C O N T E N I D O J U R Í D I C O Ahora, estudiemos el principio pacta sunt servanda y buena fe en las relaciones internacionales. Así, la Convención de Viena entre Estados y Organizaciones Internacionales, en su art. 26 expresa uno de los principios esenciales del derecho internacional, pues consagra la norma pacta sunt servanda, según la que todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe. Este principio, que da pie a que los tratados deben ser cumplidos por las partes que se obligaron, constituye la base esencial del derecho de los tratados y, en general, del funcionamiento armónico y pacífico de la comunidad internacional. Por ello, algunos teóricos han considerado que esta norma representa el principio base, la norma fundamental y más elemental de todo el sistema jurídico del derecho internacional, de la que depende la validez de las reglas de este derecho. Así, resulta imposible pensar el derecho internacional como disciplina autónoma sin presuponer una norma como pacta sunt servanda, por lo que ella es sin lugar a dudas unos de los principios de derecho internacional reconocidos por México, cuando se afirma en la fracción X del art. 89 de la Constitución que el Poder Ejecutivo observará en el tema internacional, entre otros, el principio de igualdad jurídica de los Estados. Ahora bien, pacta sunt servanda no sólo significa que los tratados deben ser formalmente acatados sino que deben ser cumplidos de buena fe, esto es, con la voluntad de hacerlos efectivos. Por ello la doctrina internacional consideran que el principio de buena fe es parte integrante de la norma pacta sunt servanda, tal y como lo ha reconocido la Corte Internacional de Justicia, así como lo estableció la Carta de las Naciones Unidas en el numeral 2 del art. 2, que establece que los miembros de Revista Tepantlato la ONU, a fin de asegurarse los derechos y beneficios inherentes a su condición de tales, cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas por ellos de conformidad con esta Carta. Otros importantes instrumentos internacionales han resaltado la trascendencia de este principio de buena fe y su vínculo no sólo con la norma pacta sunt servanda, sino también con la prohibición del abuso del derecho. Así, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 10 de octubre de 1982, más conocida como Convención de Montego Bay, la que se encuentra vigente internacionalmente desde el 14 de noviembre de 1994, establece en su art. 300 que los Estados Partes cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas de conformidad con esta Convención y ejercerán los derechos, competencias y libertades reconocidos en ella de manera que no constituya un abuso de derecho. Este principio que México debe cumplir de buena fe con sus obligaciones internacionales tiene evidente sustento constitucional, pues, de manera interrelacionada en la constitución se advierte que las actuaciones de las autoridades deben ceñirse al principio de la buena fe, que se aplica también a las relaciones internacionales. En consonancia con el principio pacta sunt servanda, la Convención de Viena entre Estados y Organizaciones Internacionales establece que no podrán los Estados ni las organizaciones internacionales invocar el derecho interno o las reglas de la organización para justificar el incumplimiento de un tratado, salvo en el caso de que se trate, conforme al art. 46, de una violación manifiesta de una disposición fundamental de derecho interno relativa a la competencia para celebrar tratados.4 4 Es de señalarse que el principio pacta sunt servanda, si bien es uno de los fundamentos esenciales del derecho internacional, no debe ser absolutizado pues la propia normatividad, así como la doctrina interna-