EDICIÓN ESPECIAL año XX • octubre 13, 2012 – abril 27, 2013 • cincuenta pesos El Met en México: En vivo desde Nueva York ¾ Programa de la temporada de ópera 2012-2013 pro opera PRO ÓPERA, A. C. PRESIDENTE HONORARIO Ramón Vargas PATRONATO Y BENEFICIOS CONSEJO DIRECTIVO REVISTA - EDICIÓN ESPECIAL PRESIDENTE María Luisa Serrato EDITOR Charles H. Oppenheim TESORERO José Germán Sánchez Padilla VOCALES Adriana Alatriste Lozano Alfredo Arvizu Anuar Charfén Pría Felipe García Fricke Luis Gutiérrez Ruvalcaba Carlos Müggenburg Charles H. Oppenheim Elena Quintanilla del Campo Greta Shelley Medina EXPRESIDENTES Antonio y Josephine Dávalos (qepd) Ignacio Sunderland Elías Sheinberg Adolfo Patrón Luján Luis Rebollar Corona Benjamín Backal (qepd) Ignacio Orendain Kunhardt DIRECTORA Irma Cavia Nuestros Patronos BENEFACTORES Alfredo Harp Helú Samuel Rimoch (qepd) PATROCINADORES Jorge Ballesteros Franco José García Martínez Luis Gutiérrez Ruvalcaba Carlos y Mayra Müggenburg Sylvia Rimoch José Alfredo Santos Asseo Jorge Vargas Diez Barroso CONTRIBUYENTES Anuar Manuel Charfen Pría Constancia Díaz Estrada Felipe García Fricke Marilú Herrera Roberto Núñez y Bandera Elena Quintanilla AMIGOS José María Abascal Zamora Adriana Alatriste Beatriz Backal Laura Cao Romero de Abascal Margarita Díaz Rubio Alicia García Cobos de Clark Gloria Guadalupe Lanzagorta Ruiz Luz María Llorente Carlos de la Mora Ignacio Orendain Kunhardt Francisco Pallach Poupa Santiago Paredes Raúl Ramírez Degollado Luis Rebollar Corona Fausto Rico Álvarez Jorge Antonio Sánchez Cordero Dávila Rafael Sánchez Fontan Alfonso Solloa Junco López Velarde, Heftye y Soria. S.C. DONADORES Manuel Álvarez Alfredo Arvizu Juanita Ayala Javier Becerra Hernández Raúl Caballero Vilchis Víctor Cohen Levy Jorge Díaz Estrada Atala Elorduy Elorduy Fela Fábregas Roberto Gómez Aguado Carlos Gracida Canseco Héctor Grisi Urroz Wendy Hesketh Manuel Marrón Roberto y Maggy Martínez Guerrero Francisco Méndez Padilla Fran Newell Armando Nuricumbo Bruno J. Newman Flores Mario y Yolanda Ortega Nelly Paullada de Del Castillo Ramón Pedroza Meléndez Eduardo Pérez Varona José Pinto Mazal Eduardo Roldán Machaen Alfredo Ruiz del Río José Sánchez Padilla María Luisa Serrato de Chávez David y Jeny Serur Greta Shelley Medina Cecilia Guadalupe Soto González Manuel M. Soto Gutiérrez Carmen Sunderland Ana Stella Uhthoff Elva Villarreal Rodríguez AFICIONADOS Sofía Aspe Yomtov y Eugenia Bejar Irma Bravo Yolanda Chemor Fernando Estandía Blanca Galindo José Galindo Carlos Alberto Garza Cuéllar José Luis González Vivanco Renée Guindi Vicky Guindi Luis de Icaza Reza Emilia Kanan Farca Teresa Madero de Sada Ignacio Morales Camporredondo María Guadalupe Moreno y Aguirre Jaime Panqueva Bernal Julia Puga Cecilia Reyes Retana Carmen Ruiz de Autrique Alejandro Sánchez González Héctor Ignacio de la Torre Hernández Marco Antonio Valle Romero Salvador Villalpando Hernández Arturo Eduardo Villaseñor Rojas Elías Zaidman SIMPATIZANTES Antonio Amerlinck Malke Bellifemine Podlipsky Joaquín de la Borbolla Felipe Castro Orvañanos Carmen Díaz Ugalde Amira Escalante Fernando González Aguilar Ana María Mancidor A. César Méndez Calatayud Jorge Alejandro Montes Jiménez José Ignacio Moreno Oliveros Jorge Pérez Ruíz Ina Quevedo Matilde Romo Xavier Torres Arpi Informes sobre Patronato y Beneficios: info@proopera.org.mx CORRECCIÓN DE ESTILO Darío Moreno DISEÑO GRAFICO Ida Arellano GERENTE Juan Ignacio Gutiérrez TEXTOS Charles H. Oppenheim y Darío Moreno, con información del Metropolitan Opera de Nueva York PORTADA Simon Keenlyside como Prospero en The Tempest Foto: Anne Deniau/Metropolitan Opera BENEFICIOS Pro Ópera, A. C. es un patronato sin fines lucrativos fundado en 1985 que tiene como misión promover, apoyar y difundir la cultura operística de México. Para cumplir con esta misión, recaba donativos con autorización del Servicio de Administración Tributaria para entregar recibos deducibles de impuestos. 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Programa de la temporada de ópera 2012-2013 del Met en vivo desde Nueva York. Año XX, edición especial fuera de serie, octubre 13, 2012 – abril 27, 2013. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo de Pro Ópera, A. C.: 04-2008-061711331300-102. Certificado de Licitud de Título No. 13084 y Certificado de Licitud de Contenido No. 10657, ambos de fecha 20 de Abril de 2005 y con número de Expediente 1 / 432-05/16969, ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas. Publicada por Pro Ópera, A. C. Domicilio de la publicación: Thiers 273-A, Col. Anzures, 11590, México, D.F. Teléfonos: 5254-4820, 5254-4822, 5254-4823. Fax: 5254-4825. E-mail: revista@proopera.org.mx. Editor responsable: Pro Ópera, A.C. Impreso por World Printing Network + AD, S. A. de C. V., Av. Santa Fe 94 Torre A Piso 8, Col. Zedec Santa Fe, 01210 México, D. F. • Teléfono: 88511155 pro opera El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores. Todos los derechos están reservados. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido sin el consentimiento por escrito de los editores. www.proopera.org.mx ¾ VISTAZO EL MET EN MÉXICO En vivo desde Nueva York Un vistazo a la temporada 2012-2013 por Charles H. Oppenheim El próximo sábado 13 de octubre, en horario de matinée, comenzará la séptima temporada de The Met: Live in HD, uno de los acontecimientos más relevantes del ámbito operístico a nivel internacional. E sta nueva temporada contará con 12 transmisiones en vivo y en alta definición, que alcanzarán más de 1,700 teatros en 54 países. Lanzada en 2006, la serie pronto se convirtió en la principal fuente de contenido cinematográfico alternativo, con más de 9.6 millones de boletos vendidos desde entonces. Sólo en la presente temporada se espera vender alrededor de 3 millones de boletos adicionales. producción de la obra verdiana Un ballo in maschera, encomendada a David Alden. El elenco multiestelar incluye a Marcelo Álvarez, Sondra Radvanovsky, Dmitri Hvorostovsky y Stephanie Blythe. Nuevamente frente a la orquesta del Met, Fabio Luisi. Siete de las 12 transmisiones constituyen nuevas producciones y dos son estrenos absolutos en el escenario del Metropolitan Opera de Nueva York, y todos cuentan con elencos de primera división. Enero 5, 11:00 horas. Merecida reposición de la vasta obra maestra de Berlioz Les Troyens, en la versión de Francesca Zambello, vista por última vez en el Met hace una década, en 2003. Deborah Voigt, Susan Graham, Marcello Giordani y Dwayne Croft encabezan el elenco estelar de esta ópera sobre la Guerra de Troya. Fabio Luisi dirige. FIL JAL Como dice Peter Gelb, director general del Met, “nuestras transmisiones en vivo siguen transformando la percepción que tiene el público de la ópera, y continúan entusiasmando a nuestros artistas y a los espectadores en todo el mundo”. 2012 Octubre 13, 12:00 horas. La temporada arranca con una nueva producción de Bartlett Sher de L’elisir d’amore de Gaetano Donizetti, estelarizada por Anna Netrebko, Matthew Polenzani, Mariusz Kwiecien y Ambrogio Maestri, con la dirección concertadora de Maurizio Benini. Octubre 27, 12:00 horas. Regresa la producción de Elijah Moshinsky de la obra maestra verdiana Otello, primera de cuatro producciones que se presentarán en esta temporada para celebrar el 200 aniversario de Giuseppe Verdi. Con Johan Botha en el rol epónimo y Renée Fleming en su aclamada interpretación de Desdemona. Semyon Bychkov en la batuta. Noviembre 10, 12:00 horas. Una de las producciones más esperadas de la temporada es la que ha concebido Robert Lepage para el estreno en el Met de The Tempest de Thomas Adès, bajo la dirección del propio compositor. Estelariza esta ópera shakespeareana el barítono Simon Keenlyside en el rol de Prospero. Diciembre 1, 12:00 horas. Con la reposición de la tradicional producción de Jean-Pierre Ponelle, se presenta La clemenza di Tito de Mozart, con Giuseppe Filianoti en el rol del emperador romano, Barbara Frittoli como Vitellia y Elīna Garanča como Sesto. Dirige Harry Bicket. Diciembre 15, 12:00 horas. Vuelve la monumental producción de Sonja Frisell de Aida de Verdi, con Liudmyla Monastyrska como la esclavizada princesa etíope, el heróico Radamès de Roberto Alagna y la orgullosa princesa egipcia Amneris de Olga Borodina. Al frente de la orquesta, Fabio Luisi, en su segunda temporada como director principal del Met. Diciembre 22, 12:00 horas (en transmisión diferida). Concluye el año 2012 con una nueva ¾ pro ópera ópera 22 pro pro opera 2013 Enero 19, 12:00 horas. El estreno en el Met de Maria Stuarda de Gaetano Donizetti —la segunda de la llamada “Trilogía Tudor”— viene acompañada de una nueva producción encargada a David McVicar, con la mezzo-soprano Joyce DiDonato en el virtuoso rol belcantista de la malograda reina de Escocia. Dirige Maurizio Benini. Febrero 16, 12:00 horas. La nueva producción de Michael Mayer ubica la acción de este Rigoletto en Las Vegas de la década de 1960. Piotr Beczala interpreta al Duque de Mantua, Željko Lucic es su compinche Rigoletto y Diana Damrau es Gilda, la hija del bufón de la corte. Dirige la partitura verdiana el joven concertador Michele Mariotti. Marzo 2, 11:00 horas. El Met encomendó a la visión del regista François Girard la nueva producción de la última obra wagneriana, Parsifal. Jonas Kaufmann debuta el rol del protagonista, a quien acompañan Katarina Dalayman como Kundry, Peter Mattei como Amfortas, Evgeny Nikitin como Klingsor y René Pape como Gurnemanz. Dirige Daniele Gatti. Marzo 16, 10:00 horas. Vista en el Met