Las mujeres y el presupuesto público en México Contenidos de la publicación Esta publicación muestra los elementos necesarios para la elaboración y análisis de los presupuestos con enfoque de género; se presenta la información disponible sobre gasto público federal destinado a las mujeres; se analiza si el gasto público en desarrollo social contribuye a disminuir las brechas de desarrollo humano entre mujeres y hombres y, además a manera de ejemplo, se profundiza sobre el efecto del gasto público en la disminución de la mortalidad materna. Los presupuestos públicos con enfoque de género Desarrollo humano significa la expansión de la libertad de las personas para elegir lo que quieren ser o hacer. Para alcanzar un mayor desarrollo humano es necesario que todas las personas tengan acceso a una vida saludable, a conocimientos que les permitan desarrollarse individualmente y a recursos económicos que les permitan cubrir sus necesidades básicas. Además, el concepto de desarrollo humano lleva implícito la igualdad de derechos humanos, sociales, culturales y económicos de todas las personas. Es decir, todas y todos deben tener la misma oportunidad para decidir en libertad lo que quieren ser o hacer; y para ello es necesario garantizar una igualdad en todas las dimensiones del desarrollo humano. Por cuestiones biológicas, históricas, culturales y sociales, las mujeres han vivido en situaciones de desventaja y desigualdad de derechos, esto ha propiciado que en la actualidad generalmente se encuentren en condiciones más desfavorables que los hombres. Esta desigualdad se traduce también en el acceso diferenciado a bienes y servicios públicos y privados, lo cual implica la pérdida de posibilidades de desarrollo humano y social. Por ejemplo, desigualdad en el acceso a fuentes de trabajo, en el uso del tiempo, servicios de salud y educación, entre otros, generando necesidades diferentes entre ambos sexos. Un presupuesto sensible al género reconoce las necesidades diferenciadas entre hombres y mujeres y cómo la distribución de recursos afecta las oportunidades de ambos. Los retos con los que se enfrenta México para la elaboración de presupuestos con enfoque de género son: El diseño de presupuestos efectivos para la reducción de las inequidades atribuibles al género. La generación de indicadores con perspectiva de género para conocer y evaluar las principales carencias de hombres y mujeres y hacer una mejor focalización del gasto público; La revisión de la ejecución presupuestal para conocer el efecto que tiene sobre la condición de hombres y mujeres; El estudio de asignaciones presupuestales detallado en el ámbito sub-nacional; La exploración de condiciones y cambio entre distintos grupos de mujeres, y El uso de herramientas más detalladas para identificar asignaciones presupuestales que afectan a mujeres y hombres directa e indirectamente. Presupuesto asignado a las mujeres y la igualdad de género El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es el plan de acción anual en el que el gobierno federal establece sus prioridades y objetivos. Para el año 2010, el PEF estableció erogaciones por 10,920 millones de pesos para la igualdad entre mujeres y hombres, esto representa el 13.6% del presupuesto asignado a la Secretaría de Desarrollo Social, 5.2% del presupuesto de la Secretaría de Educación Pública y 12.2% del presupuesto de la Secretaría de Salud El gasto federal etiquetado para mujeres no significa que beneficie a las mujeres. En muchas ocasiones los programas gubernamentales reproducen la desigualdad entre hombres y mujeres. Un presupuesto con enfoque de género considera el efecto que tiene el gasto público sobre el bienestar de mujeres y hombres. Para elaborar presupuestos con enfoque de género es necesario una reclasificación de la Cuenta de la Hacienda Pública Federal para capturar el gasto que beneficia a las mujeres Es fundamental que la CHPF publique de forma continua el gasto ejercido en todos los programas y proyectos y de los ejecutores del gasto Un insumo fundamental para la elaboración y evaluación de los presupuestos con enfoque de género es que todas las dependencias de la administración federal y de los gobiernos de las entidades federativas deben tener información desagregada por sexo sobre los beneficiarios del gasto público, en la actualidad esto no sucede Es primordial llevar a cabo un análisis del efecto del gasto público sobre mujeres, hombres, niñas y niños y de los subgrupos al interior de estos grupos Distribución del gasto público El 50.3% del gasto total en desarrollo social (educación, salud y transferencias) beneficia a los hombres mientras que el restante 49.7% a las mujeres. Una asignación que compensa por las carencias en desarrollo humano asignaría el 39.7% del gasto total en desarrollo social a los hombres mientras que a las mujeres les correspondería 60.3%. Una asignación que compensa por las carencias en desarrollo humano asignaría al 20% de la población masculina con menor desarrollo humano el 11.1% mientras que la población femenina con menor desarrollo humano debería recibir el 19.3%. Al interior de cada grupo El 20% de la población masculina con menor desarrollo humano recibe 9% del gasto en desarrollo social, mientras que el 20% con mayor desarrollo humano reciben 11%. El 20% de la población femenina con menor desarrollo humano recibe 9.7% del gasto en desarrollo social, mientras que el 20% con mayor desarrollo humano reciben 11.2%. Una asignación que compensara por las carencias de desarrollo humano otorgaría el 30.7% del gasto que reciben los hombres al 20% de la población masculina con menor desarrollo humano. Una asignación que compensara por las carencias de desarrollo humano el otorgaría el 27.7% del gasto que reciben las mujeres al 20% de la población