Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) Los pueblos indígenas y tradicionales y el cambio climático Versión resumida Abril de 2008 Presentación De amplia aceptación es el hecho de que las comunidades pobres que dependen de los recursos naturales en el mundo en desarrollo son particularmente vulnerables al cambio climático, especialmente aquellas que viven en áreas de mucho riesgo como las islas pequeñas o las áreas costeras bajas. Muchas de esas comunidades son indígenas o tradicionales y han conservado conocimientos sobre agricultura, caza, pesca, recolección y uso de plantas medicinales. Por la experiencia acumulada respecto al cambio climático, muchos de estos pueblos han desarrollado estrategias detalladas para hacer frente a estos fenómenos, y pueden ofrecer valiosos conocimientos en términos de la adaptación y mitigación del cambio climático. Nuestro conocimiento sobre los impactos del cambio climático en las especies y en los ecosistemas aumenta continuamente. Sin embargo, en lo referente a los posibles impactos del cambio climático en los medios de subsistencia y en las culturas de las comunidades indígenas y tradicionales, poseemos un conocimiento fragmentado. Además, hasta este momento, el conocimiento tradicional sobre la adaptación ha sido bastante ignorado en el ámbito de las políticas. Existe falta de reconocimiento respecto a la importancia que podrían tener los pueblos tradicionales en su propia adaptación futura al cambio climático. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) preparó este informe para contribuir a: • mejorar la comprensión de los impactos potenciales del cambio climático sobre las comunidades y culturas vulnerables y sus ecosistemas asociados; • identificar la investigación adicional requerida para reducir los riesgos del cambio climático; • proponer enfoques para el adecuado abordaje de la adaptación y la mitigación, especialmente en áreas muy expuestas a los impactos socioculturales; • facilitar la integración de consideraciones socioculturales en programas y acciones para abordar los impactos del cambio climático. El presente documento fue elaborado por Mirjam Macchi, como autora principal, con la colaboración de Gonzalo Oviedo, Sarah Gotheil, Katharine Cross, Agni Boedhihartono, Caterina Wolfangel y Matthew Howell. Esta versión resumida fue editada por Janet Fisher. La UICN agradece a todos su valioso trabajo. Gonzalo Oviedo Asesor Sénior de la UICN, Política Social Abril de 2008 Resumen Ejecutivo El Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (PICC) publicado a comienzos del 2007, confirmó que el cambio climático global ya es una realidad. El informe concluyó que las comunidades que habitan en tierras marginales y cuyos medios de subsistencia dependen en gran medida de los recursos naturales están entre las más vulnerables al cambio climático. Muchos pueblos indígenas y tradicionales están en mayor riesgo al haber sido empujados a tierras menos fértiles y más frágiles como consecuencia de la exclusión histórica, social, política y económica. Sin embargo, los pueblos que habitan en tierras marginales han estado siempre expuestos a diversos tipos de cambio ambiental y han desarrollado estrategias de afrontación. Si bien poseen conocimientos valiosos sobre la adaptación, es probable que la magnitud de los riesgos futuros supere su capacidad de adaptación, especialmente en razón de sus actuales condiciones de marginación. Subsiste muy poco conocimiento acerca de los impactos potenciales del cambio climático sobre los medios de subsistencia y las culturas de los pueblos indígenas y tradicionales. Los documentos relacionados con las políticas sobre el cambio climático, incluyendo el Informe Stern (2006) y el Cuarto Informe del PICC(2007), coinciden en que quienes mayormente sufrirán las consecuencias del cambio climático serán las comunidades más pobres y vulnerables del mundo, incluyendo los pueblos indígenas y tradicionales. Con mucha frecuencia, se extraen ejemplos documentados de adaptación de las regiones desarrolladas, con poca consideración a la mayoría de los pueblos tradicionales e indígenas que habitan en los trópicos. Los informes tienden, además, a centrarse en la adaptación, recomendando solo la transferencia de tecnología, conocimiento y recursos financieros para los países en desarrollo, y haciendo caso omiso de las estrategias de afrontación de los propios pueblos tradicionales e indígenas para hacer frente y adaptarse a dicho cambio. Se requiere una mayor comprensión e investigación acerca de los factores determinantes de la vulnerabilidad social y biofísica de los pueblos indígenas y tradicionales. La vulnerabilidad de un sistema al cambio climático depende del nivel de riesgo biofísico, combinado con la sensibilidad de las comunidades y los ecosistemas a los impactos. La capacidad de adaptación de un grupo depende de su ubicación física, de sus derechos al uso de la tierra y a ciertos recursos, y del acceso a varios factores, incluyendo conocimientos, tecnología, poder, toma de decisión, educación, atención sanitaria y alimentos. Este informe presenta mapas que superponen la ubicación de los pueblos indígenas y tradicionales (grupos etnolingüísticos) sobre las predicciones de los datos del PICC en términos de los impactos del cambio climático sobre los cambios en la temperatura, la precipitación y el nivel del mar. Los mapas resultantes muestran la coincidencia entre las áreas de alta concentración de pueblos indígenas y tradicionales y aquellas en las que se pronostica el mayor cambio climático. Si bien la predicción de los tipos y magnitudes de los cambios a escala regional y local continúa siendo desafiante dada la deficiente resolución de los modelos mundiales y regionales del cambio climático, sí es posible identificar extensas regiones propensas a experimentar cambios climáticos particularmente severos. Estas incluyen el Ártico, el Caribe, el Mediterráneo, el sur de América Latina, el Amazonas, el sur de África, la península arábiga y grandes porciones de Australia. Con relación a la elevación del nivel del mar, entre las áreas expuestas al mayor peligro se incluye las islas pequeñas, el Ártico y las áreas costeras bajas de Asia. Los estudios de caso sobre los impactos del cambio climático sobre áreas costeras, islas, cuencas de captación, bosques tropicales y tierras secas, demuestran que el cambio climático ya está teniendo implicaciones severas en los medios de subsistencia de los pueblos tradicionales e indígenas. Las prácticas de adaptación que han desarrollado a través de los siglos, tales como el reforzamiento de la línea costera, el almacenamiento de agua llovida y la diversificación de cultivos y medios de subsistencia, tienen el potencial de aliviar los impactos adversos y permitir a las comunidades aprovechar nuevas oportunidades. Sin embargo, la capacidad de adaptación depende de muchos factores, pudiendo también ser heterogénea dentro de una misma comunidad, y las mujeres son las que suelen ser particularmente vulnerables. El informe pretende también identificar maneras para desarrollar la capacidad de adaptación en formas culturalmente apropiadas. 