revista semanal y biblioteca musical

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NUM. 86
REVISTA SEMANAL Y BIBLIOTECA MUSICAL
AÑO lil
MADRID 13 DE MAYO DE 1880
PRECIOS DE SUSCRICION.
DlfiECTOli-PROPrETARIO, D. ANDRÉS VID.'.l Y LLIUUM
REDACTORES Y COLABORADORES
En España... 24 rs. trimestre. 45 semestre, y 84 año.
En Portug-al. 30
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Extranjero... 38
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68
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132 •
En la isla de Cuba 5 pesos semestre y 8 al año Joro).
En Méjico 2 li2 reales semanales.
Número saelto, ana peseta.
Dirección: P e l i g r o s , 1 0 y 12, M a d r i d .
LA FABRICACIÓN DE ARPAS
EN
ESPAÑA.
¡lENE razón el ilustrado y erudito
¡escritor gaditíino L». Adolfo de
[Castro: hay un instrumento de
lextraordinaria dulzura y que parece el más adecuado á trasmitir los más
delicados pensamientos por medio de la
música, y á e.\presar los más tiernos afectos del alma.
No vamos á hacer la historia larga y
gloriosa de este instrumento. Para ello, y
sobre todo para averiguar sus orígenes,
nos bastaría consultar la obra crudiiisima
del Padre Kirker, Z)í i\.usurgia antiquomoderna,, que cita el expresado Sr. Castro.
Pero nuestra misión se limita por hoy á
dar cuenta de los verdaderos adelantos
que signiíican para la industria artística
española los trabajos del Sr. D. Agustín
Lerate, profesor de piano de Cádiz y Secretario del Instituto filarmónico de la
Academia de Santa Cecilia de dicha ciudad.
El Sr. I.erate, con una fuerza de voluntad superior á todo encomio y loable
y patriótica constancia, ha conseguido
plantear la industria de construcción de
arpas en España. El origen de sus trabajos para conseguir este resultado es el siguienle: Hallando felicísimas disposiciones en su hija doña María de la Luz, tierna
niña, para el estudio del arpa, le dio algunas lecciones, así como la Sra. doña
Josefa Ravé de Martínez, profesora distinguida. Merced á éstas, pudo aquella angelical criatura presentarse el 9 de Junio
de 1877 en los salones de la Academia de
Santa Cecilia, ame una concurrencia tan
numerosa como inteligente, y tocar por
primera vez, mereciendo unánimes aplausos, así del público como de la prensa.
El Sr. D. Agustín Lerate, con su amor
al arle y con el de padre ante los progresos de su hija en el arpa, aficionóse más y
más á este instrumento, y llegó un dia en
que se preguntó: «¿Por qué España ha de
seguir siendo tributaria de los extranjeros
en la adquisición de arpas? ¿Qué razón
ARNAO (D. Antonio), de las Academias Española y
desellas Artes.—CASTRO Y SEKRANO (D. .losé).FUENTES (D. José).—HERNANDO (D. Rafael:, de la
Academia de Bellas Artes.-INZB.\GA (D. José), de la
Academia.—JI.MENO (O. Ildefonso), de la Academia.—
LAFUENTE (D. Federico).-VARSILLACH (D. Joaquin).—MEDINA ID. Eduar(to).-MORPHY (Ex'-,rr.o. señor Conde).—PEÑA Y GOÑKD. Antonio).-ROMERO
(D. Antonio), de la Academia de Bellas Artes.
SE PUBLICA LOS JUEVES,
Cada número comprende el periódico, ó sea Revista
general de todo lo concerniente al divino arte en España y en el Hxtranjero, y como reg-alo ocho grandes
páginas de música selecta, casi siempre nueva, formando una magnífica Biblioteca musical.
Agentes exclusivos: Méjico, Parres y Compaflia.
Cuba, M. (le Villa, (Habma).—Puerto-llico, Fermin Toledo.
Administración: Olmo, 10, 2.°, Madrid
hay para que aquí no se construyan?» Y
desde entonces se aplicó á la ejecución de
este proyecto.
El Sr. Lerate ha obtenido privilegio exclusivo para la fabricación de arpas en
España, y después de vencer grandes contrariedades ha terminado varios modelos
niitabilísiinos, uno de los cuales es el que
representa el grabado que tenemos el
gusto de publicar en esta misma página.
La prueba que se ha hecho con este
modelo ha sido extraordinariamente satisfactoria. En un concierto dado por el
violinista Sr. Masch^ck en los salones de
la Academia filarmónica de Santa Cecilia,
de Cádiz, tocó dicho instrumento la hija
del Sr. Lerate, acreditando que la obra de
éste (luede competir con las más estimadas del extranjero. Al mérito intrínseco
musical del instrumento se une su adorno
sencillo y elegantísimo.
