dossier técnico 18 ULTRA PROBIOTICS Índice 00 01 Introducción5 02 Probióticos6 A S. salivarius K12 6 B S. salivarius M187 C Lactobacillus acidophilus7 D L. plantarum7 E L. casei8 F L. bulgaricus8 G L. brevis8 H L. rhamnosus8 I L. lactis9 J Bifidobacterium lactis9 K B. bifidum 9 L L. sporogenes (B. coagulans) 10 03 Sistema ViaShield™10 04 Prebiótico: Açai (Euterpe oleracea)11 05 Aplicaciones clínicas de los probióticos, prebióticos y simbióticos11 A Sistema Inmunitario 12 B Alergia13 C Candidiasis Genitourinaria 13 D Diarrea14 E Inhibición de bacterias patógenas 15 F Síndrome del Intestino Irritable 15 06 Ultra Probiotics15 07 Conclusión16 08 Bibliografía17 DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL Introducción 01 La Organización Mundial de la Salud define los probióticos como “microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio de salud en el huésped.” Aunque los tipos más comunes de estas bacterias beneficiosas son los lactobacilos y las bifidobacterias, el volumen de estudios que respaldan el uso terapéutico y profiláctico de nuevos microorganimos probióticos está en aumento. La idea original del papel positivo que desempeñan ciertas bacterias en nuestro organismo la introdujo por primera vez el científico ruso y premio Nobel Eli Metchnikoff, quien a principios del siglo 20 sugirió que sería posible modificar la flora intestinal y sustituir los microbios nocivos por microbios útiles. Metchnikoff, que en ese momento era profesor en el Instituto Pasteur de París, descubrió que durante el envejecimiento está aumentada la actividad de putrefacción (proteolítica) de algunos microbios que producen sustancias tóxicas en el intestino grueso. Bacterias proteolíticas, tales como los clostridios, que son parte de la flora intestinal normal, producen sustancias tóxicas, incluyendo fenoles, indols y el amoníaco de la digestión de las proteínas. Según Metchnikoff estos compuestos son responsables de lo que él llamó la autointoxicación intestinal, y es desencadenante de los cambios físicos asociados con la vejez. En el organismo humano se pueden encontrar más de 1000 especies de bacterias diferentes, pudiendo alcanzar la cifra de 100.000 millones de microorganismos. En el colon se hallan aproximadamente el 95% de las mismas, por este motivo es la parte de nuestro organismo que más centra nuestra atención. Hasta ahora, los beneficios de los probióticos han sido explorados en su mayor parte en relación con el tracto intestinal, sin embargo, hay estudios que sugieren que los probióticos también pueden beneficiar al estómago, al tracto vaginal, a la piel y a la boca. La microbiota del intestino se empieza a formar con algunas cepas aeróbicas que colonizan el tubo digestivo como E. coli y Lactobacillus. Posteriormente se van implantando especies anaerobias obligadas, Bacteroides, Clostridium, Bifidobacterium y Eubacterium. A partir de los dos años la microbiota establecida suele ser definitiva. Hay una alta diversidad microbiana interindividual de especies y cepas; cada individuo aloja su propio patrón de composición bacteriana, determinado en parte por el genotipo del huésped y por la colonización inicial durante el nacimiento. La interacción normal entre las bacterias de la microflora y su huésped es una relación simbiótica. A cambio de alimento y de refugio en nuestras extensiones gastrointestinales, la flora intestinal ayuda en la lucha contra microorganismos patógenos, mejora las defensas inmunitarias, disminuye las alergias alimentarias, elimina toxinas, y también sintetiza algunas vitaminas esenciales. Es evidente que hay numerosas ventajas en desviar el equilibrio a favor de las bacterias beneficiosas. Algunos estudios sugieren que la microflora intestinal podría actuar sobre componentes precancerígenos o mutagénicos (capaces de inducir la mutación genética). Dependiendo del microbio, la actividad mutagénica o cancerígena, puede aumentar o disminuir. Los productos finales del metabolismo de su crecimiento son los ácidos orgánicos (ácidos láctico y acético) que tienden a 5 DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL bajar el pH del contenido intestinal, creando unas condiciones menos deseables para las bacterias nocivas. La disminución del pH provoca la disminución de la concentración de ciertos carcinógenos cólicos, así como la conversión de los ácidos biliares primarios en ácidos biliares secundarios, implicados en esta carcinogénesis. Ciertos medicamentos como los antibióticos, el estrés y factores dietéticos pueden desencadenar desequilibrios cualitativos y cuantitativos de la flora intestinal y nasofaríngea. La restauración de la microflora con complementos probióticos es una forma rápida y eficaz de tratar y reconducir estos desequilibrios. Probióticos 02 A S. salivarius K12 La cavidad oral posee su propia microbiota. El género Streptococco se ha aislado en todas las zonas de la cavidad oral y comprende una parte importante de la microflora residente en la boca. Streptococcus salivarius coloniza la superficie de las mucosas, especialmente la lengua y es productor de fructanos y glucanos. Las infecciones del tracto respiratorio superior son muy comunes y hasta la fecha el único tratamiento disponible son los antibióticos. La bacteria Streptococcus pyogenes es una de las principales causas asociadas a estas infecciones. 