Esto se confirma en las entrevistas, ya que se genera un envío especializado para las personas envejecientes o un envío “adicional” para los gastos de salud de cualquiera de los miembros del hogar o de la familia extendida no residencial. Ahora bien, una idea central a retener es que los flujos monetarios que contribuyen a satisfacer las necesidades de las personas de mayor edad o los aportes que estas realizan en beneficio de otros miembros del hogar, tienen la apoyatura del trabajo doméstico no remunerado, al cual está anudado para que surta los efectos deseados. Ahora bien, este trabajo doméstico, como se sabe, es asumido culturalmente por las mujeres. 361 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Veamos que el comportamiento de los flujos de remesas favorece a los hogares dominicanos con envejecientes. Los hogares complejos en los cuales conviven abuelas(os) y nietos se hacen merecedores en mayor proporción de los flujos monetarios de los trabajadores emigrados con una significativa diferencia proporcional de 21.4% frente 9.7% que no reciben. Por otra parte, la condición de persona envejeciente es un elemento que pesa en el destino de las remesas. A nivel nacional, del total de hogares con miembros envejecientes o jefes envejecientes, la proporción que percibe remesas es mayor que la fracción que no recibe: 24% frente a 16% a los que no reciben y 20.7% frente al 14.9% de los hogares con jefes envejecientes que no reciben. Los arreglos extensos-complejos poseen mayores posibilidades de apoyos y transacciones, sobre todo para los miembros envejecientes. Esta relación entre familias extensas-complejas y la migración se ha explorado en estudios acerca de otros países de América Latina como, por ejemplo en Nicaragua, en los cuales se “asocian la presencia de familias extensas con la similar proporción de emigrantes hombres y mujeres y las salidas temporales. Las familias extensas permiten reducir costos y resolver el cuidado de niños/as y jóvenes que quedan a cargo de adultos/as que no son los padres biológicos, en muchos casos las abuelas.”(Martínez Franzoni, 2008: 107). Veremos más de cerca el rol de las abuelas en el caso dominicano. Entre las personas envejecientes, se destaca el papel de las abuelas –sobre todo de las abuelas maternas– en las redes familiares de intercambio y apoyo en torno a la migración y las remesas. Ellas adquieren un rol protagónico poco reconocido. Explorado y consignado en los estudios de las familias afrocaribeñas, el papel de las abuelas es multivalente tal como lo descubren las entrevistas, ora como financiadora o adyuvante a la migración, como sustituta responsable de la reproducción cotidiana de los miembros del hogar o como cuidadora de los hijos dejados a su 362 TOMO I disposición por uno de los progenitores en el exterior. A través de las entrevistas se descubre una diversidad de papeles encarnados por las abuelas y que consignaremos sucintamente más adelante, luego de especificar en torno a una clasificación según las categorías de bienes y servicios que circulan en las redes de intercambios recíprocos. Hasta ahora no hemos consignado qué tipo de bienes y servicios circulan mediante al intercambio recíproco. Con mucho eco en los estudios acerca de la familia, J.-H. Déchaux (1994) propuso una clasificación de los bienes, servicios y favores que circulan en la red de intercambio recíproco a través de las relaciones de parentesco. En primer lugar, las transferencias financieras y de bienes que forman parte del patrimonio familiar. Son múltiples y van desde la transferencia o préstamo de dinero hasta préstamos o donación de viviendas para ser habitadas, muebles, ropa, utensilios, compras de alimentos, en fin todas las transferencias que comporten una redistribución de orden económico o patrimonial. En segundo lugar, el trabajo doméstico para la reproducción cotidiana de los miembros del hogar o facilitación de la vida al interior de la unidad doméstica, el cual incluye desde pequeñas reparaciones de la casa o de artículos de la casa hasta las actividades comúnmente conocidas (lavar ropa, cocinar, cuidar a los niños, ancianos, enfermos, entre muchas otras). En tercer lugar, los recursos sociales o de capital social que ponen en contacto a los familiares con redes sociales, informaciones útiles para acceder, por ejemplo, a servicios u oportunidades, también contactos útiles. Aunque fuera de la clasificación anterior, otro elemento considerado importante en el intercambio son los apoyos emocionales. Sin pretensión de ninguna exhaustividad, el siguiente cuadro designa, a la luz de la clasificación de Déchaux, el papel de las abuelas en cuanto a las labores de apoyo y de intercambio recíproco correspondientes a las dos primeras clasificaciones (que fueron las que se registraron en las entrevistas). Las abuelas apa363 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO recen de múltiples maneras, tanto como receptoras o generadoras de transferencias de dinero y de servicios, y principalmente, como ejecutoras del trabajo doméstico anudado a las agrupaciones y recomposiciones de los miembros de los hogares que reciben remesas. CUADRO 12 MADRE (ABUELA) DE PROGENITORA O PROGENITOR EN HOGAR RECEPTOR DE REMESAS Recibe transferencias de nietos o nietas Recibe remesas para su manutención en vivienda compartida por otros que reciben 1 Aloja a los miembros del hogar receptor en su casa mientras introducen una mejora a la vivienda Comparte y apoya en las atribuciones de la jefatura femenina con hija Cambia de residencia para ayudar con trabajo doméstico Proporciona trabajo doméstico y recibe apoyo en manutención Paga servicios domésticos para el cuidado de nietos Acoge a los nietos en su hogar mientras trabaja el padre o la madre que quedó en el país y, recibe remesas para la manutención de nietos 2 Hog ar receptor de remesas Remesa dinero a hogar encabezado por hija o hijo Realiza préstamo o cesión de vivienda Frente a urgencias, proporciona préstamos de dinero o su donación Papel de apoyo en la decisión de emigrar de la hija 3 Fuente: Treinta y cuatro entrevistas realizadas del 10 de diciembre de 2008 al 2 de febrero de 2009. 