Prólogo Han transcurrido cuarenta largos años desde que tuviera por primera vez en mi mano enguantada aquel grácil cernícalo, de tonalidades ocres y grandes ojos negros, que como un regalo del cielo, cayó accidentalmente en mi poder procedente de los muros derruidos del castillo de Cartaya y que abrió mi vida al apasionante mundo de la cetrería. Mucho han cambiado las cosas desde entonces para los cetreros y la propia cetrería. En aquella época, se podían contar con los dedos de una mano los aficionados que practicaban este deporte en Andalucía. Eran otros tiempos; Tiempos muy difíciles por cierto. Los pájaros, previa autorización estatal se detraían de la naturaleza, pero ¡ojo¡ semejante acción no era ni mucho menos un paseo por un parque. El cetrero tenía que localizar una muda de la especie que deseaba adiestrar, lo que implicaba muchos meses, e incluso años de interminables incursiones por las más bravas y apartadas sierras de la región, tratando de encontrar un asentamiento activo, que en muchas ocasiones no sabíamos ni tan siquiera cómo o dónde buscarlo. Una vez producido el milagro, había que conseguir la autorización del o de los propietarios de la finca, requisito indispensable y previsto por la administración para poder detraer del medio natural un ave protegida pero, además, como paso previo al desanide, la administración consideraba que la nidada tenía que ser superior a tres pollos. Como colofón, y para rizar el rizo, en la mayoría de los casos era el propio cetrero quien debía descolgarse por la pared de roca o ascender al pino centenario, para desanidar su halcón o su azor, con el peligro que para la integridad física conllevaba una acción semejante. La creación de la Asociación Española de Cetrería (AEC), hospició una cierta unidad en el colectivo a nivel nacional e interrelacionó a muchos de sus socios. Pero la proliferación de grupos radicales dentro de los movimientos conservacionistas, contrarios a nuestra actividad, lograron que el Congreso de los Diputados aprobara el famoso Real Decreto 1095/1989, que declaraba la cetrería “Una caza, nada selectiva y de efectos masivos”, todo lo contrario de lo que significa y promueve la filosofía de este deporte y, se prohibiera su práctica. Mi lema ante tamaño desatino, fue el de popularizar la cetrería y blindarla legalmente. ¿De qué forma? De la única que era posible en esos momentos, mediante el desarrollo de un reglamento deportivo respaldado por el Consejo Superior de Deportes y las Federaciones de Caza, que otorgase a estos certámenes la categoría de Campeonatos de España y Autonómicos. Así como la caza de fringílidos, debe su supervivencia, pese a los esfuerzos que desde Bruselas realizaban los grupos ecologistas, a las competiciones de canto, la cetrería, durante su prohibición, se mantuvo viva gracias a las competiciones deportivas. Finalmente, a mediados de los años noventa, el tribunal constitucional vino a establecer que las competencias en materia de caza correspondía a las distintas comunidades autónomas y que por tanto, estas habían visto invadidas sus competencias. La cetrería dejaba de ser una actividad proscrita en la mayor parte del territorio nacional, para convertirse en aquello que siempre fue: una modalidad cinegética tradicional, respetuosa con el medio ambiente, muy selectiva y para nada una actividad masiva. Habíamos ganado la batalla, y posiblemente a tenor de los hechos, también la guerra. Como ya he dicho al principio de este prólogo, mucho han cambiado las cosas desde entonces. Hemos pasado de practicar una afición proscrita a ejercer una actividad cinegética designada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. De desanidar aves, a adquirir nuestros halcones y azores a la carta en modernos y sofisticados centros de cría. De carecer de información a tener acceso a un universo cetrero ilimitado, con cientos de libros y paginas Web dedicadas a nuestra actividad. Todo ello gracias al esfuerzo conjunto de las distintas asociaciones de cetrería y de las federaciones de caza. Andalucía, uno de los grandes baluartes de este deporte, ha constituido siempre un referente dentro del colectivo. No solo ha sido pionera en la aplicación de una norma en el ámbito de las competiciones, como lo atestigua el propio bagaje de sus asociaciones, sino que ha sabido afrontar con decisión todos aquellos problemas que durante décadas han afectado a dicha disciplina, luchando y caminando siempre del brazo de la ley y creando jurisprudencia. Desde el ámbito federativo andaluz, se ha potenciado la creación de una Comisión de Cetrería que aglutina actualmente a todas las asociaciones cetreras en nuestra comunidad. Se han potenciado los campeonatos autonómicos y provinciales, así como la figura y la responsabilidad del Delegado de Cetrería en la Federación Andaluza de Caza (FAC). Es nuestro deber por tanto, construir y apuntalar los cimientos de los logros conseguidos hasta el momento, para que sirvan de legado a generaciones venideras. La elaboración y edición de este “Manual del Examen del Cetrero Andaluz” escrito y consensuado por un amplio grupo de profesionales, servirá sin duda alguna para formar a cetreros cualificados, como especifica el propio manual en su primer apartado…”Evaluación de los conocimientos teóricos y de las habilidades de los aspirantes a cetreros con objeto de propiciar una práctica eficiente y responsable de la cetrería” Desde las Asociaciones Cetreras Colaboradoras de la Consejería de Medio Ambiente apostamos por la calidad en detrimento de la cantidad. Queremos cetreros que aporten prestigio a la cetrería, auténticos caballeros de la caza, dignos representantes de un deporte tradicional, que se pierde por su antigüedad en los confines del tiempo y que para orgullo nuestro, ha sido declarado por la UNESCO, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Así lo deseamos y así lo esperamos. Manuel Diego Pareja- Obregón de los Reyes EL EXAMEN DE CETRERO Es la prueba de aptitud mediante la cuál se obtiene el carné de cetrero en la Comunidad Autónoma de Andalucía. Estar en posición del carné de cetrero es un requisito indispensable para poder practicar la Cetrería de forma legal en nuestra Comunidad, tal como se recoge en la Orden de la Consejería de Medio Ambiente de 12 de marzo de 1997, por la que se regula la práctica de la Cetrería en la Comunidad Autónoma de Andalucía. OBJETIVOS.- Evaluar los conocimientos teóricos y habilidades prácticas del aspirante a cetrero con objeto de propiciar una práctica eficiente y responsable de la Cetrería. Estos conocimientos y habilidades deben ser los adecuados para garantizar la salud física y psíquica de las aves utilizadas en Cetrería, el respeto a la normativa vigente en materia de Cetrería y de la caza en general y el compromiso ético del aspirante con esta modalidad de caza y con el colectivo al que aspira pertenecer. COMPOSICIÓN. - El examen constará de dos partes, una prueba de carácter teórico y otra de carácter práctico. CONTENIDOS.- Los contenidos a evaluar se han estructurado en los siguientes seis módulos: MÓDULO I.- ASPECTOS GENERALES: o Concepto de Cetrería. o Visión histórica de la Cetrería. o Especies utilizadas en Cetrería. o Instalaciones y equipamiento. o Modalidades de caza. o Terminología cetrera. MÓDULO II.- TÉCNICAS DE ADIESTRAMIENTO Y CAZA: o Fundamentos del adiestramiento. o Fases del adiestramiento. o Técnicas de Bajo Vuelo. o Técnicas de Altanería. o La caza. o Telemetría. MÓDULO III.- MANTENIMIENTO Y CUIDADOS GENERALES: o Alimentación. o Protocolos de manejo saludable. o Descripción y consejos sobre las principales enfermedades en aves de Cetrería. MÓDULO IV.- LEGISLACIÓN: o Requisitos administrativos del cetrero: carné de cetrero, licencia de cetrería y permisos y autorizaciones para cazar en terrenos cinegéticos. o Especies cazables y especies protegidas. o La Cetrería en el Reglamento de Ordenación de la Caza (ROC). MODULO V.- COMPETICIONES DEPORTIVAS: o Competiciones o Normas generales MÓDULO VI.- ÉTICA: o El compromiso ético del cetrero. o Decálogo ético. ANEXOS: Bibliografía recomendada. Direcciones de interés. Bibliografía consultada. Consultas en Internet. Portada: Francisco Ramírez López MÓDULO I.- ASPECTOS GENERALES. Concepto de Cetrería. La Cetrería: arte, tradición e historia El concepto de Cetrería es en sí mismo un ideal de perfección y excelencia. La Cetrería es el arte tradicional cinegético de cuidar y entrenar F. Ramírez aves rapaces para cazar presas silvestres en su medio natural. Cuenta con más de 5000 años de historia, nos ha dejado múltiples y variadas manifestaciones sociales, culturales y artísticas y desde el día 16 de noviembre del 2010 está reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Atendiendo estrictamente al concepto de Cetrería no todas las actividades que el hombre desarrolla utilizando rapaces pueden ser consideradas como Cetrería. Las exhibiciones de rapaces con carácter pedagógico o lúdico, la captura de especímenes precapturados o los vuelos de marcaje que velan por la seguridad aérea en los aeropuertos, entre otras, no pueden ser consideradas Cetrería en sentido estricto. El fin último del trabajo y de la dedicación de cada cetrero debe ser la captura de presas salvajes en su medio natural desde una perspectiva ética y en las condiciones legales establecidas en cada momento. Cazar una presa salvaje en su medio natural es el resultado de haber alcanzado múltiples y difíciles objetivos que tienen poco que ver con los requisitos necesarios para poder volar una rapaz en un vuelo de exhibición o para apresar una presa precapturada. Cazar una presa salvaje desde una perspectiva ética y legal significa: o o o o o o o o Que estamos en posición de todos los permisos administrativos necesarios para la práctica de la Cetrería en Andalucía. Que nuestra rapaz está en las mejores condiciones tanto físicas como psíquicas. Que tenemos un conocimiento adecuado de la presa y del medio en el que se desenvuelve. Que hemos adoptado la estrategia adecuada en función del terreno, de la presa y del cazador. Que por su eminente carácter selectivo estamos contribuyendo a la mejora de las especies-presa sobre las que actuamos y a garantizar un impacto cero en sus poblaciones y en sus hábitats. Que somos depositarios efectivos de la más compleja técnica de caza existente. Que estamos en disposición de ser trasmisores efectivos de la misma, constituyendo individual y colectivamente un sólido eslabón en su milenaria tradición. Que hemos entrado en una relación de integración con la Naturaleza, etc. Atendiendo a este elevado nivel de exigencias, el concepto de Cetrería es, en sí mismo, un ideal de perfección y excelencia y por consiguiente de autoprotección. Un ideal que debe quedar perfectamente visualizado y asumido como tal por todos y cada uno de los cetreros. En una sociedad cada vez más bloqueada y deprimida en sus procesos de relación con el resto de la Naturaleza, la Cetrería constituye un verdadero modo de vida del que los cetreros extraemos una parte esencial de nuestra identidad, una identidad que en pleno siglo XXI se muestra claramente conciliadora con la Naturaleza y con el lugar que el hombre ocupa en ella. Visión histórica de la Cetrería. Federico II: Emperador, Cetrero y Naturalista. La cetrería es una actividad venatoria que consiste en el adiestramiento y la caza con aves rapaces. Principalmente se utilizaron halcones y azores para la captura de las distintas especies cinegéticas. Los orígenes de esta actividad son muy antiguos. Por un lado existen referencias sobre la práctica de la cetrería en diversos textos chinos antes de Cristo; por otro, casi la totalidad de los autores coinciden en localizar el origen de dicha actividad en Asia, más concretamente en Persia, donde a finales del siglo XIX fue encontrado un bajorrelieve sobre esta modalidad de caza realizada hacia el año l350 a. C. Todo hace indicar que en España las principales vías de penetración de la cetrería fueron dos; por un lado llegó a través de los visigodos, que se extendieron por la Península Ibérica. Por otro, cuando los invasores musulmanes penetraron en la península trajeron consigo una modalidad cetrera que podríamos interpretar como altanería. Por su parte los visigodos dieron especial relevancia al bajo vuelo al desconocer el uso de la caperuza. La época dorada o de máximo esplendor de la cetrería en Europa fue la Edad Media; su práctica fue reservada a reyes, nobles y grandes señores feudales desde el siglo VI al XVI. Como consecuencia de la irrupción de las armas de fuego, esta práctica venatoria fue perdiendo terreno poco a poco. Durante la Edad Media vieron la luz importantes textos de cetrería. A destacar: “De arte venandi cum avibus” del emperador Federico II de Hohenstaufen; se trata de una extensa obra de seis libros o partes y ha sido traducido, entre otras lenguas, al castellano por el Dr. Fradejas Rueda (2004). Otra obra de vital importancia es “El libro de