6 El número cada vez mayor de patógenos resistentes a los antibióticos plantea interrogantes acerca de los beneficios del tratamiento antibiótico cuando las afecciones son leves. Por otra parte, la exposición a los antibióticos, tiene consecuencias inevitables en el equilibrio de la microflora normal de la nasofaringe, facilitando la colonización de otros agentes patógenos resistentes a los antibióticos. Investigadores de la Universidad de los Estudios de Milán, Italia, y de la Universidad Tampere de Tecnología, de Finlandia, han analizado bacterias aisladas de la boca de voluntarios sanos, y se han identificado en particular dos cepas de bacterias probióticas potenciales: Streptococcus salivarius RS1 y ST3. Comparándolas con un prototipo de probiótico oral desarrollado recientemente, la cepa S. salivarius K12, vieron que las tres cepas eran capaces de unirse a las células faríngeas humanas y antagonizar la adherencia y crecimiento de S. pyogenes. Además, las tres resultaron sensibles a los antibióticos que se usan habitualmente para tratar las infecciones respiratorias. El equilibrio de la flora bacteriana de las vías aéreas superiores proporciona una barrera importante para los patógenos invasores. Streptococcus salivarius es uno de los miembros predominantes del oído humano, la nariz y la flora de la garganta. Varios estudios han reportado que las personas que no acostumbran a padecer infecciones de garganta tienen niveles más altos de estos estreptococos, inhibidores de patógenos y presentes de forma natural en la boca, que aquellos que son propensos a padecerlos. Los estreptococos han mostrado, en un estudio control-placebo, reducir significativamente la tasa de recurrencia de las infecciones bacterianas de garganta. La evidencia científica preliminar demuestra que los probióticos S. salivarius K12 también pueden estimular el sistema inmunológico y reducir eficazmente la aparición de una amplia variedad de afecciones de garganta y otras infecciones del tracto respiratorio superior como la otitis media, así como pouchitis y problemas de halitosis. Los efectos protectores de S. salivarius K12 se deben a la producción de BLIS (Sustancias Inhi- DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL bidoras de Bacteriocinas). Estas sustancias son bacteriocinas de tipo lantibiótico, tienen una estructura péptídica y son productos del metabolismo microbiano. Los lantibióticos de S. salivarius K12 son la salivaricina A2 y la salivaricina B1, las cuales muestran una actividad inhibitoria frente a las cepas de S. pyogenes. Las salivaricinas actúan pinchando las paredes de las células patógenas, formando poros que se traducen en pérdida de metabolitos y muerte celular. Un estudio publicado en la revista científica Infection and Immunity por la Sociedad Americana de Microbiología, en el que participan investigadores de Canadá, Reino Unido y Nueva Zelanda, pone de manifiesto los beneficios de la bacteriocinas BLIS producida por S. salivarius K12. Este estudio demostró que los efectos de estas bacteriocinas van más allá de eliminar a las bacterias implicadas en infecciones de las vías respiratorias, ya que también desempeñan un papel clave en la supresión de la inflamación y en los procesos de regeneración celular normales, sobre todo de las células que revisten las vías respiratorias. B C Lactobacillus acidophilus Es una bacteria Gram-positivo, no esporigena, productora de ácido láctico. Tiene un notable efecto sobre la flora intestinal y actúa inhibiendo el crecimiento de patógenos como H. Pylori (responsable del 90% de las úlceras de estómago). También contribuye en la síntesis de vitaminas del grupo B. Lactobacillus acidophilus prevé la protección de la pared intestinal mediante la mejora de las defensas inmunitarias. Los lactobacilos producen una variedad de sustancias que inhiben las bacterias dañinas e inhiben la producción de toxinas de especies patógenas. También se ha demostrado que inhibe la formación de los micelios de Candida albicans. S. salivarius M18 S. salivarius M18 ha sido objeto de estudios in vitro, in vivo y estudios clínicos en humanos. Como tal, es de las pocas cepas con actividad probada contra las caries, enfermedad periodontal y otras afecciones orales. Un estudio clínico a pequeña escala mostró que las bacterias M18 pueden sustituir más del 96% de las colonias bacterianas como S. mutans, causante de caries en la boca. Otro estudio doble ciego de diseño cruzado y control placebo realizado en Nueva Zelanda sobre la eficacia de M18, realizado con 138 niños, reveló una actividad significativa anticariogénica. Los niños que recibieron el probiótico M18 experimentaron una reducción del 6,25% de erosiones de la placa, tras 1 mes de tratamiento y una reducción del 13% tras 3 meses, en comparación al grupo control. D L. plantarum Lactobacillus plantarum ha demostrado ser un tratamiento eficaz para el síndrome del intestino irritable (SII), enfermedad de Crohn y colitis. Cuando una colonia de Lactobacillus plantarum se instala en los intestinos, evita que las bacterias nocivas se adhieran a la mucosa, compitiendo por 7 DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL los nutrientes que las bacterias patógenas necesitan para sobrevivir. tabolizar los lípidos y a mantener los niveles de colesterol. Como beneficio añadido Lactobacillus plantarum ha demostrado ser muy resistente a la mayoría de antibióticos. Estudios recientes han demostrado que reduce los niveles de colesterol entre el 56-60% e inhibe el crecimiento de H. Pylori. E L. casei Se trata de una bacteria probiótica que se localiza en la boca, tracto urinario e intestinos. Se ha comprobado que esta especie en particular es muy resistente a unos elevados niveles de pH y de temperatura y favorece el crecimiento de L. acidophilus, productor de amilasa, ayudando así en la digestión de carbohidratos. Ha sido investigada la actividad inmunomoduladora de Lactobacillus casei y los efectos sobre la inflamación y la coagulación durante la neumonía “neumocócica”. La suplementación con L. casei aceleró el proceso de recuperación de los mecanismos de defensa contra los neumococos mediante la inducción de diferentes perfiles de “citoquinas”, actuando sobre la regulación del proceso inflamatorio. F L. bulgaricus En 1905 el biólogo búlgaro Grigov demostró que L. bulgaricus, bacteria simbiótica que vive en el tracto gastrointestinal, era beneficiosa para el tratamiento y prevención de una serie de enfermedades como la tuberculosis y la úlcera. L. bulgaricus sintetiza lactasa ayudando al cuerpo a descomponer la lactosa, y favoreciendo el proceso digestivo. También ayuda al cuerpo a me8 L. bulgaricus tiene propiedades antibióticas, pudiendo ayudar así a prevenir infecciones y evitar la proliferación de