364 TOMO I Los datos cualitativos permiten palpar con mayor concreción algunas de las modalidades de los arreglos residenciales extensos y complejos, ya existentes o generados por la migración y a las cuales las remesas acuden en su auxilio. Dos casos permitirán captar varios de los rasgos. Al partir hacia el exterior, E…, la esposa de Pedro dejó sus hijos con su mamá y con Pedro. Luego, él se mudó del pueblo pero la condición de E era que sus hijos estuvieran bien cuidados (“si no es mami que me cuide a esos muchachos yo me regreso”) pero sin estar separados de su padre, Pedro, ni de la abuela. La abuela dejó a un lado la posibilidad de volver a trabajar como profesora en un colegio y se mudó al otro pueblo para incorporarse al hogar de su yerno y cuidar a sus nietos. Pedro lo relata de la siguiente manera: “Ella [la abuela] se quedó en San Pedro solo por unos meses, porque ella entendía que volvería a dar clases en el colegio donde trabajaba.” Y abandonó a su pueblo y a la idea de seguir trabajando: “Se enfermó, sabes de la presión y el azúcar, pero ella podía seguir trabajando, ella tomó la enfermedad como excusa para seguir cuidando a los niños…” Otro caso es el de Lidia, quien después de su divorcio vivía con sus tres hijas en la ciudad en una casa alquilada. Su hermano y su madre le pidieron que fuera a vivir con ellos en la casa materna con los propósitos de construir, paso a paso y entre todos, una casa de bloques de concreto en los cimientos de la casa de madera. Luego de la partida del hermano, poco a poco reconstruyeron la vivienda con las remesas que el hermano enviaba, el solar de la mamá y el dinerito que Lidia ponía en la olla común. Luego de trece años, el hermano sigue enviando remesas aunque sólo para la dieta especial de la madre y sus medicinas, Lidia sigue trabajando y viviendo en la casa anteriormente materna y que ahora es de la madre y de ella. La madre (abuela), la jefa de hogar y sus hijas se distribuyen las labores domésticas, resguardando a la madre del trabajo más pesado, que por razones de salud no puede realizar. Desde hace seis meses surgieron nuevos ingresos y un nuevo inquilino que también envía remesas: se trata del 365 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO nuevo esposo de Lidia que trabaja en el exterior y quien en varias ocasiones ha residido pasajeramente en esa casa. De la observación de estos arreglos se destaca nítidamente un conjunto mínimo e indispensable de elementos que ponen en juego una convivencia común mediante el agrupamiento residencial extenso o complejo: a) los vínculos de reciprocidad en función del parentesco o de amistad, b) los recursos dinerarios –en el caso que nos ocupa las remesas u otros ingresos-, c) recursos no dinerarios –mobiliario, vivienda, entre otros- y, d) el trabajo doméstico para realizar las labores propias a la reproducción cotidiana del grupo y a la satisfacción de las necesidades particulares de los miembros que las tengan. Esta realidad sociocultural al interior de la familia consistente en apoyos y solidaridades para el bienestar, tiene implicaciones en la disminución de presiones para una ampliación y solidez de los sistemas de provisión, puesto “que en aquellas naciones en que prevalece un modelo tradicional de familia la división del trabajo entre las agencias de provisión del bienestar revela un protagonismo de la familia respecto del mercado y del Estado” (Flaquer, 2002: 14). 8. Arreglos residenciales y movilización de recursos de trabajo Nos interrogamos si las contribuciones de dinero provenientes de familiares que trabajan en el exterior ¿colaboran o están asociadas a la activación de los recursos potenciales laborales de los miembros de los diferentes tipos de hogar concernidos? El acento de la pregunta está en la organización doméstica que, como la extensa y compleja, permitiría mayor liberación de mano de obra hacia el mercado de trabajo. En lo que sigue, vamos a examinar las relaciones migraciónremesas –tipos de hogar, y al mismo tiempo, su posibilidad de 366 TOMO I incrementar o mantener el bienestar de sus miembros. Como no hay un acervo de datos sobre el empleo de tiempo dedicado al trabajo doméstico y las tareas concernidas, se utilizarán medios indirectos. Para considerar la situación de los hogares, aludimos sucintamente al enfoque de vulnerabilidad a la pobreza el cual, aunque eminentemente descriptivo, se fundamenta en una visión más integral de la pobreza, que no se limita a la carencia de recursos materiales para satisfacer las necesidades, a unos cuantificaciones del ingreso o a una visión estática de la pobreza (Sen, 1992). Se refiere a un fenómeno más complejo que incorpora las consecuencias del sistema económico y social sobre la estructura de oportunidades y de integración, y sobre las posibilidades de acceso al disfrute del sistema de protección social. Este enfoque coloca su atención en una serie de recursos que tienen las personas u hogares, los cuales pueden servir para aprovechar las oportunidades que le ofrece el mercado, el Estado o la sociedad para mejorar su situación de bienestar. El enfoque permite también visualizar la precarización o insuficiencia de la estructura de oportunidades y las limitaciones de los hogares o individuos en torno a la posesión, control e influencia sobre los recursos y sus estrategias para movilizarlos. Al abordar la condición laboral de los jefes y miembros de los diferentes tipos de hogar y su vulnerabilidad a la pobreza, se debe tomar en cuenta que “el recurso-activo más valioso que tienen los hogares para enfrentar su condición de vulnerabilidad es el trabajo. (…) la vulnerabilidad a la pobreza de los hogares de escasos recursos estaba fuertemente asociada a su capacidad de movilizar sus recursos de trabajo” (Wormald, Cereceda y Ugalde, 2002: 199-200). Hemos visto que la migración-remesas promueve o va en auxilio, en mayor proporción, de los arreglos residenciales ex367 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO tensos-complejos, monoparentales y los presididos por mujeres. Tal como hemos sustentado, mediante los arreglos residenciales extenso y complejo, los miembros pueden buscar o desarrollar estrategias residenciales de reproducción social, las cuales contemplan tres