Reducir la burocracia en Europa Legado y perspectivas Recomendaciones del Informe final del Grupo de Alto Nivel sobre Cargas Administrativas Bruselas, 24 de julio de 2014 1 Les lois inutiles affaiblissent les lois nécessaires (Las leyes inútiles debilitan las leyes necesarias) Montesquieu El Grupo de Alto Nivel (GAN) El Grupo de Alto Nivel sobre Cargas Administrativas (GAN) se creó en 2007 con el fin de asesorar a la Comisión Europea acerca de la aplicación del Programa de Acción para la Reducción de las Cargas Administrativas en la Unión Europea. El Grupo, Presidido por el Dr. Edmund Stoiber, antiguo Primer Ministro de Baviera, consta de 15 miembros seleccionados por su experiencia en la mejora de la legislación y en las áreas de intervención contempladas en el Programa de Acción. El mandato del GAN se prorrogó y amplió dos veces, en 2010 y 2012, y expira el 31 de octubre de 2014. Este es su informe final. En total, el GAN ha adoptado más de 45 dictámenes e informes que presentan a la Comisión varios cientos de sugerencias para reducir las cargas administrativas y ponen de relieve las mejores prácticas de aplicación de la legislación de la UE en los Estados miembros de la manera menos gravosa. Muchas de estas sugerencias fueron presentadas al GAN por partes interesadas como empresas o asociaciones de empresas, administraciones nacionales, regionales y locales y ciudadanos particulares. Se estima que el potencial total de reducción de la carga administrativa que encierran todas las recomendaciones formuladas por el GAN supera los 41 000 millones EUR anuales. En la página web del GAN puede consultarse información complementaria al respecto: http://ec.europa.eu/smart-regulation/refit/admin_burden/high_level_group_en.htm Miembros del Grupo de Alto Nivel: STOIBER Edmund (Presidente) ALMGREN Gunilla BERGER Roland CORTE-REAL CARVALHO GOUCHA Gabriel CASADO NAVARRO-RUBIO Jesús GIBBONS Michael KOSINSKA Monika LEITÃO MARQUES Maria Manuel LUDEWIG Johannes MURRAY Jim PESONEN Pekka RENSHAW Nina RØNNE-MØLLER Heidi STARCZEWSKA-KRZYSZTOSZEK Małgorzata TEN HOOPEN Jan 2 PRÓLOGO POR EDMUND STOIBER Al término de siete años de trabajo, el Grupo de Alto Nivel sobre Cargas Administrativas presenta su informe final, que contiene recomendaciones de amplio alcance sobre la legislación inteligente y la reducción de la burocracia en la UE. Con la nueva Comisión –que asume sus funciones el 1 de noviembre de 2014– en mente, desearía centrarme en los siguientes desafíos futuros: La importancia del proceso legislativo europeo en nuestra vida cotidiana, especialmente en los ámbitos de la salud y la protección de los consumidores y del medio ambiente, pero también en los del Derecho de sociedades, el Derecho laboral y el sector financiero, seguirá aumentando. En un mundo complejo y complicado, las personas desean tener más seguridad con arreglo al principio de cautela, seguridad que les ha de aportar el Estado. El instrumento para alcanzar ese fin es la promulgación de nuevas normas. De ahí la importancia de que esas normas se conciban de la forma menos gravosa tanto para las empresas como para los ciudadanos. Desafortunadamente, en el pasado no siempre se ha seguido ese enfoque. Al contrario, el criterio primordial ha sido el objetivo político de la legislación y las cargas burocráticas resultantes rara vez se han tenido en cuenta. Entre tanto, el cúmulo de normas cada vez más detalladas que inciden en la existencia cotidiana de los ciudadanos ha empañado la imagen de la UE ante la opinión pública y le ha acarreado la consideración de «monstruosidad burocrática». Las encuestas de opinión a escala europea indican sistemáticamente que una cuarta parte de los participantes perciben a la UE, ante todo, como una burocracia. De hecho, el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, destacó en su discurso sobre el Estado de la Unión de 2013 que el 74 % de los europeos suscribía la opinión de que la UE generaba demasiado papeleo. La reducción de los trámites burocráticos y la legislación inteligente es una iniciativa mediante la que la Comisión Europea envía un importante mensaje a sus empresas y ciudadanos: nos damos por enterados. El Presidente Barroso ha iniciado un cambio fundamental que, desafortunadamente, aún no se ha comunicado suficientemente bien a los ciudadanos. Con la puesta en marcha del Programa de Acción para la Reducción de las Cargas Administrativas el 24 de enero de 2007, la Comisión empezó por primera vez a reducir sistemáticamente los trámites burocráticos. El Grupo de Alto Nivel sobre Cargas Administrativas, uno de los pilares del Programa de Acción, ha apoyado a la Comisión en la mayor medida posible con varios cientos de sugerencias concretas