DIAGNÓSTICO DE ESPECIES INVASORAS (EI) Y SUS EFECTOS EN LAS ANPs DE COMPETENCIA FEDERAL DIRECCIÓN DE ESPECIES PRIORITARIAS PARA LA CONSERVACIÓN CONANP DICIEMBRE, 2009 INDICE DE CONTENIDO 1. PRESENTACIÓN………………………………………………………..………..…1 2. INTRODUCCIÓN………………………………………………………..………..….2 3. ANTECEDENTES.……………………………………………………….…………..8 4. ACCIONES EN EL 2008-2009…..……………………………………..……..…11 5. DIAGNOSIS…………………………………………………………………………14 5.1 Actividades para detectar vacíos y daños por EI. Evaluación de ANPs………………………………………….…….………15 5.2 Avances para el logro de los resultados………………………….…….16 5.2.1 Estado que guardan las ANPs: análisis de información procedente de los cuestionarios…………………..…………….19 5.3 Evaluación.....…….……………………...……...……………………….…..22 6. CONSIDERACIONES……………………………………………………………...24 7. ACCIONES FUTURAS…….……………………………..…………………....….29 8. LITERATURA CITADA………………..…….………………………….…….…...31 INDICE DE TABLAS Y FIGURAS TABLA 1. Actividades implementadas por la DEPC durante 2008 y 2009…….13 TABLA 2. Lista por grupos de flora y fauna con el número de EI derivada de la Base datos……………….…………….……………………………...17 TABLA 3. Programas de identificación, prevención, control, erradicación y difusión de EI implementados hasta el momento en ANPs…….…..18 TABLA 4. Número de especies invasoras, exóticas y ferales por ANP, reportadas en los cuestionarios enviados….……….……....…...........21 FIGURA 1. Criterios clave para definir las ANPs prioritarias por especies invasoras………………………….……………….……………………….15 FIGURA 2. Abundancia relativa de grupos, expresada en el porcentaje. Datos provenientes de los cuestionarios…………………………………….19 ANEXOS ANEXO 1. Especies Invasoras y su Distribución en ANPs. (Con más registros debido a la constante actualización). ANEXO 2. Acciones realizadas para la identificación, prevención, control o erradicación de EI en ANPs. ANEXO 3. Mapas de distribución de especies invasoras. 1. PRESENTACIÓN La introducción de especies animales y vegetales más allá de su área de distribución natural está estrechamente ligada a la historia de la civilización (Kowarik, 1999). Las variedades de estas especies, incluyendo las exóticas e invasoras, se han utilizado desde tiempos remotos para la agricultura, la pesca, la silvicultura, así como para fines ornamentales y recreativos. No obstante, la introducción de especies exóticas invasoras en los ecosistemas ha cobrado a menudo un elevado precio en términos de pérdida de biodiversidad y daños al medio ambiente y a los recursos naturales. Así, la introducción de estas especies ha sido reconocida como una de las más graves amenazas a la salud, bienestar ecológico, social, cultural y económico. En la actualidad, prácticamente todos los países deben enfrentar problemas causados por las especies exóticas invasoras, por tal motivo es urgente encontrar soluciones a esta problemática, ya que las amenazas que representan en la conservación de los ecosistemas y su biodiversidad son cada vez mayores. En este sentido, como parte de los resultados esperados en el Plan de Trabajo de la CONANP 2007-2012 se han establecido cinco compromisos por la conservación a fin de lograr la sustentabilidad ambiental con la participación responsable de todos los sectores sociales y hacia una cultura que incluya la protección, el manejo, el aprovechamiento y la restauración de la riqueza natural del país. Así, se considera la implementación del Programa de Acción para la atención de especies exóticas, invasoras y ferales en Áreas Naturales Protegidas de competencia federal contribuyendo con ello al compromiso dos. Como parte de las actividades primordiales de la Dirección de Especies Prioritarias para la Conservación de esta Comisión, se elabora el presente diagnóstico el cual permitirá conocer en términos generales el estado que guardan las Áreas Protegidas de competencia Federal y otras áreas de México, con respecto a las especies invasoras, finalizando con un planteamiento general de acciones y líneas a seguir para mitigar sus efectos en los ecosistemas y la biodiversidad. 1 2. INTRODUCCIÓN México figura entre los 17 países considerados megadiversos (Brasil, Indonesia, Colombia, México, Australia, Madagascar, China, Filipinas, India, Perú, Papua Nueva Guinea, Ecuador, Estados Unidos, Ecuador, Venezuela, Malasia, Sudáfrica y República Democrática del Congo) (Mittermeier et al. 1997), ocupando el 4° lugar con la mayor diversidad biológica del mundo, ocupando el segundo lugar en cuanto a número de especies de reptiles, además 40% de las plantas y 66% los anfibios que están en México son especies endémicas y la mitad de las especies de pino, 40% de las cactáceas conocidas y 47% de los encinos del mundo se encuentran en nuestro país. Cuenta prácticamente con todos los tipos de vegetación conocidos en el planeta y se presentan casi todos los ecosistemas del mundo (excepto la Tundra) (Valverde et al., 2005). México es un país megadiverso por su elevado número de especies, pero también por su riqueza de endemismos (especies exclusivas de México), de ecosistemas y por la gran variabilidad genética mostrada en muchos grupos taxonómicos, resultado de la evolución o diversificación natural y cultural en el país (CONABIO, 2008). En particular, las más de 250 islas e islotes del noroeste mexicano son áreas críticas para la reproducción de 36 especies de aves marinas, dos de tortugas marinas y cuatro de pinnípedos. Son hogar de alrededor de 200 vertebrados endémicos y de más de 110 plantas endémicas (Reich, 1984; Velarde y Anderson, 1993; Tershy y Breese, 1997; Álvarez-Castañeda y Patton, 1999; Case et al., 2002). Grismer (2002) en su libro “Amphibians and Reptiles of Baja California including Pacific Islands and The Islands in the Sea of Cortes”, muestra la importancia de la biodiversidad de anfibios y reptiles, con abundantes endemismos. Lo mismo hacen con las aves Arizmendi y Márquez (2000) al presentar “Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves en México” (AICAS), y Álvarez Castañeda y Patton (1999) con “Mamíferos del Noroeste de México”. La biodiversidad proporciona beneficios que son evidentes para la sociedad; es el 2 caso de los llamados servicios ambientales, entre los cuales se encuentran la purificación del aire y agua, la regulación de los ciclos hidrológicos, el equilibrio de gases en la atmósfera que determina el clima regional y mundial, la regulación de la temperatura local del aire, la formación y protección de suelo fértil, la polinización de plantas, entre otros (Convenio sobre la Diversidad Biológica, Secretaría del CDB, 2002; Valverde et al., 2005). En la actualidad, después de la pérdida de hábitat, el impacto por las especies invasoras ha sido identificado como la segunda causa, a nivel global, de la pérdida de biodiversidad (Vitousek et al., 1996; Leung et al., 2002). Es por ello, que este tema se ha convertido en prioritario en el contexto de la Convención de Diversidad Biológica (CDB) de la que México es signatario (IMTA, TNC, Conabio, AridAmérica, GECI, 2008). Se define especie “invasora” a aquella especie exótica, introducida accidental o intencionalmente fuera de su rango histórico de distribución natural, incluyendo sus gametos, semillas, huevos o propágulos, con capacidad de colonizar, invadir y persistir, y cuya introducción y dispersión tiene el potencial de amenazar la diversidad biológica y causar daños al ambiente, a la economía y a la salud humana (Convención para la Diversidad Biológica, CDB, 2008; Programa Global sobre Especies Invasoras, GISP, y