Este modelo fué presentado por el señor
Lerate en la Kxposicion regional celebrada en Cádiz en el verano último, y mereció la alta y justificada honra de ser premiado con la medalla de oro, la más alta
distinción del expresado certamen. Los
profesores y aficionados, el público en
general y la prensa periódica dedicaron
juntos y espontáneos elo.^ios al señor
D. Agustín Lerate por sus fructíferos trabajos, y se publicaron extensas desscripeiones y concienzudos juicios criiicos de
los instrumentos que había fabricado el
distinguido profesor. La Ilustración Española y Americana no podia dejar de dar
cuenta do este verdadero progreso español, y publicó también un grabado del
mismo modelo que hoy damos á conocer,
insertando al mismo tiempo un precioso
articulo del Sr. Castro, del cual acabamos
de extractar algunas de las noticias y detalles que comunicamos á nuestros lectores.
La nueva fabricación española ha tomado un grandísimo desarrollo, y ya ha
construido gran número de arpas, encargadas de diferentes capitales y pueblos de
España. Las personas que deseen más detalles pueden dirigirse al Sr. Lerate, en
Cádiz.
CRÓNICA
DE LA M Ú S I C A .
y hasta mutilar algunos de sus mejores pensamientos al capricho del compositor músico y
hasta el de los cantantes, y sin embargo, las
concepciones del inmortal poeta engrandecieron
de una manera sorprendente el melodrama; pero
esto sólo puede probar el talento superior de un
autor dramático, oportuno siempre en sustituir
un pensamiento grande con otro de igual elevación.
Afortunadamente, nadie sostiene ya tan absurORÍGEN DE LA ÓPERA EN ITALIA (Oda opinión, y Félix Romani ha hecho conocer
lo que vale un buen libreto para el éxito feliz de
una ópera, sin ajustarse el poeta previamente á
la
imaginación del músico.
TALiA, cuna del arte, templo de la gloria,
De Italia, su dorada cuna, ha pasado el melol'ué la primera á sacudir el yugo de la
barbarie que la dominaba, y después drama á las demás naciones, y en todas ha sido
acogido con entusiasmo; y desde que se introdel siglo XI, las BBIIÍÍS Artes comienzan
su gloriosa vida, rásgase el velo que lascubria y dujo en el siglo xvni como uno de los más sublimes recreos, su acogida ha sido siempre satisaparecen en lodo su esplendor las antes como
mudas estatuas que representan las diosas del factoria. El bello idioma de Petrarca y Tasso
sentimiento. La poesía independiente del ritmo, reúne en si tal armonía, tanta suavidad, tal dulbuscando en su misma libertad la cadencia y la zura, que fuera imposible intentarlo sustituir
armonía de sus sonidos, forma sin d^rse cuenta para el canto.
El cielo de Italia, la caprichosa estructura de
de ello la regla á que después cree deber sujetarse para ser comprendida con mayor claridad, aquel suelo entrelazado por las azules cintas de
y al resonar sus melódicas notas en el espacio un mar fantástico, imprime en sus naturales la
del sentimiento, una de sus divinas hernianas facilidad en la improvisación de sus versos, que
resultan bellos sin más que apuntar en la memorecoge aquellos sonidos que une á los suyos,
ria el continuo panorama que aparece ante sus
confundiéndose las hermanas en la expresión, y
haciendo brotar de aquella unión un nombre ojos. Es un privilegio que la naturaleza les ha
que había de indicar la perfecta armonía exis- concedido, é inútilmente los franceses, demasiado orgullosos, han querido establecer puntos de
tente entre las diferentes manifestaciones de la
belleza, y aquella unión, aquel lazo que el senti- comparación entre los libretos de QninauU y los
miento había unidj, toma una forma real y posi- del nunca bastante llorado Metastasio.
tiva á partir del siglo xvi (2). Comiénzase á poHay también renombrados autores que reconer en música las poesías, aunque limitado á
nozcan la superioridad musical de Italia, y al
poner en notas los coros de las tragedias y las efecto, el Sr. Constanzo copia esta nota del Dicfábulas pastoriles: Florentino Octavio Rinuecini cionario de Música del célebre Juan Jacobo
completa la forma melodramática, escribiendo
Rousseau, que tenemos un placer en reproducir:
Dafne, Euridice y Ariana, exclusivamente para
«i.Üuiéres saber (habla con un joven composique se pongan en música.
tor) si alguna chispado este fuego abrasador (el
Hé aquí can sus mismas palabras lo que dice genio) te inflama? Corre, vuela a Nápolt-s, escucha las óperas de Leo, de Somelli, de Ditranle.
