Movimientos Migratorios Desde y Hacia La República Dominicana

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Movimientos Migratorios
Desde y Hacia
La República Dominicana
TOMO I
Movimientos Migratorios
Desde y Hacia
La República Dominicana
TOMO I
Isis Duarte
Milka Cuello
Felipe Santos
Bridget Wooding
Alicia Sangro
Jaime Aristy Escuder
Ramonina Brea
Joel Arboleda
TOMO II
Raymundo González
Josefina Zaiter
Mónica González
Liliam N. García Márquez
Victor Ml. Brens Paulino
Frank D´Oleo Ramírez
Francisco I. Cáceres Ureña
Francisco B. Báez Evertz
César A. Caamaño Díaz
Alejandro Martínez
Alicia Sangro
MINISTERIO DE ECONOMÍA,
PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE
Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA
TOMO I
ISBN: 978-9945-8696-5-1
Editor:
Roberto E. Liz
Co-editores:
Lucas Vicens
Natacha Féliz Franco
Diseño y Arte Final:
Katherine Cocco
Portada:
Stefannie Cedano
Impresión:
Editora Alfa y Omega
Impreso en República Dominicana
Printed in the Dominican Republic
Santo Domingo, República Dominicana
Marzo, 2011
TOMO I
Contenido general
TOMO I
PRESENTACIÓN. Roberto E. Liz
PRÓLOGO. Juan Temístocles Montás
INTRODUCCIÓN. Wilfredo Lozano
LA MANO DE OBRA HAITIANA EN LA CONSTRUCCIÓN:
CARACTERÍSTICAS, VALORACIONES Y PRÁCTICAS.
Isis Duarte
COSTOS Y BENEFICIOS DE LA MANO DE OBRA HAITIANA.
SJRM-CENTRO BONÓ. Milka Cuello y Felipe Santos
LA PRESENCIA DE LAS MUJERES MIGRANTES HAITIANAS EN EL
SERVICIO DOMÉSTICO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA.
FLACSO: Bridget Wooding y Alicia Sangro.
IMPACTO DE LA MIGRACIÓN HAITIANA SOBRE EL MERCADO LABORAL
Y LAS FINANZAS PÚBLICAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA.
Jaime Aristy Escuder.
REMESAS, POBREZA Y DESIGUALDAD: UNA PERSPECTIVA DESDE
LOS HOGARES Y LAS REGIONES DE LA REPÚBLICA DOMINICANA.
PUCMM/PARETO: Ramonina Brea y Joel Arboleda.
5
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
TOMO II
PRESENTACIÓN. Roberto E. Liz
PRÓLOGO. Juan Temístocles Montás
INTRODUCCIÓN. Wilfredo Lozano
LA MIGRACIÓN Y SUS REPERCUSIONES EN LA ESCUELA: ANÁLISIS
DE LA SITUACIÓN Y DE LAS PERCEPCIONES DE CAMBIO SOCIAL.
POVEDA: Raymundo González, Josefina Zaiter y Mónica González.
INCLUSIÓN DE NIÑOS INMIGRANTES HAITIANOS EN EL SISTEMA
ESCOLAR DOMINICANO: ESCUELAS PÚBLICAS Y PRIVADAS DE ZONAS
URBANAS DE SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, PUERTO PLATA
Y DAJABÓN.
PUCMM- Recinto Santiago de los Caballeros: Lilian N. García
Márquez y Víctor Ml. Brens Paulino.
LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS HAITIANOS EN LA REPÚBLICA
DOMINICANA. Frank D´Oleo Ramírez
LA OTRA MIGRACIÓN: ESTUDIO SOBRE LAS CORRIENTES DE
INMIGRACIÓN DE PROCEDENCIA EXTRA-INSULAR Y LA
INTEGRACIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA DE LOS INMIGRANTES
DE LAS PRINCIPALES COMUNIDADES ETNO-NACIONALES.
PRO-FAMILIA: Francisco I. Cáceres Ureña,
Francisco B. Báez Evertz y César A. Caamaño Díaz.
MIGRACIÓN A ESPAÑA Y REMESAS.
JRM-CENTRO BONÓ: Alejandro Martínez y Alicia Sangro.
6
Indice
Indice general...................................................................................... i
Presentación de los editores,
Roberto E. Liz, Director Ejecutivo del FIES .......................... ix
Prólogo de Ing. Juan Temístocles Montás,
Presidente del FIES ................................................................... xv
Introducción: Las rutas de inmigración
Wilfredo Lozano,
Miembro del Consejo Directivo del FIES ......................... xxvii
MERCADO LABORAL Y MANO DE OBRA HAITIANA
La mano de obra haitiana en la construcción:
características, valoraciones y prácticas .................................. 41
Isis Duarte
Costos y beneficios de la mano de obra haitiana
en el sector construcción ........................................................ 107
Milka Cuello, Felipe Santos
SJRM - Centro Bonó
La presencia de las mujeres migrantes haitianas en
el servicio doméstico en la República Dominicana ............ 159
Bridget Wooding, Alicia Sangro
FLACSO
7
Impacto de la migración haitiana sobre el mercado laboral
y las finanzas públicas de la República Dominicana........... 223
Jaime Aristy Escuder
Remesas, pobreza y desigualdad:
una perspectiva desde los hogares y las regiones
de la República Dominicana................................................... 325
Ramonina Brea, Joel Arboleda
PUCMM-Sto.Dgo / Grupo de Consultoría Pareto
Nota biográfica de los autores .................................................... 385
8
Presentación de los Editores
En nombre de los editores de este libro me place hacer la presentación
formal del mismo, destacando lo que ha sido su proceso de concepción,
elaboración y conclusión de este volumen, el cual es el primero de una serie
de publicaciones que se realizarán como resultado de las investigaciones
auspiciadas por el Fondo para el Fomento de la Investigación Económica y
Social (FIES).
El FIES fue creado por el antiguo Secretariado Técnico de la Presidencia dentro del Programa de Reforma y Modernización del Poder Ejecutivo
(PRO-REFORMA) que con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo –BID- fue ejecutado en los últimos años. El FIES está dirigido por
un Consejo Directivo que preside el Ministro de Economía, Planificación y
Desarrollo, e integrado por otros seis (6) representantes del sector público y
cuatro (4) del sector privado y un Secretario que es el Director Ejecutivo del
Fondo, tal y como se establece en el artículo 10 de la ley 496-06 que crea el
Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
El FIES, además de contar con un Director Ejecutivo, está asistido por
la Unidad Técnica de Apoyo (UTA), responsable de la gerencia y monitoreo
de sus actividades.
El propósito del Fondo es promover la investigación en temas relacionados
con la política económica y social en la República Dominicana, a través del
desarrollo y financiamiento de acciones que estimulen investigaciones relevantes para respaldar los procesos de toma de decisiones de políticas públicas.
IX
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Al mismo tiempo, los estudios sobre aspectos económicos y sociales pretenden responder a objetivos del desarrollo nacional y contribuir directa o
indirectamente a la estabilidad macroeconómica, crecimiento económico sostenible, equidad distributiva, bienestar y cohesión económica, social y territorial. Igualmente, se procura elevar el capital humano y social en un marco
de equidad, integralidad y sostenibilidad. En cada convocatoria, los temas de
estudio son priorizados por el Consejo Directivo (CD).
La intención del Fondo es también fortalecer los procesos de toma de
decisiones en materia de políticas públicas e impulsar el desarrollo de una
cultura de investigación que contribuya, a través del análisis, generación de
propuestas y promoción del debate, a un mejor diseño e implementación de
políticas que eleven la efectividad de la gestión pública.
La presente obra, que por su extensión se decidió publicar en dos tomos,
ha implicado un complejo proceso que nos ha llevado hasta este resultado
final. Para fines de ilustración, pasaremos a enumerar las diferentes etapas
por las que hemos atravesado hasta llegar a la presente publicación que a su
vez son explicativas del proceso operativo del FIES:
La primera fase se refiere a todas las gestiones que preceden a la elaboración de las investigaciones en cuestión. Se trata de la etapa de contratación
de la investigación misma. Para ello se parte de i) la definición y aprobación
de temáticas de la convocatoria que es el resultado de uno o varios debates
al interior del Consejo Directivo del FIES, en donde en base a criterios de
pertinencia y relevancia, son seleccionados los temas de la convocatoria, tratando siempre de que exista, al menos, un tema económico y otro social; ii)
se procede así al Lanzamiento Público de la Convocatoria de Investigación
mediante la publicación de los Términos de Referencia de la misma; iii) una
vez cumplido el plazo, se reciben todas las propuestas; iv) Se constituyen
paneles de evaluación integrados por cinco (5) especialistas de cada tema,
regularmente expertos de la Unidad Asesora de Análisis Económico y
Social (UAAES) del Ministerio. Cuando se hace necesario se generan contrataciones Ad-Hoc de especialistas para integrar o completar la integración
X
TOMO I
de los paneles de evaluación; v) Al final del proceso estrictamente riguroso de
evaluación se procede a la selección de las propuestas que superaron el umbral
del mínimo de la puntuación requerida; vi) La Dirección Ejecutiva y la
unidad de Apoyo Técnico del FIES, someten finalmente el resultado de estas
evaluaciones a la consideración del Consejo Directivo que aprueba, enmienda
o rechaza las recomendaciones de los paneles de evaluación.
Cumplida esa primera fase que termina con la contratación de las investigaciones, la cual implica la firma de un contrato formal que establece
los compromisos y responsabilidades de cada una de las partes durante el
proceso, se pasa a la segunda fase de elaboración de las investigaciones, en
la cual se desarrolla i:) un proceso de seguimiento y desembolsos de las
investigaciones y entregas parciales de resultados el cual dependiendo de si se
trata de una investigación de gabinete o de campo puede durar entre cuatro
(4) meses a un año y tener varios desembolsos de acuerdo a la dinámica
misma de la investigación. Esto culmina con ii) la recepción de los informes
finales, pasando luego a la dinámica de la aprobación de los informes finales
de investigación.
Esta nueva fase de aprobación implica una serie de procesos como son : i)
La realización de un taller de discusión sobre los resultados de los informes
finales de las investigaciones en donde un grupo de expertos (pares) de cada
tema se les encomienda hacer una evaluación crítica del trabajo presentado
y luego los mismos son sometidos a un proceso de discusión entre todos los
participantes, estas sugerencias y observaciones sirven de base a los autores
para introducir las enmiendas, aclaraciones o ampliaciones que se consideren
necesarias; ii) Una vez se cumple este proceso la versión final de los informes
de investigación recibe la aprobación final, lo que implica a su vez la autorización para el otorgamiento del último desembolso y la decisión de si dicho
trabajo termina ahí o entra en la fase de publicación.
Como se puede observar, hemos agotado una serie de etapas hasta culminar con la publicación de este libro, las cuales han significado el tiempo y
recursos de un conjunto de personas muy valiosas y dedicadas a las que les
XI
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
debemos una mención, siendo la primera al Presidente del Consejo de Directores del FIES, el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Ingeniero Juan Temístocles Montás, un enamorado de la investigación
y principal ideólogo y promotor del FIES, dedicándole su limitado tiempo y
mucho esfuerzo.
A los integrantes del Consejo Directivo del FIES: el Dr. Rafael Alburquerque en su condición de Vicepresidente de la República y jefe del
Gabinete Social y a la Lic. Susana Gámez, Coordinadora Técnica
de dicho gabinete y quien ejerce la labor de suplente del Señor Vicepresidente; asimismo, al Lic. Enrique Ogando, suplente. A la Lic. Ligia Amada Melo Vda. Cardona, Ministra de Educación Superior
Ciencia y Tecnología; al Dr. Marcos Villamán Director Ejecutivo de
PRO-REFORMA y CONARE y suplente del Presidente; a la Dra.
Magdalena Lizardo, Coordinadora de la UAAES; Al Dr. Max
Puig, Ministro de Trabajo y su suplente, el economista Lic. Manuel
Robles; al Dr. Francisco Cueto, Presidente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO); al Dr. Wilfredo Lozano
López, Director Ejecutivo del Centro de Investigación Económica y Social
(CIES); y al Dr. Rafael Emilio Yunén, Director General del Centro
Cultural Eduado León Jimenes (Centro León).
Una mención especial a nuestro Director Fundador, el Padre José
Luis Alemán, quien se alejó físicamente, pero permanece entre nosotros a
través de su valioso legado intelectual, científico, cultural y, sobre todo moral.
Por igual, también nuestro reconocimiento al relevo de Alemán, Ingeniero
Ramón Flores.
La dedicación y esfuerzo intelectual del equipo de investigadores y especialistas de la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social (UAAES),
responsables de la delicada y ardua tarea de evaluación de las própuestas de
investigación debe ser reconocida en las personas de Rodrigo Jáquez, Juan
Monegro, Leopoldo Artiles, Antonio Morillo; Maritza García; María Altagracia Mendoza; Ilsa Nina; Alexis Cruz; Luz Patria Bonilla, Manuel
XII
TOMO I
Mejía; Ángeles Calzada; Martín Francos; Yudy Estrella y Dagmar Romero.
No podemos dejar de mencionar al equipo de PRO-REFORMA, responsable del surgimiento y desarrollo inicial del FIES, en el que intervinieron actores como la Dra. Yocasta Guzmán; Dr. Julio Sánchez Maríñez;
Dr. Ayacx Mercedes; Lic. Rossana Hernando y todo el equipo de apoyo.
Mención especial merecen los ejecutivos del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, especialmente el Lic. Aníbal Taveras, Viceministro,
y los Licenciados Raysa Facundo y Manolo Caba de las áreas administrativa y financiera, respectivamente; Hepzy Zorrilla y a todo al personal de
Ministerio.
Debemos también dejar aquí expresada nuestra gratitud a todo el equipo
de la Editora Alfa y Omega quienes asumieron como suyo este proyecto, en
particular a su Directora General Minerva de Cocco y a la Coordinadora
Katherine Cocco a quien le toco la ardua tarea de bregar con diez autores
y un equipo de editores. Felicitamos a la artista Stefannie Cedano por el
diseño de la hermosa portada y valoramos la excelente labor de revisión y corrección de Luis Beiro. Estamos en deuda con este grupo de profesionales.
Finalmente, debemos destacar la participación del economista Lucas Vicens y la periodista Natacha Féliz Franco, como co-editores. A esta última
le correspondió, además, prestar una estrecha colaboración en la coordinación
con el equipo de la UTA- FIES, Cristóbal Jáquez; José Casado; Rocío
Montás y Yiselis Portes. A todos, el reconocimiento por su apoyo.
Roberto E. Liz
Director Ejecutivo del FIES y Responsable de la Edición
XIII
XIV
Prólogo
Nos complace presentar la primera de una serie de obras que recogen un
conjunto de investigaciones financiadas por el Fondo para el Fomento de la
Investigación Económica y Social (FIES), con un triple propósito; primero,
conocer con mayor profundidad nuestra realidad como sociedad; segundo,
contribuir a la formulación y puesta en marcha de un conjunto de políticas
públicas orientadas a mejorar nuestro quehacer como nación y, tercero, apoyar el gran esfuerzo nacional en que estamos involucrados en darnos una
Estrategia Nacional de Desarrollo que, como Plan de Nación, contribuya a
trazar esa carta de ruta por la que debemos guiarnos con visión de futuro.
El tema que nos ocupa: “Los movimientos migratorios desde
y hacia la República Dominicana” fue concebido de manera amplia, buscando estudiar las características de dichos movimientos, tanto en la
inmigración como en la emigración, tratando de escudriñar en las complejidades y características de estos desplazamientos y asentamientos humanos.
Este libro se encontraba en la imprenta cuando nos sorprende el terrible terremoto en el hermano vecino país de Haití, razón por la cual se
interrumpe su publicación. Ante el impacto de la catástrofe, los esfuerzos
de todos los dominicanos, gobernantes y gobernados, se orientaron a aportar
cada cual su cuota de contribución para ayudar a mitigar el efecto que, sobre
la población haitiana, ha significado esta grave situación.
En la presente edición se incorporán diez trabajos de investigación escogidos
como los de mayor aporte y contribución al tratamiento de la temática. Todos
ellos constituyen textos originales con fuentes inéditas de información, los cuales
XV
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
o han desarrollado una fuente primaria mediante el levantamiento de encuestas,
sondeos, entrevistas de profundidad y grupos focales, o han sido capaces de enriquecer algunas encuestas y cuantificaciones previas con nuevas informaciones
complementarias que aportaron novedosos datos para enriquecer el análisis.
Sin embargo, lo más relevante aquí es destacar que, las diez investigaciones constituyen un nuevo enfoque en el tratamiento de un viejo problema
y con un nivel de profundidad, análisis y riqueza de información que, sin
duda, harán una contribución al debate que, sobre las migraciones, debe
mantenerse en la agenda de discusión de la sociedad dominicana. Debemos
señalar el esfuerzo de los autores en resumir sus investigaciones en un tercio
de su extensión para cumplir con las normas de la publicación.
Dada la amplitud del material y la extensión de los trabajos de investigación, los editores, con el propósito de facilitar la lectura y el manejo de
los mismos, decidieron publicarlos en dos tomos. En el tomo I se incorporan
cinco (5), cuatro (4) de ellos relativos a la mano de obra haitiana en la construcción y en el mercado laboral, y las mujeres en los quehaceres domésticos,
así como un último (1) trabajo sobre pobreza y desigualdad.
En el tomo II se incorporan las otras cinco (5) investigaciones; dos (2)
referidas a la participación de inmigrantes haitianos en la educación básica,
una (1) sobre los haitianos en la educación superior, y las otras dos (2) referidas, una (1) a la emigración de dominicanos a España, y la otra (1) a la
inmigración de múltiples nacionalidades extranjeras no insulares al país.
Siete de estos trabajos constituyen el resultado de estudios avalados por
universidades y reconocidos centros de investigación, dirigidos por profesionales
de larga tradición. Los restantes, corresponden a participantes individuales,
ampliamente reconocidos como estudiosos de las ciencias sociales en el país.
El discurrir de la historia de los pueblos del mundo está ligado a los movimientos de grandes contingentes humanos que han ido poblando y repoblando
territorios, movidos por diferentes causas y razones, ya sean estas políticas,
XVI
TOMO I
económicas, geográficas o a consecuencia de grandes crisis o catástrofes naturales o creadas por el hombre.
La República Dominicana, aún siendo una nación insular, ha recibido
corrientes de inmigrantes de diferentes naciones, aunque la de mayor cuantía
proviene de la vecina República de Haití, la cual ha aumentado de forma
sustancial en las últimas décadas. Este incremento se ha debido a condiciones
propias de la inestabilidad política, económica y social que ha experimentado dicho país, unido a determinadas circunstancias del mercado de trabajo
dominicano, principalmente en algunas áreas de baja productividad, como el
azúcar, las construcciones y ciertas labores agrícolas.
Sin embargo, en los últimos años, esa población inmigrante se ha ido expandiendo por casi todas las demás actividades del quehacer económico-social de
la nación.
Algunas coyunturas históricas han sido causantes de generar movimientos
de emigración (inmigración desde y hacia la República Dominicana). Entre
estas coyunturas que ejemplifican el resultado de ciertas políticas migratorias
en el pasado, podemos citar el albergue ofrecido por el Dictador a determinados grupos poblacionales afectados por acontecimientos históricos y políticos,
como lo fueron la acogida de españoles cuando la guerra civil republicana; la
de judíos-alemanes en ocasión de la persecución nazi, y la de japoneses para
impulsar asentamientos agropecuarios.
De igual modo, el desarrollo del turismo en la República Dominicana
durante las últimas décadas ha traído consigo un número importante de inmigrantes de múltiples nacionalidades, principalmente europeos, los cuales se
han establecido en el país, muchos de ellos bajo un estatus de ilegalidad.
Cuatro trabajos se enfocan en el estudio de la incidencia de la mano
de obra haitiana en el mercado laboral dominicano: el de la profesora Isis
Duarte y el del Centro Bonó, a cargo de Milka Cuello y Felipe Santos,
sobre la mano de obra haitiana en el sector construcción; el trabajo de la FaXVII
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
cultad Latinoamericana de Ciencias Sociales –FLACSO-, realizado por
Bridget Wooding y Alicia Sangro, que estudia la participación de la mujer
haitiana en el servicio doméstico, y el de Jaime Aristy Escuder más referido
al mercado laboral en su conjunto.
La construcción se ha consagrado como polo de atracción de la nueva inmigración haitiana, ya que hasta hace algo más de una década, la mayoría de la
fuerza laboral en este sector era dominicana (77%) y provenía de corrientes
migratorias internas originadas en las zonas rurales del suroeste y norte del
país, mientras solo un 23% era de nacionalidad haitiana.1
No obstante, a partir de los fuertes movimientos migratorios de la mano
de obra dominicana para Puerto Rico, Nueva York y otros destinos, en el
sector construcción: “…se ha venido verificando una escasez de esta mano
de obra nativa que se acentúa a partir de la década de los 90, ya que, a
partir de las condiciones laborales imperantes en el sector y bajo el efecto de la
migración dominicana hacia el exterior, la mano de obra nativa desarrolla
nuevas estrategias laborales y de reproducción”.2
El obrero haitiano que en la actualidad labora en la construcción no
forma parte de un flujo migratorio circular de tipo estacional que en tiempo
muerto se desplaza a esta actividad, para luego retornar al sector azucarero;
por el contrario, ingresa a la sociedad receptora para buscar trabajo en las
principales ciudades dominicanas, básicamente en el sector construcción y
disfruta...“de mayor movilidad laboral y territorial, incluyendo el retorno
esporádico a su país de origen”. 3
En relación a la inmigración haitiana, el trabajo del Centro Bono4 pone
de relieve la existencia de una clara segmentación en el uso de la mano de
1. “La mano de obra haitiana en la construcción: características, valoraciones y prácticas”,
Duarte, Isis.
2. Ibídem.
3. Ibídem.
4. Costos y beneficios de la mano de obra haitiana, SJRM-Centro Bonó: Cuello, Milka;
Santos, Felipe.
XVIII
TOMO I
obra en la construcción, de tal manera que la mano de obra local se utiliza
en los trabajos de mayor nivel de calificación y, por tanto, de mejores salarios;
mientras que la mano de obra haitiana es utilizada en los trabajos más
fuertes y peores pagados, demostrándose que no existe efecto desplazamiento
alguno. Por igual, a la mano de obra haitiana no se le otorgan los beneficios
de la seguridad social, la legislación de accidentes de trabajo ni otras compensaciones consignadas en las leyes laborales del país.
La migración femenina ha aumentado de manera significativa a nivel
mundial en las últimas décadas, a tal punto que, según el estudio realizado
por las investigadoras5, constituye aproximadamente la mitad de la población de 190 millones de migrantes globales. Fuentes consultadas revelan
que en todas partes del mundo la mujer migrante ha experimentado varias
formas de discriminación y exclusión.
¿Cómo se caracterizan y cuál es la situación de las mujeres migrantes
haitianas que se desempeñan en el servicio doméstico en las ciudades de Santo
Domingo, Santiago de los Caballeros y Dajabón? El 16.1% de las mujeres
migrantes trabajadoras haitianas estaban ocupadas en el servicio doméstico,
y de estas, un 22% se encuentran en Santo Domingo y Santiago.
El estudio pone de manifiesto el proceso de feminización de la migración
haitiana, las diferencias en términos de derechos laborales adquiridos, en el
caso dominicano en relación al haitiano, así como la naturaleza y características de esta migración en términos socieconómicos y culturales.
Las investigadoras han presentado un estudio que se destaca no solo por la
rigurosidad analítica y empírica, sino por la profundidad del carácter cualitativo y el formato de presentación de los resultados en una matriz original en
la que incluyen las conclusiones, recomendaciones y actores responsables para
la puesta en ejecución de nueve componentes que estiman esenciales. A la
vez, cabe resaltar el hecho de que el estudio establece con claridad el rol de los
5. La presencia de las mujeres migrantes haitianas en el servicio doméstico en la República
Dominicana, FLACSO: Wooding, Bridget; Sangro, Alicia.
XIX
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
diferentes protagonistas de la sociedad haitiana en la búsqueda de soluciones
a la problemática planteada.
¿Cuál es el impacto de la inmigración haitiana sobre el mercado laboral
y las finanzas públicas en la República Dominicana?6 Según el resultado
de las investigaciones y cuantificaciones realizadas por el autor, se evidencia
que los empleadores contratan mano de obra haitiana porque eleva la rentabilidad de sus operaciones de construcción o comerciales. En sentido general,
se puso de manifiesto que el beneficio de los negocios se incrementa al usar la
oferta laboral inmigrante.
Resulta novedosa la utilización de ejercicios de estimación econométrica
para establecer algunas relaciones causales de vital interés para el estudio del
mercado laboral, a saber: la reacción del retorno de capital invertido como
una función de la inmigración haitiana y la relación de sustituibilidad entre
mano de obra dominicana y haitiana y su impacto en las remuneraciones e
ingresos.
Los resultados arrojados por la investigación determinaron que un incremento de un 10% en la inmigración, provocaría que el salario promedio de
los trabajadores dominicanos se reduzca en un 3.7%. Esto significa que la
inmigración haitiana eleva el grado de desigualdad del ingreso en el país; es
decir, aumenta la remuneración del capital y de la mano de obra calificada y
reduce los ingresos laborales de los trabajadores menos calificados.
Tres de estos trabajos se refieren a la inmigración y la educación en sus
diferentes manifestaciones, desde el que trata sobre los estudiantes haitianos
en la educación superior presentado por el profesor Frank D´Oleo; hasta
los interesantes análisis sobre la inmigración haitiana y la educación básica, como son los presentados por Lilian N. García Márquez y Víctor
Ml. Brens Paulino de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra
6. Impacto de la migración haitiana sobre el mercado laboral y las finanzas públicas de la
República Dominicana, Aristy, Escuder, Jaime.
XX
TOMO I
— PUCMM— a través del CEUR,7 y el de Raymundo González, Josefina Zaiter y Mónica González del Centro Cultural Poveda.
En relación a la presencia de niños haitianos en la escuela básica, ambos
trabajos se fundamentan en algunos estudios, a través de herramientas cualitativas y cuantitativas; a partir de las cuales se plantean un conjunto de hallazgos
e interrogantes que arrojan resultados de interés para la problemática, y sugieren retos para nuevos aportes de mayor profundidad, entre los que destacan la
importancia numérica, la erogación presupuestaria del Estado, la documentación requerida para fines de inscripción, y el rendimiento escolar, entre otros.8
En los resultados de estos estudios se advierte además una convivencia
escolar positiva entre alumnos haitianos y dominicanos. No hay indicios de
discriminación en cuanto el alumno percibe la actitud del maestro, y no hay
evidencia de rechazo a los niños haitianos por razones de exclusión. Asimismo, existe una gran deserción escolar que se manifiesta principalmente
después de dos o tres meses de iniciadas las clases en agosto y luego de las vacaciones de Navidad. El alumno haitiano deja de asistir a clases con mayor
frecuencia que el dominicano.
Contrario a los estudios sobre educación básica, el de educación superior9
refleja algunos hallazgos contradictorios. Por un lado, se evidencian patrones
de integración y comunicación entre estudiantes de ambas nacionalidades
y por otro lado, se puso de manifiesto la percepción de algunos grupos de
estudiantes haitianos sobre ciertos tratos discriminatorios de parte de sus
compañeros.
7. Centro de Estudios Urbanos y Regionales.
8. Inclusión de niños inmigrantes haitianos en el sistema escolar dominicano: escuelas públicas y
privadas de zonas urbanas de Santiago de los Caballeros, Puerto Plata y Dajabón, PUCMMCEUR: García Márquez, Lilian N., Brens Paulino, Víctor Ml.; La migración y sus repercusiones en la escuela: análisis de la situación y de las percepciones de cambio social, Centro
Cultural Poveda: González, Raymundo; Zaiter, Josefina; González, Mónica.
9. Los estudiantes universitarios haitianos en la República Dominicana, D´Oleo, Frank.
XXI
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
La realidad es que tanto la universidad pública como las privadas están
recibiendo en sus aulas un número cada vez más creciente de estudiantes
haitianos, con una participación heterogénea en cuanto a las ramas profesionales, y un desempeño académico que no refleja diferencias con respecto al
estudiante de origen dominicano.
Los otros tres trabajos se refieren a temas novedosos y especializados
tal como el de Francisco I. Cáceres Ureña, Francisco B. Báez Evertz y César A. Caamaño Díaz presentado por Pro-Familia sobre los movimientos
migratorios de procedencia extrainsular; el que se refiere a la migración a
España a cargo de Alejandro Martínez y Alicia Sangro, del Centro Bonó,
y el de Ramonina Brea y Joel Arboleda presentado por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra –PUCMM–, recinto Santo Tomás de
Aquino en Santo Domingo, a través del CUEPS,10 y el Grupo de Consultoría Pareto, sobre remezas, pobreza y desigualdad.
La Otra Migración,11 es un estudio sobre la corriente de inmigración
de procedencia extra-insular que analiza, con datos de carácter cuantitativos y cualitativos, los niveles de inmigración procedentes de naciones europeas, latinoamericanas, árabes y asiáticas; en la que destacan los perfiles
socioeconómicos y culturales, los patrones socio-históricos, los niveles de inserción social y económica, y el rol integrador que han venido desempeñando en
las diferentes comunidades etno-nacionales donde se han concentrado.
Con excepción de la haitiana, la población inmigrante no insular en la
República Dominicana es bastante reducida, no excediendo el cinco (5) por
ciento de la población total del país, siendo los grupos más representativos
los venezolanos (21%), norteamericanos (13%), puertorriqueños (12%),
españoles (10%), e italianos (10%), quedando los demás inmigrantes por
10. Centro Universitario de Estudios Políticos y Sociales.
11. La otra migración: estudio sobre las corrientes de inmigración de procedencia extra-insular
y la integración social y económica de los inmigrantes de las principales comunidades etno-nacionales, PROFAMILIA: Cáceres Ureña, Francisco I; Báez Evertz, Francisco B.;
Caamaño Díaz, César A.
XXII
TOMO I
orden de importancia en los nacionales provenientes de Cuba, Alemania,
Colombia, China, y Francia.
Todos los grupos de inmigrantes se han integrado a la sociedad dominicana y desarrollan actividades económicas, sociales y culturales sin ningún tipo
de limitaciones; por el contrario, se reporta que un alto porcentaje de ellos
reciben de las diversas fuentes institucionales más apoyo y facilidades que sus
homólogos dominicanos.
El trabajo del Centro Bonó12 estudia los movimientos migratorios de dominicanos a España y analiza las características de nuestra diáspora en esa
nación europea, la cual resulta de gran interés por la creciente importancia
que ha venido cobrando esta emigración.
República Dominicana se caracteriza por ser un país tanto receptor como
emisor de migrantes. El Informe Nacional de Desarrollo Humano (2005)
para República Dominicana estimó que en el año 2000, la emigración dominicana alcanzó casi el millón de personas, estimación que para algunos
resulta moderada. De esta cantidad, un 5% reside en España, país que
ocupa el tercer lugar entre los receptores de emigrantes dominicanos luego de
Estados Unidos (73%) y Puerto Rico (8%). Al igual que otras naciones de
Europa, esta población presenta un alto índice de feminidad.
España comenzó a ser un importante destino de migración de dominicanos
luego de que Venezuela dejó de ser opción por la crisis económica presentada
en la década de los años 80 y porque Estados Unidos fue aumentando los
requisitos de documentación para entrar a su territorio. A mediados de la
referida década, España experimenta una situación de bonanza económica,
factor que se fortalece con la incorporación de este país receptor a la Comunidad Europea.
12. Migración a España y Remesas, SJRM-Centro Bonó: Martínez, Alejandro; Sangro, Alicia.
XXIII
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
En el caso de la emigración a España, las provincias de Barahona y
Bahoruco se caracterizan por el flujo de mujeres migrantes hacia ese país.
Ambas provincias están ubicadas en la región más empobrecida de nuestro
territorio, en la frontera con el vecino Haití.
Las remesas enviadas por la diáspora tienen un impacto de primera
importancia en la economía de República Dominicana.13Al momento del
estudio el 10.2% de los hogares eran receptores de remesas, las cuales se
destinaban a alimentación (75%), salud (4%), educación (5%), vivienda
(7%) y a otras necesidades (8%).
Como parte de los resultados de este estudio, se indica que tanto el nivel
de legalidad como el educativo es mayor que en otras migraciones. En efecto,
en la última década, la población dominicana en España se ha multiplicado
por cinco, de la cual el 69% poseía tarjeta de residencia. En la actualidad,
un tercio del total de residentes está nacionalizado español; el 10 % de los
trabajadores tiene estudios superiores, mientras aproximadamente el 45 %
tiene estudios medios, técnicos o mayores al nivel básico.
Finalmente, incorporamos un trabajo de investigación14 que si bien no pertenece directamente a esta materia, sino a la relacionada con la apertura comercial, ha sido incluida por su vinculación con la temática del libro. Se trata
del resultado de un esfuerzo conjunto entre el Grupo de Consultoría Pareto y
la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, a través del CUEPS.
En ese trabajo se hace una muy interesante relación entre el comportamiento de los grupos sociales de emigrantes y cómo los mismos se diferencian,
dependiendo de las características propias de las regiones de donde proceden y
de la condición socioeconómica de dichos migrantes.
13. Para el año 2003, al país ingresaron por remesas familiares US $2,060.5 millones, lo cual representó 10% del PIB, mientras para el año 2009 ingresaron por
este concepto US $3,041.5 millones, lo que significó un 6.5% del PIB.
14. Remesas, pobreza y desigualdad: una perspectiva desde los hogares y las regiones de la
República Dominicana, PUCMM –CUEPS/ Grupo de Consultoría Pareto: Brea,
Ramonina; Arboleda, Joel.
XXIV
TOMO I
En arreglo a consideraciones y patrones de similitud en los comportamientos, características socioeconómicas y culturales, el indicado trabajo hace una
clasificación de los grupos de emigrantes dominicanos, según la incidencia de
categorías tales como, la pobreza de ingresos, grado de urbanización, concentración urbana y el peso de la mujer en la migración. Para tales fines, se
destacan los efectos en al menos cuatro de las dimensiones estudiadas: las condiciones de la vivienda, la estructura familiar, la ocupación de los miembros
y la condición de pobreza de ingresos en el hogar.
Tal y como indica el referido estudio, es evidente que el impacto de la
migración en general, y de las remesas en particular, tiene un sabor agridulce
en las comunidades de origen. Se evidencia que las remesas parecen actuar
como un fondo salarial compensatorio para los hogares que ven mejorar su
situación, sobre todo aquellos de regiones menos favorecidas económicamente.
Si bien es cierto que los hogares receptores de remesas destinan una porción
mayor de sus ingresos a la salud y la educación, su impacto no puede considerarse significativo ni en términos de salud preventiva e incorporación a
una mayor protección social (seguros médicos), si no más bien a ofrecer una
respuesta puntual y coyuntural. Asimismo, tampoco se traduce en cambios
cualitativos en materia educativa.
Por otro lado, es importante considerar que el perfil de las comunidades ha
cambiado interna y externamente en los últimos veinte años. Es muy notorio
el desarrollo inmobiliario, la aparición de negocios relacionados con la migración, como ferreterías, dealers de carros y motocicletas, centros de diversión,
comercios de alimentación, entre otros.
La presente publicación “Los movimientos migratorios desde
y hacia la República Dominicana” constituye un primer esfuerzo
del FIES en materia de migración que, además de abrir las puertas al debate y la discusión amplia, franca y plural, evoca la antesala de una serie de
estudios, análisis y ponderaciones sobre la problemática económica y social
del país. Esperamos que tanto las discusiones y debates que generarán estas
investigaciones, como las próximas por venir, permitan que los dominicanos
XXV
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
profundicemos el estudio de nuestras realidades económicas y sociales y podamos ofrecer una mejor respuesta como nación.
Ing. Juan Temístocles Montás
Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo
y Presidente del Consejo Directivo del FIES
XXVI
Introducción:
Las Rutas de la Inmigración
La presente publicación reúne, en dos tomos, los principales resultados de las
investigaciones realizadas en torno a la inmigración en República Dominicana, presentados en el marco de la primera convocatoria del FIES, en su
programa de estímulo a la investigación socioeconómica en torno a la agenda
de desarrollo dominicano. Dichos estudios resumen los principales hallazgos
y presentan un perfil bastante completo de cada una de las investigaciones
realizadas en la primera convocatoria.
Los resultados de las investigaciones son más que halagadores. De hecho,
bien miradas las cosas, constituyen un hito en la escasa tradición de investigación empírica en ciencias sociales en el país y, a su vez, la estimulan. Establecen un hito puesto que, por primera vez, se ha emprendido un programa tan
vasto de estudios de un tema harto delicado como el de la inmigración, sobre
todo de trabajadores haitianos. Estimulan, porque sus hallazgos y reflexiones
no solo aclaran y responden interrogantes, sino porque nos retan con nuevas
inquietudes que de seguro moverán a nuevas investigaciones, siendo esta una de
las principales virtudes de toda buena investigación: interrogarnos y dudar.
No es que hasta este momento no existiera en el país un acopio de estudios
empíricos de calidad. Todo lo contrario, esos esfuerzos existen, han dado frutos importantes y, de hecho, han definido el marco orientador de los esfuerzos
de investigación de los que aquí se reúnen sus principales resultados. Esta
tradición de investigación previa se hace evidente en el caso de la inmigración
haitiana, la cual a lo largo de más de cincuenta años se ha estudiado desde
ópticas diversas.
XXVII
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Con el fin de ubicar al lector en el contexto que orienta los resultados de las
investigaciones reunidas en ambos textos, presentaremos un breve resumen
del tratamiento que históricamente ha tenido el tema inmigratorio en el país
desde los años sesenta de la pasada centuria a nuestros días. A seguidas,
reflexionaremos acerca del alcance y valor de los hallazgos alcanzados en los
estudios que se comentan, para concluir con un par de notas acerca de los
retos futuros que estos estudios nos plantean.
La evolución del debate migratorio nacional
Tras la destrujillización del país en los años sesenta, y durante toda la década de los setenta, la llamada “cuestión haitiana” fue abordada por la moderna y emergente historiografía nacional, con contribuciones decisivas al estudio
de las relaciones inter/estatales domínico-haitianas, por historiadores como
Hugo Tolentino Dipp, Franklyn Franco, Emilio Cordero Michel y Frank
Moya Pons, entre otros. Esos estudios concentraron sus esfuerzos en torno
a la cuestión nacional. En los setenta, los esfuerzos de investigación fueron
más de alcance antropológico y sociológico, distinguiéndose las contribuciones
pioneras de Andrés Corten, Isis Duarte, Magda Acosta y Frank Marino
Hernández. Ya en los ochenta, y sobre todo en los noventa, la investigación
empírica se profundizó con modernas técnicas de encuestas y procedimientos cuantitativos de medición. Es esencial destacar aquí que estos estudios
concentraron su “mirada” en torno a la realidad del batey, la economía y
el sistema de plantación azucareros, puntos de articulación del sistema de
inmigración de jornaleros haitianos desde principios del siglo XX.
En torno a la cuestión de la inmigración se produjeron en esos años estudios
fundamentales, hoy referencias clásicas, como los libros de Báez Evertsz1,
de Martin Murphy2 y de Moya Pons3. A partir de esa tradición, se fue
1. Báez Evertsz, Franc (1986): El Bracero Haitiano en la República Dominicana. Editora Taller, Santo Domingo.
2. Murphy, Martin (1986): Dominican Sugar Plantation: Production and foreign Labour
Integration. Praeger Publishers, N.Y.
3. Moya Pons, Frank, et al. (1986): El Batey. Estudio socioeconómico de los bateyes del
Consejo Estatal del Azúcar. Fondo para el Avance de las Ciencias Sociales. Impresión Amigo del Hogar, Santo Domingo.
XXVIII
TOMO I
articulando en los años noventa una nueva agenda, cuyo punto de inflexión
lo marcó la reflexión del seminario de 1991 organizado por la FLACSO4.
En ese encuentro se pasó balance a la cuestión inmigratoria, apreciándose
que los déficits de investigación iban más allá del tema de la cuantificación de
inmigrantes; se adentraban en la cuestión del sistema inmigratorio; exigían
la profundización de su antropología; reconocían el déficit en la incorporación
de la cuestión de género, y plantearon la problemática de las políticas de inmigración, cuyos ejes centrales se concentran en la acción estatal.
Ahora bien, la dinámica misma de la inmigración estaba cambiando, y este
nuevo proceso se inició con la orientación de los flujos que, en los años noventa, serían claramente visualizados. En este sentido, ya a mediados de los
ochenta, Báez y Lozano5 analizaron la presencia de la inmigración haitiana
en la cosecha cafetalera y en 1998 Lozano6 analizaría la inmigración en la
cosecha arrocera.
Con el declive de la industria azucarera la dinámica de la inmigración no
solo redefinió sus flujos hacia otros cultivos agropecuarios como el arroz y el
café, sino que se reorientó hacia la economía urbana. Con ambos cambios,
la inmigración pasó a conectarse a la dinámica y racionalidad económica de
los mercados de trabajo de base, impactando la economía informal urbana y
recomponiendo la oferta de trabajo rural, resolviendo de hecho los problemas
de escasez estacional de trabajadores rurales provocados, entre otros factores,
por la crisis del minifundismo precarista de base campesina.
4. Lozano, Wilfredo (editor) (1992): La cuestión haitiana en Santo Domingo. Migración
internacional, desarrollo y relaciones inter-estatales entre Haití y la República Dominicana.
Programa FLACSO-República Dominicana-Centro Norte-Sur Universidad de
Miami. Santo Domingo.
5. Lozano, Wilfredo (1990): Lozano, Wilfredo y Franc Báez Evertsz: Migración
internacional y economía cafetalera. Estudio sobre la migración estacional de trabajadores haitianos a la cosecha cafetalera en la República Dominicana. CEPAE, impreso por Editora
Taína. Santo Domingo, 1985.
6. Lozano, Wilfredo (1998): Jornaleros e inmigrantes. Instituto Tecnológico de Santo
Domingo.
XXIX
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
A estos cambios en la base económica y laboral se asociaban cambios de
carácter sociopolítico que redibujaron la coyuntura migratoria de los noventas
hasta nuestros días. Por lo pronto, la visibilidad del fenómeno migratorio
lo colocó como objeto de atención de la opinión pública. En una tradición
política autoritaria y tradicionalista como la dominicana, el debate político
pronto asumió la visibilidad de la cuestión migratoria. Sin embargo, con esa
asunción emergían a su vez fenómenos poco debatidos a nivel nacional y que
se mantenían como coto privilegiado de la reflexión académica. De esta manera, la generalización del fenómeno inmigratorio haitiano pronto visibilizó
la condición de exclusión social y de violaciones de derechos humanos en que
reiteradamente se encontraban envueltos dichos inmigrantes, sobre todo los
indocumentados o irregulares, así como hizo visible la problemática de la
adscripción nacional de sus descendientes.
En esta nueva situación hizo bandera en sectores políticos y, en general, produjo debates acalorados que si bien tuvieron la virtud de plantear la cuestión
inmigratoria en su dimensión política, subjetivizó en muchas ocasiones los
términos mismos de la discusión, oscureciéndola en ocasiones, partidarizando
en otras las dimensiones del debate y, en general, provocando una reacción
defensiva de las élites ante las críticas internacionales que se abrían paso.
De todos modos, ya desde el seminario CIES/FLACSO del 20087, se
vio claro que otros asuntos eran, si no iguales en importancia, al menos
merecían tanta atención como la inmigración en lo relativo al tema de las
relaciones con Haití. De esta forma, esfuerzos inter-estatales como el de la
Comisión Mixta Bilateral se visibilizaron como mediación necesaria para
el acercamiento de los dos estados en la discusión de su compleja agenda; la
frontera se hizo un fenómeno visible en su importancia política y económica,
a partir de la coyuntura de los noventa; el desarrollo sostenible y el desarrollo
local se asumieron como objetivos necesarios para el desarrollo fronterizo, y,
en general, el tema inmigratorio quedó envuelto en una agenda más amplia,
7. Lozano, Wilfredo y Wooding (2008): Los retos del desarrollo insular. Desarrollo sostenible, migraciones y derechos humanos en las relaciones domínico-haitianas en el siglo XXI.
Santo Domingo: FLACSO-CIES.
XXX
TOMO I
relativa a las relaciones entre ambos estados, las conexiones entre las dos
economías y las articulaciones societales entre los dos pueblos.
El inicio del siglo XXI replanteó el tema inmigratorio. Esta vez, atrapado
en la compleja agenda que la globalización como fenómeno planetario imponía al país. Por lo pronto, ya desde los años ochenta y, sobre todo en los
noventa, se asumía que la República Dominicana era una nación migratoria
por doble partida, pues no solo la inmigración se había generalizado en sus
impactos económicos debido al ingreso periódico de miles de trabajadores
haitianos, sino que otras nacionalidades estaban incidiendo en esta dinámica,
como eran los casos de la inmigración china, cubana, colombiana y europea,
entre otras. A esto se añadía el ingreso anual de miles de turistas, en torno
a una economía turística que se había constituido en el eje central de nuestras
exportaciones de servicios como economía abierta. La otra dimensión del fenómeno migratorio era la emigración de dominicanos. Los Estados Unidos
fueron el centro de esa emigración, pero en los noventa, Europa, Puerto Rico y
Venezuela concentraron también importantes núcleos de dominicanos emigrantes. Con la emigración se abrió una nueva carpeta de impactos en la economía y
la sociedad: de un lado, se apreció la creciente importancia de las remesas como
fuente de divisas, mientras, por otro lado, se había creado un verdadero sistema
de relaciones transnacionales entre la comunidad dominicana en el exterior (la
diáspora) y el país, constituyendo así verdaderas comunidades transnacionales,
como temprano advirtiera Portes en un libro pionero8.
De alguna forma, la transnacionalización del país ha obligado a reconocer,
con nuevos lentes, el fenómeno inmigratorio que nos ocupa, apreciando que el
mismo no es patrimonio exclusivo de la nación, sino que forma parte de los
cambios en el orden global, donde las migraciones internacionales ocupan un
lugar destacado. Por otro lado, la globalización demostró que la inmigración
no solo producía impactos económicos sino que su gobernabilidad estaba
condicionada por un sistema de compromisos del Estado con instituciones del
sistema internacional, que ponía en la agenda el tema de los derechos huma8. Portes, Alejandro y Guarnizo, Luis (1991): Capitalistas del Trópico. Santo Domingo: FLACSO
XXXI
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
nos de los migrantes como requisito del funcionamiento mismo de
los sistemas migratorios. Esto, unido a los impactos de la emigración ya destacados, ha tenido consecuencias en la agenda política,
en parte debido a la creciente participación de la diáspora dominicana en los debates nacionales y su poder de apoyo y financiación
al sistema de partidos dominicanos, en parte por la importancia
adquirida por el tema de los derechos humanos en la globalización
que incide directamente en el manejo de las políticas migratorias
del estado. Por ambos caminos, aunque en vertientes distintas, el
contexto de la globalización en que se mueve la República Dominicana, como economía abierta y sociedad transnacionalizada, ha
introducido en la agenda política el tema migratorio, sobre todo en
su dimensión inmigratoria.
De esta forma, el tema de las políticas migratorias se ha ido abriendo paso y como consecuencia de ello, en gran medida, unido a la creciente importancia del comercio haitiano como segundo destino de
nuestras exportaciones, y las crisis políticas recurrentes del vecino
país, la cuestión de la inmigración ha venido incidiendo en el debate
político en torno a las relaciones con Haití, planteando a su vez la
discusión acerca de sus impactos y consecuencias para el desarrollo.
Es de esta manera cómo una nueva carpeta de interrogantes en torno a la inmigración se ha abierto paso: los costos de la inmigración
y sus impactos en materia de desarrollo económico y social.
En la actual coyuntura, y sobre todo tras la tragedia del terremoto
en Haití en enero del pasado 2010, la cuestión migratoria se recontextualiza en el país. Por lo pronto, ha replanteado las relaciones
entre el Estado y el sistema de organizaciones de la sociedad civil
que trabajan la cuestión de los derechos de las minorías inmigrantes, los derechos humanos y, en general, la cuestión migratoria. Ha
abierto espacios de diálogo y compromisos entre estos actores con el
Estado y sus relaciones con el estado haitiano, fortaleciéndose lazos
de cooperación y entendimiento recíprocos. El Estado dominicano
XXXII
TOMO I
se ha visto, a su vez, obligado a introducir en su agenda la cuestión
de las políticas migratorias en un marco de derechos humanos como
requisito sine quanon de su eficacia en materia de políticas; aunque
dicho sistema permanece disperso en su gestión, y su andamiaje legal
entraña un incierto porvenir, como es el caso de la ley de migración
285-04. La prensa y los medios de comunicación han ido también
apreciando un cambio en el tratamiento del tema: de reacciones xenófobas unas veces, tradicionalistas otras, y temerosas la mayoría de
ocasiones, ha venido comprendiendo el fenómeno migratorio en su
dimensión global y en su naturaleza ligada al desarrollo.
Queda mucho por recorrer en esta materia, pero del rechazo puro
y simple de la realidad de la migración como fenómeno ligado al
desarrollo y a la argumentación del tema ideológico de las invasiones silenciosas, el país ha venido reconociendo la importancia de
estudiar objetivamente sus impactos; analizar los problemas que
genera, y crear las condiciones institucionales adecuadas para su
manejo. El camino ha estado poblado de escollos, pero visto de esta
manera, hoy estamos situados en una perspectiva más cercana a un
mejor trato de los inmigrantes y sus descendientes; hoy estamos en
mayor capacidad de reconocimiento de que nuestros emigrados merecen mejor trato en sus destinos y que en ambos casos, el país requiere
coherencia de las políticas de Estado para gobernar con eficacia un
fenómeno a todas luces complejo, pero que llegó para quedarse como
un capítulo importante de la agenda global del desarrollo.
Comentando los hallazgos
Es este el contexto en que deben ubicarse los dos volúmenes que publica el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. Si lo
apreciamos no solo considerando la calidad de los hallazgos que podemos reconocer desde la perspectiva académica, sino también entendiendo su significado desde el punto de vista del compromiso estatal
con las buenas políticas públicas.
XXXIII
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
No nos proponemos resumir el contenido de los diversos trabajos
reunidos; de alguna manera el interesante prólogo del ministro Temístocles Montás me ha ahorrado esa tarea. Nos concentraremos
solo en algunos aspectos de tipo analítico.
Por lo pronto, ambos libros revelan cómo el tema de la migración
como fenómeno social es complejo y diverso. Esto se aprecia en la
diversidad temática que abordan los autores, y sus estrategias metodológicas. En primer lugar, se aprecia que el fenómeno inmigratorio, principalmente, no se reduce a la inmigración haitiana, puesto que, como demuestra
el estudio de Cáceres y Báez Evertsz, otras inmigraciones tienen un impacto
significativo en la economía y en la sociedad. El otro asunto es el tema de
la exclusión social de los migrantes y sus descendientes. La condición de exclusión de los migrantes es abordado desde diversas perspectivas y enfoques:
desde la propiamente socioeconómica en los ámbitos laborales, como revelan
los estudios de Duarte, de Cuello y Santos y de Aristy Escuder, hasta los niveles vinculados a la educación y los procesos de inclusión social en la escuela,
como los estudios de González, Zaiter y González.
Un aspecto novedoso del presente libro es el reconocimiento de la dimensión
de género del fenómeno migratorio, no sólo en el sentido de reconocer la creciente importancia de la mujer migrante en la dinámica de los flujos, sino en
apreciar que la mujer ha sido el gran invisible en el estudio de tales procesos,
ya que la misma desempeña un rol central en la articulación de los circuitos
y dinámicas de la inmigración. Este es un asunto sobre el que debe insistirse. El estudio de Wooding y Sangro coloca bien el acento al visibilizar el
problema del enfoque de género, bajo la discusión de la feminización de la
migración, aunque vale la pena comentar que la feminización que las autoras
descubren no es la demográfica, ya que la inmigración haitiana al país sigue
siendo un modelo clásico de ingreso periódico de mano de obra masculina,
joven y soltera. La feminización de la que hablan las autoras es más compleja e interesante: se trata de la dimensión social del fenómeno en el que la
mujer desempeña un rol de primer orden en la articulación de los sistemas
migratorios. A su vez, ciertamente, las autoras descubren la creciente imporXXXIV
TOMO I
tancia de la mujer, ahora como sujeto económico, en circuitos específicos como
el pequeño comercio y la economía informal.
Un aspecto relevante de los estudios, sobre todo en los trabajos de Duarte y
Aristy Escuder, es la preocupación por el análisis del impacto demográfico de
la inmigración; los resultados no son concluyentes, como reconoce claramente
el segundo, pero todos los autores parecen estar de acuerdo en un punto: la
inmigración haitiana, al generalizarse a todo el contexto nacional e impactar
áreas del mercado laboral con demanda masiva de mano de obra como las
construcciones y la agropecuaria, no solo se ha hecho visible a las élites y
medios de opinión, sino que, muy posiblemente, su peso demográfico es hoy
creciente.
En el análisis de los flujos, Duarte reconoce que los mismos se orientan
hoy hacia otros circuitos productivos y laborales, como las construcciones y
la agropecuaria de exportación. Aprecia que esto rompe la dinámica de
movimiento circular que fue propia del circuito productivo que ligaba la
producción azucarera dominicana a la mano de obra campesina haitiana.
Su apreciación es en general correcta, y otros estudios que la han precedido
ya lo han apuntado, como es el Báez y Lozano del 2008, pero debe hacerse
la salvedad de que el abandono de la circularidad migratoria a que la autora
alude no implica que por ello el carácter circular del sistema de inmigración se
haya roto o desaparecido. De hecho, los datos que la misma Duarte maneja
indican que el grueso de los inmigrantes laborales haitianos mantienen lazos
periódicos con sus comunidades de origen y que esa conexión mantiene un
lazo circular en su dinámica, combinando ahora no a las azucareras dominicana y campesina haitiana, sino a economías urbanas y regionales de Haití
con circuitos laborales dominicanos en las ciudades como Santo Domingo y
Santiago y en ámbitos regionales específicos como la Línea Noroeste. De esta
forma la circularidad lo que ha hecho es cambiar su orientación, dimensión
e impactos, integrando espacios urbanos y regionales a nivel binacional, en
dinámicas periódicas de movilidad del trabajo a escala insular. De todos
modos, su trabajo aprecia, con brillantez, las complejidades del mundo del
trabajo en el sector construcción y precisa con meticulosidad su dinámica.
XXXV
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Aristy Escuder completa el análisis que proporciona Duarte, aportando
un estudio de índole económica acerca de los impactos de la integración del
trabajo inmigrante en los mercados laborales urbanos, específicamente en las
construcciones. Sus tesis no son concluyentes aunque sí sugerentes, indicando
que dicha integración rinde muchos beneficios a los empresarios del sector,
tiende a generar efectos negativos del trabajo de base al mercado laboral en
el sector construcción y frena el cambio tecnológico. Sus tesis deben llamar
la atención a los planificadores de nuestra economía, ya que establecen recomendaciones pertinentes para frenar las tendencias negativas de los impactos
migratorios, sobre todo en materia de políticas sociales y sugieren estrategias
para el mejor aprovechamiento de sus impactos positivos. En este último
sentido, los resúmenes reunidos en estos dos tomos se esfuerzan por presentar
no solo conclusiones de tipo general, sino que derivan de las mismas útiles
recomendaciones de política migratoria, de gestión laboral y modernización
del sistema educativo, de inclusión social, así como el adecuado manejo de una
política migratoria respetuosa de los derechos humanos.
Hay dos aspectos relevantes que, finalmente, es necesario destacar. El primero es relativo a la diversidad de estrategias metodológicas manejadas por los
autores y las autoras. Se distinguen así, metodologías cuantitativas apoyadas
en encuestas por muestreo, como se detallan en los trabajos de Duarte, Brea,
Arboleda y Aristy Escuder. Metodologías cualitativas en base a entrevistas
dirigidas y estrategias de observación de tipo etnográficas, como los trabajos
de Wooding y Sangro de González y Sangro. Estudios documentales como
los de D’Oleo y García y Brens. Análisis econométricos (Aristy Escuder)
y socio demográficos. En casi todos los trabajos se combinan también las
técnicas y análisis cuantitativos con estrategias cualitativas. En fin, se trata
de una rica gama de maneras de abordaje que enriquecen mucho el ejercicio
comparativo y el perfil general que se deriva de estos trabajos.
El último aspecto a destacar tiene que ver con el señalamiento de algunos
autores, sobre todo de Aristy Escuder, cuando plantean que en el campo de
estudio migratorio hay muchas lagunas informativas, datos poco sistematizados y series cuantitativas poco o nada sistemáticas, relativas a cuestiones
XXXVI
TOMO I
centrales como la movilidad estacional de ingreso de trabajadores, series salariales, información sobre acuerdos laborales, etc. Es importante que en
estas líneas no solo se estimulen nuevos estudios que continúen enriqueciendo
el acervo de conocimientos, sino que se tomen medidas institucionales que
permitan al Estado producir información estadística periódica en materia
migratoria. En la ley 285-04 se prevé la creación de un Instituto Nacional
de Migración que podría pasar a ser un espacio idóneo para generar este tipo
de información estadística.
Los retos de la investigación futura
El único estudio presentado en este libro que aborda el tema de la emigración
dominicana es un interesante trabajo sobre la emigración a España, el cual
nos brinda un panorama esclarecedor de ese proceso. Destaca en este análisis
los impactos de la emigración en materia de remesas y en las lógicas de inclusión a la sociedad española del migrante dominicano. A esto debe añadirse
el estudio de Brea y Arboleda sobre el impacto de las remesas recibidas en
los hogares de las familias de los emigrantes.
En esta convocatoria primaron los trabajos sobre la inmigración. Queda
pendiente un análisis sistemático como el que en este libro se presenta en materia inmigratoria, relativo a la emigración. En esta tarea debería estimularse experiencias de cooperación con universidades norteamericanas y españolas
que se encuentran analizando la inmigración dominicana en dichos países, y
esto podría constituirse en un objetivo del Fondo FIES. Asimismo, se deberían estimular estudios acerca de los impactos de la emigración dominicana
en nuestra sociedad y en la economía en ámbitos como las remesas, el capital
cultural, el transnacionalismo económico y, naturalmente, los impactos sociales negativos. Un campo particularmente interesante es el estudio comparativo de los costos y beneficios en materia inmigratoria y emigratoria en lo que
tiene que ver con el desarrollo humano y el crecimiento económico.
De la lectura de los trabajos reunidos se desprenden muchas interrogantes e
inquietudes que, como las que acabo de enunciar respecto a la necesidad de
XXXVII
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
mayores estudios sobre la emigración, permitan precisar ámbitos específicos
de las dinámicas migratorias como el relativo a sus impactos regionales, la
estacionalidad de la demanda, las políticas de control de ingreso de trabajadores, las articulaciones de redes y los procesos de articulación de los flujos en
cadenas de movilidad espacial y en términos de grupos primarios (familias,
amigos, organizaciones de la sociedad civil y religiosas) e intermediarios, entre otros. Asimismo, los hallazgos de este libro deberían estimular nuevos
estudios sobre el papel de la mujer en las experiencias migratorias contemporáneas, el cual es cada vez más importante en mercados laborales flexibles
y economías altamente informales. También deberían analizarse en estudios
comparativos a nivel regional la articulación entre el pequeño comercio, las lógicas de reproducción familiar y el género de los y las inmigrantes. Particular
interés debería tener la región fronteriza en sus conexiones con otras regiones
como el Cibao Central, el Sur y provincias como Barahona y Pedernales.
La experiencia de investigación cuyos hallazgos principales se presentan en
este libro constituyen un verdadero estímulo a la reflexión. Brinda esperanzas de que es posible en nuestro país producir políticas más racionales en esta
materia, que ayuden a un mejor manejo de las migraciones y a dignificar a
los migrantes, desde el punto de vista de los derechos que les asisten, sean
haitianos en Santo Domingo o dominicanos en New York. Estudios de esta
naturaleza son la base para la construcción de buenas políticas institucionales y de buenas decisiones que hagan gobernable el fenómeno migratorio.
Debemos felicitar la iniciativa del Ministerio de Economía, Planificación y
Desarrollo por la creación del FIES, por su apoyo a estos estudios y –nos
consta- por la completa libertad que en tan delicado asunto se aseguró de
brindar a los investigadores, respetando su independencia de criterio, metodologías y enfoques. Experiencias como esta deberían estimular en nuestro
sistema universitario el apoyo a programas de investigación e invito a las
autoridades del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo para
que, conjuntamente con el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología y las universidades dominicanas, aúnen esfuerzos de cooperación en
pos del fortalecimiento de un sistema de investigación científico y tecnológico
XXXVIII
TOMO I
a nivel nacional que multiplique aportes similares para enfrentar los retos a
los que se enfrenta el país en materia de desarrollo.
Wilfredo Lozano
Miembro del Consejo Directivo del FIES.
XXXIX
XL
MERCADO LABORAL Y MANO
DE OBRA HAITIANA
MANO DE OBRA HAITIANA
EN LA CONSTRUCCIÓN:
CARACTERÍSTICAS, VALORACIONES
Y PRÁCTICAS
Investigadora principal:
ISIS DUARTE TAVÁREZ
Con la colaboración de
Julia Hasbún
Santo Domingo, D.N.
Noviembre, 2009.
1. La Problemática Objeto
de Estudio y su Metodología
a) Antecedentes
Tras un prolongado y valioso esfuerzo de investigación, la
República Dominicana cuenta con una significativa literatura sobre la utilización de mano de obra haitiana en diversos sectores
económicos.1 Centradas inicialmente en el estudio de los braceros
azucareros, las investigaciones realizadas sobre las características de
esta fuerza laboral han diversificado el ámbito de interés, abarcando otros sectores agrícolas (café, arroz y tabaco, principalmente),
1. Un amplio acerbo de conocimientos se ha producido sobre la inmigración
haitiana en sectores agrícolas tradicionales, principalmente en el azucarero. Entre los principales estudios se destacan: Báez Evertsz, Franc: Braceros Haitianos
en la República Dominicana, IDIS, Santo Domingo, Taller, 1986. Corten, Acosta
y Duarte: “Relaciones de producción en la Economía azucarera dominicana”.
En: Azúcar y Política en la RD, Santo Domingo: Taller, 1976. Lozano, W., La dominación imperialista en la RD, Editora. de la UASD, Santo Domingo, Impresión
Taller, 1976. Lozano, W. y F. Báez E., Migración internacional y economía cafetalera,
Santo Domingo: CEPAE, 1992. Lozano, W. “Agricultura e inmigración: la mano de
obra haitiana en el mercado de trabajo rural dominicano, en La Cuestión Haitiana
en Santo Domingo, SD: FLACSO y North & South Center, University of Miami,
1992. A. Corten e I. Duarte, “Quinientos mil haitianos en República Dominicana, En: Estudios Sociales, Un asunto dominicano llamado Haití, Año XXVII, No. 98,
Octubre-Diciembre, 1994. IOM-OIM, Propositions pour une politique de gestion de la
migration de main-d oeuvre en Haïti, Groupe interministeriel et intersectoriel pour le
renforcement des capacites de gestion de la migration de main-d œuvre, Port-auPrince, Haïti, septembre 2006.
45
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
hasta incluir el análisis de la nueva inmigración haitiana hacia
los centros y actividades urbanas del país.2 Para los fines de esta
investigación, de corte sectorial y monográfico, auspiciada por el
Fondo para el Fomento de la Investigación Económica y Social
(FIES), nos limitaremos a reseñar los antecedentes asociados al
objeto de conocimiento, vale decir, los estudios relativos a la incorporación de inmigrantes haitianos en el sector construcción,
con el propósito de plantear el estado de la cuestión y sustentar
la relevancia del objeto de conocimiento. Entre las principales
informaciones y hallazgos que consideramos oportuno citar se
destacan los siguientes:
Aunque el sector construcción ha perdido el dinamismo que
experimentó en la década del noventa del pasado siglo3, todavía
constituye uno de los principales medios de generación de empleo
con que cuenta la economía dominicana, tanto en el ámbito público como privado. Tiene, además, la virtud de lograr un mayor
impacto a corto plazo y un radio de acción más amplio en términos
geográficos, principalmente en lo que atañe a las obras públicas.
En los últimos diez años, los datos de la Encuesta Nacional
de Fuerza de Trabajo (ENFT), levantada por el Banco Central,
indican que la construcción se ha mantenido en un quinto lugar
como rama de actividad generadora de empleo en el país, posición
que solo es superada, en orden de importancia, por el comercio, la
manufactura, la agropecuaria y el transporte.4 Merece ser destaca2. R. Silié, C. Segura y C. Dore, La nueva inmigración haitiana, Santo Domingo.
FLACSO, 2002.
3. Según las cifras del Banco Central de la República, el aporte del sector del
Sector Construcción al PIB, en términos absolutos y a precios de 1970, aumentó
de RD$323.6 millones en 1990 a RD$872.8 en el 2000 y descendió a RD$ 775.4
en el 2004.
4. Véase: Secretariado Técnico de la Presidencia, Programa de Apoyo a la Reforma y Modernización del Poder Ejecutivo: Perspectiva Social Dominicana, Boletín
mensual de la Unidad de Información Social (UIS), Dic. 2006. Año 1 No. 9.
46
TOMO I
do que, mientras la población ocupada en agricultura-ganadería e
industrias manufactureras permanece constante, en los últimos 15
años, los trabajadores ocupados en el sector construcción experimentan un notable incremento en términos de valores absolutos,
pasando de 93,155 en 1991, a 113,850 en 1995, 190,921 en 2000,
hasta alcanzar la cifra de 213,378 en 2005.
Cuando se analiza la composición según sexo de esta rama de
actividad se revela otra característica del empleo en la construcción: el alto predominio de mano de obra masculina ya que de
las 123,128 personas que, según los datos del Censo del 2002,
estaban ocupadas en esta rama de actividad, 118,143 eran hombres y solo 4,985 mujeres, es decir, una participación femenina
de solo un 4%.
Ofrecer estimaciones y explicaciones sobre las condiciones laborales de los trabajadores haitianos en el sector construcción constituye uno de los aspectos que serán despejados en este estudio;
sin embargo, interesa mencionar, como antecedente, que ya otras
investigaciones han destacado la importancia de la construcción
como polo de atracción de la nueva inmigración haitiana, a partir
de los años ochenta, como reseñaremos a continuación.
Al inicio de los ochenta, datos aportados por la investigación
Trabajadores Urbanos, recopilados a través de una encuesta
aplicada a obreros de empresas constructoras, revelan que la
mayoría de esta fuerza laboral era dominicana (77%) y provenía
de corrientes migratorias internas originadas en las zonas rurales
del suroeste y norte del país; mientras solo un 23% era de nacionalidad haitiana.5
5. Véase: Isis Duarte, “Proletarios y Marginales: Migración y Fuerza Laboral Urbana en RD”. En: Trabajadores Urbanos, Santo Domingo, Editora Universitaria,
1986. El levantamiento de los datos de la Encuesta a Obreros Constructores se
realizó en 1981.
47
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
En contraste con el segmento de nacionalidad haitiana, los
datos de la investigación citada también revelan que los obreros
dominicanos de la construcción tenían más tiempo trabajando en
ese sector (dos terceras partes llevaba cuatro años y más laborando
frente a solo un 34% de los haitianos).
Con respecto al origen de la mano de obra haitiana que laboraba
en el sector construcción, los datos sugieren que la incorporación se inicia antes de los 80 y es resultado del desplazamiento de
fuerza laboral que logra escapar de las condiciones de vida en los
bateyes: el 66% de los haitianos entrevistados indicó que laboraba en la actividad azucarera antes de llegar a la capital, el 78%
declaró la construcción como su primer trabajo en esta ciudad y
un 67% considera peores las condiciones de trabajo en el corte
de la caña. La información aportada por esta encuesta aplicada al
inicio de los 80, sugirió una primera hipótesis: de modo diferente
a la incorporación de mano de obra haitiana a la recolección del
café o al cultivo del arroz y a otras actividades agrícolas, el obrero
haitiano que en la actualidad está incorporado a la construcción
no forma parte de un flujo migratorio circular de tipo estacional
que en tiempo muerto se desplaza a otras actividades para luego
retornar al sector azucarero.6
El estudio Trabajadores Urbanos aporta una perspectiva comparativa acerca de las condiciones laborales de los obreros industriales
y de la construcción, poniendo en evidencia las precarias condiciones en que laboran estos últimos y definiendo un perfil propio del
sector. Entre las principales diferencias reportadas en el estudio
se destacan las siguientes: 30% de los obreros de la construcción
recibía un ingreso por debajo del salario mínimo mensual frente a
solo un 7% entre los obreros industriales, el 50% de los obreros de
6. Sobre esta modalidad de desplazamiento de mano de obra entre dos cultivos,
véase: Lozano, W. y F. Báez E., Ob. Cit. Lozano, W. 1992, Ob. Cit. También
hallazgos destacados por otros estudiosos han reseñado el uso de mano de obra
haitiana por conuqueros. Véase Silié, Segura y Dore, Ob. Cit. p.146, nota 12.
48
TOMO I
la construcción tenía acceso al seguro social sin diferencias según
nacionalidad, en contraste con un 81% en los obreros industriales, el 40% de los obreros de la construcción no disfrutaba del
beneficio del seguro de accidente laboral, que de acuerdo con la
legislación es obligatorio para este tipo de actividad. Solo el 10%
de los obreros de la construcción estaba afiliado a un sindicato en
comparación con el 91% de los obreros industriales. Por último,
los datos de esta encuesta evidencian que los obreros de la construcción también estaban excluidos de otras prestaciones sociales
como son el doble sueldo, seguro médico privado, bonificaciones y
pactos colectivos. Es decir, en el contexto sociolaboral de los años
80, esta encuesta documenta las precarias condiciones de trabajo
de los obreros de la construcción en contraposición con las conquistas laborales que habían logrado importantes segmentos de
la clase obrera dominicana, en un período en que los trabajadores
tenían mayor capacidad de negociación.7
Hay que agregar, para concluir con los hallazgos de este estudio, que si bien esta encuesta revela diferencias al interior de los
obreros de la construcción según su nacionalidad, en perjuicio de
la mano de obra haitiana, estas diferencias son consecuencia de
una segmentación relacionada con el nivel de calificación y el tipo
de actividad que realizan dentro del sector. En tal sentido el 73%
de los haitianos había sido reclutado para laborar como peones
(zanjeros), mientras la mayoría de los dominicanos realizaban
labores más calificadas (ayudantes, albañiles y maestros).
Los hallazgos del estudio citado muestran que las condiciones
laborales que predominan en la rama de la actividad evaluada
afectan por igual a sus trabajadores al margen de la nacionalidad
y nivel de calificación, que es la segunda hipótesis que se pone a
prueba a través de esta nueva propuesta de investigación. Es decir,
no sería la incorporación de inmigrantes haitianos, en sustitución
7. I. Duarte, 1986, Ob. Cit. P. 169.
49
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
de la mano de obra dominicana lo que reduce los niveles salariales
y deprime las condiciones laborales del sector, sino más bien una
estrategia empresarial dirigida a incorporar una mano de obra
específica que puede reproducirse en condiciones más adversas.
También en este estudio se explorará la hipótesis que conecta
el mayor uso de mano de obra haitiana en la construcción con
el incremento de la migración internacional de dominicanos y
dominicanas y su impacto en el incremento de las remesas.8 Es
posible argumentar que en el sector construcción se produce
una escasez de esta mano de obra nativa en la década de los
90, como resultado del incremento de la migración dominicana
hacia el exterior.
Los estudios realizados bajo el auspicio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), sede República Dominicana, 20 años después de la encuesta previamente reseñada, han
permitido documentar las transformaciones que experimentó la
inmigración haitiana durante el período transcurrido y aportaron
una base empírica de amplia cobertura y mayor representatividad
estadística.
El conjunto de estudios auspiciados por FLACSO permiten
identificar un perfil de la nueva inmigración haitiana en el país: 9
8. Es relevante destacar que los flujos migratorios hacia España se incrementan
en esta década y que la construcción representa el principal sector ocupacional de
los hombres dominicanos que trabajan en ese país. Véase, entre otros estudios:
Pedro Álvarez, Carlos J. Báez E. y Esteban Navarro Coord., La inmigración Dominicana en el tercer milenio, Ed. Betania, Santo Domingo, 2000.