por última vez en 1986, esta bella producción de Francesca da Rimini de Riccardo Zandonai firmada por Piero Fagoni e inspirada en un episodio del Inferno de Dante, cuenta con un reparto encabezado por Eva-Maria Westbroek y Marcello Giordani, bajo la batuta de Marco Armiliato. Abril 27, 11:00 horas. La temporada 2012-2013 cerrará con broche de oro con la nueva producción de Giulio Cesare de Händel concebida por David McVicar. El contratenor David Daniels será el protagonista, y Natalie Dessay la exótica Cleopatra. El especialista en música barroca, Harry Bicket, dirigirá a la orquesta del Met. o El interior del camión HD del Met Foto: Marty Sohl Descubriendo la ópera en el Auditorio Nacional P ara quienes no estamos del todo familiarizados con la ópera, o incluso para quien no la conoce, las transmisiones en vivo de la Metropolitan Opera House significan una oportunidad única de tener un acercamiento directo a esta expresión músico-teatral en nuestro país. Si bien existen propuestas mexicanas de alto nivel, como la reciente puesta de Die Frau ohne Schatten en el Palacio de Bellas Artes, éstas no son tan accesibles ni frecuentes como las transmisiones en vivo en alta definición que tienen lugar cada temporada ya en el Auditorio Nacional: uno de los foros culturales más importantes de México; también se transmite en importantes recintos de Guadalajara y León. La experiencia de disfrutar en transmisión en vivo de este espectáculo de inigualable calidad al tiempo que se lleva a cabo produce la sensación de ser partícipe de uno de los eventos culturales más esperados e importantes del año en la ciudad de Nueva York y en el mundo. Sin duda, esta oportunidad de conocer algunas de las obras más emblemáticas, y otras también no tan conocidas, de la historia de la música clásica y de la ópera es imperdible y representa, además, una excelente manera de aprovechar una parte del fin de semana en un ambiente seguro, confortable y familiar, apto y accesible para todo público. Además, la verdad sea dicha, es de lo más conveniente cruzar Reforma y terminar el día con una comida familiar o de amigos en la zona de restaurantes de Polanco, comentando los momentos humorísticos o dramáticos de la historia, qué voces nos gustaron más, qué parte nos gustó y qué parte no, etcétera. La selección de las obras que se presentan ofrece tramas dinámicas y cautivadoras, personajes entrañables y, desde luego, el disfrute de las mejores voces contemporáneas y una magnífica orquesta en producciones escénicas que será difícil llegar a ver en en nuestro país, al menos a corto plazo, o que, para mucha gente, son prohibitivas de presenciar en vivo en Estados Unidos o Europa. Aunque la experiencia en sí divaga entre ir al cine y ver una ópera en vivo, la proporción calidad/precio de un espectáculo de este nivel abre la posibilidad a un público nuevo de conocer y disfrutar de este mundo, a la vez que brinda al conocedor una aproximación de primera mano y al momento sobre lo que pasa en una de las casas de ópera más importantes del mundo. Contrario a lo que se pudiera pensar, este género musical puede causar reacciones sorpresivas en quienes nunca hemos tenido mayor acercamiento que lo que el dominio popular en cuanto a arias famosas ofrece. Personalmente, y en particular con la impresionante puesta de Robert Lepage, no sé si mi acercamiento a Wagner hubiera sido el mismo en otro contexto. Para el público que no conoce, poner un disco de ópera resulta muy remoto y poco atractivo; el elemento visual es indispensable para seguir la historia y sumergirse en ella durante las primeras experiencias. Quizá pensándolo más como un cine con música, extraordinaria música, que como el espectáculo elitista y complicado que el estereotipo nos ha hecho creer a muchos. Las transmisiones en vivo y en HD desde el Met de Nueva York suponen una posibilidad de gran valor para la sociedad mexicana en general para ver a la ópera desde otra perspectiva, con otros ojos, con una mentalidad abierta y dispuesta a conocer y explorar este mundo maravilloso. o por Eduardo Moreno ¾ pro opera pro ópera L’ELISIR D’AMORE Anna Netrebko como Adina y Matthew Polenzani como Nemorino estelarizan una de las más grandes joyas cómicas en la ópera. Bartlett Sher, cuyas producciones anteriores —Il barbiere di Siviglia, Le comte Ory y Les contes d’Hoffmann— han fascinado a los espectadores del Met, se encarga de la nueva puesta en escena de esta obra maestra de Gaetano Donizetti. Completan el elenco Mariusz Kwiecien como Belcore y Ambrogio Maestri como Dulcamara. Dirige Maurizio Benini, especialista en bel canto. El Doctor Dulcamara, un charlatán itinerante, llega al pueblo promocionando una poción que supuestamente lo cura todo. Cuando termina su presentación, Nemorino le pregunta tímidamente si tiene el elixir de amor descrito en el libro de Adina. Dulcamara le dice que sí y saca una botella de Bordeaux que Nemorino le paga quedándose sin un centavo y lo bebe de inmediato, pero Dulcamara le explica que el elixir no hará efecto sino hasta el día siguiente, momento en el que el doctor estará convenientemente lejos de ahí. Cuando Adina aparece, Nemorino empieza a sentir el ¾ pro opera 8 pro ópera Duración aproximada: 125 minutos Dirección: Maurizio Benini Producción: Bartlett Sher Escenografía: Michael Yeargan Vestuario: Catherine Zuber Iluminación: Jennifer Tipton Anna Netrebko (Adina) Matthew Polenzani (Nemorino) Mariusz Kwiecien (Belcore) Ambrogio Maestri (Doctor Dulcamara) Acto I Un pueblo en Italia, principios del siglo XIX Mientras los campesinos descansan de trabajar, un joven llamado Nemorino mira a la bella terrateniente Adina leyendo un libro. Nemorino está enamorado pero piensa que nunca será merecedor de ella. Los campesinos le preguntan a Adina de qué trata el libro que está leyendo y ella les cuenta la historia de cómo Tristán hace que Isolda se enamore de él al tomar una poción mágica. Un tambor anuncia la llegada del Sargento Belcore y sus hombres; el sargento le regala unas flores a Adina y le pide que se case con él. Ella le contesta que no tiene ninguna prisa pero le promete que va a considerar su propuesta. A solas con Nemorino, Adina le dice que mejor debería dedicarse a cuidar a su tío enfermo que a tratar de enamorarla. A pesar de ser amable y modesto, Adina le dice que no siente nada por él. Ópera en dos actos Libreto: Felice Romani basado en Eugène Scribe Música: Gaetano Donizetti efecto de la “poción” y, seguro de que para el día siguiente ella no podrá resistírsele, finge indiferencia. Para castigarlo, Adina coquetea con Belcore. El sargento es informado de que tiene que regresar a sus cuarteles y Adina accede a casarse con él. Estupefacto, Nemorino le ruega que espere un día más, pero ella lo ignora e invita a todo el pueblo a su boda. Nemorino busca desesperadamente al doctor para que lo ayude. Acto II Durante la recepción en su casa, Adina se pregunta por qué Nemorino no ha ido a la boda. Llega entonces el notario pero Adina anuncia que no va a firmar hasta que Nemorino aparezca. Mientras tanto, Nemorino le pide a Dulcamara otra botella del elixir pero, como no tiene dinero, el doctor le da un plazo de una hora para que consiga dinero prestado. A Belcore le molesta que Adina posponga la firma del contrato nupcial y, en cuanto Nemorino le dice que necesita dinero urgentemente, el sargento lo persuade de unirse al ejército, pues se están pagando veinte escudos a los voluntarios. Habiendo por fin comprado más vino, Nemorino regresa a donde Adina, pero es cortejado por un grupo de campesinas que lo persigue por ambición, pues su tío ha muerto y le ha dejado toda su fortuna, información que Nemorino ignora, atribuyendo el acoso a los efectos del elixir. Adina llega sintiéndose responsable de que Nemorino se haya alistado en el ejército, pero cuando lo ve con las otras mujeres reacciona celosamente. Nemorino y las campesinas se van y Dulcamara se jacta frente a Adina del poder de su elixir, ofreciéndole venderle a ella también un poco, pero ella le contesta que recuperará a Nemorino con sus propios medios. Nemorino, que ha visto a Adina derramar una lágrima cuando lo vio con las campesinas, está seguro de que ella también lo quiere. Adina llega y le dice que ha comprado su contrato de alistamiento pero él vuelve a mostrarse indiferente y Adina le confiesa por fin su amor. Belcore aparece y los encuentra abrazados pero se toma la situación con humor y declara que él puede tener a la mujer que quiera. Dulcamara informa a la multitud sobre las noticias de Nemorino y su herencia y hace alarde de su milagroso elixir, el cual puede hacer a las personas enamorarse e incluso convertir a un pobre campesino en millonario. o Foto: Nick Heavican/Metropolitan Opera Anna Netrebko (Adina) y Ambrogio Maestri (Dulcamara) ¾ pro opera pro ópera 7 OTELLO Esta obra maestra de Giuseppe Verdi, basada en la tragedia de William Shakespeare, regresa al Met, por primera vez en HD, con un elenco encabezado por Johan Botha en el rol epónimo, Renée Fleming en su aclamado rol de Desdemona, Falk Struckmann como Iago y Michael Fabiano como Cassio. Dirige Semyon Bychkov. Acto I Chipre, finales del siglo XV Los chipriotas observan desde la costa cómo una violenta tormenta golpea la flota veneciana que ha sido enviada para defender a su isla de la invasión turca. El moro Otello, general veneciano y gobernador de Chipre, desembarca sano y salvo en el puerto y anuncia que la flota de los turcos ha sido destruida. Iago, alférez de Otello, confabula con el acaudalado