microorganismos patógenos en el intestino. Además, esta especie también es capaz de soportar los jugos gástricos secretados por el estómago, haciendo así que sea más eficiente. G L. brevis Lactobacillus brevis es una de las bacterias asociadas con la fermentación vegetal y láctica. Muchos estudios clínicos reconocen que L. brevis proporciona beneficios anti-inflamatorios a nivel del sistema digestivo. Estos estudios no sólo demuestran las propiedades anti-inflamatorias sino también los resultados sobre los procesos tumorales en cáncer de colon, debido a la reducción de las alteraciones en el ADN. La suplementación con 600 millones de células viables de L. brevis ha demostrado incrementar los niveles de alfa-interferón en personas sanas. H L. rhamnosus L. rhamnosus fue aislado por primera vez en 1983 en los intestinos de un sujeto sano por los científicos Barry Goldin y Sherwood Gorbach, cuando se demostró su notable tolerancia a ácidos fuer- DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL tes que se encuentran normalmente en el estómago y el tracto digestivo. Entre las diferentes funciones de B. lactis destacamos: Varios ensayos clínicos han determinado que la bacteria es especialmente beneficiosa en la promoción y el mantenimiento de la salud del tracto digestivo: > Reducir el estreñimiento > Reducir la diarrea aguda > Mejorar el confort digestivo > Reducir los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable > Normalizar los movimientos del intestino > Aumentar la respuesta inmune tras las vacunaciones > Aumentar la actividad de las células T > Reducir los daños provocados por H. pilory > Ayuda a combatir enfermedades del tracto intestinal > Suprime infecciones bacterianas en pacientes renales > Ayuda en la prevención de las Infecciones del tracto urinario > Ayuda en la digestión de productos lácteos entre los intolerantes a la lactosa > Disminuye la duración de la diarrea I L. lactis Su presencia en complementos probióticos se debe a su potencial en la prevención y control de afecciones dolorosas, persistentes y graves del tracto digestivo de las personas. J Bifidobacterium lactis Se trata de una bacteria anaeróbica, Gram-positivo, que se encuentra en pequeñas cantidades en el intestino grueso. En la actualidad B. lactis, se conoce como una subespecies de Bifidobacterium animalis. Gran cantidad de estudios científicos han demostrado que es beneficiosa para el sistema inmune, la digestión y para la reducción de colesterol, al aumentar el HDL y disminuir el colesterol total. Fortalecer el sistema inmune, con la consecuente reducción de alergias y respuestas inflamatorias así como la mejora de los síntomas de la dermatitis atópica y la sensibilidad, y reducción de las enfermedades respiratorias (gravedad y frecuencia). K B. bifidum Se trata de un microorganismo que se encuentra en el intestino y que actúa de forma simbiótica con L. acidophilus. Existen diferentes estudios que demuestran que la actividad conjunta con esta otra bacteria lo hace más eficaz ya que disminuyen el colesterol, tipo LDL, en la sangre, al descomponer e inhibir la síntesis de la enzima (HMG-CoA reductasa). Otra función simbiótica con el L. acidophilus es la disminución de la producción de toxinas en la sangre tales como son el amoniaco, el indol, fenoles, sulfuro de hidrógeno, estos últimos perjudiciales para el hígado, y las nitrosaminas en el intestino. Así como el L.acidophilus, el B.bifidum también tiene la capacidad de sintetizar acido fólico, gran variedad de aminoácidos y vitaminas del complejo B, pero de forma más extensa ya que el L. acidophilus solo sintetiza tiamina. 9 DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL También existen numerosas publicaciones, las cuales hablan de los beneficios de este microorganismo tales como son la capacidad de combatir los rotavirus, causante de la diarrea y modificar la flora intestinal. B. Bifidum se utiliza como terapia de apoyo para las infecciones y trastornos intestinales. Aun más importante es su relación con la salud del colon y su efecto supresor de tumores, ya que se trata de un microorganismo que es bien tolerado, reduciendo así los efectos inflamatorios y fortaleciendo el sistema inmune, según publicaciones de la revista American Journal of Clinical Nutrition. En otras publicaciones y estudios se a demostrado su efecto antibacteriano, especialmente contra clostridios. L L. sporogenes (B. coagulans) Formalmente conocido como Lactobacillus sporogenes es un probiótico que sobrevive a temperatura ambiente, de eficacia clínicamente documentada, es decir evaluada a partir de modelos experimentales medibles y reproducibles. Aislado por primera vez de la malta verde, las colonias de L. sporogenes en su forma esporulada sobreviven y proliferan en el tracto gastrointestinal. Mecanismos de acción de Bacillus coagulans (L. sporogenes): > Ayuda a restaurar el equilibrio del sistema gastrointestinal: > Inhibe de forma competitiva las bacterias patógenas > Produce L-(+) ácido láctico y peróxido de hidrógeno > Produce bacteriocinas Bacillus coagulans se relaciona con una reducción de los síntomas de vaginitis inespecífica, mediante la reducción del pH y la inhibición de los patógenos causantes. También se observan beneficios a nivel cardiovascular, ayudando a mantene niveles adecuados de lípidos en sangre, probablemente debido a la desconjugación de las sales biliares y a la inhibición de la síntesis de colesterol LDL. 10 Sistema ViaShield™ 03 La excepcional resistencia y potencia de los probióticos de Nature’s Plus se obtiene gracias al empleo del proceso ViaShield™. Este sistema de conservación, integrado por más de 100 etapas, asegura la viabilidad total del producto en el momento de su compra. El sistema ViaShield™ comienza con la selección y testaje de los probióticos para su inclusión en los complementos probióticos. Sólo las cepas que pueden sobrevivir a variaciones de temperatura reales por debajo y por encima de 100 ºC pueden ser consideradas para su inclusión. Conociendo de cerca las características que