COMENTARIO DE TEXTO DE SARTRE. “Estamos solos, sin excusas. Es lo que expresaré diciendo que el hombre está condenado a ser libre. Condenado, porque no se ha creado a sí mismo, y in embargo, por otro lado, libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace. El existencialista no cree en el poder de la pasión. No pensará nunca que una bella pasión es un torrente devastador que conduce fatalmente al hombre a ciertos actos y que por consecuencia es una excusa; piensa que el hombre es responsable de su pasión. El existencialista tampoco pensará que el hombre puede encontrar socorro en un signo dado sobre la tierra que la oriente; porque piensa que el hombre descifra por sí mismo el signo como prefiere. Piensa, pues, que el hombre, sin ningún apoyo ni socorro, está condenado a cada instante a inventar al hombre” El existencialismo es un humanismo. AUTOR: Filósofo existencialista francés del siglo XX. Muy comprometido política y socialmente, durante toda su vida formó parte de la resistencia francesa contra el nazismo, presidió el Tribunal internacional sobre crímenes de guerra y perteneció al partido comunista francés. En el ámbito filosófico, intentó hacer compatible el marxismo con el existencialismo. TEMA: El hombre no tiene excusa: está condenado a ser libre. IDEAS PRINCIPALES: El texto comienza afirmando que el hombre no se ha creado a sí mismo, es decir, no ha elegido existir, pero es responsable de todo lo que hace (es libre). Para el existencialismo, la pasión no es nunca la causa última de nuestros actos; el hombre es responsable de su pasión. Según el existencialismo tampoco hay signos que nos orienten, pues somos los humanos los que interpretamos tales signos. En conclusión, el hombre está solo y condenado a elegir cómo es en cada momento. RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS: Podríamos decir que el texto tiene una estructura circular, que la idea con la que comienza es también la que aparece al final: el ser humano está condenado a ser libre. Sartre plantea dos posibles causas de nuestras acciones: la pasión, que con su fuerza arrastra al ser humano, y los signos que podemos encontrar y que nos orientan a la hora de actuar. Ninguna de las dos es aceptable para el existencialista, quien piensa que el home es responsable de su pasión y también el que descifra por sí mismo los signos. El texto concluye con la primera afirmación: el ser humano ha de inventar constantemente. EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS: El texto parte de una de las afirmaciones más famosas de Sartre: estamos condenados a ser libres. Esta frase significa que, para el existencialismo, los seres humanos no tenemos una esencia común a toda la especie. Lo único que nos define es nuestra libertad. A lo largo de nuestra vida, nuestras elecciones y nuestras decisiones van concretando como somos, así pues, el hombre se encuentra con su existencia y nadie se crea a sí mismo. Por tanto, está condenado a ser libre. Nuestra sociedad a la hora de tomar decisiones provoca angustia. Nunca podremos estar seguros de haber tomado la decisión correcta. La angustia surge de nuestra conciencia de libertad. Nos sentimos inseguros, solos ante la responsabilidad de nuestras decisiones. De ahí que no sea extraño que busquemos excusas para esconder nuestra libertad. Una de las excusas más habituales es recurrir a las pasiones, que nos arrastran sin que podamos evitarlo. Pero Sartre subraya que el ser humano es responsable de su pasión es decir, nosotros elegimos libremente o no seguir nuestras pasiones. La siguiente idea señala un posible apoyo para evitar la soledad de nuestras decisiones: habría signos externos que nos indican cómo actuar. Esto no es creíble para Sartre, puesto que somos responsables de la interpretación de tales signos. Estas excusas son, según Sartre, fruto del autoengaño, que define con la expresión “mala fe”. Para evitar sentir la angustia de la libertad, procuramos creer que hay circunstancias o pasiones que nos obligan; otras veces recurrimos a normas y valores para justificarnos. El más común es Dios como origen de la norma moral. Todo ello es fruto de un intento de huida de lo que somos: libres. De ahí que, como el texto concluye, estamos obligados a inventarnos constantemente; nada nos obliga ni nos determina. VIGENCIA DE LAS IDEAS DEL TEXTO EN LA ACTUALIDAD: La interpretación que hace el autor de nuestra existencia puede considerarse todavía válida. Sartre subraya la responsabilidad absoluta que todo ser humano tiene sobre sus actos. La conciencia de nuestra libertad es el fundamento de toda existencia auténtica y consecuente. No obstante, hoy día muchas veces recurrimos a excusas para eludir nuestra responsabilidad. Una de las más comunes es la pasión. El ser humano, no es sólo razón. Las emociones, los sentimientos, desempeñan un papel fundamental en nuestra v isa, y, casi siempre, determinan nuestras acciones en mayor medida que la racionalidad. Pero, como dice Sartre, esto no es excusa. Nosotros somos responsables de nuestras pasiones y en cada circunstancia decidimos seguir o no el impulso. El hecho de que tal decisión no sea racional, no significa que no seamos responsables. Todo lo contrario, pues nadie decide por nosotros. Eso es lo que nos distingue del resto de los animales, que están obligados a seguir las pautas de actuación que marcan sus instintos. Así por ejemplo, en el caso de los asesinatos por violencia de género, no se puede defender la falta de responsabilidad alegando que han respondido pasionalmente a la pérdida de su pareja. Son responsables de asesinato y sus actos son consecuencia del odio, no del amor; son responsables de dejarse llevar por ese odio.