de reducción de los trámites burocráticos que implican un potencial de ahorro estimado de aproximadamente 41 000 millones EUR al año. 3 Mediante el nuevo enfoque de la legislación inteligente y el lanzamiento del programa REFIT (Comunicación de la Comisión de 2 de octubre de 2013), el Presidente Barroso y la Comisión en su conjunto han emprendido un cambio fundamental en el proceso legislativo de la UE. Estoy convencido de que esta reorientación, que ha producido un cambio en los métodos de trabajo dentro de la Comisión, supone un verdadero «salto cualitativo». Este cambio pone de relieve que las instituciones de la UE y los Estados miembros corren con la responsabilidad compartida de legislar de forma inteligente, especialmente a la hora de incorporar las normas europeas a su ordenamiento jurídico nacional: a menudo, la aplicación ineficaz de la normativa europea es una de las principales causas de la burocracia innecesaria. Para mejorar la percepción y la comprensión de las actividades y los logros de la Comisión por parte de los ciudadanos, la Comisión debe adquirir un carácter más político y mejorar considerablemente la comunicación sobre sus actividades en Bruselas y en los Estados miembros. Como dice la cita atribuida a Aristóteles: «No son las acciones las que mueven a los hombres, sino las palabras que las describen». Dr. Edmund Stoiber 4 RECOMENDACIONES La legislación inteligente es un elemento clave para el futuro de la legislación de la UE. Siempre que exista la necesidad de regular, la legislación debe concebirse de forma que se alcancen los objetivos políticos de la manera más eficaz y con el menor coste posible para la sociedad, los ciudadanos y las empresas. Si bien la Comisión ha realizado importantes progresos en la reducción de la burocracia y en la legislación inteligente, el GAN considera que se puede y se debe hacer mucho más. Es esencial que la Comisión, las demás instituciones de la UE y los Estados miembros presenten conjuntamente un programa ambicioso de propuestas, objetivos y mecanismos para eliminar los trámites innecesarios y burocráticos y de esa forma reforzar la capacidad de Europa para prosperar. Todos los actores que intervienen en el proceso legislativo deben ser más ambiciosos en sus objetivos de reducción de los costes de la normativa, teniendo en cuenta la protección de los trabajadores y de los consumidores, así como los aspectos sanitario y medioambiental. Basándose en las conclusiones del presente informe y en la experiencia de su trabajo anterior, el GAN desea formular, por lo tanto, las recomendaciones siguientes1: RECOMENDACIONES DESTINADAS A LA COMISIÓN El GAN recomienda que la Comisión 1) adopte un nuevo programa de acción de la UE y refuerce los programas existentes para reducir los costes globales de la normativa, como REFIT, fije un objetivo neto de reducción de esos costes y publique declaraciones anuales del coste o el beneficio neto total de las nuevas propuestas legislativas; 2) introduzca un sistema de compensación de las nuevas cargas que la legislación de la UE imponga a las empresas mediante la supresión de cargas existentes en otros sectores del acervo; 3) mejore la comunicación con los interesados mediante una amplia consulta pública acerca de los proyectos de propuestas legislativas y un proyecto de evaluación de impacto adjunto previo a la adopción de la propuesta por parte de la Comisión; 4) aplique rigurosamente el principio de «pensar primero a pequeña escala» y la prueba de competitividad a todas las propuestas legislativas y se centre 1 Las recomendaciones del informe se aprobaron con 11 votos a favor y 3 en contra. Para más información, véase la nota a pie de página nº 84 del informe. 5 específicamente en las necesidades de las pymes y las microempresas. Las pymes y las microempresas deben quedar exentas de las obligaciones impuestas por la UE en la medida de lo posible y siempre que el objetivo político de la legislación no se vea amenazado; 5) desarrolle una metodología común de la UE para calibrar los costes y beneficios de la regulación y, a partir de esa metodología, haga obligatoria la evaluación de toda la legislación de la UE con el fin de medir los resultados efectivos en relación con los objetivos iniciales antes de presentar cualquier propuesta de revisión o de nueva legislación; 6) mejore sustancialmente la comunicación de sus actividades a través de los medios existentes, en colaboración con los Estados miembros, con el fin de fomentar la comprensión y el apoyo públicos a la labor de la UE y de contrarrestar los prejuicios que deterioran la percepción de las instituciones de la UE y sus actividades. RECOMENDACIONES PARA TODAS LAS INSTITUCIONES EUROPEAS