III JORNADAS S. I. A. D. “1.989/2.001 DROGODELINCUENCIA / JUSTICIA ¿AVANCES? I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Aso Asociación Servicio Interdisciplinar de Atención a las Drogodependencias I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? JORNADAS “1.989/2.001 DROGODELINCUENCIA-JUSTICIA ¿AVANCES? Organización, Coordinación y Dirección: Alicia Gañan y Berta Gordon Colaboradores : Ángeles Díaz Alonso, Esther Fernández Martínez, Víctor Gañan Duran, Alejandro Gañan Duran, Consolación García García, Julia García Rubio, Beatriz Guillén Fermosel, Aranzazu Gutiérrez Herrero, Marta Jiménez Rodríguez-Lafora, Lucio Lazuén Bartolomé, Mª José Martínez Lorente, Pilar Rodríguez Rodríguez, Pilar Sousa Checa, y Carmen Varela Merchante. S.I.A.D. Madrid, 24, 25 y 26 de Octubre 2.001 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? INDICE Pags. • Presentación ..................................................................................... 2 • Inauguración .................................................................................... 4 • Conferencia Inaugural .................................................................... 11 • Mesa Redonda I “Las medidas penales en relación con la drogodelincuencia ................ 35 • Mesa Redonda II “La evolución del fenómeno de las drogodependencias” ....................... • Mesa Redonda III “Prisión/Tratamiento ¿dentro o fuera?......................................... • 139 Mesa Redonda V “Drogodependencia y justicia en los medios de comunicación”............ • 97 Mesa Redonda IV “Patología dual y justicia” ........................................................................ • 63 179 Mesa Redonda VI “¿Qué se está haciendo en las distintas CC:AA:?”................................. 197 • Clausura ............................................................................................ 249 • Títulos de comunicaciones .................................................................... 25 1 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? PRESENTACION Doce años de fructífera colaboración coordinación y relación entre instituciones, han permitido avanzar en la gestión de programas de asesoramiento a Jueces y atención al detenido drogodependiente. El excelente y dedicado trabajo del equipo del SIAD en los Juzgados y Tribunales Penales de Madrid, nos permite hacer una retrospectiva rigurosa de los cambios operados en el tratamiento y perfil del drogodelincuente. El compromiso de mejora y la experiencia acumulada ofrece un horizonte de mejora. La Justicia y las personas, que por una u otra razón se ven inmersos en su administrración, agradecen y aplauden esta iniciativa. ¡¡Felicidades!!. FERNANDO FERNÁNDEZ MARTÍN Magistrado Juez Decano de Madrid. 2 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Al organizar estas III Jornadas S.I.A.D., periodo comprendido entre 1.989 y 2.001 pretendíamos hacer un análisis del y los avances realizados en el tratamiento de las drogodependencias, la delincuencia y la justicia. Creemos que los objetivos se han cumplido, como queda reflejado en el contenido de este libro. Agradezco la participación de autoridades, ponentes, asistentes, personal de seguridad etc. Por todos y cada uno de ellos han resultado unas Jornadas interesantes. Quiero hacer una mención especial de agradecimiento a todos los profesionales que componen el Servicio de Asesoramiento a Jueces y de Información y Atención al Detenido Drogodependiente (S.A.J.I.A.D.), por su colaboración en la organización de las jornadas y por estar día a día cumpliendo como el mejor equipo. Gracias a todos. Alicia Gañan Barroso Presidenta S.I.A.D. 3 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? INAUGURACIÓN JOSE Mª ALVAREZ DEL MANZANO Alcalde de Madrid. CARLOS LESMES SERRANO Director General de Relaciones con la Administración de Justicia. JOSE MANUEL TORRECILLA JIMENEZ Gerente de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid. FERNANDO FERNANDEZ MARTÍN Decano de los Jueces de Madrid. ALICIA GAÑAN BARROSO Presidenta de S.I.A.D. Fernando Fernández Martín Decano de los Jueces de Madrid. 4 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Buenos días amigas y amigos es un honor dar la bienvenida a estas Jornadas de reflexión. Hace 12 años, patrocinado por el aquí presente Antonio García Paredes, entonces decano y hoy presidente de la Audiencia Provincial, echó a andar una ambiciosa propuesta de asesoramiento técnico especializado a jueces, sobre el entorno del drogodependiente; de los detenidos drogodelincuentes, así como las alternativas de tratamiento y reinserción. Además en esta andadura se realizan atención a las familias, y entrevistas con personas ingresadas en centros penitenciarios. En el año 94 se amplió con el análisis de drogas en orina y, mucho más reciente y desde este mismo lugar se aborda la dispensación de metadona e incluso, la colocación de parches de detección de drogas para el seguimiento de medidas de seguridad y/o permisos. Culmina así una tarea, sin la cual los jueces que desarrollan su función, no entenderíamos ya esta administración de justicia penal. Se empezó con 5 juzgados de Instrucción y en la actualidad se trabaja con los 46 juzgados de instrucción , los 27 de lo penal y las 11 salas de la audiencia provincial. Ya que los jueces necesitamos dicho asesoramiento para entender los cambios efectuados en el perfil del drogodelincuente, tratamientos alternativos, y la influencia de la droga en la imputabilidad, creo que es nuestra obligación seguir alentando iniciativas como ésta. Por eso desde aquí, el mejor foro para estas 3º jornadas y contando con la presencia de las máximas autoridades colaboradoras en este proyecto, animo al Alcalde de Madrid, al Ministerio de Justicia, a la Conserjería de Sanidad de la CC.AA. de Madrid y al Consejo del Poder Judicial a continuar en esta línea. En cuanto al equipo, que en todo este tiempo viene desarrollando un tenaz y excelente trabajo, en un lugar tan difícil como es el 1º escalón de la Justicia, les animo a seguir adelante. Esta coordinación entre instituciones, del que este Servicio es un claro exponente, es uno de los caminos de la mejora que sin duda la administración de Justicia ha tenido en estos últimos años. Les agradezco que hallan escogido esta casa para realizar estas Jornadas y espero que los trabajos que se desarrollen en estos días sean motivo de satisfacción para todos. Muchas gracias. 5 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? José Manuel Torrecilla Jiménez Gerente de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid. Buenos días a todos. En primer lugar agradecer la invitación y transmitirles las disculpas del Consejero de Sanidad por no poder acudir a esta inauguración. El Consejero está perfectamente informado de este Servicio, el cual desde la Consejería se considera un Servicio de extremada utilidad, y como dice el Decano un ejemplo de coordinación entre instituciones. Permítanme que les diga que me encuentro como en casa, ya que he ejercido 15 años como médico forense. Sé que no todas las Comunidades Autónomas tienen la suerte de tener un Servicio que supone una garantía y una ayuda inestimable para los jueces y para el personal auxiliar que trabaja en el ámbito penal. Es un autentico avance y excepcionalmente útil, probablemente, como todo, es perfeccionable y se ha ido perfeccionando sin duda en estos años que lleva de andadura. Las instituciones estamos, y creo poder hablar por las demás partes en este sentido, estamos dispuestas a seguir alentando éste convenio precisamente por los buenos resultados que ha dado. No quiero tampoco extenderme más, por tanto únicamente expresar esa voluntad de continuidad y de mejora si ello es posible, y agradecer a los profesionales que trabajan de una manera muy dedicada, de una manera a veces no con todos los medios que se desearían, pero que suplen con su profesionalidad las carencias que puede haber dentro de cualquier administración. Por tanto muchas gracias a todos los profesionales que trabajan en el SAJIAD, ánimo, adelante y muchas gracias. 6 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Carlos Lesmes Serrano Director General de Relaciones con la Administración de Justicia. Quiero saludar especialmente al Excmo. Sr. Alcalde que preside este acto de inauguración, así como al Sr. Decano y a las personas conocidas y amigas desde hace muchos años. Cuando hablamos de drogodependencia, nos viene a la cabeza, a los que hemos trabajado en los juzgados durante muchos años, ya sea como jueces ó como fiscales, dos tipos de delincuencia muy diferentes. Una primera delincuencia para la que se debe exigir la mayor severidad, que es la del traficante de drogas, aquel que se beneficia del drogodependiente para enriquecerse, y del que yo creo que no debe hacerse ningún tipo de observación benévola del mismo; y un segundo tipo de delincuencia, que es aquella que comete el drogodependiente y como consecuencia precisamente de su drogodependencia; hacia el cual yo creo que no debemos observarla desde esa severidad que observamos al traficante, sino desde una mayor benevolencia. Indudablemente en los últimos años, o al menos desde que yo comencé mi ejercicio profesional en ésta casa allá por el año 84, pues las cosas han cambiado mucho y desde luego han cambiado a mejor. En el año 84,85,86, el drogodependiente que acababa llegando a los calabozos de la plaza de castilla, era observado por nosotros, por los que trabajamos en esta casa, jueces ó fiscales, con gran severidad normalmente, y lo veíamos estrictamente como un delincuente, como mucho acreedor o merecedor de la aplicación de la entonces llamada atenuante analógica del anterior código penal. Sin embargo a lo largo de estos años, a lo largo de estos 15 o 16 años, las cosas han cambiado a mejor. Hemos empezado a observar al drogodependiente que cometía delitos como consecuencia de su enfermedad ( porque yo creo que no puede calificarse de otra manera) lo veíamos ya no sólo como acreedor o merecedor de una sanción penal, de la respuesta punitiva del estado, de la respuesta de la sanción, sino también visto como una persona que necesitaba una especial asistencia social. Había que considerarlo como un enfermo y por lo tanto debíamos efectuar desde esta misma casa, es decir, desde la justicia, unos comportamientos, unas respuestas que no fueran las estrictamente punitivas. Y en este marco de evolución es cuando han surgido iniciativas como la que dan lugar a estas 7 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? jornadas, que originan el convenio de 1989 en el que participa no sólo el Consejo General Del Poder Judicial sino también el Ministerio de Justicia, la Comunidad de Madrid y el Ayto de Madrid; con el que se crean en esta casa servicios que no sólo están encaminados a dar una respuesta penal, una respuesta punitiva y la consiguiente penitenciaria, sino una respuesta de asistencia social. Y así se crea este servicio de asistencia, de asesoramiento a los jueces y de información y atención al drogodependiente. Como responsable en este caso del ministerio de justicia, no cabe otra cosa sino felicitarse por este tipo de actividades, por este tipo de iniciativas, como es la celebración de estas jornadas para las que yo deseo mucho éxito. Muchas gracias. Jose Mª Alvarez Del Manzano Alcalde de Madrid. Excmo. Sr. Decano, Excmo. Sr Director General, Director Gerente de la Agencia Antidroga. Presidenta de SIAD, Presidente de la Audiencia Provincial de Madrid... Como alcalde es muy importante tener presencia en éstas jornadas en donde se van a poner en estudio, el funcionamiento y los efectos conseguidos a lo largo ya de 12 años, de aquellos convenios que en principio firmamos en el año1989, el Ayto de Madrid, el Consejo del Poder Judicial y el Ministerio de Justicia, para intentar solventar los problemas, las incidencias, que desde el punto de vista judicial pudieran surgir en los drogodependientes. En el Ayto de Madrid, desde el principio, hemos creído que la drogodependencia es un problema social importantísimo que tiene problemas individuales, sociales, familiares y que tiene una serie de incidencias, entre ellas como no, la que corresponde justamente a esta casa: todas las incidencias de carácter judicial. Entendimos que era muy importante el intentar solventar las consecuencias de las personas que, detenidas como consecuencia de la drogodependencia, tenían unos problemas que muchas veces no podían resolver. El intentar en definitiva, ayudar al conjunto de las personas que afectados por la drogodependencia, se veían con una serie de problemas muy importantes. 8 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? En el Ayto de Madrid, la drogodependencia la hemos considerado como un problema social importante e intentamos abordarlo desde 3 puntos de vista distintos: - Desde el punto de vista de la prevención. Nosotros quisiéramos que no hubiese más drogodependientes y hacemos esfuerzos y tenemos , como no, una enorme colaboración con las organizaciones no gubernamentales que se dedican especialmente a este tema, para evitar que crezca el número de personas adictas a las drogas por cualquiera de sus procedimientos, sin distinguir drogas duras o blandas, sino intentando que ese número de personas que caen desgraciadamente en la drogodependencia, no se incremente. - En segundo lugar, intentando remediar los efectos de los que ya están sumergidos en ese mundo y por tanto, hacer todo lo posible para remediar todos los efectos de carácter secundario que afectan a la persona, que le producen unas consecuencias importantes en su entorno social, familiar, el conjunto de problemas que tienen aquí en esta casa. - Y por último, intentar luchar contra los que desgraciadamente inciden en el delito de extender las drogas y en definitiva cometer uno de los daños mas importantes que a la propia sociedad afecta, por tanto es el último problema el de la represión. Nosotros como ayuntamiento, siempre queremos estar en la primera de las fases, en esa fase de prevención, de ayuda y después en la segunda e intentar dar una salida a las personas que han incurrido en ese mundo. Cuando firmamos y creamos una comisión, creo que puede ser la primera en España, la Comisión Antidroga, en donde intervienen una serie de personas junto con nosotros, intentando abordar con decisión lo que significa la drogodependencia, por tanto nunca hemos estado con un carácter pasivo sino por el contrario, hemos intentado ahondar en las consecuencias sociales que tiene este problema y remediarlo en la medida de lo posible. Allá en el año 1989, la firma de este convenio, hizo posible el abordar temas que hasta entonces eran desconocidos, o se presentaban aquí personas que luego no sabían exactamente que solución adoptar con carácter judicial. En el año 1994 se incorpora también la Comunidad de Madrid, con lo cual completamos ese círculo del que aquí ha hablado el juez decano que es, la coordinación entre administraciones y 9 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? ahora se trata en estas jornadas de saber si se han cumplido o no los fines que entonces con aquel primer convenio se intentaba lograr y si a lo largo de estos años hemos ido mejorando, y entonces queríamos estudiar bien la gestión y el programa de asesoramiento a jueces, la atención a los detenidos con problemas de drogodependencia, la intervención con internos de centros penitenciarios y las necesidades formativas de los profesionales de ámbito jurídicopenitenciario y asistencial. Y de eso se trata, de que ustedes en estas jornadas ahonden en estos objetivos. Cuando en algunas visitas carcelarias he hablado con los internos que se han sometido a esos planes de regeneración dentro de las propias prisiones, veo con satisfacción como se incorporan a estos planes, y he hablado con muchas familias que han tenido aquí problemas y que han visto que como consecuencia de la buena actuación del SIAD, han sido admitidos, y desde luego en muchas ocasiones he hablado con jueces que han visto con una gran tranquilidad el asesoramiento que se les puede prestar en unas materias que muchas veces, no necesariamente pueden en un momento determinado olvidar. Por tanto yo creo que estas jornadas son una especie de reflexión, un alto en el camino. ¿Estamos donde debemos estar? ¿Estamos cumpliendo con los objetivos que un principio se lograron? ¿Vamos a seguir adelante?. Y yo creo que seguro que el resultado es positivo. Se ha realizado, una buena actuación, se ha recorrido un camino con eficacia, las administraciones estamos todas muy atentas a las consecuencias que puede tener la drogodependencia. Todos unidos vamos a mejorar nuestra actuación Y a mí me parece, me lo decía antes el gerente de la agencia antidroga, estamos en breve para firmar un nuevo convenio, todavía mejor, que podemos sin duda alguna hacer en relación ha lo que hemos hecho Ayúdennos ustedes con sus conclusiones, en estas jornadas tienen ustedes la oportunidad de decirnos a todos como podemos mejorar, si hemos recorrido bien el camino y si debemos continuar en el mismo. Yo espero y deseo que sea un éxito estas jornadas de las que todos nos podemos beneficiar. Muchas gracias. 10 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? CONFERENCIA INAUGURAL: “El ser humano que hay detrás de la droga” ANTONIO GARCIA DE PAREDES Presidente de la Audiencia Provincial de Madrid. 11 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? ANTONIO GARCIA DE PAREDES Presidente de la Audiencia Provincial de Madrid Buenos días, señoras y señores, amigos y colaboradores: Composición de lugar Es difícil para mí llevar a cabo la exposición de la conferencia inaugural de un evento tan específico y tan especial como el que aquí y ahora va a tener lugar; específico por la materia que va a servir de tema a todas las intervenciones que se van a producir., especial por llevar dentro de sí una conmemoración tan significativa como la de los 12 años que lleva funcionando en estos Juzgados de Madrid la institución del SIAD. Ambas realidades, aunque estrechamente vinculadas, tienen para mí un distinto peso, porque de la droga o de la drogodependencia se puede hablar en cualquier ocasión. Pero celebrar un evento como el que ha servido de razón a estas jornadas, no siempre se tiene la oportunidad de hacerlo. Me refiero al repaso a la labor, callada y a la vez impresionante, que un equipo multidisciplinar como el SIAD, capitaneado por Alicia Gañán y Berta Gordon, ha llevado a cabo durante doce años con la colaboración de otros anónimos profesionales, no por ello menos importantes. Por ello quiero que la primera parte de mi intervención se centre en el elogio a estas personas y a este equipo. La sociedad en que vivimos no suele ser pródiga en alabanzas a las personas que todavía se mueven entre nosotros. Parece que es necesario morirse para que surjan los reconocimientos a la labor realizada. En vida, amigos, en vida es cuando las personas pueden y deben ser receptoras del reconocimiento y de la gratitud, SIAD se ha hecho acreedor a ambas cosas. Al reconocimiento, porque la encomiable labor que ha realizado durante estos años se ha asentado en un esfuerzo que sólo quienes han estado cerca habrán podido realmente calibrar. Recuerdo la pequeña semilla de esperanza que supuso la llegada a los Juzgados de la Plaza de Castilla del llamado SAJIAD. Una semilla en cierto modo temblorosa, porque se trataba ni más ni menos que de asesorar a los Jueces. Tradicionalmente en la justicia el asesoramiento en 12 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? materia de salud de las personas se había llevado a cabo por un Cuerpo de profesionales tan arraigado como el de los Médicos Forenses. No se trataba de rivalizar con ellos, pero había que trabajar junto a ellos, experimentados en el modo de examinar y en el modo de relacionarse con los Jueces y en la forma de hacerse entender por los Jueces. Se trataba, por otro lado, de proponer a los jueces medidas alternativas a la prisión, o dentro de la prisión, que apenas si estaban esbozadas todavía dentro del Código Penal o de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Se trataba de un novedoso intento de introducir, dentro de la estructura judicial, un sistema de asesoramiento e información hasta entonces nunca visto, ni jurídicamente reconocido, pero imbuido (¡eso sí¡) de una honda preocupación y un innegable afecto por ese ser humano que está detrás de la droga. Preocupación y afecto que –si se daes porque también delante de la droga hay unos seres humanos capaces de dar generosamente sus horas y sus momentos de trabajo al bien de los demás. Y es que estamos hablando no sólo de buenos profesionales, sino de buenas personas. Hoy día que predominantemente se resalta el éxito profesional a través de la valoración del trabajo, yo quiero llevar mi elogio más allá de lo aparente y centrarme en el corazón y en el alma de las personas que desarrollan su trabajo en el SAJIAD. Porque es bueno congratularse de que nuestra sociedad, nuestra justicia, nuestros conciudadanos puedan gozar de la presencia sutil y silenciosa, casi anónima, de estas personas entregadas y magnánimas. La dedicación a quienes se ven enganchados a la droga tiene un fundamento que va más allá del mero prestigio profesional o de la compensación económica como sistema de vida. Aunque ya no esté de moda hablar de vocaciones, hay algo en estas personas que las distingue dentro de ese bosque de intereses en que hoy día se mueve gran parte de las personas que integran el mundo laboral. Pero a esas condiciones o facultades de generosidad y entrega creo que es ineludible añadir la condición femenina de las impulsoras del SAJIAD. Sin querer caer en la adulación fácil ni en la lisonja oportunista, me atrevo a asegurar que si el SAJIAD salió adelante fue porque hubo dos mujeres, dos grandes mujeres, en su inicio que demostraron un gran coraje, un gran espíritu de sacrificio, y una gran capacidad de adaptación a las circunstancias y un afán de superación de las adversidades. Sin apenas espacio, con muebles insuficientes o inventados, con escasos consumibles de oficina…Todo era poco. Pero esa pequeñez contrastaba con la grandeza de la ilusión y del coraje de estas mujeres. Hoy todo parece fácil y encarrilado. Pero sólo Alicia y Berta saben lo que ha costado llegar hasta la cima en que ahora se encuentran. 13 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Sólo por respeto a su pudor detengo aquí mi reconocimiento y mi gratitud hacia ellas, dejando pública constancia de la labor que han realizado y de la que, sin duda, seguirán realizando, porque todavía tienen juventud y corazón para mucho tiempo. El hombre que está detrás de la droga Salvo aquellas personas que de modo directo experimentan o sufren la presencia de un drogodependiente, el resto se limitan a formarse una idea a partir de los elementos informativos suministrados por los medios de comunicación o los estudios reflejados en los libros y artículos de prensa científica o de divulgación. Elementos que van desde la descripción psicosomática del drogodependiente a la estimulación de la alarma social, pasando por las discusiones éticoeconómicas sobre la legalización o represión del tráfico y consumo de drogas. La droga se ha tornado de un tiempo a esta parte en un fenómeno universal y general de perfiles muy similares en todo el orbe, sea cual sea la sociedad o la cultura en que se examine, sea cual sea el país, rico o pobre, en el que tenga lugar, sea cual sea el continente -desarrollado o subdesarrollado- en el que incida. Las apreciaciones, las valoraciones, las perspectivas que se ofrecen sobre el mundo de las drogas son muy similares en todos los sitios y de fácil aplicación a cualquier país o sociedad. De hecho fue en seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) donde empezaron a surgir, después de la Segunda Guerra Mundial, las convenciones relativas al tráfico y consumo de estupefacientes, como la Convención Única de Estupefacientes de Nueva York de 1961, el Convenio sobre sustancias psicotrópicas de Viena de 1971 y la Convención contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas de Viena de 1988. Se pretendía con estas Convenciones “contribuir a proteger la salud pública mundial mediante la prohibición y el control de algunas sustancias a las que se atribuye propiedades insalubres”. No voy a entrar aquí en la valoración del acierto o desacierto de este enfoque inicial de la lucha contra el fenómeno de los estupefacientes... Sólo dejar apuntado que su tratamiento, desde la perspectiva jurídica se inició y estuvo condicionado por este enfoque mundial inicial, con pretensiones de aplicación en todo el planeta. Pero es muy diferente tratar un tema desde la generalidad de las ideas a enfocarlo desde la 14 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? perspectiva del principal afectado: el consumidor. En este momento lo que me interesa resaltar es el trasfondo personalista del fenómeno de la droga en su dimensión de drogodependencia. Acercarme a la realidad de consumidor final y la incidencia que la droga tiene en su persona, en sus facultades, en su proyección personal, en su destino vital. (Algún autor ha destacado el hecho de que en alguna de las Convenciones citadas, tan preocupadas por la explicación de términos botánicos, químicos y burocráticos, olvidasen la explicación del concepto de drogodependencia). Por otro lado, como ha escrito recientemente un penalista español, “las drogas han sido definidas desde distintos puntos de vista, haciendo hincapié en el aspecto que más interesaba al autor de la definición. Y los puntos de vista son variados, pues las drogas implican muchas cuestiones diferentes” (Carlos Suárez-Mira). Ciertamente el ser humano, tanto en su aspecto personal como en su proyección social y política, es una realidad poliédrica difícil de abarcar de un solo golpe de vista o de encerrar en una sola idea o definición. Las repercusiones políticas, sociológicas, económicas, éticas, jurídicas, médicas, ambientales... etc. de las actuaciones sumadas de cada uno de los individuos del Planeta no dejan de repercutir sobre la individualidad de cada uno de ellos, haciendo más difícil y compleja la comprensión total del fenómeno de la droga en un incidencia concreta sobre una persona. Es preciso, por ello, sumergirse en lo más hondo del fenómeno de las drogas para dar con ese ser único, aislado, enfrentado a su propio destino, que es la persona concreta subyugada por la adicción a una sustancia física determinada. La pregunta fundamental sería, en mi humilde opinión, la de por qué cae un individuo en la droga. (De la misma forma que la pregunta correlativa sería por qué un individuo debe dejar la droga; que para eso parece que estamos aquí). Tratar de responder a ella sería una tarea tan prometeica como la de intentar escribir el guión o argumento de la vida de cada uno de los drogodependientes, ya que, por mucho que tratásemos de ver similitudes en muchos de ellos, al final serán los propios condicionamientos personales los que harán surgir una especificidad en cada individuo que no permitirá extrapolar valoraciones o soluciones aplicadas a otros individuos. Lo mismo que no existe la clonación humana, tampoco se pueden clonar las valoraciones ni las soluciones si queremos realmente 15 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? atender a la demanda de salvación que surge de cada drogodependiente. Por ello lo que me he propuesto con esta reflexión es simplemente plantear si el Derecho va por el buen camino en el modo en que está tratando en fenómeno de la droga, no tanto en su vertiente de tráfico cuanto en la vertiente del tratamiento jurisdiccional a quienes, por su relación con la droga, viven un calvario personal directo o contextual. Porque cuando se habla del “imperio de la ley” debemos atender a algo más que a la defensa del principio democrático de que es preciso respetar la ley porque en la ley va ínsito el propósito de respetar y defender los derechos de todos. Pero en ese intento de defender los derechos de todos (que no deja de ser un propósito abstracto y genérico) importa muy mucho el que en la aplicación de la ley siempre se salve al individuo concreto, a la víctima concreta, al perjudicado concreto. La individualidad del hombre o de la mujer que, afectado por una drogodependencia, se ve sometido o sometida a la actividad jurisdiccional no deja de presentar una naturaleza jánica: por un lado, la cara del autor de un delito, por otro lado, la cara de una persona esclavizada por la dependencia de la droga. Actor y víctima, a la vez. Esta especial condición exige que mientras se le juzga, no se le destruya. Y asimismo que, mientas se le cura, no se deje de hacer justicia a sus posibles víctimas. Puede que estas reflexiones induzcan a algunos a repetir ese viejo tópico de que “tienen más derechos los delincuentes que las víctimas”. Sería una reducción de los problemas a lo puramente epidérmico o superficial. Los derechos son los que están descritos en las leyes y es muy difícil encontrar en ellas situaciones en que la protección de unos deje desprotegidos a otros. Sólo el desarrollo de los derechos, o el desarrollo de los procesos en que se defienden esos derechos pueden dar la impresión, por su lógica temporalidad y sometimiento a la historicidad, de que en un momento determinado sólo se está protegiendo a los autores de un delito más que las víctimas de ese mismo delito. El sistema penal debe ser valorado en su totalidad, en su desarrollo íntegro, desde la denuncia al juicio pasando por el procesamiento y desde la apertura de la pieza de responsabilidad civil hasta la satisfacción de la víctima, sin olvidar el tiempo que va desde la condena hasta su ejecución penitenciaria. Itinerario legislativo Internacional En el tratamiento o consideración de los drogodependientes, ha habido dentro del campo del Derecho un escalonamiento que ha ido desde la criminalización extrema hasta el acercamiento a 16 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? la realidad sanitaria y personal de aquél. Si se examinan los textos jurídicos internacionales de mediados del siglo XX (del que hay que recordar que además de ser el siglo de las grandes guerras, de los totalitarismos, del descubrimiento del ADN.. etc. fue también entre otros el siglo del inicio de la lucha contra la droga como fenómeno general), se puede comprobar que en una primera época no se prestaba una especial atención a los destinatarios finales de ese tráfico que se pretendía sofocar. Ya en 1912, la Convención de La Haya de 23 de Enero de 1912, firmada y ratificada por nuestra nación meses después, se proponía impulsar a los países signatarios a dictar “Leyes o reglamentos para intervenir la producción y la distribución del opio en bruto”. En 1925 se firmaría en Viena un Segundo Convenio “sobre restricción en el tráfico del opio, morfina y cocaína”. Siguió luego otra Convención en Ginebra en 13 de julio de 1931 sobre “fabricación y reglamentación de la distribución de estupefacientes”. A los que siguieron otros a lo largo de la primera mitad del siglo. En realidad esa proliferación de convenios internacionales generó la necesidad de unificar esa dispersa normativa y ello dio lugar a la CONVENCION UNICA DE 1961, SOBRE ESTUPEFACIENTES, firmada en NUEVA YORK EL 30 DE MARZO. En la que, si bien la mayor parte de sus exposiciones y acuerdos se centraban en la descripción y clasificación de las drogas así como en las medidas a adoptar para su control, en el artículo 38 se acordaba “REQUERIR A LAS PARTES PARA ESTABLECER EN SUS CIRCUNSCRIPCIONES LOS TRATAMIENTOS Y TERAPIAS QUE ESTIMEN NECESARIOS PARA LA REHABILITACIÓN DE TOXICOMANOS”. Diez años más tarde, y bajo los auspicios de las Naciones Unidas, se aprobaría el CONVENIO DE VIENA DE 1971 SOBRE SUSTANCIAS PSICOTROPICAS, en el que se seguían en gran medida las pautas de la Convención Única. Al año siguiente, en el Protocolo de Ginebra de Modificación de la Convención Única, a la vez que se reforzaban las medidas de lucha contra el tráfico de drogas con una cooperación más eficaz de los organismos internacionales involucrados en ella, se introducían para los infractores de delito de esta naturaleza que, a su vez, eran drogodependientes tratamientos de rehabilitación a determinar por los Estados que resolvieran sobre su culpabilidad. 17 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? El 20 de diciembre de 1988 se firmó en Viena la CONVENCION DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA EL TRAFICO ILICITO DE ESTUPEFACIENTES Y SUSTANCIAS PSICOTRÓPICAS, del que se ha dicho que constituye la llave maestra que ha propiciado la modernización de la Convención Única. En el punto que nos interesa, se contempla en la Convención –en línea con lo ya iniciado por el Protocolo de modificación de la Convención Única de 1961- una consideración al delincuente toxicómano, con la posibilidad de que la declaración de culpabilidad pueda sustituirse por medidas de seguridad, en el orden rehabilitador. Luego veremos la incidencia que ello tuvo en nuestro ordenamiento jurídico penal. De hecho esta Convención propició el que muchos Código Penales, en especial los de corte europeo, comenzarán a ser modificados de forma significativa en esta materia. Al cabo de los diez años de la Convención Única, la Asamblea General de la ONU celebró una sesión extraordinaria sobre drogas el 10 de junio de 1998. Se trataba de ver los resultados del últimos decenio. Desafortunadamente no hubo un apartado especial dedicado a los resultados en el tratamiento de los delincuentes toxicómanos, aunque sí se propició el descenso de la demanda, a través de la educación, la información y otras medidas preventivas. No dejaré de resaltar que tuvo que ser desde la Organización Mundial de la Salud desde donde, en 1964, se ofreciese una definición de “toxicomanía”, en los términos siguientes: “Aquel estado psíquico y a veces físico, resultante de la interacción de un organismo vivo y de la droga, caracterizado por un conjunto de respuestas comportamentales, que incluyen la compulsión a consumir la sustancia de forma continuada, con el fin de experimentar sus efectos psíquicos o en ocasiones de evitar la sensación desagradable que su falta ocasiona”. Salvo algunas pinceladas de humanismo concreto, la mayor parte del tapiz jurídico relativo a las drogas está integrado por la preocupación por el cultivo, la elaboración, el transporte y la distribución y comercio de las drogas. Es bastante tardía la preocupación por el toxicómano que a la vez delinque por causa de su adicción. De manera que las normas penales apenas si distingue entre los individuos que, a distinto nivel, se dedican al tráfico o caen en el tráfico de droga. La preocupación por la “salud pública” es justificación suficiente para meter en el mismo saco a todo delincuente relacionado con el tráfico de drogas. Además, el contorno de inseguridad ciudadana que generaba ese tráfico y el sostenimiento de las consecuencias de ese tráfico hacía olvidar o empalidecía en gran manera cuál era la realidad personal que subyacía a todo ese fenómeno. Habría que llegar casi a la última década del siglo 20 para que empezara a 18 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? emerger la preocupación por el “hombre” que está detrás de la droga. Nacional Como ha señalado Conde-Pumpido, en nuestro país “originariamente, los únicos problemas penales que interesaban en relación con las drogas, se referían a los que planteaba la interpretación del artículo 344 y siguientes del Código Penal. Desde el inicio de la década de los 80, ante el desarrollo de la delincuencia funcional, empezó a plantearse el problema de la responsabilidad penal del drogodependiente, no en cuanto tal, sino como autor de hechos delictivos relacionados con la necesidad de conseguir los medios con que adquirir la droga”. Y es que en España se pasó de una legislación restrictiva y de una jurisprudencia rigurosa a una normativa (CP 95) más respetuosa con la condición del drogodependiente. Los casos de actuación bajo los efectos de la droga podían enfocarse desde la perspectiva de la embriaguez, y los del síndrome de abstinencia desde la perspectiva del trastorno mental transitorio. Pero el grueso de los hechos delictivos funcionalmente relacionados con la droga, no se cometen en tales estados (pese a lo que se refleja en muchas sentencias) sino cuando los efectos se han terminado y antes de que el síndrome llegue, precisamente para evitarlo. En una Sentencia de 16 de septiembre de 1982 el Tribunal Supremo afirmaba que “el problema de la reprochabilidad de los toxicómanos que cometen un delito bajo el síndrome de abstinencia, no hay que situarlo en el momento en que el sujeto, al ejecutar el hecho punible carece de volición, sino que es preciso retrotraerlo al instante en que, gozando de plenitud de raciocinio y de capacidad de decidir, resolvió continuar y proseguir la cadena de drogadicción y de consecuente delincuencia”. No deja de sorprender la seguridad con que el TS distingue formas y momentos en la conducta humana no solo en general sino respondiendo a situaciones concretas del individuo enjuiciado. ¿Quién puede afirmar de una persona toxicómana en qué momentos está en plenitud de raciocinio o en plena capacidad de decidir? ¿Puede un tribunal, desde la mera lectura y análisis de las declaraciones de imputados, testigos e incluso peritos llegar a conocer la verdadera situación psicofísica de un toxicómano en el momento de cometer un delito? Tal vez esa imposibilidad, tácitamente reconocida, hizo al Tribunal Supremo caminar hacia otros criterios de distinción de las conductas, en relación sobre todo con el síndrome de 19 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? abstinencia, apuntado hacia la figura penal de las “acciones libres en la causa”. Pero sin ofrecer tampoco una respuesta satisfactoria a los interrogantes que la conducta humana normal (¡cuánto más la de los drogodependientes ¡) suscita sin cesar. Así en la STS de 10-7-1985 se decía en relación con el síndrome de abstinencia que“...el drogadicto es consciente de que se le van a presentar una y otra vez los estados carenciales y, a pesar de ello, lejos de acudir a buscar su desintoxicación o deshabituación, prefiere ampararse en una inimputabilidad que él mismo ha provocado siguiendo la cadena de drogadicción y consecutiva delincuencia”. Se proponía con ello el Tribunal Supremo incluir el síndrome de abstinencia entre las acciones de “liberae in causa”. Cosa que se le ha criticado desde algún sector de la doctrina (R.Mourullo, del Rosal, Conde Mir), dándose origen a una discusión doctrinal en la que, para afinar más en la solución del problema, llegó a distinguirse entres acciones libres en las causas dolosas y acciones libres en la causa culposas. Pero como ha señalado también la doctrina, está absolutamente claro que la situación del drogodependiente no puede ser incardinada dentro de la categoría de las acciones libres en la causa dolosa. Y respecto de una posible actuación culposa también afirma que “no está tan claro que se pueda hablar de que los sujetos se hayan colocado, dolosa o imprudentemente, en situación de inimputabilidad pudiendo prever la comisión de delitos. Las razones por las que un individuo toma la primera dosis de droga y, luego, se hace adicto, son múltiples, complejas y, en ocasiones, sumamente difíciles de comprender y determinar”. Por otro lado la experiencia dice que una vez que el individuo se ha convertido en adicto, la carencia de la droga le lleva a esa situación desesperada de búsqueda, por cualquier medio, del estupefaciente. Pero el Tribunal Supremo lo resolvía diciendo que “Son cuestiones que hay que ponderar con suma cautela y con singulares tiento y tacto, toda vez que, por una parte, una solución permisiva y exonerativa favorablemente enjuiciadora, conduciría irremisiblemente a la concesión a los drogadictos de una patente de impunidad de nefastas consecuencias para la sociedad” . Ese rigorismo de primeros de los 80 se fue atenuando de manera que tanto el Tribunal 20 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Supremo como las Audiencias Provinciales comienzan a aplicar en estos casos las tres respuestas jurídicas que permitía el ordenamiento: la eximente, la eximente incompleta y la atenuante analógica. Simultáneamente se inicia el reconocimiento de que la verdadera situación del drogadicto no es posible conocerla si el Tribunal no dispone del informe pericial oportuno. “Sería deseable... que el Tribunal dispusiera de un exhaustivo informe pericial, pues el carácter de gravedad de los síntomas de abstinencia cuando se suspende el uso de la droga depende de muchos factores, como la clase de droga en cuestión (opiáceos, alucinógenos, etc.), dosis diaria total utilizada, la duración del uso, el intervalo entre dos dosis, la salud y la personalidad del adicto, día del síndrome en que se encontrara, etc. Este informe pericial permitiría a los Tribunales el conocer con exactitud posible los hechos, juzgar con conocimiento de causa, pues determinar en qué medida es o no imputable el drogadicto, que bajo el síndrome de abstinencia incide en delitos para proporcionarse directamente la droga, o dinero para obtenerla, es pregunta de difícil contestación. De momento se trata de una llamada a la colaboración de los peritos sólo para el momento del juicio y en vistas a determinar el grado de imputabilidad del sujeto. Todavía no se está hablando de tratamiento, ni de medida de reinserción, de ni rehabilitación. El grado de humanización de la jurisdicción penal alcanza al individuo como sujeto de juicio, pero no en su contexto total (persona inmersa en el mundo de la droga) del que precisamente surge la dinámica delictiva. De manera que ya superada la década de los 80, el Tribunal Supremo (STS de 11 de junio de 1991) todavía mantenía que no era suficiente la mera adicción a las drogas, sin más especificaciones, para apreciar automáticamente la limitación de responsabilidad. Por lo que era conveniente consignar en todo caso en los hechos probados el grado de afectación de la capacidad de inteligencia y control de la voluntad. Ahora bien, a la par que se luchaba por un enjuiciamiento más humano del drogadicto teniendo en cuenta todas las circunstancias psicofísicas que podían influir en la determinación libre y consciente de su conducta, se planteaba también la necesidad de que las consecuencias de la condena: la pena (y sobre todo el sistema penitenciario), aplicadas al drogadicto fuesen en consonancia con aquellas condiciones peculiares, de manera que su vivencia bajo el paraguas del Estado (en un centro penitenciario cerrado) no fuese no sólo a no resolver sino incluso a agravar aquella adicción que había estado a la base de su actuación delictiva. 21 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Según se ha señalado por la doctrina, prácticamente hasta la Reforma operada por la L.O. de 24 de marzo de 1988, el Código penal no conocía ninguna disposición específica de evitación del cumplimento de la pena por parte de los toxicómanos delincuentes. De ahí que, con anterioridad a la dicha reforma, por parte de algunos Tribunales se utilizase como vía de escape el artículo 9.1 del Código Penal reformado de 1983, que en los supuestos de eximente incompleta permitía acordar la medida de internamiento. Esta Reforma, que fue criticada por muchos al considerarla como corta o de difícil aplicación, preveía en el artículo 93 bis la aplicación a los drogadictos delincuentes del beneficio de la remisión condicional, cuando la condena a pena privativa de libertad no excediese de dos años, siempre que se diesen –y aquí venía el objeto de la crítica- los siguientes requisitos o circunstancias: Que se declare probada en la Sentencia la situación de drogodependencia del sujeto, así como que la conducta delictiva fue realizada por motivo de tal situación. Que se certifique suficientemente, por centro o servicio debidamente acreditado u homologado, que el reo se encuentra deshabituado o sometido a tratamiento para tal fin en el momento de concederle el beneficio. Que el sujeto no sea reincidente ni haya gozado con anterioridad del beneficio de la remisión condicional. A ello se añadía no sólo el control que el Tribunal vendría a ejercer sobre la evolución del tratamiento, sino que prácticamente venia a exigirse el “éxito ineludible del tratamiento”, porque en dicho precepto se seguía disponiendo que: “La suspensión de la ejecución de la pena quedará condicionada a que el reo no delinca en el período que se señale, así como a que no abandone el tratamiento .Cumplido lo anterior, una vez transcurrido el plazo de suspensión y acreditada la deshabituación del reo, el Juez o Tribunal acordará la remisión de la pena. De lo contrario, ordenará su cumplimiento” . No cabe duda de que, pese al avance que suponía esta Reforma de 1988, los términos en que se pronunciaba reflejaban todavía un acentuado rigorismo, inspirado sin duda por el temor de que ese beneficio legal, aplicado generalizadamente a los drogodependientes, pudiera convertirse en un atajo para muchos delincuentes o en una vía indirecta de impunidad de los delitos cometidos 22 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? en el ámbito de la droga. Como puede verse –a pesar de los avances que sin duda se dieron en la jurisprudencia y la legislación en los años 79 y 80- no resulta satisfactoria la traducción de aquel único artículo el 38, de la Convención Única de 1961, que, en medio de la gran preocupación por el tema de la elaboración y comercio de la droga, se preocupaba por el individuo drogodependiente y requería a los Estado para que estableciesen en sus circunscripciones los tratamientos y terapias que estimasen necesarios para la rehabilitación de los toxicómanos. Está visto que es más fácil luchar por la “humanidad en general” o por la “salud pública” en general, que atender al individuo concreto que al final es juzgado y condenado como consecuencia de las ataduras que lo han vinculado a aquel circo vertiginoso y obnubilante de la droga. Durante décadas se legisló y legisló sobre la droga, pero a duras penas iban apareciendo preceptos que apostasen por la atención al hombre que estaba y sufría detrás de la droga. Y en la jurisprudencia, ese lugar donde el hombre es juzgado por el hombre, sólo a golpe de proceso y de caso concreto se iba rasgando el telón de la incomprensión –en el sentido de falta de comprensión total de cuanto el hombre y su conducta significan-. Hoy, a poco más de veinte años de la eclosión de la droga en nuestra sociedad y en nuestro ordenamiento jurídico, vemos con desazón y reproche algunas de las reacciones públicas ante el fenómeno de la droga. Y, aún a pesar de los avances, presentimos la necesidad de ahondar aún más en el contenido humano del Derecho. En la actualidad, y fruto de todo ese movimiento de aceptación y comprensión de la dimensión profunda del individuo humano que ha caído en la droga y que como consecuencia de ello cae en el delito, parece que hemos subido un peldaño más en la humanización del Derecho Penal. Son tres, pues, los ámbitos en los que la atención hacia el drogodependiente debe acendrarse y perfeccionarse: .el del enjuiciamiento .el del tratamiento penitenciario .el de la asistencia permanente Actualmente en nuestro ordenamiento jurídico podemos detectar la siguiente situación: En lo relativo al enjuiciamiento. El Código Penal de 1995, atendiendo a las directrices 23 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? marcadas por la normativa internacional antes citada –dice F.Sequeros- ha incorporado de manera expresa junto a la intoxicación derivada del consumo de debidas alcohólicas, las toxicomanías como circunstancia que puede modificar la responsabilidad criminal, bien eximiendo totalmente la misma, bien aminorando ésta. Así en el artículo 20, apartado 2º, se dispone que están exentos de responsabilidad criminal “El que al tiempo de cometer la infracción penal se halle en estado de intoxicación plena por el consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otras que produzcan efectos análogos siempre que no haya sido buscada con el propósito de cometerla o no se hubiere previsto o debido prever su comisión, o se halle bajo la influencia de un síndrome de abstinencia, a causa de su dependencia de tales sustancias, que le impida comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión”. Como señala también F.Sequeros, a partir de la entrada en vigor del Código penal de 1995 “resulta innecesario decir que los Tribunales tendrán que dejar de hacer uso de los socorridos paralelismos que hasta esa fecha se hacía necesarios con el trastorno mental transitorio, las eximentes incompletas relacionadas con el mismo y las analógicas contempladas en el Código penal antiguo. A partir de aquí, el grado de responsabilidad atribuible a cada individuo concreto dependerá, entre otras coordenadas, de la distinta clase de toxicómano en que esté incardinado (F.Sequeros habla de “toxicómanos accidentales”, “toxicómanos naturales”, “toxicómanos criminales”, “toxicómanos compensados”) y de la diferente entidad de la toxicomanía (puede tratarse de “toxifrenias”, de “intoxicaciones plenas”, o de “intoxicaciones menos plenas”). Como puede verse el CP 95 ofrece un amplio campo para la valoración de la conducta personal del acusado, pero no cabe duda de que la determinación y ponderación de la incidencia de la droga en la conducta no podrá hacerse sólo desde el buen criterio del tribunal sino sobre el apoyo de un buen informa pericial, quizá no sólo psicológico o psiquiátrico sino multidisciplinar o conjunto. En lo relativo a la penalidad aplicable. Los avances humanísticos en la contemplación y en la consideración de la persona drogadicta a la hora de ser enjuiciada por una conducta delictiva derivada de esa propia condición de toxicomanía, requería ser completada y continuada con una especial consideración de las consecuencias que el Estado decidiese aplicar a la responsabilidad por el hecho delictivo. El CP 95 abandona el sistema monista (según el cual al delito siempre corresponde la pena, privativa de libertad o restrictiva de derecho) e implanta un sistema dualista, en el que –según sea el origen de la responsabilidad- aplica una pena o una medida de seguridad. 24 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Incluso la medida es concebida de modo diferente a como lo era con anterioridad. Antes la aplicación de la medida se hacía en atención a la peligrosidad del sujeto (lo que dejaba un amplio margen a la arbitrariedad y al control político previo de las personas). Ahora, bajo la inspiración de la Constitución y de la doctrina constitucional, la peligrosidad no será entendida en un sentido potencial y abstracto, sino en estrecha relación con la comisión previa de una infracción delictiva. Lo que supone un gran avance en la valoración del sujeto drogadicto y una exclusión de prejuicios arbitrarios. Así se desprende del artículo 6.1 CP que dispone que “las medidas de seguridad se fundamentarán en la peligrosidad del sujeto al que se impongan, exteriorizada en la comisión de un hecho previsto como delito”. El problema estará, luego, en cómo determinar el límite o el ámbito de esa peligrosidad. Los autores la traducen en “probabilidad de cometer nuevos delitos”. Ahora bien, no se puede dejar al buen sentido del Juez (no siempre garantizado) la determinación de cuándo subsiste o desaparece esa probabilidad. De nuevo surge aquí la necesidad de acudir a los técnicos, a los peritos. De ahí que el propio Código Penal, en el artículo 97, imponga al Juez de Vigilancia Penitenciaria “valorar los informes emitidos por los facultativos y profesionales que asistan al sometido a medida de seguridad y, en su caso, el resultado de las demás actuaciones que a este fin ordene”. Sobre el tipo de medidas contempladas en el Código Penal, sabido es que el artículo 96 distingue entre medidas privativas de libertad y medidas no privativas de libertad. Y el artículo 105 explicita aún más las medidas de seguridad, tales como “la sumisión a tratamiento externo en centros médicos o establecimientos de carácter socio-sanitario”, la “custodia familiar”. Todo lo cual permite que la especial consideración que respecto a la imputabilidad del drogodependiente se realiza en la fase de enjuiciamiento, se alargue luego a la fase de condena o de ejecución de la pena, mediante la sustitución por la medida de seguridad o el tratamiento alternativo, teniendo en cuenta las especiales circunstancias que concurran en el individuo. Nos acercamos así, en el campo del Derecho, a la persona que está detrás de la droga. No sólo se enjuicia y se castiga una conducta. Se intenta que con el castigo, se propicie un remedio a la situación primordial del delincuente drogadicto, procurando restaurar su situación al momento anterior –si es posible- al que se inició en el consumo de las drogas. Lo cual no es nada fácil, por cuanto que el proceso de normalización pasa por distintas fases que algunos autores –v.g. Repetto- han reducido a las siguientes: -Desintoxicación. 25 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? -Deshabituación -Recuperación psíquica -Recuperación orgánica -Reinserción a la sociedad Algo de ello se contempla en el actual Código Penal, cuando en el artículo 102 dispone que: “A los exentos de responsabilidad, conforme al nº 2 del artículo 20, se les aplicará, si fuere necesaria, la medida de internamiento en centro de deshabituación público, o privado debidamente acreditado u homologado, o cualquiera otra de las medidas previstas en el apartado 3 del artículo 96. El internamiento no podrá exceder del tiempo que habría durado la pena privativa de libertad, si el sujeto hubiese sido declarado responsable, y a tal efecto el Juez o el Tribunal fijará ese límite máximo en la sentencia”. Como puede verse se trata de una medida opcional, no impuesta, que –como siempre- deberá ser decidida por el Tribunal previos los informes periciales oportunos. En lo relativo al tratamiento penitenciario. No se pueden olvidar los casos en que, por no haberse apreciado en el enjuiciamiento del drogodependiente la eximente completa o incompleta o la atenuante, el cumplimiento de la pena impuesta deba seguir la misma pautas que la de los condenados ordinarios. A este respecto hay que reconocer que tanto la Ley Orgánica General Penitenciaria como el Reglamento Penitenciario prevén la existencia de dispositivos de atención para los reclusos drogodependientes. Así por ejemplo la LOGP contempla la existencia de “establecimientos especiales”, además de los establecimientos de preventivos y de los establecimientos de cumplimiento de penas. Y más en concreto el artº 11, dedicado a esos establecimientos especiales, indica que: “Los establecimientos especiales son aquellos en los que prevalece el carácter asistencial y serán de los siguientes tipos: .Centros hospitalarios .Centros psiquiátricos .Centros de rehabilitación social, para la ejecución de medidas penales, de conformidad con la legislación vigente en la materia. 26 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Y el artículo 37 b) de la LOGP impone la obligación de que todos los centros estén dotados de “Una dependencia destinada a la observación psiquiátrica y a la atención de los toxicómanos.” Y el artículo 116 del Reglamento Penitenciario prescribe en sus tres primeros apartados los programas de actuación especializada dedicada a los toxicómanos. A todo ello cabe añadir, la posibilidad de la suspensión del cumplimiento de la pena privativa de libertad (prevista en el artículo 81 CP) cuando el delito haya sido cometido por un drogodependiente. Así dispone el artículo 87 que: “1. Aun cuando no concurran las condiciones 1ª y 2ª previstas en el artículo 81, el Juez o Tribunal, con audiencia de las partes, podrá acordar la suspensión de la ejecución de las penas privativas de libertad no superiores a tres años de los penados que hubiesen cometido el hecho delictivo a causa de su dependencia de las sustancias señaladas en el número 2º del artículo 20.” Aunque la valoración doctrinal de este precepto ha sido desigual. Manzanares Samaniego la considera excesiva, teniendo en cuenta que ha habido un favorecimiento anterior con la atenuante. Mientras que Mapelli Cafarena estima que su aplicación será restringida por la acumulación de actividades delictivas que se suelen dar en estos procesos y las graves penas que se aplican a este tipo de delitos. Valoración provisional Desde aquel requerimiento a la preocupación por el toxicómano que veíamos en el artº 38 de la Convención Única de 1961 hasta ahora se puede decir que se ha recorrido un largo camino, quizá excesivamente largo, hasta conseguir que el Derecho proclame y plasme en preceptos concretos una preocupación adecuada y directa hacia esos hombres y mujeres que están detrás de la droga y detrás de la mera estadísticas de delitos cometidos en relación con la droga. Pero, como suele decirse, “el hambre no puede ser eliminada por decreto”. Las buenas intenciones y las extraordinarias posibilidades que el ordenamiento jurídico ofrece han de ser llevadas a la realidad y no precisamente, o exclusivamente, por los profesionales del Derecho (jueces, fiscales y abogados, fundamentalmente) que se ocupan de la instrucción y del enjuiciamiento de los delitos. 27 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? A la humanización del Derecho tiene que seguir la humanización de los medios que hacen posibles los postulados del Derecho. Y entramos así en el terreno de los servicios periciales y asistenciales que, ineludiblemente, habrán de apoyar la labor del Derecho si realmente la sociedad ha querido comprometerse en esta materia a través de la Ley. AMBITO ASISTENCIAL El hecho de que al ámbito del Estado, a la justicia penal, llegue ya como un hecho consumado la drogodependencia que ha hecho que tal o cual individuo haya delinquido, tiñe de unas características especiales la atención que el Estado debe prestar a esta persona. Toda la actuación de los poderes públicos –y más en el ámbito del derecho- tiene como finalidad primordial y constitucional la defensa de la dignidad humana. Como se dispone en el artículo 10 de la Constitución Española: “La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social.” Sobre estos presupuestos fundamentales se puede elevar la idea de que el sistema penal no habrá obtenido sus objetivos si el drogodependiente que entra en el circuito judicial, es enjuiciado, es condenado y es sometido a una pena o a una medida de seguridad, no sale de ese circuito en mejores condiciones de las que entró. De ahí la importancia del tratamiento asistencial una vez que la Justicia ha dicho su última palabra a través de la sentencia firme, o incluso una vez que la Justicia ha comenzado a influir sobre la vida del individuo con una medida cautelar como la prisión preventiva en tanto se llega a la celebración del juicio. La entrada en el campo médico-asistencial le ofrece al jurista una especial perspectiva, muy atrayente, sobre todo cuando de entrada contempla lo difícil que suele resultar el tratamiento de un drogodependiente, con la cantidad tan enorme de coordenadas en las que se mueven los expertos, con la cantidad tan enorme de matices que ofrece la personalidad de los 28 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? drogodependientes. Lo cual contrasta con la relativa facilidad con que a veces, en el ámbito del enjuiciamiento, se valora sin más y se pondera la conducta del drogodependiente en el caso concreto de la comisión de un delito. Por eso creo que es de sumo interés que el jurista se adentra en el estudio o contemplación de este campo asistencia, no sólo para comprobar que los postulados abstractos del sistema penal se concretan en resultados positivos, sino porque la visión que los expertos tienen de la persona y de la conducta del drogodependiente puede servir de apoyo fundamental a los jueces, fiscales y abogados para aquilatar aún más el proceso de enjuiciamiento de estas personas que están detrás de la droga. Me he referido anteriormente a los pronunciamientos del Tribunal Supremo en los primeros años de la década de los 80, donde al drogodependiente se le exigía la abstinencia y el sometimiento a tratamiento como única salida para evitar el enjuiciamiento y la condena por el delito que pudiera cometer bajo la dependencia de la droga. Desde el campo asistencial, sin embargo, no se ve tan fácil que el drogodependiente, a solas, y enfrentado a sí mismo, pueda superar tanto la fase inicial de acercamiento a la droga como la fase posterior de deshabituación. Y no parece lógico exigir dentro del ámbito de la justicia lo que resulta tan difícil obtener en el campo de la vida diaria y con el apoyo de expertos profesionales. Intentaré extraer de entre los estudios realizados por estudiosos y profesionales de la atención a los drogodependientes aquellas ideas que me parecen más interesantes y aprovechables para el ámbito jurisdiccional y que, por ello mismo, suponen un avance en el tratamiento y atención a estas personas que están detrás de la droga. En este campo entran en juego ideas tan importantes como: -La expectativa de autoeficacia -La incorporación social -La reducción del daño Del examen de ellas se puede llegar a la conclusión de que, para quienes trabajan en el campo asistencial, el punto de partida de su consideración es la persona que se oculta detrás del drogadicto. 29 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? El principio de autoeficacia Ya desde 1977, con Bandura, se empezó a hablar de AUTOEFICACIA, cifrando su expectativa, en la “convicción de que uno puede llevar a cabo exitosamente la conducta necesaria para producir los resultados deseados”. Quien más quien menos se podrá preguntar alguna vez por qué hay personas que caen en la droga y otras no, o por qué hay personas que son capaces de salir de la droga y otras no. Se ha dicho, desde la experiencia clínica, que algunos de los pacientes sometidos a tratamiento “disponen de una baja autoeficacia, esto es, dudan de su capacidad para mantenerse en abstinencia o resistir los deseos de consumir la sustancia adictiva; Dicen “tarde o temprano acabaré consumiendo, soy incapaz de dejarlo; o bien “es realmente imposible para mí resistir los deseos de consumo”. Se observan, por tanto, grandes diferencias entre los individuos a la hora de enfrentarse al problema de la droga. No en todos priman las mismas actitudes. No todos tienen el mismo bagaje de intelección y de voluntad para superar esa situación. Variaciones que se manifiestan, tanto a nivel volitivo, como a nivel afectivo y a nivel conductual. Autores como DiClemente, Fairhust y Piotrowski (en 1995) llegaron a diferencia hasta cinco tipos de autoeficacia: +Autoeficacia de afrontamiento (como capacidad de resistir, por ejemplo, la presión de los amigos para tomar alcohol u otras drogas) +Autoeficacia centrada en el tratamiento (como capacidad para llevar a cabo las estrategias necesarias para el tratamiento, como la auto-observación y el control de estímulos) +Autoeficacia de recuperación (como capacidad para recuperarse de un desliz o recaída) +Autoeficacia de control (como capacidad para controlar el consumo de sustancia en una situación de riesgo) +Autoeficacia para la abstinencia (como capacidad o confianza para abstenerse de tomar drogas en las situaciones que incitan a ello). Lo que pone de relieve la cantidad de factores que influyen en la conducta de un individuo y que son necesarios tener en cuenta y aplicar en momentos decisivos para que la conducta de ese 30 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? individuo no se aleje de los cánones de normalidad y de legalidad que la sociedad impone. Pero, con las lógicas limitaciones de todas estas estrategias, se trata de “avanzar en la descripción y clasificación evolutiva y tipológica de los individuos, al mismo tiempo que se facilita la planificación individualizada del tratamiento y el entrenamiento en prevención de recaídas”. La incorporación social Se entiende por tal “aquellas acciones que intentan romper las dificultades que ciertas poblaciones tienen para integrarse laboralmente, socialmente, etc,. En este caso los drogodependientes, recordando que la incorporación social nunca puede suponer la pérdida de la propia identidad, ni la pertenencia básica a un grupo humano”. Como ha señalado algún autor (Ana Belén Fernández, de la Universidad de Vigo) “partimos de una idea, la realidad social que nos ha tocado vivir se muestra profundamente compleja, con un alto nivel de paro, con cifras macroeconómicas que producen un discurso eufórico en el terreno de la política a la vez que insolidario en el campo de lo social, y por lo tanto, poco favorecedor para ayudar a los colectivos socialmente más débiles o vulnerables.”