2 En conclusión, el cambio climático ya está teniendo implicaciones severas en los medios de subsistencia y en las culturas de los pueblos tradicionales e indígenas. Si bien estos pueblos han desarrollado estrategias importantes para adaptarse a dichos cambios, la velocidad del cambio y la magnitud de los riesgos futuros podrían limitar su capacidad de adaptación. Se recomienda: • Propiciar la participación activa de las comunidades indígenas y tradicionales en la discusión internacional, regional y local de las políticas sobre el cambio climático. • Reconocer, concientizar y promover activamente las estrategias de adaptación y mitigación de los pueblos indígenas. • Promover la transferencia de tecnología culturalmente apropiada. • Mejorar la infraestructura social y física. • Ayudar a las comunidades a asegurar su derecho a la auto-determinación, a la tierra, a los recursos naturales, información, educación, servicios sanitarios, y alimentos. • Apoyar y aumentar la diversificación de los medios de subsistencia. • Abordar los aspectos específicos de la vulnerabilidad de las mujeres y otros grupos dentro de las comuidades, así como su posible papel en términos del aumento de la resiliencia de sus comunidades. • Asegurar la conservación de los recursos naturales y la diversidad biológica. • Apoyar investigaciones adicionales en torno a los impactos del cambio climático sobre las culturas vulnerables y sus ecosistemas asociados. • Recolectar y analizar información sobre acciones y medidas prácticas de adaptación pasadas y presentes. • Desarrollar formas para combinar el conocimiento científico e indígena. • Promover investigaciones y acciones de colaboración entre pueblos indígenas y científicos. • Monitorear las posibles implicaciones para los pueblos indígenas y tradicionales de los esfuerzos de mitigación, incluyendo el Mecanismo para un desarrollo limpio (MDL) y la Reducción de emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal (REDD) en los países en desarrollo. 3 1 El contexto de las políticas Dos informes recientes enmarcan el contexto de las políticas sobre el cambio climático. El Cuarto Informe del Grupo de trabajo II del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (PICC, 2007b), centrado en los impactos, la adaptación y la vulnerabilidad. El Informe Stern 2006, encomendado por la Tesorería del RU, para evaluar los impactos económicos de la adaptación y mitigación del cambio climático. Ambos informes destacan que los costos del cambio climático son absorbidos en forma desigual por los países en desarrollo como resultado de su exposición geográfica, sus bajos ingresos, y su mayor dependencia de sectores sensibles al clima, como la agricultura. El Cuarto Informe de Evaluación presta un poco de atención a los pueblos indígenas y tradicionales, particularmente a los que habitan en las regiones polares, en Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda. El informe revela que los medios de subsistencia de los pueblos indígenas, como por ejemplo, los que viven en el Ártico, ya han sufrido alteraciones como resultado de los cambios en la extensión del mar y el hielo y la distribución de los animales y plantas de los que dependen para su subsistencia e identidad cultural. Dada la disparidad de responsabilidad y vulnerabilidad al cambio climático, ambos informes instan a la comunidad internacional a apoyar a las naciones en desarrollo en sus esfuerzos para aumentar la resiliencia al cambio climático. El informe del PICC promueve el uso de transferencia de tecnología innovadora en respuesta a los impactos del cambio climático, advirtiendo, sin embargo, que la importación de la tecnología podría precipitar una pérdida de prácticas culturales indígenas. Hasta hace poco tiempo, era poco reconocido el cúmulo de conocimiento latente en las estrategias de afrontación y la capacidad de adaptación de las comunidades. Sin embargo, el Cuarto Informe de Evaluación del PICC reconoce la adaptación constante al cambio climático, y los autores del PICC instan a la comunidad científica a profundizar en el estudio de los sistemas de conocimiento indígena que podrían ser recursos valiosos para la adaptación futura. 2 Vulnerabilidad de los pueblos indígenas y tradicionales al cambio climático La vulnerabilidad al cambio climático es un fenómeno social y espacialmente variable que puede cambiar con el transcurso del tiempo. El PICC (2007b) define el concepto de vulnerabilidad como: “el nivel al que un sistema es susceptible, o no es capaz de soportar los efectos adversos del cambio climático, incluyendo la variabilidad climática y los cambios extremos. La vulnerabilidad es una función del carácter, magnitud y velocidad de la variación climática a la que se encuentra expuesto un sistema, su sensibilidad y su capacidad de adaptación”. De acuerdo con el PICC (2007b), el concepto de adaptabilidad es un componente de las sociedades humanas que se define como: “la capacidad de un sistema para adaptarse al cambio climático (incluyendo la variabilidad climática y los cambios extremos) a fin de moderar los daños potenciales, aprovechar las consecuencias positivas, o soportar las consecuencias negativas”. En la literatura reciente se ha hecho la distinción entre la vulnerabilidad biofísica y la vulnerabilidad social (Cutter, 1996, Füssel, 2007; Brooks, 2003). La vulnerabilidad biofísica representa la cantidad de daño que experimenta un sistema debido a un tipo específico de riesgo y, en contraste con la vulnerabilidad social, es una función de la frecuencia y severidad de los riesgos (Brooks, 2003). Los siguientes son algunos factores que determinan la vulnerabilidad biofísica de los pueblos indígenas y tradicionales. 2.1 Vulnerabilidad biofísica 2.1.1 Ubicación del lugar de residencia La exposición a los impactos del cambio climático depende de dónde la gente escoja o se vea forzada a residir (Brooks, 2003). Con frecuencia, los pueblos indígenas y tradicionales viven en entornos físicamente aislados, frágiles y difíciles, que los hacen especialmente vulnerables. Si bien las viviendas pueden estar adaptadas a las condiciones locales, pueden ser menos resistentes a impactos de diferente naturaleza o fuerza. 4 Áreas montañosas A menudo, las montañas son zonas de gran diversidad cultural y biológica, pero también están consideradas entre las regiones más susceptibles al cambio climático. Los glaciares montañosos y los lagos y ríos que se alimentan de las masas de nieve ya han declinado sustancialmente en el hemisferio norte. El permahielo también se ha degradado, conduciendo a cambios en las características y sistemas de drenaje de la superficie terrestre (PICC, 2007a). También peligra la flora alpina alta, que la gente utiliza para alimento, medicinas y vestido. 2.1.2 Disponibilidad de recursos naturales y migración de especies Las comunidades indígenas y tradicionales tienden a ser muy dependientes de los materiales y fibras naturales para satisfacer sus necesidades de alimento, madera, combustible, generación de ingresos, medicinas y para fines espirituales. Se estima que el cambio climático alterará la disponibilidad y distribución de estos recursos. De igual manera, el aumento en la frecuencia de sequías e inundaciones también tendrá efectos negativos en la producción de cosechas, especialmente en las latitudes bajas (PICC, 2007b). Una disminución en la disponibilidad de agua y leña tendría implicaciones muy severas en la disponibilidad de tiempo y la carga de trabajo de las mujeres y los niños, quienes a menudo tienen esta responsabilidad. Una pérdida de biodiversidad tendría impacto sobre las fuentes de alimento de los pueblos indígenas y reduciría su capacidad para sobrellevar plagas y enfermedades. Mucho antes del advenimiento de complejos modelos climáticos numéricos, muchas comunidades indígenas han usado los cambios en sus entornos para predecir las fluctuaciones en el estado del tiempo y en el clima (Penehuro, 2003). A menudo, la adaptación se ha basado en los sistemas indígenas de observación climática e interpretación de la migración de las especies de animales y aves. La posibilidad de un cambio climático más rápido y complejo podría hacer peligrar estos sistemas tradicionales y llevar a decisiones equivocadas. El acceso a información y tecnología científica tales como los sistemas tempranos de advertencia, podría contribuir a reducir la vulnerabilidad de los pueblos indígenas y tradicionales a los riesgos. 