El GAN recomienda que todas las instituciones europeas 7) declaren su compromiso político de centrarse únicamente en las intervenciones que sean indispensables al nivel de la UE, lo que aumenta la eficacia y la eficiencia de la legislación de la UE y aporta el máximo valor añadido en comparación con la intervención nacional o regional; 8) capaciten a un organismo independiente para que examine las evaluaciones de impacto de la Comisión antes de que esta adopte la propuesta legislativa y para que evalúe la base documental y el análisis de costes y beneficios en los que se sustentan las modificaciones legislativas introducidas por el Parlamento Europeo y el Consejo antes de que se adopte la legislación; 9) habiliten a un Defensor del Pueblo Europeo para que actúe como punto de contacto en toda la UE en relación con las reclamaciones y sugerencias para reducir la carga burocrática; 10) aceleren el proceso legislativo en la mayor medida posible, sin menoscabo de la intensa participación y consulta de los interesados ni del proceso democrático. RECOMENDACIONES A LOS ESTADOS MIEMBROS El GAN recomienda que todos los Estados miembros 11) adopten ambiciosos objetivos nacionales para reducir los costes globales derivados de la normativa, aceleren la aplicación nacional de la legislación de la UE y otorguen transparencia a la «sobrerregulación», especificando dónde y por qué las disposiciones de aplicación van más allá de los requisitos establecidos por la legislación de la UE; 6 12) intercambien las mejores prácticas de incorporación de la legislación de la UE al ordenamiento jurídico nacional, fomenten el uso de las tecnologías de la información y la comunicación y apliquen el principio «solo una vez» mediante la puesta en común de datos por parte de los organismos administrativos. 7 RECOMENDACIONES DETALLADAS Recomendación 1: Intensificar la reducción general de la carga normativa – objetivo neto de reducción – declaración anual El GAN recomienda que la Comisión adopte un nuevo Programa de Acción de la UE y refuerce sus programas existentes de reducción de los costes normativos, como REFIT, fije un nuevo objetivo de reducción de los costes normativos, publique declaraciones anuales del coste o el beneficio neto total de las nuevas propuestas legislativas. El Programa de Acción de la Comisión para la Reducción de las Cargas Administrativas concluyó en 2012. Las instituciones europeas deben colaborar para establecer nuevos incentivos y salvaguardias que aseguren que la normativa inteligente y la reducción de las cargas innecesarias para las empresas sigan siendo una de las prioridades de la política legislativa de la UE. El GAN acoge con gran satisfacción los progresos realizados por la Comisión en el programa REFIT. Los responsables de la toma de decisiones al nivel de la UE se toman mucho más en serio el impacto de las propuestas normativas, pero aún queda mucho por hacer. Si bien es cierto que el GAN ha presenciado el inicio de un cambio cultural dentro de la Comisión, el ritmo de ese cambio debe acelerarse para permitir que el fuerte desarrollo de la evaluación de impacto de las normas de la propia Comisión se aplique de forma sistemática y con idéntico rigor en todos los ámbitos de actuación. La Comisión debería poner en marcha un nuevo Programa de Acción para reducir las cargas normativas, teniendo también en cuenta los costes y la carga normativa que recaen sobre los ciudadanos y las autoridades públicas con un objetivo claro de reducción para cada grupo destinatario. Debe hacerse un mayor uso de las cláusulas de extinción. Las empresas ambiciosas necesitan objetivos ambiciosos de aumento de la motivación y medición del éxito de las actividades futuras. Es importante, por consiguiente, fijar un nuevo objetivo de reducción global de la carga normativa. Al emprender esa tarea, la Comisión debe extraer las enseñanzas oportunas del Programa de Acción: Los costes y los beneficios de la legislación deben calcularse con la mayor precisión posible utilizando una metodología común y vinculante a escala de la UE que permita determinar el statu quo y refleje con exactitud el cambio en la carga para las empresas. La Comisión debe publicar, por lo tanto, una declaración anual del coste neto total (es decir, el coste total en relación con los beneficios totales) de todas las propuestas legislativas que presente, teniendo en cuenta y actualizando las cifras de forma que incluyan las propuestas de modificación de la legislación realizadas por el Parlamento Europeo y el Consejo. 