requieren cada una de las cepas para su estabilización podremos actuar selectivamente preservando su máxima actividad. Las cepas son conducidas a un estado de latencia gracias a la privación de la disponibilidad de nutrientes a una temperatura determinada de forma gradual. Si en cambio el agua y los nutrientes se eliminan al mismo tiempo, la posterior activación de las células será más difícil y se perderán células. Se realizan pruebas de estabilidad y durabilidad sobre cada una de las cepas, sobre la mezcla de cepas y sobre el producto final. Durante todas las fases de fabricación se controlan y mantienen estrictamente la temperatura y la humedad. También se monitorea el óptimo contenido en nutrientes. Esto evita el déficit de sustancias nutritivas a una temperatura determinada. Lo que representa un proceso sumamente importante en el mantenimiento de la estabilidad de este tipo de productos. Al igual que como con el resto de productos Nature’s Plus, los probióticos se muestrean al azar para ser analizados por un laboratorio de análisis independiente. DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL Prebiótico: Açai (Euterpe oleracea) 04 El fruto del Açai, originario de la región amazónica de América Central, es rico en macronutrientes, micronutrientes y polifenoles, principalmente antocianinas y proantocianidinas. De los estudios recientemente publicados sobre el açai, destacan por su interés aquellos que se centran en la farmacocinética. Estos estudios revelan que la pulpa de açai contiene fibra prebiótica, similar a los fructooligosacáridos (FOS) de la chicoria y de la dalia. Los fructooligosacáridos son utilizados como sustrato por parte de la flora intestinal y especialmente por las bifidobacterias. Aumentando así el número de bacterias anaerobias beneficiosas y disminuyendo la población de microorganismos potencialmente patógenos. El Dr. Mertens-Talcot y colaboradores del Departamento de Fisiología Veterninaria y Farmacología de la Texas A&M University han concluido tras varios estudios que la pupla de açai y otras fibras prebióticas se asocian con una mayor absorción y un aumento del 30% de actividad de los antioxidantes. Aplicaciones clínicas de los probióticos 05 Actualmente conocemos una buena parte de los beneficios de la suplementación con probióticos, principalmente Bifidobacterias y Lactobacilos. Estos beneficios incluyen el mantenimiento de la homeostasis intestinal, la exclusión competitiva de los agentes patógenos, la producción de compuestos antimicrobianos, la promoción de la función de barrera intestinal, la modulación inmune y algunos resultados muy prometedores en el ámbito de la enfermedad inflamatoria intestinal. Hay más de 400 especies diferentes de microbios en el tracto intestinal. Las bacterias acidolácticas (BAL) proporcionan muchos beneficios, incluyendo: > Síntesis de vitaminas y el aumento de la biodisponibilidad de los minerales. > El mantenimiento de la mucosa intestinal. > Reducción de los síntomas adversos del síndrome del intestino irritable. > La inhibición de bacterias patógenas median11 DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL te la producción de ácido láctico, peróxido de hidrógeno y sustancias antibacterianas llamadas bacteriocinas. > Estimular la función inmunológica y la modulación de la hipersensibilidad del sistema inmunológico. Las bacterias probióticas colonizan principalmente el colon, producen ácido láctico y trabajan para bloquear la infección bacteriana en el intestino mediante la producción de sustancias antimicrobianas que son eficaces contra muchas bacterias perjudiciales Gram-positivas y Gram-negativas. Muchas especies de lactobacilos y bifidobacterias se unen a la mucosa intestinal e impiden la adhesión de bacterias coliformes patógenas. A Sistema Inmunitario El tejido linfoide asociado al intestino (Gut-Associated Lymphoid Tissue, GALT) constituye la parte más extensa y compleja del sistema inmunitario y es capaz de discriminar de forma eficaz entre patógenos invasivos y antígenos inocuos. Este tejido constituye alrededor del 80% del total de células inmunitarias. El intestino interactúa con las bacterias intestinales para desarrollar diversos mecanismos de protección. Esto es posible principalmente gracias a: > Una mejora en la barrera intestinal comprendida por la mucosa intestinal y las células epiteliales. > Una estimulación inmunitaria mediante inmunomodulación, regulando las respuestas inmunitarias exageradas. Esta interacción entre la microflora intestinal y el hospedador (nosotros), explicaría los beneficios clínicos del uso de probióticos en la prevención y tratamiento de la diarrea, la reducción del riesgo 12 de la enterocolitis necrotizante y la modulación de la respuesta inmune en la alergia. En un estudio con voluntarios adultos sanos, la respuesta inmune relacionada con la suplementación de Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium lactis quedó claramente demostrada. L. acidophilus y B. lactis han demostrado una respuesta celular inmunitaria significativa indicada por un aumento de la actividad fagocítica de los granulocitos y monocitos. La actividad de estas células sanguíneas de la serie blanca fue significativamente elevada entre un 92 y un 95% durante la fase del estudio en el que se administraban probióticos. El Síndrome de Disfunción Orgánica Múltiple (SDOM) es la principal causa de mortalidad en las unidades de cuidados intensivos. La mayoría de las veces esto es resultado de una infección abdominal leve por organismos patógenos como Staphylococcus coagulasa negativos, Enterococcus, y especies de Candida, entre otros. Una alteración en la función de barrera intestinal y disfunción inmune está directamente relacionada con la aparición de SDOM. Las bacterias probióticas se ha demostrado que modulan la barrera intestinal y la función inmune. En un estudio reciente los pacientes de UCI respondieron a los probióticos con un aumento significativo de inmunoglobulinas sistémicas (IgA e IgG), respecto a las concentraciones de los pacientes que no