la Non-indigenous Aquatic Nuisance Prevention and Control Act, 1990, EUA). Asimismo, la IUCN (2000) la define como: la especie exótica que se establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural, es un agente que induce cambios y amenaza a la diversidad biológica nativa. En términos generales, se trata de una especie o población exótica capaz de sobrevivir, establecerse y reproducirse fuera de su hábitat original que compite fuertemente con las especies locales y causa daños considerables a la biodiversidad, economía y salud pública. La globalización y el crecimiento de las actividades comerciales y turísticas, aunado al énfasis dado al libre comercio, han facilitado la introducción de especies invasoras y ofrecen grandes oportunidades para que estas especies se dispersen (Shine et al., 3 2000; Aguilar, 2005). La introducción, intencional o accidental, de especies invasoras (EI) puede causar graves daños a los ecosistemas terrestres y acuáticos, y provocar desequilibrios ecológicos entre las poblaciones silvestres, cambios en la composición de especies y en la estructura trófica, desplazamiento de especies nativas de flora y fauna, pérdida de biodiversidad, modificación del hábitat, reducción de la diversidad genética y transmisión de una gran variedad de enfermedades (Aguilar, 2005; Goldburg y Triplett, 1997; IMTA, TNC, Conabio, AridAmérica, GECI, 2008). Los alcances y costos de las invasiones biológicas son enormes, tanto en términos ecológicos como económicos. El costo ecológico lo constituye la pérdida irrecuperable de especies y la degradación de los ecosistemas, lo que compromete la integridad ecológica de los sistemas terrestres y acuáticos, tanto marinos como epicontinentales, y representan una amenaza para la salud pública e inclusive la pérdida de los usos culturales tradicionales de nuestros recursos naturales (Aguilar, 2005; CONABIO, 2008). Particularmente, los impactos más evidentes y estudiados globalmente son los generados por los mamíferos introducidos en ecosistemas insulares, estos representan una de las causas principales de las extirpaciones y extinciones de aves y mamíferos nativos y cada nueva introducción ha incrementado el número de especies hoy extintas (Blackburn et al., 2004). Algunas especies fueron introducidas en forma intencional, como cabras, ovejas, cerdos y conejos, y también en menor grado, ganado mayor. En otras ocasiones entran mamíferos pequeños en forma no intencional, como ratas, ratones o ardillas que llegan en embarcaciones que tocan tierra en islas. Universalmente se ha señalado que la fauna introducida en general es responsable de un elevadísimo número de extinciones y de muchos otros catastróficos daños ambientales en islas (Wilson et al., 1992; Primack, 2002; Veitch y Clout, 2002; Bolen y Robinson, 2003; Courchamp et al., 2003), tal es el caso de la extinción de especies de vertebrados como el Petrel de Guadalupe (Oceanodroma 4 macrodactyla), la Rata endémica de Isla Coronados (Neotoma bunkeri), el Tecolote Enano (Micrathene whitneyi graysoni), la Matraquita de San Benedicto (Salpinctes obsoletus exsuls) y la Paloma de Socorro (Zenaida graysoni) (Aguirre, 2005; IMTA, TNC, Conabio, AridAmérica, GECI, 2008), entre otras, así como serias amenazas a otras poblaciones, como al Albatros de Layssan (Phoebastria immutabilis) y diversas poblaciones de reptiles y mamíferos endémicos, lo anterior como consecuencia de la depredación, competencia, destrucción y alteración del hábitat, sobrepastoreo y daños al suelo que efectúa la fauna introducida (Saunders et al., 1991; Bush, 1996). Por otra parte, la introducción de las especies acuáticas invasoras ha sido identificada como uno de los riesgos ambientales más críticos a los que actualmente se enfrentan las especies nativas, los hábitats acuáticos y la biodiversidad en general (Hopkins, 2001). Entre los efectos principales de los peces exóticos sobre los ecosistemas de agua dulce se encuentran la invasión de los nichos ecológicos de las especies nativas y su desplazamiento por competencia directa por alimento, el consumo de huevos y larvas, la transmisión de enfermedades, la destrucción de sustratos de anidación, entre otras. Las plantas acuáticas invasoras pueden causar la desecación de los cuerpos de agua y humedales afectando drásticamente la ecología de los paisajes y de los ambientes locales, crea problemas a la pesca, la navegación y al mantenimiento apropiado de áreas recreativas. Los bajos niveles de oxígeno ocasionado por la presencia de estas especies, afectan las poblaciones de peces nativos y provoca reducción de las áreas de reclutamiento. Las densas matas depositan grandes cantidades de materia orgánica la cual incrementa el contenido orgánico de los sedimentos acelerando con ello los patrones de sucesión; la proliferación de estas plantas provoca graves problemas de índole económica, ecológica y de salud. Con las macroalgas, la problemática radica principalmente en la afectación que puede provocar en el bentos desplazando especies locales (IMTA, TNC, Conabio, AridAmérica, GECI, 2008) e impidiendo el establecimiento sobre el sustrato duro de las especies esclerobiontes (principalmente corales, que proveen de hábitat y refugio para innumerables especies), reduciendo con ello la diversidad 5 de los ecosistemas. En el caso de las plantas terrestres, se han observado impactos adversos en amplias zonas del país; numerosas especies de pastos exóticos han sido introducidos con el fin de incrementar los rendimientos de la ganadería, lo cierto es que estas acciones más que aportar beneficios, constituyen una seria amenaza ya que estas plantas han presentado un comportamiento invasor y actualmente dominan extensos paisajes donde han desplazado a la vegetación nativa generando regímenes de fuego a los que las plantas locales no están adaptadas, lo que ocasiona una severa pérdida tanto de biodiversidad como económica. Otras especies forestales como la casuarina o el pino salado pueden sobrevivir en una amplia variedad de hábitats y son capaces de tolerar suelos salinos y condiciones de sequía. En el caso del pino salado (Tamarix spp.), sus raíces se extienden hasta llegar a niveles freáticos profundos, mientras que sus hojas almacenan la sal excedente hasta que se caen; al acumularse en el suelo, aumentan su salinidad, con lo que impiden la germinación y crecimiento de las especies nativas. Además, las hojas muertas acumuladas en el suelo son muy inflamables, y por lo tanto aumentan la frecuencia de los incendios; la invasión de tamariscos provoca cambios profundos en la dinámica del agua y en la comunidad biótica. Los bosques maduros constituidos de tamarisco, transpiran grandes cantidades de agua, y esto puede hacer descender el nivel freático más allá del alcance de las especies nativas. Actualmente, en el país residen al menos 36 especies (y 10 géneros) de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo (IUCN) (Lowe, 2004) y están afectando a los ecosistemas en todo el territorio nacional. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) cuenta con un listado de especies exóticas invasoras y traslocadas elaborado en coordinación con especialistas, a partir de la literatura y de proyectos apoyados por esa Comisión Nacional. En este sentido la CONABIO en 2007 reportaba una lista de 798 especies invasoras en México, correspondientes a 5 grupos taxonómicos (plantas, peces, 6 anfibios, reptiles, aves y mamíferos). Las plantas (incluyendo exóticas invasoras, malezas y especies translocadas) representaban el 83% del listado (CONABIO, 2009). Sin embargo, esta lista está en constante actualización a medida que se van detectando y reportando nuevas especies debido a la naturaleza dinámica del problema de las especies invasoras, a las nuevas introducciones, a los cambios climáticos y a las limitantes que se tienen en cuestión de monitoreo (CONABIO, 2008). En general, el número de invasiones siempre está subestimado, ya que aquellas registradas siempre se asocian con megainvasiones (un gran número o una gran abundancia de especies) y con especies invasoras que son obvias por causar daños ecológicos o económicos inmediatos. A esto, se puede agregar que la falta de registros de especies invasoras son consecuencia de la falta de estudios biológicos, biogeográficos y de sistemática (incluyendo la taxonomía), (IMTA, TNC, CONABIO, AridAmérica, GECI, 2008) así como falta de difusión entre las instituciones y dependencias con la sociedad en general. En la actualidad se reconoce que una de las mejores acciones para enfrentar el grave problema de la introducción de especies invasoras (EI), es establecer programas de prevención. Esta acción es más rentable, que cualquier medida de remediación aplicada para combatir las introducciones a territorio nacional (Shine et al., 2000). Las EI además, tienen un elevado potencial para afectar los ecosistemas y los servicios ambientales que proporcionan a la sociedad, lo cual dificulta el aprovechamiento sustentable y se traduce como pérdidas económicas de los recursos naturales (Chornesky et al., 2005); entre los diversos instrumentos para lograr la restauración ecológica de ecosistemas sumamente alterados, están el control y la erradicación de especies introducidas. El control implica mantener a la población problema con baja densidad, a través de un esfuerzo constante y sostenido a largo plazo. La erradicación busca la eliminación total de la población y concentra el esfuerzo en un período definido, sin embargo, después de una erradicación, lo ideal es implementar programas de monitoreo permanentes, enfocados a prevenir reintroducciones de EI (Aguirre et al., 2005). 7 Por lo anterior, resulta imprescindible evitar la introducción y dispersión de EI, así como mejorar y respetar el marco legal y jurídico existente para regular los mecanismos de introducción, control y erradicación, no obstante, la normatividad que actualmente rige estas actividades en México es aún muy limitada a lo que debe sumársele la falta de conciencia general sobre los impactos, lo que provoca frecuentes “escapes” de las áreas donde se planeaba confinar a la especie introducida (Aguirre et al., 2005). La formulación de una infraestructura legal es esencial para viabilizar el trabajo con especies exóticas invasoras; asimismo, la falta de legislación específica puede impedir acciones de prevención, control y erradicación, especialmente en áreas bajo protección legal, de modo que el desarrollo de marcos regulatorios concretos y exclusivos al tema es urgente y fundamental (Ziller et al., 2007). 3. ANTECEDENTES En 1993, México formó parte del Tratado de Cooperación Ambiental de Norte América (NAECC, por sus siglas en inglés), cuando se celebró el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) entre Canadá, Estados Unidos y México. La NAAECC estableció la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA) ante las restricciones sanitarias y fitosanitarias que estipula el tratado y para ayudar a las partes a hacer más eficiente la economía, procurando la protección a la biodiversidad. En 2003, la CCA creó el Grupo de Trabajo para la Conservación de la Biodiversidad (GTCB o BCWG, por sus siglas en inglés) y produjo el “Plan Estratégico de Cooperación de América del Norte para la Conservación de la Biodiversidad”, donde se identificó claramente la prioridad de abordar la problemática de las especies invasoras. En 2001 y 2003, la CCA organizó talleres entre los países participantes con el fin de fomentar la cooperación para abatir a las especies acuáticas invasoras, sus esfuerzos fueron orientados a prevenir y estandarizar procesos de evaluación de riesgo a la biodiversidad por las especies invasoras y su potencial para afectar los ecosistemas y sus servicios (IMTA, TNC, 8 CONABIO, AridAmérica, GECI, 2008). Dentro del marco de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), acordada por los mandatarios de Estados Unidos, México y Canadá en marzo de 2005, se puso en marcha un plan de acción para crear un grupo de trabajo pertinente al tema de “especies invasoras”. A partir de entonces se han realizado diversos foros, reuniones, cursos y talleres para tratar la problemática. En ese mismo año se realizó el Foro Binacional de Sensibilización sobre la problemática de las Especies Invasoras en México y Estados Unidos, haciendo énfasis en especies acuáticas (IMTA, TNC, CONABIO, AridAmérica, GECI, 2008). Con la finalidad de recabar información referente a la situación que guardan las EI en México, la CONABIO realizó una serie de talleres de especies invasoras, en los cuales se reunió a expertos del sector académico, gubernamental, organizaciones no gubernamentales y comerciales para identificar los problemas que generan las especies invasoras acuáticas y terrestres en el país, así como las acciones necesarias para resolver esta problemática en aspectos relativos a la prevención, detección temprana, erradicación, manejo y control, difusión y educación, regulación, normatividad, política, legislación e investigación (IMTA, TNC, CONABIO, AridAmérica, GECI, 2008). En febrero de 2006 se llevó a cabo un curso de capacitación denominado “Análisis de riesgos y puntos críticos de control” (HACCP, por sus siglas en ingles), dirigido a profesionales y técnicos en el manejo de los recursos naturales, el cual es una herramienta de manejo que funciona para prevenir la introducción y propagación de especies exóticas e invasoras, eliminando o reduciendo riesgos en puntos críticos de control. Este curso fue organizado por diversas instituciones académicas e impartido por el Centro Nacional de Capacitación sobre la Conservación (Nacional Conservation Training Center, NCTC) del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (U.S. Fish and Wildlife Service) (IMTA, TNC, CONABIO, 9 AridAmérica, GECI, 2008). A su vez, México ha participado en diversos foros de importancia internacional como el de la Red de Información sobre Especies Invasoras IABIN (I3N); como miembro del panel de especies invasoras de la Organización Norteamericana de Protección a las Plantas (NAPPO, por sus siglas en inglés) y la reunión trinacional para discutir la invasión de los peces diablo. Por otra parte, a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), el Instituto Nacional de Ecología (INE), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la CONABIO y el Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A.C. (GECI) se han desarrollado diversos programas de identificación, monitoreo, control y erradicación de especies invasoras, en diferentes islas de México. Se han explorado iniciativas que se han triplicado en los últimos cuatro años e implementado acciones en 57 islas (321 mil hectáreas de territorio insular) (Aguirre et al., 2007). Las actividades más recientes de 2003 hasta el 2009 son: Restauración y Conservación de Isla Guadalupe (erradicación de cabras, plan para la erradicación de gatos ferales y plan preliminar para la erradicación del ratón