Universidad Veracruzana Facultad de Historia HISTORIA DE ARTE EL ESTILO ROCOCÓ Maestro: Dr. Raúl Romero Ramírez Ideas Estéticas Rocalla o Rococó Alemania, Austria, Rusia, Francia, España, Portugal y Nápoles. Sentido Búsqueda de la felicidad a través del amor y el placer en contra de lo racional. Gusto Tranquilidad, relajamiento; música de órgano; la ópera; conocer y experimentar el placer. Por lo delicado, follaje y animales ligeros (mariposas). Ideal Alcanzar el placer y conocer el espíritu humano; la delicadeza; lo irracional Valor Equilibrio del poder; la amistad; la virtud; lo transitorio; las oratorias (óperas religiosas). Pasión Música; Empresas; Drama de las relaciones humanas; belleza física humana; soledad. Sentimientos Despertar de la sensibilidad; receptividad para el amor; sutileza; misterio; melancolía; pánico. El Rococó es un estilo de arte francés, definido como un arte individualista, antiformalista y cortesano; burgués hasta cierta manera. Se caracteriza por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, la mitología, la representación de los cuerpos desnudos, el arte oriental y bajo temas galantes, amorosos y sensualistas. Es un estilo de arte básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y las relaciones humanas, un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y sensual. Inició con el estilo ornamental que los franceses ornamentalistas trabajaron en la corte de Baviera (Alemania), denominada “Barroco Alemán con estilo de Rocalla”, esto es, roca de mar; pasaría más tarde a Austria, Bohemia, Polonia y Rusia. La rocalla alemana mantuvo la tradicional forma exuberante y “retacada” de flora barroca, pero esta vez las plantas eran algas, y la fauna estaba constituida por conchas marinas y toda clase de moluscos y caracolas. Tal decoración se usó en teatros y edificios desde mitad del siglo XVII hasta finales del siglo XVIII. La propia idiosincrasia germana hizo que la rocalla fuera distribuida por los ornamentalistas franceses que la trabajaban de manera ordenada y no exagerada; pero al llegar el estilo a Francia esto cambió y se crearía el Rococó que lo llevarían a Italia, España y Portugal. Los elementos decorativos característicos del estilo “Rocalla” (barroco alemán), piedras marinas y moluscos, fueron en parte cambiados por los franceses, quienes prefirieron la hojarasca y flores de jardín; una vegetación con forma estilizadaondulada, creando recuadros o figuras a capricho individual que serán puestos en paredes, techos y dinteles de ventanas y puertas. La forma dominante en las edificaciones rococó es una planta circular, ovalada u ondulada y era común encontrar un pabellón central generalmente entre dos alas bajas y curvas rodeado de un jardín o un inmerso parque natural. Sus remates siempre serán alegóricos, con pronunciadas curvas y maceteros. El uso de la ventana aumenta progresivamente de medida, hasta la puerta-ventana latina o «ventanafrancesa», en su dintel hay una fusión casi ideal con la naturaleza debido al follaje que la enmarca, así dejan de usarse los marcos con apariencia recta y rígida para usar formas arqueadas; la arquitectura se alió de una forma tan perfecta con la decoración interior que las habitaciones se diseñaban como un conjunto logrando una cohesión con cada elemento de ornamentación El edificio Rococó es un palacete, un teatro o una casa de descanso en general, y suele ser edificado conforme al siguiente plano. Nótese la planta central en forma de óvalo, las bases circulares laterales y los contrafuertes curvos (capillas ábside) de los costados; la curva es la representación sensual de perfección. Teatro de la Residenz, Munich, Alemania. Encargado por el elector Maximiliano José III como la nueva casa de ópera, fue edificado por el arquitecto francés Francois de Cuvilliés el viejo, entre 1751 y 1755. Debido a la Segunda Guerra Mundial, fue desarmado en 1943 y reconstruido en 1960. Los decorados elaborados por el ornamentista francés François de Cuvilliés en el Teatro de la Residenz, en Munich, Alemania, estaban destinados para el agrado del príncipe y expuesto a la exigente nobleza y cortesanos, así los pasillos que conducen al interior debían lucir desbordados de claridad enmarcando pinturas de la realeza. Se usó el dorado propio del barroco religioso (barroco alemán), pero la flora era marina (rocalla). Amalienburg Pabellón de Caza Rococó en el Parque Nymphenburg. Cuvilliés. 