recibieron probióticos. Los autores concluyeron que los pacientes que recibieron probióticos mostraron una mejora superior en la actividad inmunológica que los pacientes que no recibieron los probióticos. Una de las bacterias más relacionadas con la mejora de la actividad inmunológica es Lactobacillus casei. De la que se destaca su actividad inmunomoduladorea en la inflamación causadas por neumococos. Las especies Lactobacillus y Bifidobacterium han mostrado in vitro la capacidad de reducir las infecciones virales en células infectadas por el virus de la estomatitis vesicular (VSV), estimulando la respuesta de los macrófagos mediante la producción de óxido nítrico y la síntesis de citoquinas como interleuquina-6 y gamma-interferón. DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL B Alergia Los síntomas alérgicos generalmente empiezan en la infancia. Actualmente los problemas de alergia están en aumento en los países desarrollados. Los científicos han propuesto una hipótesis conocida como la ‘hipótesis de la higiene’ para explicar el aumento de condiciones alérgicas tales como asma y eczema. Esta hipótesis se basa en observaciones de que una menor incidencia de alergia está asociada a los ambientes que tienen mayores números de microbios, tales como centros de cuidado de día, granjas, o en hogares con hermanos o animales domésticos. Los ambientes sanitarios y el consumo de alimentos procesados han limitado el número de microbios en la dieta. La hipótesis sugiere que la exposición de niños a los microbios antes de la edad de seis meses ayuda al sistema inmune maduro a ser más tolerante a la exposición de alergénicos en etapas posteriores de la vida. También la intervención dietética con suplementos de prebióticos tiene un efecto protector contra las manifestaciones alérgicas e infecciones. La protección observada tiene una duración que va más allá del período de intervención, lo que sugiere que el efecto de modulación inmune a través de la modificación de la flora intestinal puede ser el principal mecanismo de acción. C Candidiasis Genitourinaria Las vaginitis e infecciones por levaduras afectan a más de 100.000 millones de mujeres cada año en todo el mundo. La terapia con antibióticos y antifúngicos es la más comúnmente usada. Las investigaciones parecen demostrar que la colonización de la flora amiga en el intestino de los niños es un factor importante en el desarrollo de una tolerancia a los antígenos ambientales y que a su vez impide o al menos reduce las enfermedades alérgicas en los niños. Un estudio del año 2001 demostró una reducción significativa en la frecuencia de la dermatitis atópica en los bebés que recibieron un suplemento de Lactobacillus o bien leche materna de madres que tomaron el suplemento. Por lo que las infecciones de repetición y los efectos secundarios son comunes. La disrupción del equilibrio de las bacterias residentes en la vagina, principalemente lactobacilos, favorece el sobrecrecimiento de levaduras y bacterias causantes de vaginosis. Si bien el uso de antibióticos es efectivo para tratar las infecciones en un inicio, cuando se presentan recidivas, ciertas bacterias acidolácticas pueden representar un beneficio para un tratamiento eficaz en estas mujeres. También debemos contemplar la posibilidad que los repetidos tratamientos con antibióticos pueden generar resistencia bacteriana. Las bases inmunológicas que determinan este fenómeno están todavía por determinar. Sin embargo, es evidente que la suplementación con probióticos tiene un efecto importante en el desarrollo del sistema inmune intestinal en los lactantes. Los ensayos clínicos han demostrado que los síntomas del eccema atópico en los niños pueden mejorar significativamente mediante la adición de especies de Lactobacillus o Bifidobacterium. Obstetras en Polonia y Bélgica trataron de identificar si la presencia de Candidas en el canal del parto se relaciona con la edad, el uso de antibióticos, o fumar cigarrillos. El objetivo de este estudio de 2007 fue el de evaluar la correlación entre Candidas aisladas en mujeres embarazadas y los factores ambientales tales como la edad materna, el tabaquismo y el tratamiento antibiótico que puede tener una influencia en el equilibrio de la microflora de la vagina. La modulación de las bacterias comensales del intestino con probióticos se ha demostrado que modera el sistema inmunológico y tiene un efecto tanto en la prevención como en el tratamiento de la alergia alimentaria. El ácido láctico, el agua oxigenada y los agentes bacterianos llamados bacteriocinas son las sustancias responsables de la actividad antibacteriana y antimicótica de las bacterias acidolácticas. 13 DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL Dos de las bacteriocinas identificadas son lactocin y bacitracina, aunque hay otras. Un estudio con Lactobacillus sporogenes ha demostrado ser eficaz en una gran variedad de enfermedades vaginales. L. sporogenes muestra una actividad antagónica contra los uropatógenos. Estudios in vitro han demostrado que los lactobacilos pueden inhibir el crecimiento de Candida albicans y/o su adhesión en el epitelio vaginal Los resultados de un ensayo clínico apoyan la eficacia de los lactobacilos, especialmente Lactobacillus acidophilus y Lactobacillus rhamnosus, administrados por vía oral o intravaginal en la colonización de la vagina y/o prevención de la colonización y la infección de la vagina por Candida albicans. La pregunta que surge es -qué es lo que realmente produce la actividad antimicótica de las bacterias acidolácticas-. Se realizó un estudio comparando la actividad antimicótica de cultivos activos vivos de diferentes cepas de Lactobacillus contra los compuestos químicos de agua oxigenada pura y el ácido láctico. Curiosamente, los cultivos han mostrado una actividad significativamente mayor que los compuestos químicos puros. Esto apoya el concepto de que las mezclas de cepas de Lactobacillus proporcionan muchos metabolitos diferentes y que hay otros factores más allá de peróxido de hidrógeno y ácido láctico que producen la actividad anticandidiasis. Otro estudio in vitro con Lactobacillus plantarum investigó si este microorganismo tenía algún efecto sobre las poblaciones de Candidas. Aunque C. albicans no fue erradicada por completo en la presencia de esta bacteria, los recuentos de células se reducieron notablemente, lo que indica un compromiso de la función fisiológica. Este estudio muestra que la flora intestinal normal puede ejercer efecto sobre la limitación de C. albicans. Lamentablemente, este efecto parece estar disminuido durante la ingesta de antibióticos. Los autores concluyen que el uso de los probióticos puede ayudar a fortalecer la resistencia natural. 