doméstico); Restauración ecológica en ecosistemas Insulares del Golfo de California (erradicación de rata negra en las Islas Farallón de San Ignacio y San Pedro Mártir); Erradicación de árboles frutales exóticos y rata negra en Isla Isabel; Erradicación de borregos ferales en Isla Socorro, RB Archipiélago de Revillagigedo; Planeación para la Erradicación de fauna introducida en el Archipiélago Islas Marías; Erradicación de cabras (aunque ésta no ha sido concluida) y monitoreo de gatos ferales en Isla Espíritu Santo, Golfo de California; Control de la población de perro feral y evaluación de roedores en Islas Cedros y San Benito, Islas del Pacífico de Baja California entre otras. Otro caso exitoso fue la erradicación de la Palomilla del Nopal (Cactoblastis cactorum) considerada una seria amenaza a la diversidad de especies del género Opuntia, con presencia confirmada en México en Isla Mujeres y en Isla Contoy en el 10 año 2006 y que gracias a la participación de diferentes instancias gubernamentales SAGARPA, CONABIO, CONANP, CONAFOR así como de la International Atomic Energy Agency (IAEA) y la FAO fue erradicada exitosamente de Isla Mujeres, y el 12 de octubre de 2009 fue decretado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Acuerdo mediante el cual se declara erradicado el brote de palomilla del nopal (Cactoblastis cactorum) en Isla Contoy, Municipio de Isla Mujeres, Estado de Quintana Roo. 4. ACCIONES 2008-2009. Derivado de la reunión del Comité Trilateral para la Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre y los Ecosistemas, celebrada en mayo de 2007 en Québec, Canadá; los representantes del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS) y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) a través de la CONANP, iniciaron un esfuerzo de colaboración para el desarrollo de proyectos de conservación de aves marinas por medio de la erradicación de especies invasoras en islas de México. Este programa cuenta con financiamiento proporcionado por el USFWS y, por parte de México, participa la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad a través de su Fideicomiso, como mecanismo facilitador, para la gestión e implementación de los recursos financieros y se estableció como prioridad la necesidad de fortalecer y ampliar las capacidades institucionales para la prospección, planeación, desarrollo de propuestas e implementación de proyectos de control, erradicación y monitoreo de EI en Áreas Naturales Protegidas (ANPs) insulares. Para el desarrollo de las acciones fue elaborado el “Proyecto de colaboración entre la CONANP-CONABIO-USFWS para el control de Especies Invasoras en Áreas Naturales Protegidas Insulares de México”, en el año 2008, enfocado en la 11 protección de sitios de anidación de aves marinas en territorios insulares. Uno de los objetivos particulares de este proyecto fue la realización de un curso-taller de Capacitación en Materia de Evaluación, Control y Monitoreo de Especies Invasoras en Islas de México, el cual tuvo lugar en la Cd. de Ensenada, Baja California e Isla Guadalupe del 8 al 12 de diciembre de 2008, Otro objetivo establecido por los representantes del USFWS y de la SEMARNAT como prioridad de conservación incluye las actividades: control de gatos ferales en Isla Guadalupe y planeación para su Erradicación así como la planeación preliminar para la erradicación del ratón doméstico; Propuesta de Erradicación de borregos ferales en Isla Socorro, Archipiélago de Revillagigedo y Propuesta de Restauración Ecológica de Isla Isabel (erradicación de ratas), lo anterior bajo la dirección de GECI con el apoyo de diferentes instancias gubernamentales (CONANP, INE, CONABIO, SEMAR, entre otras), actividades que fueron desarrolladas durante el año 2008 y 2009, y aún queda por concluir en 2010 la erradicación de borregos en Isla Socorro. Por otra parte, el proyecto: “Fortalecimiento de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas mediante mecanismos de innovación y mejora continua” entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), 2008-2012 constituye uno de los principales acuerdos en el que, entre otras metas, se espera implementar la “Estrategia de prevención, control y erradicación frente a especies invasoras aplicada en Áreas Protegidas del país desarrollada e implementada”. En este proyecto, se propuso realizar diversas actividades tales como el análisis y mapeo de riesgo, incidencia y afectación de especies invasoras en las ANPs; acciones de identificación y monitoreo de especies invasoras; elaboración y establecimiento de programas de control y erradicación de poblaciones de especies invasoras en áreas protegidas seleccionadas, el establecimiento de lineamientos a través de un Programa de Acción para la prevención, control y erradicación de especies invasoras en Áreas Naturales Protegidas de competencia federal , participación para 12 lograr la consolidación de un marco regulatorio para protección frente a especies invasoras desarrollado e implementado en áreas protegidas, entre otras actividades. Asimismo, se han dado avances importantes en 2009, con el desarrollo del primer borrador de la Estrategia Nacional sobre especies invasoras en México: prevención, control y erradicación;, coordinada por la CONABIO y con la participación de diversas instituciones de gobierno, privadas y académicas, la cual se espera dar a conocer en septiembre de de 2010. Tabla 1. Actividades implementadas por la DEPC durante 2008 y 2009 Actividades Proyecto: “Perros y gatos ferales en la Reserva de la Biosfera Los Petenes, Campeche, México. Diagnóstico, efectos en la fauna nativa y perspectivas de control. Proyecto de colaboración para el control de especies invasoras en ANP insulares de México, entre CONANP, CONABIO y el Servicio de Caza y Pesca de Estados Unidos (US FWS) Proyecto de Eliminación de pino salado (Tamarix aphylla) y Control de gato feral (Felis catus) en Islas Espíritu Santo y Cerralvo. Programa de eliminación de Ciprés (Cupressus sp.) y control de perro feral (Canis familiaris) en el Parque Nacional Cañón del Sumidero Taller Regional para establecer la Estrategia de erradicación y control del Pez León Pterois volitans (red lionfish) y Pterois miles (devil firefish) para el Caribe Mexicano y el Golfo de México Participación en la elaboración y revisión de la Estrategia Nacional de Especies Invasoras, Elaboración de los Lineamientos Internos para el desarrollo de programas de prevención, control y erradicación de especies exóticas, invasoras y ferales en Áreas Naturales Protegidas insulares de Competencia Federal. Elaboración del Programa de atención para la prevención, control y erradicación de especies invasoras en ANPs Elaboración de una base de datos con las especies invasoras, exóticas y ferales encontradas en las ANP de competencia federal. Su actualización es constante Mapeo de la distribución de las Especies Invasoras en el país. Elaboración de fichas de identificación de las especies invasoras de mayor impacto a la biodiversidad en ANPs. Participación en foros, seminarios y encuentro de difusión de Especies invasoras Colaboradores PNUD, ECOSUR Campeche, RB Los Petenes. USFWS, GECI A.C., CONABIO PNUD, APFF Islas del Golfo de California PNUD, PN Cañón del Sumidero ANPs de la Región Península de Yucatán y Caribe Mexicano, PROFEPA, SEDUMA, SEMAR, SEMARNAT, TNC, REEF, Amigos de Sian Ka´an A.C., Coordinada por la CONABIO CONABIO, INE, PROFEPA, DGVS, GECI, TNC CONABIO y las ANPs de las 9 regiones de la CONANP CONABIO Es así que, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, a través de la 13 Dirección de Especies Prioritarias para la Conservación (DEPC), fortalece las acciones enfocadas a la conservación y recuperación de las poblaciones de especies en riesgo, al vincularse paralelamente los esfuerzos encaminados a la prevención, control y erradicación de especies invasoras, exóticas y ferales como mecanismo para el logro de resultados contundentes. En este sentido, se busca enfrentar con eficacia las serias amenazas a la biodiversidad, servicios ambientales, economía y salud pública que las especies invasoras representan en nuestro país, lo que se verá reflejado en el número de Áreas Naturales Protegidas con programas de prevención, control y erradicación de especies exóticas invasoras operando, de los que se espera como meta sean 40 para el año 2012. 