el Sr. Constanzo al tratar de estas obras:
«Estas nuevas composiciones teatrales fueron Si al oirías se arrasan de lagrimas tus ojos; si
acogidas con entusiasmo, y su autor celebrado y de improviso el corazón se te oprime y esta
aplaudido como un genio innovador. La Euridice opresión ahoga en tu garganta los suspiros, corre, toma á Metastasio y compon. Su genio inflase representó con la maj'or pompa y solemnidad
en la corte de Toscana, con motivo del casa- mará el tuyo: tú, siguiendo sus huellas, llegarás
miento de María de Mediéis con Enrique IV, rey á crear y serás por hn autor. Pero si la encantade Francia. La Ariana se puso en escena con dora magia de este arte sublime (la música) te
igual solemnidad, ocho años después para feste- deja tranquilo; si apruebas solamente y no sientes género alguno de trasporte, hombre vulgar,
jar las bodas del príncipe Cosme de Mediéis,
vé y dedícate á escribir música francesa.»
hijo del gran-duque Fernando.»
¿Puedo elfilósofoginebiino decir más en meEl melodrama italiano, como todo ío que en su nos
palabras?
principio tiene una gran aceptación, no podía ya
No
es esto querer despojar á Francia do su
dejar de cultivarse, y con el continuo cultivo quitar malezas, á fin de que el fruto sea cada vez mérito, pero mérito siempre nulo en cuanto á
mejor y más agradable al gusto general, y así su- música, siempre que su orgullo pretenda compararle al de los grandes maestros de Italia.
cedió hasta tomar un desarrollo fabuloso.
No sólo Francia, diversas naciones han querido
La poesía ganó mucho también con aquella
amoldar el melodrama al idioma patrio; pero
unión; pero luego se abrigó la creencia, absurda
tales ensayos sólo pueden admirarse como espor demás, de que los conceptos del poeti hablan
necesariamente de sujetarse al capricho del mú- fuerzos de ingenio.
intimamente, España quiso también probar
sico, cuya falsa creen(!ia no se empezó á conocer
fortuna; pero el éxito no ha respondido á la inhasta el tiempo en que comenzaba Metastasio á
escribir sus.brillantes concepciones sobre la mú- tención, y ella misma se ha convencido de que
si contó en el género dramático con autores de
sica, según una carta de dicho autor, fechada en
primer orden, no puede en cambio competir con
Viena en 15 de Julio de i765.
la
cuna del melodrama.
La poesía es la misma expresión, la música
Un hecho consigna el señnr Constanzo que,
una manera, una bella forma de expresar: hay,
por lo curioso, creo de mi deber trascribir sipues, igual diferencia que entre el pensamiento
quiera aparezca yo en este artículo como poco
y la forma; así que poner en notas una poesía,
es tanto como dar nueva forma á un pensa- original, y a cuya originalidad dciilaro sinceramente que no aspiro mucho más tratándose de
miento.
un hecho que el ilustrado autor de los Opúsculos
El abate Arteaga y otros contemporáneos de políticos y literarios pudo presenciar cuando yo
Metaslasio, quejábanse amargamente del abuso
ni siquiera habia nacido.
introducido en el teatro italiano, culpando á maHé aquí el hecho con sus mismas palabras:
los poetas ó indiscretos músicos, por más que
«Hallándose el duque de Rivas, ya hace muindudablemente contribuyó mucho á esa sujechos años (habla el Sr. Constanzo en 1847), en
ción absurda del libreto respecto á la música la
París con Rossini, se comprometió á probar que
escuela de Rossini, cuya armonía, complicación
el idioma español, bien manejado, tiene bastante
y variedad sorprendía al público, haciendo lijar
su atención principalmente en las concepciones gracia y soltura para que se ponga en música
musicales, dejando en olvido el ínteres propio con buen éxito: en efecto, compuso un himno,
del drama, cuyo primer autores el poeta. Apos- que le salió según sus deseos y con la perfectólo Zcno se vio obligado diferentes veces á qui- ción que se habia propuesto. Púsolo Rossini en
música, y no perdió nada de su gala y melodía
tar palabras, suprimir personajes, variar efectos
adaptada á las palabras castellanas Así es que
un crecido número de aficionados y maestros
(1) Lo8 datos históricos no pueden ser invención de
que presenciaron el hecho colmaron de elogios
nadie, y declaro ()ue los refereutes á este articulo están tomados de un brillante trxbajo literaria que, con al Dii()ue y convinieron en que después dtl idioma italiano ningún otro de Europa merecía un
«I título de Opúite«/o< puliUeos y literario', publicó el
Sr. Ccnstaazo en 184'7, cuya obra sigo en su mitmo
puesto tan preferente como el español.»