2.2 Vulnerabilidad social La vulnerabilidad social existe dentro de un sistema independientemente de los riesgos internos, pero está controlada por las características particulares de las sociedades humanas, como por ejemplo, la pobreza y desigualdad, marginación, alfabetización, derecho a los alimentos y a la salud (Brooks, (2003). Como consecuencia de la exclusión social y política algunos grupos indígenas han sido empujados hacia tierras marginales y a veces frágiles. Aunque pueden estar estrechamente conectados con sus tierras a través de su relación con los medios de subsistencia y los lazos espirituales, podría darse el caso de que ni su tenencia ni acceso estuvieran legalmente reconocidos. Salvo algunas excepciones, estos pueblos tienen un acceso limitado al poder y a la toma de decisiones. Aquí se abordan las características particulares de las comunidades indígenas y tradicionales que rigen su vulnerabilidad social en el contexto del cambio climático. 2.2.1 Pobreza y marginación La insuficiencia de ingresos, activos o riqueza es uno de los factores más determinantes de la vulnerabilidad socioeconómica de los pueblos indígenas y tradicionales. Un estudio reciente del Banco Mundial muestra que los pueblos indígenas en América Latina se mantienen entre los más pobres de la región con muy poco alivio de la pobreza en la última década. En algunos casos, su situación general ha empeorado, incluso (Hall & Patrinos, 2004). En este contexto, el cambio climático actúa como otro factor de estrés que limita la capacidad de afrontación (DFID, 2004). Se espera, además, que el cambio climático tenga efectos negativos en la erradicación de la pobreza y que ponga en riesgo los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 2.2.2 Salud y nutrición El informe del PICC (2007b) predice que el cambio climático debilitará aún más la salud de millones de personas, especialmente aquellas con poca capacidad de adaptación. Los grupos que residen dentro de ecosistemas naturales podrían verse expuestos no solo a mayores riesgos sanitarios, sino también a un acceso limitado a servicios sanitarios y a programas de promoción sanitaria convencionales. En algunos lugares, se estima que el cambio climático inducirá a un aumento en la exposición a la radiación ultravioleta (UV) con el consiguiente daño a la piel y a la vista. Otras predicciones incluyen la desnutrición resultante de la disminución en la productividad agrícola; muertes causadas por olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas; enfermedades infecciosas transmitidas a través del agua 5 como resultado de una mala calidad del agua causante de una mayor incidencia de diarrea y enfermedades respiratorias. Se espera también cambios en la distribución espacial de enfermedades infecciosas transmitidas por vectores causantes, p. ej., del paludismo y el dengue (DFID, 2004). Paludismo y cambio climático El paludismo es particularmente sensible al cambio climático a largo plazo. Considerando un aumento de 2-3ºC en la temperatura mundial, la cantidad de personas en riesgo de contraer paludismo en términos climáticos aumentaría en un 3-5%, equivalente a varios cientos de millones. La siguiente figura muestra la proliferación hacia nuevas regiones que se espera del principal agente de la malaria, el parásito falciparum malaria para el 2050 (OMS, 2003). Figura 1 Cambio climático y paludismo, escenario para el 2050 (de Ahlenius, 2005) Distribución del principal agente del paludismo Distribución actual Posible distribución extendida para el 2050 (clima apto) La distribución actual representa la distribución máxima del parásito falciparum malaria. Para el 2050, se han excluido del mapa las áreas dentro de la actual distribución máxima. El escenario se basa en el escenario pesimista del experimento HadCM2. Fuente: Rogers, Randolph. The Global Spread of Malaria in a Future, Warmer World. Science(2000:1763-1766). La designación de entidades geográficas y la presentación del material en este mapa no implican la expresión de opinión alguna por parte de la UICN respecto a la condición jurídica de ningún país, territorio, o área, o referente a la delimitación de sus fronteras y límites. 2.2.3 Redes sociales y movilidad A menudo, los pueblos indígenas y tradicionales son muy dependientes de las redes sociales y mantienen intercambios de alimentos y mano de obra a través de vínculos recíprocos y mercados locales. En el pasado, estas prácticas han sido componentes importantes de las estrategias de adaptación al cambio ambiental. Si subsisten, probablemente mantendrán su importancia, especialmente si disminuye la disponibilidad local de recursos. Además, las familias y comunidades que dependen de la migración estacional de mano de obra pueden ser más resilientes a los impactos climáticos adversos. Los sistemas de subsistencia diversificados también permiten a las comunidades recurrir a varias fuentes de alimento e ingreso, y al hacerlo, podrían extender los riesgos del cambio climático. La movilidad también es importante para algunos grupos, como por ejemplo, los makushi de Guyana, que en tiempos de crisis trasladan sus hogares de las sabanas a las zonas boscosas. Llama la atención el hecho de que los informes del PICC para el 2001 y el 2007 centraron su atención en las comunidades indígenas que habitan en regiones desarrolladas, en las que existe un mayor apoyo gubernamental. La mayoría de los pueblos indígenas y tradicionales que viven en los países en desarrollo reciben muy poco apoyo estatal. Sin embargo, en una posición de mayor vulnerabilidad en razón del cambio climático y otros factores de estrés, los pueblos indígenas y tradicionales podrían ser 6 más dependientes de la ayuda prestada por el gobierno, ONG u organizaciones internacionales, especialmente en tiempos de crisis. 2.3 Políticas efectivas para los pueblos vulnerables y el cambio climático La vulnerabilidad de los pueblos indígenas y tradicionales al cambio ambiental global está, por tanto, determinada por factores sociales y biofísicos. La vulnerabilidad biofísica se agrava por aspectos sociales tales como pobreza y marginación, falta de derecho a redes, recursos, poder y toma de decisiones, y otros factores como conflictos violentos o epidemias. De ahí que las instituciones y los responsables de la formulación de políticas juegan un papel clave en el empoderamiento de los pueblos indígenas y tradicionales, garantizando y aumentando su derecho a los recursos y mejorando su capacidad de adaptación. Cuando las instituciones no logran asegurar estos derechos, el cambio climático y otros factores de estrés podrían exceder la capacidad de adaptación de algunos pueblos indígenas y tradicionales (Adger, 2006). 