1734-1739. Miunich, Alemania. Sala de los Espejos de Amalienburg, Cuvilliés. (1734-1739). Munich, Alemania. Amalienburg es un pabellón de caza construido por François de Cuvilliés para Carlos VII y su esposa, María Amelia de Austria, en el Palacio de Nymphenburg, cerca del Parque Nymphenburg. La Abadía benedictina de Ottobeuren, Baviera, Alemania. En su exterior muestra una fachada que no es clasicista ni rococó, pero cuenta con ambos estilos debido a su s torres y a su curva ovalada que muestra en su fachada. Al interior es rococó. Basílica menor de St. Alexander y Theodor Ottobeuren. Hauptschiff. Baviera, Alemania. Esta Abadía benedictina de estilo barroco guarda en su interior una nave central de estilo rococó. Construida entre 1710-1750 cuando el abad Ruperto levantó el actual monasterio de grandiosas proporciones, lo que hicieron llamarlo "El Escorial de Suabia". El edificio Helblinghaus es una casa estilo Rococó ubicada en la ciudad de Innsbruck, Austria. Su estructura principal fue construida en el siglo XV, pero la decoración estilo rococó de la fachada proviene de mediados del siglo XVIII (1720). El rococó en Austria y los países de Europa del Central llegó cuando la bancarrota que sufrieron los Habsburgo tras el conflicto con el Imperio Turco Otomano, lo que les llevó a solicitar dinero a banqueros burgueses quienes se convertirían en destacadas personalidades e impondrían su gusto individualista, antiformalista y cortesano. Este estilo se volvió propio y se denominó “Friderizianisches Rokoko”, debido al tercer rey de Prusia, Federico el Grande (1740-1786). Palacio de Invierno, L´Hermitage. Rusia. 1740. Residencia de Catalina I; hacia 1741 en él se hicieron ampliaciones estilo rococó. Nótese el follaje de jardín como va desde abajo hasta alcanzar el techo cubriéndolo todo, sin más elementos en contra del barroco. Las “ventanas francesas” (latinas) se funden con el aparente follaje. Recámara roja de Catalina lI Palacio de Invierno. Rusia. La zarina Catalina II (de origen prusiano), ha pasado a la historia por expandir y modernizar el Imperio ruso durante su reinado (1762 -1796) lo que le valió el sobrenombre de “la grande”. Su carácter aburguesado y su conducta “abierta” en el terreno íntimo hicieron que favoreciera el estilo rococó y con él creara una colección única de arte erótico en la “recámara roja” del Palacio de Invierno, que es conocido como el “Arte íntimo de la familia imperial Romanov”. Éste desapareció casi por completo hacia 1950. Mobiliario erótico-rococó, parte del “Arte íntimo de la familia imperial Romanov”, perteneciente a Catalina II “la Grande”. Al interior del Palacio de Gátchina Rusia, puede observarse en la Sala de Vestir del Conde Orlov, favorito de Catalina II, el estilo Rococó en las paredes adornadas con follaje marino (algas) y medallones. Los cuadros y rectángulos que adornan pared o techo han pasado a ondular sus extremos y se decoran en su interior con follaje marino o de jardín. El piso esta decorado de figuras onduladas compuestas caprichosamente con follaje y del techo cuelga una “araña” más pequeña y simple que las clasicistas. Sala de vestir del conde Orlov. Única sala estilo Rococó. 