la caza” escrito por el príncipe D. Juan Manuel hacia 1325; siendo un breve tratado de doce capítulos y que recientemente se ha demostrado que está basado en “De arte venandi cum avibus”. Pero probablemente la obra más importante de la cetrería hispánica sea “El libro de la caza de las aves” de Pero López de Ayala, del que se conservan manuscritos copiados entre los siglos XV y XVI. Por último cabe citar también ya a mediados del siglo XX, “El arte de cetrería” del Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, publicado por primera vez en 1964, con cuyas páginas se han formado la gran mayoría de los cetreros en España. Es importante insistir en la relevancia de dicha obra, pues gracias a su autor hizo resurgir tan ancestral arte del olvido. El 16 de Noviembre de 2010, la UNESCO declaró la cetrería como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por ser uno de los métodos de caza tradicionales más antiguo, selectivo, no contaminante y respetuoso con el medio ambiente en una candidatura formada por los siguientes países: Arabia Saudita, Bélgica, República Checa, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, Marruecos, Mongolia, Catar y Siria. Más tarde, el 6 de Diciembre de 2012, se unieron a esta candidatura Austria y Hungría, siendo el PCI más internacional en toda la historia de la UNESCO. Especies utilizadas en Cetrería. La altanería y el bajo vuelo ESPECIES UTILIZADAS EN LA CETRERIA EN ANDALUCIA A lo largo de la historia se han utilizado diversas especies de rapaces tanto diurnas como nocturnas para la práctica de la Cetrería. Actualmente solo se pueden utilizar las legalmente autorizadas en cada Comunidad Autónoma. En Andalucía, según orden de 12 de Marzo de 1997, Anexo I, las especies autorizadas para la práctica de la cetrería son: Especies Autóctonas - Halcón peregrino (falco peregrinus) En todas sus especies y linajes incluso sus hibridaciones con otros del género falco. - Azor (Accipiter gentilis) - Gavilán (Accipiter nisus) - Esmerejón (Falco columbarius) - Cernícalo común (Falco tinnuculus) - Ratonero común (Buteo buteo) - Milano negro (Milvus migrans) Especies alóctonas Todas las diurnas alóctonas a acepción de las subespecies alóctonas de especies autóctonas. - Harris hawk (Parabuteo unicintus) - Buteo de cola roja (Buteo jamaicensis) - Buteo ferruginoso (Buteo regalis) - Cooper hawk (Accipiter cooperii) - Halcón aplomado (Falco femoralis) - Cernícalo americano (Falco sparverius) Artesanía cetrera. Instalaciones y equipamiento. F. Ramírez La Alcándara. Nuestro punto de partida a la hora de tratar este apartado es el de procurarles a nuestras aves los elementos necesarios para su manejo, bienestar, seguridad y conservación. Cuando conozcamos en profundidad a nuestras aves, nos daremos cuenta de que aunque hay muchas necesidades comunes, hay otras particulares de cada especie. INSTALACIONES. Dentro de las instalaciones básicas para nuestras aves podemos destacar las siguientes: La Muda. Entendemos por Muda un espacio tranquilo donde alojamos a nuestras aves de Cetrería. Existen multitud de diseños, pero todos ellos responden a una misma finalidad: procurarles seguridad y bienestar. F. Ramírez La muda Bancos, arcos, alcándaras, etc. Nos referimos a los posaderos donde nuestras aves permanecen habitualmente. Mientras los bancos son pasaderos adaptados normalmente a las necesidades de los halcones, los arcos se adaptan con mayor eficacia a las necesidades de las aves de Bajo Vuelo. Independientemente del tipo de posadero, todos ellos deben garantizar la seguridad del ave y el buen estado sus plumas y uñas. Esto es básico. Las alcándaras son posaderos donde nuestras aves no llegan al suelo, por lo que no pueden permanecer en ellas sin una vigilancia constante. Empleada con cautela puede dar muy buenos resultados, sobre todo en las primeras fases del adiestramiento, ya que en ellas las rapaces disminuyen la frecuencia de sus debatidas. Igualmente, si están bien construidas son muy buenas para proteger tanto el plumaje como las uñas. Están compuestas por una vara suficientemente estable con una lona tensa que impide que el ave, al debatirse, pueda enrollarse sobre esta. Hoy en día existen modelos de alcándaras circulares que dan un magnífico resultado. Los arcos y bancos suelen tener la cualidad de la portabilidad y por ello son muy prácticos. Los hay construidos para pinchar en terrenos blandos (césped, tierra, etc.) y otros que cuentan con una base pesada para que el ave no pueda arrastralas. Además son muy útiles para utilizar en nuestro medio de transportes, aunque para ello, y especialmente cuando transportamos varias aves, contamos con cajones individuales de transporte que nos aseguran mayor protección y seguridad para cada ave. Usemos el tipo de posaderos que usemos, lo importante es que nos aseguremos de que el ave no puede enredarse bajo ningún concepto. Para ello es muy importante comprobar que el modelo en cuestión está diseñado para impedir los enredos. Otro rasgo fundamental para cualquier tipo de posadero es que la zona de agarre sea de un material que de estabilidad al ave y que proteja el buen estado de sus uñas: goma, astroturf, césped artificial, cuerda, etc. son todos ellos materiales que cumplen óptimamente esta función. Baño. El baño es una pieza fundamental de nuestras instalaciones. El acceso al agua fresca es básico para el bienestar de nuestras aves. El baño ayuda a mantener el plumaje en las mejores condiciones y es fundamental en épocas de altas temperaturas y en momentos donde el estrés del adiestramiento favorece la deshidratación de nuestras aves. EQUIPAMIENTO. F. Ramírez El equipo cetrero. El equipamiento básico necesario para el manejo de un ave de Cetrería está compuesto básicamente por: lúa, caperuza, pihuelas, lonja, tornillo, cascabeles, fiador, morral y telemetría. Para la sujeción del ave necesitamos las pihuelas, que son unas correas, tradicionalmente confeccionadas de cuero, que anudadas al tarso del ave nos sirven para la sujeción del ave al guante y para atarla a sus posaderos. Existen dos tipos básicos de pihuelas: la pihuela tradicional y la aylmeri. El mejor funcionamiento de la aylmeri con respecto a la tradicional hace su uso mucho más aconsejable. Las dos ventajas fundamentales de la aylmeri frente a la tradicional son: o o Menor tendencia a la torsión y por tanto menor riesgo de enredos y de sufrir lesiones. Es posible sustituir la correa con ranura, que utilizamos para poder atar a nuestras aves, por una correa de caza desprovista de ella, que evita, en caso de pérdida del ave, que esta quede enganchada y pueda morir en tan lamentable situación. La lonja es una cuerda que se utiliza para atar al ave a su posadero a través del nudo cetrero. Tradicionalmente esta lonja era una pieza de cuero bien engrasada de una longitud aproximada de 1,5m. Actualmente estas están siendo sustituidas por las confeccionadas con cuerda de escalada, muy seguras y que no necesitan prácticamente mantenimiento alguno. Frente al uso de esta lonja tradicional se aconseja el uso de lonjas de lazo, mucho más seguras ante enredos y fiables ante escapadas. El tornillo quitavueltas es el doble anillo giratorio que une las pihuelas a la lonja y que evita que estas se enreden y puedan lesionar a nuestra ave. Dada la importancia de este elemento es aconsejable adquirirlos de un buen artesano cuyo diseño y construcción esté totalmente garantizado, evitando aquellos modelos que se venden en ferreterías. Los cascabeles son el medio tradicional para localizar al ave. Cuando uno se acostumbra a su sonido, adquiere la capacidad de saber qué está haciendo el ave con solo escucharlos. En la actualidad se siguen utilizando como método auxiliar de la telemetría. La lúa, como tradicionalmente se denominaba al guante del cetrero, tiene como finalidad proteger su puño. Este debe ser flexible y debe garantizar un mínimo de sensibilidad que nos permita asir con seguridad las pihuelas del ave. La caperuza es otro de los elementos básicos del equipamiento de Cetrería y quizá el de más difícil y cuidada elaboración. Su uso es crucial en el adiestramiento de los halcones. Su función es reducir el estrés en las aves durante su amansamiento y facilitarnos una adaptación progresiva a su nuevo entorno. También nos será de gran ayuda en distintas operaciones de manejo como en el arreglo de picos y uñas, en el injerto de plumas, en el tratamiento de algunas enfermedades etc. Dos aspectos críticos para una buena aceptación de la caperuza por parte de nuestra ave son, que el modelo y la confección de la caperuza sean los adecuados y que conozcamos los aspectos básicos de la técnica correcta para encaperuzar. La caperuza ha de quedar muy bien ajustada sin que dañe ojos, narina ni comisuras del pico. En este sentido debe prevalecer siempre la funcionalidad sobre la estética. El señuelo es un utensilio de cuero provisto de una cuerda que se voltea como señal de llamada para nuestras aves. Su uso nos sirve para recuperarlas, para recompensar determinados comportamientos y como método de ejercitación física (stoops). Su efectividad se basa en una correcta asociación entre señuelo y comida. Es aconsejable su introducción para cualquier tipo de ave de cetrería como una garantía más para su control y recuperación en el campo. El fiador, como hemos dicho, es una cuerda fina y resistente de unos 25 metros, que se utiliza durante el adiestramiento y al comienzo de cada temporada. Se utiliza mientras conocemos el margen de seguridad de nuestra ave. Una vez conseguimos saber el peso idóneo en que nuestra ave responde a nuestra llamada sin dudarlo, es el gran momento de guardar el fiador hasta el inicio de la próxima temporada. El morral es la bolsa característica que utiliza el cetrero para portar todo lo necesario para volar y cazar en el campo. Debe ser cómoda y estar compartimentada para que nos permita tener organizado todo nuestro material. Es aconsejable llevar en él recambio de los elementos más básicos y necesarios, como pihuelas, lonja, tornillo y caperuza. En la actualidad se está generalizando el uso de los llamados chalecos de Cetrería como una alternativa al morral. Con respecto al morral clásico aportan una mayor portabilidad y comodidad, si bien no alcanzan el grado de estética del morral tradicional. Además de todo esto, hoy en día es fundamental que los equipos de telemetría formen parte indispensable de los equipos de todos y cada uno de los cetreros como la mejor forma de garantizar la seguridad de nuestras aves y evitar la perdida de aves de Cetrería en la Naturaleza. Modalidades de caza. F. Ramírez Cinco plumas para la caza: Harris, Bahari, Gavilán, Halcón Hibrido y Azor. Para la práctica de este deporte en su máxima expresión, lo que nunca debemos olvidar es que se trata de una acción cinegética. En la Cetrería se distinguen dos grandes modalidades: Alto Vuelo y Bajo Vuelo - Alto vuelo. Dentro de esta modalidad se desarrollan dos tipos de lances: lance de altanería y lance de mano por mano. a) Altanería. Esta se practica con halcones, normalmente auxiliados por perros de muestra que bloquean y paran la pieza a cazar mientras el halcón toma altura. Este lance requiere una estrategia previa de análisis del terreno, condiciones meteorológicas y tipo de presa a capturar por el halcón, que atacará desde el cielo cuando haya alcanzado su altura máxima (techo). Este tipo de lance es de gran belleza y plasticidad. b) Mano por mano. Este se realiza cuando el halcón sale del puño en persecución directa sobre la presa, una vez que esta se encuentra ya en vuelo. Suelen ser vuelos de gran distancia y duración y en los que en ocasiones se alcanza también una considerable altura. La caza de determinadas especies de córvidos constituye actualmente el máximo exponente de este tipo de vuelos. -Bajo vuelo. Dentro de esta modalidad se desarrollan dos tipos de lances: lances de mano por mano y lances de empuesta. a) Mano por mano. Se trata de lances de persecución directa por parte de aves de bajo vuelo. Estos lances se pueden complementar con perros, tanto levantadores como de muestra. También podemos auxiliarnos del hurón en este tipo de lance, siempre que su uso haya sido debidamente autorizado. b) Empuesta. Consiste en dejar salir al ave del puño para cazar una presa que se encuentra a gran distancia, aprovechando la ocultación en el terreno y el factor sorpresa. Terminología cetrera. Bordón y prima: los sonidos del cascabel Una parte importante de la identidad de la Cetrería se halla en su extensa terminología. Una terminología que le aporta una innegable riqueza lingüística. Su conocimiento y uso por parte de los cetreros es importante para mantener vivo este importante rasgo identitario. Abajar: Desainar, propiciar que el ave pierda la grasa transformándola en músculo. Acicalarse: Cuidarse el plumaje, mediante el peinado con el pico. Acuchillar: Golpear a la presa, con las garras, en una pasada. Afeitar: Adiestrar o hacer un