5. DIAGNOSIS Para lograr esta meta, será necesario instaurar los programas de prevención, control y erradicación de especies exóticas invasoras primeramente en aquellas ANPs o sitios más afectados por estas especies. Así, primero deberán detectarse los impactos más relevantes ocasionados por las especies exóticas invasoras y posteriormente dirigir esfuerzos para mitigar sus efectos. Los criterios clave para definir ANPs prioritarias por especies invasoras son: 14 Fig. 1 Criterios clave para definir ANPs prioritarias por especies invasoras. 5.1 Actividades para detectar vacíos de información referentes a la presencia de EI. Evaluación de ANPs: 1) Análisis de bases de datos, recopilación de material proveniente de diversos proyectos realizados en México, análisis de información científica y bibliográfica disponible. 2) Actualización constante de la base de datos de la DEPC con el listado de especies consideradas exóticas invasoras y las ANPs donde se distribuyen. 3) Elaboración de mapas de distribución de EI para detectar puntos rojos de concentración de especies invasoras y verificar si hay información previa sobre los daños ocasionados por estas especies al ecosistema. 4) Elaboración y actualización de una base de datos con las ANPs en las que se han 15 realizado acciones de identificación, prevención, control y erradicación de especies invasoras, casos exitosos y que actualmente están en operación, así como casos de ANPs en los que los programas han sido infructuosos 5) Análisis de información adicional derivada de Encuestas o cuestionarios dirigidos a cada ANP, para reconocer necesidades y particularidades de cada área, de tal manera que se establezcan acciones para reducir las poblaciones de especies exóticas invasoras y ferales. 6) Implementación de la metodología “Análisis de riesgos y puntos críticos de control” (HACCP, por sus siglas en ingles), como herramienta de manejo para prevenir la introducción y propagación de especies exóticas e invasoras, eliminando o reduciendo riesgos en puntos críticos de control. 5.2 Avances para el logro de las metas Aproximadamente en la segunda mitad del año 2008, se inició la elaboración de dos bases de datos de especies invasoras en ANPs. La primera contiene información referente a las especies invasoras, exóticas y ferales presentes en cada ANP; la información hasta ahora registrada derivó de las siguientes fuentes: a) Programas de manejo. b) Lista de especies invasoras de ANP consideradas por MAB, elaborada por CONABIO en coordinación con la CONANP. c) Especies provenientes de información recopilada de cuestionarios enviados (junio de 2008) a la dirección de cada ANP. d) Información de proyectos realizados por diversas instituciones e información del SNIB (Sistema Nacional de Información Biológica)/CONABIO. e) Artículos de divulgación científica sobre EI. La base de datos contiene información del nombre de la especie y su distribución en 16 ANPs (Anexo 1). Las especies se clasificaron por grupos (tabla 2); ésta contiene la información del número total de EI por grupos registradas hasta diciembre de 2009. Tabla 2. Lista por grupos con número de EI derivada de la base de datos. Grupos Plantas Mamíferos Peces Aves Invertebrados Anfibios Reptiles Protista TOTAL No. de Especies Invasoras 472 22 43 10 23 4 9 11 594 La segunda base de datos corresponde a las acciones o actividades realizadas para la identificación, prevención, control o erradicación de EI en las ANPs; ésta incluye información de los cuestionarios enviados a cada ANP así como información recopilada de proyectos registrados y artículos de divulgación científica (Anexo 2); datos referentes al tipo de acción (identificación y prevención, control, erradicación, y educación y difusión) en las ANPs y quienes las han llevado a cabo, proyectos finalizados con casos exitosos y proyectos que continúan implementándose. La información resumida de esta base de datos, se presenta en la tabla 3. 17 Tabla 3. Programas de identificación, prevención, control, erradicación y difusión de EI implementados hasta el momento en ANPs. PROGRAMAS -Identificación prevención y No. 7 -Control 29 -Erradicación 55 -Educación Ambiental 2 TOTAL 93 No. DE ANPs (incluidas islas del Pacífico y Golfo de California) No. -Continentales 19 -Islas 33 Nota: En éstas ANPs puede haber más de 1 programa operando o en algunos casos se inició con acciones de control y terminó con acciones de erradicación para la misma ANP. TOTAL 52 Para la elaboración de los mapas de distribución de especies invasoras, fueron solicitados a la CONABIO los registros con la ubicación exacta mediante coordenadas geográficas de las EI presentes en las ANPs de competencia federal en el país (actualmente 173). La información fue clasificada por grupos para la elaboración de 6 mapas de distribución (Anexo 3); los cuales complementan la información registrada y contribuyen en la determinación de áreas prioritarias que presentan en mayor grado la problemática de EI. Es importante mencionar que esta base de datos derivó de información de proyectos que la CONABIO ha apoyado por lo que de ninguna manera se considera una lista completa y requiere de trabajo de campo complementario para validar el listado (puede haber sinonimias o determinaciones no actualizadas). Referente al cuestionario enviado a cada ANP, su aplicación tuvo la finalidad de obtener información adicional y necesaria para realizar un inventario sobre especies invasoras, exóticas y ferales en ANPs y sus impactos sobra la biodiversidad, sin embargo, fue contestado sólo por algunas ANPs. De tal modo que tampoco 18 constituye un listado completo de las especies. 