órdott.
Con tan grandes autoridades no es difícil ase(2) No olyid* el lector que hablamos de Italia.
La CRÓNICA DK LA MÚSICA, entusiasta de todo lo
que puede contribuir al desarrollo del arte musical y de sus industrias en España, tiene mucho
gusto en felicitar al Sr. Lerate por los brillantes
resultados que ha obtenido.
NüM. 86
gurar que no intentando competencia con Italia,
España puele un día llegar á la posesión de un
melodrama nacional de brillante éxito.
Desde tiempos muy antiguos ha tenido nuestra
patria tonadillas y zarzuelas.
El Sr. D. Manuel García, padre de la tan celebrada Malibran, fué el primero que se propuso
dar ferina á la ópera nacional en España, pero
sus trabajos fueron pronto olvidados.
Después de algunos años de silencio, Basilio
Basili, conocido en Madrid por su excelencia en
el arte musical, dio á luz en 1H41 una ópera titulada £os contrabandistas, que fué con razón
extraordinariamente aplaudida en su primer ensayo; pero la partitura, representada después en
el teatro del Circo, no tuvo un éxito feliz, y tuvo
que valerse de sus mismos discípulos para la
ejecución, porque no habia artistas que-tomaran
parte, excepción de la señora Lombia y el señor
Oieda. El mismo autor llevó al teatro de la Gruí
El diablo predicador, ópera muy aplaudida y repetida diferentes veces.
Antes de El diablo predicador se habia representado en el teitro del Circo la primera parte
de SI asedio de Medina ó Juan de Padilla, puesto en música por el maestro Espin; la letra es
del Sr. Romero Larrañaga.
El Sr. Saldoni, ventajosamente conocido en el
arte de Wozart, después decomprar un libreto del
Sr. Aurioles y hacer una magnifica ópera nacional con el titulo Boabdil, aún podría andar buscando empresario que se prcstai'a á su ejecución.
En opinión del Sr. Constanzo, que a su vez copia la de otros autores, el Boabdil de Saldoni es
una verdadera joya; pero España siempre es .0
mismo, rara vez tiende la mano para que el genio se levante. Véase, en prueba de Ijque decimos, la plegaria del acto segundo, copiada por
aigunos autoi'cs y á la que acompaña una música
de primer orden:
LEO.XOR.
Dios, que tienes en tu mano
de mil orbes el destino,
lánzame un rayo divino
de tu inspiradora luz.
Haz que el triste soberano
que hora combate tus leyes,
ente tí, señor de reyes,
adore tu santa cruz.
Sigue el dúo, que está lleno de imágenes y
efectos de música sorprendentes.
Con estas indicaciones hemos querido demostrar que España, después de Italia, puede aspirar
á la posesión de un teatro de ópera nacional.
Concis)s, como á pesar nuestro tenemos que
sor en este género de publicaciones, hemos dejado de citar muchas obras, de las que podría formarse una selecta galería en apoyo de nuestra
opinión.
II )y nuestro género exclusivo es la zarzuela, y
de ella p idrian citarse rasgos do verdadero ingenio, trozos que los autores de más fama en Italia no tendrían inconveniente en firmar.
y>cabe do morir la escuela bula, entremetida y
rechazada del arte, y el genio musical de España
volverá á estimularse y llegará de perfección en
perfección á los primei'os altares del templo de
la gloria; abandonen maestros como Caballero
la senda viciosa que siguen, y sus genios brillarán en la historia del arte, que si no paga materialmente como se merece el ingenio, teje en
cambio coronas para la inmortalidad de sus hijos.
FEDERICO LAFUKKTS.
HISTORIA GPERAL DE LA MÚSICA.
Introducción al curso de M. Bourgault-Ducoudray
en el Conservatorio de Paria.
(Continuación)
O que es verdadero y útil para las domas
artes, es igualmente verdadero y útil
Ipara la música. El olvido do esta ley
idaria por consecuencia que cada generación Herrase á creerse hija de sus obras, desperdieianclo el beneficio siempre precioso de la
enseñanza del pasado.
Por fortuna, so manifiesta una gran reacción
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contra semejante falta, y es general la creencia
de que el estudio del pasado de la música es indispensable, lo mismo á los compositores que á
los intérpretes y que al público.
Para los compositores es de absoluta necesidad.
En efecto, la lengua musical se modifica continuamente. ¿Cómo podrían los compositores dirigir con conocimiento de causa aras ti*sfermaciones del pasado?