ave de cetrería. Alcándara: Posadero conformado por una vara de madera forrada de tejido suave en la que se dejan posadas las aves de cetrería. Alóctona: Especie que no es originaria de un lugar. Altanería: Modalidad de caza en la que el ave debe coger altura (en “tira” o en “tornos”), y posicionarse “centrado” encima del cetrero o el perro. Llegado este momento el cetrero puede “levantar” la pieza (la cuál puede haber sido marcada anteriormente por un perro de caza), y el ave, aprovechando su altura se dejará caer para capturar a su presa. Altanero: Halcón que caza por altanería. Alto vuelo: La modalidad de caza que se realiza con halcones. Se subdivide en altanería y mano por mano. Amansamiento: Primera fase del adiestramiento. Apiolar: Poner las pihuelas al ave de cetrería. Arco: Posadero bajo, en forma de arco que se usa especialmente con las accípitres, buteos y parabuteos, para enjardinarlas. Armar: Apiolar. Arnés: Cintas que rodean al ave para sujetar el emisor. Atalaya: Lugar donde la rapaz observa a sus presas. Asentar: Bloquear. Aylmeri: Pihuela desmontable con ojales que permite a las aves volar sin los correones. Azorada: Pieza atemorizada por la persecución de la rapaz. Bajar: Desainar. Bajo Vuelo: Modalidad de vuelo que se realiza con cualquier ave de cetrería que no pertenece a las falcónidas. Banco: Posadero tradicionalmente utilizado para los halcones. Bigoteras: Manchas oscuras que presentan los halcones a ambos lados del pico, entre este y las mejillas. Bloquear: Acción del ave de caza cuando permanece en el lugar donde ha conseguido ocultarse la pieza tras la persecución, esperando a que se le vuelva a levantar. Bordón: Uno de los dos cascabeles que se le ponen a las aves de cetrería, el que produce el sonido más grave. Brazo tornado. Soltar al ave de presa después de que se haya levantado la pieza. Caperuza: Capucha de cuero que cubre la cabeza de la rapaces, fundamentalmente del género Falco. Se utiliza para evadirla temporalmente de los estímulos visuales que pudiesen ser rechazables o estresantes para la rapaz. Cebar: Introducir en la caza. Dar de comer al ave en el puño o sobre la presa que acaba de cazar. Cera: Zona de piel desnuda que tienen las aves de presa en la base del pico. Cerradero: Correas pequeñas que cierran la caperuza. Clip de cola: Pequeñas argollas de metal que van pegadas en la pluma central de cola de las rapaces para portar el emisor o el cascabel. Clavos: Enfermedad que afecta a las manos de un ave de cetrería. Cobertoras: Las dos plumas timoneras centrales que cubren a las demás de la cola. Conservacionismo: Actitud de proteger y preservar las distintas especies y sus hábitats. Copla: Pareja de aves de cetrería que cazan en compañía y colaboración. Cortesía: Recompensa que reciben las aves sobre cada pieza cobrada permitiéndoles comer una pequeña parte de la misma. Desainar: Hacer perder grasa al ave mediante la reducción de la gorga. Descañar: Criar un ave hasta que esté completamente desarrollada. Desemballestar: Perder altura y tensión en los vuelos de altanería. Ecología: Estudio de las interrelaciones entre los seres vivos y entre estos y su medio natural. Egagrópila: También conocida como plumada. Materias indigeribles (plumas, huesos y pelo) que son expulsadas vía oral por el ave después de la digestión. Embarrar: Acción de la presa que se deja caer en tierra para esquivar al halcón. Emisor: Pequeño aparato electrónico que va colocado en la espalda, la cola o en los tarsos del ave y que emite una señal y lo recibe el receptor. Se utiliza para localizar al ave. Empuesta: Lance del Bajo Vuelo que consiste en soltar al ave mientras la pieza está posada para intentar sorprenderla. Enjardinar: Poner a un ave en un posadero al aire libre. Entremudado: Ave que ha hecho su primera muda y todavía conserva algunas plumas de su etapa juvenil. Escape: Presa precapturada o doméstica, que sirve para iniciar a un ave cetrera en la caza. Estirar: Aumentar la resistencia de un ave en vuelo. Aumentar gradualmente el número de capturas de un ave por jornada de caza. Ética: Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana. Fiador: Cordel que se utiliza en las primeras fases del adiestramiento para evitar que el ave se escape. Gorga: Ración de comida completa para un ave. Grita: Voz que emite el cetrero cuando se levanta la pieza. Halagar: Dar pedacitos de carne a un ave de cetrería. Hamez: Imperfección en el plumaje. Herida: Lugar en el que se oculta una pieza que está siendo perseguida por un ave de cetrería. Híbrido: Cruce genético entre dos especies distintas. Injerto: Reconstrucción de las plumas rotas uniendo las dos partes con una aguja realizada con un material de flexibilidad similar a esta. Introducción: Cebadura. Preparación de un ave para cazar una determinada pieza. Jaldado: Color amarillo que presenta la cera y los tarsos de las aves. Liar: Trabar. Atrapar a la presa. Lonja: Correa, tradicionalmente de cuero, empleada habitualmente para atar a la rapaz a su posadero o similar. Va unida a las pihuelas por medio de un tornillo que evita que éstas se enreden. Lúa: Guante de cuero con el que el cetrero se protege la mano y el brazo cuando lleva un ave en el puño. Llaves: Las uñas internas y posteriores de las aves. Llevar en mano: Sopesar. Vicio que presentan algunas aves de cetrería consistente en intentar de manera compulsiva alejarse del cetrero con la pieza capturada. Mano por mano: Lance de caza en el que se suelta al ave una vez que se levanta la pieza. Montar: Elevarse tras la presa en la caza de altanería. Muda: Cambio estacional de la pluma del ave que se sustituye por una nueva. Cámara o habitación en la que se encierra a las aves durante la muda. Olearse: Acción de engrasar el plumaje que realizan las aves, tomando con el pico una secreción grasa de su glándula uropigeal, situada en la parte superior de su cola. Pico a viento: Cuando el ave se sitúa volando en contra del viento. Pihuelas: Correas de cuero que se fijan a los tarsos del ave. Pinza mágica: Son pinzas de latón con las que se aplica calor a una pluma torcida con el objeto de restaurarla. Placear: Acostumbrar a las aves a la presencia de las personas en sitios concurridos. Plumada: Egagrópila. Portapicada: Donde se llevan las picadas de carne que ofrecemos a nuestras aves. Prima: Ave de cetrería hembra. Presión: Presa de gran tamaño para el ave en cuestión. Quebrada: Azorada. Presa atemorizada y agotada por la persecución. Rabo a viento: A favor del viento. Ralea: Pieza inconveniente. Recazador: Pájaro que repite los intentos de captura. Receptor: Aparato que recibe la señal del emisor y en el que podemos hacer una lectura de la dirección y distancia a la que se encuentra nuestra ave. Roedero: Carne correosa con la que prolongamos las comidas de las aves. Se utiliza sobre todo en la fase de amansamiento. Señuelo: Artefacto confeccionado de cuero, revestido o no de plumas o pelo, que se utiliza para llamar y para muscular a las aves. Señolero: Ave que está introducida al señuelo. Templar: Poner a un ave en las condiciones óptimas para el vuelo y la caza. Tercia: Sesión alternativa en el adiestramiento de un ave. Tira: Vuelo en línea recta. Tolledura: Excrementos. Tornillo: Doble anillo giratorio que se pone entre las pihuelas y la lonja. Tornos: Los círculos que describe el halcón altanero para ganar altura. Torzuelo: Cualquier ave de cetrería que sea macho. Trabar: Agarrar a la presa. Véase liar. Traina: Presa precapturada para introducir a un ave en una determinada pieza. Troquelado: Ave criada en presencia permanente de personas, creyendo el ave que el hombre es de su misma especie. Veda: Época del año en la que no está permitido cazar. En Andalucía se pueden consultar los períodos hábiles de caza en la Orden General de Vedas que publica anualmente la Junta de Andalucía. MÓDULO II.- TÉCNICAS DE ADIESTRAMIENTO Y CAZA. Fundamentos del adiestramiento. F. Ramírez El adiestramiento de un ave de Cetrería es el proceso de adaptación y de aprendizaje que convierte a una rapaz en un ave de Cetrería. Se fundamenta en un conocimiento preciso de la biología (fisiología y comportamiento) de cada especie utilizada en Cetrería y en las técnicas de condicionamiento psicológico. En términos generales el adiestramiento de cualquier ave de Cetrería debe cumplir tres requisitos fundamentales: ser “positivo”, ser “progresivo” y ser “específico”. Adiestramiento positivo.- A diferencia de otros animales, las rapaces requieren de un adiestramiento en términos de recompensa; ninguna rapaz asume, en término alguno, el castigo físico. Para fijar la conducta deseada en nuestra ave de Cetrería deberemos propiciar que aparezcan los comportamientos adecuados y reforzarlos a través de un sistema de recompensa, casi siempre en forma de alimento o de oportunidades de caza. Adiestramiento progresivo.- El adiestramiento de una rapaz debe estar estructurado en fases que marquen una progresividad en todo el proceso. Para que una rapaz nos salte al guante, previamente se habrá trabajado con ella para alcanzar el grado de mansedumbre y de hambre adecuado. Es necesario alcanzar los objetivos de cada fase antes de pasar a la siguiente. Adiestramiento específico.- Es necesario que el adiestramiento responda a las peculiaridades de cada especie en particular, para que sea acorde con sus necesidades específicas (físicas, psicológicas y de comportamiento) y conseguir de esta forma maximizar su potencial, específico también. Los Harris y los azores, aun siendo ambas especies de bajo vuelo, aun teniendo un espectro de presas similar, requieren tratamientos diferenciados que repercutan en la obtención de la mejor expresión de su propio y particular potencial. El adiestramiento fundamentales: o o en Cetrería responde a dos aspectos El condicionamiento psicológico, por el cuál establecemos y fijamos las conductas deseadas. Y el acondicionamiento físico por el cuál nuestra rapaz alcanza las capacidades y habilidades físicas necesarias para garantizar un estado de salud físico y psíquico óptimo que garantice un éxito consistente en la caza. Para realizar un adiestramiento eficiente deberemos diseñar programa de adiestramiento que incluya el propio período crianza, ya que sería acertado afirmar que el adiestramiento nuestras aves de Cetrería comienza prácticamente desde nacimiento, sobre todo en lo concerniente a las nuevas técnicas adiestramiento de improntados. un de de su de El éxito de un buen programa de adiestramiento depende básicamente de una buena planificación. Una buena planificación debe comenzar, en primer lugar, con una visualización de las características y comportamiento ideales que deseamos ver en nuestra ave de Cetrería. Un ejemplo de características deseadas para una Harris lebrera pueden ser: que sea buena caperucera, que esté en perfecto estado de salud, de plumaje y de uñas, que su condición física para volar largas distancia sea inmejorable, que responda con rapidez a nuestra llamada a largas distancias, que no sea selectiva en la caza ni en función de la distancia ni del tamaño de la presa, que mentalmente esté preparada para realizar más de una captura, que salga con suavidad de la presa, etc. Esta serie de características y comportamientos, evidentemente estarán en función de la especie a la que pertenezca nuestra ave y del tipo de presa o presas a las que estará destinada. En segundo lugar será necesario elegir las técnicas necesarias que nos lleven a conseguir estos objetivos de una forma eficiente y rápida, y por último y, en tercer lugar, será necesario realizar una temporización (calendario) flexible de todo este trabajo, que adecue todo el proceso a los períodos lógicos del desarrollo psíquico y físico del ave, a las propias pautas del adiestramiento y a los períodos hábiles de caza. Fases del adiestramiento. En el adiestramiento existen dos procedimientos bien diferenciados que responden al tipo de crianza que haya recibido el ave en cuestión: parental o improntada. En términos generales, el adiestramiento de un ave de Cetrería debe ser lo más corto y preciso posible para que nos lleve de la forma más rápida y eficaz a su introducción a la caza real. A continuación se exponen de forma genérica los pasos a seguir en un modelo de adiestramiento convencional para un ave de Cetrería con cría parental. MODELO DE ADIESTRAMIENTO DE UN AVE CON CRIANZA PARENTAL. Un punto crítico del adiestramiento de un ejemplar de cría parental es su fecha de inicio en relación a su grado de madurez. Es este un punto crítico porque con su inicio empezamos a establecer una asociación entre cetrero y comida. Este punto es especialmente crítico en el águila de Harris, ya que si esta asociación se produce antes de que haya alcanzado el nivel de madurez adecuado, corremos el riesgo de que se convierta irremediablemente en un ave que píe constantemente en presencia del cetrero. Amansamiento. Inicio.