1770. Palacio de Gátchina, Rusia. Los muebles están hechos de madera curvada y adornados con motivos de follaje de jardín de manera desordenada y enredada en un color propio del estilo, azul talavera y representa el estilo de la realeza. Sillas Orlov estilo rococó. Divanes Orlov estilo rococó. El Pabellón de caza de la Villa Real de Stupinigi, Italia, es un palacete de estilo rococó situado en Stupinigi, un suburbio de la ciudad de Nichelino cerca de Turín y actualmente es una de las Residencias de la Casa Real de Saboya. De la planta central oval, parten los cuatro brazos más bajos para formar la cruz de San Andrés. El núcleo central del Pabellón de caza de la Villa Real de Stupinigi Italia, está constituido por ese gran salón central con planta oval, en su interior tiene doble altura balconada. Fue obra de Filipo Juvara que terminó entre 1730-1731. Por su parte el rey encargó a los hermanos Giuseppe y Domenico Valeriani un gran fresco sobre la bóveda, representado el Triunfo de Diana, la diosa de la caza (1733). Palacio del marqués de Dos Aguas, Valencia, España, 1730. En cada ventana y en sus protecciones de hierro retorcidas aparece la ornamentación clásica de la rocalla. La puerta principal esta decorada en sus lados y coronada por ornamentos clásicos del rococó: conchas, algas, naturaleza sofisticada vinculada a la intimidad de los personajes que aparecen a los lados de las puerta. Un toque sacro español con una madona consagrada al mar cargando al niño Jesús y múltiples ángeles y querubines mezclados con la rocalla. Palacio del marqués de Dos Aguas, Valencia, España. 1730. El Salón Gasparini del Palacio Real de Madrid, España, se destaca por su riqueza artística, tanto en lo que se refiere al uso de toda clase de materiales nobles en su construcción como a la decoración de sus salones con obras de arte de todo tipo; el rococó español simbolizó status real borbónico y una aparente tranquilidad en la realeza. . Decorados rococó de la época borbónica en el Salón Gasparini del Palacio Real de Madrid, España. 1780. Palacio de Cacela Velha. Portugal. 1780. La porcelana azul que cubre paredes con temas rococó (azulejo), fue traído a Portugal por artesanos alemanes, al igual que muebles y figuras de porcelana. Silla alemana clásica malta kunst de estilo rococó utilizada en las cortes portuguesas. Decorado de mosaicos de porcelana azul rococó (azulejo), Palacio de Cacela Velha. Portugal. 1780. Escultura rococó en mármol blanco. Palacio de Cacela Velha. Portugal. 1780 En Francia, al parejo del Clasicismo nació el llamado estilo Rococó. El estilo “barroco alemán” creado por ornamentalistas franceses pasó a Polonia (debido a la invasión militar) y como Francia tenía lazos culturales muy fuertes con los polacos, adaptó éste arte, por lo que los ornamentistas parisienses lo “recrearon” bajo nuevas formas desordeadas y curvas, en contra del linealismo y orden germánico. Inspirados en la rocalla, rocas, flora (algas, conchas , etc.) y fauna marina, que llevaban adheridos los barcos del Gran Siglo Francés, le dieron a este estilo el nombre Rococó. Plaza Stanislas. Estanislao I Leszczynski, duque de Lorena y anterior rey de Polonia-Lituania. 1712. Nancy, Francia. La contemplación de toda aquella decoración marina se consideraba bella, sensible, placentera, relajada e irracional, e inspiraba un gusto por la sutileza y la sensualidad íntima, vinculada al mar océano, en su olor y sabor. De esta forma se rememoraron las figuras clásicas de Poseidón y Afrodita, ambas relacionadas con el mar, la sensibilidad y la intimidad. Frente y rejas del Palacio Stanislas Nancy. Francia. 1712. La fuente realizada por Guibal y las rejas por Lamour, erizadas como espumas del mar, al igual que toda la decoración, proceden de la vida práctica y mundana, de un impulso imprevisible, sensual y apasionado, en contra del clasicismo grecolatino. La decoración interior estilo rococó del Hôtel Soubisse en París, presenta el clásico follaje de jardín, sensual, ondulado, espontáneo y exuberante; alejado de las estrictas normas del clasicismo. El Salón y la Sala de Estar son cuartos de recibidor o recámaras (recepción) indispensables en los palacetes donde se ofrecen festejos (saloniers o tertulias). Los Salones poseen ventanas francesas (latinas) que yacen como nichos al igual que las puertas también de estilo francés (latinas) lo asemejan en su parte superior. Nótese los muebles curvos en sillas y mesa. Recepción del Hôtel Soubisse. Gabriel-Germain Boffrand. 