visor Hija de la ciencia En noviembre de 1977 la vida de una pareja común inglesa dio un giro afortunado cuando los doctores Patrick Steptoe y Robert Edwards –en la clínica Bourn Hall, en Cambridge, Gran Bretaña– lograron la primera fertilización in vitro exitosa. Louise Brown, conocida como la bebé probeta, fue gestada fuera del vientre de su madre y dentro de un tubo de ensayo. Después de varios intentos, los médicos consiguieron extraer un óvulo de Lesley Brown (tenía Con otros ojos bloqueadas las trompas de Falopio), lo fecundaron con espermatozoides de su esposo y devolvieron el embrión al útero, donde se desarrolló y creció con normalidad. Louise Brown nació el 26 de julio de 1978 por cesárea y pesó 2,61 kilos. Su hermana Natalie también fue concebida “artificialmente”. Para 1999, cuando Louise cumplió 21 años, 300.000 mujeres en el mundo habían quedado embarazadas por fertilización in vitro. eureka! el origen de un descubrimiento Aunque la historia del trasplante de córnea actual se remonta a 1813, cuando el alemán K. Himly sugiere reemplazar la córnea opaca de un animal por la córnea clara de otro, y F. Reisinger plantea, en 1824, la sustitución de la córnea humana opaca por la transparente de un animal, fue el doctor checo Edward Konrad Zirm, perteneciente a la escuela de Praga, quien realizó en 1905 el primer trasplante de córnea exitoso en humanos, al devolverle la luz a Alois Glogar, un trabajador que se había quemado los ojos con cal. El donante era un niño de 11 años (se le extirpó un ojo luego de un traumatismo) y el procedimiento consistió en sustituir el tejido dañado por el tejido sano del pequeño, capaz de volver a cumplir las funciones de proteger las estructuras intraoculares y dejar pasar las imágenes a la retina. Corazón abierto 40+SALUD Secreto de vida Par de coquetería Al genetista estadounidense James Dewey Watson y al británico Francis Harry Compton Crick se les atribuye uno de los más importantes hallazgos científicos de la historia. En 1953, el dúo descubrió la estructura del ácido desoxirribonucleico, mejor conocido como ADN, la molécula que contiene el código genético de los seres vivos. Las investigaciones –realizadas en la Universidad de Cambridge, Gran Bretaña– permitieron constatar que el ADN tiene forma de doble hélice y proporcionaron los medios para comprender cómo se copia la información hereditaria. En 1962, Watson y Crick compartieron el Premio Nobel de Fisiología (Medicina) con el biofísico británico Maurice Wilkins, quien describió la estructura helicoidal del ADN. Las siliconas, polímeros inorgánicos que pueden ser sintetizados en distintos materiales (lubricantes, adhesivos, selladores) y variar en consistencia (líquido, gel o goma), se desarrollaron en la década de los treinta, pero pasaron años hasta que fueron utilizadas con fines estéticos. Fue justo cuando se bailaba al ritmo de The Beatles, en 1962, cuando los cirujanos norteamericanos Cronin y Gerow idearon los implantes de seno de silicona y realizaron la primera cirugía exitosa, utilizando una bolsa de poliuretano rellena con gel. Más adelante, la empresa estadounidense Dow Corning, creada en 1943 específicamente para explorar el potencial de las siliconas, desarrolló los implantes como un producto comercial. Quinta generación de médicos, John H. Gibbon, graduado de la Universidad de Princeton y del Jefferson Medical College, concibió a principios de 1930 –durante su investigación en Harvard– la idea de un aparato que temporalmente pudiera asumir la función cardiopulmonar de un paciente. Después de prestar servicio militar en la II Guerra Mundial logró desarrollar con éxito –junto a Thomas Watson, un ingeniero de la IBM– su invento, capaz de bombear sangre y mantener oxigenado el organismo. Al principio, el prototipo fue probado en gatos y perros que el propio Gibbon secuestraba en las calles. Una vez perfeccionada la máquina realizó, en 1953, la primera operación en humanos: reparó exitosamente un defecto en el corazón de Cecilia Bavolek, de 18 años. Por 26 minutos –de los 45 que estuvo conectado al cuerpo de la joven– el equipo suplió completamente todas las funciones respiratorias y circulatorias.