MEMORIA HISTÓRICA La primera victoria ante EE.UU. Ustedes dormían, nosotros soñábamos despiertos Un testigo de excepción, Martín Tello, del diario AS, nos cuenta la primera victoria de la selección española ante los Estados Unidos. A partir de aquella noche (17 de agosto de 1982, Bogotá) todo fue distinto para nuestra selección. España se quitó la piel de cordero y se inscribió en el club de leones del baloncesto internacional. Habíamos vencido ya a Yugoslavia (1972, amistoso) e incluso a la URSS (Europeo de 1973, Barcelona), pero ganar a Estados Unidos, y en un Mundial, era algo inimaginable. Sin embargo ocurrió. Aquella maravillosa noche, en la capital colombiana, Antonio Díaz-Miguel y sus jugadores dejaron boquiabierto al planeta basket al abatir al coloso americano. Por eso, en el titulillo literario de mi crónica para el diario AS, yo escribí: ‘Ustedes dormían, nosotros soñábamos’. Era ya medianoche cuando dejé los folios mecanografiados en manos del operador de telex que los enviaría a España, en cinta perforada. Los entregué con una sonrisa, consciente de que los aficionados que en aquel momento dormirían plácidamente en nuestro país iban a llevarse una sorpresa mayúscula cuando abriesen el diario la mañana siguiente. 44. tiro adicional FOTO: EFEB MARTÍN TELLO Pudimos con Doc Rivers, John Pinone y demás componentes del plantel norteamericano, que luego, en la fase de Cali, enmendarían tropiezo clasificándose para la final ante la URSS. Un arbitraje adverso ante Yugoslavia privó a España de la medalla de bronce, pero el cuarto puesto era ya todo un éxito, la mejor clasificación alcanzada nunca por nuestro equipo nacional en un Campeonato del Mundo. Y, sobre todo, la hazaña frente a Estados Unidos había causado enorme impacto en España, donde muchas personas empezaron a interesarse desde entonces por el baloncesto. El bombazo de Cali fue el primer capítulo de un trienio mágico, completado con la medalla de plata en el Eurobasket de Nantes-83 y, por supuesto, la plata olímpica en Los Angeles-84. El baloncesto hizo furor. Díaz-Miguel ascendió al papel de héroe popular, y se hicieron famosos los nombre de Corbalán, Ramos, Solozábal, Cabrera, Brabender, Epi, Fernando Martín, Sibilio, De la Cruz, “Pudimos con Doc Rivers, John Pinone y demás componentes del plantel norteamericano, que luego enmendarían tropiezo clasificándose para la final ante la URSS” Flores, Rullán, Santillana, Iturriaga, Romay, Llorente, Andrés Jiménez y tantos otros jugadores inolvidables. La moda del basket coincidió con unos años de bajón futbolero (títulos de Liga para la Real y el Bilbao), lo que causó alarma en los aficionados más radicales del balompié. Pero luego las aguas volvieron a su cauce; Real y Barça golearon de nuevo y el fútbol mantuvo su corona. Para el basket, sin embargo, ya nada sería igual. Aquella maravillosa noche de agosto-82 había ganado un hueco en el corazón de los aficionados y, con nuevos nombres y rostros, pero con igual entusiasmo, conseguiría mantenerlo.