3 Visión general de los impactos potenciales y evidencia de las estrategias de adaptación La identificación precisa de las áreas y grupos más vulnerables al cambio climático continúa siendo difícil dadas las limitaciones de los modelos. Pese a ello, sí es posible identificar amplias regiones que con seguridad experimentarán algún tipo de cambio climático y eventos extremos (Dow et al., 2007). Los siguientes mapas sobreponen la ubicación de los pueblos indígenas y tradicionales (grupos etnolingüísticos) sobre los datos de predicción del cambio climático del PICC (2007)1. Los mapas resultantes muestran la coincidencia de algunas áreas de alta concentración de pueblos indígenas y tradicionales con las áreas que se estima experimentarán el mayor cambio climático. Por consiguiente, estas áreas representan regiones particularmente preocupantes. Estas proyecciones forman la base para la última parte de este capítulo, que considera los impactos proyectados a nivel de los biomas. Documenta, asimismo, ejemplos de adaptación dentro de comunidades que dependen de los recursos naturales. 3.1 Modelo de la temperatura de la superficie Figura 3 Simulaciones multimodelo del calentamiento medio anual de la superficie para el período 2080 a 2099 Cambios en la Temperatura Cambios Pronosticados en la Temperatura (°C) 1 Todos los datos sobre el cambio en el clima y en el nivel del mar fueron tomados de la contribución del Grupo de trabajo I al Cuarto Informe de Evaluación del PICC (2007) y representan una predicción media de varios modelos climáticos para el escenario de emisiones A1B durante el período 2080-2099. Los mapas con la ubicación de los grupos etnolingüísticos son de Oviedo et al. (2000). 7 Masas de tierra Fronteras internacionales Líneas de control Grupos etnolingüísticos La designación de entidades geográficas y la presentación del material en este mapa no implican la expresión de opinión alguna por parte de la UICN respecto a la condición jurídica de ningún país, territorio, o área, o referente a la delimitación de sus fronteras y límites. Es muy probable que el cambio climático global provoque temperaturas máximas más altas y días más calientes en casi todas las áreas terrestres (PICC, 2007). Esto está relacionado con temperaturas mínimas más altas y menos días fríos y días helados. Se estima que los mayores cambios en la temperatura de la superficie ocurrirán en las latitudes altas y en el interior de los continentes; es decir, a través de EE. UU. y Canadá, a lo largo de Bolivia y Brasil, y en la región mediterránea (especialmente en los países noroccidentales de África, en la parte sur de África (alrededor del desierto de Kalahari), en la península arábiga, la meseta tibetana y en el noroeste de Australia. 3.2 Modelo de la precipitación La precipitación es una función de procesos a escala inherentemente pequeña, tales como la formación de nubes y la disponibilidad de humedad, por lo que resulta difícil de predecir (Frame, 2007). Sin embargo, con base en datos del PICC (2007), la mayoría de los modelos presagian: • Un aumento en la precipitación en todas las estaciones en las latitudes altas y en algunas de las regiones monzónicas. • Una reducción generalizada de la precipitación veraniega a excepción de aumentos en Asia oriental. • Descensos importantes en la precipitación en los subtrópicos, especialmente pronunciados en las regiones del Caribe y el Mediterráneo. Por lo tanto, se espera que en el transcurso del presente siglo los pueblos tradicionales e indígenas que habitan en las regiones del Caribe, el Mediterráneo, partes de Brasil, el sur de Chile y Argentina, la parte sur de África y grandes partes de Australia, se enfrenten a un creciente estrés por falta de agua dulce. Para la mayoría de las latitudes altas, así como en la parte oriental de África, en Asia central y en la región ecuatorial del Océano Pacífico, se pronostica un aumento del 20% en la precipitación. Figura 2 Simulaciones multimodelo de cambios en la precipitación media para el período 2080 a 2099 Cambios en la Precipitación Cambios pronosticados en la precipitación (mm/día) Masas de tierra Fronteras internacionales 8 Líneas de control Grupos etnolingüísticos Todos los datos sobre las predicciones del cambio climático publicados por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, corresponden al escenario A1B para el período 2080-2099. La designación de entidades geográficas y la presentación del material en este mapa no implican la expresión de opinión alguna por parte de la UICN respecto a la condición jurídica de ningún país, territorio, o área, o referente a la delimitación de sus fronteras y límites. Muchas de las regiones con el mayor cambio en la temperatura de la superficie (Figura 1) coinciden con las regiones de mayor descenso en la precipitación, como se muestra en la Figura 2. De ahí que los grupos indígenas y tradicionales que habitan en la región caribeña, la región mediterránea, y el Oriente Medio, el sur de África y grandes partes de Australia, no solo tendrán que lidiar con un creciente estrés por agua sino también con la elevación en las temperaturas de la superficie. 3.3 Océanos, áreas costeras e islas y el cambio climático Esta sección se centra en proyecciones del cambio climático para los océanos y las posibles repercusiones para las comunidades costeras e insulares. Un estudio de caso sobre pueblos indígenas en el Ártico muestra las alteraciones que el cambio climático está produciendo en sus formas tradicionales de vida. Aproximadamente el 20% de la población humana mundial vive dentro de los 30 km de distancia del mar, y cerca del doble de esa cifra vive a 100 km de la costa (PICC, 2001). La tasa de crecimiento poblacional en las áreas costeras se está acelerando aún más (ONU, 2007). El aumento en el nivel del mar se considera el mayor desafío del cambio climático global para los habitantes de las regiones costeras (GACGC, 2006). El aumento en el nivel del mar involucrará impactos económicos, culturales y de subsistencia, debido a la pérdida de tierra, infraestructura, y hábitats costeros. Pese a las limitaciones, es posible predecir las áreas en las que ocurrirá el mayor aumento proyectado en el nivel del mar. La Figura 3 muestra los cambios proyectados en el nivel del mar, con densidades sobrepuestas de pueblos indígenas. Figura 3 Cambios en el nivel local del mar (m) durante el siglo XXI Cambios en el nivel del mar Cambios pronosticados en el nivel del mar (m) Masas de tierra Fronteras internacionales Líneas de control Grupos etnolingüísticos La designación de entidades geográficas y la presentación del material en este mapa no implican la expresión de opinión alguna por parte de la UICN respecto a la condición jurídica de ningún país, territorio, o área, o referente a la delimitación de sus fronteras y límites. 