1734. París. La Sala de estar francesa estilo rococó. El Rococó llegó a establecer un patrón de nobleza abarcando todos los ámbitos de la vida cotidiana. Los tapices en las paredes con temas floridos y vegetativos; uso de cortinas, artículos de tocador, objetos de cerámica, muebles curvilíneos y grandes espejos. Los Salones se adornan en su paredes de espejos y marcos rococó, así como “mesitas de estar” recargadas a la pared denominadas consolas. Consolas rococó (mesa de estar). Los muebles estilo rococó pueden apreciarse curvilíneos y aparentemente muy cómodos. La apariencia es muy importante pues supone placer, bienestar y status social aceptable. La tela esta estampada (tapiz) en hojarasca o follaje de jardín y los colores en tonos lila, café, rojo y azul son los preferidos. Silla de respaldo recto. Silla de respaldo curvo. Sillón. Diván. El individualismo se muestra en el estilo burgués de los muebles como estas camas y buró rococó. El carruaje de los nobles simbolizó una condición de status, placer y lujo al mismo tiempo. Carruaje del siglo XVII adornado con motivos rococó. Las Figuras de Porcelana rococó de Meissen realizadas por el famoso escultor y modelista de porcelana Johann Joachim Kändler (1706 -1775) en Alemania, dio el ejemplo para los la elaboración de esculturas de porcelana en Rusia y Francia. Figura de Meissse, Alemania. Figura de porcelana Rusa. Figura de Porcelana. Francia. Objetos de Porcelana Alemana. Colección Cornucopia de Alcora. El fuego (izquierda) La pintura en porcelana elaborada por los ornamentistas alemanes, italianos y franceses fue una de las más apreciadas en la época y hasta hoy se vende a precios exorbitantes. Arqueros (derecha) Estas piezas de porcelana simulan conchas marinas o almejas que presentan en su interior pinturas inspiradas en momentos íntimos con temas de antiguos dioses grecorromanos semidesnudos “amparados” por el politeísmo ante la crítica de la iglesia. Figuras de Porcelana Italiano - francesa. Colección Capo Di Monte; 1760. Tetera rococó. Nótese la disposición vegetal en la tetera y su adorno exuberante con elementos marinos. Alhajero con motivos rococó. Este alhajero posee motivos decorativos con una pintura sobre escenas de caza al estilo de La Caza de Diana, de Bocaccio. Los temas íntimos y las escenas sensualistas o eróticas serán cada vez más explícitas por los decoradores franceses. Objetos de Porcelana Francia. Tintero de la reina Antonieta. Versalles. Francia. 1760. Bajo una combinación de color verde, blanco y oro, esta pieza de porcelana es un utensilio práctico que posee temas sobre el mundo conocido y el propósito de Francia en su empresa absolutista de conquista; a la vez, un tema de salón con intimidad entre un escritor y una dama. Objetos de Porcelana Francia. Caja alhajero de porcelana con miniatura rococó francesa estilo Fragonard. Pintura Rococó del Siglo XVII. La pintura es ante todo decorativa, en paredes y techos mediante grandes frescos. Se cultiva igualmente el cuadro de caballete. Se sigue cultivando la pintura al óleo y se populariza como medio de expresión la pintura al pastel, esto es, dibujo en color sobre una hoja de papel. Fue, de hecho, uno de sus medios de expresión favoritos. La pincelada era fina. En cuanto al cromatismo, es una pintura muy colorista; se prefieren los colores vivos, luminosos, suaves y claros; y se prefiere la luz a la sombra. Predominan las formas curvilíneas, las formas inspiradas en la naturaleza, en la mitología, en la belleza de los cuerpos desnudos, y especialmente en los temas galantes y amorosos. Las figuras son jóvenes, idealizadas, graciosas y mundanas. Así, la pintura caracterizó por su índole hedonista y aristocrática y se manifestó en la delicadeza, elegancia, sensualidad y gracia, en la preferencia de temas blandos y sentimentales. Los estilo predominante fueron los afrancesados: Luis XIV (Rey Sol, 1643-1715); Luis XV (Bien amado, 1715-1774) y Madame Pompadour (1730-1760). El estilo Rococó nació en París durante la regencia del Duque de Orleáns, en la minoría de edad de Luis XV, como una reacción de la aristocracia francesa contra el Barroco suntuoso, palacial y solemnemente practicado hasta el período de Luis XIV. El estilo rococó tuvo escuelas importantes en Alemania, Inglaterra, Austria e Italia. Los pintores franceses representaron las costumbres y actitudes de una sociedad cortesana en busca de la felicidad, la alegría de vivir y de los placeres sensuales, los más representativos de esta etapa fueron Antoine Watteau, Jean Siméon Chardin, François Boucher, Jean-Honoré Fragonard y Jean Baptiste Greuze ;artistas que mezclaron en sus imágenes y trabajos lo erótico, lo lúdico y lo mundano. Le faux-pas. (El desliz) Jean Antonie Watteau. Francia. 1717. Louvre. Jean-Antoine Watteau, uno de los grandes genios del último barroco francés y del primer rococó a quien se le atribuye la creación del género de las “fêtes galantes”, escenas de cortejo amoroso y diversiones, con un encanto idílico y bucólico, bañadas en un aire de teatralidad; algunos de sus temas más conocidos se inspiraron en el mundo de la comedia italiana o el ballet. Los placeres del baile de Jean Antonie Watteau. Francia. 1717. Su obra se aleja un poco del realismo al estar incluyendo imágenes simbólicas como los muros; y mirando bien los trazos, la obra no se ve real; el efecto sinuoso del paisaje lo hace parecer irreal y posee una atmósfera teatral. El indiferente. Jean Antonie Watteau. Francia. 1717. Louvre. Gilles. Jean Antonie Watteau. Francia. 1721. Louvre. Jean Siméon Chardin suele conocérsele principalmente por sus naturalezas muertas y sus retratos. En 1728 dos miembros de la Real Academia de Pintura y Escultura de Paris, Louis Boullongne y Nicolas de Largillière, se fijaron en sus obras durante la Exposición de la juventud (realizada el día de Corpus Christi): Bodegón con gato y raya (La raya) y El buffet, que le dieron el título de académico en 1728 «en el talento de los animales y las frutas», es decir el nivel más bajo de la jerarquía de géneros (históricos, retratos, paisajes, marinas, flores y frutos), que regía la Academia Real Francesa. El Buffet. Chardin. 1728. Francia. Louvre. La intimidad no solo se vio reflejada en la sensualidad de las miradas y los cuerpos humanos, también lo hizo en los bodegones o pinturas denominadas “naturaleza muerta”. Inspirada en la fría pero apetitosa comida de la aún pobre servidumbre burguesa, las pinturas expresan sobriedad y se ve claramente carencia de suculentos platillos propios de la nobleza. En esta escena puede verse un objeto de porcelana que indica la sofisticación rococó aparejada con la satisfacción gastronómica empobrecida en la mesa. Los restos del almuerzo. Chardin, Francia, 1763. Jean Siméon Chardin gusta de retratar la vida hacendosa de las mujeres sirvientas, más que de las cortesanas, e imprime cierta sensualidad en ello. Muchacha con volante o con el juego de la pluma (badminton) Chardin. Siglo XVIII. Francia. Galleria degli Uffizi, Florencia, Italia. Bendición Chardin. 1740. Francia. Louvre. La lavandera Chardin. Francia. 1735. Museo de L´Hermitage, San Petersburgo, Rusia. Inspirada en el hijo del joyero de su barrio, Chardin inaugura el género pictórico de “intimités jeune”, de estilo Rococó. El niño aparenta juventud, bien vestido, con el cabello recién rizado y empolvado, con una mirada que expresa más que saber, placer o satisfacción, hasta cierto punto insinuante con lo cual logra captar cierta “sensualidad”; elementos que serán la base de los cuadros “intimistas” rococó de Greuze. El niño de Peonza de Jean Siméon Chardin; Francia, 1738. François Boucher fue famoso por sus pinturas idílicas y voluptuosas de temas mitológicos, alegorías sobre pastores y por varios retratos de Madame de Pompadour. Jeune fille au ruban rose au corsage. Boucher. Siglo XVIII. Francia. Louvre. Close of Portrait of Madame de Pompadour, Boucher, 1759. Francia. Wallace Collection. Su obra está inspirada en artistas como Watteau y Rubens, pero empleaba una pincelada bastante pulida y buscaba un acabado muy detallista, más bien destinado a agradar a su clientela cortesana. Muchos de sus cuadros eran de pequeño formato, para estancias privadas, por lo que estaban pensados para ser vistos de cerca y su superficie recuerda a la porcelana. Un verano pastoril, Boucher . 