5.2.1 Estado que guardan las ANPs: análisis de información procedente de los cuestionarios. Se recibieron 39 cuestionarios, cada uno correspondiente a una ANP; de éstos, 38 reportaron la presencia de al menos una EI, excepto la Reserva de la Biosfera (RB) Isla San Pedro Mártir en la región Noroeste y Alto Golfo de California en la que la especie Rattus rattus (rata negra) fue erradicada de la Isla en el 2007. De los cuestionarios se obtuvieron 223 especies invasoras, sin embargo, la lista actualizada (Anexo 1) tiene hasta el momento 594 registros que incluye las EI obtenidas de otras fuentes. A su vez la lista de EI obtenida de los cuestionarios, se dividió por grupos: plantas, mamíferos, peces, aves, invertebrados, anfibios, reptiles y protistas; el número total de especies por grupo fue expresada como abundancia relativa en la figura 2. Reptiles, 0.9 Anfibios, 1.3 Protista, 1.3 Invertebrados, 4.5 Aves, 4.0 Peces, 8.5 Mamiferos, 8.5 Plantas, 70.9 Fig.2. Abundancia relativa de grupos (%). Datos provenientes de Cuestionarios En la figura anterior se distingue claramente la dominancia del grupo “plantas” 19 respecto a los demás, lo que podría sugerir que el mayor problema de especies invasoras en las ANPs es debido a este grupo, no obstante, se requiere analizar otras variables relacionadas como la frecuencia de cada especie en las ANPs y el grado de afectación o daño a la biodiversidad, a la economía o salud pública para poder afirmar lo anterior; sin embargo la abundancia relativa es una variable que al interactuar sinérgicamente con otras puede proveer de información relevante para diagnosticar el estado de las ANPs. En la tabla 4 se muestra el número de EI en 40 ANPs (de 42), excepto la RB Isla San Pedro Mártir y el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Bala´an Ka´ax, ésta última de la Región Península de Yucatán y Caribe Mexicano de la cual no se cuenta con registros oficiales o estudios de presencia de especies invasoras, exóticas y ferales. Para detectar patrones de distribución de las EI, se analizó la base de datos del Anexo 1 y se buscaron relaciones entre las áreas por el nivel de similitud entre la composición de EI en cada ANP. Dos grandes grupos de ANPs fueron reconocidos, el primero formado por ANPs principalmente de la Región Península de Yucatán y Caribe Mexicano y la Región Frontera Sur, Istmo y Pacífico Sur. El segundo grupo estuvo formado por ANPs de las Regiones Norte y Sierra Madre Occidental y la Región Noroeste y Alto Golfo de California, en las que se registró un alto número de especies de plantas como malezas, pastos y hierbas exóticas, lo cual es coincidente con el hecho de que estas especies son propias de ambientes áridos y semiáridos, encontrándose en mayor proporción en regiones secas y en altitudes desde el nivel del mar hasta los 2,000 metros (Bogdan, 1997; Desert Museum, 2008; Sciencedaily, 2008) como es el caso de estas regiones y que por la fenología de los ecosistemas son ampliamente cultivadas para su uso en ganadería extensiva, lo que a su vez incrementa sus oportunidades de dispersión (Chambers y Hawkins, 2002). 20 Tabla 4. No. de especies invasoras, exóticas y ferales por ANP, de acuerdo a los cuestionarios. ANP PN Zona marina Archipiélago de Espíritu Santo RB El Vizcaino RB Sierra Gorda, Qro. APFF Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui APFF Islas del Golfo de California en SIN Area de Protección de Flora y Fauna Meseta de Cacaxtla RPC Sierrra Tarahumara APRN Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa RB Pinacate y Gran Desierto de Altar RFNyRFS Ajos-Bavispe PN Constitución de 1857 RB El Ocote Area Natural Protegida Santuario Playa Ceuta Isla Guadalupe PN Izta - Popo PN Cumbres de Majalca RB Mapimí PN Pico de Orizaba PN Sistema Arrecifal Veracruzano APFF Islas del Golfo de California SON No. de EI (Cuestionarios) 16 7 2 46 32 15 5 18 38 19 14 7 19 25 7 2 14 11 10 3 ANP APFF Metzabok APFF Nahá APFF Otoch Maáx Yetel Kooh PN Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc PN Arrecife Alacranes PN Arrecife de Puerto Morelos PN Arrecifes de Cozumel PN Arrecifes de Xcalak PN Cañón del Sumidero PN Isla Contoy PN Palenque PN Tulúm RB Banco Chinchorro RB La Sepultura RB Los Petenes RB Ría Celestún RB Ría Lagartos RB Sian Ka´an RB Yum Balam Santuario Escobilla No. de EI (Cuestionarios) 6 7 1 3 4 2 1 3 36 7 12 1 3 8 2 2 7 12 3 4 No obstante, hubo EI que tuvieron un amplio rango de distribución, al encontrarse tanto en la parte norte como en la parte sur del país, sin embargo, estas fueron menos del 10% de las registradas en los cuestionarios siendo las principales: ratón doméstico (Mus musculus), gato (Felis catus), vaca (Bos taurus), perro (Canis familiaris), rata negra (Rattus rattus), gallo (Gallus gallus), cabra (Capra hircus), casuarina (Cassuarina equisetifolia), zacate Buffel (Pennisetum ciliare) y zacate 21 Johnson (Sorghum halepense). Con este marco de referencia es posible establecer acciones de control y erradicación en áreas geográficas pequeñas donde la distribución de las EI es restringida o pensar en acciones más contundentes que requieren de un mayor esfuerzo para controlar y/o erradicar aquellas que se distribuyen ampliamente en las ANPs de México. 5.3 Evaluación ● Del análisis de la base de datos de EI, su distribución en ANPs (con hasta ahora 594 registros) y del análisis de los mapas de distribución, se confirmó la presencia en México de 67 especies invasoras consideradas de alto impacto para la biodiversidad. Algunos de los criterios utilizados para determinar EI de alto impacto fueron: - Tener atributos suficientes para ser considerada con el calificativo de “Especie Invasora” con base en definiciones de la Convención para la Diversidad Biológica (CDB), 2008 el Programa Global sobre Especies Invasoras (GISP), y la Nonindigenous Aquatic Nuisance Prevention and Control Act, 1990, EUA. - Que se desarrolle en ambientes naturales. - Que provoque alteraciones en los hábitats y ecosistemas en áreas naturales en el corto y/o mediano plazo. - Que adicionalmente a su impacto ecológico, tenga un efecto adverso sobre actividades socioeconómicas y/o culturales, así como repercusiones a la salud en poblaciones humanas. - Que sea viable la erradicación, contención o mitigación (IMTA, TNC, CONABIO, AridAmérica, GECI, 2008). - Que tengan un amplio rango de distribución en las ANPs del país. - Que altere de manera irreversible procesos ecológicos 22 - Que se conozca su alto potencial invasor (en otros países) ● A pesar de que las plantas son el grupo más numeroso en la base de datos (472 registros de EI en ANP’s), son pocas las especies que se consideran de alto impacto sobre las especies nativas, ecosistemas, economía y salud pública; por el contrario en el grupo de las 67 EI consideradas de alto impacto con presencia confirmada en ANP’s, se identificaron especies pertenecientes a varios grupos entre los que se encuentran: mamíferos, principalmente especies ferales; peces de agua dulce como los Plecostomus (8 especies), carpas (Cyprinus spp.) y tilapias (Oreochromis spp.) y peces marinos como el pez león (Pterois spp.); anfibios como el sapo gigante (Bufo marinus); aves como el zanate mexicano (Quiscalus mexicanus), paloma doméstica (Columba livia) y gorrión casero (Passer domesticus), invertebrados como la palomilla del nopal (Cactoblastis cactorum) y abeja africana (Apis mellifera) algas marinas como la caulerpa (Caulerpa spp.) y plantas como casuarina (Casuarina equisetifolia), zacate buffel (Pennisetum ciliaris), cedro salado (Tamarix ramosissima), carrizo gigante (Arundo donax), zacate Johnson (Sorghum halepense) y jacinto de agua (Eichhornia crassipes), por mencionar algunos ejemplos. ● No han sido muchas las acciones dirigidas para lograr la prevención, control y erradicación de EI en las ANPs, principalmente debido a falta de información, presupuesto y especialistas para llevar a cabo las acciones y aunque en los últimos años existen avances importantes, la mayoría de las acciones de erradicación han sido para especies de fauna feral concentrándose casi la totalidad del esfuerzo en las Islas del Pacífico Norte y Golfo de California. Sin embargo, de 93 programas (aunque puede haber proyectos elaborados de manera aislada de los que aún no se tienen registros), de prevención, control y erradicación que se han llevado a cabo en ANPs o zonas prioritarias de conservación, poco más de la mitad pueden ser considerados casos exitosos ya que fueron