. Y de ahí que desde el sector público (alguna Comunidad Autónoma) se haya tenido que reconocer públicamente que “el campo de la reinserción es el que mayor complejidad presenta para conseguir la rehabilitación de los usuarios de drogas, por las dificultades de una realidad social marcada por el elevado índice de paro”. A pesar de que se viene considerando como un tópico sin valor alguno aquello de que muchas de las infracciones que se cometen por los drogodependientes son resultado de la sociedad en que vivimos, es necesario recordar que el hombre –como ser social que esnecesita de la convivencia con los otros para desarrollarse adecuadamente y, de otro lado, necesita igualmente de la sociedad para recuperar su dignidad y su proyección personal cuando por causa de la droga la ha puesto en entredicho. Si tal vez el drogodependiente cayó en la droga porque, en un momento determinado y por las circunstancias que fueran (personales, familiares, laborales...), se vio abandonado a su suerte, a la hora de recuperarle no se le puede volver a dejar a su suerte, Necesita de una red social, de una serie de personas cercanas, incluso de confianza. (Vuelvo a resaltar el contraste que se produce entre el enjuiciamiento que muchas veces se hace del drogodependiente –fuera de su contexto personal y social- y la necesidad ineludible de que 31 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? ese contexto exista para que aquél pueda recuperarse). Se ha dicho que para que sea viable y eficaz una política de Inserción Social del drogodependiente es indispensable –según Ana Belen Méndez- atender a estros tres factores: .El sujeto .El territorio .La droga y la política de soluciones Respecto del sujeto (ese ser humano que hay detrás de la droga y en el que tanto vengo insistiendo), es preciso atender al individuo y su identidad, analizando en qué momento –dentro de la trayectoria vital de cada uno- se produce la segregación o la dificultad de adaptación, y explorando cuáles son los factores de identidad o simbólicos que socialmente obstaculizan la incorporación. Por otro lado, el territorio es necesario analizarlo, porque los cinturones industriales, los barrios periféricos, el chabolismo, etc., son viveros de exclusión y generan una subclase de ciudadanos que, sin duda, presentan obstáculos muchísimo mayores para su incorporación. En cuanto a la política de soluciones, es necesario defender e implementar al máximo los programas y las políticas pragmáticas que se en caminan a reducir el daño. La reducción del daño. Como una expresión más de la preocupación por la persona concreta del toxicómano, los estudiosos y profesionales de la atención social a este grupo han propuesto, y siguen defendiendo, la estrategia de la reducción del daño, como una forma más, pero no por ello menos importante, de atender al drogodependiente, de mejorar su calidad de vida, aún a sabiendas de que su deshabituación no va ser posible o va para muy largo. Este tipo de estrategias implican programas tales como: .La distribución de jeringuillas .El Outreach o trabajo de calle .El mantenimiento con metadona .Las narcosalas o los espacios para una inyección más segura... etc. 32 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Las estrategias de reducción del daño –han escrito los dedicados al tema como Joan Trujols Albert, de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona- surge de la respuesta a realidades tales como “la constatación generalizada tanto de la limitada efectividad como de la insuficiente cobertura de la oferta terapéutica clásica basada únicamente en programas de intervención orientados a la abstinencia”. Pero no se trata sólo de meras estrategias, neutras, acogibles por cualquiera. En el fondo de estos planteamientos hay toda una filosofía sobre la droga y sobre el drogodependiente que pugna contra otras filosofías o enfoques que han perdurado durante décadas. Así lo demuestra el hecho, puesto de manifiesto por los expertos de que “los partidarios de la reducción de daños aceptarían que se tolerase una mayor frecuencia de consumo de drogas si las muertes y los problemas de salud se van reduciendo significativamente, mientras que para los partidarios de la abstinencia el aumento de la frecuencia del uso entraría en pugna con sus prioridades”. (R.Newcombe) Vuelvo a insistir que esta visión realista del problema del drogodependiente puesta de manifiesto por los expertos que están en contacto con ellos revierte sobre la concepción que de la persona del drogodependiente se tiene, o se ha tenido durante años, en el ámbito de la jurisdicción penal. No resulta tan fácil, a la hora de comprender el comportamiento de una de estas personas, el entender al hombre como “una simple aleación de inteligencia y voluntad.” La experiencia, y particularmente el trato con los drogodependientes en vistas a recuperarlos, demuestra que el ser humano que hay detrás de la droga es algo mucho más complejo. Lo que impide que se juegue sólo entre binomios tales como inteligencia-voluntad, drogadicciónabstinencia, condena-absolución, cárcel-libertad, internamiento-abandono. En una sociedad post-moderna, en la que ya no tienen la autoridad de antes los grandes sistemas de pensamiento (porque el pensamiento se ha denotado “débil”) es preciso escudriñar entre la maraña de sensibilidades, opciones, aportaciones para traducir a la realidad aquellas soluciones que son realmente “viables”. Parafraseando la cita evangélica: no está hecho el drogodependiente para la defensa de las ideas, sino que las ideas están para la defensa del drogodependiente. Por otro lado, la estadística ha dado en cierto modo la razón a esas estrategias de la reducción del daño, aunque sólo sean en algunos ámbitos (pero ámbitos ciertamente importantes). Y así, se cita como ejemplo, lo sucedido dentro de un mismo país (el Reino Unido) donde, en Escocia – en 1986- no se aceptaba ninguna política de reducción de riesgos y se calculó que el número de 33 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? toxicómanos seropositivos era del 60 %, mientras que en la región de Liverpool que había desarrollado ampliamente esta estrategia, menos del 1% de los toxicómanos eran seropositivos. Y no menos importante puede resultar el elemento ideológico al que se podría enfrentar el sistema de reducción del daño. Pues como sostenía Friedman (en 1998) “las políticas que mantienen, o incluso incrementan, los daños relacionados con el consumo de drogas, posibilitan la utilización de los usuarios de drogas como chivos expiatorios -distrayendo así la atención de los problemas estructurales y de las políticas que agravan las dificultades a las que la gente se enfrenta- hecho que permite dividir vecindarios y comunidades con el doble objetivo de disminuir su oposición y resistencia a determinadas políticas socioeconómicas y, a la vez reforzar ideologías punitivas e individualistas. El nuevo enfoque del principio de legalidad Para que mi intervención concluya en el ámbito estrictamente jurídico haré una breve referencia a la modulación que el tema de la droga ha producido sobre el principio penal de legalidad y que es de esperar tenga su repercusión en el ámbito de la elaboración de las normas penales. Como se ha señalado por algún sector de la doctrina (v.gr. C. González Zorrilla) a la expresión clásica del principio de legalidad “nullum crimen, nulla poena, sine lege” debe acompañar la expresión “nullum crimen, nulla poena, sine iniuria” Lo que significa que “el legislador a la hora de determinar las conductas merecedoras de reproche penal ha de respetar entre otros los principios de ofensividad y de intervención mínima que se desprenden del de legalidad proclamado constitucionalmente”. Esto hace replantearse cuestiones tales como: en qué medida deben ser castigadas las conductas ilícitas cometidas por los drogodependientes y qué tipo de consecuencias deben serles aplicadas en vistas a su reinserción. Desde la complejidad que se aprecia en la persona del drogodependiente habría que saber calibrar adecuadamente cuáles de sus comportamientos son gravemente atentatorios contra los derechos humanos hasta el punto de que deban ser incluidos en el Código Penal. Y por otro lado, una vez tipificados en la norma penal, considerar hasta qué punto va a ser socialmente útil la clase de pena que el Estado les va a aplicar en ejercicio del derecho a utilizar la violencia institucional o el ius puniendi. Sin olvidar que, por virtud del principio de subsidiariedad, sólo 34 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? se debería acudir a la pena “si se puede probar que no existen otros métodos de menor coste social distintos del penal para responder a la situación de amenaza a los derechos humanos”. En definitiva, a la clásica confesión de los penalistas de “trabajamos para hacer un derecho penal mejor, mientras no podamos tener algo mejor que el Derecho Penal”, yo añadiría: TRABAJEMOS PARA DROGODEPENDIENTES ATENDER DENTRO LO DEL SISTEMA PODAMOS SACARLOS DEL SISTEMA PENAL. Muchas gracias por su paciencia y su atención. 35 MEJOR POSIBLE PENAL, A MIENTRA LOS NO I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Mesa Redonda 1. “Las medidas penales en relación con la drogodelincuencia 1.989/2001” Ponentes: ANDRES MARTINEZ ARRIETA Magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo JOAQUIN SÁNCHEZ-COVISA Fiscal del Tribunal Supremo JULIAN RIOS MARTÍN Abogado ELENA PRESENCIO Abogada de Proyecto Hombre Coordinadora: JULIA GARCIA RUBIO. SIAD 36 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Andrés Martínez Arrieta. Magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo Tratamiento del toxicómano Un análisis de las normas penales relacionadas con las drogas tóxicas, psicotrópicas o estupefacientes permite comprobar un progresivo endurecimiento de la reprensión. Baste comprobar las sucesivas modificaciones del art. 368 (antes 344) del Código penal que tipifica el delito contra la salud pública donde se destaca el progresivo endurecimiento de la respuesta punitiva a este hecho delictivo en cada reforma legislativa. Tampoco ha variado sustancialmente la consideración del drogodependiente en el Código penal y para algunos sectores, incluso, empeoró al no recoger la evolución jurisprudencial, y de la practica forense, respecto al drogadicto como enfermo que podía acogerse a las medidas de seguridad que la norma penal recogía. Para ordenar una exposición sobre el tema de la ponencia abordaré la cuestión distinguiendo distintos momentos que estimo necesarios para comprender la normativa actual sobre el tratamiento jurídico penal al drogodependiente que ha cometido un delito. 1.- El Código penal (Texto Refundido 1973). El problema de la drogadicción es de apreciación relativamente reciente en España. Quintero, en 1967, nos señalaba que “en España el tráfico de drogas es prácticamente de tránsito, por el escaso porcentaje de consumo interno, prácticamente reducido a soldados o personas repatriados de Marruecos al ser la “griffa” la droga proletaria entre los estupefacientes”. En el mismo sentido la Ley 17/67, de 8 de abril, promulgada para introducir los mandatos del Convenio Único de 1961, expuso en su Exposición de Motivos que la droga “no ha adquirido en España la extensión e intensidad que presenta en algunas naciones extrajeras”. Esta situación ha variado sustancialmente y hoy se afirma, por el contrario, que más de un 80% de la criminalidad en España se encuentra relacionada con la droga. Desde el análisis jurisprudencial del problema constatamos, igualmente, una importante evolución, ciertamente, con pronunciamientos contradictorios. 37 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? La primera impresión que se obtiene de ese análisis jurisprudencial sobre el tratamiento es de profundo desconcierto ante la desigualdad con la que se han resuelto los supuestos que han sido presentados ante el Tribunal de casación. Nos encontramos ante situaciones muy parecidas en los que la jurisprudencia ha reaccionado de forma distinta dificultando la existencia de un criterio uniforme y consolidado que otorgue la necesaria claridad. En descargo de esa disparidad de criterios ha de señalarse, en primer lugar, la ausencia de una legislación positiva que permita una adecuada solución al problema. De alguna manera podía decirse que el legislador se ha visto sorprendido por al irrupción de la drogadicción y no ha reaccionado con una norma adecuada a la gravedad del problema. Esa ausencia normativa ha propiciado que la interpretación de la norma sea necesariamente dispar y siempre propiciada a impulsos de la mayor o menor sensibilidad del ponente hacia el problema. Esta situación impide la necesaria seguridad que se requiere por quienes actúan en el tratamiento rehabilitador de drogodependientes. Ha de tenerse en cuenta, además, que el recurso de casación, como recurso extraordinario, plantea serias dificultades para la elaboración de una doctrina uniforme sobre el tema. La jurisprudencia parte del respeto al hecho probado, salvo la acreditación de un error basado en un documento que lo acredite, y de la consideración de la inmediación que en este aspecto se presenta con una importancia esencial, pues es el tribunal de instancia quien ha percibido de forma inmediata la realidad de la persona a la que se enjuicia. La jurisprudencia hasta 1980 es apenas inexistente en materia de drogadicción. La escasa incidencia de la drogadicción permite la aplicación de la eximente completa e incompleta de enajenación sin otro problema que el de determinar la incidencia en la penalidad. Es a partir de 1980 cuando se inicia el estudio por la jurisprudencia. Primero, negando eficacia en la imputabilidad al drogadicto, “El ser adicto a las drogas o sea, inclinado o apegado a su consumo, sin mas aditamentos no constituye la eximente incompleta de locura, imbecilidad, o trastorno”. (STS 12.6.81). En la Sentencia de 21.12.82 se afirma la dificultad de establecer la afectación en la imputabilidad de quien comete un delito bajo los efectos de un síndrome de abstinencia y requiere a los tribunales de instancia “suma cautela y singulares tiento y tacto” (STS 16.9.82) y “gran cautela y ponderación (STS 4.7.85), al tiempo que destaca el casuismo y la relatividad con que debe ser examinada la afectación de la imputabilidad por la adicción a sustancias tóxicas, evitando que pueda ser tenida como una patente de impunidad para el autor de un hecho delictivo (STS. 21.12.82), o “la total impunidad con sacrificio de la seguridad 38 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? ciudadana” (STS 22.12.83) de “nefastas consecuencias para la sociedad” (STS 16.9.82). En estos pronunciamientos el drogadicto lejos de ser considerado un enfermo, es tenido por “vicioso” (STS 17.1.83) y la droga como una “tara, afición malsana, hábito nefasto o apetencia o actividad ilegítima e ilícita” (STS 16.9.82). Consecuencia de ello es la aplicación de la doctrina de la “actio liberae in causa” al entenderse que el adicto que comete un delito para procurarse satisfacer su adicción, en ese momento previo a la comisión pudo evitar el colocarse en una situación de menor culpabilidad y “lejos de acudir a los medios adecuados de desintoxicación o deshabituación prefiere escudarse en una imputabilidad que el mismo ha procurado y que en realidad no existe puesto que, en tales casos el problema de la reprochabilidad no hay que situarlo en el momento en el que el sujeto ejecuta el hecho punible carece de volición, sino que es preciso retrotaerlo al momento en el que gozando de plenitud de raciocinio y de capacidad para decidir, resolvió continuar y proseguir la cadena de drogadicción y de consecutiva delincuencia “(STS 16.9.82). Los argumentos de esta Sentencia fueron profusamente reproducidos por otras Sentencias en lo referente a evitar patentes de impunidad, criterio que evidenciaba el eterno dilema entre culpabilidad y responsabilidad, entre libertad y seguridad. Esta línea jurisprudencial es abandonada a partir de 1985, cuando nuestra doctrina y la jurisprudencia asume los postulados de la importante reforma del Código penal de 1983 con la proclamación plena del principio de culpabilidad. Así en la STS 21.3.86, se afirma que “es sumamente dudoso, con indefectible riesgo de inexactitud, la afirmación de libre albedrío en el suministro de este tipo de sustancias tóxicas y el rechazo a una asistencia curativa o rehabilitadora”. La duda sobre la voluntariedad en el consumo de sustancias tóxicas o estupefacientes por parte del adicto da lugar a la consideración, poco a poco, del drogadicto como un enfermo y de la precisión de unas circunstancias de atenuación acomodadas a la menor culpabilidad. A partir de entonces se afirma la trilogía de efectos jurídicos de la afectación de las drogas en la culpabilidad del sujeto: atenuante analógica para los toxicómanos con fuerte dependencia de la droga pero que no actuaron bajo crisis carencial; eximente incompleta que se aplicará en supuestos de síndrome de abstinencia avanzado; y eximente para los casos agudos de exasperación del síndrome con deterioro grave de las facultades psíquicas (STS 12.7.89). Entre estos efectos jurídicos la jurisprudencia admitió la posibilidad de apreciar como muy calificada la atenuante de análoga significación (Vid STS 14.10.87, 22.6.89). 39 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Es también de esta etapa que analizamos la consideración del adicto a la heroína como un enfermo que por el hecho de serlo merece una menor reprochabilidad en función de la menor culpabilidad. Para la STS 5.12.85, la heroinomanía “no se trata de un trastorno mental transitorio o temporal como produce por ejemplo la embriaguez, sino de un estado permanente o crónico de intoxicación que supone la existencia de una verdadera enfermedad mental como es la dipsomenía o el alcoholismo”. En parecidos términos, la STS 23.3.87 declara que “el consumo de las sustancias estupefacientes heroína –desencadenante en breve plazo de dependencia física y psíquica como consecuencia de la enorme fuerza alucinógena de su principio activo- puede sin duda alguna provocar una auténtica toxifrenia en el consumidor, cuando al cabo de un uso progresivo mantenido a lo largo de los años aparece en él claros deterioros cerebrales y ciertas típicas depresiones intermitentes. En tanto el heroinómano no alcanza ese lamentable estado no se le puede calificar, en rigor de enfermo mental, y su categorización, desde el punto de vista de la imputabilidad, solo la definirá como un sujeto cuyas fuerzas inhibitorias están en cierta medida debilitadas por su deseo de reencontrarse con la droga a una primer fase de dependencia y su miedo a sufrir los efectos del síndrome de abstinencia”. Esta situación, que debe ser cuidadosamente individualizada en cada caso impide hacer de ella una genérica valoración jurídica, ha inspirado a la doctrina de la Sala una respuesta razonablemente matizada desde la posibilidad de que la heroinodependencia no tenga influencia alguna en la medición de la responsabilidad criminal… a la apreciabilidad de la eximente incompleta de enajenación mental o de trastorno mental transitorio, cuando la intensidad de la adicción y la presencia actual de una crisis de abstinencia coloque al adicto muy cerca de la inexigibilidad de otra conducta que no sea la que le ponga en camino de obtener el producto deseado. En la mayoría de los casos, no estando acreditado que el agente obró como lo hizo bajo el impulso –acaso con demasiada frecuencia calificado de irresistible, por la marca con que fácilmente se adjetiva en el lenguaje coloquial determinados sustantivos- del síndrome de abstinencia, la jurisprudencia se ha inclinado por la atenuación no privilegiada. Esta Sentencia resume, no sin algunas excepciones, la doctrina jurisprudencial y de ella obtienen como conclusiones importantes: a) La drogadicción es una enfermedad equiparada en los supuestos extremos a una enfermedad mental. b) Se hace preciso un estudio forense y psicológico, en todo caso, un estudio individualizado del sujeto para determinar el alcance de su culpabilidad. c) En los supuestos de adicción intensa aparece resentida la culpabilidad del sujeto por la no 40 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? exigibilidad de otra conducta, lo que supone el abandono definitivo de la doctrina de la “actio liberae in causa”. d) Se reproduce los llamamientos a la cautela y prudencia de los tribunales que deberán comprobar la exigibilidad de la conducta adecuada a la norma en relación con el sujeto. En esta misma línea, SSTS 14.9.90, 29.9.91, 2.11.91, ya afirman que el heroinómano de larga evolución ya merece una atenuación, normalmente enmarcada en la eximente incompleta, por presentar “un padecimiento que ha sido considerado como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud y que produce en el que lo padece alteraciones psicológicas de grave intensidad que pueden llegar a ser clasificadas como eximentes incompletas o atinentes”. Consecuencia de esa consideración de enfermos, unido al criterio jurisprudencial que admitió a partir de la STS de 13.6.90, que la atenuante de análoga significación puede conllevar la aplicación de las medidas de seguridad previstas para la eximente incompleta, era que el adicto pudiera encontrar desde la aplicación de la norma punitiva una solución alternativa al hecho delictivo, la pena y el tratamiento bajo una medida de seguridad. Estos importantes avances que desde la jurisprudencia del Tribunal Supremo se han constatado no limitan los criterios hacia la normativa de nuestro ordenamiento dispensado al delincuente toxicómano. El Poder Judicial ha interpretado la ley buscando solucionar los defectos de una legislación carente de precisa sensibilidad hacia el toxicómano. Por otra parte, la ausencia de una normativa precisa hace que cualquier alternativa plausible pivote en exceso sobre la sensibilidad del aplicador del derecho y la existencia de una red dispuesta a su acogida. Desde mi experiencia personal esa red ha sido dispensada en su gran mayoría por instituciones de la Iglesia que ha posibilitado la búsqueda de alternativas frente a una carencia casi absoluta de una actuación del Estado y sus administraciones. La irrupción, podemos decir, violenta de la drogadicción en el sistema penal en la década de los 80 hizo que quienes operamos en el sistema penal y quienes trabajaban en la reinserción y rehabilitación de drogadictos albergaran esperanzas ante la promulgación de un nuevo Código penal que pudiera dar una respuesta segura y adecuada a la realidad del problema. Se partía ya de una definición, comúnmente admitida de drogadicción, como adicción a las drogas, y de drogadicto, como persona incapaz de abandonar el consumo de la sustancia estupefaciente por la dependencia física y psíquica que produce. Igualmente, se parte de la consideración del drogadicto como un enfermo desde el punto de vista jurídico penal y de la aplicación de 41 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? circunstancias de atenuación, o de exención, de la responsabilidad criminal el delincuente toxicómano. También de una idea generalmente admitida por la ciudadanía, aunque este reivindique mayor dureza en el tratamiento de la delincuencia situación (Vid encuestas recientes publicadas en medios de comunicación), según la cual la rehabilitación del toxicómano revierte en la seguridad de la sociedad, pues su recuperación evita la comisión de hechos delictivos. Al mismo tiempo se es consciente de que la privación de libertad, el internamiento no reinserta. La respuesta al delito consistente en la privación de libertad no reinserta al toxicómano, sino que se hace preciso adecuar la necesaria respuesta al hecho delictivo a las circunstancias especiales que concurren en el delincuente toxicómano que delinque. 2.- El Código penal de 1995. Pese a ello el nuevo Código penal de 1995 no ha hecho otra cosa sino reproducir los preceptos del anterior Código y los criterios mas generales de la jurisprudencia. Así distingue un presupuesto biológico y otro psicológico para la aplicación de la eximente completa e incompleta en parecidos términos en los que la jurisprudencia ya había señalado al requerir que no basta la condición de drogadicto para la aplicación de una atenuación de la responsabilidad criminal pues dicha aplicación requiere la afectación de las facultades psíquicas del sujeto. En el Código penal de 1995, la drogadicción aparece configurada como eximente completa, art. 20.2, incompleta 21.1 y atenuante específica de drogadicción. En su interpretación hemos declarado que (STS. 11/04/2000): “El nuevo Código penal aborda la incidencia de las drogas tóxicas o estupefacientes desde distintas situaciones a las que se corresponden distintas consecuencias”. El examen de las causas de exención o de atenuación de la responsabilidad criminal permite comprobar que son dos los presupuestos que deben ser comprobados. De una parte, la existencia de un presupuesto biopatológico que debe concretarse en un estado de intoxicación, en un síndrome de abstinencia resultante de la carencia, o en una grave adicción. En su determinación las pruebas periciales son básicas para afirmar la existencia de su necesaria concurrencia. De otra parte, el presupuesto psicológico, que se concreta en la imposibilidad de comprender la ilicitud del acto, la de actuar conforme a esa comprensión, o la de actuar a causa de la grave adicción, esto es, en este supuesto la adicción se relaciona con la actuación delictiva. También en su acreditación, la prueba pericial es determinante. En el supuesto de la 42 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? atenuante del número 2 del art. 21 “actuar el culpable a causa de su grave adicción”, lo determinante es la constatación de la grave adicción, presupuesto biopatológico, y la relación de causalidad que predica el tipo de la atenuación. En la circunstancia de atenuación el legislador ha dado carta de naturaleza a la jurisprudencia de esta Sala que señalaba que el adicto a sustancias estupefacientes que causan grave daño a la salud de larga duración, por el hecho de padecerla, ya presenta unas graves alteraciones psíquicas “en la medida en que esa adicción genera una actuación delictiva que se realiza sobre una concreta dinámica comisiva”. El legislador contempla en este supuesto a la denominada delincuencia funcional en el que la adicción prolongada y grave lleva a la comisión de hechos delictivos, normalmente contra el patrimonio, con la finalidad de procurar medios con los que satisfacer las necesidades de la adicción. De alguna manera el presupuesto biológico y el psicológico convergen en la declaración de grave adicción. En este sentido, hemos declarado que la grave adicción daña y deteriora las facultades psíquicas del sujeto que la padece, se integra como una alteración psíquica de la personalidad con entidad suficiente para la aplicación de la atenuación, pues esa grave adicción incorpora en su propia expresión una alteración evidente de la personalidad merecedora de un menor reproche penal y de la aplicación, si procede, de las medidas que el Código contempla para potenciar la deshabituación, bien como sustitutivos penales, bien en ejecución de la penalidad impuesta. Acorde a lo anteriormente expuesto, el Código contempla la incidencia de la drogadicción en la responsabilidad penal bajo las siguientes alternativas: eximente, cuando el sujeto, por intoxicación plena o bajo los efectos del síndrome de abstinencia, carezca de capacidad para comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión. De eximente incompleta, bajo los mismos presupuestos de la eximente si no concurren los requisitos para la exención, es decir, si el presupuesto psicológico determina una merma o reducción importante de las capacidades para comprender la ilicitud o actuar conforme a esa comprensión. La atenuante contempla los supuestos de grave adicción, afectante en los términos vistos de las facultades psíquicas del sujeto que ve compelida su voluntad a la producción de determinados hechos delictivos. (Cfr. SSts31.7.98, 23.11.98; 27.9.99; 20.1.00). La novedad respecto a la anterior redacción radica, de una parte, en la objetivización de los presupuestos de aplicación por la norma recoge los postulados señalados por la jurisprudencia. De otra, la declaración como atenuante de la grave adicción relacionado con la actuación delictiva (art. 21.2 Cp). Este último precepto fue objeto de criticas pues al 43 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? alcanzar rango legal impidió el desarrollo jurisprudencial hasta entonces alcanzado en interpretación de la atenuante de análoga significación. Además exigió un requisito, el de la gravedad, que no responde a ninguna exigencia médica sobre la intensidad de la adicción. Hubiera sido preferible que la norma hubiera referido la adicción como causa de atenuación o señalar un espacio temporal de evolución sin referirlo a la gravedad respecto al que la prueba pericial no puede manifestarse. La auténtica novedad del Código penal de 1995 es la referida a la regulación de las medidas de seguridad de forma mucho mas completa y acorde con las exigencias de un derecho penal de doble vía como se postula desde la Exposición de Motivos y se ha ofrecido por los análisis que de su regulación se ha realizado. La admisibilidad de la aplicación de las medidas de seguridad en los supuestos de drogadicción subsumibles en la atenuante de drogadicción del art. 21.2 del Código penal era dudosa y se hizo necesaria su interpretación, habida cuenta del olvido del legislador que en el art. 109 del Código penal no lo previó expresamente, consiguientemente sin acoger la Jurisprudencia del Tribunal Supremo que, como hemos visto, bajo el anterior Código lo había autorizado con una interpretación que fue generalmente alabada. Siempre quedará la duda de si fue un olvido involuntario o, por el contrario, una deliberada omisión en una doctrina que cuestionaba la vía punitiva querida por el legislador. En la STS 628/2000, de 11 de abril, la Sala ha declarado: La posibilidad de aplicar medidas de seguridad en la circunstancia atenuante de grave adicción. Conviene señalar en este apartado que el legislador del Código penal de 1995, que contiene una regulación importante del sistema vicarial en la regulación de las consecuencias jurídicas correspondientes al hecho delictivo, ha olvidado contemplar una respuesta específica para el autor de un hecho delictivo bajo la concurrencia de una grave adicción que se integra en la atenuante del art. 21.2 del Código penal. En efecto, los arts. 101 a 104 del Código penal prevén específicas medidas de seguridad para adecuar la consecuencia jurídica correspondiente al delito con la culpabilidad del autor, estableciendo, con la amplitud necesaria para la multiplicidad de situaciones que pueden concurrir, un abanico de medidas tendentes a procurar la rehabilitación y reinserción del autor con su culpabilidad extinguida o reducida. Sin embargo, el Código no lo prevé, específicamente, para la situación de atenuación derivada de una adicción grave causal al delito cometido. 44 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? La jurisprudencia de esta Sala, con anterioridad a la vigencia del Código de 1995, había declarado que las medidas de seguridad previstas para las situaciones de exención o de exención incompleta eran también aplicables a los supuestos de atenuante de análoga significación del antiguo art. 9.10 en relación con el art. 9.1 y 8.1 del Código de 1973 (SSTS 13.6.90; 15.9.93), pues los mecanismos previstos por el legislador para atender situaciones de exención o de menor culpabilidad por situaciones de intoxicación, crisis carencial a sustancias tóxicas dirigidas a la rehabilitación y reinserción del toxicómano deben poder ser aplicadas, también, a los supuestos de disminución de la culpabilidad por una situación equiparable, aunque con una menor afectación de las facultades psíquicas. La ausencia de una específica previsión normativa con relación a estimaciones en las que se encuentran personas cuya culpabilidad aparece reducida por una grave adicción, respecto a las que hemos declarado tienen sus facultades psíquicas deterioradas y a las que el tratamiento rehabilitador adecuado se presenta, desde los estudios científicos realizados, como la única alternativa posible para procurar su rehabilitación y reinserción social conforme postula el art. 25 de la Constitución nos obliga a interpretar la norma penal desde las finalidades de la pena y desde las disposiciones del legislador teniendo en cuenta que, como señalamos en la STS 13.6.90 "sería absurdo renunciar a alcanzar las finalidades constitucionales de la pena a la reinserción y resocialización que la Ley penal específicamente prevé para la situación de menor culpabilidad a causa de la drogadicción". Este criterio, que los estudios realizados siguen corroborando, debe rellenar la aparente laguna legislativa existente y declarar que la atenuante de grave adicción del art. 21.2 del Código penal puede suponer el presupuesto de aplicación de las medidas de seguridad en los términos del art. 104 del Código penal. La posibilidad de aplicar las medidas de seguridad a la atenuante de grave adicción resulta de una interpretación lógica de las disposiciones reguladoras de las medidas de seguridad a un supuesto ontológicamente semejante y, también, del art. 60 del Código penal que al prever la posibilidad de sustituir la pena por la asistencia médica y, en su caso, de declarar extinguida o reducida la pena tras la curación, presenta como presupuestos la existencia en el condenado de una situación duradera de transtorno mental que le impide conocer el sentido de la pena, presupuestos que en el grave adicto concurren dados los daños psíquicos que produce la grave adicción y ser el tratamiento de deshabituación la única actividad sociosanitaria eficaz para alcanzar la recuperación del adicto. Esta aplicación de las medidas de seguridad a situaciones de grave adicción, requiere unas 45 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? previsiones de aplicación específicas, toda vez que la reducción de la culpabilidad no se presenta con la intensidad de la aplicación de la eximente incompleta del art. 21.1 en relación con el 20.1 y 20.2 del Código penal. En este sentido, la resolución judicial debe valorar el cumplimiento de las finalidades de la pena, retribución, prevención general y especial, y las posibilidades, y garantías, de rehabilitación en cada caso concreto. “En orden a su aplicación será preciso su adopción en un proceso contradictorio en el que se deberá partir de la voluntariedad en el tratamiento”. En este orden de cosas se hace preciso, en primer lugar, declarar la existencia de un hecho delictivo y señalar la consecuencia jurídica al hecho delictivo. Constatada la existencia de un padecimiento que merece la atenuación de la responsabilidad criminal, bien por eximente incompleta, bien por atenuante de drogadicción, será preciso buscar para en el supuesto concreto una alternativa eficaz a la pena privativa de libertad, es decir, la búsqueda de un tratamiento rehabilitador referido a su recuperación. Este tratamiento requiere, desde su origen, la voluntariedad del interno que asume su necesidad para abandonar la dependencia que presenta y, además, debe asumir que el tratamiento que acepta es un bien para si mismo y también una consecuencia a la realización de un hecho delictivo. Se produce, pues, una doble consideración en el tratamiento pues es voluntario, en cuanto constituye la premisa necesaria para su existencia, con acierto se ha dicho que se puede obligar a una persona a la privación de un derecho pero no a su reinserción. De otra parte, el tratamiento de deshabituación es tenido como consecuencia jurídica a la realización de un hecho delictivo, como pena retributiva a la agresión a la convivencia. En interpretación de la ley, la Sala prevé la posibilidad de que el autor de un hecho delictivo en el que concurre la atenuación de grave adicción puede satisfacer la expiación de su conducta, bien a través de una pena privativa de libertad, bien a través de una medida de seguridad cuyo contenido será el del tratamiento de deshabituación. La práctica será que en ejecución de sentencia se pueda presentar (en aplicación del art. 105 del Código penal la posibilidad de aplicar la medida de seguridad pertinente. Ello supone una llamada a las instituciones públicas y privadas para acoger a estos criterios y procurar un tratamiento que sea alternativa a la pena privativa de libertad. Partiendo de su consentimiento se ofrecerá al órgano encargado de la ejecutiva para que éste tras los controles necesarios, y 46 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? oídas las partes, resuelve la posibilidad de alternatividad existente. Lo anteriormente expuesto permite ofrecer las siguientes conclusiones a manera de respuesta al enunciado de la intervención: 1. El Código penal de 1995 no soluciona las demandas que desde los sectores sociales y jurídicos plantearon como posibles soluciones efectivas al drogadicto dependiente. 2. Desde el análisis jurisprudencial el drogadicto es un enfermo al que le pueden ser de aplicación las circunstancias de exención y atenuación previstas en el Código penal (art. 20 y 21 del Cp). 3. Los presupuestos de aplicación de las circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, presupuesto biológico y psicológico, requieren que desde la instrucción de la causa, y las partes personadas, se realicen e insten los estudios personales y psicosociales que permiten la acreditación de la drogadicción y de la influencia en la motivilidad en el actuar delictivo así como la relación causal entre el delito y la drogadicción. Consecuentemente se hace necesaria la realización de los informes médicos y psicosociales necesarios para acreditar el hecho, presupuestos de la aplicación de las circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal. 4. La atenuante de grave adicción del art. 21.2 del Código penal no requiere para su aplicación una afectación de las facultades psíquicas, presupuesto de la aplicación de la eximente incompleta, sino la constatación de la adicción, su prolongación en el tiempo y la existencia de una relación causal con el hecho delictivo, extremo a acreditar, normalmente, a través del informe psicosocial. 5. La atenuante de drogadicción del art. 21.2 del Código penal sirve de presupuesto para la aplicación de las medidas de seguridad previstas en el Código. (STS 628/2000 de 1.4.2000; 751/2000 de 3 de mayo; 1007/2000 de 5 de junio), en los términos que han señalado estas Sentencias que reproduce la anterior jurisprudencia. 6. El tiempo requerido para la ejecución de la medida de seguridad se abonará para el cumplimiento de la pena privativa de libertad (art. 99). Su incumplimiento determinará la aplicación de la pena privativa de libertad (art. 100) en los términos que del mismo resulta. Atendida la recuperación del drogadicto puede plantearse la extinción de la pena habida cuenta la innecesariedad de la pena (art. 60). 47 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? 7. En este aspecto de la recuperación del drogadicto es básica la actuación de la sociedad civil, a través de distintas organizaciones que puedan presentar al Juzgado o Tribunal de la ejecutoria un tratamiento “a la carta” para la rehabilitación del adicto y que determinará una especie de contrato entre el condenado drogadicto así declarado en la sentencia condenatoria y el Juez para el cumplimiento de la medida de seguridad y en el que la sociedad que interviene, vía asociación o grupo, ofrezca al interno la posibilidad de una rehabilitación con un tratamiento individualizado y que él asume para su rehabilitación. Se establece un compromiso cuya ruptura deberá ser inmediatamente comunicada al Juez de la ejecutoria a fin de que actúe la necesidad de cumplir la pena impuesta. RELACIÓN DE SENTENCIAS QUE PERMITEN LA APLICACIÓN DE MEDIDAS DE SEGURIDAD EN LA ATENUANTE DE GRAVE ADICCIÓN DEL ART. 21.2 CP 628/2000, 1697/2000, 293/2001, 1602/2000, 1612/2000, 1458/2000, 1498/2000, 232/2000, 750/200, 751/2000, 894/2000 Joaquín Sánchez-Covisa. Fiscal del Tribunal Supremo 1. Cualquier teórico del Derecho Penal que realice un estudio del tratamiento jurídico que recibía el toxicómano delincuente al final de la década de los ochenta comparándolo con las previsiones establecidas por el vigente Código Penal de 1995, llamará la atención sobre los grandes avances producidos. Observará que frente a las escasísimas normas recogidas en el viejo texto punitivo que autorizaban una sustitución de las penas privativas de libertad por el sometimiento a determinadas medidas de seguridad1, el nuevo Código Penal realiza un tratado completo y, hasta cierto punto minucioso, del régimen jurídico general de las medidas de seguridad y de la peligrosidad criminal y, dentro de ellas, las aplicables a drogodependientes autores de delitos cuando hayan sido declarados exentos de responsabilidad criminal al amparo de lo prevenido en el artículo 20.1 CP, o se les haya reconocido la concurrencia de una eximente incompleta del artículo 21.1 CP, e, incluso una atenuante del nº 2 del artículo 21 CP en aquellos supuestos que reconoce la jurisprudencia del Tribunal Supremo2. No podrá por menos que reconocer que a nuestro sistema punitivo se han incorporado todos 48 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? los principios reguladores de las medidas de seguridad postdelictuales reivindicados por la mejor doctrina3; llamará la atención sobre la correcta regulación de los presupuestos legales establecidos para formular el juicio de peligrosidad criminal (artículo 95.1 CP) y la preceptiva, aunque no vinculante, participación de diferentes expertos en la formación del criterio judicial sobre la aplicación o no de las medidas de seguridad, mostrará su satisfacción por el completo catálogo de medidas de seguridad previstas por el legislador, enteramente satisfactorias tanto desde el punto de vista criminológico como terapéutico4, y alabará las reglas generales o principios elementales de su aplicación, concernientes a la posibilidad de su revisión periódica5, los efectos derivados del incumplimiento de las medidas adoptadas por el sometido a ellas6 y el mantenimiento del denominado sistema vicarial7. Aún cuando admita ciertas deficiencias en el tratamiento de los toxicómanos imputables8, siempre valorará positivamente la suspensión de la condena regulada en el artículo 87 NCP, a todas luces más expansivo y flexible que el artículo 93 bis del texto penal anterior9. Del mismo modo, si profundiza en la interpretación y aplicación del sistema por la Jurisprudencia del Tribunal Supremo apreciará que los adelantos han sido extraordinariamente positivos. Hoy ya nadie pone en duda que el drogodependiente que ha alcanzado un determinado grado de adicción es una personalidad verdaderamente enferma que, consecuentemente, está necesitado de tratamiento terapéutico10. Incluso, en la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha ido perdiendo peso las consideraciones de naturaleza criminológica que hacían prevalecer la pena privativa de libertad sobre cualquier alternativa de someterlo a tratamiento rehabilitador11. a. Esta visión, evidentemente no se corresponde con la realidad cotidiana. Es válida para explicar el sistema desde una perspectiva exclusivamente científico-doctrinal, pero choca frontalmente en su aplicación con demasiados obstáculos, de la más variada naturaleza, cuya explicación seguro que va a ser suficientemente debatida en estas jornadas por los diferentes sectores. En este lugar yo sólo voy a referirme brevemente a uno de ellos, no solo por considerarle 49 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? de especial relevancia, sino también por ser normalmente obviado por los que se preocupan de la cuestión: no es posible una adecuada ejecución del sistema, si la toxicomanía no ha sido suficientemente debatida en el acto de juicio oral, acreditándose todas las circunstancias que la rodean y caracterizan; y no puede ser valorada consecuentemente en el plenario si no ha sido objeto de una investigación durante la instrucción exhaustiva y rigurosa. Pues bien, la primera quiebra fundamental del sistema se produce precisamente porque son muy excepcionales las instrucciones de las causas penales que se preocupan de elaborar ex oficio un verdadero dossier de personalidad del reo recabando los datos necesarios que prevén los artículos 377, 378, 380, párrafo segundo y 456 y siguientes de la LECrim12, a través de los cuales el juzgador penal estará en condiciones de asistir a una plena contradicción probatoria acerca de los factores que deben ser valorados no sólo para la apreciación de una circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal, sino también la aplicación, en su caso y previa petición de la acusación, de la medida de seguridad que proceda. La habituación u ocasionalidad en el consumo de drogas, tiempo de pervivencia en la drogadicción, índole o naturaleza de la droga consumida, circunstancias específicas de la personalidad del toxicómano (alteraciones fugaces o pasajeras de su personalidad o perturbaciones duraderas), los antecedentes de haberse sometido a tratamientos previos de desintoxicación o deshabituación, sus relaciones familiares o grado de desarraigo, son factores que no pueden ser improvisados en el acto del juicio oral. En la práctica, ello supone que serán dictadas un gran número de sentencias penales en las que no ha sido posible apreciar el verdadero grado de imputabilidad del autor (con las consecuencias que ello conlleva, tanto en la aminoración de la pena como en la posibilidad de la aplicación de medidas de seguridad), o, incluso, desplazar de manera inadecuada el problema a la fase de ejecución, significadamente en cuanto a la decisión de suspender la ejecución de la condena de conformidad con el artículo 87 CP. El problema, , lamentablemente, no tiene visos de solución debido a las desviaciones del sistema de enjuiciamiento criminal imperantes en la actualidad, en donde no solo la instrucción tiene una naturaleza puramente inquisitiva sino también porque en el ámbito de la justicia penal cada vez con mayor fuerza se valoran los niveles de eficacia judicial aún a 50 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? riesgo de limitar los resultados acordes con la justicia, como lo acreditan la potenciación de dos factores que simplemente voy a indicar, por si interesa que sean objeto de debate posterior: El primero, es la intolerable utilización de los mecanismos de conformidad entre el Ministerio Fiscal y la defensa del acusado, muchas veces aleccionada por el juzgador, que con el propósito de eludir la celebración del juicio o sortear las dificultades probatorias, omiten profundizar sobre la imputabilidad del reo El segundo, porque desde todas las instancias de poder político y judicial, se trata de generalizar la implantación de los juicios rápidos (incluso inmediatos), aplicándose a toxicómanos autores de delitos menos graves, cuya propia característica les hacen incompatibles con este tipo procedimental. 1 Esto es, Art. 8.1, párrafo 3º respecto de los enajenados que autorizaba la sustitución del internamiento por una serie de medidas; Art. 9.1, párrafo 2º, que admitía la doble imposición de medidas de seguridad y pena privativa de libertad según un sistema vicarial, para aquellos a quienes se les halla apreciado la concurrencia de una eximente incompleta o sufra alteraciones de la percepción desde la infancia; y Art. 93 bis que preveía la suspensión de la condena y su sustitución por tratamiento rehabilitador en el caso de los toxicómanos. 2 En este sentido, la STS 16.10.2000 afirma que “Estos datos ponen de manifiesto, según el criterio del Fiscal que comparte esta Sala que estamos ante una persona que padece una grave adicción a productos estupefacientes de notable nocividad y que, por su larga duración ha tenido necesariamente que socavar más o menos severamente las capacidades intelectivas, pero, sobre todo, volitivas de aquéllas. Con estos presupuestos la doctrina jurisprudencial de este Tribunal Supremo es constante al considerar la aplicación a tales supuestos de la circunstancia atenuante del art. 21.2 C.P. en tanto que la grave adicción constatada y la merme que la misma produce en los frenos inhibitorios, según las enseñanzas de la ciencia, supone una atenuación de la imputabilidad del así afectado con su necesario reflejo en la responsabilidad criminal. No obstante, la estimación del reproche no tiene incidencia en la resultancia penológica de la acusada, ya que a está se la impuso la pena de 3 Años 6 meses y 1 día de prisión por el delito de robo con intimidación y uso de armas del Art. 242.1 y 2 C.P., es decir en la extensión mínima legalmente posible (a pesar de habérsele apreciado la agravante de reincidencia), de suerte que en ningún caso podría ser rebajada dicha pena aunque se aplique la atenuante del Art. 21 del C.P., a tenor de las reglas del Art. 66 C.P. Lo que no impide para que , en sintonía con STS de 11 de Abril de 2.000 La apreciación de la mencionada atenuante pueda suponer el presupuesto de aplicación de las medidas de seguridad en los términos establecidos en el art. 104 C.P. en ejecución de sentencia. Pues, como allí se decía la jurisprudencia de esta Sala con anterioridad a la vigencia del Código de 1995, había declarado que las medidas de seguridad previstas para las situaciones de exención o exención incompleta eran también aplicables a los supuestos de atenuante de análoga significación del antiguo atr. 9.10 en relación con el art. 9.1 y 8.1 del Código de 1973 (STS de 13 de septiembre de 1990 y 15 de septiembre de 1993) pues los mecanismos previstos por el legislador para atender situaciones de exención o de menor culpabilidad por situaciones de intoxicación, crisis carencial a sustancias tóxicas dirigidas a la rehabilitación y reinserción del toxicómano deben poder ser aplicadas, también, a los supuestos de disminución de las culpabilidad por una situación equiparable, aunque por una menos afectación de las facultades psíquicas. La posibilidad de aplicar las medidas de seguridad a la atenuante de grave adicción resulta de una interpretación lógica de la disposiciones reguladoras de las medidas de seguridad a un supuesto antológicamente semejante y, también, del art. 60 de C.P. que al prever la posibilidad de sustituir la pena por la asistencia médica y, en su caso, de declarar extinguida o reducida la pena tras la curación presenta como presupuestos la existencia en el condenado de una situación duradera de trastorno mental que le impide conocer el sentido de la pena que en el grave adicto concurren dados los daños psíquicos que produce la grave adicción y ser el tratamiento de deshabituación la única actividad sociosanitaria eficaz para alcanzar la recuperación del adicto. Esta aplicación de la medidas de seguridad a situaciones de grave adicción requiere unas previsiones de aplicación específicas, toda vez que la reducción de la culpabilidad no se 51 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? presenta por la intensidad de la aplicación de la eximente incompleta de la art.21.1 en relación con el 20.1 y 20. 2 del C.P. En este sentido, la resolución judicial debe valorar el cumplimiento de las finalidades de la pena, retribución, prevención general y especial y las posibilidades y garantías de rehabilitación en cada caso concreto. En orden a su aplicación será preciso su adopción en un proceso contradictorio en el que se deberá partir de la voluntariedad en el tratamiento”. 3 Establecimiento de un sistema monista que supone la supresión de la legislación especial; la limitación de las medidas de seguridad a las de naturaleza pos- delictual, quedando relegadas de nuestro sistema la denominada peligrosidad social y por tanto las medidas de seguridad predelictuales; monopolio de la jurisdicción penal única competente para imponerlas así como la proclamación de los principios de legalidad y proporcionalidad(las medidas de seguridad no pueden ser más gravosas ni de mayor duración que la pena abstractamente aplicable al hecho cometido y las medidas de seguridad no pueden exceder el limite de lo necesario para prevenir la peligrosidad del autor). Debiéndose regir por el principio acusatorio “en las primeras sentencias del TC dictadas durante la vigencia del anterior sistema dualista de penas y medidas de seguridad-representado por la Ley 16/70 y derogado por la L.O. 10/95- ya se advertía que en la practica “solo formalmente se distinguía la condena penal” de la medida y que esta podía consistir en privación de libertad, impuesta anticipadamente a la pena que pudiera corresponder al delito, lo que daba lugar, si después recaía condena penal, a que un solo hecho diera lugar a dos procedimientos y, en consecuencia, a dos sanciones lo que infringía el principio” non vis in idem” y, en definitiva, el principio de legalidad consagrado en el art. 25 CE (STC 159/1985 de 27 de noviembre F.J.2,23/1983, de 14 de febrero F.J. 2, y 21/1987, de 19 de febrero F.J.1). El sistema vicarial vigente ha superado aquellos defectos pero las medias de seguridad, ahora muy acertadamente de forma alternativa con la pena pueden seguir consistiendo en privación de libertad con internamiento en centro de deshabituación (art. 96.2 punto 2ª 99,102 y 104 del C.P. como sucede en este caso); no son desde luego, pena en el sentido estricto ni principal (art. 33), ni accesoria (art. 54 a 57) ni tampoco su consecuencia accesoria (art. 127, 125 y 129) y su fundamento no es un delito sino la peligrosidad criminal, aunque ésta se exterioriza por la comisión de aquel. En consecuencia, sólo pueden imponerse en sentencia firme tras el correspondiente proceso con todas las garantías (art. 24 CE y 3 del C.P.), tanto para la imposición de la pena como de la medida que, aunque de fundamento distinto, están orientadas al mismo fin señalado en el art. 17 CE y afectan ambas al valor superior de la libertad protegida por el ar.t 17 CE porque, en definitiva, ambas se acuerdan en una misma sentencia y ésta es la que constituye, como dice la STC 78/98, el título legítimo de privación de ese derecho fundamental” (STS 27/10/2000). 4.El Código Penal en lo que concierne a los toxicómanos prevé especialmente como medida privativa de libertad el internamiento en centro de deshabituación, que puden ser públicos o privados, aplicable a los exentos de responsabilidad criminal por el nº 2 del artículo 20 del Código Penal, conjuntamente con la pena, a los que se les haya apreciado una circunstancia eximente incompleta (art. 104 CP) y como medida de seguridad no privativa de libertad, sumisión a tratamiento externo y prohibiciones de acudir a determinados lugares (artículos 98 y 105 CP). 5. Prevista en el art. 97 C.P donde se admite la posibilidad de mantenimiento, cese, sustitución y suspensión de la medida. Desaparecida la peligrosidad criminal del sometido a medida ésta debe desaparecer. Atemperada la peligrosidad, la medida debe ser sustituida. El órgano competente revisor será el Tribunal o Juez sentenciador previo informe del Juez de Vigilancia Penitenciaria. La revisión necesariamente es periódica no pudiendo superar el año en el caso de tratarse de medidas de internamiento. Acordado el cese de la medida la decisión deviene irreversible. 6. En el caso de inmputables sometidos a medidas de internamiento, no cometen quebrantamiento de condena debiéndose reingresar en el centro donde se escaparon o en otro acorde con su personalidad (art. 100 del CP). En el caso de semiinimputables (de los n, 1,2,3 del art. 20 CP) podrán incurrir en delito de quebrantamiento de condena. En el caso de que el quebrantamiento de medidas de seguridad no privativas de libertad el juez puede sustituirlas por privativas de libertad si el delito está castigado con penas de esta naturaleza. 7. Para el caso de imposición coetánea de medidas de seguridad y penas privativas de libertad (ar. 104 CP). Es aplicable a los supuestos de eximentes incompletas. La imposición conjunta es facultativa. El tiempo de cumplimiento de la medida (cualquiera que sea su naturaleza) se abona para el cumplimiento de la condena. Cumplida la medida se puede imponer el cumplimiento del resto de la pena o declararla extinguida. 8. Esto es, quienes se encuentren favorecidos por la atenuante del nº 2 del art. 21 C.P. 9. Amplía considerablemente su virtualidad práctica al ampliarse a las penas de hasta 3 años de privación de libertad, se suprime la exigencia de que el autor toxicómano no sea reincidente, no se hace mención al rquisito de que la situación de drogodependencia se declare probada en la sentencia (de tal manera que podrá ser apreciada en la fase de ejecución). 10. En la valoración de la drogodependencia, hasta cierto punto asimilada a la alcoholemia, jugaba transcendentemente la idea de que no tenía un origen fortuito e inevitable y, que, al menos durante algunos momentos de su evolución, los actos que realizara el toxicómano eran perfectamente controlables por una voluntad normal. 11. En efecto, cualquiera que fuera la consideración que se tuviera del drogodependiente autor de delitos, era opinión generalizada, al margen de estadísticas criminológicas fiables, que los toxicómanos constituían el grupo más importante generador de los delitos que mayor inseguridad social causaban (significadamente, robos con intimidación y uso de armas), circunstancia que no podía dejarse de tener en cuenta a la hora no sólo de determinar los efectos atenuatorios de la drogodependencia, sino también la posibilidad de aplicar medidas alternativas. A este respecto son un exponente claro las SSTS de 26/6/1985, 31-1-1987, 19/6/1987, 3/5/1988, y 23/9/1988, etc. 12. Incorporándose cuantos datos ofrezcan los Centros y Servicios de Integración Social, públicos o privados reconocidos, dado que pueden contribuir a la delimitación de la personalidad del reo para el caso de que hubiera estado con anterioridad sometido a tratamiento. 52 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? JULIAN RIOS MARTIN. Abogado Siempre pensamos que nuestra forma de ver la realidad, de interpretarla, es la acertada. Y cuando se trata de organizar y decidir sobre las vidas de los demás, sobre la forma de organización social, este posicionamiento nos es siempre más fácil. Asomarse a la realidad de los otros desde “nuestra ventana”, es un reducionismo y nos otorga una visión meditablemente parcial del fenómeno social, porque la observación está condicionada por : nuestra historia vital, nuestras seguridades e inseguridades, nuestra posición económica, nuestra posición social y nuestra ideología. Asomarse desde “nuestra ventana” de “gente honrada” a una realidad tan compleja como es la de la delincuencia y la drogadicción, definida y etiquetada siempre negativamente, para intentar aportar soluciones, implica llegar a conclusiones parciales. Es cierto que las personas que delinquen y que tienen problemas de drogadicción son muy incómodos socialmente: hacen daño y a veces muy grave, molestan y son muy incómodos; tanto que incluso los Centros de Atención a Drogodependientes son rechazados. Incluso los vecinos a Pisos de Acogida; son poco estéticos socialmente: a veces cuando “mejor lo tienen” y se les ofrece la oportunidad, vuelven a recaer; cuando han salido de este mundo, ni dan las “gracias”, ; el trabajo de recuperación exige un enfoque multidisciplinar que exige una respuesta seria del Estado en inversión de personal, que en estos momentos, no está dispuesto a realizar. El estado social se desmantela y los políticos prefieren invertir en seguridad y protección; la respuesta la penitenciaria y la represiva. Siempre más cómoda y rentable políticamente. Ante este panorama, la “opinión del hombre de la calle” y las respuestas institucionales piensan que la solución más acertada pasa exclusivamente por la exclusión : “cuanta más cárcel mejor y sólo la cárcel nos mantiene seguros”. En este sentido todos los operadores jurídicos fantasean que la cárcel aporta soluciones al complejo problema de la drogadicción. El legislador plantea soluciones para un drogodependiente “de laboratorio”, que no se corresponde con la realidad. En este sentido establece algunas alternativas legales: • Suspensión de condena de penas de hasta 3 años (pero, la mayoría de los drogodependientes cometen delitos que exceden de 3 años –robo con intimidación, trapicheo de drogas); ni siquiera puede aplicarse en estos casos aunque concurra la atenuante de grave adicción. En este sentido, ¿no se podría modificar el Código Penal para que la suspensión pudiera aplicarse 53 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? a penas de hasta 5 años de prisión?. Pero además, la legislación actual exige no ser reo habitual (que no se hayan cometido 3 o más delitos del mismo capítulo en 5 años). Y resulta que el momento de dejar las drogas no está en función de los delitos cometidos atrás, sino son otros factores de tipo personal, siempre coetáneos (recaídas, enfermedades, situación familiar, años de consumo, posibilidad de centros de rehabilitación). ¿no se podría eliminar este requisito y dejarlo en función de la valoración del Juez?. • Así mismo, el Código Penal establece que las medidas de seguridad solamente se admiten cuando concurre una eximente incompleta y no cuando concurra atenuante. Es muy lamentable que esto sea así, al menos que el Tribunal Supremo permita su aplicación cuando concurre una atenuante de grave adicción. Ante este escaso abanico de posibilidades de solución la única solución para muchas situaciones es la vía excepcional del indulto que se convierte en ordinaria, colapsando la sección de indultos del Ministerio de Justicia. Por otro lado, la sensibilidad de los operadores jurídicos, en muchos casos, no siempre, deja mucho que desear: • Abogados que no se preparan las defensas. • Una gran mayoría de Fiscales que tienen el NO por respuesta ante el planteamiento de alternativas. Y muchas veces sin fundamento o con escaso fundamento o que no dan el suficiente valor a las pruebas de drogadicción que se presentan en el juicio. • Jueces que son muy reacios a las medidas alternativas y cumplimientos en Centros de Rehabilitación, pensando en que ahí no hay castigo. Y desde mi subjetividad y la de otras gentes que andamos por estos espacios percibimos claramente la gran distancia que existe entre lo que es y lo que debería ser; entre la legalidad y la realidad, entre los problemas, las soluciones posiblemente eficaces y las que se aportan. Desde hace trece años: juicios penales, defensa de personas presas, convivencia con personas que salen de la cárcel y que presentan problemas de drogadicción, aprendí a mirar no “desde mi ventana”, sino desde la de la compleja realidad, sin juzgar, intentando comprender para poder intervenir con mayor eficacia y humanidad. De ahí he descubierto: • Que sí hacen daño, a veces mucho daño, se exige una respuesta desde la justicia penal. Pero una respuesta eficaz, incluso para quienes entienden que debe existir castigo, exige un planteamiento previo ¿para qué? ¿con qué medios?. 54 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? • Se fantasea que la cárcel sirve para rehabilitar drogodependientes, que aporta soluciones y es justamente todo lo contrario; ahonda en todos los conflictos con las graves consecuencias que la cárcel genera en la personalidad del recluso; y, obviamente, a más tiempo en la cárcel, más desestructuración. Las cárceles están diseñadas de tal modo que hacen imposible una intervención educativa. Están organizadas para que la persona presa interiorice determinadas formas de conducta especialmente polarizadas en la sumisión a la disciplina carcelaria. La mayoría de las personas presas tiene que adaptarse a la dinámica desestructuradora de la prisión para poder sobrevivir cada día. En la práctica, de hecho, no se barajan más indicadores objetivos de maduración personal que los disciplinarios, y no existe, desde luego, ninguno que detecte los deterioros personales que inevitablemente produce la progresiva prisionalización en las personas recluidas. Un análisis de trabajo de psicología y sociología, unidos al conocimiento de la realidad penitenciaria, nos conduce a afirmar que la dinámica penitenciaria imposibilita que la persona presa adquiera estos niveles de responsabilidad individual y social. La prisión se organiza bajo un régimen que, además de despersonalizar y disocializar origina, en las personas presas, graves problemas de desestructuración personal. Las personas recluidas pasan a ser una cifra, una unidad que se mueve en torno a un sistema automático de vida a fin de conformar estrictos esquemas de dominio y disciplina. La acción despersonalizadota de la cárcel tiene como función la adaptación del preso al sistema penitenciario. La disocialización comienza con una interrupción o, como ocurre con frecuencia, con una pérdida de la relación de la persona presa con su medio familiar, social y laboral. Esta ruptura con el mundo exterior va a provocar el comienzo de procesos de distanciamiento y desarraigo. Además, implica el alejamiento de los valores, de las normas de comportamiento, y de las leyes del mundo exterior. De esta forma se origina un sentimiento de desamparo, de vacío normativo, y de rechazo social. La persona presa empieza a sufrir una indeterminable experiencia de convivencia que le conduce, a través de una adaptación anormalizadora, a un medio social caracterizado por la violencia, omnipresencia de relaciones de dominación, disciplina, obediencia irracional, estancia obligada, sumisión permanente, y tensión violenta en las relaciones. Mediante el proceso adaptativo al medio carcelario se origina una quiebra del yo y una pérdida definitiva de los roles y estatus sociales anteriores al ingreso. La adquisición de una nueva identidad, como consecuencia de la alteración de la forma de ser 55 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? anterior, viene impulsada por el aislamiento de su entorno social y la imposición de los nuevos marcos de referencia psicológicos y relacionales de la prisión1. La persona presa tiene que afrontar una situación desconocida de incierta duración, de relación de dominación/sumisión, de permanente peligro, en la que es imposible controlar los acontecimientos. Por otra parte, altera los ritmos vitales, y origina una dependencia absoluta, falta de iniciativa y una ausencia de expectativas de futuro. Todo ello, unido a las humillaciones, amenazas, monotonía, violación de la intimidad, origina nuevas pautas de comportamiento. La actitud permanente de desconfianza ante todos los que le rodean, frente a los compañeros, a los funcionarios e incluso con la propia familia, se hace manifiesta. Esta actitud viene motivada por la necesidad de desarrollar mecanismos de defensa y de autoconservación en un ambiente hostil y agresivo. Al ser la institución penitenciaria una estructura poderosa frente a la cual el recluso de evivencia a sí mismo como débil, se ve obligado a autoafirmarse frente a ese medio hostil para mantener unos niveles mínimos de autoestima. En este contexto, el preso, con frecuencia, adopta una actitud violenta y agresiva. Ello origina la intervención de los mecanismos penitenciarios de disciplina que motivan la pérdida de posibilidades de obtener permisos, progresiones de grado, imposibilidad de acceder a situaciones de contacto con el exterior, aislamiento, etc, estados o modos de vida que conllevan un agravamiento en la anormalización y en la desestructuración personal. Al salir de la prisión existen una serie de condiciones objetivas que influyen en el desarraigo social. En este sentido, los graves trastornos psíquicos originados por la cárcel, la falta de posibilidades de trabajo, la carencia de habilidades sociolaborales, la situación familiar y del entorno social próximo y, en no pocas ocasiones, la necesidad de un tratamiento sociosanitario ante graves problemas de salud creados frecuentemente por el consumo de drogas, hacen casi imposible la inserción social y la no reincidencia en las conductas delictivas. La cárcel sumerge a mucho sumergido. La sociedad y los medios de control social se encargan de ratificarlo. Por otro lado su coste económico es altísimo en comparación con otras posibilidades. Ante este panorama podíamos pensar en algunas soluciones: • Echamos de menos la necesidad de confeccionar una pieza de personalidad desde el primer momento de la instrucción, en la que quede plasmado todas las circunstancias biopsíquico- 56 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? sociales de la persona detenida a fin de que el juez en el momento de dictar sentencia lo haga con arrelo a la ley (motivación de la sentencia), recogiendo las atenuantes o eximentes incompletas que correspondan (no nos encontremos con causas en las que concurren eximentes incompletas y otras no, siendo la misma persona) y que en último extremo además de juzgar y a condenar por la comisión de un hecho delictivo, siempre, se recojan todas las circunstancias personales concurrentes. Por otro lado, que en fase de ejecución el juez pueda tener todos los datos para que pueda adoptar las medidas suspensivas o sustitutivas pertinentes. • Que los abogados que no lo hacen se preocupen por conocer a sus defendidos, en solicitar las pruebas que se consideren pertinentes para la defensa en fase de instrucción a fin de que en el juicio oral todas puedan realizarse ante el juez y en condiciones de someterse a contradicción. Hablamos de pruebas que acrediten la toxicomanía (informe social, medico y psicológico). • Que los fiscales en sus interpretaciones de los datos que consten no siempre sea restrictiva. El NO por respuesta y con escasísima motivación es una realidad en el ámbito penitenciario y de sustitutivos penales. • Que los jueces favorezcan las posibilidades de evitar su ingreso en prisión cuando legalmente sea posible. • Que en la vida penitenciaria se potencie el régimen abierto. • Que el legislador amplíe los sustitutivos penales en el sentido anteriormente comentado. • Que se invierta en infraestructuras para hacer posibles la aplicación de medidas de seguridad. Porque actualmente bien pocas existen. • Que se informe objetivamente a la opinión pública de este problema, y no desde el concepto estricto de seguridad ciudadana. Para concluir, una pequeña reflexión. Todo depende del dolor con que se miren las cosas, dice Benedetti. Es cierto; sólo esto podrá generar empatía en quienes tienen que decidir para hacerlo con rigor, justicia y sobre todo humanidad.. 