. ; ^ ,„
Los últimos descubrimientos d^ la ciencia
han arrojado una nueva y poderosa luz sobre la
historia de la armonía y sobre la formación de
nuestra lengua musical. La teoría, tal como generalmente se enseña en nuestro tiempo, es
insuficienle para explicar ios hechos del pasado
y el estad o actual de la lengua musical. Ya no se
puede decir con exactitud que la tonalidad moderna haya sido creada de una vez por el descubrimiento de un acorde. Tampoco se puede
decir que la lengua moderna haya roto por completo y para siempre con los antiguas modos y
que exista un abismo insondable entre nuestro
sistema musical y el de los griegos.
Ocasiones tendré de volver á ocuparme en el
examen de este importante asunto, verdadero
problema, cuya solución debo ejercer una gran
influencia sobre el desarrollo ulterior de la lengua n.usical y el porvenir dolarte.
Suceda lo que suceda en lo venidero, es indudable que, gracias á los recientes descubrimientos, podemos ver y escudriñar el pasado con la
mayor claridad; y lo que se comprende mejor, se
estudia con más gust) y más provecho.
Esirid¡S[)ensable que los alumnos sepan que en
otros tiempos los compositores han obtenido
efectos bellísimos y extremadamente originales
con la aniigua lengua musical completamente
distinta de ta nuestra y empleando recursos y
medios de expresión diferentes de los que en la
actualidad empleamos.
Si el onociiniento del pasado es indispensable
al com|)os¡tor. no es menas útil á los intérpretes
de sus obras. Para que un músico sea completo
debe conocer la música de las diferentes escuelas y además colocarse en aptitud de interpretarlas.
Hemos visto cantantes brillantísimos y hasta
Ilustres, que no eran, sin embargo, músicos consumados; pero jamás un ignorante, por docto
que parezca, llegará á ser un artista verdadero.
Jamás se elevará en la creación de las obras
contemporáneas á una gran altura, si no está
preparado para cantar la música de su tiempo
triunfando de todas las dificultades que pueda
ofrecerle la música del pasado.
La inteligencia del intérprete no debe encastillarse en sil papel, sino idenlilicarse tan profundamente como sea posible con el pensamiento
del compositor; y áflnde conseguirlo debe abarcar en su conjunto todas las partes de la obra
que está llamado á ejecutar.
Este resultado no se obtendrá jamás sin una
sólida educiicion, sin haber formado un juicio
exacto por medio del estudio y de la comparación de los conocimientos del pasado.
Además, el conocimiento de la historia de la
música es indispensable para todas las personas
que aspiren á sor ilustradas, del mismo modo y
)or el mismo concepto que lo es la historia de
Ía pintura y do las demás arles. La música ha
desempeñado en todos tiempos un papel demasiado importante en la humanidad para que se la
trate como á un paria, para que se la separe del
grupo indisnluble de los conocimientos humanos.
Seria, por lauto, muy de desear que todos los
aficionados, numerosos por cierto, dispensasen á
nuestro arte el honor do considerarle, no como
una frivolidad, no como un pasatiempo, sino
como ramo importante y parte esencialisima de
la educación.
Lejos estamos de los tiempos en los que respecto de la educación, aparte de la gimnástica,
todo dependía de lo que se llamaba miísict... Ya
sé que para los antiguos la música condensaba
todas las ciancias regidas por las Musas; pero...
«en este conunto de conocimientos se debe el
primer puesto al arte privilegiado; al que en la
antigüedad se atribula el poder de educar al
alma por medio de la armonía y hasta trasformarla en armonía y belleza.»
M. Ravaisson mo perdonará si tomo las anteriores elocuentes palabras del discurso que pro-
C R Ó N I C A DE LA
MÚSICA.
nunció hace poco en el Instituto y que desearla
poder reproducir integro.
¿Es digno del arte, de los que á él se consagran, aunque sólo sea por afición, saborear la
música, sin preocuparse de su historia, sin sentir el deseo de investigar su pasado?
El público es la mayoría, y la mayoría hace la
ley. Si el gusto del público es elevado, si tiene
nobles aspiraciones, el arle se elevará. Si el
gusto del público se rebaja, el nivel del arte
quedará también rebajado. Puede decirse, por
tanto, que el gusto del público es una piedra de
toque que permite apreciar el valor y la fuerza
de producción de una época.
El público es el que forma el arte y los artistas.
Nada es, pues, más útil en interés del arte que
ver elevarse el gusto del público y engrandecer
sus aspiraciones.
Hé aquí por qué creo que están los aficionados,
que están los espectadores en el deber de cuidarse de conocer la historia de un arte al que
deben con frecuencia las más dulces emociones
de su vida.
cado de la juventud, que voy á pagar una deuda
contraída con el gran música y con mi país.