Roderigo, quien está enamorado de Desdemona, hermosa mujer veneciana a quien Otello desposó recientemente. Prometiéndole su ayuda, Iago le asegura a Roderigo que Desdemona ha de aburrirse pronto de su esposo y revela su odio hacia Otello, ya que ha sido a Cassio, y no a él, a quien el moro ha nombrado recientemente capitán. Mientras el pueblo celebra la victoria del gobernador y su buen regreso a casa, Iago propone un brindis. Cassio rechaza la bebida pero Iago lo convence diciéndole que no puede negarse a brindar a la salud de la nueva esposa de Otello y lo emborracha para luego provocar que se pelee con Roderigo. Cuando llega Montano, predecesor de Otello, y trata de separarlos, Cassio lo ataca a él también. Otello llega del palacio a poner orden, furioso por el comportamiento de los soldados; cuando ve que Desdemona ha tenido que interrumpir su descanso por la conmoción, retira el reciente nombramiento a Cassio y ordena a todos que se vayan. A solas, la pareja rememora cómo se enamoró y se juran amor uno al otro. Acto Il Iago aconseja a Cassio pedirle a Desdemona que interceda por él, argumentando que su influencia en su esposo seguramente le devolverá el nombramiento. Tan pronto Cassio ¾ pro opera 10 pro ópera se va, Iago declara su credo en un Dios cruel que ha creado al hombre perverso y que la vida no tiene ningún significado y ve a Cassio en el jardín abordando a Desdemona. Otello entra a donde está Iago, quien habla vaga y tramposamente de sus preocupaciones sobre la fidelidad de Desdemona. Hechizado por la belleza de su esposa, Otello la ensalza amorosamente, pero cuando ella menciona el asunto de Cassio, Otello se molesta y se queja de dolor de cabeza; ella le ofrece un pañuelo para enfriarlo y ponérselo en la frente pero Otello lo avienta al piso. Emilia, dama de compañía de Desdemona, recoge el pañuelo pero Iago, que es su esposo, se lo quita. Desdemona trata de calmar a Otello, pero él ordena que lo dejen solo y se queda únicamente con Iago, quien observa las sospechas del gobernante crecer y, para echar más leña al fuego, inventa que Cassio llamaba a Desdemona en sus sueños y que le había visto con el pañuelo en cuestión. Estallando en ira y celos, Otello jura venganza y Iago lo secunda en su juramento. Acto Ill Un mensajero informa a Otello de la visita de diplomáticos venecianos. Iago le dice que pronto tendrá pruebas contundentes de la traición de su esposa y de Cassio. Desdemona entra y habla tranquilamente con Otello hasta que ella insiste con el asunto de Cassio. Cuando Otello le exige el pañuelo que él le había dado, ella vuelve a interceder por Cassio e, incapaz de controlar su furia, Otello la acusa de infidelidad y la echa. Solo, Otello sufre desesperadamente, conmiserándose a sí mismo, pero, al acercarse Iago y Cassio, se esconde para escuchar lo que hablan, tal y como lo había planeado con Iago, quien hace parecer que Cassio tiene el pañuelo Ópera en cuatro actos Libreto: Arrigo Boito basado en William Shakespeare Música: Giuseppe Verdi Duración aproximada: 185 minutos Dirección: Semyon Bychkov Producción: Elijah Moshinsky Escenografía: Michael Yeargan Vestuario: Peter J. Hall Iluminación: Duane Schuler Coreografía: Eleanor Fazan Renée Fleming (Desdemona) Johan Botha (Otello) Michael Fabiano (Cassio) Falk Struckmann (Iago) de Desdemona y guía la conversación de tal manera que Otello escuche sólo algunas partes y asuma erróneamente que están hablando de Desdemona, confirmando la infidelidad. Trompetas anuncian la llegada de los dignatarios de Venecia y Otello, cuya rabia sigue creciendo, jura matar a su esposa esa misma noche. Recibe entonces al embajador Ludovico, quien le informa que ha sido llamado a Venecia y que el gobernador de Chipre será ahora Cassio. Fuera de control al enterarse de esto, Otello empuja a su esposa al piso y la insulta; luego les ordena a todos que salgan y entra en crisis mientras Iago se regodea con lo ocurrido. Acto IV Emilia asiste a Desdemona para irse a dormir. Aterrorizada, Desdemona canta sobre una mujer que fue abandonada por su amado, luego se despide cariñosamente de Emilia y reza. En cuanto se queda dormida, Otello entra y la despierta con un beso; cuando Otello le dice que la va a matar, Desdemona se horroriza y defiende su inocencia, pero Otello la estrangula. Emilia toca la puerta diciendo que Cassio ha asesinado a Roderigo y, cuando ve que Desdemona está muerta, grita pidiendo ayuda. Los engaños de Iago finalmente se revelan y Otello se da cuenta de lo que ha hecho y, luego de rememorar su glorioso pasado, saca una daga y se apuñala, muriendo junto a su esposa y dándole un último beso. o Foto: Ken Howard/Metropolitan Opera Johan Botha (Otello) y Renée Fleming (Desdemona) ¾ pro opera THE TEMPEST Ópera en tres actos Libreto: Meredith Oakes basada en William Shakespeare Música: Thomas Adès Duración aproximada: 180 minutos El compositor Thomas Adès dirige el estreno de su ópera de 2004 en el Met. Considerada como una obra maestra contemporánea, Robert Lepage recrea —en esta nueva coproducción del Met con la Opéra de Québec y la Wiener Staatsoper, en colaboración con Ex Machina— el interior de La Scala de Milán en el siglo XVIII, en cuyos fondos se oculta el desterrado duque de Milán, Prospero, interpretado por Simon Keenlyside, en un rol que el magnético barítono creó para el estreno londinense de la obra. Acto I Escena 1: La corte Por medio de su magia, Prospero crea una fuerte tormenta durante la cual el barco donde viajan su hermano (que ha usurpado su cargo como Duque de Milán), el Rey Alonso, Duque de Nápoles, y su hijo Ferdinand, todos con sus cortes, naufraga. Fuera del escenario se escucha a la corte. Escena 2: Miranda y Prospero Miranda se horroriza por la destrucción que su padre ha causado, pero Prospero le explica cómo su hermano lo usurpó y cómo fueron desterrados hace doce años en un bote, habiendo sobrevivido con la sola ayuda de su fiel cortesano Gonzalo. Prospero manda a Miranda a dormir. Escena 3: Ariel y Prospero Ariel rinde cuentas a Prospero de las órdenes que le dio y éste la instruye a restablecer al grupo naufragado: “Ni un pelo ha sufrido / y no hay mancha en sus ropas”. “Yo los limpiaré y secaré / Y los dispersaré en la isla”, responde ella obediente. Escena 4: Caliban y Prospero (Miranda duerme) Caliban aparece e inmediatamente cuestiona por qué Prospero ha causado semejante desastre. Prospero lo corre: “Odioso esclavo / Vete a tu cueva”; y llama de nuevo a Ariel. Escena 5: Prospero y Ariel (Miranda duerme) Ariel le dice a Prospero que ha cumplido sus órdenes y que ahora le lleve a Ferdinand, hijo del Rey. Aunque leal a Prospero, Ariel le pregunta cuándo obtendrá su libertad; Prospero le asegura que esto ocurrirá dentro de doce días. Los dos se esconden dejando a Miranda durmiendo en la playa. Escena 6: Ferdinand y Miranda (con Prospero y Ariel escondidos) Ferdinand llega a la isla y encuentra a Miranda dormida. Primero piensa que se trata de un fantasma y, al despertar, ella se pregunta quién es él: “Nunca he visto / A alguien como tú”; y los dos se sienten inmediatamente atraídos el uno por el otro, pero entonces aparece Prospero y confronta a Ferdinand, diciéndole lo que Alonso ha hecho e inmovilizándolo. Ferdinand declara su amor por Miranda y acepta cualquier cosa que Prospero quiera ¾ pro opera 12 pro ópera hacer con él, pero Prospero lo declara no merecedor de Miranda y ordena a Ariel traer a Alonso y su comitiva. Acto Il Escena 1: El Rey y la corte en la isla (con Prospero y Ariel escondidos) El coro canta con admiración sobre cómo han sobrevivido ilesos a la tormenta. Desde su ventajoso escondite, Prospero ordena a Ariel: “Búrlalos, persíguelos / Provoca y engaña / Pínchalos, engáñalos / Prívalos de la paz”. El Rey lamenta la pérdida de su hijo y Gonzalo intenta consolarlo pero Ariel comienza con su engaño e, imitando las voces de los miembros del grupo para confundirlos y dividirlos, comienzan a reñir. El conflicto es evitado por la llegada de Caliban. Escena 2: Caliban con la corte Se confrontan entre sí con estupor y pronto Trinculo y Stefano empiezan a hacer tomar a Caliban. Mientras el engaño de Ariel continúa, él conmina al grupo a no tener miedo, pues “la isla está llena de ruidos” y explica su presencia ahí; pero, antes de poder revelar el nombre de Prospero, es silenciado y abandona al grupo. Confundidos, el Rey y Gonzalo se van a recorrer la isla con la magia de Prospero en marcha a hacerlos vagar: “Busquen / Donde no hay sendero alguno / vayan en círculos / Beban del pantano”. Escena 3: Caliban, Stefano y Trinculo Brevemente, Caliban, Stefano y Trinculo confabulan para reivindicar a Caliban en su otrora posición como gobernante de la isla. Dirección: Thomas Adès Producción: Robert Lepage Escenografía: Jasmine Catudal Vestuario: Kym Barrett Iluminación: Michel Beaulieu Video: David Leclerc Audrey Luna (Ariel) Isabel Leonard (Miranda) Iestyn Davies (Trinculo) Alek Shrader (Ferdinand) Alan Oke (Caliban) William Burden (King of Naples) Toby Spence (Antonio) Simon Keenlyside (Prospero) Ariel explica que ha dispersado a la corte y, una vez más, pide ser liberada. El Rey y la corte llegan exhaustos y casi desvaneciéndose; todos, excepto Antonio y Sebastian, se quedan pronto dormidos. Estos últimos empiezan a fraguar el asesinato del Rey pero Ariel los interrumpe, despertando al resto de la corte; luego hace aparecer un banquete de la nada y, con la misma inmediatez, lo desaparece, dejando al grupo aún más confundido. Prospero ensalza su poder sobre sus enemigos. Escena 