9. Véanse Silié, Segura y Dore, Ob. Cit. Esta publicación contiene los resultados
de varios estudios sobre inmigrantes haitianos y población dominico-haitiana,
sustentados en una encuesta con muestra no aleatoria y el uso de técnicas cualitativas. Véase también la investigación más reciente de este centro: FLACSOOIM, Encuesta sobre Inmigrantes Haitianos en República Dominicana, Santo Domingo,
2004.
50
TOMO I
Los nuevos flujos migratorios proceden de centros urbanos de
Haití “donde escasean los empleos y se ha producido una saturación de las actividades del sector informal”.10
El principal destino laboral en República Dominicana es el
sector construcción, utilizado tanto en obras públicas como en
el sector privado, donde “los principales contratistas afirman
que sin estos inmigrantes no podrían realizar adecuadamente sus
obras”. 11
Los nuevos inmigrantes no disfrutan de contratos escritos de
trabajo, aunque una significativa proporción dispone de diferentes documentos de identidad y son mantenidos en condiciones
de ilegalidad. Tampoco disfrutan de las prestaciones laborales y
otras conquistas sociales garantizadas por la legislación laboral
dominicana. La ausencia de normas reguladoras de esta mano
de obra ha sido considerada como “uno de los principales mecanismos para asegurar los bajos salarios y la sobreexplotación de
estos trabajadores”.12
De modo diferente a la situación que predominaba entre los
braceros azucareros, que estaban confinados al batey, los nuevos
inmigrantes haitianos disfrutan de mayor movilidad laboral y
territorial, incluyendo el retorno esporádico a su país de origen,
principalmente para ayudar o mantener los contactos con la familia
que permanece en Haití.
La investigación Mano de Obra Haitiana en la Construcción, Características, Valoraciones y Prácticas, cuyos principales resultados
presentamos en este documento, utilizó la base de datos de la
Encuesta OIM-FLACSO-2002 como principal fuente de infor10. Silié, Segura y Dore, Ob. Cit., p.171.
11. Ibid.
12. Ibid., p. 172.
51
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
mación cuantitativa, lo que permitió identificar y profundizar en
el análisis de las peculiaridades de los trabajadores haitianos de la
construcción, y, además, aportar una perspectiva comparativa con
respecto a otras ocupaciones desempeñadas por los inmigrantes
haitianos en la República Dominicana, identificando las principales
semejanzas y diferencias. Este nuevo esfuerzo de indagación también
utiliza fuentes cualitativas y documentales, recursos metodológicos
que permitieron actualizar la información aportada por la encuesta
citada y enriquecer y ampliar el análisis incluyendo la visión de informantes clave involucrados en la problemática bajo estudio.
b) Hipótesis de trabajo
Luego de identificar la problemática objeto de estudio, las
hipótesis constituyen herramientas fundamentales del proceso de
investigación, ya que orientan la indagación que se lleva a cabo,
aclaran acerca de cuáles son las dimensiones y variables que han
de analizarse y las relaciones que pueden establecerse entre ellas.
Igualmente, las hipótesis pautan el proceso de recopilación y
análisis de la información y permiten arribar a conclusiones que
podrían coincidir con los postulados iniciales o abrir nuevas pistas
de investigación. Las hipótesis iniciales formuladas en este estudio
fueron las siguientes:
Primera hipótesis: de modo diferente a la incorporación de
mano de obra haitiana en otros sectores de la economía, el obrero
haitiano que en la actualidad labora en la construcción no forma
parte de un flujo migratorio circular de tipo estacional que en tiempo muerto se desplaza a esta actividad para luego retornar al sector
azucarero; por el contrario, este inmigrante ingresa a la sociedad
receptora para buscar trabajo en las principales ciudades dominicanas, principalmente en el sector construcción y disfrutan de mayor
movilidad laboral y territorial, incluyendo el retorno esporádico a
su país de origen.
52
TOMO I
Segunda hipótesis. En el sector construcción se produce una
tendencia a la sustitución de mano de obra nativa por haitiana,
desplazamiento que se produce fundamentalmente en puestos
de trabajo de baja calificación, como parte de una estrategia empresarial dirigida a reclutar una fuerza de trabajo no calificada
más disponible y que responde mejor a características específicas
del sector: trabajo ocasional, inmigrante ilegal, contratación no
regulada, baja remuneración y ausencia de prestaciones sociales.
Tercera hipótesis. La sustitución de mano de obra nativa por
haitiana está vinculada al incremento de la migración internacional
de dominicanos y dominicanas y su impacto a través del envío de
remesas. Nuestra argumentación sostiene que en el sector construcción se produce una escasez de esta mano de obra nativa que
se acentúa a partir de la década de los 90 ya que, a partir de las
condiciones laborales imperantes en el sector y bajo el efecto de
la migración dominicana hacia el exterior, la mano de obra nativa
desarrolla nuevas estrategias laborales y de reproducción.
Cuarta hipótesis. La inserción de la mano de obra haitiana en
el sector construcción se produce en condiciones laborales mucho
más precarias que las predominantes en el sector industrial y en
otras actividades del sector formal, situación que está asociada
a características peculiares de esa rama de actividad, que afectan
de modo semejante a dominicanos y haitianos que realizan las
mismas labores.
Quinta hipótesis. La estrategia empresarial de sustitución de
la mano de obra local por el inmigrante haitiano, por lo general
privado de documentación y sin capacidad de negociar condiciones laborales, se ha facilitado por la escasa intervención del
Estado a través de iniciativas tendentes a regular este tipo de
contratación.
53
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
c) Estrategia Metodológica de la Investigación
Para el análisis de la dimensión cuantitativa de los trabajadores
haitianos en la construcción se utilizó la base de datos FLACSOOIM, que proviene de una muestra estratificada de conglomerados
compactos (completos). La muestra es aleatoria y permitió considerar elementos no contemplados en la cartografía (ONE), tales
como edificaciones o áreas en construcción, áreas de cosecha y
población en viviendas improvisadas o población flotante sin domicilio fijo (en las calles). El universo del estudio abarca el territorio
de la República Dominicana y fue aplicada a población haitiana de
ambos sexos, residente (y presente), de 18 años y más. Abarca a
inmigrantes haitianos en condiciones legales como ilegales.13 El
trabajo de campo fue realizado en diciembre del 2002.
La base de datos FLACSO-OIM, no expandida, en su versión
original, contiene un total de 2527 personas (76% hombres y el
24% mujeres) de las cuales 1756 estaban ocupadas al momento
de la encuesta (70%).
Tomando en consideración la problemática considerada en este
estudio, centrado en el análisis de los trabajadores de la construcción, se elaboró una nueva versión de la base de datos excluyendo
la población femenina y los hombres que no trabajaban al momento de la encuesta. De este modo, la base de datos utilizada
en esta investigación quedó conformada por un total de 1,567
hombres ocupados de los cuales, aproximadamente, una tercera
parte labora en el sector construcción (537), cifra que permite
un análisis desagregado de sus peculiaridades y también una perspectiva comparativa con respecto a los inmigrantes haitianos que
están incorporados a otros sectores de la economía dominicana.
13. Para mayor información sobre el diseño metodológico de la muestra, véase:
FLACSO-OIM, Encuesta sobre Inmigrantes Haitianos en República Dominicana, Santo
Domingo, 2004. p. 143 y ss.
54
TOMO I
Del total laborando en construcción, 229 (43%) estaban ocupados
en el sector formal de la economía y 308 (57%) en el informal.14
Con el propósito de profundizar en el conocimiento de percepciones, valores y prácticas relativas al uso de la mano de obra haitiana en la construcción, se realizó un estudio cualitativo mediante
el empleo de entrevistas en profundidad e individuales, estudios de
casos y sesiones focales grupales. La dimensión cualitativa aportó
información no recopilada a través de las otras fuentes de datos
y permitió profundizar en el conocimiento de los principales aspectos que se incluyeron en la Encuesta FLACSO-OIM.
Tabla Resumen de Técnicas Cualitativas
según Tipo de Informante
Sesión focal Entrevistas
Entrevistas
Estudio
grupal
estructuradas en Profundidad de casos
Población
entrevistada
Funcionarios y
empleados Sector
Público
Firmas
constructoras
Trabajadores de la
construcción Hait.
Trabajadores de la
construcción Dom.
Dirigentes laborales
Total de técnicas
cualitativas
12
1
5
2
6
3
4
2
3
12
17
3
14. En esta investigación no se modificó el criterio utilizado en la Encuesta FLACSO-OIM para definir el sector formal, que abarca a los trabajadores y empleados
asalariados de los siguientes sectores: industria azucarera, sector agrícola azucarero y no azucarero, industria de la construcción, turismo, zona franca, comercio,
otras empresas privadas y empleados del sector público.
A su vez, el sector informal está compuesto principalmente por trabajadores independientes: pequeños productores y artesanos, oficios y labores vinculadas a la
construcción, ventas ambulatorias, comercio en pequeña escala y otros servicios
y actividades que se ejercen por cuenta propia. También se incluye en este sector
el trabajo doméstico remunerado y el trabajo agrícola que se realiza en conucos o
para pequeños propietarios agrícolas.
55
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Esta síntesis persigue tres propósitos fundamentales: i) pasar
balance a los principales hallazgos de la investigación enfatizando
los aspectos más singulares de la población objeto de estudio; ii)
revisar las hipótesis formuladas en la investigación con el objeto
de mostrar en qué medida los resultados obtenidos avalan sus
postulados; y iii) ofrecer un conjunto de recomendaciones o medidas para enfrentar los problemas de la mano de obra haitiana en
el sector de la construcción, aportadas por los informantes clave
que fueron entrevistados en la fase cualitativa.
I1. Aspectos Sociodemográficos
y Migratorios:
La Singularidad
de los Trabajadores de la Construcción
a) Características sociodemográficas y familiares
Los resultados del análisis bivariado indican que, con relación
a sus compatriotas que laboran en otros sectores de la económica
dominicana, los trabajadores haitianos de la construcción son más
jóvenes, tienen mayor nivel de escolaridad (incluyendo conocimientos de español), al momento de la encuesta habían procreado
menos hijos y una proporción mayor de la descendencia nació y
vive en Haití.
Con respecto a la edad, el 72% de la mano de obra haitiana ocupada en la construcción era menor de 30 años, cifra que se reduce
a 52% entre los que realizaban otras actividades laborales. Estos
datos de la encuesta coinciden con las opiniones externadas por
los informantes clave del enfoque cualitativo. Un ingeniero entrevistado explicaba: “son muchachones que están dispuestos a
56
TOMO I
trabajar transportando bloques. Para estas labores tú no puedes
contratar a una persona de edad, porque ya no lo aguanta”. Mientras un obrero haitiano relató: “Yo llegué de 16 años a RD, y me
puse a trabajar inmediatamente en la construcción. Pasé mucho
trabajos y calamidades. Lluvia, sol ardiente, levantando carretillas.
En algunos momentos la carretilla caía al suelo por un lado y yo
por el otro”.
Notables diferencias en el ámbito educativo entre estos inmigrantes
se ponen en evidencia al examinar la proporción que asistió a la
escuela: 70% en los trabajadores de la construcción frente a solo
un 50% de los otros sectores. Los inmigrantes haitianos del sector
construcción exhiben también una mayor formación educativa:
la escolaridad promedio es de 8.4 años en la construcción, 7.4
entre quienes laboran en otros sectores y de un 6.5 años en los
ocupados en el sector azucarero.
Todas las firmas constructoras entrevistadas relataron algún
caso de nacionales haitianos con alta escolaridad y, a veces, universitarios que llegaban a la obra a buscar trabajo. Las firmas reportaron que empleaban a estos nacionales haitianos y los ponían en
labores con mayor responsabilidad y mayor salario diario, previo
entrenamiento.
La condición de soltería no es exclusiva del sector. La mayoría de los
trabajadores de la construcción comparte con sus nacionales
que forman parte del estudio la condición de soltería (aproximadamente el 47%). Al ser entrevistados en las sesiones focales y
entrevistas individuales reportaron que, en la decisión de migrar a
RD, el hecho de ser soltero constituía una ventaja. “No tenemos
esa carga que tienen otros de mandar dinero para sostener a la
mujer y a los hijos. Nosotros mandamos dinero a nuestra familia,
padres y hermanos, pero no con esa obligación de tener que pagar
la escuela o los útiles escolares de los niños. Se hace más fácil.
57
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Podemos malpasar y trabajar más tranquilamente sin la presión
de que el niño no va a poder ir a la escuela”.
La descendencia y el lugar en que habitan. Los datos de la encuesta
relativos a la descendencia de los trabajadores haitianos inmigrantes indican que una alta proporción declaró no tener hijos (41%),
y el promedio de hijos es de 2.4 en la construcción y 3.3 en otros
sectores ocupaciones. Ambos aspectos resultan singulares respecto a los patrones predominantes en la RD.
Tabla 1. Número y país en que nacieron y viven los hijos
de los inmigrantes según sector económico.
Encuesta Inmigración Haitiana en República Dominicana.
FLACSO-OIM. Dic. 2002.
No tiene hijos vivos
Número promedio de hijos
País donde nacieron
los hijos:
Todos los hijos nacieron
en Haití
Todos los hijos nacieron
en R. D.
Una parte en Haití y
otra en RD
Total
(n)
País donde viven
los hijos:
Todos en Haití
Todos en RD
Parte en Haití y
parte en RD
Total
(n)
Construcción
43.8%
2.44
Otros
40.0%
3.30
Total
41.3%
3.03
66.1%
55.8%
59.2%
24.5%
32.0%
29.6%
9.4%
100.0%
(298)
12.2%
100.0%
(615)
11.2%
100.0%
(913)
66.0%
24.2%
55.3%
32.7%
58.8%
29.9%
9.8%
100.0%
(297)
12.0%
100.0%
(615)
11.3%
100.0%
(912)
58
TOMO I
La mayoría de los hijos de los inmigrantes haitianos que tenían
descendencia nacieron y viven en Haití (60%), situación que resulta
más acentuada entre los trabajadores de la construcción (véase
tabla 1). La proporción de nacidos en Haití es mayor, abarcando
un 70.1% del total, si se agrega al computo los casos de entrevistados que indicaron tener descendencia nacida en ambos países.
Por último, la asociación entre las variables lugar de nacimiento
y de residencia de los hijos revela un hallazgo significativo, los
hijos de los de estos inmigrantes tienden a vivir en el país donde
nacieron (sea RD o Haití).
b) Historia y características del proceso migratorio
Los flujos migratorios se originan en las zonas urbanas. Los datos acerca
de la zona de procedencia del primer flujo migratorio que realizaron los inmigrantes haitianos indican que la mayoría proviene
de zonas urbanas ya que 34% habitaba en una ciudad haitiana
grande, 26% de una localidad pequeña, mientras el 40% residía
en zona rural o campo. Este hallazgo confirma los resultados
de estudios recientes realizados por Silié, Segura y Dore (2002),
evidenciando así un tipo de corriente migratoria diferente a la
que acaecía hasta finales del siglo pasado y que, de acuerdo con la
documentación aportada por Andre Corten (1976) y Franc Báez
(1986), tenía su origen en zonas rurales y estaba conformada por
integrantes de la economía campesina haitiana que se desplazaban para laborar como braceros haitianos o realizar otras faenas
agrícolas en la RD.
La antigüedad de la migración. En lo que atañe a este aspecto, se
destacan diferencias significativas según el sector económico,
revelando que la mayoría de los trabajadores de la construcción
forman parte de desplazamientos más recientes, como se destaca
con nitidez al comparar la temporalidad promedio del primer
desplazamiento entre Haití y RD: 5.6 años en los trabajadores
59
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
de la construcción y 10.9 años en los inmigrantes haitianos que
laboran en otras ramas de la economía.
Tabla 2. Tiempo de ingreso por primera
vez a la RD según estrato ocupacional.
Encuesta Inmigración Haitiana en la República Dominicana.
FLACSO-OIM. Dic. 2002
Tiempo hace que vino por
primera vez a la RD:
Menos de 6 meses
De 6 meses a 1 año
De 1 año y 1 día a 5 años
De 5 años y un día en adelante
Total
(n)
Temporalidad promedio (años)
P<0.001
Construcción
Otros
Total
10.7%
17.7%
36.3%
35.4%
100.0%
(537)
5.6
11.3%
9.3%
26.5%
52.8%
100.0%
(1030)
10.9
11.1%
12.2%
29.9%
46.8%
100.0%
(1567)
9.1
Al examinar las razones para emigrar, medida a través de la pregunta “¿Cuál fue el motivo principal de su primer viaje a la República
Dominicana?”, se pone de manifiesto el carácter eminentemente
laboral de la emigración haitiana: el 86% afirmó haber llegado
al país para trabajar, hallazgo que no presenta diferencia según
el sector económico. Los resultados de la indagación cualitativa
confirman este propósito que es, al mismo tiempo, un factor de
expulsión del lugar de origen y de atracción hacia el país de destino por las posibilidades que ofrece. Como destacó uno de los
informantes al argumentar por qué tomó la decisión de venir a
República Dominicana, “es la misma situación que me ha obligado a lanzarme fuera. Es la búsqueda de una vida mejor”. Otro
obrero añadía: “En RD podía encontrar mejores trabajos y con
mejores salarios que los que yo encontraba en mi país”.
60
TOMO I
Gráfico 1. Motivo principal del primer viaje a RD.
FLACSO-OIM Dic. 2002
2% 3%
7%
Paseo
Avivir a la RD
A trabajar
Otros
87%
Cómo llegó a la República Dominicana. Con el propósito de indagar
la presencia de redes de apoyo o la incidencia de mecanismos de reclutamiento laboral, a todos los inmigrantes haitianos entrevistados
se les preguntó cómo llegó a la RD. La mayoría de las respuestas
se concentran en tres modalidades: hizo el viaje con familiares
o amigos (47%), viajó por su cuenta (39%), y llegó bajo algún
mecanismo de contratación o reclutamiento para trabajar (14%).
La diferencia significativa, según el sector económico, se ubica en
este último aspecto: una proporción menor de trabajadores de la
construcción llegó al país gracias a mecanismos de reclutamiento
mediante un buscón o de contratación laboral: en total un 8% y
17%, respectivamente. Estos datos resultan consistentes con la
presencia más acentuada y de vieja data de estos mecanismos de
reclutamiento laboral en el segmento de trabajadores haitianos
que laboran en el sector agrícola azucarero.
El retorno periódico al país de origen. Varias preguntas se hicieron
para evaluar la migración de retorno y la frecuencia con que se lleva
a cabo el desplazamiento entre los dos países. Uno de los hallazgos más significativos sobre este aspecto aportó información que
permite avalar una de las hipótesis de trabajo de esta investigación
61
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
que postula una mayor movilidad geográfica de los inmigrantes
haitianos que laboran en la construcción, a saber:
“De modo diferente a la situación que predominaba entre
los braceros azucareros, que estaban confinados al batey, los
nuevos inmigrantes haitianos disfrutan de mayor movilidad
laboral y territorial, incluyendo el retorno esporádico a su
país de origen, principalmente para ayudar o mantener los
contactos con la familia que permanece en Haití”.
En efecto, la retabulación de la encuesta FLACSO-OIM pone
en evidencia que, como se postula en la Primera Hipótesis, hay
diferencias estadísticamente significativas entre los dos agrupamientos ocupacionales construidos para el análisis de los datos
de esta investigación y que indican una menor permanencia en
RD y una mayor frecuencia en los desplazamientos entre aquellos
inmigrantes que laboran en la construcción y que, como ya se
indicó, forman parte de un flujo migratorio más reciente:
• 66% de los trabajadores de la construcción “viajan de
vez en cuando a Haití” porcentaje que desciende a 55% en
el otro estrato laboral: una diferencia muy significativa de 11
puntos porcentuales.
• 41% de los que laboran fuera de la construcción no ha
vuelto a Haití luego de salir para trabajar en la RD, mientras
en el caso de la mano de obra haitiana en la construcción,
esta proporción es sólo 28%.
Si solo se incluyen en el análisis los que han retornado, también
se destaca un flujo migratorio más frecuente entre los trabajadores
de la construcción: el 65% dijo haber viajado a Haití en los últimos
6 meses, en contraste con el 57% del otro estrato laboral
62
TOMO I
Los motivos para retornar periódicamente a Haití. La respuesta a la indagación sobre “el motivo principal de retorno a Haití en más de una
ocasión, luego de estar en RD”, pone en evidencia la importancia de
los vínculos familiares como motivación principal de la migración de
retorno: el 85% viaja periódicamente porque su familia permanece
en Haití y tiene la necesidad de atender los compromisos afectivos o
económicos que mantienen en el país de origen.
Esta movilidad de los trabajadores haitianos del sector de la
construcción no se les escapa a sus empleadores. Un ingeniero
entrevistado en el estudio cualitativo compartía:
“Ellos viajan a Haití con frecuencia. No me pregunten
cómo cruzan la frontera sin visa, pero la cruzan. Cada tres o
seis meses, los nacionales haitianos viajan a Haití a ver a sus
familiares, ya sean padres o esposas e hijos. Cuando se acerca
la Navidad, por ejemplo, nosotros tenemos que planificar
las cosas para no quedarnos sin mano de obra no calificada,
porque se van masivamente a pasarlas con los suyos. Hay
algunos que se quedan, pero si no se van para Navidad se
van para el día de la Altagracia o Semana Santa”. Esos viajes
a Haití son muy frecuentes”.
Tiempo de permanencia en el país de destino y reunificación familiar. El análisis de los datos cuantitativos relativos a los trabajadores del sector
construcción revela que la probabilidad que posee un inmigrante
haitiano de tener hijos nacidos en RD aumenta con la antigüedad
de la migración: mientras aquellos que vinieron por primera vez a la
RD hace más de 5 años registra un 42% de hijos nacidos en el país
de destino, esa proporción es de 12% entre los que tienen de uno
a 5 años, y de menos de 5% entre los que llegaron hace menos de
un año. Igualmente, la probabilidad de que un inmigrante haitiano
que labora en la RD tenga hijos residiendo en este país aumenta
con la antigüedad de la migración.
63
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Gráfico 2. País nacieron hijos de trabajadores construcción por
tiempo viviendo en RD. FLACSO-OIM. Dic. 2002
100%
90%
91%
88%
91%
80%
80%
70%
Todos en Haití
Todos en RD
En ambos
países
60%
50%
45%
42%
40%
30%
20%
13%
10%
12%
12% 8%
4%
0%
0%
6%
4%
3%
Tiempo viviendo en RD
Hasta 30 dias
1 a 6 meses
6 meses a 1 año
1 a 5 años
Más de 5 años
Gráfico 3. País residen hijos de trabajadores construcción por tiempo
viviendo en RD. FLACSO-OIM. Dic.2002.
100%
91%
90%
82%
80%
77%
75%
70%
60%
Todos en Haití
En ambos países
Todos en RD
50%
50%
39%
40%
30%
20%
10%
13%
13%
9%
4%
0%
Hasta 30 dias
14%
9%
10%
12%
4%
1 a 6 meses
6 meses a 1 año
1 a 5 años
Más de 5 años
Tiempo viviendo en RD
Por último, el tiempo que tiene la mano de obra haitiana residiendo en RD aumenta la probabilidad de que la cónyuge viva
también en este país.
En síntesis, el tiempo de permanencia del inmigrante haitiano
en la RD está asociado significativamente a la probabilidad de reunificar la familiar en el país de destino y de procrear hijos nacidos
en territorio dominicano.
c) Posesión de documentos
El tema de la falta de documentación y la condición de trabajador no registrado o ilegal de la mano de obra haitiana inmigrante
64
TOMO I
en el país ha sido uno de los temas más polémicos y sensibles
tanto en el ámbito nacional como en las intervenciones de las
organizaciones internacionales de defensoría de los derechos de
los inmigrantes haitianos.
La ausencia de contratación formal y de normas reguladoras
de esta mano de obra ha sido considerada por diferentes analistas
como uno de los principales mecanismos para asegurar los bajos
salarios y la sobreexplotación de estos trabajadores. También la
Segunda Hipótesis de trabajo de esta investigación centrada en los
trabajadores de la construcción plantea que la falta de documentación constituye una de las características de esta mano de obra
que la hace más susceptible de aceptar las condiciones peculiares
de trabajo en el sector:
“En el sector construcción se produce una tendencia a la
sustitución de mano de obra nativa por haitiana en puestos
de trabajo fundamentalmente de baja calificación como parte
de una estrategia empresarial dirigida a reclutar una fuerza
de trabajo que se incorpora en condiciones más adversas y
responde mejor a características específicas del sector: trabajo
ocasional, inmigrante ilegal, contratación no regulada, baja
remuneración y ausencia de prestaciones sociales”.
Gráfico 4. Documentación haitiana que declaró poseer por
sector económico. FLACSO-OIM. Dic. 2002.
19%
Pasaporte
57%
57%
Acta de bautismo
72%
Otros
52%
Construcción
Cédula haitiana
74%
89%
Acta de nacimiento
91%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
65
60%
70%
80%
90%
100%
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
A partir de los hallazgos de la encuesta FLACSO-OIM, la
idea a sostener es que la documentación no es un obstáculo para
regularizar la contratación de la nueva migración haitiana, lo que
es particularmente válido en el caso de los obreros que laboran en
empresas constructoras. En efecto, los resultados de esta encuesta
arrojan nuevas pistas para el examen de la documentación que poseen y su posible incidencia en las condiciones laborales de los inmigrantes haitianos en el país. El hallazgo más relevante ha sido poner
en evidencia que la mayoría cuenta con algún tipo de documento
de identidad: el 90% de estos trabajadores inmigrantes dijo poseer
acta de nacimiento haitiana, el 60% cédula haitiana y una tercera
parte (32%) manifestó estar dotado de pasaporte de su país.
Historia de Vida 1.
Caso de inmigrante haitiano que reside en un batey
de la zona este del país y tiene 27 años
en la República Dominicana.
“Vine joven a RD, con 20 años. Vine a mejorar mi vida porque
vivía de modo muy miserable en mi país. Llegué por la frontera
sin pasaporte y sin nada. Me la jugué. Tenía dinero para poder
pagar mis primeros días en el país. Tenía varios amigos que
me ayudaron al principio. Intenté trabajar en un ingenio y allí
estuve por un tiempo. Pero uno se descalabra en ese trabajo y
pronto comprendí que allí no había futuro. En el mismo ingenio donde estaba fui buscando a alguien que me conectara para
trabajar en la construcción”.
“Finalmente, me marché del ingenio y comencé cargando materiales en obras de la capital. Estaba soltero y no tenía hijos.
Sólo tenía a mi mamá en Haití. Dormía en donde podía. Haciendo eso pude mandar algo de dinero a mi mamá”.
“Cuando empecé a trabajar, muchas palabras las entendía porque se parecían al francés, solo que se pronunciaban diferente.
Al principio yo hablaba en monosílabos. Sí, no, agua, comida.
66
TOMO I
Más tarde fui haciendo oraciones con las palabras que ya conocía. A los dos años ya yo hablaba español. Pero al principio fue
duro, porque yo no entendía lo que me decían y a veces tenía
que adivinar lo que quería el maestro. Yo no hablaba mucho en
las obras, ni con mis compatriotas. Trataba de entender lo que
tenía que hacer y no meterme en conversaciones en ninguno de
los dos idiomas”.
“Me busqué una mujer, que es haitiana como yo y tuvimos cuatro hijas. Ellas nacieron aquí. Con esta familia tenía que buscar
en donde vivir y que no fuera caro. Por eso he tenido que vivir
en este batey”.
“Aquí en el batey no hay trabajo. Esa escuela la construyeron y
yo trabajé pegando bloques unos 10 días porque había que darle chance a los demás para que trabajaran. Yo para tener trabajo
me tengo que mover, porque los trabajos no esperan por uno.
Uno tiene que caerles atrás. Uno se mueve mucho a donde hay
posibilidades de trabajar”.
“Yo me iba a trabajar en Bávaro. Me pagaban 400 pesos por
poner bloques. Es un buen salario diario, pero yo tenía que gastar 200 pesos en la comida, 40 pesos por un refresco y cuando
venía a ver, los cuatrocientos pesos se habían vuelto nada. No
podía ahorrar para sostener a mi familia. Además, en Bávaro
hay muchos delincuentes que esperan a que los obreros cobren
para atracarlos y hasta matarlos”.
“Gana más el que más sabe, eso no importa si es dominicano
o haitiano. Si tú sabes poner bien los bloques, te van a ofrecer
más que a uno que es un novato”.
“Después de 27 años en el país, puedo hablar muy bien el español y entender qué es lo más difícil. Yo les hablo en español a
mis hijas. Ellas casi no hablan creóle. Son dominicanas”.
En segundo lugar, la encuesta pone también en evidencia que, en
comparación con sus compatriotas que laboran en otros sectores
67
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
de la economía dominicana, los trabajadores de la construcción
haitianos están mejor documentados: el 74% dijo poseer cédula
de identidad y un 57% pasaporte, mientras que en el otro estrato
ocupacional, estos porcentajes descienden a 52% y 19%, respectivamente.
Por último, el reprocesamiento de la información sobre la documentación que poseen revela que solo un segmento muy pequeño
de estos inmigrantes está desposeído de documentos de identidad,
es decir, no tiene acta de nacimiento, cédula, o pasaporte: 6% en
la construcción y 11% en otros sectores.
La posesión de documentos de identidad resulta de suma relevancia para los inmigrantes haitianos de la construcción ya que
constituye, en muchos casos, un requisito para poder obtener
trabajo y para evitar mayores dificultades con las autoridades al
transitar. Como se ha puesto en evidencia en este estudio, el 62%
de estos trabajadores afirmó que “alguna vez le han exigido documentos de identidad para darle trabajo” y un 47% señaló que
“le han pedido los documentos en la calle”.
III. Trayectoria Laboral
de los Inmigrantes
a) Ocupación antes de emigrar y movilidad sectorial
Aunque en sentido estricto, el desempleo no fue medido en la
encuesta, los datos obtenidos permiten afirmar que la mayoría
de los inmigrantes haitianos estaban ocupados antes de venir a
la República Dominicana, sin diferencias significativas, según su
estrato laboral: aproximadamente dos terceras partes declaró estar
ocupado (69.0%) y sólo una tercera parte no trabajaba (31%).
68
TOMO I
Cuando se examina el tipo de ocupación que desempeñaban
antes de emigrar, se concluye que los trabajadores de la construcción aprendieron estas faenas en la República Dominicana, ya
que la mayoría laboraba en agricultura o como jornalero (56%) y
solo una cuarta parte de los ocupados (24.5%) se desempeñaba
en oficios relacionados con la construcción. Estos hallazgos coinciden con las informaciones aportadas por el estudio cualitativo.
En efecto, según las percepciones de los informantes clave dominicanos del sector de la construcción, los nacionales haitianos
ingresan al país sin tener mucho conocimiento acerca del trabajo
en la construcción. “Pero como son contratados para un trabajo
no calificado, realmente no lo necesitan, tú no necesitas haber
acarreado arena para hacerlo. Ellos aprenden aquí, con los otros
que les enseñan. Sus mismos compañeros haitianos o los maestros
dominicanos”.
Al llegar a la República Dominicana, la mano de obra haitiana
bajo estudiado demoró, en promedio, aproximadamente un mes
para conseguir trabajo, y, al momento de ser encuestada, una alta
proporción, dos de cada tres, aún permanecía en el primer trabajo
que realizó a su llegada al país (véase tabla 3).
En el caso de los trabajadores haitianos de la construcción, la
tasa real de movilidad sectorial es de un 20%, es decir, solo una
quinta parte de quienes laboraban en la construcción al momento
de la encuesta se había desplazado de otro sector laboral, principalmente del azucarero, mientras el 80% realiza esta labor desde que
llegó al país. En síntesis, los datos obtenidos permiten concluir
que la construcción constituye la principal puerta de entrada de
la inmigración haitiana al mercado laboral dominicano.
La temática de la construcción como vía de acceso al mercado
laboral dominicano, también fue analizada por las personas entrevistadas en el estudio cualitativo. Un informante narra:
69
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
“La mayoría de los nacionales haitianos que vienen a buscar trabajo en este sector, ya saben a qué y a dónde vienen.
Ellos vienen con sus cédulas haitianas preparadas porque
saben que se las van a pedir para darles trabajo. El sector de
la construcción es atractivo para ellos porque se paga bien,
pueden ganar su dinero.” Otra persona comentó: “Con los
salarios irrisorios de los trabajadores del CEA, ¿quién quiere
trabajar allí? Vienen directos a trabajar en la construcción.
Es más productivo para ellos”.
Historia de Vida 2.
Caso de inmigrante haitiano que llegó a RD hace
dos semanas y que reside temporalmente en un batey
“Llegué hace dos semanas a RD. Tengo unos familiares que
viven en este batey y que me iban a recibir. Yo convencí a mi
familia de que debía irme de Haití porque allá yo no estaba
haciendo nada. No estaba trabajando porque los trabajos son
escasos y muy malos. Así que cogí para acá”.
“Los conocidos que trabajan en RD ya me habían contado cómo
es la cosa para trabajar aquí. Así que saqué mi pasaporte y una
visa de tres meses en Haití, y vine. Yo aún no he comenzado
a trabajar. Estoy tratando de aprender el español y algunos
vecinos me enseñan cosas de la construcción. En eso es que
quiero trabajar. Yo soy bachiller, pero voy a trabajar de peón. A
mi no me importa, siempre y cuando pueda ganar dinero”.
“Yo no tengo que mantener a mis padres. Pero tampoco puedo
ser una carga para ellos, porque el dinero que ganan apenas
les da para vivir y mantener a mis hermanos más pequeños.
Por eso estoy dispuesto a concentrarme en trabajar. Yo quiero
aprender a leer los planos, porque así aprendes más rápido y
subes de nivel. Comenzaré por abajo, pero mi meta es llegar
más arriba, con un buen salario diario”.
70
TOMO I
“Un amigo ya me habló de una obra en que él va a trabajar
que comienza en cinco días. Yo voy a ir con él para que me
contraten. No sé hacer muchas cosas pero yo aprendo rápido
y tengo estudios. Ya me han dicho que al principio no es fácil,
pero yo estoy bien dispuesto. Y yo tengo muchas aspiraciones.
Yo quiero ir a la universidad cuando pueda. Quiero estudiar
computadoras. Y después, buscarme un trabajo en esa área.
Pero primero tengo que trabajar mucho para poderme mantener
y ahorrar suficiente. Yo escucho a todos los compatriotas y
trato de aprender con sus experiencias”.
“Yo tengo la esperanza de que en cinco días estaré trabajando. Y
si paso trabajos me aguanto, pero quiero tener esta experiencia
y poder cumplir mis sueños”.
b) Características del trabajo actual
Los resultados de la Encuesta FLACSO-OIM muestran que
la construcción constituye la fuente principal de ocupación de la
nueva inmigración haitiana en RD, tanto en lo que atañe al primer
empleo como al actual, desplazando de esta posición al sector
cañero que en el pasado constituía el polo principal de atracción
de las corrientes migratorias desde el vecino país. En lo que atañe
al empleo al momento de la encuesta, el 27% de la mano de obra
haitiana inmigrante laboraba en la industria azucarera, un 18%
en faenas agrícolas fuera del sector azucarero, y un 35% estaba
ocupado en la construcción (véase tabla 3).
La encuesta también pone de relieve la condición esencialmente proletaria de la mano de obra haitiana inmigrante (52%),
situación que contrasta con la forma de inserción laboral que
predomina en el ámbito nacional: el cuentapropismo. El porcentaje de proletarios, es decir, obreros que venden su fuerza laboral
a cambio de una retribución con independencia de la modalidad
71
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
de contratación (tiempo completo, ajuste, nominal, etc.) puede
ser más elevado, abarcando un 68% del total, si se incluye en esta
categoría a la mano de obra haitiana que se desempeña en trabajo
en pequeños conucos con pequeños propietarios agrícolas (sector
que representa 16% del total).
Tabla 3. Sector en que laboraba al momento
de la encuesta según siga o no en el primer trabajo
que realizó al llegar a RD. Encuesta Inmigración Haitiana
en República Dominicana.
FLACSO-OIM. Dic. 2002
Sector en que laboraba al
momento encuesta
Industria azucarera
privada y estatal
Sector Construcción:
Industria de la construcción
Otros trabajadores de
la construcción
Trabajo en pequeños conucos
con pequeños propietarios agrícolas
Sector agrícola no cañero
Empleado de la otras empresas
privadas u otro en sector formal (*)
Vendedores, artesanos, y otros
trabajadores por cuenta propia
e informales
Otros no especificados
Totales:
(n)
Movilidad laboral con respecto al
primer trabajo realizado al llegar a RD
Sigue en el Ha cambiado
Total
mismo trabajo de trabajo
31.6.%
30.2%
13.8%
15.8%
44.5%
17.1%
26.6%
34.7%
14.8%
16.4%
27.4%
19.9%
17.1%
1.2%
13.8%
3.0%
16.1%
1.8%
9.5%
8.4%
9.0%
3.8%
6.5%
100.0%
(68.2%)
(993)
7.6%
6.9%
100.0%
(31.8%)
(463)
5.0%
6.7%
100.0%
(100.0%)
(1456)
(*) Abarca Área del turismo, Zona Franca y comercio, entre otros. El
sector azucarero estatal sólo representa el 2.1% del total.
72
TOMO I
Si bien el sector construcción sirve como la puerta de entrada
al mercado laboral de la RD y constituye la fuente principal de
ocupación de estos inmigrantes, todavía para el 2002, la industria
azucarera tenía la primacía en la creación de ocupación para el
segmento proletarizado de la inmigración haitiana, incorporando un 26% frente a sólo un 15% de las empresas constructoras
(véase tabla 3).
c) Emigración de obreros dominicanos
La emigración de obreros dominicanos calificados hacia otros
países, un aspecto no considerado en la encuesta FLACSO-OIM,
fue abordado utilizando fuentes secundarias y cualitativas, que
aportaron evidencias a favor de la Tercera Hipótesis de este estudio que vincula la sustitución de mano de obra nativa por haitiana
con el incremento de la migración internacional de dominicanos
y dominicanas y su impacto a través del envío de remesas.
Todas las firmas constructoras entrevistadas ofrecieron testimonios de la emigración de obreros dominicanos calificados,
principalmente hacia España, pero también hacia Canadá. Un
ingeniero describe el proceso de reemplazo de la manera siguiente: “Unos se van al exterior a trabajar, que desgraciadamente son
los más preparados y otros vienen del exterior, que si bien tienen
muchas ganas de trabajar, no son los más preparados. Pero estos
haitianos van entrenándose y subiendo peldaños. Llegará el día
en que la mano de obra calificada sea la haitiana”.
El estudio realizado por VOMADE15 muestra que la cantidad
de hombres dominicanos contratados legalmente para laborar en
España ha sido cada año mayor, disminuyendo así la feminización
15. VOMADE/CODESPA. Análisis de la migración en España y República Dominicana. Una oportunidad para el codesarrollo. 2008.
73
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
de la emigración laboral hacia este país. De acuerdo a esta fuente,
el 45% de los hombres dominicanos emigrantes consiguieron su
primer trabajo en España en el sector de la construcción.
d) Condiciones laborales de los haitianos
asalariados del sector formal.
Inseguridad e inestabilidad laboral. Aunque más acentuada en el
caso de la industria de la construcción, la inseguridad e inestabilidad laboral afectan a la mano de obra haitiana inmigrante vinculada
al sector formal de la economía dominicana, peculiaridad medida
en esta encuesta a través de diversos indicadores:
• El trabajo en la construcción es ocasional: solo el 16% declaró
que su primer trabajo en RD fue “a tiempo completo” mientras
la mayoría dijo que era a tiempo parcial o por ajuste, condiciones
laborales que no se han modificado de modo relevante con el
transcurso del tiempo.
• La mayoría no disponía de un trabajo fijo al momento de la
encuesta, ya que el 60% es ocasional o trabajador contratado para
labores específicas. Esta situación es mucho más crítica entre los
obreros de la construcción.
• En tercer lugar la inseguridad laboral se pone de manifiesto
a través de la modalidad de contratación con un alto predominio
del contrato por ajuste o nominal: 81% en obreros construcción
y 74% en el otro estrato ocupacional.
• Los datos respecto al tiempo que tenía la mano de obra haitiana
“laborando para esa compañía o en el trabajo actual” reportan un
tiempo de permanencia muy bajo y una gran rotación respecto al
lugar de trabajo o a la ocupación realizada: aproximadamente, el
60% del total solo tenía un mes y otro 10% entre uno y seis meses.
74
TOMO I
La permanencia en un mismo lugar de trabajo o empresa es mucho
menor entre los trabajadores de la construcción: el 85% afirmó que
tenía menos de seis meses laborando en esa obra (gráfico 5).
Gráfico 5. Tiempo laborando en ese trabajo o compaña por
sector económico. FLACSO-OIM. Dic. 2002.
80%
70%
70%
60%
53%
50%
Construcción
Otros
40%
30%
18%
20%
14%
15%
0%
10%
10%
8%
5%
1%
0%
Hasta 30 dias
1 a 6 meses
6 meses a 1 año
1 a 5 años
Más de 5 años
En las técnicas cualitativas se exploraron diferentes aspectos
acerca de los tipos de contratación. De acuerdo con estos hallazgos,
predominan dos tipos de contratación: por ajuste o producto, o por
día. Los dos tipos de contratos se dan frecuentemente. Mientras
un ingeniero de una firma constructora privada prefería pagar por
día a los obreros no calificados, un contratista del Estado lo hacía
por ajuste.
Usualmente, las firmas constructoras privadas contratan la
mano de obra haitiana directamente, sin ningún intermediario. En
el caso de los contratistas del Estado, estos contratan por escrito a
maestros constructores, que son los que se encargan de conseguir
a sus obreros, por lo que la mano de obra haitiana es reclutada a
través del maestro constructor y no directamente por la empresa
contratista. “Nosotros sub-contratamos a los maestros y ellos son
los responsables de sus obreros”. Un maestro entrevistado subcontratado en una obra del Estado explicó: “Yo me ocupo de buscar
a los obreros no calificados y los apalabro. El ingeniero me paga a
mí y yo le pago a todos mis obreros”.
75
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
La duración de la jornada de trabajo es un indicador de primer
orden al evaluar las condiciones laborales de un grupo ocupacional.
Según reporta la encuesta, la mano de obra haitiana inmigrante
trabaja 9 horas diarias en promedio, una hora por encima de lo
establecido en el Código de Trabajo de la RD. Si bien los promedios de horas laboradas no guardan diferencias significativas
según estrato ocupacional, los trabajadores de la construcción
registran mejores condiciones laborales en este aspecto ya que
una proporción menor (42%) excede las 8 horas laboradas al día
respecto al 49% que exhibe el otro estrato.
Tamaño y composición étnica de la empresa donde laboran los inmigrantes
haitianos. Los datos de la encuesta FLACSO-OIM indican que
una mayor proporción de los obreros de la construcción labora
en empresas pequeñas y medianas, con menor concentración
de haitianos, supervisados por dominicanos y personal técnico
(maestro de obra). Mientras que, por el contrario, el otro estrato
ocupacional está incorporado a empresas de mayor tamaño y con
alta concentración de nacionales haitianos, bajo la vigilancia de
capataces de los que, uno de cada tres, también es de nacionalidad
haitiana.
¿Existen o no diferencias salariales entre dominicanos y haitianos? El resultado de la medición divide a la población objeto
de estudio en dos grupos claramente identificados: quienes
consideran que, con respecto a los trabajadores dominicanos,
los haitianos reciben igual retribución por igual trabajo (47%) y
los que no están de acuerdo, es decir, quienes afirman que hay
diferencias en el pago según el grupo étnico al que se pertenezca
(53%), discriminación que opera en contra de la mano de obra
haitiana. Resulta llamativo que una menor proporción de obreros
haitianos de empresas constructoras considera que hay discriminación salarial, 44% y 58% respectivamente.
76
TOMO I
Si bien más de la mitad de los inmigrantes haitianos encuestados
percibe que es víctima de una discriminación salarial, cuando se
les preguntó acerca del monto específico de los salarios devengados por dominicanos y haitianos que realizan la misma labor,
las diferencias disminuyen, principalmente en el tramo más bajo
de ingreso. Cuando se revisan los promedios según modalidad de
pago se destacan diferencias cuando el pago no es por día y que
tienden a incrementarse cuando la frecuencia del pago es mensual. Es decir, hay percepción de discriminación que no puede
ser claramente avalada por los datos suministrados en la encuesta.
Tampoco se llegó a resultados concluyentes mediante el enfoque
cualitativo, aunque la mayoría de los informantes considera que a
los obreros no calificados, sean haitianos o dominicanos, se les
pagaba lo mismo; y todos los obreros dominicanos entrevistados
afirmaron que ganan igual que un obrero haitiano.
Según nuestro parecer, los promedios salariales construidos en
la encuesta no permiten llegar a conclusiones en esta materia ya
que se requiere conocer el predominio o no de la mano de obra
haitiana, según calificación ocupacional. El planteamiento que
sustentamos sobre este aspecto sostiene que mientras mayor es
la dependencia de la mano de obra haitiana en un estrato ocupacional, mayor es la probabilidad de sus empleadores de abaratar
los salarios y de homogenizar la tarifa. Y viceversa. En este escenario los dominicanos que entran a realizar las mismas labores en
empresas o sectores con predominio de mano de obra haitiana
se ven compelidos a trabajar en condiciones salariales igualmente
deprimidas. El resultado final es la separación o salida de la mano
de obra nativa del sector.
Este planteamiento remite al aspecto central de nuestra Cuarta
hipótesis. La inserción de la mano de obra haitiana en el sector
construcción se produce en condiciones laborales mucho más
precarias que las predominantes en el sector industrial y en otras
77
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
actividades del sector formal, situación asociada a características
de esa rama de actividad, que afectan de modo semejante a dominicanos y haitianos que realizan las mismas labores. Es decir,
esta hipótesis obliga a una reflexión acerca de la segmentación de
los mercados laborales: la reducción de los niveles salariales en
los sectores de la economía que utilizan mano de obra haitiana
se produce por el empleo mayoritario de esta masa inmigrante
en determinadas labores y no tanto por el predominio de escalas
salariales diferentes, según etnias. En otras palabras, de modo
semejante a lo que acontece en el sector azucarero, las empresas
constructoras dominicanas logran reducir el costo de los salarios
cambiando la composición étnica y no tanto estableciendo remuneraciones diferentes para dominicanos y haitianos en la misma
labor.
Gráfico 6. Percepción diferencias en condiciones laborales
por sector económico. FLACSO-OIM. Dic. 2002
38%
Igual que
dominicanos
50%
50%
Peor que
dominicanos
38%
12%
Mejor que
dominicanos
12%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
Otros
Construcción
Los resultados obtenidos al evaluar la percepción que tiene la
mano de obra haitiana de su situación laboral en una perspectiva
comparativa, aportan elementos a favor de esta hipótesis. A los
entrevistados de la encuesta que laboraban se les preguntó: “¿Si
compara su situación de trabajo con la de los dominicanos que
realizan la misma actividad, usted diría que es mejor, peor o igual?”
Los resultados obtenidos indican que el 54% afirmó que era igual
o mejor que la de los dominicanos, cifra que es más elevada en el
caso de los trabajadores de la construcción (62%).
78
TOMO I
e) Acerca de los ingresos por sectores económicos
La encuesta FLACSO-OIM midió el ingreso mensual devengado por concepto de trabajo y otras fuentes, tomando como
referencia el mes de noviembre del 2002. Los datos indican que,
por lo menos, el 43% de los trabajadores haitianos de la construcción y el 72% de los ocupados en otros sectores percibieron
ingresos por debajo del salario promedio, que para esa fecha era
de aproximadamente RD$2,000.00.
En segundo lugar, los datos de la encuesta revelan que el ingreso
que perciben los haitianos en la construcción es mayor en comparación con el de sus compatriotas en otras ramas de actividad
económica, lo que se pone de manifiesto al calcular los ingresos
promedios que oscilan entre RD$3,050.80 y RD$1,821.94. También la mejor situación económica de los obreros de la construcción se destaca al comparar el segmento que percibe ingresos por
encima de RD$2,000 que alcanza un 57% en los trabajadores de
la construcción y solo un 28% en el otro estrato ocupacional.
f) Envío de remesas y canales utilizados
De acuerdo con los resultados de la encuesta FLACSO-OIM,
un poco más de la mitad (53%) de la mano de obra haitiana inmigrante informó que envía dinero a cónyuges, hijos, familiares o
amigos en Haití; porcentaje que es mucho más elevado entre los
trabajadores de la construcción, 70% en contraposición con un
44% que registra el otro grupo ocupacional: una diferencia muy
significativa de 26 puntos porcentuales.
También se observan diferencias en el envío de remesas según
el lugar donde viven los hijos: 60% cuando todos viven en Haití,
44% cuando una parte está en RD y otra permanece en Haití, y
36% si todos los hijos residen en la RD.
79
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Los medios utilizados para enviar las remesas son muy variados
y muestran el uso de vínculos y redes informales que, al parecer,
son merecedoras de mayor confianza o más baratos. Si bien los
entrevistados reportaron utilizar más de un medio, la gran mayoría, aproximadamente 86 de cada 100, envía el dinero utilizando
amigos que viajan a Haití. Otra vía es llevar el dinero personalmente, lo que se facilita por la proximidad geográfica de los dos
países, vía utilizada con mayor frecuencia por los obreros que no
laboran en la construcción (43%). Por último, solo una minoría
(8%) declaró haber utilizado remesadoras, siendo esta práctica más
elevada entre los vinculados a la construcción (12%).
La proporción de ingresos que la mano de obra haitiana ha enviado a Haití en los últimos tres meses da cuenta de la importancia
de las remesas como estrategia de subsistencia familiar dentro
del proyecto migratorio de estos trabajadores: el 71% indicó que
había enviado a familiares y relacionados en Haití entre el 25 al
89% de los haberes percibidos en la RD.
Historia de Vida 3.
Caso de inmigrante haitiano que reside
en el Distrito Nacional y se hospeda en
una obra en construcción
“Vine pagando a militares haitianos y dominicanos. Mi papá
me ayudó a sacar mis papeles y me dio algo de dinero para el
viaje. Yo estoy casado y tengo dos hijos pequeños. Ellos viven
en Haití.
“Yo conseguí trabajo muy pronto en la construcción. Un amigo
me llevo a la obra y me contrataron. Me pagan 300 pesos diarios. Yo vine a trabajar para poder mantener a mi familia. Estoy
ilegal pero yo no hago nada malo, ni perjudico a nadie”.
80
TOMO I
“Para ahorrar yo hago de todo. Yo duermo en las obras y así
no pago alquiler de casa. Duermo en cartones en el piso. Yo no
compro muebles. El agua que bebo es de la llave. Yo no compro agua.Y no pago transporte diario durmiendo en la obra.
Con la comida, yo le pago a la cocinera de la obra que el plato
cuesta 70 pesos. Pero los días en que quiero mandarles más dinero a mi familia por alguna razón (un hijo enfermo o cualquier
otra situación), yo no como de la cocinera de la obra, sino que
me compro panes y salami en el colmado y me como eso. La
cena y el desayuno mío, normalmente lo compro también en el
colmado (pan y queso). Trato de no gastar más de 110 pesos al
día, para poder ahorrar más de la mitad de mi salario diario”
(su salario diario era de 300 pesos).
“Yo les envío dinero a mis padres y a mis hermanos. Yo les envío dinero a mi esposa y a mis hijos. Cuando tú vienes a ver son
muchos a los que les mandas dinero. Pero lo tienes que hacer.
Yo no hubiera salido de mi país si la situación no fuera tan mala.
Y lo peor es que la situación no parece poderse arreglar. Todos
los políticos tienen a Haití hundido en la miseria.”
“Hasta ahora no he tenido problemas en la RD. No me han
detenido ni deportado. Trato de salir lo menos posible para que
no me paren. Me dedico a mi trabajo y eso le gusta al ingeniero
para el que trabajo. Él me trata bien y relaja mucho conmigo
preguntándome en qué más voy a ahorrar. Él sabe que yo duermo en la obra”.
“Yo no planeo quedarme en RD. Yo quiero regresar a mi país.
Pero tengo que hacer dinero para poder hacerlo. Cuando regrese quiero poder tener un negocio que me permita vivir bien, sin
pasar tantas penalidades”.
“Mis planes son aprender lo más que pueda para que después
me contraten como terminador. Porque pagan más y el trabajo
es más suave. Cuando llegue a terminador, podré ahorrar más
para el sostén de mi familia y para mi futuro negocio”.
81
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
“Extraño a mi familia. No he podido irlos a visitar. Pero cuando pueda lo haré. Mientras tanto, no paro de trabajar. Antes de
que se acabe una obra ya tengo otra buscada. Me muevo mucho buscando trabajo. No me siento a esperar a que vengan”.
IV. Entre la Segregación y
la Integración Sociocultural
En esta investigación se examinaron dos tipos de factores que
están incidiendo en las condiciones de vida de los inmigrantes
haitianos y en particular en la población objeto de estudio. Por
un lado, los factores que propician una mayor movilidad e integración sociocultural de estos inmigrantes, más allá del ámbito
ocupacional. Y, por otra parte, el marco normativo y las prácticas
coercitivas implementadas por las autoridades para restringir
esas tendencias. A modo de síntesis, presentamos los principales
hallazgos utilizando los datos de los tres índices construidos: de
Integración sociocultural de los inmigrantes, de Incidencia del uso
de prácticas represivas como mecanismo de control y el Índice
de percepción de discriminación por ser haitianos.
a) El índice de integración sociocultural
de los inmigrantes
Siete indicadores fueron utilizados para crear un índice que
permitiera identificar en qué medida los trabajadores haitianos inmigrantes están asumiendo valores, comportamientos y prácticas
socioculturales que contribuyen al logro de una mayor integración
al país de destino de este flujo migratorio, es decir, a la sociedad
dominicana. Estos indicadores, y el porcentaje de casos que abarca
cada uno, se subdividen en dos categorías y son los siguientes:
82
TOMO I
Indicadores que miden comportamientos y prácticas:
• Mostró dominio del español durante la realización de la entrevista (48%).
• Comparte con sus compañeros dominicanos fuera del trabajo
(60%).
• Fuera del trabajo se relaciona más con dominicanos o con
domínico-haitianos (29%).
• Sus mejores amigos son dominicanos, domínico-haitianos o
de ambas nacionalidades (43%).
• Vive en un sector donde la mayoría de sus vecinos no son
haitianos (46%).
Indicadores que miden actitudes y valoraciones:
• Si se fuera a mudar, le gustaría que sus vecinos fueran dominicanos o de ambas nacionalidades (37%).
• Si se casara ahora, le gustaría que su cónyuge fuera dominicana
o domínico-haitiana (22%).
Tres de los indicadores, que remiten a comportamientos y
prácticas, exhiben cifras cercanas al 50%: dominio del español,
compartir con compañeros dominicanos fuera del trabajo, y
asentamiento en vecindarios no segregados. Mientras que, por
otro lado, los dos indicadores que registran porcentajes más bajos
son aquellos que miden relaciones de carácter más espontáneo e
íntimo, vale decir, la amistad y el matrimonio: la mayoría (78%)
prefiere casarse con una mujer haitiana y escoger a sus mejores
amigos dentro de su mismo grupo étnico (71%), vale decir, estos
datos sugieren una mayor valoración de la endogamia cultural en
las relaciones primarias.
Cuando se examinan los resultados del índice, es decir, el producto de la combinación del conjunto de indicadores utilizados
para medir la integración sociocultural, se puede concluir afirmando que la mayoría de los inmigrantes haitianos que laboran
en la República Dominicana y que fueron entrevistados en esta
83
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
encuesta ha recorrido un importante camino hacia la integración
sociocultural, tendencia que se presenta de manera más acentuada
entre los trabajadores de la construcción: el 51% del colectivo
haitiano registró mediana o alta integración, proporción que se
eleva a 61% en los trabajadores de la construcción y desciende a
45% en el otro estrato ocupacional (gráfico 7).
Gráfico 7. Índice de Integración sociocultural de los inmigrantes
según sector económico. LACSO-OIM 2002
70%
61%
60%
55%
55%
50%
40%
51%
55%
45%
39%
30%
20%
10%
0%
Baja
Mediana o alta
Integracion socio cultural
Contrucción
Otros sectores
Total
Esta integración se lleva a cabo a pesar de la pervivencia de
actitudes y comportamientos propios de la cultura original de
estos inmigrantes, por ejemplo, el uso del creóle en la comunicación cotidiana entre pares y la valoración de la endogamia en
los vínculos primarios, ya citada. Finalmente, esta tendencia a la
integración de la mano de obra haitiana inmigrante se desarrolla
de modo accidentado ya que encuentra un poderoso valladar en
el sistema normativo y las prácticas coercitivas institucionalizadas
por el Estado dominicano, como veremos a continuación.
b) El índice de incidencia del uso de prácticas
represivas como mecanismo de control
A partir de la información disponible en la Encuesta FLACSOOIM, se construyó un índice que mide el alcance de la utilización
de prácticas regresivas como mecanismo de control de la mano de
obra haitiana inmigrante, por autoridades del país de acogida. Las
prácticas seleccionadas para construir el índice, y la proporción de
84
TOMO I
inmigrantes que fueron afectados por su implementación, son las siguientes: uso de redadas (20%), detenciones o apresamientos (25%),
sobornos para otorgar libertad (22%) y repatriaciones (18%).
Los datos muestran que, aproximadamente, una quinta parte de
la mano de obra haitiana inmigrante afirmó haber sido víctima de
estas prácticas represivas y trato indebido. También resulta notorio
que las prácticas más recurrentes sean el apresamiento (25%) y el
soborno (22%). El análisis bivariado sugiere que ambas acciones
están conectadas: el 60.5% de los inmigrantes haitianos que fueron
detenidos o apresados declararon haber tenido que pagar dinero
para su libertad o para que los traten bien, frente a sólo un 9% de
incidencia de corrupción entre los que no fueron apresados.
Tabla 4. Incidencia del uso de prácticas represivas
como mecanismo de control de la fuerza laboral
haitiana según sector económico. Encuesta Inmigración
Haitiana en República Dominicana. FLACSO-OIM. Dic. 2002
Incidencia del uso de prácticas
represivas como mecanismo
de control
Indicadores:
Lo han atrapado en alguna
redada
Le han detenido o metido preso
Ha tenido que dar dinero para
que lo dejen libre o lo traten bien
Lo han devuelto a Haití
Índice: **
No utilización
Uso de prácticas represivas
(por lo menos una)
Total
(n)
** P<0.001
Sector económico
Total
Construcción
Otros
21.3%
27.4%
19.7%
23.5%
20.3%
24.8%
23.6%
15.9%
21.1%
19.7%
22.0%
18.4%
58.4%
68.4%
65.0%
41.6%
100.0%
(531)
31.6%
100.0%
(1023)
35.0%
100.0%
(1554)
85
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
El índice elaborado mediante reconteo de los cuatro indicadores
muestra con mayor precisión la incidencia de este fenómeno (véase
tabla 4). Por un lado, se evidencia que 35 de cada 100 trabajadores
haitianos han sido víctimas de, por lo menos, una de estas prácticas
represivas. En segundo lugar, el uso de estas prácticas (entre las
cuales, por lo menos una (la redada) esta prohibida por el nuevo
Código Procesal Penal, vigente en la República Dominicana a
partir del 2004), afecta de modo desigual a los dos grupos ocupacionales delimitados en la investigación: 42% entre los trabajadores
de la construcción en contraposición con un 32% de incidencia
entre quienes laboran en otros sectores de la economía dominicana. En este sentido, la incidencia de esta modalidad de coerción
es mayor entre los trabajadores de la construcción, hallazgo que
podría estar relacionado con un mayor riesgo o vulnerabilidad de
estos trabajadores por su asentamiento en las grandes ciudades
y otras localidades urbanas, y en razón del carácter itinerante de
su ocupación.
c) El índice de percepción de discriminación
por ser haitiano
El índice construido para medir la percepción de discriminación por ser haitiano que tiene el propio inmigrante abarca tres
indicadores cuyos resultados son, en orden de menor a mayor
frecuencia: 1) afirma que en algún momento los dominicanos del
barrio o del trabajo lo han ofendido por ser de origen haitiano
(29%), 2) considera peor su situación de trabajo con respecto a
la de los dominicanos que realizan la misma actividad (46%), y 3)
considera que no le pagan igual que a los dominicanos que hacen
el mismo trabajo (53%).
Sobresale, en primer lugar, que según el sentir de los entrevistados, hay mayor discriminación en el ámbito de las relaciones
contractuales de trabajo, es decir, de parte de los empleadores o
86
TOMO I
personas a las cuales ofrecen sus servicios, ya que perciben un
tratamiento desigual con respecto a los dominicanos que realizan la misma actividad. Mientras que es menor la percepción de
discriminación cuando se mide a través del trato recibido por los
vecinos y los compañeros de trabajo, es decir, las personas con las
cuales mantiene vínculos informales o relaciones horizontales.
Gráfico 8. Índice de Percepción de discriminación por ser haitiano
según sectores. FLACSO-OIM. 2002.
100%
90%
16%
11%
13%
60%
54%
80%
Alta discriminación
70%
60%
44%
50%
40%
Mediana discriminación
Discriminacion baja
30%
20%
40%
33%
29%
10%
0%
Construcción
Otros sectores
Total
La combinación de los tres indicadores que forman el índice
revela, en primer lugar, que los entrevistados perciben discriminación en algún grado. En segundo lugar, se destaca que más de
la mitad de los inmigrantes que forman parte de la muestra se
ubica en la categoría intermedia de discriminación (55%). Y, en
tercer lugar, la percepción de discriminación por ser haitiano es
menor entre los trabajadores de la construcción: 60% se ubica
en mediana o alta discriminación frente a un 71% en este grado
entre los haitianos que laboran en otros sectores de la economía
dominicana (gráfico 8).
d) La percepción de discriminación
según informantes clave.
En este tema, los diferentes informantes que contribuyeron en la
realización del estudio cualitativo ofrecieron diversas opiniones.
Las personas dominicanas entrevistadas que laboran en el
sector de la construcción como obreros, maestros, ingenieros y
87
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
arquitectos percibían que, en general, se exageraba con el tema
de la discriminación hacia los nacionales haitianos. Un ingeniero
constructor explicaba: “Si aquí hubiera discriminación, no habría
empleos para los haitianos. Cuando usted odia a una persona no
le da empleos. Y si está ilegal hace lo posible para que lo deporten.
Oiga, si el dominicano quisiera hacerle daño al haitiano, solo lo
tendría que delatar para deportación y eso no lo hace”.
Otro contratista entendía que había una historia negativa entre
ambos países y que, entre países vecinos:
“Siempre hay una rencilla por territorios, o por alguna razón. Mire, lo que me da más coraje es ver cómo las agencias
internacionales arman escándalos y desacreditan al país diciendo que somos esclavistas y que les violamos los derechos.
Pero esos no hablan de que entre la frontera de México y
Estados Unidos, ha pasado de todo, y violan mujeres mexicanas los mismos oficiales gringos de migración o de la zona
fronteriza. Cuando sucede eso en Estados Unidos y hacen
deportaciones, los gringos están cumpliendo la ley. Si ocurre
en la RD los dominicanos están haciendo atropellos. Y los
haitianos se hacen las víctimas para ganar simpatías. Yo no
digo que no se trate mejor a los haitianos. Yo soy partidario
de eso. Pero ya basta de desacreditarnos. Usted ve los documentales extranjeros acerca del trato de los dominicanos con
los haitianos y usted no se lo puede creer de lo sensacionalista
que son. Si aquí tratáramos tan mal a los haitianos, ¿por qué
siguen viniendo? Usted no se va a ningún país para que lo
maltraten, para que lo maten de hambre, para que lo maten y
lo golpeen. Eso no es verdad. Ese es un cuento chino, pero
sabroso para otros países que no saben qué hacer con Haití
y nos lo largan a nosotros”.
Los obreros dominicanos entrevistados, por su parte, expresaron que trabajan en un ambiente de camaradería con los obreros
88
TOMO I
haitianos. La proximidad en el trabajo con los obreros del país
vecino parece haber facilitado que los obreros dominicanos expresen actitudes favorables de aceptación hacia los haitianos:
“Nosotros comemos juntos. Cuando algún obrero haitiano
está en cuenca (no tiene dinero) o quiere ahorrar y no come
bien, uno comparte la comida con esa persona. El haitiano es
trabajador y si se fija, ellos no vienen con malas intenciones al
país. Usted no ve haitianos vendiendo drogas en las esquinas.
Lo que venden es frutas. En las obras hacen sus trabajos
con muy buena disposición y no están buscando problemas.
Yo sé que hay un sentimiento anti-haitiano en el país. Pero
yo no lo comparto. Yo he trabajado con ellos. Son buenas
personas y muy trabajadores”.
Para los nacionales haitianos entrevistados sí hay discriminación
hacia ellos en la RD:
Uno de ellos afirmó: “Desde una revisión histórica en la RD se
ha formado la idea que Haití la había ocupado. Yo creo que esto
no debió ser colocado en la cabeza de los dominicanos de esta
forma”. Otro completa y dijo: “Hubo problemas en el pasado,
hace muchísimos años y todavía esos problemas siguen presentes
en los dominicanos. El 27 de febrero, los dominicanos celebran
la independencia de Haití. Esto influye mucho en un país. Los
haitianos que estamos aquí necesitamos ayuda, pero no estamos
pidiendo, estamos trabajando en la construcción. No robamos ni
atracamos”.
Otro obrero de nacionalidad haitiana reflexionaba que el dominicano que se queda en la RD no logra comprender y sensibilizarse con los motivos de las migraciones haitianas, mientras
que sí podían comprender la emigración de los dominicanos hacia
otros países extranjeros:
“Aquí los dominicanos se van en yola para Puerto Rico
y allá trabajan y pasan muchas experiencias como nosotros
89
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
aquí. Y cuando el dominicano se entera de lo que pasan sus
compatriotas les da coraje con los puertorriqueños. Pero no
se dan cuenta de que eso mismo nosotros lo pasamos aquí.
No ven la paja en su ojo, sino en el ajeno”.
Al preguntar si existía discriminación hacia los haitianos a las
personas entrevistadas del área sindical, la respuesta fue contundente: sí hay discriminación hacia los nacionales haitianos en el
país. Un dirigente sindical dominicano analiza la problemática
con amplitud:
“Claro que hay discriminación hacia los haitianos en la
RD. Pero la discriminación no está en que le digan haitianos porque, en definitiva, son haitianos. No está en que los
deporten, porque al fin y al cabo, todos los países tienen el
derecho de ejercer sus leyes. Yo le voy a decir dónde está la
discriminación. Está en las firmas constructoras que contratan a los haitianos no porque los quieran ayudar, sino porque
ganan más con ellos. Porque abaratan los costos de salarios
con los haitianos. Es una discriminación laboral en prejuicio
de los haitianos y también de los dominicanos, porque con
esas medidas, las firmas constructoras alejan a los obreros
dominicanos. La estrategia es decirles a los dominicanos, si
tú no quieres trabajar por esta tarifa, no trabajes. Tenemos a
los haitianos, Cuando las firmas constructoras unifiquen los
salarios de los obreros no calificados, y les paguen un salario
digno, entonces podremos saber si es que el dominicano no
quiere trabajar o es que las constructoras los rechazan con
su oferta de salarios miserables. Hay discriminación en el
Gobierno, cuando se cruza de brazos ante la situación. ¿Por
qué no dialogan con las firmas constructoras y les preguntan
sobre su necesidad de la mano de obra haitiana? Si en verdad la necesitan, pues que se haga como en otros países, que
se calcula cuál es la necesidad y se contratan a trabajadores
con empleos temporales que en ningún momento lesionan
90
TOMO I
sus derechos. Hay discriminación cuando las autoridades no
son capaces de detener los vejámenes a que son sometidos
los haitianos. Esa continua extorsión que da vergüenza.
Los tratan mal y encima les exigen dinero. Esa práctica es
malvada, asquerosa. Los acosan porque son ilegales. Si son
autoridades, lo que deberían hacer es cumplir la Ley. Hay
discriminación cuando los políticos despiertan sentimientos
anti-haitianos en la población, provocando violencia en la
población contra ellos. Cuando lo que deberían hacer es pedir
que se respeten las leyes y buscar soluciones que no lesionen
a los pueblos”.
e) Incidencia del sistema normativo en las
condiciones laborales de los inmigrantes
El análisis de los mecanismos coercitivos de control de la mano
de obra haitiana inmigrante realizado en este estudio se apoyó en
una revisión de la legislación en materia de derechos laborales y
migratorios, principalmente las disposiciones contenidas en el
Código de Trabajo y la Ley General de Migración, instrumentos
que, desde la primera mitad del Siglo XX, han sustentado sus
disposiciones en la necesidad que tiene el Estado Dominicano
de proteger el trabajo de los nacionales en condiciones de un alto
nivel de desempleo.
La primera conclusión que se deriva de la revisión de la normativa en esta materia es que la utilización masiva de trabajadores
haitianos por parte de las empresas constructoras constituye una
acción que en general se realiza al margen de las disposiciones
contenidas en el Código de Trabajo, práctica que afecta a los
inmigrantes que laboran en este sector.
Las disposiciones relativas a la denominada nacionalización del
trabajo han resultado inoperantes. En la práctica, las empresas
91
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
agrícolas violan el Art. 135 al contratar una proporción mayor de
un 20% de trabajadores extranjeros como braceros, sin obtener
autorización del Poder Ejecutivo, como establece la normativa.
En el caso de las empresas constructoras se registra una doble
violación a las disposiciones del Código de Trabajo ya que, además
de utilizar una proporción mayor de mano de obra haitiana con
respecto a la dominicana, el sector construcción no puede ampararse en el Art. 145 y solicitar, de modo excepcional, autorización
al Poder Ejecutivo para exceder la proporción que la legislación
establece, ya que esta disposición sólo aplica a las empresas que
utilizan braceros agrícolas. La inoperancia de la legislación laboral en esta materia es de vieja data y, a fin de cuentas, ha tenido y
tiene consecuencia para la fuerza de trabajo haitiana inmigrante
que es utilizada al margen de estas disposiciones por los grupos
empresariales dominicanos. En este sentido, el Código de Trabajo
ha tenido el efecto imprevisto de fomentar el empleo de mano de
obra indocumentada. Como destacó Perdomo Cordero, de una
posición en principio razonable -la protección de la mano de obra
nacional- se llega a una situación de hecho, donde sólo un grupo
determinado de extranjeros se ve afectado por la medida. En efecto, el examen del contenido y la aplicación de la Ley de Migración
vigente en el país pone en evidencia que se trata de un caso de
discriminación indirecta, ya que afecta, fundamentalmente, a un
grupo humano específico que, en razón de su estatus migratorio
ilegal, tiene poca o ninguna capacidad de reclamar los derechos y
beneficios que la legislación laboral del país podría otorgarle.16
16. Véase: Nassef Perdomo, La discriminación racial en el ordenamiento jurídico dominicano, Santo Domingo, SJRM, 2006, p. 54. La idea de discriminación indirecta fue
desarrollada por Perdomo Cordero luego de un examen de lo establecido en
la Constitución y los tratados internacionales de derechos humanos -y de manera
específica la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial- N. Perdomo concluye señalando que “la discriminación racial
no puede tener presencia en el ordenamiento jurídico dominicano. La posición
de superioridad que tienen la Constitución y los tratados limita y define el marco de cosas que las leyes pueden regular y cómo pueden hacerlo”. Agrega, sin
embargo, que esta observación “no excluye la existencia en el país de normas
cuyas consecuencias en los hechos fomentan la desprotección de grupos sociales
92
TOMO I
La revisión de la normativa vigente, así como los testimonios
ofrecidos por informantes clave entrevistados en el estudio cualitativo, aportan abundantes evidencias para esclarecer y confirmar
la QUINTA HIPÓTESIS de este estudio: “La estrategia empresarial
de sustitución de la mano de obra local por el inmigrante haitiano, por lo general privado de documentación y sin capacidad
de negociar condiciones laborales, se ha facilitado por la escasa
intervención del Estado a través de iniciativas tendentes a regular
este tipo de contratación”.