8 Recomendación 2: Introducción de un mecanismo de compensación de las nuevas cargas El GAN recomienda que la Comisión introduzca un sistema de compensación de las nuevas cargas para las empresas que se deriven de la legislación de la UE mediante la eliminación de cargas existentes en otros sectores del acervo. Existen diferentes métodos para contrarrestar o compensar las nuevas cargas administrativas en toda Europa, como el principio «una más, una menos» introducido en el Reino Unido en 2011. Otros Estados miembros, como los Países Bajos y Francia, han introducido dispositivos similares para controlar las cargas normativas, mientras que otros han manifestado su interés en hacer lo propio. Es importante dotarse de un mecanismo que compense las cargas normativas para mantener el impulso de reducción de la burocracia e incentivar la constante revisión del corpus legislativo vigente, estableciendo un orden de prioridades para la nueva legislación. Recomendación 3: Consulta pública sobre los proyectos de evaluaciones de impacto y de propuestas legislativas El GAN recomienda que la Comisión mejore la comunicación con los interesados mediante una amplia consulta pública acerca de los proyectos de propuestas legislativas y un proyecto de evaluación de impacto adjunto previo a la adopción de la propuesta por parte de la Comisión. El GAN corrobora su opinión –y la del Tribunal de Cuentas Europeo– de que el proceso de elaboración de políticas de la Comisión saldrá reforzado y mejorado de la consulta a las partes interesadas acerca de los proyectos de evaluación de impacto y del proyecto de texto legislativo concreto de cualquier propuesta. Las partes interesadas desempeñan un importante papel en cuanto a la prestación de asistencia a la Comisión para la obtención de datos más fiables, la formulación de comentarios sobre la base empírica, la reducción de las lagunas de datos, incluidos los de costes y beneficios–, la garantía de que se han explorado opciones alternativas serias y la comprobación de la consistencia de las hipótesis sobre el impacto y el efecto probables de la legislación en los interesados. La Comisión ha hecho significativos progresos en su labor de garantizar que las partes interesadas estén mejor informadas de las futuras propuestas legislativas mediante el Programa de trabajo y las hojas de ruta de la Comisión. No obstante, la información contenida en estos documentos es a menudo rudimentaria y solo contiene un análisis limitado de las cargas potenciales o una información escasa sobre el proceso y el calendario. Por lo tanto, es poco probable que la consulta pública sobre las hojas de ruta permita explotar todo el potencial de las observaciones de las partes interesadas. Para sacar un máximo partido de las contribuciones de los interesados, la Comisión debería por lo tanto organizar consultas públicas sobre los proyectos de evaluaciones de impacto de todas las propuestas legislativas, incluidos los mandatos para negociaciones 9 comerciales. Todas las evaluaciones de impacto deberían redactarse con arreglo a un modelo común, incluir un resumen de la propuesta de una longitud de dos páginas y una evaluación de los posibles costes y beneficios monetarios y no monetarios para la sociedad, con referencia específica a las empresas. El proceso de desarrollo de las políticas podría mejorarse enormemente mediante la consulta pública de los interesados acerca del proyecto concreto de propuesta legislativa –en condiciones ideales, junto con el proyecto de evaluación de impacto correspondiente– antes de que la Comisión adopte la propuesta. Se trata de una valiosa práctica llevada a cabo desde hace tiempo en numerosos Estados miembros. La consulta pública de las partes interesadas acerca del proyecto de texto legislativo, así como la evaluación más completa y actualizada de sus objetivos políticos, alternativas y costes y beneficios probables mejora la transparencia y la credibilidad del proceso de toma de decisiones en la Comisión y pone a todas las partes interesadas en igualdad de condiciones en lo que respecta a su participación en el proceso legislativo. Este gana en eficiencia a medida que las opiniones y los datos aportados por los interesados son acumulados y evaluados por la Comisión, práctica que le permite crear una base de conocimientos para su uso en la elaboración futura de políticas. La Comisión debe asegurarse de que las consultas públicas se anuncien al espectro más amplio posible de interesados a través de todas las redes y vías disponibles para llegar al máximo número de personas. Del mismo modo, todas las respuestas de los interesados y todas las demás aportaciones al ciclo de elaboración de políticas de la UE deberán ser transparentes y publicarse en la medida de lo posible. Recomendación 4: Ayuda a las pymes: «Pensar primero a pequeña escala», prueba de competitividad, exenciones para