3: Miranda y Ferdinand, regreso de Prospero La pareja informa a Prospero que se han casado y Ariel aparece presentándoles sus buenos deseos, además de revelar al joven que su padre está vivo. Desapareciendo a Ariel, Prospero anuncia que está terminando con la magia: “Nuestra dicha ha terminado / ¿Qué están mirando? / Se ha esfumado / Como las ciudades desaparecen / Palacios desaparecen / El mundo mismo/Se disuelve/No hay nada que decir/Todo se acabará”. Trinculo, Stefano y Caliban regresan, éste último confirmando su deseo por Miranda, diciendo: “Tendremos Calibanes / muchos y muy fuertes”, lo cual indigna a Prospero, quien lo hace desaparecer. Ariel reaparece y se le promete su libertad dentro de una hora. Acto Ill Escena 4: Todos excepto Caliban Propero se presenta al Rey y a su corte y revela a Ferdinand y Miranda con Alonso. Con la reaparición de Triculo y Stefano la corte se ve nuevamente reunida: “Bendita sea la isla / Donde Prospero ha encontrado su reinado / Ferdinand, a su mujer / Y a Nápoles, Ferdinand”, dice Gonzalo mientras se encaminan todos al barco, ahora restaurado. Prospero se reconcilia con el Rey, perdona a su hermano y rompe su vara mientras Ariel, cuya voz se escucha fuera del escenario, parte. Escena 2: Prospero y Ariel, seguidos por la llegada de la corte Escena 5: Caliban solo, con Ariel fuera de escena Caliban se queda solo en la isla reflexionando sobre los cambios: “Los que estaban aquí / ¿Han desaparecido?” La voz de Ariel se escucha nuevamente fuera de escena. o Escena 4: Ferdinand, Miranda y Prospero escondido La pareja expresa su amor y Miranda libera a Ferdinand obligando a Prospero a aceptar la pérdida de su hija: “Miranda / La he perdido / No puedo gobernar en sus mentes / Mi hija me ha ganado / Un poder mayor al mío / Ha liberado al joven”. Escena 1: Caliban, Trinculo y Stefano, todos ebrios El trío danza por la isla proclamando que se acerca el momento en que Stefano será rey y Caliban, libre. Foto: Anne Deniau/Metropolitan Opera Simon Keenlyside (Prospero) ¾ pro opera pro ópera 7 LA CLEMENZA DI TITO La última ópera italiana de Mozart regresa al Met en la estilizada producción de Jean-Pierre Ponelle, con un elenco carismático encabezado por Giuseppe Filianoti en el rol protagónico, acompañado de Barbara Frittoli como la vengativa Vitellia y de Elīna Garanča como su joven amante, Sesto. Dirige el concertador especialista en el Barroco, Harry Bicket. Acto I Roma, Siglo I d.C. El emperador romano Tito está enamorado de Berenice, hija del rey de Judea. Vitellia, hija del anterior emperador, se considera la heredera del trono de su padre y le pide a su joven pretendiente Sesto que mate a Tito. Sesto, a pesar de ser amigo cercano del emperador, está dispuesto a hacer lo que sea por Vitellia, así que accede. Cuando Annio, amigo de Sesto, le dice que Tito no se va a casar con Berenice por razones políticas, Vitellia renueva sus esperanzas y le dice a Sesto que no haga nada. Annio recuerda a Sesto de su deseo de casarse con Servilia, su hermana, y los dos hombres proclaman su amistad. En el forum, los romanos aclaman a Tito. El emperador le dice a Annio y a Sesto que, ya que tiene que tomar a una romana como esposa, será Servilia con quien se case. Diplomáticamente, Annio asegura a Tito que está de acuerdo con la decisión. Tito declara que lo único bueno del poder es poder ayudar a otros; cuando Annio le dice a Servilia de las intenciones del emperador, ella le jura su amor. En el palacio, Tito explica su filosofía del perdón a Publio, el capitán de la guardia. Servilia entra y confiesa al emperador que ya estaba comprometida con Annio. Tito le agradece su honestidad y declara que no la obligará a casarse con él. Vitellia, sin saber que Tito ha cambiado su decisión, insulta furiosamente a Servilia y ordena a Sesto matar al emperador de una vez. Sesto se compromete a obedecerla y se va. Entonces llegan Publio y Annio e ¾ pro opera 14 pro ópera Ópera en dos actos Libreto: Caterino Mazzolà basado en Pietro Metastasio Música: Wolfgang Amadeus Mozart Duración aproximada: 175 minutos Dirección: Harry Bicket Producción, Escenografía y vestuario: Jean-Pierre Ponnelle Iluminación: Gil Wechsler Lucy Crowe (Servilia) Barbara Frittoli (Vitellia) Elīna Garanča (Sesto) Kate Lindsey (Annio) Giuseppe Filianoti (Tito) Oren Gradus (Publio) informan a Vitellia que Tito ha decidido escogerla a ella como su esposa. Vitellia trata desesperadamente de detener a Sesto pero se da cuenta de que ya es demasiado tarde. Sesto ha puesto en marcha una conspiración y ha prendido fuego al Capitolio. Lleno de vergüenza, acude a Annio, evade sus preguntas y escapa. Servilia aparece, luego Publio y finalmente Vitelia. Los tres buscan a Sesto y creen que Tito está muerto; Sesto regresa buscando un escondite y, cuando está a punto de confesar su crimen, Vitellia lo silencia. Acto ll En el palacio, Annio le dice a Sesto que el emperador sigue vivo. Cuando Sesto confiesa que fue él quien trató de asesinarlo pero sin decir por qué, Annio le aconseja sincerarse con Tito y esperar que lo perdone. Vitellia aparece, rogándole a Sesto que huya, pero ya es tarde: uno de los conspiradores ha traicionado a Sesto y es arrestado por Publio, quien llega acompañado de unos soldados. Sesto le pide a Vitellia que recuerde su amor. El pueblo romano está agradecido de que el emperador haya sobrevivido. Tito se esfuerza por entender los motivos de los conspiradores y duda de la deslealtad de Sesto. Publio le advierte sobre ser demasiado confiado. Cuando se anuncia que Sesto ha confesado y que el Senado lo ha sentenciado a muerte, Annio le pide a Tito que tenga compasión. El emperador decide no firmar la sentencia hasta no hablar en persona con Sesto. A solas, Sesto asegura a Tito que no quería el trono para sí, pero no se atreve a implicar a Vitellia. Tito, insatisfecho con la explicación, hace que se lo lleven. Sesto le pide recordar su amistad. El emperador firma la sentencia pero luego la rompe: no puede ser un tirano y ejecutar a su amigo. Increpa a los dioses, diciéndoles que si lo que quieren es un gobernante cruel tendrán que sacarle su corazón humano. Servilia y Annio ruegan a Vitellia que salve a Sesto y ella se da cuenta de que debe confesar su crimen antes que aceptar el trono pagando con la vida de Sesto. En la plaza pública, Tito está a punto de pronunciar la sentencia de Sesto, entonces llega Vitellia y admite que ella es la única responsable del intento de asesinato. El desconcertado emperador explica que su intención de todas formas era perdonar a Sesto y finalmente concede el perdón a todos los conspiradores. El pueblo romano aclama la bondad de Tito y pide a los dioses le concedan una vida larga. o Foto: Marty Sohl/Metropolitan Opera Escena de La clemenza di Tito ¾ pro opera pro ópera 7 AIDA Esta épica ópera de Verdi presenta a la soprano ucraniana Liudmyla Monastyrska en su debut como la esclavida princesa etíope, acompañada por Olga Borodina, una de las mejores intérpretes del rol de Amneris, Roberto Alagna como el héroe Radamès y George Gagnidze como el destronado rey de Etiopía. La espectacular producción de Sonja Frisell utiliza todas las capacidades teatrales del Met para sumergir al espectador en la grandeza del antiguo Egipto. Fabio Luisi dirige sus primeras funciones de la ópera en el Met. Acto I Egipto, durante el reinado de los faraones En el palacio real de Menfis, el sumo sacerdote Ramfis dice al guerrero Radamès que Etiopía está preparando otro ataque contra Egipto. Radamès espera ser él quien dirija al ejército pues está enamorado de Aida, la esclava etíope de la princesa Amneris, hija del rey, y piensa que si gana la batalla entonces podrá liberarla y casarse con ella. Pero Amneris está enamorada de Radamès y, cuando los tres se reúnen, se da cuenta de sus sentimientos por Aida y siente celos. Un mensajero le dice al rey de Egipto, a los sacerdotes y a los soldados que el ejército etíope está avanzando. El rey nombra entonces a Radamès como líder del ejército y todos entonan un himno patriótico. Ya sola, Aida se debate entre su amor por Radamès y la lealtad que le debe a su país natal, donde su padre Amonasro es el rey, y reza a los dioses por misericordia. En el templo de Vulcano, los sacerdotes consagran a Radamès al servicio de la deidad y Ramfis le ordena proteger su patria. Acto ll Etiopía ha sido derrotada y Amneris espera el regreso triunfal de Radamès. Cuando Aida se aproxima, la princesa hace salir al resto de su séquito para averiguar los verdaderos sentimientos de su esclava en privado, diciéndole que Radamès ha muerto en la ¾ 16 pro ópera pro opera Ópera en cuatro actos Libreto: Antonio Ghislanzoni basado en Camille du Locle Música: Giuseppe Verdi Duración aproximada: 220 minutos Dirección: Fabio Luisi Producción: Sonja Frisell Escenografía: Gianni Quaranta Vestuario: Dada Saligeri Iluminación: Gil Wechsler Coreografía: Alexei Ratmansky Liudmyla Monastyrska (Aida) Olga Borodina (Amneris) Roberto Alagna (Radamès) George Gagnidze (Amonasro) Štefan Kocán (Ramfis) Miklós Sebestyén (Il Re) batalla y luego revelándole que en realidad está vivo. Por sus reacciones, no queda duda de que Aida sí ama a Radamès pero, segura de que Aida no es rival para ella, se va a presenciar la procesión triunfal. A la entrada de la ciudad, el rey y Amneris observan la victoriosa celebración y coronación de Radamès. Los prisioneros de guerra son traídos y Aida reconoce entre ellos a su padre quien le dice que no revele su identidad al rey. Radamès se impresiona con la