Las iniciativas reportadas por la Secretaría de Trabajo para
controlar la contratación de mano de obra haitiana en el sector
construcción, son pocas y muy limitadas. Limitadas porque en
muchos casos escapan de sus manos y porque, en otros, no hay
una implementación eficazmente dirigida a buscar soluciones que
abarquen a todas las partes en conflicto.
determinados. Esta discriminación no siempre afecta a las personas en razón de
su pertenencia a los grupos étnicos. Lo que sucede en muchos casos es que las
normas que producen desigualdades reales afectan desproporcionalmente a un
determinado grupo étnico o racial”. Ob. Cit. p. 51.
93
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Historia de Vida 4.
Caso de inmigrante haitiano que se siente
discriminado por los dominicanos.
“Yo llegué a la RD hace tres años. Vine con otros amigos que
también necesitaban a trabajar para mantener a su familia.
Cuando yo le dije a mi mamá que venía a RD ella no estuvo
conforme. Me dijo que me iban a tratar mal aquí, pero yo estaba desesperado por trabajar con mejor salario. Así que decidí
venir con un grupo de amigos. Conseguimos trabajo en la construcción cargando materiales. Poco a poco hemos aprendido el
español y ya lo podemos hablar sin muchos problemas”.
“Nosotros tenemos rentada una habitación entre tres. La habitación no es gran cosa, pero por lo menos no dormimos a la
intemperie. Cada cual se resuelve su comida y se lava su ropa”.
“Hemos tenido suerte ya que hemos conseguido trabajo en las
obras de construcción. A veces hay períodos en que no encontramos nada, pero la mayoría de las veces, si nos movemos mucho, encontramos trabajo como peones. Yo no había trabajado
antes en esto. Yo era agricultor, pero cuando llegué al país yo
no quería trabajar en un cañaveral o en alguna cosecha porque
se paga muy poco. En la construcción se gana más, aunque
no sea fijo y siempre te sientes inseguro de si vas a conseguir
trabajo”.
“Yo he podido ayudar a mi familia en estos tres años. La casita
en que vivíamos en Haití se estaba cayendo. Pero ya yo mandé
dinero para arreglarla. La última vez que fui a Haití, la casa estaba en mejores condiciones. También el sustento de mi mamá
está mejor asegurado. Mis hermanos también la ayudan, pero
ella cuenta conmigo para poderse mantener. Yo nunca conocí
a mi papá. Simplemente la abandonó y nunca fue responsable
con nosotros”.
“Yo no estoy a gusto aquí. El dominicano piensa que el haitiano es lo peor del mundo. Que nos comemos a los perros y
94
TOMO I
a los gatos. Que somos brujos y malignos. Hay mucho odio
en la RD hacia Haití. Ahora se agrava porque la comunidad
internacional presiona a RD para que dé mejor trato a los nacionales haitianos. Esto los pone más rabiosos, pero el caso es
que nos necesitan. ¿Quién recogería cosechas o trabajaría en
la construcción? Somos nosotros lo que lo hacemos por poco
dinero. Los dominicanos no tienen derecho a quejarse, ya que
ellos mismos son los que nos los ofrecen para sacar beneficios
de nosotros. El salario de los haitianos es mucho menor que
el de los dominicanos aunque no los reconozcan. Nos tienen
sin seguro de salud o de accidentes. Si te pasa algo en la obra
esa es tu responsabilidad. Cuando un haitiano muere nadie se
entera”.
“Andar en la calle sin permiso de trabajo te expone constantemente a que la policía te moleste para sacarte dinero. Los haitianos somos una fuente de ingreso para los policías. Uno se
faja a trabajar para que venga uno de estos a quitarte tu dinero.
Eso es lo peor de todo. Este país está muy desarrollado pero
también hay mucha corrupción y abusos”.
“Tú vas por la calle y si se dan cuenta de que eres haitiano la
gente te mira mal, como con asco. Hay algunos dominicanos
que no hacen eso, pero la mayoría lo hace. En la obra, los compañeros dominicanos no son tan malos con uno. Hay algunos
que trabajan sin problemas con nosotros. Pero hay otros que te
acusan de que tú les robas algo. Y sólo lo hacen para molestarte
porque tú no le has robado nada a nadie”.
V. Recomendaciones por
los Informantes Clave
A todos los informantes clave del estudio cualitativo, que fue
realizado para completar y ampliar los resultados de la encuesta de
FLACSO/OIM analizada en este reporte, se les solicitó aportar
sugerencias de posibles soluciones o medidas para enfrentar los
95
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
problemas de la mano de obra haitiana en el sector de la construcción. Como se presenta más adelante, la mayoría de las ideas
ofrecidas por estos informantes concuerdan en señalar que el
Gobierno Dominicano debería regularizar la situación migratoria y laboral de los inmigrantes haitianos en la RD, de forma que
beneficie a todos los sectores involucrados. A continuación se
exponen las voces de los diferentes sectores, tales como fueron
externadas.
Entrevistados en las firmas constructoras
1. “El Gobierno dominicano debe hacerse cargo de que es la
mano de obra haitiana lo que sostiene el sector de la construcción.
No debe seguir ignorando esta situación. Debe hacer algo para
regularizar esto. Quien se beneficia es el país”.
2. “¿Qué le cuesta al Gobierno darles carnés a los obreros haitianos como lo hacen en el sector agrícola? La carnetización se hizo
para incentivar este sector. ¿Por qué no hacen lo mismo con el
sector de la construcción? Hay falta de voluntad para regularizar
e incentivar las construcciones”.
3. “Las multas estipuladas en la Ley de Migración no son la
solución. Tienen que darse cuenta de que necesitamos los obreros
haitianos”.
4. “Se deben dar los pasos necesarios para permitir que los
inmigrantes haitianos puedan trabajar en nuestro sector. En otros
países esto se hace. Y se hace de manera legal. De esta forma se
evitarían esas demandas absurdas de que somos objeto, en donde
por definición de las leyes dominicanas los patrones ya las pierden
de antemano por contratar mano de obra indocumentada”.
5. “Se debe modificar la Ley de Migración en cuanto a incluir
96
TOMO I
permisos de trabajo temporales que sean más fáciles de obtener.
Migración no hace nada. Tiene leyes pero ni las cumple por irreales, ni las modifica”.
Obreros haitianos
6. “Si el sector de la construcción necesita la mano de obra se debe
incentivar a la que está disponible. Nos deben dar visados de trabajo,
de forma que podamos trabajar sin perder nuestros derechos”.
7. “Los visados dominicanos deben ser más baratos, son muy
caros. Queremos entrar legalmente a la RD pero los visados nos
cuestan mucho”.
8. “Los visados que da la Embajada Dominicana en Haití son
muchos. Ellos saben que venimos a trabajar. Entonces, ¿para qué
nos los dan? Hay visados por tres meses, por seis meses, por un
año. Si tú pagas, te lo dan”.
9. “Nos deben dar papeles que nos permitan trabajar en lo que
estamos haciendo. Las leyes dominicanas deben reconocer que la
mano de obra haitiana aporta al desarrollo del país”.
10. “La situación se debe legalizar. De esta forma, los salarios
se unificarían y nadie podría ofrecernos ingresos abusivos que
los compatriotas aceptan por la necesidad. La necesidad de una
persona no debe ser motivo para robarle su dignidad”.
Obreros dominicanos
11. “A nosotros no creo que nos perjudique el control de la
mano de obra haitiana. Si la acepta el Gobierno, esto significa que
las tarifas podrían ser más decentes para los obreros no calificados.
Y esto beneficia a todos”.
97
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
12. “Los maestros de la construcción deben respetar más los
salarios de los obreros haitianos. Los ingenieros se lavan las manos, aunque saben que los maestros les están pagando menos a
los haitianos”.
13. “Se debe subir las tarifas para que más dominicanos se
animen a trabajar en la construcción, como están ahora no son
atractivas”.
Sector sindical
14. “Debe haber una revisión gubernamental de las tarifas
del trabajo calificado y no calificado más adaptada al costo de la
vida. Esto hará que los trabajadores se sientan protegidos y no
tengan que aceptar todas esas situaciones abusivas que se dan en
ese sector”.
15. “Se debe aplicar la Ley de Migración. ¿Para qué se modificó
recientemente? El sector de la construcción se burla de esta Ley
todos los días. ¿Y qué hace el Gobierno? Nada. Cierra los ojos
como si la situación no existiera. Yo creo que una buena parte de
lo que pasa con la inmigración haitiana es culpa de las autoridades
de Migración que no controlan nada. Y este descontrol lo único
que trae es corrupción en todos los sentidos”.
Sector Gubernamental
16. “Regularizarle a esos trabajadores su estado migratorio, porque si no se hace eso, el problema va a seguir. Además no habrá
control, no podrás conocer la cantidad de mano de obra extranjera
que hay en el sector. ¿Cómo computarizar a los ilegales?”
17. “Ya se están tomando medidas. A quienes hay que regularizar
son a las constructoras del país. Al aumentar las multas, deberán
98
TOMO I
pensarlo dos veces antes de contratar obreros indocumentados.
A estos empresarios hay que trabajarles su punto débil que es el
dinero”.
18. “Se debe estudiar si existe o no una verdadera necesidad de
mano de obra haitiana o es tan solo una estrategia de los constructores para abaratar sus gastos y aumentar sus ganancias. Se sabe
que muchos obreros dominicanos están emigrando a otros países.
Pero si las condiciones cambiaran, estos obreros no tendrían que
emigrar. Y aunque hay obreros que emigran, aún queda en el país
la mayoría de obreros dominicanos que no quieren trabajar por
los bajos salarios. No es que no haya mano de obra no calificada
dominicana, es que les pagan mal”.
99
Anexos
Calificaciones que debe llenar un extranjero para poder obtener residencia en territorio dominicano según la Ley de Migración (No. 258-04).
DE LOS RESIDENTES PERMANENTES:
Art. 33: Son admitidos como Residentes Permanentes los extranjeros que califiquen como:
1. Inmigrantes. Se entiende por tales los extranjeros que poseen calificación profesional, de oficio u ocupación que requiere
el desarrollo del país o que se ajuste a requerimientos de personal
no satisfechos nacionalmente.
2. Inversionistas. Se considera inversionista aquellos extranjeros
que aportan sus propios bienes para realizar actividades de interés
para el país, cuyo monto mínimo será fijado por vía reglamentaria.
Jubilados, pensionados o rentistas, considerándose como tales los
extranjeros que comprueben percibir un ingreso regular y permanente de fuentes externas, que le permitan vivir en el país y cuyos
montos mínimos serán fijados por la vía reglamentaria.
3. Parientes extranjeros de nacionalidad dominicana o de extranjeros residentes permanentes en el país, entendiéndose como
parientes al conyugue y a los hijos (as) menores de edad y/o
solteros (as).
101
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
DE LOS RESIDENTES TEMPORALES
Art. 35: Son admitidos como Residentes Temporales los extranjeros que califiquen dentro de las siguientes subcategorías:
1. Científicos, profesionales, periodistas, personal especializado, deportista y artistas, contratados por instituciones públicas o
privadas que desarrollen actividades en el país.
2. Empresarios, inversionistas, comerciantes, industriales y
personal gerencial de empresas nacionales o extranjeras establecidas en el país, para atender sus negocios inversiones.
3. Técnicos, artesanos y trabajadores de alta calificación en su
oficio.
4. Religiosos pertenecientes a iglesias, órdenes o congregaciones reconocidas en el país, que vengan a desarrollar actividades
propias de su culto, docentes o asistenciales.
5. Asilados Políticos conforme la legislación vigente.
6. Refugiados conforme la legislación vigente.
7. Conyugue e hijos de las personas mencionadas en los apartados anteriores de este artículo.
8. Aquellos extranjeros que, sin estar comprendidos en los
apartados anteriores, fueren excepcionalmente autorizados por
el director General de Migración, valorando para ello la actividad
a desarrollar y el provecho que pueda generar esta para el país.
9. Extranjeros que ingresen al territorio nacional dotados de
una visa de Residencia con la obligación de completar dentro del
país los procedimientos correspondientes de formalización de la
residencia dominicana.
102
Bibliografía
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tránsito: la difícil situación de la población migrante haitiana y de la población dominicana de ascendencia haitiana. Encontrado en: http://web.
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105
SJRM-CENTRO BONÓ
COSTOS Y BENEFICIOS DE LA
MANO DE OBRA HAITIANA
EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN
INVESTIGADORES:
MILKA CUELLO
FELIPE SANTOS
107
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
108
Introducción
Todo estudio sobre las corrientes migratorias pasa necesariamente por el análisis de la población más representativa en el país
de destino. En este sentido, se revela la migración de nacionales
haitianos/as como la más representativa de esta corriente en República Dominicana. Los debates relacionados con esta población
migrante inserta en los sectores productivos gira en torno a:
• La mano de obra haitiana en el sector construcción desplaza
o no a la dominicana.
• Es o no una carga económica la mano de obra haitiana, sea
para la sociedad dominicana o para el Estado dominicano.
Tradicionalmente, la inmigración de nacionales haitianos ha
estado muy vinculada al proceso productivo nacional. En las
primeras tres décadas del siglo pasado, la industria azucarera demandó una cantidad importante de mano de obra que se suplía
de un tipo de inmigración temporal, de carácter estacional, basada
en el reclutamiento de trabajadores haitianos por acuerdo entre
los gobiernos de Haití y República Dominicana (OIM-FLACSO;
2004, 121). Esto, por señalar una dimensión de la economía en que
los nacionales haitianos han jugado un papel importante2.
1. Organización Internacional para las Migraciones, Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales (2004). Encuesta Inmigrantes Haitianos en República Dominicana.
2. Un examen más detallado de esa situación los podríamos encontrar en el libro
de José Israel Cuello “Contratación de la mano de obra haitiana destinada a la
industria azucarera dominicana. 1952-1986”.
109
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Los datos obtenidos en la encuesta sobre inmigrantes haitianos
en República Dominicana realizada por OIM-FLACSO en 2004,
muestra que la mano de obra de origen haitiano se concentró en
dos nichos laborales, tales como el de la construcción (38,9%) y
el agrícola (34,3%).
A manera ilustrativa, para señalar solo una referencia concreta,
un periodista del Listín Diario3 señalaba que: “ninguna actividad
agropecuaria podría ser desarrollada en República Dominicana
sin la participación de los nacionales haitianos. La dependencia
está tan acentuada que líderes del sector agropecuario aseguran
que gran parte del crecimiento que ha experimentado el país en
materia de cultivo e incremento en la exportación de importantes
rubros no fuera posible sin la mano de obra de los inmigrantes
que llegan desde Haití [...] Estimaciones conservadoras de la Junta
Agroempresarial Dominicana (JAD) y del productor arrocero,
Victorio Valerio, indican que en el arroz, la ponderación de la
mano de obra haitiana es más significativa que la dominicana,
alcanzando el ciento por ciento en ciertos casos. Las estimaciones
en el ámbito nacional indican que de cada 10 trabajadores [sic],
nueve son haitianos.”
Es posible poseer informaciones parciales sobre determinados
aspectos de las múltiples relaciones que se establecen entre los trabajadores inmigrantes de origen haitiano y su impacto en la economía
nacional, considerados los aspectos de la parte de inversión social
de la cual ellos se beneficiarían y de los aportes que con la venta de
su fuerza de trabajo realizan al producto interno bruto nacional.
Una de las grandes limitaciones que tenemos para dar cuenta
de la realidad de los aportes de la mano de obra de origen haitiano es la escasa información confiable existente en el país. Ello
constituye un fuerte impedimento para la elaboración de políticas
3. Jairon Severino <http://listin.com.do/app/article.aspx?id=3076> Fecha de consulta:
16.02.07
110
TOMO I
públicas que permitan atender de manera adecuada los derechos
de estas personas.
Al respecto, el “Informe Sobre la Pobreza en la República Dominicana: Logrando un Crecimiento Económico que Beneficie a los
Pobres” del 31 de agosto de 2006, realizado por el Banco Mundial
y del Banco Interamericano de Desarrollo, señalaba lo siguiente:
“El estudio de los trabajadores migrantes haitianos está
severamente limitado por la falta de disponibilidad de información sistemática confiable acerca de esta población. A la
fecha, ningún censo o encuesta nacional ha registrado adecuadamente la población haitiana que vive en el país, y aparte
del conocimiento anecdótico y algunos trabajos realizados por
ONGs y estudios puntuales, es poco lo que se conoce con
certeza acerca de estos trabajadores migrantes.”
Partiendo de esta realidad, se consideró necesaria la realización
de este estudio a fin de dar cuenta de la situación de la mano de
obra de origen haitiano insertada en el sector de la construcción. La
información recolectada de fuentes de información primarias —trabajadores de la construcción—, nos ha permitido dar respuestas a
las siguientes interrogantes: ¿Los inmigrantes haitianos desplazan
mano de obra dominicana?, ¿Cuál es el valor que le asigna el trabajador dominicano a los diversos puestos de trabajo en el sector
construcción?, ¿Cuál es el costo económico al estado dominicano
de la mano de obra haitiana?, ¿Cuáles son los aportes económicos
de la mano de obra haitiana en el sector construcción?
A partir de las preguntas anteriores, se espera buscar explicaciones sobre las múltiples relaciones entre los trabajadores
inmigrantes de origen haitiano y su impacto en la economía nacional, considerados los aspectos de la parte de inversión social
y los aportes que, con la venta de su fuerza de trabajo, realizan al
producto interno bruto nacional.
111
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
C ONCEPTOS C LAVE :
Mano de obra haitiana, desplazamiento vertical, atractivo laboral, aporte de la mano de obra, capital, plusvalía y costo de la
mano de obra.
A SPECTOS M ETODOLÓGICOS
A raíz de las preguntas planteadas en el punto anterior, fueron
establecidas las siguientes hipótesis:
• La mano de obra haitiana en el sector construcción no desplaza
a la dominicana, puesto que estos realizan labores que no generan
un atractivo laboral para los otros.
• El aporte de la mano de obra haitiana a la economía nacional es mayor en relación al costo que representa para el Estado
dominicano.
UNIDAD DE ANÁLISIS
Se definió como población objeto de estudio a todos los trabajadores haitianos y dominicanos identificados en proyectos de
construcción en el Distrito Nacional entre el octubre del 2007 y
abril del 2008.
OBJETIVOS
• General
Determinar el costo-beneficio de la mano de obra haitiana
no calificada en la rama de la construcción en la zona urbana de
Santo Domingo.
• Específico
i. Identificar los niveles de inversión realizados por el Estado para con la mano de obra haitiana del sector construcción
en las zonas del estudio.
ii. Establecer el diferencial entre los costos y beneficios
112
TOMO I
entre los trabajadores haitianos y dominicanos ubicados en
la misma escala laboral.
iii. Identificar los niveles de desplazamiento de la mano de
obra dominicana en el sector construcción por parte de la
mano de obra haitiana.
BASES METODOLÓGICAS
Para la obtención de insumos o evidencias que contribuyan a
una mayor aproximación de la hipótesis de trabajo, se determinaron dos fuentes importantes:
La fuente primaria, se obtuvo a partir de las siguientes herramientas:
a. Los Estados Financieros y de Resultados de 105 Empresas del Sector
Construcción.
b. Estudio de Campo Para el levantamiento de datos procedentes
del terreno, se aplicó:
b.i. La encuesta estructurada. Se diseñaron tres instrumentos
para el levantamiento de información destinados a los trabajadores (tanto haitianos como dominicanos), el empleador y
el maestro de construcción.
b.ii. Línea Base. Las limitaciones existentes en el acceso a
registros y listados oficiales de obras o proyectos de construcción, obligó a los/as investigadores a la realización de una
línea base para el diseño muestral. Fruto de esta recolección,
se reconocieron unos 23 proyectos en el Distrito Nacional,
específicamente de las circunscripciones no. 2 y 3, a partir
de los cuales fueron seleccionados 4 proyectos, tomando en
cuenta el tipo de obra y el tamaño de la obra o proyección
de la construcción en función de montos.
b.iii. Entrevistas a profundidad semi-estructuradas. Fueron
aplicadas seis entrevistas a profundidad, con actores pertenecientes a los distintos escalafones de la estructura del
trabajo de la construcción en las obras seleccionadas. Los
113
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
actores entrevistados se identificaron teniendo en cuenta el
proceso de construcción, desde la contratación de la mano
de obra (administración y dueños de empresas), el rol, la
función o el desempeño en el terreno laboral (gerentes o jefes de departamentos y supervisores), hasta el análisis de las
condiciones laborales semejantes (trabajadores dominicanos
y haitianos).
Fuentes Secundarias: basadas en informaciones bibliográficas
de las principales investigaciones e informes sobre la migración
laboral y el sector de la construcción.
ALGUNAS PRECISIONES TEÓRICAS
Breve Explicación Teórica sobre el Fenómeno de la Migración
Laboral.
Hay dos procesos sobre las migraciones laborales que se deben
explicitar. El primero busca averiguar por qué se produce la migración, es decir, por qué grandes contingentes de fuerza laboral emigran a otros países. La segunda, cómo beneficia o no esta migración
el proceso de acumulación de capital, no solo en la generación de
una tasa de ganancia mínima sino también en el aporte de soluciones ante las dificultades que se le presentan a ciertos sectores en el
proceso de acumulación para contratar fuerza de trabajo.
Tanto la migración del capital como la migración laboral presentan los mismos factores determinantes, es decir, que atraen la
mano de obra y el capital a determinada rama, sectores o actividades. Karl Marx, analizando las razones desde las consecuencias
de disparidades de cuotas de ganancia entre ramas productivas,
expone:
114
TOMO I
“¿Cuál sería la consecuencia de esta diversidad en cuanto a las
cuotas de ganancia de los capitales colocados en las diferentes
ramas de la industria? La misma consecuencia que se produce
siempre que, por la razón que sea, se dan diferencias en las
cuotas medias de ganancia de las diversas ramas de producción.
El capital y el trabajo se desplazarían de las ramas menos
rentables a las más rentables; y este proceso de desplazamiento duraría hasta que la oferta de rama industrial aumentase
proporcionalmente a la mayor demanda y en las demás ramas
industriales disminuyese conforme a la menor demanda4”.
La razón por la cual un determinado capital emigra de una actividad, rama o sector, en busca de mejores condiciones para generar
beneficios, así mismo lo hace la fuerza de trabajo. Dentro del marco
de ciertos límites, ese capital humano emigra a ramas, actividades,
sectores, puestos laborales o países, en busca de condiciones de empleo que permitan mejor vida o la producción y reproducción de la
unidad familiar. Cuando el espacio social-económico no es propicio
para tal acción, se generan las migraciones laborales. Ahora bien,
este proceso que desencadena la migración tiene otros factores que
estimulan el fenómeno en espiral. La migración laboral intramar o
intrapuestos de trabajo crea, necesariamente, escasez relativa que
pone un límite al proceso de acumulación de capital.
Todos los países son o pueden ser focos de origen y destino
(reales o potenciales), de los movimientos de personas simultáneamente, de contextos y condiciones socio-económicas y culturales, así como niveles de inclusión y equidad diferentes5. Estos
4. Marx, Karl, Salario, Precio y Ganancia, Ediciones en Lenguas Extranjeras Pekin,
1976. Primera edición 1976, pag.8-9
5. OIM-OIM, Proposition Pour Une Politique de Gestion de la Migration de la Maind’œuvre En Haití: Rapport: Prepare par le Groupe interministeriel et intersectorial
pour le renforcement des capacites de gestion de la migration de main-d’Ouvre,
Pag. 13-15.
115
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
desplazamientos humanos están fuertemente asociados a: 1) una
situación real y desproporcional de acceso a las posibilidades y
oportunidades (personales, institucionales, nacionales) de desarrollo socio-económico, desde una perspectiva integral e inclusiva;
2) un contexto mundial con grandes distancias en cuanto a la
distribución de los recursos y la riqueza, lo cual conduce agudizar
sus niveles de desigualdad y pobreza.
1. Referencia Conceptual-teórica adoptada y especificidad de
los procesos y subprocesos de la producción a partir del Sector
de la Construcción.
Para fines del presente estudio, se adopta como sector construcción todas las actividades, desde el levantamiento, ampliación,
reparación y remodelación de edificios o estructuras tales como
viviendas, comercios, edificios industriales, oficinas, carreteras,
puentes, muelles, vías férreas, obras de riego e hidráulicas y
otras clases de construcción realizada por empresas con dichos
fines. Es importante recordar que la actual investigación se
centra en la sub-rama de construcción de obras de vivienda o
residenciales6.
El IDEC expone, en su documento7, que los productos de
la construcción son el resultado de un largo período de trabajo
continuo, cuyas múltiples jornadas culminan con la consecución
de un producto parcial en elaboración progresiva, que solo al final
de los procesos y subprocesos se tiene un producto listo para su
6. La investigación y el desarrollo del concepto de “construcción” como unidad
de producción independiente de la empresa constructora que la lleva a cabo, se
nutren de aspectos claves de interés del documento: “Producción y Comercialización de tecnología. Experiencias del Instituto Experimental de la construcción
(IDEC) de la Universidad Central de Venezuela.
7. “Producción y Comercialización de tecnología. Experiencias del Instituto Experimental de la construcción (IDEC) de la Universidad Central de Venezuela.
116
TOMO I
consumo: ejemplo, la casa, el local comercial, la autopista, la presa
o hidroeléctrica, el muelle o puerto.
Los distintos procesos y subprocesos en que se torna la división social del trabajo de la construcción se articulan entre sí
y en su conjunto de una manera dominantemente heterogénea
en materia de demandas de un horario fijo (IDEC). Desde este
aporte, se deriva que cada proceso y subproceso tiene un tiempo
de trabajo socialmente determinado que juntos conforman el
tiempo total.
El proceso de producción del sector construcción opera como
ensamblaje de procesos independientes unos de otros, pero reunidos
en una secuencia específica para dar lugar al productor final. Ya
Karl Marx había expresado esta pecularidad de la división social
del trabajo cuando expone: Las diversas operaciones que el productor
de una mercancía ejecuta alternativamente, y que se entrelazan en la totalidad de su proceso de trabajo, le plantean exigencias diferentes. En una de
aquellas debe emplear más fuerza, en la otra más destreza, en la tercera más
atención intelectual, etc. y el mismo individuo no posee estas cualidades en
grados iguales.
Tras la separación, autonomización y aislamiento de las diversas
operaciones, se distribuye, clasifica y agrupa a los trabajadores
según sus cualidades predominantes. Y si bien sus peculiaridades
naturales constituyen la base en la que se inserta la división del
trabajo, la manufactura, una vez implantada, desarrolla fuerzas
de trabajo que por naturaleza solo sirven para desempeñar una
función especial y unilateral.
El obrero colectivo posee ahora, en un grado igualmente elevado
de virtuosismo, todas las cualidades productivas y las ejercita a la
vez y de la manera más económica, puesto que emplea todos sus
órganos individualizados en obreros o grupos de obreros parti117
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
culares, exclusivamente para su función específica. La unilateralidad, e incluso la imperfección del obrero parcial, se convierten
en su perfección en cuanto miembro del obrero colectivo. El
hábito de desempeñar una función unilateral lo transforma en
órgano actuante naturalmente seguro de la misma, mientras que
la interconexión del mecanismo total lo obliga a funcionar con la
regularidad inherente a la pieza de una máquina.8
Hay un elemento de la exposición de Karl Marx en el mismo
texto precedente, muy importante para la presente investigación,
que conduce a abrir un camino explicativo de la migración en el
sector construcción, y es cuando expresa que: La manufactura,
pues, desarrolla una jerarquía de las fuerzas de trabajo, a la que
corresponde una escala de salarios. Si, de una parte, el obrero
individual es asignado y anexado vitaliciamente a una función
unilateral, las diversas operaciones laborales se adaptan, asimismo,
a esa jerarquía de capacidades naturales y adquiridas9’’.
¿Qué pasa con la oferta de fuerza de trabajo cuando ese salario
está por debajo del costo de producción y reproducción de la
fuerza de trabajo y su unidad familiar, o por debajo del estilo de
vida imperante en una sociedad? Rowwthorn, analizando el valor de la fuerza de trabajo y la subsistencia en el capital y salario,
precio y ganancia de Karl Marx, expresa que algo sucederá con
la oferta de fuerza de trabajo, y más cuando esta tiene alternativa
de emplearse en diversas actividades productivas. Su conclusión
es la siguiente: “si los salarios descienden por debajo del nivel requerido,
habrá un descenso de la cantidad o la calidad de la fuerza de trabajo disponible, aunque los salarios se mantengan por encima del mínimo puramente
biológico o fisiológico10”.
8. Karl Marx, División del Trabajo y Manufactura, Capítulo XII, El Capital Tomo I,
pag. 425, http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/12.htm
9. Karl Marx, División del Trabajo y Manufactura, Capítulo XII, El Capital Tomo I,
pag. 425, http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/12.htm
10. Bob, Rowwthorn, Capitalismo, Inflación y conflicto, pag. 187, primer párrafo, y
pag.188
118
TOMO I
Este planteamiento teórico expresa que en los oficios o puestos de trabajo cuyos salarios están por debajo del salario de
subsistencia o del salario que cubra el estilo de vida imperante,
al capital se le presentará una escasez o dificultad para contratar
fuerza de trabajo, pero al final, el capital encontrará soluciones ya
sean propias o con el apoyo del Estado. En este sentido, plantea
que el proceso de acumulación nulifica el mundo de la economía y a través del comercio y la migración trae trabajadores de
países diferentes (Rowwthorn, pag.165); los/as trabajadores/as
inmigrantes que vienen de países más pobres aceptarían dichos
puestos de trabajo porque, con relación a su realidad, representan
una mejoría, aunque la fuerza de trabajo nativa difícilmente se
las arreglaría para sobrevivir en dichas condiciones. Mediante
este mecanismo, el capital resuelve la estampida de mano de obra
nativa en empresas que imponen esas condiciones.
Pero el capital encontrará soluciones antes las dificultades que
presenta el proceso de acumulación mediante nuevos métodos,
formas de organización y tecnologías. Teóricamente, se espera que
en el sector construcción, la mano de obra nativa se concentre en
los oficios o puestos de trabajo cuyos salarios o ingresos están más
cercanos al costo de la canasta de bienes y servicios.
En la medida en que las condiciones salariales que impone
el modelo de regulación del capital de construcción no puedan
contribuir a la reproducción del ciclo vital de la fuerza de trabajo
y su unidad familiar; es decir, si el costo socialmente necesario de
producción y reproducción de la fuerza de trabajo y su unidad
familiar o del nivel de estilo de vida imperante no pueden constituirse a partir de los ingresos laborales en la construcción, se
genera un proceso de redistribución laboral ascendente en los
procesos y subprocesos del sistema de producción. Esto provoca
que el capital se encuentre con obstáculos para articular respuestas,
desde lo laboral, a la conformación de su ganancia adecuada al
119
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
proceso de reproducción del mismo y a contrarrestar los factores que tienden a disminuirla (alta depreciación de maquinarias
y equipos, costos financieros, capital inmovilizado, economía de
escala, endeudamiento a corto plazo con restricción de liquidez a
corto plazo e incentivos tributarios).
El capital, al articular acciones de contra-tendencia de su márgenes de beneficios, crea un régimen de regulación laboral que
tiende a estructurar un régimen salarial desconectado del costo
socialmente necesario para reproducir al trabajador y su unidad
familiar, desencadenando una movilidad vertical laboral hacia
empleos cuyos ingresos sean más favorables a las estrategias de
enfrentamiento del costo de vida. Esto crea déficit de mano de
obra nativa en la escala de ingresos de base, y la política laboral y
migratoria puede ser uno de los tantos mecanismos que faciliten
el flujo de mano de obra extranjera hacia esos puestos.
Cuando los trabajadores de la construcción confrontan las
condiciones salariales que impone el modelo de regulación del
capital con alternativas de generación de ingresos (remesas, motoconcho11, pequeño colmado, venta de bienes y servicios, etc.),
se desarrolla capacidad de elección entre los diversos empleos
demandados por cada proceso y subproceso, y la selección de
aquellos con remuneración, acorde con el costo social necesario,
según sus competencias.
El impacto de esta situación se refleja en los obstáculos que
enfrenta el capital para explotar la fuerza de trabajo nativa a la tasa
de ganancia mínima general impuesta por la competencia entre
los capitales del sector bajo las particularidades expuestas con
anterioridad. Al capital le queda como solución la contratación de
mano de obra cuyo costo socialmente necesario de producción y
reproducción de su ciclo vital sea menor a la mano de obra dominicana, aunque a largo plazo, esta mano de obra tiende a moverse
11. Medio de transporte público, que utiliza un vehículo de motor de dos ruedas.
120
TOMO I
bajo la misma lógica ascendente en materia de puestos de trabajo
a medida que vaya ganando competencias laborales y alternativas
de ingresos independientes al de la construcción.
En un mercado de trabajo abierto (trabajador nativo y trabajador extranjero) se presentan flujos y reflujos para resolver los
problemas con que se topa el proceso de acumulación de capital:
se importa mano de obra que escasea o presenta estampida de
fuerza de trabajo nativa desde los puestos de trabajo con remuneración baja respecto al costo social necesario, hacia puestos de
ingresos acorde a este costo o reproducción de la fuerza de trabajo
o su nivel de estilo de vida. La metodología de trabajo adoptada
compara, para corroborar este planteamiento, los ingresos y los
costos de vida de los trabajadores dominicanos y trabajadores
inmigrantes haitianos.
Como quedan interrelacionadas las hipótesis al cuerpo teórico
adoptado; es decir, ¿cuáles variables darán explicación a la hipótesis
de trabajo derivadas del cuerpo teórico? Si la mano de obra inmigrante contribuye con la mano de obra nativa a generar la plusvalía
al capital, entonces, se cumple la definición de que la mano de
obra, a diferencia de los demás elementos constitutivos del capital,
es el único costo que genera un valor superior al mismo. Pero si la
misma está desprovista de seguridad social y otros gastos sociales,
su contribución a la ganancia o plusvalía es mucho mayor que la
mano de obra que goza de estos derechos sociales.
HALLAZGOS:
1. MANO DE OBRA HAITIANA Y SECTORES
PRODUCTIVOS DOMINICANOS
1.1 Salarios, Precios y Ganancias en el Sector Construcción.
Durante el período 2004-2005 el sector construcción fue visto
a través del comportamiento económico de 105 empresas repre121
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
sentativas de las sub-ramas: Construcción de Edificios, Partes y
Obras Civiles; Alquiler de Equipos de Construcción, Demolición
Dotados de Operarios, Terminación de Edificios, Acabados para
Construcción y Reparación de Terrenos12. Ese sector registró un
aumento de la capacidad instalada tanto de las ventas, como de
la plusvalía producida por los trabajadores formales e informales
durante 2004-2005 y una baja en 2006 (Tabla No. 1).
TABLA NO. 1. INDICADORES ECONÓMICOS, FINANCIEROS Y
TÉCNICOS DEL SECTOR (EN MILLONES DE RD$)
Conceptos
2004
2005
2006
Capacidad instalada:
Maquinaria, Equipo
y Mobiliarios
2,612.93
2,894.95
2,231.6
Ventas y Prestación de
Servicios
9,460.54
9,777.49
9,043.1
Plusvalía Producida por
los Trabajadores Formales
e Informales
1,252.37
1,589.14
1,433.70
Cuota de Plusvalía (en base
927.13%
1,192.33%
1,272.14%
trabajador asalariado)
Ganancias Retenidas por
el Sector
586.58
565.38
439.0
Fuente: Construcción propia en Base a Informaciones del Estudio Sectorial para la Banca,
Banco Central de República Dominicana y Superintendencia de Bancos, 2007 y las Encuestas
de Fuerza de Trabajo de 2004, 2005 y 2006 del Banco Central13.
12. Datos e Informaciones Tomados del Estudio Sectorial para la Banca, Banco Central de
la República Dominicana y Superintendencia de Bancos, 2007.
13. (1) Los gastos de personal asalariado y trabajador por cuenta propia se estimaron mediante el siguiente procedimiento: los gastos en trabajador por cuenta
propia se dividieron entre los gastos en trabajador asalariado sueldos y salarios, y
se multiplicó por la relación Nº de trabajador por cuenta propia entre Nº de trabajador asalariado. Esto se multiplicó por el valor de los gastos en sueldos y salarios para cada año que consta en los Estados de Resultados de las 105 empresas.
122
TOMO I
Un hecho importante es que el aumento de la plusvalía se produce simultáneamente con una caída leve de las ganancias y los
sueldos y salarios del sector. En tal sentido, se puede considerar
que la caída de la ganancia con aumento de la plusvalía lo determina o explica el alto nivel de composición orgánica de capital
con que operan el núcleo de empresas del sector (por el aumento
de la depreciación y amortización).
El sistema de regulación empresarial de la fuerza de trabajo
bajo la modalidad de subcontratación contribuye a imprimirle a
los costos de construcción la flexibilidad general necesaria para
enfrentar la inflexibilidad de ciertas variables y costos como son la
depreciación por la alta composición orgánica del mismo, el lento
proceso de realización de la plusvalía (el problema de las ventas
de los productos) y la alta participación del capital financiero en la
apropiación de la plusvalía del sector. Esta situación a nivel macro
debe reflejarse, de igual modo, a nivel micro (planteada en la encuesta a los trabajadores por cuenta propia) en una participación
precaria de los trabajadores dominicanos y haitianos entrevistados
sobre la distribución del ingreso o valor agregado.
Adicional a esta realidad, el sector presenta otras características
(visto a través de 105 empresas representativas) estructurales, a
saber:
a. Unos activos fijos con participación significativa dentro
de los activos totales: 28.5% en el 2004 y 31.4% en el 2005, lo
cual significa una composición orgánica de capital alta: 52.47:1
y 56.56:1 para los años 2004 y 2005, respectivamente.
b. Unos ciclos operativos relativamente largos, con obligaciones económicas y financieras de corto plazo: 64% de los
pasivos son de corto plazo, compuesto por crédito de suplidores, primero y, segundo, por endeudamiento financiero.
c. Una importancia significativa de los activos de corto
plazo, los cuales representan 61.4% de los activos totales y, a
su vez, los inventarios representan 60% de los mismos.
123
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
d. Los principales suplidores de los materiales básicos
(cementos, varillas, arenas y otros), tienen una posición
dominante en sus mercados, por lo cual, las empresas de
construcción cuentan con baja capacidad para hacer bajar los
precios de los materiales a niveles razonables a las condiciones
que determinan la capacidad de pago de los demandantes de
sus productos.
e. El trabajo asalariado e informal se revela como la variable
más flexible con que cuentan las empresas para adecuarse al
cambio de condiciones de los mercados, tanto de suplidores
como de demandantes de sus bienes. Esto puede visualizarse en el comportamiento alcista de la cuota de plusvalía
(plusvalía/sueldos y salarios): 9.27%, 11.92% y 12.76%, para
los años 2004, 2005, 2006, respectivamente, y la caída de la
participación de los sueldos y salarios en el valor agregado:
9.74% en 2004, 7.74% en 2005 y 7.27% en 2006.
Al tomar el valor de las ventas por empresa como indicador
para caracterizar su estructura empresarial, la preponderancia de la
pequeña y mediana empresa como agentes económico es evidente,
pero no como el mayor generador de plusvalía. La sub-rama de
construcción de edificaciones y obras civiles tiene registrada 784
empresas en la “Dirección General de Impuestos Internos”, de las
cuales 93.9% son pequeñas, es decir, con ventas menores a RD$50
millones que generaron 24.8% de los ingresos operacionales netos de la sub-rama. Las grandes empresas, por el contrario, solo
equivalen al 0.6% de las 784 empresas que generaron 47.2% de los
ingresos operacionales netos de la sub-rama. Esto significa que las
grandes empresas marcan el ritmo de crecimiento del sector y las
pequeñas y medianas, el ritmo del empleo, es decir, la magnitud
del valor agregado es generado por las grandes empresas.
Las informaciones precedentes permiten visualizar la existencia
de una especialización en materia del negocio, donde las grandes
124
TOMO I
empresas, además de generar la mayor parte del ingreso operacional neto, fungen como contratistas, asumiendo responsabilidades
para los grandes contratos en su rol general como constructores y
de procesos de mayor complejidad, por lo que suelen concentrarse
en actividades de obra civil y grandes edificaciones y subcontratan o tercerean las actividades que, a igual capacidad productiva,
implican menor costo de mano de obra. Esta transacción se
opera porque la empresa o persona subcontratada va a producir
un servicio con igual nivel de productividad pero rindiéndole al
contratante una mayor tasa de ganancia; de lo contrario, la operación no se realiza. Aún pagando a la PYMES subcontratada,
Seguridad Social, prestaciones laborales y otras cargas sociales al
trabajador, la diferenciación salarial que impone la Ley Laboral le
da ganancia de causas al contratante, ya que los salarios mínimos
se establecen por el tamaño del capital de la empresa y, en este
terreno, la PYMES implica ahorro salarial para todo el sector y
no para esta misma.
Por lo que por cada peso14 gastado en la subcontratación de
mano de obra, sin distinción de nacionalidad, por parte de la
empresa de construcción, la mano de obra rindió un beneficio
de RD$2.31 en 2004, RD$2.10 en 2005 y RD$2.84 en 2006, para
un rendimiento promedio de RD$2.48. Siendo la mano de obra
haitiana subcontratada y regulada por las mismas prácticas empresariales que la dominicana; esta rinde en promedio RD$2.48,
por cada peso invertido por la empresa.
De la plusvalía producida por los trabajadores formales y
subcontratados (nacionales o extranjeros) de 105 empresas que
reportaron ganancias, el Gobierno Central percibió RD$122.73
millones en 2004, RD$152.2 millones en 2005 y RD$87.5 millones
en 2006 por concepto de impuesto sobre la renta empresarial,
14. Datos extraídos de los Estados financieros y de resultados, Estudios Sectoriales para la Banca, Superintendencia de Bancos de la República Dominicana.
125
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
para un total de RD$362.43 millones. Los impuestos sobre la
renta empresarial son una fracción de la plusvalía generada por
los trabajadores y, por tanto, los mismos son generados en parte
por la mano de obra haitiana. Esto significa que el Estado percibió
0.11 centavos por cada mano de obra haitiana que contribuyó a
la producción de la plusvalía.
1.1 COSTO DE CONSTRUCCIÓN, PARTICIPACIÓN
DE LA MANO DE OBRA E INGRESOS PERCIBIDOS
El reflejo macro del sector se corrobora con la micro-realidad y
esto se verifica a través de las informaciones cedidas por una importante empresa de construcción sobre la estructura de costos de
un proyecto de 6 edificios15. En este proyecto, el costo de la mano
de obra representa 4.87% y si se agrega la Seguridad Social que
establece el Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores
de la Construcción, sube a 5.81% del costo total de la obra. Este
costo corresponde a la mano de obra que el contratista detalló en
el cuadro de análisis, ya que existen otros costos de mano de obra
que no fueron detallados. Los renglones materiales y los serviciosuministros representan 93.93% del costo general de la obra.
TABLA 2: COSTOS DE PRODUCCIÓN Y PARTICIPACIÓN EN
EL COSTO DE LA MANO DE OBRA
Partidas
Costos (en RD$)
Participación %
Impermeabilizante
159,545.57
0.18%
Equipos
905,091.60
1.04%
Mano de obra
4,225,882.43
4.87%
Materiales
31,479,408.72
36.26%
Servicio-suministro
50,042,718.68
57.64%
Total
86,812,647.00
100.0%
Fuente: Construcción propia a partir informaciones de costos de un Proyecto Habitacional
cedido por una empresa de construcción para este estudio.
15. Informaciones ofrecidas por una empresa de construcción que colaboró con
la investigación.
126
TOMO I
La Secretaría de Estado de Trabajo (SET), en su estudio sobre
los salarios en la economía dominicana, estimó la participación
de los salarios en el Producto Bruto Interno en 34% y, en el caso
del sector construcción, en 22% del valor bruto de la producción,
según los datos de cuentas nacionales del año 1994.
Dado que la fuerza de trabajo bajo análisis pertenece a proyectos de apartamentos (vivienda multifamiliar) con altos niveles
de mecanización de los procesos y que son para familias de altos
ingresos, y tomando en cuenta el estudio sobre salarios de la
SET, se infiere que el costo de la mano de obra directa tendría
una participación de 28% dentro de los costos totales (materiales
- mano de obra - equipos y maquinarias).
Sobre los costos de la mano de obra, tanto haitiana como dominicana, partiremos del levantamiento realizado para fines de esta
investigación, haciendo énfasis en los costos que representan en
salario, seguros de salud y servicios públicos.
Como se muestra en la Tabla 3, el 86% del total de trabajadores
que respondieron esta pregunta, ganan como máximo RD$600
diarios. El tope más alto registrado como pago diario fue de
RD$1,200.
TABLA 3: SALARIO DEVENGADO POR LA MANO DE OBRA
Escala salarial
Total
Dominicanos Haitianos Porcentajes
trabajadores
totales
(en RD$)
Menos de 300
21
10%
90%
100%
301 a 400
33
27%
73%
100%
401 a 500
12
33%
67%
100%
5001 a 600
8
25%
75%
100%
601 a 700
6
33%
67%
100%
7001 a 800
2
50%
50%
100%
Más de 800
4
50%
50%
100%
No registrados
20
Total general
106
Fuente. Construcción propia a partir del levantamiento realizado para este estudio.
127
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Del total de trabajadores de ambas nacionalidades que declararon el monto que ganaban cada semana, el 24% corresponde a
ayudantes, seguidos por el 19% que representa a albañiles.
Recibir un pago entre RD$301 a RD$400 pesos a la semana es lo
más frecuente entre los trabajadores consultados. Los trabajadores
que dijeron recibir estos montos se encuentran en un escalafón
laboral bajo, como es el caso de los ayudantes. Los trabajadores
que dijeron ganar más de RD$600, realizan trabajos de mayor
nivel de especialización o semi-calificados, como es el caso de los
colocadores de cerámica, plomería y albañilería.
Es importante destacar que los trabajadores ayudantes, que
representan 34% del total de los consultados (tanto ayudantes
por la empresa como ayudantes por la casa o dueño de la construcción) ganan, en su mayoría, menos de RD$400. Este dato
es de suma importancia ya que, según la resolución No. 3/2007
de la Secretaría de Estado de Trabajo sobre el salario mínimo de
carácter nacional, los ayudantes de este sector y sectores afines
deben ganar RD$414 diarios.
Esta violación a las leyes laborales, tiene un impacto positivo
en las empresas de la construcción, ya que contribuye a que las
mismas tengan una mejor participación en la repartición de la
plusvalía producida por los trabajadores entre todos los capitales
que participan en la generación del producto final y el Gobierno
Central (percibe parte de la plusvalía mediante el impuesto a la
ganancia y las sanciones a las violaciones). Esta violación tiende
a compensar la alta apropiación que hace el capital financiero de
la plusvalía producida por los obreros de la construcción.
128
TOMO I
TABLA 4: AHORRO SALARIAL POR EL INCUMPLIMIENTO
DE LA TARIFA DE SALARIOS
Puesto de Ayudante Pagos recibido Ingresos
(general y por la casa) por día (en RD$) estimados
(22 días
laborales
y en RD$)
1
240
5,280.00
1
250
5,500.00
0
280
6,160.00
14
300
6,600.00
2
325
7,150.00
11
350
7,700.00
Ingresos
en base a
la tarifa
legal de
RD$414
9,108.00
9,108.00
9,108.00
9,108.00
9,108.00
9,108.00
Ahorro
salarial
3,828.00
3,608.00
2,948.00
2,508.00
1,958.00
1,408.00
Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento realizado para este estudio.
Es pertinente resaltar que, del total de trabajadores que desempeñan la función de ayudantes, el 90% corresponde a mano de
obra haitiana, por lo que estos trabajadores son piezas clave, como
los demás trabajadores nacionales, en la generación de un margen
de ganancia que sea compatible con sus expectativas.
Sobre la seguridad social, el 34% de los trabajadores haitianos
y el 32% de los dominicanos dijo tener Seguro de Salud (ver
Ilustración 1).
ILUSTRACIÓN 1. TENENCIA SEGURO DE SALUD
Dominicana
32%
34%
Haitiana
32%
32%
26%
5%
8%
3%
Seguro de
Salud
Seguro
contra
Accidente de
trabajo
Ninguno
6%
1%
Algunas de
las
anteriores
129
NR/NS
Fuente: Construcción
propia a partir del levantamiento realizado para
este estudio.
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
En lo que respecta a seguros contra accidentes, el 26% de los
dominicanos y el 15% de los haitianos dijo tener seguro de este
tipo. Tres de los supervisores y/o dueños de obras comentaron
que las empresas destinaban de 1% del valor de la obra al pago de
seguro contra accidentes, sin embargo, este es el que menos dicen
tener los obreros consultados de ambas nacionalidades.
Si se profundiza el análisis en materia de utilización de estos
servicios, se tiene que el 52% del total de trabajadores es llevado
a un hospital público en caso de tener un accidente. De estos,
65% son haitianos y 31% dominicanos; el 4% restante no contestó
esta pregunta.
De los trabajadores que dijeron ser llevados a una clínica privada,
55% es haitiano y 45% restante dominicano. Mientras que de los
trabajadores que por un accidente son enviados a su casa, el 93%
corresponde a obreros del vecino país. Es importante resaltar que
al 25% del total de los trabajadores se les descuentan los días que
no pueden ir a prestar servicios por haber tenido un accidente en el
trabajo que realiza dentro de la obra. De estos, el 65% son obreros
haitianos.
Si un inmigrante asiste a un centro de salud estatal, ya este ha
contribuido a financiar los gastos del mismo vía su papel en la
generación de la plusvalía de la cual el gobierno toma una parte en
forma de impuesto sobre la renta. Si la empresa paga el seguro de
riesgo laboral y este no llega al prestador del servicio de salud no
es responsabilidad del trabajador porque ya hizo su aporte, sino
de la situación de inoperancia del sistema para recaudar, fiscalizar
y controlar el proceso.
Los datos preliminares, sujeto a una mayor profundización,
indican que el aporte de la mano de obra al Gobierno Central es
mayor que la pudiese haber recibido, ya que:
a) Esta mano de obra genera 0.11 centavos por concepto
de impuesto a la renta empresarial que el gobierno toma de la
130
TOMO I
plusvalía como referencias para el cálculo el 2.48% promedio
de rendimiento, como se muestra más arriba.
b) Al Estado recibir el pago del riesgo laboral, como ha
expresado la empresa de construcción, calculado en base a
1% del valor de la obra para cubrir a todos los trabajadores,
tanto haitianos como dominicanos, siendo parte de este aporte, al no recibir los servicios, su aporte es mayor. En parte,
esto explica la acumulación de recursos de las aseguradoras
de riesgo laboral. Al trabajador haitiano no estar registrado
y carecer de documentos de identidad, el gasto que realizan
algunas empresas por ese concepto no tiene contraprestación
y, por tanto, se acumula.
2. BENEFICIOS DE LA MANO DE OBRA
EN EL SECTOR CONSTRUCCIÓN
Para profundizar en el análisis en relación al aporte real de la
mano de obra haitiana en el sector construcción, es necesario ver
no solo el peso económico de la misma, sino también el aporte
que genera al proyecto y a la economía en un sentido más amplio.
Para este análisis, es necesario conocer los montos que esta mano
de obra gasta en pago de servicios y alimentación en el país.
TABLA 5: GASTOS MENSUALES EN PAGOS DE SERVICIOS
Monto
Suministro de
Recogida de
Pago de agua
gastados
energía mensual
basura mensual
mensual
Dominicana Haitiana Dominicana Haitiana Dominicana Haitiana
(RD$)
100 o menos
0%
14%
0%
0%
10%
10%
101 a 300
21% 21%
33%
0%
50%
10%
301 a 600
7%
14%
33%
33%
10%
10%
601 a 900
4%
7%
0%
0%
0%
0%
Más de 9001
4%
7%
0%
0%
0%
0%
Sub-total
36% 64%
67%
33%
70%
30%
Total
28
3
10
Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento realizado para fines de este estudio.
131
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Del total de trabajadores consultados, el 26% paga energía
eléctrica, mientras que el 9% paga la recogida de basura y el agua
potable y el 3% la recogida de basura. Los montos más frecuentes
por el pago de los servicios descritos oscilan entre los RD$100
y RD$300.
ILUSTRACIÓN 2. MONTOS POR PAGOS DE SERVICIO
Dominicana
Haitiana
62%
41%
30%
22%
11% 12%
Menos
de 20
21 a 40
41 a 60
11%
5%
61 a 80
7%
Más de
80
Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento realizado para fines de este estudio.
Del total de trabajadores consultados, el 56% declaró que la
energía la paga el dueño de la casa, el 43% no la paga el dueño y
el 1% restante no respondió a la pregunta. El 44% de los trabajadores no paga este servicio.
Los gastos de transporte y alimentación, son los que han declarado ser más recurrentes entre los entrevistados. El 86% de la
mano de obra declaró tener gastos de transporte. De estos, el 70%
son haitianos y el 30% restante dominicano.
Estos costos, como se muestra en la Ilustración 2, van desde los
RD$20 hasta los RD$80 diarios. El 62% de los haitianos y el 41%
de los dominicanos declararon gastar entre RD$21 y RD$40. En
este sentido, y siguiendo el supuesto de que trabajan 22 días laborales y que el gasto promedio es de RD$30, el gasto de transporte
estimado es de RD$660 mensuales.
132
TOMO I
Al seguir adentrándonos en los gastos en servicios de los trabajadores de la construcción, nos encontramos con lo gastado por
estos en salud. Al preguntársele sobre quién asumió los costos de
los últimos problemas de salud que este o algún familiar hayan
tenido, del total que respondió a la pregunta (84), el 87% contestó
que él los había asumido y solo el 6% respondió que los mismos
fueron cubiertos por su Seguro de Salud.
Lo anterior llama profundamente la atención; el 34% de los trabajadores haitianos y el 32% de los dominicanos dijeron contar con
este servicio. Esta información nos lleva a pensar que la tenencia
de seguros de salud no es tal. Cabe resaltar que, al momento de
hacer la encuesta, se les preguntó a algunos trabajadores si tenían
el carné y si nos lo podían enseñar y la respuesta fue negativa.
En lo que respecta a los gastos en alimentación, el 72% de los
trabajadores que respondieron a esta cuestión (102), dijeron gastar
entre RD$100 y RD$300 pesos diarios, seguido por el 22% que dijo
gastar más de RD$300 y menos de RD$600. Es decir, que el monto
promedio por alimentación es de 200 pesos diarios, incluyendo
desayuno, comida y cena, partiendo del grupo que dijo gastar entre RD$100 y RD$300. En este sentido, teniendo RD$200 como
gasto promedio para la mayoría de los trabajadores y siguiendo
el supuesto de 22 días trabajados, se estima que, mensualmente,
el trabajador gasta en alimentación RD$4,400.
Los gastos familiares también son significativos para las personas que trabajan en el sector; estos los analizaremos por los gastos
en alquiler de vivienda y pago de colegio de los hijos/as. En este
sentido, tenemos que el 76% de los trabajadores entrevistados
viven en casas alquiladas, de los cuales el 79% son haitianos y el
resto dominicanos. El monto más frecuente de pago para ambas
nacionales es de RD$1,500 pesos mensuales para el pago de su
vivienda, ya que el 26% de los trabajadores haitianos y el 19% de los
133
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
dominicanos así lo declararon. A este monto le siguen los trabajadores que dicen pagar entre RD$2,001 y RD$2,500 con un 15%
del total de la población encuestada de ambas nacionalidades.
Otro de los gastos que los trabajadores realizan en sus familias
es el pago de la educación a sus hijos/as. En este sentido, solo el
17% (18 casos de ambas nacionalidades) del total de la población
respondió que paga este servicio. De este total, el 72% corresponde
a migrantes haitianos y el resto a dominicanos.
Los montos de pagos por este servicio, según lo declarado por los
trabajadores, van de RD$50 a RD$6,000 pesos mensuales. Del total
de ambas nacionalidades, el 66% paga menos de 1000 pesos mensuales. Solo un nacional haitiano reportó gastar RD$6,000 pesos.
En el caso de muchos obreros eventuales, los gastos familiares
trascienden nuestra frontera territorial. Es decir, los trabajadores
migrantes, en su mayoría, tienen que enviar remesas a sus parientes
en Haití. En tanto que los dominicanos tienen que enviar dinero al
interior del país. En este sentido, de la población total consultada,
el 61%, declaró enviar remesas algún familiar. De estos, el 88% son
trabajadores haitianos y el 22% restante dominicanos.
ILUSTRACIÓN 3. PERSONAS A QUIEN ENVÍA
REMESAS EN HAITÍ
23%
21%
19%
16%
11%
134
N
R
/N
S
re
ad
M
re
ad
-P
1%
M
ad
re
-H
ijo
s/
as
M
ad
re
-N
ov
O
ia
tro
s
fa
m
ilia
re
Es
s
po
sa
-N
ov
ia
re
ad
M
3%
H
ijo
s/
as
5%
Fuente: Construcción
propia a partir del levantamiento realizado para
este estudio.
TOMO I
Del total de trabajadores haitianos que respondieron esta pregunta, el 78% dijo que las remesas son enviadas a sus familiares.
Como se muestra en la Ilustración 3, el 23% envía remesas a su
madre, seguido por el 21% que lo hace a otros familiares. Como
se muestra, el envío de remesas está mayormente concentrado en
miembros de su familia de origen.
3. CARACTERÍSTICAS DE LA MANO
DE OBRA EN EL SECTOR CONSTRUCCIÓN
3.1 EDAD
La población encuestada se concentra fundamentalmente entre 21-30 años, representando 58% de la fuerza laboral ocupada.
Al desagregar estos valores, según la nacionalidad, el 59% de los
trabajadores dominicanos se concentra entre edades de 21 y 30
años, mientras que el 83% de origen haitiano, tiene menos de 30
años de edad.
Esto indica que el sector cuenta con una mano de obra haitiana
joven en mayor proporción que la dominicana, y esto es lógico,
ya que los jóvenes realizan labores de mayor exigencia física y
riesgos, como son levantar varillas, cementos, cargar block, entre
otras, que constituyen los escalafones por lo que, en general, se
inserta esta población.
Los datos levantados coinciden con las informaciones de la
Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo del 2007, del Banco
Central, que indica que la fuerza laboral del sector construcción
se concentra en el tramo de edad de 20 a 39 años (ver Tabla 6).
135
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
TABLA 6: FUERZA DE TRABAJO OCUPADA EN EL SECTOR
CONSTRUCCIÓN SEGÚN TRAMOS DE EDAD, ABRIL 2007
Tramos de edad
Total
Representación %
10-19
14,349
5.82
20-39
128,823
52.3
40-59
88,909
36.09
60 y Más
14,255
5.79
Total
246,336
100
Fuente: Encuesta de Fuerza de Trabajo de 2007. BC. Construcción Propia.
La baja proporción de fuerza de trabajo comprendida entre 60
años y más de edad responde a la naturaleza física de la actividad
de construcción, ya que se requiere gran esfuerzo físico y se desarrollan en un ambiente hostil y precario.
3.2 NIVEL EDUCATIVO16
Del total de entrevistas realizadas (106), el 81% tanto de los
dominicanos como de los haitianos, afirmó haber asistido a la escuela. En término absoluto, esto significa: a) De 32 dominicanos,
29 asistieron; y, b) De 72, haitianos, 55 asistieron. Este resultado
no es extrapolable a toda la realidad, sino que ofrece una orientación sobre la trayectoria de la misma; además de que refleja un
incipiente cambio en la tendencia, a nivel educativo, que veían
teniendo los trabajadores de ambas nacionalidades.
16. Al considerar que con la asistencia a la escuela se produce un cambio en los
niveles de analfabetismo para ambas poblaciones, se procedió a cruzar estos dos
indicadores, tomando como base los datos descritos en el presente estudio y la
media nacional de analfabetismo para ambos países, lo cual llegó a revelar una
reducción significativa del mismo de:
a) De 11% (media nacional de analfabetismo, 2007) se reduce a
3%(3/30: proporción de trabajadores que no fue a la escuela según el
presente estudio) para la parte dominicana. De 45% (media nacional, el
2006) desciende a 25% (18/73) proporción de trabajadores que no fue
a la escuela según el presente estudio) para la parte haitiana.
136
TOMO I
Si se analiza la situación de acuerdo al nivel alcanzado, de este
conjunto, el 17% señaló estar cursando entre 1ero-4to, en tanto
que de 5to-8vo, el 32.1%; es decir, la mayoría de la fuerza laboral
de la construcción se encuentra en el nivel primario. Mientras
que 31% indicó estar en la educación secundaria, al momento de
realizarse la encuesta.
Comparando los datos anteriores con los que el Banco Central,
según la Encuesta de Fuerza de Trabajo, abril de 2007, podemos
decir que la mano de obra dominicana ocupada en el sector construcción sigue las misma tendencias, ya que el 60.44% de la fuerza
de trabajo tiene educación primaria (incompleta o completa) y
24.32% de la fuerza de trabajo tiene educación secundaria.
Al comparar los niveles de instrucción con la edad de la población estudiada, llama la atención que el tramo de edad comprendido entre 20 y 30 años se caracteriza por tener la frecuencia
más alta de respuestas con respecto al resto de los rangos de edad
descritos en la Ilustración 4; no obstante, el nivel primario (5to-8vo)
y secundario, fueron los más reiterativos, llegando a concentrar el
37.73% de las mismas.
ILUSTRACIÓN 4. NIVEL EDUCATIVO SEGÚN EDAD
RESPECTO AL TOTAL DE ENTREVISTADOS
Primario (1ero.-4to.)
Primario (5to.-8to.)
Secundario
Superior
1,89
1,89
1,89
0,94
No Responde
19,81
17,92
9,43
11,32
7,55
3,77
4,72
2,83
5,66
2,83
Menos de 20 años
1,89
20 y 30 años
1,89
31 y 40 años
41 y 50 años
1,89
0,94
0,00
Más de 51 años
Construcción propia a partir del levantamiento realizado para fines de este estudio.
137
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
3.3 DOCUMENTO DE IDENTIDAD
El estatus legal de las personas migrantes es un aspecto clave
para el acceso a las oportunidades, servicios (educación, salud, etc.)
y garantías sociales. De igual modo, es un mecanismo de regulación
de la condición jurídica en todos los órdenes de la vida de un país
y de sus miembros. A nivel laboral, el hecho de poseer o no un documento de identidad, reduce o potencia los niveles de privación y
vulnerabilidad en el cumplimiento de sus derechos laborales.
En tal sentido, el manejo del fenómeno migratorio en la República Dominicana ha tenido una trayectoria histórica, en la cual, incide
el carácter irregular y disperso tanto en los procesos de diseño
como de implementación del marco legal y sus mecanismos regulatorios. Situación que afecta, de forma negativa, el estatus legal,
en las posibilidades de movilidad y participación de la población,
especialmente haitiana. Esto se convierte en un aspecto de vital
importancia en todos los ámbitos, pero de particular interés en el
presente estudio en materia laboral, en lo que respecta a la rama de
la construcción, por la forma en que se han venido estableciendo
y las prácticas informales e irregulares de contratación de mano
de obra indocumentada que caracteriza al sector.
A partir de lo anterior y relacionando el tipo de documento que
se posee y el tiempo de residencia, de 80 trabajadores que respondieron a esas cuestionantes, tenemos que el 89% que indicaron
poseer un documento de identidad, afirmaron ser de nacionalidad
haitiana. Del 11% restante, correspondiente a trabajadores dominicanos, la mayoría dijo poseer algún documento de identidad.
(Cédula (3) o pasaporte haitiano (2) y cédula dominicana (3). Es
probable que dentro de este reducido subconjunto se encuentren
nacionalizados haitianos o dominicanos de ascendencia haitiana17
17. Este elemento habría que someterlo a verificación en futuros estudios de esta
índole, ya que no se contempla estos aspectos dentro de su alcance.
138
TOMO I
y se le considere extranjero; aspecto que viola los marcos legales
nacionales, convenios y acuerdos a nivel internacional.
Del total de personas que dijeron tener algún documento, resaltan, entre los más frecuentes, cédula haitiana (23.58%) y pasaporte
haitiano (33.96%). Ninguno manifestó tener acta de nacimiento
dominicana.
Al asociar la variable documento de identidad con tiempo de
residencia, tenemos que el 41% de los trabajadores indicó tener
12 meses o menos viviendo en el país, y en segundo lugar, el 28%
entre 1 y 3 años. Al tomar en cuenta la tenencia de documento, se
evidencia que los trabajadores que notificaron tener cédula haitiana afirmaron vivir en el país entre 7 y 12 meses y 1 y 3 años. Las
personas que indicaron poseer pasaporte haitiano dijeron residir
en el país entre 1-3 y 4-7 años. Las personas que dijeron tener
cédula dominicana superaban los 8 años de residencia en el país.
El comportamiento de estos datos puede arrojar la posibilidad
de que, entre los dos primeros grupos, se encuentren los nacionales haitianos recién llegados al país, ya que es donde se concentra
el mayor número de respuestas; y los trabajadores haitianos que
tienen de 8 años en adelante.
El comportamiento de los datos relacionados con la documentación, varía significativamente; sin embargo, no se traduce en pasos
de avances para el mejoramiento de las condiciones de vida, tanto
de los trabajadores inmigrantes como de los dominicanos y sus
familias. Lo cual, implica un aspecto pendiente de ser insertado
en las legislaciones y trabajado en las instancias nacionales.
En sociedades donde los marcos legales son conducentes a
favorecer o legalizar la situación de las personas que viven en
ella, particularmente, el estatus de los migrantes, ha de servir de
139
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
referente para el establecimiento de mayores niveles de inclusión
y equidad socio laboral.
3.4 ESTADO CIVIL, CONVIVENCIA Y RELACIÓN
DE PARENTESCO SEGÚN NACIONALIDAD
Las relaciones de Estado Civil, Parentesco y Nacionalidad están
vinculadas al asentamiento y al fortalecimiento de las redes sociales o de apoyo. En sentido general, el 49% de los trabajadores
entrevistados indicó estar “Soltero”, seguido del 45% “Casado
o Unión Libre”. Ambos grupos son los que obtienen el mayor
número de respuestas en toda la muestra.
Al realizar el mismo ejercicio según la nacionalidad, en la mención de solteros y casados o uniones libres es notable la existencia
de valores porcentuales superiores en los entrevistados de origen
haitiano con respecto a los dominicanos (solteros 11% y casados/
unión libre 17%). Al contrastar este resultado con el arrojado por
el estudio sobre “La Nueva Inmigración Haitiana” (47.3%, solteros y
34.9%, casados); y FLACSO/OIM, 2002 (38.8%, solteros y 59.1%,
casados)18, se puede observar:
• Un incremento en la proporción de solteros en el presente estudio.
• Un descenso con respecto al resultado de FLACSO/
OIM, 2002 y un aumento en relación al dato identificado
en la “Nueva Inmigración Haitiana” correspondiente a los
trabajadores inmigrantes haitianos “Casados”.
18. Silié, Rubén; Segura, Carlos; Dore Cabral, Carlos: La Nueva Inmigración Haitiana,
Pág. 93; FLACSO/OIM, 2002, Pág. 34
140
TOMO I
3.1 RELACIÓN DE CONVIVENCIA SEGÚN NACIONALIDAD
Para ambos grupos, la relación de “Convivencia entre Amigos”
es la más común (42%) y, en segundo lugar,“Con otros familiares”
(nacionales haitianos) y “Con las esposas e hijos/as” (tanto nativos
como trabajadores inmigrantes haitianos).
TABLA 7: RELACIONES DE CONVIVENCIA SEGÚN NACIONALIDAD
NacioSolo Con su Con sus
Con su
Otros
Con
NR Total
nalidad
esposa hijos/as esposa/o familiares amigos/as
hijos/as o parientes
Dominicana 5,7%
3,8%
2,8%
5,7%
2,8%
7,5% 1,9% 30,2%
Haitiana 5,7% 7,5%
2,8%
3,8%
13,2%
34,0% ,9% 67,9%
NR
,9%
,0%
,0%
,0%
,0%
,9%
,0% 1,9%
Total
12,3% 11,3%
5,7%
9,4%
16,0%
42,5% 2,8% 100,0%
Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento.
En ambos grupos, de manera particular en los trabajadores
haitianos, las redes primarias son fundamentales para la obtención de un empleo en el sector de la construcción. Las mismas
funcionan como canales de conocimiento del comportamiento,
identificación y difusión de la demanda del mercado laboral, pero
a su vez, de gestión para la población con necesidad de obtención
de un empleo.
4. ASPECTOS OCUPACIONALES:
Escalafones Laborales, Tipos de Oficios o Puestos de Trabajos
Preponderantes
Como se ha citado anteriormente, el grueso de los trabajadores
inmigrantes haitianos y la generalidad de los dominicanos que
incursionan en el sector de la construcción, realizan oficios y
tareas sujetas a menores exigencias educativas y técnicas, lo cual
141
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
revela que existe un alto nivel de mecanización que debe reflejarse en los altos gastos de depreciación en estados financieros de
las empresas de construcción. Es posible que una o varias tareas
se correspondan con un determinado tipo de oficio o perfil de
trabajador, para guardar mayor fidelidad a los datos ofrecidos por
los entrevistados. Esto se describe tal y como fue expresado por
este sector en los párrafos subsecuentes:
Del total de la muestra, el 98% (104 de 106) de los trabajadores
tanto dominicanos como haitianos informaron que de 23 tipologías de oficios o tareas, la fuerza laboral nativa participa en 12
de estas, pero con mejor remuneración y condiciones de trabajo
relativa a la expectativa del estilo de vida imperante en la sociedad
dominicana. Según las opiniones de los trabajadores entrevistados,
se presenta la distribución de los oficios desarrollados tanto por
dominicanos y haitianos en función del total de la muestra para
los dos grupos por separados. En ese orden:
1. Los oficios comúnmente realizados por la generalidad
de la fuerza laboral haitiana, en orden de jerarquía, son:
(i) Ayudante”, 22% que sumado a otras tareas propias del
mismo (levantar materiales, limpieza, etc.) mencionadas por
los entrevistados asciende a 30%, (ii)“Albañil, 17%; y (iii)
“Ayudante por la Casa” (empleado directamente contratado
por la empresa constructora), 11%. Dado que el puesto de
ayudante y ayudante por la casa es el mismo, el porcentaje
real es 28%.
2. Dentro de los oficios que indicaron realizar los trabajadores dominicanos, se encuentran principalmente: (i) Pisero:
22%, (ii) Electricista: 16% y (iii) Ayudante (de oficios especializados): 13%.
Al estar la mano de obra dominicana ubicada en los puestos de
mejores remuneración por su especialidad, es lógico que perciban
la mayor parte de los ingresos respecto al trabajador haitiano. Esto
142
TOMO I
es importante porque uno de los argumentos que se escriben en
los medios de comunicación es que la mano de obra haitiana quita
empleo, ignorando que la mano de obra haitiana podrá tener una
mayor participación en los empleos no calificados y semi-calificado. Si se compara la relación de la distribución de los trabajadores
según tipo de oficio, se muestran contrastes importantes entre
haitianos y dominicanos:
a. Por cada 3 trabajadores dominicanos que realizan los
oficios de “Ayudante” y “Albañil”; existen 17 y 11 haitianos,
respectivamente.
b. Por cada trabajador dominicano existen 8 y 7 en los
puestos de “Ayudante por la Casa” y “Terminador”.
c. Por cada trabajador haitiano, se identificaron 6 dominicanos que desarrollaban las tareas de “Pisero”.
Esta situación aclara que ambos grupos se exponen a tareas u
oficios precarios, pero en función del número de personas que
participan de los mismos, los trabajadores haitianos se exponen
en mayor magnitud que los dominicanos, ello sin abordar el tema
de su estatus legal, que es otro punto en desmedro de los mismos.
En estos momentos, solo se plantea un nivel descriptivo de esta
realidad.
Finalmente, mientras que el grupo de dominicanos se distribuye
en la mitad de los oficios (siendo estos de mayor especialización);
la parte haitiana incursiona en 24 de un total de 30 oficios o tareas
enlistadas. La continuación abajo exhibida ayuda a visualizar de
manera rápida los datos globales.