concluidos de manera satisfactoria, lo que fue expresado en los resultados (casos de erradicaciones) o continúan desarrollando año con año estrategias de control de EI evitando con ello que sus 23 poblaciones se tornen perjudiciales sobre la biodiversidad, economía y salud humana. En otros casos, los programas han tenido que suspender algunas de sus actividades de control o erradicación de poblaciones principalmente por falta de presupuesto (p. ej. PN Cañón del Sumidero, RB Sian Ka´an), y en otros son los problemas de carácter político, legales y jurídicos los que interrumpen la continuidad de las acciones (p. ej. Islas del Golfo de California y del Mar de Cortés) y en el último de los casos algunos programas han sido infructuosos (p. ej. el caso de la erradicación del zanate mexicano en el PN Isla Contoy). ● La mayoría de los programas de prevención, control y erradicación de EI han sido implementados en ANPs de regiones del Norte del país: Región Península de Baja California y Pacífico Norte, Región Noreste y Alto Golfo de California y Región Noreste y Sierra Madre Oriental y en segundo término en ANPs del Sur de México: Región Península de Yucatán y Caribe Mexicano. No obstante, es evidente la falta de programas de identificación, prevención, control y erradicación en ANPs de regiones centrales del país tales como la Región Occidente y Pacífico Centro y la Región Centro y Eje Neovolcánico. 6. CONSIDERACIONES Recientemente, The Nature Conservancy, ha hecho una revisión de actividades en materia de prevención y control de especies invasoras en Mesoamérica y la región del Caribe (MARC) , en el marco de la de la 9ª Conferencia de las Partes (COP-9) y la Convención de Diversidad Biológica (CBD); el impacto de las especies invasoras en MARC, en México y el mundo, sugiere la implementación de acciones inmediatas, para la mitigación de los efectos de dichas especies, ya que han impactado seriamente a las poblaciones humanas, flora y fauna endémica, así como a la producción agrícola, biodiversidad y servicios ambientales (March et al., 2008). 24 Para la región de Norte América, el Smithsonian Environmental Research Center, ha reportado 550 especies marinas invasoras, en contraste, un estudio de CABI (Caribbean and Latin America Office) reporta 118 especies marinas, no nativas, potencialmente invasoras en el Caribe, encontrando que los puertos son la mejor vía de introducción (March et al., 2008), lo cual es muy alarmante si consideramos que México tiene al menos 16 Administraciones Portuarias Integrales (APIS) distribuidas en todo el país y que son de importancia internacional por el intercambio comercial. Cada año se vierten aproximadamente diez mil millones de toneladas de lastre y dependiendo de su tamaño y utilización, un barco puede cargar entre varios centenares y más de cien mil toneladas de lastre; asimismo, se estima que todos los días se transportan en los lastres unas 3000 especies diferentes (Shine et al., 2000). Muchos tipos de bacterias, plantas y animales pueden sobrevivir de forma viable en el agua y sedimentos de lastre, aún tras varios meses de viaje; por consiguiente, la posterior descarga en las aguas de los puertos da lugar al establecimiento de organismos acuáticos y agentes patógenos dañinos, poniendo en riesgo la biodiversidad marina y los ecosistemas, deteriorando irremediablemente el medio marino y causando pérdidas económicas incuantificables. Entre los diversos ejemplos de especies exóticas introducidas a través del lastre se encuentra el mejillón estriado europeo o mejillón cebra (Dreissena polymorpha), el cual debe ser de gran preocupación para nuestro país, pues se expande de manera acelerada en Norte y Sudamérica con riesgo de que invada México, ya que además de afectar la biodiversidad dulceacuícola, provocan pérdidas multimillonarias por afectar instalaciones de riego y de generación hidroeléctrica pues se adhiere a todo tipo de superficies sumergidas, como tuberías, buques, boyas e incluso a conchas de otros bivalvos (IMTA, TNC, CONABIO, AridAmérica, GECI, 2008). Otro caso, lo constituye el alga Caulerpa taxifolia, que alcanzó nuestro país al ser introducida en las aguas de lastre de los buques. En la actualidad esta alga constituye un serio problema ambiental, ya que crece rápidamente y tiene una gran capacidad de reproducción, además de alta resistencia a medios muy diversos. 25 Aunque esta especie fue controlada en el 2000, sigue siendo una amenaza latente por su atributo de especie altamente invasora. Asimismo, encontramos en las aguas de lastre especies de dinoflagelados, los cuales pueden vivir tanto en aguas dulces como saladas; estos producen potentes toxinas que se acumulan en peces y moluscos (marea roja) afectando con ello la salud humana. Del mismo modo la acuacultura en México es un tema inquietante, pues constituye altos riesgos de introducción de especies invasoras en los ambientes acuáticos por el cultivo de especies exóticas. Los problemas derivados en este sector se han vuelto más urgentes debido a su rápido crecimiento en los últimos años; por ejemplo en el estado de Florida se han invertido siete millones de dólares para reparar los daños de erosión causados por especies de peces de la familia Loricariidae, conocidos comúnmente como “plecos”. En México, en la presa de Infiernillo, localizada entre los estados de Guerrero y Michoacán, estos peces causan pérdidas por cerca de 1.5 millones de dólares al año (IMTA, TNC, CONABIO, AridAmérica, GECI, 2008). Además estos peces han sido dispersados (introducciones intencionales) en ecosistemas acuáticos epicontinentales como la Cuenca del Río Grijalva, en Villa Hermosa, la laguna Paraíso en Chiapas, la laguna del Carmen en el Golfo de México, y en cuerpos de agua en Mazatlán, entre otros (Mendoza, 2009, com. pers.). Otras especies de alto impacto a la biodiversidad de peces nativos fueron introducidas para cultivo y consumo local como la tilapia y la carpa común, las cuales se adaptaron bien al cultivo en estanques. De las especies de tilapia que han sido introducidas, la gran mayoría se cultiva en los cuerpos de agua naturales y al reproducirse con éxito han sido consideradas como un componente importante de las reservas pesqueras obtenidas a través de la acuicultura. Sin embargo, la introducción de tilapias con este fin, y que por alguna razón se han escapado de los sitios de cautiverio, han amenazado, y prácticamente eliminado a muchas de las especies de peces nativos de esos lugares (Vázquez, 2002). Si bien no se ha hecho 26 aún una evaluación a profundidad del impacto ambiental sobre los ecosistemas de estos peces introducidos, si se reconoce, que el crecimiento de la acuacultura ha jugado un papel notable al incrementarse su importancia económica y social como oferta alimenticia y generación de empleos, lo cual hace más difícil el control y manejo de estas especies. Un caso serio es el del pez león (Pterois volitans), reportado en Cozumel, en el Caribe Mexicano en enero de 2009 y ahora encontrado en todo el caribe mexicano. Esta especie venenosa, originaria del Indopacífico es muy popular entre los acuaristas y es una de las 10 especies importadas más valiosas en los Estados Unidos (Balboa, 2003). Su presencia frente a las costas de Estados Unidos, México y Centroamérica es probablemente el resultado de escapes accidentales o intencionales. Debido a que las características de la región son parecidas a las que se encuentran en su área de distribución nativa, esta especie se