l a c i e n c i a e n l a m e s a «SUGAR NEVER WAS SO…» ace poco más de un año, las cosas empezaron que se encuentran agrupadas en unas estructuras denoa ir mal: mi hija Irene estaba muy cansada, minadas islotes de Langerhans. En los diabéticos, una tenía poco apetito, y empezó a adelgazar. reacción autoinmune va destruyendo las células beta. Pensamos que era cosa del final del trimestre y que, en En un momento dado, se deja de producir la cantidad las vacaciones de Navidad, se recuperaría. No fue así y, de insulina suficiente para permitir que entre suficienjusto después de Reyes, fuimos a visitar a nuestra pediate glucosa en las células. Aumenta el nivel de glucosa tra. Las analíticas mostraron un parásito en heces y el en la sangre, que empieza a ser eliminada por la orina; azúcar en sangre un poco alto. Empezamos con la deslas células empiezan a obtener su energía por degradaparasitación y, para descartar, fuimos a que le hiciesen ción de ácidos grasos, un proceso en el que se producen una curva de glucemia. Aquel cetonas que se vierten en la día, la glucemia basal no era de sangre. La acumulación de ce120 mg/lun: era de 180; aún así, tonas en la sangre provoca una «EL GUSTO DULCE NOS procedieron, y tuvo un máximo alteración del equilibrio ácido PERMITE DETECTAR LA de 600. Sí, Irene acababa de base de esta, dado que algunas PRESENCIA DE HIDRATOS debutar como diabética… se comportan como ácidos: en El gusto dulce nos permite una persona sana, el pH de la DE CARBONO SOLUBLES EN detectar la presencia de hisangre se encuentra entre 7,35 AGUA, Y NOS GUÍA HACIA dratos de carbono solubles en y 7,45; en una persona con aciLA INGESTA DE ALIMENTOS agua, y este gusto nos guía hadosis, el pH es menor de 7,35; CON ELEVADO CONTENIDO cia la ingesta de azúcares y alsi el pH disminuye hasta 6,8, ENERGÉTICO» midón, es decir, de alimentos las células sufren daños irrecon elevado contenido energéversibles… tico. Los estudios realizados Aunque Amparo, nuestra con recién nacidos prematuros pediatra, recomendó el ingreso indican que los humanos tenemos una preferencia innade Irene, en el Hospital 9 de Octubre consideraron que ta por el sabor dulce, lo que es muy conveniente, dado no era necesario: lo que debíamos hacer era ir por la maque la leche materna es ligeramente dulce a causa de ñana a La Fe. Al día siguiente, Amparo nos recibió en la presencia de lactosa. Como en el caso de los gussu consulta y nos contó cómo teníamos que inyectar tos umami y amargo, las sustancias dulces se detectan la insulina, cómo teníamos que controlar el nivel a causa de su interacción con proteínas de membrana de glucosa en sangre, cómo teníamos que conespecíficas presentes en la superficie de las microvetrolar la alimentación de Irene. Siguieron llosidades de las células receptoras del gusto. Como unos meses de caos absoluto del que resultado de esta interacción, que se produce fuera de empezamos a salir el día que decilas células receptoras, se dan una serie de procesos en dimos que teníamos que cenar fuera el interior de estas que conducen a la generación de un de casa: el restaurante oriental donde impulso eléctrico que es transmitido al cerebro. Una vez consumidos los alimentos que contienen hidratos de carbono, estos acaban transformándose en glucosa, que entra en nuestro torrente sanguíneo. Cada célula de nuestro cuerpo necesita energía, que obtiene básicamente mediante la reacción de la glucosa con el oxígeno. Este proceso se lleva a cabo en las mitocondrias. La entrada de la glucosa desde la sangre hasta el interior de las células necesita de la presencia de la insulina, una sustancia producida por unas células del páncreas, conocidas con el nombre de células beta, © M ÈTODE H 126 Núm. 70 MÈTODE fuimos será, durante muchos años, uno de los favoritos de Irene… Todos en la familia hemos adoptado