las pymes y las microentidades El GAN recomienda que la Comisión aplique rigurosamente el principio «pensar primero a pequeña escala» y las pruebas de competitividad a todas las propuestas legislativas se centre específicamente en las necesidades de las pymes y las microempresas, exima a las pymes y a las microempresas de las obligaciones impuestas por la UE, en la medida de lo posible y siempre que el objetivo político de la legislación no se vea amenazado; El GAN insta a la Comisión a que sea más ambiciosa en su esfuerzo de contención del impacto de la legislación de la UE en las pymes. La carga normativa afecta a las pymes de una forma desproporcionada: allí donde una empresa de mayores dimensiones destina 1 EUR por trabajador a las medidas destinadas a garantizar el cumplimiento de las normas, el impacto y los costes para las empresas más pequeñas pueden multiplicarse por diez. Resulta, por tanto, especialmente importante concentrar las actividades de simplificación en las pymes. Aunque, gracias a una serie de medidas acertadas, se ha conseguido descargar a las pymes (por ejemplo, exenciones totales o parciales, periodos de incorporación de la normativa más largos, reducciones de las tasas e introducción de normas de minimis), no es momento de caer en la autocomplacencia. 10 La Comisión debe comprometerse a respetar rigurosamente la aplicación del principio «pensar primero a pequeña escala» y presentar propuestas más ambiciosas de reducción de los costes normativos innecesarios para las pequeñas empresas. La legislación debería elaborarse de forma que se ajuste a los fines del empresario que tiene que acatarla. Todas las propuestas legislativas deben sopesarse mediante una prueba de competitividad que demuestre que los costes de la propuesta se ven compensados con creces por sus beneficios y que su aplicación se llevará a cabo de la forma más simple posible, evitando toda complejidad y burocracia innecesarias. Es preciso fijar un calendario concreto para todas las actividades nuevas, incluidas las medidas para mejorar la legislación señalada por las pymes como la más gravosa, y comunicar a estas empresas los progresos realizados. La repercusión de las propuestas normativas en las empresas debe especificarse en evaluaciones de impacto que determinarán específicamente y explicarán toda carga desproporcionada sobre las empresas y las pymes. El GAN respalda el compromiso de la Comisión de proponer regímenes menos estrictos para las pymes y exenciones para las empresas de menos de diez empleados. Ahora es preciso tomar medidas para asegurar el cumplimiento de la norma e invertir la carga de la prueba para incluir a las pymes. La Comisión debería eximir a todas las microempresas y pymes de las obligaciones impuestas por la UE en la medida de lo posible, teniendo en cuenta los objetivos políticos de la legislación propuesta. Cunado tal exención pueda tener un efecto perjudicial para la consecución de los objetivos perseguidos por una política determinada, deberá en todo caso minimizarse el impacto en las microempresas y en las pymes. Recomendación 5: Evaluación obligatoria, metodología a escala de la UE para medir los costes y beneficios de la legislación El GAN recomienda que la Comisión desarrolle una metodología común de la UE para evaluar los costes y beneficios de la normativa, haga obligatoria la evaluación de toda la legislación de la UE con esta metodología común para medir los resultados reales en relación con los objetivos originales antes de presentar cualquier propuesta de revisión o de nueva legislación. Las experiencias del Programa de acción y del programa ABRplus han puesto de manifiesto que cualquier ejercicio serio de reducción de la carga normativa debe comenzar con un inventariado y una medición adecuados del acervo legislativo y el importe de los costes y beneficios de la normativa. Habida cuenta de que la reducción de los costes normativos derivados de la legislación de la UE debe tener en cuenta, por su propia naturaleza, su aplicación en los Estados miembros, es vital que las actividades de inventariado y medición de los costes y las cargas normativos sean realizadas en y por los Estados miembros con arreglo a unas mismas normas de cálculo y que generen datos de idéntica calidad. Es por lo tanto esencial que la Comisión y los Estados miembros desarrollen en estrecha colaboración, entre sí y con las partes interesadas y los expertos, una metodología común que deberá aplicarse en toda la UE para calcular los costes y los beneficios generales de la normativa. 