elocuente petición de misericordia que hace Amonasro y pide al rey se perdone la vida a los prisioneros y se les conceda libertad. El rey concede la petición pero conserva preso a Amonasro y declara que, como recompensa a su victoria, Radamès tendrá la mano de su hija en matrimonio. Acto Ill En la víspera de su boda, Amneris va con Ramfis a rezar al templo a orillas del Nilo. Aida, en espera de Radamès, añora su tierra natal. Amonasro llega y, apelando a su deber patriótico, convence a su hija de averiguar con Radamès qué ruta va a tomar el ejército egipcio para invadir Etiopía y así poder escapar. Amonasro se oculta cuando Radamès llega y declara su amor a Aida. La pareja sueña con una vida juntos en el futuro y Radamès acepta huir con ella, pero cuando se entera de que Amonasro es el rey de Etiopía se horroriza por lo que ha hecho. Aida y Amonasro tratan de calmarlo, pero Ramfis y Amneris se apersonan en el templo. Padre e hija logran huir, pero Radamès se entrega a los sacerdotes. Acto IV Creyendo muerta a Aida, Radamès espera su juicio por traición. Más tarde, aun cuando se le revela que su amada ha sobrevivido, rechaza la oferta de Amneris de salvarlo si renuncia a Aida. Cuando es llevado ante los sacerdotes se niega a contestar a las acusaciones y es condenado a ser enterrado vivo. Amneris pide misericordia pero los jueces no cambian su veredicto y los maldice. En la bóveda, Aida espera escondida a Radamès para compartir su destino. La pareja expresa su amor por última vez mientras Amneris, arriba en el templo, reza por el alma de Radamès. o Foto: Ken Howard/Metropolitan Opera Roberto Alagna (Radamès) pro opera ¾ UN BALLO IN MASCHERA Este drama de celos y venganza de Giuseppe Verdi se presentará en una nueva producción a cargo de David Alden, en su regreso al Met después de 20 años de ausencia. Ubicada en un ambiente sueco de principios del siglo XX, Marcelo Álvarez encabeza el elenco como el malogrado rey Gustavo III; Sondra Radvanovsky es Amelia, el objeto de su pasión secreta; Dmitri Hvorostovsky es su desconifado esposo; y Stephanie Blythe es la agorera Ulrica. Dirige Fabio Luisi. Los nombres de los personajes suecos son los originales que Verdi pretendía. Debido a la censura cuando fue estrenada la ópera, se vio obligado a cambiar el tiempo y el lugar de la historia, así como los nombres de los personajes históricos que la protagonizan. Los nombres usuales están entre paréntesis. Acto I Palacio Real en Estocolmo, 1792 Cortesanos y un grupo de conspiradores comandados por los Condes Horn y Ribbing (Tom y Samuel) esperan una audiencia con el Rey Gustavo III (Riccardo). El Rey llega y ve el nombre de Amelia, esposa de su consejero y amigo Anckarström (Renato), en la lista de invitados a un baile de máscaras y piensa en el amor prohibido que siente por ella. A solas con Gustavo, Anckartröm advierte al Rey sobre una conspiración en su contra, pero Gustavo desestima el peligro de la situación. El joven paje Oscar le dice al Rey que la agorera Ulrica ha sido acusada de brujería y que ha de ser desterrada. El Rey decide ir personalmente a atender ese asunto y acuerda con su corte ir de incógnito a visitar a Ulrica. una planta mágica en el lugar donde se hacen las ejecuciones. Amelia se va y Gustavo decide seguirla. Oscar y otros miembros de la corte llegan y el Rey le pide a Ulrica que le lea la mano y ella le dice que morirá en manos de un amigo; Gustavo se ríe de la profecía y le exige saber el nombre de su asesino. Ulrica le contesta que será la primera persona que lo salude de mano. Cuando Anckarström se aproxima, Gustavo lo saluda y declara que el oráculo es un fraude, pues Anckarström es su amigo más leal. Reconociendo a su rey, la multitud lo aclama mientras los conspiradores se se quejan de su desgracia. Acto Il Amelia llega al lugar que le dijo la adivina y reza pidiendo olvidarse de su amor por el Rey. Cuando Gustavo aparece, ella le pide que se vaya pero después los dos se declaran su amor. Cuando Anckarström los interrumpe, advirtiendo al rey que los conspiradores están cerca, ella se cubre la cara; Gustavo hace a Anckarström prometer que llevará a la mujer a la ciudad sin quitarle el velo y escapa. Encontrando a Anckarström en vez de a su víctima, los conspiradores se burlan de su acompañante y su velo; cuando Amelia se Cerca del puerto, Ulrica invoca a los espíritus da cuenta de que su esposo antes pelearía proféticos y le dice al marinero Cristiano con ellos que romper su promesa a Gustavo, (Silvano) que pronto será rico y recibirá un ascenso. El Rey, disfrazado, escucha a escondidas ella misma se quita el velo para salvarlo. Los conspiradores se divierten a costa de la y pone dinero y documentos de ascenso en situación de Anckarström, quien, atónito con la el bolsillo de Cristiano. Cuando el marinero traición del Rey, pide a Horn y Ribbing que lo descubre el cambio de su suerte, todos alaban vayan a ver a su casa a la mañana siguiente. los poderes de Ulrica. Gustavo se esconde mientras la adivinadora saca a sus visitantes y Acto Ill hace pasar a Amelia, quien está atormentada En su casa, Anckarström amenaza de muerte a por el amor que siente por el Rey y le pide Amelia. Ella le pide ver a su hijo una última vez ayuda. Ulrica le dice que tiene que encontrar ¾ 18 pro ópera pro opera Ópera en tres actos Libreto: Antonio Somma basado en Eugène Scribe Música: Giuseppe Verdi Duración aproximada: 200 minutes Dirección: Fabio Luisi Producción: David Alden Escenografía: Paul Steinberg Vestuario: Brigitte Reiffenstuel Iluminación: Adam Silverman Coreografía: Maxine Braham Sondra Radvanovsky (Amelia) Kathleen Kim (Oscar) Stephanie Blythe (Ulrica) Marcelo Álvarez (Gustavo III) Dmitri Hvorostovsky (Anckarström) antes de morir, lo cual conmueve a Anckarström y decide descargar su ira únicamente en el Rey. Horn y Ribbing llegan y Anckarström les dice que se unirá a los conspiradores; los tres hombres deciden dejar a la suerte quién será el asesino del Rey y Anckarström obliga a su esposa a hacer el sorteo. Cuando es su propio nombre el elegido, Anckarström se regocija. Llega Oscar con la invitación para el baile de máscaras mientras los asesinos celebran la excelente oportunidad de llevar a cabo su plan. Amelia decide prevenir al Rey. Gustavo, solo en su habitación, decide renunciar a su amor por Amelia y mandar a Anckarström con su esposa a Finlandia cuando Oscar le entrega una carta sin firmar que le advierte de la conspiración para matarlo, pero el Rey no está dispuesto a ser intimidado y se va al baile. En el salón de baile, Anckarström intenta averiguar por Oscar qué disfraz llevará el Rey. El paje contesta evasivamente pero finalmente revela cuál será el disfraz. Amelia y el Rey se encuentran y ella le reitera la advertencia. Negándose a escapar, el Rey declara su amor una vez más a Amelia y le dice que va a mandarla lejos, tanto a ella como a su esposo. Cuando la pareja se despide, Anckarström apuñala al Rey quien, moribundo, perdona a su asesino y le asegura que, aunque estaba enamorado de Amelia, su esposa es inocente. La multitud alaba la bondad y la generosidad del Rey. o Foto: Brigitte Lacombe/Metropolitan Opera Dmitri Hvorostovsky (Anckarström) y Marcelo Álvarez (Gustavo III) ¾ pro opera LES TROYENS El Met ofrece una rara oportunidad de gozar la obra maestra de Berlioz, vista por última vez en este escenario en 2003, en la aclamada producción de Francesca Zambello. Fabio Luisi dirige a un elenco encabezado por Marcello Giordani, Deborah Voigt y Susan Graham, quienes interpretan a los personajes de la Guerra de Troya. Acto I Luego de diez años de sitio, los griegos se han ido de Troya dejando un caballo de madera gigante como una ofrenda a la diosa Palas Atenea. Sólo la profetisa Cassandre, hija del Rey de Troya, Priam, se pregunta qué significa la repentina desaparición de sus enemigos. En una visión, ha visto al fantasma de su hermano Hector caminando junto a las murallas de la ciudad. Cassandre trata de advertirle a su padre del desastre inminente que se avecina e insiste a su esposo Chorèbe en abandonar la ciudad, pero ninguno de los dos la escucha. Cuando Chorèbe le pide que asista al festejo, ella le dice que ha previsto la muerte tanto para él como para su padre. Los troyanos agradecen a los dioses. La viuda de Hector, Andromache, presenta a su hijo, heredero del trono, ante el rey Priam y la reina Hécube. El guerrero Énée llega e informa que el sacerdote Laocoon está muerto pues, habiendo sospechado que el caballo de madera era algún tipo de trampa, le ha arrojado su lanza y ha animado al pueblo a prenderle fuego cuando dos serpientes marinas gigantes lo han devorado junto con sus dos hijos. Priam y Énée ordenan hacer traer el caballo dentro de la ciudad para rogar por el perdón de Atenea. Cassandre se da cuenta de que éste será el fin de Troya. Acto Il Énée es visitado por el fantasma de Hector, quien le dice que escape de la ciudad y que su destino es fundar un nuevo imperio que algún día dominará al mundo. Cuando el fantasma desaparece, Panthée, amigo de Énée, llega con la noticia de que los soldados griegos que salieron del caballo están destruyendo la ciudad. Las mujeres troyanas rezan por que los invasores se vayan y Cassandre profetiza que Énée y algunos de los troyanos escaparán a Italia para construir una ciudad: una nueva Troya. Chorébe ha caído y Cassandre se prepara ¾ pro opera 20 pro ópera Ópera en cinco actos Libreto y música de Hector Berlioz basado en la Eneida de Virgilio Duración aproximada: 300 minutos Dirección: Fabio Luisi