- Cuando el ave ha alcanzado un grado de madurez adecuado. En los Harris este grado se obtiene a una edad mínima de entre 90 y 120 días. Objetivos.- Adaptarla progresivamente a nuestra presencia, a nuestro manejo y a todos los ambientes en los que se verá expuesta normalmente. El amansamiento inicia el proceso de adiestramiento pero este continuará en mayor o menos grado en todas las fases sucesivas. Tendremos un ave con un amansamiento óptimo cuando responda a nuestra llamada, coma y permanezca tranquila en ambientes concurridos en presencia de personas, animales, coches, etc. El amansamiento es una fase especialmente crítica en el manejo de los accipíteres ya que éste condicionará el éxito de todo el adiestramiento y su posterior rendimiento como ave de Cetrería. Saltos al puño. Juegan un papel fundamental para consolidar un buen amansamiento ya que en términos psicológicos supone un gran paso como ejercicio de aceptación del cetrero. Enseñamos a nuestra ave no solo a que no huya de nosotros, sino a que entre voluntariamente en nuestro espacio vital más íntimo. En las aves de Bajo Vuelo constituye el principal ejercicio de llamada utilizado para muscular y para recuperar a nuestras aves. Inicio.- El momento propicio para iniciar los saltos al puño es cuando nuestra ave empiece a comer con avidez y sin recelos en nuestro puño. En los primeros saltos se ofrecerá nuestro guante encarnado a escasos centímetros del ave. Posteriormente nuestro objetivo será que salte con prontitud a punta de lonja. Objetivo.- El principal objetivo para las aves de Bajo Vuelo es conseguir una respuesta instantánea al guante sin que vean la recompensa, que debe encontrarse siempre oculta en su interior. La ocultación de la recompensa será la clave para todas las rutinas de adiestramiento en el que se utilice el refuerzo intermitente, como son por ejemplo los saltos verticales. Una vez conseguido el objetivo de que nuestra ave salte al puño, haremos uso de este importante paso para afianzar su amansamiento haciéndole saltar en aquellos lugares que utilicemos para placearlo. Vuelos con fiador. Consisten en vuelos al guante y/o al señuelo que se realizan en el exterior utilizando un fino cordel de una longitud aproximada de 25m. que asegura a nuestra ave. Inicio.- Empezaremos con los vuelos al fiador cuando nuestra ave salte rápidamente a nuestro guante a punta de lonja en cualquier tipo de ambiente. Objetivo.- El principal objetivo de los vuelos al fiador es conocer el margen de seguridad de nuestras aves en relación a su peso. Para determinar el margen de seguridad necesitamos constatar cuál es su peso de vuelo, que será aquél en el que nuestra ave responde de forma constante, segura y rápida a nuestra llamada y su peso límite, que será aquel en el que el ave ya muestra claros signos de indecisión a la hora de responder a nuestra llamada. Una vez conocido el margen de seguridad de nuestra ave estaremos en condiciones de prescindir del fiador y empezar a volarla completamente libre. Como norma general, con respecto al manejo del peso en las aves de Cetrería, siempre intentaremos mantenerlas con el máximo peso posible, que es el estado en el que nuestra ave se encontrará más motivada, con más autoconfianza (fe) y con mayor rendimiento físico. Una vez que nuestra ave esté preparada para volar libre iniciaremos su ejercitación física para ponerla en condiciones de afrontar con éxito la caza. Condicionamiento físico. Una vez sacada a nuestra ave del fiador, tendremos un ave en condiciones de volar libre pero carente de la condición física necesaria para afrontar con un éxito consistente la captura de presas salvajes en su medio natural. Nuestra prioridad a partir de este momento será mejorar su condición física a través de diferentes técnicas. Las más habituales son los vuelos a la tira, los saltos verticales y los stoops (halcones). o o o Vuelos a la tira. Los vuelos a la tira son vuelos en línea recta que realizan las aves llamándolas al puño o al señuelo. Como todos los ejercicios, este tipo de vuelos los realizaremos en un régimen de dificultad progresiva. De este modo iremos aumentando paulatinamente las distancias y variando gradualmente la dificultad del terreno. Cuando nuestra ave esté en una buena condición física podremos volarla grandes distancias, cuesta arriba y con un viento moderado en contra. Con este tipo de ejercicios mejoramos la condición aeróbica de las aves, su resistencia y su sistema respiratorio. Saltos verticales. Los saltos verticales constituyen un excelente ejercicio que mejora sustancialmente la condición física de las aves. Consiste en hacerlas saltar verticalmente desde el suelo o desde un posadero bajo a nuestro puño o, idealmente, a una percha en T. En un principio la secuencia es una recompensa por cada salto hasta que estén trabajando en un régimen de aproximadamente 75 saltos por sesión. A partir de este momento empezaremos a aumentar el número de saltos utilizando el “refuerzo intermitente” de forma que el ave recibe su recompensa de forma aleatória. Compensando aleatoriamente conseguiremos aumentar considerablemente el número de saltos por sesión. Stoops. La técnica de los stoops consiste en hacerle repetidas pasadas a un halcón utilizando para ello un señuelo de entrenamiento. Éstos consisten en voltear el señuelo y retirárselo en el momento en que el halcón intente capturarlo. Su dificultad principal estriba en adquirir la coordinación necesaria con nuestro halcón. Con este tipo de ejercicio se mejora considerablemente la musculación de nuestra ave, así como su habilidad para capturar las presas en el aire. Como en cualquier otro programa de condicionamiento físico deberemos ir aumentando progresivamente su nivel de intensidad y de dificultad. Otros procedimientos utilizados para muscular a nuestras aves son el uso de señuelos mecánicos y la suelta de escapes. A través de un programa que combine los vuelos largos a la tira con los saltos verticales conseguiremos una condición física óptima para afrontar con garantías de éxito la fase de introducción a la caza. Una vez que nuestra ave esté iniciada en la caza, ésta le proporcionará el mejor ejercicio físico posible, ya que lógicamente trabajará específica e intensivamente aquellas cualidades que necesita desarrollar para el tipo de lance y presa a la que está dedicada. Vuelos a tornos.- Son vuelos circulares en torno al cetrero y son específicos para las aves de altanería. Inicio.- Empezaremos a fijar este tipo de vuelos cuando el ave en cuestión haya mejorado considerablemente su condición física con los vuelos a la tira. Objetivo.- La finalidad de estos vuelos es hacer que nuestra ave vuele centrada en la figura del cetrero y de los perros, ya que éstos serán sus auxiliares que trabajarán para encontrarle, fijarle y levantarle la caza. Una vez fijado este comportamiento en nuestra futura ave de altanería, tendremos que empezar a recompensar en cada sesión de entrenamiento un incremento diario de su altura máxima de vuelo hasta que alcancemos el techo necesario para la captura de una determinada especie. Introducción a la caza.- El primer objetivo de esta fase es el de proporcionarle a nuestra ave un referente de búsqueda que lo enfoque en la captura de determinadas presas. Para conseguir este objetivo, normalmente se utilizan escapes de la especie que pretendemos cazar y/o señuelos que presentan ciertas similitudes morfológicas con la presa escogida. Existen dos tipos de escape, los salvajes precapturados y los nacidos y criados en cautividad, siendo el uso de los salvajes precapturados, que solo podremos conseguir en períodos hábiles de caza, mucho más aconsejables que los criados por el hombre. Su uso nos permite realizar simulaciones de caza de dificultad progresiva que familiarice al ave con un tipo de presa en particular y con sus específicas estrategias de huída. Con un grado de musculación óptimo y habiéndole realizado, a lo sumo, dos o tres escapes, nuestra ave estará en las condiciones apropiadas para iniciarse con éxito en la caza de presas salvaje Técnicas de Bajo Vuelo. F. Ramírez A brazo tornado y con la empuesta. El Bajo Vuelo es la modalidad de la Cetrería que se practica con aves pertenecientes, dentro de su clasificación taxonómica, a la familia de las Accipitridae. Dentro de esta familia, las especies legalmente autorizadas en Andalucía y más utilizadas son: el azor, el águila de Harris, el gavilán y el buteo de cola roja y ,de utilización más minoritaria, el buteo regalis, el gavilán de Cooper, el gavilán negro o el tachiro… Por las características morfológicas y del comportamiento de las aves utilizadas en Bajo Vuelo, los lances de esta modalidad se caracterizan por ser vuelos explosivos, generalmente de poca duración y de escasa altura y que suelen resolverse habitualmente en uno o dos intentos de captura. En esta modalidad las presas pueden ser tanto de pelo como de pluma y se caracteriza por la ejecución de dos tipos de lances: lances de mano por mano y lances de altanería. Lances de mano por mano. Para la ejecución de estos lances el cetrero porta el ave en su puño mientras bate el terreno intentando localizar y desalojar a una posible presa. Para el trabajo de localización y desalojo, el cetrero puede estar auxiliado por la inestimable labor de un perro que haya sido adiestrado para el trabajo cooperativo con un ave de presa. Una vez localizada la presa, el ave intentará capturarla haciendo uso de la gran capacidad de aceleración que suele caracterizar a las rapaces utilizadas en Bajo Vuelo. Una vez resuelto el lance se procederá a recompensarla en caso de captura o a recuperarla en caso de que la pieza haya conseguido escapar. La recompensa sobre una pieza capturada puede ser de dos tipos: cortesía o cebadura. La cortesía es una pequeña recompensa que recibe el ave sobre la misma pieza capturada, sobre el guante o sobre el señuelo y es el premio a una captura cuando se pretende seguir cazando con el ave. Normalmente optamos por la cortesía cuando la captura no se corresponde con la pieza buscada, o cuando la captura se ha producido en condiciones muy ventajosas. La cebadura es una gran recompensa sobre la captura con la que se da por finalizada la caza con el ave en cuestión. Normalmente optamos por la cebadura cuando se ha producido una captura en condiciones óptimas de dificultad y por regla general, cuando capturamos especies que en sí mismas suponen siempre un gran reto para la rapaz. La captura de una liebre por un Harris o azor que se produce a gran distancia, o con el viento en contra o cuesta arriba, o con una conjunción de estos tres factores, debe estar recompensada con una cebadura acorde con el logro conseguido. Este tipo de recompensas nos sirven para fijar en la mente de nuestra ave que una captura en estas condiciones equivale siempre e inexcusablemente a una completa y abundante gorga. La captura de una liebre por un macho de Harris debe ser siempre recompensada con una excelente cebadura. Lances de empuesta. El objetivo de los lances de empuesta es la captura de piezas localizadas a una distancia considerable, aprovechando el factor sorpresa que proporciona a nuestra ave un vuelo de ocultación en el terreno. Los dos factores que juegan por tanto a nuestro favor en este tipo de lances son el mencionado factor sorpresa y la aceleración que adquiere el ave en estos vuelos de larga distancia. El perfil de un ave que cace de empuesta es la de un ave: o o o Que ha sido condicionada psicológicamente para atacar presas que se encuentran a mucha distancia. Que ha sido musculada convenientemente para cubrir esta distancia y para poder resolver el lance con una intensa persecución directa, una vez que la presa se ha percatado de la presencia del depredador. Y que ha sido enseñada a regresar al puño desde largas distancias para favorecer su recuperación en caso de fallar el lance. Un factor crítico de los vuelos de empuesta es la elección del terreno. En ningún caso elegiremos terrenos totalmente despejados que no ofrezcan ningún tipo de vegetación o accidentes del terreno que nos ayuden a ocultar el vuelo de nuestra ave. De igual forma, situarnos de espaldas al sol favorecerá notablemente su invisibilidad. Es de sentido común pensar que el uso de cascabeles está totalmente desaconsejado en este tipo de lances. Estas dos modalidades constituyen y representan la visión ortodoxa del Bajo Vuelo, si bien existen otras manifestaciones que se alejan de esta concepción y que abren nuevas opciones para el manejo de estas aves. Volar un azor o un Harris por altanería o un Harris “a la inglesa”, es decir totalmente suelto ocupando aquellos posaderos que le ofrezcan más ventajas para el éxito en la caza, son nuevas y audaces formas de entender el potencial de estas aves. Técnicas de Altanería. F. Ramírez La altanería TÉCNICAS DE ALTANERIA. ¿QUÉ ES “LA ALTANERÍA”? Es la modalidad de caza con aves rapaces, generalmente falcónidas (halcones) y sus diferentes hibridaciones, en la que enseñamos al ave a tomar altura, lo suficientemente