ha establecido y se reproduce en toda la zona del Caribe mexicano, afectando con ello la biodiversidad, ecosistemas, economía (pesquerías, turismo) y salud pública sobre todo en las ANPs. Así, considerando el número de ANPs que incluyen ambientes acuáticos, y la creciente producción de estas especies introducidas utilizadas con diversos fines: fuente de alimento local, control de vegetación acuática, mascotas en estanques, repoblación de cuerpos de agua dulce, diversificación de actividades rurales relacionadas con la acuacultura, entre otras, se podría esperar que estas especies generen impactos ambientales y económicos muy severos e irreversibles. El caso de la palomilla del nopal (Cactoblastis cactorum) sigue siendo extremadamente alarmante, pues aunque ya se documentó la erradicación en Isla Mujeres e Isla Contoy, su impacto sobre la ecología de las zonas áridas sería realmente devastador. El peligro de C. cactorum en nuestro país radica en el hecho de que albergamos la mayor diversidad de especies del género Opuntia en el mundo, varias de las cuales pudieran ser hospederos de esta palomilla, tal y como se ha documentado para un amplio número de especies. En nuestro país existen 83 27 especies de opuntias, entre las que se encuentran los nopales, de ellas 53 son endémicas de nuestro país y de acuerdo con reportes recientes 19 tienen el potencial de ser dañadas. Las rutas más probables de ingreso son por migración desde Florida (donde se ha reportado desde 1989) al norte del país, o por el Caribe (CONABIO, 2008). De entrar en México, afectaría seriamente la economía, ya que las poblaciones humanas dependen fuertemente del aprovechamiento del nopal, eso sin mencionar las consecuencias sobre los valores tradicionales culturales y pérdida de valor paisajístico y de biodiversidad de los ecosistemas de las cuales forma parte. Por lo anterior resulta necesario continuar implementando medidas de prevención de entrada y alerta temprana, participando activamente mediante convenios de cooperación con países vecinos como Estados Unidos y del Caribe en donde se encuentra establecida, y en los que han sido implementadas costosas acciones para evitar que continúe su dispersión (IMTA, TNC, CONABIO, AridAmérica, GECI, 2008). No menos importante, es el fomento del uso de especies de plantas invasoras en la producción de biocombustibles. Las semillas de las plantas exóticas, son ampliamente dispersadas en diferentes ambientes por aves, pequeños mamíferos, e inclusive el hombre; lo anterior provoca que el control de estas especies sea muy difícil o prácticamente imposible. Introducir cultivos destinados a la fabricación de combustibles, hará que especies y semillas que antes no se encontraban en esos ecosistemas estén presentes, lo que supone un riesgo de invasión por parte de especies exóticas, con lo que se espera que el costo (traducido en términos ecológicos y económicos) será mayor que el beneficio que se pudiera obtener. No obstante, el uso de biocombustibles en México se ve como una oportunidad para reducir las emisiones de dióxido de carbono y la dependencia por parte de combustibles fósiles por lo que, para el desarrollo de estas técnicas sería conveniente implementar mecanismos en los que se solicite que las especies exóticas utilizadas para la elaboración de biocombustibles cumplan con diversos criterios ambientales como son: que las especies utilizadas sean de baja capacidad 28 de invasividad, que cuenten con certificados de origen y con garantías de pureza de las semillas, y establecer análisis de riesgo para cada especie, entre otras. La utilización de criterios puede hacer que el uso de biocombustibles no se convierta en un potencial problema ambiental. Entre las EI cultivadas en otros países para la producción de biocombustibles y que actualmente se encuentran distribuidas en diversas ANPs de México están: Arundo donax, Cocos nucífera, Panicum spp., Prosopis spp. y Sorghum halepense, por mencionar sólo algunos ejemplos, sin embargo hay más de 20 plantas exóticas que se utilizan para este fin (Barney et al., 2008). Conclusión General El manejo efectivo de las especies exóticas invasoras requiere un esfuerzo coordinado a nivel nacional a través de acciones orientadas a la prevención, el control y la erradicación de especies invasoras mediante una participación activa y responsable de todos los actores involucrados, incluidas las autoridades, organizaciones civiles, académicas y la población en general. 7. ACCIONES FUTURAS -Iniciar acciones de identificación de EI y de prevención de entrada en ANPs de las regiones del centro del país que aún no cuentan con ellas. -Mantener en constante actualización la base de datos para conocer las especies invasoras y su distribución. -Determinar las necesidades, prioridades e identificar vacíos de información referentes a la presencia de EI. -Contar con un acervo de información científica sólida. -Hacer uso de lo recopilado para poder informar e implementar acciones. 29 -Elaborar una página o sitio web como medio de difusión y recopilación de información referente al tema de las especies invasoras que pueda ser consultado por el público en general y especialistas que deseen colaborar aportando información de calidad. -Dar seguimiento y en la medida de lo posible apoyo financiero a los programas ya establecidos en las regiones del norte y sur del país. -Crear mecanismos de coordinación con instituciones académicas, dependencias gubernamentales de los tres niveles, ONGs, para coordinar los programas nacionales. -Realizar acciones de difusión y educación a todos los sectores (educación básica, sociedad en general, academia, gobierno de los tres niveles), a fin de promover la toma de conciencia de las amenazas que provocan las especies exóticas invasoras a la biodiversidad y a los bienes y servicios que ofrecen los ecosistemas. -Aumentar la cooperación entre los diversos sectores, incluidos los sectores productivos, que representan vías o vectores para la introducción de especies exóticas invasoras, con el fin de mejorar la prevención, detección temprana, control y erradicación de estas especies. -Facilitar la participación de los grupos interesados en particular las comunidades locales y el sector privado, así como gobierno federal, estatal y municipal en las estrategias y planes de acción nacionales y en las decisiones relativas al empleo de especies exóticas que pudieran ser invasoras (como por ejemplo las malezas utilizadas en la elaboración de biocombustibles). -Promover en coordinación con otras instancias de gobierno acciones de vigilancia permanente y eficiente en los puntos de entrada con mayor tráfico de turismo y comercio, evaluar los riesgos ecológicos que causan las especies invasoras y establecer, una mayor participación y compromiso de las partes interesadas y un mejor uso de los recursos nativos. -Implementar acciones que incluya la participación de representantes que colaboran en la formulación de políticas a todos los niveles de gobierno y en el sector privado; los funcionarios de cuarentena, aduanas y otros funcionarios de frontera y el público 30 en general. -Colaborar con los socios comerciales y los países limítrofes, y otros países, según corresponda, para hacer frente a las amenazas que plantean las especies exóticas invasoras a la diversidad biológica en los ecosistemas transfronterizos, a las especies migratorias y para afrontar cuestiones de interés común. 8. 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