9 Se estima que el mayor cambio en términos de la elevación del nivel del mar ocurrirá en el Ártico. Se espera también impactos especialmente severos a lo largo de la línea costera baja de los estados de Gujarat y Kerala y la Bahía de Bengala en India, así como alrededor de la península de Korea y Japón. Las partes bajas de Madagascar, Sri Lanka y los estados insulares del Pacífico estarán particularmente amenazados. Si bien no se espera que debido al cambio climático aumente la cantidad de eventos climáticos costeros extremos, tales como ciclones, varios estudios sugieren que sí es probable que aumente la fuerza de estos eventos. El PICC (2001) estima que en el próximo siglo se duplicará o incluso triplicará la cantidad de personas que resultarán potencialmente afectadas por inundaciones causadas por tormentas y oleajes. El aumento de las temperaturas del mar puede dañar los arrecifes de coral tropicales, erosionando su capacidad para actuar como barreras naturales para contener la acción de las olas y proteger contra los maremotos y la erosión costera. Sostienen también la pesca, importante fuente de ingreso y proteínas para las comunidades costeras. Se estima que más de 100 millones de personas dependen económicamente de los arrecifes de coral (GACGC, 2006). A continuación se presenta un breve resumen de los impactos regionales proyectados por el PICC (2001) como resultado del cambio climático y la elevación en el nivel del mar. 3.3.1 África Más de un cuarto de la población de África reside dentro de los 100 km de distancia de la costa del mar, lo que los hace vulnerables al aumento en el nivel del mar. Se ha estimado que hasta 70 millones de personas podrían verse afectadas por inundaciones en el 2080, comparado con un millón en 1990. Banjul, la capital de Gambia, podría desaparecer en 50 ó 60 años por la erosión costera y la elevación en el nivel del mar. 3.3.2 Asia Mil setecientos millones de personas residen en las áreas costeras de Asia. El desarrollo acelerado e insostenible ha hecho menos resilientes las costas asiáticas, y su vulnerabilidad se verá aún más agravada por el cambio climático. En términos de la elevación del nivel del mar, las consecuencias serán más dramáticas en Bangladesh, donde 17 millones de personas podrían estar en riesgo por una elevación de 1,5 metros en el nivel del mar (véase la Figura 4). Figura 4. Impacto potencial de la elevación del nivel del mar en Bangladesh (Rekacewicz, 2000) Impacto potencial de la elevación del nivel del mar en Bangladesh Actualmente Población total: 112 millones 2 Área terrestre total: 134.000 km 1,5 m – Impacto Población total afectada: 17 millones (15%) 10 2 Área terrestre total afectada: 22.000 km (16%) Fuente: PNUMA/GRID Ginebra, Universidad de Dacca, JRO Munich. Instituto de Recursos Mundiales, Banco Mundial, Washington D. C. La designación de entidades geográficas y la presentación del material en este mapa no implican la expresión de opinión alguna por parte de la UICN respecto a la condición jurídica de ningún país, territorio, o área, o referente a la delimitación de sus fronteras y límites. 3.3.3 América Latina Aproximadamente 1600 km de arrecifes de coral y 870 km de manglares están situados en la región centroamericana. El segundo sistema de arrecifes coralinos más grande del mundo domina el área cercana a la costa en la zona occidental del Caribe. Los impactos del cambio climático en estos frágiles ecosistemas podrían poner en peligro miles de especies y recursos para las comunidades rurales que viven en las zonas costeras. 3.3.4 Pequeños estados insulares Los pequeños estados insulares contienen una alta proporción de la diversidad linguística y cultural del mundo. Pese a ser un grupo heterogéneo, tienden a tener espacio y recursos limitados, viven en un aislamiento relativo y a menudo con una infraestructura deficiente. Todos estos factores los hacen particularmente vulnerables a la elevación del nivel del mar por la reducida posibilidad para retirarse. Las Maldivas se enfrentan al riesgo de inundarse y sus habitantes probablemente serán los primeros “refugiados por causa del nivel del mar”. Pueblos indígenas en el Ártico El Ártico está experimentando uno de los más rápidos y severos cambios climáticos del mundo (ACIA, 2004). Las temperaturas del aire en el Ártico se elevaron hasta 5°C durante el siglo XX, combinado con marcados descensos en la extensión del hielo marino. Las comunidades se enfrentan a cambios en las zonas de vegetación y en el rango y distribución de las especies animales, además de la reducción del hielo marino, la elevación del nivel del mar y una creciente exposición a tormentas. Los pueblos del Ártico son también las únicas comunidades indígenas mencionadas en el resumen del Cuarto Informe de Evaluación del PICC. Las comunidades árticas tienen una larga historia de adaptación a entornos extremos, a cambios ambientales y a otro tipo de cambios como la colonización, reasentamiento forzado y rápidos cambios culturales (Nuttall, 2001). Las estrategias modernas de adaptación a los cambiantes climas árticos incluyen: Vivienda • Refuerzo de las costas y traslado de edificios costeros. • Uso de innovadores materiales de construcción para contrarrestar la inestabilidad debido a los cambios en el permahielo. Subsistencia • Aumento en el consumo de agua embotellada debido a una disminución en la calidad y disponibilidad de agua. • Cambio en hábitos y cuotas de caza y pesca. • Mayor consumo de alimentos comprados debido a la escasez de alimentos locales. Preparación para emergencias • Demarcación de zonas de peligro en áreas propensas a avalanchas. • Expansión de los grupos de búsqueda y rescate debido al incremento de avalanchas y deslizamientos de nieve. • Desarrollo de mejores planes de preparación para emergencias, como por ejemplo, un mejor abastecimiento de alimentos durante los viajes. • Aumentar el uso de sistemas de posicionamiento global (GPS), teléfonos celulares y radios de banda ciudadana. (Indian and Northern Affairs, 2007) En términos de conocimientos para la adaptación, el informe de la Evaluación de Impacto sobre el Clima Ártico (ACIA), se benefició de la información obtenida de los pueblos locales, aprovechando tanto el conocimiento científico como el tradicional (Couzin, 2007). Igualmente importante será la inclusión de los pueblos indígenas en el plano de la toma de decisiones, a fin de que su experiencia pueda configurar la política y la gobernanza para hacer frente a los desafíos del cambio climático. 3.4 Las cuencas de captación y el cambio climático En la Figura 5 se resumen los impactos específicos proyectados en varias partes del mundo. 11 Figura 5. Ejemplos de vulnerabilidades actuales de los recursos de agua dulce y su gestión (PICC, 2007) TRADUCCIÓN EN ORDEN DESCENDENTE, POR COLUMNAS: Sequías de múltiples años en EE. UU y en el sur de Canadá Hundimientos de tierra y derrumbes en Ciudad de México Suministro de agua afectado por la reducción de los glaciares en los Andes Suministro de agua reducido por la erosión y sedimentación en reservorios en el noreste de Brasil Daños a ecosistemas ribereños debido a las barreras protectoras contra inundaciones construidas a lo largo del río Elba Suministro de agua en áreas rurales afectado por una prolongada estación seca en Berlín Declinación de la extensión del lago Chad Problemas sanitarios debido al contenido de arsénico y fluoruro en el agua dulce subterránea en India Desastres por inundaciones en Bangladesh (más del 70% del país se inundó en 1996) El río Yellow se secó temporalmente debido a la disminución en la precipitación y a la irrigación Daños a ecosistemas acuíferos debido al descenso en los caudales de los ríos y una mayor salinidad en la cuenca MurrayDarling Indicador del Estrés por Agua – Relación Retracción-Disponibilidad Ningún Estrés Poco Estrés Mediano Estrés Mucho Estrés Muchísimo Estrés 3 Ninguno o poco estrés y disponibilidad de agua por habitante <1700 m /año 12 Retracción del agua: agua utilizada para irrigación, ganadería y usos domésticos e industriales (2000) Disponibilidad del agua: disponibilidad media anual de agua con base en el período de 30 años 1961-90 La designación de entidades geográficas y la presentación del material en este mapa no implican la expresión de opinión alguna por parte de la UICN respecto a la condición jurídica de ningún país, territorio, o área, o referente a la delimitación de sus fronteras y límites. Los entornos de agua dulce tienden a albergar la mayor cantidad de especies amenazadas