14 Existen numerosos estudios que demuestran la aplicación directa de Lactobacillus en la zona vaginal para inhibir el crecimiento de C. albicans y para mantener el equilibrio de la microflora. Sin embargo, hay evidencia sustancial para apoyar el caso de las bacterias acidolácticas por via oral para obtener el mismo resultado. Lo que sí parece estar claro en la literatura es que una combinación de diferentes BAL proporcionará unos mejores resultados. Esto se debe al hecho de que D Diarrea no todas las bacterias productoras de ácido láctico producen H2O2, aunque la mayoría lo hacen. Se pueden citar numerosos casos del uso de probióticos para tratar la diarrea. Una cuestión más interesante seria si los probióticos pueden prevenir la diarrea secundaria a un tratamiento con antibióticos. Anteriormente, se creía que tomar suplementos de lactobacilos y bifidobacterias durante el tratamiento con antibióticos no era efectivo. En la actualidad las investigaciones más recientes apoyan el uso de probióticos durante la administración de antibióticos. De hecho, L. acidophilus se ha mostrado eficaz para corregir el aumento de las bacterias Gramnegativas que comúnmente se produce tras el uso de antibióticos de amplio espectro, empleados en el tratamiento agudo o crónico de diarrea. Por otra parte, la reducción de bacterias y/o infección avanzada con bacterias resistentes a los antibióticos se pueden prevenir mediante el uso de L. acidophilus y antibióticos al mismo tiempo (una dosis de 15 a 20 mil millones de organismos probióticos es lo recomendable). DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL E Inhibición de Bacterias Patógenas Un estudio doble ciego examinó el efecto de L. acidophilus y L. casei en la proliferación bacteriana intestinal. Los investigadores encontraron una disminución significativa en tan solo una semana de tratamiento. Al menos parte de esta acción se estima que es como resultado de la actividad de las bacteriocinas producidas por los probióticos, que actúan como antibióticos naturales. F Síndrome del Intestino Irritable Lactobacillus plantarum ha demostrado ser eficaz para reducir el dolor abdominal y flatulencia en pacientes con síndrome del intestino irritable (SII) y puede ayudar a prevenir la diarrea del viajero. Lactobacillus casei también ha demostrado resultados muy positivos en (SII). Las bifidobacterias también ofrecen una serie de beneficios, en particular con enfermedades gastrointestinales y diarrea. Cuando se utilizan como complemento del tratamiento con medicamentos, una combinación de B. brevis, B. bifidum y L. acidophilus demostró ser de ayuda en la prevención de recaídas y reducir los síntomas en pacientes con colitis ulcerosa. Y algunas investigaciones indican que tomar B. longum puede reducir la frecuencia de las deposiciones, dolor abdominal, heces y el recuento de esporas de clostridios en la diarrea asociada a antibióticos. Ultra Probiotics 06 Ultra Probiotics proporciona 40.000 millones de células viables de probióticos por cápsula. Con una cobertura total de hasta 12 cepas diferentes de microorganismos, incluyendo las últimas novedades en probióticos, que conforman la flora del tracto digestivo, abarcando tracto oro y nasofaríngeo, intestino delgado y colon. La fórmula emplea una Mezcla de Probióticos de amplio espectro. Es importante disponer de una mezcla completa de varias cepas de probióticos, como Lactobacilos y Bifidfobacterias, que benefician todo el tracto digestivo: oral, intestinal y colon. Un estudio en animales realizado con múltiples cepas BAL ha encontrado que L. casei, L. acidophilus y Lactococcus lactis tienen potencial antioxidante, hipocolesterolémico y actúan a favor de la eliminación de bacterias coliformes, aumentando la colonización de otras bacterias amigas en el intestino. Nature’s Plus garantiza la viabilidad del producto mediante el sistema ViaShield™. Nature’s Plus Ultra Probiotics incluye en su fórmula FOS (fructooligosacáridos) y 300 mg del fruto entero de Açai, como fuente de fibra prebiótica, para optimizar la actividad del producto. 15 DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL Conclusión 07 La suplementación oral con probióticos tiene un buen perfil de seguridad y es bien tolerada, como se evidencia a través de los numerosos estudios en los que se ha utilizado. Los probióticos no son conocidos por presentar interacciones con medicamentos. Para obtener unos beneficios mayores, es recomendable asociar los probióticos con prebióticos como la pulpa de Açai, fructooligosacáridos (FOS), galactooligosacáridos y la inulina. Cuando se combinan los probióticos con prebióticos, el suplemento que resulta se denomina simbiótico. Los prebióticos promueven el crecimiento y la actividad de las bacterias. La toma conjunta de probióticos y prebióticos incluso puede ayudar a aliviar el estreñimiento al aumentar la masa fecal. Teniendo en cuenta los múltiples beneficios de las diferentes especies prebióticas, es razonable proporcionar una mezcla completa de las diferentes especies estudiadas. En cuanto a la dosis diaria se recomienda proporcionar como mínimo 10.000 millones de unidades formadoras de colonias (UFC). Aunque son deseable dosis superiores a los 20.000 millones de UFC. 16 DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL Bibliografía 08 > Sheil, B., et al., “Probiotic effects on inflammatory bowel disease.” J Nutr, 137(3 Suppl 2): 819S-24S 2007. > Madsen K, et al. “Lactobacilli prevents colitis in interleukin 10 gene-deficient mice.” Gastroenterol. 