Otra de las razones que me han impu;sado á
seguir este camino, es que casi todos vosotros
os dedicáis más ó menos al teatro; y si Alemania
es la reina de la sinfonía, ninguna otra nación
puede disputar á Francia el cetro de la ópera.
Al tratar de la música francesa necesilaré consagrar una buena parte de mis lecciones á hablaros de lo que más os inte.esa: del teatro.
Nuestro cuadro de estudios comienza en la
época solemne en que el emperador Thcodosio
cerró los juegos del Capitolio y en que San Ambrosio restauró el canto llano.
La música griega, adapbda á la litucgia, cambió de dioses, pasó al Cristianismo y siguió y
sirvió los destinos del mundo bárbaro que la
transformaron adaptándola á la imagen de sus
inspiraciones, de sus instintos, sin que á pesar
de esto el arle nuevo pueda sustraerse de la influencia del antiguo y romper completainento
con él. que es todavía su raíz.
Doycienlos años después, Gregorio realizó la
secunda reforma del canto llano, reforma indispensable por efecto de la barbarie ariistica de
aquellos tiempos.
n.
Hasta el año 1000, la música aparece sumida,
El curso que rae propongo explicar, conside- como el mundo, en un triste y silencioso sueño.
rado en conjunto, entraña la historia general de Pero al pasnr aquella fecha fatal, al aparecer la
la música, lo mismo en los tiempos aniig'ios que humanidad sana y salva, asombrada de haberse
en los modernos. Me propongo, por tanto, pasar librado del cataclismo que temia, respira, sale de
revista á las obras musicales de todos los pue- su letargo y vuelve á pensar.
blos que componen la gran familia europea, y esLa música se despierta también en el primer
tudiar la canción popular, arte primordial dé los latido
corazón de la humanidad. En aquella
pueblos que han permanecido extraños á nuestra época del
de violencia el pensamiento, aterrorizado,
civilización.
se refugió en los Monasterios, que salvaron las
En veinte lecciones de una hora cada una no artes y las ciencias para bien del mundo.
se puede llenar un cuadro tan vasto: para recorLos primeros autores que escribieron sobre
rer el ciclo completo de la historia de la música música,
Ilubaid y Gui d'Arezzo, fueron religiose necesitarian muchos años.
sos. Desde el año 4.000 al 1.400, la armonía
Hubiera podido comenzar estudiando los orí- balbuceó. Había comenzado por la diafonía salgenes de la música y hablaros desde luego do los vaje, por las sucesiones de quinta y cuarta, cuya
tiempos antiguos; pero lo que se sabe hoy acerca existencia nos parece m.onstruosa, aun conside la música de la antigüedad es tanto y tan im- derándola bajo el punto de vista de los tiempos
portante, que temo que nos hubiera retrasado en bárbaros. Durante cuatro siglas la música polila marcha la seducción que ejercerían en vosotros phónica, nacida en nuestro suelo con la de canto,
seguramente muchos puntos en extremo intere- se nos aparece realizando los más heroicos essanles, pero no de inmediata utilidad.
fuerzos para llegar á constituir una lengua arHe preferido, por tanto, separar de este vasto moniosa.
conjunto un asunto que pudiéramos tratar por
Este periodo representa los limbos de la arcom pleto en un año, y es la historia de la música monía.
francesa.
Pero al lado de esta tarea ingrata y paciento
Paréceme que para los franceses nadp es más de los primeros armonistas, otra corriente munecesario que conocer á nuestros propios clási- sical que no se habia agotado por completo ni
cos, ¡nuestros clásicos! Ya son por fortuna muy aun en la Edad Media, brotó como un arroyuelo
numerosos, y cada siglo que pasa los aumenta. fresco y límpido en la atmosfera reformada.
Permitidme que piense que no se les hace basLa canción popular, que no es hija del arte,
tante justicia; y esto consiste en que se les co- pereque naci) de la naturaleza, brotó de tas
noce inal. Aprendamos á conocerlas y sabremos mismas entrañas de los pueblas; la canción pohonrarlos. He tenido además otra razón para pular, separada al principio de la música sabia,
elegir la escuela francesa.
y despreciada, concluyó por aliarse á ella, por
No se ha de olvidar que Francia desde la de- fecundizarla, por vencerla.
cadencia de la civilización antigua ha sido la
Transfigurada, engrandecida por la victoria,
iniciadora musical de Europa. Hé aquí por qué al
canción ha sustituido al arle antiguo, y ha
estudiar la historia de nuestro país, podemos es- la
engendrado
la música moderna.