1749. Francia. Escena pastoral. François Boucher. Francia. Museo del Hermitage. San Petersburgo. Rusia. La desnudez completa en el cuerpo femenino interpretado por Diana (la Luna) es resultado de las escenas de intimidad y la sofisticación de la naturaleza alcanzada en el estilo rococó por Boucher. Las proporciones de los cuerpos se alejan por completo del clasicismo y de la obra grecorromana. En su lugar se muestran mujeres sensuales de “carne y hueso” en escenas mundanas en “poses” sensuales o sugestivas que denotan placer. Diana regresa de la caza. Boucher. 1745. Francia. El baño de Diana. Boucher. 1745. Francia. François Boucher viajó a Roma a la Academia Francesa y a su regreso a París en 1731, fue admitido en la Real Academia de Pintura y Escultura. Las pinturas de "Desnudo en reposo" han sido consideradas a menudo como el desnudo más “maliciosamente erótico” de toda la pintura Rococó. Gracias a su mecenas Madame de Pompadour, en 1765 fue nombrado primer pintor del Rey francés. Desnudo en reposo. Boucher. 1751. Francia. Museo Wallraf-Richartz, Colonia, Alemania. Boucher también diseñó trajes para teatros, tapices, gobelinos y participó en la decoración de los palacios de Versalles, Fontainebleau y Choisy. Jean-Honoré Fragonard, fue un pintor y grabador francés de estilo rococó cuyo estilo fue distinguido por la exuberancia y el hedonismo, plasmadas en sus pinturas de género que reflejan una atmósfera de intimidad y velado erotismo. Aunque presentado ante Boucher, éste lo envió al taller de Chardin en el que estudió seis meses. Viajó a Roma a la Academia de Francia y en 1765 ingresó a la Academia Francesa en París. La Revolución Francesa significó el final del Antiguo Régimen, y Fragonard, cercano a los máximos representantes del mismo, dejó París en 1793 para volver después (1806) ya enteramente olvidado. Le colin-maillard (La gallina ciega). Fragonard. 1760. Francia. Museo de Arte de Todedo, Ohio. U.S.A. El Columpio. Jean-Honoré Fragonart Francia. 1767. El concurso musical. Jean-Honoré Fragonart Francia. 1776. Jean-Baptiste Greuze, “pintor intimista”, realiza sus primeros estudios de pintura con Grandon en Lyon, para luego trasladarse a París (1750) y entrar como alumno de Natoire en la Real Academia de Pintura y Escultura. Padre explicando a Biblia a sus hijos. Greuze. Francia. 1755. En 1755, su cuadro Padre de familia explicando la Biblia a sus hijos, también conocido como “La lectura de la biblia”, obtuvo un gran éxito. Su popularidad se confirmó con otras pinturas de corte melodramático, representando escenas de familias pequeño burguesas de provincias; uno de sus defensores públicos fue Diderot. Greuze se interesó en la situación, muy común, en donde el padre aburguesado desampara a su esposa e hijos, los cuales tienen que trabajar como sirvientes y son “seducidos” por los burgueses adinerados, cortesanos y aristócratas, rompiendo de tajo su inocencia. De ahí el estilo “intimités jeune”, donde el pintor Greuze retrata con perversión tal hecho. La Piété filiale (La Piedad Filial) o Le paralytique secouru par ses enfants. Greuze. Francia. 1763. Siguiendo con el estilo “intimités jeune”, el pintor Greuze es famoso por realizar una serie de cuadros donde se muestran inocentes niñas y jovencitas vestidas con ligeros atuendos y mostrando un rostro cándido con mirada perdida y sensual. En su época fue elogiado por realizar una “pintura moralizante y virtuosa”, pero mas bien es hoy reconocido por ser un retratista de la “sensualidad perversa”. La época final del absolutismo (alrededor de la Revolución Francesa), lo convirtió, como a muchos burgueses adinerados, nobles y cortesanos, en un ser frívolo y perverso, experimentador de la sexualidad y sensibilidad humana que plasmó en sus pinturas “libertinas”. En este retrato se observan sensuales labios ondulados, cabellera desordenada y escote provocativo. El cántaro roto de Jean Baptiste Greuze. Francia. 