143
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
OFICIOS Y TAREAS QUE LOS TRABAJADORES DE LA COSTRUCCION
ENTREVISTADOS AFIRMAN REALIZAR
ILUSTRACIÓN 5. OFICIO DE LOS TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCIÓN
Terminador de Techo
Carpintero
Cuidador o Vigilante
Albañil
Cerámica
Flotador
Terminador
Cargar cemento
Electricista
En la Polea Eléctrica
Varillero
Zanjero
Pisero
Limpieza
Instalador de Piso
Pegar Pared
Encargado de Almacen
Empañete
NR
Plomero
Pegar Block
Ayudante
Picador
Picar Piso
Ayudante de Albañil
Ayudante de Carpintero
Ayudante de Piso
Ayudante de Electricidad
Ayudante de El Varillero
Ayudante por la casa
0,00
Dominicana
5,00
10,00
15,00
Nacionalidad
Haitiana
20,00
NR
Fuente: Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento.
Es importante resaltar que la mayoría de las obras visitadas
se encontraban en su fase media. En tal sentido, la distribución
según escalafón laboral presentada en la Ilustración 5, debe tomar
en cuenta el número de trabajadores existentes en la obra en función del momento de desarrollo de la misma, ya que la variación
de la proporción de trabajadores está sujeta a esta condicionante.
Pero, también, al tamaño y monto de inversión en el proyecto de
construcción. No obstante, son proyectos con dos (2) años de
duración para su terminación.
Usualmente, en la etapa inicial de desarrollo del proyecto de
construcción, las proporciones de trabajadores manuales son mayores. Estos trabajadores al entrar en la categoría de semi-calificado
o no calificado, son ubicados en la base de la estructura laboral del
sector construcción, para la realización de los oficios o tareas que
requieran menor calificación.
144
TOMO I
Ahora bien, si se realiza el análisis de estos oficios o tareas
según la nacionalidad, se manifiestan pronunciadas diferencias,
tales como:
• Para el caso dominicano: una mayor distribución y diversificación de los oficios semi-calificados en el sector de
la construcción, predominando de modo particular: Piso,
electricidad, varilla, plomería, entre otros.
• De todas las informaciones ofrecidas por la fuerza de
trabajo haitiana entrevistada, se destaca una mayor concentración en los oficios de Ayudante, albañil, ayudante por la
casa y terminador.
Según lo expuesto anteriormente, los trabajadores dominicanos
realizan los oficios de mayor especialización, es decir, ocupan
puestos de trabajo cuyos ingresos laborales contribuyen mejor a la
realización del nivel de estilo de vida o la producción y reproducción de la fuerza de trabajo y su unidad familiar; en tanto que los
trabajadores haitianos ejecutan aquellos oficios de mayor esfuerzo
físico y menor calificación. A pesar de que ambos grupos se encuentren ubicados en la base de la estructura laboral de esta rama
de la economía dominicana, se puede concluir que se mantienen
diferencias y características básicas, para el caso haitiano:
a. Las remuneraciones percibidas contribuyen muy precariamente a la producción y reproducción de la fuerza de
trabajo y su unidad familiar, es decir, al costo socialmente
necesario del ciclo vital en el contexto actual.
b. Mayor esfuerzo físico, riesgos ante la humedad, polvo,
inclemencia del clima y menores exigencias técnicas y mayor
vulnerabilidad.
Los datos expuestos señalan que se han producido cambios a
nivel educativo y en el desarrollo de nuevas habilidades ocupacionales, ejemplo de ello, aunque en reducidos casos, la fuerza laboral
haitiana ha comenzado a incursionar en determinados oficios no
145
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
habituales, pero ambos grupos de trabajadores (dominicanos y
haitianos) están sometidos por igual, a condiciones precarias en
el espacio laboral (sanitarias, inseguridad, riesgos, etc.), como indica la historia internacional sobre trabajadores inmigrantes, estos
registran mayores niveles de vulnerabilidad.
Esta vulnerabilidad se debe principalmente a las condiciones de
instrumentalización y explotación de esta mano de obra inmigrante, a su estatus legal, en lo referido a la no documentación en que
el Estado dominicano, por omisión o acción, la mantiene, como
mecanismos de lucro a costa de la misma por parte de quienes
le contratan. El análisis de la fuente secundaria permite deducir
que el impacto de esta situación en la ganancia empresarial vía la
diferenciación salarial entre trabajador formal e informal no es
desdeñable. Aunque el Banco Central no expresa la proporción
de fuerza de trabajo según nacionalidad, sin embargo, las informaciones dejan implícito el reconocimiento del peso específico
de la mano de obra haitiana en la construcción.
4.1 MÉTODOS DE SELECCIÓN Y CONTRATACIÓN:
Ahora bien, los procesos de contratación de personal para el
desarrollo de un proyecto u obra de construcción responden a
un mercado y a sus demandas, los cuales a su vez, están bajo la
influencia de una economía global que trasciende en el ámbito de
lo local, que procura la maximización de los costes de producción.
Lo que es evidente, en la constitución del patrón de preferencias
y la asignación de la mano de obra inmigrante en las bases del
escalafón laboral.
Para conocer las preferencias laborales, en el presente estudio,
se procedió a realizar una consulta a responsables finales de 4
proyectos de construcción (ingenieros, supervisores, maestros,
etc.) tomado como muestra de dos sectores del Distrito Nacional.
146
TOMO I
Dentro de las opiniones consideradas por los mismos, se pudo
determinar:
a. La nacionalidad es un aspecto determinante al momento
de contratar mano de obra no calificada: 46.2% se inclinó
por la contratación de trabajadores inmigrantes haitianos.
Algunos expresaron las siguientes razones, a saber: a) Los
patronos buscan obtener mayores beneficios; b) Los trabajadores haitianos vienen a realizar cualquier tipo de trabajo,
denominado frecuentemente: de “Mucha fuerza, Bruto,
pesado, etc.”.
b. El 84.6% informó que estos trabajadores, por lo general, realizan labores de: Ayudante, Albañil y Ayudante por la
Casa. Las mismas coinciden con las opiniones ofrecidas por
los trabajadores (dominicanos y haitianos) del sector y que
fueron resaltados anteriormente. Igual porcentaje declaró
no estar en disposición de realizar las tareas desempeñadas
por los trabajadores haitianos “Porque son oficios o trabajos
donde menos se paga; y por la dureza de los mismos”.
c. A pesar de que en las preferencias se inclinaban en primer
orden por los dominicanos y en algunos casos, por trabajadores de cualquier nacionalidad; al conocer las concentraciones
según tipo de oficio, fue evidente el predominio de: (i) Los
dominicanos se encuentren dentro del grupo de “Trabajador
Calificado”,92.3%; operarios de 1era. Categoría, 76.9% y
maestros y (ii) Los haitianos en el conjunto de “Trabajador
No-calificado” 92.3%, operarios (2da. y 3era. Categoría),
53.8% y 76.9%, respectivamente.
d. Estos datos comparten la idea relacionada con la teoría
neocolonialista, expuesta en la investigación de “La Nueva
Inmigración Haitiana”, en donde cita: “Los migrantes están en
la base de la estructura laboral, porque hay necesidad de una mano
de obra especial obligada a realizar las tareas que la nativa se resiste
hacer” El desplazamiento que se ha producido de los trabajadores haitianos hacia otros oficios no ha sido significativo;
147
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
la experiencia y el tiempo en el sector son dos aspectos que
pudieran contribuir al mismo.
5. IMAGEN DESVALORIZADA DE LOS
PUESTOS DE TRABAJO EN LA ESCALA
DE INGRESOS BAJOS EN EL SECTOR
CONSTRUCCIÓN
En párrafos precedentes se presentaron las características de
la ocupación de los nacionales haitianos, demostrándose como
características tipológicas: baja remuneración, altos riesgos laborales, alta intensidad de esfuerzos y cargas, humedad, calor,
polvo, inclemencia del tiempo e imagen desvalorizada. Estas características, como es lógico, pasan al patrón creencias de que los
trabajadores con puestos de trabajos desvalorizados sólo pueden
ser realizados por personas, por lo general, pobres o extranjeros
pobres, o trabajadores en estado de indefensión ante el mercado.
La predisposición a estos puestos de trabajo permite evaluar si
existe una sustitución de trabajo dominicano por trabajo haitiano,
y se indagó esto a través de dos preguntas claves:
a. Sobre los puestos, oficios o tareas donde el trabajador
haitiano tiene mayor experiencia y/o capacidad.
b. Sobre los puestos de trabajo, oficio o tareas peores
pagados.
En este sentido, el estudio de campo estableció que 44.3% de
los trabajadores encuestados expresaron que donde más dispuestos
están a trabajar, y donde más experiencias y/o capacidad tienen
los inmigrantes son en: (i) Poner block (14 entrevistas): 13.2%, (ii)
Empañete (13 entrevistas): 12.3%, (iii) Ayudante (12 entrevistas):
11.3% y (iv) Piso (14 entrevistas): 7.5%.
Los acápites precedentes han demostrado que, precisamente,
148
TOMO I
son estos puestos de trabajo donde se experimentan las peores
condiciones y esto coincide con la baja presencia de la mano de
obra dominicana y con alta presencia de la mano de haitiana.
TABLA 8: TAREAS U OFICIOS DONDE EL TRABAJADOR HAITIANO
ESTÁ PREDISPUESTO A TRABAJAR Y DONDE TIENE MAYOR EXPERIENCIA
Y/O CAPACIDADES
Oficios Identificados
Poner block
Empañete
Ayudante
Piso
Otros (NR/NS)
Total
Número de Trabajadores
que Respondieron
14
13
12
8
59
106
Porcentaje
13,20
12,30
11,30
7,50
55,66
100,0
Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento.
Respecto al abordaje de la pregunta sobre los puestos de trabajo,
oficio o tareas peores pagadas, los entrevistados señalaron albañil
y su ayudante, terminador. El albañil al que se hace referencia es
el albañil de la última categoría dentro de los albañiles.
TABLA 9: PUESTOS DE TRABAJOS PEORES CALIFICADOS POR
LOS TRABAJADORES ENTREVISTADOS
Trabajos u oficios
Número de Respuestas
Porcentaje de Respuestas
(%)
Ayudante, albañil y
trabajador por la casa
35
33,02
Ayudante, plomero,
albañil
2
1,89
Carpintero, albañil y
varillero
1
0,94
Ayudante, trabajador
por la casa y terminador
/empañete, otros
29
27,36
Ayudante, terminador
y albañil
8
7,55
149
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Ayudante, sereno y
trabajador por la casa
otros
No responde
Total
3
6
15
106
2,83
5,66
14,15
100
Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento.
En ambas respuestas, existe una similitud, que permite concluir
que no existe sustitución de trabajadores haitianos por trabajadores
dominicanos en la construcción, sino desplazamiento vertical.
5.1 INGRESOS PERCIBIDOS POR EL TRABAJADOR
NO-PROFESIONAL POR CUENTA PROPIA
La situación de los/as trabajadores/as, según la Encuesta de
Fuerza de Trabajo del Banco Central señala que el 80% de la
población ocupada devenga ingresos por debajo del promedio
general, con la gravedad de que existe una brecha significativa entre
los ingresos que recibe la población formal en detrimento de la
informal y que esta diferencia arroja un ahorro considerable que
va a engrosar la cuenta de ganancias de la empresa como expresan
sus estados financieros. Esta diferencia significa un ahorro de 6
mil millones al año, cifra no desdeñable para cualquier sector empresarial. Este es el impacto de mantener una considerable fuerza
de trabajo haitiana sin regularizar su estatus y, por otro lado, una
fuerza laboral dominicana que no percibe, al igual que la haitiana, parte de su plusvalía en forma de salud, pensión, protección
contra desempleo y prestaciones laborales. Los oficios o tareas
antes descritos procedentes del estudio de campo, entran en la
categoría de trabajadores por cuenta propia, los cuales son los peores
pagados y sujetos a condiciones adversas.
Tomando como referencia el comportamiento económico de
105 empresas representativas de las principales sub-ramas de la
150
TOMO I
construcción19, su fuerza de trabajo ocupada fue capaz de producir una masa considerable de ganancia empresarial ascendente a
RD$1,252.37 millones en el 2004, RD$1,589 millones en el 2005
y RD$1,433 millones en el 2006.
El estudio de campo arrojó una realidad similar, expresada en
la encuesta del Banco Central respecto a los ingresos devengados
por los trabajadores informales. En este tenor, tomando en cuenta
los ingresos declarados por los trabajadores,20 se tiene:
• RD$ 350 pesos, es el valor que más se repite dentro del
conjunto de respuestas ofrecidas.
• RD$418, es el ingreso promedio por día. Comparando
este ingreso promedio por día con los ingresos declarados,
se ha constatado que 62.5% de los trabajadores perciben
ingresos por debajo de este promedio. A nivel de otras investigaciones como la “Encuesta de Fuerza de Trabajo del
Banco Central”, 70% de la población asalariada y por cuenta
propia perceptora de ingresos, recibe ingresos por debajo del
ingreso general promedio.
Si se agrupan las informaciones contenidas en la Tabla 10 en
tres rangos de respuestas y se realiza una evaluación del comportamiento del salario en función de los mismos y la nacionalidad
se tiene que:
- En el primer rango se presenta una mayor proporción
del grupo de trabajadores haitianos que obtienen una paga
igual o menor a RD$360; esta proporción es menor para los
trabajadores dominicanos.
- En el segundo rango (RD$700 - RD$950), se establece
una relación inversa del pago a favor del grupo de dominica19. Datos e Informaciones Tomados del Estudio Sectorial para la Banca, Banco Central de
la República Dominicana y Superintendencia de Bancos, 2007.
20. Las encuestas válidas son 88 de 106, debido a que tienen informaciones completas para hacer el análisis.
151
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
nos (43%) con respecto al haitiano (35%), situación que se
mantiene en el tercer y cuarto rango.
TABLA 10: TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCIÓN SEGÚN
Rangos
1
2
3
4
Salario o Paga
Menos de 360
Entre 400 y 650
Entre 700 y 950
Más de 1000
Total
NACIONALIDAD Y SALARIOS DEVENGADOS
Dominicanos
9
10
3
1
23
%
39%
43%
13%
4%
100%
Haitianos %
36
57%
22
35%
3
5%
2
3%
63
100%
Total
46
33
6
3
88
%
52%
38%
7%
3%
100%
Fuente: Construcción propia a partir del levantamiento.
La elevada concentración de la fuerza de trabajo haitiana en
determinadas escalas de ingresos se relaciona directamente con
los niveles de ocupación de la misma en oficios o tareas menos
remuneradas y riesgosas. No obstante a esta diferenciación, la
ocupación total en el sector (tanto nativa como migrante) tienen
como características comunes la obtención ingresos bajos, pues,
casi la totalidad se concentra en el intervalo de RD $200 a RD
$500 pesos al día; es decir, por debajo del ingreso de pobreza.
Esto advierte que el sector empresarial pone en ejecución un
mismo régimen de explotación de la fuerza de trabajo, que a la vez,
ha sido aceptado por las instituciones laborales reguladoras del
mercado del Estado, es decir, responsable de la reglamentación de
las condiciones de trabajo, salarios, Seguridad Social, de salud ocupacional, entre otras. Este régimen de explotación se caracteriza porque
integra prácticas de violación de las normas laborales como es el
caso de violación a la resolución de tarifas de salarios por día.
Esto nos indica que los trabajadores haitianos se concentran en
los niveles de salarios más alejados del costo de la canasta básica
de bienes y servicios, según las informaciones facilitadas en las
entrevistas por los mismos.
152
TOMO I
CONCLUSIONES PRINCIPALES
La evidencias empíricas relevan que la mano de obra haitiana no
sustituye a la mano de obra dominicana, ya que se concentran en
los puestos de trabajo para los cuales el capital tiene problemas de
contratación por la baja remuneración respecto al costo de vida,
las condiciones de trabajo, mayor esfuerzo físico, efectos negativos
de los materiales de construcción en la piel, sometimiento a la
inclemencia del tiempo y mayores riesgos. Estos planteamientos
son reforzados en el proceso de contratación ejecutados por las
compañías constructoras, donde los entrevistaron afirmaron preferir para labores no calificadas la mano de obra haitiana y para
labores que exijan mayores niveles de capacitación la dominicana, a
sabiendas que en la mano de obra haitiana existe otro componente
buscado por los capitalistas, el cual es una mayor apropiación de
su plusvalía.
En materia de ingresos por día, la ocupación por parte de
dominicanos tiende a insertarse en los escalafones laborales mayores remunerados, a diferencia de la mano de obra haitiana, la
cual recibe salarios por debajo de los costos de reproducción de
la unidad familiar. De los trabajadores haitianos que declararon
sus ingresos, el 53% percibió un ingreso diario menor a RD$360,
concentrándose la mano de obra dominicana en un tramo de
ingresos superior (entre RD$400 –RD$650 diarios).
La segunda hipótesis expresa que la inserción de la mano de
obra haitiana en el mercado laboral hace un aporte a la economía
nacional mayor que su costo y del que aporta el Estado dominicano.
Los datos muestran que por cada peso gastado en la subcontratación de mano de obra, sin distinción de nacionalidad, por parte
de la empresa de construcción, la mano de obra haitiana rindió un
153
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
beneficio promedio de RD$2.48 entre los años 2004-2006. Siendo
la mano de obra haitiana subcontrata y regulada por las mismas
prácticas empresariales que la dominicana.
De la plusvalía producida por los trabajadores formales y
subcontratados (nacionales o extranjeros) de 105 empresas que
reportaron ganancias, el Gobierno Central percibió un promedio
de RD$121.4 millones por concepto de impuesto sobre la renta
para el período 2004-2006, registrándose un total de RD$362.43
millones. Los impuestos sobre la renta empresarial representan una
fracción de la plusvalía generada por los trabajadores y, por tanto,
los mismos son generado en parte por la mano de obra haitiana,
demostrando que la misma aporta a la economía nacional.
En conclusión, los datos preliminares, sujetos a una mayor profundización, indican que el aporte de la mano de obra al Gobierno
Central es mayor que la pudiese haber recibido, ya que:
a) Esta mano de obra genera 0.11 centavos por concepto
de impuesto a la renta empresarial que el gobierno toma de la
plusvalía producida por esta. Esto, tomando como referencias
para el cálculo el 2.48% promedio de rendimiento, como se
muestra más arriba.
b) Al Estado recibir el pago del riesgo laboral, como han
expresado la empresa de construcción, y el trabajador haitiano no recibir los servicios, su aporte es mayor. En parte esto
explica, la acumulación de recursos que tiene las aseguradoras
de Riesgo laboral. Al no estar registrado el trabajador haitiano
y carecer de documentos de identidad, el gasto que realizan
algunas empresas por concepto de riesgos laborales no tiene
contraprestación y, por tanto, se acumulan.
154
TOMO I
RECOMENDACIONES
Desde el Estado Dominicano, ha de realizarse un estudiodiagnóstico sobre la presencia de la mano de obra haitiana en los
diferentes sectores de la economía nacional, en el cual se permita
establecer y proyectar la cantidad de mano de obra necesaria en
los diferentes sectores de la economía nacional.
Urge el diseño e implementación de un proceso de regularización de la mano de obra haitiana, respetando cabalmente tanto los
Derechos Humanos de estos trabajadores, como la Convención
del 90 sobre los trabajadores migrantes y sus familiares.
Este proceso de regularización ha de estar integrado por las
diferentes instancias gubernamentales vinculadas al tema y encabezada por la Secretaría de Estado de Trabajo y la Dirección General
de Migración. Es esencial el diálogo entre estas dos instancias.
En este mismo orden, es necesario que este proceso, desde sus
inicios, involucre empresarios de la construcción (propietarios y
subcontratistas), sindicatos de trabajadores y organizaciones de
la sociedad civil vinculadas con personas migrantes, a fin de que
estén representados todos los sectores.
En este mismo orden, consideramos el diálogo y establecimiento de acciones recurrentes con las autoridades haitianas en el
país, durante el proceso de regularización, a fin de que las mismas
puedan expedir documentos necesarios a la población de su país,
para regular su situación migratoria en República Dominicana.
El Código de Trabajo está violentado en el sector construcción.
El pago realizado por las empresas constructoras a los trabajadores
que desempeñan cargos de ayudantes, es inferior a los RD$414.00
establecido por la resolución no. 3 del 2007 de la Secretaría de
Estado de Trabajo. Esta forma de pago es una violación explícita
155
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
a los derechos de los trabajadores, tanto migrantes como dominicanos, por lo que urge una acción de supervisión y sanción a las
empresas que incumplen, por parte de la Secretaría de Trabajo.
156
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158
FACULTAD LATINOAMERICANA
DE CIENCIAS SOCIALES
(FLACSO)
UNA CUESTIÓN DE ENTENDIMIENTO.
LA PRESENCIA DE LAS MUJERES MIGRANTES
HAITIANAS EN EL SERVICIO DOMÉSTICO
EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
INVESTIGADORES:
BRIDGET WOODING
ALICIA SANGRO
159
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
160
Una trabajadora doméstica dominicana viviendo y trabajando
en Barcelona, oriunda de una comunidad rural cerca de Neiba
en el Sur de la República Dominicana, narró la experiencia siguiente:
“Cuando llegué por primera vez a Europa para trabajar lloré. Lloraba
porque fue por primera vez que se me ha dado mi propio cuarto. Mi propio
cuarto de baño, mi propio pequeño televisor. La primera vez que no temía que
el padre de mis niños llegara a la casa con un jumo para abusar de mí. Más
tarde lloré porque llegué a ver los problemas en mi comunidad natal. Me di
cuenta de cómo tratamos tan mal a los trabajadores haitianos que vienen como
inmigrantes a República Dominicana. Las dominicanas no damos a ellos su
propia habitación. Y lloré porque constaté que había criado mis niños como mi
madre me había criado, sin mucho cariño. En Barcelona, al comienzo, seguí
haciendo los oficios de la casa como había hecho en mi propia casa. Pero la
señora dijo, ‘Milagros, deja de limpiar todo el tiempo. Quiero que estés con los
niños, que juegues con ellos, para estimularles.’ De alguna manera se podría
decir que tuve que ir a Europa para aprender sobre el cuidado maternal y el
cariño. Ahora he traído a mis propios hijos a España, y les trato de manera
diferente. He dicho a mi mamá también de darle a la trabajadora haitiana
que he empleado para cuidarla, su propio cuarto.” (Sorensen 2005)
A modo de introducción, notamos que las investigaciones recientes
han mostrado que (1) las mujeres constituyen aproximadamente
la mitad de la población de 190 millones de migrantes globales;
(2) la migración femenina ha aumentado de manera significativa
en las últimas décadas; y (3) en todas partes del mundo la mujer
migrante ha experimentado varias formas de abuso en la fuerza
161
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
laboral tal como hostigamiento sexual, racismo, violación de contratos, sub-pago y la violación de las provisiones de legislación
laboral a nivel nacional/provincial (UNFPA 2006). Mientras que
más estudiosos están investigando sobre la migración femenina,
estas investigaciones acusan varias limitaciones. Empíricamente,
la mayor parte de la investigación, incluso cuando se trata sobre la
mujer migrante, enfoca la migración hacía el Norte. La investigación en relación a migración intraregional, sobre todo en América
Latina, se ha desarrollado mucho menos.
A nivel conceptual son pocas las investigaciones sobre el conocimiento de los mismos migrantes sobre sus derechos o de
las acciones de los que acompañan o de parte de los migrantes
(mujeres), posibilitando la articulación de sus demandas sociales
frente a los garantes de sus derechos. Hay aún menos investigación
desde una perspectiva de género.
Los cambios en los mercados laborales en el marco de la globalización han aumentado tanto las oportunidades como las presiones
para la migración femenina. El proceso de migración y el empleo
en un país en que no son nacionales pueden incrementar las oportunidades de tener más ingresos, autonomía y empoderamiento,
de manera que cambian los roles de género y responsabilidades y
contribuyen a más igualdad. Pero pueden también exponer a las
mujeres a dificultades en el pleno goce de sus derechos. Puede ser
que en la etapa de reclutamiento, en el viaje o viviendo y trabajando
en otro país, mujeres migrantes trabajadoras, sobre todo en situación
irregular, sean vulnerables a hostigamiento, intimidación o amenazas
a ellas mismas o a sus familias, explotación y abuso, discriminación
racial, condiciones de trabajo inadecuadas, más riesgos en cuanto a
su salud, y a otras formas de abuso incluyendo trata y tráfico ilícito
de personas. Las mujeres migrantes, independientemente de tener
documentos o no, pueden ser más vulnerables a discriminación,
explotación y abusos, comparadas no solo con migrantes mas162
TOMO I
culinos sino también con mujeres nativas del país (Programa de
Promoción de Género OIT 2000).
Muchas décadas de migración no regulada de haitianos/as que
han llegado para vivir y trabajar en el país vecino han resultado
en una población significativa en la República Dominicana cuyo
estatus es incierto, vulnerable a la discriminación y al irrespeto
a veces del disfrute de sus derechos humanos. Los gobiernos
de turno de los tres partidos políticos principales han realizado
esfuerzos importantes, aunque insuficientes, en el empeño de
introducir un marco legal para migración compatible con normas
internacionales. Han respondido de manera incipiente a la necesidad de implementar una visión más holística, con los cambios
correspondientes en los oficiales de migración, las fuerzas de
seguridad, la Junta Central, y los servicios de educación y salud.
Después del declive de la industria azucarera en los años 80, otras
industrias y servicios se han aprovechado de la mano de obra
haitiana barata y no regulada.
La encuesta OIM/FLACSO (2004) sobre inmigrantes haitianos,
efectuada a solicitud de la cancillería dominicana, identificó que
el 16.1% de las mujeres migrantes trabajadoras haitianas de su
muestra estaba ocupado en el servicio doméstico. Dicha encuesta estimó, según su desglose por sexo, en un 22.4% las mujeres
migrantes haitianas en el país y que el grueso de esta inmigración
femenina se encuentra en las regiones siguientes: Distrito Nacional/Santo Domingo, Santiago y Norte. Hay apenas tres estudios
significativos que enfocan la mujer migrante haitiana desde una
perspectiva de género (Jansen y Millán 1992; GARR-MUDHA,
2005; ONE RESPE 2007), mayormente dando prioridad a la mujer
bateyana. Los breves comentarios en estas investigaciones sobre
la mujer migrante haitiana en el servicio doméstico revelan que las
mujeres y/o niñas en este oficio son particularmente vulnerables
a discriminación y abusos.
163
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
A fines de 2005, INSTRAW organizó en Santo Domingo un
encuentro sobre “Género, migración y desarrollo: Mujeres migrantes desde y hacia República Dominicana” con la sociedad civil
dominicana, organizaciones internacionales e instituciones gubernamentales con el objetivo de propiciar y facilitar un espacio para
el debate sobre cuestiones relacionadas a la feminización cada vez
mayor de los procesos migratorios y la necesidad de visibilizar a las
mujeres y tener en cuenta sus realidades, necesidades e intereses
en el marco de los mismos (Revista INSTRAW, febrero de 2006).1
La Guía de recursos que se levantó en esta Revista destaca nueva
vez la carencia de investigaciones sobre la mujer migrante haitiana
en República Dominicana desde una perspectiva de género y para
fines de la incidencia política.
Por otra parte, investigaciones recientes sobre la mujer migrante
dominicana indican que, en algunos casos, mujeres migrantes haitianas están tomando el relevo en cuanto a tareas domésticas en
hogares y comunidades donde hay un alto porcentaje de migración
femenina hacia países del Norte, como puede ser la emigración
femenina desde Vicente Noble hacia España (García y Paiewonsky
INSTRAW 2006). Otro eslabón en las llamadas cadenas migratorias femeninas puede ser el de las mujeres migrantes haitianas que
conciben a la República Dominicana como un país de tránsito en
camino a su destino final en el norte a través de Puerto Rico.2
Nuestra investigación primaria pretende ayudar a llenar algunos de estos vacíos al hacer una primera caracterización de la
1. Según una nota de concepto reciente de INSTRAW (agosto de 2008): “La
feminización de la migración no se refiere al aumento en la proporción de migrantes mujeres (aunque eso también ocurre) sino al aumento de mujeres que
migran independientemente en búsqueda de trabajo y no como dependientes”
(nuestra traducción del inglés).
2. Hemos recibido el testimonio de una empleadora dominicana en este sentido
que mantuvo el contacto con su extrabajadora doméstica haitiana cuando llegó
a Puerto Rico (comunicación personal con la investigadora principal, febrero de
2007).
164
TOMO I
mujer migrante haitiana en el servicio doméstico en la República
Dominicana, explorando: (1) el conocimiento de sus derechos
civiles, económicos y sociales de parte de estas mujeres migrantes, expresado a través de sus demandas sociales; (2) el rol de las
organizaciones sindicales, de mujeres y de migrantes a nivel nacional y transnacional en visibilizar la situación de estas mujeres
migrantes; (3) algunas implicaciones para las políticas públicas
relevantes tanto en el país receptor como el país expulsor. Esta
investigación propone caracterizar la naturaleza de la trans-nacionalización del servicio doméstico en Santo Domingo y Santiago de
los Caballeros y comparar esta realidad con la de las trabajadoras
domésticas transfronterizas en la cuidad de Dajabón en la frontera
domínico-haitiana del Norte del país.
El problema a que se dirige la investigación es el siguiente: ¿Cómo
se caracterizan y cuál es la situación de las mujeres migrantes haitianas que se desempeñan en el servicio doméstico en las ciudades de
Santo Domingo, Santiago de los Caballeros, y Dajabón?
Los objetivos son:
• Caracterizar a las mujeres migrantes haitianas que se encuentran en el servicio doméstico en República Dominicana
• Describir y analizar el conocimiento y demandas de sus derechos laborales, civiles económicos y sociales por las mujeres
migrantes
• Identificar y describir el rol de las organizaciones sindicales, de
mujeres y de migrantes a nivel nacional y transnacional en relación
a la situación de estas mujeres migrantes
• Realizar recomendaciones de políticas públicas para dar respuesta a las demandas de esta población tanto en el país expulsor
como emisor.
En el marco conceptual se hace una conceptualización de los tipos
de migraciones y sus causas que son relevantes para el estudio.
En este sentido, se hace la distinción entre la migración forzada,
165
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
dirigida, y espontánea, observando que en el caso que nos compete
se trata mayormente de una migración espontánea.
Se destaca la necesidad de definir lo que se comprende por
feminización de las migraciones, afirmando que es el hecho de
que las mujeres migran cada vez más de manera autónoma como
proveedoras económicas. Si bien se entiende la reunificación
familiar como una razón común y corriente por la migración, se
nota que muchas mujeres en esta categoría migran motu proprio, es
decir no con una pareja sino con otro familiar.
Se discute lo que se entiende por “servicio doméstico” en la
República Dominicana dentro de los debates regionales en torno
al tema desde hace más de dos décadas, y las posibles limitaciones
de algunos de los marcos internacionales, por ejemplo la definición
de la OIT en la materia o el alcance de la Convención de la ONU
de 1990 sobre los derechos de todos los trabajadores migratorios
y sus familiares.
Se introducen los conceptos de capital social, cohesión social y
la inmigración desde una perspectiva de género. En esta relación,
se distingue entre redes densas y redes suaves en que pueden estar
incluidas o no las mujeres migrantes. Se enfatiza la diferencia entre
capital social que refuerza la membresía y las limitaciones tanto
como un concepto como una práctica para apalancar recursos
materiales, a la luz del hecho de que no es forzosamente una base
satisfactoria para conciliar las contradicciones entre la cohesión
social y la diferenciación social reflejada en el colectivo haitiano
de inmigrantes en el país.
Asimismo, se matizan los diferentes modelos de integración,
diferenciando entre asimilación y pluralismo y una gama de esquemas que refleja estas nociones diversas.
166
TOMO I
Además, se nota la importancia de las identidades múltiples en
un mundo globalizado y se comenta el auge del transnacionalismo
desde abajo, incluyendo la práctica de la maternidad transnacionalizada y las llamadas cadenas femeninas de cuidado (global care
chains).
Finalmente, se ubica la investigación dentro del campo de estudios que abarca la justicia de género, la ciudadanía, y el desarrollo
humano. En el lenguaje político moderno, la justicia de género
implica derechos ciudadanos plenos para las mujeres y esto es lo
que generalmente se entiende por el término, en el contexto de
América Latina y el Caribe.
En lo que se refiere a la metodología, se realizó el proyecto de
investigación en dos etapas: primero, un diagnóstico de la situación de la mujer migrante haitiana en el servicio doméstico en la
República Dominicana a través de un análisis documental (que
ayudó, inter alia, a afinar el marco conceptual). En esta etapa, el
equipo realizó entrevistas estructuradas con dieciséis (16) expertos
y actores pertinentes, sobre la base de una guía elaborada para
obtener las percepciones y las valoraciones de expertos/as dominicanos/as (y dos haitianas) sobre la temática de la investigación.
Además, se llevó a cabo un taller de reforzamiento en técnicas para
la investigación cualitativa con miras a acoplar mejor el equipo de
investigación, reclutado por la investigadora principal para hacer
esta investigación.
De manera que la segunda parte de la investigación consistió
en el trabajo de campo en los tres lugares identificados para estos
fines, el procesamiento de los datos, y el análisis del conjunto de
informaciones. Se ha elaborado una guía (en español y en Creole)
para entrevistas con veintisiete (27) mujeres escogidas de manera
aleatoria, con la técnica de bola de nieve, en el Distrito Nacional/
Santo Domingo (15), Santiago de los Caballeros (5), y Dajabón (7).
167
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Antes de aplicar la guía y recoger los datos de las mujeres seleccionadas, se ha agotado una etapa preliminar de contacto en que se
ha ganado la confianza de estas mujeres a través de reuniones y/o
de talleres. El equipo de investigación obtuvo el consentimiento
de las trabajadoras escogidas para ser entrevistadas, según una
serie de criterios establecidos.
Se efectuaron los contactos con las mujeres entrevistadas a
través de organizaciones sociales (Dajabón, Santiago y parcialmente en Santo Domingo). En la capital los contactos fueron
mayormente a través de tres líderes carismáticos en tres barrios
diferentes (dos líderes masculinos y una mujer líder emergente).
El equipo de investigación agotó varias sesiones de observación
en los barrios de residencia de las mujeres entrevistadas y sostuvimos conversaciones importantes con otras migrantes haitianas
que trabajan en el servicio doméstico, sin aplicar nuestra guía ni
grabar el diálogo.
Para mantener el ambiente de confidencialidad a lo largo del
proceso, el equipo de investigación no entrevistó a las mujeres en
las casas de familia donde estaban trabajando sino más bien en la
misma casa de la entrevistada; en una iglesia; en la casa/patio de
una vecina; o en la oficina/patio de una organización social. No se
ha entrevistado a los/as empleadores/as por no dañar el clima de
confianza necesario para que las mujeres trabajadoras entrevistadas se hayan abierto en las conversaciones. Aunque teóricamente
hubiera sido posible entrevistar a los/as patrones/as de mujeres
haitianas en el servicio doméstico que no estuvimos entrevistando,
tuvimos también limitaciones de tiempo. De hecho, hemos recogido algunas informaciones relevantes a través de los informantes
claves y en conversaciones informales con otras personas quienes
han empleado a trabajadoras domésticas haitianas.
En esta última parte de la investigación se celebró un taller de
168
TOMO I
devolución con los hallazgos principales (antes de elaborar el informe final) con miras a validar el informe y recoger sugerencias
para potenciar el seguimiento a la investigación.
Sintetizamos los resultados del estudio mediante los siguientes hallazgos.
CARACTERIZACIÓN DE LAS MUJERES MIGRANTES
QUE SE ENCUENTRAN EN EL SERVICIO DOMÉSTICO
EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
En la República Dominicana, según el anuario estadístico de
la CEPAL 2006 (ver tabla), el porcentaje de Población ocupada
urbana ubicada en el Servicio Doméstico ha pasado del 8,7% en
1992 al 11,4% en el 2005, subiendo un 2,7% en este período a
contrario de la tendencia regional. En la actualidad, no es posible
cuantificar las mujeres migrantes haitianas en República dominicana y tampoco afirmar la magnitud de las que trabajan en el
servicio doméstico, tomando en cuenta, según las afirmaciones
de la ONE al respecto, que existe un notorio sub-registro en los
censos del país3.
3. Señalamiento de dos representantes de ONE que participaron en el taller de
validación del 7 de agosto de 2008.
169
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Tabla 1
Comparativo 1990 – 2005[*]:
Porcentaje de Población Ocupada Urbana ubicada
en el Servicio Doméstico
Población Ocupada
País
1990
2005
Variación
M
H
M
H
M
H
Costa Rica
12.0
0.2
12.0
0.4
0.0
0.2
El Salvador
13.1
0.4
7.7
0.5
- 5.4
0.1
Guatemala
18.1
0.2
9.2
0.2
- 8.9
0.0
Honduras
16.0
0.4
8.7
0.5
- 7.3
0.1
Nicaragua
14.1
0.3
10.3
0.1
- 3.8
- 0.2
Panamá
17.8
0.6
14.9
1.2
- 2.9
0.6
Rep.Dominicana
8.7
0.2
11.4
0.9
2.7
0.7
[*]Costa Rica: 1990-2005; El Salvador: 1995-2004; Guatemala: 1989-2002; Honduras:
1990-2003; Nicaragua: 1993-2001; Panamá: 1991-2005; Rep. Dominicana: 1992-2005
Fuente: CEPAL, Anexo Estadístico del Panorama Social 2006
El objetivo de esta investigación cualitativa no es llenar este vacío
sino más bien caracterizar mujeres migrantes haitianas que se desempeñan en el servicio doméstico en el país a través de las entrevistas
realizadas. De esta manera, esperamos poder aportar a la construcción de tipologías de mujeres junto con otras investigaciones existentes y futuras que aborden la migración femenina hacia República
Dominicana así como el trabajo doméstico remunerado4.
4. En el momento de redactar, están en curso una investigación sobre el Servicio
Doméstico Remunerado auspiciada por AECID y SICA, y otra sobre migración
Sur/ Sur de mujeres en América Latina auspiciada por la Universidad de Windsor en
Canadá. En ambas, la República Dominicana fue escogida como estudio de caso.
170
TOMO I
Encontramos mujeres migrantes haitianas en el servicio doméstico de todas las edades. Llama la atención la presencia de jóvenes
y solteras con proyecto migratorio personal e independiente,
ejemplificando la feminización de la inmigración haitiana en la
República Dominicana.
Es destacable el elevado nivel de estudios y expectativas de superarse académicamente de algunas de las mujeres entrevistadas,
confirmando el fenómeno de “descalificación” que es un rasgo
común del trabajo doméstico hecho por mujeres migrantes a
través del mundo.
Vemos que las motivaciones para migrar no solo son la búsqueda de trabajo o el envío de remesas para sostener la familia,
sino también pueden incluir un proyecto personal autónomo que
incluye el interés por la superación académica. La educación es
vista como un progreso social y económico por las entrevistadas
de la misma manera que estudios en el medio rural en República
Dominicana.
“Bon, m rive nan sètifika men sètifika
m rive a se Bondye ki fè m rive ladan
l pase pat gen posiblite pou m ka rive
ladan l, pase m gen frè m ki anvi, bon,
ou wè tankou m gen on tifrè m se sèl li
menm ki plis renmen lekòl. Bon, nou
menm ki pi gran nou pa ka ede l, manman m pa ka ede l, ou wè, e li li renmen
lekòl e lidi li pap kite lekòl pou anyen.
Ou wè tifrè m sa li panko konn isi a
(…).”
Claire Heureuse.
Dajabón.
Bueno, yo tengo un certificado de
primaria. Este certificado fue Dios
quien me lo dio porque yo no tenía
posibilidades de obtenerlo, porque
tengo hermanos que también lo
quieren, bueno, tengo un hermano
menor por ejemplo, es el a quien
más le gusta la escuela. Bueno, nosotros los mayores no podemos ayudarlo, mi mamá no puede ayudarlo,
¿ves? Y le gusta la escuela y dice que
no abandonará la escuela por nada.
¿Ves? Mi hermanito este no conoce
aquí todavía.
171
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
En el caso de Dajabón, podemos destacar el nivel educativo más
bajo de las mujeres entrevistadas. Dos factores pueden ser determinantes, la edad más avanzada y la falta de oportunidades para las
mujeres de acceder a la educación en el medio rural como señala
una de las entrevistadas: “Este certificado fue Dios quien me lo dio porque
yo no tenía posibilidades de obtenerlo, porque tengo hermanos que también lo
quieren”. A esto se le añade la falta de esperanza en que la educación
es un medio para salir de la pobreza. Como afirmó Claire Heureuse:
“¿Por qué pá Haití, que tú va a hacer? cuando tú acaba de estudiar, ¿qué tú
va hacer? Mirar el cielo y la tierra, pidiéndole a Dios me da la comida.”5
En relación con su estado civil, la mayor parte de las mujeres con
pareja están en unión libre o plaçage, tal como es la realidad vivida en
Haití (45% de los más de 15 años están en pareja, de estos 53.6%
en plaçage o unión libre ECVH). Las relaciones sentimentales se
establecen, en general, dentro de la misma comunidad haitiana.
Sin embargo, una de las entrevistadas declaró que su novio era
dominicano.
El promedio de hijos/as por mujer es 2.7, con una baja en Santo
Domingo por el sesgo de jóvenes en la capital. Mayormente los/
as hijos/as se encuentran con su madre pero en varios casos hay
mujeres que tienen hijos/as en Haití y, en el caso de una mujer en
Santo Domingo con seis hijos, ella informa que hay dos en San
Pedro de Macorís y los otros están en la capital. Claro está que, en
el caso de todas las mujeres transfronterizas, sus hijos/as se encuentran en Haití. La narrativa (codificada) de la madre ausente y sus
consecuencias en el imaginario, con correspondientes sentimientos
de culpabilidad de parte de la madre, no parece pesar tanto en las
historias de las personas entrevistadas, según lo que nos han narrado las mujeres. Vemos un porcentaje relativamente alto de mujeres
solteras (o por su juventud o por ser mayor de edad). En el caso de
las más jóvenes esto refuerza la idea de la tendencia hacia proyectos
5. Entrevistada con estudios de primaria sobre su deseo de seguir estudiando. En
español en la entrevista.
172
TOMO I
migratorios independientes de mujeres jóvenes de medio urbano
(feminización de la migración) que cruzan la frontera sin el ánimo
de juntarse con su familia o pareja. Es de notar que los estudios
sobre la mujer dominicana en el servicio doméstico han mostrado
desde hace cierto tiempo que las mujeres que trabajan en el servicio
doméstico pasan aún menos tiempo con sus hijos/as que las mujeres
trabajando en zonas francas (Corten y Duarte, 1983).
Los patrones de migración interna en Haití encontrados en el trabajo de campo se corresponden, en gran medida, con las tendencias
observadas tanto en el Estudio Nacional de Hogares efectuado
en Haití (2001) como la encuesta OIM/FLACSO llevada a cabo
en 2002. El protagonismo de las mujeres en la migración interna
en Haití es bien conocido (13.4%), superando la tasa de la migración interna de los hombres (10.7%).6 La migración interna hacia
un núcleo urbano precediendo la migración internacional parece
constituirse en un patrón en el caso de las migraciones al interior
de la Hispaniola.
La violencia socio-política como factor de expulsión tiene picos coyunturales en Haití conduciendo a una migración forzada
tanto dentro como fuera de su territorio, aunque la emigración
de haitianos/as a República Dominicana ha sido mayormente
espontánea durante las últimas dos décadas.
Es de subrayar que tres casos de migración fueron precipitados
por violencia socio-política, o sea una migración forzada. El auge
de los secuestros luego de la salida del ex Presidente Jean Bertrand
Aristide en 2004, fue señalado como un motivo para migrar por
una entrevistada en Villa Carmen.
6. IHSI/Enquête sur les conditions de vie en Haïti (ECVH: 2003).
173
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
“Non, m pa vini pou on kenn espwa,
paske te g`on afè kidnaping an Ayiti. se
pou tèt sa. Manman m pat vle pou yo
kidnape m, m te konn al, m te konn al
lekòl e pou tèt zòn lekòl la te danje.”
“No, yo no vine con ninguna esperanza. Vine porque había este problema de secuestro en Haití. Es por
eso. Mi madre no quería que me secuestren. Yo iba al colegio pero la
zona donde iba era peligrosa.”
Mimi. Santo Domingo. 21 años.
Llegó en 2004.
El primer cruce de frontera o primera entrada fue mayormente
de manera irregular o amba fil (en el caso de las mujeres entrevistadas). Este cruce irregular es sentido como “normal” tanto por
las mujeres que migran como de parte de los varios actores con
quienes se interactúan en el camino hacia su destino final por el
lado dominicano.
Varias de las mujeres entrevistadas piensan que es “normal”
entrar al país de esta manera si no tienen pasaporte y/o visa.7. Al
ser preguntadas cómo llegaron a República Dominicana, contestan
que vinieron “normal”, “alezman”, “kom sa”, todos términos que
tienden a naturalizar la entrada sin los documentos pertinentes.
Esta apreciación coincide con las declaraciones recientes del entonces Jefe de CESFRONT en la prensa (Hoy 3 de agosto de 2008)
cuando comentó que la percepción de los/as dominicanos/as es
que es “normal” que los/as haitianos/as cruzan la frontera de
manera irregular.
7. Utilizamos el término neutro de “Amba fil” (de manera irregular) por la imposibilidad de distinguir con nitidez, a través de las informaciones obtenidas de
las mujeres, entre una entrada irregular o situaciones de tráfico y trata. De hecho,
ninguna situación narrada se aproximó a la trata y solamente una mujer habló
de “un buscón”. Ver también en esta relación el último informe del Relator de
la ONU sobre los derechos de los migrantes que discuten las dificultades reales
en cuanto a distinciones absolutas entre estas naciones (Bustamente, febrero de
2008).
174
TOMO I
“Es necesario educar a nuestro pueblo que piensa que traficar haitianos
es una situación normal, sin darse cuenta del daño que le causan al país”.
CESFRONT
Hoy, 3 de agosto 2008.
Esta naturalización invisibiliza los riesgos de la migración irregular, señalando debilidades institucionales que pueden derivar en
vulneración de derechos, abusos sobre las migrantes. La otra cara
de la moneda es el fomento del clientelismo y el incentivo de redes
de tráfico ilícito de personas. En este sentido, podemos distinguir
cuatro situaciones de cruce de frontera amba fil que ilustraremos
con el testimonio de las migrantes:
1. El buscón
Okey, e a(esitasyon),see papa pitit mwen
an kite vin isit la anvan, apre saa lite voye
chachem, lel te voye chachem nan ite, ite
voye chache ak yon boukonm, kounye a
boukonm an peye pasaj pou vin avem.
Es el padre de mis hijos que llegó
antes. Me mandó a buscar con un
buscón que me pagó el pasaje para
venir conmigo.
Rosanna.
Santo Domingo.
2. El día de mercado
M pa rantre ak paspo nik rantre epi jou
mache, m nik antree m monte machinn
mal nan palad la m monte machinn m
vini
Yo no entré con pasaporte, tan solo
vine un día de mercado y me subí
en una guagua. Fui a la parada y me
subí en la guagua.
Yo pat poze w kessyon sou wout la
¿No te hacen preguntas en el trayecto?
Non anpil moun belade vinn isit san papye (…) Yo monte machinn dominiken No, mucha gente de Belladère viene
aquí sin papeles. (…) Tú te montas
pap poze yo kessyon.
en una guagua, los dominicanos no
te hacen preguntas.
Aimée. Santo Domingo.
175
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
3. En una guagua
M te, m te peye caribenn tour pou m te Bueno, yo pagué una caribetoul (guagua) para entrar, sin pasaporte.
antre, san paspò..
Mwen te antre nòmal, nan caribenn Yo entré normal, en una caribetoul, en
tour, nan epòk m te rete on kote ki te esa época yo me quedaba en un sitio
que se llama San José de las Matas.
rele San Jose de las mata..
Marysé y Ernestine. Santiago
4. Crucé caminando
Non, premye fwa lè m t`ap vini on sèl fwa
m pase nan bwa, sèl premye fwa lè m te vini
an apre sa, lè m vini m fè paspò (…)Lò
60 dola (ayisyen) m te peye. (…) On moun
lakay menm ki te vin ansanm avè m, men
nou te mach`anpil. Apre sa l te riv`on kote
l t`al pan machin epi nou tou rive santiag.
Men konnya... Nou te soti vandredi nou te
rive nan samdi. Yo te riv`on kote nou won
kay nou te, nou te dòmi, yo te fè manje ban
nou, yo te koupe bannann, y`achte ban nou
te fè manje, wi. (…) Moun ki pase nan
bwa se, se men ou men lanmò w kounya,
kounya rout la di.
Evelyne. Santiago
No, cuando vine la primera vez,
una sola vez crucé por el bosque.
Solamente la primera vez que vine,
después de eso cuando regresé hice
mi pasaporte (…) En este tiempo
pague 60 dólares (haitianos). Una
persona de mi barrio vino conmigo. Hemos caminado mucho. Después de eso llegamos a un lugar y
cogimos una guagua, después llegamos a Santiago. Pero ahora…
Salimos el viernes llegamos el Sábado. Llegaron en un lugar vimos
una casa y dormimos, hicieron
comida para nosotros, cortaron
plátano, compraron para nosotros,
hicimos comida también. (…) La
gente que cruzó en el bosque es
una muerte segura, ahora el camino está duro.
Estos episodios muestran, tanto la complicidad como la negligencia que apuntan al tráfico de migrantes. Estamos ante una privatización de la migración, fenómeno natural, ante las trabas burocráticas
a la migración regular del que muchos sectores se benefician.
176
TOMO I
Sin embargo, actualmente, la mayoría tiene documentación que
incluye pasaporte o pieza de identidad haitiana; y, en el caso de las
mujeres haitianas transfronterizas, un carné.
Hay poca evidencia del uso de redes de tráfico ilícito de migrantes y tratantes. Algunos informes recientes en la prensa en
2008 subrayan que las mujeres son más vulnerables a presiones
por parte de traficantes y tratantes, incluyendo cuando comienzan
su ruta migratoria en Haití.
LAS CONDICIONES LABORALES EN QUE SE
DESEMPEÑAN EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
La estigmatización del trabajo doméstico en Haití y en la República Dominicana refuerza el bajo estatus que se concede a la
mujer laborando en este oficio.
Hay un lugar común que persiste globalmente, insinuando que
el trabajo doméstico no es un verdadero trabajo, “es un trabajo
de mujeres”, ejemplificado por el hecho de que, todavía en muchos contextos, ni figura con el mismo rango de derechos que
otros/as trabajadores/as (Chaney y García Castro 1991: 3).
Tal es el caso tanto en la República Dominicana como en
Haití. República Dominicana introdujo en su legislación algunos avances parciales respecto a los derechos laborales de las
trabajadoras del hogar sin equipararlas a la generalidad de los
trabajadores, en 1999. Haití está avanzando en enderezar esta
realidad laboral discriminatoria con la introducción de un anteproyecto de ley ante el parlamento en Puerto Príncipe, desde
comienzos de 2008, para garantizar iguales derechos para personas laborando en el servicio doméstico con todos/as los/as
otros/as trabajadores/as. 8
8 Ver menu législative: http://mcfdf.org/plan-mcfdf.pdf
177
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Además, como puede ser común en otros contextos binacionales, hay aún más estigma en relación al servicio doméstico en
Haití, en el imaginario de estas mujeres migrantes, que hacer el
mismo oficio en otro país, en este caso en la República Dominicana como país de destino. No obstante, hay un tropismo (que
abunda en la literatura novelesca por ambos lados de la isla) de
que el servicio doméstico es un oficio en que las mujeres y/o
niñas que fungen como “sirvientas” están explotadas laboralmente y pueden ser víctimas de trata.9
Solamente tres mujeres relatan que han trabajado como empleada
doméstica antes en Haití. Varias mujeres (de la frontera, desde Santiago, y en Santo Domingo) comentan el desprecio con que se
valora este oficio en Haití resaltando las relaciones desiguales de
poder que se establecen en su país de origen respecto a este tipo
de oficio. Esta valoración negativa se extiende hacia la República
Dominicana en la medida en que algunas mujeres tienen vergüenza de admitir en qué trabajan. Esto se evidencia en las primeras
reuniones de contacto del equipo de investigación con las mujeres
migrantes en Santo Domingo que negaron trabajar en casas de
familia para posteriormente confiarse, sin que las vecinas supieran que, efectivamente, acababan de salir de una dura experiencia
como empleada doméstica. En las historias narradas en Santiago
por un grupo que no aceptó ser entrevistado, se confió que enviaban informaciones erróneas a sus parientes en Haití sobre lo que
están haciendo en el país para soslayar el hecho de que estaban
trabajando en el servicio doméstico.
9. Un ejemplo más reciente de este estereotipo se encuentra en el libro The Short
Wondrous Life of Oscar Wao del domínico-americano Junot Díaz (2007) en que
se comenta lo siguiente de una mujer protagonista dominicana de Baní “That’s
right. She was sold. Became a criada, a restavek” (sic).
178
TOMO I
Del total, solo 3 mujeres dijeron haber trabajado como empleadas domésticas en Haití. A continuación, algunos testimonios
recogidos:
“Bon, s`ak fè rezon an, rezon an m pa
fèy Ayiti, s`ak fè rezon. Ayiti, ayisyen
g`on lè w`al travay lakay li Ayiti, l`ap
pr`al regade w, l`ap pr`al meprize w se
pou rezon sa poutèt rezon sa, s`ak fè m
pa travay Ayiti, m pap fè travay sa yo
Ayiti. M pito m fè komès mwen Ayiti,
m chita m fè komès mwen, poum gen kòb
nan komès mwen Ayiti, men travay kay,
kay madanm Ayiti non.”
Bueno, la razón por la que no lo hago
en Haití, es por que allá, los haitianos tienen una manía que cuando
trabajas para ellos te miran de lado.
Te desprecian por esa razón. No,
no trabajé en Haití. No haría este
trabajo en Haití. Mejor yo hago mi
negocio, planifico mi negocio, para
tener dinero en mi negocio en Haití.
Pero trabajar en casa de familia en
Haití ¡no!.
Marysé, Santiago.
“Non ay non m pat gen posibilite a, gen
de fwa ou santi w preske wont.”
No, ¡ay! No, no tenía esta posibilidad. A veces sientes casi como
vergüenza.
Delira, Santo Domingo.
“M te travay lakay madanm Ayiti. men
Ayiti ou vin, ou vin yo te bagay yo pa,
yo pa viv ak moun byen ou konprann
yo, isit yo gen plis sajès ansanm avè nou
ou konprann sa vle di, m te travay yon
de mwa konsa kay madanm Ayiti, antou ka bagay la te, te tèlman balat”.
Trabajé en casa de familia en Haití.
Pero allá no conviven bien con la
gente (cuando hace ese tipo de trabajo), ¿entiendes? Aquí tienen más
respeto (sabiduría) con nosotros,
¿entiendes? Trabajé como 2 meses
así en casa de familia en Haití. De
todos modos fue tan barato.
Thérèse. Dajabón.
179
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
En lo que se refiere a los métodos de búsqueda de trabajo, los métodos
citados con más frecuencia fueron:
• A través de una amiga o amigo que trabaja con un familiar de
su futura empleadora;
• Para relevar en el trabajo a una amiga;
• Por un familiar (primo/a, cuñada, tía, hermana);
• Un vecino;
• Un guachimán haitiano;
• Ofreciendo sus servicios en la calle;
• En la guagua en la que vino de Haití;
• Una agencia;
• Con una carta de recomendación;
• Llegó con una familia dominicana;
• De boca a oreja por su buen trabajo como planchadora.
Se pueden distinguir tres modalidades fundamentales en el tipo
de trabajo doméstico, hecho por las mujeres: por jornada; con dormida; o por tarea (Cassá 2000). En la gama de mujeres que hemos
entrevistado, predomina el trabajo por jornada, aunque algunas
de estas mujeres habían hecho, anteriormente, el trabajo con dormida. Parece que hay una secuencia en que las mujeres que llegan
se integran con más facilidad con este último tipo de trabajo, por
un lado y, por otro, puede ser el nicho más difícil de llenar desde
la perspectiva de los/as potenciales empleadores/as. No obstante,
las exigencias y/o inconvenientes del trabajo con dormida (mayor
vulnerabilidad) impulsan a las haitianas a salir de este tipo de trabajo y a buscar como preferencia el trabajo por jornada. Algunas
mujeres (sobre todo las más jóvenes), tienden a mucha rotación
en el trabajo doméstico al comienzo de su estadía en la República
Dominicana que, en parte, puede ser por dificultades en el manejo
del idioma y, por ende, en la comunicación con su empleador/a.
Otro problema que nos han comentado algunas mujeres (más allá
de las entrevistadas grabadas y en un ambiente de confianza total)
180
TOMO I
que puede explicar cierta rotación en el trabajo, es la amenaza del
hostigamiento/abuso sexual en el contexto laboral de parte de
los varones de la casa.
EL EJERCICIO DE SUS DERECHOS LABORALES
La trabajadora doméstica migrante haitiana es prácticamente
invisible dado el nicho de trabajo. Esto se repite en las relaciones
sociales.
Esta invisibilidad, su estatus migratorio e idiomático, y el prejuicio la hacen vulnerable en el espacio laboral, donde su empleador/a puede restringir o limitar su espacio transnacional porque
el Estado tiene un control débil sobre las condiciones en la esfera
privada de la casa familiar.
La informalidad del espacio y las relaciones pseudo-afectivas,
sobre todo con la patrona en la casa de familia, pueden obstaculizar la reivindicación de derechos laborales y derechos conexos
por parte de las trabajadoras domésticas migrantes.
Desde 1999, también la trabajadora doméstica tiene el derecho
a tiempo para visitar el médico y/o ir a la escuela según el caso. El hecho
de que no hay una regulación clara en términos del horario (legalmente se estipula un período de descanso de 36 horas a la semana
y 9 horas de descanso todos los días) se presta al abuso en que
algunas trabajadoras terminan cumpliendo horarios exagerados,
según lo que nos narran, y, en la práctica, sus posibilidades para
seguir estudiando pueden ser limitadas, así como la atención debida
a su salud y la de su familia. Una mujer en Santiago fue despedida
por motivos de salud y otra mujer en Santo Domingo fracasó en
el intento de buscar remedios donde la SET por un alegato de
vulneración de su derecho al reposo por motivos de salud.
181
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Lo interesante de la narración de esta última mujer (citamos
textualmente parte de la entrevista abajo) es que tiene conocimiento de su derecho a la salud, y la posibilidad de reivindicar este
derecho ante la Secretaría de Estado de Trabajo (SET) aunque
opina que en este caso no puede hacerlo porque no había pedido
un permiso de su empleadora para ir al médico, aunque posteriormente había entregado debidamente el certificado médico a su
empleadora. El hecho de que esta mujer entrevistada está haciendo
este trabajo doméstico para pagar sus estudios universitarios que
está cursando actualmente (y tiene su documentación en regla)
explica probablemente su nivel de conocimiento y la confianza
para poder contemplar la reivindicación de su derecho a la salud
en el contexto laboral, aunque no logra concretizar esta demanda
en este caso. Además, ella cuenta con una red social importante
a su alrededor.
Entrevistadora: ¿Y cuando tú sales, te pagan cómo, te pagan tus prestaciones, te liquidan, te dan tu liquidación?
Amabelle: No en casa de familia no da liquidación (ruido)...
Entrevistadora: Nada más.
Amabelle: Aún que si tú te cobras, tú quieres tu dinero si tú no quiere
regresar, regresa porque no hay liquidación ni na (nada), no te dan nada
y no tiene nada. Ahora sí, el último de trabajo sí, yo me enferme, tuve
interna no podría ir a trabaja(r) pusieran otra gente ya no me dicen no me
dieron nada, eso fue en diciembre.
Entrevistadora: Pero, pusieron otra persona, y no te dieron nada, ni
pediste nada.
Amabelle: Yo sé que en casa familia encargada. Ahora yo no tenía 3
meses tampoco, tenía 2 meses en enero.
Entrevistadora: ¿Y no te pagaron el mes o lo día de tu obra de trabajo?
Amabelle: Lo día de trabajo nada más, porque van a pagar quincenal me
pagarán lo día que yo trabajé nada más.
Entrevistadora: ¿Mandaste un papel del médico allá?
Amabelle: Sí, yo mismo se lo lleve.
Entrevistadora: ¿Un certificado médico?
Amabelle: Un certificado médico, donde me dieron papel donde tenía
que durar 15 días de reposo (murmurar) aún así.
182
TOMO I
Entrevistadora: ¿Y tú qué pensaste, tú cómo viste esta reacción? (Pausa)
¿Tú lo viste bien?
Amabelle: No. No (sonrió). Eso no está bien, pero así que lo vemos, no
podemos hacer nada, lo único que nos queda es aceptar.
Entrevistadora: Tú crees que verdaderamente no pode… no podríamos
hacer nada, nada.
Amabelle: No porque, lo que la Secretaría pide para que uno declara
tiene que tener permiso, no tenía permiso.
Amabelle,
Santo Domingo (entrevista en español).
Las entrevistas nos han permitido palpar las relaciones de las mujeres
con su empleador/a (casi exclusivamente “patronas” dominicanas en
nuestro estudio) y entender que, en muchos casos, las relaciones
pueden servir para desalentar el ejercicio de sus derechos laborales de parte de las mujeres trabajadoras. Se ha podido constatar
la vulneración al derecho a la dignidad, tipificada por una gama de
prácticas que incluyen las siguientes:
• Cambio de nombre o uso de “morena/ molena” para dirigirse
a la trabajadora.
• Vejaciones, humillación, insultos, malos tratos en el trabajo.
• Violencia física en el contexto laboral.
• Hostigamiento sexual de parte de los varones de la casa.
• Prejuicio
• Sobrecarga de trabajo
• Trato maternalista de parte de la patrona.
La obtención de trabajo, la rotación en el trabajo y la inserción
en el contexto dominicano se hace a través de redes primarias
o redes densas. Esto revela un alto grado de capital social por
parte de estas mujeres migrantes. Las Iglesias (protestantes)
constituyen también redes densas de referencia, socialización y
protección social. Prácticamente, son el único espacio asociativo
183
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
fuera de la familia y amistades para estas mujeres. Los lazos con
Haití (afiliaciones múltiples) se traducen en frecuentes viajes de visita
a familiares. Según las posibilidades (en aumento), la comunicación
vía celular es una manera de mantener vivos los vínculos.
La mayor parte de las mujeres mostró un amplio desconocimiento del derecho a tener derechos, confundiendo estos con
sus deberes. El bagaje de conocimiento de sus derechos en el contexto
laboral es pobre, con solamente 6 mujeres de 27 edificadas en
este sentido. Las demás confunden derechos con deberes. En
respuesta a una pregunta específica sobre la Seguridad Social, solo
una trabajadora reconoció tener derecho a la seguridad social y
entendía el concepto.10
Estos hallazgos coinciden con la situación que se encuentra en
otros contextos de la región. Muchas mujeres migrantes desconocen sus derechos por una falta de educación y/o información.
Como extrañas en el país anfitrión, las mujeres migrantes pueden
experimentar problemas idiomáticos y una falta de familiaridad
con las leyes y prácticas, de manera que pueden tener menos capacidad que otras personas en relación con conocer y ejercer sus
derechos. La falta de un conocimiento de derechos se vincula a
veces con una actitud de que la explotación es “un trato normal”
porque el trato en el país de origen puede ser lo mismo o peor.
Un estudio de migrantes mujeres desde Bolivia hacia Argentina
mostró, por ejemplo, que la ausencia de un conocimiento sobre
derechos no es lo mismo entre mujeres migrantes de un mismo
país de origen: las mujeres de origen rural no reconocen el patrón
10. Un recorte de prensa del Hoy del 5 de mayo de 2008 cita al entonces Vicepresidente de la República, doctor Rafael Alburquerque, confirmando que las trabajadoras domésticas, los motoconchistas, los chiriperos y los choferes tendrán su
SFS en 2009. Queda como una interrogante la posible integración, con su SFS,
de las mujeres migrantes haitianas en el servicio doméstico, sobre todo en una
situación laboral no del todo definida de las trabajadoras transfronterizas.
184
TOMO I
de discriminación en el Estado anfitrión porque es parecido a lo
que han dejado atrás; son las mujeres de origen urbano, con un
grado más elevado de educación y conocimiento de sus derechos,
que tienden a reconocer la naturaleza discriminatoria del trato
que reciben.11
Las barreras para realizar sus derechos en la República Dominicana son múltiples, incluyendo dificultades para tener acceso
equitativo a la justicia, a los servicios de salud o a la educación.
No se considera forzosamente al Estado (dominicano o haitiano)
como garante de sus derechos.
La legislación laboral y migratoria en la República Dominicana
no está en consonancia con las mejores prácticas en la materia a
nivel internacional. En cuanto a la ley de Seguridad Social, su reciente puesta en marcha en el país no permite hacer una valoración
al respecto, aunque hay un desconocimiento casi total de parte de
las mujeres sobre lo que es y cómo debe de funcionar.
El Comité interinstitucional para la Protección de la Mujer
Migrante tan solo incluye en su mandato a la dominicana, dejando fuera a otros colectivos de mujeres migrantes y, por ende, a la
mujer migrante haitiana en la República Dominicana.
La Ley 137/03 de 2003 sobre Trata y Tráfico Ilícito de Migrantes, que se está implementando tímidamente, estará posiblemente
sujeta a modificación en un futuro no muy lejano. Haití no cuenta
con una legislación sobre Trata y Tráfico Ilícito de Migrantes,
11. I.H. Farah y C.G. Sánchez, Bolivia: An Assessment of the International Labour Migration Situation – The Case of Female Labour Migrants, Gender Promotion Programme (GENPROM) Working Paper No. 1 (Geneva, ILO 2002) p.
26: http:/www.ilo.org/public/English/employment/gems/download/swmbol.
pdf.
185
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
pero algunos grupos están trabajando para llenar este vacío a
corto plazo.
La adquisición de la documentación tanto de las mujeres migrantes como de sus descendientes sigue siendo problemático.
Sin embargo, se notan pasos de avance (con algunos tropiezos)
en ambos lados de la isla, debido, en parte, a la incidencia política
de las organizaciones sociales/iglesias por los dos lados de la
frontera.
SU CONOCIMIENTO Y EL EJERCICIO DE SUS DERECHOS
ECONÓMICOS, SOCIALES Y CIVILES.
Las entrevistas revelan que las mujeres han podido ejercer su
derecho a la salud parcialmente en el país, según sus apreciaciones,
por ejemplo, en relación a la salud reproductiva.
El nivel de indocumentación de la población migrante haitiana
(aún más acentuada para la mujer migrante) dificulta el diseño
de políticas públicas en la República Dominicana y refuerza los
lugares comunes sobre el uso excesivo de los servicios en el país
de estos mismos migrantes. Hay una ambigüedad sobre el nivel
de derechos que pueden tener estas personas, aunque la jurisprudencia a nivel regional en la materia (asentada por el sistema
interamericano de derechos humanos) dicta que deben de tener
exactamente los mismos derechos que las personas con un estatus
migratorio positivo. Como se sabe de otros contextos, a los migrantes les interesa sobremanera adquirir la documentación con
miras a cotizar, como sea necesario, para poder tener un acceso
claro y en pie de igualdad a los servicios públicos.
A pesar de las limitaciones de tiempo, otra traba para seguir
estudiando puede ser la falta de documentación de parte de las
mujeres trabajadoras. Hay a veces cierta arbitrariedad con que se
186
TOMO I
requiere o no la documentación para estos fines, según lo narrado
de parte de las mujeres, de manera que algunas de ellas llegan a
pensar que es un favor si logran seguir sus estudios y no conciben
que el acceso a la educación sea un derecho. Los vicios en el sistema
del registro civil en Haití tampoco ayudan y muchas veces, según
lo que nos han narrado, los viajes a Haití se dan por la necesidad
de rectificar la documentación.
Claro está que estas dificultades pueden estar magnificadas
en el caso de sus hijos/as nacidos en la República Dominicana,
sobre todo con la incertidumbre prevaleciente en cuanto a los
documentos que deben de poder recibir en el hospital en el
momento de dar a luz en el país. Nos han señalado esta dificultad real, sobre todo para las mujeres haitianas que dan a luz en
Santiago.
El derecho a un nombre y una nacionalidad condicionará la posibilidad de estos/as hijos/as poder acceder a la educación en el país
y/o hasta qué nivel, entre otros derechos restringidos a tener una
personalidad jurídica. Las trabas para poder conseguir la nacionalidad haitiana para los hijos/as de padres haitianos residiendo
fuera de Haití han sido documentadas.12
Según cifras oficiales, ofrecidas durante el presente siglo, se
han estado deportando de modo regular entre 10,000 y 15,000
nacionales haitianos por año. Hasta hace poco las mujeres migrantes no fueron tan implicadas13 pero, en 2008, sobre todo en
Santiago, las cifras oficiales desglosadas por sexo (reportadas en la
prensa) revelan que hay cifras significativas de mujeres y menores
12. Ver por ejemplo Lozano y Wooding (Eds) (2008) Los Retos al Desarrollo Insular.
Desarrollo sostenible, migraciones y derechos humanos en las relaciones domínico-haitianas en
el siglo XXI, Páginas 283-284.
13. Ver, en este sentido, el informe anual de GARR de 2007 (que estima un 7%
de mujeres haitianas en las deportaciones de 2007).
187
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
involucrados en las redadas y deportaciones.14 Estos informes
aluden, en su mayoría, a “niños, mujeres y adolescentes limosneros” y a “mujeres que ejercen la prostitución”. Algunos informes
sugieren que el aumento en la deportación de mujeres se debe al
incremento de tráfico de niños y mujeres al país; y que llegan, a
veces, a manos de tratantes.15
Se vulnera el derecho al libre tránsito al ser sometidas a redadas
y deportaciones arbitrarias, sin el debido proceso y sin tomar en
cuenta las necesidades específicas de las mujeres, según los testimonios que hemos recibido. A pesar de que en la muestra hubo
una relativamente baja incidencia de deportaciones, los informes
de prensa apuntan hacia un aumento de deportaciones de mujeres
y menores de edad en 2008, notablemente desde Santiago.
Entre otras cosas, y según los tres ejemplos recogidos en nuestro
estudio, la práctica en la República Dominicana puede vulnerar
el goce del derecho al libre tránsito. Llama la atención, en estas
narrativas, la ausencia del debido proceso, la búsqueda de personas
desde su propia casa, el trato indiferente a mujeres embarazadas y
la violencia generalizada que puede acompañar el proceso, según
los testimonios que escuchamos. Las mujeres entrevistadas tienden
a tratar de invisibilizarse (por ejemplo, un cambio de pelo para
ponerlo más liso o circunscribir sus movimientos) para evitar ser
deportadas, con la ventaja de que su trabajo, por lo menos, está
“puertas adentro”.
14. Ver: http://www.7dias.com.do/app/article.aspx?id=30518 por ejemplo, un
informe en este sentido retransmitido por la agencia de noticias EFE.
15. En esta óptica hay denuncias recientes del RFJS en agosto de 2008 en un
artículo titulado “Buscones haitianos engañan mujeres haitianas” http://new.elmasacre.com/?m=noticias&s=regionales&articulo=269
188
TOMO I
Sa m te panse apre sa m te di m patap tounen nan tè panyol kounya, le yo
te pranm nan kounya la m te gen yon
grip, mwè yo pran yon Ayisyen mwè yap
maltrete ayisyen an, gen yon Ayisyen ki
kouri, ki vole yon bare l, li sot anlè tonba
tè genyon bwa k chire l nan do, tout do
l blese kounye a menm, te gon ti dam ki
ansent, yo annik ouvri pot kay li, yo pran
l nan zón, nan zón kounya la lè yo rive
nan nan yon lye, kounya la sa te vin pase
lè chèf la te wè map touse nan machin
nan, lè m gade m wè chèf la devana n
desann li me te m atè, li ap pale avèm nan
machin nan li di m konsa bon se travay
nou nap fè, se pa dakó no uta dakó se pa
yok tavle men lè no unan tè a se pou nou
toujou gen papye, paspó, amigrasyon, se
pou ou cheche yon dominiken pou pran
pou Dominiken an ka bó w papye dominken nan peyi isit, kounya m te di m
pap tounen isit ankó, men paske mari m
nan se isit li ye , se nan konstriksyon lap
travay, li wè ki pa rete pou kó l kounya
lal chèche m men m te di m pa tap tounen
isit ankó.
