INGENIERAS SE NECESITAN La Fundación Julio Ricaldoni (FJR) entregó la segunda beca “Ingeniera Martha Peluffo Etchebarne de Jauge”, financiada por UTE por un monto de 12.000 dólares. Este dinero servirá a una estudiante de la Facultad de Ingeniería como estímulo y ayuda para la culminación de su carrera. El reconocimiento busca promover la inserción de mujeres en un área de actividad de gran importancia y alta predominancia masculina. En el acto de entrega de la beca, celebrado el miércoles 9 en la Sala del Decanato de la Facultad de Ingeniería, el vicepresidente de UTE, César Briozzo, dijo que la participación de la empresa en esta oportunidad es una expresión de su compromiso con el desarrollo tecnológico y el estímulo a la formación de los jóvenes en áreas que son de prioridad para la institución. La iniciativa de la FJR armoniza además con las políticas de género y de calidad con equidad promovidas por UTE, añadió. Florencia Blasina, estudiante de Ingeniería Eléctrica con perfil Electrónica, de 24 años, fue seleccionada en esta instancia entre un importante número de postulantes. La beca constituye “una ayuda muy significativa para culminar mi carrera”, aseguró la joven. “Ahora ya no tengo la necesidad de buscar un trabajo, aunque sería bueno tener una posibilidad concreta en el momento de egresar”. La beca premia a una mujer estudiante que acredite un alto nivel de escolaridad y a la vez garantice que la misma será efectivamente una ayuda importante para que pueda culminar su carrera. En la primera edición, lanzada el año pasado, fue seleccionada Gimena Bernadet Sebben, estudiante de Ingeniería en Computación de 23 años. Gimena cursa el último año de la carrera y con el dinero pudo adquirir “una buena computadora”, además de “trabajar menos horas” para dedicarle más tiempo al tramo final de sus estudios. “Según me explicaron, me eligieron por la escolaridad y porque pensaron que realmente la beca iba a ser una ayuda importante. Vivo en Pando, trabajo, tengo tres hermanas, era una ayuda real, la necesitaba y la iba a utilizar en terminar mi carrera”, apuntó. Gimena recibió el 80% del monto estipulado y el 20% restante le será acreditado cuando finalice sus estudios con el título de Ingeniera. Florencia, por su parte, aspira a obtener su título el año próximo. “Quisiera poder recibirme con el Proyecto, cuya documentación tengo que entregarla en abril de 2016 y después realizar la defensa”. Se refiere a un proyecto sobre Robótica. “Me interesan los temas de automatización y control de sistemas y me gustaría poder recibirme con ese proyecto. Me quedan dos asignaturas que estoy cursando y tendría que rendir los exámenes”, explicó. La beca le permitirá afrontar las dificultades que sobrevinieron una vez que culminó una pasantía de 15 horas semanales que realizaba. “Aplicaba conocimientos, me servía mucho por eso y económicamente era bueno, pero se terminó”, dijo al recibir el galardón. Este premio implica un importante desahogo económico para finalizar su carrera, reconoció. Homenaje y estímulo La beca “Ingeniera Martha Peluffo Etchebarne de Jauge” fue instituida el año pasado como forma de estimular el acceso de las mujeres a la Ingeniería y a la vez homenajear a la primera mujer “Medalla de Oro” de esa facultad, galardón que Peluffo obtuvo en 1938. Su familia fue quien financió la primera edición y UTE se hace cargo de esta segunda instancia. Con respecto a la participación de UTE, Briozzo explicó que, en el marco de las políticas de género del ente y de la necesidad que éste tiene de profesionales en este segmento, también la institución quiso sumarse al homenaje a una mujer de destacada actuación entre sus pares. “Por eso, aunque UTE la financia, quisimos que la beca siga llamándose ‘Martha Peluffo’”, señaló. La Directora de UTE, la economista Cristina Arca, destacó “la necesidad de apoyar desde UTE acciones que promueven la capacitación y desarrollo de mujeres en áreas tradicionalmente masculinas, línea de acción que lleva adelante el Modelo de Calidad con Equidad de Género que funciona en UTE desde el 2009”. “Cuando entré a la Facultad había solo dos mujeres”, contó por su parte Rafael Guarga, consejero de Honor de la FJR y ex rector de la Universidad de la República. Uruguay tiene un porcentaje de egresos de la Facultad de Ingeniería que es el 6% de los países desarrollados, y entre las mujeres este guarismo es mucho menor, reveló. Una forma de estimular entonces a que los y las jóvenes encuentren posibilidades en la Ingeniería, es este tipo de reconocimientos, dijo a su turno María Simón, decana de la Facultad y presidente del Consejo de Honor de la FJR. “Necesitamos ingenieros para el desarrollo”, argumentó, porque esta disciplina es “el nexo entre las ciencias básicas –matemáticas, física- y sus aplicaciones”. Hay pocas mujeres ingenieras porque desde la infancia se promueve entre ellas la orientación a otras carreras. “Y éste es un tema cultural nada más”, dijo Simón. La salud de una sociedad se mide, entre otros ítems, “por el rol que ocupan en ellas las mujeres”, añadió. Al respecto, si bien sostuvo que no siente ningún tipo de discriminación hacia la mujer en la Facultad, Florencia dijo constatar esta suerte de prejuicio en la vida diaria de alguien que se dedica a una profesión como la Ingeniería. “Si voy a una ferretería a comprar un soldador, una herramienta básica para un ingeniero eléctrico, es común que me miren con cara de: ‘¿Sabés para qué sirve esto? Te vas a quemar’”, bromeó. La Fundación Julio Ricaldoni, administradora de estas becas, es una organización sin fines de lucro creada por la Facultad de Ingeniería con el objetivo de impulsar su vinculación y su aporte a la sociedad y particularmente al sector productivo, contribuyendo al desarrollo social y económico del país, promoviendo la mejora continua de la calidad de la ingeniería, su enseñanza y su investigación (www.ricaldoni.org.uy).