efectiva para dar caza a la presa previamente localizada y levantada por perros o cetreros. La altanería es quizá la modalidad cetrera más compleja que existe, exigiendo del cetrero importantes conocimientos y habilidades técnicas. En la actualidad, existen diferentes métodos y técnicas para hacer subir al halcón, cada una más o menos eficaz. En este manual, vamos a nombrar las más comunes y efectivas a día de hoy. Como fase previa a cualquiera de estas técnicas para hacer altanero a un halcón, será necesario introducirlo al señuelo y ejercitarlo convenientemente para que adquiera un grado de musculación óptimo y pueda acometer con éxito cualquiera de las técnicas que nos van a permitir que nuestro halcón adquiera un buen techo. Para conseguir esta condición física haremos uso de los vuelos a la tira, primero a distancias cortas y usando el fiador y, a partir de 40 o 50 metros, si el halcón acude bien a nuestra llamada, prescindiremos de la cuerda para ir aumentando progresivamente la distancia de llamada hasta que cubra distancias de 400 o 500 metros. Una vez que nuestro halcón ha sido trabajado convenientemente con el señuelo y hayamos mejorado su condición física pasaremos a hacerlo redondo, es decir, debemos conseguir que nuestro halcón vuele en tornos alrededor nuestro cada vez que lo soltemos. Una vez conseguidos estos objetivos estaremos en condiciones para ir mejorando día a día su altura de vuelo hasta conseguir el techo deseado. Para ello debemos utilizar alguna de las técnicas que se describen a continuación. o o Adiestramiento con palomas: Se ha demostrado que con palomas de escape bien administradas se puede llegar a conseguir que el halcón se sitúe en el techo deseado, llegando a alcanzar también a través de este sistema, un grado de musculación óptimo para la caza. La técnica se basa en recompensar la altura y el centrado correcto con la suelta de una paloma fácil y de “castigar” una altura deficiente o un mal centrado con la suelta de palomas muy fuertes y difíciles. Con este régimen de recompensa el halcón aprende a subir y a estar centrado en espera de esa paloma fácil que atrapará de manera eficaz. Adiestramiento con cometas o globos: Este método cumple también dos finalidades; por un lado enseñamos a nuestro halcón a ganar altura haciéndole subir a capturar el señuelo que previamente habremos colocado en el arnés de la cometa o del globo, y por otro lado musculamos al pájaro con el ejercicio físico que suponen estas duras ascensiones. Una vez que nuestro halcón esté perfectamente mecanizado en la realización de estos vuelos de ascensión, haremos la transición a la suelta de escapes para recompensar la altura conseguida al tiempo que procederemos a la retirada definitiva de la cometa o globo. La caza. F. Ramírez La caza: una tradición cargada de historia. La cetrería es la modalidad de caza por excelencia, en la que no cabe la mediocridad, solo la perfección, además de ser una de las modalidades de caza más selectivas que existen con un impacto cero sobre el medio ambiente. Su práctica por parte de los cetreros debe hacerse de la forma más deportiva, noble y ejemplar posible. Para conseguir esto debemos seguir las siguientes pautas: o o o o o o Respetar la legislación vigente en cuanto a orden de vedas, especies cinegéticas y especies protegidas. Respetar los cupos de caza y normas interna de los cotos. Participar activamente en la gestión sostenible de tu coto de caza trabajando para que el tamaño y salud de las poblaciones de las especies cinegéticas sea siempre el adecuado. Buscar la calidad del lance sobre el número de capturas. Evitar sufrimiento a las presas. Ser amable, dialogante y educado con el resto de personas que encuentres en el campo (cazadores, ganaderos, agricultores, guardas…). Telemetría. F. Ramírez Equipos de telemetría Es actualmente la tecnología usada en Cetrería para la búsqueda y localización de nuestras aves. Consiste en la combinación de un pequeño emisor que se coloca al ave y un receptor que recibe la señal que emite dicho emisor, aportándonos información aproximada sobre la dirección y distancia en la que se encuentra nuestra ave. El receptor puede colocarse en el tarso del ave mediante un pequeño correón, en la cola con un clip que se adapta a alguna pluma, normalmente central, o mediante un arnés que lo sitúa en la espalda del ave. Los equipos de telemetría los hay de más o menos alcance, dependiendo de si nos decantamos por una u otra modalidad (altanería o bajo vuelo) y con diferentes frecuencias. Ahora bien, independientemente del que usemos, tanto el emisor como el receptor deben ser de la misma frecuencia. Las más frecuentes son 216 y 433 Mhz. Siempre que salgamos al campo con nuestro pájaro, antes de ponerlo en libertad, debemos colocarle el receptor una vez hayamos comprobado su correcto funcionamiento, así como el nivel de carga de las pilas del emisor y la carga de la batería del receptor. Actualmente se está avanzando considerablemente en los procedimientos de búsqueda y localización de aves, fundamentalmente con la incorporación de los sistemas GPS que los hacen muchos más efectivos y fiables. Estos sistemas, junto a novedosas aplicaciones informáticas, permiten mostrar sobre un mapa todo el recorrido del ave durante el vuelo junto a parámetros de innegable interés para el cetrero, como puedan ser las distintas alturas alcanzadas. El uso de la telemetría en Cetrería debe estar totalmente generalizado entre todos los cetreros, ya que es indispensable para evitar la pérdida de nuestras aves y para garantizar de esta forma su propia seguridad. MÓDULO III.MANTENIMIENTO Y CUIDADOS GENERALES: Alimentación. Según determinados estudios, la mayoría de las enfermedades inespecíficas en rapaces puede achacarse a una alimentación deficiente (Forbes y Rees Davies 2000). Para una correcta alimentación, tenemos que tener presente en primer lugar, que unas medidas higiénicas inadecuadas pueden provocar contaminación bacteriana. Igualmente, a fin de evitar algunas patologías, la carne que suministremos tendrá que haber sido previamente congelada, sin embargo, una alimentación que ha estado bajo un largo período de almacenaje pierde su poder nutricional, vitaminas y agua, por lo que el alimento no tendría que almacenarse congelado un período superior a los tres meses de congelación. Para el control del peso de nuestro pájaro tenemos que tener presente, según Barton et Houston (1993), cuando alimentamos el peregrino con conejos de ocho días, su masa corporal inicial pierde el 5.01% y cuando se alimentan con la misma masa de palomas, los peregrinos ganan un promedio de 1.81% de la masa corporal inicial. Los últimos estudios realizados sobre la alimentación de rapaces indican que, en el caso de los pollitos de un día, tienen un alto nivel de proteínas, proporcionan una dieta baja en grasas y excelentes niveles de vitaminas y calcio, que en el caso de las codornices, estas son una buena fuente de vitaminas y minerales, y que en el de las ratas, poseen altos niveles de vitamina E y un valor nutricional excelente, así como una reducción en la transmisión de enfermedades. En lo referente a las presas silvestres, tenemos que considerar la vía de trasmisiones patógenas, por lo que habremos de extremar su consumo, incluso abriendo el abdomen y examinando el estado del hígado, al punto de desechar la presa si son observables lesiones en sus órganos. La evisceración de las presas, deberá hacerse en todo caso a nivel de los intestinos, pues tenemos que tener presente que el resto de órganos contienen un gran poder vitamínico. Por todo ello, para una correcta alimentación, ésta tendrá que ser lo más variada posible, conteniendo tejido muscular, adiposo, glandular, huesos, pelo y plumas. En algunos momentos será recomendable el aporte de algún complejo vitamínico, siempre bajo la indicación de un veterinario especializado. RECHAZO DE PRESAS SEGÚN SU ASPECTO FISICO: A la hora de alimentar a nuestras aves y poniendo como ejemplo una paloma, usaremos aquellas que presenten un plumaje sedoso y aterciopelado (la rechazaremos si está sucio y sin brillo), que observada la cloaca, no esté manchada de excrementos, que observada la garganta no presente ningún tipo de placas en su interior y rechazaremos también aquellas que consideremos delgadas al ver descarnados los músculos pectorales. Eliminaremos por precaución todo el aparato digestivo incluida la cabeza. Asimismo, eliminaremos todo animal al que se le observen lombrices, que presenten la garganta inflamada u órbita de los ojos, o que posean verrugas en los bordes del pico, párpados o patas y todas aquellas que presenten manchas irregulares en el hígado o anomalías en cualquiera de sus órganos. En el caso de adquirir palomas vivas para la suelta, es necesario someterlas a una pequeña observación en el palomar, por si se detectan giros nerviosos de cuello y cabeza, en cuyo caso deben ser totalmente desechadas. Protocolos de manejo saludable. MANTENIMIENTO En este apartado queremos hacer ver la importancia del ejercicio físico, el arreglo de garras, picos y plumas, la desinfección de las instalaciones y del equipo cetrero, el análisis de las deyecciones para controlar una posible población de parásitos, y el buen estado del ave en general. EJERCICIO FÍSICO De todos es sabida la importancia del ejercicio físico en las personas para mantener una buena salud, pues con ello se benefician las diferentes partes del organismo. En el caso de nuestras aves cautivas, con más razón necesitan esta actividad con objeto de evitar el desarrollo de diversas patologías. Así pues, en la medida de lo posible, nuestras aves volarán a diario, acortando los periodos de reposo. ARREGLO DE GARRAS Para la correcta actividad de nuestras aves es necesario mantener periódicamente atendido el arreglo de garras, picos y plumas, pues con el crecimiento o con el deterioro, nuestras aves pueden ver mermadas sus capacidades para la caza y/o su bienestar y estado de salud. En el caso de las garras, al no encontrarse el ave en su medio natural, las uñas crecerán desproporcionadamente y nos veremos obligados a reducir su tamaño. Comenzaremos cortando la uña en su justa medida, con un cortaúñas de los utilizados para perros o gatos y a continuación se procederá a limar dando la forma adecuada y procurando terminar la operación con un pulimentado. En el peor de los casos se pulirán con una lija fina de agua, para evitar posibles astillamientos en la uña. ARREGLO DEL PICO Actuaremos con el pico de la misma forma que con las garras, si bien tenemos que lijar en el mismo sentido que el ave sigue para limpiarse el pico. En el caso de los halcones, será muy útil introducir en la base del pico un lapicero de madera blanda para mantener abierta la boca, facilitando así la operación. No debemos olvidar pulimentar el pico, sin llegar a calentarlo, para evitar posibles astillamientos. F. Ramírez Arreglo en las plumas de nuestras aves ARREGLO DE PLUMAS Uno de los más grandes caballos de batalla del cetrero, será la cola de nuestras aves, sobre todo en el caso de los accipíteres. Una pluma que se tuerce tiene arreglo, siempre y cuando actuemos enseguida. Para ello basta humedecer la pluma y aplicarle una pinza caliente. En caso de no tener dicho instrumento podremos valernos de un encendedor que, una vez caliente la boca por donde sale la llama la aplicaremos a la pluma una vez humedecida, incluso con nuestra propia saliva si es urgente. También puede reducirse el daño presionando la pluma humedecida con el índice y el pulgar repetitivamente. Al llegar a casa, introduciremos la cola en agua caliente –no en exceso- y la pluma quedará perfectamente restaurada. Para rehabilitar la cola una vez dañada, podremos utilizar trozos de seguetas –las utilizadas en marquetería- o el propio raquis de las plumas según el caso, para que sirvan como agujas de sujeción en el injerto de las plumas, aplicadas con un pegamento de acción rápida. El injerto deberá hacerse a la altura de las plumas supracobertoras que existen por encima de la cola, pues de no ser así, cualquier arreglo al extremo de la cola será más susceptible de rotura por falta de flexibilidad en los extremos de las agujas. DESINFECCIÓN DE LAS INSTALACIONES Y DEL EQUIPO DE CETRERO Las instalaciones deberán ser periódicamente tratadas, sobre todo al comienzo y al final de la muda: paredes pintadas, suelos y posaderos desinfectados. Si los posaderos son de madera, es necesario tratarlos con antihongos. Las instalaciones deberán estar corrientes de aire y la humedad. ventiladas, evitándose las Si el pájaro está ajardinado, se cambiará diariamente la posición del posadero y se procurará que durante la noche esté cubierto del relente. En ningún caso el equipo será utilizado por más de un ave. Cada pájaro tendrá asignada su caperuza, señuelo, guante, lonja, bancos, baño y caja de trasporte. ANÁLISIS DE LAS DEYECCIONES PARA CONTROLAR POSIBLES PARASITACIONES Es aconsejable