Irena. Santo Domingo.
Yo me dije que no iba a regresar a
la “tierra de los españoles”. Cuando me agarraron, yo tenía gripe.
Yo vi que cogieron a un haitiano
y ellos lo maltrataron. Un haitiano
que corrió, que voló por encima
de un portón, se cayó al suelo y
se hirió en la espalda con un trozo
de madera. Tenía toda la espalda
herida. También había una señora
embarazada, ellos hacen que abra
la puerta de su casa y la agarraron
en esta zona. Cuando llegamos a
un lugar. En el camino, yo estaba
tosiendo. El jefe me vio tosiendo
en la guagua. Cuando yo miro, el
jefe que estaba delante se baja y
me hace bajar también. Me dice
que él está haciendo su trabajo, no
estamos de acuerdo, no queremos
hacerlo, pero cuando ustedes están aquí tienen que tener papeles,
pasaporte, migración (permiso residencia). Tienes que buscar un dominicano para darte un papel dominicano en este país. Así, yo me
dije que nunca voy a regresar a este
país, pero como mi marido está
aquí, trabaja en la construcción,
él no quería quedarse solo por eso
me fue a buscar. Pero yo le dije que
yo no iba regresar otra vez.
En lo que se refiere a sus derechos económicos, la pobreza y el derecho a la protección social, las entrevistas dejan entrever que estas
mujeres y sus familias están completamente fuera del radar de las
redes de protección social o ayuda asistencial a nivel oficial. Estas
189
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
últimas no se extienden a los migrantes (por su indocumentación
o invisibilidad), en el caso de las entrevistadas que viven por este
lado de la frontera. Como se sabe, el département del nordeste en
Haití (donde residen las mujeres transfronterizas en Ouanaminthe)
es el área geográfica más pobre del país más desigual en América
Latina y el Caribe, y la región más desigual del mundo.16 Además,
estas mujeres en la frontera se quejan de la desprotección cotidiana,
contando las peripecias por cualquier incidente que puede resultar
en un cierre ex abrupto de la frontera: sea la crisis de los pollos
(2008)17 o sea el protagonismo de los ex militares haitianos que
afloran de vez en cuando en el Norte de Haití (2004; 2008).
El derecho al acceso a la justicia es difícil de ejercer para las mujeres
entrevistadas. Dos informantes claves (una abogada trabajando
con una organización social y un juez de la corte laboral en Santo
Domingo) reconocen que teóricamente las personas indocumentadas pueden tener acceso a la justicia en el país pero que en la
práctica es un proceso engorroso. En el caso de ser documentadas,
la informalidad de la situación laboral muchas veces y el contrato
especial para los/as trabajadores/as domésticos/as en el país son
factores disuasivas. Desde hace varios años existe en el país un
Comité Interinstitucional para la Protección de la Mujer Migrante
(CIPROM/SEM) pero su mandato es casi dirigido a la defensa
de la mujer migrante dominicana (potencial, varada o retornada),
con independencia de que hay migrantes (hombres y mujeres) en
situaciones de extrema vulnerabilidad y de varias nacionalidades
residiendo o en tránsito en el país.18
16. Ver, por ejemplo, FAFO (paper 2004: 231) Poverty in Haiti by Sletten, Pal and
Egset, Willy.
17. Las autoridades haitianas decidieron suspender, en enero de 2008, la importación de pollos y huevos desde la República Dominicana, debido a la detección en
este territorio de algunas aves con influenza aviar, ocasionando el cierre temporal
de la frontera que sigue cerrada hasta la fecha para este comercio, dando paso a
ventas mediante un contrabando contundente.
18. Entrevista con la Coordinadora de CIPROM/SEM, octubre de 2007.
190
TOMO I
En resumidas cuentas, los argumentos de que migrantes no
tienen derechos, o que el marco de derechos humanos vigente es
inadecuado, no resisten un análisis e insistencia en garantizar y
monitorear las normas internacionales en lo que se refiere a migrantes mujeres. Sin embargo, hay que dirigirse a los vacíos.19 Las
mujeres migrantes están ubicadas en una encrucijada entre tres
tipos de normas: los estándares de derechos humanos relacionadas con mujeres (mayormente estándares protectores y fuertes);
los derechos humanos de trabajadores/as (bien articulados y robustos); y derechos humanos en cuanto a migrantes (unas pautas
que están en plena evolución y que actualmente ofrecen menos
protección que las directrices, protegiendo a las mujeres y a las
trabajadoras). El reto es potenciar la intersección eficaz entre estos
tres tipos de derechos.
Lo que queda es un problema serio, reflejado en los hallazgos
de este acápite de la investigación –y lo que es una dificultad
común a los derechos humanos en general– es cómo garantizar
la implementación debida de parte de los estados, comenzando
con la necesidad de asegurar que las mujeres migrantes están edificadas sobre sus derechos y luego en una posición para ejercer
estos derechos.
En el contexto de la frontera, observamos una falta de claridad
en la documentación de las trabajadoras transfronterizas. Se da
una confusión en los roles de las instancias oficiales que regulan
las cuestiones laborales y las autoridades migratorias. En el último
año, la llegada del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza
Terrestre (CESFRONT) se ha hecho notar, aunque los resultados
19. Estos vacíos incluyen, por ejemplo, la necesidad de desmantelar el régimen
especial para los trabajadores/as domésticos/as (que existe todavía en algunos
países como la República Dominicana) donde no se refleja la justicia de género,
reconociendo que esta acción ha de beneficiar tanto a mujeres migrantes como
a mujeres nativas.
191
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
y el impacto de su presencia son mixtos. Por el otro lado, en este
mismo período, se ha acordado un nuevo rol más protagónico para
MINUSTAH (Misión de Naciones Unidas para la Estabilización
de Haití) en la franja fronteriza.
EL ACOMPAÑAMIENTO QUE RECIBEN Y
SUS ASPIRACIONES DE CARA AL FUTURO
Los proyectos migratorios pueden traducirse en hogares transnacionales, con parte de los hijos e hijas en cada lado de la frontera,
que es una realidad vivida sin mayor sentido de culpabilidad de
parte de las “madres ausentes”.
Aunque no fuera el objeto de esta investigación, es importante
destacar la persistencia del fenómeno de “cadenas globales femeninas de cuidado”, en que las mujeres haitianas trabajan cuidando
los hijos y familiares de mujeres dominicanas que trabajan en el
servicio doméstico en España, sobre todo en el Sur de la República Dominicana.
Pocas organizaciones sociales acompañan a mujeres migrantes
haitianas en su calidad de trabajadoras en el contexto urbano.
Una organización social acompaña al segmento específico de
trabajadoras en Dajabón con un enfoque novedoso que incluye
mujeres dominicanas y haitianas en el servicio doméstico. Otras
organizaciones sociales han dado prioridad a cuestiones como
la violencia intrafamiliar, el acceso a la salud, asistencia social,
documentación de migrantes y sus descendientes en el marco de
su trabajo social con las migrantes.
En general, las mujeres entrevistadas (en Santiago y Santo Domingo) mantienen relaciones con Haití a través de visitas por razones
familiares como enfermedades o matrimonios, de búsqueda de
documentos, en relación con el pequeño comercio aunque hay una
192
TOMO I
pequeña minoría de personas entrevistadas que no han vuelto a su
país y/o que alegan que no han regresado porque no hay seguridad. A grandes rasgos, las prácticas descritas por las mujeres son
transnacionales, según la definición de Portes20, y conforman con
lo que se conoce como transnacionalismo desde abajo. Las redes
familiares son comunes a todas las mujeres entrevistadas y representan redes densas. Claro está que las mujeres transfronterizas
haitianas se mueven con fluidez entre este lado de la frontera y el
otro en la frontera del norte.
Las redes densas también se refieren a que todas las mujeres sin
excepción reportan vínculos con las iglesias, más o menos fuertes y
mayormente con las iglesias protestantes. Solo una mujer entrevistada dijo que su religión es la católica. Entre otras cosas, las iglesias
sirven una función importante de intercambio de informaciones,
apoyo para la documentación, ayuda con la integración y auspicio
de actividades culturales o deportivas. En esta última óptica, es de
destacar, que los hombres son privilegiados con algunas actividades, posiblemente porque tienen más tiempo libre, tal como los
jóvenes que organizan equipos de fútbol. Esto ha sido un rasgo
en algunas de las comunidades de donde vienen las mujeres bajo
estudio en Santo Domingo y en Santiago. Aunque parece un
ejemplo trivial, el hecho es que esta actividad puede facilitar a los
jóvenes un espacio en la esfera pública (en la medida en que tienen
que negociar el permiso para canchas o estadios entre otras cosas)
y la posibilidad de viajar y ampliar sus horizontes al participar en
intercambios intracomunitarios a través de ligas regionales. Es
decir, que estos hombres jóvenes están involucrados en bridging (al
decir de Putnam), creando algunos vínculos intracomunitarios.
20. Portes (1999) define transnacionalismo así: “oficios y actividades que requieren contactos regulares y sostenidos en el tiempo a través de fronteras para su
implementación”.
193
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Nuestro análisis sugiere que las mujeres muestran un alto nivel
de capital social –los procesos a través de los cuales los individuos
y grupos invierten en relaciones sociales y comparten recursos
entre ellos–. Se evidencia este hecho por su facilidad en encontrar
trabajo, rotar entre trabajos, y lograr su inserción en los barrios
a través del apoyo de las iglesias y/o líderes carismáticos. En el
estudio, nos encontramos en tres barrios diferentes con tres líderes,
dos hombres y una mujer líder emergente.
Un aspecto llamativo de nuestras entrevistas es el impulso que
dan estas mujeres para generar y acumular capital social. Cabe
destacar una serie de objetivos relacionados con la provisión de
servicios de salud y de educación. Hace falta liderazgo y organización
para poder negociar estas necesidades. La relativa invisibilidad de
las mujeres migrantes quiere decir que a veces son los hombres
que dan el liderazgo visible y la “presencia” para representar las
necesidades de las mujeres y niños/as. Lo que es relevante también
son las diferencias entre los mundos internos y externos a través
de los cuales las comunidades definen y presentan su capital social.
–puede ser que el mundo interno de las mujeres y los/as niños/as
sea representado a nivel externo por los hombres–. Palpamos esta
realidad a través de las personas de contacto que nos ayudaron a
tener el acceso a las mujeres entrevistadas: en dos casos fueron
hombres y en el tercer caso fue una líder mujer emergente.
En lo que se refiere al colectivo de haitianos/as en el país, los
gobiernos de turno han dado prioridad a una política de facto de
cohesión social (el desarrollo de una sociedad estable e integral)
para contrarrestar los retos percibidos a la identidad dominicana
por la llamada “nueva inmigración haitiana”. Como corolario, ha
tenido el efecto de que los/as haitianos/as sobredimensionan su
capital social que refuerza la membresía pero el hecho de carecer
de un estatus positivo migratorio revela las limitaciones tanto
como un concepto como una práctica para apalancar recursos
194
TOMO I
materiales. Esto así porque no es forzosamente una base satisfactoria para conciliar las contradicciones entre la cohesión social y
la diferenciación reflejada en el colectivo haitiano de inmigrantes
en el país.
En la ausencia de una interlocución estatal para su red migratoria
y la posibilidad consecuente de apalancar recursos materiales, hay
un peligro de que las redes densas puedan ser cooptadas por redes
de malhechores. Tal fue el caso, a mediados del 2007, cuando un
grupo de 8 (ocho) mujeres haitianas jóvenes en el servicio doméstico (para ayudar a pagar sus estudios) fue desviado por una
red de pornografía en Santo Domingo. Felizmente, en virtud de
la intervención oportuna de la OIM entre otros actores, la red de
pornografía pudo ser desmantelada en septiembre del 2007 y las
mujeres fueron reintegradas en la sociedad insular.21
Según nuestro análisis, la voz de los mismos migrantes ha sido el
gran ausente en muchos de los debates, tomando en cuenta que
las necesidades estratégicas de los domínico-haitianos no son
forzosamente las mismas que los/as migrantes haitianos/as. La
asimilación suave de estos últimos choca con su nivel de vulnerabilidad y produce una asimilación dura por la falta de protección
que acusan en el país: por su indocumentación o por la falta de
respeto a la diferencia, como política de facto en lo que se refiere
a la integración de esta inmigración en el país. Podría ser saludable favorecer un debate sobre cómo avanzar más allá de este
aparente empate, sobre todo para mitigar posibles fuentes de
conflicto en el futuro. Por otra parte, con otros colectivos de
migrantes, por ejemplo los españoles, los árabes o los llamados
cocolos, hay una política de facto de multiculturalismo en que se
da con más frecuencia una valoración de sus aportes a la cultura
21. Entrevista con un oficial de la OIM, octubre de 2007. Este acontecimiento
fue ampliamente reportado en la prensa: http://www.clavedigital.com/Portada/
Articulo.asp?Id_Articulo=11031.
195
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
dominicana. No es así para el colectivo de migrantes haitianos
aunque es el colectivo más numeroso en el país.22
Otro señalamiento es que, si bien, hay un marco robusto a nivel
internacional para la protección de las trabajadoras migrantes en
el servicio doméstico, las organizaciones sociales, gremiales,
y de derechos humanos en el país no se han aprovechado al
máximo de este marco favorable para ayudar la protección de
los derechos de estas personas. Hay experiencias en otros países de la región que podrían servir para el aprendizaje mutuo
e intercambios. En este sentido, la Asociación de Trabajadoras
Domésticas (ASTRADOMES) en Costa Rica, que aglutina tanto
a las trabajadoras migrantes nicaragüenses como a las mujeres
nativas en el trabajo doméstico, representa un modelo interesante
a estudiar por su capacidad de unir esfuerzos y ser escuchadas de
parte de los tomadores de decisión en materia migratoria entre
otras políticas públicas.
Aunque se puede discutir algunas limitaciones de la definición de
la OIT23 en cuanto a trabajo doméstico o señalar algunos posibles
puntos perfectibles en la Convención de 199024 de la ONU sobre
los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familiares,
en general hay un marco legal sólido a nivel internacional para
ayudar a asegurar la protección de los/as trabajadores/as migrantes
22. Los cocolos (inmigrantes de larga data desde las islas menores de las Antillas angloparlantes), por ejemplo, llegaron originalmente al país para cortar caña
pero hoy en día tienen renombre por sus reconocidos aportes culturales a nivel
nacional, ejemplificado por un premio reciente de UNESCO en el rubro de patrimonio intangible de la humanidad.
23. Ver Anderson, B. (2000). Doing the dirty work? The global politics of domestic labour.
London: Zed books.
24. Ver Piper y Satterthwaite en Cholewinski, R; Perruchoud, R. and MacDonald Euan Ed. 2007. International migration law: developing paradigms and key challenges.
TMC Asser Press. The Hague. The Netherlands.
196
TOMO I
en el servicio doméstico. Además, el trabajo binacional de los estudiosos y de la sociedad civil en otros contextos de América Latina
y el Caribe ha podido avanzar bastante en cuanto a estudios pertinentes y la implementación de recomendaciones que se derivan
de los análisis. Este nivel de avance en la región puede potenciar
el aprendizaje horizontal sobre la temática que nos ocupa.
Con todo, hay que elogiar a las cuatro organizaciones sociales
con que hemos podido colaborar a lo largo de este estudio.25 Son
entre las pocas organizaciones que acompañan a migrantes haitianos/as
en el país que han dado el giro de incluir a la mujer migrante en espacios urbanos. Es particularmente importante aplaudir el trabajo
pionero de Centro Puente, Dajabón, en su programa binacional
innovador de apoyo, tanto a las trabajadoras domésticas haitianas
como dominicanas (2007/2008).
Entre los elementos a destacar del trabajo de Centro Puente
son los siguientes. En primer lugar, esta organización social ha
podido efectuar visitas domiciliares (en las casas de familia), para
conocer más de cerca la realidad de la mujer transfronteriza haitiana en este oficio, orientando a las patronas y a las trabajadoras
a la vez sobre el proceso de carnetización. A raíz de este trabajo,
se ha visto la necesidad de armar un debate sobre el tipo de documentación que más conviene para estas trabajadoras, tomando en
cuenta, por ejemplo, las ventajas y desventajas de las mujeres de
estar vinculadas directamente a una patrona (según los carnés).26
En segundo lugar, el Centro Puente está reasentando una oficina
en Ouanaminthe, para poder fortalecer su trabajo desde una pers25. El Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes, Santo Domingo; El Centro
de Formación Social y Agraria (CEFASA), Santiago, ONE RESPE, Santiago, y
Centro Puente, Dajabón.
26. En otros contextos, se ha criticado este tipo de vinculación para trabajadoras
domésticas por ser parecido a “bonded labour” (ver, por ejemplo, el informe: Bonded
Labour: the impact of proposed changes to the UK immigration system on migrant domestic
workers, Kalayaan, London, 2008).
197
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
pectiva binacional. En tercer lugar, ha comenzado con una serie
de talleres, enfocando los derechos específicos de las trabajadoras
domésticas y, a sugerencia de nuestro equipo de investigación, está
activamente buscando explorar experiencias de capacitación en
este tenor en otros contextos, incluyendo la celebración del día
anual a nivel internacional del trabajador/a doméstico/a.
En el trabajo de las organizaciones sociales dedicadas a proveer programas de educación y salud beneficiando a las mujeres
migrantes, puede haber una tensión entre aliviar las necesidades
sentidas de la población que se está acompañando y la incidencia
política para asegurar que el estado asuma sus responsabilidades
en cuanto al acceso y la calidad de servicios básicos sin discriminar
por razones raciales, de género, o estatus migratorio.
A pesar de la incidencia en el pasado de una Asociación de Trabajadoras del Hogar (ATH) en RD, actualmente el nivel asociativo
de las mujeres en el trabajo doméstico en el país parece ser bajo.
Después de terminar el estudio, supimos del trabajo de la ONG
Centro Solidaridad que ha comenzado a ayudar la organización
tanto de mujeres nativas como migrantes en el servicio doméstico
remunerado en la República Dominicana y fomentar los lazos
como mujeres trabajadoras en el servicio doméstico en Haití.
En general, ya sea por su invisibilidad o falta de documentación, las mujeres migrantes en el servicio doméstico están fuera
de las redes oficiales de asistencia social. Son suceptibles de caer
en manos de redes de malhechores que se aprovechen de su vulnerabilidad y falta de protección social.
Como es normal por las relaciones de género en el Caribe, las
mujeres entrevistadas se preocupan mucho por su entorno familiar,
reconociendo la importancia de la educación para sus hijos/as.
198
TOMO I
Sin embargo, no faltan los deseos de superación personal a nivel
educativo para ellas mismas, ni el sueño de montar sus pequeños
negocios. Además, las visiones de futuro pueden implicar un sesgo transnacional. En esta óptica, es interesante notar que en el
caso de parejas, por ejemplo, una unidad familiar puede comprar
terreno y comenzar la construcción de una casa por los dos lados
de la isla de manera simultánea. Las mujeres estarían dispuestas a
seguir viajando para poder mejorar su situación.
Llama mucho la atención la casi nula atención prestada a la
esfera política en relación con las expectativas para el porvenir.
Aunque no hicimos una pregunta específica sobre las esperanzas
a nivel político, brillaron por su ausencia las reflexiones al respecto
de parte de las mujeres. Apenas una mujer de nuestra muestra
(entrevistada en Santiago) declaró su posible interés en volver a
Haití por un cambio político en su país nativo, en el caso remoto de que regrese (el ex Presidente) Aristide a Puerto Príncipe.
Únicamente una de las mujeres de nuestra muestra, al tener carta
electoral, estaba habilitada para votar en Haití en las últimas elecciones presidenciales (2005) y no ejerció el sufragio.
Nos parece que hay un aprendizaje importante para las organizaciones que están acompañando a las personas migrantes (y
sobre todo las mujeres migrantes) en lo que se refiere a la educación cívica. Si se pretende inculcar una nueva cultura de justicia
de género en que las mujeres pueden ejercer plenamente sus
derechos como ciudadanas, es indispensable animar un interés en
los procesos políticos, tanto a nivel local como a nivel nacional,
para fortalecer un estado de derecho, propiciar una democracia de
mayor calidad, y favorecer un desarrollo humano más incluyente.
Como se sabe, una gran conquista para los emigrantes dominicanos/as, a través del último cambio constitucional, ha sido la de
poder contar con la doble nacionalidad y ejercer el voto desde el
exterior en varios países. Esta facilidad se extenderá a Haití para
199
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
los 20,000 dominicanos/as viviendo en el país vecino para el
próximo proceso electoral, según las últimas declaraciones de la
Junta Central Electoral (JCE) al respecto, en agosto de 2008.
A modo de conclusión, se observa que una gran parte de las
organizaciones sociales en la República Dominicana sigue acompañando a la población migrante haitiana en el contexto de los
bateyes aunque, desde hace más de una década, la mayor parte de
la nueva inmigración haitiana ya no vive ni trabaja en los bateyes
(NCHR: 1996; Badillo1998). Pocas organizaciones sociales están
trabajando en los espacios urbanos, priorizando a la población
de mujeres migrantes como un segmento de estas personas con
necesidades específicas. Hay una sola organización social en la
frontera del Norte que ha identificado a las mujeres migrantes
transfronterizas que se desempeñan en el servicio doméstico,
como un grupo que requiere de una atención especial junto con
sus homólogas, las mujeres dominicanas en el trabajo doméstico
en Dajabón.
A pesar de un marco normativo robusto a nivel regional e
internacional para la protección de las mujeres migrantes, las organizaciones sociales no han podido abogar con éxito para una
homologación de la legislación nacional que refleje de manera
más holística las normas internacionales pertinentes. Aunque
el trabajo asistencial de parte de las organizaciones sociales y
las iglesias con los grupos más necesitados entre las personas
migrantes es muy valioso, puede opacar las reivindicaciones de
los mismos grupos organizados de las personas migrantes de
cara a los supuestos garantes de sus derechos a través de la isla.
Sin embargo, hay experiencias prometedoras de programas que
incluyen una capacitación en los derechos, de las mujeres, los/as
migrantes y los/as trabajadoras tanto para instruir a las organizaciones que están acompañando a las personas migrantes como
200
TOMO I
a los mismos migrantes.27 Otro aspecto a tomar en cuenta es un
equilibrio de género en los cursos de capacitación para garantizar
más participación de las mujeres migrantes, respetando los horarios
apretados de grupos específicos como las mujeres que trabajan
en el servicio doméstico.
Finalmente, un aspecto clave es el de potenciar el liderazgo
femenino, y trabajar para dar suficiente espacio y una voz a las
mujeres migrantes haitianas (de cara a sus homólogos masculinos,
por un lado, y, por otro, de cara a la población domínico-haitiana)
en los debates relevantes y en las plataformas representativas. La
voz de los migrantes ha sido subordinada a favor de las necesidades
estratégicas de los/as dominicanos/as de ascendencia haitiana. Sin
embargo, hay líderes (mujeres y hombres) de los/as migrantes que
representan un potencial organizativo.
Por ambos lados de la isla, la justicia de género, el desarrollo
más incluyente, y la democracia de más calidad son temas sobre el
tapete. En Haití, hay cierto interés de algunas instancias oficiales,
notablemente el Ministerio del Estatus de la Mujer y de los derechos de la mujer (MCFDF), en profundizar sobre la temática de
la mujer migrante con el objetivo de tomar en consideración este
segmento de la población en las políticas públicas relevantes. En
el contexto de la isla, como en muchos contextos parecidos en el
mundo, el reto principal es cómo propiciar el respeto a la dignidad
de la mujer migrante trabajadora en este oficio tradicionalmente
devaluado. Como opina Annaïsse, trabajadora doméstica haitiana
en Santo Domingo:
27. A título de ejemplo, se puede mencionar un curso sobre migración y derechos humanos auspiciado por la OIM/FLACSO que se está dando en el último
trimestre de 2008 para promotores/as comunitarios/as, incluyendo un acápite
importante sobre los lineamientos regionales de buenas prácticas para los momentos en que las personas migrantes se encuentran más vulnerables.
201
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Daprè mwen menm m panse ke, ke lavi
a s`on on kesyon nenpòt sa w fè, s`on
kesyon ee konpreansyon. lè fini vini eee,
gen de bon kote w tonbe gen de fwa tou ou
tonbe mal. Si vrèman, gen travay, travay
kay madanm gen w`ap rankontre difikilte. gen de moun ki pa konprann moun.
gen moun ki, ki kòm si k`ap panse ou pi
ba pase l le fè t ke w`ap travay ansanm
avè l. Paske gen kote mwen menm m
travay pa gen moun ki konn vrèman ki
moun mwen ye. sèlman m vin travay. Lè
fini menm si yo poze kesyon mwen menm
m m, m pa reponn. Se pa sak konte, ou
pa konprann? (…)
En mi opinión, la vida es cuestión
de cualquier cosa que tú hagas, una
cuestión de entendimiento. Unas veces caes en el buen lugar y otras en el
malo. Si verdaderamente hay trabajo,
trabajo de casa de familia, encontrarás algunas dificultades. Hay gente que no entiende a las personas.
Gente que piensa que eres menos
que ellos cuando tú trabajas junto
con ellos. En algunos lugares en los
que he trabajado no saben quién soy
en realidad. Solamente voy a trabajar. Y, aunque me pregunten yo no
contesto. No es eso lo importante,
¿entiendes? (…)
202
TOMO I
A continuación se esbozan posibles pistas de recomendaciones de cara a las conclusiones del estudio, mencionando a
potenciales actores que podrían estar implicados.
Conclusión
Recomendación
Actores
1. Presencia de proyectos
migratorios femeninos, jóvenes y educados.
- Fortalecer la oferta de
educación superior y profesional en Haití tomando
en cuenta el acceso para las
mujeres.
- Crear oportunidades de
empleo para mujeres jóvenes.
- Sensibilización sobre la
realidad de la “aventura”
migratoria, desde una perspectiva de género.
- Ministerio de la Juventud
de Haití.
- Ministerio de Educación
de Haití.
- Ministerio de Trabajo de
Haití.
- Ministerio del Estatus de
la Mujer y los Derechos de
la Mujer, Haití.
2. Percepción de “normalidad” de ambos lados de la
frontera del cruce irregular
de la frontera.
- Sensibilización de las ventajas del viaje en condiciones de legalidad:
- Información y acompañamiento antes y durante
el viaje.
- Evaluar la experiencia de
CESFRONT con miras a
seguir profundizando en
las mejores soluciones para
el control fronterizo.
- Reforzar la presencia y
función regulatoria en la
frontera de las autoridades
haitianas.
- Equilibrar los roles de las
autoridades fronterizas haitianas y MINUSTAH con
el objetivo de transferir las
competencias necesarias a
las autoridades locales en
un lapso razonable.
- OIM
- MINUSTAH
- Gobierno de República
Dominicana (GoD)
3. Vulnerabilidad a la trata
y tráfico ilícito de mujeres
migrantes.
- Adecuar y reforzar la legislación existente en RD y
su implementación.
- Gobierno de Haití
- Organizaciones sociales
(ej. GARR, SJRM, Red
203
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
- Adoptar e implementar
una legislación en materia
de Trata y Tráfico en Haití.
- Ampliación del mandato
de CIPROM para abarcar
la realidad de otras migraciones hacia RD.
- Considerar la posibilidad
de establecer una línea de
teléfono de ayuda (helpline).
Fronteriza Janó Siksé, (organizaciones de base).
4. Acceso a un status positivo migratorio engorroso,
sobre todo para las mujeres
migrantes.
- Revisión del plan de documentación de las trabajadoras trans-fronterizas.
- Promulgación del Reglamento de la Ley 285 de
Migración e implantación
del Plan de Regularización
de Migrantes, como disposición transitoria ante la implementación de dicha ley.
- Facilitar el acceso a una
documentación que abra
las puertas al disfrute pleno de los derechos civiles,
económicos y sociales de
las mujeres migrantes haitianas.
- Informar y acompañar en
los procesos de regularización migratoria.
- OIM
- SEM/CIPROM
- Ministerio del Estatus de
la Mujer y los Derechos de
la Mujer, Haití.
- Organizaciones sociales
(ej. Mesa Nacional para
las Migraciones, COIN,
SJRM).
5. Vulneración del derecho
al libre tránsito, sin respetar las especificidades de la
mujer migrante TD
- Sensibilización con los
actores implicados sobre
las normas (binacionales e
internacionales) para llevar
a cabo las deportaciones
- Socialización de los lineamientos de buenas prácticas para los momentos de
mayor vulnerabilidad en el
ciclo migratorio (RROCM:
2005) con las organizaciones sociales/iglesias que
- OIM
- Gobierno de Haití.
- Secretaría de Interior y
Policía/ DG de Migración.
- Secretaría de Estado de
Relaciones Exteriores.
- Organizaciones sociales
(ej. Mesa Nacional para
las migraciones, GARR,
SJRM).
204
TOMO I
acompañan a las personas
migrantes.
- Secretaría de Interior y
Policía/ DG de Migración.
- Secretaría de Estado de
Relaciones Exteriores
- Procuraduría General de
la República
- CESFRONT
- Servicios consulares de
Haití en RD
- Organizaciones sociales/
Iglesias.
6. Regulación deficiente en
materia laboral del servicio
doméstico
- Actualizar la legislación
laboral del servicio doméstico para equipararlo en
derechos de los demás trabajadores.
- Promover la visibilización
del trabajo doméstico (incluyendo la participación
de mujeres migrantes) remunerado en las estadísticas nacionales de RD.
- Promocionar la posibilidad de mayor regulación
a través de la figura de los
inspectores de trabajo.
- Secretaría de Trabajo de
RD.
- Secretaría de la Mujer de
RD.
- Poder legislativo de RD.
- Oficina Nacional de Estadística de RD.
7. Incipiente trabajo de organizaciones sociales con
mujeres migrantes haitianas
trabajadoras en contextos
urbanos.
- Dar seguimiento al trabajo
pionero del Centro Puente
en Dajabón.
- Promover proyectos de
acompañamiento a las necesidades específicas de las
mujeres migrantes haitianas
en su rol de trabajadoras,
incluyendo la sensibilización sobre sus derechos
humanos y el ejercicio de
estos
- Potenciar el surgimiento de
liderazgo en el propio seno
de la comunidad de mujeres
migrantes en general y en el
TD, en específico.
- Organizaciones sociales.
- Redes y/o plataformas de
organizaciones sociales.
- OIM
- Cooperación internacional.
- Sindicatos
- Estudiosos/as y activistas
sociales en Centroamérica y
en el Cono Sur.
- GARR
205
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
- Compartir buenas prácticas a través de la isla de
programas innovadores en
el combate de violencia intrafamiliar
- Intercambio de experiencias y buenas prácticas de
lucha por los derechos de
las trabajadoras domésticas
migrantes en Centro América y el Cono Sur
- Distinguir entre las necesidades estratégicas de los dominicano/as de ascendencia
haitiana y los/as migrantes
haitianos/as en RD.
8. Escasez de estudios académicos sobre la migración
femenina hacia RD, y sobre
el trabajo doméstico.
- Propulsar nuevos estudios
cualitativos y cuantitativos
desde diferentes perspectivas y temáticas del fenómeno migratorio femenino
hacia RD desde Haití (por
ejemplo, cadenas globales
femeninas de cuidado, remesas, mujeres en el pequeño comercio).
- Propulsar nuevos estudios cualitativos y cuantitativos desde diferentes
perspectivas sobre el trabajo doméstico remunerado
en República Dominicana
(por ejemplo, sobre la perspectiva de los/as empleadores/as).
- Universidades RD, Haití.
- Centros de Investigación,
Think Tanks, Investigadores/as independientes.
- OIM
- UNFPA
- UNIFEM
- INSTRAW
- OIT
9. Falta de claridad sobre
las políticas de integración
de cara al colectivo de inmigrantes haitianos, en particular las mujeres.
- Tomar en cuenta a las
personas migrantes en todas las políticas públicas
pertinentes, por ejemplo en
la implementación del Sistema de Seguridad Social.
- Revisión de criterios de
focalización y su aplicación
- SET
- SEM
- SEE
- SESPAS
- El Instituto Nacional de
Migración y el Consejo Nacional de Migración (ver ley
285-04).
206
TOMO I
en programas oficiales de
protección social.
- Considerar la posibilidad
de establecer un Comité
Interinstitucional para potenciar la integración de
migrantes en el país, con
perspectiva de género.
207
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
208
Glosario
AECID: La cooperación internacional al desarrollo de España.
AMBA FIL: De manera irregular (literalmente, por debajo del
alambre).
ASTRADOMES: Asociación de Trabajadoras Domésticas,
Costa Rica.
ATH: Asociación de Trabajadoras del Hogar, RD.
CEDAW: Convention on the Elimination of All Forms of
Discrimination against Women.
CEFASA: Centro de Formación Social y Agria, Santiago
Centro Puente: ONG, Dajabón.
CEPAL: Comisión Económica para América Latina (Naciones
Unidas).
CESFRONT: Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza
Terrestre.
CIES/UNIBE: Centro de Investigación y Estudios Sociales/
Universidad Iberoamericana.
CIPROM: Comité Interinstitucional de Protección a la Mujer
Migrante.
COCOLOS: Inmigrantes a la RD, desde las Antillas Menores
DÉPARTEMENT: División política y administrativa de Haití
(hay 10 en Haití).
DGM: Dirección General de Migración.
209
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DSNCRP: Plan Estratégico para el Crecimiento y la Reducción
de la Pobreza, Haití.
ECOSOC: Consejo Económico y Social (Naciones Unidas).
FAFO: Institute for Applied International Studies, Norway.
FIES: Fondo para el Fomento de la Investigación Económica
y Social, RD.
FLACSO: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
GARR: Group de Apoyo a los Refugiados y a los Repatriados,
Haití.
GoD: Gobierno de la República Dominicana.
GoH: Gobierno de Haití.
IDRC: International Development Research Centre (Canada).
IHSI: Instituto Nacional de Estadísticas de Haití.
INSTRAW: United Nations International Research and Training
Institute for the Advancement of Women.
INTEC: Instituto Tecnológico de Santo Domingo.
MCFDF: Ministerio del Estatus de la Mujer y los Derechos de
la Mujer, Haití.
MINUSTAH: Misión de Estabilización de las Naciones Unidas
en Haití.
MNM-RD: Mesa Nacional para las Migraciones, RD.
MUDHA: Movimiento de las Mujeres Dominico-Haitianas,
República Dominicana.
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Santiago.
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PIB: Producto Interno Bruto.
PLAÇAGE: Unión libre, Haiti.
210
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RROCM: Red Regional de Organizaciones Civiles para las
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IMPACTO DE LA INMIGRACIÓN HAITIANA
SOBRE EL MERCADO LABORAL Y LAS FINANZAS
PÚBLICAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA
Investigador:
JAIME ARISTY ESCUDER
Santo Domingo, D.N.
30 DE DICIEMBRE, 2008.
223
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
224
Introducción1
Una de las principales realidades que afecta a la República
Dominicana es la inmigración haitiana. La pobreza del pueblo
haitiano influye de forma determinante sobre los flujos migratorios
hacia la República Dominicana. No cabe duda de que, mientras
el mercado laboral nacional le brinde un mayor retorno a la mano
de obra haitiana inmigrante, continuará la entrada de haitianos.
El impacto de la inmigración haitiana sobre el mercado
laboral dominicano no se ha evaluado rigurosamente. Es preciso
determinar si esa mano de obra sustituye al trabajador dominicano
menos calificado, pero constituye al mismo tiempo un elemento
indispensable para que el trabajador calificado dominicano pueda
suplir bienes y servicios a precios competitivos y, en consecuencia,
mantenerse empleado. También es preciso evaluar si la existencia
1. La presente investigación fue financiada por el Fondo para el Fomento de la
Investigación Económica y Social (FIES) de la República Dominicana. Agradezco
la cooperación de un extraordinario equipo de expertos investigadores. Juan A.
Pimentel, aportó su amplia experiencia en el análisis de encuestas y colaboró en
toda la extensión de la investigación. Marina Ortiz realizó la encuesta que se utiliza
como fuente primaria fundamental del estudio. Mónika Infante aportó el análisis
legal de la presencia haitiana en el mercado laboral dominicano y su relación con
las finanzas públicas. Juan Miguel Pérez realizó una revisión de la bibliografía
existente sobre la presencia haitiana en la República Dominicana con relación
al mercado laboral. Todos los errores permanecen bajo mi responsabilidad. Los
comentarios pueden ser enviados a jaimearisty@codetel.net.do
225
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
de esa mano de obra haitiana eleva o no la rentabilidad del capital
invertido y estimula el crecimiento de las actividades productivas
de la nación.
El impacto de la inmigración haitiana sobre el grado de
desigualdad de los ingresos en la República Dominicana es una
incógnita. La respuesta se sabrá cuando se analice el efecto de la
entrada de trabajadores haitianos en el mercado laboral dominicano
y en el diferencial de la remuneración de los trabajadores según el
tipo de trabajo que realizan y su nivel de calificación. Si la inmigración
haitiana reduce el ingreso de los trabajadores dominicanos no
calificados con relación al de los trabajadores calificados habrá un
aumento de la desigualdad de ingresos laborales.
Tampoco se tiene una medida adecuada del efecto de la
inmigración haitiana sobre las finanzas públicas. No se conoce
cuál es la suma de impuestos que pagan los inmigrantes haitianos
al fisco dominicano. Tampoco se sabe cuál es el monto que
absorben de los recursos públicos a través de la demanda de
servicios sociales del Estado Dominicano. En consecuencia, no se
ha determinado si los haitianos son contribuyentes o receptores
netos de recursos gubernamentales.
I. MIGRACIÓN: DEFINICIÓN Y DETERMINANTES
La migración internacional se define como el movimiento de
una persona o familia de una nación a otra. La teoría que explica
las decisiones de migración incluye factores económicos, sociodemográficos, geográficos e institucionales. Diversos autores2
han identificado como los principales determinantes de la mi2. Véanse los trabajos de Borjas (1987), Borjas (1994), Borjas (1995) Borjas
(1999), Hatton y Williamson (2003), Clark et al. (2002), Mayda (2005a), Mayda y
Krishna (2004) y Aristy-Escuder (2007), entre otros.
226
TOMO I
gración los siguientes: diferencial de los ingresos entre los países;
diferencial de niveles educativos; edad promedio de la población
emigrante; la política migratoria establecida por los países receptores; y la distancia entre los países.
También se ha identificado la existencia de costos de emigrar
vinculados a aspectos psicológicos, económicos e incluso de
seguridad personal. Desde el punto de vista económico el
emigrante tiene que abandonar su fuente de ingresos en el país
de origen por un ingreso incierto en el país receptor. A esto se
añade el costo financiero del proceso de migración vinculado a la
distancia entre el punto de origen y el destino y a la preparación
de papeles –incluyendo los honorarios de abogados– que le
permitan entrar legalmente al territorio receptor. Por último,
existe el costo de perder la vida durante el proceso de emigración,
principalmente si se llega ilegalmente cruzando el mar mediante
el uso de frágiles embarcaciones, o cruzando zonas desérticas.
El diferencial de salarios entre países se encuentra entre los
principales determinantes de los flujos migratorios.3 La decisión
de emigrar de un trabajador –dejando de lado las razones políticas
o familiares– se explica económicamente como el resultado
de un proceso de maximización del valor presente del flujo de
ingresos laborales que obtendrá a lo largo de su vida, tomando
en consideración el costo de abandonar el lugar de nacimiento.
A mayor diferencial de salarios y a menor costo de migración,
mayor será el flujo migratorio de un país de bajo salario al de
mayor remuneración laboral.
3. Borjas, G. (2000) señala que el Premio Nobel de Economía Sir John Hicks afirmó
en 1932 que “las diferencias en las ventajas económicas netas, principalmente
las diferencias en salarios, son las principales causas de la migración.” Para una
demostración empírica para el caso dominicano véase Aristy-Escuder (2007).
227
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
A menor edad promedio de los trabajadores emigrantes
potenciales, mayor cantidad de personas tenderá a abandonar el
país de origen. Mientras más joven sea una persona, mayor será el
valor presente de su flujo esperado de ingresos, en consecuencia,
mayor será el valor presente diferencial entre las remuneraciones
que obtendría entre el país receptor y el de origen, estimulado la
emigración. Por ese motivo, se observa que la migración es un
fenómeno preponderantemente de jóvenes.
A mayor nivel educativo de la persona residente en el país de
origen, relativo al nivel que prevalece en el país receptor, menor
será el costo de la emigración, en particular cuando existe una
política de migración sesgada hacia los trabajadores calificados.
En ese caso el patrón de la emigración se moverá hacia las
personas con mayor nivel educativo.
A mayor cuota de visas establecidas por el país receptor, mayor
flujo de emigrantes se registrará.4 La hipótesis de la persistencia
establece que un elevado stock de miembros del país de origen
viviendo en el exterior crea redes de amigos y vecinos que facilitan
e incrementan los flujos migratorios.5
A mayor facilidad de traslado, mayores flujos migratorios se
producirán. Un ejemplo. La existencia de una amplia frontera
4. La cantidad de visas otorgadas por el país receptor puede entenderse como
el resultado de un juego entre los grupos de intereses, donde se toman en
consideración las actitudes con relación a los inmigrantes. Véase Mayda (2005b)
para un análisis sobre las actitudes de los habitantes del país receptor hacia
la inmigración. Ella demuestra que las personas con alto nivel de calificación
son más propensas a aceptar la inmigración en países con ingresos per cápita
elevados, mientras que en los países con bajos niveles de ingreso per cápita son
menos propensos a aceptar la inmigración.
5. En Mayda (2005a) se utiliza como proxy de los efectos de redes, la tasa de
emigración retrasada o el tamaño del stock de inmigrantes.
228
TOMO I
–escasamente custodiada- facilita el flujo de personas de Haití
hacia la República Dominicana.
II. ACERCAMIENTO AL PROCESO DE INMIGRACIÓN HAITIANA
La migración haitiana hacia la República Dominicana tiene
sus orígenes en los primeros años de la década de 1910. Para
esa fecha se contrataban braceros para la realización del corte
de caña en los ingenios azucareros. A principios del siglo XX,
se estima que la cantidad de braceros haitianos contratados por
año llegaba a cifras de alrededor de 5,000 personas, registrándose
en el censo de 1920 un total de 28,258 haitianos6 y en el censo
de 1935 se contó un total de 52,657 personas.7 En 1937, el
Presidente de la República Dominicana, General Rafael Trujillo
Molina, tomó la decisión de “dominicanizar” la frontera con
Haití de la forma más brutal posible: a través de una matanza
de haitianos.8 Algunos autores señalan que alrededor de 15,000
civiles haitianos perecieron a manos del ejército de la República
Dominicana.9 Simultáneamente, el Gobierno de Trujillo aprobó
en 1937 una ley que restringía a un 30% la cantidad de mano de
6. En el Primer Censo Nacional celebrado en el 1920, se determinó que la
población total de la República Dominicana era de 894,665 habitantes. Los
haitianos representaban la población inmigrante principal y los puertorriqueños
la segunda con 6,069 personas. Los inmigrantes de las Antillas Inglesas (5,763),
Antillas Holandesas (1,449), Antillas Francesas (1,093) y Antillas Danesas (885)
representan otros grupos que llegaban al país a trabajar en los campos de caña de
azúcar. El número de españoles ascendía a esa fecha a 1,444 personas.
7. Es interesante anotar que entre 1913 y 1931 llegaron a la provincia de Oriente
de Cuba entre 30,000 y 40,000 braceros haitianos. Véase Wooding y MoseleyWilliams (2004), p. 26.
8. En la República Dominicana existe una actitud desfavorable frente a los
haitianos que aparenta tener su origen en los 22 años de ocupación haitiana (18221844) del territorio dominicano. Cabe recordar que la primera independencia
nacional (1844) se obtiene luchando contra los ejércitos de Haití, hasta 1856. El
sentimiento anti-haitiano fue estimulado durante el Gobierno del General Rafael
Trujillo Molina (1930-1961).
9. “Vega (1995) afirma que el número de muertos fue de 6,000 haitianos. Los
trabajadores haitianos localizados en los ingenios azucareros no fueron afectados
por la masacre.”
229
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
obra extranjera que podía ser contratada y en 1939 aprobó una
ley que prohibía la entrada a menos que dicha inmigración fuera
para trabajar en el corte de caña. El censo de 1950 registró una
reducción del número de haitianos en el territorio dominicano,
situándose la cifra en 29,500 personas. Muerto el General Trujillo
en 1961, estos movimientos migratorios quedaron regulados por
las necesidades de braceros para el corte de la caña.
La población haitiana en la República Dominicana es
preponderantemente masculina y joven. El 76% de los haitianos
residentes en el territorio nacional son hombres, siendo el 64%
menor a 30 años de edad. El trabajo previo de la mayoría de los
inmigrantes haitianos se sitúa en el sector agrícola. Más de la
mitad de los inmigrantes haitianos no sabe leer ni escribir; sin
embargo, muchos de esos inmigrantes tienen el interés de que
sus hijos mejoren su nivel de instrucción. En la actualidad, se
observa a niños y jóvenes haitianos formándose en las escuelas
públicas y –en menor medida– en universidades dominicanas.
Se debe resaltar que los nuevos inmigrantes tienen un nivel de
instrucción superior al de los inmigrantes más antiguos. BáezEvertsz y Lozano (2008) señalan que alrededor de un 25% de los
migrantes más recientes posee un nivel de educación secundaria
o superior, contrastando favorablemente con la educación de los
inmigrantes más antiguos.
Aun cuando inicialmente muchos laboraban en los campos de
caña, en la actualidad los trabajadores haitianos se insertan en las
actividades de construcción, turismo, servicios y comercio. Parte
de esa inserción en nuevas actividades productivas es fruto del
cambio de modelo económico experimentado por la República
Dominicana, al pasar de una economía agroexportadora a una
de servicios abierta hacia el exterior.10 Debido a que muchos
de los nuevos inmigrantes son jóvenes con mayor nivel de
10. Véase Silié (2003).
230
TOMO I
escolaridad que los campesinos que eran contratados por los
ingenios en años anteriores, los inmigrantes haitianos tienen
mayor movilidad laboral por lo cual ya no se concentran, como
sucedía en el pasado, en los bateyes localizados en los campos
de caña. La población haitiana en la República Dominicana ha
incrementado su presencia en los centros urbanos, sobre todo
en la ciudad de Santo Domingo, donde se encuentra localizada la
zona denominada “Pequeño Haití.”
Se estima que a mediados de los años noventa vivían en la
República Dominicana más de 500 mil haitianos.11 La OIM
(2006) sugiere que la cantidad de haitianos que vive actualmente
en la República Dominicana ronda en alrededor de 800 mil.
No obstante, las cifras en torno a la cantidad de haitianos en el
territorio nacional es un tema de discusión por su deficiencia.12
Haití es el país más pobre del Hemisferio Occidental. La
perspectiva de mejorar sus condiciones de vida constituye el
principal factor explicativo de la migración hacia el territorio
dominicano. Según los datos del Informe de Desarrollo Humano
de las Naciones Unidas 2005, el PIB PPP para el 2003 de la
11. Esa estimación fue realizada en 1994 por Corten y Duarte (1994). La cifra
incluye a los nacidos en Haití y todos los descendientes haitianos desde la década
de 1920. Realizan un estimado de 245,000 nacionales haitianos (a partir del censo
de inmigrantes haitianos de 1991 realizado por la Oficina Nacional de Estadística
de la República Dominicana) y a este le suman la cifra de 260,000 domínicohaitianos, proyectada a partir del número de hijos y nietos de los haitianos
registrados en los censos de 1930, 1950 y 1970. Esa población representa
alrededor del 6% de la población dominicana. Sin embargo, Wooding y MoseleyWilliams (2004) realizan un recuento de haitianos tomando en consideración las
deportaciones de los años noventa y concluyen que la cifra debe ser 380 mil.
12. En Murphy (1991), p. 76, se plantea que: “el gobierno dominicano no parece
dar a conocer, o ni siquiera saber, la cifra real de haitianos indocumentados que
vive en República Dominicana.” Cabe señalar que la Constitución Dominicana
otorga la nacionalidad a todo aquel nacido en el territorio nacional de padres
extranjeros –jus soli. No obstante, la realidad es que a los hijos de haitianos se les
niega en numerosas ocasiones ese derecho.
231
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
República Dominicana fue cuatro veces superior al de Haití.
En términos de PIB per cápita en dólares PPP, la República
Dominicana registró en ese año la cifra de 6,823 dólares,
mientras que Haití registró 1,742 dólares. Asimismo, el índice de
pobreza humana para el 2005 fue de un 11.8% para la República
Dominicana y de un 38% para Haití. La República Dominicana
ocupa la posición 25 de 103 países en vías de desarrollo
clasificados en el ranking del índice de pobreza, mientras que
Haití ocupa la posición 70. La distribución de los ingresos en
Haití es terrible. El 56% de la población vive con ingresos por
debajo de un dólar por día, mientras que la pobreza extrema
en la República Dominicana es de un 15.9%.13 En cuanto a la
medida de desigualdad, el coeficiente Gini para la República de
Haití alcanza la cifra más alta de la región, con un valor de 65.0,
mientras que para la República Dominicana es de 49.7. Como
resultado, la República Dominicana representa un atractivo de
desarrollo para la población haitiana, sobre todo un destino
cercano para la búsqueda de un mayor bienestar.14
III. IMPACTO SOBRE EL MERCADO LABORAL
a. Aspectos teóricos
El impacto económico de la migración es un tema ampliamente
analizado en los países desarrollados. Existe una abundante
bibliografía donde se abordan -analítica y cuantitativamentelos efectos de la migración sobre el mercado laboral de los
países receptores, que casi siempre son países desarrollados.
Sin embargo, hasta nuestro conocimiento del tema, no se han
elaborado estudios de ese tipo para evaluar el impacto de la
migración haitiana hacia la República Dominicana, por lo cual
13. Banco Mundial (2006), p.11.
14. También se registra una fuerte migración haitiana hacia los Estados Unidos,
concentrándose en las ciudades de Nueva York y Miami.
232
TOMO I
la presente investigación brindará un aporte significativo a la
literatura internacional y local sobre los efectos de la migración.
El mercado laboral de una economía receptora de inmigrantes
se perturba debido al incremento de la oferta de mano de obra. El
impacto dependerá de la similitud de la distribución del grado de
calificación de los inmigrantes con la de la población receptora.15
En caso de que la mano de obra nacional y la inmigrante
tengan características similares –principalmente en términos de
calificación- se registrará un proceso de sustitución de mano de
obra que reducirá el salario promedio de la economía nacional
y elevará el retorno del capital invertido. Se ha demostrado
empíricamente que los flujos migratorios elevan la oferta laboral
en los países receptores de la inmigración y, en consecuencia,
modifican los valores de equilibrio de salario y de empleo.
La existencia de dos naciones con diferentes niveles salariales
es un atractivo para que los trabajadores del país con menor
nivel de salario se trasladen a la nación con mayor salario. En
un mercado competitivo el salario se iguala a la productividad
marginal de la mano de obra. Los trabajadores con igual nivel
de calificación –y de acceso a capital- tienen el mismo nivel de
productividad y salario. El aumento de la oferta de mano de
obra tenderá a disminuir el salario en el país con mayor nivel de
ingresos laborales debido a la disminución de la productividad
marginal de la mano de obra, pero al mismo tiempo elevará el
nivel de producción nacional y el retorno del capital invertido.
Asumiendo la ausencia de costos de transacción, el proceso
migratorio continuará mientras el salario del país receptor sea
mayor que el existente en el país de emigrantes. No obstante,
por lo general esos flujos migratorios se detienen debido a la
disminución del salario promedio del empleado nacional y al
aumento de la desigualdad en la distribución de los ingresos, lo
15. Borjas (2000), p.12
233
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
cual presiona a los políticos, quienes toman la decisión de detener
o disminuir la inmigración.
El efecto sobre el salario de los trabajadores nativos depende
también del grado de movilidad sectorial. A mayor capacidad de
los trabajadores nacionales de trasladarse de un sector que reciba
mano de obra inmigrante hacia otro, menor será el impacto de
la inmigración sobre el salario promedio del trabajador nacional.
Algunos autores afirman que en economías abiertas, el impacto
sobre los salarios internos del aumento de la oferta laboral puede
ser amortiguado por los cambios en la especialización industrial,
por los avances tecnológicos y por el traslado sectorial de la mano
de obra y el capital.16 Incluso, llegan a señalar que el reducido
impacto de la inmigración sobre el salario nacional –que registra
la evidencia empírica en los Estados Unidos y Europa– se debe,
principalmente, a la compensación producida por los cambios
tecnológicos y al cambio de producción.
Cabe resaltar que el tipo de mano de obra que emigrará depende
de la distribución de los salarios y de la productividad laboral
de cada uno de los países. Borjas (2000) establece la existencia
de dos tipos de flujos migratorios. La selección positiva se registra
cuando los inmigrantes más calificados son atraídos hacia el país
receptor debido a que en este se remunera mejor a la mano de
obra calificada. La selección negativa ocurre cuando los inmigrantes
tienen un bajo nivel de calificación y el país de origen remunera
relativamente bien a la mano de obra más calificada, por lo cual
los trabajadores más calificados permanecen en el país de origen
y solo emigran los menos calificados.
La inmigración afectará la distribución de los salarios por tipo de
trabajador. En el modelo de proporciones se establece que un aumento
de la mano de obra no calificada reducirá la cantidad relativa
16. Véase Hanson et al. (2001), p.12. En ese estudio los autores abordan tres
tipos de enfoques teóricos: el modelo de áreas; el modelo de proporciones; y el
modelo Heckscher-Ohlin.
234
TOMO I
de mano de obra especializada (i.e., la cantidad de trabajadores
calificados como proporción de los no calificados), por lo cual, se
incrementará el salario de los trabajadores calificados con relación
a los no calificados. Esto producirá un empeoramiento de la
desigualdad de la distribución de los salarios de los trabajadores
nacionales. La siguiente figura muestra el impacto del aumento
de la cantidad de mano de obra no calificada con relación a la
calificada –producto de la inmigración– sobre el salario relativo
de ambos tipos de trabajadores nacionales. A mayor cantidad de
trabajadores no calificados –con relación a los calificados– mayor
salario relativo a favor de los calificados.
FIGURA 1
IMPACTO DE LA INMIGRACIÓN SOBRE LOS SALARIOS RELATIVOS
(MODELO DE ÁREAS Y DE PROPORCIÓN)
La mano de obra calificada lleva por subíndice “s” y la no calificada “u”. Qs es la cantidad de
mano de obra calificada y Qu la no calificada. Ws y Wu representan los salarios de calificados
y no calificados, respectivamente. La llegada de inmigrantes no calificados desplaza hacia la
izquierda la cantidad relativa de mano de obra calificada (RS) y eleva su salario relativo.
Tomado de Hanson et al. (2001), p. 128.
235
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
MODELOS ANALÍTICOS17
Borjas (1999) establece que los trabajadores y propietarios
del capital del país receptor se benefician de la inmigración en
la medida en que los inmigrantes y los trabajadores nacionales
tengan diferentes niveles de calificación. Asimismo, señala que
los beneficios son mayores a mayor diferencia en la calificación
de los inmigrantes y nacionales. Además afirma que los
beneficios de la inmigración no se distribuyen equitativamente,
pues llegan más a los trabajadores nacionales y a propietarios
del capital cuya actividad se complementa con la mano de obra
inmigrante. Los trabajadores nacionales no calificados –si ese
es el tipo de mano de obra que llega al país desde el extranjerosufrirían una disminución de su participación en el total de
valor agregado nacional.
a. Modelo con mano de obra homogénea
Borjas (1995) elabora un modelo simple, asumiendo mano
de obra homogénea y capital fijo, que permite determinar el
excedente de la inmigración. En la siguiente figura se presenta
la situación del mercado laboral antes y después de que se
registren flujos migratorios. Asumiendo que existe una función
de producción con insumos capital y mano de obra (tanto
nacional, N, como extranjera, M), donde el capital es fijo en el
corto plazo y existen rendimientos constantes a escala, el nivel
de renta nacional –antes de la entrada de inmigrantes– es igual
al área comprendida por ABN0. Con la entrada de trabajadores
inmigrantes (M) la oferta de mano de obra se desplaza hacia
la derecha hasta L (=N+M), el resultado es la reducción del
salario de equilibrio de w0 a w1 . El nivel de renta nacional con
17. Esta sección se basa en Borjas (1999) y Borjas (1995)
236
TOMO I
la entrada de los inmigrantes es ACL0. ¿Cómo se distribuye
ese ingreso (o valor agregado) nacional? Los inmigrantes
reciben w1M y el resto lo reciben los propietarios del capital y
los trabajadores nacionales. Nótese que la nueva área asignada
a los factores de producción nacionales supera a la original
(ABN0) en el triángulo BCD, el cual representa el excedente de la
inmigración. Esto se explica “porque el salario de mercado iguala
a la productividad del último de los inmigrantes contratados,
los inmigrantes incrementan la renta nacional en más de lo que
cuesta emplearlos.”18
Cabe resaltar que al descomponer la distribución de ingresos
de los factores nacionales después de la inmigración se observa
que el ingreso de los trabajadores nacionales se reduce a w1 N,
lo cual revela que el aumento de la renta nacional se lo llevan
los propietarios del capital debido a la mayor remuneración
del capital (i.e., precio del capital invertido). Esto significa que
la inmigración produce una modificación en la distribución
de los ingresos entre los factores de producción nacionales,
aumentando la desigualdad.
El profesor Borjas explica que en el caso de que la curva
de demanda laboral fuera perfectamente elástica –que implica
la no reducción en el salario promedio de la economía– todo
el incremento del ingreso nacional sería propiedad de los
inmigrantes. Por eso concluye señalando que: “un excedente de
la inmigración se origina solamente cuando el salario nacional
se reduce como resultado de la inmigración.”19
18. Borjas (1995), p. 6.
19. Borjas (1995), p. 6.
237
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
FIGURA 2
EXCEDENTE DE LA INMIGRACIÓN
El excedente de la inmigración se define como
el cual se puede presentar como un porcentaje de la renta
nacional de la siguiente manera:
Los estudios econométricos revelan que la elasticidad de los
salarios frente a los movimientos de la cantidad de mano de obra
238
TOMO I
(elasticity of factor price for labor) (i.e., cómo cambia el salario
cuando la cantidad de mano de obra disponible se incrementa
en un 1%) es de alrededor de -0.3% en los Estados Unidos.
Borjas para el caso estadounidense señala que la renta del
trabajo representa un 70%, que la elasticidad del salario es de
-0.3% y que los inmigrantes representan un 10% de la fuerza
laboral, obteniendo un excedente de la inmigración equivalente
a un 0.1% del PIB. Para el caso de España, Dolado (2002) usó
una elasticidad de -1%, una participación salarial en el PIB de
60% y una participación de los inmigrantes en la oferta laboral
de 3.5% y obtuvo un excedente de la inmigración equivalente a
un 0.04% del PIB.
Borjas (1995) demuestra que el excedente de la inmigración se
origina porque existe complementariedad entre los inmigrantes
y los propietarios del capital. Queda claro que a mayor elasticidad
de sustitución entre capital y mano de obra menor serán las
ganancias de la inmigración para los propietarios nacionales del
capital.20
Borjas también señala que aun cuando el excedente de la
inmigración es pequeño, su impacto económico es grande.
Específicamente, sostiene que la inmigración causa una
importante distribución del factor trabajo hacia el capital. El
cambio en el ingreso de los trabajadores del país de origen es y
y el cambio en el ingreso de los propietarios del
capital es
. Para el caso de los Estados Unidos,
con una elasticidad de -0.3, los ingresos de los trabajadores
nacionales sufren una reducción equivalente a un 1.9% del PIB,
mientras que los propietarios del capital obtienen una ganancia
neta equivalente a un 2% del PIB.
Si se asume que la oferta de capital es perfectamente elástica, el
impacto de la inmigración es diferente. Borjas (1999) demuestra
20. Véase Borjas (1995), nota al pie no. 5, p. 8.
239
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
que el excedente de la inmigración es cero, dado que el flujo de
capital que promueve la inmigración restablece en el país receptor
el nivel de la relación capital/mano de obra existente antes de
la inmigración. De ahí que se concluya que la inmigración no
modifica el precio de la mano de obra ni el retorno del capital,
por lo cual los trabajadores nacionales ni ganan ni pierden con la
inmigración.2
b. Modelo con mano de obra heterogénea
Borjas (1999) asume la existencia de dos tipos de trabajadores
en el país receptor: mano de obra calificada (Ls) y no calificada
(Lu). Al igual que en el caso anterior el impacto de la inmigración
depende de lo que sucede con el acervo de capital cuando los
inmigrantes entran al país. En el caso de que la oferta de capital sea
inelástica (i.e., fija), la inmigración incrementa la rentabilidad del
capital y reduce el ingreso total de los trabajadores nacionales. El
excedente de la inmigración es:
Borjas demuestra que, en este caso, el excedente de la
21. Véase Borjas (1999), p. 5.
240
TOMO I
inmigración se maximiza cuando se promueve la entrada de
inmigrantes calificados, debido a la existencia de una elevada
complementariedad entre el capital y la mano de obra calificada.
Por eso se recomienda la entrada de inmigrantes calificados.
También se demuestra que esa conclusión se modifica cuando la
mano de obra nacional es predominantemente calificada. En ese
caso el excedente de la inmigración es mayor con la inmigración
de mano de obra no calificada, la cual es complementaria a la
mano de obra calificada nacional.
También se demuestra que la inmigración reduce los ingresos
totales de los trabajadores nacionales (como porcentaje de la
renta nacional), lo cual sugiere que el deterioro del ingreso de los
trabajadores menos calificados supera el posible incremento de
la remuneración de los trabajadores nacionales más calificados:
Si se asume la existencia de una oferta de capital elástica, lo
cual significa que la tasa de retorno se mantiene constante
dr = 0, el impacto de la inmigración sobre los salarios de los
trabajadores calificados y no calificados depende de cómo se
asemeja la distribución de la calificación entre los inmigrantes;
es decir, depende de la calificación relativa de los inmigrantes
con relación a los nacionales. Si la distribución de la calificación
entre los trabajadores nacionales e inmigrantes es la misma
(i.e., el porcentaje de trabajadores nacionales calificados (b )
y el porcentaje de trabajadores inmigrantes calificados (β ) son
iguales), la inmigración no ejerce ninguna influencia en la estructura
salarial del país receptor. Si los inmigrantes son relativamente
menos calificados, la inmigración produce una reducción del
salario de los trabajadores menos educados y aumenta el salario
241
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
de los calificados. Si los inmigrantes son relativamente más
calificados, el salario de los educados nacionales se reduce y
aumenta el salario de los no calificados.22
De acuerdo al profesor Borjas, el excedente de la inmigración
–como porcentaje del ingreso nacional– es igual a:
Usando esta ecuación se concluye que si la población nacional
es relativamente poco calificada y se promueve la entrada de
inmigrantes calificados –que complementa la mano de obra
nacional– se maximiza el excedente de la inmigración. En caso de
que la inmigración sea de mano de obra no calificada el excedente
se hace cero si la mano de obra nacional también es poco calificada,
pues existe un proceso de sustitución de la mano de obra.
Al comparar el excedente de la inmigración en los dos casos
de capital, fijo y flexible, se observa que el excedente es mayor en
el caso de que el acervo de capital sea fijo (i.e., oferta inelástica).
El valor es calculado por Borjas de la siguiente manera:
EVIDENCIA EMPÍRICA
La evidencia empírica sobre el impacto de la inmigración sobre
los salarios no es totalmente concluyente. De hecho, existen
algunos estudios que demuestran que el efecto del aumento de la
22. Borjas (1999), p. 6.
242
TOMO I
oferta laboral, provocado por la inmigración, sobre los salarios de
los trabajadores del país receptor es pequeño, pero existen otros
que sugieren la existencia de un mayor (y negativo) impacto sobre
los salarios, en particular de los trabajadores menos calificados. La
diferencia de los resultados depende fundamentalmente del grado
de sustitución entre los trabajadores inmigrantes y los nacionales. A
mayor grado de sustitución laboral, más acentuado será el impacto
negativo sobre los salarios de los trabajadores del país receptor.
En esta sección se realiza una breve descripción de los resultados
obtenidos en los principales estudios econométricos.
La mayoría de los estudios empíricos revela que la inmigración
tiene un impacto reducido sobre el nivel salarial, regional o
nacional.23 Para el caso de los Estados Unidos, numerosos autores
han señalado que un aumento del porcentaje de inmigrantes sobre
la población activa de un 10% disminuye los salarios en menos de
un 1%. Los estudios que se enfocan en las zonas geográficas con
mayor concentración de inmigrantes se concluye señalando que el
impacto sobre los salarios es relativamente reducido. Ese tipo de
estudios se fundamenta en el análisis de las diferencias laborales
entre ciudades con altas y bajas concentraciones de inmigrantes para
determinar el impacto de la llegada de esa nueva fuerza laboral.24
El otro tipo de estudios, que analiza el efecto de la inmigración
23. Véanse Friedberg y Hunt (1995) y Borjas (1999).
24. Véase Grossman, J. (1982). Cabe destacar que Borjas, Freeman y Katz (1992 y
1996) han realizado críticas al enfoque de evaluación del impacto de la inmigración
basado en los mercados cruzados (cross-market approach). En primer lugar, se señala
que un incremento de la cantidad de inmigrantes en una ciudad no necesariamente
eleva la oferta de mano de obra no capacitada, pues los trabajadores nacionales
pudieran emigrar como respuesta a la llegada de los inmigrantes. En segundo lugar,
la correlación de corte transversal entre la llegada de inmigrantes y los salarios de
los trabajadores nacionales puede estar sesgada hacia arriba por los choques de
demanda que elevan el salario local y atraen a los inmigrantes. En tercer lugar, en el
largo plazo, un aumento de la oferta laboral inducido por la llegada de inmigrantes
a una determinada ciudad puede ser difundida a través de toda la economía por el
comercio que se registra entre ciudades. Card (2001), p. 23, afirma que a partir de
esa crítica del profesor Borjas se iniciaron estudios basados en modelos teóricos,
tal como se presenta en Borjas (1994) y Borjas et al. (1992 y 1996), que evalúan el
impacto de la inmigración a nivel nacional como Borjas (2003).
243
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
sobre la estructura de salarios a nivel de toda la nación receptora,
revela la existencia de un impacto más acentuado.25
El estudio de Grossman (1982) es considerado como uno de
los análisis empíricos precursores del efecto de la inmigración
sobre el mercado laboral. En su estudio aborda el tema mediante
el uso de datos de corte transversal del censo de los Estados
Unidos de 1970 y estima una función agregada de producción,
que le permite determinar el grado de sustitución entre la mano
de obra local e inmigrante, usando la teoría de la demanda
de mano de obra con múltiples insumos de producción de
Hamermesh (1993). Las elasticidades de complementariedad de
los insumos (o factores de producción) arrojan que la mano de
obra inmigrante sustituye a los trabajadores nacionales. Incluso
demuestra que la mano de obra de segunda generación –la
nacida de padres y madres inmigrantes– tiene un mayor grado
de sustitución con la mano de obra nacional que lo arrojado
por la mano de obra inmigrante. Con relación al factor trabajo
se demuestra que el capital es complementario con todos los
tipos de mano de obra –local e inmigrante–, siendo el grado
de complementariedad mayor para el caso de los trabajadores
inmigrantes.
Altonji y Card (1989) estiman el impacto de la inmigración
sobre el mercado laboral mediante la correlación entre la fracción
de inmigrantes en una ciudad y los resultados sobre el empleo y
salario de los trabajadores nacionales que viven en esa ciudad.
Sus conclusiones, basadas en los censos de los Estados Unidos
de 1970 y 1980, revelan la existencia de un grado modesto de
competencia entre los inmigrantes y los trabajadores menos
calificados.26 Card (1990) revela que el impacto de la llegada
25. Borjas (2003).
26. Altonji y Card (1989), pp. 35-36.
244
TOMO I
de los cubanos que salieron del puerto del Mariel, a pesar del
fuerte aumento de la oferta de mano de obra no calificada, no
provocó una variación significativa en el salario real o desempleo
en Miami.
Bauer (1997) aplica el modelo de Grossman (1982) a la
economía alemana. Su análisis diferencia entre los trabajadores
nacionales y los inmigrantes según su estatus ocupacional y estima
una función de producción translogarítmica. Los resultados
revelan que el impacto de la inmigración sobre el salario de los
trabajadores nacionales es relativamente bajo.
Card (2001), partiendo de un modelo que asume la existencia
de tecnología con elasticidad de sustitución constante (CES) y
usando información del censo de 1990 de los Estados Unidos,
demostró que los flujos de inmigración redujeron el salario por
ocupación de los trabajadores nacionales menos calificados.
El marco teórico usado le permite señalar que los flujos de
inmigrantes afectan la estructura de los salarios mediante el
aumento o la disminución de la participación de los diferentes
tipos de mano de obra. Una entrada de inmigrantes que eleve
la fracción de población en un determinado grupo laboral se
espera que produzca una presión hacia la baja de los salarios y
empleo para ese tipo de trabajador. Por otra parte, una entrada
de inmigrantes balanceada –es decir, que replique la distribución
laboral existente antes de la inmigración- dejaría sin cambios
la participación de cada tipo de trabajador y, en consecuencia,
no afectará la estructura de salario relativo.27 La investigación
concluye que las ciudades que recibieron una mayor cantidad de
inmigrantes experimentaron un aumento de la cantidad relativa
de su población menos calificada y que la llegada de inmigrantes
27. Véase Card (2001), p. 24.
245
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
en el período 1985-90 redujo la tasa ocupacional de los nacionales
en 3 puntos porcentuales en las ciudades de alta inmigración
como Los Angeles y Miami.28 Además afirma que la inmigración
redujo los salarios relativos de los trabajadores menos calificados
en las ciudades receptoras de mayor inmigración, señalando
que la elasticidad de sustitución entre diferentes categorías de
calificación laboral es elevada.
Borjas (2003) introduce un método diferente al espacial –por
ciudades o regiones– para estimar el impacto de la inmigración
sobre el mercado laboral. Su análisis parte del supuesto de que
trabajadores con el mismo nivel de educación pero con diferentes
niveles de experiencia no son perfectamente sustitutos. El
autor concluye señalando que a diferencia de otros estudios, la
evidencia que se obtiene le permite señalar que la inmigración
reduce el salario y la oferta laboral de la mano de obra local
que compite con ella.29 En esa investigación, el profesor Borjas
obtiene estimados de la elasticidad precio del factor que se
mueven en el rango de –0.3 y -0.4, lo cual junto al aumento
de la oferta laboral de hombres de un 11% provocado por la
inmigración registrada entre 1980 y 2000, reduce el salario
promedio del trabajador nacional en un 3.2%. Cabe resaltar que
el impacto sobre la distribución salarial por tipo de trabajador
es significativo. El salario promedio de los trabajadores menos
calificados (i.e., los que abandonaron la escuela) cayó un 8.9%; el
de los graduados universitarios cayó un 4.9%; y el salario de los
graduados de bachiller descendió un 2.6%.
Jaeger (2007) encontró que, a pesar de que llegaron a los
Estados Unidos en los años ochenta 7.3 millones de inmigrantes,
los cambios en los salarios relativos de los trabajadores
nacionales e inmigrantes fueron pequeños. Basándose en una
28. Card (2001), pp. 56-58.
29. Borjas (2003), pp. 1369-1370.
246
TOMO I
función de producción agregada en la cual se usaron 8 grupos
de trabajadores clasificados por sexo y nivel de calificación,
encontró perfecta sustitución entre los trabajadores de igual nivel
de calificación. Los resultados revelan que la inmigración explica
aproximadamente entre un 15% y un 25% del aumento de la
brecha entre las remuneraciones de los trabajadores altamente
calificados y las de los empleados no calificados durante los años
ochenta. 30 Además se demostró que la inmigración explicaba
una tercera parte del descenso de los salarios de los trabajadores
que habían abandonado la escuela. Sin embargo, el efecto sobre
los trabajadores calificados fue relativamente pequeño.