Producción: Francesca Zambello Escenografía: Maria Bjørnson Vestuario: Anita Yavich Iluminación: James F. Ingalls Coreografía: Doug Varone para su propia muerte y pregunta a las mujeres si se someterán a la violación y a la esclavitud o si prefieren morir. Cuando los soldados griegos entran, las mujeres se suicidan colectivamente. Énée y sus hombres escapan con los tesoros de Troya. Deborah Voigt (Cassandra) Susan Graham (Dido) Marcello Giordani (Aeneas) Eric Cutler (Iopas) Dwayne Croft (Coroebus) Kwangchul Youn (Narbal) Acto Ill El pueblo de Cartago aclama a su reina, Didon. Luego de siete años de haber dejado Tiro tras el asesinato del esposo de Didon, han logrado alzar un nuevo reino. Anna, hermana de Didon, le sugiere que Cartago necesita de un rey y le asegura a su hermana que algún día habrá de amar otra vez. Sobrevivientes de un naufragio en medio de una violenta tormenta son anunciados: es decir, lo que queda del ejército troyano con Énée disfrazado de marinero entre ellos. Didon los recibe. Llegan entonces noticias del líder de los númidas, Iarbas, quien está por atacar Cartago y Énée revela su identidad y ofrece pelear junto a los cartagineses. Didon acepta y Énée comanda a los dos ejércitos, encomendando a Ascagne, su hijo, el cuidado de la Reina. Acto lV Énée regresa victorioso a Cartago. Durante una partida real de caza, él y Didon buscan refugio de una tormenta y llegan a una cueva, donde se declaran su amor. Meses después, Narbal, consejero de la Reina, se preocupa de que Didon esté descuidando sus obligaciones como reina por haberse enamorado, y teme que, al haber recibido al ejército troyano, Cartago vaya a recibir también un destino funesto. Didon llega con Énée y su corte para ver cantos y bailes y ella le pide a su amado que le cuente más sobre los últimos días de Troya; él le habla de Andromache, la viuda de Hector, quien se casó con Pyrrhus, que era un enemigo, y Didon advierte el parecido con su propia situación. A solas, ella y Énée proclaman nuevamente su amor pero Mercurio aparece y le recuerda a Énée sobre su deber y su destino: Italia. Acto V En la bahía, en el campamento troyano, un joven marinero canta una balada añorando el hogar. Panthée y los capitanes troyanos están preocupados por visiones y profecías que les recuerdan que no se han ido a Italia. Énée llega, debatido entre su amor por Didon y su deber de dejar Cartago y decide ver por última vez a la Reina, pero cuando los fantasmas de Cassandre, Priam, Hector y Chorèbe se le aparecen y lo apuran a irse, ordena a sus hombres embarcarse antes de que amanezca. Didon aparece y Énée le jura que la ama pero que se tiene que ir. Didon lo maldice. Cuando amanece, la Reina le pide a su hermana que persuada a Énée de quedarse, pero los barcos troyanos ya han emprendido camino mar adentro. Furiosa, Didon ordena alzar una pira y quemar todos los regalos y recuerdos de su amor por Énée. Decidida a acabar con su vida, Didon se despide de Cartago y de todo aquello de lo que alguna vez sintió afecto. La pira está lista y, mientras los sacerdotes rezan por Didon, ella predice que será recordada y que un futuro general cartaginés, Aníbal, la vengará contra Italia un día; entonces se clava la espada de Énée y, muriendo, tiene una última visión: Cartago es destruida bajo el dominio eterno de Roma. Mientras el Capitolio romano aparece apoteóticamente a lo lejos, los cartagineses maldicen a Énée y a sus descendientes. o Foto: Marty Sohl/Metropolitan Opera Escena de Les troyens pro opera ¾ MARIA STUARDA David McVicar, quien dirigió el estreno en el Met de Anna Bolena la temporada pasada, ahora se encarga de la producción del estreno de la segunda ópera de Donizetti de su famosa “Trilogía Tudor”. Joyce DiDonato acomete el virtuoso rol belcantista de la desafiante Maria Stuarda, Reina de Escocia. La soprano sudafricana Elza van den Heever hace su debut en el Met como su formidable rival Elisabetta, Reina de Inglaterra. Maurizio Benini dirige a un elenco que también incluye a Francesco Meli, Joshua Hopkins y Matthew Rose. Leicester llega y Elisabetta lo instruye a informar al embajador que sí se casará con François. Como Leicester, de quien la reina está enamorada, no da ninguna señal de estar celoso, ésta asume que tiene una rival; lo cual confirma pronto, cuando Talbot —consejero de Maria— regresa de Fotheringhay (que es donde se encuentra Maria) y le da a Leicester una carta y un retrato en miniatura de parte de la prisionera. Leicester reitera su amor por Maria y jura hacer todo lo que pueda por liberarla. Pero Elisabetta lo ve todo y exige ver la carta. Leicester se la enseña reticente, suplicando a la Reina que vaya a verla, a lo que Elisabetta accede, aunque sin dejar de pensar en vengarse. ¾ pro opera 22 pro ópera Duración aproximada: 180 minutos Dirección: Maurizio Benini Producción: David McVicar Escenografía y Vestuario: John MacFarlane Iluminación: Jennifer Tipton Coreografía: Leah Hausman Joyce DiDonato (Maria Stuarda) Elza van den Heever (Elisabetta) Francesco Meli (Leicester) Joshua Hopkins (Cecil) Matthew Rose (Talbot) Acto I Escena 1: Corte de Elisabetta de Inglaterra en Westminster Siguiendo a un cortejo para celebrar al embajador francés, quien ha traído noticias de la propuesta de matrimonio del Delfín François a la Reina Elisabetta, la corte hace su entrada. Elisabetta considera la propuesta, que supondría la creación de una alianza con Francia, pero lo sopesa, pues no quiere ceder su libertad y perdonar a su prima Maria Stuarda —antes, reina de Escocia—, quien se encuentra presa por conspiración en su contra, y expresa sus dudas mientras los cortesanos suplican por la vida de Maria. Ópera en dos actos Libreto: Giuseppe Badari basado en Friedrich Schiller Música: Gaetano Donizetti Escena 2: Castillo de Forthringhay Maria añora su juventud en Francia con su dama de compañía, Anna, cuando se escuchan sonidos de caza. Leicester advierte a Maria de la inminente visita de Elisabetta y le aconseja actuar con humildad ante la Reina. Cuando las primas por fin se encuentran, la confrontación no tarda en tornarse hostil: Elisabetta acusa a Maria de haber asesinado a su esposo, Lord Darnley, así como de traición y libertinaje, y Maria, indignada por los falsos levantados en su contra, la llama “hija impura de Anna Bolena”, de tal manera que la Reina llama a los guardias y hace encerrar a su rival otra vez. Acto Il Escena 1: Una habitación en los aposentos de Elisabetta Maria está acusada de complicidad en la Conspiración de Babington, cuyo objetivo era asesinar a la Reina para que Maria tomara su lugar y, después de considerarlo mucho, Elisabetta es convencida por William Cecil de firmar la sentencia de muerte de su prima. Leicester llega y suplica por la vida de Maria, pero la Reina no se inmuta, a pesar de que Leicester la acusa de ser cruel, y le ordena presenciar la ejecución de Maria. Escena 2: Habitación de Maria Talbot y Cecil informan a Maria que ha sido sentenciada a muerte y, cuando Cecil se va, Talbot le dice a Maria que Leicester ha sido obligado a presenciar su ejecución. Doliente, Maria imagina junto a ella al fantasma de su otrora esposo Lord Darnley. Escena 3: El patio de Fotheringhay Mientras espera el momento de su ejecución, Maria se despide de la multitud y, juntos, piden misericordia a Dios. Cuando Cecil llega y le anuncia que ya es hora, Maria reza por Inglaterra y perdona a Elisabetta. Leicester llega a despedirse de ella y los dos sienten angustia. Maria le pide que esté con ella en el momento de su muerte y clama su inocencia una vez más antes de ser conducida al patíbulo. o Foto: Brigitte Lacombe/Metropolitan Opera Joyce DiDonato (Maria) pro opera ¾ RIGOLETTO En su debut en el Met, el premiado director de escena Michael Mayer encabeza la nueva producción de Rigoletto. Su concepto transporta la acción de la corte de Mantua en el siglo XVI a Las Vegas en la década de 1960, con un elenco encabezado por Željko Lučić en el rol epónimo, Diana Damrau como su hija Gilda, Piotr Beczala como el Duque, Štefan Kocán como el asesino Sparafucile y Oksana Volkova, en su debut en el Met, como la seductora Maddalena. Dirige desde el podio el joven concertador Michele Mariotti. Recibido por su hija Gilda, a quien mantiene apartada del mundo, Rigoletto rememora a su esposa fallecida, y luego advierte Giovanna, su nodriza, que no deje a nadie entrar en la casa. Pero, cuando Rigoletto se va, el Duque, disfrazado, entra por el jardín y soborna a Giovanna para que no diga nada. El noble le declara su amor a Gilda, a quien había visto ya en la iglesia. Él le dice que es un estudiante pobre llamado Gualtier Maldè, pero huye cuando escucha pasos. Repitiendo su nombre con ternura, Gilda se retira. Mientras tanto, ¾ 24 pro ópera pro opera Duración aproximada: 180 minutos Dirección: Michele Mariotti Producción: Michael Mayer Escenografía: Christine Jones Vestuario: Susan Hilferty Iluminación: Kevin Adams Coreografía: Steven Hoggett Diana Damrau (Gilda) Oksana Volkova (Maddalena) Piotr Beczala (Duke of Mantua) Željko Lučić (Rigoletto) Štefan Kocán (Sparafucile) Acto I Mantua, 1550 En su palacio, el Duque se jacta alegremente de sus conquistas amorosas con sus cortesanos, conduciendo a la Condesa Ceprano, su más reciente conquista, a una habitación privada, mientras su bufón jorobado, Rigoletto, se burla del esposo de ésta. Marullo, uno de los cortesanos, anuncia que Rigoletto está bajo sospecha de tener oculta una amante y Ceprano conspira con los cortesanos para castigar al odiado bufón. La