ENSEÑANZAS DE LA IGLESIA 1. ¡Esta es una invitación personal de Jesús para ti! “Jesús nos espera en este Sacramento del amor”. (Art. 3)* 2. ¡Te necesitamos muchísimo! “La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del culto eucarístico”. (Art. 3)* 3. Tu hora con Jesús hará reparación por los males del mundo y traerá paz en la tierra. La Iglesia dice: “No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo . . . No cese nunca nuestra adoración”. (Art. 3)* 4. ¡Todo momento que pasas con Jesús Sacramentado te hará crecer espiritualmente! “El empeño esencial y, sobre todo, la gracia visible y fuente de la fuerza sobrenatural de la Iglesia como Pueblo de Dios, es el perseverar y el avanzar constantemente en la vida eucarística, en la piedad Eucarística, el desarrollo espiritual en el clima de la Eucaristía”. (Art. 20)** 5. ¡Jesús cuenta contigo! “Todos en la Iglesia, pero sobre todo los Obispos y los Sacerdotes, deben vigilar para que este Sacramento de amor sea el centro de la vida del Pueblo de Dios, para que, a través de todas las manifestaciones del culto debido, se procure devolver a Cristo ‘amor por amor’, para que Él llegue a ser verdaderamente ‘vida de nuestras almas’”. (Art. 20)** 6. ¡Jesús desea que estés dispuesto a hacer algo más aparte de ir a Misa los domingos! “La Iglesia Católica profesa este culto latréutico [de adoración] que se debe al Sacramento Eucarístico no solo durante la Misa, sino también fuera de su celebración, conservando con la mayor diligencia las Hostias Consagradas, presentándolas a la solemne veneración de los fieles cristianos”. “La visita al Santísimo Sacramento que es . . . prueba de gratitud, signo de amor y deber de adoración a Cristo Nuestro Señor allí presente”. (Arts. 60 y 67)*** 7. Si el Papa personalmente te hiciera una invitación especial de visitarlo en el Vaticano, este honor no sería nada en comparación al honor y dignidad que Jesús mismo te concede al invitarte a que pases una hora a la semana con Él en el Santísimo Sacramento. “Todos saben que la divina Eucaristía confiere al pueblo cristiano una incomparable dignidad”. (Art. 68)*** 8. ¡Día y noche Jesús habita en el Santísimo Sacramento porque tú eres para Él la persona más importante en el mundo! “La Eucaristía es conservada en los templos . . . puesto que bajo el velo de las Sagradas Especies contiene a Cristo Cabeza invisible de la Iglesia, Redentor del mundo, centro de todos los corazones. De aquí se sigue que el culto de la divina Eucaristía mueve fuertemente el ánimo a cultivar el amor ‘social’”. (Art. 69 y 70)*** 9. ¡El tiempo que pasamos con Jesús, nuestro Mejor Amigo, en el Santísimo Sacramento es el mejor tiempo que vivimos en este mundo! “Y cuán valiosa es una conversación con Cristo [en el Santísimo Sacramento]: no hay cosa más suave que esta, nada más eficaz para recorrer el camino de santidad”. (Art. 69)*** 10. De la misma manera que cuando te expones al sol no puedes dejar de recibir sus rayos, así cuando estás ante el Santísimo Sacramento no puedes dejar de recibir los divinos rayos de Su gracia, Su amor, Su paz. “Cristo es verdaderamente el Emmanuel, es decir ‘Dios con nosotros’. Pues día y noche está en medio de nosotros, habita con nosotros lleno de gracia y de verdad”. (Art. 67)*** 11. Con Su misericordia que transforma, Jesús hace que nuestro corazón sea uno con el de Él. Jesús se queda en la Sagrada Eucaristía y “ordena las costumbres, alimenta las virtudes, consuela a los afligidos, fortalece a los débiles, incita a su imitación a todos los que se acercan a Él, a fin de que con Su ejemplo aprendan a ser mansos y humildes de corazón, y a buscar no las cosas propias sino las de Dios”. (Art. 68)*** 12. Si Jesús se hiciera realmente visible en la Iglesia, todos correrían a darle la bienvenida. Bajo la apariencia de pan, Él permanece oculto en la Sagrada Hostia porque nos llama a la fe. “El Santísimo Sacramento que es . . . el corazón latente de cada una de nuestras iglesias. Por eso estamos obligados, por un deber ciertamente dulce, a honrar y adorar en la Sagrada Hostia, la que nuestros ojos ven, al propio Verbo Encarnado, el que ellos no pueden ver, y que sin dejar el cielo se hace presente ante nosotros”. (Art. 26)**** * ** *** **** Papa Juan Pablo II, Dominicae Cenae Papa Juan Pablo II, Redemptor Hominis Papa Pablo VI, Mysterium Fidei Papa Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios “Nuestro Señor siempre nos ha socorrido en las grandes tribulaciones con una devoción especial. Las tribulaciones presentes y futuras por las que están pasando la Iglesia y las naciones, son más grandes que en cualquier otro periodo; asímismo, la persecución es más poderosa ahora que en tiempos anteriores. Por consiguiente, la devoción que actualmente Dios está dando a Su Iglesia y a las naciones es la evoción a la Santísima Eucaristía. Ella es superior a todas las otras devociones”. “Nuestra propia creencia es que la renovación del mundo se efectuará sólo con la Santísima Eucaristía”. (Papa Leo XIII) “La devoción a la Eucaristía es la más valiosa porque tiene a Dios como su objeto; es la más beneficiosa para la salvación porque nos da al Autor de la Gracia; es la más dulce, porque el Señor mismo es dulce”. (Papa S. Pio X) En la introducción de Mysterium Fidei (El Misterio de la Fe), “sobre la doctrina y culto” de Jesús en la Sagrada Eucaristía, el Papa Pablo VI explica que él escribió esta encíclica “para que la esperanza suscitada por el Concilio [Vaticano II] dé una nueva luz de piedad Eucarística que inunde a toda la Iglesia y no se vea frustrada por los gérmenes ya esparcidos de falsas opiniones”. “La visita al Santísimo Sacramento . . . es un gran tesoro de la fe Católica, cultiva el amor social y nos da oportunidades para adorar, dar gracias, hacer reparación y petición . . . La Adoración del Santísimo Sacramento [está] . . . completamente de acuerdo con la enseñanza del Concilio Vaticano II”. (Papa Juan Pablo II, Parque de Phoenix, Irlanda, 1979) “Efectivamente, la Adoración permanente – tenida en tantas iglesias de la ciudad, en varias de ellas incluso durante la noche – ha sido un rasgo enriquecedor y característico de este Congreso. Ojalá esta forma de adoración, que se clausurará con una solemne vigilia eucarística esta noche, continúe también en el futuro, a fin de que en todas las Parroquias y comunidades cristianas se instaure de modo habitual alguna forma de adoración a la Santísima Eucaristía”. (Discurso del Papa Juan Pablo II, con motivo del XLV Congreso Eucarístico Internacional de Sevilla, 7 de junio de 1993.) “Fuera de la celebración Eucarística, la Iglesia se preocupa por venerar el antísimo Sacramento . . . Permaneciendo en silencio ante el Santísimo acramento, es a Cristo, total y realmente presente, a quien descubrimos, a quien adoramos y con quien estamos en relación”. (Carta del Papa Juan Pablo II al Obispo de Lieja, Bélgica, Mayo 1996.)