Borjas (2007) analiza, usando los datos censales de Puerto
Rico y los Estados Unidos para el período 1970-2000, el
impacto de la emigración y de la inmigración en Puerto Rico.
La existencia de movimientos simultáneos de entrada y salida
de personas de territorio puertorriqueño constituye, en palabras
del autor, un entorno inimitable para observar cómo los flujos
laborales afectan las condiciones laborales.31 El profesor Borjas
señala que debido al hecho de que la estructura salarial de
Puerto Rico remunera relativamente bien la educación, la isla
atrae mano de obra calificada y exporta a trabajadores con baja
calificación. De ahí que la inmigración reduzca los salarios de
los trabajadores nacionales sujetos a una mayor competencia y
eleve los salarios del tipo de trabajadores que emigra. Se estima
que un 10% de incremento en la oferta laboral producto de la
inmigración se traduce en una disminución de un 2% a un 4%
en los salarios de los trabajadores nacionales que compiten con
los inmigrantes.
30. Jaeger (2007), pp.21-22.
31. El caso de la República Dominicana es muy similar al de Puerto Rico. Los
haitianos emigran hacia el territorio dominicano y los trabajadores nacionales
emigran hacia los Estados Unidos o Puerto Rico.
247
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Aydemir y Borjas (2007) también encuentran una elevada
elasticidad de sustitución entre la mano de obra inmigrante y la
nacional. Para los casos de Estados Unidos, Canadá y México
demuestran que existe un impacto inverso entre el aumento
de la oferta laboral inducida por la inmigración y los salarios.
Específicamente, su estudio revela que por cada 10% de
incremento en la oferta laboral los salarios se reducen entre un
3 y un 4%.32 Sin embargo, la reacción de la estructura salarial a
la inmigración es diferente en cada uno de los países en función
del grado de calificación de la inmigración. En Canadá, que llega
una inmigración relativamente calificada, los flujos migratorios
reducen la desigualdad de los salarios. En los Estados Unidos,
con una inmigración con baja calificación, la llegada de nuevos
trabajadores eleva la desigualdad salarial. Dado que en México
la emigración es mayor en la parte central de la distribución
de calificación y menor en las colas, la migración incrementa
los salarios relativos en el medio de la calificación y reduce el
salario relativo en los extremos de la distribución de calificación
laboral.
Ottaviano y Peri (2007a) revelan la existencia de complementariedad (i.e., hay sustitución imperfecta), por lo cual concluyen
que la inmigración llegada a los Estados Unidos entre 1990 y
2004 incrementó el salario promedio de los trabajadores nacionales en un 1.8% en el largo plazo. En su estudio, los autores
también señalan que si la elasticidad de sustitución fuese infinita
y la oferta de capital se ajustase a los movimientos migratorios,
el salario de los trabajadores nacionales menos calificados solo se
reduciría en un 4%, pero el salario promedio de los nacionales
quedaría relativamente constante.
Borjas, Crogger y Hanson (2008) revisan el ejercicio empírico
realizado por Ottaviano y Peri (2007a) y demuestran que sus
32. Aydemir y Borjas (2007), p.701.
248
TOMO I
conclusiones con relación a la complementariedad entre los
trabajadores nacionales y los inmigrantes son frágiles, pues
dependen de cómo se construya la muestra. Como ejemplo
demuestran que la complementariedad se desvanece tan pronto
se separa a los estudiantes actualmente en secundaria de los que
abandonaron la escuela.
SIMULACIÓN ESTOCÁSTICA
En esta sección se presentan los resultados de la simulación
del impacto de la inmigración sobre los salarios, la remuneración
del capital y el PIB, usando los modelos presentados en la sección
teórica. Se asume que la mano de obra es homogénea y que el
capital es fijo. Se realizó un ejercicio de Monte Carlo que simuló
5,000 escenarios para los parámetros que explican la variación de
las tres variables endógenas que se evalúan. Los valores mínimo,
esperado y máximo de cada uno de los parámetros son:
En este ejercicio de simulación, el impacto de la inmigración
sobre el salario promedio de los trabajadores nacionales como
porcentaje del valor agregado es negativo. En promedio, la
cantidad de inmigrantes (entre un 6% y un 13% de la población)
reduce en un 6.3% el salario de los trabajadores nacionales como
porcentaje del valor agregado. Es obvio que los trabajadores
menos calificados –que tienen una elevada elasticidad de
sustitución con los inmigrantes– han sido más afectados que
249
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
los trabajadores más calificados. El deterioro máximo del salario
promedio de los trabajadores nacionales (como porcentaje del
valor agregado) se sitúa en un 9.9% y el mínimo es un 3.2%.
En este modelo, la inmigración eleva el retorno del capital, lo
cual significa que los propietarios del capital se benefician de la
entrada de inmigrantes al mercado laboral nacional. Se estima que
en promedio la inmigración eleva el retorno del capital (como
porcentaje del valor agregado) en un 6.7%. El aporte mínimo se
sitúa en un 3.4% y el máximo en un 10.6%.
La inmigración produce un excedente que equivale, en
promedio, a un 0.35% del PIB. El modelo arroja como resultado
la existencia de un excedente mínimo de un 0.12% y un máximo
de un 0.68%. Asumiendo un PIB nominal de 1.5 trillones de
pesos (i.e., millones de millones) el aporte de la inmigración en
términos de creación de un excedente se estima en 5,250 millones
de pesos.
b. El caso dominicano
En esta sección se presenta un análisis de la literatura sobre
la presencia de nacionales haitianos en territorio dominicano.
Siguiendo los puntos de atención de la presente investigación, se
relatan cuáles han sido los principales hallazgos en materia de la
influencia que ha tenido y sigue teniendo la inmigración haitiana
sobre el mercado laboral dominicano.
En un informe presentado por la Secretaría de Estado de Trabajo
(SET) de la República Dominicana sobre el mercado del trabajo en
el país se expresa: “Es bien reconocido el gran impacto que tiene
la migración haitiana en el mercado de trabajo dominicano.”33 Y
no es para menos, pues se estima que actualmente “entre medio
33. Reyes (2003), p.43.
250
TOMO I
millón y un millón de haitianos y sus descendientes están radicados
en el país.”34
Con relación a la fuerza de trabajo nacional empleada, BáezEvertsz y Lozano (2008) sostienen que la mano de obra haitiana
ocupada representa un 6% de la mano de obra nacional. El 79.6%
de los inmigrantes ocupados trabaja en actividades agrícolas y
de construcción. Al descomponer por género se obtiene que
el 86% de los hombres haitianos labora en la agricultura y la
construcción, mientras que el 74% de la mujer haitiana trabaja
en las actividades de comercio y servicios.35 Los autores revelan
la importancia de la mano de obra en esas dos actividades. En
su texto sostienen que de cada 10 trabajadores empleados en
la construcción, 6 son haitianos y en las actividades agrícolas
3 de cada 10 trabajadores son haitianos. Con relación al sector
de la construcción el peso de la mano de obra haitiana cobra
una mayor importancia cuando se descompone por tipo de
actividad, pues en ese sector los inmigrantes del vecino país
llegan a representar el 78% de las actividades no calificadas. 36
Esa realidad es recogida en un informe de la SETse establece
que en el sector de la construcción “los haitianos se concentran
en las ocupaciones menos calificadas.”37
La gran mayoría de estos (un 92% según la SET)38 no posee
documentos de permanencia legal en el país. Más de la mitad no
han comenzado ni siquiera las gestiones para la legalización de
su estadía en la República Dominicana, provocando un estado de
extrema vulnerabilidad que acentúa y profundiza las posibilidades
de explotación económica y de degradación social de dicha
34. Dilla (2004), p. 29.
35. Báez-Evertsz y Lozano (2008), pp. 198-199.
36. Báez-Evertsz y Lozano (2008), pp. 202-205.
37. Reyes (2003), p.12.
38. Ibid. p. 45.
251
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
población. La ilegalidad, más factores políticos e históricos, se
ha traducido tradicionalmente en un proceso de segmentación
del mercado de trabajo, diferenciando entre dominicanos y
haitianos.39
Desde el punto de vista empresarial, el empleo de la mano
de obra haitiana se justifica mediante el argumento que toma
como referencia las condiciones económicas. En ese orden,
“las inversiones de capital se realizan considerando el empleo
de mano de obra barata que repercute en una disminución de
los costos y una maximización de los beneficios,”40 explicando
el proceso migratorio como una consecuencia de la demanda de
mano de obra por parte del capital dominicano.
Otro de los principales factores que incide con mayor fuerza
en la segmentación del mercado laboral nacional, es el aspecto
básico de la educación, que se encuentra estrechamente vinculado
con el nivel de capacitación de la persona. En efecto, según los
datos estadísticos establecidos por el Censo del 2002 y IOMFLACSO41 la tasa de analfabetismo haitiana es mucho mayor
que la tasa promedio nacional. Ese grado de desigualdad en el
nivel educativo, determina la cuestión de la movilidad social y
del empleo en el mercado laboral de la República Dominicana,
viéndose por ende muy afectado el trabajador haitiano quien no
puede competir con el trabajador dominicano más calificado
en igualdad de condiciones ni oportunidades. Sin embargo, el
haitiano menos calificado, al recibir un menor salario debido a
su condición de ilegalidad y discriminación, sustituye la mano de
obra dominicana con menor nivel educativo.
39. Silié et al. (2002).
40. Santana et al. (2004), p. 139.
41. Mercedes (2004), p. 30.
252
TOMO I
TABLA 1
PERFIL EDUCACIONAL DE DIFERENTES GRUPOS SOCIO-ÉTNICOS42
Indicadores Educación
Tasa de Analfabetismo adulto
Educación Primaria
Educación Secundaria
Universitaria o Superior
Nunca asistió a la escuela
Haitianos
73%
43%
44%
13%
43%
Domínicohaitianos
27%
76%
13%
2%
29%
Total
población
16%
6%
25%
12%
3%
Fuente: Estimaciones de Mercedes (2004)
La situación educativa de los inmigrantes haitianos que viven
en los bateyes es dramática. Se estima que más de un 22 % de
las personas cursan del 1ro al 5to grado de primaria, cerca de un
10 % llega a cursar de 5-8vo grado, y sólo un 1% logra alcanzar
algún nivel de secundaria. El resto de la población no llega a
cursar ningún nivel educativo. De allí que se puedan encontrar
bateyes en el país, en donde más del 60 % de la población nunca
ha tomado ni siquiera un solo curso en la escuela.43
El mercado laboral nacional asigna a los haitianos los trabajos
de menor calificación y mayor esfuerzo físico. Para ilustrar
esta situación, cabe resaltar que “de los trabajadores haitianos
utilizados por el sector construcción, la mayoría son trabajadores
no calificados, o sea peones y ayudantes. Concretamente, el 50%
de los trabajadores empleados como peones son haitianos y en el
caso de ayudantes, un 47%”.44 A partir de esos datos estadísticos,
42. Idem.
43. Martínez (2006), p. 55.
44. Reyes (2003), p. 44, usando evidencia del año 2002; sin embargo, en BáezEvertsz y Lozano (2008), p. 205, se sugiere que esos datos ya han sido superados
y afirman que “resulta casi seguro que los inmigrantes haitianos serían ya una
firme mayoría entre las ocupaciones no calificadas de la construcción.” Esto se
confirma en el presente estudio.
253
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
se podría afirmar que los empleadores prefieren contratar a un
haitiano que a un dominicano cuando tienen la necesidad de
emplear a un trabajador de baja calificación. En ese orden, “a los
trabajadores haitianos se les paga menos que a los dominicanos
pero eso se debe en parte al factor de segmentación, pues los
haitianos son los trabajadores no calificados y los dominicanos
los más calificados.”45
La mayoría de los inmigrantes son contratados de forma
informal, entiéndase sin el aval de contratos escritos que permitan
perseguir a sus empleadores en la justicia o ante el tribunal de
trabajo si estos se enfrascan en una batalla judicial por los obtención
de los beneficios que les otorgan las leyes laborales, dando esto luz
verde a los empleadores para esquivar determinadas obligaciones
y contribuciones como las correspondientes a la seguridad social,
entre otras. En dichas circunstancias, es mucho más difícil para
el trabajador haitiano exigir sus prestaciones laborales cuando se
le despide que para los trabajadores dominicanos. Por otro lado,
esa misma situación no permite al trabajador haitiano contribuir
de la misma manera a la seguridad social como lo hacen los
dominicanos.
No obstante, Wilfredo Lozano afirma que no hay nada
más falso que la imagen de un jornalero haitiano asustado y
desconocedor de las complejidades del mercado de trabajo rural
dominicano.46 En ese contexto, Lozano señala que contrario a la
visión “ingenua” y paternalista que le atribuyen algunos sectores
políticos, “los jornaleros tienen un excelente conocimiento
de los requerimientos de fuerza de trabajo por parte de los
productores; saben con mucha precisión en cuáles parajes y
45. Wooding y Mosseley-Williams. (2004), p. 61.
46. Citado en Wooding y Mosseley-Williams (2004), p. 59.
254
TOMO I
fincas se pagan mejores salarios y negocian con inteligencia sus
relaciones laborales con los productores.”47 Este conocimiento
es imprescindible para los inmigrantes haitianos pues “de ello
depende su vida, aun cuando lo afirmado no quiere sostener
que tal conocimiento les asegure mejores salarios y estabilice sus
empleos.”48
La discriminación en contra de los haitianos provoca que
la migración haitiana disminuya el valor de los salarios de la
agricultura o la construcción, en donde se “crea una competencia
injusta para los dominicanos pobres”49 al tiempo que se mantienen
“bajos los salarios de los trabajadores no calificados.”50 En efecto,
uno de los impactos causados por la migración haitiana ha sido
una sensible reducción en el nivel de vida de los trabajadores
dominicanos, pues estos últimos sufren de la competencia de una
mano de obra que reduce los costos laborales unitarios.
Algunos autores afirman que existen grandes diferencias
entre los salarios que perciben los obreros dominicanos y los
que consignan los trabajadores haitianos en el sector de la
construcción, importando muy poco si ambos desempeñan
la misma labor. Por ejemplo, según el informe de la SET: “un
trabajador dominicano empleado como peón recibe al mes un
salario promedio de RD$ 6,178, mientras que un trabajador
haitiano de la misma ocupación sólo recibe RD$ 3,257 es decir
poco más de la mitad.”51
Si se parte del principio de la racionalidad económica que
deben aplicar los empleadores de haitianos, se podría afirmar
47. Ídem.
48. Ídem.
49. Reyes (2003), p.43.
50. Ídem.
51. Ídem.
255
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
que estos contratan en los niveles de baja calificación mano de
obra dominicana solo cuando ya se ha agotado la disponibilidad
de la haitiana. A pesar de esta realidad: “no existe tal claridad de
la extensión del fenómeno social de sustitución de mano de obra
dominicana por haitiana en la construcción,”52 que es uno de los
sectores de la economía del país, en los que se escenifica con mayor
incidencia la presencia de los inmigrantes haitianos.
Este tipo de interrogantes se reflejan también en la opinión
de Sánchez-Fung (2000), para quien: “sería interesante saber si
la mano de obra haitiana es desplazadora de la dominicana, o es
muestra del libre juego de la oferta y la demanda de trabajo.”53
Sin adentrarse mucho en el tema, Sánchez-Fung afirma que “la
última opción parece razonable si se toma en cuenta que los
dominicanos históricamente han repudiado el tipo de trabajo
que ejecutan los haitianos, por ejemplo, el corte de la caña.”54
Esta posición, es compartida por Silié (2003) quien observa que
las labores en las que se emplean los inmigrantes haitianos son
“las menos aceptadas por los dominicanos, por ser pesadas, mal
remuneradas y de gran inestabilidad, con ausencia de seguridad
social.”55 No obstante, “el problema es complejo”56 como señala
Sánchez-Fung, pues todavía persisten muchas dificultades para
poder determinar a ciencia cierta la extensión del fenómeno de
sustitución de la mano de obra dominicana por parte de la haitiana
en el mercado laboral dominicano. En el presente estudio se dará
respuesta a esa interrogante.
52. Sánchez-Fung (2000), p. 171.
53. Ídem.
54. Ídem.
55. Silié (2003), p.11.
56. Sánchez-Fung (2000), p. 171.
256
TOMO I
i. Entorno legal del acceso de los inmigrantes haitianos
al mercado laboral dominicano
La Constitución de la República Dominicana, en el Artículo
11, consagra la Libertad de Trabajo. En particular, dicho Artículo
establece que la ley podrá establecer la participación de los
nacionales en todo trabajo. El Código de Trabajo de la República
Dominicana57 establece que el 80% de los trabajadores de una
empresa debe estar integrado por dominicanos58 y enuncia en
el Principio IV que: “las leyes concernientes al trabajo son de
carácter territorial” y que “rigen sin distinción a dominicanos y
extranjeros.” En ese sentido, el régimen laboral dominicano no
distingue entre nacionales y extranjeros.
Igualmente, el Principio VII del Código de Trabajo prohíbe
cualquier discriminación, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, ascendencia nacional u origen social, entre
otros. Por su parte, la Ley General de Migración No. 285-04 del
27 de agosto de 2004 (la “Ley de Migración”), establece en el Artículo 98 que: “los extranjeros admitidos como Residentes pueden realizar toda clase de trabajo o actividad remunerada” y en el
Artículo 101 se establece que: “los extranjeros que permanezcan
ilegalmente en el territorio nacional, no podrán, bajo ninguna circunstancia, trabajar o realizar tareas remuneradas o lucrativas”.
La Ley sobre Migración también estipula en el Artículo 102
que los empleadores que proporcionen trabajo o contraten algún extranjero, deben constatar su permanencia legal en el país
57. Ley No. 16-92 del 17 de junio de 1992.
58. Hay algunas excepciones como es el caso de los extranjeros casados con
personas dominicanas, que tengan en el país más de tres años de residencia
ininterrumpida y más de dos años de casado. Así como los extranjeros que hayan
procreado hijos dominicanos y tengan en el país más de cinco años de residencia
ininterrumpida.
257
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
y que se encuentre habilitado para trabajar, solicitándole la presentación de los documentos migratorios de lugar, a saber: Carné
de Residente Permanente o de Residencia Temporal, Cédula de
Identificación Personal para Extranjeros y Carné de Trabajo para
Trabajadores Temporeros No Residentes.
ii. Principales hipótesis
Hipótesis 1: La mano de obra haitiana –formal e informal– es
un eslabón competitivo de la cadena productiva de algunas actividades económicas nacionales, por lo cual en esos casos la mano
de obra haitiana es complementaria al capital y a la mano de obra
calificada de la República Dominicana.
Hipótesis 2: La mano de obra haitiana –formal e informal– es
sustituta de la mano de obra dominicana de menor nivel de calificación.
Hipótesis 3: El mercado laboral dominicano tiende a discriminar en contra del trabajador haitiano, de manera que el ingreso
de dos personas de igual nivel de educación será diferente en
función de que si son dominicanas o haitianas.
Hipótesis 4: La inmigración haitiana eleva el grado de desigualdad de ingresos en la República Dominicana; es decir, aumenta la
remuneración del capital y de la mano de obra calificada y reduce
los ingresos laborales de los trabajadores menos calificados.
iii. Metodología de evaluación de hipótesis
1. Encuesta
En la República Dominicana hay escasez de datos estadísticos
relacionados con el tema de los inmigrantes haitianos en sentido
general. En ese contexto, se diseñó e implementó una encuesta
formal, utilizando técnicas de muestreo, con el objetivo de determinar el impacto que tiene la inmigración haitiana sobre el mer258
TOMO I
cado laboral y las finanzas públicas de la República Dominicana.
De manera más específica, esa encuesta permitirá evaluar las
hipótesis de trabajo y contestar las preguntas formuladas en torno a la condición relativa de la mano de obra inmigrante haitiana
con relación a la dominicana y si el inmigrante es o no demandante neto de recursos del Estado dominicano.
Para tales fines, la encuesta se estructuró bajo dos ópticas distintas pero a la vez complementarias: la primera de ellas la conforman los empleadores de mano de obra haitiana (por el lado de
la demanda) y la segunda abarca a los trabajadores haitianos (por
el lado de la oferta), donde se incluyen también a los dominicanos para fines de comparación.
Se diseñaron tres instrumentos para la captación de información, cada uno dirigido hacia los empleadores, trabajadores dominicanos y trabajadores haitianos, respectivamente. Para estos dos
últimos se incluyeron, además de preguntas generales aplicables a
ambas partes, preguntas específicas dirigidas a cada grupo poblacional. Los empleadores entrevistados en su mayoría (96% de los
casos) fueron aquellos que, por su posición, tienen la capacidad
para poder contestar las preguntas formuladas, como lo son dueños de la empresa, encargados y supervisores de obra y jefes de
hogar.
TABLA 2
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DEL LEVANTAMIENTO
DE LA INFORMACIÓN
Región
Distribución
Nacional
Sto. Dgo. Este
Sto. Dgo. Norte
Sto. Dgo. Oeste
Total
Empleador
Trabajador Trabajador
Dominicano Haitiano
Total
37
82
201
320
6
2
3
48
20
12
12
126
82
13
39
335
108
27
54
509
259
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
El levantamiento de la información se realizó tanto en el Distrito
Nacional como en la Provincia Santo Domingo, siendo el primero
el que acapara la mayor proporción de la muestra. En ese sentido,
se entrevistaron 48 empleadores, 126 trabajadores dominicanos y
335 trabajadores haitianos, para un total de 509 entrevistas. Las
actividades económicas aquí abarcadas fueron construcción,
comercio y servicio doméstico, siendo el sector construcción
donde se aplicó la mayor cantidad de encuestas por la elevada
presencia de mano de obra haitiana.
2. MODELOS ECONOMÉTRICOS
Se elaboraron modelos econométricos para cuantificar la
relación existente entre las principales variables que interrelacionan
la inmigración haitiana con el mercado laboral. La demanda laboral
haitiana se estimó en base a las respuestas de los empleadores
con relación a la de la participación de la mano de obra en la
nómina total de las empresas. El impacto del nivel educativo y
de la discriminación sobre el nivel de ingreso se abordó mediante
la estimación de ecuaciones de Mincer. También se aplicó la
metodología de Grossman (1982) para estimar una función de
producción translogarítmica59 y determinar la relación entre los
trabajadores dominicanos y los haitianos.
iv. Resultados
1. DESCRIPCIÓN DE LA MANO DE OBRA HAITIANA
a. Aspectos socioeconómicos
La mayoría de los trabajadores haitianos encuestados nació en
Haití. El 95.8% de esos trabajadores reportó haber nacido en Haití,
59. Véanse los aportes de Christensen, Jorgenson y Lau (1971 y 1973) en la
estimación de ese tipo de funciones de producción.
260
TOMO I
el 2.7% señaló haber nacido en la República Dominicana pero de
padres haitianos y el resto declaró ser hijos de padres mixtos. La
evidencia revela que los trabajadores haitianos tienen poco tiempo
viviendo en el país. Específicamente, el 53% de los trabajadores
haitianos tiene seis años o menos viviendo en territorio dominicano.
Solo el 8% tiene más de quince años residiendo en la República
Dominicana. Esto es consistente con los resultados obtenidos en
otras encuestas.
El trabajador haitiano es más joven que su contraparte
dominicano. La encuesta muestra que la edad promedio del
dominicano es de casi 35 años, mientras que la del trabajador
haitiano es de 28 años. También se observa que ambos tienen una
edad mínima de trabajo similar (alrededor de los 15 años), pero el
dominicano se mantiene trabajando a mayor edad. Dado que el
inmigrante se mueve de su país con el objetivo de maximizar el
valor presente de su flujo de ingresos esperado, es lógico que el
trabajador inmigrante sea más joven en promedio que el nacional,
pues de esa manera podrá obtener un mayor nivel de ingresos a
lo largo de su ciclo vital.
El trabajador haitiano tiene una mayor propensión a estar
soltero que el dominicano. El 38% de los haitianos encuestados
declaró ser soltero, mientras que solo lo hizo el 23% de los
trabajadores dominicanos. Ambos tipos de trabajadores prefieren
la unión libre a casarse, pero los haitianos la prefieren más, pues
de aquellos que declararon estar casados o unidos, el 82.7% de
los encuestados haitianos declaró estar “unido(a)” mientras que
así declaró el 76.7% de los dominicanos.
La mayoría de los haitianos se mantiene en el país sin obtener
documentación oficial dominicana. El 91.9% de los trabajadores
haitianos entrevistado declaró no poseer cédula de identificación
para extranjeros. No obstante, 87.2% de los trabajadores haitianos
afirma que posee algún documento haitiano, en particular, su
pasaporte.
261
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
El ingreso promedio del trabajador haitiano es inferior al de su
par dominicano. El ingreso mensual de los trabajadores haitianos
es de 8,506 pesos, mientras que los dominicanos reciben un
ingreso mensual de 15,732 pesos. Además, se observa que el
salario mínimo de los haitianos (1,500 pesos al mes) es la mitad
que el percibido por los dominicanos (3,000 pesos al mes). La
siguiente gráfica muestra un histograma con la distribución de
salarios tanto para el trabajador dominicano como el haitiano.
Se observa claramente que aunque la mayoría de los trabajadores
–para ambas nacionalidades– se encuentra en los niveles
inferiores, hay un sesgo mucho más pronunciado para el caso de
los haitianos.60
FIGURA 3
DISTRIBUCIÓN SALARIAL TRABAJADORES
DOMINICANOS Y HAITIANOS
CUÁNTO GANA EN UN MES POR SU TRABAJO AQUÍ
CUÁNTO GANA EN UN MES POR SU TRABAJO AQUÍ
¿Qué sucede con los niveles de ingreso en función al tiempo
trabajando? Al cruzar las variables ingreso medio del trabajador
haitiano con el tiempo que tiene desempeñando la actividad
económica actual, se observa una clara tendencia hacia el alza en
60. Se realizó una prueba de medias y se determinó que la diferencia entre los
ingresos es estadísticamente significativa.
262
TOMO I
el ingreso promedio en la medida en que el mismo va adquiriendo
mayor experiencia en el trabajo realizado. De lo anterior se puede
inferir que a mayor tiempo residiendo en República Dominicana,
mayor es el salario promedio del inmigrante haitiano.
FIGURA 4
Aunque el nivel de ingreso aumenta, el trabajador haitiano
en todo momento se mantiene con un nivel salarial promedio
inferior relativo al trabajador dominicano. Esa brecha se acentúa
en sentido general a través del tiempo, al observar el porcentaje
que representa el nivel de ingreso promedio del trabajador
haitiano relativo al promedio general por tiempo de labor, lo que
a su vez significa que los trabajadores dominicanos experimentan
mejoras salariales superiores a los del inmigrante haitiano.
263
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
TABLA 3
INGRESO MEDIO SEGÚN TIEMPO TRABAJADO Y NACIONALIDAD
b. Calificación
Tiempo
Laborando
Menos de 6 meses
De 6 a 12 meses
De 1 a 2 años
De 2 a 3 años
Más de 3 años
Total
Dominicano Haitiano
10,918
13,071
13,850
9,216
17,433
15,732
7,973
7,894
8,551
8,290
8,905
8,506
Total
8,422
8,847
9,666
8,453
11,981
10,489
Dif
% del Prom
Haitiano
(Hait.)
-5.3%
94.7%
-10.8%
89.2%
-11.5%
88.5%
-1.9%
98.1%
-25.7%
74.3%
-18.9%
81.1%
El trabajador dominicano tiene un mayor grado de calificación
que su contraparte haitiana. El 79.2% de los empleadores
dominicanos está de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación
de que el trabajador dominicano está más calificado que el haitiano.
Ese mayor nivel de calificación en el trabajo no necesariamente
significa que los trabajadores dominicanos tienen un mayor grado
de escolaridad que los haitianos.
TABLA 4
PARA UN MISMO TIPO DE OCUPACIÓN, EL TRABAJADOR DOMINICANO
EN PROMEDIO TIENE UN MAYOR GRADO DE CALIFICACIÓN QUE EL
TRABAJADOR HAITIANO
Comercio
Construcción
Servicio
doméstico
Total
Muy de acuerdo
20.0%
53.3%
25.0%
41.7%
De acuerdo
50.0%
33.3%
37.5%
37.5%
En desacuerdo
20.0%
6.7%
37.5%
14.6%
Muy en desacuerdo
10.0%
6.7%
0.0%
6.3%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
Respuesta
264
TOMO I
Los empleadores perciben que el trabajador dominicano se
especializa más rápido que el trabajador haitiano. Sólo el 24%
de los encuestados afirma estar de acuerdo con la afirmación
de que los haitianos se especializan más rápido que los dominicanos.
El trabajador dominicano tiene más capacidad para manejar
equipos. El 67% de los empleadores encuestados afirma estar
muy de acuerdo y de acuerdo con la afirmación de que los empleados dominicanos son más capaces de manejar equipos que
sus contrapartes haitianos.
Los empleadores prefieren a los trabajadores dominicanos
cuando es necesario un trabajo de mayor calidad. El 87.2% de
los empleadores señalan que es mejor emplear mano de obra
nacional cuando es necesario una tarea con mayor especialización.
El trabajador haitiano recién llegado tiene que aprender mucho. El 94% de los empleadores afirma estar muy de acuerdo o
de acuerdo con la afirmación que establece que los trabajadores
haitianos que recién llegan al país deben aprender mucho para
poder ofrecer un servicio de calidad.
El trabajador haitiano que ha llegado a la República Dominicana en los últimos dos años tiene un mayor nivel de calificación que el trabajador haitiano que llegó con anterioridad. El
81.4% de los empleadores dominicanos piensa que los nuevos
emigrantes haitianos poseen un mayor nivel de escolaridad y
experiencia profesional que los trabajadores haitianos que llegaban en el pasado.
265
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
c. Remesas y situación económica del inmigrante
Los haitianos mantienen vínculos estrechos con sus familiares
que residen en Haití. Casi 8 de cada 10 haitianos envía remesas
a sus familiares. Los trabajadores haitianos envían una suma
promedio de 2,600 pesos mensuales, con un nivel mínimo de
75 pesos y un máximo de 12,000 pesos al mes. Orozco (2006)
señala que las remesas son enviadas, principalmente, a través de
canales informales vía empresarios que operan en la frontera.
Estos, a su vez, prestan dinero al inmigrante haitiano y proveen
otros servicios de naturaleza financiera. Orozco cuantifica que
la cantidad de dinero enviado hacia Haití en promedio es de 96
dólares (3,168 pesos), con una mediana de 67 dólares (2,211
pesos), montos que son consistentes con los resultados de la
encuesta aplicada.
En un estudio realizado por FLACSO y OIM en el 2004, se
presenta que más del 90% de los encuestados afirmaba que las
mejores condiciones económicas prevalecientes en la República
Dominicana constituyen la razón principal para emigrar a nuestro
territorio. En la encuesta aplicada en este estudio se obtuvo que
la mayoría de los haitianos percibe que su situación económica
actual es mejor que la que tenía cuando residía en Haití. Casi 9
de cada 10 trabajadores haitianos responde que sus condiciones
de vida han mejorado desde que se encuentran laborando en la
República Dominicana.
d. Capacidad de insertarse en el mercado laboral
Los haitianos se integran rápidamente en el mercado de trabajo
nacional. El 72% de los encuestados respondió que consiguieron
trabajo en menos de un mes de estar residiendo en la República
Dominicana. Esto significa que el inmigrante pasa a formar parte
del proceso productivo y a crear valor agregado en un plazo muy
266
TOMO I
breve. Al descomponer por tipo de actividad se observa que los
trabajadores haitianos consiguen trabajo más rápido en el sector
construcción que en otras actividades productivas. En el sector
construcción el 74% de los inmigrantes afirma que consiguió
trabajo en menos de un mes; mientras que el 69% de los que
laboran en otros sectores, consiguió trabajo en un plazo similar.
e. Tipo de trabajo
La encuesta se concentró en los sectores de construcción,
comercio y servicios domésticos, por lo cual el 57.1% de los
encuestados haitianos trabaja en el sector de la construcción;
el 27.6% son vendedores (ambulantes y fijos), el 6.3% son
trabajadores domésticos, y el resto tienen otras actividades (e.g.,
chiripero, vigilante). Con relación a los trabajadores dominicanos
encuestados, el 77.8% se concentra en la construcción; el 4.8%
es trabajador doméstico; el 3.2% es vigilante; y el resto realiza
otras actividades.
Es interesante ver la movilidad laboral entre las actividades
productivas. Los haitianos que están trabajando en el sector
de la construcción provienen del mismo sector construcción
(54.7%) y de la agricultura (18.9%), preponderantemente. Los
vendedores ambulantes actuales provienen de la misma actividad
(32.4%), de la construcción (27.9%) y de la agricultura (11.8%).
El trabajador doméstico proviene de la misma actividad (33.3%)
y de la venta ambulante (23.8%). El vigilante antes trabajaba en la
construcción (50%) y en la misma actividad de vigilancia (25%).
El vendedor fijo antes era un vendedor ambulante (33.3%).
267
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Trabajo Realizado Anteriormente
TABLA 5
ACTIVIDAD ECONÓMICA ACTUAL
Dominicano
Obrero
Vigilante
Construcción
Chiripero
Vendedor Trabajador Vendedor
ambulante doméstico
fijo
Otro
Total
Ninguno
4.2%
0.0%
0.0%
4.4%
9.5%
0.0%
14.3%
4.5%
Obrero de la
agricultura
18.9%
8.3%
0.0%
11.8%
0.0%
12.5%
14.3%
15.0%
Obrero
construcción
54.7%
50.0%
25.0%
27.9%
9.5%
12.5%
0.0%
40.5%
Vigilante
3.7%
25.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
3.0%
Chiripero
2.1%
0.0%
50.0%
4.4%
9.5%
8.3%
0.0%
3.9%
Vendedor
ambulante
4.7%
16.7%
25.0%
32.4%
23.8%
33.3%
14.3%
14.7%
Trabajador
doméstico
0.0%
0.0%
0.0%
7.4%
33.3%
8.3%
0.0%
4.2%
Mendigo
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
Otros
11.6%
0.0%
0.0%
11.8%
14.3%
25.0%
57.1%
14.1%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0% 100.0%
Trabajo Realizado Anteriormente
TABLA 6
ACTIVIDAD ECONÓMICA ACTUAL
Dominicano
Obrero
Vigilante
Construcción
Chiripero
Vendedor Trabajador Vendedor
ambulante doméstico
fijo
Otro
Total
Obrero de la
agricultura
11.2%
25.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
9.5%
Obrero
construcción
32.7%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
16.7%
27.0%
Vigilante
2.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
1.6%
Chiripero
2.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
1.6%
Vendedor
ambulante
2.0%
0.0%
0.0%
50.0%
16.7%
0.0%
0.0%
3.2%
Trabajador
doméstico
0.0%
25.0%
0.0%
0.0%
16.7%
33.3%
0.0%
2.4%
Mendigo
1.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.8%
Otros
49.6%
50.0%
100.0%
50.0%
66.7%
66.7%
83.3%
54.0%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0% 100.0%
Los trabajadores dominicanos exhiben una mayor movilidad
entre actividades. Los que actualmente están en la construcción
provienen de otras actividades (49.0%) y de la misma actividad
(32.7%). Los vigilantes antes eran trabajadores domésticos (25%)
y laboraban en la agricultura (25%). Los trabajadores domésticos
268
TOMO I
realizaban otra actividad (66.7%). Igualmente sucede con el resto
de las ocupaciones actuales.
F. GRADO DE INFORMALIDAD LABORAL
Los empleadores dominicanos afirman que a los trabajadores
haitianos hay que pagarle sus prestaciones laborales cuando se les
despide. El 93.8% de los empleadores encuestados afirmó estar de
acuerdo o muy de acuerdo con el hecho de que a los trabajadores
haitianos hay que darle sus prestaciones laborales.
La mayoría de los empleadores afirma que pagan impuestos por
los trabajadores haitianos. El 73% de los empleadores afirma que
paga por todos (69%) o por algunos trabajadores haitianos (4%).
El resto señala que no paga impuestos por esos trabajadores.
Los empleadores también responden que cumplen con sus obligaciones con el seguro familiar de salud. El 68% de los empleadores afirma que paga seguro familiar de salud por todos (55%) o
por algunos trabajadores haitianos (13%). El cumplimiento de las
obligaciones laborales se reduce en el caso de las pensiones. Solo
el 44% de los empleadores afirma que paga pensiones por todos
(37%) o por algunos trabajadores haitianos (7%).
No existe diferencia significativa entre los trabajadores dominicanos y haitianos con relación al cumplimiento de las obligaciones
tributarias. El 50.4% de los trabajadores dominicanos afirma que
le descuentan impuestos. El 48.9% de los trabajadores haitianos
contesta que le descuentan impuestos. La diferencia no es estadísticamente significativa.
g. Estabilidad laboral
Los empleadores consideran que el trabajador haitiano exhibe
mayor estabilidad laboral que los dominicanos. El 68.8% de los
empleadores está en desacuerdo con la afirmación que establece
269
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
que el trabajador haitiano deja el empleo más fácil que el empleado
dominicano. De hecho, el 64.6% de los empleadores afirma estar
de acuerdo (33.3%) y muy de acuerdo (31.3%) con la expresión
de que el trabajador haitiano cumple mejor con su horario de
trabajo que el trabajador dominicano.
2. IMPACTO SOBRE EL PRECIO DE LOS FACTORES PRODUCTIVOS POR
SECTOR SELECCIONADO
a. Capital
La existencia de un efecto positivo de la mano de obra
haitiana sobre el capital invertido implica la existencia de
complementariedad entre esos dos insumos de producción. De
acuerdo a los resultados de la encuesta, el 33% de los empleadores
afirma que el empleo de la mano de obra haitiana se traduce en
un mayor nivel de beneficios para la empresa.
El trabajador haitiano no es tan productivo que pudiera
sustituir una máquina. El 72% de los empleadores afirma estar en
desacuerdo o muy en desacuerdo con la afirmación que sostiene
que el haitiano es tan productivo que puede sustituir alguna
máquina. Esto sugiere que el uso de la mano de obra haitiana
incrementa el retorno del capital, pero no lo sustituye, dándole
más peso a la hipótesis de complementariedad entre la mano de
obra haitiana y el capital.
Con relación a la mano de obra nacional, una parte importante
de los empleadores tiene la percepción de que el trabajador
haitiano rinde más que el dominicano. Alrededor del 40% de
los empleadores piensa que los haitianos rinden más que los
dominicanos. Esa percepción puede estar reflejando la existencia
de sustitución entre los nacionales y los haitianos.
270
TOMO I
b. Mano de obra
i. Demanda relativa de la mano de obra
Los empleadores dominicanos elevan la demanda de mano de
obra haitiana –con relación a la dominicana– en función de su
percepción con relación a su aporte al nivel de beneficios, nivel
de productividad y nivel de calificación. La encuesta revela que
de cada 100 trabajadores, se emplea una media de 50 trabajadores
haitianos. En el sector construcción el porcentaje de mano de obra
haitiana empleada es de un 49.5%.
Se estimó un modelo econométrico para cuantificar la cantidad
de trabajadores haitianos como porcentaje del total de empleados
en función de las opiniones de los empleadores con relación a los
trabajadores haitianos. El modelo sugiere que los empleadores
que piensan que los haitianos elevan el nivel de beneficios de las
empresas tienden a contratar una mayor cantidad de haitianos.
Específicamente se estima que ese tipo de empleadores utiliza una
cantidad de empleados haitianos cuya participación en el total de
empleados supera en 18 puntos porcentuales a lo que se registra en
las empresas de otros empleadores.
Los empleadores que opinan que el trabajador haitiano es tan
productivo que puede llegar a sustituir alguna maquinaria o equipo,
tienden a contratar una mayor cantidad de mano de obra haitiana.
El modelo revela que los empleadores que tienen esa opinión
declaran poseer un porcentaje de empleados haitianos como total
por encima de los 17 puntos porcentuales a los empleadores que
tienen una opinión diferente.
El modelo revela que aquellos empleadores que piensan que los
haitianos llegados en los dos últimos años tienen un mayor nivel
educativo que los que emigraron con anterioridad, utilizan una
mayor cantidad de mano de obra en sus unidades productivas. Se
271
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
estima que la participación de trabajadores haitianos en el total
de empleados se eleva en 25 puntos porcentuales.
ii. Remuneración de la mano de obra
El ingreso del trabajador está vinculado con el nivel educativo.
En la siguiente tabla se observa que el ingreso promedio de los
trabajadores dominicanos calificados (i.e., con nivel de educación
superior a octavo de básica) es un 11.6% mayor al de sus pares
no calificados.
TABLA 7
Inferior a 8vo de Básica (Dominicano)
Variable
Obs
Media Desv. Est.
Ingreso Mensual
78
15,069
9,371
Min
3,000
Max
42,200
Superior 8vo de Básica (Dominicano)
Variable
Obs
Media
Ingreso Mensual
48
16,810
Min
4,500
Max
50,000
Desv. Est.
11,084
El ingreso de los trabajadores haitianos más educados es
más elevado al de los menos educados, superando el ingreso
del trabajador haitiano calificado en un 15.6% al ingreso de su
par no calificado. No obstante, el ingreso promedio del haitiano
educado es menor que el que recibe el dominicano no calificado.
El ingreso del trabajador haitiano no solo es menor que el del
dominicano, sino que muestra una mayor dispersión según el
grado de calificación.
272
TOMO I
TABLA 8
Inferior a 8vo de Básica (Haitiano)
Variable
Obs
Media
Ingreso Mensual
221
8,080
Desv. Est.
3,653
Min
1,500
Max
30,000
Superior 8vo de Básica (Haitiano)
Variable
Obs
Media
Ingreso Mensual
112
9,344
Desv. Est.
3,812
Min
2,000
Max
20,000
ECUACIONES DE MINCER
Para determinar el retorno de la educación se estimaron
ecuaciones de Mincer, cuyo fundamento teórico y metodología
empírica fueron desarrollados por Becker (1962) y Mincer (1974).
En esos trabajos se demuestra que el nivel de ingreso laboral
está positivamente vinculado a la educación y la experiencia.
Específicamente, se establece que
d o n d e β es la tasa de retorno de la educación. Para analizar la
posibilidad de que el mercado laboral discrimine en contra de los
haitianos, se incluirá en la ecuación de ingreso la nacionalidad del
trabajador, de manera que el signo del coeficiente que acompañe
a la variable dicotómica que identifica la nacionalidad determine
el impacto de la misma sobre el ingreso laboral. De ahí que el
modelo a estimar será:
1
En la tabla 9 se presentan los resultados de cuatro modelos
que incluyen como variables explicativas la educación (educ),
273
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
la experiencia (exper) y el cuadrado de la experiencia (exper2),
la nacionalidad del trabajador (d_nacional) y el género (sexo).
El primer modelo incluye todas las actividades productivas
(construcción, comercio y servicios); el segundo modelo se aplica
únicamente al sector construcción; el tercer modelo se aplica al
resto de las actividades productivas; y el cuarto modelo incluye
una variable dicotómica (d_acti) que toma valor de 0 si se trata del
sector construcción y de 1 si es otra actividad productiva. Todos los
coeficientes son estadísticamente significativos –en los modelos 1
y 4- y el signo es igual al esperado por la teoría económica.
Los resultados revelan que para todas las actividades productivas
se observa que existe una relación positiva del grado de educación
y el nivel de ingreso. Además, se obtuvo como resultado que, para
un mismo nivel de educación, el haitiano recibe un menor nivel
de ingreso que su contraparte dominicano. En adición, se observa
que a mayor experiencia el nivel de ingreso sube, pero a una tasa
de crecimiento cada vez menor, verificándose la hipótesis del ciclo
de vida. Con relación al género del trabajador, se obtiene como
resultado que la mujer tiene un ingreso menor que el del hombre.
TABLA 9
ECUACIONES DE MINCER CON EXPERIENCIA
(COEFICIENTES ORIGINALES)
Variable
educ
exper
exper2
d_nacional
sexo
d_acti
_cons
r2
rmse
n
Modelo1
0.04111416***
0.04466853***
-0.00070074***
-0.38766026***
-0.4983145***
Modelo2
0.03912584***
0.05293166***
-0.05293166***
-0039517145***
-0.24578564***
Modelo3
0.05219832***
0.02185172
-0.00028723
-0.04543671
-0.28488607***
8.6751609***
8.65453***
8.3311869***
Modelo4
0.04397678***
0.04306719***
-0.00066257***
-0.32965374***
-0.34288201***
-0.23002687***
8.6818393***
0.35907892
0.43885513
458
0.3691458
0.40385508
305
0.19224003
0.46325121
153
0.38664617
0.4297891
458
leyenda:*p < 0.05; ** p < 0.01; *** p < 0.001
274
TOMO I
En la siguiente figura se presentan los resultados de simular la
evolución del ingreso (en logaritmos) en función de la experiencia
en el sector de la construcción. Obsérvese que durante toda la
trayectoria el ingreso del trabajador dominicano es superior al
del haitiano. Esto sugiere que dos personas con el mismo nivel
de educación, experiencia y género trabajando en el sector de la
construcción tendrán una remuneración diferente dependiendo
de si es dominicano o haitiano. El inmigrante recibirá un menor
nivel de salario y, en consecuencia, aportará más a la remuneración
del capital. Esto trae como consecuencia un aumento de la
desigualdad de ingresos en la República Dominicana, pues los
propietarios del capital aumentarán su participación relativa en el
valor agregado nacional después de la entrada de los inmigrantes
haitianos, quienes tenderán a deprimir el salario promedio del
trabajador dominicano de menor educación y experiencia.
FIGURA 5
INGRESO EN FUNCIÓN DE LA EXPERIENCIA
En la tabla 10 se presentan los coeficientes beta61 para cada uno
de los modelos estimados, con el objetivo de identificar cuáles
son las variables que mayor influencia tienen sobre el ingreso
de los trabajadores. La magnitud de los coeficientes revela que
61. Los coeficientes beta miden en cuántas unidades de desviación estándar
cambiaría la variable dependiente (el logaritmo del nivel de ingresos) cuando la
variable explicativa cambia en una desviación estándar.
275
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
la experiencia es el principal determinante de los ingresos de los
trabajadores encuestados. La educación, que también ejerce una
influencia positiva sobre el nivel de ingresos, tiene una influencia
que oscila alrededor de la mitad y una tercera parte de la influencia
de la experiencia. Esto es consistente con el hecho de que los
trabajadores dominicanos y haitianos, con igual nivel de educación,
tienen niveles de ocupación diferentes y, en consecuencia, ingresos
distintos. Los resultados muestran también que ser haitiano reduce
la remuneración en una magnitud similar al aporte que realiza el
nivel educativo a los ingresos. Esto significa que un trabajador
haitiano que tenga el mismo nivel educativo que el dominicano
tiende a obtener un menor nivel de salario. Algo similar aparece
en el caso de la mujer, pues el simple hecho de ser mujer reduce el
aporte positivo que tiene la educación a su remuneración.
TABLA 10
ECUACIONES DE MINCER CON EXPERIENCIA
(COEFICIENTES BETA)
Variable
educ
exper
exper2
d_nacional
sexo
d_acti
r2
rmse
n
Modelo1
0.286199***
0.791041***
-0.59758***
-0.3179***
-0.31092***
Modelo2
0.298619***
1.032869***
-0.7891333***
-0.3753911***
-0.0555422
Modelo3
0.3802154***
0.399823
-0.2489657
-0.0289774
-0.2726242***
Modelo4
0.3061259***
0.7626827***
-0.5650283***
-0.2703283***
-0.2139361***
-0.1992294***
0.352
4.3886
458
0.3691
0.40386
305
0.1922
0.46325
153
0.3866
0.42979
458
leyenda: * p < 0.05; ** p < 0.01; *** p < 0.001
También se estimaron las ecuaciones de Mincer utilizando la
edad como variable explicativa. Los resultados revelan que para
276
TOMO I
todas las actividades productivas existe una relación positiva entra
la edad y el ingreso. A mayor edad, el nivel de ingreso sube, pero
luego comienza a decrecer, verificándose la hipótesis del ciclo
de vida. El resto de las variables tiene la misma interpretación
que las del modelo presentado con la experiencia como variable
explicativa.
iii. Relación con la mano de obra dominicana: ¿Sustituta
o complementaria?
El hecho de que utilizar mano de obra haitiana eleva la
rentabilidad de las empresas puede hacer que los empleadores
dominicanos prefieran contratar haitianos. Los empleadores
afirman que la mano de obra haitiana eleva la productividad
del trabajo dominicano. El 65% de los entrevistados afirma
que emplear a los haitianos le permite incrementar la eficiencia
del trabajador dominicano, sugiriendo la existencia de
complementariedad en el trabajo de sus contrapartes nacionales.
Sin embargo, la mayoría de los empleadores nacionales (66.7% de
los encuestados) piensa que el trabajo haitiano tiende a sustituir
al dominicano. Esta sustitución se lleva a cabo principalmente
en las actividades que exigen menor calificación, como sería
las que realizan los ayudantes en el sector de construcción. La
única manera de determinar si la mano de obra nacional y la
del inmigrante haitiano son complementarias o sustitutas es
mediante la estimación de un modelo econométrico.
La mayoría de los empleadores dominicanos prefiere emplear
a un trabajador nacional para realizar trabajos especializados.
La mano de obra haitiana, en el sector construcción, tiende a
ocupar los trabajos de menor nivel de calificación. En la siguiente
tabla se muestra que el 49.5% de los trabajadores dominicanos
que trabajan en la construcción son especializados, mientras
que sólo el 8.8% de los haitianos se califica de esa manera. De
forma complementaria, el 58.3% de los haitianos son ayudantes,
277
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
mientras que solo el 14% de los dominicanos tienen ese grado
laboral en la construcción.
TABLA 11
Respuesta Frec. Porcentaje Acum.
Ayudante
15
14.02
14.02
Trabajador
33
30.84
44.86
De Apoyo
Trabajador
53
46.53
94.39
Maestro
6
5.61
100.00
Constructor
Total
107
100.00
Respuesta Frec. Porcentaje Acum.
Ayudante
113
58.25
58.25
Trabajador
63
32.47
90.72
De Apoyo
Trabajador
17
8.76
99.48
Maestro
1
0.52
100.00
Constructor
Total
194
100.00
El trabajador dominicano no se emplea en las actividades
de menor nivel de remuneración. A pesar de que tiene un nivel
educativo similar al haitiano, se emplea en actividades que exigen
un mayor nivel de experiencia (e.g., trabajo especializado). En la
siguiente tabla se observa que el 88.3% de los ayudantes en el
sector de la construcción son haitianos, mientras que el 75.7% de
los trabajadores especializados son dominicanos.
TABLA 12
TRABAJA COMO UN AYUDANTE O ES UN
TRABAJADOR ESPECIALIZADO
Nacionalidad Ayudante
Dominicano
Haitiano
Total
11.72
88.28
100.00
Trabajador
De Apoyo
34.38
65.63
100.00
Trabajador
Especializado
75.71
24.29
100.00
Maestro
Total
Constructor
85.71
35.55
14.29
64.45
100.00
100.00
El salario relativo de los haitianos y los dominicanos se reduce
con la presencia de haitianos. El salario de los haitianos que
trabaja como ayudante en el sector de la construcción representa
el 83.5% de sus pares dominicanos. Sin embargo, el salario que
reciben los haitianos que realizan trabajos especializados en
278
TOMO I
la construcción equivale a un 54% del salario que reciben los
dominicanos. Esta evidencia sugiere que la llegada de mano
de obra al sector de la construcción deprime el salario de los
dominicanos en las actividades donde hay mayor abundancia de
mano de obra haitiana. Esto permite concluir que la mano de
obra haitiana es sustituta de la mano de obra dominicana.
CUANTIFICACIÓN ECONOMÉTRICA DEL GRADO DE SUSTITUCIÓN
En esta sección se presenta una aproximación cuantitativa de la
elasticidad de sustitución entre la mano de obra dominicana y la
haitiana en el sector de la construcción. Asimismo, se determina la
reacción de los salarios nacionales a la entrada de los inmigrantes
haitianos. La metodología sigue el trabajo de Grossman (1982)
el cual estima los parámetros de una función de producción
translogarítmica, lo cual permite calcular las elasticidades de
sustitución de los insumos de producción que intervienen en el
proceso de creación de valor agregado.
La función de producción translogarítmica está definida por la
siguiente ecuación,
donde, Q es el valor agregado; X i es la cantidad del insumo de producción i ; y los parámetros γ i y γ ij representan los coeficientes a
ser estimados. Grossman (1982) y Bauer (1997), basándose en Hamermesh (1993), justifican el uso de una función de producción
–en vez de una función de costo– debido al supuesto de que no
hay movilidad de los factores de producción y, en consecuencia,
las cantidades de esos insumos se mantienen fijas. Otro supuesto
que se utiliza es la existencia de mercados de factores competitivos,
lo cual permite obtener la participación de cada factor en el valor
279
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
agregado ∂ ln Q ∂ ln X i = si = Pi X i Q , donde si es la participación y
Pi es el precio del factor i. Siguiendo a Bauer (1997) se tiene que
mediante la diferenciación logarítmica parcial de la función de producción y el uso de la ecuación de si , se obtiene el siguiente sistema
de ecuaciones de las participaciones de los insumos:
En este sistema de ecuaciones se requiere cumplir con la siguiente condición de simetría: γ ij = γ ji . También se asume la homogeneidad lineal y ∑αi = 1 que ∑ si = 1.
Las elasticidades de complementariedad Hicksianas miden el
efecto sobre el precio relativo del factor i de un cambio en la
cantidad relativa del factor j, manteniendo constantes los costos
marginales y las cantidades de los otros factores de producción.
Siguiendo a Bauer (1997), quien a su vez se basa en Hamermesh
(1993), se tiene que para el caso de la función de producción
translogarítmica las elasticidades de complementariedad Hicksianas son:
⎧ γ ij + si s j
, para i ≠ j ,
⎪ ss
⎪
i j
cij = ⎨
2
⎪ γ ii + si − si , para i = j
⎪
si2
⎩
Donde se establece que dos factores de producción son
complementarios cij > 0 si y son sustitutos si cij < 0.
La elasticidad precio del factor –definida como el cambio
porcentual del precio del factor i cuando la oferta del factor j se
incrementa en un 1%– está dada por: δ ln Pi
δ ln x j
280
= ε ij = s j cij
TOMO I
De manera que se tiene como fórmulas explícitas de las elasticidades de los factores de producción las siguientes expresiones:
⎧ γ ij + si s j
, para i ≠ j ,
⎪
si
⎪
ε ij = ⎨
2
⎪ γ ii + si − si , para i = j
⎪⎩
si
Para calcular las elasticidades de complementariedad Hicksianas
y las elasticidades precio de los factores se usarán los datos obtenidos de la encuesta a 30 empleadores del sector de la construcción.
En esas unidades productivas se emplea a un total de 1,667 trabajadores, de los cuales, 842 son dominicanos y 825 son haitianos.
La participación de cada factor en el valor agregado se calculó
sumando los ingresos laborales mensuales de los trabajadores de
cada empresa y se dividió entre la suma de la totalidad de la remuneración mensual de los factores mano de obra –dominicana y haitiana– y capital de cada empresa. En la siguiente tabla se muestra
que la participación promedio de la mano de obra dominicana en
el valor agregado del sector de la construcción es de un 26.2% y la
de la mano de obra haitiana es de un 20.4%. La remuneración del
capital representa un 53.3% del valor agregado total.
Para la estimación se utilizó la metodología de las Ecuaciones
Aparentemente No relacionadas del profesor Arnold Zellner
de la Universidad de Chicago.62 Los coeficientes estimados del
62. Ese método se aplica a ecuaciones cuyo lado derecho contiene variables
estrictamente exógenas, pero los residuos se encuentran correlacionados.
El estimador desarrollado por el profesor Zellner es un método de Mínimos
Cuadrados Generalizados que permite obtener coeficientes que son eficientes y
consistentes, a diferencia de los estimadores Mínimos Cuadrados Ordinarios que
dejan de ser MELI. El estimador de Zellner se denomina Seemingly Unrelated
Regression Estimator (SURE). Esta metodología es muy usada para estimar los
coeficientes de las funciones de producción translogarítmicas.
281
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
modelo de la participación de la remuneración factorial en el valor
agregado total se presenta en la siguiente tabla.63 Los resultados
revelan que existe una relación significativa entre los trabajadores
dominicanos, haitianos y el capital, pues todos los coeficientes
son estadísticamente significativos.
TABLA 13
FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN TRANSLOG
Coeficientes
ad
ah
ak
ydd
ydh
ydk
yhd
yhh
yhk
ykd
ykh
ykk
Valor
1.3057
1.0089
-1.3147
0.1562
-0.0815
-0.0739
-0.0815
0.1400
-0.0588
-0.0739
-0.0588
0.1326
t
8.01
7.70
-8.22
6.83
-4.41
-6.42
-4.41
7.61
-6.34
-6.42
-6.34
11.68
A partir de los estimados de los parámetros de la función de
producción logarítmica se obtuvieron las elasticidades Hicksianas
de complementariedad y las elasticidades precio de los factores de
producción Las elasticidades Hicksianas de complementariedad
revelan que, en el sector de la construcción, el trabajador haitiano
es sustituto del trabajador dominicano (i.e., la elasticidad es
negativa). Además se observa que ambos tipos de trabajadores
son complementarios del capital (i.e., la elasticidad es positiva).
63. Los coeficientes fueron estimados usando la restricción de homegeneidad
lineal ∑ αi = 1, simetría γ ij = γ ji y, en consecuencia, ∑ γ ij =0.
i
282
TOMO I
TABLA 14
ELASTICIDADES HICKSIANAS DE COMPLEMENTARIEDAD
Dominicano
Haitiano
Capital
Dominicano
-0.5427
-0.5236
0.4719
Haitiano
-0.5236
-0.5371
0.4602
Capital
0.4719
0.4602
-0.4081
La elasticidad precio del factor permite señalar que, en el sector
de la construcción, cuando se incrementa la cantidad de trabajadores haitianos se reduce la remuneración de los trabajadores dominicanos. Los resultados de las elasticidades cruzadas sugieren que
un incremento de un 10% en la oferta de mano de obra haitiana
reduce la remuneración del trabajador dominicano en un 1.1%.
La evidencia también demuestra que la entrada de haitianos en el
mercado laboral de la construcción incrementa la remuneración
del factor capital, pero el aumento de la mano de obra dominicana
tiene un impacto también positivo y más grande. Se debe resaltar
que un aumento del capital invertido (e.g., 10%) eleva simultáneamente la remuneración de los trabajadores dominicanos (2.5%)
y haitianos (2.4%). Además, las elasticidades propias ponen de
manifiesto que un aumento de un 10% en la oferta de la mano de
obra dominicana reduce la remuneración de los trabajadores dominicanos en un 1.4%, mientras que el impacto de un incremento
de un 10% de la mano de obra haitiana reduce la remuneración
de su grupo en un 1.1%.
TABLA 15
Cambio en la
remuneración
del:
Dominicano
Haitiano
Capital
Elasticidad Precio de los Factores
Con relación a la cantidad de:
Dominicano
Haitiano
Capital
-0.1423
-0.1373
0.1238
-0.1068
-0.1096
0.0939
283
0.2519
0.2456
-0.2178
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Dado que la participación de las remuneración de los factores suman la unidad, solo n-1 de las ecuaciones de participación
son linealmente independientes. Por ese motivo, se procedió a
eliminar la ecuación de capital, usándose nuevamente la técnica
SURE de Zellner. Los resultados revelan que los coeficientes son
estadísticamente diferentes de cero, por lo cual se confirma la
existencia de una relación significativa –de sustitución– entre la
mano de obra dominicana y la haitiana.
TABLA 16
FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN TRANSLOG
Coeficientes
ad
ah
ydd
ydh
yhd
yhh
Valor
0.5740
0.4260
0.0591
-0.1609
-0.1609
0.0796
t
13.10
9.72
2.10
-8.48
-8.48
3.77
A continuación, se presentan los coeficientes estimados al
eliminar la remuneración del capital, tanto para las elasticidades
Hicksianas de complementariedad como para las elasticidades
del precio de los factores de producción. Obsérvese que en este
caso, la elasticidad de complementariedad refleja un mayor grado
de sustitución entre la mano de obra dominicana y la haitiana. A
su vez, esto se traduce en una mayor elasticidad de precio de los
factores de producción. Específicamente, cuando aumenta en un
10% la mano de obra haitiana se reduce la remuneración de la
mano de obra dominicana en un 3.7%.64 Además, se observa que
64. La elasticidad precio del factor para el caso de la inmigración haitiana obtenido
(-0.37) cae en el rango estimado para otros países. En particular Borjas (2003) se
obtienen elasticidades con valores comprendidos entre -0.3 y -0.4.
284
TOMO I
ese aumento de la mano de obra haitiana repercute negativamente sobre la remuneración de los haitianos, al reducirla también en
un 3.7%. Un incremento de la oferta de mano de obra dominicana de un 10% reduce el salario promedio de los dominicanos en
un 5%, lo cual sugiere que la mano de obra haitiana es sustituta
de la dominicana, pero no es exactamente igual a la mano de obra
nacional.
TABLA 17
ELASTICIDADES HICKSIANAS DE COMPLEMENTARIEDAD
Dominicano
Haitiano
Dominicano
-1.7039
-2.1236
Haitiano
-2.1236
-2.1185
TABLA 18
Elasticidades del Precio de los Factores
Con relación a la cantidad de:
Cambio en la
remuneración del:
Dominicano
Haitiano
Dominicano
-0.5044
-0.3695
Haitiano
-0.6286
-0.3686
iv. Impacto sobre el salario real
Los empleadores afirman en general que los trabajadores
haitianos reciben un salario similar al de los dominicanos para el
mismo trabajo. El 73% de los empleadores está en desacuerdo
o muy en desacuerdo con la afirmación que establece que a los
trabajadores haitianos se les paga un salario menor que el que se les
paga a los dominicanos por un empleo similar. Pero cabe resaltar
que los empleados haitianos reciben un menor nivel de ingresos
que sus contrapartes dominicanos que tienen el mismo nivel de
preparación académica. Esto sugiere que se contrata al haitiano
con igual preparación para realizar trabajo que exigen menor
285
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
preparación académica y, en consecuencia, se le paga un menor
ingreso. Esto apoya la hipótesis que establece que el inmigrante
haitiano deprime el salario de su contraparte nacional.
En la siguiente tabla se demuestra que el trabajador haitiano
recibe un sueldo inferior al dominicano para el mismo tipo de
trabajo. Se observa una mayor dispersión salarial a mayor nivel
de calificación laboral. Los ayudantes haitianos reciben un 17%
menos de salario que sus pares dominicanos; los trabadores
de apoyo perciben un ingreso 18% menor; y los trabajadores
especializados haitianos reciben un pago un 46% menor. Esto
revela que al haitiano más calificado se le tiende a pagar menos
de lo que se merece, según su experiencia laboral y su grado
académico.
TABLA 19
DOMINICANO
Ayudante o Trabajador
Especializado
Ayudante
Trabajador de Apoyo
Trabajador
Especializado
Maestro Constructor
Total
HAITIANO
Ayudante o Trabajador
Especializado
Ayudante
Trabajador de Apoyo
Trabajador
Especializado
Maestro Constructor
Total
Ingreso Mensual
Media
Desv. Est.
Frec.
9,106.67
13,770.30
3,794.82
6,548.46
15
33
20,711.32
10,435.22
53
23,666.67
17,109.53
16,741.17
10,146.03
6
107
Ingreso Mensual
Media
Desv. Est.
Frec.
7,599
11,321
1,807
3,699
113
63
11,189
5,403
17
30,000
9,360
0
4,115
1
194
286
TOMO I
A los empleadores nacionales se les preguntó si el trabajador
haitiano recién llegado acepta salarios menores que los
trabajadores haitianos que tienen un mayor tiempo residiendo
en el país. El 58% de los empleadores está de acuerdo con esa
afirmación. Además se observa que el trabajador haitiano trata de
mantener su puesto de trabajo. El 68% de los empleadores afirma
estar en desacuerdo o muy en desacuerdo con la afirmación que
sugiere que el trabajador haitiano deja el empleo más fácilmente
que el dominicano. En ese contexto, el trabajador haitiano es más
cumplidor que el dominicano en materia de horario (el 65% de
los empleadores lo afirma).
SIMULACIÓN ESTOCÁSTICA DEL IMPACTO SOBRE
LA REMUNERACIÓN DE LOS FACTORES
En esta sección se presentan los resultados de la simulación
del impacto de la inmigración sobre los salarios, la remuneración
del capital y el PIB en el sector construcción de la República
Dominicana, usando el modelo de Borjas (1994). Se asume que
la mano de obra es homogénea y que el capital es fijo. Se realizó
un ejercicio de Monte Carlo que simuló 5,000 escenarios para
los parámetros que explican la variación de las tres variables
endógenas que se evalúan. Los valores de los parámetros
utilizados son los obtenidos de la estimación econométrica de la
función translogarítmica y las elasticidades precio de los factores.
Los valores mínimo, esperado y máximo de cada uno de los
parámetros son:
α L = wL
Q
= (0.42, 0.46, 0.52 )
⎛ Δw L ⎞
. ⎟ = (−0.32, − 0.37, − 0.42 )
ε LL = ⎜
⎝ ΔL w ⎠
M
= (0.445, 0.495, 0.545 )
m=
L
287
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
En este ejercicio de simulación el impacto de la inmigración
sobre el salario promedio de los trabajadores dominicanos del
sector de construcción es negativo. La cantidad de inmigrantes
que trabaja en el sector construcción –según la encuesta realizada– equivale a un 49.5% del total de la mano de obra (se utiliza
un rango entre un 44.5% y un 54.5%) y su llegada ha significado
una reducción de un 4.3% en el salario promedio de los trabajadores dominicanos como porcentaje del valor agregado sectorial.
Cabe resaltar que los trabajadores menos calificados –que tienen
una elevada elasticidad de sustitución con los inmigrantes haitianos– han experimentado una mayor pérdida de ingresos que
los trabajadores más calificados. El deterioro máximo del salario
promedio de los nacionales se sitúa en un 5.0% y el mínimo se
sitúa en el entorno de un 3.7%.
De forma contrastante, la inmigración incrementa la remuneración del factor capital, esto significa que los propietarios del
capital se benefician de la entrada de inmigrantes al mercado laboral nacional. Se estima que en promedio la inmigración eleva
el retorno sobre el capital como porcentaje del valor agregado
sectorial en un 6.4%. La variación mínima del retorno del capital
invertido en el sector construcción es de un 5.5% y la máxima es
de un 7.7%.
La inmigración produce un excedente que equivale, en promedio, a un 2.1% del PIB del sector construcción. El modelo arroja
como resultado la existencia de un excedente de la inmigración
mínimo de un 1.7% y un máximo de un 2.7%. Dado un PIB
nominal del sector construcción de 88,559 millones de pesos, se
puede estimar que el excedente de la inmigración generado en el
sector de la construcción asciende a 1,860 millones de pesos.
La existencia de una abundante mano de obra haitiana no calificada incrementa la desigualdad de ingresos en el país, pues
288
TOMO I
reduce el salario del trabajador dominicano no calificado y tiende
a elevar el retorno del capital y del ingreso de la mano de obra
más calificada. Los resultados presentados en esta sección revelan que en el sector construcción deteriora el salario promedio
de la mano de obra dominicana y se incrementa el retorno del
capital invertido. Si se toma en consideración que la caída del
salario promedio se debe preponderantemente al descenso del
salario de los trabajadores dominicanos menos calificados, se
puede concluir que la inmigración haitiana produce un aumento
de la desigualdad en la República Dominicana.
IV. IMPACTO SOBRE LAS FINANZAS PÚBLICAS
a. Aspectos teóricos
La inmigración afecta las finanzas públicas y por ese motivo los flujos migratorios originan mucha polémica en los países
receptores de esa población. El efecto neto de la inmigración
sobre el balance fiscal depende de las características de los inmigrantes y de la estructura de los programas de asistencia social
que posea la nación receptora. Si los inmigrantes son trabajadores poco calificados, con bajos niveles de ingresos y con muchos
hijos, tenderán a absorber en términos relativos –a menos que
haya impedimentos legales– una mayor cantidad de recursos provistos en forma de servicios sociales por la nación receptora. En
contraste, si los trabajadores inmigrantes son calificados y logran
insertarse en el mercado laboral formal generando altos ingresos
y tienen pocos hijos es muy probable que aporten al Estado a
través del sistema impositivo una cantidad de recursos superior
a la que absorben en forma de servicios públicos. El efecto neto
sobre las finanzas públicas dependerá de cuál de los dos tipos de
inmigrantes es dominante.
Los estudios que abordan el impacto de la inmigración sobre
las finanzas públicas en los países desarrollados analizan el aporte
289
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
de los nuevos trabajadores al sistema de seguridad social. En esos
países, existe un problema de envejecimiento que provoca un
deterioro de los ingresos que recibe el sistema de seguridad social,
lo cual disminuye la viabilidad financiera del modelo de pensiones
de reparto.65 La llegada de trabajadores jóvenes y su entrada al
mercado laboral formal permiten incrementar los aportes que
se realizan al sistema de pensiones y que sirven para pagar las
pensiones de los trabajadores nacionales ya retirados. Ese aumento
de la viabilidad financiera del sistema de pensiones reduce el
monto de transferencias que debe (o deberá) realizar el gobierno
al sistema para mantenerlo operando adecuadamente. Asimismo,
los inmigrantes incrementan el valor agregado, la masa salarial y el
consumo, elevando la base imponible del impuesto sobre la renta
y de los impuestos indirectos. De ahí que algunos estudios lleguen
a la conclusión de que los inmigrantes tienen un aporte positivo
sobre las finanzas públicas, cuya magnitud aumentará en función
del grado de educación o calificación de los inmigrantes.
Existen dos enfoques para determinar el impacto de la inmigración sobre las finanzas públicas.66 El estático – también denominado de corte transversal o de flujo de efectivo– aborda
el tema mediante la selección de un grupo de inmigrantes y el
cálculo del monto de impuestos que aporta al fisco y su comparación con la cantidad de recursos que absorbe al demandar
servicios públicos y recibir transferencias sociales en un período
determinado. Algunos de los autores que han realizado estimaciones basadas en el enfoque estático son: Borjas (1994), Fix y
Passel (1994), Passel (1994) y Boeri et al. (2002).67 Ese último
65. Véase Van Ewijk et al. (2000) para un análisis del efecto sobre las finanzas
públicas envejecimiento de la población en Holanda.
66. Véase Coleman et al. (2004), p. 600.
67. Este último también aborda el impacto de la inmigración sobre las finanzas
públicas usando el enfoque dinámico o de valor presente de flujos de ingresos y
egresos.
290
TOMO I
grupo de autores señala que los inmigrantes que llegan a los Estados Unidos son más propensos que los nacionales a utilizar los
programas de asistencia pública. Específicamente, señalan que
el 19.7% de los inmigrantes recibe ayuda pública mientras que
solo el 13.3% de los nativos la recibe. Además, indican que esos
inmigrantes tienen más hijos y son más pobres, por lo cual pagan
menos impuestos y, en consecuencia, son receptores netos de los
recursos públicos norteamericanos. Hanson y Williamson (2005)
comentan los resultados de un estudio comisionado por el Congreso de los Estados Unidos donde se concluye que en 1996 la
carga fiscal neta de los inmigrantes oscilaba entre 1,613 dólares
y 2,206 dólares, “representando un costo fiscal entre 166 dólares
y 226 dólares por familia no inmigrante.”68 Esos resultados han
provocado que en algunos Estados se aprueben leyes –posteriormente derogadas por decisiones judiciales– que le impiden el
acceso a los programas sociales a los inmigrantes ilegales.
El enfoque dinámico toma en consideración el flujo de pagos
futuros de impuestos y de gastos que absorben los inmigrantes durante su ciclo de vida, lleva a valor presente esos flujos y
los compara para determinar si son contribuyentes o receptores
netos de recursos públicos. Este enfoque es el utilizado en los
estudios más rigurosos para determinar el impacto fiscal de la
inmigración. Se basa en la elaboración de un modelo de contabilidad generacional que permite el cálculo de la contribución neta
a las finanzas públicas durante el ciclo vital de cada inmigrante.69
La contribución neta se define como el valor presente de los pagos de impuestos que hará durante el resto de su vida –en el país
receptor– menos el valor presente de los beneficios que absorbe
el inmigrante del sector público (e.g., demanda de servicios de
68. Véase Hatton y Williamson (2005), p. 308.
69. Véase la metodología de contabilidad pública generacional en Auerbach y
Kotlikoff (1987).
