¿EN QUÉ CONSISTE EL MODELO DE SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES? La política industrial de América Latina y el Caribe fue determinada, hasta mediados de los años 80, por la puesta en práctica del modelo de sustitución de importaciones, el cual se mantuvo vigente por más de tres décadas como instrumento de protección de las "industrias infantes" ante la competencia internacional. El modelo de sustitución de importaciones se sustentaba en: El control de importaciones y exportaciones, El otorgamiento de subsidios directos e indirectos a las empresas industriales, la regulación de precios, Los subsidios a las tasas de interés, La participación del sector público en la relación entre suplidores, productores y canales de distribución, y Las tasas de cambio preferenciales para determinadas importaciones. En este contexto, conceptos como productividad, competitividad, calidad, innovaciones tecnológicas o eficiencia eran menos determinantes que la existencia de ventajas comparativas basadas en abundantes recursos naturales, administrados, en su mayor parte, por empresas públicas. A partir de mediados de los 80, los países de América Latina y el Caribe abandonan el modelo de sustitución de importaciones en el marco de sus procesos de reformas macroeconómicas y de apertura comercial, que implican eliminar o reducir aranceles, barreras no arancelarias, y subsidios, privatizar empresas públicas, y en general, atender las exigencias de la competencia internacional. Hasta la década de los ochenta, la aplicación de las políticas industriales en los países de América Latina siguió la propuesta del modelo de sustitución de importaciones, la cual postulaba la intervención directa e indirecta del gobierno (incentivos fiscales, crediticios, y protección comercial) como mecanismo indispensable para lograr el desarrollo industrial, lo cual se justificaba por las debilidades estructurales de estas economías, tales como: Concentración de las exportaciones en productos de origen primario. Evolución desfavorable en los términos de intercambio. Mercados internos incipientes, fragmentados y reducidos. Escasez de capital, mano de obra calificada y debilidad empresarial. El modelo de sustitución permitió a los países latinoamericanos entrar en un proceso de industrialización que duró alrededor de tres décadas, y fue remplazado por el modelo de apertura comercial, el cual hoy se aplica de manera generalizada en toda América Latina. EL ORIGEN DE LA SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES. El proceso de sustitución de importaciones (PSI) comenzó a desarrollarse de manera espontánea, lo cual fue 1 posible gracias a varios factores. Por un lado, la llegada de inmigrantes europeos trajo consigo una nueva mentalidad empresarial, la cual, acompañada de los conocimientos tecnológicos, fue fundamental para la aparición de las primeras empresas locales; junto a la clase empresarial, también se formó una clase obrera, formada en su mayoría por inmigrantes que venían de un mundo industrial y que conocían sus reglas de juego; lo que posibilitó el surgimiento temprano de sindicatos y agrupaciones obreras. Un segundo factor fue el crecimiento explosivo de la población, como consecuencia de la inmigración, que posibilitó el surgimiento de un mercado rentable para la producción local. Por último, el país presentó una fuerte dependencia del flujo de manufacturas importadas, que al cortarse como consecuencia de la Primera Guerra, hizo que la demanda presionara para la creación de una oferta local que pudiera satisfacer sus necesidades. El aislamiento forzoso, producto de la guerra, tuvo efectos dispares en la industria local, ya que aquellas ramas que dependían de la entrada de materias primas e insumos importados (industrias artificiales), debieron disminuir o incluso frenar la producción; mientras que aquellas ramas basadas en la utilización de insumos y materias primas obtenibles a nivel local fueron las que se beneficiaron. Tenía como objetivo suplir la carencia de importaciones, y en ningún momento se creyó que éste fuera un proceso de industrialización. EL OCASO DEL MODELO SUSTITUTIVO, SUS CAUSAS: La mayoría de los autores coinciden en que el conjunto de políticas económicas que formaban el Proceso de Sustitución de Importaciones colapsó. A pesar del relativo éxito de las dos últimas décadas y de que el sector industrial estaba pasando por uno de sus mejores momentos, existieron varias causas que imposibilitaron la profundización de este proceso. Las causas se encuentran no sólo en las nuevas políticas económicas llevadas a cabo sino que también se encuentran dentro mismo del modelo sustitutivo y en el escenario internacional. Además de esta distorsión el modelo presentó otras, como el uso sobredimensionado del arancel, que no fue utilizado como herramienta de promoción de largo plazo sino como instrumento de recaudación fiscal, creándose así una amplia brecha entre los precios internacionales y los domésticos que implicó una gran pérdida de competencia internacional, no sólo por los altos precios sino también por la obsolescencia tecnológica de los productos. La falta de competitividad agravó aun mas los problemas de balanza comercial del modelo, ya que la capacidad para generar divisas fue mínima. Por otro lado, el Estado pecó al tomar decisiones erráticas y cambiantes que crearon incertidumbre. En otras palabras, los constantes cambios de gobiernos e ideologías, como así también de políticas fueron causantes de gran confusión y de ineficiencias. Pareciera que el Estado no fue lo suficientemente profundo ni sistemático en la planificación. Todo esto tuvo sus consecuencias sobre el desempeño del mercado, que distó de ser satisfactorio. Por otro lado, tampoco se adaptaron a los nuevos procesos productivos provenientes del Japón, ya que no adoptaron la nueva filosofía Toyotista del Justo a Tiempo sino que mantuvieron las viejas ideas fordistas de producción en línea, incompatibles con el pequeño tamaño del mercado local. En conclusión, el país se endeudó de manera irresponsable, tomando créditos que si bien eran baratos también eran de muy alto riesgo, y no sólo eso sino que tampoco aprovechó esos créditos para modernizar la estructura 2 productiva del país, sino que éstos fueron destinados al gasto de consumo. Por lo que al acontecer La Crisis de la Deuda, el país ni siquiera contaba con un parque productor propio y desarrollado que le posibilitara una temprana recuperación. Para ese entonces el sector industrial local se enfrentaba a un escenario distinto con nuevas reglas de juego, el modelo de sustitución de importaciones había quedado atrás. CONCLUSIÓN: Luego de casi un siglo de industrialización, y cuando la industria parecía estar viviendo su mejor momento, el modelo de sustitución de importaciones fue dado de baja. El modelo estaba llegando a su límite, debía apuntarse a las nuevas actividades del mercado que fueran más dinámicas para poder convertirse en los nuevos motores de la economía, rol que en algún momento jugaron las ramas alimenticias, textil, metalúrgica y automotriz. Ya sea por los acontecimientos que estaban acaeciendo en el resto del mundo o fuere por una decisión local, se inauguró una nueva etapa en la historia económica nacional: la etapa neoclásica o liberal. Las causas que hicieron colapsar al modelo de sustitución fueron varias, destacándose los cambios en las políticas económicas del Estado, los acontecimientos internacionales y los vicios implícitos del modelo. En suma, el modelo estaba llegando a un punto de maduración a partir del cual se podría dar un paso adelante, pero para poder lograrlo era necesaria la participación del Estado, eliminando los vicios y preparando el camino. Éste intentó eliminar los vicios, pero las políticas utilizadas para lograrlo implicaron un cambio del escenario local, y nuevas reglas del juego, para las que la industria local no estaba preparada. UNIVERSIDAD DE CARABOBO FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y SOCIALES RECURSOS ECONOMICO I EL MODELO DE SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES Secc.: 31 Prof.: BARBULA 08 DE NOVIEMBRE DE 2002 3