la costumbre de mirar las etiquetas de los alimentos: no nos fijamos ni en el contenido de grasas ni en la suma de los E, solo nos fijamos en los hidratos de carbono, en los azúcares, en los edulcorantes… Existen dos tipos de edulcorantes distintos. Uno está constituido por sustancias que tienen un sabor dulce muy intenso: se utilizan en pequeñas cantidades para sustituir la dulzura de una cantidad mucho mayor de sacarosa, el azúcar común. La sacarina, el acetilsulfamo-K, el ciclamato y el aspartamo pertenecen a este grupo. Por otro lado, tenemos sustancias que tienen un sabor dulce similar al de la sacarosa o menos intenso: se utilizan para sustituirla, en proporción 1:1, en productos en los que, además del sabor, el volumen y la textura son importantes. Son polialcoholes y, entre ellos, tenemos el maltitol, el sorbitol, el manitol o el xilitol. Si su dulzura es inferior a la de la sacarosa a la que sustituyen, se les añade un poco de un edulcorante del primer tipo. Y también disponemos, por supuesto, de la fructosa, el azúcar de la fruta, un poco más dulce que la sacarosa. Y así nos va: con conocidos infectados por el virus social de la supuesta peligrosidad del ciclamato, cuyo uso no está permitido en Estados Unidos pero si en la Unión Europea («¡que sí, que nos están envenenando!», nos dicen); y con conocidos que nos informan de las bondades de la estevia, un producto muy dulce obtenido de una planta sudamericana con el mismo nombre («¡a saber lo que nos harán esos edulcorantes artificiales obtenidos por la demoníaca industria química!», añaden otros). Tengo miedo a tratar en profundidad estos temas con esta gente. ¿Qué dirían si supiesen que las insulinas que se inyecta Irene cuatro veces al día se obtienen mediante ingeniería genética, es decir, con organismos modificados genéticamente? Anabel, una compañera, me convenció hace unos meses para impartir un curso de ciencia y cocina a profesores de instituto. Se celebró en septiembre, con la participación de Nuria, una profesora de Formación Profesional, en las clases de cocina que impartimos en el Centro de Turismo de Valencia. El curso fue muy bien, y las sesiones de cocina fueron un éxito gracias a la sabia elección de las recetas por parte de Nuria. Una de las propuestas era un paté de fruto de mora. Como no tenían a mano pectina, lo hicieron con agar y gelatina: una delicia que yo he adaptado para poder consumirla en familia. Ingredientes: 450 gramos de puré de moras, 175 gramos de azúcar o la cantidad equivalente de un sustituto apropiado, un poco de jugo de limón, 8 gramos de agar, 1 hoja de gelatina, manzanas y frambuesas. Elaboración: Para la preparación del gel de mora, mezclad los 450 gramos de puré con 8 gramos de agar, el azúcar o el sustituto y un poco de jugo de limón. Hervid hasta que se disuelva el agar, dejad enfriar unos minutos, e incorporad la hoja de gelatina hidratada. Vertedlo en un recipiente adecuado y lo dejáis enfriar unas horas en la nevera. Mezclad trozos de hielo y de manzana; servidlo con las frambuesas. © Fernando Sapiña BIBLIOGRAFÍA BLISS, M., 2007. The Discovery of Insulin. University of Toronto Press. Toronto. HANAS, R., 2004. Diabetes tipo Y en niños, adolescentes y adultos jóvenes. INPESAL Marketing Projects. Madrid. K ROGER, M et al., 2006. «Low-calorie Sweeteners and Other Sugar Sustitutas: A Review of the Safety Issues». Comprehensive Reviews of Food Science and Food Safety, 5: 35-47. MCGEE, H., 2007. La cocina y los alimentos: enciclopedia de la ciencia y la cultura de la cocina. Random House Mondadori. Barcelona. TATTERSALL, R., 2009. Diabetes: the biography. Oxford University Press. Londres. FRAMBUESAS, MORA Y MANZANA FERNANDO SAPIÑA Departamento de Química Inorgánica e Instituto de Ciencia de los Materiales, Parque Científico, Universitat de València Núm. 70 MÈTODE 127