291
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
educación y salud). Si la diferencia es positiva se concluye que el
inmigrante está realizando una contribución positiva a las finanzas públicas. Si la diferencia es negativa se dice que el inmigrante
es un receptor neto de los recursos públicos nacionales.
Para realizar ese cálculo se necesita el perfil de aporte de
impuestos y de uso de servicios públicos a lo largo del ciclo
vital de los inmigrantes. Ese perfil estará en función del tipo
de inmigrantes: mientras más joven y más educado sea mayor
ingreso tendrá durante el resto de su vida y, por lo tanto, mayores
impuestos pagará durante su estadía en el país receptor. Con
relación al uso de los servicios públicos: mientras más joven es
el inmigrante menor cantidad de hijos tiene y más saludable es,
por lo cual en ese momento de su ciclo vital menor demanda
tendrá de servicios de salud y de educación; sin embargo, en la
medida en que aumenta su edad el inmigrante comienza a tener
hijos y a demandar una mayor cantidad de servicios de educación
y salud.
La evaluación del impacto de la inmigración sobre las finanzas
públicas mediante la cuantificación de los efectos agregados
sobre el balance fiscal es otra metodología usada. El efecto se
determina mediante la simulación de un aumento de la población
provocada por la inmigración y la estimación de la variación de
los ingresos y de los egresos públicos y, en consecuencia, sobre
el saldo de las finanzas públicas. El escenario de la población con
la llegada de inmigrantes se compara con el escenario base de
población sin inmigrantes para determinar el impacto marginal
de la inmigración.
Cabe resaltar que los resultados empíricos dependerán del
tamaño del sector público, del nivel de la presión tributaria, de
la tasa de desempleo y de la cobertura del sistema de seguridad
social o estado de bienestar. Además, el aporte de los inmigrantes
292
TOMO I
a las finanzas públicas dependerá de su desempeño en el mercado
laboral del país receptor, el cual está estrechamente vinculado
con su nivel de calificación en comparación con el resto de los
trabajadores nacionales.
Storesletten (2000) calibra un modelo de equilibrio general
de generaciones sobrelapadas para determinar el impacto de la
inmigración sobre las finanzas públicas de los Estados Unidos;
país que se caracteriza por un sector público relativamente
pequeño, una baja presión tributaria –comparada como la de
Europa–, un baja tasa de desempleo y un sistema de seguridad
social menos generoso que el de otros países europeos. Su
análisis le permite concluir que la inmigración puede mejorar las
finanzas públicas estadounidenses, siempre que se logre atraer
trabajadores jóvenes y con un elevado nivel de calificación. Una
conclusión similar es hallada por Bonin et al. (2000) para el caso
de Alemania, pues el desempeño de los inmigrantes es muy
parecido al de los trabajadores alemanes, lo cual se traduce en la
mejora del balance de las finanzas públicas.
Rele (2003) llega a conclusiones distintas en Holanda debido
a que los inmigrantes tienen un desempeño menor que los
trabajadores nacionales. En esa investigación el autor cuantifica
para el caso de Holanda que una familia compuesta de un
esposo y su esposa de 25 años, con características diferentes a las
holandesas, que tengan dos hijos menores a los 5 años producen
una contribución neta negativa a las finanzas públicas por un
monto de 230 mil euros. Además, cuantifica que para lograr
una contribución neta igual a cero –que no sea un costo para la
sociedad– esa pareja de inmigrantes debería tener características
parecidas al promedio de los holandeses. En ese estudio, los que
aportan más a las finanzas públicas son los considerados como
las personas de alta productividad e ingreso.
293
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Storesletten (2003) estima el impacto de la inmigración sobre
las finanzas públicas de Suecia y llega a conclusiones distintas a
las de su estudio para el caso estadounidense. En su análisis se
calcula las ganancias públicas netas de un inmigrante nuevo como
el valor descontado de los pagos de impuestos futuros menos las
transferencias y gasto público marginal, incluyendo el costo y
contribuciones de los hijos futuros. El modelo que elabora el autor
es de generaciones sobrelapadas –pero no de equilibrio general
computable– que permite un análisis dinámico de la política
fiscal, incluyendo las erogaciones del sistema de pensiones, las
transferencias públicas y las recaudaciones de impuestos. Los
resultados sugieren que el impacto de la inmigración dependerá
de la edad y del desempeño en el mercado laboral. En el caso
de los inmigrantes con edades comprendidas entre 20 y 30 años
la contribución neta es positiva en un monto equivalente a los
23,500 dólares por inmigrante; mientras que en el caso de los
inmigrantes con edades superiores a los 50 años la contribución
neta es negativa en un monto superior a los 176,250 dólares. El
autor estima que el inmigrante promedio le cuesta al gobierno la
suma de 20,500 dólares y señala que ese costo podría reducirse en
función del desempeño de los inmigrantes en el mercado laboral.
A mayor educación y participación laboral, mayor aporte le hará
a las finanzas públicas.
Leibfritz et al. (2003) presenta un resumen de los estudios
empíricos de los efectos fiscales de la inmigración aplicados a
los siguientes países: Australia, Alemania, Italia, Suecia, Estados
Unidos y Canadá. Se concluye que el impacto sobre el balance
de las finanzas gubernamentales se explica principalmente por
las características de los inmigrantes, el tipo de mercado laboral,
la estructura impositiva y el modelo de estado de bienestar que
impere en la nación receptora.
Recientemente, Alan Greenspan –el pasado presidente de la
294
TOMO I
Reserva Federal de los Estados Unidos– afirmó que un aumento
de la cantidad de inmigrantes –de altos ingresos– pudiera
ayudar a resolver la crisis inmobiliaria, pues elevaría la demanda
de residencias, espacios de oficina y comerciales, reduciendo
el exceso de oferta que existe actualmente en el mercado de
bienes raíces de norteamérica. Este es un ejemplo de cómo la
inmigración puede ayudar a resolver problemas en los países
receptores de esa población.
b. El caso dominicano
Los estudios realizados en la República Dominicana sobre la
inmigración haitiana, por lo general, no analizan el impacto de
esos flujos migratorios sobre las finanzas públicas. La mayoría de
los estudios describe el perfil sociodemográfico de los inmigrantes
haitianos; describe los determinantes de la inmigración; analiza la
discriminación existente en el mercado laboral en contra de los
haitianos; evalúa las relaciones históricas y actuales dominicohaitianas; aborda los aspectos de violación de los derechos
humanos dentro la política migratoria; analiza la potencialidad de
un acuerdo de libre comercio; pero no se estudia –hasta donde
llega nuestro conocimiento de la literatura– detalladamente el
aporte de los inmigrantes a las recaudaciones gubernamentales y
no cuantifica cuántos recursos públicos absorben.
En el caso de la República Dominicana no se puede estimar el
impacto de la inmigración sobre las finanzas públicas mediante el
cálculo del valor presente de la diferencia entre el pago de impuestos y la demanda de servicios públicos por la ausencia de información adecuada. Específicamente, se necesitaría información detallada sobre los ingresos de los inmigrantes haitianos y su demanda
de servicios público a lo largo de su ciclo vital. Tampoco existe
información precisa que permita aplicar el enfoque estático, pues
el aporte anual de los inmigrantes haitianos al fisco y la demanda
de servicios sociales es desconocido.
295
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
En el presente estudio se tratará de salvar la ausencia de ese
tipo de información mediante la realización de una encuesta que
permita un acercamiento a definir cuál es el impacto de la inmigración haitiana sobre las finanzas del gobierno dominicano.
i. Principales hipótesis
Hipótesis 1: Los haitianos tienen un ingreso menor al de los
trabajadores dominicanos durante el ciclo de vida. Esto significa
que los haitianos aportarán menos impuestos que los dominicanos durante su vida productiva.
Hipótesis 2: El trabajador haitiano demanda menos servicios
públicos que su contraparte dominicano.
Hipótesis 3: Los inmigrantes haitianos son demandantes netos
de los recursos del Estado Dominicano. La contribución al total
de ingresos tributarios es inferior a la absorción de recursos que
realizan a través de la demanda de servicios públicos.
ii. Entorno legal del acceso de los inmigrantes haitianos
a los servicios públicos y sus obligaciones tributarias
El Código Tributario de la República Dominicana, Ley No.
11-92 del 16 de mayo de 1992 (el “Código Tributario”) reconoce en el Artículo 10 como “obligados del cumplimiento de
la obligación tributaria” a todos los contribuyentes respecto de
los cuales se verifique el hecho generador (de la obligación), sin
hacer distinción de origen o ascendencia.
La Ley No. 136-03, que crea el Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes (el “Código del Menor”), al consagrar sus Principios
Generales, dispone en el Principio I que el objeto del Código
es “garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en el territorio nacional el ejercicio y disfrute pleno y
296
TOMO I
efectivo de sus derechos fundamentales”. El Principio IV, a su
vez, establece que las disposiciones del Código “se aplican por
igual a todos los niños, niñas y adolescentes, sin discriminación
alguna (…)”.
La Ley No.87-01 del 9 de mayo de 2001, que crea el Sistema de
Seguridad Social (la “Ley de Seguridad Social”) , dispone en el Artículo 3 que el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS)
se regirá por, entre otros, los principios de “Universalidad: El
SDSS deberá proteger a todos los dominicanos y a los residentes
en el país, sin discriminación por razón de salud, sexo, condición
social, política o económica” e “Integralidad: Todas las personas,
sin distinción, tendrán derecho a una protección suficiente que
les garantice el disfrute de la vida y el ejercicio adecuado de sus
facultades y de su capacidad productiva”. En el Artículo 5 de la
Ley de Seguridad Social limita como Beneficiarios del sistema a
“todos los ciudadanos dominicanos y los residentes legales en el
territorio nacional”.
EL Artículo 1 de la Ley No. 66-97 General de Educación del
4 de febrero del 1997 (la “Ley General de Educación”), garantiza el derecho de todos los habitantes del país a la educación.
El Artículo 4 de la Ley General de Educación establece que la
educación dominicana se fundamenta, entre otros, en el principio de no discriminación: “La educación es un derecho permanente e irrenunciable del ser humano. Para hacer efectivo
su cumplimiento, cada persona tiene derecho a una educación
integral que le permita el desarrollo de su propia individualidad
y la realización de una actividad socialmente útil, adecuada a su
vocación y dentro de las exigencias del interés nacional o local,
sin ningún tipo de discriminación por razón de raza, de sexo,
de credo, de posición económica y social o de cualquier otra
naturaleza”.
297
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
La referida Ley General de Educación establece en el Artículo 7 que: “compete al Estado ofrecer educación gratuita en los
niveles inicial, básico y medio a todos los habitantes del país”.
Asimismo en el Artículo 9 atribuye como obligación del Estado garantizar una educación gratuita que permita que toda la
población tenga igual posibilidad de acceso a todos los niveles y
modalidades de la educación pública.
El Artículo 1 de la Ley de Inmigración No. 95 del 14 de abril
de 1939, dispone que: “El territorio de la República está abierto
a la entrada de extranjeros de buena conducta y de buena salud,
bajo las condiciones y restricciones impuestas por las leyes”.
Por su parte, la Ley General de Salud No. 42-01 del 8 de marzo
de 2001 (la “Ley General de Salud”), cita en su Artículo 3 que:
“Todos los dominicanos y dominicanas y las y los ciudadanos
extranjeros que tengan establecida su residencia en el territorio
nacional, son titulares del derecho a la promoción de la salud,
prevención de las enfermedades y a la protección, recuperación
y rehabilitación de su salud, sin discriminación alguna. Los extranjeros no residentes en la República Dominicana tendrán
garantizado el derecho en la forma que las leyes, los convenios
internacionales, acuerdos bilaterales y otras disposiciones legales
lo establezcan.”
Además, el Artículo 11 de la referida Ley General de Salud, que
enuncia los principios y objetivos por los que se regirá el Sistema
Nacional de Salud, consagra la Universalidad de la norma, en
tanto que: “El Estado reconoce a los residentes en el territorio
nacional el derecho de que todas las personas dispongan de
servicios de salud, a la promoción de la salud, prevención de la
enfermedad y a la protección, recuperación y rehabilitación de
su salud”. Asimismo, el Artículo 28 establece que: “Todas las
personas tienen los siguientes derechos en relación a la salud:
298
TOMO I
a) Al respeto a su personalidad, dignidad humana e intimidad,
y a no ser discriminada por razones de etnia, edad, religión,
condición social, política, sexo, estado legal, situación económica,
limitaciones físicas, intelectuales, sensoriales o cualquier otra
(…)”.
La Convención Americana Sobre Derechos Humanos de la
Organización de los Estados Americanos, establece en el Artículo 1 la Obligación de los Estados de Respetar los Derechos:
“Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a
su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier
otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”. También conocida
como Pacto de San José, la Convención consagra un aproximado
de dos docenas de categorías amplias de derechos civiles y políticos, considerados esenciales. Entre ellos, los derechos a la vida,
a la integridad personal, al reconocimiento de la personalidad
jurídica, a la libertad personal, a indemnización, a la nacionalidad,
a la propiedad privada. También consagra los principios de legalidad y retroactividad, así como las libertades de asociación, de
pensamiento y expresión, de conciencia y religión. La República
Dominicana firmó este instrumento el 9 de julio de 1977, entrando el mismo en vigencia el 18 de julio de 1978.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos adoptado en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, establece en su Artículo 2 que: “Cada uno de los Estados Partes en
el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos
los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos
a su jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto,
sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opi299
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
nión política o de otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición social”. Este
tratado protege, entre otros, los derechos a la vida, a la libertad y
la seguridad, los derechos del niño a una protección específica, al
nombre y a la nacionalidad, establece garantías en la expulsión de
extranjeros, proclama la igualdad ante la ley y la prohibición de la
discriminación. La República Dominicana firmó este tratado el 4
de enero de 1978.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales (ONU) contempla en el Articulo 2.2, lo siguiente:
“Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el ejercicio de los derechos que en él se enuncian, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición
social”. Este acuerdo salvaguarda prerrogativas colectivas, tales
como los derechos a trabajar y la libre elección de empleo, a condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias, derecho a la seguridad social, a la salud y a la educación. La República Dominicana
firmó este tratado el 4 de enero de 1978.
iii. Metodología de evaluación de hipótesis
1. Encuesta
Se aplicó una encuesta a los trabajadores dominicanos y haitianos para determinar el uso de los servicios sociales y su aporte
a las finanzas públicas mediante el pago de impuestos. En total
se encuestaron 126 trabajadores dominicanos y 335 trabajadores
haitianos, quienes respondieron sobre el uso de los servicios de
salud, educación, así como las boticas populares y los comedores
económicos. También se abordó el tema de su cumplimiento del
pago de impuestos directos.
300
TOMO I
Adicionalmente, se llevó a cabo un levantamiento de información a modo informal en los comedores económicos, las boticas
populares, los colegios y hospitales públicos para evaluar el uso
de esto recursos por parte del inmigrante haitiano. Los levantamientos fueron realizados en el Distrito Nacional y la Provincia de
Santo Domingo. Se entrevistaron 10 boticas, 15 comedores económicos, 29 escuelas públicas y 16 hospitales públicos.
2. Modelos econométricos
Se elaboraron modelos probit de determinación de la probabilidad de usar algunos de los servicios públicos. Específicamente
se cuantificó la probabilidad de usar los servicios que brindan las
boticas populares o farmacias del pueblo. Ese modelo permitió
cuantificar la probabilidad de adquirir medicamentos en esos establecimientos en función de los ingresos de los trabajadores y
del género.
iv. Resultados
1. Uso de servicios y programas públicos
a. Educación
Los haitianos tienden a usar el sistema educativo público. El
67% de los hijos de los trabajadores haitianos asiste a escuelas
públicas. De las 29 escuelas públicas entrevistadas, el 73.3% de
estas confirma la presencia de estudiantes haitianos dentro de
su cuerpo estudiantil. La cantidad promedio de estudiantes haitianos como proporción de la cantidad total de estudiantes matriculados es relativamente baja, con un mínimo de 1 de 832 y
un máximo de 10 de un total de 300. De cada 100 estudiantes
haitianos que intentan ingresar a la escuela, en promedio solo
4 son admitidos. La principal razón de esta baja proporción es
la no posesión de acta de nacimiento. El 86.4% de las escuelas
301
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
declara estar de acuerdo (40.9%) y muy de acuerdo (45.5%) con
la afirmación de que la matriculación de estudiantes haitianos ha
crecido a través del tiempo.
Los inmigrantes haitianos demandan servicios de educación
primaria para sus hijos, pero su participación en educación universitaria es relativamente baja. Según la Secretaría de Estado de
Educación Superior, Ciencia y Tecnología en el año 2005 había
1,915 estudiantes haitianos en las universidades del país, representando un 0.6% de la matrícula total de dominicanos. Cabe
resaltar que esa participación es considerablemente menor que
el 6% estimado que representa la población haitiana que reside en la República Dominicana. Esto revela que los haitianos
están subrepresentados en las universidades dominicanas. En
D’Oleo(2008) se afirma que hacia mediados del año 2008, el número de haitianos estudiando en las universidades dominicanas
había ascendido a 3,786 personas.
b. Salud
Cuando se comparan con los haitianos, los trabajadores dominicanos tienden a ir en una mayor proporción al médico. El
38.9% de los dominicanos entrevistados afirmó haber ido al médico el mes pasado, mientras que sólo el 29.3% de los haitianos
señaló que lo había hecho.
Los dominicanos utilizan más los hospitales públicos que los
haitianos. El 60.8% de los dominicanos afirma que cuando se enferma recibe atención médica en los hospitales públicos, mientras
que solo el 52.9% de los haitianos acude a esos centros. La diferencia se explica por el hecho de que los trabajadores haitianos
y sus familiares asisten menos a los centros de atención cuando
se enferman. De hecho, casi 3 de cada 10 trabajadores haitianos
302
TOMO I
declaran que no reciben atención médica cuando ellos o algún familiar se enferma. Esto contrasta considerablemente con el caso
de los trabajadores dominicanos, pues solo el 2.4% afirma que
no va al médico cuando ellos o algún familiar se enferman.
Cabe resaltar que más del 80% de los hospitales públicos visitados confirma haber atendido pacientes haitianos. La proporción de pacientes haitianos (en este caso haitianas) atendidos es
más acentuada en el área de maternidad, donde de cada 100 pacientes 24 son haitianas. Para las áreas de pediatría y emergencia,
aunque la proporción es menor, sigue siendo significativa, pues
en ambas áreas se atienden 21 haitianos en promedio por cada
100 pacientes recibidos en total.
El porcentaje de trabajadores dominicanos que posee seguro
familiar de salud es superior al de los trabajadores haitianos. El
36.5% de los trabajadores dominicanos posee seguro familiar,
mientras que sólo el 13.1% de los trabajadores haitianos declara
que lo tiene. Ese resultado contrasta con las afirmaciones del
55.3% de los empleadores quienes señalan que pagan por todos
sus empleados haitianos el seguro familiar de salud y del 12.8%
que afirma que paga seguro familiar de salud por algunos de sus
empleados. Ese resultado es consistente con las afirmaciones obtenidas de los entrevistados en los hospitales públicos, quienes
declaran que más del 80% de los pacientes haitianos recibidos
y atendidos en sus establecimientos no posee seguro de ningún
tipo. Esto sugiere un sesgo de parte de los empleadores con el
objetivo de hacer creer que les facilitan un seguro de salud a sus
trabajadores haitianos, a pesar de que declaran que la mayoría de
los trabajadores haitianos asisten a los hospitales públicos cuando se accidentan.
303
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
c. Comedores económicos
El porcentaje de trabajadores que visita los comedores económicos es relativamente bajo. A pesar de que el porcentaje de
haitianos (8.4%) que asiste a los comedores económicos es ligeramente superior al de sus pares dominicanos (7.9%), la diferencia no es estadísticamente significativa. Esa baja presencia puede
deberse al hecho de que los trabajadores comen en sus centros
de trabajo (e.g., en la obra de construcción).
Todos los comedores económicos visitados declaran que inmigrantes haitianos consumen de la alimentación servida. En
promedio, de cada 100 consumidores del establecimiento, 22 son
haitianos, con un mínimo de 10 y un máximo de 35. La presencia
de niños haitianos en los comedores económicos también es notable. El 33.5% de los encargados de los comedores afirma que
se observa la presencia de una cantidad importante de niños haitianos, mientras que el 40% dice que son pocos los que se observan y el restante 26.7% dice que ninguno. Esto pone en evidencia
el uso de recursos del Estado Dominicano de las generaciones
completas de haitianos dentro del territorio nacional.
d. Farmacias del pueblo
El trabajador haitiano tiene una menor propensión que los
dominicanos a comprar medicamentos en las boticas populares
o farmacias del pueblo. Mientras el 70.6% de los trabajadores
dominicanos declaró que compra medicamentos en las farmacias
de Promese, solo lo hace el 41.2% de los trabajadores haitianos.
Se estimó un modelo probit para determinar la probabilidad de
que un trabajador compre en una botica popular en función de
su nacionalidad y nivel de ingresos. La variable ingreso se utilizó
en forma logarítmica y la nacionalidad es una variable dicotómica
304
TOMO I
que toma valor de 0 para los dominicanos y de 1 para los haitianos. A pesar de que la bondad de ajuste revela que existen otros
determinantes que explican la variable dependiente, lo interesante
es notar que tanto la nacionalidad como el nivel de ingresos influyen significativamente sobre la probabilidad de adquirir medicamentos en las boticas populares. El resultado confirma que, dado
el nivel de ingresos, el trabajador haitiano tiene una probabilidad
menor que la de los dominicanos de adquirir medicamentos en
ese tipo de establecimiento. Además, se verifica que las personas
de menores ingresos son las que tienen una mayor probabilidad
de adquirir sus medicamentos en las farmacias del pueblo.
En la figura 6 se muestra cómo evoluciona la probabilidad de
adquirir medicamentos en las boticas populares o farmacias del
pueblo en función del nivel de ingresos tanto para los trabajadores dominicanos como para los haitianos. Un trabajador dominicano con un nivel de ingresos mensuales de 3,106 pesos tiene
una probabilidad de un 82% de comprar en una botica popular,
mientras que el empleado haitiano con ese mismo nivel de salario
tiene una probabilidad de un 48.1% de usar esos servicios.
FIGURA 6
305
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
La encuesta revela que de los trabajadores que compran en
las boticas populares, los dominicanos compran de forma más
periódica. El 31.5% de los trabajadores dominicanos afirma que
compra semanal, quincenal o mensual. De forma comparable
solo el 21.7% de los trabajadores haitianos afirma que adquiere medicamentos en las boticas populares con esa periodicidad.
Las entrevistas a los encargados de boticas populares revelaron
que el 80% afirma que inmigrantes haitianos visitan el establecimiento para la compra de medicamentos. De cada 100 personas
que visitan, en promedio 23 son de nacionalidad haitiana, con un
mínimo de 5 y un máximo de 40.
e. Tarjeta de solidaridad
Los trabajadores dominicanos tienen una mayor representación en la distribución de la tarjeta de solidaridad. De cada 100
trabajadores dominicanos encuestados alrededor de 19 poseen la
tarjeta de solidaridad, mientras que solo 2 de cada 100 trabajadores haitianos la tienen. Lo extraño es que el 87.5% de los haitianos que la posee no tiene cédula de identificación de extranjeros. Esto sugiere que existe algún mecanismo mediante el cual se
puede obtener la tarjeta de solidaridad sin que sea necesario tener
ese tipo de documento oficial.
2. Aportes a los ingresos tributarios y a la seguridad
social
El Estado recauda el 79% de sus ingresos totales a través del
cobro de impuestos. Las principales figuras tributaria son Itbis
(54.3%), Impuesto sobre la Renta (23.4%) e Impuestos sobre el
Comercio Exterior (9.9%).
a. Impuesto sobre la renta
Alrededor de la mitad de los trabajadores, tanto haitianos como
dominicanos, afirma que del salario que le pagan le descuentan
impuestos. En ese contexto, el 59.6% de los dominicanos señala
306
TOMO I
que de su salario le descuentan impuestos y el 48.9% de la haitianos también afirma algo similar. Esto es sorprendente debido
a que el nivel de ingreso exento del pago del Impuesto sobre la
Renta es de 26,334.75 pesos, el cual es superior al promedio del
ingreso mensual del trabajador dominicano (15,732 pesos) y al
del trabajador haitiano (8,506 pesos). De esto se desprende que
ese descuento no es por concepto de impuesto sobre la renta.
Por otra parte, es preciso señalar que los dominicanos obtienen
un mayor nivel de ingreso durante su ciclo vital, por lo cual es de
esperar que también paguen una mayor cantidad de impuestos
durante ese ciclo.
Los inmigrantes haitianos ejercen una influencia indirecta sobre
el impuesto sobre la renta. El aumento de la rentabilidad del capital
provocado por la inmigración haitiana incrementa las recaudaciones por concepto de impuesto sobre la renta de las empresas. El
efecto real dependerá de la capacidad de las autoridades de incluir
ese aumento del valor agregado en la base imponible del impuesto
sobre la renta y gravarla con la tasa de un 25%. Esto significa que
los inmigrantes haitianos reducen el salario de los trabajadores dominicanos que no pagan impuesto sobre la renta –porque está por
debajo del mínimo exento– y eleva la remuneración del capital que
sí paga impuestos, por lo que el impacto sobre el impuesto sobre
la renta del uso de la mano de obra haitiana es positivo.
b. ITBIS
El Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados
y Servicios deja exento a la mayoría de los artículos de primera
necesidad. Dado el nivel de ingresos promedio de los trabajadores
entrevistados, se puede afirmar que estos pertenecen al 30% más
pobre de la población, por lo cual su estructura de consumo está
sesgada hacia bienes básicos que no están gravados por el ITBIS.
Esto significa que los trabajadores haitianos –que en promedio
307
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
tienen un ingreso que representa un 54% del ingreso de su
contraparte dominicana– pagan un monto muy bajo de ITBIS.
Al igual que sucede con el impuesto sobre la renta, la
inmigración tendrá un impacto indirecto sobre las recaudaciones
de ITBIS. En la primera parte de este estudio se demuestra que la
inmigración haitiana crea un excedente que implica un aumento
del valor agregado nacional o PIB. Ese aumento general del
valor agregado eleva el ingreso disponible de la población y, en
consecuencia, se traduce en un aumento del consumo de bienes
y servicios, tanto de los que están gravados por el ITBIS como de
los no gravados. Esto significa que los flujos migratorios al elevar
el PIB también incrementan las recaudaciones de ese impuesto.
c. Selectivos al consumo
Los trabajadores haitianos pagan el impuesto selectivo al
consumo de bebidas alcohólicas y tabaco. La participación de
ese tipo de productos en el consumo es relativamente baja, pues
la mayor parte del gasto se concentra en alimentos. En adición,
los trabajadores haitianos pagan impuestos selectivos cuando
utilizan los servicios de telecomunicaciones al realizar llamadas
de larga distancia a sus familias en Haití.
d. Tesorería de la seguridad social
La mayoría de los empleadores afirma que pagan por todos o
algunos de sus empleados haitianos un seguro de salud. Dado que
el 48.9% de los trabajadores haitianos encuestados afirma que le
descuentan impuestos de su ingreso es muy probable que ese
descuento corresponda al aporte que debe realizar el empleado
a la seguridad social. Los empleados tienen la obligación de pagar
por concepto de pensiones el 2.7% de su salario y un 3% por
concepto de seguro de salud.
308
TOMO I
3. Balance neto
De acuerdo a los resultados observados por el lado del uso de
los recursos públicos, cabe resaltar algunos aspectos: primero,
los inmigrantes haitianos son demandantes netos de recursos del
Estado Dominicano, ya que pagan muy pocos impuestos y son
demandantes de algunos servicios públicos (preponderantemente
de salud); segundo, este aspecto aparenta ser más significativo
dentro del sector salud; tercero, en términos relativos el
trabajador dominicano –de ingresos similares al haitiano– es
un demandante neto mayor que el haitiano porque el pago de
impuestos es muy bajo, pero demanda más bienes y servicios
públicos que los haitianos. El inmigrante haitiano se encuentra
entre los trabajadores con niveles salariales inferiores relativo a
los promedios existentes, lo que significa que, aquellos haitianos
que sí contribuyen a través de las retenciones no constituyen un
monto importante de la totalidad de las recaudaciones.
V. POLÍTICAS PÚBLICAS PARA MEJORAR EL APORTE
DE LA INMIGRACIÓN HAITIANA AL DESARROLLO NACIONAL
La presión en contra de la inmigración será mayor en la medida en que aumenten los programas de transferencias sociales.
La clase alta y media, que pagan la mayor parte de los impuestos
utilizados para financiar los programas sociales, comenzarán a
sentir que los impuestos que pagan no deben beneficiar a los
inmigrantes haitianos que no aportan al sistema tributario. Ante
esa situación los miembros de la clase alta y media se opondrán
a cualquier incremento adicional de impuestos y exigirán una reforma tributaria que reduzca las tasas impositivas que le afectan.
El efecto negativo sobre los pobres dominicanos será negativo,
pues no sólo se perjudicarán por la reducción de los salarios promedios que provoca la inmigración haitiana, sino que además se
309
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
perjudicarán por la disminución –o estancamiento– de los programas sociales.
¿Cuál tipo de inmigrante haitiano le conviene al país?
Conviene promover la entrada de inmigrantes haitianos con
edades comprendidas entre 20 y 30 años y con un elevado nivel
de calificación. La restricción es que la mayor parte de la población haitiana, en particular la dispuesta a emigrar hacia territorio
dominicano, posee un bajo nivel de calificación. Esto significa
que la mayor cantidad de inmigrantes que llegará en los próximos años será conformada por el haitiano con escaso nivel de
instrucción, lo cual seguirá deprimiendo el salario de los dominicanos con baja calificación y elevando el retorno del capital. A
la República Dominicana le convendría que se mejore el nivel de
inversión en educación pública en la República de Haití, pues de
esa manera se lograría que los flujos migratorios que lleguen al
país sean capaces de obtener mayores ingresos y elevar su aporte
a las finanzas públicas. Por ese motivo es indispensable proponer
a nivel internacional medidas que faciliten recursos hacia Haití
que sean usados adecuadamente para mejorar –al igual que debe
hacerse en la nación dominicana– el nivel de educación. Con relación a los inmigrantes menos educados sería conveniente dirigirlos hacia las actividades productivas nacionales que registren
una escasez relativa de oferta laboral.
¿Cómo debe modificarse el sistema tributario?
La existencia de un sistema tributario con elevadas tasas marginales desincentiva la entrada de inmigrantes de alta calificación.
El Código Tributario establece una tasa de impuesto sobre la
renta de un 25%, la cual es en términos efectivos –al tomar en
consideración el aporte que le realiza el Estado a la clase media
y alta– mucho más elevada que la existente en otros países con
310
TOMO I
programas sociales que llegan a las personas de mayores ingresos. En la República Dominicana la calidad de los servicios de
educación y salud son tan deficientes que los miembros de medianos y altos ingresos tienen que adquirir esos servicios en el
sector privado. Esto significa que el sistema tributario incentiva
la entrada de inmigrantes de baja calificación, quienes obtendrán
bajos ingresos y pagarán pocos impuestos. Mientras que son esos
inmigrantes quienes –aun cuando sea en menor proporción que
los nacionales– demandarán los deficientes servicios públicos,
convirtiéndose en una carga para las finanzas gubernamentales.
Por ese motivo es indispensable modificar el sistema tributario
con el objetivo de establecer tasas más bajas, en particular la tasa
del impuesto sobre la renta. Esto estimularía la entrada de inmigrantes con mayor nivel de educación y capacidad de generación
de ingresos, quienes se convertirán en contribuyentes netos a favor del Estado Dominicano.
¿Cómo se puede elevar el desempeño de los haitianos en el mercado laboral?
Los inmigrantes haitianos se insertan relativamente rápido en
el mercado laboral, pero lo hacen en condiciones que muchas
veces no está en consonancia con las leyes del país. Esa ilegalidad es un elemento que influye negativamente sobre el nivel de
los ingresos que podrían obtener los inmigrantes dado su nivel
de calificación y experiencia laboral. La discriminación laboral es
una muestra de las distorsiones que existen en el mercado laboral
dominicano y que perjudican a los inmigrantes haitianos, quienes
obtienen una remuneración considerablemente inferior a la de
sus contrapartes dominicanos. La eliminación de esas distorsiones permitiría a los haitianos obtener salarios más altos y, en consecuencia, podrían aportar más –eventualmente– a las finanzas
públicas y al valor agregado nacional.
311
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
¿Cuáles medidas se deben adoptar para la legalización de la presencia haitiana con el objetivo de elevar su contribución a las finanzas públicas?
Si el nivel de ingresos de los trabajadores ilegales fuera relativamente alto se podría aplicar una política de legalización masiva,
pues elevaría el pago de impuestos. Pero dado que el nivel promedio de los ingresos de los inmigrantes haitianos es considerablemente inferior al nivel de ingreso exento por el impuesto sobre la renta es poco probable que la legalización de los haitianos
eleven las recaudaciones gubernamentales. Además, cabe resaltar
que la política de la legalización de los haitianos elevará considerablemente la demanda de servicios de educación pública –los
servicios de servicios de salud se brindan aun cando sean ilegales–, ya que en la actualidad muchos niños y niñas descendientes
de inmigrantes ilegales no pueden asistir a la escuela por falta
de documentos. No obstante, cabe resaltar que si esa población
de inmigrantes no recibe ningún tipo de instrucción se estaría
limitando su potencial de obtener ingresos y pagar impuestos
en el futuro, además de que se estaría acentuando el problema
de la mendicidad de los inmigrantes haitianos que se observa
en las calles de los principales centros urbanos de la República
Dominicana.
¿Cómo reaccionará la inmigración haitiana al nuevo sistema de pensiones
basado en la capitalización individual?
El sistema de seguridad social en la República Dominicana
tiene un sistema de pensiones de capitalización individual que
otorga pensiones al trabajador en función del aporte que ha realizado a su cuenta de ahorro personal. Ese modelo es totalmente
diferente al sistema de reparto en el cual las pensiones del anciano actual se financian con los recursos que aportan los trabajadores activos. La legalización de la mano de obra haitiana
elevaría los aportes al sistema de pensiones, pero esos recursos
no se usarían para pagar los salarios a los pensionados, sino que
312
TOMO I
irían a las cuentas individuales. Dado que los haitianos que salen
del país –antes de jubilarse– no se pueden llevar esos ahorros, el
sistema de pensiones de capitalización individual les incentivará
a quedarse en la República Dominicana si legalizan su estadía.
Esto modificará el comportamiento actual de los haitianos quienes trabajan temporalmente en el país y luego regresan a Haití
y posteriormente regresan al mercado laboral dominicano. La
aprobación de una modificación de la ley de seguridad social que
permita que los haitianos puedan sacar su dinero de la cuenta de
capitalización individual antes de la fecha de retiro podría ser la
solución para que regresen a su país sin perder sus ahorros, pero
se crearía un problema cuando esos haitianos –ya con edad madura– deseen regresar al territorio dominicano sin dinero y sin
capacidad de trabajar y comiencen a ser únicamente receptores
de servicios sociales. El efecto inmediato sería un deterioro de las
finanzas públicas.
CONCLUSIONES
La presente investigación representa un acercamiento de cuál
es el impacto de la inmigración haitiana sobre el mercado laboral
y las finanzas públicas en la República Dominicana.
Se ha demostrado que la mano de obra haitiana es un eslabón
competitivo de la cadena productiva de algunas actividades económicas nacionales, por lo cual en esos casos la mano de obra
haitiana es complementaria al capital y a la mano de obra calificada de la República Dominicana. Los empleadores contratan
mano de obra haitiana porque eleva la rentabilidad de sus operaciones de construcción o comerciales. Se cuantificó econométricamente la reacción del retorno del capital invertido como una
función de la inmigración, demostrándose que el beneficio de los
negocios se incrementa al usar la oferta laboral inmigrante.
313
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
La mano de obra haitiana –formal e informal– es sustituta de
la mano de obra dominicana de menor nivel de calificación. Se
cuantificó la elasticidad de complementariedad y se determinó
que la mano de obra inmigrante desplaza a la mano de obra nacional. Se estimó que la elasticidad precio de la mano de obra es
igual a -0.37, lo cual cae dentro de los estándares internacionales.
Esto significa que dado un incremento de un 10% en la población –producto de la inmigración– el salario promedio de los
trabajadores dominicanos se reducirá en un 3.7%. Esto significa
que la inmigración haitiana eleva el grado de desigualdad de ingresos en la República Dominicana; es decir, aumenta la remuneración del capital y de la mano de obra calificada y reduce los
ingresos laborales de los trabajadores menos calificados.
El mercado laboral dominicano tiende a discriminar en contra
del trabajador haitiano, de manera que el ingreso de dos personas de igual nivel de educación será diferente en función de si
es dominicana o haitiana. Las ecuaciones de Mincer estimadas
econométricamente demostraron que en la República Dominicana existe discriminación laboral en contra de los haitianos. Una
persona con el mismo nivel de educación y experiencia recibe un
menor pago si es haitiano.
Por el lado del impacto sobre las finanzas públicas, se concluye
que los haitianos tienen un ingreso menor al de los trabajadores
dominicanos durante el ciclo de vida. Esto significa que los haitianos aportarán menos impuestos que los dominicanos durante
su vida productiva. Asimismo, se observa que el trabajador haitiano demanda menos servicios públicos que su contraparte dominicano. Los inmigrantes haitianos son demandantes netos de
los recursos del Estado Dominicano, especialmente en el área de
salud. La contribución al total de ingresos tributarios es inferior
a la absorción de recursos que realizan a través de la demanda de
servicios públicos.
314
TOMO I
La principal limitación del presente estudio es la falta de datos
que permitan la aplicación de modelos más detallados para demostrar, con mayor exactitud, el efecto de la inmigración haitiana sobre la economía dominicana. Ese problema se resolvería si
las autoridades decidieran aplicar periódicamente encuestas que
permitan obtener información detallada del comportamiento
económico y social de los inmigrantes haitianos. Con esa información se podría cuantificar el impacto preciso de la inmigración
sobre las finanzas públicas. Asimismo, permitiría cuantificar en
todos los sectores productivos y todo el país la elasticidad de sustitución de la mano de obra haitiana y la dominicana, así como
el impacto de la inmigración sobre el nivel de ingreso promedio
sectorial de los dominicanos.
315
316
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PUCMM / PARETO
LAS REMESAS Y POBREZA DESDE
UNA PERSPECTIVA DE LAS REGIONES
Y LOS HOGARES
Investigadores:
JOEL ARBOLEDA
RAMONINA BREA
325
326
Introducción
Una consideración del presente trabajo es que la migración y
la posterior inserción laboral no se producen por azar, sino que
se relacionan de manera estrecha con diversas características socioculturales y económicas del entorno del que parte el migrante,
así como aspectos familiares y personales. El mercado de destino
se encuentra estrechamente relacionado con las redes sociales del
migrante y su familia, así como con otros aspectos relativos a las
comunidades. Esto último es puesto de relieve por Barrón (2006)
al estudiar las variaciones en los patrones de envío de remesas
en función de su inserción en los mercados del Canadá, Murcia
y Baja California.
En el mismo sentido, al discutir sobre los planteamientos
neoclásicos, Urciaga (2006) indica que la migración es un proceso selectivo en el que las características individuales del migrante
serán determinantes de su inserción en el mercado laboral que
lo recibe.
En un tenor similar, en primer lugar, el presente estudio argumenta que, dado que las regiones poseen características socioeconómicas distintas, se esperaría que sus migrantes también
posean probabilidades diferentes de incorporarse a los mercados
de otros países, al aportar determinadas cantidades de remesas
cuyos posibles impactos serán condicionados por las mismas
327
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
características socioeconómicas que contribuyeron a la producción de un tipo de migrante y no de otro. Estas características o
condiciones regionales podrían contribuir a variaciones importantes en los impactos de las remesas recibidas por los hogares.
En especial, el estudio se pregunta sobre la manera en que los
impactos de las remesas varían ante condiciones socioeconómicas distintas a lo interno del país considerado en sus grandes
divisiones administrativas.
No todas las características socioeconómicas de los hogares
se relacionan necesariamente con las condiciones regionales y,
sobre todo en situaciones de elevada desigualdad social, es importante prestar atención tanto a aspectos nacionales como a los
de otra índole.
Por lo cual, consideramos de lugar el análisis de las relaciones
entre los tipos de hogar o arreglos residenciales receptores y los
impactos de las remesas en los mismos. Fundamentalmente, se
pretende mostrar que en el país las remesas se encuentran vinculadas a arreglos residenciales y familiares y, además se desarrolla
la interrogante de si las remesas conducen a estrategias de participación económica para la mejoría de las condiciones de vida o,
por el contrario, solamente impactan en los aspectos dinerarios.
328
Metodología
El diseño metodológico consistió en un análisis inicial de las
características comunes de las regiones administrativas1 del país,
para agruparlas según patrones comunes. Esto conllevó la formación de cuatro grupos regionales que fueron posteriormente
analizados por medio de fuentes estadísticas disponibles.
El análisis de las fuentes consistió principalmente en el procesamiento de encuestas y censos, entre los que se citan el Censo
de Población y Vivienda 2002, las Encuestas de Fuerza de Trabajo del Banco Central (2004 y 2007), las Encuestas Demográficas
y de Salud (2002 y 2008), la Encuesta de Condiciones de Vida
de 2004 y la Encuesta de Opinión Pública Latinoamericana de
2006.
Debido a la ausencia de fuentes particulares sobre migración o
remesas, la utilización de fuentes que no han sido estrictamente
diseñadas para el estudio de las remesas es recurrente en la literatura, por lo cual existen diversos ejemplos (Kaztman, 1999; Sassin y McKenzie, 2007; Canales, 2006) a seguir en el tratamiento
de problemas metodológicos específicos.
1. La referencia a regiones administrativas es relevante en el caso dominicano,
puesto que existen diversas regionalizaciones según se trate de la gestión del gobierno central, de la salud, la agricultura u otras áreas.
329
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
También se empleó la técnica de entrevista cualitativa para
complementar algunas de las falencias encontradas en las fuentes
estadísticas y profundizar en aspectos que surgieron a raíz del
análisis de las fuentes secundarias. Se realizaron treinta y cuatro
entrevistas en profundidad, las cuales fueron distribuidas entre
los diversos grupos regionales citados más arriba y diferentes
arreglos residenciales, de manera que fuera posible analizarlas de
manera comparativa, con la finalidad de verificar diferencias o
similitudes entre los distintos grupos regionales.
La selección de los hogares a entrevistar se realizó principalmente en función del género del jefe de hogar y pertenencia a la
zona de interés. El informante fue siempre el jefe o jefa del hogar
receptor y se definió la jefatura a partir del criterio de jure.
La entrevista se desarrolló en base a una guía de entrevista
acorde a los objetivos de la investigación y las características de
la población objeto de estudio. Es importante destacar que aunque las entrevistas en profundidad permiten esclarecer diversos
aspectos no contemplados en las fuentes cuantitativas, las mismas, por su naturaleza cualitativa, no son generalizables a toda la
población.
Patrones de homogeneidad entre las regiones dominicanas:
una reagrupación de las regiones administrativas
Un asunto fundamental para nuestro estudio consiste en la
agrupación de zonas bajo la asunción de la existencia de correlaciones espaciales que determinan otras características comunes.
Se espera que esto genere zonas con condiciones socioeconómicas similares.
Más allá de estas características particulares de ciertas zonas
frente a otras, se plantea una realidad nacional, una historia común que engloba a todo el país, lo que hace pensar en la posible
330
TOMO I
existencia de patrones comunes más allá de la sola correlación espacial, es decir, es plausible que regiones aparentemente inconexas,
posean características comunes no observables de manera aislada.
En el sentido anterior, el estudio se refiere a patrones de homogeneidad entre las regiones del país, con lo cual referimos
el comportamiento seguido en conjuntos de características socioeconómicas relevantes para el fenómeno estudiado. Con esta
finalidad aplicamos un análisis de homogeneidad con diversas
variables consideradas de importancia en función de los planteamientos o resultados de la teoría o estudios anteriores. Una vez
analizadas las diversas variables se determinó el siguiente conjunto como las de mayor peso: 1) Porcentaje de hogares pobres (se
definió pobreza en función del método de línea de pobreza), 2)
Porcentaje de la población en el municipio cabecera; 3) Porcentaje de la población en zonas urbanas, y 4) Índice de feminidad
de migrantes.
Las regiones administrativas dominicanas son diez, y a partir
de este análisis fue posible crear cuatro grupos de regiones, lo que
equivale a decir cuatro patrones distintos. Estos grupos regionales no necesariamente están formados por regiones colindantes.
La conformación de los mismos se muestra en el cuadro 1.
Veamos algunas de las características que definen cada patrón
de homogeneidad.
El grupo 1 posee elevados niveles de población urbana, con
una concentración importante en los municipios cabeceras de las
regiones que forman el grupo. En cambio, su índice de feminidad de la migración es reducido. Para el grupo 2 la pobreza es la
más elevada (57%) y su índice de feminidad es también el más
elevado (1.53), su población urbana es mayor a las regiones 3 y 4,
pero su población en municipio cabecera es la más baja, la polaridad con el grupo 1 proviene principalmente de las diferencias en
331
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
CUADRO 1. COMPOSICIÓN DE LOS GRUPOS REGIONALES
Grupo
de
regiones
1
Grupo
de
regiones
Provincia
Distrito Nacional
Metropolitana Santo Domingo
El Seibo
La Altagracia
Yuma
La Romana
Elías Piña
El Valle
San Juan
2
Enriquillo
Grupo
de
regiones
Bahoruco
Barahona
Independencia
Pedernales
3
4
Región
Provincia
San Pedro de Macorís
Higuamo Monte Plata
Hato Mayor
La Vega
Cibao Sur Sánchez Ramírez
Monseñor Nouel
Cibao Espaillat
Norte Puerto Plata
Santiago
Azua
Peravia
Valdesia San Cristóbal
San José de Ocoa
los niveles de pobreza, feminidad de las migraciones y dispersión
/ concentración de la población urbana.
El grupo 3, presenta los menores niveles de pobreza, esto lo
hace más “próximo” al grupo 1 que al 2. En este mismo sentido,
su índice de feminidad es cercano al grupo 1, y su población en
municipio cabecera es el segundo más elevado. La diferencia con
el grupo 1 radica en su bajo porcentaje de población urbana, el
menor de todos. En comparación con el grupo 4, el grupo 3
presenta niveles de pobreza menor, pero su índice de feminidad
es ligeramente mayor.
El grupo 4 posee una considerable similitud en términos de su
población urbana y residente en el municipio cabecera con el grupo 2, pero se diferencia de éste en que su índice de feminidad es
el menor de todos. Los grupos 1 y 2 pueden considerarse polares,
mientras el 3 y 4 son intermedios y difieren en menor medida uno
del otro.
332
TOMO I
Los patrones anteriores, se muestran en el siguiente cuadro:
CUADRO 2. CARACTERIZACIÓN DE GRUPOS REGIONALES EN FUNCIÓN
DE VARIABLES DE CLASIFICACIÓN
Grupos
de regiones
Hogares
pobres
Índice de
feminidad
migración
Porcentaje
urbana
Porcentaje
población en
municipio
cabec
1
29.22
1.09
75.01
72.67
2
57.36
1.53
56.13
44.08
3
37.55
1.07
53.57
60.27
4
45.18
1.03
55.48
45.91
Total
42.90
1.15
59.14
53.77
Coef. de
Variabilidad
24.4
18.8
19.4
25.8
Fuente: Elaboración propia a partir de EFT 2004
Estos grupos de regiones constituyen en lo adelante el centro
de la primera parte de nuestro análisis, por lo que en la primera
parte se hace continua referencia a los mismos.
3. Migración dominicana: destinos, regiones y
características de los migrantes
Hemos sostenido que estudios como el de Barrón (2006)
muestran que los mercados de destino de los migrantes varían
en función de características sociales, familiares y personales.
No obstante, el estudio citado analiza el caso mexicano, el cual
presenta importantes diferencias con el dominicano. En primer
lugar, en el caso mexicano la migración es principalmente rural,
mientras en el dominicano existe un mayor componente urbano.
Además, este último no revela las importantes diferencias raciales
existentes en México. Como veremos más adelante, los efectos
333
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
de las remesas sobre la pobreza monetaria posee comportamientos muy diferentes en ambos países.
En este marco es preciso preguntarse, si las consideraciones de
autores como Barrón pueden ser extendidas al caso dominicano.
A partir de los resultados de nuestro estudio consideramos que
la respuesta es afirmativa, lo que implica una generalización del
planteamiento sobre las relaciones entre mercado de destino, inserción laboral y condiciones de partida.
Esto se pone de manifiesto al analizar la población dominicana en diversos países, la cual presenta diferencias importantes en
materia de procedencia, educación y sectores de inserción laboral, pero en general la población migrante se encuentra en edad
laboral y, por lo general, entre los 25 y los 40 años de edad.
CUADRO 3. CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN DOMINICANA
EN PAÍSES ESCOGIDOS
Variables
Estados Unidos
Puerto Rico
Edad (media años)
29 años
28 años
Rango de edad predominante
25-40 años
27-40 años
Argentina
España
24 años
36.9 años
21-30 años
29 a 40 años
Educación
10.9% educ. superior. 10 años
38% no ha terminado promedio de
educación 3%
la escuela
educación superior
8.6% educ. superior.
44.4% básicos o sin
estudios
Sector de
ocupación
30% servicios
25.7% manufactura
10% construcción
Prostitución y
servicios
domésticos
76.5% Servicios
56% servicios
domésticos
7.4% Construcción
Procedencia
predominante
Santo Domingo
Norte
Santo Domingo
Sánchez Ramírez
San Juan de la Maguana
Sur del país (Barahona,
Neyba, Vicente Noble
y Tamayo) Santo Domingo
Envío de remesas
71%
34% comercio
31% servicios
11% manufact.
11% construcción
Santo Domingo
Norte
Este
80%
--
334
98%
TOMO I
Con respecto a su nivel educativo, las colonias dominicanas
en Estados Unidos registran mayor proporción de profesionales
que en el resto de las zonas estudiadas, siendo la que ha migrado
hacia Argentina la de menor grado educativo. En todos los casos,
se observan elevados porcentajes de migrantes dominicanos que
no han concluido la escuela o sin educación alguna.
En términos generales, los migrantes dominicanos se insertan
en el mercado como trabajadores no cualificados. En los Estados
Unidos esta situación se registra en menor proporción, aunque
de todos modos es elevada. El sector de los servicios es predominante, aunque varía de forma considerable, debido a que en España alcanza los tres cuartos, mientras en Puerto Rico y Estados
Unidos solo un tercio se dedica a este sector (véase cuadro 3).
Es importante destacar que, en términos de procedencia, Santo Domingo aparece como “lugar de procedencia” de la mayoría
de los migrantes dominicanos, excepto para el caso de España,
donde predominan personas de la región Enriquillo. Así pues,
es posible afirmar la existencia de destinos migratorios regionalmente diferenciados. Esto es fundamental de cara a los supuestos de la investigación resumida en el presente artículo.
4. Impactos regionales de las remesas
Los resultados del estudio revelan un doble efecto de las remesas con relación a las regiones. Mientras, en ciertas características
las remesas presentan un efecto diferenciado entre las regiones, en
otras características su impacto se produce a nivel nacional. Esto
es de gran importancia, puesto que supone que el enfoque macro
de las remesas no puede ser anulado del todo, pero que es necesario su complementariedad con aspectos microsociales como el
abordado en nuestro estudio. Lo propio es extendible en sentido
contrario, desde lo micro hacia lo macro, nuestros resultados ponen de manifiesto que no podemos prescindir de ambas visiones.
335
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
En términos generales, los efectos de las remesas se observan
sobre la estructura del hogar, condiciones de vida, acceso al mercado laboral, a servicios de educación y salud. En un nivel nacional, la presencia de hogares biparentales entre los receptores
de remesas es reducida, lo cual es razonable en virtud de que se
espera que la migración predominante sea de uno de los miembros jefes. No obstante, las fuentes secundarias muestran que un
porcentaje importante (47%) de los hogares receptores dicen no
poseer miembros en el exterior, situación constatada por las entrevistas cualitativas. Entre estos hogares, que no poseen miembros
residentes fuera del país, predominan los nucleares biparentales,
mientras en el grupo restante se observa una fuerte presencia de
monoparentales, por tanto, ambas situaciones no son excluyentes.
Asimismo, las características de los jefes de hogar muestran patrones diferenciados en ambos grupos de hogares, en general los
jefes de hogar receptores tienden a acceder menos al mercado laboral y poseen menos presencia de cónyuges, lo cual apunta hacia
la migración de uno de los padres o jefe de hogar. Según el cuadro
5 que aparece en la página posterior, muestra el comportamiento
de los impactos de las remesas en las variables seleccionadas.
El análisis revela que aunque estas diferencias más locales se
producen en dimensiones similares a las nacionales, las mismas
se refieren a variables distintas, así aunque se observan variaciones en la estructura del hogar, en este caso las mismas implican
mayor presencia de hogares extendidos y complejos, lo mismo
que en materia educativa y de salud se refieren a la disponibilidad
de servicios privados. Estas diferencias requieren ser profundizadas, esto lo haremos en la siguiente sección.
Vivienda: predio de siembra de las remesas
La vivienda es un componente de primera importancia en los
hogares, la misma se encuentra ligada tanto a problemas de condiciones de vida como de status social de los miembros y, además,
336
TOMO I
CUADRO 5. ÁREAS DE IMPACTO DE LAS REMESAS
EN REPÚBLICA DOMINICANA
Remesas impactan en función
de condiciones sociales de las
regiones
Estructura del hogar
(Abuelas con nietos
y hogares extendidos)
Remesas impactan de forma
independiente a condiciones
regionales
Remesas no surten efecto alguno
+
Hogares biparentales
-
Asistencia escuela privada
Acceso a servicios
+
Equipamiento del hogar
No asiste por trabajo
Estructura de las viviendas
+
Salario mínimo jefes
Jefes envejecientes
-
Acceso calles asfaltadas
Pisos de cerámicas
+
+
Analfabetismo jefes
+
-
Miembros que trabajan
Miembros entre 15 y 64 años que
trabajan
Asistencia a centros de salud
+
privados
Afiliación a seguros médicos
+
Años de educación en la familia
Pobreza de los hogares
Estructrura del gasto
+
-
Jefatura femenina
Jefes casados o unidos
Jefes ocupados
Intensidad laboral
Inactividad de miembros
Jefes inactivos
Miembros en edad
escolar matriculados
Ingreso medio por hora de
los que trabajan
+
+
-
Empleados formales
Empleados en microempresas
Personas que enfermaron
Asistencia al médico de quienes
enfermaron
Dependencia
Miembros en edad de trabajar
+
+
+
+
+
+ Indica que los hogares que reciben remesas poseen mayores porcentajes en esta variable.
- Indica menor porcentaje de los hogares con remesas en estas variables.
es un reflejo importante de la mejoría de vida de los migrantes, es
decir, de su triunfo en el extranjero.
Las entrevistas cualitativas realizadas permiten visualizar la importancia otorgada en todos los hogares a la vivienda, de hecho
337
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
esta es de las primeras inversiones que se realizan. En este sentido,
Lidia, una informante del grupo regional 4, indica al respecto: “Yo
sembré todo aquí, lo que él me envió, todo está en bloque, varilla y cemento, no
tengo dinero de él, todo fue a la casa, para la construcción de su casa, ahí está
clavado”.
En las expresiones de esta informante se pone de manifiesto
que la vivienda actual como “prueba” de que el dinero enviado ha sido correctamente invertido, pero más allá para el migrante esta importancia puede tener un doble significado. Por
una parte, garantiza la inversión de su trabajo, mientras por otra
puede constituir una demostración social de la reciprocidad con
su familia. En el caso dominicano esta reciprocidad posee gran
importancia.
En los casos en que no ha sido posible una mejoría de la vivienda que se posee ni la compra de otra, la adquisición se mantiene como una aspiración, así Pedro, quien reside en el grupo
regional 1, dice: “yo no la ataco mucho para que envíe dinero, prefiero que
ahorre para ver si compramos nuestro apartamento”.
Los impactos regionales de las remesas en la vivienda, se manifiestan, principalmente, en el acceso a servicios y las condiciones
de los mismos. En este sentido, las diferencias entre hogares receptores y no receptores en materia de uso de gas propano, acceso a agua de la red pública y a inodoro como servicio sanitario,
evidencia una mayor calidad de las viviendas de los receptores de
remesas.
Aunque en todos los grupos regionales observados, las diferencias favorecen a los hogares que reciben remesas, la magnitud
de estas diferencias varía considerablemente entre tales grupos.
Esto nos lleva a preguntarnos qué características de los grupos
regionales pueden explicar estas diferencias. Para responder esta
pregunta, iniciamos por determinar la relación entre la situación
338
TOMO I
general de cada región (representada por el total) y las diferencias
entre hogares receptores y no receptores2.
El resultado cuantitativo muestra que, en todos los casos, existe una asociación inversamente proporcional, puesto que los
coeficientes son negativos, lo cual implica que, para el caso, las
diferencias se producen en sentido inverso al total. Es decir, en
los grupos de regiones con mejores condiciones de las viviendas,
las diferencias entre hogares receptores y no receptores es menor
que en aquellas áreas con peor situación. El valor de los coeficientes expresa que la asociación es bastante elevada.
Esto se relaciona estrechamente con una mayor capacidad de
acceder a viviendas en los mercados formales. Lo que se evidencia en una incidencia más elevada de hogares en viviendas
compradas frente a construidas por el mismo dueño entre los
hogares receptores. Además, los hogares receptores acceden a
viviendas de mayor precio y los montos invertidos en reparaciones son mayores.
Las entrevistas cualitativas revelan que la condición inicial del
hogar, así como la cantidad de remitentes y el tiempo transcurrido desde la primera migración, son factores determinantes de las
diferencias regionales en materia de condiciones de la vivienda
y acceso a servicios. En general, los hogares con mejores condiciones iniciales, mayor cantidad de remitentes y tiempo de migración superior a siete años se encuentran en mejor situación. En
referencia al mayor número de remitentes, Yocasta, informante
del grupo regional 3, ante de la pregunta de cómo se siente cuando el dinero no le llega, nos dijo “No, yo sé que va a llegar, cuando no
es de uno es de otro”.
2. El grado de asociación se midió mediante el coeficiente de correlación de
Pearson, el cual varía entre -1 y +1, indicando una relación inversa en el primer
caso, y directamente proporcional en el segundo. Valores cercanos a 0 indican la
ausencia de asociación entre las variables estudiadas.
339
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
CUADRO 6. ACCESO A SERVICIOS ESCOGIDOS
SEGÚN RECEPCIÓN DE REMESAS,
GRADO DE ASOCIACIÓN DE LAS DIFERENCIAS Y EL TOTAL
(EN PORCENTAJES)
Regiones
Cocina dentro de
la casa
Usa gas propano
para cocinar
Agua de red
pública
Inodoro
1
2
3
4
1
2
3
4
1
2
3
4
1
2
3
4
Recibe
No recibe
Total
91.7
73.0
83.9
79.3
98.8
81.9
95.7
89.4
87.5
53.6
85.7
74.0
91.9
66.2
76.5
57.8
81.1
49.3
70.1
66.0
92.9
57.2
80.2
77.5
74.7
38.0
72.0
58.9
77.3
29.6
53.7
35.6
83.0
50.9
72.6
68.2
93.9
58.9
83.0
79.5
76.9
39.1
74.5
61.4
79.8
32.1
57.8
39.3
Servicios
Correlación
Cocina
-0.963
Gas propano
-0.956
Agua red
-0.907
Inodoro
-0.848
Diferencia
a-b
10.6
23.7
13.8
13.3
5.9
24.7
15.5
11.9
12.8
15.6
13.7
15.1
14.6
36.6
22.8
22.2
Fuente: Elaboración propia a partir de EFT 2004.
En resumen, puede indicarse que en materia de vivienda las
regiones se organizan desde mejores condiciones en el grupo
1, seguido por los grupos 3 y 4, y por último el grupo 2, el de
mayor pobreza. En este sentido, las diferencias entre hogares receptores y no receptores, que consideramos como impacto de las
remesas, son mayores en los grupos regionales de peor situación,
esto implica que en materia de vivienda, las remesas aumentan la
desigualdad en las zonas más pobres.
340
TOMO I
Las remesas y su papel en el acceso a la salud
y la educación
En materia de educación y salud, el estudio presenta resultados
que a primera vista resultan un tanto contradictorios. En general,
aunque la evidencia no necesariamente corrobora la creencia de
que los servicios privados son mejores que los públicos, en la República Dominicana tienden a considerarse como una realidad;
por tanto, es esperable que quienes poseen un mayor ingreso,
como el caso de los hogares que reciben remesas, tiendan a adquirir estos servicios en el sector privado.
El patrón sugerido se comprueba en materia educativa; de
manera sistemática los hogares receptores de remesas tienden
a enviar sus miembros en edad escolar a centros privados con
mayor frecuencia que los hogares no receptores. Aunque esto se
mantiene en las diversas regiones, se registran importantes variaciones en su intensidad.
El fuerte nexo entre educación y remesas se pone de manifiesto en casos como el de Fiordaliza, una informante del grupo
3, para quien el principal motivo por el que recibe remesas es la
educación de su nieta (sobrina de la remitente). Las hijas de Fiordaliza, tanto la madre de la nieta, como la remitente, estudian o
estudiaron en instituciones privadas relativamente costosas. Esta
es una familia de nivel medio.
En situaciones de mayor pobreza que la de Fiordaliza, como
la de Águeda, quien vive en el mismo grupo regional, las remesas
también constituyen una fuente esencial del financiamiento de
la educación. En este sentido, las tres hijas de Águeda asisten a
universidades privadas, de costo medio bajo, para lo cual deben
trasladarse, cada día, a Moca. El padre, quien envía las remesas,
decidió que sus hijas fueran a una universidad privada. Al ser
cuestionada sobre en qué renglones gasta más ahora que recibe
341
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
remesas, Águeda señala, en primer lugar y sin dudarlo, en la educación, porque “hay que pagar dos universidades, tú sabes cómo es esto,
y cuando exigen un trabajo, que exigen un libro, que exigen tanta cosa, se
gasta mucho dinero….”.
En salud, a primera vista, los resultados no son tan claros, pues
mientras los hogares receptores visitan, más que el resto, centros
de salud privados, su grado de adquisición de seguros privados es
más reducido. A nuestro juicio, esto puede relacionarse con una
función garantista de las remesas, según la cual los montos de las
mismas se ajustan en función de necesidades puntuales como la
salud. Esto implicaría la inexistencia de una visión preventiva del
cuidado sanitario.
El caso de Carlota, una informante del grupo regional 4, permite evidenciar nuestro criterio acerca de la adecuación de los montos de las remesas. El padre y la hermana de Carlota residen fuera
del país; hace algún tiempo le han descubierto un tumor cerebral y
señala: “…yo tuve un accidente, luego me hicieron una tomografía y me salió
aquel tumor en la cabeza, entonces de ahí en adelante, tú sabes que esas cosas
son muy costosas, mi padre y mi hermano me han cubierto los gastos”.
De vuelta al tema de la educación, se observa una asociación
positiva entre la situación de cada grupo regional y las diferencias
entre hogares receptores y no receptores. Sin embargo, el valor
de esta asociación es reducido (0.242). Esto se debe fundamentalmente a que la relación no sigue un comportamiento lineal,
sino que existe una tendencia cuadrática o en forma de U. El
significado de esta relación es que, en aquellos grupos regionales
que poseen mejor o peor situación, las diferencias entre hogares
receptores y no receptores son elevadas, mientras en los grupos
con situaciones medias las diferencias se reducen.
En consonancia con lo anterior, en el grupo regional 1, donde
la cobertura privada es muy elevada con relación al resto, las dife342
TOMO I
rencias entre hogares receptores y no receptores es alta. En cambio, en el grupo 2, con la menor cobertura de servicio privado,
la diferencia también es alta. Lo que a nuestro entender puede
explicarse tanto en términos de cobertura como de ingresos.
CUADRO 7. ACCESO A SERVICIOS SELECCIONADOS DE EDUCACIÓN
Y SALUD SEGÚN RECEPCIÓN DE REMESAS Y GRADO DE ASOCIACIÓN
ENTRE DIFERENCIAS Y TOTALES
(EN PORCENTAJES)
Regiones
1
2
3
4
1
Asiste a centro
2
médico privado
3
4
1
Afiliación seguro
2
médico
3
4
Asiste a escuela
privada
Recibe
No
recibe
35.71
2.21
18.74
14.85
42.84
22.95
33.89
32.59
29.33
14.07
19.14
15.87
45.46
11.14
24.52
19.02
51.42
40.05
49.84
48.40
20.50
15.17
13.54
11.15
Total
37.55
2.85
19.82
15.61
43.60
24.57
35.92
34.85
28.43
14.18
18.44
15.29
Diferencia
a-b
9.75
8.93
5.78
4.17
8.58
17.10
15.95
15.81
-8.83
1.11
-5.60
-4.72
Correlación
Asistencia escuela privada
0.252
Asistencia a centro médico privado
0.899
Afiliación seguro
0.900
Fuente: Educación: EFT 2004. Fuente Salud: Endesa 2002.
En el caso del grupo 1, los hogares que reciben remesas se
benefician de la mayor disponibilidad en el mercado privado de
servicios de educación, los cuales se encuentran considerable343
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
mente diversificados; esto es potenciado por un ingreso superior
al de los hogares no receptores.
En términos generales los hogares con miembros que asisten
a colegios privados poseen ingresos superiores a los que no poseen esta condición, esto es más acentuado en el grupo de regiones 1, el de mayor cobertura privada, y menos en el grupo 2, el
de más baja cobertura privada, lo cual es indicativo de que la falta
de cobertura en este último grupo es suplida gracias a mayores
ingresos de los hogares que acceden a estos servicios.
En resumen, en materia educativa aquellos grupos de regiones
donde la cobertura privada es mayor, los hogares receptores se
diferencian menos de los demás. Este es el caso del grupo 1.
Mientras en los grupos regionales de menor cobertura privada, la
diferenciación es mayor. Este acceso más elevado a la educación
privada, parece ser sostenido a través de mayores montos de recepción de remesas. Como hemos indicado, si bien la educación
privada no necesariamente es de mayor calidad, la percepción
generalizada va en este sentido.
Asimismo es importante indicar que, en materia de salud, los
hogares receptores tendrán más acceso a servicios privados allí
donde el mismo es más generalizado, es decir, en el grupo regional 1, intermedio en los grupos 3 y 4, y, por el contrario, un bajo
acceso en el grupo 2. No obstante, la previsión mediante el seguro
de salud es menor en los hogares receptores en todas los grupos
regionales, excepto en el 2. Es preciso recordar que en este grupo, se inició la seguridad social, por lo cual es posible que se esté
reflejando esta situación. Además, los hogares receptores pueden
utilizar envíos adicionales como fuente de cobertura ante contingencias de salud.
344
TOMO I
Ocupación y remesas
La movilización de los recursos de un hogar no se produce
en el vacío, sino que se relacionan de manera estrecha con las
condiciones del mercado laboral. En este sentido, como señala
Filgueira (1999), los indicadores del mercado laboral priorizan la
movilización del activo trabajo frente a la potencialidad del mismo en los hogares. Sin embargo, entender esta potencialidad es
importante porque los hogares toman decisiones basados tanto
en las situaciones actuales como en las que esperan en el futuro.
En este sentido, Filgueira propone prestar mayor atención a la
composición de los hogares en materia de la cantidad de miembros y estructura de edad.
Si se consideran el tamaño de los hogares y su población en
edad de trabajar como indicadores de esta potencialidad, se observará que, en términos de tamaño, los hogares que reciben
remesas (3.9 miembros por hogar) y los que no lo hacen (3.8
m/hogar) no difieren significativamente. Asimismo, la disponibilidad de miembros entre 15 y 64 tampoco difiere de manera
significativa. En este escenario los hogares que reciben remesas y
los que no lo hacen, parecen no diferir en términos de mano de
obra potencialmente movilizable.
No obstante, si se tiene en cuenta que la mitad de los hogares
receptores poseen por lo menos un miembro que reside en el
exterior, y que, como hemos mostrado más arriba, los migrantes
dominicanos se concentran en las edades de trabajar, debería suponerse que estos hogares en realidad poseían mayores tamaños
y que su disponibilidad de miembros que potencialmente pueden
integrarse al trabajo era mayor, por tanto la decisión de la migración estaría basada en esta mayor potencialidad que les permite
movilizar este activo hacia otro mercado laboral. Las entrevistas
cualitativas muestran que gran parte de los migrantes son miembros en edad de trabajar, primero jefes o jefas y segundo hijos
345
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
e hijas, esto aunque existe una importante migración de otros
familiares que no pertenecen al arreglo domiciliario, pero sí a la
familia.
Al estimar la población receptora, tomando en cuenta este elemento, su media de miembros en edad de trabajar se eleva a 3.6
miembros por hogar, cifra superior en al menos 1 miembro al
promedio de 2.5 registrado por los demás hogares. La mayor disponibilidad de miembros es un activo, pero su movilización será
lo que la traduzca en productiva para el hogar. En este sentido,
si bien los hogares que reciben remesas poseen, como hemos
planteado, mayor potencialidad, su grado de movilización de este
activo es menor a la de los hogares que no reciben remesas. Esto
se refleja en menores tasas de participación con mayor inactividad y desocupación.
Puede entonces plantearse, que las remesas permiten al hogar
mantener una cantidad mayor de miembros en otras actividades
que económicamente no son consideradas productivas pero de
un importante valor para el núcleo familiar (labores reproductivas
del hogar), o para su futuro, como estudiar. De esta manera, los
hogares receptores requerirían menos la adquisición de servicios
domésticos en el mercado o de parte del Estado. Estos hogares
también pueden garantizar una mejor preparación de su mano de
obra, pero en ellos se estaría produciendo una elevada dependencia de la remesas entre algunos de sus miembros. Si se tiene en
cuenta que las remesas actúan más como un fondo salarial y que
el hogar lo que hace es deslocalizar la producción de uno de sus
miembros, es entonces razonable pensar que en muchos casos la
situación de dependencia femenina se mantiene igual, es decir, el
hombre sigue siendo proveedor aun en la distancia.
Las entrevistas en profundidad muestran que ante la migración del jefe masculino, es más probable que la mujer permanezca en situación de inactividad en el hogar, más aún en situaciones
de mayor pobreza. En estos casos, las remesas constituyen el
346
TOMO I
único ingreso del hogar. En los casos de migración de la mujer
con permanencia del hombre en el hogar, se observa que este
permanece activo laboralmente, sin embargo, también existe un
mayor grado de acomodamiento a la recepción de remesas, que
determina un menor esfuerzo laboral.
En efecto, el análisis de los datos disponibles muestra que el
aumento de la importancia de las remesas en el hogar tiende a
elevar la presencia de miembros que se dedican únicamente a
estudiar, pero por otra parte revela que la proporción de miembros en edad de trabajar que no trabajan ni estudian también se
eleva.
Remesas y patrones de gasto
Existen algunas diferencias relevantes en los patrones de gasto
de hogares receptores y no receptores. En los hogares receptores
de remesas el porcentaje del gasto correspondiente a alimentación es menor, indicando una mejor situación socioeconómica
de estos hogares. En cambio, otros gastos como salud, educación
y ropas, son un poco más acentuados entre los hogares receptores de remesas.
Aunque los patrones de gasto varían porcentualmente entre
hogares receptores y no receptores, los resultados de las entrevistas cualitativas muestran que el dinero de las remesas se incorpora al fondo común de reproducción del hogar, por lo cual se
utiliza en la reproducción del hogar, sin una diferenciación del
resto del dinero. Esta es una situación recurrente en todos los
grupos de regiones.
