LA ÉPOCA DE ESPLENDOR DE AL-ANDALUS Al principio de la conquista, el territorio peninsular dependía del califa de Damasco, pero a mediados del siglo VIII los emires de al-andalus se declararon independientes del poder del califato. El califato de Córdova duró hasta el 1031, año en el cual comenzó a disgregarse en unidades independientes denominadas Taifas (llegaron a haber 30 taifas). La debilidad de estos reinos unido a la pujanza de los reinos cristianos del Norte provocó que muchas Taifas llegasen a acuerdos de no agresión con los cristianos, llegando en muchos casos a pagar (con recursos económicos) por su independencia mediante parias. Cuando vieron peligrar su integridad debido a la expansión cristiana pidieron ayuda militar a los poderosos reinos del Norte de África. En el terreno económico se produjeron grandes avances en las técnicas agrícolas (regadíos, nuevos cultivos, etc.). La importante producción agrícola y artesanal (que se debió en parte al gran desarrollo de la civilización urbana) hizo posible el desarrollo de un gran mercado interior y la exportación de productos manufacturados al resto del mundo islámico y a algunos países de la Europa cristiana. En las ciudades de Al-Ándalus se creó una potente actividad artesanal, tanto en la producción textil, como de otras manufacturas relacionadas con la fabricación de papel, la marroquinería y la artesanía con metales nobles, sobretodo la plata. 1 DE 1