1. Para un mayor conocimiento de este tema acudir al interesantísimo de VALVERDE MOLINA, La cárcel y sus consecuencias, popular, Madrid, 1.991 Elena Presencio Serrano Secretaria de la Asociación Proyecto Hombre Comenzar esta exposición presentado la organización sobre la que versará mi intervención. Proyecto Hombre considera a la persona como protagonista de su rehabilitación. Proyecto Hombre es un programa dedicado a la prevención y tratamiento de 57 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? drogodependencias. Aborda la rehabilitación y reinserción a través de la maduración y el crecimiento de la persona. Proyecto Hombre en cifras: Nace en España en el año 1984 Número de Centros que en todo el territorio español dan atención de ámbito provincial o de Comunidad autónoma: 25 Número de usuarios atendidos en el año 2.000: 10.000 y sus familias Número de contratados en el año 2.000: 703 Número de voluntarios en el año 2.000: 2.327 Perfil del drogodependiente en Proyecto Hombre En los 80 y a principio de los 90 .............................. En la actualidad: Edad media: 26 años. Sexo: varones Edad de inicio en la adolescencia Policonsumidor: con un uso preferente de la heroína Deteriorado familiar, personal y socialmente Bajo nivel de formación Edad media: 29 años Sexo: varones Edad de inicio en la adolescencia (14 años) Situación Académica: Bajo nivel de formación 34% sin graduado Situación laboral: Pronta incorporación al mundo laboral (97%). Al ingreso en paro Policonsumidor Muy deteriorado familiar, personal y socialmente La Toxicomanía en la década de los 90: del Código Penal del 73 al Código del 95 La reforma al CP del año 88 y el nuevo CP del 95 se encuentran en la necesidad de recoger de una manera específica la toxicomanía, pues a nadie es ajeno que este ha sido uno de los fenómenos caracterizadores de la realidad criminal española en estos últimos 20 años, con especial significación en los delitos de contra la propiedad y contra la salud pública. También ha originado un importante debate, sobre todo en lo que a la culpabilidad se refiere y que ha reflejado en la práctica con un tratamiento judicial caracterizado por una confusión generalizada de conceptos y soluciones, y les pongo un ejemplo: Tenemos casos de un usuario que llegó al centro con siete causas pendiente al que se le permitieron los cumplimientos en el Centro de rehabilitación y otro que con una suspensión “de libro” ingresó en prisión aún cuando estaba ya en un proceso de rehabilitación por no apreciarse en sentencia la relación entre la situación de drogadicción y la comisión del delito”. 58 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Las medidas penales La suspensión especial de penas privativas de libertad prevista para drogodependientes Antes de nada nombrar a José María Alonso, responsable del servicio de seguimiento jurídico del Centro de Proyecto Hombre Madrid, que ha realizado un estudio sobre la suspensión de ejecución del cual voy a extractar parte de este punto. N úm ero d e us ua rio s d e P .H . a 3 1 d e d ic ie m b re 6000 5000 4000 3000 2000 1000 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 N úm ero d e usua rio s a lo s q ue se ha a p lica d o la susp ens ió n es p ecial 500 450 400 350 300 250 200 150 100 50 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 Adelantar que mi exposición se va a centrar fundamentalmente en nuestra experiencia, y creo que una de las mejores maneras de presentarla es empezar por las cifras que estos dos gráficos recogen y reflejan la evolución que la suspensión de la ejecución de la pena para drogodependientes ha tenido en esta última década en Proyecto Hombre. Sobre los datos que aquí y en el resto de las gráficas se refleja, aclarar que se refiere a los usuarios que estaban en los Centros a 31 de diciembre de cada año, si habláramos de la población atendida durante el año duplicaríamos esta cifra. 59 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Los aspectos más destacables de este cuadro son: El escaso número de concesiones en relación a la población con problemas penales (de aproximadamente un 30%). El aumento en el número de beneficiarios a partir de la entrada en vigor del nuevo Código y la progresión en estos últimos años, con una población que se estabiliza. Permítanme un breve análisis desde nuestra experiencia de las razones a las que atribuimos esta situación, a través de algunos de los requisitos que la ley exige para la aplicación de la suspensión. La duración de las penas El artículo 93 Bis permitía aplicar el beneficio de la remisión en penas de hasta dos años de privación de libertad, mientras que el artículo 87 del NCP eleva hasta tres años esta posibilidad. Pese a este gesto aperturista que contribuye a aumentar el número de beneficiarios, hay que destacar sin embargo la elevación de las penas que para los delitos habituales en los drogodependientes (Contra la propiedad y contra la salud) establece el Código, en especial el delito contra la salud pública con unas penas que van de 3 a 9 años, dejando un margen más que estrecho de aplicación a esta remisión. Un ejemplo de un usuario que trapicheaba y subrayo lo de trapichear, con menos de un gramo de heroína (unas 2.000 ptas. a precio ”de mercado” ) al que se condena a una pena de 3 años y seis meses con la agravante de reincidencia (recordemos que la reincidencia es factor prácticamente inseparable de este tipo de delincuentes) y la atenuante de toxicomanía se queda fuera de la aplicación de la suspensión. Nuestra valoración es que el legislador mantiene unos márgenes excesivamente prudenciales que no se adecuan al perfil y la realidad del drogodependiente delincuente. “La situación de drogodependencia” En la regulación del nuevo Código Penal desaparece la referencia expresa del antiguo art. 93 bis, alusiva a que se declare probado en sentencia la situación de drogodependencia, así como 60 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? que la conducta delictiva del sujeto fuera realizada con motivo de tal situación. En este sentido aunque los primeros años de vigencia del Código Penal, la solicitud de suspensión provocaba la habitual oposición del Ministerio Fiscal cuando no se había declarado en sentencia la relación entre el delito y la dependencia, poco a poco la jurisprudencia menor de los Juzgados penales y Audiencias, ha ido aceptando que basta con que en fase de ejecución se acredite de alguna manera la situación de drogodependencia anterior (informes de Centros de rehabilitación, Servicios Sociales...). Prueba de ello es la Consulta nº 4/1999 de 17 de septiembre de la Fiscalía General del Estado donde se recoge de forma expresa tales extremos. La flexibilización de este requisito por el actual Código ha sido un punto de inflexión clara y ha supuesto un acercamiento a la especial idiosincrasia del delincuente toxicómano. La “habitualidad” de los reos. Resulta evidente que las peculiares características de los toxicómanos delincuentes, habitando constantemente en los márgenes de la legalidad, el plantear la primariedad delictiva para la aplicación de la remisión como en el derogado artículo 93 bis prácticamente equivale a cerrarles las puertas. El nuevo Código que requiere únicamente que no sean reos habituales (los que hubieran cometido tres o más delitos comprendidos en el mismo capítulo, en un plazo no superior a cinco años, y hayan sido condenados por ello), aún así podríamos decir que esto supone prácticamente la búsqueda de un “mirlo blanco”, pues el número medio de reincidencias puede estar entorno a cinco llegando incluso a la veintena. La conclusión, por lo tanto no puede ser otra que subrayar la desafortunada inclusión del requisito de la habitualidad como impedimento automático para la suspensión. Siendo mucho más acertada, en mi opinión, la supresión de este requisito, dejando al arbitrio del juez, asesorado por los informes necesarios, la valoración individualizada de la probabilidad de comisión de los hechos delictivos en el futuro y, en general, de las expectativas hacia el sujeto en relación a los fines perseguidos en la suspensión. 61 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Que el condenado esté deshabituado o sometido a un tratamiento de deshabituación. Este es un requisito que no ha cambiado en el nuevo Código Penal, y en la práctica basta para conceder la suspensión con que se acredite que dispone de plaza en Centro homologado. En este punto nos encontramos ante un problema eminentemente práctico, ya que cada vez es mayor el número de drogodependientes que llegan a los Centros con problemas penales, sin recursos y sin seguimiento familiar, lo que aumenta las listas de espera para las plazas en los pisos. Si a esto le sumamos las dificultades económicas de los Centros que con las subvenciones de la Administración no cubren en muchos casos ni lo que podríamos denominar “mínimos”, las subvenciones específicas recibidas para una previsión de 790 usuarios (incluidos otros todos los posibles cumplimientos alternativos) en el año 2000 fueron 31 millones. Por otra parte y para finalizar con la figura de la suspensión, apuntar otro factor que en mi opinión explica la evolución de este gráfico durante la última década: la consolidación de la imagen y el trabajo de Proyecto Hombre que ha facilitado, sin duda, el que los jueces opten o permitan las suspensiones que solicitamos, porque en muchas ocasiones nos han puesto, si me permiten la expresión “nos han puesto a prueba” mandándonos lo peor de cada casa. En este caso decir que aparte de la profesionalidad en el tratamiento, existe una información y seguimiento riguroso del usuario que se traslada al juez. Otros Cumplimientos 62 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? N ú m e ro d e u s u a rio s d e P .H . a 3 1 d e d ic ie m b re 6000 5000 4000 3000 2000 1000 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 0 N ú m e ro d e u s u a rio s a lo s q u e s e h a n a p lic a d o o tro s c u m p lim ie n to s 600 500 400 300 200 100 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 Lamentablemente la recogida de datos de la que disponemos a nivel nacional con relación a otros cumplimientos no diferencian aquellos que tienen su origen en las medidas de seguridad. Estos números reflejan no sólo las medidas de seguridad sino una amplia casuística de resoluciones judiciales que en base a muy diferentes razonamientos disponen el cumplimiento en un Centro de rehabilitación. Dichos razonamientos van desde la referencia expresa al artículo 25 de la Constitución (Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social), pasando por una variada jurisprudencia, hasta la sola alusión de que se cumpla en un Centro o incluso en Proyecto Hombre, aunque no hayamos siquiera certificado que esta persona tiene plaza en nuestro Centro. Llama la atención en este gráfico la línea descendente en el número de cumplimientos frente al caso anterior de la suspensión. Una de las explicaciones vendría dada por la apertura que supone el cambio de los requisitos exigidos para la aplicación de la suspensión del artículo 87 CP, que 63 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? provoca un cambio en la balanza. Pero no podemos obviar que el grueso mayor de los cumplimientos que registramos no tiene su origen en una medida de seguridad. Por una cuestión muy sencilla el drogodependiente no comete habitualmente el delito en las condiciones que establecen los artículos 20.2 y 21.1 del CP y fundamentalmente que se mayoritariamente se exige acreditación de medico forense lo cual supone que sólo podrá demostrarse en los casos que arresten al sujeto en el momento de comisión del hecho. A mi juicio, esta cuestión exige una reflexión y una critica en profundidad pero sólo voy a destacar algunos aspectos como son: La necesidad de reconocer, como ya se ha hecho desde la jurisprudencia, en las Sentencia del tribunal Supremo de 18 de febrero, 3 y 4 de abril del 2000, y con criterio realista la delincuencia funcional (“en las personas con un largo historial de consumo que por lo general mantienen la capacidad de comprensión de la ilicitud de su conducta, pero que manifiestan una grave merma en su capacidad volitiva o de contención cuando se ven impelidos por la necesidad imperiosa de obtener la sustancia de la que dependen, lo que sucede prácticamente a diario”). En esta misma línea reivindicar la posibilidad de contemplar la aplicación de medidas de seguridad en los casos en que concurra la atenuante de drogodependencia, que no incluye el actual Código Penal. Las diferencias que de un ámbito geográfico a otro se pueden apreciar en estos gráficos bajo la imperio de una misma ley y con Centros muy similares en volumen y tipo de población atendida. Tales diferencias sólo se pueden entender desde la clave de la práctica judicial. 64 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Nº de cumplimientos por Centro (1.999) VALLADOLID SEVILLA RIOJA NAVARRA MALAGA JEREZ GUADALAJARA GALICIA CASTELLON BURGOS BALEARES ALICANTE 0 5 10 15 20 25 30 35 Otros datos de interés Tras la exposición de la aplicación de las medidas penales, hay otros datos que considero de interés mostrar y aunque sólo sea apuntar como factores significativos: N ú m e ro d e us ua rio s d e P .H . a 31 d e d ic ie m b re 6000 5000 4000 3000 2000 1000 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 65 40 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? N ú m e r o d e u s u a r io s q u e in g r e s a r o n e n p r is ió n 120 100 80 60 40 20 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 Los ingresos en prisión de personas que en muchos casos no sólo ya han iniciado un programa terapéutico, sino que pueden estar en fase de reinserción con un contrato laboral. Como es el caso de un joven que en fase de reinserción y con contrato laboral, en una causa en la que se condena a tres años por el derogado Código, reconocida en sentencia la atenuante de drogadicción, a quien no concede ni una medida ni ningún otro cumplimiento alegando que había delinquido en otras ocasiones y atendiendo a su peligrosidad se ordenó su ingreso en prisión . A la proclamada lentitud de la justicia, se unen aquí situaciones en que circunstancias jurídicas como la “habitualidad” cierran la puerta a suspensiones o sustituciones. Tampoco el indulto se convierte en una alternativa a estas situaciones, así ante los más de setecientos ingresos en prisión el número de indultos concedidos no llega a los cien con un buen número de estos de carácter sólo parcial. El número de cumplimientos por la vía del tercer grado. 66 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? N ú m e ro d e u s u a rio s d e P .H . a 3 1 d e d ic ie m b re 6 0 00 50 0 0 4 0 00 30 0 0 2 0 00 10 0 0 0 1 99 0 1 99 1 1 9 92 19 93 19 9 4 19 95 1 99 6 1 9 97 19 98 1 9 99 20 0 0 Número de derivaciones para cumplimiento en tercer grado 400 350 300 250 200 150 100 50 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 En estos casos deberíamos de hablar de una segunda oportunidad o quizás de la falta de una primera. A modo de conclusión destacar dos consideraciones: La importancia de que el código recoja la realidad del drogodependiente delincuente. El estudio de evaluación de eficacia del programa Proyecto Hombre, realizado por profesionales externos e independientes de las Universidades de Oviedo, Santiago de Compostela y Baleares, arroja un dato revelador, el 91,2 % de las altas terapéuticas (personas que completan el programa de rehabilitación, también convivimos con los abandonos sobre todo al inicio) abandonan las drogas, se incorporan al mundo laboral, recuperan la familia y mejoran su nivel educativo. Es significativo que este resultado no ofrezca diferencias entre las personas con problemas penales y los que no lo tiene; como también lo es nuestra experiencia para afirmar que de la droga se sale. 67 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Mesa Redonda 2. “La evolución del fenómeno de las drogodependencias” Ponentes: EMILIANO MARTÍN GONZALEZ Subdirector General del Plan Nacional sobre Drogas. NIEVES HERRERO YUSTE Jefa del Departamento del Plan Municipal contra las Drogas. Ayto. Madrid. JUAN JOSE LOPEZ ORTEGA Magistrado de la Audiencia Nacional REMEDIOS COMAS VERDU Dirección técnica de ATICA Servicios de Salud Coordinadora: BERTA GORDON NUEVO. S.I.A.D. 68 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Emiliano Martín González Subdirector General del Plan Nacional sobre Drogas “LA EVOLUCIÓN DEL FENÓMENO DE LAS DROGAS EN ESPAÑA. 1990-2000” Buenas tardes, en primer lugar, deseo agradecer a SIAD su amable invitación para estar con ustedes esta tarde. Quiero manifestar mi satisfacción por encontrarme hoy entre Uds. Ya que cuando se inició este Servicio de Asesoramiento a Jueces y Atención al Detenido Drogodependiente, aquí en los Juzgados de Madrid, impulsado en aquel momento por el Ayuntamiento de Madrid, era yo Jefe del Departamento del Plan Municipal contra las Drogas. Este servicio era entonces pionero en España. Voy a aceptar el reto de revisar la evolución de las drogas durante una década; resumir 10 años es difícil, ya que el fenómeno de las drogodependencias es muy complejo y siempre cambiante. Como Uds. saben, en España disponemos desde el año 1987 de un indicador que recoge toda la información de las personas que acuden a tratamiento a los Centros de la Red Asistencial y describe sus características demográficas de consumo, situación laboral, formación académica, etc. Nos apoyaremos en los datos que aporta este indicador para constatar diversos aspectos de esta evolución. La primera idea que tenemos que destacar es que durante estos últimos años ha habido una evolución muy significativa sobre el tipo de Centros que hemos utilizado en nuestro país para responder al fenómeno de las adicciones. Disponemos de una importante Red Asistencial de carácter público y gestionada por los Planes Autonómicos sobre Drogas y en dos casos concretos, Madrid y Barcelona, también por Planes Municipales. En la primera gráfica se observa la evolución de los cuatro tipos de dispositivos (Centros de Día, CAD, Unidades Hospitalarias, C.T…) principales de la Red Asistencial española. Desde el año 1992 ha habido una evolución cuantitativa notable y muchos e interesantes cambios. 69 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Evolución del número de usuarios atendidos en centros de metadona, centros ambulatorios, unidades de desintoxicación hospitalaria y comunidades terapéuticas. España, 1992-2000. 100000 90000 80000 70000 60000 50000 40000 30000 20000 10000 0 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 58231 64692 70841 80320 99714 87180 82361 79373 73467 U . H o sp. 5955 5569 5692 5411 5494 6287 6111 5735 4932 C C .T T . 4973 5562 6441 6445 6568 6061 6136 6252 6322 C . M e tado na 9470 15398 18027 28806 42230 55813 63030 72236 78806 C . Am bul . C . A m b u l. U . H o s p. C C .T T . C . M e tad o n a En el año 2000, que es el último año del que disponemos de datos, los Centros Ambulatorios han atendido a 73.467 personas, en Comunidades Terapéuticas 6.322, y en Unidades de Desintoxicación Hospitalaria 4.932. Los Centros de Metadona, que empiezan a despuntar a comienzos de los noventa, atienden en 1992 a 9.470 personas, en este año 2000 el último dato oficial son 79.000. En una primera apreciación, decir que los tratamientos orientados a la abstinencia (libres de drogas), han ido sufriendo una evolución ascendente hasta aproximadamente la mitad de la década, a partir de ese momento ha descendido, de tal manera que este año por primera vez se admiten menos personas en estos programas que en los Programas de Metadona. Evolución del número de internos en programas de drogodependencias. España, 1995-2000. 25000 20000 15000 10000 5000 0 P r e ve nti vo s Am bul. M o dul ar e s M e tado na 1995 14208 3427 1247 2041 1996 15795 3525 1560 5828 1997 15344 4253 1658 10577 1998 15793 5223 2204 16283 1999 14144 4251 2205 18899 2000 17454 5316 2192 20214 1995 1996 1 9 9 7 70 1998 1999 2000 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? En la segunda gráfica observamos la evolución desde el año 1995 al 2000 en el tratamiento con metadona en las prisiones. Actualmente en prisión hay 20.214 personas en programas de tratamiento con metadona, 5.316 en tratamiento ambulatorio y 2.192 en modulares. El tratamiento con metadona existe ya en todas las prisiones. Otro de los aspectos a destacar es la droga principal por la que se demanda asistencia en la Red, tanto de las personas que acuden a la Red Asistencial por primera vez como de las personas que acuden después de haber tenido recaídas, abandonos, etc. Si observamos los usuarios de heroína con tratamiento previo, coincide su incremento con la aparición de los Programas de Tratamiento con Metadona. Sin tratamiento previo, en el año 2000 han solicitado ayuda sólo 8.151. Por lo tanto, la capacidad de absorción de la Red ha ido creciendo, pero este fenómeno se explica básicamente por el incremento de los Programas de Metadona. Como pueden apreciar las nuevas admisiones a tratamiento por heroína siguen una línea descendente desde 1992. Evolución del número de personas admitidas a tratamiento por heroína en España, 1991-2000. 35000 30000 25000 20000 15000 10000 5000 0 1991 15277 Con tratamiento previo 13296 Sin tratamiento previo 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 20017 15956 18977 16703 18770 17526 17878 20369 16647 28382 12993 30173 11867 30756 10473 26031 8151 26412 Con la cocaína, desde 1992 se ve un incremento en la demanda de tratamiento, tanto en usuarios con tratamiento previo como sin tratamiento previo. 71 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Evolución del número de personas admitidas a tratamiento por cocaína en España, 1991-2000. 7000 6000 5000 4000 3000 2000 1000 0 Sin tratamiento previo Con tratamiento previo 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 681 262 932 367 1146 431 1265 491 1415 516 1892 932 3129 1402 4174 1838 6126 2576 5499 2773 Esta misma línea ascendente se ve con el cannabis desde el año 1996, mucho más nítida si nos atenemos sólo a las nuevas admisiones. Evolución del número de personas admitidas a tratamiento por consumo de cannabis en España, 1996-2000. 3500 3000 2500 2000 1500 1000 500 0 Sin tto. previo Con tto. previo 1996 1997 1998 1999 2000 1300 230 1768 387 2412 407 2335 418 2487 408 En la siguiente gráfica se observa que, si sólo analizamos a las personas que han tenido tratamientos previos, vemos que el 86% lo hacen por heroína, el 9% por cocaína, el 1,3% por cannabis y el 0,1% por MDMA y derivados. Con respecto a aquellos que formulan demandas de tratamiento por primera vez, vemos que en 72 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? caso de la heroína se coloca en menos del 50%, la cocaína en el 32,1% y el cannabis en el 14,5%. La demanda por el éxtasis y derivados sigue siendo baja (1,1%). Se observa claramente el notable incremento de la demanda por cocaína y, en menor medida, por cannabis. Estos datos, si se analizan por Comunidades Autónomas, veríamos que desde hace unos dos años la demanda por cocaína supera a la de heroína en algunos casos. Droga que motiva el tratamiento según la existencia o no de tratamiento previo (porcentajes). España, 2000. MDMA y derivados 1,1 0,1 14,5 Cannabis 1,3 32,1 Cocaína 9 47,6 Heroína 85,9 0 20 40 Con Tto. Previo 60 80 100 Sin Tto. Previo En la siguiente gráfica se hace referencia al perfil de las personas demandantes de tratamiento que tienen como droga principal la heroína, cocaína, éxtasis, etc. Destacar que la media de edad de los demandantes de atención por heroína es de 32 años y que sigue subiendo. En los casos de cocaína como droga principal, la media desciende 3 años, en el caso del cannabis baja a los 24 (ocho menos) y éxtasis y derivados a los 22 años. Características generales de los casos admitidos a tratamiento por consumo de sustancias psicoactivas. España, 2000. H e r o ín a E d a d m e d ia N iv e l E s tu d io s ( F P BUP) S is t. L a b o r a l O tra s d ro g a s c o n s u m id a s C o c a ín a C a n n a b is MDMA y d e r iv a d o s 32 29 24 22 1 2 ,8 2 2 ,8 2 3 ,9 2 2 ,9 3 0 ,5 55 4 2 ,4 4 8 ,9 ( h e r o ín a ) 6 9 ,5 3 5 ,9 1 ,1 14 ( c o c a ín a ) 4 8 ,6 9 1 2 ,7 45 ( c a n n a b is ) 9 ,1 2 ,6 5 2 ,9 5 1 ,3 ( M D M A y d .) 73 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? En cuanto al nivel de estudios (nos hemos atenido a personas con estudios de F.P. y B.U.P.) el 12,8% son demandantes por heroína, el 22,8% por cocaína, el 23,9% por cannabis y el 22,9% por éxtasis y derivados. Como puede apreciarse, existe una clara diferencia entre los usuarios de heroína y las otras drogas en relación con la formación obtenida. Algo similar ocurre con el nivel de ocupación: mientras en los usuarios de heroína alcanza tan sólo al 30,5%, en cannabis sube al 42,4% y en cocaína al 55%. En otro orden de cosas: ¿Qué consumen los demandantes por heroína como droga secundaria? Casi el 70% cocaína, el 35,9% cannabis y el 1,1% MDMA. Sin embargo, en los que demandan tratamiento por cocaína, tan sólo el 14% consumen heroína y el 48,6% cannabis. Observemos también que este dato correlaciona con el elevado nivel de consumo de cocaína entre los demandantes por cannabis (45%). En cuanto a la vía de administración de los admitidos por heroína y cocaína en este momento el 17,7% utiliza la vía inyectada, mientras que en el año 91 lo hacían el 50,3%. En el caso concreto de Madrid, en el 91 estaba en el 51,8% y actualmente está en el 13,3%. Como pueden comprobar, estos datos representan uno de los avances más importantes producidos en nuestro país en los últimos diez años desde un punto de vista de salud pública. Distribución de los admitidos por primera vez a tratamiento por heroína o cocaína según vía de administración de dicha droga. España, 1991-2000. 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Inye ctada Pulmonar Esnifada 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 50,3 43,4 5,8 42,9 50 6,4 37,8 56,3 5,5 34,9 59,3 5,4 29,1 64,5 6 27,5 65,2 6 23,8 67,2 7 21,8 68,3 7,9 19,4 69,3 9,5 17,7 74,1 6,7 Sólo por citar otros indicadores, las urgencias motivadas por el consumo de cocaína superan a las motivadas por heroína. Con respecto a la mortalidad atribuida al consumo de drogas, desciende desde el año 91 de forma paulatina. 74 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Por último, quisiera comentar algunos datos de las dos grandes encuestas que se realizan a nivel nacional: la primera de ellas realizada al conjunto de los ciudadanos de entre 15 y 65 años de carácter domiciliario y la segunda dirigida a escolares entre 14 y 18 años. Los datos más significativos de la última “Encuesta sobre drogas a la población escolar “ (año 2000) son los siguientes: En el caso del alcohol nos movemos en prevalencias muy altas, en torno al 83,7%, desde el año 94. Por primera vez, en el año 2000 esta tendencia sufre un descenso al 76% en el caso del consumo esporádico y, en el caso del consumo habitual, pasa del 65,8% al 58%. Resaltar además que los jóvenes que se declaran abstemios, han crecido del año 98 al 2000 en un 10%, lo que significa que los programas de prevención están dando resultados positivos. Evolución de los consumos de alcohol entre los estudiantes de secundaria. España, 1994-2000. 90 80 70 78,5 83,7 83,6 84,2 76,0 65,8 65,7 60 58,0 50 40 30 20 10 0 1994 1996 1998 Últimos 30 días 2000 Alguna vez En cuanto a los psicoestimulantes, a lo largo de estos años, y referido al consumo en el último mes, la cocaína se ha mantenido en una línea ascendente. Se pasó del 1% de consumo habitual, al 2,4% en el 98. En el año 2000 hay una cierta bajada en este consumo, parece que hubiese un acoplamiento de proceso inverso entre el éxtasis y la cocaína, lo que nos lleva a pensar en un comportamiento complementario de estas dos sustancias que dependerá de factores como la propia oferta, modas coyunturales, etc., haciendo que estas dos sustancias desempeñen funciones semejantes. También observamos que las anfetaminas y los alucinógenos se comportan de un modo similar a la cocaína. 75 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Evolución de los consumos habituales (últimos 30 días”) de psicoestimulantes entre estudiantes de secundaria. España, 1998-2000. 3 2,5 2,4 2 2,2 2,4 2,4 2,3 2,1 2,6 2,5 2,2 1,9 1,8 1,5 2,0 2,2 1,6 1,5 1 1,0 0,5 0 Cocaína Anfetaminas 1994 Alucinógenos 1996 1998 Éxtasis 2000 En esta última gráfica, señalar que en el caso del cannabis se dan dos claras tendencias ascendentes, tanto en los consumos experimentales como en los habituales. Así en el año 94 (en consumo de los últimos 30 días) se pasó del 20,8% al 31,2%, lo que demuestra una progresión constante y regular. En el caso de los consumos habituales, se pasó del 12,2% en el año 94 al 19,4% en el año 2000. Evolución de los consumos experimentales y habituales (“últimos 30 días”) de cannabis entre estudiantes de secundaria. España, 1998-2000. 35 30 31,2 28,5 25 26 20 20,8 17,2 15 15,7 10 12,2 5 0 Consumos experimentales 1994 Consumos habituales 1996 76 1998 2000 19,4 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Quisiera terminar mi intervención con una serie de conclusiones que resumen la mayoría de las cuestiones aquí apuntadas: 1. Los noventa han constituido una década de grandes cambios para el fenómeno de las drogas en España. 2. El ciclo expansivo de los consumos de drogas durante esta década parece haberse estabilizado. 3. Existen evidencias sobre el descenso de los consumos de heroína y sus problemas asociados. 4. Este período se ha caracterizado por la aparición de nuevas drogas y nuevos patrones de consumo: el “uso recreativo de drogas”. 5. Ha aparecido una diversificación de las demandas asistenciales. 6. En coherencia, se ha producido una adecuación de las respuestas asistenciales: Programas de Reducción de Daños, Programas de menores, alcohol, cocaína, patología dual… 7. Se plantea la prioridad de las estrategias preventivas (Estrategia Nacional sobre Drogas 2000-2008). 8. Se impulsan la investigación y el desarrollo de los sistemas de información (Observatorio Español sobre Drogas). Gracias. 77 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Nieves Herrero Yuste Jefa del Departamento del Plan Municipal contra las Drogas. Ayto. Madrid. " Los programas preventivos y asistenciales del Plan Municipal Contra las Drogas del Ayuntamiento de Madrid como respuesta a la evolución del fenómeno de las drogodependencias" Desde su puesta en marcha, en 1988, el Plan Municipal Contra las Drogas ha venido realizando un permanente esfuerzo de adecuación de sus programas y recursos a las siempre cambiantes necesidades que el problema de las drogodependencias plantea en nuestra ciudad. Madrid, al igual que otros territorios del Estado y, especialmente, al igual que otras grandes ciudades, ha sido y continúa siendo escenario de los cambios y las "modas" que afectan a los diferentes modos de consumo de drogas. Hemos necesitado, por lo tanto, realizar una continua monitorización, no sólo de los datos referidos al consumo y de las tendencias en el uso y abuso de las diferentes sustancias, sino también un análisis acerca de los modos de uso de las mismas, de los riesgos asociados y de los valores ligados a los consumos, con objeto de tenerlos en cuenta a la hora de elaborar mensajes y programas de prevención dirigidos a los más jóvenes. ÁMBITO ASISTENCIAL A lo largo de los últimos años las demandas de atención recibidas en los CAD's municipales han experimentado cambios de importancia. La heroína, que hace un decenio estaba en la base de la práctica totalidad de las demandas como droga principal de abuso, ha ido dejando paso a otras necesidades planteadas por los consumos de otras drogas como la cocaína, el alcohol o las drogas de síntesis. Paralelamente, otras variables en el perfil de los consumidores que demandan atención han planteado necesidades distintas que han propiciado una evolución en los programas asistenciales ofertados. Así, se ha avanzado notablemente en el perfeccionamiento de los programas de atención y en la mejora de la calidad de los mismos, para lo que se ha realizado un importante esfuerzo en la formación continuada y reciclaje de los técnicos del Plan Municipal Contra las Drogas. En esta misma línea se ha realizado una revisión de los sistemas de registro y evaluación, de manera que permitan recoger una información más detallada, reflejo de la necesaria flexibilidad que los diferentes programas asistenciales deben reunir para lograr una atención personalizada. 78 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Por lo que respecta a los programas libres de drogas, se han ido introduciendo mejoras y variantes en las técnicas empleadas (diseño de grupos, trabajo individualizado, utilización de fármacos coadyuvantes, etc.) que han permitido crear líneas diferenciadas de trabajo con los diferentes perfiles poblacionales en función, no solo de las drogas de abuso principales, sino de otras características individuales, familiares, etc. de los adictos. La experiencia acumulada de los técnicos de los Centros de Atención a las Drogodependencias permite hoy compartir experiencias avanzadas y concretas en el tratamiento de cocainómanos, de población alcohólica, de adolescentes con abuso de alcohol y otras sustancias durante los fines de semana, etc. Por otra parte, los programas de sustitutivos opiáceos han experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, pasando de 280 casos tratados en estos programas en 1996 (programa de metadona gestionado a través de Cruz Roja Española en el centro de la calle Fucar) a los 4.026 casos atendidos en los distintos centros de la Red Municipal en el año 2000. Este importante incremento del programa de sustitutivos opiáceos ha hecho necesario realizar una adecuación, no solo de las estrategias terapéuticas puestas en juego en los 7 CAD's y en los Centros Específicos de P.S.O. (acomodación en el diseño de grupos terapéuticos, terapia ocupacional, abordaje de las familias, etc.) sino que ha obligado también a realizar un cambio en los recursos de apoyo al tratamiento (comunidades terapéuticas, pisos de acogida y reinserción, talleres ocupacionales, recursos formativos, etc.) . Las diferentes necesidades de un amplio colectivo de usuarios que estos programas han conseguido captar: largas historias de consumo, importante deterioro psicosocial, mayor presencia de HIV y de enfermedades infecto–contagiosas, mayor frecuencia de complicaciones legales y judiciales, etc., han obligado a los recursos de toda la red municipal de atención a las drogodependencias a flexibilizar al máximo sus criterios de funcionamiento a fin de adaptarse a las nuevas situaciones que esta población y este tipo de programas imponía, sin por ello renunciar a la calidad que esta tarea exige. La formación interna, el intercambio de experiencias en los distintos foros que durante estos años se han venido promoviendo desde el Plan Municipal Contra las Drogas y la adecuada coordinación entre los recursos, han facilitado esta tarea mostrándose como un camino necesario a mantener y desarrollar en el futuro. 79 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? PREVENCIÓN DE LAS DROGODEPENDENCIAS La prevención de las drogodependencias ha constituido una prioridad entre las actuaciones del Plan Municipal de los últimos años. Se ha trabajado en la constitución de una estrategia integral que propicie la implicación de todos los sectores de la población, fomentando la responsabilidad y participación de los ciudadanos: familias, medios de comunicación, educadores, etc. Los cambios en los hábitos de consumo, a los que aludíamos más arriba, han hecho necesaria la puesta en marcha de estrategias preventivas en nuevos ámbitos de intervención, que han venido a sumarse a los ya clásicos. Así, en los últimos años se han llevado a cabo actuaciones como las siguientes: • Ambito escolar: Dentro de los programas tradicionales dirigidos a los centros educativos se ha desarrollado desde los CAD's municipales una línea de intervención preventiva flexible, capaz de adaptarse a las demandas y necesidades concretas planteadas por los centros escolares. Estas actuaciones, programadas y realizadas por los equipos técnicos de los CAD's, comprenden desde intervenciones puntuales (charlas, coloquios, seminarios informativos, etc.) que suponen muchas veces el primer contacto que facilita posteriores intervenciones, hasta actuaciones más amplias, organizadas y mantenidas en el tiempo, que permiten un trabajo con objetivos más ambiciosos. Como complemento a estos programas se han ofertado una serie de actividades extraescolares como el cine y educación en valores, teatro interactivo, escuelas deportivas, etc. que, realizados en el marco del convenio de colaboración con otras entidades, potencian y complementan los programas escolares. • Ámbito familiar: Ha sido uno de los más potenciados en los últimos años. La familia continúa siendo en nuestra sociedad la instancia socializadora por excelencia, constituyéndose por lo tanto como un espacio privilegiado desde el que promover factores de protección así como para detectar precozmente los consumos de drogas y sus riesgos. Como actuaciones importantes a destacar en este ámbito, mencionar la edición, en colaboración con la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción de unos "Materiales de apoyo a la prevención en el ámbito familiar", constituidos por un manual de prevención, una guía de actividades, un vídeo y una guía para familias. El conjunto de estos materiales está constituyendo una herramienta útil en el trabajo de todos los profesionales que intervienen en este ámbito de prevención, así como una ayuda interesante para la actuación 80 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? en el seno de las propias familias. Destacar también la realización por 2º año consecutivo de un programa radiofónico de prevención de drogodependencias, en colaboración así mismo con la FAD, que bajo el título "Vivir en familia" ha conseguido acercar a las familias madrileñas, a través de la radio, una serie de mensajes preventivos con el objeto de contribuir a facilitar las actuaciones de la familia en prevención de drogodependencias y acercar los recursos preventivos a los padres. Por último, y en este mismo ámbito, se ha puesto en marcha el pasado mes de abril un "Servicio telefónico de orientación sobre alcohol y otras drogas", que cumple con el objetivo fundamental de ofrecer a las familias madrileñas una atención rápida, confidencial y personalizada, acerca de las cuestiones, dudas y necesidades suscitadas en las familias en relación al consumo de drogas por parte de los hijos. Expertos en prevención de drogodependencias y en terapia familiar atienden el teléfono (913 659 200) de forma directa, escuchando a las familias y las cuestiones que plantean que giran en un importante porcentaje de casos en torno a los consumos de fines de semana, al abuso de alcohol por parte de los hijos adolescentes, a las estrategias que la familia puede poner en marcha para prevenir y orientar el comportamiento de los hijos frente a las drogas, etc. En un número importante estas demandas telefónicas son posteriormente atendidas con mayor profundidad, de forma presencial en los CAD's municipales de modo que este servicio telefónico está funcionando como un servicio puente entre este tipo de demandas y los CAD's, posibilitando de este modo una intervención precoz y contribuyendo, al mismo tiempo, a normalizar la imagen de los centros, de forma que puedan ser también identificados como centros de prevención. • Ámbito del Ocio y Tiempo Libre: El hábito tan extendido entre la población juvenil de pasar largas horas del fin de semana de copas y en parques y plazas públicas consumiendo alcohol, ha llevado a las instituciones a plantearse el impulso de estrategias de ocio alternativas al consumo de alcohol y otras drogas, aprovechando al mismo tiempo estos contextos para fortalecer en los jóvenes su capacidad de resistencia frente a la oferta de drogas. En esta línea de intervención el Plan Municipal Contra las Drogas elaboró un "Programa de Ocio Saludable en el fin de semana" que contó con la colaboración del Área de Cultura, Educación, Juventud y Deportes, con la Asociación de Deportistas Deporte y Vida y con la colaboración financiera de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. 81 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Así, en el año 2000 se realizó esta primera experiencia que, bajo el título "La Noche más Joven" ofreció a los adolescentes y jóvenes madrileños de entre 16 y 24 años la posibilidad de realizar un amplio abanico de actividades deportivas y culturales durante las noches de los viernes y los sábados en horario de 22'30 a 2'30 de la madrugada, facilitando a través de actividades la transmisión de valores y habilidades que les permitan afrontar con mayores expectativas de éxito los riesgos que entrañan los consumos de drogas. Los positivos resultados de la evaluación de esta primera experiencia han hecho plantarse para el presente año una nueva edición que incluye una serie de ampliaciones y variantes con respecto a la anterior. En 2001 se ha ampliado sustancialmente el número de meses que permanecen abiertos y el margen de edad de los asistentes. Así, se han planteado 2 sectores de edad y dos subprogramas, con horarios e instalaciones diferenciadas: ♦ La Noche más Joven, para jóvenes de 16 a 24 años y con el horario de 22'30 a 02'30 de la madrugada. ♦ La Tarde más Joven, para adolescentes de 14 a 16 años y con un horario que cubre las tardes de los sábados, de 17'30 a 21'30 horas. El número de Centros Culturales puestos a disposición de "La Tarde más Joven" es de 19, distribuidos en 13 de los 21 distritos madrileños, lo que permite una mayor proximidad a los domicilios de los más jóvenes. Por otra parte y como complemento a esta actuación se ha puesto en marcha una nueva iniciativa de intervención en este ámbito, dirigida específicamente a los adolescentes y jóvenes madrileños que practican lo que se ha dado en llamar "la cultura del botellón". Se trata de un "Programa de intervención en plazas y parques públicos", frecuentados por estos jóvenes, que se plantea los siguientes objetivos básicos: ♦ Lograr una reducción de riesgos relacionados con el consumo de alcohol entre los jóvenes, promoviendo la responsabilidad personal y el cuidado mutuo. ♦ Promover entre los mismos la utilización y el disfrute de la oferta cultural y lúdica que el Ayuntamiento de Madrid y otras instituciones promueven. ♦ Minimizar los daños al entorno urbano y las molestias que ocasionan los grandes grupos de jóvenes que practican esta cultura. Para ello se cuenta, una vez más, con la colaboración de diversas Áreas Municipales: Servicios Sociales desde el Plan Municipal Contra las Drogas, Cultura, Educación, Juventud y Deportes, Seguridad y Policía Municipal, Salud y Consumo y Movilidad Urbana. La coordinación entre todos ellos ha permitido poner en marcha una serie de acciones 82 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? informativas y educativas, que incluyen la edición de dos folletos relacionados con la reducción de riesgos en el consumo de alcohol y con la oferta cultural, deportiva y lúdica para los jóvenes, y contemplan también la difusión de los mismos mediante la intervención directa de educadores sociales que promuevan la participación de los jóvenes y su colaboración en el fomento de conductas de menor riesgo entre sus iguales. Esta serie de medidas llevadas a cabo en los diferentes ámbitos se unen a otras como el Servicio de Apoyo a la Prevención, la formación de mediadores sociales o el apoyo al movimiento asociativo, en la idea de avanzar desde diferentes frentes hacia el objetivo de lograr una reducción en los consumos de alcohol y otras drogas entre los jóvenes y de los daños asociados a dicho consumo, reto importante que en este momento las instituciones y la sociedad en su conjunto, tenemos por delante. Municipal Plan Municipal Contra las las Drogas Drogas Contra .. Ayuntamiento de de Madrid Madrid Ayuntamiento Evolución de las Demandas de Atención según sustancias Evolución de las Demandas de Atención según sustancias Alcohol Heroína 100% 90% 14% 80% 12% 70% 10% 60% 50% 8% 79% 40% 73% 69% 69% 65% 14% 12% 6% 30% 20% 10% 11% 8% 4% 10% 2% 0% 1996 1997 1998 1999 2000 0% 1996 83 1997 1998 1999 2000 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Evolución de las Demandas de Atención según sustancias Casos Atendidos en Programas de Sustutivos Opiáceos Cocaína 12% 4.000 3.500 10% 3.000 8% 2.500 12% 6% 10% 4% 12% 3.857 2.000 10% 2.990 1.500 7% 3.356 1.000 2% 905 500 0% 283 0 1996 1997 1998 1999 2000 1996 1997 1998 1999 2000 Actuaciones en el Ámbito Educativo Área Preventiva del Plan Municipal Contra las Drogas Principales Ámbitos de Actuación Programa Programa de de Prevención Prevención de de Drogodependencias Drogodependencias en en Centros Centros Educativos Educativos de de la la Comunidad Comunidad de de Madrid Madrid (P.P.D.) (P.P.D.) ÁMBITO ÁMBITO EDUCATIVO EDUCATIVO Programa Programa Integral Integral de de Prevención Prevención Escolar Escolar (P.I.P.E.S.) (P.I.P.E.S.) ÁMBITO ÁMBITO FAMILIAR FAMILIAR Actuaciones Actuaciones de de los los CAD’s CAD’s en en contextos contextos educativos educativos Actividades Extraescolares: ÁMBITO ÁMBITO OCIO OCIO Y Y TIEMPO TIEMPO LIBRE LIBRE Grupos Deportivos de CAD’s. Escuelas Deportivas. Cine y Educación en valores. Teatro interactivo El valor de un cuento Aulas Deportivas ÁMBITO ÁMBITO COMUNITARIO COMUNITARIO 84 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Actuaciones en el Ámbito Familiar Program a de In terv en ción en Pl azas Obj et iv os: Materiales de Apoyo a los Programas de Prevención en el ámbito Familiar (Edición y distribución): Manual para profesionales Guía de actividades Vídeo y guía del vídeo Guía para familias Lograr una reducción de riesgos relacionados con el consumo de alcohol entre los jóvenes, promoviendo la responsabilidadpersonal y el cuidado mutuo. Promover entre los mismos la utiliz ación y el disfrute de la oferta cultural y lúdica que el Ayuntamiento de Madridy otras instituciones promueven. Programa Programa Radiofónico Radiofónico “Vivir “Vivir en en Familia” Familia” Minimiz ar los daños al entorno urbano y las molestias que ocasionan los grandes grupos de jóvenes que practican esta cultura. Servicio Servicio de de Telefónico Telefónico de de Orientación Orientación sobre sobre el el Alcohol Alcohol yy otras otras Drogas Drogas Program a de In terv en ción en Pl azas Actuaciones en el Ámbito del Ocio y el Tiempo Libre La Tarde Tarde -- la la Noche Noche más más Joven Joven Programa Programa de de Generación Generación de de alternativas alternativas de de Ocio Ocio Saludable Saludable en en el el Fin Fin de de Semana Semana 85 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Juan Jose Lopez Ortega Magistrado de la Audiencia Nacional “La consideración del toxicómano delincuente como un enfermo” (Resumen) Hoy es un lugar común afirmar que el toxicómano delincuente es un enfermo y, consiguientemente, que existe un deber a cargo del Estado de procurar su deshabituación, es decir, su rehabilitación. Ninguna duda me ofrece que la política criminal de un Estado de Derecho orientada a la prevención, no sólo general, sino también especial, debe contar con medios suficientes, asistenciales y legales, para facilitar la rehabilitación del toxicómano responsable de un delito. Por ello, es lógico que el sistema legal renuncie a la ejecución de las penas leves cuando el responsable de un delito sea un drogodependiente y su adición a las sustancias estupefacientes guarde relación con el hecho delictivo. Cuestión distinta es que, para obtener este resultado, resulte necesario partir, como presupuesto ideológico, de la idea de que el delincuente toxicómano, por el mero hecho de serlo, haya de ser considerado como un enfermo. La idea de enfermedad no sólo es ajena al Derecho penal, sino que, además, se contrapone al principal presupuesto de la aplicación de la pena, basado en las nociones de “culpabilidad” y “responsabilidad”. Al actuar de esta manera, se convierte al sujeto causante del daño en un sujeto irresponsable, pero sólo aparentemente, pues el Estado, el sistema legal, no renuncia a afirmar su culpabilidad por el hecho cometido. Y, aunque ciertamente es responsable del delito cometido, el presupuesto ideológico del que se parte tiende a afirmar su irresponsabilidad, pues nadie debería ser considerado responsable si, en realidad, es un enfermo. Sin embargo, la irresponsabilidad es sólo aparente, pues el Estado no renuncia a la aplicación de una pena basada en la idea de voluntariedad de la acción delictiva, por el simple hecho de que, a pesar de la toxicomanía, el sujeto conserva una mínima voluntariedad para orientar su comportamiento según la norma. 86 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Siendo esto así, hemos de preguntarnos que papel juega afirmar, como se hace comúnmente, que el delincuente toxicómano es un enfermo. En mi opinión, ninguno. Al actuar de este modo sólo se consigue convertir al toxicómano en “víctima” de su propia enfermedad, de su propio hecho y se provoca una consecuencia de todo punto intolerable. Tan víctima es quien sufre el daño causado por el delito, como el sujeto que causa el daño, víctima, a su vez, de su propia enfermedad. Desde el punto de vista del tratamiento rehabilitador las consecuencias de tal construcción son evidentes: quien es víctima, quien no se siente responsable del daño causado, nada tiene que hacer por repararlo, sólo espera, sólo reclama el tratamiento adecuado, que le permita estar sano. Pero no creo que exista posibilidad alguna de rehabilitación, más que si el sujeto es capaz de asumir las consecuencias del hecho realizado, del daño causado por el delito, y esto, a mi modo de ver, no resulta posible si se parte de la idea de enfermedad. Por ello, pienso que el paradigma de la enfermedad, como presupuesto ideológico en el tratamiento de los toxicómanos delincuentes, debería ser sustituido por la idea de reparación. La reparación del daño impone al sujeto la necesidad de interiorizar el daño, la obligación de asumir las consecuencias de sus actos voluntarios, le trata como un sujeto responsable y le exige afrontar un cambio de vida. En último término, el mismo objetivo que persigue el tratamiento rehabilitador. REMEDIOS COMAS VERDU Dirección técnica de ATICA Servicios de Salud. Alicia Acero Achirica, Carlos Carpallo Gayo, Angel Jiménez Fuensalida “Tendencias del consumo actual: aportaciones desde la iniciativa privada” I.- PRESENTACIÓN. La evolución histórica del fenómeno de las drogodependencias ha supuesto desde sus inicios, la puesta en marcha de acciones que pretendían fundamentalmente dar respuesta a aquellos problemas asociados al consumo de drogas, cuyas consecuencias y repercusiones a nivel social 87 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? o de salud exigían a las instituciones e instancias implicadas de la Administración Pública, una respuesta que supusiera, si no atajar, al menos sí formulando modos de abordaje de las diferentes “caras” que iba adoptando este fenómeno. Hasta el año 1.985 en que se aprueba el PNsD no comienzan a aparecer este tipo de respuestas desde los Sistemas Públicos, siendo hasta entonces asumido su abordaje por la iniciativa privada que a través de Organizaciones No Gubernamentales, Asociaciones surgidas de forma natural entre familiares de los propios afectados, buscando una ayuda mutua para afrontar su problema y de profesionales dedicados a la práctica privada (psiquiatras, psicólogos, etc.) empiezan a tratar los primeros casos de heroinómanos, dado que en estos momentos la heroína era “la droga” que más estragos estaba ocasionando, tanto a nivel personal y familiar como al conjunto de la sociedad, por los problemas de inseguridad ciudadana que este colectivo estaba ocasionando.. A partir del punto de inflexión que supone la implicación de la Administración en generar alternativas de solución a esta problemática, se ve claramente como se va tejiendo una red pública con cada vez una mayor dotación de recursos que van cubriendo las necesidades que en cada momento la evolución del propio fenómeno va planteando, ofreciéndose a la población consumidora una alternativa de tratamiento cada vez más amplia y diversificada (Centros Urbanos, Comunidades Terapéuticas, Pisos de Reinserción, Dispositivos Móviles de Dispensación de Metadona, de Intercambio de Jeringuillas, etc.), desarrollando programas de intervención con objetivos terapéuticos diferentes (Programas Libres de Drogas, Programas de Reducción del Daño), llegando hasta la población de consumidores pertenecientes a las capas más desarraigadas y desprotegidas socialmente. Sin embargo, dado que precisamente en esta mesa comparto mi intervención con responsables institucionales que pueden mejor que yo aportar datos que nos den una visión más amplia y más completa de cómo ha sido esta evolución, voy a plantear la presente comunicación desde otra perspectiva, compartiendo con ustedes las tendencias en la manifestación del fenómeno en estos últimos años, que desde la iniciativa privada hemos tenido la oportunidad de seguir. Para ello, hemos realizado un estudio retrospectivo con el objetivo de presentar cuál ha sido la evolución del perfil y las características de consumo de los sujetos que han sido tratados en nuestro centro en estos últimos cinco años, para comparar después en qué medida estas tendencias se corresponden con aquellas que se reflejan en las encuestas y estudios realizados por las instituciones para tal fin (Plan Nacional sobre Drogas, 88 Agencia Antidroga de la I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Comunidad de Madrid, Plan Municipal contra las Drogas). De este modo, estaremos en disposición de compartir en este foro algunas cuestiones que nos preocupan tales como: ¿Nos encontramos ante otro tipo de consumidor?, ¿En qué medida éste se parece o se diferencia del que se atiende por la mayoría de los servicios públicos? y lo que es una cuestión mucho más de fondo: ¿Estamos ante otra “cara” del fenómeno? y, si es así, ¿qué nuevos retos nos esta planteando para su abordaje?. II.- METODOLOGIA Se trata de un estudio retrospectivo en el que se han analizado un total de 180 historias de sujetos de los cuales 80 fueron atendidos en el año 1.996 y el resto en el 2.000, con el objetivo de poder comparar la evolución del perfil psicosocial, así como las tendencias y características de consumo en estos últimos cinco años.. El total de variables analizadas han sido 33, agrupadas de la siguiente manera: 2.1.- Perfil Psicosocial • • • • • • • • • • • • • Edad. Sexo. Estado civil. Nº de hermanos. Cursos realizados. Situación laboral actual. Estabilidad en el empleo. Ingreso familiar anual. Hábitos saludables. Relaciones con los padres. Relación con pareja actual. Amigos. Hijos. 2.2.- Datos relacionados con el consumo de drogas. • • • • Droga principal del consumo actual. Vía de administración de la cocaína. Edad en que se inician los problemas asociados al consumo de drogas. Abuso de sustancias. 2.3.- Tratamiento. • • • • • Vía de acceso. Tratamientos previos. Iniciativa de tratamiento. Razón principal para iniciar tratamiento. Apoyo para el tratamiento. 89 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? 2.4.- Rasgos Psicopatológicos. • • • • • • • • • • Hipocondría Depresión Histeria de conversión . Desviación psicopática. Masculinidad – Feminidad. Paranoia. Psicastenia. Esquizofrenia. Hipomanía. Introversión Social. III.- RESULTADOS 3.1.- Perfil Psicosocial.En esta categoría se incluyen aquellas variables que analizadas en su conjunto nos van a aportar los rasgos más característicos que definen la evolución del perfil psicosocial de la población que atendemos. (ver Tabla 1) Tabla 1: Evolución Perfil Psicosocial. Año 1996 Año 2000 Edad (media) Sexo Estado civil 31,3 años 87% varones 52% solteros Nº de hermanos (media) Cursos realizados 3 hermanos 31,6 años 82% varones 40’2% solteros 38’8% casados 2’3 hermanos. 53% estudios superiores a EGB 57% en paro 84’3% cambia de trabajos 63’3% no tiene hábitos saludables 51% buena relación con los dos 74’5% si tiene amigos 66,6% Buena relación 76% no tiene hijos 11’7% con incidencias 68% estudios superiores a EGB 79’6% trabaja 67’3% cambia de trabajos 51’9% no tiene hábitos saludables 59’2% buena relación con los dos 79’6% sí tiene amigos 48’8% Buena relación 61’2% no tiene hijos Sin incidencias Situación laboral Estabilidad en empleo Hábitos saludables el Relación con padres Amigos Relación con Pareja Hijos Incidencias judiciales policiales De la tabla anterior se desprende que el perfil psicosocial de los sujetos que se atienden en el centro se mantiene a lo largo del tiempo constante en prácticamente la totalidad de las variables 90 y I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? estudiadas, excepto en aquellas que se refieren a las esferas laboral y educativa, en las que se encuentran diferencias significativas, accediendo en este último año a una población que en su gran mayoría trabaja, tiene una mayor estabilidad en el empleo y posee unos estudios superiores a los básicos de EGB. En el resto de variables estudiadas apenas se observan diferencias, pudiéndose concluir que las características que definen el perfil psicosocial de nuestra población son: - Varón. - 31 años de edad. - Soltero o casado. - Pertenencia a familias de entre 2 y 3 hermanos. - Estudios superiores a EGB. - Trabaja. - Movilidad en el empleo. - No tiene hábitos saludables. - Buena relación con los padres. - Apoyo social. - Buena relación con pareja actual. - No tiene hijos. - Sin incidencias legales ni policiales. Parece claro que estos datos, considerados en su conjunto, apuntan a una tendencia clara de “normalización” de este tipo de demanda, en las esferas vitales más básicas, personal, familiar, social, laboral, económica, educativa y de salud. Por otra parte, y como un segundo nivel de análisis que nos parece importante realizar para poder responder a las cuestiones planteadas inicialmente: ¿Estamos ante otro tipo de población?, ¿se aprecian las mismas tendencias en la evolución de la demanda que se atiende desde la Red Pública?, se ha tomado como referente de análisis por su relevancia y ámbito de implantación territorial, los datos publicados por el Plan Municipal contra las Drogas (PMcD) del Ayuntamiento de Madrid en las Memorias de actuación correspondientes a los años 1.996 y 2.000, seleccionando únicamente aquellos valores que hacen referencia a las variables estudiadas en nuestra población (ver tabla 2). 91 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Tabla 2: Evolución Perfil Psicosocial Plan Municipal contra las Drogas Ayuntamiento de Madrid Edad (media) Sexo Estado civil Cursos realizados Situación laboral Hijos Incidencias judiciales policiales Año 1.996 30,5 años 81% varones 73% solteros 42% EGB 29% Primarios 48% en paro 28% ocupados 64% no tiene hijos Año 2.000 34 años 81% varones 68% solteros 40% EGB 25% Primarios 40% en paro 36% ocupados 62% no tiene hijos 46% con incidencias 59% con incidencias Como se puede observar, el perfil psicosocial de los sujetos que son atendidos en los dispositivos de la Red Pública del PMcD, presenta una tendencia de mejora en cuanto a la situación laboral, aumentando el porcentaje de sujetos que se encuentra en activo. Por otra parte, llama también la atención el aumento en la tasa de incidencias judiciales y/o policiales en este periodo, que pasa de un 46% a un 59% en el último año, manteniéndose igual en el resto de variables, dando como resultado un perfil caracterizado por: - Varón. - 34 años. - Soltero. - Estudios Primarios o de EGB. - En paro. - No tiene hijos. - Con incidencias legales. Podríamos concluir que en ambas poblaciones aparecen características muy similares en cuanto a la edad, sexo y nº de hijos, pudiéndose afirmar que a ambos tipo de recursos accede una población mayor de entre 30 y 34 años, varón y sin hijos, apreciándose claras diferencias en las variables referidas a la situación de los sujetos a nivel educativo, laboral y judicial, haciéndose estas más evidentes en este último año, lo que apunta a que podamos estar accediendo a una población con unas condiciones de partida más normalizadas 92 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? e integradas socialmente, ya que esta tiene una formación académica superior, se reduce el porcentaje de solteros a favor de personas que se encuentran casadas, trabaja la gran mayoría y no tiene problemas judiciales y/o policiales. 3.2.- Datos relacionados con el consumo de drogas En esta categoría se incluyen aquellas variables que se refieren a las características y tendencias de consumo de sustancias psicoactivas en este tipo de consumidor en estos últimos cinco años. (Ver Tabla 3). Tabla 3: Características de consumo. Año 1996 Año 2000 Droga principal 29’4% mezcla H+C 25’5% Heroína y 21’6% Cocaína 2% Cannabis 51% Cocaína 22’4% Alcohol y 12’2% Heroína 8% Cannabis Vía administración Cocaína Edad inicio problemas (media) 62’2% Inhalada 83’3% Inhalada 19’1 años 22’5 años. Como se aprecia en el cuadro comparativo anterior existen diferencias significativas entre ambos periodos en cuanto a la droga principal consumida, pasando de una utilización de la heroína y la cocaína mezcladas o bien consumidas por separado en igual porcentaje, a una clara preferencia de la mayoría por el consumo de cocaína, seguido del alcohol y a gran distancia de la heroína en la población actual. Asimismo, la cocaína esnifada es la vía utilizada por la mayoría de los sujetos que consumen esta sustancia, aumentando significativamente el porcentaje de ellos que muestra esta preferencia en el último año, pasando de un 62% a un 83%. Se encuentran también diferencias significativas en cuanto a la edad media de inicio de los problemas asociados al consumo de drogas, que pasa a situarse en una edad superior, al pasar de los 19 a los 22 años. 93 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Por otra parte, para poder conocer las tendencias de consumo de este tipo de consumidor, en el siguiente gráfico se recoge el abuso de sustancias psicoactivas de nuestra población en ambos periodos (ver gráfico 1). Gráfico 1: Abuso de sustancias psicoactivas. 120 100 80 Antigüo 60 Actual 40 20 0 Marih Tranq Coca Alcoh taba Opia Estim Aluci Como se puede apreciar en el gráfico anterior no existen diferencias entre las sustancias de las que se abusaba en el periodo anterior y actual, a excepción de los opiáceos en los que se observa una reducción drástica en el porcentaje de sujetos que manifiestan haber abusado de su consumo ( 59% frente a un 19%). Considerando las sustancias que se sitúan por encima del 50%, se puede decir que el tabaco, el alcohol y la cocaína son las sustancias de las que más se abusa en este último año. Por último, y como ya hiciéramos en el apartado anterior, a continuación se recogen los datos publicados por el PMcD, para conocer las tendencias y características de consumo que se están produciendo en la población que se atiende por la red pública y evidenciar de nuevo en qué medida estas se asemejan o no a la que presenta nuestra población. (Ver Tabla 4). Tabla 4: Características de consumo. Plan Municipal contra las Drogas. Droga principal Año 1996 79% Heroína 7% Cocaína 8% Alcohol 5% Cannabis Vía administración Cocaína 94 Año 2.000 65% Heroína 12% Cocaína 14% Alcohol 7% Cannabis 78% Inhalada I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Como se puede observar la heroína es la sustancia considerada como la droga principal por un alto porcentaje de usuarios en ambos periodos, apreciándose una clara tendencia a la disminución del porcentaje de consumo de esta sustancia, a la vez que se aumentan paralelamente los referidos al consumo de cocaína, alcohol y cannabis. Cuando se comparan estos datos con los presentados anteriormente hallados en el estudio de nuestra población se ve claramente como la distribución en esta variable es diferente en ambos periodos, marcándose mucho más estas diferencias en el último año, donde la cocaína se convierte en la droga principal consumida por la mayoría. Por otra parte, tan solo resaltar en este sentido que también en el caso del alcohol se obtienen valores más altos en nuestra población en este último año (22% frente al 11%), manteniéndose en el mimo porcentaje en ambas poblaciones (7% - 8%) en el caso del cannabis. Sin embargo, haciendo un análisis más detenido de estos datos, se puede afirmar que se está produciendo un cambio de perfil de consumidor similar en las poblaciones analizadas, con una apertura cada vez mayor a la atención de otro tipo de demandas (fundamentalmente cocaína y alcohol) y que las diferencias encontradas se refieren más que a estos aspectos al ritmo en que se están produciendo estos cambios, debido probablemente a la desigualdad en la envergadura, capacidad de respuesta y cobertura de los recursos que estamos analizando. Por último, respecto a la vía de administración de la cocaína, en ambas poblaciones se opta claramente por la preferencia en el momento actual de la utilización de la vía inhalada para la administración de esta sustancia. 3.3.