dimensiones, la primera sería la reducción de los costos comunes y sumar contribuciones de mayor cantidad de personas para solventar el tiempo de trabajo doméstico común; una segunda, consistente en propiciar la cercanía vital que haga posible la ayuda mutua intergeneracional (envejecientes, niños y discapacitados) y, una tercera dimensión es la de posibilitar la liberación o disminución del trabajo doméstico de los diferentes miembros, sobre todo femeninos, para multiplicar la participación económica. En lo adelante vamos a explorar, si en los hogares complejo y extenso que reciben remesas, además de la posibilidad de ayuda mutua, prevalece la dimensión de la estrategia de reproducción social relativa a la multiplicación de la participación económica de sus miembros. Las estrategias de reproducción social pueden involucrar una reorganización del hogar asociada a la incorporación económica de determinados miembros del hogar, tal como se realiza con la emigración laboral. Hasta tal punto es importante la estructuración del hogar de cara a la inserción posible de sus miembros en la esfera productiva que, como señala Villena “es plausible sostener que los procesos de organización doméstica constituyen una mediación entre las transformaciones de la estructura económica y la estructura del empleo” (Villena, 194: 198). El enfoque de la pobreza que aquí trabajamos, aunque es inseparable de su estatuto meramente descriptivo, también incluye estructuras, elementos relacionales y actuaciones. Las actuaciones individuales –de las unidades domésticas o los individuos– son realizadas para atenuar, contrarrestar o desafiar los constreñimientos sociales o las desventajas sociales como también para aprovechar las oportunidades, multiplicar o acomodarse a los 368 TOMO I efectos diferenciados de las mismas, en nuestro caso, de las remesas. Bajo la pretensión de conjugar los constreñimientos propios de las condiciones sociales y económicas con la acción individual o de los sujetos (de las familias o individuos) se han analizado los niveles de activación individuales o del grupo familiar en torno a recursos, como las condiciones demográficas, para alcanzar, entre otras iniciativas la participación económica en el entorno de los arreglos residenciales. En los tipos de hogar que reciben remesas en mayor proporción, los extensos-compuestos, además de tener la mayor proporción de jefatura femenina, su agrupamiento ha sido de tal manera (véase el cuadro 11) que su membresía se distingue por poseer los mayores índices de feminidad (hembras mayores de 13 años). Estas características apuntan a sostener que su reagrupamiento con mayor proporción femenina podría estar ligado al apoyo en trabajo doméstico. O bien a la posibilidad de liberar hacia el mercado laboral o la actividad económica a la mano de obra comprometida con el trabajo doméstico. Lo cual está pendiente de avizorar. CUADRO 11. ÍNDICE DE FEMINIDAD SEGÚN LOS DISTINTOS TIPOS DE HOGAR POR RECEPCIÓN DE REMESAS Tipo de hogar Unipersonal Índice de feminidad (mayores de 13 años) Recibe remesas Total Recibe No recibe Nuclear biparental Nuclear monoparental Extendido Complejo Total 369 1.00 1.00 1.00 1.09 1.03 1.04 1.38 1.26 1.29 1.51 1.52 1.33 1.38 1.40 1.15 1.42 1.44 1.18 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO En un apartado anterior se estableció que los miembros de los hogares receptores de remesas se incorporan en menor proporción al mercado de trabajo. Ahora vamos a ver si hay diferencias específicamente en aquellos arreglos habitacionales –los extensos y compuestos– que son promovidos o auxiliados por las remesas. Previamente, conviene conocer la distribución del recurso trabajo por tipo de hogar para lo cual hemos considerado la intensidad de miembros en edad de trabajar que consiste en dos o más miembros. La mayor intensidad de miembros en edad de trabajar corresponde a los tipos de hogar nuclear biparental y complejo y, en el otro extremo de menor intensidad, los del tipo monoparental y unipersonal, mientras que el extenso se sitúa a medio camino entre los dos extremos. Como era de esperar, los hogares biparentales son los que más han activado el recurso trabajo ya que el 94% tiene por lo menos un miembro ocupado. Pero el interés de este estudio es en relación a los hogares enlazados preferentemente a las remesas, de los cuales los hogares complejos y extensos muestran la mayor intensidad de miembros ocupados y, en el otro extremo los uniparentales con la menor. De los hogares no receptores de remesas, las estructuras biparental, compleja y extensa tienen la mayor condición de ocupación de, por lo menos, un miembro. Y además, siempre en los hogares no receptores, los tipos de hogar con mayor intensidad de miembros ocupados (dos o más miembros ocupados) son precisamente aquellos, como fue sustentado anteriormente, que su caracterización es la de ser un agrupamiento de personas que posibilita la liberación de mano de obra hacia la participación económica: el complejo y el extenso ya que de los hogares no receptores tienen, respectivamente, el 61.1% y el 51.2% con una ocupación de dos o más de sus miembros (véase el cuadro 13). Sin embargo, ocurre de manera diferente para esos arreglos 370 TOMO I residenciales receptores de remesas. Al igual que en los hogares monoparentales, extenso y complejo, la intensidad de la participación económica, es decir, la proporción de hogares con dos o más ocupados, se reduce enormemente en relación a los mismos hogares no receptores hasta alcanzar en el extenso solamente el 37.7% frente al 51.2% de los que no reciben. Además la mayor expresión de la condición de intensidad de la condición de inactividad se encuentra en los hogares extenso y complejo y, de manera mucho más acentuada, en los hogares receptores de remesas. CUADRO 13. PORCENTAJE DE HOGARES CON MIEMBROS OCUPADOS SEGÚN INTENSIDAD DE OCUPACIÓN POR RECEPCIÓN DE REMESAS Tipos de hogar Unipersonal Nuclear biparental Nuclear monoparental Extendidas Compleja Número de ocupados por hogar Uno Dos o más Uno o más Uno Dos o más Uno o más Uno Dos o más Uno o más Uno Dos o más Uno o más Uno Dos o más Uno o más Recibe No recibe Total 36.3 36.3 49.3 38.6 87.9 42.0 69.2 69.2 