que tanto al comienzo de la actividad de caza como al final de la misma, efectuemos análisis clínicos a nuestros pájaros, al menos en lo concerniente a la detección de parásitos en las deyecciones, para proceder a continuación a su tratamiento. EL BUEN ESTADO DEL AVE Un pájaro sano es un ave despierta, viva, con el ojo redondo, la piel estirada (sin pliegues en sus patas), el plumaje oleado, las manos y ceras jaldadas, que come carne con fuerza, que devuelve la plumada sin malos olores, cuyas tolleduras quedan perfectamente definidas, tanto el blanco de la orina como la porción negra de las heces y que, al ponerlo en el baño no beba en exceso. Descripción y consejos sobre las principales enfermedades en aves de Cetrería. F. Ramírez Necrosia: tratar de localizar la causa, para identificar la enfermedad. El principal compromiso que un cetrero debe adquirir al responsabilizarse de un ave de cetrería, será el procurarle en todo momento el mayor bienestar posible, ya que de su buen estado dependerá su salud. Teniendo un ave sana, se evitarán la mayoría de las enfermedades más comunes en rapaces. Las principales enfermedades de las rapaces están producidas por: virus, bacterias, hongos y parásitos. VIRUS: Un virus es un agente infeccioso microscópico acelular. Diftero –Viruela La enfermedad la causa un poxvirus del grupo avipoxvirus y es muy contagiosa. Se transmite con aves contaminadas, picaduras de mosquitos y ácaros. Comienza con pápulas de color amarillo a marrón en comisura del pico, párpados, patas o cloaca. En su forma diftérica, forman placas de color gris marrón y caseosa, ubicándose en lengua, faringe y laringe. En los casos agudos se manifiesta con abatimiento, anorexia y signos respiratorios. Debemos evitar alimentar con aves infectadas, mantener desinfectadas las mudas y en lugares con abundancia de mosquitos también debemos preservar las mudas con mosquiteras. Newcastle Enfermedad muy contagiosa causada por el virus paramixo (enfermedad de Newcastle). Se presenta inicialmente con problemas digestivos para a continuación afectar el sistema nervioso, observándose movimientos de la cabeza (cabeza invertida), parálisis de las alas y/o patas. Antes de suministrar escapes a nuestras rapaces, debemos aislarlos y observar si existe alguna anormalidad en su comportamiento. Debemos evitar en las instalaciones la entrada de gorriones, tórtolas turcas o palomas que puedan provocar la infección. Herpesvirus Enfermedad denominada de cuerpos de inclusión de los halcones (Beta-Herpesvirinae). Primariamente se instala en el tejido linfático. El virus puede permanecer en el ave en estado de latencia y al momento de cambios metabólicos o situaciones estresantes como la falta de alimentos, pueden desencadenar la enfermedad, que llega a ser letal. Se produce una mayor incidencia de la enfermedad en aves que permanecen en cautividad. Por la similitud con el virus de las palomas, se entiende que la transmisión se lleva a cabo al alimentarse nuestras rapaces con aves infectadas. Adenovirus Enfermedad muy letal, generalmente con síntomas intestinales, anorexia, deshidratación, diarrea y muerte súbita. Debemos evitar alimentar a nuestras rapaces con aves infectadas. Para ello extremaremos la observación de las presas según su estado físico o de anomalías en sus órganos internos. BACTERIAS: Son microorganismos unicelulares. Tuberculosis Esta enfermedad la produce una microbacteria, normalmente (Mycobacterium avium), es infecciosa y crónica y pasarán muchos meses para que se manifieste. Sin pérdida aparente de apetito, irá progresivamente disminuyendo su peso, presentará atrofia muscular, debilidad, anemia y un excesivo deseo de beber. Se trata de una infección altamente peligrosa, presentando nódulos fundamentalmente en hígado, bazo e intestino. En ningún caso alimentaremos a nuestros pájaros con palomas u otras aves que presenten el plumaje sucio-mate o deteriorado y, en este caso, prestaremos especial atención a las plumas rémiges de las alas. Las malas condiciones de limpieza en baños e instalaciones, así como una insuficiente alimentación influyen en la aparición de esta enfermedad. Cólera aviar Enfermedad también conocida como Pasteurellosis aviar o Septicemia hemorrágica aviar, es contagiosa y la ocasiona una bacteria (Pasteurella multocida). La infección y el curso de la enfermedad, dependerá de las circunstancias en que se encuentre nuestra ave y la virulencia de la cepa. Penetra a través de las membranas mucosas de la faringe o pasajes aéreos superiores, membrana del ojo y lesiones en la piel. Se transmite a través del alimento suministrado, agua, roedores y otras plagas, presentando focos necróticos en hígado, abscesos en el esófago y lesiones viscerales. El ave presenta trastornos respiratorios, diarrea verde, perdida de peso, septicemia etc. La enfermedad suele presentarse durante los meses fríos y húmedos, final del verano, otoño e invierno. Debemos extremar las medidas higiénicas, evitar la presencia de roedores y rechazar como alimento cualquier ave que presente alguna duda. Salmonelosis Esta enfermedad la produce una bacteria (Salmonella typha muricum). Su propagación se realiza a través de las deyecciones fecales, de agua contaminada y alimentación por aves infectadas. Las aves presentan somnolencia, alas caídas, plumas erizadas, giros de cabeza, anorexia, diarrea, deshidratación, adelgazamiento y un elevado consumo de agua. La carne del pecho se torna azul y quedan afectados: bazo, hígado, riñones y órganos sexuales. Dada la elevada resistencia de la bacteria, que en el agua puede ser de semanas y en las deyecciones fecales secas puede sobrevivir durante dos años, es de obligado cumplimiento la desinfección periódica de las instalaciones. Coriza infeccioso Se trata de una enfermedad respiratoria causada por el bacilo Avibacterium paragallinarum, que afecta a las vías respiratorias altas. Se presenta una gran inflamación a nivel de la mucosa nasal, senos para-nasales y conjuntiva ocular. La cara del ave se muestra inflamada y con el ojo hundido al extremo de reventar la piel, desprendiendo un líquido seroso, que también eliminan por las fosas nasales, inflamación de la conjuntiva e hinchazón de la cabeza. Enfermedad muy conocida en las gallinas. Puede trasmitirse por la alimentación con aves infectadas. Debemos evitar la alimentación de presas y pollos de corral que evidencien la enfermedad. Estaficococosis Enfermedad también denominada pododermatitis que los antiguos llamaban CLAVO. Está originada por bacterias anaerobias normalmente Staphylococcus-aureus. Infección que afecta sobre todo a las rapaces en cautividad, cuya dolencia se manifiesta en las plantas de las manos como consecuencia de la falta de ejercicio, inadecuados posaderos y deficiente nutrición así como mala desinfección de las instalaciones. Se presenta con unas pequeñas costras oscuras parecidas a la cabeza de un clavo, por el que recibe su nombre. En muchos de los casos la infección penetra en el ave a través de las heridas que son infligidas por sus propias uñas. El ave en su dolencia, levanta una pata manifestando dolor e intentando descansar. La infección destruye los ligamentos y afecta a las articulaciones llegando a paralizarlas. Debemos mantener desinfectados los posaderos, utilizándolos adecuadamente según la anatomía de las garras. Diferenciaremos los posaderos de accipíteres de los de falcónidas. Se procurará no dejar crecer excesivamente largas y puntiagudas las uñas. De no actuar a tiempo, la enfermedad puede ser letal. HONGOS: Los hongos son plantas talófitas carentes de clorofila. Señalaremos como más comunes Aspergillus Fumigatus y Candida Albicans. Aspergilosis Enfermedad grave producida por un hongo “Aspergillus Fumigatus. El ave afectada presenta dificultad en la respiración, y quedan afectados los pulmones y sacos aéreos, presentando manchas blancas o amarillas y lesiones. Las esporas se propagan por el viento y pueden crecer en materia orgánica como yemas de huevo, maderas no tratadas, cartón, etc. El crecimiento del hongo se ve favorecido por una alta humedad, acompañada de altas temperaturas. Debemos tratar toda la madera con algún producto fungicida. Candidiasis Enfermedad producida por un hongo (Candida Albicans). Se presentan en aves que tienen el sistema inmunológico comprometido, por lo que suele aparecer después de un prolongado tratamiento de antibióticos de amplio espectro. Debemos mantener sanas a nuestras aves y mantener una especial higiene de las instalaciones y baños. PARÁSITOS: Los parásitos se dividen en endoparásitos, que son aquellos que viven dentro del organismo del animal y los ectoparasitos o parásitos externos: ácaros, moscas, mosquitos, etc. que por considerarlos por si solos, de menor importancia en la salud de nuestras aves, no serán reflejamos en este manual. La Coccidiosis: Producida por un protozoo microscópico, un parásito intestinal que se produce por ingestión de alimentos contaminados con excrementos. El ave presenta manchas de sangre en las deyecciones. Comienza una progresiva pérdida del apetito y por consiguiente de peso. Debemos mantener la desinfección de las instalaciones y no suministraremos las patas de las presas criadas en cautividad. La Tricomonas: Producida por un protozoo, “Tricomonas Gallinae”, que los antiguos cetreros denominaban “Güérmeces”. Se observarán placas de color blanco-amarillento en el interior de la boca y garganta y se apreciará dificultad de cerrar el pico. Se evitará dar plumas o pelo, mientras posean dichas placas. Es transmitida principalmente por palomas. Debemos controlar las posibles palomas portadoras y en todo caso proceder a la congelación antes de suministrarlas como alimento. Filarias, tenias, capillarias y lombrices: La proliferación de estos parásitos, se agudiza cuando nuestras aves están debilitadas. Filarias Las filarias son nematodos que se transmiten mediante vectores como los mosquitos en su forma microfilarias. Se aloja en ojos, corazón y sacos aéreos. Evitaremos dar de comer aves parasitadas. Capilariosis Son parásitos de varias especies de nematodos, del género capillaria, parasitando el tubo digestivo: esófago, buche, intestino delgado y ciegos. El ave presenta trastornos diarreicos, en ocasiones sanguinolentos y mal olientes, vómitos, anorexia y pérdida de peso. Evitaremos las presas contaminadas. Debemos desinfectar y fumigar, pues la transmisión puede ser por medio de aves, mamíferos y otros. Tenias Son gusanos planos, segmentados. Producen un progresivo adelgazamiento y abatimiento del ave. Pueden llegar a causar síntomas nerviosos e incluso parálisis de los miembros. En las deyecciones pueden verse segmentos de las tenias. Evitaremos presas contaminadas. Debemos desinfectar y fumigar, pues la transmisión puede ser por medio de un huésped, normalmente un insecto. Lombrices Son gusanos redondos “ascáris”, presentes en el tubo digestivo. Pueden llegar a producir inapetencia, abatimiento, erizado de las plumas, etc. Las deyecciones pueden presentarse sanguinolentas y observarse lombrices expulsadas. Evitaremos dar de comer presas infectadas. Dada la resistencia de los huevos de estas lombrices se recomienda una intensa medida de sanidad. MÓDULO IV.