1999;116:1107-14. > Shornikova AV et al. “Lactobacillus reuteri as a therapeutic agent in acute diarrhea in young children.” J Pediatr Gastroenterol Nutr. 1997;24:399-404. > Zeng J, et al. Clinical trial: effect of active lactic acid bacteria on mucosal barrier function in patients with diarrhoea-predominant irritable bowel syndrome. Aliment Pharmacol Ther, 28(8): 994-1002 2008. > Velraeds MM et al. “Inhibition of initial adhesion of uropathogenic Enterococcus faecalis by biosurfactants from Lactobacillus isolates.” Appl Environ Microbiol. 1996;62:1958-63. > Gupta K et al. “Inverse association of H2O2-producing Lactobacilli and vaginal Escherichia coli colonization in women with recurrent urinary tract infections.” J Infect Dis. 1998;178:446-50. > Schultz M, Sartor RB. “Probiotics and inflammatory bowel diseases.” Am J Gastroenterol. 2000;95:S19-21. > deRoos NM, Katan MB. “Effects of probiotic bacteria on diarrhea, lipid metabolism, and carcinogenesis: a review of papers published between 1988 and 1998.” Am J Clin Nutr. 2000;71:405-11. > Isolauri E et al. “Probiotics: effects on immunity.” Am J Clin Nutr. 2001;73:444S-450S. > Pelto L et al. “Probiotic bacteria down-regulate the milk-induced inflammatory response in milk-hypersensitive subjects but have an immunostimulatory effect in healthy subjects.” Clin Exp Allergy. 1998;28:1474-9. > Wagner RD et al. “Biotherapeutic effects of probiotic bacteria on candidiasis in immunodeficient mice.” Infect Immunol. 1997;65:4165-4172. > Macfarlane GT, Cummings JH. “Probiotics and prebiotics: can regulating the activities of intestinal bacteria benefit health?” BMJ. 1999;318:999-1003. > Lievin V et al. “Bifidobacterium strains from resident infant human gastrointestinal microflora exert antimicrobial activity.” Gut. 2000;47:646-52. > Rastall RA. “Bacteria in the gut: friends and foes and how to alter the balance.” J Nutr. 2004;134:2022S2026S. > Chen RM et al. “Increase of intestinal Bifidobacterium and suppression of coliform bacteria with shortterm yogurt ingestion.” J Dairy Sci. 1999:82:2308-14. > Chiang BL et al. “Enhancing immunity by dietary consumption of a probiotic lactic acid bacterium (Bifidobacterium lactis HN019): optimization and definition of cellular immune responses.” Eur J Clin Nutr. 2000;54:849-55. > Lewis SJ, Freedman AR. “Review article: the use of biotherapeutic agents in the prevention and treatment of gastrointestinal disease.” Aliment Pharmacol Ther. 1998;12:807-22. > McCracken VJ, Gaskins HR (1999) In Probiotics: a Critical Review. (ed. GW Tannock), > Saavedra, JM, “Use of probiotics in pediatrics: rationale, mechanisms of action, and practical aspects.” Nutr Clin Pract, 22(3): 351-65 2007 > Klein, A., et al., “Lactobacillus acidophilus 74-2 and Bifidobacterium animalis subsp lactis DGCC 420 modulate unspecific cellular immune response in healthy adults.” European Journal of Clinical Nutrition 2007; 10:1038 > Alberda, C., et al., “Effects of probiotic therapy in critically ill patients: a randomized, double-blind, placebo-controlled trial.” Am J Clin Nutr, 85(3): 816-23 2007 25. Agañero, G. et al., Beneficial immunomodulatory activity of Lactobacillus casei in malnourished mice pneumonia: effect on inflammation and coagulation. Nutrition, 22(7-8): 810-9 2006 > Ivec, M. et al., Interactions of macrophages with probiotic bacteria lead to increased antiviral response against vesicular stomatitis virus. Antiviral Res, (): 0 2007 > Kodali, V., Sen, R. Antioxidant and free radical scavenging activities of an exopolysaccharide from a probiotic bacterium. Biotechnol J 2008 > Kale VV, et al. Development and evaluation of a suppository formulation containing Lactobacillus and its application in vaginal diseases. Ann N Y Acad Sci, 1056(): 359-65 2005 > Prescott SL, Macaubas C, Holt BJ, Smallacombe TB, Loh R, Sly PD, et al., “Transplacental priming of the human immune system to environmental allergens: 17 DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL universal skewing of initial T cell responses toward the Th2 cytokine profile.” (1998) J Immunol 160:47304737. > Prescott SL, Macaubas C, Smallacombe TB, Holt BJ, Sly PD, Holt PG, “Development of allergen-specific T-cell memory in atopic and normal children.” (1999) Lancet 353:196-200. > Erb KJ “Atopic disorders: a default pathway in the absence of infection?” (1999) Immunol Today 20:31722. > Matricardi PM, Bonini S, “High microbial turnover rate preventing atopy: a solution to inconsistencies impinging on the Hygiene hypothesis?” (2000) Clin Exp Allergy 30:1506-10. > Kalliomäki M, Salminen S, Arvilommi H, Kero P, Koskinen P, Isolauri E, et al., “Probiotics in primary prevention of atopic disease: a randomised placebocontrolled trial.” (2001) Lancet 357:1076-79. > Ouwehand, A.C., et al., “Antiallergic effects of probiotics.” J Nutr, 137(3 Suppl 2): 794S-7S 2007 > Isolauri E, Salminen s. Probiotics: use in allergic disorders: a Nutrition, Allergy, Mucosal Immunology, and Intestinal Microbiota (NAMI) Research Group Report. J Clin Gastroenterol, 42 Suppl 2(): S91-6 2008 > Savalahti E, et al. Pre and probiotics in the prevention and treatment of food allergy. Curr Opin Allergy Clin Immunol, 8(3): 243-8 2008 > Arslanoglu S, et al. Early dietary intervention with a mixture of prebiotic oligosaccharides reduces the incidence of allergic manifestations and infections during the first two years of life. J Nutr, 138(6): 1091-5 2008 > Lorente F, et al. Prevention of allergic diseases. Allergol Immunopathol (Madr), 35(4): 151-6 2007 39. Reid, G. Probiotics for Urogenital Health. Nutr Clin Care, 5(1): 3-8 2002 > Morelli, L., et al. Utilization of the intestinal tract as a delivery system for urogenital probiotics. Clin Gastroenterol, 38(6 Suppl): S107-10 2004 Oral Microbiology. 