51.7 43.1 94.8 54.0 64.7 94 - 19.8 24.6 61.8 39.4 37.7 77.1 31.9 55.2 87.1 78.6 36.1 51.2 87.3 30.8 61.1 91.9 - 74.8 84.7 90.7 Este conjunto de elementos desbrozados se sintetiza de la siguiente manera: existe una mayor condición de intensidad de la ocupación en los hogares extenso y complejo no receptores de remesas, pero una mucho menor en los hogares extensos que reciben, así como también una mayor intensidad de inactividad en los hogares extenso y complejo, pero más acentuada en los 371 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO que reciben. Esta exploración nos pone sobre la pista de que los miembros de hogares extenso y complejo que no reciben remesas aprovechan las características propias del agrupamiento de miembros de este tipo de hogares para liberar y aliviar de las cargas presenciales de la ayuda mutua y del trabajo doméstico a la mayor cantidad de personas para posibilitarlos a que se incorporen a la participación económica. Mientras, la membresía de los hogares extenso y complejo que reciben remesas no le otorga primacía a la estrategia de la multiplicación de miembros orientados hacia el mercado de trabajo. Todo parece indicar que los hogares receptores extensos y complejo se orientan más bien hacia el apoyo mutuo de sus miembros; en menor medida, a facilitar la actividad educativa; y se inhiben más acentuadamente de la participación económica de sus miembros. Podría entonces aventurarse que, en un ambiente desprovisto de sólidos apoyos públicos de protección social, en lugar de multiplicar las ventajas de los hogares extenso y complejo para la liberación de mano de obra hacia la actividad económica, las remesas apuntan en estos arreglos familiares, a vigorizar el régimen de bienestar basado en el familiarismo. 9. Niveles de ingresos y remesas de los diferentes arreglos residenciales El impacto de las remesas en los ingresos es diferenciado según los distintos tipos de hogar: los hogares que registran dificultades para que sus miembros se integren a la participación económica y, por ende, una mayor vulnerabilidad en ese sentido (unipersonal y monoparental) y aquellos, que frente a la emigración de un familiar son propicios para manejar positivamente los recursos y activos que poseen las familias pobres. Los flujos monetarios librados desde el exterior son considerados como los ingresos domésticos principales por la mitad de los 372 TOMO I hogares que poseen menos recursos y una mayor posibilidad de riesgos frente a la pobreza y al desempleo. Y, en segundo lugar, los hogares extenso y complejo adjudican una principalía a las remesas y a su aprovechamiento (véase gráfico 1). GRÁFICO 1. IMPACTO DE LAS REMESAS EN LOS INGRESOS FAMILIARES SEGÚN TIPOS DE HOGAR (EN PORCENTAJE) Unipersonal 30.6 14.7 28.3 N. Monoparental Complejo 54.8 20.4 51.3 44.9 23.9 48.6 Extendido 32.2 22.4 29.0 68.6 N. Biparental 0.0 10.0 Minimo 20.0 30.0 Complementario 15.3 40.0 50.0 60.0 70.0 15.3 80.0 90.0 100.0 Principal Los hogares de limitados recursos (pobres y no pobres), mediante las estrategias de la emigración laboral y la contribución de las remesas, con frecuencia pueden verse comprometidos con arreglos residenciales -nuevos o ya constituidos- que, como los monoparentales y unipersonales, suelen ser considerados como vulnerables. Se apuesta a que dicha vulnerabilidad se compense con las remesas recibidas posteriormente. Ahora bien, mientras se espera esta posible compensación, las oportunidades institucionales de la protección social son sumamente limitadas. Así que las posibilidades de una compensación por la vía de los ingresos cuenta, fundamentalmente, con la apoyatura del trabajo doméstico no remunerado al interior del grupo familiar. 373 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO El análisis y razonamientos precedentes han resaltado la menor integración al mercado laboral por parte de los miembros receptores de remesas. Queda, por supuesto, la interrogante de si se trata, acaso, de una situación momentánea o de un rasgo más o menos duradero. Si bien los hogares que perciben remesas se han constreñido en la movilización del recurso del trabajo, ellos han procurado, sin embargo, una inversión educativa, tan fundamental para insertarse de la mejor manera en el mercado laboral o, acaso, para aprovechar mejor las oportunidades aquí o en el exterior. Para sopesar las diferencias, se han escogido los niveles educativos que operan como fronteras diferenciadoras en la valoración social y económica de la capacitación: el nivel secundario y el universitario. Salvo en el grupo complejo, el fiel de la balanza apunta más favorablemente hacia los jefes que encabezan hogares receptores de remesas, cuya proporción de bachilleres y universitarios es más elevada que los que no reciben y, de manera inversa cuando se evalúa la no instrucción. Es de esperar que esa ventaja en los niveles de instrucción surta efectos en la consecución de trabajos mejor pagados. Salvo en el grupo doméstico complejo que no contaba con una proporción mayor de mejores credenciales educativas y el caso particularizado del monoparental (menor tiempo y dedicación de las jefas solas), los favorecidos con las remesas familiares alcanzan una proporción mayor de salarios por encima del mínimo y de mayores niveles de pago por hora trabajada. Las remesas, entendidas como una transferencia internacional de un fondo salarial contribuirían a la reproducción cotidiana de las familias, a mejorar sus condiciones de vida y a contrarrestar el empobrecimiento o la vulnerabilidad social. Ellas proveen un impacto diferenciado en la pobreza dineraria de los tipos de hogar receptores. Se ha ilustrado el significado diferente, mediante 374 TOMO I GRÁFICO 2. ESCENARIOS DEL NIVEL DE POBREZA (MEDIDO SEGÚN LA LÍNEA DE POBREZA) DE LOS HOGARES QUE RECIBEN 100% 90% 80% 46.3 52.2 70% 47.7 54.8 69.4 60% 79.2 79.7 83.4 90.6 50% 85.3 13.4 5 40% 19.3 34.4 30% Unipersonal Nuc. Biparental as as re m es es re m es m re m n Co Pobres Sin re m Extendido 3.2 0 as es as as es es n Co Indigente re re m m es es Nuc. Monoparental 17.9 11.5 14.7 4 0 Sin as 0 12.7 Sin 4.7 n 6.3 26 as 16.1 re m re n Co m es es m re re Sin n Co 0 as as 0% 14 as 3.8 5.6 Sin 10% 15.9 40.3 Co 