por la extinción (EM, 2005), y el cambio climático acentúa aún más esta amenaza. Los cambios climáticos podrían agravar la escasez periódica y crónica de agua, especialmente en las zonas áridas y semiáridas del mundo (Watson et al., 1998). Se estima que el riesgo de inundaciones y sequías crecerá conforme aumente la intensidad y variabilidad de las precipitaciones. Los siguientes estudios de caso ilustran adaptaciones y limitaciones a la adaptación en las cuencas de captación. Uso de técnicas tradicionales para la protección de cuencas en Honduras En la remota aldea de Guarita en Honduras, las técnicas tradicionales se han convertido en el punto de partida para la adaptación al cambio climático. La aldea fue uno de los pocos lugares en la región que logró evitar la peor destrucción causada por el Huracán Mitch en 1998. Los métodos agrícolas tradicionales de los quezungal protegieron la cuenca alta y solo se perdió el 10% de las cosechas. Los cultivos se siembran bajo árboles cuyas raíces se anclan al suelo y las terrazas reducen la erosión del suelo. El Gobierno de Honduras está promoviendo activamente técnicas similares en colaboración con la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (Bergkamp et al., 2003). Pueblos indígenas en Nicaragua Los indios miskito constituyen la mayoría de las 85,000 personas de marcado origen indígena en Nicaragua. Viven en los territorios occidentales y subsisten de cosechas y alimentos obtenidos de los bosques y los ríos. Los miskito ya están sintiendo los efectos del cambio climático, con inundaciones en el verano y sequías en el invierno que desincronizan los ritmos tradicionales de la agricultura. La extensa deforestación también contribuye a la disminución en en el caudal de los ríos en la región. El río Coco suele fluir durante la época lluviosa, pero desde hace algún tiempo su caudal es tan bajo que los suministros básicos no pueden llegar a las aldeas. La contaminación y las enfermedades se han concentrado en el agua. Oxfam ha ayudado instalando estaciones para el monitoreo climático a lo largo del río Coco para ayudar a los pueblos indígenas de Nicaragua a hacer frente al impacto que los patrones climáticos cada vez más impredecibles están teniendo en su forma de vida. Sin embargo, la capacidad a largo plazo de los miskitos para adaptarse es bastate incierta (Kelly, 2007). Monte Kilimanjaro, Tanzania Se espera que para el 2020 los glaciares del Monte Kilimanjaro habrán desaparecido. Estudios recientes indican que el creciente aumento en las temperaturas y la reducción en la precipitación han aumentado la intensidad de los incendios forestales, que a su vez alteran el equilibrio hidrológico de las cuencas de drenaje. Las estrategias de adaptación al cambio climático deben centrarse en planes de conservación para el ecosistema del Kilimanjaro y en medidas urgentes de adaptación en los sectores de agricultura y agua (PBWO/UICN, 2007). Las futuras estrategias de adaptación para cuencas de captación deben examinar las posibilidades existentes dentro de los sistemas de conocimiento indígena, de las estructuras comunitarias y de las agencias de gestión institucional para la conservación sostenible de los recursos de la montaña y del área del Kilimanjaro (Mwangi, 2002). Qhuthañas en Bolivia Los indígenas aymara de Bolivia han estado enfrentando durante siglos la inseguridad y escasez de agua. Para recolectar agua llovida en las montañas y en las pampas han desarrollado un sofisticado sistema de pequeños embalses (qhuthañas). Esta técnica tradicional ha demostrado ser vital no solo para la gente sino también para el ganado en tiempos de sequía. Estos reservorios de agua sirven también como termo-reguladores de la humedad y ayudan a reducir el riesgo de cáncer de piel por cuanto tamizan los dañinos rayos solares (UNFCCC, 2007). 3.5 El cinturón de bosques tropicales y el cambio climático Al menos 1400 pueblos indígenas y tradicionales distintos habitan en los bosques tropicales de todo el mundo (Oviedo et al., 2000). Cantidades considerables de poblaciones indígenas étnicamente distintas viven en las principales áreas de bosque húmedo de las cuencas del Amazonas y el Congo, las islas de Borneo y Nueva Guinea, el escudo de Guyana, América Central y en otras áreas de bosque húmedo en Asia, África y América Latina. El cambio climático crea riesgos singulares para estos pueblos y sus intereses son rara vez tomados en consideración en las negociaciones sobre la mitigación del cambio climático o en las opciones de adaptación. Esta sección presenta una visión general de los impactos proyectados del cambio climático sobre los bosques tropicales y los ilustra con estudios de caso de Borneo y la cuenca del Congo sobre la adaptación al cambio ambiental. 13 Los ecosistemas de bosques tropicales son vulnerables a cambios en la variabilidad climática y en la temperatura y la precipitación (CIFOR, 2007). En muchos casos, el cambio climático puede derivar en estaciones secas más prolongadas para los bosques húmedos. Esto, combinado con las alteraciones asociadas con la industria forestal, aumentará la probabilidad de incendios forestales, como por ejemplo, en el caso del Borneo indonesio (especialmente en 1983 y 1997), en la margen norte de la cuenca del Congo (1983) y en extensas áreas en la parte sur de la cuenca del Amazonas. La creciente intensidad y extensión de estos incendios exigirá ajustes importantes Típicamente, la mayoría de los pueblos indígenas moradores de los bosques han sido cazadores y recolectores. Las respuestas al cambio ambiental han sido ligadas a cambios más amplios asociados con las cambiantes presiones externas sobre sus hábitats, el contacto con otros grupos, y la integración de mercados. Sin embargo, las estrategias de afrontación específicamente ligadas a las variaciones climáticas extremas han incluido: • Diversificación de cultivos para minimizar los impactos de un cultivo fallido. • Movilidad en respuesta a la variabilidad climática. • Cambio en los períodos de caza y recolección para adaptarse a períodos cambiantes de la migración animal y la maduración. • Cambio de las variedades de ganado en consideración a nuevas enfermedades. • Cambios en los métodos de almacenamiento de alimentos, e.g., alimentos deshidratados o ahumados. • Uso de una mezcla de cultivo o caza/recolección. • Intercambio o trueque en mercados locales. • Uso de asistencia proporcionada por las agencias internacionales (el Programa mundial de alimentos, agencias de la ONU, etc.). • Materiales nuevos, e.g., techos de asbestos y zinc disponibles en el mercado. Pueblos indígenas en Borneo, Indonesia Los dayak de Borneo Los dayak han detectado varios indicadores de cambio climático. Han observado especies de aves nunca antes vistas, han notado cambios en el nivel del agua de los ríos y la pérdida de plantas tradicionales usadas como remedios medicinales. Los patrones migratorios de las aves que han sido tradicionalmente usados para orientar las actividades de caza y cultivo, han dejado de ser confiables. Los punan de Kalimantan Oriental Los punan siembran cultivos agrícolas y arbóreos y cazan de acuerdo con las fases de la luna. El cambio climático y el cambio asociado con los ecosistemas puede significar que estas señales lunares hayan dejado de estar alineadas con períodos favorables para estas actividades, lo que podría conducir a decisiones equivocadas (Boedhihartono, 2004). Los pigmeos baka del sudeste de Camerún y los bambendzele del Congo Los pueblos baka y bambendzele han estado expuestos en el pasado a los cambios resultantes de la tala industrial. La precipitación es cada vez más irregular y difícil de predecir. Las mujeres que normalmente pescan en pequeños arroyos en la época seca, a menudo se ven imposibilitadas de pescar en la forma tradicional en razón de los cambiantes patrones de las inundaciones de los ríos. La corriente de El Niño de 1983, 1987 y 1997 coincidió con sequías en la zona boscosa que provocaron incendios en bosques que nunca antes se habían quemado. Las cosechas fracasan cuando las lluvias tempranas o de la época seca provocan la germinación de las semillas, pero los períodos secos en los meses tradicionalmente lluviosos, provocan la muerte de las plántulas. 