tudiar al mismo tiempo el origen de todas las
El
conliapunto
de los maestros que
escuelas que se han desarrollado en Europa han precedido al cerrado
Renacimienlo, es como el cadesde la Edad Media separadamente y con un pullo de la crisálida,
de donde sale el insecto,
brillo más ó menos vivo en los diferentes países. después de haber permanecido
prisionero muCuando por la aparición de otras escuelas la cli) tiempo, para volar al cielo convertido en briacción de la escuela francesa se restringe y se llante y alegre mariposa.
concontra en nuesln patria, no por eso deja de
Durante lodo el periodo desde 1360 hasta meconseguir triunfos menos bellos. Ea todos tiem- diados
del siglo xvi, el destino de la música se
pos, desde su origen hasta nuestros dias, la his- halló en
las manos de la Francia y la Bélgica.
toria de la escuela francesa ofrece innumerables Época gloriosa
y fecunda para ambos países, que
asuntos dignos de estudio, siendo un verdadero trabajaron estrechándose
manos para civilifilón bajo este pumo de vista. A mi elección ha zar al mundo por medio delasla armonía.
presidida el deseo de mostraros los tesoros de
A partir de Üufay, la escuela franco-flamenca
nuestro patrimonio nacional, de estudiarlos y de
con una riqueza y un brillo maravillosos.
admirarlos con vosotros, poseído de un secreto florece
generación produce un grupo numeroso de
orgullo disculpable en un hijo de una tierra tan Cada
músicos. A la generación gloriosa do
propicia y fecunda. Con este motivo debo hacer grandes
Dunstable v Binchois. sucede la generación más
una confesión.
fecunda aún, cuya primera figura es Okeghera,
Cuando tuve la dicha de obtener el premio de maestro de capilla do Carlos Vil. A su lado se
Roma, recibí, como todos los que alcanzan esta distinguen Regis, Busnois, Fermín Carón, Guidistinción del Instituto, una medalla de oro con llermo do Pangues y Juan Cousin, músico de la
la etigie del padre de la música dramática fran- capilla de Luis XII.
cesa, de Ramean. ¿Lo diré? Pues sabed que al
recibir aquella medalla no conocía ni una sola
(Continuará.)
nota de nue tro gran músico. Ahora bien; al elegir la escuela francesa como asunto de las lecciones de este año; al hablaros, como no tendré
más remedio que hacerlo, de Ramean, me parece que voy á lograr hacerme perdonar un pe-
CRÓNICA
MISCELÁNEA.
Grabadas ya algunas de las obras premiadas en
el certamen de esta Revista y preparados los
trabajos correspondientes, muy en breve empezaremos la puljlicaeion de las obras premiadas;
y para que nuestros lectores no se vean privados, por preferir música fácil ó difícil, de algunas de las obras escritas expresamente para ellos,
como son las que han concurrido á nuestro certamen, hemos resuelto que las citadas obras se
repartan á los suscritores de ambas secciones.
En breve también, y coincidiendo con el regreso á Madrid del director de la CRÓNICA DE LA
MÚSICA, se verificará el solemne reparto de los
premios adjudicados en nuestro certamen y se
celebrarán las audiciones correspondientes de
las obras premiadas.
La velada literario-musical, dada dias pasados
por el Ateneo Mercantil, ha dejado tan buenos
recuerdos, que cediendo la Junta de gobierno á
repelidas instancias de gran parte del numeroso
público que asistiil, es probable que el próximo
domingo se repita tan bello espectáculo, en el
que tomaría parle ia distinguida tiple señorita
doña Matilde Rodríguez, segundo premio de
canto en nuestro Conservatorio, en unión del
aventajado barítono Sr. Carbonell, ambos vivientes muestras de la esmerada y solida instrucción
que da á sus discípulos el Sr. Inzenga.
Nuestro querido amigo el Sr. Lafuente (D. Federico) ha sido nombrado en la pasada semana
colaborador de los pei'iódieos El Mensajero de la
Moda, El Libre-cambista y La Ilustración de los
Niños.
La acreditada casa editorial del Sr. Zozaya,
que ha sido la primera en dar á conocer en España las obras del ya célebre y popular Fahrbach, entre las que se cuentan los preciosos
valses Mirtos de Oro, las pi kas Tout á la joie.
Le Verre en main. Ebrio de amor y otras, ha
adquirido la propiedad de las últimas y nuevas
obras que ha compuesto el referido autor, y la
publicación de las cuales no dudamos obtendrá
la misma pojiularidad y aplausos que las conocidas hasta hoy.
Refiere El Noticiero Bilbaíno, que al retirarse
el barítono Sr. Kaschman del teatro una de estas
noche:;, pasaron junto á él varios jóvenes cantando al son de una guitarra. Sorprendióle la
voz de uno de ellos, y entusiasmado le aconsejó
que abandonase su oficio de ebanista y ajirendiese el canto, porque tenía en la garganta un
tesoro inagotable que le baria ganar el dinero á
sombreradas.