- Tratamiento. En esta categoría se incluyen aquellas variables relacionadas con las vías de derivación al centro, tipo de tratamientos recibidos y con aquellas condiciones de partida que pueden condicionar la evolución del proceso terapéutico posterior, como son la motivación y la existencia o no de apoyo para llevarse a cabo. 95 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Tabla 4: Tratamiento Año 1996 84% Iniciativa privada Vía de derivación Tratamientos previos 37% Clínicas Privadas 23% Red Pública 21’6% No tratamientos anteriores Iniciativa de tratamiento Razón principal para iniciar tratamiento 46’9% Familia 25% Iniciativa propia 28’6% Trastornos psicológicos 17’9% Problemas pareja Apoyo para tratamiento 80´4% Sí apoyo el Año 2000 48’5% Iniciativa privada 24’2% Empresa 34’7% Clínicas Privadas 32’7% No tratamientos anteriores 10’2% Red Pública 32’6% Familia 27’9% Pareja 27´5% Problemas de pareja 20% Problemas económicos 20% Problemas familiares 17´5% Problemas laborales 10% Trastornos psicológicos 85´7% Sí apoyo En la tabla anterior se constatan diferencias significativas en cuanto a la vía de derivación de los sujetos en tratamiento, pasando de ser la iniciativa privada la principal vía de entrada al centro, a reducirse drásticamente este porcentaje (84% frente a 48’5%), convirtiéndose la empresa en la segunda vía importante de derivación de casos en el momento actual. La mayoría de los sujetos afirma que nunca ha estado en tratamiento anteriormente o que lo ha estado en centros de iniciativa privada, siendo sólo unos pocos los que han accedido a la red pública especialmente en el último año (10%). Este dato contrasta con el alto porcentaje de sujetos (65%) que según la última Memoria del PMcD señala que sí ha tenido tratamientos anteriores y que lo ha hecho fundamentalmente en dos tipos de recursos: Centros Ambulatorios (43%) y Comunidades Terapéuticas (31%). La familia de origen es la principal responsable para que el sujeto decida iniciar 96 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? tratamiento, seguida de la pareja en el momento actual, frente a la iniciativa propia que señalan los sujetos en el periodo anterior. Por otra parte, los trastornos psicológicos, seguidos de los problemas de pareja, son los motivos principales por los que los sujetos deciden iniciar tratamiento, pasando en este año a invertirse el orden de importancia dado a los sujetos a ambas razones, de este modo, como se observa en la tabla anterior los trastornos psicológicos pasan a ocupar el último lugar y los problemas con la pareja el primero, seguidos en porcentaje similar de los relacionados con problemas económicos, familiares y laborales. Por último, tan solo señalar que en ambos periodos la gran mayoría de sujetos manifiesta que cuenta con apoyos externos para llevar a cabo el tratamiento. 3.4.- Datos Psicopatológicos. En esta categoría se incluyen aquellas variables que se relacionan con los rasgos psicopatológicos de los sujetos atendidos, utilizándose para la obtención de este perfil el Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota (MMPI). Se trata de una prueba psicométrica de amplio espectro, elaborada por S.R. Hathaway y J.C. Mckinley, diseñada para evaluar un gran número de patrones de personalidad y trastornos emocionales. A continuación se recogen los perfiles resultantes obtenidos en ambos periodos, en las diez escalas clínicas principales que se estudian en esta prueba: Hipocondría (Hs); Depresión (D); Histeria de conversión (Hy); Desviación psicopática (Pd); Masculinidad – Feminidad (Mf); Paranoia (Pa); Psicastenia (Pt); Esquizofrenia (Sc); Hipomanía (Ma) e Introversión Social (Si). Para una mejor comprensión de los resultados tan solo se han reflejado en el gráfico siguiente el porcentaje de sujetos que han obtenido una puntuación por encima de 70 en cada una de estas escalas clínicas, ya que es a partir de este valor, cuando se puede afirmar la existencia de psicopatología. (Ver Gráfico 2) 97 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Gráfico 2: Perfil psicopatológico. MMPI % Sujetos con rasgos psicopatológicos 70 60 50 40 Antigüo Actual 30 20 10 0 Hs D Hy Pd Mf Pa Pt Sc Ma Si Escalas principales Como se puede apreciar en el gráfico anterior en general los resultados apuntan a una tendencia generalizada en todas las escalas a situarse por debajo de los valores obtenidos en el periodo precedente, lo que nos lleva a afirmar que actualmente nos encontramos con una población más normalizada, con menos rasgos psicopatológicos. Sin embargo, en un análisis más pormenorizado de los datos, cabe señalar que los descensos más marcados se encuentran en las escalas de depresión, desviación psicopática y esquizofrenia, siendo en las dos primeras y de ellas especialmente en desviación psicopática, entendida como sujetos con ausencia de consideración acerca de la mayoría de las normas sociales y morales de conducta, en las que todavía hoy se sitúan el mayor porcentaje de sujetos que presentan este tipo de trastornos psicológicos. IV.- CONCLUSIONES Haciendo una valoración global de los datos presentados se pueden extraer algunas conclusiones, que bien pueden ser consideradas más que como punto final, como punto de arranque de algunas reflexiones que creo pueden ser interesantes de plantear en este tipo de foros, donde se encuentran reunidos en un mismo espacio, 98 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? de forma tan excepcional, técnicos y profesionales con diferentes niveles de decisión y de responsabilidad. Los datos aportados en este estudio apuntan a que nos encontramos ante un perfil de consumidor, cuya principal característica es la de su “normalización”, pudiéndose afirmar que, el proceso de instauración de su drogodependencia no ha invadido sus esferas vitales más básicas, coexistiendo, al menos en las etapas iniciales, este tipo de consumo con una forma de vida adaptada. Tal vez sea esta una de las razones por las que todavía hoy haya un número importante de este tipo de consumidores que acceden a la iniciativa privada para recibir tratamiento y sólo se mueven en este circuito. Pensamos, que bien podríamos estar ante la punta de un iceberg y que sólo estamos atendiendo a un mínimo porcentaje de estos sujetos, por lo que sería necesario una mayor implicación de las instancias públicas para dar respuesta a esta nueva “cara” del fenómeno de configuración diferenciada de los patrones de consumo más frecuentes y conocidos hasta ahora. En este sentido y como primera conclusión podríamos decir que, si bien hasta ahora las estrategias que se han puesto en marcha desde las instancias públicas, para responder a las exigencias de la evolución del fenómeno, han puesto su acento en el acceso a las capas más desfavorecidas de la sociedad, hoy el reto está en ampliar este campo de acción y llegar a estos sujetos que forman parte de una población general y entre la que permanecen oculta. Otro nivel de implicación importante de resaltar, resulta de la dificultad que entraña el acceso a este tipo de población, ya que se encuentra todavía en el momento presente desempeñando un papel activo en la sociedad, trabajando, y cualquier acción que suponga la mínima percepción de riesgo de pérdida de esta función, pueda ser vivida como amenazante, trayendo como consecuencia una tendencia a la ocultación de su problema. Nuestra experiencia en este sentido confirma esta realidad, que sólo se reconvierte en aquellos casos que pertenecen a empresas, que tienen un Plan de Actuación consensuado, para ayudar al trabajador que sufre este tipo de problemas y que no 99 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? vea en ello riesgo alguno de pérdida de su puesto de trabajo. Hoy tenemos claro, que este es el ámbito por excelencia al que habría que acceder con mucha más contundencia, pero también somos conscientes de lo complejo que ello resulta, por lo que habrá que intentar como un nuevo reto, aprender de aquellas experiencias que existen en nuestro país que han demostrado estar bien diseñadas y planificadas (Ej. Renfe) y ver a partir de ellas, cómo establecer estrategias diversificadas y ajustadas a las realidades particulares de cada empresa, que nos permitan acercarnos a esta población. Pero, de nada serviría el esfuerzo de acceder a esta población, si no lo sumamos a una oferta de tratamiento que sea más adecuada a las características de consumo de este tipo de sujetos y seguimos ofertando una respuesta asistencia, que ya no se ajusta a las necesidades del nuevo patrón de consumidor. En este sentido las aportaciones que fruto de nuestro trabajo podemos apuntar se refieren a la aplicación de un enfoque terapéutico basado en la idea básica de ajuste del tratamiento al individuo, de acuerdo a una serie de principios inspiradores de actuación, que hacen de esta una alternativa de intervención diferenciada para el tratamiento de estos nuevos patrones de consumo. Concretamente, se parte de un enfoque individualizado y se actúa sobre aspectosproblema, adoptándose una perspectiva de intervención por objetivos, que se mueven en torno a parámetros comunes de interacción individuo-sustancia, así como en torno a aquellos que se refieren al fomento de su proceso de individuación y crecimiento personal. Para ello se recurre a la utilización de aproximaciones psicoterapéuticas fundamentadas científicamente, tal y como se recoge en el estudio realizado por el NIDA (1.999), huyendo de posiciones cerradas y excluyentes, dando como resultado una duración desigual de los tratamientos, ya que este está más en función de las necesidades del individuo, que del cumplimiento de un programa o un proceso prefijado de intervención. Es en este aspecto precisamente donde probablemente, las instancias públicas puedan tener su mayor dificultad de adecuación y donde tengan, tal vez, que 100 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? recurrir al diseño de otro tipo de estrategias de intervención que permitan aunar este tipo de exigencias con el gran volumen asistencial que soportan. Por último quisiéramos hacer hincapié en la necesidad de actuar ante este tipo de realidad lo antes posible si se quieren evitar males mayores, ya que, como se muestra en los datos obtenidos en nuestro estudio, si bien todavía hoy encontramos a una mayoría de sujetos con sus capacidades y recursos personales y sociales bien conservados, también aparecen ya signos psicopatológicos que indican que estas condiciones pueden cambiar, si no se empiezan a tomar algún tipo de medidas. Por otra parte, es frecuente en este tipo de consumidor la manifestación de una actitud permisiva ante la utilización de este tipo de sustancias psicoactivas (cocaína y alcohol), minimizando la trascendencia de sus consecuencias, esto hace que cuando pensamos que muchos de estos sujetos son hoy padres de familia, que ejercen una función importante como modelos de referencia en la educación de sus hijos, nos planteemos la necesidad de denunciar en este tipo de foros esta realidad y pedir a los Sistemas Públicos de Protección la urgencia de intervenir con este tipo de población. Por todo ello, podríamos concluir diciendo que las repercusiones familiares y sociales de esta nueva “cara” del fenómeno pueden ser muy serias de no intervenirse a tiempo, tanto a nivel preventivo como asistencial y que esto supone la necesidad de llevar a cabo un análisis más profundo por parte de los responsables institucionales, que ayuden a diseñar estrategias de acercamiento y de respuesta a esta realidad. En esta línea se han planteado en algunas de las actuaciones recogidas por el Plan Nacional sobre Drogas en la “Estrategia Nacional sobre Drogas 2000 – 2008”, aprobada en el Consejo de Ministros el 17 de diciembre de 1.999, haciendo explícito su objetivo de: “Incorporar estrategias para mejorar el abordaje terapéutico de las personas que tienen problemas relacionados con el consumo de alcohol y del tabaco, las nuevas drogas y los nuevos patrones de consumo”. Ojalá que estas se pongan en marcha y se haga lo antes posible, para que así pudiéramos en esta ocasión ir “por delante” del fenómeno, avanzando más deprisa, condicionando y modulando así nosotros su propia evolución. 101 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Mesa Redonda 3. “Prisión/Tratamiento ¿Dentro o Fuera?” Ponentes: JOSE LUIS CASTRO ANTONIO Juez de Vigilancia Penitenciaria nº 3. Madrid. ARTURO BELTRAN NUÑEZ Magistrado de la Sección 5ª Audiencia Provincial. Madrid. GRACIELA SILVOSA RODRIGUEZ Jefa del Servicio de Programas Penitenciarios del PNSD. FEDERICO PEREZ AGUDO Médico de Instituciones Penitenciarias. ANA PINA CRESPO Directora del Centro Penitenciario de Mujeres de Alcalá. Madrid Coordinadora: ANGELES DIAZ ALONSO. SIAD Jose Luis Castro Antonio Juez de Vigilancia Penitenciaria nº 3 Madrid 102 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? TRATAMIENTO PENITENCIARIO EN MATERIA DE DROGAS La drogadicción es uno de los grandes problemas con los que se enfrentan o padecen un tanto por ciento muy elevado de los reclusos que cumplen condenas en España. No siempre la Justicia Española ni la propia Ley da una respuesta efectiva a esta situaciones. Tres tipos de delincuentes se mueven alrededor del consumo de estas sustancias: 1- Los Grandes Narcotraficantes: Personas normalmente ajenas al consumo y que tienen fácilmente a evadirse de la acción judicial amparados en la impunidad que supone excelentes asesoramientos jurídicos por parte de sus letrados y el hecho de que su actividad delictiva sea asumida por aquellos que trabajan a su servicio. 2- Los llamados “Boleros”: Estas personas tienen normalmente un perfil económico y cultural muy bajo y es la propia necesidad en muchas ocasiones la que le lleva a la comisión del delito. Sobre esto la acción policial y Judicial suele ser exitosa y la respuesta jurídica en cuanto a imposición de pena excesiva en relación al delito cometido. 3- Los Delincuentes Drogadictos: Aquellos que entran en el mundo de la venta de drogas o que cometen delitos contra la propiedad para poder sufragar su autoconsumo. Para éstos, específicamente, la respuesta Penal debe ser plena y estrictamente rehabilitadora, pues nos encontramos ante la presencia de un DELICUENTE- ENFERMO. Pues bien, la legislación penal actual actúa en dos momentos bien diferenciados. I. DICTADA LA SENTENCIA Y EN APLICACIÓN EN EL ART. 87 C.P. Dos cuestiones entiendo que deben ser planteadas: A) Modificar el limite temporal en el art, 87.1 (tres años) a TRES AÑOS Y SEIS MESES. Los delitos que las personas toxicómanas cometen suelen ser trafico de drogas y robos con intimidación. Los primeros están incluidos siempre que no concurra ninguna circunstancia agravante o las circunstancias del articulo 369. En cambio para los delitos 103 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? de robo con intimidación con utilización de arma o instrumento peligroso ya no es posible su aplicación ni aún en el supuesto que no concurra ninguna circunstancia agravante, o a pesar que concurra la atenuante de drogodependencia, pues en esto dos casos la pena mínima a imponer es de tres años y seis meses. Por ello, y teniendo en cuenta que este precepto es excepcional y que fue introducido por motivos de política criminal de facilitar la rehabilitación de los delincuentes drogodependientes, se hace necesario ampliar seis meses más la condena y siempre supeditado a que el Juez ó el Tribunal dicte resolución motivada para la concesión. De manera que no vemos que se vulnere ningún principio básico del derecho penal: ni la prevención general ni, por tanto la provocación de una situación de alarma social. Esta norma excepcional, necesita de este trato legal excepcional. B ) Retirar el requisito del párrafo segundo del articulo 87.2 del C.P. o en todo caso añadirlo al apartado segundo “en el supuesto que el condenado sea reincidente – añadir – “reo habitual” el Juez o Tribunal valorará por resolución motivada la oportunidad de conceder o no el beneficio de la suspensión de la ejecución de la pena........” El perfil de persona que se podría beneficiar de esta suspensión para conseguir su rehabilitación, es de personas con varios delitos y que suelen entrar dentro del concepto “reo habitual”. De manera que para las personas que va destina este precepto excepcional apenas tiene aplicación. No tiene lógica impedir la posibilidad de recuperación de las drogas, mas cuando este factor criminógeno científicamente demostrado por conducta de pasado. Esta limitación legal supone tanto como impedir para siempre la recuperación hacia el futuro por hechos inamovibles. Este precepto despliega sus efectos hacia el futuro, por lo que estamos hablando de norma de ámbito de la ejecución penal en la que el principio de prevención especial debe primar sobre el de prevención general. a- La obligatoriedad de que el Juez o Tribunal motive la resolución en caso que sea reo habitual o reincidente es suficiente garantía para la salvaguarda de la prevención general y un uso abusivo, arbitrario de esta suspensión para quien delinque. 104 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? b- Además, no se puede olvidar la necesidad de acreditar a través de informes periciales la estancia y evolución del tratamiento, que son garantía de control jurisdiccional. La permanencia en un centro de rehabilitación en régimen cerrado siempre es más eficaz, pero también mas limitador que un Centro Penitenciario. La idea de ingresar en un centro de rehabilitación es mas benigna que en la carcel, que es falsa. En control sobre actitudes, sentimiento, movimientos físicos es mas desproporcionada que en un Centro Penitenciario en el que solamente existe el control físico. La diferencia es que en el centro de rehabilitación se dan seguridades, y por tanto, el régimen de vida y tratamiento personalizado. SIAD.- Elaboró un estudio en 1999 por el que se llega a las siguientes conclusiones: De las sentencias revisadas alega la drogodependencia como posible cusa de modificación de responsabilidad penal, en el mayor número: MADRID (215 sentencias) seguidas en orden decreciente por GALICIA (158), CATALUÑA (113) ASTURIAS (107), CASTILLA-LEON (99). Las sentencias analizadas reúnen las siguientes características: . El 89% son hombres . Media de edad 28/29 años. . Antecedentes penales . El delito cometido se sitúa en la categoría de robo con intimidación 52%. Por tanto a estas personas debería aplicársele la suspensión II. EN LA FASE DE LA EJECUCIÓN PENITENCIARIA: Sería injusto indicar que por parte de la Administración Penitenciaria no se están haciendo esfuerzos para llevar a cabo tratamientos o pseudos tratamientos a aquellos internos consumidores de tóxicos. Pero los mismo ¿ son reales? ¿se llevan a cabo por personas o instituciones adecuadas? 105 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? ¿conducen a los resultados pretendidos? Antes de responder a estas cuestiones debo exponer mi incredulidad sobre el llamado “tratamiento”. Es más, el propio Reglamento Penitenciario de 1996 parece responder a una crítica institucional sobre este concepto en tanto que pretende hacer hincapié en el componente resocializador más que en el concepto clínico del mismo, dándole un concepto amplio en el que caben un conjunto de actividades formativas, educativas, laborales, sociales, recreativas y deportivas. No creo en este tratamiento. No reconoce la rehabilitación ni reinserción de los presos desde la propio prisión. Se rehabilita quien ya entra rehabilitado, en los demás casos debe procurarse que el recurso no salga en peores condiciones en las que entró. Sin embargo, el tratamiento si puede hacerse eficaz, fundamentalmente por las condiciones médicas y psicológicas que inciden en su realización, en el ámbito del delincuente toxicómano. En las prisiones españolas se reconoce la existencia de droga en la propia cárcel y creo que se asume como un auténtico problema frente al que hay que luchar no desde el ámbito represivo, sino desde la posibilidad del tratamiento concreto. Aún así, se dán numerosas dificultades amparadas principalmente en la falta de medios personales para atender a estas necesidades. Véase simplemente la escasez de privilegios, por ejemplo, en proporción al número de población reclusa existente y como frecuentemente su trabajo responde más a elaborar informes elaborados pro las distintas instancias que a lo que debiere ser su especifico cometido. Este extremo y el hecho de que las actividades tratamentales no puedan obtener éxito en un ámbito cerrado como las prisiones, es lo que h motivado al legislador del 96 a potenciar en materia de tratamiento a tóxicos la presencia en las cárceles del movimiento asociativo. Son estos los que en definitiva realizan el auténtico tratamiento pero inciden sin embargo, sobre un grupo poblacional escaso, pues el consumo de metadona y de politoxicomanía subsidia recientemente con “las terapias” mas frecuentes utilizadas. En cuanto a esta primera sustancia es la falta de motivación hacia el cambio de aptitudes de numerosos reclusos lo que lleva a su consumo, lo que no impide que se mejore la calidad del mismo y por ende su propia salud pero denota un fracaso institucional en cuanto incide la plena 106 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? recuperación de la persona cuando esta presenta un perfil recuperable. Es la vía del Art. 182 R.P. , esto es: el cumplimiento en unidades extrapenitenciarias la solución eficaz para la rehabilitación del drogadicto, aún reconociendo en la práctica el elevado número de personas que no completan o finalizan con buenos resultados los programas o simplemente que reinciden a posteriori en el consumo. La actividad de las Asociaciones en este ámbito es muy positiva, pero no está exento de dificultades y problemas que inciden en el desanimo y abandonan por parte de los receptores del tratamiento: 1) Se exige en el precepto un consentimiento y un compromiso del interno para observar el régimen de vida propio de la institución de acogida. En la mayoría de los casos los internos desconocer este régimen y su incumplimiento en pequeñas cuestiones (no fumar, no mantener contactos sexuales... ) hacen que se produzca el decaimiento y abandono del programa con la consecuencia fatal de producir, nuevamente, el ingreso en prisión cuando no de provocar el quebrantamiento. 2) Falta evidente de motivación.- Resulta sorprendente el número de reclusos que piden la aplicación del Art. 182 R.P. no como un medio de rehabilitación, sino como un autentico beneficio penitenciario. Se ve como un mecanismo para eludir el régimen carcelario y alcanzar supuestamente mayores cotas de libertad. La realidad demuestra lo contrario y ante esa falta de motivación la posibilidad de fracaso es infinita. 3) Se exige al precepto citado un programa de seguimiento. Resultó constatable la descoordinación existente entre las asociaciones que llevan a cabo estos tratamiento y los Jueces de Vigilancia Penitenciaria, lo que produce, en ocasiones, consecuencias perjudiciales para el interno que ve quebrada la evolución de su programa por el incumplimiento de determinados controles que exceden la actividad terapéutica y de seguridad. 4) Tiene que darse siempre y como paso previo al régimen del art. 182 R.P. la ubicación del recluso en el C.P. y sólo cuanto esté realmente preparado debe ejecutarse este precepto. No se trata de cubrir plazas en las instituciones de acogida, sino de que en éstas, estén por quienes necesariamente quieren llevar a cabo un programa rehabilitador. 107 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? 5) El ámbito tratamental debe primar sobre el regimental e incluso sobre la situación penal y penitenciaria en que se encuentre el recluso. Factores como la larga duración de la condena no pueden ser motivo para impedir la aplicación del art. 182 R.P., si bien de obtenerse un buen resultado es necesario acudir al indulto o al adelantamiento de la libertad condicional para evitar que quien ha delinquiendo por el ánimo de tóxicos y esté rehabilitado vuelva a entrar en prisión para el mero cumplimiento de la pena.- Arturo Beltran Nuñez Magistrado-Juez de la Sección 5ª de la Audiencia Provincial de Madrid. Hay algunas ideas cosas en las que uno se reafirma, por ejemplo; que probablemente tenemos mejores prisiones que muchos países más ricos que el nuestro y, que han llegado a la democracia antes que nosotros y que posiblemente, tenemos actualmente unos funcionarios de prisiones francamente preparados y que a mi juicio están infrautilizados porque son incomprendidos desde el punto vista social, están desaprovechados por la administración a veces están desmotivados por la rutina y, no se si están concentrados en los centros penitenciarios por una política que podría cambiar y volcar el esfuerzo económico y profesional, la capacidad de ilusión y la tenacidad de tratamiento y dejar de concentrar el enorme porcentaje de estos esfuerzos en los grados 1º y 2º y volcarla en los periodos de régimen abierto, 3º grado y en la libertad condicional; donde posiblemente una inversión del esfuerzo económico y profesional mitigaría las posibilidades de reincidencia que, son en este momento tristemente elevadas. Estoy absolutamente de acuerdo en que en el tratamiento, la opción “dentro o fuera” no es una opción, podrá ser específica o personal o para una determinada categoría de individuos, pero en conjunto el tratamiento tiene que ser “dentro y fuera” al menos sí estamos hablando del delincuente toxicómano. Para la persona que ha delinquido, la Ley ofrece una serie de posibilidades; el Código Penal le permite en caso ser toxicómano o haber cometido un delito por la influencia de las drogas, la suspensión de la ejecución de la pena, incluso por uno o más delitos castigados con penas no superiores a 3 años de prisión. 108 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? ¿Esto significa que quizás pudiera aumentarse esta cifra en virtud de ciertos estudios criminológicos?. Por ejemplo sí el robo con intimidación y uso de armas está penado con 3 años y 6 meses y es un delito que se asocia a menudo a la adicción a la heroína, las posibilidades de suspender la ejecución de la condena debería ser por el mismo tiempo. Lo cierto es que existe la posibilidad de la suspensión de la pena, y que por lo tanto existe la posibilidad de no ingresar en prisión bajo la condición no solamente de no delinquir, sino de someterse a un tratamiento de deshabituación. Sí se ingresa en prisión se podría realizar tratamiento dentro, esto dependerá del régimen penitenciario a que este sometido el interno, ya que el Reglamento Penitenciario tiene previsto en teoría, distintas programas de tratamiento en unidades extrapenitenciarias, pensadas específicamente para toxicómanos bajo la condición de estar clasificado en 3º grado. Por tanto “dentro y fuera “ son categorías interrelacionadas, en tanto en cuanto lo que importa es la vocación, la opción y la seriedad en el tratamiento. Así que no podemos hablar de categorías cerradas sino intercomunicadas. El fracaso en el tratamiento puede significar el camino contrario, es decir; quien esta fuera ya sea en una unidad de tratamiento extrapenitenciario o en régimen de suspensión de la ejecución de la pena vea cercenada su libertad por el retorno a 2º grado en régimen cerrado en prisión. Como creo que la realidad de las prisiones la conocen mucho mejor los funcionarios que los jueces que estamos en 2º instancia, porque los jueces de vigilancia penitenciaria visitan las prisiones, reciben información directa hablando con los presos, funcionarios teniendo así un conocimiento de la realidad de la prisión. Siempre es chocante desde fuera pensar: que con un sistema de situación administrativa especial, con una capacidad de control tan grande ¿se puede hablar de drogodependencia no superada después de 6, 7, 8 años en prisión?. Sí, por que es prácticamente imposible llegar a un control exhaustivo, que respete al mismo tiempo la legalidad, la intimidad, la seguridad y, que no convierta las cárceles en centros de tortura. Es triste que la droga circule en la prisión a 109 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? precios impagables y es triste porque a veces te preguntas ¿cómo es posible un tratamiento compatibilizado con la circulación de la droga?, pues probablemente, no lo es en términos absolutamente eficaces. De ahí vienen esas distonías que se producen de cómo estamos jugando con el tratamiento ¿cómo premio o como castigo?, ¿hasta que punto se puede dar una dosis a alguien de quien se sospecha que está tomando otro tipo de drogas que se contrarrestan, se suman o tienen una eficacia paralela, complementaria o potenciadora de por ejemplo la metadona, que no deja de ser un opiáceo sintético?. Creo que es importante pensar en este momento que los programas más frecuentes en la prisión, son los programas de metadona; por razones utilitarias, por razones médicas o por un conjunto de razones que se nos escapan. Sin embargo cuando con funcionarios de prisiones de los internos que están intentando la deshabituación a través de programas libres de drogas, te dicen ¿porqué la metadona? Porqué es mucho más cómoda. En 1.995 se aprueba un nuevo Código Penal en el que desaparece la redención de penas por el trabajo (que se dice que era un turbio antecedente fascista), aunque lo fuera creaba cierta ilusión en los presos; pasamos de penas nominales –de las que se cumplían la mitad-, a penas reales. A veces en su extensión teórica y práctica más larga que en el anterior. Esto significa 2 cosas: 1. El derecho penitenciario cobra relieve porque aunque la gente pueda estar mucho tiempo en la cárcel, no hay redención de penas por el trabajo. Por lo tanto todo aquello que puede suavizar la prisión; la lucha por el permiso, la progresión de grado, por la libertad condicional (a ser posible anticipada), el régimen de visitas, las comunicaciones......todo lo que suaviza una prisión empieza a cobrar un relieve mucho más grande en tanto en cuanto las penas se han endurecido. La población reclusa está menos ilusionada antes redimía y si además trabajaba redimía más. Ahora no hay redención por el trabajo, eso crea una cierta desilusión y una cierta conflictividad potencial. 110 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Me pregunto sí la simpatía con la que se está mirando desde el poder político los programas de metadona y su generalización sistemática, tiene que ver con el control que significa tener más tranquila a la población reclusa. En otras palabras; sí los programa de metadona y la política de orden público no enlazan de alguna forma. Sobre todo, si ese programa de metadona termina en el metabús y no en un programa más complejo. 2. El porcentaje de presos relacionados con la droga es alto: • La droga como factor influyente en la ejecución del delito, o como factor de alegada influencia. • La droga como factor de inimputabilidad. • La droga como objeto del delito de tráfico de drogas. • El delito más encubierto que afecta a los más poderosos; el dinero que genera la droga. los fenómenos de blanqueo de dinero, a través de Sociedades Anónimas, de empresas de falsa producción y la corrupción política y social. ¿Se puede luchar contra eso? ¿cuánto cuesta fabricar una pastilla de éxtasis? ¿diez pesetas? ¿cuánto cuesta un gramo de heroína? ¿20, 50 pesetas......? quiero decir el precio en origen. Con un gramo de heroína se hacen 50 papelinas de 0.02 gramos, eso si la riqueza del gramo fuera del 100%. Como es del 30%, de 1 gr. se hacen en vez de 50 papelinas 150, que se pueden vender a 500, 600, 1000 pesetas, según este la oferta y la demanda. Para detener al que vende que es el más desgraciado, el último en la escala de marginación: el subsahariano, el emigrante , el marroquí, el toxicómano, el gitano, es decir todos los que pertenecen a grupos minoritarios marginados, que son los que hacen la venta directa al público, hace falta: una vigilancia, una detención, un juicio que viene precedido de una instrucción, con un juez, secretario, a veces un interprete, prisión provisional, análisis de la sustancia por peritos, juicio plenario con tres magistrados , un fiscal, un secretario, un defensor o más, interpretes, peritos que van otra vez, una condena mínima de 3 años de prisión........ 111 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? ¿Cuánto cuesta un preso? Unos dicen que 3 millones al año , otros que 6. Total, que una papelina que vale poco, le cuesta al estado 20 millones de pesetas. Si se puede luchar así contra un fenómeno que mueve un presupuesto que no se sabe si es de medio trillón de dólares, empiezo a pensar que así no se puede luchar contra la droga. Me pregunto qué se hace de los tratamientos preventivos, es decir, qué se hace para evitar que la gente entre en prisión, y qué se hace para evitar que se consuman drogas y sí todo este esfuerzo volcado en la represión no podría -algo se está haciendo-, volcarse en programas de educación, de prevención y quizá plantearse inteligentemente la legalización de la droga; esto lo digo con cuidado, con miedo, pero con miedo a decirlo yo, no con miedo a poner el problema sobre el tapete y discutirlo abiertamente. Gracias. Graciela Silvosa Rodriguez Jefa del Servicio de Programas Penitenciarios del PNSD INTRODUCCIÓN ¿ Prisión/tratamiento ¿dentro o fuera? Esta pregunta siempre ha constituido un debate en el ámbito judicial, policial y social, porque el problema de las drogas es un elemento a destacar en el sistema punitivo. Hoy en día las drogas son vistas como uno de los principales problemas del sistema penitenciario en la Unión Europea (U.E.), de acuerdo a las estimaciones de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y el Observatorio Europeo de las Toxicomanías, los usuarios de drogas están proporcionalmente sobrerepresentados entre las 350.000 personas encarceladas en la U.E. De hecho, la estrategia ante la droga para los años 200-2004, adoptada por la Unión Europea en el encuentro en Helsinki en diciembre de 1999, recomienda reducir el crimen asociado a drogas, 112 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? sobre todo delincuencia urbana y juvenil. Pero ante todo, no hay que olvidar que el problema de las drogas es un problema sanitario con aspectos sociales, ello quiere decir que la prevención y el tratamiento juegan un rol principal en esta problemática. Volviendo a la cuestión formulada en esta mesa, quiero resaltar que las preguntas dicotómicas (blanco versus negro; bueno versus malo) no sirven para definir la realidad, ya que comprenden parámetros muy restringidos. Las formas de aproximarse del conocimiento son múltiples porque la realidad es múltiple y compleja, por ello las soluciones, si existen, tienen que ser prácticas, históricas y sociales. Dicho esto, analizaré desde estas variables la cuestión aquí debatida: la realidad social concreta de la prisión-drogodependencia. ANTECEDENTES Desde una perspectiva histórica, desde su nacimiento, la pena privativa de libertad suscitó fuertes controversias en cuanto a su finalidad. A lo largo del siglo XX se ha venido cuestionando la existencia, utilidad y rentabilidad, económica y social, de la prisión. Así, se afirma que la cárcel no sirve como respuesta frente al fenómeno delictivo, que la superpoblación carcelaria es causa de una crisis de capacidad de la ejecución penal, y que la pena privativa de libertad ocasiona la destrucción psíquica. En el fondo late una cuestión que se viene debatiendo hace años, la eficacia del tratamiento penitenciario, desde la teoría tradicional retribucionista que ve la reinserción como un planteamiento demasiado benigno, y la criminología radical o teoría del conflicto que condena a la prisión, y especialmente al tratamiento penitenciario cuestionando su legitimidad. A nadie se le escapa que la privación de la libertad no es un éxito de la sociedad, ya en la exposición de motivos de la Ley Orgánica General Penitenciaria de 1979, define la cárcel como un “mal necesario”. Pero hoy en día es aceptado “el deber de tratar desde la prisión”, quizás aún, no hemos llegado a lo que decía García Valdés sobre que “las prisiones modernas han dejado de ser un problema de seguridad pública para convertirse en centros cuasisanatoriales de preparación a la vida en comunidad libre”, pero algo hay de cierto en esta 113 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? frase, cuando en los medios de comunicación ya no sale la prisión asociada a hechos como torturas, fugas, y motines. Es indudable que en los últimos años del siglo XX hemos asistido a una mejora del sistema penitenciario, pero no sólo de éste sino de todo el sistema punitivo, y que al fin y al cabo, es un reflejo de una mejora en nuestra sociedad. Así hay que destacar como mejoras en el sistema penitenciario: la introducción y extensión del tratamiento; la permeabilización de los centros penitenciarios; la inversión en personal y nuevas infraestructuras; la adaptación del trabajo a la realidad exterior. No obstante, la prisión es una mal necesario, una experiencia amarga y un fracaso social si se quiere, pero no podemos prescindir de ella, de momento, existe una necesidad social del internamiento, la cuestión es ¿cómo se desarrolla éste? Y cuando se dice que el espacio penitenciario no es un lugar adecuado para los drogodependientes ni para el tratamiento, no se está teniendo en cuenta que la drogodependencia no es un concepto monolítico, que los drogodependientes no son un grupo homogéneo, y que no hay una única respuesta ante la drogodependencia. Por supuesto ciertos sistemas penitenciarios no son adecuados para reinsertar personas, como normalmente las comunidades a las que pertenecen estos sistemas no son adecuadas para la convivencia. Así, existen centros penitenciarios en América Latina en los que es norma que los internos hayan de comprar su cama o espacio para dormir; que tengan que comprar la comida o que lleguen a pagar la gasolina para acudir al juzgado. En un Estado Social y de Derecho, como el nuestro, es obligado aspirar a la reinserción desde las instancias del control formal. El objetivo primordial de la ejecución de las penas, hoy en día, es la reinserción social de acuerdo al artículo 25.2 de la Constitución y a la Ley penitenciaria. Debido a este mandato constitucional la prisión ha abierto sus puertas al ámbito comunitario: tercer grado; permisos de salida; comunicaciones; salidas programadas; visitas, etc. Otros criterios innovadores del sistema penológico, que busca la reinserción social fuera del sistema penitenciario, parten de la inconveniencia del centro penitenciario para ciertos sujetos, entre ellos los drogodependientes. Asimismo, las políticas desarrolladas por los Estados contra las drogas han recorrido, desde los años treinta de este siglo, un camino que, a la vista de los resultados, al cabo de más de sesenta 114 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? años de lucha, algunos no dudan en calificar de insatisfactorio. El consumo de drogas ilegales por una proporción relativamente importante de la población de países occidentales es un fenómeno reciente que, especialmente en el caso de la heroína, se ha asociado a importantes problemas de salud pública y marginación social, exacerbados con la aparición de la infección VIH/SIDA. La heroína entró en nuestro país por primera vez a finales de los años sesenta, y por lo tanto nuestro sistema sanitario no tenía dispositivos específicos para afrontarla ni profesionales con experiencia en el problema. La red de salud mental se estaba desmantelando y la red de servicios sociales iniciaba su desarrollo. Es en esta misma época, cuando se asocia la drogodependencia con la delincuencia, ya que la heroína se vinculó en principio a la delincuencia y a la inseguridad ciudadana, y esto no favoreció las respuestas sanitarias. En España las especiales circunstancias sociales, políticas y económicas, de nuestro país en la década de los 70 contribuyeron a la extensión del fenómeno del consumo de drogas, en un momento en que, aunque todavía sin “dar la cara”, el VIH ya había hecho su aparición. La diseminación de esta infección entre usuarios de drogas por vía parenteral (UDIs) alcanzó dimensiones dramáticas. Y, los estudios realizados entre UDIs ponen de manifiesto que entre el 21%- 65% de éstos ha estado en prisión. Así, la infección por VIH se convirtió en un grave problema de salud pública en las cárceles españolas. No obstante, la situación actual difiere bastante de la existente en la década de los ochenta. La importancia de la heroína ha decrecido a lo largo de estos años, y se observa un declinar de la vía parenteral y un incremento de los que usan la vía respiratoria. ¿Cuál es el perfil de nuestra población penitenciaria? En general, el perfil de la población tratada por consumo de drogas en los estados miembros de la Unión Europea es el siguiente: fundamentalmente masculina, con una edad media aproximada de 30 años, se asocia esta población con graves problemas de salud y con problemas sociales, relacionados con el consumo múltiple de drogas, la comorbilidad psiquiátrica, las enfermedades infecciosas, la actividad delictiva, el encarcelamiento y la exclusión social. Ciertamente, el uso de drogas problemático por definición abarca poblaciones criminales y de 115 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? salud, por ello el sistema de justicia criminal se convierte en una fuente de información, y en concreto, los delitos contra la propiedad en un indicador social para calcular la prevalencia del consumo de drogas (Informe 1999. Observatorio Europeo de las Toxicomanía, 2000.). La información objetiva y fiable sobre el uso de drogas es importante para la planificación y evaluación de intervenciones. Pero la información disponible y susceptible de ser analizada sobre la actividad judicial relacionada con la drogodependencia es muy escasa. Las razones son múltiples, tales como, la escasa tradición en el análisis e investigación de los datos procedentes de los tribunales, y la ausencia de modelos de recogida de información estandarizados, además de ser un indicador poco explotado. Por otra parte, las encuestas escolares y domiciliarias son ineficientes para identificar los usuarios problemáticos de drogas ya que obtienen pobres tasas de respuesta en poblaciones deprivadas. En este sentido, entre los objetivos del Observatorio Español sobre Drogas y del Observatorio Europeo sobre Toxicomanías está el de mejorar y desarrollar la disponibilidad y la calidad de la recogida de información en este ámbito. Ello no quiere decir que exista una relación causal entre uso de drogas y conducta delictiva, la relación es factorial, los resultados de la investigación sobre esta relación indican que el uso de drogas intensifica y perpetúa la carrera criminal, de hecho los drogodependientes tienen frecuentes períodos de encarcelamiento. Las actividades delictivas como el consumo de drogas se insertan progresivamente en el repertorio de conductas desviadas. No obstante, se sabe a través de distintas investigaciones que el uso de drogas afecta a la actividad criminal a través de tres canales: $ Efectos farmacológicos. $ Efectos económicos. $ Efecto sistémico del mercado ilegal de drogas. Retomando el marco penitenciario, el estudio de Heino Stover sobre “Asistencia a usuarios de drogas en las prisiones de la Unión Europea”, 2001, subvencionado por el Observatorio Europeo de las Toxicomanías, estima que alrededor de 180.000-600.000 usuarios de drogas pasan por los sistemas penitenciarios europeos anualmente. Las principales conclusiones de este estudio son: 116 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Las sustancias psicoactivas están disponibles en la mayoría de los sistemas penitenciarios estudiados. Aunque la frecuencia de uso respecto a la comunidad es diferente. Un alto porcentaje de reclusos reportan que las drogas son la principal moneda de cambio en prisión. La medicalización del uso de sustancias psicoactivas está extendida en el sistema penitenciario. Los jóvenes reclusos tienen una menor percepción del riesgo respecto al uso de drogas. Además, diversos estudios reportan el uso de drogas inyectadas en prisión; que algunos sujetos inician su consumo en prisión; y que algunos sujetos se inician en la vía inyectada durante su estancia en prisión. (Annual report on the state of the drugs problem in the European Union, 2000, EMCCDDA). Estos datos demuestran que los drogodependientes en prisión han pasado de estar en una situación casi de invisibilidad a ser un colectivo central e importante tanto para la sociedad civil como para las Administraciones Públicas. Y es que las prisiones y la drogodependencia son una realidad en nuestro país, la primera es real para 45.000 reclusos y el personal que trabaja en este ámbito, y la segunda para aproximadamente cerca del 50% de aquellos que tienen problemas con las sustancias psicoactivas y están encarcelados. Y mientras existan hemos de responder eficazmente al reto del encarcelamiento de drogodependientes. De hecho, en nuestro país, alrededor del 17% de los aproximadamente 45.000 internos están infectados por el VIH, este porcentaje alcanza un 47-67% en los UDIs. Pero hay que pensar que en 1990 la prevalencia de VIH entre esta población se acercaba al 30%. Asimismo, distintas fuentes sobre diferentes itinerarios del sistema punitivo muestran como el uso problemático de drogas está asociado a conductas delictivas: Nivel: Detención. El estudio “Drogas y delitos: perfil de la persona atendida en la Clínica Médico Forense de Bilbao durante el año 1996" arroja el dato de que seis de cada diez personas detenidas que pasan por esta clínica y que son objeto de un reconocimiento psiquiátrico son consumidoras de drogas. Este colectivo ha consumido todo tipo de drogas, la más habitual es la heroína, otras sustancias como la cocaína y los psicofármacos son objeto de consumo diario. En el consumidor de heroína, que representa el 72% de los detenidos drogodependientes, se incrementa la reincidencia, y la tipología delictiva más habitual son 117 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? los delitos contra la propiedad; en el consumidor de cocaína, que representa el 8% de la muestra de los detenidos drogodependientes, el delito más frecuente es el de tráfico de drogas. Asimismo, el estudio subvencionado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y realizado por la SIAD sobre “Los programas de atención en los Juzgados/Comisarías en las Comunidades Autónomas” estima que durante 1999 fueron atendidos 13.727 sujetos, el 75,93% de éstos tenía problemas con las drogas. Nivel: Sentencia. Nuria Castelló en su análisis de la jurisprudencia del Tribunal Supremo desde 1870 hasta el 30 de septiembre de 1995, llega a la conclusión de que el delito cometido con más frecuencia por los adictos a la droga, fundamentalmente a la heroína, es el robo. Le sigue el delito de tráfico de drogas, que se incrementa a partir de 1994-1995. (“Tratamiento jurídico penal del drogodependiente”. Memoria de investigación.). Nivel: Prisión. Como he expuesto anteriormente, en los años 80 en España y en otros países de nuestro entorno, se produjo un importante aumento de la población reclusa a expensas de los adictos a drogas por vía parenteral -UDI-, casi siempre heroinómanos. Este aumento implicó un hacinamiento importante de personas jóvenes y heroinómanas. Así, en 1986 ingresaron en los centros penitenciarios de nuestro país alrededor de 80.000 personas, se estima que aproximadamente el 70% de ellas eran consumidoras habituales de drogas ilegales. Y únicamente habían recibido asistencia 660 sujetos. Se puede decir que la realidad desbordó los recursos disponibles. Actualmente, respecto a las drogas ilegales, se ha producido una estabilización a la baja del fenómeno y un cambio importante en los hábitos de consumo en los heroinómanos. Estos resultados pueden estar en relación con la incorporación de los TMM (tratamientos con metadona). Sin embargo, aún hoy, la heroína sigue estando presente en un volumen significativo de los ingresos en prisión. 118 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Desde el punto de vista sanitario, la tuberculosis, las enfermedades de transmisión parenteral (principalmente VIH y VHC), las enfermedades psiquiátricas y el consumo de drogas continúan siendo los problemas de salud más importantes en la mayoría de los sistemas penitenciarios. También, en los últimos años, se observa un aumento de los problemas relacionados con la cocaína, que aparecen en gran medida asociados con los heroinómanos politoxicómanos. Actualmente distintos estudios estiman alrededor del 50% la población penitenciaria que declara consumo de drogas antes de su ingreso en prisión (tabla 1 y 2). En este sentido el estudio “Investigación sobre el perfil sociosanitario de los pacientes atendidos en los programas de atención a drogodependientes de Cruz Roja Española en Instituciones Penitenciarias. Evaluación de Intervenciones” 2001, subvencionado por la DGPNSD y realizado por la Fundación de Atención a las Toxicomanías de Cruz Roja, ha estimado que el 7,1% de los que habían consumido heroína alguna vez en su vida (el 95% de los usuarios) había iniciado el consumo en la cárcel; Y el 2,9% en el caso de los que habían consumido cocaína (el 97,5% de los usuarios), pero hay que considerar que hubo una tasa muy baja de respuesta (alrededor del 25%). Por ello si solamente considerásemos las respuestas, los resultados de estas cuestiones serían un 28,2% y un 16,5% respectivamente. La veracidad parece asegurada por el alto grado de silencio. Asimismo, este estudio aporta el dato de que el 49% de los usuarios declaró haber compartido alguna vez jeringuillas en prisión. En Instituciones Penitenciarias no sólo se aprecia el nivel del uso de drogas sino también, la otra cara de la moneda, el delito de tráfico de drogas. El 52,56% de la población penitenciaria penada en el año 2000 estaba imputada por delitos contra el patrimonio y el 30,2% por delitos contra la salud pública. Además, el 61,24% de los penados eran reincidentes (tabla 3). Por otra parte, en los datos indicados en las distintas fuentes manejadas, podemos observar una relación entre reincidencia, consumo de drogas y delitos contra la propiedad. De hecho, en los consumidores de drogas se aprecia una mayor reincidencia, al igual que en los sujetos que cometen delitos contra el orden socioeconómico. Existe una relación entre tipología delictiva y drogodependencia avalada por distintos estudios. 119 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Distintas investigaciones demuestran que el uso activo de drogas acelera la tasa en el crimen de los usuarios por un factor de 4 hasta 6 (Ball, Rosen Flueck, & Nurco, 1981; Ball, Shaffer, & Lipoton, 1985.); que el número de veces que un sujeto ha estado encarcelado está altamente correlacionado con la historia de abuso de sustancias (Merrill et al., 1996); que la reincidencia decrece en aquellos sujetos que se someten a tratamiento (Nielsen, Scarpiti y Iniciardi, 1996); y que la reincidencia decrece así como incrementa el tiempo de tratamiento (Fabelo, 1994). Asimismo, el alto grado de reincidencia en esta población hace que las penas sean más altas, la prisión preventiva más constante y las alternativas más lejanas. Pero no hay que dejar de vista, que la recaída en el delito es también el fracaso del Derecho Penal, la reincidencia es un problema social y jurídico (Zugaldía Espinar). En la tabla 3 también podemos observar como se estabiliza el número de internos por delitos contra el patrimonio y como aumentan los ingresos en prisión por delitos contra la salud pública. Distintos factores hipotéticos pueden estar influyendo, como una mayor presión policial hacia los delitos contra la salud pública, y un descenso en el uso problemático de drogas (todos los datos apuntan a una estabilización, o incluso, un descenso en el consumo de heroína, así a pesar de que la heroína continúa siendo la sustancia que provoca el mayor número de admisiones a tratamiento, según el Indicador Admisiones a Tratamiento del Observatorio Español sobre Drogas, esta sustancia está perdiendo progresivamente peso en relación con las demandas asistenciales por abuso o dependencia a las drogas que se registran en España). Este hecho se podría poner en relación con investigaciones americanas, éstas evidencian que los períodos de crecimiento del uso de drogas están asociados con períodos de crecimientos de delitos de no drogas. Y que el uso de drogas correlaciona positivamente con atracos y robos en viviendas. De acuerdo con los datos presentados en la tabla 3 y 4, la estructura de la población reclusa en estos últimos años ha tenido unos cambios significativos relacionados con las drogas: el incremento del peso específico de la población femenina, en 1987 representaba el 5,37% del total de la población, en el 2000 representó más del 9%, incremento estrechamente relacionado con el creciente fenómeno del tráfico y consumo de drogas; y el peso específico del tipo criminológico del delito contra la salud pública. 120 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Hay que destacar que el peso de los delitos contra la salud pública es relativamente reciente. El estudio realizado por Canteras Murillo en los años 83 y 87, el autor observa que en ambos períodos el tipo de delito más común entre las mujeres es el relativo a la propiedad (más del 60%). Así, si tenemos en cuenta el género de la población penitenciaria, se puede observar que la mujer es condenada más a menudo por delitos contra la salud pública, y en concreto las reclusas de etnia gitana son condenadas más a menudo (Informe Barañí). La investigación moderna en torno a la mujer delincuente es relativamente reciente. De acuerdo, a los datos aportados, se puede observar a la mujer delincuente actual como una víctima de la femenización de la pobreza, ya que son mujeres con bajo nivel cultural; sin cualificación laboral; crónicamente paradas; un alto porcentaje pertenece a minorías étnicas; con cargas familiares; y sin sofisticación criminal. En este sentido, el informe del Ministerio del Interior de Reino Unido “Mujeres y sistema de justicia criminal” 2000, estima que el 55% de las mujeres encarceladas tienen hijos menores de 16 años, y un tercio de la población penitenciaria femenina tiene hijos menores de 5 años. Además, en esta población es más probable que exista un historial de abuso de sustancias, abuso sexual y psicológico (estudio de Miranda y otros, el 38,2% de las mujeres declaró haber sido golpeada alguna vez en su vida y el 16,5% declaró haber sufrido abusos sexuales) estos datos corroboran otras investigaciones realizadas a nivel internacional (Dorothy y otros en EE.UU.). Estas diferencias avalan la implantación de programas específicos en función del género. Y es que el aumento del número de mujeres en los centros penitenciarios ha supuesto durante los últimos años una constante que condiciona cualquier aproximación al análisis de su situación dentro del sistema penitenciario. De hecho, actualmente el estado español, con cerca de un 9% de mujeres encarceladas, respecto a la población penitenciaria total, es uno de los países europeos con mayor tasa de reclusión femenina. ¿Cómo se desarrolla el internamiento de esta población?. Los mecanismos institucionales de atención con esta población, no pueden analizarse 121 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? separadamente de la realidad expuesta, tampoco de la respuesta penal, ésta última no sólo condiciona la realidad social de las drogas sino que también la define. Actualmente, se tiende a un planteamiento comunitario tanto del problema de la drogodependencia como de la delincuencia, se trata en primer lugar de prevenir la aparición de la conducta delictiva y de la conducta toxicómana sin dejar de ofrecer una respuesta terapéutica tanto al infractor como al drogodependiente. Y en estas tareas de prevención y tratamiento se tiende cada vez más a implicar a la comunidad, así la labor del movimiento asociativo es muy importante en el abordaje de estas problemáticas. De hecho, los recursos específicos de atención para drogodependientes, públicos o privados con financiación pública, recursos que son homologados por cada Comunidad Autónoma, son dispositivos a los que puede acudir el sistema punitivo. Además, hay que tener en cuenta las orientaciones del Informe de la Comisión Mixta Congreso-Senado sobre Drogas, en éste se señala que los programas de atención han de orientarse especialmente a atraer a las redes asistenciales normalizadas a los consumidores de drogas con más necesidades sociales y sanitarias. Por otra parte, el Reglamento Penitenciario y el Código Penal amplían los márgenes de aplicación de tratamiento en recursos comunitarios, lo cual conlleva una línea de política criminal basada en la asunción del principio de prioridad de cuidados frente al castigo. En nuestro sistema de Justicia-Criminal existen las siguientes respuestas de atención sociosanitaria: Programas en Comisarías y Juzgados Estos programas responden a la necesidad de tomar medidas en el campo de la política criminal dirigidas a identificar en una etapa precoz los factores de riesgo para poder intervenir sobre ellos y evitar el recividismo, ya que una edad joven y una corta historia de delincuencia son predictores de mejores resultados. Por ello, hay que considerarlos un recurso más de la red de atención a drogodependientes. Estos servicios sirven, y en este sentido se deben fomentar, para impulsar los cumplimientos 122 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? alternativos a la pena privativa de libertad, ya que pueden realizar una valoración de la drogodependencia y del tipo de tratamiento, así como la emisión de los informes de seguimiento. Un total de 32 servicios existen en nuestro país según el estudio “Los Programas de atención en los Juzgados/Comisarías en las Comunidades Autónomas” realizado por entidad S.I.A.D. (Servicio Interdisciplinar de Atención a las Drogodependencias) y subvencionado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. El estudio recoge la implementación de estos servicios en nuestro país, desde 1987 estos dispositivos se han extendido por distintas Comunidades Autónomas, éstos se pueden clasificar en servicios de atención al detenido en general y servicios específicos de atención al detenido drogodependiente. Esta investigación afirma que estos servicios que aparentemente son iguales realmente son distintos, con objetivos similares en teoría, el cumplimiento de los mismos no tiene nada que ver en la práctica, dado que ni la composición de los equipos es igual, ni los horarios de atención, así como la ubicación de estos dispositivos. Además, durante los últimos años se han implementado programas de intervención en comisarías de diferentes Comunidades Autónomas. Estos dispositivos asientan sus bases en el Proyecto de Intervención en Comisarías elaborado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas en junio de 1998, en cuya financiación y desarrollo contribuye igualmente esta Delegación. Cumplimientos alternativos al ingreso en prisión en recursos de atención comunitarios La entrada en vigor del Código Penal, ha implicado que la administración penitenciaria haya adaptado su modelo organizativo para responder a las nuevas demandas derivadas de las sanciones de este sistema punitivo. A este respecto, se reorganizaron los Servicios Sociales Penitenciarios para acomodarlos en mayor a las necesidades derivadas del Código Penal. Un total de 441 cumplimientos alternativos fueron registrados por estos Servicios desde la 123 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? aplicación del Código Penal hasta 1999, el 62,3% estaban relacionados con tratamiento en drogodependencias. La distribución según la medida alternativa aplicada ha sido la siguiente: $ Se aplicaron 163 medidas de seguridad privativas, de las cuales el 75% estaban relacionadas con tratamiento en drogodependencias. $ Medidas de seguridad no privativas se aplicaron 123, el 82% relacionadas con drogodependientes. $ 155 suspensiones de condena, el 49% de éstas se aplicaron en drogodependientes. Estos datos suponen una subestimación del número de cumplimientos alternativos, ya que estos servicios se acaban de reorganizar y por ello no todos los tribunales sentenciadores han requerido su intermediación. En estos datos no está incluida Cataluña, en esta comunidad se creó en 1995 una Dirección General de Medidas Alternativas que lleva el control de estas medidas. Desde la entrada en vigor del Código Penal, en mayo de 1996 hasta los primeros 6 meses de 1999, los jueces catalanes han dictado 1.337 sentencias que imponían penas alternativas a la prisión a 479 sujetos. En el 44,9% de estas sentencias se aplicaron medidas de tratamiento para drogodependientes. Por otra parte, desde la ONG Proyecto Hombre, la ONG más representativa en el apoyo a estas medidas, se observa un incremento de las medidas alternativas y una disminución de los sujetos drogodependientes en tratamiento que ingresaron en prisión (Figura 1). Ofertas terapéuticas en prisión Los esfuerzos para reducir el consumo dentro de las prisiones no están bien documentados y escasamente evaluados. Esto contrasta con el incremento de riesgo de consumo de drogas en los reclusos, por dos factores, uno la alta demanda de medicamentos psicoactivos en prisión, y otro, la sobrerepresentación del uso de drogas en poblaciones delincuentes. 124 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? El citado estudio de Heino Stover, llega a la conclusión de que los 15 estados de la Unión Europea estudiados ofrecen algún tipo de tratamiento en prisión. La mayor parte de los países tienen un modelo mixto de intervención de atención a toxicómanos, asistencia por personal penitenciaria y expertos externos a la institución, lo cual incrementa el lazo entre la prisión y la comunidad ello implica asegurar la continuidad del tratamiento tanto para los sujetos que ingresan en el sistema como para los que salen del mismo. Según el mismo estudio, la aproximación dominante en el sistema penitenciario europeo son los programas basados en el principio de la abstinencia, así en Austria, Inglaterra y Escocia han aumentado las áreas libres de droga incluyendo tests de orina. Sobre los tratamientos de sustitución, los cuales se han desarrollado en este ámbito durante la década de lo noventa, destaca que los países con mayor nivel de dispensación son España y Austria. En Reino Unido, Italia, Alemania y Países Bajos tienen una implementación mínima. Y en cuanto a los programas de intercambio de jeringuillas expone que sólo están implantados en Alemania, Suiza y España. La citada investigación destaca la extensión de estos tratamientos en nuestro país. Concluye, afirmando que el principio de tratamiento en vez de castigo es adoptado en la mayoría de los países de la Unión Europea. Volviendo a nuestra realidad penitenciaria, dos son las pautas de intervención penitenciaria en drogodependencias establecidas desde la Administración Penitenciaria y el Plan Nacional, éstas son: 1. Tratamiento intrapenitenciario.El tratamiento penitenciario, en los últimos años, tiene como objetivo la incorporación de los dispositivos comunitarios y los profesionales extrapenitenciarios a la prisión. Las modalidades terapéuticas que se están llevando a cabo son las siguientes (en la figura 2 se presenta la evolución de los usuarios por modalidad terapéutica durante 1995-2000): 125 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? $ Programas de prevención. $ Desintoxicaciones pautadas. $ Los programas de intercambio de jeringuillas. Actualmente existen programas de intercambio de jeringuillas en 9 centros penitenciarios (Basauri, 1997; Pamplona, 1998; Tenerife, 1999; 5 centros penitenciarios gallegos, 2000). Aparte de experiencias muy puntuales en Alemania y Suiza, España está siendo un país pionero en la implantación de estos programas. $ Los programas de metadona. Prácticamente todos los centros penitenciarios disponen de esta modalidad terapéutica. El número de usuarios se ha incrementado significativamente en los últimos años, de hecho en algunas Comunidades Autónomas los consumidores de opiáceos atendidos en el medio penitenciario superan a los consumidores atendidos en la red comunitaria. $ Programas de deshabituación en régimen ambulatorio. Los internos atendidos conviven con el resto de la población penitenciaria y utilizan los recursos generales del centro. $ Programas de deshabituación en espacio terapéutico específico. Estas actuaciones se desarrollan en un módulo específico del centro, pueden ser tipo centro de día o tipo módulo terapéutico cuando pernoctan en el módulo. Sobre estos últimos hay que destacar la experiencia piloto del proyecto global de intervención en drogodependencias que se está realizando en el centro penitenciario de Soto del Real, en la Comunidad de Madrid. Un total de 27.722 internos drogodependientes han sido atendidos en programas de deshabituación y en programas de reducción del daño (TMM) durante el 2000. 2. Tratamiento extrapenitenciario.El tratamiento extrapenitenciario intenta potenciar la derivación de los reclusos drogodependientes a dispositivos comunitarios de tratamiento, tanto en régimen 126 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? ambulatorio como de internado. Estas respuestas no siempre conllevan unos dispositivos específicos para la atención del drogodependiente delincuente, en la mayoría de las derivaciones desde prisión a tratamiento en redes comunitarias y en los cumplimientos alternativos se acude a los dispositivos generales de atención de los drogodependientes. Durante el año 2000, 7.630 internos han sido derivados a dispositivos comunitarios (Figura 3). Hay que destacar el incremento observado en los últimos años. Este incremento está relacionado con el importante número de personas que salen de prisión en tratamiento con metadona. En la figura 3 se presenta la evolución de los usuarios por modalidad terapéutica durante 1995-2000. Con estos datos queda manifiesto el esfuerzo realizado por la institución penitenciaria en preparar la salida y continuación del tratamiento en la comunidad. Por último, señalar que la financiación de estos programas específicos de atención al drogodependiente delincuente proviene de distintas partidas presupuestarias: Del Organismo Autónomo de Trabajos Penitenciarios, que ha comenzado a destinar una cantidad presupuestaria para el cumplimiento de medidas de seguridad en centros de deshabituación; del Ministerio de Asuntos Sociales, a través de la Orden de Ayudas del 0,52% se subvencionan programas destinados a cumplimientos alternativos y a drogodependientes reclusos; y por último, desde el Ministerio del Interior, a través de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas se transfiere a las Comunidades Autónomas de los presupuestos generales una partida presupuestaria destinada a poblaciones drogodependientes con problemas jurídico penales. Hemos podido observar que el tratamiento penitenciario tiene un doble sentido comunitario de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro. Así incorpora recursos comunitarios para desarrollar el tratamiento intrapenitenciario y deriva reclusos a dispositivos de la comunidad para desarrollar el tratamiento extrapenitenciario. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Como se ha podido apreciar, un alto porcentaje de los sujetos atendidos en el sistema de justicia criminal tienen problemas de drogodependencia, son usuarios que representan a los consumidores más antiguos y socialmente más marginados, y por ello más visibles y fáciles de 127 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? captar que otras poblaciones criminales y de consumidores. Este perfil supone un deterioro biopsicosocial de estos sujetos. En concreto, en nuestro país, se estima que sobre la mitad de los reclusos hacen un uso ilegal de drogas, y existe una asociación entre este uso y la transmisión de enfermedades infecciosas. Ante esta realidad, la reducción de daños comienza a convertirse en una condición de la mayor parte de los objetivos del sistema penal. La respuesta penal se ha ido ajustando a este perfil de delincuente toxicómano, en muchos casos primando la drogodependencia, de hecho cada vez es mayor el número de detenidos y reclusos que están bajo tratamiento, un porcentaje notable en tratamiento con metadona. Así, existe una extensión y diversificación de las ofertas terapéuticas en los tres niveles de este sistema: los programas de información y motivación están presentes en todos los niveles del sistema punitivo; los programas de intervención con el detenido drogodependiente existen en diversos juzgados y comisarías; los programas de intercambio de jeringuillas, desde hace cuatro años, se están implantando en nuestro sistema penitenciario; y por último, la aplicación del tratamiento alternativo a la pena privativa está teniendo un impulso notable. Se puede decir, que en general, se ha consolidado el apoyo social y médico a delincuentes drogodependientes que entran en contacto con las autoridades judiciales. No obstante, estas actuaciones hay que englobarlas en un marco más amplio de atención a la marginación, en un enfoque global de los problemas sociales. En este sentido, la política criminal debe estar encuadrada en políticas sociales que aseguren medidas políticas de prevención y de inserción. En la intervención en drogodependencias como en la conducta desviada, no sólo hay que individualizar el tratamiento sino también enfocarlo de forma interdisciplinar. Así no sólo hay que considerar estas conductas desde la teoría de la desviación, sino también considerarlas desde la teoría económica, es decir, como una reacción individual a unas ganancias e incentivos, ya que existe una interacción entre precios de drogas, consumo de drogas y ganancias de las drogas. Los individuos se ven envueltos en la actividad delictiva dependiendo de las expectativas de los beneficios de ésta, de las recompensas del trabajo legal, de sus riquezas, de sus inclinaciones, y de los costes de las actividades criminales, tales como los asociados con la detención, condena y encarcelamiento. 128 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Desde este punto de vista, la intervención en los sistemas de control formal e informal adquiere un papel relevante. Por ello, el tratamiento del drogodependiente en prisión es necesario, técnicamente viable y jurídicamente un deber de la administración penitenciaria Es necesario: Las prisiones son un elemento clave en la cadena del tratamiento, van a seguir soportando un alto porcentaje de usuarios de drogas. El alto porcentaje de sujetos drogodependientes que ingresan en prisión no es un grupo homogéneo. En prisión también ingresan sujetos no drogodependientes pero que están en una situación de riesgo, la propia institución es un factor de riesgo. Es técnicamente viable: De acuerdo, a los programas de intervención descritos en esta exposición, existe toda una variedad de recursos a los que el Sistema de Justicia Criminal puede acudir. La cuestión es saber si realmente son insuficientes y si existe una desigualdad territorial en la implantación de estos recursos. De hecho, ha habido un crecimiento y una progresiva apertura de las instituciones penitenciarias para trabajar con ONGs y sociedad civil, tratando de emular el tratamiento en la comunidad. Pero los programas aún son escasos e insuficientes, aunque lo suficientemente asentados para incrementar la calidad de los mismos. Algunas investigaciones, así en Estados, Unidos avalan la eficacia del tratamiento penitenciario (Tim y Leukefeld “ El tratamiento del abuso de drogas en cárceles y penitenciarias”, F.A.D., 1995). Es jurídicamente un deber: La administración penitenciaria tiene el deber de orientar la pena privativa de libertad hacia la reinserción social. Para lograr esta finalidad ha de dirigir su intervención, por un lado, a evitar o paliar los efectos nocivos de la institución carcelaria; y por otro lado, debe facilitar al interno una actividad terapéutica. 129 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? En este sentido, están establecidas en la propia normativa penitenciaria, una serie de intervenciones con los internos que presentan alguna problemática con la droga, tanto con actuaciones dentro de los centros (intervención intrapenitenciaria) como fuera de los mismos (intervención extrapenitenciaria). El sistema penitenciario puede proveer una oportunidad de intervención, aunque para algunos no sea el sitio ideal, para otros es una excelente oportunidad (Wexler). Por muy conscientes que seamos de la enorme dificultad que representa preparar al recluso para la reinserción en una sociedad libre y abierta, desde un medio inevitablemente cerrado y coactivo, por muy problemática que resulte esta función para la administración penitenciaria, es incuestionable que, por lo menos, lo que hay que intentar eliminar del ámbito penitenciario es todo aquello que pueda agravar la marginación del recluso, y facilitar el tratamiento. Para finalizar, decir que, respondiendo a la pregunta objeto de debate, hay que mejorar la intervención penitenciaria y continuar aplicando sustitutivos a la prisión. Se puede decir que no se trata de crear centros o programas ad hoc para esta población, sino de coordinar esfuerzos y recursos. Esta tarea, resulta en mayor medida necesaria, con la promulgación de la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores. En esta Ley se regulan expresamente el tratamiento terapéutico y ambulatorio previsto para la los menores que presenten una dependencia al alcohol o a las drogas, en el caso del ambulatorio exige ser tratado en la misma comunidad. En este sentido, se podrían hacer las siguientes recomendaciones: Acentuar la intervención en este altísimo porcentaje detenidos que quedan en libertad provisional y presentan problemas de adicción a sustancias psicoactivas. Unificar y optimizar estos dispositivos. Así desde el punto de vista de las fuentes de financiación se ha observado una dispersión, quizás sería conveniente coordinar en mayor grado este apartado. Desde otro punto de vista, también existe una dispersión de servicios, así por ejemplo en algunas comunidades autónomas existen servicios de atención al detenido, unidades de valoración judicial del drogodependiente con problemas penales, programas en comisarías, y servicios de atención a la víctima; en otras comunidades, existen pisos tutelados, pisos de cumplimiento de penas, comunidades terapéuticas, etc. La cuestión que se plantea es conocer sí estos recursos están lo suficientemente coordinados y unificados. Realizar un seguimiento de estos recursos, en el sentido de, que garanticen los 130 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? derechos de los sujetos sometidos a medidas tratamentales y emitan los correspondientes informes a los órganos judiciales. Y establecer unos criterios mínimos de calidad o normas de estos programas o servicios e informatizar las actuaciones. Conocer la accesibilidad real de la red asistencial en drogodependencias a este tipo de población. Proporcionar mayor información y formación al sistema de Justicia Criminal sobre la red asistencial. Plantearse estrategias para una mayor accesibilidad de este sistema a la red, una de las estrategias posibles podría ser que este sistema se dirigiera a una instancia concreta cuando aplicase una sanción que conllevase tratamiento en drogodependencias y cuando surjan dificultades con el dispositivo de atención. Esta vía permitiría valorar el ajuste entre oferta/ demanda de recursos. En suma, existe una necesidad de una mayor coordinación entre el sistema punitivo y el sistema sociosanitario. 131 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Tabla 1. - Consumo de drogas en población penitenciaria según diferentes estudios, 1994-1998. FUENTE MUESTRA CONSUMO DROGAS Evaluación terapéutica previa del drogodependiente que ingresa en prisión. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y Dirección General de Instituciones Penitenciarias, 1994. Más del 25% de los centros y más del 30% del total de ingresos en el período considerado. Muestra final 1.541 internos. Mil voces Presas. Ríos JC, Cabrera P. Universidad Pontificia de Comillas, 1998 1.011 reclusos procedentes de 62 centros penitenciarios. Análisis de la eficacia y adecuación de las políticas penitenciarias a las necesidades y demandas de las mujeres presas. Miranda MJ, Barberet R, Canteras A, Romero E. 1998. Aplicación de un cuestionario a 356 mujeres seleccionadas al azar en 18 centros. Fuente: Delegación del Gobierno para el Plan sobre Drogas 132 El 54,2% de las personas que ingresaron en prisión consumían heroína y/o cocaína. El 46,3% consumía alguna de estas sustancias en el momento de ingresar en prisión: - El 30,7% heroína y cocaína. - El 12,2% heroína - El 3,4% cocaína El 39,1% había utilizado la vía parenteral en el consumo de drogas en el último mes. El 56,5% se declara consumidor de drogas. El 39% había utilizado la vía parenteral y el 27% había compartido jeringuillas. El 29% estaban en tratamiento antes de ingresar en prisión, el 38% de éstos en tratamiento con metadona. El 70% declaró haber consumido alguna vez en la vida drogas. El 52% declaró que el consumo de drogas tenía mucha relación con su ingreso en prisión. El 35% manifestó haber consumido drogas varias veces al día. Un 39,4% manifestó necesitar ayuda para controlar sus problemas con las drogas. I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Tabla 3. - Características de la población penitenciaria española (%). España 1999-2000. Género H 91,5 91,9 M Extranjeros 17,8 19,9 Penados 75,5 79,4 Clasificación Penitenciaria 2,65 2,6 1º 71,2 72,12 2º 13,6 12 3º Edad (penados) 35,3 36,9 31-40 14,3 15,5 41-60 Tipología delictiva (penados) Contra la Salud Pública 28,5 30,2 Contra el orden socioeconómico 52,4 52,56 Reincidencia (penados) 56,9 61,24 Población penitenciaria total 44.197 45.104 Tabla 4. - Población penitenciaria. Perfil del recluso por género. España 1999-2000 (%). 1999 2000 1999 2000 % total población penitenciaria 91,6 91,9 8,4 8,1 Extranjeros 17,8 19,7 18,86 22 Penados 75,8 77,8 73,5 77,9 Clasificación penitenciaria 1º 2,47 2,69 4,67 1,6 2º 72 72,4 62,5 68,6 3º 12,98 12,76 20,86 18,5 Edad (penados) 31-40 35,5 37,1 32,9 34,6 41-60 14,2 15,5 15,5 15,4 Reincidencia (penados) 57,5 Tipología delictiva Contra la salud pública 26,7 Contra el orden socioeconómico 53,6 61,7 49,96 56,4 28,2 48,7 52,9 53,8 38,7 38,8 Fuente: Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas a partir de datos elaborados por la Dirección General de Institucione sPenitenciarias. Población penitenciaria referida a 31.12 1999 y a 31.12.2000 133 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Tabla 2.- Consumo de drogas en la población penitenciaria femenina según diferentes estudios,1998-2000 FUENTE MUESTRA CONSUMO DROGAS ALGUNA VEZ EN LA VIDA La mujer drogodependiente penada en los centros penitenciarios. SIAD. 2001 1.123 reclusas penadas de 7 centros penitenciarios. El 30,6% de las reclusas en las que se estima drogodependencia es objeto de este estudio. Se estima que 575 internas (51,20%) son drogodependientes. El 30,6% de éstas es objeto de esta investigación. CONSUMO DROGAS EN LOS ULTIMOS 30 DIAS El 19,3% de las reclusas drogodependientes estudiadas declara haber consumido algún tipo de sustancia psicoactiva en los últimos 30 días. Tipo de sustancia consumida: Hachís: 38,23 Heroína: 26,47 Heroína + cocaína: 8,82 Heroína + hachís: 8,82 Vía principal de consumo: Fumada: 76,47 Oral: 5,88 Más de una vía: 20,58 Comportamientos de riesgo: 1 reclusa declara compartir jeringuillas Proyecto Barañí. Mujeres gitanas y sistema penal. La Kalle. 2000. Análisis de la eficacia y adecuación de las políticas penitenciarias a las necesidades y demandas de las mujeres presas. Miranda MJ, Barberet R, Canteras A, Romero E. 1998. 292 reclusas gitanas de 12 centros penitenciarios. El 49% es o ha sido consumidora de drogas ilegales. Aplicación de un cuestionario a 356 mujeres seleccionadas al azar en 18 centros. El 70% declaró haber consumido drogas alguna vez: Alcohol 42%; heroína 41%; y cocaína 39%. La frecuencia anterior de consumo “varias veces al día” declarada para estas sustancias fue: alcohol 6,2%; heroína 35,4%; y cocaína 27% Fuente: Delegación del Gobierno para el Plan sobre Drogas 134 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Figura 3. Evolución del número de internos en programas de drogodependencias. España, 1995-2000. 25.000 20.214 20.000 18.899 17.454 15.795 15.000 16.283 15.344 15.793 14.208 14.144 10.577 10.000 5.828 5.316 5.223 4.253 4.251 3.427 3.525 5.000 2.204 2.205 2.192 1.658 1.247 1.560 0 2.041 Preventivos Ambulatorios Modulares Metadona 1995 14.208 3.427 1.247 2.041 1996 15.795 3.525 1.560 5.828 1997 15.344 4.253 1.658 10.577 1998 15.793 5.223 2.204 16.283 1999 14.144 4.251 2.205 18.899 2000 17.454 5.316 2.192 20.214 Fuente: DGPNSD. Datos facilitados por la Dirección General de II.PP. No está incluida la población penitenciaria de Cataluña; esta Comunidad tiene asumidas las competencias en esta materia Figura 4. Evolución del número de internos derivados a recursos comunitarios: centros de día, centros ambulatorios, comunidades terapéuticas y PMM. España, 1994-2000. 5000 4.553 4500 4000 3500 3.236 3000 2500 2.038 2000 1.932 1.881 1.843 1500 1.123 1000 500 0 683 284 230 768 772 482 446 456 446 190 253 492 419 442 514 537 Otros recursos deshabituación C. Ambulatorios Com. Terapéuticas 1994 284 482 446 PMM 1995 230 768 1.123 1996 446 456 492 1997 190 2.038 419 3.236 1998 253 1.932 442 4.553 1999 683 1.843 514 4.681 2000 772 1.881 537 4.440 DGPNSD. Datos facilitados pr la Dirección General de II.PP. No está incluida la po9blación penitenciaria de Cataluña, esta Comunidad tiene asumidas las competencias en esta materia 135 4.681 4.440 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Federico Pérez Agudo Servicio Médico del Centro Penitenciario Madrid V Introducción: El planteamiento clásico considera la toxicomanía como una enfermedad crónica biopsicosocial lo que implica un abordaje terapéutico multidisciplinar, abarcando la esfera médica, la psicológica y la parte social de la persona; esto nos indica que estamos tratando un problema complejo con resultados, que en muchos casos, no van a ser los esperados, tanto en el medio intra como extra penitenciario. A este planteamiento clásico y como novedad hay que añadir, en la actualidad, la implicación del componente genético de cada individuo, el cual va a condicionar, de forma sustancial la respuesta del paciente, tanto a la adicción a las drogas como a la tolerancia, al desarrollo de abstinencia física o a las recaídas y al fracaso de los tratamientos en él realizados. Los estudios1 realizados en animales de laboratorio, que incluyen modelos conductuales, han localizado los lugares diana de las drogas en el cerebro y han detallado las adaptaciones crónicas tras el consumo prolongado. En este sentido, investigaciones realizadas sobre grupos de roedores genéticamente distintos, han mostrado diferencias importantes en las conductas reforzadoras que producen las drogas, motivando de forma más frecuente las recaídas. Desde el modelo estructural de doble hélice de la cadena de ADN descrito por Watson y Crick en 1953 hasta ahora, se han determinado multitud de patologías cuyo componente genético está claramente definido. El avance científico que ha supuesto en este año el Proyecto Genoma Humano, el cual ha determinado la secuencia de los aproximadamente 40.000 genes (26.38339.114)2 1 Kreek MJ. Drug addictions. Molecular and cellular endpoints. Ann N Y Acad Sci. 2001 Jun;937:27-49. Lichtermann D, Franke P, Maier W, Rao ML. Pharmacogenomics and addiction to opiates. Eur J Pharmacol. 2000 Dec 27;410(2-3):269-279. LaForge KS, Yuferov V, Kreek MJ. Opioid receptor and peptide gene polymorphisms: potential implications for addictions. Eur J Pharmacol. 2000 Dec 27;410(2-3):249-268. Bergeson SE, Helms ML, O'Toole LA, Jarvis MW, Hain HS, Mogil JS, Belknap JK. Quantitative trait loci influencing morphine antinociception in four mapping populations. Mamm Genome. 2001 Jul;12(7):546-53. Enoch MA, Goldman D. The genetics of alcoholism and alcohol abuse. Curr Psychiatry Rep. 2001 Apr;3(2):144-51. Buck KJ, Finn DA. Genetic factors in addiction: QTL mapping and candidate gene studies implicate GABAergic genes in alcohol and barbiturate withdrawal in mice. Addiction. 2001 Jan;96(1):139-49. Review. 2 (Science, 2001;291;1304-1351) y (Nature,2001409,860-921) 136 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? de la raza humana, va a permitir en breve espacio de tiempo la localización del lugar físico, es decir el gen y la zona cromosómica, de gran cantidad de patologías, entre las cuales se encuentran las adicciones. La secuencia completa del genoma humano es accesible en Internet y de forma interactiva en la dirección http://www.ncbi.nlm.nih.gov/genome/human Los avances en terapia génica y proteómica van a abrir un nuevo campo en el tratamiento de las toxicomanías, modificando los comportamientos de estos pacientes así como sus respuestas a los tratamientos, al igual que en otras patologías como síndromes de inmunodeficiencia congénita o alteraciones en la producción de ciertas enzimas que producían patologías metabólicas y en este momento con terapia génica han podido ser resueltos. Tratamiento de los pacientes toxicómanos en Centros Penitenciarios Es cierto que la privación de libertad y lo que podemos denominar “estrés jurídico” que se plantea en cualquier persona que ingresa en prisión, no genera el mejor momento para iniciar un tratamiento o abordaje de su toxicomanía. Sin embargo hemos de coincidir, y así lo hemos observado en los Servicios Médicos de los Centros Penitenciarios, que la situación creada con ese ingreso en prisión, permite un acceso más fácil al paciente por parte de los servicios asistenciales y médicos, implica un periodo de reflexión (obligada) del toxicómano y un cese en el consumo compulsivo de drogas. En IIPP existen dos tipos de centros que van a condicionar tanto la situación del toxicómanointerno como el abordaje terapéutico del mismo: 1. Centros de Preventivos: • Poco tiempo de estancia (por libertad o traslado a un Centro de penados) • Situación estresante jurídico-penal • Mala situación clínica y síndrome de abstinencia 2. Centros de Penados: • Permanencia en el tiempo • No existe estrés legal (asimilación) • Estabilidad clínica, inexistencia de síndromes de abstinencia 137 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? El abordaje tras el ingreso de un toxicómano en un centro penitenciario preventivo como es el de Madrid V en Soto del Real es el siguiente: • Al ingreso, el interno (todos, toxicómanos o no) son vistos en las primeras 24 horas por un médico, enfermero, asistente social, psicólogo y un educador. • Hay que destacar que nos encontramos habitualmente con pacientes con una mala situación clínica y pluripatología: • • infecciones por VIH,VHB,VHC • tuberculosis • enfermedades de transmisión sexual • poli toxicomanías • enfermedades mentales En el caso del usuario de drogas lo primero es tratar el síndrome de abstinencia con: • sustitutivos opiáceos (codeína) • ansiolíticos e hipnóticos • fármacos neurolépticos • tratamiento sintomatológico • en casos de embarazadas* o pacientes con muy mala situación clínica se inicia el tratamiento de forma directa con metadona *son pacientes que ingresan desde una situación de libertad, sin que los medios asistenciales hayan conseguido iniciarla en un tratamiento con metadona que reduciría el alto riesgo de aborto y evitaría la transmisión vertical del VIH • En el mismo departamento de ingresos si el paciente lo desea se realiza la solicitud de inclusión en: • Programa de mantenimiento con Metadona (PMM) • Programa con antagonistas opiáceos (Naltrexona) • Clasificación al módulo de motivación para ingreso en el Programa libre de drogas (Proyecto Hombre) • En el momento actual en el cetro penitenciario Madrid V se encuentran incluidos 190 internos en PMM, 52 internos en el Proyecto Hombre y 3 en el programa de naltrexona al ser este un programa de alto umbral • Protocolo de actuación en el PMM 3: • A los 15 días aproximadamente, tras realizar estudios clínicos y psicológicos y 138 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? confirmar la permanencia en el centro se inicia la fase de inducción 3 Protocolo de inducción del tratamiento con metadona. Consenso de expertos. Subdirección General de Sanidad Penitenciaria. Madrid. Octubre 2000 • • En esta fase se comienza con dosis individualizadas en base a los siguientes factores: • historia previa de drogodependencia (tiempo de consumo) • cantidad y tipo de consumo • tiempo transcurrido desde la última dosis • peso corporal • existencia de PMM anterior Las dosis de inicio son bajas y suelen oscilar entre 15-20 mgr. de clorhidrato de metadona, con revisiones clínicas diarias por personal especializado, evitando así los fallecimientos por sobredosis que se producen en los acetiladores lentos y en aquellos que consumen de forma simultanea otro tipo de sustancias (heroína, psicótropos o neurolépticos) • Las subidas de dosis son al principio semanales, no sobrepasando nunca los 5 mgr, hasta la estabilización del paciente • En nuestro centro en el año 2000 han ingresado 410 internos en el PMM de los cuales 256 han iniciado en el propio centro, 104 proceden de un centro comunitario y 50 por traslado desde otro centro penitenciario Conclusiones: El tratamiento y abordaje de las toxicomanías es algo complejo, sobre todo teniendo en cuenta la multitud de factores que influyen en la aparición y en su persistencia, incluyéndose como he comentado anteriormente factores genéticos, y con unos resultados en muchos casos desesperanzadores (esto lo sabemos bien los profesionales que desde hace muchos años trabajamos con estos pacientes). La manipulación genética y la proteómica conseguirán en un periodo de tiempo no muy lejano resultados definitivos a los problemas de adicciones. Tanto los resultados obtenidos como los protocolos de abordaje terapéutico son muy similares entre los centros penitenciarios y las instituciones extrapenitenciarias. En Instituciones Penitenciarias hemos realizado un gran esfuerzo institucional y humano para adecuarnos a la realidad clínica y social del toxicómano y sabemos que tenemos mucho que mejorar, principalmente en cuanto se refiere a la coordinación con los sistemas asistenciales extrapenitenciarios, también tenemos algo que enseñar, en ello trabajamos y creo que estas Jornadas son una buena prueba de ello. 139 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? PROTOCOLO DE INDUCCIÓN DEL TRATAMIENTO CON METADONA Protocolo de inducción del tratamiento con metadona. Consenso de expertos. Subdirección General de Sanidad Penitenciaria. Madrid. Octubre 2000 La primera semana de tratamiento con metadona, y especialmente los cinco primeros días, entrañan un riesgo de muerte que es del orden de 100 veces superior al riesgo en cualquier otro momento del tratamiento con dicho fármaco. En 1997 fallecían unas tres personas por cada 1.000 inducciones. Desde entonces el riesgo se ha ido reduciendo, probablemente gracias a la disminución de las dosis de inicio, de modo que en 1999 se produjo un fallecimiento por cada 1.000 inducciones. El día de máximo riesgo es el tercero. A pesar de que el máximo nivel de metadona en sangre se alcanza entre 2 y 4 horas después de la toma, el momento de máximo riesgo es la noche, lo que puede ser debido a la sumación de efectos con otros fármacos hipnóticos y/o con la depresión respiratoria provocada por el sueño. El motivo por el que fallecen estas personas no se conoce, pero probablemente sea debido a algún factor idiosincrático, relacionado con el metabolismo de la metadona o con las características de sus receptores, por el que una pequeña proporción de la población es más sensible que el resto a iguales dosis de metadona, de modo que pueden llegar a fallecer con dosis que resultan inofensivas para la gran mayoría de las personas. Dado que en el momento actual no es posible detectar de antemano a estas personas, para conseguir suprimir, o al menos reducir en la mayor medida posible, el riesgo de fallecimiento, es necesario vigilar con atención a todos los pacientes durante este periodo. Se recomienda llevar a cabo el proceso de inducción con las siguientes precauciones: 1. El paciente debe ser visto por el médico, durante los cinco primeros días de tratamiento, a las cuatro horas aproximadamente de cada toma de metadona. En esta consulta se debe realizar anamnesis y exploración física en busca de síntomas o signos de toxicidad. En caso de observarse dichos síntomas o signos mantener al paciente en observación y suspender la siguiente dosis (administrar antagonistas si fuera preciso). 2. Iniciar el tratamiento en lunes siempre que sea posible, con objeto de facilitar esta vigilancia durante los cinco primeros días. 140 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? 3. Realizar la inducción en la enfermería si con ello se facilita la vigilancia del paciente. 4. Comenzar el tratamiento con dosis bajas. - Si se inicia cuando el paciente ingresa de libertad con síndrome de abstinencia a opiáceos, la dosis dependerá de la situación clínica del paciente. Es conveniente dar una dosis inicial baja, en torno a los 20 mg, y ajustar posteriormente en función de la evolución, administrando dosis adicionales si fuera preciso. El objetivo durante la primera semana debe ser evitar el síndrome de abstinencia, administrando las dosis necesarias y suficientes para ello. - Si se inicia cuando el paciente lleva ya un tiempo en prisión es muy poco probable que se presente un síndrome de abstinencia al inicio del tratamiento con metadona. En este caso se debe comenzar el tratamiento a dosis de 10 a 15 mg/día (en función del peso corporal). No obstante, si se observaran claros signos de abstinencia siempre se pueden dar pequeñas dosis adicionales. 5. No incrementar la dosis durante la primera semana de tratamiento. Manteniendo la misma dosis diaria, el nivel de metadona en sangre va aumentando progresivamente al menos durante cinco días. Es más, cuando sea necesario administrar una dosis alta en el primer día de tratamiento para controlar el síndrome de abstinencia, la dosis de los días siguientes debe reducirse: una dosis de la mitad de la administrada en el primer día puede mantener el nivel de metadona estable en los días sucesivos. 6. La dosis diaria puede administrarse en una sola toma o fraccionada en dos tomas. La ventaja del fraccionamiento es que reduce tanto los picos como los valles de los niveles de metadona, y el inconveniente que los niveles serán mayores durante el sueño nocturno. Si se decide fraccionar la dosis, la segunda toma debe realizarse al principio de la tarde, con objeto de que el paciente pueda ser visto por el médico a las cuatro horas de la toma y de que los niveles durante la noche sean menos elevados. El fraccionamiento es especialmente útil en situaciones que aumentan el aclaramiento de la metadona (como pueden ser el embarazo o la toma simultánea de rifampicina) con objeto de mantener niveles suficientes durante las 24 horas. 7. Demorar la inducción siempre que sea posible si el paciente sufre un proceso respiratorio agudo. Extremar las precauciones en pacientes con procesos respiratorios crónicos. 141 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? 8. No realizar durante la primera semana, de no ser imprescindible, prescripciones nuevas de fármacos que puedan potenciar o tener efectos sumatorios con la metadona. Si el paciente viene tomando otros fármacos, consultar y tener en cuenta sus posibles interacciones con la metadona. Por ejemplo: si el paciente está tomando otros depresores del sistema nervioso central será necesario reducir las dosis de éstos o de la metadona; si toma rifampicina se requerirán mayores dosis de metadona, etc. 9. Explicar claramente al paciente: - El riesgo de depresión respiratoria y muerte con dosis excesivas de metadona. Explicar que ese riesgo se produce sobretodo durante la primera semana de tratamiento. - El riesgo que entraña el consumo junto con la metadona de alcohol, heroína u otros opiáceos, o medicación no prescrita (especialmente tranquilizantes e hipnóticos), en cualquier momento a lo largo del tratamiento y sobre todo durante la primera semana. - Los efectos que puede esperar de la metadona. Explicar que son diferentes de los de la heroína (p.e. ausencia de “flash”, efecto máximo a las 2-4 horas), con objeto de que no se generen falsas expectativas que induzcan al paciente a pensar que la dosis es insuficiente. - Que se pueden producir sudoración e insomnio como efectos secundarios de la metadona y no debe atribuirlos a insuficiencia de dosis. - Que el efecto de la metadona irá aumentando a medida que pasan los días aunque no se incremente la dosis. Pasada la primera semana de tratamiento el riesgo se reduce drásticamente, aunque algunos autores consideran como periodo de riesgo las dos primeras semanas. En cualquier caso, la dosis de metadona no debe incrementarse más de 5 mg de una vez ni más de 10 mg por semana, se modo que se tardará por lo general un mes y medio o dos meses en alcanzar la dosis eficaz de mantenimiento. 142 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Ana Pina Crespo Directora del Centro Penitenciario Madrid-1 Mujeres. La invitación para acudir a esta mesa redonda debo entenderla desde el puesto que ocupo de Directora y como tal voy a intentar hacer la exposición. Para ello considero necesario describir como entiendo que debe ser un Centro, quién vive allí y que personas trabajan. En qué marco legal nos movemos, qué se podría hacer y qué se hace, así como qué variables interfieren para que no se haga. Lo expondré someramente, sin entrar en la dicotomía “dentro o fuera”. Las dicotomías llevan a planteamientos excluyentes y tajantes, considerando más positivo “dentro y fuera”. Que las drogodependencias deben ser abordadas desde una perspectiva multidisciplinar es algo asumido plenamente. Que el abordaje de los drogadictos delincuentes o delincuentes drogadictos debe tener intervención dentro y fuera también tiene que ser asumido. Máxime cuando la propia Constitución señala que las propias penas privativas de libertad deben orientarse a la reeducación y reinserción social. La cuestión entonces es cómo realizar una intervención con drogodependientes que están privados de libertad. Teóricamente no existe problema alguno, al menos dentro del marco legal. La LOGP y el Reglamento Penitenciario dentro de su articulado poseen los recursos necesarios que posibilitan la intervención dentro de la prisión, así como las vías progresivas de acercamiento al exterior, permisos, salidas, régimen abierto, cumplimiento en unidades extrapenitenciarias, en centros de rehabilitación, etc. Incluso se cuenta con la posibilidad de creación de programas específicos para drogodependientes y comunidades terapéuticas. El abanico de posibilidades que abarca la LOGP y el RP es tan amplio que las diferencias ente un centro y otro llegan a ser extremas, a mi no me corresponde analizar ese punto al estar una persona de la Dirección General, pero si indicaré el punto inicial desde el que se debería partir en todos los centros. “Buscar que en el CP, las actividades e intervenciones que en él se realicen vayan encaminadas a que la interna adquiera las condiciones necesarias para poder beneficiarse de un programa terapéutico en el exterior”. 143 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Dicho objetivo es ambicioso, aunque no lo parezca, no parte del dilema del “todo o nada”, ni consigue resultados espectaculares aunque se logren, por lo que no es muy “vendible”. Sin embargo insisto en que es muy ambicioso porque implica a toda la vida y regulación de un centro penitenciario, no un pequeño grupo, no una burbuja terapéutica capaz de soslayar la patología institucional creando espacios libres de drogas, que en la experiencia de muchas prisiones acaban enquistándose y languideciendo lentamente. Dicho objetivo era el asumido en el año 96 en el Programa General de Atención a Drogodependientes del CP Carabanchel Mujeres, (no conseguido). Dicho Centro cerró en el año 1998 y la realidad del centro de Alcalá, ahora Madrid-1 Mujeres, es muy otra, a pesar de haberse pretendido que fuera la continuidad de Carabanchel. ¿Cómo es Madrid-1?. ¿Qué población vive en Madrid-1? Independientemente de los datos estadísticos, yo afirmaría que de 330 mujeres: • Unas 100 son extranjeras que están en prisión por tráfico de drogas, detenidas en el aeropuerto. La mayoría primarias, aunque se está incrementando la reincidencia, al igual que el consumo entre ellas, antes inexistente. Sin rasgos marginales en su mayoría, participativas y deseosas de trabajo productivo. • Otras 100 de etnia gitana, también en prisión por tráfico de drogas, con cuantías de tráfico más dispares que las extranjeras. Dentro de este Grupo el aumento de consumidoras entre la población joven es alarmante. • El resto son drogodependientes “declaradas” con delitos de tráfico de droga, (generalmente de pequeña cuantía), Robos y Hurtos. En su mayoría con varios ingresos en prisión y varios intentos de rehabilitación en su toxicomanía. De estos grandes grupos se excluyen internas pertenecientes a Bandas Armadas, así como algunas con delitos de sangre. ¿Qué personas trabajan en el Centro? S deben diferenciar grandes grupos: 144 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? I- Funcionarios ≅ 275 -Personal sanitario ≅ 25 -Personal tratamiento ≅ 14 II- Personal Laboral ≅ 33: (6 Cocineros; 8 Auxiliares de Enfermería; 4 Trabajadores Sociales; 2 Fontaneros; 2 Electricistas; 2 Peones, 2 Demandaderos; 1 Puesto de servicio de limpieza; 1 Maestro de Taller; 2 Monitores Ocupacionales; 2 Monitores Deportivos; 1 Psicóloga). III ONG y personal contratado puntualmente y/o a través de contratos y convenios ≅ 50 Las cifras son alarmantes si se piensa que hay más personal de trabajo que internas. Si vas desmenuzando uno a uno se entiende el por qué un centro penitenciario se ha comparado con un gran hotel (curso de gestores de CP) y con un pueblo. Yo lo comparo más con un pueblo cerrado que debe tener todos los servicios: sanitarios, educativos, lúdicos, deportivos, mantenimiento, etc…donde la población está obligada a vivir allí, a convivir ente ellas y donde la problemática de cada una interfiere en la otra e interactúa. Clima del Centro: Estoy describiendo al centro en general, y no la situación del drogodependiente en prisión, no tan sólo porque el objetivo general de un programa de intervención en drogodependencias tenga que ir dirigido al clima del centro, sino también porque realmente es difícil romper don el hecho de que en un CP todo gira alrededor de la droga. ¿Si es un medio cerrado, se puede deducir que es fácil impedir el paso de la droga? ¿Por qué no se realizan las medidas necesarias para impedirlo? Les aseguro que conseguir un medio sin droga en la cárcel es prácticamente imposible. Medidas “Represoras”: Es un medio cerrado, sí, pero donde la población penitenciaria “afortunadamente”, sale al exterior, acompañada a veces de policía, salidas judiciales, hospitalarias, etc., y otras veces como paso previo para su reinserción o preparación para la vida en libertad (permisos de salida). 145 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Las internas tienen comunicaciones todos los meses con sus familias, contactos con el exterior que posibilitan el paso de droga. No estoy criticando el contacto con el exterior, ni mucho menos, pero sí afirmando que esas dos vías, salidas y comunicaciones, son las principales puertas de entrada de droga a la prisión. Estoy totalmente convencida de que las repercusiones positivas de los permisos y las comunicaciones superan su aspecto negativo como vía de entrada de droga, por lo que asumo la existencia de droga en el centro, pero el asumir la existencia de droga en el centro, es totalmente diferente a afirmar, como a veces se escucha y se lee, que los funcionarios de prisiones dejan que haya droga, o que incluso ellos mismos trafican con ello. Cuando me llegan esos comentarios realmente me rebelo. En Madrid-1, ¿cuántos cacheos se realizan a lo largo del año?, miles y en el 99% lo que se busca es droga. En este sentido nos diferenciamos de un centro de hombres, pues la conflictividad es diferente, la existencia de pinchos y objetos punzantes es prácticamente nula. Hay veces que se sabe que una mujer está vendiendo por como es reclamada por las demás, se realiza un cacheo y, ¿qué encuentras?, una “china”, una papelina o unas pastillas y generalmente, como en la calle, (“pero más, pues la vida dentro de la prisión es como en la calle pero todo en un grado más, lo bueno y lo malo”) se lo encuentras a la más “tirada”, a la que es utilizada para vender a cambio de una pequeña dosis. Es cierto que las funcionarias de vigilancia, a veces se desmotivan, ¿cachear para qué, si lo llevan “empetado” (en el interior del cuerpo, vagina y/o recto)?, se sigue cacheando pues no se cuenta con otra medida. El RP en su art.68.4 afirma: “Si el resultado del cacheo con desnudo integral fuese infructuoso y persistiese la sospecha, se podrá solicitar por el Director a la Autoridad Judicial competente la autorización para la aplicación de otros medios de control adecuados.” Esta Dirección puntualmente (en los últimos 3 años, Madrid-1, unas 5 veces), ha solicitado al Juzgado de guardia, autorización para realizar por personal sanitario del Hospital Príncipe de 146 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Asturias, prueba ecográfica o tacto vaginal y/o anal, al tener fundadas sospechas que determinada interna iba a intentar introducir en la prisión escondido en su cuerpo sustancias tóxicas o estupefacientes. Realmente en este aspecto reclamo más credibilidad y apoyo por parte de las autoridades judiciales. Las peripecias para la tramitación de estos casos parecen increíbles, desde la ausencia de respuesta por cambio de guardia de un juzgado a otro en el instante del reingreso de un permiso y pasarse las competencias de uno a otro, hasta la verbalización de dudas sobre la profesionalidad de quien realiza el cacheo. En definitiva te encuentras obligada a seguir con las medidas existentes, asumiendo la existencia de droga, considerando que pese a ello se puede intervenir en el tratamiento de drogodependientes a varios niveles ESQUEMA GENERAL DE INTERVENCION EN LA VIDA DEL CENTRO No es este el marco adecuado para exponer un programa de intervención en un C.P. , ni lo pretendo, pero siguiendo la línea de mi exposición, explicando y continuando con el objetivo general de” crear un marco donde se realicen actividades e intervenciones encaminadas a que la interna adquiera las condiciones necesarias para poder beneficiarse posteriormente de un programa terapéutico, “ señalaré varias premisas esenciales en los diferentes niveles de intervención, marcadas en el programa general de atención a drogodependientes del ya mencionado C.P. de Carabanchel. NIVEL PRIMARIO Dirigido a toda la población penitenciaria. 1. Intervenciones individuales, poniendo el acento en la atención, la inmediatez y ausencia de requerimientos previos. Conlleva el estudio de la situación de la persona con toda la información que de ella se posea, específica de las diferentes áreas, jurídica, social, psicológica, sanitaria y donde esta información debe ser “devuelta “ a su propietario, apoyándole y orientándole en sus inquietudes. 2. Intervenciones grupales, programadas y estructuradas, donde se posibilita la relación de grupo, cuyos contenidos pueden ser miles, pero donde habría que 147 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? incluir: - Información general del centro, funcionamiento, normas, actividades, con la inclusión de los diferentes programas que posea el centro. - Programas de educación para la salud. - Programas informativos sobre aspectos sanitarios, jurídicos y sociales ligados al consumo de drogas. NIVEL SECUNDARIO Dentro de este nivel más especializado, la diferenciación vendrá marcada por los objetivos que se pretendan. - Mejora parcial del consumo. Cuando la demanda es ambigua y la motivación poco clara sin llegar a ningún compromiso respecto a su consumo. Inclusión dentro de las actividades generales del centro, exigiendo su cumplimiento independientemente de la actividad que se trate, desintoxicaciones aisladas y seguimiento periódico. - Programas de intervención cuyo objetivo es la sustitución de la droga con agonistas opiáceos, donde se debe diferenciar entre programas de orientación adaptativa o de bajo umbral de escasa exigencia y dosis altas y programas de alto umbral y mayor exigencia, pero siempre asociados a otras intervenciones complementarias para conseguir su eficacia. - Programas libres de drogas para personas con una motivación y compromiso claros, que desean abandonar el consumo de drogas. Debe comprender el conjunto de programas psicoterapéuticos y médicos que posibiliten la derivación de las internas a otros recursos extrapenitenciarios donde puedan completar su proceso de rehabilitación y reinserción social. En esta fase de deshabituación se requiere la utilización de diversas técnicas dependiendo del sujeto, tratamiento con antagonistas opiáceos, verificación y control de la abstinencia, prevención de recaídas, escuela de salud, habilidades sociales, intervención de la ansiedad, grupos de autoayuda, tutorías individuales,etc... 148 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? NIVEL TERCIARIO Para aquellas internas que pretenden rehabilitarse y que han adquirido las condiciones necesarias para realizar un programa en el exterior, correspondiendo a la Institución Penitenciaria un tipo de seguimiento u otro en función de la derivación: - Régimen abierto art. 82, 83 del Reglamento Penitenciario. - Unidades dependientes art. 165 del Reglamento Penitenciario. - Unidades extrapenitenciarias art.182 del Reglamento Penitenciario. ¿QUÉ SE HACE EN MADRID I? Si quitamos intentos, bandazos hacia un lado y otro, lo que existe es la dispensación de Metadona, lo cual ya es un logro. Esta asumido por los profesionales sanitarios la continuación en Metadona cuando ingresan de libertad o son trasladados de otros centros y ya vienen incluidas en dicho programa. Existe disparidad de criterios en cuanto a las inclusiones y expulsiones. Cuando se produce la libertad la mayoría al ser de la Comunidad Autónoma de Madrid, son derivadas al Metabús, sin llegar a integrarla en ningún C.A.D. de zona. Debo reconocer que es un logro de la Subdirección General de Sanidad Penitenciaria haber extendido la dispensación de Metadona a todos los Centros Penitenciarios. Que los profesionales de Sanidad estén directamente implicados en su dispensación es básico, más, en mi criterio, se debe seguir insistiendo en la especialización necesaria para llegar a realizar tratamientos con Metadona. Actualmente siguiendo los criterios de la Subdirección General de Sanidad, los facultativos tienen distribuida la población independientemente de los programas sanitarios en los que esté incluida la interna. Siendo lógica esta distribución que busca una atención integral del paciente, se observa que la mayor o menor implicación del médico en 149 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? los programas de Metadona, su especialización en drogodependientes y no exclusivamente en VIH, así como su actitud hacia este tipo de pacientes, lleva a una disparidad de criterios significativos dentro de un mismo centro. Sin ser especialista, muchos días me planteo la idoneidad de cantidad de cuestiones: ¿Son útiles terapéuticamente dosis inferiores a 50? No es preceptivo la realización de un contrato terapéutico para la dispensación de metadona? ¿ Es lógico quitar la metadona y volver a darla a los tres meses? ¿ Las analíticas no son medios para verificación y control de la abstinencia?. Considero que estamos convirtiendo el tratamiento de Metadona , en la “toma de un caramelo” que se da o se quita como si fuera un premio o un castigo. Un caramelo que se da porque la interna lo pide, no porque reúna unas condiciones determinadas, viendo casos en los que la propia interna no pide subida de dosis para seguir usando otras drogas “sin que se la note mucho” y así no recibir el castigo de la expulsión. Las analíticas son usadas para premiar o castigar, conceder o denegar un permiso por parte de la Junta de Tratamiento, del Juez de Vigilancia o de la Audiencia, olvidándonos de que son un medio terapéutico de control y verificación para aquellos casos en los que el objetivo sea la abstinencia de determinadas drogas, olvidándonos de que puede haber una evolución muy positiva a pesar de “dar positivo”. En resumen, si siguiéramos el esquema general de intervención planteado en esta exposición , concluiríamos que no se realiza ninguna intervención. Nos encontraríamos con una integración de las internas drogodependientes en las actividades generales del centro, y una dispensación de Metadona. ¿ Como es que no se hace? El panorama que estoy intentando describir no es muy brillante, más bien todo lo contrario, sin embargo es el C.P. en el que yo trabajo del cual yo soy la máxima responsable, y si bien considero que la autocrítica es lo que mueve al cambio, también debo reconocer que se han ido logrando avances. 150 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Madrid I Mujeres, lleva tres años existiendo como tal, anteriormente era un centro dividido en dos partes, hombres y mujeres, muchos de ellos jóvenes con una problemática distinta a la actual y por tanto con unas necesidades y dinámica diferentes. A lo largo de este tiempo se ha ido asumiendo e interiorizando la existencia de esta diferente realidad. Dividida en seis módulos, actualmente las internas acuden a sus actividades por las diferentes zonas de la prisión sin necesidad de acompañamiento de funcionariado, entendiendo que la movilidad interna es necesaria y que todos los que allí trabajamos debemos reforzar y motivar la realización de cualquier actividad, productiva, formativa, ocupacional, lúdica o terapéutica. Se ha creado una oficina de Ocupación, en el interior de la prisión, que organiza y coordina las diferentes actividades, sirviendo de referente a las internas y a las distintas áreas de la prisión. Se podría decir que la estructura para empezar a funcionar en el Nivel Primario existe, y no se llega a realizar la fase de acogida tanto a nivel individual como grupal, funcionando cada trabajador de forma aislada, sin coordinación entre ellos y sin fijar objetivos concretos. En este punto, debo hacer referencia obligada a los miembros de los Equipos Técnicos. Siendo personal cualificado, su forma de trabajar, lo que cada uno haga o deje de hacer, depende casi totalmente de la voluntariedad del trabajador, de su actitud y profesionalidad, sin que por parte de nadie se le pueda exigir el cumplimiento o ejecución de un programa u otro. Por increíble que parezca, las funciones de cada uno de los puestos de trabajo se encuentran pendientes de revisión. El R.P. del año 96 en su disposición Transitoria Tercera, mantiene vigente el R.P. del 81 en los artículos referentes a servicios, Unidades y puestos de trabajo de los C.P.. En dicho articulado te encuentras incluso con figuras como la de los Endocrinólogos, que pueden formar parte de los Equipos de Tratamiento. Desconozco si existe algún endocrinólogo ejerciendo como tal en un C.P., pero fijándonos en un puesto que existe en todos los centros y cuya implicación en el tratamiento de drogodependientes tendría que ser total, el del Psicólogo, leyendo el art. 282, dicho 151 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? psicólogo tendría que ser una maravilla, psicólogo clínico, industrial, especialista en orientación pedagógica y profesional, realizando asesoramiento individual y grupal. Francamente, creo que ello es imposible. Sin embargo entre las funciones del psicólogo no se hace ninguna referencia al tratamiento con drogodependientes. En la realidad te encuentras de todo, profesionales cuya motivación les ha hecho que ellos mismos se hayan especializado a través de su trabajo diario y la realización de cursos ajenos a la Institución, en el tratamiento de drogodependientes, y otros que abiertamente rechazan trabaja por ejemplo a nivel grupal, pues dicen carecer de la formación necesaria. ¿Puedes hacer algo ante esa respuesta ¿, no, puedes exigir que te den un informe escrito de lo que sea , pero por más que te parezca impresentable, es su informe. Es funcionario de la institución, le amparan cantidad de leyes y es más ágil intentar conseguir otra persona que haga realmente su función. Otros profesionales siguen con la utopía del todo o nada, considerando que la abstinencia total es el único objetivo posible, que la analítica la única demostración de una evolución positiva, y el castigo la única medida posible, cuando una interna en Metadona da un positivo a otra sustancia tóxica. Al principio de mi exposición, les decía que el objetivo de que la interna adquiera las condiciones necesarias para poder beneficiarse de un programa terapéutico en el exterior, es ambicioso, y lo es, porque implica a todo el personal que trabaja en el Centro, por que parte de un nivel primario de acogida e información a toda la población penitenciaria por parte de las diferentes áreas de trabajo, Tratamiento, Sanitaria; Vigilancia etc., con todos los profesionales de dichas áreas engloban. Falta especialización en drogodependencias de los funcionarios de I.P.. Antes he reconocido, un logro de la Subdirección General de Sanidad haber implantado la dispensación de metadona en todos los C.P., sin embargo se debe reconocer que han implantado dispensación, más no un programa de intervención con metadona. Sin entrar en las causas de ellos, no se puede hablar de un programa de intervención, o como Sanidad lo llama, un grupo de atención al drogodependiente, G.A.D., si no se estipula que tienen que formar parte de él los psicólogos del Centro, los educadores y los trabajadores sociales, no se puede dejar en la voluntariedad del trabajador el formar parte de dicho grupo de trabajo. Se ha conseguido que los G.A.D. existan en las prisiones, en cada una con una composición y funcionamiento distinto y lo más grave, paralelamente a los 152 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Equipos de Tratamiento a los que indirectamente se les ha relevado de su función principal, realizar programas de intervención y ejecutar técnicas de tratamiento. Se debe asumir en el interior de las prisiones, que el abordaje de las drogodependencias es multidisciplinar, que no se puede excluir o admitir la autoexclusión de los profesionales de tratamiento; qué los propios médicos deberían exigir el trabajo y la intervención de éstos profesionales para la valoración de inclusiones o expulsiones, subidas o bajadas de metadona, a no ser que ellos mismos quieran ser unos Metabus más. Con la situación planteada, la I.P., ha buscado refuerzos del exterior que ayuden a realizar los programas de intervención con drogodependientes. En Madrid I en concreto, hay dos profesionales del G.I.D., grupo interdisciplinar en drogodependencias, y seis meses al año se contrata a una psicóloga para trabajar con drogodependientes. Ello puede ayudar, pero según mi criterio, habría que insistir en varios aspectos: 1. Especialización de profesionales sanitarios y de tratamiento en intervenciones con drogodependientes, siendo ellos mismos los ejecutores de dichos programas, especificando sus funciones en el R.P 2. Realización de intervenciones para mentalizar a todo el personal que trabaja en el interior de las prisiones. No se trataría de especializar en el tratamiento de drogodependientes a todo el personal, pero sí de hacer ver las situaciones en las que se puede encontrar un toxicómano, admitir que tiene derecho a no querer rehabilitarse, que la decisión es suya, que si quiere ello supone un proceso muy costoso, que tendrá recaídas, que pueden conseguirse objetivos parciales, que se puede mejorar solo la vía de consumo o que ese consumo no le impida una convivencia normalizada, que tomar Metadona no es algo negativo o que una dosis de 150 no es altísima, que tienen derecho a la confidencialidad. 153 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Mesa Redonda 4 “Patología Dual y Justicia” Ponentes : LAURA RACCIATTI ISOLA Subdirectora del C.A.D. 3 Ayuntamiento de Madrid LUIS CORDERO DE CIRIA Psicólogo del CAID Usera.CC.AA de Madrid. ATICA GREGORIO MARTÍN CARMONA Médico. Director del Centro Dr. Santero de Cruz Roja. ANA VAZQUEZ RODRÍGUEZ Médica Psiquiatra de Instituciones Penitenciarias. SANTIAGO DELGADO BUENO Médico Forense Psiquiatra. Coordinadora: MARTA JIMÉNEZ RODRÍGUEZ-LAFORA. S.I.A.D. 154 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Laura Racciatti Isola Subdirectora del C.A.D. 3 Ayuntamiento de Madrid Estudios epidemiológicos han demostrado que entre un 30 y un 60% de los adictos tienen una enfermedad mental concurrente. Es decir, estamos hablando de un elevado número de drogodependientes que presentan Patología dual ( toxicomanía + otro trastorno psiquiátrico ) Pero, cuando hablamos de Patología Dual, no estamos hablando de una población homogénea. Nos encontramos con patología diversa y diferentes niveles de gravedad en los cuadros. Los trastornos mentales concurrentes más frecuentes son los trastornos de personalidad, y dentro de éstos especialmente el trastorno antisocial y el trastorno límite. En el segundo lugar encontramos los trastornos de ansiedad y luego la depresión. Con respecto a la esquizofrenia aunque no es muy frecuente en el colectivo de adictos, sin embargo existe una elevada proporción de esquizofrénicos que consume drogas sin ser adictos Estos datos nos tienen que llevar a reflexionar tanto a la Administración de Justicia como a los Centro de tratamiento de toxicómanos, pues aunque con objetivos en parte distintos, ambos estamos trabajando para rehabilitar a un colectivo de toxicómanos marcado por la cronicidad y por los múltiples problemas judiciales. Actualmente en los CAD estamos asistiendo a una polarización de la demanda: por un lado acuden jóvenes con consumos de distintas sustancias más o menos instaurados, por otro lado continúa con nosotros una población politoxicómana que no ha logrado superar su adicción, con edad cercana a 37 años y una larga historia de consumo . En este colectivo los antecedentes penales no son raros y los casos con Patología Dual van en aumento. Los programas de Metadona, constituyen un instrumento necesario para abordar el tratamiento de estos politoxicómanos crónicos. Sin embargo, los casos con patología dual precisan de un apoyo farmacológico paralelo. Pero, a un Cad no sólo acuden adictos a heroína. Llegan también otros perfiles que, en ocasiones, pueden presentar la asociación de Patología Dual y problemas judiciales: son los alcohólicos crónicos y los adictos a la cocaína, que se pueden ver envueltos en casos de agresiones, conducta temeraria, desfalcos. 155 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Una de las características más relevantes de estos pacientes es que tienen muchas dificultades para adherirse a los tratamientos y su aparente baja motivación para el cambio a menudo enmascara patologías psiquiátricas no tratadas TIPOLOGÍA DE TRASTORNOS DUALES. Además hay que tener en cuenta que en los pacientes con Patología Dual encontramos 3 tipos diferenciados: TIPO I: Aquellos en los que el trastorno psiquiátrico es primario y en los que el consumo de drogas intentaría paliar las alteraciones psicológicas previas (teoría de la Automendicación de Khanztian. En estos casos una vez que se trata eficazmente el trastorno psiquiátrico de base, el trastorno por uso de sustancias suele desaparecer de forma espontánea. TIPO II: Aquellos en los que el trastorno por uso de sustancias es primario y se presentan síntomas psiquiátricos asociados. En las desintoxicaciones - desde siempre- los médicos de los Cads han tenido que intervenir en estados de agitación, desorganización y en ocasiones, en episodios claramente psicóticos. Pero estos cuadros remiten a los pocos días una vez conseguida la abstinencia. TIPO III. Coexistencia de ambos trastornos de origen independiente. Estos pacientes a diferencia del grupo anterior, presentan un empeoramiento a medida que avanza la desintoxicación. Con el transcurso de los días, el paciente con un trastorno psiquiátrico coexistente no diagnosticado se muestra más agitado, ansioso y quizás, psicótico. Por tanto, el determinar si el trastorno psiquiátrico es primario, secundario o coexistente permite establecer un diagnóstico diferencial adecuado. Esto es importante debido a que, actualmente, se dispone de psicofármacos cada vez más específicos. DIFICULTADES EN EL DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE PACIENTES CON PATOLOGÍA DUAL Pero, existen importantes dificultades tanto en el diagnóstico y como en el tratamiento de los pacientes con Patología Dual. A- EN CUANTO AL DIAGNÓSTICO, en primer lugar, tenemos que tener en cuenta que para efectuar un correcto diagnóstico diferencial pormenorizada, hay que confeccionar una historia clínica que nos permita establecer el tipo de relación existente entre el uso de 156 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? sustancias y la sintomatología psiquiátrica asociada y en la que conste: el inicio de dicha sintomatología su evolución Antecedentes familiares Antecedentes de tratamiento Observación del paciente en ausencia del consumo de sustancias (3 a 6 semanas) Pero, dichos pacientes a menudo aportan datos poco fiables por distintos motivos. A veces acuden bajo los efectos de sustancias. En otras ocasiones- por su propia patología- tienen muy disminuida sus dotes de observación y/o son incapaces de establecer relaciones temporales realistas. Finalmente pueden omitir y/o falsear datos para obtener un certificado favorable o un ingreso hospitalario. Además, aunque es aconsejable cotejar la información que suministran con la familia, a menudo acuden solos a los centros. En centros ambulatorios como el nuestro, un hecho a destacar, es la irregularidad que se observa en estos usuarios en cuanto a asistencia y cumplimiento de pautas prescritas. No es extraño que falten a citas por períodos prolongados y/ o que alteren la eficacia de la medicación que se le prescribe con consumos de distintas drogas. En la literatura científica se recomienda al medio hospitalario como el más idóneo para llevar a cabo el diagnóstico diferencial en Patología Dual, pues garantiza la observación a medio plazo del paciente abstinente. Pero esta vía que sería óptima para los pacientes más graves, prácticamente es imposible. En los Cads contamos con un equipo interdisciplinar (médicos, psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales) que nos ha permitido ir ajustando los distintos diagnósticos en muchos casos de patología Dual. Además afortunadamente, la coordinación con los psiquiatras de Salud Mental cada vez es más estrecha. No obstante, se lleva a cabo fundamentalmente mediante contacto telefónico e informes y a menudo resulta insuficiente esto sobre todo en los casos difíciles, que tienden a hacerse más complejos con el tiempo porque van aumentando su deterioro. Pensemos por ejemplo en un alcohólico de 60 años, con episodios de agresividad incontrolable, que haya roto sus vínculos familiares, que tenga problemas judiciales y que no tenga trabajo. 157 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Establecer un diagnóstico diferencial y diseñar un programa de tratamiento eficaz, es complejo, y va más allá del ajuste de la medicación farmacológica. B- CON RESPECTO AL TRATAMIENTO tenemos que tener en cuenta en cuenta que: Este tipo de pacientes, en general establece una relación muy dependiente con los profesionales que lo tratan, y a menudo suelen generar en éstos intensas reacciones de rechazo, debido a sus recaídas precoces, abandonos del tratamiento y conductas de provocación. Bajo esta dificultad que muestra el usuario para poder seguir adecuadamente un tratamiento podemos encontrar un funcionamiento mental limitado por la utilización de mecanismos de defensa muy primitivos: Negación y /o Disociación de la realidad, percibida en expresiones como ”No estoy segura”- “No me acuerdo”.-“ No fui yo”. Minimización de los conflictos, cuando dicen: “De todas formas ¡qué importa”. Exteriorización de la responsabilidad, al expresar : “Él me obligó a hacerlo”. Proyección de la culpa, cuando increpan “Me está culpando” “Ud. me odia”. Por todo esto, hay que considerar, que a pesar de las intensas reacciones emocionales que se generan en el tratamiento, una de las premisas fundamentales para que éste funcione es la motivación del paciente. Con este tipo de drogodependientes, más que con cualquier otro, si no se logra motivarlo el tratamiento no funcionará, pues cuando la percepción de la realidad está tan limitada, sólo la empatía puede abrir una vía para el cambio. Por tanto, los profesionales que trabajan en el caso deberán tener la suficiente tolerancia a la frustración como para acompañar al adicto en cada nuevo intento y generar un clima de esperanza. Ahora bien, la tipología y la gravedad del estado del paciente, determinará la frecuencia y la intensidad del tratamiento. Así, algunos pacientes con abuso de sustancias o consumo secundario a trastornos psiquiátricos pueden estar adecuadamente tratados por un único profesional y por el contrario pacientes con trastorno por uso de sustancias primario y de larga evolución, pueden requerir la asistencia de un equipo terapéutico completo, con un contacto frecuente y una gran diversidad de tratamientos concurrentes. Se recomienda, en el caso que intervengan en el tratamiento varios profesionales, que éstos pertenezcan a un mismo programa. Así les será más fácil coordinarse y se minimizará la pérdida de información, los dobles mensajes, la manipulación por parte del paciente. Si esto no 158 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? es posible, debería existir una comunicación frecuente entre los distintos profesionales. Otto Kernberg destaca un hecho curioso que es, que este tipo de pacientes que funcionan de manera tan regresiva, proyectan su patología sobre los conflictos encubiertos de las instituciones que les tratan, activándolos, y a su vez este funcionamiento alterado de las instituciones potencia la patología del paciente. Es decir que trabajar con este tipo de pacientes puede generar “ síntomas institucionales”, que agravan los cuadros y producen mucha insatisfacción en los profesionales. En ocasiones, es difícil crear el espacio de reflexión que requieren estos casos debido: a la presión asistencial, a las distintas prioridades de los diferentes programas, a la falta de ajuste de los recursos existentes, etc, pero crear estos espacios de reflexión que permitan comprender la dinámica básica del sujeto, y el peso que tienen en ella la conducta delictiva y su adicción, es fundamental para poder diseñar una adecuada intervención. Para ilustrar lo antes dicho, traigo el caso de un paciente con Patología Dual, integrado en el Programa de Metadona: DATOS CLÍNICOS Varón de 40 años Politoxicómano desde hace 24 años Perceptor de paga no contributiva por ser HVI positivo ( CD4 menor de 200) Soltero Sus padres fallecieron cuando era menor de edad : El padre( cáncer) cuando el usuario tenía 3 años y la madre( trombosis) cuando el paciente tenía 13 años. Hasta la mayoría de edad vivió con la familia de un hermano toxicómano. En ese momento lo echaron de la casa Era una derivación del albergue para su inclusión en un piso de reinserción: Cuando era joven vivió en la calle hasta que fue a la mili y luego alternativamente en la calle, en pensiones y en el albergue hasta que definitivamente se quedó en el albergue. En este recurso destacaba por su nivel de participación e implicación Tenía múltiples causas pendientes (32): Aunque el máximo período que pasó en la cárcel fueron 6 meses Estaba incluido en Programa de Metadona desde hacía 7 años, con una interrupción de 1 año, cuando- debido a una obstrucción intestinal- se tuvo que someter a 6 operaciones. En la entrevista de admisión de nuestro centro se constató que había desarrollado un delirio interpretativo por el cual creía que le habían implantado un feto, durante las operaciones, y lo estaba gestando. 159 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Se le derivó al Psiquiatra que lo medicó con neurolépticos. El cuadro mejoró pero no se logró estabilizar por completo por falta de asistencia del usuario a Salud Mental, por sus deseos de suspender la medicación y por consumos esporádicos de drogas. La coordinación con los distintos recursos se efectuó mediante informes, fax y conversaciones telefónicas. El paciente no aportó toda la información, pues traía algunos informes y otros no. La coordinación con el piso fue presencial en alguna ocasión y con el psiquiatra por medio de informes en donde hacía constar que los consumos esporádicos estaban perjudicando su evolución. Fue imposible una valoración conjunta de los distintos profesionales que intervinieron en el caso. Durante el tratamiento hubo que efectuarle varios ajustes de metadona, por los consumos esporádicos y por la toma de tranquilizantes que le prescribían en Urgencias hospitalarias cuando acudía a ellas con crisis de angustia por los consumos. Cuando comenzó a trabajar en un garaje, faltándole poco tiempo para que se le termine la estancia en el piso de reinserción, se quejaba de que con 95.000 pts. no se podía independizar por lo que el piso de reinserción pidió una prórroga en su estancia. Se concedió la prórroga por dos meses. En esa situación nos avisaron que ingresó en prisión por un robo con intimidación y lesión (degolló a un compañero de trabajo). No se logró coordinar telefónicamente con la cárcel, por lo que se mandó por fax su dosis de metadona. Vemos en este caso, que si bien el paciente recibió múltiples recursos para su tratamiento y reinserción, la dificultad en la coordinación de los mismos, la falta información suficiente y la gravedad del cuadro, fueron obstáculos insalvables en el proceso. La relación entre la patología psiquiátrica/ consumo y sus consecuencias sobre la conducta delictiva no ha sido comprendida suficientemente . Además, la carencia de un recurso convivencial protegido que le permitiera al sujeto permanecer en él por tiempo indefinido, influyó negativamente pues le presionó para independizarse prematuramente. Aunque no todos los casos de Patología Dual son tan graves como el que he presentado, se puede apreciar que estos casos plantean retos importantes en la coordinación intra e interinstitucional. 