3.5.1 Asuntos relacionados con las medidas de mitigación del cambio climático Con toda probabilidad las plantaciones para compensación y secuestración de carbono crearán demandas por tierra en los trópicos húmedos. En muchos casos, los beneficios de los pagos por venta de carbono pueden acumularse para la industria y para terratenientes más grandes y más acaudalados. Quienes estén menos integrados a la economía de mercado, cuyos derechos a la tierra sean menos claros o menos defendidos en los tribunales, rara vez se beneficiarán de dichos pagos y, en el peor de los casos, podrían hasta perder sus tierras. Además, con toda probabilidad los pagos por evitar la deforestación fluirán hacia los gobiernos centrales o regionales y no hacia los moradores de los bosques. Estos pagos pueden estar ligados a restricciones respecto al uso de los bosques que limitan las opciones de desarrollo para los pueblos indígenas. El Informe Stern llamó a ejercer cautela en torno a las medidas de mitigación del cambio climático, debido a los riesgos sociales asociados. 14 3.6 Tierras secas, cambio climático y comunidades indígenas y tradicionales Las tierras secas cubren el 40% de la superficie terrestre y albergan a más de 2000 millones de personas, muchas de ellas pertenecientes al grupo de las personas más pobres del mundo (EM, 2005). Los grupos indígenas en las tierras secas incluyen pastores, cazadores-recolectores y otras comunidades tradicionales. La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio expresó bastante certeza de que entre el 10 y el 20% de las tierras secas están degradadas. Por consiguiente, la desertificación representa uno de los mayores desafíos ambientales, pese a que las tierras secas son ecosistemas de gran resiliencia. De igual manera, los pueblos que viven en las tierras secas han desarrollado complejos sistemas pastorales y de labranza para enfrentar el errático y difícil clima (Bonkoungou y Niamir-Fuller, 2001). Al promover la capacidad de adaptación de los moradores de las tierras secas se podrá aprovechar sus propias estrategias tradicionales de afrontación. Este capítulo proporciona una breve visión general de los impactos proyectados del cambio climático sobre las tierras secas y describe estrategias tradicionales para lidiar con la variabilidad climática. Si bien es probable que los impactos del cambio climático se produzcan regionalmente en las tierras secas, se estima que el cambio climático conducirá a una disminución en la disponibilidad del agua y a un aumento en eventos climáticos extremos tales como sequías e inundaciones (PICC, 2007a; EM, 2005a). En los próximos 40 años se espera una disminución de 10-30% en la disponibilidad de agua en las tierras secas, en tanto que probablemente aumentará la extensión de las áreas afectadas por la sequía y las inundaciones serán más frecuentes (PICC, 2007a). Aunque se espera que la productividad agrícola aumente en algunas regiones, probablemente se dará una disminución generalizada en las tierras secas (PICC, 2007a; EM, 2005a) con posibles impactos severos en términos de seguridad alimentaria (PICC, 2007a). Se espera, asimismo, que el cambio climático tenga efectos severos en la salud de las poblaciones vulnerables por razones de desnutrición, disminución en la calidad del agua, olas de calor, inundaciones y sequías (PICC, 2007a). Los moradores de las tierras secas están entre las comunidades más vulnerables debido a una combinación de factores políticos, económicos y sociales (Trench et al., 2007). A menudo, los habitantes tradicionales de las tierras secas viven en partes remotas de un país, que se caracterizan por infraestructura deficiente, servicios básicos limitados y muy poca presencia gubernamental. La privatización de la tierra y fronteras y políticas inadecuadas han marginado aún más a los habitantes de las tierras secas y han erosionado sus prácticas tradicionales de gestión. Sin embargo, a través de los siglos estos pueblos han adquirido gran conocimiento en torno a la adaptación a la variabilidad climática. La siguiente sección describe los impactos regionales proyectados del cambio climático. 3.6.1 África De acuerdo con los informes del PICC (2007), se estima que entre 75 y 250 millones de personas en África sufrirán los efectos de una creciente escasez de agua. Se predice, además, que la variabilidad climática y los cambios extremos tendrán efectos adversos sobre la producción agrícola, lo que podría agravar la desnutrición. En la región del Sáhel, la productividad agrícola ha descendido debido a condiciones climáticas más secas y calientes y, por consiguiente, una estación de crecimiento más corta (PICC, 2007a). En términos generales, se espera que África sea uno de los continentes más vulnerables al cambio climático por la baja capacidad de adaptación y la alta vulnerabilidad social. Rehabilitación comunitaria de las tierras de pastoreo en Sudán La provincia de Bara, propensa a la sequía, está situada en Sudán occidental y está compuesta en su mayoría de matorrales de desierto y onduladas dunas arenosas. La tierra se está degradando cada vez más como resultado de sequías recurrentes, el cultivo de tierras marginales, y la acumulación excesiva de ganado y leña. Desde 1992, en 17 aldeas en la parte central de la provincia de Bara se ha implementado la rehabilitación comunitaria de las tierras de pastoreo (CBRR). El proyecto del CBRR ha sido exitoso. Se mejoraron más de 700 hectáreas de tierras de pastoreo. Uno de los logros más importantes del proyecto fue la creación de capacidades en las comunidades afectadas para que puedan lidiar con los diversos impactos de origen climático (IISD, 2003). 3.6.2 Asia El PICC estima una disminución de hasta un 30% en el rendimiento de las cosechas en Asia central y meridional, con el consiguiente aumento en los índices de desnutrición y mala nutrición. La disponibilidad de agua dulce también disminuirá, especialmente en las cuencas de los ríos más grandes, en tanto que probablemente aumente la posibilidad de inundaciones y sequías, con el consiguiente agravamiento de los índices de enfermedad (PICC, 2007a). 15 3.6.3 América Latina En las áreas semiáridas y subhúmedas de América Latina, se espera que el cambio climático tenga efectos negativos en la productividad agrícola debido a la salinización y la degradación. Se espera también una disminución en la productividad de algunos cultivos importantes además de la ganadería (PICC, 2007a). 3.6.4 Australia y Nueva Zelanda Se espera que la escasez de agua aumente en Australia meridional y oriental así como en las partes septentrionales y orientales de Nueva Zelanda. Además, debido a las sequías e incendios proyectados se estima que la productividad agrícola y la agrosilvicultura también declinarán. 