42.9 20% Complejo No pobres el empleo de la línea de la pobreza, con la construcción de dos escenarios: los ingresos de los hogares con inclusión del monto de las remesas; y el otro escenario, esos mismos hogares retirándoles el monto de las remesas. Al retirar a los hogares receptores el monto recibido por concepto de las remesas la proporción de indigentes aumenta sustancialmente (véase el gráfico 2). Y los grupos domésticos unipersonal, monoparental y extendido –catalogamos como de mayor vulnerabilidad– son los que manifiestan mayor impacto de las remesas que permiten reducir significativamente la proporción de indigentes. Las migraciones y las remesas marcan la trayectoria de múltiples esfuerzos individuales para incorporarse a la actividad económica y lograr mayor bienestar. Esta incorporación en el mercado laboral exterior, que se salda parcialmente con flujos di375 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO nerarios hacia el país, implica las redes familiares que dan apoyo y posibilitan una tal aventura. Se trata de un formidable impulso individual, que incorpora las remesas, los hogares y las familias con sus vínculos y el trabajo doméstico, es decir, que confluyan individuos, mercado, y la familia en procura del bienestar y de la atenuación de la vulnerabilidad. Pero la mayor ausencia es la del Estado y la de un sistema de integración y protección social. 10. Conclusiones A partir del estudio que resume el presente artículo, hemos mostrado la existencia de cuatro patrones regionales diferenciados. Estos patrones no necesariamente se corresponden con la proximidad espacial de las regiones. En especial, las diferencias entre estos grupos regionales se asocian con la incidencia de la pobreza de ingresos, sus grados de urbanización, concentración urbana y el peso de la mujer en la migración. En consonancia con la bibliografía presentada, el estudio también revela la existencia de diferencias importantes en las poblaciones que migran a distintos destinos; estas diferencias incluyen importantes variaciones regionales, aunque el predominio de la región metropolitana es considerable. A la luz de los resultados, podemos afirmar que mientras en ciertas características estudiadas las remesas no poseen efectos diferenciados entre los diversos grupos regionales considerados, se observan efectos distintos en al menos cuatro dimensiones estudiadas: las condiciones de la vivienda, la estructura familiar, la ocupación de los miembros y la condición de pobreza de ingresos en el hogar. Es importante destacar, que las diferencias en los impactos sobre las dimensiones se observan en el incremento de las diferencias absolutas entre hogares receptores y no receptores, mientras 376 TOMO I el sentido de estas diferencias permanece similar en todos los grupos regionales. En este sentido, en aquellas dimensiones relacionadas a la calidad de vida, es decir, condiciones de la vivienda y pobreza de ingresos, las remesas conllevan una mejor situación para los hogares receptores, pero estas diferencias son más acentuadas en las zonas de mayor pobreza de ingresos, por tanto, parece que las remesas tienden a acentuar diferencias ya existentes. Cuando se considera la pobreza desde otras dimensiones distintas al ingreso, se constata que la dotación de activos de los hogares receptores se reduce, existiendo evidencia de que incluso su acceso a redes sociales es menor. Si a esto le sumamos que en materia de ocupación, aunque la fuerza laboral de los hogares receptores se encuentra mejor educada, estos hogares muestran una inercia mayor para movilizar su fuerza laboral (fruto en parte de su menor acceso a redes primarias), y que además los hogares que reciben remesas desarrollan arreglos familiares más vulnerables en virtud de tener menos presencia de cónyuges y sus lazos ser menos sólidos, tendremos necesariamente que cuestionar el verdadero efecto de las remesas sobre las posibilidades de desarrollo, en la medida que no se crean las condiciones para permanecer fuera de la pobreza de ingreso sin el flujo externo. En cuanto a las condiciones de las viviendas, los hogares receptores mantienen situaciones más favorables y en consecuencia con lo explicado, las menores diferencias se dan en el grupo 1. Asimismo, en los grupos 3 (Cibao Norte, Higuamo y Cibao Sur) y 2, donde las condiciones del empleo aparecen más limitadas, los hogares receptores acusan una menor movilización de sus recursos para el trabajo. Los patrones de gastos de los hogares receptores y el bajo nivel de inversión, permiten afirmar que las remesas parecen actuar como un fondo salarial compensatorio para el hogar, el cual permite mejorar más su situación a los hogares de regiones 377 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO menos favorecidas económicamente, y si bien es cierto que los hogares receptores destinan una porción mayor de sus ingresos a la salud y la educación, también es cierto que en el primer caso, el de la salud, no se generan mejores prácticas precautorias como la adquisición de seguros, y en el caso de la educación parece más bien existir una anticipación de la futura condición migratoria de los miembros. Las remesas han sido vistas por la Nueva Economía de la Migración Laboral como un ahorro –frente a las dificultades de los pobres para acceder al sistema crediticio formal–; también como un seguro frente a pérdidas de trabajo, de la producción, enfermedades. Sin embargo, la transposición del discurso de la economía racional a realidades tan diferentes como la familia nos señala problemas epistemológicos. Ahora bien, el giro fue interesante ya que intentó profundizar el fenómeno de las remesas en sus relaciones con el sistema social, económico e institucional del país de origen. La importancia social para el bienestar de las redes de intercambios recíprocos de bienes y servicios en la familia ampliada y allegados– de los cuales las remesas forman parte, nos refiere al régimen de bienestar familiarista del país, en el cual se inscriben. Se ha dicho, con alguna razón, que la emigración de fuerza de trabajo reduce la presión sobre el mercado de trabajo y las demandas sociales al régimen de acumulación y al estilo de desarrollo. Asi mismo, las remesas familiares, como recursos y estrategias familiares de intercambio recíproco propias a un régimen familiarista de bienestar al cual fortalecen, reducen la presión social al tradicional desentendimiento del Estado en la plasmación de una institucionalidad y políticas eficaces de una asunción mayor del bienestar de la ciudadanía que conceda la posibilidad de retirar y asumir la pesada carga de responsabilidad de bienestar que descansa en las familias de escasos recursos, que además no pueden recurrir al mercado. 