160 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? CONCLUSIONES Para finalizar me gustaría destacar que: Al hablar de patología dual no estamos hablando de una población homogénea. No todos los pacientes con patología dual tienen igual nivel de gravedad ni igual pronóstico. Es importante establecer una diagnóstico diferencial ajustado, que nos permita comprender la dinámica personal del sujeto y la relación de ésta con su conducta delictiva. Dado que es esperable que aumenten los casos de Patología Dual grave entre los drogodependientes crónicos con problemas judiciales, parecería necesario una valoración conjunta y un seguimiento estrecho de todos los profesionales que intervienen en el caso. Sería aconsejable, una vez que el drogodependiente se hayan estabilizado, pensar en un recurso convivencial indefinido, alternativo a la cárcel, para los casos que presenten más dificultad en su reinserción. Bibliografía: “Diagnóstico Dual” J. Solomon y otros “Seminario sobre trastornos de conducta, de personalidad y psicóticos en adicciones” “Ideología, conflicto y liderazgo en grupos y organizaciones” Otto Kernberg 161 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Luis Cordero de Ciria Psicólogo del CAID Usera. CC.AA de Madrid. ATICA ABORDAJE DE LA PATOLOGÍA DUAL DESDE EL CAID DE USERA CONCEPTO DE PATOLOGÍA DUAL En los últimos años, cada vez es más frecuente oír hablar de Patología Dual en relación con los programas de intervención en drogodependencias. En realidad ello es como no decir nada o decir mucho, según se mire y, sobretodo, según el concepto que cada cual tenga de la Patología Dual. Si miramos el Diccionario de la Real Academia, PATOLOGÍA es la parte de la medicina que estudia las enfermedades y DUAL, quizá la palabra clave en esa combinación, no es más que aquello "QUE REÚNE DOS CARACTERES O FENÓMENOS DISTINTOS". (Diccionario de la Lengua Española; Vigésima primera edición, 1992). Por tanto, este término, tampoco nos sirve para acotar mucho lo que queremos decir, incluso no identifica ningún proceso o fenómeno propio y específico del campo de las adicciones y su tratamiento, en cualquier campo de la medicina podemos encontrar procesos que puedan ser identificados o aludidos como "patología dual". En una revisión bibliográfica no exhaustiva que permitiera una mayor clarificación, se han encontrado diversas interpretaciones. Así, se define la patología dual como un "proceso comórbido entre cualquier trastorno psiquiátrico con un trastorno de abuso de sustancias" y se especifica que éste es "secundario e inherente". En otras ocasiones se hace más hincapié en lo paralelo de los dos fenómenos o en otras características. Julio Bobes, en una referencia "histórica", dice que: "en sentido estricto se denominó ´patología dual` al subgrupo de pacientes con abuso de sustancias que presentan además psicopatología, mientras que a los enfermos mentales que presentaban además abuso de sustancias se les denominó ´enfermos mentales con abuso de sustancias`" El término "comórbido", que no aparece en el Diccionario de la Lengua, se encuentra definido en un léxico sobre terminología referente a alcohol y drogas, elaborado por la OMS, y se refiere a él como la "coocurrencia en el mismo individuo de un trastorno por uso de sustancias psicoactivas y de otro cuadro psiquiátrico cualquiera", y señala que también puede referirse a 162 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? la coocurrencia de dos trastornos psiquiátricos, o a la presencia de "dos trastornos por uso de dos drogas diferentes", lo que afectaría a prácticamente el 100% de la población consumidora y más si incluimos, como en el DSM-IV, la nicotina, la cafeína,...: "la dependencia de nicotina es más frecuente en sujetos con otros trastornos mentales", llegando a alcanzar a entre un 55% y un 90% frente al 30% de la población general. Por otro lado, este término no dice nada en cuanto a la naturaleza de esa asociación ni al carácter primario o secundario de uno u otro procesos. Miguel Casas prefiere hablar de "Comorbilidad psiquiátrica" que define como la "presencia simultánea de un trastorno mental y de problemas causados por el uso de alcohol y otras drogas, denotando con ello la existencia de dos trastornos independientes, pero invariablemente interactuantes". Por otro lado, el uso agudo y crónico de sustancias también ocasiona síntomas que pueden ser asociados casi con cualquier trastorno psiquiátrico así como favorecer el desarrollo de éste, su reaparición o empeorar el cuadro. Además, la intoxicación y el síndrome de abstinencia de determinadas drogas, pueden cursar con síntomas psicóticos. La drogodependencia supone un riesgo para padecer enfermedades orgánicas, muchas de las cuales son un factor estresante, pudiendo incluso llegar a desarrollar un trastorno mental orgánico o agravar los trastornos psiquiátricos. También el estilo de vida que conlleva la drogodependencia hace posible la aparición de otros trastornos psicopatológicos. En la patología dual, cuando nos centramos en consumidores de drogas, el trastorno de personalidad suele adquirir un papel relevante. Sin embargo, tampoco esto nos ayuda mucho a aclarar las dudas planteadas ya que existe una elevada concurrencia entre los distintos (y muy abundantes; pues se han llegado a contabilizar hasta 810) trastornos de la personalidad, de modo que lo "Dual" deja de serlo estableciéndose tres, cuatro y más diagnósticos diferentes y ¿comórbidos?. Por todo ello, no se ha podido establecer una "pareja estable" que configure el trastorno dual sino que, por el contrario, existe una gran variedad en cuanto a los trastornos más frecuentes y su asociación con las distintas sustancias de abuso. 163 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Mientras algunos encuentran que los trastornos bipolares aparecen más frecuentemente en consumidores de cocaína y los trastornos de ansiedad entre los consumidores de benzodiacepinas, para otros la elección de la droga depende más de factores culturales, de variables sociodemográficas y de la disponibilidad de la propia sustancia. Algunas de las distintas asociaciones comórbidas que se señalan son: - El trastorno bipolar es el que más se asocia a consumo de drogas, sobre todo cocaína y estimulantes. Los opiáceos son menos frecuentes, presentándose más en la depresión; el LSD se da más en episodios psicóticos y maníacos (Ana Recio) - Trastornos de la personalidad asociados a: - Paciente alcohólico: histriónico, seguido del dependiente y del compulsivo - Policonsumidor: límite, seguido de pasivo-compulsivo y antisocial - "Curiosamente, cuando se estudian todos los trastornos de la personalidad, parece que el trastorno asociado "por excelencia" a la adicción: el antisocial, no es el más frecuente, o al menos no está tan claro como se pensaba. Algunos autores encuentran como trastornos más frecuentes el límite, el histriónico o el pasivo-compulsivo (que en el DSM-IV ha pasado al Apéndice B de los que merecen más estudio). Se da una baja prevalencia del trastorno esquizofrénico" (Julio Bobes) - Se da una "Elevada prevalencia de trastorno de la personalidad entre sujetos que presentan trastorno adictivo, entre ellos destacan el antisocial y el límite como predominantes, seguidos en menor grado por trastorno por dependencia y por evitación, así como los trastornos histriónico, narcisista y esquizofrénico".(Miguel Casas) Determinar qué es primario y qué secundario; cuál de los dos trastornos afecta más en el otro; si alguno de ellos es central o si son totalmente independientes,... son preguntas que se quedan sin respuesta en la mayoría de los casos. En definitiva, no puede decirse que exista una simple relación de causa efecto entre psicopatología y dependencia, o viceversa, así como tampoco que exista una verdadera personalidad adictiva. En cualquier caso, sí que es una realidad que: - La existencia de un trastorno psiquiátrico subyacente puede interferir en el proceso de tratamiento, puesto que afecta a la capacidad y la motivación con la que el usuario participa 164 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? en el mismo. - Los usuarios susceptibles de diagnóstico de patología dual suelen presentar: mayor rapidez en el curso de su dependencia, más recaídas y un proceso terapéutico más lento y complejo. - En la patología dual, entendida como comorbilidad entre un proceso psiquiátrico y la dependencia a sustancias adictivas, interfieren múltiples variables que precisan más estudio y que hacen difícil el diagnóstico, el pronóstico y, en ocasiones, un abordaje adecuado. - Se produce mayor riesgo de auto y hetero agresión, más dificultades de integración familiar, social y laboral. - Los trastornos afectivos, aceleran el curso de la drogodependencia pero, al mismo tiempo, entran antes en contacto con los dispositivos asistenciales. - Los trastornos de ansiedad, aumentan el riesgo de recaídas. - Los trastornos psicóticos, dificultan la recuperación y tienen mayor riesgo para el desarrollo de infección VIH-SIDA. - Los trastornos de personalidad, aumentan el uso de drogas durante el tratamiento. EPIDEMIOLOGÍA Antes de aproximarnos a otras consideraciones sobre este problema, debemos primero intentar averiguar en qué porcentaje de casos se presentan un trastorno psiquiátrico y consumo de sustancias de forma simultánea. Existen grandes diferencias entre diferentes estudios, las múltiples variantes e interrogantes señaladas, determinan la falta de uniformidad en el concepto y, consecuentemente, una gran dispersión en la recogida epidemiológica. Un aspecto a tener en cuenta es que la mayoría de estudios se han realizado entre pacientes que están recibiendo tratamiento en dispositivos de salud mental o en dispositivos de drogodependencias (y este origen también afecta). Parece que cerca de un tercio de las personas que tienen un problema psiquiátrico hacen uso de alguna droga, duplicando la cifra de quienes lo hacen sin tener un trastorno mental. Pero, según algunos de estos estudios, la prevalencia de enfermos psiquiátricos que presentan trastorno relacionado con el consumo se podría elevar hasta situarse entre el 60 y el 85%. En cuanto a la otra cara de la moneda, los usuarios de drogas que presentan algún trastorno psiquiátrico, más de la mitad de las personas que abusan de alcohol y de otras sustancias, han experimentado síntomas psiquiátricos lo suficientemente importantes como para cubrir los 165 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? criterios diagnósticos de un trastorno mental. En diversos estudios en centros de tratamiento, se ha encontrado que alrededor de un 80% de los pacientes admitidos a tratamiento tenían un diagnóstico psiquiátrico asociado no relacionado con el abuso de sustancias; la mayoría de ellos correspondería a trastornos de la personalidad, un 16% a neurosis, el 4% a esquizofrenia y el 3% a trastornos afectivos. De este total, un 20% requería un tratamiento psiquiátrico formal. En algún estudio que utiliza el MSCI (Inventario Clínico de Millon), tienen algún trastorno de la personalidad el 81´2% de los dependientes de sustancias en tratamiento, algunos usuarios serían susceptibles de más de un diagnóstico distinto, llegando hasta cuatro y más diagnósticos en un 23% de ellos. Para entender como válidos estos datos, debiera introducirse el concepto de "Perfil o estilo de personalidad" como se presenta en la propia interpretación del Millon, o la severidad del cuadro; esto es, que constituya o no un síndrome clínico. Además, sería preciso distinguir entre cuadro agudo o crónico, puesto que no es lo mismo realizar el diagnóstico con el síndrome de abstinencia, durante la fase de desintoxicación, recién desintoxicado, o cuatro meses después del último consumo. Por otro lado, como ya se ha dicho nos encontramos con un elevado número de usuarios que presentan al menos dos diagnósticos por abuso de sustancias. Pueden resultar clarificadores al respecto los siguientes datos, obtenidos en las Urgencias de un Hospital psiquiátrico T. De Alvear (Dubrowsky V.) discriminando el diagnóstico al ingreso según que el sujeto sea consumidor o no de sustancias tóxicas (preferentemente cocaína y alcohol): - Pacientes consumidores: Trastorno inducido por drogas 42% Depresión Mayor 19% Trastorno delirante 19% Trastorno paranoide 9% Trastorno esquizofreniforme 9'5% Ninguno recibió el diagnóstico de esquizofrenia - Pacientes no consumidores: Esquizofrenia 43% 166 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Esquizofreniforme 18% Esquizoafectivo 6% Delirante 6% Depresión Mayor 25% "En los consumidores con examen toxicológico positivo prevalece el factor exotóxico, determinando a corto plazo una mejor y rápida evolución, pero a largo plazo una peor evolución y pronóstico pues presentarían más reingresos, problemas legales, posibilidad de HIV, trastornos de conducta y adaptación al medio que parecerían comenzar tempranamente en la infancia con trastorno de conducta transformándose en rasgos de personalidad antisocial." TRATAMIENTO Aunque cada vez es mayor el número de pacientes en los que coexisten una enfermedad mental y el consumo (bien sea consumo esporádico o bien abuso/dependencia de sustancias tóxicas), no se ha producido un progreso simultáneo en cuanto a las necesidades que plantea su manejo y tratamiento. Si para los consumidores de sustancias existe una red paralela establecida para el tratamiento de su adicción y de los problemas (primarios o secundarios a la misma) que la misma conlleva, en forma de unidades de tratamiento hospitalario y extrahospitalario; para los propiamente duales existen, actualmente, pocos recursos de tratamiento específicos, surgiendo grandes dificultades para llevar a cabo un tratamiento integral. Para una correcta intervención en aquellos casos en que se presenta patología dual, resulta necesario diferenciar ambos procesos y detectar las necesidades específicas en cada uno de ellos y los abordajes terapéuticos más pertinentes. El conocer cuál de ambos diagnósticos es primero, si son interactuantes, o independientes, etc. puede ayudar en este sentido a clarificar si es necesario dar mayor peso a la intervención en adicción o la psiquiátrica. Algunos factores que nos orientan hacia pensar en la independencia de ambos diagnósticos serían: 167 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? - La existencia de antecedentes del trastorno previamente a los problemas de abuso o la presencia de antecedentes familiares - Por su lado, cuando se trata de un trastorno psicótico, los síntomas psiquiátricos aparecen por primera vez tras el consumo de sustancias, persistiendo tras una abstinencia de más de 4 semanas. En este sentido, el término de "trastorno psicótico inducido por drogas", debe reservarse para aquellos episodios que se prolongan en el tiempo y que se caracterizan por la existencia de alucinaciones y delirios que el sujeto no tiene conciencia de que estén provocados por la droga En cuanto a los trastornos de la personalidad, para ser considerados como tal, además de afectar a múltiples áreas, de ser respuestas inflexibles y mal adaptadas que se expresan en situaciones variadas, deben corresponder a patrones estables en el tiempo. Los pacientes que presentan una sintomatología "mezclada" suponen una dificultad para la actuación terapéutica y su encaje en los programas de tratamiento. No existe una unificación de criterios y algunas instituciones proporcionan tratamientos fragmentarios donde no se considera esta situación desde una perspectiva integral. Por cuestiones de tipo histórico y tradicional más que reales, los Servicios de Salud Mental públicos, tienen integrados en su red y en sus esquemas mentales y de tratamiento a los alcohólicos mientras que, cuando en los años ochenta surge con fuerza el problema de otras drogas, y principalmente de la heroína, aparecen multitud de resistencias y se adopta el criterio de una red nueva, y separada, basada en la abstinencia, dificultando de esta manera la integración de los distintos procesos y su abordaje integral así como estableciendo barreras y obstáculos para aquellos adictos que requerían de fármacos "legales". Hoy en día las tensiones se han suavizado, pero aún no se ha producido un "encuentro total". ALGUNAS INDICACIONES PARA EL ABORDAJE DE LA PATOLOGÍA DUAL Los pacientes con patología dual, se deben entender como sujetos que presentan trastornos relacionados entre sí que necesitan ser abordados, de forma ideal, por el mismo equipo y, si esto 168 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? no fuera posible, de manera paralela por dos equipos distintos. La cuestión reside en entender la relación entre ambos diagnósticos, el psiquiátrico y el de abuso de sustancias. Hay que establecer qué habrá que tratar primero y lo que se tendrá que trasladar a un segundo estadio y programar un plan de actuación integral que vaya resolviendo los diferentes problemas. En dicho plan hay que llegar a entender la relación entre ellos y el impacto que cada uno puede tener sobre el empeoramiento o mejora de los otros. El punto de partida debe girar en torno a integrar al dependiente en un consumo no problemático y, si es posible, conseguir la abstinencia, con el fin de poder establecer un diagnóstico diferencial lo más exacto posible. A partir de ahí, tanto el usuario como el tratamiento podrá centrarse sobre los diferentes problemas que aparecen en torno al consumo y trabajar en la modificación y mejora del funcionamiento social anterior, afectado la mayoría de las veces, por la ilegalidad y la marginalidad Es importante estabilizar a los pacientes tanto en su drogodependencia como en su trastorno psiquiátrico, puesto que si no se realiza esto es posible que no mejore adecuadamente en ninguno de sus trastornos. El diagnóstico de posibles trastornos de personalidad va a permitir una mayor eficacia en el tratamiento pues facilita el establecimiento de la relación terapéutica y la intervención se encaminará tanto a la dependencia como a la psicopatología concomitante. El tratamiento ambulatorio debe ser más intenso y, al mismo tiempo, menos rígido que el planteado para aquellos no afectados por patología dual, para evitar los abandonos, teniendo en cuenta que las recaídas en este grupo pueden ser más frecuentes. Los trastornos de personalidad antisocial, son predictores de mala respuesta a los diferentes abordajes psicoterapéuticos en los consumidores de opiáceos. Las dificultades de tratamiento y abordaje vienen derivadas de algunas de las características de estos pacientes en los que se unen dos patologías de por sí graves. Algunas de estas dificultades son: Suele tratarse de pacientes conflictivos y manipulativos 169 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Tienen un menor cumplimiento terapéutico Presentan una mayor tasa de recaídas y hospitalizaciones Peor respuesta relativa al tratamiento neuroléptico Existe un aumento de la agresividad (hacia sí o hacia otros) Presentan una mayor incidencia de problemas legales y sociales (menor apoyo sociofamiliar, desempleo, vagabundeo,...) Se da un inicio más temprano de la Psicosis Por último, adoptan con más facilidad roles sociales "marginales" Por todo ello; el pronóstico es peor en general. Pero también por la falta de recursos específicos y de formación de los profesionales de cada una de las especialidades en las peculiaridades de la otra. La carencia de recursos asistenciales específicos (y la opinión generalizada de que son pacientes "no tratables" y su mal pronóstico) provoca que muchas veces sean rechazados tanto en centros de tratamiento de toxicomanías como en centros de asistencia psiquiátrica, y que además sea bastante difícil proporcionarles una continuidad de cuidados. El modelo de tratamiento integral resulta el más eficaz ya que parece aumentar la adhesión al tratamiento ambulatorio, disminuye las hospitalizaciones y también los problemas legales y sociales de estos pacientes. El tratamiento integral no sólo es integrar en un mismo programa los requisitos tanto del tratamiento psiquiátrico como del correspondiente al abuso de sustancias. Además, es necesario que dicho programa tenga una continuidad en las distintas situaciones que se van presentando a lo largo del tratamiento: centros de atención ambulatoria y estructuras intermedias como pueden ser los recursos de desintoxicación, de internamiento de corta y media estancia, comunidad terapéutica, etc. En cualquier caso, no se pueden limitar los objetivos al corto plazo; a que se resuelva la situación aguda de consumo o la estabilización de la clínica psiquiátrica, si no que hay que tender hacia un proceso de rehabilitación psicosocial planteando entonces los objetivos en el medio-largo plazo. Dado que los centros de atención a las drogodependencias y los servicios de salud mental 170 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? funcionan como dos organismos independientes, habría que considerar la necesidad de: - Impulsar y facilitar un acercamiento más estrecho de colaboración - Implantar programas de formación en psicopatología y psiquiatría en los centros de atención a drogodependientes, generándose criterios y protocolos de diagnóstico que detectaran los casos rápidamente - Fomentar la creación de recursos específicos Los pacientes consumidores de opiáceos con algún trastorno mental, suelen mejorar tras su inclusión en un Programa de Mantenimiento con Metadona, siendo el objetivo en estos pacientes, la retención en el programa que nos permita abordar su drogodependencia y su patología mental. ACTUACIÓN DESDE EL CAID Bajo nuestro punto de vista, y sin ánimo de entrar en polémica, interesa centrarse en aquellos que presentan algún trastorno que afecte a su tratamiento, bien por estar en fase aguda o bien por su gravedad, espectacularidad, etc. Está claro que existe un número importante de usuarios de nuestro Centro que requiere, o ha requerido en un pasado, atención psiquiátrica por un problema distinto a su dependencia (uso, consumo o abuso) de sustancias. Lo que es más difícil es determinar cuál es o ha sido el proceso. Podemos establecer algunos perfiles: - Esquizofrénico consumidor en el que el orden de los diagnósticos no está bien establecido pero ambos se retroalimentan en la actualidad. Son un número muy limitado - Consumidor con un trastorno de personalidad, o varios según se ha visto, que al margen de su consumo podría llevar una vida absolutamente normal y pasar desapercibido salvo por algunas "rarezas" o dificultades en su personalidad que posiblemente nunca le hubieran llevado a atención psiquiátrica, y en los que es muy problemático establecer una causaefecto aunque pueda plantearse la hipótesis de que lo "antisocial" (en su sentido más sociológico) de su comportamiento y de sus relaciones ha facilitado o reforzado su uso consumo de drogas - Consumidor marginal, de muchos años de evolución, fracasos reiterados en el tratamiento, graves déficits en lo sociofamiliar y educativo, en situación de retroalimentación, posiblemente con ingresos en prisión y poca o nula experiencia laboral, en el que los 171 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? diagnósticos psiquiátricos no se sabe hasta qué punto están definidos, relacionados o afectados por este grave deterioro ni qué ha sido antes si el deterioro por el consumo o por el trastorno. - Consumidor de sustancias con episodios de alteración psiquiátrica y síntomas de trastorno en episodios agudos que remiten en la abstinencia o con algunas modificaciones menores en su situación: intentos autolíticos, depresiones asociadas a incidencias del consumo (cantidad, abstinencia,..), episodios psicóticos asociados al consumo: paranoias, experiencias extrasensoriales,... Este perfil es cada vez más frecuente por ser mayor la demanda de consumidores de cocaína como sustancia principal y única (o por lo menos no asociada a heroína aunque sí, posiblemente, a alcohol y cannabis) Una vez aceptada la existencia del doble diagnóstico y la necesidad de intervenir de manera integral en los usuarios que nos llegan, una vez que ha dejado de satanizarse el consumo y que en los programas de tratamiento no se busca la abstinencia por la abstinencia y se trabaja sobre el individuo en su realidad, en general, el manejo de estos usuarios no conlleva importantes dificultades aunque sí existe un grupo con el que resulta problemático el diseño de la intervención. Unas veces porque presentan claros síntomas de trastorno mental y requieren de intervención más psiquiátrica que sobre el consumo pues éste ya está establecido en su vida y no es posible introducir cambios ni manejar esas situaciones; incluso, porque la familia tampoco está dispuesta a colaborar Otras veces la dificultad surge por el consumo abusivo de psicofármacos y las dificultades que ello entraña en cuanto a su manejo o la posible reducción del mismo (casi siempre imposible) Por último, existe una importante dificultad a la hora de establecer un diagnóstico y diseñar una intervención integrada y paralela La Agencia Antidroga, consciente de esta situación en cuanto a la Patología Dual, ha ido creando, dentro de la estructura propia, una serie de servicios de apoyo para la red de Centros de Atención, que constituyen en sí mismos una incipiente red para el tratamiento de la Patología Dual. Así, existe el PROGRAMA DE ATENCIÓN PSIQUIÁTRICA para darnos la cobertura en cuanto a diagnóstico, medicación y tratamiento, si es necesario, en aquellos casos que, previamente, no están atendidos en la red normalizada. 172 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Además, mantenemos una coordinación permanente con dos de los Servicios de Salud Mental con los que compartimos cobertura. Este conocimiento mutuo nos permite establecer una relación fluida y un intercambio de información cuando así se precisa para el mejor entendimiento y tratamiento de los casos comunes, la derivación de aquellos casos que así lo requieren en ambos sentidos e, incluso, solicitar la valoración de un caso que plantee alguna duda, haciendo más ágil todo el proceso pudiendo concertarse las citas de forma directa. En los casos que requieren desintoxicación ésta se realiza en el Hospital Psiquiátrico de Madrid y los que requieren de Comunidad Terapéutica para su tratamiento pueden ir a la Comunidad de "El Batán". Existen otros dispositivos con los que contamos para situaciones o problemas concretos como son el Piso de Patología Dual "Estudio 22" para casos que requieran estancias a corto y medio plazo y el Centro de Conductas Adictivas de Doctor Santero, con un Programa específico consumidores con patología dual. Las mayores dificultades se nos presentan en los casos de personas que están en Programa de Mantenimiento con Metadona, puesto que cuanto más específico es el problema más difícil es encontrarle solución y si es difícil encontrar recursos específicos para usuarios de este Programa: piso, trabajo, Comunidad Terapéutica, etc. y es difícil encontrar recursos para usuarios con diagnóstico dual, cuando ambas dificultades coinciden, los problemas se multiplican. En otro orden de cosas, también se nos presentan dificultades con este tipo de usuarios que serían susceptibles de ser diagnosticados de patología dual. - Atendemos a mucha gente con antecedentes penales y, sobre todo, atendemos a mucha gente recién salida de prisión en Programa de Metadona, no parece que exista una correlación clara entre prisión y mayor presencia de trastornos pero sí podemos encontrar esa relación en cuanto a más conflictividad en el centro y peor pronóstico. Quizá cabría preguntarse si existe correlación entre: más años de adicción, más tratamientos fallidos, más ingresos en prisión (o más años de condena), y más trastornos de la personalidad. Así mismo, si se dieran estos trastornos de personalidad sería interesante saber si serían previos o posteriores a la adicción o al ingreso en prisión 173 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? - En segundo lugar, tenemos algunos problemas cuando se nos presentan usuarios con trastorno dual y entendemos que requieren un ingreso hospitalario para el desarrollo de alguna intervención o simplemente para su control en una fase aguda, para el cual sería necesaria una orden judicial, puesto que en la mayoría de los casos se muestran reticentes y las familias tampoco suelen tener capacidad para su manejo. Nuestra intervención trata de detectar los casos, lograr un diagnóstico cuando ello es posible y realizar una intervención integral, con soporte en los Servicios de Salud Mental cuando se ve necesario y autónomamente cuando así nos sentimos capaces. También damos soporte a Salud Mental cuando nos lo solicitan en casos de trastorno psiquiátrico y consumo secundario de sustancias. Algunas de las actuaciones son: Informar de la necesidad de acudir a las citas con el psiquiatra y seguimiento de que así se cumpla. Informar de la necesidad de tomar la medicación prescrita, lo que permitirá conseguir su mejoría y que los demás estén más seguros con él. Cuando se considera necesario y muchas veces en coordinación con los psiquiatras, realizamos supervisión y administración de la medicación para asegurar su cumplimiento y buen uso, incluso se realiza implantación de depot. Tratamiento de contención desde lo psicológico, resolución de problemas en lo social y apoyo familiar. Hablar con los pacientes para evaluar su estado psicológico y si se detecta empeoramiento, comunicarlo a su psiquiatra. Insistir en la higiene corporal, su alimentación y un adecuado ritmo de sueño-vigilia. En estos pacientes son útiles los programas de sexo seguro y consumo seguro, para intentar prevenir que en fases depresivas tenga pensamientos o intentos de conductas autolíticas mediante sobredosis o adquiriendo enfermedades transmisibles, así como prevenir que en fases psicóticas y maníacas tenga conductas sexuales de riesgo. 174 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Se intenta establecer una relación de colaboración, haciendo cosas con el paciente, pero no para el paciente. Hay que centrarse en el comportamiento del paciente y no tanto en explicar la causa de su comportamiento. Es preferible que reflexione sobre sus actos, a darle consejos o realizar juicios de valor. Es útil fijarle límites y si surge ansiedad o depresión, abordarlos, así como proporcionarles apoyos sociales. Es bueno que intente colaborar con otros para aumentar su autoestima. CONCLUSIONES El término Patología Dual corre el riesgo, quizá por un uso excesivo del mismo, de desvirtuarse y englobar a sujetos toxicómanos sin patología psiquiátrica que lo justifique, no facilitando, por tanto la mejora que se pretende en aquellos casos que sí presentan unas necesidades específicas. Las dificultades de tratamiento del paciente dual vienen derivadas de: Las características de los pacientes, que se presentan más complejos y conflictivos, generalmente con escasa colaboración debido a la falta de conciencia de enfermedad y en muchos casos a que se encuentran en el tratamiento de manera forzada. La falta, en ocasiones, de recursos asistenciales específicos. Problemas de formación de los profesionales que trabajamos en drogodependencias en cuanto a aspectos de la intervención en salud mental. La ausencia de un abordaje integral de su problemática y las dificultades que del mismo se derivan. No existe unanimidad sobre el recurso que debe tratar la patología dual y en qué forma lo haga. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bobes, Julio: La patología Dual; Seminario sobre "Trastornos de Conducta de personalidad y psicóticos en adicciones", Lab. Jansen-Cilag, 2000 Brooner, R.K.; King, V.L.; Kidorf, M. et al.: Comorbilidad psiquiátrica y de uso de sustancias entre abusadores de opiáceos que inician tratamiento. Arch. Gen. Psychiatry, 1997; 54: 71 - 80 Cabrera Forneiro, José, (Ed.): Patología Dual. Ed. Gráfica Delos - Agencia Antidroga. Comunidad de Madrid IICuros sobre manejo de Trastornos Esquizofrénicos: "Esquizofrenia y Abuso de Drogas"; Complejo asistencial Benito Menni, 2000 Díaz Barriga Salgado, Lino: Comorbilidad Psiquiátrica. http://paginas.deagrapa.com/tecnologia_y_ciencia/adicciones/comorbilidad.htm Dubrowsky, Víctor; Rodriguez Garín, E. et al.: Trastornos psiquiátricos y consumo de sustancias psicoactivas. Estudio clínico y toxicológico. Alcmeon27, año IX - vol. 7, nº 3 - nov. 1998 Gil Monreal, F. Y Viqueira Lamadrid, Mª.: Estudio de trastorno de personalidad y otros trastornos psiquiátricos en pacientes adictos a opiáceos Marset, Miguel et al.: Evaluación y tratamiento de la patología dual en un programa de prescripción controlada de heroína. División de Abuso de sustancias PEPS. Departamento de psiquiatría. Hospital Universitario de Ginebra. Matellanos, Manuela (Coord.): Intervención en Drogodependencias: Áreas y Técnicas. Monografía, 1996. Delegación de Madrid. Colegio Oficial de Psicólogos Seva Díaz, Antonio: Patología psiquiátrica concomitante con el alcoholismo. ¿Trastorno dual o plural?, en: Comorbilidad entre trastorno psiquiátrico y alcoholismo. IV Congreso nacional de psiquiatría. Oviedo, 1999. Editado en CD por Laboratorios Merck 175 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? GREGORIO MARTÍN CARMONA Médico. Director del Centro Dr. Santero de Cruz Roja. ALICIA PICAZO, Psiquiatra. LUZ ARRIBAS, T. Social. MARISA ESTEBAN, T. Social GRUPO DE FAMILIAS CON PARIENTES CON DIAGNÓSTICO DE PATOLOGÍA DUAL INTRODUCCION: La comorbilidad de un trastorno psiquiátrico y el abuso de drogas es un hecho frecuente al que hasta ahora no se le había prestado mucha atención en los programas asistenciales sanitarios. En el único estudio a gran escala que se ha realizado y en el que se evaluó el abuso de sustancias y otros trastornos psiquiátricos en una muestra de más de 20.000 individuos mediante una entrevista estructurada (Regier et al,.1990) los resultados son llamativos. El 47% de los pacientes esquizofrénicos, el 32% de los pacientes con trastornos afectivos y el 23,7% de las personas con trastorno de ansiedad tenían historia de abusos de sustancias frente al 16,7% de la población general. Es decir las posibilidades de un paciente esquizofrénico de tener un trastorno por abuso o dependencia de sustancias era cuatro veces mayor que una persona que no tenía esquizofrenia. El trastorno psiquiátrico asociado a la drogodependencia más estudiado ha sido la esquizofrenia y se ha realizado desde diferentes modelos explicativos: 1.- Modelo Etiológico, desde el cual puede considerarse: - El abuso de sustancias es un factor causal de la esquizofrenia. El trastorno psicótico es causado o precipitado por el abuso de determinadas sustancias psicoactivas. (McClellan et al, 1979) - El abuso de sustancias es otras manifestación de la esquizofrenia. (Pérez de los Cobos & Casas). 2.- Modelo de Disfunción Biológica, desde el cual se plantea que un trastorno en el funcionamiento del sistema dopaminérgico puede aumentar la vulnerabilidad tanto a la esquizofrenia como al abuso de sustancia en determinados pacientes. 3.- Modelo de Socialización, que plantea el uso de drogas por pacientes diagnosticados pos esquizofrenia como un fenómeno socializador, siendo el abuso de sustancias el que proporciona un sentido de identidad y de pertenencia a un grupo.(Baigent et al. 1995). 176 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? 4.- Modelo de Automedicación, según el cual la esquizofrenia da lugar a un estado desagradable derivado del propio trastorno psicótico o del tratamiento neuroléptico instaurado que, al consumir la droga, se alivia. (Khantzian 1985; Pérez de los Cobos & Casas 1992). 5.- Modelo de Independencia, según el cual los determinantes del uso de drogas en la esquizofrenia no difieren de la población general. (Castaneda et al. 1991). En nuestro contexto social observamos como personas que padecen Patología Dual (trastorno mental y drogodependencia) presentan serias dificultades de integración y, en muchos casos sufren procesos de exclusión y expulsión de sistemas sociales, incluido el familiar y el institucional. Existen algunos factores que favorecen la vulnerabilidad de las personas que padecen Patología Dual, como por ejemplo: 1.- La percepción social que existe actualmente en nuestra sociedad en lo referente a las drogodependencias y a los trastornos mentales sigue siendo negativa y culpabilizante. Este aspecto ha podido influir en el desarrollo de las respuestas asistenciales y las actitudes intolerantes. 2.- Al producirse de forma simultánea dos enfermedades graves, cuya clínica afecta de forma muy directa a la conducta, los síntomas de una y otra, pueden no ser bien entendidos y conducir, tanto a familiares como a profesionales a actitudes ambivalentes (rigidez, sobreprotección) olvidando un entendimiento integral del paciente. 3.- Al haberse deteriorado el soporte familiar y de otras personas próximas al ámbito de convivencia, el individuo se encuentra más solo y carece de los apoyos y soportes que antes le prestaba la familia y, busca alternativas en las Instituciones del Estado. 4.- La situación de precariedad económica producida por la integración en el mercado laboral hace que tengan que insertarse en modelos de protección económica no contributiva, que son generadores de dependencia y de precariedad. 5.- Existe una gran dificultad para alcanzar espacios estables de convivencia y de alojamiento. 6.- El desarrollo de los modelos asistenciales actuales no permite actuaciones integrales y globales, sobre aquellos sujetos que presentan una patología dual, creando dificultad de acceso a los mismos. 7.- Las propias expectativas del paciente y su familia son muchas veces el escollo de más difícil trabajo y abordaje, dado que tenemos que hablar de patologías graves, crónicas, con recaídas y que necesitan seguimiento. Esta cronicidad, su aceptación, sin estancarse en ella, es en muchos casos lo más costoso de elaborar. Se puede afirmar, de este modo, que presentar Patología Dual dificulta cualquier estrategia de intervención ya que en muchos casos la respuesta asistencial no se encuentra preparada para responder a las complejas demandas que plantean estas personas y sus familiares. JUSTIFICACIÓN: En la Unidad de Conductas Adictivas Multidependientes de Cruz Roja Madrid, uno de los colectivos atendidos, son pacientes en Programa de mantenimiento con Metadona y patología psiquiátrica. Se incluyen también en Programa de Atención Psiquiátrica aquellos pacientes que aún no encontrándose en Programa de sustituvos opiáceos padecen un trastorno psiquiátrico asociado. 177 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Los pacientes psiquiátricos que sufren un trastorno del espectro psicótico, constituyen un sector de la población especialmente desprotegido y de mayor vulnerabilidad psíquica y es por ello, que ya desde Salud Mental se ha trabajado con ellos a nivel individual, familiar y grupal. Esta vulnerabilidad y desprotección se ve sustancialmente incrementada si además existe una drogodependencia que multiplica la conflictividad y la disfunción familiar. En nuestro Centro, el diagnóstico de mayor prevalencia en este grupo es el Esquizofrenia (CIE-10 : F 20). Un número elevado de estos pacientes conviven junto a sus familias de origen o con su familia propia. Estos familiares son tratados por las distintas áreas profesionales del Centro de forma individual. Al incluir a la familia en el tratamiento del paciente se pueden abordar cuestiones orgánicas, pautas de dispensación de medicación, a la vez que de funcionamiento familiar que permite disminuir estados de aislamiento y angustia provocados por una difícil convivencia. Algunos estudios indican que el tratamiento de varias familias a la vez es incluso más eficaz para favorecer la identificación de mecanismos para enfrentarse a los problemas y encontrar más fácilmente las estrategias de resolución de los problemas (Mc Farlane y cols,1995). Los grupos de apoyo familiar pueden ser útiles para permitir: Compartir experiencias. Reducir la sensación de aislamiento (no son los “únicos”). Reducir los sentimientos de culpabilidad y estigma. Compartir la manera de enfrentarse a los problemas prácticos. Compartir mecanismos de afrontamiento. Crear un foro en el que los sentimientos puedan expresarse y asimilarse. Intercambiar impresiones con sinceridad y claridad sin ser objeto de ofensas. Ampliar la red social. El desarrollo de la Psiquiatría Comunitaria, las limitaciones de los neurolépticos, los nuevos conocimientos acerca de la esquizofrenia y el pragmatismo y los derechos de los familiares, son las razones más importantes para entender el auge que en los últimos años está adquiriendo el modelo psicoeducativo que partiendo de la hipótesis de que es extremadamente importante y 178 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? valioso proporcionar información a los familiares de enfermos graves, se convierte en una metodología de trabajo basada en la información actualizada (conocimientos sobre la esquizofrenia), enseñanza de habilidades para la convivencia, obtener apoyos para el mantenimiento de las mejorías, evitación de recaídas, mejora de la calidad de vida, etc. Del mismo modo, los profesionales tenemos razones para solicitar la cooperación de la familia en el tratamiento y en su preparación para ello: 1. porque sabemos que la esquizofrenia provoca un impacto en todos los miembros de la familia. 2. Porque el consumo de drogas, aunque no exista una dependencia, produce un factor de pronóstico negativo. 3. Porque esa situación, la de convivir con pacientes mentales severos que es estresante y crónica para la familia, hace a sus miembros menos capaces de continuar ayudando al paciente de forma efectiva. Al darse la circunstancia de ser familiares de personas con problemas de abuso de drogas, encontrándose éstas en un programa de tratamiento, aparece la necesidad de abordar esta problemática, ya que durante periodos anteriores y en la actualidad ,las demandas de ayuda han surgido por la drogodependencia y por las consecuencias asociadas al consumo de sustancias, que no han permitido o han impedido afrontar las reacciones de un diagnóstico dual. OBJETIVOS: 1. Dotar a las familias de recursos y conocimientos necesarios para manejar y controlar las circunstancias y superar las crisis vivida después de la aparición de un trastorno psicótico y el consumo de sustancias. El trabajo con la familia se debe desarrollar dentro de un marco adaptado a las necesidades de la familia, teniendo en cuenta sus fuerzas, recursos y experiencia. 2. Conseguir en la familia modelos de respuesta útiles, reduciendo las respuestas menos útiles, ya que se ha comprobado que las experiencias negativas agravan los síntomas y precipitan las recaídas (Kavanagh 1992). 3. Beneficiar indirectamente al paciente desde el trabajo con la familia, ya que ésta puede: - proporcionar información sobre el curso de la enfermedad. 179 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? - Apoyar al paciente. - Ayudarle en aspectos prácticos. - Vigilar la evolución del paciente en el hogar. - Ayudar a la prevención o el tratamiento de la morbilidad secundaria. - Detectar signos prodrómicos de recaídas. - Defender sus propios intereses y los del paciente. DESTINATARIOS: Familiares (padres, madres, cónyuges, hermanos, hijos) y demás familiares que mantengan relación estrecha con pacientes del Centro de Conductas Adictivas de Cruz Roja que presenten Patología Dual (con diagnóstico de Esquizofrenia u otro Trastorno Psicótico). METODOLOGÍA: El grupo de familias estuvo formado de 6 a 8 componentes, sabiendo que de un mismo paciente podía acudir más de un miembro familiar. Se sugirió que al menos uno de los asistentes, tuviera una relación más directa y habitual y mejor comunicación con el paciente y que la asistencia al grupo de esta persona fuera lo más asidua posible para dar continuidad y contenido al grupo y asegurarnos, de que, al menos algún miembro de la familia recibiera la información completa. La convocatoria para asistir al grupo se realizó de forma individual desde alguna de las áreas profesionales. El trabajo se desarrolló a través de 6 sesiones quincenales de hora y media de duración cada una de ellas- El día señalado para el trabajo en grupo fueron los miércoles. Las sesiones se desarrollaron con una metodología expositiva en la primera parte de la sesión por parte de los profesionales, dejando sobre todo espacio para el planteamiento de dudas, situaciones cotidianas y expresión de emociones y sentimiento de los familiares, finalizando con un breve resumen de la sesión, temas tratados y áreas a trabajar para la sesión siguiente. CONTENIDO DE LAS SESIONES 1. Presentación de participantes y terapeutas. Encuadre. Normas del grupo. Cuestionario 180 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? 2. Concepto de patología dual. Concepto de esquizofrenia. Otros trastornos psicóticos. Tratamientos farmacológicos. 3. Modelo de vulnerabilidad/stress. Factores de protección y factores de riesgo. Conceptos generales sobre drogas. 4. Emoción expresada. Emociones positivas y negativas. 5. Tipos de Comunicación. Verbal y no verbal. 6. Solución de problemas. Caso práctico. Nuevo cuestionario. Conclusiones. C0NCLUSIONES. - La asistencia fue muy regular, acudiendo un familiar o más de cada paciente, exceptuando en dos de los casos propuestos, en uno de ellos la familia no se mostró receptiva y en otro no se asistió de forma continuada. - Los asistentes se mostraron satisfechos unánimemente, ya que siempre habían acudido a grupos donde sólo se abordaba el aspecto de la drogodependencia. - Corroborando lo ya establecido en otros estudios sobre grupos de psicoeducación, se puede decir que éstos son una buena fuente de enseñanza para pacientes y familiares, resultando especialmente útiles para mejorar la comunicación y las estrategias para afrontar diversos problemas de la convivencia diaria. - La percepción que tuvieron sobre el contenido de las sesiones fue de excesiva información, demandando más sesiones donde pudieran exponer todas sus dudas y dificultades, ya que todos los asistentes confirmaron su alto nivel de ansiedad, la necesidad de expresar ésta y elaborar soluciones en conjunto, entre terapeutas y familiares. - Respecto a las respuestas del cuestionario, se ha podido observar que, al acabar las sesiones, se habían operado cambios en las mismas, pasando a ser más valorado el papel de la familia como canalizadora de tensiones y problemas, aunque seguían valorando al centro y la medicación como los factores fundamentales en la evolución. También queda patente el cambio en cuanto a la concepción de ciertas actitudes del paciente como síntomas de su enfermedad de base, lo que por sí solo, había ayudado a la disminución de conflictos familiares. - Por último, todos los participantes, terapeutas y familiares, coincidieron en que la realización de estos grupos mejora la implicación de todos en el proceso de tratamiento ya que aumenta el conocimiento mutuo, ayudando esto a comprender mejor al paciente. 181 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? DESARROLLO DE SESIONES: 1ª Sesión: - Presentación. - Análisis de expectativas del grupo. - Normas. - Evaluación de creencias y conocimientos. 2ª Sesión: - Definición de la esquizofrenia. - Sintomatología. 3ª Sesión: - Tratamientos (Farmacológico y Psicosocial). - Utilización de drogas. - Automedicación. 4ª y 5ª Sesión: - Respuestas emocionales y conductuales ante los síntomas. Manejo familiar de la enfermedad. 6ª Sesión: - Cuestionario sobre Variaciones/cambios producidos en el sistema familiar. ANA VAZQUEZ RODRÍGUEZ Médica Psiquiatra de Instituciones Penitenciarias. ¡Buenos días y gracias por invitarme a participar en estas jornadas tan interesantes! Ya hemos visto que existe una “comorbilidad” entre diagnósticos de dependencia a drogas y trastornos psquiátricos. Por un lado, los pacientes con trastornos mentales, tienen más riesgo de abuso/dependencia de drogas. Según algunos estudios epidemiológicos de EE.UU. los enfermos mentales en un 22% consume alcohol y el 15% sustancias de forma abusiva o dependiente. De los enfermos mentales ingresados en prisión, el porcentaje de consumo es mayor. Esto puede tener varias explicaciones, ya sea por la influencia del efecto del alcohol o drogas en el delito, 182 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? la mala evolución de la enfermedad mental con el consumo de alcohol o drogas,... en concreto, por ejemplo el cannabis se ha visto que se relaciona con momentos de recaídas bien; por un posible trastorno de personalidad, acompañante a la enfermedad mental y al consumo/abuso o dependencia de drogas, ya que los trastornos de conducta aún, en enfermos mentales se han relacionado más con un trastorno de personalidad o bien, porque la enfermedad mental sea la determinante en la comisión del delito. Por otro lado, el trastorno por consumo de sustancias, también se relaciona con más patologías y, en el caso del alcohol, haciendo referencia a la misma estadística, el 19% de estos pacientes, tienen trastornos de ansiedad, un 14% de personalidad antisocial, un 13% trastornos del estado de ánimo y un 4% esquizofrenia. Entre los pacientes por consumos de otras sustancias, un 28% presentan trastornos de ansiedad, un 26% del estado del ánimo, un 18% de personalidad, y el 7% esquizofrenia. En general, los trastornos de personalidad son más frecuentes entre los internos en prisión con o sin consumo de drogas. Dentro de esta “comorbilidad” psiquiátrica, existen trastornos claramente inducidos por el consumo de sustancias, y existen otros trastornos que no se sabe exactamente si preceden y provocan el consumo o, son secundarios, o independientes. Se tiende a pensar que los trastornos inducidos por drogas no son crónicos, sino que la mayoría tienen un plazo máximo de un mes después de abandonar el consumo. No así, por ejemplo, la demencia asociada al consumo de alcohol o de inhalantes. Si ese consumo no remite, -como pasa dentro de la prisión-, pues a veces es difícil saber la exacta relación entre ambos trastornos, si es un trastorno inducido o es acompañante.. Dentro de los trastornos inducidos por el alcohol, tenemos la intoxicación, la abstinencia, delirium, demencia, trastorno amnésico y otros tipo de trastornos que pueden aparecer durante la intoxicación o durante la abstinencia. Otros trastornos psiquiátricos que también pueden acompañar al abuso/dependencia de sustancias, son los trastornos asociados al sida. Comentar la patología psquiátrica familiar que existe en cualquier trastorno de consumo de 183 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? sustancias, existe una dinámica familiar alterada y, esto, repercute aumentando la dificultad en el tratamiento. Por ejemplo, la depresión en la que pueden caer las mujeres de alcohólicos, cuando éste abandona el consumo, porque ya no se encuentran con una persona tan sumisa, sino que se encuentran con una persona que quiere hacer su vida y, esto genera unos cambios; a la mujer del alcohólico ya no le sirve de disculpa tener un marido alcohólico y tiene que enfrentarse a su propia responsabilidad vital. En los dependientes a otras drogas, tienen que dejar ser niño para sus madres con los cambios que esto representa. Con respecto a las implicaciones de la existencia de una patología doble en el tratamiento, el problema del consumo de sustancias, siempre tienen que englobarse en el contexto . Nunca es un problema independiente ni ajeno a la persona; no podemos potenciar la idea del paciente “de que todos sus problemas están en la droga”. El tratamiento tiene que estar encaminado fundamentalmente, hacia la forma de afrontar la vida, los problemas que han conducido a ese problema de drogas, además de tratar cualquier otro trastorno que pudiera existir. Gracias. Santiago Delgado Bueno Médico psiquiatra forense Gracias a mis compañeras y amigas por invitarme a participar en estas Jornadas. En primer lugar, aludiendo al título, desde 1989 hasta el día de hoy, en drogodependencias, en este país se ha avanzado mucho, pero aún queda mucho por hacer. Segunda puntualización, yo no se si aquí se está equivocando tratamiento penitenciario con tratamiento médico, eso no lo se, pero lo cierto es que en drogodependencia los tratamientos existen y muchos se curan. Vaya por delante tratamiento médico, psicológico, social y, preferiblemente, todos ellos, 184 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? porque éste es el abordaje y no hay otro. Bien, vaya por delante, ¡tratamiento si! y, además, sirven y son útiles y dentro del sistema penitenciario también lo son. Bien, dicho eso, déjenme que además, me introduzca en lo que mis compañeras y amigas me han pedido. Ahora, en esta mesa, se trata de que relacionemos las drogas y la patología mental; si no teníamos suficiente con las dos, además ahora hay que ponerlo en relación con la legislación vigente. Vamos a intentar definirlo en primer lugar, para ver dónde estamos y a qué estamos jugando y a qué atenernos. Lo podemos llamar patología dual o lo podemos llamar como quieran, pero la idea aquí, es la interrelación que existe entre el hecho de consumir drogas y la patología psiquiátrica. El concepto diagnóstico dual puede referirse a la coexistencia de un trastorno mental y otro por abuso de substancias. ¿Tiene interés?, ¿ha triunfado el término?. Tiene interés porque es muy frecuente. En España se investiga, en eso también estoy de acuerdo. Es verdad que, ni con la calidad ni cantidad que en Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia, etc, etc,. pero se investiga y se investiga bien. Desearíamos que fuera más pero, a lo mejor tampoco los fondos o las administraciones han favorecido eso, pero se investiga y bien. La prevalencia de trastornos mentales en población de adictos, se estima en torno al 53% y permítanme que les haga un matiz, es decir, unas 4,5 veces por encima de los no adictos. Estos datos están en un estudio que se ha hecho con mucha gente en población general y en mi opinión, también puede ser discutible, se ha exagerado el resultado porque se utilizó un método de entrevista que quizá es muy proclive a diagnosticar trastornos mentales. Por otra parte, se estima que un 30% de la población con trastornos mentales que, es en torno a un veintipico por ciento, presentarían o presentan historias de abuso o dependencia de drogas. En estos juzgados, aquí debajo, aproximadamente hay 60, 70, 80 detenidos al día; el 40% de ellos tiene problemas con drogas y el 25% de ellos tienen psicopatología previa. Definido esto, paso a comentarles datos de estudios realizados; que hay una comorbilidad del trastorno mental y el consumo de drogas en un 53% de las dependencias de drogas en general. Por diagnóstico dual se está entendiendo un concepto que aúna o pretende aúnar la patología mental y el consumo abusivo de drogas, porque el consumo de drogas normal, no tiene porqué 185 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? necesariamente conllevar un trastorno mental, es verdad que en niveles de consumo importantes puede llegarse a eso. Existen más que sobradas razones para poder afirmar que el consumo abusivo de drogas genera trastornos mentales importantes, serios, variados ...... La esquizofrenia es el más representativo de los trastornos mentales de estas personas que no sólo consumen drogas, sino que precipitan recaídas psicóticas de la esquizofrenia que padecen etc... Las drogas inducen a enfermedades físicas , la típica es la heroína y el sida. El alcohol hepatopatía, encefalopatía hemática; ya tenemos el triple diagnóstico en lugar de dual. Hay que hacer prevención, evidentemente, en todos los niveles. Si realmente se tomaran medidas con las personas que padecen delirio paranóico ( alcohólicos) que se gesta en cuatro o cinco años aproximadamente, se podría intervenir. Es difícil pero es verdad que habrá que estar en ello. El ejemplo más fácil de los trastornos mentales es el de la alimentación, que genera enfermedades físicas que llevan al consumo de drogas, eso es lo que yo entiendo por patología dual, triple diagnóstico etc ... y ahora hay que ver qué es inducido y qué es primario, para eso es necesario un equipo de profesionales que tienen que dedicarse a esto. Está mas que demostrado que todos los drogodependientes delincuentes o no que se ponen en cualquier tipo de medida terapéutica o alternativa de tratamiento, disminuyen el nivel de criminalidad, especialmente si el programa es de mantenimiento con metadona. En este momento hay nueve mil personas en metadona y eso ha generado un beneficio importante para ellos, para sus familias, para sus parejas , para sus trabajos, la sociedad en general y también para la justicia. Eso es tratar, eso son beneficios. El consumo abusivo de drogas genera mucha,y muy variada patología mental. Hay que tener en cuenta que los trastornos mentales a veces producen una serie de síntomas indiferenciables o dificilmente diferenciables de los que produce el consumo abusivo de drogas. Los trastornos mentales típicamente encuadrados en el DSM IV tenemos orgánicos y funcionales. 186 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Es conocido el delirio, la demencia incluso la demencia por pegamentos inhalantes que empieza a rebrotar cuando pensábamos que estaba prácticamente desaparecida ; y los funcionales como no, el famoso trastorno psicótico inducido por sustancias psicoactívas, la cocaína, el consumo de alucinógenos, alucinaciones , trastornos afectivos, de humor, del sueño, de la alimentación, etc....Todo eso es patología dual. Ahora pasaremos a analizar como influye las enfermedades mentales en las adicciones a las drogas; como influye la psicopatología en el hecho de consumir drogas. Es un factor de riesgo ya que las poblaciones que presentan psicopatología previa en un presentan problemas de abuso de drogas. Existe un porcentaje (33%) que no se detecta la patología psiquiátrica ya que los síntomas se pueden modificar en el curso de un trastorno adictivo. Algunos síntomas psiquiátricos surgen como consecuencia del uso de sustancias y persisten en la remisión, otros aparecen en brote cuando se intenta conseguir una abstinencia a drogas. Signos y síntomas diferentes de los que ocurren en la drogodependencia, hacen pensar que el trastorno mental sea lo primario; por ejemplo los antecedentes familiares de patologías mentales. No cabe duda de que el consumo de drogas de forma abusiva, o la abstinencia a ella, conlleva comportamientos antijurídicos o antinormativos. Ejemplo de lo primero es el alcohol, droga esencialmente criminógena así como la cocaína. La heroína, la encuadraríamos en el segundo tipo (abstinencia), que generarían delitos como hurtos y robos para conseguir dinero para su consumo. Sería importante que los distintos profesionales sanitarios (médicos, psicólogos....), en vez de aprenderse el Código, hicieran lecturas intentando conseguir objetivos terapéuticos, que es de lo que se trata en ese ámbito y, en nuestro trabajo, ya que el Código prevé medidas terapéuticas (ambulatorias o no) para drogodependientes y, nuestro deber es imaginarlas, pensarlas, indicarlas.... Es posible que el Código Penal sea represivo, pero deja un espacio abierto para el asesoramiento de los técnicos de drogodependencias y salud mental. Sin duda, es necesario diferenciar entre intoxicaciones agudas, que no tienen la misma consideración penal, que los consumos reiterados, ya que según la jurisprudencia y la propia legislación, los consumos abusivos no tienen porqué influir negativamente en la imputabilidad. 187 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Otra cosa es que haya una dependencia, con abstinencias en sentido estricto. También pueden existir trastornos psíquicos distintos, que entrarían en otro articulado del Código Penal, cuya consideración con respecto a la imputabilidad, también cambia. Por último, quiero decir, que sea por parte de Instituciones Penitenciarias, del Sistema de Justicia, de los Centros de Asistencia a Drogodependientes, lo más importante es la labor de coordinación entre todos ellos, cuestión en la que se ha avanzado considerablemente de unos años para acá. En este sentido son imprescindibles las reuniones como ésta, en las que, propongo se traten cuestiones como el establecimientos de Protocolos de Evaluación, con el objetivo de trabajar todos de una forma coherente y organizada, dentro del ámbito de la Patología Dual, para que de esa manera no tener siempre la sensación de que la falta de coordinación, nos hace avanzar a pasos más lentos de lo debido. Habría que hacer una anamnesis, unos antecedentes psicobiográficos, ya que hay pacientes que tienen psicopatologías previas, y esto cambia (o debe cambiar) el tratamiento médico, el penal y el penitenciario. También hay que hacer una exploración física, a través de pruebas complementarias. Los análisis toxicológicos son esenciales, tanto en plasma como en orina, para poder fijar alternativas terapéuticas farmacológicas de acuerdo a criterios científicos. El Indice de Severidad de la Adicción, entrevista semiestructurada, es muy útil así como la nueva forma, el PRISMS IV, basada en el texto revisado del DSM IV, aunque ésta tiene la dificultad de ser bastante extensa para este ámbito en el que trabajamos. Toda esta exploración debe de llevar el consentimiento expreso del paciente, en la mayor parte de las ocasiones, es la propia medida impuesta (tercer grado), la que lleva implícita el acuerdo de estas pruebas. Para terminar, decir que en drogodependencias, se avanza, que los pacientes se curan, pero que hay que concienciarse de que hablamos de enfermedades para saber a qué atenernos y concretar distintas formas de trabajo. Gracias 188 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Mesa Redonda 5. “Drogodependencia y justicia en los medios de comunicación” Ponentes: BEGOÑA DEL PUEYO RUIZ Periodista del programa Protagonistas de Onda Cero ALFONSO OGEA MONTERO Redactor Jefe de Sociedad de la Cadena Ser. JULIO MARTINEZ LAZARO Periodista del Diario El País JUAN CARLOS DE LA CAL Periodista del Diario El Mundo Coordinadora: PILAR SOUSA CHECA. S.I.A.D. 189 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Begoña del Pueyo Ruiz Periodista del programa Protagonistas de Onda Cero “Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio”. Eso es más o menos lo que nos vienen a decir a los medios de comunicación. De entrada, no conozco ningún colectivo que esté contento con la imagen que transmitimos de su problemática, pero por otra parte, son conscientes de que actuamos de caja de resonancia de sus necesidades y que hoy en día lo que no sale en los medios de comunicación es como si no existiese. Se nos reprocha que ofrecemos información demasiado genérica, en la que priman las noticias negativas sobre las positivas y de magnificar la realidad al ofrecer un fenómeno singular como ejemplo. Y no están faltos de razón, pero como iremos comentando esas son características de la que no podemos prescindir los profesionales de la información. Sobre lo que sí que podemos actuar es sobre la calidad de la información que ofrecemos y para eso es imprescindible que existan puentes de comunicación entre los periodistas y los profesionales que trabajan en las drogodependencias. Hace ahora casi diez años, en unas jornadas similares que se celebraron en el Colegio de Abogados de Barcelona, después de enumerar los tópicos en los que incurríamos en esa época al referirnos a los drogodependientes (el más común el identificarlos con delincuentes y marginados sociales) se concluyó que lo mejor que podíamos hacer era olvidarnos de que existían, que no les nombráramos ni para bien ni para mal en los medios de comunicación. Afortunadamente, esa propuesta no fue tomada en cuenta y hoy podemos decir que se ha transformado el concepto que tiene la sociedad sobre las drogodependencias, aunque todavía quede mucho camino por recorrer. En comunicación, la primera imagen es la que se fija con mayor intensidad. Eso explica por qué resulta tan difícil desmarcarse de la imagen del yonki con la jeringuilla y del tirón. En mi caso, recuerdo perfectamente esa época en la que las drogodepencias apenas salían en los medios de comunicación si no era en la página de sucesos. Fue entonces, en el año 90, cuando Luis del Olmo puso en marcha en Protagonistas el espacio “Todos contra las Drogas”. Precisamente, nació de la demanda de los propios oyentes que después de escuchar en un 190 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? monográfico de cinco horas testimonios plurales, entre ellos los de algunos drogodependientes y sus familias, se dieron cuenta de que nos faltaba mucha información. Con ese mismo objetivo, con el de solidarizarse con las familias que se encontraban con un drogodependiente en casa y se avergonzaban de ello, surgió el “Partido de Fútbol Drogas No”, hoy institucionalizado, pero que entonces necesitó del apoyo de líderes de opinión y personajes populares, para contrarrestar el mensaje de “ellos se lo han buscado” Otra de las razones por las que en España se comenzó a asociar drogas con delincuencia se debe a que la mayoría de las informaciones que recibíamos los periodistas y por tanto que transmitíamos provenían de fuentes policiales. Por otra parte, los pocos terapeutas que trabajan seriamente temían que se malinterpretaran sus mensajes y no querían acceder a los medios de comunicación y los que lo hacían en algunos casos procedían de centros más próximos a sectas que a centros de rehabilitación y entonces éramos los periodistas los que recelábamos de ellos. En ese ambiente de desencuentro los mensajes que primaban eran los de cárcel y desestructuración social. En estos momentos, los periodistas que nos dedicamos más o menos habitualmente a abordar esta problemática tenemos una multiplicidad de fuentes que nos permiten contrastar las informaciones con terapeutas, psicólogos, sociólogos, trabajadores sociales, antropólogos, psiquiatras, educadores, etc... También hay que tener en cuenta dos factores que continúan pesando en el tipo de información que transmitimos. Muy especialmente en la radio y la televisión, cuando precisamos de testimonios de afectados, lo habitual es que sólo los toxicómanos que provienen de ambientes marginales quieran colaborar. Es su manera de echarle en cara a la sociedad su falta de apoyo. Mientras, quienes provienen de clase media prefieren guardar el anonimato, porque a menudo la familia continúa culpabilizándose. Gracias a las llamadas de atención que hemos recibido en todos estos años, pero también a la colaboración de los profesionales y sus estudios documentados, poco a poco creo que estamos consiguiendo adecuar los mensajes a lo que es la realidad de las drogodependencias. Aunque precisamente en el campo que hoy nos ocupa, el de la Justicia, me parece que es donde existen más asignaturas pendientes. Por ejemplo, respecto a la información que nos proporcionan los cuerpos de seguridad cuando hay incautaciones. Se nos dice que hablar del precio en mercado de los alijos es una provocación. Sin embargo, son las propias notas de prensa que emite la policía las que hablan 191 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? de dinero, nosotros sólo las recogemos. Por otra parte, en su afán de mostrar eficacia, utilizan unidades de medida diferente: hablan de toneladas cuando lo que han atrapado es hachís, kilos cuando se trata de cocaína y dosis cuando el alijo ha sido de heroína. A menudo se habla de redes, mafias o cárteles desmantelados. Lejos de tranquilizar a los ciudadanos, esa información induce a pensar que son muchos los grupos delictivos que operan en el mundo de las drogas y que tienen una gran capacidad de regeneración. Otro tanto sucede cuando tratamos temas judiciales. En los medios de comunicación es noticia un hecho singular, la cotidianidad no tiene cabida. Por eso que un juez esté aplicando sentencias sustitutivas de prisión en centros de rehabilitación no es noticia. En cambio denunciar que otro juez esté enviando a la cárcel a un hombre o una mujer en pleno tratamiento, sí que es nuestra obligación denunciarlo. En este capítulo todavía se están produciendo casos sangrantes. Aunque los profesionales que trabajan en drogodependencias nos piden que intentemos equilibrar las noticias negativas con las positivas, no creo que se nos pueda acusar de fomentar el desencanto con respecto a la Justicia cuando nos hacernos eco de denuncias como la que ha planteado el mismo Defensor del Pueblo, hace tan sólo unos días: En España un camello que es detenido con 125 gramos de cocaína pueda ser condenado a seis años de prisión, los mismos que se imponen a un narcotraficante con un alijo de miles de kilos en un barco. Esa información, sobre todo si figura junto a otra en la que aborda la posibilidad de que Laureano Oubiña pueda recuperar el Pazo Baion, cuando la Audiencia Nacional le ha exculpado de un delito de alzamiento de bienes, es normal que cree cuando menos indignación . En estos casos, los jueces que están aplicando estrictamente la ley, suelen guardar silencio y sólo las asociaciones de lucha contra las drogas salen a la palestra para denunciar su indefensión. Los medios de comunicación tenemos la obligación, por tanto, de atender sus demandas. Cuando hay que reivindicar ya se sabe que para eso estamos los periodistas. Yo confieso que a veces me encuentro entre la espada y la pared. ¿Qué hacer cuando se está denunciando la degradación de un barrio concreto de la ciudad, donde se venden drogas a la vista de todos?. De tanto señalar ese lugar, podemos contribuir a crear lo que se conoce como “barrio escenario”, lugares donde acaban señalados todos sus vecinos. Los que viven del tráfico de drogas y también injustamente los que sólo han cometido el delito de no tener medios económicos para marcharse a otro barrio más próspero. 