11 A partir de esta metodología común, la Comisión deberá llevar a cabo una evaluación expost de toda la legislación obligatoria de la UE antes de presentar cualquier propuesta de revisión y difundir los resultados ante las partes interesadas. La evaluación de los resultados de la legislación a la luz de unas normas comunes sobre el calendario y el método de las evaluaciones es una parte fundamental del proceso decisorio, ya que proporciona la base fáctica necesaria que sustenta las propuestas para las próximas etapas y mide los resultados en relación con los objetivos originales y las estimaciones contenidas en las evaluaciones de impacto. La evaluación al nivel de la UE puede también contribuir a la localización y puesta en común de las mejores prácticas de aplicación. Recomendación 6: Mejorar la comunicación mediática El GAN recomienda que la Comisión mejore sustancialmente la comunicación de sus actividades a través de los medios existentes, en colaboración con los Estados miembros, con el fin de fomentar la comprensión y el apoyo públicos a la labor de la UE y de contrarrestar los prejuicios que deterioran la percepción de las instituciones de la UE y sus actividades. El auge del euroescepticismo e incluso de las opiniones antieuropeas en los últimos años quedó alarmantemente demostrado por los resultados de las elecciones europeas de mayo de 2014. Muchos ciudadanos europeos parecen percibir a la UE y, principalmente, a la Comisión como una monstruosidad burocrática superflua y costosa cuyo único fin es inmiscuirse en la vida de los ciudadanos y las empresas europeos mediante la incansable generación de prolijas normas urdidas en un proceso inescrutable a puerta cerrada. Sesenta y cinco años después de la declaración de Schuman, los ciudadanos europeos han perdido de vista los ideales fundacionales de la Unión Europea y dan por sentados sus valores y sus grandes éxitos como la paz, la libertad de circulación y la seguridad. Un escrutinio más detallado pone a menudo de manifiesto que muchos de los detractores de la UE simplemente no comprenden del todo los mecanismos decisorios de la UE, por ejemplo, que el representante de un Gobierno nacional que achaca a la UE la promulgación de todas las nuevas y nefastas disposiciones de la UE ha contribuido a su creación en el Consejo. Sucede también que quienes critican la falta de participación en el proceso legislativo de la UE carecen de información sobre cómo involucrarse en él. La UE –y, lo que es más importante, la Comisión– tienen que mejorar su imagen para recuperar la confianza de los europeos y fomentar el apoyo público y la aceptación de los procesos legislativos de la UE y así evitar socavar los cimientos de Europa. Es preciso modificar la percepción de la opinión pública mediante una campaña de información específica que ensalce los éxitos y logros de la UE. El objetivo de una iniciativa concreta, la necesidad de intervenir al nivel de la UE y los beneficios derivados de esa iniciativa deben comunicarse con mayor eficacia, utilizando todos los canales existentes y rebatiendo de forma inmediata toda acusación infundada y toda distorsión de los hechos. La UE y, en particular, la Comisión deben tratar de establecer una mayor cercanía con los ciudadanos y las empresas y entablar un diálogo permanente y transparente con todos los interesados. Este objetivo solo puede alcanzarse en estrecha colaboración con los Estados miembros. 12 Recomendación 7: Compromiso político de centrarse en los aspectos más importantes El GAN recomienda que todas las instituciones europeas declaren su compromiso político de centrarse únicamente en las intervenciones que sean indispensables al nivel de la UE, que aumenten la eficacia y la eficiencia de la legislación de la UE y que aporten el máximo valor añadido en comparación con la intervención nacional o regional. Aunque el GAN acoge con satisfacción el inicio de un cambio cultural dentro de la Comisión, el ritmo de ese cambio es lento. Las instituciones europeas deben proseguir e intensificar sus esfuerzos de reducción de las cargas innecesarias para las empresas y los ciudadanos, con el fin de maximizar los beneficios y cumplir los objetivos de sus políticas de la manera menos costosa y más eficaz. La UE debe centrarse en los temas de mayor calado con el objetivo de aportar un máximo valor añadido y causar el mayor impacto posible en la competitividad europea. Como ya afirmó el Presidente Barroso en su discurso sobre el estado de la Unión de 2013, no todos los problemas requieren una solución a escala europea. Europa debe centrarse en aquellas cuestiones en las que pueda aportar un mayor valor añadido. Tiene que ser grande en las cosas grandes y más pequeña en las cosas más pequeñas. El GAN considera que esta expresión resume la cultura que debe fomentar la Comisión para ser más ambiciosa a la hora de afrontar