Los datos presentados permiten afirmar la existencia de diferencias de hogares receptores y no receptores de remesas entre los
diversos grupos regionales en lo referente a patrones de gasto. En
especial, se observa que en el grupo 2 el gasto en ropas es relativa347
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
CUADRO 8. DIFERENCIAS ENTRE HOGARES RECEPTORES
Y NO RECEPTORES DE REMESAS EN
RENGLONES ESCOGIDOS DE GASTO SEGÚN GRUPOS REGIONALES
Regiones
1
2
3
4
Alimento
Salud
Educación
Ropa
Hogar
-5.08
-8.85
-7.16
-6.74
3.14
1.88
2.59
1.78
0.44
0.00
1.02
0.30
1.76
3.57
2.63
2.80
0.59
1.30
1.12
1.48
Fuente: Elaboración propia a partir de ENCOVI 2004.
mente elevado con relación al resto, mientras en el grupo 4 se incrementa el gasto en el hogar. Estos dos grupos regionales muestran
también los porcentajes más bajos de gasto en educación.
Es importante destacar que es precisamente en las regiones de
mayor pobreza donde el gasto en necesidades no fundamentales
es mayor, esto implica que una parte de las remesas se pueden
estar destinando a gasto superfluo en estos grupos regionales, en
mayor medida que en las de mejor situación socioeconómica.
Pobreza de ingresos y remesas
Las remesas poseen un efecto reductor de la pobreza de ingresos, lo cual no sorprende pues la mayor parte de las mismas
son recibidas en forma monetaria, por tanto si se considera la
pobreza únicamente como un problema de ingresos, es evidente
que el aumento de éstos implicará la reducción de aquella. En
este marco es preciso preguntarse sobre el efecto de las remesas
en otros indicadores de pobreza diferentes a la tasa de pobreza.
Nuestros resultados a nivel descriptivo indican una menor reducción de la profundidad y brecha de pobreza que de la tasa,
pero siguiendo a Sasin y McKenzie (2007) hemos considerado el
ajuste de un modelo de regresión que permita controlar diversos
348
TOMO I
aspectos de manera simultánea. Para ello hemos utilizado el modelo de crecimiento – pobreza propuesto por Ravallion y Chen
(citado por Adams, 2003, p. 16) y aplicado por Adams a los casos
de Guatemala y Ghana.
La ecuación modificada para nuestros fines es la siguiente:
LogPi = α 1 + β1 log μ i + β 2 log g i + β 3 log xi + β 2 G + ε i
Donde P es el nivel de pobreza medido por línea de pobreza
en el grupo de regiones i, μ es el ingreso per cápita medio, y x
es el porcentaje del ingreso representado por las remesas. G es
un conjunto de tres variables ficticias que permiten controlar
por el grupo regional. La ecuación permite estimar la elasticidad
de la pobreza en relación con las variables predictoras.
CUADRO 9. MODELO EXPLICATIVO DE INDICADORES SELECCIONADOS
DE POBREZA DE INGRESOS
Variables independientes
Variable dependiente
Pobreza
11.238
Ingreso per cápita -0.698
Índice Gini
-0.195
Constante
Brecha
Severidad
4.605
-0.058
-0.022
4.394
-0.074
-0.004
Remesas como
porcentaje ingresos
Grupo 2
0.268
0.134
0.197
0.268
0.134
0.197
Grupo 3
0.189
0.065
0.109
Grupo 4
0.291
0.114
0.162
R2 = 0.4 F=909379.3
Fuente: Elaboración propia a partir de EFT 2004
Tras analizar unos 74 países, Adams concluye que el efecto de
las remesas sobre la pobreza es mayor en términos de su profundidad y su gravedad que de su incidencia. Sin embargo, nuestro
349
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
análisis, tanto de manera nacional como regionalmente del caso
dominicano, muestra poco impacto de los ingresos por remesas
sobre la profundidad y la gravedad de la pobreza en el país, lo
cual se corresponde también con el análisis descriptivo que hemos desarrollado.
Los resultados de la ecuación revelan que un aumento de 10%
en el peso de las remesas en los ingresos, generaría apenas una
reducción de casi 2% en la pobreza, pero solo de 0.2% en la brecha y de apenas 0.04% en la severidad. Para el caso de Guatemala, Adams (2004) señala que el mayor impacto de las remesas en
los indicadores que otorgan mayor ponderación a los más pobres
se debe a que una gran parte de los ingresos de estos hogares
proviene de remesas (50% a 60%), aunque en nuestro caso esta
situación se reproduce, el porcentaje de hogares indigentes que
recibe remesas es sumamente bajo.
En términos regionales, ser del grupo 2 implica un incremento
de los niveles de pobreza con relación al 1. Este incremento es
menor en el grupo 4, y aún menor en el grupo 3.
5. Las remesas, los arreglos residenciales y
familiares y el régimen de bienestar
La reflexión teórica sobre las migraciones y las remesas nos
condujo a abordar el fenómeno de las remesas y sus efectos desde
la perspectiva del grupo familiar y del hogar. En muchos de los
estudios sobre remesas en las distintas partes del globo esta perspectiva está ausente a pesar del entrelazamiento conceptual y analítico de las remesas (se trata justamente de remesas familiares) con
las familias y las unidades domésticas que les dan razón de ser.
Más allá de las expectativas frente a los altos montos que ingresan al país por concepto de las remesas familiares, lo cierto
es que al diseminarse a una sexta parte de los hogares domini350
TOMO I
canos, su función y usos se esclarecen, a contrapelo de aquellos
enfoques que las visualizan como fuentes de desarrollo o como
fórmula segura para vencer la pobreza. Tal como las remesas se
utilizan en los hogares dominicanos, y como bien ha señalado
Canales (2005), constituyen un fondo salarial en tanto se destinan a satisfacer las necesidades familiares de alimentación, vestimenta, vivienda, salud, educación y demás bienes de consumo,
servicios personales y sociales de los familiares y miembros de
los hogares. Las remesas, como flujo dinerario y de bienes simbólicos y no simbólicos, pretenden contribuir a la satisfacción de
los imperativos de la reproducción social cotidiana de los parientes o allegados a los que se dirigen. Entendemos por reproducción social cotidiana el conjunto de hábitos, la serie de rutinas,
de actividades económicas y no económicas que se realizan con
el propósito de reproducir, generacional y biológicamente, a un
grupo social. Y lo que es significativo para nuestro planteamiento, dicha reproducción se realiza en el hogar, cuya estructura y
dinámica pretende responder a esas necesidades.
Es conocida la productividad analítica de las denominadas estrategias de reproducción social, es decir, las iniciativas -individuales o
del grupo doméstico- para encarar el medio circundante, los constreñimientos y estructuras sociales, así como las oportunidades en
busca de su reproducción social. Estas iniciativas no son semejantes, contrario al planteamiento de la Nueva Economía de la Migración Laboral (NEML), a la probable racionalidad del investigador,
sino que se orientan por el habitus -Bourdieu (1997)-, es decir que
responden a la activación de recursos o capital de los miembros del
hogar según normativas, al sistema adquirido de preferencias, a interiorizados esquemas de percepción y de actuación, a la posición
de los agentes en la estructura social, a su historia y experiencia, patrones culturales y sentido práctico. Para propiciar la reproducción,
protección y bienestar de sus miembros, las unidades domésticas
se organizan, mediante arreglos residenciales, activación de recursos y un sinnúmero de estrategias.
351
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Entre las estrategias se encuentran la incorporación a la actividad económica, la migración de sus miembros más educados o
aptos al trabajo, la reducción del consumo, la multiplicación de
miembros del hogar dedicados a la actividad económica, la intensificación del trabajo doméstico para generar bienes o servicios
que se adquieren por una relación dineraria, hasta abarcar ámbitos más restrictivos como las decisiones o patrones nupciales. El
proceso migratorio laboral incluye desde el viaje, la acogida, la
instalación e incluye el retorno y la circularidad migratoria hasta
la remisión de dinero, bienes de consumo, elementos culturales y
simbólicos. Lo cual se realiza, como es conocido, en función de
redes de apoyo e intercambio.
Dos planteamientos guiarán la indagación. El primero consiste
en que, en tanto fondo salarial destinado a solventar la reproducción cotidiana de familiares, las remesas se vinculan a las formas
de organización y estructuración que adoptan los hogares y familias a las que se dirigen, así como a necesidades propias del ciclo
de vida de los mismos y de sus integrantes. A partir de registros
censales, encuestas de hogar y entrevistas se indagará el posible
impacto y relaciones de las remesas con las unidades domésticas,
en tanto estas últimas actúan en la reproducción, protección y
bienestar de sus miembros, mediante sus tipos de organización,
arreglos residenciales, la activación de recursos y demás estrategias que despliegan. La unidad de estudio que se empleará es el
hogar formado por personas emparentadas o no, que conviven
de forma habitual en una vivienda, tienen un presupuesto común, y que, además, es el espacio en que generalmente se verifica
la reproducción cotidiana de sus miembros.
En segundo lugar, las vinculaciones y efectos de las remesas
en los hogares a los que se dirigen permitirán dar cuenta de su
incidencia en el manejo colectivo de los riesgos, necesidades y
bienestar de los miembros de los hogares desde una perspectiva
social más abarcadora como es la de los regímenes de bienestar.
352
TOMO I
Esta perspectiva, desarrollada por Esping-Andersen, radica en la
caracterización de diferentes regímenes de bienestar en las combinatorias, dinámicas y predominio del mercado, Estado o familia para la asignación, acceso y disposición de recursos, bienes y
servicios destinados al manejo de la incertidumbre y los riesgos
de los individuos en la sociedad moderna. A saber, la asignación
de recursos mediante las relaciones mercantiles, la redistribución
colectiva realizada por el Estado o el apoyo de la familia, fundamentalmente del trabajo doméstico no remunerado (Esping-Andersen, 2000).
Para hacer manejable la visión teórica del sociólogo danés, Martínez Franzoni reconstruye para América Latina los indicadores
de esos tres regímenes de bienestar e introduce variantes en el
tercer indicador: tres principales regímenes “según los grados de
mercantilización de la fuerza de trabajo, nacional o transnacional;
de desmercantilización, es decir, de autonomía entre los ingresos
y el bienestar de las personas; y de desfamiliarización, referente
en que el bienestar deja de estar sujeto a la disponibilidad de trabajo femenino no remunerado” (Martínez Franzoni, y Voorend,
2008:2). Tras la ponderación de un conjunto de indicadores, el
régimen de bienestar de la República Dominicana ha sido catalogado por ese estudio de familiarista.
De este modo, la indagación de la vinculación de las remesas a
arreglos residenciales será tomada como base para la exploración
sobre el papel de las remesas con respecto al régimen de bienestar. Siendo las remesas el producto de relaciones en el mercado
laboral transnacional, ¿provocan ellas un impulso hacia la desfamiliarización de las tareas de procura de bienestar y de enfrentamiento de riesgos e incertidumbres? Esta línea de indagación permitirá
explorar la idea de si los flujos de dinero de las remesas, obtenidas
a través de la mercantilización transnacional de la fuerza de trabajo,
provocan un amplio proceso de desfamiliarización.
353
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Para contribuir a despejar la anterior interrogante, a lo largo
de la mayoría de las páginas que restan, se manejarán tres líneas
de aproximación. La primera consiste en si las remesas se dirigen
a la familia a cargo de manera directa, vista como los miembros
del hogar de donde proviene el migrante, ya que el salario, producto de la relación mercantil, está calculado para esos fines. Lo
contrario sería que las remesas, a través de una asignación de
recursos orientada de manera más amplia por las relaciones de
parentesco, excedan a los miembros del hogar o los familiares
directos a cargo. La otra línea de aproximación será si las remesas, con flujo de dinero, contribuyen a mercantilizar de manera
importante las atenciones colectivas de reproducción cotidiana
y de manejo colectivo de las incertidumbres y contingencias de
la vida de los miembros del hogar. La tercera, más acotada, se
referirá a si las remesas promueven una liberación de la mano de
obra femenina, situada en los confines de lo doméstico, hacia una
considerable integración económica.
6. La vinculación de las remesas con arreglos
residenciales y familiares
Para aproximarnos a nuestro primer planteamiento esbozado
anteriormente, expondremos una breve mirada a los rasgos más
apreciables de la estructura de los hogares en el país. Ya en el
2005, el proceso de nuclearización marca su predominio con cerca de la mitad de los hogares. Sin embargo, la constitución del
hogar nuclear no se acompaña necesariamente de su aislamiento
de la estructura social, sobre todo en los sectores populares. Contrario a la conceptualización parsoniana del hogar nuclear, este
proceso no excluye: a) la formación de redes de apoyo en base a
vínculos de parentesco, afinidad, vecindad o lugar de nacimiento,
como tampoco excluye, b) la vitalidad de la familia extensa no
residencial y, c) una variada actividad económica de la mujer para
complementar o sustituir los ingresos aportados por el hombre
proveedor.
354
TOMO I
Los hogares extensos, conjuntamente con los complejos –tal
como ocurre en la región latinoamericana– tienen un peso importante ya que constituyen prácticamente un tercio de los hogares dominicanos. Bajo un mismo techo reúnen a miembros
con diferentes grados de parentesco, -intergeneracionales o de
una misma generación-, y su existencia se enraíza en vínculos
sólidos de parentesco o de redes sociales, así como de relaciones
de solidaridad. También despunta una diversificación de tipos de
hogar con el nuclear monoparental y el unipersonal, cada uno
asciende a las vecindades de una décima del total de los hogares
dominicanos. Otro elemento significativo de la diversificación es
la importancia creciente de los hogares a cargo de mujeres, los
cuales ascienden a un tercio de la totalidad.
Vistos estos rasgos, nos preguntamos si la emigración laboral
y las consecuentes remesas familiares ¿han promovido algún tipo de
estructura familiar? Y lo que nos interesa directamente, ¿las remesas están vinculadas a arreglos residenciales y arreglos familiares?
Igualmente se indagará si necesidades o determinadas características de los hogares contribuyen a que estos se conviertan en receptores o en receptores de montos mayores. En resumen, se pretende
mostrar que las remesas se encuentran vinculadas a determinados
arreglos residenciales y familiares y, además, a ciertas necesidades.
Factores todos que promoverían diferencias en las magnitudes e
importancia de las remesas en los presupuestos domésticos.
En relación a la primera interrogante, el análisis de los datos
permite concluir el proceso migratorio ha promovido la diversificación de la estructura de hogar en relación al modelo predominante nuclear consignado anteriormente. Sobre todo, el
reagrupamiento de parientes y allegados en familias extensas y
compuestas, la fragmentación espacial de la familia o la reducción del tamaño de la misma con el viaje hacia el exterior de uno
de sus miembros y la acentuación de la jefatura femenina.
355
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Pero en realidad nos vamos a centrar en la segunda interrogante. Si bien las remesas están ligadas a los patrones migratorios,
establecemos aquí que ellas están vinculadas a diversos factores
de la dinámica del hogar, entre otros, a momentos del ciclo de
vida familiar, a la historia migratoria, como también a los arreglos residenciales y familiares y a necesidades familiares. Todos
estos factores inciden en los momentos y magnitudes en que,
preferentemente determinados hogares de migrantes o arreglos
familiares se conviertan en receptores de remesas. Y esta última
cuestión es la que vamos a desarrollar en lo que sigue.
Aunque existe una vinculación de las remesas con los arreglos
familiares y residenciales que se despliegan, no todos los hogares
y familias con migrantes activos reciben remesas, lo cual no es
exclusivo del caso dominicano ya que una investigación relativa
al caso mexicano también llega a resultados semejantes (Canales, 2005). Por nuestra parte, debemos de resaltar un rasgo poco
perceptible como el de la circularidad de los efectos producidos
por la migración en la estructura de hogar, los cuales inciden, a
su vez, en elementos claves del proceso migratorio como es el
patrón de envío de remesas.
Las remesas no tocan a las puertas de todos los tipos de hogar
en la misma proporción, magnitud y efectos. Existen hogares que
reciben remesas pero que no tienen migrantes activos. Solamente
la mitad de los hogares receptores de remesas reciben remesas de
un miembro que proviene del hogar receptor (Censo de Población
y Vivienda, 2002). Dicho de otra manera, la mitad de los hogares
receptores reciben transferencias de dinero por parte de personas
que no pertenecen o pertenecían a esos hogares antes de emigrar.
Al manejar un dato de semejante magnitud que aparentemente parecía escapar a la explicación de la perspectiva elegida –vinculación
de las remesas con tipos de hogar y arreglos familiares– nos apresuramos a verificar la confiabilidad del mismo, así como su persistencia en el tiempo, a la vez que se ponderaron varias conjeturas.
356
TOMO I
El material cualitativo permitió avalar una de las conjeturas.
Ese gran caudal de remesas que, del total de hogares receptores,
se dirigen al cincuenta por ciento de hogares sin migrantes activos o migrantes recientes puso de manifiesto la estrecha vinculación de las remesas con la familia extensa no residencial como objeto
de ayuda monetaria desde el exterior. La familia extensa no residencial constituye el elemento articulador de los intercambios
recíprocos de bienes y servicios basados en el parentesco, del
cual forman parte las remesas, sin importar que los receptores
estén deslocalizados en diferentes hogares y hasta en naciones
distantes. Una investigación conducida por Canales en México
llega a conclusiones semejantes: “Por medio de las remesas se reproducen relaciones de reciprocidad, responsabilidad y solidaridad
que resultan fundamentales en la conformación de todo sistema
familiar extenso” (Canales, 2005: 170). Se trata de personas que
envían dinero a sus hermanas casadas, nietas a abuelas, mujer a su
antiguo cónyuge que es el padre de sus hijos, madre a hijos con
prole que ya han formado otro hogar y, así un número interminable de casos. Esta mitad de los casos de remesas familiares que se
dirigen a la familia extensa no residencial, refiere a los vigorosos
vínculos afectivos y a la activación que las remesas hacen de ellos.
La proporción en que empíricamente se verifica la orientación de
las remesas hacia la familia extensa no residencial permite desentrañar
su significado en relación al régimen de bienestar familiarista existente en el país. La realidad de que un caudal tan importante de las
remesas sea asignado en función de los vínculos familiares extensos, constituye un elemento de reforzamiento del familiarismo en
convergencia, sin embargo, con mayores recursos dinerarios de las
remesas que se orientan a las relaciones mercantiles de bienes y
servicios para la reproducción cotidiana.
Las remesas no pueden ser comprendidas a cabalidad si se
enfocan solamente como un flujo dinerario (explicación neoclásica) o como producto de un acuerdo racional al interior de la
familia para cubrir los riesgos o expectativas de los miembros del
357
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
hogar (explicación de la NEML). Al mismo tiempo que la activan,
las remesas forman parte de una red de intercambio basado en
las relaciones de parentesco que conjuga la reciprocidad, responsabilidad, deberes y roles sexuales diferenciados. Dichos valores
y patrones culturales, lejos de ser inmutables, a efecto del mismo
proceso migratorio de intercambio, deben aprehenderse en movimiento y cambio.
Además del caudal de remesas vinculado a la familia extensa no
residencial, la otra mitad de los envíos de remesas permite trazar
el rastro de su vinculación preferencial con determinados arreglos residenciales: los hogares con jefatura femenina, los hogares
extenso-complejos, nuclear uniparental y, en menor medida, al
unipersonal. Efectivamente, por encima de la media nacional, las
remesas se dirigen a un cuarto de los hogares complejos y extensos, a un cuarto de los encabezados por mujeres, a más de un
quinto de los hogares uniparentales.
De esos hogares y vínculos nos referiremos, en lo que sigue,
a las estructuras de hogar extensas y complejas, las cuales se conforman a raíz de iniciativas y estrategias de reacomodamiento de
miembros de las familias para encarar situaciones de carencia, crisis económicas, hasta situaciones de migración. Al reagrupar o
acomodarse bajo un mismo techo con gastos fijos -propios a una
sola vivienda-, se pueden reducir los costos de mantenimiento por
persona y aunar mayores recursos humanos en la reproducción
cotidiana. Entre los elementos que impulsan la constitución de los
hogares extensos se encuentran “la migración (…), la escasez de
viviendas y recursos entre los sectores más pobres, la solidaridad
infra e intrageneracional cuando algunos parientes se separan o
enviudan, así como la necesidad de apoyo doméstico que tienen
las mujeres (…) cuando se incorporan al mercado laboral” (García
y Rojas, 2002: 268). Las modalidades y posibilidades del hogar extenso y complejo para enfrentar la privación, abre todavía muchas
interrogantes, no obstante se ha caracterizado a estos arreglos re358
TOMO I
sidenciales como aquellos, que por la cohabitación y proximidad
cotidiana habilitan la posibilidad de apoyos primarios e intercambios recíprocos inter e intrageneracional hacia niños de ambos
sexos, personas ancianas y discapacitadas.
También las remesas se conectan de preferencia a los tipos de
hogar monoparentales, los cuales, por sus características estructurales, han sido catalogados como susceptibles de experimentar
una vulnerabilidad social. En el extremo de mayor vulnerabilidad,
se encontrarían los hogares a cargo de mujeres, la uniparentalidad –mayoritariamente de jefatura femenina– y, los que contienen un abanico de mayores posibilidades para los intercambios
recíprocos, como son los hogares extensos-complejos, de fuertes
vínculos familiares y que suelen recomponerse o desagregarse,
según las situaciones para aprovechar o atenuar las condiciones
adversas. Otro rasgo de amplias implicaciones es la mayor condición femenina de la jefatura de los hogares extenso– complejo
que reciben remesas, al igual que en los unipersonales.
Para completar aspectos sobre el patrón de envío de remesas,
comentamos que las remesas no solamente tocan a la puerta de
una mayor proporción de hogares extensos-complejos, monoparentales y a los encabezados por mujeres, sino que estos últimos
son también los hogares que reciben los mayores montos (véase
el cuadro 10).
CUADRO 10. CANTIDAD DE DINERO RECIBIDO AL AÑO
POR CONCEPTO DE REMESAS
SEGÚN LOS TIPOS DE HOGAR POR SEXO DE JEFATURA
(EN RD$ Y EXPRESADO EN MEDIANA)
Sexo de la
jefatura
Masculino
Femenino
Unipersonal
21,480.00
36,000.00
Nuclear
biparental
16,847.06
24,000.00
Nuclear
monoparental
42,960.00
42,960.00
Extendido
30,000.00
42,960.00
Complejo
21,480.00
66,000.00
Total
21,480.00
42,960.00
Fuente: Treinta y cuatro entrevistas realizadas del 10 de diciembre de 2008 al 2 de febrero de 2009.
359
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Los movimientos de las remesas permiten considerar que las
estrategias familiares de emigración laboral y de envío de remesas
estarían vinculadas de preferencia a arreglos residenciales de reagrupamiento familiar (como los complejos y extensos) y de fragmentación (como los monoparentales), nuevos o existentes. Aparte
de vincularse a la familia extensa no residencial, se vinculan a dos
extremos: las remesas favorecen arreglos residenciales con vulnerabilidades como los de estructura uniparental y, por otra parte,
promueven tipos de hogar que, frente a la adversidad, podrían
potenciar recursos, tales como los compuestos y extensos.
7. El apoyo intergeneracional y las remesas
Las investigaciones acuerdan que la emigración numerosa provoca en lo inmediato una disminución de la mano de obra hábil
del país emisor. Al interior de los hogares, podría provocar una
intensificación y multiplicación del trabajo doméstico y de las
responsabilidades cotidianas del manejo de la unidad doméstica.
Son varias la respuestas a esos retos que confronta el hogar de
una persona migrante. Además de la intensificación de las responsabilidades dentro del hogar tampoco se puede descartar que
frente a esos imperativos de intensificación, la respuesta sea un
desistimiento de asumir las responsabilidades o de experimentar
dificultades para ello. La razón de esto es que quedan atrás los
ancianos, enfermos y niños a los que, por supuesto, hay que atender y proporcionar cuidados.
Como es sabido, al acoger en una unidad doméstica a una persona envejeciente se produce la modalidad familiar de protección
frente a los acontecimientos propios del ciclo vital como la viudez, indefensión por enfermedad o ancianidad o el término de la
vida laboral del envejeciente. Además de los cuidados, a la persona de mayor edad en la unidad doméstica le suelen ser brindados
seguridad, compañía, afectos y un ambiente más favorable. La
condición de dependencia que introducen tales miembros enve360
TOMO I
jecientes en las unidades domésticas, reclama evidentemente el
cuidado y atención aportados por el trabajo doméstico no remunerado y, además, implica la necesidad de ingresos para solventar
la situación generada.
Pero también, la presencia de las personas envejecientes en los
hogares es susceptible de visualizarse desde la doble perspectiva de solidaridad intergeneracional. La otra perspectiva, de vía
inversa de ese tipo de solidaridad, consiste en que los abuelos,
sobre todo las abuelas, una vez emigrado el padre o la madre u
otro familiar, contribuyen con las tareas de cuidado y atención de
sus nietos y nietas, y asumen parte de las responsabilidades cotidianas. En otros casos, de hogares con emigrante, al ocuparse
los abuelos o abuelas del cuidado de los hijos y del hogar dirigido
por jefas de familia, permite a las mismas y a otros miembros
femeninos de la unidad doméstica dedicarse más a otras labores,
sean actividades económicas o estudios.
En ambos casos, el dinero despachado por el trabajador desde
el extranjero a los hogares con personas mayores surte de ayuda
para enfrentar los gastos en que incurre el hogar con un miembro envejeciente en el primer caso, y en el segundo contribuye a
los gastos propios del hogar, con el envejeciente incluido. Esto
se confirma en las entrevistas, ya que se genera un envío especializado para las personas envejecientes o un envío “adicional”
para los gastos de salud de cualquiera de los miembros del hogar
o de la familia extendida no residencial. Ahora bien, una idea
central a retener es que los flujos monetarios que contribuyen
a satisfacer las necesidades de las personas de mayor edad o los
aportes que estas realizan en beneficio de otros miembros del
hogar, tienen la apoyatura del trabajo doméstico no remunerado,
al cual está anudado para que surta los efectos deseados. Ahora
bien, este trabajo doméstico, como se sabe, es asumido culturalmente por las mujeres.
361
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Veamos que el comportamiento de los flujos de remesas favorece a los hogares dominicanos con envejecientes. Los hogares
complejos en los cuales conviven abuelas(os) y nietos se hacen
merecedores en mayor proporción de los flujos monetarios de
los trabajadores emigrados con una significativa diferencia proporcional de 21.4% frente 9.7% que no reciben. Por otra parte,
la condición de persona envejeciente es un elemento que pesa en
el destino de las remesas. A nivel nacional, del total de hogares
con miembros envejecientes o jefes envejecientes, la proporción
que percibe remesas es mayor que la fracción que no recibe: 24%
frente a 16% a los que no reciben y 20.7% frente al 14.9% de los
hogares con jefes envejecientes que no reciben.
Los arreglos extensos-complejos poseen mayores posibilidades de apoyos y transacciones, sobre todo para los miembros
envejecientes. Esta relación entre familias extensas-complejas y
la migración se ha explorado en estudios acerca de otros países
de América Latina como, por ejemplo en Nicaragua, en los cuales se “asocian la presencia de familias extensas con la similar
proporción de emigrantes hombres y mujeres y las salidas temporales. Las familias extensas permiten reducir costos y resolver
el cuidado de niños/as y jóvenes que quedan a cargo de adultos/as que no son los padres biológicos, en muchos casos las
abuelas.”(Martínez Franzoni, 2008: 107). Veremos más de cerca
el rol de las abuelas en el caso dominicano.
Entre las personas envejecientes, se destaca el papel de las
abuelas –sobre todo de las abuelas maternas– en las redes familiares de intercambio y apoyo en torno a la migración y las remesas. Ellas adquieren un rol protagónico poco reconocido. Explorado y consignado en los estudios de las familias afrocaribeñas,
el papel de las abuelas es multivalente tal como lo descubren las
entrevistas, ora como financiadora o adyuvante a la migración,
como sustituta responsable de la reproducción cotidiana de los
miembros del hogar o como cuidadora de los hijos dejados a su
362
TOMO I
disposición por uno de los progenitores en el exterior. A través
de las entrevistas se descubre una diversidad de papeles encarnados por las abuelas y que consignaremos sucintamente más
adelante, luego de especificar en torno a una clasificación según
las categorías de bienes y servicios que circulan en las redes de
intercambios recíprocos.
Hasta ahora no hemos consignado qué tipo de bienes y servicios circulan mediante al intercambio recíproco. Con mucho
eco en los estudios acerca de la familia, J.-H. Déchaux (1994)
propuso una clasificación de los bienes, servicios y favores que
circulan en la red de intercambio recíproco a través de las relaciones de parentesco. En primer lugar, las transferencias financieras y
de bienes que forman parte del patrimonio familiar. Son múltiples
y van desde la transferencia o préstamo de dinero hasta préstamos o donación de viviendas para ser habitadas, muebles, ropa,
utensilios, compras de alimentos, en fin todas las transferencias
que comporten una redistribución de orden económico o patrimonial. En segundo lugar, el trabajo doméstico para la reproducción
cotidiana de los miembros del hogar o facilitación de la vida al
interior de la unidad doméstica, el cual incluye desde pequeñas
reparaciones de la casa o de artículos de la casa hasta las actividades comúnmente conocidas (lavar ropa, cocinar, cuidar a los niños, ancianos, enfermos, entre muchas otras). En tercer lugar, los
recursos sociales o de capital social que ponen en contacto a los familiares con redes sociales, informaciones útiles para acceder, por
ejemplo, a servicios u oportunidades, también contactos útiles.
Aunque fuera de la clasificación anterior, otro elemento considerado importante en el intercambio son los apoyos emocionales.
Sin pretensión de ninguna exhaustividad, el siguiente cuadro
designa, a la luz de la clasificación de Déchaux, el papel de las
abuelas en cuanto a las labores de apoyo y de intercambio recíproco correspondientes a las dos primeras clasificaciones (que
fueron las que se registraron en las entrevistas). Las abuelas apa363
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
recen de múltiples maneras, tanto como receptoras o generadoras de transferencias de dinero y de servicios, y principalmente,
como ejecutoras del trabajo doméstico anudado a las agrupaciones y recomposiciones de los miembros de los hogares que
reciben remesas.
CUADRO 12
MADRE (ABUELA) DE PROGENITORA O PROGENITOR
EN HOGAR RECEPTOR DE REMESAS
Recibe transferencias de nietos o nietas
Recibe remesas para su manutención en vivienda compartida por
otros que reciben
1
Aloja a los miembros del hogar receptor en su casa mientras introducen
una mejora a la vivienda
Comparte y apoya en las atribuciones de la jefatura femenina con hija
Cambia de residencia para ayudar con trabajo doméstico
Proporciona trabajo doméstico y recibe apoyo en manutención
Paga servicios domésticos para el cuidado de nietos
Acoge a los nietos en su hogar mientras trabaja el padre o la madre
que quedó en el país y, recibe remesas para la manutención de nietos
2
Hog ar receptor de remesas
Remesa dinero a hogar encabezado por hija o hijo
Realiza préstamo o cesión de vivienda
Frente a urgencias, proporciona préstamos de dinero o su donación
Papel de apoyo en la decisión de emigrar de la hija
3
Fuente: Treinta y cuatro entrevistas realizadas del 10 de diciembre de 2008 al 2 de febrero de 2009.
364
TOMO I
Los datos cualitativos permiten palpar con mayor concreción
algunas de las modalidades de los arreglos residenciales extensos
y complejos, ya existentes o generados por la migración y a las
cuales las remesas acuden en su auxilio. Dos casos permitirán
captar varios de los rasgos. Al partir hacia el exterior, E…, la
esposa de Pedro dejó sus hijos con su mamá y con Pedro. Luego,
él se mudó del pueblo pero la condición de E era que sus hijos
estuvieran bien cuidados (“si no es mami que me cuide a esos muchachos
yo me regreso”) pero sin estar separados de su padre, Pedro, ni de la
abuela. La abuela dejó a un lado la posibilidad de volver a trabajar como profesora en un colegio y se mudó al otro pueblo para
incorporarse al hogar de su yerno y cuidar a sus nietos. Pedro
lo relata de la siguiente manera: “Ella [la abuela] se quedó en San
Pedro solo por unos meses, porque ella entendía que volvería a dar clases en
el colegio donde trabajaba.” Y abandonó a su pueblo y a la idea de
seguir trabajando: “Se enfermó, sabes de la presión y el azúcar, pero ella
podía seguir trabajando, ella tomó la enfermedad como excusa para seguir
cuidando a los niños…”
Otro caso es el de Lidia, quien después de su divorcio vivía
con sus tres hijas en la ciudad en una casa alquilada. Su hermano
y su madre le pidieron que fuera a vivir con ellos en la casa materna con los propósitos de construir, paso a paso y entre todos,
una casa de bloques de concreto en los cimientos de la casa de
madera. Luego de la partida del hermano, poco a poco reconstruyeron la vivienda con las remesas que el hermano enviaba, el
solar de la mamá y el dinerito que Lidia ponía en la olla común.
Luego de trece años, el hermano sigue enviando remesas aunque
sólo para la dieta especial de la madre y sus medicinas, Lidia sigue
trabajando y viviendo en la casa anteriormente materna y que
ahora es de la madre y de ella. La madre (abuela), la jefa de hogar
y sus hijas se distribuyen las labores domésticas, resguardando
a la madre del trabajo más pesado, que por razones de salud no
puede realizar. Desde hace seis meses surgieron nuevos ingresos y un nuevo inquilino que también envía remesas: se trata del
365
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
nuevo esposo de Lidia que trabaja en el exterior y quien en varias
ocasiones ha residido pasajeramente en esa casa.
De la observación de estos arreglos se destaca nítidamente un
conjunto mínimo e indispensable de elementos que ponen en
juego una convivencia común mediante el agrupamiento residencial extenso o complejo: a) los vínculos de reciprocidad en
función del parentesco o de amistad, b) los recursos dinerarios
–en el caso que nos ocupa las remesas u otros ingresos-, c) recursos no dinerarios –mobiliario, vivienda, entre otros- y, d) el
trabajo doméstico para realizar las labores propias a la reproducción cotidiana del grupo y a la satisfacción de las necesidades
particulares de los miembros que las tengan.
Esta realidad sociocultural al interior de la familia consistente en
apoyos y solidaridades para el bienestar, tiene implicaciones en la
disminución de presiones para una ampliación y solidez de los sistemas de provisión, puesto “que en aquellas naciones en que prevalece un modelo tradicional de familia la división del trabajo entre
las agencias de provisión del bienestar revela un protagonismo de
la familia respecto del mercado y del Estado” (Flaquer, 2002: 14).
8. Arreglos residenciales y movilización
de recursos de trabajo
Nos interrogamos si las contribuciones de dinero provenientes de familiares que trabajan en el exterior ¿colaboran o están
asociadas a la activación de los recursos potenciales laborales
de los miembros de los diferentes tipos de hogar concernidos?
El acento de la pregunta está en la organización doméstica que,
como la extensa y compleja, permitiría mayor liberación de mano
de obra hacia el mercado de trabajo.
En lo que sigue, vamos a examinar las relaciones migraciónremesas –tipos de hogar, y al mismo tiempo, su posibilidad de
366
TOMO I
incrementar o mantener el bienestar de sus miembros. Como no
hay un acervo de datos sobre el empleo de tiempo dedicado al
trabajo doméstico y las tareas concernidas, se utilizarán medios
indirectos.
Para considerar la situación de los hogares, aludimos sucintamente al enfoque de vulnerabilidad a la pobreza el cual, aunque
eminentemente descriptivo, se fundamenta en una visión más integral
de la pobreza, que no se limita a la carencia de recursos materiales para satisfacer las necesidades, a unos cuantificaciones del ingreso o a una visión estática de la pobreza (Sen, 1992). Se refiere
a un fenómeno más complejo que incorpora las consecuencias
del sistema económico y social sobre la estructura de oportunidades y de integración, y sobre las posibilidades de acceso al
disfrute del sistema de protección social. Este enfoque coloca su
atención en una serie de recursos que tienen las personas u hogares, los cuales pueden servir para aprovechar las oportunidades
que le ofrece el mercado, el Estado o la sociedad para mejorar su
situación de bienestar. El enfoque permite también visualizar la
precarización o insuficiencia de la estructura de oportunidades y
las limitaciones de los hogares o individuos en torno a la posesión, control e influencia sobre los recursos y sus estrategias para
movilizarlos.
Al abordar la condición laboral de los jefes y miembros de
los diferentes tipos de hogar y su vulnerabilidad a la pobreza,
se debe tomar en cuenta que “el recurso-activo más valioso que
tienen los hogares para enfrentar su condición de vulnerabilidad
es el trabajo. (…) la vulnerabilidad a la pobreza de los hogares de
escasos recursos estaba fuertemente asociada a su capacidad de
movilizar sus recursos de trabajo” (Wormald, Cereceda y Ugalde,
2002: 199-200).
Hemos visto que la migración-remesas promueve o va en
auxilio, en mayor proporción, de los arreglos residenciales ex367
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
tensos-complejos, monoparentales y los presididos por mujeres.
Tal como hemos sustentado, mediante los arreglos residenciales
extenso y complejo, los miembros pueden buscar o desarrollar
estrategias residenciales de reproducción social, las cuales contemplan tres dimensiones, la primera sería la reducción de los
costos comunes y sumar contribuciones de mayor cantidad de
personas para solventar el tiempo de trabajo doméstico común;
una segunda, consistente en propiciar la cercanía vital que haga
posible la ayuda mutua intergeneracional (envejecientes, niños y
discapacitados) y, una tercera dimensión es la de posibilitar la
liberación o disminución del trabajo doméstico de los diferentes
miembros, sobre todo femeninos, para multiplicar la participación económica. En lo adelante vamos a explorar, si en los hogares complejo y extenso que reciben remesas, además de la posibilidad de ayuda mutua, prevalece la dimensión de la estrategia de
reproducción social relativa a la multiplicación de la participación
económica de sus miembros.
Las estrategias de reproducción social pueden involucrar una
reorganización del hogar asociada a la incorporación económica
de determinados miembros del hogar, tal como se realiza con la
emigración laboral. Hasta tal punto es importante la estructuración del hogar de cara a la inserción posible de sus miembros en
la esfera productiva que, como señala Villena “es plausible sostener que los procesos de organización doméstica constituyen una
mediación entre las transformaciones de la estructura económica
y la estructura del empleo” (Villena, 194: 198).
El enfoque de la pobreza que aquí trabajamos, aunque es inseparable de su estatuto meramente descriptivo, también incluye
estructuras, elementos relacionales y actuaciones. Las actuaciones
individuales –de las unidades domésticas o los individuos– son
realizadas para atenuar, contrarrestar o desafiar los constreñimientos sociales o las desventajas sociales como también para
aprovechar las oportunidades, multiplicar o acomodarse a los
368
TOMO I
efectos diferenciados de las mismas, en nuestro caso, de las remesas. Bajo la pretensión de conjugar los constreñimientos propios
de las condiciones sociales y económicas con la acción individual
o de los sujetos (de las familias o individuos) se han analizado los
niveles de activación individuales o del grupo familiar en torno a
recursos, como las condiciones demográficas, para alcanzar, entre otras iniciativas la participación económica en el entorno de
los arreglos residenciales.
En los tipos de hogar que reciben remesas en mayor proporción, los extensos-compuestos, además de tener la mayor proporción de jefatura femenina, su agrupamiento ha sido de tal
manera (véase el cuadro 11) que su membresía se distingue por
poseer los mayores índices de feminidad (hembras mayores de
13 años). Estas características apuntan a sostener que su reagrupamiento con mayor proporción femenina podría estar ligado
al apoyo en trabajo doméstico. O bien a la posibilidad de liberar
hacia el mercado laboral o la actividad económica a la mano de
obra comprometida con el trabajo doméstico. Lo cual está pendiente de avizorar.
CUADRO 11. ÍNDICE DE FEMINIDAD SEGÚN LOS DISTINTOS TIPOS
DE HOGAR POR RECEPCIÓN DE REMESAS
Tipo de hogar
Unipersonal
Índice de feminidad (mayores
de 13 años)
Recibe remesas
Total
Recibe
No recibe
Nuclear biparental
Nuclear monoparental
Extendido
Complejo
Total
369
1.00
1.00
1.00
1.09
1.03
1.04
1.38
1.26
1.29
1.51
1.52
1.33
1.38
1.40
1.15
1.42
1.44
1.18
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
En un apartado anterior se estableció que los miembros de
los hogares receptores de remesas se incorporan en menor proporción al mercado de trabajo. Ahora vamos a ver si hay diferencias específicamente en aquellos arreglos habitacionales –los
extensos y compuestos– que son promovidos o auxiliados por
las remesas.
Previamente, conviene conocer la distribución del recurso trabajo por tipo de hogar para lo cual hemos considerado la intensidad de miembros en edad de trabajar que consiste en dos o más
miembros. La mayor intensidad de miembros en edad de trabajar
corresponde a los tipos de hogar nuclear biparental y complejo y, en
el otro extremo de menor intensidad, los del tipo monoparental y
unipersonal, mientras que el extenso se sitúa a medio camino entre
los dos extremos. Como era de esperar, los hogares biparentales
son los que más han activado el recurso trabajo ya que el 94%
tiene por lo menos un miembro ocupado. Pero el interés de este
estudio es en relación a los hogares enlazados preferentemente
a las remesas, de los cuales los hogares complejos y extensos
muestran la mayor intensidad de miembros ocupados y, en el
otro extremo los uniparentales con la menor.
De los hogares no receptores de remesas, las estructuras biparental, compleja y extensa tienen la mayor condición de ocupación de, por lo menos, un miembro. Y además, siempre en los
hogares no receptores, los tipos de hogar con mayor intensidad
de miembros ocupados (dos o más miembros ocupados) son
precisamente aquellos, como fue sustentado anteriormente, que
su caracterización es la de ser un agrupamiento de personas que
posibilita la liberación de mano de obra hacia la participación
económica: el complejo y el extenso ya que de los hogares no
receptores tienen, respectivamente, el 61.1% y el 51.2% con una
ocupación de dos o más de sus miembros (véase el cuadro 13).
Sin embargo, ocurre de manera diferente para esos arreglos
370
TOMO I
residenciales receptores de remesas. Al igual que en los hogares
monoparentales, extenso y complejo, la intensidad de la participación económica, es decir, la proporción de hogares con dos o
más ocupados, se reduce enormemente en relación a los mismos
hogares no receptores hasta alcanzar en el extenso solamente el
37.7% frente al 51.2% de los que no reciben. Además la mayor
expresión de la condición de intensidad de la condición de inactividad se encuentra en los hogares extenso y complejo y, de manera
mucho más acentuada, en los hogares receptores de remesas.
CUADRO 13. PORCENTAJE DE HOGARES CON MIEMBROS OCUPADOS
SEGÚN INTENSIDAD DE OCUPACIÓN POR RECEPCIÓN DE REMESAS
Tipos de hogar
Unipersonal
Nuclear
biparental
Nuclear
monoparental
Extendidas
Compleja
Número de
ocupados por
hogar
Uno
Dos o más
Uno o más
Uno
Dos o más
Uno o más
Uno
Dos o más
Uno o más
Uno
Dos o más
Uno o más
Uno
Dos o más
Uno o más
Recibe
No
recibe
Total
36.3
36.3
49.3
38.6
87.9
42.0
69.2
69.2
51.7
43.1
94.8
54.0
64.7
94
-
19.8
24.6
61.8
39.4
37.7
77.1
31.9
55.2
87.1
78.6
36.1
51.2
87.3
30.8
61.1
91.9
-
74.8
84.7
90.7
Este conjunto de elementos desbrozados se sintetiza de la siguiente manera: existe una mayor condición de intensidad de la
ocupación en los hogares extenso y complejo no receptores de
remesas, pero una mucho menor en los hogares extensos que
reciben, así como también una mayor intensidad de inactividad
en los hogares extenso y complejo, pero más acentuada en los
371
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
que reciben. Esta exploración nos pone sobre la pista de que
los miembros de hogares extenso y complejo que no reciben remesas aprovechan las características propias del agrupamiento
de miembros de este tipo de hogares para liberar y aliviar de las
cargas presenciales de la ayuda mutua y del trabajo doméstico
a la mayor cantidad de personas para posibilitarlos a que se incorporen a la participación económica. Mientras, la membresía
de los hogares extenso y complejo que reciben remesas no le
otorga primacía a la estrategia de la multiplicación de miembros
orientados hacia el mercado de trabajo. Todo parece indicar que
los hogares receptores extensos y complejo se orientan más bien
hacia el apoyo mutuo de sus miembros; en menor medida, a facilitar la actividad educativa; y se inhiben más acentuadamente de
la participación económica de sus miembros.
Podría entonces aventurarse que, en un ambiente desprovisto de sólidos apoyos públicos de protección social, en lugar de
multiplicar las ventajas de los hogares extenso y complejo para la
liberación de mano de obra hacia la actividad económica, las remesas apuntan en estos arreglos familiares, a vigorizar el régimen
de bienestar basado en el familiarismo.
9. Niveles de ingresos y remesas de los diferentes
arreglos residenciales
El impacto de las remesas en los ingresos es diferenciado según
los distintos tipos de hogar: los hogares que registran dificultades
para que sus miembros se integren a la participación económica
y, por ende, una mayor vulnerabilidad en ese sentido (unipersonal y monoparental) y aquellos, que frente a la emigración de un
familiar son propicios para manejar positivamente los recursos y
activos que poseen las familias pobres.
Los flujos monetarios librados desde el exterior son considerados como los ingresos domésticos principales por la mitad de los
372
TOMO I
hogares que poseen menos recursos y una mayor posibilidad de
riesgos frente a la pobreza y al desempleo. Y, en segundo lugar,
los hogares extenso y complejo adjudican una principalía a las
remesas y a su aprovechamiento (véase gráfico 1).
GRÁFICO 1. IMPACTO DE LAS REMESAS EN LOS INGRESOS FAMILIARES
SEGÚN TIPOS DE HOGAR (EN PORCENTAJE)
Unipersonal
30.6
14.7
28.3
N. Monoparental
Complejo
54.8
20.4
51.3
44.9
23.9
48.6
Extendido
32.2
22.4
29.0
68.6
N. Biparental
0.0
10.0
Minimo
20.0
30.0
Complementario
15.3
40.0
50.0
60.0
70.0
15.3
80.0
90.0
100.0
Principal
Los hogares de limitados recursos (pobres y no pobres), mediante las estrategias de la emigración laboral y la contribución
de las remesas, con frecuencia pueden verse comprometidos con
arreglos residenciales -nuevos o ya constituidos- que, como los
monoparentales y unipersonales, suelen ser considerados como
vulnerables. Se apuesta a que dicha vulnerabilidad se compense
con las remesas recibidas posteriormente. Ahora bien, mientras
se espera esta posible compensación, las oportunidades institucionales de la protección social son sumamente limitadas. Así
que las posibilidades de una compensación por la vía de los ingresos cuenta, fundamentalmente, con la apoyatura del trabajo
doméstico no remunerado al interior del grupo familiar.
373
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
El análisis y razonamientos precedentes han resaltado la menor integración al mercado laboral por parte de los miembros
receptores de remesas. Queda, por supuesto, la interrogante de
si se trata, acaso, de una situación momentánea o de un rasgo
más o menos duradero. Si bien los hogares que perciben remesas
se han constreñido en la movilización del recurso del trabajo,
ellos han procurado, sin embargo, una inversión educativa, tan
fundamental para insertarse de la mejor manera en el mercado
laboral o, acaso, para aprovechar mejor las oportunidades aquí o
en el exterior.
Para sopesar las diferencias, se han escogido los niveles educativos que operan como fronteras diferenciadoras en la valoración social y económica de la capacitación: el nivel secundario y
el universitario. Salvo en el grupo complejo, el fiel de la balanza
apunta más favorablemente hacia los jefes que encabezan hogares receptores de remesas, cuya proporción de bachilleres y
universitarios es más elevada que los que no reciben y, de manera
inversa cuando se evalúa la no instrucción.
Es de esperar que esa ventaja en los niveles de instrucción
surta efectos en la consecución de trabajos mejor pagados. Salvo
en el grupo doméstico complejo que no contaba con una proporción mayor de mejores credenciales educativas y el caso particularizado del monoparental (menor tiempo y dedicación de las
jefas solas), los favorecidos con las remesas familiares alcanzan
una proporción mayor de salarios por encima del mínimo y de
mayores niveles de pago por hora trabajada.
Las remesas, entendidas como una transferencia internacional
de un fondo salarial contribuirían a la reproducción cotidiana de
las familias, a mejorar sus condiciones de vida y a contrarrestar
el empobrecimiento o la vulnerabilidad social. Ellas proveen un
impacto diferenciado en la pobreza dineraria de los tipos de hogar receptores. Se ha ilustrado el significado diferente, mediante
374
TOMO I
GRÁFICO 2. ESCENARIOS DEL NIVEL DE POBREZA
(MEDIDO SEGÚN LA LÍNEA DE POBREZA)
DE LOS HOGARES QUE RECIBEN
100%
90%
80%
46.3
52.2
70%
47.7
54.8
69.4
60%
79.2
79.7
83.4
90.6
50%
85.3
13.4
5
40%
19.3
34.4
30%
Unipersonal
Nuc. Biparental
as
as
re
m
es
es
re
m
es
m
re
m
n
Co
Pobres
Sin
re
m
Extendido
3.2
0
as
es
as
as
es
es
n
Co
Indigente
re
re
m
m
es
es
Nuc. Monoparental
17.9
11.5
14.7
4
0
Sin
as
0
12.7
Sin
4.7
n
6.3
26
as
16.1
re
m
re
n
Co
m
es
es
m
re
re
Sin
n
Co
0
as
as
0%
14
as
3.8
5.6
Sin
10%
15.9
40.3
Co
42.9
20%
Complejo
No pobres
el empleo de la línea de la pobreza, con la construcción de dos
escenarios: los ingresos de los hogares con inclusión del monto
de las remesas; y el otro escenario, esos mismos hogares retirándoles el monto de las remesas. Al retirar a los hogares receptores
el monto recibido por concepto de las remesas la proporción
de indigentes aumenta sustancialmente (véase el gráfico 2). Y
los grupos domésticos unipersonal, monoparental y extendido
–catalogamos como de mayor vulnerabilidad– son los que manifiestan mayor impacto de las remesas que permiten reducir significativamente la proporción de indigentes.
Las migraciones y las remesas marcan la trayectoria de múltiples esfuerzos individuales para incorporarse a la actividad
económica y lograr mayor bienestar. Esta incorporación en el
mercado laboral exterior, que se salda parcialmente con flujos di375
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
nerarios hacia el país, implica las redes familiares que dan apoyo
y posibilitan una tal aventura. Se trata de un formidable impulso
individual, que incorpora las remesas, los hogares y las familias
con sus vínculos y el trabajo doméstico, es decir, que confluyan
individuos, mercado, y la familia en procura del bienestar y de la
atenuación de la vulnerabilidad. Pero la mayor ausencia es la del
Estado y la de un sistema de integración y protección social.
10. Conclusiones
A partir del estudio que resume el presente artículo, hemos
mostrado la existencia de cuatro patrones regionales diferenciados. Estos patrones no necesariamente se corresponden con la
proximidad espacial de las regiones. En especial, las diferencias
entre estos grupos regionales se asocian con la incidencia de la
pobreza de ingresos, sus grados de urbanización, concentración
urbana y el peso de la mujer en la migración.
En consonancia con la bibliografía presentada, el estudio también revela la existencia de diferencias importantes en las poblaciones que migran a distintos destinos; estas diferencias incluyen
importantes variaciones regionales, aunque el predominio de la
región metropolitana es considerable.
A la luz de los resultados, podemos afirmar que mientras en
ciertas características estudiadas las remesas no poseen efectos
diferenciados entre los diversos grupos regionales considerados,
se observan efectos distintos en al menos cuatro dimensiones
estudiadas: las condiciones de la vivienda, la estructura familiar,
la ocupación de los miembros y la condición de pobreza de ingresos en el hogar.
Es importante destacar, que las diferencias en los impactos sobre las dimensiones se observan en el incremento de las diferencias absolutas entre hogares receptores y no receptores, mientras
376
TOMO I
el sentido de estas diferencias permanece similar en todos los grupos regionales. En este sentido, en aquellas dimensiones relacionadas a la calidad de vida, es decir, condiciones de la vivienda y pobreza de ingresos, las remesas conllevan una mejor situación para
los hogares receptores, pero estas diferencias son más acentuadas
en las zonas de mayor pobreza de ingresos, por tanto, parece que
las remesas tienden a acentuar diferencias ya existentes.
Cuando se considera la pobreza desde otras dimensiones distintas al ingreso, se constata que la dotación de activos de los
hogares receptores se reduce, existiendo evidencia de que incluso su acceso a redes sociales es menor. Si a esto le sumamos que
en materia de ocupación, aunque la fuerza laboral de los hogares
receptores se encuentra mejor educada, estos hogares muestran
una inercia mayor para movilizar su fuerza laboral (fruto en parte
de su menor acceso a redes primarias), y que además los hogares
que reciben remesas desarrollan arreglos familiares más vulnerables en virtud de tener menos presencia de cónyuges y sus lazos
ser menos sólidos, tendremos necesariamente que cuestionar el
verdadero efecto de las remesas sobre las posibilidades de desarrollo, en la medida que no se crean las condiciones para permanecer fuera de la pobreza de ingreso sin el flujo externo.
En cuanto a las condiciones de las viviendas, los hogares receptores mantienen situaciones más favorables y en consecuencia con lo explicado, las menores diferencias se dan en el grupo 1.
Asimismo, en los grupos 3 (Cibao Norte, Higuamo y Cibao Sur)
y 2, donde las condiciones del empleo aparecen más limitadas,
los hogares receptores acusan una menor movilización de sus
recursos para el trabajo.
Los patrones de gastos de los hogares receptores y el bajo
nivel de inversión, permiten afirmar que las remesas parecen
actuar como un fondo salarial compensatorio para el hogar, el
cual permite mejorar más su situación a los hogares de regiones
377
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
menos favorecidas económicamente, y si bien es cierto que los
hogares receptores destinan una porción mayor de sus ingresos
a la salud y la educación, también es cierto que en el primer caso,
el de la salud, no se generan mejores prácticas precautorias como
la adquisición de seguros, y en el caso de la educación parece más
bien existir una anticipación de la futura condición migratoria de
los miembros.
Las remesas han sido vistas por la Nueva Economía de la Migración Laboral como un ahorro –frente a las dificultades de los
pobres para acceder al sistema crediticio formal–; también como
un seguro frente a pérdidas de trabajo, de la producción, enfermedades. Sin embargo, la transposición del discurso de la economía
racional a realidades tan diferentes como la familia nos señala
problemas epistemológicos. Ahora bien, el giro fue interesante
ya que intentó profundizar el fenómeno de las remesas en sus
relaciones con el sistema social, económico e institucional del
país de origen.
La importancia social para el bienestar de las redes de intercambios recíprocos de bienes y servicios en la familia ampliada y
allegados– de los cuales las remesas forman parte, nos refiere al
régimen de bienestar familiarista del país, en el cual se inscriben.
Se ha dicho, con alguna razón, que la emigración de fuerza de
trabajo reduce la presión sobre el mercado de trabajo y las demandas sociales al régimen de acumulación y al estilo de desarrollo. Asi
mismo, las remesas familiares, como recursos y estrategias familiares de intercambio recíproco propias a un régimen familiarista de
bienestar al cual fortalecen, reducen la presión social al tradicional
desentendimiento del Estado en la plasmación de una institucionalidad y políticas eficaces de una asunción mayor del bienestar de la
ciudadanía que conceda la posibilidad de retirar y asumir la pesada
carga de responsabilidad de bienestar que descansa en las familias
de escasos recursos, que además no pueden recurrir al mercado.
378
TOMO I
Las remesas no se dirigen a todos los hogares ni solo a aquellos con emigrantes o emigrantes recientes. El presente trabajo
permitió identificar los arreglos residenciales, familiares y otros
elementos que favorecen la recepción de remesas. La centralidad
de la recepción de remesas es detentada por la familia extensa no
residencial con un 50% de los destinos de las remesas. Le siguen
los arreglos residenciales con jefatura femenina, los arreglos extenso-complejos y los nucleares monoparentales. Y entre los elementos se encuentra la presencia en el hogar de un envejeciente,
el cual como explicamos favorece el apoyo intergeneracional.
También hay diferencias según necesidades o condiciones: los
mayores montos de dinero son recibidos por los arreglos residenciales encabezados por mujeres, y también por los hogares
con población infantil.
Los impactos de las remesas en la pobreza de ingresos son
considerables y visibles y operan precisamente sobre aquellas familias que se sitúan en la vulnerabilidad. Cuando se desagrega
por familias receptoras y no receptoras y se clasifican por quintil
de ingreso, los efectos de las remesas en las familias de mayor
pobreza y vulnerabilidad son tangibles.
Sin embargo, el ambiente favorecedor del arreglo residencial
extenso-complejo para liberar mano de obra del trabajo doméstico y posibilitar su incorporación a la participación económica no
obra benéficamente en los receptores. De manera que la recepción de remesas proveen un impacto diferenciado en la pobreza
dineraria de los miembros de los arreglos residenciales considerados más vulnerables: el unipersonal y el monoparental. Pero
las remesas, vistas aún en los arreglos residenciales de una mayor
mediación y condiciones estructurales para propiciar la incorporación de sus miembros al mercado de trabajo, no estimulan una
estrategia de multiplicación de la participación económica, vital
para la mejoría de las condiciones de vida.
379
380
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383
384
Nota Biográfica de los Autores
385
386
ISIS DUARTE TAVÁREZ. Socióloga dominicana egresada de
la Universidad Autónoma de Santo Domingo con estudios de
maestría en Ciencias Sociales, mención en Ciencia Política, de
la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Santiago de
Chile (1972-1973). Durante más de 20 años laboró en la Universidad Autónoma de Santo Domingo como Profesora Adjunta y
Coordinadora de Cátedra del Departamento de Sociología y fue
Directora del mismo en dos oportunidades. En la actualidad, se
desempeña como consultora e investigadora independiente.
Se inició en la coordinación de investigaciones sociales en el
antiguo Centro de Estudios de la Realidad Social Dominicana
(CERESD-UASD) y, posteriormente, en el Instituto de Estudios
de Población y Desarrollo (1985) de PROFAMILIA, donde laboró, primero, como investigadora principal y, luego, como directora, hasta acumular una amplia experiencia principalmente
en investigaciones sociales vinculadas a problemas laborales y
condiciones de vida, migración, género, cultura política y democracia.
Ha sido consultora de varios organismos e instituciones nacionales e internacionales y autora o coautora de numerosos libros,
ensayos y otras publicaciones, entre las cuales se destacan: Azúcar
y Política en la RD (1976). Capitalismo y superpoblación en Santo Domingo (1980), Trabajadores Urbanos (1986) Población y Condición de la
mujer (1989), Población, Migraciones Internas y Desarrollo en República
Dominicana (1991), Quinientos mil haitianos en República Dominicana
387
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
(1994), Los hogares dominicanos, el mito de la familia ideal y la jefatura
de hogar (1995), Entre la calle y la casa: Las mujeres dominicanas y la
cultura política a finales del siglo XX” (1999), El Trabajo Doméstico
Remunerado en la RD (2009), Mujer y Política en la RD: Consensos y
Disensos entre las Líderes y la ciudadanía (2008); y los textos sobre cultura política y democracia en la República Dominicana: La cultura
política dominicana, entre el paternalismo y la participación (1998); ¿Hacia
dónde va la democracia dominicana? (2002), La democracia vulnerable: insatisfacción y desconfianza (2005).
Fue merecedora del Premio Nacional de Ensayo “Pedro Henríquez Ureña”, otorgado por la Secretaría de Estado de Educación (1980) por su obra “Capitalismo y Superpoblación en Santo
Domingo” y de la medalla al mérito que otorga el gobierno dominicano a la mujer (1996) por su labor en el campo de la investigación social. Miembro de Número de la Academia de Ciencias
de la República Dominicana, ingresando el 15 de agosto de 1994.
Formó parte del grupo que fundó en 1993 el movimiento cívico
Participación Ciudadana y fue Directora del Programa PolíticoElectoral de esa agrupación.
EL SERVICIO JESUITA A REFUGIADOS/AS Y MIGRANTES (SJRM).
Es una organización internacional de la Compañía de Jesús, que
facilita la participación de individuos y comunidades en la tarea de acompañar, servir y defender a refugiados/as y migrantes
forzados/as, promoviendo la cooperación regional y global. Su
visión es impulsar cambios orientados a mejorar las condiciones
socio-políticas y económicas de los/las refugiados/as y desplazados/as y sus descendientes en la República Dominicana y el Caribe, promoviendo el diálogo cultural, el respeto a los derechos humanos, y la solidaridad entre los pueblos, desde una metodología
democrática y participativa, bajo la inspiración de la misión de la
Compañía: servicio de la fe y la promoción de la justicia.
388
TOMO I
Se funda en República Dominicana en 1995, respondiendo inicialmente a las características especiales de los derechos humanos de migrantes forzados/as y más adelante refugiados/as, en el
contexto de la región caribeña en general, y de Haití y República
Dominicana, en particular.
Actualmente desarrolla sus programas de trabajo a través de
una oficina en Santo Domingo (Centro Bonó), una oficina en la
frontera norte (Solidaridad Fronteriza, en Dajabón, una en Santiago de los Caballeros en las instalaciones del Centro de Formación Social Agraria (CEFASA) y una en la frontera sur (Servicio
Jesuita a Refugiados/as y Migrantes en Jimaní).
FELIPE SANTOS REYES. Nació en Santo Domingo, Distrito
Nacional, en lo que hoy se denomina municipio Santo Domingo Este. Realizó sus estudios de educación primaria en la escuela Hogar Masónico, y sus estudios secundarios en los liceos
Gregorio Luperón y Ramo Emilio Jiménez, obtiene el título de
Bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas. En la Universidad
Autónoma de Santo Domingo, obtiene el título de licenciado
en Economía. Su especialidad profesional se concentra en investigación socioeconómica y formación de proyectos sociales
(autodidacta), planificación sindical (CNTD/ORIT), análisis de
mercado de trabajo (ORIT/BID/Costa Rica), políticas sociales.
Se ha desempeñado como asesor para varias organizaciones de la
sociedad civil e instituciones estatales.
Ha realizado y co-realizado las siguientes investigaciones:
• Las Organizaciones de Trabajadores como actor en el sistema de relaciones laborales en República Dominicana, Organización Internacional del Trabajo.
• Integración del Sector Informal a la Seguridad Social en República Dominicana, Organización Regional Interamericano de
Trabajadores /Perú, etc.
389
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
• Propuesta sindical de reforma al Código Monetario y Financiero 2001-2001, Consejo Nacional de Unidad Sindical.
• Estructura de Presupuesto e impacto en los grupos vulnerables en República Dominicana, Centro de Estudios Sociales
Padre Juan Montalvo.
• Servicios Municipales para el desarrollo infantil temprano
en el municipio de Cevicos, Comunidad Cosecha/Ministerio de
Educación/Banco Mundial.
MILKA A. CUELLO DEL ORBE. Estudió sociología y realizó
una especialidad en Estadística Aplicada en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde trabaja actualmente como
ayudante docente y colabora en una investigación en el ámbito
de las migraciones en el país. Además, de participar en un estudio sobre “Responsabilidad Social Corporativa” en el Distrito
Nacional, ha colaborado en diferentes consultorías: Estudio de
Factibilidad Social sobre el ITIESCO SL (Grupo de Consultoría Pareto), “Elaboración de un Mecanismo de Relacionamiento entre Comunidad-Centros Hospitalarios en materia de Salud
Sexual y Reproductiva (Facilitadores Asociados); así como, en la
evaluación de proyectos de Educación Social (Children International- Pro-generas)
Ha trabajado como educadora social/técnica en el Proceso
Pobreza (Centro Juan Montalvo), encargada de zona (Children
International), técnica de proyectos sociales (Red Iberoamericana de Personas con Discapacidad).
De igual modo, ha apoyado talleres, cursos, etc. sobre tópicos
diversos del ámbito social (proyectos, análisis de la realidad social, planificación etc.)
LA FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES
(FLACSO). Es un organismo intergubernamental y autónomo..
390
TOMO I
Fue fundada en 1956 como una iniciativa de cooperación entre la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y los Gobiernos de América Latina y
el Caribe, con el objetivo de promover la enseñanza, la investigación y la cooperación técnica en el ámbito de las ciencias sociales. La FLACSO produce investigaciones relevantes y sustantivas
sobre los temas prioritarios en la región, constituyéndose en una
institución de referencia en el pensamiento político, económico,
social, cultural, medioambiental y otros propios de las ciencias
sociales. Además, continúa formando profesionales del más alto
nivel en cursos de postgrado. La FLACSO en República Dominicana está ubicada en la calle José Joaquín Pérez, Gascue, Santo
Domingo, República Dominicana, Tel: 809 6863664. Su página
web es www.flacso.org.do
ALICIA SANGRO BLASCO. Es Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid (1994), Especialista en Derecho Internacional y Derecho Europeo por la Universidad Católica de Lovaina (1996). Ha completado su formación con estudios
de Desarrollo con concentración en América Latina en la UCL.
Es candidata a la Maestría en Género y Desarrollo de INTEC.
Luego de trabajar en las relaciones entre la Sociedad Civil y las
instituciones europeas en el área de Derechos Humanos, Ayuda
Humanitaria y Cooperación al Desarrollo, se traslada a República
Dominicana en el año 2000. Aquí se desempeña como JPO en
el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2000-2002)
en el área de Gobernabilidad y Acceso a la Justicia. Ha trabajado para el Centro Juan Montalvo y el Centro Cultural Domínico Haitiano. En el año 2006 desarrolla el Programa Inicial de
Formación para Fiscales de nuevo ingreso en la Escuela Nacional del Ministerio Público. Desde el año 2007, es investigadora
asociada de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en
su programa Migración y Derechos Humanos. En FLACSO, ha
participado en la creación del Observatorio Migrantes del Cari391
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
be. Ha colaborado en numerosas ocasiones con el Centro Bonó
a través del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes. Es docente
de Derechos Humanos en la Escuela de Graduados en Derechos
Humanos y Derecho Internacional Humanitario de las Fuerzas
Armadas. Sus temas de investigación son género y migración,
con especial interés en los procesos de migración sur-sur, que
afectan a la isla Hispaniola. En la actualidad, se desempeña como
Oficial Nacional en la Organización Internacional para las Migraciones.
BRIDGET WOODING. Se ha especializado en el campo del desarrollo humano, migraciones, género y derechos humanos. Después de muchos años trabajando con organizaciones internacionales de cooperación en el Caribe (incluyendo con Oxfam GB,
ActionAid UK, Save The Children UK y la Federación Luterana
Mundial Haití/Caribe), notablemente en la República Dominicana, Haití y Cuba. Se desempeña actualmente como investigadora asociada en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) República Dominicana. Funge como la Coordinadora del programa Observatorio Migrantes del Caribe, apoyado
tanto por FLACSO como por el Centro de Investigaciones y
Estudios Sociales de la Universidad Iberoamericana (CIES-UNIBE). Es la autora del libro Inmigrantes haitianos y dominicanos
de ascendencia haitiana en República Dominicana (2004). También es co-editora, con Wilfredo Lozano, del libro: Los Retos del
Desarrollo Insular. Desarrollo sostenible, migraciones y derechos humanos
en las relaciones domínico-haitianas en el siglo XXI (2008). Es investigadora principal en la República Dominicana para un proyecto
regional en América Latina y el Caribe enfocando la mujer migrante en la migración intra-regional, apoyado por la cooperación canadiense.
JAIME ARISTY ESCUDER. Profesor de Economía de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Doctor en
392
TOMO I
Economía por la Universidad de Barcelona. Master en Financial
Mathematics por la University of Chicago. Magister en Matemáticas Puras por la PUCMM.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA (PUCMM). Es la primera Universidad privada del país, fue fundada
por la Conferencia del Episcopado Dominicano en el 1962 en
Santiago de los Caballeros, en respuesta a las necesidades que
en materia educativa fueron surgiendo en el país en su proceso
de desarrollo económico y social. Se le llamó Madre y Maestra
en homenaje a la encíclica social “Mater et Magistra”, en cuyos
principios fundamentales se inspira. Tiene como misión: “Buscar soluciones científicas a los desafíos que enfrenta el pueblo
dominicano y su entorno global, y formar profesionales líderes,
dotados de principios éticos, humanísticos y cristianos, necesarios para el desarrollo material y espiritual de la sociedad, manteniendo el carácter de espacio abierto para la libre discusión de
las ideas”. Ha sido considerada por evaluaciones externas de los
organismos correspondientes como una institución de enorme
importancia para el desarrollo del país y un referente para el sistema de educación superior dominicano.
RAMONINA BREA DEL CASTILLO. Es socióloga y ensayista. Realizó su especialidad en sociología política en la École de Hautes
Études en Sciences Sociales y obtuvo su doctorado en la Universidad de París I, Panthéon-Sorbonne. Es autora de La democracia
vulnerable: insatisfacción y desconfianza (1994-2004); ¿Hacia dónde va la
democracia dominicana?; Entre la calle y la casa. Las mujeres dominicanas
y la cultura política a finales del siglo XX; Cultura política y democracia en
la República Dominicana. De sus escritos sobre el pensamiento dominicano, la cultura y el sistema político destaca su libro Ensayo
sobre la formación del Estado capitalista en Haití y República Dominicana,
el cual obtuvo el Premio Nacional de Historia. Es Directora del
Centro Universitario de Estudios Políticos y Sociales (CUEPS)
393
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y desde allí
desarrolla una línea de análisis y publicaciones sobre problemas
y políticas sociales e institucionales.
EL GRUPO DE CONSULTORÍA PARETO. Es una firma especializada en investigación económica, social y de mercado. Su misión es contribuir al desarrollo del país mediante la aplicación
de técnicas de investigación avanzadas, para obtener respuestas
rigurosas a problemas de firmas, gobiernos y otras instituciones.
El Grupo se nutre de la contribución de profesionales de alta
formación y con amplia experiencia, unidos por la intención de
tender un puente entre los métodos de investigación científica y
las necesidades concretas de las empresas dominicanas líderes,
supliendo así las necesidades de las mismas en un entorno cada
vez más competitivo.
Su nombre hace honor a Vilfredo Pareto (1848-1923), un pensador italiano cuyas ideas son reconocidas por economistas, administradores, estadísticos y sociólogos, por lo cual representa
un ejemplo de un abordaje multidisciplinario a la complejidad de
los problemas modernos. El Grupo de Consultoría Pareto tiene
experiencia en investigación (económica, social y de mercado),
planificación (estratégica y táctica) y docencia (tanto a nivel de
grado como de postgrado). Asimismo, los consultores asociados
al Grupo de Consultoría Pareto tienen experiencia en materia
de diseños de sistemas de información, y han creado diversas
plataformas informáticas para el manejo de encuestas y bases de
datos económicos y sociales.
JOEL ARBOLEDA. Es sociólogo, graduado de la Universidad
Autónoma de Santo Domingo, especialista en estadística por
esta misma universidad y Diploma de Estudios Avanzados en
Procesos Sociales de la Globalización por la Universidad del País
394
TOMO I
Vasco. Ha estado vinculado por más de diez años a labores de
investigación social, política y de mercado. Su experiencia de trabajo incluye la dirección de Departamentos de Análisis y Procesamiento en varias empresas de investigación de mercado y
ha realizado un gran número de investigaciones para empresas
e instituciones de reconocido prestigio, entre las cuales se destacan: Encuesta Nacional para Caracterización Mercado Residencial (CODETEL, 2002-2003), Estudio sobre las estrategias de
sobrevivencia de la población durante la crisis (INTEC–Banco
Mundial, 2003 – 2004). Estudio sobre la adaptación de estudiantes extranjeros de habla hispana (UNIBE, 2004.) Investigación
sobre los factores determinantes de la satisfacción y lealtad de los
clientes (MERCASID, 2005). En adición a estas investigaciones,
ha realizado estudios de imagen política para diversos precandidatos presidenciales.
395
Este libro
Movimientos Migratorios desde y hacia
la República Dominicana
Tomo I
se terminó de imprimir en el mes de marzo del 2011
en los talleres de la Editora Alfa y Omega,
Santo Domingo, Ciudad Primada de América,
República Dominicana
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