378 TOMO I Las remesas no se dirigen a todos los hogares ni solo a aquellos con emigrantes o emigrantes recientes. El presente trabajo permitió identificar los arreglos residenciales, familiares y otros elementos que favorecen la recepción de remesas. La centralidad de la recepción de remesas es detentada por la familia extensa no residencial con un 50% de los destinos de las remesas. Le siguen los arreglos residenciales con jefatura femenina, los arreglos extenso-complejos y los nucleares monoparentales. Y entre los elementos se encuentra la presencia en el hogar de un envejeciente, el cual como explicamos favorece el apoyo intergeneracional. También hay diferencias según necesidades o condiciones: los mayores montos de dinero son recibidos por los arreglos residenciales encabezados por mujeres, y también por los hogares con población infantil. Los impactos de las remesas en la pobreza de ingresos son considerables y visibles y operan precisamente sobre aquellas familias que se sitúan en la vulnerabilidad. Cuando se desagrega por familias receptoras y no receptoras y se clasifican por quintil de ingreso, los efectos de las remesas en las familias de mayor pobreza y vulnerabilidad son tangibles. Sin embargo, el ambiente favorecedor del arreglo residencial extenso-complejo para liberar mano de obra del trabajo doméstico y posibilitar su incorporación a la participación económica no obra benéficamente en los receptores. De manera que la recepción de remesas proveen un impacto diferenciado en la pobreza dineraria de los miembros de los arreglos residenciales considerados más vulnerables: el unipersonal y el monoparental. Pero las remesas, vistas aún en los arreglos residenciales de una mayor mediación y condiciones estructurales para propiciar la incorporación de sus miembros al mercado de trabajo, no estimulan una estrategia de multiplicación de la participación económica, vital para la mejoría de las condiciones de vida. 379 380 Bibliografía ADAMS JR., RICHARD H. (2004, Septiembre). Remittances and poverty in Guatemala. World Bank Policy Research Working, (3418). 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Los cambiantes rostros de la integración y exclusión social en cuatro áreas metropolitanas de América Latina. Montevideo: Cebra. 383 384 Nota Biográfica de los Autores 385 386 ISIS DUARTE TAVÁREZ. Socióloga dominicana egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo con estudios de maestría en Ciencias Sociales, mención en Ciencia Política, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Santiago de Chile (1972-1973). Durante más de 20 años laboró en la Universidad Autónoma de Santo Domingo como Profesora Adjunta y Coordinadora de Cátedra del Departamento de Sociología y fue Directora del mismo en dos oportunidades. En la actualidad, se desempeña como consultora e investigadora independiente. Se inició en la coordinación de investigaciones sociales en el antiguo Centro de Estudios de la Realidad Social Dominicana (CERESD-UASD) y, posteriormente, en el Instituto de Estudios de Población y Desarrollo (1985) de PROFAMILIA, donde laboró, primero, como investigadora principal y, luego, como directora, hasta acumular una amplia experiencia principalmente en investigaciones sociales vinculadas a problemas laborales y condiciones de vida, migración, género, cultura política y democracia. Ha sido consultora de varios organismos e instituciones nacionales e internacionales y autora o coautora de numerosos libros, ensayos y otras publicaciones, entre las cuales se destacan: Azúcar y Política en la RD (1976). Capitalismo y superpoblación en Santo Domingo (1980), Trabajadores Urbanos (1986) Población y Condición de la mujer (1989), Población, Migraciones Internas y Desarrollo en República Dominicana (1991), Quinientos mil haitianos en República Dominicana 387 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO (1994), Los hogares dominicanos, el mito de la familia ideal y la jefatura de hogar (1995), Entre la calle y la casa: Las mujeres dominicanas y la cultura política a finales del siglo XX” (1999), El Trabajo Doméstico Remunerado en la RD (2009), Mujer y Política en la RD: Consensos y Disensos entre las Líderes y la ciudadanía (2008); y los textos sobre cultura política y democracia en la República Dominicana: La cultura política dominicana, entre el paternalismo y la participación (1998); ¿Hacia dónde va la democracia dominicana? (2002), La democracia vulnerable: insatisfacción y desconfianza (2005). Fue merecedora del Premio Nacional de Ensayo “Pedro Henríquez Ureña”, otorgado por la Secretaría de Estado de Educación (1980) por su obra “Capitalismo y Superpoblación en Santo Domingo” y de la medalla al mérito que otorga el gobierno dominicano a la mujer (1996) por su labor en el campo de la investigación social. Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, ingresando el 15 de agosto de 1994. Formó parte del grupo que fundó en 1993 el movimiento cívico Participación Ciudadana y fue Directora del Programa PolíticoElectoral de esa agrupación. EL SERVICIO JESUITA A REFUGIADOS/AS Y MIGRANTES (SJRM). Es una organización internacional de la Compañía de Jesús, que facilita la participación de individuos y comunidades en la tarea de acompañar, servir y defender a refugiados/as y migrantes forzados/as, promoviendo la cooperación regional y global. Su visión es impulsar cambios orientados a mejorar las condiciones socio-políticas y económicas de los/las refugiados/as y desplazados/as y sus descendientes en la República Dominicana y el Caribe, promoviendo el diálogo cultural, el respeto a los derechos humanos, y la solidaridad entre los pueblos, desde una metodología democrática y participativa, bajo la inspiración de la misión de la Compañía: servicio de la fe y la promoción de la justicia. 