- LEGISLACIÓN: F. Ramírez Documentación de cetrero y reglamentación. Requisitos administrativos del cetrero: carné de cetrero, licencia de cetrería y permisos y autorizaciones para cazar. Introducción La cetrería, legislativamente hablando, ha transcurrido por etapas tan distintas como pasar de poder cazar diariamente a ser prohibida en todo el territorio Nacional. Pero hagamos un poco de memoria y conozcamos algunas de las leyes que han marcado la historia más reciente de la práctica de la cetrería. En el polo positivo encontraríamos la ORDEN de 27 de mayo de 1987, por la que se fijan los periodos hábiles de caza en Andalucía así como las vedas especiales para la campaña 1987/88, prorrogándose también para la campaña 1988/89, y que en su artículo 15º reconoce las peculiaridades de la cetrería y lo que es más importante, permite la caza fuera del periodo hábil fijado para las diferentes especies cazables, indicando que “las aves de cetrería podrán cazar lo correspondiente a su sustento diario, al igual que hacen sus congéneres salvajes, es decir, una sola pieza por ave y día , para especies de mediano y gran tamaño y dos piezas de pequeño tamaño por ave y día para aves de cetrería menores”, a excepción del período comprendido entre el 15 de marzo y el 15 de junio, en el que sólo se permitía volar y entrenar las aves sobre señuelos artificiales o piezas de escape debidamente marcadas. En el polo negativo estaría el REAL DECRETO 1095/1989 de 8 de septiembre de 1989, por el que se prohibió la Cetrería en todo el territorio Nacional, al ser considerada un procedimiento masivo y no selectivo para la captura de animales. Este contratiempo para la Cetrería motivó la unión de todos los cetreros a nivel Nacional, creándose una Coordinadora de Asociaciones de Cetrería, donde se integraron entre otras, ACESUR, ACEAN, así como Asociaciones Andaluzas ya desaparecidas, que lo impugnaron ante el Tribunal Constitucional, consiguiendo que 6 años después, el citado Tribunal, concretamente el 25 de junio de 1.995, dictara sentencia sobre la LEY 4/1989 y los REALES DECRETOS que la desarrollaban como el REAL DECRETO 1095/1989, declarando nulos algunos de sus artículos, entre otros el relativo a los métodos masivos y no selectivos de capturas. En la actualidad, la práctica de la Cetrería en la Comunidad Autónoma de Andalucía se regula por la ORDEN de 12 de marzo de 1997 y la caza por el DECRETO 182/2005, en el que se aprueba el Reglamento de Ordenación de la Caza (ROC), aunque en la actualidad se trabaja en una nueva ORDEN que regule la práctica de la Cetrería, así como en la modificación del articulado del ROC y concretamente desde la Comisión de Cetrería de la Federación Andaluza de Caza, en la modificación del artículo 86, que es el referente a la Cetrería. REQUISITOS ADMINISTRATIVOS DEL CETRERO Estos requisitos están recogidos en la ORDEN de 12 de marzo de 1997, (BOJA 41/1997, de 8 de abril). Aquí vamos a resumir ó esquematizar para hacer más ameno este apartado, ya que como hemos indicado anteriormente, se está elaborando una ORDEN que sustituirá la vigente. Para poder practicar la cetrería en Andalucía los interesados deberán reunir los siguientes requisitos: o o o o Ser mayor de 16 años. Estar en posesión del Carné de Cetrería, expedido por la Consejería de Medio Ambiente. Estar en posesión de las Licencias de Caza, clase A ó B y C1. Estar en posesión de los Permisos de Tenencia de las aves de cetrería con las que se pretende realizar dicha actividad. Para obtener de Carné de Cetrero es necesario: o o o o Permiso de adiestramiento preparatorio para las pruebas de aptitud de cetrería. Pertenecer a alguna asociación de cetrería de Andalucía (no aparece en la ORDEN, pero es un requisito exigido por la Consejería de Medio Ambiente). Superar las pruebas de aptitud establecidas por la Consejería de Medio Ambiente con el asesoramiento de las Asociaciones de Cetrería Colaboradoras y la Federación Andaluza de Caza. Remitir solicitud a la Delegación Provincial de Media Ambiente correspondiente (una vez superadas las pruebas de aptitud). Para poseer las Licencias de Caza es necesario: o o o Haber superado el examen del cazador, imprescindible para tramitar las licencias de la clase A ó B (A – caza con armas de fuego. B – caza sin armas de fuego). Tener un seguro de responsabilidad civil. Estar inscrito en el registro de cetrería de los Servicios Centrales, imprescindible para tramitar la licencia de la clase C1. (El cetrero es inscrito en este registro al obtener el carné de cetrero). Para obtener el permiso de tenencia de un ave de cetrería es necesario: o Presentar solicitud en la Delegación Provincial de Medio Ambiente, acompañada de fotocopia del carné de cetrero, croquis de las instalaciones (ya prácticamente no es o necesario), y documentos que acrediten la legalidad del origen y procedencia del ave (CITES, Certificado de Cría en Cautividad, Cesión o factura de compra). Pasar la inspección de las instalaciones y comprobación de la legalidad del ave. Sintetizando, es necesario: o o o o Ser mayor de 16 años. Poseer el carné de cetrero. Poseer las licencias de la clase A ó B y la licencia de la clase C1. Tener el permiso de tenencia de las aves. Para cazar con aves de cetrería es necesario observar los siguientes requisitos: o o Realizar la práctica cinegética dentro del periodo hábil fijado en cada provincia para las diferentes especies cazables. Que esté contemplada la Cetrería como modalidad cinegética en el Plan Técnico del coto. El resto del año solo se podrá volar y entrenar con señuelos artificiales o piezas de escape de especies cinegéticas procedentes de explotaciones industriales, acreditando su origen, en los Escenarios de Caza de cada Coto, creados para tal fin. Especies cazables y especies protegidas. Las especies cazables están relacionadas en el ANEXO I del DECRETO 182/2005, ROC, Reglamento de Ordenación de la Caza, y aunque este anexo puede modificarse anualmente en la ORDEN GENERAL DE VEDAS, hasta la fecha no hemos tenido éxito con las demandas de inclusión en este listado de varias especies que podrían ser perfectamente objeto de caza por diversos factores. En ningún caso se considerarán especies cinegéticas las especies de fauna silvestres que se incluyan en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas (consultar las especies cazables en la web Especies Cazables en Andalucía). ESPECIES OBJETO DE CAZA A) CAZA MAYOR Cabra montés Ciervo Corzo Gamo Muflón Argüí Jabalí B) CAZA MENOR Conejo Liebre Perdiz Becada Faisán Codorniz Tórtola común Paloma torcaz Paloma zurita Paloma bravía Colín de Virginia Colín de California Estornino pinto Zorzal real Zorzal alirrojo Zorzal charlo Zorzal común Avefría C) Capra pyrenaica Cervus elaphus Capreolus capreolus Dama dama Ovis musimon Ammotragus lervia Sus scrofa Oryctolagus cuniculus Lepus capensis Alectoris rufa Scolopax rusticola Phasianus colchicus Coturnix coturnix Streptopelia turtur Columba palumbus Columba oenas Columba livia Colinus virginianus Lophortyx californica Sturnus vulgaris Turdus pilaris Turdus iliacus Turdus viscivorus Turdus philomelos Vanellus vanellus AVES ACUÁTICAS Ansar común Anade real Anade rabudo Anade friso Anser anser Anas platyrhynchos Anas acuta Anas strepera Anade silbón Pato cuchara Cerceta común Pato colorado Porrón común Focha común Agachadiza común D) Anas penelope Anas clypeata Anas crecca Netta rufina Aythya ferina Fulica atra Gallinago gallinago PREDADORES Zorro Urraca Grajilla Corneja Vulpes vulpes Pica pica Corvus monedula Corvus corone En relación a las especies protegidas en la Comunidad Andaluza, la Consejería de Medio Ambiente en el DECRETO 23/2012, de 14 de febrero, por el que se regula la conservación y el uso sostenible de la flora y fauna silvestres y sus hábitats, y en el que se desarrolla la LEY 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres, crea el Listado Andaluz de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial incluyendo en este listado el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, siendo de especial protección las especies que aparecen en el Catálogo como “VULNERABLES” y, especialmente, las que aparecen como “EN PELIGRO DE EXTINCION”. La Cetrería en el Reglamento de Ordenación de la Caza (ROC). La cetrería esta regulada en los artículos 78.b.7 y 86 del DECRETO 182/2005, de 26 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Ordenación de la Caza (ROC), siendo el citado artículo 86 donde se sustenta actualmente la práctica de la cetrería en todo el territorio Andaluz. Consideramos que es necesario su conocimiento, por lo que lo transcribimos a continuación. Artículo 78.b. 7.- Cetrería: Modalidad de caza consistente en la utilización de aves rapaces adiestradas para la captura de especies cinegéticas. Artículo 86. Cetrería. 1. Se entiende por cetrería la utilización y adiestramiento de aves rapaces para la captura de especies cinegéticas. 2. El ejercicio de la cetrería está sujeto a las normas generales establecidas en el presente Reglamento, siendo requisito imprescindible que dicha modalidad se contemple en el plan técnico de caza. 3. Los requisitos particulares que se exigen para practicar la cetrería son: a) Estar en posesión de los permisos de tenencia de las aves de cetrería con las que se pretende realizar dicha actividad. b) Estar en posesión de la correspondiente licencia de caza. c) Estar en posesión del carné de cetrería, expedido por la Consejería competente en materia de caza. d) La práctica de la cetrería podrá realizarse con las aves rapaces autóctonas que se relacionan en el Anexo III del presente Reglamento, y con todas las aves rapaces diurnas alóctonas a excepción de subespecies alóctonas de especies autóctonas. La relación de aves del Anexo III del presente Reglamento podrá ser modificada por la Consejería competente en materia de caza. 4. Para la obtención del carné de cetrería será necesario superar las pruebas de aptitud y otros requisitos que se establezcan por Orden de quien ostente la titularidad de la Consejería competente en materia de caza. También transcribimos el citado ANEXO III, en el apartado 3.d) del artículo 86, donde se relaciona las especies autóctonas con las que se autoriza la practica de la cetrería en Andalucía. ANEXO III Milano negro Azor Gavilán Cernícalo común Halcón peregrino Esmerejón Ratonero común Milvus migrans Accipiter gentilis Accipiter nisus Falco tinnunculus Falco peregrinus Falco columbarius Buteo buteo Como hemos mencionado anteriormente, todo el articulado del ROC se está modificando y, desde la Comisión de Cetrería de la Federación Andaluza de Caza estamos modificando el citado artículo 86, para el que ya ha propuesto la Consejería de Medio Ambiente un sustancial cambio que entendemos como bastante positivo aunque insuficiente, por lo que desde la Comisión de Cetrería hemos enviado algunas alegaciones a las que estamos esperando respuesta. MÓDULO V.-COMPETICIONES DEPORTIVAS. F. Ramírez Deporte, competición y caza. Competiciones deportivas. Tienen entre otros objetivos el fomento de los valores propios del deporte en general: superación personal, respeto a las reglas, tolerancia, sociabilidad, etc., la mejora de técnicas de competición y elevar el nivel de cualificación de los participantes. Permite mejorar las actuaciones de cetreros, aves y perros en competiciones de caza, acordes a unos principios de calidad técnica y seguridad de los deportistas. Hay que diferenciar entre competiciones “oficiales” y “no oficiales”. Los Campeonatos de Andalucía actualmente las siguientes modalidades: de Cetrería comprenden CAMPEONATO PROVINCIAL Y AUTONÓMICO DE ALTANERÍA CON PERRO DE MUESTRA. o CAMPEONATO PROVINCIAL Y AUTONOMICO DE BAJO VUELO. o CAMPEONATO PROVINCIAL Y AUTONÓMICO SKY TRIAL. o COPA ANDALUZA DE BAJO VUELO A LIEBRE. o Se establecen para este tipo de pruebas, y dentro de su reglamentación una serie de normas, unas de carácter general y otras de carácter técnico. Normas generales. Normas generales: Son el conjunto de normas establecidas para todas las modalidades de Cetrería dentro del actual Reglamento de Competición elaborada por la Federación Andaluza de Caza; finalidad, tipos de pruebas, requisitos, desarrollo y organización, personal técnico, etc. En competiciones “no oficiales” se establecerán las que la organización estime oportunas. Normas técnicas: Son el conjunto de normas que definen cada modalidad. Se establecen para regular el adecuado desarrollo de la competición. Dichas normas, establecidas por el Reglamento de Competición, no deben tener carácter disciplinario y su aplicación e interpretación por jueces y jurado de competición en el seno de la prueba resulta inapelable. En competiciones “no oficiales”, estas normas pueden diferir de dicho reglamento, por tanto, no están sujetas a baremo alguno de competición y son de libre designación por organizadores. MÓDULO VI.- ÉTICA: El compromiso ético del cetrero. La cetrería, una actividad que transmite amor por las rapaces. ¿Por qué es necesario que el cetrero asuma un compromiso ético en su práctica diaria de la Cetrería? La necesidad de que los cetreros, tanto a nivel individual como colectivo, identifiquemos y asumamos un conjunto de principios, normas y valores que dirijan nuestra práctica diaria de la Cetrería, así como nuestra relación y compromiso con las rapaces silvestres, con las especies que constituyen el conjunto de nuestras especies-presa y con sus hábitats correspondientes, responde fundamentalmente a la búsqueda de una práctica excelente de la Cetrería que garantice entre otras cosas su sostenibilidad social. La sostenibilidad social es el principio de perdurabilidad para la Cetrería. La Cetrería en la actualidad está viviendo un momento histórico de máxima visibilidad social y por ello debemos transmitir una imagen de la Cetrería totalmente limpia y respetuosa con el bienestar animal e innegablemente comprometida con la conservación de las especies y de sus hábitats. Si hacemos de estos principios nuestra carta de presentación de la Cetrería ante el resto de la sociedad estaremos consolidando su aceptación y por tanto, estaremos garantizando su perdurabilidad en el tiempo. Históricamente las convicciones de la Cetrería siempre han apuntado, directa o indirectamente, en este sentido, pero a partir de su reconocimiento por parte de la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, este objetivo ha pasado a convertirse en una de nuestras principales prioridades. Este hecho constituye uno de los logros históricos más importantes para la Cetrería desde sus orígenes y debemos consolidarlo fundamentalmente a través de este compromiso ético, que hará de la Cetrería una actividad sostenible socialmente. Este compromiso ético tiene sus ejes fundamentales en el estudio y conservación de las aves rapaces y de sus presas, así como del medio natural donde viven y se relacionan y, claramente, en nuestro respeto y compromiso con esta actividad y con todos estos elementos que intervienen en ella. Igualmente, este compromiso ético es una muestra de la vinculación emocional que el cetrero experimenta hacia las rapaces y hacia la naturaleza en general, que hace que éste lo entienda, no como una actividad más, sino como un verdadero modo de vida del que extraemos una parte esencial de nuestra identidad, una identidad que en pleno siglo XXI se muestra claramente conciliadora con la Naturaleza y con el lugar que el hombre ocupa en ella. DECÁLOGO ÉTICO DEL CETRERO. Este decálogo ético tiene como objetivo principal exponer los principios básicos que deben fundamentar la práctica de la Cetrería y ayudar al cetrero a visualizar su implicación y responsabilidad con respecto a la Cetrería, a las rapaces domésticas y silvestres, a sus presas naturales y a la protección y conservación de sus hábitats. Este decálogo responde, desde unos criterios de gestión viable y sostenible, a los valores tradicionales de la Cetrería, tanto sociales como culturales, así como a las normas que evidencian el carácter deportista del cetrero y a sus profundas convicciones conservadoras y proteccionistas de nuestro medio natural. DECÁLOGO 1.