los obstáculos para la competitividad y el crecimiento europeos. Todas las instituciones y, en particular, la Comisión, que goza del derecho exclusivo de iniciativa, deben dar prueba de contención política y centrarse en intervenir al nivel de la UE solo cuando resulte absolutamente necesario para alcanzar el objetivo perseguido. El acento debe ponerse en la reducción del volumen global y la carga neta de la legislación. Desde ese punto de vista, es preciso revisar el Acuerdo interinstitucional «Legislar mejor» de 2003, estableciendo objetivos comunes de legislación inteligente para todas las instituciones de la UE. La Comisión debe hacer un mayor hincapié en las soluciones alternativas a la normativa. Todas las evaluaciones de impacto que acompañen a las propuestas normativas deben incluir un análisis de las opciones que permitirían alcanzar el objetivo perseguido a través de medios no legislativos. Recomendación 8: Creación de un organismo independiente que analice las evaluaciones de impacto El GAN recomienda que todas las instituciones europeas capaciten a un organismo independiente para que examine las evaluaciones de impacto de la Comisión antes de que esta adopte la propuesta legislativa y para que evalúe la base documental y el análisis de costes y beneficios en los que se sustentan las modificaciones legislativas introducidas por el Parlamento Europeo y el Consejo antes de que se adopte la legislación; 13 El GAN recomienda que las instituciones de la UE capaciten a un único organismo independiente de evaluación de impacto que asista a la Comisión, al Parlamento Europeo y al Consejo en el examen de las citadas evaluaciones para todas las propuestas legislativas y modificaciones de propuestas en el proceso legislativo. Cuando la evaluación de impacto no haya sido elaborada por la propia institución de la UE, será el organismo de control independiente el que deberá proceder a la evaluación del impacto de la propuesta o a la modificación. Los organismos de control independientes existentes en los Países Bajos, Alemania, el Reino Unido, Suecia y la República Checa han mejorado la calidad de las evaluaciones de impacto, evitando con ello cargas innecesarias para las empresas. Otros Estados miembros de la UE, como Francia y España, están creando organismos de control independientes. Las instituciones de la UE deben partir de la experiencia de estos Estados miembros y demostrar su compromiso con el aumento de la calidad de las evaluaciones de impacto, analizando y asimilando las repercusiones de las propuestas de modificación de la legislación y asegurando que el impacto de la normativa que se adopte conste de forma precisa y coherente. El Comité de Evaluación de Impacto de la Comisión ha proporcionado un valioso apoyo a las Direcciones Generales mediante el examen de sus evaluaciones de impacto. Sin embargo, la revisión de las directrices internas de evaluación de impacto debe garantizar que se apliquen coherente y rigurosamente en todas las Direcciones Generales y todos los sectores de actividad para garantizar la elaboración de evaluaciones de impacto fiables y de alta calidad. El GAN acogió con satisfacción la decisión del Parlamento Europeo de establecer su propia unidad de evaluación de impacto cuya eficacia aún no se ha examinado. No obstante, el Consejo Europeo aún no se ha sumado a esta iniciativa. Recomendación 9: Defensor del Pueblo Europeo en materia de carga normativa El GAN recomienda que todas las instituciones europeas habiliten a un Defensor del Pueblo Europeo para que actúe como punto de contacto en toda la UE y centralice las reclamaciones y sugerencias para reducir la carga burocrática. Es importante que los ciudadanos y las empresas puedan tener la certeza de que toda queja relacionada con una burocracia gravosa y con las cargas innecesarias que acarrea se toma en serio. El GAN recomienda, por lo tanto, que se habilite a un Defensor del Pueblo Europeo independiente que centralice en Europa las reclamaciones y sugerencias de los ciudadanos que indiquen que la legislación de la UE esté teniendo un efecto directo perjudicial y los ámbitos en los que se puede reducir la burocracia. El Defensor del Pueblo debe estar también facultado para plantear todas estas cuestiones a las instituciones de la UE y para supervisar el curso que estas les den. Recomendación 10: Aceleración del proceso legislativo El GAN recomienda que todas las instituciones europeas 14 aceleren el proceso legislativo en la mayor medida posible, sin menoscabo de la intensa participación y consulta de los interesados ni del proceso democrático. Actualmente, pueden transcurrir hasta siete años para que una propuesta legislativa se transforme en una