3.6.5 Europa Se estima que tanto Europa meridional como Europa central y oriental se enfrentarán a un creciente estrés por agua, y que la frecuencia de incendios en Europa meridional impondrá presiones adicionales sobre una región ya de por sí vulnerable a la aridez (PICC, 2007a). 4 Conclusiones y Recomendaciones Las secciones anteriores han resaltado que los pueblos indígenas y tradicionales se verán especialmente afectados por el cambio climático, y algunos impactos ya son evidentes. La capacidad de adaptación depende de muchos factores incluyendo capital social, redes sociales, valores, percepciones, costumbres, tradiciones, y niveles de cognición. La capacidad de adaptación se puede ver también afectada por factores externos incluyendo conflictos violentos o la propagación de enfermedades contagiosas. La vulnerabilidad varía de un grupo a otro y puede distribuirse en forma desigual dentro de las comunidades. Se estima que las mujeres serán particularmente afectadas por los impactos climáticos. Los estudios de caso presentados revelan una larga historia de adaptaciones a la variabilidad climática practicadas por los pueblos indígenas que han mejorado su capacidad de adaptación en el pasado. Entre dichas prácticas se incluye el potencial para aliviar los impactos adversos y aprovechar las consecuencias positivas derivadas del cambio climático. Se requiere una mayor investigación para determinar si la capacidad de adaptación de los pueblos indígenas y tradicionales será suficiente para lidiar con la cantidad y magnitud de los cambios proyectados. Es esencial explorar formas culturalmente apropiadas para aumentar la capacidad de adaptación latente de los pueblos indígenas y tradicionales. Esto sería una parte crucial de las políticas sobre el cambio climático que incluyen a los pueblos indígenas a todo nivel. La pérdida de culturas indígenas y tradicionales y su conocimiento tradicional, sería muy lamentable para la humanidad y muy perjudicial para la conservación de la biodiversidad. De ahí que apoyando a los pueblos tradicionales e indígenas en los procesos de adaptación y mitigación aumentaría no solo su resiliencia al cambio climático sino que también ayudaría a preservar las áreas más diversas del mundo en términos culturales y biológicos, que coincide en gran medida con la misión de la UICN de influenciar, alentar y ayudar a los pueblos de todo el mundo a conservar la integridad y la diversidad de la naturaleza, y a asegurar que todo uso de los recursos naturales sea equitativo y ecológicamente sostenible. La siguiente sección contiene recomendaciones para la formulación de políticas e investigaciones adicionales requeridas para entender mejor los impactos del cambio climático en la diversidad etnocultural y para desarrollar la capacidad de adaptación al cambio climático. 4.1 Políticas y acciones • Promover los derechos de acceso y tenencia de la tierra así como los derechos de acceso a los recursos naturales de los pueblos indígenas y tradicionales, incluso en el contexto de las medidas de mitigación tales como las plantaciones para biocombustibles o los proyectos para la reducción de las emisiones de carbono. • Promover el derecho al poder y a la autodeterminación • Incorporar el conocimiento y las percepciones indígenas en las políticas sobre el cambio climático y propiciar la participación activa de los pueblos indígenas en la toma de decisiones en materia de políticas sobre el cambio climático a escala regional, nacional y local 16 • Facilitar el acceso a la información y a la tecnología (científica) • Reconocer las estrategias de afrontación de los propios pueblos indígenas y tradicionales • Apoyar la protección de los recursos naturales incluyendo hábitats, especies y recursos de importancia cultural • Apoyar a los países en el proceso de desarrollo de Programas nacionales de acción para la adaptación (PNAA) y asegurar la integración del conocimiento indígena y tradicional • Abordar estrategias específicas de gestión del riesgo en áreas en las que habitan pueblos tradicionales e indígenas y en las que se prevé que sufrirán los impactos más severos • Explorar las estrategias para la reducción de las emisiones de carbono practicadas por los pueblos indígenas, respecto a las cuales se les debería retribuir mediante pagos en efectivo u otros medios • Promover transferencias tecnológicas que sean innovadoras y culturalmente apropiadas junto con prácticas indígenas incluyendo el uso sostenible del agua y la gestión costera tradicional • Mejorar la situación general de los pueblos indígenas: alivio de la pobreza, servicios de atención sanitaria y seguridad alimentaria • Mejorar la infraestructura social y física • Mantener o mejorar la diversificación de los medios de subsistencia • Abordar los aspectos específicos de la vulnerabilidad de las mujeres y otros grupos dentro de las comunidades, así como su posible papel en términos del aumento de la resiliencia comunitaria • Conservación de la biodiversidad (incluyendo la agrobiodiversidad) a fin de aumentar la resiliencia de los pueblos tradicionales e indígenas y su capacidad de adaptación • Apoyar redes de pueblos indígenas permitiéndoles compartir su conocimiento y experiencias • Desarrollar e implementar estrategias de gestión del riesgo incluyendo sistemas de advertencia temprana o estrategias de evacuación • Utilizar al máximo la agenda del Congreso Mundial de la Naturaleza en el 2008 para avanzar en la discusión del tema sobre ‘Los pueblos indígenas y tradicionales y el cambio climático’ e invitar a los pueblos indígenas a participar en dicho Congreso • Implementar las recomendaciones de las evaluaciones sobre el impacto y la vulnerabilidad climática que contemplan los sistemas del conocimiento indígena, su cultura, valores sociales, espiritualidad y ecosistemas; así como la participación total y equitativa de los pueblos indígenas en todos los aspectos y etapas de la evaluación • Creación de capacidades y empoderamiento de los pueblos indígenas para lidiar con el cambio climático • Crear conciencia acerca de las estrategias de adaptación y mitigación tradicional y ampliar el conocimiento sobre dichas prácticas 4.2 • Investigación adicional Identificar más rigurosamente los pueblos indígenas que habitan en las áreas más vulnerables al cambio climático 17 • Mejorar el conocimiento sobre los impactos del cambio climático en culturas vulnerables y monitorear los impactos • Recolectar y analizar información sobre acciones y medidas prácticas de adaptación pasadas y presentes • Establecer redes de investigación y acción conjunta entre pueblos indígenas y científicos • Investigar la mejor forma para triangular el conocimiento científico e indígena en el proceso de desarrollo de estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático • Monitorear las implicaciones de los esfuerzos de mitigación bajo mecanismos internacionales, tales como el Mecanismo para un desarrollo limpio, en los pueblos indígenas y tradicionales • Monitorear el avance en términos de la adaptación tradicional y no tradicional y evaluar los efectos directos y complementarios de dichas medidas • Explorar los costos y beneficios económicos y sociales de las medidas de adaptación • Explorar las opciones para avanzar los enfoques hacia una Reducción de emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal en los países en desarrollo (REDD) que contemplan la distribución de beneficios con los pueblos tradicionales e indígenas en formas que sean culturalmente aceptables 18 Referencias ACIA, 2004. 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