192 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? El efecto perverso de la información puede provocar situaciones contradictorias, como pasar de denunciar una injusticia a convertirla en acusación. Por ejemplo, en una visita al barrio de Can Tunis, en Barcelona, me enseñaron un colectivo de unos 300 rusos que malvivían en la ladera de la montaña, pinchándose, después de haber sido estafados en su país, donde les prometían centros terapéuticos de lujo por los que pagaban entre 500.000 y dos millones de pesetas. La denuncia de esa situación frente a la que nadie actuaba (ni su consulado, ni las autoridades españolas), al final casi se vuelve en contra de estos rusos marginados, porque la otra lectura de su abandono era la inseguridad ciudadana que provocaban todas esas personas que para sobrevivir, en la calle sin papeles, sólo podían robar. Por supuesto que también hay historias hermosas que se pueden contar de prisión. La de los cientos de voluntarios y profesionales que los colaboran en la deshabituación de las drogas en la cárcel. Pero de nuevo nos debatimos ante el dilema de abordar la parte positiva de las experiencias o empañarlas con reivindicaciones, como las que nos hacen algunas de estas ONGs que no entienden por qué Instituciones Penitenciarias no financian los tratamientos del cumplimiento de pena alternativa con el dinero que se ahorran de la pensión si estuvieran internos. Nuestro deber es contrastar y ampliar las informaciones que nos ofrecen y no informar aisladamente de los hechos, sino interpretados en el entorno y ligados con otros acontecimientos. Eso es lo ideal. En realidad, es que muchas de las informaciones que nos llegan a la redacción tienen que ser transmitidas en un tiempo límite de horas y a veces minutos, que en muchas ocasiones tienen que hacer esa tarea periodistas sin experiencia en esa problemática y que el tiempo del que se dispone para reseñar esa información puede llegar al minuto escaso de antena. Eso nos obliga peligrosamente a generalizar. Por eso es tan importante que los profesionales que trabajan en drogodependencias colaboren en nuestra tarea: rectificándonos cuando hace falta, pero también sugiriendo nuevas formas de plantear las situaciones. 193 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Alfonso Ogea Montero Redactor Jefe de Sociedad de la Cadena Ser. A MODO DE INTRODUCCIÓN. En los Servicios Informativos de la Cadena Ser, las informaciones sobre el mundo de la droga se ubican en la sección de Sociedad. Esta sección aplica un código deontológico en el tratamiento de las noticias sobre drogodependencias que se basa en los métodos de trabajo aplicados en el programa “Hablamos de drogas” que estuvo en la antena de la Ser durante toda la temporada 94/95.Se realizaron un total de 48 ediciones con un modelo en el que la información es lo básico, dejando de lado paternalismos y pautas que puedan parecen reaccionarias. Desde entonces hemos aplicado el modelo de información con responsabilidad, sin tutelar ninguna opción, pero situándonos en la modernidad, lo que significa admitir todas las ideas sobre las drogas. En definitiva, la sección de Sociedad asume la función de informar y formar, mientras que otra sección, la sección de Nacional afronta los grandes sumarios y juicios tanto en la Audiencia Nacional como en otras instancias inferiores de nuestro ordenamiento judicial. APROXIMACIÓN INFORMATIVA A LAS DROGAS Y SUS CONSECUENCIAS JUDICIALES. El fenómeno de la drogadicción ha mutado en los últimos años de esa mutación, de ese cambio, han llegado cambios profundos en los métodos de trabajo de los periodistas y más concretamente, de los profesionales del sector radiofónico. Se podrían destacar varias diferencias en la ecuación drogas-noticias. 1. -Tipos de sustancias. 2. -Formas de trafico ilícito. 3. -Aparición de nuevos sujetos delictivos. A continuación voy a poner un ejemplo grafico para entender estas diferencias que les acabo de detallar. 194 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Nos situamos en el barrio valenciano de Nazaret, una zona depauperada, repleta de fracaso escolar, de paro y de violencia. Hace unos meses, todos los medios de comunicación nos hacíamos eco de una información tremenda: en uno de los edificios de esa barriada, la cola de personas para comprar hachis media centenares de metros. Era absolutamente visible para cualquiera. Estuvimos día y noche en conexión con varias unidades móviles de Radio Valencia Una familia, con todos sus miembros implicados, se dedicaba a vender hachis y otras sustancias. No se trataba de un único sujeto, sino de todos: padre, madre, hijos, abuela. No solo se traficaba con hachis, sino que la “carta de especialidades” de esa vivienda tenia varias paginas: mdma (éxtasis), heroína, cocaína,”speed”. Un verdadero supermercado. Una nueva forma de trafico ilícito de estupefacientes que supera lo conocido. De igual forma pasa en Madrid en zonas como “Las Barranquillas”. Esto significa que la doctrina neoliberal también ha calado en el mundo de la droga que ampliar mercado aumentando la superficie y los tipos de droga a la venta. Pero sobre todo ha cambiando el perfil del sujeto que delinque: hay padres que pueden ser acusados de un delito contra la salud publica, pero que también serán acusados de delitos contra la infancia provocando la intervención de varios códigos judiciales e incluso la intervención de equipos interdisciplinares: Jueces de instrucción, grupo de menores de la policía y fiscalía de menores, trabajadores sociales, etc. Esta faceta es completamente nueva y provoca que los periodistas tengan que romper sus ideas preestablecidas sobre el fenómeno de las drogodependencias. Se trata por tanto de actividades delictivas ya conocidas, pero nunca agrupadas en un mismo lugar y afectando a grupos de personas socializados como es el caso de una familia. UNA NUEVA REALIDAD QUE IMPLICA SUS RIESGOS. Existen colectivos y personas unidas a la administración que no siempre han sido capaces de analizar las nuevas formas de la drogadicción y sus consecuencias sociales. Funcionarios que 195 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? han querido aplicar leyes trasnochadas a hechos nuevos y peligrosos. Nos situamos en el año 96 cuando el jefe superior de Policía de Madrid da la orden de que se cerquen los poblados chabolistas del extrarradio capitalino para evitar que se siga vendiendo droga, sobre todo heroína y cocaína. Dicho y hecho, don Carlos Corrales, el mismo policía que negaba ante los medios de comunicación que existieran en Madrid bandas organizadas de cabezas rapadas, sellan literalmente zonas como La Celsa. Miles de “yonkis” comenzaban una peregrinación por esas zonas sin poder comprar la “micra” que necesitaban. Desde el área de Vallecas hasta el barrio de Fuencarral, pero nada de nada. Solo agentes antidisturbios que les impedían el paso. Nosotros decidimos tomar partido por la denuncia social y enviamos varias unidades móviles a esas áreas caliéntesele panorama era aterrador: no había heroína y las pastillas tranquilizantes subían su precio como la inflación en Argentina durante la década de los 70. A los micrófonos de la Ser se fueron acercando heroinómanos desesperados para denunciar con sus mismas voces lo que estaba pasando. Se habían sellado los poblados, pero nadie había caído en la cuenta que no existían ni por asomo plazas suficientes en los centros de metadona para tratar a esa legión de enfermos. Un ejemplo de cómo la administración puede provocar situaciones extremas por asumir un modelo-el policial- como única forma de lucha contra la droga. Es mas un heroinómano de 52 años, con hija de 21 también enganchada, pudo conversar en directo con el delegado del gobierno. Su pregunta fue clara”. Usted no quiere que se trafique. Bien, de acuerdo. Entonces ¿Cómo paso el mono?¿Quiere usted que ataque a alguien para que me hagan caso? El delegado calló. ¿Quién estaba ese día al borde del delito?. 196 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Julio Martínez Lázaro Periodista del Diario El País JUSTICIA Y NARCOTRÁFICO DESDE LA PERSPECTIVA DEL INFORMADOR JUDICIAL En el presente año, El País lleva publicadas alrededor de un millar de informaciones sobre el problema de las drogodependencias y el narcotráfico, lo que implica que se da cobertura a un promedio de tres informaciones diarias. Siguiendo el listado informático de los titulares de las informaciones, la primera impresión es que cabría deducir que el papel de los medios de comunicación social se limita las más de las veces a dar cuenta de las aprehensiones de alijos de droga. Sin embargo, cada vez ganan más espacio las informaciones sobre programas de deshabituación, sobre experiencias de los países de nuestro entorno en el tratamiento de las drogodependencias o sobre las directrices que llegan de Europa para una mayor eficacia en la lucha contra el narcotráfico. Desde la perspectiva del informador de tribunales, puedo constatar que hay un cierto cansancio hacia la cobertura informativa de los procesos penales seguidos a los grandes narcotraficantes. Pasó la época dorada de los jueces en helicóptero dirigiendo simultáneamente múltiples redadas, las grandes operaciones con nombre de marisco y los juicios en salas especiales habilitadas al efecto en los antiguos pabellones de la Casa de Campo. Los juicios por narcotráfico son poco propicios para un seguimiento continuado en prensa. Los procesos a las redes de narcos que se siguen en la Audiencia Nacional agrupan a un promedio de siete acusados en el banquillo. El elevado número de abogados intervinientes provoca un sustancial alargamiento de las las vistas orales, en las que los letrados prodigan recursos, protestas e incomparecencias que frecuentemente dan lugar a la suspensión del juicio. Al llegar a la fase de prueba los procesos se eternizan. La prueba suele ser delicada y compleja y a menudo el tribunal da al traste con la validez de las intervenciones telefónicas, las entregas vigiladas o los registros domiciliarios. Los jueces de instrucción y los fiscales antidroga se quejan de la inseguridad en que se mueven ante la diversidad de interpretaciones sobre la grabación de intervenciones telefónicas, que a menudo llevan a la absolución de los procesados. La testifical pone en evidencia las declaraciones siempre interesadas de agentes encubiertos y testigos protegidos y el interés se diluye irremediablemente cuando llega el momento de recurrir 197 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? a traductores de idiomas extraños y difíciles. Además, la sensación de frustración que generan las continuas entradas y salidas de prisión de los capos de la droga acaba por devaular el interés por la información. Técnicamente se puede llegar a comprender que un cambio de Código Penal y el juego de los beneficios penitenciarios reduzcan sustancialmente una sentencia. Pero es muy difícil de digerir socialmente que grandes narcotraficantes como Sito Miñanco, que se suponía iban a quedar definitivamente fuera de la circulación al recibir una veintena de años de condena, estén en la calle a los seis años y pico dirigiendo una nueva entrada de cinco mil de kilos de cocaína. O que el clan de los Charlines continúe operando pese a estar casi todos sus integrantes en prisión, desde el patriarca del clan, Manuel Charlín, hasta su hija Josefa, la última en la dirección de la banda, capturada recientemente en Portugal. O que Laureano Oubiña, en el candelero desde la Operación Nécora, haya recalado nuevamente en prisión, ---no se sabe por cuanto tiempo--- después de su captura y entrega por Grecia. Más complicado aún resulta el seguimiento de juicios por blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, una actividad que mueve en España cerca de 600 mil millones de pesetas al año y que requiere especiales conocimientos de ingeniería financiera para esclarecer los movimientos de lavado de dinero, de gran complejidad para los propios peritos. Con todo, el año pasado se dictaron ocho sentencias sobre blanqueo, frente a las tres de los dos años anteriores, lo que parece un notable incremento de este tipo de actividad judicial. Si nos remontamos algunos años, recordaremos que tras la etapa de los grandes macroprocesos, como los de la Nécora o el de la Ucifa, (la Unidad Antidroga de la Guardia Civil que acabó provocando envíos de cocaína desde Sudamérica para anotarse el tanto de incautarlos), la información aparentemente regresa a la rutina puntual de las aprehensiones de grandes alijos o del cúmulo de años de cárcel impuestos en algunas sentencias. Esta es la impresión de muchos operadores jurídicos, expresada más claramente por algunos fiscales antidroga que se sienten olvidados o escasamente respaldados en su labor por los medios informativos, frecuentemente más atentos a sus vecinos, los fiscales especializados en terrorismo o en asuntos de corrupción. Lejos de cubrir el objetivo de desmantelar de un solo golpe las redes del narcotráfico 198 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? gallego, la emblemática Operación Nécora contra las redes del narcotráfico gallego pudo ser un fiasco en cuanto al resultado, --los principales capos quedaron absueltos y salieron en libertad--, pero echando la vista atrás tuvo la virtud de poner bajo los focos lo que sólo se conocía en el entorno de las Rías Bajas. Por primera vez la atención se centró en los capos con nombres y apellidos y en sus lugartenientes y los integrantes de sus clanes. Creo que es a partir de entonces cuando comienza a verse el narcotráfico desde una dimensión distinta. El referente informativo del problema deja de ser el drogadicto que pega el tirón para meterse una dosis, y pasa a serlo el narcotraficante a gran escala que hasta entonces ha gozado de casi total impunidad. A partir de la labor de colectivos como Érguete, presentes en los macrojuicios --a veces en actitud beligerante--, se empieza a tomar conciencia de que el drogodependiente es también una víctima y no sólo un delincuente. O que en realidad, el drogodependiente es la víctima y el narcotraficante el verdadero delincuente. En cualquier caso, hoy el adicto no provoca el rechazo que provocaba hace una década. Puede que también la Justicia actúe mucho mejor, puesto que no recibe la misma presión externa que antes. En los últimos años, el papel de los medios de comunicación ha potenciado la función de prevención de los jóvenes frente a la droga con extensas campañas divulgativas y en mayor o menor medida se han respaldado los programas de deshabituación de toxicómanos. Al suministro de metadona han seguido la instalación de narcosalas y están a punto de entrar en funcionamiento los programas de dispensación médica de heroína o morfina a los adictos que han fracasado con la metadona. Alguno, pendiente de aprobación, incluso prevé el abono de una renta mínima de inserción durante el período de dispensación médica de heroína y la continuación del suministro si fracasa el tratamiento. En la vertiente penal, a los informadores judiciales nos cumple procurar la mayor objetividad en la cobertura de los criterios jurisprudenciales y en la divulgación de los avances legislativos. El delito de tráfico de drogas es de los que mayor reacción social suscitan en nuestro país, --país receptor de droga-- hasta el punto de que un amplio sector de la opinión se ha mostrado favorable a darle un tratamiento similar al de terrorismo, endureciendo los tipos penales y reclamando el cumplimiento íntegro de las penas por los traficantes. De ahí que lo más fácil sea caer en tremendismos y de ahí que el informador deba procurar, ante todo, huir de tratamientos 199 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? sensacionalistas. A estas alturas para nadie es un secreto que el incremento de las penas por los delitos de tráfico de drogas y la supresión de la redención de penas por el trabajo han multiplicado por dos el limite mínimo real de cumplimiento. En algunos casos, como el de los llamados correos de la droga, que introducen cantidades no muy elevadas en su propio organismo, la travesía que eufemísticamente denominan Bogotá --Barajas -Soto del Real se salda con el mínimo de nueve años de prisión para el subtipo agravado por la "notoria importancia". Cuantos intentos han hecho hasta ahora las audiencias provinciales por atenuar ese mínimo de nueve años de condena, han tropezado con el rigor interpretativo del Tribunal Supremo, que ha revocado todos los pronunciamientos por debajo de ese límite. Hasta que hace apenas unos días, la Sala de lo Penal del Supremo ha enmendado su criterio aumentando sustancialmente la "cantidad de notoria importancia" del equivalente de 200 dosis de droga, a las 500 dosis. Según los distintos tipos de drogas, la cantidad de droga de "notoria importancia" pasa, en el caso del hachís, de un kilo a dos kilos y medio; la de heroína, de 60 a 300 gramos, y la de cocaína de 120 a 750 gramos. La pena por tenencia de cantidades por debajo de estos límites quedaría reducida de la franja actual, de 9 a 13 años y seis meses a la de 3 a 9 años. El acuerdo fue adoptado por apenas un par de votos de diferencia y en medio de fuertes reparos expuestos por algunos magistrados. Naturalmente, algunos medios no tardaron en alertar sobre la virtual des penalización de un tipo que reduce de 9 años a tan sólo tres, la pena de cárcel para quien introduce tres cuartos de kilo de cocaína, cuando en realidad el tribunal bien puede imponerle los mismos nueve años que podían caerle antes. En los trabajos preparatorios de la comisión de reforma del Código Penal, Justicia patrocina una reducción a la franja de 6 a 9 años, la mitad superior del grado mínimo. Para los casos de "extrema gravedad", la propuesta ha quedado abierta, aunque algunos ya han apuntado la posibilidad de establecer la de cien veces la cantidad "de notoria importancia". En este supuesto de extrema gravedad, que en España puede alcanzar los 19 años y tres meses de prisión, la Unión Europea propone un mínimo de 5 años para los casos más graves. 200 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Juan Carlos de la Cal Periodista del Diario el Mundo EL CAZADOR CAZADO En los 17 años que llevo como periodista, me ha tocado realizar numerosos reportajes sobre el mundo de la droga. En los comienzos lo hice desde el semanario “EL CASO” (que muchos recordaran), siempre desde el punto de vista policial y después, profundizando un poco más, me interesó mucho más las razones causantes de ese suceso que el incidente en sí mismo. Por eso, para no alargar la intervención, me gustaría contar dos casos que me tocó vivir personalmente, y que sin ser contradictorios, ilustran los aspectos positivos y negativos que pueden tener la intervención de los medios de comunicación en el abordaje de un tema tan delicado como es el de las drogodependencias. En el verano de 1.998 me acerqué al poblado marginal de La Rosilla, hoy desaparecido, para hacer un reportaje más detallado sobre las interioridades de este infierno. Un año antes, más o menos, los medios habían cambiado el informe informativo hacia este tipo de poblados “gracias” al cerco policial al que la Delegación de Gobierno de Madrid sometió a estos lugares. Se trataba de impedir a los adictos, por la fuerza, su entrada a lo que ya se conocía, “supermercado de la droga”. Hasta entonces, la Rosilla, la Celsa, Jauja o Torregrosa sólo aparecían en los productos periodísticos para relacionarlos directamente con la delincuencia. Pero las patéticas imágenes de los “zombies” enganchados a la heroína, peregrinando desesperadamente en el sur de Madrid en busca de sus dosis, atropellados por los coches (alguno murió) gritando ante las cámaras que ¡por favor! necesitaban de sus dosis para no molestar a nadie, conmovió de alguna manera a los reporteros que cubrían la noticia. Fue la primera vez, que yo recuerde, que se empezó a ver al yonkie (de manera generalizada) más como un enfermo que como un delincuente. Luego, tras el fracaso reconocido por las autoridades, de este cerco absurdo, los responsables sanitarios decidieron tomar las riendas de la situación a instancias de la propia policía. En aquella visita a la Rosilla de la que hablaba antes, tuvimos la suerte o la desgracia, según se mire, de encontrarnos con una cara famosa formando parte de los moradores del lugar. Se trataba de Poli Díaz, “el Potro de Vallecas”, el boxeador que unos años antes había llegado a 201 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? competir por un campeonato del mundo, personaje bien exprimido por la prensa y que había contribuido a resucitar la afición por el boxeo en nuestro país. La foto de Poli intercambiando jeringuillas, viviendo en su tienda de campaña, fue portada de EL MUNDO y dio la vuelta a España. Afortunadamente en esta ocasión no se sensacionalizó la noticia y el reportaje, de tres páginas, se centró sobre todo en las pésimas condiciones de vida de los adictos que vivían en el poblado. Televisiones, radios y revistas se lanzaron también a hacer artículos de todo tipo. Editorialista y columnistas (incluido Umbral) escribieron mucho sobre el tema y todos se preguntaban cómo en una sociedad como la nuestra se podían permitir la existencia de sitios semejantes, dónde la esperanza de vida de sus semejantes eran comparables a la de los países africanos más subdesarrollados (según un informe de la propia CC.AA de Madrid, las enfermedades infectocontagiosas estaban descontroladas), sin que nadie hiciese nada por dignificar su existencia. Por lo menos (aunque para él fuese una puntilla), la imagen de Poli en la Rosilla sirvió para que todo el mundo supiese de la existencia de infiernos semejantes y para que se pidiese una solución sanitaria a un problema que hasta entonces había sido sólo policial. Digamos que en este punto, fue en donde se empezó a gestar la idea de la famosa “narcosala”, algo impensable hasta ese momento. Tras interminables debates mediáticos, con oposiciones de todo tipo (vecinal, política, etc) en medio de varias elecciones generales y municipales, dos años después el dispositivo de venopunción acabó viendo la luz gracias a la tenaz y valiente lucha de su promotor (el dimitido director de la Agencia Antidroga de Madrid, el doctor Cabrera) y al apoyo incondicional de los medios de comunicación. Independientemente de sus resultados, hoy el dispositivo funciona con normalidad en otro poblado. Las Barranquillas, y ya casi nadie cuestiona su presencia. Y todo gracias a los medios de comunicación.......... Este aspecto de considerar al drogodependiente como un enfermo y no como un delincuente, es uno de los pasos positivos que se han dado en el tratamiento informativo de este problema. Las primeras polémicas periodísticas surgieron a principios de los 90 cuando se empezaron a intercambiar jeringuillas a la población toxicómana con el objeto de evitar esas enfermedades contagiosas. Después, a mediados de esa década, vino el debate, tras el aparente fracaso de las terapias psicológicas en el tratamiento, sobre los sustitutivos opiáceos por los que las autoridades sanitarias comenzaron a apostar fuerte. La metadona pasó a ser entonces el gran 202 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? caballo de batalla, objeto de todas las tertulias informativas y poco a poco, gracias a los datos técnicos recabados en otros países y ampliamente difundidos por los medios, se fue imponiendo como un paliativo (que no una solución) para mejorar las condiciones de vida de los adictos. Hoy esto ya es historia y en todas las Comunidades Autónomas se están desarrollando Programas de Metadona con más o menos extensión entre la población afectada por culpa, sobre todo, a las incompresibles listas de espera para entrar en los correspondientes programas. El segundo caso me tocó sufrirlo “en mis carnes” el pasado año. Muchas veces me he preguntado de qué manera afectan a la vida de las personas los errores que cometemos los profesionales de la información en las noticias que difundimos a través de los respectivos medios. Si un médico se deja una venda en el interior de un cuerpo antes de cerrar los puntos de una operación, si un juez pone en la calle a un delincuente peligroso, si un policía se sobrepasa en sus funciones o si un político miente descaradamente ahí estamos nosotros, “los grandes notarios de la actualidad” para denunciar estos hechos y poner las cosas en su sitio. Pero ¿quién fiscaliza estos “notarios”? el famoso “difama que algo queda” está hoy más vigente que nunca. Evidentemente hablamos del primer poder (no el cuarto cómo todavía se dice), formadores de opinión, líderes de la era de la información en la que nos hallamos, verdaderos adalides de la libertad de expresión.....Hasta ahí todo bien pero, como todo en la vida, pienso que ese poder caso omnipotente debe tener un límite. ¿Quién se lo pone? Como decía, en Abril del año pasado fui a esperar al aeropuerto de Barajas a dos amigos que llegaban de Brasil y viajaban con destino a Japón y tenían intención de quedarse unos días en España de turismo, Uno de ellos, es un chamán de unos 50 años y era la primera vez que salía de su Amazonía natal para ver con sus propios ojos el extraño mundo en que vivíamos. Mi relación con ellos se remonta a unos quince años atrás cuando en sucesivos viajes tuve contacto con las tribus amerindias de la cuenca amazónica y con las que, incluso, llegué a vivir impregnándome de su cultura, de su forma de vida y, sobre todo, de su espiritualidad. En este último apartado tuve la oportunidad de asistir, practicar y aprender el uso y manejo de una “planta de poder” (como ellos la llaman) conocida como “ayahuasca” y que utilizan como sacramento en sus rituales espirituales. En el mundo occidental son muchas las personas que han experimentado alguna vez los efectos de una sesión con este tipo de plantas (peyote, los hongos mejicanos, etc), que los científicos denominan enteógenos y cuyos efectos y estudios no 203 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? voy a mencionar aquí puesto que éste no es el tema a tratar. La ayahuasca no es una planta fiscalizada en ningún tratado internacional de sustancias psicotrópicas y la Oficina de Control de Estupefacientes de Naciones Unidas, con sede en Viena, la tiene descatalogada de estas listas en las que nunca estuvo inscritas. Sin embargo uno de los alcaloides de esta bebida, la DimetilTriptamina (DMT ), sí figura en la Lista I de Sustancias Prohibidas por el Convenio de Viena y de ahí vino todo el problema.......... Cuando mis amigos salieron por la puerta de la sala de embarque, fuimos rodeados y detenidos por un nutrido grupo de policías pertenecientes a la Brigada Central de Información de Madrid. Resulta que mis compañeros traían 10 litros de ayahuasca con destino a Japón, prueba suficiente según la policía española para considerarnos unos “narcotraficantes” de alto standing. En las dependencias policiales nos enteramos de que hacía unos meses la Europol (Policía Europea), había dictado órdenes en varios países europeos (Holanda, Alemania, Francia y España) para intervenir contra las actividades de los grupos de usuarios de esta sustancia que estaban proliferando en las respectivas sociedades. Ahí nos enteramos también que habían intervenido nuestros teléfonos, seguido nuestros pasos e investigado nuestras vidas por orden de un juzgado nada menos que de la Audiencia Nacional. Al día siguiente la prensa se hizo eco con gran despliegue de medios, como suele ocurrir en estos casos, de la noticia: “desmantelada una secta que utilizaba drogas en sus rituales” fue más o menos el titular tipo con los que empezaban todas las crónicas. Llovía sobre mojado, porque sólo unas semanas antes, las imágenes de un suicidio o asesinato colectivo de los miembros de una secta destructiva de Uganda, habían horrorizado a la opinión pública mundial. . Nuestros nombres (en iniciales, eso sí) e incluso, hasta la calle dónde vivo, fueron publicados por algunos medios sin que nadie se molestase en comprobar la veracidad de los hechos. Fui puesto en libertad a los tres días, pero la alarma social suscitada por el caso, inclinó al juez a mantener la prisión para mis amigos brasileños, que estuvieron dos meses encarcelados en la prisión de Soto del Real. Hasta ese momento yo era el responsable oficioso de temas de drogas en el periódico. Y en la entrevista que mantuve con el director nada más volver a mi puesto de trabajo en El Mundo, éste me dijo, con lógica “el responsable de drogas del periódico no podía estar acusado de narcotráfico, y que, mientras se resolvía el caso preferían que me mantuviese un tiempo alejado de la circulación”. Me mandaron al suplemento inmobiliario con la recomendación expresa de “hacer el reportaje de mi vida, preparando mi defensa para que no 204 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? saliera algo indeseable”. Y así lo hice. Durante varios meses, investigué sobre el asunto, hablé con científicos, etnobotánicos, antropólogos, juristas y todo tipo de personas para preparar un buen dossier que avalara nuestra defensa. Asociaciones indígenas de Latinoamérica, destacados teólogos de la Teoría de la Liberación, una docena de obispos brasileñas, los principales científicos sobre la materia del mundo........... Todos enviaron cartas de apoyo, informes periciales y proclamas denunciando la injusticia que se esta cometiendo con nosotros. Dos meses después, salieron los análisis de la sustancia intervenida: el contenido de DMT de esa Ayahuasca, era de un 0,08% (cantidad irrelevante según los catálogos de la ONU) y el informe del Instituto Nacional de Toxicología aseveraba que con ese porcentaje no se preveía ningún peligro para la salud pública en cuanto a su consumo. En Octubre de ese mismo año la Audiencia Nacional decidió archivar el caso, ya que no había encontrado ningún “indicio de delito” en la utilización de ésta, liberándonos de cualquier tipo de cargo. Todo bien. La pesadilla se acabó. Mis amigos brasileños volvieron seis meses después a sus casas (el chamán sí que volvió “alucinado” por todo lo que le había pasado) y en el periódico suspiraron de alivio devolviéndome a mis funciones como periodista normalizado y, en cierta forma, me asignaron un puesto mejor que el que tenía. Atrás, sin embargo, quedaba la zozobra sufrida por mi mujer y mis 3 hijos durante todo el tiempo que duró el proceso. Por último, la noticia del archivo del caso, apenas ocupó unas líneas en los mismo medios que se encargaron de difundir ampliamente la nota de prensa hecha por la policía. La historia de siempre......... Lo sucedido obró en mí una extraña catarsis. Recordando el tiempo pasado en la celda me preguntaba: ¿Qué habría pasado si en ves de ser un periodista con un reconocido currículo, apoyado por una familia, por un medio de comunicación, por unos compañeros y amigos que saben moverse por el mundo y con capacidad para entablar una batalla legal, hubiese sido un infeliz sin tener dónde agarrarse, un inmigrante, un yonki, un paria de esta sociedad?.....!Prefiero no pensarlo!. Aparte de las heridas humanas, por lo menos lo ocurrido me abrió los ojos sobre el daño que podemos hacer los periodistas cuando publicamos las noticias sin comprobar su veracidad. Una nota policial no es suficiente “para castigar” al presunto culpable. Esta palabra “presunto” cada vez se utiliza menos (salvo que el protagonista en cuestión sea una persona de renombre o con 205 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? cobertura legal para poder interponer una demanda) y la rapidez con la que trabajamos los periodistas, nos obliga muchas veces a precipitarnos en nuestras conclusiones. A mí, lo sucedido me hizo reavivar internamente el viejo debate sobre si se deben publicar las identidades de los detenidos y hasta dónde debe llegar la autocensura de un profesional de la comunicación: ¿la que marca la lógica? ¿la que demande el derecho de intimidad de las personas? ¿la que propone la ética frente a la casi imposible reparación del daño realizado si la equivocación se confirma?..... Yo, de momento, decidí -y así se lo comuniqué a mis jefes- eliminar los nombre (incluso las iniciales) de las noticias que me han tocado editar posteriormente sobre estos temas, salvo que tenga un conocimiento personal de ese caso, o, exista una sentencia firme condenatoria al respecto. Desde entonces, siempre pienso que “ese presunto” delincuente puede tener mujer, marido, hijos, madre, padre......Y que al fín de cuentas ellos van a ser los grandes perdedores de esa historia. Otro ejemplo lo encontramos con los gitanos. Las estadísticas dicen que sólo el 10% se dedica al tráfico de drogas y que, en cambio, es difícil encontrar una familia de esta etnia que no tenga un miembro muerto por sobredosis, sida o que esté encarcelado. Ellos sí que han perdido ésta batalla. Y, todo hay que reconocerlo, los medios somos bastante culpables de esta estigmatización social. Los propios policías que trabajan a diario en La Rosilla, reconocieron públicamente que el problema de la droga no es un asunto del Ministerio del Interior (las cárceles están llenas de infelices atrapados en la rueda de la exclusión social), ni del Ministerio de Justicia y sí del de Sanidad. Personalmente apuesto por esa línea: mano dura con los NARCOS DE VERDAD Y MÁS COMPASIÓN CON SUS VÍCTIMAS. 206 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Mesa Redonda 6 “¿Qué se está haciendo en las distintas CC.AA.? Ponentes: JUAN CARLOS ESCUDERO MAYORAL Secretario Técnico para el Plan Integral sobre Drogas de Extremadura. FERMIN CASTIELLA LAFUENDE Director Técnico del Plan Foral de Drogodependencias de Navarra. JUAN DEL POZO IRRIBARRIA Director Técnico del Plan de Drogodependencias de la Rioja. MANUEL ARAUJO GALLEGO Comisionado del Plan Autonómico de Drogodependencias de Galicia. FELIX FERREIRO CURRAS Jefe del Servicio de Coordinación del Plan de Drogas de Asturias Coordinador ALEJANDRO GAÑAN DURAN. S.I.A.D 207 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Juan Carlos Escudero Mayoral Secretario Técnico para el Plan Integral sobre Drogas de Extremadura. PROTOCOLO DE INTERVENCIÓN ENTRE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA Y LA JUNTA DE EXTREMADURA A TRAVÉS DE LOS CENTROS DE TRATAMIENTO DE DROGODEPENDIENTES. INTRODUCCIÓN. Desde 1992 la Junta de Extremadura y el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura han venido colaborando en la posibilidad de realizar un cumplimiento de condenas de drogodependientes en un medio alternativo a los centros penitenciarios. Esta colaboración ha permitido que un gran número de drogodependientes hayan podido cumplir sus condenas al mismo tiempo que realizaban un programa de tratamiento. La aprobación del nuevo Código Penal supuso un importante avance en la normativa en cuanto al cumplimiento de condenas, recogiendo expresamente esta posibilidad de compatibilidad de cumplimiento de condenas y tratamiento alternativo al medio penitenciario. La sensibilidad manifestada de la Administración de Justicia en la Comunidad Autónoma hacía la utilización de esta herramienta vigente en nuestro marco legislativo, junto con la responsabilidad de la Junta de Extremadura en asumir estos pacientes, han permitido que más de 300 pacientes se hayan visto beneficiados de esta intervención conjunta y desde la aprobación del nuevo Código Penal más de 200 personas han realizado un programa de tratamiento en lugar de cumplir su condena en los centros penitenciarios. Además la implicación de la Administración de Justicia ha llegado más allá de la propia aplicación de la norma, sino que han entendido la complejidad de los procesos de tratamiento permitiendo (sobre todo con el nuevo Código Penal) que el cumplimiento de las medidas se realizase en el medio ambulatorio de tratamiento (124 personas), con lo que no se producía el desarraigo de su entorno más cercano y por tanto, las posibilidades de incorporación social y laboral se incrementaban de forma importante. El gran número de pacientes que pueden verse afectados por la aplicación del Código Penal, la 208 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? existencia de una amplia red de atención a drogodependientes y la complejidad de la información que deben intercambiar la Administración de Justicia y los diferentes centros de tratamiento, hace que debamos establecer el marco de relación y, sobre todo, la protocolización de la misma. Igualmente debemos incrementar nuestro grado de responsabilidad definiendo los programas de tratamiento que ofrecemos a los pacientes y, por extensión, a la Administración de Justicia, identificando los centros que van a dar garantías a la decisión adoptada en las sentencias y sobre todo no dando por válidas otras ofertas terapéuticas existentes y que, pese a que haya casos a los que les sirva para abandonar el consumo de drogas, no tienen un nivel de competencias técnicas suficientes para respaldar las decisiones de la administración de justicia. Por último, también ponemos a disposición de la Administración de Justicia la posibilidad de que los profesionales de los centros compartan la responsabilidad de las decisiones aportando su experiencia y profesionalidad en los procesos judiciales. OBJETIVOS. Ofrecer a la administración de justicia un procedimiento que garantice el seguimiento y la información sobre los pacientes sujetos a medidas de sustitución y otras en Centros de Tratamiento debidamente autorizados. Establecer un sistema único de comunicación entre los Centros de Tratamiento debidamente autorizados y los Juzgados. Protocolizar el modelo por el que se debe certificar la condición de drogodependencia en cumplimiento del Artículo 20.8 de la Ley 1/99 de 29 de marzo de Prevención, Asistencia y Reinserción de Drogodependientes a efectos de ser aportado en los procedimientos judiciales para los que sea solicitado por los interesados. Unificar los modelos de informes que deban remitirse desde los Centros de Tratamiento debidamente autorizados a los órganos judiciales correspondientes. 209 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Posibilitar que los profesionales de los Centros de atención a los drogodependientes pertenecientes a la Consejería de Sanidad y Consumo puedan aportar sus conocimientos y experiencia a la hora de la toma de decisiones judiciales de causas relacionadas con el consumo de drogas. Identificar los Centros de tratamiento de drogodependientes que cumplen con los requisitos exigidos para realizar programas asistenciales con drogodependientes y que están debidamente autorizados por la Administración Autónoma. SITUACIONES JUDICIALES. Las situaciones judiciales más habituales que podremos encontrarnos en el caso de drogodependientes que hayan delinquido y que pueden afectar a su programa de tratamiento, objeto principal del presente protocolo, serían: suspensión de condena, sustitución de condena, medida de seguridad, libertad condicional e indulto. SUSPENSIÓN DE CONDENA. Podemos encontrarnos con las siguientes situaciones: En el caso de penas inferiores a los dos años y concurren las situaciones de haber delinquido por primera vez o cuando se han satisfecho las responsabilidades civiles o es insolvente: Es ente caso no es necesario o al menos no es imprescindible que el reo esté en tratamiento por su adicción a las drogas o deba comenzar un programa de tratamiento para que se proceda a la sustitución de la condena. En el caso de penas superiores a dos años e inferior a tres o bien que no sea la primera vez que delinque el acusado aunque la condena sea inferior a dos años se aplicaría suspensión o sustitución de la condena, debiendo tener en cuenta los apartados siguientes: Se certifique que el condenado ha superado un programa de tratamiento de 210 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? forma satisfactoria, que está en tratamiento o va a iniciarlo (aunque no hubiera iniciado este tratamiento durante la tramitación del procedimiento; o cuando recayó sentencia si en ese espacio de tiempo ha iniciado un tratamiento o incluso acredita que va a iniciarlo inmediatamente), según los diferentes modelos anexos al presente protocolo. SUSTITUCIÓN DE PENA. Cuando la pena privativa de libertad es inferior a un año (teniendo en cuenta la peligrosidad del reo, la naturaleza del delito y el esfuerzo en la reparación del daño), puede ser sustituida por arresto de fin de semana o de multa. LIBERTAD CONDICIONAL. Para penas de menos de un año. Para penas entre uno y dos años con ciertos requisitos: primera vez, que se encuentre en tratamiento de deshabituación, o que esté ya deshabituado. MEDIDA DE SEGURIDAD. Aplicable para penas de más de tres años en los casos de que cuando se cometió el delito estuviera afectado por alguna anomalía psíquica que le impidiera conocer la ilicitud del hecho, estuviera bajo una intoxicación plena por el consumo de drogas o se hallase en estado de síndrome de abstinencia por el consumo de drogas, siempre que tal grado de intoxicación o abstinencia sean de tal intensidad que le impidan conocer la trascendencia del delito. Cuando no concurran las circunstancias que permitieran establecer una medida de seguridad no privativa de libertad, se aplicaría una medida de seguridad en régimen de internamiento ( centro psiquiátrico o de tratamiento de drogodependientes): El periodo máximo de la medida de seguridad no podrá exceder de lo establecido en la sentencia. En los casos de internamiento, cuando por parte del centro de tratamiento se informara en términos satisfactorios de cumplimiento del programa terapéutico, se solicitará el cambio de aplicación de la medida de seguridad en régimen ambulatorio. INDULTO. Es una facultad discrecional del Consejo de Ministros, que puede ser solicitada tanto por el 211 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? condenado como por un tercero a su favor. Se trata de una medida general que no afecta de forma específica a los drogodependientes, debiendo este caso apoyarse la solicitud en un informe lo más detallado posible donde debe figurar de forma inexcusable que: En la fecha de cometerse el delito era consumidor habitual de drogas lo que provocó la comisión de ese delito. Actualmente se encuentra totalmente rehabilitado por lo que habría desaparecido la causa que le movía a delinquir. En determinados casos previstos en el Código Penal, la petición de indulto podría conllevar la suspensión en la ejecución de la condena mientras se tramita. SUSPENSIÓN ESPECIAL POR ENFERMEDAD MUY GRAVE. El Art. 80.4 del Código Penal otorga a los Tribunales Sentenciadores la posibilidad de suspender cualquier pena, cuando el condenado esté afectado por “una enfermedad muy grave con padecimientos incurables”, sin tener en cuenta ningún otro requisito salvo que cuando cometió ese delito ya tuviera suspendida otra condena por esa misma causa. El informe en que se base esta petición deberá reflejarse lo más detalladamente posible que: Sin ningún genero de dudas, se trata de una enfermedad muy grave. Conlleva padecimientos incurables. No tuviera suspendida otra condena en el momento en que se cometió el delito que origina esta pena. CENTROS DE TRATAMIENTO DE LAS DROGODEPENDENCIAS AUTORIZADOS PARA EL CUMPLIMIENTO DE MEDIDAS JUDICIALES. Los Centros a los que nos referimos son aquellos donde se realiza una intervención específica sobre los drogodependientes, con objeto de realizar un abordaje integral sobre éstos que conduzca a un abandono del consumo de drogas, una mejor relación con dicho consumo o una mejoría es un su estado de salud. La Consejería de Sanidad y Consumo dispone de una amplia red de Centros Ambulatorios, denominados CE.D.EX. que suelen ser la puerta de entrada a la red 212 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? asistencial. Todos los Centros cuentan con un equipo profesional formado por médicos, psicólogos, ATS/DUE y trabajadores sociales, desarrollando su intervención como Equipo Terapéutico. Desde los CE.D.EX. se determina el ingreso en los Centros de internamiento, así como en las Unidades de Desintoxicación Hospitalaria. Igualmente son los Centros los que determinan (además de las Comunidades Terapéuticas) la inclusión en programas de incorporación laboral dependientes de la Administración Autonómica. Todos los Centros trabajan con la metodología de Contrato Terapéutico suscrito entre el centro, el paciente y la familia responsable del tratamiento. Está imponiéndose la metodología de Contrato Terapéutico Individualizado con objetivos pactados y por tanto asumibles, donde impera la realidad evidente de que no sirve la norma del “todo o nada”. A través de la búsqueda o consecución de un gran número de objetivos intermedios se puede llegar a la abstinencia, pero si esto no es posible, habremos conseguido otros objetivos que, sin duda alguna, contribuirán a un mejor estado de salud individual, familiar, social y de salud pública. Igualmente, existen otros Centros de tratamiento que realizan su intervención en régimen de internamiento, realizando programas que implican una mayor intensidad en la intervención, siendo destinatarios principales de estos recursos los drogodependientes que carecen de las habilidades o apoyos suficientes para poder realizar un programa de tratamiento en régimen ambulatorio con unas garantías mínimas de éxito. En los Centros en régimen de internamiento se compatibilizan las intervenciones en el ámbito terapéutico sobre la situación de dependencia, con otras que hacen posible el inicio de un proceso de incorporación laboral. Otros recursos intermedios entre las Comunidades Terapéuticos y los Centros ambulatorios son los Programas de Día y los Centros de Emergencia Social o acogida inmediata, donde las intervenciones específicas están limitadas en el tiempo y son el inicio de una intervención integral sobre los drogodependientes. Los Programas de Reducción de los Riesgos y los Daños, entendidos únicamente como programaciones que tratan de evitar riesgos y daños asociados al consumo de 213 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? drogas realizados por las Unidades Móviles, no deben ser considerados como programas integrales de intervención al carecer de profesionales del ámbito psicosocial y por tanto no deben ser considerados como programas donde deba aplicarse el presente protocolo. PROGRAMAS DE TRATAMIENTO. PROGRAMA DE DESINTOXICACIÓN Suele ser la primera intervención que se realiza con los drogodependientes que acuden a los Centros de tratamiento. Aunque definido como Programa, realmente sería la primera fase de intervención de otros programas que requieren la abstinencia para completar las intervenciones. El objetivo principal será restablecer el equilibrio de los sistemas neurales alterados por el consumo crónico de la sustancia (desintoxicación física). Para poder realizar un proceso de desintoxicación, se precisa una evaluación previa que permita decidir sobre el tratamiento a seguir, pautas de intervención o el medio en que se realizará la desintoxicación, pudiendo ser de forma ambulatoria (o domiciliaria) u hospitalaria. Los requisitos básicos para realizar desintoxicaciones ambulatorias son: Intensa motivación para realizar un programa de forma ambulatoria. Apoyo familiar importante, ya que se precisa de un familiar de apoyo para la dispensación de los fármacos. Sin sintomatología orgánica o psiquiátrica que requiera observación continuada y tratamiento. Cuando no se prevea un Síndrome de Abstinencia complicado. Los instrumentos o tipos de desintoxicaciones de los que disponemos en los Centros de tratamiento son: Desintoxicación sintomática: consiste en la dispensación de fármacos que tratan de aliviar la sintomatología que se origina al abandonar el consumo de cualquier 214 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? droga. La duración de esta pauta puede ser de 6-8 días. Desintoxicación con agonistas (metadona, LAAM, dextropropoxifeno): fármacos que se utilizan para la desintoxicación de los consumidores de derivados opiáceos (heroína fundamentalmente) y que, básicamente, consiste en utilizar un fármaco de efectos similares a la droga que se consume, pero bajo prescripción médica, con dosis terapéuticas y ausencia de efectos consecutivos a la automedicación. La duración de esta pauta puede llegar a los 21 días. Desintoxicación mixta: pauta de desintoxicación que utiliza fármacos agonistas y antagonistas. Su principal ventaja radica en la rapidez de la desintoxicación, con síntomas más escasos en el tiempo y de menor intensidad. La duración puede ser de escasamente 36 horas (o inferior en régimen de internamiento). PROGRAMA LIBRE DE DROGAS. Conjunto de intervenciones flexibles y amplias para drogodependientes y sus familias en su mismo entorno social y de residencia. Estos programas no utilizan sustancias o fármacos sustitutivos en el marco de sus intervenciones. Los métodos que se utilizan son la terapia individual, de grupo y de familia, asistencia psicosocial y de salud, intervenciones en crisis y apoyo social y educativo. Para lograr estos objetivos se llevan a cabo determinadas intervenciones y programas específicos: Desintoxicación ambulatoria u hospitalaria, como fase previa a su inclusión en el programa. Abordaje psicológico durante todo el proceso. Programa de Mantenimiento con Naltrexona. Programa de Inserción Sociolaboral. Programa de Educación para la Salud. Programa de Escuela de Padres. Los requisitos o condicionantes que se recomiendan para la inclusión de pacientes en este programa son: 215 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Intensa motivación para realizar un programa de tratamiento en régimen ambulatorio. Apoyo familiar importante, como parte importante del proceso terapéutico. Las líneas generales de seguimiento son: Citas periódicas intensas, al menos dos citas semanales, con controles de abstinencia y seguimiento conjunto con la familia de apoyo. Una vez que el paciente se encuentra estabilizado, las citas pueden ser más distanciadas en el tiempo, sin bajar la intensidad de la intervención. Todos los objetivos a cumplir quedan especificados a través del Contrato Terapéutico Individualizado. Podemos decir que se trata del programa de más altas exigencias de los que se realizan en el medio ambulatorio. PROGRAMAS CON APOYO FARMACOLÓGICO. Programa de Mantenimiento con Metadona. P.M.M Administración continuada de metadona en dosis relativamente estables y por vía oral, durante un periodo de tiempo superior a los 21 días, y llevando a cabo de forma paralela un seguimiento y un refuerzo socio-sanitario. Programa de Tratamiento con Naltrexona. P.T.N. Su objetivo principal es mantener la abstinencia a opiáceos, anulando sus efectos reforzantes. Programa de tratamiento con LAAM. Es un medicamento agonista opioide similar a la metadona, cuya característica más importante con respecto a esta es que la duración de su efecto es mayor, por lo que no es necesaria tomarla todos los días (cada tres días). 216 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Otros programas que pudieran ser incluidos con la aparición de nuevos fármacos. Con los programas de tratamiento con apoyo farmacológico pretendemos apoyar las intervenciones que se realizan desde la esfera psicosocial. Para lograr los objetivos que se buscan con los pacientes pueden utilizar las mismas técnicas especificadas en el apartado de programa libre de drogas. Las líneas generales de seguimiento son: Citas periódicas. Controles de abstinencia. Seguimiento conjunto con la familia de apoyo. Todos los objetivos a cumplir quedan especificados a través del Contrato Terapéutico Individualizado. PROGRAMA DE REDUCCIÓN DE LOS DAÑOS Y LOS RIESGOS ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS. La dependencia de las drogas es un proceso recurrente. Como parte de la historia natural del mismo, el paciente pasa por distintos estados evolutivos. Aunque el abandono del consumo es la opción más deseable, no siempre es la más realista. Para aquellos pacientes que no pueden todavía mantenerse abstinentes hay opciones que les ayudarán a reducir los daños y los riesgos asociados al consumo, y a mejorar su calidad de vida. Son intervenciones coordinadas dirigidas a minimizar los daños asociados al consumo de drogas. Las intervenciones dirigidas a la reducción de daños no tienen como meta detener el consumo de drogas y por tanto los controles de abstinencia no son obligatorios en los primeros momentos de las intervenciones. 217 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? PROGRAMAS EN RÉGIMEN DE INTERNAMIENTO. Son programas de intervenciones intensas en el tiempo, concretas en la intervención e integrales desde el punto de vista profesional. La abstinencia es el objetivo último de los programas en régimen de internamiento. Las intervenciones tienen una programación temporal, con un periodo máximo de estancia en los Centros. Aún no existiendo uniformidad, podríamos afirmar que los objetivos que no se hayan conseguido en un periodo máximo de 12-15 meses, difícilmente se conseguirán con una estancia mayor en el centro. Por tanto, podríamos afirmar que el periodo máximo podría fijarse en los 15 meses, con la lógica flexibilidad que vendrá determinada por los propios profesionales de los Centros atendiendo a la evolución seguida por los drogodependientes durante su permanencia en el mismo. Algunos programas en régimen de internamiento complementan y compatibilizan su intervención con programas con apoyo farmacológico, pudiendo compatibilizarlos cuando las características estructurales del mismo así lo permitan. MODELOS DE INFORMES. Las dificultades de protocolizar las intervenciones se minimizan si todas las partes que intervienen utilizan el mismo lenguaje, canalizan la información de forma uniforme y la distribuyen de la misma manera. Con este apartado queremos crear herramientas que disminuyan las dificultades inherentes a diferentes lenguajes y canales de distribución de la información entre dos administraciones diferentes, que cuentan con objetivos similares y que no son otros que prestar un mejor servicio a sus administrados. INFORME DE CERTIFICACIÓN DE DROGODEPENDENCIA. El informe de certificación de drogodependencia se elaborará siempre a petición del paciente. No obstante, se ofertará de oficio al interesado cuando se tenga conocimiento de que 218 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? un paciente tiene pendiente una causa judicial al objeto de ser aportado y por los beneficios que pudieran serle concedidos. Dicho informe será detallado en el tiempo de consumo, debiendo incluir el tipo de droga consumida, el grado de adicción y el nivel de gravedad según DSM IV, así como otras patologías psiquiátricas o deficiencias que presente el paciente. Se elaborará en los Centros de Tratamiento autorizados, por parte del Equipo Terapéutico y firmado por el Coordinador o Director de los mismos. INFORME DE TRATAMIENTO DE DROGODEPENDENCIA. Podrá ser solicitado por el propio paciente o por las instancias judiciales correspondientes. El informe de tratamiento de drogodependencia será necesario para solicitar la sustitución suspensión de condena y previamente al ingreso en prisión. El informe recogerá datos completos sobre antecedentes de consumo y tratamientos, diagnóstico, así como tipo de tratamiento actual y régimen del mismo. Se elaborará en los Centros de Tratamiento autorizados, por parte del Equipo Terapéutico y firmado por el responsable de dicho tratamiento, así como por parte del Coordinador y Director de los mismos. INFORMES DE CUMPLIMIENTO DE MEDIDA JUDICIAL EN CENTRO DE TRATAMIENTO. Una vez recibida resolución de sustitución o suspensión de condena en Centro Terapéutico, e iniciado el cumplimiento de la misma, los informes que se emitirán desde los Centros de Tratamiento autorizados, a la instancia judicial que corresponda serán los siguientes: INFORME DE INICIO DE CUMPLIMIENTO DE MEDIDA. Se remitirá al Juzgado que haya dictado la medida sustitutiva o la suspensión. Se elaborará y remitirá cuando haya dado comienzo dicho cumplimiento, al 219 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? objeto de informar sobre dicha circunstancia, así como sobre el propio tratamiento. El informe recogerá datos completos sobre antecedentes de consumo y tratamientos, diagnóstico, así como tipo de tratamiento actual y régimen del mismo. Se elaborará en los Centros de Tratamiento autorizados, por parte del Equipo Terapéutico y será firmado por el responsable del tratamiento y el Coordinador o Director del Centro. INFORME DE SEGUIMIENTO. Durante el tiempo que determine la medida judicial se remitirán los correspondientes informes de seguimiento, siendo la periodicidad de dichos informes la siguiente: Medidas en régimen ambulatorio: Cada mes. Medidas en régimen de internamiento: Cada tres meses. Dichos informes darán conocimiento periódico sobre la situación del paciente y la evolución en el tratamiento a la instancia judicial que dictó el cumplimiento, asegurando así el seguimiento del mismo. Los informes de evolución recogerán: La evolución del paciente en todos los ámbitos de intervención. Información sobre posibles consumos y medidas adoptadas desde el Centro, siempre en consonancia con el tratamiento en que se encuentre y con los objetivos terapéuticos que se hayan establecido. Posibles cambios a introducir en el programa de tratamiento, o cambios en el tipo de programa, en su caso. Se elaborarán en los Centros de Tratamiento autorizados, por parte del Equipo Terapéutico y serán firmados por el responsable del tratamiento y el Coordinador o Director del Centro. 220 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? INFORME DE INCIDENCIAS Los informes sobre incidencias se remitirán al órgano judicial que corresponda en cada caso, cuando se produzcan situaciones excepcionales. Mediante los informes de incidencias se dará conocimiento de dichas situaciones a la instancia judicial competente. Las circunstancias excepcionales que deberán recogerse, en su caso, serán: Cambio de centro de tratamiento. Abandono del tratamiento: En el caso de medidas de internamiento: cuando se produzca el abandono del centro. En el caso de medidas en régimen ambulatorio: cuando el paciente falte a tres citas consecutivas o no acuda al centro durante dos semanas. Grave conflicto. Se elaborará en los Centros de Tratamiento autorizados, por parte del responsable del tratamiento y será firmado por éste así como por el Coordinador o Director del Centro. SOLICITUDES DE SALIDAS. Las salidas del Centro de Tratamiento en régimen de internamiento serán solicitadas siempre que así lo haya determinado la autoridad judicial, y en todo caso cuando se trate de una medida de seguridad. En dicha solicitud se recogerá la indicación para dicha salida del Centro, el lugar de residencia durante dicha salida, día y hora de salida y regreso al Centro de Internamiento, así como alguna pauta de continuación de tratamiento durante la misma, en su caso. Se remitirá desde los Centros de Tratamiento y será firmado por el responsable del tratamiento y el Coordinador o Director del mismo. INFORME FINAL DE CUMPLIMIENTO DE MEDIDA. Deberá remitirse al órgano judicial que dictó la medida, como último informe de seguimiento. El informe final de cumplimiento de medida judicial será remitido al término de la misma. Dicho informe detallará la situación actual del paciente, así como las consideraciones 221 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? oportunas sobre el proceso de cumplimiento de medida en el Centro de Tratamiento. Se elaborará en los Centros de Tratamiento autorizados, por parte del Equipo Terapéutico y será firmado por el responsable del tratamiento y el Coordinador o Director del Centro. INFORME DE ALTA TERAPÉUTICA TRAS REALIZAR UN PROGRAMA DE TRATAMIENTO. El cumplimiento de una medida judicial sustitutiva o suspensión de medida en Centro de Tratamiento de Drogodependencias y el alta terapéutica en Programa de Tratamiento de Drogodependencias son dos situaciones distintas y que pueden no coincidir en el tiempo. El informe final de terminación del tratamiento se remitirá cuando se hayan alcanzado los objetivos terapéuticos establecidos y se considere que puede producirse el alta en el programa, independientemente de que la medida haya sido cumplida en su totalidad. Su remisión a la autoridad judicial tendrá por finalidad dar a conocer dicha circunstancia, al objeto de que se determinen las instrucciones pertinentes. El informe de alta terapéutica en programa de tratamiento detallará la situación actual del paciente, los objetivos alcanzados, el pronóstico y las alternativas de continuación en otro tratamiento o, en su caso, alta definitiva. Se elaborará en los Centros de Tratamiento autorizados, por parte del Equipo Terapéutico y será firmado por el responsable del tratamiento y el Coordinador o Director del Centro. INFORME DE NORMALIZACIÓN Y REHABILITACIÓN. No es infrecuente encontrarnos con situaciones de drogodependientes que han conseguido una abstinencia al consumo de drogas, normalizar su situación social y familiar y tener que cumplir una condena, por hechos acontecidos durante su época de consumo, que podría significar una ruptura con la situación actual. Ante estas situaciones, los Centros de tratamiento podrán elaborar un informe de normalización y rehabilitación. Será elaborado cuando se solicite por el interesado, por iniciativa del centro de tratamiento o por las instancias judiciales correspondientes. Su remisión tendrá por objeto informar sobre dicha situación a efectos de concesión de la libertad condicional, solicitud de indulto, así como para los casos de suspensión o sustitución de medida. 222 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Recogerá la situación de alta terapéutica en un programa que contemple entre sus objetivos la abstinencia en el consumo de drogas y éstos se hayan cumplido satisfactoriamente, debiendo recoger información sobre el tratamiento realizado, situación actual médica y psicológica, así como situación de incorporación social y laboral. En el caso de petición de indulto deberá reflejar lo recogido específicamente en el apartado correspondiente a petición de indulto del presente protocolo. Si el interesado no hubiera realizado el programa de tratamiento anteriormente aludido en el Centro que emite el informe, deberá aportarse la documentación necesaria y proveniente del /de los Centros de origen, debiendo en ese caso hacer constancia expresa de este hecho. En el caso de que no se hubiese realizado ningún programa de tratamiento y la normalización se hubiera conseguido con los cambios personales, familiares y sociales acontecidos con el tiempo, deberá ser expuesta esta situación de forma clara, con un relato de los hechos, apoyados con la documentación que a tal efecto pueda ser aportada. Se elaborará en los Centros de Tratamiento autorizados, por parte del Equipo Terapéutico y será firmado por el responsable del tratamiento, en su caso, y por el Coordinador o Director del Centro. INFORME DE ENFERMEDAD MUY GRAVE CON PADECIMIENTOS INCURABLES. El consumo de drogas cuenta con unos riesgos añadidos, básicamente relacionados con el consumo parenteral de las mismas, como son la trasmisión del SIDA, la Hepatitis B o C y otras enfermedades relacionadas. En la Comunidad Autónoma, más del 70% de los casos diagnosticados de SIDA están vinculados con el consumo de drogas, por tanto la frecuencia en que nos encontraremos situaciones de drogodependientes VIH + o enfermos de SIDA será elevada. Ante la previsible situación de drogodependientes que padezcan una enfermedad en los términos en que se expresa el Código Penal, los Centros de tratamiento podrán elaborar un informe de enfermedad muy grave que deberá ser acompañado por todo tipo de informes de otros niveles de la asistencia sanitaria que pudieran ser aportados, siendo por tanto este informe un documento más del expediente del paciente. Será elaborado cuando se solicite por el interesado, por iniciativa del centro de 223 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? tratamiento o por las instancias judiciales correspondientes. Su remisión tendrá por objeto informar sobre dicha situación a efectos de concesión de suspensión especial por enfermedad muy grave. Recogerá toda la información posible sobre su situación médica relativa al/los proceso/s diagnosticados en el paciente. Si ha lugar, se acompañará de los diferentes informes de drogodependencia que tenga el paciente, fundamentalmente en lo referido a la certificación de drogodependencia, de tratamiento o de rehabilitación. Se elaborará en los Centros de Tratamiento autorizados, por parte del Equipo Terapéutico y será firmado por el médico del centro y por el Coordinador o Director del Centro. Fermín Castiella Lafuente. Director Técnico del Plan Foral de Drogodependencias de Navarra Navarra es una Comunidad Autónoma uniprovincial. En ella vivimos algo más de medio millón de habitantes. La densidad de población es de 30 habitantes por Km2. Más del 50% de la población vive en Pamplona y su entorno. La red asistencial a la población, cuenta con 52 Centros de Salud, 8 Centros de Salud Mental (5 en Pamplona y alrededores) 2 Hospitales de nivel terciario y otros 2 Comarcales para las zonas de Estella y Tudela. No existe una red específica de atención a personas drogodependientes. La atención a ellas se articula a través de la red de Salud Mental. Como complemento a la atención ambulatoria, el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea tiene concertadas 92 plazas en Comunidades Terapéuticas, en tres Centros y un Centro de Día específico. En el año 1.998 el equipo terapéutico del Centro de Día Zuria, se constituye en equipo de apoyo a las personas ingresadas en la Prisión Provincial. Los motivos de no constituir un equipo exclusivo para la prisión fueron, fundamentalmente, parte de complementar y apoyar al magnífico equipo de profesionales existente, se pretendía que un centro externo fuera referente cuando los internos abandonaran el Centro, ya que se había constatado esa pérdida de continuidad terapéutica. 