ley europea, sin contar el tiempo necesario para su posterior aplicación por los Estados miembros. Estos dilatados procesos legislativos socavan considerablemente, a los ojos de los ciudadanos europeos, la credibilidad de las instituciones europeas y minan las posibilidades de revisar rápidamente toda legislación que no surta los efectos originalmente previstos. Todas las instituciones europeas deben, por tanto, buscar formas de mejorar y acelerar el proceso legislativo en la medida de lo posible, sin comprometer la participación de los interesados ni la consulta pública y con absoluto respeto del proceso democrático. Los beneficios de una amplia consulta pública sobre la legislación propuesta, acompañada de una evaluación de impacto, contribuirían también a acelerar el proceso legislativo, puesto que la Comisión podría evaluar todas las contribuciones y opiniones de los interesados en una única etapa, lo que daría lugar a una propuesta más informada, sólida y equilibrada desde un principio. Recomendación 11: Objetivos nacionales de reducción y transparencia de la sobrerregulación El GAN recomienda que todos los Estados miembros adopten objetivos nacionales ambiciosos de reducción de los costes normativos globales, aceleren la aplicación nacional de la legislación de la UE, aporten transparencia a la «sobrerregulación» indicando qué elementos de las medidas de aplicación van más allá de los requisitos fijados por la legislación de la UE y por qué. La reducción de las cargas solo puede llevarse a cabo con éxito mediante el esfuerzo conjunto de las instituciones de la UE y de todos los Estados miembros. Al igual que las instituciones europeas, los Estados miembros deben también fijarse objetivos cuantitativos netos ambiciosos de reducción de las cargas innecesarias. Concretamente, deben hacer un esfuerzo por reducir las cargas innecesarias que pesan sobre las pymes y las microempresas. Los Países Bajos, por ejemplo, han introducido un objetivo de reducción neto global de la carga normativa impuesta a las empresas, los ciudadanos y la sociedad de aquí a 2017 igual a 2,5 millones EUR. Los Estados miembros deben identificar claramente las medidas nacionales de aplicación que no estén estrictamente exigidas por la legislación de la UE, y los motivos de su inclusión. Es esencial que la carga impuesta por la sobrerregulación sea transparente. Esta recomendación se extiende asimismo a las regiones y los municipios con competencias legislativas. 15 Recomendación 12: Intercambio de mejores prácticas, fomento de las TIC y principio «solo una vez» El GAN recomienda que todos los Estados miembros procedan a un intercambio de mejores prácticas sobre la incorporación de la legislación de la UE al Derecho nacional, fomenten el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, apliquen el principio «solo una vez» mediante el intercambio de los datos recibidos entre los órganos de la administración. El informe del GAN sobre mejores prácticas y la experiencia del ejercicio ABRplus han puesto de manifiesto que el intercambio de las mejores prácticas entre Estados miembros resulta esencial para el éxito de la reducción de la carga. Los Estados miembros deben establecer un foro para que las agencias nacionales y las autoridades responsables puedan intercambiar sus mejores prácticas. Ese foro debería plantearse la amplia gama de implicaciones prácticas y políticas de la ejecución con el objetivo de presentar propuestas a la Comisión sobre las formas de mejorar y racionalizar la legislación de la UE y de reducir la carga normativa global. En un mundo cada vez más dependiente del intercambio electrónico de información, los Estados miembros deben fomentar la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC; por ejemplo, DNI electrónico, interoperabilidad, certificación electrónica, etc.) con el fin de reducir más aún las cargas innecesarias. Para reducir las cargas administrativas, los Estados miembros deberían aplicar el principio «solo una vez» a los trámites administrativos como el registro y las notificaciones por parte de las empresas y los ciudadanos a los organismos públicos, compartiendo entre órganos administrativos los datos presentados una vez con múltiples fines; deben crease puntos de contacto únicos para la misma información vital como «abrir o cerrar una empresa» o «encontrar un empleo» y toda correspondencia entre la administración pública y la sociedad debe ser electrónica. Esta recomendación se extiende asimismo a las regiones y los municipios con competencias legislativas. El informe completo y sus anexos están disponibles en el sitio web del GANRCA: http://ec.europa.eu/smart-regulation/refit/admin_burden/high_level_group_en.htm 16