atención se desvía cuando Monterone, un viejo perteneciente a la nobleza, entra y denuncia al Duque de haber seducido a su hija. Ridiculizado por Rigoletto y puesto bajo arresto, Monterone maldice tanto al duque como a su bufón. Camino a su casa, esa misma noche, Rigoletto cavila sobre la maldición de Monterone. Rechazando los servicios ofrecidos por Sparafucile, un asesino profesional, se da cuenta de que las palabras pueden ser tan letales como una daga. Ópera en tres actos Libreto: Francesco Maria Piave basado en Victor Hugo Música: Giuseppe Verdi los cortesanos interceptan a Rigoletto en la entrada de su casa y le piden ayuda para raptar a la esposa de Ceprano, que vive del otro lado del camino; embaucan al bufón vendándole los ojos y haciéndole sostener una escalera en la pared de su propio jardín. Los cortesanos irrumpen en la casa y se llevan a Gilda; Rigoletto, escuchando los gritos de su hija pidiendo ayuda, se quita el antifaz y entra presto a la casa, encontrando únicamente su mascada. El bufón recuerda entonces la maldición de Monterone. Acto Il En su palacio, el Duque se angustia por la desaparición de Gilda. Cuando los cortesanos regresan relatando que han raptado y traído a una joven que ahora está en su habitación, el Duque se da cuenta de que se trata de Gilda y se apresura gozoso a su conquista. Rigoletto no tarda en llegar, buscando cautelosamente a su hija, pero los cortesanos le impiden el paso. Cuando se enteran de que no se trata de su amante sino de su hija se quedan atónitos; el bufón los insulta y, cuando encuentra a su hija, la abraza. Ella, desaliñada, le cuenta de su enamorado y del secuestro. Mientras Monterone es conducido al calabozo, Rigoletto jura venganza. Acto Ill De noche, en las afueras de la ciudad, donde Sparafucile hospeda al Duque, Rigoletto y Gilda lo ven cortejando a la hermana y cómplice del asesino, Maddalena. Rigoletto ordena a su hija escapar a Verona disfrazada de hombre y luego le paga a Sparafucile para que asesine al Duque. Mientras una fuerte tormenta cae, Gilda regresa; cuando escucha a Maddalena persuadiendo a su hermano no de matar al Duque sino al siguiente hombre que entre en la posada, decide sacrificarse, a pesar de la traición del Duque, y entra. Sparafucile la apuñala. Rigoletto regresa por el cuerpo del Duque y se regocija cuando Sparafucile le entrega el saco, ignorando que es el cuerpo de su hija el que carga, hasta que escucha a lo lejos la voz cantante de su enemigo y abre desesperadamente el saco, descubriendo a su hija Giulia, quien muere pidiéndole perdón. La maldición de Monterone se ha consumado. o Foto: Nick Heavican/Metropolitan Opera Željko Lučić (Rigoletto) pro opera ¾ PARSIFAL En esta nueva coproducción del Met con la Opéra National de Lyon y la Canadian Opera Company, la visión intemporal del cineasta y régisseur François Girard explora las múltiples facetas de la partitura mística de la última obra maestra de Richard Wagner. Jonas Kaufmann debuta el rol de Parsifal en el Met. Acompañan al tenor Katarina Dalayman como Kundry, Peter Mattei quien también debuta el rol de Amfortas, Evgeny Nikitin como Klingsor y René Pape en uno de sus roles más aclamados: el del sabio caballero Gurnemanz. Dirige Daniele Gatti. Acto I La España medieval En un bosque cercano al castillo de Montsalvat, el caballero del Santo Grial Gurnemanz y sus dos jóvenes escuderos despiertan. Otros dos caballeros llegan para preparar el baño de su líder Amfortas, quien sufre de una herida incurable. Kundry, una misteriosa mujer de edad y apariencia inciertas, se aproxima desenfrenadamente con un bálsamo para Amfortas. El rey y su corte llegan, aceptando el ofrecimiento de Kundry y avanzan hacia un lago cercano. Mientras Gurnemanz se lamenta de la herida de Amfortas, sus compañeros le piden que les hable del brujo Klingsor, quien en el pasado había tratado de unirse a la orden: vulgar y lujurioso, a Klingsor se le negó la entrada a la orden, por lo cual se castró a sí mismo tratando de lograr la aceptación, pero aún así fue rechazado. Enemigo implacable ahora, Klingsor puso una trampa a Amfortas con una bellísima mujer: mientras el rey estaba en sus brazos, Klingsor le quitó la Sagrada Lanza (aquélla que perforara el costado de Jesucristo) y se la clavó. Según la profecía, la herida sólo podría ser curada por un joven inocente que, mediante la compasión, conociera la sabiduría. De pronto, un cisne herido por una flecha cae muerto. Los caballeros llegan arrastrando a un joven, Parsifal, a quien Gurnemanz reprime por lastimar al ave. El joven avienta su arco y sus flechas avergonzado. Kundry relata que el padre del joven, Gamuret, murió en batalla y que su madre, Herzeliede, crió al niño en el bosque, pero que ahora ha muerto. Mientras los caballeros llevan a Amfortas de regreso en una ¾ pro opera 26 pro ópera camilla, Gurnemanz lleva a Parsifal al castillo, preguntándose si será él quien cumplirá la profecía. En una gran sala dentro del castillo, Amfortas y sus caballeros se preparan para la conmemoración de la Última Cena. La voz del padre del rey, el anciano Titurel, espera que su hijo descubra el Santo Grial, pero Amfortas duda y su angustia crece en presencia de la sangre de Cristo. Titurel ordena de una vez a los escuderos que descubran el cáliz, el cual ilumina el salón con un resplandor. Mientras se presentan el pan y el vino, un coro invisible se escucha desde lo alto. Parsifal no comprende qué pasa, si bien se le estremece el corazón cuando Amfortas grita de dolor. Enojado, Gurnemanz echa al joven que nada ha entendido. Acto Il Klingsor invoca a su esclava Kundry para seducir a Parsifal. Dueño de la lanza de Amfortas, ahora espera hacerse también con el Grial, acabando con Parsifal, a quien reconoce como el salvador de la orden. Kundry, en la esperanza de ser redimida, protesta en vano. En el jardín mágico, las doncellas de las flores le ruegan a Parsifal por su amor pero desaparecen cuando Kundry, transfigurada en sirena, llega y trata de seducirlo contándole cosas bellas sobre su infancia y sobre su madre y lo besa apasionadamente. Parsifal se aleja de ella y la rechaza, y comprende entonces el misterio de la herida de Amfortas y su propia misión. Kundry apela entonces a su compasión para que la libere de la vida cansada a la que está condenada por haberse burlado de Cristo en la Cruz, pero Parsifal la rechaza otra vez, a lo Ópera en tres actos Libreto y música: Richard Wagner Duración aproximada: 320 minutes Dirección: Daniele Gatti Producción: François Girard Escenografía: Michael Levine Vestuario: Thibault Vancraenenbroeck Iluminación: David Finn Video: Peter Flaherty Coreografía: Carolyn Choa Dramaturgia: Serge Lamothe Katarina Dalayman (Kundry) Jonas Kaufmann (Parsifal) Peter Mattei (Amfortas) Evgeny Nikitin (Klingsor) René Pape (Gurnemanz) que Kundry reacciona maldiciéndolo a vagar sin rumbo y sin esperanza en su regreso a Montsalvat y llamando a Klingsor quien, en un intento de atacar a Parsifal con la Sagrada Lanza, la pierde cuando Parsifal la atrapa. El joven hace la señal de la Santa Cruz, causando la destrucción del castillo de Klingsor. Acto Ill Gurnemanz, ahora un viejo ermitaño, encuentra a Kundry, penitente, exhausta en la maleza. Mientras la reanima dándole agua del Santo Manantial, un caballero en armadura se aproxima; Gurnemanz reconoce a Parsifal y a la lanza. El caballero relata que ha pasado años tratando de encontrar el camino de regreso a Amfortas y al Grial. Gurnemanz quita la armadura a Parsifal y Kundry le lava los pies, secándolos con su pelo. A cambio, Parsifal la bautiza y luego alaba la belleza primaveral de la pradera. A lo lejos, campanas anuncian el funeral de Titurel y los tres se encaminan al castillo. La mesa de la Comunión ha desaparecido del Salón del Grial. Incapaz ya de descubrir el cáliz, Amfortas suplica a los caballeros que den fin a su sufrimiento matándolo, pero Parsifal llega y lo toca con la lanza, curándolo de la herida. Alzando el cáliz, Parsifal acepta el honor de los caballeros de ser su rey. Kundry, liberada de su maldición, cae muerta mientras una paloma blanca se posa sobre la cabeza de Parsifal. o Foto: Micaela Rossato/Metropolitan Opera Jonas Kaufmann (Parsifal) pro opera ¾ FRANCESCA DA RIMINI El melodrama de Riccardo Zandonai de principios del siglo XX se repone en el Met por primera vez en más de 25 years, en una producción opulenta y realista firmada por Piero Faggioni, inspirada en un episodio del Inferno de Dante. Marco Armiliato dirige a Eva-Maria Westbroek en el rol de la engañada mujer noble que se casa con el brutal Gianciotto, interpretado por Mark Delavan, en vez de su verdadero amor Paolo, cantado por Marcello Giordani. Robert Brubaker es el malvado Malatestino, quien celosamente instiga un doble asesinato. Acto Il Francesca vive ahora en Rímini como la esposa de Gianciotto. Durante un ataque al palacio por parte de una familia enemiga, Francesca se encuentra con Paolo y le reprocha dócilmente por el fraude cometido en su perjuicio. Él ruega por su perdón y le pregunta cómo quiere que muera, se adentra en la batalla y combate furiosamente, mientras Francesca pide protección a Dios. ¾ pro opera 28 pro ópera Duración aproximada: 200 minutos Dirección: Marco Armiliato Producción: Piero Faggioni Escenografía: Ezio Frigerio Vestuario: Franca Squarciapino Iluminación: Gil Wechsler Coreografía: Donald Mahler Eva-Maria Westbroek (Francesca) Marcello Giordani (Paolo) Robert Brubaker (Malatestino) Mark Delavan (Gianciotto) Acto I Italia, siglo XIII En la casa