- Siéntete depositario de una larga y valiosa tradición milenaria de cazadores cetreros y responsabilízate de ella. 2.-Transmite y ayuda a consolidar sus profundos valores sociales y culturales. 3.- Practica la Cetrería desde criterios de sostenibilidad ambiental. 4.- Promueve activamente el conocimiento y la conservación de las aves rapaces y de su medio natural. 5.-Busca la deportividad; que en cada lance prime la dificultad y belleza sobre el número de capturas. Equipara la valoración de la presa con la propia del cazador. 6.-Busca el bienestar y seguridad de tu ave por encima del tuyo propio. 7.- Actúa siempre e inexcusablemente dentro del marco de la legalidad y trabaja para que éste sea lo más favorable posible a nuestras necesidades. 8.-Propicia y facilita la iniciación de los nuevos cetreros. Ayuda a mantener viva la transmisión oral de la Cetrería. 9.-Proyecta al resto de la sociedad una imagen de la Cetrería positiva, resalta sus valores de deportividad, limpieza y respeto por el medio ambiente y el bienestar animal. 10.-Asume una actitud de mejora constante de los métodos, técnicas y equipos de adiestramiento para que sean cada vez más efectivos, fiables y acordes con la psicología y requerimientos de las rapaces. 1.- Siéntete depositario de una larga y valiosa tradición milenaria de grandes cazadores cetreros y responsabilízate de ella. Para activar el sentimiento de profunda responsabilidad que el cetrero debe asumir con respecto a su práctica, nada mejor que tomar conciencia y conocimiento del valor e importancia de lo que se tiene entre manos. En este sentido todos los cetreros debemos tener siempre muy presente que estamos hablando de un “arte tradicional cinegético que cuenta con más de cinco mil años de historia, que ha dejado múltiples manifestaciones sociales, culturales y artísticas y que desde el 16 de noviembre de 2010 es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO". Mientras más conscientes seamos del inestimable valor de la Cetrería más responsables nos sentiremos de ella. 2.-Transmite y ayuda a consolidar sus profundos valores sociales y culturales. El cetrero no debe limitarse solo a salir al campo a cazar, sino que debe participar de todos los aspectos que genera la Cetrería. La Cetrería sigue generando manifestaciones de carácter social y cultural, como las diversas competiciones deportivas que se organizan anualmente, así como exposiciones, conferencias, exhibiciones, etc, y sigue siendo fuente de inspiración para diversas artes como la pintura, la escultura, la fotografía, etc. Por ello, es también labor del cetrero propiciar y potenciar estas manifestaciones de la Cetrería que ayudan a poner de manifiesto los profundos valores que atesora esta modalidad de caza. 3.- Practica la Cetrería desde criterios de sostenibilidad ambiental. La Cetrería es una de las modalidades de caza más selectivas que existen, siendo esta característica su principal rasgo de sostenibilidad ambiental. El cetrero debe de seguir garantizando este "impacto cero" que tiene la Cetrería sobre las poblaciones cinegéticas y sobre la Naturaleza en general, adecuando nuestra actividad a las exigencias de la gestión racional de nuestros cotos. Por poner un ejemplo, es necesario dejar de cazar liebres, aunque legalmente podamos seguir haciéndolo, cuando el porcentaje de capturas de liebres preñadas es alto. 4.- Promueve activamente el conocimiento y la conservación de las aves rapaces y de su medio natural. Este punto es uno de los pilares fundamentales que sustentan técnicamente la práctica de la Cetrería y a su vez, constituye uno de sus principales valores. Sustenta técnicamente la práctica de la Cetrería porque es el conocimiento de su biología y de su comportamiento el que dicta las características y condiciones del adiestramiento y es el que ha propiciado por ello su evolución y progreso. Y es uno de sus grandes valores, puesto que una de las grandes prioridades para la Cetrería es la conservación y protección de las poblaciones salvajes de rapaces y de su medio natural así como la de garantizar el bienestar físico y psíquico de los ejemplares utilizados en Cetrería. 5.-Busca la deportividad, que en cada lance prime la dificultad y belleza sobre el número de capturas. Equipara la valoración de la presa con la propia del cazador. La deportividad, entendiendo ésta como que la principal norma de corrección en esta actividad es la equiparación de fuerzas y oportunidades entre predador y presa, sigue siendo uno de los grandes valores que la Cetrería aporta consustancialmente. Este innegable valor de la Cetrería es algo que debe ser potenciado por el propio cetrero como la principal justificación de la Cetrería moderna. Y para conseguir esto, parte del principal ejercicio que nos llevará a maximizar la actitud deportiva del cetrero consiste en valorar, respetar y proteger a las especies presa como a las propias aves de cetrería. 6.-Busca el bienestar y seguridad de tu ave por encima del tuyo propio. Garantizar la salud física y psíquica de nuestras aves de cetrería es la principal preocupación que asume el cetrero como parte de su evidente implicación emocional con ellas y como requisito fundamental para tener éxito en esta actividad. Nuestros principales esfuerzos deben ir encaminados a asegurar los recursos necesarios para cubrir las necesidades de nuestras aves en materia de seguridad, alimentación, higiene, ejercicio físico y caza. 7.- Actúa siempre e inexcusablemente dentro del marco de la legalidad y trabaja para que éste sea lo más favorable posible a nuestras necesidades. Una de las máximas responsabilidades que tiene el cetrero con el resto de su colectivo es la de ajustarse estrictamente a las legislaciones vigentes, en materia cinegética y de medio ambiente, como principal actitud de respeto a la imagen colectiva de la Cetrería. El expolio de rapaces de la Naturaleza, así como realizar actos de furtivismo que no respetan la normativa cinegética constituyen acciones que atacan y vulneran la práctica de la Cetrería. Asimismo, los cetreros debemos trabajar activamente como colectivo por mejorar las normativas legales que regulan nuestra práctica con objeto de hacerlas cada vez más acordes con nuestras necesidades y las de nuestras aves. 8.-Propicia y facilita la iniciación de los nuevos cetreros. Ayuda a mantener viva la transmisión oral de la Cetrería. La Cetrería se ha legado tradicionalmente de forma generacional; siempre ha predominado su transmisión oral por encima de otros procedimientos de aprendizaje, como puede ser la lectura de tratados y manuales. Esta transmisión oral de la Cetrería es una de sus principales características que hacen que ésta sea muy personal y directa. Mantener parte de los valores tradicionales de la Cetrería pasa por responsabilizarnos personalmente de la iniciación de los nuevos cetreros, facilitando y propiciando su aprendizaje e integración dentro de la comunidad cetrera. 9.-Proyecta al resto de la sociedad una imagen de la Cetrería positiva, resalta sus valores de deportividad, limpieza y respeto por el medio ambiente y el bienestar animal. Sostenibilidad social. Actualmente son muchas las ocasiones en que los cetreros exponemos social y por tanto públicamente una imagen particular de la Cetrería. Son muchas las jornadas de competiciones y eventos donde el resto de la sociedad que no practica la Cetrería tiene un contacto con ésta. Por ello debe ser una norma para todos aquellos comités organizativos y de cada cetrero participante, ajustarse a normas de deportividad, de limpieza y respeto por el medio ambiente y el bienestar animal, de forma que la imagen que nos devuelvan los medios de comunicación y la opinión pública en general sea lo más positiva posible. 10.-Asume una actitud de mejora constante de los métodos, técnicas y equipos de adiestramiento para que sean cada vez más efectivos, fiables y acordes con la psicología y requerimientos de las rapaces. La Cetrería, aun siendo una actividad que se ha mantenido sustancialmente inalterable durante siglos, ha constatado una evidente actitud de progreso centrada fundamentalmente en la mejorara de sus procedimientos y técnicas. Esta actitud de mejora constante de las técnicas de Cetrería ha transcurrido de forma paralela al perfeccionamiento de la comprensión que los propios cetreros hemos ido adquiriendo de la biología y comportamiento de las aves rapaces. Mejoras que se han traducido en mayor eficacia en los métodos de adiestramiento, mejores resultados en la cría en cautividad y en el ejercicio de la caza, e importantes mejoras en el bienestar físico y psíquico del ave en general. EL FUTURO DE LA CETRERÍA DEPENDE EN BUENA PARTE DE NUESTRO COMPROMISO ÉTICO. ANEXOS Bibliografía recomendada. El Arte de Cetrería. Félix Rodríguez de la Fuente. Editorial: Noriega. Azor. Dios lo hizo eterno. Manuel Diego Pareja-Obregón; Fernando Feás (Prólogo). Editorial: Autor-Editor. Cetrería y aves de presa. Un duende de nombre gavilán. Manuel Diego Pareja-Obregón. Editorial Caïrel. La leyenda del Águila de Harris. Manuel Diego Pareja-Obregón. Editorial: Autor-Editor. Cincuenta años de cetrería. Historias y anécdotas. Manuel Diego Pareja-Obregón. Cetrería. La caza con aves de presa. Andrés López Sánchez. Editorial: Al-Andalus. Cetrería. Lances en Alas del Viento. Andrés López Sánchez. Editorial: Autor-Editor. Comprender al ave de presa. Nick Fox. Editorial: Caïrel. Manual básico y ético de Cetrería. Javier Ceballos; Jorge H. Justribó. Editorial: Caïrel. El noble arte de la halconería. Enrique Fernán-González. Editorial: Pergamino. Soltando pihuelas. Javier Ceballos Aranda. Editorial: Caïrel. Direcciones de interés. ACEAN. Asociación de cetreros de Andalucía. Teléfonos: 607711920 y 635079934. AECCA. Asociación Española de Cetrería y Conservación de Aves Rapaces. www.aecca.org. Mail presidente@aecca.org. Teléfono: 660090593. ACESUR. Asociación Cetrera del Sur. www.acesur.org. asociaciocetreradelsur@gmail.com. Teléfono 667742971. Mail FAC. Federación Andaluza de Caza. C/ Los Morenos s/n. Archidona. Málaga. www.fac.es. Teléfono 952714871. . www.cetreria.com www.manueldiegoparejaobregon.com Bibliografía consultada. - El Arte de Cetrería. Félix Rodríguez de la Fuente. Editorial: Noriega. Comprender al ave de presa. Nick Fox. Editorial: Caïrel. Azor. Dios lo hizo eterno. Manuel Diego Pareja-Obregón; Fernando Feás (Prólogo). Editorial: Autor-Editor. Manual básico y ético de Cetrería. Javier Ceballos; Jorge H. Justribó. Editorial: Caïrel. Consultas en Internet. - Diccionario cetrero: Asociación "Principe Don Juan Manuel" para el Fomento y la Conservación de la Cetrería. Glosario de Cetrería: José Manuel Fradejas Rueda. Enfermedades de los pájaros: Robert F. Stroud. Enfermedades infecciosas y emergentes en rapaces. Rapaces en la Península Ibérica. Exposición de la Dra. Ursula Höfle. Profilaxis y vigilancia epizootiológica aplicada a programas de reproducción en cautividad de aves rapaces amenazadas. Juan Manuel Blanco y Ursula Höfle. Historia, taxonomía, descripción y enfermedades en el Águila Real (Aquila chrysaetos canadensis). Mario Alberto Vázquez Gómez. Enfermedades del sistema digestivo de las aves y salmonella. Jaime Eduardo Velásquez Vásquez y Lina Capera Narváez. http://www.slideshare.net/medioambiente/nutricin-de-aves-rapaces http://www.uab.es/servlet/Satellite?cid=1096481466568&pagename =UABDivulga%2FPage%2FTemplatePageDetallArticleInvestigar& param1=1278396853291 http://www.colvema.org/index.asp http://www.slideshare.net/PPERRE/enfermedades-de-las-palomas5519653