224 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? En toda la red asistencial de Salud también están integrados los programas de mantenimiento con sustitutivos opiáceos. En Navarra dependiendo del Ministerio de Justicia existen los siguientes juzgados: Partido judicial de Pamplona: 4 juzgados de instrucción 3 juzgados de lo penal Audiencia Provincial con 3 secciones 1 juzgado de vigilancia y menores. Partido judicial de Aoiz: 1 juzgado de instrucción Partido judicial de Estella: 2 juzgados de instrucción Partido judicial de Tafalla: 2 juzgados de instrucción Partido judicial de Tudela: 3 juzgados de instrucción. La prisión provincial, edificio con más de 100 años de historia, no reúne lo que podríamos denominar las condiciones idóneas para garantizar un proceso de inserción ( sí aceptamos que una cárcel puede ser un centro adecuado para favorecer la inserción de personas enfermas que han cometido algún delito.) La capacidad de la misma es como para unos 200 hombres y la sección de mujeres, recientemente acondicionada con capacidad para 15 personas. En ella trabajan unos 100 profesionales. Las relaciones profesionales entre quienes trabajan en el interior y la red comunitaria, permiten que en la Prisión se desarrollen multitud de actividades y que la salida de interior a otros programas sea también numerosa con los consabidos beneficios. Cuando se elaboró el Plan Foral de Drogodependencias (años 19092-93), en el Programa de Asistencia e Intervención se recoge como objetivo intermedio: "Se garantizará la asistencia de aquellas personas que cumplen condena por motivos 225 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? consecuentes a su drogodependencia siempre que exista una colaboración entre la Administración de Justicia y la red asistencial". Una de las actividades del mencionado objetivo se refiere a: "Crear un grupo de trabajo jurídico-penal que elabore los criterios de actuación". El Subprograma judicial del propio P.F.D. recoge también otros dos objetivos intermedios: a) Favorecer la sustitución de las penas de aquellos consumidores que cometan delitos por la integración en programas asistenciales, estableciendo las relaciones de colaboración oportunas entre la Administración de Justicia y la red asistencial. b) Garantizar el seguimiento por la Administración de Justicia de las personas que cumplen condena en centros de rehabilitación. Estos compromisos, en clave de objetivos, obligan a la Dirección Técnica del PFD a dar los pasos necesarios para tratar de cumplirlos. Para ello, se creó un grupo de trabajo sobre aspectos jurídico-penales compuesto por representantes de la Judicatura (3), Fiscalía (1), Forenses (1), técnicos del Centro Penitenciario (2), Servicios Sociales Penitenciarios (2), Red asistencial (2), Dirección Técnica del PFD (2) y Sección de Estupefacientes (1) Este grupo se constituye en junio de 1995 y 18 meses después presenta un documento con las conclusiones del proceso. El producto resultante de este grupo de trabajo debería hacer referencia a todo un proceso que fuera desde la fase de detención hasta la de la ejecución de sentencia, pasando por la instrucción y juicio. Las normas de funcionamiento marcadas por el propio grupo, determinan que se reunieran al menos cada 2 meses y las propuestas que se revisaran serían aquellas que se envíen con 15 días de antelación a cada sesión, con el fin de que todos los componentes del grupo pudieran profundizar en ellas. El grupo ha soportado sus reflexiones en el análisis de las Leyes Procesales (viejo y nuevo Código Penal, nuevo Reglamento Penitenciario) y cuantos estudios y trabajos han aportado sus miembros (merece especial mención los trabajos efectuados por la Fundación Bartolomé de Carranza) 226 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? El grupo fue analizando las siguientes fases del proceso: Detención - Primera comparecencia ante el Juez Instrucción y Juicio Oral. Prueba documental Prueba pericial La Sentencia - Ejecución de Sentencia: • Medidas de Seguridad • Suspensión de la Ejecución de las penas privativas de libertad • Cumplimiento de condena en Centro Penitenciario: Tratamiento de internos en dispositivos penitenciarios. Tratamiento de internos en dispositivos extrapenitenciarios. • Libertad condicional Cada una de estas fases fueron analizadas por todos los componentes del grupo, cada uno desde su posición profesional, de manera que las actuaciones que se estaban desarrollando fueran entendidas por todos y las propuestas planteadas, matizadas y ajustadas tanto a las necesidades como a las posibilidades, para tratar de conseguir una atención adecuada por las personas drogodependiente con problemas jurídico-penales. Las directrices que se establecen propician la colaboración entre la Red Asistencial y la Administración de Justicia y Penitenciaria, para facilitar el tratamiento de las personas toxicómanas que delinquen en todas las fases del proceso penal, desde la detención hasta el cumplimiento de las medidas penales. Propuestas de colaboración en el ámbito del proceso judicial: La aceptación de la toxicomanía como enfermedad y la del toxicómano como persona enferma exige que los diferentes servicios sanitarios se coordinen y colaboren con Jueces y Magistrados, ante quienes las personas detenidas o presas comparecen, de manera que sus decisiones puedan basarse en aspectos técnicos sanitarios. Por las características sociodemográficas de la Comunidad Foral de Navarra, estos servicios tendrán que ser los comunitarios existentes y en ningún caso se crearán servicios sanitarios específicos. 227 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Propuestas de colaboración el ámbito de ejecución de las penas Facilitar apoyo técnico al equipo de tratamiento y médico de la Prisión, desde un equipo interdisciplinar. También propone que se continúe con la coordinación entre sistema judicial y el sanitario a través del Servicio Social Penitenciario. Propuestas de colaboración en el ámbito profesional y social Tratar de lograr el respeto y la complementariedad de las instancias jurídico-penales y las sociosanitarias para tratar de alcanzar el objetivo principal de su intervención: la rehabilitación de drogodependientes. Explicar a los medios de comunicación los contenidos del documento, de manera que el conjunto de la sociedad pueda conocerlo y comprender los motivos en los que se inspira. En junio de 1997 el Servicio Social Penitenciario de Navarra elabora un proyecto de intervención para el seguimiento de penados a los que se aplique la suspensión de la ejecución de las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad previstas en el Código Penal. Con ello, se quiere establecer un sistema metodológico de intervención, seguimiento y control de los penados beneficiarios desde el Servicio Social Penitenciario. La drogodependencia es un fenómeno socio-sanitario vinculado a la delincuencia y la atención social y terapéutica o específica de los delincuentes no puede obstaculizarse desde el sistema penal y penitenciario (el sistema pretende conseguir la rehabilitación y la reinserción del penado) Código Penal (L.O. 10/1995, de 23 de noviembre) Medidas que evitan el ingreso en Centros Penitenciarios: • Suspensión ejecución pena privativa libertad (Arts. 80-87). • Sustitución de penas de prisión hasta 2 años por arresto de fin de semana o multa (Arts. 8589). • Medidas de Seguridad privativas de libertad y no privativas para enfermos mentales, drogodependientes y discapacitados (Arts. 95-108) • Medida que permiten la excarcelación anticipada Libertad Condicional (Arts. 90-93) 228 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Teniendo en cuenta lo anterior y marcando el objetivo de "facilitar la incorporación social de los penados a los que se les aplique la suspensión de la ejecución de las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad, estableciendo las actuaciones que permitan su acceso a los servicios específicos para que inicien o continúen los programas de tratamiento, formativos o educativos necesarios para conseguir dicha finalidad", se realiza y desarrolla el proyecto por el equipo del Servicio Social Penitenciario. Los resultados son los siguientes: 1997 1998 1999 2000 Suspensión de Condena 1 7 9 16 Libertad Condicional 54 41 56 57 Privativas de Libertad 26 39 49 28 No Privativas de Libertad 24 36 28 41 Arresto Fin de Semana 16 8 7 Trabajo Beneficio Comunidad 2 3 5 141 153 154 Medidas de Seguridad: Totales…………… 105 La característica que podemos resaltar de estas actuaciones es la gran flexibilidad que existe a la hora de aplicar las medidas, adaptando estas al proceso terapéutico. Agradecimientos: Quiero expresar mi agradecimiento a todas las personas que formaron parte del grupo de trabajo y todas las aquellas que están haciendo posible que las personas drogodependientes que cometen delitos por su dependencia, como enfermas que son, puedan recibir el tratamiento que se merecen. Bibliografía - Plan Foral de Drogodependencias. Departamento de Salud. Gobierno de Navarra. 1.994 -El tratamiento de los sistemas judicial-penitenciario y socio-sanitario de las personas drogodependientes con problemas penales. Dirección y coordinación: Gabriel Hualde. Fundación Bartolomé de Carranza. Pamplona 1.995. Mimeografiado. - Servicio social penitenciario de Navarra: Seguimiento de formas sustitutivas y de medidas de seguridad por el servicio social penitenciario de Navarra: Datos cuantitativos referidos a los años 1.997, 1.998 y 1.999. Primer congreso europeo de derecho penitenciario X jornadas de derecho penitenciario de Andalucía. Jaén 2.000 - Grupo de trabajo jurídico-penal, Propuesta de conclusiones. Plan Foral de Drogodependencias.1996. Mimeografiado. 229 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Juan del Pozo Irribarria Director Técnico de Drogodependencias del Gobierno de La Rioja. Angel Fraile Astudillo. Responsable de la Oficina de Atenciòn al Ciudadano para el Alcohol, el Tabaco y las Drogas PROGRAMA DE PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN EN EL DELITO. En la Comunidad Autónoma de La Rioja se puso en funcionamiento en abril del 2000 la Oficina de Atención al Ciudadano para el alcohol, el tabaco y las drogas, los cometidos de esta oficina son el informar y asesorar a todas las personas, afectados o no, sobre el tema de las adicciones incluyendo en éstas, según el Plan Riojano de Drogodependencias y Otras Adicciones, el alcohol, el tabaco, el juego patológico y las drogas ilegales; para ello se pone a disposición de los ciudadanos un número 900 gratuito. Pero esta Oficina no sólo es para orientar e informar a las personas sobre las drogas, sino también es para defender, informar y orientar a los toxicómanos o afectados por alguna adicción sobre los derechos que tienen y las posibilidades que existen para iniciar un tratamiento de deshabituación.Con este fin se puso en marcha el programa de prevención e intervención en el delito con personas drogodependientes. Se iniciaron los primeros contactos con el Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, para intercambiar opiniones y nos mostró su interés por el tema, se presentaban a menudo casos de personas que o bien desconocían las diferentes posibilidades que tenían por su condición de toxicómanos y cuando lo decían era ya tarde para cambiar la condena propuesta al Juez o por picardía iniciaban un tratamiento de desintoxicación quince días o un mes antes de la celebración del juicio y presentaban el informe correspondiente sin llevar tiempo en el mismo, alegando su toxicomanía. A raíz de esta reunión pareció importante la intervención en el momento de la detención, no en las inmediaciones del juicio, por lo que se puso en marcha un servicio de orientación e información al detenido en comisarías. 230 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? De esta forma el fiscal conoce anticipadamente la condición de toxicómano de cada persona, que se incluye en las diligencias, y la motivación que tiene para iniciar y continuar con un tratamiento de desintoxicación y deshabituación, ya que procuramos que en el momento en que es detenido, inicie un programa de tratamiento; Cuando sale el juicio, a los 9 ó 10 meses, ya tienen en la fiscalía suficiente información sobre su historia adictiva y su situación actual, para poder tener un criterio más claro a la hora de proponer una u otra condena al Juez. Con este programa pretendemos dos objetivos claros: 1. Acercar a la persona con un problema con las drogas la posibilidad de tratamiento y evitar en lo posible la consideración de enfermo, en vez de delincuente. 2. Prevenir en lo posible los actos delictivos inducidos por el consumo de drogas actuando del modo más precoz e inmediato posible a la comisión de los primeros delitos. Las bases teóricas que sustentan este programa se basan principalmente en los estudios de Rousanville, 1982. Según este autor existen tres vías para llegar a las drogodependencias y por tanto tres grupos de toxicómanos. El grupo I: se trata de personas que padecen una Psicopatología previa que determinan su toxicomanía, para ellos sería más aconsejable un tratamiento psiquiátrico anterior al tratamiento adictivo, pueden ser algunos casos de patología dual. El grupo II: Serán los que tienen una historia delictiva previa, personas que se relacionan en un ambiente de delincuencia y desde pequeños se encuentran en una situación que llamamos “de riesgo”, la toxicomanía de estas personas sería una continuación de esta conducta antisocial que manifiestan. Para ellos sería necesario un apoyo social que influya sobre su conducta antisocial y un tratamiento adictivo, con uno sólo no se conseguirían grandes resultados. Grupo III: son las personas en las que la conjunción de una serie de factores (personales, sociales, ambientales, exposición a las drogas, presión del grupo entorno...) explicarían la adicción. Para ellos será más recomendable un tratamiento de desintoxicación y deshabituación toxicológica. También los delitos que cometen los diferentes grupos de toxicómanos parecen estar íntimamente relacionados con el tipo de droga consumida y los factores asociados a la misma, 231 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? se han interrelacionado las diferentes posibilidades delictivas previstas en la legislación vigente con las diversas drogas tanto legales como ilegales, apareciendo tres tipos de delincuencia bien diferenciados. 1. Delincuencia inducida por la droga: Tiene su origen en la intoxicación por la droga (alcohol, cocaína, etc...), los efectos del consumo produce en el sujeto euforia, excitación, alteración de la percepción, agresividad, que le lleva a una delincuencia vinculada a este estado concreto, sería episódica y con límites temporales, es decir: persona que se emborracha en una fiesta, que se intoxican con LSD o con cocaína, etc... Los delitos que cometen estas personas serán delitos violentos, contra las personas: lesiones, homicidios, etc...; contra la libertad sexual: agresiones sexuales, violaciones, abusos; Agresiones, desacatos a la autoridad; y delitos contra la seguridad del tráfico. 2. Delincuencia funcional: Es la delincuencia realizada por un toxicómano con la finalidad de conseguir fondos para financiar su consumo; Está determinada por la droga principalmente (por su grado e intensidad de la adicción, por la capacidad económica del adicto o su familia, por el precio de la droga, etc...) Los delitos que se cometen son bajo los efectos del síndrome de abstinencia o por la necesidad de conseguir la sustancia para evitar estos síntomas, se tratan principalmente de: robo, robo con fuerza y/o intimidación, malversación de fondos (ludopatía), falsificación de recetas y/o firmas; tenencia ilícita de armas; Prostitución y tráfico de drogas (con el fin de obtener fondos para sus dosis). Esta delincuencia está vinculada al tiempo que dure la dependencia del adicto. 3. Delincuencia relacional o periférica: Es la delincuencia que se produce en torno al consumo de drogas y facilita su consumo, pero no está determinada por la droga, sino relacionada, ya que está vinculada a los beneficios económicos producidos por las drogas. os delitos que se cometen son el tráfico de drogas (cultivo, elaboración, tráfico...) con importación de sustancias ilegales, evasión de dinero. Esta delincuencia está ligada a la figura del traficante no consumidor habitual y a la delincuencia organizada. Con todo esto se pretende demostrar la dificultad que engloba el tema de las adicciones y los motivos que llevan a delinquir al ser humano, y para poder aplicar correctamente el código 232 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? penal hay que tener en cuenta muchos factores, ya que todos ellos participan de una u otra manera en el comportamiento de las personas. Por tanto conociendo de antemano el motivo que le lleva a delinquir a una persona y el delito que comete (delincuencia inducida por la droga, funcional o relacional) se pueden aplicar o no unos u otros atenuantes y eximentes que figuran en el código penal y si a la vez conocemos el tipo de drogodependiente que es cada persona, podremos indicarle uno u otro tratamiento (psiquiátrico, apoyo social + terapéutico, o terapéutico) como alternativa al ingreso en prisión. Se utilizarían adecuadamente todos los recursos y sería beneficioso tanto para le persona (se le daría el tratamiento adecuado), para la sociedad (menos delincuencia y más seguridad) y para la administración (más económico optimizando los recursos). ¿QUÉ SE HA HECHO EN LA RIOJA? En la Comunidad autónoma de La Rioja se ha puesto en funcionamiento a través de la Oficina de Atención al Ciudadano para el alcohol, el tabaco y las drogas un programa de información y asesoramiento a detenidos en comisarías y dependencias de la Guardia Civil, denominado “Programa de Prevención del Delito”, que consiste básicamente en informar, orientar y asesorar a drogodependientes que son detenidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Este programa lleva funcionando desde el 15 de Septiembre de 2000 y continúa actualmente. Pasos que se siguen desde la Oficina: 1. Puede haber dos vías de contacto con las personas que cometen algún delito o son detenidas: 1.1.- Cada mañana se contacta telefónicamente con la comisaría del cuerpo nacional de policía, para conocer si ha habido alguna detención o no. 1.2.- Si se produce la detención en algún municipio de La Rioja, son los miembros de la Guardia Civil, los que instan a la persona a rellenar el boletín de solicitud de información y posteriormente nos lo remiten para que podamos entrevistarnos con esta persona. 2. Si se ha producido una detención de una persona con problemas de toxicomanía o de adicción, se acude personalmente o se cita en la oficina para informar a la persona sobre las posibilidades de tratamiento y conocer su motivación, además de recibir su autorización para recoger su información sanitaria. 233 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? 3. Se pide información a los principales centros de desintoxicación y tratamiento de La Rioja o de otra comunidad, para contrastar la información facilitada anteriormente. 4. Se concierta una cita con la persona, una vez quede en libertad, para que inicie un tratamiento de desintoxicación lo antes posible. 5. Se informa a la Fiscalía sobre los datos recogidos y el inicio del tratamiento. 6. Se va recogiendo periódicamente información sobre el proceso que lleva la persona y se le envía a la Fiscalía, para su conocimiento. 7. Cuando sale el juicio el fiscal solicita una sentencia de cumplimiento en centro de desintoxicación o solicita prisión, dependiendo entre otros criterios de los informes remitidos desde la Oficina de Atención al Ciudadano para el alcohol, el tabaco y las drogas. 8. El juez dicta sentencia, que puede ser cumplimiento en un centro de desintoxicación, con lo que continuamos con el caso y seguimos informando al fiscal sobre la evolución de la persona por si es necesario una revisión de la condena. OBJETIVOS DEL PROGRAMA: Con este programa pretendemos cumplir dos objetivos principalmente: 1er. Objetivo: Acercar a la persona con un problema con las drogas la posibilidad de tratamiento y evitar en lo posible la consideración de enfermo, en vez de delincuente. 2º Objetivo: Prevenir en lo posible los actos delictivos inducidos por el consumo de drogas actuando del modo más precoz e inmediato posible a la comisión de los primeros delitos. Los objetivos específicos de nuestra intervención son: 1.1.- Informar a la fiscalía sobre la adicción del acusado desde el momento de la detención y el diagnostico efectuado. 1.2.- Recabar toda la información sobre anteriores tratamientos en centros y/o dispositivos de atención. 1.3.- Conocer e informar sobre la evolución de la adicción, del tratamiento y las causas de posibles caídas y recaídas (desde la detención hasta el juicio). 1.4.- Continuar informando al fiscal sobre la evolución hasta la total desintoxicación o el abandono del tratamiento, para revisar la sentencia. 1.5.- Proporcionar al detenido información sobre los recursos y dispositivos asistenciales para su adicción. 234 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? 1.6.- Facilitar el inicio y el mantenimiento del tratamiento, al menos desde la detención hasta el inicio del juicio. 1.7.- Efectuar un seguimiento personalizado con cada acusado, para el mantenimiento de su motivación en el proceso. 1.8.- Disminuir la comisión de delitos tratando la adicción a la sustancia que puede inducirlos. VENTAJAS PARA EL USUARIO QUE SE ACOGE AL PROGRAMA DE PREVENCIÓN DEL DELITO 1. Se les informa sobre los tratamientos disponibles para tratar su adicción y se les pone en contacto con ellos. 2. Se lleva un seguimiento personalizado con cada detenido de su caso hasta el momento del juicio, e incluso después de éste. 3. Se motiva, por medio de entrevistas personales, a iniciar un tratamiento de desintoxicación. 4. Se motiva, por medio de los informes cada dos meses al fiscal y entrevista con el afectado, a continuar con el tratamiento ya iniciado. 5. El fiscal tiene informes periódicos de la persona que le pueden llevar a decidir sobre la conveniencia de sustituir la condena de prisión por continuar con el tratamiento iniciado. Las principales ventajas serían, a modo de resumen, la motivación y el asesoramiento que es continuada, se ofrece ayuda a personas que por sus características son inconstantes y con baja motivación y autoestima. Además de las posibles ventajas judiciales, que pueden comprobar a la hora de salir el juicio por el tema que le acusan. ANÁLISIS DE LOS DATOS DESDE EL 15 DE SEPTIEMBRE DE 2000 HASTA EL 31 DE JULIO DE 2001 Se han atendido a 91 personas que han sido detenidos, o bien por el Cuerpo Superior de Policía o por la Guardia Civil, todas ellas con problemas de drogodependencias, de éstas 47 aceptan y solicitan la información autorizándonos a utilizar sus datos personales, tanto policiales como sanitarios, para poder elaborar el informe al fiscal y 44 rechazan la información y el asesoramiento por parte de la Oficina. 235 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Por sexos, han sido atendidas 8 mujeres (9% del total) y 83 hombres (91% del total) Petición de información Sexo 9% Mujer Hombre Solicitan 48% 52% Rechazan 91% Gráfica 1: Hombres y mujeres que son atendidos Gráfica 2: personas que rechazan o solicitan información las personas que son atendidas y aceptan nuestro asesoramiento 3 son mujeres y 44 son hombres, sin embargo de los que rechazan nuestra información 5 son mujeres y 39 son hombres. Gráfica 3: personas que aceptan y que rechazan por sexos. Petición de información - sexo 50 40 30 44 20 10 0 5 39 3 Mujer Mujer Hombre Hombre De las personas que solicitan nuestra información y asesoramiento (47), se distribuyen en las siguientes edades, entre 16 y 19 años: 8 personas; Entre 20 y 24 años: 11 personas; Entre 25 y 29 años: 13 personas; entre 30 y 34 años: 11 personas; entre 35 y 39 años son 2 personas y más de 40 años son 2 personas. 236 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Gráfica 4: Distribución por edades de los que solicitan la información y el asesoramiento. Edad de los que solicitan información 15 10 5 11 8 13 11 2 2 0 16-19 20-24 25-29 30-34 35-39 + 40 Por otra parte en el análisis de los datos que hemos realizado nos encontramos con la historia penal-judicial y la historia sanitario-adictiva, pasamos a desglosar y analizar la primera. HISTORIA PENAL-JUDICIAL: La mayoría de las personas que han sido atendidas y han solicitado la información y el asesoramiento de este servicio (recordemos 47), tienen antecedentes policiales y/o penales, concretamente 40 personas que son el 85%, otras 5 personas no han tenido nunca antecedentes ni han sufrido ninguna detención (11%) y dos personas han tenido algún contacto con la policía, pero sólo se han quedado en denuncias y posteriormente han sido retiradas, con lo cual lo enmarcamos en otros (4%). El 91% de estas personas (43) después de estar en las dependencias policiales, van al juzgado, pasando posteriormente a disposición judicial, sin embargo otras 4 personas de las que han solicitado nuestra información, han ingresado en prisión (corresponde el 9%). 237 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Gráfica 5:Porcentajes con antecedentes penales-policiales Gráfica 6: Porcentaje que está a disposición judicial Antecedentes penales-policiales Situación judicial 9% 4% 11% Otros Otros No 91% 85% A disposición Sí Analizando los tipos de delito que se han cometido por personas que son drogodependientes nos encontramos con los siguientes datos: Por delitos contra el patrimonio 23 (49%), por delitos contra las personas 8 (17%), delitos contra la salud pública 6 (13%) y otros 10 (21%) que son por no llevar papeles, por no presentarse al juzgado, etc... En cuanto la situación laboral que describen estas personas nos encontramos con que la mayoría está en paro 57% (27), algo que no es de extrañar, ya que algunos se encuentran en tratamiento en comunidad terapéutica, que sería incompatible con el trabajo y otros llevan bastantes años de adicción, con lo que se encuentran bastante afectados. Trabajando hay 12 personas lo que supone un 26% y en otros, principalmente son pensionistas, que han adquirido esta condición precisamente por su toxicomanía otras 8 personas que son un 17%. Gráfica 7: Tipología del delito cometido. Gráfica 8: Situación laboral de los detenidos. Situación laboral T ip o d e d elito 25 17% Otros 20 15 23 10 8 5 0 P atrim o n i o Pers o n a s 6 S a lu d 10 O tro s 238 26% Trabaja 57% Parado I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? HISTORIA SANITARIO-ADICTIVA: Todas Las personas que han sido atendidas en la comisaría o dependencias de la Guardia Civil de La Rioja, desde este programa de prevención del delito, son o han sido consumidores de drogas, y se encuentran con dificultades o problemas penales judiciales por esta causa, tanto los que rechazan nuestra información como los que la aceptan. Por otra parte analizando los consumos de las personas que aceptan la información que se les ofrece nos encontramos con que la principal sustancia de consumo es la heroína con 13 personas que consumen, lo que supone un 28%. Seguido de la cocaína que consumen 8 personas (un 17%), la mezcla de la heroína y cocaína la consideramos como una categoría única, por la cantidad de casos que se dan con esta mezcla, en nuestro caso nos hemos encontrado con 7 lo que supone un 15%, también por consumo de alcohol hay 5 personas (el 11%), y por consumo de anfetaminas y cannabis 2 personas de cada categoría, lo que supone un 4% respectivamente. Algo llamativo es la categoría Otros que suponen un 21% con 10 personas, que nos encontramos con 6 casos de policonsumo (pastillas, speed, cocaína, alcohol), 2 de consumo de ácidos-LSD (trippis) y 2 más por inhalación de pegamentos y colas. Gráfica 9: Principales drogas de consumo, heroína+cocaína tiene una categoría única por la cantidad de casos aparecidos. D roga de consum o 14 12 10 8 28% 6 21% 17% 4 15% 11% 2 0 4% Heroína Anfetam inas H er.+ C oc. C ocaína 4% Alcohol O tras C annabis La vía más utilizada para el consumo es la vía fumada con 19 casos que sería un 40%, a más distancia se encuentran las otras vías como son oral con 8 personas (17%), la inyectada con 7 239 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? personas (15%), esnifada con 5 personas (11%) y por último la inhalada con tan solo 2 casos un 4%. En la categoría de Otros nos encontramos con 6 casos que coinciden con el policonsumo y por tanto con más de una vía de consumo, oral, fumada e incluso en casos esnifada (13%). Vía de consumo 20 15 10 40% 17% 5 0 Fumada Oral 15% Inyectada 11% 13% 4% Esnifada Inhalada Otras Gráfica 10: principal vía de consumo de las drogas, destaca la vía fumada sobre las demás. Uno de los objetivos que pretendemos con este programa es que las personas entren en algún centro de tratamiento para proceder a su desintoxicación, de todas las personas que han solicitado nuestra ayuda (47) hay 18 que se encuentran actualmente en tratamiento de desintoxicación (un 38%), de éstas personas 3 se encuentran en Asociación de ayuda, el 17%, 6 se encuentran en programas libres de drogas-comunidad terapéutica, el 33% y el resto 9 en programa de sustitutivo de opiáceos (metadona) el 50% restante. Tratamiento actual 38% SI Tipos de program as dem andados No 17% 50% Asoc. Ayuda m etadona 33% Libre drogas 62% Gráfica 11: porcentaje de tratamientos actualmente Gráfica 12: Tipos de tratamiento mas utilizado Dentro del programa ( 47 que solicitaron nuestra ayuda), hay 25 que han estado anteriormente en algún tipo de tratamiento para su adicción y todas ellas lo abandonaron por uno u otro 240 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? motivo, son el 53%; sin embargo el 47% restante no han estado nunca en tratamiento para su adicción (22 personas). Tipo de tr atam ie ntos ante r ior e s Tratam iento anterior Sí 47% 53% No V arios 16% 12% As oc. Ayuda 32% M e tadona 40% Gráfica 13: porcentaje de tratamientos anteriores Libr e dr ogas Gráfica 14 Tratamientos má demandados ALGUNAS CONCLUSIONES Con un análisis combinado de los datos nos encontramos con unas conclusiones que son llamativas, como son: 1. De las personas que no tienen antecedentes al ser detenidas ( 5 personas) ,ninguno ha cometido delito contra el patrimonio, 3 contra la salud pública y 2 contra las personas; 4 de ellos trabajan y sólo 1 está en paro; Sólo hay un consumidor de heroína y ninguno por vía inyectada. Lo que nos daría un perfil del nuevo detenido como persona que trabaja, que es detenido bien por tráfico o tenencia de drogas o por peleas motivadas por el consumo de drogas, que no suele ser la heroína, más bien cocaína o anfetaminas, y que la principal vía ya no es la vía inyectada. 2. De las personas que sí tienen antecedentes nos encontramos con que la mayoría son parados 26 (65%), trabajan 8 (20%) y en otros casos estarían 6 (15%). De éstos 12 consumen heroína, 7 cocaína, 7 cocaína y heroína juntas, 4 alcohol, 2 cannabis y 10 otras drogas, resaltaríamos que el consumo de heroína sola o mezclada asciende a casi la mitad del consumo de otras drogas (45%). Y de estos que sí tienen antecedentes policiales más de la mitad, 23, que sería el 55% cometen delitos contra el patrimonio. Con lo que el perfil de los que sí tienen antecedentes serían parados con problemas de 241 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? drogas, principalmente consumen heroína y han cometido delitos contra el patrimonio. Estos dos perfiles no están suficientemente contrastados, ya que se lleva poco tiempo y pocas personas sin antecedentes, que puede llevar a no ser suficientemente significativo, pero puede orientar hacia los nuevos patrones de consumo y patrones delictivos. EVALUACIÓN DEL PROGRAMA. Para la evaluación de este programa se han escogido 5 indicadores, que son: 1. Número de personas que aceptan entrar en el programa y número de personas que rechazan. En estos momentos son: Aceptan 47 (52%) Rechazan 44 (48%). Este dato es motivado por la falta de conocimiento del programa, es un programa nuevo y todavía hay cierta desconfianza por parte de los detenidos a dar la autorización para iniciar los trámites y las gestiones oportunas, como dato significativo indicar que en el año 2000 rechazan 26 (60%) y aceptan 17 (un 40%) y en el año 2001 hay una tasa de aceptación de un 62,5% y un 37,5% de rechazo. De esta forma parecen invertirse los datos por el mejor conocimiento del programa, la evolución del año 2000 al 2001 ha sido muy favorable. 2. Tasa de inicios de tratamiento: Tenemos que inician tratamiento y que están en él actualmente 18 personas, que es el 38%, mientras que 29 no lo están, que sería el 62%. 3. Tasa de casos perdidos. Son los casos que contactan y después desaparecen por uno u otro motivo. Casos perdidos 4, que suponen el 8,5% del total de los que aceptan entrar en el programa. 4. Porcentaje de información facilitada al Fiscal: que sería el 100% de los casos incluidos en el programa. 5. Casos con sentencia favorable a que continúe en tratamiento de desintoxicación, En estos momentos estamos esperando la celebración de los juicios. RETOS Y PERSPECTIVAS FUTURAS. Una vez puesto en marcha este programa y después de un año de andadura, se han visto algunas deficiencias que es necesario resolver para la continuidad del programa y la consecución de los 242 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? objetivos propuestos, podrìan ser las siguientes: Los menores de edad que cometen delitos y que a la vez son consumidores de drogas. Los consumidores de drogas y/o alcohol implicados en causas por faltas o delitos menores donde también se encuentran implicados los familiares (pareja, padres, hermanos, etc...) Las personas con sanción administrativa por consumo o tenencia de estupefacientes. Nos hemos dado cuenta que estos tres grupos necesitan una atención especializada igual o parecida al programa que se está llevando a cabo en las comisarías y dependencias de Guardia Civil, para que nuestra actuación sea realmente preventiva, ya que en todos estos casos están apareciendo los problemas ocasionados por las sustancia y es un buen momento para actuar de forma precoz y eficaz. Para esto sería necesario poner en marcha los siguientes programas que completarían el principal de prevención del delito, pasando a denominarse en conjunto “programa de prevención e intervención en el delito”. 1. “Programa de información y asesoramiento a menores consumidores y a sus padres implicados en algún delito”. Objetivo principal: Informar tanto al equipo psicosocial de menores como al afectado de las posibilidades de tratamiento para la desintoxicación del menor como método más eficaz y educativo para su rehabilitación. 2. “Programa de información y asesoramiento a personas consumidoras con sanción administrativa por tenencia o consumo de estupefacientes” Objetivo principal: actuar precozmente ante personas que empiezan a tener problemas por el consumo de sustancias estupefacientes. Este programa sería el más claro exponente de prevención del delito, ya que se actuaría ante de la comisión de algún delito relacionado por el consumo, en los primeros problemas legales que se presentan a los consumidores, ofreciéndoles un tratamiento acorde a su situación laboral, social y personal, además de ser acorde con la sustancia que consume. 3. “Programa de Mediación y/o Reparación en casos de faltas y/o delitos provocados por drogodependencias”. El objetivo de éste es asesorar al agresor drogodependiente sobre las posibilidades de tratamiento que existen y motivarle al cambio, mediando entre el denunciante y el denunciado. De esta forma conseguiremos que los delitos o las faltas se vean reducidas considerablemente. 243 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Con estos tres programas en marcha y continuando con el primero, nos encontramos que todas las áreas y todos los momentos del proceso de drogadicción estarían atendidos suficientemente, es decir, desde el momento de empezar a tener problemas legales esa persona se encontraría con el ofrecimiento de un tratamiento que le ayude a superar este problema y que no continúe con la escalada asociada al consumo de sustancias tóxicas y los problemas que conllevan, tanto legales como sociales y personales. BIBLIOGRAFÌA - American Psychiatric. Manual Diagnostico y Estadístico de los trastornos Mentales DSM-IV. Masson. Barcelona. 1995. - Arroyo Zapatero L. Drogas y delincuencia juvenil. Poder Judicial Especial VIII: Seguridad Ciudadana 1989:81-91.- CIE 10. Décima Revisión de la clasificación Internacional de lasEnfermedades. Capítulo V (F): Trastornos Mentales y del comportamiento.Descripciones Clínicas y Pautas para el Diagnóstico. Meditor y JJ López Ibor (Eds). Madrid, 1992- Código Penal. Colección Universitaria. Textos Legales Básicos.- Delgado Bueno S., Torrecilla Jiménez J.M. Medicina Legal en Drogodependencias. Editorial HARCOURT. Agencia Antidroga. Madrid 1999.- Gunn J, Taylor PJ.Forensic Psychiatry. Clinical Legal & EthicalIssues. Butterworht/Heinemann. Oxford. 1995.- Inciardi JA, Russe BR, Professional thieves and drugs. TheInternational Journal of Addictionsm 12: 1087-1095- Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. BoletínOficial del Estado. Separata. 1ª Edición. Noviembre. 1995- Otero López JM. Droga y Delincuencia. Concepto, medida y estado actualdel conocimiento. Eudema. 1994.- Rounsaville BJ, Weissman MM, Wilber ChH, Kleber HD. Pathways to opiateaddiction: An evaluation of differing antecedents. Brit J Psychiat.1982; 141: 437-446.- Plan Riojano de Drogodependencias y otras adicciones. Consejería de Salud y Servicios Sociales. 1998. Manuel Araujo Gallego Comisionado del Plan Autonómico de Drogodependencias de Galicia. 244 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO SOCIAL Plan de Galicia sobre Drogas III Jornadas SIAD Madrid, 24-26 Octubre 2001 Manuel Araujo Gallego Comisionado PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL Perfil usuario de la red asistencial Tratamiento previo Si/No, Galicia 2000 JUSTIFICACION porcentaje T.Previo SI T.Previo NO 30,7 29 Edad media 75 75,1 ≤ Estud. Primarios 34,6 Sit.Lab=Trabajan 41,8 15,9 Demanda DTX Demanda MTD 23,6 54,2 28,8 92,6 Droga Ppal HRN 71,9 4,3 Droga Ppal COC 15,4 11,2 7,8 Media Años Uso Vía Admin. I.V. 39,6 16,1 56,6 Vía Fumada/Inhal. Urgencias 14,8 VIH+/SIDA 5,2 66,2 25,2 15,8 61,5 Prob. legales 42,6 Fuente: SEA Galicia 2000 Elaboración: OGD. Consellería de Sanidade e Servicios Sociais *Datos de UADs y PH(sin EPs). Población sin alc/tab. 41,3 Ingreso prisión 24,9 . 0 20 40 60 80 100 245 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL ESTRUCTURA Ocho servicios específicos del área de incorporación social del Plan de Galicia sobre Drogas. Sectorización según el mapa sanitario y el mapa de demarcación judicial de Galicia. Gestionados por siete asociaciones y un ayuntamiento. Recursos humanos: 10 abogados, 1 psicóloga, 1 pedagogo, 4 educadores, 3 trabajadores sociales y 4 administrativos. Presupuesto (2001): 42.757.435 Ptas (256.977,35 € ) PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL RECURSOS 2001 A CORUÑA(1995) CARBALLO(1991) LUGO(1990) SANTIAGO(1987) RIBEIRA(1992) PONTEVEDRA (1996) OURENSE(1992) VIGO(1989) 246 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL OBJETIVOS GENERALES Facilitar la atención integral al drogodependiente con problemática legal. Optimizar la coordinación entre sistema judicial y terapéutico. Orientar y asesorar a magistrados, jueces y fiscales sobre la situación personal, familiar y social del drogodependiente. PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL DESTINATARIOS Drogodependientes con problemas judiciales en proceso de tratamiento y familiares. Mediadores Profesionales del sistema judicial. Profesionales del Plan de Galicia sobre Drogas. 247 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL RESUMEN DE ACTIVIDADES 1999-2000 1999 2000 Informes para juzgados 617 1.133 Asistencias en comisaria, juzgado, prisiones 1.985 2.572 Asesoramiento a jueces, abogados, fiscales 357 672 Asistencia a juicios 99 131 PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL 248 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL 249 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL PROGRAMA DE ATENCIÓN JURÍDICO-SOCIAL 250 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Felix Ferreiro Curras Jefe del Servicio de Coordinación del Plan de Drogas de Asturias ¿QUÉ SE HACE EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS SOBRE LAS DROGODEPENDENCIAS Y JUSTICIA? En primer lugar, y antes de entrar en proyectos que el “PLAN DE DROGAS PARA ASTURIAS 2001-2003” tiene avanzados y, que expondré a continuación, un repaso de lo que se viene haciendo en nuestra autonomía, dependiendo de diferentes organismos oficiales y ONGs. Hasta ahora en el tema Jurídico-Penal, el Principado de Asturias tiene cuatro ámbitos de actuación: - Unidad Terapéutica y Educativa de la Cárcel de Villabona. - Programa ADSIS-BELEÑO. - Convenio con el Ilustre Colegio de Abogados. - Subvenciones a ONGs para la atención judicial a familias y drogodependientes. 1. Unidad Terapéutica y Educativa. En la cárcel de Villabona, que es el Centro Penitenciario de Asturias, inaugurada en febrero de 1993, un grupo de profesionales empezó el trabajo con internos drogodependientes en una orientación para la abstinencia. Este trabajo se desarrolla en un espacio libre de drogas que constituye la “Unidad Terapéutica y Educativa”. Esta unidad se constituye por iniciativa de profesionales de Instituciones Penitenciarias, entendiendo que la problemática de la drogodependencia afecta a la mayoría de los internos de las cárceles españolas. Es de resaltar que este proyecto fue, paso a paso, asimilando a las funciones de esta Unidad a los distintos estamentos profesionales, incluidos los funcionarios de vigilancia, llegando a componer así, el EQUIPO MULTIDISCIPLINAR de la UNIDAD TERAPÉUTICA y EDUCATIVA del CENTRO PENITENCIARIO de VILLABONA. Destaco aquí una definición que este equipo presenta a la hora de comunicar su trabajo: “un espacio físico libre de drogas, liberado de subcultura carcelaria, conquistado y mantenido 251 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? por los propios internos a través de una organización social, que se va creando a partir de un proceso dinámico de cogestión entre el colectivo de profesionales y el de internos”. Como dicen los profesionales de este MÓDULO 2, es una comunidad terapéutica que no sustituye a las comunidades terapéuticas extrapenitenciarias. En realidad es un punto de partida para la posterior excarcelación del interno en una comunidad exterior, en la que continuará el tratamiento de recuperación contra su dependencia, al mismo tiempo que cumple su condena. Vuelvo a destacar el espacio educativo que ocupa este MÓDULO. Todo el trabajo que se realiza está inmerso en la propuesta de la Educación Integral de Adultos, lo que ahora se denomina Educación de Personas Adultas, dado el perfil del internado, en el que algo más de la mitad de los internos, abandonaron los estudios hacia los 12-15 años, edad en la que comenzaron el consumo de drogas, especialmente hachís y alcohol, para pasar, posteriormente, a la heroína y cocaína en el intervalo de los 16-18 años. El abandono de los estudios, les llevó a los trabajos temporales que les daban más posibilidades de adquisición de las diferentes drogas. Dentro del funcionamiento de esta Unidad Terapéutica está el aislamiento que se hace con el resto del Centro Penitenciario. Los internos de esta Unidad no tienen contacto con el resto de los internos. Solo es imposible este aislamiento cuando salen a los juzgados a efectuar diligencias o cuando van al hospital para hacer consultas, actos que se realizan en compañía de otros internos ajenos al Módulo 2. Apuntar la composición del equipo multidisciplinar FORMADO POR COMPAÑEROS DE VIGILANCIA, TRABAJADORES SOCIALES, MAESTROS, MONITORES OCUPACIONALES, EDUCADORES Y PSICÓLOGOS. Dejando aparte la metodología del Equipo Multidisciplinar, que es el resultado del aprendizaje en un proceso que se inició en el año 1992 (en la antigua cárcel de Oviedo), a medida que compañeros nuevos se iban incorporando se iban formando en compañía de los que ya tenían experiencia. Para lograrlo se planteaban reglas sencillas: la más importante, la continuidad, apoyada por la ilusión, el trabajo diario, la responsabilidad, la dedicación. Todo ello basado en el conocimiento del medio y del interno. 252 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? ¿En qué medida toda la actividad de este módulo 2 de la cárcel de Villabona se relaciona con otras instituciones? En primer lugar, como decíamos al principio, esta Unidad no sustituye a las comunidades terapéuticas extrapenitenciarias. Su trabajo es de inicio a un espacio libre de drogas que prepara al interno/a para el ingreso en cualquiera de las comunidades terapéuticas del Principado de Asturias, particularmente con las que tiene concierto el Gobierno del Principado, que, hoy son Proyecto Hombre, Araís, Spiral y Aptas-El Valle. La relación directa de estos centros con la Comunidad Terapéutica de Villabona a través del Servicio de Coordinación del Plan de Drogas es fluida. Como es lógico las diferentes derivaciones que se realizan de los internos a estos centros se hace en virtud de los artículos 182 ó 83 del Reglamento Penitenciario. (El 182, clasificados en 3º grado y el 83 derivación a centros ambulatorios o centros de día, debiendo retornar cada día al CIS, Centro de Inserción Social, anexo al Centro Penitenciario). 2. Programa ADSIS-BELEÑO Por otra parte, relacionado con los internos de este Módulo 2 está el trabajo de la Fundación ADSIS con el programa Beleño: - Proyecto de acompañamiento a la Inserción Laboral. - Proyecto de Acompañamiento en Permisos Penitenciarios. - Proyecto Campo de Trabajo Morcín. El Proyecto de Acompañamiento a la Inserción laboral realizado por la Fundación ADSIS, con el programa Beleño, se ejecuta con la colaboración indispensable de la Comunidad Terapéutica del Módulo 2 de Villabona, anteriormente citada. Es un proyecto dirigido a 9 personas, en el presente año, que se encuentran cumpliendo penas privativas de libertad y siguiendo el proceso terapéutico y educativo en la Unidad de Villabona. Todos los destinatarios del proyecto tienen cercana su salida en libertad. Esto hace que el grupo configura la acción como experiencia de semilibertad, preparatoria para la vida en libertad. El objetivo general que se plantea la Fundación ADSIS-Beleño es: Acompañar la inserción social y laboral de las personas privadas de libertad en proceso de 253 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? rehabilitación terapéutica, con escasa cualificación y en situación de riesgo de exclusión social, a través de la mejora de las condiciones personales que posibilitan la integración social. Objetivos específicos Desde el programa - Motivar la búsqueda activa de empleo ayudando a cada persona a estructurar un itinerario personal. - Posibilitar experiencias en libertad. - Estructurar un programa de actividades de tiempo libre como contexto idóneo para establecer relaciones sociales normalizadas. - Acompañar el proceso de normalización social de los beneficiarios del proyecto en un momento cercano a la salida en libertad. Desde los participantes - Adquirir una cualificación profesional técnica que mejore su empleabilidad. - Desarrollar habilidades sociales y personales (habilidades de negociación, resolución de conflictos...) que permitan unas relaciones constructivas y positivas en el medio laboral. - Ampliar conocimientos sobre aspectos laborales básicos: contratación laboral, interpretación de nóminas, derechos y deberes de los trabajadores, etc. En los contenidos se abordan diferentes etapas de trabajo, temporalizados a partir de un diagnóstico inicial del perfil humano y profesional de cada beneficiario, como son: - Orientación laboral, con entrevistas personales, diagnóstico de capacidades y carencias técnicas humanas, información y orientación hacia el empleo o la formación, itinerarios personales de inserción. - Técnicas de búsqueda de empleo, con la implantación de la Agenda personal de búsqueda de empleo, estudio y discusión de la Red Personal, creación y utilización de listados de empresas, autocandidatura, anuncios, 254 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? currículo, cartas de presentación, técnicas de entrevista, selección personal. - Habilidades sociales - Formación laboral. TEMPORALIZACIÓN Desde marzo hasta diciembre se distribuyen las actividades para cubrir los objetivos propuestos. Presentamos el horario utilizado en las Salidas Terapéuticas de Acompañamiento en la Inserción Laboral. 09:00 Salida de la prisión 10:00 Comienza el camino 11:00 Inicio del camino. Motivación de la Actividad 13:15 Dinámicas de consolidación del grupo 14:30 Comida 16:00 Diálogo sobre dificultades que van apareciendo en los cursos que realizan y que tengan relación con aspectos socio laborales 17:00 Velada de tarde 17:30 Salida hacia prisión 18:30 Entrada en Villabona Es de resaltar la subvención de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios del Principado para la Realización de este proyecto. - Proyecto de acompañamiento en permisos penitenciarios. Son destinatarios del programa de acompañamiento en permisos penitenciarios todos los internos de la Unidad del Centro Penitenciario de Villabona que disfrutan de permisos penitenciarios. Con carácter general en cada actividad participarán entre 10 y 35 internos de la Unidad Terapéutica. METODOLOGÍA El pilar metodológico del Proyecto de Acompañamiento en Permisos Penitenciarios son las 255 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? actividades en sí mismas y las relaciones humanas. Pretendemos transmitir el valor de disfrutar del tiempo libre de modo saludable, disfrutando de actividades diversas (excursiones, visitas a museos que puedan suscitar interés, cine, etc.) y de las relaciones humanas que se generan en torno a ellas. Por este motivo sigue siendo especialmente importante la participación del voluntariado Adsis en este tipo de actividades Campo de Trabajo Morcín La iniciativa se desarrolló entre el 9 y el 20 de julio en el Albergue de Busloñe (Morcín) y en ella participaron 15 de internos de la Unidad Terapéutica. La experiencia se configuró como experiencia de semilibertad en tanto que durante los días 9 – 20 de julio los destinatarios participaron de lunes a viernes en las actividades programadas, retornando cada día a dormir a la prisión. Las mañanas se ocuparon en la realización de un trabajo en equipo y al servicio del entorno rural, que constituyó básicamente en la señalización y limpieza de caminos reales. Se consiguió de esta manera, alcanzar un doble objetivo: el trabajo en equipo, en grupo, y al servicio de un entorno rural solidarizándose con las personas del pueblo en labores de cuidado del entorno y determinadas actividades socioculturales, en el mismo. Temporalización El campo de trabajo se desarrollará los días 9 al 20 de Julio en el Albergue de Busloñe situado en el cocejo de Morcín. El horario base previsto será el siguiente: 09:00 Salida del Centro Penitenciario 09:45 Reparto de los puntos de trabajo 13:30 Fin del trabajo. Aseo personal, limpieza 14:00 Comida 15:30 Tareas de la casa, tertulia... 16:30 Actividad de tarde 19:45 Cena 20:30 Salida para Centro Penitenciario Para finalizar abordamos el tema jurídico-penal en lo que se refiere al funcionamiento en el 256 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? último año. El Programa de Asesoramiento Jurídico a drogodependientes lleva funcionando en Asturias desde primeros de los años 90. Su finalidad es proporcionar a los drogodependientes información sobre su situación jurídico-penal que en la mayor parte de las ocasiones es desconocida para ellos. Se trata de conocer esta situación para dificulte lo menos posible su proceso de proceso de recuperación. A través de las Asociaciones de Familiares, tanto éstos como los propios drogodependientes pueden acceder a este recurso, subvencionado por la Administración Autonómica. Este programa es asumido por dos abogados en colaboración con voluntarios de las asociaciones Después de varios años de funcionamiento del programa, se ha constatado que el asesoramiento y orientación no es del todo suficiente para abordar esta problemática en concreto. Así, se ha visto necesario la creación de un recurso específico que desarrolle las siguientes funciones: - Atención a los drogodependientes en el momento de la detención tanto en Comisarías como en Juzgados - Orientar y asesorar a Jueces y Fiscales - Proporcionar a los drogodependientes apoyo jurídico en las causas judiciales - Documentar la historia individual de consumo de los drogodependientes - Realizar los informes necesarios (sociales, psicológicos, jurídicos, peritajes, etc.) para propuestas de tratamiento/rehabilitación alternativas a la prisión - Realizar seguimiento de los casos una vez aplicada la medida Dadas las funciones a desarrollar el equipo de trabajo debe ser interdisciplinar puesto que se trata de atender la problemática de estas personas desde un punto de vista integral, no parcial y sesgado, para que no dificulte más el proceso de recuperación e integración de este colectivo. Entrando ahora en el ámbito de las previsiones de proyectos para el Plan de Drogas para Asturias a presentar para su debate, en una primera parte, la sociedad a la que consultamos el tema del Ámbito Jurídico-Penal adjuntamos la introducción del Grupo de Trabajo incluida en las conclusiones. 257 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Introducción Desde la realidad con la que nos encontramos los profesionales que componemos la mesa de trabajo ASPECTO JURÍDICO-PENAL comprobamos que la Administración de Justicia individualiza y juzga el caso o resuelve el conflicto puntual existente, dejando al margen en la mayoría de las ocasiones la situación bio-psico-social del encartado. Por otro lado comprobamos la realidad de recursos que pertenecientes a la red social, existen en nuestra comunidad, que por falta de coordinación son desaprovechados por la Administración de Justicia para los fines que le son propios, que no son otros que juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Con el fin de aportar una mayor y mejor información que permita al juez tomar una decisión más argumentada vemos la necesidad de crear un instrumento oficial que sirva de puente y que facilite por un lado la decisión más justa del juzgador y por otro rentabilizar los recursos de la red social. Estos objetivos de acercar la realidad social y ponerlos al servicio del juzgador están ya apuntados por el legislador del c. penal, texto en el que se articulan (Arts. 83.2, 98, 105) la colaboración entre los servicios correspondientes de las diversas administraciones y los jueces o tribunales, sobre todo en materias que afectan a la ejecución de sentencias, dando relevancia legal al aspecto del proceso personal de los ensartados y condenados respecto a las condiciones de la ejecución de la sentencia. Esta tendencia del Código Penal se ve reforzada en el texto de la Ley de Responsabilidad Penal de los Menores 5/2000, que recoge un protagonismo fundamental por parte de las Administraciones Públicas. El instrumento que se propone tendría la forma de un EQUIPO MULTIDISCIPLINAR que respecto a la Administración de Justicia aportaría información psicológica, personal, social, familiar, etc. sobre la persona en contacto con ella y respecto a la Administración Regional serviría para evitar la dispersión de actuaciones con la consiguiente reducción de costes. Tal iniciativa no es nueva, ya que actuaciones similares se están desarrollando en otras Comunidades Autonómicas, sin embargo, nuestra propuesta es por así decirlo más ambiciosa, toda vez que incluye dentro del Equipo la figura del Jurista. Y ello porque entendemos que 258 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? sería este profesional el que aglutinaría toda la información penal, penitenciaria, administrativa y procesal con el fin de aportar soluciones que en su caso, puedan ser adoptadas por el juez pero que éstas sean realistas ya que de nada serviría que en un determinado asunto en concreto un juez adoptara medidas terapéuticas inviables porque sobre esa misma persona pendan asuntos en otros órganos jurisdiccionales que puedan hacer que esa primera decisión no tenga eficacia alguna, dada la realidad del toxicómano que suele tener abiertas distintas causas en diferentes órganos jurisdiccionales. Nosotros pensamos que este instrumento puede resultar relevante para jueces, tribunales, fiscales y administración penitenciaria en la medida que tendrían más y mejores informes en los que fundamentar sus decisiones. Actuaciones 1 Fase de Análisis de la situación psicosocial médica, jurídico penal del drogodependiente, recabando información a través de los distintos servicios existentes que se iniciará tras la detención. 2 Fase de Intervención. Elaboración de un informe psicosocial y jurídico penal que permita un conocimiento integral del detenido y que oriente al organismo judicial sobre las medidas a aplicar a esa persona objeto del informe. 3 Fase de Coordinación con el profesional (Turno de Oficio) que asista al drogodependiente en los juzgados sobre la situación penal de esa persona. 4 Fase de Seguimiento de la persona drogodependiente a través de la coordinación y comunicación con los distintos entes. 259 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? CLAUSURA BEATRIZ ELORRIAGA PISARIK Concejala Delegada del Area de Servicios Sociales del Aytº de Madrid. FERNANDO FERNÁNDEZ MARTIN Juez Decano de los Juzgados de Madrid BERTA GORDON NUEVO S.I.A.D. Jefa del Servicio de Asesoramiento a Jueces y Atención al Detenido Drogodependiente 260 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Fernando Fernandez Martín Juez Decano de los Juzgados de Madrid Quiero dar las gracias otra vez por haber tenido la oportunidad de escuchar aquí, en directo, las propuestas, que nos van a ayudar, a mejorar en el funcionamiento de éste y otros servicios interdisciplinares.. Por el nivel de asistencia y por los tiempos que han durado cada una de las ponencias, me da la impresión de que ha sido muy vivo el debate, las preguntas, la reflexión y supongo que nos van a ser, por tanto, muy útiles las conclusiones, sabedor del trabajo que hay detrás. Así que, aquí seguimos en este Decanato trabajando con el S.I.A.D, decíamos que eran doce años, esperamos que no solo sean doce más, sino todos los que sean precisos. Y nada más, que hayan disfrutado del paso por esta casa, donde ya ven el nivel de asistencia de gente que tenemos, que confirma la gran actividad de la justicia en este país; donde sin ninguna duda se ha convertido en un bien de consumo. Antes, la justicia era una cosa rara, hoy es un bien de consumo, este es un avance del estado de derecho, la posibilidad de llegar a conseguir administración. Así que, muchísimas gracias y espero otro año o, en otra ocasión, volver a estar con todos ustedes. 261 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Beatriz Elorriaga Pisarik Concejala Delegada del Area de Servicios Sociales del Aytº de Madrid. Queridos amigos, queridas amigas, lo primero, mi agradecimiento por permitirme estar hoy aquí y, además voy a tener el honor de clausurar estas importantes Jornadas, lo que es una alegría para mí personalmente y como representante del Ayuntamiento de Madrid y en mi caso además, porque soy la Concejala responsable de los Servicios Sociales. Por tanto, soy la responsable de la Concejalía que aborda todos los temas que afectan a los planteamientos que aquí se han hecho, o sea, a la drogodependencia. El Plan Municipal Contra Las Drogas está enmarcado dentro de la Concejalía de los Servicios Sociales y por tanto, vivo muy directamente la problemática que se nos plantea a los programas y las iniciativas que allí surgen. Es verdad que en una ciudad como Madrid una Concejalía como la de Servicios Sociales es una Concejalía que tiene un contenido amplísimo, que abarca muchísimos temas, que vives un poco el día a día corriendo, porque igual tienes que atender a problemáticas de mayores, que de drogodependencias, que de infancia, pero desde luego, el tema que hoy nos ocupa es uno de los temas a los que se le da una mayor prioridad y en el que estamos, yo creo, todos más implicados. Pude estar el día de la inauguración, también tuve la oportunidad de estar aquí en el inicio, en el acto de inauguración, siempre los actos de inauguración, cuando asistes a ellos, a mí me gusta, porque es un poco cuando se abre el camino y tienes todas las esperanzas puestas en lo se va a trabajar, pero ya una vez que termina, en los momentos que estamos, yo creo que lo importante es valorar lo que se ha hecho. Soy consciente de que han sido unas Jornadas muy intensas, que se ha trabajado muy bien, con mucho nivel y el que me hayan podido informar de ello, la verdad, también me alegra muchísimo. Yo no he podido asistir todos estos días a cada una de las ponencias, pero sí he sido informada y me alegro de que se hayan desarrollado como se han desarrollado. Lo primero, antes de seguir adelante, creo que es de justicia, el felicitar a los organizadores de 262 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? estas Jornadas que ahora finalizan, creo que con mucho éxito. Y uno de los temas que me gustaría resaltar es precisamente la elección de los temas. Yo creo que los temas que han sido objeto de trabajo en el marco de estas Jornadas, han sido perfectamente bien seleccionados. Nos brindan unas posibilidades a los representantes de las administraciones y yo creo que a los técnicos también, para debatir y profundizar en unos temas que son francamente relevantes. Se ha analizado, lógicamente, cual es el panorama de las drogodependencias, se ha hablado de temas que afectan, precisamente, a este Convenio, pero yo creo que hay temas, por ejemplo, tenía yo apuntado, el tratamiento de los medios de comunicación. A mí, es uno de los temas que me parece importantísimo precisamente porque vivo el día a día en un trabajo en el que constantemente te están preguntando sobre tu labor, qué haces, qué opinas, y veo el tratamiento que muchas veces se le da a temas sociales y creo que ahí tenemos que hacer un esfuerzo todos ¿no?, para conseguir que lo que se transmita en temas que son de interés general y afectan a toda la sociedad, pues vaya cada vez por un camino de mayor objetividad y de mayor pureza, diría yo, en la información. Por otro lado, he visto que se ha hecho un interesante y revelador análisis evolutivo de los últimos años con respecto a la evolución del fenómeno de las drogodependencias, las nuevas formas de consumo, el esfuerzo de adaptación que a lo largo de este tiempo han ido realizando, tanto los distintos recursos asistenciales con su variedad de modalidades de tratamiento, como las instancias jurídicas, judiciales y penales a través de la puesta en marcha que se han ido implantando en relación con la drogodelincuencia. También estas Jornadas han abierto, a mi juicio, la posibilidad de poder poner en común los criterios y actuaciones que en el momento presente y en este campo se están llevando a cabo en las distintas comunidades autónomas. Yo veo que este análisis es también muy importante, el ver qué se está haciendo, no centrarnos exclusivamente en lo que tenemos más cercano, sino ver qué hacen los que tenemos alrededor, porque esto sin duda supone un enriquecimiento que nos va a permitir seguir avanzando por lo menos con coherencia, que ya es importante. Como Concejala, decía, del área de Servicios Sociales, sí quiero transmitir y decirles que, desde luego, voy a tener muy en cuenta las conclusiones a las que se han llegado en estas Jornadas, ya que van a permitir hacer aún más eficaz la coordinación entre magistrados y fiscales y los servicios asistenciales de la red del Plan Municipal Contra Las Drogas que asesoren sobre las circunstancias sociales y psicológicas relativas a las drogodependencias. 263 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? Nuestra obligación en el Ayuntamiento como administración más cercana al ciudadano y, yo creo que está no solo en los programas asistenciales, en los programas de prevención, sino también en medir y evaluar qué es lo que ocurre a nuestro alrededor. Tenemos que ser conscientes de lo que está ocurriendo, de los cambios que se producen en nuestra sociedad, de los nuevos retos a los que nos tenemos que enfrentar y yo veo que en esta línea de trabajo el poder compartir luego, insisto, no sólo con ustedes, con los profesionales, sino también con experiencias de otros lugares, esto es absolutamente importante. Por tanto, quiero felicitar de corazón a todos los participantes por el trabajo que han desarrollado, desde luego de forma muy especial al S.I.A.D, no sólo por su excelente organización, no es fácil organizar unas jornadas de estas características, sino también por el trabajo que ha realizado este equipo a lo largo de doce años de trabajo duro en el que se ha tenido que ir evolucionando y poniéndose a la altura de las posibilidades y yo creo que el que estemos hoy aquí y que estas Jornadas hayan resultado lo exitosas que en sí han sido, yo creo que nos tiene que alegrar a todos nosotros. Permítanme también que haga extensivo este agradecimiento a todas las personas, organizaciones e instituciones que con su presencia y con su colaboración han contribuido a que estas terceras Jornadas hayan concluido como hoy concluyen. Por tanto, con todo mi agradecimiento, deseándoles todo el éxito hacia el futuro, declaro clausuradas estas Jornadas. Muchas gracias. 264 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? 1.989- 2.001 DROGODELINCUENCIA –JUSTICIA ¿AVANCES? TITULOS COMUNICACIONES PRESENTADAS Madrid 24, 25 y 26 de Octubre de 2.001 265 I I I J O R N A D A S S . I . A . D . “ 1 . 9 8 9 - 2 . 0 0 1 D R O GO D E L I N C U E N C I A - J U S T IC I A ¿ A V A N C E S ? COMUNICACIONES • EL • “EVALUACIÓN DEL TRATAMIENTO A PERSONAS CON CONDICIONAMIENTOS PENALES O PENITENCIARIOS EN LOS PROGRAMAS PROYECTO HOMBRE DE GALICIA, LEÓN Y ASTURIAS” José Bermúdez Rey. Abogado,Ángel Rico García . Graduado Social. Responsables de los servicios de seguimiento jurídico penal de Castilla y León y Asturias. • “PROGRAMA ARIADNA: PROGRAMA DE INTERVENCIÓN SOBRE LAS DROGODEPENDENCIA EN LOS CENTROS PENITENCIARIOS” José A. Contreras Nieves. Psicólogo. Gema Gómez Pellico Psicóloga . Grupo GID • “LA UAD DEL CENTRO PENITENCIARIO MADRID IV” José Sánchez Isidoro. Psicólogo y Criminólogo. • “DROGODELINCUENTES CON 3 O MÁS DETENCIONES” Mº Jose Martinez Lorente y Equipo de Servicio de Asesoramiento a Jueces e Información y Atención al Detenido Drogodependiente. S.I.A.D. “¿QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER ESTO? CONSUMIDOR DE DROGAS ANTE LA LEY” Eduardo Hidalgo Dowing. Psicólogo. Energy Control Bienestar y Desarrollo. 266