femenina con menor desarrollo humano El análisis del gasto federal descentralizado a nivel estatal (Ramo 33 y Ramo 28) revela que las entidades que deberían ser compensadas por las diferencias en desarrollo humano atribuibles a las desigualdades de género son: Veracruz, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca y Tlaxcala. A nivel municipal, la asignación recomendada según las carencias de desarrollo humano de género sugiere que para el 25% de la población con menor nivel de desarrollo de género le correspondería el 39% del total del gasto federal a los municipios, cifra ligeramente superior al 33% que efectivamente percibieron en el año 2005. De los municipios que requieren ser compensados por la desigualdad de género, la mitad pertenecen al estado de Chiapas, 35% a Oaxaca y el 15% restante a Veracruz Mortalidad materna México ha avanzado positivamente en la mayor parte de los objetivos del milenio, sin embargo, de las 7 metas que están en riesgo de no cumplirse para el año 2015, tres se relacionan con la condición de las mujeres, entre estas está la reducción de la mortalidad materna. La razón de mortalidad materna (RMM) es un indicador de las condiciones de bienestar, igualdad y acceso a oportunidades de desarrollo para las mujeres y la sociedad La disminución de la mortalidad materna ha sido lenta y aún lejos de la meta establecida para 2015, que es de 22.3 muertes por cada 100 mil nacidos vivos. De 1990 a 2006 la razón de mortalidad materna sólo se redujo 32.6%; pasando de 89 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos a 60. La mortalidad materna es un fenómeno multidimensional, por ello debe analizarse con mayor detalle y profundidad. Analizar el efecto del gasto público sobre la mortalidad materna no es posible debido a la carencia de información desagregada. Mortalidad materna a nivel municipal Es importante diferenciar entre el lugar de ocurrencia de la defunción y el lugar de residencia de la finada También analizar la distribución y frecuencia de las muertes independientemente del número de nacimientos En el año 2005 el 72.4% de los decesos maternos, ocurrieron en municipios con un nivel alto de IDH; sin embargo, sólo alrededor del 51.6% de las mujeres provenían de municipios con ese nivel de desarrollo humano El 33.4% residían en municipios de muy bajo y bajo índice de desarrollo humano siendo que el lugar de ocurrencia para este nivel de desarrollo humano estima 19.2% y 18.5%, Municipios donde ocurrieron las muertes maternas En 2005, se registraron 1,003 defunciones maternas En 2005, las muertes maternas ocurrieron en 344 municipios El 56.98% (de los 344) reportaron sólo una muerte materna y acumularon el 19.5% de los decesos. En 11 municipios se reportaron 15 o más muertes maternas acumulando el 20.3% de los decesos Municipios de residencia de las mujeres que fallecieron por embarazo, parto o puerperio En 2005, las mujeres finadas residían en 324 municipios En 199 municipios de residencia sólo tuvieron una muerte materna acumulando 32.34% de los decesos En 32 municipios de residencia hubo 4 o más muertes maternas acumulando 33.8% de los decesos Recomendaciones de política pública para reducir la mortalidad materna Focalizar recursos para proveer servicios de atención médica de emergencia adecuados en los municipios de ocurrencia con bajos niveles de marginalidad, pero con altos niveles de muertes maternas; Identificar las carencias que existen en los municipios de residencia de las mujeres fallecidas en términos de atención médica preventiva durante el embarazo, e implementar acciones enfocadas a cubrir sus necesidades en la materia; Dar prioridad a los municipios que registran muertes maternas, por ejemplo, una tercera parte de los municipios con alguna defunción en el año 2000 también registraron defunciones en 2005u. Regionalizar las acciones de combate a la mortalidad materna, principalmente, considerando a los municipios de residencia que reportan una y dos muertes maternas al año y que son colindantes geográficamente. Mensajes principales de la publicación La asignación del gasto público debe considerar las carencias de desarrollo humano de mujeres y hombres Para alcanzar una sociedad igualitaria es necesario conocer las raíces de la desigualdad y eliminarlas El diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas debe incorporar el efecto particular que éstas tienen sobre mujeres y hombres Un presupuesto que no contemple estas discrepancias prolonga la inequidad de género en la ampliación de las libertades Las políticas públicas deben estar orientadas a disminuir y eliminar las brechas de desigualdad que existen entre hombres y mujeres Es fundamental evaluar cómo, cuanto, quién y en que se gastan los recursos del Estado Es necesario conocer los recursos públicos destinados a grupos específicos de mujeres, hombres, niñas y niños Identificar el gasto que promueve la igualdad de oportunidades laborales entre ambos sexos Evaluar las asignaciones que no tienen etiqueta de gasto por género pero que tienen un efecto diferenciado en mujeres y hombres Contar con un sistema de indicadores socioeconómicos que permitan identificar y analizar de manera georeferenciada los aspectos sobre los que hay que trabajar para poder alcanzar una mayor igualdad entre hombres y mujeres Es necesario que las dependencias gubernamentales describan de manera detallada la población femenina y masculina beneficiaria de los programas públicos a su cargo y con base en ello elaborar los análisis de impacto Es fundamental incorporar la transversalización de la perspectiva de género en el presupuesto público Analizar previamente la condición de hombres y mujeres para una mejor focalización de los programas y poder alcanzar una mayor igualdad de oportunidades y expansión de las libertades