388 TOMO I Se funda en República Dominicana en 1995, respondiendo inicialmente a las características especiales de los derechos humanos de migrantes forzados/as y más adelante refugiados/as, en el contexto de la región caribeña en general, y de Haití y República Dominicana, en particular. Actualmente desarrolla sus programas de trabajo a través de una oficina en Santo Domingo (Centro Bonó), una oficina en la frontera norte (Solidaridad Fronteriza, en Dajabón, una en Santiago de los Caballeros en las instalaciones del Centro de Formación Social Agraria (CEFASA) y una en la frontera sur (Servicio Jesuita a Refugiados/as y Migrantes en Jimaní). FELIPE SANTOS REYES. Nació en Santo Domingo, Distrito Nacional, en lo que hoy se denomina municipio Santo Domingo Este. Realizó sus estudios de educación primaria en la escuela Hogar Masónico, y sus estudios secundarios en los liceos Gregorio Luperón y Ramo Emilio Jiménez, obtiene el título de Bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo, obtiene el título de licenciado en Economía. Su especialidad profesional se concentra en investigación socioeconómica y formación de proyectos sociales (autodidacta), planificación sindical (CNTD/ORIT), análisis de mercado de trabajo (ORIT/BID/Costa Rica), políticas sociales. Se ha desempeñado como asesor para varias organizaciones de la sociedad civil e instituciones estatales. Ha realizado y co-realizado las siguientes investigaciones: • Las Organizaciones de Trabajadores como actor en el sistema de relaciones laborales en República Dominicana, Organización Internacional del Trabajo. • Integración del Sector Informal a la Seguridad Social en República Dominicana, Organización Regional Interamericano de Trabajadores /Perú, etc. 389 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO • Propuesta sindical de reforma al Código Monetario y Financiero 2001-2001, Consejo Nacional de Unidad Sindical. • Estructura de Presupuesto e impacto en los grupos vulnerables en República Dominicana, Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo. • Servicios Municipales para el desarrollo infantil temprano en el municipio de Cevicos, Comunidad Cosecha/Ministerio de Educación/Banco Mundial. MILKA A. CUELLO DEL ORBE. Estudió sociología y realizó una especialidad en Estadística Aplicada en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde trabaja actualmente como ayudante docente y colabora en una investigación en el ámbito de las migraciones en el país. Además, de participar en un estudio sobre “Responsabilidad Social Corporativa” en el Distrito Nacional, ha colaborado en diferentes consultorías: Estudio de Factibilidad Social sobre el ITIESCO SL (Grupo de Consultoría Pareto), “Elaboración de un Mecanismo de Relacionamiento entre Comunidad-Centros Hospitalarios en materia de Salud Sexual y Reproductiva (Facilitadores Asociados); así como, en la evaluación de proyectos de Educación Social (Children International- Pro-generas) Ha trabajado como educadora social/técnica en el Proceso Pobreza (Centro Juan Montalvo), encargada de zona (Children International), técnica de proyectos sociales (Red Iberoamericana de Personas con Discapacidad). De igual modo, ha apoyado talleres, cursos, etc. sobre tópicos diversos del ámbito social (proyectos, análisis de la realidad social, planificación etc.) LA FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES (FLACSO). Es un organismo intergubernamental y autónomo.. 390 TOMO I Fue fundada en 1956 como una iniciativa de cooperación entre la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y los Gobiernos de América Latina y el Caribe, con el objetivo de promover la enseñanza, la investigación y la cooperación técnica en el ámbito de las ciencias sociales. La FLACSO produce investigaciones relevantes y sustantivas sobre los temas prioritarios en la región, constituyéndose en una institución de referencia en el pensamiento político, económico, social, cultural, medioambiental y otros propios de las ciencias sociales. Además, continúa formando profesionales del más alto nivel en cursos de postgrado. La FLACSO en República Dominicana está ubicada en la calle José Joaquín Pérez, Gascue, Santo Domingo, República Dominicana, Tel: 809 6863664. Su página web es www.flacso.org.do ALICIA SANGRO BLASCO. Es Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid (1994), Especialista en Derecho Internacional y Derecho Europeo por la Universidad Católica de Lovaina (1996). Ha completado su formación con estudios de Desarrollo con concentración en América Latina en la UCL. Es candidata a la Maestría en Género y Desarrollo de INTEC. Luego de trabajar en las relaciones entre la Sociedad Civil y las instituciones europeas en el área de Derechos Humanos, Ayuda Humanitaria y Cooperación al Desarrollo, se traslada a República Dominicana en el año 2000. Aquí se desempeña como JPO en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2000-2002) en el área de Gobernabilidad y Acceso a la Justicia. Ha trabajado para el Centro Juan Montalvo y el Centro Cultural Domínico Haitiano. En el año 2006 desarrolla el Programa Inicial de Formación para Fiscales de nuevo ingreso en la Escuela Nacional del Ministerio Público. Desde el año 2007, es investigadora asociada de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en su programa Migración y Derechos Humanos. En FLACSO, ha participado en la creación del Observatorio Migrantes del Cari391 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO be. Ha colaborado en numerosas ocasiones con el Centro Bonó a través del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes. Es docente de Derechos Humanos en la Escuela de Graduados en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de las Fuerzas Armadas. Sus temas de investigación son género y migración, con especial interés en los procesos de migración sur-sur, que afectan a la isla Hispaniola. En la actualidad, se desempeña como Oficial Nacional en la Organización Internacional para las Migraciones. BRIDGET WOODING. Se ha especializado en el campo del desarrollo humano, migraciones, género