de la familia Polentani, en Rávena, los sirvientes se divierten con un bufón cuando son interrumpidos por Ostasio, quien, por razones políticas, planea ofrecer a su hermana en matrimonio al cruel y deforme Giovanni Malatesta, conocido como Gianciotto. A Francesca, quien nunca ha visto a su futuro esposo, se le ha hecho creer que con quien se va a casar es con Paolo, el apuesto hermano de Gianciotto. Inquieta por la idea de dejar su hogar, Francesca es tranquilizada por su hermana. Los sirvientes se apresuran a avisarle que su novio ha llegado y lo anuncian como el caballero más noble del mundo: es Paolo, en lugar de su hermano, quien entra al atrio mientras las hermanas se despiden. Francesca le ofrece una rosa y, sin decirse nada, los dos se enamoran profundamente. Ópera en cuatro actos Libretto: Tito Ricordi basado en Gabriele d’Annunzio Música: Riccardo Zandonai Una flecha parece haber herido a Paolo en la cabeza haciéndolo perder el conocimiento. Cuando Francesca se apura a estar con él, él le dice que está ileso; es el amor que siente por ella lo que lo está matando. Gianciotto llega y se sorprende de encontrar a su esposa en medio de la escena de la batalla. Francesca les ofrece vino a los dos hermanos para celebrar su victoria cuando es traído Malatestino, hermano menor de Paolo y de Giovanni, quien, luego de que Francesca le venda con su mascada un ojo lastimado, regresa presto a terminar la batalla. Acto Ill Francesca lee la historia de Guinevere y Lancelot a sus damas de compañía, quienes la entretienen bailando y cantando; cuando llega Smaragdi, su sirvienta, Francesca se queda a solas con ella y se entera de que Paolo, quien había dejado Rímini para olvidarse de ella, ha regresado. Paolo entra y Francesca le ruega que le dé paz, pero él le declara su amor; juntos, siguen leyendo la historia de Guinevere y Lancelot y se dan un beso, tal como los legendarios amantes del relato. Acto IV Parte 1 Malatestino, quien está desesperadamente enamorado de Francesca, le confiesa sus sentimientos ofreciéndole incluso envenenar a Gianciotto. A Francesca le resulta repulsiva la idea y se va justo cuando Gianciotto está llegando. Francesca informa a su esposo del comportamiento de Malatestino y Gianciotto lo confronta. Malatestino revela entonces que ha visto a Paolo entrando al cuarto de Francesca durante la noche y Gianciotto le exige pruebas de la infidelidad de su esposa así que los dos hermanos acuerdan sorprender a los amantes esa misma noche. Parte 2 Francesca tiene pesadillas y sus damas de compañía la consuelan. Paolo llega y los dos renuevan sus declaraciones de amor. Cuando se escucha la voz de Gianciotto afuera de la habitación, Paolo intenta escapar por una puerta secreta pero su hermano lo descubre y lo obliga a regresar al cuarto. Gianciotto está por apuñalar a Paolo pero Francesca se interpone y muere. Gianciotto apuñala entonces a Paolo y los dos amantes mueren, uno en los brazos del otro. o Foto: Winnie Klotz/Metropolitan Opera Escena de Francesca da Rimini ¾ pro opera GIULIO CESARE Ópera en tres actos Libreto: Nicola Francesco Haym basado en Giacomo Francesco Bussani Música: Georg Friedrich Händel Duración aproximada: 245 minutos La segunda nueva producción de la temporada del Met para David McVicar es esta inventiva puesta en escena de Giulio Cesare, que triunfó en su estreno en el Festival de Glyndebourne en 2005, y que incorpora elementos del teatro barroco con escenas del imperialismo inglés decimonónico para ubicar esta historia de amor y guerra. David Daniels encarna el rol principal, en tanto que Natalie Dessay interpreta a la cautivadora Cleopatra, acompañados por Alice Coote, Patricia Bardon, Christophe Dumaux y Guido Loconsolo en su debut en el Met como Achilla. Dirige el especialista en música barroca Harry Bicket. Dirección: Harry Bicket Producción: David McVicar Escenografía: Robert Jones Vestuario: Brigitte Reiffenstuel Iluminación: Paule Constable Coreografía: Andrew George Natalie Dessay (Cleopatra) Alice Coote (Sesto) Patricia Bardon (Cornelia) David Daniels (Giulio Cesare) Christophe Dumaux (Tolomeo) Guido Loconsolo (Achilla) Acto I Egipto, año 48 antes de Cristo Giulio Cesare ha vencido al ejército de su rival político y antes yerno Pompeo y llega triunfante a las orillas del Nilo. Cornelia, segunda esposa de Pompeo, pide clemencia para su esposo, pero Cesare dice que sólo la concederá si Pompeo se presenta en persona. Achille, líder militar en Egipto, porta la cabeza de Pompeo en una cesta como un regalo de Tolomeo, quien gobierna Egipto junto con Cleopatra. Cesare toma a mal el gesto y se va para confrontar a Tolomeo. Cornelia se desmaya y su hijo Sesto la reanima. Curio, asistente de Cesare, quien desea casarse con Cornelia, ofrece ayudarla vengando la muerte de su esposo, pero ella lo rechaza y llora su desgracia, para la cual una muerte más no ofrece ningún consuelo. Sesto decide ir por el asesino de su padre. Su séquito informa a Cleopatra del asesinato de Pompeo y, dándose cuenta de que su hermano Tolomeo fue quien lo orquestó todo esperando ganarse el favor de Cesare, decide que tiene que ver al emperador romano para hacerse de su apoyo para consolidar su posición como reina. Tolomeo se burla de ella pero Cleopatra está determinada a hacer uso de sus encantos con Cesare. Achille entra con la noticia de que Cesare se ha molestado por el asesinato de Pompeo, agregando que está dispuesto a acabar con Cesare a cambio de la mano de Cornelia. Tolomeo acepta con tal de deshacerse del emperador romano. Sesto la detiene, diciendo que él vengará a Pompeo. Cleopatra se apersona y ofrece los servicios de su consejero Nireno, quien les conducirá a donde está el inculpado Tolomeo. Cautelosamente, Tolomeo recibe a Cesare en su palacio, planeando emboscarlo, pero Cesare sospecha la traición. Cuando Achille presenta a Cornelia, Tolomeo es cautivado por su belleza pero no deja de hacer creer a Achille que podría casarse con ella. Sesto reta sin éxito a Tolomeo a un combate y, cuando Cornelia desdeña el cortejo de Achille, éste manda soldados egipcios a arrestar a Sesto. Mientras lamenta este reciente infortunio, Sesto se despide de ella, abatido. Acto Il En su palacio, Cleopatra instruye a Nireno a atraer a Cesare a sus habitaciones con la promesa de darle noticias de “Lidia”. Cesare llega en su búsqueda cuando es distraído por una bella música y, cuando Cleopatra aparece cantando alabanzas a las flechas de Cupido, hechiza a Cesare. En el harem del jardín del palacio de Tolomeo, Achille sigue insistiendo con la inflexible Cornelia; cuando se va, Tolomeo también trata de cortejarla, obteniendo el mismo resultado. Sesto entra, empeñado en vengar la muerte de su padre. En los cuarteles de Cleopatra, mientras tanto, su idilio con Cesare se arruina cuando escuchan ruidos de los conspiradores acercándose. En su campamento, Cesare reflexiona sobre la Revelando su identidad, Cleopatra insta a fragilidad de la vida y la fama y se para frente a Cesare a huir pero él está dispuesto a enfrentar la urna que contiene los restos de Pompeo. Curio a sus enemigos y reza por protección. En el presenta a “Lidia”, Cleopatra disfrazada como harem de Tolomeo, el rey está rodeado por sus una de sus damas de compañía quien, mientras favoritas, entre ellas Cornelia; Sesto irrumpe y habla de su sufrimiento en manos del tirano trata de apuñalar a Tolomeo, pero es abatido Tolomeo, deslumbra a Cesare con su belleza. por Achille, el cual anuncia que sus soldados Cesare se disculpa y se va, dejando a Cleopatra han atacado a Cesare, quien ha saltado al mar esconderse mientras una desconsolada Cornelia desde una de las ventanas del palacio y ha sido aparece y toma la espada de su esposo. dado sin duda por muerto. ¾ pro opera 30 pro ópera Achille reclama entonces la mano de Cornelia, prometida como recompensa, pero Tolomeo lo doblega ingeniosamente. Sesto trata de matarlo, pero su madre lo disuade. Sesto reitera su determinación de no descansar hasta que el tirano que asesinó a su padre sea castigado. Acto Ill A orillas del Mediterráneo, ruidos de batalla anuncian el conflicto armado entre los ejércitos de Tolomeo y Cleopatra. Victorioso, Tolomeo ordena que la todavía desafiante Cleopatra sea encadenada. Cesare, habiendo apenas sobrevivido, logra salir del agua y ruega por el bien de su amada. Sesto y Nireno entran, buscando a Tolomeo, pero en su lugar encuentran a Achille herido. Para vengarse de Tolomeo por haber aducido a Cornelia, Achille le da a Sesto un salvoconducto que le dará poder sobre cien soldados en una cueva cercana. Cuando Achille muere, Cesare aparece y reclama el sello, declarando que salvará tanto a Cornelia como a Cleopatra o morirá en el intento. Custodiada por soldados en el campamento de Tolomeo, Cleopatra teme que Cesare esté muerto y renuncia a toda esperanza, así que se sorprende muchísimo cuando éste aparece y la abraza. Mientras Cesare guía a los soldados a la conquista, ella compara su dicha con la de una persona que ha sido rescatada de un naufragio. En el harem, Tolomeo sigue cortejando a Cornelia pero Sesto los encuentra y mata por fin a Tolomeo. Cornelia bendice a su hijo vengador y Cesare y Cleopatra entran triunfantes a Alejandría. Cornelia presenta trofeos del acaecido Tolomeo a Cesare, quien se los da a Cleopatra diciéndole que apoyará su reinado. Mientras la pareja declara su amor, el pueblo aclama el restablecimiento de la paz. o Foto: Dan Rest/Lyric Opera of Chicago Natalie Dessay (Cleopatra) y David Daniels (Giulio Cesare) ¾ pro opera