Con este motivo, el Ayuntamiento, á propuesta
del Sr. Leguina, ha resuello proteger al joven
para que se dedique al estudio del arle. Se llama
el artista en ciernes Lucio Saspiur y Azcaray.
E! lunes se verificó en el salón de la Escuela
de iMúsica el anunciado concierto del Sr. Quilez,
á cuya sesión musical prestaron su concurso al
Sr. (iiiiliíz la señorita doña Esmeralda Cervantes
y la señorita doña Asunción García Cabrero, dos
artistas que pulsaron el arpa ó interpretando los
cantos delito Matei y de Donizetti, consiguieron
muestras de aprobación, tales y tan ruidosas,
que debieron dejar cumplidas y satisfechas sus
aspo-aciones de gloria y de aplauso.
El •<¥. Qiiilez lució su ejecución en la Perla
cuboMa, de Zabalza y en el andante y flnal de la
obra 18 para piano, "de Hummel, y los Sres. Rubio, Quilez (D. T.) y Mondéjar lograron los
aplausos de la concurrencia.
El domingo por la noche celebró la sociedad
El Fomento de las Artes la última velada literariomusicí.1 dei presente curso, la que fué presidida
por el dislinguido poeta l>. Gaspar Nnñoz de Arce
y la renombrada arpista doña Esmeralda Cervantes. Se leyeron lindas poesías por las señoritas
DE LA
MÚSICA
Camarón y los Sres. Soldevilla, Verdes Montenegro y Nuñez de Arce. En la parte musical lucieron sus excelentes dotes musicales, ya en el
piano ó en el canto, y siendo por ello muy aplaudidas, las señoritas Arambnro, Heniy, Higuera,
Pozo, Feltrer, Guinea, San Ruperto, Torres,
Asensio y Esmeralda Cervantes, y los Sres. Torres, Vázquez, Menéndez y Mondéjar: este último
tocó en el armonium, acompañado al arpa por
Esmeralda Cervantes, el Ave-María do Gounod,
de un modo tan magistral, que mereció los honores de la repetición entre los bravos y aplausos de la inmensa concurrencia que apenas pedia contener el local.
SUMARIO DE ESTE NlÍMERO.
I. La fabricación de arpas en España, planteada
por el Sr. D. Agustín Lerate, de Cádiz.
II. Origen de la ópera en Italia, por Federico Lafuente.
III Historia general de la Música. Introducción
al curso de M. Bourgault-Ducondray en el
Conservatorio de París. (Continuación.)
IV. Miscelánea.—Publicación de las obras premiadas en el Certamen de la CRÓNICA DE
LA Mi'sicA, solemne reparto délos premios
adjudicados y audición de las obras premiadas.—Nueva ve'ada literari -musical
en el Ateneo mercantil. — Las últimas
obras nuevas de Fahrbach. — Un futuro
artista bilbaíno.—El concierto delSr. Qu!lez en el Conservatorio.—La ultima velada
literario-musical del presente curso en el
Fomento de las Artes.
V. Correspondencia.
VI. Anuncios.
Con el presente número repartimos á nuestros
suscritores que prefieren música difícil una fantasía sobre motivos de la zarzuela El primer dia
feliz, de Inzenga; y á !os que la desean fácil, pasodoble de los ^oirínoí del Capitán Grant de Fernandez Caballero, y dos páginas de Escúchame,
romanza sin palabras de J. Funke.
NUM.
86
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Véase nuestro Catálogo.
Las expediciones se efectúan por pagos al
contado, ó bien acompañando los pedidos del
valor respectivo en giros ó letras de cambio.
ROMERO Y MARZO
EDITORES
DE
MtJSICA.
PRECIADOS , I , MADRID.
N O V E D A D E S MUSICALES.
CORRESPONDENCIA.
D. J. M.—Lérida.—Atendida su reclamación en
la forma que desea.
Sras. H de H.—Zaragoza —Recibido importe de
su cuenta que las dejo abonado.
D. I. P. y R.—Barcelona.—Conformes con la
suya y recibido importe de suscricion por un año
hasta lin del corriente. Remito el núm. 83 que pide.
D. C. S. L.—Valencia.—Cumplimentada su última y servidas las dos nuevas suscriciones que
pide.
D. P. A —Valencia.—Estamos de acuerdo respecto á 'a suscricion de D. J. C. y se remitirá á usted como desea en lo sucesivo.
D. R. G.—Irun.—Cambiada la sección de música
como pide.
D. I. G.—Avila.—Servida la nueva suscricion
por seis meses que pide para D. A. C.
El Administrador,
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