y derechos humanos. Después de muchos años trabajando con organizaciones internacionales de cooperación en el Caribe (incluyendo con Oxfam GB, ActionAid UK, Save The Children UK y la Federación Luterana Mundial Haití/Caribe), notablemente en la República Dominicana, Haití y Cuba. Se desempeña actualmente como investigadora asociada en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) República Dominicana. Funge como la Coordinadora del programa Observatorio Migrantes del Caribe, apoyado tanto por FLACSO como por el Centro de Investigaciones y Estudios Sociales de la Universidad Iberoamericana (CIES-UNIBE). Es la autora del libro Inmigrantes haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana en República Dominicana (2004). También es co-editora, con Wilfredo Lozano, del libro: Los Retos del Desarrollo Insular. Desarrollo sostenible, migraciones y derechos humanos en las relaciones domínico-haitianas en el siglo XXI (2008). Es investigadora principal en la República Dominicana para un proyecto regional en América Latina y el Caribe enfocando la mujer migrante en la migración intra-regional, apoyado por la cooperación canadiense. JAIME ARISTY ESCUDER. Profesor de Economía de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Doctor en 392 TOMO I Economía por la Universidad de Barcelona. Master en Financial Mathematics por la University of Chicago. Magister en Matemáticas Puras por la PUCMM. PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA (PUCMM). Es la primera Universidad privada del país, fue fundada por la Conferencia del Episcopado Dominicano en el 1962 en Santiago de los Caballeros, en respuesta a las necesidades que en materia educativa fueron surgiendo en el país en su proceso de desarrollo económico y social. Se le llamó Madre y Maestra en homenaje a la encíclica social “Mater et Magistra”, en cuyos principios fundamentales se inspira. Tiene como misión: “Buscar soluciones científicas a los desafíos que enfrenta el pueblo dominicano y su entorno global, y formar profesionales líderes, dotados de principios éticos, humanísticos y cristianos, necesarios para el desarrollo material y espiritual de la sociedad, manteniendo el carácter de espacio abierto para la libre discusión de las ideas”. Ha sido considerada por evaluaciones externas de los organismos correspondientes como una institución de enorme importancia para el desarrollo del país y un referente para el sistema de educación superior dominicano. RAMONINA BREA DEL CASTILLO. Es socióloga y ensayista. Realizó su especialidad en sociología política en la École de Hautes Études en Sciences Sociales y obtuvo su doctorado en la Universidad de París I, Panthéon-Sorbonne. Es autora de La democracia vulnerable: insatisfacción y desconfianza (1994-2004); ¿Hacia dónde va la democracia dominicana?; Entre la calle y la casa. Las mujeres dominicanas y la cultura política a finales del siglo XX; Cultura política y democracia en la República Dominicana. De sus escritos sobre el pensamiento dominicano, la cultura y el sistema político destaca su libro Ensayo sobre la formación del Estado capitalista en Haití y República Dominicana, el cual obtuvo el Premio Nacional de Historia. Es Directora del Centro Universitario de Estudios Políticos y Sociales (CUEPS) 393 MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y desde allí desarrolla una línea de análisis y publicaciones sobre problemas y políticas sociales e institucionales. EL GRUPO DE CONSULTORÍA PARETO. Es una firma especializada en investigación económica, social y de mercado. Su misión es contribuir al desarrollo del país mediante la aplicación de técnicas de investigación avanzadas, para obtener respuestas rigurosas a problemas de firmas, gobiernos y otras instituciones. El Grupo se nutre de la contribución de profesionales de alta formación y con amplia experiencia, unidos por la intención de tender un puente entre los métodos de investigación científica y las necesidades concretas de las empresas dominicanas líderes, supliendo así las necesidades de las mismas en un entorno cada vez más competitivo. Su nombre hace honor a Vilfredo Pareto (1848-1923), un pensador italiano cuyas ideas son reconocidas por economistas, administradores, estadísticos y sociólogos, por lo cual representa un ejemplo de un abordaje multidisciplinario a la complejidad de los problemas modernos. El Grupo de Consultoría Pareto tiene experiencia en investigación (económica, social y de mercado), planificación (estratégica y táctica) y docencia (tanto a nivel de grado como de postgrado). Asimismo, los consultores asociados al Grupo de Consultoría Pareto tienen experiencia en materia de diseños de sistemas de información, y han creado diversas plataformas informáticas para el manejo de encuestas y bases de datos económicos y sociales. JOEL ARBOLEDA. Es sociólogo, graduado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, especialista en estadística por esta misma universidad y Diploma de Estudios Avanzados en Procesos Sociales de la Globalización por la Universidad del País 394 TOMO I Vasco. Ha estado vinculado por más de diez años a labores de investigación social, política y de mercado. Su experiencia de trabajo incluye la dirección de Departamentos de Análisis y Procesamiento en varias empresas de investigación de mercado y ha realizado un gran número de investigaciones para empresas e instituciones de reconocido prestigio, entre las cuales se destacan: Encuesta Nacional para Caracterización Mercado Residencial (CODETEL, 2002-2003), Estudio sobre las estrategias de sobrevivencia de la población durante la crisis (INTEC–Banco Mundial, 2003 – 2004). Estudio sobre la adaptación de estudiantes extranjeros de habla hispana (UNIBE, 2004.) Investigación sobre los factores determinantes de la satisfacción y lealtad de los clientes (MERCASID, 2005). En adición a estas investigaciones, ha realizado estudios de imagen política para diversos precandidatos presidenciales. 395 Este libro Movimientos Migratorios desde y hacia la República Dominicana Tomo I se terminó de imprimir en el mes de marzo del 2011 en los talleres de la Editora Alfa y Omega, Santo Domingo, Ciudad Primada de América, República Dominicana