1780. La niña con pájaro muerto. Greuze. La inocencia (El cordero). Greuze. El Rococó Inglés. Los pintores anglosajones no cayeron en las tentaciones propias del exceso absolutista de los regímenes aristócratas franceses, italianos, alemanes o rusos; y aunque aburguesados, el estilo íntimo en las obras rococó, neoclasicista y romántica lo tomarán más natural y menos “pervertido”. Thomas Gainsborough es un pintor neoclásico, pero que en algunas de sus pinturas aún muestra rasgos de rococó, como puede verse en Mosidora, pues semejante a la Diana de Boucher, le imprime una sensualidad discreta y misteriosa en un terreno íntimo, encuadrándola sin embargo en un paisaje refinado muy propio del academicismo inglés, alejándose del intimismo francés y acercándose al neoclasicismo de corte mucho más naturista. Mosidora de Thomas Gainsborough, Inglaterra. 1780. Sir Henry Raeburm, retratista escocés, muestra una obra rococó en donde retrata la naturaleza real sin coloridos o cualquier efecto especial brillante, utilizando la inocencia campirana mezclada con atuendos vaporosos, pero sin convertirse en una obra “intimités jeune”, es un claro ejemplo del puente que significó entre el rococó y el romanticismo. Niño con un conejo. Henry Raeburn. Inglaterra, 1760. Girl Sketching. Raeburn. Inglaterra.1810. Mrs. Simpson. Henry Raeburn 1790. Little Girl Holding Flowers, Portrait of Nancy Graham. Raeburn.1789. Obras que sirven de puente entre el rococó y el romanticismo. Master Cathcart y perro. Raeburn 1810. Elizabeth Campbell. Raeburn.1812. Obras que sirven de puente entre el rococó y el neoclasicismo. El Rococó Italiano. Los pintores napolitanos fueron los únicos que cultivaron un estilo rococó. Sobresale Conrrado Giacquinto, discípulo de Francesco Solimena, esta composición,, decorativa de tipo mitológico, como todas las del rococó, sirvió para adornar los palacios y teatros otorgándoles a sus salones un ambiente de “paraíso olímpico moderno”. La paz y la justicia de Conrrado Giacquinto. Nápoles. 1740. La paz (der.) y la justicia (izq.) encarnadas en dos mujeres, por encima una paloma blanca, el cordero y el león (abajo der.); el ganso majestuoso junto a ellas y querubines ahuyentado a los hombres de la guerra. Fiesta en un jardín de Jacopo Amigoni, Nápoles. 1730. El Estilo Rococó esta ligado al teatro y la música de su tiempo, por lo que la pintura muestra escenas de cotidianidad festiva como aquí lo hace Amigoni, discípulo de Francesco Solimena, jefe de la escuela napolitana durante la primera mitad del siglo XVIII. El pintor Imprime a su obra una escenografía teatral a manera de ópera italiana, muy propia de la época. El Rococó Español. Las Parejas reales de Luis Paret y Alcázar. España. 1770. Luis Paret estuvo al servicio del infante Luis de Borbón, hermano de Carlos III. El tema de este lienzo es el de una celebración hípica que tuvo lugar en el palacio de Aranjuez, que era el lugar de recreo de la corte madrileña. Su estilo es el de un “Barroco exagerado”, por lo que se coloca como muy cercano a los planteamientos del rococó francés. Entre los pintores españoles del siglo XVIII, cercanos al Rococó pero de tendencia academicista, destacan y Luis Paret, Luis Meléndez (conocido por sus naturaleza muertas) y el italiano Giovanni Battista Tiepolo, así como el francés Francisco Bayeu. El Paseo de las Delicias, España, 1786. Trazado como la continuación del Salón del Prado, fue zona de paseo visitada por la nobleza. Francisco Bayeu ha querido transmitir la gracia y el ambiente de este paseo, presentándonos a todos sus personajes con indiscutible acierto, especialmente el grupo central donde unos caballeros saludan a una dama acompañada por el ama y un niño vestido como un hombrecito.