4th Edition. Philip Marsh, Michael V. Martin. Wright ,1999. Elsevier. > Reid, G., et al. Oral probiotics can resolve urogenital infections. FEMS Immunol Med Microbiol, 30(1): 49-52 2001 > Kale VV, et al. Development and evaluation of a suppository formulation containing Lactobacillus and its application in vaginal diseases. Ann N Y Acad Sci, 1056(): 359-65 2005 > Falagas, ME, et al. Probiotics for prevention of recu18 rrent vulvovaginal candidiasis: a review. J Antimicrob Chemother, 58(2): 266-72 2006 > Strus, M., et al. Inhibitory activity of vaginal Lactobacillus bacteria on yeasts causing vulvovaginal candidiasis. Med Dosw Mikrobiol, 57(1): 7-17 2005 > Strus, M., et al. The in vitro activity of vaginal Lactobacillus with probiotic properties against Candida. Infect Dis Obstet Gynecol, 13(2): 69-75 2005 > Payne, s., Gibson, G., et al. In vitro studies on colonization resistance of the human gut microbiota to Candida albicans and the effects of tetracycline and Lactobacillus plantarum LPK. Curr Issues Intest Microbiol, 4(1): 1-8 2003 > Okkers DJ , et al. Characterization of pentocin TV35b, a bacteriocin-like peptide isolated from Lactobacillus pentosus with a fungistatic effect on Candida albicans. J Appl Microbiol, 87(5): 726-34 1999 > Parent D, Bossens M, Bayot D, et al. Therapy of vaginosis using exogenously-applied lactobacilli acidophili and a low dose of estriol: A placebo-controlled multicentric clinical trial. Arzneimittel Forschung 1996; 46(1):68-73. > Williams AB, Yu C, Tashima K, et al. Evaluation of two self-care treatments for prevention of vaginal candidiasis in women with HIV. J Assoc Nurses AIDS care 2001; 12(4):51-57. > Zoppi G et al. “Oral bacteriotherapy in clinical practice. I. The use of different preparations in infants treated with antibiotics.” Eur J Ped. 1982;139:18-21. > Gotz VP, Romankiewics JA, Moss J. “Prophylaxis against ampicillin-associated diarrhea with a lactobacillus preparation.” Am J Hosp Pharm. 1979;36:754-757. > Hentges DJ, ed. Human intestinal microflora in health and disease. New York: Academic Press, 1983. > Shahani KM, Ayebo AD. “Role of dietary lactobacilli in gastrointestinal microecology.” Am J Clin Nutr. 1980;33:2448-2457. > Friend BA, Shahani KM. “Nutritional and therapeutic aspects of lactobacilli.” J Appl Nutr. 1984;36:125-152. > Pizzorno JE, Murray MT. Textbook of Natural Medicine, 3rd edition. Churchill Livingstone; 2005. > Gaon D et al. “Effect of Lactobacillus strains (L. casei and L. acidophilus strains cereal) on bacterial overgrowth-related chronic diarrhea.” Medicina (Brazil). 2002;62:159-163. > Barefoot SF, Klaenhammer TR. “Detection and activity of Lactacin B, a Bacteriocin produced by Lactobacillus acidophilus.” Appl Environ Microbiol. DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL 1983;45:1808–15. > Kishi A et al. “Effect of the oral administration of Lactobacillus brevis subsp. coagulans on interferonalpha producing capacity in humans.” J Am Coll Nutr. 1996;15:408-12. > Doncheva NI et al. “Experimental and clinical study on the hypolipidemic and antisclerotic effect of Lactobacillus bulgaricus strain GB N 1 (48).” Nutr Res. 2002;22:393-403. > Losada MA, Olleros T. “Towards a healthier diet for the colon: the influence of fructooligosaccharides and lactobacilli on intestinal health.” Nutr Res. 2002;22:7184. > Rasic J, Jovanovic D, Mira AC. Op cit. > Wagner RD et al. Op cit. 63. Mack DR et al. “Probiotics inhibit enteropathogenic E. coli adherence in vitro by inducing intestinal mucin gene expression.” Am J Physiol. 1999;276:G941-G950. > Nobaek S et al. “Alteration of intestinal microflora is associated with reduction in abdominal bloating and pain in patients with irritable bowel syndrome.” Am J Gastroenterol. 2000;95:1231-8. > O’Mahony L et al. “Lactobacillus and bifidobacterium in irritable bowel syndrome: symptom responses and relationship to cytokine profiles.” Gastroenterol. 2005;128:541-51. > Ishikawa H et al. “Randomized controlled trial of the effect of bifidobacteria-fermented milk on ulcerative colitis.” J Am Coll Nutr. 2003;22:56-63. > Kato K et al. “Randomized placebo-controlled trial assessing the effect of bifidobacteria-fermented milk on active ulcerative colitis.” Aliment Pharmacol Ther. 2004;20:1133-41. > Colombel JF et al. “Yoghurt with Bifidobacterium longum reduces erythromycin-induced gastrointestinal effects.” Lancet. 1987;2:43. > Lactobacillus monograph. Natural Medicines Comprehensive Database. Stockton, CA. > Bifidobacteria monograph. Natural Medicines Comprehensive Database. Stockton, CA. > Bouhnik Y et al. “Short-chain fructo-oligosaccharide administration dose-dependently increases fecal bifidobacteria in healthy humans.” J Nutr. 1999;129:113-6. > Menne E, Guggenbuhl N, Roberfroid M. “Fn-type chicory inulin hydrolysate has a prebiotic effect in humans.” J Nutr. 2000;130:1197-9. > Cummings JH, Macfarlane GT, Englyst HN. “Prebiotic digestion and fermentation.” Am J Clin Nutr. 2001;73:415S-420S. > Catanzaro JA, Green L. “Microbial Ecology and Probiotics in Human Medicine (Part II).” Alt Med Rev. 1997;2(4):296-305. > Oral Microbiology. 4th Edition. Philip Marsh, Michael V. Martin. Wright ,1999. Elsevier. Sethi S.K., Bianco, A., Allen, J.T., Knight, R.A., Spiteri, M.A. “Interferon-gamma (IFN-gamma) down-regulates the rhinovirus-induced expression of intercellular adhesion molecule-1 (ICAM-1) on human airway epithelial cells.” Clinical and Experimental Immunology 110 (1997): 362-9 > Cosseau C., Devine D.A., Dullaghan E., Gardy J.L., Chikatamarla A., Gellatly S., Yu L.L., Pistolic J., Falsafi R., Tagg J., Hancock R.E. “The comensal Streptococcus salivarius K12 downregulates the innate immune responses of human epithelial cells and promotes hostmicrobe homeostasis.” Inf. Immun 76 (2008): 4163-75 > Ramiro-Puig E., Pérez-Cano F. J., Castellote C., Franch A., Castell M.. El intestino: pieza clave del sistema inmunitario. Rev. esp. enferm. dig. [revista en la Internet]. 2008 Ene [citado 2011 Mayo 19] ; 100(1): 29-34. Disponible en: h t t p : // s c i e l o . i s c i i i . e s / s c i e l o . p h p ? s c r i p t = s c i _ ar ttex t&pid=S1130 -1082008000100006&lng=es. doi: 10.4321/S1130-01082008000100006 19